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Bruno Spigno

Análisis del primer movimiento de la sinfonía No.3 de Beethoven

Contexto histórico:
El clasicismo fue un movimiento artístico, social y cultural que se desarrolla entre los
años 1750 y 1820 principalmente en Europa. Diversos acontecimientos históricos, como
la revolución francesa, sirvieron como una representación de la idealización humana. Es
por esa razón que en este periodo se puede evidenciar en el arte la tendencia a la
perfección al momento de representar a la figura y el pensamiento humano, además,
esta tendencia se manifestaba en todas las prevalecientes como la música, la literatura y
la pintura.
Este movimiento se contrapone al idealismo teocentrista (teoría filosófica y teológica
que considera a Dios como centro del pensamiento y de la actividad del hombre) de la
edad media, ya que, como señala la escritora Julia Máxima Uriarte, la transformación
consistió en un resurgimiento de los ideales clásicos que fueron tomados como modelos
estéticos y filosóficos, las influencias antropocéntricas (teoría que afirma que el hombre
es el centro del universo) del movimiento intelectual humanismo y en que se dejó de
lado la doctrina religiosa imperante para priorizar las historias y personajes de
la mitología griega.
Una de las principales características de clasicismo, según Máxima (2020), era la
constante representación de hechos históricos y mitológicos manifestados en el arte de
una forma racional. A pesar de representar mitos griegos, en el caso de la pintura, se
suprimían las ideas imaginarias y se esforzaban mucho mas en resaltar la harmonía de la
anatomía de los cuerpos humanos. En el caso de la literatura, esta se caracterizó por una
cualidad pedagógica a través de la narración de acontecimientos y personajes históricos.
Por otro lado, el diccionario de Oxford aporta una definición más técnica de lo que es el
clasicismo: Término de historia del arte utilizado para describir tanto una actitud
estética como una tradición artística. La tradición artística se refiere a la antigüedad
clásica de Grecia y Roma , su arte, literatura y crítica, y los períodos posteriores que
miraron hacia Grecia y Roma por sus prototipos, como el renacimiento carolingio,
el renacimiento y el neoclasicismo . Su uso estético sugiere las características clásicas
de claridad, orden, equilibrio, unidad, simetría y dignidad.
A partir de lo mencionado anteriormente, se puede entender que la música no represento
ser una excepción a este movimiento artístico, debido a que, esta también presentaba un
estilo refinado en una estructura equilibrada y ordenada. A pesar de que músicos como
Beethoven rompieron con las estructuras establecidas como nunca nadie lo había hecho
antes, el antropocentrismo del clasicismo seguía presente en sus composiciones, ya que,
al componer se priorizaba su propia idea y su concepción de las cosas.
A su vez, el musicólogo Reinhard G. Pauly señala que, una de las características
principales para clasificar como clásica a la música de este periodo es que las
composiciones poseen un alcance y una universalidad en su significado, en otras
palabras, la música debe ser sencilla para poseer semejante significación universal: esta
exigencia es repetida muchas veces por los escritores sobre música del siglo XVIII.
Además, otras de las características de la música deben ser el equilibrio y el orden. La
función de la música ya no radica en la imitación de la naturaleza sino en una expresión
simbólica del más alto orden. Es significativo que este concept o coincide con las ideas
de algunos filósofos de la antigüedad. El equilibrio y el orden son cualidades que la
mayor parte de los oyentes de hoy encuentran en modo destacado en la música de fines
del siglo XVIII.
Autor:
Ludwig Van Beethoven fue uno de los compositores más influyentes en el mundo, esto
se debe a que muchas de sus compositores marcaron un antes y un después en la historia
de la música. Por ello, el 2020 habiéndose cumplido 250 años de su muerte, su música
sigue siendo interpretada en recitales y conciertos de todo el mundo.
Beethoven nació en Bonn (Alemania) el 16 de diciembre de 1770. Sus padres fueron,
Johann Van Beethoven y Maria Magdalena Keverich. Su padre Johann era violinista y
tenor en la corte de Bonn y fue el quien le dio las primeras lecciones en música a
Ludwig a muy corta edad. A los 7 años dio su primer recital de piano, y a los 11 años,
debido a que su familia no tenia mucho dinero, tuvo que dejar los estudios en la escuela
para ser nombrado musico de la corte de Colonia, fue ahí donde conoció a su primer
mecenas Maximiliano Francisco. A partir del año 1792, a la edad de 22 años y después
de la muerte de su padre, se muda a Viena para recibir clases de uno de los
