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DERECHO CIVIL PRIVADO- DERECHO GENERAL- RESUMEN

UNIDAD III

1.- ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD: Caracteres; a) Nombre: concepto, naturaleza y caracteres;


b) Nombre propio. Apellido; c) Cambio, adición y supresión; d) Protección jurídica; e)
Sobrenombre. Seudónimo.

2.- DOMICILIO: a) Concepto. Clasificación; b) Domicilio general. Caracteres. Efectos; c) Domicilio

legal; d) Domicilio real; e) Domicilio especial.

3.- ESTADO CIVIL: a) Concepto; b) Prueba. Las partidas. Validez de su contenido Nulidad y
rectificación. Pruebas supletorias. Posesión de estado; c) Registro del Estado Civil y Capacidad de
las Personas; d) Registro Nacional de las Personas.

2.- El domicilio. Concepto.


El domicilio es el lugar que la ley fija como asiento o sede de la persona para la producción de
determinados efectos.

Caracteres. La generalidad de la doctrina ha señalado que son:

UNICIDAD, NECESARIEDAD, LIBRE MUTABILIDAD, VOLUNTARIEDAD, e INVIOLABILIDAD.

Necesidad: Ninguna persona puede carecer de domicilio, ya que se trata de una exigencia

del orden jurídico para poder ubicar territorialmente a los sujetos y así exigirles el cumplimiento
de sus obligaciones.

Unidad: Aunque controvertido en doctrina y con soluciones diversas en el derecho comparado, se


puede afirmar que ninguna persona puede tener más de un domicilio general.

Sin embargo, esa unidad puede llevar a consecuencias disvaliosas, como someter a quien ha
contratado con alguien que tiene el centro de sus actividades en una ciudad o provincia a
demandarlo en otra, porque allí está el asiento de su familia. De allí que muchos autores
modernos y algunas legislaciones se han inclinado por el sistema de pluralidad, ya que la vida
diaria enseña que el asiento de las actv comerciales y familiares se presenta, en la práctica,
disociado, de suerte que el sistema de unidad se encuentra reñido con la realidad social. Tal es la
solución adoptada por el PROYECTO DE UNIFICACION LEGISLATIVA que propone lo siguiente: si no
coinciden el lugar de residencia y la sede de los negocios, el domicilio para las relaciones de familia
es el lugar de residencia, y para las demás lo es la sede de los negocios.

Especies: domicilio general y especial.

El domicilio general rige para la generalidad de las relaciones jurídicas de una persona; es
considerado el domicilio por antonomasia, al cual se alude cuando se lo menciona pura y
simplemente sin clasificación alguna. Dentro de la categoría de domicilio general, encontramos:
domicilio real, domicilio legal y domicilio de origen (ahora suprimido).

El domicilio especial posee efectos limitados a una o varias relaciones jurídicas determinadas; no
es necesario, ni es imprescindible que sea único; por el contrario, es perfectamente admisible la
pluralidad de domicilios especiales. Dentro de la categoría de domicilio especial, encontramos:
convencional o de elección, y procesal o ad litem.

Tipos de domicilio general.

a) El domicilio real: La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. Si
ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el
cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad (art. 73).

Elementos. Corpus y animus. El CORPUS es el elemento material u objetivo constituido por la


residencia efectiva del individuo en un lugar determinado. El ANIMUS consiste en la intención de
permanecer en determinado lugar, constituyendo en él el centro de los afectos e intereses, por
tiempo indefinido.

Efectos: Art. 78.

Crítica al segundo párrafo del art. 73: para la conformación del domicilio real, pareciera diferenciar
la noción ―propia‖, que se corresponde con la alusión a la residencia habitual, de la noción de
domicilio también real, pero vinculada a la actividad profesional o económica de la persona, en
cuyo supuesto aquel estará determinado por el lugar donde ella la desempeñe, pero referido al
―… cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad‖.

