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Economía

paso a paso
Recopilado por Jose Luis Bellod Cisneros
Índice
1. El complejo mundo de la Economía
2. No es un juego de suma cero
3. ¿Por qué usamos el dinero?
4. Los faros del capitalismo
5. ¿Qué son los tipos de interés?
6. El capitalismo depende del ahorro, no del consumo
7. ¿Puede ser cualquier cosa un buen dinero?
8. ¿Por qué hay paro?
9. ¿Por qué ganan dinero las empresas?
10. ¿Por qué nos empobrecen las catástrofes naturales?
11. La economía asamblearia no puede funcionar
12. ¿Por qué los despiden si se están forrando?
13. ¿Es el dinero electrónico el dinero del futuro?
14. ¿Para qué sirve la negociación colectiva?
15. ¡Que paguen los más ricos!
16. Pero, ¿habría suficiente oro?
17. ¿Qué es una burbuja?
18. Atesoramiento, ¿un arma de destrucción masiva?
19. ¡Viva la especulación!
20. ¿Hay una burbuja en el precio del oro?
21. ¿Cómo crean dinero los bancos?
22. ¿Especulación buena, especulación mala?
23. ¿Por qué la bolsa se comporta a veces como una montaña rusa?
24. ¿Pueden los empresarios explotar a los trabajadores?
25. Por qué la universidad debería ser totalmente privada
26. ¿Nos roban el trabajo los chinos?
27. Contra El concursante
28. ¿Somos esclavos del mercado?
29. ¿Hay algo de malo en querer ganar mucho dinero?
30. ¿Sirve para algo la economía financiera?
31. Contra los estabilizadores automáticos
32. ¿Necesita un mercado libre de agentes racionales?
33. Los rentistas no son vampiros
34. La deuda pública es un fraude
35. ¿Quién es el culpable del exceso de deuda privada?
36. ¿Es el crédito de los bancos ilimitado?
37. ¿Qué es el dinero fiduciario?
38. ¿En qué consiste la monetización de deuda pública?
39. El gasto público no estimula la economía
40. La inflación, un mal remedio contra la depresión
41. Menos gasto o más impuestos: no es lo mismo
42. Depreciar la moneda: una enorme chapuza
43. ¿Es malo reducir el déficit en plena recesión?
44. ¿Hay que estabilizar la cantidad de medios de pago?
45. ¿Puede una reforma laboral crear empleo por sí sola?
46. ¿Cuál es el verdadero salario mínimo de España?
47. ¿Qué salario mínimo le impondría a su peor enemigo?
48. ¿Cuál es ahora mismo la inversión más rentable de España?
49. Pero, ¿cómo pueden ser tan ricos?
50. ¿Qué es el efecto expulsión?
51. ¿Es excluyente un mercado libre?
52. ¿Cuáles son los efectos de subir el IVA?
53. ¿Es la Reserva Federal una entidad privada?
54. ¿Cuáles son los zapatos adecuados para un economista?
55. ¿Quién debe cargar con los costes de la crisis?
56. ¿En qué consiste la expansión artificial del crédito?
57. ¿Es el liberalismo una ideología al servicio de los empresarios?
58. ¿Refutó Milton Friedman a los austriacos?
59. ¿Y si sólo compráramos productos españoles?
60. Apéndice: comentarios de los lectores
El complejo mundo de la Economía
Publicado el 09 marzo 2011 por Juan Ramón Rallo

La práctica totalidad de los teoremas de la ciencia económica van destinados a


explicar el funcionamiento del mercado, esto es, de un orden complejo que en
absoluto resulta fácilmente inteligible para el ser humano. Nuestras intuiciones
económicas más primarias, fruto de una mente que ha sido incapaz de evolucionar
al mismo ritmo al que lo ha hecho nuestro entorno, nos sugieren que toda la
riqueza está dada, que por tanto una persona sólo puede enriquecerse si, al mismo
tiempo, otra se empobrece, que las sociedades funcionan mejor si hay alguien que
las está dirigiendo desde arriba, que un bien vale lo que ha costado producirlo,
que en todo intercambio hay siempre una parte que engaña a la otra, etc.

Además, y por si nuestra resistencia natural a comprender la operativa de un


mercado libre no fuera suficiente, la práctica totalidad de los economistas ha
optado por encerrarse en su torre de marfil y construir modelos no ya
incomprensibles para el público en general, sino deliberadamente alejados de la
realidad. Milton Friedman, quien sentó las bases de la metodología de la
economía, lo dejó bien claro:

Una hipótesis es importante si explica mucho con poco, esto es, si logra
resumir los elementos cruciales de entre la masa de complejas y detalladas
circunstancias que giran en torno a los fenómenos que deben explicarse y si
permite hacer predicciones válidas sólo a partir de ella. Par ser importante,
por consiguiente, una hipótesis debe ser descriptivamente falsa en sus
supuestos; ni toma en consideración ni responde a ninguna del resto de
múltiples circunstancias, pues su propio éxito demuestra que esas otras
circunstancias son irrelevantes para el fenómeno que se intenta explicar.

En otras palabras, no sólo nuestra comprensión natural del mundo en el que


vivimos es bastante deficiente, sino que además el esfuerzo intelectual que hemos
pergeñado (profesión económica mediante) para entenderlo ha degenerado, a
propósito, en confusión e irrealidad. A estas alturas creo que resulta bastante
evidente que el capitalismo sólo ha sido capaz de sobrevivir a los muy arraigados
sesgos intervencionistas del ser humano porque la utilidad que nos proporciona el
mercado no depende de que sus usuarios comprendan hasta el último detalle de su
complejísimo funcionamiento, basta con que se beneficien de él.

Sin embargo, qué duda cabe de que la demagogia liberticida supone una rémora y
una amenaza para el mantenimiento del orden de mercado. Una rémora porque las
supersticiones populares en todos los ámbitos –precios, competencia, dinero,
distribución de la renta…– son el soporte último de disparatadas regulaciones y
políticas estatales que padecemos; una amenaza porque esas supersticiones van
permeando cada vez más a través de unas instituciones públicas que, bajo el
pretexto del absolutismo democrático, ven cómo sus poderes están cada vez
menos limitados.

Mal haríamos desde un periódico que se denomina con orgullo Libre Mercado si
no tratáramos de mejorar esa pobre y deplorable comprensión sobre los mercados
libres. Uno de los objetivos que desde el comienzo ha inspirado, y seguirá
inspirando, mis columnas sobre actualidad económica ha sido el de lograr que
una materia tan enrevesada como la teoría económica fuera más fácilmente
accesible para el público profano. No obstante, no es en esas columnas donde
corresponde desentrañar las interioridades de esa teoría económica, pues un
comentario de actualidad sólo debería de ser eso: la aplicación de un
conocimiento teórico preexistente a un acontecimiento reciente.

De ahí que me haya decidido a abrir este espacio para, pasa a paso y de manera
espero que asequible, ir explicando cómo funciona el capitalismo o cómo no
funciona el intervencionismo. Quizá con una excesiva dosis de ingenuidad, sí creo
que una mejor formación económica contribuye, aunque sea marginalmente, a que
disfrutemos de un orden social más libre y próspero.

Temas a tratar los hay abundantísimos y ya tengo una larga lista de comentarios
pendientes; pero, aún así, para el mejor desarrollo de la sección me gustaría
contar con la colaboración de ustedes, los lectores. Plantéenme a
contacto@juanramonrallo.com cualquier duda o prejuicio que tengan contra la
economía de libre mercado; en la medida de mis posibilidades intentaré
resolverlas, esto es, trataré de explicar cuáles son los procesos económicos que
tienen lugar en nuestras sociedades y que generalmente pasan desapercibidos a la
simple primera mirada del ojo humano.

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No es un juego de suma cero
Publicado el 19 marzo 2011 por Juan Ramón Rallo

Varios lectores me han pedido que explique por qué la economía no es un juego
de suma cero, esto es, por qué la tarta de nuestra riqueza no está dada sino que
crece de tal modo que cada vez hay más cantidad disponible para todos.

El fundador de la Escuela Austriaca de economía, Carl Menger, dejó establecido


que para que una ‘cosa’ pudiera considerarse un bien económico debían
conjugarse cuatro circunstancias: a) debía existir una necesidad humana, b) la
cosa en cuestión debía ser capaz de satisfacer esa necesidad humana, c) el
individuo debía conocer la idoneidad de la cosa para satisfacerla, d) el individuo
debía gozar de poder de disposición sobre la cosa.

De estas cuatro características a las que el austriaco condiciona la existencia de


bienes económicos podemos deducir por qué la economía no es un juego de suma
cero en el que toda la riqueza posible ya se encuentre dada de antemano.

Primero, la inmensa mayoría de las cosas, tal como se encuentran en su estado


natural, no nos permiten satisfacer nuestras necesidades. Puede que toda la
materia esté dada, pero desde luego no nos ha venido dada en una forma que
permita satisfacer nuestras necesidades. La madera de los árboles debe cortarse y
procesarse para fabricar cabañas en las que guarecernos; las tierras tienen que
ararse y cultivarse para cosechar alimentos con los que saciar nuestro apetito; el
hierro o el aluminio deben extraerse de las minas para construir aviones con los
que desplazarnos de un sitio a otro del globo. En definitiva, creamos riqueza
cuando transformamos las cosas –que no satisfacen directamente nuestros fines–
en bienes –que sí lo hacen–.

Segundo, parte de la inadecuación de las cosas en su estado natural para


satisfacer directamente nuestras necesidades procede del hecho de que ni siquiera
conocemos todas sus combinaciones y usos posibles. La tecnología, que es el arte
de combinar y clasificar la materia para que arroje el resultado deseado, tampoco
nos viene dada, sino que en sí misma debe ser descubierta a través de la
investigación y la experimentación; dos actividades que a su vez requieren del
uso de otros bienes económicos. En otras palabras, como no somos omniscientes,
no sólo hemos de crear bienes económicos a partir de las cosas que nos rodean,
sino que también hemos de descubrir la información acerca de cómo transformar
esas cosas en bienes económicos; información que en sí misma constituye una
nueva fuente de riqueza.

Y tercero y último, por muy idóneo que sea un bien para satisfacer nuestras
necesidades, éste será del todo inútil si no lo tenemos a nuestro alcance. La
naturaleza puede haber sido generosa al brindarnos caudalosos ríos por todo el
planeta que, no obstante, no proporcionarán ningún servicio a aquel que se
encuentre en medio del desierto. En otras palabras, no sólo hay que producir los
bienes, sino distribuirlos a sus usuarios finales. En nuestros sistemas económicos,
producción y distribución van de la mano: con tal de maximizar nuestra eficiencia
en la fabricación bienes económicos, cada individuo nos hemos especializado en
producir uno o dos bienes económicos a lo sumo, aun cuando necesitemos
multitud de ellos para satisfacer nuestras muy diversas necesidades (es decir,
somos productores especializados y, a la vez, consumidores generalistas). La
forma de acceder a los amplios y variopintos bienes que demandamos a partir de
nuestra muy limitada y específica oferta de los mismos es el intercambio.

El problema es que desde Aristóteles hemos pensado que los intercambios se


producían entre igualdades de valor. Si A se trocaba por B es que necesariamente
el valor de A debía ser igual al valor de B. Por consiguiente, ningún intercambio
podía generar valor sino sólo redistribuirlo. La interpretación alternativa (que el
valor de A fuera superior al de B o viceversa) sería todavía más desalentadora,
pues implicaría que en los intercambios una parte saldría ganando a costa de la
otra (se entregaría algo con un valor objetivo mayor a cambio de algo con un
valor objetivo menor).

Sin embargo, gracias a que el propio Menger popularizó el hallazgo de que el


valor de los bienes no es objetivo sino subjetivo, la realidad se vuelve bastante
distinta: en todo intercambio cada parte valora más aquello que recibe que
aquello de lo que se desprende (en caso contrario semejante intercambio no
tendría lugar). Merced a esta vía, los individuos generan riqueza simplemente al
intercambiar bienes económicos y, por tanto, al acercar esos medios a la
satisfacción de aquellos fines que resultan más valiosos.

En definitiva, la economía no es un juego de suma cero en la medida en que


durante todo el proceso de producción de bienes y servicios se está generando
riqueza: ya sea cuando investigamos cómo convertir las cosas en bienes, cuando
convertimos las cosas en bienes o cuando distribuimos los bienes mediante los
intercambios. Al contrario de lo que presuponen los socialistas –que toda la
riqueza ya está creada y que sólo es necesario redistribuirla–, el mercado libre es
el marco en el que los individuos pueden organizarse para incrementar tanto como
les sea posible nuestras disponibilidades de bienes y servicios con los que
satisfacer de manera continuada sus muy variados fines.

La economía no es un juego de suma cero, sino de saldo positivo y expansivo,


salvo si el Estado genera sustraendos aun mayores. La tarta no está dada, sino que
crece arrojando unas porciones cada vez mayores para todos, salvo si el Estado
se come de un bocado al horno y al panadero.

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¿Por qué usamos el dinero?
Publicado el 25 marzo 2011 por Juan Ramón Rallo

Los economistas clásicos creyeron que el dinero sólo era un velo que ocultaba la
realidad de los intercambios: en última instancia, las mercancías se intercambian
por otras mercancías. ¿Qué papel fundamental desempeña entonces el dinero?
Nada, apenas un convidado de piedra que sí, engrasa y facilita los intercambios
frente al trueque, pero poco más.

Lo cierto, sin embargo, es que el dinero es un elemento esencial dentro de nuestro


sistema económico. No sólo porque actúe como medio generalizado de
intercambio –que también– sino porque desempeña otras dos funciones de tanta o
mayor importancia: ser un depósito de valor y una unidad de cuenta.

Empecemos por lo básico: los seres humanos tenemos problemas para


coordinarnos en órdenes sociales muy extensos. Por un lado, somos productores
especializados y consumidores generalistas, lo que implica que, en ausencia de
dinero, sólo podríamos realizar intercambios mutuamente beneficios con aquellas
personas que tuvieran lo que nosotros queremos y, al mismo tiempo, quisieran lo
que nosotros tenemos. Viviríamos merced al trueque y como nuestra área de
conocimiento estaría muy limitada, apenas intercambiaríamos nada. ¿Acaso
conozco yo las necesidades del chino que ha fabricado el ordenador con el que
estoy escribiendo este artículo? Ni siquiera sé quién es; difícil, pues, que
hubiésemos podido llegar a realizar algún intercambio que nos beneficiara a
ambos.

Por otro, los seres humanos también deseamos trasladar parte del valor de nuestra
producción presente al futuro. Nos gusta acaparar lo que no necesitamos ahora
para poderlo emplear después. El problema es que, salvo algunos bienes muy
básicos, no sabemos qué vamos a necesitar o desear en el futuro (y aparte, muchas
de las cosas que podamos desear se estropean o pasan de moda con el tiempo).
Tampoco, ni mucho menos, sabemos qué va a necesitar o desear en el futuro la
persona que pueda proporcionarnos esos ignotos bienes que nosotros
necesitaremos o desearemos con el paso de los meses. Entonces, entre tanto
barullo y confusión, ¿cómo preparar hoy, a partir de nuestra producción actual, la
satisfacción de nuestras necesidades futuras?

Una forma es utilizando el dinero como depósito de valor, es decir, atesorándolo.


Yo vendo mi producción en el presente, obtengo dinero y me lo guardo debajo del
colchón consciente de que en cualquier momento futuro podré echar mano de él
para comprar lo que quiera… sea esto lo que sea. La otra forma sería tratando de
anticipar las necesidades futuras de los consumidores: vendo mi mercancía
presente a cambio de dinero e invierto ese dinero en producir bienes futuros que
les venderé a los consumidores por más dinero (el famoso D-M-D’ de Marx) y
con el cual ya podré comprar cualesquiera bienes que demande en ese momento.

Mucha gente considera que atesorar dinero es una estupidez individual


(renunciamos a la rentabilidad de las inversiones) y un suicidio social (si la gente
atesora dinero, no se gasta y la actividad económica se contrae). Es una excusa
como cualquier otra para justificar que los Gobiernos generen inflación,
“incentivando” el desatesoramiento de dinero. Otro día les hablaré sobre las
diferencias entre atesorar el dinero e invertirlo y sobre por qué no podemos decir
que una de las dos alternativas sea siempre superior a la otra. No es un tema
baladí: los errores fundamentales de keynesianos y monetaristas nacen de no
entender este punto básico.

Por último, en una economía de intercambio, donde cada persona produce para
satisfacer las necesidades ajenas como paso previo a satisfacer las propias, debe
de existir algún método para averiguar qué producciones son las más valiosas. Al
cabo, las materias primas y trabajadores que yo utilizo para producir, por
ejemplo, corbatas son materias primas y trabajadores que otro no podrá utilizar
otra persona para producir, por ejemplo, maletines. ¿Qué les es más valioso a los
consumidores? ¿Cómo comparar las manzanas-corbatas con las peras-
trabajadores o con los melocotones-maletines? De nuevo, el dinero entra en
acción: si reducimos todos los bienes y factores a un precio monetario que se
haya determinado a través de intercambios voluntarios en el mercado, podremos
calcular si los consumidores valoran más, en dinero, las corbatas que los
maletines o que el resto de usos alternativos que se les podría haber dado a los
trabajadores y a las materias primas. El dinero, pues, también sirve como común
denominador y herramienta de cálculo para tomar decisiones empresariales.

Lejos de lo que parece transmitir la expresión clásica del “velo monetario”, el


dinero presta un servicio (o triple servicio) esencial e insustituible dentro de
nuestras sociedades. Es el dinero, al final, lo que fuerza a los empresarios a
competir para ponerse al servicio de los consumidores, lo que valida la soberanía
del consumidor: si éstos no enajenan sus mercancías a cambio de dinero, se
quedan atascados con ellas, lo que significa que no podrán acceder ni hoy ni
mañana a las mercancías que hubiesen deseado adquirir. Por eso, Gobiernos y
empresarios ineficientes llevan siglos atacando al dinero desde todos los frentes.
Viva la inflación es muera el dinero y muera la división del trabajo.

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Los faros del capitalismo
Publicado el 01 abril 2011 por Juan Ramón Rallo

Que el capitalismo nos conduce al caos parece algo evidente desde el momento
en que multitud de individuos toman decisiones por su riesgosa cuenta y fijándose
poco o nada en las decisiones que ha tomado el vecino. ¿Cómo esperar la más
mínima pizca se sensatez colectiva de un sistema que se asienta en la atomizada
disposición de los recursos? Bueno, aunque le cueste creerlo, el mercado llega a
un orden sin plan; un orden que, por supuesto, dista mucho de ser perfecto –pues
en tal caso, ¿qué sentido tendría continuar recurriendo al mercado?– pero que en
todo caso es superior a las ordenaciones de recursos que puedan lograrse por
vías alternativas (a través del ordeno y mando estatal).

¿Y cómo logra ese impersonal mercado coordinar a todos los seres humanos? No
esperen que les cuente otra vez la historia de la mano invisible, analogía que
todos pretenden haber entendido por cuanto guarda de similar con un planificador
que centralizadamente distribuye los recursos allí donde sabe (¿seguro que lo
sabe?) que son más valiosos. No, la manera de alcanzar la cooperación social a
través del mercado es un tanto más compleja y pasa especialmente (que no
exclusivamente) por el sistema de precios.

Tengamos presente que un precio es sólo el rastro que ha dejado un intercambio


mutuamente beneficioso entre dos partes. Es una ratio entre las mercancías
entregadas y las mercancías recibidas, una de las cuales, tras abandonar el
trueque, pasa a ser el dinero. Al observar un precio, pues, podemos sentenciar
que en ese momento histórico, cuando las dos partes se traspasaron sus
respectivas mercancías, ambas creían que iban a salir ganando.

Y esto, créanme, da mucho juego. Al cabo, si empresarialmente descubrimos que


en Burgos hay un pastor que está dispuesto a vender su lana por 5 monedas de
oro, que en Madrid hay un obrero que acepta cardarla e hilarla por 10 monedas
más, que para llevarla a Valencia hemos de abonarle al transportista 3 monedas y
que una vez allí los consumidores valencianos suelen pagar por la ropa 25
monedas, podremos lucrarnos al lograr que el pastor, el obrero, el transportista y
los consumidores se coordinen merced a intercambios mutuamente beneficiosos.
Y no olvide que si los consumidores disponen de 25 monedas de oro es porque
previamente han contribuido a producir o comercializar otros bienes que otros
consumidores han valorado en más que esas 25 monedas de las que se han
desprendido.

Supongamos ahora que otra persona cree poder producir colchones de lana por 30
monedas de oro y venderlos por 35. En tal caso, el colchonero le arrebatará la
lana al ropero debido a que puede abonarle al pastor un precio más alto al de este
último. De este modo, la lana actualmente existente se dirigirá hacia su uso más
importante, que no es la fabricación de ropa sino de colchones. ¿La razón última?
Que, a cambio de su lana, los compradores de colchones están dispuestos a
entregarle al pastor más bienes de consumo que los que están dispuestos a
traspasarle los compradores de ropa y, por tanto, a éste le conviene más
proporcionársela a los primeros que a los segundos.

A largo plazo, sin embargo, si al pastor le cuesta producir la lana bastante menos
de lo que el ropero y el colchonero están dispuestos a pagarle por la misma, éste
tenderá a criar más ovejas –aunque fuera contratando a otros trabajadores para
vigilarlas– para poder suministrársela a sus dos clientes y para que éstos, a su
vez, puedan producir tanto ropa como colchones de lana para los consumidores.
Eso sí, tengamos presente que el aumento de la producción de lana se realizará a
costa de la reducción de la producción de otros bienes y servicios, pues el mayor
número de trabajadores, tierras o forraje necesario para criar más ovejas será
detraído procederá de otros proyectos empresariales que no llegarán a
completarse, por ejemplo la producción de trigo y de pan: simplemente, la
evolución de los precios de los bienes de consumo y de los factores productivos
(lo que llamamos costes) indicará que hay que fabricar más colchones y más ropa
(y, por tanto, más lana) y menos pan.

Mas, ¿qué sucedería si el colchonero le arrebata la lana al ropero y, sin embargo,


los mismos consumidores que en el pasado habían desembolsado 35 monedas por
los colchones ya no siguen dispuestos a hacerlo? Pues que el colchonero se
comerá una pérdida que equivaldrá a la riqueza de aquellos bienes que ha
impedido que se crearan (la ropa) y en lo sucesivo el ropero podrá volver a
abastecerse del pastor burgalés sin que el pastor tenga que producir más lana a
costa de que se hornee menos pan. ¿Moraleja? Los precios relevantes son los
futuros y esos jamás podemos conocerlos con certeza (por si alguien lo dudaba,
no somos prescientes), sólo podemos tratar de anticiparlos fijándonos, en parte,
en los precios pasados.

En definitiva, los precios de mercado, que se encuentran en permanente cambio


según las fluctuantes condiciones de la demanda y de la oferta de los distintos
bienes y servicios, permiten un elevadísimo grado de coordinación voluntaria y
mutuamente beneficiosa entre todos los agentes económicos. Como decíamos al
comienzo, no es ni mucho menos una coordinación perfecta, pero sí, desde luego,
una coordinación mucho mayor –sobre todo cuando se la complementa con otras
instituciones espontáneas propias del libre mercado– que la que puede darse por
parte del Estado, esto es, fuera del mercado. Por eso el socialismo y el
intervencionismo generalizado no funcionan.

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¿Qué son los tipos de interés?
Publicado el 08 abril 2011 por Juan Ramón Rallo

Desde antaño se ha sostenido que el dinero es estéril. Y algo de verdad hay en


eso: hasta donde me alcanza, nunca he visto a las monedas o billetes de mi cartera
reproducirse y engendrar nuevas monedas o billetes. De hecho, aunque lo
hicieran, difícilmente nos volveríamos más ricos, pues la tendencia sería a que el
precio del resto de bienes y servicios se encareciera. Pero entonces, si el dinero
ni se reproduce ni es directamente productivo, ¿a qué viene que cobremos
intereses por prestarlo?

Creo no tergiversar demasiado si digo que el fenómeno del interés es uno de los
peor entendidos en toda la ciencia económica. Para empezar, como el interés se
paga en dinero y por el dinero, se ha generalizado la idea de que es un fenómeno
enteramente monetario. Keynes pensaba que si se incrementaba lo suficiente la
cantidad de dinero, el tipo de interés nominal podría caer al 0% de manera
permanente. Sin embargo, piénselo un momento: ¿hay alguien que se endeude
simplemente para atesorar el dinero? Es decir, ¿hay alguien que pida prestados
200.000 euros durante un año al 10% simplemente para guardarlos debajo del
colchón? Sería un poco absurdo, porque pasado el año debería devolver 220.000
euros.

En realidad, y he ahí el primer error, cuando demandamos crédito estamos


demandando, no dinero, sino bienes y servicios. El dinero es sólo el medio
necesario para, en esta sociedad monetaria nuestra, comprar esos bienes y
servicios. O dicho de otra manera, cuando pedimos una hipoteca queremos, en
realidad, una vivienda; cuando pedimos un préstamo al consumo queremos, en
realidad, un coche; cuando pedimos un préstamo empresarial queremos, en
realidad, fichar a trabajadores, comprar maquinaria, contratar el suministro
eléctrico…

Bien, sentado esto, imagine que mucha otra gente desea comprar la misma casa, el
mismo coche o contratar a los mismos factores productivos. ¿Cómo decidimos
quién se los queda? Básicamente a través del sistema de precios: aquellos que
estén dispuestos a ofrecer más por esos bienes y servicios serán quienes los
captarán. Pero imagine que usted no tiene hoy nada que ofrecerles, ¿significa ello
que tiene las manos atadas para pujar? No, siempre y cuando sí pueda ofrecerles
algo en el futuro.

Suponga que va a comprarle un inmueble a un promotor inmobiliario. Éste le


exige 200.000 euros y usted está hoy sin blanca, pero sabe que dentro de un año
va a cobrar una cuantiosa herencia de 500.000 euros. En tal caso podría
prometerle al promotor que le pagará la vivienda en doce meses. Ahora bien,
¿cuánto piensa que debería pagarle dentro de un año al promotor para que acepte
entregarle hoy la vivienda? ¿200.000 euros? No parece que al promotor le vaya a
resultar una oferta muy atractiva, por cuanto hay otra gente interesada en pagarle
eso mismo hoy. ¿200.001 euros? Tampoco resulta probable que el promotor esté
dispuesto a esperar un año sólo para embolsarse un euro de diferencia.

Lo cierto es que usted debería ofrecerle suficiente dinero como para que a él le
compensara esperar un año a cobrar los 200.000 euros (tal vez, por ejemplo,
220.000 euros). Al cabo, todos preferimos disponer del dinero antes que después,
lo que equivale a decir que todos le asignamos valor al hecho de poder disponer
de los bienes y servicios antes que después (es lo que se conoce como
“preferencia temporal” o, simplemente, “impaciencia”). No olvidemos que los
bienes presentes nos sirven o para satisfacer nuestras necesidades presentes
(bienes de consumo) o para preparar la satisfacción de nuestras necesidades
futuras (factores productivos) de modo que por fuerza le otorgaremos valor a
disponer lo antes posible de esos bienes presentes: dicho de otro modo, el
tiempo, la anticipación, es útil.

He ahí el fundamento del interés: el exceso de valor de los bienes presentes sobre
los bienes futuros o, dicho de otro modo, la utilidad de anticipar la disposición de
esos bienes presentes. Por ejemplo, si intercambiamos una casa que vale 200.000
euros por 220.000 euros dentro de un año, estamos diciendo que para que el
promotor acepte desprenderse de su casa sin recibir nada a cambio durante un
año, hay que compensarle en 20.000 euros (lo que sobre los 200.000 euros que
vale el inmueble, equivale a un interés del 10%). Si los bienes presentes no
fueran más valiosos que los futuros, el promotor sería indiferente entre recibir
200.000 euros hoy o mañana. Pero como es obvio no lo es.

Lo mismo sucede si le pedimos a otra persona que nos preste 200.000 euros para
pagarle a tocateja la casa al promotor. Nuestro prestamista podría haber utilizado
esos 200.000 euros en otras cosas: en consumir más, en invertir o en mantenerlos
atesorados para lo que pueda venir (como es obvio, si no quisiera utilizarlos para
nada en ningún momento, no se habría preocupado desde el comienzo en
acumularlos produciendo bienes y servicios para el mercado mientras renunciaba
a su tiempo libre).

En definitiva, los tipos de interés sólo son un precio más dentro del mercado: el
precio del tiempo (¡no del dinero!) que depende de la distinta impaciencia de los
agentes a la hora de anticipar la disposición de bienes presentes o de aceptar
retrasarla. Se trata de un precio que impregnará todas las transacciones en las que
participe el tiempo: no sólo en las de tipo monetario y desde luego no sólo en las
que tengan lugar en los mercados crediticios. Por dar dos ejemplos muy sencillos:
en los contratos de aparecería y en las relaciones laborales hay implícito un tipo
de interés. El cesionario aparecero comparte una parte de sus aprovechamientos
futuros con el cedente aparcero debido a que éste le adelanta sus factores
productivos sin cobrarle nada hasta el momento futuro en el que produzca; lo
mismo sucede en las relaciones laborales, donde el capitalista adelanta los
salarios (y la maquinaria) a cambio de quedarse con una parte de la producción
futura (la famosa plusvalía que Marx jamás comprendió).

No quiero con ello decir que en la determinación de los tipos de interés sólo
influya la preferencia temporal; también tienen relevancia otras variables como
las perspectivas de inflación, la prima de liquidez o las manipulaciones
crediticias. Más bien, lo que quiero señalar, es que la existencia de los tipos de
interés depende por entero de la preferencia temporal (y de otra categoría
hermana como es la aversión al riesgo, de la que hablaremos otro día). Sin
preferencia temporal no habría tipos de interés, aun cuando hubiese
manipulaciones del volumen de crédito; con preferencia temporal habrá tipos de
interés, aun cuando estos puedan ser distorsionados por otras variables como las
expansiones crediticias.

¡De cuántas barbaridades nos habríamos librado si los economistas hubiesen


entendido adecuadamente este sencillo concepto!

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El capitalismo depende del ahorro, no del consumo
Publicado el 17 abril 2011 por Juan Ramón Rallo

Uno de los mayores problemas de los que adolecen nuestros juicios económicos
es que tratamos de elucubrarlos a la luz de nuestra experiencia diaria. En
ocasiones el resultado puede ser satisfactorio pero en otras puede resultar
bastante catastrófico. Por ejemplo, por todos es sabido que al capitalismo lo
mueve el consumo; basta con darse un paseo por la calle para darse cuenta:
cuando las tiendas están a rebosar, se crea empleo, y cuando están vacías, se
destruye. Sencillo, ¿no?

Pues no tanto. A quienes creen que el capitalismo se sustenta sobre el consumo –o


incluso sobre el consumismo– debería extrañarles el étimo mismo de
“capitalismo”. Capitalismo procede de capital (esa parte de nuestro patrimonio
destinada a generar riqueza para el resto de agentes de un mercado) y para amasar
un capital hay que ahorrar y para ahorrar hay que restringir el consumo. ¿Qué
sentido tiene entonces decir que un sistema, el capitalismo, cuya misma existencia
depende de la virtud de no consumir sólo puede sobrevivir y medrar cuando se
consume masivamente? Ninguno, salvo porque aquello que conocemos del
capitalismo son sus expresiones más primarias y más mundanas: como
productores especializados y consumidores generalistas que somos, cada semana
visitamos decenas de tiendas distintas, pero muy pocos serán quienes a lo largo
de toda su vida visiten decenas de centros de producción diferentes.

Mas las cosas son así: el capitalismo no depende del consumo sino del ahorro.
Una sociedad donde se consumiera el 100% de la renta sería una sociedad nada
capitalista. No tendríamos ni un solo bien de capital: ni viviendas, ni fábricas, ni
infraestructuras, ni laboratorios, ni científicos, ni arquitectos, ni universidades ni
nada. Simplemente, todos los individuos tendrían que estar ocupados
permanentemente en producir bienes de consumo –comida, vestidos, mantas…– y
no dedicarían ni un segundo a producir bienes de inversión (por definición, si se
consume el 100% de la renta es que no se producen bienes que no sean de
consumo). Es el ahorro, el no desear consumir todo lo que podamos, lo que nos
permite dirigir durante un tiempo nuestros esfuerzos, no a satisfacer nuestra más
inmediatas necesidades, sino a preocuparnos por satisfacer nuestras necesidades
futuras: producimos bienes de capital para que éstos, a su vez, fabriquen los
bienes de consumo futuros que podamos necesitar.

Pero entonces, ¿acaso la economía no entra en crisis cuando cae el consumo? No,
quienes entran en crisis cuando cae el consumo son los negocios que venden
directamente a los consumidores, pero no toda la economía. Salvando el caso –
que trataremos en otro artículo– de que el consumo caiga porque aumente el
atesoramiento de dinero (el dinero debajo del colchón), un menor consumo
implica que hay disponibles una mayor cantidad de fondos y recursos para
invertir. En otras palabras, cuando caiga el consumo, los tipos de interés también
se reducirán, con lo que la inversión aumentará; es decir, pasarán a producirse
más bienes de capital contratando a los factores que habían quedado
desempleados en las languidecientes industrias de bienes de consumo.

Alto. Pero, ¿acaso no son las industrias de bienes de consumo las que compran
los bienes de capital (máquinas, productos intermedios, grúas, patentes, material
de oficina, ordenadores…)? Entonces, si las industrias que producen bienes de
consumo entran en crisis porque venden menos, ¿acaso no reducirán sus compras
a las industrias que fabrican bienes de capital? ¿Para qué querrían éstas
incrementar su producción?

No, no están locas. Que el consumo caiga significa que las empresas de bienes de
consumo ya no pueden vender una parte de sus mercancías al mismo precio que
antes. Si no rebajan los precios, parte del género se les queda en las estanterías
sin vender, pero si lo hacen, deja de salirles a cuenta comercializar muchos de
esos productos. ¿Callejón sin salida? No. Toda empresa que vea minorar su
margen de ganancia tiene dos opciones: o comprar el mismo producto más barato
a sus proveedores o adquirirles un producto igual de caro pero de mayor calidad
por el que los consumidores estén dispuestos a pagar más. En ambos casos, el
margen de beneficio de estos productos vuelve a ser positivo: o los precios caen
pero los costes también lo hacen, o los costes se mantienen constantes pero los
precios de venta suben.

Así pues, sí existe una demanda potencial insatisfecha por parte de las empresas
de bienes de consumo y, en definitiva, por parte de los consumidores: demandan
bienes de consumo o más baratos o de mayor calidad. Y es a esto a lo que se
dedicarán los asequibles fondos y recursos que quedan disponibles tras la
minoración del gasto en consumo: a fabricar más bienes de capital que, gracias a
su superior productividad, permitan producir en el futuro bienes de consumo más
baratos o de mayor calidad.

¿A qué creen que se están dedicando si no las compañías que ahora mismo están
buscando nuevos pozos de petróleo o minas de cobre, experimentando con
motores de gas más eficientes o investigando como abaratar y perfeccionar las
tabletas de los próximos cinco años? Justamente a eso. ¿Piensa que su actividad
sería más fácil si todos consumiéramos aún más de lo que ya lo hacemos ahora?
Es decir, ¿piensa que su actividad sería más fácil si los tipos de interés se
dispararan y si, por tanto, les metiéramos más prisa para que concluyeran todos
sus proyectos? No, muchos los terminarían de forma chapucera a los pocos meses
y muchos otros ni siquiera los emprenderían.

Por este motivo, en contra de lo que piensan los subconsumistas, no existe ninguna
paradoja del ahorro: el ahorro es tanto individual como socialmente beneficioso.
Más ahorro incrementa nuestro patrimonio individual y, también, la capitalización
de toda la economía: es un poquito menos de pan hoy a cambio de muchísimo más
pan mañana. El capitalismo no ha medrado sobre el consumismo, pues en tal caso
las sociedades más pobres del planeta –aquellas que para sobrevivir se ven
forzadas a consumir todo lo que tienen– serían las más ricas; ha medrado, en
cambio, sobre la virtud de la frugalidad de unas clases bajas que se han ido
convirtiéndose en medias y, en algunos casos, en capitalistas.

Y ahora, la pregunta estrella: ¿podemos llevar este principio hasta el extremo?


¿Acaso si todos dejáramos de consumir por completo la economía no se
desmoronaría? Pues depende de qué entendamos por “dejar de consumir por
completo”. Si con ello queremos decir que nunca más, jamás, nadie sobre la faz
de la tierra piensa volver a adquirir un bien de consumo, entonces sí. Pero por un
motivo elemental: producimos para consumir (nota al margen: el ingenuo
pensamiento keynesiano razona al revés; consumimos para producir y para tener
empleo en algo). Si nadie quiere consumir ni hoy ni mañana, no hay objeto para
que sigamos produciendo; podemos tumbarnos todos el día a la bartola en lugar
de perder el tiempo y las energías en fabricar algo que nadie desea.

Pero si por “dejar de consumir por completo” entendemos, verbigracia,


abstenernos de consumir durante cinco años (en caso de que fuera posible),
entonces sí tendría sentido económico que durante esos cinco años dejáramos de
fabricar bienes de consumo (esto es, que las empresas que los comercializaran y
los ensamblaran cesaran en su actividad) y nos concentráramos en producir unos
excelentes y punteros bienes de capital que nos permitieran dar a luz a fabulosos y
baratísimos bienes de consumo al cabo de esos cinco años. Es simple: a más
ahorro, más riqueza futura… siempre, claro, que valoremos y deseemos más esa
riqueza futura que convertirnos en unos austeros anacoretas.

No, el capitalismo no tiene nada que ver con el consumismo. Bueno, en realidad
una sola cosa: tanto nos ha enriquecido el ahorro de nuestras generaciones
pasadas que ahora, como nuevos ricos, podemos disfrutar de más bienes de
consumo de los que jamás soñaron disponer los faraones y los monarcas
absolutos. Eso es a lo que los carcas abuelos cebolletas de 30 ó 40 años llaman
consumismo y lo que muchos de ellos consideran que debería ser regulado o
prohibido (es intolerable que la prosperidad del capitalismo afee la progresista
miseria del comunismo). Pero, en todo caso, tengamos bien presente que el
afluente consumo actual son los frutos de las privaciones del consumo de ayer y
anteayer. El consumo es la cosecha, no la plantación. La plantación es el capital y
el sistema social de plantaciones empresariales que nos permite disfrutar de un
abundante y variado consumo es el capitalismo.

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¿Puede ser cualquier cosa un buen dinero?
Publicado el 22 abril 2011 por Juan Ramón Rallo

Ya sabemos cuáles son las ventajas que nos proporciona la existencia del dinero:
medio de cambio generalmente aceptado, depósito de valor y unidad de cuenta. Si
a eso debe dedicarse el dinero, parece claro que el buen dinero será aquella
mercancía que mejores aptitudes posea para desarrollar esas funciones. Por
ejemplo, la fruta no sería un buen depósito de valor porque se pudre; las
viviendas serían un mal medio de cambio porque no pueden desplazarse (aunque
probablemente el Carl Fredricksen de Up opine algo distinto); y las obras de arte
serían una mala unidad de cuenta debido a la enorme heterogeneidad de su valor.

Parece claro, pues, que para que el dinero sea un bien dinero –para que
desarrolle de manera adecuada sus funciones–deberá reunir ciertas cualidades.
No vale cualquier cosa: del mismo modo que la cicuta no constituye un alimento
recomendable para gozar de buena salud, no todos los bienes económicos pueden
desarrollar adecuadamente las funciones del dinero. De ahí que, dejados en
libertad, lo habitual será que los individuos tiendan a seleccionar como dinero
aquellos bienes que reúnan una serie de cualidades físicas y económicas.

Físicamente, el dinero debe ser fácil y barato de transportar, almacenar y


transformar. Si no puede transportarse con sencillez, no será un buen medio de
cambio; si no puede atesorarse de manera asequible, no será un buen depósito de
valor; y si no puede transformarse sin dificultades, no podrán crearse piezas
monetarias que sean homogéneas y no podrá actuar como unidad de cuenta.

Económicamente, los individuos necesitan un dinero cuyo valor sea estable: debe
poder intercambiarse en grandes cantidades sin depreciarse (pues en caso
contrario sería un mal medio de cambio) y debe poder almacenarse sin perder
valor con el paso del tiempo (pues en caso contrario sería un mal depósito de
valor y una mala unidad de cuenta). En otras palabras, los individuos elegirán
como dinero aquellos bienes económicos con una demanda final muy amplia (un
bien del que todo el mundo quiera disfrutar en abundancia) y con una oferta muy
rígida (un bien que no pueda producirse en grandes cantidades por muy elevado
que sea su precio y que tampoco pueda falsificarse).
Así, por ejemplo, los libros de sánscrito serían muy mal medio de cambio, ya que
si quisiéramos intercambiar muchos de ellos por otros bienes o servicios,
deberíamos rebajar de manera notable su precio unitario (la demanda de los
libros de sánscrito es muy baja porque satisface fines muy pocos valiosos de
mucha gente, con lo que a poco que aumenta su oferta, su precio se desmorona);
asimismo, los automóviles o los ordenadores personales serían muy mal depósito
y muy mala unidad de cuenta, no sólo porque se deterioran y quedan obsoletos
con el paso de los años, sino porque pueden fabricarse muchos más de ellos con
rapidez, erosionando su valor.

Históricamente, el bien económico que mejor que ha reunido todas estas


cualidades, y que ha sido elevado espontáneamente a la categoría de dinero
universal, ha sido el oro: tiene una amplia demanda ornamental en casi todas las
culturas, épocas y lugares, su oferta es muy inelástica en relación con su stock
(cada año sólo sus disponibilidades sólo se incrementan un 1,5% y es muy díficil
de falsificar), es el metal más dúctil y maleable que existe, es muy resistente a los
agentes externos (ni siquiera el ácido sulfúrico lo daña), y posee un alto valor
unitario, lo que rebaja enormemente los costes de almacenamiento y transporte.

Una vez generalizado su uso, los comerciantes y los bancos comenzaron a emitir
sus propios medios de pago –letras de cambio, billetes o depósitos a la vista–,
que en realidad no eran otra cosa que promesas a entregar oro: es decir, el dinero
no eran los billetes de banco –ni siquiera los billetes de los bancos centrales–
sino el oro en el que eran pagaderos esos billetes. En esencia, porque un billete
(no digamos ya una anotación contable en forma de cuenta corriente) no es más
que un trozo de papel que por sí mismo es incapaz de mantener estable su valor,
sobre todo a lo largo del tiempo (su demanda final es muy poco intensa y su oferta
puede incrementarse asintóticamente).

En la actualidad, manejamos un engendro monetario llamado “dinero fiduciario”,


que ni es un trozo de papel sin más ni tampoco un billete de banco convertible en
oro. En otro momento profundizaremos en su naturaleza, pero por ahora fijémonos
en que cumple de manera extremadamente deficiente la función de depósito de
valor, lo que explica que sólo haya logrado circular merced a su imposición por
parte del Gobierno a través de todo tipo de tretas (leyes de curso forzoso,
restricción de la competencia, desestabilización del valor del oro…).

No es casualidad: a los Estados, a los bancos y a los empresarios ineficientes les


interesa que los individuos no puedan decidir no consumir y no invertir (a saber,
que no puedan escaparse de sus garras). Nos han impuesto un mal dinero a
sabiendas de que era un mal dinero y de que, por consiguiente, distorsionaba la
coordinación intertemporal de los agentes. La misma descoordinación
intertemporal que se encuentra en la raíz de la presente crisis.

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¿Por qué hay paro?
Publicado el 30 abril 2011 por Juan Ramón Rallo

Con la losa de los cinco millones de desempleados encima, puede que resulte de
interés explicar someramente a qué se debe esa lacra social conocida como paro.

Por empleo cabe entender el trabajo remunerado y por cuenta ajena: son los
servicios que el trabajador desempeña dentro de un plan empresarial dirigido a
lograr un lucro monetario. Es decir, en toda relación laboral hay un capitalista que
arrienda los servicios de otra persona –el trabajador– a cambio de una
remuneración –el salario– que el primero abona con cargo a su capital, es decir, a
su ahorro (el salario es un adelanto en el presente de las ventas futuras del
capitalista).

El salario que obtiene el trabajador depende de dos elementos: uno, el valor de


sus servicios laborales dentro del plan de negocios del empresario (su
productividad); dos, de lo fácilmente sustituible –por otros trabajadores o por
otros factores productivos– que sean esos servicios. Así, por ejemplo, las
funciones muy valiosas pero que todo el mundo puede desempeñar tienden a ser
poco remuneradas. Si un empleado desea aspirar a salarios más altos, deberá
incrementar su productividad y su diferenciación en relación con el resto de
factores competitivos. Subir los salarios por decreto es una mala opción, pues si
el salario exigido por el trabajador o fijado por el Gobierno supera su
productividad, éste no será contratado (pues el capitalista le estaría adelantando
más dinero del que espera recuperar con sus servicios) y el puesto quedará
vacante o será cubierto por otros factores cuyos precios no están regulados.

El paro, por consiguiente, es consecuencia de que los empresarios no encuentren


a trabajadores que encajen dentro de sus planes y que exijan una remuneración
igual o inferior a su productividad o de que los trabajadores no encuentren a
empresarios dispuestos a abonarles el salario que ellos exigen.

Cuando la causa de esta falta de conexión entre trabajadores y empresarios sea


simplemente la insuficiente coordinación entre unos y otros, suele hablarse de
“paro friccional”: aquel desempleo, generalmente de corta duración, que resulta
de los reajustes entre unos empresarios que quieren modificar su plantilla y unos
trabajadores que desean cambiar de compañía. Cuando un país sólo padece
desempleo friccional suele decirse que se encuentra en una situación de “pleno
empleo técnico”.

Otras veces, sin embargo, el desempleo tiene causas más profundas y


estructurales: si la inmensa mayoría de proyectos empresariales de un país son
incapaces de generar una sustanciosa riqueza adicional –pues nadie, ni dentro ni
fuera de ese país, está dispuesto a pagar lo suficiente por su nueva mercancía–,
los capitalistas sólo podrán ofrecer salarios muy bajos que los trabajadores o se
negarán a aceptar o tendrán prohibido aceptar debido a la existencia de salarios
mínimos en forma de leyes o de convenios colectivos.

En esas situaciones puede hablarse de un “desempleo estructural”: a corto plazo,


los empresarios son incapaces de trazar planes de negocio que generen la
suficiente riqueza como para que sea rentable contratar a trabajadores al salario
que solicitan o que se les impone que soliciten. Esa incapacidad puede ser
responsabilidad del capitalista, del trabajador o de ambos; el capitalista puede
haber inmovilizado su ahorro en forma de un equipo productivo que se ha
quedado súbitamente obsoleto y sin demanda (por ejemplo, las cementeras que
abastecían a las constructoras), lo que le impide rentabilizar a un trabajador
dentro de esas estructuras; el trabajador, por su parte, puede carecer de formación
o puede haberse especializado en ciertas áreas que también hayan quedado
obsoletas (como ocurre parcialmente con los arquitectos), todo lo cual
obstaculiza que los empresarios puedan pergeñar e incorporarlos dentro de planes
de negocio donde es necesaria otra especialización.

La solución al desempleo estructural no es sencilla ni, sobre todo, inmediata. A


corto plazo, lo máximo que puede hacerse es eliminar todas las regulaciones que
añadan costes redundantes a la contratación (por ejemplo, costes por despido o
liberados sindicales) y que socaven la flexibilidad salarial. Con ello será posible
que una parte de la fuerza laboral encuentre ocupación: aun cuando sea poco
productiva dentro de los actuales planes empresariales, la eliminación de costes
artificiales y la minoración salarial facilita que aquellos que se contenten con
bajos sueldos puedan encontrar trabajo.

A largo plazo, no obstante, la única solución pasa por un reajuste de la estructura


productiva. Los empresarios tienen que generar nuevos bienes de capital con los
que poder fabricar las mercancías que sí demandan los consumidores nacionales
y extranjeros y los trabajadores deben adaptar su formación para encajar
adecuadamente en esos nuevos planes de negocio. Para todo ello, es menester
generar un clima favorable a la inversión a largo plazo, tanto en capital físico
como en capital humano: altas tasas de ahorro, tributación moderada, ausencia de
rescates indiscriminados de los sectores moribundos, certidumbre legislativa,
independencia judicial, sistema educativo de calidad, dinámico y adaptable a los
cambios del entorno…

Así las cosas, debería resultar evidente por qué no debemos caer en la treta
keynesiana de que el desempleo es consecuencia de una insuficiencia de
demanda: no se trata que, de repente, la sociedad se haya vuelto loca y haya
dejado de consumir e invertir, sino de que ciertos consumos basados en un crédito
muy inflado (como la vivienda) han devenido ruinosos y de que la inversión no
puede reanudarse sin que los empresarios localicen las nuevas oportunidades de
negocio y exista ese clima amigable con la misma que acabo de describir. Los
planes de estímulo de la demanda sólo generan aumentos transitorios e
insostenibles del empleo con cargo a mayores impuestos futuros (y, por tanto, a
menor inversión y empleo de calidad).

Los políticos españoles lo han hecho todo al revés y lo ha pagado con cinco
millones de parados: ante una economía que necesitaba una reconversión
generaliza, ni flexibilizaron el mercado laboral por complicidad con los
sindicatos, ni renunciaron a las drogas estimulantes, ni han favorecido un clima
que incentive la inversión a largo plazo –el país padece una tributación cada vez
más salvaje, una absoluta incertidumbre legislativa, rescates a diestro y siniestro,
un sometimiento radical del poder judicial al ejecutivo, la destrucción de su
sistema educativo…–. España, para desgracia nuestra, es un caso de manual de
cómo perpetuar el pleno desempleo.

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¿Por qué ganan dinero las empresas?
Publicado el 06 mayo 2011 por Juan Ramón Rallo

Los beneficios astronómicos de las compañías suelen desatar reacciones


negativas entre el público. Si comparamos las cifras de negocio y las ganancias
de cualquier gran empresa con el salario de cualquier trabajador corriente, la
diferencia resulta inconmensurable. Tan es así que numerosos economistas a lo
largo de la historia se han apresurado a explicarlos por la explotación más o
menos descarada que las compañías ejercen sobre otros: ayer eran los curritos,
hoy son los guisantes. La duda en cualquier caso es razonable: ¿por qué las
empresas ganan dinero? ¿Acaso no estaríamos todos mejor si esos beneficios se
repartieran entre trabajadores, consumidores, proveedores y políticos? ¿Qué
función desempeñan los beneficios?

Bueno, empecemos definiendo qué son los beneficios monetarios: beneficios son
los ingresos que exceden a los costes de producción (de ahí que también se les
denomine ingresos netos). Las empresas obtienen sus ingresos vendiendo sus
servicios o sus mercancías manufacturadas a los consumidores (o a otras
empresas que, en última instancia, los venderán a los consumidores) e incurren en
costes cuando adquieren o alquilan los factores productivos que necesitan para
fabricar o proporcionar esos bienes o servicios. Si los consumidores pagan por
las mercancías más de lo que les ha costado fabricarlas, entonces se genera un
excedente monetario que se queda en la empresa: los beneficios.

Ahora bien, si nos creemos el cuento chino de la virulenta competencia perfecta


entre empresas, en principio parecería lógico que los beneficios cayeran a cero.
Las empresas rivalizarían entre sí bajando los precios a los que venden sus
productos y subiendo los precios que están dispuestas a pagar por los factores
productivos. Empero, nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, un sistema
económico lograría funcionar y sobrevivir si todas sus compañías obtuvieran
beneficios cero. Y el motivo de esto sólo en parte se debe a que no existe en el
mundo real nada parecido a la competencia perfecta; o dicho de otro modo, aun
cuando existiera competencia perfecta, los beneficios monetarios no podrían caer
a cero.
La razón es que las empresas, cuando adquieren o contratan a un factor
productivo, le están adelantando un dinero que sólo recuperarán en el futuro,
cuando se complete el proceso de fabricar y comercializar la mercancía. Es decir,
el capitalista es aquel que, por ejemplo, inmoviliza en su empresa un capital de
1.000.000 euros durante cinco años para ganar 50.000 euros anuales en
beneficios. Por eso ningún capitalista estará nunca dispuesto a pagarle a los
factores tanto como lo que obtendrá por vender sus mercancías: estamos ante la
cuestión del tipo de interés que ya expusimos. ¿Acaso usted pagaría 50.000 euros
por un bono que le devolviera dentro de un año solamente esos 50.000 euros? No,
y el capitalista tampoco.

En este sentido, tampoco deberíamos dejarnos llevar por las abultadas cifras de
ganancias y las presuntamente exiguas cuantías de los salarios. En 2009, por
ejemplo, Carrefour ganó 437 millones de euros, pero ese guarismo apenas
proporcionaba una rentabilidad del 3,9% a sus accionistas. Así, los miles de
propietarios de Carrefour (sus accionistas) han tenido que adelantar e inmovilizar
11.000 millones de euros para obtener, año a año, apenas un rendimiento que no
alcanza el medio millardo: o dicho de otra manera, aportando unos 14,5 euros por
acción, apenas han logrado 0,5 euros en 2009. No es un negocio tan redondo
como podría parecer: comprando deuda del Gobierno alemán usted lo hubiese
podido hacer prácticamente igual de bien. Por ello, por cierto, una empresa puede
llegar a desaparecer aun cuando no sufra pérdidas: si no proporciona una
rentabilidad atractiva a sus propietarios, éstos simplemente dejarán de reinvertir
en ella para reponer y de modernizar sus bienes de equipo.

En otras palabras, una parte del beneficio que obtienen las empresas no es más
que el tipo de interés de mercado: la remuneración que logran los capitalistas por
ahorrar (abstenerse de consumir) durante el tiempo que están implementando un
determinado proceso productivo. Sin esa mínima rentabilidad, los capitalistas no
reinvertirían sus ahorros en seguir fabricando bienes y regresaríamos a una
sociedad salvaje y atomizada donde la división del trabajo sería historia:
recuerde que la base del capitalismo no es el consumo, sino el ahorro y que sin
éste todo se viene abajo. Por tanto, una parte de los beneficios no son más que la
remuneración del capitalista por no consumir y financiar todo el chiringuito
productivo; de idéntico modo a que los salarios son la remuneración de los
empleados por trabajar.

Mas aquí no termina toda la película. Dado que no existe ese engendro de la
competencia perfecta (sobre el cual ya hablaremos otro día), muchas empresas
suelen obtener unos ingresos netos por encima (en ocasiones muy por encima) de
los tipos de interés de mercado. Son los llamados “beneficios extraordinarios”
que muchos economistas, en su constante huida de la realidad, suelen atribuir a la
existencia de plutocráticos monopolios que dominan el mundo desde Bilderberg o
Zúrich.

En ausencia de restricciones gubernamentales a la competencia, la realidad, sin


embargo, es muy otra. Los beneficios extraordinarios se deben a que una empresa
va dos pasos por delante del resto de compañías. Dado que todas no hacen lo
mismo, no todas sirven igual de bien a los consumidores y por tanto no todas
ganan el mismo dinero: unas se forran, otras se ganan el pan y otras pierden hasta
la camisa. Google no es Alcoa y ésta no es Virgin Media: en 2010, el primero
proporcionó una rentabilidad del 20% para sus accionistas, la segunda un 2% y la
tercera un -11%. Así pues, la otra parte de los beneficios empresariales no es más
que la remuneración a aquellos capitalistas que confeccionan excelentes planes de
negocio y que le facilitan mucho más la vida al consumidor que la competencia.

Así que ya sabe: si un capitalista sirve al consumidor mucho mejor que el resto,
ganará mucho dinero; si lo sirve de manera decentilla pero nada destacable, se
embolsará el tipo de interés, como quien acude a realizar un depósito bancario; y
si despilfarra los recursos en proyectos nada valiosos para sus clientes, entonces
obtendrá unos rendimientos inferiores al tipo de interés e incluso acumulará
pérdidas. No busque en la explotación la causa de los beneficios que se obtienen
en un mercado libre: apunte más bien hacia el ahorro, la coordinación
empresarial y la satisfacción del consumidor.

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¿Por qué nos empobrecen las catástrofes naturales?
Publicado el 14 mayo 2011 por Juan Ramón Rallo

Aunque se trate de un asunto muy manido y del que ya se ha hablado en numerosas


ocasiones, el reciente terremoto de Lorca, y el no mucho más lejano en el tiempo
de Japón, nos ofrece la oportunidad de volver a reflexionar sobre el tema.

Riqueza es toda aquella acumulación de bienes que nos permite, directa o


indirectamente, satisfacer nuestras necesidades presentes y futuras. Tan riqueza
es, aunque con distinta forma y probablemente dispar valor, un almacén lleno de
trigo que un campo para cultivarlo: el primero lo podemos comer directamente
para saciar nuestro apetito y el segundo nos puede proporcionar el trigo con el
que hacer lo propio. En definitiva, para volvernos más ricos hemos de disponer
de más bienes con los que directa o indirectamente satisfacer nuestras
necesidades presentes y futuras. De ahí la muy elemental proposición de que la
destrucción indeseada de bienes materiales nunca –insisto, nunca– nos vuelve
más ricos. Tal vez sea por ello que a las catástrofes naturales se las llame
“catástrofes” y no “bendiciones naturales”.

Sentado lo evidentemente cierto, conviene, sin embargo, perder algo de tiempo


refutando lo evidentemente falso y, sobre todo, explicando por qué son tantos los
que compran las mercancías escacharradas de que destruir es crear y pobreza es
riqueza.

Dos de los errores que más ha contribuido a popularizar el keynesianismo son:


por un lado, que la medición más aproximada de nuestra riqueza no la constituye
el valor de los bienes y servicios que producimos, sino la cantidad de trabajo
existente; por otro, que la riqueza no nace de producir y acumular bienes que
satisfacen nuestras necesidades, sino de gastar en demandarlos.

Recordemos, además, que el keynesianismo es un engendro teórico concebido en


tiempos de estancamiento. En un momento de parálisis económica, como en las
fases más depresivas de un ciclo, el desempleo tiende a ser muy elevado y el
gasto suele congelarse. Es razonable: los empresarios todavía están
recomponiendo sus planes de negocio y el conjunto de los agentes económicos
está más preocupado por amortizar sus deudas que por mantener unos niveles de
gasto (generalmente basados en un sobreendeudamiento previo) que son
insostenibles. En esa coyuntura, pues, cualquier circunstancia, por desgraciada
que ésta sea, que contribuya a reanimar el empleo y el gasto será considerada por
los keynesianos como “estimulante” para el crecimiento.

Así, si un terremoto destruye varios millares de viviendas, por mucha crisis que
haya, dos cosas son evidentes: la primera, que los afectados por el seísmo, aun
cuando acumulen ingentes deudas y aun cuando sean muy reacios a gastar a
ciegas, harán lo que sea –liquidar otros activos, endeudarse todavía más, recortar
otros desembolsos…– para gastar en reparar sus casas; la segunda que,
precisamente por lo anterior, existe una oportunidad de negocio bastante grande y
bastante evidente en reedificarlas (sobre todo para las empresas que ya cuenten
con el equipo para ello), de modo que por dubitativa que estuviera una parte del
empresariado acerca de cuál debe ser su oficio futuro, durante un tiempo
concentrará sus esfuerzos en construir nuevas viviendas, para lo cual contratará a
nuevos trabajadores, reduciendo el nivel de paro.

Ahí lo tienen: si más gasto y más empleo equivalen a más riqueza para los
keynesianos –y, por desgracia, para mucha gente que ha sido contaminada por sus
ideas–, es consecuente que se tienda a pensar que las catástrofes naturales nos
vuelven más prósperos colectivamente por generar, en ciertas circunstancias, más
empleo y gasto a muy corto plazo.

¿Dónde está el error de tan primario razonamiento? Antes del terremoto, los
agentes económicos estaban paralizados (trabajadores sin empleo, empresarios
que no invierten, consumidores que no gastan…) porque no sabían cómo generar
riqueza adicional sobre la ya existente. Después del terremoto se han
empobrecido, de modo que esos mismos agentes pueden movilizarse durante un
tiempo para reponer la riqueza que existía previamente. ¿Acaso se vuelven más
ricos volviendo a producir una riqueza que previamente poseían? No, pierden
tiempo y recursos; por tanto, se empobrecen. Cierto: hay más empleo que antes,
pero no empleo dirigido a incrementar su riqueza sino a restituirla; cierto: hay
más gasto en viviendas, pero también menos gasto, presente o futuro, en todos
aquellos otros bienes que podrían haber producido y adquirido en ausencia del
terremoto.

Ninguna devastación involuntaria mejora nuestro bienestar, ni siquiera cuando


sustituyamos las antiguas casas –o la antigua riqueza, más en general– por otras
de mejores y más resistentes. Pues, ¿por qué esperar al terremoto para
remplazarlas? O, más simplemente, si de crear nuevos bienes desde cero se trata,
¿no sería preferible quedarse con los bienes viejos y con los nuevos? ¿Qué es
mejor? ¿Un tractor nuevo o dos tractores, uno nuevo y otro viejo? ¿Una casa
recién reformada o dos viviendas, una reformada y otra sin reformar? Puede, es
verdad, que cuando vayamos justitos de espacio sí convenga destruir lo viejo
para quedarnos sólo con lo nuevo –el espacio también puede ser objeto de
economización–, pero en tal caso no necesitamos de terremotos, nos basta con
dinamita. Al cabo, el único beneficio de los terremotos sería el de ahorrarnos el
coste de los explosivos: claro que la ventaja de estos últimos es que permiten
focalizar la destrucción allí donde nos conviene; la pequeña desventaja de las
catástrofes naturalezas es que la generalizan de manera indiscriminada.

A diferencia de keynesianos y animistas, no confiaría demasiado en la sapiencia


innata de Gaia para seleccionar con precisión cirujana qué obras deben ser
derruidas con tal de maximizar nuestro bienestar colectivo. Seguro que al llenar
de explosivos todo un territorio, algún error de bulto comete.

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La economía asamblearia no puede funcionar
Publicado el 20 mayo 2011 por Juan Ramón Rallo

Aunque cada vez son menos, todavía los hay que defienden planificar
asambleariamente la economía: democracia económica, lo llaman. Al cabo, ¿no
sería más lógico que todos los ciudadanos votaran en común cuáles son los bienes
y servicios que debe producir la comunidad? ¿Por qué eso ha de determinarlo un
grupo de empresarios sin escrúpulos que sólo buscan su lucro personal? Se trata,
sin duda, de un pensamiento instintivo –tal vez correcto en grupos humanos de
tamaño muy reducido– pero extremadamente erróneo cuando se trata de hacerlo
un orden social tan amplio y complejo como son las economías actuales (en
realidad, la economía actual, pues gracias al libre comercio la organización
económica es internacional).

Los problemas de la democracia económica son dos: los primeros surgen a la


hora de seleccionar qué bienes deben ser producidos y los segundos a la hora de
escoger cómo deben ser producidos.

¿Qué bienes deben producirse? La cuestión podría parecer sencilla: basta con que
la Asamblea someta esta cuestión a votación popular y asunto resuelto; los bienes
más votados serán los que pasarán a ser producidos. De acuerdo, pero deténgase
un momento y mire a su alrededor: ¿se da cuenta de la enormidad de bienes
distintos que le rodean? No se fije sólo en el ordenador, la mesa o el televisor.
Piense en los pomos de las puertas, en las baldas de las estanterías, en los cojines
del sofá, en el papel blanco (o reciclado) de los libros, en los tornillos que
mantienen unidas las piezas que conforman la silla, en las diversas lámparas,
bombillas o velas que lo iluminan, en las muy variadas prendas de ropa que lleva
puestas o que tiene en su armario, etc. Y todo eso sin salir de casa… ¿Son
muchos, verdad? Muy bien, pues ahora piense en todos los bienes que no le
rodean porque ni siquiera se han llegado a producir o a imaginar. El número es
inabarcable.

Una Asamblea que pretendiera sustituir al mercado tendría que someter a


votación qué cantidad debe producirse de todos los bienes que ahora mismo
podemos observar (para aprobarlos) pero, también, de todos aquellos que no
observamos (para rechazarlos). Y tendría que hacerlo para todas las variantes de
esos bienes. Cojamos las camisetas: las hay (o puede haber) rojas, verdes, azules,
blancas, negras, estampadas (¿qué tipo de estampado?), de algodón, de lana, de
poliéster (o una combinación de ellas), con el cuello redondo, con el cuello en
pico, grande, pequeña, mediana, de buena calidad, de mala calidad…

El número de variantes para todos los productos es casi infinito: aquí tiene una
lista, no especialmente exhaustiva ni detallada con respecto a la realidad, de
todos los productos que deberían como mínimo someterse a sufragio. En otras
palabras, la Asamblea –compuesta por toda la sociedad– debería pasarse
debatiendo, deliberando y votando la mayor parte de su tiempo. Pues, si de
igualar al mercado se trata, no debería tratarse de una votación mensual, anual o
decenal, sino diaria, al minuto, continuada.

Parece claro que la sociedad asamblearia debería estar tan focalizada en votar (y
en informarse sobre qué votar) que a duras penas podría dedicarse a producir.
Por mera división del trabajo, la Asamblea tendería a encargarle la ardua tarea de
escoger qué producir a algún planificador central, como sucedía en los países
comunistas. Pero, ¿dónde quedaría ahí la democracia asamblearia? ¿Deberíamos
contentarnos con consumir lo que ese señor, o grupo de señores, imagina que
deseamos?

Sin embargo, el problema de elegir qué producir es meramente trivial al lado del
de seleccionar cómo producir los bienes. De nuevo, en principio ésta parece una
dificultad meramente técnica: una vez votado que hay que erigir una casa, el
arquitecto y el constructor se encargarán de todos los detalles.

Mas el problema sólo es en parte técnico; en su mayoría es económico. Dado que


los recursos son escasos, habrá que redistribuirlos entre los bienes que se ha
votado fabricar. ¿Y cómo hacerlo? Por ejemplo, puede que la Asamblea haya
decidido a la vez producir 10.000 litros de leche de vaca y 5.000 pares de botas
de cuero, pero para manufacturar las botas habrá que sacrificar las vacas, con lo
que nos quedaremos sin leche… a menos que criemos más vacas retirando
trabajadores de la producción de, verbigracia, colchones. ¿Es preferible la leche,
las botas o los colchones (o distintas proporciones de los mismos)? Pero los
conflictos entre recursos no terminan ahí: recordemos que más producción de
bienes de consumo hoy implica menos producción de bienes de consumo mañana
(pues mientras fabricamos bienes de consumo no fabricamos bienes de capital);
es decir, también hay que distribuir intertemporalmente los bienes de consumo a
fabricar.

¿Debería la Asamblea someter a votación todos los millones de conflictos que


surjan entre los usos competitivos de los recursos? Fijémonos en que esto no es
un asunto técnico: los técnicos señalan qué recursos necesitan ellos para su línea
productiva, pero no pueden valorar si esos recursos son más valiosos en otros
procesos fabriles donde también son requeridos. En otras palabras, la Asamblea
debería conocer al detalle todos los procesos técnicos y votar dónde cada recurso
resulta más valioso. Y, de nuevo, esta tarea no es en absoluto delegable pues, ¿de
qué modo podría saber un planificador central cuáles de los millones usos
alternativos de los recursos prefiere la sociedad sin siquiera preguntarle?

Queda claro, pues, que la inmensidad de la información necesaria para someter la


economía a una democracia asamblearia la haría del todo inviable. El mercado,
por suerte para todos nosotros, funciona de un modo radicalmente distinto: no es
la colectividad la que tiene que decidirlo todo, sino que cada individuo, de
manera descentralizada, es el que tiene la opción de hacer sus propuestas de
producción a la sociedad y someterlas en cada momento al sufragio continuado y
permanente de los intercambios mutuamente beneficiosos. Cada individuo no
tiene que conocerlo todo, sino que basta con que se especialice en una línea
productiva muy concreta que atiende a un perfil muy determinado de
consumidores.

Estos son los dos obstáculos económicos fundamentales que abocarían al fracaso
a cualquier economía asamblearia. Luego hay otro problemilla menor, que no
interesa en absoluto a la izquierda pero que sí debería concernirnos a los
liberales: la hipótesis implícita a todas las votaciones asamblearias anteriores era
que todos los individuos se sometían sin rechistar a los designios de la Asamblea.
Si ésta establece que hay que extraer hierro de una mina profundísima para
fabricar los motores de los automóviles que se ha votado fabricar, alguien tendrá
que extraerlo aunque nadie quiera. Es decir, el tiempo de los distintos miembros
de una comunidad pasa a ser un recurso que la Asamblea distribuye como ella
escoge: no hay espacio para la libertad, pues la libertad –la autonomía de negarse
a realizar la función encomendada por la Asamblea– resulta equivalente a
sabotear el plan de producción que ésta ha trazado.

Mucho me temo que la tan democratizadora economía asamblearia es igualita a


una tiranía política: miseria generalizada y nula autonomía personal. Todo lo
contrario, por fortuna, de lo que ofrece un mercado libre.

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¿Por qué los despiden si se están forrando?
Publicado el 01 junio 2011 por Juan Ramón Rallo

Gran parte de la población tiende a pensar que la función principal de las


empresas es generar empleo. Sólo cuando una compañía empieza a perder dinero,
se tolera que pueda prescindir de una parte de sus empleados para reducir costes
y regresar a la rentabilidad. Y aun en esos casos, se suelen atribuir las pérdidas a
los altos sueldos de los directivos, exigiendo a renglón seguido rebajas
sustanciales en sus emolumentos para mantener el nivel de empleo.

El escándalo por supuesto estalla cuando una empresa con beneficios comienza a
despedir gente. Rápidamente se acusa al capitalismo de ser un sistema inmoral y
perverso que sacrifica cuantos valores haya con tal de maximizar sus ganancias.
Si la empresa es rentable (incluso muy rentable), si puede permitirse mantenerlos
en plantilla, ¿a qué viene despedirlos?

Lo primero a destacar es que la tarea principal de las empresas no es generar


empleo, sino crear riqueza. Su cometido es dar lugar a una organización de
factores productivos capaz de engendrar bienes y servicios por los que los
consumidores estén dispuestos a pagar un precio lo suficientemente elevado como
para rentabilizar esa organización (esto es, que le permita a la empresa remunerar
a los factores implicados compensándoles el tiempo que dedican a producir esos
bienes o servicios).

A los consumidores, la organización productiva les resulta irrelevante:


prácticamente nadie conoce ni está interesado en conocer los detalles de la
elaboración de una determinada mercancía. Lo único que les concierne es que las
prestaciones que les proporciona esa mercancía sean más valiosas que el precio
que deben pagar por ella (y que habrían podido gastar en otros bienes de consumo
o de capital que les hubiesen proporcionado otro tipo de prestaciones y
satisfacciones en el presente o en el futuro). O dicho de otra manera, una
mercancía será igual de valiosa si ha sido producida por 10.000 trabajadores que
si no ha requerido los servicios de ningún obrero. Dado que las empresas nacen
para producir bienes y servicios, resulta absurdo el exigirles un nivel mínimo de
empleo (o un nivel mínimo de consumo de gasolina, de cobre, de horas de
encendido de los ordenadores…).

Ahora bien, que la organización productiva les resulte irrelevante a los


consumidores no significa, ni mucho menos, que realmente lo sea. Dado que los
recursos son más escasos que nuestras necesidades, mal haríamos en ignorar el
uso o mal uso que estamos haciendo de los mismos: al cabo, cada vez que
utilizamos los factores productivos de un modo, estamos impidiendo que se
utilicen de otro, esto es, estamos impidiendo que se produzcan otros bienes y
servicios que podrían satisfacernos otras necesidades. Los empresarios se
dedican justamente a eso: a trazar aquellos planes empresariales que minimicen
los fines a los que los consumidores deben renunciar por el hecho de producir
unos determinados bienes y servicios. Por eso tratan de vender al precio más alto
(lo que indica una alta valoración de los consumidores) y de producir producen al
menor coste posible (lo que significa que acaparan pocos recursos que pueden
destinarse a otros planes de negocio).

El progreso y el crecimiento económico, más allá del descubrimiento de nuevos


recursos, provienen, precisamente, de sacar un mayor partido a los factores que
ya controlamos: o de producir una mayor cantidad de bienes con los mismos
recursos o de producir lo mismo recursos con una menor cantidad de recursos, de
modo que los sobrantes queden disponibles para fabricar otros bienes y servicios.
Tal es el significado que en el uso corriente le damos a la palabra “economizar”;
evitar las duplicidades, redundancias o despilfarros para lograr el mismo
objetivo con menos esfuerzo o gasto.

En consecuencia, no es ni mucho menos necesario que las empresas esperen a


incurrir en pérdidas para que se dediquen a economizar sus recursos: su misión es
estar haciéndolo continuamente. Por mucho dinero que ganen, sería nocivo para
accionistas y consumidores que, si pueden reducir sus costes manteniendo sus
niveles de producción, no lo hicieran. Para los accionistas, porque estarían
renunciando a ganar más dinero (al menos a corto y medio plazo, hasta que la
competencia les forzara a bajar los precios hasta los menores costes); para los
consumidores, porque podrían disfrutar de más bienes o servicios si los factores
con funciones redundantes se concentraran en otros procesos productivos
(obviamente, en caso de que la compañía opte por “prejubilar” a los trabajadores,
los consumidores no se verían beneficiados por la economización, sino que las
ganancias resultantes de esa economización se repartirían entre accionistas y los
trabajadores prejubilados).
En otras palabras, no existe ninguna incompatibilidad entre ganar dinero y
despedir trabajadores: las ganancias son una muestra de que la empresa está
haciendo un uso eficiente de los factores productivos y la decisión de
economizarlos todavía más es una señal de que pretende seguir haciéndolo.
Aunque la teoría de la explotación marxista es más falsa que un duro sevillano, sí
contiene una intuición que puede sernos útil: si el empresario se estuviera
lucrando a costa de un determinado trabajador, ¿por qué lo despide? ¿Acaso
pueden los vampiros chupar la sangre a distancia?

La economización de recursos, por cierto, suele generar mucho escándalo cuando


afecta a trabajadores, sin embargo suele ser recibida entre ovaciones cuando se
trata de racionar el consumo energético. ¿Se imaginan que la opinión pública
vituperara a las compañías por decidir minorar su consumo de petróleo con el
argumento de que con ello estarían perjudicando a las petroleras? Yo no, porque
afortunadamente la gente sí suele entender que la economía no debe estar
orientada a maximizar el gasto de petróleo sino la producción.

Por supuesto, despedir a trabajadores puede ser un drama dentro de una economía
donde las rigideces institucionales impidan su pronta recolocación; un drama para
el consumidor que no se beneficiará de una expansión en el número de bienes y
servicios y un drama sobre todo para el trabajador, que si no ha logrado amasar
un patrimonio que le proporcione rentas alternativas, se verá privado de su única
fuente de ingresos. Pero la responsabilidad de ello no corresponde a las empresas
que economizan sus recursos, sino a los políticos y sindicatos que mantienen unas
instituciones que obstaculizan o impiden la creación de empleo; y por ello no
debería ser la empresa la que pagara los platos rotos. A la postre, impedirle que
prescinda de sus trabajadores redundantes sería tanto como permitirle que los
despida para, acto seguido, imponerle un tributo cuya recaudación fuera a parar a
esos trabajadores.

Cuestión distinta, claro está, es que haya que subvencionar esos despidos. Por los
mismos motivos por los que no debe subvencionarse la eficiencia energética,
tampoco debería subvencionarse la “eficiencia obrera”. La economización de
recursos no debería beneficiar a accionistas y consumidores a costa de los
contribuyentes.

En definitiva, es comprensible que la natural aversión que mucha gente siente


hacia que una empresa rentable despida a parte de su plantilla se camufle con
críticas (razonables) a que las instituciones laborales obstaculizan su pronta
recolocación o a que los contribuyentes están sufragando parte del despido. Pero,
en tal caso, la exigencia no debería ser la de prohibir esos despidos, sino la de
reformar el mercado laboral y la de poner fin a tales subvenciones.

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¿Es el dinero electrónico el dinero del futuro?
Publicado el 05 junio 2011 por Juan Ramón Rallo

El progresivo descontento hacia nuestro actual sistema monetario está llevando a


muchos a plantearse nuevos sistemas de intercambio que escapen al inflacionismo
y a la manipulación de los gobiernos. No es que la humanidad no hubiese
conocido nunca nada así; al cabo, el patrón oro decimonónico desempeñaba de
manera casi óptima este papel. Sin embargo, la extendida superchería keynesiana
de que el oro es una “bárbara reliquia”, unida a las posibilidades que nos ofrecen
las nuevas tecnologías, está llevando a muchos de ellos, no a demandar un retorno
al patrón oro, sino a la promoción privada del llamado dinero electrónico.

¿Qué es esto del dinero electrónico? Básicamente, una empresa genera una serie
de unidades monetarias virtuales, bajo una serie de condiciones que garanticen la
estabilidad de su valor, por las que se espera que los individuos comiencen a
pujar intercambiándolas por sus propiedades. Por ejemplo, si hay 100.000
unidades de dinero electrónico, una persona podría ofrecer su casa a cambio de
10.000 de ellas siempre y cuando otras estén vendiendo su coche por 1.000 o
500. Se trata, en definitiva, de “traducir” el valor de nuestras propiedades en
términos del nuevo dinero electrónico para que podamos proceder a comparar e
intercambiar nuestras propiedades de un modo similar a cómo lo hacemos hoy
con el dinero fiduciario. En el fondo no es más que un masivo trueque de
propiedades reducidas al común denominador del dinero electrónico.

Las ventajas de este último como medio de pago frente el dinero fiduciario, o
incluso frente al oro, son bastante evidentes: sus costes de transporte y
almacenamiento son mínimos; con el diseño adecuado, permite ligar cada unidad
monetaria a su propietario, dificultando enormemente el robo; a medida que
aumenta su base de usuarios es una divisa que podría emplearse globalmente; el
rastreo de sus operaciones, incluso a escala internacional, puede ocultarse a los
gobiernos con las consiguientes ventajas fiscales; su cantidad es gestionada por
una empresa y no tiene por qué someterse a la manipulación inflacionista de los
bancos centrales…

Con todo, en esas evidentes ventajas como medio de pago también se encuentran
sus desventajas: las nacionalizaciones o expropiaciones podrían llegar a ser
mucho más sencillas; es susceptible de ataques informáticos (al igual que el
dinero fiduciario es, en principio, susceptible a falsificaciones) o de fallos más
generales en la red; su monopolización otorgaría un poder desproporcionado a los
gobiernos…

En general, creo que el dinero electrónico posee su nicho de mercado dentro de


las heterogéneos medios de pago que ya empleamos en nuestras transacciones
diarias (euros, dólares, libras, yenes, cheques, letras de cambio…) y que a buen
seguro acrecerán en el futuro. Sin embargo, mal haríamos en convertirnos en
unos geeks fascinados por el revolucionario papel que el emoney jugará en el
sistema monetario del futuro. A la postre, no olvidemos que los agentes
económicos buscamos que el dinero desempeñe dos papeles: medio de cambio y
depósito de valor, y éste último sólo puede ser ejecutado de un modo muy
deficiente por el dinero electrónico.

Parémonos un momento a pensar. ¿Cuál es el valor que hay detrás del dinero
electrónico? ¿Por qué la gente lo acepta en sus transacciones? En el caso del oro,
o incluso del dinero fiduciario, es relativamente fácil: el oro ya poseía un elevado
valor antes de actuar como dinero (metal precioso) y el dinero fiduciario puede
emplearse para pagar impuestos, evitando así la expropiación de una parte de
nuestras propiedades. Pero, ¿sucede lo mismo con un dinero electrónico que
apenas está constituido por unos bits de información autorreferencial?

No, en realidad lo que da valor al dinero electrónico es la expectativa de que otra


persona nos lo aceptará para adquirir alguna de sus propiedades. Dicho de otro
modo, el valor del dinero fiduciario depende del tamaño actual y futuro de su red
de usuarios: cuanta más gente acepte ese dinero electrónico, más robustez tendrá
su valor; y, por el contrario, si muy pocos lo aceptan –y por tanto no nos sirve
para adquirir casi ninguno de los productos que deseamos– tenderemos a
deshacernos de él aun con grandes descuentos. No estamos hablando de otra Visa
o American Express, pues estas compañías sólo facilitan los pagos pero no crean
los medios de pago y, por tanto, el tamaño de su red de usuarios no influye sobre
el valor del dinero que canalizan (euros o dólares).

¿Y de qué depende el tamaño de la red del emoney? De muchas variables: la


calidad del servicio (bajos costes, facilidades de pago…), la fiabilidad del
emisor (que no sea un pirata que pretenda devaluar la moneda a las primeras de
cambio), la difusión publicitaria, la ausencia de competidores que ofrezcan una
mejor divisa… No obstante, al final, el éxito o el fracaso puede convertirse en
una profecía autocumplida: si muchos usuarios en pelotón comienzan a usarlo o
dejan de hacerlo, su valor fluctuará en consecuencia.

Dicho de otro modo, el valor futuro del dinero electrónico es altamente incierto y,
por consiguiente, no es el instrumento más recomendable para que atesoremos
valor durante dilatados períodos de tiempo. Dado que carece de un ancla con la
realidad (tanto el dinero fiduciario como sobre todo el oro tienen sus funciones, y
su valor, al margen de que sean más o menos aceptados), las fluctuaciones de
precios y usuarios podrían ser bastante bruscas.

Por mucho que nos entusiasme llegar a una nueva era tecnológica donde, al igual
que el correo postal ha sido sustituido por el email, el dinero metálico sea
reemplazado por el electrónico, hay que ser prudentes. En la medida que los
agentes económicos intercambiamos nuestras valiosísimas propiedades por
dinero, sería conveniente que ese dinero no fuera una patata caliente (virtual o no)
que vayamos pasándonos de mano en mano; más que nada, para no ser los últimos
en abrasarnos. El riesgo de quemaduras puede ser mínimo si confiamos en
desprendernos de esa patata a muy corto plazo (si pretendemos comprar unos
bienes nada más acabamos de vender otros), pero va incrementándose según
queramos diferir el momento de enajenarlo.

De hecho, combinar el oro y el dinero electrónico no es ni mucho menos


imposible. Nada impide que el valor de este último se ligue a ciertas cantidades
de oro (o a una cesta de divisas) con tal de estabilizarlo. Casi todas las ventajas
del emoney subsistirían, al tiempo que se eliminarían prácticamente todos sus
inconvenientes: pero, en tal caso, el dinero seguiría siendo el oro, y los medios
electrónicos sólo se utilizarían para vestir y agilizar sus pagos.

Entiendo que para muchos partidarios del dinero electrónico el oro sea un
arcaísmo impropio de los tiempos modernos, pero también lo es el abecedario y
no se nos ocurriría prescindir de él en los emails. Mientras no se entienda esto,
el emoney estará cojo y no podrá desplegar todo su potencial. Puede que tenga
futuro, sí, pero un futuro bastante menos esplendoroso que si sus creadores no se
empeñaran en reinventar desde cero la rueda monetaria.

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¿Para qué sirve la negociación colectiva?
Publicado el 10 junio 2011 por Juan Ramón Rallo

La negociación colectiva es un modo de organizar las relaciones laborales en una


industria, sector o territorio concreto. Su funcionamiento consiste en que las
negociaciones individuales entre trabajador y empresario son sustituidas por una
negociación vis-à-vis entre quienes ostentan –o detentan– la representación de
unos y otros.

A priori parecería que ninguno de ambos sistemas es mejor que el otro, pues lo
que importan son los resultados y no tanto los procedimientos a seguir. El
problema, claro, es precisamente que en sistemas de información y organización
tan complejos como una economía de mercado, el resultado deviene indisociable
del procedimiento. Al cabo, la gran ventaja del mercado, de las negociaciones
descentralizadas entre propietarios, es que permiten manejar un volumen de
información tan enorme que ningún individuo o grupo sería capaz de adquirirla,
procesarla o entenderla en su totalidad.

El error de la negociación colectiva consiste en meter a todas las empresas de un


sector o territorio en el mismo saco, como si fueran idénticas o pudieran llegar a
serlo. Si Zara no es igual a cualquier camisería de barrio, no parece demasiado
lógico que la base de la organización laboral de ambas firmas sea la misma, tal
como pretende el convenio. Así, cuanto más se aleje el ámbito de negociación de
las normas laborales del ámbito de aplicación de esas normas, mayor cantidad de
ruido, errores e inadecuaciones tenderán a introducirse en los contratos laborales.
Por eso, el resultado habitual de una ronda de negociaciones colectivas serán
condiciones contractuales que, lejos de adaptarse al contexto particular de cada
compañía, se ceñirán a las preferencias o a la ideología de los negociantes. Que
esto constituye un error es de puro sentido común: si lo que buscamos son los
planos de las estructuras de un edificio, no recurriremos a un mapamundi. Y si
queremos unos contratos laborales que se ajusten como guantes a la situación de
cada empresa, no habría que recurrir a convenios colectivos territoriales o
sectoriales.

Claro que uno podría elucubrar que lo conveniente es que la negociación


colectiva sirva para igualar a todos los trabajadores por arriba. A saber, puede
que Zara no sea lo mismo que una pequeña camisería, pero las condiciones
laborales de Zara deberían extenderse a toda la competencia. De este modo, los
convenios colectivos servirían para evitar discriminaciones entre trabajadores
según la compañía en la que operen. Al cabo, ¿por qué si diversos obreros se
dedican a lo mismo pero en distintas empresas han de estar sometidos a diferentes
condiciones laborales?

Planteémoslo desde otra perspectiva. Imagine que los representantes de los


compradores de inmuebles se reúnen con los representantes de los propietarios de
inmuebles y ambos firman un convenio colectivo dirigido a regular las
condiciones de la compraventa de viviendas. Si los propietarios logran imponer
una cláusula que establezca, por ejemplo, que el precio mínimo de los inmuebles,
sea cual sea su superficie, localización o calidad, será de 150.000 euros, ¿qué
cree que sucederá? Pues que muchos pisos que podrían haberse enajenado por
menos de 150.000 euros ahora quedarán fuera del mercado.

La cosa sólo cambiará levemente en caso de que el convenio trate de segmentar


territorial o funcionalmente el tipo de operaciones de compraventa. Si, por
ejemplo, el convenio anterior deja de ser aplicable a toda España y se limita a la
Comunidad de Madrid, donde el metro cuadrado es de media más oneroso, parece
claro que resultará menos restrictivo y que generará menos distorsiones, pero, aun
así, seguirá habiendo pisos por debajo de 150.000 –presentes en mayor o menor
medida en todos los barrios de la capital– que no encontrarán comprador.

Asimismo, que se creen dos categorías de inmuebles residenciales –vivienda


familiar y vivienda de lujo, verbigracia– con distintos precios mínimos de
compraventa –75.000 y 500.000 euros– tampoco solventará el problema, pues o
bien los precios mínimos serán demasiado bajos como para limitar los libres
pactos entre compradores y vendedores (y por tanto serán irrelevantes para
beneficiar a los propietarios de viviendas) o bien, si resultan demasiado altos,
seguirán restringiendo el número de operaciones posibles. Además, el hecho de
que existan varias categorías no garantiza necesariamente una mayor flexibilidad
contractual, pues perfectamente los “inspectores inmobiliarios” podrían etiquetar
a una vivienda normalita como “de lujo”, impidiendo en consecuencia que su
propietario la venda por menos de 500.000 euros.

El despropósito anterior puede empeorar todavía más si esos convenios de


compraventa de viviendas se prorrogan automáticamente en ausencia de una
nueva ronda de negociaciones colectivas (lo que se conoce como ultraactividad
de los convenios). Imaginen que los precios mínimos de compraventa de
viviendas se pactaron en el momento más elevado de una burbuja inmobiliaria y
que, al cabo de tres años, la sequedad del crédito y la competencia de un alquiler
mucho más asequible fuerzan caídas de precios del 50% en los pisos.
Obviamente, perpetuar durante la crisis unos precios mínimos de compraventa
que ya eran demasiado elevados para la época de burbuja sólo provocará un
desplome brutal de las operaciones, dejando un colosal stock de viviendas
invendido.

Y quede claro que los precios mínimos son sólo una de las muchas cláusulas que
integran un convenio. Existe un amplio rango de intervenciones posibles sobre la
contratación: cláusulas que prohíban darle un uso comercial a un inmueble, que
restrinjan el número de horas al día que puede ser habitado, que establezcan la
necesidad de que toda vivienda cuente con una zona libre de humos, etc. Todas
éstas, si bien no regularían directamente el precio de venta de los inmuebles, sí
erosionarían su utilidad o rentabilidad, forzando a los potenciales inversores a
exigir importantes descuentos en sus precios para que les resulte atractivo
adquirirlos.

En definitiva, los convenios colectivos sobre cualquier bien económico tenderán


a reducir su uso, volviéndolo artificialmente sobreabundante (desempleo). Pero
en el caso específico del factor trabajo, los perjuicios no terminan ahí: dado que
se trata de un recurso productivo, los convenios, al reducir su ocupación, también
minorarán la producción de bienes de consumo y de capital, lo que los encarecerá
y empobrecerá al resto de la población.

Los trabajadores sólo pueden escapar a esta dictadura de los convenios


colectivos en caso de que éstos sólo regulen algunas industrias concretas. En ese
supuesto, la destrucción de empleo y de producción se concentrará en esas áreas
de la economía, que pasarán a operar por debajo de su potencial, mientras que los
trabajadores desempleados podrán buscar ocupación en otras industrias no
sometidas a convenio. Claro que, como resulta bastante probable que la
productividad de esos trabajadores sea menor en esos otros sectores, aun así los
convenios seguirían destruyendo parte de la riqueza que podría llegar a crearse
sin ellos.
Por supuesto, cuando todos o casi todos los sectores de una economía estén
sometidos a convenio –situación de España–, no habrá vía de escape posible y es
muy probable que el desempleo generalizado haga acto de presencia, sobre todo
si media una crisis económica que erosione la productividad de la mayor parte de
los trabajadores.

He aquí lo irónico de la negociación colectiva: si bien ésta se justifica


políticamente por la peregrina necesidad de nivelar el poder de negociación de
trabajadores y empresarios, son los propios convenios los que, al masificar el
paro, colocan a los trabajadores en una posición de absoluta inferioridad frente a
los empresarios. La mejor baza negociadora del trabajador frente al empresario
no es una pauperizadora negociación colectiva, sino la facilidad de rechazar un
empleo cuyas condiciones no le agraden porque tenga la seguridad de que puede
encontrar ocupación en otras partes de la economía.

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¡Que paguen los más ricos!
Publicado el 17 junio 2011 por Juan Ramón Rallo

Una de las principales críticas que se dirigen contra el capitalismo es la desigual


distribución de la riqueza. Los hay muy pudientes y los hay muy desharrapados,
de modo que aparentemente la equidad exigiría que parte de la riqueza de los
primeros fuera a parar a los segundos para nivelar las diferencias: al cabo, los
acaudalados ni siquiera lo notarían y los más pobres obtendrían suculentos
beneficios.

De hecho, éste es en parte el propósito de nuestros modernos Estados del


Bienestar y, asimismo, ésta es la receta mágica que algunos propugnan para lograr
atajar los déficits públicos actuales sin recortar el “gasto social”: recuperar o
subir el impuesto sobre el patrimonio y sobre sucesiones, crear un impuesto para
las grandes fortunas, gravar con mayor intensidad las rentas procedentes del
ahorro… Pero, ¿realmente nos conviene que toda la fiesta la paguen los más
ricos? Mejor dicho, ¿qué significa exactamente eso de que “paguen los más
ricos”?

Muchas veces –demasiadas– tendemos a simplificar la realidad económica en


imágenes o conceptos que nos resulten manejables y que podamos entender.
Cuando pensamos en una persona rica, nos imaginamos de inmediato a un
individuo que, cual Tío Gilito, tiene piscinas llenas de oro (o de dinero
fiduciario) que le permiten comprar cualesquiera bienes y servicios. La
redistribución de la renta, por consiguiente, sería algo tan fácil como arrebatarles
unas poquitas monedas de oro a los tíos gilitos para dárselas a los carpantas de
este mundo.

El problema es que la estampa no resulta en absoluto realista. Los ricos no son


unas personas que tienen muchísimo dinero en el banco, sino gentes que poseen un
enorme patrimonio en forma de tierras, inmuebles o, sobre todo en nuestras
sociedades capitalistas, participaciones en empresas. Cuanto oímos que Bill
Gates o Warren Buffett poseen zillones de dólares, no es que acumulen entre los
dos el 99% de todos los dólares en circulación, sino que su cartera de
propiedades y empresas (como Microsoft o Coca-Cola) alcanza un valor de
mercado de zillones de dólares.

Y, ahora, deténgase a pensar un momento. ¿Por qué Microsoft o Coca-Cola valen


lo que valen? ¿Porque tienen ambas un almacén gigantesco repleto de miles de
millones de sistemas operativos y de latas de cola? No precisamente: las
mercancías presentes de esas compañías son una minúscula parte de su valor de
mercado; a fecha de hoy, por ejemplo, Microsoft tiene un valor bursátil de
204.000 millones de dólares y sus inventarios apenas ascienden a 1.000 millones;
Coca-Cola asciende a 150.000 millones con unos inventarios de apenas 3.000.
¿De dónde viene entonces el enorme valor de mercado de estas empresas que
convierte a sus principales propietarios en los hombres más ricos del planeta?

Pues de los bienes que se espera que produzcan dentro de 5, 10 ó 20 años. Dicho
de otra manera, Microsoft, Coca-Cola (y todas las demás empresas) no son
valiosas por lo que han producido hasta la fecha hoy, sino por lo que producirán
mañana. Es más, me atrevería a decir que ni siquiera derivan su valor de lo que
producirán mañana, pues nadie, ni siquiera Bill Gates, sabe qué productos sacará
a la venta Microsoft dentro de 20 años (en el caso de Coca-Cola este juicio
predictivo resulta algo más sencillo). El valor de las compañías –y por tanto, el
patrimonio de los “ricos”– procede de su capacidad para generar, mantener y
ampliar un modelo de negocio que sirva al consumidor mejor que sus
competidores, esto es, de su capacidad para generar beneficios de manera
sostenida a lo largo del tiempo (lo que en términos contables se conoce como
“fondo de comercio” o Goodwill).

Por desgracia para los redistribucionistas, esa capacidad de generación futura


de beneficios no puede consumirse en el presente (no nos podemos beber los
millones de litros de cola que se fabricarán en el año 2025), de modo que para
perseguir fiscalmente a los ricos sólo quedan dos opciones: o quedarse con una
parte de la renta que su patrimonio genera en el presente o apropiarse
directamente de una porción de ese patrimonio (de sus empresas, inmuebles,
tierras…).

Lo primero es lo que consiguen los impuestos sobre la renta (IRPF o


Sociedades): parte del valor monetario de la producción anual (beneficios, rentas
de alquiler, intereses…) se transfiere al Estado y éste presuntamente lo
redistribuye entre la población. El perjuicio más evidente de este tipo de tributos
es que, por un lado, minoran los recursos a disposición de capitalistas y
empresarios, que podrían haber sido reinvertidos en la generación de más bienes
de consumo futuros (nos volvemos más pobres de lo que podríamos haber sido);
por otro, disminuyen la remuneración que recibe el capitalista por asumir riesgos
al invertir y por retrasar la satisfacción de sus necesidades al ahorrar.

Pero acaso resulten más dañinos los segundos tipos de impuestos: los impuestos
sobre el patrimonio y las herencias. En este supuesto, si el monto del impuesto
supera al de la renta anual generada por el patrimonio productivo, el capitalista
tendrá que desmembrar y liquidar parte de ese aparato productivo, socavando así
su producción de riqueza futura para los consumidores.

Imaginemos, para entenderlo, que con una caña de pescar podemos recoger 100
pescados al año y que el valor de mercado de esa caña es de 600 pescados. Si
consideramos que el propietario de la caña es un rico capitalista comeniños al
que hay que esquilmar fiscalmente, podemos imponerle, por ejemplo, un tributo
sobre la producción anual de pescado del 50%, de modo que cada doce meses
deberá entregarle al Estado 50 pescados. Como consecuencia, el pescador
dispondrá de 50 pescados menos cada año para fabricar nuevas cañas e incluso,
dependiendo de la magnitud del impuesto (imaginemos uno del 90%), podría
llegar a plantearse dejar de pescar.

Ahora supongamos, en cambio, que se aprueba un impuesto del 20% sobre el


patrimonio del pescador (sobre el valor de mercado de su caña de pescar), de
modo que cada año deberá entregarle al Estado 120 pescados. ¿Cómo podrá
hacerlo si su producción anual es de 100 pescados? De ninguna manera:
simplemente esos 20 pescados extra que exige el Estado no existen (pues se
producirán a lo largo del próximo ejercicio). Como mucho, el pescador podría
tratar de vender una parte de la caña con un valor de mercado equivalente a 120
pescados… si es que hay algún otro malvado e insolidario capitalista que tenga
ahorrados físicamente esos 120 pescados.

Sin embargo, recordemos que el mayor valor de las empresas no deriva de sus
bienes de capital físicos, sino de la correcta ordenación de éstos para seguir
generando beneficios en el futuro. ¿Qué sucederá si el sistema fiscal comienza a
trocear y a redistribuir, no ya unos bienes de consumo que no existen, sino partes
sueltas de una empresa? Pues que la capacidad de generación de bienes de
consumo futuros por parte de esas compañías se desmoronará. Vamos, que no van
a seguir produciendo la misma cantidad de bienes pero de manera más
fragmentada; no, se destruirá riqueza en términos absolutos. Lo contrario sería
como cortar la caña de pescar en 10 trozos y esperar que cada uno de esos trozos
siga pescando 10 peces cada año: no, una vez destruida la estructura de la caña de
pescar, su capacidad para extraer peces desaparece. Lo mismo sucede con las
empresas: una vez desmembrada la armonía entre sus distintas partes, su
capacidad para producir en el futuro bienes y servicios que satisfagan a los
consumidores, se esfuma. ¿O acaso creen que cada uno de los bienes de capital de
Apple (ordenadores, formación de los trabajadores, edificios, mesas, saldos de
tesorería…) seguirá siendo igual de productivo si pierde sus sinergias con el
resto de la compañía y si deja de estar bajo la sabia dirección de Steve Jobs?
Obviamente no: pasarán de generar una enorme riqueza a morirse de asco sin
contar con casi ninguna función.

Por eso, el margen para que “paguen los más ricos” es tan estrecho. No ya porque
el capital sea bastante móvil y pueda huir con relativa rapidez de aquellos
Estados que lo quieren confiscar, sino porque la tributación de las grandes
fortunas es literalmente merendarse la gallina de los huevos de oro. Si queremos
dividir en 10 trozos una caña de pescar con un valor de mercado de 600
pescados, no obtendremos 10 trozos con valor de 60 pescados, sino 10 trozos con
valor 0. Gravar a los ricos no es consumir hoy parte de la renta presente que
tienen almacenada en algún banco suizo; tampoco es adelantar a hoy parte del
consumo que habríamos realizado mañana; no, es consumir unas migajas hoy a
cambio de destruir una enormidad de bienes y servicios que se habrían podido
producir y consumir mañana.

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Pero, ¿habría suficiente oro?
Publicado el 24 junio 2011 por Juan Ramón Rallo

Los detractores del patrón oro creen ir cargados de razones. Son numerosos los
motivos por los que se oponen a semejante bárbara reliquia, aunque ninguno tan
potente como la sensación de modernidad y cientificidad que les embarga al creer
superado el medio de pago y el depósito de valor que Occidente utilizó durante
milenios. A renglón seguido, eso sí, una de las críticas más populares es que no
hay suficiente oro en el planeta para acompasar el crecimiento mundial: la
cantidad de dinero, se nos dice, debe crecer al mismo ritmo que la producción de
bienes y servicios; eso pudo lograrse con dificultades en el s. XIX, pero sería
inviable en el s. XXI.

El argumento suena verosímil, pero si lo analizamos un poco veremos que tiene


poca consistencia. Es decir, la cuestión es la siguiente: ¿qué pasaría en un mundo
que siguiera creciendo pero donde la cantidad de medios de pago fuese
absolutamente rígida? Por claridad expositiva, podemos dividir los efectos en
dos tipos: por un lado, los que atañen a los precios y la producción (aspecto real);
por otro, los referidos a los tipos de interés, las deudas y la financiación
empresarial (aspecto financiero).

En cuanto a los precios, asistiríamos sin duda a una deflación secular. Conforme
más produjéramos, más se abaratarían los productos en relación a la onza de oro
(o a la de cualquier otro patrón monetario que fuese fijo). Mas, ¿es esto algo
negativo? No necesariamente. Mucha gente teme que si los precios caen, los
empresarios quebrarán y entraremos en una depresión económica en la que la
producción de bienes y servicios se reducirá. Pero lo cierto es que la rentabilidad
de los empresarios no depende exclusivamente de los precios de venta de sus
mercancías, sino de sus precios y de sus costes (del margen de beneficios).

Si precios y costes se reducen, la producción podrá seguir su curso con


normalidad. Es sencillo de comprender: si ahora mismo se dividieran todos los
precios de la economía entre diez (incluyendo los de activos y pasivos),
prácticamente nada cambiaría. Seguirían siendo rentables las mismas líneas
productivas y la gente no vería modificadas sus costumbres de gasto.
Es verdad que si los precios, en lugar de reducirse de golpe, fueran cayendo
progresivamente y a ritmos desiguales, el comportamiento de consumidores y
empresarios podría tener efectos reales. Los consumidores retrasarían su
consumo y los empresarios podrían encontrar que otras líneas de negocio resultan
más rentables que la suya (si los precios han caído menos o los costes se han
reducido más que en la suya). Pero lo mismo sucede con la inflación: los
consumidores tienen incentivos a adelantar su consumo y los empresarios también
pueden ver cómo sus cálculos se distorsionan (si los precios suben más o los
costes se incrementan menos que en su línea productiva). Y, puestos a elegir, es
preferible que los consumidores retrasen su consumo a que lo adelanten, pues la
base del capitalismo y de la prosperidad es el ahorro.

En definitiva, el capitalismo con un patrón monetario rígido requeriría de unos


mercados flexibles donde los precios –y los costes– pudieran ir modificándose
con el transcurso del tiempo. Nada, por otro lado, que no se diera en el s. XIX y
que no sea igualmente recomendable en un capitalismo con un patrón monetario
más elástico; al cabo, los precios son los faros del capitalismo y nada bueno
puederesultar de su manipulación.

Hay una serie de precios que, sin embargo, no es probable que fueran a
modificarse ni siquiera en un mercado muy flexible. Me refiero al saldo de las
deudas: si los precios caen y el saldo de los pasivos no minora, cada vez los
agentes adeudan más dinero en relación con sus ingresos. El temor, en este caso,
es que los individuos no tendrán ningún incentivo a endeudarse y, por tanto, no
podrán hipotecarse ni para adquirir viviendas ni captar capital emitiendo bonos
con el que implementar sus planes de negocios.

Esta preocupación sí es en parte comprensible, pues ciertamente una economía


con una deflación persistente de precios tendería a penalizar el endeudamiento.
Sin embargo, no es ni mucho menos un obstáculo insalvable para mantener altos
niveles de crecimiento económico. Primero, porque al igual que hoy una parte de
los tipos de interés que pagan los deudores depende de la inflación esperada (de
modo que si el ahorrador desea un rentabilidad mínima del 4% y prevé que los
precios suban al 1,5% anual, carga unos intereses del 5,5%), en una economía con
deflación persistente los tipos de interés tenderían a incorporar la deflación
esperada (de modo que si se desea una rentabilidad mínima del 4% y los precios
caen al 1,5%, el tipo de interés sería del 2,5%), incluso indexando los bonos a la
evolución de algún índice de precios tal como ya se hace hoy. Segundo, porque la
única manera de financiar una empresa no es a través de fondos ajenos (deuda),
sino también a través de fondos propios (que, entre otras remuneraciones,
reparten dividendos variables en función de la caja que posee la empresa).

Una economía con deflación sería una economía donde la financiación vía fondos
propios tendría un peso mucho mayor al actual y donde la deuda, si bien resultaría
probablemente más barata en términos nominales, sería de bastante mayor
calidad, pues los ahorradores sólo aceptarían no atesorar el dinero y prestarlo a
largo plazo a cambio de riesgos que fueran muy seguros; lo cual no significa, ni
mucho menos, que fuera una sociedad menos emprendedora o arriesgada, sino que
el riesgo se canalizaría por su vías naturales, que no son precisamente la
financiación bancaria sino las participaciones en el patrimonio neto de los fondos
de venture capital o de private equity.

En conclusión, hemos visto que ni la producción ni la inversión se verían


seriamente perjudicadas en un mundo donde la cantidad de medios de pago fuera
absolutamente fija. Tradicionalmente se ha asociado este escenario con el patrón
oro, pero sí me gustaría añadir unas líneas a este respecto. Dejando de lado que
en el último siglo las existencia del metal amarillo se hayan multiplicado por
siete, que el oro se convierta en el patrón monetario de una sociedad no significa
ni mucho menos que sea su único medio de pago. En una economía moderna, la
mayor parte de mercancías se compra vía compensación de créditos y deudas,
esto es, pagando unas mercancías con otras mercancías: esa es la base del
crédito circulante que proporcionan empresas y bancos a sus clientes (letras de
cambio y depósitos a la vista) y que, por supuesto, jugó un papel central en el s.
XIX y lo seguiría jugando en una eventual recuperación del patrón oro.

Ni siquiera hoy, en la era del dinero fiduciario, la mayor parte de las


transacciones se realizan al contado: la cámara de compensación CHIPS, por
ejemplo, efectúa transacciones anuales por importe de 365 billones de dólares,
cuando la base monetaria del dólar (el equivalente a la cantidad de oro con la que
cuenta el sistema) apenas asciende a 2,7 billones de dólares. De hecho, tampoco
esta base monetaria de dólares se ha incrementado al mismo ritmo que la
producción de bienes y servicios: entre 1947 y 2007, la cantidad de dólares se
multiplicó por 25 mientras que el PIB nominal de EEUU (no hablemos del resto
de transacciones mundiales que se efectúan con dólares) lo ha hecho por 60.

El oro no impide que toda esta superestructura de crédito –que es, en el fondo, la
que compra y vende mercancías en una economía que haya desarrollado un
poquito su sistema de pagos– se pueda erigir; lo que favorece es que esa
superestructura sea de una calidad infinitamente mayor a la del dinero fiduciario.
Pero la elasticidad de los medios de pago (que no serían ni única ni
mayoritariamente monedas de oro) sigue siendo enorme; en ocasiones
incluso demasiado grande para evitar la recurrencia de los ciclos económicos.

Así pues, como vemos, el patrón oro no es un buen ejemplo de patrón monetario
rígido (y eso que ni siquiera hemos hablado de la posibilidad de que junto con el
patrón oro convivan otros patrones monetarios, como la plata o incluso, en ciertos
ámbitos reducidos, variedades de medios de pago fiduciarios, electrónicos o no)
pero, aun en el caso de que lo fuera, el sistema económico podría seguir
funcionando perfectamente. Las objeciones contra el patrón oro no deben
buscarse en sesudos argumentos teóricos, sino en la arrogancia de los
intelectuales y en los conocidos intereses del Gobierno, de la banca y de una
población pródiga en exceso por abusar del endeudamiento barato.

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¿Qué es una burbuja?
La RAE la define como un “glóbulo de aire u otro gas que se forma en el interior
de algún líquido y sale a la superficie”; pero no, no me refiero a esto, sino más
bien a qué es una burbuja financiera.

Con la crisis actual, parece que todo el mundo posee, a posteriori, un exquisito
conocimiento acerca de las burbujas: se habla de burbuja inmobiliaria, de burbuja
bursátil, de burbuja del oro… Parecería que vivimos en un mundo lleno de
pompas a punto de estallar. Mas, ¿realmente sabemos definir una burbuja
financiera? ¿O simplemente calificamos como tal a todo recalentón más o menos
acelerado en el precio de un activo?

Para empezar, ¿en qué consiste un activo? Una definición bastante simple sería la
de todo factor productivo que nos dé derecho a bienes o servicios a lo largo del
tiempo. Una vivienda, por ejemplo, es un activo porque nos proporciona
servicios de habitación durante toda su vida útil (servicios de habitación que
podemos alquilar a otras personas a cambio de dinero); una acción es un activo
porque representa una porción de la propiedad de una empresa que genera bienes
que se venden en el mercado; un terreno también puede considerarse un activo en
la medida en que obtengamos año a año una cosecha.

La cuestión es, ¿de qué depende el valor de todos estos activos? Muchos pensarán
que los activos poseen valor por sí mismos. De hecho, esta era la idea de
numerosos economistas, como los fisiócratas, los marxistas o los keynesianos,
quienes elucubraban que la tierra, el trabajo o el capital poseían un valor
intrínseco e independiente de casi cualquier otra consideración. Sin embargo,
pensémoslo bien: si una vivienda está ruinosa y no es habitable, ¿posee algún
valor? Si somos propietarios de una empresa quebrada que ha interrumpido sus
operaciones, ¿serán sus acciones en algún sentido valiosas? Si nuestro terreno se
ha vuelto yermo y no podemos darle ningún otro uso (ni siquiera la edificación),
¿conservará algún valor? No, claramente el valor de todos los activos depende
poderosamente del valor de los bienes y servicios que sean capaces de
producir en el futuro.

E insisto en el complemento temporal del enunciado: en el futuro. Pues,


obviamente, no podemos esperar que una tierra que nos garantiza dos décadas de
trigo a partir del año 2100 sea hoy igual de valiosa que otra que nos garantiza
desde ya dos décadas de trigo. El tiempo tiene su valor: preferimos consumir
antes que después, y por eso los activos que nos proporcionan antes los bienes o
servicios serán más valiosos que aquellos que nos los proporcionan más tarde.

Por ejemplo, 100 euros hoy serán más valiosos que 100 euros dentro de un año y
éstos a su vez lo serán más que 100 euros dentro de 10 años. Así, podemos
preguntarnos, ¿cuántos euros estaríamos dispuestos a entregar hoy a cambio de
recibir 100 euros mañana? O lo que es lo mismo, ¿por cuantos euros actuales
estaríamos dispuestos a recibir a cambio de los 100 euros mañana? Si,
verbigracia, nos parece bien intercambiar 90 euros de hoy por 100 euros de
dentro de un año, diremos que el valor presente de esos 100 euros dentro de un
año son 90 euros actuales (de hecho, esa diferencia de valor entre los bienes
presentes y futuros se corresponde con el tipo de interés).

Pues bien, el valor de un activo no será más que el valor actual o presente de los
bienes futuros que produce (o, por expresarlo en términos monetarios, del dinero
a cambio del que se venderán esos bienes futuros). Si un activo proporciona una
entrada de caja de 1.000 euros dentro de un año y otra de 2.000 dentro de dos
años –siendo, por ejemplo, el valor presente de la primera suma 900 euros y el de
la segunda 1.500–, el valor del activo será de 2.400 euros.

Pero valor no es igual a precio. Una cosa es el precio teórico, intrínseco o


fundamental que debería exhibir un activo en función de su valor y otra el precio
que realmente exhiba en el mercado. En la medida en que los bienes futuros que
genere un activo, el precio al que éstos vayan a poder venderse y los tipos de
interés a los que habrá que descontarlos son inciertos, su precio de mercado
también lo será. Dependiendo de los dispares juicios y estimaciones que hagan
los inversores, su valor estará parcialmente indeterminado y, por tanto, también lo
estará el precio al que los inversores estén dispuestos a comprarlo o a venderlo.

Mas, como es sabido, en todo mercado donde existe incertidumbre tienden a


hacer acto de presencia los muy denostados especuladores (otro día hablaremos
de la función económica esencial que realizan… también en los mercados
financieros). Los especuladores no guían sus compras o sus ventas del activo en
función de su valor estimado, sino en función del precio que esperan que otros
inversores o especuladores estén dispuestos a pagar a cambio del activo.
¿Qué significa todo esto? Pues que en ocasiones el precio de mercado de un
activo tendrá muy poquito que ver con su valor (aun estando éste parcialmente
indeterminado). Cuando el precio de mercado de un activo sea superior a su
valor, entonces hablaremos de burbuja financiera; esto es, burbuja es sinónimo de
sobrevaloración. Por ejemplo, si el valor de una empresa, determinado por el
descuento al presente del valor de los bienes futuros que generará, debiera
ubicarse entre 100 y 150, pero su precio es de 5.000, entonces tenemos
claramente una burbuja en la valoración de esa empresa.

Al igual que nos encontramos con burbujas podemos encontrarnos con lo que
podríamos llamar anti-burbujas, esto es, con que el precio de mercado de un
activo se sitúe por debajo de su valor. En tal caso, podremos comprar activos
muy valiosos a precio de saldo. Es la técnica de inversión que emplea la llamada
filosofía del value investing, de la que Warren Buffett es fiel seguidor.

Conviene aclarar que las subidas de precios de un activo pueden ser un síntoma
de que se está gestando una burbuja, pero ni mucho menos son su elemento
esencial. En ocasiones, observaremos subidas de precios que están justificadas
por la mayor cantidad de bienes futuros que ese activo producirá. Por ejemplo,
desde 2003 las acciones de Apple se han multiplicado por 50; al margen de que
en la cotización actual pueda existir (o no) un elemento de burbuja, es evidente
que gran parte de esta subida responde a que las ventas se han multiplicado por
10 y los beneficios por 200, lo que a su vez se debe a que Apple empezó a
fabricar una mayor cantidad de productos que los consumidores reputaron útiles.
E inversamente, podemos encontrarnos con burbujas sin que hayan subido los
precios de un activo: si su valor se desploma (por ejemplo, porque los bienes
futuros que puede producir han quedado súbitamente obsoletos) y su precio de
mercado no hace lo propio, tendremos una sobrevalorización del activo por
inercia en su precio.

Por último, son muchos quienes creen que toda burbuja tiene su origen en un
crédito bancario excesivo. Lo cierto, sin embargo, es que las burbujas son
fenómenos relativamente frecuentes en mercados con gran presencia de
especuladores o de inversores inexpertos. Es del todo factible que un activo esté
sobrevalorado aun cuando los bancos no inflen el crédito (en la bolsa, por
ejemplo, ocurre a diario). Ahora bien, sí es cierto que toda expansión del crédito
bancario no respaldada por ahorro provocará una burbuja financiera en alguna
parte de la economía, pues esas expansiones dan lugar a auges económicos
insostenibles; esto es, dan lugar a la expectativa de que la producción futura va a
ser mayor de lo que en realidad llegará a ser debido al advenimiento de la crisis
(y de ahí su peligrosidad: los bancos concentran su patrimonio en activos
sobrevalorados que cuando pinchan contraen los medios de pago y dilapidan el
capital de los ahorradores).

Por eso, si media una expansión del crédito, lo que juzgamos valoraciones
prudentes de un activo podrían tornarse sobrevaloraciones cuando acaezca la
crisis, revelando a posteriori la existencia de una burbuja. Y por eso también
resulta en gran medida vano que las autoridades pretendan regular y controlar la
recurrencia de burbujas: salvo en casos muy evidentes –y ni siquiera así: ahí
están las recientes burbujas inmobiliarias que fueron negadas sistemáticamente
por las autoridades–, es imposible que los políticos sepan si cada uno de los
activos de la economía están sobre, infra o adecuadamente valorados. Quienes
triunfan en tal actividad son ahora multimillonarios (o van camino de serlo) y su
éxito deriva en gran medida de concentrarse en los sectores económicos
concretos que conocen y dominan.

No hay manera de evitar que se produzcan burbujas, pues el futuro es


inerradicablemente incierto; pero sí hay maneras de no incentivar su recurrencia y
de no multiplicar su potencial destructor. Pero esas soluciones, como ya
explicaremos, no pasan por una mayor regulación, sino por eliminar los
privilegios a la banca.

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Atesoramiento, ¿un arma de destrucción masiva?
Publicado el 08 julio 2011 por Juan Ramón Rallo

El sentido común nos indica que el dinero debe circular para que la actividad
económica no se estanque. Si el dinero no circula y, por tanto, los empresarios no
venden lo suficiente como para cubrir costes, se nos dice, la actividad económica
se contrae. De ahí que retirar una cantidad de dinero del sistema –atesorarlo o,
más comúnmente, guardarlo debajo del colchón–, en tanto en cuanto cortocircuita
los procesos de compraventa, se ha considerado por una enorme cantidad de
economistas –incluidos keynesianos y monetaristas– como el origen de todas las
calamidades. Esto es, reputan inadmisible que el mismo bien que desempeña las
funciones de medio de cambio haga a las veces de depósito de valor. Al estilo del
socialista Silvio Gesell gritan: “El dinero debe ser un medio de cambio y nada
más”.

Tengo para mí que el atesoramiento de dinero es, a día de hoy, el hecho


económico peor comprendido de todos. Nuestros instintos evolutivos –acaparar
es malo– se mezclan con nuestra sesgada observación de la realidad –hay crisis
porque los empresarios no venden y los empresarios no venden porque los
consumidores se guardan el dinero debajo del colchón– y dan lugar a un cóctel de
tergiversación ciertamente explosivo.

Lo primero que debemos preguntarnos es por qué alguien atesora dinero. Mucha
gente considera que el atesoramiento es la respuesta lógica a las ansias de
ahorrar: si la gente ahorra, se atesora, cae el gasto en la economía y la actividad
se desploma. Pero no, quien ahorra puede perfectamente invertir en adquirir
activos diversos (bonos, acciones, inmuebles, almacenes de materias primas…),
es decir, el menor gasto en consumo presente puede convertirse en un mayor gasto
en inversión (lo que implica una mayor producción y consumo de bienes de
consumo en el futuro).

Así las cosas, ¿por qué atesoramos? ¿Por qué adquirimos un activo que no
proporciona rendimiento alguno? ¿Por qué renunciamos a comprar bienes de
consumo que podrían satisfacer nuestras necesidades o bienes de capital que
podrían proporcionarnos una rentabilidad anual del 4%, 5%, 10 ó 15%?
Básicamente, atesoramos el dinero porque no nos convence ninguno de los bienes
de consumo o de capital que en estos momentos nos ofrecen los empresarios. O
dicho de otro modo, el atesoramiento es una manera de protestar contra unos
productores que no se adaptan a las preferencias de los tenedores de dinero, ya
sea en su faceta de consumidores o en su faceta de ahorradores/inversores.

Imagine que usted tiene 150.000 euros y quiere comprar un inmueble en el centro
de Madrid por ese precio, pero nadie se lo vende. Si muchas otras personas
efectúan un juicio similar y se guardan el dinero, los promotores inmobiliarios (o
los propietarios de pisos de segunda mano que deseen desprenderse de ellos)
tendrán que liquidar su stock de ladrillo al descuento e ingeniárselas para seguir
erigiendo inmuebles a precios más asequibles.

¿Qué hacer mientras tanto con su dinero? Gastarlo en bienes de consumo


obviamente no; en esencia, porque si se funde sus ahorros, tal vez no vuelva a
acumularlos nunca. Lo lógico sería, en realidad, que en lugar de atesorar el
dinero, usted lo invirtiera mientras espera a que caigan los precios de los
inmuebles. Pero imagine que, según su parecer, nos encontramos en medio de un
boom económico artificial originado por el crédito barato y que las burbujas de
activos se han generalizado por toda la economía. Los inmuebles, como hemos
visto, están inflados de precio; en la bolsa, se repite una segunda exuberancia
irracional similar a la de las puntocom; los bonos públicos y privados ofrecen
tipos de interés ridículos, cercanos al 1%… ¿Qué haría usted en ese contexto?
¿Comprar activos a precios desproporcionadamente caros? ¿Dilapidar el dinero
en bienes de consumo y renunciar a su sueño de adquirir un piso en Madrid? ¿O
más bien no gastar su dinero en nada a la espera de que los precios y la
producción se ajusten a las deseadas por usted y el resto de tenedores de dinero?

Pues ahí lo tiene, esa es la función clave del atesoramiento: asegurar la soberanía
del consumidor y del inversor. Como consumidores, contar con un buen depósito
de valor nos asegura que no nos veremos forzados a adquirir la mercancía
estropeada que los empresarios, tras haber apreciado erróneamente nuestras
necesidades, nos están ofreciendo: les obligaremos o bien a que nos vendan sus
productos defectuosos más baratos o bien a que produzcan otras mercancías por
las que sí estemos dispuestos a abonar precios mayores.

Como ahorradores, un buen depósito de valor nos garantiza que no estaremos


forzados a invertir en proyectos empresariales que reputemos excesivamente
arriesgados para la rentabilidad que están prometiendo. Es decir, no destinaremos
nuestro dinero –ni vía obligaciones ni vía acciones– a empresas que no confiemos
en que vayan a satisfacer las necesidades futuras de los consumidores y que, por
tanto, estén malinvirtiendo y despilfarrando los recursos. Al atesorar el dinero,
les obligaremos o bien a que nos ofrezcan mayores rentabilidades más conformes
con el riesgo que creemos estar asumiendo o bien a que reorganicen su modelo de
negocio para volverlo más previsible y más seguro de cara a los potenciales
inversores.

Por supuesto, en muchas ocasiones –en especial, aquellas que siguen a un boom
económico artificial basado en el crédito barato– el atesoramiento dará lugar no a
rebaja de los precios de los bienes de consumo o de capital, sino directamente a
una reorganización de las estructuras financieras y productivas. Muchos
empresarios no podrán permitirse vender más barato sin quebrar o sin deshacerse
de sus negocios menos rentables. Y aquí, el temor de muchos –empezando por
Keynes– es que aparezcan de manera inexorable “recursos ociosos” –desempleo–
que no puedan recolocarse en ninguna otra parte. Temor, en gran medida
infundado.

El atesoramiento de dinero tiende a elevar su valor frente al del resto de los


bienes (hay una deflación de precios), y siempre que se eleva el valor de un bien
económico –sin que paralelamente lo hagan los costes– su producción tiende a
elevarse. Bajo el patrón oro, el proceso era bastante automático: cuando
aumentaba el valor del oro, los recursos ociosos se trasladaban a las minas de
oro para incrementar su producción (o a la industria exportadora, si se carecía de
minas y se deseaba importar oro); si tal operación sólo era posible en parte, el
atesoramiento se filtraba al mercado monetario y abarataba el descuento de letras
de cambio (permitiendo una mayor producción de ciertos bienes de consumo muy
demandados). En ambos casos, los recursos ociosos se iban recolocando en picos
de producción provisionales a la espera de que el resto de empresarios
reorganizaran sus modelos de negocio y los volvieran a contratar (la tasa de paro
en EEUU durante el s. XIX, por ejemplo, no superó casi en ningún momento el
5%).

Con el dinero fiduciario, el automatismo del oro desaparece y devienen


necesarias otras operaciones más enrevesadas que suelen generar distorsiones
adicionales sobre el sistema económico: el banco central se subroga en la
posición del minero de oro, de modo que es él quien debe incrementar la
provisión de dinero fiduciario cuando su valor aumenta como consecuencia del
atesoramiento. Pero, como ya veremos en otra ocasión, el banco central sólo
puede incrementar la cantidad de dinero monetizando activos, y en tal caso se
abre la compleja –y peligrosa– cuestión de qué activos ha de monetizar.
Tradicionalmente se ha optado por deuda pública o privada a largo plazo, lo que
bien podría relanzar un auge económico artificial o retrasar la corrección de los
errores empresariales acumulados en lugar de favorecer su rápida y limpia
liquidación.

En definitiva, son legión quienes se escandalizan de que la función de medio de


cambio y de depósito de valor coincidan en el mismo bien económico: el dinero.
Quizá, en aras de la claridad, sería mejor decir que el dinero es el medio de
cambio y de no-cambio de una economía. Decir que el dinero es un medio de
cambio pero, al tiempo, negarle a su tenedor la posibilidad de que rechace
aquellos intercambios que no reputa provechosos equivale a imponerle a todo el
mundo la obligación de gastar y, por tanto, supone trastocar el orden de
prioridades del sistema económico: no producimos para consumir, sino que
consumimos para producir. ¿Qué otra cosa sería, si no, un medio de cambio con el
que no pudiéramos declinar los intercambios perjudiciales?

El dinero, como medio de cambio generalmente aceptado, permite incrementar la


productividad del sistema económico, en la medida en que facilita un número
infinitamente mayor de intercambios que con el trueque y, por consiguiente,
permite ahondar en la división del trabajo, del capital y del conocimiento. Del
mismo modo, el dinero como depósito de valor (o como medio de no-cambio)
permite forzar la corrección de los errores que cometan los empresarios y, por
tanto, dificulta que esa división del trabajo, del capital y del conocimiento se
vaya por circuitos ruinosos que supongan una intensa dilapidación de nuestros
siempre escasos recursos. Todo sistema que no cuente con un mecanismo que
limite las distorsiones que surgen en su progresiva expansión está condenado a
autodisolverse o esclerotizarse bajo el yugo de los errores pasados. Y en ese
sentido, al corregir los desajustes internos, el dinero como depósito de valor
también incrementa nuestra productividad y revitaliza el sistema económico.

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¡Viva la especulación!
La especulación se asocia tradicionalmente con subidas de precios y con
desabastecimientos. Al parecer, los especuladores sólo entran en escena para
acaparar las disponibilidades de algún bien, limitar su oferta, encarecer su precio
y lucrarse con el padecimiento ajeno. Difícil, pues, congraciarse con un oficio
que, según relato popular, tiene por cometido hacer sufrir a las masas para
concentrar la riqueza en cada vez menores manos.

La realidad, como suele acontecer, es bastante distinta a la que narran los


prejuicios liberticidas. Primero por el hecho nada desdeñable de que, en cierto
modo, todos y cada uno de los seres humanos, desde el más ilustre de los
indignados al más despreciable de los Rockefeller, seamos especuladores:
especular viene del latín speculari, es decir, observar la situación desde lo alto.
Todos, en nuestro mundano día a día, cuando decidimos comprar un kilo de
manzanas, adquirir un vehículo, invertir en un paquete accionarial o prestarle
dinero a algún Gobierno manirroto, y también cuando decidimos no hacerlo,
estamos tomando decisiones de manera especulativa y contribuimos a la
determinación de los precios de mercado. Al hacerlo, todos vislumbramos con
mayor o menor claridad un escenario futuro en función del cual tomamos nuestras
decisiones (las manzanas no me ocasionarán dolor de estómago y no podré
encontrarlas más baratas en otro sitio cercanos; el vehículo no se estropeará a
corto plazo ni aparecerá en el futuro cercano otro modelo mucho mejor y a un
precio más asequible; las acciones se revalorizarán o no caerán sensiblemente; y
el Gobierno manirroto honrará sus compromisos y no impagará sus deudas) y, por
consiguiente, especulamos.

Sin embargo, no pretendo convalidar la actividad especuladora simplemente


jugando con las palabras. Analicemos más en detalle a qué se dedican los
especuladores profesionales, aquellos que por su visibilidad y especialización
reciben toda la inquina social. ¿Cuáles son las funciones fundamentales que
desarrolla el especulador profesional? Básicamente las reduciría a dos que tienen
el idéntico propósito de coordinar a los agentes económicos. Por un lado, los
especuladores redistribuyen los bienes o activos interespacial e
intertemporalmente. Por otro, facilitan los intercambios y la acumulación de
bienes y activos, dotándoles de un mayor volumen de negociación e incluso de
precio.

Empecemos por la primera de estas funciones. Los especuladores intentan


comprar los bienes o activos cuando o donde están baratos para venderlos cuando
o donde estén caros. Gracias a ello, los bienes se encarecen en aquellos lugares o
momentos en los que son relativamente más sobreabundantes para abaratarlos en
aquellos lugares o momentos en los que son relativamente más escasos. Sin la
especulación, las diferencias de precios entre dos puntos geográficos o
temporales distintos serían mucho más abruptas.

Por ejemplo, supongamos que este año en Australia se producen unas brutales
malas cosechas de trigo, mientras que en Estados Unidos tienen lugar unas
cosechas excelentes de este cereal. Sin especulación –en su modalidad particular
de arbitraje–, los precios del trigo en Estados Unidos se derrumbarían, hasta el
punto de destinarlo para actividades muy poco valiosas (alimentar a los cerdos,
por ejemplo), mientras que en Australia la gente se moriría de hambre. Sin
embargo, gracias al especulador, quien comprará barato en Estados Unidos para
revender caro en Australia, el precio del trigo tenderá a igualarse
internacionalmente y a destinarse a sus usos más urgentes (que no serán alimentar
a los porcinos yanquis, sino a los ciudadanos australianos).

Lo mismo sucede con la distribución intertemporal de los bienes, si bien en este


caso, dado que el nivel de abstracción es mucho mayor, los efectos de la
especulación suelen ser bastante peor comprendidos. El especulador compra hoy,
cuando un bien o activo está barato por ser sobreabundante, con el propósito de
vender mañana, cuando ese mismo bien será bastante más escaso y por tanto más
caro; gracias a ello, encarece el bien o activo en el presente y lo abarata en el
futuro. Sigamos con el ejemplo del trigo: imaginemos que este año ha habido una
cosecha muy cuantiosa en Estados Unidos y que el especulador, gracias a su
profundo conocimiento del campo, del clima o de la demografía (o simplemente
por azar), sabe o intuye que en el futuro serán más escaso que hoy. Por ello,
comprará trigo hoy –elevando su precio y volviéndolo más escaso–, lo
almacenará y lo venderá mañana cuando sea más escaso (abaratando su precio). Y
quien habla del abastecimiento de trigo a un año, puede hablar de vivienda a una
década vista o de petróleo a medio siglo vista. Merced a ello, las fluctuaciones
de precios (y de las disponibilidad de bienes) a lo largo del tiempo se reducen
muy sensiblemente, evitando saltos abruptos.
De hecho, el especulador que esté muy seguro de sus previsiones podrá potenciar
su actividad de estabilización de precios pidiendo prestado dinero. Yo puedo
saber que los precios subirán en el futuro, pero si carezco de dinero no podré
comprar bienes hoy para venderlos mañana. En cambio, cuanto más crédito me
proporcionen, más bienes presentes podré controlar y, por tanto, más huella
dejarán mis pronósticos sobre el futuro en el presente.

Llegados aquí conviene matizar que la distribución de los bienes que efectúan los
especuladores no tiene por qué basarse únicamente en la estrategia más común de
comprar barato para, después, vender caro. También puede operar en el orden
inverso: el especulador puede empezar vendiendo caro para, después, comprar
barato. Imaginemos que el propietario de un inmueble espera que, en el futuro, se
reduzca su precio. La manera de estabilizar intertemporalmente su oferta y su
precio sería enajenarlo hoy (contribuyendo a reducir su precio) recomprarlo más
asequible en el futuro (contribuyendo a incrementarlo).

Y al igual que el especulador podía pedir prestado dinero para comprar


mercancías o activos hoy y revenderlos mañana, también puede pedir prestados
los propios bienes o activos para venderlos hoy y recomprarlos mañana
(saldando el préstamo mediante la entrega física de esos bienes o activos). A esta
operación se la suele denominar venta corta. Asimismo, puede darse el caso, un
tanto más radical, de que el especulador venda a plazo bienes que ni posee ni ha
pedido prestados; en tal supuesto, lo que realmente enajena el especulador es el
compromiso de entregar en un momento determinado ese bien o activo; a esta
operación se la conoce como venta al descubierto.

Junto con la distribución espacial y temporal de los bienes, hay que mencionar
otra función de la especulación al menos tan fundamental como la anterior:
facilitar el intercambio y la acumulación de bienes y activos dotándolos de un
mayor volumen de negociación e incluso de precio.

Sin especuladores, una persona sólo podría vender un bien o un activo si


encontrara justo en ese momento a otra persona que deseara comprar ese mismo
bien o activo a un precio y en unas condiciones que beneficiaran a ambos. Así
pues, si yo quisiera desprenderme ahora mismo de 5.721 acciones del Banco
Santander, debería encontrar a una persona o grupo de personas que también
ahora mismo quisieran adquirir al menos 5.721 acciones. Análogamente, si
produzco cien mil kilos de naranjas, una vez cosechadas, debería encontrar
rápidamente a un número suficiente de consumidores finales que quisieran
adquirirlas.

Es evidente que en un mundo así, los intercambios serían notablemente menores a


los actuales (es costoso encontrar siempre a la contraparte necesaria en el
momento deseado) y, por tanto, la tendencia a acumular grandes cantidades de
bienes o de activos de los que nos querremos desprender en el futuro también
sería menor. En otras palabras, las menores posibilidades de intercambiar bienes
y servicios se traducirían en un menor incentivo a invertir en empresas que los
produjeran en gran escala (adiós, pues, a las economías de escala) y, asimismo, la
mayor dificultad para desprenderte de acciones o de bonos a buen precio (por la
falta de contrapartes) también implicaría un menor incentivo a ahorrar e
inmovilizar tu capital en esos instrumentos (de modo que los mercados de
capitales se atrofiarían, encareciendo la financiación empresarial).

Afortunadamente, empero, los especuladores también actúan como intermediarios


para conectar a los dispersos compradores y vendedores finales. Son ellos
quienes sirven como contraparte para comprar o vender cuando pocos más
quieren hacerlo. Además, en los casos extremos en los que nadie másquiera
comprar o vender, los especuladores serán los únicos agentes de mercado que se
atrevan a tasar (dar precio) ese bien económico o activo, tanto para que otros
puedan comprarlo (asked price o precio pedido) como para que puedan venderlo
(bid price o precio ofrecido). En pocas palabras, los especuladores, conscientes
de que las órdenes de compra y de venta están distribuidas irregularmente en el
tiempo y el espacio, acumulan inventarios de un bien o activo cuando todos
quieren vender y liberan su inventario cuando todos quieren comprar. La fuente de
su beneficio procede, en este caso, de que –como cuando vamos al banco a
obtener divisas– compran el bien o activo más barato de lo que después lo
venden.

Gracias a la función de la creación de mercado, por consiguiente, los


especuladores orientan la valoración de los bienes o activos (en momentos en que
nadie más quiere intercambiarlos) y, sobre todo, les proporcionan un volumen de
negociación lo suficientemente amplio como para que otras personas, al saber que
casi en cualquier momento podrán desprenderse de ellos a buenos precios,
ahorren e inviertan en su producción.

En definitiva, los especuladores facilitan enormemente la coordinación de los


agentes económicos llevando, por un lado, los bienes o activos al lugar o
momento más valorado y facilitando, por otro, las operaciones de intercambio y
acumulación de estos últimos. Por supuesto, ese santo patrón del capitalismo que
es el especulador puede equivocarse y, en lugar de estabilizar los precios, puede
desestabilizarlos todavía más (comprando cuando él cree que está barato y
teniendo que vender luego todavía más barato o vendiendo cuanto cree que está
caro para recomprar luego todavía más caro), en especial si realiza sus
operaciones vía crédito. Pero no parece muy consistente poner en duda la
actividad especuladora por el hecho de que pueda resultar falible; todo en la vida
lo es y no por eso sometemos a severísimas críticas las relaciones en pareja, las
inversiones productivas o el auxilio caritativo del prójimo. Más que nada porque
el especulador se enriquece cuando acierta, pero se hunde en la miseria cuando
fracasa (en ausencia de rescates estatales): comprar caro para vender barato o
vender barato para recomprar caro no parecen los negocios más lucrativos que
uno pueda imaginar, en especial si para llevarlos a cabo te has endeudado. Otra
cosa distinta, y más habitual, es que laceremos a los especuladores cuando
aciertan y porque aciertan; nadie dijo que la verdad fuera un plato sencillo de
digerir. Pero, desde luego, si lo que nos molesta son los errores de la actividad
empresarial, inherentes sea cual sea ésta, lo que deberíamos hacer es sacar a
hombros a los especuladores exitosos y reprimir a los fracasos. Sin embargo,
creo que con el mecanismo de mercado es suficiente: que se forren cuando
acierten y se arruinen cuando fallen. Ese sistema de premios y castigos, sin
distorsiones estatales, se me antoja ya más que suficiente.

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¿Hay una burbuja en el precio del oro?
Publicado el 23 julio 2011 por Juan Ramón Rallo

Habitualmente oímos que existe una burbuja en el precio del oro. No es para
menos: desde 2006, su precio se ha triplicado hasta alcanzar unas cotas nominales
jamás vistas… y pese a todo sigue subiendo. Propios y extraños están
desconcertados y no encuentran explicación más allá de que el mercado, como
pasó con el ladrillo o las puntocom, se ha vuelto loco. La hipótesis es verosímil,
pero no necesariamente acertada.

Recordemos: una burbuja se da cuando el precio de un activo aumenta muy por


encima del valor que hoy tienen todos los servicios que ese activo prestará en el
futuro. El oro apenas tiene unos pocos usos ornamentales e industriales (como los
de la electrónica o la odontología), de modo que su valor actual debería depender
de la demanda futura por tales rúbricas. El problema es que desde el año 2001 a
2010, la demanda por estos conceptos ha caído desde 3.300 toneladas a 2.500 y,
sin embargo, el precio del metal amarillo se ha multiplicado por seis. La única
que se ha disparado ha sido la llamada “demanda de inversión” del oro, que ha
pasado de 349 toneladas a 1.333.

He ahí la aparente paradoja que lleva a muchos a concluir que necesariamente se


ha formado una burbuja en el precio del oro: su precio de mercado se ha
encarecido pese a que sus usos finales han ido perdiendo terreno. Los agentes no
estamos valorando más el metal amarillo por los servicios futuros que nos
prestará, sino simplemente porque sí. El oro sube de precio porque la gente está
invirtiendo más en él y la gente está invirtiendo más en él porque sube de precio y
espera que siga haciéndolo. Comportamiento típico de burbuja.

¿Punto final al asunto? Me temo que no. Si fuera cierto que existe una burbuja en
el precio del oro por este motivo, deberíamos temer que la magnitud de la misma
fuera tremebunda: en la última década, no es sólo que su precio se haya
multiplicado por seis, sino que además su demanda final ha caído un 25%.
Echando cuentas, el precio del oro debería reducirse desde los 1.600 dólares
actuales a apenas 200 para regresar a los niveles razonables de 2001. Parece
claro que algo chirría en esta explicación.
Para empezar, los usos industriales y ornamentales del nuevo oro producido se
han reducido a lo largo del último decenio no porque la gente sienta un mayor
desapego hacia este metal precioso, sino porque el público ha pasado a valorar
mucho más el servicio que proporciona como inversión. Dado que el precio del
oro sube, sus ventas como joyería puramente decorativa van reduciéndose y,
asimismo, cada vez va resultando menos rentable usarlo en las clínicas o en los
chips informáticos. El oro se va empleando en aquello para lo que es más
valioso: la inversión.

Pero, ¿inversión en qué? No desde luego en joyería o electrónica, pues no parece


que estos empleos vayan a necesitar en el futuro de un abastecimiento mucho
mayor al actual (lo que descarta que se esté realizando una acumulación
especulativa de oro). La inversión, en realidad, se realiza con el propósito de
preservar el valor de nuestros patrimonios en caso de catástrofe. Piénselo un
momento, si el dólar, el euro y el yen desaparecieran por una debacle financiera,
militar o natural, ¿qué bien seguiría aceptando la mayoría de la gente como medio
de pago? Pues el mismo que ha venido aceptando durante milenios: el oro.

El oro, por tanto, presta otro servicio muy importante aparte de los ya mentados:
es una protección, un seguro de vida contra calamidades. Por eso, no tiene mucho
sentido señalar que existe o que deja de existir una burbuja en su precio: ¿contra
qué servicios futuros comparamos el precio actual? Si lo hacemos sólo contra la
joyería o la electrónica, estaremos dejando fuera de la fotografía una parte
fundamental de su demanda. Si, en cambio, incluimos también la demanda como
de valor frente a catástrofes futuras, ¿con qué certidumbre podemos afirmar que
los compradores de oro están sobrevalorando los riesgos futuros al ser
demasiado conservadores? ¿Acaso podemos rechazar por entero una repetición
de los acontecimientos de 2008? ¿Acaso podemos descartar que ocurra aquello
que ni siquiera podemos imaginar que vaya a ocurrir (los famosos “cines negros”
de los que habla Nassim Taleb)?

No, el debate es estéril. Lo que la mayor parte de los compradores de oro desean
es conservar de la manera más segura posible el valor de una parte de su
patrimonio. Y, para tal propósito, poco les importa comprar el oro a 200 dólares
que a 20.000. Mientras no se espere un desplome en su demanda como reserva
financiera, cualquier precio es bueno para adquirirlo, pues con cualquier precio
se puede conservar el valor patrimonial (si compro una onza por 20.000 dólares
quiere decir que también puedo venderla por 20.000, es decir, conservo el valor
de mi riqueza).

Al final, la cuestión es así de simple: cuanta más gente desconfíe de la seguridad


de los depósitos de valor rivales al oro (divisas, inmuebles, acciones, deuda
pública o privada…), mayor será la demanda del oro para tal fin. Y, debido a su
muy limitada oferta, cuanto mayor sea la demanda de oro para tal fin, mayor será
su precio, sin que ese encarecimiento (a diferencia de lo que sucede con todos los
otros bienes o activos) se traduzca en una merma de su demanda de inversión,
pues su función como depósito de valor se desarrollada de manera óptima sea
cual sea su nivel de precios.

Los hay que califican al dinero como aquella burbuja que nunca pincha. La razón
es que el precio del dinero, a diferencia del del resto de bienes o activos, es muy
superior a la utilidad que directamente presta. Los clásicos dirían que su valor de
cambio es muy superior a su valor de uso (el euro, a la postre, materialmente no
es más que un trozo inútil de papel). El motivo debería resultar evidente: el bien
que se utiliza como dinero presta otras funciones mucho más valiosas que las
que desempeña como bien de consumo. La diferencia entre el precio y su
utilidad directa de uso, lo que muchos calificarían de burbuja, es justamente la
valoración que hace el mercado de sus funciones monetarias. Una valoración que
tiende a ser bastante estable cuando universalmente se reconoce que un
determinado bien es dinero, pero que es mucho más fluctuante cuando sólo unos
pocos y sólo algunas veces deciden emplearlo como tal.

La revalorización actual del oro no expresa que exista una burbuja en este
mercado, sino que cada vez más gente durante más tiempo lo está reconociendo
como dinero frente a las deficientes alternativas que proporcionan los Gobiernos.
El oro, el dinero natural del mercado, le está ganando la partida al dinero
fiduciario de los Estados. Pero cuidado, que en los últimos años el metal amarillo
esté mostrándose victorioso no significa, ni mucho menos, que ya haya ganado la
guerra. Los Gobiernos tienen numerosas armas para castigar al oro y para mejorar
la calidad de sus divisas u obligaciones; en tal caso, si se produjera un trasvase
de la demanda monetaria del oro a la demanda monetaria de activos estatales, el
precio del oro pincharía. Ya pasó una vez en 1980, cuando los tipos de interés
superaron el 15% para evitar la destrucción del dólar, y podría volver a pasar
ahora. Pero el pinchazo se produciría, no porque haya una burbuja, no porque
exista algo así como un “precio objetivo” del oro del que éste no pueda rebasar
durante mucho tiempo, sino porque al igual que el ordenador dejó obsoleta la
máquina de escribir, un “buen dinero” estatal esterilizaría temporalmente la
demanda monetaria del oro.

La cuestión, claro está, es si los Estados pueden proporcionar un dinero que sea
mejor que el oro (que no sufra inflaciones o deflaciones bastante más acusadas
que las de éste último). Pero téngalo meridianamente diáfano: comprar oro
equivale a apostar por que el actual sistema monetario estatal acabará fracasando.
Es una hipótesis razonable, sobre todo a muy largo plazo, pero perfectamente
falible a corto: que no exista una burbuja (pues el precio del oro podría seguir
subiendo y estabilizarse a niveles todavía más altos) no significa que no exista el
riesgo de descapitalizarse.

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¿Cómo crean dinero los bancos?
Publicado el 07 agosto 2011 por Juan Ramón Rallo

Una de las críticas más habituales contra el sistema bancario es que crean “dinero
de la nada”. La expresión puede ser pegadiza por su simplicidad, pero es
incorrecta. Y lo es por dos motivos: el primero, que los bancos no crean dinero,
sino medios de pago alternativos al dinero; el segundo, que no lo crean de la
nada. Con ello no quiero negar, ni mucho menos, que en ciertos contextos la
actividad bancaria sea profundamente distorsionadora, pero para poder criticar
con fundamento a la banca, antes es imprescindible saber de verdad cómo
funciona.

Que los bancos no crean dinero debería ser algo evidente desde el momento en
que pueden quebrar: si el banco generara dinero, en cuanto estuviera en
dificultades no tendría más que pintarlo. ¿Para qué ampliar capital y salir a bolsa
si pueden manufacturarlo por sí mismos? No, repito: los bancos no crean dinero,
crean promesas por las que ellos mismos se obligan a entregar dinero, es decir,
crean deudas propias (y eso es algo muy distinto al dinero, pues la manera por
excelencia de extinguir las deudas es pagando con dinero). Un depósito a la vista
o un billete al portador –los dos pasivos por excelencia de la banca comercial–
son justamente eso: una promesa del banco, exigible por su acreedor en cualquier
momento, de entregar dinero a su acreedor.

Pero que los bancos no creen dinero no significa que sus promesas de pago no
sean utilizadas como medios de pago o incluso como depósitos de valor, dos de
las funciones básicas del dinero (aunque, fijémonos, que no serán empleadas
como unidades de cuenta, pues precisamente las deudas de los bancos se
contabilizarán en dinero). Son, como decíamos, medios de pago alternativos o,
como les gusta denominarlas a muchos economistas, sustitutos del dinero.

¿Y por qué la gente las utiliza como sustitutos del dinero? Pues básicamente
porque son más cómodas y baratas de emplear que el dinero propiamente dicho.
Y lo son no tanto por ese cuasi chascarrillo popular de que es más fácil llevar en
el bolsillo un talonario o un fajo de billetes que varios kilos o toneladas de oro,
sino sobre todo porque gracias a los bancos el dinero puede cambiar rápidamente
de manos sin necesidad de desplazarlo físicamente.

Imagine que tengo 100 onzas de oro depositadas en el banco BUEN DINERO y
que utilizo 75 en comprarme un automóvil. Si el dueño del concesionario tiene
abierta una cuenta corriente en BUEN DINERO, podré pagarle el coche sin mover
mi oro ni un solo milímetro; nuestro banco sólo tendrá que efectuar un sencillo
apunte contable: si bien hasta el momento me debía a mí 100 onzas, a partir de
ahora me deberá 25 a mí y 75 al dueño del concesionario. El oro, sin moverse, ha
cambiado de titularidad.

Suponga ahora, en cambio, que el dueño del concesionario no es cliente del banco
BUEN DINERO, sino del banco COBRE PRONTO. En tal caso, una vez le haya
pagado (en billetes o con un cheque) al dueño del concesionario, COBRE
PRONTO le reclamará a BUEN DINERO 75 onzas de oro… a menos que
COBRE PRONTO también le adeude oro a BUEN DINERO (por ejemplo, porque
un cliente de aquél le haya comprado alguna mercancía a otro cliente de éste). Si
le debiera, verbigracia, 77 onzas de oro, los saldos acreedores de uno y otro se
cancelarían con la simple entrega de dos onzas de oro de COBRE PRONTO a
BUEN DINERO. Imagine: gracias a la compensación de las deudas entre los
bancos (lo que se conoce como cámara de compensación interbancaria), hemos
realizado transacciones por importe de 152 onzas simplemente movilizando dos
de ellas. ¿Empieza a entender por qué son tan útiles los bancos?

Pero la historia no termina aquí. Para entender la otra función fundamental de la


banca debemos comprender por qué es falso que generen medios de pago “de la
nada”. Seguramente piense que la forma más habitual por la que la banca crea
promesas de pago es a cambio de dinero (en nuestro ejemplo, el oro), pero no es
así. Piense en la banca como un negocio que vende sus deudas a cambio de otras
cosas. Una posibilidad, sin duda, es que las venda a cambio de oro, mas no tiene
por qué ser la única. El banco también puede vender sus promesas de pago a
cambio de las promesas de pago de sus clientes (o, mejor dicho, el banco compra
las deudas de sus clientes pagando con sus propias deudas). Por ejemplo, yo
puedo comprometerme a entregarle dentro de un mes 1.005 onzas de oro al banco
BUEN DINERO si él me entrega hoy promesas de pago de 1.000 onzas (lo que
equivale a un préstamo de 1.000 onzas a un tipo de interés mensual del 0,5%):
aunque hoy no dispongo de las 1.005 onzas de oro, el banco me permite utilizar
desde ya 1.000 de ellas.
Pero esto no supone crear medios de pago de la nada: más bien se crea medios de
pago a cambio de nuestra promesa de que en un mes le pagaremos al banco 1.000
onzas de oro. ¿Cree usted que una deuda con el banco no es “nada”? Si tiene una
hipoteca, dudo que mantenga por mucho tiempo esa opinión: el derecho a recibir
dinero es un activo tremendamente valioso (sobre todo si se termina pagando).

En definitiva, la banca se dedica a convertir en medios de pago (a monetizar)


todo un amplio elenco de bienes presentes y bienes futuros: las deudas que
monetiza no son más que el compromiso a entregarle en el futuro al banco un
dinero que obtendremos de la venta de bienes que ya existen o que existirán. El
banco monetizará, pues, no sólo el oro que depositamos en sus reservas, sino
cualquier cosa que hoy tenga valor y que el banco crea ventajoso comprar a
cambio de sus deudas (de sus promesas de pago). En contra de lo que suele
pensarse, el banco no necesita captar depósitos para prestar; al contrario, suele
crear nuevos depósitos (nuevas promesas de pago) cuando presta. Para el
público, esto tiene ventajas muy grandes: la gente que carezca de dinero, pero que
disponga o vaya a disponer de bienes con valor monetario, podrá acudir al banco
para vestir como medios de pago esas propiedades a cambio de un módico precio
(justamente, el pago del intereses).

¿Significa lo anterior que los bancos pueden monetizar sin consecuencias


cualquier cantidad de bienes presentes o futuros? No. Tengamos en cuenta que el
banco siempre que crea nuevos medios de pago se está endeudando: su manera de
monetizar bienes presentes o futuros es comprándolos mediante la emisión de
nuevas deudas propias. Al fin y al cabo, los billetes de banco o los depósitos que
crea para comprar los bienes presentes o futuro son compromisos suyos a entregar
oro… y a entregarlo a la vista: cualquier acreedor del banco puede exigirle en
cualquier momento que le proporcione unas cantidades de oro que, obviamente, el
banco no tiene en reserva y que tendría que conseguir liquidando los bienes
presentes o futuros que ha monetizado previamente.

Por consiguiente, el banco debería ser extremadamente prudente a la hora de


monetizar bienes distintos del oro: si esos bienes ya existen (bienes presentes), lo
ha de ser porque su precio en términos de oro puede fluctuar enormemente en el
momento de la liquidación, de modo que el banco recuperaría con la ejecución
del bien presente menos oro del que ha adelantado con sus promesas de pago; y si
esos bienes todavía no existen (bienes futuros), porque estaría incrementando la
cantidad de medios de pago sin que lo haya hecho la de bienes disponibles para
ser adquiridos (generando con ello inflación), de modo que, en caso de
necesidad, no podría vender hoy los bienes futuros para convertirlos en oro y
pagar sus deudas.

Por ejemplo, si el banco adelanta al dueño de un concesionario 1.995 onzas de


oro a cambio de que en tres meses le devuelva 2.000 onzas después de haber
enajenado todos los coches que tiene a la venta, lo que está monetizando el banco
es el valor monetario de los vehículos. ¿Qué sucederá si en tres meses el dueño
del concesionario sólo ha podido liquidarlos por 1.500 onzas? Pues que el banco
tendrá un agujero de 500 onzas que tratará de rellenar liquidando otros bienes
presentes del dueño del concesionario (si es que prestó una garantía personal), y
si éste carece de bienes presentes, deberá atacar sus bienes futuros según vayan
creándose (pero, mientras tanto, se quedará corto de oro, con el consiguiente
riesgo de suspender pagos).

La enorme flexibilidad de los medios de pago de la banca ha llevado a diversos


economistas a proponer que el banco sólo pueda vender sus deudas a la vista para
comprar dinero (coeficiente de caja del 100%). La cautela es comprensible pero
innecesariamente rígida. A la postre, los acreedores del banco pueden cobrar de
dos maneras: o recibiendo oro o recibiendo aquellos bienes que comprarían
inmediatamente si dispusieran de oro. El banco puede, por tanto, mantenerse
razonablemente líquido y funcionar sin problemas siempre que se limite a
monetizar oro y aquellos bienes de consumo sobre los que no quepa ninguna duda
que van a ser adquiridos a muy corto plazo por los consumidores y al precio por
el que se han monetizado (esto es, que se van a transformar a corto plazo y con
seguridad en oro o sean susceptibles de saldar la deuda de los bancos
entregándoselos a sus acreedores directos o indirectos). O dicho de otra manera,
un banco que siguiera estas directrices podría hacer frente a todas sus deudas aun
cuando no tuviese suficiente oro en sus reservas y todos sus acreedores fueran a
la vez a reclamárselo.

Más allá de eso, la monetización de bienes presentes con escasa demanda o de


bienes futuros traerá consecuencias inflacionistas, tenderá a generar ciclos
económicos y pondrá en jaque la liquidez y la solvencia de los bancos: estos se
endeudarán a corto plazo (emitirán billetes o depósitos) para invertir a largo
(sólo recuperan el oro merced a la venta de una mercancía futura que todavía no
existe). La concesión de préstamos contra bienes futuros no debería hacerse
mediante la creación de deudas a la vista por parte de la banca, sino mediante
ahorro y préstamos a la banca (renuncia por parte de un tercero a los bienes
presentes que el deudor de la banca quiere adquirir hasta que fabrique los bienes
futuros con cuya venta se amortizará el préstamo). Uno de los casos más extremos
y devastadores de comportamiento imprudente de la banca es la concesión de
hipotecas mediante la creación de depósitos a la vista: en esos supuestos, lo que
se monetiza no es la vivienda, sino los sueldos del hipotecado durante los
próximos 20, 30 ó 40 años (las mercancías que irá produciendo y vendiendo
durante esas décadas). La casa es sólo un bien presente que actúa como garantía
adicional y cuyo precio de ejecución fluctúa enormemente.

Tal vez ahora entienda por qué a lo largo del s. XX se ha ido privilegiando a la
banca permitiéndole que no pague sus deudas (que no las pague en oro, sino en un
“dinero especial” que crea a discreción el Estado) y proporcionándole un acceso
privilegiado a una banca central dispuesta a refinanciarla siempre que se
encuentre al borde de la suspensión de pagos. Pero todo esto lo explicaremos en
otros artículos.

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¿Especulación buena, especulación mala?
Publicado el 12 agosto 2011 por Juan Ramón Rallo

La especulación tiende a ejercer una influencia moderadora sobre los precios de


los activos al proporcionarles volumen de negocio y reducir sus divergencias
geográficas y temporales. En relación al futuro, la postura de los especuladores
puede dividirse en dos clases: los que tratan de comprar barato y vender caro
(especulación alcista o posiciones largas); y los que intentan vender caro para
recomprar barato (especulación bajista o posiciones cortas).

Ambas clases de especulación tienen el mismo propósito: ajustar los precios a la


realidad. Pero para lograrlo siguen caminos distintos: la especulación alcista
presupone que los precios actuales están artificialmente abaratados con respecto
a los futuros, por lo que tiende a acaparar los activos en cuestión (encareciendo
su precio actual) para revenderlos más adelante (abaratándolo su precio futuro);
la especulación bajista considera que los precios actuales están artificialmente
inflados con respecto a los futuros, por lo que trata de enajenar los activos
(reduciendo su precio actual) para recomprarlos más adelante (encareciéndolo en
el futuro). Los especuladores ganan cuando el mercado se orienta en la dirección
pronosticada: los alcistas cuando sube y los bajistas cuando baja.

El especulador es un profesional del ajuste de precios y, por consiguiente, rara


vez hace uso de su exiguo patrimonio personal. Si se restringieran las operaciones
especulativas a los fondos propios de cada agente, apenas tendrían capacidad
para corregir los desajustes en los precios: el volumen de transacciones en los
mercados es tan descomunal que un agente individual apenas pintaría nada si no
se apalancara para multiplicar su relevancia. De ahí que el especulador, tanto el
alcista como el bajista, tienda a operar de prestado.

En concreto, el especulador alcista toma prestado un dinero que no tiene para


comprar unos activos que espera revender más caros en el futuro; por su parte, el
especulador bajista toma prestados unos activos que no tiene para recomprarlos
más adelante. Los medios de comunicación suelen hacer mucho hincapié en que
los especuladores bajistas “apuestan” por vender unos activos que no poseen,
pero se olvidan siempre de que exactamente lo mismo sucede con los
especuladores alcistas: el activo que venden sin poseer es el dinero.

Nada de lo anterior cambia sustancialmente si los especuladores bajistas operan


al descubierto, esto es, si ni siquiera poseen o han pedido prestados los activos
que enajenan. Las ventas al descubierto no son más que ventas a plazo: los
especuladores cobran de inmediato y efectúan la entrega del activo después; es
durante el intervalo cuando aprovechan para comprarlo o para pedirlo prestado.
Lo mismo sucede, sin embargo, con los especuladores alcistas, los cuales pueden
comprar activos sin necesidad de pagarlos al contado. Al final, estamos hablando
de operaciones a crédito (compro o vendo ahora y pago o cobro luego) con la
peculiaridad de que no implican un préstamo formal de dinero o de activos.

Cuando alguna de las operaciones crediticias anteriores se realiza a través de un


broker (de un intermediario financiero), será habitual que éste intente limitar la
cuantía del crédito que les extiende a sus clientes a través de la exigencia de una
“entrada”, que en la jerga financiera se conoce como “margen” (margin en
inglés). Por ejemplo, si una acción vale 100 euros y el broker les exige a sus
clientes un margen del 50%, un especulador alcista podrá adquirirla abonando
únicamente 50 euros. Lo mismo con el especulador bajista: si su margen es del
50%, venderá una acción que no posee por 100 euros y deberá aportar 50 euros
adicionales para cubrir al broker del riesgo de que suba de precio.

El margen exigido por el broker va ajustándose en cada momento según la


evolución de los precios de los activos. Por seguir con el anterior ejemplo, si el
precio de las acciones cae de 100 a 60, el especulador padecerá unas pérdidas
latentes de 40 euros que el broker le imputará a los 50 euros que ha aportado.
Problema: si le restamos al margen de 50 euros las pérdidas latentes, éste queda
reducido a 10 euros, cuando el broker exige en todo momento que el especulador
mantenga un margen equivalente al 50% del precio de las acciones (en este caso,
un margen de 30 euros). En esos supuestos, el especulador alcista sólo tendría
dos opciones: o ingresar 20 euros más en el broker (margin call, en inglés), o
liquidar sus acciones para saldar su deuda con el broker. El caso es análogo para
el especulador al descubierto: si vende la acción anterior a 100 euros sin
poseerla y su precio sube a 140, como debe mantener un margen del 50% del
precio de la acción (70 euros), deberá aportar 20 euros adicionales o recomprar
de inmediato el título (con las pérdidas pertinentes).

Fijémonos que, en contra de lo que sugiere muchos medios de comunicación, la


especulación bajista no es que carezca de riesgos para el especulador, sino que es
muchísimo más arriesgada que la especulación alcista. Para que nos entendemos:
las pérdidas máximas del especulador alcista están limitadas al precio de lo que
adquiere. Si pide prestados 100 euros para comprar acciones de la empresa X,
como mucho perderá esos 100 euros y sólo en el caso de que las acciones pasen a
valer 0 euros. En cambio, las pérdidas para el especulador bajista son
potencialmente infinitas: si vende hoy acciones de la compañía X con el
compromiso de entregarlas dentro de una semana, corre el riesgo de que mientras
tanto el precio de la acción se multiplique por 2, por 10, por 100 o por 1.000; el
único límite es el infinito. Y, al contrario, las ganancias potenciales de los
especuladores alcistas son infinitas (compro una acción a 100 y puede subir sin
límite) mientras que las de los especuladores bajistas se encuentran limitadas
(vendo una acción que no poseo por 100 y tengo que recomprarla por 0).

Los medios de comunicación también suelen atribuir las debacles bursátiles a la


intensa actividad de los especuladores bajistas. La crítica, empero, está del todo
injustificada. Es verdad que generalmente los pinchazos del mercado de valores
irán de la mano de cuantiosas ventas en corto, pero la cuestión de fondo es: ¿cae
la bolsa porque se venden acciones en corto o se venden acciones en corto porque
la bolsa está inflada de valor y se espera que las acciones vayan a caer en el
futuro? Si en el año 2006 se hubiese producido una intensa especulación bajista
en el mercado inmobiliario español (una opción que por desgracia no existía),
¿alguien hubiese tenido la cara dura de atribuir el pinchazo de precios a la
especulación bajista en lugar de a una burbuja que había sido sobredimensionada
por los especuladores alcistas?

Pese a todo, a los liberticidas les encanta hablar de “profecías autocumplidas”: si


los especuladores bajistan generan una dinámica depresiva en los precios de los
activos, la caída tenderá a realimentarse aun cuando no exista ningún motivo de
fondo. Ahora bien, si los especuladores bajistas venden al descubierto, ¿por qué
los alcistas no compran a margen? Si ambos especuladores cuentan con las
mismas armas financieras (comprar sin pagar o vender sin poseer), lo que tenderá
a prevalecer en cada momento será la opinión más extendida entre los
especuladores. Nadie dice que la opinión mayoritaria sea necesariamente la
correcta (de hecho, en numerosísimas ocasiones no lo será), pero sí que ninguna
iluminada opinión, mayoritaria o minoritaria, es tan buena como para imponerla
sobre el resto. Las prohibiciones de las ventas en corto no pretenden alcanzar
valoraciones más acertadas de los activos, sino valoraciones sesgadas al alza.

De hecho, no es inhabitual que los especuladores alcistas sean, al contrario de lo


que suele suponerse, los que fuercen las grandes debacles bursátiles y que los
especuladores bajistas quienes las contengan. Si los especuladores alcistas están
muy apalancados (han comprado muchos activos a margen) y el precio de sus
activos desciende, tendrán que hacer nuevas aportaciones de dinero a sus brokers,
pero si carecen de suficientes fondos, su única alternativa será la de liquidar sus
activos a cualquier precio.

Por el contrario, los especuladores al descubierto son los únicos que, si se


produce un rebote en medio de una debacle, se verán forzados a comprar a
cualquier precio, reforzando la dinámica alcista. Así, por ejemplo, el 28 de
octubre de 2008, en medio de la debacle bursátil post-Lehman Brothers, las
acciones de Volkswagen subieron cerca de un 100% después de que Porche
anunciara que había comprado a escondidas el 74% de los títulos de la
automovilística alemana y que no pensaba enajenarlos. Los bajistas se toparon
con que tenían que entregar a corto plazo más acciones de las que quedaban a la
venta en el mercado, por lo que los precios se dispararon.

Pero además, prohibir las ventas en corto resulta absurdo. Aun cuando los
especuladores bajistas no puedan expresar sus opiniones negativas, los alcistas
siguen teniendo la capacidad para hacerlo. ¿Cómo? Pues vendiendo los títulos
que habían comprado previamente cuando tenían mejores expectativas sobre el
futuro. Si el pesimismo se ha adueñado de los inversores, prohibir las ventas al
descubierto no impedirá el ajuste a la baja de los precios, sólo lo retrasará (hará
que vivamos durante más tiempo en una burbuja) y lo canalizará por otros canales
que no tienen por qué ser tan apropiados (opciones, futuros, ETFs…). La única
manera de evitar que el precio de los activos cayera sería prohibiendo
directamente su venta: ¡sólo se admiten compras! Con tanto genio político suelto,
no le extrañe que en algún momento lo veamos.

En definitiva, por mucho que a los Gobiernos les encante buscar chivos
expiatorios de por qué su deuda o las acciones de su país se derrumban, en
general las caídas sostenidas hay que reputarlas a las condiciones económicas de
fondo y no contubernios judeomasónicos. Los especuladores no son un cuerpo
unitario que actúe a modo de cártel, sino cientos de millones de personas que
expresan en el mercado sus opiniones sobre el futuro de los distintos activos:
cuando aciertan ganan y cuando se equivocan pierden.

Si prohibimos la especulación bajista bajo la presunción de que los


especuladores siempre se equivocan o de que pueden manipular los precios,
también deberíamos prohibir la especulación alcista por los mismos motivos:
esto es, deberíamos prohibir toda actividad de mercado. Mas no podemos
permitirnos el lujo de prescindir de la función esencial de los especuladores: sin
ellos, las fluctuaciones de precios serían infinitamente más violentas que ahora.

Si se quieren soluciones a la volatilidad y a las crisis en general, sería mucho más


lógico que nos dedicáramos a revisar cómo los especuladores –y todos los
agentes económicos– acceden a un crédito casi siempre demasiado flexible y
elástico en lugar de monitorizar su actividad una vez disponen del crédito. Pero
esto, me temo, más que atentar contra los especuladores bajistas iría frontalmente
en contra de unos especuladores alcistas demasiado acostumbrados a comprar
activos con un dinero que no tienen.

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¿Por qué la bolsa se comporta a veces como una
montaña rusa?
Publicado el 19 agosto 2011 por Juan Ramón Rallo

Uno de los motivos por los que la bolsa se ha ganado tan mala fama entre los
profanos es su, en ocasiones, extrema volatilidad. La crítica no está del todo
injustificada, especialmente para aquella gente que prefiere no perder nada de
dinero a tener la oportunidad de ganarlo en abundancia. Sin embargo, antes de
censurar por entero al mercado de valores como si de un infame casino se tratara,
convendría que comprendiéramos mejor su naturaleza.

Todas las acciones cotizan a un múltiplo sobre sus beneficios, porque cuando
compramos una acción no adquirimos sólo sus beneficios presentes, sino también
sus beneficios futuros: ese múltiplo es el famoso PER (Price-to-Earnings Ratio o
ratio precio/beneficio). Por ejemplo, una empresa que gane 5 euros por acción y
cotice en el mercado a 55 euros, tendrá un PER de 11. Por ello, bien podríamos
decir que el precio de cualquier título tan sólo es el beneficio por acción (BPA)
multiplicado por el PER.

Por supuesto, que nadie espere hacerse rico manejando semejante fórmula (o, al
menos, manejándola a lo bruto sin un mayor análisis suplementario): no basta con
obtener el BPA del último ejercicio y multiplicarlo por el PER para conocer el
precio al que tenderá a venderse la acción, ya que no existe un PER
predeterminado para todas las compañías; algunas cotizan con unos PER muy
altos (desde 25 al infinito), otras con unos PER muy bajos (de 0 a 10) y otras con
unos PER medios (entre 10 y 25). ¿A qué responde esta diversidad en los PER de
las compañías? ¿Por qué Panasonic cotiza a un PER de 500 y el BBVA a uno de
6? Pues básicamente por la calidad de los beneficios futuros con respecto a los
beneficios presentes: los inversores esperan que los beneficios de Panasonic sean
mucho mejores en el futuro de lo que lo son hoy y, en cambio, vaticinan que los
beneficios del BBVA irán ligeramente a peor.

Es algo sencillo de comprender. Imagine que una empresa gana 1 euro por acción
y que cotiza a 2 euros; su PER será de 2. Aparentemente estamos ante un PER muy
bajo, ya que en apenas dos años de beneficios recuperaríamos la inversión
inicial. Un caramelo muy apetitoso para cualquier capitalista-explotador-buitre-
desalmado que se precie. ¿A qué podría deberse, entonces, que no haya más gente
interesada en comprar acciones y pujar al alza sus precios? Pues, simple y
llanamente, a la expectativa de que durante los próximos años el beneficio por
acción de la compañía se desplomará de 1 euro a, por ejemplo, 10 céntimos (con
lo cual el PER recalculado a un BPA de 0,1 euros sería, en realidad, de 20). Lo
contrario sucede cuando los PER son muy altos.

Muy bien, sentado esto, detengámonos a estudiar qué significa eso de “calidad de
los beneficios” que en buena medida sintetiza el PER.

Una acción no es más que un derecho de propiedad sobre una parte de una
empresa, es decir, un derecho sobre una parte de sus beneficios futuros (en
realidad, sobre sus flujos libres de caja futuros, pero hablaremos de beneficios
para simplificar); esto es, cuando compramos una acción, como decíamos,
estamos adquiriendo el derecho de propiedad sobre una corriente de rentas
futuras e inciertas (los beneficios anuales durante la vida de la
empresa). La calidad de esa corriente de rentas será mayor cuanto más grandes
sean los beneficios futuros, más pronto los vayamos a recibir y menos inciertos
sean. Es algo bastante lógico, ¿no? Todos preferimos más dinero a menos dinero,
recibirlo antes a después y también asumir los menores riesgos posibles.

Trasladando estas simples conclusiones al PER, podemos inferir que éste tenderá
a aumentar –para un BPA dado– cuando los agentes esperen que los beneficios
futuros de una empresa crezcan, cuando esos beneficios futuros lleguen antes de lo
previsto o cuando el riesgo de no percibirlos se reduzca: en definitiva, a mayor
calidad de los beneficios futuros, mayor PER y mayor cotización de la acción.

Por ejemplo, si usted posee una empresa que ganó 4 euros por acción en 2010
pero existe mucha incertidumbre en torno a si será capaz de mantener esos
mismos beneficios en el futuro, tal vez su cotización apenas llegue a 8 euros por
acción; sin embargo, si en algún momento esa incertidumbre se llegara a despejar
(verbigracia, si la compañía empezara a sacar una línea de productos muy
innovadores que le aseguraran un buen nicho de mercado durante muchos años), el
PER remontaría a niveles medios (pongamos que 15), lo que dispararía su
cotización a 60 euros.

Ahora solo queda abstraernos de las empresas concretas y pasar a analizar el


mercado de valores en su conjunto (el cual no es más que la agregación de todas
las compañías individuales que cotizan en bolsa). ¿Por qué la bolsa se comporta
en ocasiones como una alocada montaña rusa? Más allá de la sana influencia de
los especuladores en la determinación del valor de las acciones a corto plazo, en
momentos en los que se reciben señales contradictorias sobre el rumbo futuro que
seguirá la economía (datos buenos, datos regulares y datos malos), es normal que
la bolsa tienda a descender en medio de una elevada volatilidad: la incertidumbre
limitará el precio máximo de las acciones (su PER no podrá adoptar niveles muy
elevados hasta que la incertidumbre se reduzca) y, dentro de esta tendencia
bajista, el PER y por tanto las cotizaciones fluctuarán violentamente de acuerdo
con las variaciones en la calidad estimada de sus beneficios futuros con respecto
a los presentes.

Es cierto que, ante tamañas fluctuaciones, un observador externo podría concluir


que los agentes que allí operan no saben lo que hacen, que son unos pobres
ludópatas que compran y venden acciones de manera alocada. Y, en parte, es
verdad que hay gente que invierte su dinero en bolsa como si acudiera al bingo;
pero al margen de estos irresponsables –pues irresponsable es no informarse
mínimamente del producto en el que se está invirtiendo–, el motivo esencial de
las fluctuaciones bursátiles es otro: simplemente no sabemos –ni podemos saber–
con elevada certeza qué nos deparará el futuro, de ahí que sea plenamente lógico
que en cada momento, conforme el futuro se acerca y disponemos de nueva
información, reelaboremos nuestras expectativas sobre el futuro y revisemos
nuestras elecciones pasadas. En la bolsa, esa reelaboración y revisión tiene una
plasmación inmediata en fluctuaciones continuas en los precios de las acciones.

Resulta del todo absurdo condenar un mercado por el hecho de que nos esté
ofreciendo, segundo a segundo, un precio para las principales empresas del país
en función de las cambiantes expectativas sobre su futuro. Más bien, si no
tenemos interés en comprender el funcionamiento de la bolsa, deberíamos
mantenernos alejados de la misma, de idéntico modo a como nos mantendríamos
alejados de un laboratorio si no conociéramos las sustancias que allí se están
mezclando; y si tenemos interés en comprender los movimientos bursátiles, pronto
descubriremos que la manera más inteligente de tomar partido en la bolsa será
mantener la cabeza fría y adoptar una visión mucho más a largo plazo que no
reaccione de inmediato ante cualquier bit de nueva información que recibamos.

Es más, no deberíamos reputar una amenaza, sino una muy atractiva oportunidad,
el hecho de que el resto de inversores sean más impulsivos que nosotros y
compren, vendan y asignen nuevos precios a las acciones de manera mucho más
continuada: si las malas noticias que nosotros reputamos que van a tener una muy
escasa influencia a largo plazo tienden a deprimir excesivamente el precio de las
acciones (a generar unos PER absurdamente bajos según nuestro punto de vista),
será un buen momento para comprar, pues pagaremos muy poco dinero por recibir
muchos beneficios futuros; si las buenas noticias con poca repercusión futura
tienden a inflar excesivamente sus precios (a elevar mucho su PER), será el
momento para vender, pues cobraremos mucho dinero a cambio de renunciar a
escasos beneficios futuros.

Los críticos de la bolsa, en lugar de censurarla y desear que sea controlada por
los políticos, deberían ser más humildes y, si discrepan de las cotizaciones que en
cada momento aparecen en el mercado, empezar a comprar o vender acciones por
sí mismos. Si creen que las fluctuaciones son demasiado exageradas, que no
tienen sentido y que, por tanto, ellos pueden realizar una mejor estimación de su
precio que el resto, que lo demuestren metiendo allí su dinero. Lo contrario es
sólo una señal de fatal arrogancia: la ignorancia lleva a la incomprensión, la
incomprensión al desprecio y el desprecio al deseo de prohibición. Denle la
vuelta el círculo vicioso: infórmense, comprendan, aprecien y participen. O, si
no, mantengan sus pezuñas fuera. Pero no se crean los más listos de la clase sin
haber demostrado nada en la práctica. Los inversores son mucho más humildes: la
volatilidad de la bolsa es la más clara señal de lo muy limitado que es nuestro
conocimiento sobre el futuro.

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¿Pueden los empresarios explotar a los trabajadores?
La economía clásica popularizó la errónea idea de que bajo el capitalismo los
trabajadores se encontraban sometidos a una “ley de hierro de los salarios”:
cuando los sueldos se incrementaban por encima del nivel de subsistencia, las
familias comenzaban a tener hijos y la mayor oferta de mano de obra terminaba
impulsando a la baja los salarios (y, viceversa, si éstos caían por debajo del nivel
de subsistencia, la gente moría, lo que hacía que volvieran a elevarse).

Hoy, la interpretación popular de esta ley de hierro de los salarios pasa por
atribuir a los empresarios un poder absoluto frente al trabajador. Si no hubiese
leyes de salario mínimo, sindicatos, convenios colectivos e inspectores laborales,
los sueldos caerían pronto al nivel de subsistencia y las condiciones de trabajo
serían las propias de los cuentos dickensianos. Al fin y al cabo, el trabajador se
encuentra en una posición de inferioridad respecto al empresario: a diferencia de
éste, el obrero tiene que trabajar para comer y no puede mantenerse mucho tiempo
en el paro, de modo que tendrá que aceptar a la desesperada cualquier cosa que
se le ofrezca. Todos hemos experimentado alguna vez cómo apenas tenemos algo
que oponer en una entrevista laboral: si somos muy exigentes, el de recursos
humanos simplemente nos despachará y contratará a otro.

Bajo este prisma, los liberales que deseamos abolir todo el derecho laboral –por
ser un derecho de excepción que sólo sirve para destruir riqueza y empleos– no
somos más que los sicofantes de unos capitalistas que quieren reinstaurar su
cruenta explotación decimonónica.

Pero, más allá de la caricaturización socialista, ¿somos así de desalmados? No


exactamente. De entrada, los supuestos de que el trabajador carece de todo poder
de negociación y de que el empresario es omnipotente no son del todo realistas, o
al menos no son realistas para todo el mundo.

Por un lado, un trabajador puede buscar un empleo teniendo ya un empleo, por lo


que sí sería capaz de rechazar una oferta laboral que no le agrade (no tiene que
coger cualquier empleo basuriento). Asimismo, una persona puede disponer de
ahorros (personales o familiares) de los que ir tirando hasta que encuentre un
empleo que se adecúe a sus necesidades.
Por otro, un trabajador no es siempre perfectamente reemplazable por otro; hay
empleados muy especializados que de hecho tienen un enorme poder de
negociación frente a los empresarios. El caso paradigmático probablemente sea el
de los futbolistas de Primera División y el de otros deportistas famosos, pero
existe un amplio abanico de casos reales: directivos, inversores muy cualificados,
profesores universitarios, ingenieros informáticos de renombre, periodistas
famosos… En todos estos ejemplos, la negociación laboral se desarrolla en pie
de igualdad o, incluso, en pie de desigualdad a favor del trabajador. Obviamente,
no todos los trabajadores se encuadran en estas categorías, pero tampoco todos se
encuadran en el otro extremo donde se carece de cualquier poder de negociación.
La mayoría de las personas se hallan en un punto intermedio: cuanto más valor
añadido generen dentro de la empresa y menos sustituibles sean, mayor será su
poder de negociación.

Y, por último, tampoco es del todo cierto que un empresario pueda mantenerse sin
contratar a nadie durante mucho tiempo. Una vez se ha constituido la empresa, el
empresario comienza a perder dinero si ésta no está en funcionamiento: como
poco, soportará algunos costes operativos (electricidad, alquiler, internet…) y los
financieros (el tipo de interés de los préstamos que haya solicitado para crear la
empresa, o las remuneraciones que le exigirán sus accionistas). Por no hablar de
que si la compañía ya está en marcha, las bajas de ciertos trabajadores pueden
interrumpir su funcionamiento y ocasionarle quebrantos extraordinarios (por eso
las huelgas son tan dañinas).

Pero, pese a las objeciones anteriores, sí es cierto que, en general, el empresario


tiene más poder de negociación en la relación laboral que el trabajador sin
demasiada cualificación. Y es así por motivos parecidos a por los que el
consumidor tiene una ventaja negociadora frente al productor: porque quien tiene
el dinero (empresario contratante o consumidor) puede atesorarlo y esperar a que
la otra parte (trabajador o productor) ceda y mejore las condiciones de la
transacción. Desde luego que existen contrapesos como los que acabamos de
describir, pero la tendencia general es ésa. Ahora bien, ¿significa ello que el
trabajador está desamparado frente al empresario y que sus salarios tenderán a
reducirse al nivel de subsistencia?

No y por motivos similares a los que impiden que los consumidores fuercen que
el precio de un Ipad se reduzca hasta su coste de producción. Me explico.
Imaginemos que el coste medio de fabricar un Ipad es de 100 dólares; si ese fuera
el precio de salida, la demanda sería astronómica: los consumidores se pegarían
por hacerse con uno de estos aparatos. Apple sólo podría mantener el precio a
100 dólares si incrementara lo suficiente la producción de Ipads para que al final
todo el mundo tuviera uno y su utilidad marginal cayera hasta ser inferior a los
100 dólares que cuesta. Si por alguna razón Apple se niega a hacerlo (y con
“alguna razón” quiero decir “maximizar sus beneficios”), la oferta de Ipads será
relativamente rígida (en esencia, porque nadie más los produce), lo que llevará a
que la competencia entre los consumidores eleve el precio de los Ipads muy por
encima de sus costes. ¿Cuándo dejará de encarecerse el Ipad? Pues cuando su
precio sea tan alto que empiecen a aparecer Ipads que no se vendan. ¿Y por qué
habrá Ipads sin venderse? Porque a ese elevado precio no habrá suficientes
consumidores que lo valoren más que el dinero que cuesta: es decir, su precio
superará la utilidad marginal del cacharro.

Con el factor trabajo sucede algo parecido. La oferta de trabajo es inelástica y los
empresarios son los “consumidores” que compiten por agenciarse a los escasos
trabajadores.

Por un lado, la oferta de trabajo es bastante inelástica a corto y medio plazo –los
individuos pueden trabajar más horas pero no puede “fabricarse” de inmediato un
mayor número de trabajadores, sobre todo cuando ya se trata de trabajadores con
una eleva formación– y a largo plazo la oferta responde a consideraciones
distintas a su precio. Los clásicos estaban equivocados al pensar que si el salario
crecía por encima del nivel de subsistencia las familias tendrían muchos más
hijos. En Occidente ha sido más al revés: cuando esos salarios han superado
definitivamente el nivel de subsistencia, la natalidad se ha desplomado. Digamos,
por simplificar, que en la planificación familiar influyen muchísimos más factores
que los salarios, lo que significa que la oferta de mano de obra a largo plazo
también es casi del todo independiente del nivel de salarios.

Por otro, la enorme acumulación de capital que ha tenido lugar en las economías
de mercado durante los últimos siglos ha permitido que la productividad de
incluso el más inútil de los trabajadores sea muy alta. En la actualidad, la
cantidad de productos que cada mes es capaz de fabricar de cualquier obrero (no
digamos ya de los muy cualificados), gracias a la calidad de las herramientas que
tiene a su disposición, es muy superior a lo que fabricaba, por ejemplo, en el s.
XVIII y también muy superior a los niveles de subsistencia. Los empresarios
capitalistas disponen de bienes de capital, pero carecen del factor trabajo, que
han de alquilar e insertar dentro de sus planes de negocio para generar beneficios.

Los empresarios, por consiguiente, pujarán por una oferta más o menos rígida del
factor trabajo y lo harán con la vista puesta en la productividad marginal de los
obreros: como sucedía con el precio de los Ipads cuando los compradores
querían adquirir un número limitado de unidades, el salario de los trabajadores
tenderá a subir por encima del coste de subsistencia (al igual que los Ipads se
encarecían por encima de su coste de producción). Y lo hará no porque
individualmente cada empleador desee pagar salarios más altos, sino porque el
resto estarán dispuestos a abonarlos con tal de hacerse con los trabajadores que
necesitan.

¿Hasta cuándo subirán los salarios? Si los Ipads se encarecían hasta equipararse
con la utilidad marginal que permitía que todos ellos se vendieran, el salario se
encarecerá hasta equipararse con la productividad marginal que permitirá que
todos los obreros que deseen ser contratados lo estén. No puede situarse por
encima de este nivel, porque entonces habría personas desempleadas dispuestas a
ser contratadas por un salario más bajo (otra cosa es que la ley les impida aceptar
un salario más bajo, en cuyo caso habrá paro) y tampoco puede ser inferior,
porque entonces habría empresarios dispuestos a contratar a los trabajadores
pagando salarios más elevados. Por eso mismo, además, aunque los economistas
clásicos hubiesen tenido razón en que unos salarios elevados promovían la
natalidad, habrían estado equivocados en sus conclusiones: una mayor oferta
laboral no tiene por qué rebajar los salarios si esos empleados incrementan
directamente la productividad marginal (por ejemplo, si son muy cualificados,
esto es, si incorporan mucho capital humano) o si lo hacen de manera indirecta, a
saber, produciendo más bienes de capital.

Es importante fijarse en que la existencia de trabajadores parados no invalida la


explicación de que los empresarios compiten por contratar a los trabajadores. Sin
duda, si existe un abundante desempleo, la rivalidad tiende a desaparecer y el
empresario podrá ofertar salarios más bajos. Pero, como decíamos, la existencia
de paro significa justamente que los salarios se han situado por encima de la
productividad marginal de los trabajadores y que, por tanto, tienen que reducirse.
Que en un mercado libre los salarios se sitúen por encima de los de subsistencia
no significa que puedan ubicarse por encima de la productividad marginal del
trabajador: son cosas muy distintas. El problema, como sucedía en los albores de
la Revolución Industrial, se da cuando la productividad es muy baja y, por tanto,
los salarios también son muy bajos. Pero no es un problema de explotación, sino
de pobreza general de la sociedad.

Este es el marco general dentro del que se determinan los salarios. Por supuesto,
hemos de tener en cuenta que no todas las ofertas de trabajo son idénticas (como
decíamos, los trabajadores de distinta cualificación no compiten directamente
entre sí) y que existen problemas de información (no todos los empresarios están
en contacto con todos los obreros y, de hecho, los procesos de selección pueden
ser largos y cansinos) y costes ocultos que frenan la movilidad de los
trabajadores (por ejemplo, la renuencia a cambiar de residencia). Habrá
ocasiones, pues, donde un trabajador percibirá un salario superior al que cobraría
si el empresario conociera y pudiese contratar a todos los candidatos idóneos
para ese puesto y otras en las que percibirá un sueldo inferior al que obtendría si
conociera y estuviera dispuesto a desplazarse a todos los puestos que encajan con
su perfil. Pero, en todo caso, es falaz que el poder de negociación de los
empresarios les permita rebajar los salarios hasta el nivel de subsistencia.

Luego, podremos encontrarnos con organizaciones de empresarios y de


trabajadores –cartels– para tratar de controlar la fijación de los salarios. Sería el
caso de las patronales y de los sindicatos. Ambas organizaciones, sin embargo, es
improbable que tengan mucho éxito sin apoyo estatal. En el caso de los
empresarios, porque si existe libertad de entrada para formar nuevas empresas
(también para los trabajadores, que pueden hacerse autónomos), no sólo para el
capital nacional, sino también para el extranjero, la patronal debería vincular no
sólo a los empresarios existentes, sino a todos aquellos que pueden llegar a crear
una empresa. ¿Acaso es posible crear un cartel empresarial por el que todos los
empresarios existentes se comprometan a no competir por sus trabajadores y
todos los restantes ciudadanos acepten no crear nuevas empresas (pues entonces
deberían fichar a los trabajadores de otras empresas)? No, salvo que lo imponga
la ley.

Lo mismo cabe decir de los sindicatos: la sindicación universal es harto


complicada, sobre todo si existe la posibilidad de celebrar contratos Yellow Dog
(contratos que remuneren la no sindicación). De todas formas, si los sindicatos
lograran su objetivo de representar a todos los obreros, tampoco podrían fijar
salarios sin graves consecuencias: si suben los salarios por encima de la
productividad marginal que permite contratar a todos los trabajadores (aquel
salario al que tiende el libre mercado), parte de esos trabajadores se volverían
incontratables. Esto es, habría paro: unos cobrarían más a costa de que otros
cobraran menos. Para incrementar los sueldos no necesitamos más sindicatos,
sino unos trabajadores más productivos que sean demandados con más intensidad
por los empresarios, esto es, necesitamos mayor acumulación del capital,
desarrollo tecnológico y libertad en los mercados.

En definitiva, la falta de poder de negociación de un trabajador poco cualificado


frente a un empresario no le condena ni mucho menos a cobrar un salario de
subsistencia, ya que el empresario, en realidad, está compitiendo con el resto de
capitalistas por contratarlo y es esa competencia la que impulsa al alza los
salarios. De ahí que, aun cuando un obrero carezca de voz y de voto en una
entrevista laboral, el salario (y el resto de condiciones laborales, que son pagos
en especie) que ya de entrada le ofrezca el empleador será bastante cercano al
que estarán dispuestos a ofrecerle otros empresarios, que a su vez no se irá mucho
de su productividad marginal (en caso contrario, el resto de empresarios estarían
dispuestos a ofrecerle un sueldo superior para “explotarlo” en sus fábricas).
Quien realmente protege al trabajador es el libre mercado. No confundamos
cobrar salarios de subsistencia con no cobrar aquello que nos gustaría percibir o
que creemos que deberíamos facturar por nuestros excelentes e insustituibles
servicios.

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Por qué la universidad debería ser totalmente privada
La práctica totalidad de la población coincide en que la enseñanza es uno de los
pilares del Estado de Bienestar. Hablar de una privatización de la educación que
vaya más allá del cheque escolar parece ser un tema tabú, incluso para los
liberales. Sin embargo, la teoría económica permite comprender por qué no sólo
es recomendable sino imprescindible para el desarrollo que la enseñanza,
especialmente la superior/universitaria, sea completamente privada.

Lo esencial es tener claro qué debe ser y qué no debe ser la enseñanza
universitaria. Por resumirlo, la universidad debe convertirse en una empresa cuyo
propósito sea el de fabricar o proveer un bien de capital harto concreto y
específico: el llamado capital humano muy especializado. La universidad no debe
ser un foro público para adquirir una formación general un tanto más profunda que
la proporcionada por la enseñanza secundaria y que nos convierta en buenos
ciudadanos. O, al menos, no debe ser eso si luego pretendemos que esos años de
carrera lectiva nos sirvan para lograr un sobresueldo en el mercado laboral.

Por consiguiente, la universidad produce capital humano, esto es, inocula a sus
clientes/estudiantes una serie de conocimientos teórico-prácticos que, con
posterioridad, deberían permitirles producir en el mercado una mayor cantidad de
bienes y servicios que otros agentes sin esa formación: el capital humano debe
servir para incrementar la productividad de los trabajadores y, por tanto, lograr
sueldos más elevados.

El capital humano, pues, es un bien de capital más, con todo lo que ello entraña:
su valor depende de su capacidad para generar bienes económicos valiosos
dentro de un plan empresarial en el que deberá coordinarse y complementarse con
otros bienes de capital. Los sobresueldos (o los beneficios extraordinarios, si el
estudiante se vuelve autónomo) son precisamente la remuneración de ese bien de
capital, como los dividendos lo son de las acciones o los intereses de la renta
fija. Y el sobresueldo podrá pagarse si un trabajador que dispone de un cierto
capital humano es más productivo dentro de un determinado plan empresarial que
otro trabajador que carece de ese capital humano.

La tarea de las universidades no es nada sencilla. En cierto modo, cabe reputarlos


como centros productivos de una enorme complejidad: su materia prima es un
conocimiento tremendamente especializado –pensemos en la cantidad de
licenciaturas y de maestrías que existen dentro de éstas– que año a año queda
desfasado por el avance de la ciencia, por el eventual cambio de gustos de los
consumidores y por las nuevas metodologías docentes. Sus clientes, los
estudiantes, tienen que recibir una formación puntera (pues, en caso contrario,
saldrán al mercado laboral y serán desplazados por otros trabajadores mejor
adiestrados), que esté adaptada a las necesidades del consumidor (pues, en caso
contrario, no habrá empresarios que quieran incorporarlos a sus planes de
negocio abonándoles un sobresueldo) y que les sea lo más inteligible posible
(pues, si no, todos los esfuerzos docentes serán en vano).

No se trata sólo, por tanto, de formar a los mejores arquitectos –o ingenieros, o


economistas o juristas– posibles desde un punto de vista técnico, sino también a
aquellos que sepan diseñar las construcciones que vayan más en consonancia con
los gustos de los consumidores (o quizá, si hay exceso de construcciones y
arquitectos, lo acertado sea no formar a ningún arquitecto). Los conocimientos
que adquieren, en definitiva, no han de ser útiles para la formación personal y
humana del alumno o para el avance en abstracto de la ciencia –para lo cual
puede haber otros centros adscritos a la universidad que realimenten la labor de
la docencia–, sino para el consumidor, que al final es quien le pagará el
sobresueldo al estudiante.

Así las cosas, un capital humano que no cumpla con estos tres requisitos –
excelencia técnica y adaptación a las necesidades del consumidor que permita
lograr un sobresueldo en el mercado– puede considerarse una mala inversión,
equiparable a la de un promotor inmobiliario que en el auge de una burbuja del
ladrillo siguiera construyendo más y más viviendas que luego no ha podido
colocar a buen precio.

La cuestión es si la universidad pública puede proveer un capital humano que no


sea en general un cúmulo de malas inversiones o si, por el contrario, el buen
capital humano sólo podrá gestarse en centros universitarios privados sometidos
a la competencia del mercado y a la ausencia de regulación del sector público.

Existen razones que afectan tanto a la oferta –a la manera que tienen las
universidades de funcionar y enseñar– como a la demanda –a la cantidad y
calidad de estudios que desean contratar los estudiantes– para concluir que, como
en cualquier otro centro productivo especializado, es imprescindible que la
universidad esté sometida por entero a la competencia propia del libre mercado.

Entre las de oferta, la universidad debe ser suficientemente flexible como para
adaptar su conocimiento técnico y sus métodos docentes a las muy cambiantes
necesidades del mercado (de las empresas y de los consumidores). El
profesorado –y la organización de éste dentro de la universidad– ha de estar
sometida a una reelaboración continuo; una flexibilidad que sólo puede lograrse
no a golpe de planificación central y de planes quinquenales, sino merced a la
presión competitiva de otras universidades más eficientes que pueden terminar
desplazando a las menos eficientes. Es necesario que los modelos educativos que
queden desfasados puedan desaparecer y no se eternicen gracias a la teta del
presupuesto público; para lo cual resulta a su vez necesario que los empresas y la
administración puedan discriminar entre los títulos de distintas universidades
según su calidad: una licenciatura en una universidad puntera no puede ser
equiparable a una licenciatura de una universidad deficiente.

Asimismo, la competencia entre universidades no sólo afectaría a la calidad de


sus servicios, sino también a su coste. Internet, los Ebooks y demás nuevas
tecnologías ofrecen un sinfín de posibilidades para desarrollar nuevos modelos
educativos que vayan más allá de la universidad tradicional. La participación de
un centro de enseñanza superior en la formación del capital humano puede ser
muy variable: desde la tutela directa y presencial de un equipo docente durante 20
horas semanales a lo largo de cinco años a la provisión del material docente y
posterior certificación de que un determinado alumno ha adquirido por su cuenta
los conocimientos reconocidos en su título, pasando por la enseñanza online
presencial o no presencial. Cada universidad podría configurar su propia oferta
de servicios académicos, cuyo precio sería creciente con su coste (con el grado
de implicación en la formación) y permitiría a una variedad muy amplia de
alumnos, con niveles de renta muy diversos, acceder a un mismo título. A día de
hoy ya existen numerosos centros que cobran sólo por examinar y certificar la
adquisición de unos determinados conocimientos, sin perjuicio de que, abonando
un sobreprecio, los estudiantes puedan comprar directamente los materiales o
asistir a clases presenciales.

Igualmente, tampoco tiene demasiado sentido que la carrera universitaria sólo


pueda ser un corpus inseparable de conocimientos que proporcionen una visión
presuntamente completa al alumno sobre una materia a lo largo de cuatro o cinco
años. Lo lógico sería que cada universidad pudiese ofrecer ‘packs’ de duración y
precio mucho más reducido y con un contenido mucho más específico; el objetivo
es formar especialistas que sepan desarrollar servicios extraordinarios en una
materia. El mejor contable del mundo no tiene por qué tener un conocimiento
demasiado profundo sobre macroeconomía, por lo que ambas materias no tienen
por qué estudiarse a la vez: la posibilidad de estudiar por módulos que puedan
adquirir los alumnos, sin perjuicio de la obtención de un título que acredite
exactamente los conocimientos adquiridos, proporciona una flexibilidad enorme a
la hora de formar el capital humano y a la hora de reorganizar internamente las
materias impartidas y los métodos empleados. Más que observar los estudios
universitarios como una variable discreta (0 ó 1: o se tiene un título, aunque falte
una asignatura, o no se tiene), habría que entenderla como una variable continua
(se poseen distintos grados de conocimiento reflejados en un currículum
dinámico).

Por lo que respecta a la demanda, nunca olvidemos que la enseñanza universitaria


es una inversión en un activo llamado capital humano y cuya rentabilidad es el
sobresueldo que cosecha el trabajador. Si reputaríamos absurdo que el Estado nos
concediera a todos (o, más bien, a unos cuantos adolescentes) un cheque de, por
ejemplo, 20.000 euros para que todos pudiésemos poseer una cartera de acciones
bursátiles (¡y no sólo los ricos ahorradores!), deberíamos considerar igualmente
absurdo que el Estado subvencionara la demanda de lo que es, repito, una
inversión en un activo muy específico y especializado como es el capital humano.

¿Y por qué es absurdo? Para empezar, porque los costes se socializan (todos los
contribuyentes sostienen la universidad pública) pero los beneficios se privatizan
(los sobresueldos percibidos por cada trabajador). Se puede pensar que un
sistema fiscal progresivo contrarresta este hecho (paga más quien más gana), pero
no olvidemos que no todos quienes obtienen un sobresueldo tienen que obtenerlo
por gozar de estudios universitarios… ni todos los que gocen de estudios
universitarios tienen por qué obtener un sobresueldo ni tampoco obtenerlo en
virtud de ese título. Por tanto, el sistema fiscal progresivo es una manera muy
torpe e injusta de contrarrestar la socialización de los costes y la privatización las
ganancias.

Pero el problema de fondo es otro: la lógica y la conveniencia de toda inversión


depende de que la rentabilidad de la misma sea positiva y superior a la de otros
activos de riesgo similar. Es decir, se trata no sólo de ganar dinero, sino de ganar
al menos el mismo que podríamos obtener en otras inversiones. Si
subvencionamos total o parcialmente el coste de la universidad, lo lógico es que
la demanda de estudios universitarios se dispare muy por encima de lo que es
realmente rentable y conveniente. Por ejemplo, si el coste de estudiar cinco años
en la universidad es de 40.000 euros pero el Estado la ofrece gratuitamente, un
estudiante decidirá invertir en capital humano aun cuando los sobresueldos que
consiga a lo largo de su vida laboral no superen los 30.000 euros. Es decir, la
inversión será ruinosa (el coste de obtener el capital humano será mayor que la
utilidad que proporciona) pero el incentivo será a acometerla.

Obviamente, si el coste privado de ir a la universidad es cero, lo que cabe


esperar es, primero, que su demanda se masifique aun cuando los sobresueldos
logrados sean nulos; y, segundo, si existen otros beneficios no monetarios de
acudir a la universidad (por ejemplo, cinco años sabáticos en los que no se
estudia demasiado y se disfruta de una juventud dorada), los alumnos tenderán a
desatender por completo qué disciplinas deben dominar para percibir los
sobresueldos que presuntamente justifican la enseñanza universitaria (elección
casi aleatoria o por interés personal de la materia). En definitiva, si el Estado
subvenciona el coste de la universidad, su demanda será siempre excesiva y
generalmente despreocupada por la calidad de la oferta.

La titulitis es una enfermedad propia de sociedades donde la universidad carece


de precio, donde los alumnos no están en absoluto interesados en comparar los
costes y los beneficios de la inversión en capital humano y donde los centros
encargados de expedir el título no se juegan su supervivencia en su calidad
diferencial. Una sociedad no necesita universitarios en general, sino personas
especializadas en muy diversas áreas; cuando lo que proporciona es una imprenta
de licenciaturas y de jóvenes incolocables –que además deben recurrir a
posgrados privados para especializarse mínimamente–, es que su sistema
universitario es completamente fallido.

Por último, que el precio de la enseñanza superior refleje todo su coste no


significa ni mucho menos que las diferencias sociales vayan a ahondarse.
Primero, porque un rico que sea tonto no obtendrá durante mucho tiempo un
sobresueldo gracias a un título de calidad comprado a tocateja (otra cosa son los
contactos familiares, pero eso es independiente de la titulación); y si eso es así, la
compra de licenciaturas por parte de los ricos tenderá más bien a
descapitalizarlos (habría sido mejor que metieran el dinero en una acción que
proporciona una renta del 7% anual que en un título que renta un 0% al año).

Y segundo, porque los pobres inteligentes no sólo pueden ser becados por las
universidades privadas (cosa que ya sucede en la actualidad), pues el prestigio de
éstas procede de tener alumnos excelentes y bien colocados en el establishment,
sino porque la versatilidad de una industria universitaria privada y desregulada
permitiría una variedad de precios tan grande que daría paso a una
formación realmente continua. En ninguna parte está escrito que una persona
debe adquirir todo su capital humano de los 18 a los 23 años. Perfectamente
puede estudiarse un módulo de finanzas, percibir un sobresueldo durante cuatro
años, ahorrar parte del mismo y costearse el estudio de otro módulo, etc. Lo único
que de facto cambiaría es que la gente analizaría mucho más cada paso que da: a
saber, si conviene (si es rentable) ampliar un poco más su formación en cada una
de las etapas de su vida. De hecho, así habrán de hacerse las cosas: el capital
humano debería estar en continuo reciclaje (no quedarse estancado en los
conocimientos adquiridos durante la adolescencia) y orientarse siempre a la
creación de un mayor valor para el consumidor que aquel que ha costado
formarlo.

La enseñanza pública no garantiza una democratización del capital humano; más


bien asegura su generalizada malinversión.

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¿Nos roban el trabajo los chinos?
En un sistema económico caracterizado por la división del trabajo y el
intercambio, es normal que muchas personas vean amenazada su posición cuando
otros agentes salen de la pobreza y comienzan a producir bienes y servicios que
compiten directamente con los suyos. Cuando la población de una pequeña aldea
crece, el tendero de toda la vida probablemente deba enfrentarse a nuevos
competidores, de modo que su posición de monopolio (y las rentas
extraordinarias que de ahí derivaba) desaparece. Eso no significa, sin embargo,
que el incremento de la población empobrezca a la aldea: al contrario, el antiguo
tendero monopolista pasará a dedicarse a otras labores y la variedad de bienes y
servicios disponibles para el intercambio (la riqueza) se incrementará.

Lo mismo sucede cuando el tamaño de esa aldea global que es la economía


mundial se expande. Por supuesto, habrá sectores locales que salgan perjudicados
por la mayor cantidad de productores y competidores extranjeros –incluso podría
haber algún país pequeño, concentrado en unos pocos sectores productivos, que
sufriera una crisis nacional–, pero eso no significa, ni mucho menos, que el
crecimiento de esa aldea global sea perjudicial, sólo que a corto plazo requerirá
reestructuraciones.

A China se le pueden reprochar muchas cosas, como su continuada violación de


los derechos humanos, su enorme corrupción, sus poco honrosas alianzas externas
o su estructura política dictatorial en manos de la nomenclatura nacionalista y
comunista, pero no que haya muchos chinos. Sin embargo, ése si es el temor de
muchos occidentales que ven cómo la avalancha de manufacturas chinas nos está
engullendo: al final, se nos dice, en Occidente nos quedaremos sin nada que
producir porque los chinos son más competitivos en todo (debido a sus bajos
salarios) y no hay en el mundo demanda suficiente como para absorber toda esa
avalancha de producción.

La idea parece intuitivamente cierta, pero incurre en dos errores archirrefutados


por la ciencia económica: la falacia de la sobreproducción generalizada y la
falacia de la ventaja absoluta.

La falacia de la sobreproducción generalizada sostiene que la producción puede


crecer más allá del poder adquisitivo existente, de modo que no habrá mercado
para colocar todas las mercancías fabricadas y acaecerá una crisis. De hecho, no
han sido pocos quienes pretenden explicar la presente crisis meced a la
sobreproducción china. Fue Jean Baptiste Say quien en sus Principios de
Economía se encargó de enterrar este mito: en última instancia, todo lo que
compramos lo pagamos con otros productos que previamente hemos producido y
vendido (la llamada “ley de Say”). Por consiguiente, si todos producimos más,
nuestro poder adquisitivo crece correlativamente: tenemos más mercancías que
podemos comprar, pero también más mercancías que podemos vender. Los chinos
no sólo producen, sino que también compran (ya sean bienes de consumo o de
inversión). En definitiva, una sobreproducción generalizada nunca será posible
(una mayor oferta sienta las bases para una mayor demanda); otra cosa son las
sobreproducciones sectoriales, que obviamente sí son posibles, como ha sucedido
con la vivienda.

La falacia de la ventaja absoluta fue enunciada por Adam Smith al sostener que
los intercambios entre individuos y naciones se guiaban por quien fuera mejor a la
hora de producir un bien. Si Inglaterra es mejor que Portugal produciendo tela y
Portugal mejor que Inglaterra produciendo vino, entonces ambos países trocarán
sus mercancías. Pero, ¿qué pasaría si Inglaterra fuera mejor que Portugal
fabricándolo todo? A esta pregunta respondió otro economista, David Ricardo,
cuando explicó que los intercambios en realidad no se mueven por ventajas
absolutas, sino relativas: cada persona se especializa en aquello en lo que es
relativamente mejor que el resto. Por ejemplo, si Inglaterra genera mucho más
valor que Portugal produciendo tela pero sólo un poquito más produciendo vino,
será conveniente que Inglaterra se especialice en la tela y le deje a Portugal
producir vino. Otro ejemplo quizá más comprensible: un empresario puede saber
más contabilidad que nadie, pero normalmente subcontratará su gestión a una
tercera persona para que él pueda centrarse en aquello en lo que es mucho mejor
que todos, crear valor para los consumidores.

Por tanto, si no puede haber una sobreproducción general y todos podemos ocupar
nuestro lugar dentro de una división internacional del trabajo, parece claro que no
son los chinos quienes nos condenan al desempleo estructural, sino más
bien nuestras rígidas regulaciones laborales.

Existe, con todo, una variante un tanto más verosímil del argumento anterior que
no incurre en las mentadas falacias: aun cuando no nos quedemos sin empleos, el
capital occidental tenderá a trasladarse a China por sus menores costes laborales,
de modo que nuestros salarios se igualarán a la baja con los suyos.

Lo primero a tener en cuenta es que el capital no se dirige allí donde los costes
laborales sean más bajos, sino allí donde los costes totales de producción sean
menores en relación con la productividad de los factores productivos; esto es, allí
donde cueste menos fabricar valor. El coste laboral es un coste de producción
más, pero existen otros como el de transporte, el energético, el de financiación,
los regulatorios, las deseconomías de escala o el riesgo institucional. Y,
asimismo, existen otros factores que elevan la productividad (el valor) que se
genera por unidad de coste: la dotación de capital (incluyendo el humano) o las
complementariedades derivadas del efecto red.

Es cierto que los costes laborales son mucho más bajos en China, pero Occidente
sigue teniendo ventajas en términos de infraestructuras, estabilidad institucional,
seguridad jurídica, formación del capital humano o complementariedades vía
efectos red. Es decir, en Occidente se puede formar una riqueza de mayor calidad
con costes no laborales en ocasiones más baratos que en China. Por supuesto,
esas ventajas son transitorias –conforme China acumule más capital y, sobre todo,
si llega a establecer pacíficamente un Estado de Derecho riguroso, sus otros
costes se reducirían– pero también lo serán los bajos salarios chinos, debido a
que su mayor capital incrementará la productividad de los trabajadores (volverá
el factor trabajo relativamente más escaso –y caro– con respecto a los bienes de
capital complementarios).

Lo segundo a considerar es que los consumidores occidentales salimos


beneficiados si podemos comprar más baratos algunos bienes que nosotros
fabricamos de manera más cara. La economía se basa en economizar el uso de
recursos para satisfacer la mayor cantidad de fines posibles: si los chinos son
capaces de fabricar alguna mercancía más barata que nuestros productores
locales, los consumidores occidentales podremos adquirirla a precios más
asequibles y nuestros productores locales podrán reorientar sus recursos para
manufacturar otros bienes que nosotros podremos comprar gracias al ahorro
derivado de las más asequibles mercancías chinas. Ninguna sociedad sale
beneficiada por producir a los costes más elevados posibles, pues en tal caso nos
convendría abandonar la división del trabajo y que cada ser humano se volviera
autosuficiente.
Pero, sobre todo, el mayor error en relación con la presunta destrucción de
empleos en Occidente como consecuencia de los menores costes laborales chinos
es que no todas las industrias chinas compiten con todas las industrias
occidentales. Gran parte de las industrias chinas se dedican a cooperar con las
industrias occidentales para lograr una mayor producción. Por ejemplo, la
industria de juguetes de China compite con la industria de juguetes de Occidente,
pero las fábricas dedicadas a producir chips informáticos se complementan con
las industrias informáticas de Occidente. Del mismo modo que no todas las
empresas dentro de España compiten entre sí (hay numerosas relaciones
proveedores-mayoristas-minoristas), tampoco todas las empresas en el mundo
hacen lo propio.

Por ejemplo, en 2010 España importaba de China productos valorados en 20.000


millones de euros, esto es, el 2% del PIB; porcentaje similar al de EEUU
(365.000 millones o el 2,5% del PIB). De todas esas importaciones, alrededor
del 50% eran bienes de capital que las industrias occidentales emplean para
mejorar su productividad (el resto son bienes de consumo que sí compiten con los
bienes de consumo que fabriquemos internamente). En otras palabras, si ya resulta
poco probable que nos abocamos a la desindustrialización por el hecho de que
importemos el 2% de nuestro PIB de China (sobre todo cuando, a su vez, les
exportamos alrededor del 0,5%), aún lo es menos si tenemos en cuenta que la
mitad de esos productos son bienes de capital tirados de precio que nos permiten
ser mucho más competitivos que si los produjéramos internamente a precios más
altos. Cuanto más abarate China los bienes de capital que nosotros incorporamos
a nuestros procesos de producción, más productivos seremos y más altos salarios
podremos permitirnos.

¿Qué nos deparará, por tanto, el futuro? Como ya sucediera con la transición de la
agricultura a la industria o de la industria a los servicios, conforme se acumule
internacionalmente el capital, las ocupaciones que puedan automatizarse y
sustituirse por bienes de capital tenderán a desaparecer (como lo hicieron
decenas de agricultores con la aparición de la cosechadora o como podrían hacer
los robots de limpieza con respecto al servicio doméstico), mientras que las otras
tenderán a revalorizarse. Y entre esas otras hallaremos toda una variedad de
empleos: desde los más básicos (como pueden ser peluqueros, policías,
camareros… que de momento no pueden prestarse por una máquina ni, por
supuesto, en China) hasta los más sofisticados (formación superior muy
especializada: directivos, ingenieros, diseñadores, consultores, investigadores,
profesores…). Así, por ejemplo, las ocupaciones más especializadas se han
duplicado en EEUU desde 1983 (hasta representar un tercio de toda la fuerza
laboral) y las medias han crecido en torno al 30%. Los trabajos que realmente se
han perdido están relacionados con la agricultura, la minería o las cadenas de
montaje, esto es, las ocupaciones más automatizables y con menor valor añadido.

En definitiva, no serán los chinos quienes nos empobrezcan, sino en todo caso el
intervencionismo de unos gobiernos occidentales que nos lleve a dilapidar el
capital (vía ciclos económicos, regulaciones absurdas o inadecuada formación en
universidades públicas) y, por tanto, nos impida crear modelos de negocio que
generen el suficiente valor para los consumidores occidentales… y chinos.

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Contra El concursante
Publicado el 16 septiembre 2011 por admin

Un video de la película El concursante se ha hecho muy popular en internet. En él


se nos explica que todo el sistema financiero es una farsa diseñada por los bancos
para apropiarse de toda la riqueza de los ciudadanos.

El razonamiento es el siguiente: en un principio, la humanidad empleaba el


trueque para intercambiar bienes y servicios, pero los inconvenientes de éste
forzaron a la gente a emplear un bien como medio de cambio universal, el oro;
con su aparición, los agentes pasaron a necesitar un oro que no poseían por
hallarse almacenado –todo él– en una empresa llamada “banco”. El banco, como
monopolista del oro, no estaba dispuesto a venderlo, sólo a prestarlo. Y, así las
cosas, la entidad pasa a prestar a diez personas durante un año todo el oro que
existe en la economía, digamos 100 monedas, a cambio de un “módico” interés
del 10%: es decir, todos reciben diez monedas de oro y al cabo de doce meses
deben devolver 11. Obviamente, como en la economía sólo hay 100 monedas, no
será posible devolver 110, por lo que deberán aplazar el pago con el banco, a
cambio de lo cual éste devengará nuevos intereses. Pero si los deudores no
podían pagar 110, tampoco podrán abonar 120. Al final, la deuda pendiente con el
banco será tan grande que éste recuperará todo el oro que había prestado (las 100
monedas de oro) y, además, tendrá el derecho a quedarse con todas las
propiedades de sus deudores para resarcirse por los intereses no percibidos. Los
ciudadanos habrán transferido toda su riqueza al banco por ser esclavos del
dinero.

Como digo, el vídeo se ha hecho tremendamente popular en internet, pero mucho


me temo que su fama no se debe a su rigor y calidad. Los errores son numerosos y
abundantes, hasta el punto de que cuesta encontrar alguna escena que no esté
plagada de varias falacias. Empecemos:

El dinero no se introduce en la economía como un préstamo: En el vídeo


se asume que todo el oro de la economía lo posee el banco y que éste, en
lugar de venderlo, se dedica a prestarlo al resto de la sociedad. La hipótesis
es absurda: al principio ningún bien es dinero, sino que todas las mercancías
se valoran por su utilidad directa y se intercambian vía trueque. Llega un
momento, sin embargo, en el que algunos agentes descubren que unas
mercancías son más fácilmente intercambiables que otras, por lo que pasan a
demandarlas masivamente como paso intermedio para sus compras. Dicho
de otra manera, el dinero, antes de ser dinero, era un bien que se adquiría y
vendía como cualquier otro. En caso de haber estado todo él atesorado en
los almacenes de una sola persona –”la que inventó el sistema”, se dice en el
vídeo, cuando el dinero no lo inventó nadie en particular, sino que fue
descubierto socialmente–, el resto de agentes jamás lo habrían podido
utilizar en sus intercambios y, por tanto, jamás se habría desarrollado como
dinero.
Los banqueros no sólo acumulan dinero, también gastan: Ligado con el
error anterior, el vídeo asume que el banquero nunca vende el oro, lo que
significa que nunca gasta el dinero en nada. Vamos, tanto se enriquece que ni
siquiera se digna a comprar el pan. Si él o sus accionistas decidieran
comprar algo (sea un bien de consumo o de inversión), estaría
intercambiando una mercancía (pan, hortalizas, coches, pisos…) por oro,
esto es, estaría vendiendo el oro. Y, a partir de ese momento, esas monedas
saldrían de sus almacenes y podrían emplearse para pagar los intereses de su
deuda.
Ningún bien es siempre y en cualquier contexto dinero: El dinero es el
bien económico que reúne las mejores propiedades para ser medio de
cambio y de no cambio. En cada momento histórico, y según el contexto,
diversos bienes han desempeñado ese papel (las vacas, la sal, las conchas,
el tabaco, el trigo, el hierro, el cobre, la plata, el oro…). Una de esas
propiedades fundamentales es la disponibilidad: si, por ejemplo, una
sociedad dispusiera de amplios yacimientos de oro pero fuera incapaz de
explotarlos, no utilizaría el metal amarillo como dinero por muy superiores
que fueran sus propiedades sobre las del resto de bienes. Pero eso tampoco
significa que ningún bien actuara como dinero, sino que se utilizarían otros:
el proceso de descubrimiento de los mejores medios de cambio y de no
cambio jamás se detiene. En el caso del vídeo, si la gente no tenía acceso al
oro porque lo atesoraba un avaricioso banquero, las personas habrían
efectuado sus intercambios mediante otros bienes (la plata, el platino o, en
caso de extrema necesidad, las propias hortalizas que salen en el video).
Los proveedores de dinero son los mineros, no los bancos: Si de oro
hablamos, quienes introducen el dinero en la economía no son los bancos,
sino los mineros. Esto significa no sólo que la cantidad de dinero no está
dada, sino que, cuando los mineros extraen el oro y lo utilizan para comprar
bienes y servicios, van introduciendo la nueva producción minera en el
mercado. En la actualidad, es cierto que es el banco central –el central, no
los bancos privados– quien crea el dinero fiduciario en régimen de
monopolio, pero, de nuevo, los ciudadanos que tienen billetes del banco
central no tienen que devolvérselos con intereses, por lo que tampoco se
compadece con el vídeo.
Los bancos privados se dedican a crear promesas de pago, no dinero: El
matiz es fundamental por dos motivos. El primero es que la inmensa mayoría
del oro que tengan los bancos no es suyo, sino que les ha sido a su vez
prestado por otras personas: los bancos son grandes acreedores pero
también grandes deudores (a los que también pagan intereses), de modo que
si no cobran sus créditos tienen un serio problema. El segundo es que la
práctica totalidad de las promesas de pago de los bancos no se saldan con
dinero sino por compensación; esto quiere decir que la deuda puede terminar
pagándose con otra deuda. Vamos a desarrollar un poco más estos dos
puntos.
Los impagos son un problema, no una bendición, para la banca: En el
vídeo se da a entender que el banquero está entusiasmado con que sus
deudores no le paguen, pues así podrá cobrarles más intereses y, finalmente,
quedarse con sus propiedades. Sin embargo, no olvidemos que el banco está
endeudado con otras personas (los tenedores de sus billetes o depósitos), de
modo que si sus créditos le son impagados, podrá verse abocado a la
quiebra. Por ejemplo, si un banco ha pedido prestadas 100 onzas de oro que
luego invierte en una hipoteca, en caso de que el hipotecado sólo le devuelva
10 y de que sólo pueda realizar 30 por la venta del piso, tendrá una deuda
pendiente de 60 que lo llevará a la bancarrota.
El pago de intereses no imposibilita la devolución de los préstamos:
Primero, es falso que todo el dinero de la economía le sea adeudado al
sistema bancario. Las familias y las empresas tienen enormes cantidades de
dinero en propiedad (incluso en forma de créditos contra la banca); por
tanto, si un individuo pide un préstamo de 100 onzas de oro, lo dedica a
crear una empresa que fabrica televisores y obtiene unas ganancias anuales
de 120 onzas, podrá hacer frente a unos intereses de hasta el 20%. Segundo,
aun cuando una economía sólo utilizara como medios de cambio las deudas
de los bancos, podría llegar a devolver todos los préstamos a través de los
pagos por compensación: más deudas también supondrían más medios de
pago. Por ejemplo, imaginemos que los empresarios de una economía
disponen de unas mercancías valoradas en 100 onzas de oro y piden unos
préstamos de 90 billetes al banco (equivalentes a 90 onzas) para pagar a sus
trabajadores, proveedores y accionistas, a cambio de los cuales se
comprometen a devolver 100 billetes dentro de un año. El banco, por tanto,
se embolsa unos beneficios de 10 billetes, que procederá a imprimir y
repartir entre sus accionistas. Finalmente, cuando todos los agentes
implicados hayan gastado sus 100 billetes en adquirir todos los bienes que
ofrecen los empresarios, éstos le repagarán sus deudas al banco. Éste
poseerá 100 billetes que serán deudas contra sí mismo, por lo que pasará a
cancelarlos. La labor de intermediación del banco –el haber facilitado los
medios de pago de la economía– le habrá sido recompensada con la entrega
a sus accionistas de unos bienes valorados en 10 onzas. Pero, ¿qué sucedería
si el banco no hubiese imprimido preventivamente 10 billetes para sus
accionistas? Pues exactamente lo mismo: los empresarios le habrían
devuelto al banco los 90 billetes que habrían ingresado de sus ventas a los
consumidores y, para cobrarse los 10 billetes restantes, los accionistas del
banco habrían pasado a apropiarse de las mercancías invendidas por los
empresarios (las mismas que podrían haber comprado imprimiendo esos
billetes). En definitiva, desde un punto de vista económico, el pago de
intereses sólo supone la apropiación de una parte de la producción presente
como remuneración por el uso anticipado de unos recursos ajenos.

Con todo lo anterior no quiero negar que los bancos puedan generar un volumen
de deuda inmanejable e impagable, sobre todo cuando se dedican a crear medios
de pago presentes contra bienes que, siendo optimistas, sólo existirán en el futuro.
En tal caso, asistiremos a una crisis bancaria (los bancos no podrán remunerar a
los accionistas y acreedores merced a unos bienes que no se han creado) y
económica (muchas estructuras empresariales no guardarán relación alguna con
las ofertas reales del resto de bienes y servicios). Pero, desde luego, ni la
creación de dinero hipoteca al resto de la sociedad, ni el cobro de intereses es
una actividad usuraria que imposibilita el pago de todas las deudas, ni los bancos
salen beneficiados cuando sus créditos resultan impagados: para criticar las
malas prácticas bancarias no es necesario recurrir a ninguna teoría económica
profundamente deficiente.
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¿Somos esclavos del mercado?
Publicado el 22 septiembre 2011 por admin

Habitualmente oímos que vivimos sometidos a la dictadura de los mercados.


Nuestras acciones quedan condicionadas por lo que dictan los precios, los costes
o los tipos de interés, y no por nuestra voluntad. Aquello que no es rentable no
llega a comercializarse y, a su vez, quien carece de dinero no es capaz de adquirir
ni siquiera los productos más fundamentales: es la tiranía del vil metal, de la que
sólo somos capaces de librarnos gracias al intervencionismo estatal. Pero, ¿qué
significa exactamente eso de que vivimos sometidos al mercado? Y aún más
importante, ¿qué implicaciones tiene que alguien, como el Estado y sus clientes,
pueda vivir al margen de esa dictadura?

Recordemos: los agentes económicos dividen su trabajo para ser más eficientes a
la hora de fabricar bienes y servicios con los que satisfacer sus fines. Si todos
tuviéramos que fabricar todo aquello que necesitamos, seríamos tremendamente
ineficientes y pobres. Piense por un segundo que usted debiera producir su propia
comida, bebida, vestido, vivienda, mobiliario, televisores, módems, teléfonos
móviles, satélites, etc. (incluyendo todos los materiales de los que éstos están
compuestos). Parece claro que viviríamos en la miseria más absoluta, de ahí que
hayamos optado por dividir nuestras ocupaciones y convertirnos en productores
especializados y consumidores generalistas.

La cuestión es: ya que dividimos nuestro trabajo y no producimos todos los


bienes que directamente deseamos, ¿a qué debemos dedicarnos cada uno de
nosotros? Es decir, qué bienes deben producirse socialmente y, sobre todo, cuál
es la manera más acertada de hacerlo. Y, como ya vimos, la respuesta a estas
esenciales cuestiones nos la ofrecen los precios de mercado y los beneficios
empresariales: que la producción de un bien sea rentable significa que los
consumidores la valoran más que aquellas mercancías alternativas que podrían
haberse fabricado; que un bien no sea rentable implica que los consumidores lo
valoran menos que aquellos otros que podrían haberse creado con los factores
productivos empleados.

Pero recordemos en todo momento qué hay detrás de esos consumidores: todo
consumidor es un productor que se ha dedicado previamente a fabricar una serie
de bienes que, a su vez, han sido adquiridos por otros consumidores/productores.
El mercado, por tanto, sólo es el ámbito en el que unos y otros intercambian
voluntariamente sus mercancías. Cuando todos los productores generan bienes
rentables, todos los agentes salen beneficiados, pues todos obtienen como
consumidores mercancías más valiosas que las que hubiesen podido crear con el
tiempo y el esfuerzo que han invertido como productores. Cuando algunos
productores generan bienes que no son rentables, algunos consumidores salen
perjudicados pues no son capaces de adquirir mercancías más valiosas que las
que hubiesen podido fabricar.

Esa, y no otra, es la famosa dictadura de los mercados: como formo parte de una
división del trabajo mucho más amplia, mis posibilidades de producción y de
consumo dentro de esa división del trabajo quedan limitadas por las
valoraciones del resto de personas. Nadie puede consumir lo que quiere sin
fabricar lo que otros quieren. Es decir, si queremos consumir lo que queramos, es
necesario que, como productores, tengamos en cuenta lo que otros productores
también desean poder consumir.

Por consiguiente, cuando una persona se queja de que está sometida a la dictadura
de los mercados, sólo puede referirse a que no se le permite ignorar las
preferencias de los demás a la hora de tomar sus decisiones de producción o
consumo. En puridad, sin embargo, no es cierto que una persona se vea forzada a
coordinarse con otras; todo el mundo es libre de abandonar la división del trabajo
o de tratar de cooperar con otros individuos en organizaciones del trabajo más
restringidas. Por ejemplo, la izquierda con pretensiones de “alternativa” intenta
canalizar los intercambios por otros cauces: tiendas de trueque, comercio justo,
comunas, etc. Asimismo, hay multitud de relaciones humanas que no se planifican
en función de su rentabilidad monetaria: el amor, la amistad, la caridad o la
vocación religiosa. Por tanto, si existen momentos en los que directamente nos
salimos de la división del trabajo y optamos por otras formas de organizarnos, no
puede hablarse de dictadura.

Sucede, sin embargo, que a la hora de fabricar bienes y servicios, no existe una
alternativa real al libre mercado. Cuando uno se queja de que vive sometido a la
dictadura de los mercados, lo que en realidad está diciendo es que los costes de
abandonar la división del trabajo, de no querer participar en ella o de crear
sistemas productivos aislados de los que nutrirse para su consumo diario, son tan
descomunales que sería totalmente absurdo hacerlo. Es decir, quien denuncia la
dictadura de los mercados en realidad le está rindiendo un inconsciente
homenaje: “Aunque te detesto con todas mis fuerzas, facilitas tanto mi vida que no
puedo abandonarte”.

Los único que pueden vivir al margen del mercado son el Estado –sus recursos no
los obtiene merced a intercambios voluntarios y mutuamente beneficiosos sino
mediante la coacción– y quienes se refugian bajo sus faldas. Gracias a ello,
ciertos individuos gozan de licencia para generar menos valor para otras personas
del que ellas han generado para ellos. Por ejemplo, el consumidor que reclama
ser subsidiado por el Estado para acceder a bienes que quedan fuera de su
alcance en realidad está diciendo: “Quiero que los demás me entreguen bienes
más valiosos de los que yo les doy a ellos”; por su lado, el productor que implora
ser subvencionado por el Estado para continuar fabricando bienes que otros no
desean está gritando: “Quiero seguir entregándoles a los demás bienes menos
valiosos de los que yo les arrebato a ellos”.

La dictadura del mercado es la democracia de los intercambios pacíficos,


voluntarios y mutuamente beneficiosos. La democracia del Estado es la dictadura
de los intercambios violentos, coactivos y unilateralmente provechosos.
Simbiosis versus parasitismo.

Así pues, cuando oiga a alguna persona reclamar que la cultura, la prensa, la
televisión pública, el carbón nacional, las automovilísticas, los oficios
tradicionales, el cine patrio o cualquier otra ocupación debe ser subvencionada
por el Estado para así sustraerse al mercado, al lucro o a la avaricia, tenga claro
cuál es su auténtico mensaje: “Soy tan codicioso y tengo tan pocos escrúpulos a la
hora de conseguir dinero, que en lugar de quebrarme la cabeza tratando de
averiguar qué bienes y servicios necesitan los demás, prefiero arrebatárselo por
la fuerza”. O, como decía David Friedman, “los avariciosos capitalistas
consiguen su dinero comerciando; los buenos progres, lo roban”. Normal, pues,
que intenten adornar un acto tan censurable con todo tipo de bellos ropajes:
solidaridad, Estado del Bienestar, igualdad, dignidad, cohesión social o sectores
estratégicos. Pero desengáñese: lo único que desean es que usted no se dé cuenta
de que, en lugar de preocuparse por sus necesidades, le están esquilmando.

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¿Hay algo de malo en querer ganar mucho dinero?
Publicado el 30 septiembre 2011 por admin

Desde antiguo, la codicia ha estado mal considerada en sociedad: auri sacra


fames!, la maldita voracidad por el dinero, la descalificó Virgilio. En algún
momento pudo tener su lógica evolutiva: cuando la riqueza estaba dada, lo que
ganaba uno lo perdía otro, por tanto el acaparamiento individual era una
estrategia peligrosa para la supervivencia del resto del grupo. Hoy, sin embargo,
la producción y el comercio, organizados en torno a la división del trabajo, del
capital y del conocimiento, permiten que la riqueza ya no sea una tarta dada sino
en continua expansión: todas las partes pueden salir beneficiadas de su
cooperación y de sus intercambios.

Con todo, nuestros instintos prevalecen sobre la más elemental racionalidad: en la


actualidad la riqueza ya no procede de disfrutar de un entorno natural abundante
del que obtener directamente los bienes de consumo que necesitamos, sino de
organizar los recursos para fabricar los bienes que más urgentemente necesitamos
en cada momento. Mucho más valioso que disponer de recursos físicos –de miles
de millones de piezas de un puzzle– es contar con la información e infraestructura
necesarias para ensamblarlos continuamente de la manera adecuada –según las
cambiantes instrucciones para montar el puzzle–. Y para constituir –y
reconstituir– los planes empresariales resultan indispensables esos faros del
capitalismo que son los precios de mercado, de cuyo acertado arbitraje
florecerán los beneficios monetarios.

Ganar y acaparar mucho dinero, por consiguiente, lejos de ser la causa de un


empobrecimiento del resto de la sociedad es más bien la consecuencia de una
creación previa de riqueza para esa sociedad. El bienestar que se genera
mediante la desenfrenada búsqueda de beneficios monetarios en nada se distingue,
para sus receptores últimos, del derivado de actividades caritativas y
desinteresadas. Acaso, la diferencia más llamativa entre un caso y otro afecta
sobre todo a los observadores externos: nos resulta imposible determinar quiénes
son los últimos beneficiarios de las decisiones de una persona que gana enormes
cantidades de dinero pero, en cambio, enseguida descubrimos quiénes son los
directos favorecidos por los filántropos. Mas nuestras limitaciones cognitivas no
vuelven la felicidad de los primeros en menos importante que la de los segundos.

Puede que la obsesión de ciertos individuos por ganar dinero nos parezca de una
vaciedad espiritual insufrible, pero sea como fuere esta característica resulta
bastante irrelevante a la hora de formular y reformular planes empresariales en
los que se determine qué producir y cómo hacerlo de cara a satisfacer a los
consumidores. Una de las grandes virtudes del capitalismo es que permite
canalizar el natural impulso de muchas personas por enriquecerse hacia la
satisfacción de las necesidades ajenas. El egoísmo se transforma, por la fuerza de
la necesidad, en cooperación mutuamente beneficiosa con el resto de la
comunidad. Y no porque seamos esclavos del mercado, sino porque ese mercado
es el que mejor sirve nuestros intereses y los del resto.

Difícilmente podría ser de otro modo. Es cierto que muchas personas preferirían
que en la cooperación social a gran escala no participara de forma decisiva el vil
metal, sino que ésta se articulara a través de un sistema de fraternales
intercambios de favores entre personas que se conocen, se aprecian y se respetan:
yo te rasco la espalda para que tú me rasques la mía. Pero semejante sistema no
funcionaría, o al menos sólo lo haría en ámbitos sociales tremendamente
reducidos: cuando limitamos nuestras relaciones económicas a nuestras
relaciones personales, es evidente que la división del trabajo no puede alcanzar
dimensiones demasiado elevadas. Simplemente, no poseemos ni somos capaces
de manejar la suficiente información como para organizar y coordinar a miles de
millones de personas.

Los paradoja que los anticapitalistas son incapaces de resolver es que para
extender la cooperación humana a ámbitos extensos necesitamos recurrir cada vez
más a transacciones monetarias impersonales, mientras que para teñir estas
relaciones de camaradería será necesario recluirlas a ámbitos locales e incluso
vecinales. El cosmopolitismo y el internacionalismo económico requieren de
personas que tomen la mayor parte de sus decisiones productivas (qué bienes
fabricar, qué métodos emplear, dónde distribuirlos…) en función del lucro
dinerario; sólo el provincianismo económico, el no entrar en contacto ni
colaborar con los millardos de personas que jamás llegaremos a conocer, es
compatible con sistemas organizativos cuyo principio operativo no sea el ánimo
de lucro.

Prosperidad y cooperación mundial versus primitivismo y nacionalismo aldeano.


¿Qué prefieren los anticapitalistas? ¿Comunidades aisladas que apenas se
relacionen entre sí salvo para guerrear y explotarse las unas a las otras o
comunidades que cooperen y comercien entre sí de manera pacífica? Por mucho
que enarbolen la bandera de la modernidad, su aversión al dinero los conduce
inexorablemente a recluirse en comunas y falansterios de muy reducido tamaño o
en cruentas dictaduras militares donde un comité desatiende las necesidades de la
ciudadanía pero las mantiene unidas en contra de su voluntad.

Todo lo anterior, por supuesto, no significa ni que las relaciones no monetarias


carezcan de importancia en nuestras vidas ni que toda decisión guiada por el
ánimo de lucro beneficie al resto de la sociedad.

Lo primero es evidente: muchas de las decisiones más importantes de nuestras


vidas –con quién nos emparejamos, quiénes son nuestros amigos, por qué
apreciamos y tratamos de hacer felices a nuestros padres, por qué colaboramos
con ciertas causas religiosas, ideológicas o culturales…– no vendrán
determinadas generalmente por su rentabilidad esperada. De hecho, es probable
que si las adoptáramos en función de este criterio, terminaráramos siendo harto
infelices. ¿Contradicción? En absoluto. El ánimo de lucro tiene su ámbito y es útil
(monopolísticamente útil, añadiría) dentro de ese ámbito: el de la coordinación de
millardos de personas para producir bienes y servicios que necesitamos en
grandes cantidades. Fuera del mismo, no tiene por qué ser funcional. Pero que un
martillo no sirva para limpiar un cristal no significa que no resulte
extremadamente útil a la hora de colgar un cuadro. A cada uno lo suyo.

Lo segundo tampoco debería extrañarnos demasiado: si la codicia por acaparar


dinero lleva a algunos individuos a robar, defraudar o estafar a otras personas, es
obvio que ese ánimo de lucro tendrá sus damnificados. Más bien, lo que
afirmamos es que el ánimo de lucro, por muy desenfrenado y obsesivo que sea,
resulta beneficioso socialmente siempre que respete la propiedad privada y los
contratos: es decir, siempre que las relaciones sean voluntarias en su origen y en
su desarrollo.

Se me dirá que quienes están obsesionados por ganar dinero para sí mismos
tenderán a saltarse las normas para cosecharlo a costa de los demás. Es posible
que así sea en pocos, algunos o muchos casos (por ejemplo, cuando se le
reclaman subvenciones, aranceles, redistribuciones de renta y protecciones varias
al Estado), pero entonces no pongamos el énfasis en censurar el ánimo de lucro,
sino la violación de la propiedad privada y de los contratos. Lo que
necesitaríamos no es abolir el capitalismo y el ánimo de lucro, sino un orden
jurídico más eficiente a la hora de perseguir y castigar a quienes violan las
normas. A la postre, las mayores matanzas de nuestra historia se han cometido en
nombre de una benemérita fraternidad universal; los dictadores más salvajes
juraban no actuar por interés propio, sino de manera abnegada para beneficiar a
su pueblo. Incluso es verosímil que muchos así lo creyeran y que consideraran
justificado sacrificar a unos pocos díscolos saboteadores con tal de mantener la
armonía social. ¿Significa ello que debemos reprimir la filantropía y el amor al
prójimo? ¿O más bien que, como toda actividad interpersonal, éstas también
deben someterse a derecho?

En definitiva, a la hora de organizarnos económicamente en órdenes muy


extensos, el capitalismo y el ánimo de lucro son irremplazables. Poco importa que
quien esté obsesionado con lucrarse sea un individuo altruista que
verdaderamente desee hacer felices a los consumidores o un desalmado
cualquiera que sólo busque enriquecerse a sí solo: mientras ambos respeten la
propiedad privada de los demás, sólo acapararán dinero si consiguen satisfacer
continuamente los fines de los consumidores.

Gracias al capitalismo, no necesitamos confiar ni en las buenas intenciones de


ningún dictador benevolente ni en unos individuos desnaturalizados que sólo
piensen en millones de personas que jamás llegarán a conocer: ninguna de ambas
opciones funcionaría. En realidad, nos basta con que cada cual disfrute al máximo
de su vida dentro de sus círculos de amistades y se dedique a producir para un
impersonal mercado aquellos bienes que son rentables y que, por tanto, hacen
felices a muchísimas personas anónimas. Es decir, para que todos prosperemos
nos basta con que, respetando la propiedad y los contratos, cada cual se dedique a
ganar tanto dinero como buenamente pueda y a gastarlo para sí y para sus
allegados. Cuando vuelva a molestarse por un avaricioso señor que sólo se
preocupa por el dinero, piense dos segundos en cómo esa actitud le perjudica a
usted. Tal vez descubra que, pese a su insolidaria pose, le puede llegar a
beneficiar sobremanera.

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¿Sirve para algo la economía financiera?
Publicado el 07 octubre 2011 por admin

Cuando nos planteamos qué es crear riqueza, instantáneamente tendemos a pensar


en fabricar cosas, como cortar un árbol y convertirlo en una mesa o sacar piedra
de la cantera y construir una casa. Y así sucedía en las etapas más primitivas de la
producción de bienes y servicios: cuando lo único que teníamos que hacer era
tomar de la naturaleza las materias primas necesarias y esforzarnos en
transformarlas, crear riqueza equivalía a convertir el entorno en las mercancías
que directamente satisfacían nuestras necesidades o en las herramientas que
necesitábamos para fabricarlas de una manera más eficiente. Por eso, en su
momento los fisiócratas y los socialistas pensaron que el valor procedía
respectivamente de la tierra y del trabajo: aquello que parecía esencial para
generar riqueza obtenía valor de manera natural.

Con todo, la cosa cambia cuando el proceso de creación de riqueza se vuelve


mucho más complejo al implicar a un número infinitamente mayor de agentes y de
recursos que deben coordinarse entre sí en momentos muy distintos del tiempo. En
tal caso, las decisiones sobre qué y cómo producir ya no resultan tan sencillas,
pues de lo que se trata es de organizar todos esos recursos de tal manera que sean
capaces de generar la mayor cantidad posible de bienes y servicios valiosos. Es
entonces, en el momento en que dejamos de producir para el autoconsumo y
pasamos a hacerlo para los demás, cuando los mecanismos de coordinación y de
asignación de los factores productivos van adquiriendo una importancia cada vez
más decisiva.

Los empresarios son uno de estos elementos coordinadores: pergeñan planes de


negocio comprando o alquilando factores productivos, ensamblándolos y
vendiendo las mercancías manufacturadas a sus clientes. Sin embargo, tengamos
en cuenta que cada empresa es un centro de planificación aislado del resto: lo que
decide un empresario no tiene por qué guardar relación con lo que escoge otro
empresario, de modo que, al final, podríamos caer en lo que Karl Marx llamaba
la “anarquía productiva”.

Los empresarios necesitan un marco dentro del que coordinar sus actividades y
ese marco es el mercado: el sistema de precios sirve justamente para que los
empresarios puedan elaborar planes que sean consistentes entre sí y con las
preferencias de los consumidores. Nadie (o muy pocos) disputa que una parte de
ese mercado y de esos precios contribuyen claramente a producir riqueza: todas
aquellas industrias dedicadas a la producción de bienes de capital y de bienes de
consumo. Sin embargo, hay otra parte cuya relación con la generación de riqueza
es bastante más difusa: los mercados financieros y todo el batiburrillo de
volátiles precios de los activos financieros.

Son numerosas las personas que separan radicalmente la economía productiva de


la economía financiera (Main Street vs. Wall Street), como si esta última no fuera
también productiva y como si, de hecho, restara recursos a la primera. Una
maniquea segregación que no se corresponde con la realidad. Los mercados
financieros juegan el papel de coordinar intertemporalmente a los agentes
económicos: su cometido es el de dar pautas a los empresarios acerca de cuándo
deben proporcionar a los consumidores aquellos bienes que desean.

En concreto, los mercados financieros sirven para que los ahorradores señalicen
cuánto tiempo están dispuestos a esperar y qué riesgos están dispuestos a asumir
para disponer de bienes económicos futuros: quien invierte en una imposición a
cinco años se está comprometiendo a renunciar durante un lustro a hacer uso de
ese dinero (a menos que llegue otro ahorrador que se subrogue en tu posición y
compre el bono); quien adquiere deuda subordinada está indicando que no le
importa asumir un riesgo importante con tal de ver aumentada su rentabilidad;
quien compra acciones transmite el mensaje de que desea formar parte de los
propietarios de la compañía, asumiendo las venturas y desventuras del negocio;
quien emite un CDS se está comprometiendo a asegurar un activo, aportando los
recursos necesarios para cubrir las quitas en caso de que aparezcan, etc.

Todos estos instrumentos (imposiciones a plazo fijo, bonos subordinados,


acciones, derivados…) sirven para poner en manos de los empresarios los
recursos que han de invertir a largo plazo, es decir, los que les permiten producir
elevadas cantidades y calidades de bienes de consumo en el futuro. El precio de
estos instrumentos, la remuneración que recibe el ahorrador por abstenerse de
consumir y el coste que soporta el inversor por emplear recursos ajenos, son los
tipos de interés. Como sucede en todos los mercados, oferentes y demandantes
deben ponerse en contacto para poder cerrar la transacción y, asimismo, resulta
de enorme importancia que los precios de los distintos activos (los tipos de
interés) se correspondan con la realidad, a saber, con su demanda y oferta final.
Los bancos son los intermediadores por excelencia de los mercados financieros y
los especuladores son los encargados de estabilizar los precios dentro de
márgenes realistas.

En definitiva, los mercados financieros y sus diversos participantes (ahorradores,


inversores, intermediarios y especuladores) desempeñan un servicio muy
importante dentro de una economía: coordinar a quienes ahorran con quienes
invierten dentro de unos parámetros compatibles con las necesidades de los
consumidores. Al igual que las carreteras tampoco producen nada por sí mismas,
los mercados financieros son útiles a la hora de distribuir el capital hacia sus
usos más valiosos. Y por eso puede decirse que la economía financiera es
productiva: porque tan importante como fabricar bienes y servicios es fabricar
los bienes y servicios correctos al menor coste posible. Si todo fuera incrementar
la producción material de cualquier cosa, el socialismo podría funcionar. Pero
no, no puede porque es incapaz de asignar prioridades de acuerdo con las
preferencias intertemporales de los agentes.

Siendo, pues, los mercados financieros una parte básica de nuestra estructura
productiva, será lógico que parte de nuestros recursos se destinen a esta industria:
trabajadores, edificios, ordenadores, redes, materias primas, etc. Simplemente,
una parte de nuestras compañías las hemos de dedicar a prestar semejantes
servicios, al igual que otra parte las dedicamos a la extracción de petróleo, otra
al diseño de nuevas mercancías, otra al marketing, etc.

Cuestión distinta es la tan extendida afirmación de que los mercados financieros


están absorbiendo todos los recursos de la economía, dejando a dos velas a la
economía real. Aunque a corto plazo pueda tener lugar una absorción de capital
por parte de los mercados financieros, no olvidemos que toda deuda, toda acción
o todo seguro representan pasivos financieros que se han transformado en activos
productivos; es decir, los activos con los que se especula en última instancia no
son más que inversiones reales cuya titularidad cambia de manos. Basta con
seguir el circuito del dinero: éste va a parar a los vendedores de pasivos
financieros, quienes lo utilizarán o para producir bienes y servicios o para
adquirir otros pasivos financieros, cuyos vendedores estarán en idéntica
coyuntura hasta que al final todo el capital queda asignado de un modo u otro a
proyectos reales: unos proyectos que podrían ser útiles… o no. La economía
financiera no es infalible, por la simple cuestión de que el futuro –y las
perspectivas de generación de riqueza de los distintos planes empresariales– es
incierto. Perfectamente pueden aparecer burbujas financieras que den lugar a
distorsiones dentro de la economía real. Mas no nos escandalicemos: los errores
son inevitables (y se pagan en forma de pérdidas) en el proceso empresarial y,
por tanto, también lo son en el sector financiero.

Lo que deberíamos exigir no es que no se produzcan burbujas, sino que esas


burbujas no sean incentivadas, protegidas y amparadas por el poder político. Es
lo que sucede en la actualidad, con nuestro sistema financiero absolutamente
intervenido, con nuestros bancos centrales que rebajan de manera artificial los
tipos de interés, con nuestra divisa desligada del oro, con nuestros políticos
predispuestos a rescatar a deudores insolventes y con nuestros reguladores
obsesionados con prohibir las ventas al descubierto. Es decir, lo que deberíamos
exigir no es que la economía financiera no exista, sino que deje de existir en su
privilegiada forma actual.

Desconozco si, como dicen muchos, la economía financiera ha adquirido un


tamaño desproporcionado con respecto a la economía real. Eso no me preocupa,
pues existen motivos razonables para que haya más y mayores compañías
financieras conforme la complejidad de nuestro tejido productivo se eleve. El
problema no es ése, sino que su tamaño actual –grande o pequeño– depende del
intervencionismo político dirigido a promover el endeudamiento insostenible de
familias, empresas, bancos y gobiernos. El problema no es la economía
financiera, sino la economía financiera ultraintervenida. En suma, exactamente lo
mismo que sucede con la economía real. No carguemos nuestras iras contra el
legítimo y útil oficio de especuladores, banqueros e inversores, sino contra el
omnipresente intervencionismo económico que contamina todas sus decisiones.

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Contra los estabilizadores automáticos
Publicado el 14 octubre 2011 por admin

Uno de los logros de los que se encuentran más orgullosos todos los keynesianos
es de haber instaurado un sistema de “estabilizadores automáticos” que actúen
como contrapeso contra los movimientos cíclicos de la economía. Dentro de esta
categoría se incluyen los impuestos vinculados a la actividad económica,
especialmente cuando son progresivos (IRPF y en menor medida Sociedades o
IVA) y los subsidios de desempleo. Así las cosas, cuando la economía va bien,
los ingresos fiscales aumentan y el gasto en prestaciones de paro se reducen, y
cuando la economía va mal, los ingresos fiscales se hunden y el gasto asistencial
aumenta. En definitiva, en tiempos de bonanza, el Estado amasa un superávit
presupuestario y enfría al sector privado retirándole “poder adquisitivo”,
mientras que en tiempos de depresión el Estado incurre en déficit para recalentar
al sector privado cobrándole menos tributos y otorgándole más subsidios de
desempleo. Desde el punto de vista del gasto el asunto es muy sencillo: sube el
gasto privado, el Estado lo rebaja; cae el gasto privado, el Estado lo incrementa.
Asunto terminado: como el Estado contribuye a estabilizar la demanda merced a
estos instrumentos no discrecionales, también contribuye a estabilizar la
economía. Son, pues, estabilizadores automáticos. Sencillo, ¿no? No tanto, pues
el marco keynesiano es lo que tiene: que es falso.

Empecemos por los felices tiempos de bonanza. Si nos encontramos en la cresta


de un ciclo económico causado por la excesiva expansión crediticia de los
bancos, es verdad que la economía privada tiende a recalentarse y a inmovilizar
los recursos en una dirección que más adelante se nos revelará como errónea, de
modo que a priori podría parecer una buena idea que el Estado les arrebatara
parte de esos recursos para prevenir su despilfarro. Sin embargo, es un poco
ingenuo pensar que mientras el sector privado se encontrará sumergido en un
clima burbujístico, nuestros gobernantes serán capaces de mantener la cabeza fría
y, en lugar de utilizar esos ingresos tributarios extraordinarios para iniciar nuevos
programas de gasto que dilapiden el capital tanto o más que en el sector privado,
los destinarán íntegramente a incrementar su ahorro, minorando su endeudamiento
anterior. Los políticos son personas que, como todas, pueden caer bajo el influjo
de la orgía crediticia, consolidando una estructura de gastos que, para más inri,
puede extenderse en el largo plazo y que luego puede resultar mucho más
complicada de adelgazar y reajustar que en el caso del sector privado.

Por el contrario, en el foso de la depresión, la economía privada debe reajustarse


creando nuevos modelos de negocio que permitan amortizar la acumulación de
deuda privada pasada y satisfacer las necesidades más urgentes de los
consumidores. Si en esos momentos el Estado comienza a endeudarse
masivamente para impedir que decaigan las demandas de quienes han dejado de
producir riqueza y deben proceder a reajustarse, no sólo se ralentiza el proceso
de recomposición del sector privado, sino que se ceba el endeudamiento público,
añadiendo todavía más pasivos a una sociedad que necesita minorar el monto de
sus obligaciones totales. En otras palabras, el inconveniente de los
estabilizadores automáticos durante la depresión es el mismo que el de todo
programa estatal para incrementar el gasto en esa coyuntura, pero con un
agravante: obran de oficio, sin necesidad de que nadie los ponga en marcha como
si de un Plan E se tratara, lo cual los vuelve bastante más rígidos e inflexibles
ante la nueva situación económica. Ni siquiera aquellos políticos que se dan
cuenta de que la explosión del endeudamiento público no contribuye a superar la
crisis sino sólo a enquistarla y agravarla, tienen margen para volverse austeros; lo
deseen o no, las cuentas se les descuadran por defecto y en unos volúmenes
elevadísimos.

El problema de fondo de los estabilizadores automáticos es el de pensar que un


agente que copa el 40% o el 50% de toda la economía como el Estado podrá
aislarse, primero, y no sufrir los achaques, después, de la gestación y ulterior
pinchazo de una burbuja crediticia que impregna a la práctica totalidad de esa
economía. La Administración será igualmente víctima de la euforia irracional,
primero, y del deterioro de su crédito, después. No puede estabilizar la economía
porque forma parte muy sustancial de esa economía (y menos de manera
automática… como si el gasto por el gasto sirviera para descubrir cuáles son los
nuevos modelos de negocio que necesitamos), de modo que si aquélla entra en
crisis, él también lo hará por necesidad, y si aquélla se sobredimensiona, éste se
verá impelido a hacer lo propio. Con una diferencia fundamental: el sector
privado, gracias al mecanismo de los precios y al instituto de las quiebras
empresariales, es mucho más ágil que el sector público tanto a la hora de detectar
los errores cometidos como a la hora de corregirlos.

La solución última a dinámicas crediticias distorsionadoras no vendrá de la


planificación ingenieril de expansiones o contracciones automáticas del gasto
(público o privado), especialmente cuando esa planificación tiene su fundamento
en una teoría económica deficiente como la keynesiana. Si queremos evitar de
verdad los auges expansivos artificiales y salir lo antes posible de las
depresiones, basta con que nos concentremos en que, en su origen, el crédito no se
expanda desligándose del ahorro real y que, en su destino, las malas inversiones
puedan reajustarse lo antes posible sin el sostenimiento artificial del crédito
estatal. Los estabilizadores automáticos son más bien desestabilizadores
automáticos.

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¿Necesita un mercado libre de agentes racionales?
Publicado el 28 octubre 2011 por admin

Por lo general, la argumentación de una parte de los liberales reza así: “Dado que
cada ser humano es racional y sabe perfectamente cuáles son sus necesidades,
resulta preferible que sea cada persona quien decida acerca de su vida en lugar
de que lo haga la casta política”. Si entendemos racionalidad como optimalidad y
consistencia entre fines y entre fines y medios (escoger siempre los mejores
medios para satisfacer nuestros fines y que no haya contradicciones entre nuestros
fines), resulta bastante evidente que los seres humanos sólo son limitadamente
racionales: sus errores son tan habituales como sus aciertos; no siempre manejan
información correcta; y como no suelen mirar demasiado a largo plazo, sus fines
suelen ser incompatibles a lo largo del tiempo.

La economía conductual nos ofrece evidencias de ciertos sesgos que afectan a la


elección humana y que hacen que esté bastante alejada de la perfecta
racionalidad: el sesgo de la confirmación (la búsqueda de datos que confirmen
nuestras ideas preconcebidas, desechando toda la evidencia que vaya en contra de
ellas), el sesgo de aversión a las pérdidas (se prefiere no perder a ganar), el
sesgo de la racionalización a posteriori (tendencia a justificar los errores
cometidos para evitar rectificar), el sesgo de la autoridad (basar nuestras
preferencias en la opinión presuntamente “autorizada” de algún experto), el sesgo
optimista (tendencia a ser excesivamente optimista), el sesgo de correlación
ilusoria (correlación no es igual a causalidad), el sesgo de la ilusión del control
(pensar que tenemos más capacidad para controlar los acontecimientos externos
de la que en realidad tenemos), el comportamiento manada (sumarnos a las
opiniones y a los comportamientos ajenos por el simple hecho de ser
generalizados), el prejuicio de punto ciego (reconocer los sesgos en la elección
de los demás, pero no de los propios) y un larguísimo etcétera.

Parecería, pues, que la defensa de un mercado libre, donde la toma de decisiones


económicas se produce de manera descentralizada –a nivel individual o de
asociaciones privadas de individuos–, resulta insostenible. Si no puede confiarse
en las personas, ¿cómo se las va a dejar decidir? Pues, dejando al margen que
esta crítica también resulta aplicable a la democracia política y económica (si los
individuos son lo suficientemente responsables y racionales para decidir quién
gobierna el país, también lo son para planificar sus finanzas personales), a mi
parecer habría que replantear la cuestión: precisamente porque el ser humano no
es del todo racional y no cuenta con toda la información disponible, la toma de
decisiones no puede estar en ningún caso centralizada.

No olvidemos que los políticos o planificadores no son seres angelicales sino


seres humanos que padecen los mismos sesgos y problemas de información que el
resto de los mortales. Parece poco coherente que asumamos que los individuos
son incapaces de mantener en orden su propia casa o su propia empresa y que, en
cambio, sí podrán organizar de manera efectiva toda una nación: recordemos que
los primeros son sistemas bastante simples mientras que los segundos son
sistemas muy complejos (no sólo por tener que planificar millones de empresas
aisladas, sino, lo que es peor, por tener que planificar sus interrelaciones) que ni
siquiera pueden obtener realimentación informativa ni son disciplinados por el
comportamiento del resto de agentes.

El escepticismo acerca de la racionalidad del ser humano debería llevarnos a


apoyar la planificación descentralizada (a nivel individual o empresarial) propia
del libre mercado frente a la planificación centralizada propia del socialismo y el
intervencionismo estatal. Tanto por lo que se refiere a la defensa de nuestras
libertades (si el ser humano es irracionalmente malvado, ¿cómo defender que
todo el poder debe quedar en manos de un solo o unos solos seres humanos?)
como de nuestra prosperidad (si los agentes se equivocan con frecuencia, ¿no
resulta acaso preferible que esos errores queden compartimentalizados en la
propia esfera de decisión individual en lugar de extenderlo coactivamente a toda
la sociedad?), las limitaciones cognitivas a la hora de captar, seleccionar y
procesar información hacen recomendable no concentrar el poder de decisión,
sobre todo cuando esa concentración provocaría que no llegara a crearse mucha
información esencial para escoger y planificar de manera adecuada (si los
individuos no pueden elegir, tampoco pueden expresar sus preferencias y sus
expectativas de manera desagregada, por lo que éstas no serán tenidas en cuenta).

Al final, una visión más realista del mercado nos lleva a reconocer que sí,
muchos o casi todos los seres humanos somos miopes, torpes, cortoplacistas,
caprichosos, retorcidos y, en definitiva, muy poco racionales. Ojalá no lo
fuéramos, pues a todos nos iría mucho mejor. Pero, aun así, esas limitaciones
cognitivas no restan sino que suman razones para defender un mercado libre: si el
conocimiento social y económico se va volviendo cada vez más disgregado,
especializado y tecnificado, difícilmente la toma de decisiones económicas –que
ha de basarse en ese conocimiento disgregado, especializado y tecnificado– habrá
de estar cada vez más concentrada. El mercado no es superior al estatismo porque
los agentes nunca fallen, sino porque los inexorables errores individuales están
acotados (no afectan a la totalidad de la economía, sino a partes más o menos
amplias), se reconocen al margen de la tozudez de quien toma decisiones (merced
a quiebras empresariales) y pasan a enmendarse por defecto (recolocación de los
factores productivos tras la quiebra) y porque sus aciertos se producen al margen
de la voluntad y de la brillantez de sus miembros (gracias al sistema de precios).

Si el ser humano fuera perfectamente racional e infalible, el socialismo tendría


una oportunidad de funcionar. Como no lo es, no tiene ninguna y necesitamos de
un mercado libre.

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Los rentistas no son vampiros
Publicado el 05 noviembre 2011 por Juan Ramón Rallo

Aparte del especulador, el individuo más odiado de una economía de mercado es


el rentista, es decir, aquellos capitalistas que no dirigen sus negocios, sino que
simplemente han invertido sus ahorros en una empresa y perciben una renta
periódica (en concepto de intereses o dividendos) que les permiten vivir sin
trabajar. El público parece tolerar a los capitalistas que trabajan día a día para
sacar adelante su compañía, pues su contribución a la creación de riqueza parece
bastante directa e inmediata –trabajan, ergo hacen algo y merecen cobrar por
ello– pero desprecia a los rentistas: Keynes incluso proponía practicarles la
eutanasia.

Al cabo, estos sujetos no pegan ni golpe y viven del sudor de la frente ajena.
¿Realmente sirven para algo? ¿Cuál es exactamente la contribución a la
producción de bienes y servicios del sujeto que está todo el día tumbado en la
hamaca con un mojito en la mano? ¿Acaso no podrían expropiársele sus
propiedades y repartirlas entre los trabajadores sin que nada cambiara (o incluso
mejorando las cosas, pues los trabajadores gastarían más dinero y estimularían la
industria)?

Nuestra intuición así nos lo sugiere. Los bienes y servicios que consumimos
proceden de utilizar tres instrumentos: las materias primas, el trabajo y los bienes
de capital. Por este motivo, los economistas clásicos defendían que los bienes y
servicios fabricados debían repartirse entre los terratenientes (rentas de la tierra),
los trabajadores (salarios) y los capitalistas (beneficios e intereses). Sin
embargo, el marxismo planteó una cuestión cuando menos interesante: si los
bienes de capital proceden, a su vez, de las materias primas y el trabajo, ¿acaso
los capitalistas no se están apropiando de unas rentas que, en realidad, les
deberían haber correspondido a terratenientes y trabajadores (y, en verdad, si la
propiedad de la tierra fuera comunal, sólo a los trabajadores)?

Pues no, los rentistas proporcionan un factor productivo esencial para que nuestra
economía se mantenga en pie y sea capaz de fabricar enormes cantidades de
bienes y servicios: el tiempo.
Pongámonos en la piel de un trabajador que mes a mes cobra su salario. Al
percibirlo, tiene dos opciones: o destinarlo íntegramente a comprar bienes de
consumo (comida, ropa, vivienda, ocio, gadgets varios…) o apartar una parte del
mismo para ahorrar y financiar la producción de bienes de capital (comprar
acciones, bonos, montar una empresa, etc.). Si todos los trabajadores optaran por
adquirir únicamente bienes de consumo, sólo se fabricarían bienes de consumo:
como nadie ahorraría, por definición nadie invertiría en fabricar bienes de
capital. Dicho de otro modo, los procesos productivos serían muy poco duraderos
y muy poco productivos –no habrá ni infraestructuras, ni I+D, ni maquinaria– y
los trabajadores tendrían que fabricar mercancías con lo puesto (es decir, con sus
manos y poco más).

En cambio, si algunos de ellos optan por ahorrar parte de su renta, se podrán


fabricar bienes de capital que volverán más productivo el conjunto de la
economía, esto es, que permitirán que en el futuro, después de haber dedicado
mucho tiempo a producir bienes de capital, se fabriquen muchos más bienes de
consumo que en el presente. Dicho de otra manera, cuando los trabajadores se
convierten en capitalistas (cuando ahorran e invierten en bienes de capital), lo
que están haciendo es retrasar la satisfacción de sus necesidades y proporcionar
tiempo a los empresarios para que incrementen la productividad de la economía.
A cambio de ello, a cambio de diferir sus deseos, esos capitalistas sólo reclaman
una renta anual equivalente a un pequeño porcentaje del ahorro que en cada
momento proporcionan (por ejemplo, un 4% ó 5%). Y es que el acto de ahorrar
no es algo que deba hacerse una vez en la vida: los bienes de capital se deprecian
(no sólo físicamente, sino que pueden volverse obsoletos cuando la demanda de
los consumidores varía), por lo que tan sólo para mantener la capacidad
productiva de la economía será necesario un ahorro continuado dirigido a
amortizar y reponer el equipo productivo (no digamos ya para incrementarla).

No olvidemos que muchos rentistas tienen la opción de “exprimir” sus fuentes de


renta, es decir, de dejar de ahorrar y empezar a satisfacer sus necesidades más
básicas, instintivas y cortoplacistas (justo lo que suelen hacer las terceras o
cuartas generaciones de ricos, que tienden a dilapidar el imperio productivo
edificado por sus abuelos o bisabuelos). Parece claro que si nuestro tiempo es
escaso, retrasar la satisfacción de nuestras necesidades supone renunciar a la
cantidad de fines que culminaremos en nuestras vidas. A cambio de ello, a cambio
de no comportarse como legítimamente se comporta la mayoría de las personas
(gastar casi todo lo que ingresan), a cambio de incrementar de manera
exponencial el bienestar de consumidores y trabajadores (valga la redundancia),
los rentistas sólo piden que les entreguemos una pequeña parte de toda esa
riqueza adicional que generan (que tenderá a coincidir con el tipo de interés). No
parece un mal trato, ¿no?

Por ejemplo, recientemente Amancio Ortega, fundador de una de las compañías


españolas más exitosas de la historia, Inditex, dejó de dirigir la empresa y pasó a
convertirse en un mero rentista pasivo. Como accionista mayoritario de Inditex,
vive de las rentas de su muy exitosa empresa sin, en apariencia, doblar la
espalda. Sin embargo, Amancio Ortega sí presta un servicio esencial: opta, por
ejemplo, por no presionar para que Inditex reparta dividendos extraordinarios a
costa de la reposición de sus inventarios o del mantenimiento de sus tiendas. Es
decir, Amancio Ortega permite que su compañía genere día a día importantísimos
volúmenes de ahorro interno con los que mantenerla en funcionamiento; y creo
que casi nadie negará que si Inditex, Google, Apple, Ikea o Intel desaparecieran
de la noche a la mañana, nuestro nivel de vida sufriría un retroceso
importantísimo.

Claro que alguno podría plantearse, ¿y por qué no nacionalizamos su riqueza y


dejamos que sea el Estado quien la gestione? Pues, aparte del problema moral
que debería representarle incluso a un socialista el robarle a una persona el fruto
de su trabajo (que a eso podría llegar a reducirse el ahorro invertido en bienes de
capital), por dos razones de fondo. La primera, porque expropiando todo
(nacionalización) o parte (impuestos sobre el capital) del capital invertido, se
desincentiva el ahorro y se incentiva, a cambio, el consumo. Dicho de otro
modo, los impuestos sobre el capital equivalen a un impuesto sobre el tiempo,
sobre el tiempo que puede dedicarse a fabricar más y más riqueza (algo bastante
disparatado, dicho sea de paso).

La segunda, es que el papel de los rentistas es menos pasivo de lo que a simple


vista parece: como mínimo han de decidir en qué negocios invierten (o a quién le
prestan sus ahorros para que tome esa decisión). Su misión no es sólo ahorrar,
sino la de ser los primeros distribuidores del capital: elegir en qué, dónde y con
quién invierten. Recordemos algo evidente: no todas las inversiones llegan a buen
puerto y sólo las que generen riqueza de manera sostenida para el consumidor
serán capaces de proporcionar rentas permanentes a los capitalistas. Sucede que
el Estado es un pésimo distribuidor del capital, entre otras cosas porque, cuando
nacionaliza una industria, la blinda de la disciplina del mercado, de la
posibilidad de que quiebre, se reestructure, sea adquiridas, sufra escisiones, se
recapitalice o se descapitalice; es decir, el Estado genera asignaciones arbitrarias
de capital que por lo general supondrán todo un despilfarro del ahorro amasado
por los particulares.

En definitiva, los rentistas –los ahorradores que, a cambio de no consumir todas


sus rentas, perciben una porción de la enorme riqueza que continuamente generan
para los consumidores– son uno de los grandes patronos del capitalismo. Acaso
el sujeto por excelencia del mismo, aquel por el que nuestro bienestar no ha
dejado de crecer pese al devastador y omnipresente intervencionismo estatal. No
sienta ninguna vergüenza por ser o querer convertirse en rentista: al cabo, uno de
los programas estrella de la izquierda, la llamada renta básica, no es otra cosa
que un intento cutre de tratar de convertir a todo el mundo en rentistas. Con una
pequeña diferencia: la renta básica no se paga con cargo a los rendimientos del
ahorro que cada receptor ha efectuado sino con cargo al consumo del capital
ajeno; es decir, no es el resultado de incrementar el bienestar ajeno, presente y
futuro, sino de reducirlo. Por eso los ahorradores capitalistas multiplican la
riqueza y los redistribucionistas estatistas la dividen.

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La deuda pública es un fraude
Publicado el 11 noviembre 2011 por Juan Ramón Rallo

Durante años se pensó que la deuda pública de aquellos países más responsables
era un “activo libre de riesgo”. A la hora de valorar cualquier inversión, el punto
focal sobre el que se edificaba el resto de cálculos eran la rentabilidad de la
deuda soberana: “si la deuda pública a un año te proporciona un 2% de
rentabilidad sin asumir riesgo alguno, otras inversiones alternativas que sí son
arriesgadas deberán rentarte mucho más para compensarte la posibilidad de
quebranto”. Era un razonamiento que sonaba bien, tal vez por la necesidad
humana de encontrar creencias firmes a las que agarrarse incluso en momentos de
tribulación. Pero lo cierto es que la deuda pública no fue jamás un activo libre de
riesgo que nos blindara contra cualesquiera pérdidas de nuestro capital: durante
años se estuvo impagando parcialmente a través de la inflación y ahora, en
algunas partes del planeta, vemos que también puede impagarse a través del
repudio.

Acaso por ello, por vender algo que no es, ya cupiese calificarla de fraude. Pero
no, cuando digo que la deuda pública es un fraude no me refiero principalmente a
eso, sino al fraude en toda regla que constituye dentro del proceso de creación de
riqueza. Me explico: ya hemos visto en numerosas ocasiones que nuestro
crecimiento económico no procede del consumo sino del ahorro y, precisamente
por ello, los rentistas constituyen un engranaje indispensable dentro de la
economía. Sin rentistas que proporcionen su tiempo en forma de capital para que
otros empresarios con mejores ideas sean capaces de crear nuevos y mejores
planes de negocio, viviríamos en una economía cuasi de subsistencia.

La remuneración al rentista, pues, está más que justificada aun cuando ese rentista
no mueva ni un solo dedo para levantar el negocio: simplemente por el hecho de
esperar a que maduren las buenas ideas, simplemente por el hecho de enajenar
parte de su tiempo vital a empresarios perspicaces, merece apropiarse de una
parte de la producción futura que sin él no hubiese sido posible generar. Ahora
bien, remarco lo de que el pago al rentista debe proceder de la producción futura
que sin él no se hubiese podido crear: si yo utilizo mi tiempo para labores
improductivas, estaré perdiendo el tiempo, ergo no obtendré nada a cambio. De
ahí que la tarea mínima que debe acometer el rentista es la de valorar las
aptitudes del empresario o la viabilidad del proyecto a los que confía su capital:
si éstos no marchan bien, él no podrá cobrar.

En este sentido, la tarea del rentista tiene una dimensión social, en la medida en
que opta por utilizar su tiempo en la generación de riqueza para los demás. Por
eso, que acierte y gane dinero significará que los demás hemos salido ganando –
utiliza su tiempo en proyectos que satisfacen las necesidades más urgentes de los
consumidores– y que falle y lo pierda –dilapida su tiempo sin generar nada
valioso a cambio– que nos ha proporcionado bienes mucho menos útiles de los
que podría haber creado.

Hasta aquí todo correcto: los intereses individuales y los colectivos van en
sintonía. Pero, ¿qué sucede con la deuda pública? Pues que toda esta red de
relaciones mutuamente provechosas salta por los aires. ¿Qué garantiza el repago
de la deuda pública? ¿La generación de bienes futuros valiosos por parte de los
proyectos en los que se invierte o simplemente la capacidad del Estado para
recaudar impuestos a sus súbditos? Es evidente que lo segundo. Ningún rentista
invertiría su capital en una empresa cuyo plan de negocios fuera cavar agujeros
para volverlos a tapar; pero en cambio si se lo prestarían a un Estado que tuviese
idéntico propósito. El Estado, pues, permite a los rentistas realizar un uso del
todo improductivo de su tiempo y de su dinero… ¡sin por ello experimentar
pérdidas! Y cuidado, no estoy afirmando que el Estado no puede hacer nunca un
uso productivo de los recursos que maneja; lo que sí digo es, primero, que el
Estado no selecciona sus inversiones en función de la rentabilidad esperada de
las mismas (básicamente porque no puede conocerla) y, segundo, que el repago de
la deuda pública no depende del devenir de esas inversiones.

De este modo, todo el proceso económico de generación de riqueza se ve


trastocado: el rentista puede aparcar o dilapidar su capital apropiándose de parte
de la riqueza que sí genera el resto de la sociedad (vía los impuestos que percibe
a través del Estado). Los incentivos son claramente perversos, especialmente
para unos ahorradores que rentabilizan su capital de manera automática. En
momentos de crisis, por ejemplo, todos desean prestarle su dinero a los Estados
más solventes; no porque éstos vayan o puedan a hacer un uso sensato y
productivo del mismo, sino porque esos Estados controlan economías pudientes a
las que pueden ordeñar fiscalmente. La injusticia es manifiesta, pues los rentistas
sin ideas ni proyectos salvaguardan sus patrimonios –e incluso obtienen jugosas
rentabilidades– a costa de aquellos otros rentistas –y trabajadores y empresarios–
que sí siguen contribuyendo a mantener la economía a flote. Una masiva
subvención cruzada donde los intereses individuales dejan de converger con los
intereses colectivos: los inversores en deuda pública y los políticos manirrotos
medran a costa de los contribuyentes presentes y futuros.

Con todo, tampoco se trata de considerar, ni mucho menos, enemigos de la


humanidad a quienes se refugian de manera persistente en la deuda pública. Por
un lado, porque la inmensa mayoría de los rentistas –entre los que se encuentran,
por ejemplo, los pequeños ahorradores que poseen un plan de pensiones–
desconocen las interioridades del problema y se limitan a responder a incentivos:
“si el Estado me pide prestado dinero y me lo devuelve con intereses, pues le
presto”. Por otro, porque no me cabe duda de que el rentista conservador y
adverso al riesgo (el tipo de rentista que hoy compra deuda pública) ha sido el
gran perjudicado –con mucha diferencia– de todo el intervencionismo monetario
desplegado en el siglo XX por los Estados: no sólo perdió, con el abandono del
patrón oro, el que había sido el depósito de valor seguro y confiable por
excelencia, sino que, para más inri y como decíamos al principio, buena parte de
sus adquisiciones de deuda pública “segura y libre de riesgo” se han visto
impagadas por la vía inflacionaria durante los últimos 100 años (el rentista ha
recuperado un principal mucho más devaluado del que prestó).

Más bien de lo que se trata es de cambiar el chip y de darse cuenta de que la


organización económica actual, en la que los billonarios volúmenes de deuda
pública son el activo predilecto de bancos, aseguradoras, fondos de pensiones y
fondos de inversión, da lugar a unas enormes distorsiones no sólo en el lado
financiero de la economía, sino también en el lado productivo: el Estado se
convierte en el garante de unos fondos que dilapida y que sólo es capaz de
amortizar consumiendo el capital correctamente invertido de otros ciudadanos. Lo
que necesitamos es un sistema económico con activos absolutamente seguros pero
nada rentables (el oro) y luego todo un conjunto de proyectos empresariales con
distintos perfiles de duración y de riesgo en los que, vía bonos, acciones u otros
instrumentos, los rentistas puedan inmovilizar su capital… asumiendo la
posibilidad de no recuperarlo. Los rentistas sólo deberían obtener ganancias por
participar en el proceso social de creación de riqueza, pero jamás por situarse al
margen del mismo o, incluso, por obstaculizarlo.

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¿Quién es el culpable del exceso de deuda privada?
Publicado el 19 noviembre 2011 por Juan Ramón Rallo

Cuando los liberales afirmamos que la actual crisis es consecuencia del


intervencionismo estatal se nos suele replicar que en algunos países como España
el problema no viene tanto por el volumen de deuda pública –relativamente bajo
para los estándares internacionales– sino por el de deuda privada, es decir, por la
deuda que libremente han contraído familias, empresas y bancos en un mercado
desregulado. Por consiguiente, se concluye, no ha sido el sector público quien ha
ocasionado los desbarajustes actuales, sino el privado: el neoliberalismo salvaje
desbocado que no hizo sino multiplicar las deudas por el afán especulador y la
visión extremadamente cortoplacista de los seres humanos.

No es momento de analizar aquí si la austeridad que presuntamente practicaron


muchos Estados como el español durante la época del boom fue real o más bien
un mero espejismo contable derivado de que sus ingresos crecieron muchísimo al
socaire de la burbuja crediticia. Mi objetivo es más limitado: explicar por qué el
sector privado no habría sido capaz de endeudarse de una manera tan desorbitada
sin el concurso imprescindible del Estado.

El volumen de deuda de toda sociedad depende de dos factores: la oferta y la


demanda de crédito. A su vez, la oferta depende fundamentalmente del volumen
de ahorros disponible en una parte de esa sociedad (de cuánto tiempo está
dispuesta a esperar cada persona para consumir) y la demanda de cuánto desea
gastar por encima de su renta la sociedad. Es decir, los ahorradores difieren la
satisfacción de sus necesidades para que otros puedan adelantarla: unos gastan de
menos para que otros gasten de más.

¿Y cómo se coordina la demanda y la oferta de crédito? Fundamentalmente a


través de los tipos de interés: a saber, el precio que deben pagar los demandantes
de crédito por adelantar su gasto y el que reciben los oferentes para compensarles
por el retraso. Por un lado, si el ahorro aumenta, esto es, si hay más gente
dispuesta a diferir sus necesidades durante más tiempo, la oferta de crédito
crecerá y los tipos de interés bajarán (y lo contrario si el ahorro se reduce). Por
otro, si la demanda de crédito aumenta, como habrá más gente compitiendo por un
volumen dado de ahorros, los tipos de interés se incrementarán, y aquellos que
valoren en menor medida anticipar su gasto futuro, se quedarán sin crédito.

Los tipos de interés son un elemento fundamental en nuestras economías, en tanto


en cuanto permiten la coordinación de las personas a lo largo del tiempo: si uno
gasta más de lo que ha producido o va a producir durante un período de tiempo es
porque otro gasta menos de lo que ha producido o va a producir. Pero los tipos de
interés libremente establecidos no sólo facilitan la coordinación entre los agentes,
sino que imponen un límite muy severo al endeudamiento: sólo se puede conceder
como crédito aquello que se haya previamente ahorrado. Ya vimos que los
aumentos de la demanda de crédito son en gran parte esterilizados por subidas del
tipo de interés, por lo que resulta harto complicado que las burbujas financieras
basadas en el aumento continuado del crédito puedan mantenerse por mucho
tiempo: si la demanda de deuda se incrementa exponencialmente, los tipos de
interés también lo harán, lo que secará la demanda.

Pero, ¿qué sucede en nuestros sistemas financieros modernos? Pues que los
bancos gozan de una serie de privilegios concedidos por el sector público por los
que son capaces de incrementar la oferta de crédito muy por encima del nivel de
ahorro disponible. Básicamente: los bancos pueden asumir nuevas deudas y
refinanciarlas continuamente en el banco central a los tipos de interés
artificialmente bajos que éste establezca; y, a su vez, este banco central no tiene
límite alguno a la hora de refinanciar las deudas de la banca porque no ha de
convertir sus propias deudas en oro (o en otro dinero líquido que no genere él
mismo). Es decir, el sistema financiero se construye sobre una pirámide de
apalancamiento: con tal de aumentar la oferta de crédito a los particulares, los
bancos privados asumen nuevas deudas que no pueden pagar y el banco central
refinancia esas deudas asumiendo, a su vez, nuevas deudas que no tiene la
obligación de pagar de ninguna manera (de hecho, las deudas del banco central es
lo que se utiliza en nuestras sociedades como “dinero de curso legal”).

Parece claro que, dentro de este marco financiero, si la demanda de crédito se


incrementa, los bancos privados lo tienen muy sencillo para atenderla mediante la
concesión de una barra libre de financiación que evite los aumentos en los tipos
de interés y el consiguiente aborto de la demanda crediticia. Los bancos no
necesitan ni mucho menos captar más ahorro para conceder más crédito y
tampoco tienen por qué cargar tipos de interés más altos ante una mayor
propensión al endeudamiento de la sociedad: pueden prestar hoy un ahorro que se
supone que la sociedad generará mañana.

En España, por ejemplo, el crédito hipotecario creció entre 2003 y 2007 a una
tasa media del 18% anual y en EEUU al 10% anual, pero los tipos de interés no
sólo no subieron sino que bajaron entre tanto. ¿Acaso fue que el ahorro español y
estadounidense creció a tasas similares o superiores al de la demanda de crédito?
Obviamente no: fue que los bancos concedieron créditos con cargo al ahorro
futuro. Algunos economistas afirman que durante esos años nos estuvimos
financiando con cargo al ahorro alemán y chino, pero, de nuevo, la financiación
extranjera que entraba en nuestro país no era ahorro, sino crédito alemán y chino
que superaba en mucho el ahorro interno de esos países. Sólo es necesario
acercarse al balance de cualquier banco alemán para comprobar que el plazo de
los créditos que concedieron esos bancos era muy superior al de las deudas que
creaban para sufragarlos; es decir, los alemanes no estuvieron dispuestos a
ahorrar durante todo el tiempo como el que se nos permitió a los españoles gastar
en exceso a cuenta de esos alemanes.

Por consiguiente, ¿quién provocó el actual problema de exceso de endeudamiento


privado? ¿El sector privado por demandar crédito o el sector público por forzar a
que se diera ese crédito? Desde luego, sin una fuerte demanda de crédito, el
volumen de deudas no puede aumentar; pero tampoco es capaz de hacerlo sin una
elástica oferta de crédito. La cuestión, por tanto, debe replantearse: ¿quién es el
responsable de haberse las instituciones que en el pasado permitieron frenar a
tiempo estas borracheras de endeudamiento?

Y aquí la respuesta es clara: el intervencionismo estatal en materia monetaria y


financiera. Fueron los Estados quienes, primero, abandonaron el patrón oro para
que los bancos centrales pudieran refinanciar indefinidamente a la banca privada
cuando concediera crédito y quienes, después, instrumentaron a esos bancos
centrales para que en 2002 rebajaran los tipos de interés a niveles artificialmente
bajos, reanimando así una demanda de crédito que en aquel momento estaba
decayendo en medio de la recesión internacional. Se quiso salir de la crisis de
2002 con nuevas dosis de endeudamiento y, desde luego, el objetivo se logró,
pero sólo a costa de acrecentar los desajustes económicos y de alcanzar unos
niveles de deuda privada totalmente insostenibles.

¿Quién es, en suma, el culpable del perverso sistema en qué vivimos? Desde
luego, el intervencionismo monetario y financiero del Estado. En su ausencia –es
decir, con patrón oro y una banca sin acceso casi ilimitado al banco central–
podría haber habido una intensísima demanda de crédito, pero ésta hubiese sido
aplastada por una oferta inelástica y por unos tipos de interés al alza. Pero no,
quisimos fiesta… y la tuvimos.

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¿Es el crédito de los bancos ilimitado?
Publicado el 25 noviembre 2011 por Juan Ramón Rallo

En otro momento ya explicamos el proceso por el que los bancos crean dinero o,
mejor dicho, medios de pago. Básicamente, los bancos tienen la capacidad de
emitir pasivos o promesas de pago en oro o en papel moneda que, por su
credibilidad y conveniencia, son utilizados como medios generalizados de pago
en toda la economía. Por ejemplo, si yo poseo un cargamento de trigo valorado en
100 monedas de oro, el banco puede adelantarme el cobro de su venta
entregándome una promesa de pago consistente en 99 billetes (convertibles en 99
monedas de oro) o en un depósito a la vista por importe de 99 monedas de oro.

Si el negocio bancario está diligentemente realizado, su actividad no sólo no


genera distorsión alguna, sino que resulta muy beneficiosa para una sociedad
cuyas operaciones mercantiles no están uniformemente distribuidas en el tiempo
(lo que implica que en algunos momentos habrá mucha necesidad de dinero para
efectuar pagos y en otras será necesario mucho menos). Además, la creación de
medios de pago revertirá rápidamente: siguiendo con el caso anterior, si en un
mes vendo el cargamento de trigo y le pago 100 monedas de oro al banco, las
promesas de pago que creó pasarán a estar garantizadas por oro.

