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Ministerio de Educación

Colegio de Educación Media Ingeniero Tomas Guardia


Departamento de Ciencias Sociales
Bachiller en Ciencias
Temas: La primera Guerra Mundial, La segunda Guerra
Mundial y La Guerra Fría

Nombres: Joel Mitre,Victoria Rodríguez,Francisco


Espinosa

Profesor: Edwin Rodríguez. A

Grado: 10V

Materia: Historia

Fecha: 31/10/2022
Primera guerra Mundial
Historia
La Primera Guerra Mundial, anteriormente llamada la Gran Guerra, fue una
confrontación bélica centrada en Europa que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó
el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
Recibió el calificativo de «mundial» porque se vieron involucradas todas las grandes
potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas. Por un lado,
la Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-
Hungría. Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y
Austria-Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los
términos pactados, fue la nación agresora que desencadenó el conflicto. Por otro
lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y
el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que
acabarían ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la
guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente,
mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias
Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran europeos,
se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.
Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada
«Gran Guerra» o «Guerra Mundial»,expresión esta última que en Alemania
comenzó a utilizarse desde su comienzo (Weltkrieg), aunque solo se generalizó en
Francia (Guerre Mondiale) y en el Reino Unido (World War) en la década de 1930,
mientras que en Estados Unidos la denominación se impuso a partir de su
intervención en 1917, ya que allí se la conocía como «Guerra Europea».
Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias
involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo
el 28 de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco
Fernando de Austria, a manos de Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este
suceso desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum
al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo
largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias
europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió a muchas otras áreas
geográficas.
El 28 de julio, los austrohúngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión
de Serbia, Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había
declarado neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la
soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes
fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra
de desgaste donde las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta
1917. Este frente es conocido como frente occidental. En el frente oriental, el ejército
ruso logró algunas victorias frente a los austrohúngaros, pero fueron detenidos por
los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el
Imperio otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes
en el Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en
1915, Rumanía en 1916 y los Estados Unidos en 1917.
Antecedentes de la primera guerra mundial
La paz armada: 1885-1914
Durante un largo período, entre 1885 y 1914 "reinó la paz armada "en la mayor parte
de Europa. La excepción fue la región de Los Balcanes, la más orienta de las
penínsulas europeas de Mar Mediterráneo.
Se llamó la paz armada, ya que entre las naciones europeas existían muchas
rivalidades en materia económica y debido a que las pretensiones colonialistas de
unos y otros chocaban en múltiples oportunidades. Además, el auge de los
sentimientos nacionalistas en diversas regiones aportaba su cuota de tensión.
Durante el enfrentamiento franco-prusiano de 1870 quedo
claro que las batallas no involucrarían sólo a los
militares, como ocurría en la antigüedad.
Serían naciones completas las que se verían
envueltas en la movilización bélica. Los progresos
en el campo de las máquinas
de combate hacía que la guerra cobrara
un rostro cada vez más amenazador, capaz de poner en jaque
el porvenir de toda una nación.
La disidencia rusa y la "Triple Alianza"
La armonía de los tres emperadores duró hasta que estalla el conflicto en los
Balcanes, en la actualidad se encuentran allí los estados de Rumania, Albania,
Yugoslavia, Bulgaria, Grecia y parte de Turquía. En 1877 Rusia entró en guerra con
los turcos que dominaban la península, logrando la victoria. Tras el enfrentamiento,
se firmó el Tratado de Berlín. En dicho acuerdo, a pesar de que Rusia ostentaba
la calidad de vencedora no obtuvo todas las ventajas que esperaba. Durante la
conferencia de paz, Bismarck no hizo nada por apoyar las pretensiones rusas. El zar,
resentido, acusó a Bismarck de haber "olvidado sus compromisos". La armonía de los
tres emperadores se había trizado.

Alianza entre Francia-Rusia-Inglaterra
Francia y Rusia quedaron aisladas luego de la constitución de la Triple Alianza. El
astuto canciller alemán Bismarck fue alejado de su cargo en 1890, lo que alegro a
Francia y a Rusia, pues
Alemania no se veía tan terrible. En Alemania también había subido un nuevo
emperador, Guillermo II, que encarnaba la ambición imperialista que alimentaba el
pueblo alemán. Francia y Rusia no tardaron en estrechar sus lazos de amistad. 
Asesinato en Sarajevo, del heredero al trono de Austria
Francisco Fernando (sobrino del emperador Francisco José y heredero del trono de
Austria-Hungría había viajado a los Balcanes para participar en las maniobras
militares del ejercito austriaco en Bosnia, territorio de población eslava anexionado
por Austria en 1908. El 28 de junio, ya finalizadas las maniobras, el
archiduque y su esposa asistieron a una ceremonia en la alcaldía de
Sarajevo, capital de la provincia de Bosnia. Cuando el cortejo que lo acompaña
cruzaba la ciudad en dirección a ese lugar, un nacionalista servio infiltrado en Bosnia
lanzó una bomba contra el carruaje que lo conducía, pero sólo dañó al coche que iba
tras el del archiduque. El agresor fue detenido mientras gritaba: "¡Soy un héroe, soy
un héroe!"
En la alcaldía, durante la ceremonia, el alcalde leyó un discurso donde cantó la
lealtad de los bosnianos al imperio. El archiduque no se contuvo y le interrumpió:
"¿Cómo? ¡Vengo como visitante y se me recibe
con bombas!
Para prevenir otro atentado se cambió la trayectoria de regreso, pero
desgraciadamente se eligió
una calle en que había apostado otro nacionalista servio, que disparó contra el
archiduque y repitió el tiro contra su esposa, que recibió la bala en el estómago. El
crimen fue obra de militantes de un grupo terrorista servio conocido como "La Mano
Negra", cuya cabeza principal era el jefe del Servicio de Inteligencia
del Estado Mayor
servio.
Causas de la primera guerra mundial
1. La Paz Armada
El periodo que va desde 1871 hasta el inicio de la Gran Guerra se conoce como
la Paz Armada. Entre Francia y Alemania existía una gran rivalidad después del
resultado de la guerra franco-prusiana (1870-1871). Asimismo, entre el Imperio
Austrohúngaro y Rusia había desacuerdos por el dominio político de los Balcanes.

Los grandes imperios de Europa sentían desconfianza unos de otros. En cualquier


momento un evento inesperado podía acabar con la paz mantenida, y eso fue lo que
ocurrió con los atentados de Sarajevo, que causaron la muerte de Francisco Fernando
en 1914.