Tal distinción, que es notoriamente diferente a la que contenía el art. 89 del Código derogado
cuando fijaba el domicilio real de la persona ―…en el asiento principal de su residencia y de sus
negocios‖ (generando algunas controversias sobre cuál de esas pautas primaba para caracterizarlo
cuando estaban separadas geográficamente, las que de alguna manera quedaban captadas por el
art. 94 en tanto disponía que si una persona tenía establecida su familia en un lugar y sus negocios
en el otro, el domicilio real estaría determinado por el primero), PARECERÍA PROPONER AHORA
que existe un domicilio real ―general‖ (el vinculado a la residencia habitual), y un domicilio real
―acotado‖ o ―profesional‖, que sin llegar a conformar un supuesto de domicilio especial, limita
sus alcances a las relaciones jurídicas profesionales económicas de la persona y no a otras. Será

labor de la doctrina perfilar adecuadamente la regulación.

b) Domicilio legal: El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra,
que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el
cumplimiento de sus obligaciones. Sólo la ley puede establecerlo, y sin perjuicio de lo dispuesto en
normas especiales:

a) Los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus funciones,
no siendo estas temporarias, periódicas, o de simple comisión;

b) Los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando;
c) Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio
conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;

d) Las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes (Art. 74).

Análisis del art. 74.

El domicilio legal, se aplica en cuatro hipótesis fácticas: para los funcionarios públicos que cumplen
funciones que no son transitorias o temporarias (hay en Derecho Administrativo un debate
respecto a quiénes quedan comprendidos dentro de la categoría de ―funcionarios públicos‖,
siendo para algunos todos los que genéricamente cumplen tareas en relación de dependencia
directa o indirecta con el Estado en cualquiera de sus conformaciones territoriales, y para otros
sólo los que tienen capacidad de decisión propia a los efectos de crear, modificar o extinguir un

acto administrativo); para los militares en servicio activo (vale decir, no en situación de retiro
efectivo o de suspensión de sus actividades transitoria o permanente); para lo que la doctrina
denomina los ―transeúntes y ambulantes‖, que carecen de residencia fija (no necesariamente
homeless, que normalmente están ajenos al circuito de relaciones jurídicas, sino personas que por
vocación o trabajo no son sedentarios sino nómades, como los empleados de un circo, o los
viajeros no circunstanciales sino permanentes, que los hay), y para los incapaces, que tendrán el

domicilio de sus representantes.

Domicilio especial: concepto y estudio de los diferentes supuestos.

El domicilio especial es aquel que produce sus efectos limitados a una o a varias relaciones
jurídicas determinadas.

Del concepto enunciado, pueden inferirse los rasgos que lo distinguen del domicilio general. Ya no
es ―necesario‖; puede ser ―múltiple‖, toda vez que no le resulta aplicable el principio de
―unidad‖. Y, por último, a diferencia del domicilio general que en su carácter de atributo de la
personalidad es inalienable, el domicilio especial puede transmitirse a los sucesores universales, y
también a los sucesores singulares.

Se clasifica en DOMICILIO DE ELECCIÓN O CONVENCIONAL (regulado por el derecho civil) y en


DOMICILIO AD LITEM O PROCESAL (materia de estudio de la legislación adjetiva).

El DOMICILIO CONVENCIONAL es el elegido por las partes de un contrato, para todos los efectos
jurídicos derivados de él. El DOMICILIO PROCESAL es impuesto a toda persona que tome
intervención en un juicio: consiste en constituir un domicilio procesal dentro del radio de la
jurisdicción del tribunal de la causa.

Domicilio ignorado: Art. 76 - La persona cuyo domicilio no es conocido lo tiene en el lugar donde
se encuentra; y si éste también se ignora, en el último domicilio conocido.