Los problemas comienzan cuando el crédito que proporciona la banca va


extendiéndose a horizontes cada vez más amplios sin contar, a su vez, con las
fuentes de financiación correspondientes. Una cosa es emitir pasivos respaldados
por dinero o por bienes de consumo que ya existen y que poseen una amplísima
demanda, y otra muy distinta es emitir esos pasivos contra bienes que existen pero
que no se sabe si van a poder venderse o incluso contra bienes que ni existen en
este momento ni es seguro que vayan a existir en el futuro. Es lo que sucede
cuando un banco concede una hipoteca o créditos personales emitiendo pasivos
convertibles a la vista en oro o en papel moneda: los medios de pago que ha
creado el banco se pueden utilizar desde ya en el mercado para comprar cualquier
cosa, pero los bienes que han respaldado su emisión (los que irá creando el
deudor del banco para amortizar el préstamo recibido) tardarán años en aparecer;
de ahí que, entre otras cosas, una expansión extraordinaria del crédito por parte
de la banca genere subidas de precios de los bienes presentes.
Si la banca comercial se limitara a monetizar bienes presentes y líquidos (y la
banca de inversión prestara a largo plazo tras haber recibido préstamos a largo
plazo), todos coincidiríamos en que la cantidad de crédito que estas entidades
pueden generar está limitada. Pero cuando la banca comercial abre la puerta a
monetizar bienes presentes y futuros, parecería que la cantidad de crédito que
puede llegar a conceder no conozca límites: al cabo, nada impide que un banco
adelante el cobro de los bienes de consumo que, por ejemplo, se fabricarán
dentro de 1.000 años.

Mas, ¿realmente es así? ¿Realmente los bancos pueden conceder todo el crédito
que se les antoje? En realidad, no. El crédito extendido por la banca encuentra
límites tanto por el lado de la oferta de ese crédito como por el lado de su
demanda.

El crédito que puede ofertar la banca está necesariamente limitado desde el


momento en que, no lo olvidemos, los medios de pago que genera un banco (los
depósitos a la vista, por ejemplo) son deudas contra ese banco… y deudas que
además son cobrables de inmediato. Cuando los bancos monetizan bienes futuros
lo que están haciendo, en el fondo, es endeudarse a muy corto plazo (emiten
pasivos pagaderos a la vista) y prestar a largo plazo. La inestabilidad de la
operación es clara: si el banco se compromete a entregar a petición del cliente un
oro o un papel moneda que sólo obtendrá con el paso de los años, en cualquier
momento la entidad puede ser presa de una suspensión de pagos. Por
consiguiente, el chiringuito crediticio montado por un banco que se endeuda a
corto y presta a largo depende críticamente de que algunos de sus acreedores (los
depositantes, verbigracia) no le exijan en tropel el pago de sus deudas. Si lo
hicieran, el banco no sólo tendría que dejar inmediatamente de prestar a largo
plazo, sino que incluso debería liquidar (malvender) con grandes descuentos sus
activos para obtener algo de circulante con el que satisfacer a sus acreedores (lo
que podría abocarlo a la quiebra).

Si, como decía Hume, todo Gobierno se mantiene sobre el consentimiento tácito
de sus súbditos, lo mismo cabe decir con respecto a la oferta de crédito de los
bancos: ésta sólo subsiste merced al consentimiento tácito de sus acreedores. Si
los acreedores deciden que ha llegado el momento de que el banco pague sus
deudas, entonces se acabó su crédito a largo plazo. Y, ciertamente, las razones por
las que los acreedores pueden proceder a “retirar” sus depósitos son muy
variadas: algunos economistas sólo apuntan a pánicos irracionales de los
depositantes que se han tratado de contrarrestar con ciertas instituciones políticas
(un banco central que actúe como prestamista de última instancia, el fondo de
garantía de depósitos, los corralitos, etc.). Pero las razones que motivan una
retirada masiva de depósitos no tienen por qué poseer una pizca de
irracionalidad. Por ejemplo, los acreedores pueden temer que muchos de los
préstamos de la entidad terminan siendo impagados y que, por tanto, quienes más
tardíamente retiren su dinero sólo cobren una fracción de lo que se les debe; o
pueden pensar que la política de concesión de préstamos del banco empieza a
volverse cada vez más imprudente, de modo que optan por desvincularse de la
entidad.

Sea como fuere, el crédito que otorgan los bancos está sometido al crédito que a
su vez les conceden sus acreedores. Por eso el patrón oro jugaba un papel tan
importante a la hora de limitar la excesiva e insostenible expansión crediticia de
la banca: si ésta se iba de madre, sus acreedores (particulares, empresas o
incluso otros bancos) acudían a cobrar sus deudas en oro, lo que forzaba a los
bancos a moderar o constreñir su alocada política crediticia. Hoy en día, sin
embargo, las deudas de los bancos son pagaderas en papel moneda y ese papel
moneda lo emite a discreción el banco central, de manera que si los acreedores le
exigen a la banca el cobro de sus deudas, ésta siempre tiene la opción de
refinanciarse en ese banco central para proseguir con su imprudente extensión de
préstamos, dando como resultado unos devastadores excesos de deuda privada
que degeneran en profundas y duraderas depresiones como la actual.

Mas, aun cuando los controles preventivos sobre la oferta de crédito hayan
saltado por los aires tras el abandono del oro, los bancos siguen sin poseer una
capacidad ilimitada para conceder crédito: existe una última e infranqueable
barrera que es la demanda de crédito. Sin demanda de crédito no habrá nuevo
endeudamiento por mucho que el banco desee ofertarlo. El adagio es claro: “Se
puede llevar al caballo al río [se puede ofrecer crédito] pero no se le puede
obligar a beber [no se puede obligar a nadie a que demande crédito]“.

Ciertamente, los bancos tienen una poderosa –pero no absoluta– capacidad para
influir sobre la demanda de crédito. Dado que, fuera del patrón oro, los bancos
pueden proveer tantos préstamos como deseen a unas condiciones y a unos tipos
tan laxos como gusten, la demanda tenderá a reaccionar en consecuencia.
Imaginemos que los tipos de interés a los que los bancos ofrecen crédito se
ubican en el 5% y que, en tal caso, la demanda del público ya se encuentra
saturada (nadie quiere endeudarse más pagando un 5% de intereses); pero ¿qué
sucede si los tipos se reducen al 3%? Pues que probablemente aparecerán nuevos
demandantes de crédito que continuarán tirando del carro.

Este proceso puede prolongarse durante bastante tiempo, pero en todo caso
hallará su fin en algún momento. Cuando familias y empresas se encuentren ya tan
endeudados que no deseen incrementar sus pasivos ni un poquito más –ni siquiera
si los tipos se ubican en el 0%–, entonces los bancos ya no podrán seguir
expandiendo el crédito por muy generosa que sea su oferta (los keynesianos
calificarán esta situación de “trampa de la liquidez”, otros preferimos llamarla
trampa de la iliquidez). Visto está, pues, que en última instancia la oferta de
crédito, por muy flexible que hayan querido volverla, colapsa cuando lo hace la
demanda.

Claro que los intervencionistas también se las han ingeniado para evitar que la
demanda de crédito colapse. Si familias y empresas no desean endeudarse más
porque no es ni prudente ni rentable hacerlo, ¿adivinan quién tomará el relevo a la
hora de seguir cebando el endeudamiento total de una economía? Sí, eso es: el
Estado. Dado que la amortización de su deuda no depende del rendimiento de sus
inversiones, su margen para continuar demandando crédito es muy superior al de
los agentes privados. Lo que para una empresa sería impensable y absurdo –
endeudarse por endeudarse sin esperar retorno alguno– para el Estado es
perfectamente racional y factible.

Claro que la credibilidad y la solvencia del Estado también van deteriorándose


con su creciente endeudamiento. Si el Estado asume nuevas obligaciones con las
que no contribuye en nada a que el sector privado genere más riqueza, la relación
entre su deuda y sus ingresos fiscales netos se irá volviendo cada vez más
desfavorable. Los bancos privados, por mucho margen que puedan poseer para
ofertar crédito, se negarán a continuar financiándole (más que nada porque su
aspiración es cobrar sus préstamos) y, en tales momentos, sólo un banco central
politizado y mucho más imprudente que la banca privada podrá saciar el voraz
apetito del Gobierno por nuevo crédito: es lo que se conoce como monetización
de la deuda pública. Pero este proceso, como explicaremos en otros artículos,
tampoco puede implementarse de manera ilimitada.

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¿Qué es el dinero fiduciario?
Muchas veces hemos hablado de que el bien que mejor cumple las propiedades
para actuar como dinero es el oro. Sin embargo, a día de hoy no pagamos el pan
con monedas de oro ni tampoco podemos ir a la ventanilla del banco y reclamarle
unas cuantas onzas. Simplemente no existe conexión directa entre los medios de
pago que utilizamos y el metal amarillo. Pero entonces, ¿qué diantre son los
euros, los dólares y las libras que llevamos en el bolsillo o que poseemos en el
banco? Pues son formas de lo que tradicionalmente se ha llamado dinero
fiduciario, papel moneda o dinero inconvertible.

Para empezar, conviene tener claro su origen. Prácticamente todos los papeles
moneda que hemos conocido tienen una procedencia común: no comenzaron
siendo papel moneda, sino promesas a entregar una determinada cantidad de
metal precioso. Sólo tenemos que fijarnos en sus nombres: la libra procede de la
libra de Carlomagno, que contenía (o equivalía) a una libra de plata; el franco era
el nombre con el que popularmente se conocía a la libra tornesa, la moneda de
plata envilecida a partir de la libra carolingia; el marco era unidad de cuenta en
oro o en plata equivalente a ocho onzas de peso; el dólar era el nombre que en
España se le daba a la moneda de ocho reales, equivalentes a 25,5 gramos de
plata, etc.

Por supuesto, todas estas denominaciones monetarias sufrieron importantísimas


redefiniciones hasta el punto de que el contenido metálico de cada moneda pasó a
tener muy poco que ver con el original. Tan sólo conservaron su status de
monedas nacionales con una cantidad de oro o plata cambiante con las épocas.
Fue ese status de divisa nacional el que llevó a que las promesas a pagar oro o
plata que creaban los bancos de emisión nacionales recibieran el nombre de su
correspondiente moneda nacional. Por ejemplo, bajo el patrón oro clásico,
establecido por Isaac Newton en 1717, una libra esterlina equivalía a unos 7,3
gramos de oro puro y un dólar aproximadamente 1,5 gramos.

Pues bien, en varias ocasiones a lo largo de la historia, los bancos emisores se


han plantado frente a sus acreedores y les han dicho que no estaban dispuestos a
pagarles sus deudas. Lo que eran promesas pagaderas en oro se convirtieron en
deudas impagadas. Y eso es, ni más ni menos, el dinero fiduciario: un pasivo
impagado por parte del banco central. Parece fácil, pero es importante que
seamos conscientes de la trascendencia que supone pasar de utilizar como dinero
un activo final como el oro (un activo que no es el pasivo de nadie más) a
emplear el dinero fiduciario, un pasivo (impagado) del banco central. Y es que, si
el dinero fiduciario es un pasivo, todos aquellos que acepten poseerlo le están
concediendo un crédito al banco central y, por tanto, siguen siendo presas del
entramado bancario. Cuando, con el patrón oro, le exigíamos a un determinado
banco que nos pagara nuestros créditos en oro, nos salíamos del sistema y nos
desvinculábamos de él; ahora, cuando un banco privado nos paga nuestros
depósitos en papel moneda nacional, pasamos a ser acreedores del banco central,
quien es muy posible que utilice el crédito que le estamos concediendo para, por
ejemplo, refinanciar al banco privado de quien nos queríamos desligar.

Claro que el hecho de que el dinero fiduciario sea un pasivo impagado parece
sugerir que no puede tener valor. ¿Cómo una obligación repudiada puede ser
valiosa? Pues puede: que una deuda esté impagada no significa que carezca por
completo de valor, sobre todo si la gente sigue pensando que puede conseguir
algo endosándosela a otras personas porque, por ejemplo, continúa utilizándose
como medio de pago generalmente aceptado en una economía.

Con el papel moneda esta creencia puede extenderse y perpetuarse por distintas
razones: el Estado suele reclamar que le paguemos sus impuestos en dinero
fiduciario (no en oro); el banco central puede ofrecer intereses muy elevados para
aquellos que mantengan depósitos en forma de papel moneda en lugar de buscar
refugio en el oro (la Reserva Federal tuvo que colocar los tipos de interés en el
19% cuando el precio del oro superó en 1980 los 800 dólares por onza); el banco
central puede utilizar sus reservas (oro, divisas extranjeras y otros activos) para
estabilizar el valor y el tipo de cambio del dinero fiduciario, e incluso puede
comprometerse en sus estatutos a evitar una depreciación anual muy grande del
papel moneda (los objetivos de IPC de cada banco central); si el público está
habituado a efectuar sus pagos con billetes y cheques, la fuerza de la costumbre le
puede llevar a seguir usándolos aun cuando no sean convertibles en oro; el
Gobierno puede prohibir los intercambios, la tenencia o los contratos en oro
(como sucedió en EEUU entre 1933 y 1977) e incluso en divisa extranjera; todas
las deudas nacionales se suelen redenominar en papel moneda, eximiendo de su
pago en oro, lo que genera una demanda adicional y automática sobre el papel
moneda, etc.
En cualquier caso, merced a todo este arsenal de intervenciones, el papel moneda
puede seguir siendo demandado y utilizado como medio de pago por parte de la
población, lo que claramente le concede un valor: hay gente que está dispuesta a
entregar su riqueza a cambio de ciertas cantidades de ese dinero fiduciario. Es
más, si ese dinero fiduciario no es gestionado de una manera salvaje y aberrante
por el banco central –de modo que su pérdida de valor, la inflación, sea
moderada–puede incluso convertirse en un activo que integre parte del patrimonio
de los agentes –justo lo que sucede con el franco suizo o la corona noruega–, lo
que claramente incrementa todavía más su valor.

El encargado de gestionar el dinero fiduciario es su emisor: el banco central. La


gestión se efectúa a través de lo que se conoce como política monetaria: dado que
el dinero fiduciario no son más que sus pasivos impagados (ya sean billetes o
depósitos a la vista en el banco central), en principio el banco central tiene la
opción de emitir nueva deuda (nuevos medios de pago) para comprar temporal o
definitivamente distintos activos de la economía. En general, los activos que
adquirirá el banco central serán deudas de otros agentes, sobre todo del Gobierno
(monetizaciones) y de la banca (refinanciaciones). Y aquí es donde existe un
riesgo latente: el banco central genera nuevos medios de pago (o evita la
destrucción de los medios de pago generados por la banca privada) contra unas
deudas que no son más que la promesa de fabricar en el futuro bienes y servicios.
Si el banco central adquiere muchas deudas ajenas que además sean a muy largo
plazo o muy arriesgadas, tendremos una mayor cantidad de medios de pago que no
irá acompañada por el momento (y tal vez no lo irá nunca) de bienes y servicios
que adquirir con ellos. Es decir, el dinero fiduciario perderá valor (inflación)
tanto con respecto a los bienes y activos internos como respecto a los dineros
fiduciarios extranjeros.

Y es que el dinero fiduciario es un dinero nacional, lo que significa que en


principio sólo se podrá utilizar dentro de las áreas monetarias arbitrariamente
delimitadas por los políticos. Esto es algo verdaderamente absurdo por mucho
que hoy lo veamos como razonable: si la división del trabajo y los intercambios
tienen un carácter internacional (globalización), lo lógico sería que la
contrapartida de esos intercambios (el dinero) también lo fuera. Pero no: un
determinado papel moneda sólo sirve para comprar bienes o activos en una
determinada zona (en España sólo pueden comprarse bienes y activos a cambio
de euros, pero los euros a su vez no pueden utilizarse para comprar bienes y
activos en Chile), lo que significará que los precios de los bienes y activos
locales fluctuarán para el resto del mundo no sólo de acuerdo a su propio valor,
sino al valor que se le dé al papel moneda nacional: si éste cae, el papel moneda
nacional se depreciará frente al papel moneda extranjero, y por tanto se
abaratarán los bienes y activos nacionales y se encarecerán los extranjeros (y
viceversa si la divisa se aprecia).

Fijémonos, pues, en que el dinero fiduciario es un muy mal dinero. Si, según
decíamos, las dos funciones básicas de todo dinero son las de ser un medio
general de intercambio y un depósito de valor, el papel moneda es, por un lado,
un mal medio internacional de cambio (su valor con respecto a las divisas
extranjeras fluctúa continuamente por motivos ajenos a la utilidad de las
mercancías foráneas) y, por otro, un pésimo depósito de valor (históricamente, los
bancos centrales han comprado todo tipo de deuda pública y privada, lo que ha
hundido el valor del dinero fiduciario). Pero, pese a ello, el dinero fiduciario
sigue utilizándose, ¿por qué?

Bueno, la afirmación sólo es parcialmente cierta. Dado que es un mal medio


internacional de cambio sujeto a manipulaciones políticas, no es infrecuente que
países con gobernantes irresponsables y que realizan la mayoría de sus
intercambios con otro país opten por adoptar como divisa propia la de este último
(por ejemplo, Panamá o Ecuador con el dólar estadounidense). Estas naciones
renuncian a su propio papel moneda porque derivan ventajas sustanciales de ello:
cobran sus mercancías en la misma divisa con la que pagan sus compras
internacionales (blindándose del riesgo de cambio) y, además, arrebatan a sus
políticos la posibilidad de hacer barbaridades con el banco central nacional (se
renuncia a la política monetaria nacional).

Pero, aun así, no son demasiados, sobre todo en el Primer Mundo, los países que
han abandonado sus propios dineros fiduciarios. La razón está en que si la
inflación generada por el banco central tiene su origen en la refinanciación de un
crédito bancario que crece a muy elevados ritmos pero que no padece un riesgo
de impago masivo, los agentes económicos tienen la opción de blindarse e incluso
de lucrarse adquiriendo activos pagaderos en el propio dinero fiduciario y que,
gracias al mayor crédito, se estarán revalorizando (acciones, inmuebles, materias
primas, bonos). Sí, los agentes privados degradan de manera extraordinaria su
liquidez (invierten su patrimonio, incluso endeudándose, en activos a muy largo
plazo), pero es probable que ni siquiera sean conscientes de ello y, sobre todo,
que las elevadas ganancias se lo compense.

Los problemas comienzan cuando esos mismos agentes se dan cuenta de que toda
la montaña de deuda favorecida por el dinero fiduciario no puede amortizarse y
rechazan poseer activos pagaderos en dinero fiduciario que, como las deudas,
tengan sus flujos de caja prefijados. En tal caso, el banco central deberá adoptar
una decisión: o refinancia masivamente a todos los deudores insolventes e
ilíquidos o los deja caer. En el primer supuesto, tenderá a generar inflación (se
creará nuevo papel moneda sin que los deudores insolventes hayan fabricado
bienes que deseen ser adquiridos por sus tenedores) y en el segundo deflación (se
destruirán gran cantidad de los medios de pago que la banca privada había
generado sobre la base del dinero fiduciario). La magnitud de esa inflación o
deflación dependerá del volumen y de la calidad de la deuda que el banco central
opte por refinanciar o por dejar caer, encontrándonos en el caso extremo
(insolvencia de todo un sistema sumamente apalancado incapaz de generar
cantidades apreciables de nuevos bienes y servicios) con la hiperinflación
(destrucción de la moneda fiduciaria salvando nominalmente el importe del
crédito) o con la hiperdeflación (destrucción del crédito salvando la moneda).

En cualquier caso, debería quedar claro que el papel moneda es un pésimo dinero
que sólo se ha conseguido implantar en nuestras sociedades merced a un continuo
intervencionismo estatal y cuyo máximo propósito es impedir que la ciudadanía
opte por mejorar su liquidez dejando de extenderle crédito a la banca, de modo
que ésta pueda prolongar durante mucho más tiempo sus distorsionadoras
expansiones crediticias (cuyo mayor beneficiario es, precisamente, el Estado).
Pero, al ser un pésimo dinero que los individuos jamás habrían adoptado de
manera espontánea, su supervivencia está diariamente en riesgo, sobre todo
cuando se lo gestiona tan mal como para llevarlo al borde del colapso.

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¿En qué consiste la monetización de deuda pública?
Publicado el 10 diciembre 2011 por Juan Ramón Rallo

“Monetizar deuda” se ha convertido en una expresión en boca de todos, pero me


atrevería a decir que no son demasiados quienes entienden el exacto proceso que
tiene lugar en esta operación. Algunos lo asocian a la imprenta, otros a un mero
trueque contable sin demasiada trascendencia. Pero ¿qué es exactamente y qué
efectos provoca sobre la economía?

La monetización consiste simplemente en que el banco central le presta dinero al


Gobierno, ya sea de manera directa o indirecta. Se lo presta directamente cuando
los fondos del banco central van a parar directamente al Gobierno (cuando
compra la deuda pública en el mercado primario) y lo hace indirectamente cuando
el crédito del banco central lo recibe un agente privado que previamente le había
prestado dinero al Gobierno (cuando compra deuda pública en el mercado
secundario). En este sentido, el soporte en que el instituto emisor le presta los
fondos al Estado no es demasiado relevante: el banco central puede imprimir
nuevos billetitos y comprar con ellos los títulos de deuda pública o puede
simplemente reconocer un depósito en favor del Gobierno o del agente privado a
quien le ha comprado la deuda pública (como cuando le pedimos una hipoteca a
cualquier banco).

Tradicionalmente la monetización era una vía por la que el banco central le


adelantaba al Gobierno la recaudación tributaria del año en curso: si el Estado
esperaba recaudar 1.000 um al cabo de un año, el banco central podía imprimir
950 um y comprar una letra del Tesoro a un año. Es verdad que la cantidad de
dinero en circulación aumentaba, pero no lo hacía de un modo demasiado distinto
a cuando un banco privado le concede un crédito a cualquier particular. Y,
además, al cabo de doce meses el Gobierno amortizaba la letra del Tesoro
entregándole al banco central las 950 um que había imprimido (más 50 um por
intereses) y que por lo general debía proceder a destruir. En la actualidad,
empero, la monetización directa está prohibida en todos los países serios y la
indirecta se efectúa no mediante la impresión de billetes, sino reconociéndole un
depósito a aquel agente privado (normalmente bancos) cuyos títulos de deuda
pública han sido adquiridos.
En suma, la monetización es un préstamo del banco central al Gobierno –el
acreedor del Gobierno es el banco central– mediante la creación de nuevos
billetes o de nuevos depósitos. La cuestión, claro, es que la capacidad para
prestar de los bancos centrales viene limitada por los mismos factores que limitan
la capacidad para prestar de los bancos privados: en concreto, por el crédito que
reciben de sus respectivos acreedores.

¿Acaso cambian las cosas con respecto al banco central? Si los billetes o
depósitos del banco central son convertibles en oro, parece claro que no: un
banco central puede monetizar deuda pública en exceso y luego ser incapaz de
pagar en oro todos los billetes o depósitos cuyo cobro le exijan sus acreedores.
Sin embargo, las cosas parecen distintas cuando los pasivos del banco central ya
no son convertibles en nada, esto es, cuando vivimos sometidos a un patrón papel
moneda.

En tal situación, uno estaría tentado a concluir que los acreedores del banco
central ya no pintamos nada a la hora de determinar el volumen de crédito que
éste puede extender (en especial, al Gobierno). Pero no, todavía poseemos una
enorme influencia: todos y cada uno de nosotros decidimos diariamente si
conservar nuestros euros o si, en cambio, los intercambiamos por otras cosas
(incluyendo otras divisas). Si el banco central extiende mucho crédito y de
manera muy imprudente, puede suceder que gran parte de sus acreedores dejen de
confiar en la calidad de los pasivos del banco central y los vendan a un
importante descuento: eso es justamente la inflación que si tiene lugar en el
mercado de divisas se conoce como depreciación del tipo de cambio. Si el banco
central continúa en ese caso prestándole al Gobierno, al final su divisa poseerá un
valor despreciable y no servirá para adquirir nada dentro del país (pues los
precios se habrán incrementado extraordinariamente) ni fuera de él (pues el tipo
de cambio se habrá depreciado en extremo). Es justo lo que sucede durante las
hiperinflaciones.

Esta circunstancia, la actitud de los tenedores de divisa ante la monetización de


deuda pública, es decisiva para entender sus dispares efectos. ¿Es nociva la
monetización cuando se realiza con la deuda de un Estado solvente? Pues lo es en
la misma medida en que lo sería si el crédito lo extendiera un banco privado (esto
es, por endeudarse a corto plazo para invertir a largo plazo), pero sus efectos no
tienen por qué ser traumáticos, en especial a corto plazo (a medio probablemente
generen una crisis económica).
Ahora bien, ¿qué sucede con estas operaciones cuando se dirigen a financiar a
Estados que los ahorradores privados perciben como insolventes? Aquí la cosa
ya cambia, pues es muy probable que buena parte de los tenedores de papel
moneda decidan desprenderse de él a descuentos significativos: a la postre, si una
persona no se fía lo suficiente de un Estado como para no comprarle su deuda
cuando le ofrece, verbigracia, un tipo de interés anual del 10%, ¿por qué motivo
sí querría mantener su exposición a los pasivos de un banco central que concentra
sus inversiones en esos poco fiables títulos de deuda pública y que proporcionan
unos tipos de interés del 0%?

No parece que haya motivos demasiado fundamentados: si no quiero mantener


directamente deuda pública a cambio del 10% de intereses, tampoco querré
mantenerla indirectamente a cambio del 0% de intereses. ¿Por qué iba alguien a
atesorar el papel moneda de una economía estancada y cuyo gobierno sólo puede
sufragar la mayor parte de sus gastos incrementando la cantidad de ese papel
moneda y diluyendo cada vez más su valor? Lo lógico parece más bienque parte
de los acreedores del banco central (de los tenedores de dinero fiduciario)
procedan a desprenderse con un importante descuento de su papel moneda,
generalmente a cambio de divisa extranjera (fugas de capitales). De hecho, en
contra de lo que parecen pensar algunos, los Estados que conservan una política
monetaria nacional y que monetizan sin pudor sus emisiones de deuda pública no
están inmunizados contra ‘los mercados’: lo que cambia es que en esos países los
malos de la película ya no son los especuladores de deuda sino los especuladores
de divisa.

O dicho de otra manera, dado que no existen perspectivas de que esa economía
genere los suficientes bienes y servicios futuros como para amortizar sus deudas,
tampoco las habrá de que los genere para satisfacer las eventuales adquisiciones
que deseen efectuar los tenedores de divisa nacional. Los incentivos para
demandar papel moneda (para atesorarlo a la espera de gastarlo en el futuro) se
ven, pues, notablemente reducidos: los ahorradores nacionales se niegan a seguir
poseyéndolo y los ahorradores extranjeros no están dispuestos a adquirirlo salvo
a un importante descuento.

En definitiva, el efecto más inmediato de la monetización de la deuda pública es


un envilecimiento del papel moneda nacional: elevada inflación interna y
depreciación del tipo de cambio. Ahora bien, estas consecuencias pueden
enmascararse o compensarse en el caso de la monetización de deuda pública de
países solventes. Es decir, pueden enmascararse si simultáneamente a la
monetización se incrementa la demanda de papel moneda o si se reduce la oferta
de sus sustitutivos; fenómenos éstos que sólo acaecerán en sistemas económicos
que los agentes perciban lo suficientemente solventes en su conjunto como para
honrar sus deudas. O dicho en términos más simples: si el banco central
incrementa sus préstamos al Gobierno, la inflación y la depreciación de la
moneda serán tolerables o inapreciables en caso de que los ahorradores privados
estén dispuestos a comprar el nuevo papel moneda o en caso de que se estén
evaporando parte de las deudas del sector privado (sobre todo si esas deudas se
empleaban como medios de pago dentro de la economía).

Así las cosas, la cuestión es qué beneficios puede conllevar la monetización de


deuda pública: por un lado, si el banco central monetiza deuda de países
solventes, sólo contribuirá marginalmente a que el Estado esté más endeudado, lo
que dista de ser una buena noticia. Si, por otro lado, monetiza deudas de países
insolventes, no sólo cebará todavía más el endeudamiento ya de por sí
insostenible de esos Estados, sino que además perjudicará a parte de la
ciudadanía con inflación interna y externa; inflación que puede llegar a
convertirse en hiperinflación si la monetización se convierte en la vía habitual y
casi exclusiva de financiar al Gobierno.

Tales nulos beneficios y enormes daños potenciales puede que sirvan para
comprender por qué la monetización directa de deuda pública está prohibida en
todo Occidente: porque se asume que si el sector privado ha estado dispuesto a
comprar deuda pública es porque sigue percibiendo al Estado emisor como
solvente, de modo que la monetización indirecta garantiza que no se preste a
gobiernos insolventes (se suele olvidar, sin embargo, que las expectativas de
monetización futura pueden generar una demanda privada artificial de títulos de
deuda pública aun cuando los gobiernos emisores sean percibidos como
insolventes).

Aun así, se me ocurren cuatro argumentos por los que algunos podrían tratar de
justificar la monetización masiva de deuda pública. Por orden de mayor a menor
disparate, éstos serían: el primero, que un mayor gasto público estimula la
generación privada de riqueza; el segundo, que la inflación y la depreciación de
la divisa conllevan efectos beneficiosos sobre el tejido productivo; el tercero,
que sea indispensable estabilizar la cantidad de medios de pago dentro de una
economía; y el cuarto, que la monetización sea vista como un mecanismo
excepcional para contrarrestar una injustificada desconfianza –o un ataque
especulativo– de todos los ahorradores privados contra la deuda pública de un
país fundamentalmente solvente. En las próximas semanas trataremos de sacar a
relucir los errores que subyacen a cada uno de ellos.

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El gasto público no estimula la economía
Publicado el 16 diciembre 2011 por Juan Ramón Rallo

Frecuentemente oímos que el gasto público es esencial para impulsar el


crecimiento económico, sobre todo en época de recesión. Si el sector privado no
tira del carro, es decir, si el sector privado no gasta al mismo ritmo al que lo
hacía antes, será menester que el Estado ocupe su lugar. Y si no lo hace, si es tan
imprudente como para constreñir sus desembolsos, entonces probablemente
nuestra renta se contraiga de manera extraordinaria: consumismo estatal bueno,
austeridad pública mala.

De hecho, una de las frecuentes justificaciones para la monetización de deuda es


ésta: si nadie extiende crédito a los países al borde de la insolvencia, no cabe
pensar que la solución pase, como en cualquier empresa o familia, por recuperar
la solvencia reduciendo el déficit y el endeudamiento total, pues semejante
política de austeridad extraordinaria hundiría el sistema económico; al contrario,
la monetización de deuda se impone como una necesidad para permitir retrasar
tanto como sea posible el ajuste del sector público. Pero, ¿es así? ¿Realmente es
tan salvífico el gasto público descontrolado? Y si no lo es, ¿qué efectos tiene
sobre el sistema económico?

De entrada es menester recordar qué cabe entender por creación de riqueza. Un


individuo, una empresa o un gobierno generan riqueza cuando producen los bienes
y servicios que en cada momento del tiempo son más urgentemente demandados
por los consumidores. Ya explicamos en otras ocasiones que los precios de
mercado son el principal indicio que sugiere la existencia de beneficios
potenciales a explotar y que la consecución de esos beneficios es la primera línea
de flotación a superar. ¿La segunda? Que esos beneficios sean lo suficientemente
cuantiosos como para compensar el tiempo que ha costado obtenerlos: es decir,
los beneficios han de bastar para remunerar a los rentistas (que no, que no son
vampiros) por diferir su consumo y asumir riesgos.

En jerga financiera suele decirse que una inversión genera valor añadido para los
consumidores si su rentabilidad (la relación entre los beneficios y el capital
invertido) es mayor que el coste del capital utilizado (generalmente medido a
través del tipo de interés). Si esa regla básica de las finanzas se cumple, podemos
concluir que el sistema económico está creando en cada instante bienes y
servicios más valiosos que cualesquiera otros conocidos que hubiesen podido
fabricarse con esos mismos recursos; todas las partes en liza salen ganando –
consumidores, capitalistas, trabajadores, proveedores, terratenientes…– y viven
felices y comen perdices.

Si, en cambio, esa regla básica se incumple en algunas partes de la economía, es


que algunas empresas, familias o gobiernos se están equivocando: los costes de
oportunidad de los factores que emplean (incluyendo el tipo de interés, es decir,
el coste del tiempo) superan la utilidad de los productos que fabrican; o dicho de
otro modo, esos factores poseen un valor mayor en otras partes de la economía.

¿Cumple el gasto público con esta regla fundamental de las finanzas? En muchos
casos no. Primero porque muchas inversiones públicas no poseen una rentabilidad
monetaria explícita (¿cuáles son los beneficios monetarios de un hospital, una
escuela o una carretera?) y, segundo, porque la deuda pública es un fraude que
falsea el auténtico coste de capital de las inversiones estatales. Si no conocemos
ni la rentabilidad ni el coste del capital de las inversiones estatales, debería ser
evidente que no podemos conocer si generan o no riqueza: el Estado está ciego a
la hora de distribuir el capital. Ahora bien, que esté ciego no significa, cuidado,
que nunca contribuya a generar riqueza. Creo que es bastante evidente que si el
Estado monopoliza ciertos servicios esenciales para la comunidad, empezar a
invertir en ellos engendrará más valor del que habría generado en otras partes de
la economía. No se trata de un análisis detallado, sino de brocha gorda, de
brocha muy gorda, y que por consiguiente no puede extenderse para el conjunto de
las relaciones económicas (por eso el socialismo fracasa siempre). Es el sector
privado el único que puede determinar qué proyectos crean valor y cuáles lo
destruyen al efectuar cálculos de rentabilidad y disponer de un coste del capital
fidedigno.

Mas, ¿qué sucede en una depresión? Pues que el sector privado, el encargado de
llevar la batuta de la inversión, deja de invertir en masa. ¿Y por qué? Podríamos
resumirlo en dos motivos: o porque no sabe dónde o porque no puede invertir. El
“no saber” se refiere a problemas de información: los empresarios no han
descubierto hasta el momento nuevos planes de negocio que generen valor y,
mientras, se quedan quietos y expectantes; el “no poder” suele estar ligado a una
insuficiencia de capital para implementar las buenas ideas: los agentes están tan
endeudados y disponen de tan poco ahorro propio, que no son capaces de
implementar todos los planes de negocio que les gustaría. ¿Puede el Estado
aportar una solución a estos dos problemas?

Al primero es evidente que no. Si en circunstancias normales el Estado tiene


enormes deficiencias de información frente al sector privado, en circunstancias
excepcionales esas deficiencias sólo se agravan. Si nadie sabe dónde invertir
porque la incertidumbre con respecto al futuro es altísima, mucho menos lo sabrán
unos políticos que ni siquiera disponen de una rentabilidad estimada de las
inversiones ni tampoco conocen cuál es el coste de oportunidad real del capital
que están empleando.

En cuanto al segundo problema, en apariencia el gasto público sí puede aportar


una solución… pero sólo en apariencia. El razonamiento es simple: como el
sector privado no es capaz de endeudarse para invertir en proyectos rentables,
que lo haga el sector público en su lugar; al cabo, el Estado tiene un mayor
músculo financiero para captar capital incluso en momentos de penuria. Sin
embargo, recordemos que si el sector privado no puede endeudarse es porque ya
acumula un exceso de deuda con respecto a la riqueza que es capaz de crear para
amortizarla (situación de insolvencia o cercana a la insolvencia). ¿Y con qué
amortiza el Estado su deuda? Pues con los impuestos futuros del sector privado:
más deuda pública equivale a una mayor deuda privada de carácter fiscal. O
dicho de otro modo, el endeudamiento público agrava las dificultades para captar
capital del sector privado: y lo hace no ya por el famoso efecto crowding-out,
sino por aumentar el apalancamiento real (y deteriorar aun más la solvencia) del
sector privado: menor margen para endeudarse y, sobre todo, para ahorrar y
amortizar deuda.

El efecto neto de esta política es claramente calamitoso: el sector público


dilapida el escaso capital que consigue captar y ahoga todavía más la
financiación del sector privado, el único eventualmente capaz de tejer planes de
negocio generadores de riqueza. Todo lo cual acontece aun cuando el Estado
utilice las resultas de sus emisiones de deuda para prestarlas o distribuirlas entre
el sector privado: primero porque lo que necesita gran parte del sector privado es
reducir su endeudamiento, no incrementarlo todavía más; y segundo, porque si el
Estado no sabe escoger qué proyectos empresariales son los óptimos, tampoco
sabrá seleccionar a aquellas personas con las mejores propuestas de proyectos
empresariales.
Así las cosas, si la depresión se prolonga durante mucho tiempo y el Estado
continúa endeudándose sin ser capaz de generar la suficiente riqueza como para
amortizar la deuda pública emitida, su propia solvencia terminará deteriorándose,
lo cual se traducirá o bien en una brutal contracción del crédito (si repudia su
deuda) o en una brutal depreciación de la moneda (si continúa monetizando su
deuda).

En cualquier caso, debería quedar claro que gastar por gastar no genera riqueza.
Si el asunto fuera tan sencillo, nunca sufriríamos una crisis económica, porque el
extraordinario gasto privado de la época del boom se realimentaría sin fin. Lo
que sucede, en cambio, es que sí existen buenas y malas formas de gastar y de
invertir los recursos, y el Estado, sobre todo cuando pretende gastar a gran escala
(cerca del 50% del PIB de un país), no es capaz de distinguir entre ellas.

Los economistas keynesianos reconocen implícitamente este punto, motivo por el


cual todos ellos terminan defendiendo gastos disparatados como
guerras, invasiones extraterrestres ficticias, construcción de pirámides
o terremotos y otros desastres naturales. En palabras de Keynes: “El
endeudamiento para efectuar gastos ruinosos puede enriquecer a la comunidad”.
Conscientes de que los proyectos generadores de riqueza que puede emprender el
sector público son muy escasos –pues o son extremadamente evidentes o es
incapaz de localizarlos–, optan por defender lo indefendible: gastar por gastar;
proposición idéntica a producir por producir, sea esta producción útil o no lo sea.

El Estado moderno, con su enorme tamaño y competencias, no puede generar


riqueza adicional en prácticamente ningún área. Es del todo ilusorio pensar que
brutales incrementos del gasto público pueden sacarnos de la crisis, pues lo que
se consigue con ello sólo es dilapidar todavía más capital y agravar la situación
del sector privado. Al contrario, lo que el Estado hipertrofiado moderno debería
hacer durante las crisis es reducir la magnitud de su despilfarro de recursos:
adelgazar y cuadrar las cuentas, minimizando los recortes en aquellos sectores
que sí contribuyan a crear riqueza; el único problema es que, como decíamos, este
último es un cálculo absolutamente de brocha gorda, pues el Estado no cuenta con
ninguna referencia de rentabilidad salvo la muy falible intuición personal de sus
gestores (la solución óptima, pues, sería abrir al mercado las actividades que
monopoliza el Estado, para que empresarios en competencia puedan hacer
cálculos acerca de qué negocios o partes de negocios son rentables y cuáles no).
Es cierto que el efecto inmediato de una reducción del gasto público –incluso de
aquel que dilapida riqueza– puede ser una contracción de la actividad de algunas
partes del sector privado que se relacionaban estrechamente con ese gasto
público; por ejemplo, las compañías volcadas en la obra pública o aquellas
empresas que subsisten merced a las subvenciones. Pero lo mismo sucedía con
las industrias proveedoras de la construcción cuando a partir de 2007 se redujo el
gasto privado en la adquisición de viviendas: si una actividad pública o privada
debe terminar porque dilapida más riqueza de la que contribuye a generar,
obviamente también deben hacerlo todas las industrias adyacentes que giran en
torno suyo y que no pueden reorientarse hacia otros sectores productivos. Más
que una contracción de lo sano eso significa una deshinchazón de lo insano.

En definitiva, incrementar el gasto público o retrasar su reducción no son en


absoluto argumentos para defender la monetización masiva de deuda pública, sino
más bien todo lo contrario: razones muy poderosas para rechazarla. Cuanto más
sostenemos artificialmente el dañino y pauperizador endeudamiento público, más
cebamos nuestra deuda y más capital dilapidamos.

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La inflación, un mal remedio contra la depresión
Publicado el 23 diciembre 2011 por Juan Ramón Rallo

El pensamiento inflacionista ha tenido desde hace siglos una fuerte raigambre en


Occidente; a las subidas generalizadas de precios y al incremento en la cantidad
de dinero se les han atribuido todo tipo de bondades sobre el desarrollo
económico que han servido de justificación a los gobernantes para envilecer la
moneda y obtener financiación barata. La monetización de deuda pública
constituye uno de los últimos refinamientos de este proceso: el Estado obtiene
financiación artificialmente barata a riesgo de generar inflación, pero, según se
nos dice, esa inflación es justo lo que necesitamos para sanear e impulsar una
economía en recesión. ¿Pero acaso es cierto? ¿Qué ventajas tiene la inflación
sobre la actividad productiva?

Lo más intuitivo es que la inflación incrementa los precios de venta de los


distintos bienes y servicios, y a mayores precios, mayores beneficios, y a mayores
beneficios, mayor producción y empleo. Sin embargo, lo que realmente mueve los
beneficios empresariales no son los precios finales de venta, sino los márgenes
entre los precios y los costes. Si la inflación incrementa ambas variables, las
ganancias no aumentarán, y tampoco lo hará la producción y el empleo.

Podría pensarse que, en tal caso, lo único que hace falta para garantizar el éxito
de una política inflacionista es establecer un control generalizado sobre los costes
de producción, impidiendo que suban o, al menos, que suban demasiado. Pero
semejante control de costes es problemático por dos razones. Primero, porque
gran parte de los costes de unos empresarios no son otra cosa que los precios de
venta de otros empresarios (por ejemplo, el precio de venta de gasolina es el
coste de los transportistas): ¿cómo promover una subida general de los precios
sin que a su vez aumentan parte significativa de los costes? Y segundo, porque
controlar los costes en general impide que los precios realicen su función
fundamental: revelar las escaseces relativas de los distintos bienes y factores
productivos (¿qué productos debemos economizar y cuáles debemos usar de
manera más intensiva?).

Al fin y al cabo, si de lo que se trata es de que los precios de venta se


incrementen en relación con los costes de producción (para aumentar el margen
de ganancias), ¿acaso no puede alcanzarse el mismo resultado rebajando los
costes de producción con respecto a los precios de venta? Es decir, ¿no puede
acaso lograrse con una rebaja de costes lo mismo que con una inflación de
precios? Pues obviamente sí, pero con una importante ventaja con respecto a la
inflación: las rebajas de costes se concentran allí donde unos determinados
factores han dejado de generar valor, señalando que parte de esos factores deben
recolocarse en otras partes de la economía; por el contrario, los incrementos de
precios derivados de una política inflacionista acaecen en primer lugar allí donde
el Gobierno decide arbitrariamente aumentar su contraproducente gasto público
(y, más adelante, se van extendiendo poco a poco por toda la economía),
apuntalando los factores en líneas productivas que deberían abandonar.

Imaginemos, verbigracia, que los salarios –y otros costes– en el sector de la


construcción deben reducirse de manera muy significativa con respecto a sus
precios de venta. ¿Tendría sentido que, para evitar ese ajuste, el Gobierno
monetizara deuda en el banco central y utilizara el nuevo dinero para comprar
viviendas a precios inflados, de manera que, más tarde, los precios del resto de la
economía fueran incrementándose conforme los promotores inmobiliarios
gastaran el nuevo dinero recién recibido del Gobierno? Lo único que lograríamos
así sería una redistribución arbitraria de la renta: los promotores inmobiliarios
cosecharían unas ganancias extraordinarias no justificadas por el valor de su
producción y los factores productivos vinculados a la construcción no perderían
tanto poder adquisitivo por la inflación como el que deberían haber perdido por
la rebaja nominal de sus remuneraciones (ni tampoco habría razones para
recolocarlos en otros planes de negocio). En otras palabras, el resto de factores
productivos no vinculados a la construcción perderán más poder adquisitivo
como consecuencia de la inflación del que habrían perdido en su ausencia (pues
en su caso no era necesario ajustar a la baja sus remuneraciones) para que
aquellos que han dejado de generarlo en la construcción no lo pierdan tanto y no
necesiten recolocarse.

En la práctica, empero, los problemas no se circunscriben a arbitrarias


redistribuciones de la renta: si la necesidad de reajuste de precios relativos es
muy amplia –como sucede, por ejemplo, durante las crisis económicas–, es
imposible que alguien (incluido el Gobierno) conozca todos los reajustes entre
precios y costes que necesita una economía (entre otras cosas, porque la
necesidad de muchos cambios se va descubriendo conforme se van modificando
algunos precios). Con lo cual, ¿de qué estamos hablando en verdad? Pues de que
el Gobierno monetice masivamente deuda pública para despilfarrar los recursos
en boberías, provocando con ello un alza general pero desigual y casi aleatoria
entre los diferentes precios y costes que ni mucho menos tiene por qué asegurar un
alza sostenida en la producción y el empleo (apuntalando o incluso expandiendo
modelos de negocio ineficientes). Es más, en la medida en que existan recursos
especialmente escasos –por ejemplo, materias primas–, la política inflacionista
sólo contribuirá a provocar alzas sobreproporcionales en sus precios,
estrangulando de este modo incluso a los proyectos empresariales que eran
rentables antes de desatar la misma.

Pese a ello, las reducciones de precios suelen tener bastante mala prensa. ¿Y por
qué? Pues porque, por un lado, suele decirse que la deflación mina la confianza
empresarial y, por otro, que también asfixia la situación financiera de los
deudores.

En cuanto a lo primero, si los precios (y los costes) caen, se piensa que se


extenderá la expectativa de que seguirán haciéndolo en el futuro, de modo que
consumidores y empresarios pospondrán sus decisiones de consumir e invertir.
Pero lo que en realidad da lugar a esas expectativas no es que los precios y costes
caigan, sino que no hayan caído lo suficiente. Si consumidores y empresarios
saben que el ajuste no ha concluido, pospondrán sus decisiones de compra e
inversión hasta que lo haya hecho. El problema, claro, es que la magnitud de ese
ajuste puede ir agravándose con el paso del tiempo: si precios y costes se reducen
de manera parsimoniosa y exigua, la actividad seguirá marchitándose (más
desempleados, quiebras empresariales, impagos crediticios…) en lugar de
relanzarse, de modo que cada vez se hará necesaria una mayor reducción de
precios y costes. Pero eso sólo significa que las críticas no deberían dirigirse
contra la deflación en general, sino contra la insuficiente deflación (es decir,
contra todos los obstáculos gubernamentales a que los precios y las estructuras
productivas se ajusten lo más rápidamente posible).

Por lo que se refiere a lo segundo, es verdad que las minoraciones de precios (y


rentas) agravan la situación de muchos deudores que pueden verse forzados así a
impagar sus obligaciones; y también es verdad que los aumentos de precios (y de
rentas) mejoran la situación de los deudores. Pero no olvidemos que, por los
mismos motivos, la inflación también deteriora la posición patrimonial de los
acreedores de un modo similar a un impago de las deudas: si uno tiene derecho a
cobrar 1.000 um igual le da recibir sólo 500 um que 1.000 um cuyo poder
adquisitivo se haya depreciado a la mitad. Eso sí, también aquí existe una
importante diferencia: el acreedor que sufre una quita la padece por equivocarse
y no haber prestado su dinero de manera prudente; el acreedor que ve erosionado
su poder adquisitivo por la inflación lo sufre aunque su deudor sea perfectamente
solvente y, por tanto, aunque su comportamiento haya sido diligente.

¿Por qué es preferible entonces beneficiar al deudor que al acreedor? Puede


pensarse que, como casi todos somos deudores, la inflación es preferible. Mas, en
realidad, lo que sí somos casi todos es acreedores del sistema bancario (las
cuentas corrientes son créditos de la ciudadanía contra los bancos). De hecho, la
única razón para preferir la inflación a la deflación en materia de deudas es para
evitar una quiebra generalizada del sistema bancario –junto con el Gobierno, el
mayor deudor de una sociedad– que, al contraer los medios de pago, provocaría
un círculo de deflación-endeudamiento. Pero semejante objetivo puede alcanzarse
igualmente convirtiendo parte de los pasivos de la banca en fondos propios.

En definitiva, la inflación no sólo no es necesaria para lograr la recuperación,


sino que incluso puede ser muy contraproducente: envía señales distorsionadas a
los agentes económicos, castiga a los empresarios y ahorradores que han
acertado, retrasa los reajustes de la estructura productiva y agrava las carestías
relativas de recursos. Si algunos siguen asociando erróneamente la inflación con
la prosperidad sólo es porque las economías suelen crecer de manera artificial e
insostenible (boom económico burbujil) cuando el crédito de la banca al sector
privado aumenta con fuerza, y cuando ello sucede los precios también tienden a
subir. Pero la monetización de deuda pública, que también provoca inflación, ni
siquiera estimula la economía de manera apreciable. Difícilmente, pues, puede
encontrar justificación.

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Menos gasto o más impuestos: no es lo mismo
La literatura keynesiana ha equiparado a efectos macroeconómicos las
reducciones del gasto público y los aumentos de impuestos. Puede que la
magnitud de sus repercusiones no sea exactamente igual, pero su dirección sí lo
es: tanto reducir el gasto como incrementar los tributos son políticas contractivas
de la demanda que tienden a deprimir la economía.

Aplicando esta lógica, quienes defendemos que, frente a una crisis económica, la
política acertada es la de que el Estado no dilapide mediante déficits públicos el
ahorro nacional y extranjero que va aflorando y que es imprescindible para
reorganizar el sector privado, deberíamos ser relativamente indiferentes en lo
relacionado con aumentar impuestos o recortar el gasto. Al cabo, ambas vías son
de utilidad para reducir el déficit público. ¿Es así? ¿Realmente no hay motivo
económico fundado, salvo las preferencias ideológicas, para escoger con
exclusividad un camino u otro?

No. El primer error de esta equiparación tiene un carácter bastante general: no es


lo mismo el gasto público que el gasto privado. Sostener que subir impuestos
equivale a reducir los desembolsos estatales necesariamente implica defender
que el gasto público es un sustitutivo más o menos perfecto del gasto privado y
que, en última instancia, poco importa quién dirija la economía y en qué
condiciones lo haga, si el Estado o los consumidores.

Pero, obviamente, esto no es así: los consumidores gastan en función del valor
que han generado previamente para otros consumidores; tanto unos como otros
expresan una información descentralizada y desagregada acerca de cuáles son sus
preferencias dentro de un contexto de competencia empresarial por satisfacerlas
del modo más acertado posible. Y eso es justamente lo que, poco a poco, permite
su mejor coordinación. Por su lado, el Estado gasta no a partir de la riqueza que
ha conseguido generar para los demás agentes económicos, sino a partir de la
riqueza que ha logrado rapiñarles; y lo hace, además, o bien despreciando las
preferencias de los consumidores –los políticos persiguen su propia agenda– o
bien con enormes problemas de información para satisfacerlas –ni conocen qué
desean los ciudadanos ni, sobre todo, cuál es el coste de oportunidad de
proporcionárselo–. Con esto no quiero decir, claro está, que ningún gasto público
pueda generar riqueza para los consumidores finales, sino que por inherentes e
inerradicables problemas de incentivos y de información es muchísimo más
complicado que la genere el gasto público que el privado, especialmente cuando
hablamos de gasto público o privado a gran escala (¿cómo manejar el 50% del
PIB de un país?).

Más allá de estos efectos generales, estas dos políticas tampoco son
convalidables en el caso particular de las crisis económicas. Aunque en principio
ambas tiendan a contraer el gasto total de la economía –el aumento de impuestos
restringe el gasto privado y la reducción del gasto público hace lo propio con los
desembolsos estatales–, es importante analizar cuáles son las repercusiones de
ambas alternativas.

Por un lado, la reducción del gasto público, especialmente si es de suficiente


calado como para permitir una minoración de impuestos que no afecte al
equilibrio presupuestario, incrementa (o al menos no reduce) la renta de aquellos
que siguen generando riqueza, esto es, de aquellos que continúan destinando los
escasos recursos económicos a producir bienes y servicios más valiosos que los
alternativos que podrían haberse fabricado con ellos. Además, merced al
mantenimiento o reducción de las cargas tributarias, las partes carcomidas de la
economía lo tendrán más fácil (o menos difícil) para tratar de sanearse
amortizando su excesivo endeudamiento y enajenando parte de sus activos
improductivos a las otras partes más robustas del tejido productivo, las cuales,
por su lado, merced a esos tributos más moderados, también dispondrán de un
mayor capital para seguir creciendo y reemplazar la actividad languideciente de
las carcomidas.

En última instancia, el recorte del gasto público es sólo una consecuencia del
empobrecimiento previo del sector privado durante la crisis económica: las
transferencias y redistribuciones de renta que efectúa el Estado a partir de la
riqueza generada por el sector privado han de reducirse porque el sector privado
genera menos riqueza. Es cierto que a corto plazo la suspensión de parte del gasto
puede dar lugar a la necesidad de un reajuste adicional de determinadas partes de
la economía; pero tengamos presente que semejante retroceso es consecuencia no
de que una parte de la sociedad deje de generar riqueza, sino de que deje de
consumirla con cargo a un nada rentable endeudamiento colectivo. En realidad, la
economía se ve liberada de cargas que comprometían su viabilidad y su facultad
para prosperar. Quejarse de que recortar el gasto público financiado con la
emisión de deuda afecta negativamente al PIB es como quejarse de que un
ciudadano pródigo ve reducidos sus desembolsos después de que decida, muy
prudentemente para su bienestar presente y futuro, que dejará de recurrir al
crédito bancario con tal de financiar sus partidas en el casino.

A este respecto, las inversiones públicas –en contraposición con el llamado gasto
corriente– que realmente estén contribuyendo a impulsar el crecimiento a largo
plazo –y cuyo recorte, por consiguiente, tenga efectos verdaderamente
contractivos en el tiempo– serán, por los problemas de incentivos e información
ya apuntados, realmente poco cuantiosas. Pero, aun así, habría que intentar
focalizar los recortes en aquellas partidas que supongan inversiones
improductivas o meras transferencias de rentas desde unos individuos a otros
(sobre todos si éstas van a parar a subsidiar actividades que por sí solas no
serían rentables en el mercado).

Eso sí: tengamos claro que no toda inversión pública a largo plazo, por el mero
hecho de ser inversión pública y a largo plazo, debe ser conservada. Hay una
tendencia excesiva a demonizar el gasto corriente y a ensalzar las virtudes del
gasto público dirigido a la inversión; mas los despilfarros también pueden darse
en las inversiones estatales, y no sólo en los ejemplos más flagrantes y
escandalosos (aeropuertos sin pasajeros, parques de atracciones sin atractivo
turístico, bloques de viviendas desocupados, empresas públicas muy intensivas en
capital y con servicios muy deficientes…), sino en otros menos evidentes: por
ejemplo, carreteras por las que sí circulan automóviles o gasto público en I+D
con resultados positivos pero que se sufragan merced a un desplazamiento de la
actividad en el sector privado que habría tenido un mayor valor para los
consumidores que la carretera o las innovaciones. De hecho, esa pugna por captar
el escaso capital ofreciendo rentabilidades crecientes a los ahorradores que
permite dilucidar qué usos, de entre los miles de millones posibles, son
preferibles para ese escaso capital es justamente el proceso competitivo que
aborta el Estado, y por lo que, en general, podemos decir que éste es un muy mal
distribuidor de los recursos.

En cualquier caso, la única alternativa a atajar el déficit reduciendo el gasto


público durante una crisis pasa por incrementar el grado de rapiña sobre la menor
riqueza presente generada por individuos y empresas. Y, como decíamos, parece
claro que ésta sólo contribuye a asfixiar un poco más al sector privado, justo en el
momento en el que necesita una mayor holgura financiera para reestructurarse y
volver a la senda de la creación sostenible de riqueza: más impuestos significa
menos rentabilidad de las inversiones, menos capital disponible para amortizar
deuda o para acometer nuevos planes de negocio y, en definitiva, una alteración
de los patrones de especialización del sector privado productivo que sólo
agravan y dificultan la magnitud de los reajustes pendientes.

Si las crisis tienen su origen en las malas inversiones generalizadas del sector
privado –fruto de la expansión imprudente del crédito de un sistema bancario
privilegiado por el Gobierno–, no parece que lo más inteligente sea apretarle
todavía más las tuercas cuando está atravesando un complicado período de
catarsis. Más bien al contrario: lo lógico sería aligerarle las cargas para no
retrasar aún más su saneamiento.

En suma, a la hora de reducir el déficit público, es vital que esta minoración se


efectúe no a costa de un sector privado que genera mucha menos riqueza que antes
sino a costa de quien venía gastando con cargo a la presunta riqueza
excedentaria que ese sector privado fabricaba durante el boom económico
artificial: es decir, a costa del Estado. Austeridad, sin duda; pero austeridad del
sector público, que es quien ha incurrido en el déficit durante la crisis (sea por
culpa de los desestabilizadores automáticos o del gasto discrecional para
tratar vanamente de estimular la economía). Sufragar los sobregastos estatales con
una austeridad del sector privado más rigurosa sólo contribuirá a obstaculizar el
proceso de recuperación.

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Depreciar la moneda: una enorme chapuza
Las crisis económicas suelen relacionarse con insuficiencias de demanda: si la
gente no gasta, la economía no tira y todo se viene abajo. En realidad el problema
es más complejo que ése, pues si una economía se había adaptado a unos niveles
de gasto basados en unos volúmenes de crédito insostenibles, antes de que se
pueda volver a gastar será necesario readaptar la estructura productiva a la nueva
realidad (en caso contrario, lo que se demande no coincidirá con lo que pueda
ofrecerse). Pero la percepción generalizada si es ésa: se gasta poco y su solución
sólo puede provenir de gastar mucho más.

Una manera de aumentar los desembolsos totales de la economía es incrementar


la demanda que procede del exterior: si dentro nos hemos vuelto suicidamente
austeros, sólo nos quedará incentivar las compras de los extranjeros para así
recolocar a los parados y poner a pleno rendimiento a las compañías en
dificultades. Y la forma que suele reputarse más veloz para acicatear al gasto
foráneo es depreciar o devaluar la moneda nacional: si los extranjeros pueden
adquirir nuestra divisa mucho más barata, nuestros bienes y servicios les saldrán
igualmente mucho más asequibles (más exportaciones); asimismo, a los
ciudadanos nacionales pasarán a resultarles bastante más caros los bienes y
servicios extranjeros, lo que estimulará su sustitución por productos locales
(menos importaciones y más gasto interior).

Así pues, todo encaja: la manera más efectiva y rápida de superar las recesiones
es devaluando o depreciando la divisa y darle un empujón a la industria
exportadora. Se habla de devaluación cuando los tipos de cambio son fijos y de
depreciación cuando son flexibles. En el primer caso, los tipos de cambio los fija
el Gobierno, en el segundo el mercado, pero el Estado puede influir sobre ellos
por diversas vías: por ejemplo, haciendo que el banco central monetice
masivamente deuda pública. Pero, ¿realmente es así? ¿Acaso la depreciación del
dinero es tan efectiva contra las crisis como se suele decir?

Antes que nada es imprescindible entender que el volumen de comercio


internacional no está dado y que por tanto no tenemos que pelearnos unos con
otros para poder incrementar nuestra producción y nuestras ventas. El problema al
que se enfrentan las diferentes economías no es el de que todas ellas puedan
sobreproducir demasiados bienes y servicios y, por tanto, parte de los mismos
puedan quedarse sin vender; éste es un arraigado prejuicio mercantilista que el
sueco Eli Heckscher acertadamente bautizó como el “miedo a las mercancías”. En
realidad, las mercancías se pagan, en última instancia, con otras mercancías, de
modo que cuanto más produzcan los chinos, mayor será su poder adquisitivo y
mayor podrá ser su demanda de los productos españoles, estadounidenses o
japoneses. De hecho, como ya supo ver David Ricardo, cada individuo y
sociedad se especializará en aquello para lo que tenga una “ventaja comparativa”
sobre el resto (en aquello en lo que sea relativamente menos ineficiente). Desde
el s. XIX a acá digamos que el volumen del comercio internacional ha
crecido ligeramente.

Cuestión muy distinta, claro está, es que los chinos sí fabriquen los bienes que
deseamos los españoles y los españoles no fabriquemos los bienes que desean los
chinos (en realidad, que no fabriquemos los suficientes bienes que los chinos
desean como para pagar íntegramente las mercancías que éstos nos venden): en
ese caso no nos comprarán parte de nuestra producción interna y tendremos que
comérnosla con patatas hasta que nos reajustemos y les ofertemos algo que sí les
agrade. Mas fijémonos en que esto no es distinto a lo que le sucede a cualquier
agente económico dentro de las fronteras de su país: nadie negará que existen
muchísimas más oportunidades de negocio en una sociedad rica (donde todos
producen mucho) que en una sociedad pobre (donde nadie produce casi nada),
pero ello no significa que cualquier plan de negocios vaya a triunfar en una
sociedad rica: los empresarios deben adaptarse a las necesidades de los
consumidores para lograr colocar sus mercancías a precios remunerativos.

Pues bien, la depreciación de la divisa es un mecanismo para puentear esta


división internacional del trabajo. Su propósito es evitar que los concretos
empresarios nacionales que no satisfagan las necesidades de los potenciales
clientes foráneos deban reelaborar sus planes de negocio para sufragar los bienes
y servicios extranjeros que directa o indirectamente importan. ¿Y cómo lo
consigue? Pues abaratando todas las mercancías y todos los activos del país en
términos de las diferentes divisas extranjeras.

De este modo, los de fuera tenderán a comprarnos más de todo y los


consumidores locales tenderán a adquirir menos cosas en el extranjero y más
dentro de nuestras fronteras. A saber, no se trata tanto de que las industrias
nacionales que no eran competitivas pasen a serlo gracias al abaratamiento de la
divisa, cuanto de que su insuficiencia de exportaciones (derivada de su
ineficiencia e incapacidad para satisfacer los deseos de los extranjeros) se vea
compensada con un exceso exportador o una merma importadora del resto de
agentes.

Hasta aquí la depreciación podría parecer un mecanismo chapucero pero sin


demasiadas contraindicaciones. Vamos a demostrar que no es así. Empecemos
colocándonos en el mejor de los supuestos: la depreciación funciona y consigue
relanzar la economía y el empleo. ¿Ahí termina todo? No, al menos hay dos
grupos claramente perjudicados.

Por un lado nos encontramos con los ciudadanos nacionales que adquirían
mercancías o activos del extranjero y que, tras la depreciación, han visto
encarecer notablemente sus compras; especialmente sangrante será el caso de
empresarios que adquirieran factores productivos en el exterior para procesarlos
y enajenar la manufactura en el mercado nacional: sus costes en divisa nacional se
dispararán con la depreciación e incluso podrían quebrar. En todo caso, el
conjunto de los ciudadanos que realizan compras al exterior se verán forzados a
reorientar sus gastos hacia activos locales menos rentables o hacia productos
internos de peor calidad (o más caros) de lo que lo eran los extranjeros antes de
la depreciación; máxime cuando, tras el envilecimiento de la divisa, los
productores locales se sientan menos presionados por la competencia extranjera y
puedan cargar precios todavía mayores a sus cautivos clientes internos. En suma,
el bienestar de muchos que lo estaban haciendo bien es sacrificado en el altar de
unos pocos incompetentes que lo estaban haciendo mal: se empobrece al conjunto
de la población respecto al extranjero con tal de que unos pocos –las industrias
menos competitivas– no se empobrezcan tanto como debieran.

Acaso ésta pueda parecernos una molestia menor frente a la mayor lacra del
desempleo, pero si lo llevamos al extremo comprobaremos que todo es una
cuestión de grados: una depreciación del 5% puede ser llevadera, pero una del
80% sería devastadora. Al cabo, tengamos presente que una depreciación del
100% implicaría una prohibición de facto de comprar al extranjero, o dicho de
otro modo, la población local se convertiría en esclava de la foránea: les
venderíamos toda nuestra producción interna gratis y no podríamos adquirir nada
del exterior.

Por otro lado, las industrias extranjeras también resultan damnificadas por la
depreciación de la divisa local. De la noche a la mañana, pese a su superior
competitividad, comenzarán a perder mercados –tanto locales como exteriores– y
a medio plazo deberán atravesar un duro proceso de reajuste (ése mismo que no
quisieron experimentar algunos empresarios nacionales). En otras palabras, en
lugar de incrementar la producción global para que todos los ciudadanos y todas
las sociedades puedan dar salida a todas sus mercancías, la depreciación
redistribuye hacia el extranjero los problemas productivos nacionales: como el
gasto total está limitado por una menor producción total, el objetivo en endosarles
esas deficiencias a las industrias foráneas.

Probablemente muchos, imbuidos por un cierto nacionalismo monetario,


consideren que los españoles debemos preocuparnos sólo por las empresas de
España y que si con la depreciación perjudicamos a las alemanas o chinas al
tiempo que beneficiamos a las nuestras, tanto peor para ellas. No voy a entrar a
rebatir el fondo de esta tesis cuya conclusión lógica sería la autarquía, tan sólo
tengamos presente que el resto de países no se quedarán probablemente de brazos
cruzados ante nuestro dumping monetario: siempre tienen la opción de depreciar
adicionalmente sus divisas o de incrementar sus aranceles contra nuestros
productos. El riesgo, pues, es el de desatar una guerra comercial que a todos
perjudica y a nadie beneficia, pues nos conduce a la disolución de la división
internacional del trabajo y del comercio global, con todos los enormes perjuicios
(incluso para la paz) que ello implica.

Llegados a este punto, es momento de abandonar una de las hipótesis críticas que
hemos mantenido hasta ahora: que la depreciación consigue impulsar la
recuperación. Entiéndaseme: no niego que sea posible depreciar la divisa hasta
un nivel en el que, efectivamente, se logre el pleno empleo; digo, más bien, que no
toda depreciación será suficiente para conseguirlo y que, en ocasiones, los
niveles necesarios para alcanzarlo pueden resultar demasiado gravosos para la
población. ¿Y por qué no toda depreciación nos acerca al objetivo del pleno
empleo?

El éxito de toda depreciación depende de la sensibilidad de las exportaciones y


de las importaciones de un país a sus tipos de cambio: si reducciones moderadas
del tipo de cambio no consiguen incrementar de manera sustancial las
exportaciones o que los ciudadanos nacionales sustituyan importaciones por
productos locales, la depreciación fracasará en su empeño estimulante. De hecho,
las depreciaciones podrían incluso incrementar el desempleo y el desequilibrio
exterior. Por ejemplo, si un país carece de petróleo y de sustitutivos al petróleo,
una depreciación del 5% no llevará a que compremos menos oro negro, sino,
simplemente, a que lo paguemos más caro. Y si, para mayor desgracia, esa
depreciación del 5% no consigue impulsar decisivamente las exportaciones
(¿usted compraría cualquier producto que le fuera rebajado un 5%?) o hace
encarecer el precio de las mercancías exportadas alrededor de un 5% (por el
mayor coste del petróleo), ¿cuál será el resultado neto de envilecer nuestra
moneda? Mayor déficit exterior y menor producción interna. Así, entre 1992 y
1995 (dos veces en 1992, una en 1993 y otra en 1995) la peseta se devaluó cerca
de un 30% con respecto al marco alemán, y el paro no bajó del 20% alcanzado en
1992 hasta seis años después.

En conclusión, nadie nos asegura que con una depreciación moderada consigamos
solventar los problemas de una economía en crisis; de hecho, es posible que
incluso los agravemos, por cuanto alteramos los costes de todas aquellas
empresas que se abastecen del extranjero y que, en todo caso, deberán proceder a
algún tipo de reorganización interna. Por el contrario, una devaluación extrema es
muy probable que, en cualquier caso, sí consiga aproximarnos al pleno empleo,
pero a un coste gravosísimo para la población. Y, en todo caso, nadie puede
asegurar que esa recuperación sea duradera en el tiempo: en una economía
dinámica y cambiante, más pronto o más tarde se modificarán los patrones de
producción o de gasto, volviendo a colocar en la picota a la economía que no ha
resuelto sus verdaderos problemas económicos –sus rigideces internas para
competir sin devaluar en un mercado global–.

Pero, por si todo lo anterior fuera poco, juguetear con los tipos de cambio y
generar expectativas de que van a depreciarse puede tener, asimismo, efectos
caóticos y amplificados sobre el mismo (el famoso overshooting). Si se espera
que la divisa vaya a seguir depreciándose en el futuro, los inversores nacionales
tratarán de sacar sus capitales del país y los ahorradores extranjeros los
mantendrán fuera del mismo hasta que desaparezcan las expectativas de ulterior
depreciación; al tiempo, los importadores adelantarán sus compras o serán
instados por sus vendedores extranjeros a acelerar sus pagos (pues ningún
extranjero quiere poseer derechos de cobro en una divisa que se va a depreciar) y
los exportadores querrán retrasar sus ventas, sus cobros o la conversión de la
divisa extranjera percibida cuanto sea posible. Todo lo cual contribuye a ejercer
todavía más presión sobre el tipo de cambio (mucha demanda de divisa extranjera
contra divisa nacional y poca oferta) y a ahuyentar los capitales que
presuntamente debían tirar de la inversión y del consumo interno para acabar con
el desempleo.

Con tipos de cambio flexibles sucede, además, que esas expectativas de


depreciación pueden ser autocumplidas: como la especulación contra la divisa
puede alcanzar volúmenes prácticamente ilimitados –ya que el banco central se
desentiende de defender su paridad–, en parte es la simple expectativa de
depreciación lo que la puede llevar a caer mediante la especulación. Muchos
economistas, como Milton Friedman, creen que los especuladores en el mercado
de divisas se abstendrán de apostar por la depreciación en cuanto se alcance un
tipo de cambio de equilibrio que iguale las importaciones y las exportaciones de
un país; pero tengamos presente que la balanza comercial es sólo una parte
diminuta de todos los movimientos internacionales de divisas y que obtener el
equilibrio en esa rúbrica no garantiza ni mucho menos un equilibrio en todos los
demás mercados donde se compran y venden divisas (mercados monetarios y de
capitales). Por eso, no existe un solo equilibrio estable en los tipos de cambio del
papel moneda, y la especulación desestabilizadora no supone la excepción
extravagante del mismo sino su característica más fundamental y definitoria.

En definitiva, aunque en ocasiones la depreciación de la divisa pueda funcionar


empobreciendo moderadamente al conjunto de la población, en muchas otras
generará inestabilidades en los tipos de cambio que distorsionarán los cálculos
empresariales a largo plazo, será insuficiente e incluso contraproducente para
alcanzar el pleno empleo y cuando, por el contrario, alcance una dimensión tal
que permita reducir de manera muy significativa el paro, los efectos serán
demasiado gravosos para los consumidores y ahorradores nacionales así como
para las industrias extranjeras. Monetizar deuda pública con tal de buscar la
depreciación de la divisa es una doble irresponsabilidad: primero porque
sustenta el despilfarro público, y segundo porque sirve para anestesiar las
verdaderas reformas que sí permitirían mejorar la competitividad de un país
dentro de la división internacional del trabajo. Una chapuza en toda regla con
muchísimos más contras que pros.

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¿Es malo reducir el déficit en plena recesión?
Publicado el 27 enero 2012 por Juan Ramón Rallo

Son muchos quienes, imbuidos por el keynesianismo más elemental, claman que
las recesiones económicas son un mal momento para reducir el déficit público.
Desde luego, para algunos casi siempre es un mal momento para hacerlo –si
decrecemos, porque decrecemos; si crecemos, porque crecemos demasiado poco;
si crecemos mucho, porque ese acelerado crecimiento todavía no se ha
consolidado, etc.–, pero otros, es verdad, ven razonable que se hagan esfuerzos
de austeridad cuando las cosas van bien y que, en cambio, se congele la
contención del déficit en cuanto vayan mal.

Mas, ¿por qué las reducciones del déficit público se consideran tan inapropiadas
durante las recesiones? Bueno, el razonamiento de fondo es muy sencillo: “como
la marcha de la economía depende del gasto, si el sector privado no gasta
(recesión), tendrá que hacerlo el público”. Visto desde ese ángulo, si a la
restricción de los desembolsos privados se le uniera una contracción de los
dispendios públicos, lo que habría podido ser una recesión moderada podría
degenerar en una depresión de caballo.

El error de partida en esta argumentación se encuentra en que la prosperidad


económica no procede de gastar más, sino de producir más y mejores bienes para,
merced a su intercambio, disfrutar de unas mayores posibilidades de gasto. Si
nuestro crecimiento dependiera sólo del volumen del gasto y no de nuestra
producción previa, las sociedades más pobres del planeta, donde por cuestiones
de subsistencia se ven forzadas a gastar el 100% de su renta y donde su demanda
potencial es muy superior a las occidentales, serían las que más rápidamente se
desarrollarían. Si nuestro crecimiento dependiera sólo del volumen de gasto, el
socialismo sería capaz de funcionar sin demasiadas dificultades: sólo necesitaría
tirar el dinero allá donde fuese sin preocuparse de los resultados. Si nuestro
crecimiento dependiera sólo del volumen de gasto, las burbujas y las expansiones
artificiales del crédito nunca llegarían a su fin, pues los egresos extraordinarios
constituirían la sólida base para realizar nuevos desembolsos extraordinarios. Si
nuestro crecimiento dependiera sólo del volumen de gasto, sería imposible que
los empresarios se equivocaran en sus inversiones: si para que las empresas
acumulen beneficios sostenidamente sobra con que los ciudadanos no frenemos
nuestros gastos, eso equivale a decir que los empresarios no pueden cometer
ningún error de inversión o que éstos se solventan de manera automática.

Sin embargo, como es evidente que las sociedades pobres necesitan de algo más
que gasto para desarrollarse, como el socialismo no funciona, como las burbujas
y las exuberancias de endeudamiento llegan a su cruento final y como los
empresarios sí pueden equivocarse y es habitual que lo hagan, habrá que concluir
que no, que lo relevante no es el gasto total de la economía, sino la correcta,
proporcionada y equilibrada interrelación de los distintos planes empresariales
dirigidos a generar riqueza (de la cual nacen las rentas con las que podremos
realizar correctos, proporcionados y equilibrados gastos a escala individual). En
suma, que el gasto público, por el mero hecho de ser gasto o público, no nos
vuelve más ricos, como tampoco lo hace cualquier alocado gasto privado por el
hecho de ser gasto o privado.

Lo que sí nos vuelve más ricos es, como digo, esa red de planes de negocios
adecuadamente orientada y adecuadamente financiada. Y, precisamente, una
recesión es la etapa durante la que la estructura productiva de una economía trata
de recomponerse: ya sea reorientando a las compañías existentes y remplazando a
las menos eficientes por otras más competitivas o recapitalizando con más ahorro
propio al tejido empresarial. El objetivo de la recesión no es sufrir por sufrir,
sino purgar los errores que se han ido acumulando en el sistema y proceder a su
reconversión. Producimos y adquirimos menos bienes y servicios (el PIB cae)
simplemente porque el ajuste no es instantáneo –mucho menos si hay rigideces
regulatorias que lo ralentizan o lo imposibilitan de facto– y porque la mejora de
la solvencia de los agentes económicos necesita de un ahorro que supone no ya
cambiar su composición, sino interrumpir en seco el gasto (si los bancos tienen
que dotar provisiones para poder absorber sus pérdidas pasadas, ni podrán
incrementar sus inversiones ni repartir dividendos entre sus accionistas).

Cuando uno se plantea la influencia de los déficits públicos durante las


recesiones, por consiguiente, debería hacerlo desde esta doble perspectiva: ¿en
qué contribuye un déficit público a acelerar, por un lado, la reconversión y, por
otro, la recapitalización del tejido empresarial de una economía en crisis? Y la
respuesta es que, por sí mismo, en nada. Dejando de lado las escasas inversiones
públicas que puedan tener un retorno positivo en relación con los tipos de interés
a los que se financian, el resto de gastos estatales sólo sirven o para financiar
proyectos que no realizaría el sector privado por su nula rentabilidad o para
transferir renta desde unos grupos a otros, socavando mientras tanto el ahorro
conjunto de la sociedad.

En cuanto a lo primero, el Gobierno no tiene ni mucho menos la información


necesaria para planificar cuáles deben ser las compañías concretas –y su
particular organización interna– que deben desarrollarse para generar riqueza a lo
largo de los próximos lustros. De hecho, en momentos de crisis es muy probable
que ni siquiera los empresarios más exitosos, aquellos que están sometidos a una
mayor presión por parte de los consumidores y de la competencia, sepan muy bien
por dónde tirar incluso en aquellos sectores económicos que mejor entienden y
conocen. ¿Cómo esperar que los políticos, quienes no están invirtiendo sus
propios ahorros sino los de los ciudadanos y quienes tienen una visión muy
superficial de toda la economía, vayan a poder saberlo? Sobredimensionar el
sector público a costa de arrebatarles porciones crecientes de sus rentas (ya sea
subiendo impuestos, no bajándolos tanto como sería posible o copando el capital
en los mercados financieros) a quienes siguen generando riqueza –y, por tanto, a
quienes disponen de una mejor información local sobre dónde y cómo conviene
invertir– sólo retrasa el saneamiento del aparato productivo.

En cuanto a lo segundo, el déficit público se financia con el ahorro nacional o


extranjero que habría podido ir a parar al sector privado, no ya en forma de
créditos (pues en las épocas de crisis, el incentivo es a desapalancarse, no a
endeudarse más) sino en forma de fondos propios: ahorro dirigido a amortizar
deuda, a adquirir los activos que están liquidando otros empresarios, a participar
en las ampliaciones de capital de las corporaciones o, directamente, a mejor la
liquidez de la compañía para estar en posición de aprovechar las oportunidades
de inversión tan pronto como aparezcan. La deuda pública, en tanto garantiza una
rentabilidad ficticia a costa de la descapitalización del resto de la economía, es
capaz de captar a corto plazo enormes cantidades de recursos que deberían
haberse dedicado a otros menesteres mucho más provechosos en el largo plazo.
Además, en la medida en que toda la deuda pública que se acumula en el presente
se traducirá previsiblemente en unos mayores impuestos futuros –y a veces
también presentes– el atractivo de inmovilizar tus ahorros en una economía cada
vez más endeudada se ve notablemente reducido.

En definitiva, el gasto deficitario sólo consigue evitar, retrasar o teledirigir el


ajuste empresarial y vaciarlo del capital necesario para financiarlo. Las
recesiones no son momentos en los que haya que retrasar el ajuste del déficit
público, sino épocas en las que hay que acelerarlo al máximo –tratando de
discriminar en la medida de lo posible aquellos gastos absolutamente superfluos
de aquellos otros que sí proporcionen un retorno positivo para la economía–. Es
posible que ello genere una mayor contracción del PIB en el muy inmediato plazo,
pero sólo pontificando el PIB como una medida exacta y precisa de nuestro
bienestar presente y de nuestra sostenibilidad futura podemos caer en la trampa de
pensar que eso es algo necesariamente negativo. A la postre, el PIB no es más que
una medida de gasto agregado de una economía, y nada tiene menos mérito que
estabilizar tu nivel de gasto endeudándote crecientemente con el banco para
financiar ese gasto. La cuestión es, ¿tiene sentido que gastemos tanto en todo lo
que hemos venido gastando y en lo que, en última instancia, nos ha abocado a la
crisis actual? Parecería que no.

A menos que pensemos que los desembolsos estatales generan por sí mismos
riqueza autofinanciable a largo plazo –cosa que no sucede en absoluto–, lejos de
alarmarnos por que el PIB ahonde su retroceso tras una contención del déficit
público deberíamos contemplarlo como un paso en la buena dirección: poner fin
tan rápido como sea posible al incremento de nuestras deudas y de las
distorsiones que éstas introducen en la economía real y en la financiera tendría
que ser una prioridad de cualquier Gobierno responsable en tiempos de crisis.

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¿Hay que estabilizar la cantidad de medios de pago?
Publicado el 03 febrero 2012 por Juan Ramón Rallo

La mayoría de relaciones de nuestra sociedad se basan en la confianza;


fundamentalmente en la confianza de que los demás cumplirán sus promesas.
Cuando depositamos nuestro dinero en el banco, confiamos en que la entidad será
capaz de devolvérnoslo cuando se lo reclamemos; cuando aceptamos
intercambiar nuestra propiedad a cambio de una transferencia bancaria, de un
cheque o de un cargo en la tarjeta de crédito de otra persona, confiamos en que el
banco será capaz de proporcionarnos el dinero tan pronto como se lo
reclamemos; cuando les concedemos a nuestros clientes un plazo de unos meses o
semanas para que nos paguen, confiamos en que lo harán, etc. Sin confianza, las
relaciones que implicaran intercambios a medio o largo plazo serían imposibles.
Sin confianza, por tanto, la inversión a largo plazo sería más bien escasa y los
pagos aplazados, basados en el crédito, prácticamente inexistentes.

No es lugar para explicar las ventajas de un sistema que permite las relaciones a
crédito sobre uno que las restringe todas al contado (basta decir que en este
último ni siquiera tendrían cabida las cámaras de compensación, lo que
ralentizaría enormemente todos los intercambios), pero sí debe quedar claro que
una economía que utilice los pagos a crédito es potencialmente más inestable que
una basada en los pagos al contado, por cuanto la primera de ellas fluctuará con
los bandazos de la confianza entre los individuos, mientras que la segunda no. Si
un proveedor suele concederles a sus clientes un plazo de 90 días para que le
paguen, esos clientes estarán adaptados a operar sin disponer del efectivo
necesario para pagar sus deudas hasta 90 días después de haber recibido el
género, de modo que si de repente al proveedor le entra el miedo de vender a
crédito sus mercancías y exige que todos le paguen al contado, esas relaciones
comerciales se interrumpirán a menos que los clientes sean capaces de captar
enseguida el efectivo que requieren.

Por desgracia, como los pagos a crédito sustituyen a los pagos al contado, no
todos los agentes pueden conseguir al mismo tiempo efectivo. A largo plazo, la
economía podrá adaptarse –por ejemplo, mediante reducciones de precios– pero
lo hará en gran medida a costa de que muchas relaciones económicas se
suspendan: es decir, no sólo caerán los precios, sino que también se destruirá
riqueza.

El caso más conocido es el de los bancos. Si una economía está muy bancarizada
–es decir, si los agentes económicos no sólo pagan y cobran en efectivo, sino en
pasivos de los bancos–, y los individuos pierden de repente su confianza en la
solvencia de los bancos, automáticamente dejarán de utilizar esos pasivos
bancarios como medios de pago –sólo aceptarán cobrar en efectivo– por lo que
no todas las transacciones que se estaban efectuando en la economía real podrán
seguir realizándose. Si hay menos medios de pago, los precios deberán ajustarse
a la baja, y si los precios se reducen, también deberán hacerlo los costes de las
empresas (si no, padecerán fuertes pérdidas); pero todos estos ajustes suelen ser
lentos e irregulares, por lo que compañías que eran perfectamente rentables
podrían dejar de serlo.

Los potenciales efectos devastadores de una restricción de los pagos a crédito


para una economía son tanto mayores cuanto más crédito de peor calidad se haya
estado usando durante más tiempo en esa economía. La razón es fácil de
comprender: si los créditos que se utilizan como medios de pago son a corto
plazo y de muy elevada calidad, el pánico no podrá durar durante mucho tiempo,
pues los bienes con los que tienen que amortizarse esas deudas ya existen y por
tanto no podrá dudarse demasiado de su solvencia. Si, en cambio, los créditos
que se emplean como medios de pago son a muy largo plazo y de escasa calidad,
cualquier disrupción será muy complicada de corregir, precisamente porque el
pecado original es que esos créditos jamás deberían haberse empleado como
medios de pago, contaminando al conjunto de la economía.

Por ejemplo, no es lo mismo que se desconfíe de bancos que son en lo


fundamental solventes y líquidos –porque su activo está invertido en proyectos
muy seguros y a corto plazo– que de bancos quebrados. Los primeros podrán
restablecer la confianza en sus deudas demostrando que tienen músculo para
pagarlas puntualmente; los segundos sólo tenderán a deshacerse como azucarillos
en medio del pánico social. Y, por consiguiente, los pasivos de los primeros
seguirán empleándose rápidamente como medios de pago y los segundos es muy
dudoso que vuelvan a hacerlo.

Ante los enormes riesgos de que se extienda la desconfianza en la banca y, en


general, en el conjunto de la sociedad, diversos economistas propusieron
históricamente que el banco central adquiriera un papel activo a la hora de
contrarrestar los pánicos de confianza. Fundamentalmente, Henry Thornton, a
comienzos del s. XIX, y Walter Bagehot, a finales del s. XIX, exigieron al Banco
de Inglaterra que estuviera dispuesto a refinanciar ilimitadamente a los bancos
privados solventes sobre los que pesaran sospechas por cualquier motivo: como
la ciudadanía a veces duda de la credibilidad de los bancos privados pero
mantiene su confianza en el crédito del Banco de Inglaterra, éste debía subrogarse
en sus deudas para evitar el colapso del sistema de cobros y pagos. Esta
recomendación de Thornton y Bagehot en lo fundamental es correcta (cuestión
muy distinta es que el banco central que desempeñe estas funciones deba ser
un monopolio público) y explica buena parte de la estabilidad financiera inglesa
durante el siglo XIX.

Ahora bien, Thornton y Bagehot eran muy conscientes de cuáles eran los límites
de la actividad prestamista del Banco de Inglaterra: los préstamos debían ser a
tipos de interés altos y sólo para bancos solventes. Los bancos genuinamente
insolventes debían quebrar y ser liquidados, pues en otro caso habría sido el
Banco de Inglaterra quien se hubiese tragado las enormes pérdidas de esas
entidades.

Pero claro, si los bancos insolventes desaparecen –o, incluso si no desaparecen,


pero comienzan a restringir el crédito para ir saneándose–, la cantidad de medios
de pago igualmente decrecerá, con los consiguientes perjuicios que ya hemos
comentado. Para contrarrestar esta posible destrucción de medios de pago, otros
economistas, como Ralph G. Hawtrey, propusieron más adelante que el Estado
creara nuevos medios de pago. ¿Cómo? Monetizando deuda pública del Estado: si
la parte de medios de pago destruida por las quiebras bancarias es sustituida por
los nuevos medios de pago generados por la monetización de la deuda, no será
necesario padecer todo el doloroso ajuste anterior.

La propuesta tiene aparentemente sentido: ¿para qué sufrir una crisis derivada del
desajuste entre precios y medios de pago si podemos simplemente generar más
medios de pago monetizando deuda pública? Sin embargo, cuando la analizamos
un poco más de cerca comprobamos que la propuesta no es tan sencilla ni
beneficiosa como parece.

Primero, la distribución de los nuevos medios de pago no coincidirá ni mucho


menos con la antigua. Por ejemplo, si un proveedor le permitía a su cliente
pagarle a 90 días y, en medio de una crisis, le exige que le pague al contado, no
queda ni mucho menos claro cómo el dinero que cree que el banco central a
través de la monetización de deuda pública terminará llegando a ese cliente
concreto. Más bien, los nuevos medios de pago fluirán por otros circuitos:
justamente hacia aquellos sectores que sean los receptores del nuevo gasto
gubernamental financiado con la monetización de deuda. Si acaso, habrá algunos
sectores de la economía que experimentarán un boom artificial de gasto, al tiempo
que otros se marchitarán por la desconfianza que subsistirá entre ellos. Pero en la
medida en que los sectores moribundos no puedan reconvertirse de inmediato en
los sectores pujantes, la crisis subsistirá.

Segundo, aun cuando el nuevo dinero sustituyera exactamente las relaciones a


crédito suspendidas, si existen desajustes reales de fondo en la economía, la
creación de nuevos medios de pago no los solucionará. Por ejemplo, si una
economía está adaptada a fabricar millones de viviendas anuales y las viviendas
han perdido toda su demanda, es evidente que la crisis y la reconversión de la
economía resultarán inevitables por mucho que se monetice deuda. Es más, la
monetización de deuda y la estabilización de los medios de pago podría terminar
ralentizando los imprescindibles ajustes.

Y, por último, podría aducirse que, si bien la creación de nuevos medios de pago
no solventará la crisis de fondo, al menos si impedirá que se agrave mucho más
(lo que suele llamarse “contracción secundaria”). No voy a discutir que si la
magnitud de la crisis es escasa, una eventual monetización de deuda pública
podría evitar un empeoramiento artificial –por cuanto es el Estado quien se come
las pérdidas derivadas de unas pocas malas inversiones privadas–, pero
recordemos que si la crisis es escasa, los propios bancos lograrán en la inmensa
mayoría de los casos recuperar la confianza del público. Cuando, en cambio, la
crisis es muy intensa y afecta no sólo a gran parte del sistema financiero, sino a
todo el sistema económico (incluyendo a familias y empresas), es simplemente
ilusorio pensar que la monetización de deuda pública pueda estabilizar la
economía. Al contrario, el endeudamiento público necesario para ello será de tal
magnitud que llegará a poner en jaque la propia solvencia del Estado y extenderá
una desconfianza masiva por toda la economía (incluso sobre el dinero empleado
en ese sistema económico). Más que poner fin a la crisis, la monetización tenderá
a retrasar la recuperación y a dificultarla.

En realidad, la verdadera solución a una crisis derivada de una excesiva


acumulación de deuda de mala calidad –y a la desconfianza que inevitablemente
se geste en torno a ella– no es sustituir esa deuda basura por nueva deuda pública,
sino incrementar el ahorro colectivo y conseguir un rápido ajuste de precios y
costes. Lo primero es esencial para ir restableciendo la confianza (cuanto menos
endeudado y más solvente sea un agente, más confiable será) y para reducir sus
necesidades del crédito ajeno (autofinanciación); lo segundo, fundamental para
corregir las distorsiones entre los distintos precios individuales en relación con
un volumen de crédito malo que debe terminar desapareciendo. La monetización
de deuda pública dirigida a estabilizar la cantidad de medios de pago, en la
medida en que absorbe y dilapida el ahorro social y en la medida en que modifica
arbitrariamente la estructura de precios relativos, no contribuye en nada a avanzar
en la buena dirección: más bien lo contrario.

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¿Puede una reforma laboral crear empleo por sí sola?
Publicado el 12 febrero 2012 por Juan Ramón Rallo

Habitualmente escuchamos que una reforma del mercado de trabajo es incapaz


por sí sola de crear empleo: a menos que esa reforma vaya de la mano de muchas
otras favorables circunstancias, no generará ni un solo puesto de trabajo. ¿Es eso
cierto?

Bueno, pongámonos en el caso más extremo posible: la legislación laboral de un


país impide que la gente pueda trabajar y, de repente, un Ejecutivo medio sensato
opta por derogar ese liberticida mandato. ¿Cree usted que esa reforma laboral
crearía empleo? Parece evidente que sí, y que lo haría además en grandes
cantidades.

Claro que cualquiera podría objetar, con razón, que el anterior constituye un
supuesto muy poco realista y en absoluto aplicable a nuestras sociedades. Bien,
modifiquemos un poco ese extremo caso: consideremos una paupérrima economía
donde el Gobierno decreta que nadie puede contratar a otra persona por menos de
5.000 euros mensuales (o cualquier cuantía superior a la riqueza esperada que
pueden llegar a fabricar los distintos trabajadores); o consideremos otra
economía deprimida y con unas perspectivas muy inciertas donde los
elevadísimos costes del despido hayan convertido en una actividad de altísimo
riesgo el contratar a personas de las que, muy probablemente, haya que prescindir
en el futuro cercano; o consideremos una economía muy dinámica donde los
empresarios se ven empujados a reconfigurar cada poco tiempo sus planes de
negocio –trasladando los factores productivos desde unas áreas a otras de su
empresa– pero donde la legislación laboral impide cualquier mínima movilidad
interna del trabajador; o consideremos, en suma, cualquier economía donde las
leyes laborales entorpecen de un modo apreciable la habilidad empresarial de
tejer nuevos planes de negocio, ya sea imponiendo costes artificiales o
cercenando gran parte de la productividad de esos planes.

En todos estos casos, una reforma laboral crearía empleo por la sencilla razón de
que planes empresariales que antes no eran viables pasarán a serlo y, por tanto,
algunos de los individuos con vocación empresarial que antes se quedaban de
brazos cruzados o que ni siquiera se planteaban la posibilidad de dirigir una
empresa, pasarán a hacerlo. El capitalismo es un sistema de cooperación social
que funciona a través de la coordinación interpersonal impulsada por planes
empresariales en competencia: restringir legislativamente la cantidad de planes
empresariales factibles –por ejemplo, a través de draconianas normativas
laborales– equivale a restringir el adecuado funcionamiento del capitalismo y,
por tanto, de la creación de riqueza y del empleo. Piénselo un momento: si a un
excelente nadador le atamos de pies y manos y lo lanzamos al mar cerca de la
orilla, ¿cree que será capaz de salvarse? No. ¿Tendría sentido que alguien
afirmara que el problema de ese nadador no son las ataduras, sino que no dispone
de manguitos o de una bombona de oxígeno y que, por consiguiente, de nada
serviría quitarle las ataduras? Evidentemente, no.

Por supuesto, alguien podría sostener que la reforma laboral es una condición
necesaria pero no suficiente para crear empleo, que junto con ella deben darse
otras imprescindibles condiciones como un más laxo acceso al crédito o un
incremento generalizado del gasto; a saber, que si el nadador se encuentra muy
alejado de la orilla o si tiene unas intensas dolencias estomacales, tampoco podrá
salvarse por mucho que lo desatemos.

Y sí, obviamente nadie sostiene que la única causa de una crisis económica y su
único paliativo sea una profunda liberalización laboral: si los bancos están medio
quebrados será menester que se saneen; si el Estado se encuentra al borde de la
insolvencia deberá ajustar su presupuesto; si existen otros mercados relevantes
tan o más regulados que el laboral (como podría serlo el energético) habrá que
proceder a su flexibilización, etc. Ahora bien, una cosa es sostener que una
liberalización del mercado de trabajo no será capaz por sí sola de recolocar
a todos los parados y otra, muy distinta, que no será capaz por sí sola de
recolocar a ninguno de ellos.

¿Puede una reforma laboral ser condición suficiente para que muchos parados
puedan encontrar un empleo? Sí, y ello aun cuando coincida con una restricción
del crédito o del gasto dentro de la economía.

Primero, es verdad que las contracciones del crédito pueden ser devastadoras
para un tejido empresarial que se haya acostumbrado a vivir y a funcionar merced
a ese crédito, y es verdad que, mientras la sequedad de esa fuente de financiación
continúe, muchos empresarios serán incapaces de invertir y de crear empleo por
mucho que la reforma laboral les haya permitido descubrir nuevas y atractivas
oportunidades de negocio. Ahora bien, no pensemos que el crédito es la única
forma en la que se financian los proyectos empresariales y la creación de nuevo
empleo; las empresas existentes que siguen ganando dinero (que siempre las hay,
incluso en una crisis económica) disponen de una importante fuente de
autofinanciación: sus propios beneficios. Las corporaciones asentadas, grandes o
pequeñas, tienen la capacidad de expandir sus operaciones merced a la
reinversión de sus ganancias, y un paso decisivo para ello puede ser una
liberalización laboral que permita ajustar a la realidad las condiciones del
mercado de trabajo. En resumen, sin crédito y sin reforma, nadie se lanzará a
crear empleo; sin crédito y con reforma, parte de las compañías existentes y con
beneficios pueden llegar a hacerlo. ¿Que aun así será insuficiente para recolocar
a todos los parados? Es muy probable, pero al menos lograremos que una parte
del tejido empresarial amplíe su producción y genere empleo.

Segundo, la tan extendida milonga keynesiana de que sin aumentos del gasto –o
sin crecimiento del PIB– no es posible crear empleo debe ser descartada por
entero. Sin duda, se trata de un argumento muy del gusto de la izquierda (“si no
crecemos, de nada servirá la liberalización del mercado laboral; y si crecemos,
no será necesaria”), pero no por ello deja de ser un argumento falaz. Recordemos
que el PIB puede interpretarse tanto como lo que una economía gasta cuanto como
lo que una economía produce. Dicho de otro modo, producción y gasto son dos
caras de la misma moneda: no puede gastarse aquello que no se produce y no
tiene sentido producir aquello que no desea gastarse. Sólo existe un modo de
gastar hoy sin tener que producir hoy: mediante el endeudamiento (gastamos más
en el presente a cambio de desprendernos de parte de nuestra producción futura).
Pero si una economía tiene la vía del endeudamiento cerrada (por ejemplo, por
hallarse en medio de una crisis causada por el exceso de endeudamiento previo),
sólo podrá aumentar el gasto en la medida en que aumente su producción.

¿Y de qué depende la producción? Pues de dos elementos: de la cantidad de


factores productivos dedicados a fabricar bienes y servicios y de la
productividad de esos factores productivos. Dado que a corto plazo los aumentos
generalizados de la productividad son muy complicados (es necesario ahorrar e
invertir en bienes de capital que sean tecnológicamente más punteros o que se
complementen sinérgicamente con otros ya existentes), la única forma de
incrementar la producción, y por tanto el gasto, es incorporando a más factores
dentro del tejido empresarial. O dicho de otro modo, en medio de una crisis
económica, la creación de empleo no provendrá a corto plazo de un aumento del
gasto, sino que en todo caso el aumento del gasto (de la producción) será
consecuencia de la creación de empleo.

Es muy sencillo de entender: los individuos pueden gastar en función de sus


ingresos y esos ingresos dependen de su producción. Si la reforma laboral
permite que una parte de planes empresariales que antes no eran viables pasen
ahora a serlo, todos los individuos implicados en esos planes (accionistas,
trabajadores, proveedores, etc.) verán aumentar sus ingresos y podrán, por tanto,
incrementar sus gastos (lo que rentabilizará la creación de empleo en otras partes
del aparato productivo). La reducción del paro no será consecuencia del
crecimiento del PIB sino al revés.

En definitiva, una reforma laboral que liberalice en profundidad el mercado de


trabajo sí puede por sí sola generar empleo, sobre todo cuando procedamos de
una situación de enorme rigidez previa que limitaba en mucho la coordinación
empresarial. Evidentemente, su contribución positiva a la creación de riqueza y
de puestos de trabajo puede verse total o parcialmente contrarrestada por otras
circunstancias adversas dentro de la economía, como podría serlo una
contracción muy severa del crédito, una catástrofe natural o una súbita
obsolescencia de parte de su producción. La cuestión es que la reforma laboral no
contribuye a desatar ninguna de esas circunstancias adversas y, por tanto, en el
peor de los escenarios posibles, minimizará o compensará la destrucción de
empleo originada por otras causas (facilitando, por ejemplo, la ejecución de
nuevos planes de negocio dentro de aquellas empresas que puedan
autofinanciarse). En un escenario no catastrófico, incluso cuando concurra
estancamiento, una liberalización profunda del mercado laboral sí puede ser
capaz de incrementar por sí sola el nivel de ocupación, aun cuando no vaya a
solventar todos los desajustes de esa economía y, por consiguiente, a eliminar
todo su desempleo.

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¿Cuál es el verdadero salario mínimo de España?
Publicado el 18 febrero 2012 por Juan Ramón Rallo

El salario mínimo interprofesional de España en 2012 es oficialmente de 641,4


euros al mes. Muchos son los liberales que insisten en que tan exigua cuantía
bloquea la creación de empleo y muchos son los intervencionistas que consideran
que su importe es ridículo y que debe aumentar de manera muy sustancial. Al
cabo, ¿cómo puede siquiera insinuarse que un salario de 641,4 euros al mes es un
sueldo demasiado elevado que bloquea la creación de nuevo empleo? ¿Quién
puede vivir con menos de 641,4 euros al mes? ¿Y cómo pueden protestar los
ricachones empresarios de que no pueden pagar apenas 641,4 euros mensuales?

Lo primero, como siempre, es no dejarse llevar por las impresiones iniciales. Es


verdad que el salario mínimo bruto que mes a mes percibe el trabajador es de
641,4 euros, pero coincidiremos en que lo relevante para que el empresario
decida contratar o no a un trabajador no es el salario que éste finalmente percibe,
sino el que en debe abonar la compañía, le llegue en última instancia a él o no.
Por ejemplo, si mañana el Gobierno instaura un impuesto del 50% sobre el
salario mínimo, el obrero pasará a cobrar sólo 320 euros mensuales, pero al
empresario no se le habrá abaratado lo más mínimo el coste de contratarlo.

¿Y cuál es el salario (o coste) mínimo que debe sufragar un empresario para


poder contratar a un trabajador? No, desde luego, 641,4 euros al mes. Para
empezar, el salario mínimo está compuesto por 14 pagas, no por 12, de modo que
prorrateando las dos pagas extraordinarias llegamos a 748,3 euros al mes (8.980
euros anuales). A este importe, sin embargo, hay que añadir la cotización a la
Seguridad Social que soporta el empresario y que, como mínimo, será del 29,9%
(contingencias comunes, desempleo, formación profesional y FOGASA), esto es,
de 2685 euros anuales, lo que totaliza 11.665 euros al año (972 euros mensuales).

Ahora bien, recordemos que esta remuneración es a cambio no de 12 meses de


trabajo, sino de 11 (hay incluido un mes de vacaciones durante el cual el
empleado cobra pero no trabaja). Si anualizamos este coste, llegaremos a la cifra
de 12.725 euros por año de trabajo realmente realizado (o 1.060 euros
mensuales). Pero aquí no acaba todo.
Por cada año que transcurre, el trabajador devenga un derecho de cobro en caso
de despido, coste que, tras la última reforma laboral, asciende a 20 días por año
trabajado (o a 33, si el despido es calificado de improcedente). Dada la crisis
actual, podemos cuantificar el coste esperado del despido (asumiendo una
probabilidad de despido del 40%) para un trabajador que perciba el salario
mínimo en una horquilla de entre 200 y 300 euros anuales. Digamos, para manejar
números redondos, que el coste salarial mínimo por ejercicio en España sería de
13.000 euros. ¿Termina aquí la cosa?

No. Existe un último coste que no suele tenerse en cuenta pero que, obviamente,
debemos computar. Se trata del llamado “coste del capital”, esto es, la
rentabilidad mínima que espera obtener el empresario al contratar al trabajador.
Algunos podrán considerar que es un coste redundante y que, en cualquier caso,
no habría que imputárselo al trabajador. Pero se equivocan: una forma,
comprensible, de verlo es imaginar que el empresario en cuestión no dispone de
capital propio para contratar al empleado y que, por tanto, debe solicitar un
crédito a alguna entidad bancaria; crédito por el cual deberá abonar intereses
(esto es, un coste financiero que sí sería imputable al deseo de aumentar su
plantilla). Pero es que, aun cuando el empresario sí dispusiera de un capital
propio, ¿por qué debería destinarlo a contratar al trabajador si, por ejemplo,
puede invertir sus ahorros en adquirir deuda pública española que proporciona
una rentabilidad de entre el 4% y el 6% con riesgos (y quebraderos de cabeza)
menores a los de contratar un nuevo trabajador? En definitiva, sí hay que tener en
cuenta el coste de oportunidad de destinar los ahorros (o de pedirlos prestados)
para abonar los salarios mes a mes. Pues bien, dado que el coste del capital, por
el mayor riesgo, será superior al interés que ofrece la deuda pública, podemos
fijarlo conservadoramente entre el 7% y el 10% (entre 910 y 1.300 euros
anuales).

Por seguir con los números redondos, podemos concluir que el coste laboral
mínimo en España se sitúa en 14.000 euros anuales o 1.166 euros mensuales, casi
el doble de la cifra que se nos suele ofrecer en engañosos titulares periodísticos
(y eso que dejamos fuera otros costes más difícilmente cuantificables como el
papeleo o el de representación sindical, o que no consideramos el caso de los
convenios colectivos de cada sector, que mejoran las condiciones mínimas
legales).

Por supuesto, como decíamos, una cosa es el salario mínimo que percibe mes a
mes el trabajador en su cuenta corriente (641 euros más dos pagas dobles) y otra
el coste salarial que, debido a toda la vorágine regulatoria e intervencionista,
debe asumir el empresario. Mi punto no es que el salario mínimo sea muy
alto desde la perspectiva del trabajador, que obviamente no lo es en absoluto,
sino que, sobre todo en momentos de crisis, puede ser demasiado alto desde la
perspectiva del empresario (lo que no significa que la solución deba pasar
necesariamente por recortar los salarios que percibe el trabajador, sino que bien
puede plantearse la minoración del resto de sus costes asociados).

Pensemos simplemente en que todo empresario, a la hora de decidir si contrata o


no a un trabajador adicional, se planteará si ese empleado es capaz de generar
unos ingresos adicionales para su compañía de 14.000 euros al año. A aquellos
que consideran que el salario mínimo es demasiado bajo y que no obstaculiza la
creación de empleo habría que preguntarles si piensan que, en momentos como el
actual, todos los empresarios saben como obtener, gracias al trabajo de una
persona, ingresos adicionales de 14.000 euros. Yo, al menos, no lo veo tan
sencillo.

Una pyme que, por ejemplo, requiera de cuatro personas para iniciar sus
operaciones necesitaría contar con un plan de negocios que le proporcionara unos
ingresos de, al menos, 56.000 euros anuales para ser rentable (y ello suponiendo
que su único coste fuera la mano de obra). De hecho, en el conjunto de la
economía, los cinco millones de parados no podrían ser incorporados al sistema
productivo a menos que fueran capaces de crear bienes y servicios valorados por
el mercado en, como poco, 70.000 millones de euros (lo que equivale a un
crecimiento, con respecto a la situación actual, del 6,5%).

Incrementar, como desean algunos, el salario mínimo que percibe el trabajador a


1.000 euros mensuales elevaría el coste laboral mínimo a cerca de 23.000 euros
anuales, lo que complicaría todavía más la recolocación de parte o de la totalidad
de los cinco millones de parados (que deberían ser capaces de crear bienes y
servicios valorados en 115.000 millones de euros). Por no hablar, claro está, de
que todos aquellos obreros que contribuyeran a generar unos ingresos inferiores a
23.000 euros anuales tenderían a ser despedidos.

En suma, en muchas ocasiones, aquellos que dicen ser los mayores defensores de
los trabajadores suelen ser, consciente o inconscientemente, sus principales
enemigos.
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¿Qué salario mínimo le impondría a su peor enemigo?
Publicado el 24 febrero 2012 por Juan Ramón Rallo

Imagine que usted se convierte en un funcionario todopoderoso con legitimidad


para imponerle a cada trabajador cuál es el salario máximo que puede percibir en
el mercado. Supongamos, además, que usted carece de escrúpulos y que está
determinado a castigar con la muerte por inanición a sus peores enemigos. ¿Qué
salario máximo les impondría para alcanzar tal fin? La respuesta es clara: a sus
enemigos les colocaría un salario máximo igual a 0 euros mensuales; o dicho de
otro modo, prohibiría que sus enemigos fueran contratados por un sueldo de más
de 0 euros al mes, lo que –a menos que montaran su propia empresa– les
impediría obtener ningún ingreso en el mercado. Objetivo cumplido: con un
salario máximo de 0 euros, sus enemigos caerían irremediablemente en la
absoluta miseria.

Modifiquemos ahora ligeramente los supuestos de partida: usted sigue siendo ese
funcionario sin escrúpulos pero, en lugar de fijar el salario máximo de cada
trabajador, sólo puede establecer el salario mínimo de cada empleado. Y aquí
volvemos a plantear la cuestión inicial: ¿qué salario mínimo le impondría a su
peor enemigo? La respuesta intuitiva de mucha gente sería que, al igual que en el
caso anterior, el salario mínimo para castigar a sus adversarios debería ser de 0.
Pero fíjese que imponer un salario mínimo igual a 0 euros no impide que su
enemigo acuda al mercado y cobre un sueldo superior a esos 0 euros mensuales:
en realidad, el salario mínimo de 0 euros sólo impide que su enemigo cobre un
sueldo inferior a esos 0 euros mensuales.

¿Tendría usted éxito en su propósito de condenarlo a la inanición? No, su peor


enemigo podría dirigirse a cualquier empresario y negociar con él un salario
mayor que 0 que le permitiera disfrutar de una agradable existencia. De hecho, si
su peor enemigo era, por ejemplo, un pez gordo que venía cobrando un millón de
euros anuales, el hecho de que usted le imponga un salario mínimo igual a 0 no
modificará en absoluto su situación profesional: dado que un millón de euros es
mayor que cero, la empresa no le rebajará sus emolumentos.

Entonces, ¿carecería usted de instrumentos para condenar a la miseria a su peor


enemigo? No, pero necesitaríamos superar las engañosas intuiciones iniciales:
para lograr su perverso propósito, usted debería imponerle a su enemigo un
salario mínimo de infinitos euros mensuales. De este modo, dado que ningún
empresario estaría dispuesto a abonar un sueldo tan alto a cambio de sus
servicios laborales, su peor enemigo quedaría indefectiblemente estancado en una
situación de desempleo (donde percibiría cero euros mensuales). En nuestro
ejemplo anterior, si su peor enemigo estaba cobrando un millón de euros anuales
y le impide trabajar por menos de 10.000 millones de euros, parece claro que no
sólo será despedido de su puesto de trabajo, sino que no podrá encontrar empleo
en ninguna otra parte de la economía.

En definitiva, al igual que no tendría ningún sentido que un autocrático funcionario


les impusiera a sus enemigos un salario máximo de un billón de euros (pues todos
los sueldos actuales son inferiores a esa cuantía máxima) tampoco lo tendría que
les fijara un salario mínimo de cero, cinco o diez euros (pues todos los sueldos
actuales son superiores a esa cuantía). Para perjudicar a los trabajadores, el
salario máximo debe fijarse lo más bajo posible o, alternativamente, el salario
mínimo debe establecerse lo más alto posible.

Este simple ejemplo debería bastar para que, más allá de nuestras erróneas
impresiones iniciales, comprendiéramos cuál es el efecto real del salario mínimo:
no el de incrementar las remuneraciones de los trabajadores, sino, cuando éste
resultado demasiado alto en relación con su productividad, el de condenarles al
paro. Y recuerde: cuando el Estado opta por incrementar sostenidamente el
salario mínimo de un país… en realidad se está comportando como su peor
enemigo.

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¿Cuál es ahora mismo la inversión más rentable de
España?
Publicado el 02 marzo 2012 por Juan Ramón Rallo

Y cuando digo “España”, me estoy refiriendo a cualquier país que esté


atravesando una crisis económica derivada de, por un lado, un exceso de
endeudamiento (público o privado) y, por otro, de una acumulación de planes
empresariales equivocados. Toda sociedad que se encuentre en esta coyuntura
sólo será capaz de salir definitivamente de la crisis cuando, primero, haya
amortizado parte de su excesiva deuda (sobre todo la dedicada a financiar
proyectos no rentables) y, segundo, haya reajustado parte de su aparato
productivo desde negocios que hayan dejado de generar valor a otros que pasen a
hacerlo. Es decir, la superación de la depresión pasa por incrementar el volumen
de ahorro en una comunidad, ya sea para reducir su endeudamiento o para
financiar nuevas inversiones.

Sin embargo, la mayoría de la gente sólo quiere oír hablar de “nuevas


inversiones”, pues al parecer esto es lo que se traduce inmediatamente en puestos
de trabajo. Por ello, cuando uno exhorta al ahorro tanto del sector público como
del sector privado, inmediatamente debe responder a la pregunta ¿ahorrar para
invertir dónde? Si en un país no existen oportunidades de inversión, promover la
austeridad parece suicida: dejamos de gastar en unas partes de la economía sin
proceder a hacerlo en otras.

En este punto, sin embargo, conviene regresar a los principios más elementales de
la Economía. Un individuo, una empresa o un Estado son capaces de generar
riqueza mediante el endeudamiento si la tasa de rentabilidad de su inversión es
superior al tipo de interés que han de abonar por la deuda. Por ejemplo, si una
compañía emite un bono por el que pagará durante una década un tipo de interés
del 5%, deberá buscar proyectos de inversión cuya rentabilidad media sea, al
menos, de un 5% al año.

Recordemos que el tipo de interés que exigen los prestamistas no es más que la
compensación por retrasar la satisfacción de sus necesidades y por arriesgarse a
no recuperar su capital: por tanto, si la inversión es incapaz de generar unos
bienes o servicios futuros con el suficiente valor como para hacer frente a los
pagos de intereses, más les valdría, tanto al deudor como al acreedor, que ese
proyecto no se hubiera iniciado nunca. Al acreedor, porque no ha obtenido los
intereses mínimos que le compensaban ahorrar a tan largo plazo y asumir tantos
riesgos; al deudor, porque se descapitaliza pagando unos intereses superiores a
los rendimientos que genera su inversión.

Así las cosas, la mejor inversión que puede acometer una persona, una empresa o
un Estado que dilapide su capital en proyectos con una tasa de rentabilidad
inferior al tipo de interés que debe abonar por la deuda es… dejar de endeudarse.
Por ejemplo, si un Gobierno pide prestado dinero al 5% y no es capaz de
invertirlo a más del 1% (porque no existen proyectos con mayor rentabilidad
dentro de esa economía o porque él no los conoce), ese Gobierno estará
experimentando unas pérdidas del -4%. ¿Cuál sería su inversión más rentable?
Dejar de endeudarse paralizando la inversión improductiva que lastra sus
finanzas y que sufraga con tipos de interés excesivos: de ese modo lograría unas
ganancias del 4%, muy superiores a cualquier otro proyecto de esa economía.

Por ejemplo, la deuda pública española a 10 años cotizó en 2011 a unos tipos de
interés de entre el 5% y el 6%. ¿Conocen usted alguna otra inversión productiva
que pueda realizarse a gran escala en España y que proporcione una rentabilidad
anual segura de entre el 5% y el 6%? Yo no, salvo el muy rentable ejercicio de la
austeridad. Precisamente, una de las mejores inversiones que podría haber
realizado nuestro Gobierno es no haber gastado y no haberse endeudado tanto
como lo hizo: los frutos de esa decisión se traducirían a partir de 2012 en un
ahorro de entre 4.000 y 5.000 millones de euros en concepto de intereses; algo así
como el doble de beneficios que obtuvo una multinacional como Repsol. Nada
mal.

Lo mismo sucede con los agentes que se hayan endeudado en exceso para ejecutar
inversiones improductivas y que, por consiguiente, están condenados a pagar
tipos de interés muy altos por esos pasivos. Aunque esas personas o empresas no
conozcan de ningún nuevo proyecto empresarial rompedor, sí tienen a su alcance
un uso muy rentable de sus ahorros: reducir anticipadamente sus deudas
evitándose así el pago de intereses futuros.

Por supuesto, los habrá que consideren que la rentabilidad del gasto público
debería medirse no por la rentabilidad directa del proyecto del sector público,
sino por sus efectos multiplicadores sobre la rentabilidad de otros negocios en el
sector privado. Verbigracia: el Plan E podría haber sido una ruina absoluta, pero,
al hacer circular el dinero, quizá contribuyó indirectamente a generar riqueza en
otras zonas de la economía que compensaran los pagos de intereses de la deuda.
Quienes así razonan no se dan cuenta de que “hacer circular el dinero” mediante
el déficit público equivale a obligar forzosamente a toda la sociedad a que se
endeude todavía más de lo que ya lo está (tanto a quienes saben qué uso hacer de
ese endeudamiento como a quienes no saben qué uso hacer de él), y la obliga a
endeudarse a un coste carísimo: con tal de que el crédito llegue a la ciudadanía,
el Gobierno lo despilfarra en un primer momento. Sería mucho más razonable y
efectivo que aquellas personas que lo deseen y que observen auténticas
oportunidades de inversión demanden directamente el crédito, en lugar de
distribuirlo aleatoriamente por la puerta de atrás después de haberlo dilapidado
en proyectos no rentables. Claro que facilitar que el crédito fluya sólo a donde
tiene que fluir obligaría a reconocer que lo que necesitamos, antes que nada, es
ahorrar y sanear nuestra situación financiera para que los bancos vuelvan a tener
capacidad de prestar y, sobre todo, para que los demandantes de crédito vuelvan
a ser solventes y deudores confiables.

En definitiva, no es verdad que en una economía hiperendeudada y con el tejido


productivo desestructurado no existan usos rentables que justifiquen la restricción
de los gastos y el incremento del ahorro: el no seguir endeudándonos o el
amortizar nuestras deudas pasadas es una inversión que puede llegar a ser
tremendamente rentable en ciertas coyunturas.

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Pero, ¿cómo pueden ser tan ricos?
Publicado el 10 marzo 2012 por Juan Ramón Rallo

Cada vez que la revista Forbes publica su lista de los hombres más ricos del
mundo, son muchos quienes se llevan las manos a la cabeza por las
milmillonarias fortunas que acumulan unos pocos hombres. ¿Cómo es posible que
el dinero esté tan mal distribuido en el mundo? ¿Cómo es posible que unas pocas
manos acumulen los recursos que podrían alimentar durante mucho tiempo a tanta
gente?

Por ejemplo, si un señor tiene una fortuna de 40.000 millones de euros, es fácil
echar cuentas y concluir que 40 millones de personas podrían recibir una
asignación de 1.000 euros (o un millón de personas, las más desfavorecidas de un
país, una compensación de 40.000 euros). ¡Y estamos hablando de redistribuir la
riqueza de una sola persona! ¿Qué sucedería si tomáramos la riqueza de 100 ó
1.000 de estos superricos? Es normal que algunos incluso elucubren con la
posibilidad de que, atacando solo algunos de estos patrimonios, pueda ponerse fin
a la pobreza en el mundo.

El asunto, por supuesto, dista de ser tan simple. Estamos habituados a


imaginarnos a los multimillonarios como personas con una inmensa cantidad de
dinero en efectivo: algo así como un Tío Gilito al que le gusta zambullirse entre
sus monedas de oro y billetes de banco. Sin embargo, el dinero en efectivo es
sólo uno de los muy diversos activos que componen el patrimonio de un
multimillonario; y en ocasiones, uno de los activos con una presencia más
reducida.

El rico, salvo marginales excepciones, no es la persona que tiene mucho dinero,


sino la persona que tiene muchos activos muy valiosos: acciones, bonos,
inmuebles, locales comerciales, suelo, empresas no cotizadas, etc. Cuando se
dice que un multimillonario posee una riqueza de 40.000 millones de euros, lo
que en realidad se está afirmando es que el valor de mercado estimado de todos
los activos que comprenden su patrimonio asciende a 40.000 millones de euros.

Pero, y esto es lo fundamental, el valor de mercado de un activo no subsume el


valor de todos los bienes presentes que ya ha contribuido a producir, sino el de
todos los bienes futuros que se espera que produzca. O dicho de otra manera,
quien posee 40.000 millones de euros en activos no dispone de 40.000 millones
de euros en bienes de consumo inmediatamente disponibles, sino la más o menos
razonable expectativa de que sus propiedades generarán (o contribuirán a
generar) en los próximos lustros unos bienes de consumo valorados hoy en 40.000
millones de euros. Verbigracia, si una tierra de labrar se vende por 100.000 euros
no es porque vaya acompañada de un almacén adosado que contenga abundantes
toneladas de trigo valoradas en 100.000 euros, sino porque se espera que esa
tierra sirva a cultivar a lo largo de las próximas décadas una cierta cantidad de
trigo cuyo valor presente es 100.000 euros.

Por consiguiente, si un archirrico quiere disponer de parte de su riqueza tendrá


dos opciones. La primera y más razonable, si es que el tiempo no le apremia, es
la de gastar año a año los rendimientos que percibe por esos activos (los
beneficios distribuidos de sus compañías, los dividendos, los intereses, los
alquileres, etc.). Conforme el tiempo pasa, los activos van fabricando una
pequeña porción de aquellos bienes de consumo futuros que les daban valor en el
pasado: y son justamente esos bienes de consumo los que sí pueden disfrutarse sin
demasiadas complicaciones (aunque con ciertas limitaciones, pues parte de la
renta periódica que proporcione un activo deberá destinarse a reponer, mantener y
amortizar ese activo).

La segunda y más radical opción, si es que el tiempo le apremia, pasa por


liquidar todo su patrimonio, pero aquí ya comienzan los problemas: el importe
que previsiblemente obtendrá de una venta apresurada de una enorme cantidad de
activos no será ni mucho menos tan alto que si sólo tuviera que vender una
pequeña porción. Al cabo, para colocar a buen precio todos sus activos, será
necesario encontrar a suficientes ahorradores que, primero, dispongan de
cuantiosos ahorros en efectivo que, segundo, deseen utilizar en la adquisición de
esos activos. ¿Sencillo? Ni mucho menos. Para empezar, el canje de efectivo por
activos no constituye ni mucho menos una decisión automática: quien tiene
efectivo no se encuentra sometido a ningún riesgo y puede gastarlo en cualquier
momento ya sea en consumir o en invertir; quien posee un activo, en cambio,
tendrá que soportar los riesgos inherentes a la inversión, esperar a que le vaya
proporcionando una renta con el paso del tiempo y verse en el brete de tener que
liquidarlo si es que necesita hacer frente a un imprevisto.
Pero además, el volumen de ahorros en forma de bienes de consumo
intercambiables no es tan abundante como para absorber cualquier oferta de
activos. Por ejemplo, el valor de mercado de todas las bolsas en 2011 alcanzó los
45 billones de dólares, mientras que el PIB mundial –el valor de todos los bienes
y servicios producidos– se situó en 65 billones. Teniendo en cuenta que alrededor
del 70% del PIB consistirán en bienes de consumo (45 billones), el máximo
importe que podrían aspirar a consumir los accionistas de empresas cotizadas
equivaldría a 45 billones de dólares, y ello bajo el muy restrictivo supuesto que
toda la población mundial decidiese no consumir nada durante ese ejercicio y que
los propietarios de otros activos (inmuebles, empresas no cotizadas, bonos, etc.)
no decidieran liquidarlos al mismo tiempo para adquirir bienes de consumo.

Y precisamente aquí se encuentra la razón de por qué la redistribución de la


riqueza de los archimillonarios no serviría en absoluto para erradicar la pobreza
en el mundo. Por un lado, porque si lo que queremos es elevar la calidad de vida
actual de los más desfavorecidos (esto es, elevar su consumo), ya sabemos que
los valiosos activos de los ricos no se pueden comer ni trocar por grandes
cantidades en bienes de consumo en el presente. Si, por otro, nuestro objetivo es
convertir a los más desfavorecidos en rentistas (propietarios de activos que
proporcionen una renta periódica), lo que debemos tener presente es que esos
activos monitorizan y son parte integral de todos los procesos productivos de una
economía.

Sería una completa ficción el pensar que la productividad de una economía puede
mantenerse con independencia de quien controle (y tenga una capacidad de
decisión última) las empresas, los inmuebles o las materias primas de esa
economía. Alterar políticamente la estructura patrimonial de una sociedad va
aparejado a mutar las estructuras financieras y productivas de prácticamente todas
las compañías, lo que repercutirá en su capacidad para producir bienes y
servicios valiosos.

Por ejemplo, si les arrebatamos el control de Google a Sergei Brin y Larry Page
para entregárselo a millones de personas repartidas por todo el mundo, es
bastante probable que alguno de los siguientes escenarios (o todos ellos) se
materializaran: Google perdería la visión estratégica de sus fundadores que es la
que lo ha hecho grande; los accionistas minoritarios se unirían para reclamar una
mayor remuneración en perjuicio no ya de la capacidad de la empresa para crecer
y seguir generando riqueza, sino incluso de la capacidad de la empresa para
reponer su equipo de capital actual; la dirección de Google lo tendría más fácil
para no ser fiscalizada por millones de dispersos accionistas y podría asignarse
sueldos mucho mayores; y la visión desorientada de la compañía la llevaría a
perder cuota de mercado y a sucumbir ante sus mejor gestionados competidores.

Imaginen este devastador proceso pero a escala generalizada. No: ni podemos


comernos los activos en el presente ni tampoco redistribuirlos de manera
arbitraria sin afectar a la comida disponible en el futuro. Sí: hay algunos
individuos que son tremendamente ricos, pero si no han recibido ningún favor
gubernamental, lo son en la medida en que han generado muchísimo valor para
millones de consumidores. Si lo que queremos es que haya más ricos en una
comunidad, lo que necesitamos no es perseguir la acumulación de capital, sino
facilitarla tanto como sea posible (reducir impuestos y regulaciones). Recuerde:
el que haya muchos ricos no le dificulta a usted la labor de hacerse rico; al
contrario, se la facilita enormemente.

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¿Qué es el efecto expulsión?
Publicado el 16 marzo 2012 por Juan Ramón Rallo

Los recursos económicos no son infinitos. Aquello que gasta un individuo no


puede ser gastado por otro individuo: de ahí que, si ambos desean adquirir un
mismo bien económico, se desate un proceso competitivo que tenderá a elevar su
precio hasta que alguno de los dos termine desistiendo de la puja. En cierto modo,
pues, podríamos decir que la elevación del precio derivada de la competencia
por acaparar un bien o servicio expulsa a una parte de sus potenciales
compradores: justamente aquellos que no lo valoran lo suficiente como para
pagar más que sus consumidores rivales.

Tres cuartos de lo mismo podría decirse con respecto a los mercados financieros:
si algún agente económico quiere endeudarse mucho, el precio del crédito (los
tipos de interés) aumentará y parte de los otros demandantes de crédito se
quedarán sin él. Habitualmente, el mayor deudor de nuestras sociedades es el
Estado, de modo que bien puede decirse que cuando éste emite amplias
cantidades de deuda está expulsando a otros demandantes de crédito del sector
privado. Esto es lo que en jerga económica se conoce como “efecto expulsión”
(o, en inglés, efecto crowding-out) y constituye una de las críticas más potentes
contra la persistente acumulación de déficits públicos: si el Estado se endeuda
mucho, acapara parte del crédito que habría acudido al sector privado, pero
haciendo un uso mucho más ineficiente del mismo.

En principio, la lógica del efecto crowding-out parece implacable: lo que el


Estado gaste de más, el sector privado lo gastará de menos. Sin embargo, la
verosimilitud del efecto expulsión ha sido sometida a dos críticas que
aparentemente minoran gran parte de su relevancia práctica: por un lado, ¿qué
sucedería si el crédito fuera infinito?; por otro, ¿qué sucedería si el Estado
demanda crédito cuando el sector privado no lo hace en absoluto?

Empecemos por la primera de las dos hipótesis: ¿qué sucedería si el crédito se


volviera infinito porque, por ejemplo, el banco central de un país prestara
ilimitadamente a gobiernos, familias y empresas? Dado que nadie pide un crédito
para mantener el dinero aparcado en la cuenta corriente, sino para adelantar su
consumo o para acometer inversiones (es decir, la gente se endeuda para gastar el
dinero en adquirir bienes de consumo, bienes de equipo, materias primas o
trabajadores) y dado que los recursos no son infinitos, un crédito infinito sólo
presionaría al alza los precios de todos los recursos, de modo que el efecto
expulsión sobre una parte de los compradores a crédito seguiría operando: no vía
tipos de interés pero sí vía precios. Por ello, por cierto, todo el crédito debería
estar respaldado por ahorro: el poder adquisitivo que se transfiere vía crédito
debe ir de la mano del poder adquisitivo al que se renuncia vía ahorro: en caso
contrario, inflación.

Estando claro, pues, que un crédito infinito no nos conduce a unas


disponibilidades infinitas de recursos y que, por tanto, el efecto crowding-out
sigue vigente, ¿qué sucede cuando la oferta de crédito no aumenta y, sin embargo,
la demanda del mismo por parte del sector privado sí se hunde? ¿Acaso el Estado
no podría endeudarse sin desplazar con ello a la inversión privada?

En apariencia así es: en algunos casos, los tipos de interés pueden llegar a
descender aun cuando la demanda estatal de crédito se dispara –como sucedió en
casi todo el mundo durante 2009, por ejemplo–; pero cuando analizamos los
hechos con algo más de detenimiento descubrimos que no, que el efecto expulsión
sigue vigente también en esas circunstancias.

Primero, el sector privado puede no acceder al crédito porque él mismo sea


renuente a endeudarse: durante las crisis, es habitual que los agentes económicos
no encuentren oportunidades de inversión y, por tanto, rechacen endeudarse más.
Sin embargo, el que los tipos de interés no aumenten cuando el Estado comience a
endeudarse no significa que no existan potenciales demandantes de crédito dentro
del sector privado que no estén siendo desplazados. Al cabo, si la administración
no emitiera grandes cantidades de deuda, los tipos, lejos de mantenerse estables o
de caer ligeramente, se reducirían de manera mucho más intensa, de modo que un
mayor número de proyectos empresariales pasarían a ser rentables merced al
menor coste de financiación. Dicho de otra manera, si los empresarios no conocen
inversiones que proporcionen una rentabilidad superior al 4% anual, no
demandarán crédito si los tipos de interés se ubican en el 5%, pero sí pasarán a
hacerlo en caso de que caigan al 3% o al 2%.

Segundo, en caso de que el sector privado no acceda al crédito porque los bancos
se encuentren demasiado descapitalizados como para arriesgarse a prestar a
deudores moderadamente solventes (como las familias y empresas renqueantes),
un aumento de la deuda pública deteriorará todavía más la solvencia del Estado y,
a su vez, del sector bancario. En la medida en que la deuda pública suele ser una
de las mayores inversiones de la banca, una degradación de su calidad erosionará
la solvencia de las entidades financieras y, por tanto, su predisposición y
capacidad para asumir mayores riesgos prestando al sector privado.

Y por último, supone un error pensar que toda la inversión que se acomete dentro
de un país se financia a través del crédito. Una parte muy importante de la misma
es, por el contrario, sufragada vía ahorro interno de cada empresa: o dicho de
otro modo, aunque asumiéramos que, bajo ciertas circunstancias, el mayor
endeudamiento público no afecta a las posibilidades de endeudamiento del sector
privado (ya sea porque no demanda o no se le oferta crédito), podría suceder que
los déficits públicos sí tuvieran una marcada influencia negativa sobre la
inversión basada en el ahorro interno. ¿La tiene? Pues sí y por dos razones.

Por un lado, un aumento significativo de la deuda pública incrementa la


probabilidad de que los impuestos aumenten en el futuro (o, al menos, de que no
disminuyan). Dado que la predisposición a invertir en un proyecto empresarial
depende de la rentabilidad después de impuestos que éste proporciona a lo largo
de toda su vida útil, más pasivos estatales dan lugar a mayores reticencias a
ahorrar y a inmovilizar el ahorro. En otras palabras, no es lo mismo plantearse
invertir en una comunidad con una deuda pública equivalente al 120% de su PIB
que en una con un 10%: en la primera los impuestos tenderán a subir o a
mantenerse elevados mientras que en la segunda tenderán a bajar o a mantenerse
reducidos.

Por otro, la deuda pública efectúa una competencia desleal y fraudulenta sobre el
resto de usos alternativos del ahorro privado. Algunos ahorradores preferirán
invertir en deuda pública antes que ejecutar planes de negocio menos rentables o
más arriesgados. Por ejemplo, un empresario puede preferir invertir sus ahorros
en deuda pública libre de riesgo al 5% antes que ampliar su negocio asumiendo
importantes riesgos a cambio de una rentabilidad del 8%. Otros agentes, por su
lado, optarán por invertir su capital en deuda pública antes que sanear su
situación patrimonial: verbigracia, puede resultarles más rentable adquirir deuda
pública al 5% que amortizar parte de sus enormes deudas por las que abonan unos
intereses del 4%.
¿Es esto positivo desde un punto de vista económico? En absoluto. Recordemos
que la deuda pública es sólo un instrumento para realizar transferencias cruzadas
de renta: no genera riqueza, sino que se la rapiña a quienes sí la generan. En la
medida en que los tipos de interés que abona la deuda pública contribuyen a
posponer ora inversiones que sí generan riqueza ora el saneamiento de deudas
que lastran la solvencia y la credibilidad de una economía, el saldo neto de la
operación es claramente negativo: no sólo arrebata la riqueza a quienes la
generan, sino que se incentiva el que otros no lleguen a generarla.

En definitiva, la emisión de deuda pública termina expulsando la inversión


privada a lo largo de todas las fases del ciclo económico. No deberíamos caer en
la trampa de pensar que los bajos tipos de interés constituyen una barra libre para
el endeudamiento gubernamental: en especial porque, casi siempre, una de las
mejores inversiones que podrá acometer un país será, precisamente, dejar de
endeudarse.

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¿Es excluyente un mercado libre?
Uno de los argumentos preferidos por una parte de la izquierda para criticar a los
mercados libres y defender la intervención del admirado gobernante de turno es
que los mercados son excluyentes, a saber, que dejan inexorablemente fuera a una
parte muy importante de la población a la que, por supuesto, habría que rescatar
de las penitentes llamas de la libertad merced al ejercicio de la muy sabia y
ordenada coacción estatal sobre el resto de la sociedad.

Aunque la idea es un trasunto, consciente o inconsciente, del (muy equivocado)


concepto de ejército de reserva industrial de Karl Marx, en la actualidad este
prejuicio “anti-mercados libres” ni siquiera suele tratar de demostrarse con
demasiada dedicación: a partir de una observación sesgada y poco informada de
la realidad circundante, es habitual presentarlo como una lacra evidentísima de
las sociedades modernas, cuando, por ejemplo, bien podría serlo del excesivo
intervencionismo estatal. Así pues, antes de proceder a refutar el atolondrado
razonamiento de que los mercados no aglutinan a toda la población, será menester
dotarlo de un cierto contenido (armar argumentalmente las críticas) para, luego,
proceder a mostrar sus principales fallas.

En general, se me ocurren tres grandes razones por las cuales cabría pensar que
los mercados libres dejan fuera de la división social del trabajo a una parte de la
población. La primera es que el mercado tiende a la sobrecapacidad productiva,
volviendo redundante a una parte de los trabajadores. La segunda, que los menos
hábiles (o más débiles o más pobres) son incapaces de competir con los más
hábiles (o más fuertes o más acaudalados). Y el tercero, que durante las crisis
económicas inherentes al capitalismo, gran cantidad de recursos quedan
forzosamente ociosos e inempleables.

Para refutar los dos primeros argumentos bastará con tener presentes las
contribuciones seminales de dos economistas no ya recentísimos y de última
hornada, sino incluso anteriores al propio Karl Marx: David Ricardo y Jean
Baptiste Say. Para la tercera, habrá que echar mano de un colega de profesión
algo más reciente como el Nobel Friedrich Hayek.

En cuanto al primer temor, que las sociedades modernas operan con


sobrecapacidad y que no hay espacio para todos los trabajadores, es necesario
tener en mente lo que se ha conocido como “la ley de los mercados de Say”. En
tanto en cuanto existan necesidades insatisfechas en una sociedad, esto es, en tanto
en cuanto haya fines individuales que no encuentren satisfacción con la actual
oferta de bienes y servicios, es absurdo siquiera sugerir que concurre un exceso
relativo de oferta con respecto a la demanda: si existen demandas insatisfechas es
que subsiste margen para incrementar todavía más la producción. O viéndolo
desde el otro lado, si la gente se empeña en ofrecer sus bienes y servicios en el
mercado (oferta) es porque desea adquirir (demanda) otros bienes y servicios del
mercado: nadie ofrece su trabajo y su propiedad gratuitamente sino a cambio de
algo.

Desde luego, podrá suceder que algunas ramas de la producción se hallen en


algún momento sobredimensionadas y que, por tanto, existan excesos de
producción parciales (que no generales); pero esos excesos de producción
parciales irán de la mano de carestías de producción también parciales:
producimos demasiado de algo (vivienda, por ejemplo) porque producimos
demasiado poco de otras cosas (bienes exportables, verbigracia). En cualquier
caso, pues, lo que no se dará mientras existan demandas individuales sin saciar es
una sobreproducción generalizada de bienes que excluya a una parte de la masa
laboral del mercado y que le impida satisfacer sus fines vitales a través de éste.

La segunda posible línea de argumentación de la izquierda para justificar esta


poco sólida crítica al mercado es el de la invencible competencia que ejercen los
más hábiles, ricos o poderosos sobre los más torpes, menesterosos o desvalidos.
El error en esta sede es el de concebir, de acuerdo con la caricatura
anticapitalista al uso, que el mercado es una institución caracterizada por la
salvaje y feroz competencia donde todo el mundo trata de imponerse y machacar
al contrario y donde, cual película de Los inmortales, “sólo puede quedar uno”.
Por el contrario, lo que caracteriza al mercado es la división cooperativa del
trabajo: los diferentes agentes económicos tratan de especializarse en un área muy
concreta de la economía para, posteriormente, proceder a intercambiar sus
respectivas producciones especializadas. Es decir, “yo me especializo en esto, tú
te especializas en aquello, los dos nos volvemos más productivos y, luego,
trocamos nuestras respectivas mercancías”. Como puede observarse, la idea
central de todo mercado es la cooperación pacífica y voluntaria para que,
deliberadamente o más bien no, todo el mundo coadyuve a lograr los fines de los
demás.

Por supuesto, en el mercado también existe un importante componente de


competencia, pero no se trata de una competencia por coparlo y dominarlo todo
(en tal caso, la división del trabajo dejaría de existir), sino por seleccionar en
cada momento cuáles son los planes de negocios más adecuados y prioritarios de
entre todas las combinaciones cuasi infinitas de recursos posibles. Es decir, la
competencia empresarial es el mecanismo del que disponen los mercados libres
para que, en un orden social tan extenso como es una economía con 7.000
millones de personas, la división descentralizada del trabajo no degenere en una
“anarquía productiva” que vuelva estériles los frutos de la cooperación humana a
tan gran escala.

Esto es básicamente lo que descubrió David Ricardo con su famosa ley de la


ventaja comparativa que, simplificándola mucho, vendría a decir que cualquier
factor productivo tiene su lugar en un esquema de división del trabajo aun cuando
haya otros factores mucho más eficientes que él en todos los aspectos: en
concreto, en aquel caso extremo de que alguna persona sea menos hábil en todo
que sus prójimos, podrá especializarse en aquellas tareas en las que estos últimos
sean relativamente menos eficientes. Por ejemplo, un premio Nobel de Medicina
debe centrarse en su disciplina, por mucho que sea también un excelente apicultor
o contable. Como el tiempo no es infinito y como no todo el mundo puede
dedicarse a todo, conviene que los más hábiles se concentren en aquellas tareas
para las que son relativamente mejores y que el resto de personas se centre en
aquellas otras actividades algo menos importantes y valiosas que éstos dejan
vacantes. Tampoco por esta vía, pues, se excluye a nadie en el mercado; al revés,
todos –menores de 30, mayores de 30, hombres, mujeres, altos, bajos, delgados,
obesos, solteros, casados, cojos, triatlonistas…– tienen su lugar en ese marco de
cooperación pacífica, voluntaria y mutuamente beneficiosa que es un mercado
libre.

Y, por último, queda la posibilidad de que aparezcan recursos ociosos –recursos


excluidos de la actividad productiva– durante las crisis económicas que sufre
recurrentemente el capitalismo. Éste es, sin duda alguna, el menos disparatado de
los tres posibles argumentos dirigidos a justificar que el mercado tiende a excluir
a una parte de la población. A la postre, como bien explicó Hayek, las crisis son
períodos durante los cuales la mayoría de planes de negocio insertos en un
esquema de división del trabajo están siendo sometidos a una profunda revisión,
de modo que no todos los recursos son fácil e inmediatamente recolocables de un
lado a otro. Sin embargo, el razonamiento se presta a profundas matizaciones.

Primero, las crisis no las provoca el mercado, sino el excesivo intervencionismo


estatal en las finanzas, de modo que atribuirle al mercado un subproducto de la
intervención estatal (la lenta recolocación de los factores productivos en un
período de catarsis empresarial) no parece la idea más acertada y justa que uno
pueda emitir; sería tanto como acusar de dispendioso y despilfarrador a un
individuo que con denodado esfuerzo ahorrara mes a mes enormes cantidades de
dinero pero sufriera permanentes atracos y robos contra su propiedad: si
careciera de un cierto capital no sería por sus malas costumbres financieras, sino
por la violencia de la que es reiteradamente víctima. De hecho, el mercado libre
es la manera más rápida y conciliadora de recolocar los recursos malinvertidos
durante los auges insostenibles derivados del estatismo: más que a excluir, el
mercado tiende a aunar a tantas personas y factores como sea posible en cada
momento (de hecho, una de las críticas habituales contra la globalización es
precisamente la de que tiende a engullirlo todo).

Segundo, otra parte muy importante de los recursos permanece ociosa debido a
las rigideces regulatorias sobre los mercados que establece el Estado y que
obstaculizan los ajustes de precios y la elaboración de nuevos planes
empresariales: el caso típico, pero ni mucho menos único, es el de la legislación
laboral, la cual, entre muchos otros fenómenos, permite explicar el problema de
la “dualidad” (por qué a los jóvenes les cuesta mucho más acceder y conservar un
empleo). Por consiguiente, tampoco en este punto habría que culpar al mercado de
“excluir” a nadie sino más bien al Estado.

Y, en tercer lugar, el mercado va más allá de la tan extendida como reduccionista


visión taylorista de “actividad fabril en forma de cadena de montaje”. Una
definición adecuada del mismo ha de incidir en sus rasgos básicos de
cooperación social voluntaria, lo que permite considerar como actividades de
mercado aquellas tendentes a auxiliar a las personas que, en ciertos momentos, se
encuentren desprotegidas. Me refiero no sólo a los negocios empresariales que
obtienen un lucro monetario por ello (el caso de la industria de los seguros) sino
también a las redes de caridad y ayuda mutua que tan extraordinarios servicios
prestan durante las crisis en pos de la auténtica solidaridad (la voluntaria). No
debería sorprender a nadie que los propios individuos sean capaces de
organizarse y de desarrollar voluntaria y pacíficamente dentro del mercado
suficientes mecanismos de inclusión y asistencia social –cuando no lo impide o
desincentiva el Estado, como sucede con el monopolio de facto sobre los seguros
por desempleo– sin necesidad de recurrir a la rapiña de la riqueza ajena: como si,
en ausencia del ordeno y mando, del dirigismo paternalista gubernamental, las
personas sufrieran un ataque de súbita avaricia o se vieran sumergidas en el caos
organizativo (el síndrome del “no se os puede dejar solos”).

En realidad, de hecho, quien tiende a dividir a la sociedad y a excluir a una parte


de ella de ese gran proceso de cooperación social llamado capitalismo es el
intervencionismo estatal a través de sus omnipresentes tributos, prohibiciones,
restricciones y regulaciones. Como ya expliqué en otra ocasión, no querer
someterse al mercado (a negociar y alcanzar un acuerdo con los demás) equivale
a querer imponerles al resto de personas la verdadera dictadura de los caprichos
personales. Un arrogante vicio, por cierto, en el que son muy dados a caer los
“intelectuales”, tal como denunciara Nozick, por cuanto los miembros de
semejante tribu urbana tienden a pensar, por un lado, que ellos son capaces de
organizar y dirigir la sociedad mucho mejor que un mecanismo impersonal como
el mercado y, segundo, por cuanto tienden a pensar que sus contribuciones son
más importantes de lo que el resto de iletrados individuos son capaces de
valorar… y de pagar.

En definitiva, cuando la izquierda reclama un mayor estatismo para favorecer la


integración social en realidad está promoviendo una mayor disolución de los
lazos privados que de verdad cohesionan la sociedad; gravísimo problema que,
obviamente, requerirá de una nueva ronda de intervencionismo gubernamental
realimentado. Una dinámica perversa donde, claro, lo de menos suele ser la
inclusión efectiva y cooperativa de todas las personas y lo de más, engordar al
bienamado Leviatán.

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¿Cuáles son los efectos de subir el IVA?
Publicado el 04 mayo 2012 por Juan Ramón Rallo

El IVA es un impuesto que busca gravar el consumo, es decir, se trata de un


impuesto que deberían soportar íntegramente los consumidores. Sin embargo,
cuando de analizar el impacto económico de los impuestos se trata, de nada sirve
acudir al texto legal, pues una característica esencial de los tributos es que
pueden ser repercutidos: no los paga el que figura como sujeto pasivo, sino aquel
otro al que el sujeto pasivo es capaz de trasladarle total o parcialmente la carga
del impuesto. Es necesario, pues, ir más allá de lo evidente y estudiar cuáles son
las consecuencias últimas del IVA.

Empecemos explicando grosso modo su funcionamiento: aunque el IVA lo paga el


consumidor, es cada empresario el que tiene que repercutir el gravamen sobre los
bienes o servicios que vende a sus clientes, esto es, es al empresario a quien le
corresponde la obligación tributaria de recaudar e ingresar al erario el monto del
impuesto. Ahora bien, ¿qué sucede cuando el cliente de un empresario es otro
empresario? Pues que ese otro empresario soporta el pago del IVA pero también
se lo repercute más adelante a sus propios clientes, por lo que únicamente deberá
abonar a Hacienda la diferencia entre el IVA que ha soportado y el IVA que ha
repercutido (es decir, cada empresario ingresará el gravamen sólo en función del
valor añadido que ha aportado a la producción).

Por ejemplo, supongamos un tipo fijo del IVA del 20%. El empresario A vende
madera por 10.000 euros al empresario B, a cuyo importe ha de repercutirle el
gravamen del 20% (siendo el precio final 12.000 euros). El empresario B utiliza
la madera para fabricar sillas y se las vende al empresario C (un minorista) por
15.000 euros más el IVA (es decir, 18.000 euros). Finalmente, el empresario les
venderá las sillas a los consumidores por 30.000 euros más el IVA (es decir,
36.000 euros). Si repasamos las transacciones anteriores, comprobaremos que el
empresario A ha repercutido a B 2.000 euros por IVA (cantidad que tendrá que
ingresar a Hacienda), que el empresario B ha soportado de A un IVA de 2.000
euros y ha repercutido a C 3.000 euros (de modo que tendrá que ingresar a
Hacienda sólo 1.000 euros) y el empresario C ha soportado de B 3.000 euros por
IVA y ha repercutido a los consumidores 6.000 euros (por lo que tendrá que
ingresar a Hacienda 3.000 euros). En total, Hacienda recibirá 6.000 euros (2.000
de A, 1.000 de B y 3.000 de C), que coincidirá con el monto abonado por los
consumidores.

Hasta aquí los efectos que busca el legislador. Pero, ¿cuáles son sus
consecuencias reales de establecer o incrementar el IVA?

La primera, claro está, es una fuerte presión a que se incrementen los precios de
todos los bienes de consumo. Ahora bien, esa presión no será uniforme, pues ni
todas las empresas lo tendrán igual de fácil para repercutir el nuevo impuesto al
consumidor final ni a todas les interesará hacerlo en la misma medida. En
concreto, aquellas empresas con márgenes de beneficio muy estrechos y que
sobreviven gracias a vender un gran número de unidades (por ejemplo, los
supermercados) preferirán repercutir el IVA a menos que su demanda experimente
un desplome colosal; por otro lado, aquellas empresas que venden pocas
unidades a unos márgenes de beneficios muy amplios (por ejemplo los astilleros)
optarán por no repercutir el IVA a poco que se les pudiera reducir la demanda.

La razón es sencilla de comprender: a las primeras les interesa conservar su


margen de beneficio (aun a costa de menores ventas) mientras que a las segundas
les compensa conservar sus ventas (aun a costa de un más estrecho margen). Por
consiguiente, no siempre un mayor IVA se traducirá en precios más altos.

Lo que sí sucederá en cualquier caso, sin embargo, es que los beneficios de las
empresas serán menores que en ausencia del impuesto, ya se deba a la caída de
las ventas o a los más estrechos márgenes. Y esta reducción de beneficios nos
lleva a la segunda consecuencia de la subida del IVA: las empresas irán
cancelando aquellos proyectos que dejen de ser rentables, despidiendo a los
factores productivos allí empleados. Vemos, por tanto, que el IVA, lejos de
pagarlo en exclusiva el consumidor, extenderá sus efectos perversos tanto sobre
los accionistas de las empresas cercanas al consumo cuanto sobre los
trabajadores y proveedores de esas compañías.

Por eso, dicho sea de paso, es importante que las empresas tengan libertad para
decidir si quieren tratar de repercutir el IVA sobre sus precios finales o no. Lo
esencial no es que se minimice la influencia del IVA sobre el consumidor, sino
que se minimicen las pérdidas derivadas de su implantación, pues, en caso
contrario, se estará maximizando la destrucción de producción y de empleo en
perjuicio del conjunto de la economía. De ahí también, por cierto, que muchos
economistas aboguen por combinar la subida del IVA con una reducción de las
cotizaciones sociales, pues algunas de las líneas de producción que dejan de ser
rentables con el aumento del IVA pueden volver a serlo con la rebaja de los
costes laborales (si bien el resto de factores no se salvarían de la quema).

En tercer lugar, la caída de beneficios empresariales podría contenerse mediante


las alteraciones que el aumento del IVA genere sobre las relaciones comerciales.
Por un lado, el IVA encarece no sólo la producción nacional, sino también la
producción extranjera, por lo que hasta cierto punto podría existir una cierta
sustitución de importaciones: los consumidores nacionales podrían dejar de
comprar bienes foráneos para mantener sus compras interiores, cargando las
tintas del ajuste del gasto en los productores extranjeros. Por otro, dado que las
exportaciones se encuentran exentas de IVA, los productores nacionales se verán
incentivados a dar salida en los mercados exteriores a su producción –donde no
se habrá encarecido–, lo que podría compensar en todo o en gran parte la caída
interna de las ventas.

En este sentido, suele decirse que los efectos del IVA sobre el comercio exterior
son parecidos a los deuna devaluación de la moneda, pero en realidad sus efectos
no son exactamente iguales. Primero, porque la tendencia a la sustitución de
importaciones es muy inferior en el caso de la subida del IVA (la devaluación
encarece sólo los productos extranjeros, mientras que el IVA encarece los internos
y los extranjeros); segundo, porque la promoción de las exportaciones es menos
intensa con la subida del IVA (la devaluación abarata las exportaciones en
moneda extranjera; el aumento del IVA no abarata las exportaciones, simplemente
no las encarece); tercero, porque las distorsiones sobre los precios relativos son
menores con el IVA (la devaluación encarece las importaciones de factores
extranjeros, lo que necesariamente modifica los patrones de producción internos);
y cuarto, la expectativa de un aumento del IVA no incentiva por sí mismo una
salida de capitales del país, como sí lo hace la expectativa de devaluación. En
resumen: los efectos del aumento del IVA sobre el comercio exterior serán más
bien parcos y muy probablemente no compensen la reducción interna de la
demanda.

En cuarto término, en la medida en que el aumento del IVA encarece el gasto en


consumo, podría pensarse que promueve el ahorro y todos los muy beneficiosos
efectos sobre la economía que éste acarrea. Pero esto no es necesariamente así:
de hecho, el incremento de los gravámenes sobre el consumo bien podría terminar
generando un desahorro en el conjunto de la economía, pues las familias podrían
optar por consumir un mayor porcentaje de sus rentas para mantener sus
encarecidos niveles de consumo. Si, en cambio, el IVA impulsa en mayor o menor
medida el ahorro y la inversión, a corto plazo se podría reabsorber a parte de los
factores desempleados en las industrias de consumo y a largo plazo sería posible
regresar a los niveles anteriores el consumo privado gracias a la mayor
productividad. Con todo, en países con fuertes incertidumbres internas, el
acrecentado volumen de ahorro podría terminar refugiándose en el extranjero, con
lo que no habrá una mayor inversión interna y, por tanto, el mayor consumo futuro
sólo sería posible para los capitalistas y no para los trabajadores.

Y, por último, el aumento del IVA agravará los problemas de liquidez de algunas
de las empresas de la economía. Por un lado, no será inhabitual que los
empresarios deban ingresar su cuota diferencial entre el IVA que han repercutido
y el que han soportado antes de que hayan cobrado las facturas que contienen el
IVA repercutido. Por otro, algunos empresarios acumularán saldos acreedores por
IVA con la administración tributaria en el curso normal de sus actividades (por
una gran inversión inicial en activos fijos o circulantes que no hayan repercutido
por completo en sus ventas). En ambos casos, los profesionales deberán disponer
de reservas de tesorería o de líneas de crédito extraordinarias, lo que les
acarrearán un sobrecoste financiero que en buena medida contrarrestará los
efectos positivos del mayor ahorro potencial atribuible al IVA.

En definitiva, el aumento del IVA deprime de manera desigual las ventas de las
empresas más cercanas al consumo y promueve el cierre de aquellas
explotaciones menos rentables; dos pauperizadores efectos que aparentemente
podrían compensarse en parte con la mejora del saldo exterior, el aumento de la
inversión interna y el (ineficiente) incremento del gasto público que el IVA puede
conllevar. Sin embargo, lo primero y lo segundo no es seguro que se den de
manera apreciable y lo tercero no tiene por qué ser más deseable para los
consumidores que los bienes que hubiesen podido adquirir en ausencia del mayor
IVA: es decir, en cualquier caso, la sociedad se empobrecerá.

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¿Es la Reserva Federal una entidad privada?
La enorme y cada vez más indiscutible responsabilidad que han tenido los bancos
centrales en la gestación de la Gran Recesión ha cortocircuitado el discurso
demagógico de muchos estatistas que gustan de culpar al mercado, a la
desregulación y a la libertad de los desastres que actualmente padecemos. Si el
mercado es malo y el Estado es bueno, si lo que necesitamos es más Estado y
menos mercado, si el mundo de las finanzas –e incluso nuestras vidas– está
manejado por las malévolas megacorporaciones privadas, ¿cómo es posible que
la crisis, tanto en EEUU como en Europa, sea responsabilidad fundamental de
unas entidades que son monopolios públicos?

La vía de escape que algunos han encontrado para conservar intactos sus
prejuicios contra los mercados libres es que la Reserva Federal estadounidense,
el banco central por excelencia, es, en realidad, una entidad privada. De este
modo, todo el desastre queda en la casa liberal: quien ha fracasado en las últimas
décadas no es el Estado, sino los codiciosos empresarios que controlan la Fed en
beneficio propio.

Pero, ¿qué fundamento tiene este tópico cada vez más extendido? ¿Acaso no es un
completo disparate que cabe descartar desde un inicio? Pues no del todo: existen
ciertos indicios que, en efecto, parecen sugerir que la naturaleza de la Fed se
aproxima a la de una entidad privada. Primero, la Reserva Federal es
formalmente independiente del Gobierno; segundo, la Fed es propiedad de los 12
bancos regionales de la Reserva Federal, cuyos accionistas son todos aquellos
bancos privados que opten por ser miembros del sistema de financiación de la
Fed (alrededor del 40% de todos los bancos estadounidenses son bancos
miembros y, por tanto, accionistas de la Fed).

En suma: propiedad privada y gestión independientes del Gobierno. ¿Qué más


argumentos necesitamos para concluir que es un banco privado? Pues bastantes
más. Si no queremos quedarnos en un análisis superficial de la cuestión, es
imprescindible profundizar en tres aspectos básicos de la Fed: la génesis de sus
estatutos, la selección de su equipo directivo y la naturaleza de su capital social.

En cuanto a lo primero, sabido es que toda corporación privada se regula según


unos estatutos aprobados por la Asamblea General de accionistas dentro, en su
caso, de los límites marcados por la ley. ¿Qué sucede con la Fed? Que sus
estatutos no es que estén acotados por una normativa estatal sino que son una
normativa estatal, en concreto, la Ley de la Reserva Federal. No son los
accionistas quienes consensúan la normativa y los procedimientos de actuación de
la compañía, sino que es el Estado quien controla todo su funcionamiento. Por
tanto, ¿cómo calificar de “propietarios” a quienes no tienen capacidad alguna
para determinar ningún detalle de su marco organizativo?

La segunda gran anomalía la encontramos en la selección del equipo directivo. El


Consejo de Gobierno de la Fed, que es el órgano que fija el coeficiente de caja y
el tipo de descuento, que supervisa al sistema bancario del país (incluyendo a los
12 bancos regionales de la Fed) y que establece las más diversas regulaciones
financieras, es nombrado en su integridad (siete miembros, incluido el presidente)
por el presidente de los Estados Unidos y confirmado por el Senado. Podría
plantearse que, sin embargo, la instancia encargada de dirigir específicamente las
operaciones de mercado abierto (hasta la crisis, el principal instrumento de
financiación de los bancos) y, por tanto, quien concentra el auténtico poder de la
Fed es el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).
Pero el FOMC está formado por los siete miembros del Consejo de Gobierno y
por cinco de los 12 presidentes de los bancos regionales de la Reserva Federal
(que van rotándose cada dos o tres años, salvo el de Nueva York que tiene un
puesto fijo).

En general, tiende a pensarse que los presidentes de los bancos regionales


representan los intereses de sus accionistas (los bancos privados) y que, pese a
hallarse en minoría en el FOMC, pueden influir en sus decisiones. Sin embargo, si
bien el presidente de los bancos regionales de la Reserva Federal es elegido por
su respectivo consejo de administración –compuesto por nueve miembros, seis de
los cuales son elegidos por sus accionistas y tres por el Consejo de Gobierno de
la Fed–, su nombramiento necesita ser confirmado a su vez por el Consejo de
Gobierno de la Fed (que en su totalidad está compuesto, como sabemos, por
comisarios políticos nombrados por el presidente de EEUU).

Por tanto, ¿quién nombra a quienes dirigen la Fed? El presidente de EEUU, junto
con el Senado, nombra al Consejo de Gobierno, que es quien controla todos los
engranajes de la política monetaria del banco central (pues tiene mayoría en el
FOMC y acepta de manera vinculante la designación del resto de sus miembros).
Extraña empresa privada aquella en la que la totalidad de los accionistas no
tienen potestad para sustituir a sus directivos y decidir el rumbo de la compañía y
que, en el mejor de los casos, sólo pueden ser “escuchados” durante las
deliberaciones de esos directivos.

Acaso se diga que, en efecto, el Consejo de Gobierno de la Fed es nombrado por


el presidente de EEUU pero que es independiente al mismo. Mas ello no cambia
que los directivos sean designados por los políticos y no por sus presuntos
accionistas. Como reconoce la propia Fed en su página web: “La Reserva
Federal debería ser descrita más como ‘independiente dentro del Estado’ que
como ‘independiente del Estado’”. Es decir, la propia Fed reconoce que es un
órgano estatal pero independiente del resto de burócratas que integran el Estado.
Algo así como el Banco de España, vamos.

Por último, nos queda por dilucidar el asunto de la naturaleza de su capital social.
De acuerdo, podría pensarse, los políticos confeccionan la normativa y designan
a los directivos de la Fed pero su naturaleza sigue siendo la propia de una
corporación con accionistas 100% privados. ¿Es esto así? No del todo. Como ya
sabemos, todo banco privado miembro del sistema de la Reserva Federal debe
ser accionista del banco regional de su distrito (los bancos con presencia
nacional tienen la obligación legal de ser miembros y por tanto accionistas). En
concreto, cada banco privado debe invertir en nuevas acciones del banco regional
de la Reserva Federal de su distrito el equivalente al 6% del capital social
(incluyendo primas de emisión) de ese banco privado.

En apariencia, podría elucubrarse que los grandes bancos, con un mayor capital
social, tenderán a ser los accionistas mayoritarios de los bancos regionales de la
Fed y que, por tanto, podrán coaligarse para nombrar a sus presidentes e influir en
el FOMC. Sin embargo, cada accionista tiene derecho a un solo voto con
independencia del número de acciones que posea, de modo que JP Morgan o
Citigroup tienen el mismo peso, a la hora de elegir el presidente del distrito, que
cualquier otro de los más de 3.000 bancos miembros en todo EEUU.

Pero las peculiaridades del capital social de la Fed no terminan aquí. Los
accionistas no pueden ni vender ni hipotecar sus acciones: su capital sigue
forzosamente inmovilizado allí mientras sigan siendo miembros del sistema. Pero
entonces, ¿qué beneficios, más allá de los raquíticos derechos políticos y de los
escandalosos privilegios de acceder al crédito barato del banco central, tiene ser
accionista de la Fed? Percibir un dividendo equivalente al 6% de la inversión.

Desde luego no es un mal dividendo. Es más podría tratar de argüirse que el


hecho de pagar una remuneración tan alta a empresas privadas es una señal
inequívoca de que la Fed es un títere de esas entidades. Mas el dividendo de la
Fed tiene una característica decisiva que lo distingue del que pueda pagar
cualquier otra empresa privada: viene fijado por ley. En concreto, si hay
beneficios suficientes, no puede ser superior ni inferior al 6% del capital
desembolsado.

En la práctica esto significa que sólo una diminuta parte de sus beneficios anuales
redunda en sus supuestos propietarios. ¿Y qué pasa con el resto? Según la ley,
todos los beneficios remanentes van a parar al Tesoro público. Así, por ejemplo,
de los 855.000 millones de dólares en beneficios que ha obtenido la Reserva
Federal desde su constitución, 841.000 millones se los ha quedado el Tesoro o
agencias estatales y sólo 14.000 millones los bancos: esto es, el Tesoro ha
absorbido el 98,6% de todos los beneficios de la Fed desde su creación. De ahí
que, en realidad, la figura que verdaderamente se asimila a la de los bancos
accionistas de la Fed no sea la de accionistas ordinarios de la entidad sino la de
propietarios de participaciones preferentes (ausencia de derechos políticos,
remuneración constante en presencia de beneficios y enormes dificultades para su
transmisión).

En definitiva, ¿en qué sentido cabe considerar ‘privada’ a una entidad cuyos
estatutos son una ley estatal, cuyo equipo directivo es nombrado en su mayoría
por el Gobierno y cuyos beneficios van a parar en un 99% al Estado? En ninguno.
Lo que sucede es que la Fed tiene un accionista predominante en la sombra que es
el Estado: es él quien redacta los estatutos, quien nombra y fiscaliza al equipo
directivo y quien se embolsa la práctica totalidad de los beneficios. Los
accionistas privados –los bancos miembros– no son más que convidados de
piedra a los que, en la práctica, se les obliga a sufragar con su capital la Reserva
Federal a cambio de disfrutar de sus privilegios de refinanciación, pero que no
controlan prácticamente nada de su configuración. Es más una inmovilización
forzosa pero remunerada del capital que un derecho de propiedad real sobre el
sistema.

Quienes, por consiguiente, quieran demostrar que la Reserva Federal es un


contubernio privado para beneficio de la banca y que todo ello demuestra la
perversa naturaleza del capitalismo liberal deberán buscar mejores argumentos.
Primero porque, como hemos demostrado en las líneas precedentes, la Fed es un
banco público, aun cuando formalmente sus propietarios (más bien, accionistas
preferentes) sean los bancos privados. Y segundo y principal: porque aun cuando
el banco central estadounidense fuese una institución privada que hubiese
obtenido el privilegio gubernamental de actuar en régimen de monopolio (como
sucedió durante décadas con el Banco de Inglaterra), no estaríamos ante una
realización de los ideales del libre mercado, sino ante su brutal conculcación. El
libre mercado en materia financiera pasa por la libertad de emisión de pasivos
bancarios (sean billetes o depósitos a la vista) y no por su monopolización en
manos de una empresa privada o, como sucede con la Fed o el BCE, de una
agencia estatal.

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¿Cuáles son los zapatos adecuados para un
economista?
Publicado el 06 julio 2012 por Juan Ramón Rallo

En muchas ocasiones se critica a los economistas por teorizar desde torres de


marfil alejadas de la vida cotidiana y no descender jamás al mundo real. El
reproche no tiene demasiado que ver con el, por otro lado, interesante debate
sobre la calidad y los límites de los estudios empíricos en Economía: más bien se
refiere a la sesgada percepción de mucha gente de que su experiencia práctica en
el mercado no guarda relación con la que describen los modelos.

Por ejemplo, cuando los economistas hablan de conciliación de intereses, muchas


personas sólo ven conflictos persistentes; cuando alaban la competencia, esas
mismas personas únicamente encuentran monopolios; cuando razonan que la
remuneración del trabajo depende de su capacidad para generar valor, se espeta
que los obreros viven explotados por el capitalista; cuando se menciona que el
motor de la economía no es el consumo, sino el ahorro, rápidamente se cosecha la
incomprensión de aquellos comerciantes cuyos negocios sí dependen del
consumo.

Esta contraposición entre la realidad según es descrita por la teoría y la realidad


según es percibida por cada agente económico es lo que lleva a mucha gente a
pedir a los economistas que desciendan de sus torres de marfil y que se pongan en
la piel, o en los zapatos, de cualquiera de los millones de trabajadores o
pequeños empresarios que conforman una sociedad para, acto seguido, proceder a
reflexionar si sus teorías siguen en pie.

En general, soy un entusiasta de enriquecer la teoría económica con todo el


realismo posible, esto es, de alejarla de modelizaciones y abstracciones que
deliberadamente se quieren irreales. Sin embargo, la crítica de que los
economistas deben efectuar sus análisis desde el punto de vista de alguno de los
agentes me parece del todo desacertada. Pues la cuestión de fondo sigue siendo:
¿desde el punto de vista de qué agente o agentes? ¿Del trabajador del carbón, del
trabajador de paneles solares, del alto directivo de una multinacional, del gestor
de un hedge fund, del rentista pasivo que tiene sus ahorros inmovilizados en
deuda corporativa, del especulador bajista que busca desinflar los activos
burbujísticos, del promotor inmobiliario que ha construido muchas más viviendas
de las que puede vender o del inversor buitre que se dedica a desmembrar
empresas quebradas para extraer algo de valor de los escombros? De hecho,
¿hemos de analizar la economía desde la perspectiva del trabajador del carbón
cuando actúa como factor productivo, cuando actúa como consumidor o cuando
actúa como ahorrador-capitalista (cuando una pequeña porción de su renta la
invierte en un fondo de pensiones)?

Cualquier respuesta que demos a estas preguntas será, a buen seguro, una
respuesta arbitraria. Pedir que los economistas dejemos de ser observadores
externos e imparciales para colocarnos los zapatos de algún agente concreto
equivale a exigir que retorzamos nuestros análisis para justificar que los intereses
particulares de unos agentes primen y se impongan sobre los del resto, cuando
precisamente los mercados son sistemas dentro de los cuales se intentan conciliar
de manera pacífica y cooperativa los muy diversos intereses de los muy
heterogéneos factores económicos.

Por ejemplo, si analizamos el conjunto de la economía desde los anteojos de un


minero del carbón, será necesariamente una catástrofe que caiga el precio del
carbón, o incluso que no suba año a año. Si, en cambio, analizamos la economía
desde el punto de vista del consumidor de electricidad, vemos que el
encarecimiento del carbón le hará pagar más por la luz y, por lo tanto, le
empobrecerá, y que verá reducirse los fines vitales que puede satisfacer. Lo que
preferiría el consumidor sería que el precio del carbón cayera a cero, en claro
perjuicio del minero. ¿Qué intereses habría que tomar en cuenta? ¿Qué zapatos
habría que ponerse? ¿Los del minero o los del consumidor?

Lo mismo sucede si, a la muy subconsumista manera, analizamos la totalidad de la


economía desde el punto de vista del comerciante minorista. En tal caso,
confundiremos el bienestar de la sociedad con el bienestar de un vendedor en
particular y concluiremos que la base de la prosperidad está en el consumo
masivo (sobre todo si la mayoría de las ventas se las lleva el comerciante desde
cuya perspectiva analizamos la economía), cuando en tal caso los tipos de interés
se dispararían, muchos empresarios endeudados o dedicados a la producción de
bienes de capital irían derechitos a la bancarrota y, en suma, la sociedad se
volvería mucho más pobre. ¿Qué zapatos habría que calzarse? ¿Los del minorista
o los de empresarios endeudados y volcados en las industrias más intensivas
en capital?

En realidad, ninguno de ellos. La misión del economista no es convertirse en


vocero de intereses particulares, sino estudiar las condiciones que favorecen la
coordinación entre una pluralidad de agentes económicos con propósitos vitales
muy heterogéneos pero que terminan renunciando a una parte de sus intereses
absolutos para alcanzar acuerdos con otras personas y lograr una cooperación
mutuamente beneficiosa. Es decir, el economista debería describir cómo, a través
de la propiedad privada, los contratos voluntarios, la libre determinación de
precios, la competencia de planes empresariales, los beneficios y otras
instituciones del mercado se logra que todos los agentes, cada uno desde su
función especializada, colaboren en la creación y distribución de riqueza. Y
también estudia, claro está, qué interferencias o actuaciones distorsionan y
destruyen ese saludable proceso.

Por eso, el economista no ha de ponerse los zapatos del trabajador, ni los del
capitalista, ni los del político, ni los del especulador, ni los del banquero, ni los
del terrateniente ni los del parado. No, el economista ha de vestirse con los
zapatos del economista, es decir, los de un científico social que estudia la
conciliación espontánea de intereses en ese proceso dinámico de cooperación y
coordinación pacífica que es el mercado. Por eso, quienes critican a los
economistas por no ponerse en su situación particular deberían hacer un esfuerzo
por ponerse en la situación particular del economista y tratar de evitar análisis
del conjunto de la sociedad sesgados por sus intereses concretos y por su parcial
conocimiento de la realidad.

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¿Quién debe cargar con los costes de la crisis?
Publicado el 21 agosto 2012 por Juan Ramón Rallo

En los últimos meses, conforme se ha hecho evidente que la crisis nos ha


empobrecido a todos, los agentes económicos han comenzado a adoptar la
inteligente estrategia de intentar trasladar sus incipientes pérdidas al vecino: los
trabajadores no quieren ver rebajados sus salarios, los malos empresarios se
niegan a liquidar sus compañías, los inversores no desean perder el capital que
han malinvertido, los perceptores de subvenciones o subsidios estatales se
oponen a verlos recortados, etc. Nadie, en suma, quiere ver mermar su calidad de
vida, y todo el mundo opta por endilgar los costes de la crisis al resto de sus
conciudadanos.

Con tal de justificar este egoísta comportamiento, muchas personas están


recurriendo a un, en apariencia, razonable argumento: “Yo no soy el culpable de
la crisis y, por tanto, no tengo por qué pagar sus costes”. O dicho de otro modo,
aquellos que son culpables de la crisis deberían soportar la totalidad o la gran
mayoría de sus costes. ¿Quién podría oponerse a semejante argumento? ¿Acaso
puede haber alguien tan desalmado como para defender que los culpables de la
crisis no paguen por ella?

Y, como es obvio, a partir de aquí ya emergen las más variopintas explicaciones


de quiénes son los culpables (quede claro que no estamos hablando de una
culpabilidad penal, sino meramente económica). Cada cual, según su cartilla y su
agenda ideológica, trata de arrimar el ascua a su sardina para defender una
determina línea de actuación política. Por ejemplo, es recurrente escuchar que la
crisis la han provocado los ricos y no los pobres, los capitalistas y no los
trabajadores, los banqueros y no los deudores, los malos políticos y no los
buenos, la deuda privada y no la pública, el gasto privado y no el público, o las
políticasneoliberales y no las socialistas. Así, se alcanza la conclusión
impepinable de que ni los pobres, ni los trabajadores, ni los deudores, ni
los buenos políticos ni el sector público han de sufrir quebranto alguno, y que la
factura han de pagarla los responsables del desastre, a saber, los ricos, los
capitalistas, los banqueros, los malos políticos y las empresas.
¿Realmente deben pagar los culpables? Y no me refiero, claro, a los culpables de
haber cometido un delito tipificado como tal en el Código Penal, sino aquellos
que hayan contribuido a causar la crisis y cuyo comportamiento sea moralmente
reprobable. Pero esto no aporta demasiada luz al asunto. ¿Quiénes son los
culpables? ¿Es posible discriminar de entre todos los que han contribuido a
causar la crisis a aquellos a quienes se les deba hacer objetivamente un reproche
moral? Por ejemplo: el empresario de la construcción que se endeudó para
edificar más viviendas porque pensaba que los precios seguirían subiendo, o el
director de oficina que jamás previó el pinchazo de la burbuja y decidió seguir
ofertando hipotecas baratas, ¿son culpables? ¿Lo es entonces también el obrero
que se hipotecó creyendo que los tipos de interés permanecerían bajos y que
jamás perdería su empleo? ¿Lo es también el jubilado que avaló la hipoteca de su
nieto o que mantuvo su dinero dentro de un sistema bancario que, como el español
o el estadounidense, estaba realizando malas inversiones de manera
generalizada? ¿Lo es también el autónomo no endeudado cuyos ingresos
dependían de las rentas derivadas del proceso de endeudamiento generalizado y
que, al colapsar éste, ha descubierto que es incapaz de vender nada?

Acaso se responda que, aunque todos han contribuido a causar la crisis, no a


todos se les puede reprochar moralmente que hayan errado: en concreto, al
empresario y al director de banco les son exigibles unos conocimientos y una
formación que no puede asumirse que tengan ni el obrero, ni el jubilado ni el
autónomo. Pero ¿realmente tiene sentido exigir a un empresario o a un director de
sucursal que tengan unos conocimientos muy avanzados sobre cuestiones de
macroeconomía y coyuntura económica en torno a las cuales ni siquiera existe
acuerdo entre los mejores economistas del planeta, y cuyo contenido no deja de
evolucionar? Ambos son hombres prácticos seguramente alejados de la academia
sin conocimientos teóricos demasiado profundos. O, por enfocarlo desde otro
prisma, ¿no podríamos llegar al otro extremo de argumentar que todo ciudadano
debe tener unas nociones mínimas de finanzas que le permitan no caer presa del
endeudamiento barato o de las inversiones malolientes?

Mi punto no es tanto que no podamos tener una opinión formada y


justificada sobre a quién reprochar moralmente el estallido de esta o cualquier
otra crisis (yo tengo la mía: cúlpese al papel moneda emitido por una banca
central monopolista). Lo que quiero transmitir es que no es posible separar con
objetividad a, por un lado, quienes han contribuido de algún modo a causar la
crisis y, por el otro, a quienes han tenido ese comportamiento moralmente
reprobable.

La virtud del mercado libre y no interferido por la política es que hace recaer la
mayoría de las pérdidas provocadas por una crisis sobre quienes más han
contribuido a generarla, con independencia de si cada cual cree que cabe o no
hacerles un reproche moral por su actuación. Los bancos que inflan burbujas
quiebran y no son rescatados, de modo que sus accionistas, acreedores y
trabajadores pierden todo o gran parte del capital (mal)invertido; quienes
se sobrehipotecan pierden su vivienda; los trabajadores que se especializan en
tareas propias de la burbuja ven caer su valor de mercado una vez ésta pincha;
los empresarios que sobreinvirten en sectores muy dependientes del crédito
quiebran y pierden todo su capital, etc.

Si la gente se limitara a exigir que quienes contribuyeron a causar la crisis paguen


por ello deberían exigir un mercado libre y desregulado, pues ahí las pérdidas
recaen sobre quienes malinvierten y los precios y costes se ajusten con prontitud a
la nueva realidad, sin que el Estado se ocupe de rescatar a los quebrados ni
manipule las reglas y condiciones del juego. Pero, precisamente, cuando se
reclama que no paguen todos los que han contribuido a causar la crisis, sino sólo
aquellos a quienes se pueda hacer un reproche moral (“los culpables”), entonces
se abre la puerta a que los políticos intervengan y redistribuyan la renta de los
ciudadanos según su arbitrario criterio y el de las coaliciones electorales (grupos
de presión) que los han elevado y mantienen en el poder. En tal caso se abona el
terreno a que cada ciudadano elabore su personal narrativa sobre la crisis –
narrativa, claro, autoexculpatoria– para endilgar los costes a quienes más rabia le
den… aun cuando ni siquiera hayan contribuido mínimamente a gestar la crisis
(por ejemplo, cuando se propone subir los impuestos a los empresarios o
trabajadores que hayan invertido sabiamente sus ahorros y visto crecer
ininterrumpidamente sus beneficios antes y después de la crisis).

Sucede, sin embargo, que esta tentación populista no conseguiría alcanzar sus
objetivos, pues en la mayoría de ocasiones ni siquiera sería posible que sólo los
culpables pagasen los destrozos de la crisis. Pongámonos en un caso extremo de
culpabilidad que nadie disputará: un robo. Imaginemos que un ladrón sin
propiedades ni herederos arrebata a un ciudadano su cartera, quema los billetes y
luego se suicida. ¿Podrá resarcir a su víctima? No. En este caso, a la víctima no
le quedaría más remedio que cargar con las pérdidas aun cuando no fuera ni
mucho menos culpable.

Algo similar podríamos decir de las personas que han visto cómo los banqueros
malinvertían sus ahorros, de los hipotecados sin conocimientos financieros que
asumieron deudas excesivas o de los trabajadores que estaban ocupados en
industrias dependientes del crédito barato. Puede que no podamos calificarles de
culpables (aunque es una proposición discutible), pero sería ilusorio pensar que
pueden salir indemnes: los ahorros malinvertidos simplemente se han volatilizado
y los bancos no tienen manera de reponerlos (por eso muchos de ellos están
quebrados); la deuda hipotecaria no se esfuma por el hecho de que nos parezca
injusto que el deudor la pague (si no lo hace, las pérdidas las sufrirán las
personas ignorantes que han metido su dinero en el banco); y los desempleados no
encontrarán probablemente empleo a menos que rebajen sus expectativas
salariales o gasten dinero de su bolsillo en dominar alguna especialización
técnica demandada por los empresarios.

Cuando se dice que ninguna de estas personas inocentes debería pagar los costes
de la crisis, inmediatamente se sugiere que sean los político de turno quienes
decidan quiénes son los culpables. Y si los subjetivamente definidos culpables
tampoco alcanzan a reparar el daño causado, entonces lisa y llanamente se
propone algún tipo de redistribución de la renta a costa del contribuyente: un
rescate para pequeños inversores, una condonación de deuda para hipotecados o
un plan de empleo para parados. Idealmente, y para hacer más digerible el asunto,
los contribuyentes afectados pertenecerán a la misma clase o categoría social que
los culpables: así, si se llega a la conclusión de que si algunos empresarios (o
algunos ricos, o algunos banqueros) son culpables (verbigracia, los
constructores), entonces todos los empresarios tendrán que cargar con la
responsabilidad –hayan tenido algo que ver o no con la gestación de la crisis– y,
por ejemplo, pagar más impuestos.

Al final, pues, partiendo de la premisa de que sólo los culpables deberían pagar
por la crisis llegamos al resultado de que personas que a buen seguro no han
tenido la más escasa conexión con la misma pagarán buena parte de los platos
rotos, sin que, además, ello contribuya lo más mínimo a superar la crisis. Pues,
por mucho que algunos traten de ocultarlo, una crisis no es la materialización
económica del Juicio Final, sino una época en que las erróneas estructuras
productivas y financieras que los agentes económicos acumularon durante años
han de reajustarse a niveles sostenibles para volver a generar riqueza. En este
proceso de reestructuración será inevitable que el mercado asigne pérdidas a
aquellos sujetos que tomaron malas decisiones durante los años del boom
económico artificial: mal haríamos en querer alterar caprichosamente esa
asignación de pérdidas en función de culpabilidades autopercibidas –ya sea
rescatando a bancos quebrados o aprobando obra pública improductiva para
recolocar a parados–, pues probablemente terminen pagando justos por pecadores
y retrasemos la superación de la crisis. Más allá de ilícitos penales, dejemos
sencillamente que la interacción social no manipulada por el Estado determine
quiénes absorben las pérdidas de la crisis y no intentemos instrumentar al
gobierno para imponer a los demás nuestras subjetivas y sesgadas percepciones
de culpabilidad. Tal pretensión simplemente sería un subterfugio para planificar
de manera centralizada la (no)recuperación de la economía: un propósito que,
como todos los socialismos, no sólo está destinado a fracasar siempre, sino a
degenerar en una contienda intestina por externalizar las pérdidas personales a los
demás.

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¿En qué consiste la expansión artificial del crédito?
Publicado el 24 agosto 2012 por Juan Ramón Rallo

Los economistas austriacos suelen explicar que el ciclo económico se desata


cuando los bancos expanden artificialmente el crédito o cuando los tipos de
interés se rebajan de manera artificial. Son enunciaciones simples pero
ciertamente inexactas: ¿qué es una expansión artificial del crédito? ¿Y
una natural? ¿Cuál es el nivel a partir del cual podemos estar seguros de que
unos tipos sondemasiado bajos: el 10, el 5, el 3, el 1,47%? Todo muy bonito,
pero también muy inexacto. O al menos eso podría parecer de entrada: vamos a
intentar demostrar que no es así.

Nuestro punto de partida debe ser la existencia de diferentes tipos de crédito a


muy distintos plazos. Una persona puede prestar su capital a una semana, a 12
meses, a 10 años o a cualquier otro plazo. ¿Cuál es la diferencia, para el
prestamista, entre prestar su capital a un día o a 30 años? Pues, básicamente, que
en el primer caso lo recuperará en un día y, en el segundo, al cabo de 30 años. La
proposición podría parecer una obviedad, pero conviene que tengamos claras sus
implicaciones: la persona que ha prestado a un día volverá a ejercer su influencia
sobre el mercado (a la hora de decidir qué consumir, en qué invertir, o qué no
consumir o en qué no invertir) y podrá utilizar ese capital para readaptarse a
cambios imprevistos de su entorno en apenas 24 horas; en cambio, quien ha
extendido crédito a 30 años renuncia a su capital y a su capacidad de influir en el
mercado (traspasando esa capacidad al prestatario). Fijémonos, además, en que
no es lo mismo prestar el capital durante 30 años que prestarlo a 24 horas durante
cada uno de los días de los próximos 30 años: en el primer caso, el prestamista
no recupera el capital hasta dentro de tres décadas, mientras que en el segundo lo
recupera cada día y cada día decide si desea volverlo a prestar, pudiendo en tal
caso adaptarse con rapidez a los cambios imprevistos y súbitos de su entorno (si,
verbigracia, el negocio de su prestatario se deteriora y su riesgo de impago
aumenta, puede escoger extender crédito a otra persona distinta). Como es lógico,
pues, el ahorrador exigirá tipos de interés más altos para prestar a 30 años que
para prestar a un día, dado que los inconvenientes son mucho mayores.

A su vez, una persona también puede demandar crédito a una semana, a 12 meses,
a 10 años o a cualquier otro plazo. ¿Cuál es la diferencia, para el prestatario,
entre pedir prestado su capital a un día o hacerlo a 30 años? Pues, básicamente,
que en el primer caso estará obligado a devolverlo en un día y, en el segundo, al
cabo de 30 años. De nuevo, por tautológica que parezca la proposición, conviene
aclarar sus implicaciones: la persona que se ha endeudado a un día apenas tendrá
tiempo para recuperar ese capital tras haberlo utilizado en el mercado; la persona
que se ha endeudado a 30 años, en cambio, tendrá un amplio margen para
devolver el capital que ha recibido prestado rentabilizándolo y ejerciendo su
influencia en el mercado. Fijémonos en que no es lo mismo tener que devolver el
dinero al cabo de 30 años que estar obligado a devolverlo cada uno de los días
durante los próximos 30 años: en el primer caso, el deudor tiene cintura para
absorber cambios imprevistos en su entorno, mientras que en el segundo no (si un
día se queda sin amasar el capital, entrará en suspensión de pagos). En
consecuencia, el prestatario estará dispuesto a abonar tipos de interés más altos
por recibir un crédito a 30 años que por recibirlo a un día, pues las ventajas son
mucho mayores.

La clarificación y la coincidencia del plazo de los préstamos facilita la


coordinación entre ahorradores-prestamistas e inversores-prestatarios: ahorrar y
prestar el capital a 30 años significa renunciar a consumir o invertir durante 30
años, justamente el plazo de que disfrutará el inversor que pide prestado el
capital para, al cabo de 30 años, generar los suficientes bienes y servicios futuros
con los que amortizar el crédito y los correspondientes intereses. En pocas
palabras, el ahorrador le dice al inversor: “Dispones de 30 años para fabricar la
riqueza que deberás entregarme a la finalización del préstamo”, y el inversor
actúa en consecuencia.

Sucede que, como hemos explicado, los tipos de interés por los créditos a largo
plazo serán normalmente más elevados que los tipos de interés a corto plazo. En
jerga financiera, a esta circunstancia se le conoce como curva normal de
rendimientos: conforme aumenta el plazo de los préstamos, también se incrementa
el tipo de interés necesario para que llegue a darse la transacción. Y aquí es
donde comienzan las tentaciones problemáticas.

Si los tipos de interés a corto plazo son más bajos que los tipos de interés a largo
plazo, ¿acaso no sale a cuenta tomar dinero prestado a corto plazo (pagando, por
ejemplo, un tipo de interés anualizado del 2%) y prestarlo o invertirlo a largo
plazo (recibiendo, por ejemplo, un tipo de interés anualizado del 8%)? Sin duda:
se trata de una operación muy rentable, pero también muy peligrosa individual y
socialmente. Desde un punto de vista individual, una persona que tenga que
devolver cada día el capital que ha invertido y que no recuperará hasta dentro de
30 años, caerá casi seguro en suspensión de pagos. Desde un punto de vista
social, si los prestamistas-ahorradores sólo renuncian a su capital durante un día
(confiando en recuperar su capacidad de influencia sobre el mercado en apenas
24 horas), mientras que los prestatarios-inversores lo han inmovilizado por tres
décadas (tardando 30 años en fabricar los bienes y servicios futuros necesarios
para devolverles a los ahorradores su capital), es evidente que existirá una
descoordinación entre unos y otros: los ahorradores habrán diseñado sus planes
de actuación bajo la hipótesis de que recuperarán su capital en un día, mientras
que los inversores lo habrán cristalizado durante 30 años.

Huelga decir que si los ahorradores fueran indiferentes entre recuperar su capital
en un día o recuperarlo al cabo de 30 años, lo habrían prestado desde un
comienzo a 30 años, pues los tipos de interés que hubiesen percibido habrían sido
superiores. Además, también hay que tener presente que el problema de fondo no
es que haya carestía de dinero, sino de bienes económicos: si los ahorradores
desean recuperar su capital en un día para comprar comida y los inversores van a
tardar 30 años en producir alimentos, los primeros se morirán de hambre por
mucho dinero que imprimamos para permitir a los inversores devolver sus deudas
a los ahorradores.

Llegados a este punto, ya estamos en posición de describir qué es eso de expandir


el crédito o rebajar los tipos de interés de manera artificial. El crédito se expande
artificialmente cuando se canaliza capital que debe devolverse a corto plazo
hacia préstamos a largo plazo: no hay ahorro a largo plazo (predisposición del
ahorrador a renunciar a su capital durante un largo período de tiempo) que
financie los préstamos a largo plazo (la transferencia de un capital durante un
largo período de tiempo). O, dicho de otra manera, los tipos de interés a largo
plazo se reducirán de manera artificial no porque haya más ahorro a largo plazo,
sino porque la oferta de fondos prestables a largo plazo se habrá incrementado a
partir de la oferta de fondos prestables a corto plazo. Será esa distorsionada
disminución de los tipos de interés y esa manipulada oferta de crédito a largo
plazo lo que inducirá a los agentes económicos a sobreendeudarse y malinvertir a
mucho mayor plazo del que los ahorradores están dispuestos a esperar, dando
como resultado un primer período de prosperidad ficticia (crece el consumo y la
inversión gracias a un crédito falsamente elevado) seguido de otro de depresión
(colapso económico y financiero como consecuencia de las distorsiones
acumuladas durante la prosperidad ficticia).

Los bancos son los agentes económicos que con más asiduidad recurren a este
perjudicial descalce de plazos: las deudas de los bancos son depósitos a la vista
(plazo de vencimiento a discreción del depositante) o a corto plazo, mientras que
sus inversiones son créditos a muy largo plazo (hipotecas a 40 años, préstamos
empresariales, créditos al consumo, etc.). Afortunadamente, en un mercado donde
la moneda y la banca se desarrollan en libertad y sin privilegios gubernamentales,
los bancos no tienen apenas margen para realizar esas peligrosas operaciones,
pues tan pronto como sus acreedores dejaran de refinanciarles, caerían en
suspensión de pagos. Desgraciadamente, en nuestro mercado ultraintervenido y
ultraprivilegiado, una institución estatal llamada banco central tiene el
monopoliode la emisión de papel moneda, lo que le permite proporcionar
refinanciación barata a los bancos privados que descalzan plazos durante muy
dilatados períodos de tiempo (hasta que el sobreendeudamiento y las malas
inversiones sociales se saturen y colapsen) y prolongar de manera perversa la
duración y devastación de los ciclos económicos.

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¿Es el liberalismo una ideología al servicio de los
empresarios?
Publicado el 17 febrero 2013 por admin

Los enemigos de los mercados libres suelen caracterizar el liberalismo como


una ideología sometida a los intereses del empresariado, sobre todo
del gran empresariado. Al muy conspiranoico modo, tratan de describir el
liberalismo como un conjunto de hipótesis ad hoc dirigidas todas ellas a
beneficiar a la plutocracia gobernante: impuestos bajos o inexistentes, ausencia
de regulaciones laborales, defensa de la propiedad de quienes ya tienen elevados
patrimonios, oposición a la mal llamada legislación de defensa de la
competencia, etc. Ciertamente, dando una visión muy parcial y sesgada del
asunto, la hipótesis podría resultar verosímil, si bien cuando escudriñamos un
poco en la realidad podemos comprobar su escaso fundamento.

Para empezar, hay que decir que el liberalismo busca descubrir aquellos
principios normativos universales y simétricos que permiten que cada individuo o
grupo de individuos pueda satisfacer sus fines vitales de manera voluntaria,
cooperativa y mutuamente beneficiosa con otros individuos o grupos de
individuos. La materialización práctica de esta saludable premisa es que las
relaciones humanas han de venir coordinadas sobre la base del respeto a la
propiedad privada y a los contratos voluntariamente firmados, sin que ninguna
persona tenga derecho a iniciar la violencia contra la propiedad privada ajena y
las cargas que convencionalmente ha asumido (incumplimiento contractual). Por
consiguiente, ya desde un comienzo no puede decirse que el liberalismo esté al
servicio de la clase empresarial, pues los derechos y deberes fundamentales son
los mismos para todos los individuos, sean quienes sean y se hallen en la posición
en la que se hallen.

Claro que, frente a lo anterior, la respuesta más común suele ser: siun liberal
defiende simétricos derechos y deberes para todos es porque sabe que esa
igualdad jurídica beneficia a los empresarios frente al resto de la sociedad (por
el motivo que sea: por ser los más hábiles, los más listos, los más guapos o los
más ricos); el marco aparentemente razonable no deja de ser un subterfugio para
consolidar un régimen de explotación empresarial: no puede tratarse de igual
modo a quienes son diferentes.

Demostrar que el imperio jurídico de la propiedad privada y de loscontratos


voluntarios es beneficioso para todos nos llevaría demasiado lejos; baste decir a
este respecto que si el mercado no es un juego de suma cero –y no lo es–, todos
pueden salir ganando de la cooperación social, por mucho que algunas personas
(las más perspicaces) sean capaces de obtener más beneficio de esa cooperación
que otras personas, pero el caso es que todas tienen el potencial de salir ganando
(unas más, otras no tanto). Lo que sí me interesa en este artículo es refutar la
hipótesis de que todas las propuestas liberales son, en el fondo, una mascarada
dialéctica dirigida a que el empresario pueda lucrarse con impunidad.

Ya de entrada, semejante paranoia se enfrenta con un problema irresoluble: los


intereses de los empresarios y de los capitalistas no son ni mucho menos
homogéneos. Dentro de una misma empresa hay distintos intereses en liza (por
ejemplo, el capitalista quiere que el empresario no se le desmadre y el
empresario puede intentar lucrarse a costa del capitalista: es lo que se conoce
como problema del agente-principal); dentro de una misma industria, dos
compañías pueden competir y batallar hasta que una de ellas desaparezca
(verbigracia, dos fabricantes de teléfonos móviles o de sistemas operativos);
dentro de un mismo sistema económico, diferentes industrias pueden reproducir
esa feroz competencia para quedarse con los consumidores de la otra (por
ejemplo, empresarios que fabrican máquinas de escribir y ordenadores
personales); incluso dentro de la economía global, los intereses generales de unos
capitalistas pueden estar enfrentados a los de otros capitalistas (por ejemplo,
cuando escuchamos que los especuladores se están cebando con las acciones o
con la deuda de una empresa, es evidente que los intereses de los especuladores
están absolutamente contrapuestos a los de la empresa contra la que especulan).
Si los liberales tuviéramos que defender militantementelos intereses de
empresarios y capitalistas, colapsaríamos víctimas de un cortocircuito
esquizofrénico: exactamente, ¿los intereses de qué empresarios o capitalistas
habría que defender en cada momento? Aunque fueran los del mejor postor, ese
empresario no siempre tiene por qué salir ganando con el libre mercado, pero los
liberales coherentes siempre defienden el libre mercado, ¿cómo conjugar eso con
las variables posiciones de cada empresario dentro del mercado?

Y es que, como digo, no es ni mucho menos cierto que todos los empresarios o
que todos los capitalistas salgan permanentemente beneficiados de un mercado
libre y, por tanto, no todos ellos –ni siquiera una mayoría– defenderán los
principios del liberalismo, o no lo harán en todo momento. En realidad, el
mercado libre sólo beneficia a aquellos empresarios o capitalistas que sean
capaces de invertir adecuadamente su capital para satisfacer, mejor que el resto,
las cambiantes necesidades de los consumidores… y sólo mientras sigan
siéndolo: se trata, pues, de un entorno bastante incierto, hostil y mutable en el que
pocos empresarios se sienten permanentemente confortables. Lo que la gran
mayoría de empresarios desearía es que el Estado les garantizara su acotada
parcela de actividad, sus beneficios mínimos anuales y otro tipo de canonjías que
les permitieran disfrutar de la vida sin quebraderos de cabeza. Si los liberales
estuvieran al servicio del empresariado, sus principales reivindicaciones
consistirían en exigir al Estado regulaciones y gastos que maximicen el lucro
empresarial. Pero es justamente al contrario: reclaman derogar todas esas
regulaciones y gastos públicos que tan lucrativos resultan para cierta casta
corporativa.

Por hacer un listado no exhaustivo, la inmensa mayoría de liberales se opone a


este tipo de prebendas tan del gusto de muchos empresarios acomodados:

1. Precios garantizados, subvenciones o rescates. En un mercado libre, todas


las empresas deben estar sujetas a los deseos de los consumidores. Eso
implica que ningún capitalista tiene garantizadas sus rentas futuras, sino que
éstas aflorarán en tanto en cuanto sigan siendo capaces de satisfacer mejor
que el resto a los consumidores. Este principio, claro, no es sólo de
aplicación a capitalistas y empresarios, sino a todos los agentes económicos
(de ahí la muy extendida percepción de que somos esclavos del mercado);
pero lo importante es que también les es aplicable a ellos. En consecuencia,
los liberales se oponen a todo tipo de tretas estatistas dirigidas a burlar esta
servidumbre al consumidor, como pueden serlo los precios garantizados (el
Estado compra la mercancía estropeada de un empresario a precios más
altos que los que están dispuestos a abonar los consumidores), las
subvenciones (se obliga a los contribuyentes a sufragar un proyecto
empresarial que no concuerda con sus gustos como consumidores y, por
tanto, se somete a estos últimos a los caprichos del empresario) o los
rescates (compañías fallidas que han destruido más riqueza de la que han
sido capaces de crear y que deberían desaparecer pero a las que se les
reflota en contra de los deseos últimos de los consumidores). Los
empresarios gustan de precios garantizados, de subvenciones y de rescates;
los liberales, no.
2. Barreras de entrada al mercado. Si el empresario debe servir al consumidor
en todo momento mejor que los demás, es evidente que su puesto dentro de
la organización económica peligra cada segundo. Puede que ahora mismo no
conozca de ninguna amenaza, pero eso no significa que no se esté preparando
en algún garaje o en algún despacho un plan de negocios que a corto, medio
o largo plazo termine destronándolo. Los empresarios que se hallan dentro
del mercado adoran, por consiguiente, todo tipo de trabas y de barreras de
entrada que impidan que empresarios con nuevas ideas los desbanquen. Los
liberales, en cambio, se oponen a toda regulación que bloquee esa sana
competencia,precisamente porque la competencia permite enterrar a los
empresarios menos eficientes: ni licencias, ni reglamentaciones que
impongan gravosos costes iniciales, ni concesiones exclusivas, ni
siquiera patentes. De nuevo, los empresarios ya asentados adoran las
restricciones a la competencia; los liberales las detestan.
3. Aranceles y otras barreras proteccionistas. Una forma de protección contra
la competencia que, por su importancia, ha adquirido entidad propia son los
aranceles, las cuotas y demás barreras proteccionistas. Este armazón
mercantilista blinda a las empresas nacionales de la competencia exterior,
asegurando a los empresarios que se han especializado en atender al
mercado interno que van a mantener su cortijo. Dado el tamaño de la
economía mundial en relación con el de la economía nacional, sólo hay que
pensar en la enorme desazón que siente un empresario nacional cuando, de
repente, caen las barreras comerciales y se encuentra con toda una marabunta
de potenciales competidores extranjeros. De ahí que muchísimos
empresarios adoren el proteccionismo comercial, mientras que los liberales
siempre han sido marcadamente librecambistas. Nuevamente, los
empresarios van por un lado, los liberales por otro.
4. Crédito artificialmente barato. Capitalistas y empresarios suelen tener, al
menos en un comienzo, una relación pasional con el crédito barato. Muchos
empresarios venden la mayor parte de sus mercancías a crédito (viviendas,
grandes electrodomésticos, automóviles, etc.), de modo que, a más crédito,
más ventas. Asimismo, para montar una empresa, o para multiplicar sus
rendimientos, es necesario capital, y una forma de obtener ese capital de
manera asequible es con un volumen de crédito artificialmente abaratado. A
su vez, los empresarios proveedores de ese crédito artificialmente barato y
abundante –los banqueros– también obtienen plusvalías extraordinarias por
su mayor volumen de negocio. Por tanto, casi todos los empresarios están
encantados con las expansiones crediticias derivadas de la privilegiada
situación de los bancos. Por el contrario, los liberales rechazan las
manipulaciones inflacionistas del crédito e incluso llegan a proponer para
evitarlas el abandono de la moneda fiduciaria y el cierre de esos monopolios
estatales llamadosbancos centrales que tanto convienen y benefician a los
bancos privados. Otro punto donde empresarios y liberales chocan de frente.
5. Planes de estímulo y obra pública. Una posible derivada de las expansiones
crediticias es el endeudamiento estatal dirigido a acometer todo tipo de
proyectos disparatados, como puede ser la obra pública megalómana.
Muchas empresas están encantadas con tales planes de estímulo por cuanto
incrementan sus ingresos (sobre todo, las que son directamente beneficiarias
de los contratos estatales, pero también aquellas que salen ganando por
el estímulo temporal del gasto agregado). De hecho, tales estímulos no son
más que una forma de subvención y, como todas las subvenciones, son
rechazados frontalmente por los liberales. Otro ejemplo de no coincidencia
de pareceres entre unos y otros.

En suma, que los liberales defiendan un marco jurídico donde los mejores
empresarios puedan prosperar y enriquecerse no significa que estén a su servicio,
pues también es un marco donde los malos empresarios –sin las redes y los
privilegios estatales– están condenados a fracasar y arruinarse; y sucede que los
empresarios exitosos de hoy pueden ser los fracasados de mañana. Si los
liberales defienden ese marco es porque es el marco óptimo para que todos
satisfagan sus necesidades: pues los mejores empresarios se enriquecen sólo
después de haber generado mucho valor para los consumidores. La realidad,
pues, es más bien la opuesta: son los antiliberales intervencionistas quienes
recurren a todo tipo de argucias estatistas para socavar la soberanía del
consumidor y, consciente o inconscientemente, llenar los bolsillos de los cuatro
empresarios afines al régimen.

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¿Refutó Milton Friedman a los austriacos?
Publicado el 18 mayo 2013 por admin

Circula por internet la conveniente leyenda de que Milton Friedman refutó


empíricamente la teoría austriaca del ciclo económico al demostrar que no existía
relación alguna entre las reducciones de los tipos de interés por parte de la
Reserva Federal y las crisis económicas. Como es sabido, Mises y Hayek (entre
otros) pretendieron explicar la recurrencia de períodos de auge y depresión
aduciendo que el sistema bancario (no necesariamente la banca central)
conseguía reducir de manera artificial los tipos de interés, incentivando con ello
un período de malas inversiones generalizadas (boom) que inexorablemente
conduciría a su colapso y posterior reajuste (depresión). Por tanto, si Friedman
verdaderamente hubiese demostrado la ausencia de correlación entre reducciones
de los tipos de interés y las crisis, debería uno plantearse si la teoría austriaca
adolece, en efecto, de alguna falla interna. Pero ¿es así? ¿De verdad Friedman
enterró la teoría miseana y hayekiana de las depresiones?

Pues no. De entrada, Friedman en ningún momento estudió la correlación entre


reducciones de los tipos de interés y crisis económicas; pero, además, aunque lo
hubiese hecho, probablemente se habría visto forzado a reconocer que sí existe
una fuerte vinculación entre ambos fenómenos.

Lo que, en cambio, analizó Friedman en 1964 y en 1993 fue otro asunto distinto:
¿existe correlación entre la intensidad de un período de expansión económica y la
intensidad del subsiguiente período de recesión? Y la conclusión que alcanzó fue
que no, que la duración e intensidad de las depresiones era básicamente aleatoria:
en algún momento, y por algún motivo, la economía encallaba y lo hacía con
variables niveles de gravedad. El de Chicago, sin embargo, sí encontró una
relación entre la intensidad de esas aleatorias recesiones y el brío de la
recuperación subsiguiente: crisis medianas eran seguidas por recuperaciones
medianas y crisis vigorosas por recuperaciones igualmente vigorosas. Era, pues,
como si la economía se situara normalmente sobre su tendencia de crecimiento a
largo plazo y, de vez en cuando, se fuera descolgando en forma de crisis
transitorias: es lo que Friedman denominó su Plucking model.
A juicio del de Chicago, el hecho de que no hubiese relación entre la expansión
económica previa y la recesión posterior sembraba “serias dudas sobre la
veracidad de aquellas teorías que consideran que la causa de las depresiones
profundas se debe a los excesos cometidos durante la expansión previa (el ciclo
económico de Mises, como claro ejemplo)”. Pero ¿realmente la teoría austriaca
es incompatible con las observaciones empíricas que realiza Friedman? Me temo
que, para desgracia de quienes se escudan en el de Chicago, no.

Primero porque, como el propio Friedman reconocía en sus artículos, existe un


obstáculo muy considerable para llegar a tal desenlace: ¿cómo definimos el
período de expansión al que vinculamos el período de depresión subsiguiente? La
opción más sencilla es la que adoptó el de Chicago: tomar como expansión el
período inmediatamente posterior a la última recesión. Mas esta elección tiene un
problema: ¿qué sucede si buena parte de la magnitud de las crisis se debe a las
distorsiones acumuladas e insuficientemente depuradas durante las anteriores
crisis? Por ejemplo, gran parte de la intensidad de la crisis actual se puede
explicar no sólo por las malas inversiones y el sobreendeudamiento que se
acumuló entre 2001 (última recesión) y 2008, también por los desequilibrios
gestados con anterioridad a 2001: no olvidemos que en esa fecha Alan Greenspan
consiguió reinflar la burbuja crediticia antes de que una recesión que apenas duró
nueve meses consiguiera purgar todos los errores acumulados. Sólo por esto los
resultados de Friedman, como él mismo admitía, deberían ser puestos en
cuarentena.

Pero, en segundo lugar, existe una dificultad todavía mayor para considerar que el
de Chicago efectivamente refutó a los de Viena: básicamente, que no es
incompatible con la teoría austriaca. Ninguna economía puede operar en cada
momento por encima del nivel que se deriva del pleno uso de sus recursos:
cuando todos los factores estás ocupados, crecer todavía más es muy complicado.
La cuestión, por tanto, es si la utilización plena que se realiza de esos recursos es
sostenible o no (es decir, si esos factores están fabricando riqueza o, en cambio,
se insertan en malos planes de negocio). Y de eso justamente trata la teoría
austriaca del ciclo económico: pronosticar que la manipulación de los tipos de
interés provocará no un exceso de inversiones en general, sino de malas
inversiones (el perfil temporal y de riesgo de los planes de negocio será
incompatible con las preferencias y necesidades de los ahorradores). Mises y
Hayek no afirmaron que, durante los booms, la economía fuera a crecer por
encima de su potencial (algo harto complicado), sino que crecería de manera
insana y, en consecuencia, estaría condenada a pinchar. De nuevo, por
consiguiente, las observaciones de Friedman no contradijeron en nada la teoría
austriaca.

En definitiva, aunque pueda resultar muy cómodo apelar a la autoridad de


Friedman para echar por tierra las ricas conclusiones alcanzadas por autores de
la talla de Hayek o Mises a cuenta de los ciclos económicos, me temo que no
sirve: no sólo plantea la cuestión de manera errónea, sino que llega a
conclusiones plenamente compatibles con la teoría austriaca. Será menester,
pues, buscar mejores argumentos.

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¿Y si sólo compráramos productos españoles?
Publicado el 21 mayo 2013 por admin

Una de las ideas más primarias de la historia del pensamiento económico ha sido
la del mercantilismo: la concepción de la economía como un sistema cerrado y
sujeto a un interés nacional en muchas ocasiones contrapuesto al de los individuos
que componen las naciones. El mercantilismo observa al extranjero –al comercio
internacional y a la división global del trabajo– como severísimas amenazas
contra los intereses patrios; de ahí que Eli Heckscher, el mayor estudioso del
mercantilismo, lo definiera como ”la teoría económica del nacionalismo”.

En medio de una crisis, el mercantilismo resurge culpando de los problemas


internos a las “invasiones” comerciales externas. No es inhabitual echar las
culpas del paro y de la depresión nacional a unos antipatriotas ciudadanos que
consumen productos extranjeros, de tal guisa que, según se nos alecciona, si nos
limitáramos a comprar productos propios, el paro y la crisis terminarían en un
santiamén.

¿Es así? Si los españoles sólo compráramos productos españoles, ¿desaparecería


el paro?

De entrada, hay que matizar que no queda muy claro qué es hoy unproducto
español. ¿Un automóvil ensamblado en España a partir de piezas producidas en
Alemania es español? ¿Y un automóvil ensamblando en Alemania a partir de
piezas producidas en España? ¿Podemos decir que la agricultura española sigue
siendo española en caso de que haga un uso intensivo de petróleo y de abonos
importados? Un reciente estudio de la Reserva Federal estadounidense halló que
casi el 36% de los ingresos por ventasmade in China se quedaban en EEUU y
que, por el contrario, alrededor del 7,5% de los ingresos de mercancías made in
USA se marchaban (y eso son medias, claro está; habrá productos concretos
donde esos porcentajes sean muchísimo mayores). En tanto en cuanto no todo el
comercio internacional se concentra en bienes finales de consumo, sino que
también afecta a bienes intermedios, la nacionalidad de la producción es mucho
más difusa de lo que podríamos pensar en un principio.
Así pues, digamos que todo producto es en gran parte mestizo, de manera que lo
que debería contar, incluso desde una perspectiva mercantilista, es dónde se
genera la mayor parte de su valor añadido; pero, de nuevo, esto tampoco guarda
una relación unívoca con un mayor trabajo nacional: un alto valor añadido interno
puede haber sido generado con muy poca participación de trabajadores y, por
tanto, ir a parar casi íntegramente a un capitalista español que invierta en el
extranjero (por falta de oportunidades internas). Por consiguiente, la relación
causal de “a más consumo de productos españoles, más trabajo en España” es
mucho menos clara de lo que podría parecer, y en ocasiones podría ser la inversa
(dejamos de comprar productos alemanes, de manera que los factores productivos
españoles que cooperaron en su fabricación van al paro y el capitalista alemán
que se forraba con su venta se arruina y paraliza ciertas inversiones que quería
acometer en España).

Pero asumamos el caso extremo de dos países que intercambian bienes finales
intensivos en trabajo producidos íntegramente en su interior. Si alguno de ellos
tiene elevadas tasas de paro, ¿no estaríamos mejor si lo compráramos todo
dentro? En realidad no. Asumamos que España compra bienes alemanes y
viceversa, pero que, de repente, y en un alarde de mercantilismo, los españoles
boicotean a los alemanes para consumir sólo mercancías interiores. En tal caso,
dos efectos tendrían lugar.

Por un lado, si los alemanes no nos venden sus productos (hoy o en el futuro),
tampoco podrán seguir comprándonoslos. Los teutones importaban mercancías
españolas merced a los ingresos que obtenían de exportarnos su producción: la
única manera que tienen los alemanes de pagarnos es vendiéndonos sus productos,
ésos que nosotros nos negamos a comprar. Por consiguiente, por esta vía lo único
que sucedería es que algunos productores españoles (los que exportaban a
Alemania y los que abastecían el gasto interno de esos exportadores) se verían
perjudicados para que salieran beneficiados otros (aquellos que no vendían sus
productos porque los españoles preferían importarlos desde Alemania, así como
los que pasasen a abastecer su demanda interna). Ganancias netas no las hay, ni
siquiera desde el punto de vista nacional(ista); más bien, como veremos, pérdidas
netas.

Por otro, y ligado con lo anterior, si los españoles incrementamos nuestras


compras internas aunque nos sean más caras o de peor calidad que las alemanas,
lo que sucederá es que nuestra renta disponible caerá, de manera que nuestros
gastos en otros productos españoles se tendrán que reducir en la misma
proporción. Si por comprar coches españoles en lugar de alemanes hemos de
pagar un 50% más, es evidente que ese sobreprecio deja de estar disponible para
gastarlo en otras mercancías españolas; por ejemplo, saldríamos menos veces a
cenar, perjudicando las cuentas de los restaurantes (y si la totalidad del ahorro de
ese sobreprecio iba previamente a comprar productos alemanes, lo que sucederá
es lo que tratamos en el punto anterior: caída de las compras alemanas a España).
Dicho de otra manera: de nuevo, lo único que conseguimos es que ciertos
productores nacionales salgan ganando y otros perdiendo.

En el fondo, lo que pasa es que, a causa de un patriotismo mal entendido, cada


país pasa a especializarse en fabricar internamente unos bienes de un modo
mucho más ineficiente que antes, pues se premia a los productores que lo hacen
peor: en este caso, ineficiencia significa emplear más factores en producir los
mismos bienes o producir menos bienes con los mismos factores. Y, obviamente,
si todos producimos menos bienes que antes, por fuerza también deberemos gastar
menos que antes (no podemos comprar lo que no hemos producido).

En suma, el problema no es que gastemos demasiado poco dentro de España.


Reducir las importaciones a cambio de un mayor consumo interno supone, a la
larga, minorar también las exportaciones; y si ese consumo interno es más caro
que las importaciones que veníamos realizando, sólo nos estaremos
empobreciendo (produciremos y consumiremos menos en agregado). Salvo que se
endeuden, un individuo o una sociedad sólo pueden gastar más si previamente
producen más, de manera que la cuestión sigue siendo la misma de siempre: cómo
un país plagado de malas inversiones encuentra un nuevo modelo productivo que
genere valor. Quienes defienden un mayor gasto patriótico en el interior no tienen
una receta para acelerar la salida de la crisis, sino que se limitan a reclamar que
la generación de valor de ese nuevo modelo productivo se restrinja a un páramo
cerrado y autárquico en lugar de enclavarse en un entorno amplio y cosmopolita
de división cooperativa del trabajo.

¿Dónde resulta más probable que los españoles generemos mayor riqueza? ¿En un
mercado potencial de 7.000 millones de clientes, con amplios flujos financieros
para financiar nuestros proyectos empresariales, con capacidad para acceder a
cualquier factor productivo específico que requiramos y con los incentivos para
especializarnos en aquellas actividades en las que somos relativamente mejores?
¿O en un diminuto y decadente mercado de 50 millones de clientes, con apenas
ahorro interno, sin acceso a la mayor parte de factores específicos y forzados a
especializarnos en aquello en lo que somos relativamente peores? Si opta por la
segunda respuesta, plantéese si ese mismo principio podría aplicarlo a su
comunidad autónoma, a su ciudad o a su barrio. ¿Alguien puede creer que
saldríamos ganando si sólo pudiéramos comprarles a los comerciantes y
fabricantes que se hallaran a un kilómetro a la redonda, por caros y deficientes
que fueran?

Comprar productos españoles caros y de mala calidad por el hecho de ser


españoles no nos convierte en más patriotas, sólo hace que nos peguemos un tiro
en el pie: a saber, que sacrifiquemos a los consumidores españoles para
beneficiar a los productores nacionales ineficientes a costa de perjudicar a los
eficientes.

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Apéndice: comentarios de los lectores
El complejo mundo de la Economía

Salvador Says:
marzo 17th, 2011 a las 22:48

Bravo profesor. Lo siguo desde hace tiempo y me parece muy interesante


todo lo que dice. Aunque es cierto que algunos de sus artículos son bastante
complejos para el profano. Le animo a que continue con esta sección. La
cultura economica y financiera de la gente de a pie brilla por su ausencia.
No es un juego de suma cero

Javier Says:
octubre 1st, 2011 a las 18:24

La economía *productiva* no es un juego de suma cero, por supuesto. La


economía financiera sí es un juego de suma cero. Si un trader compra al
descubierto miles de acciones y las vende súbitamente para provocar una
caída de precio, ¿cómo gana la economía con ello? Pero lo cierto es que
cada vez una fracción mayor de la economía es financiera, y no productiva.
La tasa de beneficios de la economía productiva cae de continuo, debido a la
mejora tecnológica. Por esa razón estamos en esta crisis.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 1st, 2011 a las 19:40

Tengo pendiente escribir por qué la economía financiera también es


productiva. De momento, en estos artículos encontrará algunas respuestas:

http://juanramonrallo.com/16/07/2011/%C2%A1viva-la-especulacion/
http://juanramonrallo.com/12/08/2011/%C2%BFespeculacion-buena-
especulacion-mala/

Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 11:30

No creo que pueda convencerme de que las operaciones short naked puedan
ser positivas para la sociedad en ningún sentido… Estaré encantado de leer
su próximo post, pero haga el favor de discutir ese ejemplo en concreto. Un
afectuoso saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 2nd, 2011 a las 11:34

Ese ejemplo lo tiene discutido en los dos artículos que le enlazo,


especialmente en este:
http://juanramonrallo.com/12/08/2011/%C2%BFespeculacion-buena-
especulacion-mala/
Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 14:53

Entonces, George Soros, en el “Black Wednesday”, ¿hizo un millón de libras


sólo ajustando el valor de la libra a la “realidad”? Es bastante difícil de
creer. En realidad, una mejor manera de entenderlo: George Soros hizo un
millón de libras a costa de la población británica.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 2nd, 2011 a las 15:01

Si el Banco de Inglaterra no pudo defender la paridad, es que la habían


demasiado alta. Por otro lado, los defensores de las políticas de devaluación
te dirán que Soros prestó un enorme servicio a la población británica:
“Whilst many people in the UK recall ‘Black Wednesday’ as a national
disaster, some conservatives claim that the forced ejection from the ERM
was a “Golden Wednesday”[7] which paved the way for an economic
revival, the Conservatives handing Tony Blair’s New Labour a much
stronger economy in 1997 than had existed in 1992[8]as the new economic
policy swiftly devised in the aftermath of Black Wednesday led to re-
establishment of economic growth with falling unemployment and inflation
(the latter of which had already been falling before Black Wednesday)”.
http://en.wikipedia.org/wiki/Black_Wednesday

Particularmente, el sistema de dinero fiduciario me parece perverso en casi


todos sus aspectos. No me gustan nada las devaluaciones, pero tampoco las
paridades artificiales que no pueden mantenerse.

Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 15:03

Whatever… pero el millón de libras de beneficio tuvo que salir del bolsillo
de alguien. ¿De quién fue?

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 2nd, 2011 a las 15:06

De quienes habían apostado por que la libra no se devaluaría y Soros


perdería un millardo. ¿De dónde salen los beneficios que obtiene Warren
Buffett? De gente que no esperaba que sus acciones subieran tanto y que se
las vendieron demasiado baratas. Lo mismo Soros: como juzgó que el precio
de la libra estaba artificialmente alto, las vendió más baratas y luego las
recompró todavía más baratas. Si el Banco de Inglaterra hubiese tenido
suficientes reservas y hubiese podido defender la paridad, Soros habría
salido perdiendo.

Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 15:44

La devaluación de la libra hizo a los británicos más pobres. De forma que el


dinero, en realidad, salió de los bolsillos de los británicos. ¿No es cierto?

Al final, los especuladores terminan siempre por meter su mano en el


bolsillo de los ciudadanos. Como, otro ejemplo, con la especulación
alimenticia. Los precios de los alimentos han subido una barbaridad en los
últimos años, sin ningún motivo técnico ni físico para ello. ¿La razón real?
Los especuladores se hacen ricos a costa del bolsillo de todos los demás.

Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 16:31

Te doy otro ejemplo, y ya te dejo tranquilo. El mercado de los Credit Default


Swaps. Doy un préstamo basura, sabiendo perfectamente que es basura. Lo
junto con un paquete de otros préstamos en mejores condiciones y consigo
que alguna agencia de calificación amiga lo califique AAA. Me hago un
seguro de impago, sabiendo que ha de colapsar… y vendo el paquete. ¿Por
qué se permite que la gente contrate seguros contra el colapso de bienes que
no tienen? Es como si me permitieran contratar un seguro contra incendios de
la casa de mi vecino. Obviamente, será en mi interés que la casa de mi
vecino se queme… Que luego no se extrañen si la ciudad se llena de
incendios.

Tienes razón: la economía financiera no es un juego de suma cero. Es un


juego de suma negativa.

Mira, soy físico, estoy acostumbrado a ciencias empíricas contrastables de


verdad. La economía neoclásica no lo es, aunque no sé si algún tipo de
economía lo es. Quizás necesitéis que os llegue vuestro Newton, pero aún no
ha ocurrido. Vuestras predicciones han sido sistemáticamente refutadas por
la experiencia de los últimos 3 años, pero aún os refugiáis en ellas, como si
de un dogma religioso se tratara.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 3rd, 2011 a las 12:31

La devaluación de la libra empobreció a algunos británicos (importadores) y


enriqueció a otros (exportadores que producían con factores productivos de
dentro del país). El dinero fiduciario es así de perverso, pero eso no es
culpa del Estado, sino del Estado por imponérnoslo. Soros simplemente
forzó una devaluación porque el Banco de Inglaterra era incapaz de defender
un tipo de cambio demasiado alto. Por poner una analogía con el patrón oro:
si el Banco de Inglaterra tuviese (o puede conseguir) media onza de oro por
cada libra en circulación y, pese a ello, prometiese entregar 100 onzas de
oro por libra en circulación, forzar la devaluación simplemente sería
obligarle a reconocer que sus promesas eran fraudulentas. ¿Se empobrece
alguien? En realidad no, porque el Banco de Inglaterra había mentido en
primer término sobre cuál era la riqueza de los tenedores de libras.

Sobre los alimentos: más de lo mismo. Su encarecimiento responde a


motivos fundamentales: el aumento de la demanda asiática y el fuerte
encarecimiento de los costes de producción (petróleo).

Y sobre los CDS, no son más que seguros transferibles. ¿Qué lógica tiene
eso? Pues simplemente el de dotar de negociabilidad al seguro. Si yo
contrato un seguro de por vida y luego no quiero mantenerlo, ¿qué hago?
Pues lo vendo a otro que sí esté dispuesto a ello. Lo mismo con las acciones:
¿por qué no obligamos a que la gente que invierta en una empresa
permanezca toda la vida en ella? Absurdo, ¿no?

Javier Says:
octubre 3rd, 2011 a las 14:00

* La devaluación de la libra empobreció a TODOS los británicos


inmediatamente, respecto al resto del mundo. Algunos, a posteriori, se
aprovecharon de dicha devaluación. De ahí salió el dinero de Soros.

* Respecto al mercado de los alimentos, Naciones Unidas y el Banco


Mundial no opinan igual. China prácticamente se autoabastece en términos
alimentarios.
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/hambre/cotiza/Bolsa/elpepusocdmg/20110904e

* Respecto a los CDS, tu argumento no invalida el mío. Ahora, está en mi


interés que la casa de mi vecino arda. Y ahí tienes el incendio, la crisis de
las subprime.

Dices que el mercado asigna precios de manera coherente. Entonces, ¿por


qué los activos tóxicos no los quiere nadie, y los tienen que comprar los
estados? No es que tengan precio alto, ni bajo. Es que NO tienen precio,
nadie sabe dárselo.

La ley de la oferta y la demanda es un mito, como el Minotauro. ¿Me podrías


explicar alguna evidencia empírica, comparable a la de los experimentos en
física? Los físicos somos mil veces más abiertos que vosotros. Quizás sepas
que se ha formado un revuelo porque nuestra ley más sagrada, la
inviolabilidad de la velocidad de la luz, está en entredicho por datos
empíricos. Vosotros antes os suicidáis que aceptar la evidencia en contra de
vuestras leyes.

En cambio, te cuento un mercado que es “anti-Say” (contrario a la ley de


Say). El mercado de trabajo. Cuando bajo el precio, aumenta la oferta.
http://g7e9.wordpress.com/2011/06/10/personas_y_quesos/

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 3rd, 2011 a las 20:21

Insisto, los británico que vendían fuera se enriquecieron, porque cobran en


una moneda que vale más que en la que ellos pagan. Y la culpa de la
devaluación no fue de Soros, sino del Bnco de Inglaterra por fijar una
paridad que no podía defender. Es como decir que los promotores y los
bancos se han empobrecido al pinchar la burbuja inmobiliaria…
obviamente.

En cuanto a los alimentos, sólo has de mirar la fuerte interrelación entre el


precio el petróleo y el de los alimentos. Que un país se autoabastezca no
significa que los precios no tengan que aumentar con la demanda: si la oferta
está en el tramo de rendimientos decrecientes (como sucede con los
alimentos) y la demanda es muy inelástica (como también sucede con los
alimentos) tendrá subidas muy fuertes de precios aunque oferta y demanda
aumenten a la par.

La crisis subprime no se ha originado por los CDS. El crecimiento


desmesurado de los CDS son una expresión de otros problemas subyacentes
(la excesiva degradación de la liquidez bancaria ocasionada por los bancos
centrales). Si la crisis subprime ha sido, como dices, el fuego en la casa del
vecino, tendrías que demostrar cómo han generalizado los impagos de deuda
quienes poseían CDS sobre unos activos que no poseen. Más que nada
porque si incendias la casa del vecino, es muy probable que la aseguradora
quiebre y que no termines cobrando tu CDS (que es más o menos lo que
sucedió con AIG?

La economía es una ciencia que estudia eventos más complejos que la física
y, por tanto, sus leyes son menos exactas:
http://www.ucss.ge/publication/Week%2004.pdf

Por último, la ley de Say no tiene nada que ver con lo que dice el artículo. La
Ley de Say dice que toda demanda de mercancías se paga con oferta de
mercancías. Lo que el artículo sostiene es que presuntamente existe una ley
que establece que cuando el precio de un bien se reduce, su oferta cae, pero
que esa ley encuentra una excepción en el caso del trabajo. Pero vamos, lo
que comenta es una trivialidad que está en todos los libros de primero de
carrera: con el salario también compras ocio, de modo que si el salario cae,
el ocio que puedes comprar se reduce (trabajas más horas). Es de puro
sentido común: los países pobres trabajan más horas que los ricos
precisamente por eso.

Javier Says:
octubre 4th, 2011 a las 18:17

* Los británicos vieron cómo sus libras perdían valor. De ahí salió el
beneficio de Soros. Todos. Luego, a posteriori, una minoría, los
exportadores, se vieron beneficiados. Pero nos estamos repitiendo, no
insistiré en este tema.
* Respecto a los alimentos, ¿has visto las gráficas? La subida de los
alimentos no es, ni en lo más mínimo, conmensurable con la del petróleo.
Además, están los informes de la FAO, el BM, etc. ¿No te merecen respeto?

* La crisis de las subprime no las causó el mercado de CDS. Claro. Las


causó la percepción de “no riesgo” de los que concedían hipotecas. Y los
CDS ayudaron mucho a dicha percepción.

* Dices que la economía estudia sistemas más complejos que la física. De


acuerdo. ¿Cuántos economistas neoclásicos predijeron la crisis? Ninguno.
Entonces, ¿por qué no sois más humildes? ¿Por qué no reconocéis que no lo
sabéis todo? ¿Por qué imponéis vuestros dogmas como si fueran la ley de la
gravitación universal? Cuanto más sigue un gobierno vuestras recetas, más
profundamente se hunde la economía. ¿No deberíais reconocer que NO sois
físicos, que sabéis mucho menos, y lo que sabéis suele estar equivocado?

* Respecto a la ley de la oferta y la demanda, me reconoces, por tanto, que


reducir el precio del trabajo (el salario) no incrementa la demanda del
mismo. Luego estáis proponiendo la política errónea, de nuevo.

La diferencia entre la física y la economía va más allá de la complejidad del


ámbito de estudio. En física luchamos contra el error. En economía se lucha
contra el error y la mentira. Los economistas que dijeron que Islandia era en
el año 2007 un ejemplo a seguir de desarrollo económico… ¿eran
incompetentes o mentirosos? Creo que más lo segundo que lo primero.
Mentir sobre los electrones o las galaxias no reporta beneficios, pero mentir
sobre la política económica, sí los reporta. Los ricos pagan muy bien a los
académicos que mienten. Y la economía neoclásica es una gran mentira.

Así que, va mi pregunta: ¿por qué no predijisteis la crisis del 2008? ¿Sois
mentirosos o incompetentes? Y sea cual sea la respuesta, ¿por qué
debiéramos haceros caso?

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 4th, 2011 a las 18:56

1) Sí, nos estamos repitiendo porque no entiendes que ese es un problema


del dinero fiduciario, no de la especulación:
http://juanramonrallo.com/04/10/2011/el-papel-moneda-destruye-la-
division-internacional-del-trabajo/
2) http://crashoil.blogspot.com/2011/01/revueltas-del-hambre-antesala-del-
caos.html
3) No, la crisis la causó la iliquidez bancaria respaldada por los bancos
centrales, que además incentivó comportamientos muy arriesgados en medio
de una burbuja donde todos los riesgos parecían disiparse.
4) Neoclásicos pocos, austriacos muchísimos. Yo mismo hablaba en 2007 de
que el sistema bancario estadounidense iba a quebrar. Ningún Gobierno
sigue nuestra receta (tener un déficit del 6% en lugar del 11% no es ser
austero, es ser un poquito menos despilfarrador, pero en todo caso
insosteniblemente despilfarrador) salvo, tal vez, los países bálticos que
están bastante mejor: http://www.libremercado.com/2011-10-03/manuel-
llamas-el-ejemplo-baltico-61290/
5) Digo que la oferta no tiene por qué caer si el precio baja. La demanda de
trabajo sí aumenta.
¿Por qué usamos el dinero?

plazaeme Says:
marzo 26th, 2011 a las 11:32

Un pequeño error: quisieran lo que nosotros queremos debería ser


quisieran lo que nosotros tenemos.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 26th, 2011 a las 18:53

Gracias.

enrique Says:
marzo 26th, 2011 a las 19:01

Nihil tam munitum quod non expugnari pecunia possit (No hay castillo lo
suficiente fuerte que resista al dinero). Cicerón.

Teresa Says:
marzo 29th, 2011 a las 9:13

Me alegra saber que las dos cosas son buenas ahorrar e invertir

josvazg Says:
abril 2nd, 2011 a las 14:16

Profesor, ¿tiene pensado algún artículo de esta línea explicando que es la


riqueza y diferenciandola del dinero?

Y sobre todo que explique porque crear más dinero fiduciario no aumenta la
riqueza y, sin embargo, genera devastadores consecuencias.

Gracias,

Rafael Says:
abril 8th, 2011 a las 12:07

Hola Juan Ramón,


Sólo decir que te falta otra virtud del dinero que es la de “fraccionar el
valor”. Es decir, el dinero permite vender una vaca y comprar algo muy
distinto por una fracción del valor de dicha vaca. Esto con el trueque sería
bastante más complicado pues tendrías que vender la vaca por, digamos,
zapatos, y luego ir intercambiando los zapatos por cosas más pequeñas que
deseas. Es decir, tendrías que utilizar los zapatos como una reserva y unidad
de valor, algo bastante más complicado que usar el dinero para dicha
función.

El dinero metálico marcó un antes y un después en la historia de nuestra


civilización -aunque ya antes se utilizaban otros productos con una función
similar aunque sin todas sus propiedades-, nó sólo porque facilitó
sobremanera los intercambios comerciales sino también porque permitió a
los estados financiarse mediante el señoriaje, crear una estructura
administrativa eficiente y, a nivel de los pueblos, canalizar el ahorro hacia
inversiones no directamente relacionadas.

Como veo que pareces explicar en tu texto, la moneda sirve únicamente para
contrastar el valor económico de un bién respecto al resto de los bienes de
un mercado. Otra cosa es el orígen de dicho valor económico. De dónde
surge el valor de los bienes. Es aquí donde se ha fracasado hasta ahora en
dar una formulación que sirva indiscutíblemente como base de todo el resto
de la teoría económica.

Yo lo estoy intentando hacer desde hace unos años. Si quieres, puedes echar
una ojeada a mi blog en la entrada

http://ralpherns.wordpress.com/2011/01/13/sobre-el-origen-del-valor/

Un saludo cordial

¿Hay una burbuja en el precio del oro? | Oro y Finanzas dice:


julio 23rd, 2011 a las 11:53

[...] trozo inútil de papel). El motivo debería resultar evidente: el bien que se
utiliza como dinero presta otras funciones mucho más valiosas que las que
desempeña como bien de consumo. La diferencia entre el precio y su utilidad
directa de uso, lo que muchos calificarían de [...]
¿Qué es el dinero fiduciario? | Oro y Finanzas dice:
diciembre 5th, 2011 a las 12:38

[...] pues, en que el dinero fiduciario es un muy mal dinero. Si, según
decíamos, las dos funciones básicas de todo dinero son las de ser un medio
general de intercambio y un [...]

Comentarios a ‘¿Es el dinero electrónico el dinero del futuro?’ « Artir


contra el mundo dice:
julio 6th, 2012 a las 21:10

[...] la postre, no olvidemos que los agentes económicos buscamos que el


dinero desempeñe dos papeles: medio de cambio y depósito de valor, y éste
último sólo puede ser ejecutado de un modo muy deficiente por el dinero [...]
Los faros del capitalismo

Miguel Pazos Says:


abril 4th, 2011 a las 12:56

Efectivamente. El sistema perfecto o “ideal”, como muchos quieren hacernos


ver, no existe. Pero no existe porque la humanidad no es perfecta. Desde este
prisma entonces, se hace evidente que necesitamos libertad en todo sus
sentidos, y libre albedrío. De lo contrario tendremos un sistema más
ineficiente e imperfecto, puesto que un grupo de personas reunen el poder
necesario para arrastrar por el mal camino al resto.

Un saludo.

Pero, ¿habría suficiente oro? | Oro y Finanzas dice:


junio 27th, 2011 a las 12:17

[...] no sea igualmente recomendable en un capitalismo con un patrón


monetario más elástico; al cabo, los precios son los faros del capitalismo y
nada bueno puede resultar de su [...]
¿Qué son los tipos de interés?

Fulgencio Says:
abril 8th, 2011 a las 20:31

“Sin preferencia temporal no habría tipos de interés”.

Sí que los habría (como se apunta en el mismo párrafo): basta con que
existan, por ejemplo, perspectivas inflacionistas o aversión al riesgo para
que nadie esté dispuesto a prestar su dinero a un tipo de interés nulo (aun
cuando le resulte indiferente disponer de su dinero ahora o en el futuro).

Salvador Says:
abril 9th, 2011 a las 6:56

Ahora entiendo el viejo dicho: “El tiempo es oro”

Miguel Angel Says:


abril 12th, 2011 a las 8:19

Dr. Rallo,
Como siempre, muy instructivo y elocuente. Este último artículo y,
probablemente, el que anuncia para una próxima ocasión sobre aversión al
riesgo, me dan pie a plantearle una duda que hace algún tiempo me ronda por
las meninges sin que consiga llegar a dilucidar una conclusión convincente.
Se trata de lo siguiente:
Si lo he entendido bien (puede que el problema proceda de la fuente de la
información:
http://www.elpais.com/articulo/economia/prima/riesgo/funciona/elpepueco/20101130elpe
… ;-), el mecanismo de la llamada “prima de riesgo” funciona según la
lógica de que cuando un inversor percibe un mayor riesgo en la propuesta de
inversión que recibe exige, a cambio de ese aumento del riesgo (de impago
total o parcial se entiende…), un mayor interés por su inversión. Sin
embargo, resulta obvio (supongo) que ese incremento del interés exigido
aumenta automáticamente las probabilidades de que el deudor tenga más
problemas para hacer frente a sus pagos (tiene que devolver más en concepto
de intereses), es decir, aumenta el riesgo de la inversión y, siguiendo la
misma lógica inicial, el inversor debería exigir otro aumento del interés a
cobrar; de modo que, si nos guiamos por este modo de razonar las
condiciones que rigen estas transacciones, caemos en una especie de trampa
que bien podríamos llamar “paradoja de la prima de riesgo” según la cual se
debería producir una espiral o círculo vicioso que haría aumentar el riesgo y
los intereses asociados ad infinitum. Como en las paradojas clásicas, asumo
que en mi razomiento debe haber un error pero no logro identificarlo…
¿puedo ilustrarme usted al respecto?.
Una vez más gracias por su importante labor pedagógica.

José Says:
agosto 22nd, 2011 a las 21:14

Yo creo que más que el precio del tiempo, el tipo de interés refleja el precio
de la oportunidad, lo que el prestante renuncia a ganar al no invertir su
dinero en otras oportunidades de inversión. El tiempo en si no tiene precio,
son las perspectivas de que una inversion dé rentas lo que impulsa el valor
del tipo de interés. .

José Says:
agosto 23rd, 2011 a las 20:07

completo mi comentario de arriba, es que no había entendido el artículo – es


que es un poco críptico. como bien dice Fulgencio aún sin preferencia
temporal SÍ habría tipos de interés. Por ejemplo, porque aún habría riesgo e
inflación.

Fernando Says:
mayo 23rd, 2012 a las 11:18

Los tipos de interés son el precio del alquiler del dinero. Un préstamo es en
realidad un alquiler de un dinero. En cierto, modo, los demás alquileres son
también el alquiler de dinero.

Cuando una persona alquila una vivienda, en realidad está alquilando el


dinero que ha costado comprarla.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 23rd, 2012 a las 11:43

En realidad son el alquiler de capital. En los países con dinero muy


abundante los tipos de interés no tienen por qué ser más bajos que en los
países con poco dinero.

¿Por qué ganan dinero las empresas? – Taringa! Buzz dice:


mayo 7th, 2011 a las 23:11

[...] nunca dispuesto a pagarle a los factores tanto como lo que obtendrá por
vender sus mercancías: estamos ante la cuestión del tipo de interés que ya
expusimos. ¿Acaso usted pagaría 50.000 euros por un bono que le
devolviera dentro de un año solamente esos [...]

¿Por qué ganan dinero las empresas? « Instituto Turgot dice:


septiembre 9th, 2012 a las 13:06

[...] nunca dispuesto a pagarle a los factores tanto como lo que obtendrá por
vender sus mercancías: estamos ante la cuestión del tipo de interés que ya
expusimos. ¿Acaso usted pagaría 50.000 euros por un bono que le
devolviera dentro de un año solamente esos [...]
El capitalismo depende del ahorro, no del consumo

Manuel Says:
abril 17th, 2011 a las 13:45

Muy buen artículo.


Apuntar que los que han querido que la gente siga consumiendo han sido los
gobiernos. Nada capitalistas por cierto.
Un saludo.

Carlos Says:
abril 17th, 2011 a las 22:38

“El capital ha venido al mundo de lodo y sangre”

rberzal Says:
abril 18th, 2011 a las 7:12

Muy buen artículo. Se lo enseñé a mi mujer a ver si se daba por aludida pero
nada, es una causa perdida.

max Says:
abril 18th, 2011 a las 12:40

Hola, es bastente tiempo que leo tu articulos y por lo que puedo intender son
reveladores.

Acabo de leer en libertaddigital la noticia de los liberty dollar y de la


sentencia contra su fundador.
Esto me ha hecho pensar a una posible aplicaci?n en europa sin ir contra de
las leyes.

Que occurre si dos ciutadanos europeos hacen sus negocios, como per
ejemplo ir a comer una pizza y una cerveza, y el cliente paga el precio con
un mini-lingote de plata de una onza?

U otro exemplo, voy a comprar un par de zapatos con 5 minilingotes de


platas, suponiendo que el vendedor esté de acuerdo con este tipo de
intercambio, obviamente.

Un lingote no es una moneda, ni si quiera tiene la forma. Solo tiene una


marca, un sello, que declara su pureza y peso, pero sudo mucho que alguien
pueda decir que se trata de una moneda de curso legal.

Sin embargo podría servir para ser una moneda que no se devalua con
facilidad. Sería suficiente hacer una lista con los precios en plata de los
produictos básicos, y esto valdría para siempre.

También creo que la plata sea un metal precioso “ma non troppo” que
permite de hacer compras con suficiente liquidez, sin tener que utilizar el
oro.
Si no me equivoco el antiguo real de ocho pesaba una onza mas o menos y
fue la primera moneda aceptada en todo el mundo antiguo. Así porqué no
usar los mini-lingotes de plata?

Cual serían los problemas legales y prácticos?

saludos,
MaX

josvazg Says:
abril 18th, 2011 a las 23:02

@Max
El caso de los Liberty Dollars es revelador.

No hay ningún problema técnico ni legal real en que alguien emita moneda en
metales preciosos o con certificados de depósitos de estos metales en
reserva 100%, siempre y cuando cumpla el contrato; que el metal precioso
es puro o tiene la pureza que dice tener y que el certificado de depósito tiene
como contrapartida el lingote o valor real que se menciona en el (y que
ningún otro certificado existe para ese mismo “nº de serie” de lingote)

El único problema es el berrinche de las autoridades al ver peligrar su


“precioso juguete” llamado papel moneda, con el cual poder ROBARNOS a
todos los ciudadanos de manera más sutil y supuestamente indolora que con
los impuestos, es decir, con inflación.
Fíjese como no han metido el paquete a este señor que lleva acuñando
moneda desde 1998, y le meten “el puro” ahora, cuando el dolar de papel
vive sus momentos más bajos gracias a Bernanke y claro, seguramente los
Liberty Dollar subían como la espuma, porque no caían a plomo como los
“greenback”

Fíjese además que no hay ninguna acusación de peso, solamente están


rabiando literalmente como niños pequeños porque esos dolares, libres de
inflación, empiezan a ser populares y pueden hacer peligrar SU chiringuito.

El mensaje es claro:

“Los ciudadanos (o mejor dicho súbditos) no podéis elegir vuestra moneda


libre de inflación, deberéis acatar la moneda inflacionaria de papel que se
os impone desde el gobierno o de lo contrario seréis severamente castigados
y encarcelados”

max Says:
abril 19th, 2011 a las 8:21

o sea… que antes de hacer un juguete como lo de los liberty dollar, hay que
hacer aprobar una ley que lo permita expresamente y que defienda esta
práctica…. necesitamo un tea party, o un grupo de presión que empuje (el pp
por ejemplo) a proponer y votar esta supuesta ley.

De toda forma creo que utilizar directamente los lingotes de plata de una
onza (17 euros +/-), dificilmente podría ser perseguido por la ley, porqué
tendrían que encerrar miles y miles de ciutadanos.

En el caso de los liberty dollars, ha sido suficiente con encerrar el director


de este ente emisor, mientras que en el caso de los lingotes, basta con
comprarlos en cualquier tienda de oro, y ello te venden un lingote con un
sello que declara la pureza y el peso.

Esto no puede ser contra la ley… o mejor dicho, esto dudo mucho que los
politicos puedan pararlo para salvar SU chiringuito.

saludos
MaX
Enrique Says:
mayo 6th, 2011 a las 9:13

Yo hay una cosa que no consigo ver y es que cuando estudiaba economia
siemre tuve claro que el sistema ideal es un sistema en equilibrio en que el
ser humano tenga cubiertas sus necesidades y que el que mejor se adapta a
ellas es e sistema de mercado, me va a disculpar señor Rallo que no lo llame
capitalista, es que este nombre me da mucha grima, cierto es que equivocado
o no, tanto Keynes como Marx han sido utilizados para otros fines que los
que ellos mismos habian querido, como lo fue la energia atomica descubierta
por Einstein,pero eso mismo ocurrio con nombres capitalistas como
Friedman o Adam Smith o incluso Mises, por tanto disculpeme que no me
guste usar aunque sean etimologicamente correctos nombres como
comunismo, capitalismo o Keynesianismo.

Pero independientemente de que es cierto que el ahorro es esencial en una


economia que quiera ser rica, tambien es cierto que tengo un amigo viviendo
en Suiza que me dice cosas, contrastables para quien lo quiera ver y es que
alli se trabaja menos y mejor y se gana mas y esa si es la esencia de un
sistema de mercado, tener suficiente renta para ahorrar y consumir.

Pongo siempre el ejemplo de España norte y sur, un amigo catalán me decia


que aqui en Extremadura preferimos ir a desayunaral bar, ellos prefieren
hacerlo en casa.

Para mi en cierta medida tiene razon, el problema no es ese sino que la


pregunta como le dije a él debería ser:

¿Si soy adulto para ser un consumidor responsable, un ahorrador


responsable y un votante responsable y todos los sistemas defienden alguna
de estas premisas, el progre al votante responsable, el fachirojo al
consumidor y el austriaco a ahorrador, no soy o debrria sr lo suficientemente
libre y rico(y usted sabe que independientemente de la sociedad de
propietarios o no, incluso con bienes escasos y de uso alternativo en un
sistema en equilibrio natural eso es posible) para desayunar donde me diera
la gana y dejar que el mercado decida si al del bar le compensa abrir o no?.

La respuesta en proximos telediarios.


Pues si, que para eso trabajo me esfuerzo y salgo de caza joer.

Jimy Says:
mayo 18th, 2011 a las 14:33

Buenas tardes, tengo varias dudas y me preguntaba si sería tan amable de


esclarecerme un poco el asunto. ¿Según su opinión cuál es el modelo que
mejor explica el ciclo económico, Solow o IS-LM?, ¿Son incompatibles?,
¿Uno explica el largo plazo y otro el corto plazo?

Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 18th, 2011 a las 14:35

La teoría austriaca del ciclo económico (véase, por ejemplo, Dinero, crédito
bancario y ciclos económicos del profesor Huerta de Soto). Ni la IS-LM
sirve para explicar el corto plazo ni el de Solow el largo plazo.

Jimy Says:
mayo 18th, 2011 a las 14:54

Gracias, esque en mi universidad (uc3m) incluso en el departamento de


economia los “malvados” liberales no están muy bien vistos y supongo que
por ello decidieron que no era relevante incluir en los programas de las
sucesivas asignaturas de macreoconomía algún modelo más con otros puntos
de vista, solo nos deleitaron en su dia con solow, IS-LM, mundell fleming y
poco más. Si uno quiere saber algo más tiene que hacerlo en su tiempo libre.

Un saludo

Luis Says:
junio 25th, 2011 a las 18:01

Excelente artículo. Es curiosa y triste a la vez la idea que mucha gente tiene
del capitalismo. Hace no mucho compré al Juan de Mariana una de esas
tazas que ponen “Disfruta del Capitalismo”, un compañero del trabajo, con
formación universitaria, se quedó mirandola y me dijo – ¿Capitalismo?
¿Pero tú defiendes eso? – Le pregunté ¿Tú que crees que es el capitalismo?
Se quedó pensando un momento y respondió – Es eso de los señores feudales
¿No?

Por increíble que resulte, mucha gente no sabe que es el capitalismo, pero
creen que es algo malo.

KATHRINEFlowers Says:
agosto 11th, 2011 a las 23:33

I propose not to hold off until you earn big sum of money to buy different
goods! You can just get the business loans or consolidation loans and feel
comfortable

ricardo marquina Says:


septiembre 6th, 2011 a las 20:16

A quien quiera escuchar:


La acumulación de capital que requiere el capitalista no es por baja de
consumo, sino al contrario, por alza de consumo, pues lo que se acumula no
es el ahorro, sino la plusvalía.
La mejora de los productos y su reducción de precio, tampoco es
consecuencia de la baja del consumo, sino todo lo contrario, a que se
consume más y entonces la competencia entre productores hace el resto.
Por lo tanto, el sistema capitalista es consumista. Y a ver si el Sr. Rallo se
atreve a publicar esto.

Bastiat Says:
septiembre 19th, 2011 a las 20:54

Ricardo Marquina… como ves Juan Ramón si ha publicado lo que has dicho.

Lo que ha ocurrido es que nadie te ha contestado.

Básicamente porque no dices nada congruente. Ignoras lo que es el capital,


la plusvalía y el beneficio. Por poner un ejemplo tu última frase, esa de que
el capitalismo es consumista.

Tú eres consumista. El capitalismo sólo es el apelativo que un tal Marx le


puso a la libertad de mercado. Y si el mercado existe es porque todos
consumimos, si no consumiéramos no habría mercado. Si no
intercambiáramos bienes no habría mercado… no sé si lo entiendes.

xvymhbicvpe Says:
diciembre 28th, 2011 a las 17:29

f0ywVF , [url=http://bqidkptyfnta.com/]bqidkptyfnta[/url],
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http://tqhnzslezahb.com/

Juanma Says:
abril 9th, 2013 a las 20:36

Vaya tonteria

fugaz Says:
abril 9th, 2013 a las 21:02

- Una sociedad donde se consumiera el 100% de la renta sería una sociedad


nada capitalista. No tendríamos ni un solo bien de capital: ni viviendas, ni
fábricas, ni infraestructuras, ni laboratorios, ni científicos, ni arquitectos, ni
universidades ni nada.

Falacia de hombre de paja: consiste en caricaturizar los argumentos o la


posición del oponente. En este caso se lleva al extremo el concepto de
“consumir” como si fuese “destruir”. En realidad por “consumo” se entiende
“utilizar el dinero para gastos e inversiones”. Por ejemplo, consumir puede
ser pagar una universidad, pedir una hipoteca, invertir en acciones, comprar
ropa, gastar en viajes, etc. Consumir no significa “destruir” ni “deshacerse
de” vivendas, fábricas, infraestructuras, laboratorios, etc, sino usar el
capital, manteniendolo en movimiento transmitiendolo a cambio de bienes o
trabajo producidos por otros.

No defiendo el capitalismo. Sólo apunto que empleas al menos una falacia y


por tanto debes revisar tu argumentación.

Juan Ramón Rallo Says:


abril 9th, 2013 a las 23:30

Fugaz,
Consumir desde luego no es comprar acciones. Consumir es satisfacer tus
fines, no obtener medios para lograrlos. Las acciones son siempre activos
para acceder a bienes de consumo futuros y por tanto son ahorro/inversión.
La universidad dependerá (si la utilizas como vía para acceder a mayores
salarios o por autorrealización personal) y la vivienda tres cuartos de lo
mismo. En todo caso, aunque la universidad o la vivienda puedan ser
consumo, su producción requiere de ahorro: es decir, de renunciar a
satisfacer muchas necesidades más inmediatas para amasar un capital con el
que poder acceder a ellos. Sin ahorro de partida, no habría ni viviendas de
calidad (simples chozas) ni universidades.

Javier Perez Alvarez Says:


mayo 11th, 2013 a las 16:20

“Salvando el caso –que trataremos en otro artículo– de que el consumo caiga


porque aumente el atesoramiento de dinero (el dinero debajo del colchón),
un menor consumo implica que hay disponibles una mayor cantidad de
fondos y recursos para invertir.”

¿Ya hizo ese otro articulo del atesoramiento en el colchón? Me quedo cojo
sin saber que pasa en ese supuesto.:)

REFUGIO LIBERAL dice:


mayo 18th, 2011 a las 0:32

[...] mórbido Capitalismo viene de capital. Si falla o se engarrota lo


segundo, falla o se engarrota lo primero. Inexorable destino de quien [...]

Pero, ¿habría suficiente oro? | Oro y Finanzas dice:


junio 27th, 2011 a las 12:17

[...] Pero lo mismo sucede con la inflación: los consumidores tienen


incentivos a adelantar su consumo y los empresarios también pueden ver
cómo sus cálculos se distorsionan (si los precios suben más o los costes se
incrementan menos que en su línea productiva). Y, puestos a elegir, es
preferible que los consumidores retrasen su consumo a que lo adelanten,
pues la base del capitalismo y de la prosperidad es el ahorro. [...]

Pero, ¿habría suficiente oro? | Aleon dice:


julio 17th, 2011 a las 7:46

[...] Es verdad que si los precios, en lugar de reducirse de golpe, fueran


cayendo progresivamente y a ritmos desiguales, el comportamiento de
consumidores y empresarios podría tener efectos reales. Los consumidores
retrasarían su consumo y los empresarios podrían encontrar que otras líneas
de negocio resultan más rentables que la suya (si los precios han caído
menos o los costes se han reducido más que en la suya). Pero lo mismo
sucede con la inflación: los consumidores tienen incentivos a adelantar su
consumo y los empresarios también pueden ver cómo sus cálculos se
distorsionan (si los precios suben más o los costes se incrementan menos que
en su línea productiva). Y, puestos a elegir, es preferible que los
consumidores retrasen su consumo a que lo adelanten, pues la base del
capitalismo y de la prosperidad es el ahorro. [...]

¿Por qué ganan dinero las empresas? « Instituto Turgot dice:


septiembre 9th, 2012 a las 13:08

[...] a una sociedad salvaje y atomizada donde la división del trabajo sería
historia: recuerde que la base del capitalismo no es el consumo, sino el
ahorro y que sin éste todo se viene abajo. Por tanto, una parte de los
beneficios no son más que la [...]

No necesitamos más keynesianismo sino más capitalismo - Capitalismo


dice:
diciembre 24th, 2012 a las 8:45

[...] se puede y, de hecho, si queremos ser más ricos y prósperos en el futuro,


conviene que sea así: ahorrar, invertir y capitalizarnos para disfrutar de
incrementos sostenidos en nuestra producción p…. El problema, repito, no
está en ahorrar mucho, sino en invertir mal ese ahorro (por ejemplo, [...]

El capitalismo depende del ahorro, no del consumo dice:


abril 9th, 2013 a las 20:43

[...] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos El capitalismo depende del


ahorro, no del consumo juanramonrallo.com/2011/04/el-capitalismo-
depende-del-aho… por IrreJ hace nada Uno de [...]
¿Puede ser cualquier cosa un buen dinero?

Miguel Angel Says:


abril 24th, 2011 a las 18:57

Dr. Rallo,
Una sugerencia de tema para un próximo artículo, que creo muy necesario
para el esclarecimiento de tópicos/prejuicios sobre economía:
la idea/teoría marxista contra el capitalismo sobre la “acumulación
originaria” y la plusvalía.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Acumulación_capitalista).
Gracias

rberzal Says:
abril 25th, 2011 a las 7:54

Buenos dias Sr. Rallo:

Un día más no brinda un excelente artículo, gracias por ello. No obstante me


gustaría hacer una puntualización.

Usted indica como una de las propiedades del oro que al desprenderse de
una gran cantidad del mismo este no pierde valor. Por supuesto habría que
precisar qué entiende usted por “una gran cantidad”. Si una gran cantidad es
digamos un 0.0001% de oro en circulación puede que estemo deacuerdo
pero si una gran cantidad es un 20% creo que no lo vamos a estar.

Si alguien es capaz de atesorar digamos el 20% del oro mundial y retirarlo


de la circulación guardándolo en el conlchón el 80% restante se apreciará
dado que se convertirá en un bién más escaso. Por razón inversa el día que
ese oro vuelva a la circulación ese oro se depreciará. Es más, si tenemos en
cuenta que el oro que se pone en circulación no se reparte instantáneamente a
la totalidad el mercado, se puede hacer uno inmensamente rico operando con
el oro.

Pongamos un ejemplo: Imaginemos que con una distibucion de oro incial un


operador lo suficientemente rico se dedica a vender propiedades para
atesorar oro. No hay duda que poner una gran cantidad de propiedades en el
mercado haría que estas bajasen de precio y por uno debe tener en cuenta
que el valor de los bienes susceptibles de ser vendidos siempre es mucho
mayor que el de dinero en circulación, por lo tanto los bienes no bajarían de
precio en la medida en que se retirase oro de la circulación.

Si imaginamos que ese propietario es capaz de retirar el 20% del oro en


circulación durante un tiempo, esto hará que el oro se aprecie y los bienes
bajen de precio. Este será el momento de volver a poner el oro en
circulación comprando de nuevo los bienes que se han vendido y un tanto
por ciento más ya que ahora estaremo vendiendo oro apreciando cuando
antes habíamos comprado oro depreciado.

Un saludo.

ksjetd Says:
mayo 3rd, 2011 a las 1:24

moraleja, #nolescompres

La adicción de nosotros, los Sapiens Sapiens, al oro | Blog personal de


Alex Rayón Jerez dice:
diciembre 20th, 2011 a las 8:21

[...] Históricamente, el bien (de bonum, que significa propiedad) económico


(del vocablo griego oikos (casa, usado aquí en el sentido de patrimonio) y
némein (administrar)), que ha reunido todas estas cualidades ha sido el oro:
[...]
¿Por qué hay paro?

GRN Says:
mayo 2nd, 2011 a las 11:22

Profesor, ¿tendría sentido un seguro que te cubriera del riesgo de paro


friccional?. Quiero decir, ¿se puede realizar un cálculo acturial sobre el
riesgo de que un trabajador afronte un periodo de recolocación y de este
modo la iniciativa privada poder ofrecer una póliza que cubra tal riesgo?.

Un saludo.

pululante Says:
mayo 2nd, 2011 a las 16:56

¡¡No sea demagogo!! La culpa del paro la tienen, por supuesto, los
empresarios.
http://www.escolar.net/MT/archives/2011/05/%C2%BFquien-tiene-la-
culpa-del-paro.html

(modo ironía off)


Pobre Escolar… lo triste no es él, sino que es reflejo del nivel de buena
parte de la clase periodística y de la dirigente.

Anónimo Says:
mayo 4th, 2011 a las 11:20

El asalariado español sufre de dos enfermedades contagiosas a corto plazo:


Por un lado, al igual que pasa con la vivienda, un asalariado tiene en mente
la dichosa enfermedad de pensar que, como ha pasado en las últimas dos
décadas, los salarios (viviendas) tienden a crecer año tras año sin parar, por
lo que aceptar un salario (precio) un 40% menor al cobrado antaño no es
factible por lo que prefiere vivir del cuento hasta que encuentre una mejor
oferta que nunca llegará, mientras tanto, el paro y la economía sumergida
hacen la vida más llevadera. El típico ejemplo de un obrero sin estudios,
cobrando 2.500€ al mes y que a día de hoy no hace más que trabajar en B y
cobrar del paro. No pueden entender que dada la situación hay que apretarse
el cinturón y aceptar cobrar bastante menos porque lo que cobraba antes no
era por su “gran productividad”, sino por una distorsión de los factores
productivos.
Por otro lado, los asalariados sufren la enfermedad del intervencionismo.
Para aquellos asalariados que por fin se dan cuenta de la necesidad de
trabajar por menos dinero, el estado niega el derecho a ese trabajador. Séase
un trabajador en el sector logístico. Un cargador de material por convenio no
puede cobrar menos de 10€ la hora, a pesar que el trabajador estaría
dispuesto a cobrar 6€, no puede, por lo que aboga a los empresarios
(necesitados de mano de obra más barata para ajustar el costo al ingreso) y a
los asalariados (necesitados de salario) a buscar soluciones fuera de la
legalidad…
En fin…

manuelp Says:
mayo 11th, 2011 a las 15:37

En España históricamente desde hace al menos quinientos años el empleo ha


sido siempre un problema, quitando el periodo inicial del siglo XVIII en el
que habíamos caido tanto que no se podía sino mejorar y el periodo del
régimen franquista en el que se acabó con el secular problema agrario de la
nación mediante una acelerada industrialización.

No es demostrable que la acertada gestión de la economía nacional sea


condición suficiente- aunque si necesaria- para que exista pleno empleo,
como se dice en el artículo hacen falta, entre otras cosas, altas tasas de
ahorro que permitan la formación de capitales- la acumulación primitiva
marxista- y si el país no tiene recursos naturales suficientes y/o la coyuntura
internacional es poco propicia el empleo no será boyante.

SEPE Says:
julio 30th, 2011 a las 10:32

Yo no soy económico, estudié un simple grado superior de Administración y


Finanzas pero lo que no puede ser es dar una prestación de paro igual o
superior a los que ingresas si estuvieras trabajando. Normal que la gente en
vez de buscar trabajo y formarse esté calculando cuanto le corresponde de
paro para estar ingresando si dar palo al agua. Esto es lo que tenemos en un
estado socialista-buenista que unos pocos, los que quedamos, trabajamos
para que otros sigan de fiesta. Hagas lo que hagas siempre recibiras tu
recompensa.

Tanta subvencion tanta subvención que nos priva de valernos por nosotros
mismos. Como decía un amigo mío, nos han estado dando el pan hecho y que
riquísmamente hemos estado y ahora que tenemos que empezar a hacérnoslo
nostros mismos estamos llerando.

Y luego la gente se cree que todo lo que promete el socialismo es gratis y


cuando pasan el cepillo vía impuestos la culpa es del neoliberalismo-
conservadurismo y no saben que el socialismo se acaba cuando se acaba el
dinero y que es indispensable inflar a la sociedad a impuestos para que siga
vivo, vivo a costa de los riñones de las clases medias trabajadoras. Que
luego vengan a vendernos la moto de que se preocupan del currante, lo que
pasa es que lo necesitan para seguir ellos vivos.

Un saludo y enhorabuena por tus artículos Juan Ramon.

JIP Says:
septiembre 9th, 2011 a las 20:45

hasta que no se pague por hora trabajada(pero en todos los sectores


incluidos los funcionarios) no se quitará el paro, al acabar cada semana….
ud ha trabajado tantas horas a tanto = tanto, vacaciones ? las que ud quiera
tomarse. ¿ dias moscosos ? los que hagan falta total ud no los va a cobrar.
Está enfermo su suegro ? pues ala a cuidarlo bién.
Y las horas me las factura con su iva correspondiente del cual se podrá
descontar el tiket del desayuno (deprisa, deprisa, que no lo cobra)y el
combustible ó autubús para ie a trabajar.
Es decir que cada uno sea una mini sociedad limitada personal.Que cada uno
se pague un seguro de todo y ya está. No quieren empresarios ahora… pués
ala todos empresarios.Y que conste que yo no tengo ningún asalariado ( la
primera vez que me arruiné hace 30 años decidí subcontratar todo)

eduardo Says:
septiembre 10th, 2011 a las 18:54

Señor Rallo para cuando un articulo sobre la ley de seguridad higiene en el


trabajo y todas las normativas que hay a su al rededor,que creo que a
supuesto el cierre de muchas empresas

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 15:24

SEPE, tiene usted razón. Que el estado no me descuente dinero para el


desempleo, que ya me lo gestiono yo mismo. Completamente de acuerdo con
el artículo: los empleos lo crean los emprendedores, pero si las politicas
fiscales para las empresas son abusivas, o si contratar y despedir es caro,
entonces prefiero irme a otro sitio o no contratar a nadie.

Fernando Says:
febrero 15th, 2012 a las 11:43

Normal que la gente en vez de buscar trabajo y formarse…

Y si los parados buscasen trabajo con más ahinco, ¿lo encontrarían? ¿Y por
qué no es el INEM el que busca esos puestos de trabajo y los ofrece a los
parados?

Ya vale de estigmatizar a los parados. La culpa del paro la tiene la rigidez


del mercado de trabajo.

Rescate fallido « REFUGIO LIBERAL dice:


mayo 13th, 2011 a las 22:58

[...] de un ciclo, el desempleo tiende a ser muy elevado y el gasto suele


congelarse. Es razonable: los empresarios todavía están recomponiendo sus
planes de negocio y el conjunto de los agentes económicos está más
preocupado por amortizar sus deudas que por [...]

HUELE A CHAVEZ EN PANAMA « REFLEXIONES LIBERTARIAS dice:


septiembre 9th, 2011 a las 23:09

[...] Por tanto, si no puede haber una sobreproducción general y todos


podemos ocupar nuestro lugar dentro de una división internacional del
trabajo, parece claro que no son los chinos quienes nos condenan al
desempleo estructural, sino más bien nuestras rígidas regulaciones laborales.
[...]
¿Nos roban el trabajo los chinos? « the Liberal blog dice:
septiembre 10th, 2011 a las 1:08

[...] Por tanto, si no puede haber una sobreproducción general y todos


podemos ocupar nuestro lugar dentro de una división internacional del
trabajo, parece claro que no son los chinos quienes nos condenan al
desempleo estructural, sino más bien nuestras rígidas regulaciones laborales.
[...]

¿Por qué hay paro? « leireecheberria dice:


octubre 1st, 2011 a las 17:33

[...] ¿Por qué hay paro? Like this:LikeBe the first to like this post. Tags Juan
Ramón Rallo, Paro Categories Uncategorized [...]
¿Por qué ganan dinero las empresas?

david Says:
mayo 7th, 2011 a las 12:03

Buenos días Juan Ramón,

En primer lugar darle las gracias por su dedicación y afán en orientar a la


gente en el mundo de la economía.

Me gustaría hacer alguna matización al respecto. La impresión que se le


queda a uno después de leer su artículo es que el empresario que gana dinero
es un ideal al que deberíamos imitar. Pero yo creo que ni tanto ni tan poco.
En mi caso particular le diré que trabajo en una empresa eléctrica, y le
aseguro que se aprovechan tanto de sus contactos en las administraciones
públicas como del abuso al consumidor. Las grandes empresas de este país
están salpicadas de casos de corrupción, y creo que sin lugar a dudas uno de
los grandes males de nuestra sociedad es esa relación corrupta que
mantienen políticos, empresarios y jueces, obviamente no todos, pero que en
el caso de las grandes empresas de este país casi todos.

Soy gallego y conozco mucha gente que ha empleado su dinero en comprarse


una vivienda. Desgraciadamente están pagando su hipoteca mes a mes y no
pueden vivir en su casa porque la empresa constructora tuvo suspensión de
pagos. Este es el caso de Fadesa o Manuel Jove. Desde su punto de vista
quizás sea un gran estratega, pero a mí me parece increíble que esa persona
haya dejado a tanta gente sin vivienda y pagando la hipoteca, y lo que es más
grave ha salido “victorioso” y nadie, ni empresa ni empresario, son
responsables de la desdicha de aquellas personas.

Cómo verá el sistema no es tan equitativo como usted supone. He puesto


Manuel Jove como ejemplo pero también podríamos hablar de Florentino
Pérez, Emilio Botín,…..

Un saludo y no deje de publicar artículos.

gracias
josvazg Says:
mayo 8th, 2011 a las 19:03

@David

Es que el Profesor no ha incluido en este artículo la corrupción del poder,


los efectos del intervencionismo y demás males, que nos hacen tener una
competencia, no ya imperfecta, sino totalmente inexistente en muchos
mercados.

El profesor me corregirá si me equivoco, pero el hablaba de que, incluso en


una sociedad libre o poco intervenidas no habría “competencia perfecta” y
algunas empresas generarían beneficios extraordinarios (sin necesidad
alguna de quebrantar la ley o de arrimarse al Poder) mientras que otras no lo
harían tan bien. Y que al final lo que motiva al capitalista es ese beneficio.

Yo mismo soy un capitalista de poca monta y le aseguro que mi idea es


comprar acciones de empresas que tengan beneficios extraordinarios para
venderlas en unos años y haber ganado más que habiendo dejado ese dinero
en el banco. Y como trabajador también busco trabajar en la empresa que
mejor pague mis servicios, dentro de mis posibilidades. Y entiendo que todo
el mundo hace eso más o menos.

Si a todo esto introducimos la variable de intervención estatal entonces


tenemos lo que usted denuncia.

Habla primero usted de compañías eléctricas, y efectivamente, al estar


altamente intervenido su sector lo que tenemos es:

- Prácticamente empresas cuasi ministeriales, no hay más que llamarles por


teléfono para cualquier queja y ver que te atienden como cuando llamas a un
Ministerio o cualquier otra Administración Pública. Suele ser MUCHO peor
incluso que llamar a una compañía de Teleco, también muy intervenidas,
pero en todo hay grados, ahí si hay atisbos de competencia.

- Son empresas muy cercanas al Poder que se comportan corruptamente,


como usted dice, porque se les deja. Y que además consiguen leyes a su
favor de manera que sea MUY difícil entrar en su sector a competir con
ellas.
¿Sabían ustedes que si montan una empresa en el campo donde no llegue el
servicio tienen que PAGARLE a la compañía de la zona su INSTALACIÓN,
hacerla como ellos quieran y luego cederles la PROPIEDAD de la misma?
¡Es flagrante!

Pero todo esto no tiene nada que ver con el libre mercado y los beneficios
(extraordinarios o no)

Respecto a su segundo ejemplo. Yo mismo soy afectado por alguna de las


empresas que menciona (aunque debo reconocer que he tenido suerte dentro
de lo malo y al final si tengo piso), pero una vez más el tratamiento especial
y corrupto que reciben estas empresas no lo explica el libre mercado, sino la
intervención estatal.

Se han hecho leyes bajo ZP para ablandar los concursos, principalmente a


las promotoras en apuros, permitiendoles pagar en más tiempo. Fíjese
además como el caso de Martinsa es flargante: el tio se declara insolvente
después de llevar la empresa a la ruina y ahora recupera su propiedad. Pues
no, lo justo hubiese sido decirle “Ah, la hundes y ahora dices que eres
insolvente… pues vete a paseo y olvídate que ya no vas a recuperar su
propiedad aunque salga del concurso, si la quieres apechuga, sino pirate!…
y reza porque no encontremos nada ilegal en la gestión que ha llevado a esta
situación…”

Pero la justicia intervencionista está para ayudar a los amigos del poder, y a
los ciudadanos de a pie que nos den. Una sociedad libre necesitaría un
sistema Judicial en forma y eficiente, por eso los gobernantes
intervencionista lo primero que hacen es cargárselo, mangonear sus
nombramientos, torcer sus leyes y asegurarse de que la Justicia es lenta,
pesada e inoperante, y sobre todo, que no les pueda juzgar a ellos.

En resumen, el tema que no ha tratado el profesor es la dimensión moral de


los beneficios:

En una sociedad libre los beneficios casi siempre reflejarán la eficiencia de


las empresas para satisfacer a sus clientes.

En una sociedad intervenida, como la que tenemos, muchas veces esos


beneficios reflejan la corrupción del Poder o al abrigo del mismo, mezclado
con otras empresas realmente eficientes y honradas.

Gaxiola Says:
mayo 8th, 2011 a las 20:52

Excelente comentario Josvazg. Complementa perfecto el artículo del


Profesor Rallo.
¿Por qué nos empobrecen las catástrofes naturales?

Ebura Says:
mayo 16th, 2011 a las 15:51

Señor Juan Ramón, supongo que no tendrá tiempo de contestar o incluso leer
el comentario, pero por si acaso le dejo una pregunta que tras leer diversos
de sus artículos me inquieta profundamente. ¿Ha sido capaz en alguno de sus
artículos de justificar el libre mercado que tan ferozmente defiende en
relación a las “quiebras” irlandesa, islandesa o como incluso apunta casi
estadounidesnse? Lo digo porque su explicación a las otras quiebras (la de
estados sociales) la tiene muy clara (-intervencionismo, gasto social etc.-)
pero las relacionadas a estados donde pacíficamente se entiende que se
instauró una economía de libre mercado (entendiendo esta como
desregulación de los mercados), no sé si ha sido capaz de explicarlas o
justificarlas.

Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 16th, 2011 a las 15:55

La islandesa la estudio aquí: http://www.ilustracionliberal.com/41/que-


paso-en-islandia-juan-ramon-rallo.html

La irlandesa aquí: http://revista.libertaddigital.com/irlanda-no-culpen-al-


libre-mercado-1276238450.html y parcialmente aquí
(http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/espana-si-portugal-
20110328)

Y la estadounidense la vengo analizando desde hace años en casi todos mis


artículos. Una recopilación de los mismos puede encontrarla en mi próximo
libro “Crónicas de la Gran Recesión (2007-2009)” publicado por Unión
Editorial y que será presentado el próximo 3 de junio en Liberacción. Para
un análisis más estructurado y menos periodístico, puede consultar mi otro
libro “Una crisis y cinco errores” (LID editorial, 2009), coescrito con
Carlos Rodríguez Braun.
Un saludo

Ebura Says:
mayo 16th, 2011 a las 16:56

En primer lugar, gracias por contestar.

Discrepo personalmente de las actuales teorías económicas liberales, aunque


respeto su incuestionable conocimiento y defensa de las mismas,y en general
sus amplias conocimentos económicos. Los mios son mucho más
limitados,pero por el momento alcanzan para que me plantee como puede
explicarse la crisis Islandesa de 2.008 sobre la base exclusiva del no
acogimiento actual delsistema patron oro (cuando el mismo lleva
abandonado décadas, y de hecho no sé si en algún momento el BCI estuvo
acogido al mismo) y sin embargo desligarse por completo de la
desregularización bancaria llevaba a cabo en dicho pais en 2001 y los años
siguientes, asi como del libre e incontrolado flujo de capitales y
comercialización de todo tipo de productos de inversión de ingeniería
financiera. Por una mera cuestión de correlación temporal creo que
desregulación y crisis están ineludiblemete vinculadas.

Gracias una vez más y pese a no “comulgar” con muchos de sus


planteamientos, le seguiré en la medida de lo posible.

Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 16th, 2011 a las 17:37

No ha habido ninguna desregulación, sólo una re-regulación:


http://revista.libertaddigital.com/el-sistema-financiero-no-es-libre-
1276237826.html

Por otro lado, los productos estructurados llevan comercializándose desde


principios de los 90. Lo que llevó a la explosión del volumen de los mismos
no fue la inexistente desregulación, sino la brutal expansión crediticia que
llevaron a cabo todos los bancos centrales a partir de 2001-2002 (y si
pudieron llevarla a cabo pese al enorme endeudamiento que ya se había
acumulado entre 1970 y 2000 fue porque las economías no estaban
sometidas a un patrón oro).

Un saludo

Quand Krugman souhaite un tremblement de terre plus fort | Contrepoints


dice:
agosto 25th, 2011 a las 10:16

[...] le problème avec les tremblements de terre n’est pas tant dans le fait
stupide de penser que détruire de la richesse équivaut à la créer, sinon dans
le fait que les politiciens américains seraient trop austères… même après
une [...]
La economía asamblearia no puede funcionar

Gaxiola Says:
mayo 20th, 2011 a las 22:29

Brillante, esto es lo que necesitamos los que nos estamos iniciando en la


doctrina filosófica del liberalismo económico: Explicaciones desmenuzadas,
claras y concisas. Este artículo es un must-read para cualquier opositor a la
economía de mercado.

indignado Says:
mayo 21st, 2011 a las 6:33

Me ha encantado su artículo Sr. Rallo, porque al fin ha quedado claro su


visión de un ser humano egoista, avaricioso y estupido. No se pueden
confundir necesidades con deseos, con placer, estos tienden a ser tan
ilimitados como innecesarios, mientras que las necesidades estan
perfectamente definidas, pero claro, para eso hay que saber algo de
psicologia, sociologia o antropologia (vease por ejemplo la piramide de
Maslow). Yo refuto totalmente su tesis, podemos prescindir del capitalismo,
de hecho, hoy día, el capitalismo es una forma de organización social que lo
único que hace es limitar el potencial del ser humano, nos deshumaniza,
como he dicho antes, nos obliga a ser egoistas y violentos, tanto con la
naturaleza como con el resto de la sociedad. En lo que sí que tiene razón es
que la economia participativa no funcionaría en el modo de pensamiento
actual, que es caprichoso, simplista, superficial y materialista, pero es que
ese no es el modelo de sociedad que queremos, y me niego a pensar que
incluso usted quiera o se considere solamente un ser caprichoso y
materialista. Hubo una época en la que yo era un fiel seguidor de ustedes,
leía a Hayek, Mises, seguía el instituto Juan de Mariana y al profesor de
Soto, pero al cabo del tiempo me di cuenta que esa filosofía económica
siempre terminaba generando sufrimiento y ESCLAVITUD en el sentido
actual del termino, de lo que no se dan cuenta, es que esa libertad que
ustedes plantean, no puede funcionar entre personas con una situación social
de desigualdad, porque al final el que tiene el poder siempre impondra sus
condiciones y lo siento, pero yo no veo que eso nos lleve nunca a una
sociedad justa. Hoy día, la solución no es el capitalismo, ni el comunismo, ni
socialismo, ni ecologismo radical… existen visiones diferentes en las que lo
importante es satisfacer nuestras necesidades, no nuestros placeres o vicios,
pero sin arrogarnos el derecho absoluto de utilizar nuestro entorno como nos
venga en gana, porque no nos pertenece, debemos mantener un equilibrio y
para eso tenemos que potenciar la caracteristica más importante del ser
humano, el CONOCIMIENTO.

Bastiat Says:
mayo 21st, 2011 a las 7:18

Señor Indignado, nadie dice lo contrario…. Es más en su brillante artículo,


con el que estoy absolutamente de acuerdo, ¡cómo no!, le plantea cuestiones
meramente prácticas, no ideológicas y le aporta las soluciones que las
sociedad se ha dado no desde la invención del papel moneda y los bloques
ideológicos sino desde que la humanidad es humanidad. El trueque es la
forma primitiva de intercambiar los bienes que poseo porque soy mejor
cazador o recolector y que tengo en demasía por aquellos que por mi
ineficiencia o falta de tiempo necesito y no tengo. El trueque es la economía.

Negarse a ver y estudiar qué es lo que significa que el hombres sea el único
ser “economicus”, permítaseme el palabro, puede resultar muy romántico,
pero absolutamente irreal, como irreal es pretender que el hombre se
convierte en egoísta por el capitalismo. No mire Ud., el hombre es egotista
per se. El capitalismo no es ni más ni menos culpable del cómo seamos los
humanos. Y el ser humano también es posible que sea generoso y solidario,
per se, y el capitalismo no impide ni la generosidad ni la solidaridad. No
tiene nada que ver.

El hecho de que el capitalismo, la libertad económica, voy a llamarlo a


partir de ahora, nos permita obtener qué regalar para ser generosos con
nuestros hijos, pareja, familiares y amigos ya nos permite reconocer que
nada tiene que ver con la influencia en uno u otro comportamiento. La
generosidad de dar lo que nos sobra voluntariamente es lo que nos hace
verdaderamente generosos y para ello no tiene nada que ver la libertad
económica.

Pero sí es cierto, como ha reflejado el Profesor Rallo en su escrito, que la


libertad económica permite mayor creación de riqueza y mayor satisfacción
personal. El que una persona pueda realizarse plenamente en un sistema de
libertad económica, y de libertad ideológica, de creencias, en un sistema de
libertad al fin y al cabo es la demostración palpable de que el
asamblearismo no funcionaría porque las decisiones tomadas no por mí sino
por los demás obligándome a mí a aceptarlas sin darme la libertad de poder
desarrollarme independientemente de los criterios de una mayoría no sólo no
genera riqueza, sino que, ya puestos a hablar de psicología, no genera
satisfacción al individuo sino a lo sumo abulia y, en muchos casos una
frustración aberrante.

Uno puede quiere someterse, y en eso también consiste el ser libre, a los
dictados de una asamblea o grupo. Ud. puede querer ir al museo, pero la
mayoría de su pandilla decide que prefiere ir a la discoteca. Ud. puede hacer
dos cosas o pasa de su grupo y decide disfrutar de lo que quiere hacer; con
lo cual y según sus parámetros sería egoísta, o decide someterse a los
dictados de la mayoría, con lo cual tendrá la frustración de no haber podido
satisfacer sus necesidades, que también lo son, por la imposición del grupo.
¿Cómo le afectaría eso psicológicamente?

Pues depende, si Ud. acepta vivir en una sociedad en la que las decisiones
sobre el qué podemos hacer, el qué podemos consumir, el cómo podemos
fabricarlos y el quién lo tiene que fabricar no lo decide Ud., sino que se
decide por la asamblea, tendrá un grado de satisfacción aceptable,
indudablemente, pero ¿y si no es así? Póngase en esa situación, en la
situación de que lo que más hubiera querido es ir al museo en vez de a la
disco… ¿porqué me tengo que someter a lo que digan otros? Sería su
respuesta. Y lo mismo decide cambiar de amigos porque esa es la mejor
manera de poder satisfacer otras necesidades.

Y para ello tienen que darse dos cosas, primero reconocer que tiene
necesidades distintas a las de sus amigos y luego que tiene la libertad para
poder tomar la decisión de abandonar ese grupo.

La cuestión es: ¿Eso se podría hacer en un sistema asambleario? Y


evidentemente no estoy hablando de museos y de discotecas. Estoy hablando
de si tendría la libertad de poder decidir por si mismo.

Master Ageof Says:


mayo 21st, 2011 a las 8:47

Señor indignado, de modo que usted, como alternativa a un sistema (el


capitalismo) que acusa usted de generar pobreza, propone un sistema que nos
reduciría a lo mínimo de la subsistencia.
Como alternativa a un sistema donde mandan (según puede usted pensar)
unos pocos, usted propone un sistema donde manda un único grupo (la
asamblea).
Como alternativa a un sistema que ha sacado a 400 millones de personas del
hambre absoluta en los últimos 50 años, usted propone un sistema que nos
haría pobres absolutos a todos.
¿Por qué las propuestas de la izquierda siempre implican un extremo de lo
que más atacan?

josvazg Says:
mayo 21st, 2011 a las 9:05

@Indignado

Pues mire, tenemos un problema gordo. Mientras yo no quiero imponerles


nada a usted o los demás, mee da a mi que usted si quiere imponerme que yo
tenga que hacer cosas que no quiero o hacerlas de determinada manera.

Pues, que quiere que le diga, ¡yo me niego! ¿Me va a encarcelar por eso?
¡Enhorabuena!¡Ya es usted un Totalitarista!

Y no me refiero al respeto a la Ley, es decir, básicamente yo me comprometo


(y espero que usted también) a acatar la Ley que no es otra cosa que respetar
a los demás, su integridad física, psicológica y de su propiedad y a no hacer
nada que atente contra sus libertades, como espero que ellos hagan conmigo.
Es más, me comprometo incluso a respetar un cierto grado de moralidad en
mi comportamiento personal y con los demás, extra a la Ley, que entiendo
que me reportará estar más a gusto conmigo mismo y que los demás me tenga
en mayor estima.

Ahora bien, dicho esto, mi vida quiero vivirla a mi gusto y placer, intentando
satisfacer mis necesidades y quizá con algún que otro vicio personal de vez
en cuando.
GRN Says:
mayo 21st, 2011 a las 17:38

Para indignado.

Comprendo sinceramente su indignación pero aún más su frustración. La


frustración de ver que algo no funciona aunque realmente lo que ocurra es
que esté funcionando a medias.

Me explico.

Hasta el octavo párrafo el profesor hace un gran esfuerzo didáctico en


explicar por qué es necesaria la interacción entre individuos libres en una
plaza que se denomina mercado para coordinar la sociedad
intratemporalmente.

Afortunadamente, se ha conseguido grandes avances al respecto durante el


siglo XX liberalizando los mercados globales. No en su totalidad pero si en
gran medida, luego ya tenemos mucho del trabajo hecho.