2. El imperialismo europeo
El Reino Unido y Francia poseían la mayoría de las colonias africanas a finales del
siglo XIX, con un dominio territorial que favoreció su desarrollo económico y su
poder geopolítico. Mientras tanto, el Imperio Austrohúngaro no tenía colonias, y
Alemania apenas contaba con algunos territorios, de los que no obtenía casi ningún
tipo de ganancias económicas. Esto causó resentimiento de Alemania contra Francia
e Inglaterra.

3. El desarrollo de la industria bélica


Entre 1860 y 1913 se llevó a cabo un importante progreso industrial en Europa,
liderado por Reino Unido, Francia y Alemania. Este conllevó el desarrollo de nuevas
armas y la construcción de medios de transporte especializados para la guerra.

Todo ello empujó a las naciones europeas a sospechar de sus adversarias, lo que las
hizo invertir aun más dinero en la defensa de sus colonias y en preparaciones para
una eventual guerra.
4. El nacionalismo
Las ideologías nacionalistas se afianzaron en Europa durante el siglo XIX. Cada
gobierno buscaba exaltar los sentimientos de pertenencia a una comunidad. Por la
nación se debía luchar e incluso entregar la vida de ser necesario. Así, cada país
alentó la defensa de sus intereses y el menosprecio por los rasgos que eran propios de
otras naciones.

5. La diplomacia de la competencia entre naciones


La desconfianza entre los países dividió al mundo entre amigos y rivales. Por
iniciativa de Otto von Bismarck, el canciller de la Alemania unificada, se creó
la Triple Alianza de 1882, compuesta por Alemania, el Imperio Austrohúngaro e
Italia. Su objetivo era disminuir el poder de Francia y decretar su defensa común ante
Rusia.
Consecuencias de la primera guerra mundial
El mundo cambia sus fronteras
El final de la guerra también tuvo consecuencias geopolíticas. Las grandes potencias
europeas participaron en el conflicto para defender sus colonias y ampliar sus
dominios conquistando el territorio de las demás.

Sin embargo, el resultado final fue muy diferente. La Primera Guerra Mundial supuso
el fin de los cuatro grandes imperios en Europa: el Imperio Austrohúngaro,
el Imperio Otomano (actual Turquía), el Imperio Alemán (que incluía partes de
Francia, Bélgica y Dinamarca) y el Imperio Ruso.

La desaparición de los imperios significaba también el nacimiento de nuevos países,


sobre todo en la Europa central, como Austria y Hungría, Estonia, Letonia, Lituania,
Ucrania o Yugoslavia (que más tarde se dividiría en Eslovenia, Serbia y Montenegro).

El Tratado de Versalles de 1919 fue firmado por más de 50 estados que querían la


paz. Para ello crearon la Sociedad de Naciones, un organismo internacional que
promovía la cooperación entre países y que fue el precursor de las Naciones Unidas.

Desgraciadamente, la Sociedad de Naciones no pudo prevenir la Segunda Guerra


Mundial.
Un armisticio fallido
El Armisticio de la Primera Guerra Mundial se firmó el 11 de noviembre de 1918,
ahora hace 100 años. El objetivo era detener los ataques y construir la paz, pero los
vencedores tuvieron una actitud revanchista que no ayudó a la reconciliación.

Las condiciones del Armisticio de Compiègne imponían duras represalias contra


Alemania, país de la Triple Alianza que había liderado la ofensiva.

Alemania perdió todas sus colonias y parte de sus territorios, fue obligada a


entregar todas las armas y desmilitarizarse, además de pagar una cuantiosa
indemnización por los daños provocados.

Durante décadas, los alemanes estuvieron limitados por estas sanciones, lo que
alimentó el resentimiento contra los países vencedores (Francia, Reino Unido,
Estados Unidos) y facilitó el crecimiento del nazismo.

Adolf Hitler aprovechó el descontento de la población para ganar apoyos con sus ideas
fascistas. La aparición del nazismo dio pie a la Segunda Guerra Mundial.
Millones de soldados y civiles muertos
Todavía no se sabe con exactitud cuánta gente murió durante la guerra. Los datos
oficiales hablan de unos 9 millones de soldados y 7 millones de civiles
muertos durante los combates. Además, 6 millones de personas murieron por culpa
del hambre, las enfermedades y la falta de recursos derivados de la guerra.
Hubo más de 20 millones de heridos.

Soldados muertos después de una batalla en Francia.


 AFP
La Primera Guerra Mundial ocurrió en una época en la que la Revolución Industrial
estaba muy avanzada y permitió desarrollar nuevo armamento. Así aparecieron las
armas y cañones automáticos, los carros blindados, los aviones y submarinos de
combate. También se empezó a experimentar con los primeros gases tóxicos, como
el gas mostaza, que no era letal pero incapacitaba a los soldados en el terreno de
combate, de modo que no podían defenderse.

Tanto en los países vencedores como en los vencidos, las ciudades, fábricas y


campos de cultivo quedaron arrasados. La guerra fue muy cara para algunos países,
que quedaron arruinados y tardaron décadas para recuperar la economía.

Uno de los pocos aspectos positivos de la guerra fue la incorporación de la mujer en


el mundo laboral: ante la falta de hombres, que estaban luchando en el frente, ellas
ocuparon su lugar en las fábricas y su papel en la sociedad empezó a ser reconocido.
Desarrollo de la Gran Guerra

Soldados con máscaras especiales para evitar respirar los gases venenosos durante los
enfrentamientos.
El Imperio Austrohúngaro y Alemania formaban un bloque sólido en el centro de
Europa. Para evitar el enfrentamiento directo en este y oeste, Alemania puso en
práctica el Plan Schlieffen, que consistía en enviar la mayor parte de su ejército al
frente occidental, atravesando Bélgica

invadiendo a Francia con el fin de vencerla rápidamente. Luego, esas fuerzas si


podrían movilizarse hacia el este y reforzar el frente oriental. Los planes de Alemania
no se cumplieron. Tras la invasión de Bélgica, Reino Unido le declaró la guerra a
Alemania. Así, la avanzada alemana fue detenida por los franceses y por la Fuerza
Expedicionaria Británica en la primera batalla de Marne, en el mes de septiembre
de 1914.

Guerra de movimientos
En la primera etapa de la Gran Guerra, las tropas de las Potencias Centrales fueron
movilizadas para invadir a sus enemigos y obtener la victoria con rapidez. Estos
movimientos generados por el ataque alemán en 1914, así como los movimientos del
ejército francés hacia el frente occidental, además del desplazamiento de las fuerzas
de Inglaterra hacia el continente se conocen como la guerra de movimientos.
Frente occidental
El frente occidental se localizó en una extensa línea de 800 kilómetros de longitud
desde Suiza hasta Bélgica. Allí se llevaron a cabo bombardeos, ataques de artillería e
incluso ataques con gas venenoso entre las fuerzas del Imperio Alemán y Francia e
Inglaterra.

