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La comunicación y el lenguaje científico

La ciencia es un sistema comunicacional que se vale del lenguaje como


estructura de sus operaciones de autoconstitución. El lenguaje observacional y
el lenguaje teórico dan cuerpo a una red interdependiente de significados, que
se aprende desde un paradigma establecido. La formación científica es el
entrenamiento comunicacional en el lenguaje de representación de los
fenómenos propios del paradigma en cuestión. El concepto “verdad” es la
noción que da sentido a la comunicación científica y se traduce en criterios
contextuales de validación del conocimiento científico.

El lenguaje científico se construye en orientación hacia un sistema de


codificación que maximice la objetividad de la representación de la realidad.
Esta pretensión de objetividad requiere de mecanismos públicos de validación.
El conocimiento científico se encuentra estructurado en teorías, modelos y
resultados cuya aceptación debe ser consensual. El concepto que ordena la
búsqueda pública de objetividad científica en el nivel más general es la noción
de “verdad”. Este concepto tiene una función teleológica general en toda la
actividad científica pero se traduce en niveles particulares, en interpretaciones
contextuales de orden lógico y  observacional. (Rubio, 1998)

El lenguaje es un instrumento al servicio de la comunicación. Este


planteamiento funcionalista es ya postulado por Saussure en su célebre 
libro Curso de lingüística general. Según nos dice Ducrot:

...si cada lengua, en cada momento de su existencia, presenta para Saussure


una determinada forma de organización, no es por efecto de una función
preexistente a su función de comunicación: pues la lengua no puede tener otra
función que la de comunicar. (Ducrot & Todorov, 1972, p. 30)

Desde una perspectiva mucho más reciente, la teoría de sistemas de Niklas


Luhmann (1990) sostiene también una concepción funcionalista del lenguaje
como instrumento de la comunicación, pero se distancia inmediatamente de
Saussure. En tanto este último asume que es posible hablar de la lengua como
un sistema, Luhmann rechaza esa caracterización porque su noción de sistema
se fundamenta fenomenológicamente en la existencia de un tipo característico
de operación autopoética. Esta operación es el evento que (auto) reconstituye
continuamente al sistema como unidad diferenciada de su entorno. 

El lenguaje -afirma Luhmann- es solamente un médium para la realización de


las operaciones comunicacionales y carece de unidad fenoménica por sí
mismo. Es en la comunicación donde emerge la unidad fenoménica de un tipo
de sistema que se vale del lenguaje como instrumento de su manifestación
material.

Específicamente, se identifica el lenguaje como estructura de la comunicación,


donde entendemos por estructura el conjunto de condiciones que canalizan los
flujos operacionales de un sistema (Corsi, 1996). El lenguaje es la estructura de
signos relacionados que da cuerpo a los eventos comunicacionales
canalizando material y energéticamente la comunicación. Aunque no es la
única posibilidad estructural de la comunicación -que puede darse en gestos u
otros modos de interacción entre conciencias-, el lenguaje -sobre todo escrito-
es un medio sumamente eficiente de estabilizar un sistema comunicacional
mediante la fijación de sus estructuras.

En la ciencia, donde la comunicación se encuentra fuertemente restringida por


la búsqueda de condiciones unívocas de interpretación, el lenguaje se utiliza
para fijar al máximo las condiciones de objetividad. Por esta razón, la
estructuración lingüística de la comunicación científica es especialmente
evidente. El lenguaje es el trazo observable más conspicuo de los procesos
comunicacionales de la ciencia.

La producción del conocimiento científico solo puede partir de la tradición


científica misma y, más particularmente, de los paradigmas establecidos.
Einstein no pudo haber construido la teoría de la relatividad sin el lenguaje que
la física y la matemática clásicas habían elaborado previamente para modelar
la realidad. El conocimiento científico es una cierta visión compartida del
mundo.

Lectura científica: Importancia

La lectura científica es un campo avanzado que tiene por objeto el


conocimiento de la veracidad y trascendencia del texto o la llamada
interpretación y crítica de las fuentes; es el acto intelectual que permite la
definición correcta de lo leído, bajo los condicionantes de tiempo, espacio y
persona. El concepto de fuente hace referencia a la información vinculada
estrechamente con los acontecimientos o hechos objeto de estudio o
reconstrucción, información cuyo valor se basa en las notas de originalidad,
veracidad y autenticidad.

El texto científico es un conjunto coherente de enunciados con intención


comunicativa expresado a través de signos. El adjetivo científico, por su parte,
nombra a aquello perteneciente o relativo a la ciencia (que es el conjunto de
métodos y técnicas que permiten organizar la información).

El texto científico se utiliza principalmente para comunicar una teoría, estudio


o prueba de manera clara y concisa. Es usado por una extensa variedad de
temas que están relacionados con el campo de la investigación de todas las
disciplinas del conocimiento.

La producción de significados es la razón fundamental de toda lectura. Leer es


producir significados. No obstante, es posible distinguir algunos tipos de
lectura, de acuerdo con el propósito que se persigue, el grado o nivel de
comprensión, el tipo de texto y las técnicas aplicadas. Vamos a mencionar a
continuación algunos de estos tipos de lectura.

1. Lectura de estudio
Tiene como propósito dominar el tema de un texto específico, es decir,
comprenderlo e interpretarlo, esta lectura busca la máxima profundidad. Su
objetivo final se orienta a la adquisición o al desarrollo de un determinado
conocimiento. Recordemos que la lectura de textos escritos ha sido el principal
medio de aprendizaje en el ámbito académico.

2. Lectura informativa

Su finalidad es mantener actualizado al lector sobre los avances científicos o


tecnológicos y sobre lo que sucede en el mundo. En este caso, se requiere de
una lectura sin mucho detenimiento o profundidad, procurando identificar el
tema y las ideas principales. Este tipo de lectura se aplica generalmente a
periódicos y revistas.

3. Lectura de documentación

En ciertas ocasiones, el lector tiene que detenerse en la comprensión de


algunas partes del texto, con el fin de identificar o extractar una determinada
información que necesita clara y precisa. Esta lectura es fundamental para la
investigación y para los distintos tipos de trabajos académicos.

4. Lectura de revisión

Tiene como finalidad releer los textos para corregir lo que se ha escrito o para
recuperar ideas con el objeto de presentar una evaluación.

