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Cronología: 1822
Tema: Literario
1. Localización
En sus obras demostró siempre una gran admiración por Rubens y por otro lado las
obras de Byron tuvieron un papel clave en la formación de su carácter 2. Además
acusaba a la mayoría de pintores clasicistas de interpretar de forma errónea el arte
antiguo. De esta forma para nuestro pintor, Tiziano y Rubens eran quienes afinaban más
captando ese espíritu de la Antigüedad3. En 1825 se trasladará unos meses a Inglaterra y
1
MARTIN REYNOLDS, Donald, 1985, p.8-11
2
GRACIA, Carmen, 2018, p. 95.
3
HONOUR, Hugh, 1984, p.221
Eugène Delacroix, La barca de Dante
allí se interesó por el pintor paisajista John Constable, del que intentará captar esa
sensación de atmósfera que vemos en el fondo de sus obras y que sin duda marcará un
antes y un después en la progresión de su pintura. También sentía mucha admiración
por un gran paisajista francés de su generación, Jean –Baptiste Camille Corot, pintor
decidido a plasmar la realidad de una forma muy cálida y con gran quietud.
2. Análisis formal
4
Entender la pintura: Eugène Delacroix, 1989, p.4
Eugène Delacroix, La barca de Dante
De esta forma podemos llegar a sentir esa violencia macabra. Las figuras parecen
angustiadas, tanto es así que aparecen retorciéndose en grandes escorzos; sin duda
percibimos el sufrimiento en sus rostros y en ocasiones dan la sensación de estar
desfigurados. Podríamos decir que en sus composiciones relaciona el realismo de los
personajes con un toque clasicista, a sabiendas de lo poco academicista que se
consideraba.
y observamos cómo hacen esfuerzos y luchan por permanecer con vida intentando subir
a la barca. Entre ellos destaca el personaje que aparece a nuestra izquierda y que hace
grandes esfuerzos, incluso con la boca, para no permanecer más en el agua. Tanto es su
esfuerzo que podemos observar la ira contenida en sus ojos, y aquí nos muestra una vez
más este pintor romántico su maestría. Lo que predomina en la obra es también la paleta
cromática tenebrosa, que acentúa el incontrolable sentimiento de la desesperación. Es
un rasgo extraído del barroco, con esas tonalidades cálidas como las de Rubens, de esta
forma los tonos azules, marrones toman protagonismo en la escena.
La expresión del dibujo es una sensación de figuras torcidas y deslizadas, con mucho
movimiento, para ello se ayuda de pequeñas pinceladas pero con movimientos rápidos
para no perder la emoción y dar así a la obra un aspecto inacabado. Respecto a esto, el
artista escribe en su diario: “Es mucho más importante para un artista acercarse al
ideal que lleva en su interior, que le es propio desde siempre, en lugar de contentarse
con ese ideal mutable que le ofrece la naturaleza”, es decir, sus pinceladas irregulares y
de espesores diferentes son “hachazos del sentimiento”. Esta pincelada libre hace que
parezca que estamos ante una escena teatral. Junto al color, la luz es otro elemento
morfológico que debemos destacar ya que está relacionado con la forma de tratarla en el
Barroco e incluso en épocas anteriores.
Hemos visto a partir de este primer análisis formal como su trabajo artístico ha sido
altamente influido por Miguel Ángel y por Rubens. En esta obra se acentúan los efectos
lumínicos y atmosféricos, el interés por el movimiento, variedad en los gestos de los
personajes… unas características que definen el romanticismo.
Y como era de esperar, todo este carácter subjetivo del arte romántico provocó un
cambio profundo en la expresión artística del siglo XX.
Para realizar esta obra, Delacroix se basó en un poema de época medieval muy
conocido: La divina comedia, de Dante Alighieri, poeta italiano que goza de gran fama.
Este poema está estructurado en tres partes, y concretamente este lienzo representa el
descenso al infierno y al purgatorio de Dante acompañado de Virgilio. Esto nos permite
arrancar en un primer nivel de interpretación de la obra, y explicar la dramática escena
que quiso representar Delacroix en este lienzo. El poeta describe en el canto el Infierno
nueve anillos en forma de cono invertido donde cada condenado, dependiendo de la
gravedad del pecado, reside en un anillo diferente. Tras flanquear el vestíbulo, Dante y
Virgilio llegan a la barca que les permite cruzar el río –imagen representada en este
lienzo.
Eugène Delacroix, La barca de Dante
En busca de apoyo, Dante alarga su brazo izquierdo hacia el antiguo poeta romano
Virgilio. Aparece vestido con un hábito blanco y con una capa verdosa y tiene la cabeza
cubierta con una tela roja que rodea también la parte del pecho. Su rostro, expresivo,
muestra cierta repulsión hacia los personajes desnudos –los condenados.
Por su parte, Virgilio lleva una capa marrón y porta una corona láurea formada por
ramas y hojas de laurel. Esto simboliza la victoria, el triunfo, la prosperidad.
Entre todos los detalles que hemos podido observar en esta obra, nos ha llamado la
atención la forma en la que muestra los fenómenos naturales nuestro artista, y que si
echásemos un vistazo a otras obras del mismo podríamos comprobarlo con mayor
claridad.
4. Bibliografía
Eugène Delacroix, La barca de Dante
- EISENMAN, Stephen F. Historia crítica del arte del siglo XIX. Madrid: Akal,
2001.
- LORENTE, Jesús Pedro et al. Manual de arte del siglo XIX. Zaragoza: Prensas
Universitarios de Zaragoza, 2012.