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BONAERENSE -
Trabajo publicado en el Libro Trabajando en y con grupos –Vínculos y
herramientas. Lucila Edelman y Diana Kordon Comp
CAMINANDO EL BARRIO
Comenzamos a caminar el barrio, a conocer los lugares donde transitan sus vidas, nos
abrían las puertas de sus casas, nos comenzaron a contar sus historias…Historias
identificatorias complejas y fallidas. Subjetividades arrasadas, vínculos desinvestidos,
poca narcisizacion. Pobreza material, pobreza simbólica, pobreza afectiva. Historias de
traumas acumulativos. Naturalización de su padecer, desarraigo, fragmentación,
soledad, aislamiento.
Todas las fuentes expresadas por Freud del malestar estaban encendidas: el dolor de su
cuerpo, marcado por su historia, pero sin poder tener siquiera registro del mismo, una
realidad exterior abatiendo con furia incesantemente y los vínculos dañados o
inexistentes.
¿Cómo poder vivir con tanto dolor, con tanta carencia? ¿Qué estrategias de
sobrevivencia habrán armado? ¿será su patología que los llevo a vivir inhumanamente?
¿es goce esto? ¿podremos hacer algo para la salud mental de esta comunidad? ¿es
posible construir donde no hubo? ¿Cómo intervenir con tanto arrasamiento subjetivo?
¿se puede intervenir donde no se demanda? ¿Cómo se llego a esta situación?
Estas y otras preguntas nos convocaban todo el tiempo.
Y necesitamos historizar nosotros, para poder comprender/nos/los. Y en ese proceso se
nos impuso la revisión de las concepciones en las que fuimos formados por nuestras
instituciones académicas. En otros momentos tuvimos que reinventar, con lo que
teníamos, con lo que íbamos armando, con lo que nos iba enseñando la comunidad. Pero
hubo un ingrediente muy importante que hace a nuestra profesión, que fue dejarse
atravesar por la experiencia, disponer oídos fértiles para germinar lo nuevo, poder mirar
más allá de lo aparente, interrogar y dejarse interrogar. Y en esta relación dialéctica,
íbamos creciendo y transformándonos junto con la comunidad, constituyendo nuevas
subjetividades profesionales.
MATE DEBATE
(*) Este logo producido por miembros de la comunidad, fue el resultado de un trabajo
en conjunto entre los profesionales de la salud mental y los vecinos del barrio.
Comenzamos a realizar actividades donde los vecinos pudieran juntarse, discutir
sobre sus preocupaciones, las del barrio, las personales. Al comienzo fuimos nosotros a
sus casas, realizábamos charlas, pasábamos películas, nos sumamos a los espacios que
tenían de encuentro, (círculos de venta de productos de belleza, ollas Essen, etc.)
Fuimos armando un espacio confiable, de escucha y alojamiento que permitió que se
fueran acercando a la salita, en este pasaje de la necesidad hacia la construcción de una
demanda.
“hace muchos años que no nos juntamos a charlar con nadie” “no tenemos palabras para
decir lo que nos pasa” “antes te desaparecían si te juntabas con otros” “nos hace muy
bien poder hablar” “salgo mas liviana y me dan ganas de hacer cosas” “hacia 11 años
que no me hablaba con mi vecina, estamos muy encerrados en nuestras casas”.
Fue así que se inauguro el espacio de reflexión comunitaria, que luego dio lugar al
Mate Debate, llamado así por ellos donde podían reflexionar, pensar y pensarse,
juntarse con otros, desnaturalizando aquello que es un producto histórico social, como la
marginalidad y la exclusión, historiando el sufrimiento y modificando las condiciones
que lo producen.
Mientras tanto, el mate iba y venia, como los hilos invisibles de la malla que se iba
tejiendo entre todos, sosteniendo y siendo sostenidos (como la doble red de apoyo que
plantea Kaes), convocándolos al fogón de la vida a través de este lazo cohesionante que
le iba dando calor al alma
Se pudo escuchar aquello que no se oía, cambiar los golpes por palabras, apropiarse
de su saber, convertir ruidos en información. Y fundamentalmente, saber que no estaban
solos y que cada uno portaba, además de su propia verdad, la verdad colectiva.
Sabíamos que el síntoma es asocial, que no hace lazo, por lo que todas las propuestas
desde el equipo de salud, conducían a ligar, conectar, sociabilizar, operando en
beneficio de la reducción sintomática.