5. Lectura silenciosa

En esta lectura, la persona recibe directamente en el cerebro lo que ven sus


ojos, salteando la experiencia auditiva. En este tipo de lectura, prima
muchísimo la concentración y, con frecuencia, si observamos a una persona
practicar la lectura silenciosa, la veremos como “absorta” en su propio mundo.

6. Lectura selectiva

Este es el tipo de lectura que realiza una persona cuando está buscando datos
específicos, por eso se la denomina “lectura de búsqueda”. El lector no lee
minuciosamente todo sino que aquí también se realiza un paneo
veloz buscando solo la información de interés para la persona.

7. Lectura comprensiva

El lector procura entender todo el contenido del mensaje. Se practica de


manera lenta, de modo que permita un abordaje del tema donde los tiempos
que se le dedican sean suficientes para comprenderlo a fondo.

8. Lectura reflexiva y crítica

En la lectura reflexiva o crítica, el lector analizará el texto que tiene frente a sí y


no lo “digerirá” o aceptará como la verdad absoluta. Un lector crítico evalúa la
relevancia de lo que está leyendo, contrasta la información con otra o con su
propia experiencia y hasta puede llegar a “reñir” con el texto por tener distintos
argumentos sobre un tema. Esta lectura requiere que se realice de forma
pausada para que la información pueda ser evaluada desde un abordaje crítico.

Para comprender la siguiente reflexión se partirá de la premisa: la lectura de


literatura científica y la actividad científica son procesos diferenciados; en otras
palabras, no es lo mismo leer textos científicos que hacer ciencia. Esto, por
supuesto, no significa que no se establezcan estrechas relaciones entre ambos
procesos. Para que un científico lleve a cabo su actividad científica requiere
estar también informado sobre el estado de la ciencia por medio de la lectura
de los textos especializados.

 De la nada no surge nada. Por ejemplo, la persona que domina la física, sea
de orientación teórica o aplicada, en algún momento del despliegue de su
actividad debió acercarse a la lectura de aquellos textos que le brindaron
elementos para fundamentar o continuar su actividad científica especializada.
Pero este tipo de lectura es diferente de aquel que realiza quien solo desea
hacerse de un universo cultural científico, este no lee con el ánimo prioritario de
hacer ciencia sino de saber sobre la ciencia. Es un saber que se manifiesta en
un tipo de conocimiento signado por la vida cotidiana.

Los dos procesos cumplen con la destreza de leer, pero su correspondiente


lectura es diferenciada y conduce a horizontes opuestos. Hecha esta precisión
distintiva cabe señalar que en la presente indagación se seguirá la vertiente de
la lectura que la conduce, adelantando un concepto clave aquí enunciado, a la
apropiación de una cultura científica, no a la de ser científico. Lo anterior nos
induce a dilucidar el problema de ¿cómo es que se lleva a cabo el proceso de
comprensión y conocimiento científico a través de la lectura? Lo que, por otra
parte, significa adentrarnos en una de las formas de ese complejo y mágico
universo de la lectura.

Características de la lectura científica  

Se deben tomar en cuenta las características de la lectura científica. Entre


otras:

 Discernimiento en profundidad y rigor del contenido del documento y su


veracidad.
 Aprendizaje de la capacidad de reflexión.
 Aprovechamiento de las ideas que interesan al lector.
 Instrumento que permite al lector, mediante su reflexión, obtener nuevas
ideas en el ámbito de la investigación científica o percibir
adecuadamente el contenido de las diversas disciplinas universitarias.
 Desarrollo del espíritu crítico en el lector como manifestación de la
función del pensamiento.

El aprendizaje en la lectura científica puede lograrse siguiendo estos pasos:


a. Conocimiento previo en la medida de lo posible del contenido del texto
que se va a leer.
b. Lectura pausada y atenta del mismo.
c. Estudio comparado de las argumentaciones de aquellos textos que,
teniendo el mismo propósito, han alcanzado conclusiones radicalmente
diferentes (con frecuencia, han dado lugar a polémicas científicas) o han
mostrado aspectos con clara diversidad. Ello da lugar a diferentes
aplicaciones de la lectura científica como:

1. Base de reflexión para la obtención de conocimiento científico.

2. Instrumento para el conocimiento profundo del contenido de las disciplinas.

Técnicas de expresión escrita

La expresión escrita es una de las denominadas destrezas lingüísticas, que se


refiere a la producción del lenguaje escrito. La expresión escrita se sirve
primordialmente del lenguaje verbal, pero contiene también elementos no
verbales, tales como: mapas, gráficos, fórmulas matemáticas, entre otros.

Una de las funciones de la lengua escrita es dejar constancia de hechos que


han ocurrido o bien no olvidar hechos que van a ocurrir. La expresión escrita
tiende a la unificación e incluso a una regulación estricta con normas, que
emanan de los textos literarios, religiosos, administrativos, etc., y que se
refuerzan a través de la enseñanza. Generalmente, en la lengua escrita se
pierde información relativa a determinados recursos prosódicos,
paralingüísticos, cinéticos, etc., empleados en la comunicación oral: el ritmo,
las pausas, la entonación, la intensidad y el timbre de voz, los gestos, las
expresiones faciales, etc.

Importancia de la expresión escrita

Uno de los aspectos de la lengua que más dificultades presenta para su


aprendizaje es la expresión escrita. Su asimilación por parte de los alumnos
implica siempre un lento y elevado proceso. Los avances en la misma se
aprecian a muy largo plazo; sin embargo, son múltiples los beneficios que
obtenemos de su frecuente práctica en el aula.

El redactar obliga al niño a un ejercicio constante de síntesis lingüística, de


aplicación práctica de todos sus conocimientos teóricos acerca de la lengua:
nociones gramaticales, vocabulario, ortografía, sintaxis, etc. Además, la
expresión escrita es un medio idóneo para el desarrollo de la imaginación, de la
sensibilidad estética, de la reflexión, etc. Romera (1982) manifiesta que la
expresión escrita "es una de las tareas más difíciles, pero también una de las
más útiles y necesarias: ejercita todas las facultades intelectuales para hallar
ideas, ordenarlas y expresarlas de un modo correcto, claro y preciso".