Ahora bien, usted como la mayoría de la gente que habita en este planeta, es
decir el consenso, una vez asume el éxito de tal práctica para sacar a
millones de personas de la pobreza y generar prosperidad, gira la cabeza a
la realidad social y comienza a ver cosas que le gusta más bien poco:
materialismo, superficialidad, egoismo, estupidez, corto plazismo,…

La pregunta por tanto sería: ¿Crea riqueza y prosperidad el capitalismo libre


a costa de aflorar estos negativos sentimientos?. Rotundamente NO!.

Lo que está ocurriendo es que la sociedad está alcanzando una gran


coordinación intratemporal con una nula coordinación intertemporal.

¿Pero qué puñetas dices? Se preguntará usted.

Pues digo que la gente es libre de soñar, imaginar, desarrollar y poner en


práctica lo que quiera pero solo si es para ahora. ¿Se lo imagina? miles de
cabezas pensantes y creativas generando ideas solo para el corto plazo, es
decir solo para bienes de consumo presente. Pues eso es lo que ocurre. Por
eso no le debe extrañar ver a biólogos de comerciales, filólogo de directores
de banca en zonas turísticas porque saben idiomas, ingenieros trabajando
para la administración pública que regula para solventar problemas que
previamente ha causado, y lo que es peor y más dramático, el desempleo que
se genera cuando sustituyes, al cabo de una generación, a mano de obra por
máquinas que realmente lo que posibilitaría es que el hijo no se vea
obligado a repetir el trabajo del padre pero que en ausencia de un verdadero
capitalismo le condena al desempleo.

Bueno ¿y por qué sucede esta descoordinación intertemporal?, se preguntará.


Pues para eso adjunta el profesor el artículo del octavo párrafo, para
explicar la importancia del tipo de interés en la coordinación del orden
social tanto intratemporal como intertemporal y eliminar de raíz esos
sentimientos tan malos que no nos gusta a NADIE.

¿Ya se lo ha leido?. ¿Ya lo ha entendido?. Ánimo, ahí está la clave. ;)

Un saludo.

rberzal Says:
mayo 23rd, 2011 a las 8:49

Excelente artículo Sr. Rallo. La lástima es que el mismo, aún usando


razonamientos bastante básicos y accesibles a todo el mundo, no pueda ser
entendido por personas que tienen su mente totalmente deformada por el
pensamiento filo-comunista.

Kognar Says:
junio 3rd, 2011 a las 12:22

@indignado, el capitalismo es lo opuesto a la violencia, porque necesita el


libre intercambio, esto es, la ausencia de coacción.
Se equivoca cuando piensa que las necesidades humanas están escritas en
piedra. A menos que asuma que hay una única forma correcta de vivir y que
todos debemos seguir esa norma, no es posible distinguir en cual es la más
conveniente. Porque aunque asumamos que es necesario para nuestra
subsistencia el alimento, la vivienda, etcétera, no explica como distinguir
entre cuánto alimento es estar saciado y cuánto no, qué alimentos son los que
se deben consumir, en qué cantidad, dónde vivir y de qué forma… Su
discurso es rebatido en el artículo del Sr. Rallo desde una perspectiva
económica. Pero yo no me quedo ahí. Al final su pensamiento se reduce a:
hay una forma correcta de vivir, que es la que yo digo, el vicio presente —o
la naturaleza humana, o la sociedad— es el que provoca que la gente no
acepte vivir como yo lo digo, debo destruir el vicio —o modificar la
naturaleza humana, o destruir la estructura social (familias, etc.)— ajeno,
porque yo si sé lo que es bueno…
Queda usted retratado…

MuyBienAunque Says:
octubre 15th, 2011 a las 21:09

No se exactamente a quien va dirigido, pero bueno.

Efectivamente yo soy del pensamiento de usted de que la economía


asamblearia no puede funcionar, pero con un “ligero” matiz, soy marxista.

Así, el capitalismo es el más salvaje de los sistemas anárquicos, no me he


confundido al calificarlo, aunque algunos ya se toquen las entradas.

Digo esto, ya que el Capitalismo se basa en producir y ya el mercado


regulará, además de generar necesidades que no son necesarias para
estimular el consumo, si lo pensamos fríamente una locura.

Cualquier administrador sabrá que ante unos recursos finitos no se puede


depender del azar para permitir la supervivencia de su empresa, pues más o
menos es como funciona el capitalismo.

Sin una planificación estatal que controle en todo momento las necesidades
internas y externas del país, los recursos se están desperdiciando, así
tenemos los problemas medioambientales que tenemos, ya no entro en
valorar las cuestiones sociales claro.

Entre los sistemas donde el estado controla los medios de producción


tenemos los fascistas (el nazismo o el Franquismo, por ejemplo) y en el otro
ala (marxismo, stalinismo, por poner otros ejemplos). Elegir entre uno u otro
si es ideológico y es algo personal, pero creer ciegamente en la anarquía del
Capitalismo es suicida a largo plazo.

MuyBienAunque Says:
octubre 15th, 2011 a las 21:47

El capitalismo se basa en revolucionar los métodos productivos, por eso


Marx veía necesaria esta fase para la humanidad, no como un sistema eterno
como muchos por aquí lo plantean.

Si miramos otro ámbito que no sea humano, tales como los sistemas
biológicos, el sistema capitalista tiene un crecimiento exponencial continuo
tal como lo hace una bacteria, esto no es mantenible en el tiempo, en un
mundo ideal con recursos infinitos pues claro que sí, pero en el mundo real
debe llegar un punto de equilibrio y mantenerse en el tiempo con sus
fluctuaciones, de ahí que Marx sabía que la historia nos llevaría tarde o
temprano a un sistema donde se controlasen cada uno de los recursos, es
decir un sistema centralizado.

Antes no me he metido en el ámbito social, pero creo que ya va siendo hora,


así, este sistema, el capitalista, se mantiene a base de la explotación de seres
humanos y de su medio ambiente (esto sin hablar de la plusvalía), es decir
que unos seres humanos imponen sobre el resto sus normas por el cual una
tierra es suya (propiedad privada), manipular al resto y manipularse a sí
mismo para hacerse creer que en este mundo todos tienen oportunidades,etc.

Un capitalista no es más que la continuidad de los anteriores estratos


sociales heredados de otras épocas, es decir son clases privilegiadas, es
verdad que hay mayor movilidad entre clases que en otras épocas, pero no
quita de su existencia. Esta clase impone al resto su forma de ver el mundo,
se creen que como ellos viven bien, el resto también viven bien.

¿Qué es la libertad económica en el capitalismo?


Depende de la clase a la que pertenezcas darás una respuesta a otra, yo daré
la de la clase obrera, así para esta, nada más nacer si tiene la suerte de nacer
en un país desarrollado, estará condenado a trabajar y hacerse esclavo del
capital para vivir, digo hacerse, ya que aunque es algo voluntario, el medio
ambiente hace que la felicidad de 90% de la población se base en el
consumo, todo esto para tener comida, casa y ocio.
¿Es libertad tener un coche rojo o azul? ¿Vestir de chaqueta o sport? …

Nunca entenderé la teoría económica liberal, no porque no la comparta, ya


que como parte de la clase obrera nunca podré compartir, sino también
racionalmente, si pensamos un poco, ha sido el keynesianismo el que ha
permitido que los capitalistas hayan florecido durante tanto tiempo sin
preocuparse de la estabilidad social, mal dicho, el dar migajas al pueblo
hace contener su furia, al igual que una ONG contiene una revuelta en un pais
subdesarrollado. El keynesianismo a parte de tomarse como medida por la
crisis del 27, fue una medida ideológica, así se contenía al pueblo y se
impedía que los obreros mirasen al enemigo de las ideas marxistas.

Por todo ello, nunca entenderé las ideas liberales, que lo único que hacen es
romper el saco y hacer que la gente despierte, así gracias a las medidas
liberales que se van tomando en la actualidad salen los actuales indignados,
que aunque ahora son inofensivos ya que no saben de la misa ni la mitad, en
algún momento puede ser un enemigo de clase.

Todo esto lo dice un marxista convencido que no comprende como su


enemigo se está buscando su fin, será tarde pero este llegará algún día y
luego tildarán a los marxistas de ogros y demonios rojos.

Bastiat Says:
octubre 16th, 2011 a las 20:25

MuyBienAunque….

No sé porqué pero este “nick” tiene toda la pinta de ser un Dejá Vú y que
alguien quiere reabrir un debate ya pasado.

Un debate ya pasado y resuelto por la historia. El marxismo llevado a la


práctica no crea riqueza, no salvaguarda el ecosistema y no consigue la
igualdad de las personas pues crea una casa, la del partido, frente a otra, la
de la clase obrera que no puede opinar y ser libre.

Por ello, y viendo que presume de marxista, me gustaría preguntarle….


¿Presume de ello por que comprende perfectamente las bondades del
marxismo aun viendo y habiendo estudiado sus profundos defectos o
presume de marxista porque niega el derecho a los demás a discrepar y, al
fin y al cabo está convencido que eliminando la libertad de los ciudadanos
acabaría con el mercado?
Pues va a ser que no. El mercado no existe como ente concreto. El mercado
existe en cada transacción libre. Eso es el fundamento de las ideas liberales.
NO el capitalismo, que es un concepto que Marx se sacó de la manga para
tratar de representar la lucha de clases, el trabajador frene al empresario, el
dueño del capital.

No espero que me responda. Sus palabras parecen más un desahogo y un


acto de autoafirmación que la búsqueda de un verdadero debate de ideas, de
respeto a las ajenas y de confianza en las propias.

Ya nos ha pasado esto aquí….. aunque creo que ya lo sabe.

Kayden Says:
enero 28th, 2012 a las 20:33

I could watch Scdhilner’s List and still be happy after reading this.

mayfkfjadxk Says:
enero 30th, 2012 a las 13:26

cmqnOD , [url=http://nopxvcoggrit.com/]nopxvcoggrit[/url],
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http://anmahmpvvzdc.com/

Tarinbot! / La economía asamblearia no puede funcionar – Taringa! dice:


mayo 21st, 2011 a las 6:22

[...] FUENTE [...]

Anónimo dice:
mayo 21st, 2011 a las 15:51

[...] [...]

La economía asamblearia no puede funcionar dice:


octubre 15th, 2011 a las 20:12

[...] La economía asamblearia no puede funcionar


juanramonrallo.com/20/05/2011/la-economia-asamblearia-no-… por Ivean
hace nada [...]
La economía asamblearia no puede funcionar | Noticias - d2.com.es dice:
octubre 15th, 2011 a las 22:25

[...] » noticia original [...]


¿Por qué los despiden si se están forrando?

josvazg Says:
junio 2nd, 2011 a las 7:11

Creí que no iba a mencionar al contribuyente, porque al final el ejemplo


actual tras este articulo es Telefónica.

Pero no, en los últimos párrafos lo deja muy claro, ¡Chapó por el articulo y
bienvenido de vuelta a la red!

Yo solo añadiría que no siempre despedir gente es lo que una empresa


necesita para mejorar, pero en todo caso es asunto suyo y de nadie más (una
vez liberado el contribuyente de carga alguna). Ya serán luego los dueños y
accionistas los que evalúen y pidan cuentas.

josvazg Says:
junio 2nd, 2011 a las 7:18

Y un comentario más, aunque el profesor ya lo ha mencionado también.

En España es normal que la gente tenga tanta aversión a los despidos, porque
luego te quedas en el paro no se sabe cuanto tiempo, véanse los 5millones de
parados, un 20-21%.

Pero en lo que hay que hacer hincapié es que lo malo no es que vayamos a la
calle, sino que luego tardemos muchos meses o incluso años en encontrar
otro trabajo, ese es el drama, ahí es donde no se produce el aumento de
riqueza extra por la liberación mano de obra para otras empresas.

Eso lo que hay que cambiar y no es culpa de la empresas que despiden, sino
de lo caro e inflexible que resulta contratar de nuevo.

En una sociedad capitalista más o menos sana (es decir, con bajo
intervencionismo) un trabajador medio do debería durar en el paro
involuntario más de dos o tres meses.

GRN Says:
junio 2nd, 2011 a las 15:59

Saludos Juan Ramón y gracias por volver.


Ya que sale nuevamente el tema del desempleo justificado (paro friccional)
aprovecho para volver a preguntar, ya lo hice en una ocasión, ¿si tendría
sentido el calculo actuarial que posibilitara al sector privado ofrecer algo al
respecto?.

Gracias.

josvazg Says:
junio 2nd, 2011 a las 19:22

@GRN
Yo no le he entendido, ¿”calculo actuarial”?
¿Podría explicar o desarrollar su pregunta?

Juan Ramón Rallo Says:


junio 2nd, 2011 a las 19:24

Es complicado por la dificultad de diferenciar el friccional del cíclico o


incluso del voluntario (riesgo moral). Y el cíclico no puede preverse
actuarialmente, con lo cual… Me temo que sólo pueden constituirse fondos
de socorro mutuo, que no pueden considerarse seguros.

GRN Says:
junio 2nd, 2011 a las 20:48

Ah vaya, entonces me equivoqué porque me refería al paro temporal en el


trasvase de trabajadores desde etapas del consumo agotadas a nuevas etapas
más alejadas, luego me refería al paro cíclico.
Si no puede preverse ni tan siquiera a nivel sectorial y el fondo de socorro
es lo que es, entiendo que solo queda el atesoramiento preventivo durante la
etapa laboral como medida de protección individual.

josvazg
Consistiría en calcular la prima necesaria para cubrirte del riesgo de que te
quedaras en paro. Ese tipo de cálculos en base a leyes probabilísticas y
algunas cosas más, lo realiza las ciencias actuariales. Las compañias de
seguros principalmente.
Un saludo.

Andrés Says:
mayo 25th, 2012 a las 8:27

Excelente artículo! Falta el botón para compartir en Twitter (o no lo


encuentro).

Saludos.
¿Es el dinero electrónico el dinero del futuro?

rberzal Says:
junio 6th, 2011 a las 8:19

Interesante artículo Sr. Rallo.

Sobre el sistema monetario ideal se ha escrito mucho y se seguirá


escribiendo, por lo tanto no quiero sentar cátedra sino expresar mi punto de
vista.

Si atendemos a las dos funciones principales del dinero que son: medio de
pago y reserva de valor; debemos darnos cuenta de lo siguiente.

El hecho de ver el dinero como un medio de pago no ofrece ningún


problema. Cualquier cosa puede servir como dinero sin más requisitos que
que sea generalmente aceptado. Al ver el dinero de esta manera hablamos
siempre de operaciones a corto plazo, es decir hoy vendo grano y mañana
compro una camisa.

El problema viene cuando el dinero se usa como reserva de valor. Ahí es


donde empiezan a presentarse problemas. El primer problema es que el mero
hecho de atesorar dinero hace que su cantidad en circulación varíe, por lo
que se aprecia el que circula. Lo contrario podemos decir cuando se pone en
circulación un dinero ahorrado, el dinero que ya estaba en circulación se
deprecia. Este es un hecho ineludible, por lo que el dinero nunca puede
servir como reserva de valor. Vemos, entonces que el valor del dinero que se
ahorra depende de lo que hagan el resto de los ciudadanos con el suyo. Por
mucho que uno quiera aatesorar si el resto de los operadores están sacando
su dinero al mercado lo único que se está haciendo es perder valor. En este
caso sería mucho más interesante comprar que ahorrar.

Un operador que fuese capaz de manejar un porcentaje no necesariamente


muy alto del dinero en circulación podría llegar a beneficiarse mucho y, a la
larga, hacerse con todo el dinero en circulación, para ello sólo debería usar
el procedimiento siguiente: el operador debería ir ahorrando, y conforme
ahorrase más y más dinero, el mismo que queda en circulación sería menos
y, por lo tanto se iría apreciando. Pero no sólo se apreciaría el dinero en
circulación, sino que tambien se apreciaría el dinero que tiene ahorrado. Una
vez atesorada la cantidad suficiente de dinero, podría ir al mercado y
comprar del golpe muchos más bienes con su dinero ahorrado de los que
podría haber comprado con la misma cantidad de dinero si los hubiese ido
comprando poco a poco. Naturalmente, al sacar tanto dinero a la circulación
el dinero volvería a depreciarse, pero eso a él no le influiría. Repitiendo
esta operativa se puede llegar a hacerse con todos los bienes del sistema y
con todo el dinero del mismo.

De este ejemplo podemos sacar dos conclusiones importantes:

1º) Cualquier sistema monetario monopolístico tiende necesariamente a la


concentración de capitales.

2º) El sistema monetario monopolístico conduce necesariamente a tener que


aumentar y drenar constantemene el dinero en circulación para poder
mantener los precios.

Una vez analizado lo anterior se puede afirmar que ningún sistema monetario
monopolístico, y menos si la cantidad de dinero en circulación es finita,
puede llegar a ser efectivo como reserva de valor.

La solución que propongo es un sistema monetario con una moneda que no


sirva como reserva de valor. ¿Es esto posible? ¿Puede un dinero ser dinero
si no sirve como reserva de valor? Creo llegar a intuir que si, pero no soy
especialista en la materia y no puedo contestar a la pregunta. ¿Es posible un
mercado en el que todos los artículos cotizen frente a una moneda virtual que
no sea más que un cociente entre el valor de cualesquiera dos artículos pero
que no se pueda atesorar? Reclamo la ayuda del foro para resolver mi
dilema.

josvazg Says:
junio 6th, 2011 a las 10:40

Como ingeniero, técnofilo y geek que soy, debería ser carne de fan del
dinero electrónico, pero no es así. Para mi en lo único que puede triunfar el
dinero electrónico es en sustituir más bien parcialmente al papel, con sus
mismos defectos.

De hecho el dinero electrónico no es ahora sino la plasmación moderna de


los apuntes contables que se hacían de los depósitos, muchas veces creados
de la nada cuando se daba un préstamo o crédito a costa de la Reserva
Fraccionaria.

Las nuevas tecnologías son herramientas muy potentes que pueden servir
para hacer cosas muy útiles o soberanas tonterías.

La propiedad más importante que tiene que tener el buen dinero es que su
cantidad sea fija o de crecimiento estable o predecible e INDEPENDIENTE
de la política, los avatares económicos, las cosechas, etc

Unos números en un ordenador controlados por un ente concreto, da igual


que sea público o privado, son muy fáciles de manipular, como lo es el
dinero fiduciario, y por lo tanto es susceptible de generar inflación,
distorsiones monetarias y ciclos económicos.

No obstante, dicho esto, si creo que el dinero electrónico con base de oro no
solo puede ser un buen sistema, sino que al final será casi impepinable
donde o si se abandona el dinero fiduciario.

Me explico, a los precios que alcanza el oro cada vez que el dinero
fiduciario se infla en cada ciclo económico, más pronto que tarde cantidades
más bien ridículas de oro equivaldrán a mucha riqueza en bienes y, por ello,
será muy arriesgado atesorar las 3 o cuatro monedas de oro que los no tan
ricos puedan llegar a ahorrar. (Ya no queda mucho para imaginarse que, con
un lingotillo de un 1kg, que no abulta gran cosa, puedas comprarte la casa y
el coche… siendo el piso a precios de mercado no inflados por las
autoridades y usando tecnologías de fabricación más que de construcción,
claro)

Aun con la ayuda de la plata será más conveniente manejar ese oro a través
de dinero electrónico con créditos equivalentes a miligramos de oro o de
plata para transacciones del día a día.

El dinero del mundo estaría casi siempre en unos pocos lugares bien
custodiados, pues el mínimo robo equivale a grandes cantidades de riqueza.
Y por otro lado la capa electrónica simplemente contabilizaría que cantidad
es de quien en cada momento y que transacciones justifican que se haya
llegado a ese estado contable.

josvazg Says:
junio 6th, 2011 a las 11:10

@rberzal

El deposito de valor es la función más importante del dinero, sobre todo en


un sistema capitalista donde hace falta que la gente ahorre para poder
acumular suficientes recursos para ser capaces de mejorar la producción y
aumentar la riqueza futura.

Si no puedes ahorrar estas abocado a malconsumir siempre TODO lo que


produzcas y quedarte en la subsistencia para siempre.

Es cierto, que el dinero se aprecia cuando se atesora y queda menos en


circulación, pero también por eso surge la tentación de gastarlo… pero es
que no hace falta la tentación, los seres humanos necesitamos consumir;
comer todos los días, vestirnos y encontrar cobijo, como poco. Además,
cuanto más dinero se tiene ahorrado, normalmente mayor es el incentivo a
subir el nivel de vida, es decir, a aumentar el nivel de gasto, aun cuando se
siga ahorrando.

Por otro lado, es imposible, en un sistema libre y sin trampas, que alguien se
haga con todo el dinero Y la riqueza del sistema:
- Para adquirir más riqueza deberá usar dinero, ya sea en comprarla o
invertirlo en generarla, dinero que irá a parar a los bolsillos de otros.
- Además siempre habrá quien, con pocos recursos, quizá unos pocos
salarios ahorrados por trabajar para “el monopolizador”, pueda generar
riqueza de manera considerable.

Imagine una isla donde todas las propiedades son de una persona, el oro y
todo. Si esta persona está sola la isla al final no tendrá una vida muy de rico,
la mayoría de los productos perecederos se le pondrán malos, el oro no le
servirá más que de adorno y antes o después se tendrá que poner a trabajar,
ya sea haciendo de labrador o granjero, con o sin maquinaria que le ayude.
Aun en el caso futuristico de que tenga todo el sistema de producción
automatizado deberá trabajar en mantenerlo, o mantener y supervisar el
sistema de mantenimiento automatizado…

Y si no está solo en la isla y prefiere no trabajar seguramente deberá


desprenderse de parte de su riqueza para compensar a un número
determinado de personas por trabajar para el/ella en lugar de pescar para
ellos mismos, o producir riqueza para su propia subsistencia.

Y una vez abierto el melón, por difícil que sea, siempre puede aparecer
quien sea más eficiente ahorrador y acabe con más recursos en la isla que el
“dueño primigenio”, por otro lado acostumbrado a un tren de vida muy poco
frugal.

rberzal Says:
junio 6th, 2011 a las 11:46

Le agradezco el comentario Sr josvazg pero quiero hacerle las siguientes


observaciones:

1º) Mi opinion es que un determinado territorio puede ser capitalista aún no


teniendo una moneda monopolística. Yo no estoy en contra de la acumulación
de capital, estoy en contra del dinero monopolístico. La prueba evidente de
que el mundo puede ser capitalista sin necesidad de moneda monopolística
es que no existe moneda monopolística a nivel planetario.

2º) De poco sirve que nuestro supuesto operador necesite gastar 10 para
mantenerse si utilizando la estrategia citada es capaz de atesorar 100 en el
mismo espacio de tiempo. Iterar este mecanísmo llevaría de manera
asintótica el dinero restante a cero.

3º) Es evidente que el ejemplo que pongo nunca llegaría a hacer que una
persona acaparase todo el dinero ya que conforme el dinero originario se
fuese apreciando la población iría adoptando otros medios de pago más
líquidos.

Lo que yo propongo, sin tener la certeza de que sea teoricamente posible, es


una moneda que sirva sólo de medio de cambio y que la reserva de valor se
haga con cosas materiales tales como el oro, los brillantes o cualquier otra
cosa. Todas estas mercancías tendrían un valor unas respecto a otras que se
expresaría en la citada moneda pero no serían moneda en si mismas.

Mi idea parte de la certeza de que es imposible realizar una reserva de valor


que sea independiente del mercado. Realizar la reserva en dinero tiene el
mismo riesgo que realizarla en cualquier otro tipo de mercancía o incluso
más, por lo tanto no tiene ningún sentido realilarla en dinero.

El dinero monopolístico sólo tiene sentido en un estado centralizado y lo que


le da el valor monopolístico es que los impuestos se deben pagan con él.

josvazg Says:
junio 6th, 2011 a las 13:35

No se que entiende usted por “moneda monopolistica”, si se refiere a


internacional entonces el oro lo es, si se refiere a controlada
monopolicamente por algo o alguien, el oro NO lo es, mientras que cada una
de las monedas fiduciarias SI lo son en cada país que las emite.

El oro es un elemento químico de la tabla periódica, no se conocen formas,


al menos viables y baratas de crear oro de materiales más baratos. La
cantidad de oro aumenta de manera más o menos estable SIN que nadie
pueda influir en ello porque le convenga en un sentido u otro con fines
políticos o de otro tipo.

Además, es relativamente simple y barato, sobre todo hoy en día, comprobar


la pureza y autenticidad del oro para evitar estafas y fraudes.

Y por ultimo, tiene demanda natural en todo el mundo. No hace falta ninguna
ley que obligue a realizar pagos en oro ni de curso forzoso como si hizo falta
con el dinero de papel. Lo cual quiere decir que tiene demanda previa y es
apreciado como bien y no solo como medio de pago “pre-acordado”.

Respecto a la reserva de valor, la certeza o la estabilidad de precios no


existen, el ser humano está cambiando las reglas del juego constantemente
con nuevos productos y servicios que hacen que la riqueza no solo aumente,
sino que se transforme y cosas que son riqueza hoy (son demandadas)
mañana no lo son (por ejemplo, las máquinas de escribir) Eso si, el oro
siempre es una reserva de valor a más largo plazo que, por ejemplo, la
peseta (que ya no circula, aunque aún te la cambian) o que muchas otras
cosas cuyo precio fluctúa mucho más y muchas veces más bien a la baja.

jonveyita Says:
junio 6th, 2011 a las 16:33

Siguiendo el razonamiento de josvazg, que comparto, a lo mejor se cierra el


ciclo:

Oro/Plata fisico –> Oro/plata papel –> Puro papel –> Papel digital –>
Oro/plata digital (convertible en oro/plata fisico en cientos de almacenes en
cientos de localidades geograficas)

En cuestion de confianza, que fiat money pudiese competer oro/plata digital,


facilmente convertible en fisico (para generar y soportar esa confianza).

Para rberzal, confieso que me cuesta un poco seguir tu razonamiento logico,


pero me parece que tu meta es conseguir una reserva de valor con poder de
compra constante, por eso ves complicado que una reserva de valor como el
oro se utilice como dinero.

Si como dices: “Lo que yo propongo, sin tener la certeza de que sea
teoricamente posible, es una moneda que sirva sólo de medio de cambio y
que la reserva de valor se haga con cosas materiales tales como el oro, los
brillantes o cualquier otra cosa.”

Si quieres esto, ya lo tienes, es lo que tenemos ahorita un sistema monetario


flotante sin ninguna referencia fisica, donde es basico realizar
comparaciones entre diferentes bienes y activos para tener un marco de
referencia relativamente estable.

En principio me parece una utopia lo que quieres, una reserva de valor con
poder de compra constante, a lo mejor se parte de una premisa erronea,
Rallo podria hablar mas al respecto.

rberzal Says:
junio 7th, 2011 a las 7:58
Lo que propongo es básicamente lo contrario. Como hacer del dinero
reserva de valor y tratar de estabilizarlo es algo imposible por que, como
para cualquier otro bien, su valor varía con la abundancia en el mercado, lo
mejor es olvidarnos de eso y tratar el dinero sólo como medio de cambio
haciendo la reserva de valor en bienes tangibles tales como el oro, la plata,
los brillantes, etc. De esta manera conseguimos dos cosas: la primera es que
evitamos buena parte de las fluctuaciones monetarias causadas por el
aumento y la disminución de ahorro en metálico y la segunda es que, al
invertir en bienes tangibles, conseguimos una mayor diversificación del
riesgo y una menor exposición a las variaciones del valor del dinero.

Bastiat Says:
junio 7th, 2011 a las 14:48

Rberzal, no es posible. El dinero tiene dos características, medio de cambio


(y unidad de cuenta) y reserva de valor. Yo puedo dejar todos los meses 500
UM guardadas en un bote y al final del año tendré 6000. Si o si, lo usaré
para ahorrar o para consumir en el futuro, que es lo mismo.

Otra cosa es que usando el dinero corriente seamos capaces de invertir en


bienes más o menos líquidos que su característica de m as peso sea la
reserva de valor pero que siempre estará determinada por su relación con la
UM como unidad de cuenta y frente a ella fluctuará informándonos de su
capacidad de reserva de valor.

El dinero es el dinero. No será electrónico porque no se puede dividir en sus


características. Si no puedo usarlo como reserva física de valor, la única
válida, no será aceptado.

josvazg Says:
junio 8th, 2011 a las 7:41

Creo que habría que distinguir a que nos referimos con “dinero electrónico”.

Encontrarnos 110100110101 en la memoria de un ordenador por si solo no


significa nada, ni es dinero ni nada más que señales eléctricas con un
significado numérico.

Pero si esos números representan:


- El saldo de un depósito en un banco, entonces simplemente sustituyen de
manera más eficiente y flexible a los libros de contabilidad bancaria de
antaño. Esto ya ha ocurrido y el dinero en los bancos esta apuntado
electrónicamente, además, con la Reserva es Fraccionaria el 90% del dinero
es solamente un apunte contable, es decir, ahora es un “apunte electrónico”
donde antes solo era un apunte en papel en ambos casos sin respaldo real…
a no ser que se liquiden deudas o colaterales, cuando los haya, y que no
suelen respaldar todo el valor que “ese dinero decía representar” en el
ordenador inicialmente.

- Una cantidad de dinero fiduciario, entonces no son más que un resguardo


electrónico en lugar de papel que puede usarse directamente como medio de
pago porque las autoridades te obligan a usarlo y aceptarlo como tal, ya que
ellas y solo ellas pueden crear más de esos papelitos o de esos créditos
electrónicos. Las ventajas respecto al papel son más evidentes para las
autoridades que para los ciudadanos. Estos pueden quizá obtener mayor
seguridad en las transacciones si se añade el concepto de propiedad de los
créditos a las transacciones, pero desde luego el chollo es para las
autoridades que ya NI siquiera necesitan una imprenta para inflar y envilecer
la moneda, hacen un INSERT o un UPDATE en una base de datos y a correr,
gasto casi cero, consecuencias muy costosas.

- Derecho de propiedad de una cantidad de oro (o plata) determinados,


entonces, a las ventajas que tiene el oro como dinero, se le añade la
flexibilidad de manejarlo de manera digital, podemos añadir seguridad en
las transacciones, es más podríamos incluso poner números de serie a los
lingotes de oro, puesto que todo el oro del mundo ocupa como mucho 3
piscinas olímpicas y, de una manera no muy costosa con la tecnología actual,
de podría saber que fracción de peso de que lingote tiene cada persona
ahorrada en cada momento. Eso si sería combinar las bondades del oro con
la flexibilidad automatización y potencia de cálculo que nos ofrece la era
digital.

Ignacio Says:
junio 10th, 2011 a las 10:48

Señalar la publicación ayer día 9 d ejunio 2011, en la última de “Expansión”


de una columna de Jesús Fernández-Villaverde “eliminemos el dinero en
metálico”. Digna de una contestación a lo grande…
¿Para qué sirve la negociación colectiva?

juan Says:
junio 10th, 2011 a las 21:30

Estimado Sr. Juan Ramón Rallo,se olvida usted de lo siguiente:

1. Actualmente, con la legislación vigente menos los contratos indefinidos, el


empresario puede contratar y despedir a un trabajador a la carta. Cubrir
como quiera y cuando quiera lo que necesite con trabajadores que ahora
mismo se venden por lo que sea.

2. En la etapa de expansión crediticia y con la economía marchando a toda


máquina teníamos un 8% de paro. Qué se puede esperar con un modelo de
mayor eficiencia, basado en la inversión y el ahorro, de aplicaciones
tecnológicas que prescindirá de mano de obra, donde se mejore la gestión y
se limite drásticamente el crédito. Tenemos por delante un paro estructural
superior al 15% por muchos años y por mucho que se termine por
flexibilizar el mercado laboral.

3.Estados Unidos tiene la tasa de paro que tiene pese a tener el modelo de
flexibilización laboral total.

4.Que no se hable de modificar el convenio para ligar el salario a


productividad sino de eliminar el convenio tal cual porque lo que se
persigue es disminuir costes salariales para exportar más ahora que el
español va a menos y por lo tanto el mercado interior es menos atractivo.

5.Se contratará el personal que se necesite, para lo que se necesite y el


tiempo que se necesite. Trabajadores de sobra para hacerlo los hay y
legislación favorable y mil trucos también para que no suponga ningún
problema echarlo a la calle cuando ya no te hagan falta.

6.Lo que en el fondo se desea es bajar la indemnización de los fijos para


poder echarlos a la calle y contratar a trabajadores más baratos, lo cual es
perfectamente comprensible.
7.Se recurrirá a la manipulación estadística, como se hace hoy, para
maquillar las cifras de desempleo y venderle a la gente que todos los
recortes salariales, sus peores condiciones de trabajo y menores
transferencias que se reciben y peores servicios públicos han servido para
algo.

Conclusión: que se haga lo que quiera con las reformas laborales pero que
no se venda como que va a crear empleo a mansalva o van a mejorar las
condiciones de los trabajadores porque el desempleo va a ser tan bajo que
su poder se incrementará en negociación alguna.

Rberzal Says:
junio 11th, 2011 a las 19:51

Excelente artículo Sr. Rallo.

Todo lo dicho se podría resumir en que, al hacer una homgeneización,


siempre se perjudica a unos para beneficiar a otros. Esto tiene más
importancia de lo que parece, ya que, como al que se perjudica es al más
productivo, se produce una desmontiváción del mismo. La consecuencia
inmediata es que baja la producción, con lo que el empresario negocia el
siguiente convenio a la baja, lo que vuelve a producir desmotivación. De
esta manera se entra en un circulo vicioso que conduce a la ruina.

El convenio colectivo es una aplicación particular del comunismo. Sus


consecuencias inmediatas se pueden ver en los paises comunistas. Sin más.

Un saludo

Natalia Mosquera Figueroa Says:


junio 13th, 2011 a las 10:02

Excelente artículo. Aunque me gustaria ver más desarrollado el como este


modelo mantuvo, manatiene y matendrá alejados de las empresas a las
personas jovenes mejor formadas y con nuevas ideas fuera de las grandes
empresas. Lo que por descontado las hace menos competitivas.

Solo un apunte al comentario de Juan, me parece increible que en pleno siglo


XXI los argumentos Luditas (tu segundo) párrafo sigan teniendo influencia en
el analisis económico.

La unica manera de aportar buenas soluciones para evitar la destruccion de


la riqueza y promover la prosperidad, está en realizar un buen análisis de las
causas de la pobreza.

El argumento de que la tecnologia genera desempleo es la evidencia de que


existe un grave problema en el entendimiento de como funciona la economia
de mercado lubre.

Fernando Says:
abril 29th, 2013 a las 21:32

@juan

(…) sus peores condiciones de trabajo (…)

La peor condición de trabajo que puede existir es el desempleo.

Iñaki Says:
abril 29th, 2013 a las 22:39

“Estados Unidos tiene la tasa de paro que tiene pese a tener el modelo de
flexibilización laboral total.”

La tasa de desempleo de EEUU está por debajo del 8%, y eso, pese a no
tener un modelo de flexibilización laboral total. Creo que la diferencia es
muy importante.

Tienen un modelo muy flexible en comparación al nuestro, pero no es, ni


mucho menos, totalmente flexible. Por ejemplo: No sé si sabías que sí tienen
un salario mínimo obligatorio a nivel federal, que lleva años en aumento. Y
en la mayoría de sus estados, se impone un salario mínimo por encima del
federal. Eso, además de muchas normativas que también allí entorpecen la
creación de empleo (aunque no al mismo nivel que en España). Mientras que
hay unos cuantos países europeos que no tienen salario mínimo obligatorio.

Pero, ¿habría suficiente oro? | Precio OroyFinanzas.com dice:


octubre 5th, 2012 a las 21:05
[...] En definitiva, el capitalismo con un patrón monetario rígido requeriría
de unos mercados flexibles donde los precios –y los costes– pudieran ir
modificándose con el transcurso del tiempo. Nada, por otro lado, que no se
diera en el s. XIX y que no sea igualmente recomendable en un capitalismo
con un patrón monetario más elástico; al cabo, los precios son los faros del
capitalismo y nada bueno puede resultar de su manipulación. [...]
¡Que paguen los más ricos!

indignado Says:
junio 18th, 2011 a las 18:10

La verdad es que me deja perplejo su artículo, y me produce una profunda


tristeza constatar que precisamente aquellos que os proclamais tan liberales,
en el fondo sois unos autenticos defensores de la esclavitud. A vosotros no
os interesa el libre mercado donde multiples ofertantes y demandantes
intercambian bienes, no, solo os interesa mantener y acrecentar el poder de
unos pocos, llamese Estado o Corporación, ¿y os llamaís liberales?. Para
que exista el libre mercado es absolutamente imposible la existencia de
grandes corporaciones y para eso debe existir una institución civil, que eso
es el gobierno, que límite la excesiva acumulación de poder. Pero el
gobierno entendido en el sentido más democratico de la palabra, ya que
democracia y educación son los únicos pilares para constituir una sociedad
civilizada y con progreso, lo contrario es la ley del mas fuerte, la violencia,
la crisis y por último la caida de la sociedad en la desesperanza y la
anarquia, esto es lo que vosotros propugnais, esto es hacia donde se dirige la
sociedad actual.
No entiendo como podeis estar contentos con vuestras propuestas, no se
porque quereis hacer daño al resto de ciudadanos. Yo no quiero vivir en una
sociedad violenta y tan materialista y superficial que todo sea cosificado.
Por eso habeis fracasado, esto es lo más cerca que vais a estar de imponer
vuestras ideas, porque la gente no quiere comportarse como vosotros
pretendeis, las personas preferimos la colaboración a la competencia, la
compasión a la caridad, la educación a la incultura, la etica al
materialismo… estas son las nuevas tendencias que cada vez más se van
afianzando, por las que la gente comienza a unirse, aunque aún no tienen del
todo claro lo que quieren, pero si saben lo que no quieren, y no os quieren a
vosotros y vuestras ideas, ya nadie se traga vuestro ideario, y aunque
tardemos un tiempo, al final tendremos una sociedad un poco más justa pero
sobre todo más ilusionante y esperanzadora.

Thomas Sowell Says:


junio 19th, 2011 a las 7:24
Un gran artículo.
Vaya pastiche ideológico el de “indignado”, mezclando los mismos
topicazos que suelen repetir los que no saben deletrear la palabra
“economía”, y añadiendo unas cuantas gansadas que nada tienen que ver con
el artículo.
La gente siempre quiere vivir mejor de lo que vive, y eso solo lo permiten
las sociedades capitalistas. Jamás ha vivido el hombre mejor que en las
sociedades capitalistas, en las que la gran mayoría de la gente tiene acceso a
bienes y recursos a los que ni siquiera los más ricos podían acceder hace
apenas tres generaciones. La gente sí tiene muy claro lo que quiere: vivir
mejor. El que no tiene coche quiere un Seat, y el que tiene un Seat quiere un
Mercedes.
El estado del bienestar es intrínsecamente injusto: el estudiante más
aplicado, el que se esfuerza más, se verá obligado en el futuro a pagar con su
trabajo el desempleo y los servicios médicos del estudiante más vago, del
tocapelotas de la clase. En otras palabras, el mejor tendrá que trabajar para
el peor. Eso sí es esclavitud.
Estos que andan reclamando más justicia social ya los conocí en la Facultad.
Generalmente andaban tocando la guitarra mientras otros estábamos
empollando. Ahora tengo que pagarles el paro y agunatar que vengan
dándome lecciones de moral.

indignado Says:
junio 19th, 2011 a las 8:28

Ya me esperaba esta respuesta, Que triste! la verdad es que si os escuchaseis


a vosotros mismos os pareceria ridiculo todo lo que decis.
El capitalismo, tal como lo planteais es irrealizable y además no lo
queremos. No es cierto que la sociedad capitalista viva mejor, si es posible
que tu vivas mejor, pero no una gran mayoria, y esa es la trampa del
capitalismo.
No todo el mundo es tan caprichoso como tu, no todos queremos un
Mercedes, yo prefiero tener un buen sistema público de transporte que sea
respetuoso con la naturaleza, de verdad es tan dificil de entender?, tanto
cuesta comprender que convertirnos en seres caprichosos y superficiales no
es vivir?
Tu estas asumiendo unos postulados previos acerca de mi que no tienen nada
que ver con la realidad, pero los necesitas para justificar tu postura, porque
es más facil para ti pensar que soy un “tocapelotas que va tocando la
guitarra”, y no que soy una persona normal y corriente, pero preocupado por
el cariz que esta tomando la sociedad en la que vive, eso no os entra en la
cabeza.
Seguis sin entender que el crecimiento infinito, tal y como esta planteado, es
imposible, que hay otras formas de medir el bienestar de la sociedad, y no
solo el PIB, que NO EXISTE EL DERECHO NATURAL A LA PROPIEDAD
PRIVADA, es una construcción del derecho, que solo sirve si se adapta a la
realidad social en la que se aplica, pero que como todo, es susceptible de
cambiar en tanto cambien los valores de la sociedad.
Me hace mucha gracia eso de que el estado del bienestar es injusto, es decir,
que el país mas feliz del planeta, Dinamarca, es también el más equivocado,
vaya paradoja, ya que precisamente es el país con el estado de bienestar más
desarrollado, que curioso.
En fin, vives en el pasado…

no con mi dinero. Says:


junio 19th, 2011 a las 13:04

“yo prefiero tener un buen sistema público de transporte que sea respetuoso
con la naturaleza, de verdad es tan dificil de entender?”

Pues págate tu caprichito con tu dinero y con los que piesna com o tú,
parásito. Que cada perona o asociacións epague sus caprichos. No en mi
nombre y no con mi dinero.

¿Tan difícil es de entender que los fascistas antiliberales nos dejéis en paz a
los que queremos comprar o consumir cosas distintas a las vuestras?

Menudos imbéciles: piden Estado de bienestar y al va vez reclaman el ideal


reaccionario del decrecimiento. Más gasto público para pagarles sus
caprichos y menos PIB, LOL

no con mi dinero. Says:


junio 19th, 2011 a las 13:06

” Yo no quiero vivir en una sociedad violenta y tan materialista y superficial


que todo sea cosificado.”
Así habla un fascista musssoliniano: queriendo imponer a los demás su
concepción de la vida.

Thomas Sowell Says:


junio 19th, 2011 a las 17:23

En Dinamarca llevan tiempo repensando el sistema. Han podido mantenerlo


porque tienen una población muy pequeña y uniforme. Durante mucho tiempo
no han recibido immigrantes y hoy día siguen teniendo las leyes más
restrictivas en immigración. Ahora que enormes cantidades de dinero se
emplean para mantener a la población immigrante, están empezando a pensar
que mejor se lo paguen ellos. Ahí va una perla, para el que lea inglés. De
Dinamarca me quedo con el flexicurity, que es básicamente el despido libre.
Lo repito para que quede claro: el capitalismo es el sistema que ha sacado y
sigue sacando a millones de personas de la miseria. Es en los países
capitalistas donde se vive mejor, y por eso la gente de los países en
desarrollo trata de escapar en cuanto puede y venirse a Europa o USA,
precisamente porque quieren vivir mejor. Entiendo que a “indignado” no le
interese tener un Mercedes, hay gente “pa” tó, pero a la mayoría de la gente
sí le interesa mejorar económicamente y vivir mejor, por eso juegan a la
lotería.
En cualquier caso solo el capitalismo ofrece esas oportunidades. En el año
2000 yo no tenía nada, ni dinero, ni coche, ni cuenta corriente, ni teléfono.
Vivía en un piso de mala muerte, sin calefacción ni agua caliente. Estudiaba
en la Facultad y trabajaba incluso en verano para pagarme el alquiler y los
estudios. Este año he pagado seis mil euros en impuestos. No es que yo viva
bien, es que vivo cojonudamente, mejor que el 90% de la gente, y como todo
me lo he ganado yo, puedo decirlo sin complejos. Pero hay otro elemento de
la ecuación: aún ahora, sigo trabajando más que el 90% de la gente. Cuando
veo a un perroflauta en paro, que anda todavía terminando la carrera después
de 8 años jugando a las cartas en la cafetería, pienso que ha cosechado lo
que ha sembrado. Que no me hable de justicia social después de que le estoy
pagando el paro. Me parece bien que el estado tenga que mantener al que no
se puede mantener, pero ni un euro al que ha tenido todas las oportunidades y
no las ha aprovechado, que vaya a Cáritas, o que le pague el paro
“indignado” con el dinero que no use para el Mercedes.

Isabel Says:
junio 20th, 2011 a las 16:39

Ningún derecho humano puede existir sin derechos de propiedad. Dado que
los bienes materiales son producidos por la mente y el esfuerzo de
individuos específicos, y que son necesarios para sostener sus vidas, si el
que produce no es dueño del resultado de su esfuerzo, no es dueño de su
vida. Negar los derechos de propiedad significa convertir a los hombres en
una propiedad de la que el dueño es el Estado. Quien proclama el “derecho”
a “redistribuir” la riqueza producida por otros, está proclamando el
“derecho” a tratar a seres humanos como esclavos.

http://objetivismo.org/socialismo/

indignado Says:
junio 21st, 2011 a las 15:44

Vaya empanada mental que teneis encima! la verdad es que estais un poco
paranoicos con el poder del Estado, me dejais un poco preocupado, porque
no os dais cuenta que os estan engañando, os mienten y os distraen con todo
el rollo del capitalismo=libre mercado=propiedad privada, y no es así.
El autentico derecho que debemos reclamar es a la participación en los
asuntos que nos conciernen a todos, es decir, la democracia en el mas amplio
sentido de la expresión, ya que de lo contrario estaís reconociendo que solo
el que acumule más riqueza es quien tiene derecho a determinar más
aspectos de la vida social y ese es un elemento muy peligroso porque estais
reconociendo que sus intereses son mas importantes que los vuestros, cuando
son exactamente iguales.
No debeis renunciar a vuestros derecho a ser libres, liberalismo no es igual
a capitalismo ni propiedad privada, porque como ya he dicho antes nos
podemos organizar de distintas maneras; usufructo, posesión… debemos
tener el derecho a disponer de los medios necesarios para nuestro
desarrollo, eso esta claro, pero lo podemos hacer sin renunciar a nuestros
derechos como ciudadanos libres e iguales.
Tal y como vosotros lo planteais, de lo que no os dais cuenta, es que
actualmente el Estado se comporta como una empresa que cuenta con el
monopolio de la violencia, es decir, una especie de empresa de seguridad
que ofrece sus servicios a todos a cambio de una cuota, vease impuestos, y
que como empresa mas grande e importante de un territorio, tiene la
capacidad de orientar la economia en un sentido o en otro, pero esto no es un
Estado democratico ni mucho menos, es precisamente lo que vosotros
deseais, y eso es algo que no entiendo, como no veis que ya tenemos todo
aquello que reclamais, todo es una empresa, todo es privado, no existe el
derecho a los servicios publicos, y desde luego cada vez van a ser mas
privados, ya vivimos en una sociedad enteramente capitalista donde el que
mas poder acumula es quien decide. Esto es lo que yo critico, que vuestro
planteamiento nos lleva a esto, o a cosas incluso peores, porque renunciais a
vuestra libertad. Por favor, luchad por ser libres, no caigais en las mentiras
de aquellos que no os aprecian ni os valoran como a seres humanos. Juntos
podemos hacer una sociedad más democrática y justa, os animo a que seais
más criticos con los argumentos que os dan el Sr. Rallo y otros, ya que si los
examinais con cuidado, os dareis cuenta que no es vuestra libertad lo que
persiguen. Animo!!

Rawolf Says:
junio 21st, 2011 a las 20:49

Indignado, gracias a gente como tú entre IRPF, Inseguridad Social, IVA y


tasas varias me expropian más del 50% del valor de mi trabajo (lo que el
empresario privado paga por mis servicios, esto es: sueldo bruto +
cotización a la Inseguridad Social), para tener que pagar, encima, una
sanidad privada y evitar que yo o cualquier miembro de mi familia caiga en
manos del Doctor Montes de turno; una educación que sea digna de tal
nombre para que mis hijos tenga la opción, llegado el caso, de huir de tanto
gorrón y, además, apretarme el cinturón para tener, el día que me toque, la
pensión que no me van a dar.

El problema de este país no es político, el problema de este país es que la


mayoría de la gente es como tú; ellos (los políticos) dan respuesta a vuestras
demandas: lo queréis todo, lo queréis gratis, lo queréis ahora.

Gente que, no satisfechos con vivir del sudor del de enfrente, pretendéis
situaros en un plano de superioridad moral respecto a los capullos que
pagamos la fiesta, justificando vuestro afán por no dar ni golpe con que todo
ello es en beneficio de la humanidad y, cómo no, del medioambiente.

Lástima que no hayáis nacido leones o gacelas para que disfrutarais de los
beneficios de la ley fundamental de esa naturaleza que tanto amáis: el que no
corre/curra, no sobrevive. Pero habéis nacido hombres y como tales hay dos
opciones para salir adelante, hacer algo que el vecino considere valioso y
pueda intercambiar contigo, libremente, por algo que él tenga y tú valores o,
directamente, robárselo. Vuestra opción es esta última, con el recochineo de
la moralina.

Por mi parte, indignado, como tengo decencia para no subirme al carro, sólo
me queda quitarme el yugo y dejar de tirar de él. En septiembre me piro del
país, destino Asia, IVA=0%, IRPF=0%, ahí os quedáis.

indignado Says:
junio 22nd, 2011 a las 6:22

Mirad, lo que es imposible es imposible, os pongais como querais, y el


mantenimiento de este sistema no puede durar a largo plazo, porque no
tenemos más planetas para consumir, hay que reducir el consumo y producir
de una manera mas respetuosa con la naturaleza, y esto es algo que no tiene
discusión lo querais ver o no, es así.
Este sistema esta fracasando también porque no incorpora a toda la
sociedad, la clasifica segun su patrimonio y en la practica eso se convierte
en una discriminacion jurídica, no todos tenemos los mismos derechos.
Vuestro problema es que solo veis al ser humano desde el punto de vista
economico, y eso es un error, ya que no vale para explicar todo el
comportamiento. Deberiais tener en cuenta la psicologia, la sociologia, la
antropologia, la medicina y la ecologia y os dariais cuenta de que no es tan
simple como vosotros lo planteais.
Si queremos mantener una sociedad civilizada y desarrollada, debemos
cambiar, debemos tomar conciencia de nuestro papel en el planeta, y esta no
es una idea utopica, es la idea central sobre la que debemos desarrollar
nuestra sociedad, pero ese desarrollo debe ser acorde a las caracteristicas
del medio donde lo realizamos, porque de lo contrario, a la larga se volvera
contra nosotros, y eso es independiente de que vosotros me acueseis de ser
mas o menos vago y otras lindeces, el crecimiento infinito es imposible, lo
que es posible es el desarrollo humano, pero entendido en sus multiples
dimensiones.
Si fueseis un poco mas abiertos de mente, os dariais cuenta de que las
distintas posturas no estan tan alejadas, os lo aseguro, ya que a lo largo de
mi vida me he interesado por distintas ideologias, y en su tiempo también fui
capitalista en el sentido que vosotros lo utilizais, que no es igual que liberal,
no tiene nada que ver, y al final del viaje, me he dado cuenta, que no hay
tantas diferencias, mas bien lo que parece es que hay gente que necesita que
creamos que son posturas irreconciliables, pero conceptos como el libre
mercado son defendidos por todas las ideologias, desde la derecha hasta el
ecologismo, lo unico que cambia es la aproximación a esos temas, desde un
punto de vista mas social o mas individual, pero esa distancia es
perfectamente superable con mas educacion y mas democracia, que en el
fondo, es la parte central de mi tesis.
Tened la mente mas abierta e intentar contraargumentarme. Un saludo

Bastiat Says:
junio 22nd, 2011 a las 15:55

Hombre, indignado, yo sí creo que el capitalismo y el liberalismo tienen una


pequeña diferencia, el capitalismo usa al estado para sus fines particulares y
el liberalismo busca la libertad y la justicia. Y eso lo hace tratando de
entender lo primero de todo que sólo los hombres libres son capaces de
crear riqueza y bienestar.

Los hombres libres.

Y la libertad implica el que nadie puede imponer a nadie nada que no desee
hacer, decir o pensar. El que nos pidas que abramos la mente es una
invitación a que hagas lo mismo. Hablas de democracia como si fuera un
paradigma del desarrollo hacia donde tú dices que tenemos que ir. Y no hace
mucho hubo unas elecciones, supongo que no las calificaras como
antidemocráticas o ademocráticas que han dado un resultado con el que
espero que estés de acuerdo. No en vano o descalificas esta democracia o
aceptas los resultados de la democracia sean cuales sean.

Ahora bien, puede ser que califiques a esta democracia como insuficiente o
que tu definirías a la democracia de otra manera, ¿cómo sería la democracia
perfecta? Recuerda que la democracia es, en esencia, un sistema por el que
un grupo de personas iguales deciden sobre el común. Nada más.

¿Tu democracia limita la liberad de los individuos previo a la decisión


democrática? ¿En tu democracia se justificaría la limitación de la libertad de
los individuados? ¿En tu democracia se impondría a los individuos una
determinada forma de pensar?

¿O en tu democracia el gobierno de los hombres defendería los derechos de


los individuos, la libertad de los individuos?

indignado Says:
junio 23rd, 2011 a las 9:40

Vamos a ver, seguis equivocando el punto de partida.


En mi opinión la supervivencia del ser humano como especie, solo es
posible con el desarrollo de estructuras sociales complejas. Esto
inevitablemente requiere despojarnos de la idea de libertad individual de
manera absoluta, ya que al establecernos como sociedad desarrollamos
estructuras que nos limitan, pero sin las cuales la sociedad sería imposible, y
me estoy refiriendo claramente al DERECHO, a la ley.
Este es probablemente el mayor logro de la humanidad, y tal como yo
entiendo el liberalismo, no trata de la exaltación de la individualidad, que
ademas haria imposible el desarrollo de la sociedad y por lo tanto iria
contra nuestros propios intereses, sino en crear leyes que no nos opriman,
que nos permitan desarrollarnos dentro de un marco de convivencia lo mas
pacifico posible, y aqui es donde entra mi concepto de democracia, de la
siguiente manera; un buen sistema democratico, debe brindar la oportunidad
a todos de participar en la toma de decisiones, para ello, la comunidad
politica debe ser no mayor a la municipal, ya que fuera de ahi la democracia
es imposible, luego, estos municipios deben estar asociados para poder
desarrollar aquellos proyectos que les superen, por lo tanto, lo vivido el 22-
M fue una pantomima, ya que el municipio apenas tenia protagonismo y
ademas, esta democracia esta secuestrada por PPSOE y no la dejan
desarrollarse.
El otro elemento en el que fallais es el excesivo antropocentrismo del que
haceis gala, para un correcto desarrollo humano, debemos crear sociedades
a escala humana y que sobre todo tengan claro su papel para con la
naturaleza. Este último punto no es baladí, de hecho lo considero el elemento
central de mi pensamiento, ya que durante muchos años hemos vivido
cogiendo de la naturaleza todo cuanto nos ha dado la gana, alterando los
ciclos biologicos, eliminando biodiversidad, destruyendo ecosistemas para
satisfacer meros caprichos…, nuestro marco de desarrollo economico no
puede ignorar estos hechos, ya que segun vosotros seria licito que alguien
pudiese comprar la selva del Amazonas y transformarla en varios campos de
golf, despreciando el impacto que eso tendria ademas de la inmoralidad que
supone.
Si fueseis capaces de admitir estos dos puntos, sociedad a escala humana y
respeto a la naturaleza, estariamos en el camino de desarrollar una sociedad
economicamente mas sana (libre mercado y otros postulados) y que a la vez
generaria menos rechazo por la gran mayoria de las personas, y no como
estamos ahora, que vuestros postulados, por incompletos, producen un gran
rechazo en la gente y así, es imposible aplicar nada.

GRN Says:
junio 23rd, 2011 a las 11:04

Hola indignado. El que esté usted escribiendo en esta web pese a no estar de
acuerdo con su contenido demuestra que usted dispone de una apertura de
mente suficiente para comprender ciertas cosas, así que dedicaré unos
minutos a su entrada. Además solo utilizaré las premisas en las que
aparentemente estamos de acuerdo.

1. Lo que es imposible es imposible.

Ok, nada que objetar.

2. El mantenimiento de este sistema no puede durar a largo plazo.

Efectivamente, y a los hechos me remito. Pero recuerde que el sistema actual


es el que nosotros criticamos no el que defendemos. Hay que aclarar de una
vez por todas que mientras el dinero permanezca siendo público vivimos en
un capitalismo intervenido y por lo tanto no es capitalismo. Es
pseudocapitalismo, y por llamarlo de alguna forma no denigrante.

3. Hay que reducir el consumo y producir de una manera mas respetuosa con
la naturaleza.

Cierto, y para ello es necesario que se eleven los tipos de interés. Cosa que
ocurriría en un capitalismo libre. http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-
capitalismo-depende-del-ahorro-no-del-consumo/
4. Este sistema esta fracasando también porque no incorpora a toda la
sociedad, la clasifica segun su patrimonio y en la practica eso se convierte
en una discriminacion jurídica, no todos tenemos los mismos derechos.

Así es, la banca tiene unos privilegios jurídicos por encima de cualquier
otro agente del mercado y solo ésta disiplina científica se ha encargado de
demostrarlo jurídica, económica y moralmente. Eso sí, para entenderlo
primero hay que leerselo. Proceso duro donde los haya. Mucho más que
dormir en una caseta de campaña en una plaza.
http://juanramonrallo.com/25/05/2010/el-sistema-financiero-no-es-libre/

5. Vuestro problema es que solo veis al ser humano desde el punto de vista
economico, y eso es un error, ya que no vale para explicar todo el
comportamiento. Deberiais tener en cuenta la psicologia, la sociologia, la
antropologia, la medicina y la ecologia y os dariais cuenta de que no es tan
simple como vosotros lo planteais.

Bien, la obra sobre la que pivota el conocimiento de este enfoque de las


ciencias sociales se llama -Acción Humana-
http://ld.unioneditorial.es/index.php?
page=shop.product_details&flypage=shop.flypage&product_id=301&category_id=9&opti
Échele un vistaso y luego podrá decir que concepción propone sobre el ser
humano y si discrimina sobre los aspecto que usted plantea.

Sobre las que no estamos de acuerdo.

Respecto al penúltimo párrafo: http://juanramonrallo.com/19/03/2011/no-es-


un-juego-de-suma-cero/

Y respecto a que lo vemos todo muy fácil:


http://juanramonrallo.com/09/03/2011/469/

Se que no nos conocemos pero permitame asegurarle en confianza que


aunque no termine usted por compartirlo, las horas de lectura del contenido
citado no serán para nada en vano. Anímese, abra más la mente si cabe.

Un saludo.

Bastiat Says:
junio 23rd, 2011 a las 15:46

Vamos a ver, anónimo, sigues partiendo de un punto de vista equivocado. Y


es que “según tu” la supervivencia de la especia humana solo es posible
mediante estructuras sociales complejas. Lo primero esto es así, según tu, lo
segundo quien te dice a que la liberad individual no crea y ha creado
estructuras sociales complejas.

Es más ¿qué se oculta tras la frase “estructuras sociales complejas”?

Es más, un liberal que se precie nunca ha renegado del derecho y la ley. Esto
ya empieza a demostrarnos que tu conocimiento de lo que es la libertad
queda supeditado por el conocimiento de lo que es el eufemismo de
“estructuras sociales complejas” que ¿qué significa eso?

Por otro lado tu concepto de democracia, “tu concepto” de democracia, no


me es especialmente extraño. Lo que ocurre es que para saber qué significa
llevar a delante el municipalismo hay que saber qué implica dicha doctrina
y, sobre todo, el marco en el que puede desarrollarse. La libertad y la toma
de decisiones dentro de un municipio, no tiene porqué obligar a los del
municipio de al lado a aceptar lo acordado en el primero, pero sobre todo,
dentro del propio municipio debe quedar claro que hay líneas rojas que no
se deben sobre pasar y ese es el ámbito en el que el común, el estado, tiene
su garantía de la defensa de las libertades, de las que te haces eco pero que
limitas al bien común quedando supeditada entonces tanto la individualidad
y la libertad a lo que diga la masa…

Te diré que en principio a mi me preocupa sólo un poco, porque si estudias


algo del caso suizo verás cómo una sociedad donde los ciudadanos tienen
una participación muy activa en la vida política del ayuntamiento, el cantón y
el país, regulada por una constitución garante de la libertad y la
propiedad…. da como resultado una sociedad próspera…

Siguiendo con tu escrito te diré que el antropocentrismo es una característica


fundamental del individuado. O ve las cosas como ser humano o lo ve con
los ojos de una ideología distinta de la que interesa al ser humano. Hacerse
eco de esas idolologías que ponen en cuestión al individuo no se puede
hacer más que desde posiciones ideológicas dogmáticas y, por tanto,
totalitarias, de tal manera que la primera víctima de ellas sea la libertad
individual al no considerar al hombre sujeto principal de la acción política.
Una cosa es lo que tú creas, y, como te digo, pensar que la sociedad va a
aceptar tus postulados dejando de lado la libertad del individuo. No es lo
mismo hablar para toda la sociedad que a la sombra de una carpa en Sol…

Y la principal idea dogmática es considerar a la naturaleza como un ente. A


día de hoy, en el que el ateísmo campa por todos lados encuentro chocante el
deificar a algo tan inconsistente como “la naturaleza” puesto que tal cosa,
como tal, no existe, sino que lo que se llama “la naturaleza” es el resultado
de infinitas interacciones físicas y químicas en las cuales los seres vivos,
establecidos en un determinado entorno geológico, sometido a condiciones
ambientales diferentes de humedad, iluminación, temperatura se desarrollan.
De esta manera, y no de otra, la evolución ha ido desarrollando los seres
vivos que hoy conocemos y ha hecho desaparecer a especies enteras a lo
largo de los millones de años que existe vida en la tierra. Por tanto, fijarme
en una imagen fija de “la naturaleza” lo primero que me indica es que se
trata de una idea inconsistente puesto que elude la verdad de lo ocurrido en
“la naturaleza” como es la constante evolución debido a condiciones
cambiantes. Y la principal demostración de lo ocurrido en la naturaleza es
que fruto de dicha evolución ha surgido un ser especial para nosotros como
somos nosotros mismos. Capaces de comprender el entorno, comprender el
transcurrir del tiempo y ser capaces, en virtud de esas dos capacidades,
adaptarnos o modificarlo para garantizarnos nuestra supervivencia. No
olives que el ser humano es la única especie que puede desarrollarse sin
apenas cambios morfológicos o fisiológicos a todos los climas de la tierra.

Como digo, inconsistente.

Por tanto, si fueras capaz de admitir estas dos características, la importancia


fundamental para el desarrollo humano es considerar como lo más
importante de la actividad al propio ser humano y su característica
fundamental, la libertad individual y, por otro lado, considerar que el ser
humano es un producto de la naturaleza y capaz de interactuar como
individuo y como sociedad con ella, todo lo que él haga será igualmente
natural y, por tanto admisible, puesto que no somos producto de otra cosa
que la propia naturaleza.
Otra cosa es que podamos relacionarnos con el medio de una forma mas ….
eficiente que no es otra que el conseguir que lo que hay pueda permanecer o
aprender a aprovecharnos de ello de manera más intensa pero también mas
duradera en el tiempo, que no puede ser de otra manera que conservando lo
que hay o favoreciendo la regeneración de determinadas formas naturales
presentes en el medio y que puedan haberse visto afectadas por nuestra
actividad. Pero eso no es una forma de ideología y no es, sobre todo, ninguna
excusa para limitar la libertad individual.

Es más, una sociedad en la que la propiedad privada esté garantizada de


manera más efectiva, que los bienes comunes sean los exclusivamente
necesarios para la convivencia, la defensa de lo que hay se hará en virtud de
la necesidad de conservar la propiedad en vez de aprovecharse de “lo
común,” como la historia de la humanidad ha demostrado.

indignado Says:
junio 23rd, 2011 a las 17:42

Mira Bastiat, la gran ventaja para mi es que quieras o no quieras, vais a


tener que cambiar vuestra mentalidad y acercarla a los ciclos naturales de la
tierra.
Yo no reniego de la libertad o la individualidad, pero hemos de enmarcarla
dentro de unos límites, pq queramos o no, la naturaleza tiene limites y por
eso, nosotros también.
Resulta muy preocupante que digas que como somos producto de la
naturaleza, todo lo que hagamos sera natural, entonces, en buena logica las
bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki son la maxima expresion del
ecologismo moderno, los vertidos de crudo son una muestra de nuestro
compromiso con el planeta…, eso que dices no tiene sentido.
Quiza el problema sea que no sois capaces de autolimitaros, no entendeis
que los excesos que continuamente se realizan deben ser corregidos de
alguna forma antes de que sea demasiado tarde, el problema es que nuestra
educación no se centra en estos temas; conocer el medio en el que vivimos,
que posibilidades tiene, como podemos tener una mayor disciplina a la hora
de consumir… por esta razon es por la que desde fuera hay que poner
limites, pero cuando esto sucede reclamais diciendo que se estan metiendo
en vuestra libertad individual, pero hay esta el problema, porque no pensais
en los demas, no pensais en las generaciones futuras y que planeta se van a
encontrar, que derecho tenemos nosotros a consumir al ritmo que nos de la
gana sin ningun tipo de garantias de qeu se puede mantener a lo largo del
tiempo y de que ese consumo es soportable por la naturaleza.
Para mi la naturaleza no es una religion, pero yo me crie en una granja, y
entiendo el concepto de sostenibilidad, ya que el terreno puede dar lo que
puede dar pero no mas, eso no tiene discusión.
Toda la elaboración que realizas de la libertad individual y la relación con
la naturaleza, es una buena construcción teorica, pero se queda en mera
teoria, igual que el comunismo sobre el papel era perfecto, pero solo sobre
el papel. Cualquier idea puede ser desarrollada y estructurada con
coherencia (incluso nazismo, fascismo, capitalismo, liberalismo,
comunismo…) pero eso no implica que triunfe en su aplicación practica. La
parte positiva y acertada que para mi tiene el ecologismo y la economia
ecologica, es que parte de una realidad incuestionable, nuestra relación con
el medio en el que vivimos, y a partir de ahi intenta crear estructuras
(cooperativas, agricultura organica, energias renovables, economia
principalmente regional…) que permitan desarrollar eso que tu tanto quieres,
tu libertad individual, pero en un marco que garantice que el ejercicio de tu
libertad sea posible hoy y dentro de 100 años, y enfocar nuestro desarrollo
no solo al crecimiento ilimitado de la economia, que es una tonteria, sino al
desarrollo de las multiples dimensiones del ser humano.
Todo esto requiere del desarrollo de estructuras complejas, ya que hemos de
ser capaces de actuar en multiples frentes, y es por eso por lo que la
sociedad debe tener una dimensión determinada.
Pero ten en cuenta, que esto no se me ha ocurrido a mi aqui sentado en el
ordenador. Esto lleva muchos años de estudio de diversas ciencias;
sociologia, ecologia, antropologia, economia… y debeis tenerlo en cuenta,
ya que no podeis ser tan simplistas y reduccionistas y pensar que la
propiedad privada de todo lo que existe y la libertad individual por si solos
van a crear una sociedad perfecta, eso es irreal y no tiene mucho sentido.
Te lo vuelvo a decir, lo que el avance en el conocimiento y la ciencia nos
dicen continuamente, es que el mundo, la sociedad, el ser humano son mas
complejos de lo que parece y que solo la relación contractual no basta para
satisfacer los problemas a los que nos enfrentamos.

Bastiat Says:
junio 23rd, 2011 a las 20:39
Pues hombre, la gran ventaja para mi es que seguro que vamos a tener que
esperar mucho tiempo porque no te quepa duda que todo intento de imponer
tu ideología, por muy científica que tu creas que sea, como igualmente creía
que era el comunismo, no deja de ser una ideología con los pies de barro.

Si algo nos enseña la historia es que el hombre tiene la capacidad de superar


crisis gracias al conocimiento. No hace mucho el hambre iba a ser la causa
de la desaparición de la especie humana. Se innovaron en nuevas formas de
producción, y se consiguió no sólo alimentar a Europa sino hacer crecer la
productividad de áreas incapaces de hacerlo hasta hace poco con nuevas
técnicas de manera que la población del planeta ha superado con creces las
predicciones más pesimistas.

Esa es la verdad y no tus predicciones catastrofistas. ¿se puede acabar con


un recurso, pongamos como ejemplo… el Petróleo. ¿Se puede acabar? Se
puede, pero ¿cuándo se puede pensar en que el petróleo era un recurso que la
naturaleza nos da cuando realmente es un subproducto de lo que tú llamas
naturaleza? Ha sido el ingenio del hombre el que ha dado a semejante
asquerosidad un valor económico creador de riqueza.

Y si, es un producto “natural” realizado por un ser natural como el ser


humano. Mi lógica es taxativa. Somos seres naturales y nuestras acciones son
naturales. Pueden ser mejores o peores, podemos permitirnos pensar así por
nuestra capacidad surgida por la evolución, evolución que ha provocado
cientos de miles de extinciones y que a día de hoy nos presenta una
naturaleza determinada, fruto de esa evolución y de esas extinciones y que
estemos nosotros o no seguirá evolucionando no por un programa marcado
sino por la dinámica de la física y la química. Sólo faltaría que me dijeras
que sois conocedores de cuáles son los designios de la Madre Tierra.

No puede gustarnos, porque no nos gusta el que haya accidentes nucleares.


Pero de eso lo que hay que sacar son las consecuencias correctas, hay que
poner los medios para que la generación de energía se mas segura. No
podemos renunciar a esa generación de energía aunque si podemos hacerlo
individualmente. Por ejemplo, lo suyo sería que mientras estás tecleando con
el ordenador no tuvieras encendida la tele, y si es de noche te alumbres con
una vela para ver el teclado y al irte a acostar te calientes la leche, si es que
te la tomas, lo hagas al amor de una lumbre de leña obtenida del bosque
cercano al que vas a recogerla montados a lomos de un pollino que, además,
por el uso de los tractores y las pick-ups, está a punto de desaparecer. Como
le ocurriría al toro de lidia en el momento en el que se prohibieran las
corridas de toros. Tú puedes hacerlo. Tú puedes tratar de dejar la menor
huella posible en el ecosistema usando de manera coherente tu forma de
estar en la tierra. No uses transporte público. Anda. No subas en ascensor,
las escaleras son un buen ejercicio. No comas productos fuera de temporada,
come tomates sólo en verano y naranjas sólo en invierno.

Pues bien, eso sería ser coherente. Pero además, tienes que darte cuenta es
que yo te defenderé en tu manera de ser coherente con tu manera de pensar
porque creo que tienes que tener la libertad de hacerlo. Tú pretendes, sin
embargo, conseguir limitar mi libertad para adaptarlo a tu forma de pensar,
científica dices, como el nazismo, liberalismo, capitalismo, comunismo….
porque tu forma de pensar es la más guay, la más mejor, la más chachi piruli
y, sobre todo, porque tienes muy buenas intenciones.

Ya.

La diferencia fundamental entre tú y yo es que yo defenderé tu deseo de vivir


de otra manera, mientras que tu a mí no.

Por cierto, esas nuevas estructuras complejas no las has explicado…. Pues a
mí me suenan. Me suenan a viejas y sabidas. Viejas y sabidas sus terribles
consecuencias. Me suenan a socialismo.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 6:39

Y luego nos preguntamos como llegamos a determinadas situaciones, pues


bien aqui tenemos la respuesta, VIVIENDO DE ESPALDAS A LA
REALIDAD!. Muy bien Bastiat, eso de que yo no te respeto, que trato de
imponerte, eso esta muy bien si te lo quieres creer así.
Eso que dices es muy cierto, el ser humano gracias a su capacidad creativa y
creadora siempre superara las crisis, o no, ya se verá, pero el problema esta
en el coste. Cuanto nos va a costar superar la siguiente crisis? el que por un
mal entendido concepto de desarrollo y crecimiento esten subiendo el precio
de los alimentos, el que el acceso al agua sea cada vez mas dificil, ya
estamos viendo lo qeu esta pasando con el petroleo, me refiero al coste de
vidas humanas que todo eso conlleva. Ya se que para ti todo eso es
“natural”, pero para mi no, sobre todo porque sucede gracias a la avaricia de
unos pocos y la complicidad caprichosa que teneis muchos.
Ya he explicado antes, que yo he evolucionado en mi pensamiento, y en su
momento también fui un acerrimo defensor de vuestros postulados, hasta que
me di cuenta de que eran insuficientes, no son capaces de dar respuesta a
todos los problemas que se nos van planteando. Me alegra que mi ideologia
te parezca super-guay, pq así te será más facil adoptarla cuando estes
preparado.
Cuando te hablo de estructuras complejas, no se porque dices lo de
socialismo, sino que me refiero al papel que la ciencia juega en nuestras
vidas, a las nuevas formas de relacion dentro de la empresa (democracia
economica), el papel cada vez menor de la religión en nuestra sociedad y su
sustitución por la etica, el concepto de individuo y de sociedad y como
armonizarlo para favorecer el desarrollo humano, como planteamos el
acceso a los recursos naturales básicos (agua, energia, alimento) de una
forma mas equilibrada, las nuevas formas de comunicación, como
gestionamos la globalización y a la misma vez no perdemos de vista el
desarrollo local, como garantizamos los derechos humanos para todos
evitando prejuicios por razon de sexo, raza o procedencia, es decir, como
ves son muchas las cuestiones que requieren el desarrollo de una democracia
mucho más participativa que la que tenemos ahora, pues yo tambien quiero
ser participe de que solucion se le dan a muchos de estos temas. Pero para
eso tenemos que garantizar un desarrollo educativo al mas alto nivel, y aqui
es donde me di cuenta de que vuestras ideas empezaban a fallar, ya que la
privatización no garantiza ni la calidad ni la universalidad, otra cosa es que
aumentemos el nivel de autonomia de los centros y que los padres y
profesores tengan un papel mas relevante en el proceso educativo, pero la
sola privatización no garantiza nada de nada.
Como ves, la gran diferencia entre tu y yo, es que tu eres incapaz tan siquiera
de darte cuenta de los retos a los que se enfrenta la humanidad, solo te
escudas en tu libertad individual como parapeto esperando que los
problemas se resuelvan de forma natural, siempre que a ti no te toque la peor
parte, ya que de lo contrario reclamaras la ayuda de la comunidad, ¿o es que
careces de espiritu de supervivencia?, yo al menos trato de ser consciente de
estos problemas, y si, reducir mi consumo comprando productos de
temporada en el mercado, evitando usar el coche cuando no sea necesario,
yo no necesito ir de compras cada semana, ni cada mes por sistema, como
hacen muchos… ya que moderar el consumo no significa no consumir, sino
que sea mas razonable, nadie esta hablando de perder calidad de vida, sino
precisamente incrementar la calidad de vida consumiendo menos caprichitos
y dedicando el tiempo a otras cosas mas importantes, como conocer la
naturaleza, mejorar nuestra cultura, tener ocio con nuestros amigos, dedicarle
el tiempo que necesitan nuestros hijos, pasar mas tiempo con nuestra
pareja… en fin, todo lo que realmente nos hace felices, ¿o es que a ti no te
hace feliz todo esto?
Lo que vuestros postulados al final nos dicen es trabajar mas para producir
mas ganando menos, dejando toda la capacidad de decision al que mas
dinero tiene, que suele ser el empresario, esta es la realidad, y la de un pais
de propietarios, que eso si que es una utopia irrealizable.
En fin Bastiat, no debeis tener miedo al ser humano, no teneis pq aislaros en
vuestras propiedades que al final se convierten en bunkers, no teneis porque
vivir de espaldas a la naturaleza sobre la cual no tenemos ningun derecho.
Como te he dicho antes, yo evolucione pq me estaba convirtiendo en una
persona gris, con miedo, egoista, avaricioso y caprichoso y no me gustaba el
resultado, y por eso empece a cambiar mi punto de vista, y no centrarlo solo
en mi y en mis caprichos, sino en las necesidades reales del ser humano
(alimento, protección, educación), las cuales son bastante faciles de
satisfacer para todos, pero preferimos competir de forma exagerada para
satisfacer nuestros caprichos antes que colaborar para satisfacer las
necesidades humanas básicas.
Nadie esta impidiendo el libre mercado, o la libertad individual, pero teneis
qeu entender que no puede ser absoluta, ni un dogma de fe. Precisamente si
queremos tener un libre mercado, debemos tener una sociedad mas
equilibrada y armoniosa donde mas gente pueda acceder a desarrollar su
creatividad.

Bastiat Says:
junio 24th, 2011 a las 7:47

No es así. ¿Quien eres tu para decidir lo que se puede hacer o no dentro de


una empresa si no eres el dueño? a ver ¿quien?

El dueño de la empresa es el que tiene que tener la capacidad de decisión de


lo que se tiene que hacer en ella o no. Y tiene que tener esa capacidad en
todo lo referente de Su empresa. Y no IMPONER tus ideas a nadie.

El precio de los alimentos, como el de todo, está influido por muchas cosas,
pero sobre todo por uno: por el precio del dinero. Los bancos centrales,
manejados por políticos lo han abaratado, lo ha hundido con la esperanza de
generar empleo. El resultado es que el dinero en nuestros bolsillos
disminuye de valor. Por eso suben los precios de los alimentos. Y del
petróleo, y del cobre, y del oro.

La ciencia sólo es ciencia cuando es falsable. Ya lo dijo Popper. Y a día de


hoy hay muchos postulados científicos que no pueden ser falsables porque se
hacen predicciones sobre datos manipulados y con orientaciones políticas
sobre los resultados. Por tanto, o la ciencia sigue siendo ciencia, y no es muy
conveniente que se dedique al mundo de la adivinación para ser
verdaderamente ciencia, o no me hables de ciencia.

La religión no es un valor ni mejor ni peor. El ser religioso es una


característica del ser humano. Como el deseo de imponer los principios
religiosos o ideológicos al resto. Como tu quieres hacer, que quieres
imponer tus conceptos científicos, tu democratización de la economía y tus
conceptos sobre el desarrollo humano. Tus conceptos no los míos.
Conceptos que ahondan en lo que tradicionalmente han hecho todas las
dictaduras, incidir en los aspectos tenebrosos y las consecuencias fatales si
no se hace caso a quienes tienen el poder. Es muy vieja la táctica. Es una
táctica contra la que luchar. Y para ello me hablas desde un plano de
superioridad moral diciendo que no soy capaz de darme cuenta de los retos a
los que se enfrenta la humanidad. ¿No será que tu tienes un concepto
equivocado de lo que son los retos de la humanidad? ¿Te planteas si quiera
que puedas estar equivocado? NO, porque TU y los que piensan como TU
estáis en posesión de la verdad. Los demás sólo somos seres equivocados.
Seres que, lo mismo, o reeducáis, a la camboyana, o reprimís, o, incluso
elimináis. No en vano hay demasiada gente en el planeta tierra y la Madre
Tierra nos autorizará al exterminio de nuestros semejantes porque es por el
bien de Todos…. de todos los que sobrevivan, claro.

NO sólo eso, sabes cómo tenemos que ser felices. Hemos de ser felices
como TU digas, no como nosotros queramos ser, porque TU sabes que
nuestras formas libres de ser felices, es decir, la que nosotros elijamos, es
mala, incorrecta, dañina para todos, para la Madre Tierra. Tú estas en
posesión de la verdad y nosotros somos unos ciegos inconscientes del daño
que nosotros mismos nos estamos haciendo.

Y si para ti la ni libertad individual ni el libre mercado pueden ser un dogma


de fe espero que entiendas que lo que TU piensas tampoco puede ser un
dogma de fe.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 8:15

Bueno Bastiat, que quieres que te diga, este último mensaje me deja bastante
triste, no quieres entender nada, te da miedo aceptar otros puntos de vista.
En fin, solo espero que seamos capaces de superar tu ideologia antes de que
cuesta demasiadas vidas, demasiado sufrimiento y demasiada destrucción.
Un saludo

Bastiat Says:
junio 24th, 2011 a las 9:32

Pues que quieres que te diga. Tu me pides que entienda tus puntos de vista.
Te explico que tus puntos de vista llevan hacia una visión equivocada de la
realidad y a unas consecuencias nefastas, porque se basan en obligar a que
todos actúen conforme a tus presupuestos, en mi opinión, equivocados y lo
que se te ocurre decir es que no quiero verlo, que mi ideología ha de ser
superada y que es culpable de muertes, sufrimiento y destrucción. No sé que
esperas. Si tus argumetnos es que “yo tengo razón porque yo estoy en
posesión de la verdad” y cuando alguien te dice, no estoy de acuerdo pero
lucharé porque puedas decir lo que dices pero no consentiré que impongas
eso que dices a nadie que no quiera formar parte de tu forma de ver las cosas
y me sales con esas….

Pues lo mismo tendrías que hacértelo mirar.

peter Says:
junio 24th, 2011 a las 11:49

lo del indignado es “alucinante”, yo solo le daría a probar su propia


medicina, si, le enviaría sin viaje de vuelta e esos “maravillosos” paraisos
de igualdad en la indigencia: cuba, corea del norte, etc. allí comprobaría que
no es una persona, sino que sería un autómata, un simple número, eso si, al
servicio del dictador fantástico. Y para finalizar ¿como puede decir este tío
que la ideología capitalista cuesta vidas? pero ¡si la suya ha producido cien
mil millones de muertos desde que se puso en práctica¡ Este perro flauta es
de estos que defiende su ideología hasta que le tocan el bolsillo.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 12:21

Que prejuiciosos que sois, no teneis ni idea de mi o mi ideologia y ya estais


dando por sentado donde me sentiria mejor.
Que vuestra ideologia esta equivocada, eso no hay duda, y os lo digo pq
durante un tiempo pense como vosotros y estudie y lei, y siempre me
encontraba con el mismo muro que no podia superar, que era lo
tremendamente injusta que es la sociedad que defendeis, lo tremendamente
perjudicial para la naturaleza que es vuestra ideologia, por eso tuve que
evolucionar en mi pensamiento y encontrar otros puntos de vista, otras
propuestas mas acordes a la realidad y esta es la razon de que poco a poco
vuestra ideologia este en decadencia, en franca retirada, y solo podeis
mantenerla imponiendola a la fuerza, es inevitable, siempre ha sido asi.
El ser humano no es competitivo por naturaleza, ni individualista, ni
consumista, ni caprichoso, tiene otros intereses y por esta razon estais
perdiendo la partida ideologica, pq la gente se da cuenta que vuestro
concepto de libertad tiene trampa, y al final se convierte en la libertad del
que mas tiene sobre el que no ha sido tan afortunado, bravo! vaya humanidad
que demostrais!
Peter, me estas demostrando tu enorme falta de creatividad e imaginación, es
decir, qeu segun tú yo soy comunista, pues es la primera noticia que tengo de
ello, pero bueno…
Bastiat, yo no tengo razon porque estoy en posesion de la verdad, lo qeu he
tratado de explicarte es pq no tienes razon, pq yo tuve que superar esa
mentalidad, pq no encontraba las respuestas que estaba buscando. Te puedo
garantizar que me acerque a vuestro concepto de liberalismo con gran
apertura de mente, y durante un tiempo fui fiel seguidor de Huerta de Soto,
Ramon Rallo, el instituto Juan de Mariana y otros como liberalismo.org, es
decir, se de lo que hablo y por eso me siento con la autoridad de rebatiros,
pq he leido y aprendido bastante, y me he dado cuenta que, en el fondo, no
teneis respuestas para casi nada, que no pase por la privatizacion de todo; de
los grandes cetaceos, de los bosques, de los lagos, de los mares, los
volcanes, los organos de nuestro cuerpo y eso jamas creara una sociedad
equilibrada, jamas la mera persecucion del interes particular podra hacernos
avanzar.
Como todo en la vida, el capitalismo ha tenido su epoca, pero esta epoca
esta tocando a su fin, querais o no, y lo que viene no es el socialismo, ni el
comunismo ni nada de eso, será algo parecido a un liberalismo, bien
entendido, dentro de un marco de ecologismo y una vision mas social de la
economia.
Teneis que superar las viejas ideas, ya no estais luchando contra el
comunismo, estais luchando contra el exito del capitalismo, ese es vuestro
drama, y solo espero que tengais exito y os deis cuenta de pq y contra quien
luchais, que no soy yo, precisamente mi pensamiento os puede servir como
una tabla de salvación frente al capitalismo y lo que se ha venido en llamar
neoliberalismo salvaje, para que podais ejercer vuestra libertad con plenos
derechos y en igualdad de oportunidades con el resto de personas.

GRN Says:
junio 24th, 2011 a las 14:30

Hola indignado. Creo que tu problema viene por desconocimiento de la parte


económica.

Si después de leer al profesor Huerta de Soto crees que le puedes llamar a


un sistema como el actual, que opera en “mercados libres” con dinero
público y por tanto manipulado asambleariamente, capitalismo. Lo siento
chico pero no te has enterado de nada.

Se que es muy complicado y duro de entender el sistema monetario y las


implicaciones que tienen en la vida de las personas pero acaso alguién ha
dicho qué fuera fácil.

Los problemas medio ambientales son causados por la saturación de los


recursos que provoca un consumismo elevado durante mucho tiempo fruto de
una bajada artificial del tipo de interés que no permite la regeneración de los
procesos productivos de la economía.
http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-capitalismo-depende-del-ahorro-
no-del-consumo/

Un saludo.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 15:52

No es que no me haya enterado, es que no me la creo. Lo que es duro de


admitir es que un mundo totalmente privatizado seria muy parecido a lo que
tenemos hoy dia, pq la acumulación de poder crearia monopolios que
actuarian de forma muy similar a lo que tenemos hoy día.
Como llevo todo el tiempo repitiendo, vuestra idea de sistema economico
esta muy chula pero engendraria paro, marginación, esclavitud y desarrollo
solo para algunos. No os dais cuenta de que no habria limites al despotismo!
Haciendole caso a estas personas estais vendiendo vuestra libertad. Os
prometen un futuro brillante y maravilloso, pero solo es apariencia.
El ser humano es una especie muy efectiva consiguiendo sus objetivos y si
aplicamos el maximo beneficio individual, en fin, que Dios nos pille
confesados pq esto seria una autentica devastación.
El Estado ha fracasado, pero surgio como una necesidad de imponer limites,
de defender a los mas desfavorecidos, pero como ya he dicho en parte ha
fracasado pq la democracia se ha pervertido, se ha secuestrado no es
representativa de toda la sociedad.
Mi lucha es por defender no solo vuestra libertad individual, que tengais
derecho a expresaros y a ser libres, sino también para defender la dignidad
de los que no han tenido tanta suerte como nosotros, pq a mi no me valen
conceptos como la caridad, qeu es lo que estos autore proponen para atender
las necesidades de determinado tipo de personas (minusvalidos, enfermos
cronicos, enfermos mentales…), para ellos no teneis respuestas, solo decis
que ya se ocupara alguien de ellos pero no podeis establecer quien.
Lo que me di cuenta leyendo sobre vuestro sistema economico es que el ser
humano desaparece como tal y se convierte en una herramienta productiva, y
yo quiero sentirme algo mas, aunque ya se que es mucho pedir. Es decir, para
vosotros el ser humano esta al servicio de la economia, q ni siquiera es una
ciencia! y no la economia al servicio del ser humano y de sus intereses.
Por eso habeis fracasado, por eso estamos construyendo un nuevo concepto
de liberalismo, mas real y aplicable a la realidad en la que vivimos. Lo
siento, pero vuestro sistema economico no es el unico que existe, ni desde
luego el mas deseable, hay otras formas de ver la realidad; Triodos bank, Jak
Bank, dinero neutral, Attac…, estos son algunos ejemplos de organismos,
que representando al libre mercado y la libertad, han superado vuestro
concepto restricitivo y limitado de ver la economia y al ser humano.
Por cierto, ya me lei el articulo y me lo tome como lo que es, una parodia.

GRN Says:
junio 24th, 2011 a las 16:30

Yo te propongo una explicación con suficiente evidencia empírica para


demostrar el enorme problema medio ambiental y tu contrargumentación es
tacharlo de parodia simplemente porque no lo entiendes.

Amigo, si quieres ser algo más que una herramienta productiva, cultiva setas
alucinógenas en tu huertito. No serás nada más pero olvidarás por unos
minutos tu cabreo con el mundo y vivirás en el país de nunca jamás.

Un saludo.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 16:46

Siguiendo con vuestro analisis economico, imaginad lo siguiente; un


municipio donde la gestion del agua fuese privada, en estas
circunstancias,los vecinos podrian ponerse de acuerdo y comprar la empresa
de agua, de esta manera ellos se convertirian en accionistas y todos
participarian en la gestion del agua del municipio, y lo mismo podria pasar
con la energia o las comunicaciones, o si no comprarla, crear un sistema
alternativo, por ejemplo en la energia con fuentes renovables, desterrando de
esta manera a la multinacional que pretenda venderles la energia. Con esto
quiero que veais como vuestro sistema puede perfectamente terminar dando
una gestion colectiva de los recursos, solo depende de como lo planteemos.
Otro ejemplo que obligaria a una democracia economica en la empresa seria
la creacion, por parte de todos los trabajadores de un sector, de una
cooperativa laboral la cual negociaria directamente con los empresarios con
lo cual, los trabajadores recibirian, ademas de su salario, una parte de los
beneficios, ya que esta cooperativa tendria la capacidad de ser accionista, y
además podrian ellos organizar el trabajo, las horas de descanso y las
vacaciones de la mejor manera para todos ellos, y encima ganarian más. Esta
es otra forma de llegar a traves del mercado a algo que vosotros detestais.
El patron oro es un sistema monetario horrible, ya que es perfectamente
monopolizable, con lo que vais en contra de vuestros propios principios. En
su lugar os propongo la moneda nominativa ideada por Agustí Chalaux, que
es mucho mas eficaz, evitando con ello la economia sumergida, el trafico
ilegal de productos, y nos dotaria de un sistema impositivo mas simple.
Pero todo esto no os interesa, ya que estais mas interesados en defender
cuatro ideas muy simplistas y que no aportan nada.
Realmente no estamos tan lejos como vosotros pensais, teneis que dejar de
pensar que todos los qeu no escriben en estos medios “liberales” (aunque no
lo sean, pero se han apropiado del termino), son unos comunista peligrosos o
unos socialistas indecentes, NO, hay mas gente preocupada en la libertad de
lo que vosotros pensais, pero la diferencia esta en que consideran que para
que exista una verdadera libertad, la sociedad debe ser mas equilibrada.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 17:19

Mira GRN, la explicacion que tu me das acerca de la explotacion de los


recursos naturales no es mas que excusa para no hablar de la verdadera
causa,y es que vosotros considerais que tenemos un derecho absoluto a
manipular todo lo que nos rodea sin importar las consecuencias, de hecho,
para vosotros seria perfectamente licito transformar el Amazonas en una
urbanizacion con campos de golf. Pero para mi y para cada vez mas gente,
ese derecho absoluto no existe, de hecho seria justamente al reves.
Planteatelo al reves, nosotros tenemos derecho a satisfacer nuestras
NECESIDADES, siempre que infrinjamos el minimo impacto sobre la
naturaleza y los recursos que de ella obetenemos.
Cuando ponemos el objetivo en el beneficio a corto plazo, perdemos la
capacidad de pensar a largo plazo y de preveer las consecuencias de
nuestros actos.
De verdad, no entiendo pq haceis esas consideraciones de mi, ni me drogo,
ni necesito fumar nada, ni estoy acamapado en las plazas publicas, no dejeis
que el nombre de “indignado” os lleve a falsas conclusiones. Tengo los pies
en la tierra y soy una persona preocupada e informada de la realidad que nos
ha tocado vivir.
Sigo diciendo lo mismo que al principio, os han acostumbrado a pensar solo
en terminos economicos y ese sistema no es valido para entender toda la
realidad, os quedais muy cortos en vuestras explicaciones, pq no entendeis
la complejidad de los problemas. Olvidais que el entorno influye mucho en
el desarrollo de la personalidad, y la creacion de un entorno social u otro es
una labor que nos corresponde a todos. De vosotros depende querer
construir un entorno mas amable con el ser humano o uno mas hostil, pero las
consecuencias de ambos escenarios son bien distintas y todos las sufriremos.

GRN Says:
junio 24th, 2011 a las 17:22

La sociedad cooperativa es una forma jurídica en la que todos los partícipes


del proceso productivo son ahorradores (capitalistas). Formato
perfectamente defendido por el profesor Huerta de Soto en sus obras. Cada
vez que te pronuncias en contra de la teoría capitalista demuestras
nuevamente que no la has entendido.

Un saludo.

GRN Says:
junio 24th, 2011 a las 17:37

Yo no he dicho que estés drogado. Te lo he propuesto para que te evadas al


mundo que deseas. Amor, paz, pero eso si, el plus en el salón. Para los
documentales del Nathional y tal.

Na’ en serio indignado, insisto en que te has quedado con los titulares
impactantes de la teoría que proponen los citados y no has llegado al
trasfondo, cosa que entiendo porque es sumamente compleja y lleva algún
tiempo. En cambio con las teorías que estás ahora todo va como la seda.
Lees lo que quieres oir a modo de placebo y plantas tu huertita con semillas
ecológicas. Aunque eso lo hago yo también. Tengo unos tomatitos cherrys
cojonudos.

Un saludo.

indignado Says:
junio 24th, 2011 a las 19:01
Muy simpaticon GRN, pero claro no me extraña teniendo en cuenta que os
teneis que tragar temas como el anarcocapitalismo y otras lindeces, pero
bueno, tu mismo, sige despreciando otros argumentos y no salgas de Hayek
no vaya a ser que te duela la cabeza y eso seria traumatico.
Si tu te contentas con eso y ademas te las das de erudito, pues muy bien,
tambien hay gente que no sale de Marx y del Marxismo, y ya me imagino
como los considerais.
Lo único que me alegra es que te estes pasando a la agricultura ecologica, un
pasito es un pasito, incluso para ti. Animo que poco a poco iras aceptando
otros puntos de vista, tu has empezado por los tomates, enhorabuena!

gaxiolon Says:
junio 25th, 2011 a las 20:07

Indignado, es que, hombre eres terco cómo una mula! Todos aquí han
mostrado un gran animo de discutir, de tener un debate serio y tú lo único que
muestras es ignorancia pura y dura en tus respuestas. Dices haber leído a
JHS, hayek, mises y compañía y cuando GRN te invita a que le expliques con
argumentos serios que es lo que te cuadra de su teoría, que es lo que para ti
no tiene sentido, respondes con puras estupideces. Así es imposible llevar la
discusión a buen puerto hermano. Uno termina convencido se que lo mejor es
tirarte a loco y dejar que sigas por tú rumbo…

Bastiat Says:
junio 27th, 2011 a las 7:34

Indignado, mira, me he pasado el finde en el pueblo y, gracias a Dios, no he


tocado el teclado para nada. He vuelto, leo lo que comenté y, cierto, no
debería haber dicho lo que dije, no es mi estilo, pero como te dice Gaxiolon
es complicado hablar con alguien que no aporta argumentos sino que sólo
dice que los del contrario están pasados, son malos porque atacan a la
naturaleza y cosas por el estilo.

Pero sin embargo nos has puesto un ejemplo: la privatización del agua y la
compra por parte de los vecinos de un pueblo para su gestión…. Buena idea.
¿Y quien te dice que eso no se puede hacer ahora mismo? De hecho, si la
gestión del agua es municipal es así como se hace. Otra cosa es que la
experiencia nos ha demostrado que la gestión comunitaria de un bien por
parte del todos suele acarrear disfunciones que llevan a la mala gestión y, al
final, es mas conveniente privatizar la gestión y entregársela a una empresa
que quiera obtener beneficios. Y te lo digo porque no hace mucho en mi
pueblo socialista desde los albores de la democracia hasta estas últimas
elecciones tuvo que privatizar su gestión porque la gestión que había llevado
sobre el agua era un auténtico desastre.

Pero sigamos con tu ejemplo. Si como dices se privatizaría la gestión del


agua y los vecinos fueran socios de esa empresa… ¿Los vecinos serían
socios de esa empresa si o si es decir por obligación o serían unos cuantos
socios cooperativistas que optarían libremente a la privatización en un
proceso concursal en el que ganaría la opción mas ventajosa para el
pueblo?. Que eso es lo que en principio así se debería hacer, ver la
propuesta económica mas generosa imponiendo de partida unos límites y
unos objetivos a la empresa adjudicataria.

Y te digo eso porque si la pertenencia a esa empresa privatizada de los


vecinos es obligatoria, como ya te he referido es, en esencia, la gestión
pública que ha fracasado en tantos lugares que da hasta grima recordarlo. Si
la cuestión en participación cooperativa en un concurso libre…. nadie, en su
sano juicio y que se califique de liberal va a impedir a un grupo de personas
que quieran formar un empresa cooperativa y arriesguen su dinero para
gestionar o producir lo que consideren oportuno. Por tanto, nos comentas un
caso en el que parece que aportas una novedad alucinante y, por el contrario
no es mas que o bien repetir recetas ya fracasadas, gestión publica de un
bien público, o la gestión privada de ese mismo bien mediante concurso.

Me gustaría que me contestaras e esto y, si tienes a bien, nos comentaras


alguna idea más para poder hablar sobre conceptos concretos, ejemplos
concretos, ideas concretas.

Un Saludo

ébura Says:
junio 28th, 2011 a las 15:44

Resulta curioso como el artículo recurre al tópico del rico capitalista “tio
gilito” como la visión predominante del capital por parte de la izquierda
(que nunca se entera de nada, ni sabe de economía y además va al Mc
Donald y se atreve hasta a viajar en lowcost a Londres) y luego ver algunos
de los comentarios de los científicos neoliberales (que por supuesto han
leído del tema)acuden sin pudor y una y otra vez al tópico del perroflauta
maelante al que no quiere pagar su subsitencia.

Pues efectivemente, ni una cosa ni la otra. El capitalismo, en una concepción


amplia, es necesario, si. El Estado social, interviniente, regulador,los
servicios públicos, la redistribución de la renta, también, y ahora más que
nunca.

Por cierto, para los que tanto leen a Hayek, creo que escribió:

“Lo que necesitamos y cabe alcanzar no es un mayor poder en manos de


irresponsables instituciones económicas internacionales, sino por el
contrario, un poder político superior que pueda mantener a raya los intereses
económicos y que, ante un conflicto entre ellos pueda mantener un equilibrio
porque él mismo no está mezclado en el juego económico”.

Bastiat Says:
junio 28th, 2011 a las 19:37

ébura…. puesto que parece que has leído a Hayek… ¿estas de acuerdo con
todo él o sólo con ese párrafo?

Juan Ramón Rallo Says:


junio 28th, 2011 a las 19:40

No sé si a Hayek o a Irene Lozano:


http://www.elpais.com/articulo/opinion/Recordar/manana/elpepiopi/20110620elpepiopi_

Bastiat Says:
junio 28th, 2011 a las 19:53

Va a ser que a Irene Lozano….

Lo importante, de todas formas es si sería capaz de defender a Hayek, todo


él, o, ni tan siquiera a Irene.

Sobre todo podría contestar lo que no contesta Irene: ¿cómo van a pagar los
griegos la orgía socialdemócrata que les ha llevado a la ruina?

Porque la causa de la quiebra de Grecia la tienen los griegos y sólo ellos


que ha querido jubilarse a los 60 años, han gastado en olimpiadas lo que no
tenían, y han pedido dinero prestado a todo el mundo falsificando sus
cuentas. ¿Cómo lo van a pagar?

GRN Says:
junio 28th, 2011 a las 21:52

Irene Lozano dice:


-Pero no solo: las propias entidades financieras, con su furibunda oposición
a una supervisión estatal y a una regulación de su actividad -reflejada
fielmente en Inside Job-, se encaminaron triunfantes hacia su ruina. Por
encima de todo, no obstante, el gran inconveniente de los mercados es que su
poder no es democrático.-

BUAAAH, pero qué puñeeetas…!!!

josvazg Says:
junio 29th, 2011 a las 10:22

¡Que el mercado no es democrático!, lo que no lo es es su artículo, que no


permite comentarios (o yo no he visto como)

Si hubiese podido le habría respondido esto:


Que democracia conocen ustedes en la que:
- Se vote varias veces TODOS LOS DÍAS
- PUEDE VOTAR CUALQUIERA, incluidos menores
- TAMBIÉN CUALQUIERA PUEDE PRESENTARSE para que “lo voten”
(lo contraten, compren o acepten una oferta de intercambio voluntario),
aunque suelen ser más frecuente entre mayores de edad.
- NO HAY COACCIÓN (de lo contrario se trataría de un delito denunciable
y no de un intercambio voluntario), a diferencia de lo que ocurre con el
Estado.
- Se satisfacen CASI TODAS las necesidades, de minorías o mayorías, sin
que satisfacer unas implique no satisfacer las otras o directamente
prohibirlas, como ocurre cuando el poder político intenta satisfacer unas
“demandas sociales” de una mayoría, minoría o grupo de presión.
El Mercado es el conjunto de intercambios voluntarios (y mutuamente
beneficiosos) de todos los seres humanos con el objetivo de conseguir sus
fines. No es un coto privado de cuatro “ricachones con puro y chistera”.

Y si no que se lo digan a Microsoft, que intentó con todo su poderío hacer


tragar esa mierda llamada Windows Vista a la gente y esta le puso en su
sitio.

Ahora si hablamos de mercado ultraintervenidos, como el financiero, donde


la libertad de mercado brilla por su ausencia (la mercancía esencial, el
dinero está totalmente en manos de los gobiernos y sus bancos centrales),
entonces resulta que queremos AUN MÁS intervención
¿Para que? ¿Para que la próxima crisis sea aún peor?
Es como lo de las cajas en España, los indignados pidiendo que sean ¿más
públicas todavía? ¿es que no han tenido suficiente con las cajas ya?

No se equivoquen, si que hay algo peor que un banquero… un político.

ébura Says:
junio 29th, 2011 a las 10:29

Pues he leído a ambos, ya que soy licenciado en economía (aunque si bien


historía del pensamiento económico era optativa y me hubiese gustado
prfundizar más) y también suelo leer la prensa, desde El País, hasta esta
página (y otras), distantes en su enfoque pero que me resultan interasantes
ambas por contener artículos que pretenden profundizar en las cosas, aunque
algunos de los comentarios pretendan más descalificar que analizar puntos
de vista diferentes, que creo que es lo interesante y enriquecedor.

Evidentemente no memorizo los párrafos de las obras de ningún economista,


pero si tengo conocimiento de los postulados generales de las distintas
corrientes, y con mi comentario pretendía hacer ver o entender que desde
luego, la socialdemocracia en los años 50,60,70 consiguió elevear como
ningún otro sistema político-económico los niveles de bienestar y protección
de TODA la población, y consiguió entenderse a la maravilla con los
postulados capitalistas de dicha época (en eruopa y eeuu me refiero, que
insisto, nadie pone en duda, permitiendo desde luego a los ricos, que se
hicieran más ricos, pero además dando una cobertura mínima a quién mcuhas
veces por razón del azar, no tiene las mismas oportunidades. Es por lo
anterior que no entiendo cómo se olvida esa lección tan rápidamente, y se
pretende por algunos liberales radicales aniquilar toda presencia de
intervención estatal, cuando la misma, desde mi punto de vista, es necesaria
y útil para el propio capitalismo.

Otra cosa es el gasto público inútil, la corrupción, las malas políticas, los
liberados sindicales y lo que queraís, pero igual que yo no mezclo (desde un
punto de vista progresista) al capital o al neoliberalismo sólo con la imagen
del “tio gilito”, creo que desde posturas liberales no se debe confundir a
todo defensor de la socialdemocracia con “perrofalutas maeleantes”. Yo
desde luego no lo soy, trabajo muchas horas al día y por lo tanto no tengo
tiempo de leer la obra completa de Hayek, Von Mises y la escuela de
Chicago, pero no creo que por eso se me deba descalificar.

Una última reflexión, supongo que conoceís a la prfección el surgimiento del


pensamiento liberal (como lucha ciudadana freente al poder autoriatrio del
estado-monarquía absoluta), y me pregunto como es tan díficl que asumaís
que el nuevo poder absoluto no esta representado por los gobiernos o el
actualestado democrático, sino por los lobbies financieros, que ante nadie
responden y cuyas acciones, como estamos viendo, tienen consecuencias
funestas para toda la población (rica y pobre).

Saludos.

josvazg Says:
junio 29th, 2011 a las 11:34

@ébura
A tu ultima reflexión, hazme un favor:
- Mírate la cartera o el monedero.
- Saca un billete si puede ser, o una moneda.
- Échale un buen vistazo.
¿Ves que ponga Santander o BBVA por algún lado? ¿O Goldman Sachs? ¿O
Lehman…?
¿O algúno de esos lobbies de los que hablas?
(por cierto, ¿cuales son?)
NO ¿verdad?
Seguramente pone Euro, de Europa. No se cita al emisor en este caso, pero
es el BCE y si lo que tienes es un dolar o una libra estamos hablando de la
Fed o el BC de Inglaterra.

Es decir, entidades controladas por sus gobiernos respectivos.

Y ahora la reflexión.
¿Quien tiene más poder? ¿Alguien que tiene mucho dinero o quien controla la
“maquinita del dinero”?

Si ya, ya se que Botín (por ejemplo) es muy poderoso, claro que lo es, pero
eso refuerza mi ejemplo. Amancio Ortega es más rico que Botín, y sin
embargo mucho menos poderoso, no creo que esto lo tengamos que discutir.

Y lo mismo que un banquero, por muy banquero que sea, no puede llevarse
mal con los políticos gobernantes, ya que estos lo pueden defenestrar con
mayor facilidad que el a ellos. Muchas veces el gobernante tiene hasta
inmunidad ante la ley como ocurre hasta formalmente en Francia, casi en
Italia y aquí en España en la práctica.

Y si no mire lo que pasó con Endesa. Se le puso en las narices al señorito de


la Moncloa que se debía vender a Gas Natural y, bueno, al final se vendió a
su ultima opción, Enel, para que el Mercado no dejase que esta acabase en
EON, pero sin intervención política seguramente no se hubiese vendido (de
momento) a nadie y quizá Pizarro seguiría al frente. Con un banco es algo
más complicado, pero no es imposible y es más probable que lo contrario,
que un “Botín de la vida” pueda echar de su puesto a un presidente electo,
por muy inútil que este sea.

Hay que recordar que el poder de los banqueros no es sino en gran parte una
concesión que les dio El Poder (los gobernantes) para a cambio financiarse
ellos con mayor facilidad.

josvazg Says:
junio 29th, 2011 a las 11:35

Perdón, si en los billetes, al menos los de 20€ se cita al BCE y además en


varios idiomas…
Bastiat Says:
junio 29th, 2011 a las 11:45

Primero Ébura hablar desde un punto de vista progresista, como concepto es


una soberbia incalificable. Hablar que el progreso es que la gente tenga la
obligatoriedad de cotizar por aquello que no va a recibir en pos de un bien
social que deciden otros y no él, es cuanto menos una desfachatez. Llámate
socialista, o la fórmula edulcorada de socialdemócrata, pero que no logra
esconder su origen y punto. Salvo que se tenga algún remordimiento de
conciencia cosa que ya tendríamos que reconocerle el mérito.

Cuando yo te digo que si has leído a Hayek lo hago pensando en que si de


todo lo que has leído sólo eso te convence, cómo esperas que nosotros que
nos lo habremos leído igualmente que tu (en el ejemplo que pongo, que
tampoco me he leído todo Hayek) podrás esperar que lo mismo sea esa la
parte que no nos guste… porque una cosa es pensar de una determinada
manera y otra ser seguidor de un teórico en concreto y tragárnoslo como los
pavos sin criticar nada.

Por otro lado los éxitos de la socialdemocracia es otra pretensión del


conocimiento, como diría Hayek, puesto que se basan en juegos malabares
contables, como los que nos han traído ahora a donde estamos y que se
fundamentaban en el éxito exportador de esos países que no tenían
competencia en el mercado mundial. La globalización no es otra cosa que el
acabar con el monopolio industrial de los países desarrollados de manera
que todo el mundo pueda producir aquello en lo que sea mas eficiente. Negar
la globalización, por otro lado, sería como afirmar que los países pobres
sólo tienen como futuro seguir siendo pobres. Si eso es ser
socialdemócrata…. si, es cierto. Lo que ocurre que hasta muchos de los
países pobres gobernados por el socialismo real tuvieron que darse cuenta
de que el capitalismo sería conceptualmente muy malo pero da de comer a
mucha más gente. De ahí el éxito de países tan socialistas pasados al bando
contrario del capitalismo cono China o Vietnam. Eso sí, con la ventaja
comparativa con respecto a los países desarrollados de Europa de no tener
sindicatos. No los dejan.

Pero es que además, a principios de los noventa, el gran mito


socialdemócrata de los hermanos Myrdal se deshizo como un azucarcillo en
agua caliente y la realidad de la socialdemocracia rebosó debajo de las
alfombras de manera que tras una gran crisis económica y financiera
empezaron a desmontar el tan amado estado del bienestar. Yo a eso, a
desmontar el estado del bienestar si lo llamo progreso.

Y no estoy descalificando a nadie, simplemente no me gustar que se hable de


manera torticera usando las palabras al estilo de la neolengua de George
Orwell en 1984.

La socialdemocracia no es progreso.

Bastiat Says:
junio 29th, 2011 a las 11:49

Josvaz…. con el Santander no lo hani ntentado pero si con el BBVA.


¿Recuerdas como se intentó usar a una contructora…. UNA
CONSTRUCTORA, SACYR, a la que se le facilitaron c´reditos y
operacones mas o menos dudosas para echar al presidente del banco y poner
a otro más de la cuerda del PSOE de ZP?

josvazg Says:
junio 29th, 2011 a las 11:56

Fíjense, si además no ha cambiado tanto la cosa como pudiese parecer desde


la Edad Media o Moderna hasta ahora.

Entonces la clase gobernante, la realeza y los nobles tenían siempre la sartén


por el mango, ellos hacían y deshacían las leyes, incluso cuando estaban a
borde de la ruina siempre tenían algún recurso o privilegio a su favor. Y los
empresarios de éxito de la época (banqueros, etc) solían aspirar a mezclar
su familia con la de los aristócratas y así tocar poder y cierta inmunidad que
eso les proporcionaba.

Ahora es algo distinto, ya no existe la aristocracia como tal y los “derechos”


o mejor dicho “privilegios” no se adquieren con matrimonios, así que las
empresas de cierto éxito o tamaño o los grupos de presión de ciertos
sectores se dedican muchas veces a pedirles “privilegios” a los gobernates
como puedan ser regulaciones favorables, subvenciones, barreras de entrada
en su mercado a terceros, etc.
Todo este “mercadeo” de favores y voluntades en realidad no lo es, sino que
es pura corrupción, Y NO tiene nada que ver con el libre mercado. Es más,
debería estar prohibido, y la mejor manera es que los políticos NO tengan
ese poder de legislación y subvención que tienen ahora.

Lo que necesitamos es justamente lo contrario que hay ahora en España.


MUCHA MÁS SEGURIDAD JURÍDICA y mucha menos “legislatitis”,
“socialitis” o intento de controlar hasta el último resquicio de la vida de los
ciudadanos desde el poder político.

Las leyes deben ser MUCHAS MENOS, muy claras y, sobre todo, deben
cumplirse siempre y para todos igual.

josvazg Says:
junio 29th, 2011 a las 12:24

@Bastiat

Debo criticarle o puntualizarle este fragmento:

“De ahí el éxito de países tan socialistas pasados al bando contrario del
capitalismo cono China o Vietnam. Eso sí, con la ventaja comparativa con
respecto a los países desarrollados de Europa de no tener sindicatos. No los
dejan.”

El problema de España no es que “nos dejen” tener sindicatos, sino que “nos
obliguen” a tener estos sindicatos y sufragarlos con dinero público (es decir,
obtenido coercitivamente).

En resumen, el problema no es la libertad, sino la falta de la misma.

[Imaginense a Toxo y Mendez dependiendo su puesto de sus clientes, es


decir, de sus afiliados y no de agradar al Gobierno o de que los apoyen
internamente sus liberados.

Eso serían sindicatos, y no ministerios sindicales, ya "dentro del Mercado"


seguramente nos sorprenderíamos de las negociaciones que se podrían llevar
a buen puerto en muchas empresas o de los servicios legales de apoyo al
trabajador que podrían desplegar, incluso aunque se aboliese la ley laboral
actual y solo se contase con la ley civil ordinaria para ello... soñar es gratis,
así que dejenme un poco ah!]

ébura Says:
junio 29th, 2011 a las 12:55

Bastiat, hablo desde un punto de vista progresista, porque éste se asocia a la


izquierda en este país, (frente al pensamiento más conservador de la
derecha) y a su vez la izquierda a la socialdemocracia, creo que ahí
estaremos de acuerdo. No pretendo monopolizar la idea de progreso
económico con los postulados progresitas, son dos concepto diferentes, asi
que creo que has malinterpretado mi “soberbia incalificable”, caray con la
expresión.

Creo que hay que diferenciar conceptos para intentar llegar a un acuerdo de
mínimos (sumar comentarios para ver quién chafa más a quién y quién es
más listo me parece poco útil). Los conceptos clave a diferenciar (en esta
“discusión”) para mí son el control de la oferta monetaria del resto de
métodos intervencionistas del Estado.

Mi opinión es que desde el punto de vista predominante en esta página


(empezando por el autor, al que insisto leo y respeto enromemenete en sus
conocimientos y dedicación para mejorar el nivel de conocimiento de la
economía por parte de “usuarios menos avanzados”, como nosotros) se
mezcla en ocasiones el control de la oferta monetaria por los gobiernos (de
una forma más o menos directa) con el resto de intervencionismo, y se
aplica, insisto desde mi opinión, una analogía peligrosa del tipo:

Socialdemocracia= Intervención estatal.

Oferta Monetaria= controlada “estatalmente”

Mal control de la oferta monetaria =causa de todos los desajustes


económicos cíclicos (crédito a malas decisiones empresariales etc.)-idea
general de Hayek, entre otras- según postulados liberales.

Crisis económica= Culpa del intervencionismo (que controla la oferta


monetaria)
====intervencionismo proscrito (en su más amplia concepción).

Pues bien, tratando de llegar a acuerdos mínimos; yo comparto algunas de


las intereseantes ideas que aquí se exponen sobre el control de la oferta
monetaria. Entiendo su papel crucial (no exclusivo) en los ciclos ecnómicos,
y que el actual sistema de endeudamiento ilimatdo y aumento continuo de la
oferta monetaria es insostenible y pernicioso (sistema de reserva
fraccionaria bancaria etc). ¿el patrón oro? Una opción, con inconvenientes y
ventajas.

Aclarado lo anterior, matizaciones. El sometimiento al poder estatal de la


oferta monetaria (control público del la misma) es muy muy cuestionable.
Ejemplo: Draghi, nuevo presidente del BCE , es ex goldman sachs. Esta
propuesto por los gobiernos, de acuerdo, pero su gestión se supone
independiente, y sin duda en sus decisiones creo que influye más las presión
de moodys o fitch que Zapatero, por ejemplo. POr otro lado, si no tengo mal
entendido (puede que sí) el origen de todos los bancos centrales (a
excepción del BCE) es privado, el de España, Banco San Carlos (creo), por
lo que su carácter de público desde luego es cuestionable (otra cosa es que
los gobernadores los designe el gobierno).

Cuestión central (de la que estaría encantado que aportaseís sin descalificar,
intentando llegar a acuerdos), defendeís la ausencia total de
intervencionismo (dejando a un lado el control de la oferta monetaria)? Es
decir, apoyaís por ejemplo en control privado de la educación? De la
justicia? De la defensa? No quereís CNMV, defensa de la competencia,
regulación de derivados bancarios, salario mínimo? etc etc etc.

Si la repsuesta es rotundamento no, no podremos estar de acuerdo nunca. Si


es parcialmente si, ya no se puede defender una ausencia total de
intervencionismo y un estado social mínimo, creo yo.

Creo firmemenete que la fortaleza de un pais depende de un buen gobierno, y


de un estado intervencionista que corrija los fallos de mercado (que nadie
negará que existen, ni adam smith). Creo que la libertad individual se
garantiza más con una escuela pública de calidad, donde el mejor (de entre
todos, con y sin recursos) pueda triunfar, que con un sistema privado donde
solo triunfará no el mejor, sino el mejor de los que tiene mas recursos, por
poner un ejemplo facilón.

Bueno, tengo que comer y currar, asi que ahi lo dejo, un poco rollo quizás.

Saludos.

Bastiat Says:
junio 29th, 2011 a las 12:56

Hombre, josvazg….. me parecía ya que era excesivamente duro con ébura


como para recordarle el sistema coactivo que mantienen a la limón el
gobierno y los sindicatos sobre la clase trabajadora y todos los ciudadanos
en general….

Pero si, estas absolutamente en lo cierto.

Bastiat Says:
junio 29th, 2011 a las 13:32

No, ébura, no trago. En el abuso que la izquierda hace del lenguaje soy
absolutamente intolerante. No acepto la manipulación del lenguaje bajo
ningún concepto. El socialismo no es progreso. Punto.

Referido a lo que cuentas. ¿Por qué supones que Draghi va a ser más
permeable a Moodys o Fitch que a Zapatero o a Rajoy? Primero los hechos y
después las críticas. La presunción de inocencia en cualquier caso. Por otro
lado lo que me preocupa no es que Draghhi sea más permeable a unos a
otros, sino que tenga el poder de manipular la oferta monetaria. Se supone,
digo se supone, que el BCE está para garantizar la estabilidad de la moneda.
Pues bien, cuando la Alemania de Gerhard Schröder tenía unas tasas de paro
superiores a las españolas, logró que el dicha institución bajara los tipos
para “estimular la economía”. Eso contribuyó enormemente a que los países
del mediterráneo tuvieran una burbuja de narices y todo para tratar de salvar
el Estado Socialdemócrata alemán.

Por lo demás, bien, no me duele en prendas decir que no creo en la


educación pública y de calidad, es sencillamente imposible. Y es imposible
porque no puede haber educación cuando es algo obligatorio. Me explico,
aprender, estudiar es un acto de la voluntad. Si se obliga a aprender más allá
de lo que un niño está dispuesto a hacerlo o se tienen todos los recursos de
la autoridad para conseguirlo, un poco rebajado aquello de la letra con
sangre entra, o tenemos una escuela en la que los niños están obligados a
estar hasta los 16 años cuando lo que querrían hacer es estar de juerga o, en
algún caso, trabajando. La educación basada en prejuicios morales no es
buena en ninguna circunstancia. Por eso cuando la educación es voluntaria y
quien la presta lo hace no desde el “servicio público”, es decir, sin apenas
mas responsabilidad que la catadura moral del funcionario en cuestión, sino
desde el punto de vista de quien ofrece unos servicios que han de ser
aceptados por los clientes, en este caso, los padres de los niños que están
interesados por su formación, ocurre que surge un vínculo entre ambos que
acrecienta el interés por lograr resultados. La educación pública nunca
logrará eso.

Referido al intervencionismo, por supuesto que no. Nunca un


intervencionista ha logrado evitar caer en la tentación de actuar en beneficio
propio. Si tienes algún caso me lo cuentas.

La justicia: Profesionalización, despolitización, y régimen disciplinario


contundente para el juez que se pase de la raya. Privatizarla sería difícil
porque el juez tiene que tener autoridad y la única fuerza legítima es la que
surge del acuerdo de los ciudadanos del sometimiento a la ley y a quien la
imparte. Y para ello tiene que haber autoridad y esa no es privada sino
publica.

Salario mínimo, si lees a Juan Ramón Rallo… poco más puedo añadir.

Regulaciones bancarias: En este caso el problema es más sencillo de


arreglar de lo que parece. Si los bancos quebraran como cualquier otra
empresa en vez de ir el estado a salvarlos…. otro gallo nos cantaría. Se
puede, no obstante, asegurar un porcentaje de los depósitos de los
impositores o evitar la quiebra con ampliaciones de capital que el estado
cubriría cuando la demanda de acciones no fuese suficiente y recuperar el
gasto el Estado vendiendo las acciones cuando tuvieran un valor suficiente
para cubrir lo invertido. Sería una forma correcta de evitar pánicos
financieros, pero que tiene que llevar a aparejado el concepto de
responsabilidad. Los accionistas pierden el valor de sus acciones y los
depositantes pierden parte de su dinero como resultado de sus malas
decisiones. No se puede ir a depositar dinero en quien no es solvente atraído
por tasas de interés desmesuradas, fuera de mercado, y pensar que eso te
puede salir gratis.

ébura Says:
junio 29th, 2011 a las 14:39

Bastiat, no has sido duro conmigo, has mostrado tus ideas, y yo las mías,
pero tranquilo que no has herido mi sensibilidad en ningún momento.

No sé cuando he manipulado el lenguaje, te ruego me lo indiques, ni cuando


he hablado yo de socialismo. Solo he hablado de socialdemocracia, sistema
que según las constituciones de la inmensa mayoría de los paises europeos
rige hoy en dia los mismos. Si para ti, bajo la socialdemocracia, europa no
ha progresado desde la II guerra mundial hasta ahora, poco más podemos
seguir hablando.

Respecto a la educación, aunque te sorprenda, yo creo en el altruismo del ser


humano, y he tenido magníficos profesores tanto en la escuela como en la
universidad pública, sólo porque les motivava enseñar a los demás, no
porque éstos fueran sus clientes. También he ido a academias privadas
donde los profesores eran nefastos.Pensarás seguro que la diferencia es que
al profesor de la academia le evaluarán y echarán si los “clientes” están
descontentos, mientras que en el colegio público no, y ahí puedo estar en
parte de acuerdo, de hecho yo apoyo la idea de una revisión profunda del
sistema público, quitando el privilegio de puesto fijo (entre otras medidas),
pero eso no quita para que la verdadera libertad indivual (esencia del
liberalismo) se consigua sólo con un sistema redistributivo y público que
garantice igualdad de oportunidades para todos, sistema en el que insisto,
tienen cabida los postulados capitalistas más liberales (la educación privada
existe etc etc.)

Creo que no podremos llegar a acuerdos (yo lo he intenado), asi que te deseo
suerte con tu visión mercantilista del ser humano.

Saludos.

ébura Says:
junio 29th, 2011 a las 14:42
Motivaban, perdón.

Bastiat Says:
junio 29th, 2011 a las 23:10

La manipulación del lenguaje se produce cuando se adscribe una idea


positiva a algo que en si no lo es. Progreso y socialismo. NO son sinónimos.
No son la misma cosa. No se produce el progreso con mas socialismo…. o
socialdemocracia.

Y hay manipulación del lenguaje cuando el pensar que las personas son
clientes se tiene una visión mercantilista del ser humano. El liberal, aunque
te parezca inconcebible, lo primero que aprende es que el ser humano es
capaz por sí sólo de ser mucho más solidario que si lo hace a través de la
coacción del estado. Cuando hablo de educación privada no lo hago sólo
para valorar más al cliente, sino para evitar que quien no quiera no ya ser
altruista, que existen esos casos, no te creas, dentro de la función pública,
sino que no sea eficiente a la hora de ejercer la labor por la que le pagan, se
atenga a las consecuencias.

¿Eso es mercantilismo? NO, sobre todo porque el mercantilismo es el


resultado de políticas proteccionistas y de injerencia del estado en la
economía y que no tiene nada que ver con la libertad.

¿Ves como manipulas el lenguaje?

svintus Says:
julio 7th, 2011 a las 17:25

El indignado sobre todo es un pusilánime.

Loksea Says:
julio 11th, 2011 a las 14:21

Si quieres que algo funcione, simplemente conviertelo en un negocio. Con


eso me basta.

Cayo Cariga Says:


julio 14th, 2011 a las 21:42
El primer problema del “indignado”, y de demasiada gente, es que cree tener
una percepción muy clara de los males que acarrea el capitalismo liberal,
sin embargo, no tiene ninguna percepción sobre las consecuencias que sus
ideas van a tener en el mundo realmente existente, para él las consecuencias
coinciden con su imaginación.
Por otro lado, resulta muy difícil rebatir sus ideas al no plasmarse éstas en
un sistema real, explicado, con el que confrontarlas dialécticamente; salvo
que pretenda que las teorías económicas sobre las que se sustenta,
pongamos, Attac, son las que van a lograr ese maravilloso nuevo mundo
(aunque sólo sea por lo correcto que fue y por estar de vuelta de la teoría
austriaca del ciclo económico después de haberla entendido, quiero pensar
que tiene que ser algo más elaborado).

David Says:
noviembre 15th, 2011 a las 8:14

Bueno espero dar una opinion objetiva (aunque tardia) al articulo.


Ante todo estoy indignado (aunque no soy un indignado) ante la situacion
actual.
Efectivamente no tienen por que pagar los ricos o los banqueros la crisis, al
menos no todos, ya que la crisis solo es culpa del egoismo y la avaricia de
una parte de la sociedad, no exclusivo de ricos, es culpa de la gente que se
dedico a especular con la vivienda en su mayoria de clase media y no alta,
es culpa de los empresarios que contratan a trabajadores sin seguridad
social y de parte de esos trabajadores que no por necesidad sino por norma
tienen la costumbre de aceptar trabajos de esta manera.
No hay que mirar siempre arriba para echar las culpas ni tampoco hacer que
paguen siempre los de abajo que ahora mismo no tienen nada, hay que mirar
dentro de cada uno y a los lados, pues solo la avaricia de una parte de esta
sociedad que para ganar dinero rapido y facil ha creado miseria a
trabajadores y empresarios honrados los cuales estamos ahora mismo en
“extincion”. En mi opinion la crisis la deberian pagar ellos los “listos” que
descubrieron metodos rapidos de enriquecimiento que han llevado a la
quiebra a empresarios honrados y a las puertas de la miseria y la esclavitud
a cientos de miles de trabajadores y todo por el deseo de tener mas y mas en
poco tiempo sin importar a quien se pasaba por encima y las consecuencias
de sus actos.
Por desgracia no creo que esas personas paguen la crisis sino que pagaran
los de siempre la gente honrada que se gana la vida sin aprovecharse de
nadie, y entre ellos los que mas perderan seran obviamente los trabajadores,
no por que vayan a perder mas sino que por poco que pierdan estaran
hundidos.

xavier escohotado Says:


julio 15th, 2012 a las 18:20

indignado yo estoy indignado con tu miedo al futuro.primero explica que es


la conciencia humana?¿desde luego es ironia porque es metafisica.segundo
como regularias la avaricia y la barbarie,ea otra ironia,porque es pura
especulacion.te recomiendo que leas a ilya prigogine,y el que lo
“resume”antonio escohotado.y eso de que los humanos no somos
competitivos explicate,yo entiendo que somos competitivos y coperativos o
sea seleccion de la naturaleza o sea todo bicho viviente compite.y no as
refutado ningun argumento solo te as repetido que no entendemos nada.pues
eso pierdes el tiempo

Un Himalaya de impuestos - DiarioRC dice:


enero 2nd, 2013 a las 23:46

[...] minuta, pensarán ustedes: ya que son ricos, que apoquinen más durante
estos tiempos de crisis. Dejando de lado los distorsionadores efectos que
ello conlleva, hay un dato que se nos suele olvidar: ese 1% más rico ya
venía [...]
Pero, ¿habría suficiente oro?

Diego Gonzalez Says:


junio 25th, 2011 a las 7:24

Buenos días, Juan Ramon. Suelo leer tus artículos en LD y, sinceramente, me


parecen muy didácticos; hace tiempo que pienso que las sociedades
modernas ganarían mucho si en lugar de pajas mentales como Educación
para la Ciudadanía se enseñasen cuatro conceptos básicos de economía en la
enseñanza secundaria; como mínimo, la ley de la oferta y la demanda y sus
implicaciones. Probablemente, los niveles de indignación que se producen
ante crisis como la actual sufrirían una reducción bastante drástica.

De tu artículo de hoy, hay algo que no termino de ver; ya con el modelo


actual de dinero fiduciario, lo normal es que los bancos exijan participación
del prestatario vía fondos propios en mayor o menor medida dependiendo de
la situación económica general; según tu artículo, si se cambiase el modelo
para regresar al patrón oro, lo que sucedería es que esa parte de
autofinanciación sería mayor de lo que es porque habría una tendencia hacia
menores endeudamientos; ¿cabe suponer, pues, que los bancos tenderían
también a aumentar sus reservas?. Si es así, ¿no supondría eso una
disminución de la actividad económica?.

Rberzal Says:
junio 25th, 2011 a las 8:56

Enhorabuena Sr Rallo.

Lucen mucho más sus artículos cuando toca temas monetarios que cuando se
mete en terrenos políticos.Bueno esa es mi opinión.

Coincido totalmente con su artículo. Como he leído no sé donde, una vez que
un medio de pago es aceptado este es válido independientemente de la
cantidad que exista.

Hace usted incapié en el hecho fundamental de que con el pátrón oro


existiría deflacción. Uno se ha cansado de oir en los medios de
comunicación que la deflacción es lo peor, pero nunca he tenido claro por
qué lo decian. A día de hoy, y una vez leido su artículo, tengo bastante claro
que la deflacción no sólo es lo peor, sino que es bastante saludable.

Enhorabuena Sr. Rallo

Priede Says:
junio 25th, 2011 a las 21:31

Pues yo no acabo de entenderlo. Si el dinero valdrá más mañana que hoy,


¿para qué van a invertir los empresarios si el capital que tienen es más
productivo dejándolo inmovilizado? ¿Para qué van a consumir los
consumidores? ¿Para qué comprarse una casa hoy por cien si mañana va a
costar noventa?

Y nadie acudirá a los bancos a solicitar un préstamo, salvo el que esté en una
situación desesperada y necesite urgentemente liquidez, y por tanto acepte
contraer una deuda que en lugar de aminorarse con el paso del tiempo
aumentará año a año, debido precisamente al aumento de valor del dinero; es
decir: que nunca amortizaría, ya que su salario disminuiría con la deflación
mientras que su deuda crecería incluso si se la dejaran a un interés del 0%.

La base del capitalismo es el aumento de capital, de capital en valor


constante, y si el aumento de valor del capital que tienes te lo aporta la no
inversión, incluso la desinversión, ¿para qué molestarse en invertirlo?

Si el motor de la economía consiste en aumentar el valor del capital, y si


este aumento consistiera en atesorar la mercancía que se utilice para
intercambiar productos (el oro, el dinero) entonces todos buscaremos
intercambiar lo menos posible y retener la máxima cantidad posible de
mercancía de intercambio, de dinero. De ser así, consumiríamos lo justo
para vivir y ahorraríamos todo lo que pudiéramos, puesto que el dinero cada
vez vale más.

Si el principal negocio de la actividad económica fuese el ahorro,


sencillamente no invertiría nadie. El negocio en la producción es posible
cuando el valor del dinero se mantiene constante o se devalúa; de no ser así
el valor del dinero competiría con la inversión.
Creo que la deflación como sistema (y a eso mismo nos llevaría una
mercancía de intercambio cuya cantidad fuese siempre la misma) atenta no
ya contra el crecimiento económico sino incluso contra la termodinámica,
puesto que un sistema que no intercambie energía con ningún otro sistema, no
existe; por tanto, si aumentase la riqueza atesorando dinero, esa ganancia
habría que obtenerla de otra parte, de un proceso contrario, en este caso de
la no inversión, a la manera como ahorra energía el que se queda en la cama
y le resulta más rentable que trabajar cuarenta horas a la semana por 50
euros al mes, como los chinos. La caída del dinero en circulación, de no
detenerse, nos llevaría al autoconsumo, precisamente para desprendernos de
la mínima cantidad de dinero posible, ya que de no hacerlo así cada vez nos
empobreceríamos más deprisa.

Una cosa es una deflación puntual que ajuste una economía con exceso de
liquidez, y donde todo el mundo procurará ahorrar al máximo, y otra
convertir esa dinámica en norma a seguir. Y justamente es eso lo que
ocurriría si la cantidad de dinero fuera siempre la misma.

De hecho el patrón oro no es ninguna garantía contra la inflación, puesto que


se puede cambiar la paridad cuando convenga. Lo que sí es verdad es que
esa inflación sería más difícil de esconder, que es la trampa que nos hacen
desde hace décadas, pues el IPC no refleja más que el aumento de precios de
aquellos productos que el poder político quiere evaluar, con estadísticas que
encima manipula. ¿Cómo es posible que el mayor desembolso de las
familias, que es el pago de la vivienda, no pondere en el IPC? El IPC se ha
hecho para evitar espirales hiperinflacionistas a causa del aumento de los
salarios; eso no quiere decir que la inflación no nos haya triturado,
precisamente por lo que digo: porque el IPC no responde a la realidad y de
este modo camuflan la inflación verdadera.

Si tuviéramos el euro dentro del patrón oro y necesitáramos la liquidez que


ahora se necesita para afrontar las deudas públicas, probablemente
quedaríamos asombrados de la inflación que estamos padeciendo y que sin
embargo nos ocultan.

Creo que la contracción de dinero y el aumento del valor del mismo, genera
riqueza solo para el ahorrista; no así para el inversor, el empresario, que
jamás pedirá un crédito puesto que o amortiza en muy poco tiempo o cada
vez deberá más dinero, en lugar de menos, con lo cual la economía volvería
al medievo, a una producción de subsistencia, es decir: a gastar lo menos
posible y ahorrar lo máximo.

Psdt/ Digo todo esto no como cr´tica sino como objeción a un proceso que
no acabo de entender.

E. Martin-Serrano Says:
junio 26th, 2011 a las 10:37

¡Vaya! Pues en efecto no salió. Faltan todos los saltos de línea y resulta casi
ilegible. Perdón. Lo repito y ruego al moderador que elimine mi comentario
previo.

Priede dijo:

“Pues yo no acabo de entenderlo …”

Seguro que eso nos pasa a casi todos. Me incluyo, desde luego. Pero aporto
alguna humilde reflexión por si vale para algo. Veamos.

Sobre los préstamos y la deflación

Cuando se comprometiera una deuda a plazo bastaría con que los contratos
contemplaran una clausula automática (ni siquiera haría falta que figuraran
en los contratos, se podría regular por ley) y la deuda monetaria se ajustaría
de modo constante al valor real del numerario (oro en este caso).

Sobre la inversión y la deflación

a) Sobre el capital dedicado a la producción tal como se entiende en sentido


laxo (desde el punto de inversión hasta que se obtienen los bienes de
consumo: una teoría del Capital verdadera (que se cumple) daría la
respuesta adecuada. El numerario invertido no perdería valor real si la
productividad de la inversión es la adecuada.

b) La compra de inmuebles, si el inmueble es capital en el sentido de a) ya


está comentado; de otro modo, lo mismo. Para que se me entienda, si un
ciudadano compra una casa por una cantidad nominal y luego la vende por
otra nominal inferior deflactada, no pierde en términos reales; también
quedaría explicado por una teoría del Capital verdadera

c) Eventualmente un salto tecnológico sería más traumático pero eso ocurre


con inflación también.

Sobre la cantidad de dinero en el sistema

Pienso que no tiene por qué ser contaste. Parece que la producción de oro)
viene a ser alrededor del 3% de las existencias en el periodo. Que comenten
los expertos; además está el sistema bimetálico: la plata, que como se sabe
es mucho más abundante y estuvo en vigor durante siglos (vellón aparte, pero
esto es como lo de la máquina de imprimir y el oro también se puede
mistificar, recuérdese la historia desde el castellano, al peso, pasando por
los diversos ducados, diversos escudos, tanto intranacionales como
internacionales, etc. Interesante leer a Ramón Carande sobre esto: Carlos V
y sus Banqueros).
Las cámaras de compensación y la cantidad de dinero físico
Conjeturo que sólo una pequeña parte del monto de las transacciones de todo
tipo acaba en intercambios de efectivo. Quizás un 7%, y no de efectivo
estrictamente hablando, sino de abonos en cuenta del Banco Central en su
mayor parte, que me parece que ni con sólo dinero metálico (físico) cabría
hablar de pagos físicos (mercancía contra mercancía, dinero contante).

Sobre la termodinámica y el dinero

Aguas profundas. Esto abriría una interesante discusión, ¿estamos hablando


de lo mismo cuando invocamos indirectamente la entropía, según entiendo, al
referirnos a sistemas físicos o alternativamente a sistemas de información?
¿Cabría, en todo caso, explicar el comportamiento humano en términos de la
termodinámica? Hay quien piensa que no cabe en absoluto. De todos modos,
estupendo asunto el que así se plantea; pero conjeturo que ni aun resultando
único el sujeto de discusión (al sugerir que “energía” e “información” son
dos nombres para lo mismo) no va a discutirse aquí. Ni la equivalencia que
abriera la discusión sería asumida por toda corriente o escuela de
pensamiento económico, por mecanicista.

Post scriptum (off-Topic)


Por lo que parece no es posible editar los comentarios una vez puestos.
Pena, porque a veces puede deslizarse alguna imprecisión, sea por algún
cambio inadvertido hecho por el procesador de textos si se escribe fuera y
luego se pega aquí, sea por algún resto de edición directa que pasa
desapercibido por lo exiguo del cuadro de edición.

Resulta incómodo constatar que ahí queda luego algo feo, en público, que no
se puede corregir. Como cosas así “?.”
Perdón por la cuña. ¿Acaso se puede editar?

Juan Ramón Rallo Says:


junio 26th, 2011 a las 11:58

Hola Pride,

La deflación que tengo en mente en el artículo es la deflación que


históricamente se vivió con el oro en algunos períodos del s. XIX: 2%-3%.
Aplicando la ecuación cuantitativa muy a lo bruto, sería tanto como asumir
que no se produce nada de oro y que las economías crecen a un ritmo
normal. Con una deflación del 2-3%, no creo que tus objeciones sean
válidas:

a) Los consumidores posponen totalmente su consumo: ¿Dejamos de


consumir hoy ordenadores por el hecho de que en un año vayan a abaratarse
un 2-3%? No, ni siquiera la gente concentra todas sus compras a las rebajas,
aunque el recorte de precio pueda ser de hasta el 50%. La gente prefiere
consumir antes a después (preferencia temporal), de modo que la cuestión es
si la minoración del precio les compensa la desutilidad derivada de retrasar
su consumo. Además, por los mismos motivos que aduces, con inflación la
gente debería adelantar todo su consumo futuro y no ahorrar nada.
b) Los bancos seguirían concediendo préstamos, pero corrigiendo los tipos
de interés por la deflación esperada. Una hipoteca del 5% nominal podría
rebajarse al 2% nominal, ya que el banco igualmente obtendrá un 5% real.
Todo préstamo que proporcione una mínima rentabilidad nominal es mejor
para el banco que atesorar el dinero, puesto que prestándolo obtendrán la
rentabilidad real de la deflación más la nominal pactada. Aquí la cuestión
clave es que no querrán asumir demasiado riesgo por rentabilidades bajas
(lo cual es de sentido común: si el proyecto renta muy poco, debe ser muy
seguro).
c) Lo mismo sucede con los capitalistas. A ellos el valor de su capital les da
igual (en el sentido de que no tratan de liquidar diariamente su empresa). A
ellos lo que les interesa es que los flujos de caja futuros que reciban sea
mayor que la inversión realizada (y que cubra el llamado coste de capital).
Por baja que sea la rentabilidad nominal, preferirán invertir a atesorar (si el
riesgo es igualmente bajo; si no lo es, las rentabilidades nominales tenderán
a ser mayores).

Otra cosa es que tuviéramos deflaciones del 10% anual, en cuyo caso
obviamente habría problemas, al igual que las habría con inflaciones del
10% anual. Un dinero que desestabiliza la estructura de precios de ese modo
(al alza o a la baja) no es un buen dinero; por fortuna, como digo en el
artículo, el patrón oro puede convivir con medios de pago complementarios
y con otros patrones, como la plata, que integren la masa monetaria (hoy
sucede lo mismo: hay euros, dólares, yenes, libras…).

De todas formas, creo que hay una especie de contradicción en tu


razonamiento. Si, por ejemplo, los precios caen un 15% anual, es porque la
cantidad de bienes y servicios crece enormemente cada año. No tiene mucho
sentido que sostengas que el sistema productivo se disolverá en el
autoconsumo y que esa situación se prolongará: si muchos empresarios
abandonan sus inversiones, la producción caerá y los precios subirán.

Bastiat Says:
junio 27th, 2011 a las 9:26

A ver si consigo hacer una pequeña aportación a todo esto.

La cuestión básica del Patrón Oro no estriba en sus consecuencias con


respecto al índice de precios al consumo, sino que lo que trata es de evitar
es que el poder se dedique a fabricar dinero de la nada alterando el normal
funcionamiento de la economía.

Esto es así puesto que si consideramos al oro como una mercadería mas, mas
fija o menos fija, y hemos de recordar que han habido en la historia procesos
inflacionarios producidos por la aparición de nuevas minas tanto de oro
como plata y lo que en una economía libre, flexible, produce es un ajuste a
dicha variación.

No se le puede dar mas importancia a la deflación si hubiera una cantidad


fija de oro, de dinero, puesto que para que se de el caso de que atesorar
fuera beneficioso tiene que ocurrir que se produzcan innovaciones que hagan
bajar los precios de manera general. Es decir, aumentos de la productividad,
aumentos de la rentabilidad. Un atesoramiento indiscriminadado llevaría
aparejado una bajada de la innovación y de la actividad y se frenaría de por
si ese proceso que hace que se encareciera el dinero.

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 11:16

Por otro lado me gustaría resaltar la obviedad que parece que nos han
extraído con el cuento de “uuhh! que viene la deflación mala, malisima!”

Gastar es fácil mientras que ahorrar cuesta mucho más.

La “preferencia temporal” está ahí, como dice el Profesor, pero es que no es


solo un concepto abstracto, es algo que nos afecta día a día.

El ser humano necesita agua para beber TODOS los días, al final eso supone
comprar agua o pagar un servicio de suministro. También necesita comer
hasta 5 veces al día, lo que implica un gasto recurrente en pan, leche,
huevos, fruta, etc. Es tontería además comprar lo más barato siempre en
comida, te arriesgas a durar menos y lo mismo no te da tiempo a gastar “en
ese futuro” que tanto esperas.

Luego hay que gastar también para procurarse cobijo y solo con estas
necesidades básicas ya tienes que entrar en el mercado. Debes ofrecer
productos o servicios a los demás (tu propio trabajo o los productos o
mercancías de tu empresa o comercio) para que estos te proporcionen a
cambio riqueza para satisfacer, como poco, tus necesidades básicas.

Una vez satisfechas tus necesidades básicas ¿quien se va a quedar nadando


en su dinero a lo Tio Gilito por siempre? Sería estúpido.

Una cosa es ahorrar algún tiempo para comprar un coche mejor, por ejemplo,
y otro no comprarlo hasta que valga una cantidad ridícula de dinero (actual)
…¿para que para ser un viejo entonces y no poder disfrutarlo igual?

Los seres humanos somos mortales y envejecemos, y luego está la


incertidumbre del futuro, lo mismo mañana no puedes, por la razón que sea,
comprar aquello que querías y “te han quitado lo que ibas a bailar”. La
tentación del gasto es muy grande y tiene su lógica, una “deflacioncilla” no
lo va a mitigar tan fácilmente.

Es más, yo intuyo que para que una hiperdeflación sea tan devastadora como
una hiperinflación es necesario que su porcentaje negativo sea MUCHO más
alto que el positivo de la otra.

Un ejemplo real deflacionario a día de hoy lo tenemos con la tecnología,


como implica el Profesor, todos los días se venden ordenadores que dentro
de unos meses estarán obsoletos pues por el mismo o menor precio tendrás
algo mejor. ¿Vas a esperar a que Apple saque el “IPAD 27″? ¿tiene sentido?
Como mucho te esperas unos meses de más o a que se rompa lo que sea que
uses ahora. En el momento que realmente lo necesitas (si no antes) lo
compras, porque realmente no te interesa esperar más.

Vivir como un pobre para en un futuro, que no sabemos si llegará, intentar


vivir como un rico, no tiene mucho sentido.

La mayoría de la gente que ahorra (que ahora son pocos, por cierto) no lo
hace para ser el más rico del cementerio, sino que sus ahorros tienen nombre
y apellidos (el siguiente coche, colchón de imprevistos, el siguiente
ordenador, amortizaciones de la hipoteca, jubilación, la educación de los
hijos, ampliación de la empresa, etc) y, si me apuras muchas veces tienen
caducidad en la que serán “canjeados”.

vicente Says:
junio 27th, 2011 a las 11:17

Hola Juan Ramón: como siempre tus artículos de economía son


fundamentales para cualquier persona que quiera percibir la realidad. Una
pregunta fuera del artículo, pero que me gustaría que comentases en este blog
es de la publicación de tu nuevo libro “Los errores de la vieja Economía.
Una refutación de la Teoría General de John Maynard Keynes” que
próximamente publicará Unión Editorial. ¿podías anticiparnos una reseña de
este nuevo trabajo?.Gracias

Juan Ramón Rallo Says:


junio 27th, 2011 a las 11:23

Hola Vicente,

Es un análisis y refutación bastante sistemático de la Teoría General de


Keynes, ahora que se cumple el 75 aniversario de su publicación. Capítulo
por capítulo voy explicando cuál era la visión de Keynes y por qué ésta,
salvo muy contadas excepciones, es del todo incorrecta. El libro está a
caballo entre lo divulgativo y lo académico.

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 11:23

“Y nadie acudirá a los bancos a solicitar un préstamo, salvo el que esté en


una situación desesperada y necesite urgentemente liquidez”

Eso justamente es lo NORMAL y lo que ocurría, más o menos, antes de la


borrachera actual de crédito que empezó a mediados de los 90.

Pedir prestado es un mal negocio en condiciones de mercado normales (no


manipulado), luego siempre tienes que devolver más dinero del que pediste
y más te vale estar seguro de que vas a poder o lo pasarás mal.

Otra cosa distinta es que ofrecer prestamos o créditos no sea un buen


negocio o que manipulando los tipos de interés desde los bancos centrales
no se pueda incentivar a la gente a tirarse a los préstamos y la deuda, por
“perder menos dinero” que con la propia inflación generada artificialmente
por esos bancos centrales.

Diego Gonzalez Says:


junio 27th, 2011 a las 16:06

Se te olvidan, josvazg, los que ahorran para dejarlo en herencia a sus


descendientes. También forma parte de los intereses humanos el de procurar
que los tuyos vivan tan bien o mejor que tú.
Priede Says:
junio 27th, 2011 a las 19:03

Me gusta este blog porque invita a reflexionar. Lo mismo me pasaba con los
artículos de Rallo en LD, pero me han baneado del periódico, y con razón, y
ya no puedo participar. En este blog se está mejor, no se pierde el tiempo
aguantando a idiotas, al contrario: aquí se aprende.

Ocurre muchas veces que cuando llego a alguna conclusión, esta no solo no
me aclara nada sino que encima me vuelve todo más confuso de lo que ya lo
tenía. Como soy masoquista esas cosas me gustan. (Creo que incluso soy
ateo por masoquismo; así, donde otros encuentran en la creencia la paz
espiritual y un sentido a la vida, yo me complazco en la incertidumbre: ¿qué
habrá después de la muerte? ¿Qué es la nada? ¿Qué necesidad hay entonces
de que exista algo?). Los enigmas, cuanto más insolubles, más me atraen.
Sirven, además, para quitar lastre a la falsa conciencia, porque es frecuente
que demos demasiadas cosas por consabidas, y por eso cuando te paras a
reflexionar sobre ellas te das cuenta de que aquello que hasta entonces dabas
por válido resulta que no resiste el más sencillo análisis.

Esto del patrón oro, como todas las teorías monetarias, veo que se
desenvuelve casi exclusivamente en el formalismo; ello no quiere decir que
lo tenga por falso, ni mucho menos. Sin embargo la actividad económica, y
no digamos cuando tratamos de conjugarla con la realidad social (ya el mero
hecho de hablar de ‘realidad social’ es pura metafísica), es algo que
desborda las mentes comunes como la mía y que solo está al alcance de muy
pocos.

Veo que lo que proponéis es una formulación inversa a la que sigue la


política monetaria de las últimas décadas, aunque lo cierto es que ni siquiera
el patrón oro acordado en Bretton Woods se pudo llevar a cabo, puesto que
todo aquel sistema quedó al desnudo cuando Estados Unidos tuvo que
reconocer que había emitido muchos más dólares de los que permitían los
acuerdos.

No voy a entrar en ese asunto porque sería cambiar de tema, pero sí


propongo a Juan Ramón Rallo que un día, si le apetece, nos hable de él, pues
ese problema de la falta de la liquidez que provocaba el patrón forzó a
Nixon a seguir los consejos de Triffin:

“En 1968, Triffin denunció una imperfección del modelo monetario


internacional de Bretton-Woods, que se conoce con el nombre de Dilema
de Triffin. Una economía (en su caso la estadounidense) no puede crear
liquidez internacional si no es mediante el endeudamiento con otros
países, es decir, creando y manteniendo un déficit en la balanza de pagos
comprando bienes, servicios e inversiones en el extranjero y con gasto
militar para asegurar las posesiones en el extranjero y mantener la
influencia sobre los territorios ocupados.”

http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Triffin

Creo que el patrón oro efectivamente mantiene una política monetaria


saneada; sin embargo en la economía –y no digamos en la política–
intervienen muchas otras variables, que si bien han de contar siempre con el
estado de salud de las finanzas y de las monedas para desarrollar cualquier
plan económico sin embargo con frecuencia también chocan con los intereses
de las autoridades políticas y económicas, las cuales se ven obligadas a
poner esas finanzas y monedas al servicio que la actividad economía
presente y futura demandan, puesto que en la brutal competencia entre
Estados, las finanzas y las monedas juegan un papel político y estratégico
fundamental.

Y ahora el asunto que nos trae aquí: ¿es buena la deflación monetaria? ¿Es
posible la deflación monetaria y el crecimiento de la economía? Yo solo
puedo hablar mediante una percepción extremadamente subjetiva, desde la
cual es imposible abordar el problema de una manera que se pueda decir
crítica, esto es: con verdadero conocimiento.

Dice Martin-Serranoa) “Sobre el capital dedicado a la producción tal


como se entiende en sentido laxo (desde el punto de inversión hasta que se
obtienen los bienes de consumo: una teoría del Capital verdadera (que se
cumple) daría la respuesta adecuada. El numerario invertido no perdería
valor real si la productividad de la inversión es la adecuada.”

No sé si será un mal hábito de la sociedad actual o bien una tendencia innata


lo que acabe empujando a que los inversores prefieran la comodidad de
ahorrar a la de invertir. Si las cien monedas que tengo hoy con un valor de
cien, el año que viene tendrán un valor de 105, me temo que preferiré
ahorrarlas que invertirlas. Recordad los años ochenta y noventa cuando los
bonos del Estado rendían creo recordar hasta un 10% (descontada la
inflación y los impuestos podían quedar en un 4 ó 5 %) y los créditos
estaban al 16%. Me parece que volveríamos a esa situación, donde la
inversión era prácticamente nula y el desempleo llegó al 24%, es decir: peor
que ahora. Ahora bien, si esa ganancia, ese rendimiento, no se produjese por
la intervención del Estado detrayendo capitales privados para sufragar gasto
público, sino que fuera una rentabilidad del mercado, me temo que la
desinversión y el desempleo aun serían mayores.

Creo que habláis de empresarios realmente fuertes y arriesgados, que les


gustan los desafíos, y desgraciadamente en un país donde el 70% del
empleo, o más, lo generan pequeñas y medianas empresas, la situación sería
muy otra, socialmente quizá explosiva. Las finanzas públicas y las monedas
estarían sanísimas, pero la situación social podría ser peor que la guerra.
Además requeriría de un control de los gastos enorme, y no solo del gasto
público, puesto que a ver quién convence al asalariado de que le van a
rebajar el sueldo porque hay deflación. Lo que acabaría ocurriendo es que lo
despedirían y lo volverían a contratar por menos salario. Anda que no me ha
pasado a mí eso. Hace dos años yo ganaba menos que hace diecinueve;
entonces ganaba mil, mil cien pesetas la hora, y en mi último trabajo, de la
misma categoría profesional que aquel, ganaba 5,75 euros.

El problema está en la inexorable caída de la tasa de ganancia de las


empresas, y la única manera de aumentar esa tasa o impedir que la continua
caída acabe en cierre de empresas, consiste en abaratar costes. Dado que la
energía y las materias primas suben, el único campo donde se puede
incrementar esa tasa es bajando los salarios, por tanto, si aun así las cosas
fuera a mejor, en un futuro inmediato seremos, sin duda, más pobres, y solo
las exportaciones sacarán las empresas a flote, puesto que los salarios no
tirarán de las ventas.

¿Se arreglaría esto si tuviésemos una moneda de valor constante? Yo creo


que es difícil mantener una moneda con valor constante, puesto que en los
precios finales actúan muchos costes –y no solo los salarios– sobre los
cuales el empresario no puede intervenir. Y ahora pregunto: ¿sería bueno que
frente a la competencia de esas manufacturas se añadiese la competencia de
una moneda (una mercancía como el oro o la plata) que se revaloriza no ya
en relación a otras monedas sino sobre otros productos? Creo que tampoco.
Es más: creo que entraría en competencia directa con esos bienes, ya que
sería una mercancía que se revaloriza mucho más que cualquier bien, puesto
que es una mercancía que siempre tendrá demanda, y creciente, precisamente
como valor en sí, valor en sí que competirá muy a su favor con su valor de
cambio; cosa que no ocurriría (o bien ocurre de manera más desfavorable
para el valor en sí) si esa moneda mantuviera su valor o se devaluara. Es
decir: que el oro, la moneda de oro, sería un activo tan valorado que
inevitablemente ese valor competiría con el fin que se le supone, o sea: con
el valor de cambio.

En cuanto al patrón oro ¿qué ocurriría con aquellos Estados que expandieran
su economía mediante moneda fiat (pues las fábricas y empresas que se
creen mediante moneda fiat ahí quedarán produciendo), es decir, mediante
expansión monetaria y del crédito, frente a aquellas otras economías cuyo
crédito dependa exclusivamente del ahorro? ¿Aceptarían estos Estados, estas
economías sujetas al patrón oro, la ‘competencia desleal’ de quienes usen
dinero fiat?

Quizá de ahí que se hable tanto de una moneda mundial sujeta al patrón oro.
Pero eso solo se puede llevar a cabo mediante acuerdos de todos los
Estados, o al menos los más influyentes, o mediante imposición de unos
Estados poderosos a otros más débiles, y condenando a aquellos países que
pudiendo crecer no pueden acceder al crédito por no generar suficiente
ahorro su economía.

Dice Juan Ramón Rallo: “a) Los consumidores posponen totalmente su


consumo: ¿Dejamos de consumir hoy ordenadores por el hecho de que en
un año vayan a abaratarse un 2-3%? No, ni siquiera la gente concentra
todas sus compras a las rebajas, aunque el recorte de precio pueda ser de
hasta el 50%. La gente prefiere consumir antes a después (preferencia
temporal), de modo que la cuestión es si la minoración del precio les
compensa la desutilidad derivada de retrasar su consumo. Además, por los
mismos motivos que aduces, con inflación la gente debería adelantar todo
su consumo futuro y no ahorrar nada.”
Pero aquí se plantea otra duda (yo planteo dudas, ojo, nada más): con la
deflación ¿no habría peligro de una carrera desbocada por hacerse con el
máximo dinero posible, y cuanto antes, puesto que ese dinero que se atesore
hoy el año que viene valdrá más que este? La carrera por abaratar precios,
para hacer la mayor cantidad de caja posible y cuanto antes ¿no nos llevaría
a una deflación descontrolada, puesto que el empresario no iba a tener en
cuenta tanto los costes presentes y pasados sino ante todo el valor del dinero
del año que viene? ¿No produciría una carrera inversa a la de la
hiperinflación, la cual consiste en deshacerse del dinero cuanto antes?

Rallo dice que una deflación acusada es tan mala como una inflación también
acusada, pero de intervenir el dinero como una mercancía de uso obligado y
con valor al alza ¿no llevaría al extremo de que muchas empresas
procederían prácticamente a una liquidación vendiendo incluso por debajo
de coste para apropiarse del valor de esa mercancía que cada día se
demandará más? Creo que consumiríamos aquello que efectivamente
necesitaríamos de manera apremiante, pero todos evitaríamos las compras
que puedan posponerse, con lo cual sí que la actividad económica sufriría un
parón.

Digo esto sin saber, pues aquí habría que tener conocimientos de lo que
ocurrió en períodos de deflación. Tengo entendido que tras la crisis del 29
eso fue lo que ocurrió, y las finanzas y la moneda se estabilizaron, pero ya
vimos los estragos sociales que causó. Además me temo que esa deflación
fue un ajuste para así abaratar salarios y costes en general, y luego
emprender de nuevo la vía de la expansión partiendo otra vez con márgenes
de ganancia atractivos –sobre todo por la caída de salarios– que hicieran
posible de nuevo la inversión.

Otra duda que os propongo para dialogar: ¿podríamos entender la deflación


no tanto como una destrucción de capital (tal y como ocurre en una guerra)
sino como una concentración de capital en la moneda para luego proceder a
la lenta destrucción del valor de esa moneda trasvasando de nuevo el valor
de la moneda al valor de la inversión en producción de bienes y servicios?
¿Ocurrirá con la moneda en oro, o con patrón oro, de la misma manera que
ocurre tras la destrucción causada por una guerra cuando hay que producir y
vender de nuevo (tras los créditos que concedan los vencedores) aquello que
antes ya había pero que se destruyó? Puede haber cierta analogía entre
ambos procesos ¿no os parece? Es decir: con la implantación del patrón oro
o la moneda de oro quizá se busque una destrucción de capital que no es tal,
sino trasvase, para luego emprender el proceso inverso. Quizá formalmente
eso sea viable; ahora los costes sociales… Mi madre, entre la crisis
financiera, monetaria y energética… No sé, pero esto va a ser la selva, y
encima superpoblada.

Si se os ocurre algo y tenéis tiempo me gustaría leer vuestra opinión.


Saludos

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 19:54

@Diego González

Muy cierto.

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 20:19

@Priede

Lo que importa en una empresa que produce bienes o servicios son los
costes unitarios. La deflación en este caso sería una especie de obligación a
la mejora continua, es decir, a invertir en tecnología, en I+D y en que los
empleados, para poder conservar sus sueldos y puestos de trabajo intactos
puedan mejorar su productividad de manera constante para producir MÁS
con MENOS tiempo, esfuerzo o materias primas.

Esto entiendo que en España suena a chino, porque aquí NO creemos en el


I+D o la tecnología sino es como excusa para trincar alguna subvención.

La actitud positiva y buena como empleado o empleador es la mejora


continua, desde pequeños cambios en los procedimientos rutinarios, hasta la
incorporación de grandes mejoras en la tecnología de producción o trabajo
así como intentar siempre estar al día y en el “estado del arte” de tu sector,
sea cual sea este.

La productividad y los costes unitarios son la clave, así pues se podrían


pagar los mismos sueldos e incluso subirlos algo de vez en cuando, o incluso
contratar más gente si se produce más y mejor (con menos costes o menos
fallos)

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 20:21

O si la empresa evoluciona a mercados con mejores márgenes o “facilidad


de producción”.

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 20:24

@Priede

El único problema que yo le veo al patrón oro es que exige tal


responsabilidad en el gasto a los gobernantes (y sus amiguetes los
banqueros) que es imposible que lo acepten ni en un millón de años…
voluntariamente, claro. Quizá lo hagan si no les queda otro remedio.

josvazg Says:
junio 27th, 2011 a las 21:32

“¿Aceptarían estos Estados, estas economías sujetas al patrón oro, la


‘competencia desleal’ de quienes usen dinero fiat?

Quizá de ahí que se hable tanto de una moneda mundial sujeta al patrón oro.
Pero eso solo se puede llevar a cabo mediante acuerdos de todos los
Estados, o al menos los más influyentes, o mediante imposición de unos
Estados poderosos a otros más débiles, y condenando a aquellos países que
pudiendo crecer no pueden acceder al crédito por no generar suficiente
ahorro su economía.”

No se porque se debería aceptar o imponer nada. Tu tienes tu moneda de


papel y yo mi moneda de oro, digamos el gramo o la onza. El precio del oro
en las diferentes monedas será siempre conocido y las transacciones o
conversiones se regirán por el.

Teniendo en cuenta que el oro suele subir siempre respecto a las monedas de
papel, lo más probable es que yo NUNCA adquiera deuda extrajera en
moneda de papel que me puedan devaluar para hacerme una quita… y ese no
es mi problema sino el tuyo, que no podrás recurrir a la deuda extranjera
como financiación de una forma tan sencilla como cuando todo el mundo usa
dinero de papel.

Priede Says:
junio 27th, 2011 a las 22:22

Hola de nuevo:

Creo que lo que decís es correcto, o mejor dicho coherente; sin embargo la
reacción de todos los agentes económicos (todos nosotros) puede que no sea
la prevista. ¿Falta de costumbre? Quizá.

Es necesario un recorte drástico del gasto público y privado, y en eso


estamos todos de acuerdo; ahora bien, el patrón oro o el oro como moneda
dificultará el acceso al dinero, además el gasto y la inversión no estarán
animados por la inflación, sino que esa inversión tendrá que calcular la
pérdida de valor que conlleva desprenderse de dinero. Me temo que los
menos serán quienes harán el cálculo de que cien monedas de hoy equivalen
a 95 de mañana, y los más calcularán que cien monedas de mañana equivalen
a 105 de hoy; luego si ahorro esas cien monedas gano sin arriesgar.

Creo que presuponéis en todos los agentes económicos una buena voluntad,
esto es: que todos invertirán y consumirán con buen juicio.
Desgraciadamente el buen juicio no es lo que más abunda, y de ser así
quedaría aun por demostrar que el buen juicio está en invertir y no en
ahorrar. Pensad solo en el mercado de capitales, en las bolsas ¿no apostarían
todos a la baja, a recoger hoy el efectivo para comprar mañana con menos
cantidad de dinero el mismo valor de hoy? Si la moneda se devalúa tenderá
a desplazar el ahorro; por contra es lógico que si se revalúa tenderá a
desplazar la inversión. No sé. Yo creo que la cura que proponéis puede
matar al enfermo. Es coherente, pero no sé si realista. Y no se os olviden los
costes sociales.

Psdt/ Realmente estamos en una encrucijada tremenda, especialmente el


mundo desarrollado, el mundo rico. Os recuerdo que los BRICS e incluso
Turquía crecen aceleradamente. Jo, si es que parece un castigo bíblico.

Priede Says:
junio 27th, 2011 a las 22:47

Josvazg

El dineo fiat tiene una ventaja enorme frente al patrón oro, o frente al oro:
que aprovecha el ciclo expansivo al máximo, puesto que crece a base de
deuda y no de ahorro, o sea: muchísimo más rápido, y si se excede la
inversión luego la contracción liquida las malas inversiones. Por contra el
patrón oro, si bien es un crecimiento más seguro, está por ver si una vez
llegue la desacelaración no queda en posición de desventaja frente a quien
creció a base de deuda.

Digamos que lo importante es lo que queda después de la expansión y del


ajuste posterior.

O todos con patrón oro o ninguno. Solo aquellas economías ‘especiales’


donde el sector financiero tiene un peso grande han seguido un modelo
diferente al de la mayoría, y donde el patrón oro es una garantía, y pongo
como ejemplo a Suiza, que mantuvo el patrón oro hasta 1998.

Pero es que si bien las leyes de la economía rigen para todos igual, las
políticas económicas no pueden ser las mismas para todos los países. No es
lo mismo un país como Suiza, o Suecia, o Dinamarca o incluso Alemania o
Francia, que un imperio, donde los gastos son enormes, continuos e
imprevisibles, caso del dólar y de Estados Unidos. Felipe II lo arreglaba
suspendiendo pagos, pero le seguían prestando porque pagaba con
concesiones mineras o comerciales. Estados Unidos no paga, simplemente
provee la mayor parte de la liquidez que necesita el sistema, es decir: se
endeuda con una moneda que maneja él mismo. El problema es ahora,
cuando otras monedas, sobre todo el euro y el yuan, entran en competencia
con el dólar. Por eso EEUU tuvo que abandonar el patrón oro, y tuvo que
hacerlo porque si no habría quebrado. Es decir: sin moneda fiat no habría
imperio americano, porque la sociedad americana no podría estar con déficit
comercial continuo y creciente desde 1975 (el último déficit creo que se
acercó al PIB de España) y la mayor parte de estos 36 años también con
déficit fiscal. PIMCO, el mayor inversor de bonos de deuda ya habla de que
la deuda de los Estados Unidos está por los cien billones, 70 veces el PIB
de España.

http://www.abc.es/20110613/economia/abci-pimco-rescate-grecia-
201106131716.html

Priede Says:
junio 27th, 2011 a las 22:55

Corrección: dije: “Estados Unidos no paga”. Digo: sí paga; paga con los
billetes que ellos mismos imprimen y que todos aceptan. De momento es así,
veremos hasta cuando.

josvazg Says:
junio 28th, 2011 a las 8:19

No se si hay datos empíricos al respecto, a ver si el profesor Rallo nos los


muestra o quizá con ayuda (o no) del Profesor R. Braun, tirando de historia
de la economía, nos ponen algún ejemplo del s.XIX u otro momento histórico
o situación donde se pueda hacer una comparativa. Pero yo intuyo lo
siguiente:

El dinero de papel + bancos centrales + descalce de plazos = ciclos


económicos
Y esto viene a significar que das 7 pasos seguidos y luego 5 o 6 para atrás.

Con el patrón oro y un poco de disciplina financiera (sin descalce de plazos


ni bancos centrales) no hay ciclos. El ritmo sería uno, dos o tres pasos cada
vez, dependiendo de lo bien que se de el año y los descubrimientos
científicos y tecnológicos aplicados o nuevos mercados que se vayan
abriendo o los desastres naturales o de otra índole que haya que absorber.

Poniéndolo en perspectiva con la realidad.


Con un patrón oro quizá España habría crecido más lentamente hasta 2007,
pero habría seguido creciendo en 2008 y después. Quizá ahora, en 2011 ya
habríamos alcanzado un nivel económico parecido al del 2005 o 2006, pero
es que para 2015 ya tendríamos el nivel económico que quizá recuperaremos
para el 2020, con suerte, si conseguimos salir del hoyo donde estamos ahora.
Respecto a EEUU, mal ejemplo. Parece claro que antes o después el dinero
de papel junto con su despilfarro imperial, va a ser la tumba de EEUU. Ron
Paul lo lleva avisando hace tiempo, pero como no le harán caso van para el
hoyo, y nos arrastrarán seguramente a los demás en parte.

Lo malo es que persistirá la idea de que para que unos suban (los BRICS,
los emergentes) otros tienen que bajar o desplomarse, lo cual no es cierto y
Alemania puede ser, si no se les va mucho la pinza, un ejemplo de que esto
no tiene porque ser así.

Que los BRICs estén creado riqueza no implica que EEUU y el resto de
países desarrollados no puedan intentar competir en calidad o en lo que sea
creando riqueza ellos también, pero claro imprimir billetes es mucho más
sencillo.

Y esto me lleva a la ultima parte de mi comentario. El sistema actual basado


en inflación de dinero de papel y crédito impulsado por el despilfarro
gubernamental crea los incentivos para comportarse mal, de manera ilógica,
endeudándose por encima de las posibilidades y mal-invirtiendo o
emprendiendo proyectos que no son viables, aunque por un momento lo
parezcan.

Por el contrario, el patrón oro y una disciplina financiera racional


empujarían a todo lo contrario, al ahorro (que nunca es malo) a la inversión
con mucho tiento y seguridad de que el proyecto es viable y más rentable que
dejar el “dinero crecer solo” (prestandolo?, por deflación?).

Respecto a la bolsa, el oro crece un 2-3% anual, de manera que, de no hacer


inversiones en I+D, no hay seguridad alguna de que el dinero de hoy valdrá
menos que el de mañana, de hecho, si no se hace nada habrá algo de
inflación y no deflación como sería de esperar, luego si se busca beneficio
habrá inversión, aunque más cauta y casi siempre con fondo propios o de
socios capitalistas, más que con dinero ajeno prestado.

No se trata de presuponer buena voluntad, sino de presuponer que la mayoría


de la gente intentará ganar más que perder y algunos conseguirán grandes
beneficios.
Eso ya ocurre ahora, solo que con las reglas del juego actual los incentivos
para “forrarse” coinciden justo con la forma de hinchar y explotar las
burbujas y , a ser posible, retirarse de ellas a tiempo, mientras que en el otro
escenario el incentivo es a conseguir un crecimiento realmente seguro y
“sostenible”, es decir, la acepción de “sostenible” antigua y previa al
gobierno de ZP, claro.

Priede Says:
junio 28th, 2011 a las 12:22

Si hay crecimiento de la economía productiva es difícil que se produzcan


burbujas financieras, puesto que la revalorización de las acciones obedece a
un crecimiento de la producción. Cuando el crecimiento se ralentiza el
capital tiende a buscar el negocio en su propio mercado de capitales, al
margen de la producción. Por ejemplo, en China, si parece que hay burbuja
inmobiliaria, aunque solo en algunas ciudades y en determinados distritos
(claro, estamos hablando de distritos con millones de personas: cuando
Zapatero fue de viaje a China costó Dios y ayuda que el alcalde de Shangai
tuviera 15 minutos para dedicarle), pero no debemos olvidar que el
potencial de crecimiento de China es enorme, baste decir que hay 300
millones de personas que viven con un dólar al día, es decir: peor que en
Egipto. No hablemos de la India, que produce anualmente 400 mil ingenieros
informáticos y su PIB es mucho menor que el de China.

Quiero decir: las burbujas parecen inevitables cuando el mercado de bienes


y servicios está saturado y ya crece con dificultad. Por eso las cifras
oficiales de crecimiento, como todas las cifras, aquí y en cualquier país,
unas veces están manipuladas y otras no detallan en qué consiste ese
crecimiento, de ahí que el crecimiento de Estados Unidos en los últimos
veinte años haya sido el de la llamada ‘nueva economía’, que ya se ve en qué
acabó, precisamente porque su actividad más importante estaba en los
derivados financieros.

Hay una ley en el capitalismo que yo creo inexorable (y en el socialismo,


que nunca fue otra cosa que capitalismo de Estado pero cutre; es más: no
puede ser otra cosa), que es la ley de caída tendencial de la tasa de ganancia.
De ahí que las grandes empresas busquen mantener esas tasas produciendo
en países que tienen bajos salarios.
En Estados Unidos es tal la dependencia de las importaciones
(importaciones de productos que en muchos casos fabrican sus mismas
empresas en el extranjero) que cuando caen, inmediatamente repunta el
desempleo.

Fernando Says:
junio 29th, 2011 a las 18:06

El patrón oro ya saltó por los aires. Saltó por los aires porque los gobiernos
lo evitaron emitiendo Deuda Pública – Así Gran Bretaña financió la guerra.

Rafael Says:
julio 1st, 2011 a las 12:38

Hola Juan Ramón,

después de haber comentado algunos otros comentarios de este mismo


artículo cuando lo colgaste en Libertad Digital, paso ahora a comentar tu
artículo en si, muy interesante por cierto en lo que tiene de polémico y en la
retahila de comentarios que ha provocado.

Veamos, como sabes por otros comentarios mios, yo sóy de los que piensan
que el patrón oro dejó de ser una alternativa viable cuando la actividad
económica empezó a crecer por encima de lo que la cantidad de oro podía
aumentar y las dificultades económicas que generaba su mantenimiento
fueron mayores que sus beneficios.

Pensé que el tema se había olvidado pero veo que ahora vuelves a la carga
con más argumentario y me parece muy entretenido entrar a comentarlo.

Para empezar, el patron oro, al menos durante los últimos 50 años en que fue
utilizado, nunca creó un sistema de pagos rígido, es decir, nunca se mantuvo
la misma base monetaria aunque la economía fuera creciendo. Son
numerosos los casos en que la base monetaria subió o bajo tanto al compás
de los cambios en las reservas de oro de cada país como en función de los
requerimientos económicos de los gobiernos de turno. Muchas de estas
situaciones fueron creadas por políticas económicas erróneas y otras por la
misma existencia de diferencias entre las capacidades productivas y de
crecimiento de los distintos países que competían por los mercados
mundiales.

El momento álgido que explica bien a las claras los problemas ocasionados
por el uso del patrón oro se sitúa en los años previos al crack de Wall Street
en 1929 y las sucesivas crisis económicas que se desataron a continuación.
Países como Inglaterra prefirieron mantener su status quo como centro
financiero a costa de mantener una libra sobrevaluada respecto al oro y
perder gran cantidad de sus reservas generando conscientemente una
depresión dentro de sus fronteras.

Otros como Francia, después de una crisis de falta de oro provocada por los
gastos de guerra, decidieron devaluar su moneda y comenzar a acumular
cantidades excesivas de oro que salieron tanto de Inglaterra como de
Alemania, dejando a este último país al borde de la bancarrota entre todo
tipo de quejas sobre el supuesto intento de las autoridades francesas de
hundir económicamente a Alemania -el clima anti francés creado está, entre
otras proclamas económicas, detrás del surgimiento del partido de Hitler en
las urnas-. Mientras, los EEUU disfrutaban de una ventaja que tiene el patrón
oro para aquellos países productores de tal metal. Pudieron ampliar su base
monetaria al mismo tiempo que resultaban prestamistas netos del resto de
países sujetos al patrón oro. Échale una ojeada al libro de Liquat Ahamed
titulado ‘Los señores de las Finanzas’, publicado por la Editorial Deusto y
que fue premio úllitzer de economía en el año 2010. Es muy ilustrador de lo
que te cuento.

Y es que el mercado del oro no es un mercado tan estable como sugieres.


Los yacimientos sufren de procesos de agotamiento tanto como de
descubrimiento de nuevas vetas. Además de vez en cuando aparecen nuevos
yacimientos que hacen incrementarse de forma muy considerable la cantidad
de oro para reservas existentes en el mundo. ¿Y quien disfruta en primer
lugar de esas nuevas reservas? ¿Que país se beneficia de la diferencia entre
el coste de extracción y el valor del oro en el mercado? Aquel país que tenga
grandes reservas de oro, podrá variar el vínculo de su moneda con el oro
tanto para arriba como para abajo en función de sus necesidades internas y
externas. Los países con bajas reservas se verán abocados a políticas
monetarias mucho más rígidas. Recordemos que el patrón oro sirve para
establecer una relación entre el valor de las distintas monedas en el mercado
y que los saldos de las transacciones internacionales se cancelan con
movimientos físicos de oro, aunque estos se produzcan únicamente dentro de
la misma sala en la que se guardan las reservas de distintos bancos centrales.
El oro cambia de manos y su posesión permite la flexibilidad comentada,
algo que hay que valorar debidamente en lo que a la actividad interna de
cada economía se refiere.

Tampoco las políticas económicas de los distintos países son homogéneas ni


probáblemente lo serán nunca. Cuando un Estado se mete en una guerra, lo
habitual es endeudarse y, si ese endeudamiento no se produce a bajos tipos
de interés, los Estados tenderán a crear dinero a costa del bienestar de sus
pueblos. Y esto en un sistema de patrón oro tiene consecuencias dramáticas
como le sucedió a Alemania tras la primera guerra mundial.

Pensar que los Estados van a ser menos belicosos porque les cueste más la
deuda es no conocer la historia del espíritu humano. Y el que dice guerra
dice proyectos de cambio, estructurales o no, de cualquier tipo. ¿Y como
medir el rendimiento de la inversión pública cuando está llena de
externalidades?

Además de que creo que Priede tiene mucha razón en sus argumentos
respecto a los problemas que una base monetaria rígida crearía a la toma de
decisiones tanto para el consumidor como para el sistema financiero, un
último, aunque no menor, problema que puede existir para imponer de nuevo
el patrón oro -no digamos ya si este sirve para crar una base monetaria
rígida- es que la fuerte tendencia a una contracción de la demanda generada
por una reducción de la base monetaria es la peor forma que existe para
evitar o revertir cualquier problema de recalentamiento económico.

Este tipo de contracción afecta a todos los sectores y estratos sociales de un


área económica. Así, mientras que hay sectores, los poseedores del dinero,
que verán esta contracción como un mal menor pasajero si dura poco o como
algo menos malo si es permanente -y en este último caso tienen una visión
económica muy miope-, los mas desfavorecidos, los que viven de sus
sueldos, podrán comprobar como sus expectativas de comprar cualquier bien
de consumo -como una vivienda para uso propio- al que hoy pueden acceder
vía crédito se disiparía pues sus menguantes salarios nunca podrían hacer
frente a un precio del dinero creciente.
Adios entonces a la sociedad de consumo y del bienestar en la que está
basado casi todo el crecimiento de las economías actuales. Pues no solo sus
expectativas desaparecerían sino que con ellas desaparecerían las
expectativas de la mayoría de las empresas que hoy producen para el
consumo de bienes de una cierta entidad.

La financiación que hoy disfrutamos sirve para adelantar el consumo de


bienes que de otro modo -sirviéndonos sólo del ahorro- no se podrían
comprar hasta bien avanzada la vida gracias a los aumentos de sueldos que
esperamos obtener según nuestra formación permanentese viera reflejada en
sucesivos aumentos de la productividad.

Por otro lado, la calidad del dinero fiduciario tal y como lo tenemos hoy en
día no depende sino de los instrumentos que utilizan los gestores de la
política monetaria para medir el crecimiento de la economía y acompasar a
este el crecimiento del circulante. El que hayamos tenido un problema con la
teoría subyacente a la generación de estos instrumentos no significa que sea
un mal sistema, sino que este tiene que ser mejorado.

Y puede serlo si, tal y como expongo en mi tesis doctoral y queda reflejado
en mi blog http://ralpherns.wordpress.com/2010/09/29/esta-crisis-que-
nadie-entiende/, el calculo del IPCA se modifica para introducir la vivienda
para uso propio en la cesta de bienes de consumo que se utilizan para el
cálculo de la variación de precios que afectan a los consumidores. Ese es el
problema que está detrás de la burbuja inmobiliaria que ha llevado a gran
parte de la población española a no poder llegar a final de mes con los
ingresos procedentes de sus salarios.

Además, en un muy hipotético supuesto de que tu sistema pudiese ser


aplicable, este lo sería únicamente para economías con muy bajas tasas de
crecimiento ya que economías como la china o la brasileña se enfrentarían a
tasas de deflación variables de alrededor de 10%. En fin que no me
convence tu argumento aunque me parezca estupendo que saques temas
polémicos sobre los que argumentar.

Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


julio 1st, 2011 a las 14:13

Hola Rafael,

1) Bretton Woods, como he comentado más arriba, era un sistema pensado


precisamente para saltarse el patrón oro y que fue denunciado por todos los
defensores de este último (conocido es el caso de Jacques Rueff).
2) Lo mismo sucede con el patrón oro que se restablece tras la IGM. No es
propiamente un patrón oro sino un patrón divisa-oro, donde la libra y el
dólar sustituían a este último para que Francia y Alemania no pudiesen
limitar la expansión crediticia de EEUU e Inglaterra.
3) El problema de Inglaterra no fue necesariamente que volviera a una
paridad sobrevalorada con el oro, sino que no permitió un ajuste de precios
internos debido al fortísimo poder de los sindicatos (ahí está la gran huelga
de 1926).
4) El oro es un bien como cualquier otro y es completamente lógico que
exista un señoriaje para sus productores (no necesariamente para el país que
lo produce). A partir de ahí, las reservas de oro se redistribuyen
internacionalmente merced a los diferenciales de niveles de precios (según
Hume) o, sobre todo, merced a los diferenciales en los tipos de descuento.
No hay más ventajas para un sistema bancario que se mantenga líquido (para
quienes degraden su liquidez, sí, pero en ese caso sería más una desventaja).
5) La restricción del endeudamiento en tiempo de guerra no es una
desventaja del oro (hay otras formas preferibles de financiar una guerra:
http://www.ilustracionliberal.com/17/como-financiar-una-guerra-gabriel-
calzada.html) ni la impresión de billetes es inevitable. Esa impresión sólo se
producirá en caso de que se mantenga el actual modelo de bancos centrales
monopolísticos pero con reservas de oro. Con un sistema de bancos
privados que respalden su divisa en oro (o en cualquier otro patrón líquido)
el Estado perdería enormemente esa capacidad.
6) Tampoco veo un inconveniente en el oro que en lugar de promover una
sociedad de consumidores y deudores promueva una sociedad de
propietarios y ahorradores
(http://www.juandemariana.org/estudio/982/sociedad/propietarios/) Al
contrario, lo que promueve el dinero fiduciario es un endeudamiento
excesivo que acarrea consecuencias cíclicas como las que padecemos. Para
entendernos, la gestión óptima del dinero fiduciario sería muy similar a la
que se produciría en patrón oro y, por tanto, los tipos de interés serían
igualmente elevados.
7) No creo que la estabilización de un nivel de precios más amplio sirva
para mejorar sustancialmente la calidad del dinero fiduciario. El banco
central debe atender a la calidad de los activos que admite a descuento y
contra los que extiende crédito, no a la estabilización de algún
macroagregado que obvie las distorsiones de precios relativos en la
economía. Para entendernos, es compatible la estabilización del nivel de
precios (que incluya la vivienda) con que se produzcan enormes distorsiones
en la estructura productiva y en la liquidez del sistema bancario. En el IJM
estoy estudiando cuál es la política monetaria óptima de un banco central. Ya
dediqué un artículo contra la estabilización del IPC:
http://www.juandemariana.org/comentario/5147/erronea/regla/monetaria/indices/precios/
8) Lo que tendrías en el caso de economías con un enorme crecimiento son
enormes entradas de oro para ser invertido en esos países. Sería
perfectamente compatible, por no hablar de que conviviera con otros
patrones monetarios como la plata (especialmente en China) o con una mayor
monetización de letras de cambio, tal como explico en el artículo. La
pirámide de crédito sano (autoliquidable) que puede construirse sobre una
base sana de dinero es muy grande.

Un saludo

Rafael Says:
julio 1st, 2011 a las 23:40

Hola Juan Ramón,

Hola Juan Ramón,

Para acortar un poco, te respondo a los puntos donde creo que hay algo que
decir:

1) El poder de los sindicatos por si sólo no hubiera impedido el ajuste de


precios en una economía como la Inglesa. Máxime conociendo la
personalidad de los individuos que regían la política monetaria por
entonces. Fue la posible merma en la credibilidad de la libra como moneda
de reserva lo que verdaderamente llevó al Gobierno inglés a no realizar el
ajuste como hubiera debido.
2) El problema del oro es su mala distribución en orígen, una distribución
que siempre favorecerá a los países productores fente a los que no lo son.
Estos últimos, en cambio, con una economía fiduciaria, no se verían en una
posición de inferioridad por esta razón y su competitividad o su mercado
interno no se verían perjudicados por el hecho de que el oro siempre
aparezca por los mismos cauces en el sistema.
3) A lo que me refiero con el problema de las restricciones al
endeudamiento es que los países tienden a saltarse el patrón oro a la torera
cuando les es necesario por cualquier causa como puede ser un conflicto
bélico. Esto provoca, dependiendo sobre todo del tamaño del país, unas
distorsiones muy importantes en el funcionamiento de las economías que se
mantienen respetando dicho patrón obligando a todo el sistema a acabar
saltándoselo también.
4) El mundo de los bancos privados emisores de moneda ya existió durante
muchos años y se demostró no sólo ineficiente por la descordinación entre
las distintas instituciones emisoras sino que el monopolio de emisión es algo
que el Estado nunca más va a querer perder por razones obvias. El Estado ha
sido siempre mucho Estado y esa golosina no se la va a dar a nadie
facilmente. Argumentos económicos tiene de sobra para ello. Y aquí no veo
ninguno en contra.
5) Yo sí veo mucho inconveniente en promover una sociedad de propietarios
y ahorradores frente a otra de propietarios, ahorradores, consumidores y
deudores. En la segunda los menos favorecidos tienen muchas más
posibilidades de llegar a poseer bienes de una cierta entidad y el mercado
tiene muchas más posibilidades de crecer en lo que a la oferta de bienes se
refiere. Y con el crecimiento de la oferta para satisfacer una demanda en
crecimiento es como se han conseguido los grandes avances tecnológicos de
estas últimas décadas, avances que han puesto al alcance de muchísimas
personas bienes a un precio que nunca antes hubieran podido ni soñar. En
una sociedad de propietarios y ahorradores, la clase media estaría abocada a
mantenerse en el seno familiar por muchos mas años y, probablemente, a
vivir de alquiler todo el tiempo que sus menguantes ingresos les dejaran.
6) El Banco Central no sólo extiende crédito contra los activos que admite a
descuento -en realidad esta actividad es una parte no muy significativa de la
actividad del Banco Central como creador de dinero nuevo-, sino que los
préstamos que otorga en sus subastas de efectivo estan dirigidos a
suministrar al mercado la cantidad considerada necesaria para que la base
monetaria se incremente en proporción al crecimiento de la actividad
productiva sin que se produzca inflación. En mi blog he dejado colgado un
trabajo que hice para el doctorado sobre estos procesos. Por ello, la fórmula
de cálculo de la inflación tiene tanta importancia si se quiere que todo el
sistema de creación de dinero fiduciario funcione correctamente. Si no se
mide bien la inflación, el Banco Central puede estar inyectando cantidades
muy superiores a las que debería durante años. Exáctamente lo que ha
sucedido en la década que va de 1997 a 2007 y lo que ha provocado la
burbuja inmobiliaria.
7) El oro que entraría en esas economías en gran crecimiento tendría que
salir de algunas otras economías ya que no esperas que la cantidad de oro
nuevo del sistema crezca a esas proporciones. Esto generaría deflaciones
aceleradas en el resto de los países y frenaría automáticamente el
crecimiento exportador de los primeros. En una economía de patrón oro el
crecimiento paralelo de varias economías interdependientes no sería nada
fácil. Las alteraciones en los precios que los movimientos del oro
provocaron durante muchos años estan detrás de grandes períodos de
desconfianza inversora por parte de los empresarios.
8) La monetización de las letras de cambio tiene unos límites demasiado
estrechos como para que estos títulos pudieran funcionar con gran liquidez
en los mercados internacionales. En un mundo con información imperfecta
resulta imposible jugar a conocer la solvencia de cada empresa que emitiera
letras de cambio. Eso si estas empresas decidieran acudir al endeudamiento,
cosa harto dificil én un sistema de patrón oro como el que intentas defender.

Un saludo,

Juan Ramón Rallo Says:


julio 2nd, 2011 a las 7:20

Hago lo propio:
1) Creo que subestimas el poder de los sindicatos ingleses en 1926, que era
muy superior al de los sindicatos españoles hoy en día (y éstos sí están
impidiendo el ajuste de precios). En la huelga del 26 literalmente
paralizaron el país, hasta el punto de que Inglaterra se convirtió en
importadora neta de carbón.
2)Los países que tienen minas de oro deben invertir sus recursos y su tiempo
en producir oro y no producir nada más. Intercambian oro en el comercio
internacional porque es un bien como cualquier otro pero que presta
funciones monetarias. Sería lo mismo que decir que el problema de la I+D
de última generación está mal distribuido porque se genera únicamente en
Silicon Valley. No hay ninguna merma de competitividad, es puro comercio
internacional. Por otro lado, producir dinero fiduciario dentro de un país no
asegura, ni mucho menos, ventajas para el conjunto del país. En este caso,
claramente, en el análisis agregado se pierden los detalles que es donde se
encuentra el diablo. La creación de dinero fiduciario lo único que asegura es
que los grupos de presión cercanos al gobierno y al banco central obtendrán
financiación antes y a costa del resto, generando una inflación que restringirá
las posibilidades de consumo e inversión del resto de la ciudadanía.
3)Estoy de acuerdo que un monopolio del patrón oro es peligroso, aunque
menos de lo que lo es un monopolio del dinero fiduciario. Dices en otro
comentario que el problema de éste, como se ha visto, es que se ha
gestionado mal. Lo mismo sucedería con un monopolio sobre el oro. No
puedes excusar al dinero fiduciario hablando de una gestión más científica y
acusar al oro refiriéndote a los incentivos perversos que genera a abusar del
sistema. Más incentivos perversos genera el dinero fiduciario sin que lo
rechaces. En otras palabras, no puedes ser realista en el caso del oro e
idealista en el del dinero fiduciario: utiliza la misma vara de medir para
ambos.
4)Por fortuna, yo puedo ser realista con el oro sin verme constreñido a las
limitaciones de un monopolio de la emisión, pues defiendo la banca libre.
Los bancos privados de emisión no fracasaron. Hay mucho error extendido
al respecto. Te remito simplemente a los exhaustivos estudios históricos de
George Selgin y Lawrence White. El caso de EEUU en el s. XIX, el más
manido, no sirve, pues era un sistema ultraintervenido (la deuda pública
constituía la reserva obligatoria legal de la banca, volviéndola totalmente
procíclica).
5)Lo que engendra una sociedad de consumidores/deudores es la situación
actual. Lo que Robert Kiyosaki llama “la carrera de la rata”. Un
endeudamiento continuo que asfixia la solvencia y la liquidez de las familias
que pretenden vivir como ricos (asegurarse una renta extraordinaria vía
deuda) cuando no son ricos (ausencia de activos generadores de renta). El
crecimiento de la oferta para satisfacer la demanda basada en un
endeudamiento artificialmente elevado es lo que ha generado la burbuja
inmobiliaria (unido a ciertas ideas como que alquilar es malo y que lo bueno
es comprarse una vivienda antes de haber alcanzado una mínima autonomía
financiera vía activos que te proporcionen una renta periódica). Apple o
Google no han generado sus avances porque los consumidores hayan
comprado iPads o Androids endeudándose. Las compañías que viven de la
demanda a crédito de sus consumidores no suelen ser las más innovadoras
(salvo quizá las automovilísticas). En cambio, la innovación necesita capital
para financiarse: ya sea financiando directamente la I+D o financiando la
creación de empresas que reinvertirán en I+D sus beneficios. Es justo al
revés: cuanto más consuma la gente, más recursos se destinan a la parte de la
cadena de valor dedicada a la mera producción de unidades. Cuanto menos
consume la gente, más se abarata la captación de capital y más se revaloriza
aquellas partes de la cadena de valor dedicadas a ampliar el margen de
beneficios de las unidades que se están vendiendo (investigación en reducir
costes o en mejorar calidad para vender a mayor precio).
6)Olvidándonos del nombre que recibe el instrumento concreto (ventanilla
de descuento, operación de mercado abierto, operaciones de refinanciación,
facilidades permanentes…), todos los bancos centrales actúan del mismo
modo: monetizan activos a cambio de sus pasivos (y suelen hacerlo vía la
adquisición, temporal o permanente, de esos activos al descuento, es decir,
descontándolos). La cuestión es qué activos deben ser monetizados: si
cualesquiera o sólo aquellos que reflejen la existencia de bienes líquidos ya
producidos y a la venta. La cuestión tiene una importancia doble: no sólo
determina la liquidez del banco emisor (del banco central), sino también
influye sobre la liquidez del resto del sistema bancario si los activos que se
admiten al descuento son cualesquiera de la banca privada. La regla de
estabilizar los precios, en este sentido, no soluciona nada, pues todo el
sistema bancario podría seguir degradando su liquidez con tal de que los
precios no aumentaran (por ejemplo, por la existencia de avances
tecnológicos). No hay conexión alguna entre la liquidez individual y
colectiva del sistema bancario y el nivel agregado de precios. Intentas
solucionar un problema de control microeconómico (el apalancamiento
individual y la calidad de los activos en los que se ha invertido) con una
magnitud macroeconómica (la media de una serie de precios).
7 y 8) La monetización de letras de cambio era la base del comercio
internacional durante todo el siglo XIX y primera parte del XX. En aquel
momento, con una información mucho más imperfecta que ahora,
prácticamente no había problemas. Entre otras cosas, porque no has de
juzgar la solvencia del emisor (la consideración es importante, pero no
esencial), sino la liquidez de la mercancía contra la que se ha girado la letra.
No deben descontarse letras ilíquidas de deudores solventes porque lo que
te interesa es la calidad del circulante para autoliquidarse, no la capacidad
del deudor para absorber las pérdidas de que ese circulante no circule.

E. Martín-Serrano Says:
julio 2nd, 2011 a las 8:17

JR Rallo dijo (sobre su libro de próxima aparición):

“Es un análisis y refutación bastante sistemático de la Teoría General de


Keynes, ahora que se cumple el 75 aniversario de su publicación.”

En el blog hay un hilo abierto sobre Keynes (Refutación Expres). Pongo en


ese hilo un comentario que creo que pudiera tener alguna utilidad para
alguien. Es una referencia a una suerte de ubicación de Keynes en el contexto
de (toda) la macroeconomía: un esqueleto de cómo Keynes pensaba que la
economía funciona puesto en relación y contraste con el modo de
funcionamiento que defienden otros. Llevo el comentario al hilo del otro
artículo para no romper la continuidad en éste.

Supongo que la mayoría de quienes escriben comentarios en esta página del


Prof. Rallo conocen el trabajo de R. Garrison, pero parece que hay muchos
otros que leen y no escriben, y sobre estos no puedo hacer tal conjetura; de
ahí crea que el comentario que llevo al otro hilo pueda ser de alguna utilidad
para alguien.

E. Martín-Serrano Says:
julio 3rd, 2011 a las 6:59

Por alguna razón de índole técnica no pude poner el comentario. La “página”


estaba bloqueada

E. Martín-Serrano Says:
julio 3rd, 2011 a las 7:35

De vuelta hoy al hilo sobre la Refutación Expres de Keynes con intención de


colgar allí mi comentario me encuentro con que el hilo ha sido removido del
artículo de cabecera, y enlazado.

Este hilo sigue vivo así que con el permiso del moderardor lo pongo
entonces aquí. Bórrese si se considerada inapropiado o fuera de lugar.
Perdón por la aparente desviación.

El comentario en sí, no parece ser útil para discutir sobre el Patrón Oro
como monotema, y aisladamente de lo demás; pero la economía es un
continuo, una totalidad, y, así, en particular, es pertinente por lo tanto; lo es
en la medidad en que con el dinero fiat (sin una disciplina monetaria
forzada) se manipulan los fondos prestables y se distorsiona brutalmente la
estructura del capital a consecuencia de la distorsión subsecuente de la
preferencia temporal que resulta del enmascaramiento del tipo de interés
natural, y por tanto de la complentariedad de la inversión y el gasto; ello a
capricho (enfatizo a capricho) de quien manipula la cantidad nominal de
dinero.

E. Martín-Serrano Says:
julio 3rd, 2011 a las 7:53

Corrección: debió arriba quise escribir: “complementariedad” (propiedad


de ser complementario) en lugar de “complentaridad”. Ahora el comentario
que iba dirigido al artículo sobre la Refutación Exprés de Keynes”

__________________________________________________________

En otro hilo JR Rallo dijo (sobre su libro de próxima aparición):

“Es un análisis y refutación bastante sistemático de la Teoría General de


Keynes, ahora que se cumple el 75 aniversario de su publicación.”

Acerca del libro que sobre Keynes anuncia JR Rallo (en comentarios sobre
artículo “Pero, ¿habría suficiente oro?”), y para quien estuviera interesado
en una síntesis descriptiva o panorámica, más o menos general , de la
macroeconomía, y la posición que en ella ocupan Keynes y seguidores,
quizás pueda ser útil el libro “Tiempo y Dinero” (Garrison, 2001, Unión
Editorial).

Haciendo suya la máxima de F. Hayek, que parafraseada viene a decir: “La


primera condición para conseguir que las cosas dejen de ir mal es llegar a
entender cómo las cosas irían bien”, en su libro “Tiempo y Dinero”,
Garrison elabora una taxonomía de perspectivas macroeconómicas

a) La macroeconomía basada en el trabajo (Keynes y otros),


b) La macroeconomía basada en el dinero (Friedman y otros), y
c) La macroeconomía basada en el capital (Hayek y otros);

A partir de eso identifica una cierta zona de solapamiento de las tres


perspectivas. La intención de Garrison parece ser la de llevar el análisis del
modelo austriaco al terreno de la lógica y terminología keynesiana; por
aquello de “como la montaña no viene a Mahoma, Mahoma no tiene
inconveniente en ir a la montaña”.

Garrison dedica al menos la mitad de su libro a ubicar a Keynes en ese mapa


general de la macroeconomía; contraponiéndolo sistemáticamente a los otros
grandes últimos protagonistas (Friedman y Hayek, para resumir). La idea
subyacente en el trabajo de Garrison (creo que claramente expresada) es que
el armazón resultante ayuda a entender tanto el significado de lo que dice
Keynes como el significado de lo que dicen los otros (léase, Hayek –
austriacos y Friedman – monetaristas) y permite analizar: 1) Cuál es la
panorámica general, y 2) Cuánto de esa panorámica es común o compartido
por las partes.

Garrison construye y expone un modelo de la macroeconomía del trabajo


(Keynes) con núcleo en la cruz keynesiana (función del consumo y
multiplicador del gasto) y a la que, como periferia, conecta los mercados de
trabajo y de los fondos prestables y la frontera de posibilidades de
producción. Lo explica gráficamente. Utiliza para ello seis figuras
interconectadas, tres de los cuales sirven para ilustrar el mercado del trabajo
y la participación de la renta del trabajo en la renta total; así conecta con la
cruz keynesiana. La cruz keynesiana queda también conectada con la frontera
de posibilidades de producción a través de la función de la restricción de la
demanda, keynesiana. Por fin, la frontera de posibilidades de producción
hace de puente entre la cruz keynesiana y los mercados de fondos prestables.
De este modo se sintetiza cómo cualquier “acontecimiento” en un ámbito se
trasmite a todos los otros. Así se ilustran la mecánica de los ciclos
económicos y el cómo y el para qué de las eventuales políticas económicas.
A continuación Garrison saca del modelo la cruz keynesiana y la sustituye
por el triángulo hayekiano con lo que (voilà) transforma esquemáticamente la
visión de Keynes en la de Hayek en un solo paso. Y es que el paso parece de
lo más natural, así que, supuestamente, se ponen las bases para la
cancelación de los errores de la “distracción keynesiana”. Aparentemente ya
tenemos al primero (Keynes) en su sitio y claramente contrastado con el
segundo (Hayek). Adicionalmente, la visión monetarista (Friedman y otros)
queda de algún modo subsumida y reinterpretada en todo lo anterior, (Curvas
de Philips-NAIRU, Modelo de Patinkín y Modelo de los Estirones …).

El trabajo de Garrison puede entenderse como un marco de análisis e


interpretación de lo que pudiera considerarse el núcleo de la
macroeconomía. Cualquier supuesto error de uno de los modos de ver o
explicar cómo funciona la economía puede plantearse o exponerse por
contraste con los otros en esta estructura. Algo así como un esquema general
de referencia que puede ser útil, algo cómo uno de esos cuadros de síntesis
que muchas veces hemos tratado de elaborar en ámbitos diversos para
resumir nuestro entendimiento de las cosas: despues de todo “la ciencia en
particular y el conocimiento en general no son sino clasificación”, ha dicho
alguien.

El libro de Garrison en:

http://www.auburn.edu/~garriro/tam.htm

Un resumen del libro en las presentaciones primera y segunda (PowerPoint)


en:

http://www.auburn.edu/~garriro/lvmi.htm

Rafael Says:
julio 4th, 2011 a las 15:02

Hola Juan Ramón,

Después del paréntesis del fin de semana, continúo con este debate tan
entretenido.

1) En primer lugar, te respondo a un argumento tuyo al cual ya hiciste


mención en tu primera contestación a mis argumentos. En ella dices
“Tampoco veo un inconveniente en el oro que en lugar de promover una
sociedad de consumidores y deudores promueva una sociedad de
propietarios y ahorradores. Al contrario, lo que promueve el dinero
fiduciario es un endeudamiento excesivo que acarrea consecuencias cíclicas
como las que padecemos”. En la segunda serie de argumentos que utilizas
para responderme, tu insistes “Lo que engendra una sociedad de
consumidores/deudores es la situación actual. Lo que Robert Kiyosaki llama
‘la carrera de la rata’. Un endeudamiento continuo que asfixia la solvencia y
la liquidez de las familias que pretenden vivir como ricos (asegurarse una
renta extraordinaria vía deuda) cuando no son ricos (ausencia de activos
generadores de renta)”.

Perdona pero el dinero fiduciario no promueve un endeudamiento excesivo y


tampoco es el dinero fiduciario el causante de la crísis que padecemos. Este
reduccionismo resulta absurdo en tanto en cuanto estamos hablando de un
medio de pago. Además, las burbujas económicas nunca son causadas por el
consumo, sino en todo caso por una especulación que, aprovechándose del
deseo sano y normal de consumir de la población, recalientan un sector de la
economía aprovechandose bien de algún defecto del sistema de control ya
comentado o bien de crear expectativas irreales de beneficios sobre otros
especuladores sin la información adecuada o sin la capacidad necesaria para
razonar económicamente. Esto puede suceder, y de hecho ha sucedido, tando
bajo el Patrón Oro como en economías con dinero fiduciario. ¿O es que
alguien duda de que en 1929 estabamos bajo el patrón oro?

Desde luego el endeudamiento de las famílias no es el que ha asfixiado, ni el


que asfixia por concepto, la solvencia y la liquidez de las familias. Decir
eso es como decir que consumir es malo. Puedes pensar así, pero me parece
que vas a pensar como el 0,000001% de la sociedad. Y ademas parece que
el que dice eso no entiende el orígen de esta crisis. Porque la asfixia
económica que hoy dia sufren tantísimas familias españolas, y te vuelvo a
remitir a la explicación que del orígen de la crisis doy en mi blog, no se
debe a que se hayan endeudado de forma alocada, sino a que los precios han
subido muy por encima de los salarios durante casi una década.

La razón es sencilla una vez que se quiere ver. Las familias de este país,
dada la situación precaria de nuestro sistema de pensiones -compáralo
cuando quieras con el de otros países de Europa-, en el que ni la percepción
de una pensión está asegurada y en el que la pensión media no da para pagar
un alquiler decente y vivir al mismo tiempo, se ve obligada, si o si, a
comprarse una vivienda durante su vida laboral. Y ello les ha obligado a
seguir inténtándo acceder a la vivienda aún a pesar de la espiral de precios
que se ha estado sufriendo estos años.

El error en el cálculo del IPCA debido a la no introducción del precio de la


vivienda para uso propio dentro de la cesta de productos con los que
calcular este índice y la ocupación política del INE que nos ha llevado a
muchos economístas a sospechar de manipulaciones interesadas, han
permitido o provocado que el BCE estuviera inyectando dinero a tasas muy
por encima de las que debería haberlo estado haciendo durante casi diez
años.

Claro, como este dinero nuevo iba a un sector con precios no controlados, no
había razón para no seguir con la misma política monetaria. Mientras, los
precios de la vivienda subían, de media nacional, entre un 15% y 18%,
viviendose en algunas ciudades una auténtica explosión al subir algunos
períodos estos precios más de un 40% anual. La especulación se estaba
aprovechando de la base de familias que durante más de 20 años habían
tenido muchas dificultades para acceder a la vivienda como consecuencia de
las gravísimas dificultades en el mercado de trabajo que trajo consigo los
primeros gobiernos de nuestra democracia y, que, cuando la situación
económica mejoró, se había lanzado a adquirirlas.

Con el encarecimiento del sector, las familias que se veían obligadas a


comprar una vivienda -no las que querían vivir como ricos- tenían que
utilizar todos los recursos que les daba el mercado -ampliación del número
de plazos de devolución y bajada de tipos- y ello les quitaba cada vez una
parte mayor de las rentas obtenidas de unos salarios que como mucho, y eso
en los años de mayor subida, se incrementaban alrededor de un 3%. Cuando
en otoño de 2007 las asociaciones de comerciantes anunciaron un tsunami de
precios y estos, al poco, empezaron a subir de forma generalizada, la
capacidad de compra se agotó. Las entidades financieras, advertidas de este
hecho, endurecieron el grifo de la financiación y los mercados empezaron
inmediatamente, comezando por los de los bienes para cuya adquisición hace
falta un mayor acceso al crédito, a resentirse de esta reducción del consumo.
Por eso me parece un despropósito hablar de familias que quieren vivir
como ricos. Hay que utilizar con más cuidado las referencias bibliográficas.

2) Yo no subestimo el poder de los sindicatos aunque los sindicatos


españoles no esten hoy haciendo nada de lo que dices. Son más bien la voz
de su amo y si no a sus actuaciones y a sus últimas convocatorias de huelga
me remito. En todo caso tú si creo que subestimas el poder los centros
financieros ingleses y de aquellos que dirigían la política económica y
monetaria en la Inglaterra de las priméras décadas del siglo XX. Lee a
Liquat Ahamed en la referencia que te pongo en otra de mis entradas en tu
blog.

3) El oro no es lo mismo que la I+D. Por favor, no compares bienes con


tantas diferencias en su orígen y en su uso. ¿O es que tu podrías usar la I+D
como referencia de valor? Por otro lado, me sorprende que digas que no hay
ninguna ventaja para aquel país que puede producir el oro dentro de sus
fronteras. De verdad que me sorprende. El argumento que utilizas para
apoyar el tuyo, que no es sino intentar decir, pues tu mas, es algo que no
sirve. Lo siento, pero tu aserto de que “la creación de dinero fiduciario lo
único que asegura es que los grupos de presión cercanos al gobierno y al
banco central obtendrán financiación antes y a costa del resto, generando una
inflación que restringirá las posibilidades de consumo e inversión del resto
de la ciudadanía” refleja un conocimiento cuando menos extraño del
funcionamiento del sistema monetario actual. Los bancos que acceden a las
subastas decenales de liquidez del Banco Central lo hacen para cubrir sus
desequilibrios de caja generados como consecuencia de la actividad de todo
el mercado de crédito, no sólo de los grupos de presión cercanos al
gobierno. Otra cosa es que sea el Gobierno el que se queda con el señoriaje
mas el interés obtenido de las subastas de liquidez.

Pero esto no está ligado de ninguna forma con un proceso inflacionario por
defecto. Tienen que suceder otras cosas para que la creación de dinero dé
lugar a un proceso inflacionario. Por ejemplo que la producción crezca a
tasas inferiores a las de la cantidad de dinero en circulación.

Tu te centras una y otra vez en el descuento de Letras del Tesoro o de


Pagarés de Empresa como si fuera el único medio, o el medio principal, por
el que el Banco Central introduce el dinero nuevo en el Sistema. Pero me
temo que no cuentas con que ni ese es el principal medio ni con que ese
dinero, llegado el vencimiento de los títulos de deuda, tiene que volver de
nuevo al Banco Central con los intereses correspondientes. Es decir, se trata
de una inyección temporal de dinero, no hay creación neta de nueva liquidez
por esa via aunque el importe de esos créditos esté creciendo
constantemente. Este importe tendría que crecer muchísimo cada año para
que se creara liquidez así. Tendría que incluir cada vez todo el principal
adeudado mas los intereses. Y esta actividad piramidal encontraría un final
no sólo infausto sino muy cercano en el tiempo.

4) No tiene nada que ver un monopolio de producción de oro con un


monopolio de creación de dinero fiduciario. En el primer caso este
monopolio lo ostentarán sólo aquellos países con reservas de dicho metal en
sus minas, que serán quienes se quedaran con el señoriaje de todo el sistema
monetario mundial, mientras que en el segundo cada Gobierno de cada país
ostenta dicho monopolio y se queda, por tanto, con el señoriaje
correspondiente. Hay una gran diferencia entre la desigualdad y el
desequilibrio que genera el primer sistema frente al segundo. Aquel país con
recursos auríferos podrá aumentar su base monetaria y facilitar así los
intercambios y el crecimiento económico sin problemas en el interior de
dicho país además de poder comprar en el exterior tranquílamente -saldando
sus cuentas con el oro que produce-, mientras que el resto del mundo estará a
lo que dicte un sistema muy estricto de crecimiento de su base monetaria. El
primero dispondrá de mucha más liquidez para financiar las políticas
gubernamentales o sus actos de guerra. Es algo parecido, salvando las
diferencias, a lo que sucede hoy día con los países productores del oro
negro. En ningún caso se trata de idealismo, emoción que no me mueve en
absoluto excepto cuando hablo de la libertad individual.

5) Si los bancos privados de emisión no hubieran fracado no hubieran


desaparecido de la faz de la tierra. Y te recuerdo que hay muchos más casos
que el de Inglaterra. Es una cuestión de adaptación al medio. Los idealismos
como el que ahora tú si profesas me temo que toparían de nuevo, tal y como
lo han hecho ya a lo largo de la historia en repetidas veces, con el realismo
de los hechos económicos. Hechos que respaldan aquello que funciona y
hacen desaparecer las utopías, aunque estas a veces cuesten sudor y lágrimas
a mas de una generación que las haya tenido que sufrir por culpa de
idealistas mal informados.

6) ¿De donde sacas el aserto de que “Las compañías que viven de la


demanda a crédito de sus consumidores no suelen ser las más innovadoras “?
¿Pero es que no valoras nada las economías de escala que aparecen como
consecuencia de los aumentos de la oferta que se generan para enfrentarse a
una demanda creciente sea con o sin endeudamiento? ¿Es que no crees que
las empresas invierten para hacer crecer su oferta al observar una demanda
creciente? Me dejas perplejo al dar un nulo valor al aumento de la
capacidad financiera de las empresas que se produce como consecuencia del
aumento de ventas que viene despues de un proceso de innovación. Cuando
dices “Es justo al revés: cuanto más consuma la gente, más recursos se
destinan a la parte de la cadena de valor dedicada a la mera producción de
unidades” no sé en que mundo vives. ¿De donde crees que salen los ingresos
y con ellos, la capacidad de autofinanciación de las empresas?

7) Como ya te he explicado en el punto 3, los Bancos Centrales no inyectan


el dinero nuevo en el sistema como tu dices. Partiendo de ahi, el resto del
argumento sobre los activos que deben ser monetizados creo que no tiene la
importancia que tu sugieres. Sí es cierto que el Estado tendió durante años a
monetizar su déficit descontando directamente sus letras y pagarés en el
Banco Central para luego no pagar sus deudas. Como esa manera de
proceder era enormemente inflacionaria se limitó esta vía con la creación de
los Estatutos de Autonomía -el del Banco de España es de 1986-. Si leyeras
mi trabajo sobre la Independencia del Banco de españa colgado en mi blog
verías como yo creo que hay que resolver aún el problema de la
colonización política de esta institución y la forma en la que el Estado puede
seguir haciendo uso de una cierta vía de financiación con dinero nuevo. La
redacción del mencionado Estatuto por parte de nuestros Gobernantes
socialistas -tan poco felices con la idea de la división de poderes y la
independencia de las instituciones- dejó esta puerta abierta. Pero eso no
significa que hoy en día el estado español lo tenga extremádamente fácil a la
hora de monetizar su deuda. Sobre todo desde que estamos en una cesta de
países cada uno con sus intereses monetarios. Hoy no todas las instituciones
financieras pueden redescontar sus efectos en el BE. La lista está publicada.
Y sus importes han de ser devueltos con los intereses.
8) No puedes comparar el volumen ni la complejidad del comercio
internacional durante el siglo XIX y primeros años del veinte con el que
vivimos hoy en día. La globalización ha traído una gran explosión del
comercio a nivel mundial. Y la diversidad de empresas es infinítamente
mayor. Dejemos de jugar a las casitas. Las letras son líquidas en tanto en
cuanto el deudor sea solvente. La mercancía puede haber sido consumida
cuando llegue el momento de cobrar el título de deuda. ¿Y como se mide la
solvencia de algo que ya ha sido consumido?

Un saludo,

Juan Ramón Rallo Says:


julio 4th, 2011 a las 15:45

Sigamos:

1) El dinero fiduciario es lo que permite que un banco central monopolístico


refinancie permanentemente las posiciones de iliquidez de la banca privada.
Sólo así los bancos pueden seguir extendiendo crédito a largo plazo
generando obligaciones a corto plazo. En caso contrario caerían en
suspensión de pagos. El patrón oro limita enormemente la autonomía del
banco central para expandir el crédito, por el simple motivo de que el oro se
acaba conforme vas refinanciando posiciones ilíquidas. El endeudamiento es
excesivo si no está respaldado por ahorro real, esto es, por una liberación de
factores productivos que puedan emplearse en las inversiones que acomete
el crédito. El dinero fiduciario permite desvincular, por lo que acabo de
explicar, el monto del crédito del monto de ahorro: los recursos se
inmovilizan durante un período de tiempo mayor (inversión del crédito) a
aquel que los consumidores están dispuestos a esperar hasta consumir
(ahorro). En 1929 no había patrón oro, sino patrón divisa-oro, como he
explicado. El crédito se expandió enormemente en Europa y en EEUU, pues
EEUU y UK podían expandir el crédito sin que Francia y Alemania tuvieran
por qué retirar el oro de sus sistemas bancarios (sus bancos centrales
respaldaban sus respectivos pasivos con libras y dólares; resultado: EEUU y
UK inflaban el crédito y Francia y Alemania podían hacer lo mismo).
2) La razón de la crisis no es que los salarios hayan crecido menos que los
precios de la vivienda. La razón es que los bancos han degradado
terriblemente su liquidez (su activo vence a muy largo plazo y sus pasivos a
corto) y lo han hecho para sufragar la adquisición de una vivienda que, como
consecuencia de la afluencia de crédito, se ha encarecido enormemente. Pero
vamos, el problema no es que las familias no tengan suficiente poder
adquisitivo, sino que el crédito artificialmente abaratado ha distorsionado la
estructura productiva hasta el punto de que España estaba capacitada para
producir 800.000 viviendas anuales. Esa es la estructura productiva que
debemos reconvertir para amortizar nuestras deudas: estamos adaptados a
producir unos bienes que nadie demanda (porque su demanda dependía de
que los bancos siguieran degradando su liquidez a ritmos acelerados) y con
esos bienes deberíamos presuntamente saldar unas deudas a muy corto plazo.
El resto de elementos que destacas en tu análisis no es que sean falsos, sino
que se integran en ese marco más general; o son consecuencias inevitables
de la expansión crediticia (el hecho de que los bienes que sean receptores de
la expansión crediticia se encarezcan más durante un tiempo que el coste de
los factores productivos) o son circunstancias que la refuerzan (la pasión por
la vivienda en este país).
3) Conozco bien el período de Entreguerras y la organización de su sistema
financiero. Ahamed es un keynesiano-monetarista que conoce muy bien los
aspectos biográficos de Strong, Norman o Schacht pero no comprende
adecuadamente la organización financiera de la época. Muy superiores son
Benjamin Anderson (The Economics and the Public Welfare), Melchior Palyi
(The Twilight of Gold), Lionel Robbins (The Great Depression) o Cester
Arthur Philipps (Banking and The Business Cycle), todos los cuales, por
cierto, vivieron en primera persona la época y trabajaron o en la banca o en
los departamentos financieros de la universidad.
4) El oro es un bien económico y la I+D son factores productivos dedicados
a producir bienes económicos. El dinero presta un servicio esencial a la
comunidad, en tanto permite incrementar la división del trabajo interespacial
e intertemporalmente, y por tanto es un bien económico esencial. Y habida
cuenta de que cualquier cosa no puede ser un buen dinero, parece totalmente
lógico pagar por comprar aquellos bienes que los agentes consideren un
buen dinero.
5) La creación de dinero por parte del banco central se produce exactamente
así: monetización de activos públicos y privados. Sólo has de mirar los
balances de la banca central estadounidense
(http://www.federalreserve.gov/releases/h41/current/ ) o europea para
comprobar que el grueso de activos (contra los que han emitido los pasivos,
esto es, el dinero fiduciario) son títulos de deuda pública y créditos
temporales contra la banca privada (y tras las Quantitative Easings deuda
hipotecaria). La pelota de deuda no tiene por qué ir creciendo en la medida
en que gran parte de los beneficios de la banca central (que obtiene del
cobro de intereses de la deuda pública o privada) van a parar de vuelta al
Gobierno vía impuestos; y en el caso de los préstamos a la banca comercial,
ésta se los repercute a sus prestatarios (de ahí el margen de intermediación
de la banca). En definitiva, no hay ninguna pelota, sólo deuda a muy corto
plazo que se va refinanciando para prestar a largo plazo (la famosa
transformación de plazos) y de ahí surgen todos los problemas de excesiva
iliquidez de la banca y de excesiva inversión a largo plazo cuando no se está
ahorrando lo suficiente para ello. Te recomiendo el libro del profesor Jesús
Huerta de Soto “Dinero, crédito bancario o ciclos económicos” para
comprender en detalle la teoría austriaca del ciclo. Una versión más en jerga
financiera la puedes encontrar en mi libro coescrito con el profesor
Rodríguez Braun “Una crisis y cinco errores” o, en el futuro, cuando esté
publicada, en mi tesis doctoral “Una aplicación de la teoría del ciclo
económico desde la perspectiva de la Escuela Austriaca a la Gran
Recesión”. Un resumen lo tienes aquí:
http://juanramonrallo.com/09/03/2011/acto-de-lectura-de-mi-tesis-doctoral/
y http://juanramonrallo.com/16/05/2011/introduccion-a-mi-tesis-doctoral/
6) El incremento en la cantidad de oro de un país tiende a filtrarse
rápidamente al exterior, como bien comprendieron Hume y Smith; lo
contrario son trasuntos del pensamiento mercantilista que ellos ya refutaron.
Lo que no puedes decir es que el país productor de oro tiende a acelerar sus
intercambios acelerando su crecimiento y que, al tiempo, podrá comprar al
exterior. Una de dos: o el dinero se queda dentro del país, lo que tenderá a
generar inflación interna y empeorar su saldo exterior, o tenderá a ir hacia
afuera, redistribuyendo internacionalmente el oro.
7) ¿Qué tiene que ver el éxito de la banca privada con que el Estado esté
interesado en apropiarse del negocio para financiar de manera más barata la
emisión de deuda? El capitalismo no fracasó pero el comunismo sí se
apoderó de un tercio de la humanidad durante casi un siglo. Insisto, te remito
a la obra de George Selgin y Lawrence White.
8) Si una empresa invierte en incrementar su producción de manera más o
menos inmediata para satisfacer una demanda que se ha expandido ahora, no
puede destinar esos recursos a la I+D para desarrollar NUEVOS productos o
NUEVOS métodos de producción que tardarán AÑOS en implementarse.
Microsoft está investigando hoy los productos que fabricará dentro de 5 o 10
años. Una cosa es incrementar la producción hoy y otra incrementarla
mañana. Y, al revés, si el ahorro aumenta en el conjunto de la economía (no
consumo) podrá alargar el plazo durante el que puede seguir investigando sin
generar resultados. Como decía Stuart Mill, “demand for commodities is not
demand for labour”. Incrementar el consumo incrementa la producción
inmediata de bienes de consumo, no el gasto en las etapas más alejadas del
consumo (I+D o ampliación del equipo de capital); esto es, en el fondo, lo
que explica el famoso “Efecto Ricardo” de Hayek. La cadena es clara:
ahorro ? inversión ? capitalización; consumo ? no ahorro ? no inversión ?
descapitalización. Las sociedades más consumistas (100% de la renta
consumida) son las más pobres (Tercer Mundo) porque carecen de capital
acumulado (ahorro e inversión).
9) El Estado no monetiza hoy directamente su deuda en el banco central, sino
indirectamente: la banca comercial se la compra al Estado y el banco central
se la compra a la banca comercial. En la práctica, cambia poco.
10) Es infinitamente más complicado valorar la viabilidad de inversiones a
10 o 15 años que valorar si una determinada mercancía va a venderse en 30
días. Lo primero implica estimar unas preferencias que ni siquiera existen;
lo segundo conocer unas que ya existen y que son relativamente estables. El
mundo es más complejo hoy, pero también contamos con muchísima más
tecnología y capacidad para aprehender y seleccionar información que en el
s. XIX. Podría hacerse sin problemas. Vamos, es que si niegas que eso pueda
hacerse sin problemas, no sé cómo confías en los fondos de pensiones, de
inversión, de capital riesgo o incluso en la mera inversión directa de los
empresarios o en los préstamos hipotecarios a 30 años.

Rafael Says:
julio 4th, 2011 a las 21:36

Hola Juan Ramón,

Veo que eres más rápido que yo respondiendo. Que fiera.

1) Un Banco Central no refinancia permanentemente las posiciones de


iliquidez de los bancos comerciales. Solo refinancia estas en función de que
la liquidez así inyectada en el sistema cumpla con los objetivos de
crecimiento de la cantidad de dinero en circulación establecidos. La historia
esta llena de bancos que han quebrado por una mala gestión de sus activos
sin que el Banco Central los haya rescatado. Hoy en España para el rescate
de este tipo de entidades existe el Frob que también cuenta con fondos
limitados.

Tu dices “El endeudamiento es excesivo si no está respaldado por ahorro


real, esto es, por una liberación de factores productivos que puedan
emplearse en las inversiones que acomete el crédito”. Esta afirmación, que
podría ser cierta en el caso de un crédito solicitado para invertir, no tiene
respaldo teórico para el caso de un crédito para consumir. En este caso el
endeudamiento será excesivo, tal y como explican los expertos en la materia,
si el individuo que solicita el crédito no posee una fuente de renta corriente
suficiente como para mantener su nivel de vida al mismo tiempo que procede
a devolver el principal mas los intereses del crédito pedido.

Respecto a 1929, el patrón oro, o su variante el patrón divisa oro, mostró


bien a las claras sus limitaciones. Ahamed no será muy bueno describiendo
el sistema y podrá carecer de una técnica atractiva a la hora de escribir, pero
su relato de los hechos acaecidos desde el punto de vista monetario es
bastante aproximado a lo que sucedió en aquellas fechas. Además valoro la
perspectiva del tiempo de la que los autores que tú mencionas carecen.
Respecto a que sea Keynesiano o no eso es algo que desde luego sus
palabras en dicha obra no parecen mostrar. Tampoco importa mucho si lo
que nos interesa es la descripción de los hechos. Otra cosa sería que
mintiera o que desvirtuara los hechos a posta, cosa que no me parece a la luz
de la información procesada.

2) La degradación de la liquidez bancaria es precisamente una consecuencia


o un efecto colateral del problema que yo te refiero y no al revés. No hubiera
tenido lugar si no se hubiera estado inyectando dinero a tasas tan elevadas
porque se hubieran modificado adecuadamente la cesta de productos cuyos
precios sirven para realizar el cálculo del IPCA.

No es verdad que estemos adaptados a producir unos bienes que nadie


demanda. Si no hubiera existido demanda no hubiera existido burbuja o esta
se hubiera detenido mucho antes.
4) No me aclaras la razón que te mueve a igualar al oro con el I+D.

5) Te recuerdo que los beneficios del Banco Central, en los cuales se


incluyen todo el dinero nuevo más todos los resultados de prestar dicho
dinero nuevo a interés y del redescuento de letras y pagarés, van a parar a
una cuenta de la que el único con capacidad de retirar fondos es el Tesoro.
Me parece que tienes un pequeño lío al respecto. Tengo el libro del profesor
Huerta de Soto al cual conozco personalmente y del que quizá otro día te de
mi opinión.

6) Cuando eres productor de oro, una parte de su monetización puede ayudar


a dinamizar tu economía interna y otra puede servir para financiar a bajo
coste tus compras en el exterior. ¿Por qué tiene que ser blanco o negro? Las
diferencias son tan grandes respecto al resto de países que podrá hacer las
dos cosas al tiempo como así ha sucedido. Y repito, para que haya inflación
tiene que haber también exceso de la oferta sobre la demanda sostenido en el
tiempo. Yo estoy hablando de dinamizar, no de sobrecalentar.

7) Si tu punto 7 pretende rebatir mi argumento número 5, me temo que no lo


has leído con detenimiento.

8) Esto que dices en este punto me suena a cuento chino que no se quién se
ha inventado. Desde luego el que lo hizo sabía bien poco de gestión
empresarial. Yo fui un tiempo controller financiero de la filial española de la
multinacional Kässborer-Setra y sé de lo que te hablo-. Los recursos de las
empresas que venden mucho dan para aumentar las cadenas de producción y
para invertir en I+D con recursos propios al mismo tiempo. ¿O es que
Microsoft deja de aumentar su tirada de consolas –que le demanda el
mercado- porque ha de invertir en I+D a futuro? ¿Y viceversa? Y las
sociedades más consumistas no son las más pobres. Eso me parece un
argumento absolutamente demagógico. Ellos no tienen más remedio que
consumir para sobrevivir y a eso no puede llamársele consumismo. Mill y
Ricardo a través de Hayek no explican como funcionan las empresas hoy día.
Y la cadena de argumentos que me planteas no sirve para nuestro caso. Hay
que contextualizarla y poner cada término en su lugar.

9) Esto siempre que la autoridad monetaria se siga dejando tal y como


explico en mi trabajo. Hay que cambiar los estatutos de autonomía para
corregir ese defecto del sistema. Pero ello no indica que el sistema
fiduciario no sea un sistema mucho mejor que el patrón oro –o patrón divisa
oro- par el funcionamiento de las economías actuales.

10) Las letras de cambio para financiar procesos de inversión se pueden


girar a varios meses o años y las mercancías, cuya venta ha de servir para ir
acumulando el efectivo con el que hacer frente al pago del titulo de deuda a
su vencimiento, consumirse en unos días tras ser producidas. Eso sucede con
muchísimas empresas del mercado. Por eso la liquidez de los títulos se
relaciona con la solvencia de los emisores en el momento de la transmisión
de los títulos y su proyección a futuro y no de las mercancías.

Con humor te diré que si quieres que empiece a confiar en los fondos de
pensiones de nuestro país primero se tendrán que inventar aquellos que no
timen descaradamente a los depositantes. Del capital riesgo del que
disfrutamos mejor no hablar. O sí hacerlo y decir que se parece menos al
capital riesgo que una morsa y una águila real. Sólo tienen en común el
nombre. Porque lo que es financiar proyectos sin aval financiero mejor
dejarlo. De los prestamos hipotecarios quizá no sea el mejor momento de
hablar tras el crack de las subprime en los EEUU.

Un saludo,

Juan Ramón Rallo Says:


julio 4th, 2011 a las 22:08

1) Con el caso de los créditos al consumo pasa exactamente lo mismo. Si el


consumidor A carece de dinero y quiere comprar una casa y el consumidor B
tiene dinero y quiere comprarse un Ferrari, el consumidor B tendrá que
prestarle el dinero a A para que pueda movilizar los factores productivos,
quitarlos de la producción de Ferraris, y colocarlos a construir viviendas. El
tiempo que B está dispuesto a renunciar a consumir es el plazo que cuenta A
para completar la adquisición y pago (en forma de bienes presentes
producidos) de la vivienda. El caso es el mismo que en el caso de la
inversión: si incrementas enormemente el crédito al consumo sin el respaldo
temporal del ahorro, tendrás una grave distorsión de la estructura productiva
que derivará en pugna por los recursos reales. En el caso de España,
nuestros inversores extranjeros no estaban dispuestos a sufragar durante
tanto tiempo nuestros colosales déficits exteriores.
2) Es cierto que el banco central no refinancia ilimitadamente, sino en
función de su “política monetaria”. Pero esa refinanciación es muchísimo
más laxa de lo que lo sería con el patrón oro.
3) Como ya he explicado, nada hay en el IPCA modificado que lo vincule a
las posiciones de la liquidez de la banca. Puedo conceder que en la última
crisis, si se hubiera introducido el precio de la vivienda en el IPCA y los
bancos centrales lo hubieran seguido, habrían limitado antes la expansión
crediticia. Pero ni mucho menos esa expansión crediticia tendría por qué ser
óptima: la óptima es la que está vinculada con el nivel de ahorro real, no con
un nivel agregado de precios que, con mejoras en la productividad, bien
puede llevar a una degradación excesiva de la liquidez bancaria (como pasó,
por cierto, en los años 20 con el patrón divisa-oro).
4) Igualo producción con producción. El oro es un bien como cualquier otro,
al igual que los frutos de la I+D. Si producir ese dinero óptimo es costoso,
es lógico que sus productores (que invierten trabajadores y capital en
producir oro y que no los pueden dedicar a producir otros bienes que
igualmente podrían exportar) lo intercambien por otros bienes y servicios.
5) Es exactamente lo que he dicho. La pelota de intereses no crece: el Estado
paga intereses al banco central (por la deuda pública que éste posee en su
balance) y esos intereses integran los beneficios del banco central, que son
gravados y controlados por el Estado.
6) Yo no digo que el dinero TENGA QUE ser el oro. Digo que con una muy
elevada probabilidad sería el oro, porque históricamente así ha sido al
poseer las propiedades óptimas para ello. Pero vamos, dejemos que sea el
mercado quien elija que dinero prefiere. Favorezco la banca libre, no la
banca monopolística de los bancos centrales actuales.
7) Los bancos centrales sí inyectan dinero nuevo en el sistema. No ya
billetes, sino a través de depósitos a la vista a favor de bancos comerciales.
Sólo tienes que observar el balance de cualquier banco central.
8) Si hubieras leído al profesor Huerta de Soto no te extrañaría tanto, porque
en su libro tienes perfectamente explicada la relación entre preferencia
temporal, consumo, ahorro, tipo de interés y división vertical del capital. El
asunto es sencillo: la propensión a consumir determina la cantidad de
recursos empleados en producir lo antes posible bienes de consumo. Cuanto
mayor sea ésta, menos recursos disponibles quedarán para producir bienes
de inversión. Un mismo recurso no puede estar en dos sitios a la vez. Si
tienes a trabajadores colocando neumático en un vehículo no puedes tener a
esos mismos trabajadores (asumiendo que fueran intercambiables) diseñando
los vehículos de dentro de 10 años. Una empresa individual por supuesto que
puede financiarse internamente a través de sus ventas, pero lo hará
AHORRANDO Y REINVIRTIENDO sus beneficios, no repartiéndolos en
forma de dividendos a sus accionistas para que consuman más. Según tu
punto de vista, si los accionistas consumen siempre el 100% de los
beneficios, la inversión llegaría a infinito (muy en línea con el falaz
multiplicador de Keynes), pero obviamente es todo lo contrario. Cuanto
antes quieren consumir los consumidores (menos ahorran), menos rentable es
invertir a 10 o 15 años y más es hacerlo a 1 o 2 años. Por tanto, parte de los
proyectos de inversión a largo plazo deben abandonarse para incrementar a
corto plazo la producción.
9) Debí matizar: las letras descontables sólo deberían serlo contra bienes
presentes en proceso de venta. En el siglo XIX la regla era no descontar a
más de tres meses. Todo lo demás son tretas financieras para destinar el
crédito circulante a sufragar inversiones a largo plazo. Esto es, a expandir
indebidamente el crédito sin el correspondiente respaldo de ahorro. En
emisiones a un año, obviamente la liquidez del título depende de la
solvencia del deudor, porque la mercancía todavía no existe ni se sabe en
qué condiciones va a existir. Pero vamos, no es de esto de lo que hablo.
10) En cuanto al resto de instrumentos de intermediación financiera, desde
luego no los estoy defendiendo en su forma actual, entre otras cosas porque,
en materia de préstamos bancarios, tienen todos los incentivos a ser
desastrosos (banco central monopolístico con dinero fiduciario) (los fondos
de pensiones son pésimos en España por otras razones que próximamente
explicaré en un artículo, pero vamos, si me sigues sabrás que soy seguidor
del value investing, así que no debería sorprenderte mucho la respuesta).
Pero el problema es institucional, no considero ni mucho menos imposible la
tarea de asignar correctamente el capital a lo largo del tiempo. Y si crees
que así es, entonces no puedes seguir confiando en el capitalismo, que
precisamente es el sistema donde el capital se asigna de manera privada.

Rafael Says:
julio 5th, 2011 a las 17:13

Hola Juan Ramón,


1) En el caso de los créditos al consumo no pasa lo mismo si no aplicas
supuestos tan restrictivos como que sólo existen estos dos individuos que
mencionas en la economía. Si el dinero de los préstamos para el consumo
puede venir de otras fuentes, incluyendo el ahorro de las empresas o de
ahorradores por motivo de precaución, el crédito al consumo no resultará
excesivo salvo en los términos que yo te expuse en mi anterior
argumentación. El hecho que expones de la pugna por los recursos reales no
es malo en si mismo. Si el precio de los bienes sube por culpa de que no hay
dinero para invertir ya que la liquidez del sistema se ha desviado a
préstamos para el consumo, llegará un momento en que el consumo bajará y
habrá más dinero para los créditos de inversión. La autorregulación del
mercado funciona. Con un sistema fiduciario que ampliara la base monetaria
en función del crecimiento del PIB esta competencia por los fondos reales se
vería de forma más relajada porque probablemente habría fondos para
ambas cosas.

En el caso de España, el encarecimiento de los tipos de interés sobre la


deuda soberana refleja la desconfianza del mercado en la política económica
de nuestro gobierno y en sus dificultades para obtener ingresos con los que
pagar el principal más los intereses de la deuda.

2) La laxitud de la refinanciación depende de los objetivos de política


monetaria y estos pueden ser más o menos restrictivos.

3) Pero, ¿Cómo dices que “nada hay en el IPCA modificado que lo vincule a
las posiciones de la liquidez de la banca”? ¿Pero es que no sabes que el
principal objetivo del BCE es velar por la estabilidad de precios y que para
ello se fija en la evolución del IPCA? La política monetaria del BCE, es
decir, la inyección de dinero nuevo en el sistema de la zona euro, depende
por tanto de la evolución del IPCA incluso por encima del objetivo de
acompasar el crecimiento de la cantidad de dinero al crecimiento del PIB de
esta zona. Por ello ha pasado lo que ha pasado.

Tal y como ya te he contado, el BCE ha estado –y ahí tienes los gráficos,


sacados del informe anual del BE de 2005, que están insertos en mi entrada
del blog ‘Esta crisis que nadie entiende’ para demostrarlo- inyectando
cantidades muy superiores a lo que indicaría la tasa de crecimiento del PIB
de la zona euro durante casi una década. Este dinero ha ido, apoyándose en
la demanda emergente de vivienda por esas generaciones que ya te he te
comentado, y a través de los intermediarios financieros, al sector
inmobiliario, un sector que al no afectar la evolución de sus precios el
indicador IPCA seguido por la autoridad monetaria, no introdujo ninguna
señal de recalentamiento en el sistema y nada le indicó al BCE que redujera
la tasa de crecimiento del dinero en circulación. Es decir, crecía el PIB pero
no los precios y el BCE tan contento sin darse cuenta de la que se estaba
cociendo.

Las mejoras en la productividad en ningún caso han de degradar la liquidez


bancaria, en todo caso al contrario, pues sólo han de significar una mayor
capacidad e las empresas para generar ingresos con los que devolver los
créditos solicitados.

4) Los frutos de la I+D pueden ser mejores o peores, pero en ningún caso
similares en su función al oro en tanto en cuanto este continúe siendo la
referencia de valor. Pero desde luego la I+D no es un producto tal y como
me lo ponías en tu argumentación anterior.

Tu argumento en ningún caso rebate la idea de las ventajas monetarias que


derivan de ser un país productor de oro frente a otro que no lo sea. Es decir,
pretendes volver a un sistema que ya en sus raíces tiene un germen
desequilibrante de lo más importante.

5) Los beneficios del Banco Central incluyen otras partidas además de los
intereses de la deuda. Y me repito, todo ello va a parar a una cuenta de la
que el único que tiene capacidad de retirar fondos es el Tesoro. Estuve
varios meses con este tema y te aseguro que el procedimiento es tal y como
yo te cuento.

6) La banca libre tendrá que estar supervisada adecuadamente para evitar


que se asocie en forma oligopólica.

7) Revisa tus libros.

8) Eso que cuentas es especialmente dañino bajo el patrón oro con una
limitación obvia en la liquidez del sistema. Tal y como ya te descrito en el
punto 1, en un sistema fiduciario la limitaciones al crédito se verían muy
atenuadas por el crecimiento de la masa monetaria en relación al crecimiento
del PIB.

¿De donde has sacado “Según tu punto de vista, si los accionistas consumen
siempre el 100% de los beneficios, la inversión llegaría a infinito (muy en
línea con el falaz multiplicador de Keynes)”? Vamos, que yo sepa, en ningún
momento te he dicho que el consumo haya de utilizar el máximo de la renta,
sino que el consumo no es malo en si mismo. El consumo se suele
autorregular por el mismo funcionamiento del mercado. Pero no hay que
criminalizarlo porque busque hacer uso del crédito para adelantarlo sobre el
ahorro.

9) Espero tu artículo sobre los fondos de pensiones. Ya sabes que si no me


gusta me tendrás ahí debatiendo.

El problema no es el capitalismo, sino una regulación excesiva y mal hecha


que ha originado mercados muy imperfectos con agentes que se aprovechan
de estas irregularidades para explotar al ahorrador. Hay tarea por delante si
alguien con capacidad de decisión quiere escucharnos.

Un saludo,

rawolf Says:
agosto 10th, 2011 a las 10:39

Reservas de oro de EEUU en mayo 2.011(eso dicen): 8.133,5 Tm

True Money Supply en mayo 2.011: 7.507 BB$ (Billones anglosajones)

Precio “teórico” del oro en $= 7.507e+9/(8.133,5e6/33,1) = 30.550,4 $/onza

Precio de “mercado” hoy = 1.753 $/onza


¿Qué es una burbuja?

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 6:46

Reto al profesor a que encuentre, si puede, algún fallo en el siguiente


razonamiento que hago.

Tiene que ver de refilón con el tema de la burbuja, la inmobiliaria en este


caso. Se trata de las daciones en pago.

Estoy de acuerdo con el Profesor Rallo y con M. Llamas en que los contratos
firmados, firmados están y que hay que leerse la letra pequeña y ser
responsables. Y en todo caso será el juez de turno quien determine si pudo
haber engaño o no por parte del banco en un caso concreto, si se está
abusando en el contrato o si el hipotecado puede alegar desconocimiento de
la clausula que lo obliga. Pero eso son otros temas.

No obstante, para contratos hipotecarios nuevos, SI creo que se debe revisar


la Ley hipotecaria y de la siguiente manera.

Efectivamente, como dicen el Profesor y M.Llamas en el vídeo de en casa de


Herrero del día 30, si hay o no hay dación en pago debe ser una opción
contractual negociable o al menos no impuesta o prohibida de antemano. En
lo que NO estoy de acuerdo es que se puedan desligar los privilegios
previos que poseen ya los bancos de estas opciones contractuales. Me
explico:

Yo creo que a los bancos solo se les debería permitir NO aceptar la dación
en pago si el dinero prestado en esa Hipoteca procede 100% de fondos
propios que lo son del banco por TODA la vida del préstamo, es decir, si el
dinero existía previamente y lo han prestado en modo de reserva 100% y no
con cargo a la Reserva Fraccionaria.

Lo que no es de recibo, ni justo, ni conveniente para la economía es que un


banco pueda crear un préstamo como un apunte contable contra un bien que
seguramente a sobrevalorado y luego, cuando vienen mal dadas, que ese bien
sea solo parcialmente el colateral de su préstamo. Así yo también oiga.

En resumen, si creas dinero de la nada, comete tu sólito las consecuencias,


no se las hagas comer al prestatario, que el no tiene tu privilegio de Reserva
Fraccionaria. Y si quiebras, pues que tus acreedores, depositantes incluidos,
pasen a controlar el banco y se lo repartan o lo re-capitalicen como vean.

Y luego sobre el argumento de que entonces se darían menos hipotecas y tal


y cual. Pues es que quizá sea eso lo que necesitamos para que los pisos
bajen de una vez por todas y los arquitectos y demás profesionales del sector
inmobiliario pasen a funcionar como el resto de ingenieros en otros sectores,
es decir, que se devanen los sesos para producir pisos de mayor calidad a un
precio cada vez menor (aunque solo sea para compensar la subida del suelo,
que no es culpa suya no la controlan ellos)

[Hace tiempo que tengo claro que los pisos se deberían cada vez mas
"fabricar" más que "construir"]

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 6:49

Errata:

“…que seguramente ha sobrevalorado…”

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 7:34

Como suele ser bastante habitual, me gusta la definición del profesor, una
burbuja financiera no es el resultado de una expectativa sobre un bien o un
valor determinado sino el resultado de una generalización de malas
inversiones provocadas por una alteración del crédito que eleva las
perspectivas de beneficios por encima de una valoración mas objetiva y sólo
sujeta a las expectativas razonables. Que suelen ser las de una mayoría. Lo
que no quita a que cualquiera pueda valorar de más un determinado bien.
Pero eso, como queda dicho, no es una burbuja.

Por otro lado, y puesto que no puedo ver el vídeo, decir que la dación en
pago, la situación hipotecaria actual, o lo comentado por Kantor en su blog,
no son mas que ideas a proponer al legislador.

¿Qué ocurriría si el legislador no interviniera en la realización de los


contratos de préstamo? Y digo contratos de préstamo porque eso es lo que es
un contrato hipotecario sólo que se diferencia, o de debería diferenciar, del
resto en que la garantía está especificada, la vivienda. La característica que
le hade diferente al caso español del caso, por ejemplo estadounidense, es
que en España la garantía no es sólo hipotecaria, sino que se responde con
todos los bienes presente,…. y futuros en caso de impago.

¿Es eso justo? ¿Deja de serlo pese haber sido firmado con conocimiento de
lo que se firma?

En el caso de libertad absoluta, que debe llevar aparejada una


responsabilidad bancaria completa y no supeditar el resultado del banco a la
garantía de que el Estado “salvará” al sistema financiero, sería que cada uno
firmaría lo que considerara oportuno. Lo lógico sería pensar que si alguien
ofrece una garantía determinada para pedir un préstamo, en este caso una
vivienda, el prestamista valore la vivienda, ofrezca un precio en relación
con el valor presente y el estimado durante y a vencimiento del préstamo y
que en caso de que se produzca el impago se apropie del bien garantía del
préstamo y se salde la deuda conforme a lo firmado.

Pero es que todo sería conforme a lo firmado.

Lo que altera el mercado del préstamo, hipotecario o no, es la legislación


que obliga a las partes, sobre todo en este caso al prestatario, a aceptar
condiciones por encima del concepto de la garantía del préstamo, la
vivienda, y, por el contrario, garantiza al prestamista una supervivencia por
encima de sus responsabilidades que le hace ser bastante temerario a la hora
de tasar el bien garantía del préstamo.

¿Por qué lo hace así el legislador?

¡Ah! ¡Política! No economía.

rberzal Says:
julio 4th, 2011 a las 7:36
josvazg: “sin que sirva de precedente” estoy sólo parcialmente de acuerdo
con su criterio.

Su razonamiento es justo si atendemos al “ojo por ojo”, el banco es un golfo


creando dinero de la nada, lo cual favorece la formación de una burbuja, en
la cual entro y luego me exije que le devuelta dinero apreciado, esto es un
robo.

Lo que pasa es que si aplicamos este principio llegamos a la ley de la selva.


El banco es un golfo que crea dinero de la nada y yo soy un golfo que no
atiendo a mis compromisos. Entre golfos anda el juego. O golfos todos o
todos serios, pero unos golfos y otros jodidos no es justo, en esto coincido
con usted.

Lo ideal sería que el banco no pueda crear dinero de la nada y que yo esté
obligado a atender mis compromisos.

Un saludo “sin que sirva de precedente”.

rberzal Says:
julio 4th, 2011 a las 8:09

Sr Rallo: Le podemos dar las vueltas que usted quiera, pero mientras no
quitemos a los bancos el privilegio de poder crear dinero de la nada, será
imposible valorar los activos de una manera más o menos rigurosa.

Ahora parece que todos los activos están sobrevalorados, pero si mañana los
bancos deciden que vuelven a abrir el grifo del crédito nos parecerá lo
contrario y volveremos a oir hablar de supuestos chollos.

El secreto para no caer en una burbuja es diversificar riesgos y tener sólo lo


imprescindible en billetes de banco. No debemos olvidar que hacer una
buena inversión no consiste en comprar barato y vender caro sino en que el
porcentaje que ganamos en la operación supere al que habríamos ganado en
otras operaciones. Es decir, Si compramos un activo por 10 y lo vendemos
por 8 habremos perdido dinero, pero si el resto de los activos han bajado de
nivel diez a nivel siete habremos hecho una buena operación. Esa es la
clave.
josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 8:19

@rberzal
Sin que sirva de precedente creo que estamos de acuerdo casi al 100% en
este tema, solo que o yo no me he explicado o no me ha entendido bien.

Por supuesto que cada uno debe atender sus compromisos, eso debe ir por
delante y es lo que digo al principio del comentario.

Aunque yo no crea justo que con un préstamo a Reserva Fraccionaria se


pueda evitar la dación en pago (mientras que con uno a Res. 100% es una
opción contractual más), lo primero que dije es que los contratos YA
firmados, firmados están y por ello hay que apechugar con sus
consecuencias. Con tu firma sellaste un privilegio o trampa del banco sobre
otra, y la única escapatoria que tienes es que demuestres en juicio que se te
engañó en la firma, si es que puedes, sino toca cumplir el contrato.

Lo suyo, como usted dice es que “el banco no pueda crear dinero de la nada”
y yo añado, pero si no se le quita ese privilegio, por lo menos que no hinche
la burbuja de más con contratos en los que el banco “solo puede ganar” y
que apechugue también con el riesgo que asume al crear dinero de bienes
que la mayor parte de las veces, ni son suyos de primeras, o que ni siquiera
existen aún cuando crea el préstamo.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 8:40

Voy a poner un ejemplo que creo que aclarará mejor mi punto de vista.

Tenemos un Banco A, que funciona con Reserva 100% y oro. Llega un


promotor y le pide un préstamo para comprar y construir una serie de
viviendas que venderá por un precio X. El banco A aparta Y (Y<X) piezas
de oro y las pone a la disposición del prestatario a pagar en un plazo dado
con un interés. Este banco está en su derecho de poner las clausulas
hipotecarias que le de la gana (conforme a Derecho), puede elegir si hay o
no dación en pago. Pongamos que elige que NO la hay.

Tenemos luego un Banco B, que funciona como los bancos actuales. Llega
otro promotor que va a hacer lo mismo que el anterior. El Banco B apunta en
un deposito que el promotor "puede disponer" de Y unidades de dinero
fiduciario, que no proviene de fondos propios ni de otros fondos propiedad
del banco en ese todo ese periodo, es dinero creado de la nada.

¿Habría podido prestar el Banco B al promotor el dinero Y en las mismas


condiciones que el Banco A, con base a ahorro previo?
Seguramente NO, en muchos casos.
Es más, el Banco A seguramente preste muchas menos veces que el B, ya que
el oro que tiene "en más finito" que "apuntar" creación de depósitos con un
limite solamente 10veces superior a los fondos propios más depósitos en el
Banco B.

¿Que pasa si ambos proyectos inmobiliarios fracasan?


¿Quien debe comerse el marrón?

En el caso A está claro. El Banco A ha puesto su dinero, no ha distorsionado


la economía ni ha engañado al promotor con recursos que en realidad podían
no existir. Las piezas de oro eran ahorro previo real y preexistente que se
podrían haber usado para llevar el proyecto a buen puerto. La culpa es del
promotor y debe pagar hasta el último gramo de oro debido, o pasar a ser
controlado por el Banco A que decidirá que hace con el, si lo liquida y
asume perdidas intenta sacar lo debido quizá con algo de retraso de los
flujos de caja futuros, si los pudiese tener.

En el caso B a mi me parece claro que el marrón debería ser "a pachas". El


Banco B ha creado dinero de la nada, ha distorsionado la realidad
engañando al promotor y haciéndole creer que había recursos previos y
ahorro para llevar a cabo su proyecto (de lo contrario no habría obtenido el
préstamo). Es muy probable que el fracaso del proyecto se deba en gran
parte a este hecho, por lo tanto, el banco B no está en posición de justicia de
exigir lo mismo que el A a su prestatario, quizá lo justo es que se deba
conformar con reclamar los terrenos de la promoción y punto, ya que ese es
su verdadero colateral y el valor en base al que debería haber concedido el
préstamo (y no los posibles beneficios de vender aquello con X beneficios).

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 10:48
Creo que haces un análisis equivocado.

Tanto en el caso del banco A como en el caso del banco B ambos sufren una
pérdida. Pero la diferencia es que en al caso de A la pérdida la sufre
directamente el banco y la asume puesto que son “fondos propios”, si es que
presta SU oro, porque si presta parte de lo que tiene a plazo fijo… el caso
sería igual que en el caso B, que ha prestado dinero que otros le han dejado,
sea a plazo o a la vista, y cuando tenga que devolverlo se encontrará con
dicha pérdida y si no tiene capital para absorberla entrara en insolvencia y
quebrará.

Da igual que el banco preste el dinero que tiene a plazo que a la vista el caso
sería el mismo.

¿Por cierto, cuál es el negocio de un banco, prestar su dinero solamente, y


cobrar por guardar el dinero de los depositante a cambio de in precio o el
negocio de un banco es prestar dinero propio y, pero sobre todo, parte del
ajeno a cambio de ofrecer un interés a quien les deposite su dinero?

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 11:27

Bueno, el Banco A puede perder, pero no tiene “parte de culpa” del fracaso
como si lo tiene el B. Eso si, deberá asumir sus riesgos y aceptar las
pérdidas que le toquen DEL TOTAL PRESTADO. En todo caso el Banco A
tiene derecho a priori a pedir todo el montante prestado más intereses, y
luego ver como lo recupera si no es posible.

Sin embargo, el Banco B creo que no debería poder reclamar más allá del
BIEN COLATERAL en el que se apoyó para crear el dinero que prestó. Si
no que no hubiese creado ese “apunte nefasto” y que fueran ahorros suyos o
dinero disponible durante todo el tiempo que lo prestó.

Y NO, NO es lo mismo “a la vista” que “a plazo”, le remito a Huerta de Soto


si lo quiere más desarrollado, pero NO es lo mismo que el banco sea
insolvente permanentemente, aún cuando no se ha cumplido el plazo del
préstamo, a que lo sea SOLO después a una fecha dada.

En eso consiste el descalce de plazos y la doble (o múltiple) disponibilidad.


En el caso del Banco B el mismo ‘billete’ será ‘usado’ por varias personas
hasta unas 10 veces simultáneamente, multiplicando la cantidad de dinero
disponible SIN haber aumentado la riqueza o le ahorro.

“¿Por cierto, cuál es el negocio de un banco, prestar su dinero solamente, y


cobrar por guardar el dinero de los depositante a cambio de in precio”

El del banco A de Reserva 100% SI, ese es su negocio. Si alguien se quiere


ahorrar la custoria o compensarsela, puede prestar dinero al Banco A a
plazos superiores a los que este preste a su vez a prestatarios. El banco A
intentará cobrar intereses mayores a sus prestamistas a más corto plazo y
pagarlos a más largo plazo a menor interés a sus depositantes/prestamistas.

“… o el negocio de un banco es prestar dinero propio y, pero sobre todo,


parte del ajeno a cambio de ofrecer un interés a quien les deposite su
dinero?”

Ese es el del Banco B, que desencadena inevitablemente el descalce de


plazos, múltiple disponibilidad, expansión del crédito y por lo tanto, los
ciclos en la economía que sufrimos ahora mismo.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 11:29

Errata:

“El banco A intentará cobrar intereses mayores a sus prestatarios a más


corto plazo y pagarlos a más largo plazo a menor interés a sus
depositantes/prestamistas.”

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 11:44

Lo que yo veo, josvazg, es que tu estas pidiendo que un poder superior, el


Estado, elimine la posibilidad de que una persona pueda prestar dinero
contra dinero y/o deudas a corto plazo, porque a largo, sólo hay que casar
plazos, aunque eso siempre es muy relativo, no es fácil encontrar dos
prestamos y depósitos de igual o parecido plazo.
Por tanto, bien, está, alguien tiene que eliminar la posibilidad de que exista
libertad bancaria total.

Y digo esto porque no creo que sea cierto el que las burbujas se creen por la
ausencia de la reserva fraccionaria 100% ya que dicho método bancario sólo
es posible si se tiene asegurado el ir a un prestamista de ultimo recurso
como es el Banco Central, que presta a los bancos y sólo a ellos, a precios
fijados por él y, por tanto, manipulados por el interés político.

Si desapareciera esa figura, la del último prestamista y además


desapareciera la garantía estatal de los depósitos bancarios, aun que sea
parcialmente, el acometer políticas crediticias de riesgo como es el
apalancarse demasiado en el futuro, no se llevaría a cabo. Y si lo hacen, el
banco B, si sufre muchos impagados, quiebra… pero en el caso A igualmente
ocurriría.

Ahora bien, ¿cómo conseguimos que haya ahorro para financiar proyectos
cuando el ahorrador y el inversor no se conocen y no quieren realmente
compartir, el primero, riesgos y el otro, dar participación a nadie dentro de
su negocio si no es pagando por el ahorro un interés que pagará el inversor
con sus benéficos sin la intermediación del banco? Si sólo se presta el
dinero que tenga el capital del banco…. la cosa va jodía.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 13:38

Yo no pido nada que no estuviese ya allí antes. Si ya hay un Estado que esta
metiendo mano con los BC, prestamistas de ultima instancia, como tu mismo
reconoces, ¿que problema hay en que restringa un poco ese privilegio que
NUNCA debió conceder?
Lo que yo digo es que si hay dinero fiduciario, y BCs y Res.Fraccinaria,
entonces estos NO debían poder establecer contratos de hipoteca donde NO
se admita la dación por pago, A NO SER que renuncien a la RF para ese
préstamo concreto.

“Si desapareciera esa figura, la del último prestamista y además


desapareciera la garantía estatal de los depósitos bancarios, aun que sea
parcialmente, el acometer políticas crediticias de riesgo como es el
apalancarse demasiado en el futuro, no se llevaría a cabo. Y si lo hacen, el
banco B, si sufre muchos impagados, quiebra… pero en el caso A igualmente
ocurriría.”

De acuerdo, pero es mucho más el riesgo en el Banco B que el A, Banco que


NO necesita BC al trabajar con reserva 100%.

“¿cómo conseguimos que haya ahorro para financiar proyectos cuando el


ahorrador y el inversor no se conocen y no quieren realmente compartir, el
primero, riesgos y el otro, dar participación a nadie dentro de su negocio si
no es pagando por el ahorro un interés que pagará el inversor con sus
benéficos sin la intermediación del banco? Si sólo se presta el dinero que
tenga el capital del banco…. la cosa va jodía.”
No veo que problema hay, todo el dinero que sea del banco o el que se haya
prestado a este a un plazo mayor que el que este lo va a prestar es dinero que
de puede prestar.

Porque lo que NO se puede y NO SE DEBE hacer es prestar más dinero del


que se ha ahorrado. ESO NUNCA. O acabamos como ahora.

Al final si que hay ciertas reglas a seguir, la Ley. La ley dice que no se puede
matar, agredir ni robar, ni tampoco estafar.

La Reserva Fraccionaria, el Dinero Fiduciario y el Descalce de Plazos son


estafas, por si solas o en combinación y además destruyen la economía.
Deberían estar prohibidas y, si no lo están, por lo menos acotadas lo más
posible.

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 14:55

El caso de “ahora” incluye la existencia de un BC y dinero Fiduciario. El


descalce de plazos no es una estafa, es un riesgo. Un riesgo que contrae
quien contrata una hipoteca pensando que va a poder pagarla y que al final
no lo hace. Eso también es un descalce de plazos. Si entre el momento del
contraer el préstamo y el momento del vencimiento consigue equilibrar la
cuentas… no hay problema. Sólo si no se paga existe el problema.

Y eso les pasa a los bancos al igual que a cualquiera.


Por tanto, el problema de las burbujas no está en el dinero fiduciario y sí en
la existencia del BC sin patrón oro o sin límite a la hora de manipular el tipo
de interés o la oferta monetaria. Elimina eso, elimina el prestamista de
última instancia, que no es que reconozca, es que yo digo también que es así,
y el problema del riesgo del descalce de plazos se vería aminorado
muchísimo.

Pero lo que no puedes negar es que para que haya ahorro tiene que haber
algún beneficio esperado, y cuanto más beneficio esperado, siempre con un
límite, claro está, mayores tasas de ahorro. Y si me ofrecen elegir entre
seguridad absoluta en un banco a cambio de pagar porque me guarden mis
ahorros o elegir algún tipo de beneficio, o algún servicio a cambio, pagarme
los recibos de la luz y el agua y demás de manera gratuita, sabiendo que mi
dinero no estará disponible en cuantía mayor de 3000€ hasta el día después,
como ocurre ahora….yo elijo esta segunda opción. Es por eso que no se
puede hablar de estafa. Eso es lo que he firmado.

El que el banco preste una y otra vez dinero a cambio de promesas de cobro
sólo puede realizarlo si obtiene liquidez de algún modo. ¿Sí o no? El
metálico existe para algo, y aunque todo sean apuntes bancarios, en algún
momento el balance quiebra si sale más metálico del que se dispone. Por eso
no se crean burbujas por la ausencia de reserva fraccionaria 100%, sino por
el BC.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 16:24

Pues a ver si nos desempata el Profesor, porque sigo sin estar de acuerdo del
todo…

El descalce de plazos SI es el problema, de hecho es EL PROBLEMA. ES


EL generador de la múltiple disponibilidad, no la Reserva Fraccionaria de
por si, sino el descalce de plazos y NO de la burbuja en si.

El aumento de crédito SIN BASE en ahorro debido al descalce de plazos es


lo que arruina la economía.

El BC lo que hace es agravar esto junto con la falsedad del dinero de


fiduciario, que el BC puede imprimir a placer para alargar las expansiones
crediticias y tratar de regular (aunque no lo consiga) el explotado de las
burbujas.

No nos confundamos las cosas:


“Si entre el momento del contraer el préstamo y el momento del vencimiento
consigue equilibrar la cuentas… no hay problema. Sólo si no se paga existe
el problema.

Y eso les pasa a los bancos al igual que a cualquiera.”

1) Si yo trabajo de una empresa y me llevo de la caja de tesorería parte del


dinero y me lo juego al bingo ese fin de semana, estoy cometiendo un delito
de apropiación indebida, con independencia de que el lunes el dinero esté de
vuelta porque me haya ido bien en el bingo y me haya guardado solo los
beneficios netos. ESTO, MÁS o MENOS, ES LO QUE HACEN LOS
BANCOS y en otras empresas no esta permitido.

2) Caso distinto es que yo te preste a ti X€ para que tu te los juegues el bingo


(o lo que sea). Si me los devuelves más el interés todo estará bien, si no me
devuelves los intereses en plazo entonces te denunciaría por incumplimiento
de contrato y habría que ver como me pagas los mismos más los de demora,
costas de juicio etc. Y si no pagas nada lo mismo pero peor, lo mismo te
embargan bienes para pagarme, etc (o al menos deberían)

3) Y otro caso distinto es que yo te diga a ti que tus 3000€ están disponibles
“para cuando quieras” y a la vez se los preste a un tercero a un año. Tu
vuelves a los 3 días y to te digo, “no es que… toma 300€ pero el resto hasta
el 1 de enero del año que viene no te los puedo pagar”… eso es una estafa y
me puedes denunciar. ESTO SOLO SE LES PERMITE A LOS BANCOS.

4) Y aún otro caso diferente es que tu me prestes 3000€ a tres meses y yo a


mi vez los preste a 2 o 2’5 a otros. Y por ello te page intereses a los 3
meses, que deberé sacar de lo que he ganado con ese dinero en los 3 meses.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 16:38

“Pero lo que no puedes negar es que para que haya ahorro tiene que haber
algún beneficio esperado, y cuanto más beneficio esperado, siempre con un
límite, claro está, mayores tasas de ahorro.”

No lo niego, pero ESE BENEFICIO se llama Tipo de Interés del préstamo, Y


NO necesita descalce de plazos alguno.

“Es por eso que no se puede hablar de estafa. Eso es lo que he firmado.”

No exactamente, el depósito es a la vista y que la “estafa” no se descubra


normalmente no quiere decir que no exista. El banco debería ser capaz de
devolver el 100% de sus depósitos a la vista en cualquier momento (aunque
sea dándole un plazo de un día para otro), pero no le es posible porque ha
comprometido gran parte de ese dinero en hipotecas o prestamos a 20-30-
40años que a su vez se ha ido a otros bancos como despositos de dinero
“genuino” que el otro banco a su vez usa para “pensar” que tiene liquidez y
así prestar más dinero, etc, etc, etc

“El que el banco preste una y otra vez dinero a cambio de promesas de
cobro sólo puede realizarlo si obtiene liquidez de algún modo. ¿Sí o no?”
Si, el interés, cobro por servicios de custodia, etc Con eso el banco ya gana
dinero. Y el resto de negocios lo hacen sin necesidad de estafar, pero claro
ganan dinero de manera más lenta, pero más real, más acorde con el ahorro y
el aumento de riqueza reales.

” El metálico existe para algo, y aunque todo sean apuntes bancarios, en


algún momento el balance quiebra si sale más metálico del que se dispone.
Por eso no se crean burbujas por la ausencia de reserva fraccionaria 100%,
sino por el BC.”

El BC es el catalizador de la burbuja, pero LA CAUSA es el descalce de


plazos y la múltiple disponibilidad.

Si tuvieses BC+Res.Fracc.+dinero fiduciario PERO NO descalce de plazos


entonces no habría expansión crediticia y, a no ser que el BC expandiera la
moneda porque si, no habría inflación.
El dinero NO se multiplicaría en prestamos, ya que un dinero depositado no
podría a la vez estar a la vista Y prestarse a otro deposito o convertirse en
deposito de otro banco que a su vez lo usase para prestar más etc. 100€ solo
SERIAN PROPIEDAD de una persona en cada momento, y no de 10 a la
vez, pese a los BC, dinero de papel y la RF. (De hecho la RF estará
desactivada, sería R100% realmente al no descalzar plazos)

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 17:18

Como bien dices vamos a tener que pedir ayuda al árbitro…..

Vamos a ver, por los del primer comentario:

1) si estás cometiendo un delito….¿y? No tiene nada que ver con lo del


banco porque el dinero de la caja del banco es propiedad del banco, contra
una deuda que tiene conmigo…. Pero nada más. Una deuda que tiene plazo o
no, pero que si es que no estoy avisado que el máximo que puedo exigir sin
previo aviso son 3000€ y el resto…. mañana. Como eso es así… no hay
delito ni estafa.

2) lo que sí es delito es que no me devuelvas mi préstamo, que el banco no


me devuelva lo prestado conforme al contrato. Nadie duda de eso.

3) Es lo que te respondo en el caso 1.

4) claro…. ese es el negocio bancario.

Vamos con el segundo.

El tipo de interés y el descalce de plazos son dos aspectos indiferentes al


caso. El tipo de interés es lo que se paga, el descalce de plazos es…. cuando
no se paga ni el interés ni el principal.

Seguimos. NO. El depósito se llamará a la vista pero tiene clausulas. A


cambio de servicios gratuitos o algún tipo de interés yo tengo una limitación
de disposición inmediata, 3000€, el resto…. mañana. Otra cosa es que no te
guste el método… pero si has firmado… has firmado.

Lo que hagan los bancos entre sí, lo que hagan los bancos para pensar que
tienen liquidez o no… sólo se ve si es correcta su acción cuando no pueden
devolver lo que tienen depositado en sus cuentas. Entonces, por el descalce
de plazos, porque el tiempo es más importante que la visión del conjunto, el
banco entra en iliquidez y quiebra. Si no fuera porque existe el BC y los
acuerdos con el estado con respecto a la deuda pública.. Que esa es otra.

Otro punto. El BC es el impulsor de la burbuja, y gracias a los mecanismos


que tienen los bancos esta se expande, pero si el BC no puede seguir
inflando el crédito, por así decirlo, “base”, la burbuja no puede crecer más y
revienta. Sin la génesis la burbuja no se crea. Sin el soporte del BC y del
Estado los bancos tienen muy difícil el descalce de plazos, o, al menos, que
sea desorbitado.

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 17:19

Por cierto…. que a mi lo que me gustaría es que los bancos quebrasen y los
depositantes perdieran sus ahorros como cualquier empresa que lo hace mal
y cualquier proveedor de dicha empresa….. que se fía de ella.

Esa es la ley del mercado.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 19:20

Lo siento, pero SI es estafa. Quizá no se vea entre el banco y un solo cliente,


pero si contra la masa depositante.

Si el deposito es a la vista, eso quiere decir que el 100% de los depositantes


están en su derecho de pedir HOY que se les de SU dinero, es decir, cobrar
hoy 3000€ y mañana o a los 3 días el resto, como usted dice. Sin embargo
cualquier banco con Reserva Fraccionaria que reciba tal petición está
totalmente quebrado, ya que mantiene realmente solo un 10% más o menos
del dinero, o lo que es lo mismo, ha contribuido a multiplicar la masa
monetaria x10 porque si.

Si ocurre eso, el banco NUNCA puede responder. Luego un banco de RF que


está descalzando plazos, es decir que debe dinero a corto a pagar con dinero
que le deben a largo, es permanentemente incapaz de satisfacer TODOS los
compromisos que ha adquirido al mismo tiempo.
Y esto NO se le permite a ningún otro negocio.

Ojo, no estoy defendiendo a los BC, ni mucho menos. Todo lo que dices de
ellos es correcto, pero creo que son más “agravantes” o “catalizadores” o
“impulsores” (como dices) que verdaderos causantes. De hecho los BC se
crearon en el s.XIX para sostener la banca con RF y descalce de plazos que
petaba constantemente, y no al revés. (Pero no se les ocurrió eliminar el
descalce o la RF)

Bastiat Says:
julio 4th, 2011 a las 20:03

Si en el caso de que todos los depositantes fueran a pedir lo que hay en sus
cuentas a la vista al mismo día…. al día de mañana tendría que devolver
todos los depósitos sin remisión.

A la vista. Todos los depositantes, y devolver los depósitos. Lo cierto es que


hay muchas condiciones. Lo que les puede salvar es si sus plazos de lo
prestado son razonables y pueden ser vendidos en el mercado interbancario
con suficiente fluidez porque sean de buena calidad. Sería una cuestión de
balance y de calidad de los préstamos a plazo.

Condiciones varias.

Eso, en realidad no dice nada.

Creo que la película de Frank Capra It’s a Wonderfull Life va de algo así.

Lo único que tiene que garantizar el banco es que sus depósitos, a la vista y a
plazo, están garantizados por buenos préstamos. Porque la realidad es que
nadie en su sano juicio deja el dinero debajo de un colchón para guardarlo.
Sobre todo si espera que tenga rendimiento.

Pero como digo eso es algo puntual y extraordinario. Lo anormal es que el


BC cubra ese agobio con tipos de interés bajos o con préstamos contra
malos activos.

Yo no digo que la RF sea buena o mala, digo que gracias a la existencia del
BC se hace más irresponsable y arriesgada. Si se creó el BC para garantizar
la RF o no me es igual. O más bien no, me da la razón, ¿no te parece?

Y si se especifica en contrato NO es una estafa.

josvazg Says:
julio 4th, 2011 a las 21:33

Pues no se, no todos los contratos son legales, la esclavitud no lo es, por
ejemplo, ni firmado.

Y el hecho de que la estafa SOLO se haga evidente en casos muy poco


frecuentes no me parece que haga que deje de ser eso, una estafa.
[En realidad son puras matemáticas. Tienes X millones, todos los días
deberías poder pagar 0.9X y sin embargo tus recursos los has prestado a 10-
40años]

Respecto al BC coincidimos en lo que hace, pero si se creó a posteriori es


que el problema ya existía antes; el descalce, luego el BC no es la causa,
sino el agravante, como yo explicaba.

Bastiat Says:
julio 5th, 2011 a las 7:55

Lo de la esclavitud…. díselo a los anarquistas si existe o no el derecho a


someterse libremente a ella……

Lo de los contratos, sólo habría que denunciar uno para saber si se está
actuando legalmente o no. Así de fácil.

Y respecto al BC. No se creo para eso, se creo para darle al Estado un


banco con el que poder financiarse administrando sus dineros. Se usó
después para lo otro porque no tuvo suficiente y descubrieron que era una
manera muy mona de aumentar el poder del estado el estar a bien con los
bancos haciendo oídos sordos a sus prácticas arriesgadas a cambio de que
les financiara de manera…. indiscriminada.

Hasta que la cosa se fastidia. Claro. Porque las matemáticas rigen para
todos. Y si no que se lo digan a Grecia.
gaxiolon Says:
julio 5th, 2011 a las 21:49

Que buen debate chingao !! Me empiezan a gustar más las discusiones entre
liberales que la de liberales vs cualquier otra ideología. Saludos a los dos.

Bastiat Says:
julio 5th, 2011 a las 21:57

Es que somos expertos en debatir…..

Está en nuestros genes.

juan Says:
julio 6th, 2011 a las 13:04

“es que las burbujas son fenómenos relativamente frecuentes en mercados


con gran presencia de especuladores o de inversores inexpertos”.
¿Inexpertos? Alguno puede que no se entere pero creo que muchos se enteran
más de la cuenta. Quizás algún día, dentro de muchos años, usted analice que
muchas cartas están marcadas, que la mano invisible del mercado no es tan
invisible. Usted cree que todo lo que está sucediendo no está más que
pensado. Tres años han tenido los bancos para crear un buen fondo de
provisiones y para ello que ello fuera posible antes se ha tenido que mentir
mucho a la opinión pública, a los mercados, a todo el mundo. Y a principios
de la década anterior el Banco de España ya alertó, y ya hubo reuniones con
los banqueros, y ya se veía lo que tarde o temprano se nos venía encima.
Pero lo importante en aquel momento era montarse en la ola y ganar dinero.
Y ahora lo importante es ganar tiempo, seguir mintiendo, seguir
provisionando. Algunas de las reformas planteadas lo son para que la gente
CREA que se está haciendo algo, y esa creencia sirve para generar un poco
de confianza para seguir ganando tiempo.

La banca habrá que nacionalizarla con los impuestos de todos y más adelante
la venderemos de nuevo, una vez saneada. Ah, se quiere evitar eso, la
sensación de pánico, la imagen. Bueno, por eso se ha mentido y se ha
permitido unos años de oxígeno. Zapatero ha hecho lo que le han indicado
que haga. Y la reforma laboral en profundidad se hará cuando TOQUE
hacerla. Si en pleno estallido de la burbuja usted lanza una reforma que
mande a la calle a todos los indefinidos y se creara un enorme malestar
social y huelgas los bancos tendrían hoy que provisionar por el doble.
Cuando ya venga Rajoy ya se podrá hacer eso y si quiere también eliminar el
salario mínimo y pagarle a la gente sueldos de Etiopía pues también lo podrá
hacer. Pero todo TIENE SU MOMENTO.

Piensan muchos que en si en su momento se toman todas las medidas se


liberarían los recursos suficientes para un cambio de modelo, restaurar las
finanzas públicas y que la gente tenga un empleo para seguir consumiendo y
pagando sus deudas. A esto lo llamo yo pensar en Disneylandia.

josvazg Says:
julio 7th, 2011 a las 16:33

@juan

“que la mano invisible del mercado no es tan invisible. ”


Desde luego que no lo es en el mercado financiero, que es lo más distinto
que se conoce de un mercado libre exceptuando a una economía planificada
como la de corea del Norte o la de la extinta URSS. Fíjese si está
intervenido que la cantidad de moneda es cuestión de una decisión política y
distorsionar los tipos de interés para que no tengan que ver con el ahorro
también.

“Tres años han tenido los bancos para crear un buen fondo de provisiones y
para ello que ello fuera posible antes se ha tenido que mentir mucho a la
opinión pública, a los mercados, a todo el mundo.”
Exacto, 3 años que los gobernantes y sus amiguetes banqueros han decidido
expoliar al contribuyente ara sujetar los precios de los inmuebles, y de
momento lo han conseguido, a costa de empeorar nuestra crisis nacional.

“Y a principios de la década anterior el Banco de España ya alertó, y ya


hubo reuniones con los banqueros, y ya se veía lo que tarde o temprano se
nos venía encima. Pero lo importante en aquel momento era montarse en la
ola y ganar dinero.”
Claro, los mismos que ahora dan recetas keynesianas o monetaristas para
intentar paliar esto, entonces decían que se había alcanzado el circulo
perfecto, que ya no habría más recesiones, etc. Solo la escuela austriaca
tenia y tiene una teoría del ciclo y del capital que explica porque peta esto.
Pero claro a los gobernantes y sus privilegiada banca, los que les compran la
deuda que ellos emiten a cambio de dinero del contribuyente para
sujetarlos… en el hinchado de la burbuja de crédito les iba de coña, y no les
dijese usted que aquello iba a petar que se reían de usted, incluso en EEUU.
Le recomiendo los vídeos de Peter Schiff was right:
http://www.youtube.com/watch?v=2I0QN-FYkpw

sigo…

josvazg Says:
julio 7th, 2011 a las 16:44

“Algunas de las reformas planteadas lo son para que la gente CREA que se
está haciendo algo, y esa creencia sirve para generar un poco de confianza
para seguir ganando tiempo.”
Totalmente de acuerdo, eso es lo que están haciendo los gobernantes.

“La banca habrá que nacionalizarla con los impuestos de todos y más
adelante la venderemos de nuevo, una vez saneada.”
No tiene porque hacerse esto, aunque es lo que se hará por lo visto. Pero no
es lo que se debe hacer. Si una caja esta mal (porque a los bancos privados
en España, curiosamente, no les ha afectado esto tanto) pues que pete y se
reparta la liquidación entre acreedores y depositantes de la caja.

“Bueno, por eso se ha mentido y se ha permitido unos años de oxígeno. ”


De oxigeno de que tipo, ¿político? entonces estamos de acuerdo, era para
ver si ZP ganaba las siguientes elecciones, pero ya ha visto que ni así.
Porque la realidad es que estas cosas de la economía, cuanto más se
postpone el reajuste peor.

No se trata de esperar a que escampe aguantando los precios, se trata de que


para que escampe los precios deben bajar. y todavía no nos queremos dar
cuenta de esto.

“Y la reforma laboral en profundidad se hará cuando TOQUE hacerla.”


No, al final se hará cuando no quede más huevos, que es distinto.
Necesitamos que haya más millones de españoles trabajando de manera
oficial, creando riqueza y pagando la deuda que tenemos acumulada.

Nuestra ley laboral actual impide a mucha gente trabajar o la obliga a


hacerlo clandestinamente en condiciones MUY inferiores a las que la ley
establece como mínimas, porque ¿como te quejas cuando eres clandestino?.

Sigo…

josvazg Says:
julio 7th, 2011 a las 16:52

“…y si quiere también eliminar el salario mínimo y pagarle a la gente


sueldos de Etiopía pues también lo podrá hacer. ”

Parece que usted comparte esa creencia muy arraigada y muy falsa, de que a
la gente se le paga un sueldo bajo en España respecto a otros países como
Alemania por más racanería, no por la productividad. Pues es la
productividad la que manda y limita, si los empleados cobran más que su
productividad arruinarán su empresa y acabaran en la calle.

“Piensan muchos que en si en su momento se toman todas las medidas se


liberarían los recursos suficientes para un cambio de modelo, restaurar las
finanzas públicas y que la gente tenga un empleo para seguir consumiendo y
pagando sus deudas. A esto lo llamo yo pensar en Disneylandia.”

¿Porque parece tan imposible que el Estado adelgace? es lo que tiene que
hacer. Las empresas y familias lo han hecho y están ahorrando y pagando
deudas, el estado debe hacerlo también y quizá volver a esos tiempos donde
solo representaba del 20-30% del PIB en lugar del 40-50% de ahora. No
somos suecia, no nos podemos permitir tamaño despilfarro.
(Suecia aún siendo Suecia, de vez en cuando corta inyección y se calma en
su socialismo, por ejemplo grava menos el capital que lo que se grava aquí,
y si no miren como IKEA se queja de España pero no de su Suecia natal,
será que allí no les ponen tantas trabas)

juan Says:
julio 10th, 2011 a las 21:26

Imaginemos un área monetaria, la zona euro por ejemplo, que adopta un


sistema de coeficiente de reserva fraccionaria del 100% sobre los depósitos.
De entrada ahora mismo y con la situación actual, hundes el sistema
bancario. Se tienen que dar ciertas situaciones que ahora no se dan. Pero si
lo hubieses adoptado hace diez años tampoco era el momento porque la
banca de otros países tendrían más ventaja, harían más negocio, movilizarían
más depósitos y beneficios, cotizarían al alza, “robarían” negocio a tus
bancos…Alguno pensará, bueno, dadas x situaciones y con todos los países
haciendo lo mismo. Bueno, entramos ya en el terreno de la ideología. Mal va
la cosa cuando todo el mundo tiene que hacer lo mismo o darse una serie de
situaciones ideales para que tu modelo funcione. ¿Alguien se cree que si este
sistema fuera lo mejor ahora mismo no se adoptaría ipso facto? ¿Cómo va a
interesar ahora mismo paralizar todo el sistema productivo? Además, el
efecto pánico sería fulminante.

En la pizarra sale bonito y resulta un ejercicio intelectual de sumo interés.


En el día a día simplemente no sirve. Puede que sirva en el futuro, cuando
los bancos saneen sus balances, el crédito vuelva a fluir, las empresas
culminen su desapalancamiento, la economía vuelva a crecer y la confianza
sea devuelta a la sociedad. AHI podría ser interesante implementar algo así
o una versión light (no subirlo necesariamente al 100% sino a una cifra algo
menor).

Por otro lado, yo abro el debate en que no necesariamente uno tiene que
evitar las crisis sino entenderlas como inherentes a un sistema en continuo
crecimiento y donde las medidas expuestas por la escuela austríaca también
generarían otro tipo de problemas.

Arturo Says:
enero 2nd, 2012 a las 10:44

Los hombres son propensos a las manías por codicia, pero desde luego el
incremento descontrolado de la masa monetaria y las bajas tasas de interés
ayudan mucho.

Pero miremos el lado bueno: a otros eso nos permite ganar dinero
poniendonos cortos en las burbujas que detectemos. Un especulador
capitaliza las distorsiones del mercado, creadas casi siempre por
intervencionismo gubernamental.
En un mercado libre seria muy, pero que muy dificil especular. Ahora está
chupado.

Saludos.

¿Hay una burbuja en el precio del oro? | Oro y Finanzas dice:


julio 23rd, 2011 a las 11:53

[...] una burbuja se da cuando el precio de un activo aumenta muy por encima
del valor que hoy tienen todos los servicios [...]

Especulación en Bolsa buena y especulación en Bolsa mala « Bolsa dice:


agosto 12th, 2011 a las 23:13

[...] el ajuste a la baja de los precios, sólo lo retrasará (hará que vivamos
durante más tiempo en una burbuja) y lo canalizará por otros canales que no
tienen por qué ser tan apropiados (opciones, futuros, [...]
Atesoramiento, ¿un arma de destrucción masiva?

E. Martín-Serrano Says:
julio 9th, 2011 a las 8:48

Pero en Keynes, más bien en su escuela, o quizás en las escuelas de su


escuela tienen la solución (Mankiw, “It may be time for the FED to go
negative, The New York Times, 2009).

Creo entender que aquí en ese artículo G. Mankiw da con la Piedra Filosofal
Inversa, o váyase a saber si no es con la mismísima Piedra Filosofal Directa
con lo que da: parece que el autor propone diezmar las existencias de
billetes aconsejando a la FED jugar al “bingo inverso”, o al “quien gana
pierde”; más menos como sigue.

Periódicament se elige un número del 0 al 9 y se expropian, invalidan o


destruyen todos los billetes que acaben en esa cifra; así la “gente” ante el
temor de que le toque el cantar el “bingo inverso” se desprende del dinero
en cuanto lo recibe, como si quemase. Y desde luego que quemaría
muchísimo.

