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EL 

BOCIO
El bocio es un aumento del tamaño de la glándula tiroides, que puede, causar tos,
ronquera o dificultad para tragar o respirar. Conoce sus causas y tratamiento, y qué
puedes hacer para prevenir su aparición.
Se denomina bocio al aumento de tamaño del tiroides, que es una glándula endocrina
situada en la parte anterior del cuello, por debajo y a los dos lados de la tráquea y de la
parte posterior de la laringe. Su función es la síntesis de hormona tiroidea, que
desempeña un papel importante en la regulación del metabolismo.
Para entender mejor este trastorno, es necesario conocer una serie de conceptos
relacionados con el aumento de tamaño del tiroides:
Bocio simple: aumento del tamaño de la glándula tiroides que no se acompaña
de hipertiroidismo, hipotiroidismo, proceso neoplásico (cáncer), inflamatorio o autoinmune.
También se llama bocio no tóxico o normofuncionante.
Nódulo tiroideo: es toda masa del tiroides de consistencia distinta a la glándula normal. Un
nódulo tiroideo puede aparecer por muchas enfermedades diferentes, desde patologías
benignas sin mayor trascendencia hasta cáncer de tiroides.
Bocio nodular tóxico: agrandamiento del tiroides debido a la presencia en éste de varios
nódulos, los cuales, además, producen un exceso de hormona tiroidea. El bocio nodular
tóxico crece a partir de un bocio simple, y se presenta con mayor frecuencia en personas
de edad avanzada.
Existen, además, diversas clasificaciones del bocio en función de diferentes parámetros:
Tamaño: el bocio se clasifica desde grado 0 (ausencia de bocio) hasta grado 4 (bocio
gigante), pasando por grados intermedios.
Forma: bocio difuso, nodular o multimodular.
Criterios epidemiológicos: bocio endémico (se produce en una determinada región en la
que la prevalencia del bocio es relativamente alta como consecuencia del déficit de yodo),
o esporádico (no se produce en una población particular).

Causas del Bocio


Aunque son muchas las causas que pueden producir la aparición de bocio, el mecanismo
concreto por el que se produce el aumento de tamaño del tiroides continúa siendo
desconocido. Se ha comprobado que la mayoría de los pacientes tienen alteraciones
sutiles de la formación de hormona. Esta incapacidad del tiroides para producir o secretar
hormonas, junto a un nivel normal o alto de TSH (hormona sintetizada en la glándula
hipófisis que estimula el tiroides para formar hormona tiroidea), llevarían a un
agrandamiento de la glándula en un intento de compensación.
Las principales causas conocidas de bocio son:
Déficit de yodo: Es la causa de bocio más frecuente. Se calcula que en torno a 1.000
millones de personas en el mundo se encuentran en riesgo de padecer déficit de yodo, al
vivir en zonas donde el porcentaje de bocio en la población general es mayor del 10%.
Inflamación del tiroides por diferentes causas: tiroiditis, infecciones, radiación.
Bociógenos (sustancias que pueden favorecer la aparición de bocio): aniones
monovalentes, tabaco, litio, yodo, sulfonilureas, salicilatos, aceites de soja, de girasol, de
nueces, de cacahuete…
Enfermedad tiroidea autoinmune: tiroiditis de Hashimoto y enfermedad de Graves-
Basedow.
Alteraciones congénitas (es decir, que ya están presentes desde el nacimiento).
Enfermedades infiltrativas: tiroiditis de Riedel, amiloidosis, hemocromatosis.
Tumores benignos y malignos.
Pubertad, embarazo.
Otras causas: acromegalia, anticonceptivos orales, mola hidatiforme, etcétera.

Epidemiología del Bocio


La prevalencia del bocio es variable en función de cada zona geográfica. En las zonas
endémicas la prevalencia es mayor (más del 10% de la población tiene bocio, debido
generalmente a un déficit de yodo), mientras que en las zonas no endémicas la
prevalencia es más baja (oscila entre un 3-7%).
El bocio es más frecuente en las mujeres, probablemente por la mayor prevalencia
de enfermedades autoinmunes y el aumento de las necesidades de yodo en la gestación
y de estrógenos durante la adolescencia. Por último, hay que recalcar que
el tiroides aumenta de tamaño con el paso de los años, de tal modo que sobre la octava
década de la vida muchas personas tienen bocio por la presencia en el tiroides de uno o
varios nódulos tiroideos.

Síntomas del Bocio


La mayoría de los pacientes no presentan síntomas en el momento del diagnóstico, y la
presencia de bocio se descubre de manera casual durante una exploración física
realizada por otro motivo. En otras ocasiones, el paciente acude a su médico por notarse
en la cara anterior del cuello la aparición de un bulto o tumoración, de tamaño variable,
que puede ser o no doloroso con la palpación.
La complicación más frecuente del bocio, cuando éste presenta gran tamaño, es la
compresión de las estructuras vecinas que se encuentran en el cuello, provocando así en
el paciente síntomas como dificultad para respirar, tos irritativa, dificultad para
tragar, ronquera o cambios en la voz. A pesar de todo, estos síntomas no soy muy
frecuentes.
En pacientes en los que el bocio es tan grande que se introduce en la región retro
esternal, la elevación de los brazos puede producir dificultad respiratoria, mareo, e
incluso síncope.
La prevención de estas complicaciones se basa en un diagnóstico precoz y un correcto
tratamiento médico. Si a pesar de ello se produce compresión de estructuras vecinas, el
tratamiento será quirúrgico.