Apostábamos a la salida de lo individual, solitario, hacia el encuentro con lo mas
social y publico, para encontrar en un segundo movimiento lo mas privado de cada uno,
su propio deseo.
Mirábamos mas allá de sus historias clínicas. Traspasábamos la problemática
individual buscando soluciones a problemas compartidos. Nos convertíamos así en
facilitadores de los procesos de cambio y transformación.
Este espacio permitió desarrollar en los individuos la capacidad de enfrentar y
resolver sus problemas de salud También les permitió reencontrarse con sus propios
saberes, en gran medida desconocido por ellos mismos
Compartiendo sus problemas, lo transformaban en preocupaciones colectivas,
dejaban de visualizarlos como fruto de la fuerza del destino (que los deja pasivos frente
a lo que viene de afuera), para pasar a ser obstáculos frente a los que hay que pensar
estrategias para resolverlos. De esta manera se va recuperando la capacidad de acción,
encontrando su propio camino para no quedarse como decía Borges “siendo el sueño de
otro hombre”.
Se iban reconociendo en los puntos comunes respetando las diferencias y
enriqueciéndose en ellas, todo un juego de tensión entre identidad y diferenciación.
Recuperaban en este espacio lo original y único que tenían y lo enriquecían aportando
su fragmento de la realidad.
Espacio que funcionaba como un gran útero, dador de vida y paridor de nuevos seres
Armaba cuerpos que se enfrentaban a un espejo diferente, espejo que les devolvían
integridad frente a la disgregación del desamparo que los constituyo. Espacio
narcisizado, que recompone identificaciones primarias y construye permanentemente
identificaciones secundarias, dejando un saldo de gran enriquecimiento yoico.
Dispositivo exogámico, que ejerce función paterna, gran proveedor de capacidad
sustitutiva, metafórica que los saca de lo único, materno, ejerciendo prohibición y
sustitución.
Un espacio sublimatorio, con propuestas simbolizantes, que les permitió retomar el
hilo de su historia, apropiarse de su saber, estudiar, comenzar a trabajar, capacitarse,
intervenir en problemas de su barrio para mejorar su calidad de vida, terminar el
primario, algunas el secundario y otras comenzar la universidad. Que además posibilito
que problematizaran su realidad dejándola de ver como inexorablemente natural.
S: “¿para que tenemos que estudiar si los que estudian están manejando taxis?”
L: “para entender la realidad, para mirar con nuestros propios ojos y no dejar que nos
sigan engañando…”
(extracto de un Mate Debate)
La participación no es un recurso más en salud, sino un instrumento de cambio. Esta
genera sensación de bienestar, es un factor dinamizador que se diferencia de la apatía,
indiferencia, del lugar de espectador pasivo y marginado.
Cuanto mayor es la participación, las tasas de morbi-mortalidad son más bajas
(Easterling 1998) Numerosas investigaciones demostraron que las personas menos
integradas socialmente tienen mas probabilidades de morir y su factor de riesgo es
comparable al fumar, la presión arterial y la obesidad
Chasis afirma que cuando las personas comparten un sentimiento de pertenencia a una
comunidad, están motivados y capaces de actuar sobre los problemas que se presentan,
estas tienen más capacidad de reducir los efectos negativos de problemas que no
controlan.
Freud, en Malestar en la Cultura, explica la construcción de redes entre individuos a
través de ligazones libidinales, agregando que se promueven fuertes identificaciones
entre ellos, movilizando libido de meta inhibida a fin de fortalecer los lazos
comunitarios.
La integración en espacios grupales, moviliza la capacidad de los sujetos para
desexcluirse, incluyéndose en proyectos colectivos que le otorgaran membresía Las
comunidades frágiles, fragmentadas, sin membresía, no aportan a la constitución del
sujeto ciudadano.
La necesaria transferencia de narcisismo que produce toda vinculación, favorece la
cohesión y evita los problemas de salud que ocasionan por el exceso de acumulación de
libido narcisista en el sujeto.
Los grupos ligan a las personas como las partituras de una orquesta lo hace con sus
músicos, y operan en contra de la lógica de fragmentación imperante.
Diana llego a la sala una mañana de invierno, visiblemente angustiada. Comenta que
había estado internada dos veces en el hospital de su barrio (a dos cuadras de su casa)
por intento de suicidio Que ahora “estaba así” y que le dijeron que vuelva en tres meses
para ver si había un lugar para ella en la lista de espera
“En tres meses estoy muerta, o loca, o que se yo, ¿Qué hago hoy? ¡me duele hoy!”