compositores mas destacados de la época, Joseph Haydn. Además, el musicólogo
Raymond Knapp menciona que, al igual que todos los pianistas de finales del siglo
XVIII, Beethoven se crio en las sonatas y enseñanzas de Carl Philipp Emanuel Bach , el
principal exponente de la música “expresiva” en una época en la que la música se
consideraba el arte de agradar los sonidos. Estas sonatas, con sus caprichos de ritmos y
la armonía y su ocasional recitativo sin palabras eran igualmente familiares para Haydn
y Mozart; pero en Beethoven suscitaron una respuesta mucho más pronta, no sólo por
razones de temperamento sino también por el clima intelectual en el que él mismo se
crio. Posteriormente, otro de sus maestros fue el organista Johann Georg
Albrechtberger, el cual, le enseño a Beethoven principalmente la técnica del
contrapunto. Además, también estudio composición vocal con Antonio Salieri, el cual,
ya era un compositor bastante reconocido en ese momento. En 1795, hiso su primera
aparición publica tocando un concierto No.2 propio y uno de Mozart y Haydn. En 1800,
estrena su primera sinfonía en Viena y en 1803 culmina su sinfonía No.3 en Mi bemol
mayor. Según Knapp, la tercera sinfonía de Beethoven es considerada por la mayoría de
los biógrafos como un hito en el desarrollo de Beethoven. Además, esta composición
iba a estar dedicada a Napoleón , intermitentemente uno de los héroes de Beethoven,
pero Beethoven tachó la dedicatoria al enterarse de que Napoleón había tomado el título
de emperador. Indignado por sus principios republicanos, cambió el título a Eroica y
agregó las palabras "por la memoria de un gran hombre".
Sinfonía No.3 (Eroica):
Esta sinfonía consta de cuatro movimientos: El primer movimiento (Sonata-Allegro) en
Mi bemol mayor, el segundo movimiento (Marcha Fúnebre) en Do menor, el tercer
movimiento (Scherzo) en Mi bemol mayor y finalmente, el cuarto movimiento (Quasi –
Variations) en Mi bemol mayor.
De acuerdo con el análisis del profesor Robert Greenberg la tercera sinfonía de
Beethoven, el primer movimiento empieza con dos acordes de Mi bemol en forte,
seguidamente aparece el tema 1, el cual, mediante una gran amplitud expresividad y
complejidad en representación de una imagen heroica. Los temas posteriores de este
movimiento surgen como variaciones de las frases que compones al tema 1 y estos
temas posteriores se pueden dividir el dos elementos: a y b. La frase a se basa en dos
elementos contrastantes, las cuales son, una apertura tríadica que es la fundamental de
tres notas de la armonía establecida en la clave y un motivo de paso descendente (un
motivo es un grupo corto de notas que puede, o no, ser parte de un tema más amplio).
La frase a¹ desarrolla el elemento triádico de la frase a y es a partir de aquí que se
empieza a desarrollar el tema en la exposición utilizando la técnica de secuencia (una
secuencia es la repetición de un motivo en diferentes niveles de tono). A continuación,
la frase b es un desarrollo del elemento triádico de la frase a, solo que ahora es alterado
rítmicamente por una hemiola. Una hemiola es un patrón de acentos que
momentáneamente parecen cambiar la métrica existe crea ambigüedad rítmica sirviendo
así para aumentar la tensión y aumentar el impulso.
A continuación, se presenta el tema 2 la cual también se divide en dos partes. La parte 1
es una melodía suave y lirica que se vasa en el paso descendente como que se desarrolla
a través de una serie de intervalos. La parte 2 funciona como una especie de contraste,
ya que, también es una melodía suave, pero se presenta de forma ascendente.
El tema 3 es un tema que armónicamente surge de la apertura triádica del tema 1 y, en
este caso, Beethoven está rompiendo el molde clásico con la introducción de más de dos
temas principales. Este movimiento solo es tan largo como algunas sinfonías de la época
clásica en su totalidad.
El tema 4 tiene un parecido a la apertura tríadica del tema del tema 1 y se divide en 5
partes. La primera parte es un tema tríadico marcado por sincopas (La síncopa es la
interrupción del ritmo existente por los acentos que aparecen donde no se espera). La
segunda parte es una secuencia ascendente en las cuerdas, marcada por una hemiola. La
tercera parte es un intento de "corregir" el ritmo de las sincopas anteriores con un paso
de tres notas descendentes. La parte 4 es un motivo triádico emergente del tema 1. La
parte 4 es un motivo triádico emergente del tema 1. Finalmente, el tema 4 termina con
una cadencia que parece más un desarrollo, debido a que, lejos de proporcionar una
conclusión satisfactoria a la exposición, pone en juego la disonancia armónica y la
disrupción rítmica.
Luego del tema 4 viene la sección de la exposición, la cual, según Greenberg, es