Diagnóstico del Bocio


Para llegar al diagnóstico de bocio son muy importantes tanto la anamnesis (entrevista
clínica realizada por el médico sobre los síntomas del paciente), como la exploración
física, pero hay disponibles numerosas pruebas de imagen que permiten obtener una muy
buena visión de la anatomía del tiroides, lo que permite concretar el diagnóstico.
Anamnesis: debe ser muy detallada, con el objetivo de recoger la mayor cantidad de
datos posible. Debe interrogarse al paciente sobre la duración y los cambios de tamaño
del bocio (en general los bocios de larga evolución sugieren benignidad, mientras que los
de rápido crecimiento sugieren malignidad), la procedencia del paciente (bocio endémico),
la ingesta de sal yodada, y el consumo de fármacos que contengan yodo o de acción
bociógena, la exposición a radiación cervical (aumenta el riesgo de cáncer de tiroides), la
existencia de antecedentes familiares de enfermedad tiroidea (enfermedades
autoinmunes), y la presencia de síntomas compresivos locales o generales sugestivos de
disfunción tiroidea.
Exploración física: debe realizarse una exploración cuidadosa del cuello, tanto en posición
normal, como en hiperextensión. Mediante la palpación de éste se determinan, entre otras
cosas, el tamaño, la forma y la consistencia del tiroides, si se trata de un bocio difuso, o
se delimitan uno o varios nódulos tiroideos, si éstos son superficiales o profundos, si el
tiroides es o no doloroso al tacto, o si existen o no ganglios inflamados. La glándula
tiroidea normal no es visible, y a la palpación es de consistencia elástica y de pequeño
tamaño. Un nódulo de consistencia dura, sobre todo si está adherido a las estructuras
adyacentes, o si se acompaña de ganglios inflamados, es sugestivo de malignidad.
Analítica de sangre: la medición en sangre de sustancias como la TSH (hormona
estimulante del tiroides, producida por la glándula hipófisis), o la T4 (hormona tiroidea)
permite ver si existe hiperfunción o hipofunción tiroidea, lo que contribuye a orientar el
diagnóstico. Sin embargo, la mayoría de las veces la función tiroidea suele ser normal y
los niveles de estas sustancias en sangre son normales. También se puede ver en
la analítica de sangre la existencia o no de anticuerpos contra el tiroides (su presencia
orienta hacia una causa inmunológica), o de otras sustancias como la calcitonina, que
orienta hacia un origen canceroso del bocio.
Radiografía simple: en los casos en los que el bocio esté producido por un cáncer, se
puede solicitar la radiografía de tórax para comprobar si existen metástasis en órganos
como los pulmones.
Gammagrafía tiroidea: esta prueba, que consiste en irradiar la glándula tiroidea con
radioyodo, permite realizar un estudio funcional del tiroides; es decir, ver qué zonas de
éste captan radiación y cuáles no. Así, los nódulos tiroideos pueden ser hipercaptantes o
calientes (captan más radiación que el resto del tiroides), templados (captan radiación de
forma similar al resto de la glándula), o hipocaptantes o fríos (no tienen captación).
La información de esta prueba puede ser muy útil, aunque suele ser insuficiente para
tomar decisiones diagnósticas y terapéuticas.
Ecografía tiroidea: es la técnica de elección para el estudio de la morfología del tiroides,
ya que permite definir la existencia de nódulos, su tamaño, y si son sólidos o quísticos; sin
embargo, no proporciona información sobre la actividad funcional de los nódulos, por
tanto, no informa de la naturaleza benigna o maligna de éstos. También permite controlar
el tamaño de nódulos ya conocidos en el tiempo, para ver su evolución o guiar otras
técnicas como la punción del tiroides.
Punción aspiración con aguja fina (PAAF): permite, sin necesidad de cirugía, conocer la
naturaleza benigna o maligna de un nódulo. La PAAF permite obtener células del tiroides
que posteriormente son estudiadas en el laboratorio, viendo así si son benignas o
malignas. Es una técnica segura y tiene pocas complicaciones, siendo la base del
diagnóstico de los nódulos tiroideos.
Biopsia quirúrgica: se extrae una porción del tiroides, o éste completo, para su posterior
análisis.

Tratamiento del bocio


El tratamiento del bocio depende de la causa que lo origina y de los síntomas que
produce. Independientemente de la causa, si el bocio es muy grande y produce síntomas
por compresión (ronquera, dificultad para respirar o para tragar, etc) se suele realizar
tratamiento quirúrgico, que consiste en la extirpación de una parte
del tiroides (hemitiroidectomía) o de la totalidad de éste (tiroidectomía total).
Es necesario valorar, en función de cada caso (edad, sexo, enfermedades previas…), los
riesgos que puede conllevar la realización de cirugía.
Cuando el bocio no da síntomas la conducta terapéutica va a ser diferente. En algunos
casos el tratamiento consiste únicamente en realizar un seguimiento del paciente cada
cierto tiempo, vigilando así su evolución. El seguimiento de bocio difuso debe constar de
una exploración física que incluya la exploración del tiroides y de los ganglios linfáticos,
así como la valoración de los síntomas, signos y parámetros analíticos de disfunción
tiroidea. Por tanto, es importante solicitar analíticas de control para ver la función del
tiroides. El seguimiento se puede hacer cada varios meses o de forma anual,
dependiendo de cada paciente.
Otra opción de tratamiento cuando el bocio no da síntomas se basa en la supresión de la
secreción de TSH (hormona estimulante del tiroides, secretada por la glándula hipófisis)
mediante la administración de una sustancia denominada levotiroxina sódica, que se
administra en las fases tempranas del proceso, cuando no se ha establecido todavía la
transformación nodular del tiroides. La terapia con levotiroxina tiende a abandonarse con
el tiempo, ya que obliga a mantener el tratamiento de por vida (si se retira el tratamiento
recurre el bocio), con los efectos secundarios a nivel cardíaco y óseo que conlleva.
La última opción terapéutica es la utilización de radioyodo, que es el tratamiento de
elección en pacientes de alto riesgo quirúrgico y clínica compresiva. Puede presentar
efectos secundarios, como inflamación del tiroides (tiroiditis postradioyodo)
o hipotiroidismo.

Prevención del Bocio


En cuanto a la prevención del bocio, se pueden llevar a cabo diferentes acciones para
evitar su aparición. En primer lugar, la medida más importante consiste en aportar los
requerimientos mínimos de yodo para reponer las pérdidas urinarias. La OMS recomienda
la ingesta de 100-150 microgramos al día o incluso 200 microgramos al día durante el
embarazo o lactancia para prevenir trastornos producidos por el déficit de yodo. El
contenido de yodo de los alimentos en general es bajo, siendo el pescado y la leche los
más ricos en esta sustancia. Por eso, una opción puede ser por ejemplo consumir
pescado de mar entre 2 y 3 veces por semana. No obstante, en países desarrollados la
principal fuente de yodo es la sal. 
En determinadas regiones donde el agua corriente no aporta una cantidad suficiente de
yodo, se realizan campañas para el consumo de sal yodada al menos tres veces por
semana. Conviene aclarar que la sal yodada tiene la misma función y sabor que la sal
común y puede usarse en las mismas cantidades al cocinar.
Otra medida que se puede realizar es evitar bocígenos como fármacos (antitiroideos,
sulfonilureas, amiodarona, expectorantes, isoniacidas, salicilatos…), la harina de soja, o el
aceite de girasol.
En situaciones determinadas bien por el bajo aporte de yodo bien por predisposición
familiar a este problema, debe realizarse un análisis periódico de la función del tiroides
mediante la determinación de las hormonas T4 y TSH.