Sólo tien una pequeña pega la idea. Digo yo que cuando alguien deja sus
billetes en el banco, sea a la vista o a plazo (no entremos aquí en la diferente
naturaleza del contrato encada caso), lo que entrega son billetes numerados,
así que el banco debería entonces certificar al depositante las numeraciones
de los billetes y después devolver los mismos billetes que le han sido
depositados cuando se les demande o cuando toque. ¿De lo contrario qué
billetes se eliminan y a quién le toca el bingo?

De este modo, al final parece que Mankiw lo resuelve todo de un golpe: el


fenómeno del “Fetiche de la Liquidez” y el problema de la expansión
incontrolada de los bancos (si bien no el del Banco Central, creo; porque
para el banco la reserva deja de ser fraccionara e ipso facto se convierte en
100% dado que tiene que conservar los billetes. ¿No es un lío?

Pero algo no parece estar claro porque Mankiw consiguió su título de


economista summa cum laude en la universidad de Princeton; y esto no puede
ser sino una garantía de ortodoxia. ¿Si alguien lo pudiera aclarar?

E. Martín-Serrano Says:
julio 9th, 2011 a las 8:53

Corrección:

Donde dice arriba

De este modo, al final parece que Mankiw lo resuelve todo de un golpe: el


fenómeno del “Fetiche de la Liquidez” y el problema de la “expansión
incontrolada de los bancos” (si bien no el del Banco Central, creo;

Quise decir

De este modo, al final parece que Mankiw lo resuelve todo de un golpe: el


fenómeno del “Fetiche de la Liquidez” y el problema de la “expansión
incontrolada del crédito bancario” (si bien no el del Banco Central), creo;

E. Martín-Serrano Says:
julio 9th, 2011 a las 8:59

Si no se tiene acceso al artículo de Mankiw léase “La primera gran crisis


financiera del siglo XXI” (Guillermo de la Dehesa, 2009), no recuerdo en
qué página está la cita. Los autores y editores a veces olvidan que los
índices onomásticos son muy útiles e importantes, sobre todo en libros como
en éste en que hay cerca de 700 referencias bibliográficas y las propias
referencias son al menos tan importantes como el propio contenido.

Lo que si recuerdo es que De la Dehesa califica de original la propuesta de


Mankiw y no de extravagante; está claro que casi nunca está claro el
significado de las palabras.

jfc Says:
julio 10th, 2011 a las 7:07

Qué bueno lo del bingo! Como el helicóptero, pero al revés.. En ese caso lo
mejor sería ahorrar a través otros bienes actualmente menos líquidos ¿tal vez
en oro u otros metales? ¿nuevo dinero “clandestino” para poder ahorrar
fuera de la ley? En ese caso la idea de Mankiw me parecería fantástica,
porque sería como un boomerang: podría acabar de una vez con el dinero
fiduciario y devolvería la liquidez a otros activos no tan controlados por los
estados.

Pero es que la idea es realmente disparatada ¿Y qué sería de los fondos


públicos, tendrían otra regulación? ¿y las acciones de la bolsa..? Vaya
burbuja que se montaría en la bolsa entonces. Sería una buena forma de
proteger el patrimonio, como en las SICAV.. La mala inversión aumentaría y
el petardazo no tardaría en llegar (nada nuevo, por otra parte). Y a nivel
geográfico sería imposible de llevar a cabo, como la tasa del tocayo de su
perro. Además de los problemas burocráticos en las operaciones bancarias
“Quiero retirar treinta del 8 y veinte del 7 y cuarto y mitad del 5..”, la
compra de papel porque los agentes quisieran diversificar el riesgo en
microcéntimos.., desde luego, las grandes fortunas huirían de los países en
los que se estuviera aplicando ese bingo si no tuvieran modo de salvar su
liquidez, llevándose consigo toda su productividad y empleos. Sólo se
quedarían las improductivas y las endeudadas.. ese país quebraría,
necesitaría financiación extranjera ¿de dónde sacarlo si los ahorradores se
marchan? ¿y los tipos de cambio? Sólo saldrían ganando los negocietes de
dictadores basados únicamente en la exportación de materias primas o
elaboradas dentro del mismo país tras la caida del valor de la moneda, lo
que arruinaría al resto de la estructura productiva no basada únicamente en
la exportación sin importación.

Sería como poner una fecha de caducidad a los billetes, en concreto 1/p
como esperanza matemática y los intervalos de confianza de la distribución
geométrica ¿y cómo controlar qué billetes están operativos? ¿reemplazarían
los nuevos a los viejos? ¿y por dónde se introduciría el reemplazo..? Por el
mercado crediticio, seguro, para facilitar el endeudamiento de los estados y
sus megaempresas afines.. Vaya, al final triunfará la idea y todo.

José L. Ochando Says:


julio 10th, 2011 a las 10:41

De todas formas, quien atesora dinero en moneda no redimible (como todas


las actuales) sigue emitiendo un voto de confianza, aunque mínimo, en el
sistema financiero/monetario: confía en que el banco central mantendrá el
poder adquisitivo de su moneda. Por eso, el único atesoramiento de verdad
es el que se sale del sistema, para entrar, por ejemplo, en el oro.

Los atesoradores tipo “tio gilito” serían entonces más los que se pasan al
oro, y al hacerlo, no dañan para nada al resto de la sociedad. Estan dejando
de consumir una serie de bienes y servicios a los que les daba derecho su
dinero. Con ello, como dice Rallo en su artículo, están haciendo que el resto
de la sociedad tenga más bienes y servicios a su disposición, contribuyendo
con ello a que bajen los precios.

rberzal Says:
julio 11th, 2011 a las 11:52

Sr Rallo:

Se contradice usted en su artículo. Primero reclama para el dinero que sea


depósito de valor, y unas lineas despues admite que el hecho de ahorrar o de
gastar influye en el valor de propio dinero, es decir, si se ahora, el dinero se
aprecia, y si se gasta, el dinero se deprecia. Ya me dirá usted qué reserva de
valor es una que se aprecia y se deprecia.

Para que el dinero fuese reserva de valor, es decir, para que mantuviese su
poder adquisitivo (lo que de por sí da para escribir una enciclopedia), sería
necesario que los bancos centrales drenasen liquidez cuando la gente gasta y
la aportasen cuando la gente ahorra. Osea para que el dinero sea una reserva
de valor es necesaria la existencia de bancos centrales.

Como ya le he dicho en otros artículos, con el patron oro el dinero no es una


reserva de valor, es un bien más sometido a las fluctuaciones del mercado
igual que el trigo, la miel o los regalices (con sus especiales caracrísticas
físicas de durabilidad, portabilidad, liquidez, etc.)

Pero es que yo tampoco veo la necesidad de que lo sea, la vida es riesgo.

Por eso he dicho en muchas ocasiones y mantengo que la única manera de


asegurarse una no depreciación o apreciación de sus ahorros es invertirlos
de manera diversificada.

Juan Ramón Rallo Says:


julio 11th, 2011 a las 12:10
1) La estabilidad perfecta de valor no existe. Pero atesorar oro incrementa
su valor, lo que hace que se incremente la producción de oro o de letras de
cambio y ello vuelve a reducir su valor, estabilizando dinámicamente su
utilidad. De todas formas, en el artículo hablo que más que hablar de
depósito de valor sería hablar de medio de no-cambio, esto es, de un recurso
para salirse de las relaciones del sistema económico, ya sea de consumo o
de inversión. El propósito de conservar el valor es relativo: hay que
conservarlo de manera líquida frente al resto de alternativas de inversión.
2) Extrañamente, con el oro el valor del dinero era infintamente más estable
que con dinero fiduciario y bancos centrales. No es un problema de gestión,
entre otras cosas porque los bancos centrales tampoco controlan todas las
variables: la oferta de crédito no depende sólo del banco central, sino del
conjunto del sistema bancario; la demanda de crédito o la preferencia por la
liquidez depende de los agentes (y si no hay demanda de crédito, el banco
central no puede expandir el suyo).
3) No es lo mismo invertir que atesorar. No es lo mismo inmovilizar tu
capital a 30 años que mantenerlos en tesorería. Las funciones económicas
son tremendamente distintas como explico en el artículo (producir riqueza a
lo largo del tiempo vs. a tenerla disponible en todo momento).

rberzal Says:
julio 11th, 2011 a las 15:23

Coincido en todas sus apreciaciones. Soy partidario del patron oro como el
menos malo de los sistemas y como un método muy efectivo para atar las
manos a los que les gusta darle al botoncito de la inflacción para anestesiar
todos los dolores, sinó no estaría aquí. Sólo quería puntualizar una
contradicción en su escrito. Una vez que acepta que el oro tampoco es una
reserva de valor no hay nada que objetar, por lo demás coincido en todo con
usted.

Un saludo y muchas gracias por su puntualización.


¡Viva la especulación!

batmansiempre Says:
julio 16th, 2011 a las 22:55

Muy buen artículo. Me gusta esta serie, porque explica conceptos básicos de
economía que ahora me parecen triviales, pero que sólo he aprendido
después de leer Libertad Digital durante años. Sin quitarles méritos a otros
excelentes autores colegas suyos, ojalá le hubiéramos visto a usted por aquí
más a menudo hace muchos años. Siga con la serie y continúe enseñándonos.
Que lástima que artículos así no aparezcan en medios más multitudinarios,
para corregir ciertas ideologías bienintencionadas pero erróneas.

Quería compartir algunas reflexiones “en voz alta”, un poco en la línea de su


último párrafo y de lo ya mencionado por “Amagi24” en los comentarios del
artículo. Hay errores de mercado. Eso es indudable. Hablemos del famoso
caso de los tulipanes holandeses. En principio, un bien sin utilidad real se
encarece, porque se convierte en “moda” el comprarlo, y por lo tanto ese
bien, aunque inútil, sube de precio. Esto motiva que algunas personas, que no
necesitan comprar tulipanes, sin embargo los compran por simple afán
especulativo, con la esperanza de venderlos aún más caros más adelante.
Con lo cual, los tulipanes se encarecen aún más.

Y el proceso continúa, porque estos especuladores (personas “corrientes”,


en este caso) tienen muy buenas expectativas. El comportamiento en sí de los
holandeses se convirtió en una solemne estupidez “colectiva”, pero cada
individuo no era necesariamente tonto, sino que actuaba con sentido común
según unas expectativas basadas en el continuo aumento de precios.

Tengo entendido (no sé si será una exageración) que algunos holandeses


llegaron a comprar tulipanes a cambio de su casa, porque esperaban
venderlos a la semana siguiente por mucho más dinero y hacerse ricos.

Se podrá objetar que algunos holandeses se arruinaron, que no supieron


especular, que sobrevaloraron las flores sin tener experiencia profesional en
el comercio, que la culpa de lo que les ocurrió a los especuladores es de los
propios especuladores, que la gente es libre de comprar y vender lo que le
plazca al precio que quiera, que allá cada cual con sus decisiones según su
conocimiento o ignorancia del mercado, etc, pero en ningún momento se
puede decir que hubiera un fallo o negligencia de ningún individuo concreto,
sino un auténtico fallo de mercado en toda regla: el mercado no servía para
juntar ofertas y necesidades reales, sino que se alimentaba de especulación
pura, especulación por especulación sin ningún beneficio real salvo el
meramente estético de un ramo de flores, y desviando recursos de otros
bienes más básicos y necesarios.

Cualquiera cambiaría una casa por una hoja de papel, si los precios del
papel se duplicaran cada minuto, con independencia de si hay un buen
motivo o no por el que los precios se dupliquen. Es una forma de hablar,
claro: yo mismo no me veo tomando riesgos especulativos de esta índole, y
en realidad a un buen especulador profesional sí que le importarían los
motivos por los que el precio del papel subiesen, porque si no hubiera
motivo, entonces seria mejor no especular ante un inminente riesgo de caída
(como ocurrió con los tulipanes).

Una vez más, ante burbujas tan evidentes (desde fuera parecen evidentes,
aunque habría que vivirlas y ver cómo actuaría cada uno), la culpa es del
especulador, sea o no una persona “corriente”, y allá cada cual con sus
riesgos, si hablamos de bienes relativamente superfluos como papel o
tulipanes.

En definitiva, los errores de mercado carecen de importancia directa para


quien no especula, siempre que hablemos de papel o tulipanes. Puede haber
cierta influencia (al menos temporalmente) si se arruinan personas ricas que
deben cerrar sus empresas productivas, por ejemplo, debido al momentáneo
aumento del paro o al encarecimiento de los productos que fabricaban esas
empresas. Aparte de esto (que no es poco), no habría más influencia en el
resto de la sociedad.

Según esto, sólo los especuladores serían víctimas de los especuladores


mismos, y no deberían resultar antipáticos, sino más bien lo contrario,
porque (errores y burbujas aparte) los especuladores cumplen un papel
importante, como usted explica en su artículo. Tampoco habría por qué
legislar contra las burbujas especulativas en el caso de tulipanes, porque
nadie (salvo los propios especuladores involucrados) tiene por qué salir
perjudicado. Si algunos empresarios se arruinan por especular con tulipanes,
sus empresas serán tomadas por otros, toda vez que cualquier limitación
sistemática por ley de la libertad del empresario especulador (por ejemplo,
para que no destruya su empresa productiva a cambio de innecesarios
tulipanes) sería finalmente contraproducente para el libre comercio y la
generación de riqueza.

Pero mucho más grave es cuando la burbuja se produce con pisos u otros
bienes imprescindibles (trigo, comida, etc). Si en Estados Unidos los
precios del trigo bajan, al principio los especuladores “suavizan” el precio
porque comprarán trigo. Si se produce un aumento continuado del precio y
una cierta ”moda”, puede que más y más gente compre trigo, que éste llegue
a valer su peso en oro, y que cada vez más gente compre debido a las
excelentes expectativas, y no por necesidad real. En el ejemplo de su
artículo, los australianos, y muchos estadounidenses, finalmente morirían de
hambre. En esa línea apunta algo que ha mencionado “Amagi24” con un
ejemplo concreto, no tan dramático pero real, respecto al aumento de precios
de los alimentos.

Igualmente, no hubo labor “suavizante” por parte de los especuladores, para


aumentar mínimos y disminuir máximos en los precios de los pisos a
mediados de la última década en España. Lo que hubo fue una realimentación
(como con los tulipanes), comprando ahora muy caro, para vender más
adelante mucho más caro todavía. Y, como no hablamos de tulipanes sino de
un bien necesario realmente como son los pisos, esto llevó a odiar a los
especuladores, y con razón.

Se podrá objetar que en realidad no hay tales especuladores en el caso


concreto de la vivienda, o mejor dicho, que los había pero no profesionales
(porque eran las propias familias y personas que hoy se quejan, las que
provocaron la burbuja “de moda”), que es irónico que la gente se queje hoy
porque ayer el banco les dio lo que quiso (certera critica de Savater), que la
culpa de lo que le ha ocurrido a los especuladores es de los propios
especuladores (principalmente familias, me temo, en este caso), que se
puede vivir de alquiler y no había necesidad de comprar, que es arriesgado e
irresponsable tener contrato temporal y pretender renunciar durante 40 años
al 60 % de tu salario, que los bancos pusieron su grano de arena prestando
sin criterio, que la causa última de la crisis viene del festín crediticio
impulsado por los bancos centrales (públicos)…

Pero no menos cierto es que hubo especulación por especulación, y que


hablando de pisos y no de tulipanes puedo comprender el odio de la gente,
aunque éste sea un odio cínico, así como un tanto difuso y mal orientado
contra toda forma de capitalismo o riqueza. Sobre este odio mal enfocado,
por cierto, me viene a la mente otro artículo suyo, en el que decía algo así
como que (cito de memoria) gran culpa del odio a lo liberal es de los
liberales, por no atreverse a compartir sus ideas políticamente incorrectas, y
por no explicarse adecuadamente (como usted sí ha hecho en su artículo).

Quizás (sólo quizás) no es posible prescindir completamente de algún


árbitro (público, probablemente) que evitara burbujas con bienes necesarios.
Aunque, como bien diría un liberal, faltaría definir con qué criterio se
decide si hay una burbuja injustificada, o si los precios altos están
justificados.

Es decir, planteo la duda, pero no conozco la solución, y en realidad, quizás


pretender una solución sea sobrevalorar al ser humano y sus capacidades en
general, y a nuestra sociedad contemporánea en particular (en cierto modo,
también es una manera de sobrevalorar nuestras capacidades económicas
como sociedad, el pretender dar o prestar, gratis o a precio artificialmente
bajo, un piso a cada español). Hemos vencido la hostilidad de la naturaleza
en muchos aspectos, pero seguiremos limitados a nuestras fuerzas y nuestros
recursos para siempre, salvo que nos convirtamos en dioses o fabriquemos
robots. Arbitrar y limitar supuestas burbujas equivale a ignorar nuestra
propia realidad como limitados seres humanos: a pretender que el trigo
valga poco aunque sea escaso o nadie lo recoja, a regalar pisos que nadie se
molesta en construir o en pagar, etc. Un error similar han cometido gobiernos
comunistas por todo el mundo, fijando precios “justos” e ignorando la ley de
oferta y demanda, como si los humanos fueran dioses no sometidos a las
limitaciones de los recursos, con los resultados de sobra conocidos: largas
colas para comprar productos como el pan, y escasez en general ante la falta
de motivación para montar empresas y fijar precios en libertad.

Sé que fijar precios o arbitrar contra las burbujas es casi lo mismo. No por
ello abandono a gusto la idea de algún arbitraje o protección. No dejo de
pensar en qué ocurriría si todos los precios subieran artificialmente, por
ejemplo, si la carne multiplicara su precio por mil y el pan por un millón, si
lo mismo ocurriera con todos los alimentos; si además, aun queriendo
escapar de la pesadilla volviéndome autosuficiente, yo no pudiera comprar
una huerta o granja porque la tierra fuera demasiado cara, etc. La situación
hipotética descrita es improbable, y en realidad, desde un punto de vista
económico y de generación de riqueza, sería equivalente a si todo el mundo
decidiera de repente dejar de trabajar, de cultivar, de ordeñar, y dejarse
morir de hambre, porque el panadero pretende vender una barra de pan por
mil litros de leche, pero el granjero quiere una tonelada de pan por cada litro
de leche, y ambos mueren de inanición por no llegar a un acuerdo. Estúpido,
lo sé, pero no muy distinto es pretender dar un piso gratis o barato a cada
español, o dejar de fabricar pan por cultivar tulipanes. En realidad, todo lo
mencionado ya contesta a mi duda sobre un hipotético arbitraje contra
burbujas: cuando la gente tiene un comportamiento “colectivo” estúpido,
poco o nada puede hacer el arbitraje o coacción estatal, en cualquier caso.

Creo que ya he escrito suficiente, así que termino agradeciéndole una vez
más su artículo y rogándole que siga compartiendo usted (y sus colegas de
Libertad Digital y Libre Mercado) sus conocimientos con nosotros los
profanos. Un saludo.

Priede Says:
julio 17th, 2011 a las 0:21

El mercado también existe cuando hay escasez de bienes básicos, sin


embargo se prohíbe la especulación. Cuando dice usted que “Los
especuladores intentan comprar los bienes o activos cuando o donde están
baratos para venderlos cuando o donde estén caros” habría que matizar en
relación a qué están caros o baratos, porque estarán baratos en el presente si
calculamos –y los acumulamos– para que luego estén más caros. Deja usted
al margen la realidad social cuando esta es de una penuria inmensa, incapaz
de acceder a los bienes básicos. Por eso se prohíbe especular con alimentos
en tiempos de hambre. Ninguno daría por bueno que viéndonos abandonados
en mitad del desierto, uno de nosotros, o un grupo, se hiciera con toda el
agua de la expedición y la sacara a subasta litro a litro. Por tanto, para
admitir la especulación como buena hace falta previamente un mercado de
bienes básicos bien abastecido, de ahí que nos parezca intolerable lo hecho
con la vivienda en España, donde la oferta de suelo salió al mercado con
cuentagotas al paso que se expandía la demanda vía crédito.

Y hay también un matiz básico, que es el porcentaje de capital que se juega


en bolsa en relación al capital del trabajo. No sé cuál es el porcentaje, pero
me temo que es mayor el primero. Y dentro de este no son accionistas
individuales quienes juegan en bolsa, sino los fondos de inversión,
especialmente los fondos de pensiones, que acaparan la mayor parte del
negocio bursátil, con lo cual establecemos un mercado que con frecuencia
sigue su propia dinámica al margen del mercado de bienes y servicios en el
que aparentemente se basa, o se ha de basar, puesto que esa oferta y demanda
bursátil se somete exclusivamente al juego especulativo, con frecuencia
ajeno al resto de la actividad económica. Así hemos vivido especialmente
los últimos quince o veinte años, de ahí que Sarkozy hablase de controlar la
especulación en materias primas, ahora que muchas de ellas, y no solo el
petróleo, apuntan a un cénit en la extracción que no está lejano (cobre, oro,
aluminio, incluso se habla del hierro antes de treinta años).

No tiene fácil solución, si es que tiene alguna, porque en tiempos de


incertidumbre los ahorristas invierten en bienes tangibles escasos, así que si
se les prohíbe acumular esos bienes, uno que no se sabrá cual es el precio
real de las materias primas, y dos que los ahorristas no tendrán fácil
capitalizar sus ahorros.

En resumen: que la especulación no está bien ni mal, simplemente es, como


el anticiclón de las Azores, y difícilmente se puede atajar sin producir
mayores daños al capital de los que ella misma provoca. No sé. Yo es que
pienso ya en una inevitable destrucción de capital, pero lo que no sé es cómo
se va a producir, si bien será vía inflación o concentrándolo en metales
preciosos y por tanto restringiendo el acceso al dinero a grandes capas de la
población, también la solución tradiconal: la guerra, aunque la capacidad
destructiva es tan enorme que habrá que diluirla en una desestabilización
continua y controlada regionalmente: lo hemos visto en Próximo Oriente,
Magreb, y me temo que lo del 15-m no anda lejos de eso. Lo miremos como
lo miremos, todo apunta a que el mundo desarrollado (en el que solo están
Europa Occidental, Norteamérica y Japón) inicia un declive o, en el mejor
de los casos, un estancamiento del que no se ve la salida.

Saludos
José Says:
julio 17th, 2011 a las 11:21

Estoy de acuerdo con lo que dice pero no con lo que omite, usted en su
artículo sólo habla de la especulación sana pero usted conoce mejor que
muchos de sus lectores muchísimos casos donde la especulación se convierte
en un agente distorsionador del mercado, el ejemplo de los tulipanes es
excelente pero quién falla en este caso, los inversores que se dejan llevar
por la codicia o es el sistema que permite absurdos de este tipo o ambas
cosas a la vez, otro caso claro es la burbuja inmobiliaria española
donde absolutamente todo ha fallado, desde el que compra a precios
desorbitados hasta el que se hipoteca para construir, el banco evidentemente
tambien falló y el regulador más de lo mismo y digo yo no será que todos
especulamos con un bien de primera necesidad y mire como estamos.
Sus artículos son muy didácticos y la verdad se le sacan mucho provecho
profesor Rallo, tal vez el enfoque de sus estos sea lo que no termina de
convencerme, de todas formas creo que hace una labor divulgativa necesaria
para los que buscamos información ya que de los políticos sean del color
que sean la verdad se saca muy poco.
Un saludo.

juan cumia Says:


julio 18th, 2011 a las 14:35

Como es osible que el BCE siga monetizando deuda Griega, Irlandesa,


portuguesa, Italiana y Espanola que sepamos, y no se produzca un efecto de
hyperinflaccion????? alguien me lo podria explicar.

GRN Says:
julio 18th, 2011 a las 14:48

http://revista.libertaddigital.com/la-hiperinflacion-no-es-un-problema-de-
momento-1276238927.html

rberzal Says:
julio 19th, 2011 a las 8:07

Excelente artículo Sr. Rallo. Nada que objetar. Gracias por otro artículo de
referencia.
jorge Says:
agosto 16th, 2011 a las 12:46

Es dificil ser mas tramposos y mas zafio.

Lo que los especuladores hacen es encarecer artificialmente el precio de


algo para maximizar su beneficio, forzando debilidads de las personas o del
mercado. Es simple de entender, los ejemplos abundan, y retrata
perfectamente la capacidad intelectual de alguien el que sea incapaz de verlo
y escriba coartadas tan indecentes, falsas y ridiculas como esta.

Los especuladores pueden, por ejemplo, empujar la deuda española hasta


que tiene un diferencial semejante al de Iraq, pais en guerra con grave riesgo
de impago, solo para aprovecharse de que las autoridades monetarias
europeas se veran obligadas a pagar para salvar la situacion. Los
especuladores manejan mucho mas dinero que cualquiera de los paises
soberanos.

Toda actividad economica tiene entradas y salidas. Lo que se llevan los


espaculadores – unos pocos bancos y fondos de inversion- es los ahorros d
ela gente, las pensiones de jubilacion, las infrestructuras, la asistencia
medica, los puestos de trabajo de la gente normal.

Lo que los especuladores yanquis han conseguido desde 2008 es que mas de
4.000.000 de americanos se queden sin pensión de jubilación y tengan que
segir trabajando. Celebrarlo y justificarlo es de miserables.

Javier Says:
octubre 2nd, 2011 a las 11:34

El problema que usted no considera es cuando son los propios movimientos


de los traders los que hacen variar el precio. Si yo soy dueño de una fracción
no despreciable de las acciones de una determinada empresa y las lanzo
todas a la venta de repente, el precio caerá. Eso, como es lógico, no me
conviene. Pero imaginemos que no soy dueño de dichas acciones, sino que
las pido prestadas (operación naked) durante unos días. Las lanzo al
mercado a un precio alto. El precio cae, las vuelvo a comprar y se las
devuelvo al propietario original con una sustanciosa ganancia. ¿En qué he
mejorado la distribución de recursos en el sistema? Eso es la verdadera
especulación. Y, por favor, no me vaya a decir que esas operaciones no están
a la orden del día, no me resulte ingenuo…

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 2nd, 2011 a las 11:40

Lo considero aquí:
http://juanramonrallo.com/12/08/2011/%C2%BFespeculacion-buena-
especulacion-mala/

Usted se equivoca en una cosa: el especulador vende los compromisos de


entregar acciones. Imagine que yo tengo el 100% de una empresa y el
especulador vende acciones que no posee. Al cabo de una semana, cuando
deba entregar esas acciones, no podrá comprarlas en ningún lado, lo que
disparará enormemente los precios. Es lo que sucedió en 1998 con
Volkswagen. A quien perjudican los bajistas no es a los propietarios de
acciones a largo plazo, sino en todo caso a quienes quieren especular a corto
plazo al alza con su precio (tomando prestado un dinero que no tienen, esto
es, actuando como los bajistas pero al revés). ¿Y por qué es preferible que
los precios suban a que bajen? ¿Acaso no nos habrían venido bien muchos
más especuladores bajistas en la reciente burbuja inmobiliaria? (Vender
viviendas sobre plano, por cierto, es un tipo de especulación bajista).

¿Hay una burbuja en el precio del oro? | Oro y Finanzas dice:


julio 23rd, 2011 a las 11:55

[...] el futuro de un abastecimiento mucho mayor al actual (lo que descarta


que se esté realizando una acumulación especulativa de oro). La inversión,
en realidad, se realiza con el propósito de preservar el valor de nuestros [...]

Especulación en Bolsa buena y especulación en Bolsa mala « Bolsa dice:


agosto 12th, 2011 a las 23:07

[...] La especulación tiende a ejercer una influencia moderadora sobre los


precios de los activos al proporcionarles volumen de negocio y reducir sus
divergencias geográficas y temporales. En relación al futuro, la postura de
los especuladores puede dividirse en dos clases: los que tratan de comprar
barato y vender caro (especulación alcista o posiciones largas) y los que
intentan vender caro para recomprar barato (especulación bajista o
posiciones cortas). [...]

Vive la spéculation ! | Contrepoints dice:


noviembre 23rd, 2011 a las 7:00

[...] Traduit de l’espagnol. [...]


¿Hay una burbuja en el precio del oro?

Priede Says:
julio 23rd, 2011 a las 13:34

Una pregunta: dadas la circunstancias qué es mejor ¿el oro físico o el oro en
papel?

Digo esto porque los primeros en aplicar la reserva fraccionaria fueron los
propios banqueros, que lo hicieron precisamente sobre los depósitos en oro.
¿Qué garantía tiene el comprador de títulos de que ese papel representa
exactamente la cantidad de oro que dice?

Priede Says:
julio 23rd, 2011 a las 13:38

Otra cosa: la hora que señala cada comentario de este blog se rige por el
horario solar; va dos horas por detrás del convencional. No importa, pero lo
digo por si no os habías dado cuenta y lo preferís en horario normal.

Manu Oquendo Says:


julio 24th, 2011 a las 7:00

¿Burbuja en el precio del oro?


Creo que puede estar un poquito recalentado pero no creo que haya burbuja.

De hecho si lo comparamos con la situación del 1971/73 (Barril a 3.6$ y


onza a 42$) hoy está un 12% más caro el oro que el petróleo pero no más.
Pienso que va a seguir subiendo por pequeños detalles.

En mi pueblo, un pueblo caro, a poca distancia de una pescadería que vende


la merluza a 60 euros el kg (Corte Inglés a 16/ 20 euros/kg y como mucho
30) un azerbayano de nombre Mihail ha abierto una tienda de commpra de
oro en un local nada barato y de vez en cuando viene un 4×4 de 50,000 euros
a visitarle. Es decir, una organización exsoviética bien estructurada y con
medios está en el negocio.

He charlado con él frecuentemente. Pagan el gramo al 50% del precio oficial


en lingotes y si tenemos en cuenta todas las operaciones necesarias para
convertirlo en lingotes de ley es un precio que está muy bien.
Es decir, los porofesionales de estas redes se están expandiendo y es
razonable pensar que esperan una subida monumental del precio del oro.

De hecho cada vez es más la gente que percibe el sistema monetario


occidental como un fraude circense insostenible y de una u otra forma espera
que alguien recupere la sensatez.

Esta gente va cayendo en la cuenta de que la economía no puede ser ciencia


y tampoco llega a ser arte porque por no tener no tiene ni unidad de medida
digna de tal nombre.

Víctor Says:
julio 25th, 2011 a las 22:43

¿Se podría aplicar la misma lógica para explicar las burbujas como las del
petróleo de los años 70 y más recientemente la de la vivienda? Al fin y al
cabo, sus precios correspondían mayoritariamente a su valoración como bien
de inversión que al valor actual de sus prestaciones futuras.

rberzal Says:
julio 26th, 2011 a las 9:16

Sr Rallo:

Me habría sorprendido que hubiese llegado a la conclusión de que no existe


una burbuja en el oro, pero ni lo dice ni lo niega, lo insinua, lo deja de
insinuar, ahora si, ahora no, casi si, casi no, compre usted pero si baja yo no
quiero saber nada.

Al final de todo esto la única verdad es que ni siquiera el oro puede ser
reserva de valor garantizada, nadie puede garantizar que su precio se vaya a
comportar mejor que el de otros activos.

La única ventaja del patron oro frente a otros se deriva de que no se puede
fabricar y de sus características físicas, por lo demás es un bien sujeto a la
ley del mercado cuyo precio se puede ver influido por innumerables
factores.
Por lo tanto, la única ley incuestionable es que cuando uno ahorra siempre
asume un riesgo de depreciación de los activos en los que tiene acumulado
el valor. No es posible ahorrar sin riesgo.

Bastiat Says:
julio 26th, 2011 a las 10:24

Lo cierto es que en el mercado…. como decía Einstein…. Todo es relativo.

Y cualquier cosa puede ser reserva de valor. Lo que ocurre es que la


característica de las mejores reservas de valor es la liquidez. Y la liquidez
es función directa del grado de aceptación de un determinado valor por
cantidad de personas que lo aceptan.

Por decirlo con un ejemplo. Yo puedo tener como reserva de valor un sello
filatélico de un penique de la reina Isabel II. Un miserable papelito y viejo
pero del que sólo hay uno en el mercado. Lo compré por un millón de euros.
¿Lo venderé en el futuro por más o por menos? Dependerá del precio que
obtenga en una subasta, lugar en donde el precio se fija con mayor exactitud
y libertad. Nunca podemos asegurar el precio futuro de nada.

José Says:
julio 26th, 2011 a las 20:12

¿Oro sí oro no?, la verdad no lo deja muy claro profesor Rallo, a 1600
dolares la verdad es que la subida da vertigo pero bueno como estamos
hablando de la reserva de valor por excelencia, segun usted, no debería
haber problema, luego si baja siempre podremos argumentar algo.
Realmente existe algo que funcione como reserva de valor, y digo yo reserva
de valor con respecto a qué, pongamos como ejemplo 100.000 euros en el
año 2002 en renta fija y en el 2007 nos estaríamos lamentando de no comprar
una vivienda porque como todos sabíamos por entonces la vivienda nunca
baja aunque si hubiesemos aguantado y no picasemos probablemente
hubiesemos recuperado el poder adquisitivo en lo que a vivienda se refiere,
o sea ni el papel moneda ni el ladrillo son gran cosa como reserva valor
estable, hay que reconocer que si hubiesemos comprado oro en 2007 y lo
vendiesemos ahora, se entiende que son los 100.000 euros, la jugada nos
habría salido de perlas.
El oro esta lleno en su historia de subidas y bajadas, tiene su riesgo como las
acciones, la renta fija (disculpas por lo de fija),la deuda pública, la
corporativa etc… no existe nada exento de riesgo señores pero todos
necesitamos una vivienda donde cobijarnos y un poco de liquidez en la
cartera, dejemos el oro para los que nunca tienen suficiente.
Un saludo.

falete Says:
julio 27th, 2011 a las 9:13

A mí lo que me ha dejado acongojado son los ‘Cisnes Negros’ que


sobrevuelan nuestras cabezas. Me da miedo un crash del dolar, una posible
desaparición del euro una vez visto el agujero de deuda monetizada que tiene
la Eurozona.
Tengo mi dinero invertido en Blue-chips del IBEX buscando una alta RPD
para reinversión del dividendo y liquidez en depósitos a corto y realmente
no sé si a largo plazo mi inversión a largo plazo se pueda quedar
estancada…

E. Martín-Serrano Says:
julio 27th, 2011 a las 11:54

Irving Fisher puede ser una buena referencia de lo que la especulación (me
refiero al pensamiento) seudo-teorica puede llegar a dar de sí. Porque más
bien tiende a dar de no.

Juan Ramón Rallo Says:


julio 27th, 2011 a las 12:46

Víctor,

Ni la vivienda ni el petróleo tienen cualidades monetarias, por tanto si es


que en algún momento tuvieron un componente de demanda monetaria
necesariamente iban a terminar perdiéndolo (y lo mismo digo con los ABS,
CDO y demás productos estructurados).

José,

Niego que haya una burbuja en el precio del oro, lo cual no significa que su
precio no pueda caer. Simplemente, el concepto burbuja no es aplicable al
oro, a diferencia de lo que sucede con otros activos o materias primas que sí
tienen flujos de caja futuros (y por tanto puedes comparar el precio actual
con la corriente de esos flujos de caja futuros).

Por otro lado, yo no he dicho que el oro sea un activo libre de riesgo que
conserve perfectamente el valor. Digo que es un seguro contra calamidades,
porque es el dinero que subsistiría si todo lo demás falla. Mi análisis es
simplemente este: ahora mismo existe una competencia entre el oro y los
distintos dineros fiduciarios. El primero quiere recuperar sus cualidades
monetarias, especialmente como patrón de reserva de riqueza, y el segundo
las quiere seguir reteniendo. Si el oro gana la batalla, su precio se disparará;
si la pierde, no lo hará. Pero aquí no entran en absoluto los conceptos de
burbuja: el precio actual puede ser racionalmente mucho más bajo o mucho
más alto que el futuro. Nada de eso sucede con las acciones, los bonos, los
bienes inmuebles o incluso las materias primas.

La vivienda a la que aludes no es un buen sustitutivo del oro; primero porque


el mercado de la vivienda es tremendamente local (no tienes viviendas en
abstracto, sino viviendas en zonas concretas que puedan quedarse
despobladas o que pueden perder gran parte de su valor por multitud de
circunstancias); y segundo porque la vivienda es un bien de consumo: yo
hablo de qué bienes (el oro) te servirán como dinero en caso de que el
dinero fiduciario sea repudiado, y las casas es evidente que no lo harían.

Ferran Vendrell Says:


agosto 22nd, 2011 a las 9:34

Entiendo tu argumento que el oro puede ser un salvavidas en caso de


calamidad mundial, al fin y al cabo no podemos rechazar nada. Pero
tampoco puedo rechazar que la bolsa vuelva a subir como la espuma, o los
pisos. Vaya volver a situaciones “normales” en los ultimos 4 años (con
pequeñas crisis por el medio). Si esto sucediera gran parte de los capitales
que estan en oro pasaran a ganar más en bolsa por ejemplo y el oro perderia
su valor actual. Pienso que hay gran parte de especulación con el oro y el
termino burbuja si encajaría. Al fin y al cabo uno podria decir que el ladrillo
(o terreno si quieres) siempre puede tener un valor (en cambio) en caso de
calamidad. De hecho seria más racional comprar armas en caso de pensar
realmente que se esta a punto de producir un derrumbe mundial.
Ferran Vendrell Says:
agosto 22nd, 2011 a las 9:35

Me refería a 40 años

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 22nd, 2011 a las 9:39

Hombre, hablamos de que tenga un valor estable o creciente. En el caso del


ladrillo desde luego no es así, y lo que es peor, no te sirve para seguir
efectuando transacciones en caso de desplome monetario (salvo como
trueque y de manera muy rudimentaria). Sobre las armas: no es más racional
comprar armas que oro. Si todo se viene abajo necesitarás armas y oro
(defensa y posibilidad de intercambiar bienes).

Ahora bien, también puedes pensar que sólo se vendrá abajo el sistema
monetario (o que será sustituido de facto por el oro) y que los políticos
tendrán que estabilizarlo recuperando algún tipo de convertibilidad con el
oro.

Ferran Vendrell Says:


agosto 22nd, 2011 a las 10:14

¿Estas sugeriendo la vuelta al patrón oro? Todo puede ser y entiendo que la
gente invierta en oro si se cree este supuesto.
¿Me puedes decir si estas invirtiendo en oro? Solo para saber si tienes algun
incentivo económico a promocionar este argumento. Nuñez y Navarro hacia
frases parecidas en los años 90 con el ladrillo…

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 22nd, 2011 a las 10:15

Sí, sugiero el regreso al patrón oro clásico. Pero no tengo ningún interés
personal en ello, todas mis inversiones son en acciones. De hecho,
propiamente, el oro no es (o no debería ser) una inversión:
http://www.revistaindice.com/numero40/p20.pdf

Ferran Vendrell Says:


agosto 22nd, 2011 a las 10:38
ok jaja. Mejor así.
De todos modos una cosa es la teoria y definiciones y otra el nuevo
tratamiento del oro. Seguramente en parte se pueda considerar refugio pero
hay gran parte de especulación-inversión y hay dos cosas que me lo indican:
(1) un crecimiento demasiado fuerte en su precio dificilmente justificable.
(2) y sobretodo lo que me hace pensar en esta especulación es la multitud de
“tiendas” que se estan abriendo de “Compro oro”. Me parecen puros
especuladores. ¿No pasó lo mismo con las agencias immobiliarias?

Vaya que tu post me parece más un supuesto (que tampoco puedo rechazar)
que una teoria probada empiricamente. Yo voto porque es una especulación
más!
Ya veremos que nos depara el futuro.
Buen debate ;)
F.

Adrián Says:
octubre 16th, 2011 a las 16:56

Me parece que no se ha tenido en cuenta que cada año se extraen grandes


cantidades de oro y cuando se utiliza alguna cosa como dinero se espera que
la cantidad sea limitada o regulada.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 16th, 2011 a las 17:02

Adrián, el oro crece a un ritmo del 1,5%, lo que lo convierte en uno de los
bienes cuya oferta menos se puede incrementar a lo largo del tiempo (de
hecho, las críticas al oro suelen venir de que no se produce en suficientes
cantidades):

http://juanramonrallo.com/22/04/2011/%C2%BFpuede-ser-cualquier-cosa-
un-buen-dinero/
http://juanramonrallo.com/24/06/2011/pero-%C2%BFhabria-suficiente-oro/

Por otro lado, el buen dinero no es el que tiene su oferta absolutamente


rígida, sino el que estabiliza su valor a lo largo del tiempo. El oro tiene la
virtud de que su producción, si bien está limitada, va ligada a los
movimientos de precios del resto de la economías (caen los precios –> es
rentable prodcir oro; suben los precios –> deja de ser rentable), lo que
favorece una incomparable estabilidad del valor del dinero a lo largo de los
siglos.

Bastiat Says:
octubre 16th, 2011 a las 20:36

“El buen dinero no es el que tiene su oferta absolutamente rígida, sino el que
estabiliza su valor a lo largo del tiempo”

Me gusta esta frase. Si Sr. Rallo.

Sólo que me provoca unos interrogantes. Lo cierto es que lo “ideal” sería


que el valor del dinero fuera siempre el mismo para así poder medir el resto
de las mercaderías y bienes conforme a un patrón dado, como el metro. Pero
eso en sí es imposible porque el valor del dinero es relativo. Infinitamente
relativo, sobre todo en cuanto a que si es la medida de todo lo demás y todo
lo demás varía de precio en relación también a todo lo demás, unos
productos o bienes con respecto a los factores de producción, otros en
función de la oferta y la demanda, otros por ambas cosas y todos ellos por la
cantidad de dinero disponible.

Hay que hacer verdaderas maravillas para afirmar que puede existir un buen
dinero con esa premisa, la estabilidad en su valor a lo largo del tiempo
viendo cuánto vale ahora el oro.

¿No?

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 16:10

Estimado Juan Ramón,

Me gustaria recordarle que las divisas por decreto tienen una tasa de fracaso
del 100% a través de milenios de historia. Siempre vuelven a su valor real:
cero.

Toda divisa sin respaldo de la que se abusa acaba implotando y entonces el


oro y la plata suben de precio rapidamente hasta cubrir toda la masa
monetaria existente.

Por otro lado, me gustaría saber su respuesta a la siguiente pregunta: ¿Por


que los bancos centrales almacenan oro? ¿Por que no almacenar diamantes o
platino, por ejemplo?

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 10th, 2011 a las 16:13

Arturo,

Es lo que vengo a sostener en este artículo.

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 16:17

Muchas gracias JR. ¿Por que almacenan oro los bancos centrales? Tengo
curiosidad por saber su respuesta. ¿Y por que no lo venden para cubrir su
deuda deficitaria?

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 16:38

Y tan solo puntualizar que un sistema económico próspero, con una masa
monetaria controlada o restringida por un activo de respaldo, no necesita
necesariamente crecimiento económico. O al menos no en el sentido en que
lo concebimos.

La gente argumenta en contra del patrón oro que el oro es limitado y la


expansión económica es imposible. El problema es confundir “expansión
monetaria” con “expansión económica”: la masa monetaria puede ser la
mismam, pero la población y la riqueza aumentar, dando como resultado una
economía sana donde los precios tienden a bajar y existe un incentivo para
ahorrar dinero.

En cambio, en una economía basada en la expansión monetaria, ahorrar no


tiene sentido. Es mucho mejor utilizar la deuda y apalancarse al máximo para
adquirir activos, y adquirir una deuda nominal que es más fácil de pagar a lo
largo del tiempo.
En una economía sana, los precios deberían bajar y ahorrar debería verse
recompensado. Pero actualmente, la moneda pierda valor demasiado rapido
y además, el gobierno aplica impuestos a los ahorradores e incentiva a los
deudores.

Curioso. Magnifico blog.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 10th, 2011 a las 16:41

Mantienen oro porque es la reserva última de valor, obviamente. Sobre tu


último comentario: http://juanramonrallo.com/24/06/2011/pero-
%C2%BFhabria-suficiente-oro/

El oro como activo refugio | 21tradingcoach dice:


septiembre 24th, 2011 a las 16:03

[...] ¿Significa esto que nos encontramos ante el fin de la burbuja del oro?
Como ya expliqué, no podemos hablar propiamente de burbuja en el precio
del oro. Los mismo motivos que existían para que el oro subiera hasta ayer
siguen existiendo para que el [...]

La necesidad de liquidez hunde el precio del oro y la plata « LacrimaSeca


dice:
septiembre 25th, 2011 a las 11:01

[...] embargo, Rallo ya comentaba en julio la posibilidad de


un abaratamiento del metal. Y se remitía al año 1980, “cuando los tipos de
interés superaron el 15% para [...]
¿Cómo crean dinero los bancos?

physis Says:
agosto 8th, 2011 a las 5:06

Mientras consigo digerir el artículo con varias lecturas más, me gustaría


hacerle una pregunta. En los comentarios de este noticia en Facebook
(http://www.facebook.com/joan.casellasdelrio/posts/269670676380534) el
Sr. Manuel Polavieja dice lo siguiente:

“El problema es que si aplicamos contabilidad básica, el QE lo único que


hace es cambiar activos de sitio. Desde el balance de los bancos al balance
del BC. Es decir, ni siquiera se crea moneda nueva, simplemente es un swap
de activos de unos balances a otros. ¿Y que se consigue? Deteoriorar el
balance del BC”.

Y más adelante:

“En el sistema actual la moneda es el pasivo de los bancos (BC incluido) si


tu reduces el pasivo de los bancos comerciales comprándoles los bonos y
pasándolos al activo del BC mediante creación de nuevos pasivos en el BC.
Los pasivos nuevos del BC son iguales a los que desaparecen en los Bancos
Comerciales. Con lo cual el resultado final es 0 moneda nueva”.

La pregunta que hago en función de sus comentarios y a Vd. también por su


artículo es ¿de dónde han salido los 16 billones de dólares que han sido
auditados como ayuda? Porque si hubieran sido monetizados activos debería
aparecer de alguna forma ese hecho en el balance de la Fed, ¿no? O es que la
Reserva Federal ha monetizado contra activos de su balance un 10% (es
decir, creando realmente de la nada 9 dólares por cada uno nuevo entregado
por la deuda pública generada).

Esta pregunta sería una especie de explicaión en base a un caso práctico y


que a todos nos afecta de forma indirecta. Pues no pocos nos estamos
preguntando si la rebaja del rating americano se debe realmente a esta
monetización masiva.
Noticia de la auditoría:
http://americanindependent.com/194859/gao-audit-report-shows-federal-
reserve-issued-16-trillion-during-recession-sen-sanders-urges-reform

rberzal Says:
agosto 8th, 2011 a las 7:27

Gran artículo Sr Rallo:

No obstante, no deja claro el proceso por el que se crea dinero. Yo no soy


liberal por casualidad, mi llegada al liberalismo se debió a un proceso
interno que me llevó a querer saber por qué si cada vez se produce más, las
cosas son cada vez más caras. ¿Quien introduce ese dinero extra en el
mercado? Está claro que quien pueda introducir ese dinero extra en el
mercado juega con ventaja ya que comprará a precios de una determinada
masa monetaria e introducirá masa extra lo que hará que esta de devalúe
incrementando así los precios y robando poder adquisitivo a los anteriores
tenedores de dinero. Si esta masa monetaria se ha ahorrado previamente el
efecto lo que hace es compensa el efecto anterior, pero si esta masa se crea
de una u otra manera el efecto es perverso.

Buenos pues buscando en qué momento se duplica el dinero y por qué, llegué
a la conclusión de que esto sucede en el momento en el que quien ha pedido
un dinero prestado compra un artículo con él. En ese momento el que
compra, compra con dinero prestado y el que vende toma pleno dominio de
un dinero que en principio ya tenía un dueño. En ese preciso momento es en
el que se duplica la cantidad de dinero. En ese preciso instante el dinero que
se había depositado en el banco deja de ser una deuda y pasa a pertenecer al
vendedor. Si quien había pedido el dinero prestado no lo puede devolver
nadie podrá ir contra el vendedor (lo cual me parece lógico), por lo que
alquien tendrá que asumir la deuda, pero no será sólo uno, sino que al
encadenarse los prestamos sobre un mismo dinero irán quebrando en cadena
todos los que dependen de ese dinero originario.

Priede Says:
agosto 8th, 2011 a las 10:44

Ni las empresas ni los consumidores pueden vivir de espaldas a la realidad


económica y productiva en la que están inmersos, que fue precisamente lo
que nos ha traído hasta aquí, y para eso el dinero fiduciario les ha sido muy
útil, tanto a las autoridades políticas como a los tiburones bursátiles, ya que
de ese modo alteraban a su gusto el precio de los bienes y servicios, en
definitiva para maquinar cuanto quisieron, tanto para cubrir el gasto público
desmedido como para acrecentar el valor de sus activos. (Me encanta esa
palabra, esa definición: “maquinación para alterar el precio de las cosas”).
Con patrón oro jamás se habría generado esa industria en derivados
financieros, que es la que nos ha hundido, causada en gran medida por los
fondos de inversión, entre los cuales juegan un papel fundamental los fondos
de pensiones –controlados por bancos– y su desmedido afán de rentabilizar
los ahorros de sus depositantes .

Ahora bien: si la solución pasa por valorar todos los bienes susceptibles de
compra y venta a través de una mercancía de intercambio (o varias: oro,
plata, cobre) que no permita su alteración de valor, serán los tenedores de
esa mercancía quienes tengan la llave del crecimiento y de las contracciones
de la actividad económica; en definitiva, serán los intereses de los ahorristas
quienes se coloquen a la cabeza de la actividad económica. ¿Realmente
creen ustedes que quienes trabajan por 800 euros al mes pintarán algo en esa
sociedad? Y no digamos en el futuro, puesto que la rebaja salarial se tendrá
que hacer de cualquier manera que lo pinten.

Y es que los grupos sociales (agentes sociales, agentes económicos) que


acaparen la mayor parte de la mercancía de intercambio, no deben de
convertirse en los dueños y señores de nuestras vidas, tal y como lo hacían
en el viejo régimen los propietarios de la tierra. Sería una vuelta al
fisicalismo, solo que en lugar de propietarios de tierras tendríamos
propietarios de la única mercancía de intercambio, la única mercancía de
referencia para valorar la riqueza. La contabilidad seguramente que estaría
saneadísima, ahora bien: de los costes sociales nadie quiere hablar. No es
extraño, por tanto, que el liberalismo sea la ideología de aquellos que viven
bastante mejor que el ciudadano medio. Por algo será, claro.

josvazg Says:
agosto 8th, 2011 a las 14:35

El artículo está muy bien, cuando el dinero es oro, pero cuando el dinero es
papel no tanto.
Es cierto que NO es el banco comercial el que crea “el dinero de la nada”,
pero si es el que provoca que se cree. La secuencia es la siguiente:

1) Se pide un préstamo para crear bienes futuros.


2) El banco se inventa depósito contra la solvencia de los promotores.
3) Los promotores no culminan sus proyectos y quiebran.
4) El banco amenaza con suspender pagos.
5) El banco central le imprime los billetes que cubren el agujero.

Cierto que es necesario que pasen TODAS las fases para que se cree el
dinero y que el paso 5) no se da siempre, pero eso suele depender más de
temas políticos que de solvencias reales.

Luego NO los bancos “NO crean dinero de la nada”, pero CASI y muchas
veces SI originan que el BC lo haga por ellos al final del proceso, en el ‘bail
out’.

josvazg Says:
agosto 8th, 2011 a las 14:47

Por otro lado, es cierto que quizá no sea necesaria la Reserva 100% vs la
Reserva Fraccionaria actual, pero si ya es difícil que los bancos se
mantengan honrados en la Reserva 100%, más lo es aún si además se admite
que usen “bienes presentes muy líquidos” como colateral de sus prestamos.
Habría que definir muy bien que son “bienes presentes MUY líquidos” y
exigir siempre que los nuevos medios de pagos emitidos referencien
SIEMPRE a los bienes que les soportan, ya sean piezas de oro, plata, maíz
en venta, una cosecha de naranjas o una remesa de móviles en venta.

josvazg Says:
agosto 8th, 2011 a las 15:19

En la crisis actual mucha gente se pregunta como había “tanto dinero antes” y
ahora “de repente no queda nada”.

Y la verdad es que todo tiene su origen en la manera temeraria en que los


bancos crean medios de pago sobretodo sobre bienes futuros y bastante poco
líquidos (que se materializan en 5 o más años, si es que tienen éxito) añadido
a los bajos tipos de interés fijados por los bancos centrales y el respaldo que
estos bancos centrales dan a este tipo de banca fraudulenta fiduciaria y de
reserva fraccionaria sin ningún tipo de respeto por el riesgo de sus descalces
de plazos, ya que el marrón al final se lo comen otros…

Al final lo que ocurre es que los proyectos para los que se presta el dinero,
que deberían acometerse con ahorros de alguien, se acometen con promesas
de pago que están sustentadas en “el futurible” de que el proyecto para el
que se presta tendrá éxito.

Aún cuando el proyecto TIENE éxito, esta distorsión no es inocua, pues se


acomete un proyecto y se genera una inflación a priori que NO habría tenido
lugar de tener unos intereses de mercado reales y depender de dinero
previamente ahorrado por alguien para que el préstamo se concediese.
Además esto suele limitar las posibilidades de éxito de otros proyectos
posteriores similares por un lado pero anima a que se acometan por otro.

Y cuando el proyecto NO TIENE éxito la perdida es descomunal, pues


disminuye el NIVEL DE VIDA previo, ya que no solo hay que cubrir el
agujero dejado por el fracaso, sino reponer de alguna forma el dinero que
NUNCA se debió prestar.

Cuando el proyecto se hace sobre ahorro REAL esto no ocurre, pues si


fracasa el dinero perdido ya NO se estaba consumiendo para otra cosa,
luego el NIVEL DE VIDA no ha aumentado, pero tampoco ha disminuido, se
puede seguir viviendo como hasta entonces (consumiendo al mismo ritmo)
mientras que con el PUFO bancario es irremediable que alguien se coma el
marrón de vivir peor que antes para compensar la pérdida.

Ese que se come el marrón al final, por cierto, suele ser siempre el
contribuyente.

jfc Says:
agosto 8th, 2011 a las 16:27

“El banco puede, por tanto, mantenerse razonablemente líquido y funcionar


sin problemas siempre que se limite a monetizar oro y aquellos bienes de
consumo sobre los que no quepa ninguna duda que van a ser adquiridos a
muy corto plazo por los consumidores y al precio por el que se han
monetizado”.

Lo que pasa es que entonces estaríamos hablando de inversiones y tengo


entendido que no se requeriría un coeficiente del 100%, sino sólo a
depósitos ¿no? Pero por otro lado pienso que para el contrato de depósito ya
están los calcetines, el colchón y las cajas fuertes… por lo que no creo que
mucha gente apostase por un verdadero contrato de “depósito” en un mundo
tan cambiante e intervencionista, donde el que no corre vuela, pues hasta
matener billetes de algún estado o adquirir oro es una inversión y no hay
manera de asegurar el valor futuro de mercado de nada.

Pero el argumento en contra de la laxitud sobre este 100% en dinero es que


mientras los deudores endémicos (por ejemplo los poderes públicos y
empresas afines) tengan tanto poder, siempre se les acabarían aplazando sus
deudas, perdonándoselas de una u otra manera. Porque una manera de tener
tanto poder es secuestrando los ahorros de la clase media mediante la
reserva fraccionaria. Así es que estos bancos podrían invertir mal a largo sin
apenas consecuencias sobre ellos, que es lo que se trataría de evitar.

Mi única crítica es que creo que los bancos, como hoy se entienden, ni
siquiera son “útiles” para la sociedad. Sólo son útiles para los grandes
poderes público-privados del mundo, pues así se financian con ventaja, a
más largo plazo y con menores tipos de interés sobre otros agentes que no
pueden o no desean endeudarse a largo (familias sin necesidad de hipoteca
porque las casas están más baratas, estudiantes ahorradores sin proyectos de
vida claros, pequeñas empresas de Uganda que sólo necesitan 100 euros
para ampliar su corral y esta cantidad la pueden ahorrar, etc.). En el siglo
XXI la aportación de los bancos para facilitar las transacciones y reducir sus
costes está fuera de lugar, porque estoy seguro de que podrían aparecer
muchos mejores y más baratos medios digitales de transacción mediante una
banca mucho más libre, pequeñas empresas banqueras piratas por internet,
facilitando el acceso a todos los mercados -títulos de deudas, nuevas formas
de derivados, futuros de materias primas, capital riesgo, etc.- a todos los
agentes económicos… pero lo chungo es que desregularizar la banca
supondría comerse la gallina de los huevos de oro de los más favorecidos
por las regulaciones..y eso no va a poder ser.

Priede Says:
agosto 8th, 2011 a las 17:06

Josvazg

Todo es política. Empezando por las boyantes economías alemana y francesa


y el saber hacer de ‘Uropa’, la ‘Uropa’ fetén, que a diferencia de los puercos
países del sur (PIGS) supieron crecer sin endeudarse. Mira esta noticia.
Ahora se explican muchas cosas.

Estados Unidos se estaba endeudando desde hacía 35 años gracias a que


ellos imprimían la moneda del comercio y controlaban el mercado de
capitales.

En 1995, Robert Rubin era asistente especial para la Política Económica y


el “hombre más listo del mundo”. El presidente Clinton le propuso un
reto: ¿Cómo podía EEUU crecer año tras año, sin crear inflación,
manteniendo la hegemonía del dólar, colocando su deuda en el mercado,
aumentando la “riqueza” de las familias y evitando que China se
convirtiera en la primera potencia mundial, todo ello al mismo tiempo?

Rubin encontró la solución: globalización y desregulación financiera:


importación de productos baratos y déficit comercial financiado por un
superávit de capital. La parte financiera la pondría la reserva Federal y la
parte comercial la UE y China.

El segundo problema era crecer sin la inflación. Fue fácil convencer a


China (Asia) y a Alemania a que se unieran a la globalización y a que
exportaran sus productos a precios bajos. Estados Unidos abrió su mercado
y forzó el nuevo GATT. Alemania y China pensaron que Clinton se había
vuelto loco. Exportar todo lo que quisieran a EEUU era una bendición. Ni
Alemania ni China vieron que eran parte del plan de transferencia de riqueza
desde Europa y Asia hacia EEUU. A cambio de productos reales, Alemania
y China recibían dólares creados a voluntad y sin respaldo. Cuanto más
exportaban, más dependientes del dólar y de la economía americana se
convertían.”

¿Y cómo eludir esa dependencia? Pues muy fácil: el excedente de las


reservas en dólares lo pasaban a euros y el colchón de seguridad lo
poníamos los del sur. ¿Que Estados Unidos emprendía la vía de la
hiperinflacíon (en inflación ya estaba desde hacía mucho, aunque nunca
reconocida, claro, que para eso están las cifras oficiales, para engañar) y
amenazaba la estabilidad financiera de Alemania y Francia? Bueno, los
platos rotos los iban a pagar quienes se había jalado esos dólares que cada
día valdrían menos, puesto que esos dólares los iban a tener que pagar en
euros. Es muy fácil, hombre: a usted le pagan con euros de madera (dólares)
y usted presta a otros todos los euros de madera que les pueda endosar, pero
les exige que la devolución se la hagan en euros de verdad, no en euros de
madera, claro. Negocio redondo: exporto todo cuanto me venga en gana a los
Estados Unidos y los pagos de dudosa solvencia que me hacen me los
aseguran los del sur. Es ‘riesgoso’, que dicen nuestros parientes americanos,
puesto que los del sur pueden llegar a la insolvencia cuando tengan que
pagar en euros de verdad y no en euros depauperados por la inflación;
peeeero siempre será mejor pasarle el marrón a alquien que quede en deuda
contigo que no quedarte tú compuesto y sin novia con los euros de madera
¿O no?

Así que la expansión del crédito en España estuvo trabajada desde las
zahúrdas bancarias europeas y norteamericans; zahúrdas doradas, desde
luego. Ay, Rodrigo Rato, Aznarito, Pepeluís, si fuéramos una nación
soberana estaríais delante de un tribunal acusados de alta traición.

Por eso Alemania necesitaba el euro. Por eso no le importó que Grecia
falsificara sus cuentas o que nadie cumpliera con Maastricht en 2002.
Los ciudadanos del Sur se hipotecaban en euros cuando en la realidad lo
eran en dólares, dado que las obligaciones de sus entidades con las
alemanas y la FED eran en dólares. Así, parte de la deuda de los
españoles se financió con dólares del Plan Rubin.

Pero pagamos en euros. ¿Quién es Rubin? “El hombre más listo del
mundo”. Ya vemos, ya

- ¿Qué programa de noticias ve usted para saber lo que ocurre?


- Ninguno.
- ¿Ninguno? Y entonces, ¿cómo se entera de lo que pasa cada día?”
- ¿Para qué voy a ver las noticias hoy si desde hace tiempo sé qué pasara
mañana, el mes que viene y dentro de seis meses?
http://www.cotizalia.com/desde-londres/hombre-listo-mundo-
20100601.html

*****¿Y qué pasará dentro de seis meses?

la explosión de las deudas públicas occidentales para el segundo semestre


2011. Describíamos entonces un proceso que arrancaría a partir de las
crisis de las deudas públicas europeas (1) para luego incendiar el corazón
del sistema financiero mundial, es decir la deuda federal estadounidense
(2). Y aquí estamos con este GEAB N°56 en el umbral del segundo semestre
2011, con una economía mundial en total desorden (3), un sistema
monetario global cada vez más inestable (4) y las plazas financieras
desesperadas (5) y todo esto a pesar de los millares de millardos de dinero
público invertidos precisamente para evitar esta situación. La insolvencia
del sistema financiero mundial, y en primer del lugar sistema financiero
occidental, vuelve nuevamente a protagonizar la escena después de un
poco más de un año de políticas cosméticas que pretendían sumergir este
problema fundamental inundándolo de liquidez.

http://www.leap2020.eu/El-GEAB-N-56-Especial-de-Verano-2011-esta-
disponible-Crisis-sistemica-global-Ultima-advertencia-antes-del-shock-
del_a6689.html

++++POR CIERTO: la prima de riesgo española ha caído por debajo de los


300 puntos

http://www.cotizalia.com/noticias/2011/intervienen-mercado-compra-
bonos-espanoles-20110808-72157.html

¿Cuándo es la próxima emisión de deuda norteamericana? ¿Quién la


comprará? ¿Solo la FED? Porque China no está por la labor, y teniendo en
cuenta que la FED no compra deuda española ni italiana ¿comprará el BCE
deuda de los Estados Unidos? Quizá sí, porque Alemania quiere que Estados
Unidos siga comprándole manufacturas, y no le interesa que baje la
cotización del dólar.

****Todo consiste en diluir el desastre entre el mayor número de naciones


posible, y dentro de cada país pues lo mismo. Lo importante es que el
sistema financiero sobreviva, y eso tendrán que pagarlo todos, empezando
por los deshauciados por los bancos condenados a alimentarse en los
comedores de caridad. Mientras los haya. Para otro día les dejo la noticia de
cómo aumenta el consumo de heroína mientras cae el de cocaína. El de la
coca es para la euforia, para la economía expansiva; no para la evasión
cuando la realidad que te envuelve resulta demasiado dolorosa. Ya conocí
esos años y hago recuento de la gran cantidad de amigos que perdí. Vivir es
ver volver.
¿Quiénes son los paganos, pues, para no enrollarme más? Como son ustedes
inteligentes sabrán separar las intervenciones demagógicas de las que no lo
son

http://www.youtube.com/watch_popup?
v=SgL2xXFstxw&vq=medium#t=260

****Este artículo no es demagógico, y da por bueno lo que quiere hacer


Zapatero. Creo que acierta. Lo digo porque habría que tener datos y echar
las cuentas. Me fío de este hombre.

http://adiosladrilloadios.libremercado.com/el-conejo-en-la-chistera-de-zp-
dacion-en-pago-%E2%80%9Cde-facto%E2%80%9D-para-mileuristas/

rawolf Says:
agosto 8th, 2011 a las 19:14

Al final, detrás de toda idea inflacionaria está el enriquecimiento del que


está en el poder. Si es un Rey o un tirano para financiar la expansión
territorial de su poder; si es un gobierno democrático para financiar el
estado del bienestar que da acceso al poder.

Otro efecto pernicioso de la inflación, que creo se comenta poco, es la


presión asfixiante que ejerce sobre todos para cumplir con la expectativas de
creación de una riqueza que previamente hemos dado por supuesta y poder
pagar, al menos, parte de lo que se debe. La destrucción que genera no es
solo de capital físico, sino de capital humano. Tantos proyectos familiares
mal encaminados primero, en la fase de burbuja, y posteriormente
destruidos, en la fase de recesión.
Por eso, Don Juan Ramón, sin negar la validez teórica de su argumento, creo
necesaria la existencia de un coeficiente de seguridad para lidiar con la
siempre débil naturaleza humana. Dudo que la mejora que genere su sistema
se compense con los peligros de su manipulación.

E. Martín-Serrano Says:
agosto 16th, 2011 a las 9:11

“Una de las críticas más habituales contra el sistema bancario es que crean
“dinero de la nada”. La expresión puede ser pegadiza por su simplicidad,
pero es incorrecta. [...] Que los bancos no crean dinero debería ser algo
evidente desde el momento en que pueden quebrar”. JM Rallo [En el artículo
de cabecera de este hilo]

Pero por otro lado

[…] el hecho de que los banqueros dispongan del dinero que les ha sido
depositado a la vista tiene como primer efecto de importancia el que los
bancos sean capaces de “crear de la nada” depósitos, es decir “dinero en
forma de depósitos bancarios” […], [Huerta de Soto, “Dinero y crédito
Bancario”, pág. 139. 4ª edición].

Conjeturo que la contradicción es sólo aparente; pero ambas afirmaciones


parecen contradictorias. Conjeturo también que hay un problema real de
fondo (y muy real) de fondo del que nace mi pregunta a los especialistas de
si el euro es dinero.

–Fuera de tópico–

¿Cómo es que hay comentaristas capaces de aplicar formato a sus escritos?


(Itálicas, negritas, subrayados …)

elpaquis Says:
noviembre 17th, 2011 a las 23:52

Hola. No soy experto, ni mucho menos.


Llevo un rato leyendo textos suyos, y me encantan.
Pero en el segundo párrafo de éste:
“Que los bancos no crean dinero debería ser algo evidente desde el momento
en que pueden quebrar: si el banco generara dinero, en cuanto estuviera en
dificultades no tendría más que pintarlo. ¿Para qué ampliar capital y salir a
bolsa si pueden manufacturarlo por sí mismos?”
Discúlpeme indicarle que ha cometido un grave error de análisis.
Le pondré un ejemplo: una planta puede generar hojas a través de la
fotosíntesis, pero para eso necesita algunas cosas (tierra, agua y sol).
De igual manera, usted dice que los bancos tendrían que generar el dinero
por sí solos, y no es cierto: necesitan de sus particulares tierra, agua y sol.
En este caso, se trata de dinero de algún depositario, y usando la reserva
fraccionaria legalmente aprobada por los gobiernos, crean ese dinero.
Corríjame si me equivoco, por favor.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 17th, 2011 a las 23:59

Sí, por varias razones:

a) Los depósitos de la banca son deudas de la banca, por tanto no pueden ser
fondos propios (capital). Los fondos propios son propiedad de los
accionistas del banco, y los depósitos no lo son. Multiplicar depósitos es
multiplicar deuda, es decir, multiplicar el apalancamiento de la banca.

b) Los bancos no necesitan a los depositantes para crear depósitos. Basta


con que me concedan préstamos. La operación es sencilla. Imagine un banco
con el siguiente balance: Activo (100 onzas de oro) Pasivo (100 onzas en
Fondo Propios). Acto seguido me concede una hipoteca de 1.000 onzas y su
balance queda como: Activo (100 onzas de oro + 1.000 onzas en un crédito
hipotecario) Pasivo (100 onzas en Fondos Propios + 1.000 onzas en
depósitos a la vista).

josvazg Says:
noviembre 18th, 2011 a las 7:34

@Profesor

Según el ejemplo, para que case con su propio artículo, ¿no debería el
pasivo o el activo hacer referencia al colateral sobre el cual se concedió el
préstamo?
Perdone mi ignorancia de contabilidad, como simple ingeniero nunca he
entendido bien eso de que algo sea pasivo y activo a la vez… Pero si no se
hace alguna referencia a aquello por lo que el banco genera el préstamo
estaríamos admitiendo que crean “dinero de la nada” con la simple excusa
de “que se lo han pedido” y “dicen que lo pagarán con intereses”.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 18th, 2011 a las 11:21

La crean contra los bienes futuros que producirá el hipotecado, y eso sí es


algo y muy valioso. Como digo en el artículo: “en esos supuestos, lo que se
monetiza no es la vivienda, sino los sueldos del hipotecado durante los
próximos 20, 30 ó 40 años (las mercancías que irá produciendo y vendiendo
durante esas décadas). La casa es sólo un bien presente que actúa como
garantía adicional y cuyo precio de ejecución fluctúa enormemente”.

@juliotorres84 Says:
noviembre 29th, 2011 a las 19:51

Los economistas de la escuela austriaca analizan con bastante claridad la


secuencia que se trata en el artículo. Les recomiendo el libro “Dinero,
Crédito Bancario y Ciclos Económicos” 4ª ed. de Jesús Huerta de Soto.

Alberto66 Says:
agosto 31st, 2012 a las 13:28

Como siempre, un placer leerte Juan Ramón,

El artículo me ha parecido muy esclarecedor, y me ha recordado por cierto,


lo que comentaba el profesor Antal Fekete en el mejor artículo que he leído
de economía.

En que no existe bien presente que supere la liquidez de las real bills. Sino
recuerdo mal, hacían alusión a las deudas sobre los alimentos que se
consumirán en un plazo de tres meses.

Un saludo

Especulación en Bolsa buena y especulación en Bolsa mala « Bolsa dice:


agosto 12th, 2011 a las 23:14
[...] que nos dedicáramos a revisar cómo los especuladores –y todos los
agentes económicos– acceden a un crédito casi siempre demasiado flexible y
elástico en lugar de monitorizar su actividad una vez disponen del crédito.
Pero esto, me temo, más que [...]

Fraude: por qué la gran recesión, de Juan R. Rallo en vozpopuli.com |


Reggio's dice:
julio 6th, 2012 a las 6:27

[...] Así funcionaban precisamente las cosas cuando los bancos emitían sus
pasivos de manera competitiva…. Y, precisamente, este riesgo de bancarrota
y de ser desplazados por otras entidades más prudentemente gestionadas era
lo que les refrenaba de continuar degradando su liquidez monetizando de
manera desproporcionada activos a largo plazo (Adam Smith, por ejemplo,
aconsejaba a los bancos que se limitaran a descontar activos autoliquidables
como letras de cambio comerciales). [...]

¿Qué es el dinero fiduciario? | Precio OroyFinanzas.com dice:


octubre 11th, 2012 a las 8:58

[...] ser adquiridos por sus tenedores) y en el segundo deflación (se


destruirán gran cantidad de los medios de pago que la banca privada había
generado sobre la base del dinero [...]

Un déficit fuera de control « DiarioRC dice:


diciembre 20th, 2012 a las 1:10

[...] limitada por la cantidad de dinero en circulación (de hecho, los bancos
no nos prestan dinero, sino sus deudas, las cuales los agentes económicos,
precisamente porque les otorgan credibilidad a las mismas, las [...]

El problema no es la falta de dinero - Capitalismo dice:


diciembre 24th, 2012 a las 11:21

[...] error fundamental detrás de esta proposición es que las mercancías sí


compran mercancías y lo hacen a través del sistema crediticio. De hecho, no
es infrecuente que mercancías futuras compren mercancías presentes. Cuando
[...]
¿Especulación buena, especulación mala?

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 17:05

Vamos, que la decisión de prohibir la compra en descubierto ha sido


desacertada.
Estos políticos…
Una pregunta sin duda capciosa: ¿a un liberal no le fastidia enormemente
trabajar en una universidad pública, esto es, subvencionada? Mire que existe
por una decisión política.
¿Y si un día le ofrecen ser profesor titular, lo rechazará en conciencia?
Le aseguro que no es por ofender, es por entender.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 12th, 2011 a las 17:08

Supongo que tendría tanto sentido rechazarlo como rechazar circular por las
carreteras públicas o caminar por la calle pública. De todas formas, y
aunque no pasaría nada si así fuera, ya he dicho en bastantes ocasiones que
yo no me gano la vida, ni mucho menos, en la universidad pública.

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 17:27

Ah, la analogía no es buena.


Circular por carreteras públicas o por la calle pública es inevitable.
Trabajar en una universidad pública, no.
El que, además, diga que no se gana la vida así más que ir en favor de usted
va en su contra, a mi juicio. Si no lo hace por dinero, ¿por qué contribuye
usted a perpetuar un sistema tan terrible como la enseñanza pública?

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 12th, 2011 a las 17:30

¿Quién me obliga a circular por las carreteras de Galicia viviendo en


Andalucía?
En cualquier caso, no sé cómo contribuyo a perpetuar el sistema de
enseñanza pública. Más bien, defender la privatización de la enseñanza
universitaria desde dentro de la universidad contribuye, aunque sea
mínimamente, a lo contrario.

Javier Says:
agosto 12th, 2011 a las 17:45

Vamos a ver:

Rallo está en un entorno en que la universidad privada (en general) es


marginal debido a que la pública la expulsa del mercado.

Rallo paga coercitivamente impuestos (dejemos al lado que sea


contribuyente neto o no) y está obligado a soportar la universidad pública.
Probablemente muchos impuestos para mantener a muchas instituciones
similares y demás.

Rallo manifiesta abiertamente que está en contra de la universidad pública…


pero ya que la paga (en contra de su voluntad) creo tiene derecho a obtener
beneficio de ella (o en este caso a trabajar en ella, que en el fondo es algo
similar).

Estar en desacuerdo no creo que implique (ni que sea una contradicción
ética) hacer uso de ello… para mí la contradicción sería afirmar que te
parece correcto cuando no lo es.

El problema no es de Rallo, si no de la gente que está a favor (y en el fondo


se refleja en las políticas) de quitar coactivamente para repartir según
deseos políticos.

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 17:58

Por partes

Señor Rallo:
Obviamente, nadie le obliga a andar por las carreteras de Galicia, pero en su
ejemplo inicial usted ha hablado de vías públicas, en general, no de una vía
pública en particular. Es muy diferente. Usted puede elegir por qué vías
públicas puede andar y por cuáles no, pero no puede elegir (salvo a un coste
vital escandaloso) no andar por la vía pública.
Con su trabajo no pasa lo mismo. Usted dice que puede elegir (porque no
necesita trabajar para lo público) y aún así elige hacerlo. Eso no lo veo yo
muy coherente con sus creencias, sobre todo si lo que respondo al señor
Javier es cierto.

Señor Javier:
En primer lugar, hay algo que no ha entendido. El señor Rallo manifiesta que
no trabaja en lo público por necesidad. Teniendo esto presente, da igual
cuántas universidades privadas haya en este país. No es que el señor Rallo
no trabaje en esto porque no pueda trabajar en otra cosa. Más aún, con su
actitud fomenta que un alumno vaya a una universidad pública y no a una
privada (a no ser, claro, que el señor Rallo de clases horribles para hundir
lo público).

EN segundo lugar, una cosa es estar en desacuerdo con y otro pensar que
algo es inmoral. El señor Rallo (corríjame si me equivoco) piensa que el
Estado, al fomentar la universidad pública de un lado detrae dinero del
contribuyente que debería seguir en sus bolsillos y de otro expulsa a lo
privado. Todo ello, a juicio del señor Rallo es injusto, léase contrario a la
moral, esto es, es algo que no debería hacerse. El problema entonces es este:
¿participar en algo que consideramos contrario a lo moralmente correcto es
moralmente correcto?

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 12th, 2011 a las 18:11

Las necesidades no son sólo pecuniarias. Dar clase puede ser una necesidad
para lograr el bienestar tan importante como el dinero, y en ese sentido sí
importa el número de universidades donde puedas departir.

Por otro lado, la entrada a mis clases es libre, así que, si es por mí, yo no
fomento que nadie se pase entre cuatro o cinco años en la universidad
pública.

Sobre la moralidad: si dependiera de mí el que todo ese esquema siguiera en


pie, obviamente sería inmoral que yo lo sustuviera. Como no es así y de
hecho marginalmente mi presencia tiende más a desmontarlo que a
reafirmarlo, no. Por volver al ejemplo de las carreteras: una vez asfaltadas
el capital de los contribuyentes ya se ha dilapidado, ¿supone una
inmoralidad circular por ellas si el Estado impide que sean privatizadas?
Pues hombre, si no has hecho proselitismo para que se robara a los demás y
sacar partido de ello, no lo veo. Lo contrario sería decir que el único uso
legítimo de un bien robado es el no uso, cuando parece lógico que exista el
uso de buena fe. Lo mismo con los servicios públicos: lo exigible
moralmente es oponerse al esquema redistributivo para que sean
privatizados, no rechazar cualquier uso que pueda efectuarse de los mismos
(sobre todo cuando eres contribuyente neto). Ese supuesto nos llevaría al
ridículo de no poder usar los bienes estatales ni, por contrapartida, los
bienes privados que indirectamente hayan sido fruto de la participación de
bienes estatales.

De todas formas, el tema del artículo es la prohibición de las ventas en


corto, no mi situación laboral, con la cual no está relacionada ni de refilón.

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 18:27

Señor Rallo:

No veo nada coherente su respuesta y le daré cuatro motivos:

En primer lugar, utilizar un bien robado ES inmoral. Lo ajustado a la moral


es devolverlo a sus propietarios. Si estos ya no existen, tendrán herederos.

En segundo lugar, intentar igualar el uso de carreteras ya construidas con dar


clases en una universidad pública no tiene ningún sentido. Las carreteras ya
están hechas. Por mucho que se usen o no, ahí seguirán. Es más, no tendría
ningún sentido construir carreteras alternativas sólo porque se han hecho con
capital robado. Lo público ha desplazado a lo privado y lo privado ya no
tiene cabida. En el caso de la universidad, se trata de una actividad
dinámica, que se alimenta día a día. Cuando usted da clases subvencionadas
contribuye a que lo público desplace a lo privado porque si ni usted ni
ningún otro se ofreciera a hacerlo, la universidad pública cerraría, surgiría
una privada y todo sería mucho más ajustado a lo que la moral demanda.
Dado que no trabaja usted por dinero, me reafirmo en que contribuye
voluntariamente a perpetuar un sistema injusto.

En tercer lugar, dice usted (o insinúa) que da clases por placer. Si es así,
puede usted darlas en otros sitios, como un centro privado. Si es bueno, la
gente irá a escucharle. No veo justificación en que cobre de lo público por
satisfacer una necesidad que podría cubrir de otra forma. Es de otro lado
notorio que una universidad privada no haría ascos a un profesor que
trabajara gratis.

En cuarto lugar, que usted deje entrar a alumnos gratis a su clase agrava el
caso, por cuanto todavía desplaza más el espacio para lo privado. ¿Quiere
usted decir que gente que podría pagar clases privadas no lo hace porque
hay alguien que se las da gratis gracias a que el Estado paga? Esto no lo
acabo yo de ver muy católico.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 12th, 2011 a las 18:35

Repito: no depende de mí devolverle su propiedad a los robados. Si de mí


dependiera, sería inmoral no hacerlo. Existe el uso de buena fe. Y mi uso es
por entero de buena fe, ya que apoyo que esa propiedad se devuelva a los
robados (entre ellos, a mí). La analogía con las carreteras es precisa, por
cuanto la universidad pública es un coste hundido de la mentalidad socialista
predominante: está ahí y va a seguir estándolo la usemos o no.

Por otro lado, ni ahora ni nunca he empleado el argumento de que el Estado


es inmoral porque los servicios públicos desplazan a los privados. Eso es un
problema económico, no moral. El problema de la educación pública no es
que elimine a sus competidores, sino que se financia coactivamente. Si se
financiara voluntariamente y los eliminara del mismo modo (dumping de
precios), no habría ningún problema:
http://www.ilustracionliberal.com/43/el-mito-de-los-precios-predatorios-
juan-ramon-rallo.html Así que permítame obviar toda su línea argumental en
ese sentido.

Y en cuanto a lo de que las universidades privadas no le harían ascos a


profesores que trabajaran gratis, mejor entérese de antemano cómo funcionan
las universidades privadas. Si fuera como usted dice, se convirtirían en un
Speaker’s Corner más.

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 18:48

Señor Rallo:

a) Del todo incierto que la universidad pública vaya a estar ahí si no la


usamos. De hecho, como todo en este mundo, depende de que haya demanda.
Si la universidad no tiene alumnos y/o no tiene profesores, cierra. Aquí y en
Honolulú. Si no lo cree, piense esto: si todos los profesores de las
universidades públicas dijeran que renuncian y nadie concursara a sus
plazas, ¿la universidad sigue o no? El caso de la carretera es completamente
diferente. Ya está ahí y ahí seguirá, hagamos lo que hagamos.

b)Me tiene que explicar otra vez esto de que un Estado no actúa de forma
inmoral cuando utiliza sus recursos para llegar a un resultado ineficiente. ¿Es
que el principio de justicia no implica un uso adecuado de los recursos?
¿Dice usted que cuando el Estado extrae dinero del bolsillo del
contribuyente y lo usa para desplazar a la universidad privada en favor de la
pública no actúa inmoralmente? Si yo abro una universidad privada en Ávila
y el Estado después abre una pública, ¿no ha sido profundamente inmoral
conmigo?
Pero es que, aunque admitiéramos que no fuera así, hombre, no me irá usted
a negar que si no hubiera universidad pública no evitaríamos parte de la
recaudación coactiva de impuestos. Luego el que exista la universidad
pública contribuye a perpetuar lo que usted reconoce como injusto. Y si
usted contribuye a perpetuar lo que contribuye a perpetuar lo injusto…

c)EN cuanto a lo que usted dice sobre la universidad privada, pues debo
estar equivocadísimo, porque trabajo en una universidad privada que está
encantada de tener profesores invitados que den clase gratis, o cursos de
doctorado, o conferencias magistrales…
Sin contar, desde luego, que una universidad no es el único lugar donde
difundir la doctrina. Si tan buena es, tenga por seguro que los discípulos no
faltarán. Fíjese en Sócrates.
Juan Ramón Rallo Says:
agosto 12th, 2011 a las 18:53

Por última vez porque el artículo no versa sobre ello:

a) No he dicho si todos no la usamos. He dicho si yo no la uso. En la medida


en que la inmensa mayoría de la sociedad sigue siendo socialista, seguirá
ahí. Y que yo deje de usarla no cambia esa mentalidad; al contrario, en el
margen tiende a incrementarla.
b) Vuelva a leer. El Estado actúa inmoralmente cuando roba, con
independencia del uso que haga de los recursos. Luego podrá haber usos
inmorales de esos recursos (robar, matar…), pero hacerle la competencia a
un empresario privado no lo es (no lo es con respecto al empresario
privado, sí con respecto a los atracados).
c) Bien, que se pongan en contacto conmigo.

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 18:58

A) Esta es una mentalidad curiosa. Es decir, que si una parte considerable de


los políticos roban, que usted robe no está mal, porque, haga lo que haga, la
inmensa mayoría de los políticos seguirían robando. Si algo es inmoral, el
que alguien contribuya a que exista también lo es, aunque es algo pudiera
subsistir sin la cooperación de uno. Lo contrario, es el argumento de “puf, si
no hubiera robado otro…”

b) Pensaba que extraer impuestos de su bolsillo para financiar una


universidad pública era una forma de robo por parte del Estado, un robo
destinado a algo ineficiente, además..

c) No se preocupe, le contactarán si creen que lo que usted dice merece la


pena (y si confían en su credibilidad personal, claro).

rawolf Says:
agosto 12th, 2011 a las 20:40

Juan Ramón

Las operaciones cortas, al no tener limitada su pérdida, ¿no son igual de


ilegítimas que el sistema de reserva fraccionaria?

Al igual que el banco no dispone del dinero para pagar todo lo depositado a
la vista, el que entra corto una operación, en teoría, no dispone de recursos
para hacer frente a unas pérdidas ilimitadas y, por tanto, al vender unos
activos que se compromete a devolver, pero no sabe si tendrá recursos para
poder recomprarlos, estaría apropiándose indebidamente de ellos. ¿No
genera esta situación también una expansión artificial del crédito?

iñigo Says:
agosto 12th, 2011 a las 20:45

No entiendo bien el uso de la expresión ilegítima. ¿Quiere decir inmoral,


ilegal, injusta o ineficiente?

rawolf Says:
agosto 12th, 2011 a las 21:15

La división del trabajo basada en la cooperación pacífica y voluntaria es el


mejor sistema social para que cada vez más gente viva cada vez mejor.

El Estado va en contra de ese proceso de cooperación => el Estado es un


mal.

Luchar contra el mal es hacer el bien => Luchar contra el estado es hacer el
bien => luchar contra el Estado desde el Estado es una forma inteligente de
hacer el bien, pues se utilizan los recursos robados en intentar parar el robo,
no se extraen recursos adicionales de otras actividades productivas, en vez
de utilizar los recursos expropiados en fomentarlo a la keynesiana manera,
se utilizan en intentar evitarlo a la austriaca.

Luchar a favor del estado es hacer el mal => Luchar a favor del Estado
desde una institución privada es una forma estúpida de hacer el mal, pues se
hace el mal sin obtener, en última instancia, ningún beneficio para la
protección de la propiedad privada que nos da de comer.

rawolf Says:
agosto 12th, 2011 a las 21:29
Ilegítimo en el sentido de fraudulento, engañoso, pues una parte espera que le
sean devueltos los bienes prestados en toda circunstancia y la otra,
implícitamente, pone como límite a tal requerimiento su patrimonio, cuando
la pérdida potencial es ilimitada.

Priede Says:
agosto 12th, 2011 a las 23:14

Caramba, yo seguía en el hilo anterior, menos mal que me avisó Íñigo. Está
animado esto. Pero voy a dejarlo para mañana porque el artículo de Rallo
me interesa especialmente, dado que entra en los intríngulis de las apuestas
bursátiles, algo que no conozco más que de oídas. Mejor mañana, que estaré
más despejado, porque el artículo requiere una lectura muy atenta.

En cuanto al debate de si es moral o inmoral (¿o coherente o incoherente?,


asunto complicado este) trabajar en una universidad del Estado a la par que
se critica al sector público por ser fruto del robo institucionalizado, también
da mucho que pensar. Creo sin embargo que Rallo no sería el único, ya que
la crítica a cualquier sistema obliga casi siempre a llevarla a cabo desde
dentro de ese mismo sistema. ¿Dónde lo iba a hacer si no? No hay mucho
donde elegir.

Además Rallo pretende con ello una mejora de la sociedad, no el


hundimiento de la misma, aunque esa mejora pase, según él, por acabar con
la institución estatal en la que trabaja. ¿Es coherente, entonces? Lo dejo para
mañana. En principio estos asuntos prometen. Ya veremos lo que dan de sí.

Psdt/ Me gustan estas cosas que me quedan tan lejanas, porque me fuerzan la
imaginación, te empujan, junto con otros a la aventura de especular acerca de
lo que vas averiguando, y que un cuarto de hora antes no sabías que podían
estar ahí, delante de uno mismo. Además es fácil equivocarse, de ahí que
todavía me atraiga más. Todavía recuerdo lo mucho que disfruté durante una
semana que estuvimos debatiendo en el blog de Moa acerca de la plusvalía
de Marx, y también de la contridicción sobre la caída de la tasa de ganancia.
No es por nada, pero creo que los que no habíamos leído El Capital
abordamos el problema con más frescura, y creo también que le sacamos
más jugo que los que sí lo habían leído.
Hasta mañana

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 6:34

Perdón, creo que mi excurso sobre la coherencia y/o la moralidad del señor
Rallo no se aleja de la temática de este artículo.

La razón es sencilla: en su encabezado se utilizan expresiones como “bueno”


y “malo”. Dado que, además, la temática tiene que ver con el tema de la
especulación, si no me equivoco censurada por la Iglesia por ser algo
moralmente condenable, mi duda, que creo perfectamente pertinente, es la de
si las expresiones bueno o malo, en este contexto, se refieren a una
calificación moral o de eficiencia. Más aún, ¿cabe distinguir entre ineficiente
e inmoral? ¿Pueden ir eficiencia y moral en sentidos opuestos?
Por poner un ejemplo: si un inversor sabe que un mercado concreto no está
funcionando bien y utiliza esa información para obtener grandes ganancias,
aunque eso lleve a muchas familias a la miseria, ¿diríamos que está haciendo
bien porque ayuda a mejorar ese mercado, lo que aumenta la eficiencia o que
hace mal porque condena a muchas personas a la miseria?

En cuanto a mi alusión general a la coherencia/moralidad de la conducta del


señor Rallo, me permito hacer una observación a lo apuntado por Rawolf,
que creo que tiene un punto de surrealismo. Dice usted:
“Luchar contra el mal es hacer el bien => Luchar contra el estado es hacer el
bien => luchar contra el Estado desde el Estado es una forma inteligente de
hacer el bien, pues se utilizan los recursos robados en intentar parar el robo,
no se extraen recursos adicionales de otras actividades productivas, en vez
de utilizar los recursos expropiados en fomentarlo a la keynesiana manera,
se utilizan en intentar evitarlo a la austriaca”.
Si lo que usted dice es cierto, entonces todos los que trabajamos en una
universidad privada somos mala gente, porque utilizamos recursos
adicionales, en lugar de usar los recursos expropiados. Somos gente terrible
que, en lugar de participar en un sistema que perpetúa la ineficiencia, actúa
al margen de él.

Priede:
BIenvenido.
Con respecto a su comentario
“Creo sin embargo que Rallo no sería el único, ya que la crítica a cualquier
sistema obliga casi siempre a llevarla a cabo desde dentro de ese mismo
sistema. ¿Dónde lo iba a hacer si no? No hay mucho donde elegir”.
le diré que, obviamente, no es el único, sino uno entre muchos. La diferencia
está en que:
a) Muchos de los profesores de una universidad pública creen realmente en
ese sistema, luego son coherentes con sus creencias morales.
b) Otros, que no creen en eso, trabajan allí por una necesidad que no podrían
cubrir de otro modo (obtener un salario) o porque, aunque no les guste el
funcionariado se aprovechan de sus ventajas. Los primeros actúan de modo
disculpable, los segundos, a mi parecer, no.
c) La cuestión se agrava si tenemos en cuenta que el señor Rallo manifiesta
que trabaja en la Rey Juan Carlos por satisfacer una necesidad que no tiene
que ver con el sueldo. Entonces, ¿no podría satisfacerla desde otro lugar sin
costarle un euro al contribuyente (ah, olvidaba la exusa “si no soy yo será
otro”)? Es obvio que sí.

Lo que yo me pregunto finalmente es: ¿aspira el señor Rallo a ser


funcionario? Si es así, me empezaría a recordar a la vieja historia de los
sacerdotes que se daban al vicio y el alcohol con la excusa de que para
combatir al enemigo hay que conocerlo… (Y eso sin mentar la expresión de
“morder la mano que te alimenta”, aunque sea espiritualmente).

Ya que hablamos de especulación, de bueno y de malo, creo que mi solicitud


de aclaraciones sobre el sentido de los términos y lo que el autor entiende
como tal es perfectamente pertinente.

rawolf Says:
agosto 13th, 2011 a las 7:19

No, mi idea iba más en el sentido del uso eficiente de recursos ociosos o
suceptibles de ser mal utilizados. Por poner un ejemplo, sería una situación
similar a utilizar las armas que el enemigo deja en su huida para seguir
combatiéndole, en vez de tener que utilizar nuestros recursos escasos para
fabricar nuevas armas.

En cuanto al bien y al mal en nuestras relaciones sociales creo que una guía
bastante buena, que puede orientarnos en multitud de situaciones de nuestra
vida, es que algo es bueno o malo en función de que favorezca o perjudique
a la división del trabajo basada en la cooperación voluntaria y pacífica
(¿pleonasmo?).

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 7:43

Ya, pero el concepto bueno o malo es lo que no acabo de entender.


Se refiere usted a bueno o malo para ser más felices o bueno o malo a secas?
No es lo mismo. Lo primero obedece a cuestiones de utilidad, lo segundo a
cuestiones de moralidad. A no ser que sea usted un utilitarista convencido,
que haga a ambos conceptos equivalentes, no es lo mismo.

Priede Says:
agosto 13th, 2011 a las 10:01

Como lo tratado da para mucho voy a hacer lo que Jack el destripador: ir por
partes. Voy a empezar por una duda que me asalta, y es la de no fiarme de los
tejemanejes de la bolsa y de quienes juegan con ventaja por tener acceso a
información confidencial o manejan tales volúmenes de capital que son ellos
mismos quienes provocan las alzas o las bajas llevando así ventaja a la hora
de vender o comprar antes que los demás.

Cuanto más poderoso es el inversor (quien dice inversor dice también


empresa inversora) más propenso es a jugar con ventaja. Y digo poderoso
sin atenerme exclusivamente al capital que maneja, sino que también incluyo
en ese poder a quienes están situados en un lugar de privilegio y tiene acceso
a información restringida, caso de los gestores de las empresas (Enron, por
ejemplo), e incluso, como decía, sin tener un gran capital en juego (caso de
Mariano Rubio cuando era gobernador del BdE) y tantos y tantos incidentes
de ese estilo que continuamente salen a la luz. Cabe imaginar el mar de
ilegalidades que debe de haber y sin embargo ignoramos, empezando por el
desconocimiento que tiene la inmensa mayoría de los inversores, que pone
sus ahorros en manos de grupos de inversión sin tener ni idea de lo que
hacen y deshacen con sus acciones.

En un mercado realmente libre a nadie se le podría acusar de usar


información confidencial en beneficio de su capital, sin embargo en la bolsa
es ilegal. ¿Por qué? Pues porque no es un mercado donde se vendan y
compren bienes tangibles, puesto que el inversor bursátil no es comprador ni
vendedor de bienes de consumo, cosa que sí es el especulador que compra
bienes y servicios reales, concretos, de ahí que si alguien compra viviendas,
tierras o cualquier otro bien difícilmente se le puede acusar de usar
información privilegiada; al contrario: se le alabará por haber accedido a
esa información; salvo, claro está, que intervenga una entidad pública por el
medio y sus administradores aprovechen su estatus para favorecer negocios
privados (muy habitual en España lo de la recalificación de terrenos).

Por tanto el especulador bursátil, si bien opera exactamente igual que el


especulador que no juega en bolsa, esto es, comprando cuando piensa que va
a subir y vendiendo cuando cree que va a bajar (dejo por ahora el asunto de
si apuesta a que suba o baje o más bien si es la empresa inversora junto con
otras quienes provocan que suba o baje), sin embargo el objeto de sus
compras y ventas hace que su actividad sea esencialmente diferente, puesto
que no compra o vende bienes tangibles que tienen un valor intrínseco,
propio; lo hace con activos que tienen un valor subyacente, que no otra cosa
son las acciones, y, esto es muy importante, en un espacio limitado que es la
del mercado bursátil(sea inmueble o digital), sometido a reglas concretas y
muy diferentes a las que rigen en el mercado de compra y venta que se
realiza fuera de ese espacio que es la bolsa (por decirlo de manera castiza:
el mercado en la calle).

Un inversor que compra acciones de una empresa que comercializa cereales,


no compra trigo o arroz, sino que compra acciones de la empresa que se
dedica a ese comercio, bien sea produciendo, almacenando o distribuyendo.

Para no extenderme demasiado en este primer comentario y rematar lo que


empecé: que no me fío de que el mercado bursátil, y más con la informática
por el medio, juegue limpio.

Hace de esto un año un internauta que invierte algún dinerito en bolsa


comentaba lo que sigue (es alemán y por eso hay algunos errores
ortográficos):

Askari dijo el día 1 de Julio de 2010 a las 15:47:


Os acordeis del 6 de mayo cuando hubo una bajada sospechosa del 10%
en Wallstreet a ultima hora de Nueva York y una recuperacion milagrosa
poco antes del cierre ?

Donde nos contaron la milonga de que alguien ha puesto una orden erronea
de venta de futuros por un montante mil veces mayor que el deseado?

Yo ya dije entonces que cuando ejecutas una orden el sistema comprueba si


la cuenta que da esa orden tiene la liquidez suficiente para la garantia
requerida para respaldarla.

En caso contrario o negativo , la orden no se ejecuta.

Asi que , dedos morcillones que se equivocan de tecla y provocan el panico


y la estampida , no funcionan.

Sin embargo hoy veo esta noticia y la pongo en contexto:

El BCE admite que la zona euro estuvo al borde del colapso el 7 de mayo

http://www.libertaddigital.com/economia/el-bce-admite-que-el-7-de-mayo-
la-zona-euro-estuvo-al-borde-del-colapso-1276396399/

yo mas bien creo que en Wallstreet algunos tenian conocimiento de esa


situacion ya el 6 de mayo por la tarde y salvaron sus muebles.

El Plunge Protection Team tuvo que entrar al rescate con billetes frescos
recogidos del helicoptero de Bernanke.

Bien; esa misma tarde busqué por mi cuenta en la Red y encontré que al día
siguiente, el día 7, lo mismo que Askari, nadie se creía el cuento del dedo:
“Sin embargo, este viernes los mercados asiáticos y europeos no parecían
convencidos de la tesis del desliz y han respondido a la volatilidad en
Nueva York con caídas.”

Ese día, el 7 de mayo, nadie quería comprar deuda española. Pregunto:


¿hubo política por el medio?

http://www.sipse.com/noticias/44849-error-dedo-causo-desplome-wall-
street.html

¿Enredó el dedito tonto antes del 6 de mayo, durante o después? ¿Siempre?


Caray. Fíate. Fíate de la bolsa.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 13th, 2011 a las 10:01

Sin ánimo de ofender, su justificación de cómo ha reventado el tema de


fondo del artículo es lo más ridículo que he leído en mucho tiempo. De cariz
similar a si hubiese titulado el artículo “Buenos días” y hubiese querido
enlazarlo por ahí. Por esta vez pase, pero espero que no se dedique a
reventar sistemáticamente todas las discusiones.

Y sobre sus últimas réplicas, pues qué decir, vuelva a leerme y a leerse
porque la pataleta se está volviendo ya estéril:

a) “Si algo es inmoral, el que alguien contribuya a que exista también lo es,
aunque es algo pudiera subsistir sin la cooperación de uno”. Como le he
repetido alguna vez, en el margen contribuyo más a que no exista esa
coacción desde dentro de la universidad que desde fuera.
b) “Pensaba que extraer impuestos de su bolsillo para financiar una
universidad pública era una forma de robo por parte del Estado, un robo
destinado a algo ineficiente, además”. Extraer impuestos es un robo;
arrebatarle la clientela a una privada, no. Cuando Samsung bate a Apple o
viceversa, ninguna se está robando. Lo que le digo es que todas sus
argumentaciones del daño a terceros causados merced a la competencia de lo
público, no vienen a cuento.
c) “No se preocupe, le contactarán si creen que lo que usted dice merece la
pena (y si confían en su credibilidad personal, claro)”. ¿Pero no habíamos
quedado en que todas las privadas estarían encantados de tener profesores
gratuitos y que todas estarían dispuestas a brindar sus aulas para dar
conferencias, charlas, seminarios…? O sea que no, que eso sólo pasa si a
los correspondientes gestores les parece bien, les cae bien el candidato, es
de su cuerda, o simplemente tienen una necesidad transitoria que han de
llenar como sea. Ergo, no es tan sencillo dar clase en España como usted
sugería. No es que me parezca mal, pues en caso contrario se llenarías las
universidades de charlatanes sin instrucción alguna. Pero el caso es que la
necesidad de dar clase no puede colmarse en cualquier lado.

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 10:23

Permita que disienta:

Antes que nada, no era mi intención sabotear su artículo. Quería saber qué
entiende usted por bueno o malo y si es coherente con su propia definición.

a)Eso de que usted contribuye más desde dentro que desde fuera es su
impresión. De momento, nos costará unos 40.000 euros al año (si es que está
usted a tiempo completo y le han hecho un contrato decente, que no lo sé)
que esté usted dentro. Y esto es un dinero que, de momento, va de los
bolsillos de los contribuyentes a los suyos.
Si un día es titular o, incluso, catedrático, nos costará mucho más. ¿Por qué
considera usted que contribuye más a la coacción desde dentro de una
universidad PÚBLICA (se le olvida este matiz) que desde una privada,
desde un centro de investigación o desde su casa? Esto no nos lo ha
explicado adecuadamente.

b) Reconoce usted, por tanto, que le pagan con dinero robado. A mí, en
cambio, no. Yo, personalmente, no aceptaría el resultado de un robo. Me
sentiría cómplice. Tampoco, desde luego, aceptaría dinero proveniente de
conductas mafiosas a sabiendas (por lo que veo, usted sí).
Claro que esto es muy personal. Tal vez su sentido de la moral sea diferente.
Pero es bueno tener en cuenta que usted no considera que aceptar el
resultado de la rapiña de un tercero sea moralmente malo. Ni siquiera
aunque la rapiña no se produjera si no participasen de ella esos terceros (si
no hubiese profesores dispuestos a dar clase en una universidad pública, no
habría universidades públicas, obviamente).

c) Profesores sí, charlatanes no. La calidad y la coherencia intelectual son,


creo, dos condiciones interesantes en un profesor. Yo, curiosamente, no le
discuto lo primero. Me parece usted una persona inteligente y bien formada
(aunque su capacidad comunicativa oral no sea excelente). Sobre lo segundo,
empiezo a tener ciertas dudas.
Hay, de otro lado, que tener presente que su necesidad de dar clase, que
entiendo, es algo que para usted puede ser muy importante, pero que no veo
por qué tenemos que pagar el resto. Si lo que usted dice es interesante, ¿por
qué no encuentra una vía mejor de exponerlo que no sea cobrando de
nuestros bolsillos? ¿O es que el sector privado está siendo muy ineficiente?

En cuanto a lo que dice de que no es inmoral que la universidad pública


elimine a la privada haciendo dumping… pues qué quiere que le diga. Me
recuerda a cuando TVE compra derechos deportivos sin que ninguna otra
cadena pueda seguirla sin comprometer su viabilidad. Yo a eso le llamo
malversación, que va más allá de lo inmoral para acercarse a lo delictivo.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 13th, 2011 a las 10:42

a) Le aseguro que cobro mucho menos en términos brutos de la universidad


de lo que cada año me toca pagar, como cuota líquida, en impuestos. Para
que se haga una idea de lo que nos cuesta.
b) Imagine que en España hay un órgano censor de libros y que su presidente
cobra muy buen sueldo. ¿Debería un liberal poder acceder a él para
descartar todas las censuras? Según su argumento no, porque cobraría dinero
robado, de modo que resultaría preferible que lo cobrara un entusiasta
censor. Según mi punto de vista sí, porque la existencia del puesto no
depende de que el liberal lo acepte, y prestará un servicio valiosísimo para
las libertades desde dentro (rechazar todos los intentos de censura). Lo
mismo sucede, a una escala muy distinta, con los profesores universitarios
que critican el intervencionismo económico desde dentro de una universidad
pública.
c) El sector privado puede ser muy ineficiente, sí, pues en muchos ámbitos
es depositario de las ideas erróneas que mantiene la sociedad. En el ámbito
educativo también. En la presente crisis, de hecho, han quebrado muchas
ideas muy extendidas sobre el ajuste perfecto e instantáneo de los mercados,
las bondades del intervencionismo… Pero vamos, aquí la cuestión es mucho
más sencilla: la URJC, gracias a la presencia de Jesús Huerta de Soto, es
uno de los centros de enseñanza de la Escuela Austriaca de referencia en el
mundo. Por tanto, hasta que creemos otro, cosa en la que estamos trabajando,
es el sitio natural para dar clase.

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 11:05

A) Esto sólo significa que la parte del botín que usted se lleva es menos de
lo que le roban a usted (suponiendo, claro, que todos sus impuestos se
destinen al pago de la universidad, esto es, que usted no se beneficie de todo
lo demás que financia lo público). ¿Invalida en algo esto el argumento de que
si su puesto de trabajo no existiría pagaríamos menos impuestos, esto es, nos
robarían menos al resto? ¿Quiere usted justificar lo que nos roban a los
demás diciendo que, a pesar de eso, el saldo neto de sus cuentas con el
Estado es negativo para usted? No sé yo…

B) De nuevo, una ideología muy mala. Su protagonista debería acceder a ese


puesto porque sería la única forma de hacer un bien. Usted dista mucho de
haber demostrado que su labor sólo pueda verse coronada con el éxito desde
una universidad pública. De hecho, si así fuera, ¿no estaría reconociendo el
implícito valor de lo público, lo único capaz de garantizar el éxito de una
mente brillante?

C) Huy, naranjas de la China, me atrevo a decirle. Eso es como pensar que


dentro de lo público hay un coto reservado a las personas por su ideología
(que es lo que usted, con gran acierto, por otra parte, denuncia en otros
foros). Desde mi punto de vista, sería palmariamente injusto que un liberal
convencido no pudiera ocupar una plaza en la Universidad Carlos III. ¿No
me irá usted a decir lo contrario?
De otro lado, me sorprende su crítica a la ineficiencia de lo privado y su
defensa de un centro público. ¿No me diga que, al final, un centro público
funciona mejor que los centros privados que existen en este país?
Por último, me resulta bastante obvio que hay una gran diferencia entre
cooperar con ese centro de enseñanza y cobrar un sueldo fijo a costa de
todos los españoles, esto es, meter las manos en dinero robado. El que a
usted le parezca natural me tiene perplejo. Si de verdad es todo tan simple y
el mercado aprecia tanto la sabiduría infusa, estoy con usted en que lo suyo
es ir a esa clase de centro (espero que privado y no subvencionado) del que
nos habla. Es más, supongo que el día que el centro exista tal vez deje usted
de cobrar de la URJC, ergo, de nuestros bolsillos ¿no?

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 11:06
Perdón,
en la letra a) he escrito existiría donde debería decir existiera
en la b), ideología, donde debería decir analogía.

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 11:07

Priede:
Perdone por ignorarle, pero es que el señor Rallo me tiene absorto con sus
ideas sobre la licitud de aceptar dinero procedente de un robo.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 13th, 2011 a las 11:18

a) Vamos, significa que recupero lo robado. Me parece muy bien que cada
cual trate de reducir a cero su saldo con el Estado. Por otro lado, eso no
invalida el argumento, salvo por el pequeño detalle que le he repetido a la
sacidad de que la existencia de mi puesto no depende de que lo ocupe yo. O
dicho de otro modo, lo que sería criticable es que yo defendiera la
educación pública (y el expolio a los demás) como manera de reducir mi
saldo tributario con el Estado a cero. Pero no es el caso.
b) En ese puesto de la universidad pública, sí es una de las poquísimas
formas de hacer el bien y de defender la privatización de la universidad (y
de otros servicios públicos) en beneficio del contribuyente saqueado.
c) No he hablado de cuotas. Lo que digo es que mi interés por dar clase en la
URJC se debe a que es un centro austriaco de referencia internacional. Nada
más.

Lo privado es dinámicamente eficiente, lo público no. Sin rescates e


intervenciones estatales, lo malo tiende a ser purgado del sector privado; del
público no, porque no se somete a la disciplina de los consumidores. No
defiendo lo privado como eficiente absoluto, sino como infinitamente menos
ineficiente que lo público. Que en la URJC haya una isla tiene más que ver
con la casualidad y con los recovecos a la intervención que ha dejado el
Estado que con una decisión deliberada suya: más bien al contrario, si fuera
por él, no habría Escuela Austriaca en la URJC.

Pep Says:
agosto 13th, 2011 a las 11:33
Muchas gracias Juan Ramón. Artículos tan clarificadores y didácticos como
este deberían ser de obligada lectura para tantos tertulianos y opinadores de
la crisis, así como para el 100% de los políticos del ramo. Dudo que
siquiera un 1% de ellos conozcan todos los conceptos e implicaciones aquí
resumidos. La cita de Hayek aplica perfectamente aquí: “La curiosa tarea de
las ciencias económicas es demostrar a los hombres lo poco que saben
realmente sobre lo que imaginan que pueden diseñar.”

iñigo Says:
agosto 13th, 2011 a las 11:37

a) Disculpe, pero creo que tiene usted un problema de comprensión. Lo que


a usted le pagan no procede de SUS impuestos, sino de los que nos roban
(siempre según su discurso) a todos. Usted actuaría como un auténtico héroe
si repartiera entre todos los robados lo que ha conseguido recuperar
(descontando su propia parte). Lo que hace más bien es decir que “quien
roba a un ladrón tiene cien años de perdón”, lo que yo nunca he acabado de
ver como muy honesto, o que “cada cual se las apañe como pueda”.
De hecho, cuando usted dice que “lo que sería criticable es que yo
defendiera la educación pública (y el expolio a los demás) como manera de
reducir mi saldo tributario con el Estado a cero”.
me llama la atención.
Dice que sería criticable que alguien defendiera la educación pública como
forma de saldar su cuenta con el Estado. Usted, curiosamente, no defiende
eso, simplemente se aprovecha de que así sean las cosas. Es decir, no cree
que sea algo bueno que exista, pero sí que es bueno que, mientras existe, uno
lo aproveche para hacerse con el dinero que nos han robado a los demás.
No sé, o sé…

Su argumento de que su puesto no existe porque lo ocupe usted no es cierto.


Su puesto existe porque lo ocupa ALGUIEN. Dado que usted se ha avenido a
ser ese ALGUIEN, el puesto sigue existiendo. Si nadie lo ocupase, no
existiría, luego es obvio que usted sí es responsable de que exista. Si usted
no lo hubiera hecho y fuera otra persona quien lo ocupara, entonces es obvio
que sería ese otro el responsable de que existiera el puesto. Cada vez que
elegimos ocupar un puesto en un sistema, obviamente legitimamos ese
sistema.
b)Para empezar, si es una de las poquísimas (cosa que no ha demostrado), es
que no es la única. Si no es la única, su coartada moral se tambalea. Usted ha
sostenido implícitamente la teoría del doble efecto: hace una cosa buena tan
sólo tolerando un medio malo. Sin embargo, esta teoría, muy cercana, por
cierto a la Escuela de Salamanca que usted dice conocer, sólo se aplica
cuando el mal tolerado sea el único medio para alcanzar el bien. Si no, sigue
siendo una mala acción, moralmente intolerable.

c) ¿Y los demás hemos de pagar más de 40.000 euros anuales por su interés
personal?

Priede Says:
agosto 13th, 2011 a las 13:24

Es fácil acorralar a cualquiera a base de mezclar todos los planos desde los
cuales se le hagan las críticas. Nadie nos salvaríamos. Rallo trabaja en una
institución pública cuya existencia critica; si la alabase también sería fácil
denostarlo diciendo que “¡cómo no la va a defender si resulta que esa
institución le paga un buen sueldo!”. ¿Cuántas veces habremos escuchado
esto mismo de boca de gente de derecha-liberal cuando habla de quienes
defienden la educación pública?

¿Y si hiciéramos lo mismo con todos aquellos que se oponen al capitalismo


y sin embargo se funden todo el dinero en un consumismo hortera? Bien que
los podríamos acusar de inmorales, o hipócritas. Roures es un millonario de
izquierda, como tantos otros millonarios; incluso Soros es progresista. Bill
Gates es partidario de que suban los impuestos a la gente rica, cabría
decirle: ¿y por qué no paga usted voluntariamente al Tesoro todo aquello que
cree que debería pagar?

Una cosa es el discurso, que está sometido a sus propias reglas, y otra la
vida personal. Y siempre se mezclan esos asuntos. Se dice que Marx nunca
trabajó, olvidando que su obra intelectual no se edifica jugando a la petanca.
Engels era propietario de una fábrica de tejidos en Manchester, ¿quita eso
valor a su obra intelectual? Engels nunca pretendió mostrarse como modelo
de vida. Lenin tampoco vivió de un salario. Ni Mao. ¿Eran por tanto gente
ociosa?
Toda la filosofía griega salió de la clase alta, de la aristocracia, pero que su
saber estaba por encima de los intereses de su clase social queda claro
cuando aceptaban entre ellos a alguien como Sócrates, hijo de una
comadrona y que vivía de prestado en casa de los amigos, y que además le
soportaban la ironía cuando criticaba la forma de vida que llevaban los de
clase alta. ¿Acaso él no se bebía más vino que nadie en aquellos debates, y
encima bebía de gorra?

Cierto que tampoco hay que desentenderse de las críticas que denuncian esa
relación entre el aristocratismo ateniense y su interés en que el gobierno
estuviese dirigido por los sabios, ya que los únicos que podían alcanzar la
sabiduría eran los que tenían tiempo para ello, es decir, los aristócratas; de
ahí que no sea del todo gratuito pensar que tras esas doctrinas se escondía un
claro interés clasista, estamental. Sin embargo, ¿cabe descalificar la obra de
Platón por representar los intereses de la aristocracia?

Otra contradicción sería la de criticar a la sociedad ateniense, tal y como


hizo Sócrates, y luego aceptar la pena de muerte antes que el destierro. ¿No
sería lo correcto el haberse ido de Atenas incluso antes, para así alejarse de
aquello que tanto criticaba?

Lo de Rallo sería moralmente inadmisible si con ello buscase una ventaja


personal, y además oculta, no confesada; pero nada de eso sucede. El hecho
de que reciba dinero del erario a cambio de un trabajo no se contradice con
su conducta, sino con su ideología; pero con su ideología solo cuando esta
se pudiese desarrollar plenamente, cosa que no sucede, puesto que Rallo
paga impuestos. Lo realmente incoherente sería que Rallo se negase a pagar
impuestos por considerarlo un robo y luego cobrase del erario por dar
clases.

En resumen: no hay contradicción al decir que el Estado roba a los


ciudadanos al obligarles a pagar impuestos y luego cobrar del Estado, puesto
que el pago de impuestos y el cobro del sueldo de funcionario financiado por
esos mismos impuestos operan en el mismo campo.

No sé si me he explicado. Si no es así me lo señalan ustedes.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 13th, 2011 a las 13:56

La discusión sigue por los mismos cerros de los que usted no quiere salir. Y
no tengo mucho más que decirle desde el momento en que no quiere ser
convencido sino simplemente dar la matraca. Repito: a) la coacción estatal
no depende de mi puesto, b) no legitimo la coacción estatal y, al contrario,
defiendo la privatización de la universidad, incluyendo mi puesto, c) soy
perjudicado/explotado neto de esa coacción y trabajando en la educación
sólo recupero una porción de lo que me arrebata; no convierta víctimas en
verdugos, d) desde dentro de mi puesto defiendo la autonomía de los
contribuyentes. La alternativa de abandonar mi puesto (de asociado a tiempo
parcial, por cierto, no sé de dónde saca los 40.000 euros anuales) sería
notablemente peor para los propios contribuyentes que no quieran seguir
pagando impuestos por: a) se mantendría el puesto y b) sería ocupado por
alguien que legitimara el mantneimiento o la expansión de la coacción estatal
en el ámbito educativo (pues, según usted, no puede defenderse la necesidad
de privatizar la educación y estar empleado en la pública).

Por sus mismos argumentos, tampoco podría hacer uso de la policía pública,
de la justicia pública o, como decíamos, de las vías públicas. Lo cual es
absolutamente ridículo. Lo que me es exigible como liberal es que defienda
la privatización de los servicios públicos y que nunca tome decisiones que
perjudiquen al contribuyente para obtener ventajas personales. Estar
empleado en la pública no afecta a ninguna de las dos: sigo defendiendo la
privatización y mi decisión de seguir o abandonar mi empleo en la pública
no supondría ningún ahorro para el contribuyente por cuanto seguiría
existiendo la plaza.

Priede Says:
agosto 13th, 2011 a las 16:51

Indignadas

**Indignada made in spain.

http://www.libertaddigital.com/nacional/2011-08-13/les-vamos-a-arruinar-
la-vida-contaremos-que-nos-han-violado-1276432448/

**Una indignada chilena defiende una educación pública gratuita frente a la


educación costeada por los estudiantes. Hay que tener en cuenta que en Chile
incluso en la educación pública es el estudiante quien paga sus estudios vía
créditos, que tienen un interés más bajo que en los centros privados.

He tardado más de la cuenta en ver el programa por andar perdiendo el hilo


casi continuamente. Y no porque la discusión fuera especialmente compleja,
sino por la belleza de la estudiante. Qué maravilla, se queda uno atontado al
contemplar una criatura tan hermosa. Lástima esos ñarigos que se ponen
ahora, hombre.

Y me siento viejo y pederasta, como si fuera Lewis Carroll ante Alicia.


Deliciosa. Y además inteligente, con objetivos claros y oratoria bien
articulada. Comparen con nuestras ministras. Y ministros, claro. Acá la
tienen. Y se llama Camila, nada de Tatiana ni Yésica ni Yoyes; Camila, con
toda esa sonoridad que tienen en español los nombres de toda la vida.
Camila Vallejo. Preciosa.

http://www.youtube.com/watch_popup?v=EBMZfHogPn4&vq=medium

Creo que Chile es un país en alza, muy por encima de España. Y no lo digo
por Camila sino por otras razones. Muestran un nivel de cultura y
prosperidad que ya quisiéramos aquí.

juan Says:
agosto 13th, 2011 a las 21:19

Me parece en ocasiones muy acertada la crítica de los liberales a los


excesos de la burocracia estatal pero a la hora de defender el interés privado
lo hacen desde una puerilidad en términos psicológicos que resulta
deprimente. Si no fuera por el poder del Estado, los mecanismos
regulatorios, los tribunales de defensa de la competencia, las organizaciones
que velan por los derechos de consumidores,…tendríamos en muchas
ocasiones ciertas iniciativas privadas que harían todo lo posible para ahogar
a la competencia con todo tipo de métodos. Ya sea pagando políticos para
tener legislaciones a la carta, empleando salvajes técnicas comerciales o
incluso recurriendo al chantaje, la manipulación, airear noticias falsas,etc.
Es usted, Sr. Rallo, un gran conocedor de las miserias del Estado, pero creo
que un gran desconocedor de todas las miserias del mal llamado mercado
libre o mejor (de la persona en concreto), de los laberintos financieros
donde todo es posible, de las argucias y el día a día en las empresas. Hay
grandes emprendedores, honestos y deportivos, pero estará conmigo que esto
es la excepción. En la realidad aquí vamos todos a cara de perro, haciendo
lo que hay que hacer para tener beneficios, cueste lo que cueste, llevando las
normas al límite y al trabajador muchas veces a la extenuación, hundiéndole
la cabeza a la posible competencia, comprando favores aquí y allá y en fin…
abriendo todo el catálogo de comportamientos que usted obvia. Si lo hace es
porque empezaría a no cuadrarle el modelo, a ver que hay circunstancias
“imprevistas” que dan al traste con los resultados esperados, …

Priede Says:
agosto 14th, 2011 a las 9:31

Juan

Coincido con usted. Dejando a un lado las razones de quienes adoptan el


liberalismo exclusivamente para proteger su patrimonio de las cargas
impositivas del Estado, veo tras la argumentación de los liberales españoles
muchísima teología: Ley Natural, orden espontáneo (también Natural),
libertad como algo consustancial al hombre (es decir: dada por la gracia de
Dios). Esas referencias teológicas son habituales en Libertad Digital, no
solo en los comentaristas, que son los que más abundan en ellas, sino
también en bastantes redactores.

No soy de los que piensan que el determinismo materialista decide todo. Soy
materialista pero no determinista, puesto que el hombre (en el sentido
individual, biológico, y también genérico, como Idea) puede alterar el
dictado de aquello que le rodea y apartarse del cauce que le fijan las
circunstancias. Pero el hecho de que pueda conseguir tales logros no
significa que la materialidad que le rodea y le precede pueda convertirla en
algo bajo su entero dominio, entre otras razones porque el mismo hombre
acaba construyendo realidades que están por encima de la voluntad él
mismo, tanto individual como colectivamente. Y eso ocurre con y sin Estado.

Cuando no había Estado el hombre vivía sometido a la tribu; en ningún caso


el hombre era más libre que ahora, entre otras razones porque el concepto de
libertad (libertad de circulación, libertad de mercado, libertad de expresión,
etc) surge dentro de la configuración de un Estado, imposible que fuera
antes.

Reducir el Estado a un simple garante del orden, es llevarnos al Estado


policial. Y pensar que una sociedad no es más que la mera suma de
individualidades es desconocer la realidad que nos precede y nos envuelve,
es defender las tesis de Rousseau: “El hombre es bueno por Naturaleza; es la
sociedad quien le corrompe”, solo que sustituyendo sociedad por Estado; un
puro mito, vamos. Y en el caso español, al menos atendiendo al número de
individuos que piensan de esa manera, habría que sumar el ir a misa. De ahí
que tantos liberales que leen LD (en los redactores mucho menos) sean
capaces de defender a Franco (modelo de estatismo) y llamarse liberales.

Vamos a una situación en que los recursos naturales van a marcar nuestras
vidas. Mas concretamente ‘la escasez de recursos naturales’, puesto que la
abundancia también las marcó. Así que una de dos: si el Estado queda
reducido a un mero guardián del orden público iremos de cabeza a un Estado
policial o parapolicial. Si por el contrario el Estado quiere proteger a todas
aquellas capas sociales que sufrirán más duramente el embate de los tiempos
que se avecinan, deberá recortar sus gastos enormemente, empezando por las
ayudas sociales que presta, precisamente para que lleguen al mayor número
de personas desahuciadas, puesto que los niveles de protección estatal que
hemos recibido hasta ahora está claro que no van a poder mantenerse.

Pero eso es una cosa y otra pensar que dejando ‘libres’ –es decir, sin
protección– a los millones de personas que no tienen trabajo, ni lo van a
tener nunca más, vamos a conseguir una sociedad justa donde los bienes
básicos estén asegurados para todos por obra y gracia de cada uno
individualmente, nos llevará, sencillamente, a unos niveles de violencia en
la vida diaria como no hemos conocido jamás.

Parece que a muchos no les sirve de nada echar la vista atrás y mirar lo que
ha sucedido otras veces. Tendrían que explicar por qué razón ahora la
situación será diferente.

Manu Oquendo Says:


agosto 14th, 2011 a las 9:46
Supongamos cualquier mercado en el que con crédito suficiente fuera dado
vender lo que no se tiene. Probablemente nos sonaría raro.

Los mercados organizados surgen históricamente para acercar a


compradores y vendedores y proporcionar facilidad de compraventa de
títulos de propiedad.
A esta gente se unen dos tipos de gentes, los traders y los que hacen apuestas.
Los dueños del mercado en sí, la institución física, suelen ser los traders
cuyo interés es cobrar una comisión por cada compraventa y tienden a
desarrollar políticas que maximicen el número y volumen de las
operaciones.

Los ludópatas buscan el pelotazo y la ruina ajena. La psicología de este tipo


de gente (por eso se llaman sharks) deriva tanto o más placer del daño ajeno
que del beneficio propio.

La conjunción de estos perfiles es, sostengo, mala para la institución y para


la gente que sólo quiere comprar (adquirir la propiedad de un título) o
vender (convertir en líquida una propiedad) y por eso los mercados cada vez
más expulsan a estas personas y se convierten en casinos masivos.

La reciente ola de bajadas, si alguien se molesta en validar los volúmenes,


tenía lugar a primera hora (para marcar tendencia) y tras el cierre de los
bancos al público. Es decir estaba limitada a gentes operando desde un
Bloomberg y en volúmenes imposibles para la media de la operación
bursátil. Una carnicería y un abuso. Como jugar al poker sin límite contra
gente con límite.

A mí, que soy inversor profesional desde hace muchos años, (no trader, no
ludópata, inversor que es algo muy diferente) me parece bien que esta gente
se vaya a los casinos. Nada se lo impide pero los Casinos cuidan su
reputación bastante más de lo que parece.

Esto y el “mark to market” son dos cosas que creo que convendría revisar
para que la gente normal vuelva a los mercados sin tanto intermediario. Hay
inversiones que no se hacen para vender cada día y debiera ser posible
valorarlas contablemente a valor histórico.
Si hablamos de mercados libres debiéramos recodar cuando Adam Smith
nos recuerda que estos mercados dependen de que los operadores tengan
poder de mercado muy homogéneo.(Libro IV, capítulo II).
Los ludópatas y otros depredadores corporativos lo que hacen es destruir los
mercados y so pretexto de kaleborroka hacer crowding out de ciudadanos
con lo cual sólo los oligopolios se ceban. Una receta terminal.

Apuesto a que ni en las Vegas ni el Casino de Torrelodones (el mayor de


Europa) les dejarían entrar.

Saludos

Priede Says:
agosto 14th, 2011 a las 9:58

Dije: “Si por el contrario el Estado quiere proteger a todas aquellas capas
sociales que sufrirán más duramente el embate de los tiempos que se
avecinan, deberá recortar sus gastos enormemente, empezando por las
ayudas sociales que presta”

Aclaro para evitar la contradicción a que puede conducir: hay que reducir
las ayudas individualmente y globalmente, es decir, por partida doble; y hay
que hacerlo así precisamente para cubrir un mayor número de personas que
se va a quedar sin recursos de supervivencia, puesto que la cuantía global de
la protección social difícilmente se podrá seguir aumentando.

No es de recibo que una cajera de un supermercado, o una camarera de


habitación, o un peón en una cadena de envasado o montaje cobre 700 euros
al mes, y su abuelo, que tuvo la misma categoría profesional que ellos, gane
mil euros por pasarse el día jugando a la petanca. No es justo.Por tanto esos
mil euros deberían bajar por debajo de los 700 euros.Y como eso tantas
cosas más. ¿Quién pone el cascabel al gato?

Lo están haciendo ya, pero de manera encubierta; de hecho la jubilación a


los 67 años (y pronto será a los setenta) se hace con ese fin: ¿quién va a
aceptar para trabajar de peón de albañil a un hombre de sesenta años, o de
camarera a una mujer de esa edad? Nadie. Por tanto tendrá que retirarse a la
misma edad que lo viene haciendo hasta ahora, solo que le dirán: “sí, has
cotizado cuarenta años, pero quieres jubilarte (‘quieres’, ahí está el engaño)
antes de los setenta, por tanto en lugar de cobrar la cantidad que te habría
correspondido tienes que aceptar una rebaja del 40%”.

En el ‘quieres’ estará la disputa, puesto que mas bien es un “no te quieren y


por tanto no te queda otro remedio que aceptar la rebaja. La rebaja o nada.”

PSDT/ Está claro que vamos a una sociedad conflictiva. Y dejémoslo en


‘conflictiva’, que seguramente es un término suave.

Priede Says:
agosto 14th, 2011 a las 10:50

Manu Oquendo

Muy ilustrativo lo que ha contado. Muy poca gente tiene capacidad para
decidir sobre sus inversiones en bolsa. Conozco a alguno, que aun en la
etapa expansiva de estos años de atrás, le decían en el banco: “lo siento,
pero este año sus ahorros en renta variable solo han producido un 4%”. ¿Fue
esa la rentabilidad real de su dinero? El ahorrista no lo sabe ni lo sabrá
nunca, porque ese dinero ha estado en un fondo desconocido del que no se
sabe qué rentabilidad real obtuvo. Y si por casualidad lo investiga y
descubre que el banco le ha robado, entonces siempre existe la posibilidad
de comprar su silencio dándole no el 2% sino el 20%. Lo mismo está
ocurriendo con la captación de pasivo y la pugna que se traen entre los
bancos: a un pariente mío que tiene buenos ahorros le están dando el 5%
después de que los amenazara con cambiar de banco.

Y estas subidas y bajadas son provocadas por los grandes fondos de


inversión, de ahí que prohíban las ventas a corto, apostar a la baja, puesto
que quienes lo hacen ganan siempre, ya que manejan tales cantidades de
dinero que pueden hacer que los valores por ellos elegidos suban o bajen
cuando y cuanto ellos quieran.

Los fondos de inversión, y más en concreto los fondos de pensiones, y la


obsesión por extraer la máxima rentabilidad, comparten junto con los bancos
de inversión la responsabilidad en la catástrofe.

Bancos de inversión y bancos comerciales que ya son lo mismo, puesto que


la derogación en 1999 de la ley Glass-Stegall de 1933 acabó con la
separación que había para los dos tipos de actividad bancaria. Si a eso
sumamos que las agencias de calificación, los bancos (comerciales y de
inversión), y los fondos de inversión bursátil ya son lo mismo, entonces que
baje Dios y me diga dónde está la libertad de mercado entre los diferentes
agentes económicos.

Lo cierto es que todo apunta a que las actividades financiera, especulativa y


monetaria están en manos de unos pocos oligopolios. Por tanto quienes dicen
que en la cabeza del Imperio el bacalao lo corta la oligarquía financiera, es
posible que no anden lejos de la verdad.

Cuando Aaron Russo le preguntó a uno de los Rockefeller, muy amigo suyo
(ahora no recuerdo su nombre) qué buscaban con todo lo que estaban
haciendo, este Rockefeller le dijo, y tranquilamente: “el socialismo”.

A veces da la impresión de que pretenden volver a una sociedad estamental


donde una élite dirigirá la política y la economía (y de manera encubierta,
claro) y el resto viviremos bajo su consentimiento. Unos, bien adaptados y
bien agradecidos, que gozarán de algunos privilegios frente a la mayoría, y
otros trabajando en condiciones más duras que hasta ahora. Lejos de todos
ellos, y formando un verdadero lumpen, los que solo puedan asegurar la
subsistencia a un mes vista, o menos, y que tendrán que subsistir de las
exiguas ayudas estatales, tal y como en otros tiempos se hacía cola a la
puerta de los conventos y las iglesias para tomar la sopa boba

GRN Says:
agosto 14th, 2011 a las 14:44

Manu Oquendo, yo creo que en el artículo queda suficientemente claro el


origen de lo que usted llama tiburón sin límites. O lobo según la lamentable
similitud que hace el economista Jose Carlos Díez entre la situación actual y
la película Bailando con Lobos.

Concretamente lo hace en el último párrafo. El problema está en las


operaciones al descubierto con una capacidad de crédito casi infinita gracias
a la expansión artificial del crédito. Puesto que por muy especulador
malicioso que se sea, si operas de prestado necesitas de la complicidad del
búfalo (el que presta el activo), por seguir con la similitud de la película,
que en este caso sería usted, el inversor a largo plazo.

Supongo que lo que propone con cerrarle la entrada al casino a los


especuladores a descubierto es regulación. Pero ojo, porque la historia nos
dice que limitar las operaciones incómodas que se realizan gracias a un
crédito infinito mediante regulación y no eliminación del crédito infinito,
deriva precisamente en la aparición de complejos derivados.(sic) ¿O no?

Un saludo.

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 15:50

Estimado Iñigo,

Me doy el lujo de recordarle que la ley no establece si algo es moral o


inmoral, ni bien ni mal, solo si es legal. Y la venta en corto en mercados
financieros es legal.

Y además, es positiva. Es la mejor forma de permitir que el mercado corrija


burbujas especulativas rapidamente. Ojalá existiera la venta en corto durante
la manía de los tulipanes .-)

Por otro lado, prohibir la venta en corto no es justo porque las empresas
propietarias de las acciones siguen pudiendo ponerse cortos. Es decir, la
población solo puede ponerse larga, ¿pero las empresas grandes si pueden
ponerse cortas? A mi me parece un “tongo” destinado a limpiar el dinero a
los pobres inversionistas externos.

Y para terminar, existen muchas más formas de beneficiarse de un mercado


bajista, no solo vender al descubierto. Puedes utilizar opciones o cfd’s por
ejemplo.

Clases de bolsa dice:


agosto 16th, 2011 a las 12:18

[...] me han parecido muy interesantes sobre la especulación bajista y la


prohibición de abrir cortos: ¿Especulación buena, especulación mala?
Semana de pánico,década de borrachera, año de resaca. Publicado por Jorge
Ufano. en [...]

Bonne spéculation, mauvaise spéculation ? | Contrepoints dice:


diciembre 1st, 2011 a las 7:00

[...] Traduit de l’espagnol. [...]


¿Por qué la bolsa se comporta a veces como una montaña rusa?

iñigo Says:
agosto 19th, 2011 a las 20:04

Señor Rallo:
Empiece usted por informar mejor.
Una acción es un título de propiedad de una empresa. Un accionista del
BBVA tiene derecho a sus beneficios porque es dueño del BBVA.
Una acción es mucho más que un título sujeto a compraventa en el mercado
de valores. Olvidamos esto y así nos va.
¿Dice que no hay que controlar?
Yo, en cambio, le digo que hay que controlar mucho más.
¿Cómo se controla la volatilidad? ¿Qué tal un impuesto sobre los beneficios
de las ventas de acciones? ¿Qué tal si sólo ganamos dinero por dividendos?

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 19th, 2011 a las 20:12

No entiendo bien qué me reprocha exactamente. No será, desde luego, el que


no insista en que una acción es un título de propiedad sobre un negocio y, por
tanto, sobre sus beneficios futuros.

Sobre la propuesta de ganar dinero sólo por dividendos… pues un disparate.


Hay numerosas acciones que no pagan dividendos porque reinvierten los
beneficios internamente y generan así valor para el accionista (el Berkshire
Hathaway sin ir más lejos, una de las acciones más estables y con menor
volumen medio de operaciones diarias). No veo por qué se ha de primar la
remuneración al accionista repartiéndole los beneficios en lugar de
capitalizarlos internamente. Sobre todo cuando en empresas en crecimiento
ello podría abocar a la empresa a ampliar capital y diluir el título de
propiedad de los accionistas actuales.

iñigo Says:
agosto 19th, 2011 a las 21:10

Señor Rallo:
Si la empresa reinvierte los dividendos, será porque espera proporcionar
más beneficios gracias a eso. En términos económicos, no tiene sentiEdo que
una persona compre una parte de una empresa si no espera cobrar de ello, a
no ser que use un título de propiedad como objeto de especulación. SI es así,
no veo ningún motivo por el que no someterlo a gravamen (y cuanto más alto,
mejor, que la especulación es pecado).
Fíjese que yo no he dicho nada de que tenga que repartir dividendos. Una
empresa en crecimiento puede decidir no repartirlos para garantizar ese
crecimiento. Dependerá de sus accionistas que así sea. Pero si los
accionistas proponen dividirlos y que la empresa no crezca, entonces así
tendrá que ser.
Lo que usted manifiesta me parece a mí que refrenda mi impresión: no acaba
de asumir que una acción es y debe ser un título de propiedad, no un objeto
de especulación.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 19th, 2011 a las 21:43

Parece que no entiende que se puede ser propietario o de un holding de


empresas, reparta o no dividendos. Como le decía, el Berkshire Hathaway,
probablemente el paradigma de acción con una sólida base de propietarios
conscientes de que son propietarios, no ha repartido dividendos ni, según
Buffett, los va a repartir jamás y sin embargo no es en absoluto objeto de
especulación (apenas se compravenden 900 acciones al día). Puede que para
usted esa inversión no tenga sentido, pero bueno, en ese caso se habría
perdido la que probablemente ha sido la acción más rentable de la historia.

iñigo Says:
agosto 20th, 2011 a las 6:12

Y dale. Sólo le digo una cosa: si una empresa nunca dará beneficios a sus
accionistas, ¿qué sentido tiene poseerla? Sólo pueden ser dos: que uno
quiera ser dueño de la empresa por otros fines distintos al beneficio
económico directo. En tal caso, los obtendrá igual. En segundo lugar, que
quiera esa acción para especular, en cuyo caso, no veo que tenga nada de
malo gravar la venta.
La especulación es nociva y moralmente deplorable. En ese sentido, la
Iglesia estuvo inusitadamente acertada al incluirla en el catálogo de lo
pecaminoso.
A mi juicio, no debemos premiar la especulación sino, por el contrario,
gravarla. Para ello, bastaría gravar con altos tipos un precio de venta
superior al del precio de compra más el monto del beneficio de la empresa
no repartido, como dividendo latente. Y cuanto menos tiempo de posesión de
la acción, más alto el gravamen a la especulación.
Usted decía que las ventas al descubierto no se paran con prohibiciones.
Estoy de acuerdo. Pruebe con un gravamen del 90% del beneficio en ventas
de acciones con antiguedad de menos de un mes. Después me lo cuenta.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 20th, 2011 a las 9:11

Hombre, no voy a ser yo quien te niegue que una persona que posea una
acción por otros motivos que sus beneficios será porque quiera poseerla por
motivos distintos a sus beneficios económicos directos. Hay varios (fiscales,
de control, de acceso a mejor financiación, de diversificación
patrimonial…); uno de ellos, esperar capitalizar los beneficios futuros que
obtendrá la empresa (y que no necesariamente repartirá) a través de su venta
en el mercado. Usted consideraba esto sacrílego y pedía limitar las
ganancias por posesión de acciones a los dividendos; ahora ya admite la
legitimidad de las ganancias a más de un mes. Ya avanzamos algo.

El problema de su propuesta, sin embargo, es que convertiría al mercado


bursátil en tan poco negociable como el mercado inmobiliario. ¿O es que
creía que siempre que vende una acción lo hace a los inversores finales que
desean adquirirla? No, entre medio se interponen los especuladores en su
papel de market makers. Si no lo hicieran, se abriría un abismo entre los
precios bid y asked, de modo que cuando colocara una orden de venta el
precio por acción se desplomaría (sólo podría vender en ese instante a las
raras avis que desearan comprar en ese mismo instante) y cuando diera una
orden de comprar el precio unitario se dispararía (por motivos análogos).

Mucha menos negociabilidad es mucho mayor riesgo a la hora de querer


deshacer o rehacer tus posiciones, siendo los principales perjudicados los
inversores finales, quienes sin duda tendrían menor predisposición a ahorrar
y a invertir en bolsa. No es un modelo que me entusiasme, la verdad, y eso
que suelo retener mis acciones por plazos superiores a un año, e incluso a
dos o tres. Pero no me gustaría verme abocado al abismo cuando quiera
desprenderme de ellas o cuando quiera incorporar a mi cartera nuevas
adquisiciones.

iñigo Says:
agosto 20th, 2011 a las 9:31

Juan Ramón:
Si una empresa posee como ideario nunca repartir beneficios entre sus
accionistas, ¿cuál puede ser el motivo por el que quieres ser propietario de
esa empresa? Dice usted que puede ser que uno quiera capitalizar futuros
beneficios a través de la venta de la acción. Yo disiento de esta
interpretación. SI alguien compra esa acción será porque quiere especular
con ella, esto es, encontrar a alguien que tampoco desee ser su propietario,
sino, simplemente, jugar también a que los precios se hinchen.
Otra posibilidad, por supuesto, es que uno tenga esa acción por motivos no
económicos.
Una empresa tan española como el Diario de Navarra es un buen ejemplo de
cómo unos inversores pueden poner dinero en una empresa rentable sin
esperar nunca un retorno.
Con respecto a lo que usted comenta, matizo lo dicho (probablemente me
expresé mal). Lo que yo digo es que debemos volver a la idea básica de que
una acción es un título de propiedad, no un objeto de especulación. La mejor
manera de hacer eso es gravar la especulación, primando, en cambio, el
beneficio por dividendo, esto es, eximir de impuesto el dividendo. No creo
que eso ahuyente a un inversor de la bolsa, al contrario, lo atraerá.
Ahuyentará al especulador. Si no me cree, pregúntese si no habría mucha
gente dispuesta a comprar acciones del Santander, por ejemplo, por su
dividendo, si les aseguraran una menor volatilidad.
En cuanto a los market makers, ¿no me dirá usted en serio que no se le ocurre
ninguna alternativa factible que permita ajustar los tiempos sin que sea
necesario recurrir a los mecanismos actuales? Le reconozco que las
alternativas ralentizarían mucho los tiempos, pero, ¿es eso necesariamente
malo? ¿No sería mejor que empezáramos a pensar que tal vez una orden de
venta de una acción no se ejecutará en semanas? ¿No fomentará eso que los
inversores sean mucho más selectivos a la hora de escoger sus inversiones?
Y, lo más importante, ¿no eliminará del mercado las disfunciones
provocadas por las decisiones de los directivos que van enfocadas a inflar
la acción a corto en vez de maximizar el beneficio de la compañía a largo?
Espero su respuesta. Me parece muy interesante este debate, que se aleja un
tanto del debate al uso.

Priede Says:
agosto 20th, 2011 a las 10:57

¿Y si no hubiera bolsa? No por ello dejaría de haber accionistas, ni compra-


venta de acciones. Lo que sucedería es que habría un mercado de verdaderos
inversores y se evitaría, o se atenuaría, el mercado puramente especulativo
en el que se mueven los grandes fondos de inversión. ¿Que la bolsa agiliza
ese mercadeo? Ya, pero también lo puede distorsionar, de ahí que suba
desmedidamente sin que el crecimiento de la producción lo acompañe, y lo
mismo cuando baja, lo cual indica que es un mercado bien diferente al que
en teoría debería ser.

Rallo invierte en bolsa y maneja personalmente sus compras y ventas.


¿Podrían hacer algo semejante todos aquellos que tienen sus ahorros en
fondos de inversión? Imposible, uno por falta de tiempo y otro porque se
necesita gran conocimiento no solo de la situación que atraviesa cada
empresa o cada sector sino de la bolsa en su conjunto; por eso solo una
minoría especializada puede hacerlo.

Sin embargo los grandes capitales que participan en el mercado bursátil


proceden de ahorristas que no tienen ni idea de producción ni de mercados.
Se dirá que los gestores de esos fondos velan por el bien de los ahorristas,
de aquellos que ponen sus ahorros en sus manos, puesto que a ellos, los
gestores, les va en en el negocio su propio dinero. Pero esto es una verdad a
medias, y hay casos muy conocidos (la mayoría no salen nunca a la luz) de
gestores que vendían sus acciones al paso que recomendaban a sus clientes
comprarlas, caso ENRON, sin ir más lejos. De ahí que los gestores ganen
casi siempre, tanto cuando sube como cuando baja.

Se utiliza el dinero de los ahorristas para ganar dinero, y dado el estatus en


el que están los gestores no se puede hablar de un interés común permanente
entre el ahorrista y la empresa inversora, puesto que existe la posibilidad de
que ambos intereses se contrapongan. Por tanto, el caso de Juan Ramón
Rallo es la excepción, puesto que es él el inversor y no otro el que
invierte por él
¿Por qué existe la bolsa, entonces? Podríamos decir que gracias a la bolsa
sabemos en todo momento el verdadero valor de las empresas que allí
cotizan. ¿Pero esa valoración responde exclusivamente al valor de la
empresa o bien es una valoración que sigue una dinámica de compras y
ventas manejadas por quienes tienen una posición dominante en el mercado,
esto es: los fondos de inversión, los cuales no tienen otro interés que obtener
ganancias en el puro mercadeo bursátil y no en el mercado de compra y
venta de los bienes y servicios en el que se manejan las empresas
productoras, puesto que en la bolsa no se compran manufacturas ni servicios,
sino acciones? ¿Podría existir la bolsa sin sociedades anónimas? No. ¿Y
sociedades anónimas sin mercado bursátil? Sí.

Y es que el mercado bursátil es un negocio muy parecido al de la banca,


en este caso captar pasivo, ahorros, y prestarlos después: se capta el
dinero de los ahorristas y luego se invierte en activos, en acciones (en la
banca sería en créditos e hipotecas). No es extraño entonces que se
denuncie la estrecha relación entre bancos, fondos de inversión y
agencias de calificación. Súmese a eso cuando el Estado obtiene gran parte
de su financiación gracias a los impuestos que recauda en ese mercado de
capitales, caso de Wall Street y Estados Unidos. Y la prueba de que se
protege ese mercadeo especulativo es que los beneficios obtenidos en bolsa
pagan un 19% al Estado, compárese con las rentas de trabajo o el impuesto
de sociedades.

El gran problema de nuestras sociedades desarrolladas –en relación a las


subdesarrolladas, aunque estas cada vez ganan más posiciones, a diferencia
de lo que nos ocurre a nosotros– es que el capital, para que no se destruya,
solo se puede invertir en bolsa, que tiene su propia dinámica, pues aunque
esté vinculada a la producción de bienes y servicios cada día se forman
nuevas burbujas, debido precisamente a que el enorme capital procedente de
las rentas de trabajo y también de las rentas de capital necesita acrecentarse
continuamente, de ahí las burbujas y la destrucción de capital, de la que por
cierto nunca se habla, porque nunca se habla de todos aquellos que han
visto volatizarse sus ahorros desde 2008 hasta hoy.

El conjunto de los ahorristas lo forman fundamentalmente aquellos que


obtienen su dinero de las rentas de trabajo, y el gran problema es que en
valor constante sus ahorros nunca serán suficientes para mantenerse cuando
ya no puedan trabajar. Así, alguien que durante veinte años lograse ahorrar
500 euros mensuales (6.000 €/ año, y muy pocos serían los que lo podrían
ahorrar) podría vivir otros veinte años sin trabajar con quinientos euros al
mes; una vez acabado ese plazo tendría que irse a pedir a la calle, o vivir
como vivían antes los ancianos, del cuidado de sus hijos.

Si estuviésemos en una fase de crecimiento de la producción real, los


accionistas estarían ganando dinero continuamente. Pero ya sabemos
que ese crecimiento toca techo, que hay un momento en que el mercado
de bienes y servicios se aproxima al punto de saturación y que las
empresas que se han hecho dominantes imposibilitan la entrada de otras
empresas nuevas, puesto que nadie se arriesgará a invertir en ese campo
debido precisamente a la descomunal inversión que hay que hacer y a los
exiguos beneficios que reportarán, y eso en caso de que todo salga bien?

Por tanto el mercado de capitales, una vez que su valor subyacente, el de la


producción, toca techo, no le queda más opción que especular y formar
burbujas, beneficiándose únicamente aquellos capitales que estén en fondos
de inversión dominantes, y haciéndolo precisamente a base de destruir el
capital de quienes están por debajo.

Rallo nos recomienda ser vivos en ese hábitat de tiburones, pero Rallo
olvida que si un equipo gana la liga de fútbol es porque los demás la
pierden. (Por cierto: también se habla de burbuja en el mercado de
jugadores).

Priede Says:
agosto 20th, 2011 a las 11:25

Un añadido: se me critica mucho, tanto a través del correo-e (casi a diario


suelo enviar información de lo que leo en la Red a unas 400 direcciones)
como en otros blogs que participé, arguyendo que no son capaces de sacar en
claro qué fin político persigo (en realidad quieren decir ‘ideológico).
Siempre respondo lo mismo: lo importante es entender lo que sucede, mucho
más que proponer soluciones, puesto que es muy frecuente el aventurarse a
dar soluciones cuando resulta que no se ha entendido cuál es el problema.

En este caso del que hablamos hoy, yo no sé cuál es la solución; solo


presento el problema, las contradicciones que creo evidentes en quienes
piensan que el mercado de capitales no está sometido a crisis que destruyen
capital, y que si la solución consiste en ser más vivo que los demás
difícilmente nos podremos presentar ante el prójimo diciéndole: “usted
invierta en bolsa y no permita que el Estado le quite parte de su sueldo, ya
que de este modo ganará mucho más de lo que pueda aportarle el Estado
cuando ya no pueda trabajar”. Afirmo de manera categórica que eso es peor
que una falsedad: ni siquiera cuando el conjunto de la economía se expande
ganarán todos los ahorristas-invesores, cuanto si más si entra en
estancamiento y excuso decir en recesión.

iñigo Says:
agosto 20th, 2011 a las 11:58

Priede, muchas gracias por su comentario. Me ha parecido extremadamente


interesante.
Creo que refuerza mi postura de que la especulación no es buena para nadie
que no sean los especuladores (y, a largo plazo, ni para ellos). Señor Rallo:
¿ve usted algún problema en tratar de erradicar la especulación? ¿Cree que
juega cualquier papel positivo en la economía, dejando aparte su moralidad?

Priede Says:
agosto 20th, 2011 a las 13:32

Íñigo. Y Juan Ramón, y todos. Os voy a pasar un noticia que me acaba de


llegar por correo-e. La burbuja bancaria continúa creciendo. Que sí, de
verdad que sí.

Un amigo de mi tierra, en Asturias, me envía una noticia de La Nueva


España. Reseñaré unos párrafos:

«estamos vendiendo obra nueva mucho más barata que de segunda


mano»

Lo cual demuestra que hay un mercado paralelo al mercado intervenido por


la banca, la cual se queda con los desahucios y saca la vivienda al mercado
no por el precio del mercado sino exclusivamente por el que le interesa al
sector financiero, para así no devaluar sus activos. Lo hace desde una
posición dominante, claro.
Más: En lugar del gusto de cada uno o lo idóneo de la zona, el criterio
que rige ahora en la compra de vivienda es «el mejor precio. Viene un
montón de gente con carpetas llenas de información que ha recopilado
desde Foz a Comillas y se queda donde mejor precio le dan».

Es decir: que volvemos a las andadas. Comprar solo con idea de vender más
caro y en una economía a punto de entrar en recesión, y que si no lo ha hecho
es porque el Estado ha cubierto las deudas privadas. Y ahora agarraos:

En la red se encuentran sumas que cuesta traducir a pesetas, como los


550.000 euros que se piden por un chalé de 140 metros cuadrados junto a
la playa de Santa Marina o los casi dos millones de euros por 345 metros
cuadrados construidos en una finca de 1.220 a tres pasos contados del
arenal riosellano.

En el número de ceros y el consabido grifo de la financiación, que sigue


cerrado, está quizá la clave fundamental del stock de vivienda. [ATENCIÓN
A ESTO] Desde Promociones Bada García denuncian que el problema
«son las propias entidades bancarias, que hacen de inmobiliarias y
llegan a rozar la competencia desleal. Cuando yo tengo un cliente y va a
pedir financiación, le sacan su cartera de viviendas embargadas y le
ofrecen, además de un precio inferior, la financiación incluida. Yo llevo el
cliente y ellos venden su vivienda».

Pregunta: ¿No está prohibido alterar el mercado vendiendo por debajo del
coste? Porque no es un vendedor particular quien hace eso, sino un banco,
los bancos, con lo cual hacen competencia desleal

http://www.lne.es/oriente/2011/08/20/mercado-vivienda-unifamiliar-
desaparecido-afirman-inmobiliarias/1118371.html

Esto le decía a mi amigo:

Esta gente, los políticos, y no solo ellos, también los banqueros y


promotores, siguen sin darse cuenta de que muchos propietarios venderían
ahora mismo perdiendo dinero si esa pérdida no fuera tan alta. No
contabilizan como stock todas la viviendas que realmente no encuentran
comprador, puesto que esas viviendas en ningún sitio aparecen en venta.
Interesante el que al haber un mercado intervenido por la banca, resulta que
la vivienda de segunda mano está más cara que la nueva, que es libre, o más
libre. Eso da idea de que la burbuja se ha desinflado pero no ha estallado de
verdad. Es más: la vuelven a inflar, al menos la bancaria. Fíjate: imaginemos
que el desahuciado no pagó ni un solo mes, o sea que si el banco le prestó
200 mil euros y lo recuperó por cien mil una vez se hizo con el piso, ya suma
trescientos mil, y ahora lo vende por 70 mil y financia al nuevo comprador,
por tanto se va a poner la deuda del banco en 370 mil. Si todo sale bien
podrá cobrar cien mil que faltan del desahuciado y 70 mil al nuevo
hipotecado; quedan 130 mil por cobrar que compensará solo en parte con los
intereses que pague el nuevo comprador, pero siempre y cuando no se
declare insolvente como el primero. Si la economía se expandiera, pues
bien, vale;¿pero y si se contrae, y todo parece indicar que vamos por ahí?
Madre mía. O sea que el banco gasta de nuevo para recomprar su propio
activo y luego presta dinero para rentabilizar ese activo. Bien. Vamos bien.

iñigo Says:
agosto 20th, 2011 a las 14:15

Desde mi punto de vista, hay un punto en común en el mercado inmobiliario


y el mercado bursátil. En ambos se premia a la especulación. Sin embargo,
no creo que en ninguno de los dos esa especulación sea buena para la
economía, ni para la mayor parte de los particulares.
¿Cómo se puede evitar esto? En mi opinión, gravando al especulador. Altos
impuestos a las plusvalías, a las segundas viviendas, etc.

Priede Says:
agosto 20th, 2011 a las 15:26

Íñigo

No dejando que las instituciones públicas especulen con el suelo. La gran


especulación y corrupción estuvo y está en la recalificación de terrenos.

Por otro lado la libertad de construir salvo en los espacios protegidos nos
puede llevar a un caos urbanístico total.

Creo que lo mejor es hacer como me han dicho que hacen en Holanda o en
Bélgica: las áreas de nueva contrucción quedan fuera del mercado libre, se
venden a precio intervenido, y las viviendas también están sometidas a
precios políticos, y solo se venderán a quienes demuestren que van a residir
allí.

No sé si me habrán informado bien. Se lo escuché a un Belga.

De todos modos, se mire como se mire, es una vergüenza que ya solo seamos
capaces de producir ladrillos y que siendo un país con las tasas de densidad
demográfica más bajas de Europa sin embargo tengamos los precios más
caros en vivienda, tanto en venta como en alquiler.

Se habla de que el Estado nos roba el dinero… Pues anda que pagarle al
banco el 50% de los ingresos familiares de casi toda tu vida a cambio de
100 cochinos metro cuadrados, y rodeado de otros nichos como el tuyo, tiene
narices. Acabamos aceptando cualquier cosa. Y pagamos por ello, además.
Ni los obreros ni los fabricantes de materiales iban a ganar menos, solo los
especuladores, los políticos y los banqueros. Todos aquellos asalariados
tendrían más dinero disponible para gastar, si no fuera porque les han
limpiado los ahorros presentes y futuros.

iñigo Says:
agosto 20th, 2011 a las 16:33

Ah, sí, había olvidado esa parte. O más bien no la había olvidado, sino que
lo había dejado por imposible, porque eso es un problema que, desde mi
humilde punto de vista, no tiene solución. Mientras los ayuntamientos sigan
financiándose gracias al urbanismo, la llevamos clara.
Eso sí que es un impuesto distorsionador y encubierto. Pero a ver quién le
pone el cascabel al gato.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 20th, 2011 a las 20:02

Sí, sobre la función esencial e insustituible de la especulación:


http://juanramonrallo.com/16/07/2011/%C2%A1viva-la-especulacion/

Y a largo plazo todos pueden ganar en bolsa, porque uno no gana a costa del
otro, sino porque crean nueva riqueza merced a retrasar la satisfacción de
sus necesidades presentes (al ahorro):
http://juanramonrallo.com/19/03/2011/no-es-un-juego-de-suma-cero/
http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-capitalismo-depende-del-ahorro-
no-del-consumo/

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 6:13

Entonces, tengo varias preguntas para usted:


1) Si la especulación es buena, ¿por qué la Iglesia la condena?
2) Si todos pueden ganar en bolsa, ¿por qué son malas las burbujas
bursátiles? ¿No decía usted que no crean riqueza?
Y una observación: la palabra especulación acoge en su seno un gran número
de conductas. Entre ellas, hay grandes diferencias. Usted dice que toda
especulación es buena. Yo disiento.
Imaginemos que hay una catástrofe. Un avispado comerciante la ha previsto y
se dedica a acaparar productos básicos que, después, vende a precios
elevadísimos a los supervivientes. ¿Cree usted que nuestro protagonista está
haciendo un favor al mercado? ¿Cree usted que su conducta es buena?
¿Buena para quién?
Segundo ejemplo: un caso real. ¿Cree usted que los que estos días han
vendido en bolsa en descubierto han ayudado a los mercados? ¿No es más
cierto que se han aprovechado del pánico, que es irracional, para forrarse?
¿Y eso es bueno?
Le reitero. Esta vez estoy con la Iglesia.

jfc Says:
agosto 21st, 2011 a las 8:38

Un tío que predice que una catástrofe natural y compra “todos” los servicios
básicos.. ¿cómo lo hace? ¿estamos hablando de un terrícola…? ¿o de un
gobierno lanzando bombas? ¿o de un malvado personaje de cómic?
Para otra ocasión te aconsejo elegir un caso real por ejemplo con Soros
como protagonista, siempre aprovechándose de potenciales desastres
debidos a malas gestiones políticas (lo que ciertamente es mucho más fácil
de predecir que las catástrofes naturales).
Gobiernos arrogantes y especuladores forma una mezcla explosiva, es decir..
los primeros sobran.
Y a ver si se pega un buen batacazo la bolsa mañana, que me apetece
comprar, jo.

Víctor Says:
agosto 21st, 2011 a las 9:27

iñigo

Tú mismo lo has dicho: una acción es un titulo de propiedad, te hace dueño


de parte de una empresa. Ósea, dueño de una parte de su flujo presente y
fututo de beneficios, pero también dueño de sus bienes y derechos presentes
y futuros. Y si la empresa, mediante la reinversion constante de sus
beneficios, consigue aumentar sus bienes y derechos (activos), los cuales por
si mismos tienen un valor, el valor de la empresa en general y de la acción
en particular aumenta. A mi entender, ese tipo de inversión tiene todo el
sentido del mundo: no recibirás ni un céntimo, a menos hasta que no vendas
la acción, pero podríamos considerarla como un “deposito de valor”, un
valor que puede aumentar año tras año, o no. Bien es cierto que esta
inversión con esta mentalidad no es nada habitual en el mercado, pero eso no
significa que no tenga sentido o que sea estúpida.

Por otro lado, puedo estar de acuerdo con usted hasta cierto punto sobre el
abuso que hace en ocasiones el mercado del concepto de especulación. Pero
tampoco podemos generalizar y censurar la especulación en general, ya que
esta ésta parte esencial de la economía y es bastante beneficiosa para todos.
El ejemplo más claro que se me ocurre son aquellos bienes con una alta
estacionalidad, como por ejemplo los agrícolas. Cuando se produce la
cosecha, hay una alta oferta al mercado y sus precios son bajos. La labor de
los especuladores es comprar el producto a esos precios bajos y venderlos
meses después cuando la oferta sea escasa o inexistente, precios altos. De
esta manera conseguimos tener el producto en el mercado durante la mayor
parte del año, en vez de solo unos meses (desde que se produce la cosecha
hasta que se agota el producto).

Se podría decir de los especuladores que son una especie de mercaderes,


solo que estos no van a la ciudad donde hay abundancia para comprar
productos y venderlos en la ciudad donde hay escasez, sino que lo hacen a
través del tiempo. Además, es una actividad bastante arriesgada donde, con
suerte, se puede ganar mucho dinero, pero también se puede perder mucho
dinero. No siempre ganan los mismos, lo hacen sólo aquellos que satisfacen
la demanda del mercado de forma adecuada y en el momento adecuado.

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 10:22

Víctor:
Claro que el valor de la empresa aumenta, pero, ¿hay algún motivo
económico razonable por el que comprar una parte de una empresa que
nunca te dará un céntimo de su beneficio? Entiendo que puede haber motivos
indirectos -controlar un mercado, ganar influencia política…- pero no
motivos económicos directos. Quien diga lo contrario, le rogaría me
explicara cuáles son.
En cuanto al tema de la especulación, creo que el problema radica en el
sentido de la palabra. Si usted hace equivaler especulación e intermediación,
es obvio que la especulación no es mala. Ahora bien, ¿intermediaban
quienes compraban al descubierto en la bolsa hace unas semanas? Y, si es
así, ¿a quién beneficiaban? ¿Al mercado? ¿Cómo? Yo sostengo que, por el
contrario, lo perjudicaban, incrementando algo tan poco racional como el
pánico.

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 11:14

A largo plazo todos pueden ganar en bolsa, sí, pero a largo plazo todos
calvos. Entre medias los hay que se arruinan y otros toman el relevo y ganan.
Cuando ganan.

Todos ganan cuando en la economía pinta oros; cuando pinta bastos todos
pierden, salvo los gestores de fondos, que cobran comisión por gestionar
ganancias o pérdidas.

Si la empresa A arruina a la empresa B al no poder esta competir en precios,


el mercado continúa su curso. Si la bolsa cae todos pierden, pero no quedan
en igual situación para iniciar la partida quienes desaparecen por haber
perdido todo su capital que quienes solo han perdido parte. Los hay que no
se podrán recuperar nunca. Pregúntenles a los miles y miles de trabajadores
de Enron que depositaron sus ahorros en acciones de la compañía. Lo hubo
que tenían 360 mil dólares en acciones y tras la quiebra le dieron por todo
1.200. Claro, si hubiese diversificado. Estoy seguro que quienes tenían sus
ahorros en acciones de otras eléctricas salieron ganando al paso que los
accionistas de Enron se arruinaban. Es parte del juego.

Por tanto la solución parece estar en introducir en los colegios la asignatura


Inversión Bursátil. Educación para la Ciudadanía de 9h a 10h y de 10h a 11h
Planificar el futuro.

Asignatura: Inversión Bursátil.

Capítulo I: Historia de las inversiones.

Lección 1ª: Hay dinero en la cabra (que eran unos manuales que imprimió
el Ministerio de Agricultura en los años 40 ó 50)

Lección 2ª: Hay dinero en la abeja.

Lección N: Hay dinero en la bolsa. Cómo evitar que los abejorros y los
cabrones te vaporicen los ahorros.

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 11:52

Priede:
Muy bueno el comment. Me he reído, se lo aseguro.
Ahora bien, ya sabe usted que aquí alguno que otro se enfadará…

Camus Says:
agosto 21st, 2011 a las 12:03

Los precios bursatiles son asi de inestables porque la bolsa es


extremadamente liquida. Lo que no tiene sentido es que el pan valga lo
mismo cada dia si el precio del trigo es distinto cada dia, o el del petroleo
que se use en su transporte, o el de cualquier otro coste. Estamos
acostumbrados a precios estables porque la mayoria de los productos que
consumimos se negocian cada dia infinitamente menos que cualquier activo
bursatil, tanto por el lado de la oferta como de la demanda.

La razon de la extrema volatilidad que encontramos a veces procede de una


extrema incertidumbre sobre el devenir de las empresas. Si hay muy poco
acuerdo sobre lo que deberia valer determinada compañia, la dispersion en
las condiciones de precio y cantidad por parte de compradores y vendedores
sera mayor, reflejandose en fuertes vaivenes.

La razon de todo esto es, como decimos, la incertidumbre sobre el futuro.


Una incertidumbre que, a menudo, es provocada por politicos.

No es cierto del todo que los que invierten y desinvierten impulsivamente


cada dia pierdan dinero. Cualquier market maker que negocie acciones y
opciones gana dinero cada vez que hace y deshace una posicion, y no lo digo
por las comisiones, sino por la relacion de precio entre opcion-accion.

Tambien es cierto que lo que siempre se compra al comprar acciones son los
dividendos futuros. Si una accion no pagara dividendos jamas, esa accion
valdria cero. Cuando es dificil estimar el dividendo se pueden utilizar
alternativas, como los flujos de caja de los activos de la empresa y luego
restarle el valor de su deuda, que da como resultado el patrimonio neto a
valor de mercado, que es teoricamnente lo que deberia valer el conjunto de
las acciones.

El problema de este enfoque es que las tasas de descuento se calculan


utilizando modelos extremadamente dedicientes, como el CAPM o sus
versiones de varios factores, ademas de que estamos calculando rentas
perpetuas en las que el mayor peso sobre el precio esta en las ganancias a
mas de 10 años, donde si que reina el azar y el casino gigante.

Por eso, lo importante es diversificar (reduce la volatilidad) e invertir


siempre a muy largo plazo para recolectar dividendos y diluir los vaivenes
al alza y la baja en una tendencia sobre la que oscilan. El juego de comprar y
vender cada dia es muy peligroso y no responde a ningun plan de inversion
sobre la empresa. Solo es jugar a la ruleta, ya que en plazo tan corto no
reinan las expectativas economicas sino, simplemente, fricciones naturales
de que no todo em mundo puede comprar y vender a la vez. Los mercados
tardan su tiempo en digerir el verdadero sentir de los inversoresm

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 13:04
Estimado Camus:
Gracias por su comentario, que refuerza lo que yo apuntaba como obvio, que
si no existen dividendos, el precio de la acción es 0, a no ser que incidan
otros factores.
Como verá,lo que yo defiendo es que deberíamos primar el sentido de la
acción como título de propiedad, no como número de una ruleta. Mi
sugerencia de gravar las plusvalías derivadas de compra ventas a corto y
desgravar las rentas por dividendos surge de ello.
¿Qué le parece?

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 16:15

Yo he comprado AAPL (Apple) hace como un año o más. Es de las pocas


acciones junto con Inditex que resiste y me mantiene la cartera algo en
positivo aún cuando hay descalabros como estos últimos.

Mi idea es aguantar hasta que la cosa remonte, pues como no soy experto
invierto a largo, y venderlas en 4 o más años por más de lo que las compré, y
a ser posible por más que lo que me hubiese dado ese dinero en el banco.

Según usted debo ser imbécil por usar ese “depósito de valor” (que me
podrá salir mal o bien) porque Apple no reparte dividendos como si lo
hacen otras de mis acciones. Yo no quiero controlar Apple (tengo muy pocas
acciones) ni tengo motivos políticos, solamente proteger mis ahorros de la
inflación lo mejor posible y quizá ganar algo de dinero invirtiendo en una
empresa que genera riqueza que la gente parece apreciar bastante, por cierto.
Pero claro, debo ser tonto.

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 16:23

Tonto, no, desde luego.


De hecho, la inteligencia de la especulación no es lo que yo pongo en
entredicho.
Pero, dígame:
¿por qué quiere usted comprar acciones de Apple si no quiere ser su
propietario? ¿No sabe que ambas cosas van unidas?
Si usted no piensa de este modo, es que desea ganar dinero por arte de birli
birloque, esto es, por una revalorización en la que usted no tendrá nada que
ver. Si se produce, no será por lo que usted haya hecho.
Si no lo entiendo mal, por tanto, usted espera una recompensa por su
inversión y a cambio está dispuesto a aceptar un riesgo. Cree, de hecho, que
merece esa recompensa porque ha elegido bien su caballo. Lo mismo que si
va a jugar a las carreras, vamos.
Lo que yo sostengo es que la bolsa no es lugar para jugar y que, si alguien lo
hace, debería pagar un enorme precio por hacerlo.
¿Qué le parece?

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 16:30

Por otro lado, el tema de gravar con impuestos aquí y allá.

¿Con que justificación?


¿Como castigo por “mardito especulador”?
¿que se hace con el dinero recaudado? ¿para que se usa? ¿quien lo
administra? Yo me apunto a administrarlo, “ya sabré darle un buen uso
personal sin que se note mucho”, no te fastidia…

Gravar es inmoral, es usar la fuerza para quitar dinero a terceros sin


haberles hecho a priori ningún servicio que demanden o puedan rechazar.

Yo no se si aún debemos convivir con algunos impuestos mientras vemos


como se financiaría mejor la Seguridad Juridica y pocas cosas más
esenciales que ahora proveen los Estados, pero lo que está claro es que si
algo sobra son impuestos y regulaciones.

Un ejemplo, al amigo MAO se le puso ahí que los pájaros en China eran una
plaga, que se comían el grano y que les fastidiaban sus esmirriadas cosechas,
en lugar de mejorar el capital para producción se le ocurrió que los chinos
se pusiesen a masacrar pájaros a lo bestia. Resultado, una plaga de insectos
que lo fliparon, claro.

No hay que subestimar los efectos secundarios de la intervención, que casi


siempre crean problemas donde no los había antes o hacen que los
problemas ya existentes sean mucho peores aún, como con otro caso de
libro, el control de precios máximos, que deriva siempre en escased y
racionamiento.

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 16:31

Íñigo

El problema es que en Occidente ya no somos capaces de producir otra cosa


que burbujas. También en otras partes ocurre, pero además producen
manufacturas, y alimentos sin intervención estatal en los precios, no como en
la UE y Estados Unidos.

En España quedan los camareros para atender en el recreo a los asalariados


de más bajo nivel de una civilización de servicios y derivados financieros,
una civilización donde su declive es más que evidente.

Ay, qué rápido pasa el tiempo. ¿Se acuerda de aquella Nueva Economía de
la que tanto nos hablaban. Incluso alguien tan inteligente como García
Domínguez (para mí el mejor columnista, por su estilo y su ironía) escribía
cosas como esta.

Junio de 2003, y reproducido en agosto de 2007 en Heterodoxias, aunque en


este portal ya no se encuentra (creo recordar que han tenido un problema no
hace mucho y no pudieron salvar todo lo almacenado):

“[...] Y las empresas más visionarias ya lo están haciendo. Por ejemplo,


Capital One permite que sus empleados inventen mutaciones y
recombinaciones de sus productos financieros, sin prácticamente ningún
límite. Anualmente crean unas catorce mil ofertas diferentes de las que
sólo unas cuatro mil suelen resultar un éxito. Pero en un producto
intangible, como son los servicios financieros, el coste de concebir una
mala propuesta es muy bajo, y los beneficios derivados de acertar con
unas pocas ofertas con éxito pueden ser enormes. Pero no sólo existen ya
bancos bacterianos que consiguen volver locos a sus competidores.”
[Nunca mejor dicho: bacterianos, el problema es que han contagiado a todo
el mundo y ahora no hay medicación].

“Si Ben Laden, un individuo privado, puede disponer de la capacidad


operativa para declarar la guerra al Estado más poderoso del mundo; si
George Soros, un sólo especulador, puede decidir devaluar la libra esterlina
contra el parecer del Gobierno inglés; [qué ingenuidad; además Soros
seguramente que es un testaferro] si corporaciones industriales con decenas
de miles de empleados pueden ver impotentes cómo en un par de sesiones
bursátiles se esfuma en el aire una capitalización que les había costado
décadas alcanzar; si una esposa puede engañar a su marido desde su propia
casa, intimando con un desconocido al que ha conocido a través de un chat
de contactos, ¿qué queda de aquellas certezas tranquilizadoras y previsibles
para la que nos había preparado el modelo?”

Hemos quedado los mismos que estábamos, Pepe; solo que hechos cisco y
sin visos de mejora.

http://revista.libertaddigital.com/aprendiendo-de-las-bacterias-
1275762124.html

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 16:42

Josvazg:
Gravar para expulsar comportamientos inadecuados es tan horrible como
poner una multa a quien conduce a 150 por hora. Por mí como si el dinero de
la multa lo queman después (aunque preferiría que lo usaran, por ejemplo,
para sufragar la atención sanitaria a indigentes, cosa que, en su visión del
Estado, no sé quién lo pagaría).
Por cierto, que en su concienzuda respuesta no me ha respondido nada. A mí
los pájaros de Mao, como comprenderá, no me atañe.
Priede:
Yo creo que nuestro problema básico, en general, en economía es que se nos
han olvidado lo que significan palabras como propiedad, responsabilidad,
producción sostenible, etc.
Eso es lo que hay que recuperar: el espíritu de lo real. Aquí todo el mundo
quiere dar el pelotazo sin trabajar y así nos va.
¿Cómo lo ve?

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 17:08
Íñigo

De los grandes empresarios nadie habla; de Isidoro Álvarez, de Amancio


Ortega. Yo recuerdo de los años 70 los grandes debates sobre el futuro de
nuestra industria más fuerte: automóviles y camiones, siderurgia, maquinaria
agrícola e industrial, construcción naval, y cientos de ellas ligadas a estas.
Las liquidaron, bien las cerraron o las entregaron a países extranjeros, caso
de la SEAT y la Pegaso. Por la primera hubo que pagar 300 mil millones de
pesetas y prejubilar a media plantilla para que la Volkswagen se hiciera
cargo. Untaron a los sindicatos y concedieron prejubilaciones de lujo, y
listo.

Curiosamente, una vez que desapareció nuestra industria, que exigía un


debate más en detalle y no los análisis de brocha gorda, y que el paro se
ancló por encima del 20%, comenzó a llenarse la prensa de artículos y
columnas de opinión relacionados con la economía, toda ella dedicada a la
política financiera y monetaria. Y así hasta hoy. Ya nadie dedica una página a
nuestra economía industrial o agraria. Sobrevive tan solo un programa tan
bueno (y enternecedor) como el de la COPE, Agropopular.

De ahí que me llame tanto la atención el enorme espacio que dedican todos
los medios a la economía, en el cual la mayor parte de las veces se utiliza un
lenguaje que el común de la gente no puede entender. Lo mismo en televisión
y en radio. Es algo parecido a lo que ocurre con la medicina (en los medios
denominado “Salud”), que a todo el mundo le interesa aunque emplee unos
términos muy gremiales. Un día habría que hacer la prueba: una encuesta
para ver cuánta gente sabría explicar lo que es la inflación, la deflación, los
bonos de deuda. No digamos barbarismos: default, quantitative easing,
commodities,

El médico y el economista se han convertido en una especie de Rapel, de


quiromantes, solo que avalados por una ciencia, no por la baraja. Digo esto
a ojos de la gente común, no de aquellos otros que le dedicamos atención y
sabemos distinguir dónde está el verdadero análisis y dónde la demagogia
más barata.

jfc Says:
agosto 21st, 2011 a las 19:28
Qué disparate. Con un título de propiedad se puede jugar a la ruleta o no,
precisamente porque es tuyo. Si se prohíbe comprar y vender a corto, utilizar
lo que se supone que es tu propiedad, el derecho de propiedad se desvirtúa,
con lo cual la propuesta carece de lógica.

No creo que sea buena idea reducir la liquidez de un mercado cuyo principal
valor es la liquidez. Si a alguien no le gusta la bolsa porque es muy líquida,
que invierta en otra cosa y que dejen a los propietarios de las acciones
gestionarlas como ellos decidan.

iñigo Says:
agosto 21st, 2011 a las 19:56

Ya ve, yo en cambio creo que es un disparate que se permita adquirir un


título de propiedad a quien cree que está comprando una ficha de ruleta.
Obviamente, no hay mecanismos para evitar que alguien lo haga, pero sí los
hay para impedir que tenga ningún estímulo para hacerlo. Gravar las
plusvalías por compraventa y quitar las tasas sobre dividendo elimina a los
jugadores y apoya a los inversores.

¿Es un problema quitar liquidez a la bolsa? Yo no lo creo. Y, sobre todo,


¿qué le hace pensar que así sería?
Yo, en cambio, creo que con ese cambio se atraerían muchos capitales que
normalmente no entran por la volatilidad y el riesgo del parqué.

Y, por cierto, yo no he dicho nada de prohibir comprar o vender a corto.


Hágalo, si quiere. Yo pido que le cobren un gravamen equivalente a su
plusvalía. Pero nadie le impide comprar o vender en función de los
dividendos, claro…

Ah, y por fin: que algo sea suyo no significa, ni mucho menos, que pueda
hacer lo que quiera con ello. La propiedad sin límites es una fantasía más
que no tiene sentido en una sociedad. El bien común está siempre por
encima.

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 20:34

jfc
El problema es cuando unos juegan a la ruleta con el dinero de otros. ¿O es
que todos lo que tienen sus ahorros en bolsa deciden libremente, y no
delegan en esos otros, cuándo, cómo, y qué se compra o vende? ¿Qué
libertad de elección tienen esos ahorristas?

Las pensiones privadas obtienen beneficios gracias a ese comercio


bursátil,cierto; y también pérdidas, algo de lo que nunca se habla. Pues anda
que no hay gente que ha perdido dinero en fondos de pensiones. Mire,
pregúntele a Google, que es un sabelotodo

http://www.google.es/#hl=es&cp=42&gs_id=5d&xhr=t&q=fondos+de+pensiones+que+ha

Y la sangría ha vuelto:

http://www.google.es/#hl=es&cp=25&gs_id=2n&xhr=t&q=perdidas+fondos+pensiones&

Efectivamente uno es libre de hacer con su dinero lo que le venga en gana.


Pero me temo que los ahorristas que ponen su dinero en fondos de inversión
no se mueren de risa cuando les cuentan que sus ahorros se los ha fumado
alguien, ¿no cree? “Ha sido el mercado”, les dirán. “Pues díganle a ese
señor que si me lo tropiezo lo rompo“, que diría mi sobrino cuando era
pequeño.

Es cierto que la bolsa no es un juego de azar, hay causa efecto que aporta la
explicación. Lo que ocurre es que a veces llega la explicación cuando ya es
tarde, puesto que en puridad el futuro no existe. Y no corre los mismos
riesgos quien está en ello todo el día que quien delega en otro y confía en él.

Quienes gestionan un Estado pueden ser unos completos canallas, y los que
gestionan dinero de otros, también. A veces, incluso, pueden ser muy buenas
personas y sin embargo llevar la empresa a la ruina. ¿No es mejor que los
que trabajan y sostienen la economía en pie mantengan a quienes ya no se
pueden valer por sí mismos? Otra cosa es que la población pasiva abuse,
que eso es lo que está pasando ahora.

Cualquier político que decida bajar las pensiones se ha buscado la ruina.


TAnto como si fuera a predicar el fin del Cupo a Navarra o el País Vasco y
creyese que así iba a ganar elecciones. Pío Moa es de esa opinión: cree que
contándoles a los catalanes que Casanova no hizo lo que los nacionalistas
les cuentan, dejarán de ser nacionalistas. Por amor a la verdad, vamos. No
me creo nada.

En definitiva: que digo que una sociedad está más cohesionada cuando la
población activa mantiene a la pasiva, aunque eso, sin duda alguna, da pie a
abusos, que es en lo que estamos ahora.

Su dinero, señor jfc, no se lo debe exclusivamente a usted mismo. Usted no


es lo que es por obra y gracia exclusiva de usted y su dinerito. El mundo no
empezó con usted. Tras la prosperidad de la que usted goza en el presente se
encuentran siglos de dolor y sudor del prójimo y que usted se niega a
reconocer, empezando por los más ancianos de hoy en día, que trabajaban de
sol a sol por poco más que la comida, que generaron con su trabajo la
riqueza de la que hoy gozamos. Porque no todo ha sido obra de los
creadores y de los emprendedores, aunque también, por supuesto, sino de
los que han trabajado para ellos, a veces por salarios de hambre.

“Colectivismo”, dirán algunos. No, se le llama deberes para con el prójimo.


Y digo ‘deberes’, no ‘caridad’.

Usted no quiere pensiones públicas porque dice que el Estado le roba su


dinero y su libertad. ¿Y qué libertad tiene el que le obligan a meter su dinero
en un fondo privado de pensiones si quiere subsistir en el futuro, cuando ya
no se pueda valer de su propio esfuerzo?

jfc Says:
agosto 21st, 2011 a las 20:48

Hombre, estaría mal hacer una pelota de papel con las acciones y tirárselas a
alguien en un ojo. Eso sería una invasión agresiva del ojo ajeno y es un claro
límite a la propiedad y derechos ajenos. Como también los es expropiarles
parte de su ganancia mediante un impuesto. Una gran obra altruista por el
bien común, bravo.

Lo ideal sería que usted montase un nuevo café Espejo y allí montase un
nuevo centro de compraventa de acciones con su tasa Tobin, sus ingeniosas
reglas del juego sobre la plusvalía de las operaciones, los dividendos y de
la explotación marxiana. Sería muy divertido. Ya me estoy imaginando a
Botín tomándose una de bravas al son de los corros.

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 20:48

@Iñigo

Como dice jfc, si las acciones son una propiedad entonces las puedo vender
cuando quiera por el precio que otro acuerde comprármelas, punto. Si
resulta que estoy sujeto a gravamenes por venderlas “así o asao” entonces es
cuando se desvirtúa el concepto de propiedad.

Lo de MAO se lo explico, que parece que se lo he dejado poco claro, las


intervenciones suelen tener efectos secundarios no deseados. De hecho
cuando el gobierno interviene pone las cosas peor o crea problemas nuevos.

Usted no conoce la demostración de la imposibilidad del socialismo, por lo


que parece.

Básicamente es imposible que el gobierno, por muy bien informado que esté,
obtenga toda la información del mercado para coordinar la economía y tomar
las decisiones centralizadas de intervención en lugar de las descentralizadas
de todos los agentes del mercado. La información que necesita es demasiada,
cambia constantemente, sobre todo al intervenir, y en muchos casos es tácita
o informal.

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:05

Ya empezamos con el cuento del pobre o desamparado que solo los


impuestos salvan.

Si claro, resulta que se necesita casi el 50% del PIB para pagar las atención
sanitaria de los pobres, claro.

Por eso luego a quien acuden para comer cuando están mal de verdad es a
Cáritas más que al Estado, ¿verdad?
Lo primero que hay que resolver es porque hay o si realmente hay tanto
desamparado y luego pensar que cuanto más prósperos seamos más fácil
será poder ayudar e incluso sacar de su situación a los que menos tienen.

Desde luego con inflación no les ayudamos, se lo estamos poniendo más


crudo cada día para pagarse la misma barra de pan de siempre. Y con
impuestos, que NO crean riqueza, tampoco. Y encima estos muchas veces
entorpecen la creación de riqueza doblemente, primero porque impiden el
uso del dinero retraído para inversión u ahorro y luego porque lo usan para
entorpecer que las empresas privadas creen la riqueza.

Ejemplos los que quiera:


1) Lo ridículamente complicado y caro que es montar y desmontar una
empresa en España.

2) Que el ayuntamiento de Madrid se meta a decirle de que tamaño máximo


puedan ser las letras de los letreros de los negocios.
Etc

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:05

El problema no es si se prohíbe invertir en bolsa o no. El problema consiste


en entender lo que pasa cuando el capital que se mueve en bolsa supera al
capital que está en la producción. O si bien no lo supera sin embargo
distorsiona el valor del sistema productivo.

El capital bursátil actúa sobre el capital productivo a la manera como la


máquina de imprimir billetes actúa sobre el valor del dinero presente, puesto
que ya es tal ese volumen de dinero inyectado en el sistema (productores y
especuladores o inversores en bolsa cuantifican el valor de sus propiedades
con la misma unidad de cuenta, con la misma moneda, o monedas) que ya los
criterios empresariales quedan totalmente subsumidos al poder del capital
bursátil. Y en eso estamos. A eso hemos llegado. Donde los países más
influyentes (por sus ejércitos) como Gran Bretaña o Estados Unidos tienen su
fuente de financiación en la gaseosa economía de las finanzas. ¿Han leído lo
que colgué de la economía de las bacterias? Pues eso. Eso nos trajo hasta
aquí.
Y ahora otro debate interesante es si esta situación se podía haber evitado
bajando nuestros estándares de vida o si bien era un proceso irreversible.

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:15

“… el bien común siempre está por encima”.

Ya está, “ya hemos llegao”.

¿Qué es el bien común?


¿Quien decide lo que es?

Mucho poder tendrá esa persona que decide que es el bien común, que
individuos se pueden sacrificar por ese bien, o forzarles a “esto o lo otro”.

Peligrosa visión la suya.

Yo se lo que me conviene a mi, para eso soy adulto. Lo que a usted le gusta o
convenga es cosas suya, no mía.
¿usted cree que se me pueden imponer bienes comunes por encima de mi
voluntad? ¿y a usted?

¡Que peligro!

A parte de las Leyes que me dicen lo que NO puedo hacer a otros porque
tampoco me lo deben hacer a mi (agredir, robar, estafar, etc) NADIE me
tiene que decir lo que SI debo hacer o decidir, o si mi vida vale más o menos
que otra porque yo sea blanco, negro, verde, inversor, especulador, bloguero
o medipensionista.

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:22

Las mayores masacres y catástrofes de la historia perpetradas por humanos


empiezan por anteponer “el bien común” al individuo.

josvazg Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:35
Sobre la bolsa, los consejos para principiantes son bastante buenos, la
verdad:

- Usar dinero que NO vayas a necesitar, ahorros a largo.

- Invertir a largo plazo.

- No intentar ganar el ultimo céntimo, eso que lo intenten ganar otros.

- Es dinero que se puede perder, incluso haciendo las “cosas bien”, pero el
pánico y la precipitación es la forma más rápida de perder.

No importa lo que hagan los especuladores, al final la bolsa se estabiliza


antes o después y da la medida de como están las cosas en ese momento.

Ahora está claro que es momento de comprar o mantener, no de vender. Si


tienes que vender por narices, pues mala suerte, si, porque NO es el
momento.

Si esta crisis es peor de lo que parece y no levantamos cabeza en décadas


(la bolsa no sube nunca más) entonces queda lo de no meter todos los huevos
en la misma cesta y diversificar también con dinero en el banco a interés,
renta fija, oro, etc.

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 21:50

Josvazg

Mire, perdone que se lo diga, pero el suyo es un razonamiento de


adolescente, perroflaútico. ¿Cómo que no le tienen qué decir a usted qué es
lo que puede o no puede hacer? ¿Usted se cree que vive solo en el mundo?
Su dinero y sus conocimientos no se los debe solo a usted. Si usted hubiese
nacido en Somalia pensaría como un somalí. Y nadie le está diciendo que
usted no tenga ninguna capacidad de elección. Lo que se le está diciendo es
que eso que usted propone resulta que también es de obligado cumplimiento
para todos, puesto que la supresión de las ayudas públicas y de las pensiones
obligaría a todos, estén o no estén de acuerdo, a poner sus ahorros en
gestores privados. De no ser así ¿qué harían cuando no se pudieran valer por
sí mismos? Razón tienen quienes les critican diciendo que el liberalismo es
el egoísmo llevado a la ideología política.

A ver, explíquenos por qué razón los demás han de renunciar a las pensiones
públicas para que usted invierta más dinero en bolsa. Es que parece que yo
me estoy inventando una realidad: ¿qué dinero puede ahorrar alguien que
gana 700 euros y paga 400 de alquiler? Me dirá usted: pues que le den los
cuatrocientos que la empresa paga por él a la SS y que los ahorre. Pues bien:
uno que el empresario no reducirá costes, puesto que lo mismo le da entregar
ese dinero al Estado que al trabajador, y de eso se trata hoy precisamente, de
ahorrar costes a las empresas. Excuso decir si los salarios fueran libres lo
que bajarían, y con ello ¡lo mucho que ahorrarían los asalariados! Dos: que
con cuatrocientos euros al mes mucho ha de subir la bolsa y mucho ha de
trabajar (que no se quede en paro ni un día, ni tenga hijos) para que consiga
una pensión digna después de 30 años de trabajo. ¿Y si en lugar de ganar
pierde en la bolsa?

Resulta que usted no está de acuerdo con que el Estado le quite ni un solo
euro de sus ingresos. Que no exista el Estado, vamos, porque a alguien se lo
tendrá que quitar para financiarse, digo yo.

Mire, entiendo que hace falta reducir gastos, que hay un despilfarro, pero lo
suyo es rousonianismo puro: “El hombre nace libre y es la sociedad (el
Estado, según usted) quien le corrompe”.

Mire, nadie nace ni vive libre. Nadie. Empezamos por tener un nombre y
unos apellidos que no elegimos. Y no hablemos de lo que viene después. En
mi caso ubo un tiempo en que creí que mediante la acción humana y mi
esfuerzo llegaría algún día a ser como Paul Newman. Me esforcé, créame,
pero finalmente, tras años y años de intentos caí en una depresión terrible.
Falta de carácter, seguro. Y en cuanto a los negocios, ay, si todos fuéramos
empresarios. Si todos fuéramos empresarios ¿quién cosecharía los tomates?
Y esos doce millones de trabajadores que no llegan a los mil euros al mes
¿los dejamos en la calle cuando no se puedan valer por sí mismos?

Usted nos pone el ejemplo de las peores gestiones, la de los socialistas. Hay
otras. En Alemania y tantos otros países no les va mal. Usted quiere volver a
principios del siglo XX, o al XIX, donde la protección del Estado era
mínima, prácticamente inexistente. Pero usted con chistera y frac, seguro. O
al menos bombín. La boina y la blusa para otros ¿verdad? No me imagino a
usted con boina y blusa diciendo eso que nos cuenta ahora. Pues los de la
boina y la blusa están ahí, y aun son mayoría, y los va a tener que aguantar,
no se haga ilusiones. Si no se les tiene en cuenta suelen enfadarse. Eso ha
pasado muchas veces antes.

Teja usted cuantas quimeras guste; pero si no baja del nido por sí mismo lo
van a bajar. Allá usted.

Priede Says:
agosto 21st, 2011 a las 22:44

Josvazg

Y, por favor, no entrecomille como si yo hubiese dicho algo como esto “… el


bien común siempre está por encima”. Ya sé que no todo lo entrecomillado
tiene que hacer referencia al interlocutor, por eso mismo hay que empezar la
frase de otra manera. Por ejemplo: “Todo eso que dice me recuerda lo de el
bien común siempre está por encima”

iñigo Says:
agosto 22nd, 2011 a las 1:38

Estimados:
Noto que lo que digo escuece. Pues qué le vamos a hacer. Priede tiene razón:
llevan al liberalismo a unos extremos que acaba resultando una caricatura de
sí mismo.
Sólo les recordaré que cuando tuvo su momento de gloria, en el XIX, el
liberalismo provocó pobreza, marginación social, jornadas laborables
interminables y explotación infantil.
A otro perro con ese hueso.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 22nd, 2011 a las 8:55

Iñigo,

1) La Iglesia también condenó el tipo de interés como usura y no por ello es


algo malo.
2) Que todos puedan ganar no significa que todos ganen siempre. Las
burbujas no crean nueva riqueza y por tanto no dan pie a que todos ganen. La
bolsa como instrumento de capitalización de los ahorros sí permite
ganancias para todos.
3) Las actividades malas o desacertadas de los especuladores se castigan
con pérdidas extraordinarias, a menos que el Estado acuda al rescate.

iñigo Says:
agosto 22nd, 2011 a las 9:32

Juan Ramón:

1) Si la Iglesia condena algo como malo, ese algo es malo para cualquier
católico, al menos hasta que la Iglesia diga lo contrario. A mí me suena
absurdo, pero es lo que hay. Me sorprende enormemente que en un país con
tan elevado porcentaje de católicos haya habido tanta especulación, incluso
en bienes de primera necesidad, como la vivienda. Este es, desde mi punto
de vista, un indicador real de la fe de un país (es fácil tener fe cuando no
supone ningún sacrificio).

2) Imaginemos que yo vendo una acción que compré por 2 por 5, que es el
precio al que usted la compra. ¿He ganado yo 3? Sí. ¿Usted ha perdido 3? Es
obvio que no, en cuanto que, en principio, su activo vale 5. En este sentido,
mientras la burbuja siga hinchándose, todo el mundo gana. Usted dice que
esto no significa que se genere riqueza. Yo, sin embargo, son 3 unidades más
rico de lo que era antes. Si no es un juego de suma 0, ¿por qué considera que
no hay creación de riqueza? Es un problema de definición,
desde mi perspectiva. El problema de esas burbujas, obviamente, es que más
tarde o más temprano estallan. Pero es posible que hayan hecho ganar mucho
a muchos y perder mucho sólo a unos pocos. Luego no siempre son malas. El
problema es saber cuándo y cómo pincharlas. Y ese es un gran problema.

3) Cierto. Y es absurdo que el Estado rescate a nadie, salvo que se trate de


sectores estratégicos. El problema con los bancos es que se ha aplicado la
idea de que con ganancias, capitalismo, y, con pérdidas, socialismo.
¿Hubiera sido más justo dejarlos caer? Sin duda. ¿Más eficiente? Esto ya lo
dudo. ¿Quién daría crédito a estas alturas? ¿Nuevos bancos? Tardarían
tiempo y dependerían de un ahorro desconfiado.

4) La especulación puede causar un daño que vaya mucho más allá de


castigar a sus causantes. De ahí que sea necesario evitarla.
¿Suponen medidas como el gravamen a la compraventa y la desgravación de
los rendimientos por dividendos un problema en este sentido? A mi juicio,
no. Todo lo contrario. Sirven para expulsar de la bolsa a los jugadores y
atraer a los inversores. ¿Tiene usted algún buen motivo por el que considerar
que esto vaya a ser malo?

Espero impaciente sus comments.

josvazg Says:
agosto 22nd, 2011 a las 9:36

@Priede

No se lee usted los comentarios de los demás, y por lo que parece no se lee
ni los de su amigo Iñigo. El entrecomillado no iba por usted sino por el,
puesto que fue el el que dijo esa frase.

Si ustedes (Iñigo y Priede) no se dan cuenta de que cuando se empieza por


poner por encima de la libertad individual el bien común se acaba en las
cámaras de gas, pues la verdad es que es una pena que aún estemos así de
perdidos.

No ha habido nada creado por el hombre que haya matado a más personas,
sobre todo a trabajadores, que el socialismo en sus distintas vertientes,
sobre todo la del comunismo.

Para perroflautico creerse que va a ser Botín u otro rico el que le pague la
atención sanitaria y la pensión al asalariado de 700€/mes, al que como usted
mismo dice el estado le está robando 400€ más o menos entre cotizaciones e
impuestos que NO le deja disfrutar o administrarse según sus necesidades.

El grueso de los impuestos que recauda el Estado lo hace de la clase media


asalariada, que NO tiene escapatoria posible. Esos son los que lo pagan todo
prácticamente.
Sobre el Siglo XIX, si ya, claro, la Revolución Industrial fue malísima,
claro. La gente estaba en el campo viviendo tan bien trabajando de sol a sol
y dependiendo de una buena o mala cosecha para sobrevivir que luego hubo
que obligarles (¿o no?) a que fuesen a las fábricas a trabajar, fabricas donde
trabajaban muchas horas, pero menos que en el campo y ganaban más dinero.
De hecho, antes del siglo XIX no había clase media y después SI.

Gracias a esas fábricas de entonces ahora la agricultura tiene maquinaria y


tecnología para producir comida para muchos más millones de personas en
el mundo y empleando en ello muy poca población que queda libre para
trabajar en otros sectores más avanzados.

Pero no, el mejor el perroflautismo, todos a plantar tomates y a morir de que


un año llueva menos de lo normal.

¡Que deprimente!

josvazg Says:
agosto 22nd, 2011 a las 9:47

Sobre las pensiones.

Si eso, defienda el timo piramidal de las pensiones en España.

Las pensiones ya quebraron en los 90, antes con las cotizaciones pagabas
sanidad y pensión, incluso entraba el dentista, después la sanidad se pagaba
en otros impuestos.

Ahora ha vuelto a quebrar y de momento han tenido que retrasar la edad de


jubilación y reducir los pagos.

Cada vez que empeoran las pensiones se está reconociendo en realidad una
quiebra de ese sistema “tan guay” según ustedes.

No se ustedes, a mi me quedan algunos años para los 40, así que calculo que
para cuando me jubile la edad de jubilación será pasados los 70 y la pensión
dará para comprar el pan y vivir bajo un puente, así que ya no cuento con ese
dinero. A parte de pagar las pensiones de AHORA tendré que ahorrar por mi
cuenta para esa edad poder jubilarme o seguir trabajando en lo que pueda
para poder seguir viviendo, no vaya a ser que en la sanidad pública decidan
que me tienen que dar Eutanasia “pseudovoluntaria”.

Si el sistema de pensiones fuese capitalizado, como en Chile, no tendríamos


tal miseria, pero como somos cabezones, hasta que el sistema actual no
reviente del todo no lo vamos a tocar. Y para entonces será muy tarde, pues
todas las soluciones serán mi…da para unas cuantas generaciones.

Me pregunto cuando reconoceremos que las pensiones han reventado, que ya


no valen.

iñigo Says:
agosto 22nd, 2011 a las 9:52

Josvazg:
Francamente, tiene que revisar usted un poco la historia.
El incremento de población en la Europa del XIX fue el producto de
múltiples causas, entre las que destacan los nuevos métodos agrícolas, por
ejemplo.
El exceso de población permitió el boom de la industria, no al revés. ¿O es
que cree usted que las fábricas empezaron a funcionar y luego surgió un
vivero de trabajadores? Hombre, un poco de cerebro, que aquí resulta obvio
que primero está la mano de obra y luego el producto.
Me dice usted que el producto del XIX fue la clase media. Sí, claro, una vez
que se pusieron límites a la explotación del obrero. Un salario que no da
para más allá de la subsistencia no permite la creación de esa clase media.
En el sistema liberal, era justamente eso lo que pasaba. No sé cuál es su idea
de libertad, pero en un sistema en el que unos ofrecen trabajo para forrarse y
otros ofrecen mano de obra para subsistir, ambas partes no poseen la misma
libertad, sobre todo si la oferta de mano de obra supera a su demanda.
Claro, un liberal dirá enseguida que esto es una disfunción y que lo mejor es
dejar que los pobres se mueran y así se restablezca el equilibrio. Con
muchos muertos, la oferta acabaría siendo inferior a la demanda, los salarios
subirían y se alcanzaría la formación de clases medias. ¿Por qué siempre
olvido algo tan simple?
En cuanto a lo del bien común, qué quiere que le diga. Sólo cito la doctrina
social de la Iglesia. No creo que eso sea socialista. ¿O sí?
Hala, un saludo.
Priede Says:
agosto 22nd, 2011 a las 11:29

Josvazg

Sí que me leo los comentarios de todos. Y además los entiendo, no crea. Y


estoy convencido de que usted también los entiende, otra cosa es que
intencionadamente confunda usted responder con contestar. Usted contesta
echando mano del catecismo ideológico, pero no responde a los problemas
que se plantean.

En cuanto a la frase, usted me la dirigía a mí, y yo no la había escrito. Y si


fue Íñigo, tampoco estoy obligado a memorizar lo que dice cada cual.
Además no hago responsables a otros liberales de lo que usted dice, tal y
como hace usted conmigo. Ni tampoco he visto en qué comentario Íñigo ha
dicho eso. Y si lo ha dicho, dígaselo a él, no a mí. Jamás diría yo que “el
bien común siempre está por encima”, se supone que del individuo, puesto
que eso es una verdad parcial, tan verdad parcial como la contraria: el
individuo estará por encima del bienestar común. Por eso mismo, esto que
dice usted no es más que un cliché: “Si ustedes (Iñigo y Priede) no se dan
cuenta de que cuando se empieza por poner por encima de la libertad
individual el bien común se acaba en las cámaras de gas, pues la verdad
es que es una pena que aún estemos así de perdidos.

Y es que usted, como tantos otros, con tal de defender la fe son capaces de
equiparar a socialdemócratas, cristianos (porque el cristianismo siempre
predicó la igualdad), falangistas, franquistas, conservadores (Bismarck fue
el primero en instituir las pensiones de jubilación), nazis y comunistas. Les
da igual, aun a sabiendas que entre ellos son contrarios. Por eso mismo es
usted un dogmático, puesto que no hace las discriminaciones que está
obligado a considerar y que son evidentes. Para usted o se es liberal o
colectivista. Ya me he tropezado a muchos con esa ramplonería. Son como
los izquierdistas dogmáticos: o conmigo o fascista, o profascista, facha.
¿Quién está defendiendo el comunismo o el nazismo? Nadie.

Y el liberalismo del siglo XIX creó mucha riqueza, sin duda. Y Roma
también, y no solo riqueza, pero su base de producción era el esclavismo,
como la cultísima Grecia, cosas que siempre se olvidan los que hablan de
una democracia ateniense.

Usted habla desde una base puramente metafísica, tal y como si el individuo
existiese al margen del grupo del que procede, cuando precisamente uno
conlleva lo otro: si hablamos de individuo hablamos del grupo en el que está
inmerso, y si hablamos del grupo hablamos de individuos únicos que lo
componen. No existe Adán, eso es un mito.

Y en cuanto al timo piramidal de las pensiones no hay tal cosa, lo que ocurre
es que se niegan a congelar las pensiones o a bajarlas, y por eso mismo, para
no perder votos, castigan a la población activa a un retiro que ni por asomo
llegará al poder adquisitivo que hoy tienen los pensionistas. En lugar de
repartir la carga desde hoy mismo, la ponen encima de los hombros de los
futuros pensionistas. Pero ese es un problema de la demagogia, no de las
pensiones estatales. Es como decir que hay que suprimir los impuestos
porque los políticos roban, en lugar de decir que hay que procesar a los
políticos corruptos.

Priede Says:
agosto 22nd, 2011 a las 11:31

Veo que me han colgado un comentario que estaba pendiente de moderación

http://juanramonrallo.com/19/08/2011/%C2%BFpor-que-la-bolsa-se-
comporta-a-veces-como-una-montana-rusa/#comment-1463

iñigo Says:
agosto 22nd, 2011 a las 11:39

No sé de dónde se sacan que Priede y yo compartamos las mismas ideas al


100%.
Eso es muy dogmático.
En cuanto a mi observación de que el bien común prima sobre el individual,
ruego no se me interprete en el sentido de que el individuo ha de someterse
al grupo. Una cosa es el pecunio y otro el que lo sustenta.

josvazg Says:
agosto 22nd, 2011 a las 14:26
Sobre otros países donde también hay socialismo y NO lo hacen tan mal.

Pues si, mire este artículo del Profesor Rallo:


http://www.libertaddigital.com/economia/impuestos-bajos-la-fiscalidad-en-
espana-es-mas-dura-que-la-media-de-la-ue-1276410432/

¿Quienes son los primeros en “Esfuerzo Fiscal”?


Pues prácticamente los PIGS, con Francia que anda ya acosada por dudas de
si podrá o no pagar y con Bélgica, que tampoco está ahora para echar
cohetes.

Suecia anda cerca, pero es que nada como ser rico, desde el siglo XIX
además, como para poder permitirse tanto socialismo como tienen, o mejor
dicho, como han tenido, que ya en los 90 han echado el freno y en los 2000
también. El capital y el ahorro está menos gravado que en España y sus
empresas, como IKEA, nacidas en el supuesto paraíso socialista sueco,
flipan con lo difícil, engorroso y lento que es abrir una tienda en España,
sobre todo a nivel urbanístico… me imagino que será porque en Suecia y
otros lugares les resulta más fácil.

josvazg Says:
agosto 22nd, 2011 a las 14:48

“Y en cuanto al timo piramidal de las pensiones no hay tal cosa”

¿como que no?


Cuando hay 10 currantes por 1 pensionista no hay problema, es el inicio del
timo, como cuando Maddoff tenía a unos pocos cobrando los intereses de los
nuevos clientes que iban entrando al lio.

Cuando ese “demócrata” de Von Bismark inventó el sistema lo calculó según


la esperanza de vida de la época para pagar un par de años o así de pensión
y encima los primeros cobraban sin haber cotizado antes, ¡coj.n.do!

Pero ahora no es así, ahora vamos a llegar pronto a 2,3 trabajadores o menos
por pensionista, eso NO se sostiene de ninguna forma, ni con ni sin
maquillajes políticos.

La única manera es cambiar de sistema, ir a uno capitalizado poco a poco o,


como mínimo intentar que “cada generación” se pague lo suyo al menos en la
mayor parte.

No es un problema político en realidad, es simple matemática.

josvazg Says:
agosto 22nd, 2011 a las 15:24

Puede que un aumento de población que dejó a gente libre para ser la mano
de obra de la Revolución Industrial fuese antes que esta, pero no fue hasta
que la RI se puso en marcha que pudimos disfrutar de niveles crecientes de
población en manera exponencial donde cada vez había menor porcentaje de
hambre mundial.

De hecho, puede que con la crisis actual haya empeorado algo las cosas
desde entonces, pero hace 2-3 años se hablaba de 1000 millones de
hambrientos, pero se ocultaba que en porcentaje este se había ido reduciendo
de manera sostenida en los últimos 20-30años. Dicho de otra forma, el
hambre crecía menos que la población mundial y se localiza en lugares
donde no hay paz ni libertad, ni por tanto seguridad jurídica alguna (haya o
no un estado fuerte en esos lugares).

Por otro lado, yo no creo en la maldad o bondad infinita de la gente, y si


creo que los sistemas políticos pueden llegar a ser MUY perversos y, como
no son culpa de nadie y los que los disfrutan no los sufren, no se suelen
corregir. Me explico:

La clase media surge cuando la productividad aumenta de tal manera que no


es necesario hacer tantas horas para producir lo mismo o más y el beneficio
empresarial es tal que el empresario puede pagar mejor a sus empleados
para conservarlos frente a la competencia. Los costes unitarios bajan y los
sueldos suben llegando la “gente llana” a poder adquirir los productos que
“fabrican”, incluso cuando estos son relativamente caros, como los coches.
Entonces se produce un nuevo aumento de los beneficios y reparto de los
mismos entre dueños, accionistas y empleados.

No obstante, fíjese que con los sistemas políticos los incentivos son
perversos y dados a quitar más que repartir:
- El Estado no ha hecho más que crecer en porcentaje del PIB que ocupa
durante todo el s.XX y lo que llevamos del XXI.

- En la primera mitad del sXX las mujeres a penas trabajaban y la tecnología


era peor.

- Hoy somos el doble de gente o más disponible para trabajar con la


incorporación de la mujer y la tecnología permite mucha más productividad.

- Sin embargo, hoy siendo más productivos y trabajando más gente, hacemos
las misma horas que nuestros padres (si no más) y aún así necesitamos los 2
sueldos familiares para pagar el piso que nuestros padres pagaban en la
mitad de tiempo con un sueldo menos.

¿quien se ha comido el aumento de productividad?


El Estado.
Por un lado ha crecido comiendo más impuestos del fruto del trabajo de la
gente.
Por otro ha inflado la burbuja de la vivienda a varios niveles, con
financiación de los ayuntamientos vía su “control del urbanismo”, impuestos
sobre el suelo, control de la oferta a cuentagotas, aumento de los créditos
disponibles vía cajas de las autonomías, con las que se forraban los
políticos y sus amiguetes (y que ahora están como están), fomento fiscal y
desde los bancos centrales de la burbuja financiera y la fiebre de adquirir
vivienda en propiedad y no en alquiler, etc

Priede Says:
agosto 22nd, 2011 a las 18:46

En primer lugar el pig lo será usted, que es tal el papanatismo que incluso
los hay que adoptan gustosos el desprecio del inglés, como si los ingleses
pudieran presumir de mucho desde 1945 hasta hoy.

El timo es piramidal si se mantiene el poder adquisitivo de los pensionistas,


excuso decir si aumenta. Yo hablé de bajar las pensiones si no hubiera más
solución, y que de hecho eso es lo que acaban de hacer, aunque a los
pensionistas futuros, no a los actuales. Pero a usted le da igual, le gusta
pensar que los demás no hemos dicho lo que sí hemos dicho y atribuirnos lo
que solo usted dice.

Antes de la revolución industrial se vivía peor, pero ahora vivimos mucho


mejor que en época de la revolución industrial, ¿o no es así? Por tanto si el
salario queda sin regulación estatal y solo se establecerá por mutuo acuerdo
de las partes volveríamos al derecho del siglo XIX ¿o no? Lo cual no quiere
decir que ganáramos lo mismo, pero si la empresa en la que usted quiere
trabajar compite con asiáticos, hágase a la idea de lo que le espera.

¿Alguien está diciendo aquí que haya que volver a una sociedad anterior a la
revolución industrial? Nadie. ¿Pues entonces por qué demonios se empeña
en hablarnos como si alquien lo hubiese dicho? No sigue usted los
argumentos del otro, solo los que usted le atribuye, que son los más cómodos
de rebatir, claro. Por algo los elige.

Y no voy a debatir más con usted, puesto que se pierde en las anécdotas.
Conozco bien a los de su estilo, pues esa es la manera de disputar de los que
no saben abordar los problemas de fondo que se están tratando.

Saludos

josvazg Says:
agosto 23rd, 2011 a las 7:48

La única forma de volver al SXIX es perder todo el capital acumulado desde


entonces. Y ese capital no son papelitos o números en la bolsa, son equipos,
maquinaria, tecnología, stocks, empresas produciendo todos los días.

No es el “bondadoso Estado” el que ha reducido nuestras jornadas laborales


y ha aumentado los sueldos, ni quien ha creado la clase media. Más bien al
revés, este últimamente al menos, está luchando contra la mayor mejora de
sueldos y reducción de horas de trabajo.

Lo que hace que ahora trabajemos menos horas y por más sueldo que en el
sXIX ha sido la combinación de acumulación de capital, mejora de la
productividad y la libre competencia, no el socialismo o el sindicalismo. Lo
siento.

Los derechos no existen, lo que existe o no es la capacidad y la riqueza.


Usted puede inventarse el derecho universal que quiera, pero si no existen
los medios o la tecnología o son escasos y al alcance de pocos, el acceso a
ese ‘derecho’ será anecdótico.

Por otro lado, sin embargo, el Estado suele aprovechar el aumento de


prosperidad para comerse una parte más grande del PIB (hace unos 50años
20-30%, ahora 40-50%) y con ello hipotecar mejores salarios o mayores
reducciones de jornada.

El paro es fruto de la excesiva regulación Estatal del mercado de trabajo, si


en España ahora trabajasen 25millones de personas en el sector privado,
crearíamos mucha más riqueza y habría más competencia por contratar mano
de obra, las jornadas podrían reducirse en muchos casos y los salarios
serían mejores, crecería más la oferta de trabajo que la demanda del mismo.

Priede Says:
agosto 23rd, 2011 a las 9:07

Del derecho universal son otros los que hablan, cuando toman de base un
supuesto Derecho Natural.

“Los derechos no existen”. De ahí que no haya tribunales; una evidencia que
nadie puede negar.

Y encima son los más propensos a hablar del liberalismo anglosajón, que de
liberal tiene lo que Zapatero de arzobispo. No hay más que ver las ayudas
sociales en Gran Bretaña, que ya quisieran los españoles. O en Estados
Unidos. O sus fuerzas armadas, que como todo el mundo sabe son fruto de la
iniciativa privada y se financian a sí mismas sin que el Estado intervenga en
nada.

Cuando se niegan las evidencias no hay nada de qué discutir.

josvazg Says:
agosto 23rd, 2011 a las 21:37

Un ejemplo,

“Todos tenemos derecho a pasear por la luna”


“Tenemos derecho a vivir 200años”

Pero… hoy no existe la capacidad o la tecnología, luego no se puede


expropiar a nadie para hacerlo realidad por vía estatal.
Quizá en el futuro esto si sea factible, entonces quizá algún político lo use
para ganar el poder.

Además llamados “los derechos” siempre implican “saquear a terceros”,


normalmente al contribuyente, para hacerlos realidad, o como mínimo
regular o obligar a terceros a hacer ciertas cosas de una forma determinada o
condicionar sus decisiones de manera arbitraria.

Y por ultimo los derechos son como las reglas de un firewall, el gobernante
también las usa para reforzar su poder, te está inculcando que tienes un
derecho o permiso suyo de algo, cuando es al revés tienes toda la libertad
del mundo, excepto para limitar la libertad de otros. En la jerga de derechos
es como si algo tenga que ser un derecho o pasar a estar prohibido
directamente.

Los derechos no existen, lo que existe son libertades y los tribunales están
para que todo el mundo disfrute de ellas y la seguridad jurídica asociada.

No hay ningún sistema liberal en el mundo, los anglosajones solo son algo
más liberales que los españoles, bueno es que hasta los suecos son más
liberales que nosotros. Pero los anglosajones son más liberales que los
suecos.

No obstante, si quiere ver como sería un político liberal busque a Ron Paul
en algún vídeo de Youtube, es lo más parecido que encontrará, y
curiosamente no es español ni sueco, sino, pásmese, Americano. Y lleva
años diciendo a EEUU que debe dejar de ir de policía mundial, porque es
inmoral, muy caro y contraproducente.

Carvalho Says:
septiembre 17th, 2011 a las 22:54

“[....] el motivo esencial de las fluctuaciones bursátiles es otro: simplemente


no sabemos –ni podemos saber– con elevada certeza qué nos deparará el
futuro, de ahí que sea plenamente lógico que en cada momento, conforme el
futuro se acerca y disponemos de nueva información, reelaboremos nuestras
expectativas sobre el futuro y revisemos nuestras elecciones pasadas”. Uy,
uy, que me recuerda algo a Keynes…. ja, ja

juan&rita Says:
octubre 15th, 2011 a las 17:25

Iñigo tus argumentos son un poco repetitivos..; Es bueno la divergencia, pero


esta claro que nadie tiene la bola de cristal para leer el futuro. y me alegra
que asi sea porque entonces no existirian los especuladores.
Gracias a la especulacion podemos obtener Posibles beneficios.
Especulacion=Posibles Beneficios.
Y gracias por informar de que la Iglesia designo como pecado la
especulacion.
La Iglesia misma que especula con que algun dia seremos salvados!.

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 15:42

Estimado Iñigo,

Regular el mercado para evitar a los especuladores convierte un mercado


libre -o seudolibre- en un mercado restringido. Todo libre mercado tiene
especuladores, porque es libre.

Especular no es más que comprar marisco en octubre porque en diciembre es


más caro, nada más. Los problemas acarreados a la especulación en realidad
son causados por expansiones repentinas de la masa monetaria, creando
burbujas y desestabilizando los mercados.

Entiendo que no le gusten los especuladores, pero no puede evitarlos sin


destruir el libre mercado. Aunque bueno, lo que tenemos no es libre
mercado.

Por otro lado, cualquier persona puede manejar sus acciones y evitar la lacra
de los fondos de inversión. El inversor de fondos de inversión pone el 100%
del capital, asume el 100% del riesgo y solo percibe 20% de los beneficios.
Es decir, los fondos de inversión ofrecen apalancamiento negativo. Es, a mi
parecer, la peor inversión que existe.
¿Pueden los empresarios explotar a los trabajadores?

Camus Says:
agosto 29th, 2011 a las 6:42

Me llama especialmente la atención el ejemplo de los directivos. Una


persona que asciende puede perfectamente ver su salario multiplicado por 5.
De la noche a la mañana. ¿De verdad esta persona se ha vuelto de pronto 5
veces más productiva?

Además, los directivos tienen la capacidad de fijarse su propio salario y


dejar el remanente atribuido a su departamento para el salario de sus
subordinados. Una libertad de acción que es especialmente intensa cuando se
habla de incentivos y salarios variables. Creo que es obvio que estas
condiciones dan claramente la ventaja al directivo a la hora de repartirse el
pastel, por mucho que un empleado que sienta un trato injusto pueda irse a
otro departamento (si es que es posible) o irse a otra empresa (donde a lo
mejor no hay vacantes, no le conocen, hay problemas de tipo geográfico…).
Además, los directivos, por ser pocos y por la naturaleza de su propio
trabajo, mantienen mucho contacto con los demás, estandarizando las
condiciones laborales que aplicarán a sus respectivos departamentos. Una
negociación que transcurre completamente al margen de los empleados, por
supuesto.

El resultado es que la diferencia salarial entre el empleado que cobra menos


y el que cobra más en una empresa grande puede ser del orden de más de
500 veces. Y no sólo eso, sino que este ratio sea de 100 en una empresa y de
350 en otra del mismo sector, con los mismos beneficios y las mismas
características. Una arbitrariedad que es manifiesta a los ojos de cualquiera.

La realidad es que el mercado de trabajo tiene una serie de obstáculos en


cuanto a información demasiado elevados como para considerarlo un
mercado normal que determina precio y cantidad de la manera convencional.
Hay demasiadas rigideces que restan margen de maniobra a todos los
empleados y el factor “tengo que trabajar para vivir” es insalvable y lo
distingue y siempre lo distinguirá de cualquier otro factor de producción.
Esto genera sesgos que no se diluyen estadísticamente a medida que
alejamos el zoom, sino que permanecen generalizados en todo el mundo,
aunque en unos lugares más que en otros. No es un mercado líquido y
altamente estandarizado como pudiera ser el de la onza de oro, sino que hay
serias carencias de información.

También habría que considerar un asunto cultural, y es que nada impide a los
trabajadores tomar el control de la empresa comprando sus acciones. Pero
es una tendencia que no está arraigada en la sociedad, al menos en este país.
En Japón, por ejemplo, los empleados tienen gran parte de las acciones de la
empresa y tienen un gran peso en la determinación de sus jefes o las
condiciones de remuneración. Pienso que es el modelo más lógico y un
primer paso para equilibrar las condiciones de trabajo sin recurrir a
legislación pública o intervencionismo ad hoc.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 7:09

Profesor, para mayor impacto y eficacia en sus artículos revise algunos


ejemplos:

“…ingenieros informáticos de renombre…”

Esto en EEUU se entiende, algunos lanzan sillas cabreados cuando la


competencia les “quita” un programador “de renombre”. Pero en España este
tipo de situaciones no existe, así que a su audiencia española no le llegará el
mensaje.

[Una aclaración a parte. Que los programadores españoles no dejen de ser


una especie de "albañiles del código" no es porque se les explote, sino
porque no se entiende aquí el verdadero potencial de esa profesión, por lo
general se les DEMANDA tareas básicas, repetitivas o de parcheo que SON
poco productivas. Así pues la OFERTA se ajusta a esto, y los sueldos
también.

Digamos que la PRODUCTIVIDAD es baja porque tampoco se espera gran


cosa.

Los que contratan programadores no entienden el potencial, y los


programadores que podrían entenderla no suelen EMPRENDER por ellos
mismos, así que el mercado de este sector en España se encuentra como
encallado y es algo peculiar respecto a otros países más punteros.]

Sobre el IPAD, pues quizá no sea el mejor ejemplo, por ser un artículo más
bien caro, como todo lo de Apple, que nunca juega a precio.
Además, en España, por nuestro bajo nivel de riqueza (respecto a nuestro
vecinos) y por la excesiva regulación, hay mucho paro y salarios más bajos
que en el resto de Europa y eso hace que la “ilusión de explotación” se haga
más “evidente”.

Los empleados se sienten mal pagados por lo general y tienen razón. Con sus
sueldos (parte conocida y cotizaciones ocultas) están sacando adelante un
Estado muy pesado, manteniendo a otros que no trabajan o no hacen nada
productivo. Un Estado que además prohíbe trabajar a más gente para que les
ayude a producir más riqueza con la cual aumentar la prosperidad, aliviar la
carga por cada trabajador y competir por mejores puestos de trabajo.

MIENTRAS que el precio del IPAD está algo inflado gracias al buen nombre
de Apple, que se lo habrá ganado haciendo las cosas bien a nivel técnico y
de marketing, pero que no deja de ser el caso opuesto al mercado salarial
Español, cuyos sueldos están infravalorados (al menos respecto al coste de
la vida y los impuestos) aunque sea cierto al mismo tiempo que en la
coyuntura actual deban bajar en muchos casos.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 7:20

La falacia de “la explotación del trabajador” es como una profecía


autocumplida.

Como se cree en ella, se crean obstáculos en el mercado laboral


(prohibiciones generalmente) que generan paro. Este paro hace que el
empresario cuente con una cola de gente esperando trabajar en lugar de tener
que competir con otros empresarios por encontrar al empleado más
apropiado al puesto vacante. Y esto realimenta al leyenda.

No obstante no tenemos más que volver la vista unos años como para
reconocer que en la burbuja muchos jóvenes abandonaban sus estudios para
hacerse albañiles, una profesión poco cualificada pero en alza, porque se
pagaban autenticas barbaridades como sueldo. Según la teoría de la
explotación los promotores podrían haberse hinchado a contratar sin mejorar
los sueldos, pero esto no fue así, la demanda era tal, debido seguramente a
sus altas ganancias de entonces, que tuvieron que “abrir la mano” e invertir
más parte de esas ganancias en pagar más cara la mano de obra.

Hoy todo eso se ha derrumbado, pero no por ello deja de ser una
demostración de la falacia de la explotación.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 7:28

@Camus

Ojo, los directivos NO son necesariamente empresarios. Muchos directivos


son realmente empleados en los que los empresarios o dueños de la empresa
delegan funciones, de hecho la mayoría de los directivos son empleados y
muy pocos son dueños.

Es más, el comportamiento de subirse el sueldo porque sí es lógicamente


más común en los directivos-empleados que en los directivos-dueños, ya que
para los primeros el sueldo es SU coste externo, mientras que para los
dueños lo tienen que sacar de sus beneficios y si estos no acompañan lo
tienen más difícil.

Por lo demás hay mucha razón en lo que comentas. Las empresas, sobre todo
las grandes, tienen MUCHO politiqueo interno. Algunas veces los directivos
se comportan como gobernantes irresponsables mientras los resultados
empresariales, la falta de control o descuido de los dueños de la empresa se
lo permiten.

También es muy cierto que si los empleados son accionistas de peso de la


empresa se sentirán más identificados con la misión y el éxito de la misma y
también podrán ejercer sus labores de control y fiscalización de los
directivos, como debe ser.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 7:29
Errata, era:
“Es más, el comportamiento de subirse el sueldo porque sí es lógicamente
más común en los directivos-empleados que en los directivos-dueños, ya que
para los primeros SU sueldo es un coste externo (que pagan otros)…”

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 7:54

Sobre la “cualificación”

El profesor desde luego se refiere a “cualificación profesional” o


especialización. Cuando mayor sea esta, más productividad le aporta la
persona a la empresa y más puede pedir como sueldo a cambio.

Pero no hay que confundir esto con la “titulitis” tan arraigada en España por
la cual, poseer un título, acreditación o formación dadas es como que da
derecho a una “renta dada”. NO es así.

Es la productividad y lo demandada que esté una habilidad, experiencia o


formación profesional la que determina el sueldo esperable. Y suele
coincidir que a mayor especialización, formación y habilidad, mayor es la
productividad.

Cada día los trabajos son más intelectuales, suelen ser más cosas que no se
puedan hacer con herramientas, máquinas, ordenadores o robots.

(Creo que la revolución robótica está aún por llegar, y a más de uno lo puede
pillar con el pié cambiado).

Desde este punto de vista, la formación en “cualificaciones demandadas


profesionalmente”, que no son todas las ofertadas realmente, es una de las
mejores inversiones de un joven o cualquier trabajador frente al mercado
laboral.

Pero ojo, cualquier título universitario o un doctorado no es sinónimo de


productividad y grandes sueldos per se. Tiene que haber demanda en la
sociedad de ESA titulación, que la formación recibida sea real y adecuada y
no un “papel mojado” (un titulo “comprado” o una formación académica
inservible y alejada de la realidad)
Además, curiosamente en la España de la “titulitis” ser Doctor en muchas
especialidades universitarias no significa un mayor sueldo o mejores
posibilidades laborales. Muchos doctores se ven obligados a ser docentes
para “sacarle provecho” a su titulo y se ven pocas ofertas donde se demande
y se haga uso del doctorado. Y eso no ocurre en otros países de nuestro
entorno, donde los doctorados en general (depende de la carrera, claro) si
son más apreciados y demandados laboralmente.

eco3t Says:
agosto 29th, 2011 a las 8:44

Los salarios no es una mercancía normal que optimiza su precio al someterla


a oferta y demanda. Hay una diferencia esencial: los trabajadores de Zara
utilizarán el salario para comprar en Ikea, y viceversa. Bajar los sueldos nos
hundirá a todos (o nos hacemos trabajadores asiáticos directamente). Por eso
tiene sentido el salario mínimo.
Por cierto, liberalizar la negociación de contratos añadirá un coste del
asesoramiento legal (el empresario se puede pagar un bufete, el parado no).
Francamente, nuestro modelo productivo deja poco margen para negociar,
porque la mayoría son puestos de baja cualificación (turismo, construcción),
que cualquiera puede desempeñar “en dos tardes”. 8-)

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 29th, 2011 a las 9:10

Camus,

La productividad no es la pasada, sino la esperada. El capitalista adelanta un


salario por la riqueza que espere que cree un trabajador. En el caso de los
directivos ascendidos, no es que ellos se hayan vuelto más productivos, sino
que se espera que en su nuevo puesto, con sus nuevas responsabilidades,
generen más riqueza que antes.

Josvazg,

Efectivamente, me refiero a la cualificación que es útil para los


consumidores. El resto o aporta mucho a la generación de riqueza.

Eco3t,
No es cierto que si se bajan los salarios se genera una crisis. Por varios
motivos: a) la renta de los trabajadores aumentaría en paralelo con la renta
de los capitalistas, que son quienes pasarían a consumir en lugar de los
trabajadores, b) si los capitalistas no consumieran todo el exceso de renta
derivado de la caída de salarios, aumentaría el ahorro y la inversión, con lo
que creceríamos (http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-capitalismo-
depende-del-ahorro-no-del-consumo/), c) el salario mínimo genera paro y
por tanto reduce la producción agregada, lo que significa que también
disminuye la demanda agregada (Ley de Say), d) ahora mismo, España
necesita bajar muchos de sus salarios, subirlos sería desastroso
(http://juanramonrallo.com/09/02/2010/%C2%BFhay-que-subir-los-
sueldos/) De hecho, ahora mismo, la demanda agregada interna de los
españoles es tan grande que supera su producción agregada interna (por eso
hay déficit exterior).

eco3t Says:
agosto 29th, 2011 a las 10:31

Mi bola de cristal predice otros comportamientos:


- los ricos ya consumen todo lo que quieren. Por tener más, no van a
consumir más. Y aunque fuera así, no tienes garantías que harán consumo
interno.
- las empresas tendrían más liquidez para invertir; pero nadie te garantiza
que inviertan aquí. Véase Telefónica, BBVA y SAN, Zara, … Sus filiales
españolas supone menos del 30% de la cifra de negocio y sigue bajando.
- la mejora del balance por la reducción de costes sería un espejismo: en
pocos meses las ventas se reducirían más que la reducción de sueldos, hasta
llegar a la mera subsistencia (a la gente sólo le llegará para comer).
- sobre las teorías de Say y cualquier economista anterior al siglo XXI, hay
que contrastarlas con la economía globalizada actual. Ahora estamos
compitiendo contra millones de asiáticos mal pagados: ¿queremos terminar
así?

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 29th, 2011 a las 10:44

1. Capitalista no es igual a rico. Según la Agencia Tributaria, en España hay


casi 10 millones de capitalistas (receptores de rentas del capital) y
obviamente no hay 10 millones de ricos. Incluyendo a la clase media con
rentas del capital, es evidente que los capitalistas no consumen todo lo que
quieren.
2. Si partimos de la base de que eliminamos el salario mínimo y que muchos
sueldos descienden por debajo de ese nivel (en caso contrario, el salario
mínimo no pintaría nada), no sólo sería mucho más atractivo reinvertir
dentro de España para las empresas nacionales, sino también para las
empresas extranjeras. Lo que cabría esperar de la rebaja de salarios no es
una salida de capital, sino una entrada.
3. No veo por qué. ¿Qué mecanismo lleva a que la reducción de costes se
traduzca en menores exportaciones?
4. Sobre eso escribiré próximamente.

eco3t Says:
agosto 29th, 2011 a las 11:37

Venga, nos convertimos en la Bangladesh de Europa. Vaya, nos ha pillado


con una generación hipotecada a 40-50 años con cuotas que doblan o
triplican el nuevo sueldo. Y el relevo generacional lleva la lacra de la
LOGSE. No way. 8-(
Sí, reducir costes mejora exportaciones. Pero nuestro sector exterior es
mínimo (¿qué exporta Telefónica, BBVA, SAN…?). Incluso el referente
europeo, Alemania, está por debajo del 20% del PIB.
Nuestra solución a corto-medio plazo pasa por el consumo interno. Y me
refiero al consumo de todos, no sólo los capitalistas. 8-)

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 29th, 2011 a las 11:48

Repito: nuestro consumo interno supera a nuestra producción interna.


Tenemos que pagar una deuda exterior del 100% del PIB y para eso sólo hay
dos formas: o más exportaciones (menos consumo interno) y menos
importaciones (más consumo interno y menos consumo externo). Las dos
vías son factibles, aunque una de las mayores importaciones de España es el
petróleo, y eso tiene difícil sustitución en consumo interno. Pero lo que está
claro es que unos salarios más elevados no generarán un mayor consumo
interno: si a los salarios actuales, los consumidores compran fuera, por
ejemplo, 100.000 millones de euros, el hecho de subir los salarios no hará
que dejen de comprar fuera esos productos para adquirirlos dentro… en todo
caso incrementará todavía más el consumo externo. Por otro lado, más
consumo interno vía mayores salarios significa también menos exportaciones
(pues lo que se consume dentro no se exporta) y por tanto más déficit
exterior. No es el camino, ni mucho menos.

manuelgar Says:
agosto 29th, 2011 a las 14:14

eco3t, las teorías económicas dominantes (Keynes, Friedman…) no le llegan


a la altura del betún a muchos tratados del S. XIX y principios del XX,
incluso aplicadas a la economía actual.

manuelgar Says:
agosto 29th, 2011 a las 14:28

Y en particular la ley de Say es impepinable, el nivel de globalización es


irrelevante en lo que concierne a esa ley. Además, la macroeconomía
(globalización) es un invento horrible que solo ha servido para enunciar
teorías insostenibles camuflandose detras de las grandes cifras.

juan Says:
agosto 29th, 2011 a las 15:05

Reflexiones varias:

- Se elimina la parte de la legislación y la capacidad de los empleados pero


no así todas las posibilidades que tiene el empresario de hacer fuerte su
postura. Se interviene el mercado con políticas que favorecen los intereses
de los empresarios. Se empieza a admitir que para poder competir en los
mercados internacionales hay que amputar una parte de la política
redistributiva, obviar el crecimiento de la pobreza, entenderla como algo
inevitable en el actual curso de los acontecimientos y apertura global.

- El problema del Estado no es sólo de gasto sino de ingresos. El 1% de la


población de renta superior de España paga el 20% de sus homólogos
suecos. Si España tuviera la misma política fiscal que Suecia ingresaría 200
mil millones más de euros. Atiéndase a las recomendaciónes de Gestha en
materia de lucha contra el fraude fiscal, el uso indebido de deducciones
fiscales,etc.

- La cuestión no está en exportar sino qué exportamos, porque si lo que


producimos tiene bajo valor añadido o puede ser hecho en cualquier parte
habremos pedido un esfuerzo inútil a la población en reducir su renta. Nos
empeñamos en producir lo mismo o las mismas baratijas a menor precio
para que luego Marruecos o Bulgaria, en competencia social a la baja,
ofrezcan más barato y con ello el volumen de exportaciones no resulta al
final lo esperado.

- Un modelo de mayor eficiencia y uso intensivo de la tecnología tiene como


consecuencia una elevada tasa de desempleo estructural. Nuestro país no es
el que produce la mayor parte de esa tecnología ni la mayoría de invenciones
salvo algunas excepciones. Quizás Japón o Alemania no lo sientan pero
nuestro modelo intensivo en mano de obra y bajo valor lo coge de lleno. Aun
no se ha admitido que el desempleo masivo o el empleo precario va a ser
una característica más de los próximos años, independiente de legislación
laboral alguna.

- Cuando históricamente interesaba tener a la gente con un contrato fijo y con


un Estado benefactor para que se olvidaran de ahorrar (para la educación de
sus hijos, la enfermedad o en el futuro cuando fueran ancianos) se hizo lo que
se tenía que hacer. Por mucho que a usted le pese los 20 años posteriores a
la 2ª GM fueron espectaculares. Y por mucho que le incomode nadie se
acordaba de legislación laboral alguna cuando España veía reducir a tasas
bastante razonables la población desempleada. Si la crisis hubiese tardado
en llegar tres o cuatro años seguramente hubiésemos sido la envidia por
acercarnos al pleno empleo (¡teniendo una legislación tan provocadoramente
a favor de los intereses de los trabajadores!).

- Y junto a lo anterior conecto con otra cosa: en Alemania sobran horas de


trabajo, en España sobran trabajadores. Somos lo que somos, en parte
porque no hicimos lo que hicieron los países europeos hace 30/40 años y
posteriores. Aquí estábamos entrampados en una dictadura donde todo lo
que olía a favor del desarrollo de políticas sociales no era visto como un
instrumento necesario para competir y pensar en el futuro sino como una
invención del comunismo. El gasto social en España representa el 32% del
PIB frente al promedio del 44% de la UE-15.
- ¿Es atractivo un modelo donde se paga por debajo del salario mínimo?
Buen futuro ese el que favorece que a un trabajador se le pague 400 o 500
euros por no se sabe cuántas horas de trabajo. Supongo que apostamos por
un modelo que fabrique pepinos y el empresario con sus enormes ganancias
liquidadas en productos de elevado valor a los Alemanes, Italianos o Suizos.
Se paga a bajo precio lo que cuesta poco y es fácil de conseguir en cualquier
otra parte. Hay empresas que se están largando de China y yendo a
Thailandia por sus “menores costes laborales”.

manuelgar Says:
agosto 29th, 2011 a las 15:19

1. No hay que intervenir el mercado laboral, sino desintervenirlo


2. La carga fiscal media de todo ciudadano es más de un 60%
(IS+IRPF+IVA+Seg.Social+Impuestos indirectos). Esto es peor que el
feudalismo.
3. La dictadura que sufrimos en España fue precisamente un regimen
socialista, de derechas, pero profundamente socialista.

eco3t Says:
agosto 29th, 2011 a las 15:39

OK. Muchas gracias por participar en la discusión.

Quizá deberíamos estar hablando de poder adquisitivo, no sueldos netos.


Podemos incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores reduciendo el
impuesto sobre la renta, y para ello necesitamos que el destinatario de esos
impuestos, el Estado, necesite menos “gasolina” para seguir funcionando.
Esto pasa por optimizar y, seguramente, privatizar algunos servicios, lo cual
animará la actividad económica (una escuela de judo municipal impide abrir
varios gimnasios).
Finalmente, estaría bien revisar la fiscalidad de las rentas altas y empresas,
que algo más pueden contribuir.

juan Says:
agosto 29th, 2011 a las 15:43

Muchas empresas punteras (Google, Facebook,…) se caracterizan por ser


intensivas en tecnología, tener pocos empleados, bajos costes de creación y
mantenimiento, elevados márgenes, eluden impuestos a través de paraísos
fiscales,…¿Qué pinta en este caso la legislación laboral? Nada. Si vivimos
de sectores intensivos en factor trabajo sí es necesario una legislación que
favorezca su menor precio. ¿Pero cuánto tiempo nos durará el efecto? Lo que
tarde el resto de países con un modelo intensivo en factor trabajo en
reaccionar. El problema es que aquí no se ha superado el anacrónico
enfrentamiento entre empresario/trabajador con medidas destinadas a que el
segundo se sienta seguro en ciertas cuestiones si pierde el trabajo (de ahí la
importancia de un sector de salud, pensiones, educación, etc público y
universal) y el primero tenga libertad para desarrollar su proyecto. El
trabajador pierde su capacidad de gasto con el desempleo pero que no
implique la ruina y la desprotección familiar, el impago general de deudas y
el mantenimiento en una situación donde el paso del tiempo juegue en contra
de su inserción social.

manuelgar Says:
agosto 29th, 2011 a las 17:20

Juan, es que para emprender proyectos punteros hace falta tomar cierto tipo
de riesgos. Para que algunas “.com” como las que mencionas tuvieran éxito
tuvieron que quebrar otras muchas ya que no todas las ideas funcionan. Y
para eso hace falta un mercado laboral liberalizado, flexible, dinámico y
competitivo.

No es posible asumir riesgos y al mismo tiempo pretender un altísimo grado


de seguridad. Hay que elegir. Y la legislación laboral en España no permite
a los empresarios emprender proyectos innovadores, porque proporcionar
seguridad es muy costoso (indemnizaciones, seguros sociales, etc…)
¿Conclusión? O se emprende el sota caballo y rey: Construcción y
hostelería, o no se emprende nada.

Francesc Says:
agosto 29th, 2011 a las 18:22

Vaya por delante que ni soy economista, ni pretendo “entender” de economía.


Pero sí se algo, el empresario si puede pagar menos, pagará menos, y lo digo
por experiencia propia. Para electricistas, fontaneros, albañiles, mecánicos,
carniceros, camioneros, etcétera, sería muy difícil eludir la “explotación” ya
que “en la puerta tengo cuarenta que trabajarán por este dinero”, y no es un
tópico. Esto es para trabajadores con cualificación, quiero decir no todo
todo el mundo sabe reparar un coche, levantar un tabique o instalar una
vivienda, imagínese para un reponedor, un barrendero o un peón lo que
supondría.
Cuando empecé en mi empresa tenía unas buenas condiciones, pacté un
salario que me pareció justo sin tener en cuenta el convenio y todo fue bien
hasta que bajó el trabajo. Reunión con el jefe y resumiendo; despidieron a
cinco “Jefes de Operaciones” (trabajo en una empresa estibadora en la
sección de mantenimiento, soy ingeniero técnico en eléctricidad) y nos
dijeron: “Ahora vosotros os haréis cargo de su trabajo cobraréis el salario
base y a quien no le interese, ya sabe, la empresa tiene tres puertas”. Le
dijimos que no era justo, que en las maduras dejamos de ganar dinero
renunciando al convenio y que ahora en las duras nos la jugaban, repitió lo
de las tres puertas. Tragamos.
Pero con el tiempo siguieron los recortes incumpliendo incluso con las
condiciones que se había puesto la empresa para conseguir la ISO 9001.
Solicitamos una reunión con mi jefe, nos la concedió y le presentamos los
documentos de la ISO, le dijimos que estábamos incumpliendo sus propias
condiciones, en cuanto a seguridad y número de personas a turnos y nos dijo
que esperáramos un momento, salió de la sala y volvió (esto es cierto) con
un montón de currículums los puso en la mesa, buscó uno y nos dijo “este es
el de un primo de mi mujer”. Con eso dio por terminada la reunión.
Señor Rallo con este ejemplo quiero mostrarle cómo funciona el mundo real.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 29th, 2011 a las 18:25

Precisamente, el grueso de mi artículo se dirige a mostrar que aunque el


trabajador no tenga prácticamente poder de negociación y haya muchos otros
que podrían realizar su trabajo, su salario no se apartará demasiado de su
productividad. Eso no depende ni de la buena voluntad del empresario ni del
poder de negociación del trabajador.

Demonoid Says:
agosto 29th, 2011 a las 18:27

Mas que mercado laboral debería de hablarse de mercados laborales.


No es el mismo mercado el de ingenieros que el de obreros no cualificados.
Probablemente, donde más desprotegido está el trabajador es en el mercado
de obreros no cualificados.
El precio -salario- depende de la productividad marginal. La única defensa
de un trabajador es la de especializarse.
Aún así, considero que cierta intervención estatal es necesaria. Si no,
corremos el riesgo de crear semi-exclavitud, como la que ya existe de hecho
en el mercado laboral con los emigrantes. No es un asunto de eficacia
económica sino de dignidad humana.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 29th, 2011 a las 18:31

En el arículo ya comento que no todos los trabajadores compiten entre sí y


reflexiono especialmente para el caso del trabajador no cualificado. El
problema de los inmigrantes es su bajísima cualificación y, en un país de
servicios, su bajísima productividad (si no hablan nuestro idioma con fluidez
ni siquiera pueden atender al público), por lo que su salario no puede ser
muy alto, incluso con condiciones laborales que ahora consideramos poco
dignas (aunque probablemente no lo eran para nuestro abuelos, pues no había
otra). Imponerles a los inmigrantes costosas condiciones laborales no
mejoraría su dignidad, simplemente los dejaría sin empleo.

Diego Gonzalez Says:


agosto 29th, 2011 a las 18:55

¿No sería más acertado, sr. Rallo, decir que lo que verdaderamente protege a
los trabajadores es su propia condición de consumidores?. A fin de cuentas,
el empresario no puede vender sus productos o servicios si no tiene quien se
los compre, y quien se los compra son todos los individuos que forman la
sociedad.

manuelgar Says:
agosto 29th, 2011 a las 18:57

Francesc, el caso que comentas es muy habitual. Y también es muy habitual


el de empresarios que pagan por encima del convenio, como empleado
siempre lo he disfrutado y ahora como empresario yo mismo lo hago.
Ser desaprensivo es independiente de ser empresario o trabajador. También
se de casos, y esto es muy comun, de trabajadores que simulan bajas casi
desde que empiezan a trabajar sin tener nada en contra del empleador,
simplemente lo hacen por sacar provecho.

jfc Says:
agosto 29th, 2011 a las 20:13

Curioso que la lucha de “clases” sea entre trabajadores del mismo perfil,
que compiten en calidad / precio por un mismo contrato. En cambio el
empresario sólo puede aumentar el salario y bienestar del trabajador para
hacerse con sus servicios: Cuanto más empresas y empresarios haya, más
fácil es que el trabajador sea útil para alguno de ellos y por tanto mejores
serán sus condiciones laborales (más que nada para que ese trabajador
productivo no se vaya a la competencia).

Los sindicatos y la legislación laboral sólo recortan las ofertas y, por tanto,
reducen las condiciones laborales y causan paro. Nunca son favorables al
trabajador más productivo, sino arbitrariamente. Por ejemplo, actualmente
existe un 20% de paro mientras otros afortunados disponemos de un salario
superior al que tendríamos en caso de que no se cerrase el paso a jóvenes,
inmigrantes y mujeres (paradógicamente los más perjudicados por la
regulación laboral). ¿A quién benefician los sindicatos entonces? A los
bancos, pues los hipotecados han de mantener su condiciones laborales para
seguir pagando y seguir manteniendo de forma fraudulenta el “valor
razonable” de las viviendas en sus activos.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 21:43

Una cosa que no se considera cuando se habla de la regulación del mercado


laboral es que EMPUJA a mucha gente a la clandestinidad.

Imaginemos que el Salario Mínimo NO se elimina, sino que se hace


opcional. Existe, como referencia y hay que respetarlo por defecto, PERO el
empleado puede firmar una declaración ADJUNTA al contrato en la que
renuncia expresamente a llegar al SMI.

En este caso el empleado de baja productividad/especialización tendría las


siguientes opciones:
1) NO aceptar salarios por debajo del SMI, es decir, no trabajar por mucho
tiempo.
2) Aceptar un salario por debajo del SMI.
3) Aceptar un trabajo clandestino seguramente por debajo del SMI, sin
protección legal alguna ni cotizaciones, pero con un sueldo neto a final de
mes muchas veces superior al SMI.

Ahora el empleado SOLO tiene la opción legal de ir al paro O la de ir al


mercado NEGRO, donde no es que tenga menos protección, es que NO
TIENE NINGUNA.

Es decir, con ‘tanta protección’ al trabajador como la del SMI, en lugar de


ayudar a que los menos productivos cobren más, lo que consigue es
obligarles a decidir entre paro y desprotección absoluta, en la
clandestinidad, Y NO ES ya una desprotección laboral, sino legal, no puede
acudir a la justicia para nada ninguna reclamación relacionada con su trabajo
que, legalmente, no existe.

josvazg Says:
agosto 29th, 2011 a las 21:49

Otra cosa que se olvida es que cualquier “intercambio laboral” en libertad


debe ser mutuamente beneficioso:

- El empleado no lo aceptará si no mejora, como mínimo, su nivel de


ingresos previo dedicándole un tiempo razonable.

- El empleador NO contratará si el total de costes laborales (sueldo


neto+impuestos+ cotizaciones, etc) del nuevo empleado es SUPERIOR a la
productividad esperada.

Esto garantiza que si se contrata es porque el empleado está creado riqueza


para el, para su empresa y para los clientes de la empresa.

Esa nueva riqueza es el camino a la futura prosperidad. A que haya más


empresas, y más demanda de mano de obra y mejores perspectivas laborales
a medio y largo plazo.
josvazg Says:
agosto 30th, 2011 a las 7:34

Se hace muchas veces mucho hincapié en que la mano de obra en España es


de baja cualificación, que si somos un país de uso intensivo de mano de
obra, que si no podemos cambiar, etc

Algunos incluso parece que creen que no debemos cambiar, que debemos
seguir siendo un país intensivo en mano de obra, es decir, con baja
cualificación y productividad. Un país donde cuando la burbuja está en su
cenit conseguimos tener un 1-3% menos de paro (7%) que cuando los
vecinos están con SU paro en máximos (9-10%), vamos un lujo.

Pues todo lo contrario, más nos vale ponernos las pilas e ir cambiando,
aunque sea poco a poco y lleve décadas hacerlo, pero debemos empezar ya.

Es más, el problema de la gente y los trabajadores españoles no es tanto la


APTITUD actual para los nuevos puestos de trabajo como la ACTITUD
presente y futura. Está ultima es mucho más difícil de cambiar que la otra y,
si no es positiva, bloquea el aprendizaje o formación necesarios para que la
APTITUD mejore.

Puedes tener a la persona más APTA del mundo para un puesto, pero como
no esté motivada por la razón que sea o tenga una ACTITUD inadecuada
quizá merezca la pena sustituirla por alguien con una cualificación algo peor,
pero con mejor disposición para el puesto.

Cosas que tienen los humanos; la motivación, la actitud, las ganas o la falta
de ellas, el entusiasmo o su carencia y la responsabilidad o no de la persona
(no del puesto) son ingredientes tan importantes como la propia cualificación
laboral.

Lo primero que hay que hacer es poner ganas en trabajar y aprender cosas
nuevas.

Un albañil no se va a convertir “en dos tardes” en ingeniero o astronauta de


la NASA, pero si puede cambiar de sector, por ejemplo al industrial
(conozco algún caso) y allí puede que inicialmente gane menos que como
albañil en la burbuja.
Pero con ganas de aprender y mejorar, buscando trabajos desde allí y
formándose en algunos aspectos de su nuevo sector quizá logre un sueldo
mejor y más estable con el tiempo que el de albañil. Uno sueldo le permita
ahorrar y darle a sus hijos la oportunidad de una formación más avanzada
que la suya.

La globalización va más rápido de lo que muchos creen. Los chinos y otros


emergentes no van a ser siempre “esos pobres que trabajan de sol a sol por
cuatro duros”. Con la riqueza que van creando van mejorando su
productividad y mejorando su calidad laboral, reduciendo sus jornadas, etc

Cuando queramos darnos cuenta nos habrán adelantado por la izquierda y


entonces seremos SU mano de obra barata. De hecho ya lo están haciendo en
cierta forma, muchos emergentes tienen empresas tecnológicas como HTC o
Huawei con las que ya nos gustaría soñar a nosotros a día de hoy.

Pero NO debemos aspirar a medio-largo plazo a ser la mano de obra barata


de otros, porque eso es miseria asegurada. Si acaso podemos conformarnos
con ser la mano de obra con mejor calidad/precio, pero para eso debemos
aportar cualificación, si es que nos negamos en redondo a la innovación (que
a veces parece que vaya contra nuestra religión).

El abaratamiento creciente de la informática y la robótica, más pronto que


tarde, producirá artilugios con la suficiente inteligencia y eficiencia como
para que muchas tareas que ahora realiza gente con baja formación queden
en “manos” de máquinas cada vez más avanzadas. La gente debe desplazarse
de hacer esas cosas a realizar otras, como por ejemplo trabajar en o para la
industria que diseña esos artilugios.

Esto es INEVITABLE, lleva ocurriendo más de un siglo y sigue avanzando


TODOS los días. Se reducen cajeras del super por puestos de autocobro,
puestos de venta de billetes, puestos de atención en ventanilla, se dota a
barrenderos de máquinas con las que uno hace el trabajo de 2 o 3, etc

En resumen, no hay que mirar con resquemor al chino de la esquina que


trabaja de sol a sol (hoy), más bien hay que dejarlo tranquilo que prospere y
mientras fijarse en que labores dejan de ser realizadas por humanos e
intentar orientarse a otras que NO estén en peligro de extinción o incluso
surjan de la nueva situación creada por las nuevas máquinas. Y para todo
esto hay que tener una actitud abierta y positiva ante el cambio y el
aprendizaje.

José Says:
agosto 30th, 2011 a las 19:39

Parece que la productividad de este país es baja por culpa de los


trabajadores y como los españoles somos así pues tenemos que cobrar como
chinos, de verdad lo de los liberales es de traca, vamos a ver si un aleman
trabaja en una cadena de montaje que produce el MERCEDES SLK seguro
que en estos momentos es más productivo que un español en una fabrica de
ladrillos, ahora bien el español es perfectamente capaz de desempeñar el
trabajo del aleman y viceversa( con la formación adecuada ).
El problema A VER SI OS ENTERAIS es que los empresarios españoles
demandan camareros y albañiles, las empresas españolas son de bajo valor
añadido y por ende de baja productividad, (salvo contadas excepciones).
Si ESPAÑA se gasta la pasta formando ingenieros que después tienen que
trabajar cuatro meses de camareros no es culpa del trabajador.
Es increible como no quereis ver el problema en su conjunto y la culpa de
todo la tienen los sindicatos y el trabajador, cuando en esta que estamos
metidos no se salva ni el tato.
No me extraña que con una visión tan sesgada de la realidad los liberales no
esten en el mapa político español, y es una pena porque si dejamos a un lado
lo que los liberales obvian (que es casi todo), alguna que otra idea (dejando
barbaridades aparte) tiene buena pinta.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 30th, 2011 a las 20:16

A mí, en cambio, lo que me parece increíble son las lecturas absolutamente


tergiversadas del artículo. ¿Dónde afirmo que la baja productividad es por
culpa de los trabajadores? En el artículo digo que la productividad depende
fundamentalmente de la acumulación de capital, y hasta donde sé el capital
lo acumulan los empresarios y los capitalistas (los trabajadores serán
responsable, en todo caso, del “capital humano”). Por consiguiente, los
bajos salarios son culpa de la relativamente baja acumulación de capital.
La culpa de esto ya es más discutible: por un lado se debe al menor ahorro
de los españoles con respecto a los alemanes; por otro, a que cuando hemos
acumulado capital a partir del ahorro extranjero lo hemos hecho en medio de
la mayor burbuja inmobiliaria de la historia, lo que ha hecho que gran parte
del capital acumulado sea en gran medida inservible para generar riqueza.

Por favor, antes de criticar sin fundamento, intente comprender lo que de


verdad está diciendo la otra parte.

juan Says:
agosto 31st, 2011 a las 16:09

Lo que usted no entiende Sr. Rallo es la inevitabilidad de determinados


acontecimientos. A toro pasado todo son análisis certeros. En su momento se
vio (por el PP) que la única manera de crear empleo y generar beneficios y
tributos era con una burbuja inmobiliaria. La banca española jamás sería lo
que es sin todo el capital acumulado gracias a esta burbuja y la expansión de
todos los sectores auxiliares, del consumo y el gasto público. Muchas
multinacionales españolas vieron aumentar como nunca sus usuarios,
beneficios y crédito para expandirse y crear nuevos proyectos. No montarse
en el tren equivalía a heredar las elevadas cifras de paro socialistas, a no
entrar en el euro, a no ser nada en el panorama europeo e internacional. No
aprovechamos esa burbuja para hacer muchas cosas y ahora pagamos los
platos.

A finales de los 70 se vio que crecimiento y empleo no iban de la mano.


Cada vez eran necesarias menos personas para producir lo mismo o más. La
reducción de rentas salariales que desde entonces no ha parado se compensó
con la genial idea del crédito para todo y para todos. Hemos llegado a su
límite superior, a un punto donde ya no es posible añadir más deuda y hay
que pasar a otra cosa, a otra forma de proceder.

Terminada la 2ªGM todo estaba por hacer, estaba lejos el objetivo que el
crecimiento se acercara a su potencial, con un exceso de capacidad
productiva y commodities infinitas. Poner al máximo número de personas
posible a trabajar y consumir era el objetivo. El Estado del Bienestar fue un
invento NECESARIO. Sin él no se hubiéramos crecido todo lo que
crecimos. En España no lo desarrollamos mucho en parte por incapacidad
(éramos fundamentalmente agrarios salvo las zonas industriales conocidas) y
en parte por prejuicio ideológico. Por otro lado había que acallar a las
masas para que no sucumbieran a los cantos de sirena de más allá del Elba.

Una reforma laboral no va a crear empleo porque ahora mismo y con las
legislación laboral existente un empresario puede hacer con un trabajador lo
que le dé la gana. Puede hacerle un contrato temporal y ofrecerle un salario
de miseria que el trabajador va a aceptar porque “hay más de cuatro
millones de parados esperando”. Para “atajar” el paro pienso que lo que se
debiera haber hecho es disminuir el contingente de población que busca
empleo (fundamentalmente emigrantes) no renovándoles el permiso de
residencia y trabajo y desincentivando su estancia en nuestro país
reduciendo al máximo las ayudas a estos colectivos. Por otro lado repartir el
trabajo que hay entre los que quedan (de ahí la aprobación de la nueva ley de
contratos temporales del Gobierno) Y seguir casi con lo mismo porque no se
puede cambiar el modelo de un año para otro.

Ahora parece que sólo nos queda reducir, eliminar, vender,…para darles
garantías de pago a aquellos que le debemos lo que nunca vamos a poder
pagar. Ni patrón oro, ni quiebras bancarias, ni reformas laborales, ni vender
el patrimonio del Estado a precio de ganga nos va a sacar de esta. Si usted
fuera consecuente con su pensamiento diría lo que dicen muchos liberales
alemanes : “que España se declare en quiebra, abandone el euro y pague lo
que deba con su patrimonio y recursos, que no sea un obstáculo al libre
desarrollo del resto de naciones fuertes”.

José Says:
agosto 31st, 2011 a las 19:47

Totalmente de acuerdo ESPAÑA no puede pagar lo que debe y cuando hablo


de lo que debe no me refiero sólo a los famosos 650.000 mil millones de
deuda pública.
Bajo mi punto de vista, poco autorizado, esto no se arregla de la manera
tradicional donde si debo 10 devuelvo 10, ni haciendole la competencia a
los chinos, ni desmontando el estado del bienestar, ni con reformas laborales
absurdas que hasta ahora han demostrado ser inútiles.
Por que han de pagar los trabajadores los excesos del capital privado,
excesivamente regulado se lo admito profesor Rallo, pero culpable tambien.
Si como dice Juan los liberales alemanes opinan que : “que España se
declare en quiebra, abandone el euro y pague lo que deba con su patrimonio
y recursos, que no sea un obstáculo al libre desarrollo del resto de naciones
fuertes”, estoy de acuerdo en que se declare en quiebra y haga lo único que
puede hacer que no es otra cosa recuperar su soberania monetaria,
recapitalizar sus bancos como los socilistas de EEUU, Y APLICAR QUITAS
A QUIEN SE EQUIVOCA INVIRTIENDO MAL (acaso hay algo más
liberal), y una vez saneado el país si quereis aplicamos el patrón oro y por
favor dejad de atacar al trabajador que son los cimientos de cualquier
sistema económico puesto que son mano de obra y consumidorse a la vez.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 9:01

Un poco de teoría del capital para explicar porque dice el Profesor que la
productividad depende (sobre todo) del capital acumulado (ahorro e
inversión):

FASE 1) AHORRO. Cuando hay ahorro, porque se haya producido más de lo


que se va a consumir (por una buena cosecha, una mejora tecnológica o lo
que sea) ese ahorro se puede ir acumulando en forma de capital.

FASE 2) INVERSIÓN. Cuando el ahorro-capital alcanza un nivel suficiente,


se emprende un proyecto con el a medio o largo plazo. Normalmente se
tratará de una mejora tecnológica o de producir bienes de capital (o incluso
infraestructuras), como tractores, carreteras, nuevas generaciones de
computadoras y otros productos o servicios que aumenten la capacidad de
producción o reduzcan el esfuerzo necesario para la misma producción, es
decir, mejoran la productividad.

También este ahorro-capital puede invertirse en formar mejor capital


humano, cuando se usa para formar a los jóvenes o incluso para formar a
trabajadores adultos. Esto puede hacerse a pequeña escala, a nivel familiar o
personal, o también a mayor escala, con empresas que invierten en I+D para
si mismas o en formación, becar a estudiantes o trabajadores. Puede incluso
que un proyecto sea creación o mejora de un centro de formación
(universitario, de idiomas, una escuela infantil, etc) creando una nueva
empresa para ello o simplemente aportando a una empresa o institución ya
existente.

FASE 3) MEJORA. Si el proyecto se culmina con éxito al final tenemos una


escuela nueva o mejor o con más capacidad, un know-how que no teníamos,
más máquinas para producir, nuevas tecnologías o mejoras tecnológicas etc.
La productividad ha aumentado o, por lo menos, ha aumentado la posibilidad
de aumentarla en un futuro próximo (gracias a nuevo capital-humano más
formado o nuevos conocimientos adquiridos).

VUELTA a FASE 1) La mejora da pie a nuevos ahorros posibles, si no


aumentamos demasiado el gasto claro.

Cierto es que la culpa de las cosas o la responsabilidad en cambiarlas es


proporcional al poder o los recursos que se tengan. Es decir, dicho esto, si
estamos como estamos en España primero es por culpa de nuestros
gobernantes, que tienen más poder para regular (y cagarla) y con el manejan
el presupuesto más grande que nos quitan sin que podamos quejarnos.

Luego estarían los más ricos y los grandes empresarios, que manejan grandes
cantidades de dinero y ahorro, pero no quieren o no saben invertirlas mejor.

De ahí para abajo estarían los empresarios cada vez más pequeños y con
menos capacidad de ahorro/inversión y por último las familias y
trabajadores.

Pero eso no quiere decir que el trabajador no pueda hacer nada. Su actitud
en el trabajo y en la vida es muy importante y, aunque sus inversiones son
pequeñas, si pueden marcar la diferencia entre vivir mejor o peor:
- Una persona puede quedarse en su trabajo quejándose de que lo explotan o
puede buscar otro mientras trabaja, con lo cual puede negociar por lo menos
mejorar sus condiciones.
- Puede hacer su trabajo con desgana y que no se note que lo hace o que
incluso se prefiera que no lo haga o puede intentar hacerlo lo mejor posible
y destacar o incluso buscar formas más eficientes de hacer lo mismo.
- Puede intentar siempre mejorar su formación “o pasar de todo y que no lo
molesten ni le den responsabilidad”.
- Ante dos trabajos puede elegir el que es más exigente intelectualmente, o el
de mayor responsabilidad o uno donde no lo molesten.
Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 9:25

josvazg… de todos los últimos que has mencionado sólo hay uno que no
asume las consecuencias de sus actos de forma individual sino que lo reparte
entre todos: El Gobierno.

Todos los individuos somos y tenemos te tener responsabilidad sobre


nuestros actos. Nuestra individualidad en el caso del gobierno se reduce a
elegirlo y a sufrir sus consecuencias. El gobierno… no es responsable, el
gobierno no tiene responabilidad individual. La tenemos todos.

Esa es la diferencia fundamental.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 10:18

@Bastiat

Muy cierto.
El gobierno es siempre el más culpable (porque tiene el Poder de hacer las
cosas o dejarlas hacer) y el que menos culpa, responsabilidad o
consecuencias asume luego.

Arturo Says:
noviembre 10th, 2011 a las 15:34

A mi me parece que los salarios son algo que debe regular el mercado y
nada más. Siempre que el gobierno intenta regular el mercado -como ya hizo
el emperador Diocleciano en el imperio romano, con nefastas
consecuencias- sale el tiro por la culata.

¿El gobierno sube el salario minimo? Los empleos se van a china.


¿Se bajan las tasas de interes y se inyecta dinero para matizar un crack
bursatil? Ese dinero tiene que encontrar un hogar y se crea una burbuja
inmobiliaria. Y así sucesivamente…

Respecto a los salarios, son problema de empresario. Si una empresa quiere


pagar un salariazo a un director improductivo, es su problema. No es asunto
de nadie más que de ellos dos.

Por qué la universidad debería ser totalmente privada | Aleon dice:


septiembre 5th, 2011 a las 7:40

[...] Por consiguiente, la universidad produce capital humano, esto es,


inocula a sus clientes/estudiantes una serie de conocimientos teórico-
prácticos que, con posterioridad, deberían permitirles producir en el
mercado una mayor cantidad de bienes y servicios que otros agentes sin esa
formación: el capital humano debe servir para incrementar la productividad
de los trabajadores y, por tanto, lo… [...]
Por qué la universidad debería ser totalmente privada

AntiBolonia Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 20:59

El modelo universitario que propone el artículo es una barbaridad. Tender a


especializar en una universidad (que viene del latín “universitas”) es, aparte
de formar futuros catetos, sacar profesionales con lagunas formativas. La
especialización es algo que tiene que partir del propio universitario una vez
finaliza sus estudios, o bien de lo que pueda aportar su puesto de trabajo. La
Universidad debe proporcionar unos conocimientos generales dentro de la
carrera en concreto. No se debe especializar a alguien si previamente no
tiene unos conocimientos generales de todas las disciplinas que conforma
una carrera.

Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 2nd, 2011 a las 21:05

Pensaba que para conocimientos generales ya estaban las enseñanzas medias.


Una carrera ya es por sí algo muy especializado; se me antoja un giro
retórico decir que alguien debe tener conocimientos muy generales en la
especialidad. ¿Para qué? ¿Por qué el contable ha de saber macroeconomía o
teoría del monopolio?

AntiBolonia Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 21:22

Pues por varios motivos:

1º) Porque la universidad debe formar a economistas, a personas formadas


para poder trabajar en cualquier departamento de la dirección de una
empresa. No entiendo abogar por la flexibilidad laboral en un mercado
laboral que aboga por la polivalencia y, sin embargo, formar únicamente a
personas que solo saben hacer una cosa, y,

2º) Porque esto supondría aplicarle leyes del mercado a la formación


humanística e integral de la persona. Curiosamente, los países que más
cuidan de las humanidades son los países más desarrollados tecnológica y
económicamente.

Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 2nd, 2011 a las 21:49

1) Eso es una petición de principios. La universidad debe formar a


economistas completos porque tiene que formas a economistas completos.
Por cierto, antes economía formaba parte de Derecho y antes de ética. ¿Las
volvemos a juntar? Las personas deben ser polivalentes en lo básico, pero
no en lo específico. Básicamente porque no puede dominarse todo de todo.
Si uno se especializa en algo, no puede especializarse en otra cosa. Y si
quiere especializarse en todo, aparte de que probablemente colapsará antes
de lograrlo, se quedaría sin integrar el mercado laboral.
2) Es decir, supondría someterlas a la satisfacción del resto de personas. De
todas formas, no todas las actividades tienen por qué formar parte del
mercado (de la división del trabajo) y no todas deben buscar el lucro. Puede
haber asociaciones o clubes que proporcionen esas disciplinas. Lo que creo
que es evidente es que nadie o casi nadie (quitemos el área donde puedan ser
empleados como museos, documentales, enseñanzas medias…) abonaría el
coste real de muchas humanidades. Simplemente porque la gente valora
menos la formación que lo que cuesta proporcionarla y porque sus
expectativas sobre la universidad son otras.

GRN Says:
septiembre 2nd, 2011 a las 22:08

-aparte de formar futuros catetos, sacar profesionales con lagunas


formativas.- Perdón, ¿con esta frase quería describir el modelo del artículo o
el actual?.

Por otro lado, la flexibilidad no es para que de contable pases a director de


producción. Es para que de contable de empresa del sector consumo puedas
pasar a contable de empresa de sector de bienes de capital en las distintas
etapas del ciclo.

Podrías citar esos países a ver de que modelos universitarios disponen.


Tengo curiosidad.

estudiante Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 3:50

“La universidad no debe ser un foro público para adquirir una formación
general un tanto más profunda que la proporcionada por la enseñanza
secundaria y que nos convierta en buenos ciudadanos. O, al menos, no debe
ser eso si luego pretendemos que esos años de carrera lectiva nos sirvan
para lograr un sobresueldo en el mercado laboral.”

De verdad me parece muy triste leer semejante barbaridad de gente tan


formada y brillante como debe ser usted.

Desde luego, juntar economía y enseñanza veo que no es una buena idea.

Me podría decir una hipotética universidad mejor que aquella donde se


formen “buenos, libres y pensantes ciudadanos” ??

Juan Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 4:17

AntiBolonia: En un mundo idílico donde los seres humanos fuéramos súper-


súper-súper-dotados, habría una sola carrera que incluiría todas las actuales,
y seríamos la releche humanística y técnicamente. En ese mundo tendría
sentido la solución al paro de la construcción que propuso en su momento
Zapatero, consistente en reconvertir los trabajadores de la construcción en
trabajadores de la biotecnología.
Pero en la realidad, también la universidad pública está creando cada vez
más carreras especializadas. El número de titulaciones distintas crece, no
disminuye.

Juan Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 4:24

Señor Rallo: Yo he comprobado que en la enseñanza media privada los


alumnos sacan mejores notas, sobre todo justo para presentarse a la
Selectividad, y no porque salgan más preparados, sino porque los padres
pagan y el que paga exige. Esto es un hecho; y lo sé porque yo estudié la
enseñanza media en un colegio privado y creo que no tenía más nivel que el
público.
En mi ciudad los padres llevaban los hijos al colegio privado, más por el
descontrol y malas compañías del instituo público, que por la calidad del
colegio privado.

Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 3rd, 2011 a las 5:55

Estudiante,

O, al menos, no debe ser eso si luego pretendemos que esos años de


carrera lectiva nos sirvan para lograr un sobresueldo en el mercado
laboral..

¿Estudias para trabajar para tener un buen sueldo o para ser un buen
ciudadano? Una cosa no tiene nada que ver con la segunda, porque saber
confeccionar la cartera óptima de acciones para un inversor de riesgo
mediano no tiene nada que ver con ser un buen ciudadano. Con lo cual, si
estudias para lo segundo, es decir, si no estudias para producir bienes y
servicios cada vez más valiosos para los consumidores, luego no te quejes
del 50% de paro juvenil y del mileurismo. Una cosa es la lógica
consecuencia de la otra.

Juan,

Es lo que tiende a suceder en un sistema educativo donde no se puede


discriminar de facto entre títulos y donde lo importante es tener uno, sea de
la calidad que sea: que se compra.

J.A.M.S. Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 6:20

El problema fundamental son que en la universidad pública los profesores


son funcionarios, deberían dar ejemplo la universidad, aunque se financien
con dinero público pero el funcionamiento de los departamentos debería ser
como en una empresa (los más aptos para cada puesto, y nunca para
siempre), evitar la monogamia, y sobre todo becar a los mejores alumnos,
¿pero cómo se selecciona a los mejores? a través de un exámen?? de una
nota que le pone un funcionario??? alguien es mejor por tener un 9 y el otro
un 5??? Saludos
J.A.M.S. Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 6:22

Errata: El problema fundamental es…….

Juan Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 6:48

J.M. Rallo
Es cierto; no me había dado cuenta. Aunque quizá cuando dices que “no se
puede discriminar de facto” quizá sería mejor decir que “no se puede
discriminar de iure”, pues de facto, de hecho, hay empresarios que sí tienen
en cuenta el lugar de procedencia del título. Aunque para la Selectividad no
pueden discriminar “de iure” la procedencia de las calificaciones del
bachillerato para ponderarlas con la calificación del examen de
Selectividad.

Estoy aprendiendo mucho con vosotros, los liberales. No sé si vuestras ideas


se podrían poner en práctica al grado máximo, pero no he visto a nadie que
argumente con tanta finura como vosotros. Y para mi eso ya es mucho.

Un saludo.

jfc Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 7:51

@Antibolonia:

1º) No te preocupes, que si el mercado laboral aboga por la polivalencia eso


sería precisamente lo que ofrecería una universidad orientada a necesidades.
De eso se trata, de coordinación, lo que verás que no ocurre en la
universidad pública, donde los programas van a su aire.
Por cierto, los estudios de economía no valen en absoluto para cualquier
departamento de la dirección de una empresa, ha de tener experiencia,
talento, idiomas y un MBA (todo esto fuera de programa de las
universidades públicas, de ahí más paro y la pobreza, algo bastante
lamentable).

2º) Nadie te impide estudiar humanidades una vez que ya eres productivo en
una empresa para ganarte las lentejas. Yo estoy finalizando mi segunda
carrera mientras trabajo, la carrera de humanidades que en su día decidí no
hacer porque no tenía salidas. La formación no acaba a los 23 años. En
absoluto. Nadie te impide la autoformación ni la formación privada, pero no
tiene por qué pagártela el prójimo viviendo de la sopa boba y la litrona, eso
es mucha cara.
No olvides que las leyes de mercado no son las del dinero -sino las de las
necesidades sociales- y que el valor de los estudios es subjetivo -
observaciones que a menudo se ignoran en las universidades públicas-. Es
decir, una vez resuelto el problema de las lentejas puedes querer enriquecer
tu vida y tus relaciones sociales, del mismo modo que puedes querer ahorrar
para tener una piscina. Tú decides lo que te es útil, y asumes los costes. Lo
que no es de recibo es haber estado estudiando cinco años unos estudios de
los cuales en mi caso sólo me han valido seis meses, a cuenta del
contribuyente además.

Te recomiendo “La educación y el Estado” de West y el capítulo sobre la


educación de “En busca del crecimiento” de Easterly.

Miguel Says:
septiembre 3rd, 2011 a las 8:57

La tendencia natural de los pilares del estado del bienestar, como la sanidad
o en este caso la educación, es la provisión pública y producción privada.
La progresiva privatización es la mera consecuencia de maximizar
beneficios, ya sean sociales o económicos, y mientras las universidades
como dice Rallo no produzcan bienes de capital demandados por el mercado
seguirá siendo un sistema deficitario y desconectando del mundo laboral.

Yo como recién licenciado en Economía y hasta hace poco en el paro, me


pregunto para que me han servido tantas horas de estudio en Teoría de
Juegos, Teoría del Sector Público, Macroeconomía etc si el 80% de los
economistas en nuestra carrera profesional no lo vamos a necesitar. La
especialización es buena, aumenta la productividad de los trabajadores, eso
si, tendremos que ver como encaja este modelo en la progresiva
flexibilización de los puestos de trabajo ya que como estamos viendo en
tiempos de crisis los empresarios prefieren contratar a un trabajador que
sepa hace muchas tareas no tan bien ( y pagarle menos por consiguiente) que
contratar a un empleado especializado para cada función.

Pablo el herrero Says:


septiembre 3rd, 2011 a las 9:56

Excelente artículo Juan Ramón, tanto desde la perspectiva educativa como


desde la perspectiva económica. El falso binomio “Educación pública” al
que nos tiene acostumbrado el perverso socialismo, con el que nos quiere
hacer creer que no es posible una educación si no es pública, nos ha llevado
al desastre que hoy vivimos en todo el occidente, muy en concreto en
España.

La cantinela socialista de que los problemas educativos se solucionan


siempre con más profesorado y con más dinero público, en los últimos casi
cuarenta años democracia tales argumentos han servido para: a) bajar año
tras año nuestro posicionamiento en los informes PISA, b) bajar el nivel de
toda la estructura educativa (no sólo de los alumnos, también de los
profesores), y c) convertir a la universidad en una “fábrica de parados”.
Pero erre que erre el socialismo, con su mantra de que esta situación “se
soluciona con más profesores y más dinero”.

Mientras la educación no sea totalmente libre y en la cual las instituciones


educativas y las familias y alumnos sean los protagonistas absolutos de sus
propias decisiones formativas (los colegios como proveedores de programas
y profesores y, los alumnos, de elegir libremente entre dichos proveedores y
propuestas formativas); y por otra parte, la educación en absoluto sea gratis
para nadie… el mantra socialista seguirá imponiendo la consecución de
títulos cada vez más devaluados por el mercado.

La educación, toda, como cualquier otro bien que la persona adquiere, ha de


pagarla. Es el primer requisito para avanzar en excelencia educativa (el
socialismo ha llegado a proponer para estimular el interés del alumno el
pagarles por estudiar, menos mal que ha venido la crisis económica). El
segundo, es la libertad absoluta de los auténticos protagonistas de la
educación: colegios y alumnos funcionando en un mercado libre de
propuestas y elecciones formativas.

El mantra socialista de que los pobres en un mercado libre y sin “educación


pública” no podrían estudiar, sólo se lo creen ellos. Estoy en contra del bono
escolar, quien no tiene dinero, que el estado se lo adelante, pero cuando
termine sus estudios que lo devuelva al estado para que otro pueda volver a
beneficiarse de esa ayuda (si la educación es eficaz, pronto encontrara
trabajo para poder devolver dicha cantidad en cómodos plazos). Así lo
hacen los estudiantes de MBA de las escuelas de prestigio, se endeudan
porque saben que al terminar dichos estudios su valor en el mercado laboral
subirá y por tanto, podrá pagarse en cómodos plazos dicha inversión en si
mismo. Pero eso de que el resto de la población tengamos que pagar “sine
die” el bien que otro recibe… no es de recibo. Y además, cuanto más
“gratuita” es la educación, mayor es la desmotivación del alumnado y
profesores, el abandono escolar, la violencia en las aulas, el aumento del
paro juvenil, etc. Esas son las consecuencias de una “educación pública” y
“gratuita”.

Otro día hablaremos del objetivo fundamental de adoctrinamiento que el


socialismo persigue con su “educación pública”, pero seguro que tendremos
ocasión nuevamente de entrar en materia.

Un cordial saludo Juan Ramón por tu valiente exposición a favor de una


educación auténticamente libre.

Pablo el herrero

eduardo fernandez delgado Says:


septiembre 3rd, 2011 a las 18:42

Por que si yo gano 1500€, con mis impuestos tengo que pagarle la carrera a
un cirujano que gana 6000€, estaría bien que se la pagase si ganase lo mismo
que yo,pues a cambio de mi (nuestro) dinero el me proporcionaría los
conocimientos adquiridos, no es justo que yo (nosotros) corramos con los
gasto y el se lleve las plusvalías,cuando creas una empresa pones tu dinero,
no te lo da el estado de los impuestos de los demás y si no tienes suerte lo
pierdes

graffic Says:
septiembre 4th, 2011 a las 9:13

Si hablamos de las teorías económicas, las mismas que intentan predecir el


comportamiento humano en mercados. Personalmente creo que las mismas se
han auto demostrado fallidas. Pero bueno, cada uno tiene “fe” en lo que
quiere.

Por otro lado se plantean dichas teorías como “fe”, haber dicho “Jesús dijo a
sus discípulos” en vez de “teorías económicas”, aporta la misma claridad al
artículo.

¿Es la universidad privada de hoy en día un ejemplo de lo que se pretende


demostrar en este artículo? Si es así, se debieran cerrar la mitad que, como
excelentes empresas, fabrican títulos y nada más. No hay nada mejor que la
“demanda” (de titulitis), para que las empresas florezcan.

Los “culpables” planes centrales son bastante abstractos, y muchas son las
universidades tanto publicas como privadas que los adaptan para “producir”
mejores licenciados. Nadie los limita y muchos son los alumnos que de ante
mano escogen la universidad que les prepara mejor. Es cuestión de
motivación mas que de enseñanza muchas veces, lo que ayuda a obtener un
buen licenciado.

Lo que me empieza a crear problemas es convertir a la universidad en


“escuelas de photoshop, Seiger SLZ400E o Java. O mucho peor, en
entidades que certifican el conocimiento de X patrocinado por la empresa Z.
Y es que ¿sabe más inglés el que tiene un proficiency o el que sabe más
inglés?

No se si en economía se aprenden cuatro conocimientos y esos no cambian


nunca. Uno vive feliz, y se come una perdiz los viernes. Pero para muchos
licenciados los conocimientos cambian… mes a mes. Lo que muchos
licenciados trabajan hoy, no es lo mismo que trabajarán en dos meses.

Y es esa capacidad de adaptarse, de conocer las raíces de lo que trabajan y


de no importarles si es hoy es X y mañana Z, lo que importa a las empresas.
A no ser que se pretenda contratar trabajadores de quita y pon que lo único
que saben es X. ¿Quien recomendará Z cuando sea hora?

Es injusto que alguien aproveche su educación pública y gane más dinero


que un porcentaje que aquellos que aportaron un céntimo a su educación. O
que los que no pueden permitirse dicha educación, no tengan nunca la
oportunidad, y solo aquellos que tengan una buena base económica o decidan
endeudarse hasta las cejas, quizás tengan dicha oportunidad.

Ese absurdo se puede trasladar perfectamente a toda la educación y hacer


que desde el primer momento que se pise un centro de enseñanza este sea
privado. ¿Tiene sentido ahora la solución?

En todas las universidades hay casos “extremos”, tanto en las privadas con
los personajes de “papá me paga los estudios” y en las publicas (teniendo en
cuenta la realidad de que algo se paga, y no es poco para algunas familias)
con los mismos personajes de “papá me paga los estudios”. No veo ninguna
diferencia.

Los casos medios, lo estándar, medianía como le decían a superlopez.


Depende de la motivación. No creo que el tener que trabajar todas las tardes
y pasarlas “difíciles” te motive a ser el mejor de tu carrera. Mas bien a no
repetir asignaturas. Sin olvidad que aquél que su familia le apoya
económicamente y tiene la misma motivación que el trabaja en el Starbucks
todas las tardes. Tiene mas tiempo para estudiar y convertirse en mejor
licenciado (presuponiendo la misma motivación).

Craso error decir que la titulitis es una enfermedad de universidades


publicas totalmente gratuitas. Cuando la privada es la primera en ofrecer
salida a dicha titulitis pagando en oro el peso del título.

Y crear certificacioncitis no es caer en el mismo error. En creer que un papel


obliga a la otra parte contratante a pagarte más o que te augura un mejor
futuro.

“Una sociedad no necesita universitarios en general, sino personas


especializadas en muy diversas áreas” . No se en que empresa está basada
dicha afirmación, pero donde yo trabajo nos da mejor resultado contratar a
personas que NO conocen las herramientas con las que trabajamos, que
aquellos que las conocen.

Un buen licenciado trabaja con cualquier herramienta, y el hecho de no


conocer aquellas que nosotros utilizamos es una gran “motivación” para el
trabajador y aporta nuevas ideas. Mas allá del que lleva años haciendo lo
mismo y cambia de empresa para… hacer lo mismo.

Un rico tonto tendrá un título gracias a las universidades privadas.


Posiblemente será contratado y tendrá un mejor sueldo que un pobre tonto.
Un rico posiblemente pierda unos pocos miles de euros en su hijo más
fácilmente que un pobre se arriesgue a endeudarse con su hijo. ¿Quién se
compra una BMW 1200GS para ir a tomar café?

Por lo que no solo tendrás ricos tontos con titulo y trabajo mediocre, sino
que tendrás pobres tontos sin titulo y sin trabajo ademas de pobres
mediocres y excelentes sin titulo y sin certificaciones.

El rico siempre afrontará el riesgo mas fácilmente que el pobre si la barrera


es el dinero.

josvazg Says:
septiembre 4th, 2011 a las 12:27

@graffic
No le sigo, una veces parece que está a favor del artículo o de acuerdo, otras
parece que lo critica. No veo su hilo lógico-deductivo.

rberzal Says:
septiembre 5th, 2011 a las 8:08

Sr Rallo vuelve usted a pisar terrenos pantanosos. Admiro su valentía.

Niego la mayor de que uno deba formarse en la universidad para ser


especialista en algo. Si somos liberales no nos queda otra alternativa que
opinar que uno debe poder formarse para ser especialista o para ser
generalista, eso depende de cada uno. Debe haber libertad para hacerlo de
una forma o de otra. Como consecuencia directa de lo anterior me gusta el
modelo flexible de formación que usted plantea.

Encuanto a la financiación de la universidad parece claro que si el beneficio


es privado el coste debe ser privado tambien, pero debemos tener en cuenta
que no todo el mundo es capaz de poder costearse una carrera ni tiene
crédito para poder pedir un crédito de digamos 20 millones de pesetas (6
años de carrera por unos 3 millones por año si sumamos el coste de la
universidad privada, el alojamiento y los alimentos). A ver qué entidad
financiera le da 20 millones a un mocoso de 18 años que no tiene donde
caerse muerto. Si encima son 4 hermanos, como es mi caso, el monto es de
80 millones.

Los que vivimos en pueblos lejos de las grandes ciudades y hemos estudiado
carrera universitaria hemos padecido los tremendos costes que tiene esto
para nuestras familias aún habiendo estudiado en la universidad pública.

El modelo ideal y económicamente sostenible es el de la formación contínua


que permita compatibilizar el trabajo con los estudios. Con este modelo se
resuelve tambien el problema de la dicotomía entre formación especialista o
formación generalista ya que permite que cada uno pueda ajustar su
curriculum a sus preferencias.

En lo referente a la titulitis, mi opinion es que hay dos tipos de carreras: las


que habilitan para ejercer una profesión regulada (por ejemplo medicina) y
el resto (por ejemplo económicas). Uno puede ser inversor sin ser
economista pero no puede operar a un paciente sin ser médico. En el caso de
las carreras como económicas no tiene ningún sentido que exista un título de
conomista ya que este ni es garantía de nada ni habilita para nada. En el caso
de las carreras que conducen a la optención de títulos habilitantes para
ejercer profesiones reguladas mi opinion es que la formación debería ser
libre y los exámenes de acceso al ejercicio de la profesión deberían ser
únicos y basados en unos conocimientos mínimos habilitantes.