Luego de la primera batalla de Marne, los ejércitos buscaron consolidar sus


posiciones en el terreno. Por eso construyeron trincheras esperando ganar
estratégicamente cada vez más espacio. A pesar de las tácticas puestas en marcha, los
avances fueron escasos y hubo numerosas bajas en cada batalla.

Las posiciones de las trincheras variaron poco hasta casi el término de la guerra,
cuando la balanza se inclinó finalmente en favor de los aliados. Entre los
enfrentamientos más duros del frente occidental se cuentan la batalla de Verdún,
la batalla del Somme y la batalla de Passchendaele, cada una responsable de la
pérdida de cientos de miles de vidas humanas.

Líneas rojas demarcan el frente occidental. Las posiciones poco se movieron en los
años 1915 y 1916. Los campos de batalla se situaban en la frontera de Francia con
Alemania y con Bélgica, que había sido ocupada por las Potencias Centrales. Los
rectángulos azules muestran las posiciones de batallones aliados y los rojos la de
batallones alemanes. Imagen cortesía de: Benjamín Núñez González.
En verde las zonas disputadas del frente oriental que pasaron a control de las
Potencias Centrales luego de la firma del Tratado de Brest-Litovsk en 1917. Un año
después tanto Alemania como Austria perderían la posesión de esos territorios por su
derrota en la guerra.
Revolución Rusa
En 1917, Rusia tuvo que apartarse de la Gran Guerra a causa de la revolución
dirigida por Lenin y los bolcheviques. Ese año, entre febrero y octubre derrocaron al
zar Nicolás II e impusieron un gobierno socialista.

Tras estos eventos, los alemanes y los rusos alcanzaron acuerdos con el tratado de
Brest-Litovsk. La firma de ese tratado permitió que las tropas alemanas se trasladaran
del frente oriental al occidental y Rusia dejó los combates para atender los conflictos
internos provocados por la revolución.

Familia Romanovs, última familia imperial de Rusia tras la Revolución rusa que
derrocó al zar Nicolás II.
Fin de la Primera Guerra Mundial
En 1917 llegó al continente europeo la Fuerza Expedicionaria Estadounidense,
liderada por el General de los Ejércitos John Pershing. Estas tropas vinieron a apoyar
al bando de la Entente, por lo que cambiaron el balance de la guerra a favor de los
aliados en el frente occidental.

Por otra parte, los ejércitos de las Potencias Centrales estaban agotados y
desprovistos de recursos. No contaron con las fuerzas necesarias para invadir París en
junio de 1918 y perdieron la segunda batalla de Marne.

En el frente oriental, los británicos derrotaron al Imperio Otomano. Por su parte, los
italianos vencieron al Imperio Austrohúngaro en la batalla de Vittorio Veneto,
derrota que obligó al Imperio Austrohúngaro a firmar un armisticio.

En Alemania la población atravesaba una fuerte crisis que causó la insurrección


obrera de Berlín. El emperador Guillermo II abandonó su cargo y, a continuación, se
estableció un gobierno provisional que estableció una república en Alemania. El 11
de noviembre de 1918 el nuevo gobierno alemán firmó el armisticio de Compiègne,
que dio fin a la Primera Guerra Mundial.
Mapas de Europa de la primera guerra mundial
Segunda Guerra Mundial
Historia
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre
1939 y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del
mundo (incluidas todas las grandes potencias, así como prácticamente todas las
naciones europeas) agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: Los Aliados, por
un lado, y las potencias del Eje, por otro. Fue la mayor contienda bélica de
la historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de guerra
total en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica,
militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre
recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que
incluyeron la muerte masiva de civiles (el Holocausto, los bombardeos intensivos
sobre ciudades y el uso, por primera vez en un conflicto militar, de armas nucleares),
la Segunda Guerra Mundial fue la más mortífera de la historia, con un resultado de
entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de la población mundial.1
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con
la invasión alemana de Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una de
sus reivindicaciones expansionistas más delicadas: El Corredor Polaco, que
implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto
con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras
que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de
Invierno). El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que
esperaban como una repetición de la guerra de trincheras («guerra de mentira») para
la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron
ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la blitzkrieg ("guerra
relámpago") proporcionaron en pocos meses a Alemania el control
de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia, mientras que el
ejército británico escapaba in extremis desde las playas de Dunkerque durante
la batalla de Francia. La mayor parte del continente europeo estaba ocupado por el
ejército alemán o por sus aliados, entre los que destacaba la Italia fascista, cuya
aportación militar no fue muy significativa (batalla de los Alpes, guerra greco-
italiana).
La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo
durante el periodo siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston Churchill,
decidido a la resistencia («sangre, sudor y lágrimas») y que finalmente venció, entre
otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el radar) y al decisivo apoyo
estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D. Roosevelt (Carta
del Atlántico, 14 de agosto de 1941).
En 1941, la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso
impulsó a Alemania a invadir la Unión Soviética (operación Barbarroja),
inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla de Moscú y los sitios
de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón, en su campaña de expansión
por Asia y en venganza por el embargo económico que el gobierno estadounidense
les había impuesto, atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941; la agresión
precipitó la entrada de Estados Unidos en la guerra. Pocos meses después, la batalla
de Midway (en julio de 1942) marcaría un punto de inflexión en la guerra del
Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a los
estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de
los Afrika Korps alemanes desde Libia hacia Egipto en la batalla de El
Alamein (1942), después de la invasión italiana al canal de Suez (1940).
El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones necesarias
para los desembarcos aliados en Europa (Sicilia, en julio de 1943; Anzio, en enero de
1944; Normandía, en junio de 1944) y por el hundimiento del frente oriental, en el
que se libraron las operaciones con tanques más encarnizadas de la historia (batalla
de Kursk, especialmente en Projorovka, julio de 1943), mientras en el frente
occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy desarrolladas
(misiles V-1 y V-2) y soportaban bombardeos destructivos sobre sus ciudades a una
escala nunca antes vista (bombardeo de Dresde, en febrero de 1945) y la destrucción
total de su capital (batalla de Berlín, entre abril y mayo de 1945).
Por qué Hitler quería dominar el mundo
Es complicado decirlo, dado su carácter irascible y cambiante, pero parte de sus
líneas maestras para Alemania y Europa quedaron reflejadas tiempo atrás en el Mein
Kampf, la obra por antonomasia del nazismo ahora reeditada en Alemania. En sus
páginas, Adolf Hitler observaba en el horizonte un "Germanischer Staat Deutscher
Nation", el macroestado hogar de todos los pueblos germánicos de Europa. Eso no
incluía sólo a los alemanes y a las minorías étnicas alemanas repartidas por el
continente, sino también a flamencos, holandeses, escandinavos, y suizos. No
mencionaba a los británicos.