Diana nos interrogo, nos movilizo y nos exigió pensar respuestas ante tanta expulsión
institucional.
¿se puede tener listas de espera para el sufrimiento de la gente? ¿se puede hacer esperar
a la angustia arrasante? ¿porque los profesionales no pueden pensar estrategias ante la
realidad sanitaria?.
Nos encontramos con personas que en su mayoría no fueron nunca habilitadas,
ocupando muchas veces el lugar de residuo:
“…tenemos todo tan sucio porque nos sentimos como la basura, así sentimos que nos
trataron siempre…” (Encuentro con la comunidad para trabajar el tema de la
organización de la basura en el barrio).
Tratados como restos, expulsados sistemáticamente del sistema, excluidos de la
satisfacción de necesidades básicas, excluidos del afecto, cuando llegan a pedir ayuda al
sistema de salud, ¡también se los excluye!!!Mas de lo mismo.
….Decidimos contener tanta angustia que deambulaba día tras día en la sala, en busca
de algún espacio, algún lugar, alguna palabra que pudiera frenar las “crónicas de
muertes anunciadas”, permitiendo un destino diferente, construyendo historias de vida
Fue así que abrimos una admisión grupal, que opero como un bálsamo en esta población
suplicante de alivio a su dolor.
….De este dispositivo se desprendieron otros, como el grupo de espera, (a la espera de
incorporarlos en grupos terapéuticos) que rápidamente se lo denomino grupo en obra, ya
que desde el comienzo estaban construyendo. El grupo de apoyo (pacientes graves con
medicación) grupo de orientación a padres, multifamiliares, grupo terapéutico de niños,
adolescentes, adultos, adultos mayores, de padres con niños en tratamiento, etc.
GRUPO EN OBRA
J cuenta que fue abusada por el tío y L dice que cuando era chiquita la mama la
mandaba a la casa de los abuelos y que ella no quería ir porque de noche el abuelo la
visitaba en la cama y la obligaba a tocarlo, pero que no podía decirle nada a su madre
porque no quería apenarla, ya que era su papa R se pone a llorar……..recuerdo a mi
papa entrar a mi dormitorio y meterse en mi cama ¿Cómo pude olvidar eso? ¿Cómo me
vino a la memoria ahora?
Estas palabras fueron dichas y escritas por miembros de la comunidad, que pasaron de
ser pacientes a ser protagonistas de sus historias, de su vida, varios promotores de salud,
y además participantes de una Ong. que ellos armaron: “Creciendo por nuestra
Familia”:
A nosotras nos dicen locas porque andamos dando charlas con los psicólogos,
pero para nosotros la salud no pasa por no tener conflictos, sino por
enfrentarlos, por poder expresarnos libremente sin sentirnos marginados y
presionados por aquellos que se jactan de tener el poder. Ese poder que nos
quita el acceso al conocimiento a la información, a la educación, a la salud y al
alimento. Nuestro objetivo es seguir intentando un cambio”
“…estuve encerrada por una gran depresión. Llegué a la sala Ramón Carrillo y fui
atendida por unas excelentes profesionales de psicología. Me abrieron un camino a
donde pude sentirme útil y viva. Eso me dio el valor para estar en varios talleres y
cursos. Promotora de salud, manualidades, peluquería, planificación familiar, salud
sexual y procreación responsable, prevención de HIV. Sida, grupo de adolescentes,
charlas en los colegios, epidemiología y visitar puerta por puerta y nos encontramos
con mujeres golpeadas, chicos desnutridos que ni siquiera tienen una atención medica y
así poder conseguir que puedan acercarse a la sala para poder tener un seguimiento. Si
no viene, se las va a buscar.
Me di cuenta que el conocimiento de otros nos ayuda a respetarlos y cuidarlos.
Todos hemos manifestado que estamos mas abiertos a escuchar y a pensar y que la
única manera de descubrir el propio deseo es integrándose con los otros. Y como
aprendimos en los cursos “La salud no es la falta de conflictos, si no la posibilidad de
resolverlos” La salud mental se pierde cuando uno no encontró un lugar en la vida, no
fue deseado, querido, fue rechazado injustamente, criado sin criterio, formado al azar.
Te hace pensar que la salida no esta adentro, pero afuera hay un mañana…”
Mercedes Rattagan
Licenciada en Psicologia
Doctorada en Salud Mental Comunitaria
Especialista en Gestión en Salud
Diplomada en Salud Colectiva
Diplomada en Filosofía Política
Diplomada en La Otra Política