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Parcial Domiciliario

Historia de las Artes Visuales III 2022


Comisión Práctico N°: 1
Escobar Macarena Maria Jezabel
N° Legajo: 80973/9
1) En el siglo XVIII, en algunos países europeos, se van a dar los primeros pasos de la
metamorfosis de los cánones universales en el espacio plástico, y el fin de un tipo de narrativa
vasariana de la mano de acontecimientos como la Revolución Industrial con el surgimiento
de la máquina de vapor y la aparición de las primeras industrias que generan un pasaje del
campo a la ciudad, en donde la religión deja de ser preponderante en países como Alemania,
Francia e Inglaterra. Por otra parte, la Revolución Francesa con el pasaje de un mundo
aristocrático monárquico a uno que intenta la igualdad, fraternidad y libertad como proyecto
moderno; da el surgimiento de ideologías e indagaciones expresivas que salen del parámetro
de compresión de pintura de la Academia.

A partir del siglo XIX se va agrietando el espacio plástico y padece una gran transformación.
Se trata de hacer un modelado a partir del claroscuro y un espacio tridimensional
apoyándose en temas dominantes con relación a la religión en salones o comitentes
como la Iglesia, el Estado o la aristocracia con la aparición de géneros. ¿en el siglo XIX?
No, esto es justamente lo que entra en crisis en el siglo xix, Sí se produce una diversificación
de los géneros. Así mismo, este siglo se ve atravesado por los partidos políticos y da paso a
la eclosión de la subjetividad de lo más personal como también de manera política. Así, el
arte, como una ventana al mundo, pasa de ser una representación que imita el mayor grado
de mimesis del mundo real a ser una expresión del artista.

El artista se inserta en la cotidianeidad con el uso de la fotografía como un método, por


ejemplo Degas le dio uso como fuente de inspiración y despertó su propio mundo imaginativo
con espontaneidad y lo inmediato. Se produce la incorporación de la clase baja en lo pictórico
sin idealizar estos sujetos. También, aparece la estética y las apreciaciones del juicio de lo
bello, lo sublime y, lo pintoresco en términos de la Academia que genera tensiones. La ruptura
de la narrativa clásica en el Romanticismo considera que el hombre moderno da uso a la
conciencia (su razonamiento histórico) y en la época revolucionaria en la que vive. Argan,
plantea reflexionar sobre los estilos en función de una dialéctica entre lo clásico y romántico.
Francastel, da cuenta de las renovaciones espaciales en donde el espacio escenográfico
renacentista se caracterizó por un punto de vista único en base a esa representación. No solo
se da dinamismo en la composición y una potencia imaginativa, sino también lo grotesco e
inquietante, el tratamiento de la luz como sensación de desequilibrio como lo representa
Goya.

Se comienza a abandonar las schematas, y cobra protagonismo la expresión del artista


con una pincelada subjetiva, por lo tanto, hay una conquista en la autonomía del arte con la
experimentación (luz, sombra y color). Además, en el Realismo cobra importancia la ruptura
del ideal de los cuerpos e imperfecciones, la representación de los sectores marginados para
reflejar la realidad, y en palabras de Nochlin (1991) “decir la verdad” (p.29), para dejar de lado
la visión idealizada y mitológica de la figura femenina. Por ejemplo, Courbet muestra al
campesino u obrero como un nuevo motivo en la pintura y protagonista de la historia.

Con Monet se destruye el espacio plástico tradicional renacentista para dar el punto de
partida a un espacio aprehensivo internalizado en el artista, es decir, aquel que ha
incorporado de manera instintiva las formas de representación del espacio plástico en donde
se experimenta efusividad y expresión de los colores puros y saturados; se corre el punto de
vista tradicional, se utilizan otros elementos espaciales (diagonales, contraste lumínico).
Artistas como Cezanne y Van Gogh, buscan interpretar las sensaciones de la naturaleza a
partir de un nuevo concepto del espacio plástico por medio de la expresividad, la mancha, la
pincelada y diferentes puntos de vista que conviven dentro de la composición con contraste
de armonías cromáticas. Esto último permite los primeros pasos del Cubismo.
2) El arte de vanguardia modifica el concepto tradicional de obra de arte orgánica, es un
proceso de disolución del espacio plástico y, de una narrativa vasariana a una moderna a
partir de grupos que reaccionan contra la Academia clásica burguesa que buscan cambios
en los procedimientos en los temas y transformar el sistema productivo del arte. De esta
manera, los artistas se liberan y comienzan a desarrollar sus estilos personales con una
presencia de una vanguardia estética y política. Bürger manifiesta los rasgos o la forma de
obra de arte vanguardista que va desmantelando o transgrede el concepto tradicional burgués
y autónomo de obra, y la va a hacer a partir de ciertas cuestiones como la idea de lo nuevo,
el azar, la cuestión del montaje. El montaje como procedimiento