El gran estado de los pueblos germánicos, ideado por Hitler y parcialmente semejante
a los territorios al este de Europa controlados tanto por el III Reich como por los
gobernadores militares en plena campaña.
Sin embargo, la Europa germánica era demasiado pequeña para los nazis. De forma
paralela, Hitler elaboró la célebre teoría del lebensraum, del espacio vital requerido
por los pueblos alemanes para vivir acorde a sus necesidades en el continente. Su
aplicación, como se observa más arriba, implicaba la invasión de Europa del Este (la
Operación Barbarroja cobra así sentido), territorios habitados desde hacía siglos por
los pueblos eslavos. Para ellos, tanto Hitler como las SS tenían planes menos
halagüeños, plasmados parcialmente en el sistemático genocidio de gran parte de la
población de los territorios ocupados.

La planificación de la ocupación y vaciación de los territorios del este se concretó en


planes como el Generalplan Ost, que incluía cálculos muy precisos sobre el volumen
de pobladores eslavos y bálticos que debían ser o bien deportados más allá de los
Urales o bien exterminados. Los restantes, en el universo demente de Hitler, servirían
como poblaciones vasallas a los pueblos germánicos, que podrían de este modo
ocupar las vastas y muy planas extensiones de Polonia, Bielorrusia, Ucrania y, por
supuesto, Rusia, ideas mitológicas ancladas en el imaginario del nacionalismo
alemán.

Sobre los territorios vaciados, ya sea por la vía del extermino o de la deportación
forzosa, se asentarían los pobladores germanos, en un proceso de colonización de las
tierras del este bien definido por Hitler. Es factible creer que, en caso de victoria, la
Europa de Hitler se hubiera parecido a esto. Lo estaban intentando.
Países que apoyaron a Hitler
Alemania

Bandera del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán

El término nazi es una forma abreviada de nacionalsocialismo en alemán. Esta


ideología fue institucionalizada en el Partido Nacionalsocialista Obrero
Alemán (NSDAP), también conocido como Partido Nazi.
El Tercer Reich es el periodo y se utiliza como sinónimo para la Alemania nazi. El
término fue introducido por la propaganda nazi, que contaba al Sacro Imperio
Romano Germánico como el Primer Reich o Imperio, al Imperio alemán (1871-
1918) como el segundo y a su propio régimen como el tercero. Esto fue hecho para
sugerir una vuelta gloriosa de la Alemania anterior tras la República de
Weimar instaurada en 1919 y que, sin embargo, nunca fue disuelta oficialmente por
el nuevo régimen.
El Partido Nazi procuró combinar símbolos tradicionales de Alemania con símbolos
del Partido Nazi, siendo un símbolo único, la esvástica el más representativo del
régimen, en un esfuerzo por reforzar la idea de unidad entre sus ideales y Alemania.
Imperio de Japón

Bandera del Imperio de Japón (1868-1945)


El Imperio de Japón (大日本帝国; Dai-Nihon/-Nihon Teikoku) comúnmente se
refiere a Japón desde la Restauración Meiji hasta el fin de la Segunda Guerra
Mundial. Políticamente, cubre el período desde la imposición de establecer
prefecturas en lugar de dominios feudales el 14 de julio de 1871, pasando por la
expansión de Japón por el Pacífico y el océano Índico, hasta la rendición formal el 2
de septiembre de 1945 cuando se firmó el Instrumento de Rendición.
Constitucionalmente, se refiere al período del 29 de noviembre de 1890 al 3 de mayo
de 1947.
El país fue renombrado como el Imperio del Japón, ya que los clanes feudales anti-
Tokugawa, Satsuma y Chō shū formaron la base de su nuevo gobierno tras la
Restauración Meiji, con su intención de dejarlo como un imperio.
Aunque el Imperio del Gran Japón es la traducción literal del título en japonés, según
la Constitución del Imperio del Japón (大日本帝国憲法; Dai-Nihon/-Nihon
Teikoku Kenpō), los nombres «Imperio japonés» y «Japón Imperial» son
comúnmente conocidos y usados, refiriéndose a la misma entidad.
En Japón, los nombres «Nihon» (日本; 'Japón'), «Dai-Nihon» (大日本; 'Gran
Japón'), «Dai-Nihon/-Nihon Koku» (大日本国; 'Nación del Gran Japón'), «Nihon
Teikoku» (日本帝国; 'Imperio del Japón') fueron usados todos y no fue hasta 1936
que el título apropiado del país fue estandarizado.
En 1946, un año después del término de la guerra, Japón se reestructuró como parte
de su derrota, y el título del país fue una vez más corregido a «El Estado del Japón»
(日本国; Nihon Koku) en el borrador dentro de la Constitución de Japón.
Reino de Italia y sus colonias

Bandera del Reino de Italia (1861-1946)


El fascismo en Italia (que originó la llamada Italia fascista) fue un movimiento
político del siglo XX que surgió en Italia al finalizar la Primera Guerra Mundial a
través del Partido Nacional Fascista fundado por Benito Mussolini.
Nació en parte como reacción a la Revolución Bolchevique de 1917 y a las fuertes
peleas sindicales de trabajadores y braceros que culminó en el bienio rojo, en parte
como polémica respecto a la sociedad liberal-democrática que salió maltrecha de la
experiencia de la Primera Guerra Mundial.
El nombre deriva de la palabra italiana fascio (latín: fascis). La palabra, en la antigua
Roma, era usada como símbolo de la unión de los luchadores. El símbolo fascista es
el fasces romano que significaba el poder del régimen, en particular el poder
jurisdiccional.
A partir de 1943, con la invasión aliada de la Península Itálica, se produce la caída y
detención de Mussolini y se hace el posicionamiento del gobierno de Pietro
Badoglio con los aliados, esto provoca a su vez la invasión alemana de Italia, la
liberación de Benito Mussolini que establece la República Social Italiana o República
de Salò en la zona que ocupan los alemanes. Mientras, en la zona liberada por los
aliados, sigue el Reino de Italia esta vez a favor de los aliados, con la consecuente
guerra civil entre italianos. Después de la Rendición en 1943 y a consecuencia del
apoyo del rey Víctor Manuel III a Mussolini, este abdica a finales de 1943 hacia su
hijo Humberto II, que actuó como regente hasta el final de la guerra y en 1946 se
proclamó rey de Italia hasta la realización del referéndum en la que se establece la
actual República de Italia.
Socios del Eje
Reino de Hungría

Bandera de Hungría en 1940.