En lo referente a la calidad de la formación que otorgan los centros públicos.


A día de hoy, en España (salvo excepciones) la excelencia se encuentra en
los centros públicos. Los centros privados son un cajon desastre donde
entran los que no pueden acceder a centros públicos. Esto es así nos guste a
o no nos guste. Esto no lo digo de forma gratuita. En mi época de estudiante
viví en una residencia de estudiantes y el grado de esfuerzo y sacrificio en
las universidades públicas es infinitamente mayor al de las privadas.
Despues he seguido en contacto con estudiantes y he asesorado a algunos y
puedo decir que el nivel de los estudiantes de las universidades privadas es,
en algunos casos, lamentable e impresentable.
En lo referente a las enseñanzas medias puedo decir, básandome en mi
experiencia, que los alumnos de centros privados llegaba a la selectividad
con las notas infladas que me rio yo de la burbuja inmobiliaria. Las bofetatas
en selectividad son de antología. Expendientes de notable que a duras penas
aprueban. Yo estudié en un instituto público y los alumnos de diez fueron
alumnos de diez en selectividad y los de 6 fueron de 6 en selectividad.

rberzal Says:
septiembre 5th, 2011 a las 8:09

Se me olvidaba, prueba evidente de que la excelencia se encuentra en la


unviersidad pública es que el Sr Rallo, pese a tirar por tierra todo lo
público, da clases en una universidad pública.

Un saludo.

Kristie22Perez Says:
septiembre 5th, 2011 a las 9:27

Every one understands that men’s life seems to be not cheap, nevertheless
some people require cash for various things and not every man earns big
sums money. So to get quick mortgage loans or bank loan will be a proper
way out.

Xel Says:
septiembre 19th, 2011 a las 0:28

A mi me gustaría saber en que es especialista usted, Juan Manuel Rallo.


Simplemente para ver que credibilidad tiene para decir lo que dice.

un saludo

Bastiat Says:
septiembre 19th, 2011 a las 12:21

Rberzal…. creo que tu argumento de que el Sr. Rallo es prueba de la


excelencia de la pública frente a la privada no es correcto. Aquí no existe un
libre mercado de universidades y la pública, en concreto tienen un cuasi-
monopolio sobre la educación universitaria. Un monopolio que a los
liberales debería de hacernos sonrojar al decir cosas como las que dices.
Evidentemente que en una universidad privada no se pueden tener a
determinados profesores porque el sueldo que reciben en las públicas es
muy superior a las privadas porque están subvencionadas. Porque los
privilegios de los profesores en la pública en nada se pueden parecer a los
de las privadas. No porque las privadas sean malas por ser privadas. Porque
sirvan de cobijo a aquellos que no han sido capaces de sacar nota para la
pública.

Elimina las subvenciones y veremos qué universidad se queda con los


mejores profesores y con lo mejores alumnos.

Sr. Xel….. busque…. y luego nos presenta su currículum a ver si Ud. tiene
algún merito superior al Sr. Rallo o es simplemente un bocas….

MORGAN Says:
septiembre 22nd, 2011 a las 17:58

No estoy conforme con la afirmación de que la universidad se llena o


masifica por ser gratuita, el problema está en el nivel académico, si en las
universidades tienen carreras donde para sacar un suficiente no tienes que
forzarte mucho, se corre la voz y entonces se llenará de estudiantes que se
conforman con esa nota, pero si tal universidad coge fama de ser muy dura
tanto en exámenes, contenidos, disciplina, etc. huirán de esa universidad los
menos deseosos de mejorar.

Bastiat Says:
septiembre 22nd, 2011 a las 19:13

Si, Morgan, pero para que eso se dé las universidades tienen que ver la
rentabilidad de ser excelsas, es decir, que la gente se pegue por entrar y
pagar altas tasas.

Pero mientras las universidades vivan de tener alumnos que justifiquen un


gasto público… el interés básico de esa universidad es llenarse de alumnos
para que el exceso de demanda justifique incluso más incremento de los
presupuesto.

Pitorrata Says:
septiembre 29th, 2011 a las 7:44
Admiro y valoro el esfuerzo divulgativo de D. Juan Ramón, pero me parece
que este tema es demasiado complejo y quizá se quedan muchas derivadas
sin tener en cuenta. Después de unos días reflexionando sobre la cuestión,
me animo a escribir mi opinión:
Estoy convencido de que es necesaria una reforma de la universidad
española. Conozco una universidad pública en la que es posible estudiar la
misma titulación en tres centros diferentes (pero específicamente dedicados
a ese grado), con planes de estudios diferentes y con menos de 30 alumnos
matriculados en el primer curso en cada uno. Ponerle coto a ese absurdo
modelo de universidad me parece necesario. Y quizás la solución sea la
privatización masiva.
Pero independiente de la titularidad pública o privada, no puedo compartir
la percepción que tiene de la universidad, D. Juan Ramón. En mi opinión, es
demasiado estrecha porque está demasiado sujeta al marco teórico que está
intentando aplicar.
La universidad, desde siempre, no solo ha servido para formar trabajadores
muy especializados. Tiene otras funciones, quizá menos fácilmente medibles
pero igualmente necesarias. El conocimiento puro y la especulación teórica
tienen gran utilidad, en mi opinión. Nadie, excepto los maximalistas más
iluminados, puede estar seguro de que lo que piensa y cree saber hoy es lo
óptimo y lo será eternamente. El conocimiento es perfectible por naturaleza
(sin entrar en mayores disquisiciones: uso el término “conocimiento” como
la “empeiría” aristotélica, esto es, el tipo de conocimiento propio de los
expertos). Y es por eso que necesitamos instituciones dedicadas a ese
conocimiento puro, teórico y abstracto, que anticipen y nos den herramientas
para afrontar nuestros problemas y necesidades futuros. Luego diré algo
sobre la necesidad de que esas instituciones sean las universidades (aunque
existan otras que también se ocupen de esas cuestiones). En realidad, es una
dimensión más que conocida del mercado según su concepción liberal. ¿No
es acaso un empresario de éxito aquél que es capaz de descubrir, y por tanto
anticipar, una necesidad o una forma mejor de prestar un servicio y sacar el
mejor partido de ello en beneficio mutuo?
Una concepción exclusivamente utilitarista y cortoplacista de la universidad,
como de cualquier otra institución, limita radicalmente la flexibilidad de esa
misma institución y, por tanto, impide que pueda adaptarse a unas
necesidades cambiantes. Si en la universidad actual se tiende, en algunos
lugares mejor y en otros, como España, mucho peor, a formar universitarios
que sean flexibles y puedan ir adaptándose a las necesidades reales del
mercado, ¿por qué la universidad misma, como institución, no puede ser
flexible en idéntico sentido? Esa flexibilidad no radica solo en una oferta
cambiante de títulos según la demanda momentánea del mercado laboral,
como tampoco la flexibilidad de un trabajador radica en su entereza de
ánimo para comenzar una nueva etapa formativa cuando la anterior concluye.
Porque lo que se pide de los universitarios hoy (desde siempre, en realidad)
es que se puedan reciclar, que tengan una formación de base sólida que se irá
luego perfilando con masters o cursos de especialización según evolucionen
sus intereses y necesidades a lo largo de toda la vida laboral. Así, la
universidad debe ser capaz de anticipar en la medida de lo posible las
necesidades futuras de sus egresados y de la sociedad (o del mercado, si se
prefiere el término). Entre otras cosas, porque es en esa capacidad
intelectual previa y creativa donde reside su excelencia y, por tanto, su
capacidad para atraer alumnos-clientes. Como le ocurre a cualquier
trabajador y a cualquier empresa en su actividad cotidiana.
He leído en algún comentario cómo se defiende la idea de que existen
distintos tipos de títulos universitarios, e incluso de materias, en función de
su utilidad laboral. Y que esa distinción debe convertirse en criterio
selectivo. La universidad, entonces, estaría dedicada principalmente a los
títulos útiles porque los otros son puro diletantismo. Ese argumento parece
estar también presente en el cuerpo del artículo principal. En mi opinión, tal
argumento tiene muchas debilidades.
En primer lugar, lo que cada cual haga con su tiempo (y, en su caso, con su
dinero, porque ese argumento no discrimina entre lo público y lo privado; lo
inútil absoluto es inútil siempre), es problema exclusivo del cada cual.
Incluso aunque la educación fuera pública y costosa, es evidente que la
libertad de elección (en sentido estricto y restringido) en una oferta existente
es un bien irrenunciable, supongo que especialmente para un liberal.
Y en segundo lugar (por no aburrir siendo aún más prolijo), es un argumento
falaz, porque se antepone la conclusión a las cláusulas. Es mucho suponer
que, por ejemplo, sea más útil estudiar economía que filosofía. ¿Por qué? ¿en
qué términos? ¿para quién? ¿seguro? Supongo que a Kant le fue más útil
estudiar filosofía, del mismo modo que a Von Misses le debió de resultar útil
estudiar historia y ¡administración pública! o a Ayn Rand estudiar filosofía e
historia. ¿Estamos de verdad seguros de que la riqueza implícita a la
aportación intelectual de estos diletantes, y otros cuantos millones más, es
menor que la del trabajo del tipo que me atiende en la oficina bancaria?
Y esto último me lleva a otra cuestión. Von Misses, Rand, la escuela de
Salamanca y otros liberales varios y variados, Herta de Soto incluso (puesto
que él mismo se ha referido a su aparente paradoja), se formaron y/o
ejercieron profesionalmente en universidades públicas. Creo que esta
circunstancia nos debe hacer reflexionar sobre ese papel de las
universidades como centros de conocimiento al que aludía más arriba, sean
públicas o privadas. ¿Y por qué esto es así? Porque las universidades están
pensadas para que el conocimiento se produzca y se trasmita. Solo así
pueden existir maestros, como los de la escuela de Salamanca, Von Misses o
Huerta de Soto. No me parece que podamos renunciar a ellos tan
alegremente, imponiendo su segregación de la universidad (algo con lo que,
sospecho, no estarían muy de acuerdo).
Por otra parte, es lógico, e incluso deseable, que gran parte de quienes se
dediquen a la enseñanza universitaria lo hagan de forma preferente y hasta
exclusiva. Y es de suponer que habrán de ser seleccionados según su mérito
y capacidad que, huelga decirlo, en el caso de la dedicación a tiempo
completo solo pueden referirse a su cualificación como investigadores. Si
una universidad no da formación teórica jamás podrá tener investigadores,
primero porque no puede formar a los propios, y segundo porque no tiene
programas a los que incorporar a investigadores contratados. Y entonces la
calidad de la enseñanza baja, porque no tienes a los mejores dando clase.
Por esto mismo las universidades privadas españolas no tienen prestigio de
ninguna clase. Me parece que tampoco es fácil, por ejemplo, renunciar a los
hospitales universitarios, que gozan de tanto mayor prestigio y recursos
cuanta mayor es su capacidad investigadora e innovadora (como es lógico,
porque al que paga o dona le gusta ser atendido por los mejores).
Según mi opinión, la privatización de la enseñanza universitaria no tiene por
qué significar necesariamente una mejora de la calidad. Como cualquier
empresa, las universidades privadas pueden tener éxito o fracasar. Según los
criterios que he expuesto, una universidad privada que renuncie al
conocimiento teórico y abstracto y a la investigación tiene muchas papeletas
para convertirse en algo completamente inútil y ruinoso. Como ahora, aunque
sin la posibilidad de que, por equivocación o error del sistema, de repente
aparezca alguien que sí aporte algo nuevo.

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 11:17

Reduccionista, lo mínimo que se le puede decir es que lo que cuentas parte


de un principio reduccionista. A parte de que el mote que te has puesto…..
incita a no tomarte en serio.

Pero como lo que dices lo haces con bastante solvencia no será el caso.

Pero lo que dices y lo que cuentas es reduccionista.

La universidad, como los restaurantes, pueden cobrar altos precios por el


servicio que prestan gracias al prestigio, no por la cantidad de la comida o
diseño de los platos, sino por el prestigio del chef y su maestría es saber
combinar los ingredientes para lograr platos exquisitos.

Eso no se puede hacer sin investigar, sin cacharrear en la cocina probando,


mezclando, agitando, friendo, tostando o congelando los ingredientes para
obtener platos nuevos. Eso es lo que le da el prestigio a un chef y a un
restaurante.

En la universidad pasa lo mismo. No puede haber una buena universidad,


una universidad de prestigio, que no dedique a la investigación una parte
importante de su inversión porque si es una universidad que sólo forma
profesionales, de esas…. puede haber muchas. No habría diferencia entre
ellas, simplemente sabrían de derecho, de ciencias de la economía,
contabilidad y gestión de empresas, o ingeniería de manera que hagan
aviones o coches…. sin más.

Una universidad así sería sólo una empresa, sería aquella que dibujas, que
describes. Pero no todas son así ni quieren ser así. De hecho una empresa tan
específica como las dedicadas al mundo de la educación, tienen su razón de
ser en la excelencia, como los restaurantes, saben que tienen que esforzarse
en ir dando un paso más que las del resto para ser excelentes, para mantener
su prestigio o para lograr alcanzarlo con descubrimientos o avances o
publicaciones que todo el resto del mundo reconozca… y demande.

Es más, no es cierto que no haya universidades, como dice ella, no estatales,


en España con prestigio. La Universidad de Navarra tiene un cierto prestigio
y su clínica universitaria aún más.
Lo que importa es que la gente tenga claro qué es el prestigio y darle
importancia a ello más allá de la propia rentabilidad de la “empresa
universitaria” que dibujas.

De todas formas, basarse en una realidad como la española donde lo privado


en materia universitaria, salvo casos contados, no tiene mas de diez años de
existencia con una competencia feroz por parte de las publicas, sobre todo
de las regionales, chiringuitos para meter a amigotes y amiguitos pero con
una capacidad financiera enorme y riesgo nulo, para criticar lo privado no
me parece un buen argumento.

Pero sobre todo he de decir que el argumento en contra de lo público no


reside en cuestiones ideológicas, sino en meras cuestiones prácticas y
morales. Prácticas porque no se puede hablar de rentabilidad cuando de lo
que se hace no se busca dicha rentabilidad, y morales porque cuanto la
rentabilidad no es un objetivo moralmente no se está obligado a dar
resultados y ya sólo depende de la caradura moral de los que intervienen en
dichas empresas para lograr un prestigio público el llevar a cabo sus
investigaciones o sus estudios de la mejor manera posible. Cuando sólo se
premia el compadreo y se justifica con publicaciones en sitios amigos como
justificación del puesto… así no.

Y no sólo eso, resulta que el argumento sobre la investigación o la enseñanza


de determinadas disciplinas minoritarias tampoco puede quedar al albur de
lo que diga el estado o el gestor público de un determinado centro. Y eso te
lo voy a explicar con otro ejemplo. En este país hay un concepto nefasto
precisamente para lo que se pretende que es el de la defensa de la cultura.
No hay nada más pernicioso para la cultura que esta la defienda el Estado.
¿Quien es el que va a decidir si un pintor, un escritor, un escultor o un
cineasta es bueno o malo si quien ha de juzgar y premiar es quien no lo hace
desde su posición económica si no desde su posición política?. Pues es el
mismo caso que el de la investigación y estudio de ciencias…. “raras”

En la antigüedad había un concepto muy válido que podría recuperarse en el


presente y hacia el futuro, el mecenazgo. Los pintores y escultores, los
escritores no vivían de su obras porque el mercado era muy estrecho, no
todo el mundo leía y pocos eran los que podían pagar por tener un cuadro en
casa, un buen cuadro. La figura del mecenas es quien ha permitido la
existencia y el recuerdo y reconocimiento de muchos artistas, e
investigaciones también, de la antigüedad. Pues lo mismo podría pasar hoy.

Hay determinados conocimientos que podrirán perderse o que no avanzarían,


en cuestiones muy minoritarias, tanto para la ciencia como para el gran
público que sólo alguien interesado con capacidad económica para ello, se
puede permitir. Y al ser él quien juzgara si se están obteniendo los resultados
esperados se garantizaría así la justicia.

Pitorrata Says:
septiembre 29th, 2011 a las 17:44

Le agradezco el comentario, Bastiat. Creo que no he sabido explicarme


adecuadamente, porque coincido con muchos de sus planteamientos aunque
usted los esgrime como contrarios a mi opinión.
1. Naturalmente que pienso que la rentabilidad del negocio universitario
depende de su excelencia, no de la cantidad de títulos ofertados. Pero si
miro los planes de estudios de Princeton, NYU, Cambridge, Stanford… y así
todas las que quiera de primera línea, absolutamente en ninguna de ellas
faltan titulaciones de humanidades. Es más, las hay por decenas. Igual es
porque esas titulaciones, y los departamentos que las sostienen, también son
fuente de recursos y de prestigio. Como testimonio evidentísimo de su
atractivo, si quiere, nos ponemos a citar a los profesores universitarios que
más venden (sus libros, se entiende), y la proporción de humanistas que hay
entre ellos. Pero no creo que haga falta, porque supongo que estoy en un blog
donde algo tan obvio es conocido sobradamente. Sentiría que no fuera así, y
que el “reduccionismo” que me adjudica se debiera a que, equivocadamente,
haya dado yo por descontados elementos de juicio que no están en la mente
de todos.
2. Creo haber comentado, imagino que no con suficiente vehemencia, que es
posible que la solución a nuestro modelo universitario sea la privatización
masiva. No lo puedo afirmar más categóricamente porque, hasta la fecha,
nadie me ha pedido que le busque solución al problema yo solo. Jamás se me
ocurriría hacerlo aunque me lo pidieran, quizá por prudencia excesiva. Es
hasta posible que el principal inconveniente del artículo de D. Juan Ramón,
al menos a mi vista, sea la pretensión de dar la solución a un problema tan
complejo en unos cuantos párrafos. Por mi parte, me he limitado a plantear
una serie de cuestiones sobre las que me parece importante reflexionar.
Evidentemente, ni pretendía ni puedo ser exhaustivo. Si a usted le parece
reduccionista mi comentario por ello, no tengo problema en aceptar tal
calificativo.
3. Me alegra que aluda al hospital clínico de Navarra. Es el ejemplo en el
que estaba pensando, por comparación, cuando escribía que una universidad
sin investigación, por muy privada que sea, es aberrante. Si no tuvieran que
dedicarse a ella, como D. Juan Ramón Rallo sostiene expresamente, tal
clínica no podría existir. Para constatar el nivel de las universidades
privadas españolas, si quiere de nuevo, repasamos la lista de los que
desarrolla una actividad investigadora relevante. En mis cuentas salen,
aproximadamente, entre cero y ninguno. Más aún: repasemos los centros, a
excepción de Navarra, donde se investiga algo. De nuevo me salen entre
cero y ninguno. Así es imposible que las universidades sean competentes,
como de hecho sucede. Me he cuidado mucho en este extremo aludiendo
específicamente al caso español, porque es evidente que las universidades
de mayor prestigio cuentan con la investigación más potente (entre otras
cosas, porque es uno de los criterios que más pesan para establecer el
ranking correspondiente).
3. Sobre el funcionamiento de la universidad pública española le podría
contar mil aventuras conocidas en primera persona. Muchas de ellas
delictivas. Incluso he sido víctima propiciatoria en cierta ocasión de los
tejemanejes de un catedrático de los del carné del partido, así que figúrese
las ganas que pueda tener de defender tal entramado.
4. Me alegra también que hable de mecenazgo y de “políticas culturales”,
porque es un tema que me preocupa especialmente, y del que me he ocupado
en alguna ocasión por escrito. No consigo encontrar lecturas “liberales” que
traten el problema del patrimonio cultural. Me parece haberle leído
recientemente, en otro post, algo sobre la protección del paisaje en Nueva
Zelanda y sobre el modelo de crecimiento urbanístico en la costa española.
¿Es así? Si pudiera hacerme alguna recomendación bibliográfica, se lo
agradecería.
5. Acerca del alias escogido, solo puedo decirle que es una palabra que en
ocasiones utiliza mi hijo de 3 años para referirse a alguna clase de
individuo, generalmente animal y de trapo, que no sabe identificar. Me
parece bien que le resulte simpático. Y si no fuera así, pues, la verdad,
tampoco me parecería haber cometido un pecado grave.
Espero haberle parecido ahora un poco menos arbitrario. Saludos.
Pitorrata Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:00

Perdón, se me olvidaba. Haría usted bien, Bastiat, en no tomarme en serio.


Aspiro a no hacerlo ni yo mismo. Quizá algún día lo consiga.

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:30

Ocurre, pitorrata (¡vaya con el niño!), que si entendí sus afirmaciones en


defensa de la privatización y que, quizás demasiado vehemente en mi
comentario, me lancé a rebatir sus dudas sobre la privatización.

No es sólo por esas dudas porque lo que defiendo realmente la privatización


de la universidad en sí, si no, en realidad, la privatización de toda actividad
que el mercado esté dispuesto a realizar, incluso las labores de asistencia
social.

Mi vehemencia, por tanto, va por ahí.

Y además defiendo la privatización en España y rechazo el argumento a la


hora de comprarla con las universidades de otros lugares, las
norteamericanas especialmente, porque el peso de “lo público” que, en
España, hace que cualquier crítica al funcionamiento de “lo privado” esté
mediatizado por eso.

No. La labor privada es, como he dicho, una labor tanto o más aceptable
incluso desde el punto de vista moral, algo en lo que también insisto en ese y
otros comentarios, que la labor pública.

Sobre todo cuando la labor pública presume de generosidad y altruismo y,


como Ud. mismo indica, en demasiadas ocasiones es sólo una fachada que
oculta las mas deleznables conductas sobre todo bajo esas premisas de
moralidad.

Por lo demás, desconozco lo de Nueva Zelanda y el desarrollo urbanístico


de la costa no es en sí un problema de liberalismo si no de legislación y
conceptos claros sobre lo que es propiedad privada y propiedad pública.
Gusto de poner un ejemplo de aquellos que los ecologistas sandías sueles
usar a menudo: los campos de golf. Pues resulta que para el cambio
climático es mejor un campo de golf que un campo de cebollas. La cantidad
de plantas fijadores de CO2, la humedad que proporciona al ambiente es
muy superior que dicho campo de cebollas, sobre todo en su fase de
barbecho. Si añadimos a ello la cantidad de trabajos fijos y de calidad del
campo de golf frente al campo de cebollas…. la ventaja para el golf se hace
abusiva.

Y no sé tomarme nada en broma, salvo que se hable en broma. Entonces si.


Será en broma. Me gustan y por ello vengo aquí, al internet, a debatir sobre
ideas y si se hace eso en broma… mejor me veo el Telecinco.

Un Saludo.

Pitorrata Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:46

Pues me parece que estamos bastante de acuerdo. Las diferencias, creo, son
de matiz, probablemente debidas a mis manías personales. Ya le digo que
quizá sea excesivamente prudente, o quizá es que tengo un punto
tradicionalista.
Hace bien en no tomarse las cosas en broma. Yo tampoco lo hago y por esta
razón aspiro a meterme en cintura a mí mismo. Me parece que tomarse
demasiado en serio a uno mismo es deshonesto, intelectualmente reprobable
y, sobre todo, terriblemente violento (con las libertades de los demás). Por
ejemplo, Zapatero se toma demasiado en serio a sí mismo y a la vista está la
influencia que su “pensamiento Alicia” ha tenido en nuestras vidas.

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 20:11

Que quede claro que yo me rio mucho de mi mismo.

Pero la situación no es para tomársela en broma.

Un Saludo.
¿Nos roban el trabajo los chinos?

Juan Says:
septiembre 10th, 2011 a las 7:31

Parece lógico lo que dices pero ¿qué ocurrirá cuando llegue el momento en
que la productividad mundial sea tan elevada que no se requiera que todos
trabajemos para poder satisfacer la demanda?
Quizá me dirás que siempre se demandará más: Primero demandábamos un
móvil por la gran ventaja de poder recibir y hacer llamadas desde cualquier
sitio. Luego que todos tuvimos uno, se le añadieron prestaciones de agenda,
de fotos, de vídeo. Ahora son casi ordenadores portátiles. Pero no nos
engañemos; yo no conozco a nadie que use más de un 10% de la capacidad
de su móvil de última generación. La mayoría de la gente ni siquiera sabría
cómo sacarle esa utilidad aunque quisiera. Para más inri, lo realmente difícil
es encontrar un móvil lo suficientemente simple como para que lo pueda usar
su anciano padre.
Esa pijotería de ir a lo último, es el espíritu que nos ha llevado a gastar lo
que no necesitábamos y con dinero que no teníamos.
¿Cómo solucionáis los liberales el drama de los que no somos brillantes; de
los mediocres? ¿A qué nos podremos dedicar para que nos deis unas
monedas? ¿A contar chistes por la calle? ¿A la prostitución?
Si antes se trabajaba 12 horas, luego 10, ahora 8; porque la productividad ha
ido aumentando y no es necesario tanto sacrificio ¿Cómo es que los liberales
no estáis de acuerdo en seguir rebajando la jornada laboral si ha seguido
aumentando la productividad? ¿Es el número 8 un número mágico?

Manu Oquendo Says:


septiembre 10th, 2011 a las 8:37

El artículo de Juan Ramón Rallo –y la respuesta de Juan– aborda un asunto


con muchas aristas sobre algunas de las cuales el consenso no es fácil y las
soluciones desconocidas.

Un punto de vista perfectamente defendible es que el sistema globalizador


que hoy vivimos es, en cierta forma, una huida hacia adelante de gobiernos
cogidos en sus propias trampas y cuyos beneficiarios directos son los
oligopolios globales.
Los paganos principales –de momento– son las poblaciones de occidente del
hemisferio norte.

Mientras esto ocurre nuestra más altas cúpulas políticas miran a China con el
rabillo del ojo a ver cuándo comienzan a sufrir los problemas que, en
nuestro caso, nos han hecho caer en este pantano.

Las bases formales de esta dinámica global son difusas pero se derivan del
consenso de Washington de los 80 y de una perversa comprensión del
principio de la especialización eficiente de David Ricardo.

De hecho con la lógica de Ricardo (post de Juan) tendríamos una sola


productora global cuyas instalaciones se distribuirían según el criterio de un
operador logístico global.

Esto daría lugar a ese escenario de un 65% de paro (definiendo el trabajo


como hoy se hace) y a una situación política y humana que ya definió Hayek
y explicó Röpke en minucioso de talle más o menos por la misma época.

Este escenario está reventando ahora delante de nuestras narices y ha sido


predicho y explicado hasta la saciedad por los teóricos del marxismo
militante (aliados estratégicos de la globalización porque ese era su “world-
view” final sin guerra fría) y también por la escuela austríaca.
Unos y otros lo vienen haciendo desde los años 40 y 50. Brenner y Galbraith
(hijo) por un lado y Rallo y Huerta de Soto por otro son los más recientes
que he leído de cada escuela.

El caso es que nadie pone el cascabel al gato ni es capaz de ofrecer


soluciones asumibles por nuestras sociedades de “democracia formal” –
parlamentaria, representativa, dirigida por una casta más pequeña que la
aristocracia de las monarquías absolutas y sin participación ciudadana en
ninguna decisión– son capaces de plantearse y de llevar a las práctica.

Es por ello que comienzo a pensar que no tenemos un problema económico,


tenemos un problema político y sistémico que es la raíz y causa de los
síntomas económicos que vemos agravarse sin remedio cada día.
Y es lógico que así sea porque en cuatro años aún no se ha tocado un pelo
del sistema político y burocrático.

Saludos

Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 10th, 2011 a las 9:50

No, justamente te iba a decir que si la productividad aumenta mucho y no se


desea consumir nada más, lo que aumentará es el tiempo de ocio. Es lo que
haría cualquier persona autosuficiente: tengo capacidad para producir mucho
más, pero no me interesa, así que trabajaré menos tiempo o con condiciones
más flexibles.

josvazg Says:
septiembre 10th, 2011 a las 11:35

@Juan

“Para más inri, lo realmente difícil es encontrar un móvil lo suficientemente


simple como para que lo pueda usar su anciano padre.”

A esto se le llama oportunidad de negocio, creo que ya hay empresas que


atacan ese nicho de usuarios.

“Si antes se trabajaba 12 horas, luego 10, ahora 8; porque la productividad


ha ido aumentando y no es necesario tanto sacrificio ¿Cómo es que los
liberales no estáis de acuerdo en seguir rebajando la jornada laboral si ha
seguido aumentando la productividad? ¿Es el número 8 un número mágico?”

Pues yo creo que el “culpable” de esto es el Estado. Fíjese que aun


incorporándose la mujer al trabajo (trabajamos el doble de gente ahora) y
con todo el aumento de productividad por vía tecnológica seguimos
trabajando lo mismo y mientras el aumento de la presión y esfuerzo fiscales
han ido en aumento, junto con otros trucos que nos han metido doblados,
como la burbuja de la vivienda (sector altamente intervenido a nivel de
creditos, de suelo etc) que hace que entre impuestos y precio de los pisos
una familia actual tengan que trabajar casi obligatoriamente los dos padres
para pagar la hipoteca con un sueldo y el resto de gastos con el otro, pese a
que TODOS los demás precios han caído en picado respecto a los de
nuestros padres (telefonía, viajes, eletronica, etc)

Manu Oquendo Says:


septiembre 10th, 2011 a las 15:46

No me parece realista un escenario de reparto del empleo remunerado


reduciendo el tiempo de trabajo y dedicando el resto al ocio. Ni se va a dar
dentro de un país ni en una región continental ni entre empresas ni,más
importante todavía, entre procesos fabriles o de prestación de servicios.
El resultado natural del proceso Ricardiano es darwinista, es decir, la
antítesis del resultado propugnado. Uno de los dos “especialistas eficientes”,
el industrial lanero inglés en el ejemplo que usa David Ricardo, terminó
haciéndose con el vino Portugués. Desde el pounto de venta a la bodega
incluyendo todo el canal de distribución. Es la lógica del sistema y es lo que
estamos viviendo en este momento. “Winner takes all” es el resultado
tendencial del sistema.
El tema económico se convierte de esta forma en un ejercicio teórico sobre
el papel que tiene que ser manejado de acuerdo con intereses políticos y de
fuerza si es preciso. Como siempre. Pasó en los early twenties, en el 29, en
los 70, en los 80, en los 90 y ahora.

Y siempre por los mismos motivos: La rigidez –inevitable políticamente– de


determinados factores y la viscosidad que esta rigidez transmite a un modelo
que, como la dinámica de fluidos, requiere moléculas muy homogéneas y sin
fricciones para funcionar con suavidad.

Las Rigideces (salariales, fiscales, de precios de oligopolios que tienen


poder de pricing, etc)nos llevan siempre por la ruta de la entropía y la
impotencia. La condición etérea y evanescente, irreal, del dinero moderno
hace el resto del trabajo destruyendo el sistema cultural que lo ha creado.
Es frustrante.

GRN Says:
septiembre 10th, 2011 a las 16:01

La rigidez no es inevitable. Lo inevitable es que para que desaparezca se


forme una sólida masa crítica. Y en éso estamos.
Stirner Says:
septiembre 10th, 2011 a las 22:47

Hola, aunque siempre consideré despreciable cualquier tema económico, lo


acontecido en los últimos tiempos y su popularidad en todos los medios de
descomunicación, me han motivado a emprender la penosa experiencia de
leer a varios autores con el objetivo de conocer los fundamentos de la
economía.

Estoy leyendo a Mises (“la Acción Humana”), a Huerta (“Dinero, credito


…”) y a J.K. Galbraith (“El nuevo Estado Industrial), y tengo encargado algo
de Hayek, Rothbard y Marx. Por supuesto que pienso leer a Keynes, los
artículos del Sr. Rallo me han producido curiosidad sobre tan insigne
economista, pero de momento lo dejo para más adelante.

Mi primera intervención en esta interesante Web del Sr. Rallo es un poco


absurda, pero es un pregunta que me surge desde que comencé a leer a
Mises: ¿Cómo se interviene, desde un punto de vista liberal, en un situación
como la de la central nuclear de Fukushima?, que se podría generalizar
¿cómo se resuelven las catástrofes producidas por empresas o negocios? ¿o
naturales (Katrina)? ¿Cúal es vuestra opinión sobre la energía nuclear?

GRN Says:
septiembre 11th, 2011 a las 2:17

Una pista.

Ranking de siniestros por gravedad y mala gestión (de más a menos):

Chernobil – Fukushima – Three Mile Island

Estado Estado – Estado hiperintervencionista – Estado intervencionista

¿Cuál es la dirección correcta?

Juan Says:
septiembre 11th, 2011 a las 3:11

@Stirner
“siempre consideré despreciable cualquier tema económico”
¿Por qué?

Stirner Says:
septiembre 11th, 2011 a las 8:26

A la segunda pregunta te respondo con una brillante cita de Nietzsche: “En


verdad, quien menos posee, tanto menos es poseído. ¡Alabada sea la
pequeña pobreza!” (Ese es mi ideario económico)

Sin embargo, me llama la atención el gallinero alborotado y los tiempos de


crisis. Cuando cayó el famoso banco americano, y empezó a cundir el
pánico, me pregunté por la esencia del dinero: ¿cómo se produce? ¿en qué
cantidad? ¿cómo se distribuye? e investigando un poco llegué a la Escuela
Austriaca y su demostración de la expansión crediticia, bien explicada por el
profesor Huerta.

Sobre la economía y las catástrofes me interesa vuestra opinión, y desde un


punto de vista teórico las respuestas a esas situaciones. Siendo un total
ignorante sobre estos temas, me da el “olfato”, que tendríamos formas
energéticas “estatales” y otras “liberales”. Y entre las estatales, considero
que la nuclear encabeza la lista.

GRN Says:
septiembre 11th, 2011 a las 13:10

Cuál es el principio sobre el que se sustenta la opción privada en contra de


la pública?. Efectivamente, el ratio rentabilidad riesgo.
Ahora, en que prefiere jugarse usted mismo su capital?. En una central
nuclear o en una central de ciclo conbinado?.
Quiere decir eso que hay que prohibirle a otro individuo o conjunto de ellos
que se la jueguen? No, solo hay que asegurarse de que sean responsables de
su capital privado. De forma que si alguien se atreva sea en condiciones de
extrema seguridad.

Stirner Says:
septiembre 11th, 2011 a las 16:01

Pero deberá ser segura la central nuclear, ¿cuánto vale la seguridad? ¿y en


caso de accidente? ¿Y los residuos que duran casi infinito? ¿Cómo se mide
ese coste? ¿Cómo se mide el coste de una vida humana? ¿Y si me la quieren
poner al lado de mi casa?.

Más concretamente, ¿qué coste tiene el accidente de Chernobil o el de


Fuskushima? ¿Quién asume ese coste?, y para el futuro, en el caso de una
economía de libre mercado, y vista la experiencia ¿quién podría asegurar el
riesgo de accidente?, ¿y si no es necesario asegurar, podríamos ejecutar a
todos los accionistas de TEPCO y sus ejecutivos?

GRN Says:
septiembre 11th, 2011 a las 17:08

Ésa es la custión. Demasiadas preguntas de difícil respuestas para poder


formular tu análisis riesgo-rentabilidad, lo que te impulsa a buscar otros
métodos en los que jugarte el capital. Antes nombré el ciclo combinado
como alternativa pero si tu intención energética es estrictamente nuclear te
verás impulsado a optar por la fusión en contra de la fisión. Y encima como
es más productiva sacarás del mercado al que lo intentó con la fisión.

El error común es cuestionarse como se solventarían ciertos problemas


actuales en un modelo de libre mercado puro sin percatarse de que esos
problemas son originados por el intervencionismo. Ante esto, la típica
Acción Humana de lectura y reflexión. :-)

Juan Says:
septiembre 12th, 2011 a las 1:07

@Stirner

Pues para mi la economía es equivalente al bienestar de las personas, pues


necesitamos bienes y servicios. Me gusta que si me duelen las muelas,
existan dentistas que me alivien, y para ello necesito que la economía sea
potente para financiar los estudios de los médicos, y para que puedan
disponer de herramientas y medicinas.

La frase de Nietzsche, “En verdad, quien menos posee, tanto menos es


poseído. ¡Alabada sea la pequeña pobreza!” suena divina de la muerte.
Supongo que en su contexto tendrá un significado profundo, pero no conozco
el contexto. Sí he visto, no obstante, a mucho Nietzsche por la calle, que “no
le importa” la economía, porque tienen a alguien que ya se encarga por ellos
(padres o papá estado)

Para mí la economía no es despreciable, porque no me parece despreciable


el bienestar de las personas.

E. Martín-Serrano Says:
septiembre 12th, 2011 a las 7:46

Stirner dijo:

“Cuando cayó el famoso banco americano, y empezó a cundir el pánico, me


pregunté por la esencia del dinero: ¿cómo se produce? ¿en qué cantidad?
¿cómo se distribuye? e investigando un poco llegué a la Escuela Austriaca y
su demostración de la expansión crediticia, bien explicada por el profesor
Huerta.”

Para aproximarse un poquito, sólo un poquito, a esto hay que leer por lo
menos a Böhm-Bawerk, Mises, Hayek y Huerta, sin dejarse a Fisher, Wieser,
Wicksell, Schumpeter y desde luego a Knapp y a otros muchos que no se
pueden citar; porque no vale sólo lo que se diga desde un lado.

Por más que lo intento no consigo quitarme la idea de que la expansión


crediticia es una cosa y el dinero debiera ser otra de acuerdo con los
maestros, pero nada; ¿hay siquiera diferencia de matiz hoy? Resulta que unos
explican bien lo que parece que debiera ser dinero (a saber, mercancía
transfigurada: Menger, Böhm-Bawerk, y Mises más, y Hayek menos), pero lo
que tenemos hoy de verdad no es lo que entiendo que ellos explicaron. Y a
pesar de que el análisis “teórico” se inclina por los unos la situación real de
hoy parece estar lamentablemente más cerca de los otros, que como los
estatalitas a lo Knapp parecen defender que el dinero es sólo el papel en que
soprta un “real” decreto. Todo esto se hace abstruso por demás para la
mayor parte de la gente y no ya sólo para la que viaja a pie.

Ya que Stirner lo menciona, me gustaría hacer notar, para quien no lo haya


leído, que en su libro, el profesor Huerta ilustra mediante apuntes contables
el proceso de creación de dinero por la banca (medios fiduciarios dicen
unos, dinero menos líquido dicen otros). Y ese método de presentar el
fenómeno en términos contables resulta meridianamente claro, en mi opinión;
y además especialmente valioso. Es valioso porque no sólo ilustra
gráficamente la sencilla aritmética de la expansión haciéndola asequible e
ilustrando cosas importantes sobre el negocio bancario (¿por qué mejor
bancos grandes que bancos pequeños?), sino porque también documenta
sobre quién recae la responsabilidad última en cada paso del proceso de la
expansión (y su conexión con el riesgo moral, que ha sido la madre del
cordero del desastre actual). Con el asiento contable completo de la
creación del dinero en mano (del que el depósito bancario sólo es un paso
intermedio), y completándolo con los apuntes en su contabilidad propia del
resto de los implicados (Banco Central, banco nacional, depositario de
efectivo a la vista, beneficiarios de lo préstamos, –el préstamo que es la
contrapartida del depósito creado por el banco e instrumento de la deuda
asumida al cabo por el prestatario–, queda completo el esquema de la
creación fiduciaria y las responsabilidades, como digo, de todos los
intervinientes. Cada apunte de diario explica bien todo eso si se quiere ver,
incluyendo el papel final del Banco Central que al final no es ajeno a todo
ello. Aquí, es una pena que el profesor Huerta no haya incluido en su libro el
asiento de apertura (esquemático, claro) que hubieron de hacer el BCE y
todo el sistema bancario de la zona a la creación del euro (un solo banco
central nacional intermedio -–BdE, por ejemplo– habría bastado). Hubiera
quedado redondo y hubiéramos visto de qué dinero podríamos estar
hablando hoy.

Estoy deseoso de leer la tesis del profesor Rallo, completa o reducida, en la


que quizás podamos ver algo de esto con detalle.

rberzal Says:
septiembre 12th, 2011 a las 8:22

Sr Rallo:

“Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 10th, 2011 a las 9:50
No, justamente te iba a decir que si la productividad aumenta mucho y no se
desea consumir nada más, lo que aumentará es el tiempo de ocio. Es lo que
haría cualquier persona autosuficiente: tengo capacidad para producir mucho
más, pero no me interesa, así que trabajaré menos tiempo o con condiciones
más flexibles.”

Lo que pasa es que la gente siempre quiere consumir más. Precisamente en


eso se basa la economía, en que los recursos son escasos. Si los recursos
fuesen superabundantes no tendría sentido habar de economía.

Gedeón McHale Says:


agosto 21st, 2012 a las 14:15

Juan Says:
septiembre 10th, 2011 a las 7:31 “(…) ¿Cómo es que los liberales no estáis
de acuerdo en seguir rebajando la jornada laboral si ha seguido aumentando
la productividad? ¿Es el número 8 un número mágico?”

¿Cómo que los liberales no estamos de acuerdo en rebajar la jornada


laboral? Tenebroso caso de confusión entre liberales y conservadores, me
temo. Los liberales (sea eso lo que sea) en lo que estamos de acuerdo es en
conceder libertad de pacto a las partes, empleador y empleado, para fijar la
jornada laboral que mejor le parezca a cada uno. Si uno quiere trabajar 12
horas, muy señor mío; si otro prefiere trabajar 2, bendito sea. No será
extraño que, bajo esas condiciones de libertad completa, se produzca el
efecto beneficioso de que muchas personas decidan incrementar mucho su
formación y conocimientos para poder dedicar al circuito productivo menos
horas, pero de muchísimo más valor. De hecho, eso sucede allí donde las
condiciones laborales son más flexibles, v.gr. en los EE.UU. o en las
profesiones liberales.
Contra El concursante

Miguel Says:
septiembre 17th, 2011 a las 9:25

Yo vi este vídeo hace meses y la verdad es que está haciendo mucho daño a
la gente corriente que no tiene estudios de economía por las constantes
falacias que se dicen, y lo que es peor, creen que volver al truque de bienes,
eliminando los bancos y el dinero fiduciario, sería la mejor opción hoy en
día.

Un banco es simple y puramente una empresa, que actúa de intermediario


entre los demandantes y ofertantes de dinero. Me hace mucha gracia que se
culpe a los bancos cuando ellos únicamente lo que hacen es satisfacer las
demandas del mercado. Si no viviésemos en una sociedad de consumo a
crédito seguramente el tamaño y la influencia de los bancos hoy en día sería
mucho menor. Tampoco dicen nada de los ahorradores que reciben una
remuneración por guardar el dinero en el banco, ¡ ah claro que el dinero nace
en los bancos y solo pertenece a ellos!

En fin, muy buen artículo, ojalá tuviese la misma difusión que este dichoso
documental.

Federico Says:
septiembre 17th, 2011 a las 13:08

Hola Ramón, soy estudiante de economía y estoy particularmente interesado


en este tema. Hay algún libro o página web que puedas recomendarme que
explique en detalle como funciona el tema de la reserva federal y como crea
el dinero?

Saludos :D

Stirner Says:
septiembre 17th, 2011 a las 13:24

Yo no soy economista, pero te recomiendo el texto del profesor Jesús Huerta


de Soto “Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos” (Unión Editorial),
donde demuestra que efectivamente los bancos privados crean dinero sobre
los depósitos a la vista (diga lo que diga el sr. Rallo)., en concreto en su
capítulo IV: “El proceso bancario de expansión crediticia”. Los puedes
comprar en una buena edición pero también lo tienes para descargar en
http://www.jesushuertadesoto.com (picas en libros en español y luego en
dinero)

juan Says:
septiembre 17th, 2011 a las 15:08

El artículo del Sr. Rallo es técnicamente inmaculado. Poco se puede añadir o


refutar. Añado algunas reflexiones sobre la banca:

- Al principio y bien transcurrida el boom a la banca sí le interesaban las


ejecuciones hipotecarias. Se quedaban con un piso que valía el doble y el
deudor pagando los intereses de mora. Ahora se quedan con el piso y el
deudor pagando la diferencia y los intereses de mora, aparte de embargarle
lo que proceda a él y a sus avalistas. Lo que no le interesa al banco es una
morosidad más allá de cierto porcentaje. La gestión del impago era y es un
negocio más dentro del negocio de la banca.

- En los últimos tres años la banca ha aumentado las provisiones para


créditos e inversiones fallidas por un valor de 100.000 millones de euros
gracias a que presta y monopoliza todos los servicios financieros. Los
clientes, sean particulares, empresas o el Estado (contribuyentes) pagamos
en última instancia (yo lo llamo copago) todos los excesos cometidos.

- Cuánto dinero ganó el que apostó fuerte en bolsa y supo vender a tiempo,
aprovechándose de la expansión crediticia, el despilfarro del Estado y la
mala cabeza de los ciudadanos. Pues mucha gente que ahora sale diciendo
que los tiros deberían haber ido por otro lado. Ahora para seguir ganando
dinero es necesario que la prima de riesgo baje y los inversores se fíen de
nosotros, ¿cómo? pues vendiendo todas las propiedades del Estado y
reduciendo al mínimo sus prestaciones y los salarios su poder adquisitivo. Y
qué pasará cuando esto deje de dar dinero,…pues ya nos inventaremos algo.
A mi me parece una falta de respeto que las personas que ganaron dinero
apostando a todos los sectores que en el boom iban al alza ahora
despotriquen contra las políticas de los bancos centrales, las prácticas
bancarias,etc. Y lo mismo para quienes se montaron un negocio o vivieron a
tope sin tener las bases para ello. Al analista jefe del Deustsche Bank que ha
salido diciendo que es austríaco en economía seguramente era en la práctica
un gran monetarista en los años donde las primas y bonus alcanzaban su
cenit. No hay que morder la mano que te da de comer, pero eso cuando
tocaba hacer todo lo que se hizo con las hipotecas basura y los derivados se
llevó a cabo sin escrúpulo alguno.

Stirner Says:
septiembre 17th, 2011 a las 17:29

Parece que algunos cambian de bando:

http://www.libremercado.com/2011-09-17/el-analista-jefe-del-deutsche-
bank-soy-austriaco-en-economia-1276435558/

Juan Ramón Rallo Says:


septiembre 17th, 2011 a las 17:33

Hola Federico,

Aparte del libro del profesor Huerta de Soto, que es la explicación teórica
tradicional de cómo los bancos crean dinero presuntamente “de la nada”, te
recomiendo mi libro, coescrito con Rodríguez Braun, “Una crisis y cinco
errores”, mi otro libro (también coescrito con Braun) que saldrá con Deuste
dentro de dos meses (“El liberalismo no es pecado”) y este artículo:

http://juanramonrallo.com/07/08/2011/%C2%BFcomo-crean-dinero-los-
bancos/

—Juan— Says:
septiembre 17th, 2011 a las 20:14

No soy economista; por eso quizá mis dudas sea inocentes:


En este artículo, y sobre todo en el otro tuyo al que haces referencia
(“¿Cómo crean dinero los bancos?”), no tengo claro si hablas de los bancos
comerciales normales, de los centrales, o de ambos. Tampoco tengo claro a
qué llamas dinero: ¿Sólo al oro? ¿Las monedas y billetes de curso legal son
lo que llamas “promesas de pago” pero no dinero?
Estas dudas me surgen de frases tuyas como esta: “Un depósito a la vista o
un billete al portador –los dos pasivos por excelencia de la banca
comercial– son justamente eso: una promesa del banco, exigible por su
acreedor en cualquier momento, de entregar dinero a su acreedor”. En esta
frase, ¿a qué llamas “un billete al portador”? ¿A esos papelitos que dan los
cajeros cuando metes la tarjeta? Porque si es así, que yo sepa, los depósitos
a la vista los crea el banco comercial, y los billetes (y monedas) los crea el
banco central. En fin, que no me entero.

juan Says:
septiembre 17th, 2011 a las 21:04

Me ha salido un clon. Habrá que cambiarse el nombre.

gonza Says:
septiembre 18th, 2011 a las 0:52

Yo no he visto el video ni la pelicula, bueno si creo que lo vi una vez, y no


me gusto porque me parecio una adaptacion infantil de las ideas
desarrolladas en Zeitgeist 2.
Prejuicios y sentimientos aparte, lo cierto es que en un escenario ideal,
digamos matematico, la unica manera de devolver la parte de intereses
(repito, escenario basico e ideal) es imprimiendo mas dinero o sea creando
inflacion, o mas deuda como explican e Zeitgeist.
Es como un juego, muy divertido, la gracia es que la perdida por inflacion
sea menor que la ganancia por intereses no?
No entiendo tanta oposicion, yo no digo que la idea sea llevarnos a todos a
la esclavitud ni nada de eso, pero si reconozco la paradoja que plantean..
saludos

gonza Says:
septiembre 18th, 2011 a las 11:01

Para mas inri leo por encima que vd. habla siempre de oro y onzas, obviando
que el dinero de hoy es totalmente fiduciario.
En cualquier caso, ud sabe perfectamente que la inflacion ,cuando se pagaba
en oro, era consecuencia de la imposibilidad de pagar los prestamos
integramente, a lo mejor habian muchos intereses…?
Ello forzaba al rey de turno a degradar el metal de las monedas para poder
acuñar nuevas para poder pagar sus prestamos. La poblacion, que no era
tonta rapidamente exigia mas monedas de las nuevas que no tenian el mismo
valor que las antiguas.
salu2

Amat Says:
septiembre 18th, 2011 a las 13:32

Desde donde estoy no puedo visualizar el video, de modo que no se


exactamente lo que se dice en el, pero se me ocurre que respecto al 4o punto
no es del todo incorrecto decir que el Banco Central crea el dinero
fiduciario en forma de credito que, una vez percibido por el beneficiario de
ese credito, circula por la economia en forma de dinero. O papel moneda, si
se quiere ser estricto.

Los que usen tal papel moneda como medio de intercambio obviamente no
pagaran intereses sobre el mismo, pero si lo hara el perceptor original del
dinero fiduciario en forma de credito. Asi, si es cierto que toda creacion de
dinero fiduciario lleva consigo una posicion acreedora por parte del Banco
Central superior a ese dinero fiduciario creado, pues se devengara intereses
sobre el mismo.

Si en El Concursante se sostiene esto, no veo por que es incorrecto.

Disculpad la falta de acentos.

Eduard Says:
septiembre 18th, 2011 a las 22:37

Enhorabuena por el artículo, profesor Rallo. La secuencia que critica


contribuye a propagar la vieja falacia de que los bancos no fabrican
suficiente dinero para cubrir el principal más los intereses de los préstamos,
de modo que los intereses jamás pueden ser devueltos por los prestatarios.
Encontramos esta misma tesis en otros vídeos populares en internet, como
los documentales del canadiense Paul Grignon, muy críticos con la banca de
reserva fraccionaria y el sistema monetario: Money As Debt
(http://youtu.be/Dc3sKwwAaCU) y Money As Debt II – Promises Unleashed
(http://youtu.be/rCu3fpg83TY). Este año sale la tercera parte
(http://paulgrignon.netfirms.com/MoneyasDebt/MAD3.htm). Aunque menos
burdos que el relato caricaturesco de la película “Concursante”, también
contienen falacias importantes sobre la naturaleza de los medios de pago y la
creación de dinero (creo recordar que, además, la segunda parte contradice
en parte o rectifica a la primera). ¿Los conoce? Sería maravilloso poder leer
una crítica suya de los dichos documentales. ¡Anímese y deléitenos! Gracias,
un saludo cordial.

rawolf Says:
septiembre 20th, 2011 a las 11:42

La ignorancia económica no se limita a los miembros de la farándula (al


final y al cabo, los pobres, entre litrona y litrona en tenidas anti-sistema no
han encontrado el tiempo, ni desarrollado la actitud, para leer algo de
provecho).

Ayer, en el ABC, era patético leer a Garrigues y de Prada pontificando sobre


temas financieros y acreditando una ignorancia superior, incluso, a su
arrogancia.

Creo que nadie debería escribir en un periódico o hablar en un medio de


comunicación sin haber dado respuesta satisfactoria a tres preguntas:

¿Qué es el dinero?

¿Cómo funciona el Banco Central?

¿Qué es la reserva fraccionaria y cuáles son sus consecuencias?

jfc Says:
septiembre 22nd, 2011 a las 21:51

Creo que es un vídeo estupendo para ponerlo en Educación para la


Ciudadanía. Y después, el del profesor Pavón. Y después el cuento de los
canguros de Krugman.

Va en serio: cuanto antes los niños se empiecen a preguntarse estas cosas,


antes se estrellarán y entenderán lo que realmente ocurre… o sea, como con
los Reyes Magos.
Mejor eso que no tener ahora a tanta gente adulta de cabalgata con la carta a
los reyes bajo el brazo.

E. Martín-Serrano Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 10:58

Stirner dijo:

“Yo no soy economista, pero te recomiendo el texto del profesor … ”

No pasa nada por no ser economista, en realidad, a la vista de todo lo que


estamos viendo y padeciendo, y de lo que queda por ver y padecer, no
conviene ir diciendo por ahí que se es. Con mis sinceros respetos a quien lo
sea; y quien lo sea no tendrá más remedio que reconocer la situación viene a
ser ésta. Cierto que hay economistas y economistas, pero oyéndolos a todos,
quiero decir, a una muestra de las distintas facciones, da pánico (la palabra
es “pánico” sin matices). Sobre todo cuando quien parece ser más sincero
empieza o acaba por reconocer al cabo que sabe poco de lo que está
tratando; o al menos no sabe lo necesario para dar el paso desde la
especulación intelectual a la cruda realidad.

Ya quise introducir el tema “el dinero y la banca”, en un hilo de este blog,


sin éxito.

En realidad quizás tampoco es importante aquí dado el contexto ¿o sí lo es?


Lo del vídeo está bien y el artículo, también; pero ¿está más incompleto el
vídeo que el artículo? ¿O el artículo es una explicación resumida pero
última?

El asunto es más complejo, de lejos, que lo que plantea el artículo, lo cual es


lógico, entiendo, dado el porpósito y contexto en que se escribe; pero
entiendo que tiene cierto riesgo dejar las cosas así. Y es más complejo
porque, por ejemplo, para asegurar que la banca no crea dinero, primero
tenemos que saber qué es el dinero, y acudo, para abreviar, al argumento de
autoridad siguiente: “No hay distinción clara entre dinero y no-dinero” [F.
Hayek, “La desnacionalización del dinero”. Obras completas, Tomo II, pág.
226], (que éste argumento, en concreto, aquí sí valdrá).

Off Topic — Respecto a la banca. Aprovecho para recordar que en otro hilo
dije que tampoco creía en el segundo test de esfuerzo que se hizo a la banca,
y así está la cosa ahora: (1) se modifican las conclusiones del test pidiendo
más capitalización, (2) se clama por un test tercero, y (3) tampoco creo, por
anticipado, en lo que se concluya en este nuevo test. Sólo hay que entrar en
el ajo para verlo y saberlo. Pero es que, de hecho aunque los bancos dijeran
su verdad está lo defendido machaconamente por Huerta de Soto y otros (que
comparto en lo sustancial): la información necesaria, incluso para esto, es
inalcanzable, inabarcable, inarticulable, incomputable, etc.

Y en este caso, el de los tests, conjeturo que la información es inaprensible e


intratable precisamente, entre otros, porque no se sabe qué clase de cosa es
eso que llaman “dinero”. Y siguiendo con el argumento de autoridad, quizás
cabría decir más propiamente: no se sabe en qué medida podría decirse que
algo participa de la propiedad de “dineridad”. De aquí que sospecho que el
“dinero” que tienen los bancos en su contabilidad puede perder la propiedad
de ser dinero y no sólo contraerse en términos contables sino simplemente
puede evaporarse sin que se note; de tal modo que la manifestación de su
ausencia aparece de modo sorpresivo, sin que se la espere. Ésta es una de
las razones por las que no creo en los tests de esfuerzo de los bancos. Luego
están las otras.

E. Martín-Serrano Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 11:18

Erratas advertidas tras el envío

Dice:

“quien lo sea no tendrá más remedio que reconocer la situación viene a ser
ésta”

Debe decir

“quien lo sea no tendrá más remedio que reconocer que la situación viene a
ser ésta”

Dice:

(que éste argumento, en concreto, aquí sí valdrá).


Debe decir:

(que este argumento, en concreto, aquí sí valdrá).


¿Somos esclavos del mercado?

Stirner Says:
septiembre 22nd, 2011 a las 20:47

Chapeau!! sr. Rallo

Raúl R.P. Says:


septiembre 22nd, 2011 a las 21:29

Brillantísimo, Juan Ramón. Preciso y profundo, como nos tiene


acostumbrados, pero además vibrante y emocionante. Gracias por
facilitarnos la comprensión de esta Ciencia tan fascinante.

Lástima que los políticos que se supone debieran defender estos principios,
no los tengan tan claros; quizás sea cuestión de crear el caldo de cultivo
adecuado, y perlas como ésta sólo nos pueden ayudar.

Ha estado Vd. “sembrao”, doctor.

Bastiat Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 6:29

Aaaaaaamén.

rberzal Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 8:00

Excelente artículo Sr Rallo.

No obstante quiero plantearle un problema que seguramente esté resuelto,


pero en el escaso tiempo del que dispongo y puedo dedicar a leer no he
encontrado la respuesta.

Imagine usted que estamos en un oasis en el desierto en el que todo el agua


viene de un pozo. Atendiendo a los postulados liberales ese pozo debería
tener propiedad privada y ser un partícular el que lo explote. ¿Cómo hacer
que ese único propietario de un bien esencial para la vida no lo use para
convertir a los demás habitantes en sus esclavos?
No es necesario que conteste ahora, puede hacerlo despues de la publicidad.

Seguramente la respuesta sea obvia pero uno tiene sus limitaciones.

Un saludo.

Bastiat Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 9:15

Rberzal…. no son postulados liberales. Son postulados anarquistas.

No es lo mismo.

De todas formas, atendiendo al caso en particular te diré que eso está ya


resuelto en la vida real. Los pozos de los oasis tienen propietarios pero
ningún propietario tiene la osadía de negar agua en el desierto a nadie salvo
que haya violencia de por medio. No sólo eso, es famosamente conocida la
hospitalidad Tuareg, te recomiendo el libro de Vázquez Figueroa, en el que
los huéspedes, y es huésped de un tuareg todo aquel que llega en son de paz,
son acogidos y se les ofrece todo lo que tienen a su disposición.

Y eso es así porque el medio es tan hostil que comportarse de otra manera
sería considerado por la comunidad como una inmoralidad que podría
acabar siendo respondida por la indiferencia y la falta de auxilio por los
demás en caso de necesidad.

El caso, de todas formas no es un pozo. Es un río. ¿Quien es el dueño del


río?

A lo mejor Rawolf lo podría contestar.

rberzal Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 9:54

Gracias por la respuesta Bastiat. Reconozco que mis conocimientos son


limitados y hay ocasiones en las que confundo las cosas.

En todo caso Vázquez Figueroa no está entre mis autores preferidos, ni


siquiera entre los indiferentes. No he leido nada suyo, pero le he oido hablar
en entrevistas y mi opinion es que es todavía menos riguroso que yo, y ya es
decir.

rberzal Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 9:56

Por todos es sabido que el rio es del viento, y si se trata del Ebro de
cataluña.

Bastiat Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 10:47

Hombre, tengo entendido que Vázquez Figueroa vivió con ellos en la época
en la que el Sahara era todavía español, pero de todas formas lo de los
tuareg no lo conozco sólo por ese libro.

De todas formas lo que planteas es interesante, y por eso menciono a


Rawolf, sobre todo al hilo de lo que digo en el comentario “o recortes o
privatización” puesto que el derecho de propiedad hay que distinguir entre
propiedad de bienes muebles y semovientes y los bienes inmuebles. Los
primeros son obtenidos en primera instancia de la naturaleza, sin
intervención sobre el terreno, salvo que se establezcan disputas sobre los
terrenos de caza y recolección; y los segundos, una evolución de lo anterior
en el cual se fija la residencia, se fijan los terrenos dedicados a la
agricultura y la explotación en general y para lo cual es precisa una
organización mas compleja que la propia de las manadas.

En ese momento entramos ya en la esencia de lo que es un estado


estructurado. Y en esa estructura se formaliza el acuerdo del cómo se obtiene
la propiedad, o bien primera ocupación, el sacrosanto paradigma anarquista,
que como digo tiene sus limitaciones porque no sería licito que uno ocupara
mucha tierra, porque hay que definir el cómo, qué actividad es válida para
reclamarla, agricultura, aprovechamiento forestal, territorio de caza o
pastoreo….. y, sobre todo, porque incluso en ese caso se precisa de normas,
tribunales y autoridad para hacerlo real y que dirima las disputas. Y en
segundo lugar, si es conquista, el, por así decirlo, el patrón de la conquista,
el rey, establece el quienes y el cómo y bajo qué condiciones se reparte la
tierra.

La tierra, los oasis, los ríos y los lagos.


Por eso digo que la pregunta no atiende a los postulados liberales, que si
aceptamos el Estado, sino que cuestiona los postulados anarquistas.

Un saludo.

rawolf Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 12:01

¿Por qué se duda de la capacidad de alcanzar, de forma pacífica, acuerdos


entre partes que tengan intereses comunes sin necesidad de un ente superior
que ostente monopolios compulsivos?

El desarrollo de la civilización demuestra que la cooperación pacífica es


mucho más poderosa que la tendencias violentas y parasitarias, que también
forman parte de la naturaleza humana.

En Occidente se vio favorecida por la división del poder, por el conflicto


entre la Iglesia Católica y el poder político; tendencia que se rompe con la
irrupción en escena, auspiciada por este último, del protestantismo.

Desde que el Estado(del bienestar)-Nación democrático se ha convertido en


un poder hegemónico la decadencia es evidente. Es tal que lo veremos caer,
como vimos caer al Imperio Soviético, ambos por culpa del socialismo, en
el que difieren sólo en el grado.

Bastiat Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 12:08

Porque el beneficio del robo ante la ausencia de represión es superior a la


recolección.

No hay que subirse a los árboles.

Stirner Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 18:36

Como bien sabemos el beneficio y el valor son subjetivos, ¿cuál es el


beneficio para un alemán en 1946? ¿para un judio en 1943? ¿o para un ruso
en un gulag? ¿o para un español en 1939? ¿o para un irakí en el 2001? ¿o
para un bosnio en 1993? … Tal vez, muchos de ellos hubieran preferido
tener algún árbol al que subirse.

La expansión estatal ha ido acompañada de los mayores crímenes jamás


cometidos, y lo peor es que no tiene visos de acabar. Yo no llamaría
descerebrados a los anarquistas, más bien los descerebrados están en otra
parte.

A Bastiat: ¿hablas de Estado estructurado? ¿de formalización de la


propiedad? Joder, si es precisamente el Estado el que no respeta la
propiedad, el que se lucra del trabajo de todos, el que roba
sistemáticamente, y que cuando lo considera necesario tela quita enteramente
… y con todas las de la ley :)

rawolf Says:
septiembre 23rd, 2011 a las 18:43

O sea que el lenguaje, el dinero, la moral, el derecho, la división del trabajo


son resultado de la acción de una autoridad omnisciente que con sabiduría
pastorea a su violenta e insolidaria grey y la castiga si se desvía del camino
correcto.

Manu Oquendo Says:


septiembre 23rd, 2011 a las 21:29

Dice Steiner que tras el olvido despectivo de la religión de nuestros


antepasados no hemos podido resistir el terror de vivir nuestra pequeñez y
corrimos a adorar a dioses falsos para sentirnos protegidos.

Marx, Freud y Levi Strauss nos propone como profetas de oportunas


religiones de sustitución.

Otros añaden el mercado y uno, a falta de mejores dioses, se ha interesado


por aquello de perder el miedo al infinito en la asíntota del cero absoluto.

Pues bien, he ido, he buscado y puedo jurar y juro que ese dios no existe.
Que no es cierto, que inexiste. No soporto tanto engaño. Me deprime.

¿Tan difícil es crear un fluido de baja viscosidad que cumpla las reglas de la
mecánica sin esas cavitaciones tan horrendas que producen los grumos
oligopólicos y las injerencias totalitarias de precios públicos tan inelásticos
como los de sus queridos agentes con control de mercado?

Seamos realistas: esto se parece más a una economía regida por un Gosplan
con el timonel borracho y tembloroso al pasar el cabo de Hornos –antes del
amanecer en pleno invierno austral– que a esos paraísos ilusorios y falaces
que ni a los enemigos debieran ofrecerse como cebo.

¿Mercado? Más parece cola ante mostrador con ventanilla. Fielato señorial.

Un saludo

Bastiat Says:
septiembre 26th, 2011 a las 6:46

Stirner, no me cabe duda de que actualmente el Estado se comporta, en


muchas ocasiones, así. Otra cosa es que el Estado, Rawolf, también va por
ti, no sea igualmente una institución creada por el hombre en la evolución
social a lo largo de los siglos.

No puedes negar la existencia de jefes de la manda, como no puedes negar la


existencia de reyes, del senado romano con su tribuno de la plebe,
emperadores y gobiernos de lo público, de lo privado, pero sobre todo del
grupo al que se pertenece. ¿Porque os empecináis en ignorar el hecho social,
vivimos en grupos y los grupos precisan, como la historia ha demostrado, de
normas comunes a todos que a todos defiende y que a todos obliga?

La moral, el derecho, es la plasmación de ello, pero igualmente, sobre todo


en el caso del derecho, si es en el caso de la moral …. es peligroso, hay otra
figura que se llama la autoridad, quien hace cumplir las leyes, las sentencias,
la que determina la justicia en los casos de las disputas o los crímenes. Y
eso no puede ser hecho e manara distribuida, porque si cada uno establece
un criterio no existe el derecho.

Por lo cual no se trata de destruir el Estado, simplemente no podéis, no pos


incapacidad personal sino porque lo necesitamos, las instituciones son fruto
de la necesidad, sino de lograr que el Estado y todo lo que sea posible, se
comporte de manera verdaderamente justa. Y lo verdaderamente justo es
aquello que tiene su fundamento en la defensa de los derechos fundamentales
sin olvidar los hechos sociales, reflejo de la vida grupal.

josvazg Says:
septiembre 27th, 2011 a las 10:08

@rberzal

El “único propietario” podría ser también un grupo, una familia o una serie
de propietarios accionariales o que han llegado a algún acuerdo de
propiedad compartida del bien.

Presuponer que los propietarios del agua podrían esclavizar al resto es


mucho presuponer, ¿cuentan con ejercito propio? ¿están en superioridad
numérica? hay muchos otros factores.

Presuponiendo que antes o después se llega a un acuerdo no violento y


siguiendo con el tema del artículo, lo más probable es que los propietarios
“del agua” se especializasen en proveer agua de la mejor manera posible
mientras que el resto se dedicasen a proporcionar alimentos, al menos en una
primera fase, hasta que con la prosperidad fuesen apareciendo nuevas
necesidades y posibilidad de satisfacerlas.

Si en esta sociedad hipotética los dueños del agua abusasen mucho como
proveedores con altos precios y baja calidad o poca cantidad de agua
ofrecida, pronto sería rentable invertir en traer agua de otro sitio u forma, o
incluso abandonar las tierras de los dueños del agua y que estos “se la
coman con patatas” y tengan que ponerse a producir los bienes, como la
comida, que antes les proporcionaban otros a cambio de su agua.

josvazg Says:
septiembre 27th, 2011 a las 10:19

El problema del Estado es que es una abstracción y sistema monolítico que


mezcla servicios e instituciones necesarias para los ciudadanos con partes
que SOLO sirven AL PODER de los gobernantes que controlan ese Estado y
su forma.

Lo primero que habría que hacer es eliminar el Estado como ente monolítico
y monopólico y luego revisar cada una de sus partes, instituciones y
servicios que presta para ver cuales son necesarias y cuales no, así como
como financiar las necesarias a ser posible, sin necesidad de coacción de
por medio.

Pero hablar de Estado como paquete es un problema, porque te lo venden


para darte justicia, por ejemplo, y luego te quita de todo y no te da ni justicia
(En España la justicia es lo que peor funciona, mientras que Hacienda es la
parte más eficiente del Estado, por ejemplo)

En este sentido, la separación de poderes no es solo una forma intento de


limitación del poder del Estado (limitación fallida, por cierto) sino un
intento de paso en la buena dirección de discernir que partes de lo que ahora
entendemos por Estado son instituciones necesarias para los ciudadanos y su
vida en libertad, y cuales son artilugios que el Poder usa o necesita para
perpetuarse.

El problema más peliagudo, sin ninguna duda, es el de la Autoridad para


hacer cumplir la Ley, eso está claro. Pero YO opino que NO es necesario ni
un Estado tal y como lo conocemos ahora ni tampoco cualquier otra
estructura de Poder Piramidal (donde unos están por encima de otros ante la
Ley) para asegurar que la Ley se cumpla y se respete.

Bastiat Says:
septiembre 27th, 2011 a las 10:23

“El problema más peliagudo, sin ninguna duda, es el de la Autoridad para


hacer cumplir la Ley, eso está claro. Pero YO opino que NO es necesario ni
un Estado tal y como lo conocemos ahora ni tampoco cualquier otra
estructura de Poder Piramidal (donde unos están por encima de otros ante la
Ley) para asegurar que la Ley se cumpla y se respete.”

Ya sabemos lo que opinas… Ahora está la pregunta clave: ¿cómo?

josvazg Says:
septiembre 27th, 2011 a las 14:41

Intuyo que un sistema NO piramidal requiere una sociedad mucho más cívica
y avanzada que la actual, a la que solo se acercan ahora y muy de lejos los
países más avanzados (que NO son España) donde, por ejemplo, un político
se ve obligado a dimitir simplemente por haber mentido, que se le haya
cogido en un renuncio o que no haya cumplido ciertas expectativas básicas
de su cargo. Muchas veces dimiten por motu propio y otras porque “sienten
la presión” aunque nadie se lo haya pedido expresamente.

En una versión más avanzada de una de estas sociedades la gente otorgaría


libremente “Autoridad” a un determinado conjunto de jueces que por su
prestigio podría tener una responsabilidad y escala jurídica distinta según el
caso. Todos y cada uno de ellos estarían sometidos a las mismas leyes que el
resto y ADEMAS a una leyes concretas en el desempeño de su labor, las
misma que cualquiera de sus colegas y que aseguran una correcta aplicación
de la “autoridad” que se les ha delegado. No serían muy diferentes de los
jueces actuales, solo que serían más independientes, sin dependencia de
políticos y quizá tendrían incluso menos atribuciones que ahora. Lo que
realmente cambiaría es la mentalidad a su alrededor, la forma en que se les
otorga y retira la “Autoridad”.

Cuando un juez quebrantase la Ley, no solo se le juzgaría y se le aplicaría la


Ley como a cualquier otro ciudadano (juez o no) por parte de otro juez o
juzgado, sino que además, por pura lógica, perdería la “Autoridad” que el
resto de ciudadanos le depositaron en su día para el desempeño de su labor.

Es más, dependiendo del delito, es posible que esto le inhabilitase de por


vida como juez aun tras haber cumplido la condena en su totalidad como
ciudadano. Podría ocupar otros trabajos legales pero no volver a “ostentar”
la delegación de “Autoridad” para emitir ordenes judiciales (detenciones,
registros, prisión, etc).

Y con los demás cargos de autoridad, si es que alguno más fuese necesario,
lo mismo.

Pero como digo, para eso hace falta una sociedad más avanzada. Y que nos
cueste imaginarlo desde nuestro “primitivo” estado actual no significa que
sea ninguna utopía, fíjense que casi cualquier sociedad actual tiene una
mentalidad mucho más avanzada que cualquiera de la Edad Antigua y
NINGUNA democracia actual medio seria podría haberse dado en una
sociedad con la mentalidad que se tenía en aquella Edad Antigua.
Los Estados actuales, tal cual existen, los tenemos porque los toleramos
incluso los creemos necesarios. Ni mucho menos son imprescindibles ni han
surgido enteramente de forma natural.

Otro ejemplo. Hubo un tiempo en el se pensó que la esclavitud era necesaria,


incluso se decía que los esclavos estaban mejor así. Por suerte en eso ya
hemos evolucionado.

josvazg Says:
septiembre 27th, 2011 a las 14:55

También podemos analizar esto por el lado de El Poder, es decir, la antítesis


de la Libertad.

El Poder ha ido evolucionando a lo largo del tiempo desde “el poder del
más fuerte” hasta el sutil poder político actual. En esa evolución hay una
tendencia constante, el poder oculta su existencia y coacción o trata de
venderla como “necesaria” para la vida de los ciudadanos, porque los
ciudadanos no aceptarían imposiciones externas de otro modo, ya que lo
natural es desear libertad de acción. El adoctrinamiento y el control de la
información es muy importante para El Poder, pero cada día les resulta más
difícil, véase Internet.

Yo creo que El Poder, con el paso de los siglos y mucha resistencia e idas y
venidas, acabará por diluirse, dando paso a una sociedad más abierta y
libre.

Y por cierto, desear libertad de acción no es desear libertinaje y caos sin


Ley. La mayoría de le gente respeta la libertad de los demás como reflejo de
su deseo de que respeten la suya propia, si no fuese así, ni el Estado más
potente del mundo podría “meter en cintura” a una mayoría de súbditos en
constante actividad criminal, por más que lo intentase.

Bastiat Says:
septiembre 27th, 2011 a las 20:58

Pues leyendo lo que dices, y la insistencia a modo de reconocimiento del


primer problema que se tiene para llevar a cabo la sociedad perfecta es….
“sociedad mucho más cívica y avanzada que la actual”, “En una versión más
avanzada de una de estas sociedades la gente otorgaría libremente
“Autoridad”, “Pero como digo, para eso hace falta una sociedad más
avanzada” para conseguir que “Yo creo que El Poder, con el paso de los
siglos y mucha resistencia e idas y venidas, acabará por diluirse, dando paso
a una sociedad más abierta y libre.”

Esto me lleva a pensar en aquellas palabras de uno de los anarco capitalistas


mas nombrado, David Friedman, que decía: “no creo en una sociedad que
precise de hombres nuevos”.

El estado sí ha evolucionado libremente, naturalmente, y ha evolucionado


por el consentimiento iluso, equivocado, motivado por mentiras o por deseos
grupales azuzados convenientemente, sociedad no suficientemente avanzada,
o por el convencimiento de que el grupo debe responsabilizarse de cada uno
de sus miembros aunque para ello haya que acabar con grandes parcelas de
libertad.

Y aún así, no se puede negar la existencia de dicha institución. Si, con otros
argumentos, con otros métodos, con otros convencimientos, dentro de una
sociedad más avanzada, pero que requeriría, si o si, de estructuras que
gestionaran lo común, la autoridad, la justicia y el poder, necesario si o si,
para llevar a cabo dicha labor.

Y si, sólo existirá una sociedad verdaderamente libre…. si sus ciudadanos


así lo quieren.

¿Cómo conseguirlo? ¿Enarbolando ideas que creo haber demostrado como


utópicas?

josvazg Says:
septiembre 28th, 2011 a las 7:10

Como decía, la abolición de la exclavitud en la época del Imperio Romano


era una utopía, hoy es una realidad.

Los seres humanos de hoy no somos como los de hace 100, 200 o 1500años,
la historia nos va cambiando y lo que hoy parece impensable (para algunos)
puede ser lo más normal del mundo en 50, 200 o 500años.
La tecnología avanza a una velocidad muy superior a la que avanza la
sociedad, pero no por ello debemos hacernos impacientes o desechar lo que
nosotros no vamos a vivir, sino intentar adelantar lo mejor del por venir para
nuestros hijos y nietos.

El Estado no es una institución en si misma, sino un conjunto de


instituciones. De hecho el Estado es una simplificación muy conveniente
para El Poder de manera que pueda camuflarse como necesario y legitimarse
al mismo tiempo que por un lado controla las instituciones necesarias para
los ciudadanos, y por otro crea las innecesarias pero convenientes para el
propio poder.

Un ejemplo de actualidad, Mas tiene que recortar gastos y empieza por la


atención a los ancianos y los funcionarios, como buen socialista-
conservador-nacionalista ni se le ha pasado por la cabeza empezar por
recortar embajadas catalanas, subvenciones nacionalistas que tienen a
montones y que no hacen ningún servicio a los ciudadanos, pero si a la
agenda nacionalista de los gobernantes, ni tampoco va a pedir sacar la TV3 a
bolsa, no va a perder esa “maravillosa” herramienta de propaganda, que a
los ciudadanos, francamente, les hace más mal que bien.

Las instituciones naturales son:


- La libertad individual.
- La Familia.
- La Propiedad Privada.
- El Dinero (libre, no estatalizado a ser posible)
- El Mercado como libre intercambio entre personas libres.
- La Ley que asegura el respeto a esas instituciones.
- La Administración de Justicia que garantice la Ley.
- La Autoridad que da o se tiene para hacer cumplir de la Ley, etc.

El Estado se nos muestra como el único defensor posible de estas


instituciones que si son realmente necesarias para los ciudadanos, cuando la
mayor parte de las veces las entorpece, tergiversa o deteriora su calidad
mientras a la vez crea sus propios juguetes de perpetuación.

El debate NO es Estado si o Estado NO, está claro que el Estado actual no


es lo que necesitamos. El debate es que instituciones de las que ahora están
estatalizadas son realmente necesarias y como podrían funcionar de manera
más libre, independiente y a ser posible, sin impuestos de por medio.

josvazg Says:
septiembre 28th, 2011 a las 7:18

Una demostración de que el Estado no es una institución en si misma es que


los Estados modernos tienen más o menos la Edad de España como nación,
unos 400años, mientras que la libertad individual es lo más natural del
mundo hasta en los animales, la familia y la propiedad privada (“esto es mio
y eso tuyo”) son prehistóricas, el mercado también los es (de hecho el
comercio impulsó la escritura), y el dinero como medio de intercambio y el
concepto de Ley y Justicia son tan antiguos como la Historia misma, o más.

josvazg Says:
septiembre 28th, 2011 a las 7:29

No se lo pierdan:

http://www.youtube.com/watch?gl=ES&v=lYY6RJALk3o

Lo dijo ayer el Profesor en la radio, ¡lo multan por contratar demasiado!


¡Toma Estado necesario!

Bastiat Says:
septiembre 28th, 2011 a las 12:18

Mira, vamos estando de acuerdo en algo. El debate no debe ser estado si o


estado no, el debate debe ser qué estado es el que queremos.

Dicho esto me gustaría matizar las tres últimas instituciones naturales que
comentas.

La Ley, la Administración de Justicia y la Autoridad son las partes del


constructo social que llamamos Estado que forman el esqueleto del mismo.
Es decir, pese a lo que luego dices, esa es la demostración pertinente de la
existencia del Estado puesto que esas tres instituciones dan lugar a los
instrumentos necesarios para ser llevada a cabo.

Es la jorobada respuesta al cómo.


Y esto es así por la característica fundamental de todas y cada una de ellas.
La unicidad.

No puede emanar la ley nada mas que de un órgano o institución. No puede


haber mas que una administración de justicia, sería absolutamente contrario
a los valores liberales que hubiera leyes distintas según juzgara un juez u
otro. Y la autoridad de igual manera ha de ser una y sólo una porque la
competencia entre varias lo que daría lugar es, precisamente a la separación
de sus grupos humanos afines y sus correspondientes territorios dominados
pasando a volver a ser sólo uno.

Son, precisamente, la división de poderes famosa de Montesquieu: El


legislativo, el ejecutivo y el judicial.

Et le voilá, los tres poderes del Estado.

josvazg Says:
septiembre 28th, 2011 a las 16:48

Lo de los tres poderes no lo veo. Es una idea muy bonita, pero luego en la
práctica deriva en lo que tenemos hoy en España, un “solo poder para
gobernarlos a todos”, el ejecutivo…

[Justamente uno que yo creo que NO es necesario, por cierto. No hace falta
más que cumplir la Ley, hacer que se cumpla (es decir, que la policía fuerce
a cumplir los mandatos judiciales) y, a largo plazo, "depurar" la Ley (quizá
algo que puedan hacer jueces y abogados o fiscales retirados) para evitar
vicios, lagunas legales, situaciones no contempladas previamente y para las
cuales ya hay cierta jurisprudencia que habría que formalizar, etc.
¿Pero para que es necesario el Ejecutivo?
Las únicas situaciones que se me ocurren son excepcionales, que te declaren
la guerra, que haya una emergencia regional o nacional que necesite de
ciertas decisiones coordinadoras, etc La mayor parte del tiempo no haría
falta que el ejecutivo hiciese nada. (ahora si, porque constantemente están
petando cosas que ellos han roto previamente)]

Pero volviendo al tema principal.

La Ley actualmente no es única ya hoy mismo, solamente es territorialmente


única y a mi por ejemplo me gusta más la ley como se aplica en EEUU
(excepto por la pena capital, yo creo en la perpetua para los casos más
extremos, como De Juana y otros múltiples asesinos similares, pero NADIE
tiene derecho a quitar una vida, ni si quiera la “Autoridad” de la justicia) o
prácticamente cualquier otro sitio a como se aplica. No veo porque no
podrían competir unas jurisdicciones con otras y que la gente “votase” en el
mercado que redacción de la Ley es la más “acertada” para ellos, de hecho
al final no habría tantas diferencias, nos sorprenderíamos.

De hecho fundamentalmente ya no las hay hoy, robar está penado en todo los
sitios, agredir y violar o matar lógicamente no se permite en ninguna
administración de justicia que se precie de llamarse así, en ningún país del
mundo. De hecho los sitios donde hay más divergencias es porque el Estado,
que redacta allí las leyes, tiene intereses religiosos, dictatoriales o de
corrupción y por ello tuercen las leyes a su gusto.

Bastiat Says:
septiembre 28th, 2011 a las 17:08

Pero Josvazg…. te tienes que dar cuenta que lo que estás pidiendo es una
forma distinta de organizar el Estado. No de eliminar el Estado.

Nunca he dicho que me guste como está organizado el Estado en España. La


Constitución del 78 me parece una constitución deplorable, por socialista,
por excesivamente larga y porque, para colmo de males, es
anticonstitucional entre si en algunas partes.

Es un horror.

Pero yo quisiera encontrar mecanismos de contrapoderes, los tres poderes,


dentro de cada poder, para lograr limitar el poder del ejecutivo, que siempre
será a través de la ley y la justicia, limitar el poder del legislativo,
impidiéndole poder legislar sobre determinadas cosas, que estará limitado
por la justicia en aplicación de la ley fundamental, y limitar el poder de la
justicia para que aquel que emita un juicio fuera de la ley sufre el peor de los
castigos posibles. Y eso se haría conforma a la ley y gracias al poder
legítimo que ostentará el ejecutivo por su medios policiales y gracias a la
aplicación de la justicia.
Pero para todo eso hace falta lo que anteriormente hemos dejado
claro….Una sociedad madura y más avanzada. Una sociedad en la que los
individuos se sientan más seguros de sí mismos y entiendan que no se puede
conseguir ni buscar el que todos vivan a costa de los demás.

Josvazg Says:
septiembre 28th, 2011 a las 21:25

Estoy de acuerdo con su ultimo párrafo.

Respecto al previo, pues no lo se, estamos tan lejos de eso que lo mismo se
puede parecer mas a su descripción que a la mía. Pero lo que yo veo claro es
que el Estado actual no va a automutilarse de manera voluntaria o
rápidamente, costara siglos y las “concesiones” se harán cuando no quede
otra, como ahora los recortes. De momento la separación de poderes ha
fallado siguiendo el patrón descrito por CRB aquí:
http://www.carlosrodriguezbraun.com/articulos/expansion/8-¿que-pasaria-
si-hubiera-division-de-poderes/

Respecto a la idea de Estado, quizá usemos definiciones distintas, yo me


refiero a los Estados modernos o a cualquier derivada que implique cierta
concentración de poder de unos respecto a otros y cierta desigualdad ante la
Ley, y donde no hubiese coacción mas que Bajo mandato judicial a los que
han quebrantado la ley o deben someterse a proceso judicial. Si algún
“estado” cumple
esto yo ya lo consideraría otra cosa.

Bastiat Says:
septiembre 28th, 2011 a las 21:39

De acuerdo con que el asunto está difícil. Por supuesto. Quienes han sabido
manipular a las masas y lo han hecho para servirse ellos mismo tienen claro
que no tienen ganas de dejar a la gallina de los huevos de oro ir por libre.

A nadie le gusta competir y a los empresarios menos. A la mayoría.


Cualquiera que logre que le limiten la competencia estando dentro de su
mercado miel sobre hojuelas.

Y un arma que han encontrado los poderosos para someter a las masas es el
socialismo.

Fíjese lo que estoy diciendo. El socialismo es el gran aliado del gran capital
de aquellos que sí quieren mantener el actual status quo porque ofrece a los
ciudadanos un caramelo que seguir mientras ellos siguen obteniendo pingües
beneficios gracias a los limites del mercado y no hablemos ya de las
concesiones públicas o las contratas.

Evidentemente.

Pero precisamente siguiendo este discurso, hay una razón que subyace dentro
de él que lo hace tremendamente interesante frente al discurso anarquista.
Primero: no se niega la realidad, la realidad del hecho social. Como hemos
visto el estado tiene que existir porque que existen instituciones. El estado
son esas instituciones, lo poderes del estado. Segundo, el mensaje es el
siguiente, cuanto más control del Estado más fácil es al poderoso
beneficiarse del común. Una verdadera libertad de mercado es un mercado
regulado sólo por la mano invisible y una justicia eficaz.

Y eso es así, insisto, porque no hay alternativa al estado. Al hecho grupal.

Eso es así.

Que conseguir una efectiva división de poderes en el corto plazo es difícil.


SI, pero por lo que hemos dicho que estamos de acuerdo, porque la sociedad
no está suficientemente avanzada. Ese es el reto. Y para ello es necesaria la
labor del Profesor Rallo en la divulgación, del IJM, pero, y aquí vuelve la
burra al trigo…. la labor política. Y el anarquismo con su negativa a aceptar
la realidad es un freno, una rémora para esa acción política. Porque no hay
nada más peligroso para el liberalismo, y eso ya se lo dije al profesor, que
un anarquista hablando de liberalismo.

Manu Oquendo Says:


septiembre 29th, 2011 a las 4:30

Muchas de las posiciones que aquí se exponen son evidentes, son ciertas.

Pero no suceden en la vida real y no van a suceder hasta que esto se


convierta en una fuerza de opinión y, en su momento, en un frente político.
Para ello es necesario que sus defensores sean conscientes del inevitable
efecto emocional de la palabra y de las técnicas que convierten a ciertas
palabras en emociones negativas.
Hablar o escribir pretendiendo ignorar cómo nuestras ideas van a ser
retorcidas, manipuladas y rediseñadas emocionalmente hasta esterilizarlas es
algo muy frecuente en el campo liberal.
Hay que salir a la contienda conscientes de este ángulo y preparados para no
ser barridos con un simple gesto.

Esto es una condición –más que necesaria– imprescindible si se quiere tener


la más mínima oportunidad.

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 8:06

Salir a la política de manera inconsciente es el principal de los errores…. en


cualquier caso.

El principal problema del liberalismo político, la acción política del ideario


liberal, reside en la machacona insistencia del utopismo anarcocapitalista.
Resulta muy difícil promover el liberalismo si se tiene que andar uno
explicando lo que otro dizque liberal, Jorge Valín, por ejemplo, escribe
cosas como las que hace ya mucho tiempo escribió sobre los héroes del
chantaje, la prostitución, el trabajo infantil y la pedofilia. Y encima me tomo
el esfuerzo de tratar de explicarlo.

Resulta muy difícil.

Y aunque pueda ser así mirado desde la máxima pureza ideológica, que es lo
que pretende el anarcocapitalismo, las aberraciones que ello provoca son de
tal calibre que ensucian el ideario liberal hasta hacerlo de difícil venta.

Si creemos en una sociedad libre hemos de aceptar primero los límites a la


libertad, como es el hecho del respeto a la libertad ajena, a la vida ajena, y a
la propiedad ajena. Son límites. ¿O no? Y luego hemos de establecer
defensas sobre los más débiles. Razonándolas, porque no es de recibo
argumentar sólo desde posiciones morales o desde posiciones religiosas
porque estamos ablando de liberalismo. Y la defensa de los más débiles
incluye eliminar toda coacción sobre ellos. Prevenirla en la medida de lo
posible y acatarla cuando se produzca.

Un niño no puede usar su cuerpo para la prostitución, ni si quiera de manera


voluntaria. Hemos de aceptarlo. Un anarcocapitalista no dice eso. Su
puritanismo libertario le lleva a afirmar que cualquier coacción sobre la
libertad individual es ilegítima. Y lo primero que tenemos que decidir es en
qué momento somos capaces de aceptar que el juicio individual le permite
comprender el hecho de la libertad a un niño.

Pues bien. Esos errores hacen que el liberalismo, la opción política del
liberalismo, de un liberalismo político que engloba lo económico, el
paradigma de los liberales que pululan por la red, pero también el
liberalismo social, el liberalismo moral o el liberalismo identitario debe
defender.

Esos debates quedan siempre enturbiados por el anarcocapitalismo

Y así, no sólo es que ya se tenga uno que saber enfrentar al retorcimiento,


manipulación o rediseño del ideario, si no que tenemos dentro de nosotros
mismos la clave de la destrucción política.

Sólo hace falta mentar que hay quien cree que es lícito y legítimo que un niño
se prostituya.

Robert Martin Says:


septiembre 29th, 2011 a las 13:59

Muchas gracias por este análisis tan lúcido y revelador. Con su lectura y
otras de artículos de usted estoy descubriendo que nunca dejamos de
aprender.

Capirote Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:19

El artículo es interesante y me gusta el lenguaje que usas para explicarte:


claro y sencillo.

Sin embargo, creo que el principio del que partes no es correcto: no creo
que las críticas a la “dictadura del mercado” sean fundamentalmente del tipo
“A mi me gustaría pintar cuadros. Nadie quiere mis cuadros, ergo la
dictadura del mercado me impide dedicarme a lo que me gustaría”.

A mi me parece que a lo que normalmente se hace referencia cuando se habla


de dictaduras del mercado es a cosas como la plutocracia.

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:31

¿Tu crees que los liberales defendemos algo parecido ala Plutocracia?

Capirote Says:
septiembre 29th, 2011 a las 18:43

Entiendo que no :) pero realmente no estaba diciendo que los postulados


liberales defiendan eso, sino intentando explicar el sentido de la expresión
“la dictadura del mercado”, que creo que es distinto al que explicas en este
artículo.

Dicho con otras palabras, ¿qué es lo que impide que un grupo de personas
que consigan acumular dinero y poder (usando legítimamente las reglas del
mercado) abusen de él?

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 20:33

Lo primero el artículo es del Profesor Rallo. No mío. Yo sólo disfruto de la


posibilidad de participar aquí.

Lo segundo. Dicho sin acritú ni ánimo injuriandi. Tienes un problema de


conceptos.

El mercado es la suma de las infinitos intercambios voluntarios, en su


inmensa mayoría, entre los individuos o las empresas. Hay, eso sí, nichos,
mercados determinados, el petróleo, en el que unos pueden intentar controlar
en este caso la oferta para así garantizarse un precio que ellos consideren
justo, que, para nada, el consumir lo consideraría así. Pero eso funciona así.

¿Hay posibilidad de evitar eso? Si, encontrar nuevas reservas en otros


lugares, o encontrar energías alternativas que reduzcan el poder de los
países de la OPEP en este caso.

Pero mucho me temo que hablas no del mercado del petróleo sino del
mercado de capitales. Pues mira, el principal error es pensar que, y el
profesor lo deja meridianamente claro, yo no puedo más que apostillar algo
y espero no estropearlo, el mercado de capitales no lo controla Gloldman
Shachs. El dinero, cuando se utiliza para tener beneficios busca esas
rentabilidades y al mismo tiempo, no hay nada más cobarde que un millón de
dólares, seguridad.

Ocurre que en esta situación los estados han cometido el tremendo error
basado en fundamentos ideológicos y de teorías económicas equivocados,
precisan de financiarse para pagar sus servicios básicos, lo cual no estaría
especialmente mal, pero, sobre todo, su abultado déficit provocado por la
mala dimensión de los servicios que es capaz de presar, error político, y por
la idea de que el gasto del estado reactiva la economía, error teórico.

El estado pide dinero, y lo hace por el método más justo que hay, la subasta.
Está ocurriendo todos los días. En esas subastas el Estado emite papelitos de
compromisos de pago a plazo, 3, 6, 12 meses, 3 o 5 años, a cambio de pagar
un interés. El mecanismo es el siguiente, el estado ofrece a un tipo de interés
y se cubre una parte de la oferta…. o no. Si no, ofrece un tipo de interés más
alto para cubrirla, si no tiene que seguir hasta que considera que el tipo de
interés deja de resultar atractivo para el estado y cierra la subasta pudiendo
no haber cubierto el total de la oferta inicialmente propuesta. En ese proceso
nadie niega a todo el mundo la posibilidad de actuar a favor de un Estado,
sino que todos pueden participar y optar por aceptar el precio que se ofrece
o no.

¿Qué poder tienen esos grupos de personas de las que hablas? ¿De informar
de la realidad de las cuentas, de la realidad financiera, económica de quien
hace la oferta haciendo ver que existe un riesgo de impago? ¿Que eso
encarece aún más la necesidad de financiarse?

Pues sí, pero a nadie se le impide acceder al merado de Deuda y comprar


más barato de lo que pudiera lograr si esperara a ver subir la oferta.
Por otro lado se está ahora diciendo que los bancos hicieron préstamos a
personas que lo más probable es que no pudieran pagarlas.

Pues hombre, eso es lo que se le esta diciendo ahora a aquellos que corren el
riesgo de que no se paguen esas letras o bonos. O dejamos de irnos al bar a
desayunar y almorzar, y fumarnos dos paquetes de tabaco e irnos al bar a ver
el futbol con cuatro cubatas…. o no podrás pagar la hipoteca.

En esas estamos.

Capirote Says:
septiembre 29th, 2011 a las 21:04

En primer lugar, pedir disculpas por la confusión, creí que ‘Bastiat’ era el
seudónimo con el que escribía el autor del artículo.

En segundo lugar, no hablo de ningún caso concreto. Ni estaba pensando en


el mercado de capitales ni he mencionado a Goldman Sachs. Hablaba, al
igual que el artículo, del funcionamiento del mercado en general.

Sin embargo veo que me dices -con el ejemplo del petróleo- que hay casos
en los que unos pocos pueden controlar un mercado y abusar de su poder en
él. A eso me refería (y conste que cuando digo abusar no digo simplemente
vender más caro, que también).

Bastiat Says:
septiembre 29th, 2011 a las 21:21

No sé qué pensará Juan Ramón de tu confusión. Pero no. Sólo paso por aquí.

Y si, evidentemente que puede haber mercados en los que haya una
confluencia de intereses de los productores. Y te pongo el caso del petróleo
porque es el más conocido. Pero no existen monopolios eternos ni
inviolables.

En el caso del mercado del capital….no.

Quienes invierten su dinero en renta fija lo hacen por tratar de garantizarse


una rentabilidad mínima. Es más interesante la inversión en bolsa o el lograr
una patente o un producto muy demandado que el obligar a los estados que
voluntariamente se han endeudado hasta las cejas a pagar más por el dinero
que necesitan y que no tienen.

Capirote Says:
septiembre 29th, 2011 a las 22:16

Tampoco existen dictaduras eternas e inviolables :)

El caso del petróleo puede ser uno, pero monopolios y oligopolios hay unos
cuantos, y quienes participan en ellos tienen una posición dominante que les
permite abusar de su poder e influencia.

Bastiat Says:
septiembre 30th, 2011 a las 7:39

No lo niego, la cuestión, puesto que no es que dominen el mercado, sino que


tienen posiciones de monopolio en un determinado nicho del mercado, es
qué se puede hacer.

Capirote Says:
septiembre 30th, 2011 a las 16:24

Exacto, la cuestión es qué se puede hacer, esa es la pregunta con la que abrí
mi intervención aquí :)

Bastiat Says:
septiembre 30th, 2011 a las 17:33

Ya, pero ya te he dicho que en el asunto en muchos casos sólo se trata de


determinados nichos de mercado. NO del mercado.

Mi idea es que ante esta situación no se puede hacer nada más que tratar de
eludir los oligopolios como ha estado haciendo la competencia en todo
momento. Mira, hay un caso actual, aunque desconocido, que es el de las
“tierras raras”. El casi monopolio lo tiene China. Pues las grandes empresas
se las están ideando para dejar de utilizarlas. Se buscan alternativas.

¿No es eso lo que preguntas?


¿Estudias o Parasitas? | Metsu 4.0 dice:
octubre 16th, 2011 a las 6:36

[...] este video (y otro en mi monitor sobre electronica en local), empece a


pensar sobre lo que Juan Ramón Rallo comentaba ayer, y me dio por pensar
que quien no amplia sus aptitudes mediante el estudio, y con ello procede a
[...]

Movimiento Libertario El Salvador - ¿Es el liberalismo una ideología al


servicio de los empresarios? – Juan Ramón Rallo dice:
febrero 19th, 2013 a las 21:39

[...] sino a todos los agentes económicos (de ahí la muy extendida
percepción de que somos esclavos del mercado); pero lo importante es que
también les es aplicable a ellos. En consecuencia, los liberales se [...]
¿Hay algo de malo en querer ganar mucho dinero?

Ricardo Says:
octubre 1st, 2011 a las 9:49

Desde que leí a Jesús Huerta de Soto, el libro de “Socialismo,cálculo


económico y funciñon empresarial” (una joya)explicando que el proceso por
el cual la función empresarial cohesiona la sociedad y hace posible un
desarrollo armonioso, no había leido un artículo (a mi entender) tan bueno.
por lo bien sintetizado y a través de la palabra visualizado,

Enhorabuena!!!

svintus Says:
octubre 1st, 2011 a las 10:24

Alto y claro,como siempre.¡Enhorabuena!

dsklp Says:
octubre 1st, 2011 a las 14:24

“la riqueza ya no sea una tarta dada sino en continua expansión”La riqueza se
crea a partir de los recursos naturales y estos son finitos,por lo que la
riqueza tendra un limite.Incluso antes del limite que marque el agotamiento
de los recursos cabria preguntarse si tenemos derecho a agotar cualquier
recurso natural sin haber encontrado alternativas para cuando este se acaben.
¿Acaso no tienen los grandes bancos que forman la fed y otros,fmi,bce
capacidad para influir e incluso dictar la politica a muchos gobiernos,la
ultima reforma constitucional por ejemplo?¿Acaso no ha habido guerras por
motivos economicos?El poder que trae consigo la acumulacion de riqueza
nunca ha sido bien empleado
“cada cual se dedique a ganar tanto dinero como buenamente pueda y a
gastarlo para sí y para sus allegados”Este no puede ser el objetivo de
nadie,la vida es algo mas,mucho mas.Y sabe que hay muchas cosas mas
importantes que el dinero,que este no puede ser un fin sino una herramienta
que debe ser empleada para mejorar el mundo.

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 1st, 2011 a las 15:13

Compro el argumento siempre y cuando admitamos que a) los recursos


naturales finitos son los de todo el universo, b) nos interesa su escasez con
respecto a su capacidad para satisfacer necesidades humanas, de modo que
mejoras en la tecnología incrementan su disponibilidad económica.

Me hablas de la Fed, el FMI y el BCE que son organismos públicos, y aquí


ya salimos del marco de respeto a la propiedad privada y a los contratos al
que circunscribo el artículo. No es ninguna sorpresa que el intervencionismo
es nefasto para la coordinación y cooperación voluntaria de los seres
humanos.

Por otro, en ningún lugar digo que el fin sea ganar dinero. Le recomiendo que
vuelva a leer ciertos párrafos sin ideas preconcebidas.

Stirner Says:
octubre 1st, 2011 a las 17:00

Entiendo que en una sociedad libre y en un mercado libre uno puede bien
dedicarse a curar jamones y comercializarlos, o vender o desarrollar ipad,
como a montar una comuna, un falansterio, o crear una cooperativa, o
retirarse a una cueva en la sierra (siempre que la cueva sea suya o pueda ser
tomada por no ser de nadie). Y que por lo tanto no debería hablarse de forma
peyorativa, y aquellos anti-capitalistas pero respetuosos con la libertad y la
propiedad, que haberlos los hay, podrán organizarse de la forma que quieran.

Y puede que en una sociedad libre, cualquier individuo, pueda experimentar


a lo largo de su vida diferentes vivencias, bien basadas en la búsqueda del
beneficio, del amor, de la libertad, … pero es indudable que para ello es
necesario la abolición del Estado, tanto por el expolio económico como por
la esclavitud forjada en la tela de araña de códigos legales y medios
represivos.

Bastiat Says:
octubre 1st, 2011 a las 22:10

Ganar dinero… de manera legal, es decir, sin robar o expoliar, mediante


subvenciones o compadreos políticos, es un objetivo de muchos, pero que
sólo consiguen aquellos que ofrecen algo que la gente desea a cambio de ese
dinero.

Dskip, No es el mercado el que consume los recursos naturales, son los que
compran esos productos lo que consumen los recursos naturales. Y tu
pretendes poner límites conforme a critetios que se basan en lo que ahora
conoces y, que como se ha demostrado, no suele ser confirmado en el tiempo
como así ha ocurrido en muchas ocasiones.

Y Stirner, ya sabes que no. No puedes eliminar el Estado. Puedes tratar, eso
sí, de que sea lo que tiene que ser, garante de la libertad individual, en vez
de ser un Saturno que nos devore. Pero no puedes eliminarlo. Aunque no
quieras debatir sobre ello.

inspired Says:
octubre 2nd, 2011 a las 8:38

“Cuando vuelva a molestarse por un avaricioso señor que sólo se preocupa


por el dinero, piense dos segundos en cómo esa actitud le perjudica a usted.
Tal vez descubra que, pese a su insolidaria pose, le puede llegar a beneficiar
sobremanera.”

Me gustaría entender este argumento en el caso en que se produzcan burbujas


en un mercado determinado, es decir, cuando el precio nominal de un bien
sube por encima de su valor real, como se ha producido por ejemplo en la
reciente burbuja inmobiliaria en España.

Están ayudando los distintos actores que participan en esta burbuja,muchos


de ellos pensando en ganar dinero, en que los bienes se asignen de una forma
eficiente o justa? De verdad no hay nadie que salga perjudicado?

Juan Ramón Rallo Says:


octubre 2nd, 2011 a las 10:37

Las burbujas son parte ineludible del proceso de asignación de precios a los
activos (http://juanramonrallo.com/02/07/2011/%C2%BFque-es-una-
burbuja/) y ese proceso de asignación es imprescindible para generar
riqueza. Si para descubrir un pozo de petróleo hay que realizar 10
perforaciones, no tiene sentido que reputes 9 de la 10 perforaciones como
destrucciones de riqueza: han sido un paso previo esencial para encontrar el
pozo. Lo mismo con el tanteo de las burbujas.

Lo destructivo para una economía no son las burbujas, sino las burbujas
impulsadas y realimentadas por una expansión artificial del crédito bancario.
Y esta expansión artificial surge de una violación previa de la propiedad
privada y los contratos: http://juanramonrallo.com/25/05/2010/el-sistema-
financiero-no-es-libre/

Miguel Angel Corroto Gutiérrez Says:


octubre 2nd, 2011 a las 10:56

Según dice usted: “Una de las grandes virtudes del capitalismo es que
permite canalizar el natural impulso de muchas personas por enriquecerse
hacia la satisfacción de las necesidades ajenas.”

El problema surge cuando estas necesidades ajenas son CREADAS


ARTIFICIALMENTE (y por lo tanto no verdaderas) mediante el marketing y
la publicidad, por esas personas que tratan de enriquecerse. Una gran virtud,
si señor, del capitalimo: inventar falsas necesidades para satisfacerlas.

Por otro lado, querer ganar mucho dinero no tiene absolutamente nada de
malo, yo al menos no lo cuestiono. No obstante y aunque eche mano a una
expresión muy manida y topica, la cual no deja de ser cierta: el dinero
(aunque ayuda) no da la felicidad.

Un saludo.

Pep Says:
octubre 2nd, 2011 a las 17:35

Miguel Angel,

yo como consumidor tengo la decisión final sobre adquirir o no esa supuesta


necesidad que me intenta encasquetar una empresa de marketing. No soy
tontito, soy un comsumidor libre y no me gusta que nadie piense por mi ni
pretenda decidir por mi que es lo que necesito o no.

Por otro lado, los lujos de hoy pueden ser las necesidades del mañana. Tu
mismo argumento de necesidad creada artificialmente se podría aplicar en su
época a los baños o a los coches. En el siglo XIX ninguna casa tenía un
baño, se tiraba toda la mierda a la calle. Y hace 50 años el coche era un
producto de lujo y no una necesidad artificial. Hoy nadie podría vivir sin
baños, y pocos sin coche.

Manu Oquendo Says:


octubre 3rd, 2011 a las 3:49

Creo que el artículo adolece de una cierta visión economicista y que adopta
para justificar su postura criterios propios de la Teoría de Juegos.
Concretamente el debate de si la tarta crece o no crece.

Si no creciera (zero-sum games)sería distinto de si creciese. Como a través


de la cooperación crece la tarta pues entonces sería legítimo aspirar a más.
Los valores no son circunstaciales. Son o no son.

Yo creo que es legítimo aspirar a más y que tanto esta pulsión como la de la
propiedad pertenecen a la esencia de nuestra naturaleza al igual que la
solidaridad y la búsqueda de la libertad nos son connaturales.

Es decir, independientemente de circunstancias, de lo relativo, nuestra


naturaleza determina criterios morales, valores que tienen legitimidad
universal. No relativos. Lo que Kant definió como imperativos categóricos
universales contra los cuales se dirige, desde el mismo día de su muerte, el
esfuerzo filosófico e ideológico del estatismo.

Es importante estar atentos y proteger el substrato de ideas fundamentales


porque es objeto de ataque sistemático por todo el conglomerado que vive y
fomenta el gran estado hegeliano que paso a paso se construye también sobre
una cosmología humana muy básica y real. Aquella que sabe al ser humano
débil e indefenso, necesitado de seguridad y afecto y finge proporcionar el
plato de lentejas caliente y seguro para mantenernos prisionero de designios
que sólo representan a la casta del poder político y sus aliados más
racionales, los oligopolios.

No quiero extenderme pero esa ideología totalitaria que degrada la propia


idea del hombre es la que fomenta la existencia de límites bien cercanos
cuando simplemente abriendo los ojos un milímetro vemos un universo
infinito y el convencimiento íntimo de que somos parte de esa inmensidad.

¿Cómo puede el ser humano realizar su libertad y su independencia si se le


privan de los medios para ello?
¿No es evidente que el estado totalitario lucha constantemente para
convertirnos en dependientes restringiendo nuestros derechos a la libertad y
la independecia constituyéndose en árbitro?

Buenos días

josvazg Says:
octubre 3rd, 2011 a las 7:06

@Miguel Angel Corroto Gutiérrez

“necesidades ajenas son CREADAS ARTIFICIALMENTE”

El Marketing o cualquier estrategia o acción comercial tiene sus límites, la


gente no es tan “consumista” como se la quiere pintar, ni tampoco son tontos.
Si una campaña de marketing o un despliegue publicitario no está soportado
por productos o servicios que satisfagan a la gente, puede que se obtengan
unas cuantas ventas iniciales pero el bien se irá a pique porque no es riqueza
deseada.

Ejemplos recientes de esto lo tiene en el Vista. Bien que se lo metió


Microsoft a millones de personas por los ojos pero, al ser un producto
bastante malo y que NO satisfacía las necesidades informáticas de muchas
personas mejor que las versiones antiguas y aún en amortización, resultó ser
un petardazo que marcó el fin del auge de Microsoft y el inicio de su caída
actual (acelerada después por nuevos y mejores productos de la
competencia)

Otro ejemplo más reciente aún es el de los Chromebooks de Google. Tan


exitoso es Android como fracasados han sido los Chromebooks. Se ha
ofrecido MENOS funcionalidad a un precio bastante caro y la respuesta ha
sido que prácticamente nadie “ha comprado” la idea a Google.

La gente no es tonta…bueno, viendo las colas en las joyerías Tous a veces


puede parecer otra cosa, pero si a la gente “le pone” el osito y están
dispuestos a pagar más por el, pues será que les satisface más. ;-)

La riqueza siempre es subjetiva, si no los intercambios serían más difíciles o


imposibles, la gente se negaría a realizarlos. Pero no puedes ‘hipnotizar’ a
millones de personas para que compren tu producto si realmente no le
encuentran utilidad o no les satisface en alguna forma.

Bastiat Says:
octubre 3rd, 2011 a las 10:54

No, mira, Rberzal, lo que Miguel Ángel dice, es lo que mucha, muchísima
gente dice y quiere creer: no quiero ser yo el responsable de lo que me pase.
Si compro una casa con una hipoteca que difícilmente voy a poder pagar por
precio, mensualidades o plazos, lo que quiere decir es que la ha comprado
porque me han dicho que la compre, no porque yo viera verdaderamente la
necesidad. Si fumo es porque me anuncian los cigarros, ¡que no los anuncien!
Si corro por la carretera es porque los anuncios muestran coches corriendo
vendiendo una imagen de potencia o sexapeal que me incida a correr, pero
yo no lo hago porque quiera sino porque se me incita….

Yo quiero ser irresponsable. Es decir, no es que quiera actuar de manera


irresponsable, sino que lo que hago no lo hago desde mi responsabilidad
individual sino porque he sido incitado a ello. NO puedo ser culpable de lo
que me pase. Alguien tiene que salvarme de las consecuencias porque ….. lo
he hecho sin querer.

Vivimos en una sociedad, la del Estado del Bienestar, orientada y mantenida


por esa idea. El estado pretende librarnos de todo mal, cuidar al individuo
desde la cuna hasta la sepultura, y el ciudadano la compra esa idea. El
ciudadano no quiere sentir las consecuencias de su mal obrar. Quiere que
otro, otros, todos los demás, carguen con sus culpas.

El problema es ese.

juan.. Says:
octubre 3rd, 2011 a las 15:06

BRILLANTE
Manu Oquendo Says:
octubre 4th, 2011 a las 4:56

Por otra parte está el concepto de límite.

Dice JR Rallo, y con razón, que compra el argumento de límites si se


considera todo el universo.
Realmente no hay límites. Hay situaciones limitadas pero para ello tienen
que estar muy acotadas en el tiempo de modo que –en dicho intervalo y con
las restricciones dadas en dicho tiempo/situación– existan limitaciones en
determinadas variables de las conocidas.

Pero es que además del límite del Universo hay que tener en cuenta el límite
de “los Universos” –según la mejor física de cuerdas vigente– y, por ende,
de los fractales.

Los fractales: Es decir, de las puertas que no vemos ni sabemos abrir. La


más notoria hoy día es la nuclear que mueve toda la vida (sin ella estaríamos
en el cero absoluto), que está en todas partes y que lo políticamente correcto
lucha desesperadamente por….negar y prohibir.
Lo nuclear es uno de estos fractales.
Hace cien años no sabíamos que había una puerta al átomo y hoy ya está
abierta y……….. se trata de cerrarla porque….no hay negocio que no
requiera crear escasez abundante para poder facturar.

También en política se busca crear escasez para administrarla y vivir de sus


rentas. Nuestra forma de estado requiere la creación artificial de escasez y
de límites.
Zona esta de la escasez artificial insuficientemente explorada y sin embargo
es un mundo.

Saludos

inspired Says:
octubre 16th, 2011 a las 8:24

En respuesta al comentario del 2-oct sobre las burbujas.

Hombre, no hay que ser tramposos en la comparación con el pozo de


petróleo. Cuando me refiero al mercado inmobiliario en España es porque es
uno con una demanda inelástica. La cuestión es, tiene que esperar uno varios
años a comprarse una casa o sino pagar un sobreprecio a causa (me da igual
que sea por una expansión artifial del crédito) los especualdores que sólo
quieren comprarla para ganar dinero?

manud0 Says:
agosto 15th, 2012 a las 17:20

Creo que te pierdes un poco… en el 4º párrafo hablas de que el capitalismo


hace que se sepan las necesidades de la sociedad completa sin tener que
llegar a conocer a esos miles de personas. “Las necesidades de la sociedad
completa” son las necesidades de él que te puede pagar. Tu no vas a llegar a
Somalia a vender comida porque te van a dar muy poco dinero, tu irás a
EEUU a sacarle un buen partido. Todos sabemos los PROS que ha tenido el
CAPITALISMO (ha hecho que el mundo se desarrolle muy rápido gracias al
fácil flujo de capital) pero uno de sus CONTRAS (que también tiene
muchos) es que la sociedad que tiene dinero es la que controlará la forma de
utilizarlo para cubrir sus necesidades, lo que pasa es que las necesidades de
esa sociedad poderosa no tienen nada que ver con las necesidades de otra .

Manuel Álvarez Says:


agosto 15th, 2012 a las 19:28

@ manudO:

Tu irás donde haga falta para ganar dinero. Si la oportunidad de negocio está
en EEUU, entonces irás a EEUU. Si está en Somalia, irás a Somalia. La
población de los dos paises tienen infinidad de necesidades por cubrir y lo
que realmente condiciona no es la “opinión” del empresario, que no conoce,
ni le interesa, la religión, cultura, opinión de su cliente, sino que lo que
realmente condiciona es la seguridad de llevar a buen fin su negocio. Y eso
es un problema de corrupción, no de los prejuicios del “capitalista”.

Las necesidades de EEUU, igual que las de Europa, pasan por hacer
negocios fructiferos, con Somalia también, y, salvo que la corrupción y la
intevención estatal beneficie a unos pocos, el libremercado se encargará de
que ganen tanto EEUU, como Europa y Somalia.
manud0 Says:
agosto 16th, 2012 a las 10:56

Manuel Alvarez pero de esa corrupción de la que tu hablas es lo que dice


Rallo del hecho de tener más y más dinero. Porque al capitalista le da igual
que su dinero se emplee “bien o mal” (si financia algo en Somalia no tiene
que preocuparse de su cultura ni sociedad como tu dices) mientras sea
rentable. Pero esa razón de tener mas dinero es la misma que hace que el que
“controla” Somalia haga negocios fructíferos para él mismo. Le dará igual
joder a su propia sociedad por el hecho de conseguir más rentabilidad al
negocio ofrecido por el financiador europeo. Si hubiese una normas
mundiales o todos los paises viviesen en una democracia que pudiese
“negar” negocios de rentabilidad individual a costa de pobreza
multitudinaria entonces si me serviría el hecho de que si uno se enriquece
nos enriquecemos todos. Como no es así no creo que el sistema funcione
bien del todo. PERO TRANQUILOS!!! Se seguirá viendo como una utopía.
¿Sirve para algo la economía financiera?

Antonio Alvarado Hernández Says:


octubre 8th, 2011 a las 12:00

Estimado Juan Ramón,

Estoy totalmente de acuerdo con lo que comenta; pero me queda una duda
relacionada con esta frase:

“Lo que deberíamos exigir no es que no se produzcan burbujas, sino que esas
burbujas no sean incentivadas, protegidas y amparadas por el poder
político.”

¿Es sólo el poder político el único que puede intervenir en la formación de


burbujas?

Normalmente no coincido con las ideas de J.K.Galbraith, pero cada día me


convence más su concepción de la “tecnoestructura”.

¿No sería ésta un obstáculo para el proceso de emprender, en cuanto a que


no necesariamente buscan maximizar el valor de la empresa, sino perpetuar
su propia hegemonía?

Recordemos el ejemplo típico del gerente de un banco, cuya comisión estaba


relacionada con el número de hipotecas que se firmaban en su sucursal. Con
intereses artificialmente bajos (poder político), y una jugosa comisión
asignada por la directiva de su banco (tecnoestructura); el gerente no tiene
incentivos para invertir adecuadamente los recursos financieros de los
ahorristas (inversores), por lo que no se valorarán correctamente los riesgos
de conceder dicha hipoteca a un consumidor que probablemente no pueda
pagarla (subprime).

¿Me equivoco demasiado?

Saludos,
Antonio
Juan Ramón Rallo Says:
octubre 8th, 2011 a las 12:12

Sobre la tecnoestructura:
http://www.juandemariana.org/comentario/1089/mito/tecnoestructura/

Antonio Alvarado Hernández Says:


octubre 8th, 2011 a las 18:05

Simplemente genial! Con ese artículo queda totalmente despejada mi duda.

Muchas gracias, Juan Ramón.

dsklp Says:
octubre 8th, 2011 a las 18:07

Creo que en españa en la creacion de la burbuja inmobiliaria influyo que los


tipos de interes a los que los bancos tomaban prestado el dinero eran
menores que la inflacion.Esta necesidad de prestar dinero alimenta la
especulacion y en lugar de generar riqueza empobrece.¿sin tener la
capacidad de subir los tipos de interes se podria controlar?

Manu Oquendo Says:


octubre 9th, 2011 a las 5:17

Buenos días.

Creo que el profesor Rallo simplifica por motivos didácticos y que al


hacerlo nos perdemos cosas que suceden cuando algo se hace complejo.

El modelo que describe sólo es cierto en un contexto muy básico del proceso
económico. Cuando éste crece en dimensiones también cambia
cualitativamente y este cambio es determinante hasta el punto de que lo que
era cierto en el modelo restringido es falso en el modelo real expandido.

Es importante recoradar que en este universo la materia es muy simple, pura


oscilación entre masa y energía en su nivel más simple según hoy lo vemos.

Sin embargo la simple acumulación de esa simplicidad básica produce


estructuras complejísimas que al crecer desarrollan cualidades
insospechadas. Pasa con los “quarks” y pasa con los “mercados”.

Buenos días
Contra los estabilizadores automáticos

Rberzal Says:
octubre 14th, 2011 a las 21:29

esto de los estabilizadores automáticos es como el defensor del pueblo que


pone el estado para proteger al ciudadano de los abusos del estado.

dsklp Says:
octubre 14th, 2011 a las 22:10

En epocas de crisis cuando el estado aumenta su inversion y se endeuda para


intentar reactivar la economia excluye del credito a las empresas privadas
por que se supone que tiene mas garantia,si,pero esto me parece que es
inevitable.Otra cosa es que la inversion del estado genere mas o menos
retorno y alli aparecen los aeropuertos sin aviones,los trenes de alta
velocidad casi vacios y todos lo palacios de deportes,congresos,artes y otras
obras de gigantes.Es increible la indiferencia con la que hemos visto tirar el
dinero publico

Stirner Says:
octubre 15th, 2011 a las 10:00

Bien podrían llamarse a los mecanismos de estabilización como “atraco a


mano armada”, porque una y otra vez vuelve a demostrarse que no es otra
cosa. Una oligarquía, mezcla de políticos, banqueros y nefastos empresarios
nos gobierna y se llevan el fruto de nuestro trabajo. ¿Qué partido político,
quiénes de entre los gobernantes, van a ceder tan goloso pastel?

Estamos asistiendo a la tremenda resaca de la gran borrachera estatal.


Algunos “sabios” doctores nos proponen que la solución es seguir
ingeriendo alcohol a manos llenas, otros que zumo de tomate, pero pocos la
lógica abstemia, que no es otra cuestión que la desaparición de la
enfermedad: “el robo como organización social”.

juan Says:
octubre 19th, 2011 a las 12:20
Si bien es cierto que los estabilizadores automáticos poco estabilizan ya lo
que usted propone tampoco va a parar la sangría. Hacemos agua por todos
lados y aquí se está imponiendo ya la idea de sálvese quien pueda.

De los 2 billones de euros que los PIIGS deben a las entidades europeas de
ocho países sólo el 5.5% le corresponde a Grecia. Agudizada su crisis por
la salida de depósitos, las huelgas y la parálisis económica. Europa está
quebrada.

La deuda privada española es el 83.3%. Que es impagable lo sabe el


Santander que saca a pérdida una bolsa gigantesca de viviendas. La tasa de
paro no va a bajar y las rentas van a menos, bien porque ahora mismo se
renegocia al margen de convenio ni ley alguna, bien por las nuevas
reglamentaciones que implementará el próximo ejecutivo.

Estamos hace mucho tiempo quebrados. La deuda es impagable y la creación


de empleo se va demorar mucho.El objetivo del capitalista no es crear
empleo, es generar riqueza. Y esa nueva riqueza no se va a traducir en el
nuevo modelo en mucho empleo, solamente se contratará lo necesario. La
orgía crediticia, haga lo que se haga con la reserva fraccionaria, está
bloqueada para esta década (no se preocupe tanto por las expansiones del
crédito que no lo vamos a tener para nada ni para casi nadie que no sea
solvente) y los Estados condenados a quedarse en la mínima expresión y
limitar a fondo sus gastos.

Será inevitable convivir con cifras de paro y pobreza propias de un país en


vías de desarrollo.
¿Necesita un mercado libre de agentes racionales?

aversiahora Says:
octubre 29th, 2011 a las 4:10

¡Vaya, Juan Ramón!: en todo el tiempo que hace que te sigo, o sea, desde que
sales en esRadio, no te había leído un artículo tan bueno. Quiero decir que te
los he leído muy buenos, pero este me ha encantado. Probablemente por 2
cosas: 1) el enfoque psicológico, que es como me gusta a mí acercarme a la
Economía; y 2) ¿quizás por el “sesgo de la confirmación”?

Así es como se llega al verdadero Liberalismo: si tienes una sociedad


uniformada, jerarquizada y centralizada, como el líder se equivoque, se
hunde todo; mientras que si tienes una sociedad abierta, siempre habrá gente
que se hunda y gente que lo haga bien. Y los primeros tendrán un modelo a
seguir en los segundos. Además, si yo me “la pego”, que sea por mi culpa,
no porque otro ha decidido por mí.

Ahora, también te digo una cosa: hay gente que se considera liberal y que
realmente son socialistas que se llevan mal con el partido socialista
dominante. Es decir, lo que realmente quieren es tener una sociedad igual de
jerarquizada e igual de centralizada, pero con otros criterios, y repiten una
serie de slogans de corte liberal como loros, porque solo quieren pertenecer
a un colectivo, dentro del cual sentirse fuertes.

Por ejemplo, es gente que te dice: “Estoy en contra de Educación para la


Ciudadanía, porque no quiero que el gobierno adoctrine a mis hijos”.
Momento en el que tú piensas: “Ajá, este es como yo, un liberal”. Pero él va
y te dice: “Lo que el Gobierno tiene que enseñarle a los niños es a…”

Lo malo es cuando tú, al principio, apoyas de buena fe a esta gente y luego te


quedas boquiabierto y con una sensación de soledad tremenda. ¿Quién fue el
de “no es esto, no es esto”? ¿Ortega y Gasset? Aunque él lo decía de los
socialistas republicanos.

dsklp Says:
octubre 29th, 2011 a las 13:34
Cometer errores es humano,incluso tomar decisiones sabiendo que son
equivocadas y perjudican a otros.Pero esta es nuestra naturaleza,somos
limitados no solo en el conocimiento,no podemos saberlo todo,sino en algo
mas importante y que transformaria el mundo esto es la empatia o el amor a
los otros.
Pero como el ser humano no es perfecto,ni tampoco la mujer,nos arreglamos
como podemos.A la hora de tomar decisiones que afecten a todo un grupo de
individuos,casi se podria pensar que si las toma una sola persona tiene el
50% de posibilidades de acertar y en cambio si se hacen grupos y en cada
uno de estos tambien acaba siendo una persona la que decide la posibilidad
de acertar es la misma en cada grupo.Pero la diferencia esta en que en el
primer caso es acertar o no y en el segundo pueden convivir muchos aciertos
y muchos errores.
Quiero decir que,en caso de no acertar,elegimos entre una sola explosion o
una traca.
Para solucionar esto estan los asesores,pero aqui volvemos al principio.Lo
que no es posible es tomar decisiones como una asamblea de indignados,que
ante la imposibilidad de estar todos de acuerdo deciden que “las cosas
deben de cambiar”.Lo ideal para mi es que convivan las dos
formas,explosion o traca,que es mucho mas entretenido

A. Romero Says:
octubre 29th, 2011 a las 13:39

De los mejores artículos que he leído. Esto es lo que el Profesor Huerta del
Soto dice, resumiendo: sólo el mercado es capaz de poner a cada uno en su
sitio, de mostrarle sus errores, y sólo los que son capaces de reconocerlos,
son los que progresan. La humildad de reconocer que uno se ha equivocado
es lo que nos sirve para progresar, tanto a nivel económico como a nivel
humano. Y todos nos equivocamos. Sólo del reconocimiento del error y
nuestra posterior conducta, nos hace crecer. Y yo, particularmente, prefiero
equivocarme yo a ver los errores, gigantescos por sus consecuencias, de los
políticos, y que éstos se equivoquen por mi.

Rberzal Says:
octubre 29th, 2011 a las 18:10

Lo peor del socialismo es que es fundamentalista y priva a la persona de su


dignidad al no poder disponer de su propia voluntad. El socialismo es la
negacion de la petsona.

Nostradamus Says:
octubre 30th, 2011 a las 10:18

Iluminador trabajo Dr. Rallo, mis más sinceras felicitaciones.

Decir que las personas toman decisiones óptimas es tan irreal como decir
que el Stock Market es eficiente y que las cotizaciones son valoraciones
óptimas ante el conjunto de información disponible.

La gran ventaja de las decisiones tomadas por el mercado sobre las


centralizadas radica, además de la acotación que usted señala, en la
compensanción de unos errores por otros. Los sesgos apuntados ocurren,
pero se compensan ya que no todo el mundo incluye en los mismos sesgos.
Es una situación semejante al llamado “Teorema Central del Límite” de la
Teoría de la probabilidad, donde observaciones independientes, cada una de
ella con efecto inapreciable en el total (lo que usted denomina acotación),
producen un promedio normal.

Otra ventaja más en las decisiones por el mercado es la ventaja “evolutiva”.


En el mundo de económico, como en el biológico, los grandes shocks, los
black swans, del sistema son muy difíciles de prever. La respuesta o
respuestas óptimas ante un shock son inimaginables para las mentes de un
reducido Politburó de “expertos” cuya mente no sabe pensar “fuera de la
caja” (en el caso de la Economía centralizada). Por el contrario, el universo
de decisiones es infinitamente mayor en el caso de decisiones tomadas por el
mercado; en ese universo se suele esconder una decisión que parecía
absurda a la luz de la evidencia pasada, pero que es óptima ante la realidad
transformada por el shock.

Por último, me gustaría hacer notar el problema que suponen los grandes
medios de comunicación, al uniformar el pensamiento de la gente y, en
consecuencia, reducir el universo de decisiones individuales y acentuar los
sesgos.

juan Says:
octubre 31st, 2011 a las 2:42
Nostradamus: “Stock Market”, “black swans”… Qué bonito es saber
idiomas.

juan Says:
octubre 31st, 2011 a las 16:09

Y porque también muchos agentes privados, en su legítimo afán de lucro,


actúan sin escrúpulos, importándoles poco el juego limpio y utilizando todo
tipo de estrategias ilegítimas para acabar con la competencia es por lo deben
existir organismos públicos reguladores y supervisores. Porque la
acumulación de poder ciega a más de uno que pretende ser Estado y que los
consumidores pasen a súbditos. Porque el ser humano es capaz de cualquier
cosa es por lo que tiene que existir una estructura de poder que actúe de
contrapeso.

De todas formas, Juan Ramón Rallo se ha quedado algo desfasado: ya ni los


Estados son lo suficientemente poderosos para hacer frente a determinados
intereses privados a los que les importa bien poco la democracia, la salud
de los consumidores o la opinión de los ciudadanos. La acumulación de
poder es de tal magnitud en determinadas manos, que a fin de cuentas
estamos a merced de otro tipo de “Estado opresor”. ¿Cómo lo llamamos?
¿Estado opresor privado? Una buena parte de la casta política durante el
tiempo que dura su permanencia en lo público se dedican a repartir favores a
ciertos intereses para, una vez fuera de ella, sentarse en el sillón de una gran
empresa cobrando la minuta correspondiente a la buena labor anteriormente
realizada.

Usted ve un Estado que ya no existe. La mayoría del sector público


productivo está privatizado, la práctica totalidad del sector productivo tiene
una liberalización aceptable, la propiedad privada protegida y los impuestos
más que razonables atendiendo a la media de los países de la OCDE.
Aparte, como le he comentado, la legislación laboral y fiscal permite mucho
margen de maniobra y los intereses de los empresarios están ampliamente
defendidos. No tiene usted nada que temer de un Estado en decadencia, sin
recursos, a merced de lo que le dictan desde fuera, que si no privatiza lo que
le queda es por la miseria que le darían en la actual coyuntura, con
funcionarios mileuristas y un gasto social bastante por debajo de los países
europeos con mayor nivel de redistribución.
Más hay que preocuparse que determinadas acumulaciones de riqueza no se
vuelvan contra el propio mercado.

juan Says:
octubre 31st, 2011 a las 17:53

La misma profundidad que tiene su análisis sobre la crítica de los límites de


la acción pública contrasta con la inocente visión de la acción privada,
donde todo son bondades y parabienes. Es lo que distingue la ideología de la
simple y llana visión pragmática de las cosas.

Además, cuando hablamos de equivocaciones de qué estamos hablando,


porque la empresa que regentaba Fukushima también “se equivocó”. ¿Quién
paga los platos rotos? No sólo hablamos de errores u omisiones, a veces
hablamos de hacer dinero a cualquier costa y pasando por encima de quien
sea. Pero eso el liberalismo infantil no lo admite.

Además, cuando habla del sector público se está imaginando el Politburó


soviético, nada que ver con unas Instituciones públicas democráticas y
eficaces. Pero para defender su tesis se tiene que imaginar que aquí tenemos
la Cuba de Fidel Castro o el desfile de tanques en la Plaza Roja de Moscú.

SEPE85 Says:
octubre 31st, 2011 a las 19:48

Hombre Juan es que en España tenemos a la Izquierda mas retrógrada de


Europa, estan estancaos todavia en la lucha de clases asi que mira que no es
para no pensar que se organizan en soviets y toman a la pyme como los
kulaks de la época.

josvazg Says:
octubre 31st, 2011 a las 20:16

@juan

Si un agente privado actúa sin escrúpulos se las puede ver con un juez y lo
pueden “emplumar”, sin embargo el “agente público”, que al final no es
mágico si no un gobernante concreto, con sus codicias y sus miserias, como
el agente privado PERO CON PODER, y como es el que hace la ley (y la
trampa) a ese NUNCA lo empluman. España es un ejemplo de libro de esto.

Luego la teoría conspiranoica de las megacorporaciones que controlan los


Estados. ¿realmente se la cree?
Compareme por un momento la Mega y hasta hace dos días Todopoderosa
Microsoft con, por ejemplo el gobierno de EEUU o España. Microsoft se
pasó de “lista con el Vista”, entregó una literal castaña a sus clientes y se
despistó de subirse al tren de los Smartphones, y vea como le luce el pelo
ahora. Los gobiernos de EEUU desde el 2001 y los de España desde 2002
sistemáticamente no han hecho otra cosa que despilfarrar y llevarnos a la
quiebra…y se plantean subirnos los impuestos (aumentar sus ingresos)
¡Vamos, no hay color!

Compare el dinero que mueve la Fed con el que mueve GoldmanSachs o


como iban los negocios de GS cuando la burbuja estaba en pleno apogeo y
como les van ahora, bastante peor. Si GS fueron los que la provocaron, han
sido unos completos gil…ollas, la verdad, pudiendo estar ganando como
antes prefieren estar ganando menos ahora.

El Estado Español consume cerca del 50% del PIB ¿y a usted le parece
POCO?

En los 70 u 80 andábamos entre el 30-40%, ahora entre el 45-55%…


¡Pobrecitos Estados, están tan famélicos!

¿Que empresas conoce usted que puedan?:


- Gestionar presupuestos como los de un Estado. Casi por definición el
Estado es el agente que gestionará el presupuesto más grande de su
territorio, pues se nutre de casi el 50% de todo lo que venden todas las
empresas y ciudadanos de los que detrae impuestos.

- “Hacerlo como el culo” y no perder su fuente de financiación. Solo los


estados pueden dar literalmente una mierda de servicios a cambio de sus
impuestos y no perder la oportunidad de seguir cobrando impuestos, incluso
pleanteandose subirlos. Eso NO lo puede hacer NINGUNA empresa, si la
caga con malos productos o servicios se va a la quiebra antes o después.

- Cambiar las leyes a su conveniencia incluso a “mitad de partido”. Solo el


Estado puede hacer este tipo de manipulaciones.

- Emitir moneda y que se considere legal.

- Manipular los tipos de interés.

En fin, creo que coge la idea…

juan Says:
noviembre 1st, 2011 a las 11:19

- Justicia imparcial financiada con fondos públicos supongo e impartida por


funcionarios que no estén colocados al arbitrio del partido de turno. De
todas formas poco tienen que hacer, y miles de ejemplos lo corroboran,
cuando ciudadanos corrientes quieren defender sus intereses frente a los de
una empresa poderosa. Siempre se ponen los ejemplos victoriosos como las
sentencias contrarias a las tabacaleras norteamericanas en los 70. Pero ese
tipo de sentencias no deja de ser anecdóticas. Tantos y tantos productos
nocivos, prácticas fraudulentas, …Le rendimos homenaje a los empresarios
cada vez que compramos sus productos pero estaríamos prácticamente
indefensos sin las estructuras estatales si nos encontráramos productos que
en los que nos dejamos la salud. ¿Quién pagó la cuestión del aceite de colza
en los 80? Un ejemplo que suelo poner es la cantidad de pisos hechos a toda
prisa en estos años con los peores materiales y una pésima mano de obra que
en unos años empezarán a resquebrajarse por todos lados y…¿a quién le van
a reclamar cuando muchas promotoras ya ni existen, han cambiado de
nombre, subcontratado la mayoría de actuaciones,…? Pues a Rita la
Cantadora.

- Habla usted del Estado como si este no fuera expresión de la voluntad


popular, por mucho que detestemos lo que los votantes puedan o no votar.
Habla de un monstruo pero supongo porque desconoce la diversidad de
instituciones y organismos que la constituyen, donde miles de trabajadores
hacen bien su trabajo. Que haya vagos o caraduras se trata con un mayor
control y monitorización de la actividad funcionarial, con formación e
incentivos. No se olvide que aquí no tenemos un Estado totalitario soviético
sino un Estado social y democrático de derecho, flexible y con posibilidades
de hacerlo cada día más eficaz.
- El 16.7% del total de deuda española pertenece a las Administraciones
Públicas, la deuda privada es del 83.3%:

http://graphics.thomsonreuters.com/11/07/EZ_BNKEXP0711_SB.html

- Hay muchas empresas que manejan presupuestos mayores que la mayoría


de pequeños y no tan pequeños Estados. Cuánto dinero hay en los paraísos
fiscales, cuál es el tamaño real de la economía sumergida,…Realmente los
impuestos los paga la clase media, los que tienen una nómina, funcionarios y
pymes.

http://www.elpais.com/articulo/economia/Funcas/afirma/economia/sumergida/Espana/asc

- Los Estados ya no manipulan los tipos de interés. Hemos delegado en una


institución precisamente no formada por socialistas la posibilidad de hacerlo
que es el BCE.

- Sobre los gastos del Estado le voy a poner un ejemplo. El desarrollo


turístico que hemos tenido hubiera sido impensable sin las inversiones
públicas en aeropuertos, carreteras, regeneración de playas, paseos,
jardines, seguridad, servicios públicos, alumbrado, alcantarillado, limpieza,
….pagados por el Estado con esos impuestos que usted tanto odia. Se creó el
marco para que el empresario pudiese levantar el hotel y hacer dinero.
Lógicamente eso redundó en beneficio de todos, pero antes se iniciaron unas
actuaciones públicas financiadas con fondos públicos. Y miles de proyectos
industriales y científicos.

josvazg Says:
noviembre 1st, 2011 a las 18:03

- Precisamente España es el ejemplo de que financiar la justicia con


impuestos no es garantía de ninguna imparcialidad en absoluto, como ya
decía en mi punto anterior.

Y por favor, no hable del mercado del suelo en España de los últimos años,
el mercado MENOS libre que existe, si obviamos el financiero. El suelo se
le da a los ayuntamientos en los 80 para que se financien, no es que sea suyo,
pero como hay que pedir permiso al ayuntamiento hasta para toser cerca de
una parcela al final tenemos lo que hemos visto. Ayuntamientos donde hay
leches por el puesto de concejal de urbanismo, el de más poder después del
alcalde. Por eso es el más goloso para los partidos bisagra. Los
ayuntamientos sacan la urbanizabilidad del suelo a cuentagotas, haciendo el
suelo artificialmente escaso y cobrando más en impuestos con precios de
suelo más altos. Por no hablar de la parte ilegal, los maletines para conceder
esta o aquella obra o urbanizabilidad a tal o cual empresa. O los suelos que
tocan y se convierten en urbanizables y, oh milagro hace poco que son
propiedad de un amigo o familiar de alcalde o concejal de urbanismo…

Y por no hablar tampoco de sus compinches de las cajas de ahorros, las


comunidades que daban hasta el 100% de la hipoteca facilitando la subida
loca de precios y que los ayuntamientos no dejasen de ingresar a lo bestia.

- El Estado al final es una estructura controlada por personas, personas que


van a estar ahí un tiempo limitado, pero personas al fin y al cabo. Y lo peor
no es en si que sean personas las que lo componen, sino que NO tienen
incentivos para hacer las cosas bien, excepto quizá la vocación en su
trabajo. Pero aún así, como sus ingresos dependen de IMPUESTOS están
completamente CIEGOS acerca de si cumplen o no sus objetivos o sirven de
verdad a los ciudadanos, ya que estos no les entregan su dinero en función de
que lo estén haciendo bien o su trabajo sean necesario, sino que lo entregan
obligatoriamente. No hay forma de controlar si satisfacen la demanda o en
que grado lo hacen.

- El 84% de la deuda privada no me preocupa, solo me preocupa mi


hipoteca. ¿Sabe porque? porque la deuda privada la pagará el que se haya
metido en ella, como yo deberé pagar mi hipoteca. Además, la deuda
privada ha hecho lo que debe hacerse desde 2007, no habrá bajado, pero al
menos se ha congelado.

Sin embargo el 16% de pública si me preocupa, porque es lo que nos puede


llevar a la quiebra y porque es la que nos van a hacer pagar a todos de una
forma u otra, y es una deuda que NO hemos elegido contraer, al menos no
directamente, quizá los que votaron a ZParo sean corresponsables de ella,
pero tampoco se puede decir que votasen endeudarnos hasta las “zejas”, no
sería justo.

- Puede que una empresa americana facture más que Andorra, pero su país
matriz controla el 50% del PIB americano, y puede hacer leyes que hagan
muy difícil o imposible que esa empresa siga funcionando o emitir moneda
hasta arruinar a todos sus ciudadanos, mientras que la empresa no puede
hacer nada ni parecido.

Los impuestos no (solo) los paga la clase media o asalariados, los pagan
TODOS los que NO pueden evitarlo. Por ejemplo, las grandes empresas en
bolsa tienen que declarar sus ingresos y sin quedarse cortos, o sufrirán en
bolsa. Lo mismo ocurre con los sueldos de sus empleados que son costes
para ellos y sus empleados, ya que una buena parte del coste salarial total no
lo disfruta el trabajador ni se lo ahorra el empleador.

- No hay nada más socialista que un Banco Central: tratar de dictar los tipos
de interés y la masa monetaria que debe haber en cada momento. Se trata de
“los socialistas de todos los partidos”.

- Ya que el Estado se ha quedado con el monopolio de as infraestructuras,


más vale que use nuestros impuestos para hacer dichas infraestructuras o nos
lo devuelva y las hagamos nosotros.

gfqiqws Says:
noviembre 15th, 2011 a las 19:13

uh8W6i zbvecbyqgrto

La Economía del Empobrecimiento Común dice:


mayo 27th, 2013 a las 10:45

[...] por nuestra cuenta y con la ayuda voluntaria de los demás (nada de esto
supone asumir que el ser humano siempre sabe lo que le conviene en tanto es
completamente racional; basta con admitir que necesita ir probando y
equivocándose para aprender a tratar de ser feliz). [...]
Los rentistas no son vampiros

Darío Rusz Says:


noviembre 5th, 2011 a las 14:58

Muy sólidas razones Dr. Rallo, pero tal vez el “vampirismo” no se sustenta
en razones, tal vez debería poner Ud. en el otro plato de la balanza la
envidia, la codicia y demás bajas pasiones humanas, las cuales llevaron
siempre a la humanidad a las cacerías de brujas y/o de vampiros.
Atentamente.-

maestro Says:
noviembre 5th, 2011 a las 18:59

Señor Rallo:
Tengo una curiosidad desde hace tiempo que no me ha despejado todavía.
¿Qué opina usted de todos aquellos que invierten o consumen por motivos
diferentes a la maxmización del beneficio?
¿Le parece cabal la ISR o los boicots de compra? ¿Entran en su modelo?

dsklp Says:
noviembre 6th, 2011 a las 0:15

Pero no todas las empresas tienen un exito economico inmediato,algunas


necesitan tiempo para desarrollar proyectos,investigar y esto a veces lleva a
no tener beneficios.En estos casos los bondadosos rentistas,que van
repartiendo tiempo,veran que su beneficio esta en el aire y seguramente
invertiran en otra cosa que les garantice su 4 o 5%,y estos otros beneficiados
por la loteria del tiempo se veran obligados a rentabilizar al maximo su
empresa,lo que les llevara a no hacer muchas innovaciones y dejar la
investigacion para los otros.
De esta manera los rentistas tambien condicionan negativamente el
desarrollo y la innovacion,pues hay algo que tienen y es la libertad de
invertir o no y por su puesto todo el tiempo necesario para pensarselo

GRN Says:
noviembre 6th, 2011 a las 15:42
dsklp, no olvide que después de la libertad de invertir viene la valoración
subjetiva y por tanto los perfiles de riesgo.
El tiempo no es una lotería, necesitas más o menos según el nivel de
complejidad. A menos que ese beneficio esté en el aire por la ineficiencia de
los gestores que entonces objetivamente es mejor no invertir y forzarlos a
liberar los recursos que están desperdiciando.
En su supuesto también el análisis del rentista tiene repercuciones positivas.

dsklp Says:
noviembre 6th, 2011 a las 23:48

Yo me refiero al beneficio que busca siempre el rentista,que despues de


valorar riesgos decide donde jugarse el dinero.Asi visto contribuye a que
haya una seleccion y los menos eficientes se queden fuera del mercado.Pero
no todo debe medirse con criterios de rentabilidad inmediata porque pudiera
ser que otros paises al tener unos costes laborales menores fueran siempre
mas competitivos y llegar a crearnos una excesiva dependencia de estos.
Ultimamente,espero que no sea un sintoma de algo,leo las etiquetas de las
latas;y en las de esparragos veo que muchas son de china o peru.
Aqui se crian esparragos,los de navarra tienen su fama,y pienso que a que
precio tendran que venderlos y trabajar en esos paises para que resulte
rentable traerlos hasta aqui.En este negocio alguien invertira y esa inversion
favorece las malas condiciones salariales en esos paises y hunde la
produccion aqui.Esto se puede trasladar a mas productos y otros sectores.
El que sea mejor negocio a corto plazo puede volverse contra nosotros ¿no
seria mejor dar credito a la exportacion y buscar mercados para nuestros
productos?Quiero decir que las inversiones tengan un objetivo a largo
plazo,y tambien su rentabilidad mas inmediata.
Seguro que habra inversores de todas clases y muchos,pero me parece
peligroso que haya una tendencia que acabe creando problemas y que la
regulacion que imponga el mercado sobre los gestores ineficientes no
compense estos riesgos

GRN Says:
noviembre 7th, 2011 a las 1:31

Voy a hacer un paréntesis al tema del rentista e intentaré aclarar el ejemplo.


Lo que está ocurriendo en este caso con los espárragos no es una peligrosa
estratégia de dependencia esparraguil chino-peruana por culpa de los
rentistas. Lo que están haciendo tanto chinos como peruanos es lo que hemos
hecho nosotros, y todos los países, cuando nos decidimos a participar en una
economía de mercado internacional; producir aquello que estamos en
condiciones para exportar, pillar reservas en divisas e intentar prosperar.
Y eso no es peligroso para nosotros, al contrario, es necesario para poder
pasar al siguiente escalón. Por ejemplo… producir espárragos pero de alta
calidad.
Fruto de la herencia (ahorro) de cuando eramos nosotros quienes vendíamos
los esparragos más baratos, ya que teníamos costes laborales más bajos que
el resto de Europa, tenemos ahora mejores bienes de capital (mejor
maquinaria de producción) y podemos elaborar productos de mayor valor
que compiten por márgen (poco y excelente) en vez de por rotación (mucho y
normal).
De hecho se me ocurre que podría ser un caso típico de rentista español el
hijo de un agricultor de espárragos de los años 80′ 90′.
Además, el que podamos adquirir espárragos más barato no solo favorece a
sacar de la pobreza a chinos y peruanos así como a mejorar nuestra
estructura productiva, sino que tambíen nos ayuda a exprimir mejor nuestra
renta. Lo que podría ser en este caso, gastarnos menos dinero por los mismos
espárragos y comprar bienes y servicios españoles que no puedan ser
fabricados en el exterior, como los pinchos de Navarra. O incluso gastarnos
menos en la lista habitual de la compra y poder comprar esos espárragos
gourmet de Tudela para una ocasión especial con nuestros amigos. O que
puñetas, que los pinchos se hagan con esos super-espárragos y que se cree la
opción turística de ir a comer pinchos a Navarra. Ya no se exportaría solo
espárragos, se exportaría Navarra entera como destino turístico. Tal y como
ha pasado.

No se preocupe de donde invertirán los que ya han demostrado saber


complacer a consumidores (rentistas), preocúpese de que de verdad lo
puedan volver a hacer. ;-)

Un saludo.

aversiahora Says:
noviembre 7th, 2011 a las 3:05
Pero… ¿rentistas no somos todos? ¿No tenemos todos ahorrillos en el banco,
en un fondo de inversión o en la Bolsa? ¿O es que ser rentista es malo solo a
partir de un umbral que, por supusto, está justo por encima de mí?

¡Bueno! Rectifico. Hay mucha gente que vive al día. A ver si nos ponemos a
perseguir a los rentistas, pensando que vamos a “crujir” al prójimo… y
resulta que soy yo el “crujido”.

rberzal Says:
noviembre 7th, 2011 a las 11:30

Los rentistas son fundamentales para el correcto funcionamiento de la


economía ya que son los que financian los proyectos empresariales que
permiten que podamos tener bienes de consumo baratitos.

¿Quien podría montar un pequeño taller si no pudiese alquilar un local para


probar los primeros años?

Incluso hay empresas que están toda la vida de alquiler simplemnete por que
son capaces de sacar mejor rendimiento al dinero en su actividad que
invirtiéndolo en tener una sede física. Ahí tenemos al indigente Botín, tiene
una empresita que no está nada mal, en su día vendió todas las oficinas y
ahora vive de alquiler, (al menos en España).

dsklp Says:
noviembre 7th, 2011 a las 12:27

Como es la hora del “vermu” voy a seguir con los esparragos.


Lo que hace mas competitivos a china,peru y otros paises son los menores
costes de produccion.Los sueldos son de subsistencia y no les ayudan a
desarrollarse como pais,ya que ganando poco se puede consumir
poco.Tambien esta otro problema ,que nos afecta a todos,y es que para hacer
rentable la exportacion de productos que tienen tan poco valor,no solo los
salarios han de ser de risa,las condiciones de produccion,de respeto al
medio ambiente,de sanidad etc. no tienen nada que ver con las que son
obligatorias en europa,y que encarecen los productos a cambio de un mejor
futuro para todos.
Ahora bien despues de haber envenenado el mundo ,los paises desarrollados
no tenemos autoridad moral para negar el derecho que tienen los paisas
emergentes a desarrollarse a costa de contaminar y explotar a sus
ciudadanos.
Por esto la contribucion de los inversores ayudando a mantener estas
situaciones tiene un fondo de injusticia,de inmoralidad que va a hacer que
deje los esparragos y me pase al pan con ajo

GRN Says:
noviembre 7th, 2011 a las 16:02

-Los sueldos son de subsistencia y no les ayudan a desarrollarse como


pais,ya que ganando poco se puede consumir poco.-

¿Ha visto alguna vez los datos de PIB de China? ¿Sabe que han salido 500
millones de persona de la pobreza? ¿Sabe que el continente desarrollado sin
autoridad moral le está pidiendo ayuda financiera?

-para hacer rentable la exportacion de productos que tienen tan poco


valor,no solo los salarios han de ser de risa,las condiciones de
produccion,de respeto al medio ambiente,de sanidad etc. no tienen nada que
ver con las que son obligatorias en europa,y que encarecen los productos a
cambio de un mejor futuro para todos.-

Si el frasco de espárragos que usted tuvo en sus manos ponía -made in china-
es que pasó la aduana europea, luego su producción tiene que cumplir con
los controles fitosanitarios que marca la Comisión.

-los paises desarrollados no tenemos autoridad moral para negar el derecho


que tienen los paisas emergentes a desarrollarse a costa de contaminar y
explotar a sus ciudadanos.-

¿Nos rendimos al aislamiento internacional entonces?

dsklp Says:
noviembre 7th, 2011 a las 22:32

Si salir de la pobreza es trabajar 10 horas diarias 7 dias a la semana por 300


euros ¿como estaban antes?Lo mas importante de la riqueza es como se
reparte,el pib per capita.
¿Quien no ha visto a los habitantes de las ciudades chinas andar con
mascarillas por la contaminacion?¿y los rios como estan?
Tambien los deportistas pasan controles antidoping y pasa lo que pasa,de
todas formas no hay porque desconfiar de los productos extranjeros a priori

GRN Says:
noviembre 7th, 2011 a las 23:25

Si no trabajar es morirte de hambre. Así es como estaban antes. Ahora


menos porque el partido está entendiendo la misión del rentista o ahorrador.
Y progresivamente de la libertad de mercado, es decir, de la libertad de
elección económica del ahorrador. Ellos lo están entendiendo, enseñando y
aplicando. Nostros confundiendo, ignorando y desprestigiando. Tal y como
acabamos de ver en la televisión. :(

josvazg Says:
noviembre 8th, 2011 a las 13:33

Esquizofrenia.

Somos esquizofrenicos.

Resulta que se nos llena la boca hablando de la investigación y el I+D y la


inversión en educación, etc cuando realmente no creemos en ellos porque
despreciamos el AHORRO.

El AHORRO es el origen último de que podamos Investigar o no, o


formarnos o no o formar a otros.

Por eso digo que NO tenemos una ACTITUD adecuada para la Investigación
o la Tecnología.

Si despreciamos el ahorro y lo penalizamos, ¿como podemos aspirar a la


Investigación y la tecnología de verdad?

No es coincidencia que donde hay “Cultura del Ahorro” surge la


investigación y los desarrollos tecnológicos…. y los rentistas, claro. Y
donde no tenemos esa cultura, pues surge mucho menos, claro.

Por cierto, Profesor. A parte de esquizofrénicos somos además unos


hipócritas, me explico:

En España desde la Edad Media siempre ha habido un gran desprecio al


trabajo, y no solo por parte “de los nobles” hacia “los villanos” o “los
burgueses”, sino en general. De hecho a día de hoy subsiste en el
subconsciente colectivo-sindicalista medio; “trabajas porque no te queda
otra, que si no… ya que el trabajo es casi denigrante y siempre te están
explotando… el trabajo es como una excusa para recoger el salario, es el
castigo de las ‘clases bajas’…”

Es decir, que en el fondo, todo el mundo quiere ser rentista y no trabajar y a


la vez se condena (y envidia) a los que lo consiguen, por mucho que cumplan
una función esencial en la economía.

josvazg Says:
noviembre 8th, 2011 a las 13:47

Ojala yo pudiese ser (mayormente) rentista… quizá no dejase de trabajar,


pero no es lo mismo trabajar por necesidad pura que por gusto. Cuando
todos tus ingresos no dependen de ello te puedes tomar las cosas de otra
forma.

Arturo Says:
noviembre 11th, 2011 a las 15:45

Estimado josvazg,

En la economía en la que vivimos, ahorrar es malo. Es simplemente la peor


opción: el dinero pierde valor demasiado deprisa como para que ahorrar
sirva para algo. Además, el gobierno grava a los ahorradores y desgrava a
los deudores.

Téngase el siguiente ejemplo de una familia trabajadora de clase media que


viven de alquiler para no endeudarse y poder ahorrar: ahorran 500 euros al
mes durante años y tienen unos ahorros de 60.000€. Están orgullosos por
ahorrar y no tener deudas como sus amigos.

Acto seguido, llega una persona como yo y pido prestados sus 60.000€ para
adquirir una propiedad inmobiliaria financiada al 80%. Adquiero esta
propiedad mediante una hipoteca, pago una letra mensual de 380€ y la pongo
en alquiler por 600€. ¿Y mis inquilinos quienes son? Precisamente la familia
que ahorra.

Y además de pagar alquiler sobre una propiedad adquirida con su dinero por
otra persona, sus ahorros pierden valor a razón de un 10% anual por
inflación.

Ahorrar es la causa de la lentitud financiera de la clase media.

Saludos.

Arturo Says:
noviembre 11th, 2011 a las 15:54

Como nota adicional -del ejemplo anterior-, yo obtendría 60.000€ libres de


impuestos del banco en apenas unos días. ¿Pero cuanto tardaría en ahorrar
60.000€ trabajando? Teniendo en cuenta que los empleados y autoempleados
pagan unos impuestos del 40% -entre directos e indirectos-, tendría que
ganar la friolera de 100.000€ para poder ahorrar 60.000€. En este juego,
gana quien mueve dinero más rápido y la deuda es la mejor manera. Saludos.

aversiahora Says:
noviembre 17th, 2011 a las 14:11

Sin duda. Para eso están las crisis, para que la familia ahorradora se busque
un alquiler más barato porque ahora solo puede pagar 250€ (te has quedado
muy corto con el precio del alquiler, ¿no?), tú no consigas mejor oferta que
esos 250€ y no seas capaz de pagar la hipoteca, te embarguen el piso y aún
debas dinero al banco. Jeje. ¡Justicia divina!

Pero, probablemente, tú (como todos los demás hipotecados) estarás


convencido de que eso que te ha pasado es injusto y, si sois mayoría,
conseguiréis que el Gobierno haga una nueva ley para que las pérdidas de tu
impago las paguemos entre todos. Con lo cual, volvemos a tu premisa
central, muy bien vista. Solo el matiz de que así funciona todo: lo que para
esa familia es injusto, para ti (el “ti” del caso hipotético que cuentas, quiero
decir) no puede ser más justo. ¿Qué será “lo justo” en términos sociales? O
sea, ¿para quién legislarán los políticos? ¿Para la minoría, en contra de la
mayoría, porque es lo decente? ¡A que no!
La deuda pública es un fraude

Rberzal Says:
noviembre 11th, 2011 a las 21:59

sr rallo: es usted un monstruo,casi me da miedo,que capacidad de analisis.


enhorabuena

dsklp Says:
noviembre 12th, 2011 a las 0:18

El estado se endeuda porque no tiene suficiente con los impuestos para


mantener los servicios por los que les cobra a los ciudadanos y a la vez
mantener su desmesurada estructura.Cada vez es mas grande,con nuevos
niveles de administracion,mas funcionarios y cada vez da peor servicio.
Esto hace que tenga un equilibrio muy delicado y que en epocas como la
actual,al aumentar el paro y reducirse sus ingresos,se vea obligado a
endeudarse todavia mas.
¿un estado mas pequeño,con un gasto mas eficiente? Si,pero ahora ya nos
pilla tarde
El beneficio de la deuda publica.Una parte seria el bienestar de los
ciudadanos,la paz social.La otra parte seria la fomosa parte contratante de la
primera parte…

JuanC Says:
noviembre 12th, 2011 a las 6:32

Señor Rallo. Tres cosas:


1) Opino como Rberzal: Es usted un monstruo. El Rolls Royce de los
economistas. Por cierto; su logo es exacto al de la marca Rolls Royce. Al
principio me dije; “mira qué simpático que copia el símbolo de la marca de
la excelencia automovilística”. Pero ahora le digo que se lo tiene bien
ganado. ¿No se han querellado contra usted? :))

2) Dice que la deuda pública no es totalmente segura, desde el momento en


que la inflación es una forma de impago parcial. Pero supongo que la
inflación no sólo impaga parcialmente la deuda pública; sino a todas las
inversiones, ¿no?
3) He oído en varias ocasiones que el Banco Central crea e inyecta dinero en
la economía, cuando compra deuda pública. De ser así, la deuda pública
sería imprescindible ¿no?
Un día nos tiene que contar a los que no somos economistas cómo crean los
bancos centrales el dinero “tocable” (monedas y billetes de euro). No hablo
de los “medios de pago alternativos” o “promesas de pago” de los bancos
comerciales, que ya explicó usted en su día.

BlindSmile Says:
noviembre 12th, 2011 a las 9:45

La verdad, Rallo. Nunca me había parado a pensar en la deuda pública


desde esta perspectiva. Felicidades por el artículo.

Stirner Says:
noviembre 12th, 2011 a las 9:49

Que la deuda estatal no se paga es tan antiguo como la prostitución, y que


incluso país tan liberal como los EE.UU ya lo hizo con Cuba o Filipinas
(deuda odiosa), tal vez de ahí venga lo de “más se perdió en la guerra de
Cuba”.

Y más recientemente tenemos el caso de la deuda de Irak, por supuesto


también declarada odiosa por los norteamericanos tras su invasión. Y
muchos en Grecia están luchando por lo mismo, por declarar odiosa su
deuda, …

observador Says:
noviembre 13th, 2011 a las 17:59

Pero de dónde se ha sacado semejante idiotez. Doctor en economía, de qué.


Alucino. O sea que la deuda pública es un fraude, quizás quiso decir la
deuda privada, esa sí que es un fraude. Cuántas estados comparado por
ejemplo con los bancos ( que se supone son lo más seguro en inversión) han
quebrado más.
Que no es productiva la deuda pública; con que se hacen carreteras,
hospitales, aeropuertos,puertos, investigación,defensa, seguridad, etc, etc;
con deuda pública. Y que es la deuda pública si no crédito solicitado para
producir dichos bienes. Solicitados a los ahorradores, desde luego, no a los
que dilapidan sin ton ni son. El problema de España, como usted bien sabe
es el escaso ahorro del que dispone, por eso, por eso, tenemos los
problemas que tenemos. De acuerdo que hay que racionalizar el gasto, mas
bien el despilfarro, pero eso es otra cosa. La deuda pública esta avalada por
toda la riqueza que tiene el país. el impago de la deudas públicas referidas
le falta la reseña de que el impago es debido a guerras. Y desde luego la
deuda pública está muy lejos de chiringuitos piramidales y otras malas
hierbas, que seguro usted conoce mejor que todos nosotros.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 13th, 2011 a las 18:06

Relea un poco anda: “no estoy afirmando que el Estado no puede hacer
nunca un uso productivo de los recursos que maneja; lo que sí digo es,
primero, que el Estado no selecciona sus inversiones en función de la
rentabilidad esperada de las mismas (básicamente porque no puede
conocerla) y, segundo, que el repago de la deuda pública no depende del
devenir de esas inversiones”.

¿Me puede informar de cuál es la TIR de construir una carretera? ¿Y el coste


del capital captado en caso de que se sometiera al riesgo de real de no ser
recuperado si la carretera no proporciona frutos suficientes? Pues si no
conoce ni la TIR ni el coste del capital, no puede decir si una inversión crea
más riqueza que aquella que destruye. Así de simple. Pero con la deuda
pública nada de esto importa, porque se paga vía impuestos, no vía
rentabilidad directa de la inversión.

Nostradamus Says:
noviembre 13th, 2011 a las 18:31

Observador, así que la deuda pública sirve para hacer hospitales, carreteras,
seguridad…, entonces, ¿para qué diablos sirven los impuestos que pagamos?
En los últimos tres años la deuda pública casi se ha doblado (hablo de
memoria) entre 300.000 y 400.000 euros más, según usted, las carreteras se
deben asfaltar con oro y ¿dónde están los hospitales?, ¿dónde el material de
defensa?, vamos hombre, no debe tomar tan en serio los mensajes del Gran
Hermano.

Stirner Says:
noviembre 13th, 2011 a las 19:01

La deuda pública? menudo atraco, y por cierto no hace falta estar en guerra
(aunque no veo por qué las guerras no se han de pagar), tenemos Ecuador y
Argentina y Haití muy recientemente. Y estamos en proceso de impago en
Túnez, e imagino que pronto el resto de países donde se ha derrocado a
dictadores en la “primavera árabe”.

Y por supuesto, veremos que pasa con Europa … y es que el Estado es un


atracador que ni siquiera paga por las “armas” que utiliza …

JuanC Says:
noviembre 14th, 2011 a las 7:25

A los que no sois observador: ¿Cómo le podéis responder con tecnicismos


económicos a un “personaje” que comienza su entrada faltando al respeto,
tachando de idiotez el artículo, despreciando el doctorado en economía de
Rallo, y terminando de la misma manera?

BlindSmile Says:
noviembre 14th, 2011 a las 10:41

@JuanC
Totalmente de acuerdo con usted.

@observador
Ojalá todos los doctorados en Economía fueran como Rallo, seguro que no
padeceríamos nada de lo que estamos padeciendo actualmente.

JuanC Says:
noviembre 15th, 2011 a las 3:42

@BlindSmile
Ya; pero Rallo respondió al otro y no a mi.

josvazg Says:
noviembre 15th, 2011 a las 8:10

El Estado solo puede financiarse de 3 maneras, a cada cual más vil y


miserable:
1) IMPUESTOS, que son inmorales pero por lo menos son un robo directo,
cas “honrado”, sabes claramente que te están robando. Te dicen que es para
hacer Carreteras, Hospitales y Colegios, y si, algo de eso hacen también,
pero la verdad es que todo lo que toca el Estado (sanidad, infraestructuras,
educación) es cada vez más caro y cada vez de peor calidad. Y al mismo
tiempo tenemos que ver las comilonas, viajes a todo trapo, cochazos
oficiales, embajadas innecesarias y otras tonterías en las que dilapidan
NUESTRO dinero (el dinero de TODOS, que no el dinero de NADIE).

2) DEUDA PUBLICA, que es indolora al ciudadano al principio, pero que


acaba convirtiéndose en INFLACION e IMPUESTOS. Solo sirve para que el
Estado pueda gastar más de lo que ingresa, cosa que nadie más que los
Estados pueden hacer durante tanto tiempo como hacen ellos. Es una forma
vil de robar por la espalda a los ciudadanos, pero no la más vil de todas…

3) (HIPER)INFLACION, que es sin lugar a dudas la forma más vil, rastrera


y miserable de robar a la gente sin que casi se den cuenta. Las síntomas
aparentes son que “los extranjeros son unos asquerosos que nos venden sus
mercancías a precio de oro” porque, claro, lo que no se ve es que “nuestra
moneda ya no vale ni el papel en la que se imprime”, y no es culpa de los
extranjeros, sino de quien controla la moneda.

josvazg Says:
noviembre 15th, 2011 a las 8:19

El Estado es completamente CIEGO a la eficiencia:


- No tiene NINGÚN INCENTIVO para ahorrar en sus operaciones y
servicios.
- No sabe el grado de satisfacción REAL que los usuarios de sus servicios
tienen, ya que el dinero para pagarlos es obtenido por la fuerza de todas
formas, les gusten o no esos servicios a los ciudadanos. Y claro, servicio
que ya estás pagando de todas formas o que crees que es gratis lo explotas
hasta el fondo, “voy al ambulatorio a que me receten algo…”.
- No existe cultura ni costumbre alguna de replantearse las cosas, los costes,
los plazos, la eficiencia de los procesos… REPLANTEARSE las cosas es la
semilla de la INNOVACION. Lo público y la burocrático es justo la actitud
contraria a la innovación.
Es más, desde un punto de vista PRO-Estatista y no liberal, es decir, alguien
que quiera que el “Estado del Biengastar” continúe más o menos como hasta
ahora por más tiempo, la actual coyuntura es una OPORTUNIDAD ÚNICA
para replantearse las cosas, reducir gastos e intentar “HACER MAS CON
MENOS” en lo público, cosa que NUNCA más se va a replantear de nuevo
hasta que las cosas estén otra vez tan mal como están ahora.

josvazg Says:
noviembre 15th, 2011 a las 8:29

Sobre los “malditos” mercados y su supuesto maltrato.

No seamos hipocritas, a todos nos gusta ganar dinero, ser más ricos que
antes. Y a todos nos gusta que nos devuelvan lo que prestamos, y con
intereses. Si pensamos que no nos lo van a devolver, lo que hacemos es
dejar de prestar más, de hecho prestar más caro no es TAN drástico como
dejar de prestar del todo.

Ahora vemos que está claro que el “sentimiento del Mercado” ha ido
cambiando de la siguiente manera:
- En 2008 y 2009 se daba crédito a las PROMESAS de los políticos, se
creía que llevarían a cabo las reformas necesarias y que podrían pagar las
deudas que estaban empezando a adquirir.
- En 2010 ya las promesas no valían, hacia falta ver MEDIDAS concretas
anunciadas y en vías de aplicación.
- A lo largo de 2011 se ha pasado de requerir medidas a exigir
RESULTADOS. Ya no valen anuncios, ni medidas concretas, ya solo cuentan
resultados positivos. No queda tiempo para marear más la perdiz.

josvazg Says:
noviembre 15th, 2011 a las 8:30

Básicamente, no puedes engañas a todo el mundo (al mercado) por siempre.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 15th, 2011 a las 13:36

JuanC,
2) No, la inflación no afecta por igual a todos los activos. La bolsa, en cierto
modo, puede protegernos contra la inflación, ya que muchas empresas ven
aumentar sus ingresos con la misma.
3) Hoy en día el dinero del banco central sí está respaldado por deuda
pública, pero por una fracción no demasiado considerable de ésta. Por tanto,
podría reducirse de manera muy considerable sin afectar a la “oferta
monetaria”. Aparte, de que el banco central podría respaldar sus emisiones
con otros activos. Aquí explico más o menos el proceso:
http://juanramonrallo.com/07/08/2011/%C2%BFcomo-crean-dinero-los-
bancos/

JuanC Says:
noviembre 21st, 2011 a las 7:31

Gracias Rallo:
Dices que el dinero del banco central sí está respaldado por deuda
pública, pero por una fracción no demasiado cosiderable de ésta. ¿Quieres
decir que NO TODA la deuda pública se utiliza para crear moneda, pero sí
que toda la moneda se crea con deuda pública?
Gracias.
¿Quién es el culpable del exceso de deuda privada?

David Díaz Says:


noviembre 19th, 2011 a las 10:47

Totalmente de acuerdo, una explicación clara de la situación actual. El


intervencionismo publico en los bancos centrales llevando los tipos a
niveles artificiales. Estamos en una situación que no tenemos ni capitalismo
ni liberalismo, sino intervención del estado en la economía forzando tipos
bajos. Con los tipos bajos pretenden sacarnos de la crisis economiza, en vez
de intentar aumentar productividad y permitir que los emprendores no
sucumban a la burocracia publica y a los impuestos, lo fácil bajo a bajar los
tipos, simplemente es estupido y suicida. Debemos volver al patrón oro o a
algo que no permita tipos irreales. Yo me considero indignado pero hay que
saber enfocar el problema, contra los Estados y bancos centrales, el pecado
original. Lo peor de todo es que seguimos con tipos bajos, ignorando el
problema, hay que subir los tipos y crear un mundo justo, en que existan
ahorradores e inversores y asumir que somos mas pobres. Pero me temo que
la naturaleza del hombre se inclina a no tener un mundo justo, sino a saltarse
la reglas y buscar atajos, eso a la larga nunca funciona, desde el comunismo
al socialismo. Hay que divulgar más este tipo de artículos, sigan informando,
gracias. Saludos desde Canarias.

A. Romero Says:
noviembre 19th, 2011 a las 11:43

Un gran artículo. Adjunto un link que he encontrado en internet, en el que


podemos ver, sobre la base de los balances de los bancos centrales de
EEUU, Eurozona y Japón, cómo se ha incrementado la oferta de dinero desde
el año 2.000:
http://blogs.forbes.com/michaelpollaro/files/2011/11/RTMSGlobal-11-
17.pdf

El gráfico correspondiente a la comparación de “uncovered money


susbtitute”, “covered money susbtitute” y “currency” de cada uno de ellos es
revelador. Queda en entredicho la famosa “ortodoxia” de nuestro Banco
Central Europeo, para quien piense que no tiene comparación con la Fed.
Fran Fernández Says:
noviembre 19th, 2011 a las 11:50

Sr. Rallo, fantástico artículo sobre el intervencionismo público, pero tengo


una duda que me gustaría resolver. Según tengo entendido lo que nos ha
permitido crecer y que la riqueza se distribuya a un mayor número de
personas fue abandonar el patrón oro, y usted hace referencia a que
deberíamos volver a él o a otro factor tangible de liquidez. ¿No nos
empobrecería una rigidez tan extrema como la del patrón oro dado su escaso
volumen y la amplitud de nuestra economía?
Saludos.

Juan Ramón Rallo Says:


noviembre 19th, 2011 a las 12:20

No, no lo habría hecho: http://juanramonrallo.com/24/06/2011/pero-


%C2%BFhabria-suficiente-oro/

dsklp Says:
noviembre 19th, 2011 a las 13:09

El estado,quizas por una maldicion,tiende a crecer y a infiltrarse en todas las


partes de la sociedad,a crear nuevas formas de estado que controlen todo
tipo de relacciones,presonales,comerciales..todo.
Mantener un estado cada vez mas grande e intervencionista y hasta en
demasiadas ocasiones ineficaz y corrupto no es barato.El estado se financia
cobrando impuestos a los ciudadanos,pero por su crecimiento tiene que
subirlos continuamente e incluso crear impuestos nuevos.
Es necesaria cada vez mas madera para alimentar esta caldera de quemar
dinero,por eso tiene que hacer que la economia no se pare,que crezca a
credito o como sea,pues para el estado lo primero es mantenerse.LLegara un
dia que casi todos seran estado

Vicente Says:
noviembre 19th, 2011 a las 16:07

Enhorabuena Juan Ramon, una explicación muy convincente de la


manipulación monetaria por parte de los estados intervencionistas. Se
deduce de tu explicación que los tipos de interés, impuestos por el mercado
siempre obtendrían mejor resultado y adecuación entre oferta y demanda,
que las políticas impuestas por cuatro sabios, que se creen en posesión de la
verdad absoluta.

aversiahora Says:
noviembre 19th, 2011 a las 16:54

La única razón por la que hacemos políticas inflacionistas es sociológica, no


económica. Simplemente, a la mayoría social, que es lo que decide las
elecciones (nunca olvidemos esto), no le gusta que le bajen el sueldo
nominalmente, aunque eso no conlleve pérdida de poder adquisitivo porque
los precios bajan en la misma cuantía. Sin embargo, sí tolera mejor que le
suban el sueldo un 3%, aunque los precios suban un 5%. Es uno de esos
procesos mentales peculiares que tenemos los seres humanos, como esa
gente que prefiere pagar con tarjeta porque así no ve el dinero saliendo de su
mano y le duele menos.

De hecho, buena parte de lo que decía Keynes sale de esta peculiaridad.

Rberzal Says:
noviembre 19th, 2011 a las 19:08

enhorabuena sr rallo, no ha caido un la tentacion en la que caen otros


pseudo-analistas de culpar de todo a los ciudafanos. Como ya he dicho en
otras ocasiones ante esta abalancha de dinero e inflaccion e encubierta la
unica salida que tenian los ciudadanos ante la constante perdida de poder
adquisitivo para un bien de primera nevesidad como es la vivienda fue traer
del futuro sus ingresos y protegerlos de la escandalosa devaluacion.

Rberzal Says:
noviembre 19th, 2011 a las 19:14

avalancha

José Says:
noviembre 19th, 2011 a las 22:09

Totalmente de acuerdo el no intervencionismo del sector financiero con toda


seguridad traería consigo la responsabilidad de este y un beneficio clarísimo
en un corto período de tiempo.
Un saludo.

Priede Says:
noviembre 19th, 2011 a las 23:44

Siempre interesante lo que escribe J.R. Rallo. Y además muy didáctico,


explicado con orden. Me gusta por eso: a medida que voy leyendo me surgen
las preguntas y unos párrafos después encuentro las respuestas. O bien en
otro texto vinculado. Es el caso de este artículo de Rallo, donde la
explicación se encuentra en un artículo anterior: El mito del ahorro chino,
otra vez donde describe cómo China lo que hizo no fue ahorrar sino financiar
a su principal cliente, Estados Unidos, comprándole bonos del Tesoro con
los dólares de sus reservas, es decir, que la compra de bonos de China
resultaba imprescindible para que Estados Unidos pudiera seguir
comprándole manufacturas a la vez que China financiaba su expansión
económica interna. Falta añadir que de ese modo ‘tan artificial’ también se
financiaba Estados Unidos. Y a tal punto era así –y continúa siendo– que una
caída de sus importaciones repercutía de inmediato en un aumento de la tasa
de desempleo en EEUU. Por tanto, el mal es sistémico y no fruto de una
irresponsabilidad. Por eso solo hecho en falta que J.R. Rallo dé un paso
más, un pasito: el porqué de esas maniobras financieras.

¿Acaso Occidente –con la excepción de Alemania y Japón y algunos


otros países productores altamente competitivos– le quedaba otra opción
que fabricar dinero para mantener los niveles de vida que tenemos? ¿Qué
ocurrirá si todos los BRIC y toda Asia logran mantener sus niveles de
crecimiento prescindiendo de los fabricantes de billetes occidentales, ya que
los hechos que día a día se suceden apuntan a que el BCE europeo seguirá la
estela del banco de Inglaterra y la FED, esto es: monetizar deuda? Hay que
tener en cuenta que el crecimiento de Iberoamérica y África se debe al
comercio con China y la India y la dependencia que tenían de Europa y
Estados Unidos ya no es la que era hasta hace bien poco tiempo.

Por otra parte a esto que dice Rallo habría que darle una explicación similar
a la que hace con ‘el falso ahorro chino’ y la canalización de dólares
convertidos esta vez no en yuanes sino en euros:“Algunos economistas
afirman que durante esos años nos estuvimos financiando con cargo al
ahorro alemán y chino, pero, de nuevo, la financiación extranjera que
entraba en nuestro país no era ahorro, sino crédito alemán y chino que
superaba en mucho el ahorro interno de esos países. Sólo es necesario
acercarse al balance de cualquier banco alemán para comprobar que el
plazo de los créditos que concedieron esos bancos era muy superior al de
las deudas que creaban para sufragarlos; es decir, los alemanes no
estuvieron dispuestos a ahorrar durante todo el tiempo como el que se nos
permitió a los españoles gastar en exceso a cuenta de esos alemanes”¿Por
qué Alemania guardó silencio cuando Goldman Sachs ayudaba a Grecia a
falsear sus cuentas? “Pero Draghi tiene una singularidad: entre enero de
2002 y diciembre de 2005, fue alto ejecutivo de Goldman Sachs, el gran
banco de inversiones estadounidense que durante esos mismos años estaba
ayudando a Grecia a ocultar su deuda a través de instrumentos financieros
opacos, operación conocida como swap.

http://www.publico.es/dinero/404437/exejecutivos-de-goldman-sachs-
copan-instituciones-clave-en-la-crisis

¿Por qué el nuevo primer ministro italiano, también el griego y el presidente


del BCE son hombres de Goldman Sachs, ese banco de inversión
responsable del desastre financiero en el que se encuentra Occidente y que
tras la debacle se le autoriza a convertirse

en un banco comercial?
¿Tan bobos eran que no sabían lo que hacían? ¿No es esta la prueba de que
a Occidente, y especialmente a Estados Unidos, no le quedaba otro
remedio que hacer lo que ha hecho? Lo único que podemos decir es que
‘se les fue la mano’, especialmente a Alemania.

El patrón oro llevó a la quiebra a la Administración Nixon, quiebra que se


encubrió forzando los Estados Unidos al resto del mundo a que el dólar
continuase siendo la moneda patrón del comercio mundial y que este no
estuviese vinculado al oro sino a su banco central, la FED. Años después
vimos lo mismo con el Banco de Inglaterra y la economía de Gran Bretaña.
Lo mismo Japón. ¿Puede hacer lo mismo la UE? ¿Qué explicación tiene que
los hombres de Goldman Sachs se pongan al frente de Grecia, Italia y el
BCE? ¿No refleja eso que el problema es sistémico, y que el mismo
problema de financiación del estado de bienestar que aqueja a Europa es el
que afecta a Estados Unidos no solo con la financiación de sus servicios
públicos sino sobre todo con sus fuerzas armadas, ya que solo Estados
Unidos consume el 41,5% del gasto de armamento total en el mundo? ¿Hay
otra manera de financiarse que no sea esa?

Me temo que el patrón oro (la mayor parte de las 150 mil toneladas
existentes está en manos de los bancos centrales) lo único que conseguirá
será constreñir el dinero en circulación, y en ningún caso será garantía contra
la inflación, puesto que la paridad con el oro puede ser cambiada cuando
convenga, aunque también es cierto que de ese modo la inflación no se podrá
ocultar o falsear, tal y como viene sucediendo con ese pastiche que es el
IPC, tanto en España como en el resto del mundo. (La mayor parte del gasto
en España se va en pagar la vivienda, pero esta, curiosamente, no pondera en
el IPC, y los valores que sí lo hacen ponderan de manera arbitraria).

Rallo ve la economía como un médico ve la enfermedad, pero no entra en los


problemas que la envuelven y que son causa directa de su aparición. Rallo
quiere que el minero abandone la mina para que la silicosis no siga en
aumento, o que el trabajador por horas no padezca de estrés; pero el
problema es que alguien tiene que extraer el mineral y los obreros ya no
pueden vivir al lado del trabajo, sino que necesitan tres horas diarias de
desplazamiento, y lo mismo mujeres que hombres. ¿Que se divorcien? ¿Que
abandonen a los hijos? ¿Qué tiene que hacer Occidente para competir en
costes de producción con Oriente? Porque resulta que la tecnología punta
que aumente nuestra productividad también la pueden desarrollar los
asiáticos, de hecho Japón lo viene haciendo desde hace muchos años.

Para acabar: con las reservas Alemania no hizo exactamente lo mismo que
China: ni compraba deuda norteamericana ni expandía el mercado interno,
pero sí facilitó el crédito en euros a los países periféricos y transformó los
dólares de sus exportaciones no en yuanes sino en euros: “Por eso Alemania
necesitaba el euro. Por eso no le importó que Grecia falsificara sus
cuentas o que nadie cumpliera con Maastricht en 2002. Los ciudadanos
del Sur se hipotecaban en euros cuando en la realidad lo eran en
dólares, dado que las obligaciones de sus entidades con las alemanas y la
FED eran en dólares. Así, parte de la deuda de los españoles se financió
con dólares del Plan Rubin.”

Pero pagamos en euros


http://www.cotizalia.com/desde-londres/hombre-listo-mundo-
20100601.html

Stirner Says:
noviembre 21st, 2011 a las 0:35

No tengo muy claro lo expuesto en el artículo, tal vez sea necesaria una
aclaración.

Es cierto que el Estado Español es uno de los menos endeudados, incluso


menos que Alemania. Evidentemente el Estado Español es uno de los estados
europeos que menos servicios presta a sus contribuyentes, es decir, es un
estado de “menos bienestar” pero que se aplica con ahínco en su fin
recaudatorio.

La barra libre española ha sido responsabilidad fundamental de su sector


bancario, un negocio que ha venido funcionando siempre con red. Unido este
sector con unos empresarios del sector inmobiliario completamente
enloquecidos, donde las putas, cacerías, coches caros y el más absoluto de
los degenerios ha campado a sus anchas durante una década “prodigiosa” y
que ha llevado a la ruina a gran parte de una sociedad que se siente atónita
ante el crack que está viviendo, y que busca desesperadamente un salvador,
porque asumir los propios errores, la propia responsabilidad, … no va
mucho con el pueblo español. Por eso no entiendo muy bien que el profesor
Rallo quiera exculpar a los que han dilapidado una tremenda cantidad de
capital.

Por otra parte, bajo mi punto de vista, la responsabilidad estatal está en este
sentido: permisividad, inacción y mantenimiento de la red; y no en los tipos
de interés, que actualmente fija un órgano supra-estatal como es el BCE. Qué
más quisiera Zapatero o Rajoy que tener la manija de la política monetaria.
Manija a la que si han dado bien países tan solventes como EEUU, UK, o
Japan. Actualmente estamos en manos del BCE, de sus compras de deuda, de
su intervención, y esto es así por las reglas fijadas por el Tratado de
Mastrich.

Por mi parte, y como acto de auténtico reconocimiento ante la autoridad que


me gobierna, he entregado mi voto (tanto el de papeleta blanca como el de
color sepia) al BCE.

Ignacio Says:
noviembre 21st, 2011 a las 12:31

Efectivamente tienes razón en lo que dices. Sobre esta temática y dirigida a


empresarios y directivos he publicado recientemente estos dos artículo que
te pon go en link. Saludos
Ignacio

http://www.tea-cegos.es/actualidad/178-no-me-dan-credito-ignacio-arellano

http://www.tea-cegos.es/actualidad/207-como-saber-si-soy-demandante-
solvente-credito

justicia social Says:


diciembre 4th, 2011 a las 19:19

Muy buen razonamiento. Si aplico razonamientos incongruentes pero


forrados de cierta credibilidad, yo también soy capaz de demostrar que 2+2
son cinco y no cuatro. O que la deuda es culpa de la primera guerra mundial.
Vamos…. la deuda ha sido culpa del afán recaudatorio del mercado de
capitales y de la avaricia del capital. Los gobiernos se han dejado llevar
siempre por los lobbies financieros y así nos ha ido.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 4th, 2011 a las 19:25

Decir eso es no decir nada. Básicamente porque sin los bancos centrales y el
dinero fiduciario, podrías haber tenido mucho “afán recaudatorio” y muchos
lobbies, pero la deuda privada no hubiese podido incrementarse.

jfc Says:
diciembre 4th, 2011 a las 22:15

Injusticia social, un par de cosas:


* 2+2=4.
* Descalificar algo por “incongruente” sin más no basta. Se trataría de
acostumbrarse a hacer algún esfuerzo para demostrarlo.
* Dices “La deuda ha sido culpa del afán recaudatorio del mercado de
capitales” : Los únicos que recaudan por la fuerza son los gobiernos. ¿No te
parece incongruente la frase que has escrito? Y el responsable de la deuda
impagable de los estados, de cada euro, es de los estados que se han
endeudado gracias a su poder político y en especial su poder sobre la
política monetaria.
* Dices “Los gobiernos se han dejado llevar siempre por los lobbies
financieros y así nos ha ido” : Hombre, claro. Los gobiernos les permiten
inflar el crédito a los lobbies financieros para (1) recaudar más impuestos
(2) para endeudarse a menores tipos de interés. Son los primeros interesados
en que el sistema financiero infle el crédito, gobierno y lobbies financieros
son cara y cruz de una misma moneda y esto lleva siendo denunciado por
economistas como Mises y Hayek desde hace muchos años ¿no lo sabías?. Y
supongo que tampoco sabrás que mientras tanto, marxistas y keynesianos
pedían descaradamente más encamamiento entre grandes capitalistas y
gobiernos mediante políticas monetarias más “laxas” (es decir, corruptas).

fjsmtgtla Says:
diciembre 28th, 2011 a las 17:26

oUmbtW , [url=http://gyitqdldhoyp.com/]gyitqdldhoyp[/url],
[link=http://ouaxzshhldju.com/]ouaxzshhldju[/link], http://dspiirdxllut.com/

libre de rojadas Says:


agosto 14th, 2012 a las 22:46

Creo que en España hubo un factor aún más importante: el control, cuasi
confiscación del suelo, por las comunidades autónomas y los ayuntamientos;
es decir por los políticos.
Al tener el grueso del territorio declarado como no urbanizable,
restringieron la oferta de suelo y por tanto de vivienda, con lo cual los
precios se dispararon y la población tuvo que endeudarse exageradamente
para encontrar vivienda.
Es increíble que esto no se mencione cuando los borregos izquierdistas no
paran (Felipe González incluido) de argumentar hasta en televisión que la
culpa fue de la liberalización del suelo de Aznar: pues bien, la realidad es
que la liberalización fue anulada por el Tribunal Constitucional, al
considerarla competencia de las comunidades autónomas.
Para colmo añaden la cantinela estúpida de “pero sí había muchos podía
vacíos”; como si la ley de oferta y demanda exigiera que un producto se
agote para subir de porción; como sí dos viviendas fuesen el mismo
producto; y como si los propietarios tuvieran que dedicar las viviendas a lo
que estos rojazos desearan.
¿Nadie va a responderle todo eso al mundo izquierdista que sigue con la
estupidez de que fue culpa de una liberalización del suelo?

libre de rojadas Says:


agosto 14th, 2012 a las 22:48

“subir de porción”=”subir de precio”, obviamente.


¿Es el crédito de los bancos ilimitado?

Víctor Says:
noviembre 26th, 2011 a las 11:21

Excelente como siempre, profesor. Que absurdo e irresponsable se antoja


todo el intervencionismo cuando se explica con esta claridad.

BlindSmile Says:
noviembre 26th, 2011 a las 12:22

Este artículo es excelente. Es usted muy grandilocuente, espero el próximo


artículo sobre la monetización de deuda. ¡Ahora a recomendarlo a todos mis
contactos!

dsklp Says:
noviembre 26th, 2011 a las 13:06

¿Y en la situacion actual por que los bancos no dan creditos a las empresas y
particulares y prefieren comprar deuda publica,arriesgandose a que el estado
al cerrar las industrias y aumentar el paro y caer su recaudacion de
impuestos no sea capaz de devolver la deuda?
Creo que esta actitud es no solo dificil de explicar,tambien tiene un punto de
abuso.Pedir pretado a unos intereses bajisimos para comprar deuda con unos
intereses tres o cuatro veces mayores puede parecer el negocio ideal,pero si
esto deja a la economia real sin liquidez es un sinsentido.
Un gobierno que avala a la banca,unas empresas casi siempre privadas,que
las rescata para impedir que quiebren por haber asumido riesgos excesivos y
lo hace con nuestro dinero.¿Que decir de esto?
La banca y el gobierno forman un tandem de ayudas mutuas,pero los que
pedalean somos los ciudadanos y ya se sabe que las bicicletas se caen en
cuanto se deja de pedalear

Maestro Says:
noviembre 26th, 2011 a las 13:25

Buen articulo. A mi juicio esta crisis demuestra algo que antes se creía
irracionalmente que era imposible: que un país como el nuestro pudiera
quebrar. A partir del momento en que sucede esto, tendremos que cambiar el
chip.
Por cierto, que les parece el indulto a Sanz? Yo estoy tan escandalizado que
voy a cambiar mi cuenta del Santander a otro banco

ignatius Says:
noviembre 26th, 2011 a las 15:50

En un ejemplo que puso en este artículo “por el que los bancos crean dinero
o, mejor dicho, medios de pago” de 7 de agosto de este año decía:
“los bancos no necesitan a los depositantes para crear depósitos. Basta con
que me concedan préstamos. La operación es sencilla. Imagine un banco con
el siguiente balance: Activo (100 onzas de oro) Pasivo (100 onzas en Fondo
Propios). Acto seguido me concede una hipoteca de 1.000 onzas y su balance
queda como: Activo (100 onzas de oro + 1.000 onzas en un crédito
hipotecario) Pasivo (100 onzas en Fondos Propios + 1.000 onzas en
depósitos a la vista). Los bancos no necesitan a los depositantes para crear
depósitos. Basta con que me concedan préstamos. La operación es sencilla.
Imagine un banco con el siguiente balance: Activo (100 onzas de oro) Pasivo
(100 onzas en Fondo Propios). Acto seguido me concede una hipoteca de
1.000 onzas y su balance queda como: Activo (100 onzas de oro + 1.000
onzas en un crédito hipotecario) Pasivo (100 onzas en Fondos Propios +
1.000 onzas en depósitos a la vista).”
Si los bancos no necesitan a los depositantes para crear depósitos y basta
con conceder préstamos a los clientes, en el ejemplo de balance que pone el
profesor ¿de donde saca el banco las 1.000 onzas de crédito hipotecario
(imagino que es activo corriente o no corriente por que se devolverá a más
de un año) para prestarlas y darle al contado las 1.000? ¿tiene las 1.000
onzas en depósitos a la vista porque se los prestó alguién al banco? ¿Quién?
¿Nop debería reflejarse en el balance también si se las prestó alguien?

dulcinea Says:
noviembre 26th, 2011 a las 16:31

Como siempre, brillante artículo. Sin embargo, hay quien utilizando la


propia base del liberalismo, podría poner patas arriba sus argumentos. Me
refiero a que en última instancia es el individuo el que acude al banco y
decide endeudarse, así que podría decirse que si el sujeto no es capaz de
vencer ese intervencionismo, a pesar del cual le es permitido “decidir” en
última instancia, el liberalismo no es tan bueno, porque el individuo no es
capaz de decidir bien “por sí mismo”. Yo no tengo conocimientos sufucientes
para rebatir esta postura dignamente, así que no estaría mal que el Sr Rallo
nos ilustrara despedazándola, y respondiera a la pregunta de, ¿es el
liberalismo una utopía?

el corintio Says:
noviembre 26th, 2011 a las 18:01

para dulcinea, el problema del tinglado montado es que aquellos que actuan
correctamente ante la industria bancaria, le vuelve el boomerang en forma de
inflación no deseada y asiste pasivo a una disminucion de su capital en
forma de impuesto obligatorio. Si los que no viven de deudas y viven de
ahorro pudieran evitar las consecuencias de las malas practicas, entonces
que cada cual viva como quiera, el problema es la obligación de apechugar
con la inflación y la correspondiente parte proporcional de deuda estatal.

un saludo.

Víctor Says:
noviembre 26th, 2011 a las 21:42

ignatius

Ese banco puede conceder esa hipoteca, pero mediante un proceso que pone
de manifiesto lo inestable que es prestar un dinero que no se ha ahorrado
previamente:

(100 caja + 1000 hipoteca a cobrar) / (100 fondos propios + 1000 depósito
a la vista)

Hasta aquí todo bien. Las complicaciones vienen cuando el cliente ejerce
ese derecho que tiene contra el banco, ya que el banco tiene ciertas
dificultades para atender a sus pasivos:

-Puede pedir prestado a otro banco o al Banco Central

(100 caja + 1000 hipoteca a cobrar + 900 caja) / (100 fondos propios +
1000 depósito a la vista + 900 préstamo a devolver al BC)

-O puede vender esa hipoteca con un descuento importante (supongamos que


la vende por 900)

(100 caja + 900 caja) / (1000 depósitos a la vista)

Una vez el cliente retira el dinero:

-En el caso del préstamo

(1000 hipoteca a cobrar) / (100 fondos propios + 900 préstamo a devolver


al BC)

-En la venta de activo

(0)/(0)

Realmente el banco puede crear cuantos depósitos desee sin tener que
depender de los depositantes. La clave está en si el banco puede o no
soportar la retirada de efectivo por parte del cliente (Si no hubiera
conseguido el préstamo del BC, no habría podido hacerlo. Si no hubiera
podido vender su activo o lo hubiera hecho a un precio inferior, no habría
podido hacerlo.) Negocios privados que asumen demasiados riegos y que
utilizan el BC para refinanciar y perpetuar ilimitadamente sus malas artes.

—————

Por otra parte, quisiera preguntarle al profesor si monetizar bienes presentes


de alta demanda se hace con ahorro previo o si se crea moneda. Ciertamente
se asegura la supervivencia del banco respaldado el pasivo con un activo de
alta calidad y muy corto plazo. Pero en el caso de que haya monetización,
¿sus efectos en la economía serían similares a los de inundar el mercado de
medios de pago producido por cualquier vulgar monetización de deuda?

ignatius Says:
noviembre 28th, 2011 a las 2:12

Muchas gracias Says. O sea, que el banco consigue el dinero prestado de


otro banco o banco central o vendiendo la hipoteca.
Contablemente, en el ejemplo, deduzco que el banco primero contabiliza la
concesión de la hipoteca que se apunta en el pasivo como depósito a la vista
(que supongo que será una deuda que tiene el banco) y luego pide el
préstamo. ¿Es así?

¿En la venta de activo, el balance no quedaría 100 caja / 100 depósitos a la


vista, puesto que la venta es a 900?

josvazg Says:
noviembre 28th, 2011 a las 10:32

Profesor, ¿conoce una fuente fiable para ver la evolución gráfica de las
deudas públicas y privadas en España en los últimos 10 años?

dsklp Says:
noviembre 28th, 2011 a las 14:38

En francia proponen que para acabar con el paro se prohiban los despidos y
se reparta el trabajo sin perdida en los salarios.
Espero que se equivoque y el credito de los bancos sea ilimitado,que un
meteorito de oro aterrize suavemente sobre la tierra y los marcianos nos
regalen sus fuentes de energia a cambio del asesoramiento de estos linces.
Y lo peor es que lo dicen en serio…

Víctor Says:
noviembre 28th, 2011 a las 16:42

La Fed orquestó el rescate secreto de los bancos inyectando 7,7 billones


de dólares

Un ejemplo de en qué punto estamos y el papel de los Bancos Centrales


————–

ignatius, si no me equivoco, la venta de un activo contabilizado por 1000 a


900 causa unas perdidas de 100 que se trasladan a fondos propios
minorándolos hasta 0. El cliente retira 1000, así que (0) / (0)

En el primer caso: sí, el banco primero contabiliza la concesión y luego pide


el préstamo, ya que no puede hacer frente a su pasivo (retirada de efectivo
del cliente).

Fíjate, al principio no podía hacer frente a los vencimientos de su pasivo a


muy corto plazo con el activo que tenia (caja de solo 100, liquidez
insuficiente) de modo que tuvo que pedir un préstamo. Y ahora, una vez que
el cliente retira el dinero, sigue sin poder frente a los vencimientos de su
pasivo ya que con toda probabilidad su pasivo (préstamo) venza mucho
antes que la hipoteca del activo. Vuelve a sufrir una falta de liquidez que
“solucionará” pidiendo otro préstamo y así ad infinitum…

Por extraño que parezca esto, grosso modo así funcionan habitualmente los
bancos.

ignatius Says:
noviembre 29th, 2011 a las 6:01

Muchas gracias, Víctor. Ahora. El artículo de Juan Manuel Rallo me queda


mucho más claro. Me ha llevado mucho tiempo comprender esto que me has
aclarado sobre la complejidad del mecanismo del funcionamiento del
dinero. La huida hacia adelante “ad infinitum” de los bancos es alucinante.

mjrbnhdfk Says:
diciembre 28th, 2011 a las 17:28

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¿Qué es el dinero fiduciario? | Oro y Finanzas dice:


diciembre 5th, 2011 a las 12:38

[...] dineros fiduciarios. La razón está en que si la inflación generada por el


banco central tiene su origen en la refinanciación de un crédito bancario que
crece a muy elevados ritmos pero que no padece un riesgo de impago
masivo, los agentes [...]
¿Qué es el dinero fiduciario?

Rberzal Says:
diciembre 3rd, 2011 a las 9:07

excelente articulo sr Rallo. Muy buen relato del timo de la estampita. Ahora
lo que hace falta es que tengamos c…nes para tumbar a toda esta banda de
crizos dw tres al cuarto.

dsklp Says:
diciembre 3rd, 2011 a las 14:06

Si suponemos que nuestros queridos euros los emite y respalda el bce; y el


bce esta comprando montones de deuda de paises que no se sabe si van a
poder cumplir con el pago de todos los intereses y la devolucion del capital,
¿se podrian considerar,mas que como dinero fiduciario o un pasivo,un
gatuperio?

A. Romero Says:
diciembre 3rd, 2011 a las 16:16

Sr. Rallo: Felicidades por su artículo. Visito su página todos los dias, a la
espera de leer algo fresco y reconfortante que me motive algo dentro de esta
espiral de estupidez que nos asola. Y lo encuentro aquí siempre.
Como la cosa pasa ya del castaño oscuro, prefiero tomarlo todo a chanza, y
después de leer su artículo busco en internet algo más, para no sentirme tan
aburrido, y esto es lo último que he leído por ahí:
Ineptocracia: Un sistema de gobierno en el que los menos aptos para liderar
son elegidos por los menos capaces de producir, y en el que aquellos
miembros de la sociedad menos capaces de sustentarse a sí mismos o de
triunfar son recompensados ??con bienes y servicios procedentes de riqueza
confiscada a un número decreciente de productores“.
Conclusión. No estamos solos. Pero somos tan pocos…
Le animo a que siga escribiendo.

José L. Ochando Says:


diciembre 3rd, 2011 a las 16:47
Quedan bastante claros la génesis y los mecanismos del dinero fiduciario.
Quizá no quede tan claro en el artículo el apartado de formación de burbujas.
Una forma alternativa de caracterizarlas sería decir que son la
generalización de apuestas bajistas sobre el dinero. Por supuesto, sólo el
dinero fiduciario es lo suficientemente degradable para ello. Toda burbuja es
en esencia una burbuja de crédito, en la que los agentes económicos se ponen
cortos en dinero para apostar por uno o varios activos, que actúan como
catalizadores. Pero lo importante es que esas apuestas bajistas sobre el
dinero son inversiones especulativas de bajísimo riesgo en estadios
iniciales, ya que los bancos centrales se fijan públicamente políticas
monetarias expansivas y tipos de interés bajos. En esencia, en una burbuja se
apuesta a que el valor real de las deudas contraídas bajará, ya que se creará
un proceso inflacionario en vivienda, acciones u otro tipo de activos.

aversiahora Says:
diciembre 3rd, 2011 a las 17:49

El otro día tuve un sueño muy raro. Era raro porque yo acostumbro a soñar
con Jessica Biel, pero esta vez soñé que yo era una especie de gobernador
intemporal de España. Estuve al frente del gobierno del país durante 2 o 3
generaciones. Lo primero que me sorprendió es la obsesión del español
medio -es decir, la mayoría de los españoles- de que cada año tiene que
vivir mejor. ¿Por qué? Porque sí. ¿Que lo normal es que se sucedan épocas
buenas y malas? ¡Aaaaah, es igual! El neocontrato social Rousseau 2.0
estipula que hay que ganar cada vez más sueldo. Si esto se cumple, al
españolito medio le importa un bledo que gobierne la derecha o la izquierda
o los nacionalistas, que seamos democracia o dictadura, que los políticos
roben o sean honrados, que se enchufe a la gente o que no, que seamos
uropeos (así, sin la e) o autonomistas, o ambas cosas a la vez (¿que cómo
vas a ser ambas cosas a la vez? ¡hombre, era un sueño!), que haya guerra o
haya paz, que se persiga a la ETA o se negocie con ella, que se invierta en
energía renovable o en nuclear… Todo se reduce a que se cobre cada vez
más. ¿Cuántas veces hemos oído eso de “que hagan lo que quieran, a mí…
mientras me paguen lo mío”.

Un país no puede, por tanto, decrecer. Ni siquiera estancarse. Pero esto es


imposible. Por pura lógica, la economía de un país decrecerá siquera alguna
vez, aunque sea dar un paso atrás para dar dos adelante. Por tanto, la
economía de la mayoría de los españoles debería dar también un paso atrás
de vez en cuando. Pero no puede ser. NeoRusseau 2.0 dice que no, so pena
de que ese gobierno, puede que incluso ese régimen, se hunda.

¿Cómo me las ingenio, entonces, para cuadrar el círculo? A bote pronto se


me ocurren dos opciones:
En la primera, puedo crear “burbujas” cuando la economía se estanque
(tengamos en cuenta que el españolito medio entenderá como crisis que la
población activa crezca más que la economía o, al menos, que los salarios).
El problema está en que una burbuja no es más que gastarse hoy dinero de
mañana. ¡Bueno! Para eso se ha inventado la deuda (no solo para eso, de
acuerdo). Puedo darle a esta generación de ahora una parte del sueldo de sus
hijos. ¿Que luego sus hijos se enfadarán porque vivirán peor que sus padres?
Pero eso… ¿cuándo? ¿Dentro de 20 años? ¡Buuuuuh! El que venga detrás,
que arree.
En la segunda opción, dado que solo necesito la aprobación de la mayoría,
no de todos, puedo cumplir con NeoRousseau 2.0 y subirle el sueldo al 98%
de los trabajadores a costa de despedir (o de no dejar que entren en el
mercado laboral) al 2%. ¿Nivel de aceptación popular? 98%. ¡Viva yo y el
Estado de Bienestar! Luego, puedo dejar fuera al 5%, para subirle el sueldo
al 95%… Luego, puede ser 90-10. Luego, 85-15. Luego, 80-20. ¡Uy! Más no
va a poder ser. Si dejo fuera a un 25-30% de la gente, aunque tenga un nivel
de aceptación popular del 70%, igual ese 30% se organiza y me monta una
revuelta social o empieza a apoyar partidos antisistema. ¿Qué hago ahora?
Pues puedo empezar a crear una nueva casta social, la de la gente que gana
800-1000€, o que solo trabaje 3 meses al año. Será gente que estará dentro
del sistema, pero cogida con alfileres. No participará en revueltas sociales,
pero tampoco defenderá muy fervorosamente el régimen. Pasado un tiempo,
ya hemos llegado al límite de paro y de pseudo-salarios que podemos
aguantar. Es más, los mismos padres a los que les subí el sueldo a costa de
sus hijos, ahora se enfadan porque quieren que sus hijos vivan bien, ¡pero sin
soltar ellos la pasta! ¿Qué hago? Estaba desesperado, no se me ocurría
nada… Entonces -¡albricias!- soñé que leía un artículo de un economista que
decía que la gente es tan imbécil que puedes pagarle con pagarés, que les da
igual. Él no le llamaba pagarés. Le llamaba algo así como “medios de
pago”… Una cosa “mu complicá’”. No sé… Pero, agotadas la opción 1 y 2,
puse en práctica esta nueva opción. ¿Y funcionó! La gente que estaba dentro
del sistema -en la que yo me apoyo para seguir gobernando- cada vez
cobraba más, pero una parte creciente de lo que cobraba lo hacía en
pagarés… ¡bueno!… en medios de pago de esos. Medio de pago que
atesoraba en un banco. Jiji. Verás cuando les digan que su ahorro, es decir,
una parte de sus sueldos pasados no existe. Jijiji. Eso sí, cuando se enteren,
que me quiten lo “bailao”.

Entonces me desperté. Menos mal que era un sueño…

JuanC Says:
diciembre 5th, 2011 a las 3:11

Señor Rallo:
Cuando un banco central crea dinero, ¿siempre lo hace en forma de billetes y
monedas, o también lo hace como mero apunte electrónico en una cuenta
creada ad hoc? Es que no me imagino un barco cargado de dólares como
forma de pago internacional (neto de la compensación de saldos previa)

Yo me imagino que los billetes y monedas se fabrican sólo con el propósito


de que sean usados como medio de pago por los particulares en las pequeñas
transacciones del día a día (para comprar el pan), y que por lo tanto son un
porcentaje pequeño de todo el dinero creado, siendo la mayor parte como
apunte contable. ¿Estoy en lo cierto?

aversiahora Says:
diciembre 5th, 2011 a las 14:28

Sí, la mayor parte del dinero es un apunte contable. No sé cómo andarán las
M1 y M3 ahora mismo, pero calcula que la M1 (dinero físico y depósitos a
la vista) puede ser cerca de un tercio de la M3 (que sería la M1 más
depósitos a corto plazo y depósitos a largo plazo). Si hablamos solo de
billetes y monedas en circulación, la llamada M0, puede rondar el 5% de la
M3.

Por cierto, ¿habéis leído en el periódico de Rallo el saqueo de ahorros


privados en los vecinos?:
http://www.libremercado.com/2011-12-05/portugal-emplea-fondos-de-
pensiones-privados-para-reducir-deficit-1276443385/
Pues ¡vayamos preparándonos, que no es más que el comienzo!

josvazg Says:
diciembre 5th, 2011 a las 15:04

Solo hay una cosa que no queda muy clara Profesor.

¿Tanto poder tienen los Estados como para que, ni con la que está cayendo
ahora, usted mismo no aconseje adquirir oro más que como un 10% del
patrimonio cuando este ya ronde los 100.000€?

¿A que se debe esto? ¿o esa recomendación?

Yo de momento ya me planteo adquirir algún depósito en otra moneda que no


sea el Euro? No se si el dolar (que tampoco me fío mucho) o otra. ¿Alguno
ha hecho esto ya? ¿es fácil? ¿es barato? ¿merece la pena?

[De momento oro aún no, aunque me tienta la idea luego no se como
guardarlo y no me fío de que me lo guarden y en poco se lo acaben quedando
por el coste de custodia]

Mazarino Says:
diciembre 5th, 2011 a las 15:49

Me ha recordado la carta abierta de Antal Fekete a Paul Volcker en julio de


2009:
“Se han ofrecido todo tipo de explicaciones ad hoc para la crisis de la
deuda. Pero la única explicación real es que bajo la amenaza de la
backwardation del oro los acreedores se pelearán por la liquidez. No va a
existir ninguna recuperación hasta que se haga algún tipo de provisión para
poder hacer una retirada ordenada de la deuda mediante algún tipo de
mecanismo que use el oro como el último extintor. La alternativa es una Gran
Depresión mucho peor que la de los años 30. Para entender esto sólo
tenemos que imaginar el shock que iba a sufrir el mundo entero si se
terminara revelando que la deuda del gobierno de EEUU es de hecho
imposible de canjear. El emperador está desnudo. Mientras los bonos tengan
una claúsula sobre el oro o el propio mercado de bonos esté soportado por
un mercado de papel sobre el oro, entonces los bonos todavía pueden
parecer reembolsables. Pero en cuanto aparezca una backwardation
permanente que haga el oro inaccesible, entonces la deuda se volverá
imposible de reembolsar a los ojos de los tenedores de bonos. No se hace la
deuda canjeable por el hecho de pagar los bonos de EEUU a su madurez en
billetes de la Reserva Federal. Pues son precisamente los bonos los que
avalan a las Federal Reserve Notes como colateral, revelando que en última
instancia los bonos no son realmente canjeables en absoluto. Un bono
vinculado a un tipo de interés es reemplazado por un bono [los billetes
nominados en dólares o Federal Reserve Notes] que no va vinculado a
ningún interés, es decir, a un instrumento inferior. Todo lo que se está
haciendo es barajar varias formas de deuda imposibles de liquidar. Cuando
el mundo termine despertando de esta prestidigitación, el sistema monetario
internacional no será capaz de sobrevivir a la onda expansiva. El caos en el
que se va a hundir el mundo va a ser atroz”.

aversiahora Says:
diciembre 5th, 2011 a las 21:18

A Josvagz (aprovechando la entrada de Mazarino):

Si lo que yo tengo en mente se cumple, y todo parece indicar que lo va a


hacer, vamos camino de un apocalipsis de tal magnitud que los años 30 van a
ser un chiste. En ese escenario, esa cosa tan graciosa que llamamos
seguridad jurídica va a ser algo que estudiaremos en los libros como un
concepto sin plasmación real. Lo que intento decir es que, metas tu dinero
donde lo metas, te lo van a robar de una forma u otra. Te van a bajar el
sueldo; te van a saquear tus ahorros del banco; te van a saquear tus
inversiones ya sea en Bolsa o en fondos, aunque sean de pensiones; te van a
devaluar la moneda; vas a tener una fuerte inflación; y te van a comer a
impuestos. Y lo van a hacer con nuevas leyes readactadas “ad hoc”, que, por
supuesto, te aplicarán retroactivamente.

¿Que compras oro? Harán una ley por la que tengas que vendérselo a la
fuerza al Estado por menos de lo que vale (no te rías, lo hizo F.D. Roosevelt
a mediados de los años 30, tal cual, sin hipérbole narrativa). ¿Que sacas el
dinero del país? Pues te obligarán a retornarlo, so pena de que no puedas
hacerlo nunca. ¿Que lo tienes en casa, debajo del colchón? La inflación,
¿recuerdas?
No hay donde escaparse, salvo que seas muy rico y puedas permitirte
repartir tu dinero en varias cosas, todas ellas fuera de la UE y EEUU, y que
puedas, en caso de que te ordenen repatriar el dinero, irte a vivir fuera.

Por cierto: creo que fue Mazarino (el real) quien, hablando de los impuestos,
dijo que “un buen ministro de Economía y un buen cocinero se parecen en
que ambos son capazes de sacarle el máximo número de plumas al pavo sin
que el pavo se agite demasiado”.

Josvazg Says:
diciembre 6th, 2011 a las 21:18

Gracias aversiahora… Ya me quest mas tranquilo pues…

Josvazg Says:
diciembre 6th, 2011 a las 21:19

Era “ya me quedo mas tranquilo…”

aversiahora Says:
diciembre 7th, 2011 a las 2:52

Jeje. Es que soy muy apocalíptico, pero te aseguro que lo veo. De todas
formas, para compensar un poco tanta negatividad, déjame compensar:

Nos asusta mucho empobrecernos porque lo vemos como individuos. Es


decir, es un drama si a ti te recortan el sueldo un 30% ¿Dónde vás a ir? Pero
si a casi todo el mundo le recortan el sueldo un 30%, ya no parece tan grave.
Eres mucho más pobre, pero tu posición relativa en la sociedad es la misma.
Si antes eras clase media, ahora también serías case media. Pero más pobre.
De la misma forma que la clase media de hace 30 años era más pobre que la
de ahora. Sería como un viaje al pasado.

Eso sí, la gente que está muy endeudada -con una hipoteca, por ejemplo- está
“muerta”. Aunque, en ese caso, la inseguridad jurídica que antes mencionaba
actuaría en su favor. Es decir, una mayoría de personas que no pueden pagar
sus deudas conseguiría que ganase las elecciones un partido que prometiese
arreglar ese tema, con lo que acabaríamos pagando los que no tenemos
hipoteca, bien vía impuestos, bien vía quiebra de bancos (¡allá volaron mis
ahorros!), bien vía tapar el agujero del balance de los bancos con dinero de
nueva creación (¡hola, Señora Híper-Inflación!).

Al final, todo se reduce a que la mayoría social acepte que somos más
pobres y no pretenda que los recortes los paguen todos menos yo, porque yo
trabajo -¡qué casualidad!- en ese sector que es el único imprescindible para
“sacarnos de la crisis” y además soy imprescindible en mi puesto.

¿Será posible? ¿Realmente los españoles “nos hemos dado” una democracia
y una constitución que entierra los “rencores fraticidas del pasado”? 0,
¿hemos tapado esos rencores con un barniz de “burbuja” y ahora va a salir lo
que llevamos dentro?

Pues eso: Apocalipsis habemus.

E. Martín-Serrano Says:
diciembre 8th, 2011 a las 13:03

En el artículo destaco la expresión: « (ya sean billetes o depósitos a la vista


en el banco central)» . «Banco central» es la clave y «dinero fiduciario» se
presenta como relativo a «banco central». Y tengo una duda.

¿Qué son entonces los depósitos, generados por los bancos (no-centrales),
que reciben la denominación de «dinero fiduciario» por doquier y sin
embargo no son emitidos por el «banco emisor» (central) sino por el sistema
financiero excluido el «banco emisor» mismo. En otras palabras, se
distingue por doquier entre «dinero fiat» y «dinero fiduciario». Parece
desprenderse de la distinción que el dinero fiduciario representa (o es)
título, no sobre oro sino sobre dinero fiat. «Fiduciario» y «fiat» no parecen
ser entonces sinónimos.

Como ejemplo, pongo un extracto de algo leído por ahí, elegido al azar de
entre otros muchos ejemplos:

«Pero, actualmente ya no existe dinero fiduciario en el mundo. Ningún billete


representa actualmente algún derecho exigible por su dueño a cargo de quien
lo emite. ¿Por qué?

El dinero fiduciario pasó a ser sustituido por el dinero “fiat” (del latín fiat,
“hágase”). Se le llama así pues existe por decreto, por mandato de la
autoridad de quien gobierna, y porque no es redimible por cosa alguna. No
tiene ningún respaldo, ni promete la entrega de algo de valor a su dueño. Hoy
en día, sólo existe dinero fiat en el mundo.»

Pareciera que la distinción no es trivial.

aversiahora Says:
diciembre 8th, 2011 a las 14:14

Dinero real se consideraba el oro y la plata. El metal en sí o acuñado en


moneda tiene valor en sí mismo.

EL dinero-papel o fiduciario, al principio, se emitía con respaldo de oro y


plata. De hecho, los billetes los firmaba un gobernador, un interventor y un
cajero de un banco porque daban fe (fiduciario) de que ese billete tenía su
respaldo de oro o plata correspondiente. Tú podías ir al banco con tu
billetito y pedir que te dieran las onzas de oro y plata que correspondían.

El dinero fiat es el actual. Tú vas al banco a pedir que te den lo que respalda
tus papalitos de colores y te llevas a casa el haberle alegrado el día a los
trabajadores del banco, por las carcajadas que van a soltar. No lo
infravalores… no es poca cosa alegrarle el día al prójimo. Jeje.
De hecho, yo espero haberlo conseguido con esto.

E. Martín-Serrano Says:
diciembre 8th, 2011 a las 14:40

Tal como dices es; según creo. Aquello de “… pagará al portador …” es lo


que establece la distinción. Pero convenía precisarlo, porque si no el
embrollo sobre la cosa del dinero, que no es pequeño, crece, crece y crece.

Agradecería una aclaración de matices. Sería útil.

aversiahora Says:
diciembre 8th, 2011 a las 20:53

El dinero fiduciario era el que un banco emitía contra el oro o la plata que
tenía bien guardaditos. Y tú tenías el derecho legal de reclamar en el banco
el oro o la plata correspondiente a ese dinero fiduciario. Primero, cada
banco emitía sus billetes. Luego, esa facultad la monopolizó el banco central
de cada país, pero manteniendo la promesa de que cada billete y moneda de
curso legal tenía un respaldo “metálico” cierto. Eso es el patrón oro (o plata,
o bimetálico).

El dinero actual no te da ese derecho. Tú no puedes ir al banco y pedirle que


dé x gramos de oro por tu dinero. El dinero se fabrica con el respaldo de la
opinión de unos “expertos”, que deciden en cada momento cuánto dinero
tiene que haber, en función de unos indicadores macroeconómicos, de los
cuales el más importante es la inflación. Por eso le llaman “fiat”, o sea,
“hágase” en latín. Cuando a esos “expertos” se les va la mano con el
“hágase”, pasan cosas como lo que está pasando, pero, como son mayoría
los que defienden que este modelo es el mejor, no rectificarán nunca y
podrán defender que la culpa de todo no es de ellos, sino del terreno de
juego y del árbitro.

Eso sí, a ti nadie te prohíbe que vayas a una joyería a comprar oro, si crees
que es mejor que los papelitos de colores y los apuntes contables. Antes de
tomar la decisión, mira a la cara a Rajoy y a ZP… escucha a MAFO y a
Draghi… ¿De verdad vas a decirme que no te fías de su sabiduría y
honradez? ¡Cómo va a estar esa gente engañándonos, ya por maldad, ya por
ignorancia!

josvazg Says:
diciembre 9th, 2011 a las 9:03

@aversiahora
“No lo infravalores… no es poca cosa alegrarle el día al prójimo. Jeje.”

Pues “a ver si ahora” se aplica usted el cuento y me da alguna noticia


optimista objetiva que me compense un poco por sus reciente vaticinios
tenebrosos. je je! ;-)

Yo por mi parte voy a dar alguno:

Me parece que en EEUU los terroristas-económicos keynesianos campan


más a sus anchas que aquí en Europa. No es que aquí seamos austriacos ni
nada parecido, pero como que parece que hay un pelín más de contrapeso,
aunque solo sea por el lado alemán. Con un poco de suerte, si no saquean
demasiado al contribuyente es posible que salgamos de esta mejor y menos
endeudados que nuestros amigos al otro lado del atlántico. Hablo del medio
plazo (3-4 años) no de ahora que las vamos a pasar canutas si o si, con
reformas acertadas o incorrectas (=intervencionistas y saqueantes)

Por otro lado, en la economía real, hay una serie de tecnologías emergentes
(de entre las que conozco, el grafeno, todo el tema del cloud computing,
nuevas tecnologías de baterías) que pueden sacarnos del hoyo con un poco
de suerte. Tecnologías que seguramente nuestros iletrados gobernantes
desconocen, y eso está muy bien, porque de lo contrario nos hipotecarían
como si ya hubiesen dado sus frutos esas tecnologías, tanto las que luego
tengan éxito y las que no.

No en vano estamos como estamos porque “se comió una y se contaron


veinte”

E. Martín-Serrano Says:
diciembre 9th, 2011 a las 13:02

@aversiahora

A eso me refería con mi entrada primera. “Fiduciario” versus “fiat”. Aunque


al final la cosa se reduce a una idea aparentemente simple de simple nada
tiene, y el exceso de terminología o su uso confuso, pues eso: confunde.

Los billetes de euros del BCE (estos serían dinero fiat) nada tienen que ver
con los billetes que solían emitir los bancos privados, que tenían
autorización para ello, haciendo uso del llamado “multiplicador” derivado
de la “reserva fraccionaria”, ni con la emisión de depósitos de hoy. Estos
últimos, los billetes privados y los depósitos, son estrictamente equivalentes
entre sí desde el punto de vista económico [no desde el operativo y el
jurídico. Véase Huerta de Soto, Dinero Crédito Bancario y Ciclos
Económicos" (pág. 202, texto en cursiva, entre otras)] y serían dinero
fiduciario. Al menos esto es lo que dicen algunos especialistas.

Y como veo que no se me contradice me confirmo en ello.


Sólo me propongo aclarar la terminología porque:

“El mundo del dinero y del crédito (junto con el lenguaje y la moral) es uno
de los órdenes espontáneos que más se resisten al análisis del investigador
…” F.A. Hayek, “La Fatal Arrogancia”.

Aquí el problema del “dinero” y del “lenguaje” se refuerzan.

La adicción nuestra, los Sapiens Sapiens, al oro | Blog personal de Alex


Rayón Jerez dice:
diciembre 20th, 2011 a las 8:21

[...] hoy en día para querer volver -no todos, claro- al oro? Dinero fiduciario
(fiat money). ¿Y qué es el dinero fiduciario? También conocido como papel
moneda o dinero inconvertible, porque ni es un papel que tiene valor, [...]

Dinero honesto y dinero deshonesto Precio OroyFinanzas.com dice:


febrero 13th, 2013 a las 10:21

[...] que lo crea de la nada. Así se comprende bien la definición del dinero
actual que hace Juan Ramón Rallo, que suena al ahorrador que lo atesora
como una bofetada: “el dinero actual es un pasivo [...]
¿En qué consiste la monetización de deuda pública?

Rberzal Says:
diciembre 10th, 2011 a las 17:51

es increible que la gente pueda pensar que se crea riqueza imprimiendo


billetes. la riqueza se crea trabajando para generar bienes y servicios se
manera cafa vez mas eficiente.

aversiahora Says:
diciembre 10th, 2011 a las 18:33

Yo creo que es evidente que nuestro modelo social -el que nace en la II
Guerra Mundial- se basa en ir ganando tiempo hasta la catástofre final.
Aquello de ir escondiendo la basura debajo de la alfombra hasta que ya no
se puede ocultar más y sale por todas partes.

Creo que ya hemos llegado a ese punto en que las medidas son cada vez más
radicales y cada vez ganan menos tiempo. Antes, con medidas como esta se
podía ganar años. Ahora, no creo que ganemos más que unos meses. Y eso sí,
cada medida se toma a costa de que la explosión final sea mayor, como la
metáfora de la bola de nieve rodando montaña abajo.

Por cierto, yo creo que, en este momento, los partidarios de cada uno e los
disparates se han ido concentrando mayoritariamente en el cuarto. Desde
luego, es lo que creen en el PP.

¡Bueno! Vivir tiempos interesantes está muy bien… si sobrevives. ¡Menudas


batallitas contarás de viejo…!

Demonoid Says:
diciembre 11th, 2011 a las 14:45

La teoría parece correcta, sin embargo, países que han monetizado deuda
como USA e Inglaterra no han sufrido fuerte inflación ni pérdida de valor de
su divisa ¿Cómo se explica eso?

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 11th, 2011 a las 14:54

En el artículo explico que la monetización de deuda de países solventes no


tiene efectos demasiado distintos a los de que el sector privado compre esa
deuda. EEUU es una economía que ahora mismo se reputa como solvente,
aunque sólo sea porque todo el mundo desea poseer activos dentro de EEUU
y, por tanto, hay un amplio margen para liquidar activos y amortizar deudas.
Por tanto, la demanda de bonos o de saldos líquidos en dólares es lo
suficientemente alta como para que el sector privado los siga absorbiendo.
Si tienes en cuenta que, además, el sector privado estadounidense está
amortizando gran parte de sus deudas, los hechos se explican solos: más
demanda de dólares y menos oferta de sustitutivos.

El caso de Inglaterra es distinto, básicamente porque los efectos de la


monetización sí están siendo mucho más visibles: inflación superior al 5% y
depreciación de la libra en más de un 10% frente al euro y más de un 20%
frente al dólar.

aversiahora Says:
diciembre 11th, 2011 a las 17:18

Me gustaría opinar dos cositas sobre la inflación:

La primera es que, en algún momento, se debió llegar al consenso de que no


pasa nada por que un año se te vaya la inflación al 2 o 3%. Estoy de acuerdo.
No es que sea bueno, pero tampoco se trata de ser tiquismiquis. Eso de que
lo importante no es el dato concreto en un año, sino el dato a lo largo del
ciclo y bla bla bla. Pero de ahí hemos pasado a que da igual si la inflación
es del 2 o 3%… ¡todos y cada uno de los años! Así, EEUU que no baja del
3,5% de inflación desde hace 6 o 7 años, acumula entorno a un 25% de
inflación en dicho periodo. ¿A que así suena diferente?

La segunda es que… Primero un inciso… Soy plenamente consciente de que


si empezamos a negar las estadísticas oficiales, se hace muy difícil discutir
de economía, porque no habría referencias válidas. Dicho esto, yo sostengo
que la inflación real es mucho mayor que la oficial. Tranquilamente, más del
doble. Ahora no tengo tiempo de desarrollarlo (y, además, tener ahí a Rallo
intimida, jeje) pero paraos un segundo a pensar, siquiera como juego mental,
qué significaría eso: de entrada, el crecimiento REAL del PIB habría sido
negativo casi todos los últimos años; y de salida, la política monetaria
aplicada habría sido errónea, incluso para los mismos defensores de esa
política.

Un ejemplo concreto de esto último es Argentina, donde dan cifras oficiales


de inflación del 10%, cuando todo el mundo la calcula en el 30%. Y parece
que en China están en lo mismo.

Rberzal Says:
diciembre 11th, 2011 a las 22:00

aversiahora, ademad hay que tener en cuenta que el ipc es un indice cuando
menos cuestionable. no refleja la realidad de la inflaccion ni por asomo.

ignatius Says:
diciembre 12th, 2011 a las 1:55

Cuando Don Juan Ramón dice que “el banco central puede simplemente
reconocer un depósito en favor del Gobierno o del agente privado a quien le
ha comprado la deuda pública (como cuando le pedimos una hipoteca a
cualquier banco)”, ¿qué significa que reconoce depósito a favor del
gobierno? ¿En este caso no fabrica billetitos? ¿Cómo le llega el dinero al
gobierno si solo reconoce un depósito pero no le transfiere dinero?
Por otro lado, ¿por qué se produce inflación, cuando venden la divisa de un
país sobreendeudado? ¿Y dentro del país, por qué se incrementan los
precios?
Estaría bien que el Sr. Rallo publicase varios artículos explicando la
inflación con un nivel sencillo, con ejemplos, para torpes, sin perjuicio de
profundizar en otros escritos.

ignatius Says:
diciembre 12th, 2011 a las 2:01

Por lo que veo, el banco no fabrica billetes de la nada, y los regala a


alguien, si no que emite nuevos billetes contra deuda pública que se le han
de devolver. O sea, que cuando aumenta la inflación, es por que aumenta el
dinero en circulación y por culpa de los gobiernos que venden ingentes
cantidades de “papelitos”. ¿Es así?
josvazg Says:
diciembre 12th, 2011 a las 10:04

@Demonoid

Negando la mayor.

Yo trabajé en GB desde 1999 al 2000. Mi sueldo final de allí en libras me


costó luego ganarlo aquí varios años después… al cambio de entonces,
porque al de ahora es una castaña, ¡casi ha caído 1/3!

Luego le diré que tengo un par de amigos. Uno vive en EEUU y el otro en GB
(mi jefe cuando yo trabajaba allí). Ambos hablan pestes del cambio, se
sienten “pobres en Euros” y el caso del inglés es aún más sangrante. Antes
con libras eras el “rey del mambo”, ahora ni mucho menos. Y los precios
internos no es que hayan bajado, sino que han subido también. Y eso que el
EURO también cae.

Así que, en fin. Eso de que “no han sufrido” lo dirá usted. La gente de la
calle si lo sufre, y le estoy hablando de uno que es Ingeniero y gestor con
experiencia y el otro que es científico. Vamos, no precisamente “gente poco
cualificada” ni mucho menos. Los “poco cualificados” tienen que estar
flipando, porque para ellos una inflación del “solo” 2-3% anual ya es un
problema.

Como dice el Profesor, el caso de EEUU de momento es especial, porque


todo el mundo aún prefiere Dolares (aunque no se porqué viendo como su
deuda por minutos):
http://www.usdebtclock.org/
(Pone los pelos como escarpias)

Pero como muchas de las cosas aún vienen de la misma EEUU (ordenadores
Apple, por ejemplo) no se nota tanto dentro de EEUU, aunque si más en GB.

Ahora bien, pregúntele a los americanos si se sienten más ricos o si el paro


aún por encima del 8% es o no un drama. (Ya se que aquí tenemos un 20-
25%, pero es que allí la familia y la economía sumergida no son como las de
aquí… y bueno, hasta ahora gobernaban “los buenos”, veremos como se
pone la calle ahora que gobiernan “los otros”…)
Para mi que, si Europa no la caga mucho, va a salir de esta mejor parada que
EEUU, o mejor dicho en una posición menos mala. Inglaterra creo que ya ha
pasado lo peor y ahora, si no la cagan mucho tampoco, irán saliendo poco a
poco del hoyo a poco que mejore su actividad.

La duda es si los asiáticos se pondrán a la cabeza de la economía mundial o


les explotará su burbuja antes de conseguirlo.

Si les explota, mal de muchos consuelo de tontos, a saber a quien le irá bien,
a Suramerica, si espabilan, quizá. Aunque yo no apostaría más que por Chile
y quizá Brasil.

josvazg Says:
diciembre 12th, 2011 a las 13:15

http://www.debtbombshell.com/

Lo mismo que para USA pero en UK.

¿Nosotros de esto no tenemos no?


Será que es mejor ser inconscientes….

JuanC Says:
diciembre 15th, 2011 a las 23:21

Hola aversiahora:
Siempre he manejado la misma teoría tuya de que “nuestro modelo social se
basa en ir ganando tiempo hasta la catástofre final” y en que “ahora, no
creo que ganemos más que unos meses. Y eso sí, cada medida se toma a
costa de que la explosión final sea mayor“.
Me has quitado las palabras de la boca.

JuanC Says:
diciembre 15th, 2011 a las 23:28

Señor Rallo,dice usted:


“Tradicionalmente la monetización era una vía por la que el banco central
le adelantaba al Gobierno la recaudación tributaria del año en curso: si el
Estado esperaba recaudar 1.000 um al cabo de un año, el banco central
podía imprimir 950 um y comprar una letra del Tesoro a un año. Es verdad
que la cantidad de dinero en circulación aumentaba, pero no lo hacía de
un modo demasiado distinto a cuando un banco privado le concede un
crédito a cualquier particular. Y, además, al cabo de doce meses el
Gobierno amortizaba la letra del Tesoro entregándole al banco central las
950 um que había imprimido (más 50 um por intereses) y que por lo
general debía proceder a destruir“. Y yo le pregunto: ¿A destruir que? ¿los
50, los 950, o los 1000?. Curiosidad de un lego.

Arturo Says:
enero 2nd, 2012 a las 10:32

Estimado Juan Ramón,

¿No le parece ponerse corto en bonos la especulación suprema de la


década? Es el mercado mas liquido del mundo, el más manipulado y la
deuda responsabilidad de unos gobiernos al borde de la quiebra, hasta las
cejas de prestaciones sociales que no pueden mantener.

Las tasas de interes podrían duplicarse, triplicarse e incluso cuatriplicarse


dependiendo de cada país, y eso haría caer a los bonos en consecuencia. No
es fácil elegir el momento, pero se podría hacer una fortuna cuando pinche la
burbuja de crédito

¿Cuale son sus opiniones al respecto?


Gracias

Demonoid Says:
enero 16th, 2012 a las 23:45

1. La convertibilidad a oro no afectado históricamente a la monetización.


Gran Bretaña en los años 30 emitió ingente cantidad de Deuda Pública (sin
respaldo) pese a estar bajo el “rígido esquema del patrón oro”.

2. La monetización trae consigo un debilitamiento de la divisa, al estar esta


en flotación o lo que es lo mismo produce una devaluación encubierta.
Además como reacción se produce un fenómeno de devaluación competitiva
entre países.
3. En sistemas en los que los “precios laborales” no están liberalizados es
una solución política: No se puede pagar menos a los trabajadores porque
los mercados de trabajo están llenos de rigideces, pero esas unidades
monetarias de cuenta de los salarios están ya devaluadas: Tienen un poder
adquisitivo menor. Asistimos a una reducción de los costes laborales vía
devaluaciones de la moneda producidos por la monetización. Es una
solución políticamente más fácil.

En quoi consiste la monétisation de la dette publique ? - Contrepoints |


Contrepoints dice:
enero 11th, 2012 a las 7:01

[...] [...]

Miscellaneous | Annotary dice:


abril 13th, 2013 a las 12:27

[...] Genis M Members (0) Share Sort: Newest Oldest Title Publisher Sort
Share juanramonrallo.com 3 minutes [...]
El gasto público no estimula la economía

escaja Says:
diciembre 17th, 2011 a las 10:08

Mientras el estado tenga la capacidad casi monopolística de generar leyes de


obligado cumplimiento, me temo que el camino para el adelgazamiento de su
estructura y nivel de gasto sea una misión imposible.

Solo una debacle futura que le haga ver que ha entrado en un camino de no
retorno, solo posible por un levantamiento popular, será en la práctica la
única posibilidad que nos queda.

De parte ni de oficio van a cambiar. Si vamos a una mayor autoregulación de


normas en el ámbito privado podremos expulsar esos privilegios de regular
en beneficio propio sus propios intereses.

dsklp Says:
diciembre 17th, 2011 a las 13:01

Hay quien dice que para el estado ha sido mas facil pedir credito que subir
los impuestos,pero ¿hasta donde aguantaria la sociedad mas subidas de
impuestos?¿acaso no se quedan ya con mas del 30% de lo que ganamos?.Y a
cambio de unos servicios que dejan mucho que desear.
Y esta mala calidad de servicios es lo que impide que suban los
impuestos.La gente esta dispuesta a dejarse robar, pero con moderacion.
Pero el estado cada vez necesita mas para mantener su enormidad,tiene que
gastar en lo que sea solamente para,digamos, hacer ruido para asustarnos y
recordarnos que esta vivo.¿que las inversiones publicas tienen un retorno
ridiculo? Da igual ,lo importante es la obra no si sera mas o menos util.Algo
asi como “lo importante es el viaje,no el destino”pero tan pervertido que el
viaje nos lo estamos dando y a camara lenta,que aun duele mas.
El gasto del estado solo puede crecer,como sea.
“Llega una persona y entra en un banco.No hay nadie.Se acerca a una
ventanilla y dice:”Quiero un credito”.Da la vuelta al mostrador y desde el
otro lado se contesta:”Inmediatamente señor”.Va hacia una maquina,pulsa un
boton y sale un chorro de monedas que recoje.Sale del banco”.
Este hombre es el estado

Javier Says:
diciembre 17th, 2011 a las 18:44

“El Estado moderno, con su enorme tamaño y competencias, no puede


generar riqueza adicional en prácticamente ningún área”… ¿Qué entiende
Vd. por generar riqueza, señor Rallo? La sanidad española, más eficiente y
más barata que la norteamericana, ¿no le parece un buen candidato?

Le dedico este post, a Vd. a los austríacos y a los neoliberales:

http://g7e9.wordpress.com/2011/12/17/de-papa-noel-al-mercado-libre/

En él le detallo cómo el mercado libre, de existir, sería el fin de la


civilización.

Víctor Says:
diciembre 17th, 2011 a las 20:26

Javier

Hay bastantes incoherencias y contradicciones en el texto. No ya contra el


liberalismo, la economía o el sentido común, sino contra tu propio
argumento. Según expones, tal es la sed de los empresarios para conseguir
beneficios que incluso llegarían al extremo de intimidar y esclavizar a los
trabajadores a fin de reducir costes. Para lograrlo, deciden despedir a
muchos para implantar el “miedo al despido” lo cual, sin duda, acaba
abaratando los salarios. Sin embargo, menos empleo (si no es sustituido por
bienes de capital) es igual a menos producción y por lo tanto menos
beneficios. Lo cual no es coherente con la insaciable sed de beneficios
expuesta al principio. Lo que sí provoca la sed insaciable de beneficios es la
fuerza de empresarialidad, a saber: se producirá una unidad adicional de
producto siempre y cuando sea rentable hacerlo. Es decir, existe un incentivo
muy fuerte para los empresarios para encontrar aquellos productos o
sectores que ofrecen rentabilidades atractivas en los que invertir -aumentar
empleo y producción-. Si alguien decide reducir empleo para aumentar
beneficios lo único que hace es aumentar el incentivo y dejar una puerta
abierta para que otros competidores también quieran llevarse “su parte del
pastel”. Eso es el libre mercado.

¿Qué pasaría con aquellos (poquitos) que siguieran trabajando? Pues igual
que los empresarios buscan su parte del pastel, los trabajadores también lo
hacen. Al fin y al cabo, en el mercado laboral las empresas pujan por los
trabajadores. Y si una empresa decide reducir el salario un 10% corre el
riesgo de perder a los trabajadores ya que estos son libres de irse a otra
empresa. La fuerza de empresarialidad garantiza que los salarios sean
próximos a la productividad marginal (que depende, en parte, del valor de
los bienes y servicios que producimos). No somos más pobres porque los
empresarios confabulen contra nosotros, sino porque ahora producimos
bienes cuyo valor es notablemente menor.

Manu Oquendo Says:


diciembre 18th, 2011 a las 5:03

En un sistema nacional con un sistema monetario, financiero y legal que


asegure suficiente elasticidad a los precios de los factores, es posible
entender las reglas que cita el profesor Rallo para atraer capital, inversión y
valor.

Sin embargo el problema que se nos añade hoy día es que los factores más
importantes no son nada elásticos (todo lo contrario) y que el capital
siempre encuentra un lugar donde optimizar y ese lugar muy frecuentemente
no es el país de origen (al menos en números suficientes).
En ese momento o nos homologamos con Vietnam o tenemos que vivir de
otros. De hecho todo lo que está pasando es por este asunto.

Si este proceso de ajuste dura dos o tres generaciones no se yo lo que va a


pasar. Y si se hace en menos tampoco.
En cualquier caso, muy mal está la cosa.
No se ve solución con las reglas vigentes.

jfc Says:
diciembre 18th, 2011 a las 6:55

Javier, ¿tu de verdad crees que los contrarios a la esclavitud social -o


favorables al libre comercio- no hemos leido antes miles de veces
sucesiones de topicos igualitos a lo que tu nos regalas? Sin ir mas lejos, hace
menos de diez años yo habria firmado lo que tu dices, cuando empezaba a
interesarme por estos temas. ¿Lo que nos distingue entonces? conciencia
social, interes en aprender y diez años de estudios leyendo todas esas
criticas y contracriticas a “tus” planteamientos. Mi respuesta estaria en los
libros: leelas algun dia (si te interesa…).

José L. Ochando Says:


diciembre 18th, 2011 a las 11:28

Quizá el meollo de este artículo sea una de las principales falacias


económicas de nuestro tiempo: “el consumo es lo que mueve la economía”.
De ahí falacias menores como la de “tenemos que estimular el consumo
desde lo público”. Pongamos el ejemplo de un coche, que necesita consumir
gasolina para moverse. Podríamos concluir que cuanto más gasolina queme,
más velocidad alcanzará, aunque enseguida nos daríamos cuenta que nos
estamos confundiendo en la formulación del problema. Todo ingeniero, al
igual que toda economía, trata de minimizar los consumos, construyendo
motores (o procesos productivos) que consigan la misma eficacia con un
menor gasto total.

En el caso de los motores es relativamente sencillo medir la eficacia. Para el


conjunto de una economía, sólo los mercados pueden decidir que procesos
son realmente productivos y cuales no. Y eso es porque la cantidad de
información que procesa un mercado es ingente. El mercado es capaz de
garantizar que en promedio la inversión que se realiza en un área económica
es productiva, ya que castiga las malas inveriones y premia las buenas.
Desgraciadamente, en la actualidad quedan pocos mercados libres.

Javier Says:
diciembre 18th, 2011 a las 11:50

Parece que tendré que explicar las cosas más despacito.

El único comentario al que merece la pena responder es el de Víctor, que


afirma que la creación de desempleo como método para reducir los costes
salariales sería perjudicial para el empresario, pues con ello tendría que
reducir su nivel de actividad. Deberías leer a Kalecki:

http://www.eumed.net/cursecon/textos/kalecki/
El desempleo es una necesidad de un sistema capitalista avanzado. Un
empresario obtiene beneficio mediante la extracción de una plusvalía. El
trabajador, en una hora, crea producto (descontados los costes de material y
maquinaria) por valor de X euros. Un 30% de ese producto va a su salario, y
el resto va en forma de beneficio al empresario. Este reparto, 30%-70%, ó
40%-60%… ó 10%-90%, viene determinado por la capacidad negociadora
de los trabajadores. En presencia de paro, ésta es baja, y se aceptan unas
condiciones salariales y laborales malas.

En efecto, para el conjunto de los empresarios (también llamado clase


empresarial) es conveniente un cierto nivel de paro. En una situación de
pleno empleo, la capacidad negociadora de los trabajadores se eleva, y los
beneficios disminuyen.

Un afectuoso saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 18th, 2011 a las 13:04

Javier,

Algunas preguntas me sorprenden. ¿Que qué entiendo por creación de


riqueza? Pues lo tienes explicado al comienzo del artículo (tercer párrafo).
Tal vez si leyéramos y tratáramos de entender el artículo entero, en lugar de
buscar frasecitas que atacar a modo de consignas descontextualizadas, nos
ahorraríamos ciertos debates.

En cuanto a la sanidad española, le copio el mismo comentario que le realicé


a otra persona que argumentaba en sus mismas líneas: “La sanidad española
no es ni mucho menos tan eficiente por cuatro motivos: a) sus costes están
siendo crecientes y son superiores a los de tratamientos similares en el
sector privado (compara el coste de la plaza pública y el de la privada según
Muface) y b) tú mismo reconoces que la sanidad pública española está
caracterizada por colas muy prolongadas o períodos de hospitalización más
cortos de lo recomendable; eso significa que se gasta demasiado poco y que
la deficiencia que se gasta se compensa con un deterioro del servicio, c) la
sanidad española tiene muy poca premium medicine, y eso reduce los
desembolsos a costa de incrementar las muertes
(http://www.juandemariana.org/comentario/755/gasto/sanitario/esperanza/vida/
d) si quieres un modelo de mucha más calidad y de mucho menor coste (la
tercera parte que el español) vete a Singapur, cuyo sistema sanitario se
parece bastante al propuesto en el artículo:
http://econlog.econlib.org/archives/2008/01/singapores_heal.html“.

Bastiat Says:
diciembre 18th, 2011 a las 17:47

Juan Ramón…. No te sorprendas. El sujeto en cuestión, en cuanto le llevas la


contraria habla de que hay agresividad en las palabras. Y cuando las
palabras van dejándolo sin argumentos te banea…

A mi me lo ha echo….

Que simpático!

De todas formas, Juan Ramón, me he tomado la libertad de invitarlo, aunque


por ahora no lo ha publicado, ya he dicho que me ha baneado, que puede
pasarse por aquí a aprender.

Eso sí, no tiene mucho que enseñar. No diferencia el socialismo de lo de


“democracia real ya”

A que no os sorprende.

Javier Says:
diciembre 18th, 2011 a las 19:24

En cuanto al tema sanidad, me gustaría referiros a la comparación entre los


sistemas estadounidense (privado) y español (fundamentalmente, público).
En EEUU, el gasto en salud es el 16% del PIB, frente a un 10% del caso
español. La mortalidad infantil, uno de los indicadores típicos de calidad de
un sistema sanitario, es de 6 muertos/ 1000 nacidos, mientras que en España
es de 3 muertos/1000 nacidos. El sistema público es más eficiente y más
solidario en España que en EEUU.

http://www.indexmundi.com/map/?t=0&v=29&r=xx&l=es
Aprovecho para saludar a Bastiat, y decirle que conozco la página de Juan
Ramón Rallo desde hace mucho tiempo.

Bastiat Says:
diciembre 18th, 2011 a las 19:40

pues no se nota…..

Víctor Says:
diciembre 18th, 2011 a las 19:41

Javier

Creo que volvemos a lo de antes. Un negocio que permita unos márgenes de


beneficios del 90% es un negocio rentabilisimo y un poderosísimo incentivo
para que otros inviertan a fin de obtener también esos beneficios. Tienes que
reconocer que el libre mercado y la libre competencia tienden a distribuir y
disminuir esos beneficios (tanto por la bajada de precio como por el
aumento de los costes) y produce aumento de la producción y el empleo. Y
será un incentivo siempre y cuando la rentabilidad sea superior al coste del
capital.

En tu análisis ignoras esta fuerza. Consideras una economía estática y


clasista donde los empresarios están dados y no hay posibilidad de cambio
de empresarios a trabajador ni viceversa: una barrera infranqueable. Sin
embargo, eso no es libre mercado ni describe el mundo actual.

Tal es así que por solo 12,8€ cualquiera de nosotros puede convertirse en
dueño de una parte de la mayor empresa española (Telefónica), deposita sus
ahorros en el banco a cambio de una rentabilidad derivada de la inversión
que realiza el banco o puede pedir prestados esos ahorros para realizar
personalmente la inversión y convertirse en empresario. La búsqueda del
beneficio pone en marcha todo eso y el libre mercado permite que cualquiera
pueda hacerlo. Eso es Liberalismo. En realidad la economía es muy
dinámica y cambiante.

Bastiat, una mentira repetida muchas veces se acaba convirtiendo en verdad


y en un sólido muro de difícil acceso.
Bastiat Says:
diciembre 18th, 2011 a las 19:47

Nunca…

Una mentira repetida muchas veces puede convertirse en una verdad


aparente… Pero para eso estamos aquí, para seguir llamando mentira a lo
que es mentira.

Otra cosa es quienes les guste convertirse en otro ladrillo en el muro.

aversiahora Says:
diciembre 18th, 2011 a las 21:15

La gran mayoría de mis amigos proclama su adscripción a un bloque


ideológico: la mayoría se considera de izquierdas y la minoría, de derechas.
A mí me hacen gracia ambos grupos, porque se parecen mucho en sus
planteamientos. De hecho, la única diferencia que veo en sus argumentos no
es tanto de análisis como del momento vital en el que se encuentran. Lo
mismo noto en la mayoría de las tertulias mediáticas, así que supongo que la
mayoría de la sociedad es así. Para mí, no son ni de izquierdas ni de
derechas; ni socialistas, ni liberales… Son leydelembudistas. Sí, sí: la
ideología del españolito medio es la Ley del Embudo.

A ver si consigo explicarme: imaginémonos que tengo 18 años y quiero ir a


la universidad. ¿Que tengo que trabajar para pagarme los estudios?
¡Nooooo! ¿Que mi familia no podrá cambiarse de coche cada 3 años o irnos
de vacaciones? ¡Noooooo! Es mejor que los demás me paguen la “uni” con
sus impuestos, incluso mis amigos que se ponen a trabajar de camareros 60
horas a la semana por 800€ al mes, entre otras razones porque 100 o 200 €
de su sueldo se van en pagarme a mí la universidad. ¡Cómo mola el
Socialismo! Ahora bien, termino la carrera y ¡por supuesto que yo no voy a
trabajar en esas condiciones, que para eso tengo formación! Así que ahora
me convienen las ideas liberales acerca de la remuneración en función de la
productividad. Siempre y cuando el “mercado” reconozca mi formación,
porque si no, entonces, no pensaré que me han estafado en la “uni”,
haciéndome estudiar gilipolleces. Lo que pensaré es que el Gobierno tiene
que legislar para obligar al “mercado” a contratarme con las condiciones
que me merezco, bien a través de la negociación colectiva, bien a través de
la restricción de la competencia por medio de requisitos previos, como el de
una titulación oficial concreta. ¡Curioso socialismo, que pide la acción legal
para crear diferencias!

Pero luego, alguien viene y me dice que hay que intervenir en el mercado
laboral para repartir los puestos de trabajo, que hay mucho paro. ¡Ah, no, no,
no, no, nooo! Ahora me conviene el Liberalismo: el trabajo es una cosa muy
especializada, de productividad… y blablabla… que es solo para el que
puede hacerlo, no para repartirlo. ¡Si los parados no pueden trabajar, que se
busquen la vida! Pero resulta que yo me pego una “galleta” con el coche y
me tengo que pasar 1 mes en el hospital y 5 en rehabilitación. Lo normal es
que me despidan, porque -recordemos- el trabajo es para el que puede
hacerlo… y yo ahora no puedo. ¡Ah, no! Volvemos al Socialismo: no somos
salvajes… el estado del bienestar… blablabla.

El Estado no debe intervenir en el mercado laboral para repartir mi sueldo


con otra persona (¡viva el Liberalismo!), pero sí para obligar a mi jefe a
darme un mes de vacaciones pagadas, bajas médicas, permiso de maternidad
para mi mujer, conciliación de la vida laboral y la familiar, subidas
salariales… (¡viva el Socialismo!).

Yo me considero liberal, pero me doy cuenta de que los liberales somos


cuatro gatos y ya no aspiro a vivir en una sociedad que se rija por esos
principios. Casi os diría que me da igual el modelo, pero… que, al menos,
sea coherente consigo mismo. Este modelo social nuestro -el de la Ley del
Embudo- va a acabar -probablemnte esté haciéndolo ahora mismo- como el
rosario de la aurora (por cierto, nunca he entendido esta expresión: ¿por qué
acaba mal el rosario de la aurora?).

¡Hala! Perdón por la extensión y el tono apocalíptico, pero, como dice uno
de los jefes de Rallo -Luis Herrero-, ya lo he “soltado”. ¡Y así me ahorro el
psicólogo! Jeje.

Manu Oquendo Says:


diciembre 19th, 2011 a las 10:18

Hay situaciones en las que el gasto público sí es factor de crecimiento


económico.
Por ejemplo la nacionalización de la generación eléctrica italiana, bien
pagada, a principios del siglo XX explica mucho de la estructura industrial
de Italia financiada con ese capital liberado de atender un servicio público.
O las famosas 100 libras de Keynes (ver “Essays in Persuasion”) gastadas
por el gobierno en housing en los años 30.

Pero una cosa es hacerlo en plena muerte lenta de la cultura del patrón oro y
una fiscalidad inferior al 14% del PIB y otra es hacerlo tras cuarenta años de
orgías del Fiat money, reserva fraccionaria a tope, sin un imperio cliente
cautivo y con un gasto público real que bordea el 50% del PIB cuando no lo
supera. (España ahora mismo unos 480,000 millones)

La discusión es poco relevante si olvidamos el entorno y sus cambios.

Saludos

Mazarino Says:
diciembre 19th, 2011 a las 10:29

aversiahora, lo has descrito perfectamente. Por eso en ocasiones cuesta


mantener la cabeza fría (y releer) para darse cuenta dónde está la
coherencia…en el liberalismo (aunque a veces duela)

el corintio Says:
diciembre 19th, 2011 a las 10:41

el rosario de la aurora, fue una procesion en el pueblo gaditano de Espera,


que acabo a tortas, las versiones varian sobre la causa, un saludo.

yo tambien ando en un momento de resignación y aburrimiento con el


tinglado montado que nos toca soportar , pues no veo la manera de que algun
dia cambie,

un resignado liberal…..

Publico Says:
diciembre 19th, 2011 a las 12:19

Bueno, mira que decir que la Educación y la Sanidad no generan riqueza…


lo que me faltaba por escuchar Hasta el ejercito genera riqueza, y la guerra
¿o no sabe de dónde ha salido la energía nuclear?

Incluso se podría afirmar que lo público es desde donde se pueden


implementar grandes programas de investigación y mejora humana

Sester Says:
diciembre 19th, 2011 a las 22:47

Estimado Javier:

Se empeña usted en comparar el sistema sanitario estadounidense con el


español, supongo que con la finalidad de hacernos creer que un sistema
sanitario público (el español) es mejor que uno privado (el de EEUU).

El problema es que la sanidad en EEUU no es enteramente privada; hay dos


gigantescos programas públicos, Medicaid y Medicare, amén de una
fortísima intervención gubernamental en la manera que se proporciona la
medicina privada, que dispara los costes; no en vano, el estado sufraga en
los EEUU cerca de todo el gasto sanitario.

No, amigo mío, no. Aunque le parezca mentira, EEUU no es el paradigama


del liberalismo, por mucho que, en general, sea una sociedad más libre que
la europea en general y que la española en particular.

Pero, además, propone usted, para resolver dicha comparación, usar el


índice de mortalidad infantil. Bien, si baja usted un poco la vista en esa tabla
se encontrará usted con Hong Kong y Singapur. Dos países con sanidad
privada, con muy poco gasto estatal en la misma, y con una tasa de mortalida
infantil de 3 y 2 muertos/1000 nacidos. Y a la vez, encontramos también a
Suecia, con un amplio sistema público de salud (aunque recientemente se
está virando hacia la introducción paulatina de la sanidad privada, todavía
en pequeña escala) también con un índice de
3 muertos/1000 nacidos.

Así que tenemos sistemas públicos y privados con un resultado similar en el


índice que usted propone como señal de mayor o menor bondad de un
sistema sanitario. ¿Qué conclusión extraer? Pues probablemente que las
estadísticas entre países no son directamente comparables porque otros
factores, como el estilo de vida, también influye, además del propio sistema
sanitario.

Sester Says:
diciembre 19th, 2011 a las 22:50

Corrección:

Donde dice: “el estado sufraga en los EEUU cerca de todo el gasto
sanitario”

debe decir: “el estado sufraga en los EEUU cerca del 50% de todo el gasto
sanitario”

Mis disculpas.

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 18:43

Aceptemos por el momento (aunque no sea cierto del todo) que el sistema
estadounidense es 50% público y 50% privado. El sistema español es 90%
público y 10% privado, tiene mejores resultados y es más barato. Ergo…

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 18:48

Es cierto que no se puede comparar una ciudad-estado como Singapur o


Hong-Kong con un gran estado como EEUU o Francia. Por eso, hagamos las
comparativas entre estados de nivel de vida similar. Y entonces la evidencia
es abrumadora en favor de los sistemas de salud públicos.

(Siento hacer dos comentarios seguido en la misma línea)

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 18:52

O sea, no se puede comparar un país con 4,7 millones de habitantes con uno
de 47 millones (múltiplo poblacional de 10), pero sí se puede comparar uno
de 47 millones con uno de 308 (múltiplo poblacional de 6,5). ¿Ley del
embudo?
Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 20:07

Aún nadie me ha explicado por qué la sanidad norteamericana es más cara y


más ineficiente que la española.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 20:08

Aquí lo tienes: http://libros.libertaddigital.com/crisis-del-intervencionismo-


sanitario-1276232255.html

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 20:10

Y como ustedes no la tienen, se la doy yo. Hay servicios que son más
ineficientes cuando los presta la iniciativa privada. Los seguros médicos
estadounidenses, al funcionar con ánimo de lucro, abandonan a su suerte a
muchas personas con enfermedades crónicas o difíciles. Eso explica los
peores resultados. En cuanto al coste, la razón es también obvia: la sanidad
española no reparte dividendos. Ese coste adicional es el que explica el
salto del 9% al 16% del PIB. Es fácil… dentro del modelo teórico correcto,
claro está.

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 20:11

Don Juan Ramón, postula usted que el problema de EEUU es un exceso de


intervencionismo estatal… ¿Mayor que el de España, que es más barato y
eficiente? Por favor, aténgase a los datos…

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 20:12

Se nota que no se ha leído el artículo. Aténgase a algo más que el título.

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 20:15

Lo he leído entero, don Juan Ramón. Extraigo esta frase: “Como dice Kling,
EEUU sufre una crisis de abundancia, pero de abundancia de socialismo e
intervencionismo.” Por eso insisto: ¿más que España?

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 20:16

En EEUU hay barra libre a la socialización de los gastos sanitarios (vía


seguros sanitarios ahora ya obligatorios y antes cuasi-obligatorios para
quienes teníane empleo). En España, el Estado controla esa socialización.
No es más o menos intervencionismo: son dos clases de un mismo y nefasto
intervencionismo.

Javier Says:
diciembre 20th, 2011 a las 20:19

Pues en España nos va mucho mejor… en todos los indicadores de calidad


del sistema sanitario. Sólo en algo le va mejor a los norteamericanos: en
cómo le va a los más ricos. Lo que usted llama premium medicine no es más
que un eufemismo para decir: “quien tiene dinero, obtiene un tratamiento de
calidad excepcional”. Pero la salud pública es la salud del conjunto de la
población. Y en eso no alcanza, pese a la socialización que le atribuye, unos
estándares mínimos de país desarrollado.

aversiahora Says:
diciembre 20th, 2011 a las 21:13

Como siempre, a mí se me va la pinza y pienso en qué narices pensará la


mayoría social, más que en lo que pienso yo.

Resulta que nos gastamos en sanidad pública unos 50.000 millones, pero
tenemos un déficit reconocido (es decir, que será más) de 13.000 millones.
No está mal: tenemos una sanidad que cuesta 50.000 millones, pero solo
pagamos 37.000 millones. Los otros 13.000 millones salen de
endeudarnos… ¡Carambas! Así saco yo adelante cualquier proyecto.

Parece que esto de pagar gasto corriente con deuda -o sea, vivir por encima
de nuestras posibilidades- se va a acabar, más que nada porque los que nos
prestaban el dinerito dicen que ya no hay más (¡qué malvados!)… A mí, solo
me salen dos opciones: o recortamos la sanidad un 25%( y a ver cómo la
valoramos entonces), o pagamos 13.000 millones más en impuestos (y a ver
cómo la valoramos entonces).

Permitidme hacer una cuenta un poco grosera -lo reconozco-: 13.000


millones más, si los dividimos entre 17 millones de trabajadores… salimos
a casi 800€ más al año. Un mes de sueldo para mucha gente.

Si me preguntáis con cuál me quedo yo, si la pública o la privada… ¡pssss!


… ¡perdón, me están llamando a la puerta, me tengo que ir! Jeje.

Ahora en serio: lo que yo me pregunto, en realidad, es cómo lo valorará un


país donde el porcentaje de parados y de gente que no llega a los 12.000€
anuales puede rondar el 50% de la población adulta. Por ahí irá la sociedad.
Mi opinión es irrelevante…

jfc Says:
diciembre 20th, 2011 a las 22:54

…ergo no es tan sencillo. Hay que leer (no solo a Marx y su banda). La
teoria correcta no pasa por costes dados y valores objetivos
premarginalistas. La existencia de beneficios atrae a trabajadores a
emprender creativamente y meterse en el negocio -si le dejan los camaradas-
mejorando la calidad o reduciendo costes utilizando otros factores, u
organizandose de otro modo ¿Te suena Israel Kirzner? (no es marxista)

Xel Says:
diciembre 20th, 2011 a las 23:19

Me parece una manipulación hacer estos debates sin hablar del fraude fiscal,
fraude fiscal denunciado sistemáticamente por los técnicos de hacienda y
ante el que los políticos españoles miran para otro lao. Eso en mi pueblo se
llama corrupción

Así que tenemos 13000 millones de déficit en la seguridad social?, pues las
grandes fortunas y empresas españolas defraudaron en el año 2010 44000
millones, cifras denunciadas por Gestha.

Las cuentas están claras no?, si una parte de la población, la que más capital
tiene no paga sus impuestos y todo el sistema público se sostiene con los
impuestos de los que menos tienen, lo normal es que se vaya a la quiebra.

Lo de meter en este debate a una dictadura como Singapur denota los pocos
argumentos que se tienen.
Los datos que da la dictadura de Singapur me merecen la misma
consideraciòn que los datos que me pueda dar Fidel Castro, …,
sencillamente no me los creo.

Mal están las cosas para los adalides de la sanidad privada si tenemos que
recurrir a dictaduras para intentar contra argumentar, …, digo intentar porque
sólo hace falta ver las estadísticas históricas para comprobar que los
sistemas de salud pública son más eficientes, primero para lo que están
hechos, para salvar vidas y dar más calidad de vida a las personas, …, pero
es que también los son económicamente.

Reto a quien quiera a que me demuestre que no es así, …, pero con datos eh,
.., que los dogmas y la ideología a mi no me valen

Publico Says:
diciembre 20th, 2011 a las 23:28

Resumiendo:

Los mejores sistemas sanitarios y educativos son públicos, los países más
ricos, más prósperos, más eficientes, donde la gente tiene un nivel de vida
mayor son socialistas (Suecia, Noruega, Finlandia, …). La vieja Europa
(Alemania, Inglaterra, Francia, Suiza, Holanda, …), a pesar de la crisis,
siguen siendo la avanzadilla del mundo, con unos sistemas sociales que son
la envidia de cualquier ciudadano. El socialismo democrático funciona, y ha
logrado los mayores logros para la humanidad.

Aquí en España no lo hemos probado porque el reparto de la riqueza ha sido


siempre muy tibio, con una clase dirigente muy corrupta, y unos empresarios
que parecen terroristas laborales. Lo mejor de nuestro país, o está fuera, o
está en nuestros hospitales, en nuestras escuelas, institutos o universidades
públicas. Nuestros trabajadores son mucho mejores que nuestros
empresarios y políticos, donde se concentran los mayores chorizos, los más
sinvergüenzas.
¿Qué modelo nos proponen estos jóvenes liberales? ¿Chile? ¿Singapur?
¿EEUU? Probad primero a vivir unos años en tan idílicos paraísos, y luego
veremos donde está la libertad. Y no nos contéis la milonga que nos
pongamos en manos de nuestra clase empresarial, da terror ver a los de la
CEOE ¿o quizá el modelo sea ZARA con sus niños esclavos produciendo la
ropita y los zapatos para los pijos madrileños?

Xel Says:
diciembre 20th, 2011 a las 23:28

Evidentemente y como podemos ver todos los días a nuestro alrededor el


gasto público genera riqueza, es más el gasto público es la base de nuestra
civilización y sin el estaríamos todavía en Atapuerca.

A los hechos me remito, …, el gasto público en infraestructuras por supuesto


que genera riqueza, el gasto público en investigación del tipo que sea por
supuesto que genera riqueza, el gasto público en políticas sociales por
supuesto que genera riqueza, .., y podría seguir toda la noche………

Es más, precisamente los países con más gasto público son los más exitosos,
y no sólo socialmente, sino también económicamente.

Y vuelvo a retar a que alguien me demuestre lo contrario, a mi me lleva un


minuto poner aquí las estadísticas de Eurostat, 5 minutos en poner las
estadísticas de todos los países europeos, EEUU y de quien queráis en el
siglo 20.

Yo creo que a algunos les quedan pocos clavos ardiendo a los que agarrarse
y ante la debacle de su ideología en vez de replantearse las cosas cada vez
caemos más en la irrealidad por decirlo de una forma suave.

PD – Sólo el hecho de hablar de gasto público en general sin hacer


distinciones entre las distintas partidas o sin hablar de la gestión de ese
gasto público denota un fundamentalismo y un infantilismo increíble entre
gente preparada.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 23:35
¿Evidentemente? ¿El gasto, sólo por ser público, genera riqueza? ¿La genera
una carretera que va a ninguna parte? ¿La genera una carretera que ha
costado más de fabricar que el ahorro de costes que van a experimentar los
vehículos circulando por ella con respecto al que habrían sufrido circulando
por otras carreteras ya construidas? Y el coste de oportunidad del capital
(era mejor invertirlo en otra parte), ¿cómo lo tenemos en cuenta? Que el
gasto público genere riqueza es del todo menos evidente.

Y que los países más ricos sean los que tengan un Estado más grande sólo
significa que las economías más prósperas se pueden permitir esos gastos
más elevados. También los ricos son los que menos horas trabajan (incluso,
si son rentistas, los que NO trabajan) y no creo que digamos que la riqueza
se genera no dando un palo al agua.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 20th, 2011 a las 23:37

Javier, pues si lo lees se nota poco, la verdad. Porque repites los mismos
argumentos que me encargo de desmontar en el artículo. No digo que los
argumentos sean necesariamente correctos, pero no los atacas. Razonas
como si no hubiese contraargumentado nada. Pero lo volveré a intentar. A
ver si aquí ves más claro por qué te equivocas:
http://www.juandemariana.org/comentario/755/gasto/sanitario/esperanza/vida/

Xel Says:
diciembre 20th, 2011 a las 23:38

Publico

Sabes que te van a contestar ante todos esos países que mencionas y que por
supuesto son los más exitosos en la historia de la humanidad, …, por lo
menos hasta la fecha;

“Que son países ricos”

Claro, de eso es de lo que hablan monotemáticamente los austriacos no?, .. ,


de generar riqueza.
Es que llevando las discusiones solamente a sus términos economicistas no
tienen argumentos cuando les pones los ejemplos de todos esos países que tú
mencionas.
Pues si esos países generan riqueza, dejaros de dogmas del siglo 19, estudiar
el porqué esos países son sociedades más ricas y bajar al mundo real.

Ahora nos agarramos a dictaduras como Singapur para defender los sistemas
privados de pensiones, .., ¿pero somos liberales o nada más para lo que nos
conviene?

Porqué no habláis también del éxito de la economía planificada China?

Stirner Says:
diciembre 21st, 2011 a las 0:07

No te preocupes, no me van a convencer, tengo demasiados años y mi padre


me lo explico muy bien. Él comenzó a trabajar en una cordelería, con 6 años,
jornadas de 14 horas, por el salario necesario para comer y de paso
mantener a un señorito andaluz, un cerdo como muchos de los que quedan en
España, porque ese es uno de nuestros problemas fundamentales. No me van
a contar ahora la milonga de la libertad salarial, los minijobs, lo buenos y
necesarios que son los empresarios, … eso está muy bien para los
americanos, para Steve Job un hippie que fuma marihuana y triunfa. Aquí
tenemos lo que tenemos, y son precisamente los que más se aprovechan de lo
público, de la riqueza que se crea entre todos.

Basta con dar una vuelta por el mundo, visitar Chile, Méxio, China,
Marruecos, Cuba, Yugoslavia, Hungria, la URSS, … para saber donde existe
una convivencia y una organización social realmente eficiente. Aquí, hasta en
el pueblo más lejano y escondido tenemos una carretera (tal vez no sea
rentable), una escuela (tal vez no sea la mejor), un médico (quizá no tenga
todas las herramienteas), una biblioteca, acceso a Internet … tal vez estos
jóvenes idealistas piensan que será la iniciativa privada la que de todos esos
servicios, pero los españoles sabemos perfectamente que no es así y ni
siquiera la derecha más cavernícola de este país se atreve a cuestionarlo, o
por lo menos de momento.

Una sociedad solidaria, que sabe repartir la riqueza sin quedar a nadie atrás,
dando posibilidades a todos, es una sociedad que progresa y que tiene
futuro. Una sociedad que se agrieta, que se divide en clases, donde unos
pocos acumulan riquezas mientras que otros no tienen opciones es una
sociedad que fracasa, que está abocada al desastre y a la violencia. Basta
mirar el mundo, y no siendo muy inteligente, observar como funcionan las
cosas.

Xel Says:
diciembre 21st, 2011 a las 0:38

“Internet se creó a partir de inversión pública”

“Steve Jobs no sería nadie si antes el gobierno de EEUU no hubiese


invertido mucho dinero en investigación”

Podría seguir así hasta Atapuerca, pero pongo sólo esos dos ejemplos muy
descriptivos para demostrar que no es cierto que el Gasto Público no genere
riqueza, uno por ser la herramienta que estamos utilizando ahora mismo, otro
por ser un gurú de nuestra época.

Ahora alguien me dirá, ¿y la estación de AVE en una finca en medio de la


nada de Esperanza Aguirre?, ¿o el aeropuerto de Ciudad Real? ., vale, eso es
dinero público tirado.

Entonces ya no me vale el argumento de su artículo señor Rallo, el problema


no es que el gasto público no genere riqueza, el problema es en que se gasta
el dinero público. Lo mismo que en el sector privado donde creo que
también hay buenas y malas inversiones.

Año 2012 casi, .., todavía estamos esperando a que una empresa privada
construya con dinero privado una magnífica central nuclear de tercera
generación que nos solucione todos los problemas energéticos. Bueno sino
todos ya que los coches de momento no tienen motores nucleares por lo
menos algunos.
O que una empresa privada construya los puertos, los aeropuertos, las
carreteras o las lineas de ferrocarril necesarias para su actividad.

Yo estaría encantao que no hubiera que hacerlo con dinero público, ¿alguien
conoce algún ejemplo a lo largo de la historia de alguna empresa privada
que lo haya hecho?
De la inversión pública en investigación militar, aeroespacial, médica,
biológica, .., etc, etc, etc salió la mayor parte de la riqueza que nos rodea.

O sea que seamos más honestos intelectualmente y menos dogmáticos que ya


vamos teniendo unos años

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 21st, 2011 a las 0:46

Lo de siempre, que comentamos los artículos sólo leyendo el titular. Vamos a


ver, ¿dónde niego yo que el sector público pueda, en algunos casos, crear
riqueza?

Atención: “Si no conocemos ni la rentabilidad ni el coste del capital de las


inversiones estatales, debería ser evidente que no podemos conocer si
generan o no riqueza: el Estado está ciego a la hora de distribuir el capital.
Ahora bien, que esté ciego no significa, cuidado, que nunca contribuya a
generar riqueza. Creo que es bastante evidente que si el Estado monopoliza
ciertos servicios esenciales para la comunidad, empezar a invertir en ellos
engendrará más valor del que habría generado en otras partes de la
economía. No se trata de un análisis detallado, sino de brocha gorda, de
brocha muy gorda, y que por consiguiente no puede extenderse para el
conjunto de las relaciones económicas (por eso el socialismo fracasa
siempre). Es el sector privado el único que puede determinar qué proyectos
crean valor y cuáles lo destruyen al efectuar cálculos de rentabilidad y
disponer de un coste del capital fidedigno”.

La cuestión, claro, es en qué se gasta el dinero en el sector público… como


en el sector privado. Exactamente eso: “En cualquier caso, debería quedar
claro que gastar por gastar no genera riqueza. Si el asunto fuera tan sencillo,
nunca sufriríamos una crisis económica, porque el extraordinario gasto
privado de la época del boom se realimentaría sin fin. Lo que sucede, en
cambio, es que sí existen buenas y malas formas de gastar y de invertir los
recursos, y el Estado, sobre todo cuando pretende gastar a gran escala (cerca
del 50% del PIB de un país), no es capaz de distinguir entre ellas”.

La diferencia, en efecto, es que el sector privado pasa diariamente el test de


una rentabilidad del capital invertido que debe superar el coste del capital y
el Estado simplemente no puede hacerlo porque ni conoce la rentabilidad de
sus proyectos ni el coste del capital que utiliza en ellos.

Xel Says:
diciembre 21st, 2011 a las 0:50

Señor Rallo creo que lo de decir que unos países son más ricos sin explicar
el porqué no cuadra con lo analítico que es para otras cosas.

¿Que riquezas naturales tienen los países nórdicos que no tengamos los
mediterraneos?, desde luego sus climas son mucho menos benignos para la
agricultura, tienen también mucho menos turismo por ello, también menos
población, gastan mucha más energía que nosotros a causa de su
climatología,…., ¿que tienen ellos que no tengamos nosotros?

No tendrá mucho que ver en su mayor desarrollo social y económico que son
países protestantes y que en la mayor parte del siglo 20 tuvieron gobiernos
socialdemócratas.

¿Cuando se buscan las razones de algo hay que buscar puntos en común no?,
pues bien, tanto Irlanda-Grecia-italia-Portugal y España tienen varios puntos
en común para ser los PIIGS.

Países católicos

Gobernados históricamente por las derechas, fuesen monarquías, fuesen


dictaduras fascistas o partidos democráticos conservadores.

Menor gasto público por habitante, por tanto un estado del bienestar menos
desarrollado

En definitiva a mi decirme que Alemania, UK o Holanda son más ricos que


España o Grecia sin argumentarme el porqué no me vale de nada.

PD – Aunque me imagino que el único argumento posible a la vista de los


datos es pecado decirlo :)

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 21st, 2011 a las 0:54
Pues hombre, justamente los países que comentas… Grecia no tiene que
envidiar nada a Alemania y Holanda, y España nada a UK:
http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2011/02/weodata/weorept.aspx?
pr.x=86&pr.y=4&sy=2001&ey=2016&scsm=1&ssd=1&sort=country&ds=.&br=1&c=138

aversiahora Says:
diciembre 21st, 2011 a las 5:45

Para los que asistan atónitos a este debate entre Friedrich August Rallo y
Joseph Maynard Xel, creo que este vídeo-clip está bastante bien. Sí, es un
vídeo musical, pero recoge bastante equilibradamente las visiones
filosóficas de ambos. ¡Bueno! En el caso de Keynes, recoge una de sus
múltiples filosofías, pues cada vez opinaba algo distinto… Por ser amable,
digamos que le tocó vivir una época tumultuosa, donde la realidad iba
desmontando las teorías económicas vigentes a toda velocidad. ¡Vamos!
Como ahora mismito:

jfc Says:
diciembre 21st, 2011 a las 7:46

Xel, ¿Defraudamos dos trillones de euros? Es el doble del PIB de España…


¿Pero no te das cuenta?

jfc Says:
diciembre 21st, 2011 a las 7:48

o 2 billones, segun la RAE, vamos, pero lo mismo..

jfc Says:
diciembre 21st, 2011 a las 8:10

O cien veces más de lo dicho (desde el móvil no leo bien)… sigue siendo
demasiado (aún más) Perdón por los garabatos, Juan Ramón :-)

aversiahora Says:
diciembre 21st, 2011 a las 14:14

No, lo que dice Xel (con quien coincido en pocas cosas) es que según
Gestha, el sindicato de inspectadores de Hacienda, en 2010 el fraude fiscal
fue de 44.000 millones. Lo de 201044000 millones es que has visto el año y
la cifra juntas.

Eso probablemente saldrá de esas teorías autojustificativas que dicen que la


economía sumergida en España ronda el 25% del PIB, esto es, 250.000
millones. Suponen que si les aplicásemos una fiscalidad del 30% o 40%, se
recaudarían esos 40 o 50.000 millones.

Piensan que 1º) si le intentas echar el guante a la economía sumergida, ese


dinero no se va del país; 2º) que los sueldos en negro de 750€/mes pagarían
impuestos; y 3º) que el dinero negro no está pagando ya impuestos cuando se
gasta, a través del IVA, el impuesto de sociedades de esas empresas y el
IRPF de sus trabajadores, o que seguiría pagándolos, además, una vez
aflorado a la fuerza.

Xel Says:
diciembre 21st, 2011 a las 15:34

jfc y aversiahora;

Perdón, no me expliqué bien y aparte me equivoqué en los datos, aquí están


los de Gestha;

http://www.nuevatribuna.es/articulo/economia/2011-12-05/-quien-carga-en-
espana-con-el-peso-del-fraude-fiscal/2011120509295300516.html

Y aquí otro dato que creo que también tenemos que tener en cuenta cuando
hablamos del déficit o la deuda estatal, los ingresos fiscales de España en
2011 representan el 34,5% del PIB mientras que la media de la Eurozona es
el 44,4 de su PIB.

Me parece manipulador el debate del gasto público, el déficit, .., la deuda, ..,
la viabilidad de nuestro sistema socio – económico sino tenemos en cuenta
estos datos.
¿Los ingresos también serán importantes no?

aversiahora no coincidir es lo que enriquece los debates;

1º – No me vale el argumento de que si se persigue el fraude fiscal ese


dinero sale del país por varias razones;
a) La primera es ética, las leyes tienen que ser para todos igual, si no nos
gustan las podemos cambiar democráticamente, pero para todos igual
también.
Si ya partimos de aceptar o intentar justificar el fraude fiscal mal vamos
como sociedad. Evidentemente es imposible acabar con todo el fraude
fiscal, pero sólo con acercarnos a los niveles de la Eurozona nos valdría
para sanear nuestras cuentas públicas. Teniendo en cuenta que ellos lo
consiguen y que nosotros queremos ser como ellos en muchas cosas,
¿seámoslo también en honestidad no?. O por lo menos persigamos el fraude
como lo hacen ellos.

b) ¿Porqué en otros países los índices de fraude fiscal son mucho menores y
justamente en esos países los datos socio – económicos son mejores?. ¿Se va
el capital de esos países también?.

Y por supuesto la otra parte sería la mejor gestión del gasto público en la
que creo que todo el mundo está de acuerdo.

“No creo que a ningún español tenga la ideología que tenga le gusten las
Filesas-Gurtels-aeropuertos fantasma-sueldos políticos-puestos a dedo,…,
etc, etc,etc”

Franco Says:
diciembre 21st, 2011 a las 15:42

una humilde pregunta profesor,


le parece mal pagar impuestos para tener un hospital público, porque entre
otras cosas, el estado es violencia. Pero parece que no le resulta tan violento
ese estado cuando da un premio en dinero y el que lo recibe es usted…
Yo estoy de acuerdo con usted en la afirmación que el estado es violencia,
pero violencia para todo… ya sea un colegio público, mantener el estilo de
vida del rey, subvencionar a la iglesia (la que sea, católico o mormona, me
da igual), el metro o un ambulatorio, o como dije, repartir subvenciones en
forma de premios o préstamos tipo ICO, todos ellos tienen el mismo origen,
el dinero que me han robado via impuestos.
Saludos.

Víctor Says:
diciembre 21st, 2011 a las 15:52
Creo que se pasa por alto el hecho de que el gasto social o público proviene
de los impuestos. Ingresos del sector público que no podrían existir si el
sector privado previamente no los ha generado.

No se puede decir que los países son ricos porque tienen un gran gasto
social, porque es justamente lo contrario: tienen un gran gasto social porque
su riqueza se lo permite. Y esa riqueza la genera su economía y su sector
privado.

Rallo en ningún momento niega la posibilidad de que el sector público


genere riqueza, pero históricamente eso no ha sido así, ni en España ni en los
países que nos rodean. Ejemplos de dinero dilapidado en faraónicas obras
públicas sin ningún sentido ni objetivo los hay a centenares o miles.
Ejemplos de dinero bien invertido, también los hay, pero son muy pocos. De
lo que se deduce que el sector público actual, en general, es bastante poco
eficiente a la hora de generar riqueza.

Todo esto, claro, tiene mucho que ver con la idea muy enraizada de que
cualquier tipo de gasto público, sea el que sea, estimula la economía y
genera riqueza. Y no es así.

Xel Says:
diciembre 21st, 2011 a las 15:55

aversiahora

Jeje, creo que es un insulto al Señor Rallo intentar poner a su altura a un


ignorante como yo.

Es broma, evidentemente mis conocimientos económicos son nulos


comparado con los del Señor Rallo. Aprendo mucho con los artículos del
Señor Rallo así como con los de otros economistas y por supuesto de los
comentarios que hace la gente en blogs como este, creo que muy importantes
para entender el mundo en que vivimos.

Por otro lao no creo que las cosas sean tan simples como un Keynes vs
escuela austriaca vs Friedman, los problemas actuales necesitan soluciones
actuales no teorías de la época de María Castaña.
Está bien conocer, leer y por supuesto respetar a todos los grandes
intelectuales del pasado, pero nosotros nos enfrentamos a otros problemas a
los que ellos intentaron dar explicación o solución.

¿tendremos que avanzar no?

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 21st, 2011 a las 15:57

Medir la presión fiscal así no tiene ningún sentido. El PIB es demanda


interno – demanda exterior neta. España era el país del mundo con más
déficit exterior (10% del PIB) y ese déficit exterior prácticamente ha caído
al 3% este año. Si el PIB durante la crisis ha caído un 2%, eso significa que
la actividad interna se ha desplomado alrededor de un 10%. Y eso sobre esa
actividad que se ha hundido sobre lo que se recaudan impuestos. Vamos, que
no puedes comparar la presión fiscal entre unos países con saldos exteriores
estabilizados y otros como el nuestro en los que la caída del saldo exterior
ha maquillado la de la actividad interna.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 21st, 2011 a las 16:03

Franco, sin duda ahí también son violencia.

Erik Says:
mayo 29th, 2012 a las 2:50

Creo que en el debate se mezclan conceptos con una facilidad espantosa y


también se realizan afirmaciones falsas. Por ejemplo se habla de Suecia,
Noruega, Finlandia, …) como los paises más ricos del mundo. Y se cita a la
vieja Europa (Alemania, Inglaterra, Francia, Suiza, Holanda, …) como la
avanzadilla del mundo por su caracter socialdemócrata.
Bien, ocurre que solo dos de ellos están entre los diez mas ricos (renta
percapita en paridad de poder adquisitivo), y que Noruega lo es por el
petroleo. Luego tenemos que Suiza, un pais donde en algunos cantones uno
puede fijar su irpf en negociación directa con el fisco en torno a lo que
costaría el alquiler anual de una casa como la propia, es cualquier cosa
menos socialdemócrata y menos aún socialista. Por supuesto, EEUU si que
está entre los 10 primeros.
Por cierto,lo que algunos no entienden es que Europa y los paises
anglosajones y protestantes son, a pesar de los pesares, y al haber sido la
cuna del liberalismo económico y político, los países con mayores indices
de libertad económica.
Así, no es raro que a los campeones de la participacion del PIB en la
economia de la zona euro (Francia con el 55%) Les vaya peor que a sus
vecinos del norte, a pesar de que al acabar la II guerra mundial estaban en
una situación envidiable respecto a Alemania o Austria. Pero en 5 décadas
Francia ha perdido toda su enorme ventaja (y suerte que tuvo Francia que
Alemania acepto el euro por su deseo de reunificarse) pues tanto el
gaullismo como el socialismo son muy estatalistas en la dirección de la
economía y muy partidarios del control por una burocracia centralizada (no
en vano Francia se denomina a veces como un pais en manos de la oligarquía
de los enarcas -los titulados de la ENA- que copan la mayor parte de cargos
políticos y la gerencia de practicamente todas las empresas públicas y
muchas de las privadas, sobre todo si tienen algún paquete accionarial de
titularidad pública).

En cuanto a lo demás me remito a la aportación de Manu Oquendo Says:


diciembre 19th, 2011 a las 10:18. Es algo tan evidente lo que dice que
parece raro que tanta gente no lo entienda. Es como con los sindicatos, hace
un siglo fueron una absoluta bendición, ahora en demasiados casos son una
maldición.