El procedimiento de lo nuevo, lo original rompe con las estructuras previas y transgrede


con los mandatos, además, se busca los elementos puros de la naturaleza, el hacer algo por
primera vez. Se puede decir que el aspecto central de este nuevo modelo es su ruptura radical
con todo lo que hasta entonces se consideraba vigente. Los temas, motivos y procedimientos
artísticos ya establecidos se renuevan. Se tomará como ejemplo la obra de Henri Matisse
titulada “La habitación roja” (https://historia-arte.com/obras/armonia-en-rojo). El artista rompe
con los cánones realistas al realizar un bodegón original al contraponer en la composición
pictórica la naturaleza que se observa en la ventana con la naturaleza muerta y, además, la
figura de la sirvienta con formas orgánicas con una técnica simplista. El color vibrante y
saturado se convierte en el protagonista, todo es tratado de la misma manera para generar
una composición armoniosa. Cabe destacar que los elementos plásticos se sintetizan, esto
lleva a que los planos se rebatan y haya ambigüedad entre figura y fondo, es decir, hay una
ruptura de la perspectiva, esto supone dejar atrás los volúmenes y ver las relaciones
espaciales no convencionales.

También, otra estrategia es el azar como trabajo productivo, y suele destacarse en el


Dadaísmo por la elección azarosa y creativa a partir de los materiales, o de cómo hacer una
poesía dadaísta. Por ejemplo, Kurt Schwitters, en su obra Merzs titulada “Tinta invisible”
(https://historia-arte.com/obras/tinta-invisible) recupera el desperdicio o material de desecho
de una sociedad de consumo, se pueden observar diversos recortes, un mínimo de tipografías
y la posición arbitraria e impredecible de las mismas. La producción artística a través del
montaje con un collage con la intención de crear un sentido compositivo da lugar a un azar
producido indirecto.

Por otra parte, los actos dadaístas tienen una actitud de provocación en el público, en
estos actos se trata de algo más que el desmantelamiento de la estructura de obra de arte,
se trata de una separación de la obra de arte de la praxis vital. Duchamp, en el ready made
titulado “L.H.O.O.Q” (https://historia-arte.com/obras/l-h-o-o-q-de-duchamp) dibujó un corte de
bigote en una reproducción de la pintura Mona Lisa, y a su vez, al leer las siglas en francés
es como si se dijera “Elle a chaud au cul” (ella tiene el c* caliente). Se puede decir, que el
espectador llega a un efecto de shock, un extrañamiento en la cual activa otras funciones
cognitivas y emocionales (perversión, enojo, admiración) al cuestionarse el objeto de
contemplación. Además, tiene la condición de alegoría ya que Duchamp cambia y aísla la
percepción de la obra de su contexto original y le da otro tipo de lectura compositiva. Al ser
un ready made ya no hay una representación, se vuelve inorgánico y va acompañado de la
fragmentación, sólo la parte será importante. Por último, se aprecia el procedimiento del
montaje (ready made) ya que hay una selección y atiende a lo inorgánico de la obra, lo
alegórico y el efecto de shock.
3) Con la conformación del Estado Nación en América Latina se ve reflejada la necesidad de
homogeneizar las diferencias regionales o locales al imponer una identidad nacional y asumir
una misma historia y símbolos representativos. Cabe destacar que “lo local” se alimenta de
“lo nacional”, de lo contrario se cierra en sí misma desfavoreciendo el desarrollo de la
producción artística. En este proceso, hay un emerger en el sistema artístico, los primeros
artistas caudillos ¿? salen de las academias europeas y se ven atravesados por una postura
eurocentrista al pasar su formación por Europa y en relación a una cargada tradición
nacionalista se ven con el compromiso de plasmar sus realidades.