HIPERTIROIDISMO
Qué es el Hipertiroidismo
Es el aumento de los niveles de hormonas tiroideas en la sangre tiene como
consecuencia la aceleración de la actividad metabólica del organismo. Hipertiroidismo es
el nombre por el que se conoce al aumento del funcionamiento de la glándula tiroides, que
implica un aumento de los niveles de hormonas tiroideas (T4 y T3) en la sangre, y que
tiene como consecuencia la aceleración de la actividad metabólica del organismo. Se trata
de un trastorno frecuente, que afecta aproximadamente al 1% de la población, sobre todo
a mujeres de entre 30 y 40 años.
Las hormonas tiroideas se forman en la glándula tiroides, que se encuentra en la parte
más baja del cuello, justo en el borde del esternón. El tiroides elabora dos hormonas
tiroideas, la T3 y la T4, y necesita yodo para sintetizarlas. Este mineral se encuentra en la
sal, vegetales y productos del mar, por lo que en una dieta saludable hay cantidades
suficientes para producir las hormonas tiroideas.
La función de las hormonas tiroideas consiste en estimular el funcionamiento de
diferentes órganos, en especial el cerebro, los músculos, el corazón y el riñón. De esta
manera, las hormonas tiroideas facilitan la contracción muscular, el funcionamiento de las
neuronas, etcétera. Se podría decir que tienen un “efecto natural vigorizante”, así que la
alteración de la cantidad de estas hormonas, en exceso o en defecto, provoca un
deterioro de la salud global del individuo.
El control natural de la cantidad de hormonas tiroideas en sangre depende de:
Control cerebral: la hormona TSH (del inglés Thyroid Stimulating Hormone, hormona
estimulante del tiroides), secretada por la glándula hipófisis, situada en el cerebro, es la
encargada de regular la excreción de hormonas tiroideas, según las necesidades.
Autorregulación: las propias hormonas tiroideas inhiben la excreción de hormonas
tiroideas. Así siempre se asegura que los niveles no sobrepasen unos límites.

Causas de Hipertiroidismo
Estas son algunas de las causas más comunes de hipertiroidismo:

Alteraciones del control cerebral


La hormona TSH secretada por la glándula hipófisis en el cerebro es capaz de estimular a
la glándula tiroides para que sintetice más hormonas tiroideas. Es posible que surja un
tumor en la hipófisis que secrete sin control TSH y provoque un hiperfuncionamiento de la
glándula tiroides.

Enfermedad de Graves
Esta enfermedad de origen autoinmune es la causa más común de hipertiroidismo. La
afección se produce por una respuesta anormal del sistema inmunitario, que tiene como
consecuencia que las defensas del cuerpo humano se vuelvan contra la glándula tiroidea,
pero, en vez de destruirla, crean sustancias que estimulan la síntesis de hormonas
tiroideas, del mismo modo que la TSH de la hipófisis. Es más frecuente en mujeres que
en hombres.

Bocio multinodular tóxico


Cuando se toma poco yodo, o por razones no conocidas, la glándula tiroidea incrementa
su tamaño para suplir esa falta e intentar captar todo el yodo posible. Para crecer, las
células que forman la glándula se multiplican; en ocasiones el crecimiento se descontrola
y cada célula forma nódulos que fabrican hormonas tiroideas por su cuenta sin regulación.

Adenoma tóxico
Suele ocurrir dentro de un bocio multinodular en el que un nódulo descontrola aún más su
división celular, y sufre mutaciones que facilitan que comience a sintetizar hormonas
tiroideas sin control, como si se formase una glándula tiroides extra.
Tiroiditis
Una infección vírica provoca la inflamación de la glándula tiroides, la cual expulsa todas
las reservas de hormonas tiroideas que contenía y provoca un aumento repentino de
estas en la sangre. Afecta principalmente a mujeres entre los 30 y los 50 años de edad.
Cursa con fiebre y dolor en la mandíbula o el oído.

Otras causas de hipertiroidismo


El exceso de yodo puede provocar hipertiroidismo, aunque no es suficiente con la dieta
porque para que esto ocurra son necesarias grandes cantidades, que normalmente
proceden de la administración de medicamentos o el empleo de pruebas diagnósticas que
usan yodo.
Raro, pero también posible, es el estruma ovárico, que es un tipo de cáncer de
ovario formado por células capaces de producir hormonas tiroideas sin control.

Síntomas del Hipertiroidismo


En general, las personas afectadas por hipertiroidismo sufren un aumento de la excitación
en todos sus órganos y sistemas. Estas alteraciones se producen poco a poco, así que al
principio pueden ser achacadas al estrés y el nerviosismo.
En los ancianos, sin embargo, el hipertiroidismo puede manifestarse solo con cansancio,
pérdida de peso y depresión; se llama hipertiroidismo apático y es más difícil de detectar.
En otras ocasiones los síntomas surgen de repente en su máxima intensidad, es lo que se
conoce como “tormenta tiroidea”. Los síntomas más importantes son:

Pérdida de peso: el metabolismo global del enfermo está aumentado, de forma que
consume más energía aun sin hacer ejercicio. La sensación de hambre, sin embargo, se
incrementa, y apetece comer más cantidad y con más frecuencia.
Hiperactividad: el estado mental está alterado y los enfermos se muestran inquietos,
con ganas de hacer muchas actividades continuamente, aunque no sea el momento
adecuado. A esto se le añade insomnio, por lo que es normal que cuando la enfermedad
lleva un tiempo instaurada el paciente se sienta fatigado, pero siga estando nervioso.

Falta de concentración: cualquier estímulo externo (un pequeño sonido, luces de


electrodomésticos, etc.) distraen la atención de los hipertiroideos. Esto es de especial
importancia en los adolescentes en época de estudio.

Temblor fino: El sistema nervioso y el muscular están hiperestimulados, incluso en


reposo. Es fácil observar un temblor en las manos cuando se extienden los brazos (más
fácil de ver si se pone un folio encima).

Bocio: Se conoce así al aumento de la glándula tiroides que protruye en la parte más
baja del cuello, provocando a veces problemas al tragar o respirar. No ocurre en todos los
casos de hipertiroidismo, y a veces solo se palpa y no se ve. Hay zonas donde la
población general tiene bocio, principalmente por falta de yodo en la dieta, pero también
por tomar alimentos que contienen sustancias que provocan bocio de por sí (como las
coles, el repollo y la coliflor); en España, por ejemplo, esto era típico en algunas comarcas
de Galicia.

Exoftalmos: Es decir, ojos saltones o “mirada de asombro”. Ocurre por dos


motivos: primero, los músculos y la grasa que están detrás del ojo se
inflaman, empujando el ojo hacia fuera; segundo, los músculos que abren
los párpados están hiperexcitados y hacen que el ojo esté siempre muy
abierto.
Debilidad muscular: La falta de relajación muscular hace que se pierda fuerza y
aumente el cansancio.
Palpitaciones y taquicardia: el corazón late más deprisa y el pulso es más fuerte. Si el
enfermo tenía antes algún problema de corazón es frecuente que ahora empeore y, en
ocasiones, requiera estar ingresado para poder controlarlo. También es habitual que
aparezcan arritmias cardíacas, como la fibrilación auricular.

Aumento del sudor: La piel siempre está caliente y húmeda; los hipertiroideos no
toleran bien el calor, incluso se quejan de calor cuando la temperatura real no es alta.

Pelo frágil: El cabello se torna fino y quebradizo. El 40% de los pacientes continúa con
una alopecia difusa durante algunos meses después de la curación.