Desde 1920, el almirante Miklós Horthy había sido regente de Hungría. Mediante
el Tratado de Trianon, ese país había perdido el 72 % de su territorio histórico a favor
del Reino de Rumania, Checoslovaquia y el Reino de Yugoslavia. El incremento de
la influencia alemana sobre los Balcanes antes de la guerra, motivaron a Horthy a
unir Hungría al Pacto Tripartito en noviembre de 1940, luego de haber recibido
territorios de Checoslovaquia y el Reino de Rumania durante los Arbitrajes de
Viena (1938 y 1940).
Posteriormente, los ejércitos húngaros participaron en la invasión de Yugoslavia,
recibiendo más territorio por esto. La eventual participación del Reino de Hungría en
la invasión de la Unión Soviética fue necesaria para contrarrestar la influencia que
el Reino de Rumanía empezaba a tener sobre Alemania. Las deportaciones masivas
de judíos húngaros a los campos de exterminio se iniciaron a inicios de 1944, pero
para aquel entonces, la población judía ya había sido despojada de sus derechos
básicos mediante la aplicación de leyes raciales.
Cuando el curso de la guerra se volteó definitivamente contra Alemania nazi, Horthy
intentó negociar un armisticio por separado con los soviéticos, siendo su hijo su
representante. Hitler se enteró de los planes de Horthy y envió un comando liderado
por Otto Skorzeny a secuestrar a su hijo. La maniobra funcionó y Hungría
permaneció al lado de Alemania hasta el final de la guerra. No obstante, Horthy fue
reemplazado por Ferenc Szálasi, filogermano del Partido de la Cruz Flechada.
Después de la batalla de Budapest, el gobierno húngaro colapsó y Hungría fue
ocupada por el Ejército Rojo, que convirtió el país en un estado socialista. Todas las
anexiones húngaras durante la guerra fueron declaradas nulas y Hungría recuperó sus
antiguas fronteras, a excepción de unas villas que fueron cedidas a Checoslovaquia.
Reino de Bulgaria

Bandera del Reino de Bulgaria (1878-1944)


Desde 1930, el zar Boris III había iniciado una serie de medidas desafiantes a
la Sociedad de Naciones, siguiendo el ejemplo alemán, como la creación de una
fuerza aérea búlgara. En febrero de 1940, Bogdan Filov ocupa el cargo de primer
ministro. Tanto el zar como el primer ministro eran germanófilos e intentaron
recuperar las fronteras pérdidas en los tratados de Bucarest y de Neuilly. En efecto,
en septiembre de 1940, el Reino de Bulgaria logró recuperar la Dobruja meridional
del Reino de Rumania en los Acuerdos de Craiova.
Aunque Bulgaria se había aproximado a Alemania durante las negociaciones por la
Dobruja, los gobernantes de Bulgaria aún esperaban poder conservar su neutralidad
en el conflicto europeo. No obstante, sus esperanzas se frustraron abajo cuando
las fuerzas alemanas se acercaron a su frontera y solicitaron permiso para cruzarlas
para invadir Grecia a inicios de 1941. El zar aceptó y desde entonces el Reino de
Bulgaria se consideró miembro del Eje. Finalmente, el 1 de marzo, el Reino de
Bulgaria se adhirió al Pacto Tripartito y su alianza con Alemania se convirtió en
oficial. No obstante, la participación búlgara en la guerra fue limitada, aunque
terminó anexándose territorio griego y yugoslavo y logrando recuperar su salida
al mar Egeo.
Tailandia

Bandera de Tailandia desde 1932 hasta la actualidad


Tailandia fue un especial aliado de Japón, pues vio en esa alianza una oportunidad de
expulsar a los ingleses y franceses de Asia, a pesar de que veía en Japón un nuevo
esclavizador. Pero a finales de 1944 después de la destitución del primer
ministro Plaek Pibulsonggram, Tailandia decidió unirse a los Aliados de manera
formal contra Japón.
Irán
Artículos principales: Reza Shah e Invasión anglosoviética de Irán.

Bandera de Irán durante la Segunda Guerra Mundial


Desde 1928, el sah de Persia, Reza Pahlavi, había intentado minimizar la
influencia británica en su país. En 1932, Reza canceló un acuerdo con la Anglo-
Persian Oil Company pero, al ser presionado por el Reino Unido, firmó rápidamente
otro. No obstante, poco a poco, Irán fue estrechando sus relaciones comerciales
con Alemania, en perjuicio del Imperio británico.
La invasión de la Unión Soviética en 1941 convirtió a Irán en un corredor estratégico
para llevar recursos al Cáucaso. No obstante, el sah se negó a permitir el transporte
de armas a la Unión Soviética por su territorio, alegando neutralidad. El 25 de agosto,
los británicos y soviéticos invadieron Irán, alegando a su vez que los alemanes en su
territorio eran espías y que el sah planeaba vender petróleo exclusivamente a la
Alemania nazi.
Reino de Irak

Bandera de Irak durante la Segunda Guerra Mundial.


A inicios de la Segunda Guerra Mundial, el Reino de Irak era gobernado por
el regente Abdul Ilah, ya que el futuro rey, Faysal II, era menor de edad. Aunque Irak
había obtenido su independencia en 1932, los británicos conservaban sus bases
militares en el país y sus efectivos podían movilizarse sin restricciones. Además, el
reino poseía responsabilidades comerciales con el Reino Unido, sin recibir gran
beneficio por ello.

Soldados británicos a las puertas de Bagdad el 11 de junio de 1941.


A causa de esto, un fuerte sentimiento antibritánico surgió en el país, especialmente
en el Ejército, y cuatro generales nacionalistas empezaron a conspirar para derrocar
al Gobierno probritánico. El 3 de abril de 1941, los generales iraquíes dieron
un golpe de Estado y derrocaron al regente, aunque respetaron el sistema
monárquico. El general Rashid Ali fue nombrado primer ministro e inmediatamente
solicitó apoyo militar a Alemania para poder contrarrestar el inminente ataque
británico. Los iraquíes sitiaron la base de la RAF británica en Habbaniya, pero los
sitiados lograron levantar el cerco. La ayuda alemana se limitó a enviar unos
bombarderos de la Luftwaffe para bombardear Habbaniya, sin resultados decisivos.
Por qué Hitler creo los campos de concentración
Así, el objetivo declarado de un campo de concentración es
precisamente concentrar a la población de un determinado grupo étnico o región
geográfica, con el fin de separar a los combatientes enemigos del apoyo de la
población civil, evitando también que pueda rebelarse.
Campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi[editar]
Véanse también: Campo de exterminio y Campos de concentración nazis.

Campos de concentración y exterminio nazis durante la II Guerra Mundial.