En fin, que quizas antes de meternos en estos debates a muchos les


convendría leer a Aristóteles y lo que decía sobre la templanza y el
equilibrio como principio ético.
Esto es, el problema del sector público y el gasto, es que han llegado al
exceso. Es como con el vino o con el deporte. Beber un vaso o correr una
hora al día es sano. Beber dos botellas de vino o correr 16 horas al día, pues
no. Pues con el gasto público lo mismo, y una vez que está muy cerca del
50% y no digamos si lo supera, está claro que ocurre lo que se indica en el
artículo y empieza a ser destructivo, ineficaz y coarta la libertad económica.
Por cierto, Francia, entre los paises europeos tienen unos índices de libertad
económica muy por debajo de paises como Paises Bajos, Dinamarca,
Canada, Estados Unidos, Suiza, todos ellos entre los 15 primeros, Mientras
Francia o España se mueven en torno al 35 o 40.
Es fácil entender lo de la necesidad del equilibrio de otro modo, donde
acaba la liberalización? Necesitamos o no Código Civil y Mercantil? Pues a
fin de cuentas son regulaciones. Pero está claro que nadie en su sano juicio
puede afirmar que se pueda pensar en que prescindir de estas leyes aportase
algo ahora mismo, sino todo lo contrario.

Lo malo es que ahora, con el cuento de la crisis bancaria, muchos han sacado
del armario sus propuestas soviéticas y las venden como modernas. Pero no,
seguir aumentando la cuota estatal en el PIB cuando estamos en torno al 50%
o más, es una animalada, Sobre todo cuando sabemos que lo mejor es que el
Estado actue como juez y árbitro, no como jugador, y lo primero no requiere
un 50% del PIB, sino que con menos puede funcionar incluso mejor, pues
cuanto mas protagonismo tenga el Estado en el PIB, mas areas sera donde
será juez y parte, pues parece dificil pensar que las actividades de control y
regulación pueden llevarse un 50% o un 40% del PIB. Esto es, siempre será
más eficaz un sector sanitario con gestión privada pero niveles de servicio
regulados, que uno donde ambos tareas las asume el Estado, que, además,
cuanto más grande más dificil de controlar es y más difícil es que haya un
equilibrio de poder que no acabe por aplastar a los ciudadanos. Al hilo de
esto, no es casualidad que Suiza, con sus cantones, funcione mejor que el
hipercentralizado y jacobino Estado francés.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 8:02

Para Erik.

Estando de acuerdo con lo que expones solo puntualizar una parte:

“Es fácil entender lo de la necesidad del equilibrio de otro modo, donde


acaba la liberalización? Necesitamos o no Código Civil y Mercantil? Pues a
fin de cuentas son regulaciones. Pero está claro que nadie en su sano juicio
puede afirmar que se pueda pensar en que prescindir de estas leyes aportase
algo ahora mismo, sino todo lo contrario.”

Por si lo implicabas o si alguien lo malentendió. El liberalismo no aboga


porque NO haya Ley (eso no lo defienden ni los anarcocapitalistas), sino
porque esa Ley sea simple y general, aplicable a todo el mundo e incluso
intuitiva (no necesitamos saber de leyes ni las penas para intuir cuando algo
no es correcto porque equivale o implica una agresión, robo o estafa).

Lo que si sobra son millones de mandatos (en España escupidos a miles cada
año por 17+1 entidades legisladoras) con ámbitos de aplicación muy
concretos para “ayudar esto o lo otro” o “prohibir esto y lo de más allá a
este y aquel”. Eso no son Leyes, es guarrineo político.

Como tu dices, “… sabemos que lo mejor es que el Estado actue como juez y
árbitro, no como jugador…” y para eso las leyes tienen que ser estables,
claras, pocas y que se cumplan para TODOS igual.

Yo antes me debatía entre los anarcocapitalistas y los minarquistas y creo


que ese dilema es un error desde que escuche uno de este vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=puusxNAkoe4

La idea de este profesor es, siendo pragmáticos, NO imitar a los


“progresistas” en fijarse un objetivo utópico e ir hacia el (en el caso de los
anarcocapitalistas eliminar el Estado o el Poder al 100% y de los
minarquistas, contener el Estado al “mínimo necesario”) EN LUGAR DE
ESO buscar MEJORAS incrementales sobre la situación actual, eso si,
mejoras que no tengan vuelta atrás (como la eliminación del absolutismo, o
de la exclavitud) y no parar nunca de hacerlo.

Por cierto, esta estrategia es la que se sigue en tecnología, y esta le da 1000


vueltas a la mejora social, tanto que a veces hasta surge el debate de
preguntamos si no estaremos descubriendo tecnología hoy para la que aún no
somos lo suficientemente maduros como especie.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 9:24

Improvement rather than progress:


http://www.youtube.com/watch?v=puusxNAkoe4#t=11m22s

Huir de lo malo en lugar ir a lo bueno: Es más fácil ponerse de acuerdo en


que es “lo malo” y como huir de ello con “mejoras”, que ponerse de acuerdo
con el objetivo final “del progreso”.
Big Goverment / Extensive Goverment:
http://www.youtube.com/watch?v=puusxNAkoe4#t=13m30s

Un Gobierno Grande (que gasta mucho del PIB) es diferente de uno


Extensivo, que se mete mucho en la vida de sus gobernados (su religión,
costumbres forzadas y comportamientos, etc). Ambos son nocivos contra la
libertad y la prosperidad de los ciudadanos, hay que huir de ambos y sobre
todo evitar que se den a la vez, que es el peor de los escenarios posibles.

Por cierto, el gobierno grande es a lo que tienden los de izquierdas sin darse
cuenta, y el gobierno extensivo es a lo que se tienen los de derechas cuando
se dejan llevar.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 10:05

No tiene desperdicio esta clase:


http://www.youtube.com/watch?v=puusxNAkoe4#t=49m37s

Se pueden pedir mejoras incluso en un sistema democrático y sin política de


por medio.

Les dépenses publiques ne stimulent pas l’économie - Contrepoints |


Contrepoints dice:
enero 18th, 2012 a las 7:00

[...] [...]

Rajoy, un calco de Rubalcaba, de Juan R. Rallo en vozpopuli.com |


Reggio's dice:
enero 30th, 2012 a las 6:03

[...] de Rubalcaba: no necesitábamos más sino menos impuestos; el empleo


no lo crea el Estado con dañinos y gravosos planes de estímulo público, sino
los empresarios que disfrutan de un entorno de libertad y de un marco
regulatorio estable y [...]

Rajoy un calco de Rubalcaba | Fundación Civil dice:


enero 30th, 2012 a las 11:49
[...] de Rubalcaba: no necesitábamos más sino menos impuestos; el empleo
no lo crea el Estado con dañinos y gravosos planes de estímulo público, sino
los empresarios que disfrutan de un entorno de libertad y de un marco
regulatorio estable y [...]

Sanidad Pública y Sanidad Privada dice:


enero 22nd, 2013 a las 9:33

[...] utilizar el modelo de cinco fuerzas competitivas de Porter para verlo,


desde un punto muy básico, habiendo muchísimas razones más) ni la
privatización tendrá éxito cuando no venga acompañada de liberalización
(precisamente [...]

El final del debate sobre la sanidad | David de Bedoya | Blog personal


dice:
marzo 11th, 2013 a las 20:27

[...] utilizar el modelo de cinco fuerzas competitivas de Porter para verlo,


desde un punto muy básico, habiendo muchísimas razones más) ni la
privatización tendrá éxito cuando no venga acompañada de liberalización
(precisamente [...]
La inflación, un mal remedio contra la depresión

aversiahora Says:
diciembre 24th, 2011 a las 2:19

¡Ajá! Pero, si tienes que hacer una devaluación interna bajando los salarios,
¿y lo práctico que es poder dar una tasa de inflación oficial del 5% cuando
la real es del 8%? Una bajadita de salarios reales del 3%, al tiempo que
abres los telediarios proclamando que los trabajadores no pierden poder
adquisitivo contigo en el gobierno.

Los sindicatos aplauden y se ponen la medalla de lo que se ha conseguido


gracias a ellos. Los políticos se dan palmaditas en el hombro los unos a los
otros. Los periodistas glosan las excelencias de las conquistas sociales y los
derechos adquiridos. La gente asiente orgullosa de vivir en este modelo
social bondadoso, mientras engulle otra albóndiga y espera por los deportes.
Las abuelas lloran emocionadas…

¡Si hasta yo me estoy convenciendo a mí mismo mientras escribo esto…!

dsklp Says:
diciembre 24th, 2011 a las 13:16

Rebajar los costes de produccion,cuando el 70% de los trabajadores gana


una media de 800 euros recortar aqui no parece sensato.Esto son menos de
22.000 euros al año, que creo, que es el minimo para declarar a hacienda. El
coste de la energia tambien podria reducirse.Creo que ya han anunciado que
no va a subir la luz en enero,noticia que han recibido con gran alborozo los
belenistas,pero subvencionar espejos y molinillos tiene su precio.Y el gas y
el petroleo tambien.Siempre queda el recurso del carbon, que tan
generosamente regalan los reyes de oriente,pero contamina tanto…
¿Recortar impuestos?¿y hechar a suertes quien se recorta; el gobierno
central,el europeo,el regional,el provincial,el …Eso no secontempla ni en el
dia de los inocentes.
En la construccion los costes salariales no han sido la causa del aumento de
los precios.Es cierto que un peon podia ganar 2.000 euros al mes.Pero ¿por
cuantas horas de trabajo?.Para mi ha sido el precio del suelo lo que mas ha
influido,ese comprar y vender varias veces el suelo antes de construir;y
como no, los beneficios que se asignaban los constructores y promotores.
La construccion solo se tendria que poner como ejemplo de la
indiferencia,de las tragaderas del pais
La inflacion no es la misma en todos los paises,y creo que solo se emplea
para que se coma parte de la deuda,olvidando que tambien mordera a
muchos deudores.
Tambien dice que hay recursos especialmente escasos.¿a dejado de ser
infinito el universo o a subido el precio del cobre en marte?

Petompo Says:
diciembre 29th, 2011 a las 11:14

Don Juan Ramón,


le escucho a través de Esradio y ultimamente no me gusta mucho lo que oigo,
ud defiende contínuamente que hay que subir el precio de la electricidad, sin
ninguna otra consideración adicional, salvo el tema de las subenciones a las
renovables… por otro lado cuestiona la existencia de un salario mínimo
interprofesional por considerarlo antiliberal. Pues bien, primero hay que
meter mano a las empresas eléctricas, en un mercado COMPLETAMENTE
INTRERVENIDO, y otros parecidos… telefonía…, y luego ya iremos
liberalizando lo demás, lo que no es justo es empezar a liberalizar por abajo.
¿Cuanto ganaron los accionistas de Endesa cuando las acciones subieron de
20 a 40 cuando la opa de EON?, ¿Se descontó esa ganancia de la deuda?
Porque toda esa operación no fue el mercado el que la provocó. Yo estoy a
favor de primero resestudiar el tema del déficid de tarifa, exigiendo mejores
costes de producción a las empresas (si no saben que las vendan a los
chinos!), segundo paga más el que más gasta porque esto es un bien de
primera necesidad y no es justo que una familia pueda derrochar la
electricidad con AACC en verano, calefacción para ir en manga corta por
casa en invierno, mientras otras familias con el mismo número de miembros
tienen que pagar en el último momento la factura pidiendo el dinero a amigos
y familiares, y eso intentando apretarse el cinturón al máximo. Salvo, que
pensemos que está bien que mientras unos tienen de todo otros acabarán con
velas como en el siglo pasado.

Juan Ramón Rallo Says:


diciembre 29th, 2011 a las 11:37
El problema es que las eléctricas han ido incrementando sus costes de
producción cuando el Gobierno les ha ordenado cómo tenían que producir
electricidad (vía renovables), y eso no se puede cambiar de la noche a la
mañana. Las inversiones (malas inversiones) están ahí y por desgracia nos
van a acompañar durante mucho tiempo.

La cuestión es si reconocer la realidad o no hacerlo. Lo primero pasa por


subir de luz a su coste real, de modo que, como sugieres, “pague más quien
más gaste”; lo segundo, por no hacerlo, para que el conjunto de los
contribuyentes sigan subvencionando a quienes más gastan sin pagar por
ello.

aversiahora Says:
diciembre 29th, 2011 a las 14:26

Yo coincido en alguna cosa con el espíritu de lo que creo que quiere decir
Petompo. De hecho, había contado algo sobre esto en una entrada que hice en
este mismo blog, donde hablaba de que la ideología del español medio es la
Ley del Embudo, es decir, ahora me conviene el liberalismo, ahora me
conviene el socialismo.

Es decir: es cierto que hay que pagar la electricidad por lo que cuesta, pero
¿cuánto cuesta? Porque en el precio de la electricidad hay mucho coste de
subvenciones a energías verdes y al carbón. Y lo mismo para la última
entrada de Juan en “Hayek, Keynes y la crisis”: a mí me parece bien que se
elimine el salario mínimo por todo lo que dice Rallo, pero entonces se
elimina todo: bajás médicas, permisos de maternidad, colegiaciones,
indemnizaciones por despido, convenios colectivos… Lo que no puede ser
es que se liberalice para unos trabajadores y les digamos: tenéis que
competir, que la vida es muy dura… pero contra gente que está totalmente
blindada. Y si no queréis, traemos inmigrantes para que hagan esos trabajos,
pero no traemos, por ejemplo, medio millón de dentistas chinos que cobren
10€ el empaste, en vez de 50. Tampoco podemos decirle a los jóvenes que
no se acomoden en casa de sus padres, que se vayan a otra ciudad a buscar
trabajo, si van a cobrar 500€ (o trabajar gratis, que se están formando).
Entonces, tendrán que vivir con sus padres, a la fuerza.

O todos moros, o todos cristianos. Claro, que, como digo siempre, eso
significa fastidiar a 17 millones de trabajadores por el bien de 5 millones de
parados. ¿Dónde están los votos? ¿En 17 millones o en 5? Ahora, que
cuando seamos 12 millones de trabajadores (no os riáis, los que había hace
35 años y hace tan solo 15) y 10 de parados… ya hablaremos. Si es que por
entonces se pude hablar y no estaremos ya a tortas.

L’inflation, un mauvais remède contre la dépression - Contrepoints |


Contrepoints dice:
febrero 8th, 2012 a las 7:00

[...] Traduit de l’espagnol. [...]


Menos gasto o más impuestos: no es lo mismo

José Ignacio González Says:


enero 6th, 2012 a las 21:45

Estimado Juan:

Me gusta en forma general su nota. De ninguna manera es la solución


aumentar los impuestos en medio de una crisis.

Es cierto que es una de las dos formas de arreglar las cuentas públicas. Pero
esto es solo cierto, cuando los desvíos son pequeños y cuando la economía
está funcionando. En este caso, no hay duda que la recesión que seguirá,
bajará la recaudación impositiva.

Sé que lo que voy a decir, es casi un sacrilegio. Pero soy argentino, creí en
la convertibilidad, renegué cuando la eliminaron e hicieron la pesificación
asimétrica. Pero salimos del pantano, y nadie salió muy perjudicado.

¿Nos falta arreglar muchas cosas? Es cierto. Pero no tiene que ver con lo que
hicimos en medio de la crisis, si no con lo que hicimos después.

Cuando una empresa está quebrada, la única forma de salvarla es


reestructurando deuda y actividades. A nadie se le ocurre aumentar la
presión sobre la empresa para que resuelva los problemas y cumpla todos
sus compromisos. Simplemente porque eso sería voluntarismo. Por eso
existe la ley de quiebras. No es linda. No es buena. No es justa. Es
pragmática.

España en mi opinión, y espero equivocarme no puede salir de su situación


dentro del Euro, y sin reestructurar deuda. Y la salida de España, incluso la
salida de Grecia del Euro, van a arrastrar a todo el Euro.

Alemania va a notar, que los españoles o los griegos no eran tan poco
disciplinados. Solamente viven y aprecian cosas diferentes.

No es casual que desde que existe el Euro todas las naciones europeas están
muy endeudadas, incluyendo a Alemania.
No es casualidad que todas tengan déficit fiscal, incluyendo Alemania. No es
casualidad que los acreedores sean Alemania y Francia. Aprovecharon la
comunidad para venderle a los países hoy más complicados.

El Euro es un error. Se requieren coordinaciones que no pueden hacer países


tan diferentes.

Espero que la suerte los acompañe.

Saludos

JIP

juan Says:
enero 6th, 2012 a las 22:40

No lo comparte pero de la Gran Depresión sólo se salió haciendo todo lo


posible para que la mayor cantidad posible de personas pudieran consumir
de todo. Se salió gracias al consumo, al gasto, a las empresas públicas, a las
regulaciones, a la expansión de una generosa cartera de servicios sociales, a
las subvenciones. Hable usted con economistas de aquella época que
tuvieran responsabilidades políticas a ver si le cuentan si Hayek estaba de
moda o todavía tenían que pasar algunas décadas para sacarlo del cajón.
Estados Unidos hubiese tenido que comerse todo el complejo militar
industrial que se reconvertiría en parte a lo civil para la reconstrucción del
resto del mundo.

La solución ahora es más compleja y consiste en una sabia mezcla de


política de oferta y demanda. A nivel Europeo era necesario la creación a
tiempo de un tesoro europeo y de un banco central que actuara como
prestamista de última instancia de ese Tesoro, con la contundencia que ha
tenido la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra (la deuda bruta europea
es menor que la de estos dos países).Por otro lado Europa posee un ahorro
interno suficiente para financiar los déficits de sus Estados miembros,
gracias sobre todo a los países del Norte, que deberían aumentar sus salarios
y consumo y expandir la demanda interna para estimular las economías del
Sur (aquellas que les han comprado sus productos gracias a sus préstamos).

Por otro lado habrá que implementar una política de reducción inteligente
del gasto público, la liberalización de muchas actividades protegidas y una
reforma laboral pactada con los agentes sociales. Y a escala europea una
lucha a sangre y fuego contra el fraude, los paraísos fiscales y la corrupción
para contar con todos los ingresos posibles.

Una política sólo centrada en reducir el peso del Estado,los impuestos y sólo
a nivel de algunos Estados resulta insuficiente. Si tenemos la posibilidad de
contar con unos buenos ingresos porqué no vamos a hacerlo y porqué
tenemos que retroceder un siglo en avances en bienestar social y seguridad
para los ciudadanos. Que se estudie cada partida del gasto y se vea su
idoneidad pero no recortar por recortar porque a la larga lo pagaremos en
inseguridad, conflictos sociales y miseria. Luego la única alternativa no es la
que usted da, es la que resulta de hacer una política global con distintas
recetas según países.

Primero se expandió todo lo que se pudo el consumo y el gasto público,


luego llegó el estancamiento económico y la inflación y se iniciaron
procesos de liberalización, privatizaciones, recortes de salarios. La
economía se globalizó y el poder adquisitivo mermado de los salarios se
compensó expandiendo el crédito. Y ahora que se ha llegado a un techo de
deuda pública y privada toca tener un Estado moderno y más compacto, con
soluciones cooperativas entre países, revisar gastos y buscar ingresos allá
donde estén. Controlar los pagos en metálico más allá de cierta cantidad
como ahora se está debatiendo es un buen paso en esa dirección.

juan Says:
enero 6th, 2012 a las 23:48

Habla de políticas de demanda o de expansiones de crédito como si estas


estuviesen al margen del mercado, cuando son políticas capitalistas para que
el Capitalismo funcione. Son medidas en el marco de la economía de
mercado, no fuera de él, no forman parte de la economía planificada
socialista. Y prueba de ello es que de su aplicación se han beneficiado sobre
todo los capitalistas (empresarios, banqueros, accionistas, inversores,
intermediarios,especuladores, …). A los trabajadores se les ha permitido en
los últimos tiempos un mayor consumo a golpe de endeudamiento, no de
mejora de sus rentas o de la cartera de servicios o productos que les ofrece
el Estado. Dichas políticas han sido orquestadas por intereses capitalistas.
Los de izquierda poco pintan porque poco de poco capital disponen. Cayo
Lara es, con todo mi respeto, un don nadie y su partido político es una
anécdota. Los sindicatos, aparte de desacreditados, no tiene fuerza de nada,
ni pintan ya casi nada, ni los trabajadores ni aquellos que le deben al banco
una hipoteca y no saben como saldarla. Y los Estados cada vez tiene menos
poder y pintan menos. Obama no se reúne con un Rajoy sino con presidentes
de las compañías de nuevas tecnologías. Porque Rajoy hace lo que le
manden que haga. Y el que manda es el que tiene el dinero. Y eso ha sido
siempre así y será así. Y las políticas de demanda, tras ser estudiadas con
detalle, se aplicaron porque interesaba a los que tenían dinero en aquel
momento. Y cuando les interesó otra cosa se hizo otra cosa. Y ahora quieren
que les devolvamos hasta el último céntimo y nos apretaran lo que haga falta.

Su propuesta se parece a lo que muchos, supongo que ignorando


completamente la realidad económica del país, idolatran de lo hecho en
Letonia. Yo saco de aquel país la conclusión de un 30% de paro (si
incluimos a todo aquel que emigró) y la caída de un 24% del PIB desde el
2007 al 2009. El resto son maquillajes estadísticos para aparentar una
estabilización que en la realidad no existe y por supuesto una degradación de
todos los indicadores de calidad social de los letones (la degración de su
salud pública, el aumento de los suicidios y el fracaso escolar, la pobreza
infantil y la indigencia son de escándalo). Pero Letonia es un país pequeño
con poca población. Un desastre con mayúscula sería aplicarlo a España
porque jamás los menores costes salariales ni los menores impuestos se
traducirán inmediata (y ni a medio plazo) en reducciones considerables del
precio de bienes y servicios por muy liberalizada que esté la economía.
Existe una enorme presión empresarial a no reducir los márgenes y a hacer
todo lo posible para mantener los precios altos. Por eso el tribunal de la
defensa de la competencia tiene el trabajo acumulado que tiene. La ausencia
de un colchón social junto con precios altos termina por darle el puntapié
que necesita la economía para irse por el desagüe. Aquí no existe la
cogestión en la dirección de las empresas alemanas donde los sindicatos se
sientan en los consejos de dirección de dichas compañías, ni la seriedad a la
hora de gestionar los tributos que tienen los escandinavos, ni la eficiente
policía fiscal estadouniense, ni compartimos la historia económica de los
países centroeuropeos ni tenemos la mentalidad de concertación nacional
que tuvieron los alemanes en su época.
Usted le puede pedir sacrificios a los ciudadanos cuando por otro lado estos
sacrificios se exigen a toda la población sin distinciones pero no reduciendo
a cero todo lo conseguido en materia social, ni desprotegiendo
completamente a los trabajadores ni reduciendo libertades o maquillando
estadísticas para seguir vendiendo humo ni pedirles a los ciudadanos que
traguen diez o más años con una cura de cicuta. Todo tiene su límite.

Chus Says:
enero 7th, 2012 a las 23:59

Ni menos gasto, ni más impuestos. Que arrimen el hombro los que no pagan.
Recomiendo:

¿Cómo mejorar las cuentas públicas sin recortes sociales ni subidas de


impuestos?
http://www.anguloinversor.com/2011/08/como-mejorar-las-cuentas-
publicas-sin.html

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 0:02

Y no entiendo muy bien los mitos y obsesiones que tienen con el gasto
público español. Nuestro problema no es el Estado (bastante raquítico si lo
comparamos con nuestro vecinos), nuestro problema es que hacemos con
tanto chorizo que se lo ha llevado calentito y quiere seguir haciéndolo a
costa del vulgo.

Léanse los datos y después hagan interpretaciones correctas:

http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/revistas/presu_gasto_publico/40_P

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 1:46

Y más datos, este sobre gasto sanitario, de especial interés por la


comparativa consultar capítulo 7, a partir de la pg. 125:

http://www.actasanitaria.com/fileset/doc_49401_FICHERO_NOTICIA_31035.pdf

GRN Says:
enero 8th, 2012 a las 2:11

Juan Ramón Rallo dice:


por inherentes e inerradicables problemas de incentivos y de información es
muchísimo más complicado que la genere el gasto público que el privado,
especialmente cuando hablamos de gasto público o privado a gran escala
(¿cómo manejar el 50% del PIB de un país?).
-lo dice porque el gasto público de España es de medio billón y el PIB de un
billón-

Socialista dice:
Nuestro problema no es el Estado (bastante raquítico si lo comparamos con
nuestro vecinos)
-lo dice porque como su propio nombre indica, es socialista.

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 11:24

No señor mío, no lo digo porque tenga determinada ideología, lo digo


porque a la luz de los datos nuestro Estado y nuestro gasto público es
pequeño es comparación con los países de nuestro alrededor. Lo digo porque
los países más avanzados y desarrollados, los de mayor bienestar son los
que tienen un sector público más desarrollado.

Lo digo porque los motivos de esta crisis no están en el tamaño del Estado,
ni su deuda, ni su deficit, están en una política-economía que se comienza a
implantar en los años 70 y que nos ha conducido a esta situación, esa
política-economía se llama “neoliberalismo”, y aunque no les guste es así.
Ahora algunos nos intentan recetar el doble de medicina, mientras que los
que han creado esta situación, y no han sido los trabajadores, los médicos,
pensionista, los profesores, … siguen de rositas disfrutando de sus enormes
riquezas y su enorme poder … ¿y ahora nos vuelven a decir qué?

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 15:50

Pero vamos con los gráficos que veo que tienen mucha aceptación. Sigamos
este interesante estudio:
http://www.ief.es/documentos/recursos/publicaciones/revistas/presu_gasto_publico/40_P
Vayamos al gráfico de la página 81, ese me gusta especialmente por el título
del artículo del Profesor Rallo. Ahora resulta, que antes de la crisis tanto
gasto el gasto como los ingresos públicos en 2004 disminuyeron (en % sobre
el PIB)con respecto a 1995. Y me gusta esta frase: “Entre 1995 y 1999 el
déficit medio se redujo en 5 puntos del PIB, de los cuales 4,3 puntos se
debieron a la contención del gasto público” en la pg. 80.

y seguiremos …

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 16:17

Y este estudio también es interesante:


http://www.aplicate.net/material/139K9-
gastoen%20un%20contexto%20descentralizado.pdf

Me encanta el gráfico 6 de la página 193, ahora resulta que en 2006, en


plena burbuja y despilfarro según los parroquianos de esta Web, España
estaba la última, junto a nuestro amigos católicos irlandeses, en gasto
público.

Y me gusta esta frase de la pg. 194: “Finalmente, respecto a su composición


económica, referida al año 2005 (Gráfico 9), el 30% del gasto público
corresponde a prestaciones sociales (dos tercios de las cuales son pensiones
contributivas de la Seguridad Social, Gráfico 10) y algo más del 25% es
remuneración de asalariados, cuya participación relativa en el gasto total ha
permanecido relativamente estable en los últimos veinte años”.

Vamos, hablando en plata, que la pasta que nos gastamos en funcionarios se


mantiene estable en los últimos 20 años, jo :)

Juan Ramón Rallo Says:


enero 8th, 2012 a las 16:25

Bueno, será que el porcentaje del gasto público en funcionarios se mantiene


estable, porque la “pasta” ha aumentado exorbitantemente.

De todas formas, esas reflexiones, que toman al PIB como un indicador


fidedigno de la riqueza interna de un país cuando obviamente no lo es,
deberían hacerte reflexionar sobre la sostenibilidad a) del PIB generado a
partir de 2002 al socaire de la expansión crediticia, b) de los ingresos
tributarios recibidos a partir de 2002 merced a esa expansión, c) del gasto
comprometido con base a unos ingresos extraordinarios que en su mayor
parte eran sólo humo.

Vamos, a reflexionar acerca de esto:


http://juanramonrallo.com/04/01/2012/deficit-publico-%c2%bfculpa-de-los-
ingresos-o-de-los-gastos/

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 16:28

Y seguro que les encanta el gráfico 1 de la pg 186. Les imagino en esa


situación idílica del año 1975 con un 24% sobre el PIB de gasto e ingresos
públicos, les imagino en ese tiempo, o mejor una década antes, una España
grande y libre, … no vean que sistema educativo, ¡¡¡qué calidad!!! y no
digamos de nuestra sanidad ooooooooooooooh. La investigación era
profunda … ¿Ese es el modelo?

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 16:52

Hombre Sr. Rallo, por supuesto que debe medirse en función de la riqueza
que se obtiene. Y como tanto les gusta a ustedes se lo explico con un sencillo
razonamiento económico: Mi padre no fue a la escuela y poco pudo emplear
en mi educación, y lo que dedicó lo hizo en función de lo que ingresaba,
ahora por fortuna yo tengo mucho más dinerito que mi padre ¿Qué pensarían
de mí si dedico la misma cantidad a la educación de mi hija? Lógicamente,
ahora la gente dedica una mayor cantidad, incluso un mayor porcentaje a la
educación o a la sanidad.

Hombre, si no le gusta el PIB dígame que indicador es el bueno que yo de


esto no entiendo mucho. Pero en todo caso parece que el tan temido gasto
público, incluso los ingresos, llevan un claro y marcado camino descendente.
A lo mejor, la historia no es tal y como nos la cuentan … y a ello deberían
dedicarse los investigadores, independientemente del credo que profesen.

Y ahora me voy con la referencia que me da de su artículo para realizar mi


pequeña investigación.

juan Says:
enero 8th, 2012 a las 19:04

Sr. Rallo, pasa por encima u obvia lo siguiente:

1. Pasa por encima de todos y cada unos de los acontecimientos políticos de


los últimos 50 años y que han sido claves a la hora de entender el porqué de
determinadas decisiones económicas.

2. No entiende que las políticas de demanda son políticas al servicio de


intereses capitalistas, en el marco de la economía de libre mercado y que en
su momento implicaron la supervivencia de esta.

3. No entiende que la salida de la crisis pasa por la asunción de una mezcla


de políticas de oferta y demanda, de concertación entre países, de búsqueda
de un punto medio entre los intereses públicos y privados, de no dejar
desprotegida a la población ni exprimir a los empresarios.

4. No entiende que tener a la mitad de la población viviendo en la indigencia


o sin cobertura sanitaria básica es un retroceso inadmisible aunque tengamos
una economía competitiva y moderna, con superávit en las cuentas públicas y
crecimiento sólido.

5. Hablan mucho de contratos laborales claros pero se olvidan del contrato


social más importante: la Constitución. Se olvidan de la tutela de los
derechos sociales, del compromiso con los ciudadanos, de la larga historia
de lucha que hay detrás de cada artículo. Pasan por alto el instrumento que
hace posible nuestra civilización, la paz social y el progreso. Porque los
poderes públicos están en la obligación de hacerla cumplir y de garantizar
los derechos en materia social de los ciudadanos.

6. No entiende que una empresa tiene el objetivo de hacer dinero y por tanto
en muchas ocasiones hará todo lo posible para hacerlo pasando por encima
de leyes tributarias, sanitarias, laborales, haciendo pactos con la
competencia, desarrollando todo tipo de prácticas fraudulentas y haciendo
gala de una ética mínima. Pasa usted por encima del poder que tiene la
economía criminal que utiliza una muy importante parte del tejido productivo
para lavar el dinero con orígenes ilícitos. Viste de santo al empresario y a
toda la actividad empresarial como el socialista más radical puede vestir de
santo al Estado.

Su análisis, aunque interesante y correcto en muchos aspectos se estrella


contra la realidad, contra la experiencia y contra las consecuencias de la
aplicación de muchas de sus aportaciones.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 8th, 2012 a las 20:16

Socialista,

En unos días publicaré un documento al respecto, así que me remito a ese


momento. Simplemente: a) lo importante es la evolución absoluta de una u
otra partida (¿si hubiese un cambio en la contabilización del PIB diríamos
que nuestros Estados se han reducido?) y en esa el gasto público aumenta a
uno de los ritmos más rápidos de Europa (y con diferencia) sufragado por
una recaudación tributaria igualmente creciente pero vaporosa, b) no es lo
mismo pagar el 40% de tu renta cuando ésta es 100 que cuando ésta es
100.000 (esfuerzo fiscal y esfuerzo de sostenimiento del gasto público).

juan,

Mezcla muchas cosas:

1) Este es un artículo teórico, no histórico. No sé cómo puedo pasar por alto


sobre algo que no tiene cabida aquí.
2) Por supuesto son políticas que interesan a “algunos” capitalistas, sobre
todo los que necesitan de esa demanda pública para sobrevivir (como
promotores o constructores). Dar el salto a que son políticas que necesita el
capitalismo para sobrevivir me temo que significa no entender qué es y cómo
funciona el capitalismo.
3) De momento, las políticas de demanda están perpetuando la crisis y
condenando a millones de personas al paro. Esa es la realidad
4) Léase mi lista de recortes y dígame cuáles afectan a la sanidad. Ahora,
después de que haya hecho eso, dígame cómo dejaría desprotegida a la
población reducir un 10% el salario de los empleados públicos o introducir
un pago sanitario que fuera progresivo con la renta. Con mi lista y estas
pocas propuestas acabamos con el déficit.
5) Si el problema de los contratos laborales es que no son libremente
negociables… al igual que la Constitución, me temo.
6) Entiendo que una empresa puede quebrantar los derechos individuales en
su actividad. Claro que sí, y para ese tipo de violaciones de los derechos
individuales necesitamos la justicia. No idealizo al empresario, que por
supuesto puede ser igual de codicioso o de falible que un político. Si acaso
idealizo al marco en el que el empresario toma sus decisiones: un sistema
competitivo donde los agentes, sometiéndose a la propiedad privada y a los
contratos voluntarios, expresan sus preferencias de manera desagragada y
van logrando, con numerosas pruebas y errores descentralizados, la mejor
coordinación social alcanzable (que quizá sea poca, pero nadie dispone de
mejor información para mejorarla de manera significativa). Por supuesto,
esto tiene bien poco que ver con la ultraintervenida economía española, pero
todo cuanto se acerque ahí me gusta.

aversiahora Says:
enero 8th, 2012 a las 21:01

Resumiendo los mismos datos con otro enfoque:

En el gráfico de la página 81 del ief vemos que los estados gastan más de lo
que ingresan. ¡Así doy yo servicios estupendos!:
- Mira: te doy un chuletón de ternera, pero me pagas como pechugas de
pollo.
- ¡Oh, sí! ¡Qué bien! Cuántos servicios públicos y de qué calidad me da el
Estado cuando yo solo pago 2/3 de lo que cuestan. ¡Este es el mejor de los
modelos posible! ¿Cómo! ¿Que ya no me compran deuda pública? Pero, ¿por
qué? ¿Porque no la voy a pagar? ¡Qué fascistas! Con lo bien que se estaba,
por ejemplo, cotizando 70 para mi pensión y cobrando 100… ¡No alcanzo a
entender por qué hay que recortar!

Y en el gráfico de la página 193 de aplicate.net, vemos que entre los países


con menor porcentaje de gasto público sobre PIB en 2005 están: Irlanda (de
país más pobre de Europa al 3º más rico per capita en 20 años), España (de
ruina europea a modelo a seguir hasta ese año), Luxemburgo (los más ricos
de Europa), Reino Unido, Alemania y Holanda, con el único manchón de
Grecia.

Por otra parte: he buscado (reconozco que solo 3 minutos) y no he


encontrado algún gráfico o tabla de datos que compare el PIB/capita de
España con el de los principales países de Europa desde los años 60 hasta
ahora. Si alguien lo encuentra, que lo comparta, por favor. Creo que más de
uno se va a llevar una gran sorpresa.

Sobre lo que dice Juan… yo coincido contigo en algo: una cosa es el óptimo
económico y otra cosa es la vida real. Da igual que tengas la mejor idea del
mundo si la mayoría social no quiere ir por ahí. O, concretando en un
ejemplo, da igual que tú tengas una idea genial para organizar una fábrica, si
los obreros no aceptan tu plan y te machacan a huelgas. Al final, pierdes
menos desarrollando un plan de compromiso (eso que se ha dado en llamar
“comprar la paz social”) que con las huelgas que te van a montar. En lo que
ya no coincido contigo (tampoco es que lo digas, pero se intuye, y si no es
así te pido disculpas, no lo hago de mala fe) es en que eso sea bueno sin
más. Puede que crear burbujas parezca bueno en ese momento, porque todo
crece y todo el mundo está contento, pero cuando reviente -y tiene que
reventar a la fuerza- será mucho peor. Ahora bien, serán otros los políticos
que tendrán que apechugar con una sociedad que ve que va a vivir mucho
peor que sus padres.

Socialista Says:
enero 8th, 2012 a las 21:35

@aversiahora

He encontrado esto http://www.hispanidad.info/convergrenta.htm y


http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/2011/01/la-distribucion-de-la-
riqueza-en-el.html

¿Le vale?

aversiahora Says:
enero 8th, 2012 a las 21:44

Lo que quiero decir es que algunas soluciones para los males de una
generación llevan implícita la debacle para la siguiente. Es un poco lo de “lo
que se ve y lo que no se ve” de Bastiat, pero diferido en el tiempo: ahora
vemos lo chachi que es que la mitad de los jóvenes vayan a la universidad (y
no computen como parados), pero no vemos que dentro de 15 años tendrás
un montón de jóvenes que han estado sin trabajar hasta los 22-24 años y que
ahora no quieren trabajar por cuatro duros.

Ahora vemos lo chachi que es que las mujeres se incorporen al mercado


laboral, pero no vemos que si queremos que, en los próximos 15 años, 4
millones de mujeres trabajen (sobre 12 millones de trabajadores que ya lo
hacen) eso es un incremento de trabajadores de un 33% y que su tu economía
no crece más o menos en ese orden tendrás que bajar salarios o tendrás paro.

Ahora vemos lo chachi que es aumentar la esperanza de vida hasta los 80


años, pero no vemos que eso es un gasto terrible en pensiones y sanidad, que
tendrá que salir de los sueldos de los jóvenes.

Todo, hasta las mejores ideas, cuestan dinero.

Newarjos Lakedaimonios Says:


enero 9th, 2012 a las 0:55

Señor Rallo:

Hace tiempo que estoy convencido de que ustedes, los economistas de la


escuela austríaca son los únicos verdaderos, los únicos capaces de explicar
de un modo coherente y racional la acción humana. Hace tiempo que sigo sus
publicaciones, que encuentro enormemente instructivas.

Dicho esto, hay una cosa que me incomoda bastante, y es su insistencia en


que a nosotros, los empleados públicos, tendrían que seguir bajándonos el
sueldo.

Enseño latín en Secundaria desde que gané mi plaza hace doce años y ahora,
con cuatro trienios y dos sexenios más, me pagan, decontada la inflación,
sensiblemente menos que cuando empecé a trabajar para la administración.
Si soy funcionario es porque en aquel momento y con mi formación, el
Estado era quien ofrecía las mejores condiciones de trabajo (ya que, entre
otras cosas, tiene garantizada la clientela al ofrecer sus servicios “gratis”).
Ahora la cosa no está tan clara para mí, y me planteo seriamente cambiar de
empleo.

Profesor, ¿Qué hay del respeto a los contratos? Mi empleador lo ha ido


incumpliendo gradualmente, mediante congelaciones e inflación, de manera
que, tanto los términos económicos como la valoración social de nuestra
profesión se han deteriorado considerablemente a lo largo de los años. ¿Y la
seguridad jurídica? ¿Es razonable que a alguien que pasa años de su vida
estudiando para obtener una de ocho plazas a las que se presentan cientos de
aspirantes se le perjudique económicamente de un modo permanente (no
“temporal” como es supuestamente la subida de impuestos, que, por cierto,
también nos afecta), cada vez que los políticos necesitan cuadrar las
cuentas?

josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 9:55

@Newarjos Lakedaimonios

En lo de la Seguridad Jurídica le doy toda la razón. Yo ya les he tirado las


orejas a Juan Ramón Rallo o Carlos Rodriguez Braun respecto a ese tema
alguna vez que otra. Para ser coherentes, si los contratos son sagrados, lo
son siempre, para bien y para mal, o se renegocian o no se pueden cambiar
así como así.

Por ejemplo, si un empresario aceptó contratar a un empleado con 45 días


por año es que en su día a ambos les compensaba, ahora no se puede, sin
acuerdo previo entre ambas partes, subir el coste NI bajarlo. PUNTO

Yo no creo, como Juan o Socialista, que el Estado sepa mejor que nosotros
mismos en que gastar NUESTRO dinero, si ellos lo creen que le donen al
Estado todos sus bienes o la mayor parte de ellos, sería lo más coherente.

Ahora bien, el recorte del gasto no debe ser indiscriminado. Todos los
ingresos públicos son inmorales, pues se obtienen a la fuerza, pero entre los
gastos, unos son más inmorales que otros. Por ejemplo las subvenciones
(arbitrarias siempre) no son lo mismo que el gasto en contratos establcidos,
o para prestar servicios para los que se ha cotizado explícitamente
(pensiones, desempleo, etc)
El Estado también establece contratos y contrae compromisos. Los contratos
con sus empleados debería ser tan sagrados como cualquier otro contrato y
las contrapartidas a cotizaciones de trabajadores también deberían tocarse
con mucho cuidado intentando no incumplir las promesas, o por lo menos,
dar alternativas para que la gente no aporte para luego NO cobrar o recibir
lo anunciado. Bastante nos engañan ya como para hacerlo aún más.

Sigo pensando que el gasto más inútil, obsceno e ilegítimo del Estado son las
subvenciones. Deberían estar prohibidas siempre, o por lo menos durante las
recesiones.

Una vez que se agotase la posibilidad de recorte por la vía de las


subvenciones desaparecidas, se podrían presentar reducción de gastos más
indiscriminados y darle a los ciudadanos la opción de que diseñen el tipo de
Estado que quieren tener permitiéndoles salirse, aunque fuese parcialmente,
de ciertas contribuciones (pensiones, sanidad, educación) para que el ahorro
lo inviertan privadamente en alternativas privadas a estas o en lo que
quieran… Por cierto, no se que hay que temerle a esto si lo privado en
sanidad, educación y pensiones “es tan malo” el sistema público no perderá
abonados, pero al menos será legítimo, pues lo habrán elegido (esta vez si)
los ciudadanos pudiendo haberlo abandonado.

Newarjos Lakedaimonios Says:


enero 9th, 2012 a las 10:39

@josvazg

Gracias por su respuesta, con la que estoy completamente de acuerdo.

Quienes hablan alegremente de bajarnos el sueldo no parecen tener en cuenta


que muchos de nosotros, los funcionarios de carrera, estamos sometidos a un
régimen especial en el que se incluye una cláusula de dedicación exclusiva
que limita nuestra actividad laboral fuera del trabajo que realizamos para la
administración. No se nos permite, como en otros lugares del mundo,
complementar nuestro salario dando clases particulares o prácticas de
conducción, por ejemplo. Todo el mundo se queja de las pocas horas de
trabajo que tenemos, y de nuestras vacaciones, pero lo cierto es que no
tenemos la más mínima posibilidad de ganar más trabajando más.
Por mi trabajo veo cómo se dilapida el dinero que a todos nos arrebatan por
la fuerza y que tanto esfuerzo cuesta conseguir. Es sangrante el absentismo, el
derroche, la falta de dedicación al trabajo de muchos de mis compañeros, y
el penoso nivel profesional y académico, la mediocridad que se ha ido
instalando en los claustros, y es lógico, pues lo que antes era una profesión
digna y razonablemente bien pagada se ha ido convirtiendo en un curro más.
Las aulas están llenas de aparatos carísimos que nadie utiliza, como
ordenadores, cañones proyectores o pizarras digitales, o se usan sólo para
perder el tiempo. Catorce materias optativas en el último curso de ESO.
Cuatro horas semanales de inglés durante años y años para terminar el
bachillerato, afortunadamente para las academias privadas, sin saber pedir
un menú en un macdonalds.

Sobra gente y hay de sobra de dónde recortar. El profesor Rallo ha


publicado recientemente en libremercado un artículo donde se demuestra que
es posible hacerlo. Yo estóy de acuerdo, debo de ser el único profesor que
lo está, con una profunda revisión y recorte de todas las partidas, incluída la
de personal, pero no reduciendo salarios, sino plantillas.

el corintio Says:
enero 9th, 2012 a las 11:03

despues de mucho pensar, al fin tengo la solucion ideal para todos. La


solucion de este pais pasa porque un terremoto selectivo destroze las casas
con todos sus muebles dentro y el coche de todos los Keynesianos de este
pais, asi de golpe aumentaria la demanda y sacarian a este pais de la
recesion y ademas todos estariamos contentos empezando por los
keynesianos que irian de plaza en plaza asegurando que tenian razon.

feliz año a todos.

SEPE Says:
enero 9th, 2012 a las 11:55

@Newarjos Lakedaimonios,

El caso es que si el sector de la construcción inflado por la burbuja tiene que


ajustarse y por lógica tiene que “expulsar” a xxxx trabajadores y cerrar xxx
empresas y las que queden ajustarse a niveles lógicos previos a la burbuja
(incluso más allá). Podríamos decir lo mismo del sector automovilístico ya
que le afecta de lleno la expansión crediticia.

El sector público no ha salido bien parado de todo ésto ya que por un lado
estaba recibiendo suculentos ingresos (extraordinarios) de los sectores que
anteriormente cito y si no se financiaba vía crédito. Por lo que tenemos un
aumento del tamaño del Estado favorecido por la expansión crediticia y todo
lo que conyeva y por la mala gestión de nuestros queridos gobernantes.
Dicho ésto, lógicamente sobran funcionarios, creo que el profesor Rallo dijo
en un artículo que unos 800 mil. Lógicamente que los funcionarios no tienen
la culpa, ellos sólo aprobaron una oposición (algunos no) y se dedicaron a
trabajar.

El caso es que los sectores privados dañados tienen que ajustarse y


autoregularse porque es de lógica. El problema viene que España tiene
atrofiado el “chip” para facilitar la absorción de los xxx trabajadores que
expulsa un sector por otro productivo y que los agentes privados sepan cual
es. Lo mismo le pasa al sistema público, se ha agigantado, el sector privado
no puede mantenerlo, no nos podemos endeudar más para ellos, si lo
hicieramos nos estaríamos engañando ya que sería mantener un cadáver.

Es el problema de haber hecho de un ingreso “extraordinario” como lo era la


burbuja un gasto corriente y ahora la lógica dice que tienen que pagar los que
no tienen culpa por la mala gestión de los políticos de turno. Vamos es
inevitable.

No sé si me he explicado bien.

Xel Says:
enero 9th, 2012 a las 15:13

¿Conocéis algún sistema socio-económico en el que no existiera el sector


público o no se cobrasen impuestos a los ciudadanos?

Es para contrastar las opiniones con algo real y así hacerme una idea de su
viabilidad.

En cuanto al post pues yo creo que más allá de ideologías este tinglao se
soluciona sólo con buena gestión, tanto del gasto público como de los
impuestos, donde lo más importante creo que es ponernos a nivel europeo en
cuanto a fraude fiscal.
La media está en el 15% nosotros estamos en el 23%, con esos 8 puntos no
haría falta hacer la subida de impuestos que se hizo.

Diferenciemos la realidad de las utopías, la opinión de la información y por


supuesto la ideología de la gestión.

josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 16:30

@Newarjos Lakedaimonios

Pues no se, a lo mejor en lugar de echar gente directamente desde arriba en


plan “sobran X miles de empleados públicos”, se podría hacer algo imitando
un poco al sector privado (aunque en el sector privado las cagadas también
abundan, eso si, nunca a la misma escala)

Es decir, en el presupuesto y los recortes no se tocan ‘desde arriba’ ni


sueldos ni puestos de trabajo, pero se les dice a todos los niveles: “… y
después de eliminar estas partidas y tales subvenciones se recorta el
presupuesto en un 20% en todos los sitios o en tal y tal ministerio y un 30%
en tal otro, etc y si eso implica despidos o recortes salariales pues que se
haga en cada caso como sea necesario”

Y ese 20% o 30% o lo que sea de reducción se maneje luego a más bajo
nivel. Un nivel donde se conoce mejor quien trabaja y produce y quien no o
donde sobra o falta gente o sobran o falta horas:
- En unos sitios el recorte se traduciría en despidos, en otros re-
negociaciones de sueldo o una mezcla de ambas cosas.
- Quizá en algunos baste con recortar ciertos gastos o mejorar algunos
procesos sin necesidad de tocar sueldos o puestos de trabajo.

Todo depende de muchas cosas y desde el ministerio de Economía o


Hacienda no se puede pretender conocer al detalle el buen o mal uso del
ultimo boli comprado con dinero público. Sin embargo, a nivel
departamental las cosas son mucho más sencillas claras y manejables y es
más fácil cometer menos injusticias:
- Imagínense, por ejemplo, que el recorte de sueldos o puestos de empleados
públicos acabase afectando solo a aquellos que se lo merecen, es decir, a los
que con su inacción sobrecargan a otros compañeros de tareas y trabajo
extra.

josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 16:45

@Xel
“¿Conocéis algún sistema socio-económico en el que no existiera el sector
público o no se cobrasen impuestos a los ciudadanos?

Es para contrastar las opiniones con algo real y así hacerme una idea de su
viabilidad.”

No, la verdad es que El Poder sigue ahí, mutando para legitimarse y oprimir
la Libertad de la gente.

No obstante, en cada mutación me parece que va perdiendole terreno a la


Libertad, poco a poco, pero le va perdiendo terreno. Me explico:

- El Socialismo, por ejemplo, se puede ver con el vaso medio vacío (la
personificación del Poder y el Estado coaccionador y metementodo) o medio
lleno, una mutación relativamente reciente del Poder que pretender
justificarse a través servicios a la ciudadanía (los servicios del mal llamado
Estado del Biengastar, perdón, Malgastar, perdón Bienestar), cuando en
iteraciones anteriores le bastaba para justificarse rollos tan simples como el
de la “sangre azul” y poco más.

[Creo que trazas de socialismo hemos tenido al menos desde la caída del
imperio Romano, pero el socialismo autodefinido y bien determinado es del
s.XIX]

Al final podemos intuir que no hace falta una organización piramidal de la


sociedad, donde unos:
- Tengan privilegios ante la Justicia (no se les juzga por ser gobernantes, por
ejemplo).
- O deciden por otros (les quitan el dinero y lo dan en subvenciones, muchas
veces a amiguetes, en lugar de dejar que lo gaste quien lo ganó como a ellos
les pareciese)
- O conceden a su vez privilegios a terceros (como los privilegios de operar
quebrados concedidos a la banca), etc

De todas formas, no se porque hemos acabado hablando de esto aquí. Nadie


ha pedido en este artículo o sus comentarios que desaparezca el Estado,
ahora mismo estamos solo siendo pragmáticos y hablando de que el Estado
Español ha gastado mucho dinero extraordinario como si fuese ordinario y
necesita reajustarse, como ya ha hecho todo hijo de vecino en el sector
privado… y a ser posible sin echarle más mierda aún a ese pobre sector
privado, que bastante tiene ya encima.

juan Says:
enero 9th, 2012 a las 16:54

Le contesto a su respuesta Sr. Rallo:

1. Yo no entiendo cómo se puede pasar por alto acontecimientos históricos o


sociales de envergadura que determinan muchas decisiones económicas tales
como guerras, ataques terroristas, huelgas generales y un enorme malestar
social, crisis bursátiles, quiebras bancarias. Menos mal que los que están en
el poder sí las tienen en cuenta y Greenspan, por poner un ejemplo, las tuvo
en cuenta, independientemente de lo que en teoría piensa que sería el mundo
ideal. Porque la Reserva Federal no ha actuado como una pandilla de
socialistas sino simplemente como patriotas y defensores de los intereses de
su país y del orden social y económico. Por otro lado a veces no te interesa
que un determinado inversor se quede con una empresa pública privatizada
(un país no amigo, un mafioso, como represalia contra un Estado por haber
dejado de lado a inversores de tu país o por conductas económicas poco
transparentes,etc).

2. Si tenemos en cuenta no sólo a los promotores y bancos, sino a todos los


sectores auxiliares del primero y a todos aquellos sectores que se han
beneficiado directa o indirectamente de la expansión crediticia llegamos a la
conclusión que no unos pocos sino la inmensa mayoría de los capitalistas se
han beneficiado de la barra libre de crédito, subvenciones e intervenciones
varias. Todos. Desde una tienda de muebles a una naviera, desde el sector de
las telecomunicaciones a una tienda de ropa.
3. No entiendo porqué tenemos que operar y extraer órganos provocando
dolores terribles a un paciente cuando tenemos anestesia de sobra. El
Gobierno también se ha dado cuenta cuando baraja controlar los pagos en
efectivo o intensificar la lucha contra el fraude.

4. Sus recortes son en bruto. Coge usted un capítulo y lo elimina.


Seguramente muchos de esos gastos son prescindibles y lo mejor es
aplicarles la tijera directamente pero, ¿se ha puesto usted a estudiar la
necesidad o utilidad de cada partida? Quizás determinadas inversiones o
gastos son imprescindibles, generan valor o eliminándolas provocamos una
fuga de cerebros o dejemos en el aire un proyecto innovador capaz de
generar mucha riqueza, bienestar social o prevenir males mayores.

5 y 6. Al capitalista siempre le va a interesar un tipo de contrato que


favorezca su posición negociadora. Porque lo cierto es que hoy día hay
mucha gente que está tan desesperada que firma cualquier condición y
salario que le pongan delante. Y de hecho si alguna vez el nivel de
desempleo es tan bajo que provoque un incremento del poder negociador de
la otra parte ya sacaríamos la Nairu o cualquier otro artificio teórico para
que las autoridades monetarias o el propio Gobierno haga lo pertinente para
volver a decantar la balanza del otro lado. Siempre se hará todo lo que se
tenga que hacer para fortalecer el poder negociador del capitalista. Por otro
lado y salvo excepciones un trabajador poco tiene de margen para hacer
frente a un poderosa empresa y sus abogados. Pregúnteselo a muchos
consumidores y su via cruxis jurídico cuando una empresa ha quebrantado su
salud.

Ya comprobamos sobradamente que la ley no fue un obstáculo para que los


empresarios contrataran a mansalva y colocar a España en el 7.9 % de paro
y tampoco fue impedimento para mandar a dos millones de trabajadores a la
calle de un plumazo. Figuras laborales las hay de sobra para poder hacer con
un trabajador lo que te de la gana. Y hoy día, pagarle casi lo que te da la
gana. Y poniendo tú las condiciones, el horario y apretándole al máximo
para que saque el trabajo que antes sacaban tres. Un ejemplo de esto es el
sector turístico que pese a la magnífica campaña de este año no sólo no ha
contratado a nadie sino que incluso a despedido.

josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 17:09

Por cierto, hace algún tiempo algunos se quejaban de la atención a la deuda


pública cuando la privada era mucho más alta y anterior.

Yo reclamaba al Profesor un artículo sobre ese tema y daba algunas razones


que intuía por aquel entonces pero que quizá no fuesen exactos. Creo que
ahora lo tengo más claro:

- Lo primero decir que la deuda privada es culpa, principalmente de la


manipulación de los Tipos de Interés de los BC, es decir, de los políticos.
Crearon incentivos falsos y artificiales que sustuvieron durante mucho
tiempo, el mensaje con la inflación real negativa era claro “no ahorres, no
seas gil… el dinero se te lo come la inflación, mejor pide prestado, aun
pagando los intereses habrás perdido menos que con la inflación”. Y más en
concreto, en España ¿quien concedia hipotecas al 100% o más? las mismas
entidades que ahora están con el agua al cuello, es decir, las cajas, es decir,
los políticos más o menos directamente.

- La deuda privada se disparó y en 2007 explotó, porque empezó a ser un


problema. Ya no estaba claro que esa deuda se pudiese devolver. Pero en el
sector privado las cosas no dan para muchos pataleos, o te rescata papa
Estado o quiebras y PUNTO. (Unos fueron rescatados y otros no, por cierto)

- El grifo de crédito se cerró en seco y en su lugar los Estados empezaron a


gastar y a endeudarse. Su deuda parecía la única segura.

- En 2010 salta la liebre de nuevo. El sector privado había empezado a


ajustarse, pero aún no había conseguido reducir su deuda lo suficiente y
tampoco crecía. Con los tipos otra vez por los suelos, no había mucho
incentivo para minorar las deudas a mayor velocidad. Sin embargo el sector
público ya empezaba a estar demasiado endeudado y no se veía de donde iba
a sacar para pagar en economías estancadas y con una deuda privada aún
grande.

- Desde 2010 hasta ahora estamos en evitar las quiebras soberanas, si


podemos. Esto significa que ya los estados no se pueden endeudar más, o al
menos no les sale lo suficientemente barato como para no tener que recurir a
sus otras fuentes de ingresos; la inflación y los impuestos, por que lo de
adelgazar como que NO.

- Y en esas estamos. A corto plazo lo acuciante es la deuda pública, pues es


la que nos puede llevar a quebrar y la quiebra puede ser el golpe de gracia
de una economía estancada y endeudada: la recuperación se retrasaría
lustros.

- Sin embargo, en el mapa general de la crisis, tan importante es reducir la


deuda pública como la privada, pues cuanto menores sean ambas, más cerca
estaremos del final del túnel (por eso no conviene reducir una a costa de la
otra, como primero se intentó con la privada a costa de la pública y ahora
con la pública a costa de la privada)

- Y, si todo esto fuera poco, encima tenemos el mamoneo Gobierno-Banca de


las “deudas híbridas”, es decir, las deudas que son privadas y se manejan
como públicas (las de los bancos que se rescatan) o las que son públicas
(soberanas) y se alivian en parte con privadas (compra de bonos soberanos
por bancos tras telefonazo del gobierno).

juan Says:
enero 9th, 2012 a las 17:21

Respecto a su propuesta Sr. Rallo de la reducción del 10% del sueldo de


funcionarios. Bueno, de entrada Sr. Rallo no sé si usted sabe cuánto poder
adquisitivo han perdido los funcionarios, sobre todo debido a las varias y
largas congelaciones salariales y recortes que han sufrido a lo largo de los
últimos 20 años. Y por otro lado, ¿sabe usted cuánto gana un funcionario de
justicia, uno del MAP o un policía nacional? Un guardia civil por ejemplo
viene ganando casi 1600 euros. ¿Cuánto le quiere usted pagar a aquellos que
garantizan el orden social? Ls mayoría de funcionarios de grupo C de un
Ministerio gana poco más de 1000 euros en Madrid, que no es por nada pero
es una miseria de sueldo. Que sí, que es fijo y que en los tiempos que corren
hay que dar las gracias pero con ese sueldo da para vivir bien si ese
funcionario vive con los padres. Si quiere privatice pero no degrade la
función pública ni a sus trabajadores no reconociendo su trabajo y/o
pagándoles sueldos tercermundistas, sobre todo a aquellos que se encuentran
en áreas estratégicas o sensibles.
josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 17:28

@juan

Por eso es mejor que el recorte a nivel alto sea de porcentaje de caída del
presupuesto respecto al año anterior y a nivel bajo se sustancie en concreto
en recortes salariales, despidos (hay muchos empleados públicos que no son
funcionarios) o lo que sea menester (quizá haya sitios donde se puede
recortar gastos sin tocar la partida de personal)

Newarjos Lakedaimonios Says:


enero 9th, 2012 a las 19:28

Si se incentivara a los trabajadores de los organismos públicos con


bonificaciones a la austeridad (por ejemplo, repartiendo entre ellos un
porcentaje del ahorro en el presupuesto con respecto del ejercicio anterior),
el ahorro podría ser muy grande. Tal vez así dejarían de inventarse puestos
trabajo innecesarios para darselos a compañeros necesitados, o de hacer la
vista gorda cuando un compañero se imprime todos los libros de juego de
tronos, etc…

aversiahora Says:
enero 9th, 2012 a las 19:57

1.600 € por 14 pagas son 22.400€ al año. Más o menos la media salarial de
este país. ¿Cuánto tiene que ganar, entonces, un guardia civil? ¿O un
profesor? ¿O un administrativo? ¿O una enfermera?

josvazg Says:
enero 9th, 2012 a las 20:37

@aversiahora

Por no decir que, por lo visto, hay otros que hacen menos y cobran más, los
policías locales, por ejemplo.
[Esto ocurre yo creo por lo que explica el Profesor Rallo, que no se pueden
centralizar los ingresos y descentralizar los gastos. O se centraliza todo o se
descentraliza todo.]
Quizá los guardias civiles, para lo que tienen que hacer, se les pague
relativamente poco, pero son la excepción, no la regla.

aversiahora Says:
enero 9th, 2012 a las 20:54

Así es. Y digo más: ¿cuál es el nivel de cualificación real para ejercer todas
esas profesiones? Pues en un país con un 22% de paro, lo normal sería que
hubiese más efectivos y con menor sueldo.

Otra cosa: no sé si habéis leído la edición de papel del Expansión de hoy.


http://www.expansion.com/2012/01/08/opinion/editorialyllaves/1326057187.html

Hace tiempo leí que la media salarial del sector público era en torno a un
25% superior a la del privado… No cabe duda que aquí cada uno ve su
trocito de realidad y a los demás, que les den… Supongo que eso es lo que
pasa cuando un régimen está agonizando, que cada vez hay más gente que ni
siquiera entiende los razonamientos de otros sectores. Es más, que se cree
que no tiene que hacer un esfuerzo por entenderlos. Quizás por eso, después
de las guerras hay mucha gente que se lamenta: “pero, ¿cómo hemos podido
llegar a esto? ¡Con lo bien que se vivía!”.

Newarjos Lakedaimonios Says:


enero 10th, 2012 a las 7:33

@aversiahora

La noticia que enlaza usted no es cierta. Los funcionarios del estado y las
ccaa hemos perdido poder adquisitivo. Mi primer sueldo neto en euros, en
2002, fue de 1512,53, en mi última nómina, con 2 trienios y un sexenio más,
1893,36. Creo que es evidente que esa noticia no nos describe.

juan Says:
enero 10th, 2012 a las 10:02

Estimado Sr. Rallo:

Entiendo que aquellos a los que les debemos nos pidan sacrificios y recortes
para garantizarse que cumpliremos con los compromisos. Y es cierto que
parte de nuestra estructura económica (pública y privada) ha vivido del
derroche, sin mirar ni controlar nada. Hasta ahí todos de acuerdo. Pero
pasarse de rosca tiene consecuencias. No sólo no se crece sino que
alimentamos una espiral negativa donde nuestras posibilidades de pagar se
reducen. Por otro lado los recortes sociales aumentan el malestar en la
ciudadanía, los servicios públicos se degradan a un nivel insoportable y las
carreteras se llenan de agujeros para los que no hay un euro para taparlas.

Y en este último punto es donde se tendrían que coordinar los países


europeos y hacer una política común, con un Tesoro, un banco central que
actúe como prestamista de última instancia como lo ha hecho la Reserva
Federal, un aumento del gasto y el consumo en los países del norte, articular
políticas contra el fraude y estudiar nuevos tributos.

No sé si se hará sólo la cura de adelgazamiento o si se complementará con lo


segundo. Aplicar lo primero puede dar la sensación que los actores
económicos (entiéndase sólo los empresarios o los ciudadanos si las
medidas van acompañadas de rebajas generalizadas de impuestos) disponen
de más para hacer más y todos juntos crecer y ser más felices. Pero no, todo
el ahorro se esconderá bajo el colchón y prácticamente nada se incorporará
al día a día para hacer la vida más barata a los ciudadanos. Y la espera será
tan larga que la caída será inevitable. Se haría realidad esa frase de Keynes
e que “en el futuro, todos muertos” y la salida de la recesión, que llegará
tarde o temprano, será mucho más dolorosa y mucho más larga.

Y como la vida no funciona en el marco ideal que le gusta al Sr. Rallo de


esta crisis se verá fortalecida la economía criminal y aquellos liberales
instalados en el socialismo para ricos que tendrán más poder que nunca para
adaptar todas las legislaciones posibles a sus intereses.

aversiahora Says:
enero 10th, 2012 a las 16:29

Newarjos Lakedaimonios:

Eso significa que has perdido 27 euros de poder adquisitivo en tu sueldo


neto, según el INE (he puesto noviembre de 2002 a noviembre de 2011):
http://www.ine.es/calcula/index.do?L=0
Xel Says:
enero 10th, 2012 a las 17:58

2012, el final del neoliberalismo, …. , porque el desempleo, (el principal


problema de occidente), va a aumentar y la depresión económica va a ser de
aúpa.

Si la gente no lo gana no lo gasta ni mucho menos lo ahorra, ¿que van a


ahorrar?,… si no lo gasta el capitalismo hace crack. Si encima los pocos que
lo tienen, lo ahorran o no lo invierten en la economía productiva me parece
que Marx va a ver cumplida su profecía del fin del capitalismo devorado por
si mismo.

….que pasen los siguientes

Víctor Says:
enero 10th, 2012 a las 18:37

Quizá los que haga crack de verdad sean los Estados. Es cuanto menos
curioso que algunos todavia crean que la medicina contra la enfermedad
producida por el hiperconsumo y el hiperendeudamiento sea precisamente
más hiperconsumo y más hiperendeudamiento.

Por cierto, capitalismo viene de capital, de acumulación de capital más


concretamente. Y eso sólo se consigue con ahorro. Entonces, ¿el capitalismo
funciona gracias al hiperconsumo o gracias al ahorro?

SEPE Says:
enero 10th, 2012 a las 19:33

@Víctor

Es tonteria, siguen tercuzos (como dicen en mi tierra) y se piensan que toda


la culpa la tiene el capital.

Grandes Marxistas como Lenin, Stalin, Mao, Los Jemeres, etc. se llevaron
por delante a 100 millones de personas y la culpa la tuvo el capital.
Calló el Muro de la vergüenza socialista en el 1989 y la pena fue que el
capitalismo salvaje nos invadiria, en vez de decir y exclamar: qué alivio,
por fin la libertad.
Y ahora vuelven: tiran de keynesianismo puro y duro, el causante de nuestros
males y siguen con la retaila: el capital es el culpable.

Bastiat Says:
enero 10th, 2012 a las 20:19

Juan… lamento decirlo así… pero no dices más que patochadas.

Xel… sigues instalado en la inopia porque no quieres ver la realidad solo


acusar a quienes os decimos las cosas que no queréis ver de que somos los
culpables de todo.

Y lo digo no desde el insulto sino que quiero que sea como un estímulo para
que razonéis.

Se os está diciendo que el problema no lo tienen las grandes empresas, las


grandes corporaciones, no lo tienen ni tan siquiera aquellas personas que han
sabido invertir en su vivienda de manera que la pueden pagar o aquellos que
han logrado quedarse sin apenas deudas que pagar dentro de sus empresas
por una gestión anticipada de lo que iba a pasar.

El problema lo tienen los estados que han, y lo digo una vez más, dopado,
drogado a la economía con continuos planes de estimulo para tratar de
mantener el Estado de Bienestar.

Y repito, repetimos una vez más aquellos que tratan de hacéroslo entender, el
Estado del Bienestar…. no es sostenible.

Tienes razón en una cosa, Juan, cuando el estado ya no puede gastar más,
cuando nadie le presta, ni si quiera el Banco Central porque sabe que eso
traerá la hiperinflación y eso es sinónimo de pobreza generalizada para
todos, y una cosa es una hiperinflación a nivel de un país, Argentina,
Mozambique, y otra muy distinta a nivel de Europa y su cada día más
devaluado Euro, o de los EEUU y su omnipresente Dólar. No tiene nada que
ver. En el momento en el que cualquiera de esas dos monedas fracase será el
caos.

Y por eso los estados no pueden gastar más. Y aquellos países cuyas
estructuras empresariales y comerciales dependían en un alto grado del gasto
del Estado tienen que cambiar esa estructura productiva, para generar otra
economía desligada del Estado. Concesiones de ayuntamientos, autonomías,
del Estado también. Empresas orientadas a la construcción de obra pública,
oligopolistas de eso y ahora, en virtud de la acción del Estado que les
favorece, oligopolistas del sector energético, todas ellas, las que cuento y
las que no, han de cambiar su modelo de negocio.

Y eso necesariamente será la parte más dura de la crisis.

Y es que es el Estado el que tiene una crisis de caballo.

Oigo a muchos socialistas decir que la mayor cuantía de la deuda es del


sector privado. NO. Mi vecino tiene que pagar una letra cada mes de 600€,
mi pueblo debe, y somos 4500 habitantes, 5 millones de Euros. Entiendes la
diferencia. El estado español tiene una deuda descomunal, a repartir entre
muy pocas instituciones pero que tenemos que pagar todos los ciudadanos,
de una manera o de otra. Cada cual tiene su propia deuda según haya sabido
comportarse con su dinero y sus ambiciones. Pero el Estado es el que está
prácticamente quebrado.

aversiahora Says:
enero 10th, 2012 a las 20:21

Vivimos en un modelo que está a mitad de camino entre el socialismo y el


liberalismo. Lo que es obvio es que ha reventado y habrá que cambiar algo
en alguna dirección. Los socialistas piensan que ahora la gente se dará
cuenta de que lo que ha fracasado es el liberalismo e iremos hacia más
socialismo; y los liberales pensamos que es obvio que el socialismo acaba
de saltar por los aires, incluso ya en su versión más “light”, la
socialdemócrata, y que ahora la gente se dará cuenta de que hay que buscar
más liberalismo.

Dado que los liberales somos 4 gatos, me temo que llevamos las de
perder…

Bastiat Says:
enero 10th, 2012 a las 20:35
Aversiahora… No lo creo.

La gente está dispuesta a hacer sacrificios. Con eso de apretar a los


funcionarios les está pasando mejor la aspirina de los recortes. Pero lo de
los impuestos… ay!…. eso esta jorobando mucho más.

De todas formas sí que somos cuatro gatos, bueno…. alguno más. Pero muy
batalladores y con mucha capacidad de rebatir todas los mitos socialistas.
Pero el problema no está ahí, sino en la desunión endémica que padecemos.
Si cuando se montó lo del 15M hubiéramos ido allí algún liberal más, si
hubiéramos tenido prestas las arma teóricas y retóricas y presto el arte del
debate en campo abierto. Si hubiéramos sido capaces de enfrentarnos al mito
en la calle.

Si participáramos mas activamente en política…. lo mismo otro gallo nos


cantaría.

juan Says:
enero 10th, 2012 a las 21:08

Bastiat:

Quizás me equivoque pero creo que el PP va a hacer una política de oferta


muy dura pero también subirá impuestos y le meterá mano al fraude fiscal.
Hará un poco de todo. Y por supuesto Sr. Bastiat tendrá usted el placer de
ver un recortazo del Estado para reducirlo a la mínima expresión y una
reforma laboral que lo máximo que provocará es que no se siga destruyendo
empleo a mansalva pero incrementará el subempleo y la precariedad. A
diferencia de lo que opinan otros tenemos por delante una etapa donde el
Capitalismo va a brillar con luz propia, pero lo que pocos caen en la cuenta
es que tendremos polos económicos o clusters competitivos y modernos
junto a inmensas zonas sumidas en la pobreza y la marginalidad más
absoluta. Los Estados pintarán poco, como poco pintan ya los sindicatos, los
indignados y todas las organizaciones en defensa de los derechos de los
consumidores, de las aves de pico pardo de las nieves o aquellos que no
tienen recursos ni formación suficiente.

El problema no es tanto ya criticar el socialismo sino ir preparándose para


justificar todos los despropósitos que va a provocar las medidas que se van
a implementar en las próximas semanas o meses.

Permítame en tono de humor que le recomiende ir manipulando todas las


estadísticas oficiales como las que este actor nos señala en este divertido
corte (a partir del minuto 1). Estamos más cerca de Argentina que de Suecia
o Alemania:

http://www.youtube.com/watch?v=kyST-RELLO8

aversiahora Says:
enero 10th, 2012 a las 21:12

Ojalá. ¿Tú crees que la gente está dispuesta a hacer sacrificios? Yo, por lo
que oigo por ahí, cuando la gente dice eso de que “hay que ser conscientes
de que somos más pobres”, o eso de que “hay que recortar cosas” puede
parecer que entienden la gravedad de la situación… y eso te reconforta.
Piensas: vaya, parece que hay esperanza. Pero, lo que en realidad quieren
decir, es que ya antes de la crisis había mucha gente que no se merecía lo
bien que vivía y ahora ¡se van a enterar!. ¡Ahora se van a recortar todas esas
cosas de las que vivía esa gente! ¡Las mías, no, que yo sí que me las
merezco! Las de los demás.

Y en los demás, cada uno coloca ese colectivo que ya le molestaba antes: los
que tienen que pagar la crisis son los… (donde los puntos suspensivos
siginifican: los banqueros… o los funcionarios… o los autónomos… o la
izquierda… o la derecha… o los periodistas… o la Iglesia…

Bastiat Says:
enero 10th, 2012 a las 21:42

Dice una canción mejicana que :”tooodos quereeemos maas, Tooodos


quereeeemos maaaass, tooodos quereeeeemos mas y mas y mas y mucho
máaaaaas.”

Nadie está dispuesto realmente a hacer sacrificios en este país. En


Alemania, después de la guerra, se contaba como cada día cuando alguien
iba o volvía del trabajo si pasaba a lado de una casa derruida no le
importaba mancharse las manos para remover adoquines y dejar libre el
paso.

En España hemos aprendido la lección de la socialdemocracia alemana pero


no el liberalismo de Erhard sin el cual no hubiera habido estado del
bienestar que poder crear. No hay más que leer a Xel una y otra vez.

Pero la situación es tan mala, 5 millones de parados, 5,3 se anuncian para


dentro de poco, que queda muy poco margen de maniobra. Incluso lo puede
acabar entendiendo Juan, que sigue, como el conejito de duracell con la
historia de lo que va a pasar cuando lo cierto y verdad es que YA está
pasando. Hay gente rebuscando en los contenedores de la basura para comer.

Juan…. ya está pasando.

Y lo peor es que en quien tu confías para que lo evite, Juan, el Estado,


Juan….. ya está quebrado. NO PUEDE HACER MAS.

Ya está pasando. Juan.

Y que yo sepa en este país, que para el anterior presidente no era una nación,
concepto discutido y discutible, la mejor manera de dejar de pensar en
positivo en un mismo, no ha gobernando nunca un partido liberal. No puedes
llamar liberal, ni tan siquiera neo liberal a los gobiernos de Aznar. NO……

Ni si quiera. Socialcristiano o democratacristiano. Con algún aroma o


regustillo liberal…. quizá, Pero gobierno liberal no.

No nos eches la culpa. Nosotros no hemos sido. Nuestro único pecado a


vuestros ojos ha sido advertíroslo….. El vuestro…. no creernos.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 10th, 2012 a las 23:17

Socialista, lo de “pendiente de moderación” pasa a veces con algunos


comentarios, no sé muy bien por qué. Disculpa que en ocasiones me retrase
en su aprobación, pero no puedo dedicarle a la página tanto tiempo como me
gustaría.

Xel Says:
enero 10th, 2012 a las 23:19

@ Victor

Ya hubo estados que hicieron crack, Islandia-Irlanda-Grecia y Portugal que


como todo el mundo sabe son países tradicionalmente socialdemócratas en
los que se aplicaron políticas socialdemócratas y por eso quebraron, ., modo
irónico off.

EEUU e Inglaterra también socialdemócratas de toda la vida no hicieron


crack porque le dan a la máquina de hacer dinero.

En las crisis de 1890, 1927, 1970 también quebraron muchos estados por
culpa de la socialdemocracia, modo irónico off.

Pinochet, Menem y el resto de gobiernos del sur y del centro de América


también quebraron en los 80′s 90′s por la misma razón, .., la culpa fue de
Olof Palme …

Los tigres asiáticos, Japón llevan en recesión 15 años por culpa de su


desarrollado estado del bienestar.

No os dáis cuenta de que no se sostiene nada de lo que decís, que es todo


demagogia bien por desconocimiento de la historia, bien por dogmatismo o
bien por interés personal en falsear la realidad.

“El capitalismo es un sistema político, social y económico en el que grandes


empresas y unas pocas personas acaudaladas controlan la propiedad,
incluyendo los activos capitales (terrenos, fábricas, dinero, acciones de la
bolsa, bonos). El capitalismo se diferencia del sistema económico anterior,
el feudalismo, por la compra del trabajo a cambio de un salario, y ya no por
la mano de obra directa que se obtenía por concepto de costumbre, tarea u
obligación (cercana a la esclavitud) en el feudalismo”

A esto yo le añadiría personalmente la coletilla de que el capitalismo actual


se diferencia cada vez menos del feudalismo.

PD – Ojo, yo no tengo un sistema para sustituir al capitalismo, y como no soy


tan atrevido como los que quieren acabar con los estados y a la vez
reconocen que no saben porqué, ya que núnca existió un modelo real de
sociedades sin estado, me limito a hablar de modelos mejores o peores
dentro del mismo.

Xel Says:
enero 10th, 2012 a las 23:40

@ SEPE

No caigas en los típicos tópicos de siempre, que además no son serios como
lo de relacionar a Marx con Stalin, los Jemeres o Mao. O bien no leíste a
Marx o bien te lo contaron mal, cosa bastante habitual en foros de gente que
se autodenomina liberal y que parece que para ello tienen que jurar odio
eterno a Marx sin ni siquiera haberlo leído.

De todas formas nombré a Marx porque el explicó y predijo todo esto hace
150 años, y yo no lo considero ni a el ni a nadie infalible cuidao, como todos
habrá tenido aciertos y habrá tenido errores. Pero el hecho es que el explicó
el capitalismo y predijo las crisis inherentes a el y el porqué. Parece que de
momento está acertando en algunas cosas por tanto núnca está de mas
revisarlo.

Dicho esto, no soy Marxista 100% aunque me parece una de las mentes más
grandes de la historia, al igual que otras con las que no comulgo
ideològicamente, ¿que tendrá que ver?. De momento espero que haya salida
pacífica de esto y no por la vía revolucionaria, también creo que podemos
tener una sociedad mejor aunque haya medios de producción privados si hay
negociación y diálogo social entre empresarios y sindicatos, si nos la quitan
como parece que va a pasar igual cambio de opinión.

Cada uno mira para si y para los suyos no?, vosotros que o sóis empresarios,
o profesionales liberales de clase medio-alta, capitalistas o de familia
capitalista defendéis a vuestra clase social y vuestros intereses, ….yo
defiendo los míos y los de mi gente, …, la virtud decía Aristóteles que está
en el término medio…..

…..nosotros somos el 99%

En cuanto al Keynesianismo ,…, pues si es mirar atrás y ver como se salió


de otras situaciones similares a esta pues tampoco está de más revisarlo, …,
y ver que ahora se está diciendo y haciendo totalmente lo contrario, …, a ver
como acaba la cosa pero pinta mal.
De todas formas con Keynes lo mismo que con Marx, no eran divinos y por
tanto seguro que cometieron muchos errores.

De todas formas lo de las medidas anticíclicas de Keynes, ahorrar en


tiempos de bonanza y gastar para ayudar a salir de las crisis tiene mucha
lógica. Lo de salvar a los mercados, (poder financiero) a costa de los
ciudadanos tiene otro nombre.

Xel Says:
enero 10th, 2012 a las 23:53

Camarada Bastiat

Eres la demagogia hecha hombre, te lo digo con cariño que me gusta discutir
contigo.

Después de todo el mitin que nos diste te pregunto lo que le pregunté a otro
forero hace unos días. Vamos a ver, para que todos nos podamos aclarar, ….,
dame algún modelo socio-económico en el que se hayan aplicado las ideas
que tú nos vendes para ver si las compramos. Su respuesta fue que núnca se
habían aplicado, .., entonces yo no compré.

Hasta ese momento para mi seguirás hablando de astrología, yo la teoría del


liberalismo la leí y la estudié hace mucho tiempo y llegué a mis
conclusiones, algunas buenas, otras regulares y otras malas como con casi
todo en la vida, ahora quiero realidades.

A mi todos los artículos del Señor Rallo me parecen muy educativos para
conocer un punto de vista de nuestra realidad, eso contrastándolo con otros
puntos de vista permite sacar conclusiones, .., pero cuando entramos en
dogmas yo ya me pierdo. Cuando se habla del libre mercado de manos
invisibles y todo eso para mi es como Star Trek, pura ficción.

Espero tú respuesta con un ejemplo donde se hayan aplicado las ideas que tú
defiendes, …., lo tienes dificil y estás en franca desventaja con un admirador
del estado de bienestar nórdico. Ese tema ya lo dejamos zanjao, jeje
Xel Says:
enero 11th, 2012 a las 0:16

@aversiahora

Sacrificios?, el 99% de la población mundial lleva sacrificándose toda su


vida, y la de todas sus generaciones anteriores mientras ven como el 1%
restante los pisa en nombre de dios, del rey o del libre mercado.

Oye de verdad, tenéis mucha suerte de vivir en un mundo donde vivisteis por
encima de vuestras posibilidades, yo desde que monté mi primer negocio
con 20 años sólo veo que la gente cada vez tiene menos poder adquisitivo y
que si se fue tirando fue gracias a endeudarse con los bancos, no porque
subieran los salarios o bajasen los precios por una competencia perfecta.

¿Tú crees que la iglesia católica se merece 10000 millones al año del
estado?

¿Tú crees que los Borbones se merecen vivir a costa de los españoles, y el
resto de aristócratas?. ¿Tú crees que la riqueza que tienen en dinero, en
propiedades se la ganaron o la robaron?

¿Tú crees que los políticos se merecen tener el sueldo que tienen en un país
de 5 millones de parados, con SMI de 600€ y donde el sueldo medio son
1500 €?

¿Y Rodrigo Rato o el resto de ejecutivos de la banca que se salvó con dinero


público se merecen ganar 2.5 millones de euros?

¿Y cuantas grandes fortunas españolas se lo ganaron honradamente?, te reto a


que me vayas poniendo nombres y yo te diré como consiguieron esas
fortunas, está todo publicado en Internet.

Pero es que encima, …, todos esos, sus relaciones públicas de los medios de
comunicación y algunos tontos útiles que se suben al carro son los que se
permiten hablar a los demás de hacer sacrificios.

Digo esto siendo empresario y admirando a los emprendedores, .., pero a los
honraos eh, .., y de esos en España con los dedos de una mano, .., por lo
menos en los de éxito

aversiahora Says:
enero 11th, 2012 a las 5:53

¡Ajá! A esto, precisamente, es a lo que me refería. Todo el mundo piensa que


lo que tiene se lo merece y lo de los demás es regalado. Y todo el mundo
tiene su particular criterio de meritocracia (sin ir más lejos, el otro día asistí
con suma atención a una discusión entre dos amigos míos sobre qué debería
primarse en la universidad, si el esfuerzo y el estudio, o la capacidad de
pensar y de ser autodidacta. Evidentemente, cada uno era mejor que el otro
en aquello que defendía, así que ambos no querían más que obligar al otro a
competir con las normas que más les convenían, en vez de pensar que cada
estilo tiene su lugar).

Que el dinero abunde es muy buen suavizador de relaciones sociales. Ahora,


el dinero empieza a escasear y todo el mundo quiere que se recorte a esos
colectivos sociales que ya le desagradaban de antes.

Por eso los políticos crean burbujas: para “comprar la paz social”. Cuando
revientan, te encuentras con la madre de todos los conflictos, pero eso es un
proceso que puede durar 20 o 30 años y, mientras, vives en el mejor de los
mundos posible… solo que con la cuenta atrás dirigiéndose al cero.

Tic tac… tic tac… tic tac… tic… riiiiiiiiiiing.

josvazg Says:
enero 11th, 2012 a las 12:30

@aversiahora

¿Se refiere a los recortes o a todo? es decir ¿critica usted también a los que
nos quejamos de la subida de impuestos?

Los que vivimos en el sector privado al 100% (pagadores netos) ya hemos


pasado o estamos pasando por el ajuste privado, es decir, algunos han ido (o
irán) a la calle y otros no, a algunos les han bajado (o bajarán) sus ingresos y
otros no, unos han tenido (o tendrán) que cerrar sus empresas o reducirlas y
otros no. Unos se han adaptado (o se adaptarán) mejor que otros.
Todos esos ajustes han sido o serán impepinables, y nadie ha salido a armar
gresca o rasgarse las vestiduras ni quejarse porque les hiciesen trabajar más
o cobrar menos o ir al paro. Pero claro, ese es el sector privado, que se rige
por la demanda, no por la política.

Lo demás son gente quejándose de que les reduzcan o eliminen sus


PRIVILEGIOS. Duelen, pero más les duelen a los que los tienen que
sufragar, pero esos no importan, son contribuyentes, “a pagar y callar!”.

josvazg Says:
enero 11th, 2012 a las 12:38

Esa es “la ventaja” de vivir de lo privado, sabes que, o bien te mereces lo


que estás ganando o bien tu situación será temporal, antes o después te tocará
ganar menos, ir al paro o cerrar tu empresa.

Y no será decisión de nadie o, según se mire, lo será un poco de todo el


mundo (del Mercado).

Y aquí no hay lloriqueos o pataletas que valgan: Lo mejor es hacer una buen
diagnóstico de porque fracasaste o te echaron y tantear la realidad para
buscar a que oportunidades te puedes dedicar desde ese momento
incluyendo, si es necesario, plantearse una re-conversión profesional o
empresarial (en la medida de tus posibilidades, claro).

Víctor Says:
enero 11th, 2012 a las 16:03

Mezclas las cosas.

Esto no es contra la socialdemocracia en particular, sino contra el


intervencionismo en general. Quizá hablamos más de la socialdemocracia y
del gigantesco tamaño del Estado porque son los problemas que tenemos
aquí. Si fuéramos de otro país, hablaríamos de otras cosas.

Pero vaya, los números son fríos y éstos no hacen distinciones a la hora de
adjudicar déficit o superávit, rentabilidad o perdidas. Es indiferente que se
gaste el dinero en fastuosos JJOO, comprar armamento y guerrear por el
mundo, salvar a los bancos, hacer infraestructuras faraónicas, construir
hospitales o profundizar en la ayuda social. Da lo mismo.

Lo que se denuncia es la pésima gestión que hace el sector público del


dinero (no tiene nada que ver con la finalidad del gasto). Se nos hace creer
la superioridad y bondad del Estado para decidir por nosotros. Sin embargo,
visto lo visto, probablemente nosotros solitos decidiríamos bastante mejor.

Víctor Says:
enero 11th, 2012 a las 16:03

para XEL

Bastiat Says:
enero 11th, 2012 a las 16:06

Xel… no te puedo contestar otra cosa de la que ya te dije.

Y de demagogo nada. ¿O es que niegas que ahora, YA, hay gente viviendo de
lo que encuentra en los cubos de la basura?

El que unos países hayan quebrado, Portugal, Grecia, países que han querido
correr antes de saber andar hacia el Estado del Bienestar sin capacidad para
poder pagárselo y viviendo de prestado no significa nada mas que han hecho
mal las cosas.

El que hay países socialdemócratas que aguanten se debe a que son ricos,
antes del Estado del Bienestar, y pueden mantenerlo… todavía. El que en los
EEUU o RU no hayan quebrado se debe a la tremenda fortaleza de sus
economías, la de los EEUU a pesar de Obama y en el RU gracias a que Blair
aprendió de la Thacher que es mejor más liberalismo económico que más
socialismo. Pero nada de eso ejemplifica nada porque cada país tiene sus
circunstancias.

El hecho que no puedes negar es que ahora mismo el Estado Español ya está
prácticamente quebrado.

Las medicinas no pueden ser las mismas que nos han llevado hasta aquí. Con
más droga se soluciona el mono del drogadicto, pero lo que hay que eliminar
es su drogodependencia… sólo así se curará.
Y no, nadie ha usado plenamente el ideario liberal…. Por la sencilla razón, y
ya lo dijo mi alter ego, de que todo el mundo pretende vivir a costa de los
demás.

Pero la feria se ha acabado.

aversiahora Says:
enero 11th, 2012 a las 21:45

Socialista: gracias por el link de la evolución de la renta/capita. No lo había


visto hasta ahora mismito.

Con lo que decía de que más de uno se iba a llevar una gran sorpresa viendo
la evolución del PIB/capita español con respecto al de la UE-15, me refería
precisamente a que entre 1975 y 1995 no avanzamos nada. Es más,
retrocedimos un poco. Cosa que poca gente sabe. También, pocos saben que
en 1975 había 12,5 millones de personas trabajando en España, y 20 años
más tarde, 12,2 millones.

Repito tu link, para que, si alguien quiere revisitarlo, no tenga que buscarlo:
http://www.hispanidad.info/convergrenta.htm

jfc Says:
enero 11th, 2012 a las 23:17

Pues yo repito el otro enlace, un gran website que me gusta más:


http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com/2011/01/la-distribucion-de-la-
riqueza-en-el.html
rskg;-)

Socialista Says:
enero 11th, 2012 a las 23:24

Las afirmaciones deberían demostrarse o aportarse los datos necesarios. No


vale con soltar repetidamente las mismas y aprendidas frases, como si por
repetirlas una y otra vez fueran sentencias más verdaderas.

La crisis no está provocada por el Estado del Bienestar, es una crisis del
capitalismo financiero o también llamado de casino. Eso es totalmente
comprobable y asumido por todos.

Cuestión más discutible es la salida de la crisis.

P.D.: Gracias Sr. Rallo por la amable aclaración.

jfc Says:
enero 11th, 2012 a las 23:36

Socialista,

Ah! ¿no fue causada por los priviegios a la banca y las políticas monetarias
diverguays? (recuerda, Redspance..)

El gasto público… porque los ricos tengan una piscina eso no quiere decir
que, si te compras (ahora) una piscina, te vayas a hacer rico (Explicación,
por si acaso: te harás más pobre, sobre todo si no la puedes pagar).

MAG Says:
enero 12th, 2012 a las 0:03

Este “socialista” confunde la consecuencia con la causa.

Socialista dice: “los países más avanzados y desarrollados, los de mayor


bienestar son los que tienen un sector público más desarrollado”

No señor. Los paises más desarrollados son los que tienen un mayor
bienestar y un estado sobredimensionado a tono con las políticas sociales.

El bienestar no tiene su origen en el estado. El estado sobredimensionado es


consecuencia del desarrollo creado por sus ciudadanos.

Socialista Says:
enero 12th, 2012 a las 0:11

Sr. Rallo creo que los comentarios que quedan pendientes de moderación se
deben a la inclusión de enlaces, por lo que debe ser la configuración del
portal la que ocasiona esta circunstancia.

He intentado publicar este comentario que queda pendiente, ahora he


modificado los enlaces para que no aparezcan como tales y ver si funciona:

Bueno, que yo sepa la banca siempre juega con ventaja, la banca siempre
gana, sobre todo en el Capitalismo de Casino. Investiguen un poco y vean
donde han colocado sus piezas el gran jugador “Goldman Sachs”, me da la
sensación que dominan el ajedrez posicional tan bien como Karpov.

El gasto público en España siempre ha sido “pequeñito”, aquí no sabemos lo


que es el Estado del Bienestar. Deberían viajar y vivir un tiempo en
cualquier país europeo para saber lo que eso significa.

La crisis española viene protagonizada por un sector empresarial


tercermundista, una especie de pandilla bananera, en connivencia con la
banca y los golfos que manejan la política en España. La transición consistió
en pasar de un régimen dictatorial y sanguinario a una partitocracia, ahora se
ha mutado en una cleptocracía.

@aversiahora

En parte tiene razón con los datos, pero hay que matizar que vivimos en esa
época avances económicos y sociales muy importantes, la viví y sé como
cambió España. Pero como siempre esos avances, basados en una mayor
productividad, una mejora tecnológica, una reconversión brutal, no se
repartieron de forma adecuada, como siempre los trabajadores no recogieron
el fruto de sus esfuerzos y sacrificios, sin embargo las élites si que supieron
sacar provecho de las mejoras productivas. Muy parecido a lo que está
sucediendo ahora, los sacrificios y esfuerzos siempre recaen en los mismos.

Si quiere más datos sobre el dicho periodo le recomiendo este estudio:


revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/POSO9797330113A/25117
(he quitado http://)

Que tal vez sea conveniente reforzar con los datos de la evolución
demográfica en dicho periodo para sacar interesantes conclusiones:

fundsis.org/docs/Documento-de-Trabajo-no10-10.pdf (he quitado


http://www.)

Socialista Says:
enero 12th, 2012 a las 0:12

Sr. Rallo creo que los comentarios que quedan pendientes de moderación se
deben a la inclusión de enlaces, por lo que debe ser la configuración del
portal la que ocasiona esta circunstancia.

He intentado publicar este comentario que queda pendiente, ahora he


modificado los enlaces para que no aparezcan como tales y ver si funciona:

Bueno, que yo sepa la banca siempre juega con ventaja, la banca siempre
gana, sobre todo en el Capitalismo de Casino. Investiguen un poco y vean
donde han colocado sus piezas el gran jugador “Goldman Sachs”, me da la
sensación que dominan el ajedrez posicional tan bien como Karpov.

El gasto público en España siempre ha sido “pequeñito”, aquí no sabemos lo


que es el Estado del Bienestar. Deberían viajar y vivir un tiempo en
cualquier país europeo para saber lo que eso significa.

La crisis española viene protagonizada por un sector empresarial


tercermundista, una especie de pandilla bananera, en connivencia con la
banca y los golfos que manejan la política en España. La transición consistió
en pasar de un régimen dictatorial y sanguinario a una partitocracia, ahora se
ha mutado en una cleptocracía.

@aversiahora

En parte tiene razón con los datos, pero hay que matizar que vivimos en esa
época avances económicos y sociales muy importantes, la viví y sé como
cambió España. Pero como siempre esos avances, basados en una mayor
productividad, una mejora tecnológica, una reconversión brutal, no se
repartieron de forma adecuada, como siempre los trabajadores no recogieron
el fruto de sus esfuerzos y sacrificios, sin embargo las élites si que supieron
sacar provecho de las mejoras productivas. Muy parecido a lo que está
sucediendo ahora, los sacrificios y esfuerzos siempre recaen en los mismos.

Si quiere más datos sobre el dicho periodo le recomiendo este estudio:


revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/POSO9797330113A/25117

Que tal vez sea conveniente reforzar con los datos de la evolución
demográfica en dicho periodo para sacar interesantes conclusiones:

fundsis.org/docs/Documento-de-Trabajo-no10-10.pdf

El osito Teddy Says:


enero 12th, 2012 a las 13:17

Que nos dejen en paz con tantos impuestos.

Yo propongo cambiar el término laissez faire por el más autóctono y castizo


de “Si me queréis, irse”.

( http://www.youtube.com/watch?v=7zb_QltbR3w&feature=related )

Xel Says:
enero 16th, 2012 a las 19:18

Después de tantos posts y todavía ningún austriaco ha propuesto un modelo


real sobre el que discutir, voy a empezar a pensar que no existe, que el libre
mercado es una mentira como dicen por ahí tantos.
Una mentira nada inocente por cierto, parece que la base de toda la
economía neoclásica es algo así como los 10 mandamientos, .., o sea control
de masas.

Bueno, mientras alguien empieza a escribir sobre asuntos reales y no sobre


dogmas seguiré leyendo los artículos del Señor Rallo e intentando separar
sus informaciones científicas si es que la economía llega a ser una ciencia de
sus opiniones ideológicas.

@Bastiat

Lo unico que has demostrado es lo que todo el mundo sabe, los países con
mayoría de gobiernos socialdemócratas en el siglo 20 y con más inversión
pública en políticas sociales son los más libres y ricos del mundo.
Ahora tú disfrázalo como más te guste con tal de no aceptar la realidad, ese
es tú problema.
Depreciar la moneda: una enorme chapuza

jfc Says:
enero 14th, 2012 a las 11:20

Muy buen artículo y muy valiente, en una de las asignaturas pendientes más
graves hoy día de la ciencia económica.

Demonoid Says:
enero 14th, 2012 a las 14:11

China mantiene el yuan devaluado artificialmente y no parece -salvo por un


problema inflacionario en algunas ciudades- que no le vaya mal.
Ante eso ¿Que deben hacer el resto de los países? ¿Es una competencia
desleal?

dsklp Says:
enero 14th, 2012 a las 14:52

El comercio entre paises tiene un problema evidente,el transporta las


encarece y cuanto mas lejos vayan mas.
Hoy que se puede fabricar de casi todo en cualquier pais,creo que el turismo
es el unico sector que puede marcar una diferencia.Y aun en este sector los
costes laborales y otros que graven la actividad empresarial son los que
haran que un pais venda o se quede fuera.
El avance de la investigacion y el acceso practicamente universal a las
tecnologias han hecho que ningun pais pueda especializarse en producir
bienes que otros no puedan y que demanden.Salvo la explotacion de los
recursos naturales.Incluso la produccion de alimentos esta sujeta a la
especulacion y la distorsion de los mercados.
Pocas cosas producidas en europa seran atractivas para los compradores
chinos,la mayoria de marcas ya fabrica alli.
Se trasladaron a los paises emergentes atraidos por los bajos costes; y ahora
seran capaces de atender la demanda de estos.Demanda por otro lado
escasa; y que si crece lo hara al mismo ritmo que la capacidad de
autoabastecerse.
La globalizacion se nos ha comido,no ha distribuido la produccion entre los
paises.Ha sido una carrera por abaratar costes que ha atropellado a los mas
debiles(cada uno por sus causas).Que esta arrasando el planeta y sus
recursos y que como ultima salida propone que estos paises aumenten su
consumo interno.
Estos paises que hace nada estaban recibiendo ayudas para lo mas basico
ahora pretendemos que se compre cada familia un coche o dos, una casa y a
ser posible una segunda y se encadenen a toda clase de productos como
moviles, televisores(pero de pantalla plana, oiga)que aqui en europa nos han
hecho mas debiles y dependientes,y como muestra alli esta la montaña de
deuda.
¿Devaluar la moneda? Para lo que nos vale…

aversiahora Says:
enero 14th, 2012 a las 22:38

Lo que yo no entiendo bien es que, si en los 7 u 8 años anteriores a la crisis,


tuvimos un déficit por balanza de pagos que llegó a ser del 10% del PIB, se
supone que eso, en un hipotético mercado libre internacional, debería tener
como consecuencia una depreciación de nuestra moneda. Esta depreciación
de la moneda haría que, gradualmente, nuestra balanza de pagos se
equilibrase. Pero si tú no deprecias, tienes una moneda sobrevalorada que
perpetúa una situación de desequilibrio, que, al final, también se cobrará su
precio. Devaluar ahora, para lo cual tendríamos que salir del euro (o
conseguir que la UE decida devaluar), no sería otra cosa que corregir una
situación previa de desequilibrio, es decir, asumir la realidad.

¿Cómo percibiría la población una devaluación? Pues yo creo que como


inflación generalizada, mayor en unos productos que en otros. De hecho,
creo que habría varios productos de consumo que hoy consideramos de clase
media que volverían a ser para clases acomodadas. La pega está en que
aquellos sectores mejor organizados de la sociedad conseguirían subidas
salariales que les compensarían bastante de esa inflación, a costa de
aquellos sectores peor organizados, que verían como su poder adquisitivo se
hunde.

Así es como veo yo lo que pasó en los años 90: la gente que conservaba su
trabajo disfrutó de buenas subidas salariales, próximas a la inflación,
mientras los jóvenes veían como los salarios de esos nuevos empleos se
hundían lastimosamente. Más o menos, de lo mismo que estamos hablando
ahora. Otra vez. ¡Bueno! Si cuela, cuela.

Franchi Says:
enero 14th, 2012 a las 23:32

Para mi el bien dinero es como el árbitro en un partido de fútbol: el estado


ideal del árbitro es cuando nadie se fija en él y sólo nos fijamos en los
jugadores. El dinero debe ser un bien más de la economía aunque
evidentemente es muy peculiar ya que debe orientar a los agentes
económicos igual que un árbitro pita falta, gol, etc… debe reflejar lo que
esta sucediendo en el campo para que se desarrolle el juego.

En el artículo se alude a devaluaciones en España y por qué el euro no debe


seguir el mismo camino que la peseta. Tranquilo que no lo hará… puede que
la devaluación de la peseta fuera como tirar a uno con fiebre a la piscina,
pero lo del sobrevalorado Euro como moneda en España es parecido
meterlo en el congelador…

De cualquier manera creo que hay otros casos de devaluación que están
apunto de reventar que es por ejemplo la intervención del banco central
suizo al nivel de 1,20, ya que ha sido incapaz de pasar de 1,24 y ahora
mismo roza el 1,2050. ¿Esta bien en este caso esta devaluación preventiva,
ya que en principio la economía Suiza por mucho que dijeran estaba
aguantando una gran apreciación de su moneda?

Juan Ramón Rallo Says:


enero 14th, 2012 a las 23:40

¿El euro está sobrevalorado con respecto a qué?

En relación al caso suizo: http://juanramonrallo.com/04/10/2011/el-papel-


moneda-destruye-la-division-internacional-del-trabajo/

aversiahora Says:
enero 15th, 2012 a las 0:29

¡Buena pregunta! Yo creo que el euro está sobrevalorado con respecto a casi
todo, salvo quizás el franco suizo (tan popular esta semana) y la corona
noruega.

Me he ido a buscar el índice Big Mac como patrón de seriedad y ejemplo de


profundidad en el análisis (je, je):
http://www.economist.com/blogs/graphicdetail/2012/01/daily-chart-3

aversiahora Says:
enero 15th, 2012 a las 0:44

Sobre el otro artículo tuyo, desde luego, no cabe duda de que el dinero
fiduciario es un pésimo medio de intercambio económico entre países. Yo
cada vez que intento entender lo de la “serpiente monetaria” de los 70… Es
como lo de los precios de la electricidad en España.

José L. Ochando Says:


enero 15th, 2012 a las 9:08

Creo que el planteamiento del artículo puede estar equivocado. Los


gobiernos o las autoridades monetarias planifican las depreciaciones
monetarias para provocar una quita encubierta de las deudas, no para
relanzar la capacidad exportadora. Por ejemplo en España, después de 1992,
el tandem González/Sochaga provocó una devalucación de la peseta del 35%
para que salir de una crisis provocada por la gran deuda acumulada tanto en
el sector público como en el privado. Con eso es también con lo que sueñan
muchos en Grecia: volver al dracma, aunque en la práctica suponga un
default y empobrezca no sólo a los ahorradores externos, sino también a los
internos.

La exportación, para un país, no es un objetivo per se. No es más que un


instrumento para poder importar aquellos bienes deseados del estranjero.
Por eso, podemos decir que se han equivocado de estrategia los grandes
países exportadores, es decir, China, Japón y Alemania. Han acumulado
grandes reservas financieras que a la postre no son más que deudas de los
países con déficit comercial, deudas que serán impagadas en su mayor parte.

juan Says:
enero 15th, 2012 a las 14:13

Las tres devaluaciones (en el contexto de expansión crediticia internacional)


que se hicieron en los 90 fueron esenciales junto a las privatizaciones y la
reforma de la ley del suelo para salir del enorme atolladero en el que
estábamos metidos. Y aunque tuvieran sus efectos secundarios no teníamos
otra salida. El PP sólo tuvo que afinar lo que el Partido Socialista empezó a
hacer en su última etapa, junto a una racionalización del gasto público. O
hacíamos eso o no estaríamos dentro del euro y ahora estaríamos
quebrados.No había tiempo material para hacer otra cosa. El contexto
internacional obligaba a una moneda común pero no hicieron todos los
deberes ni se instauró una política fiscal comunitaria con su Tesoro y su
Banco Central que actuara de forma decidida como prestamista de última
instancia en caso necesario (por el eterno miedo alemán y esa maldición de
dar una imagen de ortodoxia determinada que la Fed no ha tenido que dar y
por tanto nos hemos puestos una camisa de fuerza innecesaria). Estábamos en
los primeros pasos y era lógico ser flexible y contar con todas las
posibilidades. Pero no, lo lógico, por imagen, era ser más papista que el
papa y ahora pagamos sus consecuencias cuando una actuación a tiempo
hubiese arreglado de un plumazo la situación.

Hoy se quiere provocar un efecto análogo reduciendo a la mitad los salarios


pero a diferencia de otros tiempos nadie nos va a comprar todo lo que
queremos colocar. Tampoco tenemos la posibilidad de obtener unos ingresos
extraordinarios vía venta del patrimonio público porque entre otras cosas los
inversores pretenden que las malvendamos y el crédito se da a cuentagotas
porque la capacidad de endeudamiento público y privado a tocado techo.

Y tiene razón el post anterior cuando señala las enormes reservas financieras
de algunos países. Por eso lo más inteligente hubiese sido por parte de los
países ahorradores europeos hacer a tiempo una política de demanda para
incentivar su consumo interno mientras lo lógico en los países del sur era
hilar fino para realizar todos los ajustes necesarios sin provocar la
contracción de su economía.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 15th, 2012 a las 14:57

José Luis,

Sí, esa es otra derivada. Yo me he limitado a estudiar el argumento


mercantilista de estimular la demanda exterior para dar salida a la
producción interna.

Juan,

Si nadie nos va a comprar todo lo que necesitamos vender, ¿para qué tenían
que hacer los países ahorradores una política de estímulo de la demanda?
¿Para comprarnos lo que no nos querían comprar?

Chus Says:
enero 15th, 2012 a las 16:31

Una enorme chapuza que para la hemorragia. No estoy de acuerdo.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 15th, 2012 a las 16:35

La para… ¿por qué motivo?

juan Says:
enero 15th, 2012 a las 19:30

Estoy pensando lo que más le interesa a España no la mejor opción para


Alemania.

No se olvide que los mayores intercambios comerciales de esos países son


con los miembros de la propia Eurozona. A nosotros nos beneficia la
política de demanda de esos países no porque nos compren una producción
de elevado valor que no tenemos sino para dar un poco más de salida a lo
poco que producimos y porque no se encontrarían tan estimulados como
ahora para buscar en otros países productos más baratos que ahora
consiguen en España. Sí, es triste, pero es así. Ganar tiempo y hacer lo
posible para salvar los muebles. Pienso como español y desde España,
desde nuestra estructura productiva y posibilidades. No parto del hecho de
un país ideal ni de circunstancias ideales.

Donde realmente se notaría es en el gasto que el turismo de esos países haría


aquí. Porque si bien es cierto que hemos tenido una buena campaña turística
también lo es que el gasto que hacen va a menos. La coincidencia de la crisis
árabe con ese tipo de política hubiese regado de muchísimo más dinero
nuestra economía. Un regalo en plena crisis para que las cifras del paro no
fueran a más, dar tiempo a los bancos a seguir provisionando y a nuestra
pobre industria a pagar sus deudas y a hacer las reformas pertinentes con
algo de aire.

Vamos a ver si el PP defiende los intereses de nuestro país o los intereses


exclusivos de Alemania.

Demonoid Says:
enero 15th, 2012 a las 21:22

Creo que la teoría austriaca es mucho más débil en este territorio: El origen
problema radica en que Mises quería tipos de cambio fijos entre las diversas
monedas para evitar las devaluaciones competitivas y su traslado a inflación
interna. Para evitar eso y constreñir en la medida de lo posible a los Estados
abogo por el patrón oro con cambios fijos.
Así que el resultado es que una teoría que propone la no intervención en el
mercado ni tan siquiera para fijar el tipo de interés, se encuentra
interviniendo la moneda para someterla a tipos de cambio fijos.
Ls vuelta al patrón oro es inviable -ya se demostró la ineficacia en los años
30 cuando los Estados se lo saltaban emitiendo Deuda Pública. Además
sería como si para evitar los accidentes en las autopistas volviéramos a los
coches de calesas.
Hayek resuelve algo mejor la cuestión proponiendo la competencia entre
diversas monedas incluso dentro de un mismo estado. Friedman (que no es
precisamente santo de devoción de los austriacos) propuso los tipos de
cambio flotantes entre las monedas, de modo que a medio plazo el mercado
interno y el externo de un país se equilibraban…
El gran problema en los mercados actuales es que sin la intervención de los
Bancos Centrales y a veces aún con ellos (que se lo digan a Gran Bretaña) ,
las posiciones con derivados con apalancamiento son tan fuertes que pueden
hundir varias monedas.
Eso nos lleva a otro punto de interés: Los austriacos se fijan mucho en los
coeficientes bancarios pero les pasa inadvertido el mercado de futuros, cuyo
apalancamiento es varios cientos de veces mayor.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 15th, 2012 a las 21:32

Juan,

Ah, entonces sí hay una forma de absorber toda nuestra producción vía
demanda exterior. No tenemos un problema de sobreproducción agregada
sino de mala producción particular. Usted aboga por que los alemanes nos
subvencionen comprándonos a altos precios aquello que no desean, yo por
que nosotros ajustemos nuestra producción y no rompamos la división
internacional del trabajo. A usted le parece mi propuesta ingenua, a mí me lo
parece la suya: ¿por qué motivo deberían los alemanes subvencionarlos
perpetuamente? ¿Cómo les imponemos nuestras necesidades divergentes con
las suyas? ¿No será más lógico hacer coincidir los suyos y los nuestros?

Demonoid,

Estoy de acuerdo en tu crítica al reduccionismo de algunos austriacos a


fijarse sólo en ciertas formas de degradación de la liquidez de la banca en
lugar de contemplar las mucho más amplias maneras de degradación de la
liquidez de todos los agentes.

No estoy de acuerdo, sin embargo, en tu interpretación sobre por qué los


austriacos desean tipos de cambio fijos. Es mucho más simple: que el banco
central sea un monopolio no significa que no deba comportarse como un
banco responsable. Y un banco responsable no deja flotar sus pasivos:
http://revista.libertaddigital.com/son-los-tipos-de-cambio-fijos-un-atentado-
contra-el-libre-mercado-1276238533.html

De hecho, tú mismo reconoces la profunda inestabilidad de los tipos de


cambio variables al estar sujetos a mercado y carecer de un valor
fundamental. Sin estabilización de la moneda, la flotación, y en ocasiones la
flotación violenta, es lo único que puedes tener.

juan Says:
enero 16th, 2012 a las 17:22

En la división internacional del trabajo lo único que España ha podido


ofrecer para no caer en el abismo en los últimos tres años ha sido en
realidad sol y playa. El resto, salvo cuatro excepciones, ha ido cuesta abajo.
Y gracias a los generosos Estados del Bienestar Europeos (y también a su
enorme productividad traducido en elevados sueldos) estos siguen viniendo
a gastarse lo que se gastan. Y puede que los liberales de allí piensen de otra
manera pero a los de aquí, si se paran a pensar un poquito, seguirá
interesando que los noruegos o los alemanes tengan tan generoso sistema
aunque nosotros tengamos con el tiempo hasta el aire privatizado.

El desarrollismo de España a partir de los 60 no se entiende Sr. Rallo sin las


masas de turistas europeos con empleos normales que llenaron nuestras
costas y que fue posible porque en sus países se implementaron políticas
sociales gracias a las cuales estos ciudadanos se olvidaron de ahorrarlo todo
para pasar a gastarse algo en ocio. Nuestro defecto ha sido exprimir la
misma gallina hasta el final y no buscar la excelencia salvo en los últimos
tiempos e invertir las enormes plusvalías en otra cosa sólo en muchas
declaraciones de intenciones. Pero no tendremos problemas porque nuestros
potenciales competidores en ese campo están hundidos por el descontento
social, la corrupción y el auge de un extremismo religioso. Factores
directamente no económicos pero de consecuencias económicas dramáticas.

Pienso que no se toman muchas decisiones a posta, porque se desea que se


degrade la situación hasta un punto donde el desmantelamiento del Estado
del Bienestar sea percibida como lógica y necesaria. O eso, o estamos
gobernados a todos los niveles por inútiles. De haber actuado con
contundencia el BCE, los PIIGS no hubiesen dilapidado parte importante de
su crecimiento futuro en pagar unos intereses descomunales. No se creó un
Tesoro Comunitario ni una política común comunitaria que si bien no hubiese
sido la que mejor iba a los intereses alemanes no hubiera puesto el prestigio
del euro por los suelos y la calidad de vida de los ciudadanos del resto de
países no se hubiera resentido tanto. Se ha construido una Europa a la
medida de las fobias y filias alemanas, incluyendo cuando ellos mismos se
saltaron los criterios de convergencia a principio de la pasada década y
cuando han sido ellos los principales beneficiados de los préstamos que nos
han dado. Por otro lado los puedo entender porque nos perciben como un
país de pandereta, corrupto y despilfarrador.

Cuando veo a Rajoy defendiendo junto a Sarkozy la tasa tobin me parece que
se están riendo de los ciudadanos. Usted desprecia la tasa Tobin pero yo la
veo necesaria si se toman en conjunto con el resto de países. Pero la cuestión
no es la tasa tobin, es todo, es el enorme desfase de políticas y de opiniones,
de no tener amplitud de miras y contemplar tanto los recortes como todas las
posibilidades que existían de recaudar y estimular la actividad económica a
nivel europeo.

Mientras, aquí se impone un largo y penoso camino de penitencia de medidas


y bajo crecimiento bendecido por Alemania y el FMI.

Víctor Says:
enero 16th, 2012 a las 19:45

No, si todavía tendremos que darle las gracias al Estado Benefactor y no al


libre mercado de que los ciudadanos europeos se hayan vuelto ricos y se
puedan permitir viajar a otros países. Delirante.

Por otra parte, eso de manipular el mercado para atrasar lo inevitable (la
reestructuración de la economía hacia productos que realmente se demanden
y se valoren) me parece una chapuza. Solo es ganar tiempo, pero acabará
ocurriendo igualmente. Podemos caer un 5% un año, o caer un 1% cada año
durante 5 años seguidos. Yo prefiero lo primero.

Xel Says:
enero 16th, 2012 a las 19:49

@Victor

¿que es para ti el libre mercado?

De verdad por más que oigo hablar de el menos real me parece

josvazg Says:
enero 16th, 2012 a las 20:40

@Xel

Libre mercado, libre del todo no hay, pues hay mucha intervención en todo el
mundo en todo el mercado. Ahora bien, lo que más se parece es, por
ejemplo:

- El mercado de la electrónica, que es deflacionario, cada año más


tecnología, más potencia y al mismo o menor precio.

- El del pan, al que cualquiera puede acceder por muy poco en un pais
minimamente estable

- El del software o los libros.

- El automovilístico.

- Las compañías aéreas privadas (compárese con cuando eran públicas, por
ejemplo)

Etc, es decir, los que funcionan bien. Porque los que funcionan mal, al final
rascas (o sin rascar) ya ves que está el Estado detrás fijando precios,
hiperregulandolo o prestandolo directamente con cargo a los impuestos.

Le reto a que me ponga un ejemplo de lo contrario.

Definición:

El Mercado es el conjunto de millones de intercambios VOLUNTARIOS que


se producen todos los días por todo el mundo entre personas. Al ser
VOLUNTARIOS son mutuamente beneficiosos, normalmente uno adquiere
algo que quiere o necesita a cambio de otra cosa que le sobra o produce
SOLO con objeto de intercambiar.

El dinero o medio de pago, permite realizar trueque de manera indirecta a


nivel internacional, entre personas que NI se conocen a la vez que permite la
especialización internacional del trabajo.

Bastiat Says:
enero 16th, 2012 a las 20:42

Eso no es problema de la definición de Libre Mercado que aquí te demos,


porque en realidad tal definición no se da en la realidad, es lo que estamos
tratando de deciros todos estos días, que la culpa de la crisis no la tiene el
libre mercado sino precisamente su ausencia.

El problema que tienes es que no quieres escuchar. Antepones tus mitos


socialdemócratas y para ello sólo tienes como defensa para ellos el
aumentar la recaudación fiscal y negarle a la Iglesia el pan y la sal… pero no
a los sindicatos ni a los partidos políticos. Coherencia, oiga.

josvazg Says:
enero 16th, 2012 a las 20:58

Yo la verdad es que me sorprendo que un artículo tan claro y sencillo de


entender como es este resulte tan polémico.

Ya se, que a todos nos gustaría “creer en las hadas”, o vivir en “el país de la
piruleta”, es decir, que nuestros graves problemas actuales tuviesen
soluciones sencillas, rápidas y a ser posible indoloras: Pero la vida no es
así, las cosas tienen costes y las decisiones tienen consecuencias.

Al final del día, de las crisis se sale pagando la deuda y generando nueva
riqueza REAL neta, no imprimiendo billetes del monopoly.

Distorsionar las monedas no genera riqueza. Imprimir billetitos no genera


Zaras, ni Apples, ni Mercadonas en la economía.

Los Zaras, Apples y Mercadonas los generan empresarios que, además de


acertados en su idea, luego la gestionan correctamente y la hagan crecer. Y
para ello tienen que acertar a que cosas son riqueza para la gente y como
prestarlas de manera eficiente.

Ahora toca que millones de empresarios prueben suerte concurrentemente


con nuevos negocios o ideas. Muchos fracasarán (y quizá puedan aprender
de ello y probar de nuevo) y otros triunfarán y generarán nuevas Zaras,
Apples y Mercadonas.

ESO, es lo que nos va a sacar de la crisis, y no otra cosa.

Y mientras esto ocurre TODOS; familias, empresas y, a ser posible, Estados,


deberíamos reducir la deuda contraída lo más rápido que vayamos pudiendo,
para que nuestro trabajo nos de ganancias netas y margen para el ahorro lo
antes posible.

josvazg Says:
enero 16th, 2012 a las 21:01

Y todo esto, por supuesto, se dice mucho más fácil que se hace. Pero es que
no hay magia, lo que hay es que currar, pensar, innovar, acertar lo que la
gente va a querer, etc

Y todo esto NO es fácil ni requiere poco esfuerzo, pero hay que ponerse a
ello y no perder el tiempo con trampas y chapuzas del monopoly.

Demonoid Says:
enero 16th, 2012 a las 23:04

“¿son los tipos de cambio fijos….”


Cuando hablas de que se necesita un tipo de cambio fijo para consolidar el
precio de los bienes, no dejas de estar siguiendo un criterio objetivo.

Sin embargo, coincidirás conmigo que si por algo se caracteriza la teoría


austriaca es por seguir una metodología subjetiva:
I. El dinero -la moneda- es igual a cualquier otro bien
II. Como cualquier otro bien su precio depende de la utilidad marginal.
III. Las monedas deben de tener tipos de cambio flotantes, porque la utilidad
marginal de las mismas varía.
Por lo tanto poner precios fijos a las relaciones entre las monedas -tipos de
cambio- no solo es un absurdo sino que va contra el fundamento mismo de la
escuela.

Así, por ejemplo: Si se descubre una mina de uranio en Botsuana, y se quiere


comprar dicho material se necesitara adquirir su divisa para poder
comprarlo, por lo que la utilidad de esa divisa será mayor y la divisa se
apreciará.
Insisto, Mises ya se dio cuenta del problema, pero sobre todo quería
constreñir la capacidad de los Estados y recurrió a tipos de cambio fijos…
Los seguidores “ciegos” del maestro, han heredado el problema.

jfc Says:
enero 17th, 2012 a las 10:16

Demonoid,
Mi opinión es que, si por ejemplo no hubiera leyes de curso legal, en poco
tiempo se seleccionaría para el ahorro de forma natural el dinero menos
inflacionario, eliminándose los incentivos para financiarse mediante
inflación… O sea, que el resultado sería el mismo que si hubiera patrón oro:
supervivencia de la divisa menos requisable o cambios fijos con respecto a
ella. La plata, el cobre, incluso el oro, siempre han flotado de forma natural
entre sí, pero al existir incertidumbres acerca de su oferta (nuevas minas) y
su demanda (usos industriales en el caso del cobre), el refugio natural del
ahorro sería el oro o la moneda más ligada a él. Las demás monedas serían
patatas calientes que perderían su sentido para el que fueron creadas (la
inflación), con lo que en ausencia de intervención probablemente se
alcanzaría rápidamente de forma natural un tipo de cambio fijo, al menos
para el ahorro.

Lo que dices del uranio yo lo conozco como el “mal holandés”, que tantos
problemas trae a los países en desarrollo. Precisamente ese es uno de los
más criticados efectos del nacionalismo monetario. Bajo cambios fijos, el
uranio no arrastraría consigo al alza el precio de las exportaciones,
ahogándolas, sino sólo la demanda en su línea de negocio. El nacionalismo
monetario distorsiona los precios relativos y hace que negocios que eran
rentables ya no lo sean por dicha intervención continua en el ámbito
monetario y generan malinversiones y pobreza. De este modo se redistribuye
la renta y el poder dentro del país hacia, por ejemplo, los exportadores de
materias primas (en estos países, generalmente el gobierno o afines) o los
receptores de ayudas externas (la burocracia gubernamental). En cierta
forma este sistema de flotación se podría catalogar como “socialismo
monetario nacionalista”, pues unos pagan los errores de otros, dificultando
gravemente la cooperación mundial y el crecimiento económico.

Demonoid Says:
enero 17th, 2012 a las 18:14

Says: Si hay demanda, para mantener la moneda a un fix fijo al Estado no le


cabría otra solución que vender moneda, (porque de lo contrario se
apreciaría) y esa cantidad de moneda/dinero la tendría que consiguir el
Estado mediante impuestos, por lo que tienes un socialismo monetario mucho
más perverso.
Xel Says:
enero 17th, 2012 a las 19:42

¿Habláis de esto cuando decís “libre mercado”?

Otra cosa sería si se le explicase a la gente que cuando se habla, por


ejemplo, de “los mercados” farmacéuticos estamos hablando de un ámbito en
donde 10 compañías controlan casi el 55% de todas sus actividades; que
seis grandes compañías controlan la industria discográfica mundial; que diez
10 empresas controlan el 80% del mercado global de pesticidas: otras diez
el 80% del comercio mundial de los alimentos y la totalidad del mercado
internacional de petróleo o el 80% del mercado global de pesticidas. O que
algunos mercados están incluso más concentrados en pocas manos que los
anteriores. Que cuatro compañías controlan el 70 por ciento del comercio
mundial de comida. Que en España, siete empresas controlan tres de cada
cuatro alimentos que compramos, cinco controlan una de cada dos y una
empresa (Carrefour) controla uno de cada cuatro alimentos que compramos
(http://www.exporetail.com/espanol/pdf/estudio.pdf). Cuatro empresas
controlan el mercado español de café y tres el de café tostado molido (Kraft
Food, Sara Lee/DE y Nestlé). Solo dos compañías (Cargill and Archer
Daniels Midland) controlan tres cuartas partes del comercio mundial de
granos y una empresa, De Beers, controla el 75% del comercio mundial de
diamantes (The Oligopolies).

Y eso por no hablar de los mercados financieros, en donde la concentración


es incluso aún más mayor y, como estamos viendo, más peligrosa y creciente
a medida en que se vayan aplicando las medidas que los poderes
efectivamente dominantes han logrado imponer a los gobiernos para “salir”
de la crisis.

Baste saber que según The New York Times (“A Secretive Banking Elite
Rules Trading in Derivatives“) solo nueve personas (Thomas J. Benison de
JPMorgan Chase & Company; James J. Hill de Morgan Stanley; Athanassios
Diplas del Deutsche Bank; Paul Hamill de UBS; Paul Mitrokostas del
Barclays; Andy Hubbard de Credit Suisse; Oliver Frankel de Goldman
Sachs; Ali Balali del Bank of America, y Biswarup Chatterjee de Citigroup)
que “se reunen el tercer miércoles de cada mes en el Midtown de
Manhattan” dominan el mercado de los derivados financieros, es decir, unos
700 billones de dólares, lo que más o menos viene a significar que dominan
el mundo.

Iago Santos ha demostrado que en España a finales de 2006 una veintena de


grandes familias eran propietarias del 20,14 por ciento del capital de las
empresas del Ibex-35 y una pequeña élite de 1.400 personas, que representan
el 0,0035 por ciento de la población española, controlaba recursos que
equivalen al 80,5 por ciento del PIB (Una aproximación a la red social de la
élite del poder económico en España).

¿Seamos serios no?, la libertad no la veo por ningún sitio

Bastiat Says:
enero 17th, 2012 a las 20:24

Xel…..¿ pero tu quieres mas libertad o menos?

dragontorch Says:
enero 18th, 2012 a las 0:27

@dskip,

Eso de que cualquier pais puede fabricar cualquier producto es sólo una
teoría abstracta.

Una cosa es lo que podría pasar y otra lo que realmente pasa.

¿Se fabrican circuitos integrados en masa en españa?, ¿Se mandan en españa


cohetes al espacio?, ¿Los centros de diseño de empresas de móviles estan en
españa?

Al final hay paises que organizan su economía mejor que otros para ciertas
cosas, si no lo quiere ver como especialización, véalo como triunfo en areas
de mercado, pero el resultado es que ciertos paises atraen ciertas
capacidades mejor que otros.

Hay un trecho entre lo que se podría hacer y lo que se termina por hacer, y
quien lo recorre es quien realmente se especializa.

jfc Says:
enero 18th, 2012 a las 2:58

Demonoid: entonces entiendo que la empresa extractora vende uranio y


compra oro o algo convertible a oro, como una mercancía más, no sé por qué
nadie tiene que subir los impuestos… otra cosa serían cambios fijos en un
mundo fiduciario donde te encuentras trilemas insostenibles y corralitos
argentinos por simular cambios fijos mientras se lleva a cabo políticas
monetarias irresponsables incompatibles.

Bastiat: supongo que a Xel las tres o cuatro compañías de café le parecerán
demasiadas y preferiría que no hubiera ninguna… o sólo una, la del régimen,
digo yo… lo que no acabo de entender es qué tiene que ver todo eso con el
artículo sobre la depreciación de la moneda ¿?

josvazg Says:
enero 18th, 2012 a las 8:18

@Xel

Hace unos pocos años la todopoderosa Microsoft dominaba el sector de los


Sistemas Operativos con Windows instalado en más del 90% de los PCs.

Pero el mundo cambió y no se dieron cuenta. Microsoft sacó la mierda del


Vista y los consumidores le enseñaron el dedo corazón.

Ahora sus acciones no suben ni p’atras (lo se porque yo tengo alguna) o al


menos no les va ni como a Google con Android ni mucho menos como a
Apple con iOS.

En libertad, la satisfacción del consumidor es lo que mantiene a esas pocas


empresas donde están, no otra cosa.

Cierto que habrá algunas de esas empresas que consiguen esa posición
porque se arriman al poder y obtienen prebendas, como que se establezcan
barreras de entrada a la competencia (seguramente los banqueros, como
mínimo). Pero eso no es libertad, sino arrimarse al poder.

Al fin y al cabo, el que toma la decisión final importante está en la Casa


Blanca, la Fed, el BCE o algún gobierno Europeo. Tendrán grupos de
presión alrededor, que querrán que les paguen ciertos favores de campaña,
pero quien toma la decisión final es el político de turno, no el banquero o el
oligarca.

Y puestos a influir en alguien, se influye más con poder que con dinero.
Vamos, que con poco poder se consigue mucho dinero y sin embargo hace
falta mucho dinero para comprar un poco de poder. ¿Quien cree que influye
más en la política española? ¿Botín o Amancio Ortega? Porque el segundo
tiene más dinero que el primero…

Por eso los empresarios se arriman al poder, porque consiguen atajos,


prebendas y privilegios que, o no conseguirían con su labor empresarial
legal, o de conseguirlas sería a cambio de mucho esfuerzo o acierto y, en
todo caso, su estabilidad en el tiempo estaría ligada a la satisfacción al
consumidor… “algo intolerable” claro ¿no?

Además, quienes somos nosotros para decidir o saber cuantas y cuales


empresas tiene que haber en cada sector?

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 9:02

Yo puse esos datos para situarnos en el debate, …, vivimos en la era de los


monopolios y son la oligarquía financiera y los consejeros de las
transnacionales los que dictan las leyes que los políticos a su sueldo después
nos imponen antidemocráticamente.
Y lo hacen para favorecer sus intereses logicamente, así tenemos a 3000
millones de personas pasando hambre todos los días mientras el 1% de la
población mundial controla el 40% de la riqueza mundial, ……., y subiendo
¡¡

Esto, que es inviable, hizo crack y va a seguir haciéndolo mientras no se


cambie el sistema.

Repito, el libre mercado es una utopía

@Bastiat

Más libertad a la libre circulación de las personas y menos a la de los


capitales

@jfc

Es cierto, lo siento no tiene nada que ver con el artículo, …, simplemente


quería resaltar que cuando se parte de conceptos erroneos es muy dificil
llegar a conclusiones acertadas y que el mayor problema que tenemos son
los monopolios y la libre circulación de capitales que desde los años 70 los
EEUU utilizan para intentar dominar al resto de las naciones.

El que defiendes una dictadura de todas formas eres tú no yo, defiendes la


dictadura de las pocas personas que controlan el PIB mundial, que son
también los que controlan a los políticos. A estas alturas mantener que los
Obamas o Rajoys de turno tienen algún poder de decisión es no enterarse de
nada.

Pero bueno, vosotros a seguir como la orquesta del Titanic

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 9:04

@josvagz

Pues eso, Botín es uno de los que manda, .., pídele cuentas a el, .., si puedes
¡¡

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 9:24

EN cuanto al artículo y perdonar por el exhabrupto anterior, después de unos


días fuera me revisé todos los artículos y comentarios y creo que me
equivoqué poniendo este aqui, pues muy interesante y educativo como todos
los del Señor Rallo cuando no se mete a político, jeje.

De todas formas seguimos hablando de mantener en coma al enfermo, no de


curarlo que es lo que toca. Para la cura vosotros no tenéis las respuestas
porque no las hay desde dentro del sistema

jfc Says:
enero 18th, 2012 a las 9:36
“Más libertad a la libre circulación de las personas”… pues sí, Xel,
muuucha más. Esto punto es crucial para millones de personas que viven en
condiciones peores que nosotros, no lo olvides y trata de ser coherente con
esto que abacas de decir… y tal vez te des cuenta algun día de que este
deseo es incompatible con el resto de tu discurso que tanto repites sin poner
nada de tu parte para escuchar y tratar de entender a los demás.

josvazg Says:
enero 18th, 2012 a las 11:50

@Xel
“De todas formas seguimos hablando de mantener en coma al enfermo, no de
curarlo que es lo que toca. Para la cura vosotros no tenéis las respuestas
porque no las hay desde dentro del sistema”

No, lo que no hay son curas mágicas. Ya lo he explicado arriba.

Lo que decimos aquí es que HACERSE TRAMPAS en el MONOPOLY, es


decir, imprimir billetitos de papel, bajar los tipos, expandir el crédito,
monetizar deudar, etc
NO SOLUCIONA NADA, solo retrasa la salida de la crisis o incluso la
agudiza.

Para salir de la crisis hay que generar RIQUEZA REAL, no papelitos.


Riqueza con que pagar las deudas actuales y la prosperidad por venir.

Y NINGÚN político GENERA RIQUEZA REAL, lo más que se les puede


EXIGIR es que dejen de molestar (con impuestos, regulaciones, burocracia)
la creación por parte de riqueza de las empresas y los procesos de
desapalancamiento o liquidación por parte de todos; familias y empresas y
Administraciones Públicas (con rescates a la banca o soberanos, rescates o
prebendas sectoriales, bajadas artificiales de los tipos, recompras de
deudas, aumento de plazos de pago)

Por cierto, si es verdad que Goldman Sachs y sus amigos controlan el


mundo, pues que quiere que les diga, son unos “inútiles del quince”. Están al
borde de la quiebra pese a que “han orquestado todo esto”:
http://www.elmundo.es/america/2011/10/18/economia/1318946230.html
Hace falta ser patán, si yo controlase la economía mundial (si eso fuese
posible) le aseguro que mis números serían mucho mejores, es más, quizá
mejores que antes de la recesión.

Vamos que se cae por su propio peso.

A ver si quiebran de una vez y se calla ya el infundio ese de que los


gobiernos están supeditados a las empresas y no al revés. Menudas bobería.

De momento ya ha caído ese otro infundio de que en España se pagaban


pocos impuestos, ya era mentira ANTES, pues el esfuerzo fiscal era de los
más altos en Europa. Pero ahora ya no no hay estadística (presión fiscal o lo
que sea) donde no se demuestre que pagamos como los que más (y recibimos
como los que menos, por cierto)

Víctor Says:
enero 18th, 2012 a las 14:55

Xel

Así que, profundamente liberal en lo social, pero profundamente


intervencionista en lo económico. Y eso, a pesar que de que la libertad
económica es una manifestación más de la libertad social. Si lo primero es
cercenado, lo segundo también.

No puedo decir que me sorprenda, ya que hace tiempo que dejé de esperar
coherencia de determinados sectores ideológicos. Sin embargo, he de
reconocer que me fascina la convicción con la que se afirma una cosa y la
contraria. Y, sobretodo, que no surja algún debate interno a raíz de esa
confrontación.

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 19:58

@Victor

Dentro del capitalismo y ya que no tenemos a la vista un sistema menos


perverso, como mal menor me inclino por la socialdemocracia europea de
los años 50, 60 y 70.
Pocas clases de libertad le puede dar nadie a Olof Palme por ejemplo, desde
luego desde España nadie, ni los socioliberales del Psoe, ni los
conservadores del PP, desde luego nadie de un partido liberal que hasta la
fecha no existe.

Dicho esto y porque no me gusta la apropiación que hacéis algunos de la


palabra libertad, que no se ajusta a la realidad por cierto, te tengo que decir
que todas las leyes que favorecen la libertad de las personas en nuestro país
fueron instauradas por el Psoe con el apoyo de IU y otros grupos de
izquierda y el rechazo de los partidos conservadores, …, ley del divorcio,
ley de matrimonios del mismo sexo, las dos leyes del aborto y por dejadez
no tenemos una ley de muerte digna, …, esas son leyes que aumentan la
libertad individual de las personas.

Mira, lo que si yo no entiendo y debe de ser muy duro a nivel personal es


pertenecer a sectas fundamentalistas religiosas y andar predicando libertad
como es el caso de la muchos de los referentes “liberales” de nuestro país.

Contradicción por decirlo de una manera suave, es ser del Opus Dei,
denominarse a si mismo liberal, pertenecer a un consejo de administración
de una empresa armamentística y ahora ser ministro de defensa, .., o sea a
dios rogando y con bombas racimo dando. Este es un ejemplo muy gráfico
pero te podría poner muchos que tú conoces mejor que yo seguro.

Así que no me hables de contradicciones, háblame de hipocresía.

En cuanto a la libertad económica no hace falta meternos en filosofía, yo te


lo explico muy rápido, “cada uno defiende sus intereses y los de su clase”.
No es lo mismo nacer en una familia de mineros, que en una de pequeños
empresarios, que en una familia aristócrata.

Déjate de cuentos, si tienes suficiente dinero por la razón que sea para no
depender de los servicios públicos estos te sobran. Te conviene pagar los
menos impuestos posibles, defraudar a hacienda, poder mover tú dinero
libremente etc. Si eres empresario cuanto menos pagues a tús trabajadores y
menos sindicados estén mejor te va a ir.
Si eres de la oligarquía financiera que lo controla todo lo que te interesan
son crisis como esta para hacerte con más parte del pastel y por supuesto
menos regulación o que los que tienen que controlarla miren pa otro lao o
para el sobre que les pones bajo manga, como los políticos actuales.

Es lo que hay, el liberalismo económico es la ideología de los capitalistas


para seguir manteniendo y aumentando su poder sobre las masas. No
entiendo como no adoráis al partido comunista chino, allí está prohibida la
sindicación, no hay seguros médicos, las jornadas laborales son de más de
12 horas, los salarios la mitad que los de los mini jobs….Vamos el sueño de
la CEOE y de los “liberales”.

De hecho allí están todos vuestros gurús haciendo dinero a base de


esclavizar a otras personas, como los niños de 12 años que trabajan 15 horas
diarias montando los aparatejos de Apple y Dios Jobs.

Clases de libertad a mi pocas

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 20:09

@josvagz

Mientras la economía mundial esté basada en al especulación financiera lo


demás da igual, mientras se pueda matar de hambre a 3000 millones de
personas especulando con alimentos, mientras se pueda condenar a décadas
de pobreza a sociedades especulando con la deuda pública, etc, .., todo lo
demás son parches que no sirven para nada.

Y mientras se sigan polarizando las rentas y de proletariado el 99% de la


población pase a ser precariado ya pueden los de Apple-Zara- Telefónica
hacer los planes de negocios más maravillosos del mundo que nadie va a
poder comprarles nada y por tanto la nave se va a acabar yendo a pique si no
lo está ya.

Ahorrar?, je, …, mira en cuanto está el sueldo medio en España, después


mira en cuanto están los alquileres, la gasolina, los alimentos, el material
escolar, …., y después dime quien va a poder ahorrar. te lo digo yo, sólo ese
1% y encima lo invierten en especulación que es más rentable que al
economía real, …., la que por ahí decís con razón que es la que genera
riqueza.
Dicho esto, me parecen muy lógicas muchas de las medidas que aportáis
aquí y desde luego estoy de acuerdo con muchos de los artículos del señor
Rallo, .., pero el problema es de un nivel superior a si depreciamos o no una
moneda, que no es más que un ciudado paliativo a un enfermo casi términal.

Xel Says:
enero 18th, 2012 a las 20:18

@jfc

Yo escucho y hay muchas cosas en las que estoy de acuerdo, lo que no paso
es por cuentos como el libre mercado o la competencia perfecta, como
tampoco paso por el socialismo utópico.
Si partimos de premisas fantasiosas es dificil llegar a conclusiones
acertadas, la realidad en la que vivimos es un un mercado mundial cada vez
controlado por menos personas, cada vez hay menos libertad y más
monopolios, por una economía totálmente financiarizada, por unos políticos
con cada vez menos poder de decisión, por tanto con unos ciudadanos cada
vez más indefensos, .., “si nos venden los políticos a los que votamos y
botamos cada 4 años, los ejecutivos de la City no se van a preocupar por lo
que pasa en Torrelodones”.

¿Libre circulación de personas?, no seas ingenuo, para que funcione el


tinglao tiene que haber esclavos. Por otro lao en occidente no hay para
todos, les robamos es sus países para quedárnoslo para nosotros no para que
ellos vengan a nuestros barrios y tengamos que compartirlo. El último muro
que cayó fue el de Berlín, el resto cada vez son más grandes, y sino les
lanzamos unas bombas inteligentes para robarles lo que necesitamos.

A veces no se si sóis ingenuos o hipócritas, desde luego no vivís en el


mundo real, tenéis que beber de más fuentes y a poder ser alternativas al
mainstream

Bastiat Says:
enero 18th, 2012 a las 21:04

Si… tienes razón, los europeos les robamos todo lo que pudimos a los
países pobres y gracias a ello hubo en algunos países una socialdemocracia
sostenible. En cuanto los pobres han empezado a dejar de serlo gracias a la
libertad de mercado, a la que se han visto abocadas las naciones ricas (a
costa de las demás) es cuando el tinglado socialdemócrata se ha caído con
todo el equipo.

Mira, majo, hablando de mítines.

La libertad o se la conoce o se la ignora pero hablar de libertad de matar, o


de libertad de firmar un contrato que nada dice más allá de una fantasía
onanista de ideólogos socialistas, o hablar del derecho a una muerte digna
que decidan otros sin consentimiento de la familia ni del propio sujeto es
negar el propio concepto de libertad afirmando sin rubor que la libertad no
es decidir libremente que hacer con uno y que no se puede hacer con el otro
sino establecer cánones morales desde el poder del Estado.

El que pases por cuentos si o no nos trae al pairo. Si algo has demostrado en
todo lo que has dicho aquí es que tienes mucho más de fundamentalista que
de persona razonable. Cuanto se te ha dicho lo has ignorado. Has hecho
equilibrios en el alambre para no darnos la razón cuando te hemos
acorralado y ahora nos vienes con un mitin quinceemero con la intención de
ponerte moralmente por encima de nosotros.

No hijo. No

Tonterías las justas.

Lo que tu propones, las sociedad por la que abogas, una vez fracasada la
socialdemocracia sueca como se te ha demostrado hasta la saciedad, donde
la única libertad en Suecia que había era al sexo libre, todo lo demás lo
regulaba el estado, no es más que la tiranía desde el Estado en la búsqueda
de una igualdad en los resultados ignorando totalmente la desigualdad en el
desempeño.

Tu propones y promueves la liberad de personas, pero no la de capitales.


¿Donde está la liberad si mi libertad reside en poder huir de una sociedad
que me reprime pero no a llevarme conmigo el fruto de mi trabajo?

Mira. Tu eres un socialista. Nada más.

Xel Says:
enero 19th, 2012 a las 0:37

@Bastiat

Los Europeos y los EEUU seguimos robando todo lo que podemos, por las
buenas o por las malas, …, no se porque hablas en pasado.
Ese imperialismo es todo lo contrario a la libertad que tú tanto pregonas y es
la base de nuestra riqueza como tú bien dices. Hasta la guerra de Vietnam era
sólo por la fuerza, a partir de ahí también es un imperialismo a través de las
finanzas y las transnacionales, la globalización y la deslocalización no es
más que eso.
A ver si crees que las ganancias de las multinacionales occidentales en Asia,
Africa o Sudamérica vienen por el libre mercado y no por el esclavismo al
que las multinacionales occidentales someten a los trabajadores en esos
países.

¿Niños de 12 años trabajando 15 horas al día por 100 euros al mes


fabricando productos de Zara o Apple por decir dos multinacionales es
libertad para ti?, .., ¿o miramos para otro lao?

A veces no se si hablo con ingenuos, con desinformados o simplemente con


hipócritas y no lo digo para ofender, lo siento de verdad.

En cuanto a la socialdemocracia te vuelvo a repetir que estás muy mal


informado, no sólo no se ha caído sino que son los países que siguen
teniendo mejores datos macro, micro y están en arriba en todas las
estadísticas de calidades de vida.
Se te pusieron por mi y por otros foreros estadísticas con todo ello, ….,pero
tú sigues puñando como un toro. Y que si hombre, que las políticas se tienen
que ir ajustando y que los problemas de hoy no son los mismos de cuando
Marx o Mises elaboraron sus teorías, por tanto las soluciones tampoco
pueden ser las mismas.
Que para ti el éxito de estos países es porque les cae el maná del cielo y
porque siguen las normas de tú fantasioso libre mercado, .., pues bueno, es tú
problema, .., a mi sólo me valen los datos y no discuto sobre cuestiones de
fé.

No va más ese tema, yo te propongo modelos reales, tú todavía no has puesto


uno sobre la mesa, sencillamente porque no puedes, porque no existe.

Mira, en Dinamarca el año pasado volvieron a ganar las elecciones los


socialdemócratas, en UK-Francia y Alemania en un año los vas a tener
gobernando también, .., en Italia y Grecia es la oligarquía financiera quien
directamente pone ya a los presidentes, .., que claro son de los tuyos, …, y
en España pues bueno, .., pues vamos siempre al revés y como decía
Napoleón África empieza en los Pirineos.
En EEUU no se si seguiremos con Obama que tiene de socialdemócrata lo
mismo que ZP o directamente llegarán los fundamentalistas religiosos del
Tea Party, dependerá de si siguen saliendo de la crisis como parece o si
entran otra vez en recesión como vamos a entrar en Europa en 2012.

Pero es que además en China, Brasil, Argentina, India que no son modelos
que a mi me valgan pero a ti si deberían porque son los únicos países que
están creciendo tampoco gobiernan liberales.

Sólo te pido un poco de rigor para poder tener conversaciones serias, una
vez explicada la situación por si te quieres enterar del mundo en el que vives
pasemos a lo siguiente.

Xel Says:
enero 19th, 2012 a las 1:34

@ Bastiat

Reconozco que hablé sobre las leyes de libertades civiles aprobadas por el
Psoe en España para ver por donde me salías, ahora ya se que tú de liberal
poco. De todas formas cuando te informes bien podremos seguir discutiendo
si quieres sobre ellas, .., porque tienes un lavao de cerebro importante y no
entiendes nada.
Los únicos cánones morales en este nuestro país vinieron del estado si, pero
no del democrático, sino de los anteriores regímenes dictatoriales,
monarquías absolutas y de sus socios de la iglesia católica siempre a la
vera.
Desde 1978 las leyes se aprueban de manera democrática, nos gusten más o
nos gusten menos, por tanto imposiciones pocas. Y por supuesto no obligan a
nadie, sino que permiten la libre elección de las personas sobre cosas mucho
más importantes que la economía, sobre sus vidas.

¿Yo fundamentalista?, te recuerdo que eres tú el que quieres abolir lo


público y los estados, yo en ningún momento estuve en contra de la
propiedad privada ni de la libertad individual, .., simplemente las cosas es
su justa medida. Creo en las economías mixtas y sobre todo en las
realidades.

Yo estaría gustoso de darte la razón, pero no puedo porque sólo repites


dogmas como un loro, los mismos que llevan repitiendo otros 150 años y que
a la vista está que no tienen visos de pasar de eso, de dogmas.
Acorralado?, no me acuerdo.

Moralmente encima de nadie, tengo mis principios y estos ponen por delante
a las personas de las cuentas de resultados, si eso te molesta lo siento. Como
dije antes cada uno defiende lo suyo.

Oye que si, que de tanto repetirlo vas a conseguir que la sociedad sueca
fracase y que la española sea exitosa. Deja a los nórdicos, no te metas en
charcos que no te convienen, vale más que mires pa otro lao y digas
simplemente que son sociedades ricas, que les cae el maná del cielo y que
por eso sobrevivieron a los demonios socialdemócratas durante 100 años.

Con lo de la tiranía del estado sueco ya te consagraste, .., ¿y me llamas a mi


fundamentalista?

Yo el modelo que propongo a día de hoy y con la que está cayendo tiene
éxito en no menos de 8 países, ¿donde está el modelo que propones tú?.

¿Y en caso de que propongas un modelo será para tú propio interés o un


modelo de sociedad?

PD – No te enfades hombre, que el mundo no lo vamos a arreglar ni tú ni yo

Víctor Says:
enero 19th, 2012 a las 9:17

Xel
¿No te gusta tu situación de esclavo? Cámbiala. Por 13,3€ puedes ser dueño
de una un parte de la mayor multinacional española. ¿Quieres más? Coge tus
ahorros o pídele a alguien los suyos. Con talento y un poco de suerte
conseguirás fabricar algo que le sea útil a la sociedad y ésta lo valorará en
consecuencia. Fíjate, obtienes éxito y riqueza si sirves a la sociedad y
mejoras su bienestar, no esclavizándola. ¿Quieres ayudar a otros a que
consigan lo mismo? Coge tu dinero e inviértelo en una empresa o en otro
país. Entre todos los inversores llegareis a valorar adecuadamente un flujo
de dinero futuro incierto…

Gracias al libre mercado cualquiera puede cambiar su afortunada o


desafortunada situación inicial. ¿Dónde están esas barreras infranqueables
entre unos y otros? Repito, ¿dónde? Se me antoja más bien a pataleta de los
envidiosos.

Dices que el capitalismo o el libre mercado generan miseria. Bien, echemos


un vistazo a Corea del Norte y Corea del Sur, o a Alemania Oriental y
Alemania Occidental (todavía), o a Venezuela con su inmensa riqueza
petrolífera y Chile… ¿El libre mercado genera miseria o es precisamente su
ausencia la que lo genera?

Cientos de millones de personas se están convirtiendo en clase media en


China e India. Millones de personas hacen lo propio en America del Sur,
sobretodo en Brasil. África se muere de hambre ¿Quizá sea producido por
los altísimos aranceles al que son sometidos sus productos que les impide
comerciar con los países ricos y reducen sus exportaciones al mínimo? ¿Es
el libre mercado responsable de esas barreras?

Luego somos nosotros los dogmáticos.

Bastiat Says:
enero 19th, 2012 a las 16:24

Victor… déjalo, que encima va de listo por la vida.

Le da igual que millones de chinos o hindúes hayan salido de la miseria. No


lo quiere ver. Quiere seguir viviendo en los mundos de yupi. Habla de la
Suecia de los 50, 60 y 70 como si los mismos suecos fueran capaces de
recuperar ese pasado.

No lo quiere ver.

Habla de que somos dogmáticos porque queremos eliminar el estado del


bienestar y el estado. NO, tío, que no es que lo queramos eliminar es que se
está hundiendo. Que ya no hay mas. Que la feria se ha acabado.

Y para eso sus argumentos favoritos son los de los malos de toda la vida del
socialista de medio pelo, el capital, los bancos, las oligarquías….. Su
alternativa es Suecia. No la URSS, claro, la URSS ha fracasado. No, Suecia.
Donde las grandes compañías que ayudaron a esa entelequia, la volvo, en
mano de los chinos, la Ericsson, abocada a ser una compañía menor, la
Scania… en manos de la Volkswagen, la Saab…. a punto de cerrar… No lo
va a ver. Le da igual. No quiere que su mundo ferpecto se le desmorone.

No viene aquí a contrastar opiniones, sino a hacerse el machote echándonos


a la cara sus mitos sin aportas más que recetas caducas y pasadas. No tiene
más.

Este es de lo que estuvieron en la Puerta del Sol reclamando que no se


acabara la Coca-Cola del guateque. No quieren aportar soluciones ni buscar
soluciones. Solo seguir viviendo del cuento.

jfc Says:
enero 20th, 2012 a las 13:42

Demonoid, esto me parece interesante:


http://qmunty.com/blog/2009/10/30/antal-fekete-un-aniversario-olvidado-
cien-anos-de-dinero-de-curso-legal/

aversiahora Says:
enero 20th, 2012 a las 20:51

jfc: gracias por el link. Me ha parecido interesantísimo. Quizás algo


determinista en exceso, pero muy interesante.

pam Says:
agosto 5th, 2012 a las 21:41
¿que ocurre con el pbi per capita cuando la moneda de un pais se deprecia o
devalua?
¿Es malo reducir el déficit en plena recesión?

nosé Says:
enero 27th, 2012 a las 20:42

Pues porque aquí, en la situación actual, alguien tiene que sacrificarse. O se


sacrifica el Estado o se sacrifica el Pueblo. Pero como la decisión sobre
quién ha de ser el que se sacrifique la toma el Estado, entonces……

Si Luis XIV dijo “el Estado soy yo” nuestra oligarquía partitocrática bien
puede decir “el Estado somos nosotros”. Así que queda lo que siempre ha
sido la “dynamis” de la Historia Universal: la lucha de unos por exonerarse
de todo trabajo pesado y vivir a costa de otros a los que de forma coactiva
se les impone eso: “impuestos”; queda el Estado exactor, la política como
forma de vida -de muy buena vida; el Estado como instrumento de opresión y
de dominio de unos hombres sobre otros.

aversiahora Says:
enero 27th, 2012 a las 20:47

El problema, para mí, está en el punto de partida del análisis: no es cierto


que los políticos tengan que hacer “cosas buenas”, sino cosas que la mayoría
social perciba como buenas; y no es cierto que las personas queramos que se
hagan “cosas buenas”, sino cosas que nos convienen a nosotros mismos.

Cuando llega una crisis, toda persona que trabaja en un sector muy afectado,
enseguida pide que el Estado “dé ayudas”. Hay una expresión que a mí
siempre me ha hecho mucha gracia, que es esa de “solo pedimos carga de
trabajo”. A partir de aquí, los políticos hacen aquello que les hace perder
menos votos: ¿que la gente quiere que se ayude al sector de la automoción?
Pues se riega con dinero público y ya está. ¿Que no llega el presupuesto?
Para eso está el déficit.

¿Por qué no gusta lo de la austeridad cuando hay recesión? Pues por el status
quo. Es mucho más asumible, socialmente hablando, tener a un joven toda la
vida en el paro que ver como gente que trabaja pierde su empleo. De la
misma forma que es más fácil despedir gente que bajar sueldos. A esto se
reduce todo: a minimizar el número de personas que tienen que ver como se
altera su status quo.

Otra cosa es que, además, la gente que piensa así, luego suele ser la que más
se llena la boca con conceptos como “igualdad” y solidaridad.

Socialista Says:
enero 27th, 2012 a las 22:56

La linda empresa e iniciativa privada también tiene sus puntos negros, no


negros, abisales:

http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/01/27/actualidad/1327677807_949369.html

médico Says:
enero 27th, 2012 a las 23:00

@aversiahora

Chapó. No tengo que decir nada más.

médico Says:
enero 27th, 2012 a las 23:04

@Socialista

Menos mal que le pasó a un capitalista y se puede criticar. Si llega a pasar


en una empresa pública china, no sabemos nada de nada. Vaya, seguro que en
El País no sale.

Por otro lado, la noticia no tiene nada que ver con el post, pero bueno.

nosé Says:
enero 27th, 2012 a las 23:08

La deuda pública es un acto de tiranía. No todo lo comúnmente aceptado ha


de ser tomado como normal. No es normal que una docena de personas,
reunidas en su conventículo madrileño, puedan endeudarnos a 45 millones de
españoles sin nuestro conocimiento y sin nuestro consentimiento. Como toda
decisión inconsulta, es tiránica y despótica. No solo hay que reducir el
déficit público, también el déficit democrático.

dsklp Says:
enero 27th, 2012 a las 23:31

La sanidad,las pensiones y la educacion se llevan la mayor parte del gasto


del estado.No deben ser vistas como negocio,aunque si traen beneficio para
toda la sociedad.Su rentabilidad no se debe medir en euros.
Es de justicia que le estado de estos servicios,especialmente porque nos los
cobra,y lo haga con criterios de igualdad en todo el pais.
Otra cosa es como se emplea el dinero que destina a cubrir estos
servicios.Es alli donde esta el nudo “mariano” que no hay alejandro que le
meta mano

nosé Says:
enero 27th, 2012 a las 23:52

Tendría mejor mejor sanidad, mejor pensión y mejor educación y más


baratas si la zarpa estatal no se metiera en estos asuntos. Y no es solo el
tremendo coste económico, absolutamente desorbitado, que se paga por estas
“prestaciones” del Estado. Es que hay más. Pedís al Estado que os proteja
de la enfermedad, de la vejez,….. y el Estado encantado con ello. Eso
demuestra que lo necesitáis, que sin él, sin un amo que os robe y os oprima,
no podéis vivir. El siervo se convence de la necesidad del amo.

Y el Estado os presta todo eso, claro que sí, a un coste tres veces superior al
normal: la diferencia se la queda el propio Estado. Pero como he dicho no es
solo el coste económico. Hay algo mucho peor: el precio que se paga en
libertad. Sí en libertad humana. Eso es lo que nos diferencia de los animales:
en que meditamos sobre la libertad y no operamos por necesidad. Cada vez
que le pedís algo al Estado os convertís aún más en súbditos, añadís un
hierro más a vuestras cadenas, renunciáis a vuestra condición humana. Es un
pecado contra la naturaleza que nos hizo libres. Cuando la miseria, los
impuestos, la tiranía os asfixien quizás os preguntéis qué pecado habréis
cometido. Pues ya lo sabéis.

Socialista Says:
enero 28th, 2012 a las 1:06
Alguno debería darse una vueltita por el mundo, viajar abre la mente, y
visitar los sitios libres de impuestos (y no me refiero a las duty free de los
aeropuertos), allá donde la presión fiscal es pequeñita y veréis que felicidad
y que bien se vive. Hace no mucho estuve dándome una vuelta por México,
un país con baja presión fiscal, y no veas como de contenta está la vasca, la
iniciativa privada y la inversión privada se preocupa de todo, joder que
sistema sanitario, y que educación, y no veas los sueldos, todo fenomenal y
realmente encantador :)

Pero vamos, que aquí no nos falta mucho, en unos añitos estarán casi todos
los currelas con 200 0 300 euros, eso sí con pleno empleo (como en China).
Pero no os preocupéis que volveremos a las andadas, que hasta en China se
cabrean y empiezan a moverse ¿o es que eso es el libre mercado? unos se
forran y otros a comerse los mocos, vamos que volvemos al XIX de nuevo y
pensáis que la gente se va a quedar de rosita ¿respetando la propiedad
privada? ¿cómo es eso de los libres contratos? venga …

Socialista Says:
enero 28th, 2012 a las 1:07

Y por cierto, que Mexico tiene petroleo … como Noruega je je

Juan Ramón Rallo Says:


enero 28th, 2012 a las 1:39

Sí, y Libia tiene petróleo y una presión fiscal del 60% del PIB. ¿Y?

Socialista Says:
enero 28th, 2012 a las 3:17

Simplemente era una cita para algunos comentarios que centraban la riqueza
de los nórdicos por el petróleo.

Pero en definitiva no está totalmente clara la correlación entre presión fiscal


e inversión privada.

Demonoid Says:
enero 28th, 2012 a las 8:29

Estoy de acuerdo. El problema de fondo son las ecuaciones Keynesianas que


asumen que gasto = inversión. De ahí derivan que si no hay gasto no se
invierte, por lo que es el Estado el que debe gastar. Es esa cuidada
ambivalencia semántica, traducida en una fórmula, la que da fundamento
teórico al gasto público. El fundamento político es evidente: Un político
siempre quiere hacer cosas, por lo que es un individuo propenso al gasto.

médico Says:
enero 28th, 2012 a las 16:54

@ Socialista

No, colega, nos quedaremos esperando a ver como “inspirados” como tú nos
salvéis de ese terrible panorama robándonos mediante impuestos y encima
os tendremos que dar las gracias por ser los salvadores del mundo. :)

Xel Says:
enero 29th, 2012 a las 22:50

El petroleo mejicano está en manos de una oligarquía empresarial, el


petroleo libio en manos de otra oligarquía, los dictadores que dirigen el
país.
El petroleo noruego está en manos del estado noruego que reinvierte los
beneficios en sus ciudadanos.
Unos ciudadanos a los que sino les gustan las decisiones de los
representantes políticos que votaron, los pueden botar.

¿Que sistema es más libre?, ¿y más eficiente económicamente?, ¿y más


justo?.

¿De quien es el petroleo mejicano, libio o noruego?, …, espero la respuesta


de los adalides de la propiedad privada como primer mandamiento en el
planeta tierra.

En cuanto al artículo, pues si, .., hay que reducir el déficit y la deuda claro,
pero sobre todo generar empleo para lo que la economía española debe de
crecer a un 2%.

Juan Ramón Rallo Says:


enero 30th, 2012 a las 0:46
¿En qué sentido Pemex o la National Oil Corporation de Libia son empresas
privadas?

Por otro lado, si quieres ser accionista de una empresa privada, basta con
que adquieras acciones de esa compañía, pudiendo también botar a su
consejo de administración si reinvierte mal los beneficios de la compañía.
No sólo eso, si no consigues imponer tu voluntad entre el resto de
accionistas, puedes vender la acción y obtener su valor capitalizado.
¿Pueden hacer también eso los noruegos?

¿Para crecer al 2% debemos seguir endeudándonos a ritmos insostenibles o


ahorrar internamente, volvernos más competitivos y, en definitiva,
acercarnos más al modelo de crecimiento alemán?

Socialista Says:
enero 30th, 2012 a las 10:18

Ya el otro día vimos lo que hacen estos grandes oligopolios en China y resto
del mundo. Ahora veamos como potencian el libre mercado laboral:

tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/01/30/actualidad/1327910629_879127.html

Claro que lo de la libertad siempre es cuando me conviene, así:

elpais.com/articulo/economia/Google/Apple/Microsoft/pagan/impuestos/minimos/fuera/E

Y claro no nos va extrañando que:

internacional.elpais.com/internacional/2012/01/29/actualidad/1327865151_521750.html

Si al final el bueno de Carlitos Marx va a tener razón …

josvazg Says:
enero 30th, 2012 a las 11:46

@Socialista

“tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/01/30/actualidad/1327910629_879127.html”

¡Menuda tontada!
Facebook, no está en este “cartel” por ejemplo. Aún sin leyes antimonopolio
y solo evitando barreras de entrada en el mercado de la tecnología (que en
EEUU se ve que son pocas pues allí surgen ese tipo de empresas con
facildiad) basdta con que alguien fuera del cartel (o dentro) inclumpla el
acuerdo para que todo el chiringo se les vaya al carajo. Y de hecho ya les
está pasando:

“Una de las compañías que no está denunciada es Facebook, cuya política de


reclutamiento obligó a Google a subir las remuneraciones de sus empleados,
particularmente los más proclives a poder recibir una oferta de la red
social.”

Hoy es Facebook, otro día puede ser IBM o Microsoft o una nueva que
quiera captar talentos o a los mejores profesionales, y si están en otro lugar,
tendrá que ofrecer más.

¡Menudo problemón!
Nosotros con 5 para 6 millones de parados y entretenidos con estas peleas
de ricos.

Por cierto, estas empresas de tecnología son un ejemplo de como forrarse


SIN crédito, pues aprendieron la lección en la crisis de las .COM y ahora
son las más saneadas y menos dependientes del crédito y por eso sortean la
crisis mejor que nadie:
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2011/09/10/mas-de-400000-
millones-cautivos-en-el-nasdaq-la-venganza-financiera-de-las-puntocom-
1033/

Juan Ramón Rallo Says:


enero 30th, 2012 a las 11:56

Me parece muy razonable que las compañías no inicien una guerra de


desgaste entre ellas para robarse a los profesionales que están investigando
el desarrollo de nuevos productos que podrían quedar mutuamente
interrumpidos. Mucho denunciar que el capitalismo es la ley de la selva, del
más fuerte, de la competencia destructiva sin cuartel, y ahora parece que
impera un cierto orden. A propósito, ¿qué competencia por captar
trabajadores existe en la I+D pública?
Sobre el verdadero significado de competencia, te dejo esto:
http://juanramonrallo.com/01/07/2010/dos-conceptos-de-competencia-los-
taxis-contra-microsoft/

josvazg Says:
enero 30th, 2012 a las 12:06

@Socialista

“http://www.elpais.com/articulo/economia/Google/Apple/Microsoft/pagan/impuestos/min

¡O que sorpresa!
¡Que malvados! ¡Hacen todo lo posible para reducir su coste fiscal!

Me imagino que usted, cuando prepara el IRPF, pide que le metan todos los
recargos que puedan… es más, seguro que hace donativos voluntarios al
Estado si cree que no le han expoliado lo suficiente ese año. Y NUNCA
busca desgravaciones ¿verdad? ni por vivienda ni por nada.

Y cuando consume elegirá la forma de hacerlo que mayores ingresos le


reporte al Estado (IVA, tasas, etc) y por lo tanto mayores gastos a usted.

¡Claro, claro, claro!

Tranqui, si lo ya le entiendo: “Cuando lo hacen los demás son unos tal o unos
cual, cuando lo hago yo, “pobrecito yo”…”

Los impuestos son IMPUESTOS POR LA FUERZA porque no pueden “ser


colectas”, es decir, son obligatorios porque si NO lo fueran seguramente no
los pagaría nadie.

Es mentira que los impuestos los IMpaguen SOLO los ricos: Los impuestos
los pueden impagar todos aquellos que puedan librarse, o mejor dicho, los
pagan los que no tienen más remedio que hacerlo.

[Es más, nadie se libra de todos los impuestos ni tampoco hay colectivos que
NO puedan librarse del algún impuesto, aunque sea muy de vez en cuando. El
IVA es el ejemplo de impuesto más claro de esto. Nadie, por muy rico y NO
asalariado que sea, se libra de pagar muchos IVAs, NI nadie, por muy
asalariado que esté carece de la oportunidad alguna vez de impagar algún
IVA]

Y otra vez con lo mismo:


¡Menudo problemón!
Nosotros con 5 para 6 millones de parados y entretenidos con las políticas
fiscales de las empresas.

Acaban de derrocharse millones de dinero público desde 2007 hasta ahora y,


en lugar de estar mejor ahora estamos peor y más endeudados (pues a la
deuda privada se ha sumado la pública)… ANTE estos hechos empíricos
cualquier mente lógica y normal pensaría, como mínimo, que el gasto
público no es de fiar, que lo mismo no es una gran ayuda… pero NO, ¡que
va!

¡Va a resultar que para salir de la crisis lo que hay que hace es esforzarse
más en evitar la evasión e incluso el ahorro fiscal! (para luego no se que
hacer con ese dinero, pues no se ve que sirva de nada)

¡Que listos somos! ¡Que razonamientos tan lógicos y avanzados!

josvazg Says:
enero 30th, 2012 a las 12:22

@Socialista

“http://internacional.elpais.com/internacional/2012/01/29/actualidad/1327865151_52175

Si, somos pobres ¿y como hemos llegado ala situación actual tan penosa?

Pues de momento con despilfarro público desde 2007, e incluso de antes. Si


los Estados no hubieran gastado tanto y no se hubieran endeudado tanto,
ahora no se verían obligados a recortar, ni a pagar unos intereses crecientes
por la deuda que ahora les impiden hacer frente a sus compromisos más
acuciantes, como las pensiones o las prestaciones por desempleo.

O quizá si tienen alternativas, pero como dice “nosé” siempre es más fácil
recortar de los servicios que reducir El Poder en sí o las prebendas del
poder (por ejemplo, eliminar las subvenciones).
Esto ya lo dijimos en su día. Al principio de la crisis ya advertimos que la
deuda privada no debía crecer, y que debía pagarse y reducirse. Que la
Deuda Pública, que en el estallido no existía en España por ejemplo, no era
la solución al problema, sino que lo agravaría.

Y así ha sido.

Y aún así seguimos emperrados en seguir endeudándonos más y más, para


acabar pagando solo intereses y deuda en lugar de tener algo paga gastar
nosotros.

Pero la verdad siguen siendo la misma:


Cuando antes ajustes, menor será el ajuste. Cuanto más tarde lo hagas, más
doloroso y penoso será. (Eso lo sabe cualquier familia o empresa.)

Además, lo peor que nos podría pasar es que ajustásemos las deudas y no
creciésemos… aún en ese caso estaríamos mejor que teniendo que usar la
mayor parte de nuestros ingresos en pagar intereses y capital de deudas
pasadas, en lugar de poder gastarlo, invertirlo o ahorrarlo para nosotros.

[y cuando digo "nosotros" lo mismo vale una persona, una familia, una
empresa o el Estado]

Socialista Says:
enero 30th, 2012 a las 13:15

Discutir con ustedes es realmente divertido. Y como soy torpe no me entero,


vamos:

Si los capitalistas se ponen de acuerdo para fijar salarios y no competir por


los trabajadores es bueno. Si los obreros se ponen de acuerdo y forman
sindicatos para mejorar sus condiciones es malo.

Si los capitalistas constituyen “un ejército industrial de reserva” (como me


gusta Carlitos Marx), por ejemplo en China, con sueldos de miseria y
condiciones infrahumanas eso es bueno. Si los capitalistas usan dictaduras
con ejércitos y policías (¿cómo se pagan?) para mantener a raya a los
trabajadores que quieren más y más eso es bueno.
Pero claro, si los capitalistas tienen que pagar esos policías, jueces,
ejércitos, … que mantienen el orden y la propiedad privada eso es malo.

Claro, claro, si los trabajadores enferman o mueren en accidentes laborales


no hay problema, tenemos una legión detrás dispuesta a sustituir al caído,
eso es muy bueno, cojonudo. Pero claro si los capitalistas tienen que pagar
por la salud de los obreros eso es malo, malo.

Claro, claro, que los capitalistas paguen por la enseñanza y formación de sus
obreros eso es malo, malo. Mejor es que se los den formados por el morro,
eso es bueno bueno.

Claro, claro, las infraestructuras (carreteras, puentes, aeropuertos, …), los


recursos naturales y energéticos, la investigación y tecnología, … eso gratis,
bueno bueno. Pero pagar, eso que lo paguen los currelas.

Qué bueno es el libre mercado, es cojonudo.

Porque ya soy viejo, si no decía aquello: “Papi, yo de mayor quiero ser, …


capitalista” :)

Juan Ramón Rallo Says:


enero 30th, 2012 a las 13:27

Es posible que no se entere:

a) Los trabajadores tienen todo el derecho del mundo a asociarse en


sindicatos. A lo que no tienen ningún derecho, como tampoco los
empresarios, es a utilizar la fuerza del Estado para imponer su voluntad a
través de los sindicatos (por ejemplo, institucionalizando la negociación
colectiva).
b) La competencia no se restringe a menos que impidas que nuevos
empresarios monten sus empresas. Si todas las compañías del ramo
tecnológico se ponen de acuerdo en pagar salarios de miseria a gente
brillantísima, aparte de que es muy probable que esa misma gente decida
marcharse y montar sus propios negocios (en un sector como ese donde,
justamente, el capital humano ultraespecífico es el factor más decisivo e
importante, sugerir que existe explotación o desigualdad de poder de
negociación me hace entrar la risa), cualquiera con unos mínimos
conocimientos y capital podría montar una nueva compañía que contratara a
todos esos brillantísimos trabajadores pagándoles un poco más y
quedándose, así, con todo el mercado.
c) El ejército de miseria chino no lo ha construido el capitalismo, sino el
comunismo. Los capitalistas que invierten allí sólo van procurando que poco
a poco los chinos vayan cobrando un poco más. Aunque con más de 1.000
millones de personas y nula acumulación de capital previa (¿quién estuvo
antes?), no es sencillo. ¿O crees que si mañana en China acuerdan los
empresarios pagar un salario mínimo de 700 euros por chino, todos los
1.000 millones de chinos podrían encontrar ocupación que generara, al
menos, una riqueza mensual de 700 euros? ¿Sin nada de capital? Lo dudo
mucho.

Víctor Says:
enero 30th, 2012 a las 20:06

No sé si algunos de los que pregonáis la lucha de clases como si fueran dos


castas independientes e inaccesibles, que imponen su voluntad al los otros, y
el discurso victimista os lo creéis de verdad. ¿Tan infranqueables son las
barreras que es necesario que haya alguien o algo que proteja a unos u otros?
No sé, pero me parece que, tanto en el mundo actual como en el sistema que
propone Rallo, las barreras son mínimas. ¿No os gusta vuestra situación de
“esclavos”? ¡Cambiadla! El libre mercado que tan poco os gusta os brinda
multitud de facilidades y opciones.

Socialista Says:
enero 30th, 2012 a las 20:20

a) ¿Y tienen derecho a huelga? ¿o hay que regularla?

b) Sobre la libre competencia y si aceptamos que en el caso de que las


cuatros mayores empresas de un sector acaparen más del 40% de todos los
ingresos de ese sector entonces hablamos de un OLIGOPOLIO. ¿Sabría
decirme que sectores de la economía USA (la más importante del mundo
mundial) se apartan de esta definición de oligopolio?

c) A lo que usted viene a considerar como una especie de “caridad”


capitalista en mi pueblo se le ha llamado siempre explotación, vamos unos
curran y producen mientras que otros se llevan la pasta. Parece que muchas
grandes y famosas empresas (la marca) se han especializado con diferentes
formatos (se pueden discutir y explicar las diferentes estrategias) en la
explotación de seres humanos para simplemente maximizar sus beneficios.

Y Sr. Rallo, no es un ejercito de miseria, que de vez en cuando les traiciona


el subconciente, Marx lo definió como “ejercito industrial de reserva”, los
capitalistas actuales los han encontrado a millones en diferentes países, es lo
que ahora se llama des-localización. Pero fundamentalmente hay un proceso
que se inicia, como ya he expresado en numerosas ocasiones, desde los años
80, que se llama neoliberalismo y que nos ha traído a esta situación de
manera inexorable, como consecuencia lógica de su propia dinámica.

Socialista Says:
enero 30th, 2012 a las 21:25

Y como les gustan los gráficos, en este caso nos internacionalizamos y nos
vamos al NYT:

nytimes.com/interactive/2011/11/25/business/profits-are-high-wages-are-
low-taxes-are-below-average.html?ref=business

Lo podríamos traducir por “me llevo la pasta y no pago impuestos mientras


trabajas como un cabrón”

Manu Oquendo Says:


enero 30th, 2012 a las 22:02

He leído con interés el artículo de Julio 2010 sobre los dos conceptos de
competencia y he de decir que, al contrario de lo habitual con los textos del
profesor, este artículo no me ha gustado. Me ha sorprendido.

Lo estudiaré algo más a fondo pero me ha parecido que está bastante cargado
de sofismas, desfiguraciones de conceptos, búsqueda del absoluto huyendo
de lo razonable para, en el fondo, justificar lo injustificable:

Un proceso determinista de acumulación de poder que ya desde Adam Smith


se apunta como la muerte del sistema de libertad económica y política.

Le pediría, Sr. Rallo, que mire con atención al IBEX-35 y a seguir diga cuál
de esas empresas (excluyendo Inditex) no es, de facto, Sector Público, Cartel
o Monopolio. Todas ellas han hecho un estupendo trabajo “dinámico” para
ubicarse en tan privilegiada posición.

En el proceso han convertido en Irracional cualquier posibilidad de


iniciativa empresarial. Todo el resto de la economía les está subordinado y
pastoreado por sabias barreras de entrada.

Volveré a leerlo, pero me temo que mantendré esta posición.

Un saludo

Juan Ramón Rallo Says:


enero 30th, 2012 a las 22:45

Manu,

Acerinox, Amadeus, Arcelormittal, Dia, Ebro Foods, Iberia, Inditex, Mapfre,


Repsol, Técnicas Reunidas y en ciertos campos Telefónica.

El resto son bancos, empresas públicas privatizadas, sectores donde el


Gobierno restringe la competencia (licencias móviles) o sectores que
dependen del gasto público (constructoras y demás).

Socialista,

a) ¿Derecho a huelga? El mismo que tiene el empresario a rescindir el


contrato laboral si no se ha pactado previamente esa posibilidad.
b) Que haya concentración en grandes empresas sólo significa que esas
compañías son las más eficientes a menos que haya una restricción legal a la
entrada de nuevos productos. ¿Acaso considera a Apple, Google y Microsoft
un oligopolio que oprimen a los consumidores, encarecen los productos y
restringen la producción?
c) Lo que digo es que el ejército de reserva no es más que 1.000 millones de
trabajadores a los que el comunismo les impidió acumular capital durante
décadas y ahora tienen la productividad por los suelos. Y eso ha permitido
que la riqueza en esos países desde comienzos de los 80 haya aumentado
vertiginosamente:
http://www.columbia.edu/~xs23/papers/pdfs/qjec.2006.121.2.pdf
¿Hay que estabilizar la cantidad de medios de pago?

nosé Says:
febrero 4th, 2012 a las 2:25

No tiene que nada que ver con el artículo, pero en su programa del viernes
en esRadio confrontaba usted el presupuesto de Madrid con el hipertrofiado
de Cataluña ( para una población y un PIB más o menos equivalentes),
aunque matizando que la comunidad autónoma catalana tiene asumidas más
competencias -como es el caso de la policía autonómica.
Pues bien, no soy experto en la cuestión pero en algún sitio he leído que los
mossos d´esquadra son financiados por el Estado en un 60%-70%, y la
policía autónoma vasca es pagada íntegramente por el Estado.

dsklp Says:
febrero 4th, 2012 a las 12:51

Los medios de pago,el dinero son una herramienta;si se emplea bien es util
para todos pero si se emplea mal puede ser hasta peligrosa.
Para mi no es la cantidad sino el uso que se hace de ellos lo que se debe
tener en cuenta.Pero este uso esta unido a libertad y a la vez sujeto a las
leyes…Somos las personas las que podemos hacer de un cuchillo un arma o
un cubierto,limitar el numero de cuchillos solo hara que tengamos que hacer
cola para poder comer.
Tampoco seria bueno que se hicieran montañas de cuchillos.Mejor que sea la
necesidad,el mercado la demanda quienes nos digan cuantos hacen falta

peterman Says:
febrero 4th, 2012 a las 17:59

solo un link interesante en relacion al gasto publico.

http://www.cotizalia.com/opinion/lleno-energia/2012/02/04/austeridad-y-
crecimiento-un-objetivo-posible-6590/

nosé Says:
febrero 5th, 2012 a las 10:49
Ayer estuve viendo el vídeo de “el oro como mejor dinero posible”. Sobre
esto tengo algunas preguntas para el sr Rallo. Seguro que la mayoría son algo
tontas a estas alturas, pero soy uno de los últimos en incorporarse por medio
de este blog al pensamiento económico de Rallo, y esto del oro no acabo de
comprenderlo.

Si se estableciese el oro como dinero supongo que preguntar cuánto valdría


el oro sería una pregunta carente de sentio; sería como preguntar cuánto
dinero vale el dinero.¿Es esto así? (Aunque claro, algunos dicen que el
precio del dinero es el tipo de interés.) Pero entonces la pregunta sería
¿cuánto valen los bienes y servicios? (en relación con el oro, se entiende) Es
decir, ¿un coche de 17.000 € se compraría con 10 onzas de oro? ¿O el precio
del coche se daría directamene en gramos u onzas de oro? ¿Y como se
determinaría esa -por decirlo así- “relación de cambio”? Claro es que como
para comprar la barra de pan no vamos a ir con un lingote y una lima a
raspar unas virutas, el oro habría de estar representado por algún papel,
documento, tarjeta o lo que fuere, convertible en oro, ¿no?
Además, ¿cómo resolver el problema -si es que es un verdadero problema-
de una economía que cada vez ofrece más bienes y servicios siendo, en
cambio, la cantidad de oro constante?

Por otro lado, ¿no hay un mercado de oro, principalmente radicado en


Londres, dirigido por tres discretos ( a los que de verdad mandan les gusta
pasar desapercibidos, no como a los peleles que estos mismos nos ponen
ante los ojos de la chusma) y, según algunos, siniestros personajes? Y si en
ese mercado londinense se establece la cotización del oro no se estaría, en
un sistema patrón oro, estableciéndose al tiempo el precio de todos los
bienes y servicios del planeta? Y si esto es así, ¿no es demasiado poder para
tres personas?

Por último le comento algo que leí en un libro, “Sinfonía en rojo mayor”, a
ver qué opina usted. Parece ser que Hitler quiso comprar carne en Argentina,
pero los banqueros le dijeron que no tenía oro ni crédito y que por tanto no
podría hacerlo. Así que Adolf, que tenía algunos buenos, lo que hizo fue
redescubrir el trueque: trajo x toneladas de carne de Argentina a cambio de x
locomotoras diésel.
Algo parecido ocurrió cuando quiso construir las autopistas: los mismos
banqueros le dijeron que si no tenía oro no podría construirlas. Pero Adolfo
pensó que si tenía brazos alemanes e ingenieros alemanes podría
construirlas, pagaría todo ello dándole a la máquina de hacer billetes y no
habría inflación porque tales billetes etarían respaldados por los nuevos
bienes creados, las autopistas. Había instaurado el “patrón trabajo”.

Por favor, que ningún simplón venga a llamarme hitleriano por este apunte.
Sólo pregunto a Rallo su opinión sobre si esto es una buena idea, y solo
pienso que una buena idea -si este es el caso- no deja de serlo solo porque la
dijera Hitler.
Ahora, extraído de “Batallas decisivas del mundo occidentall” del general
J.F.C. Fuller:
Hitler dijo: “La comunidad de la nación no vive gracias la ficticio valor de
la moneda, sino a la producción real, que, a su vez, presta valor a dicha
moneda. Esta producción es la garantía verdadera del dinero y no un Banco
o una caja de caudales repleta de oro”.
Mr. Churchill, quien como Canciller de Exchequer reintrodujo el patrón oro
en Inglaterra en 1925, sostenía en 1931 puntos de vista idénticos, dijo: “¿Va
a suceder que el progreso de la raza humana, en esta era de cas terrorífica
expansión, se vea arbitrariamente obstaculizado y regulad por
descubrimientos fortuitos de minas de oro?……¿Se nos va a decir que la
civilización y la sociedad humanas hubieran sido imposibles si el oro no
hubiese entrado a formar parte de la composición de nuestro mundo….Esto
son absurdos: pero se están convirtiendo en absurdos peligrosos y
mortales….En consecuencia señalo dicho mal, e indico que hay que buscar
métodos para remediarlo, como primero y segundo y tercero de todos los
problemas que ocupen y gobiernen nuestros pensamientos”.

josvazg Says:
febrero 6th, 2012 a las 8:36

El oro no es perfecto, eso está claro, pero comparado con el dinero


fiduciario y el tinglado de Bancos Centrales es “tecnología alienigena”.

Para empezar, encontrar y explotar una nueva mina de oro ni es fácil ni es


gratuito. Imprimir billetes de papel es mucho más sencillo y barato. Es decir,
es más fácil y barato distorsionar los medios de pago fiduciarios que el oro.
Un aumento de los medios de pago arbitrario y que no tiene que ver con un
aumento de la riqueza real crea distorsiones y crisis, como la que estamos
sufriendo ahora (aunque esta empezase por el crédito antes que por la
creación de medios fiduciarios)

A parte del oro, otros medios de pago bastante aceptables son las Letras de
Cambio, que viene a ser crear liquidez sobre bienes o servicios económicos
que se están comercializando. Ahora bien, aquí el peligro es acabar en
descalce de plazos, es decir, que en lugar de garantizarse los medios de
pagos sobre bienes o servicios existentes (una remesa de móviles de ultima
generación, una cosecha recogida, etc) se base sobre futuribles (viviendas a
construir, las siguientes cosechas por llegar, la siguiente ornada de
dispositivos digitales aún en fase de diseño, etc)

Jugar con futuribles es MUY peligroso, porque muchas veces la propia ansia
de producirlos sin basarse en ahorro previo oculta la verdad de que NO hay
recursos para producirlos TODOS realmente. Al final muchos no pueden
realizarse y la crisis llega.

Moraleja:
- Un buen medio de pago debe ser muy líquido, basarse en cosas que ya
existen (no futuribles) y que van a poder “liquidarse” en plazos
suficientemente cortos (1-3meses)
- Además, un medio de pago NO debe ser inestable en cantidad NI poder
falsificarse a placer simplemente imprimiendo nuevas “estampitas
fraudulentas”, ya sea una falsificación ilegal de un cualquiera o bien un
fraude bendecido por las leyes del Estado y su monopolio sobre la moneda.

Precisamente el oro lo que garantizaría es que no habría ni tres personas ni


N gobiernos ni nadie que pudiese fijar precios. Los precios serían en onzas o
gramos de oro (o ambos) y sería cambios fijos en todo el mundo. Podríamos
comparar directamente si un bien dado es más o menos caro aquí o en Pekín.
Y no habría atajos a los pagos de deudas o trampas competitivas. Y por lo
tanto, perderíamos menos el tiempo para salir de las crisis.
¿Puede una reforma laboral crear empleo por sí sola?

José Says:
febrero 12th, 2012 a las 20:42

Por supuesto que si puede al igual que puede destruirlo o transformarlo por
empleo de peor calidad y mucho me temo que esto último es lo que busca
esta reforma de nuestros gobernantes.
Un ejemplo:
Un trabajador entra en una empresa a los 20 años y trabaja 30 años
consecutivos en la misma con unos beneficios millonarios sostenidos para
esta última durante esos 30 años, en la actualidad presenta pérdidas durante
9 meses y puede echarlo con 1 año de salario y fichar a un joven por la mitad
con lo cual en poco tiempo amortiza el coste del despido.
Las reformas laborales tienen estas cosas cuando lo que se busca es la
deflacción salarial y la deflacción salarial no estimula la demanda ni ayuda a
despalancarse al sector privado ni ayuda a aumentar el PIB.
Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 12th, 2012 a las 20:49

1) A lo mejor sería preferible que pudiera revisarse su salario a la baja en


caso de dificultades. Cada casuistica es un mundo, por eso prefiero la
libertad de pacto.
2) La deflación salarial, es decir, la correcta relación entre nuevos precios y
nuevos costes estimula la producción, el ahorro, el desapalancamiento y la
demanda. Es justo lo que explico aquí. Lo que no los estimula en absoluto es
un desempleo estructural por culpa de unos salarios (y otros costes)
artificialmente elevados que sólo pueden dirigirse a la creación de riqueza
merced a una nueva ronda de apalancamiento insostenible que sólo pospone
y agrava los problemas. Lo que genera una peligrosa cadena de impagos, en
suma, es tener a más de cinco millones de personas paradas, sin poder
generar nada de riqueza y, por tanto, sin poder ahorrar ni amortizar ninguna
de sus deudas.

José Says:
febrero 12th, 2012 a las 21:27

Los salarios ya estaban cayendo en muchos sectores antes de la reforma y la


libertad de pacto no puede estar reñida con la libertad de libre asociación.
Cinco millones de parados que pronto seran seis y los que queden trabajando
cobrando menos y eso va a aumentar la demanda y el ahorro al igual que las
medidas de austeridad iban a generar confianza y a estimular la economía.
Un saludo.

josvazg Says:
febrero 12th, 2012 a las 21:39

El tema de la reforma laboral escuece porque la gente piensa que va a perder


su estatus, y puede que sea así.

En España aún hay clases, pero no las impone la libertad, sino el Estado.

Dentro de los empleados por cuenta ajena hay 3 clases:

- En la cúspide están los empleados públicos o funcionarios, con las mejores


condiciones laborales de largo… la prueba es que TODO el mundo quiere
ser empleado público o funcionario y que cuando se va a tocar algo de su
estatus las huelgas estallan.

- En el medio están los trabajadores por cuenta ajena del sector privado.
Trabajan más horas y muchas veces por menos, pero no se pueden quejar
tanto, y de hecho lo hacen mucho menos. Algunos gremios privados llegan a
la huelga, pero son los menos. ¿A alguien le suena haber oído de una huelga
de ingenieros? pues eso… Aún así están mucho mejor que los del ultimo
nivel.

- Abajo del todo están los desempleados o aquellos que trabajan


temporalmente menos de 6 meses al año. La mayoría provienen del estrato
medio y puede que con suerte algún dia vuelvan a el… o no.

Ante una reforma, las reacciones de cada estrato son distintas y lógicas:

- Los parados seguramente la miran con cierta ilusión o esperanza, a poco


que acierte la reforma quizá consigan alguna fuente de ingresos, si no
permanente, al menos estar ganando dinero más meses al año. (Bueno, puede
que alguno piense que si alguien escrie muy fuerte o con mucha negrita en el
BOE que se tiene que contratar a todos los parados por 4000€/mes bastará
con desearlo mucho para que se cumpla, pero la mayoría de la gente suele
ser más realista que todo eso)

- Los del medio se asustan, saben que su estrato es mutable y creen que a
poco que se flexibilice el mercado van a perder su puesto, lo cual en unos
casos será verdad pero en la mayoría simplemente empeorarán las
condiciones laborales, menor sueldo o más trabajo, aunque si van al paro
empezarán a pensar como los del estrato bajo.

- Los de la cuspide se indignarán muchísimo por cosas como tener que


realizar su trabajo principal el 50% o más de su jornada laboral (como los
profesores en Madrid, imaginense una huelga de programadores porque se
les exige en su empresa tirar lineas de código más de 20h de las 40h
semanales que trabajan, sería una queja ridícula ¿no?, pues eso, de hecho en
el caso de algunos programadores quizá la queja tenga hasta más sentido,
diseño el software, pruebas, etc) pero a menos que el Estado pete del todo
no tendrán que preocuparse por descender de su estrato, para eso han hecho
unos una oposición y otros son primos o amigos de tal pez gordo. Desde su
torre de cristal, cualquier empeoramiento de las condiciones laborales del
estrato medio les parecerán indignantes…

Pero la verdad es que los del estrato superior cobran su sueldo del Estado,
es decir, del dinero que el Estado COBRA a los del estrato medio y las
empresas que los emplean (lo que cobran a los empleados públicos es puro
reciclaje contable). Para que ellos pudiesen vivir mejor, los del estrato
medio tienen que producir más o pagar más impuestos.

Los del estrato medio viven del mercado, si el mercado está atado de pies
(hiperregulado) y manos puede que produzcan menos, que haya menos
puestos de trabajo disponible (y más grande será el estrato inferior). Los
costes extra, como pagar muchos impuestos para pagar el estrato superior o
los caprichos de los politicos, pueden significar más horas de trabajo
necesarias (es decir peor situación laboral) o que, al ser más barato un
contrato que trabaje más que dos que sumen la misma cantidad de trabajo,
haya más estrato inferior.
En resumen, para que los del medio no estén tan apretujados, los de la
cuspide deben tener menos privilegios laborales o ser muchos menos en
número. Y algo parecido pasa con los del estrato bajo respecto al medio,
cuando menos elevados sean los costes y condiciones laborales, más gente
podrá acceder a un trabajo y abandonar el estrato inferior, al menos por más
tiempo.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 12th, 2012 a las 21:46

¿Que han empezado a caer? ¿De dónde sacas ese dato? Porque
interanualmente los costes totales (y los costes salariales) eran más altos que
nunca en el tercer trimestre de 2011: http://www.ine.es/jaxiBD/tabla.do?
per=03&type=db&divi=ETCL&idtab=56

Ah ya, imagino que habrán caído en el mismo mundo de fantasía en el que se


han aplicado medidas de austeridad. A menos que consideremos que reducir
el déficit del 9,1% al 8,4% es una medida de austeridad extrema: 8,4% de
déficit, prácticamente el doble que el déficit máximo que tuvo Roosevelt
durante su New Deal.

juan Says:
febrero 12th, 2012 a las 22:15

La tasa de desempleo tiene suelo según los liberales y más allá de eso los
trabajadores están tentados a pedir mejoras salariales lo que se traduce en
unos mayores costes para la empresa (con productos y servicios más caros)
y un consumo creciente. Una tasa de inflación de la que su odiado Banco
Central se ocupará subiendo los tipos de interés. Pero al margen de esta
cuestión técnica siempre se hará lo posible para limitar la capacidad de
maniobra y petición de los trabajadores: una cuestión sociobiológica que los
liberales no acaban de entender.

Josvazg

Es decir, todos peor para poder estar un poco mejor. Y digo todos, porque
cuando se recortan las prestaciones sociales y se degradan los servicios
públicos esos que están en los estratos inferiores son los más perjudicados.
Respecto a los funcionarios volvemos a decir que son un colectivo
privilegiado siendo la mayoría mileuristas. Ya lo pregunté aquí una vez:
¿cuánto debería cobrar un policía, un maestro o un técnico de hacienda? No
olvidemos que el trabajo de un funcionario de carrera lo es en exclusividad
(no puede estar ocupado en otros trabajos salvo en situaciones tasadas) y
que su labor está sujeta a un régimen disciplinario por el que le pueden
apartar de sus funciones. Lo que se hace es buscar el resentimiento de la
sociedad para justificar recortes de sueldo y plantilla. Con la ley recién
aprobada los jóvenes tienen algo más de futuro, pero sólo temporal y
mientras los empresarios se les premie fiscalmente. Si quita a unos y se pone
a otros. Con la próxima reforma de las pensiones (y la ya aprobada) su
incorporación se retrasa porque los otros no se terminan de jubilar nunca.

José Says:
febrero 12th, 2012 a las 22:20

Las condiciones salariales de la gente que se incorpora al mercado laboral


son sensiblemente inferiores a las de hace unos años y en buena lógica si una
empresa decide echar siempre a los temporales y quedarse con los
trabajadores más caros es lógico que el coste por hora trabajada incluso en
este escenario aumente aunque esto no deje de ser una mera curiosidad
estadística.
Medidas de austeriad en ESPAÑA se han aplicado otra cosa es que a usted
le parezca que han sido poca cosa y le recuerdo que el déficit es la
diferencia entre gastos e ingresos y poner toda la atención en el capítulo del
gasto es un error mayúsculo.
Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 12th, 2012 a las 22:23

Eso no tiene ni pies ni cabeza. La acumulación de capital lleva a la subida


de los salarios y del consumo porque las empresas producen más, por
consiguiente no hay ninguna subida de precios ni ninguna “inflación” que
frenar con subidas de tipos de interés. Otra cuestión es que las subidas
salariales y los incrementos del consumo estén basados en una expansión
crediticia artificial que lleve a las empresas o a las familias a endeudarse
por encima de lo que otros agentes han ahorrado, generando entonces sí
tensiones inflacionistas. Pero vamos, lo que usted expone no es una teoría
liberal (ni económica) de la evolución del empleo y de los salarios, sino un
trasunto teórico del ejército de reserva marxista.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 12th, 2012 a las 22:29

¿Y quizá ese es el problema de la llamada “dualidad” del mercado de


trabajo? ¿Cómo reducir costes si los que están dentro, que son el grueso de
la plantilla, no pueden ser despidos so pena de descapitalizar la empresa con
elevadísimos costes del despido y, para más inri, experimentan incrementos
automáticos y desligados de la productividad en sus remuneraciones? Pues
claro que los salarios de los pocos que consiguen encontrar un trabajo se
hunden, pero porque los de dentro son muy rígidos y siguen tendiendo a
aumentar. No sé si os dais cuenta, pero mucho hablar de redistribución de la
renta y a la hora de la verdad estáis defendiendo para España un mercado
segregado entre altos sueldos con empleo fijo y bajos sueldos con empleo
precario.

Ah ya, que reducir el déficit del 9,1% al 8,4% son medidas de austeridad. Es
decir, endeudarnos en 90.000 millones de euros para compensar el
desequilibrio entre ingresos y gastos es lo propio de un Estado austero.
Dicho de otra manera, si el déficit fuera del 50% del PIB y el Gobierno lo
redujera al 47%, usted nos diría que ese Estado está siendo austero, ¿no? Y
sí, ya sé que el déficit es la diferencia entre ingresos y gastos, pero es que la
mayor parte de la desviación del déficit de este año ha sido… por el lado
del gasto.

José Says:
febrero 12th, 2012 a las 23:09

Que como reducir costes dice usted pues aumentando la productividad, pero
no reduciendo salarios como hacen los empresarios españoles escogiendo la
vía de ganar competividad por la ruta de la mediocricidad y no por el
camino de la calidad y el alto valor añadido porque eso cuesta dinero y
requiere de valor y arrojo.
Si el déficit está claro que hay que reducirlo pero el debate es el cómo lo
reducimos sin a ser posible retrodecer 40 años en calidad de vida como
usted defiende.
Juan Ramón Rallo Says:
febrero 12th, 2012 a las 23:17

Tal como explico en el artículo, los aumentos de la productividad no se


gestan de la noche a la mañana. ¿O crees que basta con desear aumentar la
productividad para que se consiga? Hace falta mucho ahorro y mucha
inversión bien orientados y solo así, al cabo de los años, habremos
aumentado de manera bastante apreciable la productividad. ¿Y mientras tanto
qué hacemos? ¿Qué solución les damos a los casi seis millones de parados?
Pues habrá que recolocarles en la generación de riqueza que HOY puedan
producir, y para ello habrá que reducir salarios, claro. No los de toda la
población, pero sí los de una parte. ¿O no le preocupan las implicaciones
deflacionistas de tener a seis millones de personas paradas, esto es,
percibiendo un salario igual a cero?

Por otro lado, regresando al nivel de gasto de 2002 hoy tendríamos


superávit. No sé, no me sale un retroceso de 40 años en la calidad de vida
del Estado.

rberzal Says:
febrero 13th, 2012 a las 9:11

A la pregunta que usted plantea yo le repondo que depende de qué reforma.


Admito que no conozco en toda su extensión la reforma que plantea el
gobierno pero eso no me impide hacer las siguientes consideraciónes:

1º) Abaratar el despido no crea empleo, es más, perjudica al empresario. El


coste del despido ya ha sido repercutido en el sueldo del trabajador, por lo
que ese dinero lo tiene el empresario metido en una cuenta produciendo
intereses y, en el caso de que el trabajador decida irse de la empresa por su
propia voluntad, pierde el dinero que se ha detraido de su salario. Si se pone
el despido libre, el trabajador va a exigir más salario y el empresario dejará
de poder apropiarse de ese dinero en caso de despedir al trabajador.

2º) Disminuir el salario mínimo sí que crea empleo por que hace que mucha
gente que no produce lo suficiente para poder cobrar el salario mínimo
pueda empezar a trabajar. En más en las fases de formación tradicionalmente
no se cobraba. Cobrar en las fases de formación hace que esta sea deficiente
y que se pueda usar para mantener indefinidamente una situación anómala.
3º) Hacer desaparecer los convenios colectivos sí que crea empleo, sobre
todo si va unido a la eliminación del salario mínimo. por que permite que el
sueldo se adapte a la producción del trabajador

4º) Siempre que se habla de liberalizar el mercado de trabajo se habla de


liberalizar el despido que, como se ha visto, no crea empleo. Pero nunca se
habla de liberar al trabajador de una legislación abusiva que le impide
trabajar a la vez para una empresa y para su competencia, o para una
empresa y como autónomo dentro del mismo sector. Este es el verdadero
yugo que impide que el mercado laboral sea flexible de verdad, pero de esto
no se habla. Ni siquiera usted Sr Rallo.

juan Says:
febrero 13th, 2012 a las 11:09

Permítame Sr. que le plantee un par de cuestiones.

1. Si por un lado los sueldos se van a ajustar a la baja en esta época de


incertidumbre qué hacemos cuando se despeje la situación. ¿Se subirán las
sueldos al compás de la productividad y la nueva situación financiera de las
empresas? O nos encontraremos que se destinarán esos beneficios a
remunerar a los accionistas, mejorar el capital de la compañía, ahorrar,
contratar nuevos empleos,… Pero nunca mejorar las condiciones salariales
de los empleados.

2. ¿Dónde está el suelo de la bajada de salarios? Porque en muchas


empresas se ha producido, independientemente de reforma laboral alguna,
esa reducción de renta. Aparte tenemos la subida del IRPF. Entre la bajada
de salarios, lo que más se van a bajar y la subida de impuestos, cuánto se va
a quedar cobrando un trabajador.

3. La correlación que usted hace entre productividad y salarios no es real. La


pérdida de poder adquisitivo se ha compensado con crédito, hasta que este
ha tocado techo. Los salarios no han aumentado proporcionalmente al
compás de la producción de bienes y servicios.

dsklp Says:
febrero 13th, 2012 a las 12:58
En los ultimos años han cerrado miles de empresas,tambien ha caido el
consumo.En los años de crecimiento fue la construccion la que nos hizo ricos
(estuvimos a un pelo de adelantar a francia ¡que tiempos!).
Lo que hayan dejado de producir las empresas cerradas,si era realmente
necesario,ya estara cubierto por la produccion de otras;y asi se habran
beneficiado de la crisis.
Si estas empresas,u otras nuevas, se pueden poner otra en marcha ¿no habran
perdido su cuota de mercado?.Con la caida del consumo sera dificil que
nuevas empresas puedan enfrentar un periodo de tiempo con pocos
beneficios hasta encontrar su hueco en el mercado.La falta de credito jugara
en contra.
Solo queda eso de “cambiar el modelo” y pasar de la construccion a otra
cosa.Y aqui no confio ni en el dinamismo del mercado ni en la capacidad de
nadie.He leido que los bancos quieren edificar en parte del suelo que tienen
para intentar darle valor.Habra que esperar otro plan “e”

Víctor Says:
febrero 13th, 2012 a las 14:48

Por más que lo intento, no me deja enviar mensajes. ¿Sólo me pasa a mi?

josvazg Says:
febrero 13th, 2012 a las 15:15

@juan

“1. Si por un lado los sueldos se van a ajustar a la baja en esta época de
incertidumbre qué hacemos cuando se despeje la situación.”

No tenemos que HACER nada. Por más que quieras los precios no los
controlas tu. Quizá a ti te apetezca pagar 10 céntimos por el pan, pero hoy en
día tienes que aflojar seguramente 50¢ o más. Lo mismo les pasará a los
empresarios, cuando la situación mejore, y sobre todo cuando el paro baje y
la mano de obra escasee, las ofertas de empleo tendrán que competir más
entre ellas y los sueldos y condiciones laborales tendrán que mejorar.

El empleador tacaño se quedará sin mano de obra, sin posibilidad de crecer


y, antes o después, lo comprará otro o quebrará o será cada vez más
insignificante en su mercado.
“2. ¿Dónde está el suelo de la bajada de salarios? ”

La gente no es tonta, no va a trabajar gratis o perdiendo dinero. Cada uno


tiene su “salario mínimo” y este depende de muchas cosas, como por
ejemplo lo lejos o cerca que esté el trabajo, el coste mínimo del transporte
allí, si la jornada es continua y permite ganar dinero el resto del día o
conciliar mientras la pareja hace otra jornada distinta y así ahorrar la
guardería, etc

El suelo además estará más alto cuanta más gente trabaje y mas bajo cuanto
más paro haya.

“3. La correlación que usted hace entre productividad y salarios no es real.


La pérdida de poder adquisitivo se ha compensado con crédito, hasta que
este ha tocado techo. Los salarios no han aumentado proporcionalmente al
compás de la producción de bienes y servicios.”

Eso solamente es verdad en los sectores ultra-intervenidos como el suelo y


la vivienda, y no es por culpa del Mercado. Hoy es MUCHO más caro y
difícil hasta con 2 sueldos pagar un piso que en los 80 (con un solo sueldo),
sin embargo es mucho más barato viajar en avión, comprar una segunda tele
o un ordenador, o tener teléfono personal o más de un supletorio. Es más
común tener más de un coche en casa, etc

juan Says:
febrero 13th, 2012 a las 15:45

Josvazg

Antes de nada agradezco su respuesta. Permítame hacerle alguna matización.

Esto pasa como en el precio del combustible, donde el alza del brent se
traduce en subidas al instante del precio pero la bajada se incorpora de una
forma mucho más pausada. Dígale a los trabajadores que les queda por
delante una larga época de bajos salarios y peores condiciones y que incluso
cuando la perspectiva de la economía en general y de la situación de la
empresa en particular mejore tampoco se van a ver recompensados por una
revisión de su sueldo.
A falta de un marco jurídico que obligue o un pacto (contrato) que así lo deje
estipulado – y ya sabemos qué hacemos con ellos en determinados
momentos- el incremento de la productividad no tiene porqué traducirse en
mejores salariales ahora ni mañana ni después. Unicamente pasará eso para
determinados oficios altamente cualificados, especializados e
indispensables. El resto podrá ser lo productivo que se quiera que se le
pagará lo que se le quiera pagar, sobre todo mientras no bajemos de una tasa
determinada de paro. Tasa que puede ser mucho más abajo del 10%. Pero no
sólo eso, sino también qué tipo de empleo se ha creado, porque si lo que se
ha creado ha sido mayoritariamente miniempleos y rotaciones no hay
estímulo para pagar más. Una cosa más, muchos españoles que se han ido
fuera a buscar trabajo han regresado decepcionados. Muchos países están
mejor que nosotros pero no se encuentran en una situación tan ideal como lo
pueda parecer a simple vista.

De todas formas, uno se deja llevar por la pasión pero hay que dejar ver
cómo evoluciona el mercado laboral este año. De entrada yo le voy ya a
aportar un dato y es que muchos empresarios están calculando que las
posibles nuevas incorporaciones laborales sean sólo de dos tipos: la del
trabajador superespecializado e indispensable que le dije antes y al que se le
pagará lógicamente muy bien y con el resto se estudiarán las subvenciones
para ir rotando y que te salga lo más barato posible contratar. En muchas
áreas de generación de bajo valor, se plantea echar al que hay, indemnizarle
y contratar al de la subvención.
Otra cosa para meditar es qué va a hacer la empresa con los menores costes.
Yo le digo que poco en aquello que mejora la productividad.

Al menos durante este año seguimos en el mismo modelo.

farrulugo Says:
febrero 13th, 2012 a las 15:59

Muy buen artículo.


Dos preguntas: con la nueva reforma laboral,a que nivel quedamos con el
resto de paises desarrollados? Hace poco leí que españa estaba sobre el
numero 110 en materia de relaciones laborales.creo que aún estamos lejos de
UK,Alemania,Holanda o los Bálticos.
La otra cuestión:Se creará empleo a medio plazo??
Yo apuesto a que tardaremos más de dos años en bajar de 5 millones de
parados(según EPA)?Aunque sólo es una opinión mía que no se basa en
ningún análisis y creo, no tiene mucho sentido hacer esas predicciones

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 13th, 2012 a las 18:20

Juan,

1) Si no se suben los sueldos cuando vuelva a aumentar la productividad de


los trabajadores, ¿qué sucederá? Que las tasas de rentabilidad para el
accionista de las empresas españolas se dispararían, todo el mundo
(incluidos los ahorradores españoles) querrían invertir aquí y terminarían
peleándose por el factor diferencial que justificaría esas elevadas
rentabilidades (los bajos costes salariales), lo que empujaría a los salarios
al alza.
2) A veces confundimos las cosas. El “sueldo” que interesa a una empresa
no es que el percibe el trabajador, sino el coste total que contratar a una
persona supone para el empresario. La subida del IRPF es una salvajada
para los sueldos cobrados por los trabajadores, pero no aligera en nada la
situación financiera de las empresas. El límite está en que los costes de las
distintas industrias se equilibren con la productividad, esto es, con el precio
de productos que en las actuales circunstancias podamos producir y vender,
especialmente al extranjero.
3) No se fije en los salarios, sino en la masa salarial. En la última década
los salarios han aumentado al compás del IPC y por debajo del PIB real,
pero es que en España han comenzado a trabajar casi cinco millones más de
personas. Y eso son facturas adicionales que las empresas deben pagar y
bienes y servicios que deben estar disponibles para ser adquiridos.

Farrulugo,

Pues no lo sé, esos rankings ponderan diversas variables cuya composición


concreta desconozco (no es pública), habrá que esperar al nuevo índice. A
medio plazo la creación de empleo sostenible dependerá de que el sector
financiero se reforme en profundidad (de momento no se ha hecho) y de que
el Estado sanee de verdad sus cuentas (mucho menos). La reforma laboral
creará empleo, lo que no se sabe es si la economía, pese a la reforma, creará
empleo neto: esto es, si el empleo que contribuya a crear en unas partes de la
economía será superior al que se destruirá en otras partes, no como
consecuencia de la reforma, sino del efecto arrastre del resto de problemas
de nuestra economía.

josvazg Says:
febrero 13th, 2012 a las 19:42

@Juan

“Esto pasa como en el precio del combustible, donde el alza del brent se
traduce en subidas al instante del precio pero la bajada se incorpora de una
forma mucho más pausada. ”

Un mal ejemplo ha elegido usted, otro mercado hiperintervenido:


¿Sabe que me contó un amigo mio que vive en EEUU y que le sorprendió
mucho? Que allí en cosa de una semana o 2 la gasolina se puso por las
nubes, igual que el barril, hasta aquí nada nuevo pero… a la semana
siguiente el barril bajó bastante Y LA GASOLINA TAMBIEN!

¿La diferencia? Pues que aquí pagamos un 40% o más de impuestos en el


carburante quizá lo explique bastante bien.

Daniel Says:
febrero 14th, 2012 a las 2:55

Felicidades por este,y otros artículos suyos Sr. Rallo. Es la primera vez que
escribo en su página y me gustaría lanzarle un par de preguntas:
En primer lugar,querría saber que diferencia hay entre llevar a cabo una
privatización ,y llevar a cabo una liberalización.¿Son lo mismo o hay
diferencias?
Y ,por último, si me podría decir que nota la pondría a la Reforma Laboral
de 1 a 10.
Muchísimas gracias de antemano. Un saludo.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 14th, 2012 a las 10:55

a) Sí, hay diferencias. Privatizar es convertir una empresa pública en


privada, lo que puede incluir privatizar también los privilegios que tenía la
pública. Por ejemplo, durante los últimos meses se ha hablado de privatizar
Loterías del Estado: se quería convertir un monopolio público en uno
privado. Liberalizar implica privatizar y abrir a la competencia.
b) Le pondría entre un 6 y 7, sobre todo viniendo de donde venimos.
¿Cuál es el verdadero salario mínimo de España?

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 15:48

Y claro, cuando un empresario contrata a un trabajador es para regalarle, en


su magnanimidad, un dinero que no se merece, porque todos sabemos que los
empresarios pueden hacer todos los trabajos del mundo y no necesitan a
nadie para hacer las cosas que les hacen ganar dinero…

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 15:53

No sé de dónde infieres eso del artículo. Lo que digo es que a un empresario


no le resultará conveniente contratar a un trabajador a menos que éste sea
capaz de generar unos ingresos superiores a 14.000 euros anuales.

Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 15:55

Para que la cuenta fuera exacta habría que deducir las subvenciones y
reducciones de cuotas empresariales que ofrecen las distintas
administraciones autonómicas y la central en la promoción del empleo. En
algunos casos, dependiendo la modalidad de contratación, edad del
trabajador, sexo, tiempo parado, … pueden ser muy sustanciales, incluso
superar los 10.000 euros. ¿O esto no lo contabilizamos?

De todas formas no comprendo muy bien “su obsesión” por los costes
laborales, máxime cuando han sido los costes laborales los que han ido
mermando ostensiblemente sobre los costes totales de producción durante
las últimas décadas, y sobre todo durante los años de burbuja.

Y por último, si analizamos los datos de las grandes, las de IBEX 35,
veremos que durante el primer semestres declararon unos beneficios netos
de unos 20.000 millones de euros por lo que los salarios de los consejeros
crecieron un 13,7% y los salarios de sus directivos aumentaron un 14%. Por
el contrario, los salarios medios de los trabajadores de esas 35 Empresas
crecieron un 1,3%.
En el caso concreto de Iberdrola (me gusta la eólica, no lo puedo evitar :) )
el jefe, Ignacio Sánchez Galán, se anotó en su liquidación semestral unos 7,4
millones de euros; mientras que el Consejo de Administración, sus
Consejeros se aumentaron el sueldo el 33,2%, cuando los beneficios de la
compañía crecieron el 6,6%. ¿Sabe cuánto aumentó el salario de los
trabajadores?

Bueno, si que lo sabe, ya que en diversos artículos ha procurado dejar bien


claro que los salarios aumentaban ese 1 o 2%, pero sin aclarar los datos
anteriores.

jfc Says:
febrero 18th, 2012 a las 16:08

Incluso se le podría sumar una prima de riesgo por si el trabajador no


responde a las expectativas (o el negocio va mal) o los costes reales de la
formación y adaptación al puesto de trabajo, lo que hace que sea tan inviable
contratar jóvenes.
En cambio, más de un empleador estaría dispuesto a contratar gente sin
experiencia si estos costes iniciales cayeran en parte sobre el futuro
trabajador, como cuando los estudiantes se pagan un máster o un curso de
formación.
En efecto, una negociación más libre entre demandante y oferente de empleo
abriría las puertas a negociaciones del tipo: “este mes ma pagas tú las
molestias y la formación, al que viene nadie paga y estamos en paz, al
próximo te empezaré a pagar y además te haré una carta de recomendación
demostrando tu valía y mejorar tu marca”. Porque el salario no lo suben los
sindicatos, sino que lo suben los otros demandantes del mismo puesto de
trabajo en el mercado y la viabilidad de más y mejores negocios. Es muy
lamentable que gran parte del 50% de la juventud en paro no sea consciente
del engaño al que están siendo sometidos con este tipo de reglamentaciones
ingenuas pro-paro y en contra de que los más jóvenes o especializados en
sectores extinguidos puedan entrar en el mercado laboral y explotar su
potencial, disfrutando lo antes posible de los frutos de su profesionalidad.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 16:11
Habría que contabilizarlo, pero en general se trata de bonificaciones
temporales, que no afectan a la totalidad de los trabajadores y que, todavía
menos, afectan a aquellos que cobran el SMI.

Los costes laborales han crecido de manera muy sustancial durante los años
de la burbuja, sobre todo si tenemos en cuenta la factura total en costes
laborales (no sólo el aumento de cada salario, sino el aumento en la cantidad
de salarios que se han pagado por el incremento de la ocupación).

Lo del Ibex es anecdótico y supongo que debes saberlo: aumentar un 1,3%


los salarios de los trabajadores puede ser un desembolso muchísimo mayor
que aumentar un un 13% o un 100% el salario de sus directivos. Por
ejemplo, si una empresa tiene 50.000 trabajadores que cobran una media de
30.000 euros, aumentar sus salarios un 1% implica un incremento de 15
millones de euros en gastos salariales. Si tienes 10 directivos que cobran
500.000 euros y les duplicas el salario, tus gastos salariales aumentan en 5
millones. Aparte, muchos de esos incrementos salariales de los directivos
son remuneraciones variables ligadas a objetivos: si crean suficiente riqueza
para toda la empresa, se quedan con parte de ella.

Puedes pensar que muchos de esos objetivos no son merecidos, porque en


realidad no contribuyen a crear ninguna riqueza. Podría ser, pero entonces el
atracado no es el pequeño trabajador, sino el accionista, que está
renunciando a parte de su riqueza a cambio de nada.

Fernando Says:
febrero 18th, 2012 a las 16:20

En realidad en España el verdadero salario mínimo es de cero euros anuales,


que es el que cobran los parados que no tienen prestación ni subsidio.

Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 16:54

Bueno Sr. Rallo, llamar anecdótico al IBEX 35, no sé. De todas formas subir
salarios un 1,3% con una media del IPC en el 3,5% supone una pérdida
salarial del 2,2. En conclusión, esas empresas declaran mayores beneficios y
sus trabajadores disminuyen sus salarios. Y esto es una constante en las
últimas décadas, es más los costes salariales han ido progresivamente
perdiendo peso sobre los costes totales, diga lo que diga, hay están las
cifras. Por lo que deduzco, aunque no soy un experto, que existen otras
formas de mejorar el rendimiento empresarial, y no necesariamente pasa por
abaratar el empleo, y tal vez las del IBEX 35, que dan bastantes servicio a
las pequeñas y medianas empresas se beneficien de precios controlados y
abusivos. Pero lo que va a ocurrir en un clima de pánico laboral, es que se
aproveche la situación para hacer caja a costa de los de siempre. Lo que no
está nada claro son las consecuencias del camino escogido, ya veremos
donde desemboca todo esto.

Y no diga que las bonificaciones y subvenciones son anecdóticas, estoy


buscando los datos, pero creo recordar que durante el 2009 en
bonificaciones a los empresarios en costes en SS fueron sobre los 2.500
millones de euros.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 17:09

Contener salarios es una forma de evitar reducir la plantilla. Si las empresas


del Ibex ganan más dinero, pero podrían mantener esas ganancias con la
mitad de su plantilla, ¿qué crees que indica eso? Que sobra la mitad de los
trabajadores o, alternativamente, que pueden seguir quedándose los mismos
pero con menores remuneraciones.

Y suponiendo que sean 2.500 millones en bonificaciones, sobre una


recaudación de más de 100.000 millones me parece anecdótico, sí. Sobre
una población activa de más de 20 millones de trabajadores, toca a una
media de 125 euros anuales de bonificación. Si quiere, dedúzcalo de los
14.000.

juan Says:
febrero 18th, 2012 a las 17:50

¿Y en el fondo qué quiere usted decir con su artículo, que deberíamos


reducir o eliminar el SMI?

Echando un vistazo a este interesante análisis:


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/02/12/actualidad/1329042386_444199.html
Podríamos pensar que la Srta. de la primera entrevista cuando dice cosas
como “fomentar un ambiente laboral donde la gente pueda trabajar con
energía y pasión”, ” no creemos en horarios, aquí nadie ficha”, “no queremos
esclavos sino gente responsable y libre” y sobre todo ” el objetivo es que
nuestros colaboradores no tengan níngún motivo para quejarse por sus
condiciones laborales. sólo así pueden centrarse en dar lo mejor de sí
mismos” , “sabemos que el bienestar de nuestra cuenta de resultados es
directamente proporcional al bienestar emocional de nuestros empleados” le
falta un curso de economía porque de esa manera no va a sacarle el jugo a
los empleados.

¿Es lógico pagarle 100.000 euros a un empleado? La mayoría de


empresarios se lleva las manos a la cabeza. Bueno, y si la riqueza que
genera para la compañía es de 1 millón de euros. Entonces supongo que no
tendríamos reparo en decir que esa cantidad y el doble. Entonces ya sabemos
dónde está el problema. En muchas empresas los que realmente en muchas
ocasiones genera el valor no es el alto directivo, que en muchos casos tiene
una enorme habilidad para contar como suyos objetivos que se han
conseguido de forma colectiva varios escalafones más abajo.

En nuestro país hay un enorme potencial tirado directamente al cubo de la


basura.

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 19:12

En realidad lo que infiero del artículo es que el salario mínimo en España es


demasiado elevado como para contratar. También se puede deducir que las
empresas no dan salida a sus productos porque son demasiado caros ya que
las personas que los producen cobran demasiado. Me pregunto, si queremos
competitividad por medio de la bajada de salarios, ¿con quien queremos
competir, con China?

Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 19:17

No Sr. Rallo, contener salarios es una forma de maximizar beneficios, sobre


todo en las grandes empresas y corporaciones financieras.
Vayamos a la banca y según datos publicados por Alberto Recarte en Nueva
Tribuna, en 2010, los resultados fueron los siguientes:

- Cifra de ventas: 164.000 millones.


- Beneficio bruto antes de todo tipo de provisiones: 55.000 millones.
- Beneficio después de provisiones e impuestos: 18.000 millones.

¿Sabe cuénta cuesta la “bancarización” de las Cajas de Ahorro, a través del


FROB I y FROB II? Ha costado al erario público 17.000 millones de euros
(y no cuento las intervenciones), casi justito los beneficios. Pero claro, de
momento unos 40.000 trabajadores a la calle y el cierre de multitud de
oficinas. Claro que esos trabajadores suponen más de 2000 millones de
euros en desempleo más exenciones fiscales por sus indemnizaciones.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 19:17

Lo de competir con China no tiene mucho sentido. Las importaciones brutas


chinas representan entre el 3-4% del PIB de los países desarrollados; ellos
pueden vender mucho y hacer lo propio. Lo que tenemos que hacer es
producir productos a calidades/precio interesantes, algo que puede ser, por
ejemplo, fabricar lavadoras parecidas a las de Alemania pero un 10% más
baratas para que los alemanes decidan adquirírnoslas a nosotros.

En cualquier caso, yo no hablo de regalar dinero. Lo que digo es: a menos


que un trabajador genere, dentro de un plan empresarial, un valor superior a
14.000 euros, hoy mismo no será contratado en España. ¿Que esos planes
empresariales pueden rehacerse y mejorar para volverse más productivos?
Probablemente, pero a corto plazo con límites: la productividad depende del
capital acumulado, y acumular nuevo capital de calidad tarda su tiempo.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 19:22

Eso son beneficios fantasma. Ahora mismo la banca está descapitalizada:


http://juanramonrallo.com/09/02/2012/la-reformilla-financiera-de-luis-de-
guindos/

Por otro lado, claro que es una forma de maximizar beneficios…


manteniendo la plantilla. Veamos, si con 100 trabajadores ganas 1.000 euros
y con 75 trabajadores ganas 1.000 euros, ¿para qué necesitas esos 25
trabajadores? Puedes o despedirlos o bajar el salario nominal (o real) de
toda la plantilla: http://juanramonrallo.com/01/06/2011/%C2%BFpor-que-
los-despiden-si-se-estan-forrando/

dsklp Says:
febrero 18th, 2012 a las 19:55

En las sociedades primitivas de agricultores y cazadores las personas


podian mantenerse con su trabajo,en la sociedad moderna hemos llegado al
absurdo de no poder vivir,o vivir con muchos apuros, del sueldo que
ganamos trabajando.
A esto se ha llegado degenerando,como decia el
torero/gobernador,cometiendo muchos errores y el primero es considerar el
trabajo como una mercancia.Este es un primer paso para negar la dignidad
de la persona,embrutecerlo y relegarlo a la condicion de casi maquina que
tiene que producir un minimo para ser rentable.
Y da resultado,cada vez hay mas personas embrutecidas.Pero cuidado,no se
debe esperar comportamientos racionales de los que casi se ha negado la
condicion de personas.

Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 20:02

Claro, precisamente, se trata de maximizar beneficios, no de crear empleo, y


eso se consigue con las sucesivas reformas laborales que quitan derechos y
condiciones a los trabajadores. Por lo menos vamos aclarando el lenguaje
con el que se viene engañando al personal.

Ah, y que conste que no conseguimos que los productos bajen de precio
(¿falla la teoría Sr. Rallo?), no entiendo que pasa, el pan cuesta ahora un
81% más que en 2001, mientras que los huevos se han encarecido en un
114%; la leche, un 48%; el arroz, un 45% y aceite de oliva, un 33%. Viajar
se ha puesto imposible: el tren es ahora un 45% más caro que en 2002,
mientras que el autobús cuesta de media un 48% más y el transporte urbano,
un 58%. Los combustibles, además, cuestan hoy un 82% más que antes del
euro. Eso sí, no podemos quedar en casita viendo la tele y jugar con los
demás aparatejos: televisores, las cadenas de música y los lectores DVD hoy
cuestan un 62% menos de lo que costaban en tiempos de la peseta.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 20:10

Maximizar beneficios = economizar al máximo los recursos. El problema no


es que se economicen, sino que nuestras rígidas regulaciones impiden que
los recursos de los que se prescinda no se coloquen en otras partes de la
economía a generar riqueza. ¿O según usted no deberían hacerlo? ¿Habría
que mantener plantillas infladas e improductivas? Porque si se puede ganar
lo mismo con 100 trabajadores que con 75, eso significa que el valor que
añaden esos 25 trabajadores a la empresa es igual a cero.

¿No entiende que pasa? ¿Acaso no ha habido una brutal expansión del
crédito (de los medios de pago) que ni siquiera ha comenzado a revertir
entre otras cosas por los enormes déficits del sector público? (Familias y
empresas han amortizado casi 80.000 millones de su deuda, el Estado la ha
aumentado en 300.000).

Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 20:32

Hombre, ganar se puede ganar de muy diversas formas. ¿Jornadas laborales


de 14 horas? ¿Seguridad en el trabajo? ¿Obreros muertos? ¿Sueldos de
miseria? ¿pensiones paupérrimas?

Pues bien, la España de la burbuja se ha caracterizado precisamente por


salarios bajos, horas extras y jornadas laborales agotadoras, trabajo a
destajo, accidentes laborales a mansalva, márgenes empresariales de
escándalo, … y un gasto público muy inferior a los países de nuestra zona.

Yo soy partidario de usar el sentido común, de eliminar lo superfluo, y


comparto con ustedes muchas medidas, pero no comparto que esta crisis la
paguen sólo los de siempre, mientras que otros se lo llevan por el morro.

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 20:40
En Alemania, un trabajador cualificado de una planta que fabrica lavadoras
gana un salario un 100% superior a un trabajador español con la misma
cualificación (creo que me he quedado corto). Quizás esas lavadoras
españolas, con las condiciones laborales actuales ( y de antes de la reforma)
se podrían vender con un descuento bastante inferior a un 10% respecto a las
alemanas. ¿ Me fallan los cálculos ?

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 20:44

Socialista,

En eso estamos de acuerdo: todos los empresarios que hayan malinvertido


(muchos) deben quebrar y no ser rescatados.

Mok,

Sí: esos trabajadores son mucho más productivos porque cuentan con
mejores herramientas para producir. Imagina que un trabajador que cobra
1.000 produce 10 lavadoras, mientras que uno que cobra 500 produce 3.
Aunque el primero cobre el doble que el segundo, es tres veces más
productivo y, por tanto, los costes laborales en relación con la producción
son menores.

aversiahora Says:
febrero 18th, 2012 a las 20:50

Y, ¿qué tal la siguiente pregunta?: ¿todos los trabajadores realmente


producen esos 14.000€ anuales? Y, de los que sí los producen, ¿cuántos son
totalmente irremplazables por otro trabajador?

Lo digo porque siempre le miramos la matrícula de la productividad a los


jóvenes, pero ¿qué pasa con toda esa gente que vemos a diario en el trabajo
y que no parecen hacer nada… o están siempre de baja… o salen media hora
antes porque tienen que recoger a los niños?

Digo yo que si, por mor de la productividad, se le cierra la puerta de entrada


a unos, también habría que enseñarle la de salida a otros. A lo mejor, así nos
pondríamos menos gallitos y más razonables. ¡Ah, no, espera! Para eso se
han inventado las “conquistas sociales” y los “derechos adquiridos”.

A ver si va a resultar que mañana nos morimos y nuestra empresa -¡oh,


sorpresa!- sigue funcionando como si nada.

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 21:39

¿Entonces un trabajador español tiene que cobrar menos que un alemán


porque trabaja con unas herramientas que le impiden ser mas productivo?

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 21:44

La acumulación de capital es menor y, por tanto, su productividad (y el


salario máximo que se le puede pagar sin que deje de ser ruinosa su
contratación) también. No tiene nada de excepcional. Lo mismo le sucede a
España con respecto a Marruecos, por ejemplo. Por eso el camino hacia los
salarios altos pasa por aumentar el ahorro e invertir más (y mejor, no en
burbujas).

Víctor Says:
febrero 18th, 2012 a las 21:51

Socialista, no sé qué entiendes tú por salarios bajos en tiempos


burbujisticos. Pero por donde vivo no era raro ver a cualquier albañil
ganando 1.700€ al mes.

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 21:59

¿Entonces el grado de protección del trabajador debe evolucionar hacia


Marruecos o hacia Alemania?, porque parece que en todos los paises,
mientras mas seguridad disfrutan los trabajadores, mayor cantidad de su
dinero revierte en los empresarios locales. ¿Que clase de pais queremos?

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 22:04

Claramente hacia Alemania, pero ello tarda su tiempo (ahorrar e invertir


mucho). No es una cuestión de leyes, sino de capacidades económicas muy
dispares. Y mientras vamos acumulando capital para enriquecernos, ¿qué
hacemos con los cinco millones de parados?

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 22:14

Pues parece que la respuesta que dan los gobiernos a tu pregunta es reducir
derechos y dar carta blanca a las empresarios para poder abusar de los
trabajadores por tener un puesto de trabajo, que tanto escasea, que ofrecer.
En ese sentido las leyes pueden garantizar un mínimo de bienestar y
seguridad para todos. Y los datos lo dicen, la falta de seguridad provoca
miedo, y el miedo a gastar, hoy por hoy, es el principal enemigo de la
economía.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 22:40

La respuesta que hay que dar es permitir la libertad para negociar entre las
partes para que los cinco millones de parados puedan reincorporarse lo
antes posible al proceso productivo:
http://juanramonrallo.com/08/11/2011/necesitamos-salarios-libres-no-
salarios-bajos/

Por otro lado, si necesitamos ahorrar y acumular capital para que los
salarios suban, no me diga que el problema es que no gastamos lo suficiente.
Al contrario, es que no ahorramos lo suficiente:

http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-capitalismo-depende-del-ahorro-
no-del-consumo/
http://juanramonrallo.com/16/02/2012/el-problema-no-es-el-consumo/

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 22:56

Para que haya libertad de negociación, esta se ha de realizar entre iguales.


Con cinco millones de parados y poco trabajo que ofrecer por parte de las
empresas, estas tienen una posición de fuerza respecto al trabajador que lo
deja indefenso en la negociación.
Por otra parte, el que tiene que acumular capital para invertir es el
empresario, no el trabajador. Si el trabajador no gasta por miedo, veo difícil
que el empresario pueda acumular el capital del que hablas. Si todos
ahorramos, nadie gasta ¿de donde van a sacar las empresas las ganancias?

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 18th, 2012 a las 23:04

Precisamente, una de las principales causas de que haya cinco millones de


parados es que muchos salarios están fijados por encima de la productividad
de los trabajadores, lo que les vuelven inempleables.

Sobre cómo ahorramos, cómo ganan dinero las empresas y demás, léete el
enlace que te he puesto. Ahí lo explico:
http://juanramonrallo.com/17/04/2011/el-capitalismo-depende-del-ahorro-
no-del-consumo/

mok Says:
febrero 18th, 2012 a las 23:25

Los salarios, que no han evolucionado gran cosas desde la entrada de


España en el euro, permitieron a los empresarios españoles ganar mucho
dinero durante la bonanza económica. No hace mucho tiempo un encofrador
o un yesaire, trabajando a destajo en una colla, podía ganar casi 5.000 euros
al mes, pero su patrón ganaba mucho mas dinero que él. Ha tenido mas
influencia en el paro la desregulación del mercado inmobiliario, que agotó la
demanda de vivienda de varias decadas en unos pocos años, que los altos
sueldos.
Por algún motivo (¿avaricia?), los beneficios de la epoca de bonanza no han
repercutido en que nuestra sociedad avance, y así nos vemos.
Lo que cuentas sobre el ahorro, quizás funcione, en condiciones ideales, con
empresas que cuentan con un gran capital, pero en nuestro entorno cercano
no deja de ser una utopía como puede ser el comunismo teórico. El gran
drama del paro en España se sustenta de la dificultad que tienen nuestras
empresas de dar salida a sus productos, destinados principalmente a un
mercado local, cuyos principales destinatarios son una mayoría de
trabajadores por cuenta ajena con bajos sueldos, y a partir de ahora, con un
futuro incierto.
Socialista Says:
febrero 18th, 2012 a las 23:30

Pues la acumulación de capital va mal. Todavía no sé quién anda comprando


nuestra deuda pública, pero viendo como acuden nuestros bancos al BCE
imagino que las carteras de bancos españoles se están llenando de deuda
pública, así adquieren dinero al 1% y obtienen pingües beneficios en forma
de intereses de deuda. Es decir, transferimos dinero de nuestro bolsillos a
las maltrechas cajas de estos empresarios fracasados. Mucho me temo que la
última subida del IRPF vaya directamente a nuestros botines y cia.

Y como corresponde, estos magníficos gestores son agraciados con bestiales


estipendios. jua jua

Socialista Says:
febrero 19th, 2012 a las 0:53

Y hay cosas graciosas como decir que los salarios están por encima de la
productividad, pero de qué productividad se habla ¿dónde están los
productos? ¿dónde están las empresas? ¿qué vamos a producir? Que yo sepa
en España, con datos del 2010, había casi 8.000.000 de trabajadores cuyos
salarios no llegaban a los 850 euros. ¿Se trata de trabajar por mera
supervivencia? ¿Ese es el modelo?, ¿o tal vez debamos eliminar la
Seguridad Social y el sistema de pensiones? Eso es lo que nos propone
profesor.

Esta última y bestial reforma laboral nos presenta un paisaje realmente


siniestro. Tengo curiosidad por ver la evolución, ojala me equivoque, pero
creo que vamos camino de un empobrecimiento sin parangón de la gran
mayoría de la población, abocada a mantener niveles mínimos de
subsistencia.

Les imagino Sr. Rallo en ese mundo tan perfecto que procuran, ese mundo de
los salarios libremente pactados, de la sanidad y educación privada. Pero
mucho me temo que puede convertirse en una especie de pesadilla, lo que
veo claro es que la mano de obra policial estará muy solicitada porque ¿Han
congelado las oposiciones a policías y guardias civiles?.

aversiahora Says:
febrero 19th, 2012 a las 0:57

Pingües beneficios… si cobran. Cuando ya no se pueda marear más la perdiz


y haya quita de deuda, verás qué risas. Y, ¿de dónde crees que saldrá el
dinero para tapar el boquete? O, ¿qué crees que pasa con tus ahorros si los
bancos quiebran?

Xel Says:
febrero 19th, 2012 a las 8:24

Su opinión y la de sus “seguidores”, :) parece muy razonada, interesante y


honesta como siempre señor Rallo, …, pero desde luego nada intuitiva y por
lo menos ajena a mi realidad. Conozco de primera mano lo que es ser
rentista, pequeño empresario, autónomo y trabajador por cuenta ajena, ..,
siempre en precario esto último por cierto, e intento mirar a mi alrededor
para hacerme una idea lo más fiel posible. Lo que veo no tiene nada que ver
con lo que usted propone la verdad.

Sus puntos de vista posiblemente tengan toda la lógica para defender los
intereses de un sector de la sociedad, pero es muy discutible que sea
eficiente para el progreso de la sociedad en si, que me imagino que es de lo
que trata la economía. Lo que usted defiende lo tenían muy bien resuelto los
patricios romanos o los señores feudales, la antigua Atenas era muy rica, la
Inglaterra Victoriana también pero ese tipo de sociedades llevan a la
desigualdad impuesta por la fuerza que lleva a las revoluciones y a la
violencia no al progreso.

Esta última reforma laboral por cierto también es impuesta a la fuerza, lleva
a la desigualdad y por tanto va a haber una revolución en contra de ella ,…,
el alcance no lo se, .., ver veremos.

Su lógica también es muy discutible desde un punto de vista económico para


otros muchos intelectuales o economistas;

“David Ricardo había llegado a demostrar, luego de un razonamiento


analítico muy riguroso, algo que parecía muy simple, si los salarios son
altos, las ganancias serán bajas y viceversa. En una sociedad dividida en
clases, el producto social no irá totalmente a los trabajadores, sino que se
distribuirá entre quienes perciben las rentas, los capitalistas y los mismos
trabajadores. Desde esta óptica en la esfera de la distribución no existe
armonía, como sostiene la teoría neoclásica cuando se concentra sobre la
“productividad marginal” sino conflicto; entre los rentistas y los capitalistas,
entre los capitalistas y los trabajadores. Piero Sraffa retoma este punto,
demostrando irreprochablemente y con un irrefutable aparato matemático,
que la armonía distributiva postulada por la teoría neoclásica no es
demostrable; no existe ningún nivel “natural” de salario y no existe ninguna
configuración de “equilibrio” en la distribución del producto social, puesto
que este se distribuirá no sobre la base de las condiciones técnicas de la
producción sino a partir de las relaciones de fuerza y de las variables
monetarias y financieras, El resultado de esta crítica ha sido la “damnatio
memoriae” caída sobre Sraffa y todo su trabajo.”

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=144911

Rafa_el Says:
febrero 19th, 2012 a las 9:45

¿Entonces el grado de protección del trabajador debe evolucionar hacia


Marruecos o hacia Alemania?, porque parece que en todos los paises,
mientras mas seguridad disfrutan los trabajadores, mayor cantidad de su
dinero revierte en los empresarios locales. ¿Que clase de pais queremos?

Alemania 15 días de indemnización por despido Paro 5,5 %


Alemania 00 días de indemnización para empresas de menos de 10
empleados
España 33 días de indemnización por despido Paro 22,9 %

Queremos ser como Alemania SIN DUDA , ya que la mayor seguridad de la


que disfrutan los Alemanes no viene de la mano de unas indemnizaciones por
despido altas, sino de un paro inexistente.
A no ser que los avances sociales que queremos en España sean solo para
los que tienen trabajo deberíamos bajar de 33 días de indemnización a 15.

Rafa_el Says:
febrero 19th, 2012 a las 9:50

“Para que haya libertad de negociación, esta se ha de realizar entre iguales.


Con cinco millones de parados y poco trabajo que ofrecer por parte de las
empresas, estas tienen una posición de fuerza respecto al trabajador que lo
deja indefenso en la negociación”
Cuando la burbuja permitía a un peón de albañil ganar 2.500 € porque la
demanda de sus servicios era muy alta, ¿dónde estaba la indefensión del
pobre trabajador?

Víctor Says:
febrero 19th, 2012 a las 10:53

Enemigos, fantasmas y quimeras por doquier. Pero vaya, la evidencia


demuestra que, con o sin fuerza sindical, allí donde se ha generado riqueza
todos se han beneficiado, incluidos los pobres e indefensos trabajadores. Si,
ya sé que os gustan los chivos expiatorios a los que culpar de los males del
mundo.

¿Qué existe desigualdad en las rentas? Por supuesto. Es precisamente la


búsqueda de ese beneficio extraordinario lo que mueve la economía. Habrá
unos que lo consigan y otros que no, unos que acierten y otros que se
equivoquen, y otros que se incorporen después. Al liberalismo quizá se le
puedan criticar algunos otros aspectos, pero no precisamente el de la
igualdad de oportunidades. Nada impide que cualquiera busque ese
beneficio extraordinario. Nada impide que el trabajador que siente que no le
pagan lo suficiente se convierta en empresario. El sistema brinda infinidad
de posibilidades para mejorar (o empeorar) la situación inicial. Un sistema
dinámico, nada que ver con las estáticas clases y castas que todavía hoy
pregonan algunos.

mok Says:
febrero 19th, 2012 a las 11:01

Si, en Alemania la indemnización por despido es menor, pero también es


mas difícil justificar el despido. También la protección por desempleo es
mayor que aquí.
Indudablemente un trabajador alemán tiene mas seguridad que un trabajador
español.
Por otro lado, en época de bonanza los empresarios españoles en ningún
momento estuvieron desprotegidos ante sus trabajadores.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 19th, 2012 a las 14:28

Mok,

Los salarios individuales no crecieron durante la burbuja, pero la masa


salarial sí lo hizo: cinco millones de nuevos empleos. De todas formas, lo
que vivimos durante la burbuja no fue una creación de riqueza que
súbitamente se interrumpió, sino un fraude crediticio que falsificó la riqueza
que realmente se creaba.

Socialista,

La compran las entidades españolas. Una muestra más del perverso maridaje
entre Gobierno y banco: el gobierno sufraga su enorme despilfarro a tipos
baratos y la banca ineficiente se va recapitalizando merced al diferencial de
intereses.

Xel,

Las teorías de Sraffa desconocen por entero la teoría del capital. La renta
que obtienen los capitalistas, como capitalistas, está más que justificada:

http://juanramonrallo.com/05/11/2011/los-rentistas-no-son-vampiros/

Y Sraffa, ya digo, no entiende la teoría del capital (este artículo es algo más
técnico):

http://www.juandemariana.org/comentario/4735/mito/reswitching/

mok Says:
febrero 19th, 2012 a las 15:18

Estoy de acuerdo, lo que vivimos durante la burbuja fue una especie de


fraude que pudo producirse gracias a un exceso de relajación en el control
de las entidades financieras, de las necesidades urbanísticas o de los
recursos disponibles, entre otros factores.
Por ende, desregular las relaciones laborales se me antoja un disparate, pues
beneficiará, ante todo, a los empresarios con menos escrúpulos.

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 15:38

Bueno Sr. Rallo, no todo son parabienes en su pretendida liberalización del


mercado de trabajo como bien demuestra este breve pero buen análisis:

http://www.publico.es/dinero/422827/ocho-derechos-en-peligro

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 15:41

Los capitalistas pueden estar de enhorabuena con la expansión crediticia


pues nada ha dejado en la historia tan dócil y sumisa a la ciudadanía como la
trampa de endeudamiento en el que está metida. Preocupado todo el mundo
en pagar la próxima letra o no perder lo poco que ha conseguido a crédito se
rebaja hasta la subsistencia el sueldo y trabaja veinte horas si hace falta en
condiciones tercermundistas.

Políticamente, a partir de mediados del s. XX, todo hubiese sido mucho más
conflictivo e imprevisible con una economía de la oferta. Se hizo lo que
tenía que hacerse y los resultados fueron bastante aceptables. Se ganó la
Guerra Fría, los ciudadanos pudieron mejorar su nivel de vida, se
acumularon gigantescos beneficios y se amansó a una población sólo
pendiente de los escaparates y la tv. Terreno ideal para devolverlos atrás un
siglo implementando ahora lo que en su momento no se pudo hacer.

Aderezamos esto con un poco de mano dura policial y judicial y aquí no se


mueve ni una hoja. Porque “liberal” se es en lo económico, en lo demás da
igual que se cometan todo tipo de abusos y coacciones. Tendremos 6
millones de parados y una degradación brutal de los servicios públicos y
nadie levantará un dedo salvo cuatro indignados solitarios. Los sindicatos no
valen para nada, prostituidos por las subvenciones y acojonados por una
auditoría de sus gastos. De ser independientes ya hubiésemos tenido las
calles incendiadas. Eso también se vio en su momento y se hizo lo que se
tenia que hacer. Por eso lo mejor ahora seria hasta duplicarles la subvención
e invitar a los “interlocutores sociales” a cenar un par de veces más para que
cuenten sus chistes.

Ahora se le cuenta la milonga a los ciudadanos que se creará empleo “a


largo plazo”. No, se modificará la forma de hacer las encuestas de empleo y
se venderán como buenos los miles de empleos basura que se generarán.

¿Por qué? porque no se dan prácticmente ninguna de las condiciones para


generar empleo de forma constante y estable los próximos años. No habrá
crédito suficiente, ni crecimiento en la cuantía necesaria, ni el modelo que
viene es intensivo en factor trabajo, ni el Estado gastará, ni los ciudadanos
verán mejorar su poder adquisitivo, ni los empresarios invertirán en la
cuantía que se espera , ni colocaremos todas las exportaciones pretendidas
porque la competencia del resto del mundo es la que es y su capacidad de
crecer lo que han crecido va a menos, ni se luchará contra el fraude fiscal, ni
tampoco podemos cambiar siglos de historia económica de la noche a la
mañana , ni ofrecer algo que no sea rápidamente imitado o producido a
menor coste en otro lado (porque nos hemos especializado en el bajo valor),
ni vamos a tener una cultura empresarial que apueste por mejorar las
condiciones de sus empleados para que estos den lo mejor de si mismos, ni
habrá paz social porque todo el mundo está más pendiente de los golpes que
le vienen por todos lados que por trabajar y formarse lo mejor posible, ni
vamos a tener las inmensas transferencias que nos han dado desde Europa,
tampoco somos ricos en materias primas y muchos de nuestros recursos ya
los hemos agotado por sobreexplotarlos de mala manera y por último porque
nuestra mejor materia gris se irá allá donde se la valore y retribuya con
justicia.

aversiahora Says:
febrero 19th, 2012 a las 17:45

Pues… ¿qué quieres que te diga, Juan? La verdad es que no estoy lejos de
ver las cosas como las explicas en tu último post. Salvo algunos matices.

Con lo que no coincido es con que eso sea el producto de alguna especie de
conspiración de clase, perfectamente orquestada desde oscuros salones.
Simplemente es el resultado de la acción individual de millones de personas,
que se han creído que unos supuestos “derechos” provenían de que estaban
escritos en un papel y no de la fuerza electoral de una mayoría social tan
abrumadora que era indiscutible.

En el momento que que esa inmensa capa social de trabajadores empezó a


preferir mejoras laborales para el 80% en vez de empleo para el 100%,
empezó a perder su fuerza. Haz la prueba: pídele a algún amigo tuyo que
lleve tiempo en el paro que te acompañe a una manifestación para que a ti no
te bajen un poquito el sueldo… o para que sea más difícil despedirte… ¡y a
ver qué te dice!. Si no te pega una leche, cómo mínimo te dirá: ¿y qué hay de
lo mío?

Y fíjate que esto es un análisis meramente pragmático. En ningún momento


digo qué es lo que me parece a mí. O qué creo que sería lo mejor.

Bastiat Says:
febrero 19th, 2012 a las 17:49

Juan, si las masas han quedado sometidas y sumisas gracias a la expansión


crediticia artificial, que es la verdad de eso que dices “Los capitalistas
pueden estar de enhorabuena con la expansión crediticia pues nada ha dejado
en la historia tan dócil y sumisa a la ciudadanía como la trampa de
endeudamiento en el que está metida”, y además dices que se hizo lo que se
tenía que hacer….

A ver si te aclaras. ¿O es que los socialistas que usaron la expansión del


crédito para generar empleo sólo benefició a los capitalistas?

O es bueno, hubo que generar burbuja tras burbuja artificial para mantener el
Estado del Bienestar y que así no hubiera revueltas….. o fue mala porque al
final estamos dominados por las letras de la hipoteca que tenemos que pagar
sin un modelo claro de crecimiento que… beneficia…. (ya me dirás cómo) a
los capitalistas.

Por cierto… ¿quienes son los capitalistas?

aversiahora Says:
febrero 19th, 2012 a las 18:06

Y con repecto a los salarios (y abundando sobre lo anterior):

La teoría de que un parado que no aporte un valor mínimo para compensar su


coste salarial está muy bien. Pero tiene un pequeño problema de origen: que
es imposible saber qué valor produce un trabajador en una empresa.
Podemos saber si todos los trabajadores producen todo el valor necesario
para compensar todos los costes, más el beneficio que haga que la inversión
sea más rentable que otro tipo de inversiones (en cristiano: si yo tengo 5
millones, “meto” 2 en crear una empresa, y solo saco un 3%, puede que
prefiera invertir en deuda pública, que me da un 5% y menos quebraderos de
cabeza)..

Pero todos los que sabéis algo de economía sabéis mejor que yo que es
imposible -salvo trabajos muy concretos- calcular la productividad de un
trabajador. O de una sección de una empresa. Otra cosa es que, sobre un
determinado status quo de beneficios/salarios, aumentar plantilla no dé
beneficio, sino pérdidas y se lo achaquemos al coste mínimo de esos nuevos
trabajadores. A lo mejor, el problema es el coste mínimo de los trabajadores
que ya están dentro. O que el coste de substituir a un trabajador por un
parado no compense. Pero llegar a una de las dos conclusiones no es más
que un acto de voluntad. O citando a Rallo, un sesgo subconsciente.

Rallo: ¡qué bueno era aquel artículo de los sesgos en el análisis!. Permíteme
que lo recuerde: http://juanramonrallo.com/28/10/2011/¿necesita-un-
mercado-libre-de-agentes-racionales/

Fernando Says:
febrero 19th, 2012 a las 18:06

En el momento que que esa inmensa capa social de trabajadores empezó a


preferir mejoras laborales para el 80% en vez de empleo para el 100%,
empezó a perder su fuerza.

Es verdad. Es repugnante. Yo creo que es mejor tener al 100 % de la


población activa ganando A que tener al 80 % de la población activa
ganando B (siendo B mayor que A).

Y si no, ¿sería buena una situación con un 90 % de parados si el 10 %


restante gana un salario muy alto?

aversiahora Says:
febrero 19th, 2012 a las 18:25

Por cierto, Juan:


Donde escribí “Con lo que no coincido es con que eso sea el producto de
alguna especie de conspiración de clase, perfectamente orquestada desde
oscuros salones” no pretendía ofender. Era una ridiculización, pero buscaba
darle gracia al texto, no insultar. Al releerlo, me he dado cuenta de que podía
interpretarse como la típica ridiculización del argumento ajeno para que sea
más fácil rebatirlo.

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 19:23

Bastiat

Lo que quiero decir es que todo lo que se ha hecho no ha sido por el bien del
prójimo sino por pura y dura supervivencia del status quo. En cierta ocasión
le comenté al Sr. Rallo que las tesis de Hayek eran perfectamente conocidas,
pero se le sacó del cajón cuando interesó sacarlo. Y eso sólo tuvo lugar unas
cuantas décadas más tarde. Los grandes fondos de inversión, empresarios,
banqueros estudiaron todo a fondo y vieron que lo mejor que venía a sus
intereses era la política de estímulo keynesiano. Y se dieron las condiciones
de partida de bajo endeudamiento, commodities baratas, un crecimiento
potencial que aún estaba lejano, sectores a los que la iniciativa privada no
podía llegar, necesidad urgente de infraestructuras, sobreproducción, el
miedo que generaba la tentaciones comunistas en la población. La relación
Estado- capital beneficiaba a ambos. Se quería paz social, acallar a las
multitudes, cerrar heridas. Y se aceptó la inflación como efecto secundario y
que esto tendría un final.

Y no es por nada pero hemos visto una expansión empresarial, de consumo,


bienestar y desarrollo como nunca la vimos. Un período anormal de paz.
Recuerde usted la historia europea de guerras en los últimos cinco siglos. El
mayor período de paz que va vivido Europa nunca. Y eso, como todo en la
vida, hay que pagarlo. Hasta a los austríacos que se forraban con sus
inversiones en bolsa le interesaba la burbuja crediticia.

No hacer lo que se hizo y quizás ahora mismo seríamos un satélite más de la


Unión Soviética. El Estado se sirvió de los grandes capitalistas y estos del
Estado.
Y si algún día a los grandes capitalistas les interesa el modelo austríaco pues
entonces tendremos modelo austríaco, porque quien tiene el dinero decide
las reglas. No el libre mercado, no, el que simple y llanamente tiene el
dinero es que decide si usted tienes derechos o sólo los tienes en un papel
oficial que no sirve para nada. No el que tiene una pequeña, ni siquiera una
mediana empresa, no, el que tiene muchísimo más dinero que eso. Las cartas
están marcadas. Sólo un ingenuo puede pensar en un orden espontáneo y en
que la ciudadanía pinta algo.

Un ejemplo es como se juzgan las subvenciones a los sindicatos. A ver


cuándo nos enteramos: los sindicatos ahora mismo no pueden decir ni pío.
¿usted nunca se ha preguntado porqué no hablan jamás de meterle mano al
fraude fiscal? Porque alguien puede sugerir que le fiscalicen sus cuentas y
ponga al descubierto sus vergüenzas. Se les ha comprado para comprar la
paz social, proponerlos como “interlocutores sociales” cuando realmente no
son ni representan nada. Ningún Gobierno serio les va a quitar las
subvenciones porque sabe que los tiene comprados y que su movilidad será
limitada. Bueno, pues esto es un ejemplo de como funciona la vida más allá
de teorías simplistas.

Rafa_el Says:
febrero 19th, 2012 a las 19:27

mok “Si, en Alemania la indemnización por despido es menor, pero también


es mas difícil justificar el despido. También la protección por desempleo es
mayor que aquí.
Indudablemente un trabajador alemán tiene mas seguridad que un trabajador
español”
extracto de la fuente
http://www.meyss.es/es/mundo/consejerias/alemania/publicaciones/Public4/47.pdf
DURACIÓN DE LAS PRESTACIONES (Art. 127 SGB III)
La duración de la prestación por desempleo (Arbeitslosengeld)
depende de la edad del parado y del período durante el que se haya
cotizado al seguro de desempleo en los últimos 5 años antes de
producirse el desempleo. La relación es de dos a uno dentro de un
tope máximo. Por ejemplo, 2 años de cotización dan derecho a 1 año
de la prestación por desempleo. Con 12 meses de cotización se tiene
derecho a 6 meses de prestación por desempleo. Como se ha
indicado anteriormente para tener derecho a la prestación por
desempleo hay que cotizar al menos 12 meses en los 5 años
inmediatamente anteriores a la fecha en la que la persona queda
parada. Desde el 1 de enero de 2008 el plazo marco (Rahmenfrist)
se amplió de tres a cinco años. Si se cotizan menos de 12 meses no
se tiene derecho a la prestación por desempleo (Arbeitslosengeld).
A continuación se expone la edad y el período cotizado que debe20
tener la persona parada para acceder a la duración máxima de la
prestación por desempleo.
Desde el 01.01.2008:
Menores de 50 años:
Máximo de 12 meses. Cotización: 24 meses en los últimos 3 años
Mayores de 50 años.
Máximo de 15 meses. Cotización: 30 meses en los últimos 5 años
Mayores de 55 años:
Máximo de 18 meses. Cotización: 36 meses en los últimos 5 años
Mayores de 58 años:
Máximo de 24 meses. Cotización: 48 meses en los últimos 5 años.
En Alemania la prestaciones por desempleo son inferiores a las de España y
la indemnización entre muy baja (para los parámetros Españoles) o
inexistente.
Gracias a eso NO hay paro y por eso es por lo que la seguridad del
trabajador alemán es mayor que la del Español.
Menos indemnización = Menos paro. Paro menos generoso = Menos paro.
¿Qué mas necesita la gente para ver algo tan evidente ? ¿Gafas? ¿leer mas al
profesor Rallo? ¿ vivir en Alemania una temporada? ¿ Volver a nacer ?.
probablemente sea suficiente con que algún político se deje aconsejar bien ,
haga pronto la segunda parte de la actual reforma laboral y cuando volvamos
al pleno empleo y volvamos la vista atrás nos preguntemos ¿ cómo no nos
hemos dado cuenta antes?

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 20:05

Por mucho que los austríacos y otros hablen de “libres pactos”, “órdenes
espontáneos”,…y todas esas cosas tan bonitas, lo cierto es que usted tiene
derechos si tiene dinero (o un Estado que por ejemplo, le garantiza defensa
jurídica gratuita si no dispone de recursos suficientes). A más dinero, más
derechos. Dado un volumen concreto de dinero tiene poder para decidir si
los demás tienen derechos o no. Y si tiene más dinero que nadie entonces
decide cómo funciona todo en todas partes.

Es lógico comprender por tanto que un asalariado se te cabree porque le


reduzcas el sueldo. Realmente le estás aminorando no sólo como consumidor
o como ciudadano sino también como persona. El Estado garantizaba (en
muchas ocasiones no tan bien como hubiese sido deseable) que la falta de
este dinero no implicara que quedaras desnudo de derechos. Y si va bien que
una aerolínea o una empresa de distribución de energía sea privada
(privatizada) – aunque por razones de causa mayor (conflicto armado,
interrupción del suministro, imagen del país, supervivencia de una zona
geográfica importante,…) puede ser nacionalizada en algún caso (véase la
intervención estatal en el sector del automóvil en USA), lo cierto es que hay
otros sectores que no han de serlo completamente jamás por el importante
perjuicio e injusticia que se genera en la ciudadanía, sobre todo si pensamos
en los derechos de la infancia (véase los estragos que causó la pasada por la
derecha de Thatcher).

mok Says:
febrero 19th, 2012 a las 20:15

España: 4 meses por año trabajado, con un máximo de dos años cobrando la
prestación. (Según dices, Alemania ofrece 6 meses por año trabajado, con un
máximo de un año de prestación, pero por un importe que puede superar al
doble de la prestación máxima en España).
¿Que tenemos parecido al Hartz IV, cuyos beneficiarios no computan como
parados?.
¿Y por qué no comparamos el sueldo medio en Alemania y en España?.
Parece evidente que los menores índices de paro de Alemania se deben mas
a la forma de repartir el conocimiento que a la forma de repartir el dinero.

Bastiat Says:
febrero 19th, 2012 a las 20:23

Juan….

Y según tu… ¿qué hacer ahora?


Porque por supuesto que si se hubiera hecho caso a Hayek no estaríamos
como estamos, con una crisis de caballo en cuanto el keynesianismo se
agotó. Otra cosa es que esté de acuerdo en que la Unión soviética fuera el
resultado de haberle hecho caso, porque no, las dictaduras no nos gustan
mucho a los ciudadanos.

Es más, sacas conclusiones pasmosas como eso de que los austriacos


invertían en bolsa y ganaban como si eso les deslegitimara para decir lo que
decían. Sacas conclusiones que no se siguen de tus argumentos y pasa lo que
pasa.

Mira, si algo tienen los austriacos, aquellos que los seguimos, aquellos que
van más allá, los anarquistas, es que no creen en el principal causante de
esta situación, en el mega estado. Si piensas que un estado grande sería
mejor garantía frente al socialismo real, simplemente estás equivocado, y,
sobre todo, estás equivocado al pensar que un estado grande, megaregulador
de todo, va a beneficiar mas al débil que al fuerte, simplemente eso no será
así porque el fuerte siempre tiene más argumentos que poner sobre la mesa
que el débil, aunque sea muy numeroso, para convencer a quienes ocupen el
poder estatal. Eso es así, se ha demostrado que es así, y seguirá siendo así.
Cosas de la condición humana.

Por eso, menos los anarquistas, aquellos que creemos en la libertad


sabemos, no intuimos, sabemos, que la principal medida para lograr la
igualdad ante la ley, la justicia, la verdadera no aquella basada en
ideologías, sino en que cada uno sea capaz de vivir de lo que produce y
obtener los beneficios de aquello que intercambie, y, sobre todo, de
garantizar las mayores cotas de libertad posibles, es une estado pequeño,
pequeñito, dedicado a lo que le es propio, a garantizar la autoridad, la
justicia, la ley y la seguridad de todos.

Todo lo demás será, como ha sido, y como será siempre mientras exista,
usado por el poder para lograr aquellos que tengan más fuerza, usar al estado
en su beneficio.

Por cierto, no me has dicho quienes son los capitalistas….

Pues bien, yo te lo digo. Son aquellos que gracias a su cercanía al estado, al


manejo de sus resortes obtienen grandes privilegios y ganancias. Cuanto más
estado, mas beneficios para el capital…

A ver si lo entendéis.

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 21:02

Bastiat

- Le he descrito más arriba que aquellos que disponen de más dinero que
nadie son los que ponen las reglas. A esos me refería con lo de capitalistas.
El pequeño inversor o el mediano empresario pinta algo pero poca cosa
realmente. Con capitalistas me refería a los grandes capitalistas ,o a aquel
que tiene una depósito y cobra cuatro céntimos en intereses.

- Yo no le he hablado de un Estado omnipresente donde todo esté intervenido


o regulado. Lejos estoy de ese tipo de posiciones. Pero lejos también estoy
de ese Estado minúsculo. Hay más sectores donde la intervención de este es
importante, como importante son determinadas subvenciones estratégicas o
distribuidores de la riqueza porque así lo consideran los ciudadanos (soy
demócrata).

- Cierto, sin la aplicación de las teorías keynesianas no hubiésemos tenido


este ciclo…de enorme progreso, paz social, consumo, expansión empresarial
que hemos tenido. No se olvide de nuestra situación particular. España era
poco más que un productor de naranjas. Sin ciclo con sus crisis, pero
también sin economía, sin poder financiar gasto alguno, sin comprar la
tranquilidad en la que viven los ciudadanos instalados, sin nada.

juan Says:
febrero 19th, 2012 a las 21:37

- Que el Estado Social y democrático de derecho fue lo que nos salvó del
Estado totalitario soviético es una evidencia histórica irrefutable.

- Con una sanidad privatizada completamente sólo tendría derecho a la salud


aquel que pudiera pagársela. Habría operaciones cuyo coste sería
inasumible para el ciudadano medio que, o se la financian (cosa no siempre
posible – endeudánse de por vida y estando a merced de las prácticas no
siempre limpias de los intereses privados) o simplemente se muere. Dejaría
desprotegida a la infancia y se llenarían titulares diarios en los periódicos
contando los casos dramáticos. Eso ya se vio en el pasado, en ese pasado
donde no había regulación y la intervención en la economía era mínima,
donde estaba implantado el patrón oro. Salimos de la crisis cuando nos
logramos desembarazar de prejuicios (contra el Estado y contra la libre
iniciativa privada). Como le comenté antes, los derechos salen dinero, usted
en un sistema totalmente privatizado tiene derechos a medida que tenga más
dinero. Eso es una fuente constante de injusticias donde la dignidad mínima
salta por los aires. La gente termina, como en el pasado, revelándose contra
eso, y muchas veces ese odio se canaliza bajo formas no muy agradables. Lo
vimos con el auge de los totalitarismos. Hayek entendió una parte, Keynes
con su obra “Las consecuencias económicas de la paz”, entendió la otra.

aversiahora Says:
febrero 19th, 2012 a las 21:46

“Dado un volumen concreto de dinero tiene poder para decidir si los demás
tienen derechos o no. Y si tiene más dinero que nadie entonces decide cómo
funciona todo en todas partes”. La pregunta es: entonces, ¿qué piensas que es
el Estado? ¿Por qué el Estado habría de ser un refugio para los “débiles y
oprimidos”, en vez del arma con la que se lleva a cabo dicha “opresión”?

Y yo también creo que durante muchas décadas se compró la paz social con
una prosperidad ficticia, a base de burbujas, que tenía fecha de caducidad
(“¿Problemas a largo plazo? A largo plazo, todos muertos” -Keynes dixit).
También creo que eso impidió que fuésemos un satélite soviético. También
creo que esas decisiones económicas fueron tomadas no solo por maldad o
desconocimiento, sino por cuestiones militares, como la guerra fría.

Lo que no entiendo -dado que lo ves así- es por qué ahora te lamentas. Es
como la gente que compra con tarjeta porque le duele ver el dinero saliendo
de su mano, y luego se cabrea cuando le llega la factura a final de mes. ¡Pues
claro que iba a llegar la factura! Ahora ya está aquí la factura de las últimas
décadas. Otra cosa es que, por razones artificiales, la generación que más
disfrutó la burbuja sea la que menos va a pagar el precio. Y que la
generación que más altas espectativas tenía (“si mis padres han vivido así,
yo viviré igual o mejor” -pensaban), sea la primera en pagar y, por tanto, la
más frustrada.

Dile a esa generación que, de no haber hecho las cosas así, seríamos un país
exsoviético y ahora tendríamos el nivel de vida de Rumanía o Bulgaria, y
que por lo tanto vivirían aún peor que ahora… y ya verás lo qué te dicen. Lo
que no sé es por qué, precisamente tú, te lamentas de que vayamos a
retroceder 25 años en nivel de vida. Era inevitable.

Bastiat Says:
febrero 19th, 2012 a las 22:04

Juan, es que tu conclusión es hipotética. Es historia ficción.

La Unión Soviética es un proyecto que ya estaba abocado al fracaso al poco


de empezar y que gracias a la Guerra Fría logró un plus de publicidad
basado en la confrontación que es en sí la mecánica socialista de la lucha de
clases. Si, en algún momento, se hubiera logrado imponer a todo el
continente el socialismo real, el fracaso económico hubiera ocurrido mucho
antes. Simplemente es ineficaz.

Por tanto, tal cosa no hubiera ocurrido.

Sí es cierto que el miedo, por parte del poder del dinero y las oligarquías
varias, a que se les privara de sus medios y de su poder hizo que se
“lograra” instaurar un “Estado Social y de Derecho”, que no es más que un
sucedáneo de estado socialista con un marcado carácter paternalista al modo
moderno de Ilustración tecnocrática.

Y en esas seguimos solo que…. Fracasa.

Y una cosa es lo que queramos y otra muy distinta es lo que funcione.

No es cierto que sólo con dinero se tendría Sanidad. No es cierto, en el


sentido de que la mayoría estaríamos desamparados porque la oferta de
salud sería mucho más grande si hubiera mucho mas desarrollo. De hecho, en
los tiempos postrevolución industrial, ya estaban empezando a surgir
mayores posibilidades de asistencia sanitaria cada vez más asequible, como
empezaron a ser más asequibles los abrigos con los telares o los coches con
la producción en cadena. Simplemente, el socialismo irrumpió en ese
proceso pretendiendo una idea equivocada de justicia como es eliminar la
propiedad de los medios de capital ignorando su origen fundamental que es
el ahorro y la inversión, y no que estén dados.

Por tanto, más allá de tratar de insuflarnos tus propios medios, insisto, Juan,
porque no dudo de tus buenas intenciones, que te aclares. ¿Quieres que
sigamos usando la maquinita de hacer dinero para crear burbujas que nos
hagan pensar que somos ricos a pesar de la tremenda crisis que estamos
viviendo? ¿Sí o no? ¿O por el contrario prefieres entender una parte
fundamental de la Acción Humana, que es la que dice que “no por la
benevolencia del cervecero es por lo que tenemos buena cerveza ni por la
del carnicero la que tengamos buena carne sino por su propio interés”?

El reto está en encontrar el mecanismo más eficiente para garantizar la


libertad de las personas, no supuestos “derechos básicos” que las masas en
función del baile de las mayorías pretendan imponer a todos los demás.

Ser demócrata no elimina la posibilidad de la dictadura si no se entiende lo


importante de defender la libertad individual.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 19th, 2012 a las 22:41

Mok,

Durante los 90 y la década pasada no hubo ninguna desregulación del


mercado financiero. La causa de la expansión crediticia no es ésa, sino las
expansiones de ese monopolio estatal sobre la creación de moneda como es
el banco central: http://juanramonrallo.com/19/11/2011/%C2%BFquien-es-
el-culpable-del-exceso-de-deuda-privada/

O dicho de otro modo, si hubiese habido una desregulación financiera de


verdad, los bancos privados deberían haber suspendido pagos tan pronto
como hubieran intentado expandir artificialmente el crédito.

Juan,

Los capitalistas saldrán beneficiados de la expansión crediticia en caso de


que el Estado los rescate de sus malas inversiones (como ha hecho con los
bancos y parcialmente con las promotoras). Las empresas que se
constituyeron durante la burbuja y han quebrado no creo que hayan salido
muy beneficiadas de la misma.

mok Says:
febrero 20th, 2012 a las 9:10

Estoy de acuerdo con el hecho de que los estados abrieron la puerta del c?
edito barato, pero a partir de ahí, exceptuando las cajas de ahorros que
tienen participación política, la banca privada obró con total libertad sin
ningún tipo de impedimento ni obligación por parte del Banco de España (
otra cosa es que pensemos en una confabulación por parte del estado para
obligar a las bancos a prestar dinero a todo el mundo ). Parece que la parte
desreguladora de la ecuación tampoco funcionó muy bien.

rberzal Says:
febrero 20th, 2012 a las 10:06

Creo que todos los análisis que centran el problema del paro en los salarios
están equivocados de raiz, y por lo tanto este tambien. El problema de
españa no es que los salarios sean altos o bajos, el problema es que la
iniciativa empresarial está muy penalizada, no sólo en lo referente a salirios
si no en todo lo demás.

Si fuese fácil crear una empresa habría muchos más empresarios y menos
trabajadores, pero como en España para montar una empresa lo primero que
tienes que hacer es pagar el impuesto revolucionario al funcionario de turno
y si no te tienen el proyecto parado años y años pues así nos van las cosas.

España no tiene un problema, España es un problema en su conjunto.

Rafa_el Says:
febrero 20th, 2012 a las 11:38

mok “Parece evidente que los menores índices de paro de Alemania se


deben mas a la forma de repartir el conocimiento que a la forma de repartir
el dinero”.
Ahora lo he entendido, mira que soy torpe. España NO tiene paro y
Alemania SI que tiene, solo que ellos nos saben contar y nosotros contamos
de más.
Subamos entonces el salario mínimo a 2.000 €, pongamos la indemnización a
60 días y prohibamos los ERES. Para que todos los empleados se sientan
seguros y a salvo del paro. Ah¡¡¡¡ y olvidémonos de contar parados, que eso
si que protegerá nuestros derechos laborales………… Aunque no tengamos
ni empresas y ni trabajadores.
Será fantástico cuando miremos a nuestros vecinos europeos y nos den pena
por los pocos derechos laborales que tienen, mientras nosotros disfrutamos
del paraíso laboral……………………..

juan Says:
febrero 20th, 2012 a las 12:45

Bastiat

– Cuando uno observa qué ha modificado la reforma laboral puede pensar


inocentemente porqué nuestra legislación tenía una serie de figuras jurídicas
en las que el trabajar se apoyaba para defender sus derechos. Por qué si
debido a ellas tenemos la tasa de paro que tenemos no se habían eliminado
antes. Y siguiendo la línea hacia atrás nos vamos hacia el momento mismo
donde se implementaron por primera vez y analicemos las causas que las
motivaron. Bueno, pues ahí vemos un montón de situaciones de humillación y
explotación sin escrúpulos. La modernidad, el progreso, la “reforma” fue
hacer aquello de aquella manera para eliminar en lo posible todas esas
situaciones indeseables.

Que no se hable ahora de modernizar el mercado laboral ni de libertad sino


simple y llanamente bajar los costes laborales, aunque ello implique
retroceder en el tiempo y volver a revivir aquellas dramáticas situaciones.

– Yo no defiendo ni muchísimo menos que el Estado esté omnipresente en


todo sino en aquellos sectores donde sea imprescindible su actuación para
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Y resulta esencial la
existencia de Instituciones que haga inspecciones laborales y sanitarias, que
velen por la competencia, que se ocupen de la seguridad, que protejan a la
infancia más allá de la situación financiera de sus padres,etc. Y si en algún
momento hay que nacionalizar un sector pues se hace y punto, aunque luego
lo privaticemos una vez pasada la tormenta. Porque defiendo la libertad
individual es porque defiendo la presencia de unos organismos públicos
democráticos y transparentes, porque sé de lo que es capaz la iniciativa
privada cuando se siente libre para hacer lo que le da la gana. Y lo vamos a
comprobar en los próximos meses a medida que vayan saliendo todo tipo de
situaciones injustas derivadas de esta nueva reforma laboral.

- No por implementar un “modelo liberal” los ciudadanos van a ser más


libres. Ya le comenté que en un modelo así llevado al extremo uno tiene
derechos y “libertades” en función directa del dinero que tienes. Algunos
mecanismos de redistribución “coaccionadora” de la riqueza invierten en
parte esto, sintiéndose las personas que son ciudadanos.

mok Says:
febrero 20th, 2012 a las 13:51

Rafa, puestos a llevar las cosas al absurdo imaginemos a nuestros


trabajadores encadenados con grilletes a sus puestos de trabajo…como
mejoraría la economía del país.
El dinero en Alemania está mas repartido que en España, las estadísticas los
dicen. Y el conocimiento también . La relación entre empresas y
universidades es mas fluida que en España.
Ya que parece que Alemania es el gran ejemplo a seguir para algunos,
espero que no se olvide que aunque en los últimos años el gobierno alemán
está abrazando política neoliberales, su estado de bienestar (soportado por
una alta carga tributaria) todavía sigue siendo mas sólido que el español.

Bastiat Says:
febrero 20th, 2012 a las 14:12

Juan….. con un crecimiento del 4% España no bajó del 9% de paro…

Que ya lo quisiéramos ahora…

Y eso usando a todo meter la maquinita de hacer dinero.

¿Qué hacer pues?


Fernando Says:
febrero 20th, 2012 a las 18:40

…aunque ello implique retroceder en el tiempo y volver a revivir aquellas


dramáticas situaciones.

La situación más dramática que existe es el paro.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 9:59

Me ha costado un buen rato mirar todos los comentarios, en especial los que
le ponen pegas al Profesor. Buscaba sobretodo ver si alguno de los que
supuestamente claman por los “derechos” del trabajador se daban cuenta del
GRAN TIMO a los que NOS somete la regulación laboral actual (antes Y
DESPUÉS de la reforma) a los trabajadores:

- TODO coste salarial para el empresario o empleador es SALARIO


POTENCIAL del trabajador.

TRADUCIDO: ESO de la parte de las cotizaciones que paga el empresario


ES UN CUENTO CHINO, sale del sudor de la frente del trabajador, porque
si el trabajador no lo produjese, entonces el empresario NO lo pagaría…
bueno a no ser que Socialista, Mok y Juan le apuntasen con un arma al
empresario en cuestión, claro.

Es decir, los 641€ son realmente casi 750€/mes.

Por cierto, el cuento de las 14 pagas también se las trae, pues por un lado
parece que el sueldo es más bajo de lo que es, ¡y por otro te están retrasando
1/14 de tu sueldo 6meses y el otro un año completo!

Todos los intereses de esos sueldos pueden parecen poco, pero en empresas
grandes puede ser una pasta. Lo malo no es eso, pues es algo negociable: Lo
malo es que la gente se piensa que tener 14 pagas es guay, un “derecho
adquirido” de esos.

Ténganlo claro, mejor 12 pagas a mes vencido a que te retengan ningún pago
más de un mes, ni mucho menos 6 o 12. De hecho, de eso se trata el tema del
capital, el capitalista adelanta los pagos a los proveedores y sus
trabajadores sin esperar a los frutos de su producción, de lo contrario estos
serían socios o inversores.

El trabajador español para trabajar legalmente debe percibir 750€brutos al


mes, de los cuales luego el Estado ya le quitará algo. Pero al mismo tiempo
resulta YA le están quitando un 25-30% de su SALARIO POTENCIAL,
porque para que la nómina le marque 750€/mes el empresario paga casi
1000€.

Es decir, llega el estado y se lleva un pico importante de un sueldo que


muchos ya lo denominan de miseria para, supuestamente ofrecer ciertos
seguros sociales y servicios… servicios que los que tenemos menos de
40años sabemos que no vamos a oler (y si no lo sabían, pues vayanlo
sabiendo ya)

Para cuando los treintañeros lleguemos a los 67 o 70años (si llegamos) la


edad de jubilación estará en los 75 u 80, pues el timo piramidal de la
seguridad social habrá petado un par de veces más y lo habrán tenido que
remodelar (es decir, reconocer una “quita y una espera”)

No estaría de más pues que, al menos para nuevos contratos y como mínimo
en los tramos más bajos de sueldo, el Estado soltase esa presa y la gente
pudiese cobrar 800 o 900€/mes sin por que por ello peligre su puesto de
trabajo, es decir, sin que el coste total para el empresario tenga porque subir.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 11:26

Josvagz

- De entrada no escupas para arriba que mañana puedes tener una larga y
grave enfermedad o un accidente importante y utilizas los servicios públicos
por el equivalente de 50 ancianos.

- Nadie te ha dicho que tienes que emplear a un trabajador a tiempo


completo. Es habitual en este país, para ahorrarse parte de las cotizaciones,
contratar a tiempo parcial o hacer contratos menores y tener a la gente
trabajando más tiempo. Puedes contratar por horas, semanas, meses, en los
turnos que quieras y pagando casi lo que quieras.

- Un empleado no se vuelve más productivo bajándole el sueldo, lo que se


consigue hacer con eso es rebajar unos costes laborales que ya veremos qué
se hace con ello. Incluso hay cituaciones que resulta todo lo contrario. Te
voy a poner un ejemplo que me contaban hace ya mucho tiempo. Resulta que
los camareros de un hotel cobraban una comisión por cantidad de bebida
aloohólica que logran que los clientes consmieran Claro, el camarero se
esforzaba en presentar los mejores vinos y en intentar que los clientes se
echaran su copa después del almuerzo. Llegó un nuevo jefe y suprimió este
complemento para “ahorrar costes”. Claro, los camareros se limitaron a
tomar la comanda. Este amigo me decía que la venta de bebida era similar
(la gente seguía bebiendo vino) pero la caja que se hacía era muy inferior (se
vendía de mucha menos calidad).

- Hay gente que no desea ser despedida de una empresa o gente que desea
entrar en una empresa por las buenas condiciones que tiene con sus
trabajadores.Incluso hay empresarios amigos míos que les han dicho a sus
empleados “yo no voy a bajaros el sueldo”. Estos empleados te responden,
su fidelidad e implicación en tu proyecto es mayor. En España seguimos
pensando en la pistola en el pecho para aumentar la rentabilidad. Y
preferimos a nivel nacional estimular el frentismo y la mala leche. Es
inadmisible que un presidente del Gobierno se enorgullezca de las posibles
movilizaciones que habrá contra sus reformas, para vender en Europa que ha
hecho algo. Hoy en día así no se hacen las cosas.

- Aquí el ciudadano medio está percibiendo que todo son palos (y ninguna
zanahoria): menos sueldos, peores condiciones, más impuestos, degradación
de servicios públicos, limitación de libertades. Ustedes están convencidos
que así sacamos el país para adelante. Veremos.

Spencer Says:
febrero 21st, 2012 a las 11:51

Un par de apuntes, si me lo permitís:

Alguno de vosotros está diciendo que si se desregularizara el mercado


laboral volveríamos a unas condiciones de trabajo decimonónicas, propias
de la época de la Revolución Industrial. Pues no. Básicamente por que se
han dado una serie de mejoras tecnológicas, gracias al mercado, que impiden
volver a esa situación, de la misma manera que en la Revolución industrial
se produjeron una serie de innovaciones y mejoras (máquina de vapor,
mejora de la industria siderúrgica, revolución agrícola y demográfica…) que
hicieron muy improbable, por no decir imposible, la vuelta a condiciones
anteriores, peores, pese a lo que se suele decir; y el el cambio
socioeconómico, a modo de proceso. Esto se ha dado en muchas ocasiones a
lo largo de la Historia. Ejemplos de ello serían lo que conocemos como
Revolución Neolítica o la Revolución Feudal.

Por cierto, por lo menos en España, lo que impidió una república soviética
fue la victoria del bando nacional en la Guerra Civil, y la posterior dictadura
de casi 40 años, para bien o para mal.

Un Saludo

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 12:33

@juan

No se revuelva usted contestando a lo que yo NO he dicho:

“De entrada no escupas para arriba que mañana puedes tener una larga y
grave enfermedad o un accidente importante y utilizas los servicios públicos
por el equivalente de 50 ancianos.”

Yo no he hablado de QUITAR las cotizaciones, simplemente liberarlas:

1) QUE APAREZCAN en la nomina de TODOS los contratos (viejos y


nuevos), lo contrario es UNA ESTAFA que nos hace el Estado. Además, así
se eliminaría de un plumazo ese fraude tan extendido en el que algunos
empresarios NO pagan las cotizaciones al empleado y como este no las ve se
cree que todo esta bien. ¿Que sentido tiene ocultarlas? Pues simplemente que
la gente no veo todo lo que el estado chupa, yo no veo otra.

2) Que en nuevos contratos, especialmente los de menor remuneración, se les


permita a los empelados hacer uso de parte de su cotización, es decir, cotizar
un 20% en lugar del 100% y cuando vengan mejor dadas ya cotizará el 100%
o el 180% si le place (y cree que merece la pena) Tal como estamos ahora
no se puede hacer para todos los contratos que sería lo suyo en el futuro,
pero para los nuevos y los que NO SE HABRÍAN CREADO de otra forma
quizá si, para el Estado es mejor ese ingreso del 20% de cotización mínimo
que esa misma persona consumiendo paro en el otro lado o no aportando
nada.

3) Que en el futuro se deje a los viejos contratos también esa libertad sobre
las cotizaciones a cambio de renegociar las viejas clausulas como el coste
del despido etc.

Esto para empezar, pero aún hay más.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 12:36

@juan

“- Nadie te ha dicho que tienes que emplear a un trabajador a tiempo


completo. Es habitual en este país, para ahorrarse parte de las cotizaciones,
contratar a tiempo parcial o hacer contratos menores y tener a la gente
trabajando más tiempo.”

Luego admites que las cotizaciones tal cual están generan problemas y
efectos secundarios… no está mal!

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 12:46

@Juan

“- Un empleado no se vuelve más productivo bajándole el sueldo,… ”

¿De donde te sacas que yo haya dicho que se deba bajar el sueldo en el otro
comentario?

Lo que digo es que hay MARGEN (un 25-30%) incluso en los salarios más
bajos para que, SIN SUBIR el coste al empresario (o incluso bajándolo un
poco) el empleado COBRE MAS, al menos mientras lo necesite o lo
considere necesario.

Para ello solo hace falta que el Estado “suelte la presa” un poco y renuncie a
una parte de esos “ingresos potenciales” que, en realidad, son tan irreales en
muchos casos que convierten un posible contrato y cotizante en un parado
demandante de prestación.

Si la caja está mal ahora se entiende que no “suelten la presa” para los
contratos viejos (en vigor, que se firmaron como se firmaron) o aquellos
alejados del SMI, pero para contratos nuevos y cercanos al SMI, que no se
hubiesen producido con la regulación previa a ‘soltar la presa’, se
convertirían en ingresos lo que por avaricia estatal antes eran gastos… lo
digo porque ya se que la ganancia de libertad del empleado no la valoran,
quizá los ingresos extraordinarios si.

Y por favor, no intentes contarnos a los liberales seguidores de la Escuela


Austriaca la importancia de la MOTIVACIÓN en la ACCIÓN HUMANA.
Mejor vete a explicársela a los Keynesianos, que parece que la ignoran
bastante más.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 12:49

@juan

“- Hay gente que no desea ser despedida de una empresa o gente que desea
entrar en una empresa por las buenas condiciones que tiene con sus
trabajadores.Incluso hay empresarios amigos míos que les han dicho a sus
empleados “yo no voy a bajaros el sueldo”.”

Lo que demuestra que:


A) No todos los empresarios son empresaurios o malvados del monopoly.
Los hay con dos dedos de frente y tratan a sus empleados como lo que son,
socios-proveedores esenciales en su proceso productivo.
B) Que los (demás) empresarios no podrán pagar lo que les de la gana, sino
que tendrán que pagar los sueldos “a precios de mercado”. Vamos, lo que
nos hemos hartado de decir aquí mil veces.
josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 13:00

@juan

“En España seguimos pensando en la pistola en el pecho para aumentar la


rentabilidad. Y preferimos a nivel nacional estimular el frentismo y la mala
leche. ”

Cierto, eso de “la pistola en el pecho” es muy de intervencionistas. Unos, los


conservadores de los que te quejas tu VIOLAN la libertad en un sentido y
vosotros, los socialistas, la VIOLÁIS en el otro: por ejemplo, aquí en estos
comentarios solo os ha faltado pedir una ley que obligue a los empresarios a
contratar a la gente por un coste salarial total de 14000€ o más al año aunque
no les produzcan ese dinero y palmen pasta.

Aquí los únicos que vemos SIEMPRE cuando alguien le pone una “pistola en
el pecho” a otro somos los que basamos nuestro razonamiento siempre antes
en la libertad individual, no en consignas de luchas de clases y demás.

Se os olvida SIEMPRE que la regulación laboral, el derecho laboral, el


único problema que tiene realmente no es existir, SINO que es
OBLIGATORIA incluso para el trabajador, es ilegal trabajar por debajo del
SMI, ¡aunque quieras hacerlo! es ilegal que el trabajador pueda disponer de
sus cotizaciones o negociar con ellas, ¡hasta es ilegal renunciar a parte de las
vacaciones a cambio de dinero!