revolucionaria en su extensión y su desprecio por las reglas clásicas establecidas de
forma musical, armonía y ritmo. Nada parecido se había hecho antes y muy poco como
se ha hecho se ha hecho desde entonces. El desarrollo puede ser visto como una lucha
contra el yo, una lucha espiritual contenida dentro del alma del héroe.
Esta sección se desarrolla en 12 partes. Las partes 1 a 6 constituyen una acumulación
larga y variada en las cuales se vuelven a presentar distintos elementos del tema 1 y del
tema 2. Luego de esto, se presenta el tema 7, el cual, es la parte en la que se presenta
una música brutal, llena de disonancia y ambigüedad modal y rítmica. Estirando un
compás de nueve progresiones a 36 compases que repiten las más disonantes armonías
disponibles sin resolverlas, y utilizando hemiolas, Beethoven logra borrar nuestro
sentido de tónico, latido, y metro. Respecto a esta parte Robert Greenberg señala que,
una audiencia contemporánea, acostumbrada a la disonancia puede que no aprecie su
brutalidad, pero la audiencia del siglo XVIII lo habría encontrado impactante y
profundamente perturbador. Luego de esta memorable parte, se presenta la parte 8 la
cual es un tema que suena de nuevo sobre el dolor y remembranza. En realidad, es un
contrapunto al elemento triádico del tema 1 (Está armónicamente relacionado con el
elemento triádico de tema 1). Finalmente, las partes 9 a 12 dejan atrás la lucha para
pasar a la recapitulación (o reexposición) a travez de un corno lejano presagia la
apertura del tema 1.
Esta reexposición comienza con el Do sostenido disonante del motivo descendente del
tema 1 ahora se resuelve en una C natural, aliviando instantáneamente el tema oscuro
que se presentó en la exposición. El tema 1 procede sin la frase rítmicamente ambigua
que se presentaba en la parte b del tema 1 y el resto de la recapitulación procede de
acuerdo con el formato clásico regular con la reaparición de los temas 2 y 3.
Por último, la coda está constituida por ocho partes. En la parte 1, la apertura triádica
del tema 1 se escucha tres veces en tres teclas siguientes, las teclas que describen el
motivo del paso descendente E plano − D plano − C. Su propósito es unir el disonante
Do sostenido (Re bemol) del tema 1 en la exposición con el C natural del tema 1 en la
recapitulación. En la parte 2, la secuencia del tema 1 va acompañada de una melodía
derivada del tema de la fuga que se encuentra en la parte 6 del desarrollo. En la parte 3,
el "nuevo tema" del desarrollo reaparece para una crear una recapitulación temática. La
parte 4 se centra en la melodía derivada del tema de la fuga. Las partes 5-7 se centran en
los retornos de los temas 1 y 2. En la Parte 8, una serie de acordes sincopados crean una
última hemiola. Para terminar, tres acordes tónicos de mi bemol mayor separados
terminan el movimiento similar al comienzo.
Conclusión:
A partir del contexto histórico, la vida del autor y del análisis de este primer
movimiento, se puede evidenciar que, a lo largo de la historia, en la música y en el
mundo del arte en general, constantemente se reinventan las estructuras y los
parámetros establecidos por autores previos para así poder ampliar el camino hacia una
mayor libertad en la creación artística. Estas son las razones por las que, en mi opinión,
Beethoven estuvo dispuesto a deshacer las formas clásicas para adaptarlas al contexto
particular de la composición a través de parámetros establecidos por el mismo. Todo
esto lo consiguió Beethoven en esta obra y lo siguió haciendo en composiciones
posteriores y con eso pudo ampliar el horizonte musical de su tiempo y, al igual que el
idealismo de Beethoven acerca de Napoleón como un liberador de los regímenes en
Europa, el autor de la Eroica se libera de manera contundente y decisiva de las formas,
estructuras o parámetros predominantes para plasmar, mediante el racionalismo en la
técnica, sus ideales de lo que es un héroe, de lo que es ser un liberador y de lo que es ser
un artista.
Referencias:

Oxford Dictionary. Definition of Classicism. Recuperado de:


https://www.encyclopedia.com/literature-and-arts/language-linguistics-and-literary-
terms/literature-general/classicism

Máxima, Julia. (2020). ¿Qué es el clasicismo?. Recuperado de:


https://www.caracteristicas.co/clasicismo/

Pauly, Reinhard. (1974). La música en el periodo clásico. Recuperado de:


https://www.academia.edu/39702604/Reinhard_G_Pauly_La_m
%C3%BAsica_en_el_per%C3%ADodo_cl%C3%A1sico_

Knapp, Raymond. (2021). Enciclopedia Britannica. Ludwig Van Beethoven.


Recuperado de: https://www.britannica.com/contributor/Raymond-L-Knapp/5004

Greenberg, Robert. (1998). The Symphonies of Beethoven Part II.

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