Efectos del domicilio de las personas: Art. 78 – El domicilio determina la competencia de las
autoridades en las relaciones jurídicas. La elección de un domicilio produce la prórroga de la
competencia.
Bolilla 7
Punto 1 Fin de la existencia de la persona humana
Naturaleza jurídica. Art. 93: Principio general. La existencia de la persona humana

termina por su muerte. La evolución histórica del diagnóstico clínico de muerte: distintos criterios.
La ley de trasplantes de órganos 24.193:

a) Criterio de la ley 21.541: esta ley establecía en su art. 2 que ―… a los fines de esta ley también
será admisible la certificación del fallecimiento del dador mediante juicio médico determinado por
un equipo… quienes determinarán dicho estado por comprobaciones cerebrales‖. Se refería sólo a
las funciones cerebrales, con lo cual se podía arribar a la extracción de órganos vitales a personas
cuyo cerebro se encontraba inactivo pero en las que se mantenían las funciones
cardiorrespiratorias.

Según Yungano, esto implicaba distinguir dos tipos de muerte (una real y otra a los fines de la Ley
de Trasplantes), y se consagraba la distinción entre muerte clínica (en la que cesa la actv de la
masa encefálica, aunque subsisten algunas funciones) y muerte biológica, en la que se produce la
cesación de todas las funciones.

b) El decreto reglamentario de la ley 21.541, dispuso que a los fines de la certificación del
fallecimiento del dador, debía efectuarse ―también‖ la comprobación en su totalidad y como
mínimo de algunos signos, como la ausencia de respiración espontánea, con absoluta necesidad
de respiración artificial. De allí debía ser interpretado que la muerte se produce por la cesación de
todas las funciones regidas por el ―tronco cerebral‖, esto es, el cerebro y el bulbo raquídeo.

c) Texto vigente: el art. 23 de la Ley de Trasplantes, con las modificaciones introducidas por las
leyes 23.464 y 23.885, dispone:

―El fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo
los siguientes signos, que deberán persistir interrumpidamente seis horas después de su
constatación conjunta:

1) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con perdida absoluta de conciencia

2) Ausencia de respiración espontánea

3) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;

4) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados a las
diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por el Ministerio de
Salud y Acción Social con el asesoramiento del Instituto Nacional Central Único Coordinador de
Ablación e Implante (Incucai).‖

Comprobación de la muerte. Art. 94: La comprobación de la muerte queda sujeta a los

estándares médicos aceptados, aplicándose la legislación especial en el caso de ablación de


órganos de cadáver
C) Conmoriencia. Art. 95: Se presume que mueren al mismo tiempo las personas que

perecen en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede determinarse lo

contrario.

D) Efectos de la muerte con relación a los derechos. Producida la muerte de una persona el
derecho establece cuál es la suerte de las relaciones jurídicas constituidas en cabeza del difunto.

Estos efectos tienen lugar en cuanto a:

Los atributos de la personalidad. Aquí SE EXTINGUEN: el nombre, la capacidad y el domicilio. A


este último es exceptuado el domicilio convencional, que no se trata de un atributo de la persona,
sino de la condición de un contrato y afectara a los herederos del difunto.

Con respecto al Estado, este se extingue, pero los herederos pueden promover o continuar

las acciones de Estado correspondientes a su autor (impugnación de paternidad, legitimidad

de la filiación, etcétera).

Y en cuanto al patrimonio, se extingue como atributo del difunto, pero subsiste como

conjunto de bienes, y por lo tanto, se transmiten a los herederos.

Los derechos extra-patrimoniales. Desaparecen: - en el Derecho de Familia, el matrimonio, la


patria potestad, la tutela y la curatela;

- En el derecho de la personalidad, derecho a la vida, a la salud, a la libertad, al honor, etc.

(derechos personalísimos);

- En las acciones penales, las acciones penales privadas o de instancia privada de que disponía
aquel, excepto la acción por calumnia o injuria que puede ser ejercida por los parientes, ya que la
lesión moral que provoca los puede alcanzar a ellos. Hasta acá estos derechos no son transmitidos.

