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-No quiero etiquetas-

GRISEL ALONDRA ZAZUETA SOTO 3-05

Diciembre 2019

No era tarde, no vestía mal, no provoque a nadie, solo seguía mi transcurso del

día, tan solo era una niña, demasiado inocente para este mundo.

Y volvemos a ese día…

-No, Por favor no, ya sueltenme – repetia una y otra vez entre sollosos – por

favor, ya, paren – la desesperacion se notaba en cada palabra que soltaba al

aire. Trate de huir, forseje hasta que mi cuerpo no pudo mas, parece que entre

mas te resistes, mas duele, mi cuerpo no estaba listo para eso.

Ellos seguian recorriendo cada parte de mi haciendome sentir tan sucia. Sus

manos paseaban de mis tobillos hasta mi entre pierna lentamente, sentia como

quemaba el tacto de su piel con la mia. Grite una y otra vez, hasta desgarrar mi

garganta, pero parecia que mis gritos no salian de aquel pequeño cuarto donde

se escuchaba el eco de mi llanto.

Entre mi lamento podia sentir como todo dentro de mi ardia completamente, el

seguia tocando cada parte de mi que le apetecia. Su sudor comenso a

empapar mi cara, mordisqueaba mis cachetes mientras dejaba el rastro de su

saliba, solo pude llorar, maldecir en cada instante su existencia. Todos mis

intentos de salir de ahí fueron fallidos.


-sultame ya, te lo suplico – decia mientras trataba de alejarlo de mi cuerpo –

¡PARA!

Despues de unas horas inconsiente pude despertar, estaba desnuda mitad de

ese cuarto, no persivi ningun sonido, parecia que estaba sola nuevamente,

trate de pararme al instante, pero mis piernas no respondian. Ardia todo dentro

de mi cuando voltee a verme mis piernas estaban llenas de sangre, parecia

que habian desgrarrado todo en mi.

Llore de la deseperacion, no podia irme, en cualquier momento ellos podian

llegar y yo seguia ahí, tenia que irme de inmediato, pense en gritar, pero si

realmente ellos podian volver, no podia permitirlo. Arrastre mi cuarpo hacia la

primera puerta que vi, intente empujarla, la golpee pero parecia que estaba

encadenada, ya no supe que hacer solo grite, grite y grite al vacio.

-AYUDA, por favor, estoy aquí. No dejen que me dañen otra vez.

Unos segundos despues la puerta comenzo a moverse, alguien la empujaba

desde afuera, tenia fe en que alguien me ayudaria. Que se acabaria la

pesadilla. Al abrirse la puerta lo vi a el, nuevamente estaba ahí. Paralice mi

cuerpo al instante, otra vez.

-Parece que no fue suficiente el castigo de ayer.


***

En medio de la desesperacion logre despertar, soltando un grito al vacio de mi

habitacion. Mi pecho subia y bajaba alterado, mi corazon latia con mucha prisa,

las lagrimas no paraban de salir de mi recorriendo mis mejillas hasta caer a la

cama, esperando aliviar aquel dolor, aun recordaba todo como si estuviera en

aquel lugar, sus manos dejaron marcas en mi cuerpo que no eran visibles, pero

aun podia sentir despues de tanto tiempo, su olor estaba presente en todo

momento, su voz resonaba en mi cabeza haciendo ecos innumerable veces.

Era de nuevo esa pesadilla.

Me sente en el borde de mi cama, me pare temblando y recorri aquellos

tablones de madera, se sentia lo frio que eran en mis pies, un fuerte escalofrio

recorrio mi cuerpo de pies a mi cabeza, segui adelante hasta llegar a la

regadera.

Traslade conmigo mi cuerpo, ya no sentia que me pertenecia. Abri la manija del

agua y entre a como habia salido de mi cama, resbale poco a poco hasta estar

en el suelo empapada, queria limpiar la suciedad que sus manos habian

dejado, Talle y talle, hasta dejar pequeñas heridas sangrando.

-¿Por qué? No lo entiendo. ¿Por qué lo hicieron? – me pregunte

constantemente. Sentia una enorme presion en mi pecho.

Todos te dicen que olvides que sigas tu vida. Que todo estara bien. Es tan facil

filosofiar cuando es otro el que está hecho una mierda.

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