A continuación se realizará el análisis de algunas técnicas de la expresión


escrita.
1. Influencias de la lectura en la expresión escrita

Se considera que el mejor método existente para optimizar la composición


escrita es despertar el amor por la lectura y la creación del hábito lector. Una
lectura frecuente y atenta de textos escritos con corrección y belleza es el
mejor sistema para perfeccionar la expresión escrita, pues el alumno tiende a
imitar inconscientemente la expresión del autor, asimilando y haciendo suyas
las estructuras sintácticas, los recursos estilísticos, el léxico. etc., que serán
después inevitablemente utilizados en sus expresiones escritas.

David Cooper (1990) dice que "la lectura brinda a los alumnos buenos modelos
a utilizar en su propia escritura" y Lázaro Carreter (1982) relaciona también
estos dos aspectos de la lengua cuando expresa que "no saber escribir
presupone no saber leer. Las dos aptitudes son correlativas, aunque
genéticamente la segunda precede a la primera y sea su causa y origen".
Campos (1988), al tratar sobre la didáctica de la expresión escrita, declara que
"existe una alta correlación positiva entre leer mucho y escribir bien".

Ante estas opiniones y otras que siguen la misma línea, resulta evidente que el
primer procedimiento metodológico a utilizar en las aulas para el
perfeccionamiento de la expresión escrita es el desarrollar el placer por la
lectura. Ello supone un proceso largo y continuado, que se debe iniciar en
primaria y continuar en toda la secundaria y el bachillerato, y que debe implicar
a todo el profesorado de la institución.

2. Otros procedimientos que ayudan al desarrollo de la expresión escrita

David Cooper manifiesta que "si los niños se dan cuenta que su profesor valora
la escritura, llegarán a valorar, a su vez, la actividad". Son muchas las
actividades que podemos realizar con los alumnos para fomentar y desarrollar
la expresión escrita. 

Vygotsky plantea: "dar a leer a los niños composiciones de otros niños, y


proponer solo estas como modelo, ya que las composiciones de los niños son
siempre más auténticas, bellas y morales que las de los adultos". 

Martín Nogales plantea que en cada curso se establezca "la utilización de un


libro de cabecera que se adapte más a las necesidades de los alumnos durante
ese año". 

Marina Cuervo y Jesús Diéguez nos dan una cumplida relación de actividades
orientadas hacia la expresión oral, pero que pueden ser utilizadas igualmente
para la expresión escrita. Entre ellas destacaremos las siguientes: 

 Inventar finales distintos a una narración ya leída.


 Después de leer un diálogo, suprimir las intervenciones de uno de los
personajes, invitando a los alumnos a completarlo.
 Inventar pequeñas historias al hilo de la música.
 Invitar a describir una habitación de su casa, una calle, un lugar de
veraneo, etc.
 Descripción de paisajes inexistentes, imaginados.
 Efectuar cambios en una narración: cambio de título, de protagonistas,
de circunstancias, etc., realizando ejercicios de imitación.
 Narraciones directas.

Romera Castillo propone las siguientes técnicas: 

 Selección colectiva de las mejores frases del libro leído y exposición de


las mismas en un mural.
 Embellecer colectivamente frases sacadas de los libros de lectura.
 Corrección colectiva de frases incorrectas escritas por los propios
alumnos de la clase.
 Elección colectiva de las mejores redacciones de la clase y publicación
posterior en una revista literaria.
 Escribir cartas imaginándose ser el protagonista.

3. El "texto libre" según Freinet en el desarrollo de la expresión escrita

Dentro de las distintas actividades a realizar para mejorar la composición


escrita habría que destacar, por la ilusión que despierta en los alumnos y por
los extraordinarios beneficios que reporta, el "texto libre", escrito, leído y
seleccionado por los propios alumnos siguiendo las técnicas de Freinet. Esta
actividad consta de las siguientes fases:

a. Ejecución. Los niños traen de casa los textos que han redactado sobre
temas libremente elegidos.
b. Lectura. A continuación, esos textos son leídos en voz alta por cada
alumno en clase, realizándose después una votación para elegir al
mejor.
c. Elección. El texto seleccionado se escribe en la pizarra o se pasa a
multicopista para su corrección colectiva.
d. Explotación. Es la fase más interesante y fructífera, pues todos los
alumnos participan corrigiendo la ortografía, la sintaxis, la forma
expresiva, el vocabulario, etc.; se trata de pulir colectivamente el texto.

Luego de analizar el aporte dado por Freinet, se puede concluir que el texto
libre es el texto realizado por el niño a partir de sus ideas, sin tema y sin tiempo
prefijados. (Romera, 1979)

La redacción y el resumen: Particularidades

La redacción eficaz

Según Galindo (2014), la persona que tiene como trabajo redactar un texto
debe percibirse como un artesano produciendo un objeto. El texto es el objeto
del redactor. Tanto el artesano como quien escribe deben conocer –lo más
profundamente posible- sus herramientas y la materia que deben vencer, ya
que deberán hacerlo de una manera práctica y concreta.
La autora plantea que así como un carpintero no trata con rudeza el quebradizo
triplay, sino que se auxilia de la sierra y el cepillo cuando tiene que cortar y
rebajar la madera, la persona que redacta puede seguir este proceder con la
escritura, mediante el estudio y conocimiento del lenguaje y de la palabra.

A continuación se ofrecen algunas recomendaciones para una buena


redacción, tomando como base precisamente el conocimiento del lenguaje y de
la palabra, que son la materia prima del redactor y sustento de la gramática y el
estilo.

Uso de diccionarios. La herramienta fundamental del redactor son los


diccionarios, consultarlos de manera constante es indispensable para moldear
la materia del escritor que, como ya se dijo, es la palabra. Existe una gran
variedad de diccionarios:

a. Semánticos. Constan las palabras y enlistados sus distintos


significados.
b. De uso en lugar de una definición. Se ofrecen frases en las que se
observan los modos de empleo de cada palabra.
c. De sinónimos. Como su nombre lo indica, enlistan los vocablos afines
al que se busca y con ello se evita la repetición de palabras.
d. De dudas del idioma. Incluyen las principales dudas gramaticales que
se presentan al redactar, tales como: la conjugación de los verbos
irregulares, el uso de preposiciones, la ortografía de palabras
provenientes de otros idiomas, gentilicios poco comunes y aún los
barbarismos más frecuentes y su corrección.
e. Enciclopédicos no dedicados al idioma sino a conocimientos de
orden general. Ayudan a resolver dudas sobre personajes y hechos
históricos, datos geográficos, temas científicos y culturales.