Los derechos patrimoniales. No se extinguen, sino que se transmiten a los sucesores del difunto,
mediante la sucesión conocida como ―mortis causa‖.
Existen dos tipos de sucesiones:

Entre vivos: actos jurídicos que se producen entre personas vivas.

Mortis causa: actos jurídicos que se producen a partir del fallecimiento de una persona

(herencia o legado).

Dentro de estas últimas hay dos clases de transmisiones:

- Activa o directa: cuando el asignatario es llamado por el causante o por la ley para suceder.

- Pasiva o indirecta: cuando una persona ocupa o sustituye el lugar de otra en la sucesión del
causante, en virtud de haber operado en su favor los derechos de representación o derechos de
transmisión, este entra con esos derechos cuando el sucesor instituido por la ley o por el testador
no llegó a la apertura de la sucesión, también en circunstancias en que el heredero no quiere o no
puede suceder, es ahí donde la sucesión pasa a terceros.

Sucesores. Concepto. Persona que sucede al difunto en sus relaciones jurídicas. Hay dos

clases de sucesores mortis causa: herederos y legatarios/sucesor universal y sucesor

singular (art.400).

Análisis de los arts. 2277 a 2280.

Art. 2277: ―Apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona causa

la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a

sucederle por el testamento o por la ley. Si el testamento dispone solo parcialmente de los

bienes, el resto de la herencia se defiere por la ley.

La herencia comprende todos los bienes y obligaciones del causante que no se

extinguen por su fallecimiento.‖

Art. 2278: “Concepto de sucesores. Se denomina heredero a la persona a quien se

trasmite la universalidad o una parte indivisa de la herencia; legatario, al que recibe un bien

particular o un conjunto de ellos‖.

Se distingue al heredero con llamamiento al todo de aquel cuya vocación se limita a

una parte indivisa de la herencia, es decir, heredero de cuota, figura jurídica reconocida con

la nueva legislación. Se establece también la existencia del legatario particular, eliminándose del
derecho las discrepancias causadas por la indefinición jurídica del legatario de cuota existente en
la normativa del código derogado (se discutía si era considerado universal o singular).

El heredero puede ser legítimo o testamentario; ambos pueden coexistir. El legatario

solo puede ser llamado por el testamento.

Art. 2279: ―Personas que pueden suceder al causante:

a) Las personas humanas existentes al momento de su muerte;

b) Las concebidas en ese momento que nazcan con vida;

c) Las nacidas después de su muerte mediante técnicas de reproducción humana asistida;

d) Las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las fundaciones creadas por su
testamento.‖

Art. 2280: “Situación de los herederos. Desde la muerte del causante, los herederos

tienen todos los derechos y acciones de aquel de manera indivisa, con excepción de los que
no son transmisibles por sucesión, y continúan en la posesión de lo que el causante era

poseedor.

Si están instituidos bajo condición suspensiva, están en esa situación a partir del

cumplimiento de la condición; sin perjuicio de las medidas conservatorias que

corresponden.

En principio, responden por las deudas del causante con los bienes que reciben, o con

su valor en caso de haber sido enajenados.‖ (Beneficio de inventario derogado).

Ausencia

2.- Art. 79: Ausencia simple.


Si una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse noticias de ella, y sin haber dejado
apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si el cuidado de estos lo exige. La misma
regla se debe aplicar si existe apoderado, pero sus poderes son insuficientes o no desempeña
convenientemente el mandato.

Art. 80: Legitimados. Pueden pedir la declaración de ausencia, el Ministerio Publico y

toda persona que tenga interés legítimo respecto de los bienes del ausente.

Art. 81: Juez competente. Es competente el juez del domicilio del ausente. Si éste no lo

tuvo en el país, o no es conocido, es competente el juez del lugar en donde existan bienes

cuyo cuidado es necesario; si existen bienes en distintas jurisdicciones, el que haya

prevenido.