Durante el siglo XX el internamiento de civiles por parte de los distintos estados se
hizo cada vez más frecuente; alcanzó su clímax antes y durante la Segunda Guerra
Mundial con los Campos de concentración nazis (1933-1945). Se crearon campos de
trabajo y de exterminio con el fin de mantener presos y exterminar
a judíos, comunistas, anarquistas, socialistas, disidentes políticos, prisioneros de
guerra, homosexuales y similares, gitanos, eslavos, testigos de Jehová, criminales
comunes, republicanos españoles emigrados, personas con discapacidades y demás
colectivos calificados como «inferiores» o «traidores» para el ideario nazi.
El término «campo de concentración» ganó muchas de las connotaciones del campo
de exterminio, y es confundido como sinónimo. También ha sido reemplazado por
eufemismos como «campo de internamiento» o «de reubicación», con independencia
de las circunstancias de cada lugar.
Los más sangrientos fueron Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Belzec y Dachau -entre
otros 39 campos centros de concentración- donde morían 1000 personas por día.
Otros campos de concentración
Argentina
 Durante la autodenominada Conquista del Desierto (Ver Tesis del
genocidio)
 Durante la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización
Nacional
Chile
 Isla Dawson, Región de Magallanes, Patagonia Chilena, usada para recluir
a altos funcionarios y autoridades del derrocado gobierno de Salvador
Allende Gossens, el 11 de septiembre de 1973.
 Campo de concentración de exsalitrera Chacabuco, 11 de septiembre de
1973.
 Campo de Prisioneros de Pisagua.
 Estadio Nacional de Santiago de Chile, usado como centro de reclusión,
tortura y desaparición durante los primeros meses de la dictadura Militar
de Augusto Pinochet.
 Campo de Prisioneros de Ritoque
 Campo de concentración "Tejas Verdes" (San Antonio, región de
Valparaíso)
 Campo de concentración "Isla Riesco" (Colliguay, región de Valparaíso)
 Campo de concentración "Melinka" (Puchuncaví, región de Valparaíso)
 Colonia Dignidad
China
 En China, el Laogai, red de campos de trabajo, actualmente en
funcionamiento.
 Campamentos de reeducación de Xinjiang
Por qué Hitler odiaba a los judíos
El antisemitismo no es un invento de Hitler. Desde la Edad Media en Europa,
los judíos fueron víctimas de discriminación y persecución, a menudo, por
motivos religiosos. Los cristianos vieron la fe judía como una desviación que
debía ser combatida. Los judíos fueron, a veces, obligados a convertirse, o se
les prohibían ejercer ciertas profesiones.

En el siglo XIX, la religión desempeñó un papel menos importante. Y en su


lugar , surgieron pensamientos acerca de las diferencias entre las razas y
pueblos.  Así se originó la idea que los judíos pertenecían a otro pueblo
diferente que, por ejemplo, los alemanes. Incluso si los judíos se convertían a
la fe cristiana, continuaban siendo "diferentes" debido a su línea de sangre.

Durante el Tercer Reich, el adoctrinamiento se centró en la eliminación de los


judíos como si se tratara de la extracción de un contaminante de la pureza
racial “aria”. Las formas en las que este adoctrinamiento pudo haber recurrido
a tradiciones más antiguas de antisemitismo dentro de Alemania sigue siendo
objeto de debate.
El odio hacia los judíos tiene una larga historia en la sociedad europea. Los
pogromos y las expulsiones mancharon la historia de casi todos los países de
Europa en la Edad Media e incluso en la era moderna. La base de este odio
puede encontrarse en la descripción que han hecho las autoridades cristianas
de los judíos como los “asesinos de Cristo” y la persistencia de los
estereotipos antisemitas en el arte y la literatura. Durante el siglo XIX, el odio
religioso hacia los judíos se combinó con creencias sobre la diferencia racial y
la superioridad que se centraron en la “sangre” en lugar de en la fe para
engendrar el antisemitismo moderno.
Raul Hilberg, historiador pionero del Holocausto, argumentó que el odio
hacia los judíos ha evolucionado a lo largo de los siglos, pero con notables
continuidades en los métodos y objetivos: “Los misioneros cristianos habían
dicho en realidad: no tenéis derecho a vivir entre nosotros siendo judíos. Los
gobernantes laicos que los siguieron habían proclamado: no tenéis derecho a
vivir entre nosotros. Los nazis alemanes decretaron finalmente: no tenéis
derecho a vivir”.
Mapas de Segunda Guerra mundial
Guerra Fría
La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, ideológico,
militar e informativo el cual comenzó al término de la Segunda Guerra Mundial entre
los bloques Occidental (capitalista) y Oriental (socialista), liderados por Estados
Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas respectivamente.
La primera fase de la Guerra Fría comenzó tras el final de la Segunda Guerra
Mundial, en 1945. Estados Unidos creó la alianza militar de la OTAN en 1949, con
el objetivo de frenar la influencia soviética en Europa. La Unión Soviética respondió
a la creación de esta alianza con el establecimiento del Pacto de Varsovia en 1955.
Las principales crisis de esta fase incluyeron el bloqueo de Berlín de 1948-1949, la
segunda fase de la guerra civil china (1946-1949), la guerra de Corea (1950-1953),
la crisis de Suez de 1956, la crisis de Berlín de 1961 y la crisis de los misiles
cubanos de 1962.
La Unión Soviética y los Estados Unidos comenzaron a competir por la influencia
en América Latina, Oriente Próximo y los estados recién descolonizados
de África y Asia, donde el comunismo tenía una gran fuerza y donde se vivieron
conflictos tales como la Emergencia Malaya o la guerra de Indochina.
Después de la crisis de los misiles cubanos, comenzó una nueva fase que vio cómo
la ruptura sino-soviética —entre la República Popular China y la URSS—
complicaba las relaciones dentro de la esfera comunista, mientras que Francia, aliado
de los Estados Unidos, comenzó a exigir una mayor autonomía de acción llegando
incluso a abandonar la estructura militar de la OTAN.12 La URSS
invadió Checoslovaquia para reprimir la Primavera de Praga de 1968, mientras que
Estados Unidos experimentó una agitación interna del movimiento de derechos
civiles y oposición a la guerra de Vietnam. En las décadas de 1960 y 1970, un
movimiento internacional por la paz se arraigó entre los ciudadanos de todo el
mundo. Se produjeron movimientos contra las pruebas de armas nucleares y por el
desarme nuclear, con grandes protestas contra la guerra. En la década de 1970 ambos
comenzaron a hacer concesiones para la paz y la seguridad, marcando el comienzo de
un período de distensión (o détente) que vio las conversaciones estratégicas de
limitación de armas y las relaciones de apertura de los Estados Unidos con
la República Popular China como un contrapeso estratégico para la URSS.
Simultáneamente los Estados Unidos desarrolló la Doctrina de la Seguridad
Nacional, para prevenir "la expansión del comunismo" y promover en América
Latina, a través del Plan Cóndor, la instalación de dictaduras militares que
reprimieran mediante el terrorismo de Estado, los movimientos políticos, sociales,
sindicales y estudiantiles de sus poblaciones.
La fase de estabilidad se derrumbó a finales de la década con el comienzo de
la guerra de Afganistán de 1979. La década de 1980 fue otro período de tensión
elevada. Estados Unidos aumentó las presiones diplomáticas, militares y económicas
contra la Unión Soviética, en un momento en que esta ya sufría un estancamiento
económico. A mediados de la década de 1980, el nuevo líder soviético Mijaíl
Gorbachov introdujo las reformas conocidas como Glásnost (1985)
y Perestroika (1987) y puso fin a la participación soviética en Afganistán. Las
presiones por la soberanía nacional se fortalecieron en Europa del Este, y Gorbachov
se negó a apoyar militarmente a sus gobiernos por más tiempo en la llamada Doctrina
Sinatra. El resultado en el año 1989 fue una ola de revoluciones que (con la
excepción de Rumanía) derrocó pacíficamente a todos los gobiernos comunistas de
Europa Central y Oriental. El propio Partido Comunista de la Unión Soviética perdió
el control del territorio y fue prohibido luego de un intento fallido de golpe de Estado
en agosto de 1991 contra el gobierno anticomunista de Borís Yeltsin en la RSFS de
Rusia. Esto a su vez condujo a la disolución formal de la URSS en diciembre de
1991, la declaración de independencia de sus repúblicas constituyentes y el colapso
de los gobiernos comunistas en gran parte de África y Asia.
SURGIMIENTO DE LA ONU y la OTAN
ONU
 Surge porque las naciones estaban en ruinas y el mundo quería la paz.
Representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Organización Internacional del 25 de abril al 26 de junio
de 1945.