Escribir y escribir. Muchas veces se piensa que el arte de escribir es un


privilegio para unas cuantas personas; nada más falso. Lograr un texto
correctamente escrito implica no solo conocimiento sino dedicación y práctica;
de esta forma, si la persona dispone de unos minutos diariamente para escribir
lo que en ese momento se le ocurra, habrá iniciado el camino para lograr una
buena redacción.

No repetir vocablos. Este problema atañe a cuestiones de gusto y hasta de


personalidad. A algunos les agradará acercarse a la lengua todos los días;
otros, en cambio, preferirán una lengua menos cotidiana. Sin embargo, la
necesidad permanece: no hay que repetir palabras. Este imperativo lleva a la
siguiente recomendación.

Leer. No hay mejor forma de ampliar el léxico y de paso nuestro horizonte


cultural que a través de la lectura. Un poeta norteamericano acostumbraba
colgar sobre su cama, como si fueran móviles, cartones con palabras y las
cambiaba conforme se familiarizaba con ellas.

No emplear sinónimos rebuscados. Se debe escribir de modo que se nos


entienda y más hoy, en que la literatura es cada día menos escrita y más
hablada. Siempre es válido el consejo del poeta Antonio Machado, a través de
su imaginario profesor Juan de Mairena, quien cita la frase: “los eventos
consuetudinarios que acontecen en la rúa” la misma que se oye y se entiende
mejor cuando se traduce al lenguaje llano “algo pasa en la calle”.

Adjetivar para orientar al lector. Debemos comprometernos con el lector para


que entienda el sentido de nuestro pensamiento, no podemos suponer que lo
adivina sin siquiera insinuárselo. Si describimos las características de un
fenómeno, al lector le interesará saber si lo consideramos bueno o malo.

Evitar las palabras vagas. Es común el uso de palabras como cosa, especie,
algo para referirnos a objetos que pueden precisarse en un texto.

Párrafos breves. Se dice que más de doce líneas pierden la atención del
lector, de ahí que los párrafos de los diarios tengan por lo general entre ocho o
doce líneas; sin embargo, debido a la mayor preparación de los lectores, las
revistas especializadas soportan párrafos más largos y los libros, párrafos aún
más extensos. 

Entrar directamente en materia. Es indispensable que se entre directamente


en materia, pues de lo contrario se corre el riesgo de que cuando se llegue a lo
central se acabó el tiempo, el espacio y hasta la paciencia del lector.

Evitar los verbos que sirven para todo. Existen ciertos verbos que se
emplean a manera de “comodines”, tales como: hacer, poner, decir, ser, estar,
haber, tener. Ciertamente, es correcto escribir “hizo un cuadro”, “hizo una
escultura”, “hizo una película”, “hizo una novela”, “hizo una paella”; pero se
gana en precisión cuando escribimos “pintó un cuadro”, dibujó una figura; talló,
esculpió o modeló una escultura; filmó, actuó o dirigió una película; escribió una
novela o cocinó una paella”.

No emplear tecnicismos innecesarios. Utilizar el lenguaje del oficio deja


fuera de la conversación al lector; sin embargo, en algunos casos, los
tecnicismos son indispensables; por ejemplo, no es lo mismo los capitalistas
que los ricos, aunque la segunda palabra la entendemos todos. Es importante
no olvidar al lector a quien va dirigido nuestro texto, pues si hablamos de la
redacción de las memorias de un congreso de médicos resulta casi
indispensable el uso de ciertos términos comunes del lenguaje de la medicina.

La prosa no debe rimar. En el texto suelen aparecer frases que riman de


modo no deliberado. En estos casos existen cinco posibilidades: cambiar,
omitir, alejar, pluralizar o resignarse.

Hacer muchos borradores. El borrador contiene las distintas versiones de


nuestro texto, en el cual en la siguiente revisión cambiamos palabras,
puntuación, orden de palabras y hasta enfoques.

No abusar de las siglas. Muchas organizaciones sociales emplean siglas; el


redactor debe escribir en la primera referencia el nombre completo, colocar
entre paréntesis las siglas y en el resto del texto emplear indistintamente las
siglas o el nombre.

No elegir las palabras por bonitas, sino por su significado. Un texto


plagado de palabras bellas de por sí, pero que no vienen al caso, es una clara
señal de inexperiencia al redactar.

El resumen

El resumen es un texto que aparece en una diversidad de portadores. Lo


encontramos en síntesis informativas, folletos turísticos, solapas de libros,
catálogos de museos y editoriales, enciclopedias, fichas bibliográficas de los
estudiosos de un tema. El resumen no solo constituye un texto en sí mismo,
sino que, en buena medida, también forma parte constitutiva de ciertos tipos de
textos, como sucede claramente en el copete de un texto periodístico o en el
“abstract” de un artículo científico.

Las funciones que cumple son fáciles de identificar: invita a la lectura, anticipa
la información para que el lector tome decisiones, sirve de intermediario o
acceso al texto-fuente, guía su interpretación, señala los conceptos
fundamentales, reduce y organiza la complejidad informativa.

Como primera aproximación, podemos decir que el resumen presenta


brevemente el contenido del texto-fuente. A diferencia del comentario, que
incluye la opinión del lector, el resumen exige un ajuste: hay una preeminencia
del texto sobre el lector. Se trata de una construcción que expresa lo que Van
Dijk (1983) denomina la macroestructura del texto de referencia.

La macroestructura es una descripción de la estructura semántica del texto que


nos aporta una idea de su coherencia global, del significado del texto como un
todo, a diferencia de la microestructura que describe el significado de oraciones
o secuencias de oraciones.

Características y función del resumen

 El resumen contiene todas las ideas básicas del texto original.


 Presenta ideas relacionadas por enlaces como conjunciones,
preposiciones o signos.
 Se escribe con estilo propio, sin influencias del estilo del autor original.
 Es un texto más breve que el original.
 Respeta las normas básicas de ortografía y redacción.

El resumen, entre otras, cumple las siguientes funciones:

 Presentar una síntesis del texto original: la información debe quedar


reducida a la cuarta parte.
 En las revistas especializadas, se presentan resúmenes conocidos como
“abstract”, que tienen la función de enfatizar el propósito del autor, sus
objetivos, la metodología y las ideas fundamentales.
 La función de una síntesis analítica es presentar las ideas básicas de un
texto junto con las apreciaciones del autor.