Aumento del ritmo intestinal: Al igual que el resto de órganos, el tubo digestivo está
sobre estimulado y el tránsito intestinal es más veloz. Por ello, la frecuencia de las
defecaciones aumenta, a veces con diarrea.

Osteopenia: la reabsorción del hueso viejo es más rápida que la formación de hueso
nuevo, así que los huesos son más frágiles y las fracturas ocurren con más facilidad.

Mixedema pretibial: se trata de una alteración de la piel de las piernas, a la altura de la


espinilla. Se forma una placa inflamada, rosada o violácea, de aspecto de “piel de
naranja”.
En general, se recomienda a la población general que acuda al médico si:
Aprecia cambios en su estado emocional, como excitación o depresión. Se marea.

Diagnóstico del Hipertiroidismo


Para identificar la causa del hipertiroidismo se deben realizar pruebas que permitan
descartar las posibles opciones. Con el análisis sanguíneo se pueden averiguar los
niveles de TSH, que estará elevada si la causa del hipertiroidismo es un tumor de la
hipófisis, pero en el resto de los casos la TSH estará disminuida. También se puede
detectar la molécula TSI, que estimula a la glándula tiroides en la enfermedad de Graves.
En el caso del bocio multinodular o del adenoma tóxico se debe realizar
una gammagrafía. Esta prueba consiste en inyectar en la sangre una sustancia que
contenga yodo radioactivo, que señaliza las áreas de la captación de la tiroides. Lo normal
es que toda la glándula capte yodo por igual. En el caso del bocio multinodular se
observarán zonas del tiroides que no captan yodo y nódulos que captan en exceso; y en
el caso del adenoma tóxico se verá un único nódulo grande que capta mucho yodo
radioactivo. El examen no es doloroso para el paciente y no supone un alto riesgo; solo se
tiene que hacer bajo cierta vigilancia por si existe una alergia no conocida previamente.
Además, si se sospecha de la presencia de algún tumor en la glándula tiroides se pueden
tomar muestras con PAAF, que consiste en puncionar la tumoración con una aguja muy
fina que aspira las células existentes para analizarlas posteriormente. Para poder realizar
la punción es necesario que el nódulo sea palpable; si no es así, se pueden tomar
muestras con la ayuda de un ecógrafo o hacer una biopsia mediante una pequeña cirugía.
Por último, es muy importante controlar el buen funcionamiento de los órganos que se ven
afectados por las altas cantidades de hormonas tiroideas, como el corazón, por lo que se
debe vigilar la tensión arterial diariamente, y también se debe realizar
un electrocardiograma que descarte la presencia de arritmias. Si se sospecha una arritmia
del tipo fibrilación auricular, el médico puede optar por realizar una ecocardiografía para
poder ver el movimiento del corazón directamente.

Tratamiento del Hipertiroidismo


Estos son los recursos utilizados para el tratamiento del hipertiroidismo:

Medicamentos Entitiroideos
Algunos de estos fármacos son el propiltiouracilo y el metimazol. No se sabe muy bien
cómo actúan exactamente, pero disminuyen los niveles de hormonas tiroideas. En 6 u 8
semanas se suelen alcanzar los niveles normales de T4 y T3, y durante todo el
tratamiento se deben realizar análisis de sangre a menudo para controlar que los niveles
de hormonas tiroideas no sean menores de lo habitual (hipotiroidismo).
Como cualquier medicamento, los antitiroideos pueden tener efectos secundarios, entre
los que destacan picor, exantemas en la piel, fiebre y, el más grave, agranulocitosis. La
agranulocitosis es la desaparición de los neutrófilos en la sangre, que son un tipo de
células defensivas que nos protegen de las infecciones; cuando esto ocurre es necesario
retirar el fármaco inmediatamente y corregir la alteración.
Se debe consultar con el médico si se está recibiendo tratamiento con antitiroideos y se
presentan síntomas de insuficiencia tiroidea, como:
Depresión.
Lentitud física y mental.
Aumento de peso.

Propanolol
Es un tipo de betabloqueante, es decir, un fármaco capaz de bloquear los efectos del
sistema nervioso autónomo. Se utiliza para aliviar los síntomas propios de la excitación a
la que está sometido el sistema nervioso que hemos comentado (nerviosismo, temblor,
sudor, etc.).
Yodo Radioactivo
Si utilizamos dosis diferentes que las que se usan para la gammagrafía, el yodo
radioactivo puede destruir parte de la glándula tiroides, y así paralizar la sobreproducción
de hormonas tiroideas. No es un tratamiento que se pueda utilizar en niños o
embarazadas, ya que se trata de una sustancia radioactiva perjudicial para los órganos en
crecimiento. El principal problema que puede ocasionar es que se destruya más glándula
tiroides de lo normal, y la producción de T3 y T4 sea escasa (hipotiroidismo).

Cirugía
En ciertas ocasiones es necesario extirpar la glándula tiroides, ya sea en parte o
totalmente. La cirugía está indicada especialmente en los casos de bocio multinodular y
de adenoma tóxico, y se procura respetar la mayor cantidad de glándula tiroides sana
posible. En ocasiones, queda menos glándula de lo necesario y, como ocurría al emplear
yodo radioactivo, la persona se queda en un estado de hipotiroidismo.

Levotiroxina
No es un fármaco para el tratamiento del hipertiroidismo, todo lo contrario, es un
medicamento que sustituye a las hormonas tiroideas; por lo tanto, solo se utiliza cuando
los tratamientos anteriores provocan un estado de hipotiroidismo que es necesario
corregir. Tiene muy pocos efectos secundarios y es fácil de controlar, por eso es preferible
corregir el hipertiroidismo con seguridad, incluso provocando un hipotiroidismo que es
sencillo de paliar.

Hipotiroidismo
¿Qué es el hipotiroidismo?
El hipotiroidismo es una afección en la que la glándula tiroides tiene un funcionamiento
anómalo y produce muy poca cantidad de hormona tiroidea. Cuando las hormonas
tiroideas disminuyen, la secreción de tirotropina o TSH (que regula la secreción de
hormona) aumenta, en un intento de conseguir que el tiroides trabaje al máximo para
recuperar el nivel de hormonas tiroideas, situación que no se consigue
En consecuencia, el hipotiroidismo se caracteriza por una disminución global de la
actividad orgánica que afecta a funciones metabólicas, neuronales, cardiocirculatorias,
digestivas, etc.