En el fondo si estoy de acuerdo en que en España hay mentalidades muy


retrogradas, pero las hay TANTO en el consejo de administración de las
empresas COMO entre los propios trabajadores. Ambas son
contraproducentes, pero las de los empresarios al menos solo afectan a la
marcha de su empresa (allá ellos) mientras que las de los empleados, al ser
tan extendidas, son una pesada losa para la sociedad en su conjunto.

Socialista Says:
febrero 21st, 2012 a las 13:08

Vamos a ver, hasta la presente reforma laboral en España se podía contratar


indefinido con bonificaciones de hasta casi el 100% de los gastos de
seguridad social durante los dos o tres primeros años. Esa cantidad podía
ser inferior, y también superior, dependiendo de la edad, sexo, tiempo en el
paro, comunidad autónoma … de la persona contratada. Eso sí, tienes que
proveer el posible despido.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 13:14

“- Aquí el ciudadano medio está percibiendo que todo son palos (y ninguna
zanahoria): menos sueldos, peores condiciones, más impuestos, degradación
de servicios públicos, limitación de libertades. ”

En esto estamos de acuerdo, el gobierno actual es demasiado parecido al


anterior, no saben recortar, solo subir impuestos. No he oído nada
liberalizador ni tampoco derogar muchas de las leyes liberticidas de ZParo

“Ustedes están convencidos que así sacamos el país para adelante.


Veremos.”

Pues yo no, la reformilla es mucho menos reforma de lo que la pintan todos y


no toca lo que tiene que tocar, las cotizaciones al menos para contratos
nuevos y de remuneración baja (mientras las arcas no permitan otra cosa)

Una reforma sencilla y ambiciosa sería que, sin tocar el derecho laboral, se
cambiase simplemente el renglón donde obliga a su cumplimiento incluso en
contra de la voluntad del propio trabajador, de manera que este pudiese
renunciar a algunos de sus artículos, según el caso.

Con ese cambio en el renglón y respetando los contratos en vigor ya


tendríamos una reforma de verdad.

No deja de ser verdad que, con 5-6millones de parados seguir hablando del
coste del despido para NO hablar de las cotizaciones, es tontería.

No digo que el coste del despido no influya, digo que influye menos y que se
nota más su “efecto beneficioso” al principio de la crisis, cuando las
empresas que empiezan a ir mal pueden despedir antes y da tiempo a que las
que NO van tan mal absorban rápidamente la nueva mano de obra disponible
SIN subida de precio (o con algo de bajada) Pero en la situación actual de
estancamiento generalizado, el despido se produce de todas formas y luego
lo que hace falta es que la contratación sea más barata, no el despido:

- Las cotizaciones pesan un 30-40% de coste extra.


- El despido pesa ahora poco más de un mes de coste extra al año, es decir,
1/12=8,3% y antes (con 45) pesaba 3/24, es decir, un 12,5% aún así muy por
debajo del 30-40% de las cotizaciones.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 13:23

@Socialista

Y dale con las “bonificaciones”.

Bonificación = “primero te lo quito y luego te lo descuento previo gasto de


ver si cumples o no. Por el camino de paso se ha malgastado dinero del
contribuyente y no le llega a todos los que ‘lo merecen’ mientras que algunos
que ‘no lo merecen’ lo pillan”

NO, lo que hay que hacer es devolver las cotizaciones a SUS DUEÑOS, los
empleados, (ES MENTIRA que las paguen los empresarios, es una
estratagema contable). Se debe hacer al principio al menos a los que de otra
forma estarían en el paro, y que se las gestionen hasta en un 70 u 80% a su
gusto, para que no pasen tantas estrecheces como en el paro o cobrando los
“miseros” 641€/mes.

¿Cual es la justificación que encuentran ustedes para?


-Que las cotizaciones NO aparezcan en la nomina.
-Que los empleados, al menos los que menos ganan y en contratos nuevos
desde hoy, no puedan echar mano de parte de esas cotizaciones.

Pues eso, nada justifica la mentira, el engaño y el robo que esto supone a la
gente, sobre todo a la que menos ganan o a los que los condena al paro y a
cobrar exactamente 0€ al mes.

mok Says:
febrero 21st, 2012 a las 14:37
Interesante lo que comenta josvazg, parece que en la nómina no vienen
reflejados todos los conceptos del sueldo…, habrá que votar para que
aparezcan, y de paso que alguien invente el concepto sueldo bruto.
Por otra parte, al igual que pago seguro del hogar y de coche, se que tengo
mi salud garantizada por pagar un “seguro” en mi nómina que me da acceso a
uno de los mejores sistemas sanitarios (tanto públicos como privados) de
todo el mundo. La calidad de la sanidad no consiste solo en esperar menos y
en tener un ramo de flores en una habitación individual.
Por cierto, trabajar por debajo del SMI no es ilegal, es alegal.

Socialista Says:
febrero 21st, 2012 a las 14:51

Bueno, eso es así, no entiendo por qué le molesta, pero contratar en nuestro
país no ha sido nunca un obstáculo, el menú es muy variado y para todos los
gustos.

Las cotizaciones del trabajador aparecen en su nómina, pero vamos, tampoco


veo obstáculo que aparezcan las cotizaciones que corresponden al
empresario y no al trabajador.

Proponer que los trabajadores determinen sus cotizaciones, o incluso que no


las paguen es una opción, pero claro habrá que hacer las cuentas y tal vez
veamos que se cae todo el sistema de pensiones o todo el sistema sanitario.
De todas formas en España, durante mucho tiempo, gran parte de los
trabajadores no estaban obligados a cotizar SS, o tenían seguros privados o
directamente no tenían nada. Ni les cuento como eran los servicios que
recibían.

aversiahora Says:
febrero 21st, 2012 a las 14:55

¡Bien! Entonces, seguimos en lo mismo. Si tenemos un 25% de paro, y no


vamos a crecer en muuuuucho tiempo, y cada año la población activa crece
en… digamos… un 2%, es decir, casi medio millón más al año, solo hay una
salida al paro, que no es otra que bajar los salarios. ¿Que se hace vía
cotizaciones sociales en vez de vía nómina? ¡Vale! El problema es ese: que
alguien tiene que pringar. Ahora pringan los parados. Vía nóminas, pringan
los trabajadores. Vía cotizaciones, pringan pensionistas y demás perceptores
de rentas, como parados con prestación.

Trabajadores: 17 millones.
Pensionistas: 9 millones.
Parados: 6 millones.

¿Por qué creéis, entonces, que la sociedad “ha decicido” que pringuen los
parados? Cuando digo “ha decidido” me refiero a esos mecanismos
enrevesados, indirectos y complejos por los que las sociedades “deciden”
por dónde hay que ir y que podemos resumir, un tanto imprecisamente, como
democracia.

Otra cosa es que entre los trabajadores haya dos grandes grupos: los que
cobran bien y están blindados, y los que llevan 10 años cobrando 1000€. Esa
fractura los divide en dos grupos que no comparten objetivos. Es más,
viendo esta crisis, es posible que mucho mileurista perciba que habría que
aliarse con los parados, para ir librándose de la gente “blindada”.

A lo mejor, todo se reduce a que este último grupo ya solo suma unos 6
millones de personas y ya no son mayoría electoral: suman tantos votos
como los parados.

Los partidos políticos hacen estudios de este tipo. Es como los estudios de
mercado que hace una empresa antes de instalarse. Ellos hacen “estudios de
voto”.

Socialista Says:
febrero 21st, 2012 a las 15:11

Yo creo que debe mirar bien los datos, porque da la sensación que no se
entera. La inmensa mayoría de los trabajadores en España tiene salarios de
miseria, ya lo puse en un comentarios anterior: en 2010 había casi 8.000.000
de trabajadores cuyos salarios no llegaban a los 850 euros.

También lo he repetido en numerosas ocasiones: los trabajadores pierden y


ganan los beneficios empresariales. Vamos que aquello de los ricos más
ricos y los pobres más pobres sigue siendo rabiosa actualidad.

Pensar que dejando que los ricos sean todavía más ricos vamos a conseguir
que los pobres dejen de serlo es una utopía, aunque yo lo llamaría solemne
tontería. La utilidad marginal de la riqueza y el ansia, lo que de pequeño
decíamos “la avaricia rompe el saco”, no tiene límite, y si lo tiene está cerca
del infinito. Ya no hace falta como con el tio Gilito que se bañaba en sus
monedas de oro y necesitaba grandes espacio para sus riquezas, ahora se
trata de una simple anotación en una pantalla, un simple número.

La única libertad que tiene el ser humano es la de ser pobre, esa nadie la
discute. Pensar que existe el libre mercado en una sociedad con empresas
macrogigantes, con unas necesidad bestiales de capital, con unas inversiones
impresionante, con una necesidad de técnicos y procesos tecnológicos
extremadamente complejos, es creer en Santa Claus.

Si quieren conocer el libre mercado les voy a dar dos recomendaciones. Una
cerquita, la medina de Fez en Marruecos y otra un poco más lejos, cualquier
mercado en China.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 21st, 2012 a las 15:21

Socialista,

No sé de donde sacas esos datos. Según el INE, en 2009 (última encuesta de


estructura salarial disponible) sólo el 1,35% (unos 215.000) de los
trabajadores a tiempo completo cobraba el SMI. El 33,5% (unos 5.600.000),
cobraban entre 1 y 2 SMI, es decir, entre 730 y 1450 euros brutos al mes.
Otro 31% (otros 5.000.000) cobraban entre 2 y 3 SMI (entre 1450 y 2.200
euros al mes. El resto (33% u otros 5.300.000 millones) cobraba más de
2.220 euros mensuales. Repito, no sé de dónde te sale que 8.000.000 cobran
menos de 850 euros.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 15:33

Sr. Rallo

También es necesario ver la tendencia. Algo importante para quienes tocan


campanas cuando piensan que los beneficios extra que va a dar la reforma
laboral a los empresarios se va a traducir en empleo:
http://www.vnavarro.org/?p=5740

Josvazg

– En el fondo quiere usted bajar las cotizaciones. Vale. Sabemos que la


merma de ingresos al Estado va a ser muy importante. Si ahora se están
restringiendo el uso de gazas y determinadas pruebas a los recién nacidos no
me imagino qué vendrá después. A no ser que busquemos los ingresos por
otro lado: vía lucha contra el fraude, hacer pagar a los grandes patrimonios y
corporaciones, incorporar algún tramo más en el IRPF, retomar el impuesto
sobre sucesiones y elevarlo,etc. Y por supuesto no me olvido de cortar el
despilfarro de las corporaciones locales, las diputaciones (esas que Rajoy
dice que no va a eliminar aunque no valen para nada). Es decir, recorto
impuestos pero que eso no implique una sanidad del Congo o una educación
para ricos, porque en la formación de los ciudadanos y en su bienestar nos
jugamos la productividad del futuro.

He aquí cuando muchas veces digo que la reforma ha de ser global e


incorporar elementos de oferta y demanda. Pero a nivel europeo. De lucha
contra el fraude y adopción de políticas presupuestarias a nivel comunitario,
con una armonización fiscal, un Tesoro y un BCE actuando con la
contundencia que lo ha hecho la Reserva Federal.

- Algo más que la flexibilidad laboral hace falta que el mundo funcione,
como prueba este breve análisis del mercado laboral alemán, que por cierto
maquilla bien algunas cifras. Lo digo por aquellos que dicen que nos
tenemos que parecer a Europa. ¿Pero en todo o sólo en la parte que nos
interesa? (comento esto porque se supone que es la locomotora de Europa y
la que está imponiendo ahora sus reglas al resto).

http://economia.elpais.com/economia/2012/02/17/actualidad/1329511787_225495.html

- Curiosamente la actual reforma ahonda en la dualidad del mercado laboral.


Será que no podemos hacerlo de otra manera. Provocará mayor rotación y
producirá un cambio de empleo viejo por uno nuevo muy barato. No sé qué
tiene que ver esto con la productividad. Las empresas donde la calidad de la
tecnología es muy alta están en otra honda porque emplean mucho tiempo y
recursos en formar a un empleado.
- La inestabilidad social y económica de un país es importante para que los
demás se fíen de nosotros. Y eso con un panorama de huelgas, descontento,
dramas humanos y batallas campales no se arregla. La zanahoria es también
importante. A ver cuándo nos damos cuenta en la importancia de que exista.

Spencer

Mire, hasta Pinochet se quitó de en medio pasados unos años. Siempre me


parecerá curioso tanta crítica a que ningún burócrata es nadie para tomar
decisiones cuando el mercado es más eficiente pero luego defienden que un
tipo cualquiera imponga que yo no tenga derecho a la libertad de expresión o
asociación. Y más me sorprende cuando Franco se caracterizó en una buena
parte de su mandato por su autarquía, nacionalizaciones e intervencionismos
varios. Si la República lo hubiese hecho mal la gente la hubiera tirado en las
siguientes elecciones. Pero no hubo tiempo a eso. Cuatro energúmenos se
creyeron que pensaban mejor que la gente (que el mercado vaya) y
decidieron que por delante nos quedaba aguantar con el caciquismo, la
España negra y profunda, la represión y el subdesarrollo. Esta defensa de lo
más bajo que ha caído nuestro país no puede defenderla uno que se abandera
liberal.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 21st, 2012 a las 15:39

La tendencia es que los salarios han seguido subiendo en España, sólo tienes
que mirar la última encuesta de coste laboral del INE. Otra cosa es que
caigan las rentas salariales, lo que significa una cosa: los salarios suben a
costa de condenar a más gente al paro. O dicho de otro modo, si algunos
salarios bajaran, el paro sería menor.

Socialista Says:
febrero 21st, 2012 a las 15:42

El dato lo obtuve de un artículo de Manuel Lago:

nuevatribuna.es/opinion/manuel-lago/2012-02-14/una-contrareforma-
laboral-para-bajar-los-salarios/2012021420091300333.html

Concretamente el párrafo dice: “No es cierto que una supuesta rigidez de la


negociación colectiva haya provocado un aumento insostenible de los
salarios de los trabajadores españoles. Con los datos oficiales de la Agencia
Tributaria sabemos que, con los datos de 2010, el salario medio en España
es de 1.365 euros brutos al mes en catorce pagas pero que 7.842.299
asalariados cobran una nomina que no llega a los 850 euros netos al mes.”

Habla de netos y no parece muy desviado frente a los datos que usted aporta.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 21st, 2012 a las 15:46

O sea, que si mañana el Estado sube los impuestos sobre la renta al 90%, ¿al
empresario se le abarata el coste de contratar a los trabajadores?

mok Says:
febrero 21st, 2012 a las 15:54

Volviendo al objeto del artículo, Juan Ramón Rallo afirma que el salario
mínimo vuelve a muchos parados inempleables, pero ¿quien va a contratar si
sus productos no tienen salida?. Al fin y al cabo el salario del trabajador se
ve reflejado en el precio de los productos. Se puede el precio rebajar
aumentando la productividad o incurriendo en triquiñuelas que todos
conocemos (competencia desleal), pero todas las empresas dentro del
territorio nacional compiten en igualdad de condiciones (y con una ventaja
salarial respecto a la mayoría de competidores europeos).
El problema radica no en el precio de los productos ( precio que ya estamos
acostumbrados pagar), si no en que los productos que se fabrican en España
tienen poca salida.
Se señalan muchas deficiencias del sistema, pero hasta que el sistema no se
cumpla escrupulosamanete ( o que al menos los niveles de fraude no sean tan
escandalosos ), no sabremos que parte del sistema es la que falla.

Socialista Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:02

Sobre los costes:


economia.elpais.com/economia/2011/03/16/actualidad/1300264374_850215.html

Vuelvo a repetir, los salarios en España son baratos, muy baratos. Los costes
de nuevas contrataciones llevan años subvencionándose de manera que
también han sido baratos, muy baratos.

Nuestros problemas, los problemas de la economía española no están en los


costos laborales, están en nuestro tejido productivo y nuestra estructura
empresarial. Podrán seguir por el camino de la devaluación salarial, de la
pérdida de condiciones laborales, por el empobrecimiento de la mayoría de
la población, pero lo que único que van a conseguir es precisamente eso.

Bastiat Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:05

Juan a ver si fijas los items….. Hay cinco millones de parados ¿cuál es la
solución que propones?

Otro, el estado está técnicamente quebrado ¿solución?

Yo estoy de acuerdo en eliminar las diputaciones y las comunidades


autónomas…. Son sólo manera de separar a los ciudadanos conforme a
conceptos de origen nacionalista y que buscan la división de la población
por regiones a base de legislaciones diferenciadas afectando a los derechos
de los ciudadanos.

Sería una manera. Pero eso equivale a dejar en la calle a mucha gente.

Y a mucho político que no está nada más que para vivir a costa de los
ciudadanos. Y por eso me gusta.

Por otro lado: impuestos… Hablas de mejorar la lucha contra el fraude y


poner impuestos a los más ricos… ¿Sabes qué consecuencia tiene el subir
los impuestos a los ricos? ¿Sabes porque Zapatero no eliminó las
SICAV????? ¿Lo sabes?

Pero es que, en el fondo, amenazas con la violencia social… Mira, si la


educación pagada con impuestos y la sanidad pagada con impuestos es
garantía de que no exista violencia, lo que me estás diciendo es que todos
tenemos que conseguir apaciguar a todos a base de robarnos entre todos
mutuamente…. Lo que yo decía: Es estado no es más que esa ficción por la
cual todo el mundo pretende vivir a costa de los demás.
Juan. Que no. Que hay que conseguir crear riqueza. Y para ello tenemos que
tener el estado del bienestar que podamos pagarnos. Y siempre es primero
crear riqueza y luego repartirla. Y NO se crea riqueza dándole a la maquinita
de hacer dinero. ¿Lo entiendes?

mok Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:07

El mercado, que es muy libre, ha dicho, no nos interesan muchos de los


productos que se fabrican en España. Y desde sectores próximos a los
empresarios se dice: “A lo mejor si los vendemos mas baratos comienzan a
interesarle al mercado”. Y un chino que pasaba por ahí dijo: “pues vais
listos”

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:09

@juan

” En el fondo quiere usted bajar las cotizaciones. Vale. Sabemos que la


merma de ingresos al Estado va a ser muy importante. ”

NO. De hecho soy consciente de que las arcas del Estado ya están bastante
mal a día de hoy, por ello no conviene bajarle ingresos con los que ya
contaba. Por eso digo que lo suyo es que se permitiera la flexibilidad de la
cotización EN contratos NUEVOS y de BAJA REMUNERACIÓN (cercanos
al SMI), es decir, en los que NO HABRÍAN LLEGADO A EXISTIR de otra
forma.

Además, si luego la situación da para ampliar la flexibilidad a más contratos


¿porque iba la gente a NO querer cotizar si lo que reciben a cambio es tan
bueno como ustedes dicen que es? ¿no es una incoherencia por su parte?

“Si ahora se están restringiendo el uso de gazas y determinadas pruebas a los


recién nacidos no me imagino qué vendrá después.”

Eso es lo que tiene la gestión pública. El pan sigue llegando a las panaderías
sin problemas y sin fluctuaciones graves del precio – Es lo que tiene el
mercado LIBRE por otro lado.
“Es decir, recorto impuestos pero que eso no implique una sanidad del
Congo o una educación para ricos, porque en la formación de los ciudadanos
y en su bienestar nos jugamos la productividad del futuro.”

No siempre la cantidad de dinero invertida en algo es proporcional a la


calidad que se obtiene finalmente. Y con temas gestionados por lo público
MENOS que NUNCA.

Un ejemplo real: La educación no ha hecho más que deteriorarse desde hace


tiempo (ahí están todos los exámenes e indicadores internacionales donde
cada año fracasamos más que el anterior). Mientras, ZPARO no paraba de
vanagloriarse del aumento del gasto (del contribuyente, no suyo) en
educación. MAS DINERO=PEORES RESULTADOS, no es intuitivo pero
puede ocurrir y de hecho así ha ocurrido.

Ahora MISMO ya la educación en España es para ricos, pues es cara y la


pública no es más que un aparcamiento de niños y jóvenes donde no
aprenden casi nada y si te descuidas te los adoctrinan según la ideología del
partido en el gobierno de turno. Lejos quedan ya los días de nuestra juventud
en los 80 o 90 donde la educación pública era mejor que la privada, ahora o
la formación o la pagas o no la obtienes por ningún lado.

¿Y la sanidad? Pues que quiere que le diga, va por el mismo camino. Cada
vez la atención es peor, las esperas para operarte más largas. El sistema es
lento y caro.

Tan lento y caro que luego cuando comparas su efectividad medida en


curaciones de cáncer conseguidas (o menor mortalidad) lo mismo ves que
hasta “la MALVADA” sanidad americana obtiene mejores ratios… y no
porque aquí haya peores médicos, sino porque todo es más lento y el tiempo
en enfermedades como el cáncer es esencial, no espera colas.

Pronto la gente se dará cuenta que la sanidad no es tener una cama


garantizada, sino que realmente te curen.

Lo mismo que se darán cuenta de que pagan y pagan cotizaciones y seguros y


pensiones sociales de los que cada vez obtienen menos…
SEPE Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:11

Socialista, 8 millones cobrando 850€ y las playas en verano llenas??? la


ocupación hotelera ahí la tienes y nadie se pierde ni una fiesta? Tus datos
chocán, ya no con lo que dice el profesor, si no con la cruda realidad.
Yo creo que los salarios que se cobran en España van a razón del ritmo de
vida español, lo que los ha desvirtuado ha sido el precio de la vivienda, que
para pagar la letra de una hipotéca tienes que hechar o tres cuartas partes o
mas del sueldo. por lo demás, el salario va acorde con el nivel de vida
español. Pasa lo que pasa, que la envidia es el 2º deporte español despues
del futbol, y miramos a Alemanes, etc.
Un colega mío se fue de erasmus a Rumanía y era uno de los tíos más ricos
del país y sin embargo en España un simple estudiante pelao!

Un saludo.

Bastiat Says:
febrero 21st, 2012 a las 16:12

En los costes laborales tienes que incluir los costes del despido. Y como ya
puse el otro día, en España es de los más altos. Y si con un crecimiento del
4% del PIB (aunque vale para lo que vale) no bajamos del 9% en el mejor
de los mundos de la expansión monetaria de corte keynesiano….. Ya me
dirás. Y eso usando para el crecimiento una industria intensiva en mano de
obra como es la construcción.

¿Y sigues diciendo que el problema no es la legislación laboral?

A ver si nos vamos enterando. El tejido productivo lo crean los empresarios,


y lo crean conforme al marco regulatorio que exista. Si en Este País invertir
en investigación no es rentable, si el crear nuevas empresas siempre se hace
conforme al arreglo con algún político de turno, si se establece la creación
de nuevas empresas a base de subvenciones en aquellas industrias que el
político estime oportuno por su imagen pública (Industria solar, desaladoras,
molinillos,….) no estamos creando tejido productivo sólo industrias
dependientes del subsidio…

Si, además del marco regulatorio laboral….. hay un problema de estructura


productiva, la heredera del franquismo y que tanto gusta al socialismo, la
subvencionada.

mok Says:
febrero 21st, 2012 a las 17:06

Correcciones a algunos comentarios:


No se puede comparar en igualdad de condiciones ratios de éxito entre un
sistema universal y otro excluyente. (Sanidad en España vs Sanidad en
EE.UU., donde los seguros médicos se rigen por cláusulas que pueden no
cubrir enfermedades muy costosas de tratar. Es lógico que aquí, que se trata
a todo el mundo, el sistema sea mas caro.)
El sector productivo lo crean los BUENOS empresarios.
Invertir en investigación no es ni poco ni mucho rentable: es arriesgado, aquí
y en Pekín…
En los colegios públicos se adoctrina…Pues yo conozco profesores de la
pública de todas las ideologías, hasta neoliberales, no crean. En cambio en
la educación privada de corte católico…
Invertir en renovables es MUY lógico, pues el sector energético es el
principal sector estratégico.

Rafa_el Says:
febrero 21st, 2012 a las 18:34

mok “El sector productivo lo crean los BUENOS empresarios”

los MALOS empresarios no existen, al menos durante mucho tiempo, los


competidores y los impuestos los devoran rápido.

¿Os habéis preguntado porqué los salarios en Europa son mas altos que en
España?¿¿por qué un empresario alemán o francés paga mas a sus empleados
que un español?¿es imbécil acaso el empresariado europeo en general?¿Son
mas “Güena gente”que los empresarios Españoles? En esos países el coste
del despido está entre 15 días y cero y el subsidio del paro es de solo 1 año
,es decir están “peor” que en España después de la “agresiva” reforma
laboral, esa que dicen que va a llevarnos a mas paro y a salarios mas bajos.
No creo que “nadie” discuta que si las cotizaciones fueran menores los
sueldos serían mas altos. Pues lo mismo pasa con la indemnización , en el
bajo sueldo va implícito la alta indemnización.
Si se pudiera pactar con el empresario el coste del despido y el sueldo, y
que todo fuera legal, ¿que preferiríais los amigos sindicalistas un Sueldo de
1.000 € y 45 días de despido, que es lo que tenemos en España?¿o un sueldo
un 40 % mas alto, cercano a lo que cobran los europeos y una indemnización
un 40 % mas baja (15-18) días?. El empresario aceptaría sin dudar. Además
como pasa en la Europa civilizada el paro sería muy bajo , y un paro bajo
empuja con fuerza hacia arriba el sueldo medio ya que hay menos empleados
“esclavos que explotar” donde elegir.

mok Says:
febrero 21st, 2012 a las 19:33

El MAL empresario no es solo el que no sabe gestionar su negocio. También


es aquel que defraudando impuestos o no cotizando por sus empleados puede
ofrecer mejores precios que la competencia. Aunque no te lo creas, existen,
y suelen sobrevivir a los empresarios honrados.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 19:42

Josvagz

- En los contratos nuevos no puede hacer usted eso porque produce


automáticamente un efecto de rotación, sustituyendo al que tienes por uno
nuevo que viene con la bonificación bajo el brazo. Diría incluso que crea
más paro en un primer momento ya que el Estado tendría que hacer frente por
un lado a lo que significa esa merma de ingresos y por otro la prestación por
desempleo del nuevo parado.

– No es lo mismo una panadería que un sistema sanitario. Si usted no tiene


pan en un momento puntual no pasa nada, si lo que no tiene es una atención
sanitaria urgente no es que no tenga derecho a la salud, es que no tiene
derecho a la vida. Y sí, la sanidad está y estará cada vez peor. Esa es una
zanahoria que podría darse a los ciudadanos para que vieran que al menos
algo funciona incluso mejor con la crisis. Tener la tranquilidad que pase lo
que pase te van a curar de una enfermedad o al menos mejorar tu calidad de
vida para seguir trabajando igual que siempre es una conquista de un valor
incalculable. No es el caso, cierto es. Privatizándola dejaríamos el derecho
a la salud (y a la vida) en un artículo completamente vacío.
- En la educación me gusta el modelo finlandés. Miran por el futuro de su
infancia, de toda. Aquí somos más miserables, sin plan y sin implicación.
Hablando de educaciones para la ciudadanía, de subvencionar colegios, de
padres que quieren adoctrinar a sus hijos educándolos en colegios
exclusivistas o directamente en su casa y otras tonterías. Allí hablarán en el
futuro de productividad, aquí hablaremos del coste en seguridad para parar a
todos los potenciales delincuentes sin formación ni futuro. Que la educación
en este país esté sujeta a un conflicto ideológico constituye un grave defecto
de nuestra sociedad y de nuestra miserable casta política.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 19:59

Bastiat

Pues claro que no fue un impedimento ni lo ha sido en los últimos veinte


años. O no sabe usted los millones de empresas que se han creado en los
últimos años, y los beneficios que han obtenido, y la cantidad de empleo que
se ha creado y que se ha destruido. Podemos criticar el laberinto de
problemas que se encuentra un emprendedor a la hora de montar un negocio
y hasta de todo lo que tiene que pagar antes de abrir las puertas pero no que
fuera complicado contratar a quien te diera la gana y colocarlo en la figura
jurídica laboral que mejor te convenía. Otra cosa es que muchos pusieran
todos los huevos en la misma cesta, que no tuvieran previsión alguna, que no
inviertan parte de las ganancias en mejorar sus negocios y formar mejor a
sus empleados. Se vivía del impulso, de lo fácil, de que en nuestro país a
poco que tengamos algo de dinero lo tiramos.

SEPE dice que las playas están llenas. Sí, porque es gratis, y la gente se
lleva el bocata y se pega con él y con una coca cola todo el día. Muchos se
pagan la segunda residencia llevando una vida cuasi miserable en su vida
diaria. Y porque eligen entre la variada suboferta de estancias ruinosas a
precio tirado. Muchos dueños de los chiringuitos de las playas te comentan
que la gente exige una calidad superior pagando a precio de hamburguesa.
Somos pobres pero queremos dar la impresión de que somos algo más.

En su momento se implementaron legislaciones laborales que favorecían la


posición del trabajador y generosos Estados del Bienestar y muchos países
crecieron y fabricaron productos y servicios de una calidad intachable. El
crecimiento, el desarrollo, todo lo conseguido , está ahí y no se puede negar.
Ya luego otras cuestiones hicieron tambalear el modelo ( el creciente coste
de las materias primas, la competencia de otros países con bajos costes
laborales, un endeudamiento que crecía demasiado rápido). SE vio que
crecimiento y empleo no iban de la mano y eso abrió una profunda fisura,
que se intentó corregir con más deuda. Y aguantamos unos años, y nos ha
venido muy bien. ¡Que 20 años es poco menos de la tercera parte de la
esperanza de vida de una persona! Ahora iremos a otra cosa

Bastiat Says:
febrero 21st, 2012 a las 20:10

Juan, el hecho de que en plena expansión monetaria haya mucha gente


montando empresas es la consecuencia lógica de dicha expansión
monetaria…. que cualquiera se lance al ruedo porque el crédito es barato,
porque dicha facilidad rebaja los controles en los bancos, porque la multitud
de negocios que se montan oculta una dura realidad…. No todo el mundo
vale para montar empresas….

Pero luego viene el resultado final y la dura realidad….Mucha gente que


monto esas empresas infravaloraron, otra consecuencia del crédito fácil, el
riesgo que corrían y que, como consecuencia de ello ha profundizado la
crisis haciendo que empresa que podrían intentado sobrevivir durante un
poco más tiempo al poder despedir barato a uno o dos trabajadores, hayan
tenido que cerrar porque la cuantía de las indemnizaciones de despedir a
esos dos implicaba.. quedarse prácticamente en quiebra…. y muchas
cayeron.

Pero de todas formas…

¿Solución al paro???

¿Quiebra del Estado?????

Sueles dejar de lado muchas preguntas.

aversiahora Says:
febrero 21st, 2012 a las 20:26

Una precisión sobre la discusión de la distribución salarial en España.

Si haces una foto fija ahora, tenemos 17 millones (dato cierto) de personas
trabajando con un determinado salario. Si la foto dura un año (supongo que
sería un vídeo, entonces, jeje), tenemos, quizás, a 22 millones (dato
calculado a ojímetro) de personas trabajando en algún momento del año.
Puede que unos 5 millones (otra vez el ojímetro) de esos 22 millones
trabajen 1, 2, 6 u 8 meses al año. Si tú mensualizas la remuneración anual de
esa gente, y le sumas los que perciben eso aunque trabajen todo el año, te
puede dar esos 8,5 millones de personas ganando menos de 850€ al mes.

Es solo una idea. Tampoco lo he meditado mucho, la verdad.

aversiahora Says:
febrero 21st, 2012 a las 20:31

Sobre todo, lo he escrito para justificar el poder decir lo que realmente


quería decir y que se me olvidó: cuidado con las cifras macro, que son muy
traicioneras.

No sé quién dijo eso de que “en la vida hay: mentirijillas, mentiras, grandes
mentiras… y estadísticas”.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 21:16

Empresas. Muchas han caído y otras que se han adaptado, generan valor, no
tienen nada que ver con burbuja alguna,etc. Y gracias a aquella expansión
cuadramos los números, creamos empleo, evitamos una explosión social y
descontento que arrastrábamos desde inicios de los 90 y aprobamos los
criterios de Maastrich, pudimos entrar a formar parte de la moneda única,
hicimos todo tipo de infraestructuras, la gente se fue de vacaciones y vivió
como nunca. Nos montamos en el tren. Lo otro hubiese significado una
década de crecimiento raquítico, desempleo alto, disturbios, pobreza.

Reforma laboral. No soy abogado laboralista ni experto en esa materia para


describirle un articulado de cómo debería ser todo, pero sí tengo la
experiencia suficiente para comentarle que una reforma laboral que
contemple a un trabajador no como un estorbo sino como un agente capaz de
crear una riqueza inimaginable tiene mayor capacidad de éxito. Se habla de
Europa pero cada país tiene un sistema diferente y complejo como ya señalé
para el alemán:

http://economia.elpais.com/economia/2012/02/17/actualidad/1329511787_225495.html

Y si bien es cierto que parte de los empleados públicos son perfectamente


prescindibles hay muchas otras áreas (dependencia, salud, educación,…)
donde se podría contratar a la mejor materia gris que tenemos y que ahora
mismo está huyendo a otros países.

De hecho los sindicatos y patronal llegaron a un acuerdo a finales de Enero


como han llegado en otras ocasiones, lo que demuestra la amplitud de miras
que tienen los trabajadores y los sacrificios que están dispuestos a hacer. Lo
que no están dispuestos a aguantar es palo tras palo, porque así se crea el
peor de los ambientes para aumentar la productividad y el empleo.

http://www.vnavarro.org/?p=6946

Respecto a la quiebra del Estado:

http://www.vnavarro.org/?p=6880

Y esto es un primer paso de todo lo que se pudiera hacer. A nivel europeo


estaríamos hablando de muchísimas otras cosas que se podría hacer para
recaudar. Y por supuesto que admito la necesidad de racionalizar y
monitorizar cada céntimo del gasto y eliminar parte de una Administración
innecesaria.

josvazg Says:
febrero 21st, 2012 a las 22:04

@juan

“- En los contratos nuevos no puede hacer usted eso porque produce


automáticamente un efecto de rotación, sustituyendo al que tienes por uno
nuevo que viene con la bonificación bajo el brazo.”
¿Pero de que bonificación habla? Que NO, que no sería una subvención. Que
los costes para el empresario no cambiarían, solo cambiaría como se
gestionan los nuevos empleados la cotización.

Se podría incluso permitir solo al principio para ofertas en el SMI o por


debajo, aunque sería bueno dar un respiro a cualquiera que cobre menos de
800 o 900€/mes.

Los que ya están trabajando por encima del SMI es que lo producen y salen
rentables, si no, no les contratarían, y si esos empresarios no les quieren
pagar eso, otros lo harán. Los precios no los controla nadie, ni siquiera el
viejo del monopoly, por muy tacaño que sea.

A los empresarios, por muy malos malosos que sean, despedir no es lo que
más les gusta, sino contratar más empleados netos, porque eso es que su
negocio está creciendo.

Esta flexibilización haría que algunas contrataciones que NO eran rentables


(legalmente al menos), ahora serán viables y se realizarán de manera que el
empresario ganara con los empleados previos a coste viejo Y los nuevos
añadidos.

¿Porque ganar 100€/mes más cuando se puede estar ganando 150€mes


+100€/mes más?

Y lo de la rotación no es gratis, si lo fuera y les viniera bien a los


empresarios despedirían a todos cada vez que aumenta el paro, así al mes
contratan por menos y se ahorran un pastón ¿no?.
Pero eso no funciona así. Un empleado es una inversión y si vas muy a corto
te puede salir la torta un pan.

juan Says:
febrero 21st, 2012 a las 22:26

Josvazg

No perdone, la finalidad de la empresa es hacer dinero no contratar gente.


Tú te vales de la gente para hacer dinero. Y si mañana hay una innovación
tecnológica que te permite echar a la mitad de la plantilla lo haces y punto.
Esto es así y no es que sea ni bueno ni malo, es así simplemente.

En España se puede rotar por el bajo valor de lo que producimos. Si usted


me habla de una empresa que forme a un empleado durante uno o dos años y
que luego lo ponga al frente de tecnología de última generación estaríamos
hablando de otra cosa. En nuestro país la mayor parte de muchas actividades
que hacemos y que seguiremos haciendo gracias a este reforma laboral
puede ser cubierta por bastantes de los cinco millones de parados que hay.
También existe una sobrecualificación (o mejor, que nuestras empresas no
tienen nada que ofrecer a aquellos a los que le sobra formación), aparte de
todo lo que podemos contratar con sólo pedirlo al resto del mundo. Hoy
tienes tanto donde escoger que te dan ganas de despedir al último que
contrataste porque te salen buenos trabajadores como hongos. Uno contrata
en función de lo que necesita no en función de los beneficios que tengas ni de
los planes de expansión. En algunos casos, véase el sector turístico, incluso
teniendo la mejor temporada de la historia se han dedicado a despedir.

Cada vez más gente es prescindible. De los futuros licenciados quizás el 15


o el 20 % tenga lo que podemos denominar un buen trabajo. Quizás otra
parte sobreviva como pueda y una mayoría inquietante trabajará de pascuas
a ramos y con una renta de miseria.

Un amigo “liberal”, quizás algo más coherente me decía: ” yo sé que con mi


modelo sólo sobrevive y vive bien una minoría. Pero así es la vida, que se
fastidie el resto, que aprenda a luchar. Este sistema da lo mejor de sí mismo
cuando esas contradicciones se llevan al límite. La basura es un efecto
secundario lógico. No me tengo que sentir culpable por tener dinero y
porque otros vivan en la indigencia”. Al menos este “liberal” no vende la
moto con la idea de que iríamos hacia un modelo de pactos libres ni de
pleno empleo ni riqueza para casi todos.

Atónita Says:
febrero 22nd, 2012 a las 16:18

Lo que realmente se deduce, infiere, desprende, concluye o lee entre y en las


líneas del tan comentado artículo (el cual, dicho sea de paso, es demagógico
en el título -ya sabe su autor que salario y coste son conceptos distintos- y
tautológico en el desarrollo, además de repetitivo y excesivo en los
ejemplos – yo habría dicho lo mismo y más claramente en un párrafo de ocho
o diez oraciones simples y sin ejemplos numéricos ni porcentajes y todo el
mundo lo habría entendido a la perfección-), es que:
1) Hay que eliminar del Art. 1 CE el adjetivo “Social”, utilizado al definir a
España.
2) Convendría igualmente eliminar de la misma los arts. 35 y 40.
3) Sería conveniente también deshacernos de las pagas extraordinarias; o de
disfrutar de las vacaciones, o de cobrarlas, y de las indemnizaciones por
despido, entre otras muchas otras garantías efectivamente intervencionistas
(Estado SOCIAL y democrático de derecho, recuerde).
En definitiva, que eliminemos de nuestra historia los siglos XIX y XX, que
los borremos automáticamente, nos olvidemos de tantas revoluciones
sociales y de los conceptos de derechos fundamentales de segunda y tercera
generación y volvamos a las fábricas inglesas.
De este modo no habría crisis y los empresarios de turno podrían fundar
libremente y sin ataduras sus empresas, contratar y despedir sin control ni
motivación y todos los problemas resueltos.
¡¡Magnífico, sí señor!! (aplausos).

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 22nd, 2012 a las 16:21

Lo que se desprende no es que esos conceptos deban suprimirse, sino que


deben quedar sujetos a la negociación entre empresario y trabajador. Vamos,
se desprende tanto como que lo vengo repitiendo y reclamando desde hace
tiempo:

http://juanramonrallo.com/22/06/2010/la-reforma-laboral-que-necesita-
espana/

aversiahora Says:
febrero 22nd, 2012 a las 20:43

Y no te olvides del artículo 47. Y, ya puestos, del 2.

Ese es el problema: que este régimen se ha muerto hace mucho. Nació


muerto, puesto que fue empezar el régimen y empezar el incumplimiento del
artículo 35, especialmente el apartado 1.
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.t1.html#a35
¿A que produce ternura?

En el régimen que vendrá, sea el que sea, será muy divertido ver cuánta
gente estuvo siempre en contra del régimen anterior (o sea, este). Y cuántos
corrieron delante de los grises… digo… azules.

mok Says:
febrero 23rd, 2012 a las 11:42

Es obvio que el sistema actúal tiene muchas deficiencias. Quizás la mayor de


todas sea la falta de transparecia que permite a los gestores público obrar en
contra del interés general. Pero afirmar que la libre negociación de los
contratos acabará con el paro no tiene sustento lógico, por muchas piruetas
argumentativas que se usen para justificarlo.
Entre otras cosas se parte de la base de que los empresarios CREAN la
riqueza, lo cual es totalmente falso; los empresarios ADMINISTRAN la
riqueza.
¿Qué salario mínimo le impondría a su peor enemigo?

mok Says:
febrero 24th, 2012 a las 19:24

Planteeomos la parábola de otra manera. Imaginemos a un empresario sin


escrúpulos al que le ofrezcan la oportunidad de disponer de un trabajador
pagándole lo que estimase oportuno, y darle toda la libertad de emplear la
fuerza en el caso de que el trabajador no cumpliese con su labor. ¿Llegaría
este empresario a pagar por los servicios de su trabajador?

Darío Rusz Says:


febrero 24th, 2012 a las 19:39

“disponer de un trabajador pagándole lo que estimase oportuno”, pero


siempre y cuando el trabajador también aceptara hacer ése
trabajo,cobrándole al empleador/empresario lo que estimase oportuno, y si
resultase que ambas pretensiones son aproximadamente equivalentes, se
concretaría el acuerdo, o se celebraría el contrato entre empresario y
trabajador. Precisamente de éso se trata la libertad, la posibilidad de
celebrar acuerdos que las dos partes estiman beneficiosos, y por éso los
celebran. El salario mínimo impide celebrar acuerdos voluntarios entre dos
personas, condenando al desempleo a una parte cada vez mayor de la
humanidad.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 24th, 2012 a las 19:59

Mok, eso no funciona así. Lo que salvaguarda al trabajador no es la bondad


del empresario, sino la competencia entre los empresarios:
http://juanramonrallo.com/28/08/2011/%C2%BFpueden-los-empresarios-
explotar-a-los-trabajadores/

¿A cuántos electricistas, fontaneros o cerrajeros (trabajadores) puedes


explotar tú (empleador)? ¿Les pagas precios de miseria cuando necesitas sus
servicios?

aversiahora Says:
febrero 24th, 2012 a las 20:18

Mi peor enemigo es Justin Timberlake, porque me ha robado a Jessica Biel,


y como es actor/cantante (o eso dice él), no se le aplica este concepto, así
que paso a explicar lo que tenía en mente:

En “Bandas de Nueva York”, Daniel Day Lewis explicaba que la violencia


de aquel barrio portuario venía de que “primero llegaron los escoceses, que
trabajaban por 25 centavos la hora; luego, llegaron los griegos, que hacían el
mismo trabajo por 20 centavos; y luego los armenios, que trabajaban por 10
centavos”. Este es el origen del sindicalismo y de todo movimiento obrero
en general: unos trabajadores ya instalados no quieren/pueden competir con
gente más joven, más desesperada o sin obligaciones. Por eso se imponen
unas condiciones mínimas, se inventan cualificaciones profesionales, se
cierran fronteras y todo lo demás. Es ley de vida. Se puede estar a favor a en
contra, pero llevamos así desde el hombre de Cro-Magnon. De hecho, el
90% de la población está en contra cuando es joven y no tiene trabajo y a
favor cuando ya lo tiene y es madurito.

Al principio, los últimos en llegar se tienen que aguantar porque son pocos.
Conforme se va acumulando gente, empiezan a ser muchos y ya tienen fuerza.
¡Ummmm! Me han entrado ganas de volver a verla. Además, Cameron Díaz
estaba muy bien de siglo XIX.

Socialista Says:
febrero 24th, 2012 a las 20:33

Da la impresión Sr. Rallo que intenta convencer de que a base de ser más
pobres acabaremos siendo más ricos, como aquello de “bienaventurados los
pobres …”. Siendo más pobre la mayoría lo único que se consigue es que
los ricos (la minoría) sean más ricos.

Vamos a ver en España las rentas empresariales (los beneficios) ya superan


a las rentas salariales, y si se introdujera el cálculo del precio de la vivienda
en el IPC resultaría que las rentas salariales han ido disminuyendo en los
últimos años (http://www.social-europe.eu/2012/02/the-ecbs-housing-
omission/)

Nuestros problemas no están asociados a los salarios o la estructura del


mercado del trabajo. Siempre hemos tenido salarios bajos y muchaaaaaaaaa
flexibilidad, y no digamos movilidad (¿se acuerdan de Laponia?), somos un
pueblo de emigrantes (es decir, movilidad laboral a diestro y siniestro).
Nuestros problemas están más por un sector empresarial asociado al poder y
acostumbrado al “proteccionismo” estatal (en esto si me gustan los
liberales), con lo de chanchulleo y corrupción conlleva. Nuestro atraso
secular, el “desarrollismo” franquista asociado a una industrialización de
baja estofa, el continuísmo franquista durante la transición y el
desmantelamiento para dedicarse a sectores de baja productividad y poca
competencia externa, …

Centrémonos y analicemos con rigurosidad, ¿vamos hacia Marruecos? ¿o


mejor hacia Dinamarca? o mejor Singapur, basta con pedir ser absorbidos
por el Peñón de Gibraltar :)

aversiahora Says:
febrero 24th, 2012 a las 20:45

No te quejes de Marruecos: la mejor opción de futuro de los cuarentones que


se están quedando en el paro ahora, después de 15 años ganando 1000€ (no
invento, conozco unos cuantos), probablemente sea heredar cuando se
mueran sus padres (que no les faltará ya mucho) e irse a Marruecos. Es la
mayor diferencia de renta per capita del mundo: 14 a 1. Más que
Méjico/EEUU. Incluso más que las Coreas.

Con lo que aquí vivirían 10 años, allí podrían vivir 140. Después de
sobornar a la policía, igual te queda para 30 años…

Socialista Says:
febrero 24th, 2012 a las 21:38

Marruecos me encanta, no lo puedo evitar, a pesar de la tremenda


corrupción, pero aquí, y en el fondo, no somos muy diferentes. Incluso en las
últimas noticias parece que competimos con Marruecos. De todas formas el
valor de las herencias, imagino que fundamentalmente viviendas, no dará
para mucho, mejor que intenten conservar vivos durante muchos años a los
viejos para seguir viviendo de la pensión, y es que los 700 euros dan para
mucho :), tanto que están dispuestos a probar que se puede vivir con mucho
menos. ¿Pensiones y salarios mínimos? Joder, hay que achucharse que con el
sacrificio llegaremos a altas metas.

Juan Ramón Rallo Says:


febrero 24th, 2012 a las 22:00

Más bien, a base de no creernos más ricos de lo que somos, no nos


empobreceremos artificialmente.

El caso de la evolución de las rentas salariales ilustra muy bien ese punto.
Por querer imponer salarios artificialmente altos, hemos terminado
destruyendo empleo, de modo que las rentas salariales se han hundido. Al
mismo tiempo, las empresas están racionalizando al máximo sus factores, de
modo que son capaces de mantener su producción con menos trabajadores.
El problema es que esos trabajadores, por la rigidez de los salarios, no son
capaces de recolocarse en otras partes de la economía y de generar riqueza
(las rentas empresariales se mantienen o caen poco y las salariales decrecen
y no son capaces de volver a crecer). Por no hablar del efecto de que
muchos trabajadores hayan pasado a convertirse en autónomos (cuya renta
computa como empresarial).

Por otro lado, tener en cuenta el aumento del precio de la vivienda me


parece bien, siempre que tengamos en cuenta que se encarecimiento también
aumenta el patrimonio de muchos trabajadores. Lo que no podemos es
considerar sólo el lado del coste de acceso a nuevas viviendas sin tener en
cuenta el enriquecimiento de los propietarios (que no son unos pocos
capitalistas, sino el conjunto de la población).

Carlos Says:
febrero 24th, 2012 a las 22:34

Bien. Si ponemos un salario mínimo alto a una sola persona, esa persona
quedaría en paro permanente, pues sería precisamente esa persona la que
ningún empresario querría contratar.

Pero, ¿qué ocurre si el salario mínimo es el mismo para todas las personas
(o para todas las personas con las mismas cualificaciones)?

Socialista Says:
febrero 24th, 2012 a las 22:35
Bueno Sr. Rallo, esta discusión la mantenemos hace tiempo y los datos son
claros, las rentas salariales disminuyen (incluso durante la burbuja).
Entiendo que nos quiera hacer ver que el motivo es el alto salario, pero eso
es falso, los salarios son bajos y en la mayoría de los casos bastan para
cubrir lo mínimo. Ustedes piensan que hay que eliminar los costes, gastos
sanitarios o de Seguridad Social, pero creo que terminar con nuestros
sistema de pensiones provocaría un cataclismo enorme.

¿Se puede hablar de enriquecimiento de los propietarios? La estimación es


que más de 350.000 familias perderán su vivienda en los próximos cinco
años (http://asociacionafes.com/2011/01/mas-de-350-000-familias-
perderan-su-vivienda-en-los-proximos-cinco-anos/). Pero no sólo eso
porque la deuda se mantiene ¿Qué tipo de patrimonio es ese que aunque lo
pierdas mantienes la deuda?. No deja de ser curioso que para las empresas
no funcione así.

¿Recolocarse en dónde? ¿En qué sector? y mientras aparecen ¿dejamos caer


a la gente en la miseria?.

Jose Says:
febrero 24th, 2012 a las 23:02

Parece ser, señor Rallo, que usted rechaza cualquier salario mínimo. No ya
este SMI concreto que tenemos, sino cualquiera.

¿Ni siquiera considera aceptable un salario mínimo de 20 euros mensuales?

Piense que una persona que gane 20 euros mensuales no tiene dinero ni para
pagar el autobús para acudir al trabajo.

Jose Says:
febrero 24th, 2012 a las 23:05

Otra cuestión es esa de la curva de la demanda. A menor salario, mayor


demanda. La conclusión es que si dejamos que los salarios bajen, disminuye
el paro.

Entonces, si los salarios tienden a 0 euros, los empleos tenderan a infinito.


Bien, sin exagerar tanto, si el salario fuese de 50 euros mensuales, los
empleos serían 400 millones. ¿Sería eso aceptable?

Fernando Says:
febrero 25th, 2012 a las 9:19

Bien, sin exagerar tanto, si el salario fuese de 50 euros mensuales, los


empleos serían 400 millones.

Lo que pasa es que no hacen falta 400 millones de puestos de trabajo.


Actualmente los parados son 5 millones.

Fernando Says:
febrero 25th, 2012 a las 9:22

En el mercado de trabajo, si hubiese libre juego de la oferta y la demanda,


para cada cualificación profesional, hay un salario de equilibrio S0.

Si el salario mínimo está por debajo de dicho salario de equilibrio no


produce perjuicios pero es completamente irrelevante.

Como prácticamente todo el mundo tiene una productividad superior a 20


euros mensuales, un salario mínimo de dicha cuantía no produciría
perjuicios pero sería completamente irrelevante.

Fernando Says:
febrero 25th, 2012 a las 9:24

Bien, José, ya que hablas del salario mínimo, te pregunto: ¿qué salario
mínimo te gustaría tener?

Supongo que te das cuenta de que tu salario mínimo influye en la


probabilidad de que encuentres trabajo o de que lo conserves.

dsklp Says:
febrero 25th, 2012 a las 12:58

Ni salario minimo ni maximo,salario justo;una participacion en los


beneficios.
El empresario pone el capital y otros bienes,el trabajador su tiempo y su
conocimiento.El estado exprime a los dos,si pero el beneficio debe
repartirse con justicia,destinar una parte a mejorar la empresa invirtiendo
para hacerla mas eficiente y asi verse beneficiados los dos.
Pero esto,tan sencillo, es imposible en este perro mundo

El osito Teddy Says:


febrero 25th, 2012 a las 13:10

Jose, lo que consideramos todos es que los salarios sean libres de


negociación entre las partes interesadas no que sean estipulados por un
organismo central. Cuando existe lo segundo, es cuando existe el paro.

Y no, liberalizar no significa que tengan vía libre los empresarios para
explotar: http://juanramonrallo.com/28/08/2011/%C2%BFpueden-los-
empresarios-explotar-a-los-trabajadores/

Xel Says:
febrero 25th, 2012 a las 13:48

@dskip

¿Algo así se hace en Alemania no?, los trabajadores tienen participación en


las ganancias de la empresa. Me parece lo más inteligente tanto desde el
punto de vista económico porque los trabajadores van a estar más
motivados, como desde el punto de vista social, el trabajador abrazaría el
capitalismo y se le acabarían los conflictos de clase. Jeje, un momento estoy
dando ideas al enemigo ¡¡

Aquí en UK donde vivo tienen un salario mínimo de 6.06 libras la hora lo


que si trabajas las 40 horas a la semana te permite sobrevivir en una ciudad
como London, 1100 libras al mes más o menos. Por ejemplo en la hostelería
la diferencia con España es que aquí hay propinas, .., mas o menos el 10%
de la caja diaria se saca en propinas que se reparten entre los trabajadores.
No son obligatorias por supuesto pero está en su cultura el dar propinas por
un servicio.
En España tú en la hostelería tienes un sueldo, mal sueldo como aquí, pero
sabes que de ahí no vas a pasar, aquí la motivación para hacer mejor tú
trabajo y atender mejor a los clientes es sacarles esa propina que al final de
mes te va a hacer pasar de sobrevivir a permitirte algunos lujillos.
Lo de participar en las ganancias de la empresa me parece algo parecido y
muy interesante.

juan Says:
febrero 25th, 2012 a las 13:53

Le diría Sr. Rallo lo que en su momento le comentaba a los comunistas.


Porque en el fondo es la misma película. Hay un modelo, un montón de
fórmulas, las mejores intenciones, pero al final el resultado no es
precisamente lo que nos pintaban. Una expansión del gasto militar, de los
servicios de espionaje y diplomacia, así como de subvenciones estratégicas
y…(otro mar de cosas) hacen no recomendable cualquier tipo de camisa de
fuerza tipo patrón oro o cualquier otra que reste “flexibilidad” para hacer
muchas cosas de muchas maneras.

Aquí se plasma la película liberal y al final veríamos la mejor de las


manipulaciones para ocultar la basura debajo de la alfombra y no reconocer
que las cosas no funcionan como habíamos previsto. En nuestro complejo
mundo a la presencia de la iniciativa privada se la complementa con unas
instituciones públicas transparentes y modernas. Esto se ha visto que es lo
mejor para capear los distintos temporales.

Para el Sr. Rallo todo es felicidad bajo una normativa liberal. Todo son
“pactos voluntarios”, sólo se reducen los sueldos donde tienen que
reducirse, iríamos hacia el pleno empleo, los trabajadores podrían en un
momento dado mejorar su poder adquisitivo, las condiciones se negociarían
y beneficiarían a ambas partes (y por tanto ambas partes están contentas) . Y
todo esto mejora nuestra productividad, nuestra riqueza. Sin efectos
secundarios. De corazón le digo que si esto es realmente así todos nuestros
gobernantes deberían ir a la cárcel por no hacer lo que tienen que hacer para
sacarnos de la crisis y evitar el drama humano que está desangrando nuestra
sociedad.

Pues yo le digo que no sé porqué veríamos un aumento sin precedentes de la


economía criminal, con unas tasas enormes de empleo temporal con bajos
salarios indefinidas en el tiempo, una concentración de rentas insultante, un
mar de conflictos laborales y gente descontenta en su trabajo, una
productividad que no crecerá al ritmo previsto, un crecimiento económico
que no será todo lo robusto que se pienss y unas tasas de marginación y
pobreza dignas de un país en vías de desarrollo. Para los comunistas la
culpa es toda del Capital, en ustedes la culpa completa es del Estado. Menos
mal que están al frente de esto gente que se mueve más o menos en un
término medio.

De todas formas todo es probarlo en la vida (en este caso volver a probarlo)
para darnos cuenta de sus beneficios y miserias. Ya estamos viendo que la
reforma laboral sirve para quitarnos los indefinidos de encima. También
para violar las condiciones, funciones y salarios de forma unilateral. El
contrato dinámico lo llaman algunos. Se podría estudiar hacer esto de otra
manera sin que se cometieran los abusos que ahora se están dando (en el
sector turístico es de vergüenza).

el corintio Says:
febrero 25th, 2012 a las 14:02

Estas conversaciones serían mas provechosas si los que atizan a los


liberales estudiaran antes sus teorias , de ese modo nos ahorrariamos la
mitad del tiempo que conlleva hacer desmentidos de falsos mitos sobre
nosotros.

como regla general, saber que buscamos la libertad, osea que no buscamos
subir o bajar el salario minimo ni ningun parametro economico sino
simplemente queremos que sea libre, osea nula coaccion.

la economia es lo bastante compleja como para adivinar los efectos de un


simple cambio en la intervencion del estado, por eso la primera impresion
de los estatistas suele ser erronea ante un cambio liberal, pues su analisis de
la situacion resultante necesita contemplar muchos parametros.

por eso se recomienda el libro de henry hazzlit, por contemplar las ondas
lejanas en el espacio y el tiempo de una intervencion economica, pero
encontrar un estatista que lo haya leido es harto dificil.

un saludo.

A. Romero Says:
febrero 25th, 2012 a las 17:46
para el corintio:

No puedo estar más de acuerdo. Y añado: el libro de Hazlitt es gratuito y se


encuentra en Mises Hispano, traducido al español.
http://www.miseshispano.org/

Y otro básico que se puede encontrar, “Nueva introducción a la escuela


austríaca de economia”, de Zanotti.
http://www.hacer.org/pdf/zanotti.pdf

Y para quien quiera, D. Jesús Huerta de Soto, tiene publicados en su web, en


PDF, entre otros, “Socialismo, Cálculo Económico y Función Empresarial” y
“Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos”.
http://www.jesushuertadesoto.com/

Todo ello gratuito, para no gastarse un euro, que es lo que hace alguien como
yo, con un salario de cero euros mensuales.

dragontorch Says:
febrero 26th, 2012 a las 0:25

Carlos,

Si todas las personas con determinadas cualificaciones tienen un salario


mínimo por encima de su productividad, los empresarios contratarán a
empleados de menor cualificación con un salario minimo adecuado a la
productividad que se necesita y les enseñarán a hacer lo que se necesita que
hagan para que alcancen esa productividad. Con lo que si los ingenieros
superiores tienen un salario minimo muy alta se contrata a ingenieros
técnicos, si estos también lo tienen muy alto, entonces se contrata a físicos,
etc.

Otra posibilidad es que la empresa se vaya a otro país donde el salario


mínimo le permita acceder a la mano de obra que necesita a un precio
apropiado a la productividad.

Vamos, que si Vd. se empeña en imponer, la gente se busca salidas alrededor


de su imposición igualmente.
dragontorch Says:
febrero 26th, 2012 a las 0:34

Jose,

Si alguien quiere trabajar por 50 euros, pongamos por ejemplo, limpiando el


cristal del escaparate de una tienda 5 minutos al día, yo no veo razón para
que no se le permita hacerlo.

No se si tiene Vd. un caos mental con lo de la oferta y la demanda, una cosa


es que se fije un salario mínimo (que afecta al empleador), y otra que los
trabajadores oferten ser empleados por ese salario en masa. No confunda
oferta con imposición.

Xel Says:
febrero 26th, 2012 a las 1:39

Si las empresas encuentran otros países donde no existe libertad y hay


cantidad de mano de obra a la que esclavizar pues se van allí a aumentar sus
márgenes de beneficios, ¿alguien lo llamó plusvalía?. Esto hace que se
desindustrializen sus países de origen generando desempleo y con el tiempo
miseria general para toda la economía.

Entonces y para contener a las masas se pone de moda la palabra


productividad, que quiere decir que o en los países occidentales trabajamos
con las mismas condiciones a las que obligan a trabajar a la fuerza en otros
países o nos tenemos que resignar a vivir de la caridad, ya que tampoco
vamos a tener servicios públicos como la sanidad o las pensiones.

……..continuará

Víctor Says:
febrero 26th, 2012 a las 10:59

Y he ahí el argumento en favor de los aranceles, proteccionismo… en fin,


todas aquellas medidas intervencionistas que impiden a los países en vías de
desarrollo beneficiarse del libre mercado y comerciar como los países más
ricos. Luego algunos tendrán la desfachatez de culpar al capitalismo y la
globalización de que exista la pobreza.
¿Qué pasa, que China fabrica todos los bienes y servicios del mundo? ¿Solo
podemos competir con ellos vía precios, no produciendo cosas que ellos no
producen e importan de otros países? Están acumulando capital y
mecanizándose a marchar forzadas. ¿No podemos nosotros beneficiarnos de
eso?

juan Says:
febrero 26th, 2012 a las 12:30

Aquí partimos del hecho de que los salarios se pagan o se van a pagar en
función de la productividad. Se cobrará más en función de lo imprescindible
que sea ese trabajador en concreto. No siempre existe una correlación entre
el valor creciente que se puede aportar a una empresa y el salario. En
Alemania la productividad ha crecido muy por encima de los salarios. Y
parte importante de ese diferencial es el que nos han prestado para alimentar
nuestra burbuja.

David Says:
febrero 26th, 2012 a las 14:56

Tanto es así que el salario mínimo ha sido utilizado con fines racistas. El
economista Walter Williams (que es afroamericano) estudió hace muchos
años los efectos perversos del salario mínimo a raíz de la Davis-Bacon Act.
Por ejemplo, fue utilizado maliciosamente en la época del Apartheid de
Sudáfrica. Puede comprobarse en un artículo que escribió él titulado “La
crueldad del salario mínimo” y que fue publicado también en Libertad
Digital. Éste es el enlace al artículo de Walter Williams:

http://www.libertaddigital.com/opinion/walter-williams/la-crueldad-del-
salario-minimo-54951/

dragontorch Says:
febrero 26th, 2012 a las 17:40

Xei,

Continue Vd. pagandole a sus trabajadores más que lo que Vd. pueda obtener
de su trabajo, y luego me explica su plan de negocio y el tiempo que lo
podría mantener.
No hace falta irse a paises sin libertad, aunque algunas empresas encuentran
que en algunos de esos paises no se las molesta ni a ellas ni a los
trabajadores mientras creen puestos de trabajo con los que la gente pueda
vivir y estar lo suficientemente agisto para no crear revueltas.

No se que le hace suponer que la gente le va a emplear perdiendo dinero.


Simplemente eso no va a pasar, si Vd. lo quiere ver como contentarse con
unas condiciones muy por debajo del excelso valor que Vd. se asigna a si
mismo, hágase autónomo.

Bastiat Says:
febrero 26th, 2012 a las 18:19

Xel…. por Dios…. todavía haciendo referencia a Carlitos marx…….. ¿Es


que no habéis aprendido nada del fracaso del socialismo real???

¿Cuánta miseria tenéis que provocar para convenceros?

Anda léete lo que te propone Richard y luego hablamos.

Mira. Si una empresa puede irse a otro país donde hay mano de obra más
barata para producir lo mismo que aquí pero más barato, lo primero que
tienes que entender es que, y te pongo el ejemplo de Ferrys, si con los
calzoncillos hechos el Lliria para cómprate uno tenías que pagar 5, con los
hechos en Marruecos tienes que pagar 5 por tres. Tienes con el mismo dinero
para más.

¿Que ha habido gente que se ha ido al paro? Si, pero el resto podemos
taparnos las vergüenzas de manera más económica y dedicar lo que nos
sobre a comprarnos calcetines, de Ferrys también. ¿Eso para los
trabajadores en general es bueno o es malo?

¿Por qué siempre fijándose en la supuesta maldad del empresario y no en ver


la cantidad de productos que nos ofrecen cada día a mejor precio y de mejor
calidad? Mucho odio y mucha envidia es lo que tienen los socialistas.

Bastiat Says:
febrero 26th, 2012 a las 18:26
Juan…. no es cierto y nunca lo será que el salario se vaya a pagar o se pague
en función de la productividad. Simplemente no es así.

Los salarios se rigen como todo por la ley de la oferta y la demanda. Lo


único cierto es que en determinados momentos la productividad limitará por
arriba el salario a percibir, porque no puede pagar a un obrero por más de lo
que produce si es que es posible determinar tal cosa de manera precisa.

Por tanto, lo mejor que podemos hacer para que el salario se vaya ajustando
a la productividad es lograr que…. la oferta de trabajo sea cada vez menor
para que la demanda haga subir los salarios hasta que se alcance ese límite
de la productividad y de las ganancias esperadas que también cuenta.

Por tanto, en un mercado laboral restringido, por ejemplo los delanteros


centro que hayan sido botas de oro, su valor de mercado es muy superior que
el lateral trotón con una sola pierna y de madera. ¿Lo entiendes?

Enrique Says:
febrero 29th, 2012 a las 17:54

Estupendo artículo, aunque increible resulta leer comentarios que no han


entendido el argumento, una pena.

Salvador Says:
julio 9th, 2012 a las 14:31

Bueno acabo de leer que los propietarios no se enriquecen porque las


familias pierden su vivienda (que es de los bancos puesto que está
hipotecada no de ellos), un montón de cosas que no tienen nada que ver,
como que caigan los salarios, cuando es obvio que están fijados por encima
de la productividad, porque si no, no se resistirían a que se formaran así y no
habría paro, al ser el trabajo escaso, recomiendo la metáfora que le gusta a
hacer a Benegas Lynch de la isla desierta. Pero lo mas impresionante es
gente diciendo que los salarios no tienen nada que ver con la productividad,
solo con la oferta y la demanda, en su mundo la demanda de trabajadores no
tiene que ver con la productividad, entonces supongo que su demanda de
bienes tampoco tiene que ver con la utilidad y simplemente son imbéciles
que compran siguiendo una distribución aleatoria o algo así, yo no sé porque
gente que no tiene ni idea de economía se pone a sacarle pegas y a decir
barbaridades a estas cosas.

Luis Says:
julio 9th, 2012 a las 15:17

Salvador, sin leer los otros comentarios, tienes toda la razón, los salarios
tienen todo que ver con la productividad.

Pero no debería impresionarte tanto ¿Como crees que hemos llegado a estas
cifras de paro? Sin duda no vinculando salario a productividad.

Javier Says:
julio 9th, 2012 a las 17:50

Difiero en el punto de partida de este artículo, Juan. Considero que un


estado, al igual que una empresa, no tiene amigos ni enemigos.

Todo lo contrario. Jefes y trabajadores forman parte de un todo y ambos son


necesarios. Si se beneficia a los dos por igual, todos contentos y progreso
para esa empresa. Yo como jefe sé que si subo el sueldo a los trabajadores,
harán mejor su labor y eso repercutirá en la empresa, que a su vez me podrá
pagar más a mí.

Y si encima tenemos en cuenta que son los trabajadores los que eligen al
jefe, con mayor motivo.

Saludos.

viandante Says:
agosto 11th, 2012 a las 16:12

Estamos mas empobrecidos porque tenemos menos acceso al credito


bancario. Los bancos no cumplieron con la ley. No pueden ofrecer más del
80% de la hipoteca asi que el riesgo de esa operacion es del banco. Al final
nos toca a todos los españolitos pagar dentro de 10 años esa deuda. Gran
parte de culpa es de los políticos tomando decisiones absurdas en las cajas
de ahorros en favor de sus partidos o en el suyo propio.

La política monetaria europea tampoco nos ayuda. El proceso de


construcción de europa debe ser firme y desde la solidaridad de los pueblos.
Misma politica monetaria desde un.organismo neutral e independiente y
velando por los más débiles. Ahora tenemos los impuestos mas altos.de.toda
europa y los sueldos de los más bajos. Ahora más que nunca quiero ser
europeo hasta igualar los salarios

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 11th, 2012 a las 16:15

Estamos empobrecidos porque: a) la estructura de nuestra economía es


deficiente (muy basada en el ladrillo y el consumo interno); b) estamos
sobreendeudados. La política monetaria no puede solucionar ninguno de
estos dos problemas.

Pepe Says:
agosto 16th, 2012 a las 23:57

El problema con el salario minimo, segun lo veo yo, tiene que ver con la
oferta y la demanda. Si una larguisima cola de trabajadores opta a un puesto
de trabajo, el salario puede caer hasta niveles de miseria, eso si “libremente
acordado entre las partes”. creo que es necesario un suelo suficientemente
alto, aunque éste debe estar acorde con la productividad y el mivel de
precios.

Jordi Says:
enero 10th, 2013 a las 19:45

Me parece una idea excelente, unificar en toda Europa el salario mínimo.


Por fin podríamos converger hacia Europa de verdad. Sólo saldremos de
esta crisis aumentando la renta de las personas que trabajan. Estas pagarán
más impuestos y consumirán, cambiando la tendencia y haciendo que las
empresas fabriquen y se incrementé la solicitud de servicios. Al final más
producción y más trabajo y más empleo.
Cuando se unifica en todos los países de Europa se comienza a la vez a crear
una Europa más unida y cohesionada, y los problemas y las soluciones en
bloque son más sencillas de manejar evitando la ruptura y la brecha entre
países ricos y PIGS

Refesnes Says:
enero 10th, 2013 a las 22:45
Pero no se estimularía tanto la demanda agregada si la homogeneización del
salario mínimo a nivel UE no se complementa con un buen “Gironazo”, como
mandan los cánones inflacionistas. Como todos sabemos, la crisis se debe a
la escasez de dinero y la inflación no es un fenómeno monetario ni los
salarios guardan relación con la productividad marginal del trabajo. ironia
ON

Edy Says:
enero 25th, 2013 a las 19:31

Yo me he sentido perjudicado por el salario mínimo (creo que el que viene


en los convenios de mi sector).
Soy Ingeniero Industrial que hace ya unos cuantos años que finalizó la
carrera, pero con experiencia únicamente en sectores que a día de hoy son
obsoletos.
He llegado a estar más de un año desempleado, y habría estado dispuesto a
aceptar un salario muy bajo a cambio de un empleo que me permitiera
adquirir experiencia y conocimientos en el sector que realmente me interesa,
pero la ley no lo permite, a no ser que seas un recién titulado que pueda
realizar prácticas en empresa.
Cualquiera que lleve mucho tiempo desempleado preferiría tener la ocasión
de negociar su salario rebajándolo hasta donde fuera necesario, sin una ley
que te diga hasta donde puede llegar la negociación.

Fernando Says:
enero 25th, 2013 a las 19:54

Edy, no. Que los sindicalistas y los legisladores lo tienen muy claro. Si estás
en paro, es por tu bien.

Como tú mereces un sueldo X (el que dice el convenio colectivo), no vas a


conseguir ni siquiera Y (el sueldo que resultaría del juego de la oferta y la
demanda).

Trilu Says:
enero 25th, 2013 a las 20:13

Edy,
Pues lo que cuentas es exactamente lo que cabe esperar de un salario mínimo
decretado por ley.
Muchos, ingénuamente creen que esa ley protege al trabajador.
Pero relamente a quien limita y obliga es precisamente al trabajador ya que
el empresario siempre tiene la opción de no contratar o de despedir al que
no alcanza la productividad que corresponda a dicho salario. Y si se le
impide o dificulta despedir, no aumentará el resto de salarios o, en el peor
de los casos, si va perdiendo competitividad, tendrá que cerrar.
Y si se le impide cerrar, despedir y se le obliga a contratar…pues llegamos
a la economía centralizada, en la que las decisiones las toman un grupo de
supuestos sabios repartiendo leyes. Los intentos parecidos no han salido
nada bien.
Por otra parte, merece la pena reflexionar sobre el motivo de que la inmensa
mayoría de los salarios superen al salario mínimo. Dada la supuesta
tendencia cerril del empresario a reducir sus costes…¿porqué no consiguen
que todos cobren el mínimo?. ¿podría ser porque también compiten entre sí
por atraer a los mejores profesionales?

PROPAGANDA NEOLIBERAL”Los países sin salario mínimo pagan 1.000


euros más al mes que España” | guerrillerosglobales dice:
junio 1st, 2013 a las 10:25

[...] Los defensores del salario mínimo argumentan que este umbral favorece
a los trabajadores menos cualificados, ya que les garantiza un determinado
umbral de ingresos. De hecho, uno de sus lemas habituales consiste en
afirmar que la rebaja o eliminación del SMI condenaría a sueldos de miseria
a millones de trabajadores, pero se trata de una mera falacia: [...]
¿Cuál es ahora mismo la inversión más rentable de España?
Pero, ¿cómo pueden ser tan ricos?

ALFREDO RAGGI Says:


noviembre 5th, 2012 a las 23:14

Hay un detalle que no aborda este artículo, y es que si se repartieran esas


fortunas como se propone aquí, resulta que esa repartición será por una sola
vez, ¿luego qué?, pues los ricos no estarán dispuestos a hacer fortunas
nuevamente para que otros dispongan de ella…¡Claro que NO!
¿Qué es el efecto expulsión?
¿Es excluyente un mercado libre?

El Mercado libre no excluye dice:


mayo 22nd, 2012 a las 0:00

[...] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos El Mercado libre no excluye


juanramonrallo.com/13/04/2012/%c2%bfes-excluyente-un-merc… por
kernkraft hace [...]
¿Cuáles son los efectos de subir el IVA?

josvazg Says:
julio 9th, 2012 a las 11:45

Y eso por no hablar de lo nocivo y pauperizador que es este estado de


permanente incertidumbre.

Incertidumbre del tipo:


“¿Quebraremos mañana o pasado?
¿Volveremos a la peseta o no?
¿Nos re-denominarán las deudas en pesetas como los depósitos o los dejarán
en Euros?
¿Cuando subirá el IVA y cuanto?
¿Cuando volverán a subir el IRPF y cuanto?
¿Cuantos impuestos y tasas nuevos nos van a poner en los próximos meses?
¿Que más tasas me van a subir sin bajarme sus impuestos o subiéndome sus
impuestos a la vez?
¿Que servicios van a recortar o eliminar y voy a tener que pagar yo con el
dinero que me quede de pagar además todas las subidas de tasas e
impuestos?”

No digo que vaya a ocurrir TODO esto, sino que son las preguntas
razonables que nos podemos hacer desde hace un par de años y, sobre todo,
desde que el gobierno nuevo este “chapuecea” la ley y los impuestos
TODOS los fines de semana.

Así no hay quien invierta, y si no se invierte no hay trabajo, solo más y más
paro.

¡QUE NOOOO!
¡QUE ASÍ NO SE HACE!

¡No se hacen 20000minireformillas de caca!


¡No se tiene a la gente en vilo a ver que le van a quitar (en servicios) o que
le van subir (en impuestos y tasas) la semana que viene!
NOOOOO!

Se pasa un paquete de reformas en conjunto con unas directrices claras para


que la gente sepa a que atenerse y LUEGO no se toca ni se corrige, al menos
en un tiempo prefijado.

¿Y como es posible?

FACIL
Como lo hacemos los ingenieros, con bandas de guarda, números
conservadores, márgenes de seguridad, etc

Si el deficit es de X se coge la peor previsión, se multiplica por 2 y encima


se pone como objetivo no el deficit 0 sino invertir el deficit actual en
superavit.
Así no hay que corregir nada.

Si tienes un deficit del 8% y ahorras un 16% luego, por muy mal que vaya,
no tendrás un superavit del 8%, pero seguro que estás más cerca del deficit 0
que de seguir palmando un 5 o un 6%.

Lo que no se puede es ir al chapuceo, “a ver si me recorto poco y no me


tengo que recortar más”.

Hay que ser ambicioso y contrarrestar la incertidumbre económica en lugar


de cebarla con incertidumbre política.

josvazg Says:
julio 9th, 2012 a las 11:50

Por no decir que si en ese paquete una directriz es:

“Los impuestos y las tasas NO SUBIRÁN”

Y la cumples, vamos, te cargas casi toda la incertidumbre de un plumazo.

Claro que para eso hay que echar a cientos de miles entre políticos
profesionales y su séquito buRRocratico asociado, que tal y como están las
cosas es difícil que encuentren trabajo haciendo algo por lo que la gente les
quiera pagar voluntariamente.

Esa es la raíz de nuestro problema. Esos son los que tienen que pagar la
crisis antes que nadie.

Francisco Garcia Says:


diciembre 21st, 2012 a las 15:51

Una repercusión tan alta en el precio se puede soportar en una economia


saneada, pero en la actual es caotica, ya que es mas alto el impuesto que el
margen comercial, teniendo en cuenta del iva no recuperado en los productos
perecederos,robos, y vendido bajo precio. el empresario y consumidor no
puede financiar, un dinero que es mal gastado por la mala gestión de las
administraciones.

Jose Angel Says:


mayo 30th, 2013 a las 16:05

Juan Ramón Rallo, habría que ver el efecto “producto sustitutivos”, pues
puede ocurrir que aunque se suba el IVA, puede pasarse a otro producto para
cubrir la misma necesidad, más barato, y la recaudación tributaria,
disminuya y el Consumo permanecer constante. Por ejemplo, pasarse de un
producto de marca, a otro de marca “blanca”.

Mordida desinteresada | Libertarios of America dice:


febrero 5th, 2013 a las 11:22

[...] que, pese a las reiteradas promesas de este Gobierno de que los
autónomos no tendrían que pagar IVA por las facturas no cobradas, la mala
práctica sigue funcionando como un cómodo y gratuito [...]
¿Es la Reserva Federal una entidad privada?

Alfonso Says:
mayo 25th, 2012 a las 23:13

¿Me puede dar referencia de alguna auditoría pública que se haya hecho a la
FED?

¿Usted piensa que los presidentes de EEUU ganan elecciones al margen del
poder económico?

¿Está seguro que el presidente y el senado americanos actúan de forma


independiente de los poderes económicos?

¿Por qué cuando la FED pone dinero nuevo en el mercado lo hace contra
deuda con intereses que asume el estado?

¿Usted cree que dinero con deuda como contrapartida es un sistema sano y
que beneficia a la mayoría de los ciudadanos?

¿Por qué el BCE presta a la banca privada al 1% y muchos estados se tienen


que financiar en los mercados a precios mucho más altos?

¿Por qué las entidades financieras americanas demasiado grandes para caer
han aumentado de tamaño desde el 2008?

¿Por qué hay un mercado de derivados que supone más de 10 veces el PIB
mundial que no está sujeto al control de ningún organismo público?

¿A usted le parece que la FED es una herramienta al servicio de la mayoría


de los ciudadanos americanos?

Alfonso Says:
mayo 25th, 2012 a las 23:26

De hecho la Federal Reserve Act se aprobó a traición la víspera del 24 de


diciembre de 1913 (http://en.wikipedia.org/wiki/Federal_Reserve_Act)
bajo la presidencia de Woodrow Wilson que más tarde asumió públicamente
que al hacerlo, había arruinado a su país, entregando el poder a un puñado de
hombres… http://en.wikiquote.org/wiki/Talk:Woodrow_Wilson

La Madre Says:
mayo 26th, 2012 a las 9:03

Entonces los Accionistas de la FED solo estan para poner la “cuchara”.

Alfonso: a usted le parece que la FED no ha estado al servicio de los


ciudadanos cuando les ha “regalao” dinero a chorros? Puedan o no
devolverlo, claro.

Fran Fernández Says:


mayo 26th, 2012 a las 10:42

Alfonso:

En mi humilde opinión, lo que usted llama poder económico, no es más, que


grandes empresas que guardan una ventaja competitiva gracias a la
intervención estatal, como por ejemplo los bancos. En todos los lugares
donde el estado interviene supuestamente para el bien general, solo beneficia
a unos pocos y termina desajustando el sistema productivo, con lo cual,
perjudicando a la gran mayoría.

Las políticas económicas monetarias que tratan de orquestar la economía de


mercado lejos de alcanzar la armonía que pretenden solo ocasionan caos.
Estamos viviendo una de las crisis más fuertes de todos los tiempos como
consecuencia de políticas monetarias nefastas llevadas a cabo por políticos
y nos empeñamos en culpar a lo sociedad de libre mercado, cuando esta
entelequia cada vez esta más difusa. La historia nos aporta muchos ejemplos
en los que la bajada de tipos de interés artificial y la expansión monetaria
origina un periodo relativamente corto de aparente euforia económica, junto
con depresiones terribles y muy duraderas. Pero nos negamos a aprender…

Lon bancos centrales lejos de pretender asegurar una teórica estabilidad


financiera, su función real reside en garantizar a los estados financiación y
los bancos mantener un negocio que seria impracticable en la forma en la
que lo desempeñan (reserva fraccionaria), actuando como prestamistas de
ultima instancia (last resort lender). Por todo ello se ha formado un tanden o
pool entre BCE-BANCOS-ESTADOS que tienen a la economía privada al
borde del abismo.

Saludos.

SEPE Says:
mayo 26th, 2012 a las 10:49

Amén Fran Fernández

josvazg Says:
mayo 26th, 2012 a las 11:09

@Alfonso

“¿Me puede dar referencia de alguna auditoría pública que se haya hecho a
la FED?”

¿Pero que dice usted?


¿Los políticos gobernantes autoauditándose?
¡NI de coña! otra prueba más de que la Fed es pública. ¿Cuantos directivos
de cajas han ido al trullo en España por la que han montado? Ninguno, ahí
tienes como el Estado se audita a si mismo. NO LO HACE.
Ahora, si eres una empresa privada de verdad y le caes mal al gobernante de
turno… puede que incluso intenten que te compre una empresa más pequeña
a la fuerza (Endesa) o que se queden con una porción de tu negocio “porque
ellos lo valen” (YPF)


“¿Usted piensa que los presidentes de EEUU ganan elecciones al margen del
poder económico?”

Por supuesto que no, por eso a los gobernantes y al Estado les gusta
controlar las reglas del juego económicas, incluido la cantidad de dinero en
el sistema y los tipos de interés… y así nos va.


“¿Está seguro que el presidente y el senado americanos actúan de forma
independiente de los poderes económicos?”
Claro que no, actúan en camarilla. ¿Pero quien manda más? ¿El que hace la
ley o al que se la hacen?
El Poder es el Poder. Hace falta poco poder para conseguir mucho dinero y
sin embargo mucho dinero para conseguir un poco de poder. Demostración
empírica, el dueño de Zara es más rico que Botín, pero menos poderoso. Y
Botín menos poderoso que el presidente de turno, si se enfada el presidente
saca una ley contra el Santander o concede algún privilegio a su competencia
y lo jo.e vivo, y luego, cuando se retire a vivir en el consejo de
administración del BBVA (por ejemplo) [esto ya ha ocurrido con Endesa, ¿a
donde se ha ido Salgado a chupar?].

“¿Por qué cuando la FED pone dinero nuevo en el mercado lo hace contra
deuda con intereses que asume el estado?”

¿Porque el Estado es el dueño al 98-99% de los beneficios de la Fed? Por


ejemplo, no se.


“¿Usted cree que dinero con deuda como contrapartida es un sistema sano y
que beneficia a la mayoría de los ciudadanos?”

NO, usted no se ha leído Ningún artículo del Profesor Rallo, por lo que
parece.
El dinero fiduciario con descalce de plazos es lo peor que podemos tener
como dinero. La alternativa es eliminar los Bancos Centrales (incluida la
Fed) y volver al oro y las letras de cambio, mientras no descubra nada
mejor.


“¿Por qué el BCE presta a la banca privada al 1% y muchos estados se
tienen que financiar en los mercados a precios mucho más altos?”

Supongo que para que no se les vea mucho el plumero. Darse el dinero que
ellos mismos se imprimen/anotan directamente sería un poco demasiado
descarado y seguro que va contra los estatutos iniciales que pusieron los
alemanes en el BCE. Los alemanes es que est´an muy sensibles con la
HIPERINFLACION, ya que la que sufrieron (de Weimar) dio, ella solita
casi, al Nazismo, el Holocausto y la IIGM. A mi me parece que hacen bien
en ser prudentes.

Eso si, luego esos bancos reciben llamadas del gobierno y “¡oye, comprame
deuda pero ya!”


“¿Por qué las entidades financieras americanas demasiado grandes para caer
han aumentado de tamaño desde el 2008?”

¿Te refieres a las FM? No muy privada o por lo menos MUY privilegiadas
para ser privadas, como las agencias de rating, organismos NADA liberales
por cierto.


“¿Por qué hay un mercado de derivados que supone más de 10 veces el PIB
mundial que no está sujeto al control de ningún organismo público?”

Y con que moneda trabaja ese mercado, ¿con oro? A no, con dolares, que
emite la Fed y cuyo tipo de inteses distorsiona la Fed. ¡Que libertad!


“¿A usted le parece que la FED es una herramienta al servicio de la mayoría
de los ciudadanos americanos?”

Pues claro que no, sirve al Estado, es decir, al gobierno de turno.


¿A quien sirve la Justicia Española?
Pues desde luego no al ciudadano medio, nombrada por el gobierno y la
oposición, LENTA y “no reformable en caliente”, adolescentes que se ríen
de la policía y las victimas, sentencias que no se entienden, etc. Eso si,
políticos y amigos de políticos (banqueros, etc) encarcelados se ven pocas
veces, a ellos si les sirve el sistema que se han montado.

Chema Says:
mayo 26th, 2012 a las 11:22

Tu argumentación no busca la verdad, solo quieres salvar los muebles


liberales. Vayamos por partes.
1.-La ley de la Reserva Federal fue idea de los propios propietarios de la
FED según se puede consultar en muchos sitios. Por tanto uno de tus
argumentos centrales queda invalidado. Fueron los propios banqueros
quienes buscaron una forma subrepticia de entrar en el estado creando la
propia ley que los regula.

2.-¿Qué dicen los tribunales de los EEUU al respecto? Que es una


corporación privada, por ejemplo:
Below are excerpts from a court case proving the Federal Reserve system’s
status. As you will see, the court ruled that the Federal Reserve Banks are
“independent, privately owned and locally controlled corporations”, and
there is not sufficient “federal government control over ‘detailed physical
performance’ and ‘day to day operation’” of the Federal Reserve Bank for it
to be considered a federal agency:

Lewis v. United States, 680 F.2d 1239 (1982)

3.-¿Por qué no se audita a la FED? Me dirás que el GAO la audita, entonces


¿por qué no se facilita la auditoría completa? De hecho al Congreso se le
pasa un informe de la auditoría, no toda ella. Ron Paul advierte que la FED
no está sujeta a la Freedom of Information Act a la que sí se sujetan las
agencias del gobierno, pero no las corporaciones privadas. Están también
fuera del control público los acuerdos que la FED hace con otros bancos
centrales u otras instituciones financieras, ¿te parece a ti eso propio de una
agencia gubernamental?
Ver aquí más.

4.-Es cierto que la FED aún siendo privada tiene influencia política, pero
eso no la hace menos privada, tu argumento no sirve porque todas las
corporaciones están reguladas o limitadas por el sector público vía leyes,
impuestos, regulaciones, etc.

5.-Que la mayoría del beneficio de la FED vaya al Tesoro no cambia las


cosas, se trata de un monopolio privado extraordinariamente rentable pero
que paga unos impuestos especialmente altos. No cambia en nada su
propiedad. Además, una corporación que no es auditada ¿cómo puedes estar
seguro que esos son realmente sus beneficios? No creo que te fíes de la
GAO y menos cuando la auditoría completa no es pública.
6.-Si tú compraras una propiedad con una carga que por ejemplo consistiera
en una servidumbre de paso por la misma, ¿considerarías que no eres el
propietario? Claro que lo eres, solo que con algunas restricciones.

doroteo de minicis Says:


mayo 26th, 2012 a las 11:24

La idea de que la banca es un poder que esta siempre por encima de los
estados tiene el fin de defender al estado;la supremacia,incluso moral de lo
publico.
Aunque la realidad es que el poder politico y el economico siempre van de
la mano.Cuando hay corporaciones transnacionales con una capacidad
economica mayor que muchos paises,cada vez es mas dificil marcar la
separacion entre dinero y estado.
Y si,la fed con estas condiciones de privado tiene poco.Este articulo ayuda a
ver mejor lo que hay detras de muchas teorias

josvazg Says:
mayo 26th, 2012 a las 11:30

@La Madre
“Entonces los Accionistas de la FED solo estan para poner la “cuchara”.”

Si.
Seguramente provienen en su mayoría, o al menos originariamente, de las
castas en el Poder que montaron el tinglado.

El Poder es como la entropía o la energía en Termodinámica, no disminuya,


como mucho se transforma.

El ultimo truco que le está funcionando muy bien al Poder en los últimos 2-3
siglos es el socialismo, es decir, autojustificar su presencia, del todo
innecesaria, a través de unos servicios públicos que nos dice solo ese Poder
puede prestar correctamente, eso si, sin dejar de despilfarrar dinero del
contribuyente en el propio Poder y sus prebendas, pero dando algo de pan al
mismo tiempo.

Hemos mejorado, antes lo basaban en “la sangre azul” o chorradas así, pero
no deja de ser una mentira para que unos (los poderosos y gobernantes)
vivan a costa de otros (los productores, trabajadores y empresarios)

josvazg Says:
mayo 26th, 2012 a las 11:33

En realidad el concepto CLAVE que desbanca a la FED como algo privado


se encuentra en una MINÚSCULA parte del artículo del profesor:

“…aun cuando el banco central estadounidense fuese una institución privada


que hubiese obtenido el privilegio gubernamental de actuar en régimen de
monopolio (como sucedió durante décadas con el Banco de Inglaterra), no
estaríamos ante una realización de los ideales del libre mercado, sino ante su
brutal conculcación.”

Es decir, el hecho de recibir un privilegio que NADIE más tiene, convierte


una entidad privada en un monopolio estatal y solamente quitar ese
privilegio haría tambalear ese monopolio que caería antes o después.

aversiahora Says:
mayo 26th, 2012 a las 20:14

Nuestras cajas de ahorros (R.I.P.) también eran entidades de derecho


privado. Y Fanny Mae y Freddy Mac son/eran privadas. No sé por qué os
empeñáis en definir si algo es público o privado para ver si os lo podéis
tirar a la cabeza. Lo que a mí me molesta es la concentración de poder. Me
da igual que sea público o privado, democrático o dictatorial. Me atrae la
visión liberal porque no he conocido mejor forma de minimizar las
inevitables concentraciones de poder que siempre acaban produciéndose.

Pero todo se reduce a la acción humana (vuélvete a la tumba, von Misses,


que no te voy a pagar derechos de autor): si hay más gente que busca meterse
en una mayoría para elevarse socialmente por encima de los demás, no hay
nada que hacer. No puede haber liberalismo sin (mayoría social de)
liberales.

aversiahora Says:
mayo 26th, 2012 a las 20:24

Lo que quise decir es que nuestras cajas de ahorros eran legalmente


privadas, pero no creo que nadie vaya a discutir que eran, de facto, bancos
públicos.

¡Leches! No debí haberme metido en esta discusión. Si a mí me resulta


irrelevante… Siempre que veo un charco -¡zas!- allá voy a chapotear. Je, je.

Ted Says:
mayo 26th, 2012 a las 20:55

Como otros dicen por aquí, esta retahila propagandística resulta risible. Para
empezar, dicha ley fue redactada por Aldrich y Morgan recluidos
secretamente con otros banqueros en Jeckyll Island. Si dichos banqueros
fueron capaces de hacer subir a Woodrow Wilson al poder para aprobar la
institución del mayor expoliador de todos los tiempos (los republicanos se
habían negado con anterioridad), qué no controlarán a día de hoy tras robarle
al mundo trillones y todo el oro que estaba contenido en Fort Knox? Y qué
decir de los 16 BILLONES de dólares que se sacaron de la manga para
rescatar a los bancos?
El artículo (en inglés) y vídeo (subtitulado) absolutamente magistrales que
adjunto a continuación, aunque con unos cuantos años encima, terminan de
ridiculizar el argumento arriba esgrimido.
http://video.google.com/videoplay?
docid=-3875233811701164099#docid=-2183251855920710148
http://www.unelected.org/audit-of-the-federal-reserve-reveals-16-trillion-
in-secret-bailouts
http://www.apfn.org/apfn/fed_reserve.htm

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 26th, 2012 a las 21:50

Una consideración general a todos los críticos: el artículo no pretende negar


que exista un perverso maridaje entre la banca y el Gobierno, sino la
naturaleza privada de la Fed. La Fed es un banco central público (aunque
con accionistas sin competencias salvo cobrar un dividendo de carácter
privado) que obviamente beneficia a la banca y al Gobierno. Algo que no
sólo se repite en el artículo (fijaos que hablo en todo momento de los
privilegios que la Fed concede a la banca privada) sino que además por aquí
se ha denunciado en numerosas ocasiones:
http://juanramonrallo.com/17/10/2011/perverso-maridaje/
http://juanramonrallo.com/19/11/2011/%C2%BFquien-es-el-culpable-del-
exceso-de-deuda-privada/
http://juanramonrallo.com/25/10/2011/no-regulemos-la-banca-dejemos-de-
privilegiarla/
http://juanramonrallo.com/25/05/2010/el-sistema-financiero-no-es-libre/
http://juanramonrallo.com/23/02/2010/%c2%bfnecesitamos-un-banco-
central/

Por lo demás, vayamos uno a uno.

Alfonso,

1. Sólo auditorías parciales, cierto. Por eso me gusta la propuesta de Ron


Paul de una auditoría completa. El mismo Ron Paul, por cierto, que
considera la Fed un banco público.

2. No, se apoyan en los grupos de presión para reprimir a otros empresarios


y ciudadanos.

3. No. Unos poderes económicos les mueven a machacar otros “poderes”


económicos. El ideal, por cierto, de un mercado ultraintervenido y nada libre
y capitalista.

4. Porque si prestara sin intereses generaría todavía más inflación, un


impuesto a los tenedores de dólares.

5. No, no lo es, por eso defiendo el patrón oro.

6. Entre otras cosas, para recapitalizar a la banca privada por la puerta de


atrás.

7. Por el absurdo intervencionismo gubernamental en materia bancaria.

8. Entre otras cosas, porque se abandonó el patrón oro y hubo que protegerse
contra unos riesgos artificiales generados por el sistema monetario
intervenido (riesgo cambiario y riesgo de tipos de interés).

9. No, no es una herramienta al servicio de los ciudadanos, sino de los


políticos y del sistema bancario. Lo cual no quita que sea una herramienta
estatal.

Chema,

Los muebles liberales están salvados desde el momento en que la Reserva


Federal es un monopolio de la emisión de dinero inconvertible otorgado por
el Estado. Muy lejos de los ideales liberales de, por ejemplo, Adam Smith,
partidario de la libre emisión de pasivos bancarios convertibles en oro.
Sobre el resto de puntos:

1. Si has leído el artículo verás que los propietarios formales de la Fed son
más de 3.000 bancos a partes iguales. ¿Todos intervinieron en la creación de
la Fed? Yo diría que no. Señal, tal vez, de que lo relevante de la Fed no sea
su propiedad sino los privilegios que concede a sus usuarios (los bancos).

2. Formalmente es privada, desde luego, pero es una propiedad


absolutamente vaciada de contenido. Si las tres características de la
propiedad son a) marco normativo, b) gestión, c) beneficios, los tres recaen
sobre el Gobierno. Como digo, los accionistas de la Fed son muy parecidos
a los accionistas preferentes de Bankia (en lo que se refiere al contenido
concreto de la propiedad).

3. Me parece propio de una agencia gubernamental opaca con el pretexto de


que es independiente del Gobierno.

4. La Fed no es que esté regulada, es que sus estatutos son una ley estatal.
¿Qué otra empresa privada conoces cuyos estatutos sean una ley, cuyo
consejo de administración lo nombre en su mayoría el Gobierno y cuyos
beneficios vayan a parar en un 99% al Gobierno?

5. No es extraordinariamente rentable. Una rentabilidad del 6% no es


extraordinaria, es la misma que está pagando ahora mismo la deuda pública
española y muy por debajo de la media histórica del mercado bursátil. Otra
cosa es que los privilegios que ofrece a sus usuarios sí les permitan lograr
una rentabilidad extraordinaria; pero lo mismo en Europa donde los bancos
no son propietarios del BCE. Por otro lado, el 99% de los beneficios
declarados van a parar al Gobierno. ¿Mejor así?
6. Es que no es una servidumbre de paso, es decir, no es una limitación
parcial de la propiedad. Es una limitación absoluta: ni nombras al equipo
directivo, ni tienes capacidad de votar sus estatutos, ni puedes negociar las
acciones, ni puedes modificar los beneficios que cobras. El capital que
aportan los bancos se parece más a una deuda a perpetuidad (con cupón fijo
del 6%) que a una acción ordinaria.

Ted,

Yo no niego que la Fed sea un chollo para la banca que termine trasladando
los costes de sus privilegios sobre el resto de la población. Digo que es un
chollo para la banca privada creado, mantenido y gestionado por el sector
público (en connivencia con el sector bancario privado, claro).

Socialista Says:
mayo 26th, 2012 a las 22:31

Es realmente impresionante como se fuerzan los argumentos para llevar el


agua a su molino. Si se trata de corroborar una teoría lo único necesario es
doblar tanto los datos y los fundamentos jurídicos para cambiar los términos
y las definiciones.

Y es lo que tiene una teoría que parte de la contradicción, el liberalismo


llevado a sus extremos, o anarcocapitalismo, es imposible ya que la
propiedad privada existe gracias a la existencia del Estado, es decir, sin
Estado no tienen su querida propiedad privada. El capitalismo es imposible
sin Estado. Una sociedad anarquista es forzosamente colectivista y/o
comunista, tal y como ha sido durante la mayor parte de la existencia de la
especie humana.

Por lo leído y las diferentes fuentes, la FED aparece como “remedio” a los
diferentes pánicos bancarios sufridos en los Estados Unidos durante el siglo
XIX, esos “magníficos” tiempos que a algunos de ustedes encandila. Lo que
es evidente es que la FED no ha sido ninguna garantía contra esos pánicos,
de hecho poco después de su fundación vino el crack del 29. También es
cierto que fue bajo el gobierno de Roosevelt cuando los distintos bancos
regionales perdieron su “poder”, pero no es menos cierto que gracias a sus
medidas “socializadoras” salió el país de la gran depresión, entre ellas tasas
cercanas al 90% mientras que hoy estamos en cuánto ¿el 1% para los ricos?

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 26th, 2012 a las 22:58

Es que la Fed nunca debió haberse creado. No ha calmado los pánicos sino
que los ha agravado. Por eso somos muchos quienes apoyamos que se cierre
la Fed. No entiendo su comentario.

Alamein Says:
mayo 26th, 2012 a las 23:26

@Socialista: “Es realmente impresionante como se fuerzan los argumentos


para llevar el agua a su molino” Totalmente de acuerdo: tu propio
comentario es una prueba.

“Y es lo que tiene una teoría que parte de la contradicción, el liberalismo


llevado a sus extremos, o anarcocapitalismo, es imposible ya que la
propiedad privada existe gracias a la existencia del Estado, es decir, sin
Estado no tienen su querida propiedad privada. El capitalismo es imposible
sin Estado. Una sociedad anarquista es forzosamente colectivista y/o
comunista, tal y como ha sido durante la mayor parte de la existencia de la
especie humana.”

O sea, ¡Leches! que ahora resulta que la URSS hacía posible la propiedad
privada y el comunismo la defiende.

“Una sociedad anarquista es forzosamente colectivista y/o comunista,” Y


ahora resulta que el comunismo era una anarquía en la que el estado no
existía, no regulaba nada, y no intervenía en lo absoluto en la economía. Me
habían dicho que no hay nadie más socialista que alguien que no haya vivido
nunca en una economía socialista y leyendo eso que dice usted, lo creo.

Sobre los pánicos bancarios sufridos en el siglo XIX: ninguno de ellos fué ni
remotamente comparable al del crack del 29. Y eso es otra prueba más de
que la FED no es eficaz para impedirlos. Pero no se le da mal agravarlos.
Precisamente por eso los liberales se oponen a ellos. Ah, y por cierto, ¿No
le parece raro a usted, que nosotros los liberales, que estamos
irremediablemente encompinchados con el poder privado, y los
irremediablemente malos mercados y megacorporaciones critiquemos tanto a
la FED? ¿No se le hace raro que nos quejemos de que la FED obstaculiza la
libre competencia? ¿No le extraña que digamos que no nos gustan las
empresas privadas econmpinchadas con el Estado que no ganan mas dinero
por ser más competitivas sino por las prevendas y beneficios del Estado?
Pues que raro, porque usted como buen socialista seguramente cosiderará
que todos los liberales estamos encamados con las megacorporaciones y que
NADA de lo que decimos vale, porque somos unos tramposos que sólo
quieren defenderlas? ¿O no? ¿Pues no le extraña que las critiquemos tanto o
más que usted?

@aversiahora: una sola observación a tu interesante (y muy válido)


comentario: dice usted que “Y Fanny Mae y Freddy Mac son/eran privadas”
en realidad no lo eran: el Estado poseía el 51% de sus acciones. Esta claro
que si Warren Buffet o Bill Gates o Steve Jobs controlan el 51% de las
acciones de dicha compañía, comoquiera que todos los demás accionistas no
pueden impedir ninguna acción que les de la gana aprobar a Buffet a Gates o
a Jobs, pues entoces Buffet Jobs o Gates son los p…tos amos de esa
compañía. (Los Mourinhos del club, vamos) si el estado controla el 51% de
las acciones de cualquier compañía esa compañía no es privada ni de chiste.
Pero es una triste norma común que si el dueño de una empresa es don fulano
de tal esa es una “malvada megacorporación al mando de un maquiavélico
defensor de las clases explotadoras contra las indefensas clases explotadas”
pero si es papaíto estado…¡Todo esta permitido y hay que quedarse
calladito y sin protestar!

Alamein Says:
mayo 26th, 2012 a las 23:38

Quiza esta sea la solución a la crisis. Uy, no, que el problema es la falta de
regulación del sector bancario.

http://el-liberalismo.com/economia/teoria-de-la-banca-central-y-banca-libre

aversiahora Says:
mayo 27th, 2012 a las 0:40

Alamein: ¿estás seguro de que el Estado tenía el 51% de la acciones? Yo


tenía entendido que Freddie y Fannie fueron creadas por el gobierno federal
pero se privatizaron hace 40 años, cuando hacía falta dinero para la guerra
de Viet-Nam. Lo que ocurre es que todo el mundo entendía que, al haber sido
públicas, el Estado acudiría a rescatarlas en caso de necesidad.

De todas formas, es igual. Lo que quería decir es que una cosa es la


definición legal de la FED y otra cosa es la realidad fáctica, lo cual había
creído entender que era el punto de partida del artículo.

doroteo de minicis Says:


mayo 27th, 2012 a las 11:21

@Socialista
La anarquia es la falta de estado,no de principios,es el orden espontaneo que
hace que las sociedades se organicen por si solas.
El estado es la imposicion de un orden por la fuerza.
Cuando la gente sale de las ciudades,lo que podria suponer estar fuera del
control del estado, no se dedica a robar y matar aprovechandose de que no
hay policia que “guarde” el orden ¿cuantos pequeños pueblos hay que ,sin
policia ni “autoridades”,tienen menos delincuencia que las ciudades?
La anarquia no es convertir la sociedad en unas “sodoma y gomera”

Socialista Says:
mayo 27th, 2012 a las 15:38

Bueno, si quieren debatimos sobre anarquismo, pero ya hemos tocado este


tema y creo que deben entenderse mis palabras, sé perfectamente lo que es y
entiendo lo que es una sociedad sin Estado, de hecho la mayor parte de la
historia los humanos se han organizado sin Estado, pero creo que de esto ya
hemos debatido. Me he criado en una familia anarquista, pero de los de
verdad, no de anarquistas de derechas, y de pequeñito me explicaron lo que
pasaba en la URSS, de hecho los primeros en denunciarlo fueron anarquistas
españoles y americanos, bien jovencito estaban a mi alcance los textos de
Emma Goldman, así que no me van a explicar ahora lo que era la URSS.

Mi tesis es bien sencilla, quien define y otorga los títulos de propiedad es el


Estado. Así, dentro de nuestro ordenamiento jurídico tanto las Cajas de
Ahorro como la FED son entidades privadas, más o menos intervenidas,
pero a la postre privadas, es como si dicen que el gobierno es privado
porque hay un lobby que lo dirige, podrá ser así, pero el carácter del
gobierno es público. Pero, ese debate, no creo que sea el fundamento del
artículo del profesor. Entiendo que hace responsable a la FED de la actual
situación, es más, dentro de sus parámetros teóricos está la desaparición de
los bancos centrales y la vuelta al patrón oro.

Ahora bien, lo que no dice, es que bajo el patrón oro y en ausencia de la


FED, es decir, en pleno siglo XIX, las secuencias de pánicos bancarios
venía a darse casi cada 10 años, y fue esta situación la que motivó a los
propios banqueros a diseñar la FED, cuyo funcionamiento y estructura
dependió de las luchas e intereses de la época. Y por supuesto que responde
a los intereses de los capitalistas, pero de los grandes capitalistas je je.

Más interesante, desde sus puntos de vista, es este experimento del euro y el
BCE, ya que tenemos una moneda “supra-estatal” (por lo menos para el
Estado español) por lo que es de tanto gusto para el profesor Huerta de Soto.
El euro beneficia profundamente a las élites del capital financiero y pone en
peligro el bienestar de las clases populares, sobre las que se está declarando
una “guerra de clases”.

Parece evidente que son las clases populares de los Estados “pequeñitos”
los que están sufriendo en esta situación donde el BCE no opera como un
banco central sino como un controlador de la inflación. Se está haciendo
evidente que EEUU está saliendo de la crisis fortalecido, mientras que la UE
está en recesión, claro que la FED si actúa como una banco central y ha
inyectado 2,3 trillones de dolares, Los resultados de este comportamiento
son evidente, salvo para quienes sus axiomas les impiden ver: EEUU salió
de la crisis en 2009 con un crecimiento anual del 2,4% del PIB. En los
países de la Eurozona, el crecimiento no ha alcanzado ni el 1,5% y con una
previsión negativa para el próximo año (-0.3%). Más claro el agua.

Víctor Says:
mayo 27th, 2012 a las 17:09

La burbuja inmobiliaria también creó durante un tiempo mucho empleo y


permitió crecimientos inimaginables, pero no por eso la consideramos
buena. Porque era humo, un espejismo. No hemos dado demasiadas veces de
bruces con la realidad como para considerar buenas las expansiones
crediticias y la manipulación de tipo de interés. Y los economistas serian
unos pésimos economistas si lo máximo que pueden ofrecer a la sociedad es
ir de burbuja en burbuja y tiro porque me toca.

Ahora bien, si nos quedamos con lo que se ve y nos olvidamos de que se está
añadiendo más deuda a una ya de por si hiperendeudada economía y que,
precisamente por eso, no tardará en volver a reventar, pues nada ¡¡viva!! Si
algo nos debería haber enseñado la burbuja, espero, es que un crecimiento
basado en deuda no es sostenible. Pero claro, tal pensamiento solo es propio
de malvados neoliberales y especuladores a los que no hay que hacerles
caso porque quieren destruirnos y atacarnos.

The show must go on

Víctor Says:
mayo 27th, 2012 a las 17:22

Y por supuesto que había pánicos bancarios en el s. XIX, pero eran eso,
pánicos bancarios que no afectaban al resto de la economía.

La FED y la reserva fraccionaria lo único que han hecho es debilitar al


máximo todo el sistema financiero, hasta tal punto que la quiebra de un
banco arrastra consigo a toda la economía mundial. Y no, nos son cosas de la
globalización, se trata del enorme deterioro de la solvencia y la liquidez en
los balances.

josvazg Says:
mayo 27th, 2012 a las 19:04

@Socialista

“…quien define y otorga los títulos de propiedad es el Estado”

¡Y UNAS NARICES!
Mi cuerpo es mio y el Estado NO tiene NADA que decir al respecto…

Aceptando su tesis estaríamos aceptando que el Estado puede decir cuando


debe morir alguien por la razón que sea, estaríamos dando por bueno el
Nazismo, las millones de muertos del comunismo, etc.
Haga se mirar esas tesis que son MUY peligrosas.

El Estado es un MERO ARBITRO de ultima INSTANCIA ante disputas


sobre propiedad, contratos o agresiones/crímenes, y si le damos más que eso
lo pagaremos caro… con nuestra vida seguramente.

Socialista Says:
mayo 27th, 2012 a las 19:48

Pues dele un repaso a la Constitución (p. ej. art. 30) y verá como su cuerpo
es suyo, pero bueno, hasta que las circunstancias lo exigan :)

josvazg Says:
mayo 27th, 2012 a las 20:27

Poco se puede esperar de un documento tan intervencionista como ese.

Estoy seguro que todas las ejecuciones comunistas y del holocausto estaban
bien amparadas legalmente por algún texto que ellos mismos se construyeron
como coartada, pero eso no hace que sea legitimo… ¿o a usted le parece que
si?

Socialista Says:
mayo 27th, 2012 a las 20:51

Qué preguntas caballero … pero no hace falta irse tan lejos, el generalísimo
ya se aplicó con ahínco a semejantes menesteres. Todavía nuestras cunetas
huelen a muerto indocumentado, en nuestros hospitales se secuestraban
recien nacidos, … y mientras, un juez que decide investigarlo es
defenestrado mientras que el Presidente del Tribunal Supremo se pasea por
Marbella a costa del atribulado contribuyente. Ver para creer … :)

Alamein Says:
mayo 27th, 2012 a las 22:11

@Socialista: Bien, me gusta su respuesta; bien razonada y construida. Estoy


de acuerdo con usted en que nos ciñamos al tema, porque si empezamos a
hablar del generalísimo vamos a tener 40 comentarios ajenos al tema. Y eso
si tenemos suerte y no nos ponemos a debatir sobre si el Real Madrid es
franquista, je je je.
Veamos; a mí me enseño de pequeñito mi tía Doña Jesusita (Q.E.P.D) que
para definir quién es dueño de qué hay que tomar tres parámetros muy
sencillitos.

-Quién pone las reglas.


-Quien nombra a los jefes.
-Quién se queda con las ganancias. (OJO: lo más importante).

Vamos a imaginarnos que Warren Buffet pone las reglas de una compañía
dictándoselas desde su casa a un notario sin consultar con los demás
accionistas, sin asamblea estatutaria ni nada: el las pone así por la bravas y
punto. Y Vamos a suponer que a los directivos los nombra él (así por las
bravas y punto, también) y que el 94% de las ganancias se las queda él (así
por las bravas y punto, también). Quién dirían ustedes que es el dueño de esa
compañía…¿Los accionistas o Warren Buffet? Ah, es ya los veo venir,
seguro segurito que me vais a decir que esa es una tapadera grotesca que
tiene Buffet para enmascarar su propiedad personal y unipersonal de todo
ese poder económico con una patética mascarada que no engaña a nadie, etc
etc etc. Y que es una vergüenza que alguien se crea esa patraña de que esa
compañía es propiedad de los accionistas cuando el que corta el queso es
Buffet, sólo él y absolutamente nadie más que él. Y que os da lo mismo la
forma jurídica que tenga sobre el papel, eso no es una C.A. sino una firma
personal disfrazada y tonto el que no lo vea.

¿O no?

(Respondan con sinceridad, por favor, no es que me vais a renegar ahora de


todo lo más sagrado en lo que siempre creéis sólo porque en este momento
no os conviene: SED CONSECUENTES CON VOSOTROS MISMOS Y
VUESTRAS IDEAS).

Entonces, si el que hace las reglas es papaíto estado en forma unilateral sin
asamblea estatutaria ni nada, así por las bravas y punto, si el que nombra a
los jefes también es papaíto estado y además el que se queda con las
ganancias también es papaíto estado…

¿¿¿Por qué ahora defendéis tanto que el dueño no es papaíto estado???


PD. No os hagáis los distraídos con la pregunta, haciendo como que no la
leísteis o como que yo no os la escribí: haced el favor de contestar.

Alamein Says:
mayo 27th, 2012 a las 22:25

@aversiahora: Que yo sepa Freddie y Fannie readoptaron forma estatal bajo


el gobierno de Clinton, que ahora anda muy orondo por el mundo dando
conferencias como si la cosa no hubiera ido con él.

Alamein Says:
mayo 27th, 2012 a las 22:28

Claro, cuando digo que readoptaron forma estatal quiero decir el 51% de las
acciones en manos del estado. Creo que algo parecido a lo que hizo Cristina
Kirchner con YPF.

Tigran Says:
mayo 27th, 2012 a las 23:19

@ Socialista:

“Se está haciendo evidente que EEUU está saliendo de la crisis fortalecido,
mientras que la UE está en recesión, claro que la FED si actúa como una
banco central y ha inyectado 2,3 trillones de dolares, Los resultados de este
comportamiento son evidente, salvo para quienes sus axiomas les impiden
ver: EEUU salió de la crisis en 2009 con un crecimiento anual del 2,4% del
PIB. En los países de la Eurozona, el crecimiento no ha alcanzado ni el 1,5%
y con una previsión negativa para el próximo año (-0.3%). Más claro el
agua.”

Pues yo no conozco ningún economista (ni ningún ciudadano) americano que


opine que para ellos la crisis termino. ¿Puedes decirme que economista(s)
estadounidense lo dice? ¿Krugman? ¿Alan Krueger? ¿Quién? ¿En que
encuesta dicen que los ciudadnos de a pie piensan que en su país la criris
termino? Eso también me gustaría saberlo.

Agradecería mucho que me facilitase usted algunos detalles al respecto. (No


lo digo de broma, es que me gustaría saberlo).
Pera Says:
mayo 28th, 2012 a las 0:39

La FED es dinero. Si se habla de dinero habrá que hablar de dinero. ¿Cuánto


dinero le ha prestado la FED al Estado? ¿Qué intereses le cobra? ¿Cuánto le
devuelve el Estado?

Sobre todo, ¿de donde ha sacado la FED el dinero que presta al Estado?

Porque parece que la FED saca el dinero de la nada, se lo presta al Estado


(a todos los ciudadanos) que luego se lo tiene que devolver con intereses.
Ahí esta el Poder, en el que tiene capacidad de sacarse el dinero de la nada,
y luego prestarlo con intereses.

¿Cuánto dinero tiene que poner la FED en circulación? ¿Qué criterios se


utilizan? Si es que hay alguno serio. Porque poniendo más o menos dinero en
circulación del debido se crean burbujas o crisis a discreción. Hay está el
poder.

No se entiende esa defensa ciega de “lo privado”. Es lo mismo que la


defensa de “lo público” que hacen los socialistas de todos los partidos.
Como si “lo privado” fuera de por si un reparto entre todos equitativo y sin
ventajas. Igual que hacen creer los defensores de “lo público” que sucede de
por si con lo público.

¿Un monopolio privado es bueno por ser privado?

¿Es bueno que una persona privada sea el amo de un país? Pues en España
hay un sujeto impunemente privado que dice que es el amo. Recientemente,
en la revista Fortune. Por supuesto, manejando “lo público” con sus lacayos
de todos los partidos y todos los medios.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 28th, 2012 a las 0:47

Socialista,

1. No estaría mal recordar que la magnitud de las crisis financieras ha sido


mayor desde que se creó la Fed que antes:
http://mises.org/daily/6055/Charting-Fun-with-Krugman
2. Tampoco estaría mal recordar que desde 2008 el balance de la Fed ha
aumentado en 2 billones de dólares y el del BCE en 1,6 billones de euros.
Qué gran diferencia.

Pera,

Intuyo que no te has leído el artículo. En cuanto a que el Gobierno paga


intereses a la Fed, como verás en el artículo, el Gobierno luego se queda con
el 99% de los beneficios de la Fed, es decir, recupera sobradamente lo que
paga en intereses. En cuanto a la defensa de los monopolios privados, no sé
dónde la ves. Precisamente, el artículo concluye así:

“Y segundo y principal: porque aun cuando el banco central estadounidense


fuese una institución privada que hubiese obtenido el privilegio
gubernamental de actuar en régimen de monopolio (como sucedió durante
décadas con el Banco de Inglaterra), no estaríamos ante una realización de
los ideales del libre mercado, sino ante su brutal conculcación. El libre
mercado en materia financiera pasa por la libertad de emisión de pasivos
bancarios (sean billetes o depósitos a la vista) y no por su monopolización
en manos de una empresa privada o, como sucede con la Fed o el BCE, de
una agencia estatal”.

Pera Says:
mayo 28th, 2012 a las 1:21

Osea, que la FED, que es el Estado, le presta al Estado y luego este se lleva
los beneficios de su propia deuda. Uno que va y se presta a si mismo, y se
cobra intereses. Si Adam Smith levantara la cabeza.

Y el principal ¿también se lo devuelve el Estado a si mismo, vía FED? ¿O el


Estado década tras década desde el nacimiento de la FED en 1913 está
crecientemente endeudado con esta, que se supone es si mismo, hasta los
limites insoportables actuales?

Pues si la FED es el Estado ya podía aplicar una institución tan conocida del
derecho y la economía como es la compensación de deudas, y todo el
problema de la deuda y la crisis queda resuelto. La deuda del Estado con la
FED queda compensada con la de la FED con Estado, ya que se supone que
el 99% de lo de la FED revierte al Estado.

Y la gran cuestión sin resolver, ¿de donde saca la FED el dinero que presta
al Estado?

¿Cómo es posible que todo el mundo este endeudado, salvo algún país del
golfo? Alguien tendrá que ser el acreedor. Porque parece que son los
marcianos de Krugman.

Pera Says:
mayo 28th, 2012 a las 1:30

El BCE dicen que ha prestado unos 300.000 millones de euros en los últimos
meses. Hace aproximadamente un año que el BCE amplió su capital desde
unos 4.000 millones a unos 7.000 millones (la cuantía de un plan E) Dijeron
que ampliaba el capital para poder prestar más dinero. El colmo de la
reserva fraccionaria …. si no existiera la FED. Y eso que no es prestador de
última instancia.

Pera Says:
mayo 28th, 2012 a las 1:34

Desde tierras de la FED:

“Botín is the new master of Spain,” says one analyst who nervously requests
anonymity. “He is more respected than the King.”

http://finance.fortune.cnn.com/2012/03/23/banco-santander-emilio-botin/?
iid=SF_F_LN

¿En una situación de quiebra general quien sale ganando? ¿No sale ganando
quien puede ir quedándose a precio de saldo con lo quebrado? Y si puede
¿no buscará crear una situación de quiebra general para quedárselo todo?

Porque hay alguno que se ha ido quedando con un banco, dos bancos, tres
bancos, cuatro bancos. Y de los grandes. Trabajando para él quien se
suponía que era el regulador imparcial, el que le dio el primer banco.
Cercano al monopolio de los bancos. Tras previa desestabilización del
sector, con supercuentas y superreguladores. Si se desestabiliza luego a las
Cajas de Ahorro ya se puede quedar con todo el sistema financiero. No hay
crisis, es un catarro de niño, que decía a la par con el del mejor sistema
financiero del mundo, llamándolo a su despacho en su ciudad y
fotografiándose en pose autoritaria con este de la Champions financiera.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 28th, 2012 a las 2:29

La Fed tiene menos del 10% de toda la deuda pública estadounidense. El


resto lo tienen ahorradores estadounidenses y ahorradores extranjeros. Y la
deuda pública es algo menos de un tercio de la deuda total en EEUU, de
modo que el problema del endeudamiento estadounidense (no digamos ya
mundial) va más allá de los préstamos que haya concedido dela Fed.

Por otro lado, la Fed no coge el dinero de ningún lado, lo crea por sí misma
como hace cualquier otro banco cuando genera depósitos para extender
préstamos. En este caso, los dólares que crea al monetizar deuda pública son
mantenidos en los saldos de caja de los estadounidenses y los extranjeros
hasta que refluyen al Gobierno (vía obligaciones tributarias) y éste los
emplea para amortizar la deuda que previamente le había colocado a la Fed.
Un perverso mecanismo inflacionista derivado de su privilegiado monopolio
de emisión.

El osito Teddy Says:


mayo 28th, 2012 a las 12:00

Socialista dijo : “[...]Y es lo que tiene una teoría que parte de la


contradicción, el liberalismo llevado a sus extremos, o anarcocapitalismo,
es imposible ya que la propiedad privada existe gracias a la existencia del
Estado, es decir, sin Estado no tienen su querida propiedad privada. El
capitalismo es imposible sin Estado. ”

Y el socialismo es imposible sin socialistas asi que explícame por qué


demonios esta ideología se empeña una y otra vez en exterminarlos y por qué
la gran mayoría de ellos están encantados de meter alegremente la cabeza en
sus peligrosas fauces. Hola, indignados ¿Qué tal os va?

Ahora un poco más en serio, la contradicción es tuya perdona que te diga. Es


mentira que el liberalismo desea eliminar el estado; si fuera así no serían
necesarios tantos sesudos libros y bastaría con coger palos y piedras o
subirse a una destartalada camioneta pegando tiros al aire de Kalashnikov
cual Somalí vestido con una camiseta del Barça y roídos pantalones pirata .
Lo que desea en verdad es acotarlo o aminorarlo a una precisa esfera de
influencia pues todos los esfuerzos intelectuales de los liberales, si te fijas,
están encaminados hacia esa dirección.

ANTONIO Says:
mayo 28th, 2012 a las 13:48

Lo que está claro es que la politica monetaria de la FED no busca el interés


general del ciudadno americano. Busca el interés de los bancos que la
forman. América es esclava de los banqueros judíos de la FED.

SEPE Says:
mayo 28th, 2012 a las 14:00

@El osito Tedy

“Y el socialismo es imposible sin socialistas asi que explícame por qué


demonios esta ideología se empeña una y otra vez en exterminarlos y por qué
la gran mayoría de ellos están encantados de meter alegremente la cabeza en
sus peligrosas fauces. Hola, indignados ¿Qué tal os va?”

Eso significa que el champú lavacabezas que utilizan los socialistas


funciona. Son unos vendemotos de primera.

Socialista Says:
mayo 28th, 2012 a las 14:36

No hace falta descalificar, es necesario que aprendan a argumentar. Ni los


gritos ni los insultos nos hacen más libres, ni más sabios.

De todas formas el socialismo será imposible, pero que yo sepa son países
socialdemócratas los más avanzados de este mundo. Son los más ricos, los
más prósperos, los más libres y los más igualitarios.

Sé que les fastidia pero periódicamente me veo obligado a recordárselo.


Mientras vemos que los países europeos con menos sector público, menos
servicios, más desiguales, menos libres, … (Irlanda, España, Portugal,
Italia,Grecia) son los que caen a plomo.

¿Alguna relación?

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 28th, 2012 a las 14:38

¿Letonia, Estonia y Lituania también? Y no sé de dónde sacas que esos


países tienen los menores sectores públicos: Portugal, Italia y Grecia tienen
un sector público mayor al de Alemania. ¿Ésta también cae a plomo?

http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2012/01/weodata/weorept.aspx?
pr.x=41&pr.y=18&sy=2011&ey=2011&scsm=1&ssd=1&sort=country&ds=.&br=1&c=122

josvazg Says:
mayo 28th, 2012 a las 16:00

@Socialista

¿Hablas de Suecia?
¿Esa que es MAS LIBERAL que nosotros?

Ah que ya se, hablas de Suecia, pero de la Suecia que tiene SMI o


indemnización por despido… a que esa Suecia NO existe, porque la Suecia
actual NO tiene SMI ni indemnización por despido prefijadas por el Estado.

Tampoco hablarás de la Suecia cuya Sanidad y Educación YA NO ES gratis


total, sino que hay CHEQUES. Suecia que cuando mira nuestro “gratis total”
se echa las manos a la cabeza mientras ve como los extranjeros vienen a
operarse a España la cadera, por ejemplo, porque les sale GRATIS total.

Tampoco de la Dinamarca que aplicó a sus bancos un BAIL-IN (la propuesta


del profesor Rallo) en lugar de un BAIL-OUT (rescate con dinero del
contribuyente) hace unos meses y que la Suecia de la que no hablas está
pensando copiar:
http://www.bloomberg.com/news/2011-05-16/sweden-wants-bail-in-model-
to-target-senior-bank-creditors.html
La misma propuesta que aquí tienes que ser un liberal empedernido y que te
lluevan criticas de todos lados (como le han llovido al Profesor) resulta que
es cosa de los “socialistas del norte…”

Aceptadlo, “el Socialismo” que funciona es el que evoluciona a lo liberal,


poco a poco. Y el que no ya lo vemos aquí:
“Andalucía, 30años de socialismo ininterrumpido = >30% de paro.”

Víctor Says:
mayo 28th, 2012 a las 16:02

Socialista

Y dale perico al torno. Los países nórdicos primero crearon la riqueza,


luego la distribuyeron. Ahora que su riqueza crece menos, están
liberalizando la economía para que su riqueza crezca más. Incluso ellos,
siendo socialdemócratas, respetan ese axioma: liberalismo = riqueza. De lo
contrario, buscarían más intervencionismo, y no lo hacen.

No hay ni una sola evidencia que conecte el gasto público con la riqueza. En
cambio, sí la hay entre la riqueza y gasto público. Y es que allí donde no hay,
no se puede repartir, por mucho que se rasque. En cambio, allí donde sí hay,
es más fácil repartir.

Y bueno, eso de que cuanto más robe el Estado de tu renta más libre eres,
que me lo expliquen porque no lo entiendo. Ya puestos, que nos roben el
100% a ver lo libres que somos.

Alamein Says:
mayo 28th, 2012 a las 17:08

Paso porque los insultos no nos hacen más libres ni sabios…pero no me has
respondido mi pregunta.

De todos modos has tocado un punto importante: “el socialismo será


imposible, pero que yo sepa son países socialdemócratas los más avanzados
de este mundo. Son los más ricos, los más prósperos, los más libres y los
más igualitarios” Veamos…¿Eres Socialista o Socialdemocráta? ¿Que
diferencias vez tú entre los dos modelos?
Otro detalle: hay que tener cuidado con los conceptos de riqueza e iualdad
social, porque el coeficiente de Gini mide la distribución y no la riqueza, un
país muy pobre puede tener mucha igualdad (todo el mundo esta
peguntandóse que va a comer mañana) y mucha pobreza (muy bien
distribuida, eso sí) y otro ser muy rico y dicha riqueza estar muy mal
repartida.

Veamos a vuelo de pájaro unos sabrosos datos de la Wikipedia:

(fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_igualdad_de_ingreso

y
(http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_%28nominal%29

Os pongo la fuente para que no me llamés mentiroso, porque no os vais a


creer lo que vais a leer.

Resulta que España es más rico que Suecia (Sí, no se rían somos el puesto
13 y ellos el 21) y Grecia es más rica que Finlandia (No, no es tomadura de
pelo) ahora bien, si nos vamos a igualdad social, vemos cosas no menos
chistosas: resulta tatatachaaaan que España tiene más igualdad social que el
Reino Unido (no no estoy fumado) y Mongolia, la India y Etiopía tienen
todas ellas más igualdad social que Japón. Irán tiene más igualdad social que
Portugal. Y Alemania tiene más igualdad social que Argentina y Cuba, pero
resulta que estas tienen más igualdad que China y Estados Unidos. O sea, que
así cualquiera puede tomar datos a su gusto.

Y otra sabrosa nota: el concepto de paridad de poder adquisitivo con el que


muchas veces se intenta hacer comparaciones reales de riqueza entre países
resulta que se inventó…¡En España! en pleno siglo XVI en la Universidad de
Salamanca y ahora se emplea por el FMI como medida básica. La pega, es
que claro, no es la única ni la mejor definitivamente aceptada como tal por
todos.

La mejor medida supongo que será cuanta gente vive bien en un país y punto.
Estados Unidos es un país básicamente de clase media, pero resulta que
entre Bill Gates y Warren Buffet entre otros aficionados a coleccionar
papelitos con la cara de George Washington pues claro que el índice de
desigualdad con cualquier Homero Simpson es bestial, lo que no quiere
decir que Homero trabajando de obrero no pueda sacar adelante sin muchos
problemas a sus tres hijos.

PD. Oye, Socialista, no es por gusto de fastidiar, pero insisto: te has hecho el
distraído con mi pregunta como si o no la hubieras leído o yo simple y
sencillamente no te la hubiera escrito. Y yo no me he puesto en plan faltón.
Entiendo que contestes también a lo que te han redactado los demás, pero
por favor, dame una respuesta a lo mío también.

Arturo Says:
mayo 28th, 2012 a las 17:24

Opino lo mismo que el ala liberal, pero si la Fed entrega dividendos, es


privado por definición. Os recomiendo ver la siguiente entrevista a Doug
Casey sobre la Fed:

El osito Teddy Says:


mayo 28th, 2012 a las 17:50

Socialista,

No existe esa disyuntiva que se han inventado los políticos entre “o elegimos
crecimiento o elegimos austeridad”. Es falsa y sólo sirve para que te
decantes por un incremento estatal .El dilema verdadero estriba entre
escoger ahorro y crecimiento o escoger gasto y quiebra total. Pero hay que
confundir al personal para que vote en la dirección convenida.

La definición de austeridad que actualmente tiene la gente cuando se habla


de afrontar el déficit, reformas fiscales y demás consiste en oprimir
tributariamente a las clases medias para pagar la deuda y así seguir
manteniendo a los “políticos y banqueros” sin aminorar ni un ápice el
tinglado estatista. No hay una diferencia clara y percibida por la población
entre la política para reducir el peso del estado y las reformas para reducir
el peso del sector privado a base de impuestos poniendo peligro el euro (con
razón dicen que la austeridad no funciona). Y claro, los políticos se
aprovechan de esto.
Pera Says:
mayo 29th, 2012 a las 0:23

“La Fed tiene menos del 10% de toda la deuda pública estadounidense”

Si tienes información precisa sobre la cuantía y los tenedores de la deuda


USA se agradece que la expongas, o pongas un enlace. Porque parece que
hay informaciones para todos los gustos, en algo que debería ser tan claro.

“Y la deuda pública es algo menos de un tercio de la deuda total en EEUU”

¿Quiénes son los tenedores de esta superdeuda?

Al parecer hay un concepto de deuda pública USA en sentido estricto que es


más o menos el equivalente a su PIB actual. Y hay una deuda no
contabilizada como tal, que seria muy superior, y a la que van a parar los
cuantiosísimos gastos de las guerras ultimas, Irak, Afganistán, que seria
superior a la de la II Guerra Mundial. El habitual mamoneo de las grandes
cuentas que, como vemos casi a diario, se encogen y alargan como el chiqle
sin que pase nada (lo de Bankia, la Comunidad de Madrid que se encuentra
de repente 1.000 millones de euros de deuda, incluso Alemania que hace
como un año se encontró de repente que tenia decenas de miles y miles de
millones de euros de mas, por un ligero error de calculo que dijeron)

En cualquier caso, si la FED tiene solo un 10% de la deuda USA, sacada de


la nada como bien dices, y USA es la FED, como dices, ¿Por qué no le
condona la FED a USA esa deuda? ¿Por qué no se lo perdona el Estado USA
a si mismo si es lo mismo que la FED? Tendría un efecto multiplicador
maravilloso para el saneamiento de las finanzas mundiales. Parece que hay
algunos en la FED que no estarían de acuerdo.

¿No será que todo o buena parte el dinero nuevo que se pone en circulación
–y si crece la producción habrá que poner nuevo dinero- se hace en forma de
deuda a los Bancos Centrarles, a la FED, de un modo u otro?

Priede Says:
mayo 29th, 2012 a las 0:23

Hola, señor Rallo:


Esta tarde leí su artículo y me di cuenta de que tenía muchísima sustancia, y
ahora que lo vuelvo a releer, lo confirmo. Pero da pie a cierta confusión,
porque de su lectura no se deduce claramente lo que usted le dice a Ted: “Yo
no niego que la Fed sea un chollo para la banca que termine trasladando
los costes de sus privilegios sobre el resto de la población. Digo que es un
chollo para la banca privada creado, mantenido y gestionado por el sector
público (en connivencia con el sector bancario privado, claro).”. La
conclusión que se obtiene después de leer el artículo es justo la contraria:
solo el Estado obtiene ganancias. Naturalmente los beneficios de la banca no
se obtienen de los intereses de la deuda pública norteamericana, pero sí de
las leyes que el gobierno aprueba en beneficio del sector bancario.

Y otra matización: dice usted en otro comentario:

“La Fed tiene menos del 10% de toda la deuda pública estadounidense. El
resto lo tienen ahorradores estadounidenses y ahorradores extranjeros.”

No es esa la tendencia, y así lo confirma su propio periódico:

http://www.libertaddigital.com/economia/los-inversores-privados-
desaparecen-del-mercado-de-deuda-estadounidense-1276417867/

Creo que le envié hace tiempo aquel interesante documental sobre la FED,
The money masters, Los amos del dinero:
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/257384-amos-
del-dinero.html , y en el cual se dice que la FED trabaja para los intereses
de los propios banqueros. Ahí mismo señalé por dos veces que ese
documental tiene una carencia: la incapacidad para abordar el problema de
financiación de un imperio.

No puedo en ningún caso rebatir lo que usted dice acerca del funcionamiento
de la FED, porque no conozco a fondo el entramado del que habla, sin
embargo me fío de lo que usted dice.

Le veo a usted como el único capaz de abordar seriamente ese problema de


la FED y el imperio USA (quiero decir: si no hubiese FED habría que
inventarla), siempre y cuando sea capaz de olvidarse por un momento del
reduccionismo al que somete toda la economía, al fijar usted su atención
exclusivamente en la teoría austriaca que defiende el valor del dinero. Le
sobran a usted conocimientos y talento para darle la vuelta a la tortilla: verlo
desde el lado de las necesidades de la política. No quiero decir con esto que
usted tenga que dar por bueno ese otro punto de vista, sin embargo, pienso
que para que una teoría económica alcance verdadero sentido ha de
abordarse desde la perspectiva que está fuera de la economía, esto es: la
economía al servicio de la política.

Sabemos que la política, con frecuencia, se pone al servicio de los poderes


fácticos económicos (sería un suicidio no ya que se opusiera a ellos por
sistema, sino que bastaría con que no tuviera en cuenta sus intereses para
llevar el país a la ruina), pero sabemos gracias a la historia, que no siempre
el proceso ha sido ese. Que usted no esté de acuerdo con que esta tendencia
deba prevalecer, no quiere decir que eso le exima del esfuerzo intelectual de
tratar de reconstruirla evitando en la medida de lo posible los prejuicios
economicistas que padecen todos los teóricos de la economía. Les pasa a
ustedes lo mismo que a los historiadores pero en sentido contrario: ellos no
dan a la economía el peso que realmente tiene, incluso prescinden
olímpicamente de esos análisis, y no hace falta que le ponga ejemplos.

Eso que dice de que el funcionamiento de la FED responde a criterios


políticos casa perfectamente con mi sospecha: la simbiosis total que existe
entre poder financiero y político en Estados Unidos, y también en Gran
Bretaña. En realidad eso mismo ocurre en todos los países, pero mucho más
en aquellos que para mantener la hegemonía ya solo les queda el recurso de
crear y destruir capital (más bien trasvasándolo de los ahorristas a sus
bolsillos, o de los países endeudados a los países prestamistas) mediante
el manejo de las finanzas, que incluye, por supuesto, la cooperación del
poder político. Todos ganan: los banqueros y los intereses hegemónicos
de las élites políticas, y de manera colateral, los intereses de las naciones
que gobiernan, sin olvidar que a veces esos intereses nacionales puedan
llevar a grandes sectores sociales de esa misma nación a un
empeoramiento brutal de sus condiciones de vida.

En resumen: si bien no puedo negar su afirmación de que la FED depende


del poder político, sí que le sugiero que aborde la explicación más
pertinente, esto es: el porqué esto es así y no de otra manera, y si es posible
mantener la hegemonía de Occidente y en concreto de Estados Unidos (Wall
Street, y en menor medida la City) sin crear dinero constantemente, toda vez
que la creación de riqueza, la producción de bienes tangibles, se ha largado
de Occidente, con las excepción de muy pocos países.

Pera Says:
mayo 29th, 2012 a las 0:42

Hay un dato misterioso, inexplicable y, por ello, siniestro, en la deuda


pública española. Resulta que los particulares tenemos menos de un 1% de
deuda pública.. Todas las conocidas y continuadas campañas para vender
deuda del Estado –bonos, obligaciones y letras del Tesoro- y no hay manera
que los españoles la compremos. Menudo dispendio. Así que resulta que el
españolito medio no quiere deuda publica española pero si que quiere la
deuda de los bancos –acciones, bonos, preferentes y demás ralea-. El
españolito quiere la deuda basura de la CAM, de Bankia, y otras gangas,
pero no quiere la del Estado. Aunque sepa que al final es el Estado quien va
a salir al rescate de esa deuda basura. Un misterio inexplicable: la gente
quiere la deuda del rescatado pero no la del rescatador. Mas tontos y no
nacemos.

Al parecer hay una explicación, si el españolito va a su banco a suscribir


deuda publica no hay manera de que lo consiga, por unas cosas u otras. Eso
si, para suscribir cualquier basura bancaria todo son facilidades. Y el
Tesoro Publico y el Gobierno que no protestan, ni hacen nada. El resultado
es que el Estado queda en manos de la Banca. Será cosa que ha diseñado
Botín, con la participación de sus empleados en el Gobierno, Banco de
España y Tesoro Público. ¿Alguien tiene otra explicación?

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 7:16

Para Priede: http://mises.org/money.asp


Creo que aquí se le explica TODO lo que usted pide.
Para mi creo que es el texto más revelador de todos los que he leído.

Murray Rothbard explica como funciona el dinero, para que sirve y que
propiedades tiene que cumplir (y porqué) y luego explica también como lo
distorsiona y transforma el gobierno y porqué.
Léalo y me cuenta.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 7:33

Para Pera:

Es lo que pasa, que resulta que los españoles somos unos cachondos. Nos
quejamos porque nos sube la Prima de Riesgo porque “los malvados
mercados” no nos compran la deuda, pero eso si, nosotros, cuando nos
ponemos la gorra de mercado encima, nos “volvemos maléficos” y no la
compramos ni de coña. O más bien somos sensatos.

¿Has comprado deuda pública tu? Pues yo tampoco.

Yo, con humildes ahorros, he comprado Inditex (una buena compra de


momento) y Telefónica (una cagada) y de momento no veo claro comprar
más en España, porque tenemos pinta de ir a la quiebra ya que no se hace
nada para evitarlo, seguimos gastando de mas y encima decimos que es que
no podemos gastar menos (¡como que no, jo.er!) y encima dejamos que los
pufos de los bancos se nos pudran en las narices para rescatarlo, otra vez,
con cargo al contribuyente.

Moraleja de lo de Bankia:
1) Si juntas dos m.erdas lo que obtienes no es algo saneado sino una m.erda
más grande.
2) No comprar NUNCA acciones de empresas con deudas, es decir, no
comprar NUNCA acciones de bancos (ni siquiera del Santader en tendencia
alcista) Esto es, por cierto, una máxima del Value Investing y no por
casualidad.
(Yo mismo estuve a punto de comprar Bankia, me libré por los pelos y he
aprendido en la cara de otros, he tenido suerte esta vez pero ya no me pillan
en otra, he aprendido bien la lección)

¿Y si los españoles no son tan tontos como para comprar deuda de un gestor
tan malo y tan poco fiable como es el Estado Español… quien lo está
haciendo?
Pues lo bancos, como Bankia, por ejemplo. Me gustaría saber cuanto
contribuye ese tema al agujero actual o si todo viene de préstamo promotor
podrido y morosidad.

“Un misterio inexplicable: la gente quiere la deuda del rescatado pero no la


del rescatador. Mas tontos y no nacemos.”

Repito:¿Has comprado ESA deuda estatal tu?


Y lo del misterio te lo resuelvo yo. Da igual que compres la deuda del
Estado o no, cuando rescaten nos van a crujir porque vivimos aquí, no
tenemos escapatoria.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 7:37

Profesor ¿conoce alguna traducción al español y disponible en internet del


artículo de Rothbard http://mises.org/money.asp?
(Pensando en Tigran y aquellos que no pueden con el inglés)

Priede Says:
mayo 29th, 2012 a las 13:01

Josvazg

Para Priede: http://mises.org/money.asp


Creo que aquí se le explica TODO lo que usted pide.
Para mi creo que es el texto más revelador de todos los que he leído.

Murray Rothbard explica como funciona el dinero, para que sirve y que
propiedades tiene que cumplir (y porqué) y luego explica también como lo
distorsiona y transforma el gobierno y porqué.

Léalo y me cuenta.

Oiga, tío pedante, ¿por qué no me lo cuenta usted? Decía Feijóo que son
muchos lo que llegan a creerse que por entender lo que leen ya saben
explicarlo, es más: hay algunos que cuando leen algo por primera vez se
creen que eso mismo lo podrían haber pensado ellos, pero que por la razón
que fuera no lo hicieron. Se equivocan, claro. Cuéntenoslo usted, rey. De
sobra sé lo que cuenta Rothbard, y de cómo se crea el dinero y la función
que hace, pero eso no responde a mis preguntas. Le repito solo una, porque
si le pongo más ya veo que se pierde:

“(…) si es posible mantener la hegemonía de Occidente y en concreto de


Estados Unidos (Wall Street, y en menor medida la City) sin crear dinero
constantemente, toda vez que la creación de riqueza, la producción de bienes
tangibles, se ha largado de Occidente, con las excepción de muy pocos
países.”

Ande, ilústrenos, explíquenos cómo se financia el estado de bienestar


norteamericano y su fuerzas armadas (el 45% del gasto mundial en Defensa
lo realiza Estados Unidos) sin crear dinero constantemente. Venga, adelante.

josvazg Says:
mayo 29th, 2012 a las 15:05

Sinceramente, dudo que haya leído más de dos líneas seguidas de M.


Rothbard con esa actitud y esa pregunta.

¿Usted cree que los “papelitos con el sello” de la FED o los apuntes en un
ordenador son riqueza?

Si no tiene claro esto, ¿como pretende entender nada?


Los papelitos valen hasta que el otro se cansa y te los tira a la cara, y
entonces más vale que hayas cortado el gasto, lo hayas controlado o hayas
generado riqueza de verdad para respaldar tanta deuda como has emitido.

aversiahora Says:
mayo 29th, 2012 a las 20:22

En un sistema democrático es muy difícil que alguien gane las elecciones sin
dinero. No me refiero al dinero de la campaña o de los sueldos de los
miembros del partido, sino al dinero con el que vas a comprar el voto de tus
electores. Imaginemos que surge en España un partido nuevo con un único
punto en su programa, que no es otro que el pleno empleo. Con 6 millones de
personas en el paro (que probablemente serán 8 millones) tienes un buen
caladero de votos.

Imaginemos que ganan las elecciones. ¿De dónde van a salir los puestos de
trabajo? ¿Dinero nuevo? ¿Quién lo pone? ¿Redistribución de rentas, es decir,
que donde trabajaban 2 personas por 40.000€, ahora trabajarán 3 por los
mismos 40.000? Siempre habrá resistencia. Siempre hay un status quo y
siempre habrá resistencia a ser alterado. ¡Pues se suaviaza esa resitencia a
palos y arreglado! ¡Bueno! Eso se llama dictadura… y tampoco nos gusta.
¿Más inversión extranjera? ¡Bueno, si no viene ya… será por algo!
Tendremos que hacer cosas para que venga: ¿Bajar sueldos? ¿Impuestos?
¿Derechos laborales? ¿Energía? Hemos vuelto al punto de partida: hay un
status quo en cada una de esas cosas.

¿Cuál es la forma más eficiente para el Estado de recaudar? Engañanado a la


gente, que no sepan lo que pagan. Imagina que te dicen que vas a pagar un
único impuesto, y que es el 50% (5 diezmos) de tu renta. Dirías que no. Pero
si te quitan un diezmo en el IVA, 1 en el IRPF, 1 en Seguridad Social, 1 en
intereses futuros de deuda pública y otro con la inflación… ya va colando
mejor. Hay mucha gente que cree que solo paga el IRPF.

Para todo esto hace falta dinero fiduciario. El propio Keynes decía que,
cuando hay que recortar salarios, es muy difícil hacerlo nominalmente. Los
trabajadores no toleran que les bajes el sueldo de 100 libras a 80, pero sí
que les pagues 100 aunque solo puedan comprar lo mismo que antes con 80.

Y tenía razón. Por eso está en el Infierno. Por cierto, Rallo, te envía saludos.
Dice que le ha llegado tu libro y que se acuerda mucho de ti:
http://libros.libertaddigital.com/rallo-contra-keynes-1276239869.html

Una última cosa para acabar de asustar al prójimo como a mí mismo (¿No
era eso lo que decía los Evangelios?): ¿sabéis que pasa si llevas al banco un
billete falso que te han colado? ¡Pues sí! Te lo comes con patatas. El banco
se lo queda, te toman tus datos (por si eres un peligroso falsificador) y no te
dan uno bueno. Imaginad qué pasa si llevas el sueldo del mes y el 30% está
en billetes falsos. Pues que te acaban de recortar el sueldo del mes un 30%.
¿Y si fuese el de todo un año? Ahí tienes una “devaluación interna”
personalizada. ¿Y si fuese el de toda tu vida? El que te hasas gastado,
gastado está. Pero el que lleves al banco para meter en la “cartillita”…
¡plof!… te has quedado sin él. Pues si te has quedado sin el 30% de toda tu
vida ingresos, eso es tanto como decir que, en realidad, has estado
trabajando por un sueldo un 30% inferior al que tú creías. Juas juas. ¿A que
es bonito el dinero fiduciario? ¿A que mola tener un estado poderoso que
fabrica dinero falso y lo hace legal? Como nunca va a pasar nada… ¡Porque
tenemos derechos! Juas juas.

Tigran Says:
mayo 29th, 2012 a las 20:42

¡Eso eso, que ya era hora que alguien lo dijera: gracias josvag!

Que yo sepa la versión del mises daily en español ahora es miseshispono.org


pero me gustaría saber si tienen ese punto es español: me interesa muchísimo
para seguir el hilo del debate.

@Rallo: si puede decirme donde puedo encontrar eso en español me gustaría


mucho.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 29th, 2012 a las 22:08

El Instituto Juan de Mariana próximamente lo publicará en español.

tigran Says:
mayo 29th, 2012 a las 23:24

@Rallo Muy bien. ¿Que tengo que poner en el “buscar” para buscarlo del
Instituto Juan de Mariana para poder encontrarlo cuando lo publiquen?

Priede Says:
mayo 29th, 2012 a las 23:26

josvazg

Sinceramente, dudo que haya leído más de dos líneas seguidas de M.


Rothbard con esa actitud y esa pregunta.

En cuanto a mi actitud, la suya es más intolerable, por pedante, y en cuanto a


la pregunta yo no vengo aquí a hacer las preguntas que a usted le gustaría que
hiciese, sino las que considero oportunas y que usted, curiosamente, se niega
a contestar. Porque le sucede a usted lo que a aquel sujeto a quien le
preguntaron si tenía fuego para encender un cigarrillo, a lo que contestó: “no,
no tengo fuego pero sí tengo reloj, y son las tres media. ¿Por qué me pregunta
usted si tengo fuego y no qué hora es?”

¿Usted cree que los “papelitos con el sello” de la FED o los apuntes en un
ordenador son riqueza?

De momento, y desde hace muchas década, sí que son riqueza, a cambio de


esos papelitos o dígitos te dan muchísimas cosas.

Y si tanto le gusta el oro, debería usted molestarse en saber en manos de


quiénes está la mayoría de las 150 mil toneladas que hay en el mundo, puesto
que ellos serán quienes realmente se convertirán en los dueños de todo el
dinero. ¿Lo sabe? Pues yo lo he contado en el enlace que puse, pero como
usted no sabe salir de los catecismos liberales al paso que ningunea a quien
no le da la razón, pues no hay nada que debatir

Si no tiene claro esto, ¿como pretende entender nada?


Los papelitos valen hasta que el otro se cansa y te los tira a la cara, y
entonces más vale que hayas cortado el gasto, lo hayas controlado o hayas
generado riqueza de verdad para respaldar tanta deuda como has emitido.

De momento nadie los tira a la basura, ni usted tampoco, aunque leyéndole


da la impresión de que atiza la chimenea con ellos. Uste confunde la realidad
con el deseo; desea que no valgan nada y cree que no valen nada.

El patrón oro ya se utilizó muchas veces y no ocasionó más que ruinas y


escasez de dinero, falta de liquidez, salvo para los poseedores del oro. Pero
de eso hablé en otro enlace que usted no ha leído, así que siga con los
catecismos y acomodando a ellos una realidad que le supera. Lo suyo es una
plantilla trivial: oro: dinerito verdadero / papel moneda avalado por el PIB:
pura engañifa. Pues entonces exija un control de la masa monetaria, porque
precisamente quien dispone del control de la cantidad de dinero en
circulación, sea con respaldo en oro o sin él, es quien realmente gobierna, y
yo aun creo en el Estado eficiente y no en los nuevos goldsmiths, que eso ya
sabemos cómo acaba.

tigran Says:
mayo 29th, 2012 a las 23:32
Otra cosa: la pregunta de Alamein ha sido…ignorado por todos porque
precisamente se han hecho los distraídos con ella como si o no la hubieran
leído o él no la hubiera escrito. A mí me parece razonable eso de los 3
puntos de la tía Jesusa si Warren Buffet nombra a los jefes, pone los estatutos
y se queda con las ganancias es claro que muchos van a pensar que la
empresa es propiedad de Buffet.

Yo no les voy a frotar delante de las narices eso de que sean consecuentes
con su propio punto de vista que dice Alamein con mayúsculas, pero creo
que es un punto clásico del pensamiento de quienes no congenian con las
ideas liberales: pensar que hay algo intrínsecamente malo en que una sola
persona o una sola megacorporación tenga tanto dinero. A los liberales eso
no les molesta pero no les gusta que una sola persona tenga demasiado
poder. (Aquí veo una contradicción porque pasan por alto que el dinero es
poder y que si tienes demasiado dinero vas a tener demasiado poder) Sin
embargo si es el estado el que tiene demasiado dinero no les molesta para
nada. (A los liberales sí les molesta en algunos casos) De donde la pregunta
de Alamein me parece válida. ¿Porque no protestar si el estado tiene
demasiado dinero? Y sobre todo:

¿Porque ese empeño en negar que la propiedad es del estado, en el mismo


caso en que si en vez de ser el estado fuera Buffet el que pusiera las reglas,
se quedara con las ganancias, y nombrara a los jefes inmediatamente se
consideraría a Buffet como propietario sin apelación y sin discución?

No entiendo porque una preguna tan interesante como esa no ha recibido


nada más que la callada por toda respuesta.

Pera Says:
mayo 30th, 2012 a las 0:20

Josvazg,

Lo siento, no compro nada, solo conspiro. Conspiro contra el Poder. Me da


asco el dinero.

Lo asombroso es que por ejemplo alguien como tú este a punto de comprar


acciones de Bankia, o las llamadas preferentes (postergadas) y no deuda
pública española. Cuando cualquiera sabia que al final el Estado recataría a
Bankia. Lo asombroso es que la gente no compre deuda del rescatador y
compre la del rescatado. Y eso se produce porque de hecho es muy difícil
que un particular pueda comprar deuda pública española. Hace unos meses
que un artículo del Confidiencial contaba las trabas reales para hacerlo. No
las conozco de primera mano, que solo conspiro, pero deben ser ciertas
cuanto solamente un 1% de la deuda publica española esta en manos de
particulares. Evidentemente es algo impuesto por el poder de los bancos, por
el poder de Botín, que maneja a los socialistas corruptos de todos los
partidos e instituciones. En perjuicio de todos.

Ahora tenemos que los bancos españoles toman ingentes cantidades de


dinero al 1% del BCE (en teoría de todos los ciudadanos, y sacado de la
nada) y seguido se lo prestan al Estado (a todos los ciudadanos) al 6%. Con
un clic de ordenador se llevan el dinero al 1% y con otro clic nos lo prestan
cuando somos Estado al 6%, Ese es todo su “trabajo”. El timo de la
estampita.

……

¿Existen realmente los CDS? ¿Cómo puede haber alguien tan tonto de
arriesgarse ahora en asegurar a otro deuda publica española por una
ganancia mínima? ¿Cómo ha podido haber alguien tan tonto de hacerlo con
deuda griega hace meses cuando todo el mundo sabía que estaba en quiebra?
Y cuando quiebra Grecia no entran en funcionamiento los CDS porque dicen
que no es una quiebra oficial. Y los que supuestamente se habían cubierto
con los CDS ni rechistan, vaya que tontos, perder su dinero cuando lo tenían
asegurado. Evidentemente todo era una farsa, no existían tales CDS sobre
deuda griega, como que no hay nadie tan necio de asegurar lo que sabe que
es un siniestro cierto. La misma farsa que las agencias de calificación, meros
instrumentos del verdadero Poder, que dictan lo que deben hacer los
supuestos “mercados”.

¿Hay alguna crisis real de producción? ¿Ha disminuido la capacidad de


producción? ¿se ha reducido la frontera de las posibilidades de producción?
¿Ha habido alguna guerra, catástrofe natural, invasión alienígena? ¿O todo
sigue igual o mejor, salvo el intercambio de la producción a través del
inevitable dinero?
josvazg Says:
mayo 30th, 2012 a las 8:19

“¿Hay alguna crisis real de producción?”


Si, la distorsión financiera afecta a la economía real. De hecho en la época
de borrachera resulta que:

1) No ahorrábamos casi, todos queríamos consumir. La inversión no se hacía


con cargo al ahorro previo.

2) Había proyectos a largo plazo (promotoras) que tiraban del empleo como
si hubiésemos ahorrado lo que NO ahorramos y competían por recursos y
empleados con las empresas de consumo, que también estaban a tope porque
no se había ahorrado nada.

3) Al cabo de un tiempo los precios de los recursos, materias primas y


empleo se disparan tanto que los proyectos a largo dejan de ser viables, se
desploman, los intereses suben proyectos caen de valor y empiezan los
impagos y los agujeros bancarios (porque se prestó lo que no se tenía
ahorrado, sino futuribles que solo se pagaban si llegaban a buen puerto o los
precios de los colaterales (terrenos, piso, etc) se mantenían)

4) De repente la producción real se encuentra que NO está haciendo lo que


debe, no ha invertido lo suficiente en, por ejemplo, materias primas, y
demasiado en proyectos que ahora se ve son ruinosos (construir cientos de
miles de pisos carísimos al año que ahora no se venden casi ni regalados)

5) Y para colmo se debe un montón de pasta. Hay que pagar las deudas y
recolocar a la gente, las empresas a hacer lo que se demanda realmente y no
lo que ya no se vende ni de broma. Y eso lleva tiempo y no es tan evidente
como reconvertirse ni que es lo que realmente tiene demanda.

“¿Ha disminuido la capacidad de producción?”


En cierto modo si, porque se había puesto mucho empeño (empresas,
trabajadores y recursos) en cosas que ahora NO se venden.

” ¿se ha reducido la frontera de las posibilidades de producción?”


No, lo que ha pasado es que se ha descubierto un error garrafal y que afecta
a la mayor parte de la economía de una vez, y ahora toca reestructurarse.
” ¿Ha habido alguna guerra, catástrofe natural, invasión alienígena?”
NO, no ha hecho falta. Y por cierto, una guerra o una catastrofe o una
invasión serían aún peores.

” ¿O todo sigue igual o mejor, salvo el intercambio de la producción a través


del inevitable dinero?”
Algunos sectores, sobre todo los que sufrieron la crisis de las .com siguen
igual o mejor, aprendieron la lección, por ejemplo de no endeudarse (ahí
tienes al NASDAQ, que apenas necesita financiación ajena; Apple,
Microsoft, Google, etc)
Sin embargo la mayoría del resto les afecta el error masivo en mayor o
menor grado.

josvazg Says:
mayo 30th, 2012 a las 8:22

Ah, una aclaración. El origen del problema no es la falta de ahorro, sino que
se invirtió SIN ahorrar emitiendo papelitos o créditos en el ordenador a
cambio de futuribles, que al final no fueron todos posibles.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 30th, 2012 a las 21:03

Priede,

Del sistema de banca central monopolística e inconvertible se benefician


tanto banca como Estado. Mi punto en este artículo no es mostrar que sólo se
beneficia el Estado, sino que el sistema de banca central es un sistema
montado por el Estado. Al igual que una subvención supone una
redistribución de dinero que acomete el Estado, aunque beneficie al
subvencionado, tres cuartos de lo mismo sucede con la Fed.

EEUU se beneficia enormemente de haber convertido al dólar en activo de


reserva internacional, lo cual le permite expandir muchísimo más el crédito
de lo que lo haría si estuviese vigente un patrón oro clásico. Jacques Rueff
ya trataba estos temas en “El Pecado Monetario de Occidente”:
http://mises.org/books/monetarysin.pdf

Desde luego existe una realimentación entre el imperio militar y económico


de EEUU, aunque sólo sea porque convertirse en una potencia militar
permite ofrecer seguridad en cuanto a no verte invadido y ver tus activos
destruidos. Aunque, desde luego, lo fundamental es la capacidad de lo
militar para abrir nuevos mercados y facilitar la expansión económica de las
empresas estadounidenses (cosa que no me parece en sí mismo criticable,
salvo cuando se utiliza el poder político para marginar otras opciones que
hubiesen imperado en su ausencia).

Dudo que, en efecto, se pudiese mantener durante períodos prolongados


campañas militares tan costosas como las de los últimos 50 años sin un papel
moneda inconvertible que además es moneda de reserva internacional. En su
ausencia, o los tipos de interés se irían por las nubes al emitir deuda en
grandes cantidades o lo haría la inflación o los impuestos, todo lo cual
mermaría la productividad de la economía estadounidense.

Sí, existe un perverso maridaje entre finanzas y Estado que he denunciado en


numerosas ocasiones. El Estado protege a la banca y la banca financia
asequiblemente al Estado. Un acuerdo cuyo potencial se ve amplificado
enormemente cuando, además, otros están dispuestos a comprarte tu divisa
simplemente porque es uno de los activos menos malos donde conservar su
riqueza.

Pera Says:
mayo 31st, 2012 a las 1:00

Ahora que esta de moda MAFO, como chivo expiatorio. Un articulo suyo de
verano del 2003, del 2003, en que anuncia el desastre al que nos ha llevado
la burbuja y que podría ser parado por las autoridades. Creo que una prueba
evidente de que la ruina en que estamos ha sido creada deliberadamente.
Entre otros, por el propio MAFO, que ha inflado todo lo que ha podido la
burbuja que denunciaba. El problema es saber quienes han diseñado nuestra
ruina actual, a quienes obedece MAFO.

4 JUL 2003

“Los problemas del final de los problemas”

“Media España está angustiada con los precios de la vivienda, por el nivel
que han alcanzado y porque no cesan de subir

Muchos informes han reflejado el espectacular ascenso de los precios en


España hasta el punto de que, en los últimos años, el aumento de los precios
se ha comido prácticamente la rebaja en los tipos de interés que nos regaló
el euro. La última alerta ha venido del gobernador del Banco de España al
recordar que “el valor de los inmuebles podría haber sobrepasado los
niveles coherentes con la trayectoria de sus determinantes”.
Frente a todos, el ministro Rato ha declarado que “los precios de la vivienda
en España no están artificialmente altos” y ha emprendido una campaña
contra la idea de que hay una burbuja inmobiliaria en España. Como nadie
puede pensar que Rato no vea lo que ve todo el mundo, hay que buscar la
explicación en el miedo con que cualquier responsable de Economía ve
acercarse el final de un modelo de crecimiento basado en el boom
inmobiliario y en la explosión del endeudamiento de las familias. Y es que,
cuando este patrón de crecimiento llegue al final, empezarán a aparecer las
consecuencias negativas que acompañan al descenso de la burbuja

Sin embargo, en la fase de bajada, cuando las familias dejan de endeudarse y


los precios empiezan a bajar, estos problemas se acaban; pero entonces se
reducen las nuevas promociones, la actividad en la construcción se contrae,
el desempleo aumenta, disminuye el crecimiento de la renta y del consumo
con lo que aparecen unos problemas económicos más serios que los que se
lamentaban antes.
Un ministro de Economía sabe esto mejor que nadie, sabe que la fase de
subida de la burbuja tiene sus problemas, pero que los problemas que
emergen cuando se acaban aquellos son mucho peores y, dado que las
burbujas estallan en el momento en que la gente se da cuenta de su
existencia, también se entiende que el ministro haya iniciado una campaña
para negar la evidencia. Seguramente ahora ya no le queda más remedio que
intentar convencer a los españoles de que no ha pasado lo que ha pasado,
pero hay que recordarle que en su mano estuvo diseñar una política fiscal
coherente con la política monetaria para alcanzar un nivel razonable y
sostenible de precios de vivienda, de tal forma que estos hubieran crecido
gradualmente en vez de subir sin mesura para luego sufrir los problemas de
su caída.

Sin embargo, en la fase de bajada, cuando las familias dejan de endeudarse y


los precios empiezan a bajar, estos problemas se acaban; pero entonces se
reducen las nuevas promociones, la actividad en la construcción se contrae,
el desempleo aumenta, disminuye el crecimiento de la renta y del consumo
con lo que aparecen unos problemas económicos más serios que los que se
lamentaban antes.
Un ministro de Economía sabe esto mejor que nadie, sabe que la fase de
subida de la burbuja tiene sus problemas, pero que los problemas que
emergen cuando se acaban aquellos son mucho peores y, dado que las
burbujas estallan en el momento en que la gente se da cuenta de su
existencia, también se entiende que el ministro haya iniciado una campaña
para negar la evidencia. Seguramente ahora ya no le queda más remedio que
intentar convencer a los españoles de que no ha pasado lo que ha pasado,
pero hay que recordarle que en su mano estuvo diseñar una política fiscal
coherente con la política monetaria para alcanzar un nivel razonable y
sostenible de precios de vivienda, de tal forma que estos hubieran crecido
gradualmente en vez de subir sin mesura para luego sufrir los problemas de
su caída.”

http://elpais.com/diario/2003/07/04/economia/1057269607_850215.html

Pera Says:
mayo 31st, 2012 a las 1:09

Que todos los enterados de la casta dirigente sabían que nos estaban
llevando deliberadamente a la ruina lo acredita la carta de la Asociación de
Inspectores del Banco de España al Gobierno, en mayo de 2006. Desvelada
por El Mundo el año pasado, a buenas horas.

http://estaticos.elmundo.es/documentos/2011/02/21/inspectores.pdf

josvazg Says:
mayo 31st, 2012 a las 7:08

Efectivamente, el negocio para ellos era redondo.

Financiación extraordinaria para los ayuntamientos sacando suelo a


cuentagotas (como si fuese un bien escaso en un país mucho menos
densamente poblado que la mayoría de nuestros vecinos) y por no hablar de
“los maletines” a alcaldes y concejales de urbanismo.
Expansión de crédito elefantiásica en las cajas que daban todos los
caprichos a las comunidades, por absurdos que fuesen, que las gestionaban.
Y como concedían el 100% de TODAS las hipotecas, contribuían a la subida
de precios, inflados también por los impuestos al suelo, la construcción y las
hipotecas, los costes de los sobornos (que al final los paga el comprador le
guste o no) la ineficiencia inherente a un sector en el que se vendía todo,
aunque fuese mierda…

Si no eran capaces de parar de comerse este dulce, al menos podían haber


hinchado menos el sector publico, de manera que ahora, cuando desaparecen
los ingresos extraordinarios burbujisticos, no lo pasasen tan mal para
cuadrar las cuentas.

PERO NO, lo quisieron todo, y así nos va ahora.

Las correcciones para evitar la situación actual son como desviar un


meteorito de una ruta de colisión con la Tierra, cuanto antes corriges menor
corrección necesitas. Si hubiesen corregido en el 2004, 2002, 2000 o antes,
las correcciones habían sido mínimas (no las habríamos notado) y ahora
estaríamos como la media de nuestros vecinos NO sureños, bueno quizá con
un 12-14% de paro, pero eso para nosotros sería más o menos asumible.

Socialista Says:
junio 1st, 2012 a las 20:51

Sin duda estamos en manos de auténticos genios de la economía, han pasado


diez años y el trio malasombra (Rato, Montoro y de Guindos juntos) nos
sigue guiando por la senda correcta:

http://www.abc.es/hemeroteca/historico-10-10-
2002/abc/Economia/montoro-replica-a-caruana-que-es-bueno-que-las-
familias-se-endeuden-en-vivienda_135001.html

Me encanta la frase de Montoro en 2002: “Es bueno que las familias se


endeuden en vivienda”. Sin duda se merece el título de Ministro de
Hacienda.

Priede Says:
junio 1st, 2012 a las 22:36
Rallo

Gracias por la respuesta. Dice:

Desde luego existe una realimentación entre el imperio militar y


económico de EEUU, aunque sólo sea porque convertirse en una potencia
militar permite ofrecer seguridad en cuanto a no verte invadido y ver tus
activos destruidos. Aunque, desde luego, lo fundamental es la capacidad
de lo militar para abrir nuevos mercados y facilitar la expansión
económica de las empresas estadounidenses (cosa que no me parece en sí
mismo criticable, salvo cuando se utiliza el poder político para marginar
otras opciones que hubiesen imperado en su ausencia).

Ahí se incluyen Irak y Libia, por hablar de los casos más recientes. Y es que
desde que existen Estados la economía no existe ni puede existir sin el
amparo del Estado, no solo porque aporte seguridad jurídica (¿a los libios?,
¿a los iraquíes?), sino porque incluso llega a convertirse en el motor de la
economía, y ahí está la industria tecnológica norteamericana, inseparable del
gasto militar. Y mucho más que es el Estado. Negarlo es negar la realidad.

http://www.nodulo.org/ec/2011/n116p14.htm

Echaba de menos leer algo como esto escrito por un economista

Dudo que, en efecto, se pudiese mantener [Estados Unidos] durante


períodos prolongados campañas militares tan costosas como las de los
últimos 50 años sin un papel moneda inconvertible que además es moneda
de reserva internacional. En su ausencia, o los tipos de interés se irían por
las nubes al emitir deuda en grandes cantidades o lo haría la inflación o
los impuestos, todo lo cual mermaría la productividad de la economía
estadounidense.

Sí, existe un perverso maridaje entre finanzas y Estado que he denunciado en


numerosas ocasiones. El Estado protege a la banca y la banca financia
asequiblemente al Estado. Un acuerdo cuyo potencial se ve amplificado
enormemente cuando, además, otros están dispuestos a comprarte tu divisa
simplemente porque es uno de los activos menos malos donde conservar
su riqueza.
Y también porque si deciden comprar o vender en otra moneda que no sea el
dólar, el imperio lo considerará casus belli

Saludos

Priede Says:
junio 1st, 2012 a las 22:39

Socialista:

No es justo culpar de todo a Caruana:

“En defensa del que fue gobernador del BdE, Jaime Caruana”

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/313333-defensa-
del-que-gobernador-del-bce-jaime-caruana.html

Achuara Says:
junio 5th, 2012 a las 23:10

Este es la charla que el economista norteamericano Robert Wentzel


pronunció en la Reserva Federal -por invitación de alguien no identificado
en la RF- explicando cosas que a nadie en la RF le gustó… o quizás a
alguien sí.

http://www.mitosyfraudes.org/Polit/wenzel_reserva_federal.html

Por ejemplo, comienza diciendo:

“Por invitación del Banco de la Reserva Federal de Nueva York hablé y


almorcé en el Salón Liberty. Abajo están mis comentarios preparados.”

“Muchas gracias por invitarme a hablar aquí en el Banco de la Reserva


Federal de Nueva York.”

“El discurso intelectual es, por supuesto, extraordinariamente valioso para


alcanzar la verdad. En este sentido doy la bienvenida a la oportunidad de
discutir mis puntos de vista sobre la economía y la política monetaria, y la
manera en ellos pueden diferir con los de ustedes aquí en la Fed.”
“Dicho eso, sospecho que mi visión es tan diferente de aquellos de ustedes
que están hoy aquí, que mis comentarios serán un fracaso total para
convencerles de lo que yo creo que debe de hacerse, que es cerrar
completamente a todo el sistema de la Reserva Federal.”
[...]
“Desde el comienzo de la Reserva Federal, los precios al nivel consumidor
aumentaron en 2.241% [3]. No estoy hablando mal y lo repetiré: Desde el
comienzo de la Reserva Federal, los precios al nivel consumidor aumentaron
en 2.241%”

“Entonces quizás me digan ustedes que los precios estables son sólo una
meta secundaria para la Reserva Federal, y que meta verdadera es impedir
serias declinaciones en la economía pero, desde el comienzo de la Fed hubo
18 recesiones incluyendo a la Gran Depresión y la más reciente Gran
Recesión. Estos retrocesos dieron como resultado en desplomes del mercado
de acciones, decenas de millones de desempleados y un sinnúmero de
quiebras en los negocios.”

Y termina diciendo en su larga pero jugosa conferencia:

“El nudo se está ajustando alrededor de su organización, ahora se requiere la


impresión de vastas cantidades de dinero para mantener a flote a su
manipulada economía. Dará por resultado en una enorme inflación de
precios o, si ustedes dejan de imprimir, ocurrirá otro colapso masivo de la
economía. No hay ninguna otra salida.”

“De nuevo, gracias por invitarme. Ustedes han preparado comida, de modo
que no seré rudo, me quedaré y comeré.”

“Tengamos una buena comida aquí. Hagamos una fiesta. Luego les pido, les
suplico, les ruego, salgan todos junto conmigo, para nunca regresar. Es lo
moral y ético para hacer. Nada bueno sucede en este lugar. Cerremos las
puertas y dejemos al edificio a las arañas, las polillas y las ratas de cuatro
patas.”

**************
El enlace al artículo original en inglés:
http://www.economicpolicyjournal.com/2012/04/my-speech-delivered-at-
new-york-federal.html

Gustavo Says:
octubre 20th, 2012 a las 21:17

daniel Says:
noviembre 8th, 2012 a las 18:05

LA CONCHA DE TU PUTA MADRE, dime tu direccion y nombre completo,


que esta misma noche quiero despedacarte !! I’M MAD AS HEELLL !!!

El osito Teddy Says:


noviembre 8th, 2012 a las 18:30

Un poco de educación, Daniel, por favor.

RF Priale Says:
enero 29th, 2013 a las 17:31

La Ley de la Reserva Federal que supuestamente “regula” a los propietarios


es una ley con nombre propio; lo mismo que el esquema original rubricado
por el Pdte. W.Wilson.

Razonado Says:
marzo 8th, 2013 a las 0:41

Leo que eres profesor. Es en una universidad pública? Eres liberal pero te
gusta el dinero público?
Por cierto, si quieres volver al patrón oro… Te has planteado qué creó
realmente la crisis?
Te propongo que escribas un artículo, si no lo has hecho ya, sobre la ley
Glass-Steagal.
Es la anulación de esta ley lo que comenzó el desmadre en la bolsa,
demostrando que el descontrol por parte del estado no es beneficioso. Por
fortuna la gente tiene internet y puede buscar sobre la (ex)ley Glass-Steagal,
de lo contrario viviríamos a merced de lo que cualquier chiquillos e invente
porque lo ha leído en un libro… Patético.

La semana en los mercados dice:


junio 1st, 2012 a las 5:30

[...] ¿Es la FED privada o pública? [...]


¿Cuáles son los zapatos adecuados para un economista?

Marqués Says:
julio 6th, 2012 a las 22:31

Vaya una mentira gorda que quiere colarnos en este artículo. ¿Cómo que “el
economista describe cómo, a través de la propiedad privada, los contratos
voluntarios, la libre determinación de precios, la competencia de planes
empresariales, los beneficios y otras instituciones del mercado se logra que
todos los agentes, cada uno desde su función especializada, colaboren en la
creación y distribución de riqueza”? Eso lo hará Vd., porque muchos
economistas no describen eso precisamente. Confunde Vd. deseos y deberes
con realidades.

Felicidades por el artículo. Tiene mucha razón en lo que expone, pero creo
que falta una palabra:”los economistas DEBERÍAN describir como……”

Saludos.

freeman Says:
julio 7th, 2012 a las 1:46

A mi me viene a la cabeza este vídeo

Juan Ramón Rallo Says:


julio 7th, 2012 a las 11:03

Le compro la sugerencia. Me movía demasiado en el tipo ideal de


economista sin explicitarlo.

josvazg Says:
julio 7th, 2012 a las 11:24

Si, tiene razón Marques, mire si no el comentario que le dejaron en


libremercado:

“Sesudo análisis el del Sr. Rallo, que olvida que cuando se juntan 4
economistas hay 5 opiniones, que la economía dista mucho de ser una
ciencia exacta y que cada dia se acerca más a ser una rama de la política.”

No le respondo porque comentar en LD me parece engorroso y hay que pagar


un SMS o no se que, si no le diría:

“Claro, porque usted piensa en Economistas keynesianos estilo Krugman, al


servicio del poder”

Pero es que el artículo se presta a eso sin el “…DEBERIAN…”

josvazg Says:
julio 7th, 2012 a las 11:25

Por cierto, errata en el penultimo párrafo:

“y distribución de riqueza en. Y también estudia, …”

distribución de riqueza ¿en donde?

Supongo que ese en sobra.


No se si se lo dejarán corregir en LD.

Ignacio Says:
julio 8th, 2012 a las 16:17

Comento una vivencia que es paralela a alguna de las ideas del artículo:
Es un curso de finanzas elementales solo que mi cliente es uno de los
grandes sindicatos, a uno de los lideres que me comenta cuales son las causa
de que una empresa con beneficios deje el país le argumento que los
beneficios no son rentabilidad y menos valor pero el sigue erre que erre…
En el descanso me acerco a él y le muestro una página de un diario
económico en el que aparece citado, su respuesta:
sí, es que como miembro del consejo de la gestora del fondo no podíamos
permitir continuar con un equipo gestor que saca una rentabilidad muy baja.
(Ese fondo es el principal inversor en la empresa en la que nuestro
protagonista forma parte de su plantilla y es miembro destacado del comité
de empresa).
Le recuerdo que hace un tiempo en un diario nacional su foto era bien visible
en una manifestación contra esa empresa por una reivindicación salarial, Su
respuesta: los economistas no sabéis poneros en el lugar que corresponde y
menos en el de un trabajador, no tenéis conciencia social… ¿!!!?

El osito Teddy Says:


julio 10th, 2012 a las 12:42

Yo he conocido a Mises, Rothbard, Rallo, Braun, etc…todos los buenos y


los que merecen la pena estudiar desde la filosofía. Pregunto, entonces, si la
enconada defensa de la Econometría o lo cuantitativo en detrimento de lo
cualitativo no es sino un ramalazo del Positivismo científico. ¿Alguien
podría resolverme la duda?

jfc Says:
julio 14th, 2012 a las 4:05

Osito:
Sí, digamos que es un “ramalazo” del positivismo científico. Es una
herramienta muy habitual para justificar con falsa seguridad la ingeniería
social mediante políticas económicas. Y, lamentablemente, de eso la
enseñanza actual de la Economía está repleta.
De ahí que sea necesario advertir repetidamente de las carencias de estas
técnicas y de su peligrosidad. Como decía Hayek: “La curiosa tarea de la
economía es demostrar a los hombres lo poco que saben realmente sobre lo
que imaginan que pueden diseñar”.

El abogado humano Says:


enero 28th, 2013 a las 2:18

Juan Ramón intenta dar un argumento racional y hasta algo defensivo en


cobijando al economista, hasta ganas me dan de llorar porque parecieran
unas florecillas mal entendidas; y sin embargo sentir es que exhibe la misma
falla que todos los defensores del sistema monetario como tal: dan por
dogma que el equilibrio teórico de fuerzas del mercado es una fuerza
positiva, que deberiamos dejar a la mano sagrada que destruya
constructivamente, oorque lo demás: hermandad, justicia, y todas las
cualidades humanas florecerán en tierra abonada sin parar nadando en la
bendicion del mercado libre. Y sin embargo, le estructura económica,
mientras más toma la forma de mercado libre y de competenia, más es
apropiada por las corporaciones que se encargan de modelar el modelo
económico para que extraiga riqueza en vez de distribuirla, y para que dicho
sistema sea cada vez más impersonal y frío, distante, y deshumanizado.

Pablo Sancho de la Calle Says:


enero 28th, 2013 a las 10:51

Patinas amigo.

“Y sin embargo, le estructura económica, mientras más toma la forma de


mercado libre y de competencia, más es apropiada por las corporaciones
que se encargan de modelar el modelo económico para que extraiga riqueza
en vez de distribuirla, y para que dicho sistema sea cada vez más impersonal
y frío, distante, y deshumanizado.”

Si dices que existe mercado libre, no es posible que exista el


corporativismo, sino la libre competencia. Por lo tanto te contradices.

Respecto a la refutación del axioma liberal, he de decirte que el liberalismo


ES MORALMENTE SUPERIOR A CUALQUIER IDEOLOGÍA porque no
intenta negar la naturaleza humana. Los hombres libres son también
responsables, es decir, si tomo malas decisiones seré responsable de ellas, y
si tomo buenas decisiones también. Eso hoy en día no se cumple ni en el
ámbito económico ni en el ámbito político, y es lo que hace que unos vivan
del bote que otros llenan.

No se trata de ser impersonal, frío o inhumano, sino de todo lo contrario. De


ser COMPLETAMENTE humanos, admitiendo que somos seres capaces de
razonar por nuestros propios medios, y capaces asumir nuestras
responsabilidades, capaces de ser libres para actuar en un mercado que
busca el beneficio de todos (no como el actual), y capaces también de ser
solidarios de verdad, por nuestra propia voluntad.

Economista Says:
marzo 5th, 2013 a las 17:05

El Sr. Rallo no merece mi respeto al ser un ultra liberal que trabaja en la


Universidad Pública, critica los 500 000 funcionarios que según sobran pero
le gusta la tranquilidad de ser o de llegar a ser profesor titular en la Rey Juan
Carlos.
El Sr. Rallo es licenciado en Derecho y tras eso realizó un master en
economía según he podido leer por la web y tras eso se doctoró, su director
de tesis fue Jesus Huerta de Soto un anarcocapitalista amante de la
tranquilidad de ser funcionario pero que es partidario de un estado mínimo.
Con esto quiero decir que la gente que estudia Ciencias Económicas se
pasan 5 años o 4(dependiendo de la universidad) para poder ser
considerados economistas mientras que este hombre se licenció en Derecho
y por lo tanto sabrá a más no poder de leyes. Cómico me resulta que se llame
usted a sí mismo “economista” sin haber estudiado la licenciatura.
Para finalizar decir que soy economista, más precisamente econometrista y
por lo tanto partidario de una economía más matemática y más pura(dentro
de lo que cabe al ser una ciencia social), usted sabe de matemáticas lo que
yo sobre los agujeros negros, es decir, sé que existen pero no me pregunten
más, como toque final he de añadir, y esto puede que sorprenda al que me
lea, que soy más afín a las políticas liberales que a otras pero no todo lo
privado es mejor que lo público y es un hecho demostrable visual y
estadísticamente.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 5th, 2013 a las 17:46

Dos errores que contaminan toda la argumentación-muñeco de paja


subsiguiente:

1) No trabajo en la Universidad pública y nunca he sido titular; poca


tranquilidad, pues.
2) Soy licenciado en Derecho, sí, pero antes concluí mi licenciatura en
Economía, con los cinco años preceptivos de estudios que usted menciona.

En suma, la próxima vez que intente un ad hominem, infórmese mejor al


menos.

Hay que ser liberal de verdad Says:


marzo 5th, 2013 a las 21:32

Oye Economista, Rallo sí es un liberal coherente, no como otros liberales de


pacotilla que lo son de palabra pero no de hechos. Vive de acuerdo con sus
principios liberales (podria haber sacado una oposicion de profesor de
universidad publica perfectamente y no lo ha hecho, aunque eso le suponga
tener la vida menos resuelta) y es un ejemplo. A parte de que otra vez antes
de hablar te tienes que leer bien su biogracia chaval.

El Osito Teddy Says:


marzo 6th, 2013 a las 0:59

2)b Y con premio extraordinario de fin de carrera en ambos casos.

Rothbard Says:
marzo 6th, 2013 a las 7:50

Levantarte por la mañana y leer comentarios como los de “Economista” es


impagable, es como levantarte y encontrarte a los Monty Python en la
habitación escenificando un sketch.

Intenta atacar unas ideas en base a LEER LA BIOGRAFÍA del que las dice, y
si esto no fuera demasiado gracioso preparense… ¡lo hace aportando datos
falsos!

“Economista”, cuando sea tu próxima actuación mándame unas entradas, y


espero sinceramente, que tengas la decencia de volver a postear aquí y
reconocer que has metido la pata hasta el fondo. Sino lo haces se podría
interpretar que sólo eres un troll, y no queremos eso.

Ho Pin Says:
marzo 6th, 2013 a las 12:06

Uno de los economistas más cristalinos del actual panorama resulta que es
ginecólogo -obstetra realmente. Aún así no es el caso, pero ¡¡ay, esa titulitis
tan española¡¡

Tita Says:
marzo 7th, 2013 a las 23:05

Cierto lo pone en Wikipedia: licenciado en Derecho y Economía. y trabaja


en OMMA e ISEAD.

OSLA Says:
marzo 7th, 2013 a las 23:11
Lo que no entiendo, según leo aqui:
http://es.linkedin.com/pub/juan-ram%C3%B3n-rallo-
juli%C3%A1n/57/b6b/544

Es como desde al 2002-2007 se sacó usted Economía y de 2003-2009 se


sacó derecho, se lo pregunto como estudiante de universidad y no a modo de
ataque.
¿Estudió dos carreras a la vez? La verdad es que me gustaría tener una
segunda carrera y el poder compaginarla con la actual sería fabuloso.

Economista Says:
marzo 9th, 2013 a las 18:37

A ver en lo referente a la universidad pública te linkeo esto:

http://www.youtube.com/watch?v=SK-
cISG5Nj4&feature=endscreen&NR=1

Te presentan como profesor de la Rey Juan Carlos, como dije en mi anterior


post. Como puedes comprobar no corriges al locutor por algo será.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 10th, 2013 a las 1:22

He trabajado en la Universidad Pública pero no como titular. Ese video es


de entonces.
¿Quién debe cargar con los costes de la crisis?

Marqués Says:
agosto 22nd, 2012 a las 11:17

Gran articulo, como de costumbre.

Desde mi humilde punto de vista la asignación de perdidas que esta crisis


esta generando es correcta, que no justa.

Lo justo sería que las perdidas ocasionadas por la crisis se asignaran de


forma proporcional entre los distintos agentes económicos, en función de la
contribución de esos mismos agentes a su génesis, y efectivamente esto
último solo puede aspirar a realizarlo un mercado libre y no intervenido.
Pero dado que la inmensa mayoría de la población no apoya la implantación
de un mercado libre, al considerarlo contrario a sus intereses, lo lógico es
que esa misma mayoría corra con las perdidas (al igual que con los
hipotéticos beneficios) que dicho sistema pueda generar.

Si apoyamos una amplia redistribución de rentas (impuestos y


subvenciones), debemos también apoyar una redistribución de perdidas. Lo
malo es que en épocas de crisis, los sectores que todavía se mantengan a
flote van a ver como se redistribuye hacia los demás su renta y los demás
redistribuyen hacia ellos sus perdidas.

En definitiva, si no defendemos un mercado libre, tampoco defendemos una


asignación ecuánime de beneficios y pérdidas.

Saludos.

Lazaro Says:
agosto 22nd, 2012 a las 17:01

La redistribucion de las perdidas la entiende cualquiera al ver, por ejemplo,


como los nuevos millones de parados se suman a los millones que ya
habia,al ver como suben los impuestos y la luz y la gasolina y como bajan
los sueldos.Al ver como para mantener la mamandurria de los colocados en
las administraciones se rebaja “solidariamente” el sueldo de todos.
La redistribucion de las rentas ya es mas huidiza y mas que verse se puede
adivimar cuando por ejemplo se habla de los miles de millones que se dan a
la mineria.O con las subvenciones a las renovables.
Aqui parece que las subvenciones se las quedan las grandes empresas y los
bancos que las financian,puestos de trabajo tambien dan alguno pero deben
salir carisimos.
Nos quieren hacer creer que como”todos nos hemos beneficiado de la
especulacion” ahora todos debemos aprertarnos el cinturon.
Pero por lo menos seamos justos,aqui unos pocos se han comido las uvas de
6 en 6 a cambio de dejar que la mayoria se comiera los rabos de las pasas;y
alli ha estado su error.Los rabos de las pasas fortalecen la memoria

Eduardo Says:
agosto 22nd, 2012 a las 19:45

En este artículo se habla de empresarios, banqueros y trabajadores. No se


habla de políticos. Tambien se habla de bancos rescatados, cuando bancos
rescatados no hay ninguno, en todo caso lo que se ha rescatado son cajas de
ahorros. Cajas de ahorros que funcionaron perfectamente, es decir que
tomaron sus decisiones de inversión con criterios económicos, hasta que, a
mediados de los años 80 se modificó la ley de cajas y entraron los políticos
en sus consejos de administración. Estos políticos son los que han invertido
mal y, además, se han enriquecido (CCLM, BANKIA, …). Por tanto, creo
que si que se podría ir contra los bienes de estos políticos hasta dejarlos
como han dejado a los impositores

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 22nd, 2012 a las 20:17

Sí, es una opción. Pero eso no tapa los agujeros que han dejado, ni mucho
menos.

dragontorch Says:
agosto 22nd, 2012 a las 21:00

Excelente! Como siempre.

Creo que esto enlaza con los artículos de Carmelo Jordá.


La gente, en general, y cada uno particularmente, desea siempre lanzar
cualquier tipo de virtual vengador contra todos los que él percibe
(subjetivamente) como perversos cuando el resultado de las decisiones que
él ha tomado no es el esperado, o incluso cuando ese resultado no es tan
bueno como el que otros han conseguido con mejores decisiones.

El problema es que mucha gente odia y culpa a la libertad cuando ellos no


han puesto los medios adecuados para obtener buenos resultados con ella (lo
que requiere informarse y adquirir destreza en el juicio y buena percepción
de la información que se pueda obtener). Termina prefiriendo un esclavismo
y regulación estatal al que culpar de corrupto (o asignar corruptores) cuando
los resultados no son buenos, y al que atribuir la mejor de las previsiones,
incluso después de tener que culparla.

Sólo la sugerencia de Rallo hará que a más de uno le salgan erupciones y se


pongan a demonizar la libertad de los demás para tomar decisiones no
coaccionadas por un estado sobre-dimensionado, con la escusa de que esas
decisiones eliminarían todo lo intangible y bueno de que es capaz el ser
humano.

De nada va a servir explicarles que es justo al contrario. Muchos ya han


perdido la capacidad de seguir un razonamiento y extraer las consecuencias
que de él se derivan, en vez de las que ellos creen que les conviene derivar.

Bastiat Says:
agosto 22nd, 2012 a las 21:52

Tengo compañeros en el trabajo que están culpando a estos que ahora….


¿mandan? de lo que está pasando.

Cuando les recuerdo una simple cifra: 950.000.000.000€ de deuda, con la


coletilla “pásalo a pesetas”, se les cambia la cara. Los políticos con los
malos….. NO…..

Los políticos los elegimos nosotros. Incluso aquel que no ha votado a


Zapatero ha de asumir su culpa. Incluso aquel que nunca ha votado ha de
asumir su parte de culpa. Vivimos en sociedad y hemos de ser responsables
de los gobernantes que elegimos.
La manipulación de la moneda se da porque los políticos esperan con ella
satisfacer las demandas de un pueblo que no entiende que no puede ser que
todos el mundo viva a costa de los demás…. NO.

No lo entienden. Pero como nos han hecho creer que a falta de un dios
omnipotente al que eliminamos de la ecuación de nuestras vidas…. que …
que ya proveerá… mejor que ya provea el Dios Estado.

NO.

La solución es aprender.

De todo esto me contentaría con que los ciudadanos exijan a sus políticos
que no puedan endeudarse mas allá de un límite. Y que si lo pasan… Lo
paguen. Fuera de del poder, de la función pública si es funcionario o
empleado público. Por ley, juzgado y condenado.

Me daría con un canto en los dientes si se lograra eso.

Pera Says:
agosto 23rd, 2012 a las 0:29

“Si la gente se limitara a exigir que quienes contribuyeron a causar la crisis


paguen por ello deberían exigir un mercado libre y desregulado, pues ahí las
pérdidas recaen sobre quienes malinvierten y los precios y costes se ajusten
con prontitud a la nueva realidad, sin que el Estado se ocupe de rescatar a
los quebrados ni manipule las reglas y condiciones del juego”

Eso es. Pero el problema es que no hay ningún mercado libre y desregulado.
No hay mercado libre de deuda pública, no hay mercado libre de bienes
inmobiliarios (no hay ni mercado), no hay mercado libre de la energía, no
hay mercado libre de bienes públicos, no hay mercado libre bancario, etc.
Solo estos mercados dirigidos por el poder suponen gran parte de la
economía, además la decisiva. Y no existen estos mercados libres porque lo
impiden en su propio e ilegitimo beneficio los mismos que han causado la
crisis.

La causa de la crisis es evidente: el enorme endeudamiento externo que


ahora hay que pagar y no hay para pagarlo. Un endeudamiento iniciado en los
dos últimos años de Aznar y multiplicado por los gobiernos de ZP y ahora
Rajoy. Sencillamente nos han estafado, nos han vendido como crecimiento
económico lo que en realidad era endeudamiento.

Y los causantes y culpables de la crisis son bien conocidos: la totalidad de


la casta dirigente (la clase política y la oligarquía de grandes “empresarios”
ligada a ella, arbitrados y moderados por JC) Que paguen ellos la crisis. En
primer lugar con dimisiones colectivas, y abdicaciones. En segundo lugar
con dinero contante y sonante. En grandes y precisas cantidades, que las
devuelvan. Por ejemplo: 24.000 millones de la EPA de la CAM que se ha
llevado el Sabadell, las subvenciones y sobreprecios de las energías, que
Botín aclare el origen de los 2.000 millones secretos en Suiza y si no son
legítimos que los devuelva, que devuelvan el espacio radioeléctrico a todos
los españoles que nos quitó Aznar para las elecciones del 2000 (unos 24.000
millones de euros, solo Botín mas de 6.000 millones de euros), etc, etc, etc.
Hasta ahora en vez de cargar con la crisis nos siguen robando y nos quieren
seguir robando a mansalva y en nuestra cara (sobreprecios en el banco malo,
subvenciones a empresas de energía, etc)

“cúlpese al papel moneda emitido por una banca central monopolista”


Por supuesto, el gran culpable, el gran poder. Para empeza, ruptura ordenada
del euro y que vuelva cada país a su moneda, al menos así la capacidad de
destrucción del poder está más limitada.

Jirafales MD Says:
agosto 23rd, 2012 a las 10:49

Pera que no es el euro,son los gobiernos que lo malgastan.Que el euro lo


dejas solo encima de una mesa y ni se mueve.Que no se convierte en
ladrillos ni en secarrales edificables,ni en aves,ni en aereopuertos o
universidades.Por cierto segun dicen muchas de estas obras estan sin pagar y
convendria que aclararan en que se ha gastado el estado el dinero,que la
deuda esta alli y si la obra publica esta sin pagar…
¿Y que decir de la banca esas cajas de ahorros y montes o montañas de
impiedades?Seran imposibles de olvidar
Si hoy salimos del euro el paro ¿se doblaria? creo que si.¿Quien es el
ingenuo que cree que no tendriamos que devolver los prestamos?.Eso si,
seguramente no faltaria ayuda humanitaria para que lo que quedara del
estado tuviera algo que “gestionar”.
Que si,que el mercado libre esta en los libros,pero es la unica solucion y se
impondra solo.Cuando acabe esta catastrofe en la que estamos,esta
indignidad,esta asquerosa impunidad.Pero para entonces ¿Cuanto mal habra
causado la buena voluntad de los gobiernos?

Xel Says:
agosto 23rd, 2012 a las 17:58

Señor Rallo estando de acuerdo en algunas cosas de su artículo, en lo


fundamental, me parece que llega varios años tarde o sigue eso de “no dejes
que la realidad te estropee una buena historia”.

En la zona euro hace mucho que el poder financiero impuso quienes son los
que deben de pagar los costes de la crisis, primero obligando al poder
político a salvarlos con dinero público y ahora haciendo negocio con la
deuda pública que se generó por ello.

Son unos fenómenos los de las subprime y CIA, estamos viviendo la mayor
estafa de la historia en espera de que vengan a salvarnos el libre mercado o
Sanchez Gordillo. Pues que vengan rápido porque el poder financiero y sus
lacayos del poder político no van a dejar ni el palo de la bandera….

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 23rd, 2012 a las 20:03

Buena historia ninguna, pésima más bien. El artículo no pretende ser una
defensa del statu quo, sino fue intensa crítica al mismo y a quienes piden
todavía más intervenciones.

Xel Says:
agosto 23rd, 2012 a las 22:23

Ya lo se y lo comparto, lo que digo es que hace tiempo que ese statu quo del
que usted habla que para mi son el poder financiero y el político que trabaja
para el primero, ya hace tiempo que tomaron la decisión de socializar las
pérdidas. Ya lo hicieron desde el minuto 1 de la crisis salvando la banca con
dinero público y lo siguen haciendo.
Su libre mercado para solucionar esto creo que es una utopía, a ese status
quo le va bien así y no van a soltar el poder por las buenas, núnca lo
hicieron, esta es la película de siempre sólo cambian los protagonistas

Que no se hubiera ni siquiera valorado el bail-in nos dice a las claras


quienes son los que marcan las políticas, perder dinero los accionistas y los
acreedores de los bancos núnca, primero acabamos con la vida de los
empresarios, de los autónomos y de los trabajadores con los efectos
secundarios de estrangular la economía, ir a otra recesión, generar más
deuda y hacer que esta sea impagable porque no se genera riqueza para ello.

Esto cada vez se parece más a la Alemania de entre guerras estrangulada por
las deudas que acabó como acabó, pero ahora son ellos los estranguladores.
Me parece legítimo que quieran cobrar lo que prestaron, pero o nos dan más
plazo o vamos a la ruína y con nosotros Europa

Alamein Says:
agosto 23rd, 2012 a las 23:44

Sí hay salida Xel: es precisamente cambiar la mentalidad tradicional de que


“los mercados son malos” y “Hay que protegernos de las
megacorporaciones” en la entrada Buena teoría ecónomica contra la crisis ví
hasta que punto este último punto de vista es considerado poco menos que
sacrosanto y absolutamente indiscutible por más que haya evidencias de lo
contrario. Puedes leerlo; creo que te interesará.

PD. Ya te extrañabamos por aquí, je je je.

Anonimo Says:
agosto 24th, 2012 a las 11:27

Profesor Don. Juan Ramón,

me gustaría preguntar una cuestión que no termino de entender sobre esta


crisis en particular. Habiendo visto vídeos, y leído muchos de sus artículos,
es un puzzle (teoría económica, causas y consecuencias de las crisis) donde
las piezas no solamente encajan bastante bien, sino que la argumentación
tiene cierto sentido racional. Sin embargo, existe un detalle que no termino
de ‘encajar’, y es la relación entre austeridad y ajuste del estado, y
crecimiento económico de la empresa privada en esta crisis en particular.

Casi todos sus artículos se enfocan principalmente sobre la deuda y déficit


público (obviamente no todos, pero un gran porcentaje). Sin embargo, en
España en particular, de los casi 4 billones de euros que tenemos de deuda
(publica, particulares, empresas y banca), solo 800K€ (20%) es deuda
pública, repartiéndose el resto (80% – 3,2 billones de €) entre los otros tres
agentes.

Usted constantemente apoya el ajuste fiscal de nuestro déficit (necesario por


otra parte para financiarnos en los mercados) y reestructuración de nuestro
mercado laboral y mercado productivo (búsqueda de otro modelo de
industria), como mecanismo automático de salida del desapalancamiento y
por tanto, creación de empresas y empleo con el que poder crecer y pagar
nuestras deudas (pública y privada).

Sin embargo, otros países como UK, JPN o USA, ‘gracias’ a la existencia de
su banco central, el estado, aun teniendo déficit públicos elevados (en torno
al 9%), se financia a tipos muy bajos, por lo que no están sufriendo con tanta
virulencia la famosa crisis de deuda que tiene Europa. Es decir, están
preocupados principalmente en cómo crecer para reducir su déficit, en lugar
de cómo poder financiar su sector público. Por otro lado, también son
mercados laborales mucho más liberalizados que el nuestro (despido libre,
impuesto de sociedades mucho más bajo, menor regulación, apuesta por el
emprendimiento, etc).

Sin embargo, no están logrando la recuperación de manera completamente


satisfactoria. Seguramente, entre otras causas, por la intensa relación de las
economías entre sí (globalización), de tal manera que si una entra en
recesión, entran todas las demás.

Por tanto, mi pregunta es directa. Si existen países que no tienen un problema


de financiación como España, son mucho más liberales en su mercado
laboral, y sin embargo no consiguen reanimar su mercado privado, es porque
básicamente les está ocurriendo lo mismo que está ocurriendo en España, y
es un problema financiero (el agotamiento del circulante, interbancario, etc).

Es decir, nuestro estado podría tener una deuda pública del 0%, déficit del
0%, y un mercado laboral mucho más desregulado, y creo que seguiríamos
con una tasa de paro del 25% y con problemas de ingresos al estado, porque
básicamente nos encontramos en una “trampa de liquidez”. La austeridad
fiscal del sector público no significaría crecimiento del sector privado
automático.

La deuda del sector financiero (banca) y grandes empresas (facturación >


100 millones de €) es tan grande (la del sector publico, particulares y pymes
es mínima comparada con la de los otros dos), que aunque los gobiernos
hicieran sus deberes, la sangría del circulante continuaría, por lo que la
creación de empleo, y por tanto, crecimiento económico, continuaría en
recesión.

¿Me podría explicar en qué se basa su teoría económica para relacionar


austeridad fiscal y liberalización del mercado laboral, con crecimiento
económico (creación de empresas), en el actual marco de crisis económica?

Porque en Portugal, Grecia o Italia (o incluso Francia), por citar varios


ejemplos, no tenían una burbuja inmobiliaria que a su vez creo una burbuja
estatal. Estas economías continuaban con su ritmo de consumo de crédito
(balanza de pagos negativa), pero creando una industria ‘medianamente
eficiente y productiva’, si la comparamos con la que creo la inmobiliaria
nacional.

Y sin embargo, entraron en déficit estructural por disminución de los


ingresos … como consecuencia del parón del circulante, tanto interbancario,
como final.

Perdón por la longitud del texto, pero es una duda existencial :-).

Muchas gracias Don. Juan Ramón.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 24th, 2012 a las 12:50

Hola Anónimo,

El tema es que estamos en suspensión de pagos, y como agente en suspensión


de pagos tenemos que resolver dos problemas: uno real y otro financiero. El
real es que nuestros modelos de negocio no son los adecuados para generar
riqueza; el financiero, que estamos sobreendeudados en relación con nuestra
capacidad para generar riqueza.

En ocasiones, hay planes de negocio que son viables desde un punto de vista
real, pero que dejan de serlo por culpa de las restricciones financieras. En
estos casos, el problema es relativamente sencillo: ahorrar más o
reestructurar la deuda y seguir tirando.

En otras ocasiones, los planes de negocio no son viables desde un punto de


vist real, pero no se poseen restricciones financieras (porque no estamos
prácticamente endeudados). En estos casos, el problema no es tan sencillo,
pero disponiendo de abundante ahorro y de abundante margen de
endeudamiento, podemos abandonar planes de negocios caducos y
sustituirlos por otros nuevos (en parte, esto es lo que se hacía hasta la crisis
actual cuando venían mal dadas).

El problema está cuando tienes problemas reales y financieros muy serios:


tus planes de negocio no sirven y no tienes margen para endeudarte más. Ahí
la respuesta es: solventar problemas financieros (ahorrando o
reestructurando la deuda) y destinar el nuevo capital que va emergiendo a
recomponer tu estructura productiva. Pero para recomponer la estructura
productiva necesitas descubrir planes de negocio viables, para lo cual
necesitas un mercado muy flexible donde sea muy fácil agrupar factores
productivos en usos dirigidos a generar riqueza.

Ahora mismo, Occidente tiene un problema de sobreendeudamiento muy


serio (público+privado) y en general un problema real también serio
(carestía relativa de materias primas) que requiere de un desapalancamiento
y de cambio global en la división del trabajo. Hay países que tienen muchos
más desequilibrios y que están mucho peor que otros (España frente a
Alemania), pero en general todo el mundo tiene que encontrar su lugar.
Aumentar la deuda por parte del Estado no sirve (sus inversiones son
ruinosas) y el sector privado o está muy endeudado y tiene que reajustar sus
finanzas o no sabe todavía dónde invertir de manera rentable (bien porque
los empresarios simplemente no lo saben, bien porque las regulaciones son
asfixiantes, bien porque existe una incertidumbre internacional muy fuerte:
ruptura del euro e implosión de Europa).
Por eso mi respuesta es: más ahorro público y privado (mejora del lado
financiero y reducción de incertidumbres asociadas a quiebras globales) y
más flexibilidad de los mercados (para que resulte más sencillo recomponer
los planes de negocio en el período postburbuja).

josvazg Says:
agosto 24th, 2012 a las 14:44

Querría responder a varios comentaristas que ponen el foco en el tamaño de


la deuda…

¡Ojalá ese fuese el problema más acuciante!

Se equivocan. El problema AHORA NO son los 950.000.000.000€ de deuda


que cita Bastiat

NOOO

El PROBLEMA es que entre que Bastiat escribió su comentario y yo le


respondo ESA CIFRA YA HA CRECIDO MÁS AÚN.

LA TENDENCIA AUN NO LA HEMOS INVERTIDO.


ESE EL PROBLEMA.

Hablan ustedes como si ya hubiésemos tocado fondo y hubiese que devolver


Xmil millones…

NO, NI hemos tocado fondo todavía (por desgracia), NI estamos empezamos


siquiera a devolver ese dinero, ni un poquito, AL REVES, cada día debemos
más.

Y sobre el debate deuda pública vs privada.

Digo lo de siempre. En todos los gráficos que he visto la evolución es la


misma:

- La deuda privada SI se está reduciendo, muy despacio, pero se reduce,


porque a la gente ya no le quedan más trampas que hacer. [Desconozco si la
reducción la están haciendo solo Pymes y familias o si lo hacen todos
(menos a las cajas me imagino), si alguien lo tiene desglosado le agradecería
que lo indicase.]

- La deuda pública sin embargo sigue aumentando, eso es lo que significa


tener deficits todos los años, que cada vez debes más dinero y hace un par de
años que la gente dentro y fuera de España piensa que ya NO lo vamos a ser
capaces de devolver.

Así pues no nos hagamos los pobres, no llegamos NI a eso, como decía Will
Smith en algún capítulo de su serie, ahora “tenemos que ahorrar para ser
pobres”, vamos que cuando cuadremos las cuentas sabremos cuanto debemos
finalmente y podremos pensar cuantos años nos va a llevar salir del agujero
que nos hemos cavado.

Ahora mismo seguimos cayendo o cavando una fosa más profunda y lo


estamos haciendo desde el aumento de la deuda pública y el coste de los
rescates a la ex-cajas que dirigían los politicos, no desde el sector privado
(aunque solo sea porque este no puede endeudarse más aunque lo quisiera).

En resumen, paremos el reloj de la deuda antes de nada.

Una vez que hagamos esto, entonces SI que será seguramente la deuda
privada el problema más gordo a solucionar que nos quede…
…a no ser que sigamos por el camino actual y la deuda pública pase a
sobrepasar aún a la privada, recuerden que hoy será el 20% frente a 80%
pero al empezar era casi 0% contra 100% y la segunda decrece mientras
crece la segunda.

Y cuando la deuda privada sea el problema más gordo por delante… ¿no
habría que bajar impuestos para facilitar su repago?

josvazg Says:
agosto 24th, 2012 a las 14:47

Errata:

“…a no ser que sigamos por el camino actual y la deuda pública pase a
sobrepasar aún a la privada, recuerden que hoy será el 20% frente a 80%
pero al empezar era casi 0% contra 100% y la privada decrece mientras
crece la pública.”

Pera Says:
agosto 24th, 2012 a las 19:11

Jirafales MD Says:

“Pera que no es el euro,son los gobiernos que lo malgastan.Que el euro lo


dejas solo encima de una mesa y ni se mueve”

Esto que dices es el gran error, y una creencia generalizada, interiorizada


por casi todo el mundo y que casi todos los que saben que es completamente
falso lo callan. La gran falacia económica asumida por todos y, en definitiva,
la verdadera causa de la crisis. Casi todo el mundo actúa como si la moneda
fuera algo objetivo, fijo, imparcial. Y es todo lo contrario: el dinero es
completamente móvil, subjetivo, aumentado o disminuido a capricho por el
banco central. La cantidad de dinero en circulación la deciden ellos como
les da la gana, y sacan el dinero de la nada, ingentes cantidades. Incluso se
ha podido apreciar últimamente en los medios de comunicación, al informar
que si el BCE decide prestar cientos de miles de millones de euros a los
bancos o no prestarlos, a capricho. Prestar esas enormes cantidades de
dinero sacándolas literalmente de la nada. Pero no hay manera de que la
gente se entere de esta lección, que es la primera de economía. Por eso
quienes controlan el banco central tienen todo el poder y son completamente
responsables de la crisis, por acción plenamente consciente. Los gobiernos
son sus esbirros, porque los que controlan el banco central tienen todo el
poder, como que tienen todo el dinero, literalmente.

juan Says:
agosto 24th, 2012 a las 21:06

No es por nada Sr. Rallo pero el grueso del ajuste se lo está llevando las
clases medias y bajas, que es donde se está cebando el recorte de
prestaciones sociales y sueldos públicos.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 24th, 2012 a las 21:10

Sí, porque el Gobierno está rescatando a los que malinvirtieron. Luego, lo de


recortes de prestaciones y sueldos, es una consecuencia natural y lógica de
haber inflado excesivamente la burbuja estatal al socaire de la recaudación
extraordinaria de los años del crédito barato.

Socialista Says:
agosto 24th, 2012 a las 22:44

Y dale, que no Sr. Rallo, eso de la burbuja estatal española no se mantiene.


El problema es que hay que devolver el dinero que pusieron los alemanes
para financiar la gran burbuja inmobiliaria, es decir, rescatar a nuestros
bancos para rescatar a los alemanes.

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 24th, 2012 a las 23:18

Pero si el rescate a la banca española lo paga Bruselas. ¿Qué dinero hay que
poner?

josvazg Says:
agosto 24th, 2012 a las 23:19

Y dale, que NO Socialista, que aquí el problema no es la DEUDA, es que


TODAVÍA SEGUIMOS GASTANDO MÁS QUE INGRESAMOS.

La deuda privada era EL problema hasta el 2007, y hasta el 2009 lo eran


privada+pública.

Desde 2010 el problema es que la deuda no para de CRECER del lado de la


pública pese a ser ya dudoso que sea pagable.

Los hechos son simples:

El sector PRIVADO (al menos el NO rescatado) ha hecho los deberes y cada


vez debe menos, pese a que tiene que pagar cada vez más impuestos y gana
menos en media.

El sector PUBLICO y el SEMIPUBLICO (los rescatados, excajas en su


mayoría, dirigidas por, ¡o sorpresa!, políticos) NO HAN EMPEZADO a
hacer los deberes, es más SE NIEGAN A HACERLOS, dicen que es
imposible.
ESOS son los HECHOS.

A mi me la pe.la Alemania, hablando mal y pronto. Lo que me preocupa es


vivir en un país que todos los años debe casi 100.000M€ más que el anterior
y produce “solo” poco menos de un 1.000.000€ al año.

Si lo pagasen los políticos de su bolsillo a mi me daría igual, pero es que


nos lo van a hacer pagar a nosotros. SI SOCIALISTA a usted y A MI (y al
profesor y resto de comentaristas que no vivan fuera o hayan emigrado ya de
este país de chiste que es España)

Y por cierto, decidir la vía deshonesta y copiar a Argentina o a Islandia tiene


un recorrido muy corto, porque nuestro problema no es deber X€ y no
pagarlos y ya, nuestro problema (como le pasa a Grecia) es que mañana
volveremos a dinero y no habrá ningún PRIMO YA que nos lo quiera prestar.

El siguiente paso lógico en ese momento será que pagemos los PRIMOS de
dentro, los de siempre, el ciudadano con una inflación de caballo en la
peseta 2.0: el pan costando 300pesetas la barra, la gasolina 400pesetas el
litro, y al año siguiente un X% más, lo que haga falta para poder seguir
gastando más de lo que se ingresa. Es decir, convertirnos en Argentina.

Nuestro problema NO es culpa de Alemania NI esta en su mano o del BCE


salvarnos. Somos un agujero negro que del que no escaparía la economía
más boyante del mundo.

NADIE puede vivir eternamente gastando más de lo que ingresa.

Me pregunto porque algo tan sencillo no les entra a la mayoría en la cabeza.

España o Grecia somos ahora “Agujeros Negros de dinero”, “Pozos Sin


Fondo”.

Impagar una vez NO nos curará de nuestra enfermedad de raíz.

josvazg Says:
agosto 24th, 2012 a las 23:21

Errata:
“Lo que me preocupa es vivir en un país que todos los años debe casi
100.000M€ más que el anterior y produce “solo” poco menos de un
1.000.000M€ al año.”

josvazg Says:
agosto 24th, 2012 a las 23:22

Otra:

“Y por cierto, decidir la vía deshonesta y copiar a Argentina o a Islandia


tiene un recorrido muy corto, porque nuestro problema no es deber X€ y no
pagarlos y ya, nuestro problema (como le pasa a Grecia) es que mañana
volveremos a DEBER MÁS dinero y no habrá ningún PRIMO FUERA YA
que nos lo quiera prestar.”

Lisensiado Del Oso Pardo Says:


agosto 25th, 2012 a las 10:42

Pera
Mi colega Jirafales tiene problemas de conexion,y me ha encomendado que
le conteste.
El comentario que hacia sobre el euro inanimado era para decirle que si
volvemos a la peseta y,por ejemplo,el gobierno decide unir valencia y palma
de mallorca con una linea de ave,dara lo mismo que nos endeudemos en
euros, pesetas o cascaras de caracol.
“No cambia su fortuna quien cambia de moneda sino quien la administra
sabiamente”
El problema es la nefasta gestion,el deficit y sobre todo cuando es en obras
que solo generan gasto corriente.
El poder lo tiene quien puede nombrar o destituir al director del banco
central e incluso marcarle cual ha de ser el tipo de interes.El poder lo tiene
el que hace las leyes,incluso las que regulan la actividad de los bancos
centrales,por ejemplo la fed norteamericana.
No me diga que los que mandan son los banqueros sobre los politicos que no
es asi.Aunque banqueros y politicos sean hermanos los politicos son el
hermano mayor

juan Says:
agosto 25th, 2012 a las 15:02
Siempre se olvida usted Sr. Rallo de nuestra historia económica. Gracias a
la distribución de riqueza del Estado de Bienestar muchos europeos se
permitieron pagarse unas vacaciones en España. Con esto (y las remesas que
enviaban nuestros compatriotas – piense un poco qué hizo posible que las
enviaran) empezamos a salir de verdad de nuestro atraso. No había otra
manera. Un poco más tarde llegaron los fondos de cohesión. Bendita
distribución de riqueza.

Y gracias a la expansión crediticia se pudo generar la actividad, el empleo y


la riqueza que ahora está a salvo en los paraísos fiscales.

El problema es que se nos fue la mano, el estado de las autonomías es un


disparate y nadie se atrevió a quitar el ponche cuando todos se divertían.

La cuestión no está tanto en la teoría económica aplicada (se hizo lo que


tocaba hacer) sino cómo se hizo en cada lugar concreto. En unos lugares
fueron más prudentes y en otros no (suele pasarle esto a los que se han vuelto
ricos de la noche a la mañana).

¿El enemigo a batir es el Estado? supongo que empresarios como Benito


Muros y todos aquellos que desafíen al status quo no estarán de acuerdo con
usted. En un debate con gente contraria a la obsolescencia programada les
comenté que en aquel momento fue ideal este sistema, generaba empleo e
innovación. La gente estaba contenta con cambiar de producto cada dos por
tres. Ahora el precio de las materias primas está disparado, las rentas van a
menos y el empleo ya no va a ser lo que era luego empiezan a cuestionarse
aspecto básicos que hacían funcionar el modelo anterior.

Anonimo Says:
agosto 25th, 2012 a las 15:03

Profesor Don. Juan Ramón,

Al hilo de mi comentario y su respuesta …

“me gustaría preguntar una cuestión que no termino de entender sobre esta
crisis en particular. Habiendo visto vídeos, y leído muchos de sus artículos,
es un puzzle (teoría económica, causas y consecuencias de las crisis) donde
las piezas no solamente encajan bastante bien, sino que la argumentación
tiene cierto sentido racional [..]”

En su respuesta a mi pregunta, hace un repaso excelente de la situación


internacional, así como de la inversión en planes de negocio rentales y no
rentables, que puedan empujar nuestra economía privada a la senda del
crecimiento.

Sin embargo no contesta a mi pregunta central, y vaya por delante que mi


ánimo es aprender y razonar :-).

Mi pregunta central giraba en torno al razonamiento, teoría económica o


prueba científica que explique en qué se basa el argumento de que una
contracción del gasto público (disminución abrupta del gasto público),
provocará crecimiento económico, es decir, básicamente creación de
empresas y empleos. Y concretamente en el escenario actual de “trampa de
liquidez” masiva (Europa y Usa) y deflación.

Es obvio que, antes o después, los déficit no pueden permanecer altos de


manera ilimitada, pero es que se da el caso, vuelvo a repetir, de países (usa,
jpn, uk) que ahora mismo no tienen el problema de:

A. crisis de financiación pública, ya que sus propios bancos centrales


financian a tipos bajos, por lo que no se puede aludir a la afirmación de que
“el estado capta inversión privada que podría redirigirse a la creación de
empresas”.

B. burbuja estatal y burbuja inmobiliaria. Es decir, los bajos tipos de interés


desde el 2000 pudieron provocar una expansión del mercado laboral
‘anormal’ por el masivo flujo de liquidez e inversión, pero absolutamente
nada que ver con lo que ha pasado en Irlanda o España.

Por otro lado, como he descrito anteriormente, son economías que tienen:

A. alta liberalización del mercado laboral

B. liberalización del mercado productivo

C. menor regulación estatal


D. Mejores planes de inversión en nuevas empresas (por ejemplo, en uk no
es necesario presentar iva o sociedades si se factura menos de 60K libras
anuales, con lo que se incentiva la creación de empresas con bajos
capitales).

Y sin embargo, continúan en un proceso de recesión, y con una economía


privada incapaz de generar empresas y empleo, por lo que se agraba el
proceso por un continuo decrecimiento de los ingresos al estado, y por tanto,
aumento de los déficit en una espiral de dificil solución.

Por tanto profesor J.Rallo, vuelvo a repetir mi pregunta: en qué teoría


económica o base científica se sustenta que la consolidación fiscal es la
primera y única estrategia para que el sector privado cree empresas y
empleo en los GIPSIS, y por tanto, crecimiento, si a la vista de los
acontecimientos, esto no está pasando en uk, usa o jpn en los últimos casi 5
años.

Un saludo y muchas gracias! :-)

juan Says:
agosto 25th, 2012 a las 15:26

Ahora que se quiere aprovechar esta coyuntura para privatizar muchos


servicios públicos debería tomarse buena nota de la experiencia de otros
países donde la calidad y el precio no fue el esperado. Todo lo contrario.
Este magnífico documental sirve para tomar buena nota de ello:

Juan Ramón Rallo Says:


agosto 25th, 2012 a las 16:19

Esa pregunta la puedes encontrar respondida aquí:


http://juanramonrallo.com/27/01/2012/%C2%BFes-malo-reducir-el-deficit-
en-plena-recesion/

A lo que hay que añadir que, como digo, ahora mismo hay mucha
incertidumbre por la posibilidad de suspender pagos y romper el euro, todo
ello causado por la excesiva acumulación de deuda total (ahora mismo
pública).
Pero no entiendo lo de UK, USA o Japón: allí ni ha habido consolidación
fiscal ni creación de empleo.

Xel Says:
agosto 25th, 2012 a las 16:20

@Josvagz

Me parece que Islandia no se negó a pagar su deuda, la van a pagar, …., eso
si, después de que la sociedad civil en una muestra de libertad, de ética, de
responsabilidad y de democracia haya depurado responsabilidades llevando
al poder político y financiero a los tribunales.
Después han hecho una nueva constitución y han elegido a otras personas
para gestionar su país y ahora están gestionando como pagan su deuda.

Ese es el ejemplo donde mirarnos, por lo menos desde mi punto de vista, es


la única salida libre y justa, además la única posible para evitar
revoluciones y guerras como en el pasado. Porque la dictadura actual del IV
Reich alemán nos va a llevar a ello.

Xel Says:
agosto 25th, 2012 a las 16:31

@Lisensiado del oso pardo

EL poder político, el financiero y las grandes corporaciones son socios para


mantener y aumentar su status quo, quien es el presidente del club y quien el
vicepresidente es lo de menos, lo importante es que están unidos para
favorecer sus intereses y para ello nos cobran tributos cada vez mayores a
los demás en una especie de neofeudalismo capitalista.

Los economistas hacen de sacerdotes de esta nueva religión y los medios de


comunicación de relaciones públicas.

El problema que tienen es que las políticas que están aplicando los llevan a
la ruína a ellos también, calcularon mal y estamos otra vez en recesión en
toda Europa.

http://www.economistasfrentealacrisis.com/
Josvaz Says:
agosto 25th, 2012 a las 22:42

Xel, pagar tarde es iam pagar. Cuando aprendamos esto en España, nos ira
mucho mejor.

Pero es que insisto, Islandia solo tenía un agujero en su Banca, enorme, pero
solo un agujero que cuando salió a la luz se congelo y se “trato”, no de la
mejor de las formas, pero se atajo. Islandia e Irlanda tenían un problema
similar, grande pero FINITO. Sus estados NO gastaban mas de lo que
ingresaban de manera indefinida, lo hicieron temporalmente para tapar el
agujero.

El problema nuestro es a día de hoy es INFINITO.

Tenemos una deuda enorme, privada y publica. Tenemos también un agujero


en la banca banca (las excajas) que lejos de atajar hemos engordado.

Pero lo peor es que nuestro agujero de deuda es infinito, no lo estamos


pagando, solo crece y crece.

Josvaz Says:
agosto 25th, 2012 a las 22:46

Que difícil no equivocarse escribiendo en el iPad…

Xel, pagar tarde es impagar.

Josvaz Says:
agosto 25th, 2012 a las 22:57

Para Anónimo.

Con un poco de análisis de roles te puedes responder tu mismo.

Imagina que eres un ciudadano con deudas. ¿En que país te ira mejor y
podrás pagarla antes? En uno que sube o crea tasas e impuestos todos los
viernes (como España) o en otro que ha cuadrado las cuentas y ya no
amenaza con cambiar regulaciones, añadirlas ni quitar mas dinero a sus
súbditos.
Imagina ahora que eres un inversor extranjero, ¿Donde invertirás?
En un país donde todos los viernes cambian leyes importantes y suben o se
crean nuevos impuestos o tasas para no cuadrar las cuentas.
Seguramente buscaras otro mas estable, donde no persigan tu dinero con
tanta saña y la seguridad jurídica sea mas completa, estable y predecible.

Imagina que eres un potencial empresario o que quieres montar un negocio.


¿Que prefieres, o donde lo tendrás mas fácil?

El Estado es un jugador muy importante y peligroso. Lo mejor que puede


hacer es estarse quitecito, ser estable y poco corrupto y dejar mas dinero en
manos de sus contribuyentes. Será lo mejor que se puede hacer por la
libertad y la prosperidad.

Anonimo Says:
agosto 25th, 2012 a las 23:03

Profesor Juan Ramon Rallo,

dos detalles que no entiendo de su artículo referenciado anteriormente:

“En cuanto a lo primero, el Gobierno no tiene ni mucho menos la


información necesaria para planificar cuáles deben ser las compañías
concretas –y su particular organización interna– que deben desarrollarse
para generar riqueza a lo largo de los próximos lustros”

Efectivamente, quien mejor conoce qué es rentable, es la empresa privada,


que arriesga el dinero de manera mucho más eficiente, ya que como se dice
popularmente, ‘no juegan con las flechas del rey’ :-). Y obviamente, quien
debería tener la responsabilidad en la sociedad es la empresa privada, y por
tanto, se tendría que proveer de todas las facilidades para su correcto
desarrollo.

Sin embargo, de antemano, sí que se puede saber qué inversiones públicas


pueden crear empleo productivo, es decir, con retorno de inversión a medio
y largo plazo, como pueden ser aeropuertos, autovías, puertos, trenes de
mercancías o centrales de generación eléctrica, en aquellos sectores que
claramente sea deficitario, es decir, donde claramente su explotación es
rentable a medio y largo plazo, y que efectivamente, la inversión privada es
incapaz de acometer por múltiples factores. O mayor inversión en servicios
públicos como la sanidad o la educación, verdadera fuente de riqueza no
cuantitativa a corto, medio o largo plazo.

Lógicamente quienes defienden esta postura (Keynesianos), entiendo que lo


hacen para aquellos momentos de depresión en la que la inversión privada
no es capaz de crear empleo, y la sociedad reclama una ‘salvación’ temporal
hasta que vuelva la senda del crecimiento. Hasta donde yo he estudiado,
Keynes defendía el ahorro en épocas de crecimiento, y gasto en épocas de
depresión como medida de amortiguamiento. Igual estoy equivocado.

“En cuanto a lo segundo, el déficit público se financia con el ahorro nacional


o extranjero que habría podido ir a parar al sector privado [..]”

Hasta donde yo entiendo, la compra de deuda pública es voluntaria. Nadie


obliga al ahorro extranjero o nacional a invertir en deuda pública cuando
podría hacerse en inversión privada. Y más cuando se carece de ésta, como
en los momentos de depresión. ¿No estamos de acuerdo en que nuestra crisis
de financiación es como consecuencia de que los inversores no quieren
comprar nuestra deuda pública? ¿por qué ese capital no invertido en deuda
pública, no está redirigiéndose hacia inversión privada?

Mi comentario sobre uk, usa o jpn se refería a que:

A. son países que no tienen una crisis de deuda pública como Europa.
Pueden financiarse gracias a sus BCs a tipos bajos. Se podría decir que
tienen una consolidación fiscal ‘virtual’, ya que aunque tienen que eliminar
su déficit, no se requiere de manera urgente como en España.

B. son países con mucha menos regulación y mucha más liberalización, que
es justo lo que receta usted para España.

Y sin embargo, son incapaces de crear empleo y crecimiento, ya que el


sector privado, después de 5 años, continúa parado y sin capacidad de
inversión en sectores productivos.

Le formulo la pregunta desde otra perspectiva: ¿Usted cree que por ejemplo
UK (país de políticas liberales), si tuviera un déficit público del 0%
(consolidación fiscal), no estaría en recesión?

un saludo.

Alamein Says:
agosto 25th, 2012 a las 23:35

@Juan: “Y gracias a la expansión crediticia se pudo generar la actividad, el


empleo y la riqueza que ahora está a salvo en los paraísos fiscales”

Cometes un error típico de mucha gente: la riqueza que va a los paraísos


fiscales es generalemente los dividendos por acciones del dueño. Pero
mientras el chiringüito del dueño venda bien AQUI el ciruingüito se queda
AQUI creando más riqueza AQUI. Hasta que las ventas bajen (OJO: algo
que NO le convene al patrono) o hasta que los impuestos sean tan fuertes
aquí que el dueño decida liquidar el chiringüito aquí y montarlo en otro
país…generalmente uno en donde los impuestos no sean tan gordos.

Alamein Says:
agosto 25th, 2012 a las 23:50

@Xel: “EL poder político, el financiero y las grandes corporaciones son


socios para mantener y aumentar su status quo, quien es el presidente del
club y quien el vicepresidente es lo de menos, lo importante es que están
unidos para favorecer sus intereses y para ello nos cobran tributos cada vez
mayores a los demás en una especie de neofeudalismo capitalista.

Los economistas hacen de sacerdotes de esta nueva religión y los medios de


comunicación de relaciones públicas”

¿Y entonces cómo explicas tú las críticas que Rallo les hace en casi todos
sus posts?

OJO: porque muchos acusan a Rallo precisamente de ser un “representante


de los intereses de la clase rica: un “neoliberal” que defiende el Statu Quo”

Y yo veo que Rallo se cansa de atacar al Statu Quo.

Y también hay muchos medios de comunicación que critican a Rajoy (e


incluso a Zparo) precisamente porque NO eran lo bastante izquierdistas y lo
bastante duros para atacar los intereses creados de la casta gobernante. Casi
el único que los ataca por no ser liberales es Rallo. ;-)

Xel Says:
agosto 27th, 2012 a las 13:52

Buenas Alamein, que tal?

Esta página aparte de por lo educativa que es, es muy grande por la
honestidad de Rallo y de los participantes, honestidad intelectual y me
imagino que también personal, por lo menos eso parece aunque logicamente
no tengo el gusto de conoceros.

También estoy aprendiendo muchas cosas que me gustan bastante del


liberalismo, sigo sin ser un fanboy del capitalismo que aunque posiblemente
sea lo mejor hasta la fecha tiene muchos fallos.

Cada vez estoy más convencido de que el estado cuanto más pequeño mejor,
pero sigo creyendo que tiene que ser fuerte y por supuesto bien gestionado,
redistribuír la riqueza por medio de impuestos progresivos para permitir a
todos los ciudadanos que tengan las mismas oportunidades y garantizar unos
servicios sociales mínimos en sanidad, dependencia, pensiones y educación.
Poco más, si acaso I+D+I

PD – Este verano de vuelta al pueblo, (vaya tragedia como está Asturias


siendo un paraíso natural y vaya depresión que tiene la xente), mis colegas
mayoritariamente de IU o anarquistas me tiraban de “viniste liberal”, jeje

Alamein Says:
agosto 27th, 2012 a las 15:54

Saludos, Xel. Aquí también te echaba de menos todo el mundo, no te creas.

De todos modos aquí hay una curiosa paradoja, para que te entretengas en
ella un rato: los marxistas siempre insisten en que se les ha dejado de lado
en el ámbito académico no porque sus teorías hayan fracasado en la práctica,
sino porque chocan con el Statu Quo convencional.
Es curioso que los austríacos digan algo muy parecido: que el
Keynesianismo tiene más aceptación porque es más satisfactorio para los
intereses creados de la élite gobernante.

Pero…¿Conoces a algún marxista que este de acuerdo conque esa sea la


verdadera razón por la que el keynesianismo haya tenido más aceptación
hasta hace poco que la Escuela Austríaca de Economía? ¿No debería ser al
réves vistas las cosas desde un enfoque “de materialismo histórico”? :-)

Es una verdadera paradoja ahora que me pongo a pensarlo…

Razonado Says:
marzo 8th, 2013 a las 0:26

Texto muy largo para decir que, tu como liberal no quieres que los que te
financian paguen la crisis. Esto se traduce en Bancos y Empresarios buenos,
deudores malos.
En fin, te pongo mi opinión razonada por si quieres leer algo coherente:
1. Los bancos inflaron el precio de los pisos porque luego comerciaban con
ese valor en la bolsa. Es decir (supongo que lo sabes pero obviamente te
conviene que nadie se entere), recuperaban ese dinero al momento de
conceder la hipoteca, dinero que pensaban devolver poco a poco mientras el
pobre (pobre económicamente y mentalmente) deudor se comprometía a un
pago de por vida que es inviable (200000€ con intereses de por vida con un
sueldo medio de 1000€).

2. Los bancos sabían que el estado iba a estar detrás si esos pagos no se
podían realizar, y eso es lo que está pasando ahora. Los políticos o sus
amigachos metidos en las cajas obligaban a dar esas hipotecas, hipotecas
que estamos pagando todos, incluso los que no nos endeudamos, a través de
(en esto estamos de acuerdo) rescates bancarios. Estos rescates por cierto
arrastran la deuda pública, los liberales tergiversáis este hecho diciendo que
hay que despedir gente de los entes públicos (sinceramente cometer un error
tan obvio en un razonamiento tan simple ya es suficiente como para no leer tu
página, pero conste que vengo con buena voluntad, porque algunas ideas del
liberalismo no son del todo disparatadas).
Olvidáis, los liberales, que la deuda pública española era mejor que la
alemana antes de llegar Rajoy y sus medidas pro Merkel (no soy pro ZP ni
pro PSOE)… esto supongo que también es culpa del sistema público, ese
sistema que no causó la crisis pero que los defensores de los grandes
empresarios (liberales) acusáis de ser inviable. Tu líder, Aznar, dijo que el
sistema de bienestar se ha acabado… Jajaja él ha vivido toda su p. vida del
estado, a quién defiende entonces? Obviamente al gran empresaurio y a la
gran banca. Esto no es una paranoia como dices en otro post, esto es un
hecho, para paranoias las tuyas, que te crees que convirtiendo el país en una
jungla del todos contra todos saldremos adelante. Por cierto, FAES está
subvencionada.
3. Hablemos claro, se regalaba dinero a gente sin formación, pero ahora no
se presta dinero (y hablo de cantidades 100 veces menores!!!) a gente con
ideas y formación (me refiero a ingenieros, físicos, matemáticos, esa gente
que inventa y piensa ;) ). Esto se hace para ponerlos a trabajar sí o sí por dos
duros. Tu lo llamas paranoia, yo lo llamo REALIDAD. Por cierto repetir
epilépticamente que todo lo que va contra tu pensamiento liberal es paranoia
es un comportamiento INFANTIL, es interesante que alguien con dos
carreras intente razonar y debatir, y no repetir tonterías como que el
contrario es un paranoico (este es el método propagandístico goebbeliano).
Qué hacemos ahora? Trabajar por dos duros como en Grecia? Si no hay
clase media, y en breve no la habrá, quién cojon.s comprará los productos
fabricados en masa?
Por qué no hablas de los empresarios que, incluidas alunas PYMES, ponen
su dinero en los paraísos fiscales?????? Y luego quieres que la gente no
piense/sepa que detrás de los liberales está la banca… Tu eres t…o.
Cuando el dinero corría a raudales y los funcionarios (no soy funcionario) no
participaban de esta orgía de dinero, nadie se planteó subirles el sueldo,
ahora son culpables? Vaya nivel que tienes colega! Psss pésimo, y conste que
yo no soy economista, pero por lo visto en economía cada uno puede decir lo
que quiera y quedarse tan pancho, ahí estás tu.

Istmo Says:
marzo 8th, 2013 a las 8:54

El uso abusivo por algunos de la aserción inverosímil o absurda que se


presenta con apariencias de verdadera,es decir la paradoja, a veces es
indicativo de la necesidad de auto medicarse con tranquilizantes o
relajantes, con la expectativa para el resto de los mortales que lo sufren que
por error incurra en una sobredosis.
¿En qué consiste la expansión artificial del crédito?

trilu Says:
agosto 25th, 2012 a las 1:02

Si no hubiera bancos centrales refinanciando bancos en apuros,


éstos serían más prudentes o quebrarían pues los ahorradores
prestamista exigirían la disponibilidad de su dinero antes de que el
inversor prestatario pueda prescindir de el y devolverlo.
El banco central hace posible que el ahorrador y el inversor puedan disponer
a la vez del mismo dinero. Esto parece un modo de multiplicar el dinero
artificialmente
y despistar a los agentes del mercado, que consumirán a la vez que invertirán
sin coordinar plazos, ni bienes ni recursos adecuadamente.
¿No produce el mismo efecto la reserva fraccionaria aunque no hubiera
bancos centrales?
la mayoría de quienes ingresan su dinero en una cuenta corriente, a la vista
creen que pueden disponer del 100% de su dinero en cualquier momento
y consumen en consecuencia. Sin embargo una altísima fracción de su dinero
la pone el banco a disposición de otros, sea o no a largo plazo, provocando
doble consumo o descalce de plazos sobre un mismo dinero con similares
consecuencias sobre la economía que en el caso anterior. Como no todo el
mundo
reclamará a la vez su dinero ni lo consumirá todo de una vez, la reserva
fraccionaria
¿puede facilitar el crédito sobre una base insegura y poner en riesgo la
economía propiciando
el ciclo?

trilu Says:
agosto 25th, 2012 a las 9:51

Me explico con un ejemplo ajeno a la ciencia económica. Un ingeniero


instalador calcula
la potencia necesaria de una caldera de agua caliente para una comunidad de
vecinos
asumiendo la razonable hipótesis de que nunca se van a abrir
simultáneamente todos los
grifos de todos los vecinos, de modo que la potencia resultante será menor
que la necesaria
para dicha demanda. Hablamos de un consumo relativamente predecible
pues se trata de un único producto para unos usuarios con comportamientos
bastante pautables.

El banco aplica el mismo criterio de “no simultaneidad” en la demanda por


parte de sus prestamista de las cantidades depositadas a la vista, reservando
sólo una fracción de lo depositado.
Pero ahí terminan las similitudes:
El banco presta lo no reservado creando una simultaneidad de uso entre
prestamista
y prestatario con el agravante de que este utilizará el dinero con riesgo de
no devolverlo.
El uso del dinero es relativamente impredecible pues hablamos de algo
intercambiable
por infinidad de bienes o servicios para sujetos muy dispares.
Les ciencias naturales abordan campos en los que los riesgos acotables
abundan
mientras que en las ciencias sociales, como la economía, lo que abunda es la
incertidumbre, jaleada por el capricho y la creatividad humanas.

Aún en el caso de que exista un margen razonable de reserva fraccionaria


¿No es suicida pensar que lo sea un 2%?

freeman Says:
agosto 25th, 2012 a las 11:48

Tengo algunas preguntas o lagunas de información, así que aprovecho este


hilo para formularlas.

En el siglo XIX había patrón oro y no existían bancos centrales, sin embargo
también se producían burbujas y crisis. ¿Quien refinanciaba entonces a los
bancos permitiendo el descalce de plazos?

Sobre el patrón oro, entiendo que es un anclaje a no crear dinero mucho más
allá de los bienes y servicios existentes. Los monetaristas como friedman sin
embargo mantienen el dinero fiduciario e imponen una regla con tasa fija, en
vez del oro. Los bancos centrales me parece que no hicieron caso ni a unos
ni a otros, por un lado porque desaparecerían. Pero cuan importante o
diferente o que ventajas tiene usar el oro frente una regla?

Otra cuestión sobre el oro es, que ocurriría si la economía crece por encima
de las reservas de oro? Daría problemas? Bajarían los precios… ?

Otra más es sobre Hayek, él proponía que la moneda fuese de carácter


privado. Bueno, si todas la monedas responden a un valor marcado en oro en
principio puede darme igual usar una que otra, pero que ventajas aporta para
la economía que haya competencia entre monedas, frente a una moneda
publica respaldada en oro?

Luego tengo otra ya alejada de este tema, no se que opinión merece, se trata
de las patentes, y es que resulta un tanto conflictivo porque por un lado con
las patentes pareces proteger la propiedad privada, e incluso puede ser un
incentivo a la innovación por parte de personas con menos recursos. Sin
embargo desde el punto de vista de la competencia, parece restringirla al
evitar que unos copien a otros.

dragontorch Says:
agosto 26th, 2012 a las 8:13

Sobre las patentes, yo diría que no protegen realmente nada. Una vez que
alguien pone al alcance del público en general una idea, esa idea pasa a ser
conocida por todos, y es natural esperar que sea usada por todos.

La propiedad intelectual es propiedad mientras no se ponga a disposición


del público, luego ya no. Es, de nuevo el estado, quien impone patentes y
royalties, alterando artificialmente la competencia en un mercado libre.

Esto significa que no se pueden hacer planes de negocio basados en que


alguien evitará que otros usen las ideas puestas a disposición del público.
Especialmente cosas triviales como el interfaz de usuario de un teléfono o la
forma externa de su carcasa, cosas que estan completamente a la vista de
quien los usa.

Se podría discutir, hasta que punto se ponen a disposición del público los
mecanismos internos de determinados aparatos, o hasta que punto tiene
derecho una persona a hacer ingeniería inversa de un aparato para saber
como se resuelve un determinado problema por parte de otros, o para usarlo
de modo diferente a como fue originalmente concebido.

Yo tengo mis dudas sobre esto último, pero en cualquier caso, la


competencia en un mercado libre, especialmente para cosas como
smartphones, debería basarse en los planes de negocio mas exitosos, o en el
valor añadido que las empresas ofrecen a los usuarios de sus productos, no
en entidades externas que penalizan artificialmente a quienes usan ideas que,
o bien son triviales, o son conocidas por la mera observación de un
producto.

dragontorch Says:
agosto 26th, 2012 a las 8:31

Sobre el uso del oro frente a una regla fija, creo la razón estaría en que el
dinero, puede, en algunos casos, cambiar su valor frente a otros bienes
debido a su utilidad marginal como medio de intercambio. En periodos de
gran incertidumbre de los proyectos empresariales, la gente puede preferir
atesorar dinero, y entonces el dinero (y el oro), tendría un mayor valor que
simplemente como un bien de valor estable.

En cualquier caso, la competencia entre distintos dineros con diferentes


características, parece mas realista que un dinero artificial, cuya tasa de
intercambio fija solo puede estar garantizada por la entidad que lo respalde
(la tasa fija puede no ser realista en todas las condiciones del mercado), y
que, si es el estado, es de esperar que se imponga artificialmente para
impuestos y que se proteja su uso manteniendo en algunos casos tasa de
intercambio que ya no serían reales.

Camus Says:
agosto 26th, 2012 a las 18:37

Tanto el riesgo de reinversion como el de financiacion se pueden cubrir.


Para eso estan los FRAs, los swaps y otros derivados, por supuesto, con un
precio que depende del riesgo de quien asume la cobertura. Y la valoracion
de este riesgo funciona igual que el cálculo de primas de seguros.
Una aseguradora tampoco tiene a su disposicion coches y casas para realizar
una cobertura perfecta. No entiendo por que a un banco sí se le tendría que
exigir una lógica diferente con los tipos de interés.

¿Hay algún artículo de Rallo que explique de manera clara cómo hace
realmente el banco central para crear dinero?

josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 8:39

“En el siglo XIX había patrón oro y no existían bancos centrales, sin
embargo también se producían burbujas y crisis. ¿Quien refinanciaba
entonces a los bancos permitiendo el descalce de plazos?”

En principio nadie, el Banco Central no es quien permite el descalce de


plazos, es el que lo acelera y engorda.

En aquella época la estafa era más burda que ahora.

Los bancos simplemente emitían más papel moneda que oro tenían para
respaldarlo porque “muchas veces no llegaba a notarse”, es decir, no se
retiraba casi nunca tanto oro como papeles circulaban.

La Ley de Peel prohibió emitir moneda y billetes por encima de las reservas
de oro, pero olvidó hacer lo mismo para los apuntes contables de los
depósitos, que al final eran equivalentes al dinero líquido.

Con lo cual el problema solo cambio, los bancos podían seguir prestando no
de fondos propios, sino creando depósitos a la vista en lugar de emitir
dinero directamente.

Este fallo hizo que a Ley al final no sirviese para nada, por muy EVIDENTE
y bien intencionada que fuera, con lo que al final “ganaron los tramposos” y
se optó por la opción de los Bancos Centrales para absorber las corridas
bancarias.

josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 8:57
El tema del Descalce de Plazos y la Reserva Fraccionaria es muy interesante
pero no me queda claro del todo.

A simple vista parecen dos aspectos de la misma ESTAFA, pero no lo son.

Lo que a mi me cuesta más es distinguir escenarios donde se separen ambas


cosas.

¿Podría un banco operar con Reserva Fraccionaria PERO SIN descalce de


plazos?
OJO, no me interesa en este caso si al banco imaginario de la hipótesis le
interesa trabajar así o no, solo si hay una modo de funcionamiento que
implicaría no estar descalzando plazos y SI estar operando con RF.
A mi me parece que la restricción de no descalzar plazos IMPLICA
necesariamente y forzosamente RESERVA 100%, ¿o no?

¿Y por el lado contrario?


¿Podría un banco (independientemente de que le interese hacerlo) operar con
Descalce de Plazos pero respetando la Reserva 100%?

Por lo visto se dice que si, pero no entiendo como es posible.

trilu Says:
agosto 27th, 2012 a las 10:20

A jovasz:
Creo que, si no me equivoco, podemos diferenciar así los casos de
“reserva” y “descalce”:
Si el banco no presta el dinero que le confía un depositante a la vista pero se
gasta el 98% en propaganda, ha ejercido una reserva fraccionaria del 2%
pero no incurrido en descalce de plazos
Si al banco le prestan 100 $ a un mes y el reserva 80 y presta 20 a un mes
hay reserva fraccionaria pero no hay descalce de plazos. Si presta los 100 a
un mes no hay ni reserva ni descalce, no había nada qu reservar pues le han
prestado, puesto dinero a su disposición.
Pero si al banco le confían un dinero para garantizarse su disponibilidad a la
vista y este, en vez de velar por eSa garantía reservando el 100%, reserva un
2% y presta el resto a x plazo, incurre en reserva fraccionaria y descalce de
plazos.

Finalmente, si el banco descuenta una letra a 3 meses de un nuevo cliente,


esta haciendo disponible hoy un dinero, o una riqueza que no será
“generada” hasta dentro de 3 meses. Incurre en descalce de plazos pero no
hay reserva fraccionaria pues no se le ha confiado cantidad de la que
disponer, al contrario él hace disponible un dinero confiando en una promesa
de pago asumiendo un riesgo.

trilu Says:
agosto 27th, 2012 a las 11:01

A jovasz:
Se me olvidaba un caso.
Es el supuesto de que el depositante a la vista es consciente de que parte de
su dinero va ha ser prestado pero elk banco lee garantiza plena
disponibilidad. Aquí hay reserva fraccionaria y descalce pero creo que no
hay “apropiación indebida” de lo confiado al banco, que es una de las
acusaciones que se pueden plantear a la reserva fraccionaria. Lo que así
puede haber es imprudencia por ambas partes. Y engaño si el depositante
cree q contrata la custodia de su dinero.

Lisensiado del Oso P. Says:


agosto 27th, 2012 a las 11:59

Trilu
¿A quien de los millones de personas que tienen cuenta en cualquier banco le
han advertido al habrirla de que el dinero que deposite sera prestado a otros
en las condiciones que el banco decida?
No olvides que el negocio bancario se basa en la confianza

josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 12:54

Para Trilu:

Gracias por los ejemplos.

“Si el banco no presta el dinero que le confía un depositante a la vista pero


se gasta el 98% en propaganda, ha ejercido una reserva fraccionaria del 2%
pero no incurrido en descalce de plazos”

Creo que este ejemplo es lo que me faltaba, si. Pero, cuidado, si el banco se
gasta el 98% de lo que le ingresan como depósitos a la vista, no hay
Descalce de Plazos pero la Reserva Fraccionaria en este caso es claramente
una ESTAFA, porque el banco está obligado a entregar el dinero en menos
de 72 horas ¿como me lo va a devolver? Es insolvente.

Otra cosa es que lo hubiese invertido en comprar otro bien, entonces sería
quizá solvente, pero no tendría liquidez inmediata para pagar hasta que
vendiera el bien (y a ver que tal se le da la venta…).

Vamos, que al final el problema se acaba pareciendo a un caso de Descalce


de Plazos también.

“Si al banco le prestan 100 $ a un mes y el reserva 80 y presta 20 a un mes


hay reserva fraccionaria pero no hay descalce de plazos.”

No, aquí no hay RF ni DP, porque si al banco le prestan a 1mes, el


prestamista YA no puede reclamar el dinero en ese mes. Eso significa que
durante ese tiempo el banco es libre de prestar una o varias veces seguidas
parte o todo el dinero con tal de que los últimos prestatarios lo devuelvan
ANTES de que venza el préstamo original al banco.

Aquí el único riesgo que hay es el de impago de un préstamo, que es


imposible de erradicar, pero al menos queda acotado al prestamista y los
prestatarios, no se difunden sus efectos al resto de la economía.

josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 13:03

Para Lisensiado del Oso P.:

Es cierto que no nos lo dicen y deberían decirlo, pero es que tampoco hay
que ser un genio para sospechar lo que ocurre realmente…

¿Que empresas conoces que te custodien algo y, en lugar de cobrarte


mensualmente por ese servicio, te paguen por ello?
Pues los bancos serían los únicos que hacen eso, pero claro es que NO es
ESO lo que hacen.

Te pagan porque tu dinero NO TE LO GUARDAN, se lo cogen prestado


prometiendo pagartelo cuando lo pidas. Eso si, mientras no vayas ellos lo
están usando en prestamos, créditos, inversiones, etc

Por eso te pagan, para compensarte el riesgo que corres por haberles
prestado tu deposito y por los rendimientos que ellos sacan de el.

Xel Says:
agosto 27th, 2012 a las 13:30

El otro día viendo una conferencia de Huerta de Soto el daba una solución a
los problemas monetarios que tenemos y decía que con el coeficiente de caja
del 100% se solucionarían todos los problemas de deuda que tenemos.

No lo entendí muy bien

¿Alguién conoce la solución que el da?

trilu Says:
agosto 27th, 2012 a las 16:00

Josvazg,
Ok, dudé al poner ese ejemplo. Acaso esos 80 $ que el banco renunciase a
prestar, aún pudiendo hacerlo pues le han prestado 100 a un mes, no se deba
considerar como”reserva”, sino como “provisión” que hace el banco por
prudencia. Desconozco los términos contables.

Xel,
Entre los austriacos hay división de opiniones. JHS opina que la reserva
fraccionaria es la causa originaria del desajuste entre ahorro e inversión, y
otros, como JRRallo, ven mucho más importante el descalce de plazos.

Bastiat Says:
agosto 27th, 2012 a las 16:27

Es que, y quizás me lanzo a la piscina, lo que resulta chocante en un Ancap


como JHS es pedir que el Estado obligue o permita, que depende, la reserva
fraccionaria 100% de las cuentas a la vista. Obligue a reservar el 100% de
ella. Permita que se haga e incluso que la regule proponiendo como
actualmente una bajada del coeficiente de caja, que en definitiva es lo que
es, del 1%. Y, encima lo llama delito, apropiación indebida…. etc. Etc.

No creo que sea así. Me gusta mas la definición creo que de Capella, que
habla de préstamo a plazo de un día renovado cada día. De hecho, ningún
banco te devolverá, y así está expresado en contrato, mas de 3000€ en
metálico en el acto. Debes avisarlo para el día siguiente si quieres más o
incluso el total de tu dinero. Por tanto estaríamos en el mismo caso, en
cualquier caso, que el dinero que el Banco presta de las imposiciones a
plazo.

¿Porqué las imposiciones a la vista si que crean inflación monetaria,


burbujas y crisis mientras que las imposiciones a plazo no? ¿No salen todas
de la misma caja fuerte? ¿No se puede hacer lo mismo con el dinero
proveniente de cuentas a la vista que de cuentas o imposiciones a plazo? Por
supuesto que si.

El problema bancario, pues, reside en que los bancos operan con riesgo en
el caso de las cuentas a la vista, de que alguien, muchos en realidad,
pretenda recuperar su dinero a la vista sin penalización en los intereses y al
mismo tiempo. Y ese riesgo sólo lo puede asumir gracias a que existe el
prestamista de última instancia que para eso lo crearon: Los bancos
centrales. Los verdaderos creadores de dinero. Los únicos que realmente
pueden crear dinero.

El Estado.

Sin ese sostén se eliminarían aquellos bancos que intentaran llevar a cabo
ese comportamiento suicida a la hora de hacer negocios .

Camus Says:
agosto 27th, 2012 a las 16:58

El dinero de los depósitos no es el único que tiene un descalce de plazos.


Pensemos en grandes superficies, por ejemplo, todas operan con fondos de
maniobra negativos. El pasivo circulante se paga con rotaciones de activo
circulante, un descalce de plazos en toda regla y no veo que por ello el
mundo arda en llamas.

Esto sucede muy a menudo y como digo el riesgo de tipos de interés se


puede cubrir de mil maneras diferentes.

Incluso con un coeficiente de caja del 100% podría ocurrir que un pagaré a 6
meses o 1 año fuera invertido por un banco en un préstamo a largo plazo.

Xel Says:
agosto 27th, 2012 a las 17:13

¿Con un coeficiente de caja del 100% donde estaría el negocio de los


bancos?

¿Tener todo ese dinero parado para tener liquidez no parece muy rentable ni
lógico económicamente hablando y quizás lleve a los bancos a la insolvencia
no?

Lisensiado del Oso P. Says:


agosto 27th, 2012 a las 17:18

Josvazg
Las comisiones de mantenimiento,impuestos sobre intereses y mas pagos se
comen de largo cualquier beneficio en las cuentas corrientes.En otros
depositos o en cantidades importantes de dinero sera rentable,pero seria
mejor que cada uno decidiera a quien prestar o no prestar y a la vez asumir
el riesgo.
En esta crisis los prestamos fallidos de la banca ¿acaso no los estamos
pagando entre todos?

Fernando Says:
agosto 27th, 2012 a las 17:19

¿Es razonable exigir una reserva del 100 %?

Los bancos cuentan en que los depositantes no van a retirar sus fondos todos
al mismo tiempo. ¿Es razonable esta suposición? ¿Qué debería hacerse?

Camus Says:
agosto 27th, 2012 a las 17:26

O la deuda pública de cualquier país. Todos los vencimientos se pagan con


roll overs. El estado no casa vencimientos de deuda con vencimientos de
inversiones pública.Simplemente emite deuda nueva y una ínfima parte la
paga con superadora

Y cualquier empresa paga sus deudas a largo poco a poco con ingresos
corrientes y otra parte la renueva en forma de otro préstamo.

Es evidente que el descalce no puede ser enorme simplemente porque los


riesgos de atender vencimientos serían inasumibles, pero esto ya es una
discusión de grado.

Camus Says:
agosto 27th, 2012 a las 17:36

Xel.

Los bancos harían negocio con deuda con vencimientos concretos. Plazos
fijos, pagarés, etc. Los depósitos son especiales porque el dinero se puede
retiraen cualquier momento y antes de que el banco recupere realmente el
dinero.

Lo que dicen los discípulos de Huerta de Soto es que las IPF de los bancos a
1 año financien solo inversiones a 1 año, y así sucesivamente.

Pero es que en la práctica esto no lo hace ninguna empresa y no es porque


disfrute de privilegios legales como el coeficiente de caja.

De todas formas creo que Rallo no está totalmente a favor del 100% de
coeficiente de caja. En un artículo dijo que era una prudencia comprensible
aunque quizá excesiva.

Camus Says:
agosto 27th, 2012 a las 17:38

Disculpad si algunas palabras no se entienden bien. Estoy con el móvil y el


teclado productivo me va a volver loco.
Antes, con superadora quería decir superavits.

josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 18:48

Yo voy empezando a entender poco a poco el tema de los descalces de


plazos. No obstante veo que afinar demasiado tiene un problemas muy
gordos:

Si ya es difícil que la gente en su mayoría entienda que es y como funciona el


dinero. Si ya es difícil que lleguen a interesarse por saber y entender que
causa de VERDAD las crisis (más allá de consignas) como para pedirles
que afinen a distinguir entre RF y descalce de plazos.

Una vez que te metes en permitir RF ya la linea de lo legal y lo ilegal es muy


difusa. Y la linea de lo que es un descalce de plazos o no, o lo que es un
descalce que puede ser peligroso y otro que NO lo va a ser es muy difusa
también.

Por ello quizá no estaría mal pasarse de prudencia que no llegar, como pasó
con la Ley de Peel.

Yo creo que se debería LEGISLAR CONTRA que los bancos no puedan caer
en situaciones de violación de contratos virtuales, es decir, siempre deben
estar en posición de cumplir y no quedar a expensas de lo que sus clientes
les puedan o no reclamar.

Esto incluye prohibir los descalces de plazos totalmente y que la reserva sea
del 100% en ORO + bienes que sean liquidables ANTES del vencimiento de
la obligación.

Es decir, para depósitos a la vista el la reserva debe ser del 100% de


oro/”dinero al contado”.

Para prestamos a Xmeses, dinero Y promesas de pago o bienes liquidables


ANTES de X meses.

Etc.
josvazg Says:
agosto 27th, 2012 a las 18:53

Para Lisensiado del Oso P.:

“Las comisiones de mantenimiento,impuestos sobre intereses y mas pagos se


comen de largo cualquier beneficio en las cuentas corrientes.”

Depende de la cuenta, en las de Internet NO, por ejemplo. no obstante el


banco nunca pasa una factura que llama “servicio de custodia” ni nada
parecido, porque no está custodiando el dinero, lo esta usando.

En lo demás coincido con usted, sobretodo en que debería ser el depositante


el que decida cuanto se expone al riesgo o incluso si prefiere pagar porque
le custodien el dinero.

Todo debería ser más explicito, claro y con más opciones.

Bastiat Says:
agosto 27th, 2012 a las 19:02

Vamos a ver Josvazg. Los bancos no pueden casar imposiciones a plazo a x


tiempo con préstamos a plazo a igual x tiempo… Eso es imposible. No. Su
negocio está en captar dinero y prestar dinero. El problema de los plazos
surge cuando el porcentaje de los préstamos a largo plazo y su retorno en
forma de interesas cobrados superan en mucho a los intereses que tiene que
pagar por las imposiciones a corto. Ese desequilibrio, que es lo que
precisamente cubre el Banco Central prestando a bajos tipos de interés y que
hace suficientemente rentable el riesgo, es lo que pone en riesgo la solvencia
de los bancos. No otra cosa.

Y por otro lado por tu respuesta a Lisensiado. Una cosa es lo que un cliente
demande y otra cosa es lo que un banco ofrezca. Igual que pasa en el
mercado de los coches. Yo quiero un eléctrico que se cargue en cinco
minutos y tenga para 500 Km….. y no lo hay. (por ahora… espero).

La cuestión, empero, es si resulta razonable pensar que sea el Estado, dicho


esto desde un anarcocapitalista, el que limite la libertad de comerciar de los
bancos y los clientes como ellos voluntariamente acuerden.
Quitemos el BC como prestamista de ultima instancia… Y el problema se
resolverá sólo.

Josvaz Says:
agosto 27th, 2012 a las 21:01

No estoy de acuerdo Sr. Bastiat.

Con o sin estado hay leyes que hay que respetar para que la gente tenga
libertad

El problema con el dinero y la banca es que esta tan liado el tema que es
posible que no tengamos claro aun como se traduce el no robar y no estafar a
las practicas bancarias.

Si los BC tienen que desaparecer, pero habria que afinar algo mas o nos
pasaría como a Peel.

Hay cosas que son estafas, por ejemplo, si tienes X lingotes de oro y emites
resguardos de los mismos (aun sin numero de serie) es ilegal que emitas mas
de los lingotes que tienes. Eso es una estafa de libro.

Si lo que emites son promesas de oro, la cosa cambia, porque un resguardo


es mas liquido que una promesa. En todo caso debe estar claro que es una
PROMESA, no un resguardo o titulo de propiedad.

Y si emites medios de pago o promesas sobre bienes líquidos, líquidos


significa que los puedes vender antes del vencimiento de esa promesa de
pago.

Por ejemplo, yo creo que es una estafa crear medios de pago sobre
futuribles, bienes que ni existen y que incluso el propio prestamos puede
poner en peligro, como hipotecas concedidas contra el edificio que se va a
construir.

Al final tiene que haber ahorro en forma de bienes existentes o dinero que
respalde el préstamo.

Bastiat Says:
agosto 27th, 2012 a las 21:45

No me cabe duda de que tiene que haber leyes para que pueda haber
libertad… (Aunque no olvide que esa es la puerta por la que entran todos los
demonios. ¿Quien dicta las leyes?)

El papel moneda tiene su función y no es el oro la razón de ser del dinero,


sino simplemente un límite que, como Ud. muy bien dice, puede surgir de la
ley. Es decir, uno no puede prestar más dinero del que tiene en balance
aunque su caja esté a cero. Pero… ¿eso es a priori posible o sólo a
posteriori? Es decir, ¿podríamos estar controlando diariamente si el balance
del banco está en positivo, es decir ha emitido menos papel que depósitos
tiene en la caja? Habría que crear un regulador. Podría ser un organismo del
Estado, no tengo nada que decir. O podríamos pensar en un organismo
interbancario de seguridad en el que la confianza mutua garantice la
confianza en el sistema de bancos afiliados a él. Pero eso implicaría que ese
… supervisor entrara en las cuentas, al igual que el creado por el estado y
diera información a los demás que no se quisiera que se conociera por el
resto.

Simplemente es mas eficiente el segundo pero no porque se puedan ir


vigilando las cuentas bancarias sino que el mercado interbancario actúa
como termómetro ante las necesidades de cada banco viendo y evaluando los
movimientos que realiza en él y en el como se mueve en el mercado del
crédito y el préstamo. Ante una necesidad continua de liquidez pedida a ese
mercado interbancario…. malo. La cosa no pinta bien. Los otros bancos,
fondos, ahorradores empiezan a prestarle a mayor interés, como le pasa
ahora a España, a Grecia, …. y ha de corregir esa conducta si no quiere ir a
la quiebra…

Es decir, sería a posteriori. ¿Cómo garantizar pues una ley cuando el


regulador puede fallar, y de hecho falla puesto que se demuestra ser un
órgano político y funciona o se pretende que funcione a priori? Hemos visto
lo que ha pasado en España. Y en el caso …”privado” la dificultad estriba
en que la desconfianza natural ante la competencia no podría garantizar su
buen funcionamiento. Por tanto, leyes… podemos hacer leyes. Pero el
sistema se autoregula en el momento en el que cada uno va descubriendo sus
cartas en el mercado por situaciones de necesidad de solvencia que pierde al
haber asumido mas riesgos de los necesarios, es decir, el establecer
descalces de plazos, trabajar fuera de la prudencia, y empezar a consumir
capital al necesitar financiar esos descalces de plazos no pudiendo
asumirlos el BC creando dinero al ser él el que fijando de manera arbitraria
los tipos de interés distorsiona el mercado ocultando la información
fundamental sobre los balances de los bancos.

aversiahora Says:
agosto 28th, 2012 a las 13:48

Hay cosas que no tienen solución. Por mucho que se regule y se intervenga,
la lechera siempre va a echar sus cuentas. En el País de las Lecheras, si la
mayoría de las lecheras están convencidas de que invertir ahora una
pastizara en educación, trenes AVE, infraestructuras, energías verdes,
aeropuertos, casas, I+D… tendrá un retorno extraordinario, tendrás un gran
crecimiento inmediato basado en la inversión. Si impides que se invierta
más dinero que el previamente ahorrado, probablememte sucederá que la
gente restringirá su gasto en otras cosas para invertir en estas, provocando
una recesión brutal en todos esos sectores. Lo cual implicaría cambios: gente
que se ganaba la vida haciendo esto, tendría que empezar DE CERO a
ganarse la vida haciendo esto otro. Y esta es la piedra angular de nuestro
modelo social: nada de cambios drásticos. Estabilidad ante todo. ¡Es una
conquista social y un derecho adquirido… para los que están dentro del
sistema, claro, que son la gran mayoría!

Si luego esas inversiones no dan el retorno esperado, las lecheras sufrirán


una recesión -¿me atrevo? ¡oooh, sí!- de la leche (jeje). Por supuesto, la
culpa será de cualquiera, menos de las lecheras. Ellas analizarán todas y
cada una de sus cuentas y les parecerán abolutamente correctas. Y como, en
el País de las Lecheras, son mayoría, pobre de ti como les lleves la
contraria. ¿Qué sabrás tú? A ver si te piensas que culaquiera puede llegar a
lechera…

La culpa del pinchazo de la burbuja habrá de ser, por tanto, de los


inmigrantes… o de los judíos… o de los parados… o de los funcionarios…
o de Bush. Yo, personalmente, creo que es de las brujas (¡si hasta suena
parecido a burbuja!). En Salem, Massachusetts (EEUU) sí que sabíamos
tratarlas…
¡Si es que la vida en sociedad es la leche!

Xel Says:
agosto 28th, 2012 a las 21:18

¿Con patrón oro también hubo crisis y burbujas no?

¿La burbuja inmobiliaria no es un claro caso de crisis de sobreproducción?

freeman Says:
agosto 29th, 2012 a las 0:10

Tratare de dar una explicación, y que me corrija quien quiera si estoy


equivocado.

La explicación austriaca sobre las crisis, consiste en un desajuste entre el


ahorro y los tipos de interés o la inyección artificial de liquidez al sistema.

Partiendo de que los bancos son intermediarios de ahorro e inversión,


tendríamos que:

Si un banquero con apenas depositantes quisiera captar más ahorro. ¿Que


haría?
Intentaría incrementar las tasas de interés, te ofrezco tanto interés si
depositas en mi banco.

A su vez con el dinero depositado, el banco busca ganar también dinero


prestándolo a cambio de un interés, y cuanto más dinero tenga depositado,
podrá ofrecer el préstamo a un tipo de interés más bajo.

Igual que cualquier otro mercado si tu produces mucho de algo puedes


ofrecer el producto más barato.

Así que la cantidad de ahorro marca los tipos de interés, cuanto más ahorra
la gente (más depósitos), los tipos de interés serán más bajos.

A su vez que haya una cantidad alta de ahorro indica que la gente reserva su
dinero para gastarlo en un futuro y no en el presente actual.

Lo que indica a las empresas que deben invertir en negocios a futuro a más
largo plazo y no al presente, servicios de consumo.

Así es como funcionaría el tinglado en un mercado libre.

Pero no estamos en un mercado libre, los bancos centrales resulta que se


dedican a manipular los tipos de interés, distorsionando el sistema.

En 2001 o 2002 bajaron los tipos de interés de manera artificial, mientras


que la gente no estaba ahorrando, si no que seguía consumiendo igual o más.

Por lo tanto se les daba la falsa señal a las empresas de que invirtieran en
bienes a futuro, bienes que en nuestro caso fueron casas que luego nadie
quería.

Con el tema del patrón oro, entiendo que limitas el daño porque no puedes
expandir el crédito por encima de la cantidad de reservas de oro existentes.
Pero claro, imagino que no esta a salvo de distorsiones, puesto que si la
economía real crece a un 1% y las reservas de oro al 2%, eso daría un
margen de distorsión del 1%.

Es como si yo tengo una botella (seria el oro) que se va llenando de vino (la
economía real) a razón de un vaso de vino por año, pero yo que soy muy
listo la relleno del todo con agua, no puedo sobrepasar la botella pero si
genero una distorsión.

josvazg Says:
agosto 29th, 2012 a las 10:36

Para Bastiat:

Robar y estafar está prohibido, por razones obvias, y sin embargo NO hay
NADIE (ni Estado, ni funcionarios, ni nadie) encargado de vigilar que la
gente no robe o estafe.

Eso si, al que denuncien y se demuestre o le pillen con las manos en la masa
ha cometido un delito y le se le puede pedir la restitución del daño más el
pago de una multa e incluso que pase algún tiempo en prisión o realice algún
servicio a la comunidad como pena (si no hubo violencia).
Pues para los bancos es lo mismo.

El problema AHORA es que HOY en día algunas prácticas de los bancos


dañinas para los demás y la economía en conjunto NO ESTÁN
EXPLÍCITAMENTE prohibidas por la LEY porque son formas de
estafa/robo tan sutiles que aún no hemos sido capaces de identificarlas
correctamente.

Fíjese que Peel tuvo que hacer una Ley para el tema de la emisión de billetes
(y se le olvido para los depósitos) porque previamente quizá algunos
pensarían que era algo licito, sin consecuencias o inocuo.

Pues aquí lo mismo.

Primero de nada hay que identificar el problema y que LEY (con


mayúsculas) es la que nos hace falta para rellenar ese agujero legal. En
realidad NO SERIA UNA LEY NUEVA sino que sería un refinamiento de las
leyes básicas:

“No robar”

“No estafar”

Así pues lo que yo propongo es identificar bien esa LEY que falta,
enumerarla y describirla para que TODO el mundo la conozca, y sobre todo
para que un contable o un banquero sepan cuando pueden estar quebrantando
esa LEY (algunos ahora lo hacen sin saberlo si quiera).

Esa ley implicaría una revisión de las normas contables, de manera que
quede aún más claro cuando no se están haciendo las cosas bien u obligaría a
llevar una contabilidad paralela en caso de que el banco o contable quiera
quebrantar la ley. Vamos que se dificulta quebrantar la Ley por Error o
incluso a sabiendas.

Y si, efectivamente, la existencia una LEY no implica que se cumpla, pero si


se incumple y se descubre debe estar penado, cosa que ahora NO ocurre.
Todos los descalces de plazos de los bancos son perfectamente
legales!!!!???
josvazg Says:
agosto 29th, 2012 a las 10:48

Yo creo que básicamente la LEY que nos falta podría enunciarse tal que así:

“No se puede prestar aquello que NO EXISTE AUN o NO es TUYO por la


duración del préstamo.”

(O dicho de otra forma no puedes prestar lo que no se haya ahorrado


previamente.)

Es decir:
a) Puedes prestar oro o dinero al contado que es tuyo…
…PERO NO puedes prestar dinero de depositantes a 1mes si los
depositantes te lo pueden reclamar ANTES de ese mes (no es tuyo por todo
el periodo del préstamo).

b) Puedes monetizar un bien (es decir, prestar promesas de pago contra el) si
el prestatario lo deja a tu disposición por la duración del préstamo y se
puede liquidar antes del vencimiento del mismo…
…PERO NO puedes conceder un préstamo monetizando un bien que AUN no
existe, como un edificio en construcción (para el cual te piden el préstamo)

Alguien tiene que haber ahorrado dinero o bienes que deben estar
inmovilizados (no usados para otros prestamos o usos) durante la
transacción para que el préstamo sea legal.

josvazg Says:
agosto 29th, 2012 a las 10:55

Para Xel:

“¿Con patrón oro también hubo crisis y burbujas no?”

Claro, siempre puedes hacer “estampitas” (vale por x gramos de oro) por
ma? cuantía que el oro que realmente hay.

“¿La burbuja inmobiliaria no es un claro caso de crisis de


sobreproducción?”
PERO ¿porque se sobre produce? ¿No te has parado a pensarlo?
¡Que tontería producir lo que no te van a comprar! ¿no?

Sin embargo todo hasta 2006 o 2007 indicaba que era un “negoción”
construir 800.000 viviendas anuales.

La razón es lo que explica freeman:

“En 2001 o 2002 bajaron los tipos de interés de manera artificial, mientras
que la gente no estaba ahorrando, si no que seguía consumiendo igual o más.

Por lo tanto se les daba la falsa señal a las empresas de que invirtieran en
bienes a futuro, bienes que en nuestro caso fueron casas que luego nadie
quería.”

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 13:03

Ok, entiendo que la causa del problema es la expansión artificial del crédito
y que la sobreproducción es uno de los síntomas.

¿Pero, no son también causa de las crisis, la tasa decreciente de ganancia, la


polarización de las rentas que hace que mucha gente tenga que endeudarse
para consumir, que los grandes ahorradores inviertan en productos bancarios
de mucho riesgo pero que dan mucha rentabilidad en vez de en la economía
productiva, …., y sobre todo que ya no hay trabajo para todos?

Otra pregunta, en una conferencia que vi de Stiglitz, el dice que la solución


actual europea, el recortar gasto para ir cuadrando déficits nos lleva a la
ruína, el propone la reestructuración de las deudas, los defaults ordenados y
pone el ejemplo de Argentina. Allí tuvieron un año muy malo después de
hacerlo pero después se pusieron a crecer como tiros durante muchos años.

¿pros y contras de esta solución?, …., porque está claro que la vía Merkel-
Bundesbank-BCE es inasumible para los españoles y está siendo un fracaso
en Grecia, Portugal e Irlanda.

josvazg Says:
agosto 29th, 2012 a las 13:26
“Otra pregunta, en una conferencia que vi de Stiglitz, el dice que la solución
actual europea, el recortar gasto para ir cuadrando déficits nos lleva a la
ruína,”

Nos lleva a la ruina de la forma que se está haciendo, es decir:


* Recortando POCO (o nada) y hablando MUCHO….

A) Como recortan poco el deficit no desaparece y el problema sigue ahí y


con el tiempo se agrava (más intereses, más deuda acumulada).

B) Como se habla MUCHO y encima se hacen recortes SIN DAR EJEMPLO


(los políticos aún no se han recortado NADA) y como para fastidiar más que
para arreglar las cosas (burdos, recortes tocapelotas a lo bestia, sin
desgranar, subidas de impuestos a mansalva, etc) Lo que pasa es que la gente
se cabrea con razón y se amotina… y ellos dicen ¿veis como no puedo
recortar más? Pero es mentira, es una trampa. Lo que pasa es que NO
QUIEREN recortar más porque ahora ya les toca a ELLOS recortarse poder
y prebendas.

” el propone la reestructuración de las deudas, los defaults ordenados y pone


el ejemplo de Argentina. Allí tuvieron un año muy malo después de hacerlo
pero después se pusieron a crecer como tiros durante muchos años.”

¿Argentina?
Si, ese es el problema, que al final vamos a acabar siendo Argentina.
¿Tu quieres que tus gobernantes le pongan 2 o 3 CEROS a tu moneda cada
10años o así? ESO es Argentina.

Por cierto, ahora no están como para echar cohetes, por mucho que hablen en
su favor Stiglitz o Krugman: Quieren obligar a los argentinos a usar pesos en
lugar de dolares ¿porque será? pues porque los argentinos saben que les van
a disolver los pesos que tengan como azucarillos y para que? para poder
seguir gastando sin freno desde el gobierno, lo que aquí no deja hacer la
Europa del Euro (¡y menos mal!)

“¿pros y contras de esta solución?, …., porque está claro que la vía Merkel-
Bundesbank-BCE es inasumible para los españoles y está siendo un fracaso
en Grecia, Portugal e Irlanda.”
En Grecia está siendo un fracaso porque son incapaces de cuadrar sus
cuentas, porque la “austeridad es fingida”, de pacotilla, como aquí, mucho
hablar poco hacer y amotinar a la gente para no recortarse poder.

En Irlanda, cuidado que yo creo que es distinto. Irlanda tenía un Estado más
o menos responsable pero una banca que se fue a la porra.

Eso dentro de lo malo, es una bendición comparado con lo que tenemos aquí.
Los irlandeses se enfrentaban a un agujero grande pero FINITO, que optaron
por tapar con rescates y ayudas que pagaban contribuyentes irlandeses y
europeos. Es una mala forma de tapar el agujero, pero una vez tapado, si
cuadran las cuentas, podrán salir del foso sin problemas. De hecho ya se
habla de que están mejor que el resto de los PIGS.

Irlanda es un caso parecido a lo de Islandia, por cierto, que te pete la banca


puede ser un problema grande pero FINITO, mientras que un estado que se
niega a dejar de gastar más de lo que ingresa es un problema INFINITO
hasta que no cambie o le hagan cambiar de actitud.

Portugal no se como anda, imagino que si no sale será que tiene un problema
parecido al nuestro, no saben o no quieren recortar lo que deben.

Por lo demás yo el único reproche que tengo a la Merkel es que quieran


cobrar de cualquier forma, aunque sea solo subiendo impuestos. No se dan
cuenta de que así el agujero nunca se tapará, por mucho que ellos vayan
cobrando el problema se perpetúa.

Si realmente quieren cobrar deberían no dar más opción a los gobiernos a


cuadrar sus cuentas aunque sea a costa de recortar su poder respecto a sus
súbditos/ciudadanos. Es decir, menos impuestos y más bajos, menos
empresas públicas o sectores que regular controlar y en los que gastar dinero
publico, etc.

josvazg Says:
agosto 29th, 2012 a las 13:35

Lo que Merkel debería hacer es meterse en las cuentas y hacer preguntas


incomodas del estilo:
- Tu Senado cuesta Xmillones y no sirve para nada. ¿porque no lo cerráis?
¿es gastar por gastar?

- España tiene xpoliticos más por habitante que Alemania, ¿como me lo


explicas? ¿no deberías hacer un ERE político?

- España paga Xmillones con dinero del contribuyente a sindicatos, patronal,


etc en Alemania no pagamos nada de esto y los sindicatos y empresas
funcionan mejor… ¿a que esperáis para cerrar ese grifo también?

- ¿Os podéis permitir las 17televisiones públicas, una por cada Taifa? ¿
Estáis seguros? ¿Porque no las sacáis a bolsa o las liquidáis?

ETC

Socialista Says:
agosto 29th, 2012 a las 14:10

Negar lo evidente no es nada convincente. ¿No hay recortes? Bueno, esto es


de cachondeo. Otra cosa es que desmonten el Estado, que es lo que les
gustaría a los de la esta parroquia, pero recortes los hay y bien profundos, y
eso que partimos de un Estado del Bienestar pequeñito, con escaso gasto
público y escasa recaudación fiscal.

Vean y miren como estaba España en el 2010 en ingresos fiscales, por


supuesto muy cerquita de grandes países como Lituania, Letonia, Rumanía:
puntsdevista.files.wordpress.com/2012/01/impuestos-europa.jpg (poner
delante del enlace las http)

Y claro así nos va, de culo y cuesta abajo

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 14:19

@Josvagz

Recortes evidentemente habelos hailos, tanto en Grecia, como en Portugal,


Irlanda y España.

¿Pregúntaselo a los funcionarios, a los pensionistas o a toda la gente que se


está yendo a la calle por la reforma laboral y por los recortes en gasto
público productivo como el ministerio de Fomento por ejemplo?

¿Que no son suficientes y que es la única forma de salir de la crisis?, …., esa
es una afirmación ideológica, en nada basada en datos ni históricos ni
empíricos.

¿Que hay que recortar el gasto público corriente, el gasto improductivo, el


gasto de la administración?. SI, en eso estamos todos de acuerdo menos los
miembros de la casta política.

“Existe un exceso de capacidad productiva que no se puede consumir,


alimentando por un consumo de commodities cuya oferta es finita; financiado
por meros bits que valen lo que se quiera que valgan; y manejado por una
población activa de la que sobra un montón. Eso, así, no se ha dicho (aún).”

Santiago Niño Becerra

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 14:26

@Socialista

Jeje, en esta parroquia los comentaristas son principalmente minarquistas,


(cada uno propone un estado y el que más le conviene a el), no se suelen
poner de acuerdo ni entre ellos. Los que quieren desmontar el estado son los
anarcocapitalistas encabezados por Huerta de Soto.

Por cierto un Huerta de Soto antes fan boy del liberalismo y que ahora dice
que demuestra la imposibilidad teórica del mismo al igual que hace años
viene diciendo que demuestra la imposibilidad teórica del socialismo.

Habla de liberalismo utópico VS liberalismo científico o anarcocapitalismo,


habla de revolución,…., me parece que JHS es el caballo de Troya del
liberalismo, jeje

Socialista Says:
agosto 29th, 2012 a las 14:26
¿Qué los recortes nos van a sacar de la crisis? Hay que estar ciego y no
mirar a nuestro alrededor, se diría que nos están hundiendo en la más pura
miseria.

Socialista Says:
agosto 29th, 2012 a las 14:38

@Xel

Bueno, estaría gracioso, si probásemos en este país un poquito de


anarcocapitalismo creo que Somalia nos parecería un paraíso terrenal

Bastiat Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:06

Xel…. sigues igual.

Mira, el título de este hilo es “¿n qué consiste la expansión artificial del
crédito?

No parece que hayas aprendido nada.

Verás. España debe, el estado español debe 950.000.000.000 de Euros.


DEBE. Y aunque quien nos ha prestado toda esa monumental cantidad de
dinero habrá de apechugar con el impago eso significaría que nadie mas nos
prestaría nunca. Hasta que pueda parecer que podemos pagar.

Entonces la única alternativa es salir del Euro, volver al a peseta, a una


peseta que en vez de 166.386 por euro tendríamos que poner entre 250 y 300
pesetas por euro, es decir, una devaluación de caballo. Una devaluación
significa que nuestra moneda tiene menos capacidad de compra sobre todo
de comprar aquello que mas falta nos hace y de lo que menos tenemos:
Petróleo. Y que nuestras deudas nos las seguirán reclamando en Euros. Es
decir tendríamos que vender productos en el exterior para poder comprar
euros con los que seguir pagando la deuda… Nadie nos la va a perdonar
porque si.

Y el PSOE, os lo recuerdo por si soy muy jóvenes ya hizo tres devaluaciones


en los tiempos de Solchaga y no sirvió nada mas que para llegar a los tres
millones de parados. No se si lo vais pillando.

El problema es que no hay dinero.

A ver si lo vas entendiendo. Y no se trata de subir los impuestos, de hecho un


ultimo articulo nos dice que los bancos españoles han perdido una gran
cantidad de depósitos, es decir, han abandonado el país para irse a otros
sitios dónde el dinero tenga mas seguridad y menos impuestos, sino,
entonces, es cuestión de ajustar los gastos a los ingresos. Es algo simple.

Cuando habláis de economía productiva, aquella que proviene del ministerio


de fomento… qué pedís…..mas aeropuertos, mas autovías, mas aves???? ¿Es
eso lo que estáis pidiendo? Pero….¿ es que no es eso lo que se ha hecho y
nos ha endeudado hasta la lágrima y el rechinar de dientes?

¿Y con qué dinero si nadie nos los va a prestar???

Bastiat Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:17

Josvazg. Insisto. No puedes pedir casar préstamos con imposiciones a plazo


igual porque es imposible.

Por otro lado, el dinero depositado en cuentas a la vista sí existe. Es un


préstamo que se le hace al banco a cambio de servicio y, en ocasiones, un
pequeño interés. Otra coas es que la duración no esté estipulada y la retirada
del mismo pueda hacerse en cualquier momento cumpliendo, te recuerdo,
determinadas condiciones que se firman en contrato, menos de 3000€ en el
día o el total habiendo avisado el día anterior. Eso en metálico que si
quieres pasarlo a otro banco pueden ser hasta tres días. Por lo tanto la
definición que antes te daba es válida. Préstamos a un día renovable día a
día. Por tanto puede ser usado a operaciones de crédito a muy corto plazo,
un día, o ,sabiendo que la solvencia del banco le garantiza crédito en forma
de confianza, a varios días en los que prestarlo a plazos un poco mas largos.

Es por tanto legal y legítimo.

Cuando se convierte en delito es cuando el banco NO PUEDE devolver esos


préstamos en las condiciones pactadas. Es decir, no es una estafa, no es un
robo, es un incumplimiento de contrato. Y eso es debido al descalce de
plazos, a la mala gestión, al asumir riesgos excesivos que en un mercado
verdaderamente libre sería mucho más difícil de que ocurriera al no existir
el prestamista de ultima instancia, el BC que a su vez manipula el tipo de
interés.

No hay más.

La expansión del crédito se produces por ese préstamo a corto y a tipos de


interés bajos que hace el BC. Porque ese dinero si que no ha salido de
ningún sitio, sobre todo cuando se compra deuda de los estados o se admiten
colaterales de dudoso cobro para prestarlos.

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:18

@Socialista

Nadie niega que hay que hacer recortes en gasto público corriente, que
sobran administraciones, políticos y sobre todos puestos a dedo, eso si,
teniendo en cuenta que todo eso representa muy poco en el total de nuestro
déficit y de nuestra deuda.
Ahora bien, hay que hacerlo por ética y por buena gobernanza. Como
también hay que reformar la constitución para ser una democracia real, un
estado de derecho con separación de poderes.

Pero el mayor problema que tenemos en España es el desempleo con lo que


ello conlleva de drama personal, de drama social, de menos ahorro, menos
consumo, de menos ingresos para el estado vìa impuestos y de más gastos
vìa prestaciones. Es de cajón, si el 99% de la población cada vez tiene
menos ingresos porque los salarios bajan, porque se pierde poder
adquisitivo, .., no se llega a fin de mes, se consume menos, …, es imposible
mantener el nivel de consumo, .., entonces llega la crisis de
sobreproducción, los empresarios no venden los productos, .., tienen que
despedir a más gente.
Si a eso le sumas un 25% de paro y una recesión económica es la “tormenta
perfecta”.
Si el 99% no gasta ni ahorra porque no llegan a fin de mes, si el 1% que
tienen el capital no invierte en la economía productiva porque es más
rentable invertir en la economía financiera, si el estado no invierte en la
economìa productiva, .., ¿quien genera la riqueza?.