Pasos para hacer un resumen

1. Lee con atención el texto base, de preferencia dos o más veces para que
detectes las ideas principales. Busca el significado de los términos que no
conozcas. Recuerda que la comprensión completa del texto es fundamental
para hacer un buen resumen.

2. Identifica las ideas principales del texto. Puedes subrayarlas, hacer un


esquema o tomar notas en una libreta.

3. Redacta el resumen construyendo una secuencia de ideas generales y omite


todo lo que no sea importante.

4. Adecua el lenguaje usado para expresar fielmente las ideas del autor
original.

5. Corrige el texto para que tenga coherencia. Asegúrate de que contenga


todas las ideas importantes y que se conserve el estilo.

Estructura del resumen

Al escribir el resumen, guíate con la siguiente estructura:

1. Encabezado: incluye el título del texto, el autor, la ciudad, editorial y año.

2. Introducción: puedes mencionar la obra en la que está basado el resumen y


el autor.

3. Desarrollo: parte de la idea global del texto. Usa conjunciones y


preposiciones para unir las ideas secundarias.

4. Conclusión: se plantea la conclusión del autor del texto original.

5. Bibliografía del texto original en formato APA. 

Tipos de resumen

Para realizar el resumen de un texto, se puede considerar los siguientes tipos:

El resumen simple es un tipo de resumen sencillo que consiste en ir sacando


las ideas esenciales de los textos manteniendo el orden del mismo.

El resumen informativo sintetiza el contenido de un texto.

El resumen descriptivo explica la estructura del texto original, las partes que lo
componen y el estilo.
El resumen abstracto o “abstract” es un tipo de resumen que se utiliza más
en el ámbito científico, para trabajos o investigaciones; el abstract, encabeza
los artículos científicos.

El resumen gráfico comprende una representación visual del documento a


resumir. Dentro de los gráficos se introducen pequeños textos del mismo
escrito.

El resumen crítico o analítico concentra en sí una opinión del tema


desarrollado en el documento a resumir. Esto comprende una evaluación
profunda con respecto al texto.

El resumen de prensa, también conocido como “clipping”, es un tipo de


resumen un poco diferente, desarrollado dentro del área de la prensa noticiosa.

¿Quién consideró al lenguaje como un instrumento al servicio de la comunicación?

Respuestas

Opción 1

Saussure. Opción correcta

Opción 2

Ducrot.

Opción 3

Todorov.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
2. La siguiente definición: “estadio avanzado de la lectura, tiene por objeto el
conocimiento de la veracidad y trascendencia del texto”, corresponde a:

Respuestas
Opción 1

La lectura literaria.

Opción 2

La lectura contextual.

Opción 3

La lectura científica. Opción correcta

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
3. ¿Cómo puede lograrse la lectura científica de un texto?

Respuestas

Opción 1

Con el conocimiento previo del contenido del texto.

Opción 2

Leyendo en voz alta.

Opción 3

Conociendo a actantes principales y secundarios. Opción correcta


Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
4. ¿Cuántas técnicas para la expresión escrita considera Romera?

Respuestas

Opción 1

Dos.

Opción 2

Cinco. Opción correcta

Opción 3

Tres.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
5. Quién manifestó: "si los niños se dan cuenta que su profesor valora la escritura,
llegarán a valorar, a su vez, la actividad".

Respuestas

Opción 1

Cooper. Opción correcta


Opción 2

Carreter.

Opción 3

Monserrat Sarto.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
6. ¿Cuáles son las técnicas del texto libre según Freinet?

Respuestas

Opción 1

Ejecución, lectura, explotación.

Opción 2

Ejecución, poslectura, elección.

Opción 3

Ejecución, lectura, elección, explotación. Opción correcta

Retroalimentación
Opción correcta
Pregunta
7. Quién genera la siguiente aseveración: “la persona que tiene como trabajo
redactar un texto debe percibirse como un artesano produciendo un objeto”.

Respuestas

Opción 1

Galindo. Opción correcta

Opción 2

Carreter.

Opción 3

Monserrat Sarto.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
8. No repetir vocablos es una de las características:

Respuestas

Opción 1

Del resumen.

Opción 2

De la entrevista.
Opción 3

De la redacción. Opción correcta

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
9. ¿Cuál de las expresiones escritas debe carecer de rima?

Respuestas

Opción 1

Redacción. Opción correcta

Opción 2

Entrevista.

Opción 3

Resumen.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
10. Una de las características del resumen es:

Respuestas
Opción 1

Texto sin contar el desenlace.

Opción 2

Texto más breve que el original. Opción correcta

Opción 3

Texto que contiene ideas que se anexan al final.

Retroalimentación
Opción correcta

El discurso: Estructura

La palabra discurso suele ser entendida como “texto”. Genéricamente, se


establecen algunas diferencias: el “texto” como “la manifestación concreta del
discurso”, es decir, “el producto en sí” y el “discurso” se entiende como “todo el
proceso de producción lingüística que se pone en juego para producir algo”.
(Giménez, 1983, p. 125)

El concepto de discurso es muy amplio y puede referirse a varias cuestiones.


En general, el discurso es lo que decimos, es decir, el término se asocia a la
transmisión de un mensaje mediante las palabras. Este mensaje puede ser
escrito u oral, independientemente.

Un discurso es la forma en que un emisor construye un mensaje y las


características que este mensaje posee. Un discurso es una instancia de
comunicación.

En una situación comunicativa intervienen varios elementos, pero lo


indispensable es la transmisión de un mensaje (discurso) entre un emisor y un
receptor utilizando un código (que usualmente es el lenguaje) y, a través de un
canal, que puede ser oral, escrito, etc. Un discurso se da en un contexto
determinado, en un tiempo y lugar específicos y bajo ciertas condiciones.

La palabra discurso suele relacionarse con la palabra relato, en referencia al


contenido cultural e ideológico de una persona o personas en una determinada
ideología. Por ejemplo, cuando se habla de un discurso liberal, marxista,
moderno. Sin embargo, socialmente, lo que llamamos discurso y el concepto
más generalizado es en referencia a una persona cuando habla ante un público
y emite un mensaje previamente preparado, es decir, un texto (escrito
anteriormente) y leído frente a una determinada audiencia.