La tiroides y las hormonas tiroideas


El hipotiroidismo es una alteración de la función de la glándula tiroides. El tiroides es una
pequeña glándula que mide alrededor de 5 cm de diámetro situada en el cuello, bajo la
piel, y por debajo de la nuez de Adán.
Se divide en dos mitades denominadas lóbulos, que están conectadas en su parte central
(istmo), pareciéndose a la letra H o a un nudo de corbata.
Esta glándula secreta las hormonas tiroideas, que controlan la velocidad de las funciones
químicas del cuerpo (velocidad metabólica). Las hormonas tiroideas tienen dos efectos
importantes sobre el metabolismo:
Estimular a casi todos los tejidos del cuerpo para que produzcan proteínas.
Aumentar la cantidad de oxígeno que utilizan las células.
Sin las hormonas tiroideas, el crecimiento físico, el desarrollo mental y otras funciones del
cuerpo, se atrasan o detienen.
Para producir hormonas tiroideas, la glándula tiroides necesita yodo, un elemento que
contienen los alimentos y el agua.
Las hormonas del tiroides se encuentran en dos formas:
La tiroxina (T4) que es la forma producida en la glándula tiroides. Tiene un efecto ligero en
la aceleración de la velocidad de los procesos metabólicos del cuerpo.
La tiroxina se convierte en el hígado y otros órganos en una forma metabólicamente
activa, la triyodotironina (T3).
La mayoría de las formas T4 y T3 se unen a ciertas proteínas de la sangre, y son activas
solamente cuando no están unidas a ellas. Así, el organismo mantiene la cantidad
correcta de hormonas tiroideas, necesaria para conservar una velocidad metabólica
estable.
Varios factores intervienen en el funcionamiento normal de la glándula tiroides: el
hipotálamo, la hipófisis, las proteínas transportadoras de hormona tiroidea (de la sangre) y
la conversión en el hígado, y los otros tejidos, de T4 y T3.
En el hipotálamo (situado en el encéfalo) se segrega la hormona liberadora de tirotropina
(TRH). Esta actúa sobre la hipófisis haciendo que secrete la hormona estimulante del
tiroides o tirotropina (TSH). Y ya, por último, esta tirotropina es la que actúa sobre la
tiroides para que produzca las hormonas tiroideas.

Causas del hipotiroidismo


Esta enfermedad puede originarse por diferentes motivos. Estas son las causas y tipos
más comunes de hipotiroidismo:

Tiroiditis de Hashimoto o Autoinmunitaria


La causa más común de hipotiroidismo es la denominada Tiroiditis de Hashimoto, que da
lugar a una destrucción progresiva del tiroides (es como si el organismo no reconociera al
tiroides como propio, por lo que procede a su destrucción por medio de anticuerpos que
produce el sistema inmune). Esta afección es muy común en mujeres a partir de los 40
años, aunque puede darse en los varones y a otras edades.
Tiroiditis Posparto
Suele ser asintomática, por lo que la mayoría de las veces no se diagnostica. La mujer
afectada sufrirá hipertiroidismo y, posteriormente, hipotiroidismo. En el 80% de los casos
las pacientes recuperan el funcionamiento normal de la glándula tiroidea al cabo de un
año aproximadamente.

Defectos congénitos
Hipotiroidismo congénito: el recién nacido presenta hipotiroidismo.
Hipotiroidismo adquirido en el periodo neonatal: cuando el hipotiroidismo se desarrolla
poco después del nacimiento.

Otras causas de hipotiroidismo


Terapias de radiación en el cuello para el tratamiento de cáncer.
Extirpación quirúrgica de parte o de toda la glándula tiroidea.
Tiroiditis granulomatosa subaguda: aparece después de una infección vírica. Comienza
con una inflamación de garganta, que consiste en un dolor en el cuello que cada vez se
vuelve más doloroso, y se presenta generalmente con una fiebre ligera.
Medicamentos antitiroides: la toma de medicamentos antitiroideos (como el carbimazol,
metimazol o propiltiouracilo) puede paralizar la síntesis de hormonas tiroideas y/o generar
anticuerpos, provocando en último término hipotiroidismo.
Tratamiento con litio empleado en problemas de psicosis maniaco-depresivas.
Carencia crónica de yodo en la dieta (sobre todo en países en vías de desarrollo).
La incidencia de hipotiroidismo por esta causa oscila entre 1/4.000 y 1/10.000
nacimientos. Afecta más a niñas que a niños.
Puede deberse a la ausencia o al desarrollo anormal de la glándula.
Puede que haya insuficiencia hipofisaria y que no sea posible estimular la tiroides.
Puede que se produzca una formación defectuosa de las hormonas tiroideas.

Factores de riesgo de hipotiroidismo


Hay una serie de colectivos que son más propensos a desarrollar esta enfermedad:
Mujeres mayores de 50 años.
 Mujeres en el periodo de posparto.
Personas sometidas a una cirugía de la tiroides o aquellas que siguen terapias con yodo
radiactivo.

Recién nacidos de madres hipertiroideas.

Personas con anticuerpos antitiroideos.


Tipos de Hipotiroidismo
Existen tres tipos de hipotiroidismo: el primario, el secundario y el terciario. Estas son sus
características principales:

Hipotiroidismo primario
Es el más frecuente. La glándula está afectada y no funciona correctamente. Puede
aparecer también bocio. Se denomina bocio al aumento de la glándula tiroidea. En casos
de bocio hay tres posibilidades:
Que la función de la glándula tiroidea sea normal.
Que la función de la glándula tiroidea esté aumentada, y en este caso se trataría de
hipertiroidismo.
Que la función de la glándula tiroidea esté disminuida, lo que se conoce como
hipotiroidismo. Los casos de hipotiroidismo con bocio son más frecuentes en zonas donde
hay déficit de yodo. Presenta una relación directa con la dieta.

Hipotiroidismo Secundario
La glándula tiroidea está en perfecto estado, sin embargo, la hipófisis no secreta la TSH
(hormona estimulante de la tiroides), y es por ello por lo que la glándula tiroidea no
produce las hormonas tiroideas. Nunca aparece bocio.

Hipotiroidismo Terciario
Es el hipotálamo el que se ve afectado. No produce la hormona liberadora de tirotropina,
haciendo que todo el conjunto se vea afectado, puesto que, sin esta hormona, la hipófisis
no puede secretar la TSH y, a su vez, la glándula tiroidea tampoco es capaz de secretar
las hormonas tiroideas.