El arte moderno en Latinoamérica se da tardíamente por la coyuntura política y social, a


su vez, se da una hibridez como un proceso peculiar según la cultura entre ésta y la europea.
Ticio Escobar comprende este proceso no como una colonización sino un proceso que va y
viene, en donde la modernidad periférica se apropia y toma algunos rasgos de lo internacional
sin intención de copiar a Europa.

En el caso de Diego Rivera, con una influencia de la corriente vanguardista europea del
cubismo sintético, en su obra titulada “Paisaje zapatista”
(http://www.malba.org.ar/evento/programacion-2017/) se refleja un contexto de plena
revolución mexicana y revuelta política, los elementos nacionalistas y tradicionales
representados (poncho, sombrero, monte y fusil) tienen una importancia vital ya que simboliza
a un guerrillero que lucha en defensa de su territorio, no sólo para liberarse de la opresión,
sino para envolverse de los valores de libertad, soberanía y democracia, reclamar una
identidad reivindicando los pueblos originarios y demostrar una mexicanidad.

Las vanguardias europeas ingresan en América Latina ligadas con sus transformaciones
del espacio plástico, esto conlleva a una crisis o tensión en lo local, los artistas quedan
atravesados por el arte nacional y, da cuenta de una coexistencia de modernidades en
simultáneo. Da pie a las problemáticas que acontece en el arte latinoamericano (indigenistas,
cosmopolitas, regionalismo, tradición), hay una invisibilidad de las pluralidades artísticas
según Ballesteros. Hablar de estas problemáticas es relevante, Ades empieza a ver estas
tensiones entre regionalismo y la búsqueda de las raíces. Tarsila do Amaral en su obra
titulada “A negra” (https://www.wikiart.org/en/tarsila-do-amaral/a-negra-1923) representa a
una mujer afrobrasileña rechazando los cánones académicos para dar paso a un gigantismo
onirico y, así, integrar los origenes y visibilizar la sociedad de Brasil, la otredad (negritud) que
fue opacada y desvalorizada.

La invisibilidad también se percibe en Argentina, ya que no hay una difusión fluida, grupos
como el Grupo de Boedo/Artistas del pueblo plasma temáticas en relación al obrero, lo social
y político en sus grabados, al utilizar esta técnica abandonan los formalismos academicistas
y dan cuenta de otros elementos. Por ejemplo, Vigo en su obra titulada “El agitador”
(https://www.bellasartes.gob.ar/coleccion/obra/8728-11-04/) simboliza la lucha obrera
mediante la protesta y el accionar a una revolución que conlleva la liberación del trabajador
en un sistema capitalista que lo margina y, lo esclaviza en las fábricas. Un realismo social y
un espacio de denuncia con la intención de expresar su realidad, que a partir de las
vanguardias no reflejaba la argentinidad que se intentaba establecer.

Muy bien

Nota 9
Bibliografía:

● Nochlin, L. (1991) ‘La naturaleza del realismo’ y ‘Il faut etre de son temps’, en: El
realismo. Madrid, Alianza forma, 1991.
● Pollock, Griselda. (2013) Modernidad y espacios de la feminidad. En: Visión y
diferencia. Buenos Aires, Fiordo.
● Pierre Francastel. (1975) "La destrucción de un espacio plástico" en Sociología del
Arte, 1998.
● Escobar, Ticio, Las otras modernidades. Notas sobre la modernidad artística en el
cono Sur: el caso paraguayo; p.1 a 16.
● Flores Ballesteros, Elsa. (2003), “Lo nacional, lo local, lo regional en el Arte
Latinoamericano: de la modernidad a la globalización y la antiglobalización”. Revista
Huellas, N°3, Mendoza
● Bürger, P. (1997). "La obra de arte vanguardista”, en: Teoría de la vanguardia,
Barcelona: Península. O
● Traba, M. Arte de América Latina 1900-1980; Introducción.
● Ades, Cap. 6 "El modernismo y la búsqueda de raíces" de Ades.
● Libro de cátedra 2018: Capítulo 9 “La figuración de lo maravilloso y lo cotidiano en
América Latina (1930- 1950)”, por M. de Rueda
● Libro de Cátedra I y II.
● Alonso, M. (2010) “Arte argentino del siglo XX. Una revisión en torno a tres problemas:
figuración, invención, diversidad. Buenos Aires, UADE Art Institute.
● Danto, A. (2001) “Introducción: Moderno, Posmoderno, Contemporáneo”, en:
Después del fin del arte, Paidós.

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