En los actos importantes se efectúan discursos, así como lo hacen los políticos,
los directivos de una empresa o institución, etc. Un discurso busca orientarse a
un tema o temas en particular y desarrollarlo de manera que capte el interés
del público. Muchos discursos se apoyan en recursos informáticos como
presentaciones de diapositivas, videos, imágenes expuestas en pantallas, entre
otras cosas.

Estructura del discurso

El discurso generalmente mantiene la siguiente estructura:

a. Apertura, que debe ser algo corta, ya sea una frase célebre, propia, algún
refrán, un cuento muy corto, etc. La apertura tiene como objetivo llamar la
atención y, si es necesario, poner orden para el inicio de tal disertación.
b. El saludo, si es que existe, habrá de apegarse al protocolo que se dicte según
el caso y el lugar, pues no todos los eventos manejan las mismas directrices.
Su único objetivo es el saludo a las autoridades.
c. La introducción del discurso habremos de iniciar con el planteamiento de
nuestra idea, aquí develaremos la intención del mensaje.
d. En el cuerpo se expresarán dos o tres ideas, cuando mucho, las cuales
deberán fortalecer la esencia del mensaje; lo mejor es que dichas ideas se
compenetren entre sí, pues si son separadas la fluidez del discurso habrá de
cortarse y ello mermará la calidad del mismo.
e. La conclusión lleva la esencia del mensaje, el resumen de todo lo dicho; es,
como su nombre lo dice, una conclusión.
f. El cierre es, al igual que la apertura, una frase corta, ya sea una cita, una
pregunta, etc. Su objetivo es conmemorar tal mensaje, resaltar la esencia del
mismo en las mentes de los oyentes.

Tipos de discursos

Para la Lingüística, el discurso se divide en cuatro formas discursivas.


Diferenciarlas no es sencillo y no aparecen de forma diferenciada, ya que el
habla humana no admite siempre categorías exactas.

1. El discurso narrativo refiere a hechos que se expresan en un determinado


contexto de tiempo y espacio y que pueden ser reales o imaginarios.
2. El discurso descriptivo intenta mostrar las características de lo expresado sin
emitir una valoración personal.
3. Un discurso expositivo informa acerca de algo de manera objetiva, clara y
ordenada.
4. Un discurso argumentativo es aquel que utiliza un emisor para convencer o
persuadir acerca de algo. Es típico de la oralidad, de las conversaciones,
debates, conferencias o dentro de los textos como imitación de la oralidad.

Funciones del discurso


Según la postura que toma el hablante, el lenguaje dentro del discurso adopta
distintas formas. Si el mensaje apela a expresar un sentimiento, el discurso
tendrá una función expresiva. Si buscamos llamar la atención del oyente, será
apelativa.

Cuando deseamos saber si el otro ha oído bien nuestro mensaje, fática. La


función que retoma el mismo lenguaje se llama metalingüística. Cuando se
trata de ficción, el discurso es poético y si brindamos información objetiva, la
función será informativa o referencial.

Características del discurso

Las principales características generales del discurso, entre otras, son: el


contexto, la objetividad, especialización, precisión y verificabilidad.

a. Contexto. Los factores discursivos que acompañan


el texto influyen en el propio discurso. Esto hace
referencia al contexto comunicacional donde se
produce el discurso.
b. Objetividad. Los hechos y opiniones que se
encuentran en el discurso serán tratados con
objetividad por parte del emisor, siempre que no se
trate de un texto descriptivo subjetivo.
c. Universalidad. Aunque el tema del discurso no sea
de carácter universal, el discurso tiene que ser
comprendido por el receptor. Tenemos que adecuar
nuestro mensaje al tipo de receptor que nos esté
escuchando. Si pretendemos cautivar a nuestra
audiencia el discurso tiene que ser comprendido.
d. Especialización. Los discursos técnicos y
especializados exigen el dominio del tema. Para
exponer con éxito un discurso es necesario conocer
el tema del discurso.
e. Precisión. Adecuación lo más objetiva posible de la
acción que se transmite. Transmitir un mensaje
basado en datos claros, precisos y ordenados.
f. Verificabilidad. El receptor tiene que tener la
posibilidad de corroborar que la información
transmitida en el discurso es real. Esto no es
aplicable, por ejemplo, al discurso narrativo literal
basado en hechos ficticios o al discurso religioso.
g. Continuidad. Para comprender el discurso, será
necesario prestar atención desde el principio hasta
el final. Las partes del discurso siguen una
secuencia lógica lo que permite captar la atención
del receptor.
h. El ensayo académico
i. El ensayo es un género discursivo de la tipología
textual argumentativa, cuya escritura se visualiza en
prosa. El autor cumple el objetivo fundamental de
defender una tesis para lograr la adhesión del
auditorio a la misma.
j. El ensayo académico es un tipo de composición que
está escrita en prosa.
k. Un ensayo académico analiza, interpreta o evalúa
un tema. En otras palabras, el ensayo académico
intenta resolver un problema por medio de
argumentos. 
l. Este tipo de texto trata de responder una
interrogante, respaldar una tesis por medio de la
argumentación o exposición, como también motiva
el pensamiento crítico de quien escribe este
artículo, ya que incita al lector a buscar un problema
y su posible solución. 
m. El ensayo se puede clasificar en: crítico, filosófico,
descriptivo, expositivo, bibliográfico, de
argumentación, científico y literario.

Características del ensayo

Para que un texto sea considerado un ensayo, debe tener los siguientes
aspectos:

a. Es subjetivo, porque expone el punto de vista del autor, que a pesar de


fundamentarse en una investigación, su opinión no necesariamente es
objetiva. Se presenta más como una charla del autor con sus lectores y
es frecuente encontrar citas, anécdotas o experiencias personales para
fundamentar su opinión. El estilo utilizado es muy coloquial.
b. Texto breve, no es muy extenso a pesar de que la extensión puede ser
variable; no es una obra voluminosa.
c. Sin orden determinado, el autor no lleva un orden; debido a esto los
ensayos no tienen subtítulos, esto se debe a que el escritor tiene libertad
de llevar el tema a su conveniencia y puede divagar, por lo que no existe
un esquema preestablecido.
d. Temas libres, ya que los temas que se pueden utilizar en un ensayo son
variados.
e. Va dirigido al público en general, el autor pretende trascender el tema
tratado con un público amplio y no enfocarse únicamente a uno
especializado. Esta circunstancia hace del ensayo un buen instrumento
de divulgación científica, tecnológica o cultural.