Síntomas del Hipotiroidismo


La instauración es habitualmente lenta y progresiva. Los síntomas del hipotiroidismo se
relacionan con una disminución en la actividad funcional de todos los sistemas del
organismo; son sutiles y graduales, y pueden ser confundidos con una depresión.
Los más clásicos son:
Las expresiones faciales son toscas, la voz es ronca y la dicción (forma de emplear las
palabras para formar oraciones) es lenta.
Los párpados están caídos, los ojos y la cara ofrecen un aspecto hinchado y abultado.
Muchas personas aumentan de peso, tienen estreñimiento.
Algunos pacientes son incapaces de tolerar el frío.
El cabello se vuelve ralo, áspero y seco, y la piel cambia a áspera, gruesa, seca y
escamosa. También las uñas se ven afectadas y son quebradizas y débiles.
En muchos casos, se desarrolla el síndrome del túnel carpiano, que provoca hormigueo o
dolor en las manos.
El pulso se vuelve más lento, las palmas de las manos y las plantas de los pies aparecen
un poco anaranjadas (carotenemia).
Algunas personas, sobre todo la gente mayor, se vuelven olvidadizas y parecen confusas
o dementes.
Si no se trata puede llegar a un caso extremo produciendo un coma mixedematoso. Es
poco frecuente. Tiene lugar cuando el nivel de la hormona T4 es extremadamente bajo.
Se caracteriza por:
Temperatura por debajo de lo normal.
Disminución de la respiración.
Presión arterial baja.
Glucemia baja.
Falta de reacción o respuesta.
En caso de que el hipotiroidismo lo padezca un recién nacido, los signos
más característicos son:
Cara de apariencia hinchada.
Mirada triste.
Lengua larga que sobresale de la boca.
Cuando se trata de una paciente embarazada existen unos síntomas que distinguen el
hipotiroidismo de las complicaciones normales del embarazo:
Problemas oculares.
Temblores de manos.
Hipertensión arterial.
Bocio.
Debilidad muscular.
Defecación más frecuente.
Separación de las uñas del lecho ungueal.

Diagnóstico del Hipotiroidismo


Es importante un diagnóstico precoz del hipotiroidismo para poder restablecer lo antes
posible los niveles normales de las hormonas y que no se produzca ningún daño. La
manera de diagnosticar el hipotiroidismo es realizando una serie de pruebas, incluyendo
un examen físico, radiografía del cuello y análisis de: Hormona estimulante de la tiroides
en suero (TSH). Su nivel elevado indica que se está segregando en mayor cantidad para
contrarrestar la disminución de la función de la tiroides.
Los niveles de las hormonas van a variar según la causa de la enfermedad. En personas
con hipotiroidismo primario se encontrarán niveles bajos de T4 (el nivel de T3
generalmente se mantiene dentro de la normalidad). Los hipotiroidismos secundarios
presentarán niveles bajos, tanto de T4 como de TSH.
Si los niveles de TSH son altos y los de T4 son normales se denomina hipotiroidismo
subclínico. La disminución de la función tiroidea se ve compensada por un aumento de los
niveles de TSH que estimulan la tiroides.
Cuando los resultados de los niveles de hormonas son anómalos, incluso cuando la
glándula funciona correctamente, se denomina síndrome del enfermo eutiroideo.
Generalmente tiene lugar en pacientes con alguna enfermedad grave que no afecta al
tiroides. No necesita tratamiento.
Además, un análisis de sangre mostrará:
Anemia.
Niveles de colesterol altos.
Enzimas hepáticas elevadas.
Prolactina sérica elevada.
Sodio bajo.
En el caso de que se presente bocio, es recomendable realizar una ecografía tiroidea. Si
hay sospecha de alteraciones en el desarrollo de la glándula o de deficiencia enzimática
se realiza una gammagrafía tiroidea.

Tratamiento del Hipotiroidismo


Este problema requiere terapia de por vida. El tratamiento del hipotiroidismo consiste en
la reposición de la hormona tiroidea T4. La terapia solo sustituye la hormona T4 y no la
T3, puesto que en condiciones normales la mayoría de la T3 presente en el organismo
procede de la modificación de la T4.
El medicamento que se usa con mayor frecuencia es la levotiroxina. Se prescribirá la
menor dosis posible que restablezca los niveles normales de esa hormona.
Hay que seguir una serie de pautas a la hora de abordar el tratamiento del hipotiroidismo
con esta medicación:
No se debe abandonar el tratamiento sin consultar con el médico, aunque los síntomas
mejoren.
Si se cambia de marca, hay que informar al médico.
Algunos cambios en la alimentación pueden afectar a la absorción del medicamento,
sobre todo si es una dieta rica en soja o fibra.
Es mejor ingerir el medicamento en ayunas.
No se debe tomar junto con calcio, hierro, multivitaminas, antiácidos de hidróxido de
aluminio, colestipol.    
Se debe informar al médico en caso de síntomas que evidencien el incremento de la
actividad del tiroides:
Pérdida de peso rápida.
Inquietud o temblores.
Sudoración.
En caso de hipotiroidismo de causa autoinmune es posible que vaya asociado a
alteraciones en otras glándulas (suprarrenales, paratifoideas, gónadas), de manera que
será preciso tratar también esas alteraciones.
En caso de coma mixedematoso se debe administrar hormona tiroidea por vía intravenosa
y medicamentos esteroides.
Es muy importante instaurar un buen tratamiento del hipotiroidismo en los niños, ya que
estas hormonas son imprescindibles para el crecimiento y para un desarrollo mental
normal.
No hay que olvidar mantener una dieta equilibrada, puesto que el hipotiroidismo provoca
una tendencia a aumentar de peso. Por ello, es conveniente seguir una dieta baja en
grasa y rica en frutas y verduras.
Un paciente de hipotiroidismo bien tratado es aquel que tiene un peso acorde a la talla,
niveles de T4 entre 4 y 10 ug% y TSH entre 0,5 y 5 uUl/ml.

Gigantismo
¿Qué es el Gigantismo?
Es un crecimiento anormalmente debido a un exceso de la hormona del
crecimiento durante la niñez.

Causas del gigantismo


La causa más común de la secreción excesiva de la hormona del crecimiento es
un tumor no canceroso (benigno) de la hipófisis. Otras causas incluyen:
Enfermedad genética que afecta el color de la piel (pigmentación) y causa tumores
benignos en la piel, corazón y el sistema endocrino (hormonal) (Complejo de Carney)
Enfermedad genética que afecta la pigmentación de los huesos y la piel (Síndrome de
McCune-Albright)
Enfermedad genética en la que una o más glándulas endocrinas están hiperactivas y
forman un tumor (Neoplasia endocrina múltiple tipo 1)
Enfermedad en la que se forman tumores en los nervios del cerebro y la columna
vertebral (neurofibromatosis)
Si se presenta un exceso de hormona del crecimiento después de que se ha detenido el
crecimiento óseo normal, la afección se conoce como acromegalia.
El gigantismo es muy poco frecuente.

Síntomas del Gigantismo


El niño crecerá en estatura, al igual que en músculos y órganos. Este crecimiento
excesivo hace que el niño sea extremadamente grande para su edad.
Otros síntomas incluyen:
Retraso en la pubertad
Visión doble o dificultad con la visión lateral (periférica)
Frente muy prominente (prominencia frontal) y mandíbula prominente
Espacios entre los dientes
Dolor de cabeza
Aumento de la transpiración
Periodos (menstruación) irregulares
Manos y pies grandes con dedos de manos y pies gruesos
Secreción de leche de las mamas
Problemas de sueño
Engrosamiento de las características faciales
Debilidad
Cambios en la voz

Tratamiento
Para los tumores hipofisarios que tienen contornos claros, la cirugía puede curar muchos
casos.
Cuando la cirugía no puede extirpar completamente el tumor, se usan medicinas para
bloquear o reducir la secreción de la hormona del crecimiento o prevenir que la hormona
de crecimiento llegue a los tejidos objetivo.
A veces el tratamiento con radiación se usa para disminuir el tamaño de un tumor
después de la cirugía.