Las Naciones Unidas es una organización internacional fundada en 1945 tras la


Segunda Guerra Mundial por 51 países que se comprometieron a mantener la paz y la
seguridad internacional, fomentar entre las naciones relaciones de amistad y
promover el progreso social, la mejora del nivel de vida y los Derechos Humanos.
Hoy cuenta con 193 países miembros.

Los objetivos centrales de la Organización son principalmente mantener la paz y la


seguridad internacional, centralizar y armonizar los esfuerzos de las naciones para
alcanzar sus intereses comunes y fomentar las relaciones pacíficas entre los Estados.

Debido a las competencias que le asigna la Carta fundacional, la Organización puede


adoptar decisiones sobre un amplio espectro de temas y ser el escenario de
negociación de sus 193 Estados Miembros, a través de la Asamblea General, el
Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, entre otros órganos y
comisiones.

Colombia es miembro fundador de las Naciones Unidas, al haber ratificado el 5 de


noviembre de 1945, la Carta Constitutiva de San Francisco. Colombia se ha
caracterizado por su activa participación en esta Organización y en sus diferentes
escenarios. En 1946, nuestro país fue elegido por primera vez como miembro no
permanente del Consejo de Seguridad y desde entonces ha ocupado en siete
ocasiones dicho cargo: 1947-1948; 1953-1954; 1957-1958; 1969-1970; 1989-1990;
2001-2002; 2011-2012.

Desde los inicios de su ingreso a la Organización, Colombia ha participado


activamente en los diferentes temas y escenarios de las Naciones Unidas, contando
con Misiones Permanentes en Nueva York, en Ginebra, en Paris y en Viena.
Historia del surgimiento de la ONU
El nombre de “Naciones Unidas”, acuñado por el presidente de los Estados Unidos
Franklin D. Roosevelt, se utilizó por primera vez el 1 ° de enero de 1942, en plena
segunda guerra mundial, cuando representantes de 26 naciones aprobaron la
“Declaración de las Naciones Unidas”, en virtud de la cual sus respectivos gobiernos
se comprometían a seguir luchando juntos contra las Potencias del Eje.

Las primeras organizaciones internacionales establecidas por los Estados tenían por
objeto cooperar sobre cuestiones específicas. La Unión Internacional de
Telecomunicaciones fue fundada en 1865 bajo la denominación de Unión Telegráfica
Internacional, y la Unión Postal Universal se creó en 1874. Hoy día son organismos
especializados de las Naciones Unidas. En 1899 se celebró en La Haya la primera
Conferencia Internacional de la Paz con el objeto de elaborar instrumentos que
permitieran resolver pacíficamente las crisis, evitar la guerra y codificar normas de
conducta en tiempo de guerra.

La Conferencia aprobó la Convención para el arreglo pacífico de los conflictos


internacionales y estableció la Corte Permanente de Arbitraje, que comenzó a operar
en 1902.

El precursor de las Naciones Unidas fue la Sociedad de las Naciones, organización


concebida en similares circunstancias durante la primera guerra mundial y
establecida en 1919, de conformidad con el Tratado de Versalles, “para promover la
cooperación internacional y conseguir la paz y la seguridad”. También en el marco
del Tratado de Versalles se creó la Organización Internacional del Trabajo como
organismo afiliado a la Sociedad de las Naciones. La Sociedad de las Naciones cesó
su actividad al no haber conseguido evitar la segunda guerra mundial.

En 1945, en el mes de junio, representantes de 50 países se reunieron en San


Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización
Internacional, para redactar la Carta de las Naciones Unidas. Los delegados
deliberaron sobre la base de propuestas preparadas por los representantes de China, la
Unión Soviética, el Reino Unido, y los Estados Unidos en Dumbarton Oaks, Estados
Unidos, entre agosto y octubre de 1944. La Carta fue firmada el 26 de junio de 1945
por los representantes de los 50 países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó
más tarde y se convirtió en uno de los 51 Estados Miembros fundadores.

Las Naciones Unidas empezaron a existir oficialmente el 24 de octubre de 1945,


después de que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el
Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios. El Día de las
Naciones Unidas se celebra todos los años en esa fecha.
Surgimiento de la OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene sus orígenes en la
firma del Tratado de Washington de 1949, mediante el cual diez países de ambos
lados del Atlántico (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia,
Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Reino Unido) se
comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra
cualquiera de ellos. 

Así nació una Alianza que vinculaba la defensa de América del Norte con un
conjunto de países de Europa Occidental sobre la base del artículo 51 (Capítulo VII)
de la Carta de Naciones Unidas, que reconoce el derecho inmanente de legítima
defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado. 