¿Si no se genera riqueza ni para sobrevivir, como se va a generar para pagar


la deuda?, es que no nos da ni para pagar los intereses de la deuda como se
está viendo todos los días en los PIIGS.

¿Que el sistema de banca central, el dinero fiduciario, o el no obligar a un


coeficiente de caga del 100% a los bancos es una de las causas de las crisis
en el sistema capitalista?, …, bien, .., puede ser cierto, .., que en el futuro se
estudie. Pero ahora la realidad es que estamos en un drama social y
económico del que no se sale con las políticas del BCE=Bundesbank. Ellos
miran por sus intereses, nosotros tenemos que mirar por los nuestros como
hacen los EEUU, UK o Japón.

Yo creo que la solución es una reestructuración de la deuda y un plan


Marshall, vamos lo que nos sacó de la gran depresión, …, ¿si se salió así de
2 guerras mundiales con todo Europa arrasada, ahora con todas las
infraestructuras hechas, con una Europa mucho más unida tendría que ser
mucho más fácil salir no?

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:29

@Bastiat

Puedo estar de acuerdo con el artículo de Rallo, me parece que tiene sentido
y que la expansión artificial del crédito es una de las causas de las crisis del
capitalismo. Pero eso no tiene nada que ver con una reestructuración de
deuda, yo no digo que haya que impagar si se puede pagar en más años y a
unos tipos de interés no abusivos. Es lo que hacen los EEUU, UK y Japón y
les va bastante mejor que a los PIIGS y que al resto de Europa, .., por cierto
toda ella casi en recesión y no precisamente por los problemas de deuda o
de desempleo.

¿Como me explicas tú eso, la recesión de Alemania, Francia, ……, y casi


toda Europa?, ¿cuantos años llevamos en esta situación, cuantos quedan si se
siguen con las políticas de Alemania?

La mayor parte de la deuda española es privada, …, que cada palo aguante


su vela, lo que no puede ser es privatizar beneficios y socializar pérdidas
como se está haciendo.

Basta ya de mentiras Bastiat

“Así, en el año 2007, al inicio de la crisis, las deudas del Gobierno eran del
50% del PIB mientras que las deudas de las familias rozaban el 100% y las
de las empresas alcanzaban el 200%. Dichos datos lanzan por tierra el
populismo de derechas que de todo responsabiliza a un gasto público que,
efectivamente, ha sido en todo caso muy poco eficiente.”

“Por otra parte, es importante señalar que ni todas las familias se han
endeudado con la misma intensidad ni todas las empresas han tenido el
mismo comportamiento «irresponsable». Así, según el Fondo Monetario
Internacional, el 10% más rico de los hogares tiene a día de hoy el 40% de
las deudas totales de los hogares, mientras que el 95% de las deudas
empresariales pertenecen a las grandes empresas –aquellas con más de 250
empleados”

http://www.agarzon.net/?p=1889

Bastiat Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:49

Xel la recesión de alemana fue hace 10 años. Shroeder propuso la agenda


3000 en la cual se impusieron recortes de prestaciones, entre ellas
pensiones, los minijobs, y reestructuración del país, quitando poder a los
Lander. Es bueno que vayas aprendiendo un poco de historia. Sobre todo
cuando hablas de mentiras.

El Señor Garzón es un completo inútil o no que saque que es lo que escribe.


Sobre todo cuando el segundo párrafo que nos colocas desdice el primero.

Lo primero es igualar deuda pública a deuda privada. La deuda es de alguien


en concreto. En este caso, el Estado, al tener que asumir por ley en su
contabilidad nacional todas las deudas de todas las administraciones, es el
mayor deudor de este país. 950.000.000.000 €. Las deudas de Telefónica son
de Telefónica. No mías. Las deudas del vecino que ha perdido su casa son
suyas… no mías. Las deudas del Estado…. Si… Esas también son mías.
Porque entre otras cosas me obligan apagar más impuestos y recibir menos
por ello.

Y respecto a los EEUU. La deuda de los Estados unidos está creciendo a


pasos agigantados. En las elecciones que se van a celebrar a fin de año se va
a hablar mucho de ello. Y precisamente teniendo como ejemplo a Japón. 20
años en recesión, cada día creciendo mas el paro y eso gracias a que la
deuda japonesa la tienen en su mayoría los propios japoneses. ¿Es eso lo que
quieres? Pero además…. ¿Tenemos la misma productividad, la misma
innovación, el mismo mercado de trabajo, la misma riqueza per cápita que
los EEUU Y Japón?

No me hagas reír.

Bastiat Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:51

Errata:

“El Señor Garzón es un completo inútil o si no que no saque las conclusiones


que sse supone que saca de lo que escribe”

Es que me enerva.

Marqués Says:
agosto 29th, 2012 a las 15:59

@Xel:
Yo creo que el mayor problema de España es la población de mariposas y la
mejor solución para ese problema es la caza indiscriminada de ballenas y la
distribución obligatoria de su carne entre las madres con bebes lactantes.
Si además asáramos esa carne con el calor geotérmico del Teide se
incrementaría seguramente el turismo de calidad y disminuiría el índice de
criminalidad entre los extranjeros que nos visitan (y posiblemente entre los
que no nos visitan). Al fin y al cabo la solución es aplicar un poco de sentido
común.

Socialista Says:
agosto 29th, 2012 a las 16:06

Algunos piensan que repitiendo una y mil veces la misma cantinela están
recitando la verdad, cuando sabemos perfectamente que es mentira:

Es mentira que España tuviese un alto gasto público


Es mentira que España tuviese una alta deuda pública
Es mentira que España tuviese una alta presión fiscal

España es un país con baja presión fiscal, con poco gasto público, con poca
deuda pública, con mucha desigualdad, con tacañas políticas de bienestar.
España no es una socialdemocracia nórdica, más bien una república
bananera, no hemos salido del franquismo, nuestro sistema no es
democrático. El pacto de la transición supuso la defensa de la monarquía,
los privilegios intocables al pueblo, la ley electoral bipartidista, una
democracia secuestrada a la participación popular, el otanismo, la fiscalidad
no progresiva e insuficiente para el sostenimiento de buenos servicios
públicos, niveles no europeos de cohesión social, reforma laboral de
deterioro del poder de los trabajadores alcanzado en los setenta, …

Y no solo Solchaga devalua. Explíquenme que es una bajada de salarios,


bajada de los costes laborales, subida del IVA … ¿Por qué se piensan que
aumentan las exportaciones y disminuyen las importaciones? Eso sí, el
mercado interno está evaporándose … y el paro expansionándose
¿apostamos a que doblamos los 3 millones de parados? Y menos mal que no
contamos a los ilegales, por cierto, mañana también desparecen de las
prestaciones sanitarias :)

Bastiat Says:
agosto 29th, 2012 a las 16:15

Como bien dices socialista repetir una mentira mil veces no la convierte en
verdad.

La verdad es que el Estado español debe 950.000.000.000€. ¿o no?


¿Y cómo se ha conseguido llegar a esa cifra????

Porque ha bajado la recaudación… si, por supuesto, pero también porque se


han incrementado los gastos mucho mas que los ingresos antes incluso de
bajar la recaudación. Mira los datos.

Y por lo que veo considerar bueno las devaluaciones y por lo que veo
consideras buena la deuda. ¿Te has preguntado porqué devaluó
Solchaga…….???? Haz un pequeño esfuerzo. Porfa.

Pero es que para poder endeudarse mas, no pudiendo devaluar, a alguien


tenemos que engañar para que nos preste SU dinero.

¿Tú te crees que el resto del mundo es tonto???

Un Plan Marshall dice Xel…. como se sólo bastara con desearlo


fuertemente, cerrando los ojos y apretando los puños….

Marqués Says:
agosto 29th, 2012 a las 16:20

@socialista
Lo que es mentira es que la población de ballenas este disminuyendo.
¿Pruebas? El otro día vi una en la tele.
Era el documental de por la tarde (iba de economía). De repente la ballena
se queda parada, mira fijamente a la cámara y dice: ¿me pones un cubata?

Lo extraño es que aunque estaba nadando en aguas de EEUU, lo dijo en


español. Aquí se va a cocinar algo muy gordo,………….. pensaba mi mujer
mientras matábamos al cerdo.
Si es que hay gente que no quiere ver lo obvio.

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 18:27

Vamos a ver Bastiat

¿Porqué España teniendo mucha menos deuda pública que casi todos los
países europeos, que EEUU y que Japón paga mucho más en intereses por la
misma?. Pues porque tenemos una deuda privada impresionante que no se
puede pagar porque tenemos un desempleo del 25% y porque nuestra
economía está en recesión. Por tanto ni los trabajadores, ni los autónomos, ni
los empresarios ni la banca puede pagar sus deudas, …., porque no ingresan
el dinero suficiente para ello.
Nadie se fía de que España pueda devolver su deuda privada ni de que
pueda reducir su déficit estando en recesión.

Entonces lo primero que hay que hacer es subir la demanda agregada,


revitalizar la economía, generar empleo, consumo, ahorro, .., generar riqueza
con la que poder lo primero sobrevivir, lo segundo pagar lo que debemos.

Es de cajón, si a ti te deben mil duros y la persona que te los debe no tiene


ningún ingreso, o tiene sólo los ingresos justos para sobrevivir, …., o le das
tiempo para que consiga más ingresos, o le das trabajo, …, o lo puedes
matar porque la deuda no te la va a pagar porque no puede, .., si lo matas
olvídate de cobrar la deuda claro.

Pues Alemania nos está matando, ellos se van a quedar sin cobrar su deuda y
nosotros vamos directos al cementerio donde ya están Grecia y otros.

Por tanto reestructuración de las deudas y ayuda desde Europa reactivando


la economía.

Si los argumentos de Garzón no te valen, si sus datos no te valen, …., pon tú


otros. A mi lo que no me vale son tús argumentos al hombre.

PD – Alemania tiene muchos problemas, su sector financiero que prestó


mucho dinero para hacer negocio a quien no debía, su economía que se está
desacelerando, su mercado interno que esta muy devaluado y 7 millones de
personas ganando 450 euros. Aparte de bastante desempleo si se evaluara
como en España

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 18:34

@Bastiat

¿950 mil millones de euros?, que cada palo aguante su vela. Yo aguanto la de
tener que pagar la deuda pública de los gobiernos democraticamente
elegidos, …, la deuda privada que la pague quien la tenga, que mayormente
son los bancos, las grandes empresas y las grandes fortunas.

Así de claro, y ya me preocuparé de con mi voto no vuelva a pasar esto en


las cuentas públicas, con mi voto y con mi rebelión claro, saliendo a la calle
o haciendo lo que haya que hacer.

La democracia no es perfecta ni mucho menos, ni siquiera creo que tengamos


una democracia en España, pero es mejor que la dictadura de los estados
como en el pasado o la de los mercados como en la actualidad nos están
imponiendo desde el Bundesbank

Tigran Says:
agosto 29th, 2012 a las 21:36

Perdón por el off topic, pero me contaron algo que no sé si será cachondeo o
qué y quisiera que ustedes me lo explicaran. ¿Es cierto que en España es
legal asaltar los supermercados llevandote la comida sin pagar si no la
consumes tú sino que se las das a los demás? Recuerdo haber oído por allí
que un diputado (creo que andaluz) lo hizo en televisión y todo, y además,
llamando a los demás a imitarlo. Pero no sé si eso es así de verdad, o me
estaban tomando el pelo…

Oye uno tantas cosas.

En fin, me tengo curiosidad por saber si el código civil español considera


esa excepción al caso de robo como legal. No se si es un caso único de la
legislación española o si es algo general en la UE.

Si me lo pueden aclarar se los agradecería mucho, porque me rechina un


poco eso. Y me pica la curiosidad.

Manuel Álvarez Says:


agosto 29th, 2012 a las 22:17

@ Xel,

Dices:
“Entonces lo primero que hay que hacer es subir la demanda agregada,
revitalizar la economía, generar empleo, consumo, ahorro, ..,”

Pregunto:

¿Quien va a hacer eso? ¿el estado? ¿cuando os dareis cuenta que el estado es
un mero gestor? Es como si el empresario le dijese a sus Gestoría: “Tienes
que reactivar mi economía. Cóbrame más para aumentar tu número de
empleados y así, a lo mejor, aumenta el ahorro y alguien compra mis
productos. Tal vez. Quizás.”

Dices:

“Es de cajón, si a ti te deben mil duros y la persona que te los debe no tiene
ningún ingreso, o tiene sólo los ingresos justos para sobrevivir, …., o le das
tiempo para que consiga más ingresos, o le das trabajo, …”

Y añado:

.. o se busca un trabajo, o responde con su patrimonio, o monta un negocio, o


se hace a meretriz… ¿o es que además de los mil duros voy a
responsabilizarme de él y de toda su familia? (de mismo modo que se
preocupó el de la mía). Si te parece puedo vender un riñón de mi hijo para
darle “más tiempo”.

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 22:26

@Manuel Alvarez

EL estado, en este caso la monarquía parlamentaria que es lo que los


españoles queremos democráticamente puede con sus políticas reactivar la
economía claro. Y el supra estado que es la UE mucho más.

Los que de ninguna manera pueden marcar las políticas a seguir son los
bancos, eso es una dictadura y es lo que está pasando ahora en Europa.
¿Quien votó al consejo de administración del Bundesbak para que marque
las políticas a seguir a los gobiernos?
Que son los acreedores y quieren cobrar, …, esto es el capitalismo, ¿si
prestaste a quien no debías te lo comes no?.

O es un socialismo para ricos, privatizar beneficios socializar pérdidas.

De todas formas poco hay que hablar, los hechos están ahí, 2007 gran
depresión causada por el sector financiero privado, 2012 media Europa en
recesión y la otra media camino de ella.
Sóis como la orquesta del Titanic los liberales, hasta Huerta de Soto
abandonó el barco pero vosotros seguís tocando mientras la nave se hunde

Xel Says:
agosto 29th, 2012 a las 22:28

Reestructurar las deudas y generar empleo, esas deberían de ser las


prioridades y esa es la única forma de salir de la crisis y salvar el sistema.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 6:16

Para Tigran.

“¿Es cierto que en España es legal asaltar los supermercados llevandote la


comida sin pagar si no la consumes tú sino que se las das a los demás?”

Si eso ha ocurrido.
Solo se te permite si eres político y MUY PROGRE, pero que MUY
PROGRE y caradura e invocas MAL el espíritu de Robin Hood (recordemos
que el real robaba el dinero de los IMPUESTOS para repartirlo, era “casi”
un liberal).

No existe en España, que yo sepa ley o regla que exima a nadie a pagar lo
que saca de un supermercado o cualquier otro negocio con SU dinero.

Pero en España la ley está para saltársela, sobre todo si eres político.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 6:36

Para Socialista:
“¿No hay recortes? Bueno, esto es de cachondeo.”

Lees lo que te da la GANA o lo que te conviene, así no me extraña…

Esto fue lo que yo dije:

“* Recortando POCO (o nada) y hablando MUCHO….

A) Como recortan poco el deficit no desaparece y el problema sigue ahí y


con el tiempo se agrava (más intereses, más deuda acumulada).

B) Como se habla MUCHO y encima se hacen recortes SIN DAR EJEMPLO


(los políticos aún no se han recortado NADA) ”

Y ESTOS son los hechos:

1) A día de hoy el deficit ya es casi el permitido para TODO el año, y aún


faltan 4meses. Así pues los recortes ¿donde están? mucho hablar pero los
RESULTADOS REALES son una MIERDA, el deficit sigue ahí tan
GRANDOTE como siempre.

2) LOS POLÍTICOS no se han recortado nada. ¿Cuantos han ido al PARO?


EXACTAMENTE 0 politicos han ido al paro. 0
Lo han hablado, pero NO lo han hecho, no han reducido la burbuja política
NI NADA de lo que LE CUELGA.

3) NO SE HAN VENDIDO ni liquidado empresas públicas deficitarias que


NO necesitamos, como TV autonómicas, etc ¿que servicio público para el
ciudadano ofrece Telemadrid? (por decirles alguna que ustedes seguramente
odien) pues el mismo que la TV3 o la andaluza, NINGUNO. Solo sirven de
autobombo y propaganda política del reyezuelo de la Taifa. Pues que las
saquen a bolsa y si nadie las compra que las liquiden y dejen de palmar
pasta a nuestra costa.

ESE es otro ejemplo de recorte de poder político.

4) Lo que SI se ha hecho es mucho tocamiento de pelotas que no ha servido


para nada útil, solo para cabrear a la gente y que pidan por favor que paren
los recortes (y así quizá los políticos se libren de ellos del todo)
- Se han subido impuestos, para luego recaudar menos y ver como se fuga el
dinero fuera por eso y porque…

- Se rescata a los bancos, o mejor dicho a las excajas con el dinero del
contribuyente español y extranjero Y NO se sienta en el banquillo a sus
gestores, porque son políticos o amiguetes, claro.

- Se tocan pensiones y sueldos funcionarios y sanidad o educación para


cabrear a la gente y que pidan NO mas recortes, pero no se echa a la calle
cargos a dedo ni se reducen empresas públicas=agencias de colocación de
amiguetes.

Os la están colando totalmente y no lo veis.


Los gobernantes, como cualquiera, no quieren que le toquen lo suyo. Su
esperanza está en apretarnos lo suficiente como para que nosotros mismos
pidamos que NO más recortes, es decir, que los recortes no se extiendan a
ellos.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 6:44

Por otro lado cometéis TODOS un error muy grande, que os he repetido MIL
VECES y por un oído os entre y por otro os sale.

El problema de España HOY no es el montante de la deudas, ni cual es más


grande.

El problema es la TENDENCIA, el DEFICIT.

¡El problema es la TENDENCIA, el DEFICIT.


El problema es la TENDENCIA, el DEFICIT.
El problema es la TENDENCIA, el DEFICIT.!

NADIE nos quiere prestar o no lo quiere hacer barato PERO NO por lo que
ya debemos, sino porque SEGUIMOS pidiendo 8-10% de lo que ingresamos
TODOS los años tendiendo el PARO en el 25%, las excajas quebradas en su
mayoría, la economía parada y con una deuda privada que no permite más
subidas de impuestos (por mucho que se empeñen los gobernantes en ellas)
josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 6:46

No es lo mismo un AGUJERO que un POZO SIN FONDO.

El día que España deje de ser un POZO SIN FONDO y se quede en mero
AGUJERO habremos dado nuestro primer paso hacia una recuperación real.

Antes NO.

En realidad es así de sencillo.

Marqués Says:
agosto 30th, 2012 a las 8:10

@ josvazg

Lo dice Vd. muy claro. Se le entiende perfectamente (quien le quiera


entender). Ahora cuando vuelvan a tergiversar sus opiniones y a exponer sus
delirantes ideas socialistas. ¿Volverá Vd. a explicarles de nuevo lo que ya
lleva 30 artículos repitiéndoles?
En los dos comentarios anteriores nadie me respondió. Lógico, cuando uno
utiliza argumentos sin sentido lo mejor es no hacerle demasiado caso. ¿Por
qué no aplica esa misma política a otros comentaristas que demuestran
comentario tras comentario que su única voluntad es impedir el debate
mediante la repetición machacona de argumentos peregrinos, que ya han sido
debatidos /rebatidos hasta la nausea?

Manuel Álvarez Says:


agosto 30th, 2012 a las 8:15

@ Xel

Si la clase gobernante ha malgastado el dinero del contribuyente y ahora


viene el prestamista a por su dinero, habrá que pedirle responsabilidades a
la clase política y no al que creyó que España es un país que cumple.

Dices que “esto es el capitalismo, ¿si prestaste a quien no debías te lo comes


no?”. Olvidas que te debes comer tus malas inversiones siempre que, tras la
liquidación, no quede nada con qué pagarte. Olvidas que el prestatario tiene
derecho, porque así lo ha acordado con la clase política, a pedir su dinero
mientras España tenga patrimonio. ¿O es la situación del prestatario va a ser
mejor que la del prestamista?.

La situación es lamentable porque quien no ha puesto aquí no es el


Bunesbank sino nuestros representantes políticos, los mismos que ahora
eluden responsabilidades y te echan a pelear con el Bundesbank.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 9:37

Sr. Marqués, prometo hacerle caso en adelante.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 9:50

Por cierto, una prueba de que la solución a nuestros problemas NO está


FUERA de España sino dentro se deduce precisamente de esto que dice el
propio Xel:

“PD – Alemania tiene muchos problemas, su sector financiero que prestó


mucho dinero para hacer negocio a quien no debía, su economía que se está
desacelerando, su mercado interno que esta muy devaluado y 7 millones de
personas ganando 450 euros. Aparte de bastante desempleo si se evaluara
como en España”

Se puede “rescatar” (o tapar) un AGUJERO.


(Ej. Islandia o Irlanda).

Pero NO se puede rescatar o tapar un POZO SIN FONDO.


(Ej. España, Grecia o los mismísimos EEUU, aunque POR AHORA todavía
no hayan petado por su mejor economía y la fe todavía en el dolar como
moneda de cambio internacional, pero hasta eso se les acabará si no cambian
de mentalidad… si Europa saliese del pozo y el Euro ganase “sexappeal”
internacional, los EEUU lo pasarían muy mal con su ritmo de endeudamiento
actual:

http://www.usdebtclock.org/ cada contribuyente ya tiene “una hipoteca”


pública de casi $140.000 y creciendo, a añadir a sus deudas privadas).
Si nos empeñamos en no resolver nuestros problemas, es decir, no
conseguimos gastar menos de lo que ingresamos como País, NO solo no
vamos a hundirnos en la miseria nosotros por siempre (hasta que
cambiemos) sino que podemos hundir con nosotros a TODOS los que nos
intenten ayudar (hasta que se cansen claro)

Vamos, la definición un AGUJERO NEGRO, aunque por suerte reversible,


solo hace falta un cambio de mentalidad, difícil, pero no imposible.

Socialista Says:
agosto 30th, 2012 a las 10:00

A lo que es mentira hay que llamarlo por su nombre, y los argumentos deben
ser demostrados. Dado que hablamos de economía, historia, filosofía, por lo
menos no deben estar en contra de los datos que aporta el INE basados en
una ciencia como la Estadística.

A partir de aquí, entiendo que no se deben sostener los argumentos con


descalificaciones personales o ideológicas. Personalmente me repele toda la
clase dirigente actual, incluidos esos que se llaman socialistas pero que no
dejan de ser una variante más de la Falange. Mi posición no ha variado
desde los años 70, no hay democracia en España y no hay libertad
económica. Nuestro sistema es una oligarquía.

Por supuesto que defiendo la libertad, y entre ellas la libertad económica.


Pero entiendo que la libertad debe llevar aparejada la responsabilidad, por
ello defiendo un sistema social que posibilite la igualdad de oportunidades,
educación y sanidad públicas sostenidas con impuestos progresivos (en
función de la renta). Y esto debe ser tan ley como la ley que protega la
propiedad privada.

@Tigran

Hombre, que a los que llaman “asaltantes” a los supermercados fueron a


sacarlos de madrugada de sus casas esposados para llevarlos a comisaria y
quedan pendientes de juicio. Cuestión absurda, pues no se trata de que roben,
es una forma de denuncia, manifestación, poner en evidencia, acto de
desobediencia, … como quiera llamarlo. Pero le aseguro que en España al
que vaya a robar a un supermercado le crujen, otra cosa es que desfalques
legalmente un banco, entonces te lo llevas crudo y encima te hacen
homenajes.

Les recuerdo que España es el país de la UE que más gasta por habitante en
seguridad. En Educación no, eso nos sobra :)

Marqués Says:
agosto 30th, 2012 a las 10:18

@ josvazg

A ver si es verdad. En este articulo todo discurría de una manera razonable,


cada uno exponiendo sus dudas y opiniones sobre formas de pago, balances,
descalce de plazos, reserva fraccionaria, etc…… Hasta que de repente llega
Xel, a ¡¡ ilustrarnos con las bondades de la recuperación argentina y las
bondades de los defaults!!. Se suma Socialista a decir que : “recortes los hay
y bien profundos, y eso que partimos de un Estado del Bienestar pequeñito,
con escaso gasto público y escasa recaudación fiscal”, y a partir de ese
momento se acabo el debate. Empiezan Vds. a enfrascarse en demostarles a
dos personas cosas que ya les han demostrado/rebatido en infinidad de
ocasiones, pero la discusión vuelve a comenzar a partir de cero.

Después de estar nosecuantos artículos debatiendo y argumentandole a


Socialista los principios más básicos del liberalismo económico, va y
todavía dice que: “Algunos piensan que repitiendo una y mil veces la misma
cantinela están recitando la verdad, cuando sabemos perfectamente que es
mentira: Es mentira que España tuviese un alto gasto público, Es mentira que
España tuviese una alta deuda pública, Es mentira que España tuviese una
alta presión fiscal”

Es decir les esta diciendo claramente que sus opiniones no son más que
burdas mentiras destinadas, por el método de la repetición, a engañar a la
gente, y que por más veces que se lo expliquen ,él, tan listi, no va a caer en
sus tramposos argumentos. Y ………se le sigue rebatiendo, y vuelta la burra
al trigo. Y en el siguiente articulo, ……otra vez a lo mismo.

Alberto66 Says:
agosto 30th, 2012 a las 10:22
Totalmente de acuerdo con Rallo,

Exijo que se avance hacia un mundo justo. Exijo superávit bajo condena de
la gestión pública. Exijo IRPF con tramo único. Y por supuesto, exijo la
abolición de los privilegios bancarios.

El resultado no gustará al que dependa a día de hoy del estado, pero será
justo :)

Manuel Álvarez Says:


agosto 30th, 2012 a las 11:32

Mi padre decía que para explicarle algo a un tonto había que bajar tanto el
nivel de tu argumentación, tanto intentas ponerte a su nivel para que te
entienda, que al final el tonto dice: “este tío es tonto”.

No digo que los que opinan en estos lares sean tontos, más bien parecen
aburridos y rechazados en sus foros partdistas de izquierda por saber, en su
fuero interno, que están muy equivocados.

Yo también intentaré no ser complice de la voladura de este blog.

Mi intención hace dias es la de contestarle a Josvazg, así que, aunque tarde,


lo voy a hacer.

Que alguien me corrija si me equivoco pero tal y como lo entiendo es


posible la reserva fraccionaria sin descalce de plazos pero no es posible el
descalce de plazo sin reserva fraccionaria.

Me explico, un banco puede realizar todas sus operaciones a un día (tanto de


activo como de pasivo, tanto depositos como prestamos) y sin embargo estar
prestando más de lo que tienen depositado sus clientes.

Sin embargo no es posible prestar a largo el dinero depositado a corto si no


es tirando de reserva fraccionaria. Al menos así lo creo.

Un banco, tal y como hoy estan concebidos, es insolvente. A ninguna


empresa se le permitiría realizar lo que ellos hacen gracias a la licencia
ESTATAL de la que disfrutan.
No nos debemos extrañar, es la naturaleza humana. Hace dos siglos a los
corsarios se les permitía robar siempre que el Estado (el Rey) se llevase su
parte. A los bancos también se les permite engañar siempre que el Estado se
vea beneficiado de sus negocios, igual que la venta de alcohol, el juego, el
tabaco, las aseguradoras, etc.

Bastiat decía que un banco no se dedica a casar operaciones según plazos


pero realmente lo que se hace en cualquier empresa es estar pendientes de
los porcentajes de activos que tienes comprometidos a diferentes plazos.

Un banco puede existir sin descalce ni reserva fraccionaria. Puede cobrar


comisiones y tarifas por sus servicios, puede ofrecer un interés a sus clientes
e invertir en actividades más rentables, puede realizar operaciones de
tesorería para otras compañías o para la administración que supongan que,
por ejemplo, el impuesto de la renta que tu pagas no sea ingresado en las
arcas públicas hasta 15 días después, puede dar servicios de factoring,
confirming, descuento de papel, etc.

Puede dedicarse a cantidad de operaciones que no supongan ocultar a sus


depositantes que su dinero no está en la caja fuerte ni dejar su suerte en
manos del azar o de los rumores que supongan una corrida bancaria

Lisensiado del Oso P. Says:


agosto 30th, 2012 a las 11:34

He mirado en los graficos y alli encuentro que en la mayoria de paises la


deuda publica comenzo a crecer de manera casi vertical entre los años 2007
y2008.Al mismo tiempo los tipos de interes caian como un avion de
marmol,en estados unidos llevan en el 0% un par de años,en europa estan en
el 0,75%.
Les voy a exponer mi idea,les pido que no sean excesivamente criticos si es
un disparate pues me deprimo con facilidad (je je).
Alla va:bajar los tipos de interes para reactivar la economia es una
posibilidad que ya esta agotada,se ha perdido la mejor herramienta ¿y que se
ha conseguido? Pues que los estados se endeuden hasta mas alla de las cejas
y que los bancos especulen con la deuda y las materias primas al ser ellos
los primeros en tener el dinero y no haber aparecido aun la inflacion.La
economia productiva esta casi hundida.
Para mi esta es la nueva burbuja, la deuda publica, y lo que es peor ya lleva
casi 5 años engordando con los tipos de interes artificialmente bajos.
Digo esto porque he leido que esta situacion de dinero barato y especulacion
dura un maximo de 7 años,podrian ser menos y ya lleva 5.
Despues viene el estallido de la burbuja,el ajuste,la liquidacion de las malas
inversiones,…pero si las casas o cualquier otro bien tangible siempre
mantendran un valor aunque bajen de precio ¿que valdran los papeles de la
deuda publica?.
Para mi que quedan como mucho un par de años,en los que puede que hasta
“veamos brotes verdes” otra vez y despues esta tierra no la va a conocer ni
la madre que la pario

Víctor Says:
agosto 30th, 2012 a las 12:45

Una persona no puede tener ningún problema en devolver una deuda de


100.000€, otra sin embargo le puede ser imposible devolver una deuda de
10.000€. ¿Tiene sentido que digamos que la deuda de la segunda persona es
baja? No. Es altísima en comparación con su reducida capacidad de pago.

¿Tiene sentido decir que la deuda, el déficit, y el gasto de España son bajos?
No. Nuestra capacidad de pago es bajísima, así que toda la deuda y el gasto
son altísimos en comparación. Alemania podría pagarla sin problemas, pero
nosotros no.

Bastiat Says:
agosto 30th, 2012 a las 14:32

Marqués….. tienes toda la razón. Se aburren, y piensan que van a venir a


convencernos de nuestro error y no piensan en la cantidad de veces que les
hemos dado hasta en el cielo de la boca pero no rebaten los argumentos….
no…

Desde pequeño, allá en los albores de esta…. “democracia”…. siempre tuve


la sensación de que los socialistas son como los niñatos esos que tienen
pelota. O se juega a lo que ellos dicen o no se juega.

Siguen igual.
Manuel. Eso. No casan CADA préstamo con CADA imposición, sino que se
mueven por porcentajes. Y no puede hablarse de estafa en el caso de las
imposiciones a la vista porque les prestamos el dinero a un día, día tras día,
hasta que según lo pactado lo retiramos todo. Y eso tiene un precio que
pagamos, límites a la devolución y precio en forma de servicios.

Si no queremos que el banco preste nuestro dinero tiene otro producto que
muchos solicitan…. se llama Caja Fuerte. Y te cobran por ello.

Ahora bien, es cierto que un banco puede existir tan y como lo describes
pero la cuestión es si sobreviviría en el mercado. No olvidemos que
nosotros solemos pedir el mayor tipo de interés por nuestro dinero y solemos
hacer poco caso a las garantías que nos ofrecen quienes lo toman. De hecho
esa es la razón por laque mucha gente se ha quedado pillada en preferentes o
en Afinsa y Forum Filatélico. ¿Tendría ese banco que no tiene riesgos
innecesarios futuro en este mercado? En este no en donde existe un BC que
les presta dinero a mansalva a tipos de interés por debajo del mercado. En
uno sin Banco Central ni manipulación de tipos…. Es más que probable. Es
más, serían los bancos reales. Los otros claudicarían por sus errores en los
plazos.

Xel Says:
agosto 30th, 2012 a las 17:30

Por alusiones

Es cierto que en los posts se mezclan temas, pero eso para mi enriquece el
debate, sobre todo cuando se dan datos y los argumentos no son una simple
repetición de los dogmas consabidos por todos.

Para mi una actitud infantil es precisamente esa, el repetir como en el


catecismo los 10 mandamientos para que la realidad no te estropee una
buena historia.

¿De todas formas libertad para responder a lo que cada uno estime oportuno
y como estime oportuno no?

Si la opinión de Stiglitz sobre la expansión artificial del crédito y la crisis


actual no interesa a alguien es su problema, a mi me parece tan interesante
cuando menos que la de la escuela austriaca.

Haya paz y libertad, jeje

Xel Says:
agosto 30th, 2012 a las 17:39

@Victor

Estoy de acuerdo contigo, la deuda privada española es impagable, la


pública es pagable aunque con grandes sacrificios claro.

Que el estado tiene que recortar gasto corriente e improductivo estamos


todos de acuerdo, .., pero si no se reestructura esa deuda pública y entre el
sector privado (que no va a poder pagar su deuda) y el público se empieza a
generar riqueza es imposible de pagar.

Llevamos 5 años de crisis y cada vez la cosa va a peor, por este camino está
claro que no sólo no salimos sinó que cada vez nos hundimos más, así que
hasta que a Merkel no la echen los alemanes del poder en la próxima
primavera no veo la solución.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 18:44

Para Bastiat:

Lo siento pero disiento profundamente.

Un banquero que NO tenga fondos propios y que solo disponga de X


millones A LA VISTA NO puede prestar dinero:

1) NO puede prestarlo legalmente a 1 día, ni a 3 ¿quien pide dinero a 1-3


días a un banco? NADIE no hay tiempo para repagar a no ser que sean
cantidades mínimas. Es el típico dinero que se pide a amigos y familiares
para salir de un apuro.

2) Si presta a 1mes, 3meses, 1años o 40años el dinero de sus depositantes


ESTA COMETIENDO UN FRAUDE. Y esto es de cajón:
En el momento que el banquero ha prestado un X% de los depósitos está
virtualmente en bancarrota, pues TIENE la obligación de, al terminar el día
o los 3 días, contar con TODO el dinero de sus depositantes en caso de que
lo quieran retirar, lo hagan o NO.

Una cosa es que pidas un dinero prestado y que luego no lo puedas devolver
porque se dio mal la cosa y otra es que A SABIENDAS tomes otros
contratos derivados que TE HACEN INCUMPLIDOR automáticamente del
contrato original.

El descalce de plazos en mi opinión es ILEGAL, implica violación de


contratos y además genera la expansión artificial de crédito SIN BASE
REAL de ahorro (ni en oro ni en bienes preexistentes). Y eso nos trae a lo
que tenemos ahora.

OTRA COSA es que el banco dijese:

- Un deposito a la vista cuesta X al mes (% o un fijo o lo que estime) porque


no puedo hacer nada con ese dinero si estoy obligado a devolverlo a 3días.
- Ahora bien, si parte de tu depósito (la que elija el cliente) la prestas a:
1mes te pago X%
3meses Y%
1año Z%
Xaños W%

Ya la cosa cambia. Hay un calendario de pagos, el banco sabe cuanto dinero


tiene en que fecha disponible para prestar hasta que fecha y con eso evita
descalces de plazos y múltiple disposición simultanea del dinero para varias
personal.

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 19:52

Para Manuel,

Reconozco que no he entendido sus ejemplos, quizá si los desarrollase un


poco más con ejemplos…

Tigran Says:
agosto 30th, 2012 a las 19:58

Gracias por la respuesta. Algo de eso pasaba aquí también cuando yo


todavía no había nacido, pero te pegaban un balazo. (No es métafora).

Sobre lo de el gasto público y la presión fiscal así como la deuda pues es


cierto que son temas recurrentes, pero no entiendo porque a ustedes nucna se
les ocurre comparar con américa latina en los 90 y ver que ahora la deuda
externa no es problema. Los casos del Brasil de Sarney, el México de
Gortari y el Perú de Fujimori no me entra en la cabeza porque no los
comparan/estudian como casos extremos de deuda externa. Siempre caen en
el caso de Argentina (actual) y creo que allí se cuelan ustedes. Mucho.

También hay dos temas que son cuasireligiosos de esto entiendo algo, porque
desde niñito los vengo oyendo, yo y cualquier niño latinoamericano de mi
generación.

A. Que malos son los bancos, que quieren “conquistar el mundo” como Pinky
y Cerebro (perdón por el chiste malo, pero es que estaba tan a huevo que mi
mentalidad infantil no ha podido resistirse).

Vamos a ver…¿Los bancos OBLIGAN a alguien a que les pida prestado????

(Llevo literalmente toda mi vida haciendo esa pregunta y nadie me contesta:


desde niñito me gané mala fama por repetir esa pregunta: para ser sinceros,
es precisamente que nadie me la conteste la razón por la que me convertí en
estudiante de economía)

¿Si alguien INVIERTE BIEN el dinero que le prestan los bancos, tiene
problemas con ellos????

Y la que no sé porque es tema tabú, pero lo es:

¿¿¿SI LOS GOBIERNOS no INVIERTEN BIEN EL DINERO (QUE NADIE


LES OBLIGO A PEDIR PRESTADO), Y QUE SÓLO ELLOS, (LOS
GOBIERNOS) DECIDEN EN QUE INVERTIR, Y LUEGO LOS BANCOS
LES APRIETAN LAS CLAVIJAS…LA CULPA ES DE LOS BANCOS O DE
LOS GOBIERNOS???
Por lo que veo no es tabú sólo en latinoamérica, sino en Europa también,
pero la gente siempre habla de “la tiranía de los mercados” “los bancos son
malos” etc. y nadie habla de “la tiranía de los políticos” ni “los gobiernos
son malos” pero palabra que no sé porqué.

Sobre lo de “es deber de los gobienros reactivar la economía” pues no me


parece mal (Rallo diría que eso apesta a Keynesianismo, pero yo no soy tan
radical) pero me gustaría saber…¿¿¿Puede alguien decirme que gastos del
estado REACTIVAN la economía??? (no lo pregunto por ironía: es que creo
que debería haber un recetario más o menos convenido de QUE zipote ES lo
que constituye un gasto público que beneficie o reactive la economía. Y no
me refiero a la exlipación clásica del multiplicador keynesiano, sino a una
serie de ejemplos concretos de gasto público en España que hayan creado
empleo No parasitario, y hayan activado la economía española (¿En qué?
¿Cuando? ¿Dónde? Pregunto para saber).

Sobre lo de la austeridad, pues creo que puede ser muy mala si se recorta en
salud y educación, pero no tanto si se recorta en prebendas políticas (lo que
no se hizo nunca aquí y no veo que se esté haciendo allá tampoco) Pero creo
que no es cosa de decir “TODA austeridad es mala” sino de refinar más
racionalmente la cosa (con menos sesgo ideológocio, vamos) y decir: “En
este caso concreto y específico no se debe ser austero, y en esto otro sí”. Es
mi opinión. (Eso no se hizo nunca aquí, pero les deseo por su bien que lo
hagan allá).

Sobre el gasto público, la deuda pública y la presión fiscal española, creo


que ya ha quedado demostrado en entradas anteriores que NO es muy alto
ninguno de los tres…comparado con el de otros países, pero que comparado
con los recursos concretos españoles sí era peligrosamente desequilibrado
en comparación con los ingresos regulares españoles.

PD. De todos modos creo que ustedes se toman las cosas muy a la tremenda:
aquí con menos recursos que en Europa tuvimos más deuda que ustedes y no
naufragamos (aunque mi papá siempre me dice: “si tú te hubieras criado
comiendo la de boniatos que me tuve que trabar yo…” letanía de una
generación para la otra, que le dicen).

josvazg Says:
agosto 30th, 2012 a las 20:01

Me refería a este trozo concretamente:

“Me explico, un banco puede realizar todas sus operaciones a un día (tanto
de activo como de pasivo, tanto depositos como prestamos) y sin embargo
estar prestando más de lo que tienen depositado sus clientes.

Sin embargo no es posible prestar a largo el dinero depositado a corto si no


es tirando de reserva fraccionaria. Al menos así lo creo.”

Y por cierto, totalmente de acuerdo con esta frase:

“Un banco, tal y como hoy están concebidos, es insolvente.”

Aunque yo añadiría un MATIZ:


“Un banco, tal y como hoy estan concebidos, es VIRTUALMENTE
insolvente.”

No quiebran de pura potra, porque aunque el MISMO dinero está


multiplemente disponible para varias personas a la vez no todas suelen hacer
uso de el al contado más que en una pequeña fracción… lo que no impide
que se infle y explote la burbuja al

“no sacar para tanto como para lo que se destacaba”

Bastiat Says:
agosto 30th, 2012 a las 20:22

Las teorías de Stigliz a unos les molan a otros nos parecen un poco… como
decirlo………… surrealistas.

Allá cada cual.

Vamos con lo magro.

Josvazg. Menos mal que disientes porque así se disfruta más.

Un banco que no tenga imposiciones a plazo ni capital propio es muy difícil


que pueda prestar a corto siquiera. Lo que yo me pregunto es: ¿dónde estaría
el negocio de dicho banco?

O sea. 1: no es un Banco es un colega o un vecino y no obtiene beneficios.

2: ¿por qué es un fraude? Es una insensatez porque siguiendo la definición


previa y 1…. no es un Banco.

Y no…. no tiene que tener el dinero en el banco en el caso de que lo pidan,


sino que es mejor que lo tenga por si acaso se lo piden conforme a lo
acordado a la hora de la contratación de la cuenta a la vista…. Pero ¿quien
depositaría en un banco que, de existir, tendría que cobrarle por guardar su
dinero día a día habiendo otros con capital propio y depósitos a plazo que
aumenten los periodos de amortización a meses y años? Complicado.

Y en el siguiente párrafo está la clave del error. ¿porqué es válido o


asumible moralmente aunque en la practica el resultado sea el mismo el que
una empresa o un individuo haga un uso fallido del préstamo y no lo pueda
devolver, hipotecas desmesuradas, y que un banco conforme a la experiencia
sabe que el porcentaje de retiradas de depósitos a la vista, por los que no
sólo no cobra sino que encima presta servicios y por tanto tiene mínimas
pero restricciones al fin y al cabo en cuanto a tiempo y cuantía, son mínimos
en un plazo determinado de tiempo?

Uno solo es incumplidor de un contrato de cuenta a la vista, o de


compraventa o de prestación del servicios, cuando el impositor quiere
retirar su dinero conforme a los procedimientos establecidos y no puede.
Entonces si. ¡hágase justicia! Pero mientras…….

Y antes de acabar paso a tu último párrafo. De lo que hablas no es de una


cuenta a la vista, es un deposito a plazo muy corto, pero a plazo.

Y la parte realmente magra. Dices:” El descalce de plazos en mi opinión es


ILEGAL, implica violación de contratos y además genera la expansión
artificial de crédito SIN BASE REAL de ahorro (ni en oro ni en bienes
preexistentes). Y eso nos trae a lo que tenemos ahora.”

Vale. Es tu opinión y la frase tendría que decir “debería “ ser ilegal. Pero
como ya te he dicho no implica violación de contratos porque en ningún
contrato se estipula que el dinero que yo deposito en el banco a plazo o a la
vista deba quedarse en el banco y encima obtener un interés por ello…. ¿Qué
negocio tendría el banco?

Y en cuanto a la expansión artificial del crédito la consabida formula de la


multiplicación de depósitos conforme a un dinero sale del banco eso da igual
que ocurra con el dinero a la vista que con el dinero a plazo. ¿No te parece?
Pero lo cierto es que cada apunte en el banco, siempre y cuando sí que
existan esos depósitos, da igual su origen, ahorro o préstamo para pagar
maquinaria, no son expansión monetaria, ni expansión del crédito, son
deudas que se deben de pagar, que se deben de saldar en tiempo y forma. En
todo caso, se expandiría la riqueza si todos los créditos obtenidos dieran
beneficios. ¿Cómo repercute eso en la economía es la cuestión que
podríamos también discutir. ¿La pregunta es…. si hay crédito sólido, es
decir, sin BCs, es mejor para la sociedad en vez de obligar a los bancos a
prestar casando plazos entres depósitos y prestamos?

Alamein Says:
agosto 30th, 2012 a las 20:28

Tigran: esas preguntas puedes hacerlas a Socialista y a Xel ya ya verás como


te responden: desapareciando del blog por una temporada y no regresando
hasta que ya se haya “olvidado” el tema incómodo.

(Sí: no os hagáis los distraídos. Que otra respuesta no podéis dar y todos lo
sabemos aquí).

Sobre las bondades de la política de no austeridad: aquí tenemos el caso de


Estados Unidos que con Obama han aplicado el recetario Keynesiano al pie
de la letra:

La deuda pública de Estados Unidos llegará en los próximos días a la cifra


escalofriante y sin precedentes de 16 billones de dólares, demostrando que
ha alcanzado una velocidad imparable e inmanejable. En menos de 10 meses
pasó de 15 a 16 billones de dólares con una velocidad promedio de 3.550
millones de dólares al día, o 148 millones por hora, o 2,46 millones de
dólares por minuto.
De acuerdo al reloj de la deuda de Estados Unidos, estamos a solo 49 mil
millones de dólares de este nuevo hito que ocurrirá en los próximos días.
Pero como este reloj no está actualizado, puede ser que ese umbral se cruce
durante este fin de semana. La deuda es imparable e inmanejable porque
sigue una tenencia exponencial producto de la magia del interés compuesto,
que tiene un impacto poderosamente destructivo en la economía.

En plena campaña eleccionaria en Estados Unidos, los republicanos culpan a


Obama del fuerte aumento de la deuda (superior al 100 por ciento del PIB),
mientras los demócratas culpan a los fuertes recortes de impuestos de la
administración Bush. Lo cierto es que todo esto solo tiene que ver con el
colapso de un sistema que ha resultado insostenible y que hace agua por los
cuatro costados. A este ritmo, de acuerdo a Zero Hedge los próximos hitos
de la deuda de Estados Unidos pueden ser:

– 17 billones de dólares el 10 de junio de 2013


– 18 billones de dólares el 23 de marzo de 2014
– 19 billones de dólares el 3 de enero de 2015
– 20 billones de dólares el 16 de octubre de 2015

Si bien la deuda pública no crece a un ritmo constante dado que cada día se
expande o contrae de acuerdo a las compras y ventas de los bonos del
Tesoro, la tendencia ha sido marcadamente a la venta o colocación de bonos
dado la velocidad de las compras ha sido notoriamente inferior. La gráfica
muestra cómo la deuda comenzó su expansión en 1981 con Ronald Reagan,
cuando era de 909 mil millones de dólares y comenzó su crecimiento
exponencial.

Sin embargo, pese a los temores que puede despertar en los mercados esta
colosal deuda pública, Estados Unidos sigue pidiendo dinero prestado a 10
años a una tasa de 1,65%, mientras que España o Bélgica (con ratios de
deuda inferiores al 100% del PIB) pagan intereses mucho más altos y
diferenciados: 2,75% los belgas y 6,55% los españoles en intereses por los
préstamos a 10 años. (Lo que se les “olvida” a Socialista y a Xel, que eso es
porque tienen una economía más productiva y con ingresos regulares
mayores que España)

Sobre el caso Argentino: algo que también se les “olvida” siempre a Xel y a
Socialista, es que estemos de acuerdo o no conque sus políticas hayan sido
buenas o malas, el ejemplo de Argentina es poco relevante para España y
otros países de la Eurozona.

Esto es por tres razones. Primero, porque Argentina en 2001 era una
economía mucho menos integrada con el resto del mundo que España en
2010. En 2001, el comercio internacional de Argentina fue el 21.7% de su
PIB. En 2010, el comercio internacional de España fue el 54.7% de nuestro
PIB. Además, buena parte de las exportaciones argentinas se concentran en
materias primas (soja, carne y otros productos agrícolas) mientras que las
nuestras se basan mucho más productos industriales (coches y otra
maquinaria). Cuando Volkswagen produce un coche en Pamplona o Citroën
en Vigo son parte de una cadena de valor internacional muy compleja. Si
Argentina es expulsada de los mercados financieros internacionales, su
capacidad de exportar apenas es afectada y, si además ha habido una
devaluación, sus productos son particularmente competitivos. En
comparación, si España estuviese en la misma situación, bien pudiera ser
que nuestra capacidad de exportar y, en general, de producir bienes y
servicios fuera afectada de manera mortal. Un ejemplo sencillo es el
siguiente. Si un periódico en Argentina es impreso con papel y tinta nacional,
una devaluación e impago de la deuda no tiene mayor impacto en la empresa
del rotativo. Si en España el periódico se imprime con papel que viene de
Austria y la tinta de Bélgica, una ruptura del Euro puede suponer el fin de la
empresa.

Un caso que ilustra estos efectos el de Finlandia en 1991-93. La caída de la


Unión Soviética fue un grandísimo shock negativo para este país
escandinavo. Finlandia se había especializado en exportar bienes
industriales a cambio de productos energéticos a la Unión Soviética a
precios muy favorables. La repentina disolución de estas relaciones
bilaterales entre ambos países hizo que el PIB en Finlandia se redujese un
11% entre 1990 y 1993 y la recuperación fue lenta y dolorosa a pesar de las
buenas instituciones que Finlandia disfruta.

Segundo, porque en 2001, Argentina era una economía mucho menos


bancarizada que la nuestra lo es ahora. De nuevo utilizando datos del Banco
Mundial para asegurar su comparabilidad, en el año 2000, el crédito
doméstico al sector privado en Argentina era el 23.9% del PIB. En España,
en 2010 (el último año en la base de datos del Banco Mundial), fue el
211.6%. En otros palabras: cualquier colapso generalizado del sector
financiero estilo corralito tendría un efecto un orden de magnitud más
negativo en España que en Argentina. Es más: el efecto sería duradero. En
2010, en Argentina, el crédito doméstico es únicamente el 14.6% del PIB,
lejos del nivel de 2000. Aún peor, la pérdida de confianza en la sociedad
argentina en los contratos privados y en la seguridad jurídica tardará
décadas en recuperase, con el consiguiente lastre en el crecimiento
económico.

Pensar, como se argumenta a veces, que dado que la verdadera riqueza de


las familias españolas son sus viviendas y que estas no se verían afectadas
en exceso por este colapso del sector financiero demuestra una ingenuidad
preocupante y, lo que es más grave, un profundo desconocimiento de historia
económica. Solo por poner un caso reciente: en Japón el suelo comercial ha
perdido el 86% de su valor entre el pico de su burbuja y hoy (en algunos
distritos de Tokio la caída ha sido de más del 99%) y el suelo residencial el
65%. Y eso a pesar de que en Japón no hubo colapso financiero, solo una
gran recesión.

Tercero, porque el presupuesto argentino se vio inmediatamente favorecido


por la fuerte devaluación ya que el mismo depende crucialmente del precio
relativo de sus exportaciones agropecuarias. De hecho, y esto quizás no es
apreciado lo suficiente, Argentina mantuvo su disciplina fiscal por varios
años después del abandono de la paridad. En España, por el contrario, nos
seguiríamos encontrando con un déficit importante al día siguiente de salir
del Euro, probablemente agravado por esta salida ya que nuestra estructura
de exportaciones es muy diferente y que no podríamos financiar en los
mercados internacionales.

Alamein Says:
agosto 30th, 2012 a las 20:52

Con respecto a las trabas para crear nuevas oportunidades de negocio (Que
Xel y Socialista SIEMPRE dicen que no existen) El nuevo Informe de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de
Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea (UE),
Entrepreneurship at a Glance 2012, nos da datos del desarrollo del labor
emprendedor en varios países y, cuando peor lo necesita, España destaca por
estar hacia la cola de los países comparativos.

El nuevo gobierno español dice que le interesa impulsar la actividad privada


y fomentar la labor empresarial pero, cuando anuncian que piensan
introducir medidas para facilitar la creación de nuevas empresas y para
liberalizar su actividad, también anuncian que no lo harán todavía. Esa no es
la forma de hacer, es sólo hablar de hacer y demuestra que, o no entienden la
importancia de verdad de la labor empresarial o no se enteran de la urgencia
de medidas efectivas necesarias o no tienen ni idea de lo que es una medida
efectiva.

El desarrollo de la creación de nuevas empresas continúa en los países


comparativos y España sigue demostrando su debilidad aunque sea uno de
los países que más lo necesita, con el nivel de desempleo a niveles de
escándalo. Por eso es tan importante la creación de nuevas empresas, ya que
nuevos proyectos crean empleo, como mínimo del nuevo emprendedor y
quizás algún trabajador más.

Facilitar la apertura de empresas y dinamizar el sector implica también estar


igual de abiertos al cierre de empresas. Este es otro tema pendiente en
España donde el cierre de una empresa, no sólo se ve como un fracaso
personal y emocional, pero trae consigo cargas legales, fiscales y financieras
que son barreras muy importantes para los que quieren iniciar algo.

Muchos piensan que los gobiernos deben gastar el dinero que sea para que
vuelva la actividad económica y supongo que piensan que la economía
inundada de liquidez es la forma de que todo vuelva a la senda buscada, que
volverá el consumo, que volverá a la inversión y que volverá a la creación
de trabajos, etc., todo con dinero público. Que no se haya visto nada de todo
esto pero si hemos visto los altos déficits y las crecientes deudas estatales,
que han llevado a países al borde de la bancarota, parece que no es
suficiente evidencia de que este camino no funciona.

Al contrario a la continuación o el reforzamiento de estos gastos billonarios


de los Estados, la mejor forma de conseguir más inversión, más trabajos y
más consumo, es que empresas quieran invertir y que nuevas empresas se
establezcan. Esto se consigue bajando las barreras, tanto a la creación de
nuevos proyectos empresariales, como al cierre de empresas y proyectos que
no funcionan. Un sector más dinámico resultará en más inversión, más
creación de empleo, más sueldos, y más actividad de la economía. Lo que
buscamos todos y la forma más efectiva de conseguirlo no es endeudar a los
Estados hasta las cejas.

Desgraciadamente, España fracasa en la creación de nuevas empresas. Ya


que los políticos quieren hacer algo, que sea enfocarse en las muchas cosas
que pueden hacer para eliminar los obstáculos al emprendimiento e
incentivar su desarrollo. Veríamos mejores y más rápidos resultados que el
camino que se ha seguido desde que estalló la crisis.

Socialista Says:
agosto 31st, 2012 a las 0:02

No entiendo ese afán desmesurado en despreciar a las personas, cuando sólo


se trata de discutir ideas y argumentos, y no comulgar con ruedas de molino
simplemente por que lo digo yo que soy listo y guapo.

Tampoco comprendo que se digan cosas que no he dicho. No estoy contra la


libre empresa, no estoy contra el libre mercado, no estoy contra la
competencia ni la propiedad privada, ni siquiera contra la banca. Pero lo
siento, en España no es posible porque hay una oligarquía empeñada en que
nadie le mueva la silla. Lo que aquí ocurre no es culpa de los trabajadores,
por cierto, los peor pagados y con menos derechos de los países de nuestro
entorno. El tema no es plantear una reforma laboral tras otra, el problema es
cómo conseguir que exista libertad económica en nuestro país, y libertad
política por supuesto.

Todas las trabas que se ponen al emprendimiento, a la creación de empresas,


a que la gente con ilusión, ideas, talento y ganas salga hacia delante con sus
proyectos vienen impuestas por los poderosos. Aquí no se mueve nada sin
que se pida permiso y favores, joder si hasta las asociaciones de viudas
están controladas :)

Por favor, no me pongan el ejemplo de Argentina, un lugar que eleva


exponencialmente todos nuestros defectos, con una corrupción y control
político brutal. El peronismo y el franquismo han causado efectos parecidos.
Pero tampoco creo que deban ser nuestros modelos Brasil, México o Perú,
sería realmente terrible.

Como me va a gustar la deuda o la inflación, están de coña. Me gusta la vida


austera, gasto poco y mis aficiones son bien baratas. Pienso que el Estado
sólo debe invertir en proporcionar una buena educación, una buena sanidad y
una excelente justicia, y punto. Estoy convencido que en España sobra
riqueza y talento para mantener estos servicios entre todos.

Alamein Says:
agosto 31st, 2012 a las 0:45

Pues aquí siempre se ha discutido con calor, pero no estoy dirigiendo


ataques personales contra nadie, sino contra puntos de vista… vamos a ver,
si tú dices:

“No estoy contra la libre empresa, no estoy contra el libre mercado, no estoy
contra la competencia ni la propiedad privada, ni siquiera contra la banca.
Pero lo siento, en España no es posible porque hay una oligarquía empeñada
en que nadie le mueva la silla”.

Justo lo que los liberales llevamos diciendo todo este tiempo: que tenemos
un maridaje perverso entre empresa privada enchufada y estado interventor
que apoya a sus amigotes, NO libre competencia. Y la receta liberal es
reducir el tamaño del estado. OJO: que si tú tienes una receta distinta para
lograr mejores resultados estaré encantado de leerla.

“Todas las trabas que se ponen al emprendimiento, a la creación de


empresas, a que la gente con ilusión, ideas, talento y ganas salga hacia
delante con sus proyectos vienen impuestas por los poderosos. Aquí no se
mueve nada sin que se pida permiso y favores, joder si hasta las
asociaciones de viudas están controladas :)”

A eso ningún liberal te va a objetar nada…lo que no entiendo es porqué no te


has dado cuenta todavía. ;-)

“Por favor, no me pongan el ejemplo de Argentina, un lugar que eleva


exponencialmente todos nuestros defectos, con una corrupción y control
político brutal. El peronismo y el franquismo han causado efectos parecidos.
Pero tampoco creo que deban ser nuestros modelos Brasil, México o Perú,
sería realmente terrible.”

Si lees mi post verás que lo que digo es precisamente que Argentina no es


comparable con España pero no porque YO crea que tiene nuestros mismos
defectos (que también) sino porque su enclave ecónomico no es como el
nuestro y el recetario argentino no es aplicable al caso de España.

De Brasil y México yo no he dicho nada: es Tigran el que lo hizo. Y lo hizo


para presentarlos como ejemplos de deuda extrema NO leí por ningún lado
que para ponerlos como ejemplo a imitar. ¿Y tú?

“Como me va a gustar la deuda o la inflación, están de coña. Me gusta la


vida austera, gasto poco y mis aficiones son bien baratas. Pienso que el
Estado sólo debe invertir en proporcionar una buena educación, una buena
sanidad y una excelente justicia, y punto. Estoy convencido que en España
sobra riqueza y talento para mantener estos servicios entre todos”.

Vete a la entrada Buena teoría ecónomica contra la crisis y leerás que todos
los liberales le dicen lo mismo a un nuevo visitante que firma como
izquierdista y que pensaba que los austríacos tenían cola en forma de flecha
;-)

Y no me vengas ahora conque te pongo cosas que no has dicho: te he copiado


textualemente casi todo tú último comentario.

PD. ¿Y de paso, leíste mi último comentario sobre la economía de China?

Alamein Says:
agosto 31st, 2012 a las 0:47

Esta en la entrada Entrevista para Negocios.com sobre la situación de


España.

Xel Says:
agosto 31st, 2012 a las 0:52

@Alamein
Yo intento no ser fundamentalista, leo a economistas keynesianos, leo a
economistas marxistas, leo a Rallo y a Huerta de Soto y su anarcopitalismo.
También estoy empezando a leer algo sobre mutualismo.

No creo que nadie tenga la razón absoluta y mucho menos en esto de la


economía política que al final es ideología.

La expansión artificial del crédito, el dinero fiduciario y el descalce de


plazos son graves problemas del sistema financiero que al final afectan a la
economía en general, pero no creo que sean la causa de las burbujas o de las
crisis. Más bien se generan estas burbujas como patada adelante para ir
saliendo de las crisis inherentes al sistema capitalista, crisis de
sobreproducción por la tasa decreciente de ganancia resultado de la
competencia dentro del sistema.

Pero bueno, los que mantienen esta postura que a mi me parece comprobable
histórica y empíricamente pueden estar equivocados y yo con ellos. Estoy
abierto a que se me den datos de lo contrario.

En cuanto a la deuda, por supuesto que hay que recortar gasto corriente
público, cerrar empresas públicas, cerrar administraciones, cero puestos
políticos a dedo. Por supuesto que hay que liberalizar la economía, sectores
como el energético, el audiovisual, .., etc, etc.
Pero también hay que perseguir el fraude fiscal y la elusión fiscal hasta
converger con Europa, la polarización de las rentas es un problema, no
tenemos industria, los empresarios no invierten en bienes de capital que nos
harían ser más productivos porque los salarios son muy bajos, un 25% de
paro, …, hay muchos problemas a solucionar y sólo se habla de reducir
déficit y de pagar la deuda. EL pensamiento único ¡¡

EEUU está creciendo al 2%, todavía no es suficiente para generar empleo,


recemos todos para que empiecen a hacerlo y para que Alemania no siga
generando desempleo como este mes de julio, el peor dato que tienen desde
1993.
A ver quien sale antes de esta depresión, si EEUU o Europa.

PD – Política económica del partido republicano con Reegan y los dos Bush,
…, bajar impuestos a las grandes empresas y fortunas, recortar en políticas
sociales y keynesianismo militar, ….., ¿como no van a tener problemas de
deuda?
Y así van a seguir si vuelven otra vez al poder, hoy leí partes de su programa
electoral y es lo mismo.
Por cierto a Ron Paul parece que siguen sin hacerle caso, sacó poquísimos
votos en las primarias del partido republicano.

Xel Says:
agosto 31st, 2012 a las 0:57

Por cierto, el candidato republicano es mormón y su vicepresidente


fundamentalista cristiano, …., igual si llegan al poder solucionan la crisis
como se solucionaron otras anteriores, …, con una buena guerra contra algún
país que tenga recursos naturales.

Si ganan la guerra comercial con China está garantizada, son bastante


agresivos con los chinos, que por otro lao son los dueños de EEUU.

Manuel Álvarez Says:


agosto 31st, 2012 a las 9:49

@ Josvazg

Intentaré poner más orden en mis ideas.

El problema de la Reserva Fraccionaria reside en las cuentas a la vista


donde el cliente piensa que su dinero está a su disposición pero realmente ha
sido prestado, con lo que, tanto cliente como prestatario creen que pueden
utilizar su dinero simultáneamente.

El mercado de prestamos a pocos días es más grande de lo que se pueda


creer. Las entidades financieras se prestan en el interbancario, las empresas
funcionan con lineas de crédito para sus picos de tesorería, etc.

La Reserva Fraccionaria surge del estudio estadístico de los ingresos y


pagos de un banco pero suponen una ocultación al ahorrador sobre la
utilización de su dinero y una distorsión brutal del mercado en la cantidad de
medios de pago que se aprecian.
El Descalce de Plazos actúa sobre los depósitos intentando aumentar la
rentabilidad a base de perder liquidez. No se produce una distorsión tan
grave del mercado al conocer el ahorrador que su dinero no está disponible
aunque desconoce que parte de su dinero está invertido a largo.

Evitar el impago depende de la captación de nuevos recursos o de la


reinversión de los antiguos.

No existe problema alguno en los casos donde un ahorrador contrata un


deposito a plazo y existen prestamos del banco al mismo plazo de los que
participar, ya que es plenamente consciente de que su liquidez se ha reducido
y existe una correspondencia de plazos en el balance de la entidad

En mi opinión, mientras la Reserva Fraccionaria produce sus efectos sobre


la cantidad de medios de pago de toda le economía, el Descalce de Plazos
es, sobre todo, una merma en la calidad del banco.

Creo que el negocio bancario puede ser perfectamente rentable cobrando


comisiones por cajas de seguridad, utilizando las fechas de valor en los
diferentes servicios, transferencias, nóminas, ingreso de cheques, pago de
impuestos, domiciliaciones, cobrando intereses por líneas de crédito,
prestamos e hipotecas, adelantando cobros de facturas, cobros de pagarés,
con operaciones de renting, etc., etc. sin tener que recurrir a la Reserva
Fraccionaria de sus cuentas a la vista ni al Descalce de Plazos de sus
depósitos.

Seguro que no obtiene la rentabilidad de otras entidades pero, en el momento


actual, en el que los capitales se dan a la fuga a paises que ofrecen
rentabilidad negativa, en el que se invierte con el ánimo de conservar, mas
que de ganar, no creo que tuviese mala acogida.

josvazg Says:
agosto 31st, 2012 a las 9:51

Sobre EEUU y sus elecciones:

A mi la verdad como no vivo allí solo me afectan dos cosas suyas, su


política económica y su política exterior, es decir, su política militar vamos.
Aunque, sinceramente, no creo que la política interna vaya a cambiar mucho
con unos u otros tampoco.

Oyendo a Rommney&Ryan hoy me recuerdan a Obama cuando ganó las


elecciones, vamos que gane quien gane TODO va a seguir igual, al menos de
puertas para afuera: Van a seguir endeudándose, entre otras cosas gastando a
lo bestia en ser los polis del mundo (y arrastrándonos al resto de países
menos influyentes a acompañarles y gastar también)

Menudos intervencionistas están hechos, van y prometen


“12millones de puestos de trabajo”
(Tengo recuerdos de Felipe Glez con esta parida)
¿como?
¿los van a contratar ellos? Entonces casi peor, ¿y que van a hacer?
¿cavar zanjas?

En fin, nada nuevo bajo el sol.

josvazg Says:
agosto 31st, 2012 a las 10:26

Para Manuel y Bastiat:

Coincido más con Manuel en su visión del tema bancario. Excepto porque
intuyo que la RF no es más sino menos peligrosa por si sola que los
descalces de plazos, en realidad la múltiple disponibilidad implica descalce
de plazos ¿no?

Lo que no consigue hacer entender a Bastiat es que:

1) Los bancos, como dice Manuel, no necesitan “hacer trampas” para ganar
dinero. Hay múltiples servicios que pueden llevar a cabo y el cita unos
cuantos.

¿Que no serian tan rentables como ahora?


Por supuesto, igual que los crecimientos burbujísticos que generan en la
economía son más espectaculares que los de una economía estable sin
sobresaltos… solo que a la larga, cuando cuentas los 20 pasos para adelante
menos los 15 para atrás que se dan y los comparas con que el otro en el
mismo tiempo ha dado 7 pasos adelanta netos, te das cuenta de que es mejor
“despacito y con buena letra” que “en plan montaña rusa”.

Sinceramente, yo prefiero una función del PIB en el tiempo monotonica


creciente, aunque sea con poca pendiente, que unos dientes de sierra que en
la bajada te dejan casi como antes de empezar la subida (y quizá alguna
veces peor, como por ejemplo quizá estemos a punto de ver en nuestro caso)

2) Hay mucha diferencia LEGAL y de CONSECUENCIAS aunque no tanto


FUNCIONAL entre el funcionamiento actual de los bancos y un
funcionamiento equivalente pero LEGAL.

Hoy en día el problema es que las reservas del banco están un poco
“apelotonadas” y entremezcladas, no hay calendario de pagos, todo es
imprevisible, TODO banco está constantemente al borde de la quiebra en
cuento le pidan todos los depositantes que cumplan su parte del contrato y le
paguen en 3días su dinero depositado.

Sin embargo el banco internamente opera como yo propongo más arriba solo
que con análisis de riesgos para guiarle en lugar de decisiones contractuales
libres negociadas entre el banco y sus clientes.

Al final el banco estima que el X% de sus reservas son suyas por un plazo
casi permanente, es decir, que puede prestarlo a largo plazo como colateral
de hipotecas FUTURIBLES (por ejemplo, un préstamo a promotor por el
valor del edificio cuando SOLO existe el terreno, un colateral muy
insuficiente) o prestamos al consumo (dinero que se presta a consumidores
que se “estiman” solventes).

Otro Y% estima que lo puede asegurar tener por un plazo de Naños y lo


presta en esos plazos.

Hasta llegar a lo que dice Manuel, los prestamos a muy corto que los bancos
hacen constantemente (tiene razón, olvide que las transferencias entre bancos
tardan 3-4 días para que así a ellos les de tiempo a jugar con ese dinero
también, si les diera igual eso que apuntarlos en la cuenta a la vista
directamente no tardarían tanto y una transacción electrónica, por muchos
errores de comunicación y confirmaciones que necesite tarda mili-segundos,
no días, ademas que el dinero ni se mueve, muchas veces ni existe
físicamente)

Si quitásemos los Bancos Centrales la diferencia de prosperidad entre los


bancos legales e ilegales sería mucho menor, mientras que la diferencia de
riesgos sería ENORME.

Es incluso posible que algunos bancos prefiriesen el funcionamiento legal


porque podrían meter en sus ordenadores números CONCRETOS en lugar de
ESTIMACIONES para calcular sus CALENDARIOS de INGRESOS y
PAGOS de forma exacta, en lugar de estimarlos como si fuesen compañías
de seguros. Así sus departamentos de riesgos se dedicarían a estudiar los
riesgos de los demás, los prestatarios candidatos solamente (cosa que ya
tienen que hacer hoy) y no TAMBIÉN a estudiar sus propios riesgos de
insolvencia o iliquidez. Bueno, es posible que no se estudien sus riesgos, no
me extrañaría estando tranquilos que papa BC vendrá a rescatarlos con
dinero del contribuyente, y así les/nos va.

josvazg Says:
agosto 31st, 2012 a las 10:36

Para Bastiat:

“¿porqué es válido o asumible moralmente aunque en la practica el resultado


sea el mismo el que una empresa o un individuo haga un uso fallido del
préstamo y no lo pueda devolver, hipotecas desmesuradas, y que un banco
conforme a la experiencia sabe que el porcentaje de retiradas de depósitos a
la vista, por los que no sólo no cobra sino que encima presta servicios y por
tanto tiene mínimas pero restricciones al fin y al cabo en cuanto a tiempo y
cuantía, son mínimos en un plazo determinado de tiempo?”

NO, es que NO es lo mismo.

Si yo te presto a ti 100onzas de oro, corro un riesgo, puede que tu no me las


devuelvas. En caso de fallo se habrán consumido AHORROS
PREEXISTENTES.

Si un banco CREA un deposito para tu préstamo sin base alguna, como si el


dinero ya se hubiese ahorrado Y tu ya lo hubieses devuelto, en caso de
impago NO estamos consumiendo ahorros que alguien ya renunció a usar,
HABREMOS CONSUMIDO LO QUE NO TENÍAMOS.

Eso es mucho peor, ESO es lo que manda las ondas expansivas de crisis al
resto de la economía.

Dicho de otra forma, si una persona presta un dinero y lo pierde su nivel de


vida no se ve afectado mucho por el impago total o parcial: será más pobre,
claro, ya no podrá pagarse ese extra que iba a adquirir con vencimiento del
préstamo, peor podrá seguir como antes del vencimiento.

Pero si esa persona NO presta el dinero y en realidad SI se está prestando,


en el momento del impago el agujero se multiplica igual que se multiplico la
disponibilidad múltiple de su dinero, y su nivel de vida puede verse
mermado muy negativamente.

josvazg Says:
agosto 31st, 2012 a las 10:39

ERRATAS:

Dicho de otra forma, si una persona presta un dinero y lo pierde su nivel de


vida no se ve afectado mucho por el impago total o parcial: será más pobre,
claro, ya no podrá pagarse ese extra que iba a adquirir con vencimiento del
préstamo, pero podrá seguir como antes del vencimiento.

En el otro caso, si la persona NO presta el dinero y en realidad SI se está


prestando, el sigue consumiendo y en el momento del impago el agujero se
multiplica igual que se multiplico la disponibilidad múltiple de su dinero, y
su nivel de vida puede verse mermado muy negativamente.

Marqués Says:
agosto 31st, 2012 a las 11:23

Con el actual sistema de reserva fraccionaria, (creo que esta en el 2% de


reserva) el sistema bancario puede conceder créditos que multipliquen por
50 el valor de sus depósitos.
Hay que intentar huir de posiciones maximalistas, con aumentar el
coeficiente de reserva del 2% al 10% dicha capacidad se vería mermada
hasta “solamente” poder conceder en créditos 10 veces sus depósitos. El
25% de coeficiente de caja “solamente” dejaría multiplicar esa cantidad por
4, etc….
Si hay dudas, se puede empezar por subir el coeficiente al 3.3% por
ejemplo, lo que disminuiría la capacidad de apalancamiento de 50 veces sus
depósitos a 30, e ir de forma paulatina hacia un coeficiente razonable.
¿¿12.5%??(X8)

PD: creo haber hecho bien las cuentas, pero nadie esta libre de error.

Tigran Says:
agosto 31st, 2012 a las 15:09

@Xel, bien pero no me has respondido mis preguntas. Aquí las copio y
pego.

“Vamos a ver…¿Los bancos OBLIGAN a alguien a que les pida


prestado????”

“¿¿¿SI LOS GOBIERNOS no INVIERTEN BIEN EL DINERO (QUE NADIE


LES OBLIGO A PEDIR PRESTADO), Y QUE SÓLO ELLOS, (LOS
GOBIERNOS) DECIDEN EN QUE INVERTIR, Y LUEGO LOS BANCOS
LES APRIETAN LAS CLAVIJAS…LA CULPA ES DE LOS BANCOS O DE
LOS GOBIERNOS???”

Me resulta interesante eso que dices de que “Más bien se generan estas
burbujas como patada adelante para ir saliendo de las crisis inherentes al
sistema capitalista, crisis de sobreproducción por la tasa decreciente de
ganancia resultado de la competencia dentro del sistema.”

Vamos a ver bien eso… si hay sobreproducción por que la tasa de ganancia
es decreciente resultado de la competencia…¿¿¿Eso no quiere decir que el
capitalista tiene intéres creado en conseguir que su producto sea accsequible
a todo el mundo???

Porque si la respuesta es sí, entonces habrá que suponer que el capitalismo


es el mejor sistema en conseguir “de todo para todos” y justamente lo que se
le suele criticar es que los capitalistas se enriquecen encareciendo todos los
productos inflando precios hasta que sólo los ricos los pueden pagar y por lo
tanto con el capitalismo “los ricos se hacen más ricos y los pobres más
pobres”.

Y tú dices que la crisis del sistema es justo por la razón contraria…

Tigran Says:
agosto 31st, 2012 a las 15:10

Por lo demás durante el período Reagan el PIB real creción en un 25%

dragontorch Says:
agosto 31st, 2012 a las 20:30

JoseVaz,

Eso que dice de que no hemos encontrado la forma de refinar las leyes para
conseguir penar esas conductas que Vd. considera ilegales, pero que habría
que buscarla, se parece mucho a lo que le pasó a Peel.
El problema de hacer leyes o de refinarlas, y de hacer mas refinamientos y
mas casuística para evitar algo que se autorregularía en un mercado libre por
medio de la información de los demás agentes económicos y de la
liquidación forzosa por incumplimiento de contrato, tiene un problema. Las
consecuencias imprevistas.

Esas por las que, aún cuando consiga controlar completamente los balances
bancarios y sepa qué créditos y deudas se compensarían de acuerdo a
contratos y cuales icurrirían en una reserva fraccionaria, a su juicio “ilegal”,
afectaría a otras libertades y causaría distorsiones arbitrarias, o bien
forzaría a la gente a utilizar unas prácticas que no había previsto, y que nadie
usaba, hasta que Vd. refinó la ley.

El mercado libre asegurara que quien haga reservas fraccionarias con


coeficientes de caja, o con descalces de plazos, que le hagan quebrar,
quebrará, y que, mucho antes de que lo haga, habrá agentes económicos que
informen de que es poco de fiar.

Si Vd. intenta asegurar eso a priori, desde el poder, aumentará la


incertidumbre en la economía controlada por ese poder, que terminara por
imponer controles arbitrarios para evitar algo que todos entendían como
correcto.

Creo que Bastiat lo explica muy bien, si quiere coeficiente del 100%,
contrate una caja de seguridad, sino léase el contrato de la cuenta y fírmelo
solo si le convence.

Bastiat Says:
agosto 31st, 2012 a las 22:03

Si yo te presto once onzas de oro….. ,o de hierro o conchas por no usar el


mito, corro un riesgo. Pero si se lo presto a un banco corro un riesgo menor
porque el banco tiene más capacidad de generar beneficios. Y es que la
probabilidad de perderlo si te lo presto a ti es mayor que si se lo presto al
banco. Pero el banco no usa mi dinero para guardarlo en una caja, para eso
tiene las cajas de caudales, sino para prestarlo y eso lo sabemos porque un
banco es una empresa intermediara en el mundo del crédito y el préstamo.
Ese es su negocio y ese es su riego, prestar el dinero de otros a aquellos que
pueden genera la riqueza suficiente como para devolver el capital mas los
intereses y, sobre todo si es bueno, obtener beneficios. Algo que yo no haría
contigo porque no te conozco de nada y no tengo los medios para saber si
usarás bien mi dinero o no.

Y yo le presto ese dinero al banco, a plazo para obtener una mayor ganancia,
o a la vista para tener disponibilidad de él inmediatamente, si es poco, a un
día, si es mas de 3000€, o a varios si realizo una reclamación desde otro
banco o una trasferencia. Eso lo sabemos todos.

Pero bien, qué ocurre si tú, aún conociéndote, prestas parte, o todo, de MI
dinero a otra persona. ¿No sería el mismo caso que el del banco? Y si esa
otra persona presta otra parte, o todo, de MI dinero a otra persona…. y así
sucesivamente esperando obtener un beneficio en cada paso de ese trasegar
de MI dinero por varias manos el mismo riesgo que lo que denuncias del
banco?

No hace falta ser un banco para que se de ese proceso. Al igual que no hace
falta que el dinero prestado sea a la vista, igual ocurre con el prestado a
plazo. ¿O no?

Añade a esto que digo la cuestión que señala Dragontorch sobre la


intromisión en las libertades que supone escrudiñar cada movimiento de los
bancos para comprobar si se están realizando los préstamos conforme a lo
que imaginas que debería ser el negocio bancario….. Creo que al final, si
quiero obtener algún rédito por mi dinero… tendría que arriesgarme
aprestártelo a ti.

josvazg Says:
septiembre 1st, 2012 a las 13:01

A Dragontorch:

No me entiende, yo no quiero establecer controles a priori o sobreregular.

Lo que digo es que, igual que está prohibido matar (o no?), estafar y robar,
algunas prácticas bancarias y algunos tejemanejes contables actuales no
casan NI con la legalidad básica (no robar, no estafar, etc) NI siquiera con
las Matemáticas o la Lógica, y que por tanto deberían estar prohibidas y
penadas.

Y lo que estaba haciendo es intentar discernir la regla/ley básica que lo


describa y que creo que aún no tenemos clara.

¿Defienden ustedes que es lícito y legal que se cree crédito sin base a ahorro
previo de alguien?

dragontorch Says:
septiembre 1st, 2012 a las 17:17

Josevaz,

Sí que se puede crear dinero (o medios de paga muy líquidos) sin base al
ahorro previo, pero con base a la solvencia de alguien.

El panadero puede fiarle el precio del pan, aunque Vd. no tenga ningún
ahorro en ese momento (de hecho el panadero no sabe los ahorros que Vd.
tiene), simplemente porque le conoce, sabe que tiene trabajo y que cobrara
en unos días la nómina, o que es autónomo y suele tener encargos de modo
habitual de los que sacará suficiente dinero, y por tanto, que le pagará.

Ahora bien, si Vd. dilapida su dinero y termina no pagando, el panadero


asumirá esa pérdida pero dejara de venderle pan hasta que la pague. Si
hubieran firmado un pagaré legal, le podría obligar por ley, lo que no podría
es obligarle a que le envíe copia de sus extractos bancarios cada 10 minutos.

La regla básica es que se cumpla el contrato con el banco. Ese contrato no


dice que el banco no pueda prestar su dinero mientras lo tenga, sino que esta
obligado a devolverlo en tiempo y forma. Si incumple eso, la ley puede
entonces obligarle a vender otras cosas para pagarle a Vd.

Lo que Vd. quiere es la garantía de una caja de seguridad para los demás
productos bancarios, y eso, si lo impone, traerá consecuencias imprevistas,
ademas de cerrar el acceso al crédito para empresas y proyectos solventes.

josvazg Says:
septiembre 1st, 2012 a las 18:38
El ejemplo del panadero no vale, porque el panadero me da una barra de pan
REAL y que LE PERTENECE, es algo que ha creado o ahorrado
previamente. (No ha generado ningún futurible o vale virtual)

Eso es perfectamente legal y no tiene problemas ni consecuencias para


terceros, puede prestarme o incluso regalarmelo… Corre un riesgo pero no
hay fraude, en todo caso puede haber un impago al final que tendrá que
tratarse convenientemente tanto por parte de la Justicia como del panadero y
las medidas que como usted dice puede tomar.

…lo que no podría hacer el panadero es darme una barra de pan que no
hubiese creado, que es lo que hace un banco actualmente en cierta forma.

Ese es el problema, que NO hay ejemplos fuera del tema bancario porque
los bancos juegan con “virtualidades y futuribles” y no con bienes reales.
Ahí está la trampa.

Discutamos un ejemplo real.

1- Supongamos que no hay Bancos Centrales (en eso creo que ya estábamos
de acuerdo)

2- Supongamos que NO hay ley contra la Reserva Fraccionaria NI el


descalce de plazos.

El Banco A funciona como los de ahora, imaginemos que tiene:


- 1M€ en fondos propios.
- 100M€ en depósitos de los cuales:
a) 3000€ está obligado por contrato a pagarlos en cuanto los pida el cliente
b) El resto los puede pagar hasta en 5 días naturales (3 más el finde)

Imagine que hasta ahora el banco ha sido disciplinado.

Ha prestado hipotecas a de entre 20 y 40años por valor de hasta 1M€. Es


decir, sus fondos propios los tiene inmovilizados a largo plazo, ya no puede
contar con ellos.
En el banco hay 101M€ apuntados en depósitos.

A parte de eso presta cantidades a 2-3 días con base a los 100M€ de los
depósitos “externos” (no creados por el propio banco)

Imagine que le llegan nuevos clientes y le piden hipotecas por valor de 20M
€.
Según ustedes, ¿de donde saca ese dinero?
Los depósitos que cree para ello ¿que los respalda?
Reconozco que no se de contabilidad pero ¿como lo refleja eso en los
libros?
¿Son capaces de explicarmelo sin violar las leyes elementales de las
matemáticas y la lógica?

Recuerden:
Tienen 100M€ en, por ejemplo 1000 depósitos, eso significa que 3M€ no
deberían tocarlos, pues los deben en cualquier momento y si no los tienen
están quebrados ¿como me pueden negar eso?
¿esperamos “a ver si tienen suerte”?
Y luego tienen 97M€ que pueden prestar hasta a 3días sin problemas.

josvazg Says:
septiembre 1st, 2012 a las 19:08

El Banco B, visto que no hay Banco Central, decide ser más disciplinado,
pero diseña un modo de trabajo con el que no esté tentando a la suerte
constantemente y pueda SIEMPRE hacer honor a los contratos que contrae
(excepto en caso de impago propio o ajeno, como es lógico).

El banco B tiene cuentas a la vista y cuentas de ahorro.


Las cuentas a la vista son como las del banco A, solo que:
- No las cobra hasta los 2500€ euros, luego las empieza a cobrar con un
tanto por ciento al mes. La gente no deja que sus cuentas a la vista engorden
demasiado y el banco se obliga así a tener unos 2000-3000€ de liquidez
siempre por cuenta. Y eso no quiere decir que los tenga en una caja fuerte,
pueden ser apuntes interbancarios o en el fondo de reserva (que es lo que
realmente es)
[Ojo el banco A o B está obligado a pagar los 3000€ inmediatamente pero
no tiene porque ser al contado, puede ser por transferencia o cheque
bancario que el cliente puede hacer efectivo en el mismo día en otro banco o
en la reserva interbancaria donde finalmente se deposite el oro o dinero
fiduciario, es decir, no tienen porque incurrir en costes de custodia por los
3000€xdeposito a la vista]

-Las cuentas de ahorro son liquidables en un mínimo de un día y un


MÁXIMO de 30 días hábiles para el 90% del dinero y hasta 3meses para el
10% restante, lo cual no impide que pague en el día en el 80% de los casos,
pero el contrato le permite no hacerlo cuando no tiene liquidez suficiente en
determinado momento.

-Para las hipotecas usa fondos propios o prestamos plazos similares.

Es decir, si los números fuesen los mismos que en al banco A:


- Tiene 101M€ en depósitos:
- 3M€ de liquidez mínima.
- Casi 78M€ prestados (o prestables) a un 1mes
- Unos 18M€ prestables a 3meses.
- 1M€ prestables a cualquier plazo.

Así cuadran las cuentas, se sabe que se debe y cuando y no hay NADIE
usando dinero o promesas de pago que AUN NO EXISTEN realmente.

dragontorch Says:
septiembre 1st, 2012 a las 19:37

Josevaz,

El panadero le da a Vd. una barra real por un dinero que Vd. no ha pagado
todavía. Con lo que le da a Vd. crédito, pero Vd. aún no tiene el dinero para
devolverle, osea que no hay ahorro previo por su parte para ese crédito.

Aún así, es muy probable que Vd. pueda pagar en unos días, pero también
hay un riesgo de que no pueda, en cuyo caso tendría, si ha firmado un pagaré,
que vender algo para pagar, una vez que el plazo, sea de un día, o de una
semana, o el que sea, expire.
Es siempre mejor dejar que el panadero decida por si mismo si asume el
riesgo de prestarle a Vd. el pan, dada la información que tenga sobre Vd.,
que imponer una retahíla de controles para evitar que Vd. le deje una deuda.

Asimismo, los bancos le dan unas condiciones, y Vd. puede pedir o consultar
por si mismo información financiera, comparar con otros bancos, y decidir si
asume el riesgo de un deposito con unos tiempos de acceso al dinero
especificados en el contrato, o si contrata una caja de seguridad.

Bastiat Says:
septiembre 1st, 2012 a las 20:57

Josvazg…. Un banco no puede prestar lo que no tiene.

Si yo depostio en un banco 100 UM a plazo fino o a la vista lo hago


asumiendo unas condiciones que no me impone el ban ni yo le impongo al
banco, sino que llegamos aun acuerdo. Aunque en por regla general en la
práctica el acuerdo es que yo acepto las condiciones del banco. Pero se
acepta el contrato. En un mercado verdaderamente libre no sé cuales serían
las condiciones reales a las que se podría llegar…. pero eso es ciencia
ficción bancaria.

En el momento en el que el banco ingresa esas 100 UM tiene libre


disposición de ellas conforme a lo que el contrato estipula. No hay norma ni
debería de haber que obligue a casar imposiciones con prestamos. Eso creo
que se ha entendido. Es, pues, una cuestión de porcentajes.

Quien recibe ese dinero, ese dinero, en un préstamo lo usará para lo que
quiera, para comprar una máquina con la que mejorar su productividad y
pagar así el crédito y obtener beneficios o podrá, y eso ya a ocurrido, usarlo
para comprar acciones en la bolsa con la esperanza de que suban… Nadie
obliga a nadie a usarlo en nada concreto…. salvo las hipotecas, con la
regulación tan cañí que por estos pagos tenemos. No hay dación en pago.

¿En qué momento piensas que un banco crea dinero al dar préstamos sin
tener dinero o promesas de pago en su contabilidad? Eso no ocurre. No
puede ocurrir. Y no ocurre porque te he añadido un concepto nuevo, las
promesas de pago, por ejemplo las letras, los pagarés, …. en tiempos el
dinero convertible.

De hecho una hipoteca es un crédito en el, en dónde hay dación en pago, que
hay una promesa de pago en forma de prenda para garantizar ese pago. Y en
España los vienes del firmante y el avalista….. o sea.

Y aun así hay riesgos. Pero no creación de dinero. Eso sólo lo puede hacer
el de la maquinita. El BC.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 1st, 2012 a las 22:16

@ Bastiat,

Si de cada euro se prestan 98 céntimos entonces el depositante del euro se lo


puede gastar hoy su euro en Ikea mientras que el beneficiario del préstamo se
puede gastar sus 98 céntimos hoy en Alcampo. Es la consecuencia de la
Reserva Fraccionaria: en el mercado el consumo es de 1,98 euros mientras
que el PIB es 1 euro.

Si el depositante no hubiese contratado una cuenta a la vista sino un depósito


a 1 año no ocurriría ya que entonces no puede gastárselo en Ikea.

Los efectos se multiplican cuando Alcampo ingresa los 98 céntimos en su


cuenta a la vista y se vuelven a prestar una y otra vez.

El problema llega cuando todos los depositantes van a por su dinero o


cuando se produce una disminución del total de dinero depositado en la
banca ya que por cada euro que se retire del banco éste tiene que cobrar 98
céntimos de sus préstamos para mantener el porcentaje de reservas.

Además se produce una gran distorsión en el mercado ya que, en periodos de


bonanza, la población percibe que va mucho mejor, mientras que en periodos
de crisis el golpe es peor.

Y por si esto fuese poco está el problema ético de no comunicar a los


clientes de la banca el riesgo que corre su dinero ni hacerles partícipes de
los beneficios.
Algo parecido, aunque a diferente escala temporal, se produce con el
descalce de plazos.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 2nd, 2012 a las 10:50

@ Prof. Rallo

Propongo que visionemos el vídeo colgado en está página titulado


“Coloquio sobre la banca libre y reserva 100%” y que lo comentemos.
Además de echarnos unas risas pone el foco de atención en la posibilidad de
legitimar la reserva fraccionaria, debate entre Josvazg, Bastiat,
Dragontorch..

Y un comentario:

El Prof. Rallo insta el en vídeo a imaginar un Banco sin reservas que pueda
dar un préstamo con cargo a la solvencia de propio banco y pregunta ¿a
quién está perjudicando?. También pregunta si es lógico prohibir las letras
de cambio.

Quisiera preguntarle al Prof.:

¿No es en definitiva un problema de la consciencia del cliente bancario


sobre el hecho de que su dinero está siendo prestado y de la solvencia del
deudor? Es decir, existe legitimidad mientras las partes acepten los plazos y
valoren sus solvencias pero ¿que pasa cuando se multiplican los medios de
pago sin que el dueño de la riqueza (presente y futura) sea consciente del
préstamo, ni valore la solvencia (presente y futura) del deudor, ni participe
de las ganancias justamente, es decir, cuando se hace de forma automática
por la banca como en la actualidad?.

dragontorch Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 13:20

Manuel Alvarez,

Yo no creo que los bancos apliquen el coeficiente que Vd. describe


ciegamente a todos los ingresos, como si fuera algo automático. Una cosa es
que lo puedan hacer, y otra, que lo hagan.

Lo mas probable es que lo hagan hasta un punto en el que estimen que


asumirían un riesgo que no deberían asumir, mientras que, haciéndolo dentro
de un límite, pueden considerar que están confortablemente cubiertos, dados
los ingresos que recibirán, o los beneficios que obtendrían.

Sí lo harían ciegamente si hay un BC que les volviera a financiar y les


rescatase la deuda.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 14:34

Para Dragontorch:

“El panadero le da a Vd. una barra real por un dinero que Vd. no ha pagado
todavía. Con lo que le da a Vd. crédito, pero Vd. aún no tiene el dinero para
devolverle, osea que no hay ahorro previo por su parte para ese crédito.”

SI HAY AHORRO PREVIO, por parte del panadero, no mia, pero por parte
del panadero SI. Basta con que lo haya por un lado para que sea lógico (y
legal).

Pero ESO NO ES lo que hace un banco.

Un banco presta muchas veces SIN APARTAR un recurso o dinero para


SOPORTAR ese préstamo con la esperanza de que el otro pagará con
intereses y que sus deudores no le van a reclamar las deudas mañana, por
mas que puedan hacerlo.

Es decir, el banco presta algo que AUN no existe realmente, porque NO SE


HA AHORRADO ya que se está usando para otras cosas A LA VEZ, o
porque puede que se esfume DE REPENTE mañana mismo.

Y respondiendo a Bastiat…
UN BANCO actual SI QUE PRESTA lo que NO TIENE y ESO,
precisamente es lo que yo creo que se debería PROHIBIR.

ESO es lo que atenta contra la Lógica, las Matemáticas y genera las burbujas
y los agujeros que, de repente, hacen que se vean afectados quienes NO
prestaron o recibieron prestado.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 14:44

Para Manuel:

El video está muy bien, pero el sonido es espantoso.


Confieso que aún no lo he podido ver entero, me quedé por la mitad, más o
menos.

Intuyo que la Reserva Fraccionaria es más un SINTOMA que un problema


real. Es decir, cuando veas que no hay Reserva 100% puede que
simplemente haya algunos problemas temporales de liquidez o que los
recursos estén invertidos a diferentes plazos…

…O puede que por debajo haya Descalce de Plazos que indica un problema
MUCHO más grave de solvencia, burbuja y agujero.

Moraleja:
¡Ojito con la RF, pero “vade retro DP”!

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 14:49

Manuel. Un depositante sólo puede gastarse un euro que HA DEPOSITADO


en un banco si hace una compra con cheque o con tarjeta de débito. Y el
cargo en cuenta suele hacerse al día siguiente. En caso de cheque a más.
Aquel a quien se ha prestado 98 céntimos y lo tiene en la mano se está
gastando ese dinero de lo que el banco le ha prestado, no que se lo haya
prestado el del euro. Tiene una cuenta que saldar con el banco y el banco
tiene una cuenta que saldar con el depositante del euro, pero no es el mismo
euro. Son distintas cuentas a saldar. El resultado no es 1,98. El resultado es
0 mas intereses.

El problema siempre es que tengamos que pagar las deudas y no haya para
ello. Los bancos y las personas.
Pero dices que si el depositante lo hubiera depositado a un año no lo podrían
gastar en ese periodo de tiempo… NO. Cierto, pero obtendría muchos más
intereses que por la cuenta a la vista. De dónde obtiene el banco ese
beneficio? En el caso de la cuenta a la vista es un préstamo de un día
renovado día a día. Pero es igual un préstamo a plazo. Las diferencias son
dos, el tiempo del plazo y los intereses a percibir. Pero el efecto es el
mismo. Yo puedo, aunque sea menos común, hacer una compra poniendo
como garantía el depósito que tengo aplazo para obtener un crédito o
directamente para pagar una deuda. ¿Sí o no? De hecho no es tan raro, lo que
ocurre es que es más complejo. Hay que encontrar quien te acepte esa forma
de pago y la realización de determinados documentos que así lo garanticen.
Igual pasa con los pagarés, las letras…. Sí o no. Son promesas de pago.

Pero el elemento fundamental para mi es que el dinero que recibe el banco


es para prestarlo. Y será el porcentaje de plazos el que determinará el riesgo
que está corriendo el banco de no poder saldar las deudas que tenga con sus
impositores dependiendo de los plazos que haya concertado con aquellos a
los que les haya prestado dinero.

El saldar salidas de metálico de un banco de un día para otro en cantidades


superiores a 3000€ es una forma de que el banco busque créditos para
equilibrar esas cuentas, esos saldos. En la medida que ese mecanismo se
encarece el banco entra en quiebra. No porque no le paguen, que si es
posible que eso pase,, y de echo pasa, pero en el corto plazo, en el muy corto
plazo, lo que garantiza o lo que permite que los bancos no quiebren es la
existencia de un prestamista de última instancia que controlando ese
mecanismo puede tratar de enfriar o activar la economía de manera artificial.
No es el ahorro no recibido por el banco, porque de hecho supones que mi
euro es fruto de mi ahorro y no. Puede ser que yo sea el de Alcampo,
diferenciar eso es harto difícil y lo que al final nos tenemos que preguntas es
porqué hay que limitar ese funcionamiento normal de la actividad bancaria
que en el fondo lo que está procurando es crédito al mercado a riesgo de sus
balances. Es esa la razón por la que hay que limitar al BC y no limitar el que
un banco pueda prestar dinero, o promesas de pago, o contratos de
préstamos, contabilizado como ingreso a otros.

Y nadie niega el efecto que produce en la economía una expansión del


crédito ni lo malo que es que se produzca una contracción del mismo. Pero
la variación entre máximos y mínimos es tan grande por eso, por la
existencia del prestamista de última instancia.

Para ilustrarlo. Yo deposito en un banco 10000€ aun año. Es me gustan las


cifras mas grandes.

El banco puede prestar…. todo. ¿Cuantas veces? Una cada vez o varias en
cachitos. Pero el que recibe ese préstamo…. lo ingresa en otro banco ¿Cómo
contabilizas ese ingreso? ¿Como ahorro o como…. inflación crediticia? ¿No
deja de ser dinero? NO deja de funcionar en la misma medida ese
mecanismo que yo no niego. ¿No te parece?

Y si…. me gustaría poder hacer una tertulia o un chat o quedar un día aquí
para poder hacer preguntas cortas y respuestas cortas para llegar a
conclusiones….. a ver si pueden ser definitivas.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 14:54

Josvazg…. ¿Cómo que no tiene?

Un banco no puede prestar por encima de sus depósitos, y deposito es tanto a


plazo como a la vista. Mas reservas propias.

O no. ¿Cómo puedes decir que un banco si tiene una cuenta aplazo a una
semana SI tiene ese dinero y si es a la vista, es decir, un deposito renovado
día a día, porque, insisto una vez mas, existen esos límites de los que he
hablado, ese dinero no es … suyo?

Si no lo en el segundo caso en el primero tampoco. De hecho podríamos


afirmar siguiendo esa lógica que no es suyo en ningún caso porque el banco
contrae una deuda con el depositante, pero en todo caso. Y el dinero que
recibe el prestatario no puede decir que es suyo porque tiene que
devolverlo….

Tienes razón no existe mas dinero propio que el dinero que uno no debe. Con
lo cual…. no existen los bancos.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 14:59

Respondiendo al Profesor en el video:

“El Prof. Rallo insta el en vídeo a imaginar un Banco sin reservas que pueda
dar un préstamo con cargo a la solvencia de propio banco y pregunta ¿a
quién está perjudicando?. También pregunta si es lógico prohibir las letras
de cambio.”

A la primera pregunta, ¿en que quedamos?


¿NO tiene reservas o es solvente?

Me explico. Si el banco usa locales en alquiler y todo lo que tiene en


propiedad no vale más de 1M de UM y encima NO tiene reservas, es
ILEGAL que emita un préstamo de, por ejemplo, 10MUM, porque, como
dice Bastiat, no los tiene. Eso de toda la vida se ha llamado ESTAFA.

Si otro banco tiene dinero o bienes o ALGO que puede en un tiempo


ADECUADO (a sus obligaciones) convertir en medios de pago lo
suficientemente líquidos para pagar hasta los 10MUM, entonces adelante.

Pero eso si, los prestamos SE COMEN la solvencia y eso debe estar
reflejado en los libros contables.

Prestar XMUM más significa INMOBILIZAR XMUM de patrimonio


adicionales que NO podrá venderse o usarse para otras cosas no
relacionadas con esos prestamos, como avalar otros distintos o adicionales.

Es decir, 10MUM de patrimonio me permiten prestar 10MUM (si soy un


temerario, debería prestar menos por si acaso) pero NO N veces 10MUM.

Respecto a las letras de cambio cuadran, siempre hay ALGO que las
soporta, un ahorro previo. Normalmente es una mercancía ya creada y lista
para vender. Entiendo que no tienen ningún problema, no todo tiene porque
ser UM u oro.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:08
Josvazg…. La pregunta es cómo va a prestar un sólo euro quien no tiene
nada.

Otra cosa es que me digan yo, o un banco, pido prestado 1 euro, y alguien me
lo da que esa es otra, y yo, que no tengo ese euro, que lo debo, se lo presto a
otro…. y le engaño y le pido 1,02€ en un plazo inferior al que yo lo he
obtenido. Yo no tengo nada pero al cabo del tiempo, si se cumple he ganado
2 céntimos. Pero si no…. me embargan…. No es que sea una estafa…. Yo he
prestado un dinero que debía pero que tenía que pagar a un plazo
determinado y dentro de ese plazo soy libre para hacer con ello lo que
quiera siempre y cuando transcurrido ese plazo lo devuelva…. ¿no?

Es que creo que pensáis en cosas muy raras.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:19

“¿Cómo puedes decir que un banco si tiene una cuenta aplazo a una semana
SI tiene ese dinero y si es a la vista, es decir, un deposito renovado día a día,
porque, insisto una vez mas, existen esos límites de los que he hablado, ese
dinero no es … suyo?”

No es eso lo que he dicho.

Lo que digo es que el banco si tiene:


X en fondos propios.
Y en prestamos a plazo P.
Z en depositos a la vista, es decir a 3 días de plazo.

Entonces TIENE:
X que son SUYOS para siempre.
Y que son suyos durante P.
Z durante 3 días.

Y entonces es ILEGAL que preste:


Más de X a plazos mayores que P, porque a plazos mayores que P no tiene
más que X.
Más de X+Y a plazos mayores de 3 días.
Más de X+Y+Z a más de 3 días, porque en 3 días puede que solo tenga X+Y,
NO puedes contabilizar FUTURIBLES PROBABILISTICOS como si fuesen
números reales en sus libros.

¿Porque presupones que en una semana vas a seguir teniendo Z en depositos?


¿en base a que?

Todavía no me has explicado como contabilizas en los libros algo que aún
no sabes, un futurible.

Hoy tienes X+Y+Z y con plazos indefinido, P y 3días, pero tendrás que
esperarte 3 días para saber si sigues teniendo Z en depósitos, si tienes 0 o si
es 30*Z.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:25

Pues de la misma manera que no sabes que vas a poder recuperar


íntegramente el importe de una hipoteca y los intereses que te permitirían
obtener beneficios o al menos saldar otras préstamos a treinta años, sobre
todo si existiese dación en pago, incluso habiendo prestado tu dinero y no
aquello que te han prestado a treinta años a ti.

¿Por qué supones que el problema está en Z?

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:28

“Yo he prestado un dinero que debía pero que tenía que pagar a un plazo
determinado y dentro de ese plazo soy libre para hacer con ello lo que
quiera siempre y cuando transcurrido ese plazo lo devuelva…. ¿no?

Es que creo que pensáis en cosas muy raras.”

El euro es tuyo durante el plazo que se te presto y, efectivamente, puedes


hacer con el lo que quieras… excepto prestarlo a un plazo SUPERIOR al
que se te prestó SI NO TIENES otra cosa con que soportarlo, y si la tienes
es que no estas prestando ese euro sino la otra cosa.

No estamos pensado cosas raras, estamos pensando que el Descalce de


Plazos “IS EVIL” y que TODO el mundo debería saberlo, y que debería ser
ILEGAL incluso.

Y NO, no se trata de vigilar a los bancos, se trataría de quitarles el Banco


Central (que en eso coincidimos 100%) y luego, cuando sus descalces de
plazos se hagan aparentes en sus quiebras, emplumarles por haber incurrido
en ellos, a parte de lo que tengan que liquidar por la quiebra.

No es lo mismo quebrar porque te fue mal o cometiste errores, que hacerlo


porque incurriste en temeridades ilegales, neglicencias o quebrantaste la ley.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:40

“Pues de la misma manera que no sabes que vas a poder recuperar


íntegramente el importe de una hipoteca y los intereses que te permitirían
obtener beneficios o al menos saldar otras préstamos a treinta años, sobre
todo si existiese dación en pago, incluso habiendo prestado tu dinero y no
aquello que te han prestado a treinta años a ti.

¿Por qué supones que el problema está en Z?”

NO, No es lo mismo.

Si los prestamos que diste son morosos, TU no habrás incumplido NINGUN


contrato. Si acabas quebrando por ello NADIE te podrá decir nada. Se te dio
mal y punto, pero tu lo hiciste como debías, los incumplidores fueron otros.

Quizá deberías presuponer un porcentaje razonable de morosidad para tener


las espaldas cubiertas, pero eso es todo. Se te puede llamar temerario, pero
no ladrón o estafador.

Sin embargo no puedes presuponer NADA respecto a dinero que tienes que
PODER devolver en 3 días, lo que tienes que hacer POR CONTRATO es
HACER LOS DEBERES PARA poder devolverlos en esos 3 días, es decir,
no prestarlos o comprometerlos a más de 3 días, y luego con lo que no
reclamen o lo que obtengas nuevo podrás de nuevo prestar a 3 días.

Lo que no puedes es decir:


“Yo mañana voy a deber hasta Z, pero, porque yo lo valgo, no voy a ser
solvente en esa fecha por Z, sino por lo que yo creo que me van a reclamar,
es decir, por ejemplo 0.3Z, como mucho… nunca me han reclamado mas…”

¡YA ESTAS INCUMPLIENDO el contrato!


¿Porque no lo veis?

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 15:58

Pero eso no es ilegal…..

Vamos a ver. Me prestas un dinero, tu, no un banco, y me lo gasto…. y no te


lo devuelvo ¿qué pasa? Que me embargas.

Eso es la norma.

Si no lo devuelvo no es una estafa es… un robo, apropiación indebida,


incumplimiento de contrato y como tal hay que resolverlo como digan las
leyes o lo pactado en el contrato de préstamo. Los avalistas a temblar.

Y si es un banco…. Pues lo mismo.

Si la cuestión aquí no es el calificar a la Reserva fraccionaria de los bancos


como los malos de la películas si no el denunciar la protección que tienen
los bancos por parte del estado usando a los BCs como ariete contra la
libertad de mercado y la liberando de su responsabilidad de los mismos en
su mala gestión.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 16:03

Josvazg el incumplimiento del contrato sólo se produce si no lo devuelvo. Si


soy temerario o no al prestar un dinero, a plazo fijo o a la vista, se demuestra
sólo cuando el préstamo se devuelve o no. Sigue siendo un futurible.

El problema es que corro más o menos riesgos.

¿Cómo se entiende que se presta a más intereses a un país cuando se piensa


que puede quebrar? Lo suyo sería no prestárselo…. ¿¿¿¿NO????
Si es que estás poniéndole piedras en su futuro con lo cual el que el riesgo se
haga realidad es mas posible que se cumpla.

Bueno… Pues aún así…. se presta. ¿Dirías que es ilegal?

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 17:10

Pero es que, en el caso del banco es diferente, eso es lo que no entendeis.

Cualquier ejemplo con “panaderos” o “yo te presto a ti” no es igual porque,


a diferencia de los bancos, no podemos crear medios de pago SIN respaldo
como si hacen ellos.

AUNQUE no se devuelva Z y no “se descubra el pastel” el banco está


creando depósitos a prestatarios que, llevados a otro banco o pagados como
sueldos vuelven a saldos bancarios como dinero multiplicado que en
realidad NO EXISTE a día de hoy pero que a todos los efectos se usa como
tal.

Eso distorsiona la economía, descoordina ahorro e inversión y genera


burbujas y corridas bancarias, con o sin Bancos Centrales, como pasaba en
el S.XIX antes de la ley de Peel con dinero o depositos o después solo con
depósitos.

Solamente quitar los Bancos Centrales hará que repitamos la cagada:


1) Se quitan los Bancos Centrales.
2) Se producen corridas bancarias, menores que las de ahora, pero se
producen.
3) Las gente clama con o sin razón que eso no puede ser, y los gobiernos
vuelven a crear Bancos Centrales o algo incluso peor que se les pueda
ocurrir…

Quitar los bancos centrales es condición NECESARIA, pero no


SUFICIENTE.

Imaginen que la regla que propongo de ilegalizar los Descalzes de Plazos a


todo el mundo (aunque sea a los bancos a los únicos que realmente les
afecta)…
1) Se quitan los BC y se prohibe la DP.
2) Se producen corridas bancarias…
3) “Un momento a ver esos libros… aja! si es que estaba descalzando
plazos… ¡a la carcel!”
4) NO es necesario crear BCs ni nada, lo que hay que decir es que hay que
tener cuidado con donde se mete el dinero, mejor un banco o mejor incluso
varios, que sean fiables y transparentes (o más que los otros), que publiquen
sus cuentas y libros por motu propio para atraer a sus clientes.

Y esos bancos podrían funcionar CASI como ahora, solo que serían los
clientes los que deciden que dinero tiene el banco a que plazos y por lo
tantos estos solo sufren perdidas por impagos, pero no tienen que estar
adivinando cuando les retiraran más dinero del que ellos habían previsto… y
nadie usará medios de pago que AUN no tienen respaldo y que puede que
nunca lleguen a tenerlo.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 17:34

Mira… creo que el problema que tenemos es el dividir el dinero que ingresa
el banco en sus plazos y pensar que se puede prestar igualmente de la misma
manera. Y lo cierto es que lo que ocurre es que hay movimientos de caja de
dinero que entra y dinero que sale. Si cuando el dinero que sale es porque se
tiene que devolver una imposición y no hay dinero… El banco está
quebrado. Punto.

La misma expansión crediticia produce el dinero a plazo que el dinero a la


vista. Porque el dinero a plazo hay que devolverlo y el dinero a la vista hay
que devolverlo. La única diferencia es que al no poder existir la devolución
de la imposición a plazo el impositor, como dice Juan Ramón, no puede usar
ese dinero, pero cualquiera que reciba ese SU dinero podrá hacer lo que
quiera con el, gastarlo, invertirlo o depositarlo en otro banco. Y el efecto
seguirá siendo el mismo.

Y la consecuencia lógica de la desaparición de los BCs, sobre todo ahora,


cuando la información es mucho mas rápida de obtener, circula antes, y se
puede hacer de manera mas estricta en menos tiempo es que la gente sí que
prestará atención a esos valores de solvencia que todo banco tratará de
mejorar y que descubrirá de los demás, salvo que se tapen los unos a los
otros. Pero se supone que en un mercado libre… eso no pasaría ¿No?

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 18:15

Bueno, ya he acabado de ver el video que tenía a medias y me he deprimido


bastante.

Si al final descalzar plazos y emitir pagarés o promesas de pago es lo mismo


entonces los descalces no se pueden prohibir o tachar de ilegales, en efecto,
por más que el efecto de ellos enlazados en la economía sea el de una bomba
termonuclear frente a un petardo que pueden provocar unos pagarés o
promesas mal dadas.

Si esto es así entonces no hay forma de establecer un comportamiento legal


que esté libre de generar burbujas y recesiones.

Por eso me deprimo.


No solo ocurre la corrida bancaria, sino que encima no se puede decir por lo
menos que alguien hizo algo que no debía hacer cuando ocurre. En ese
momento los socialistas se lanzan al cuello y reaparecen los BCs o algún
otro invento estatal incluso peor que ahora ni nos podamos imaginar.

Respondiendo a Bastiat:

” La única diferencia es que al no poder existir la devolución de la


imposición a plazo el impositor, como dice Juan Ramón, no puede usar ese
dinero, pero cualquiera que reciba ese SU dinero podrá hacer lo que quiera
con el, gastarlo, invertirlo o depositarlo en otro banco. Y el efecto seguirá
siendo el mismo.”

NO, en el caso de que el prestamista NO puede usar el dinero hasta el


vencimiento porque el préstamo fue a plazo concreto con retirada cierta no
hay MULTIPLE disponibilidad, las promesas no se multiplican sin base, lo
prestado lo usa uno y cuando termina lo usa el otro, pero no 2 o N a la vez.

Sin embargo, si el que presto usa el dinero como si no lo hubiese prestado al


final a misma onza de oro, o el mismo trozo de bien o riqueza, o la misma
promesa con valor nominal X se está usando por 2,3 o 10 personas a la vez
para comprar bienes o servicios, aquí ya la hemos cagado, hemos
empezando a caminar hacia una recesión de caballo.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 2nd, 2012 a las 18:24

Que os parece este video (se escucha aceptablemente) y con solo la primera
parte (10 minutos) creo que tenemos suficiente para debatir.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 18:25

“Y la consecuencia lógica de la desaparición de los BCs, sobre todo ahora,


cuando la información es mucho mas rápida de obtener, circula antes, y se
puede hacer de manera mas estricta en menos tiempo es que la gente sí que
prestará atención a esos valores de solvencia que todo banco tratará de
mejorar y que descubrirá de los demás, salvo que se tapen los unos a los
otros. Pero se supone que en un mercado libre… eso no pasaría ¿No?”

Demasiado optimista para mi gusto.

Creo que si desapareciesen los BCs volvería a haber corridas bancarias y la


TENTACIÓN y PRESIÓN para sustituir concursos de acreedores o BAIL-
INs por la restauración de los BCs u algo peor sería enorme.

Los problemas serían menores que ahora, pero dentro de un par de


generaciones que pete un banco o dos les puede parecer una tragedia griega
(ya no habrán vivido esto de que colapse el sistema completo a la vez) y la
presión para “hacer algo” será enorme.

Creo que nuestra única salvación es que el grueso de la gente, igual que
saben que 2+2=4, supieran con suficiente detalle que es el dinero, como
funciona y como funcionan los bancos.

Puede que así un banco se prohibiese o limitase a si mismo los descalces y


se anunciase como “seguro para sus depositantes” porque no hace “descalce
de plazos” (al menos con los depósitos a la vista) aunque ello le merme
rentabilidad a corto porque sabe que le da prestigio y solvencia ante sus
depositantes y prestamistas.

Bastiat Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 19:51

o sea……

En una ocasión en el pasado le pregunté al Profesor, aunque entonc es creoq


ue todavía no era profesor….

¿Cómo lo evitaríamos lo de la RF y los Descalces de Plazos?

Me dijo….

Complicado.

Pues eso.

Sólo podemos esperar a que el mercado expulse a los malos bancos y que le
pueblo no pida al EStado que les salve el culo…. como a los de Afinsa y
Forum Filatélico.

freeman Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 21:16

Buenas, he leído un poco por encima la discusión y no se, si lo que voy a


plantear tiene algo que ver con el problema.

Según lo entiendo yo:

El dinero sirve como representación de lo que vale un determinado bien o


servicio. Es decir tengo un refresco y dicho refresco vale por así decirlo 1
euro.

Imaginemos para simplificar que todos los bienes existentes son refrescos.

No obtenemos más refrescos si imprimimos más dinero.


Si imprimimos mucho más dinero que bienes lo que tenemos es inflación,
que es lo que genera las burbujas, es decir hay más dinero para comprar
refrescos en el sistema pero no se ha aumentado en numero de refrescos por
lo tanto estos suben de precio.

Entonces que ocurre? Pues que la economía crece, el numero de bienes


crece, por lo tanto para mantener el equilibrio necesitas crear dinero acorde
al crecimiento de bienes.

Pero esto pienso que supone también crear dinero presente que corresponda
a los bienes futuros que se van a producir, es decir la cantidad de dinero que
debe haber en el sistema debe preceder a la cantidad de bienes disponibles.

Con la reserva fraccionaría siempre tienes dinero de más para cubrir bienes,
pero esa cantidad de dinero creo que tampoco se ajusta directamente a la
cantidad de bienes.

Con patrón oro lo que haces es poner un limite a la expansión crediticia,


puede que tengas dinero de más por encima de los bienes existentes, pero no
puedes tener más dinero de la cantidad de oro existente, así que en principio
de existir una burbuja esta sería tan grande como las reservas de oro
existentes. ¿no?

Y con la reserva 100% y patrón oro ¿como se crea el nuevo dinero? o


¿simplemente se crea tanto dinero como oro existente?, si es esto último
entonces el desajuste dependerá de si la economía crece al mismo ritmo que
las reservas de oro.

Imagino que el problema es saber la cantidad de dinero que hay que


introducir en el sistema, algo que parece o muy muy difícil o incluso
imposible, y lo más que se puede hacer es intentar ajustarlo.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 21:18

Pues estamos apañaos…


Lo tenemos crudo.

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 21:22
El anterior comentario era como respuesta a Bastiat (para que no haya
malentendidos)

josvazg Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 21:42

A freeman:

“Imagino que el problema es saber la cantidad de dinero que hay que


introducir en el sistema, algo que parece o muy muy difícil o incluso
imposible, y lo más que se puede hacer es intentar ajustarlo.”

No puedes saber cual es el dinero que tiene que tener el sistema desde
arriba, intentarlo es caminar por el sendero Planificador Central
Comunista/Socialista que está condenado al fracaso. Nunca tendrás la
información necesaria, es demasiada, tácita en muchos casos y
constantemente cambiante.

La manera de crear el dinero correcto del sistema sería:


1) Que TODOS los bancos (y agentes económicos) acertasen con el 100%
de los prestamos.
2) Que NO se incurriese tampoco en Descalces de Plazos fallidos.
3) Que los Descalces de Plazos No degeneren en Burbujas y
Crisis/Recesiones.

La primera es imposible, y las otras dos también. En realidad solo se pueden


intentar minimizar con disciplina por parte de los bancos, conocimientos por
parte de los clientes y ciudadanos que obliguen a los bancos a ser más
disciplinados para no perder clientes y a la gente a no endeudarse en exceso
pese a las tentaciones.

freeman Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 22:23

josvazg

Sí pero a lo que yo iba es que si tienes que crear nuevo dinero porque se van
a producir nuevos bienes dichos prestamos no pueden estar basados en el
ahorro existente precisamente porque es masa monetaria nueva que
corresponderia a nuevos bienes

Es decir si necesitas nuevo dinero no es dinero existente el que se presta en


este caso

freeman Says:
septiembre 2nd, 2012 a las 22:41

El dinero ahorrado cubriria la mayor parte pero no puede cubrirlo todo


porque la economia crece y por tanto se hace necesario crear más dinero

Alpha Centauri Says:


septiembre 2nd, 2012 a las 23:17

Pasemos de lo teórico a lo práctico: El descalce de plazos bancario es


inevitable.Así, por ejemplo, para financiar una hipoteca a 30 años se
requerirían en el lado del pasivo imposiciones a 30 años, lo que es inviable,
al menos en el mercado minorista.

josvazg Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 7:57

Para Alpha Centauri

Eso, claro está, presuponiendo que las viviendas tienen que ser
necesariamente así de caras y suponer un 30-40% o más de los ingresos
netos futuros de la mayoría de la gente por 20-40años. Lo cual no siempre ha
sido así ni es así en todo el mundo.

Si en el futuro las casas se fabricasen como los coches, es decir, si se


montasen en una fábrica y luego se ensamblasen sobre los cimientos (la
única parte que se seguiría construyendo “a la antigua usanza”) esas casas o
pisos:
- Serían mucho más baratas, quizá órdenes de magnitud más baratas.
- Tendrían muchos menos fallos o problemas de fabricación que de
construcción tenemos ahora.

(Ya se están haciendo cosas en ese sentido hasta en España, vean la


compañía A-cero, por ejemplo)
Y si combinamos esto con el credito más caro (por la ausencia de BCs), los
precios bajarían y la gente no necesitaría tantas hipotecas ni a tantos años
para pagarlas…ni tampoco habría que tener imposiciones a tan largos
plazos.

Pero para esto necesitaríamos un sector de la construcción mucho más


intensivo en capital y no intensivo solo en mano de obra, un sector que
difícilmente florecerá con crédito fácil, porque con crédito fácil lo más fácil
es seguir como hasta ahora, ¿para que innovar?

josvazg Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 8:12

Estoy de acuerdo con freeman en su ultimo comentario.

No obstante fijense la diferencia de los siguientes casos:

A- CON AHORRO PREVIO:

A1 Presto una barra de pan o dinero al contado.


Efecto por impago: pérdidas localizadas y sobre algo que renuncie a
consumir: “ya no puedo comprarme eso que iba a comprarme cuando
cobrase el préstamo”.

A2 Presto a otro en base a un bien menos líquido en mi posesión, un coche o


un inmueble por ejemplo.
Efecto por impago: pérdidas para mi y quizá para terceros que tienen que
esperar a que venda el bien menos líquido, y que quizá yo estaba usando
para cobrarse mientras yo recupero algo de lo que presté o no: “que p.tada!
no cobro y encima me quedo sin X”

B- SIN AHORRO PREVIO al 100%

B1 Presto a 40años en base a prestamos que se me dan a 5-10años.


Efecto del impago: Ruina total para mi y los prestatarios, perdidas fuertes
para mis acreedores. No obstante, no ha habido una multiplicidad de medios
de pago tan brutal en el resto de la economía porque mis acreedores no
podían usar el dinero que me habían prestado durante 5-10años.
B2 Presto a 40años en base a unos pocos prestamos a largo y MUCHOS
“préstamos a la vista”.
Efecto del impago:

KABUUM!!!!

No solo me arruino yo, mis prestatarios y mis acreedores, es que además he


distorsionado la economía porque mis depositantes usaban SU dinero como
si no lo hubiesen prestado y, al fallar el préstamo, resulta que se ha estado
usando multiples veces riqueza que luego no hemos sido capaces de generar.

Vamos, que se puede vivir con un poco de B1, pero mucho B2 es letal.

Bastiat Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 14:28

Una vez pregunté a un estudioso mejicano que cuanto dinero tendría que
haber en el sistema…. Pregunta interesante, me contesto…. Pero nada más
me dijo.

Pensemos que el dinero en si mismo es otra mercadería, mucho mas claro


queda si en vez de dinero fiduciario fuera oro, de tal manera que si hay un
aumento de la riqueza lo que va a ocurrir es una bajada de precios…. mas o
menos. Porque lo que realmente baja de precio son los bienes que se
fabrican mas eficientemente y por tanto cuestan menos UMs dando la
sensación de que el dinero vale mas. Pero no ocurre en todo por igual.

El problema no es que se cree más riqueza y entonces tiene que haber más
dinero para mantenerla. No. El problema es Psicológico. De hecho si hay
una bajada de salarios, porque el dinero vale más al poder comprar más con
menos productos mas eficientemente fabricados. Y el ciudadano medio, el
trabajador… eso de que le bajen el sueldo si no es por causa de fuerza
mayor…. Va a ser que no.

Por lo tanto, por cuestiones psicológicas puede parecer bueno, de hecho se


consiente e incluso se promueve, Rato hizo unas declaraciones al caso hace
ya unos 12 o 14 años diciendo que una inflación de 2% es buena, y eso incita
a la creación de dinero con la excusa de inyectar liquidez al mercado. De
hecho si el dinero tiene cada vez mayor capacidad de compra, vale mas es
porque cada vez hay menos (aparentemente) dinero en el mercado con lo
cual acumular dinero, atesorar, no meter en un banco, sino guardarlo lleva
aparejado una revaloración del mismo en el tiempo.

Como digo, es más cuestión psicológica que económica.

Pero haces bien en plantear la duda porque en el momento en el que se pide


un crédito para el consumo o para la inversión se va a producir un
intercambio beneficioso par las dos partes que implica que el dinero,
máxime en el caso de la inversión, produzca beneficios ¿cómo cuantificamos
eso, cómo lo plasmamos en el total de la ….riqueza?

That is the question…..

Salvo que el profesor me ponga a caldo por lo que acabo de decir aunque su
corrección sería bien venida.

Xel Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 17:01

@Josvagz

Parece que de vas dando cuenta de la mentira en la que vivimos, de la estafa


que es nuestro sistema.

Ahora sólo te hace falta ser consciente de que eres un esclavo, de que o
vendes tu fuerza de trabajo por lo que te dan por ella o te MUERES, ya que
todo lo que te rodea que te pudiera valer para sobrevivir tiene dueño excepto
el aire.

Se puede vivir aceptablemente aún sabiéndolo, .., pues si, pero es importante
salir de Matrix y entender lo que somos y donde vivimos.

El poder económico núnca van a soltar sus privilegios por las buenas

dragontorch Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 20:38

Josevaz,
Creo que su problema es que supone que los bienes de una economía no
pueden crecer, y por tanto que el “mismo” dinero no se debería usar mas de
una vez nunca.

Lo que ocurre es que el banco puede prestar a su vez dinero “a la vista” si


espera con gran probabilidad incrementar sus bienes, y poca probabilidad de
una retirada masiva de depósitos. Esos bienes puede transformarlos en
dinero otra vez, con lo que cubre el porcentaje prudente de prestamos contra
depósitos “a la vista” de un día para otro.

También esta el mecanismo de ofrecer una mayor parte de sus beneficios a


terceros para captar liquidez rápidamente, con lo que disminuye sus
beneficios “propios” pero se asegura que tendrá un extra de liquidez en el
momento para cubrir ciertas retiradas de depósitos en el día.

El problema esta cuando la gente sabe que ese banco es incapaz de generar
beneficios, y por tanto nadie le dará liquidez, ni el banco podrá atender a sus
obligaciones con esos beneficios, aunque sea tarde. Esto es, la falta de
solvencia.

Por eso las promesas de pago pueden exceder el ahorro, y el ejemplo del
panadero es valido. Si las promesas de pago se intercambian entre personas
solventes, estas obtendrán nueva riqueza que generaran para satisfacerlas y
las promesas de pago se acabaran saldando o compensando.

Xel Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 21:10

Separar otra vez la banca comercial de la banca de inversión sería el primer


paso creo yo, y me parece que por ahí van los tiros ahora mismo en EEUU

josvazg Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 21:54

A dragontorch:

El secreto está en los plazos más que en los porcentajes.

“Creo que su problema es que supone que los bienes de una economía no
pueden crecer, y por tanto que el “mismo” dinero no se debería usar mas de
una vez nunca.”

NO, los bienes SI pueden crecer, e incluso podemos apostar por ello… hasta
cierto punto:

Puedo apostar a que en un 1mes o 3 ganaremos X con ciertas mercancias que


tenemos listas.

Puedo apostar que podré prestar hipotecas a 30años con base a prestamos de
5, 10 o 15años y quizá un ligero respaldo extra pero minoritario de depositos
a la vista.

Pero apostar que mis prestamos a 40años serán posibles sobre depositos a la
vista mayoritariamente es un SUICIDIO financiero y un veneno para la
economía.

Porque al hacer esto ultimo el propio riesgo HACE que PELIGRE el buen
fin de la inversión que debe repagarlo todo.

Al haber multiple disponibilidad del dinero AHORA como si ya se hubiese


creado LA RIQUEZA que está por crearse SIN AHORRO PREVIO existe la
señal falsa en el mercado de que tenemos para INVERTIR Y GASTAR a la
vez, pero NO es así, y al final la inversión pierde, pues es a largo plazo y
todo el castillo de naipes se cae.

Si con BCs es sistemico y más grande, un coma etilico generalizado en lugar


de una borrachera aislada sin BCs, pero el problema de base es el mismo,
más o menos dopado.

dragontorch Says:
septiembre 3rd, 2012 a las 22:54

Josevaz,

Como ve, hay “apuestas” desaforadas, y otras muy seguras. Pero eso no lo
puede Vd. controlar con leyes, y menos a priori. Las apuestas suicidas se dan
cuando los bancos se creen seguros de ser rescatados por un BC.
Veo que sigue insistiendo con lo del ahorro. La riqueza puede crearse sin
ahorro. Basta que haya demanda y se ponga trabajo. Con eso se invierte y se
gasta a la vez, siempre que se haga dentro de un límite y donde los agentes
tengan solvencia. La inversión no tiene por que ser a largo plazo. Quizás esté
Vd. obcecado con un caso concreto y no pueda ver los casos mas sensatos y
generales.

freeman Says:
septiembre 4th, 2012 a las 9:36

Otra cuestión, por cierto, el hecho de cobrar o pagar intereses, ¿no supone la
necesidad de que en determinados momentos hay que crear nuevo dinero?

Manuel Álvarez Says:


septiembre 4th, 2012 a las 12:27

@ Juan Ramón Rallo

Vuelvo a subir la pregunta porque se ha perdido:

“El Prof. Rallo insta el en vídeo (Coloquio sobre la Banca Libre y Reserva
100%) a imaginar un Banco sin reservas que pueda dar un préstamo con
cargo a la solvencia de propio banco y pregunta ¿a quién está perjudicando?.
También pregunta si es lógico prohibir las letras de cambio.

Quisiera preguntarle al Prof.:

¿No es en definitiva un problema de la consciencia del cliente bancario


sobre el hecho de que su dinero está siendo prestado y de la solvencia del
deudor? Es decir, existe legitimidad mientras las partes acepten los plazos y
valoren sus solvencias pero ¿que pasa cuando se multiplican los medios de
pago sin que el dueño de la riqueza (presente y futura) sea consciente del
préstamo, ni valore la solvencia (presente y futura) del deudor, ni participe
de las ganancias justamente, es decir, cuando se hace de forma automática
por la banca como en la actualidad?.”

josvazg Says:
septiembre 4th, 2012 a las 13:30
“La riqueza puede crearse sin ahorro. ”

Falso, tiene que haber ahorro en forma de capital disponible, ya sea dinero
(en depósitos a X plazo o a la vista pero que no se están retirando del todo
de momento), personas ociosas listas para trabajar o que sobran en otro
negocio (porque los clientes de ese negocio están consumiendo algo menos,
es decir, ahorrando) o materias primas que no se usaban, etc.

Magia no hay.

aversiahora Says:
septiembre 4th, 2012 a las 13:48

Una cosa que me hace mucha gracia es cuando oigo eso de que “las
preferentes se han vendido a gente que no tiene ni idea de cómo funciona el
sistema financiero”. ¡Jo!

Yo comprendo que, quien ha perdido su dinero, intente recuperarlo de la


única manera que tiene a corto plazo, que es crear empatía social para que
todos paguemos a escote. Y si ese argumento cuela… Pero es que me parece
poco serio: aquí mismo estamos viendo que el funcionamiento más básico de
un banco es un misterio para casi todo el mundo. O como si, cuando alguien
invierte en bolsa o en deuda pública, supiese qué significa su inversión. O
como si todo el mundo supiese cómo funciona un ordenador. O un coche. O
una lavadora. O el móvil.

Cada vez que metes tu dinero en un banco, se convierte en inversión. En


teoría, no debería ser así con las cuentas corrientes -se llaman depósitos a la
vista porque se supone que deberían estar ahí, a la vista-. Pero cualquier
depósito a plazo se convierte en inversión y, como cualquier otra inversión,
puede salir bien o mal. Es más, tú te conviertes en acreedor del banco. Tu
dinero es una deuda del banco para contigo (aquí llegaría Rallo y nos diría
algo así como: “en realidad, mis pequeños saltamontes, lo que llamamos
dinero ya es un pasivo del Banco Central, sin necesidad de meterlo en un
banco”. Seguro que ya nos lo habrá dicho en alguna parte. ¡Bueno! Lo de
pequeños saltamontes, no creo).

Y, ¿qué pasa cuando la empresa que nos debe dinero quiebra? ¡Exacto! Con
el rescate de los bancos no se rescata solo a ricachones y a La Casta. Se
rescata a todos los depositantes. Alguien dirá: sí, pero si los rescatas con
mis impuestos… lo comido por lo servido. Depende. Esto ya lo expliqué
ayer o anteayer: si tú dejas quebrar ahora, reconoces la quiebra; si esperas,
igual volvemos a crecer y el agujero se tapa o no es tan grande. A eso están
jugando. ¿Lo conseguirán?

No.

Lo siento, ya sabéis que soy un cenizo. No puedo evitarlo. Mientras Jessica


Biel no rompa con Justin Timberlake seguiré viendo el futuro muy oscuro.

Alamein Says:
septiembre 4th, 2012 a las 15:06

¿¿¿Pero tú también viste la serie de “El Saltamontes”??? Yo creia que casi


todo el mundo la había olvidado, (Yo la había visto de niño porque a mi
mamá le encantaba y no se perdía un capítulo) y es que hay que reconocer
que era muy atípica.

Xel Says:
septiembre 4th, 2012 a las 17:00

@Alamein

La serie se llamaba Kung Fu, .., era una paranoia, yo núnca me enganché a
ella pero si tengo muchos amigos mayores que yo, de 45-50 tacos que
fliparon mucho con David Carradine y su, “pequeño saltamontes”, jeje

dragontorch Says:
septiembre 4th, 2012 a las 18:15

Josevaz,

Si para Vd. una persona lista para trabajar es ahorro, ciertamente tenemos un
concepto muy distinto de esa palabra.

El ahorro no es la única manera de crear riqueza. Si Vd. no entiende eso,


entonces vamos mal para esta discusión. Normalmente se crea riqueza, y
después se puede decidir ahorrarla, o re-invertirla.
Víctor Says:
septiembre 4th, 2012 a las 19:04

dragontorch

¿Podría poner uno o varios ejemplos de creación de riqueza sin ahorro


previo?

dragontorch Says:
septiembre 4th, 2012 a las 19:56

Victor,

Uno muy simple, coja cañas y haga cestas de mimbre y véndalas. Las cañas
han incrementado su valor.

Otro, ofrézcase a pasear perros y otros animales a sus dueños. Ha ofrecido


un servicio que se demanda, y obtiene riqueza a cambio.

Otro más, busque demanda para la oferta de otros, como por ejemplo,
personas que quieran alquilar la casa de otro. Ha conseguido que se cierren
transacciones que de otra forma no se hubiesen realizado.

Otro más diseñe un nuevo satélite de comunicaciones significativamente


mejor que los que hay y, o bien vende el diseño, o funda una empresa que lo
fabrique.

En todos los casos esta Vd. incrementando la riqueza, y Vd. no ha tenido que
ahorrar, solo ha puesto su trabajo.

aversiahora Says:
septiembre 4th, 2012 a las 19:59

Yo estoy en la treintena, pero la serie de Kung-Fu de David Carradine fue


emitida por una tele, creo que autonómica, cuando yo estaba en el instituto.

Parece ser que fue una serie de culto en su época. De hecho, el papel de
David Carradine en Kill Bill es una parodia/homenaje a esa serie.

dragontorch Says:
septiembre 4th, 2012 a las 20:06

Aversioahora,

Léase el articulo sobre el bail-in. Los que perderían dinero son los que han
hecho inversiones con mayor riesgo en el banco. Realmente no lo pierden sin
más, sólo asumen el estado del banco y pasan a tomar decisiones en su
gestión.

En cualquier caso, uno tiene que echar un ojo de vez en cuando, al banco en
el que mete su dinero, en vez de asumir que papá estado lo hará por él. Es el
precio de la libertad, la eterna vigilancia.

Si no quiere eso contrate una caja de seguridad.

aversiahora Says:
septiembre 4th, 2012 a las 20:49

Ya, ya, Dragontorch. Sí que lo he leído. Va para un año largo que ando por
aquí. Y también di mi opinión en su momento. Es que yo no creo que llegase
con esas cantidades. Por dos razones:

1) Que yo no me creo las cifras oficiales de morosidad. Como mínimo, las


triplico.
y 2) Hacer eso supone una alteración de las reglas-no-escritas del juego de
tal magnitud, que la corrida bancaria iba a ser histórica (e histérica).

Ahora mismo, ante la simple idea de un “no-sé-cómo-llamarle-dado-que-si-


le-llamas-rescate-te-condenan-a-las-tinieblas-exteriores”, el dinero está
huyendo a chorros.

Pero es que este es un debate estéril. De la misma forma que es complicado


valorar cuánto va a valer dentro de un año un activo/vivienda en el balance
de un banco, valorar un “qué pasaría si…” es economía-ficción. Quiero
decir, que toda opinión es válida. Hay tantas variables… Y yo no me atrevo
a discutir con Rallo. Además de que cualquier opción que se tome ya
alteraría el valor actual de las cosas.

Pero me sorprende que precisamente tú, poseeedor de una espada que se


llama “Devourer of Hope” (Devoradora de Esperanza), tengas esperanza (si
no has sacado tu nick del juego esto habrá sonado muy friki. ¡Bueno! Habrá
sonado muy friki de todas formas…).

Manuel Álvarez Says:


septiembre 4th, 2012 a las 21:51

@ Dragontorch

Me parece que no tiene bien asimilado el concepto de “ahorro”.

En la Escuela Austriaca gusta mucho poner el ejemplo de Robinson Crusoe.

Imagine que llega a una isla desierta y dedica todo su tiempo a alimentarse y
descansar.

A la semana se da cuenta que si tuviese un arpón le facilitaría la pesca que


hasta el momento realizaba con sus propias manos.

Fijado el objetivo busca los medios, conchas para cortar, piedras para
machacar y desgarrar, fibras vejetales para cuerdas, huesos y grandes
espinas que encuentra en la playa… necesitaría algo así como un hacha o un
cuchillo para limpiar de ramitas una rama recta… también se dá cuenta de
que le llevaría por lo menos un día. Así que empieza a AHORRAR todo lo
necesario para lograr su objetivo. Ahorar todo ello le supondrá otro día. Por
tanto empieza a AHORRAR también comida para dos días con el objetivo
de hacerse un arpón.

Si llegase otro Robinson a la isla tendría envidía de su arpón, de su riqueza


AHORRADA, porque toda mejora en nuestra calidad de vida necesita un
ahorro previo.

Si te fijas en tus ejemplos anteriores para todos hace falta AHORRAR


recursos, medios, infraestructura, como mínimo necesitarian tiempo de
planificación y ejecución, que es uno de los recursos más valiosos,
captación de clientes, red de contactos para los alquileres, un teléfono, un
medio de transporte, tiempo para desplazarte, seguros para los perros y para
las mordeduras de los perros, etc.
Si lo trasladas a la industria la necesidad de ahorro es mucho mayor por la
mayor complejidad de las actividades y porque realmente como se aumenta
la productividad es con la inversión en capital, lo que supone un ahorro
previo.

Podríamos pensar que un prestamo bancario para una máquina cosechadora


puede hacerse creando dinero, sin ahorro previo, ¿pero qué hay del
proveedor de cosechadoras?. Él sí ha tenido que ahorrar piezas, tiempo,
conocimiento, una nave de montaje, medios para subsistir hasta que cobre la
máguina, etc.

Víctor Says:
septiembre 4th, 2012 a las 22:06

dragontorch

¿Y el tiempo de ocio, consumo o trabajo al que se renuncia para fabricar


cestas, pasear perros, hacer de intermediario o diseñar un satélite no es
ahorro? Si renuncia a alimentarse o trabajar, usted deberá previamente haber
acumulado recursos para sobrevivir mientras se dedica a esas tareas.

R.Lopez Says:
septiembre 4th, 2012 a las 22:28

El tiempo es oro y el oro era dinero.Cuando hablamos de ahorrar siempre


pensamos en el dinero por que el tiempo no se puede guardar,por eso no
podemos perder ni un gramo de tiempo que es nuestra verdadera riqueza

freeman Says:
septiembre 4th, 2012 a las 23:13

La riqueza es abundancia de bienes.


Para que exista abundancia de bienes hay que invertir
Para invertir hay que ahorrar.
Para ahorrar hay que dejar de consumir.

dragontorch Says:
septiembre 4th, 2012 a las 23:49

Victor, R.Lopez, freeman, ManuelÁlvarez,


Una manera es conseguir otros bienes necesarios mediante ahorro contra su
propio trabajo, y otra, también válida, es conseguirlos mediante préstamo
contra una parte de los beneficios que obtendrá de su trabajo.

Creo que muchos están fijándose solo en la primera manera. Quiza porque
usamos el dinero como el primer beneficio inmediato en muchos casos.

Hay trabajos que permiten obtener beneficios a corto plazo, sin requerir un
periodo largo para llevarlos a cabo, o sin requerir que yo mismo tenga que
obtener primero bienes de capital o factores productivos para ello. Otro
ejemplo es revisar una lista de inventario, o etiquetar productos en un
supermercado, o dar clases particulares de matemáticas, cobrando por horas,
etc. Todo eso crea riqueza para otros y para mi.

De mis ejemplos, sacar a pasear las mascotas de otros no requiere mucha


planificación o factores productivos, que digamos, y se obtiene el beneficio
en cuestión de horas. Pero es más, yo podría incluso ofrecer a los
propietarios de las mascotas cobrarles solo un mínimo y reclamarles el resto
más tarde con un interés, asumiendo que un propietario es arquitecto, y
cobrara mucho dinero por diseñar una casa, pero le gusta gastar mucho día a
día, con lo que yo puedo renunciar a parte de mis beneficios y obtenerlos
cuando él cobre, aumentados. En este caso, el propietario de la mascota
disfruta a la vez de parte de mi riqueza y de mi trabajo, pero si se planifica
bíen y no dilapida demasiado, será capaz de pagarme el resto.

La riqueza no es el dinero, sino el valor que se añade a las cosas o las vidas
de otros. El tiempo es solo un bien más, escaso y por tanto susceptible de ser
economizado, no se puede ahorrar, solo emplear a medida que pasa.

Aversiahora,

Si, del juego de Spectrum viene, con lo que se hará una idea de la generación
a la que pertenezco.

No le discutiré que las cifras reales en algunos casos pueden ser tan
exageradas que todos pierdan, pero aún así, eso no exime de responsabilidad
a los depositantes “a la vista”, de vigilar por un mínimo estado saneado de
su banco. Especialmente cuando hay bancos centrales creados por los
estados que contribuyen, precisamente, a hacer muy difícil que los bancos no
quiebren junto con el estado.

josvazg Says:
septiembre 5th, 2012 a las 8:09

A ver esos ejemplos, descubramos todo el AHORRO que hay oculto en


ellos…

“Otro, ofrézcase a pasear perros y otros animales a sus dueños. Ha ofrecido


un servicio que se demanda, y obtiene riqueza a cambio.”

¿Y de donde saca el tiempo para pasearlos?


¿Tiene ya satisfechos la comida y el cobijo al menos para el primer mes o el
tiempo que sea hasta que pueda vivir solo de pasar perros?
¿Y de donde sale todo eso? alguien lo tiene que haber ahorrado, usted, sus
padres, la caridad, el contribuyente… alguien.

Los humanos tenemos la mala costumbre de COMER todos los días y


DORMIR por la noche, además somos muy vanidosos y también necesitamos
vestirnos… eso como mínimo.

Imagine una persona que vive en la calle, que lo ha perdido todo, que ya no
le quedan más ahorros ni patrimonio que su pequeño petate y que
seguramente no huela ya muy bien. No está aseado, no sabe que comerá hoy
ni donde dormirá. Propongale ese negocio, ¿cree usted que le hará caso?, e
incluso si se lo hace, ¿cree usted que sus clientes le contratarán “con esa
pinta”? Más vale que, por ejemplo usted, con su ahorro, le pague (o le
preste) una buena ducha, indumentaria nueva y dinero para comprarse los
primeros bocadillos de manera que pueda dar el pego hasta que su negocio
funcione.

“Otro más, busque demanda para la oferta de otros, como por ejemplo,
personas que quieran alquilar la casa de otro. Ha conseguido que se cierren
transacciones que de otra forma no se hubiesen realizado.”

Nadie discute que se haya creado riqueza, pero lo mismo del ejemplo
anterior, e incluso aumentado porque aquí pasa más tiempo aún entre que
realizas el trabajo y cobras por que se ha cerrado alguna transacción. Y
encima tienes que cubrir CON AHORRO aquellos trabajos que NO se
cierren en transacciones y no cobres por ellas.

“Otro más diseñe un nuevo satélite de comunicaciones significativamente


mejor que los que hay y, o bien vende el diseño, o funda una empresa que lo
fabrique.”

Aquí además de AHORRO para pagar tiempo, MUCHO TIEMPO, más que
en los otros ejemplos, necesitas AHORRO en CAPITAL HUMANO, Y
MUCHO. Quizá usted sepa diseñar satélites de comunicaciones, pero no
creo que haya nacido así. Yo por ejemplo no nací sabiendo programar en C,
por mucho que lo aprendiese antes del instituto.

¿De donde salen sus conocimientos en satélites?


Como mínimo de algunos libros y de tiempo para leerlos, ¿y quien paga esos
libros y ese tiempo? usted o sus padres o alguien.
¿Y de donde sale el taller de diseño con su mesa, su lápiz, su papel y sus
reglas (y seguramente muchas cosas más)? DE AHORRO que usted u otra
persona ha realizado previamente y que le proporciona a usted TIEMPO,
CONOCIMIENTOS o la INVERSIÓN INICIAL para su proyecto

“En todos los casos esta Vd. incrementando la riqueza, y Vd. no ha tenido
que ahorrar, solo ha puesto su trabajo.”

Queda demostrado que SI hubo ahorro, puede que no por parte de usted, pero
alguien tuvo que ahorrar algo siempre.

“De donde no hay no se puede sacar” y “no hay tal cosa como una comida
gratis” (esto ultimo de Milton Friedman creo).

Manuel Álvarez Says:


septiembre 5th, 2012 a las 8:21

Sigo pensando que tienes una visión sesgada y parcial del ahorro.

Ahorro no es únicamente atesorar dinero.

Incluso con tu ejemplo de paseador de perros habrás tenido planificar tu


actuación, calcular los pros y contras, ¿contratas un seguro de
responsabilidad civil o te arriesgas?, deberás echar manos de tu red de
contactos, unas llamadas, unas conversaciones, quizás diseñar carteles,
fotocopiarlos, pegarlos en las farolas, o buzonearlos. Deberás ahorrar
recursos, entre los que están también tu tiempo y esfuerzo, tu formación,
¿solo paseas o también adiestras? ¿qué ocurre cuando un cliente no llega
hasta las 11 de la noche? ¿Y si hay que visitar inesperadamente al
veterinario?…

Fíjate que incluso contemplas conceder crédito a tus futuros clientes… pero
lo harás en función del patrimonio que haya ahorrado tu cliente, de la
formación de tu cliente que le permita generar determinados ingresos, de la
trayectoria profesional atesorada por tu cliente, de su prestigio, en definitiva,
del CAPITAL económico, personal, profesional, humano de tus clientes.

No nos podemos engañar, crear dinero sin ahorro de riqueza previo, ya sea
raspando el oro de las monedas, imprimiendo dinero o tecleando ceros, solo
genera inflación.

Para generar riqueza se necesita CAPITAL (capitalismo) humano, técnico,


económico… y sobre todo tiempo en el que se sigue consumiendo recursos,
para lo cual hay que ahorrar previamente. El tiempo existirá sin ahorro y la
existencia el hombre, pero para que nosotros (míseros animales) lo podamos
ver debemos ahorrar para sobrevivir hasta que la riqueza se haya producido.

josvazg Says:
septiembre 5th, 2012 a las 8:33

“Una manera es conseguir otros bienes necesarios mediante ahorro contra su


propio trabajo, y otra, también válida, es conseguirlos mediante préstamo
contra una parte de los beneficios que obtendrá de su trabajo.”

No hay diferencia en realidad.

En el primer caso el ahorro es propio, en el otro es ajeno, explícito o


implícito.

Para que alguien te preste lo que necesitas para tu proyecto, una de dos:
1) O lo ha ahorrado esa persona explícitamente o
2) Alguien le ha prestado a ella lo que se te presta a ti, ya sea explícitamente
(que es lo que yo defiendo que se debe hacer) o de manera implícita y volátil
(que, si no ilegal, al menos es muy peligroso)

Segundo caso más en detalle.

Alguien le presta a usted para su proyecto, pero ese alguien no tiene ahorros
propios.

En su lugar ese alguien es, por ejemplo un banco. Ya para empezar


podríamos decir que ha tenido que AHORRAR para conseguir el “prestigio
y la credibilidad” de manera que la gente acepte sus pagares o promesas de
pago de manera que usted cuando las use pueda adquirir material o
herramientas, contratar personal, etc. Pero de momento obviemos ese tema,
digamos que no, que la gente es muy buena y cree en el banquero porque si,
de momento.

Si el banco está a 0 en reservas propias y no tiene en su haber ni depósitos ni


prestamos a plazo, el banquero NO le emitirá ninguna promesa de pago, por
mucho que crea en su proyecto. Sería tontería, cuando el primer comerciante
que le vendiese material o el primer trabajador quisiese cobrar, ¿con que le
pagaría el banquero?

Si el banquero tiene en su haber prestamos a 5, 10 y 15años, puede


emplearlos en su proyecto, que quizá sea de un plazo similar o inferior. Aquí
el ahorro es EXPLICITO por mucho que NI usted NI el banquero lo hayan
realizado, lo ha hecho el prestamista y el banquero tiene plena disposición
de el en el plazo dado.

Si el banquero tiene además muchos depósitos a la vista pero los prestamos


a largo (5,10,15 años) no cubren su proyecto a 20años más que
mínimamente, puede decidir arriesgarse y apostar por su proyecto
IRRESPONSABLEMENTE sobre la BASE DE AHORRO IMPLÍCITO de
los depositantes, presuponiendo que estos NO van a retirar sus ahorros
completamente mañana y, mientras no lo hacen, usted puede operar sin que el
balance del banco se vaya a la porra. PERO si mañana los depositantes se
reclaman o se llevan el 90% el banquero se arruinará y su proyecto se parará
(a no ser que se haya llevado el dinero del préstamo integro antes a otro
banco, aunque seguramente el baquero no haya sido tan tonto como para
ponerle toda la pasta de golpe y le habría abierto una linea de crédito en su
lugar)

El AHORRO siempre tiene que existir previamente, ya sea propio o ajeno,


explícito o peligrosamente implícito (es decir, no reservado y posiblemente
multiplemente usado en diversos proyectos a la vez), pero o lo hay o el
proyecto no arranca.

Cuando el ahorro no se reservó para el proyecto de manera explicita, antes o


después pincha la burbuja.

Bastiat Says:
septiembre 5th, 2012 a las 15:51

Tios…. Perdonad la familiaridad…. pero no se me ocurre otra forma de


empezar…….. GRACIAS.

Como no puedo participar tan intensivamente como vosotros me tengo que


pegar alguna que otra panzada a leer lo que aportáis, en este hilo y en
otros… Y he disfrutado.

Uno viene a aprender y a saber que le pueden enseñar. Para eso hace falta
humildad. Y cuando uno entiende ese pequeño mecanismo y que no sólo no
es malo sino que en muy bueno porque cuando aprendes, cuando eres capaz
de cambiar de opinión sólo puede ser porque alguien que opina distinto te ha
hecho ver que estas equivocado, que lo que pensabas aun siendo
aparentemente correcto podría estar uno en un error…. Y eso no puede nada
mas que ser bueno.

Y para eso hay que ser honesto. Honesto que aquellos que participan en el
debate, que aportan sus ideas, buenas o malas, inteligentes o mas toscas, con
mayor precisión o belleza literaria o menos pero que se viene a aprender y
sacar conclusiones.

Se apoyan todas, se leen. Se tratan de valorar en su justa medida y eso


enriquece mucho.

Hay algunos que lo tienen…. jod…. digo complicado. Pero allá ellos.
dragontorch Says:
septiembre 5th, 2012 a las 17:01

Josevaz,

Si necesita planificar para pasear al perro de los vecinos, mal vamos. Si se


pone en el caso mas legalmente complejo donde tenga que contratar seguros,
echar instancias, y otras zarandajas para pasear a unos perros, va a ser que
nada en este mundo se puede hacer sin su visión particular de ahorro. Más
que nada porque con su visión, TODO es ahorro. Especialmente si quiere
considerar el de las dos partes y no solo el de una.

Así que para Vd. la perra gorda. Hace falta ahorro para todo. Yo solo estoy
interesado en un subconjunto más modesto de ese ahorro suyo. Aquel que no
incluye lo connatural a las personas como el tiempo, la persona misma, etc.

josvazg Says:
septiembre 5th, 2012 a las 17:37

Dragontorch:

Yo no era el que necesitaba planificar ni hablaba de seguros para sacar a los


perros. Quizá se ha confundido.

Yo era el del ejemplo del vagabundo, alguien sin ahorros totalmente, para
que viera que estaba usted dando demasiadas cosas por supuestas. El hecho
de que yo esté ahora escribiendo estas lineas es porque tengo tiempo libre
gracias a que la forma con que me gano la vida, de momento, me lo permite.

Rebata si puede mis argumentos, no los de otros.


¿de donde saca el tiempo sin haberlo ahorrado usted o alguien para usted?
¿como es capaz de esperar hasta el primer cobro? ¿de que vive mientras?
¿no considera capital humano, que ha tenido que ser adquirido/ahorrado, el
hecho de haber aprendido a diseñar satélites de comunicaciones?

También me gustaría saber su opinión sobre la diferenciación entre ahorro


explícito e implicito.

Quizá no sean los términos más acertados, seguramente el profesor me podrá


corregir, pero veo claro que cuando NO se reserva realmente el ahorro
previamente al proyecto pueden hacerse promesas de pago multiples y
entonces aparecen los problemas, las burbujas, quiebras, etc.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 5th, 2012 a las 18:08

@ Dragontorch,

No es mio.

No soy tan inteligente como Bawerk.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 5th, 2012 a las 18:18

Bastiat, haciendo honor a su nombre.

Chapeau!

dragontorch Says:
septiembre 5th, 2012 a las 18:46

Josevaz,

No voy a tratar de rebatir sus argumentos, especialmente si se va a poner


purista con el ahorro, sólo de tener una discusión un poco constructiva.

* “¿de donde saca el tiempo sin haberlo ahorrado usted o alguien para
usted?”

El tiempo no se puede ahorrar, se emplea en una cosa o en otra, con su coste


de oportunidad.
Para pasear perros sólo tiene que dedicar unas horas.

* “¿como es capaz de esperar hasta el primer cobro? ¿de que vive


mientras?”

El primer cobro viene en unas horas, inicialmente no podrá comer tres veces
al día y dos platos y postre, pero hay gente que vive comiendo menos, y eso
es solo temporal.

* “¿no considera capital humano, que ha tenido que ser adquirido/ahorrado,


el hecho de haber aprendido a diseñar satélites de comunicaciones?”

Hay muchos modos de aprender cosas. El principio de las redes de


comunicaciones móviles se les ocurrió a personas que ni siquiera estudiaron
una carrera técnica.

* “También me gustaría saber su opinión sobre la diferenciación entre ahorro


explícito e implicito.”

No tengo ninguna, Vd. sabrá. Yo no hago tantas diferenciaciones ni soy tan


purista por quedar por encima en una discusión.

Los problemas aparecen, en mi opinión, cuando se hacen las cosas sin


prudencia, no cuando se hacen dentro de un orden, también sin ahorro.

Dicho esto, voy a emplear mi tiempo libre en cosas más productivas, que
creo que ya hemos repetido argumentos por tiempo suficiente.

Si alguien más quiere aportar algo nuevo a los préstamos bancarios, sera
interesante leerlo.

trilu Says:
septiembre 5th, 2012 a las 19:26

Hola a todos,

Comencé estos comentarios y por ahora soy el último que entra pero espero
no cerrarlo.
Es una pena que Rallo no haya participado pues nos hubieran venido
fenomenal sus comentarios. Este tema debe de ser muy difícil cuando dentro
de la propia Escuela Austríaca hay división de opiniones entre personas muy
formadas e inteligentes.
Yo soy solo aficionado a la economía y estoy encantado de asistir a vuestros
foros porque aprendo un montón.

Tratando de no perderme en aspectos técnicos o concretos intentaré sintetizar


algunas ideas.

El AHORRO y la inversión son la fuente más importante de mejora de la


productividad y por tanto de aumento de riqueza (si con menos esfuerzo
conseguimos mas bienes, aumentamos la producción y mejoramos nuestra
situación).

Pero el mero hecho de realizar un intercambio libre y voluntario YA CREA


RIQUEZA (aunque no necesariamente mejore la productividad) pues si se
dan tales requisitos, ambas partes solo realizan el intercambio si mejoran su
situación (que ESTO es ciertamente aumento de riqueza). Este plus de
riqueza se añade al que previamente hubiera sido creado mediante ahorro
para que existieran bienes que intercambiar. Se trata de una fuente mas de
riqueza: el comercio, que es un modo de reubicar la producción existente de
forma que MEJORE LA SITUACION de las partes.

Finalmente, la división del trabajo, el reparto de tareas para que las realicen
los mas “relativamente o comparativamente eficientes” también supone una
mejora de la productividad del conjunto “independientemente” de mejora
asignable a los ahorros necesarios.

trilu Says:
septiembre 5th, 2012 a las 19:38

Por otra parte, los bancos, o los inversores, mediante préstamos, arriesgan el
ahorro en aras de aumentar la producción futura. O simplemente adelantan
recursos, facilitan intercambios o el comercio, porque “confían” que en un
futuro, via beneficios, también mejorarán la producción.
El riesgo se vuelve sumamente peligroso cuando se ejerce una
SIMULTANEIDAD en el empleo de los mismos recursos por distintos
agentes.
Y eso sucede cuando hay descalce de plazos y cuando hay reserva
fraccionaria.
La clave es encontrar los procedimientos económicos que acoten ese riesgo
haciéndolo poco peligroso.
Parece claro que el abandono del patrón oro, la reserva fraccionaria, el
descalce de plazos, el monopolio en la emisión de dinero y la propia
existencia de los bancos centrales son factores que aumentan mucho el
peligro.

freeman Says:
septiembre 5th, 2012 a las 20:17

Bastiat

Comparto plenamente tu pensamiento, además yo soy de los que creen que


uno debe estar abierto a escuchar la opinión contraria porque podría
descubrir estar equivocado y eso no es malo ni es un signo de debilidad si
no todo lo contrario.

No se hasta que punto será cierto pero hace no mucho que vi una mini
conferencia sobre creatividad, en la que se decía que los niños no tienen
miedo a equivocarse y no ocurre lo mismo con los adultos porque el sistema
educativo estigmatiza al maximo el cometer errores.

trilu Says:
septiembre 5th, 2012 a las 22:41

A Victor, josvazg, freeman, manuel álvarez, dragontorch.


Por tanto, al hilo de mis comentarios anfitriones, esta claro que dragóntorch
no ha acertado con los ejemplos pero tiene razón.
El problema es que cuando en un intercambio económico intervienen mas de
uno, lo frecuente será que intervengan las tres fuentes de riqueza: ahorro,
intercambio y división del trabajo. Partimos del hecho de que trabajo y
naturaleza, las dos primeras fuentes de riqueza, ya se dan en la situación de
partida a mejorar.

Robinsón Crusoe nos sirve muy bien para separarlas:

Cuando esta sólo no puede intercambiar ni tareas, sólo puede ahorrar-


invertir para mejorar.
Si aparece alguien con quien comerciar, mejoran ambos más q si solo
ahorran.
Si además se reparten las tareas asumiendo cada cual aquellas en las que es
mas eficiente,
mejorarán más que sise limitan a ahorrar .
trilu Says:
septiembre 5th, 2012 a las 22:50

“q si se limitan a ahorrar y comerciar” quise decir.

De hecho los planteamientos keynesianos se apoyan en todas esas fuentes de


riqueza pero, para nuestra desgracia, penalizando la que más eficazmente
mejora la productividad de modo sostenido y perdurable: el ahorro

trilu Says:
septiembre 5th, 2012 a las 22:54

Perdón, quise decir “comentarios anteriores”

dragontorch Says:
septiembre 5th, 2012 a las 23:37

Tritu,

Todo lo que yo intentaba con mis ejemplos es mostrar que no todos los
agentes tienen que ahorrar para crear y obtener riqueza, mientras que Josevaz
cree (o dice) que todos tienen que haber ahorrado para obtener cualquier
riqueza.

Aparte de eso, creo que el descalce de plazos sí es malo, pero la reserva


fraccionaria, no necesariamente, depende de en que grado y a que riesgo.
Básicamente, el banco puede ofrecer medios de pago no respaldados por
ahorro presente, sino por beneficios futuros que se creen seguros (creo que
Rallo tiene un artículo o dos sobre el tema). También lo intento mostrar con
alguno de mis anteriores ejemplos, pero creo que predico en el desierto.
Seguro que se pueden poner ejemplos mejores técnicamente, pero yo
intentaba ir a la sencillez.

En cualquier caso, si que hay división de opiniones, y claramente Josevaz no


puede ni ver la reserva fraccionaria, creo que por los conceptos de ahorro
rígidos que tiene.

josvazg Says:
septiembre 6th, 2012 a las 9:41
“Todo lo que yo intentaba con mis ejemplos es mostrar que no todos los
agentes tienen que ahorrar para crear y obtener riqueza,”

Si es eso lo que decía, entonces estamos de acuerdo. No todos tienen que


ahorrar, pero alguien TIENE que HABER AHORRADO.

“… mientras que Josevaz cree (o dice) que todos tienen que haber ahorrado
para obtener cualquier riqueza.”
No. Obviamente, cuando estás solo como en el ejemplo de Robinson Crusoe,
no te quedan más narices que ahorrar tu.

Pero en una sociedad puedes pedir prestado el ahorro a otros, te lo pueden


proporcionar tus padres (dandote comida y cobijo mientras te formas y
acumulas tu capital humano aprendiendo a leer y escribir, matemáticas,
electricidad, satélites de comunicaciones, etc)

“Aparte de eso, creo que el descalce de plazos sí es malo, pero la reserva


fraccionaria, no necesariamente, depende de en que grado y a que riesgo. ”

En esto SI estamos de acuerdo, aunque no le parezca.

“Básicamente, el banco puede ofrecer medios de pago no respaldados por


ahorro presente, sino por beneficios futuros que se creen seguros (creo que
Rallo tiene un artículo o dos sobre el tema).”

En esto es en lo que diferimos, aunque solo por un tema de grados.

Yo creo que puedes traerte al presente parte de la riqueza futura para generar
dicha riqueza, pero no toda ni siquiera una parte mayoritaria. La mayor parte
de la inversión inicial debe estar respaldada por ahorro preexistente, en
forma de bienes hipotecados o reservados de alguna forma.

Las letras de cambio, por ejemplo, tienen el colateral de los bienes a vender,
las hipotecas tienen (o deberían) tener un colateral de lo hipotecado. Tiene
que haber algo presente y mayoritario con que apoyar el gasto inicial de la
inversión, si no no llegará muy lejos… a no ser que sea cebada por un Banco
Central, pero entonces lo que se está es detrayendo ahorro de otros, mediante
inflación, para dedicarlo a esos proyectos.
“Josevaz no puede ni ver la reserva fraccionaria, creo que por los conceptos
de ahorro rígidos que tiene.”

No, no es tan así, lo que no puedo es ver que los depósitos a la vista no estén
respaldados en el balance, al menos en su mayoría por oro, o bienes muy
líquidos, o promesas de pago solidas y liquidas o prestamos del banco a
terceros también a muy corto plazo.

Cuando un banco o caja hace esto es cuando acaba, antes o después, como la
CAM, CCM, Bankia, etc

josvazg Says:
septiembre 6th, 2012 a las 10:06

No es mi pretensión quedar por encima del debate, sino llegar a alguna


conclusión lógica y razonable.

Por ejemplo, en la primera parte del debate estuve buscando SIN EXITO un
comportamiento bancario actual que pudiésemos tachar de ilegal y así
quedar a salvo de los ciclos económicos como el actual.

No obstante, los argumentos de dragontorch y el video de la discusión sobre


banca libre y reserva 100% del profesor me convencieron de que no podía
ilegalizar los pagares, y por tanto tampoco ninguna de las practicas
bancarias.

Por que además no hay un punto concreto de ilegalidad, sino más bien un
grado de IRRESPONSABILIDAD una vez que empiezas a descalzar plazos
puedes ir desde “prudente” hasta el nivel “KAMIKAZE”, y eso distingue un
banco solvente, que corre riesgos razonables, de otro potencialmente en
quiebra, quizá animado por rescates externos del BC o los gobiernos en caso
de que le vaya mal.

En la segunda parte del debate no le logrado, por lo que se ve, hacer


entender que en toda inversión hay una parte de ahorro, que por lo general es
MUCHO MENOR que el valor o riqueza que se genera al final (si no sería
estúpido), y hace falta un tiempo para llevarse a cabo. Y ese tiempo, en
cierta forma, debe haberse ahorrado también, es decir, debe haberse
despejado de otras tareas que hubiesen cobrado prioridad y hubiesen
imposibilitado dedicarse al proyecto de inversión a los integrantes del
mismo.

Muchos de los bienes o servicios que adquirimos nos venden o hacen


ahorrar TIEMPO, como por ejemplo, la fruta cortada lista para consumir, los
platos precocinados, los robots de cocina o de limpieza que te permiten
cocinar en menos tiempo o dedicarte a otra cosa mientras el robot te pasa la
casa o cuando contratas ayuda en casa para planchar o limpiar mientras tu te
dedicas a cuidar de tus hijos (muy frecuente cuando trabajan madre y padre).

Así por ejemplo:

“El tiempo no se puede ahorrar, se emplea en una cosa o en otra, con su


coste de oportunidad.
Para pasear perros sólo tiene que dedicar unas horas.”
Cierto, pero si no tienes satisfechas tus necesidades esenciales de comida,
cobijo, etc el coste de oportunidad de dedicarte a OTRA cosa que va a
tardar más en darte frutos es demasiado alto para que te dediques a ello. TU
OCIO es demasiado caro para ti o NO has ahorrado para el, por ejemplo,
con una reserva de comida (o un préstamo o donación) que te permita
dedicar un rato a otra cosa que no sea buscar comida.

“El primer cobro viene en unas horas, inicialmente no podrá comer tres
veces al día y dos platos y postre, pero hay gente que vive comiendo menos,
y eso es solo temporal.”
En el caso de los perros todavía, pero en los otros desde luego que no. Sin
embargo, desde el caso del vagabundo además necesitas “aseo y
presentabilidad” para conseguir clientes.
Hay cosas que damos por hechas porque cuestan muy poco haberlas
ahorrado en nuestra sociedad actual aquí, pero no en otros países o en
ciertas situaciones más desfavorables.

“Hay muchos modos de aprender cosas.”


Y todas requieren tiempo.

“El principio de las redes de comunicaciones móviles se les ocurrió a


personas que ni siquiera estudiaron una carrera técnica.”
Siempre a gente que tenía tiempo libre porque otros trabajaban para el o
porque la comida y cobijo y otros temas los tenia resueltos de sobra con su
trabajo o su patrimonio propio o heredado.

Los primeros en estudiar y descubrir las ciencias fueron los griegos, gracias
a que el prospero comercio dejó ocio suficiente a unos cuantos en aquella
época.

Marqués Says:
septiembre 6th, 2012 a las 10:52

Si le sirve de consuelo, yo le he entendido perfectamente.

saludos.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 6th, 2012 a las 11:56

Yo creo que le hemos entendido casi todos (y desde el principio).

Más bien creo que sólo Dragontorch disiente, y no porque no lo entienda,


sino porque se resiste y limita su concepto únicamente a lo que le es útil para
su argumentación.

Bastiat Says:
septiembre 6th, 2012 a las 15:58

“Josevaz no puede ni ver la reserva fraccionaria, creo que por los conceptos
de ahorro rígidos que tiene.”

“No, no es tan así, lo que no puedo es ver que los depósitos a la vista no
estén respaldados en el balance, al menos en su mayoría por oro, o bienes
muy líquidos, o promesas de pago solidas y liquidas o prestamos del banco a
terceros también a muy corto plazo.”

Me puedes explicar ésto.

trilu Says:
septiembre 6th, 2012 a las 17:58

@josvazg, manuel, victor,marcos,freeman, dragontoch.


Algunos habéis preguntado si…
“¿Es posible crear riqueza sin ahorro previo?”
Más de uno habéis respondido que no.
Yo creo que si: mediante el comercio o mediante la división del trabajo, por
ejemplo. Pero el comercio reubica la producción mientras que el reparto de
tareas la aumenta.
Riqueza =/ producción.
Sin embargo,
¿Es posible “acumular” riqueza sin ahorro previo? Aqui, claramente, no.
¿Es posible invertir riqueza sin ahorro “previo”? Si: la creada sin “previo”
ahorro que he comentado.
Ahora bien,
¿Es posible invertir riqueza y a la vez consumirla? No.
Ese es el peligro.

trilu Says:
septiembre 6th, 2012 a las 18:27

Me explico:

Privarse de consumir algo nos permite ahorrarlo, acumularlo y


posteriormente invertirlo, o sencillamente atesorarlo. Acumular y atesorar
podrían ser sinónimos.

Privarse de consumir algo y directamente invertirlo no nos permite


acumularlo….¿hemos ahorrado?. Si ahorro lo entendemos como sinónimo de
privación de consumo…entonces sí.

Pero lo que parece claro es que no es factible consumir e invertir a la vez la


misma riqueza.

Otra aclaración:

2 personas que intercambian su producción de forma libre y voluntaria,


mejoran su situación. “Ambas” la mejoran, luego ha aumentado la riqueza
total sin aumentar la producción total.

josvazg Says:
septiembre 6th, 2012 a las 18:32
A Bastiat:

Reserva 100% o ausencia de Reserva Fraccionaria es que el 100% de los


saldos de los depósitos están como oro físico en algún sitio del banco, listos
para retirarse, quietecitos.

Sin embargo Reserva Fraccionaria puedes tenerla mejor o peor…

1) Puedes tener un 2% de los depósitos respaldados por oro (o dinero al


contado) y luego un 60% por pagares o letras de cambio a pocas semanas o
un mes y el 38% restante a pagares o letras de cambio o prestamos hasta 3 o
6 meses.

Esta Reserva Fraccionaria a mi me vale, porque:


- No hay descalce de plazos.
- El banco no quiebra porque los pagares, letras y prestamos que tiene son
muy líquidos y puede convertirlos “en pasta” (oro o dinero al contado) antes
de que el que le pide su dinero se queje demasiado.

Y luego puedes:

2) O puedes tener el 2% de los depósitos respaldados por oro/contado, el


23% por letras/pagares a corto y el 75% prestado en hipotecas… aquí estas
quebrado realmente,e aunque aún no lo sepas, y encima has metido un
montón de mierda en el sistema financiero que cuando petes va a dejar
huella.

josvazg Says:
septiembre 6th, 2012 a las 18:35

Miento, si hay algo de descalze de plazos en el ejemplo 1, pero es


“asumible”.

trilu Says:
septiembre 6th, 2012 a las 18:45

Perdonad,
he echo las aclaraciones anteriores porque a veces lo que nos enzarza en una
discusión es la falta de precisión en los conceptos, o los distintos
significados que cada uno atribuye a las mismas palabras.

Bastiat Says:
septiembre 6th, 2012 a las 20:07

Gracias Josvazg….

Con el punto 1 lo que me estas diciendo es que el porcentaje de prestamos


asumible para un banco, para garantizarse una cierta solvencia sin que tenga
que cobrarle al depositante a la vita por ello puede ser un 2% de coeficiente
de caja, y prestamos a corto o medio plazo. De igual que sean letras,
pagarés, créditos de funcionamiento o al consumo incluso, puesto que todos
ellos, aunque su liquidez no es exactamente igual son negociable en un
mercado secundario para obtener esa liquidez. ¿me equivoco?

Es decir….. El problema no es la RF sino el porcentaje de plazos a corto y


largo que tiene un banco de manera que su solvencia no que de
comprometida como sería el caso del punto 2 con el que todos estamos de
acuerdo…..

Todavía no sé que tienes en contra de la RF ni porqué no aceptar el hecho de


que lo importante no son las cuentas a la vista sino la gestión mas o menos
arriesgada en función de la existencia o no de un prestamista de último
recurso. Es decir…. Un Banco Central…..

Bastiat Says:
septiembre 6th, 2012 a las 20:16

Con respecto a 2. No estás quebrado. Estás en una situación de riesgo que


será efectivo en el momento en el que se retiren más del 25% de los
depósitos a la vista.

Estar quebrado es no poder hacer frente a los vencimientos no que pueda ser
que no puedas hacer frente a los vencimientos.

Manuel Álvarez Says:


septiembre 6th, 2012 a las 22:39

@ Trilu
Modestamente creo que no se puede crear riqueza sin ahorro previo.

Para comerciar alguien tiene que haber acumulado un remanente con el que
realizar la transacción. Las sociedades primitivas sólo han podido comerciar
cuando han podido dejar atrás una economía de subsistencia y han
almacenado alguna mercancia para intercambiar.

Decir que la división del trabajo aumenta la riqueza es como decir que la
inversión en capital aumenta la riqueza. Claro que la aumenta, pero son
consecuencia de un capital humano, técnico, económico generado y
capitalizado (ahorrado) por los agentes económicos.

Sinceramente, sólo puedo afinar tanto como tu si me limito al ámbito


personal de cada sujeto. Intentando tener una visión global de la economía
no lo veo.

@ Josvazg y Bastiat

Estoy intentando leer a marchas forzadas “Dinero, Crédito Bancario y Ciclos


Económicos” de Jesús Huerta de Soto, un verdadero Tratado sobre el tema
que os ocupa. Y ante la imposibilidad de acabarlo antes de que el debate
termine os dejo un fragmento:

“El principio de la exigencia de un coeficiente de caja del 100 por cien,


como materialización del elemento esencial de guarda y custodia en el caso
del depósito irregular de dinero, ha sido mantenido por la jurisprudencia
europea incluso hasta en el siglo pasado. Así, un fallo del Tribunal de París
de 12 de junio de 1927 condenó a un banquero por el delito de apropiación
indebida por haber utilizado, siguiendo la práctica común bancaria, los
fondos que había recibido en depósito de su cliente. Otro fallo del mismo
Tribunal, de 4 de enero de 1934, mantuvo la misma posición. Igualmente, y
al producirse en España la quiebra del Banco de Barcelona, el Juzgado de
Primera Instancia del norte de esa capital, ante la reclamación de los
cuentacorrentistas del banco que demandaban ser clasificados en la quiebra
como titulares de un depósito, dictó una sentencia en la que reconocía a los
imponentes como depositantes, y por tanto su carácter preferente de
acreedores de dominio. La sentencia se basó en que el derecho de los bancos
a hacer uso del dinero de las cuentas corrientes en metálico está
forzosamente limitado por la obligación de tener de una manera constante los
fondos de dichas cuentas a disposición del cuentacorrentista, por lo que esta
limitación legal en la disponibilidad impedía admitir que los fondos
depositados en una cuenta corriente pudieran ser considerados por el Banco
como de su exclusiva pertenencia.” (Dinero, Crédito Bancario y Ciclos
Económicos Pags. 16 y 17)

Y es que una cosa son los contratos de Depósito Irregular y otra los de
Préstamo de Dinero.

Altamente recomendable echarle un vistazo.

josvazg Says:
septiembre 6th, 2012 a las 22:42

A Bastiat:

Eso es lo que decía, no te equivocas.

No se si he entendido bien lo que comentas después.

El problema de todo esto es que hay que afinar mucho para que haya negocio
SIN correr riesgos excesivos a la vez.

Con Reserva 100% y sin Bancos Centrales tienes la ventaja de que, en


teoría, no te puedes equivocar. Pero pagas un alto precio a cambio, los
crecimientos económicos son más difíciles y la financiación y el crédito más
escasos, así como la tentación de saltarse esos límites y todo el esfuerzo que
hacer si se quisiese vigilar esa regulación.

Con RF (también sin BCs) estás apostando a que ciertas inversiones te harán
ganar dinero (y añadiran riqueza al sistema) mientras tus depositantes no
retiren gran parte de la pasta. Si lo hacen tienes que tirar de inversiones
antes de que maduren (venderlas a terceros con descuento o en el mercado
secundario) y necesitas fondos propios para absorber esas pérdidas.

Y si eres imprudente y te pasas con la RF descalzando plazos a lo bestia…


Si, no quiebras hasta que no puedes cumplir, pero es que inmovilizando
pasta a largos plazos estas cavando tu propia tumba y convirtiendo la
probabilidad de una retirada considerable de depósitos de muy baja a
prácticamente 100% en algún momento de los X años que estas apalancado.

¿Donde está la frontera entre una cosa y la otra?


Pues ese es el peligro, que al menos, para los legos en la materia como yo,
no está muy claro, hay que saber de contabilidad, solvencia y todo eso para
poder hacer los cálculos de riesgo adecuadamente.

A mi se me ocurre que, a ojo, no puedes descalzar un plazo con uno muy


superior, y nunca en su mayor parte. Es decir, los depósitos/prestamos a la
vista respaldados con dinero al contado en gran parte y luego pagares y
letras de cambios obre bienes en el mercado o prestamos a días, semanas y
pocos meses. Los prestamos recibidos a pocos meses con reservas,
prestamos a plazos parecidos y algunos prestamos a más largo plazo, pero en
minoría. Y los prestamos a largo, lo mismo con reservas, prestamos a plazos
parecidos. Y siempre haciendo uso también de pagares, letras de cambio y
bienes colaterales que apoyen las inversiones y prestamos.

E intuyo que puedes meter algo de multiplicidad de medios de pago en el


sistema, pero NUNCA a largo plazo, solamente a plazos cortos sobre la
seguridad de hitos y plazos razonables.

Por ejemplo, puedes apostar razonablemente a que la empresa X sacará al


mercado el producto x en 3meses, pero no apostar a que esa empresa va a
ser “la pera limonera” por un proyecto que está llevando a cabo a 15años
vista… en todo caso le puedes ir financiando hitos intermedios según todo
vaya viéndose bien.

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 0:51

@manuel
Los bienes de consumo suelen diferenciarse de los bienes de capital. Los
primeros proceden de los segundos (no todos pero sigamos). Estos
provienen del ahorro y la inversión.
Antes de intercambiar 2 bienes de consumo hemos necesitado un ahorro x,
materializado en dichos bienes.
Después del intercambio a aumentado la riqueza por el mero intercambio. El
ahorro
sigue siendo x. Ese “extra” de riqueza nace del intercambio, no del ahorro,
necesario pero no suficiente para explicarlo.
Análogamente para el mero trabajo:
Cuantas más horas pesque, más peces consigo, con el mismo capital (caña,
formación…etc) necesario pero no suficiente para explicar el extra de peces.
Otro tanto para la división del trabajo.
Son procesos de creación de riqueza por si mismos que se potencian y
complementan con el ahorro.
Podemos estirar mucho los conceptos y afirmar que todo esfuerzo supone el
uso de una energía previamente acumula y que todo aplazamiento del
consumo, minutos o segundos, es un ahorro pero entonces los conceptos no
nos servirían de mucho pues se solaparían en exceso…
Consumo y ahorro coincidirían, por ejemplo.

Bastiat Says:
septiembre 7th, 2012 a las 15:11

Bien, independientemente de lo que dice Huerta de Soto, que evidentemente


no puede estar de acuerdo con una reserva fraccionaria que no sea del 100%
hay que valorar el efecto que tiene tal situación en la economía.
Indiscutiblemente que el crédito aumenta a medida que aumenta el porcentaje
de dinero ahorrado que es prestado. Por eso, porque al aumentar el crédito
hay mayor actividad económica, lo que los Estados inciden en los tipos de
interés y es por eso por lo que regulan los coeficientes de caja….

Entonces la cuestión es ¿sin Banca Central y sin control de los coeficientes


de caja cual sería el panorama del crédito que se dibujaría? ¿Se crearían
burbujas, mas, menos, más intensas, menos intensas….?

En mi opinión teniendo en cuenta que es complicado hablar de las burbujas


del pasado, la de los tulipanes por ejemplo es de lo mas peculiar y no habla
mas que de la estupidez humana que de una deficiente regulación del sistema
de banca, por su lejanía y por lo reducido que era el mercado en aquel
entonces. Y no es posible hablar de burbujas actuales porque esas han sido
creadas, en muchas ocasiones aposta, con fines electoralistas a corto plazo,
Clinton de esto sabe mucho, y que actualmente estamos sin saber muy bien
cómo salir de ésta dependiendo de los objetivos que se quieran conseguir.
Unos apuestan por crear mas burbujas, como si los efectos que estamos
sufriendo no fueran suficientemente explícitos de lo que puede pasar, otros
apuestan por negar taxativamente los mecanismos que dicen que las crean.

Y aquí está la cuestión. Las burbujas las crean la expansión del crédito sin
ahorro. Pero ¿qué es la expansión del crédito sin ahorro? La única expansión
del crédito sin ahorro es la que crea el Estado con su intervención y
alterando el precio del dinero.

En un mercado libre y responsable, la RF seguiría existiendo, los


coeficientes de caja que cada banco asumiera y publicite para sus depósitos
a la vista serían síntomas de su salud financiera y los tipos de interés serían
el reflejo de un ahorro sano que busca dentro de las instituciones financieras
rentabilidades mas o menos seguras dependiendo de los productos que los
bancos propongan y las seguridades que obtengan.

No creo que en un mercado libre las burbujas se produzcan en la medida que


se están produciendo. Los bancos, como empresas, saben que quebraran si
no actúan bien y ello supondrá la perdida del capital de sus accionistas y la
cárcel para sus gestores…. Solamente eso haría que no se produjeran.

Insisto…… El ahorro siempre es la base del crédito. La RF, los depósitos a


la vista son ahorro. Es el riesgo de los bancos, de cada uno de los bancos, lo
que puede producir crisis bancarias y regularlo tiene que llevar aparejado el
no permitir coeficientes de caja peligrosos…. yo diría el 10% pero no sobre
las imposiciones a la vista sino sobre el porcentaje de prestamos a largo
plazo con los algoritmos que se consideren oportunos para acercarse a la
realidad del balance de los bancos. Y, sobre todo, el que los bancos no sean
salvados.

Pero como algo fundamental el no permitir a los Bancos Centrales el


manipular el tipo de interés ni la creación de moneda de la nada….

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:02

@josvazg y @Bastiat
Muy bueno vuestro debate. Básicamente estáis de acuerdo, creo, a parte de
distintas precisiones y preferencias.
Muy buena también la última idea del texto de JHS: “esta limitación legal en
la disponibilidad impedía admitir que los fondos depositados en una cuenta
corriente pudieran ser considerados por el Banco como de su exclusiva
pertenencia.” (Dinero, Crédito Bancario y Ciclos Económicos Pag. 17″
Si no lo entiendo mal se subraya la diferencia entre entregar dinero para
prestar y entregarlo para su “guarda y custodia”. En el primer caso el Banco
puede disponer, aunque no sea de su pertenencia. En el segundo, no es de su
pertenencia ni puede disponer excepto para algunas funciones explícitamente
contratadas.
Creo que eso pone el dedo en la llaga de la discusión entre Reserva y
Descalce.

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:04

Creo que en la escuela austríaca todos estarían de acuerdo en 3 cosas:


- Que el “interés” es la contraprestación para el prestamista por asumir un
RIESGO y una ESPERA, está dispuesto a INVERTIR con un riesgo
determinado y a NO CONSUMIR por un tiempo, poniéndolo a
DISPOSICIÓN AJENA (para un tiempo o un riesgo).
- Que el interés también funciona como un termómetro que indica al mercado
la disponibilidad de dinero para ser arriesgado y para diferir su consumo.
- Mientras que el plazo de espera es muy fácil de precisar el riesgo es muy
difícil de medir.
El Descalce emite una señal distorsionada al mercado sobre la
disponibilidad de la sociedad para la ”espera”.
La Reserva Fraccionaria emitiría una señal distorsionada sobre la aversión
al riesgo.
Riesgo y espera son conceptos distintos, relativamente separables. Por
ejemplo:
¿Me dejas 100 € para apostar en la ruleta?, ahora te lo devuelvo. Aquí hay
riesgo, muy alto, pero virtualmente no hay espera.
¿Me pagas el tabaco que no traigo efectivo?, mañana te lo devuelvo. Aquí
hay espera, muy precisa, pero no hay prácticamente riesgo.
Los Bancos serían los intermediarios financieros encargados de ajustar la
relación entre los distintos RIESGOS y ESPERAS de distintas personas.
Pero para ello debe de quedar MUY CLARO PARA TODAS LAS PARTES
si habrá riesgo o espera y en qué medida se quieren asumir.
Quien entrega dinero para su “guarda y custodia”, no quiere NI CORRER
RIESGOS NI INVERTIR. Tan solo quiere DIFERIR EL CONSUMO que le
permitiría ese dinero mientras lo mantiene a buen recaudo, SEGURO y a
DISPOSICION PROPIA y exclusiva para él. . Está claro que el Banco en
dicho caso debería cobrar al depositante, especialmente si gestiona pagos o
ingresos con dicho depósito.
En nuestro entorno INFLACIONARIO, donde el tiempo resta valor al dinero,
es raro que nadie se plantee así un depósito a la vista pues para eso le basta
una caja fuerte. Sin embargo eso sí tendría especial sentido en un contexto
económico DEFLACIONARIO, como el que aventura JHS
El DESCALCE de plazos supone un desajuste de las distintas ESPERAS,
aún en el caso de que las inversiones fueran perfectamente seguras;
simplemente el dinero no está CUANDO debe de estar.
LA RESERVA FRACCIONARIA, normativamente estipulada, supone dar por
sentado que siempre se quiere poner a disposición ajena una parte
determinada del dinero. En este caso se entienden los depósitos a la vista
como préstamos a brevísimo plazo (¿segundos?) renovables
automáticamente, mientras no se disponga del dinero. El depositante estaría
dispuesto a ARRIESGAR PERO NO ESPERAR.
O más precisamente, son préstamos SIN PLAZO COMPROMETIDO que
ponen el dinero a disposición AJENA (mientras en el depósito haya dinero
del que yo no disponga en ese momento). Evidentemente si el “ajeno” puede
disponer a un plazo COMPROMETIDO estamos entrando en una posible
espiral de RIESGO tanto mayor cuanto mayor sea ese plazo y el riesgo de su
uso. Y está claro que la parte “reservada” corre muchísimo menos riesgo,
que por eso se reserva, supongo.
Pero ¿qué conciencia tiene la gente de que arriesga su dinero en un depósito
a la vista? ¿qué conciencia tiene de la cuantía de ese riesgo?
¿Quién es el estado, el banco central, o simplemente el banco para decidir
cuanta parte de su dinero quiere arriesgar el depositante, sin contratarlo
explícita y particularmente con él?
¿Cuántos depositantes son consultados sobre la disponibilidad que quieren
dar a su dinero?
¿Sería bueno que el % de reserva fuese algo a convenir por las partes , lo
mismo que el interés y el plazo?
Yo creo que sí.
trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:15

@Bastiat,
De acuerdo en todo pero creo que sería mejor que la reserva también fuera
objeto de negociación y contrato y no solo de estimaciones generales hechas
por quien sea.
Creo que las burbujas seguirían produciéndose pues son fruto de la
inerradicable incertidumbre sobre el futuro unida a nuestra tendencia a tener
expectativas de futuro e invertir en consecuencia.
Además, por supueste de la también inerradicable estupidez humana.
Pero serían burbjas que explotarían mucho antes y no se generalizarían en
toda la economía con tanta facilidad.
Y eso ya es mucho.

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:28

Como estoy aprendiendo de economía por mi cuenta, igual he dicho una


tontería…pues ¿para qué negociar el % de reserva? , una parte del dinero se
contrata para “guarda y custodia” y otra para “depósito de liquidez”,
llamemosles así.
En fín, es una idea…acaso un depósito en el que se contrata el % de reserva
supone una simplificación que diera fluidez a los contratos y esos % serían
un índice complementario al interés y los plazos para medir la disposición
de la sociedad para el ahorro, la liquidez y la inversión…

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:31

Para intentar parametrizar riesgo y espera de forma aproximada pero


separada

Bastiat Says:
septiembre 7th, 2012 a las 16:50

Trilu… El ahorro es ahorro, a la vista o a plazo. El riesgo de depositar el


dinero en un banco no es diferente en ningún caso. Otra cosa serían otros
productos de ahorro como preferentes obligaciones… etc. etc. que suelen
llevar aparejados mayores tipos de interés que una mera imposición a plazo.

Pero el riesgo no depende del producto en los primeros casos, si no de la


solvencia del banco. Solvencia que queda comprometida cuando el descalce
de plazos acaba con su liquidez para hacer frente a los pagos que tenga que
realizar el banco. Y eso no es cuestión de normativa sino de la gestión del
banco.

Una vez dicho esto a de quedar claro que una cuenta a la vista es un depósito
que se hace en un banco a plazo de UN DIA para cantidades superiores a
3000€ en caso de retiradas en metálico y de al menos TRES en el caso de
transferencias a otro banco. Esa espera es la que paga el que el depósito no
nos cueste sino que nos permita usar al banco como gestor de cuentas de
gasto y otros servicios como tarjetas de débito gratuitas…. Reducir la RF a
100%, como has dicho, implica el tener que pagar por depositar mi dinero a
libre disposición en un banco como si fuera una caja fuerte.

Todo lo demás viene de suyo. Tu en el momento en el que eliges un banco se


supone que pactas las condiciones de tu cuenta aceptando las que tiene el
banco. Si eres un buen cliente puedes obtener mejores condiciones con lo
cual no hay que legislarlo simplemente estar en mejor posición que el banco.

el loco Says:
septiembre 7th, 2012 a las 17:16

Llegados a este punto creo que toca recapitular un poco.

¿No os da la impresión que la banca oculta el verdadero destino de nuestros


depósitos mientras se queda con una rentabilidad que no le pertenece?

Personalmente no estoy en contra de la RF ni del DP.

ESTOY EN CONTRA DE QUE SE HAGA SIN EL CONOCIMIENTO, LA


AUTORIZACIÓN Y LA PARTCIPACIÓN EN LOS BENEFICIOS DE LOS
VERDADEROS DUEÑOS DEL DINERO.

¿No es más honesto, más justo, más liberal, que sean los dueños del dinero
los que decidan cuanto fraccionar y cuanto descalzar los plazos?
Si quiero simplemente que mi dinero sea depositado con total liquidez me
darán un 0,00% de interés.

Si quiero prestarlo a un día y que sea invertido en renta fija me darán un


1,45% de interés.

Si quiero prestarlo a un día y que sea invertido en renta variable me darán un


2% de interés.

Si quiero prestarlo a 1 mes y que sea invertido en renta fija me darán un 3%


de interés.

Etc.

¿Porqué permitir y legitimar que el banco decida por nosotros qué hacer con
nuestro dinero, sin informarnos del riesgo que corre ni hacernos partícipes
de los beneficios?

Vuelvo a repetir la pregunta que le hacía (2 veces sin éxito) al Prof. Rallo
para que me la contestéis (si tenéis a bien):

¿No es en definitiva un problema de la consciencia del cliente bancario


sobre el hecho de que su dinero está siendo prestado y de la solvencia del
deudor? Es decir, existe legitimidad mientras las partes acepten los plazos y
valoren sus solvencias pero ¿que pasa cuando se multiplican los medios de
pago sin que el dueño de la riqueza (presente y futura) sea consciente del
préstamo, ni valore la solvencia (presente y futura) del deudor, ni participe
de las ganancias justamente, es decir, cuando se hace de forma automática
por la banca como en la actualidad?

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 17:25

@bastiat
Si te he entendido….tendria que matizar porque no estoy muy de acuerdo.
Pero luego, ahora no puedo.

trilu Says:
septiembre 7th, 2012 a las 17:43
@Bastiat.
“El ahorro es ahorro, a la vista o a plazo. El riesgo de depositar el dinero en
un banco no es diferente en ningún caso”
¿?
para el ahorrador, su ahorro es ahorro, a ala vista o a plazo…Si eso está
claro.
Pero lo que se discute es la disponibilidad de dicho ahorro por parte de
otras personas.
Si mi banco es mi “caja fuerte”, la disponibilidad es nula. El riesgo existiría
pues el banco puede robarme o disponer del dinero ariesgándolo sin mi
permiso.
Si el Banco lo presta, y yo estoy de acuerdo, hay mas riesgo pero yo lo
asumo.
LUego sigo, chao.

trilu Says:
septiembre 11th, 2012 a las 7:58

Sólo añadir que la solvencia del banco compromete la devolución del dinero
que se le ha prestado
Y creo que cuando se le confía la custodia es porque no se quiere correr
riesgo alguno. Si el banco dispone de ese dinero comete un delito, excepto
para los pagos u otras operaciones que se le hayan
contratado.
Ahora bien, supongo que actualmente se sobreentiende que ningún depósito
es para la custodia del dinero excepto que así se indique, en cuyo caso el
banco te cobra.

alberto Says:
noviembre 3rd, 2012 a las 17:01

Pero no os dais cuenta de la incoherencia de la base de vuestros


razonamientos….el agregado de lo micro no es lo macro…así por mágia…
ceteribus paribus…las decisiones no son las mismas y las necesidades de
unos y otros, en ambos estadios de poder económico. Alguien se ha
planteado la racionalización económica…que el fallo de esto es que vivimos
en el futuro y a crédito basados en espectativas y en función de información
futurible…etc
José Manuel González Says:
marzo 1st, 2013 a las 13:17

En mi opinión, este artículo defiende una solución muy poco eficiente basada
en que cada ahorrador sólo pueda financiar proyectos productivos
completos, de principio a fin; lo que equivale a desmontar el sistema
productivo moderno constituido por muchas etapas consecutivas financiadas
por distintos ahorradores.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 1st, 2013 a las 13:45

No, un ahorrador puede financiar el activo circulante de una empresa; otro


puede financiar parte de un proyecto interno a más largo plazo, etc. Lo que sí
plantea es que un ahorrador a corto plazo no financie inversiones a largo
plazo. Si eso es “eficiente”, entonces “eficiencia” sería equivalente a mala
inversión y mala asignación de recursos.

José Manuel González Says:


marzo 1st, 2013 a las 13:58

Eso equivale a decir que toda inversión en empresas de bienes de capital


crea descoordinación; puesto que estas empresas no producen bienes de
consumo y sólo podrán devolver el préstamo si llega ahorro en el futuro que
compre sus productos y financie la siguiente etapa productiva.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 1st, 2013 a las 14:50

Que los plazos y los riesgos no puedan cuadrarse con absoluta precisión (al
igual que no puede cuadrarse con precisión el tipo de producto ofrecido con
la previsión de demanda) no significa que puedan descuadrarse
absolutamente. Siempre habrá un cierto descalce de plazos y de riesgos que
el sistema capitalista puede absorber por cuanto la provisión de ahorro no es
absolutamente rígida, pero desde luego un sistema económico como el
descrito por la estructura productiva hayekiana de Precios y Producción
sería enormemente inestable, como el propio Rothbard reconoce en el MES:
cualquier cambio en el comportamiento de cualquier capitalista (por
modificaciones en su preferencia temporal,en su percepción del riesgo, en su
perspectiva de ganancias, etc.), lo hundiría.

El hecho de que una estructura productiva pueda obtener financiación de


ahorradores a corto plazo para sufragar inversiones muy alejadas del
consumo la puede terminar convirtiendo en una estructura muy frágil. El caso
típico es el de invertir en bolsa los ahorros que vas a necesitar en un plazo
de dos o tres meses: no es nada recomendable hacerlo porque a corto plazo
nada te garantiza rescatarlos por su nominal. Si todo el mundo lo hiciera, el
precio de las acciones subiría, se podrían hacer ampliaciones de capital y la
economía se capitalizaría más, pero previsiblemente terminaríamos en un
desastre económico como el actual.

José Manuel González Says:


marzo 1st, 2013 a las 17:04

Con plazos “calzados” no habría un mercado para los bienes de capital,


éstos no tendrían precios y la economía colapsaría.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 1st, 2013 a las 17:11

No. Si una empresa alejada del consumo que se dedica a vender cada año
sus bienes de capital a otros empresarios se financia con fondos propios y
esos fondos propios son de unos ahorradores que no los necesitan para el
corto plazo, tienes plazos calzados y tienes precios de mercado.

José Manuel González Says:


marzo 1st, 2013 a las 20:16

Pensaba que llamabas “descalce” a comenzar un proyecto productivo sin la


financiación suficiente para culminarlo en forma de bienes de consumo.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 1st, 2013 a las 23:26

Al final el descalce sí es eso, lo que no significa que todo descalce sea


insostenible, pero sí que va acumulando desequilibrios. Pero es que los
fondos propios proporcionan un tiempo de espera ilimitado a la empresa
hasta que culmine la venta de los bienes de consumo futuros. La cuestión es
que la estructura de financiación de toda la economía (tiempo de espera y
riesgo que desean asumirse) no sea inferior al tiempo y riesgo de
maduración de las inversiones.

José Manuel González Says:


marzo 2nd, 2013 a las 15:31

En tu ejemplo de antes, ¿qué empresa está financiada por fondos propios y a


largo plazo, la que vende o la que compra?

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 2nd, 2013 a las 22:47

La que vende y, según lo que tarde en transformárlos en bienes de consumo,


también la que compra.

José Manuel González Says:


marzo 3rd, 2013 a las 22:42

Pues no le veo sentido. Si otro capitalista renuncia al consumo y me compra


bienes de capital que fabrico, no veo ningún motivo para que yo tenga que
seguir renunciando al consumo también.
Y mi empresa de bienes de capital, aunque disponga de financiación
ilimitada, la mantendré funcionando mientras que sea rentable y no encuentre
otro negocio mejor; para mi es en todo momento irrelevante cuánto tiempo
tardan mis productos en llegar al consumo. De hecho, es muy probable que
yo ni siquiera sepa a qué distancia del consumo está cada producto que
vendo (ej. fabricante de tornillos). Y si mi empresa pierde dinero, lo mejor
será que la cierre cuanto antes.
Los créditos que piden las empresas de bienes de capital son por un plazo de
tiempo que no tiene ninguna conexión con el tiempo que tardan los productos
que fabrican en llegar al consumo, de modo que calzar esos plazos con los
que ofrecen los ahorradores no veo cómo influye para que no se fabriquen
bienes demasiado alejados del consumo. Yo puedo pedir un crédito a un año
porque voy a hacer un trabajo de investigación durante un año, y loa plazos
están calzados aunque mi investigación no llegue al consumo hasta dentro de
20 años.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 3rd, 2013 a las 23:02
Mercadona rota cuatro veces al año su capital (cada tres meses recibe unos
ingresos equivalentes a todo su activo). 1. ¿Crees que sería
prudente/sostenible que se financiara con 100% de deuda a tres meses? 2.
¿Por qué crees que no lo hace? 3. Si lo hiciera y lo consiguiera, ¿crees que
sería distorsionador para la coordinación económica general o que habría un
exceso de ahorro imprudente e insosteniblemente inmovilizado en esta
actividad económica?

En suma, que una empresa recupere a corto plazo su inversión en bienes de


capital merced a las ventas a otro capitalista, no significa que ambos no
deban estar financiados a largo plazo, pues el segundo capitalista se subroga
en la posición de iliquidez del primero y si el primero quiere reinvertir en su
mismo negocio, quizá necesite una cierta seguridad a la hora de saber que
puede esperar para vender su mercancía (que si no la vende en el plazo
previsto, no tiene por qué suspender pagos).

José Manuel González Says:


marzo 5th, 2013 a las 2:53

Pues yo creo que es tu artículo el que sugiere que Mercadona haría bien
financiándose con deuda a 3 meses, ya que así estarían calzados los plazos
de los préstamos con la distancia de la empresa al consumo.
Yo opino que los plazos de los créditos no tienen que tener ninguna relación
con la distancia de la empresa al consumo, sino con la capacidad de la
empresa para garantizar (dentro de lo razonable y con cierto margen de
seguridad) el pago de sus deudas. Esto es, precisamente, lo que justifica que
digamos que Mercadona no sería prudente si se financiase con deuda a 3
meses. Pero creo que tampoco hay motivo para que yo necesite un crédito a
20 años para poner en marcha un proyecto de investigación para el largo
plazo, si lo voy a terminar en 1 año y vemos que para él hay demanda en el
mercado.
¿Es el liberalismo una ideología al servicio de los empresarios?

Reti Says:
febrero 17th, 2013 a las 23:39

¿Podría explicar algo más sobre el tema de las patentes, doctor? Yo creo que
pueden ser una garantía a la I+D ya que como no se puede copiar una patente
hay más estímulos para investigar y perfeccionar la tecnología de los
productos.

Pero no soy experto ni mucho menos en el tema.

Una pregunta: en México el IVA puede ser útil para muchas empresas porque
tienen un período de tiempo relativamente largo para disponer del dinero
que obtienen de los consumidores, antes de entregarlo al fisco, así que
muchos grandes industriales apoyan el IVA. Por lo menos aquí.

No sé si en España sea posible lo mismo. Me gustaría saberlo.

Chema Says:
febrero 18th, 2013 a las 8:20

Comparto mucho de lo que dices, pero tus ideas llevan inevitablemente a la


desaparición del Estado (yo estoy de acuerdo en eso) y al crecimiento del
poder corporativo (en eso nos diferenciamos). Un poder corporativo por
encima de cualquier otro grupo de poder (los simples ciudadanos) no traería
nada bueno al grupo más débil (los ciudadanos).

Fernando Says:
febrero 18th, 2013 a las 10:47

No sé a cuento de qué viene hablar de paranoia o de conspiranoia cuando lo


cierto es que muchas veces los empresarios conspiran precisamente para
presionar al estado para conseguir proteccionismo o subvenciones. Lo que
contradice, claro está, la afirmación de que el liberalismo siempre beneficia
a los empresarios.

Juan Says:
febrero 18th, 2013 a las 10:57

Chema, el estado no tiene por qué desaparecer. Su cometido sería velar por
el funcionamiento y el cumplimiento de las reglas del estado de derecho, que
es la base de la igualdad de oportunidades y de la convivencia pacífica.

Un modelo que, bajo la premisa de la defensa de la libre competencia,


estableciera reglas que impidieran la creación de poderes corporativos.
Todo lo contrario a la actual modelo legislativo que parchea y favorece a
unos sectores en detrimento de otros.

ERS Says:
febrero 18th, 2013 a las 12:41

Creo que el artículo se enfoca bien cuando habla de la dicotomía expresada


en el concepto de “problemas de agencia”. Dicotomía ontológica entre
Accionista y Empresario. O usted creo que dice, entre Capitalista y
Empresario. Luego tal problemática deriva en su escrito, en la dialéctica
entre Empresario y Liberal. De modo que durante la exposición se ha
producido una derivación de la dialéctica entre personajes: de la antítesis
Capitalismo-Empresario a la del Empresario-Liberal. Esto me produce
confusión. Pues en el camino parece haberse producido un desfase de
personajes. Creo que este desfase en la exposición tiene que ver con la frase
que dice a mitad del texto:
“los liberales tuviéramos que defender militantementelos intereses de
empresarios y capitalistas, colapsaríamos víctimas de un cortocircuito
esquizofrénico…”
Todo parece indicar que esa esquizofrenia del liberal (como pensador) es
fruto precisamente de la confusión entre dialécticas antes citadas y de su
deriva a lo largo del razonamiento. Pero humildemente creo, que la
esquizofrenia se produce en un nivel epistemológico en el interior mismo del
concepto de Capitalismo. Esquizofrenia entre dos conceptos del Capital que
tienden claramente a diverger, como por ejem, anecdótico los problemas-de-
agencia entre Accionistas y Empresariado.
Un saludo, profesor.
ERS

ERS Says:
febrero 18th, 2013 a las 12:50
Quiero decir que el tema está aquí:
“incluso dentro de la economía global, los intereses generales de unos
capitalistas pueden estar enfrentados a los de otros capitalistas (por ejemplo,
cuando escuchamos que los especuladores se están cebando con las acciones
o con la deuda de una empresa, es evidente que los intereses de los
especuladores están absolutamente contrapuestos a los de la empresa contra
la que especulan).”
A mi modo de ver, esa es precisamente la esquizofrenia ontológica del
Capitalismo escindido en dos lógicas: la líquida y la gaseosa.
ERS

juan Says:
febrero 18th, 2013 a las 17:07

S. Rallo

Sus gigantescos conocimientos de las virtudes del capitalismo van siempre a


la par de su desconocimiento acerca de sus miserias. No vea en las críticas
que se le hacen al capitalismo a enemigos de la libertad sino un bonito
espejo donde se muestran que no todo es oro lo que reluce. Le invito a
abandonar una temporada la perspectiva de un aula e introducirse en las
verdaderas entrañas de lo que tanto le causa admiración. Quizás llegue a la
conclusión de que un capitalismo fuerte requiere de unos poderes públicos
fuertes.

Más allá de la perspectiva del empresario-aventurero-héroe la lógica del


capitalismo se asemeja bastante a la evolución de un cáncer. El típico
empresario de los inicios del capitalismo se saltaba todas las fronteras
habidas y por haber, aplastando por todos los medios posibles a los
competidores, infiltrándose en todos los rincones de la sociedad para
maximizar su beneficio y seguir expandiéndose (metástasis), sin miramientos
de ningún tipo y proyectándose hacia lo internacional para seguir
acumulando poder a cualquier precio. Claro, le fastidian las legislaciones
que coartan su desarrollo aunque el resto de la sociedad y toda la comunidad
científica del mundo diga otra cosa. ¿Nos molesta que legislaciones en
materia sanitaria controlen la calidad de nuestro producto o que
legislaciones laborales nos digan lo que tenemos que hacer respecto a la
salud laboral de nuestros trabajadores? No pasa nada, compraremos a los
políticos para que defiendan nuestros intereses, o mejor, eliminEmos el
Estado y la política para que la única legislación válida sean los principios
de nuestro negocio. Al igual que el cáncer, resulta curioso que la
megalomanía del capitalista tenga su punto y final cuando se da cuenta que el
sacrificio de todo lo que se le oponía y de todo un planeta al que ha agotado
acarrea también su propia muerte.

Al capitalismo le falta la conciencia de una unidad mayor y más completa,


por eso no está demás que el Estado con sus funcionarios y que todas las
instituciones públicas, ONGS, colectivos sociales, sindicatos, amigos
internautas o cualquier particular se lo recuerde de vez en cuando. No son
sólo ignorantes de las virtudes del empresario (como creen los liberales),
también observan la realidad desde un lado que el capitalista se niega a ver,
quizás porque si lo contemplara lo más probable es que no hicieran tanto
dinero. Necesitamos pues al despiadado y cancerígeno empresario para
disfrutar de todos los productos del supermercado pero también al que lo
controla y lo somete a la más feroz crítica. Esto sí que es un auténtico
equilibrio natural.

Alamein Says:
febrero 18th, 2013 a las 22:23

“Un modelo que, bajo la premisa de la defensa de la libre competencia,


estableciera reglas que impidieran la creación de poderes corporativos.
Todo lo contrario a la actual modelo legislativo que parchea y favorece a
unos sectores en detrimento de otros.”

Justo lo que dicen los liberales. Basta de usar al estado como apoyo para los
empresarios:obligar a estos a la libre competencia. Es increíble la
ignorancia de lo que es el liberalismo más elemental.

“¿Nos molesta que legislaciones en materia sanitaria controlen la calidad de


nuestro producto o que legislaciones laborales nos digan lo que tenemos que
hacer respecto a la salud laboral de nuestros trabajadores? No pasa nada,
compraremos a los políticos para que defiendan nuestros intereses”

Justo lo que los socialdemocrátas no entienden: ¿¿¿Donde porras esta el


estado que se pone de parte de los más débiles cuando los más fuertes ponen
los billetes sobre la mesa???

Y sin embargo siguen, erre que erre: el estado es el defensor de los pobres.

(Ja ja ja).

Y no entienden algo tan simple como que los empresarios son antiliberales
por definición: quieren competencia para los demás, pero para SU PROPIO
negocio quieren subvenciones, proteccionismo, prebendas y todo el apoyo
que sólo el estado les puede dar. Y es natural que hagan así: están
defendiendo sus intereses.

La pregunta de perogrullo entonces es: ¿Esos intereses están representados


por el liberalismo?

Iñaki Says:
febrero 18th, 2013 a las 22:24

Juan:

ONG: Organización No Gubernamental. O sea, que no es estado, y no va en


contra del espíritu liberal.

Colectivos sociales, sindicatos etc., no tendrían por qué tener nada que ver
con el gobierno, y son cosas que tampoco van en contra del espíritu liberal.
Que en España algunos sindicatos tengan poderes especiales concedidos por
el gobierno, eso ya creo que no es liberal, y en mi opinión, está relacionado
con los niveles de paro tan altos que tenemos.

Podrías explicar cómo ese empresario megalómano del que hablas, es capaz
de hacer crecer tanto su empresa en un entorno liberal, si no es reinvirtiendo
todo su dinero, y consiguiendo ofrecer el mejor servicio del mundo a los
consumidores y clientes? Exactamente qué daño le estaría haciendo a nadie?
No habría más bien que hacerle una estatua? Acaso no estaría dando mejor
trabajo que el resto y haciendo la vida mejor a millones de personas.

La siguiente frase no la tienes argumentada. Dices:

“o mejor, eliminEmos el Estado y la política para que la única legislación


válida sean los principios de nuestro negocio.”

Un empresario sin la ayuda del estado, se ve obligado a hacer las cosas


mejor que cualquier posible competidor de todo el mundo, si quiere
sobrevivir… y ese no es un panorama muy atractivo para el que se quiere
lucrar por el camino fácil. Cualquier empresario bien establecido, prefiere
que el gobierno aumente el proteccionismo, y complique la regulación, para
así dificultar la aparición de competencia para su negocio.

Freeman Says:
febrero 18th, 2013 a las 23:02

Este articulo desmonta la mayor falacia que para mi existe hoy día en contra
del liberalismo y es por un lado confundirlo con corporativismo (estado que
subvenciona y privilegia a empresas) y por otro lado no entender que es un
libre mercado (competencia en calidad y precio para complacer al
consumidor, donde el empresario que no lo logra asumirá sus propias
perdidas)

Javier Pérez Says:


febrero 19th, 2013 a las 10:13

Juan, el crecimiento de las empresas en libre competencia más que un cáncer


con metástasis, yo lo veo como un complemento vitamínico, se introduce, se
expande por el riego sanguíneo y produce beneficios en las células que lo
necesitan.
Si te crees que MacDonalds, Microsoft o Facebook provocan un daño
cancerígeno, piénsalo otra vez. Gracias a MacDonalds hay gente poco
cualificada que escoge libremente trabajar allí a cambio de un salario mejor
que su alternativa: ya sea paro o eslomarse recogiendo arroz.
Gracias al “monopolio” que tenía Microsoft tenemos un progreso
tecnológico y una miríada de empresas tipo Apple, Android….etc
ofreciendo cada vez más y mejores productos.
Y gracias a Facebook tenemos muchas redes sociales mejorando sus
servicios y comunicando gratis a miles de millones de personas. ¿A qué
cáncer te refieres?. ¿O es mejor un monopolio estatal como el que tenía
telefónica a prácticamente comunicarnos gratis?.
Todos los “daños cancerígenos” que producen las empresas se suelen deber
directa o indirectamente a la intervención del Estado, a que no se encuentran
en un entorno libre.
Pon algún ejemplo de “cáncer” y verás como se cumple. Si no hay refutación
posible será que tienes razón, y no tendré problema en renegar del
capitalismo (entendido como la acción empresarial en un mercado libre).
El mejor control que se le puede poner a una empresa es la que establecen
los consumidores y las empresas competidoras.

juan Says:
febrero 19th, 2013 a las 16:34

No se me ha leído por completo. Para mí es necesario el capitalista héroe o


despiadado, tanto da, como una constelación de organismos públicos y
privados que lo sometan. Lo que ya me resulta sorprendente es que alguien,
en su defensa fanática de un modelo, no vea las miles de iniciativas
empresariales que a lo largo de la historia han provocado todo tipo de
desmanes y problemas de salud a los ciudadanos. Cuánto costó que las
tabacaleras entraran en cintura. Si mañana un ciudadano tuviera un problema
importante debido a un producto o servicio de una multinacional que le ha
causado un estrago que vaya preparando la chequera porque le va a costar
años y un dineral el pleitear. Por eso la gente se asocia y lleva a cabo
denuncias comunes. Negar el poder que tiene una empresa para tapar,
sabotear, estafar,…es ser simplemente un ingenuo. Puedes crear un producto
maravilloso y enriquecerte o puedes usar el laberinto de subcontrataciones y
legislaciones ambiguas para construir casas con vicios de obra y el inquilino
no tener en el futuro a quien exigir responsabilidades por una vivienda mal
construida. Es la naturaleza humana. Entender esta naturaleza lleva a
defender el libre mercado para que se liberen todas las energías creativas de
la sociedad, pero también entendemos que debe haber organismos públicos
imparciales y eficaces que velen porque no llegue uno y aplique aquello de
coge el dinero y corre. La salud de los trabajadores y ciudadanos, su
dignidad, el respeto a la naturaleza y el planeta y tantas cosas que se le
escapa al capitalista porque este sólo piensa en su bolsillo está en juego se
apostamos todo a lo mismo. El Estado es necesario.

Freeman Says:
febrero 19th, 2013 a las 16:43
Juan

El liberalismo no defiende la falta de leyes, reglas ni justicia.

Precisamente si hay funciones para el estado esas son la justicia y seguridad


ciudadana y poco más.

SEPE Says:
febrero 19th, 2013 a las 17:20

@Juan

Juan en lo referente a las tabacaleras si tan malo es el tabaco (no fumo, me


repugna) no se a qué tarda el Estado en cerrarlas, en prohibir el tabaco, en
vez de tontear que si en los bares no se fuma, que si en estos sitios
tampoco… imponiendo anuncios en las cajetillas de pulmones destrozados,
etc. Pero claro, como lo prohíban… CUANTA RECAUDACIÓN VÍA
IMPUESTOS PIERDEN??

Por otro lado, dices de meter en cintura a las empresas frente a posibles o
daños que produzcan a personas… Para ello existe la justicia no? Si cada
vez que salgo de mi casa mi vecino me infla a leches y yo no hago nada…
Tonto soy o masoca… Si una empresa me produce algún daño, tendré que
denunciarlo??

Otra cosa, qué está más limpio la calle o tu casa? La calle: zona pública. Tu
casa: zona privada. Dónde hay más animales en un coto de caza o en un
monte libre? Si los cazadores quieren seguir cazando en un coto no tienen
más remedio que cuidar la fauna. Vivo al lado de una zona de sierra y qué
casualidad que lo que esta vallado y es privado está muchísimo más cuidado
y con más animales que lo que es de propiedad pública, por qué sera? Hace
tiempo en la 2 vi un reportaje de una empresa de papel y tenia un bosque
privado, oye… en la vida había visto tanta concentración de arboles y en un
entorno muy muy natural, donde permitían a la gente pasear y hacer camping
y disfrutar del paraje. Y por qué lo cuidan?? porque como agoten los arboles
se quedan sin negocio!!

El Estado es necesario, no creo en los anarquismos, pero no al tamaño actual


que se mete hasta en la sopa. Un conocido agricultor contrató a jornaleros,
con seguridad social eh! y como no contrato como la Administración pública
de turno dice le clavaron 6 mil euros. Ya ni con seguridad social puedes
contratar…

Juanlu Says:
febrero 19th, 2013 a las 19:08

@juan

Es precisamente la falta de imparcialidad de los organismos públicos


susceptibles a sobornos, acciones conjuntas de grupos de presión, intereses
personales de sus trabajadores, corrupción, etc. lo que provoca todo tipo de
desajustes. Lo único que podría mitigar esa situación es un fuerte estado de
derecho, seguridad jurídica y una justicia independiente que vele por su
cumplimiento. Algo de lo que nuestro actual modelo de estado adolece
completamente.

En cuanto al tema del medio ambiente, coincido con Sepe en que los
derechos de propiedad privada generan una mejora en el cuidado del
entorno. Aunque aquí admitiría por supuesto una colaboración pública en
términos de reglamentación jurídica, que no intervención política, para su
cuidado y sostenibilidad.

En cuanto a la explotación de los recursos naturales debemos reflexionar


sobre algo. En la história reciente de nuestro país hemos vivido una época
de crecimiento económico artificial. Se gestaron varias burbujas en el tejido
económico de la nación debido a la intervención conjunta del poder político
y de las bancas centrales. Esto es profundamente antiliberal. Durante el
desarrollo de dichas burbujas hasta que han reventado, hemos visto cómo se
han dilapidado muchos recursos naturales que de otro modo, sin dicha
intervención, no deberían haber sido consumidos, al menos de momento. Por
poner un ejemplo, el parque inmobiliario deshabitado y en construcción que
no se acabó, ¿cuántos ladrillos, cemento, metales, etc. han utilizado para
nada? Para colmo dentro de un par de años veremos cómo se derriban
muchos de ellos sin que hayan sido utilizados, (aunque haya mucha gente en
la calle), simplemente para que ese mercado vuelva a estabilizarse. Y será
aún peor puesto que sigue la intervención para minimizar la pérdida de la
banca con la creación de la SAREB por ejemplo. La banca… El sector más
intervenido y más antiliberal que existe actualmente puesto que no opera
dentro de un mercado libre, sino profundamente regulado, con prebendas y
de forma monopolista a través de entidades como el BCE.

Por cierto. Soy la persona que hizo el cuarto comentario. Me llamaré Juanlu
a partir de ahora para diferenciarnos.

Un saludo.

Alamein Says:
febrero 19th, 2013 a las 22:08

No has leído el artículo de Rallo por completo. Exactamente lo mismo que


dices tù que te han hecho a tí.

“Y es que, como digo, no es ni mucho menos cierto que todos los


empresarios o que todos los capitalistas salgan permanentemente
beneficiados de un mercado libre y, por tanto, no todos ellos –ni siquiera una
mayoría– defenderán los principios del liberalismo, o no lo harán en todo
momento”.

¿Leíste,Juan?

“En realidad, el mercado libre sólo beneficia a aquellos empresarios o


capitalistas que sean capaces de invertir adecuadamente su capital para
satisfacer, mejor que el resto, las cambiantes necesidades de los
consumidores… y sólo mientras sigan siéndolo: se trata, pues, de un entorno
bastante incierto, hostil y mutable en el que pocos empresarios se sienten
permanentemente confortables. Lo que la gran mayoría de empresarios
desearía es que el Estado les garantizara su acotada parcela de actividad,
sus beneficios mínimos anuales y otro tipo de canonjías que les permitieran
disfrutar de la vida sin quebraderos de cabeza. Si los liberales estuvieran al
servicio del empresariado, sus principales reivindicaciones consistirían en
exigir al Estado regulaciones y gastos que maximicen el lucro empresarial.
Pero es justamente al contrario: reclaman derogar todas esas regulaciones y
gastos públicos que tan lucrativos resultan para cierta casta corporativa.”

O sea, legislar para la libre comptencia y no para las grandes empresas.


“Precios garantizados, subvenciones o rescates”

No nos gustan. A los empresarios sí. ¿Leíste, Juan?

“Barreras de entrada al mercado”. A los empresarios les gustan. A nosotros


no. ¿Leíste Juan?

“Aranceles y otras barreras proteccionistas”. Hasta el Keynesiano de


Samuelson admite que el arancel es el padre del monopolio. Pero a muchos
empresarios les gustan los aranceles porque así no compiten con los
productores extranjeros. A nostros no nos gustan. ¿Leíste Juan?

“Crédito artificialmente barato.” Es decir con una reserva fraccionaria tan


baja que el sistema colapse por prestar dinero que nadie ahorraba realmente.
A los empresarios no les molestaba. A nostros sí. ¿Leíste Juan?

“Planes de estímulo y obra pública”. Una cosa no se le pude negar al plan E:


y es que muchos empresarios amiguetes del gobierno se forraron con eso.
Los contribuyentes españoles y los parados no. Por eso no nos gustan.
¿Leíste Juan?

Alamein Says:
febrero 19th, 2013 a las 22:14

Y por cierto los liberales defendemos una legislación que proteja los
intereses del INDIVIDUO no de las grandes empresas públicas que en
nombre del SACROSANTO BIEN COMÚN como ellos lo llaman legisle
“en intéres general” claro, como el que interpreta el bien general es el
estado, ya sabemos que esperar en cuanto se da carta blanca para pisotear
los derechos individuales.

Y como las grandes empresas son uña y carne del gobierno (¿Quién le paga
las campañas electorales a los políticos? Es raro que los que creen que el
estado es el defensor de los pobres nunca se pregunten eso) pues el gobierno
siempre va a interpetar como “interés general” lo que esas grandes empresas
digan.

¿Y que se opone a todo eso?


Una legislación basada en los derechos del INDIVIDUO.

¿Y quién defiende eso?

Acertaste: los liberales.

juan Says:
febrero 20th, 2013 a las 0:40

La acción humana es mucho más compleja y llena de matices de lo que aquí


se vende. Esto que tanto se ha usado para defender que el Estado no puede
estar en todo y es más eficaz que todo sea provisto por la iniciativa privada
también nos lleva a pensar en lo contrario cuando analizamos el tema en
profundidad (o lo hemos vivido en carne propia). Y esas subvenciones,
barreras arancelarias, proteccionismos varios y demás quizás son necesarias
en momentos puntuales y en una situación política internacional. Porque
evidentemente no podemos partir del hecho de que todo el mundo tiene que
ser libre para nosotros serlo. Desgraciadamente gana la partida aquel que
dispone de mayor número de armas. Y siento decir que el Estado es una de
ellas. Cuando lo ocupa todo es malo pero cuando ocupa su lugar es muy
buena.

Coeficiente de reserva y patrón oro. En la nueva época hay otros parámetros


pero en el modelo que hasta ahora ha funcionado quien se atreviera a hacer
algo así condenaba a su país a la bancarrota. Siempre tendrá ventaja el que
tuviese un modelo más flexible a nivel crediticio (aunque al final implicara
el colapso – DE TODOS al mismo tiempo). La otra opción hubiera
implicado menos deuda y ladrillo, sí, y también menos crecimiento,
oportunidades, inversión, felicidad, conflictividad social, no entrar en el
euro, no hacer nada, no pintar nada,…la bancarrota. Cada momento tiene su
manera de hacer las cosas.

Víctor Says:
febrero 20th, 2013 a las 9:42

Y he ahí juan defendiendo las burbujas especulativas porque supuestamente


su alternativa, el crecimiento basado en el ahorro, es peor. Otra tanda de
burbujas especulativas para salir de la crisis.
Juanlu Says:
febrero 20th, 2013 a las 9:49

Juan, olvidas la infalción asociada al sistema fiduciario que va en detrimento


del ahorrador individual pero que beneficia enormemente a las grandes
corporaciones entre ellas el sistema financiero centralizado. A través de ella
te roban tu esfuerzo y tu trabajo en aras de ese proteccionismo internacional
al que haces referencia y que sólo beneficia a los intereses de la coalición
político-financiera.

Hay muchos modelos de gestión de la crisis que se diferencian bastante de lo


que hemos hecho nosotros y han dado mejor resultado. Por ejemplo el de los
países nórdicos y los del Báltico.

Alamein Says:
febrero 20th, 2013 a las 14:29

“La acción humana es mucho más compleja y llena de matices de lo que aquí
se vende.”

¿Me puedes explicar cuáles? Estoy de acuerdo contigo en que es mucho más
compleja de lo que se puede concebir: de hecho eso mismo es lo que Mises
decía, y Hayek aclaraba que era una fatal arrogancia querer controlar la
acción humana. Pero me gustaría que hablaras con menos vaguedades: ¿Que
puntos concretos son los que en tu opinión resultan más complejos de lo que
aquí se vende? Porque si no lo puedes precisar…mal vamos. Me gustaría
que precisaras y concretaras.

Si puedes, claro.

Si no puedes, pues lo dices y ya está.

“Y esas subvenciones, barreras arancelarias, proteccionismos varios y


demás quizás son necesarias en momentos puntuales y en una situación
política internacional”.

Bueno, eso mismo decía Hazlitt; que puede haber algunos casos puntuales y
situaciones en que pueden estar justificados al menos de momento. Y mira
por dónde; Hazlitt era liberal.
Nuevamente llegamos a lo mismo: ¿Me puedes precisar cuáles son en tu
opinión concreta y exactamente esos “momentos puntuales” (que tú no
explicas en que consisten) y cuál es en tu opinión esa “situación política
internacional” a la que aludes? Porque tampoco dices cuál sería. Me gustaría
que dejaras de lado las vaguedades y concretaras.

Si puedes, claro.

Si no puedes, pues lo dices y ya está.

“Desgraciadamente gana la partida aquel que dispone de mayor número de


armas. Y siento decir que el Estado es una de ellas. Cuando lo ocupa todo es
malo pero cuando ocupa su lugar es muy buena.”

Eso mismo es lo que predica el liberalismo: bienvenido al mundo liberal.

“Coeficiente de reserva y patrón oro. En la nueva época hay otros


parámetros pero en el modelo que hasta ahora ha funcionado quien se
atreviera a hacer algo así condenaba a su país a la bancarrota”.

¿Me puedes explicar por favor lo del “hasta ha funcionado bien”? Porque si
a ti te parece que ese modelo hasta ahora ha funcionado bien, (¿Con la de
bancos que han quebrado? ¿Con la burbuja inmobiliaria? ¿Con los rescates a
los banqueros con el dinero del contribuyente y no con bail-in? ¿Con los
millones de parados que nos gastamos por aquí? ¿Con la de impuestos que
nos cobran y los servicios que nos dan a cambio? ¿Con el país entero
pidiendo rescate? ¿Y con la que nos tiene preparada la Merkel a cambio de
la pasta que nos va a dar para el rescate…en los términos que ella nos va a
poner? ¿Y sin que tengamos más opción que aceptarle las condiciones,
porque no tenemos mucho de donde elegir?) pues entonces usted está en una
postura en la que las evidencias lo tienen sin cuidado, y en ese caso, ya no
puedo ayudarlo.

Mira lo que son las cosas; yo cuando salgo a la calle oigo decir que ya
somos un país en bancarrota. ¿Y tú? ¿Este es el sistema que “hasta ahora ha
funcionado bien” para ti?

“Siempre tendrá ventaja el que tuviese un modelo más flexible a nivel


crediticio (aunque al final implicara el colapso – DE TODOS al mismo
tiempo).”

Sin comentarios.

“La otra opción hubiera implicado menos deuda y ladrillo, sí, y también
menos crecimiento, oportunidades, inversión, felicidad, conflictividad
social”

¿Me puedes decir dónde ves el crecimiento tú? ¿Te parece que se
aprovecharon las oportunidades de inversión? ¿Me puedes decir dónde ves
tú la “felicidad”? ¿Y me puedes explicar si te parece que hemos conseguido
apuntarnos el tanto de reducir la conflictividad social con las políticas
económicas que hemos seguido?

Porque vamos, si te parece que un aspecto positivo en el haber de esas


políticas económicas es reducir la conflictividad social…

“no entrar en el euro, no hacer nada, no pintar nada,…la bancarrota. Cada


momento tiene su manera de hacer las cosas.”

¿Me puedes decir en que lugar has leído que el doctor se oponga al euro? Si
estuviéramos en la peseta tendríamos una inflación colosal. En ese sentido el
euro, mal que bien, por lo menos ha servido un poco de freno al empeño de
los gobiernos de gastar sin límite. Sobre lo de no hacer nada y no pintar
nada, pues sólo puedo decirte que hay mucha diferencia entre proponer no
pintar nada y proponer que el gobierno pinte cada vez menos y los
ciudadanos pinten cada vez más. Esa es la diferencia. Y el liberalismo
propone lo segundo.

“Cada momento tiene su manera de hacer las cosas.”

Eso mismo digo yo. Caramba hombre, si en eso estoy de acuerdo contigo.
Pero, por favor… ¿Me puedes explicar porqué te parece a ti que aquí se hizo
lo que se tenía que hacer en su momento?

aversiahora Says:
febrero 21st, 2013 a las 17:07
Alamein destaca esto que ha escrito Rallo: “En realidad, el mercado libre
sólo beneficia a aquellos empresarios o capitalistas que sean capaces de
invertir adecuadamente su capital para satisfacer, mejor que el resto, las
cambiantes necesidades de los consumidores… y sólo mientras sigan
siéndolo: se trata, pues, de un entorno bastante incierto, hostil y mutable en
el que pocos empresarios se sienten permanentemente confortables. Lo que
la gran mayoría de empresarios desearía es que el Estado les garantizara su
acotada parcela de actividad, sus beneficios mínimos anuales y otro tipo de
canonjías que les permitieran disfrutar de la vida sin quebraderos de
cabeza”

Esto y de acuerdo con todo, pero me gustaría precisar una cosa: no sé


cuántos empresarios hay en Ex-paña… Si contamos los autónomos, ¿cuántos
suman? ¿4 millones? ¿5? No es nada contra el voto de 32 millones de
personas. El problema es que los empresarios acostumbran a tener
trabajadores y la suerte de la mayoría de los trabajadores corre pareja a la
de su empresario. Por tanto, si un empresario cierra por “no saber satisfacer
(…) las cambiantes necesidades de los consumidores”, sus trabajadores se
van a la calle. Lo cual significa que, no una persona, sino varias se
encuentran sin poder “disfrutar de la vida sin quebraderos de cabeza”. Y ahí
sí que están los votos.

Nadie quiere quedarse en el paro con 40, 50 o 55 años y que le digan que se
ponga a estudiar para recolocarse en otro sector profesional para satisfacer
“las cambiantes necesidades de los consumidores”. Nadie quiere tener dos
hijos en el colegio y que le digan que, a partir de ahora, empiezas de cero en
tu nuevo trabajo de 700€ al mes. Yo esto puedo entenderlo. Podemos montar
una sociedad que dé estabilidad a la gente, eso sí, pagando el precio de ser
más pobres. Lo que no se puede es tener estabilidad para unos y 50% de
paro para otros. No se le puede pedir a la gente que compita si aquellos
contra los que tiene que competir están blindados de las consecuencias de
perder la competición.

En ese texto de Rallo (que recuerda Alamein y que yo repito) cambiad


“empresarios” por “trabajadores” y veréis cómo todo se entiende mejor. Es
más, cambiad la tercera persona del singular por la primera y,
probablemente, se entienda aún mejor.
Algún malvado me preguntará: ¿y cuál es la solución, entonces? Y yo, que no
soy tan malvado, pero sí más pretencioso, contestaría: ¿Solución? ¿Quién ha
dicho que las cosas tienen solución?

(Esa ha sido una buena frase de cierre… ¿Habéis visto? Escurridizo y


pretencioso).

Javier Perez Alvarez Says:


febrero 21st, 2013 a las 19:57

Es buena tu reflexión aversiahora, estoy de acuerdo en que se dice muy fácil


lo de recolocar y redirigir los esfuerzos productivos. En la práctica estás
condenado, pero yo supongo (porque no soy economista) que en un sistema
de libre mercado hipotético, ayudaría la gran flexibilidad laboral y
(supongo) que la competencia por contratar trabajadores haría mejorar los
salarios. También hay q tener en cuenta que en un sistema muy capital
intensivo, con una sociedad ahorradora, los bienes de consumo tienden a
bajar en su precio, por lo que el salario real sería mayor, con 700 euros, mas
poder adquisitivo. Yo creo que en paises con mas libertad economica los
trabajadores salen ganando, menos paro y más renta per cápita. También
pienso que los mecanismos de mercado para buscar “cierta” estabilidad son
mas eficientes. (Por ejemplo sistemas de capitalizacion de pensiones versus
sistema actual)
Algún economista lo podrá refutar con argumentos mejores y más técnicos
pero al menos a mi me has hecho reflexionar. Un saludo.

Alamein Says:
febrero 21st, 2013 a las 20:20

@aversiahora: Excelente contribución. Yo sólo añadiría algo más: que


parece que aquí la gente se cree que cuando un empresario pone al personal
de patitas en la calle porque ha quebrado esta cumpliendo el sueño dorado
de todo empresario: “Que feliz soy al final puedo despedir a todo cristo
porque he quebrado”. Y no, no es broma; es que realmente lo creen. Y así
nos va.

mok Says:
febrero 24th, 2013 a las 19:37
El liberalismo y el comunismo tienen algo en común; sobre el papel
funcionan a la perfección.

Bastiat Says:
febrero 24th, 2013 a las 20:01

Mok… en eso tienes razón… La cuestión es que en la práctica, el


liberalismo es enormemente superior al comunismo o a cualquier forma
edulcorada como la socialdemocracia.

Carlx Says:
febrero 25th, 2013 a las 4:27

Mok tienes razón, el papel todo lo aguanta.

La realidad del capitalismo y de los estados de derecho liberales es la que


es y es sobre lo que la gente discute todos los días porque evidentemente no
funciona.
El capitalismo de estado Chino tampoco parece que vaya a tener un gran
futuro.

En cuanto al comunismo pues es discutir por discutir, ya que a día de hoy no


ha existido ningún modo de producción comunista, quizás lo más parecido
hayan sido las sociedades primitivas cazadoras recolectoras humanas.

PD – Yo entiendo por comunismo lo que sus ideólogos, la filosofía, la


sociología y las ciencias políticas entienden por comunismo. La deformación
ahistórica, burda y falsa del mismo por parte de la escuela austriaca me
interesa lo mismo que al resto de escuelas y ciencias sociales, o sea nada.

Freeman Says:
febrero 25th, 2013 a las 10:46

Troll a la vistaaaa !!

vender plata Says:


febrero 25th, 2013 a las 18:42

Vaya la verdad es que es un tema que produce escalofríos a mucha gente,


pero luego les escuchas hablar y les dices, eso que piensa y dices , se
conseguiría solo y exclusivamente con una propiedad privada de verdad y
una desregulación de los mercados.
saludos

pinganillo madrid Says:


febrero 25th, 2013 a las 18:50

Nunca mejor dicho;


“El liberalismo no es pecado”
jejeje

mok Says:
febrero 25th, 2013 a las 19:49

Ya que parece que el liberalismo es la solución a todos los males de la


economía, basándome en los 5 punto que expone el autor del artículo, me
gustaría que algún liberal me explique como el liberalismo soluciona los
problemas que se me plantean:
1- Precios garantizados, subvenciones. Eliminamos el estado y las
subvenciones, ¿pero como evitar que las empresas pacten precios entre
ellas, especialmente en recursos imprescindibles como el trigo o los
combustibles?
2- Barreras de entrada en los mercados. ¿Que mecanismo impide a una
empresa predominante en el mercado alterar los precios a la baja para
impedir que una empresa naciente se asiente en el mercado?
3 – Aranceles. ¿Llegaría ser cualquier producto español competitivo sin
aranceles? ¿Equiparamos la libre circulación de mercancias con la libre
circulación de personas?
4- Credito barato. Encarecer el crédito, aparte de a los rentistas, ¿beneficia a
alguien mas?
5- Si las grandes infrastructuras (las necesarias) no las construye el estado,
¿quien lo hará?

Freeman Says:
febrero 25th, 2013 a las 20:27

1 Si pactan precios eso es una oportunidad para un tercero de entrar en el


mercado a precios más baratos.
El mercado libre tiende a eliminar monopolios, uno inventa algo nuevo y
rápidamente es copiado por otros que quieren ganar. Esto ha ocurrido desde
el primer individuo que descubrió el fuego.

2 Si una empresa vende muy barato, por ejemplo Amazón y su Kindle lo


tiene a precio de coste y se financia con la venta de libros, eso es un
beneficio para el consumidor.

3 La libre competencia beneficia al consumidor, sea el producto español o


chino o de donde sea, lo que conlleva a una mejora de calidad y precio, si el
precio es más barato eso supone un aumento de sueldo al ciudadano, pues
con el mismo salario puedes comprar más cosas.
Cada empresa buscará competir en el producto,lugar y sector donde
considere que puede
cubrir la demanda de un mercado. (El consumidor siempre manda)

4 El crédito en una banca libre no privilegiada y sin bancos centrales


manipulando los tipos de interés, dependen del ahorro, si la gente ahorra
mucho habrá crédito barato, tipos de interés bajos, el banco tiene más dinero
para prestar, si la gente no ahorra el crédito será más alto.

5 Que el estado construya ciertas infraestructuras no es problema siempre y


cuando esas infraestructuras correspondan a la demanda ciudadana. Lo que
ocurre es que el estado no juega con dinero propio si no que lo hace con el
de los demás que encima se les ha quitado a la fuerza (impuestos) y por lo
tanto eso les permite el lujo de emprender proyectos desastrosos, como
aeropuertos que nadie utiliza. La diferencia con la empresa privada es que se
juega su propio capital y si el proyecto es nefasto tiene que asumir sus
perdidas, por lo tanto se cuidara mucho de cubrir la demanda.

La gente es sensata en su economía privada y estúpida en la publica porque


no es su dinero y no recibe las consecuencias de sus actos.

mok Says:
febrero 26th, 2013 a las 17:08

Freeman, no has respondido satisfactoriamente a ninguna de las cuestiones


que planteo.
1. Puede entrar un tercero si tiene acceso al bien de consumo y es capaz de
distribuirlo con un precio competitivo, lo cual no siempre es posible. Si no
hay regulación al respecto ¿ como se evitarían los abusos ?
2. A día de hoy, quitando sectores estratégicos, las empresas son libres de
fijar el precio que les venga en gana, y el consumidor se beneficia de ello,
pero si esta empresa se convierte en monopolio ¿ en que nos beneficiaremos
como consumidores ?
3. Pongamos un sector en el que España despunta a nivel mundial, la
agricultura bajo plástico. No recibe subvenciones si no tenemos en cuenta
las que pueda recibir cualquier empresa; contratación, mejora de
instalaciones, i+d… Este sector mantiene a miles de familias, y pesar de ser
una refecencia, sin aranceles ni cuotas de importación no sobreviviría. ¿En
que nos beneficiamos si este sector desaparece?.
4. Si, vale, establezcamos el dinero en su valor real…¿y a mí, que pago la
hipotéca religiosamente y un crédito para levantar un negocio, en que me
beneficia que me suban el tipo de interés?
5. Ya, pero la carretera a mi pueblo, donde viven 200 personas en medio de
la nada ¿quien la mantiene?

Si, claro, la gente es sensatísima, por eso en España todas las empresas
funcionan maravillosamente, no existe la deuda privada, ni la morosidad, ni
los desahucios…

Freeman Says:
febrero 26th, 2013 a las 22:30

1 El liberalismo no es falta de reglas ni normas ni justicia, el liberalismo


defiende la protección frente al daño de unos individuos a otros y prohíbe el
uso de la fuerza para atacar a otros salvo para defenderse.

Si alguien no puede entrar en el mercado es o porque no tiene capital


suficiente, con lo cual necesita ahorrar o porque no ha conseguido encontrar
un producto en mejor calidad y precio que el existente.

Sabe usted que Google no fue el primero que entró en el mercado de


buscadores ? Como lo hizo?

El único que mantiene monopolios es el gobierno dando privilegios a


determinadas empresas y entorpeciendo a base de impuestos y regulaciones
absurdas que alguien pueda crear su propio negocio.

2 Si has leído antes. Me temo que no. Es que eso no es lo que ocurre
normalmente en un mercado libre. Es al revés uno saca algo innovador se
puede decir que en ese momento tiene un monopolio y rápidamente otros
copian el producto o hacen uno similar y compiten, ocurre hoy en día incluso
sin ser el mercado lo libre que debiera la primera tele el primer móvil hasta
el primero que descubrió el fuego.

Si una empresa tiene más presencia en el mercado libre es porque los


consumidores así lo quieren. El iphone de apple ya no está tan destacado
como hace años porque ahora tiene muchísima más competencia y si se
duerme en los laureles un día la gente dejara de comprar sus productos, así
de sencillo.

3 Tu puedes dedicarte a subvencionar a quien quieras incluso puedes


contratar a miles de personas a hacer agujeros para despues taparlos. Que
ocurrirá después? Que tienes familiaa enteras viviendo a costa del dinero de
otros haciendo cosas que no son productivas. El problema lo has creado tu y
además el dinero que le quitas a unos para dárselo a otros ya no es empleado
por aquellos a los que se lo has quitado ni en montar negocios ni en
comprarle un producto al de la tienda de al lado.

De verdad quieres seguir destruyendo empleo en el sector privado para


mantener lo público?

Puesto que el problema se ha creado a base de subvenciones (lo cual


también es una forma de comprar el voto) habría que liberalizar y bajar
impuestos para que sea más fácil cambiar de un sector a otro.

4 El problema de la burbuja viene de la manipulación del dinero un dinero


publico donde los tipos de interés no se corresponden con el ahorro si no
que lo dicta el banco central. El banco central bajo los tipos de interés
cuando no estaba ahorrando la gente, lo que provocó que muchos se lanzaran
a proyectos a largo plazo como la construcción de pisos. Que ocurre cuando
se lanzan a construir casas pero la gente no esta ahorrando para ellas? Pues
ya sabes el resultado
Imagino que a lo mejor también quieres que el precio de la vivienda no baje,
como tu tienes una hipoteca. No?

El tipo de interés en una banca no privilegiada depende de si la gente ahorra


más o menos como ya te he explicado.

5 Yo no estoy a favor de eliminar al estado y listo como ya te he dicho si esa


construcción se corresponde con una demanda real entonces sera buena
construcción aunque existen otras alternativas al estado muchas veces
mejores.

Te refieres a las empresas a las que sablan a impuestos a gente que no le


queda más remedio que trabajar en negro si quiere ganar algo o te refieres a
las empresas subvencionadas por el estado con nuestro dinero donde luego
se colocan los políticos.

Y de todas formas lo publico me obligan a pagarlo y no puedo hacer nada si


es un proyecto nefasto, el empresario que no este subvencionado sin
embargo si le va mal lo paga él no yo.

Y por cierto, sí que respondí a tus preguntas.

Freeman Says:
febrero 27th, 2013 a las 0:57

Un detalle que no falte el gobierno le quita el dinero a unos para darselo a


otros y mientras se lleva una comisión por medio (importante)

Freeman Says:
febrero 27th, 2013 a las 9:42

Otro detalle que se me ha escapado.

La carretera de tu pueblo donde viven 200 personas.

Esas 200 personas no están pagando solo por el mantenimiento de su


carretera el estado les obliga a pagar por esa carretera y por todas las que no
utiliza.

Por si no te has dado cuenta, no existe nada gratis. (Otra gran tomadura de
pelo a la que nos adoctrinan desde pequeños)

Kaly Says:
marzo 4th, 2013 a las 11:35

Buenas, no crees que en un país liberal ( tal y cómo propones) no deberían


existir aranceles, para otros paises que no tengan las mismas reglas que este
que proponemos? ¿El libre comercio con estos, no nos perjudicaría? Gracias

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 4th, 2013 a las 13:26

No, comprar más barato de lo que pueden producirlo internamente tú nunca


nos perjudica.

Raznado Says:
marzo 7th, 2013 a las 23:47

Quitando el profundo asco que me da escribir en un sitio liberal te voy a


escribir las no pocas memeces que dices:
1. Sí, el liberalismo está al servicio del gran empresario. Esto es obvio
cuando vemos quien financia los grandes lobbies liberales norteamericanos.
2. Defender el concepto de propiedad privada no tiene nada que ver con que
defendéis también al gran empresario… falacias simples no por favor.
3. Si te gusta tanto lo privado por qué estudiaste en la pública? Vas a
devolver el coste de tu educación?
4. La economía es una compra de productos y servicios, qué ofreces tu que
no esté en cualquier libro de economía de mediados del XX?
5. Cómo explicas que los países con mayor calidad de vida sean Dinamarca,
Finlandia, Suecia, etc… y no tu querida USA?
6. Vale, eres liberal… Cobras por defender un ideal? Quiero decir… te has
planteado demostrar matemáticamente tus paranoias? Lo digo porque frente a
los no pocos liberales inútiles hay la misma cantidad de comunistas inútiles.
7. Sabes que la CEOE está subvencionada? Sabes que la Iglesia está pero
que muy subvencionada? Eres el típico católico de derechas? Sabes que
FAES está subvencionada?
8. Sabes que país es anarcocapitalista? Somalia! Te gustaría vivir en
Somalia?
9. Cuando el estado cobra impuestos… No crees que es interesante pedirle
que los use para la sociedad a la que se los ha quitado? Antes que dárselos a
la realeza, partidos políticos, organizaciones subvencionadas,
organizaciones empresariales, etc…
10. Conste que algunas medidas liberales me parecen correctas, pero luego
los liberales metéis toda la mierda que os dicen los líderes de las grandes
empresas y por ahí no paso, que tu chaval has estudiado gracias a las luchas
del siglo XX, y no a paranoias liberales.

Istmo Says:
marzo 8th, 2013 a las 8:51

El uso abusivo por algunos de la aserción inverosímil o absurda que se


presenta con apariencias de verdadera,es decir la paradoja, a veces es
indicativo de la necesidad de auto medicarse con tranquilizantes o
relajantes, con la expectativa para el resto de los mortales que lo sufren que
por error incurra en una sobredosis.

Ho Pin Says:
marzo 8th, 2013 a las 8:57

Raznado, no has hecho los deberes. Tienes que leer lo que se propone y lo
que no se propone pero asumes que se hace.

1) Esos lobbies son antiliberales. La esencia del libre mercado es que es el


mercado el que decide, no el Estado presionado por lobbies

2) Lista de empresas que no gustan a un liberal porque son grandes gracias al


apoyo estatal de una u otra manera: las eléctricas, los bancos, las petroleras,
las de telefonía, los clubes de fútbol, las constructoras. Tomas el IBEX-35, y
la gran mayoría son falsas empresas capitalistas. Son grandes porque en
algún momento reciben la ayuda estatal -son un monopolio privatizado a
dedo, reciben contratos del Estado, reciben dinero barato, subvenciones, etc.

3) Porque no había alternativa. Hace unos años me hice un cuadro estimado


lo que había pagado al Estado y lo que había recibido de él. Resulta que he
pagado aproximadamente el triple, haciendo una estimación prudente, y
vengo de familia de clase media-baja y mi situación actual no es boyante. No
tengo casa, soy autónomo y no tengo inversiones que me hagan estar en los
percentiles superiores de renta.
Dejo el resto, seguro que hay quien tenga más que decir

Sr. Smith Says:


marzo 8th, 2013 a las 11:56

Raznado:

Para odiar tanto como usted odia a los liberales, antes debería conocerlos.
Ningún liberal de verdad estaría de acuerdo con subvencionar a la CEOE, a
la iglesia o a FAES.

También, antes de insultar, estaría bien que estudiara un poco y aprendiera


que las luchas obreras no solo no han conseguido ningún avance para los
obreros sino que lo han perjudicado. La mejora en la calidad de vida de los
obreros ha venido por la creación de riqueza y la acumulación de capital de
la sociedad.

Y con respecto a su punto 4., el Doctor Rallo no es el que tiene que decidir
si lo que ofrece es interesante o no. Lo deciden todos los lectores que
libremente compran sus libres. Pero ya veo que a usted la libertad no le
gusta demasiado.

Carlx Says:
marzo 8th, 2013 a las 13:05

Está la fundación Juan de Mariana subvencionada?

Juanlu Says:
marzo 8th, 2013 a las 13:11

Sólo hay que buscar la información en su página web. Copio y pego:

El Instituto Juan de Mariana (IJM) es una institución independiente dedicada


a la investigación de los asuntos públicos. Con el fin de mantener una
independencia plena, el Instituto no acepta subvenciones o ayudas de ningún
gobierno o partido político.

Misión y objetivos
El objetivo del Instituto es convertirse en un punto de referencia en el debate
de las ideas y de las políticas públicas con la vista puesta en una sociedad
libre. Para conseguirlo nos proponemos estudiar y difundir la naturaleza del
mercado.

Nuestras actividades
El Instituto desarrolla tanto actividades formativas como de investigación y
divulgación.

Repercusión en prensa
Algunas de las reacciones de la prensa a las actividades de nuestro instituto.

Juan de Mariana
El nombre de nuestro Instituto proviene del más prominente pensador de la
Escuela de Salamanca, encarcelado a principios del siglo XVII por su
oposición al rey Felipe III.

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Al no recibir subvenciones de ningún tipo, el Instituto Juan de Mariana se
financia gracias a las ayudas que recibe de particulares, fundaciones e
instituciones privadas que comparten sus objetivos.

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boletín de novedades periódico.

Freeman Says:
marzo 8th, 2013 a las 14:14

Razonado.

Ir a preguntarle a los enemigos de la libertad lo que es liberalismo es como


ir a preguntarle a un loco asesino en serie lo que es justicia.

Pero para que vaya empezando, liberalismo no es derechas ni izquierdas, de


hecho ataca a ambos puesto que ambos actúan en contra de la libertad.

Lo siento, pero usted se ha tragado mucha propaganda y lamentablemente por


desgracia no es el único.

Juan Ramón Rallo Says:


marzo 8th, 2013 a las 15:25

No, no recibimos fondos que procedan del contribuyente.

Xago Says:
marzo 26th, 2013 a las 16:02

Ya Lenin (el imperialismo:fase superior del capitalismo)lo explica


claramente como el liberalismo, junto a la logica especulativa, conlleva
claramente a la formacion de monopolios. El estado no es el principal
enemigo de un capitalista, el peor enemigo de un capitalista ES OTRO
CAPITALISTA! eso es libremercado, las empresas se comen unas a otras
generando mercados imperfectos.
Por otra parte, la libertad (planteada desde la logica liberal) esconde una
gran mentira. Ninguna persona a pie es libre, si lo es de vender su fuerza de
trabajo, y en el caso de que pueda realizar un emprendimiento es rehen de
las fuerzas coercitivas del librecambio (monopolios nuevamente).
“Cualquier persona es libre de contratar y ser contratado” graaaan mentira:
cualquier persona “comun” no puede negociar sus condiciones ante un
capitalista (o alguien q posea los medios de produccion), es coercionada
perversamente por el segundo de manera implicita, por lo tanto no es libre.
La libertad esta coptada por unos pocos, monopolizandola…

Xago Says:
marzo 26th, 2013 a las 16:15

Lo invito a pasearse a Argentina (de donde soy residente), un gran pais que
siguio al pie de la letra las politicas neoliberales y vea como lo han dejado.
Los paises ctrales como el suyo han venido dsd epocas de la conquista a
lleavarse ntros recursos a cambio de nada. Claro, uds son libres de llevarse
lo que quieran y nosotros libres de callarnos la boca.
Eso para ud. es desarrollo de las fuerzas productivas o coercion belica o
economica (via deuda externa, recetas del FMI..)?
Los paises ctrales han venido a ntras tierras a despojarnos de ntros recursos
a precios irascibles y llenos de beneficios extras; los dividendos son
expatriados para mantener su estado de bienestar (al que aqui uds mismos
llaman peyorativamente Populismo). Si la libertad es muy linda.. pero tiene
dueño, por lo tanto llegamos a la misma conclusion, no hay libertad..
Y no le hechemos la culpa a ntros gobernantes (que son bastante malos), son
simplemente titeres si tenemos en cuenta q sus herramientas son mas
poderosas como el ataque a Irak, la dependencia economica via FMI.

Jordi Says:
marzo 26th, 2013 a las 19:05

Siempre he mantenido que la educación por la educación da lugar a mentes


muy tituladas pero poco formadas. También frente a los que me dicen que
saben leer, les recomiendo que además, sería bueno que entendiesen lo que
leen.
Cuanta gente lee al Dr. Rallo, pero que poca lo entiende!
Gracias Profesor Rallo!
P.D.: Raznado y Xago…sí, iba por vosotros.

Iñaki Says:
marzo 26th, 2013 a las 21:50

@Xago

Cómo es posible que pienses que Argentina ha seguido políticas liberales?

Cómo es posible que pienses que algún liberal ha apoyado esas guerras que
mencionas?

Cómo es posible que pienses que el FMI es una organización liberal, o que
las políticas que proponen son liberales?

Yo solo lo puedo explicar de una manera: Te han comido el coco. Tras años
de tragarte propaganda antiliberal, (desde todos los medios afines al poder
político tanto de izquierdas como de derechas), has acabado teniendo una
idea terriblemente equivocada de lo que es el liberalismo. Prueba a enterarte
primero de en qué consiste, en contra de qué está, y a favor de qué está, y
luego lo criticas.

Por cierto, que Dinamarca, Finlandia y Suecia son países bastante liberales.
De hecho, Dinamarca está por delante de EEUU en el índice de libertad
económica de “The Heritage Foundation”, y todos están en el Top 20.
Aunque países como Suecia o Dinamarca tengan fama de socialistas por su
gasto grande por parte del gobierno (España también podría estarlo hoy en
día por el mismo motivo), la verdad es que son relativamente más abiertos
para los negocios, y además, (aunque no en todos lo mismo), tienen cosas
como: ausencia de salario mínimo impuesto por ley, despido gratuito o casi
gratuito, cheque escolar, cheque de pensiones, cheque sanitario, etc. Y son
cosas, que si se propusiesen en la “proestatista” España hoy en día, arderían
las calles.

Xago Says:
marzo 27th, 2013 a las 14:20

Iñaki, como no voy a saberlo si vivo en Argentina!? vas a saber mas que yo
de lo que pasó en mi pais..? Como se desregulo la economia, se privatizo
todo, se remato el estado por migajas, se estafo al estado (nos estafaron, al
pueblo, nosotros terminamos pagando la deuda de los sectores privados que
la estatizaron), la gente olvidada en la mas profunda pobreza (y con todo lo
que eso conlleva, robos, falta de educacion, salud nefasta..). Claramente
cuento con muchisima mas informacion que vos sobre mi pais, esa es la
experiencia q hemos tenido nosotros, los sudakas, a cerca del neoliberalismo
el cual mantiene los beneficios del estado de bienestar de los paises
centrales (o los mantenia hasta hace unos años antes de estallar la crisis). Se
los digo yo que lo vivi en mi pais, y ojo que a uds. les esta pasando lo
mismo hoy en dia!!

El FMI mantenia a ntros paises cautivos de la deuda (muchos hoy en dia


siguen) y les imponia medidas neoliberales, osea, una forma de coloniaje
economico con “independencia” politica… si queres mayor informacion te
la puedo brindar con gusto.

Jordi con todo respeto, sus palabras suenan muy vacias..

Luis Says:
marzo 27th, 2013 a las 14:57

Claro, y aún nos extraña como está Argentina. Nos extraña que haya tenido
tantos problemas y como nos han tratado allí. Con semejante charlatanería de
ideología simplona y con ese lío mental digno de un adolescente sólo queda
desearles mucha suerte con su peronismo (la van a necesitar), quien sabe
igual encuentran algún recurso natural que puedan esquilmar para tirar unos
años.
Pero cuidado, que nosotros también tenemos bastante de esa decadencia
intelectural.

Tigran Says:
marzo 27th, 2013 a las 15:48

Te recomiendo leer aquí Xago: y que conste que la página es todo menos
liberal.

http://rolandoastarita.wordpress.com/2011/12/07/delicias-del-revisionismo-
historico/

Xago Says:
marzo 27th, 2013 a las 16:14

Luis, que les extraña? todavia piensan q somos colonias suyas? q siguen
viviendo en los 90s donde nada se controlaba?
Lio mental o no, su mensaje deja todo menos certezas… lamento su retorica.
le recomiendo q lea “Las venas abiertas de latinoamerica” de Eduardo
Galeano y asi amplia un poco mas su espectro eurocentrico (el cual aqui se
estudia y se lee en universidades publicas).

Ud q defiende el liberalismo, mencioneme un ejemplo exitoso de liberalismo


e igualdad. Ah! cierto q esas dos palabras no van de la mano. Bueno,
entonces no lo hago pensar.. deme un ejemplo exitoso de liberalismo q no
este al servicio de lso empresarios tal cual erza el titulo.

Espero q sus palabras se hagan realidad y encontremos algun recurso natural,


siempre y cuando no nos lo quieran apropiar uds.

Tigran, si claro conozco a Astarita!

xaphoo Says:
mayo 29th, 2013 a las 15:28

La cantidad de falacias que tratas, y el claro sesgo ideologico (“Al muy


conspiranoico modo”, “semejante paranoia se enfrenta con un problema
irresoluble” son claras muestras de este sesgo ideologico que además no
aporta argumentación ninguna) que utilizas hacen que en este articulo sea
realmente lamentable la falta de argumentación coherente.

La notoria intención de manipular los argumentos obviando, por ejemplo, la


importancia del acceso a la información para conseguir esos “principios
normativos universales y simétricos” de los que se presume en el
liberalismo, es de un infantil que realmente asusta pensar que alguien se
pueda tomar en serio estas afirmaciones.

Se podría desgranar aún mas las faltas cometidas y los intentos de


manipulación, pero creo que con lo expuesto es suficiente como darse cuenta
de lo pobre de las argumentaciones presentadas.

Lamentable que alguien lea esto y se lo tome en serio.

Javier Perez Alvarez Says:


mayo 29th, 2013 a las 15:45

Xaphoo,
Se nota que no has leido mucho de JRallo, porque para nada obvia todo eso
que dices.
Para muestra un botón (sobre los sesgos que hay para acceder a la
información y otros…..):
http://m.libertaddigital.com/opinion/juan-ramon-rallo/necesita-un-mercado-
libre-de-agentes-racionales-61676/

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 29th, 2013 a las 15:52

Xaphoo,

Supongo, en cambio, que tu comentario es un perfecto ejemplo de


argumentación bien hilada y lógica para refutar el contenido de este sesgado
artículo.

EL BARAJAS Says:
mayo 29th, 2013 a las 16:04

Xaphoo,

Creo que con “principios normativos universales y simétricos” se refiere a


principios del tipo respeto a la vida, propiedad privada, igualdad ante la ley,
etc, vamos, relacionados con el Derecho. Y tu te vas por dónde te responde
Javier Perez, la supesta competencia perfecta, etc.

Del resto no entiendo nada, si lo explicas mejor…


¿Refutó Milton Friedman a los austriacos?

Javier Perez Alvarez Says:


mayo 18th, 2013 a las 16:35

Gracias porque algunos podremos cerrar ciertos debates con los q siempre
nombran a Friedman para refutar a los austriacos. Los anti-austriacos tendrán
que inventarse otra excusa.

Pera Says:
mayo 19th, 2013 a las 1:35

Salvando el espanto monstruoso del artículo anterior, creo que seria


interesante y se echa a faltar un pronunciamiento sobre el nuevo experimento
japonés. De golpe un quantitative easing de esos, o como se llame, de un
30% del PIB. Creo que en principio el resultado solo puede ser
completamente alternativo: o la economía japonesa se va definitivamente al
carajo o sube como un tiro. Si no me equivoco, desde la ortodoxia
económica –que soslaya siempre si en cada momento la cantidad de dinero y
su velocidad de circulación es la adecuada, dando por supuesto que lo es o
no lo es con exceso- no cabe más que pronosticar un desorden económico
que hundirá a Japón.

Desde la conspiranoia –la ciencia que estudia el Poder- me atrevo a


pronosticar lo contrario. Japón es el arquetipo de una nación no soberana,
gobernada desde un portaaviones y sometida al terror nuclear. El
estancamiento último de Japón coincide más o menos con la eclosión China,
que le sustituye como potencia exportadora. El sorprendente desarrollo
chino se ha financiado desde los nuevos bancos de Hong Kong –y el que
financia manda- una vez que a la aguerrida patriota malvinesa Tatcher la
ordenaron que entregara la multiestrategica colonia, lo que hizo sin rechistar
ni pero alguno, tras atentado personal y frustrado del IRA. El nuevo gobierno
japonés no solo ha puesto en marcha ese espectacular plan monetario,
también llega cargado de ardores nacionalistas. Desde hace un tiempo llevan
recalentando conflictos chino-japoneses por unas islas pérdidas, y la
cavernícola, a la vez que misteriosa potencia nuclear, Corea del Norte andan
con amenazas de misiles de playstation, que es lo que le gusta a su líder
supremo y occidentalizado. En fin, que desde la ciencia conspiranoica se
atisba un ordenado relanzamiento de la economía japonesa para provocar y
justificar nuevos conflictos en Asia, que a saber a donde los llevan. Parece
que han decretado el fin del estancamiento japonés y los que por aquí tengan
su hipoteca en yenes que estudien como les afecta.

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 19th, 2013 a las 2:03

http://juanramonrallo.com/2013/05/ha-rescatado-el-banco-central-de-japon-
a-espana-2/

Javier Perez Alvarez Says:


mayo 19th, 2013 a las 8:02

Otra cosa q les gusta a algunos echar en cara a los austriacos o a Mises
sobre todo: “es q se basan en a prioris” o “no hay evidencias empiricas” o q
la praxeología no les debe parecer ciencia…… . Tampoco le veo mucho
sentido a esas criticas, pero son lugares comunes….

Pera Says:
mayo 19th, 2013 a las 21:13

Gracias. Me refería a cual va a ser el efecto en la economía japonesa, si se


va a hundir o a levantar. Claro que el efecto que explicas sobre la economía
mundial es todavía más interesante. ¿Duradero? Y que pueda servir para
pinchar la burbuja de la deuda pública por aquí y por allá es para echarse a
temblar.
¿Y si sólo compráramos productos españoles?

Marqués Says:
mayo 22nd, 2013 a las 7:56

Por desgracia la defensa del producto no se restringe solo a lo nacional, si


no que llega a lo regional y local. Y no solo se postula como positivo la
compra de productos locales para el mantenimiento de los sectores
productivos, si no que se crean y financian plataformas ad hoc.

Un ejemplo claro sería la LECHE TIERRA DE SABOR:

http://www.jcyl.es/web/jcyl/AgriculturaGanaderia/es/Plantilla100Detalle/124646486217
plantillaObligatoria=PlantillaContenidoNoticiaHome

Una iniciativa gubernamental que crea una marca basada en el origen


regional de la leche (con el objetivo declarado de garantizar unos mayores
ingresos a los ganaderos y en teoría mantener así la presencia del sector
lechero).

Si unimos a iniciativas gubernamentales como la anterior, la cercana


aprobación de la Ley para la Mejora de la Cadena Alimentaria, que restringe
la libertad de precios en los productos de alimentación..……

otro ejemplo ahora internacional:

Hace poco estuve en una reunión con productores españoles de Dorada y


Lubina (hablo mucho de animales por que soy veterinario), y se quejaban de
que la dorada turca, al estar subvencionada su cría por su gobierno, era
mucho más barata que la española ( un tercio más barata). Entonces dije yo:
pues mira que bien, el gobierno turco mediante los impuestos que les cobra a
sus ciudadanos me esta permitiendo a mi, y a mi familia, comer pescado
barato y de calidad . Me están regalando parte del pescado (exactamente un
tercio), que están pagando los pobres ciudadanos turcos…. A lo que los
productores españoles me contestaron, ya pero entonces nosotros tendremos
que cerrar el negocio, y cuando los turcos se hagan con todo el mercado……
Pregunte yo: ¿solo existen criadores españoles y turcos de dorada? ¿El
gobierno turco va a subvencionar toda la producción mundial de dorada
hasta conseguir la quiebra de todos sus competidores? ¿Cuesta mucho volver
a poner en marcha un negocio de doradas una vez cerrado?… No cuesta
mucho volver a ponerlo, respondieron, pero una vez que se pierde la
LICENCIA de explotación (que conceden los gobiernos de las CCAA) es
casi imposible que te den una nueva….. ..ahhhh

Si los chinos, en un desmedido afán de desarrollar su industria


automovilística nos suministran coches nuevos a 1€ , ¿habría que prohibir su
entrada en España para proteger nuestra industria?…. Hay mucha gente que
respondería que ¡¡SI!!.

Saludos.

adramix Says:
mayo 22nd, 2013 a las 10:00

Juan Ramón,

No me queda clara la siguiente afirmación tuya:

“Los teutones importaban mercancías españolas merced a los ingresos que


obtenían de exportarnos su producción: ”

No se podrían importar mercancías españolas con los beneficios generados


en alemania de empresas alemanas?

Un saludo.

pvl Says:
mayo 22nd, 2013 a las 10:04

Marqués: muy acertado e ilustrador el ejemplo de las doradas. Si lo


extrapolamos a que el resto de países se volvieran locos subvencionando la
totalidad del coste de los demás bienes y servicios, nos encontraríamos con
la situación ideal que los españoles seríamos ricos sin dar ni golpe ya que
podríamos importar todos esos bienes y servicios a precio nulo, gracias al
regalo que nos harían el resto de países al subvencionar la totalidad del
coste de adquisición de esos bienes y productos: sería algo así como la
Tierra de jauja.

Fernando Says:
mayo 22nd, 2013 a las 10:31

Si tan bueno fuese el proteccionismo, se podría mejorar aún más poniendo


también barreras aduaneras entre provincias.

Carlx Says:
mayo 22nd, 2013 a las 11:00

Entre los años 40 y 80 del siglo pasado con la NO libre circulación de


capitales y los aranceles a los asalariados europeos les iba mejor que ahora,
mucho mejor.

Pues eso, …, lo demás milongas ¡¡

Juan Ramón Rallo Says:


mayo 22nd, 2013 a las 11:20

Carlx,

Sí, sobre todo entre 1940 y 1950, a la economía española le iba


fantásticamente.

Adramix,

Imagina una economía de trueque con dos países (con más la cosa se enreda
un poco más pero no cambia en lo sustancial). ¿Cómo pagaría Alemania por
los productos que compra de España? Pues vendiéndole productos alemanes.
Si introduces el dinero en la ecuación, la cosa no se modifica en lo esencial:
si Alemania echa mano de sus reservas de dinero para comprar en España,
en algún momento deberá dejar de comprar a menos que venda. Quizá lo
entiendas mejor en el caso de personas aisladas: ¿tú puedes comprar todo lo
que quieras en el mercado si no vendes nada al mercado? Únicamente hasta
que se te agoten los ahorros.

Marqués Says:
mayo 22nd, 2013 a las 12:33
pvl:

Efectivamente, si otros quieren subvencionar sus productos para que a


nosotros nos salgan más baratos, pues… que otra cosa se puede decir
excepto ¡gracias!.

Fernando:

No de ideas que las tasas o impuestos por mover mercancías entre


provincias y municipios, estuvieron vigentes durante siglos, y hasta hace no
tanto. Los últimos los denominados Fielatos, aquí en España.

Adramix:

Como le contesto Rallo: “¿tú puedes comprar todo lo que quieras en el


mercado si no vendes nada al mercado? Únicamente hasta que se te agoten
los ahorros”…. O el crédito. Expresado en el articulo en la frase: “Salvo
que se endeuden, un individuo o una sociedad sólo pueden gastar más si
previamente producen más”.

Carlx:

Si, que buenos tiempos, cuando había que esperar seis- ocho meses y pagar
una pequeña fortuna para que te dieran un seiscientos, ya que no se podían
importar coches extranjeros. Eso si que era vivir bien.
Valían más los seiscientos de segunda mano que los nuevos, ya que los
primeros los podías comprar y llevártelos a casa sin tener que apuntarte a la
lista de espera…… Eso si para quien tenía la suerte de entrar en la SEAT o
en la Pegaso, habia trabajo y buen sueldo para toda la vida…. A costa de los
demás claro.

adramix Says:
mayo 22nd, 2013 a las 15:40

Ya lo entiendo.

Puede importar mercancías sin exportar pero hasta que las reservas del
propio país se agoten.
Aunque en el caso de EEUU, siendo un país de tanto consumo interno,
digamos que tienen más capacidad de importar sin tanta obligación de
exportar.

Un saludo y gracias.

Víctor Says:
mayo 22nd, 2013 a las 19:54

Si tan buena es la autarquia, ¿por qué no se prohíben el comercio entre


ciudades? O mejor aun, ¿por qué no se prohíbe el comercio entre
individuos?

La de chorradas económicas que todavía hoy se siguen leyendo.

Privatta Says:
mayo 23rd, 2013 a las 6:27

http://blogs.publico.es/dominiopublico/6974/lo-que-no-se-dice-sobre-
bangladesh/

Fernando Says:
mayo 23rd, 2013 a las 9:36

He leído el artículo del enlace anterior sobre Bangladesh. Dice que “el
edificio se vino abajo debido a que se abrieron muchas y amplias grietas en
las paredes y en los tejados, aperturas que habían aparecido paulatinamente
hasta entonces y que habían sido denunciadas por los propios trabajadores,
siendo sus avisos ignorados por el propietario del edificio,(…)”

Por desgracia, eso no ocurre solo en el Tercer Mundo.

En España también ocurre casos en que se denuncia y la denuncia no sirve de


nada.

Fernando Says:
mayo 23rd, 2013 a las 9:51

Es tremendo lo del Madrid Arena. El caso es que a veces hay locales que no
cumplen las condiciones legales. Si alguien lo hubiese denunciado a
tiempo…

Pero es que resulta que en este caso SÍ se había denunciado. Fíjate en esta
noticia:

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/04/madrid/1352035466.html

PedroPerez Says:
mayo 23rd, 2013 a las 20:44

@Juan Ramon Rallo,

hasta los 80, que existía la limitación en el flujo de capitales internacionales,


los países crecían a un ritmo del 4% y 6%, y se pasaron de presiones
fiscales del 15% al 40 o 50%. Fue a partir de los 80, cuando los
crecimientos han sido mucho mas limitados, y en clara decadencia. Como se
puede analizar este hecho?

saludos

Suso Says:
mayo 23rd, 2013 a las 22:16

“hasta los 80, que existía la limitación en el flujo de capitales


internacionales, los países crecían a un ritmo del 4% y 6%, y se pasaron de
presiones fiscales del 15% al 40 o 50%. Fue a partir de los 80, cuando los
crecimientos han sido mucho mas limitados, y en clara decadencia. Como se
puede analizar este hecho?”

PedroPerez: que dos fenomenos se dén al mismo tiempo no implica la


existencia de una correlación entre ellos. Hay dos cuestiones, la primera,
qué paises crecian a esas tasas? en esa época, USA, UK, Alemania Federal,
Japón… en general los países occidentales que se beneficiaban de un ciclo
expansivo nunca visto en la historia. El crecimiento de estos países se ve
deteriorado en los ultimos años bien por agotamientos en sus modelos
productivos, por politicas economicas perversas, etc… Pero hay que darse
cuenta de que Occidente no es el ombligo del mundo, y mientras su economia
se frenaba emergieron la India, China y el SE Asiatico…
Y ya que hablamos de correlaciones, puede ser ese aumento en la presion
fiscal una de las causas del deterioro del crecimiento al desincentivar la
actividad economica?

Carlx Says:
mayo 24th, 2013 a las 11:45

- Yo lo repito, en los años 50 y 60, .., incluso en los 70, 80 y 90 las


condiciones de los asalariados europeos occidentales eran mucho mejores
que las actuales.

España hasta los años 60 no empezó a mejorar, .., y es que estábamos bajo la
dictadura conservadora y la cruz.. y ni olimos el Estado del Bienestar.

- En cuanto al artículo, .., yo personalmente lo hago y cada vez más, ..,


primero consumir menos, segundo no hacerlo con empresas que utilicen
esclavos o cometan delitos fiscales.
En Europa se tendría que prohibir los productos que vienen de este tipo de
empresas, .., en los países nórdicos están metiéndoles mucha caña a H&M
por lo de Bangladesh, boicoteándolos, …., ese es el camino.

Ahora bien, si hay personas a las que no les importan estos detalles “sin
importancia” allá ellos con sus conciencias, .., en mi casa ni Zara, ni H&M,
ni más Apple, ni Corte INglés, …, etc,etc,etc,…, prefiero comprar menos y
pagar más caro.

Fernando Says:
mayo 24th, 2013 a las 12:45

@Carlx

Acuérdate de que también debes comprar productos solamente de tu


provincia. No basta sólo con consumir productos españoles.

Fernando Says:
mayo 24th, 2013 a las 12:48

@Carlx

Me parece que no te has enterado de que fue precismante en tiempos de


Franco cuando se hizo la Seguridad Social y la estabilidad en el trabajo.
Fernando Says:
mayo 24th, 2013 a las 12:53

También ocurre en España que en muchos casos denunciar no sirve de nada.

Por ejemplo, la denuncia sobre la omisión del control de calidad de


fármacos radiactivos se quedó en nada, a pesar de tratarse de una grave
omisión:

http://www.csn.es/images/stories/actualidad_datos/ofin_12/iirr_12/marzo_12/ain_03_ira_

Carlx Says:
mayo 24th, 2013 a las 15:30

Fernando

- No soy nacionalista, (ni español ni asturiano), ni racista, no se porqué


debería de comprar productos sólo de mi provincia.

- Si, Franco se abrió al exterior en los 60, …, ¿y?. ¿Como estaban el resto de
democracias europeas occidentales y como estábamos nosotros a su muerte?
Aún hoy estamos muy por detrás del resto de países de la UE15 en cuanto a
Estado del Bienestar.
En lo único que somos alumnos aventajados es en el desmantelamiento del
mismo a pesar de lo poco que nos tocó……

- En España no sirve de nada denunciar porque sóis un país de corruptos, ..,


jeje. Ya te dije que no soy nacionalista, no tengo patria ¡¡

Iñaki Says:
mayo 24th, 2013 a las 17:02

“Ahora bien, si hay personas a las que no les importan estos detalles “sin
importancia” allá ellos con sus conciencias, .., en mi casa ni Zara, ni H&M,
ni más Apple, ni Corte INglés, …, etc,etc,etc,…, prefiero comprar menos y
pagar más caro”

Supongo que harás las cosas bien, y sustituirás esos productos, por otros que
aporten algo a la economía de países en vías de desarrollo. Si no, lo que
estás haciendo es castigar a los más pobres. Les estás quitando las mejores
alternativas que tienen para ganarse la vida. Porque trabajando en la mina,
revolviendo en las basuras, o deslomándose en el campo para no conseguir
ni el mínimo para comer, están mucho peor.

Qué criterio sigues para saber si comprar de una marca o de otra? Supongo
que no comprarás marcas blancas. Porque las grandes marcas están muy
observadas, tienen que cuidar su imagen, porque se llegan a saber la mayor
parte de los proveedores directos (de telas y prendas). Pero las marcas
blancas y pequeñas que no tienen tantos ojos sobre ellas, pueden utilizar el
proveedor que quieran sin riesgo de que las boicoteen. Se esconden en el
anonimato de ser una entre miles.

Lo que no suele venir, y a nadie al parecer le importa, es de donde vienen las


materias primas. Por ejemplo: se necesita algodón para fabricar una
camiseta. Los productores de algodón de la mayoría de los países en
desarrollo, viven bastante peor, y cobran peor, que los trabajadores de
fábrica. Y sin embargo, por alguna razón, está bien utilizar su algodón, pero
no sus camisetas.

Franco se abrió al exterior un poco en los 60 (menor proteccionismo), y


España creció un montón gracias a ello. Pero en los 70, España seguía
siendo un país muy proteccionista e intervencionista, en comparación a las
democracias Europeas. El proteccionismo es malo, y de eso España ha
tenido demasiado. Aunque podía haber sido peor, y podíamos haber acabado
como acabaron los países del Este.

EL BARAJAS Says:
mayo 24th, 2013 a las 17:18

Carlx,

ya que tanto te gustan las cooperativas y Proudhon, mira que cosas dice este
señor, cooperativista y neomutualista:

http://lasindias.com/4-ideas-medievales-que-pasan-por-modernas-y-que-
pueden-hundirte-en-la-crisis/

“Los pequeños, las iniciativas individuales, los emprendimientos, los


innovadores, aquellos con menos recursos de partida, tienen tantas más
oportunidades cuanto más amplio y competitivo sea el mercado. Si es
necesario intervenir en los mercados -más allá de corregir precios mal
estimados por la definición de propiedad como el de la polución o ciertos
recursos no renovables- es para acabar con los monopolistas y la imposición
de barreras artificiales como la mal llamada propiedad intelectual.

Lo que los emprendedores -en Madrid, en DF o en El Alto- necesitan es


precisamente que se les deje jugar en igualdad de condiciones, que las
grandes empresas, las redes de origen social o los grupos de poder -muchas
veces en colusión con el estado- no impongan reglas que les exoneren de
competir, les otorguen poder para imponer nada y les genere rentas
indebidas. Menos mercado es más pobreza y más desigualdad, pero sobre
todo menos libertad y menos oportunidades.”

———————————

“Para impulsar el desarrollo hay que tirar las barreras aduaneras a los
productos agrarios, como bien sabe el presidente Lula o los economistas de
los países norteafricanos, que lo han defendido en todas las cumbres de la
ahora llamada OMC. La competencia entre los distribuidores bajará
entonces los costes de gestión y transporte (como ha pasado ya con los
productos industriales chinos) y el aumento de la demanda dará incentivos
para la mejora de las explotaciones.

Todo comercio en ausencia de coacción es justo pues es un libre acuerdo


entre partes. Cada vez que se abre un mercado, un solo mercado agrario, el
impacto en un año es mayor que el del sistema de comercio justo en medio
siglo. El beneficio por el comercio no es un pecado, es el incentivo que pone
en marcha la máquina de las inversiones y con ella el crecimiento de la
productividad del trabajo que es a las finales la única medida del
desarrollo.”

————————————————–

“Pero a lo que no podemos renunciar en ningún caso es al legado vivo que


hemos recibido de las generaciones pasadas: el gran mercado global, el
conocimiento sobre las bases de su funcionamiento en libertad y la increible
productividad que es capaz de impulsar. Sólo usándolos podremos enfrentar
la pobreza. Renunciando al mercado, al comercio y al consumo nunca
tendremos cohesión social. Asumiéndolos, sumergiéndonos en su lógica sin
pudor, podremos construir y construir sentido.

Necesitamos mercaderes para vivir prósperos, pero sobre todo necesitamos


el mercado para ser libres.”

aversiahora Says:
mayo 24th, 2013 a las 18:50

Hoy mismo hemos visto un caso de esto último:


http://www.libremercado.com/2013-05-24/los-espanoles-ya-no-podran-
alquilar-libremente-sus-pisos-a-turistas-1276490984/

Que esto favorece a los ricachones propietarios de hoteles es lo más obvio,


pero yo quiero ir más allá: también favorece a los trabajadores -mileuristas
o no- de los hoteles.

Por cosas como estas, yo siempre digo que los trabajadores deberíamos
llenarnos menos la boca con esas cosas de la productividad, la formación y
el blablabla. Aquí todo se reduce meterse en una mayoría y pisar a las
minorías.

¿Por qué he metido en esto la formación? Porque esto mismo se podría haber
hecho por la vía de inventarse una licenciatura (o diplomatura, o FP) de
Administración de Residencias Turísticas y obligar a que solo los que tengan
dicho título puedan alquilar. Los hoteles contratarán sin problemas a estos
nuevos Licenciados en Sacamantequismo, pero los particulares no.

Esta noticia canta mucho… ¡porque lo estamos viendo! Pero este es el statu
quo de casi todo. Solo que como ya se “reguló” hace años o décadas no nos
damos cuenta. Nos parece lo normal.

¡Bueno! Pues a esto es a lo que me refiero yo con mi monotema de que el


paro no es un problema económico, que es un problema social. No tenemos
un 30% de paro por la legislación laboral, ni por los impuestos, ni por el
tiempo que lleva abrir un negocio… Es un problema de abuso de poder y de
relaciones entre personas.
¡A ver…! Algo contribuyen… pero digamos que de un problema de paro de
valor 10, 1 se debe a la burocracia, 1 a los impuestos y otro 1 a la
legislación laboral. Los otros 7 se deben a este tipo de cosas de abuso de
poder.

aversiahora Says:
mayo 24th, 2013 a las 19:12

Y si seguimos yendo más allá…

¿Cómo se legisla una cosa tan chusca y evidente? ¿Es que ya no se cortan un
pelo? No lo descartaría, pero quizás las cosas sean más complejas. A los
políticos corruptos que defienden intereses particulares, se suman aquellos
que, quizás, estén buscando un mal menor.

¿Qué mal menor? Yo no tengo tiempo de investigar, pero quizás las cadenas
hoteleras le han dicho al Gobierno: “mira, hemos invertido una pastizara
descomunal en previsión de un incremento de turistas que no llega. Si no
llega, no pagamos los créditos, les hacemos un boquete más a los bancos
(que vas a tener que tapar tú) y te dejamos media plantilla en la calle, con lo
que se te hunde el único sector que funciona bien y blablabla”. ¡A ver qué
haces, Gobierno!

No sé… Pero tenemos un 27% de paro. Y eso, evidentemente, te saldrá por


algún lado. Si todo es una estafa monumental así de chusca, tendrás voto
antisistema (de momento nacionalista, pero llegará el comunista y el
neonazi), tendrás sacamantecas como Colau o Sánchez Gordillo intentando
colocarse al frente de una ola de descontento social… Ellos son unos
demagogos, sí (como lo son los políticos que están en el sistema), pero el
descontento es real. No confundamos una cosa con la otra.

JuanC Says:
mayo 29th, 2013 a las 8:21

@aversiahora
Como siempre, no puedo estar más de acuerdo.
El abuso de poder es la clave. Es una ley universal, no sólo en economía
sino en la Naturaleza.
Un leopardo no caza si le puede robar la comida a un guepardo. Un león no
caza si le pude robar la comida al leopardo. Ningún animal caza si un
humano lo mantiene. Igualmente un humano no “caza” si puede robar o ser
mantenido por el sistema. Es tan obvio que duele comprobar cómo el común
de los mortales no lo terminan de entender. Si lo entendieran rechazarían las
políticas socialistas que se basan en dar legalidad al robo de “los buenos”
sobre “los malos”. Por supuesto, las etiquetas de “bueno” y “malo” las
ponen ellos, que para eso son que han nacido con la sensibiliad social.

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