Posibles complicaciones
La cirugía puede conducir a bajos niveles de otras hormonas hipofisarias, lo cual puede
ocasionar cualquiera de las siguientes afecciones:
Insuficiencia suprarrenal (las glándulas suprarrenales no producen suficientes hormonas)
Diabetes insípida (sed y micción excesiva; en raras ocasiones)
Hipogonadismo (las glándulas sexuales del cuerpo producen muy pocas o ninguna
hormona)
Hipotiroidismo (La glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea)

ENANISMO
El enanismo es la baja estatura que resulta de una condición genética o médica. El
enanismo se define generalmente como una talla adulta de 147 centímetros o menos. La
altura promedio de los adultos entre las personas con enanismo es de 122 cm.
Un individuo tiene una estatura considerablemente inferior al común de su especie. Va
ganando aceptación en diferentes países del mundo hispano el uso de la expresión
"persona de talla baja", debido a que el término "enano" o "enana" se puede considerar en
ocasiones como ofensivo. Entre los humanos, suele considerarse persona de talla baja
al hombre que mida menos de 1,40 metros, y en las mujeres a las que miden menos de
1,30 metros, es decir, estadísticamente por debajo de tres desviaciones estándar de la
media de la población, no obstante estas cifras han de manejarse con cautela, pues
dependen del grupo poblacional a que pertenece el individuo y se debe considerar
también la altura de los progenitores. Algunos enanos, sin embargo, no han sobrepasado
los 64 cm al alcanzar la madurez esquelética. Las personas con enanismo pueden
tener discriminación. Programas de apoyo familiar, redes sociales, y adaptación permiten
a la mayoría de las personas con enanismo abordar los desafíos en los ámbitos
educativos, laborales y sociales.

Síntomas del Enanismo


Más de 200 enfermedades diferentes causan enanismo. Por lo tanto, los síntomas de
enanismo varían considerablemente en todo el espectro de trastornos. En general, los
trastornos se dividen en dos categorías amplias:
Enanismo proporcionado
Si el tamaño del cuerpo es proporcionado, algunas partes del cuerpo son pequeñas, y
otros son de tamaño medio o tamaño superior a la media. Trastornos que causan
enanismo desproporcionado inhibir el desarrollo de los huesos.
Enanismo proporcionado. Un cuerpo es proporcionalmente pequeño si todas las partes
del cuerpo son pequeñas en el mismo grado y parecen ser proporcionado como un
cuerpo de estatura media.
Enanismo desproporcionado
La mayoría de las personas con enanismo tienen trastornos que causan baja estatura
desproporcionadamente corta. Por lo general, esto significa que una persona tiene un
tronco de tamaño medio y las extremidades muy cortas, pero algunas personas pueden
tener un tronco muy corto y se acorta (pero desproporcionadamente grande) miembros.
La otra característica común de estos trastornos es que la cabeza es
desproporcionadamente grande en comparación con el cuerpo.
Casi todas las personas con enanismo desproporcionado normales tienen
capacidades intelectuales. Raras excepciones suelen ser el resultado de un factor
secundario, como el exceso de líquido alrededor del cerebro (hidrocefalia).
La causa más común de enanismo es un trastorno llamado acondroplasia, que causa baja
estatura desproporcionadamente corta. Este trastorno por lo general se traduce en lo
siguiente:
Un tronco de tamaño medio
Brazos y piernas cortas, con los brazos y las piernas cortas particularmente altas
Dedos cortos, a menudo con una amplia separación entre los dedos medio y anular
Movilidad limitada por los codos
Una cabeza desproporcionadamente grande, con una frente prominente y un puente de la
nariz achatada
Desarrollo progresivo de las piernas arqueadas (genu varo)
Desarrollo progresivo de balanceaban baja de la espalda (lordosis)
Una talla adulta alrededor de 4 pies – cerca de 122 cm
Otra de las causas de enanismo desproporcionado es un raro trastorno llamado displasia
congénita espondiloepifisaria (SEDC). Los síntomas pueden incluir:
Un tronco muy corto, que puede o puede no ser evidente en la infancia
Un cuello corto
Brazos y piernas cortos
Tamaño medio de manos y pies
Pómulos ligeramente aplanada
Deformidades de la cadera que se traducen en fémures de giro hacia el interior (coxa
vara)
Un pie que está torcido o fuera de forma (pie zambo)
Curvatura progresiva de encorvando la columna superior (cifosis)
Desarrollo progresivo de la lordosis
Problemas de visión y audición
Adulto altura que van desde 3 pies (91 cm) a poco más de 4 pies (122 cm)
Enanismo proporcionado
Hay resultados de condiciones médicas presentes en el nacimiento o que aparecen en la
primera infancia que limitan el crecimiento y desarrollo general. Por lo tanto, la cabeza, el
tronco y las extremidades son todas pequeñas, pero son proporcionales entre sí. Debido a
que estos desórdenes afectan el crecimiento general, muchos de ellos resultar en un
pobre desarrollo de uno o más sistemas del cuerpo.
Deficiencia de la hormona del crecimiento es una causa relativamente común de
enanismo proporcional. Se produce cuando la glándula pituitaria falla para producir un
suministro adecuado de la hormona del crecimiento, que es esencial para el crecimiento
regular de niñez. Los síntomas incluyen:
Altura por debajo del tercer percentil en las tablas de crecimiento estándar pediátricos
Tasa de crecimiento más lento de lo esperado para la edad
Retraso o ningún desarrollo sexual durante la adolescencia
Los signos y síntomas de enanismo desproporcionado con frecuencia están presentes en
el nacimiento o en la infancia temprana. Enanismo proporcional puede no ser
inmediatamente evidente. Consulte al médico de su hijo si usted tiene alguna
preocupación sobre el crecimiento de su niño o para su desarrollo en general.

Causas del Enanismo


La mayoría de las condiciones relacionadas con el enanismo son desórdenes genéticos,
pero las causas de algunas enfermedades son desconocidas. La mayoría de los casos de
enanismo son resultado de una mutación genética al azar, ya sea en el esperma del
padre o de óvulo de la madre en vez de estar en el maquillaje genético completo de
cualquier padre.

Acondroplasia
Alrededor del 80 por ciento de las personas con acondroplasia son hijos de padres de
estatura media. Una persona con acondroplasia y con dos de tamaño promedio padres
recibieron una copia mutada del gen asociado con la enfermedad y una copia normal del
gen. Una persona con la enfermedad puede pasar a lo largo de ya sea una copia mutada
o normal a sus propios hijos.