Estructura del ensayo

La estructura distintiva de un ensayo consta de tres partes que son:

 Introducción. Es un breve párrafo en donde se presenta el tema a tratar


y el objetivo del ensayo.
 Desarrollo. Es el ensayo en sí mismo, en donde el autor expone sus
ideas y opiniones con respecto al tema.
 Conclusión. El autor presenta algunas alternativas o sus conclusiones
respecto a lo que acaba de exponer.

Funciones del ensayo académico

 El ensayo desempeña un papel importante dentro del medio académico,


ya que es considerado como un buen recurso para la evaluación del
conocimiento adquirido por los estudiantes.   

 Muchos profesores eligen este tipo de texto por ser ideal para evaluar,
ya que motiva tanto la postura crítica del estudiante como demuestra los
conocimientos adquiridos.

 Este tipo de texto es bastante flexible y se puede aplicar a todas las


áreas de estudio e investigación.

El artículo científico

Para un gran número de autores, un artículo científico es un informe escrito que


describe los resultados originales de una investigación ya realizada.

Un artículo científico es un informe original, escrito y publicado, que plantea y


describe resultados experimentales, nuevos conocimientos o experiencias que
se basan en hechos conocidos. Su finalidad es poder compartir y contrastar
estos resultados con el resto de la comunidad científica, y una vez validados,
se incorporen como recurso bibliográfico a disponibilidad de los interesados.

La característica principal de un artículo de investigación es que siempre debe


producir avances en el conocimiento, por lo que resulta obvio que solo puede
cumplir su cometido cuando ha sido publicado y puesto a disposición de la
comunidad científica, para que pueda ser leído, entendido e incorporado por
sus pares. Solo así es como puede tener impacto.

Tener impacto entre los colegas del cuerpo de conocimientos en el que se


realiza la investigación es una aspiración al tiempo que una parte ineludible del
trabajo del investigador, pero publicar los resultados es el medio, no el objetivo.

¿Qué hacer para que un trabajo -nuestro trabajo- pueda tener impacto?

Gustavo A. Slafer sugiere lo siguiente:

 Intentar que el artículo que escribimos sea el mejor posible.


 Tratar de publicarlo si es factible en las mejores revistas.
 Hacer una buena investigación.
 Escribirlo bien.

Con respecto a este último punto, escribir mal es, para Slafer, una forma de
tirar a la basura la investigación realizada.
Aunque un artículo de investigación no sea una obra literaria, debe estar bien
escrito, presentar un discurso ordenado, claro, directo, sencillo, preciso. No dar
vueltas, ir al grano, quitar circunloquios y adornos.

Estructura del artículo científico

Un artículo científico es un conjunto organizado que debe ofrecer la suficiente


información, para que los usuarios puedan conocer el modo cómo se realizó el
trabajo, el interés del mismo, evaluar las observaciones, repetir, en su caso, los
experimentos o experiencias y validar los procesos intelectuales. Por
consiguiente, debe presentar una estructura que revele la existencia de partes
destacadas y claramente distintas, entre ellas, al menos: Introducción,
Métodos, Resultados y Discusión: (IMRyD).

Gustavo Slafer recoge los siguientes criterios:

 Título. Factor determinante para que alguien se acerque al trabajo.


 Autor/autores. Persona o personas en quienes recae la responsabilidad
intelectual y el mérito.
 Resumen (Abstract). Determina que los usuarios decidan si vale la pena
leer lo que se ha hecho.
 Introducción. Explica cuál es el problema, el propósito de la investigación
y su justificación.
 Materiales y métodos. Señala la forma cómo se estudió el problema.
 Resultados. Los frutos de la investigación.
 Discusión. Crítica o análisis de los resultados.

1. El título

Es el primer factor determinante de captación de la atención. Requiere por ello


un cuidado especial, ya que es importante para las búsquedas bibliográficas y
permite que quien nos encuentre, tal vez, se anime a leer nuestro trabajo o, por
lo menos, el abstract.

Escribir el título no es fácil, tiene su técnica. Según el autor, un buen título es


aquel que describe de modo inequívoco y con el menor número de palabras
posibles el contenido del trabajo. Debe ser breve, conciso y claro. Es
interesante poner énfasis en las tres primeras palabras; nombrar primero lo
importante, evitar palabras obvias, inespecíficas e innecesarias.

Cuidar la sintaxis. Evitar términos como: “investigación sobre”, “estudio sobre”,


“efectos de”, “acción de”, “influencias de”, etc. Debe ser específico, describir lo
más relevante del trabajo y dejar claros los aspectos del tema que fueron
estudiados. Además, evitar términos no comunes, abreviaturas y el uso de
fórmulas no universales.

Al escribir el título debemos hacerlo con la misma intensidad y rigor con la que
escribimos otras partes del trabajo y debemos someterlo a crítica; es
aconsejable iniciarlo con las palabras más significativas y tratar de eliminar en
todo lo posible las palabras huecas.
2. Los autores

Para ser autor de un artículo es necesario haber realizado una contribución


sustancial en la generación de ese trabajo y asumir la responsabilidad de lo
que muestra y de lo que concluye.

Se considera contribución esencial:

 Tener una hipótesis original (idea).


 Diseñar, conducir y tomar datos de los experimentos.
 Ordenar y sistematizar los datos.
 Analizar e interpretar la información.
 Sacar conclusiones (elaborar una teoría).

No debe figurar como autor alguien que no haya participado activamente al


menos en dos de los apartados anteriores.

El orden en el que aparecen los autores refleja la contribución individual que


hicieron al trabajo. En este sentido, el primero y el último son los más
importantes, los del centro, se consideran colaboradores.

Además de los nombres de los autores, es necesario indicar su afiliación, es


decir, el centro u organismo al que pertenecen. Esta información debe ser
escrita con tanto cuidado como los nombres de los autores.

3. El resumen o abstract

Es lo primero consistente que leen nuestros referees para decidir si aceptan o


no el trabajo, es también lo primero que leen nuestros colegas para decidir si
utilizarán o no nuestro trabajo para su propia investigación. Por ello, el abstact,
que debe ser lo más corto posible (no más de 150 palabras), permite identificar
de manera rápida e inteligible el contenido del artículo. Para ello debe incluir los
datos más destacados de cada una de las secciones del trabajo completo
(IMRyD), establecer el objetivo e interés del estudio e introducir y describir sin
detalle los materiales y la metodología utilizada. No debe contener citas
bibliográficas ni hacer referencia a imágenes o figuras internas así como no dar
más información que la que está recogida en el texto principal.