Art. 82.- Procedimiento. El presunto ausente debe ser citado por edictos durante cinco días,

y si vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención al defensor oficial o en su defecto,


nombrarse defensor al ausente. El Ministerio Público es parte necesaria en el juicio. Si antes de la
declaración de ausencia se promueven acciones contra el ausente, debe representarlo el defensor.
En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador provisional o adoptar las medidas
que las circunstancias aconsejan.

Art. 83.- Sentencia. Oído el defensor, si concurren los extremos legales, se debe declarar la

ausencia y nombrar curador.

Para la designación se debe estar a lo previsto para el discernimiento de curatela. El curador sólo
puede realizar los actos de conservación y administración ordinaria de los bienes. Todo acto que
exceda la administración ordinaria debe ser autorizado por el juez; la autorización debe ser
otorgada sólo en caso de necesidad evidente e impostergable. Los frutos de los bienes
administrados deben ser utilizados para el sostenimiento de los descendientes, cónyuge,
conviviente y ascendientes del ausente.
Art. 84.- Conclusión de la curatela. Termina la curatela del ausente por:

a. la presentación del ausente, personalmente o por apoderado;

b. su muerte;

c. su fallecimiento presunto judicialmente declarado.

3.-Presunción del fallecimiento.


La presunción del fallecimiento se da cuando una persona se ausenta del lugar de su domicilio, o
residencia y transcurre un lapso más o menos prolongado sin dar noticia alguna existencia.

Distintos supuestos

ARTÍCULO 85.- Caso ordinario. La ausencia de una persona de su domicilio sin que se

tenga noticia de ella por el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento

aunque haya dejado apoderado. El plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia

del ausente.

ARTÍCULO 86.- Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un

ausente:

a. si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u

otro suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o participó de una actividad que

implique el mismo riesgo, y no se tiene noticia de él por el término de dos años, contados

desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido;

b. si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese noticia

de su existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo

haber ocurrido.

Procedimiento para su declaración. Determinación del día presuntivo al fallecimiento.

Efectos en relación a los bienes y el matrimonio

Arts. 87 a 90, ver en CCyC. Art. 91 efectos en relación a los bienes.

ARTÍCULO 435.- Causas de disolución del matrimonio.

El matrimonio se disuelve por:

a. muerte de uno de los cónyuges;

b. sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento;

c. divorcio declarado judicialmente.


Periodo de pre notación y concepto de alcance y conclusión.

ARTÍCULO 91.- Entrega de los bienes. Inventario. Los herederos y los legatarios deben

recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previa formación de inventario. El

dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con la prenotación del caso; puede

hacerse la partición de los bienes, pero no enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.

Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia,

queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos

a petición del interesado.

ARTÍCULO 92.- Conclusión de la pre notación. La pre notación queda sin efecto

transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del fallecimiento u ochenta años desde el

nacimiento de la persona. Desde ese momento puede disponerse libremente de los bienes.

Si el ausente reaparece puede reclamar:

a. la entrega de los bienes que existen en el estado en que se encuentran;

b. los adquiridos con el valor de los que faltan;

c. el precio adeudado de los enajenados;

d. los frutos no consumidos.

Reaparición del ausente.

Si llegase a reaparecer el presunto fallecido, con respecto al derecho de familia, pueden

ocurrir diferentes cosas:

1. Que su cónyuge no se haya vuelto a casar, en cuyo caso sigue en pie el matrimonio,

dado que el vínculo permanece inalterado.

2. Que el cónyuge supérstite haya contraído nuevo matrimonio; en este caso es válido

el nuevo matrimonio, dado que al contraerse este se disuelve el vínculo anterior.

3. Recupera este la patria potestad.

4. La tutela y curatela no resurgen (si el presuntamente fallecido es el representante

debió haberse designado a otro; y si era el incapaz no se justifica que nuevamente se

otorgue la representación a la misma persona).

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