Sin duda, la evolución de la situación internacional ha determinado la continua


adaptación de la Alianza Atlántica a los cambios en su entorno estratégico. El fin de
la Guerra Fría en 1989 supuso, ante el desvanecimiento de una amenaza de invasión
militar, el establecimiento de nuevas formas de cooperación política y militar para
tratar los conflictos regionales y preservar la paz y la estabilidad. El Concepto
Estratégico aprobado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en
noviembre de 1991, en Roma, diseñaba un planteamiento amplio sobre seguridad,
basado en el diálogo, la cooperación y el mantenimiento de una capacidad de defensa
colectiva. Reunía en un conjunto coherente los elementos militares y políticos de los
protocolos de seguridad de la Alianza, estableciendo que la cooperación con los
nuevos países Socios de Europa Central y Oriental formaba parte integral de su
estrategia. El Concepto preveía una menor dependencia respecto a las armas
nucleares, y grandes cambios en las fuerzas militares integradas de la Alianza:
reducciones sustanciales en su tamaño y grado de alerta, mejoras de su movilidad,
flexibilidad y adaptabilidad a las diferentes contingencias y un mayor uso de
formaciones multinacionales.  

La Cumbre celebrada en Madrid en julio de 1997 constituyó un hito histórico en el


que se pudieron analizar los resultados de las iniciativas llevadas a cabo por la
Alianza en años anteriores, a la vez que se anunciaba una fase de reforma de las
estructuras y políticas para responder a las nuevas circunstancias. La tarea de los
dirigentes de la OTAN en Madrid consistió en analizar las diferentes parcelas de la
futura política de la Alianza y asegurar su coherencia e integridad. 

En la Cumbre de Madrid quedó claro el grado de compromiso de la Alianza con la


transformación interna y externa, con nuevas medidas concretas y de gran
trascendencia en todas las áreas: la apertura de conversaciones para la integración de
Hungría, Polonia y la República Checa, junto a la aprobación de una “política de
puertas abiertas” respecto a futuras adhesiones; la mejora de la Asociación para la
Paz y la creación del EAPC como nuevo foro para impulsar la cooperación; la
apertura de un nuevo capítulo en las relaciones OTAN-Rusia; la formalización e
intensificación de la asociación con Ucrania; la ampliación del diálogo con los países
mediterráneos; los progresos en la Identidad Europea de Seguridad y Defensa dentro
de la OTAN y la definición de una estructura de mando militar para la Alianza,
radicalmente reformada. Esta larga lista constituía la prueba de la capacidad de la
OTAN para afrontar nuevos desafíos sin menoscabo de sus tareas tradicionales y de
basar el futuro en su demostrada capacidad de adaptarse a los cambiantes requisitos
de seguridad. 
Plan Marshall
El Plan Marshall fue un programa que Estados Unidos impulsó para ayudar a
los países europeos a recuperarse de la destrucción provocada por la Segunda
Guerra Mundial. Fue presentado en 1947 por el secretario de Estado, George
Marshall, y aunque su nombre oficial era European Recovery Plan (‘Plan Europeo de
Recuperación’), pronto se lo conoció como Plan Marshall. 

En virtud de este plan, Estados Unidos ofreció asistencia técnica y administrativa a


los países europeos, así como 13.000 millones de dólares para reactivar sus
economías. En un inicio, esta ayuda consistió en el envío de alimentos, combustible y
maquinaria, y más tarde en inversiones en industria y préstamos a bajo interés. Los
dos países que más asignaciones recibieron fueron el Reino Unido y Francia. Italia y
Alemania también recibieron importantes ayudas, a pesar de que habían sido
enemigos de Estados Unidos durante la guerra. 

El plan fue ideado por el Gobierno del presidente Harry Truman (1945-1953),


durante cuyo mandato empezó la Guerra Fría. Tras el final de la Segunda Guerra
Mundial, Estados Unidos y la URSS empezaron a rivalizar por extender su influencia
global. Truman lanzó la llamada doctrina Truman, que consistía en apoyar a los
países de Europa occidental para evitar la expansión soviética por el continente. La
doctrina se inauguró en 1947 dando apoyo militar a Grecia y Turquía, dos países en
los que la URSS trataba de influir.

Como parte de esa estrategia, el Plan Marshall pretendía apoyar la reconstrucción de


los países de Europa occidental para frenar a la URSS. El plan tuvo resultados
satisfactorios: el Reino Unido, Francia o la República Federal Alemana ya habían
reactivado e industrializado sus economías en 1951. Además, una vez se recuperaron,
estos países se unieron al bloque capitalista y a la OTAN, aliándose con Estados
Unidos durante la Guerra Fría. 

Los dos bloques en que se dividiría Europa durante la Guerra Fría se consolidaron
entre 1945 y 1951. Los aliados de Estados Unidos se agruparon en la OTAN y los de
la URSS en el Pacto de Varsovia.
La URSS reaccionó estableciendo una esfera de influencia en el este del continente
restringida a las ayudas estadounidenses. La rivalidad entre ambas potencias
comenzó en Alemania, país dividido entre los vencedores tras la guerra. La mitad
occidental del país, la República Federal Alemana, recibió ayudas estadounidenses,
mientras que la mitad oriental, que se convirtió en la República Democrática
Alemana, permaneció en la órbita soviética. Pronto, esa división atravesó todo el
Viejo Continente para imponer lo que Churchill definió como “el telón de acero”, la
línea física e ideológica que separó al bloque capitalista del bloque comunista
durante toda la Guerra Fría.
Que quería la guerra fría
El término "Guerra Fría" se convirtió en una abreviatura para describir la lucha
ideológica entre el capitalismo en Occidente y el comunismo en Oriente. El
periodista estadounidense Walter Lippmann popularizó el término en una serie de
artículos en 1947, mientras las naciones elegían un bando en el enfrentamiento.

Objetivos y propuestas de la guerra fría


En cierta manera, se podría decir que el objetivo era conseguir implantar en un
mayor número de países el sistema que cada bloque consideraba “el bueno”, y
para ello cada bloque apoyaba a los grupos y actores políticos que defendían su
visión

La propuesta más significativa del plan es que los dos países deben acordar
formalmente no usar fuerzas militares de combate en los conflictos regionales ni
introducir en los mismos, mediante naciones intermediarias, mercenarios o fuerzas
paramilitares encubiertas. "Admitimos por primera vez", explicó Arbatov, "que el
Tercer Mundo no será ni vuestro ni nuestro; debemos ser humildes para
reconocerlo". Los expertos de ambos bandos admiten también que ninguna de las dos
superpotencias puede ya garantizar el estado actual en todo el mundo.

La aplicación de esta doctrina supondría, según se subrayó en la presentación del


plan conjunto, el fin de la doctrina Reagan de contención, por guerrilleros de la
libertad, del comunismo y la imposibilidad para Moscú de injerencia militar en el
Tercer Mundo. Hubo problemas a la hora de definir dónde EE UU y la URSS están
interviniendo o han intervenido, directa o mediante sus peones interpuestos. La parte
soviética, por ejemplo, no admite que esta intervención se está produciendo en
Nicaragua.
Mapas de la guerra fría

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