4. La introducción

Realiza la presentación del trabajo, nos informa sobre la naturaleza del


problema y por qué queremos resolverlo, así como el alcance de la
investigación.

La introducción debe partir de lo general e ir hacia lo particular y basarse en


evidencias de la bibliografía consultada para establecer su originalidad e
interés. Debe dejar claro qué es lo que se conoce del tema y qué es lo que no,
e indicar que el objetivo de la investigación es precisamente conocerlo. A
continuación debe explicar qué es lo que se ha hecho para ello y cuáles son los
objetivos e hipótesis que lleva implícito el problema a ser investigado.
La introducción es muy importante porque centra el carácter de la
investigación. Debe, por ello, redactarse con cuidado y estimular el interés del
lector, incluido el de los referees.

5. Materiales y métodos

Este apartado es crucial. En él hay que relatar lo que se ha hecho para estudiar
y resolver el problema; es decir, para verificar positiva o negativamente las
hipótesis y para alcanzar los objetivos.

6. Resultados

Son el centro y la razón del trabajo. En este apartado lo primero que tenemos
que hacer es decir los datos que se van a presentar y a continuación exponer
los datos que tenemos, evitando los que no estén directamente relacionados
con el objetivo del trabajo.

Esta sección, aunque es la más importante, lo más seguro es que sea la más
corta. Hay que tener cuidado de no contaminarla y de no hacer aquí
interpretación de resultados, sino mostrarlos tal como son.

Cuando los datos que acompañan a los resultados son relevantes para el
objeto del trabajo requieren ser expuestos con claridad. Puede, en este caso,
hacerse uso de diagramas, figuras, tablas, cuadros, pero conviene tener
cuidado para evitar redundancias entre el texto y las figuras.

7. La discusión final

Aparece después de los resultados y supone una valoración general de la


investigación realizada y de sus aportaciones. No se trata de reiterar los
resultados anteriormente expuestos, sino de interpretarlos generalizándolos y
extrapolándolos a un contexto más amplio.

En este apartado los elementos centrales son:

a. Indicar lo que, a juicio del autor, significan los hallazgos a los que se
alude en la sección de resultados
b. De qué manera inciden o cómo se relacionan con lo que se conocía
hasta entonces.

El comentario de la discusión final incluye, sin duda, un importante componente


de interpretación subjetiva que, no obstante, hay que apoyar en los datos
bibliográficos recogidos y en los aportados por la parte experimental de la
investigación.

En este apartado, Slafer recomienda:

 Mostrar los principios, las relaciones y las extrapolaciones que podrían


derivarse de los resultados de la investigación, destacando, si este es el
caso, las excepciones que pudieran producirse.
 Identificar como los resultados y las interpretaciones de los mismos
están de acuerdo o, por el contrario, en conflicto con los resultados de
otras investigaciones ya publicadas.
 Presentar las implicaciones teóricas y prácticas que los resultados de la
investigación pudieran tener.
 Si es el caso, las implicaciones con otros campos.

Finalmente, si en el trabajo no se ha incluido un apartado destinado a las


conclusiones, redactarlas sin ambigüedades ni contaminaciones especulativas.

8. Reconocimientos

Esta sección está destinada a agradecer la ayuda recibida por las personas o
las instituciones.

Se debe hacer referencia, de manera clara y concisa, al contenido y la


contribución de cada una de las colaboraciones usando palabras que
satisfagan a quienes se quiere reconocer.

9. Referencias bibliográficas

También llamada “bibliografía”. Es el apartado en el que se detalla la relación


de obras bibliográficas consultadas, de ser el caso, como libros, revistas, etc.

Autoevaluación
Pregunta
1.  El texto que se realiza en un contexto determinado, en un tiempo y lugar
específicos y bajo ciertas condiciones se denomina:

Respuestas
Opción 1

Texto literario.

Opción 2

Discurso. Opción correcta

Opción 3

Cuento.
Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
2.  El género discursivo de la tipología textual argumentativa, cuya escritura se
visualiza en prosa se denomina:

Respuestas
Opción 1

Ensayo. Opción correcta

Opción 2

Discurso.

Opción 3

Resumen

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
3. El ensayo puede ser:

Respuestas
Opción 1

Expositivo, bibliográfico, de argumentación. Opción correcta

Opción 2
Causa-efecto, literario, filosófico.

Opción 3

Cronológico, bibliográfico, expresivo.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
4. ¿En qué texto la introducción es muy importante porque centra el carácter de la
investigación?

Respuestas
Opción 1

Artículo científico. Opción correcta

Opción 2

Discurso.

Opción 3

Ensayo.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
5. ¿A qué parte del ensayo pertenece un breve párrafo en donde se presenta el
tema a tratar y el objetivo?

Respuestas
Opción 1

Conclusión.

Opción 2

Introducción. Opción correcta

Opción 3

Desarrollo.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
6. Una de las partes de la estructura del artículo científico es:

Respuestas
Opción 1

El tema libre.

Opción 2

El abstract. Opción correcta

Opción 3

El cuestionario.

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
7. Es el ensayo en sí mismo, en donde el autor expone sus ideas y opiniones con
respecto al tema, esto pertenece a:

Respuestas
Opción 1

La conclusión.

Opción 2

La introducción.

Opción 3

El desarrollo. Opción correcta

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
8. Es un informe escrito que describe los resultados originales de una investigación
ya realizada y pertenece:

Respuestas
Opción 1

Al artículo científico. Opción correcta

Opción 2

A la noticia.

Opción 3

Al ensayo.
Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
9. Según la postura que toma el hablante en el texto, las funciones del lenguaje
cumplen un papel importante. Esto se da en:

Respuestas
Opción 1

El ensayo.

Opción 2

El artículo científico.

Opción 3

El discurso. Opción correcta

Retroalimentación
Opción correcta

Pregunta
10. Una parte estructural característica del artículo científico es:

Respuestas
Opción 1

El tema libre.

Opción 2

El abstract. Opción correcta


Opción 3

El cuestionario.

Retroalimentación
Opción correcta

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