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“ AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA

NACIONAL”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE UCAYALI
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
PROGRAMA DE DERECHO

TEMA : COMENTARIO PERSONAL DEL LIBRO


EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE
AMÉRICA (HERMANN TRIMBORN).

ALUMNA : TALIA VASQUEZ QUEVARE.

CURSO : HISTORIA DEL DERECHO PERUANO.

CICLO : III “A”.

DOCENTE : DR. LIZANDRO LEVEAU PEZO.

PUCALLPA – PERU

2022

COMENTARIO “EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE AMERICA”. Pá gina 1


HERMANN TRIMBORN escribió “el delito en las altas culturas de América” en 1936, acerca de
las grandes culturas de América y el movimiento que existía en la época, y la llegada de los
españoles a nuevas tierras americanas.

El estudio incluye el imperio de los incas del antiguo Perú, los estados de los chibchas en el
altiplano de Bogotá y la triple unión de la meseta de México. Se trata de demostrar la
dependencia causal de los fenómenos jurídicos de la cultura, tomados en su conjunto. Los
españoles de los siglos XVI Y XVII y las relaciones de sacerdotes, oficiales o soldados que en
parte descansan aún inéditas en los archivos. Por supuesto, no podemos ofrecer aquí un
análisis bibliográfico y crítico de las fuentes.

El impulso cultural de los pueblos precolombinos tuvo su origen en la órbita del estado. La
organización estatal, en mayor medida que los rendimientos aislados en otros campos,
constituye la fuerza distributiva de estas culturas. En México, estas corrientes recibieron un
fuerte impulso durante los siglos anteriores a la conquista, por parte de algunas tribus nahuas.

En el círculo de la cultura azteca, frente a la clase numéricamente más poderosa de los


'comunes libres', agrupados en los Calpullis, debe distinguirse una capa inferior más pequeña,
formada por los dos grupos de esclavos domésticos y siervos. Sobre esta base escalonada, sin
embargo, se erigió una escalera aristocrática, que representaba no sólo una nobleza por
nacimiento, sino también una nobleza adquirida por mérito.

El derecho penal estatal se basa en la idea de 'proteger los intereses públicos a través de la
intimidación ejemplar'. La ley de grupos totémicos o federaciones de aldeas no ha jugado, en
un sentido objetivo, el mismo papel. La ley de las culturas primitivas no producía una
intimidación ante el crimen. La controversia sobre el carácter de reparación o intimidación de
la pena proviene de diferentes puntos de vista.

Esta intervención organizada del estado fue general en las altas culturas de la América antigua.
El individuo que ejecutó el crimen era un 'cuerpo estatal', ya que de esta manera también se
cumplía el propósito. Esta situación ofrecía, por un lado, la garantía de que por la combinación
de la expiación y el interés del perjudicado, no era fácil que una infracción de la ley escapara a
la sanción.

La otra cara del monopolio punitivo del estado que garantiza la expiación a todos los
perjudicados en el marco del interés público es, por tanto, la supresión de la legítima defensa,
ora bajo la forma de sangrienta venganza. En la cultura de los chibchas, por este motivo le
correspondía, a la defensa personal, un papel aún más importante.

Así como el Estado, que sirve a los intereses públicos y no a los privados, pone trabas a la
venganza privada del individuo, así debe ignorar el consentimiento del perjudicado a la
violación de la ley. Este consentimiento es sustituido en cierto modo, ya en las primeras
culturas señoriales, por la institución de la gracia real. La tendencia consciente y sistemática a
la intimidación ejemplar está íntimamente ligada al desarrollo de la idea de culpa.

COMENTARIO “EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE AMERICA”. Pá gina 2


Incluso en el caso de México, se puede argumentar tal supervivencia legal. Pero aquí tiene, ya
en alto grado, el carácter de derecho privado con responsabilidad por daños objetivamente
justificada. Si del comercio o de las relaciones sexuales con un esclavo extranjero, per se
lícitos, resultase la muerte por parto, se imponía al autor considerado como causante del daño
la condición de esclavo, adscrita al propietario perjudicado.

Una concepción consistentemente 'subjetiva' del derecho, es decir, determinada por el punto
de vista de la culpa psicológica, no sólo tiene en cuenta la voluntad de violar los derechos de
autor, sino al mismo tiempo, la comprensión racional de los momentos del acto delictivo del
derecho. . Como indicio más importante de lo que llamaremos comprensibilidad de los hechos
jurídicos, podemos considerar, en primer lugar, la edad.

En los capítulos anteriores nos hemos familiarizado con una serie de tendencias cuya
actuación divergente nos permite tener una idea del estado de transición de los Derechos de
la América antigua. Tenemos, por un lado, la tendencia a la intimidación ejemplar, la
prohibición de la iniciativa o justicia privadas, el ningún valor de un consentimiento del
lesionado o perjudicado, el requisito de la culpa subjetiva, la penalidad de la tentativa, la
valoración de circunstancias atenuantes (por ejemplo, el arrepentimiento eficaz) y agravantes
(por ejemplo, la reincidencia).

La complicidad aparece en la forma temprana de delitos privados independientes. En el


imperio Inca tampoco había una comprensión específica de la complicidad. La ley 'psicológica'
había progresado aún más entre los aztecas. En Perú, donde la complicidad del proxeneta en
la profanación o el incesto se consideraba 'accesoria'

Dentro del primer grupo, la protección ocupa un lugar preponderante frente a los delitos
contra la persona de los soberanos. En el imperio Inca, el atentado contra el soberano, su
esposa principal y el heredero primogénito era castigado con una pena calificada de ejemplar.
El autor fue asesinado por arrastre o tiros de flecha, su cadáver fue descuartizado y su casa
arrasada. También era incompatible con la conservación de su fuerza mágica. Si bien la vida
sacerdotal estuvo íntimamente ligada a la esfera religiosa y mágica del pensamiento,
encontramos una más moderna, ligada a los objetivos reales del Estado conquistador de
México. En otro grupo de delitos que tienen como punto de vista común la integridad de la
administración estatal.