Síndrome de Turner
El síndrome de Turner se debe a una deleción azar o grave alteración de un cromosoma
X, ya sea en el espermatozoide o el huevo. El cromosoma X es uno de los
dos cromosomas que determinan el sexo de una persona. Una mujer hereda un
cromosoma X de cada progenitor, y un varón hereda un cromosoma Y de su padre y un
cromosoma X de su madre. Unas niñas con síndrome de Turner tienen sólo una copia
completamente funcional del cromosoma sexual femenino en lugar de dos.

Deficiencia de la hormona
La causa de la deficiencia de la hormona del crecimiento a veces puede deberse a una
mutación genética o lesión, pero para la mayoría de las personas con el trastorno,
ninguna causa puede ser identificada.
Diagnóstico del Enanismo
Es probable que examine una serie de factores para evaluar el crecimiento de su hijo y
determinar si tiene un trastorno relacionado con enanismo. Los exámenes
de diagnóstico pueden incluir los siguientes:

Mediciones: Una parte regular de un examen médico del niño sano es la medición de la
circunferencia de la altura, el peso y la cabeza. En cada visita, el pediatra trazar estas
mediciones en una tabla. Este cuadro muestra a su hijo el ranking actual percentil para
cada medida y el crecimiento esperado en el futuro. Esta información es importante para
la identificación de crecimiento anormal, tales como retraso en el crecimiento o una
cabeza desproporcionadamente grande. Si alguna tendencia en estas cartas son una
preocupación, el pediatra puede medir con mayor frecuencia en un período de varios
meses.

Apariencia: Muchos rasgos distintivos faciales y esquelético están asociados con cada
uno de los trastornos enanismo varios. La apariencia de su hijo también puede ayudar a
su pediatra en el diagnóstico.
Tecnología de imágenes: El médico puede ordenar estudios radiográficos, tales como
los rayos X, debido a ciertas anomalías en el cráneo y el esqueleto puede indicar que el
trastorno de su hijo pueda tener. Diversos dispositivos de formación de imágenes también
pueden revelar retraso en la maduración de los huesos, como es el caso de la deficiencia
de la hormona del crecimiento. Una imagen por resonancia magnética (IRM) puede
revelar anormalidades de la glándula pituitaria o el hipotálamo, las cuales juegan un papel
en la función hormonal.
Pruebas genéticas: Las pruebas genéticas están disponibles para muchos de los genes
conocidos causantes de enanismo trastornos relacionados, pero estas pruebas a menudo
no son necesarios para hacer un diagnóstico preciso. Su médico es probable que
sugieren una única prueba para distinguir entre los posibles diagnósticos mientras que
otras pruebas es claro o como una parte de la planificación familiar adicional. Si el
pediatra cree que su hija puede tener el síndrome de Turner, y luego una prueba especial
de laboratorio pueden llevar a cabo una evaluación del estado de los cromosomas X
extraídos de las células sanguíneas.
Antecedentes familiares: Su pediatra puede llevar un historial de estatura en los
hermanos, padres, abuelos u otros parientes para ayudar a determinar si el rango
promedio de altura en su familia incluye baja estatura.
Pruebas hormonales: El médico puede ordenar exámenes que evalúan los niveles de la
hormona del crecimiento u otras hormonas que son esenciales para el crecimiento y el
desarrollo infantil.

Equipo de salud: Una serie de trastornos que causan enanismo puede causar una
variedad de problemas de desarrollo y las complicaciones médicas. Por lo tanto, varios
especialistas pueden estar involucrados en la detección de condiciones específicas, hacer
diagnósticos, recomendar tratamientos y cuidados. Este equipo puede evolucionar a
medida que cambian las necesidades de su hijo, y su médico de familia o pediatra puede
coordinar la atención. Especialistas en su equipo de atención puede incluir los siguientes
profesionales:
Hormona especialista en trastornos (endocrinólogo)
Oído, nariz y garganta (ENT) especialista (otorrinolaringólogo)
Especialista en trastornos óseos (ortopedista)
Corazón especialista (cardiólogo)
Proveedor de salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra
Anormalidades del sistema nervioso especialista (neurólogo)
Odontológica especializada en la corrección de problemas con la alineación de los dientes
(ortodoncia)
Terapeuta del Desarrollo, que se especializa en la terapia para ayudar a su niño a
desarrollar comportamientos adecuados a la edad, habilidades sociales y habilidades
interpersonales
Terapeuta ocupacional, que se especializa en el tratamiento de desarrollar habilidades
cotidianas y el uso de productos adaptables que ayudan con las actividades cotidianas

Tratamiento del Enanismo


La mayoría de los tratamientos de enanismo no aumentan estatura, pero puede aliviar los
problemas causados por las complicaciones.
Tratamientos quirúrgicos más comunes:
Los procedimientos quirúrgicos que pueden corregir problemas con los huesos en las
personas con enanismo desproporcionado incluyen:
Inserción de grapas metálicas en los extremos de los huesos largos, donde se produce el
crecimiento (placas de crecimiento) con el fin de corregir la dirección en la que los huesos
están creciendo.
División de un hueso de la extremidad, enderezar o insertar placas de metal para
mantenerlo en su lugar.
Inserción de barras o grapas para ayudar a corregir la forma de la columna vertebral
El aumento del tamaño de la abertura en los huesos de la columna vertebral (vértebras)
para aliviar la presión sobre la médula espinal.
Alargamiento de las extremidades
Algunas personas con enanismo eligen someterse a cirugía de alargamiento de
extremidades. Con este procedimiento, el cirujano divide un hueso largo en dos o más
secciones, separa las secciones ligeramente y tirantes el hueso y el miembro de metal
exterior "andamiaje". De clavijas y tornillos de este marco se ajustan periódicamente para
mantener la tensión entre las secciones, lo que permite que el hueso crezca gradualmente
de nuevo juntos en un hueso completo, pero más largo.
Este procedimiento es controvertido para muchas personas con enanismo porque, como
con todas las cirugías, existen riesgos, y debido a la "corrección" de estatura puede
implicar que hay algo malo con ser corto.
Terapia hormonal: Deficiencia de hormona del crecimiento se tratan con inyecciones de
una versión sintética de la hormona. En la mayoría de los casos, los niños reciben
inyecciones diarias durante varios años hasta que alcanzan una altura máxima de un
adulto – a menudo dentro del rango promedio de los adultos de su familia. El tratamiento
puede continuar durante la adolescencia y la edad adulta temprana para asegurar la
maduración de adultos, tales como el aumento correspondiente en el músculo o grasa. El
tratamiento puede ser complementado con otras hormonas relacionadas si son también
deficientes.
El tratamiento para las niñas con síndrome de Turner también requiere estrógeno y la
terapia hormonal relacionada con el fin de que al iniciar la pubertad y lograr el desarrollo
sexual del adulto. La terapia de reemplazo de estrógeno generalmente continúa durante
toda la vida hasta que una mujer llega a la edad promedio de la menopausia.

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