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Èşù

Èşù Elègbàrà (eşù elégbára). La palabra Èşù es oscura para los no iniciados.
Elégbára encuentra su etimología en lengua Lúkúmí de: Èlè – quien realiza-, Agbára –
orden y autoridad-. Se le considera el policía del universo. Es la Òşà dueño del permiso
de realización (Àşe) y de los caminos. Algunos de sus Oríki (apellidos, títulos) son:
Bárà (quien halla y adquiere), Látọpa Lówó (va a seguir las huellas del adinerado),
Alaàjekí (quien posee glotonería), alágbána (quien barre el camino), Alaàroyé (quien
posee las querellas), etc.
Se le ofrecen sacrificios para comenzar un nuevo proyecto de vida. No se recibe ni
vive en las casas, es tabú. Una frase dice: Èşù gbà lóhún, Èşù gbà lóde -Èşù recibe
acullá, Èşù recibe en la parte de afuera. Además, Eşù vela porque se cumplan las leyes
de la predestinación y castiga a los violadores de los patrones celestiales establecidos.
Se le puede ver con un ògọ en las manos (especie de porra utilizada para la autodefensa,
que representa, además, al pene como símbolo de procreación y el Àşe).
También, en ocasiones, lleva en sus manos un garabato (ariwowo). El resto de sus
representaciones son: un sombrero tricolor (blanco, rojo y negro) y un pito de cáñamo.
Su collar y estandartes son tricolores, aunque a veces se identifica con los tonos rojo y
negro o blanco y negro. Es oriundo de la ciudad de Ketu, Nigeria. No está sincretizado
en Cuba. Los brasileños lo representan como “Lucifer”, para los amerindios es
“Iuruparí”, para los egipcios “Set”; para los dahomeyanos (Arárá) “Légba” y para el
bantú “Lucero”. Los sacrificios que se le realizan son: chivo padre y gallo. Los tabúes
son las yerbas amargas, perros, pimientas rojas y la manteca de cacao.
Sus ofrendas de comidas son: jutía seca, pescado seco (ahumado), pan de harina
fermentado (eko), corojo, ñames machacados e ìyan (ñame mojado). Èşù es confundido
con Elégbà, Òşà protectora de los mendigos y mercaderes ambulantes, oriundo de
Dahomey. El color de su collar es rojo y negro. Esta Òşà en Cuba sincretiza con el
“Niño de Atocha” y para los griegos con “Hermes”. Los sacrificios de Elégbà son
diferentes a los de Èşù. A Elégbà se le sacrifica chivo mamón y pollitos pequeños. Sus
ofrendas de comidas son pelotas de ñame, gofio, harina y las “chucherías” ofertadas por
vendedores ambulantes.
Èşù llegó a la tierra traído por el Odù Ifá Ógbè Ìrètè, para reportar a Òlódùmarè
sobre las hazañas de los seres humanos y los Òrìşà y encargarse de las relaciones
especiales entre el cielo y la tierra. Le fue encomendado obstruir la obra de cualquiera
de las 200 divinidades. Para ello utiliza 200 nombres para poder cambiar su
personalidad en múltiples formas.

Nota de importancia: Cuando el devoto de Èşù o Elégbà se desarmoniza con esta Òşà,
o no toma en cuenta sus tabúes y no acata los requerimientos que exige, son afectados
con problemas con la autoridad y cierre de todos los proyectos de vida.
Invocación a Èşù:

Èşù Bara, Alaàjekí, Alágbána,


nbé ilékùn so kùn Alaàroyé,
Èşù nkanmáşe, maa maa kéyàn òfé mí.

(t.

Èşù el que se esconde y desaparece, quien posee la glotonería, quien barre el


camino,
vive en la puerta de la casa, transforma frotando (aceite) a Alaàroyé (quien
posee la querella o la controversia),
Èşù libra de fuerzas malignas, constantemente gratifícame como elegido, que las
cosas sean gratis para mí.

Ògún
Ògún. La etimología de esta palabra se deriva en lengua Lúkúmí de: Ò – quien-, gún
–vence, gana, apuñalea-. Òşà de la Forja y los herreros. Es el Òrìşà de la guerra y de la
caza. Juega un primordial papel en la justicia y la rectitud. Se recibe cuando
necesitamos que nuestro trabajo tenga resultados favorables. Fue Ògún quien abrió el
camino a las Òşà al llegar al mundo. Es el primero que se invoca en grandes ceremonias
e Influye en el buen resultado de las intervenciones quirúrgicas. Es el encargado de que
se cumplan los juramentos e influye en la justicia entre los humanos. Algunas personas
hacen convenios y juramentos en nombre de Ògún, colocando un machete en su trono.
Cuando una persona es sospechosa de algún crimen contra la familia, ejemplo brujería,
se llama a Ògún para que castigue al ofensor. Es oriundo de la ciudad de Iré, Nigeria. El
número cuatro y el siete le son atribuidos. Se utilizan las hojas de palmas tiernas
(màrìwò) para invocarlo. Su collar es de cuentas en tonos azul oscuro y verdes.
Son reconocidos siete nombres de Ògún

1.- Ògún Alara cuando come perros;


2.- Ògún Onire cuando come carneros;
3.- Ògún Ikòlà (de la cirugía) cuando come babosas;
4.- Ògún Elémonà cuando come boniatos asados;
5.- Ògún gbéna gbéna (de los artesanos) cuando come tortugas;
6.- Ògún Akírin cuando come cuernos de carnero; y
7.- Ògún Makinde. Originalmente era representado por una mata de peregun, un rabo
o colmillo de elefante o simplemente un pedazo de hierro.
En América se conoce por sus títulos: Alágbèdè – el herrero; Onile – dueño de la
tierra; Onire – el rey de la ciudad de Iré, etc., también se le dice Ògún kòwá màrìwò –
Ògún se enrosca en los retoños de palma-
En Cuba se sincretiza con “San Juan”; en Brasil con “San Jorge”: para los griegos
“Ares”; para los dahomeyanos “Akutorio”; para el bantú “Zarabanda”; para los
amerindios “Urubatao” y para los egipcios “Horus”. Su ewé (planta) principal es el
Agógó igún –Alacrancillo (heliotropium indican)-. Se le sacrifican chivos padres,
perros, jicoteas y gallos. Sus tabúes son los aceites de granos de palma y las serpientes.
Sus ofrendas de comidas son boniato asado, maíz tostado y el Àkarà kuu (torta dura de
frijoles).
Ògún llegó al mundo con el Odù Ifá Ògúndá méjì, para abrir el camino al resto de las
divinidades y presidir los juramentos y los convenios y, además, darle el toque final al
trabajo creativo de Òrìşànla.

Nota de importancia: Cuando el devoto de Ògún se desarmoniza con esta Òşà, o no


toma en cuenta sus tabúes ni acata los requerimientos que exige, son afectados con
problemas quirúrgicos, accidentes automovilísticos y tragedias con armas.

Invocación a Ògún:

Ògún kòwá màrìwò,


Ògún titi maa aró,
Ògún Alágbède,
Ògún kùgbù kùgbù,
Awa ní yé, jéjé Ògún tóye.

(t.

Ògún se enrosca en las hojas del retoño de la palma,


Ògún habitualmente es un herrero,
Ògún el forjador,
Ògún el de la Temeridad,
nosotros lo estamos elogíando, dulcemente Ògún merece una recompenza).

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