No sabemos con certeza si la conducta fallida estuvo relacionada con una determinada
amenaza de sanción. En el imperio inca. La omisión de la obligación de emitir los informes
debidamente, quizás sólo condujo a la destitución del cargo. En México la usurpación de
funciones propias del Cihuacóatl se castiga con la pena de muerte, confiscación de los bienes
del infractor.

Cuando un indio se demoraba en pagar el tributo que debía al cacique, enviaba con un criado
suyo un gato, león u oso, que criaban en sus casas con ese fin'. También es interesante que la
'ley penal tributaria se ha conservado mucho más que la del imperio Inca.

COMENTARIO “EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE AMERICA”. Pá gina 3


En el Perú Inca, la traición militar se castigaba igual que la alta traición. Muerte por arrastre del
cuerpo o ha flechazos, descuartizamiento del cadáver, arrasamiento de la casa y reducción de
los descendientes (hasta la cuarta generación) a la categoría de yanacunas eran las penas que
le esperaban al traidor. En el imperio Inca eran castigados con torturas y se les cortaba el pelo
a las mujeres, imponiéndose la pena de muerte en caso de reincidencia. En México recurrían a
un castigo simbólico, cortando los labios del infractor. En el caso de alta traición, quien conocía
el delito y no lo denunciaba, era reducido a esclavo.

La protección de los sujetos como tales y del orden social no estaba relacionada con el campo
administrativo. El delito más importante en este sentido fue el homicidio. En México, según
Duran, el indulto podía dar lugar, con ciertos requisitos, a la conmutación de la pena de
muerte por reducción a servidumbre. Esta solución significaba al mismo tiempo un
compromiso con el derecho a la venganza, que precisamente en el caso del adulterio se
resistía obstinadamente a las innovaciones. Como en algunos otros casos de atenuación de la
pena, se revelaba una consideración por la personalidad de la persona. Este fue el caso, por
ejemplo, en México cuando fue el daño causado por la muerte de un esclavo extranjero lo que
lo redujo a la esclavitud en beneficio del señor perjudicado.

En Colombia no se apreciaba la virginidad y tampoco el estupro ni el rapto. En México, la


desfloración constituía un acto delictivo cuando se realizaba con el libre consentimiento de la
doncella. En analogía con el desarrollo del ideal de virginidad en las culturas pastoriles del
Viejo Mundo, en el imperio de los Incas se le dio mayor importancia a la virginidad. Una
diferenciación, atestiguada por Anónimo, Herrera y Oviedo, entre casos de hurto 'más graves'
y 'más leves' es la clave para entender la pluralidad de sentencias transmitidas. Amonestación,
corte de pelo y desgarro de capa, azotes y amputación de nariz, orejas o manos son las penas
por delitos contra la propiedad que nos transmiten las fuentes.

El derecho penal estadounidense corresponde, en esta tendencia al castigo, al tipo de 'vieja


cultura autocrática' que Post destaca como una característica de la cultura autócrata; 'por eso
está siempre bajo la organización autocrática del derecho penal' Como no menos significativa
para las culturas articuladas constitucionalmente, se ha demostrado en América la
flexibilización de su derecho penal, riguroso en sí mismo.

En el sentido más amplio, el destierro representa la pena de prisión, como reemplazo


inmediato de la muerte corporal. El desplazamiento a un rango inferior dentro de la
comunidad libre, tiene como consecuencia, no precisamente la pérdida de permanencia en la
sociedad burguesa, sino una disminución de la personalidad jurídica. En el Imperio de los Incas
existía una pena de trabajos forzados equivalente a un traslado vitalicio y hereditario a
Yanacona. El trabajo forzoso como castigo por la reincidencia, se aplicaba por la embriaguez
de un común libre. Un ejemplo único de trabajo forzoso por tiempo limitado es la pena de
trabajo forzoso hasta por un año por el asesinato arbitrario de la adúltera.

En México, en relación con la esclavitud, es necesario diferenciar, si es en beneficio de Estado


como en contravenciones directamente dañino para la comunidad. Una servidumbre en todo
caso, también, para la venta privada, pero cuyo importe revierte al Fisco, procede en el caso
de hurto de bienes del templo.

COMENTARIO “EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE AMERICA”. Pá gina 4


Un recorrido por el sistema de castigo en las altas culturas de América, conduce a resultados
sumamente interesantes. La pena de muerte se debe a la cultura señorial con nada menos que
22 variedades. Frente a ellos están las sentencias de prisión, de valor menos intimidante, con 6
variantes. También es significativo el desarrollo, propio de las altas culturas, de los castigos
infames.

Como ocurría con las sutilezas que comenzaban a desarrollarse, los sistemas de derecho
americano también carecían de normas abstractas y generales para los casos de lo que
llamamos concurrencia. Sólo partiendo de unas cuantas normas 'casuísticas' particulares,
podemos intentar conocer la práctica probablemente en uso y podemos adivinar, al menos,
cuál de las tendencias lógicamente probables es el consumo, la agravación y la acumulación.

La sustitución de la defensa personal por el monopolio estatal de la pena plantea todavía el


problema de considerar dentro de qué márgenes se incluirá. La enorme diferenciación del
derecho penal presupone una actividad valorada y libertad del juez. Basta con pensar en el
peso de la culpa subjetiva.

COMENTARIO “EL DELITO EN LAS ALTAS CULTURAS DE AMERICA”. Pá gina 5

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