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respetando la reglamentación en materia de derechos de autor. Este documento no tiene costo alguno.
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El grupo como poder educador


G. Cirigliano. Y A. Villa Verde*

"La fuerza o potencia del grupo, su dínamis, puede traducirse en fuerza educadora o
modeladora, y por tanto no sólo puede usarse sino que no debe desperdiciarse en la
acción educativa", tal sería la síntesis del presente capítulo.
Hemos señalado que en la concepción moderna de la educación el eje de la
actividad escolar se ha desplazado hacia el educando, ubicándolo a éste en un medio.
Y el medio específicamente humano es el GRUPO SOCIAL. (Y podemos anticipar que el
medio específicamente educador es el Grupo Escolar).
Pero, ¿qué es lo que enlaza ala educación y a la Dinámica de Grupos? ¿El grupo
puede efectivamente educar? ¿Qué tipos de poderes tienen los grupos? ¿En qué
coinciden las técnicas de grupo y la acción educadora como creadoras de relaciones
humanas? ¿Qué significa hablar del grupo como educador? Y si esto es así ¿qué rol le
compete al profesor o maestro entonces?
Trataremos de ir señalando cómo se produce una confluencia entre los temas
que interesan a los pedagogos y los aportes que trae la Dinámica de Grupos. Se podrá
ver entonces que el aproximarlas no es meramente caprichoso.

1. Confluencias entre Educación y Dinámica de grupos.


Dewey ha dicho que nunca educamos directa sino indirectamente a través del medio-
ambiente. El mismo filósofo define claramente qué se entiende por medio-ambiente,
cómo no se da organismo vivo sin medio y cómo éste es la continuidad del ser
viviente. Lo que podríamos llamar una parte externa del sujeto[1].
El medio-ambiente es la posibilidad de nuestro crecimiento. de nuestro
desarrollo; de él extraeremos lo que nos hace crecer; él estimula y actúa nuestras
potencias. Sólo tenemos experiencias dentro de ese marco.
Según tal concepción, educar (o la función del educador) es estricta y
únicamente crear un medio-ambiente que favorezca o produzca las experiencias con su
concomitante aprendizaje Las experiencias que el educando tendrá con ese medio
serán de diferente tipo, a los efectos de la tarea escolar (pueden ser hábitos,
conocimientos, destrezas, actitudes, ideales, apreciaciones, habilidades), pero todas
han de permitir ese "más" que queda como disposición para la conducta futura.
Por un lado, pues, encontramos que hay teorías pedagógicas que conciben al
quehacer educativo como la preparación de un medio para que en él se produzca el
crecimiento.

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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La Dinámica de Grupos, por su parte, ha venido a demostrarnos que los que


han de actuar con grupos -es decir los que han de usar el medio-ambiente humano-
pueden hacerlo hoy de modo científico, o sea conociendo las leyes a que obedece la
acción grupal y cuáles son las técnicas comprobadas que se pueden emplear para
canalizar y hacer efectiva la dínamis del grupo.
Vemos, pues, la confluencia de dos orientaciones hacia una misma dirección: El
educador (el, por naturaleza, creador de ambientes humanos, es decir, grupos) posee
ahora la sistemática para tal uso. Lo que se hacía empírica o intuitivamente se ha
tecnificado puede organizarse más científicamente.
Esta confluencia era, por otra parte, previsible apenas se reconociera, en la
situación de clase, un hecho patente que de tan visible no se veía: la clase es un
grupo.
En la concepción tradicional que buscaba el desarrollo de la mente individual, tal
aspecto era descuidado o no percibido. Como realmente no importaba la situación
grupal, no se buscaba la explotación de la fuerza transformadora del grupo sobre sus
integrantes.
La concepción moderna o renovada nos induce a prestar atención a ese
fenómeno. Y a través de sus postulados nos lleva a no ignorar, a poner en juego, el
poder educador del grupo que es especialmente adecuado para generar ciertas
capacidades o aptitudes tan importantes hoy como lo era anteriormente la posesión de
conocimientos o datos.

2. ¿Puede el grupo educar?


Pero, ¿el grupo puede efectivamente educar?
La Dinámica de Grupos ha señalado que el grupo puede tener varios tipos de
efectos (o poderes) , entre los que señalamos:
1. Efecto terapéutico (o de ayuda). Todo grupo tiende a mejorar a sus
integrantes, es decir, a brindarles la posibilidad de desarrollar capacidades o potencias,
y de superar problemas personales, por el mero hecho de compartir una situación con
otros, cuando las condiciones del grupo se presentan positivas.
2. Efecto psicoterapéutico. Los grupos pueden curar. En esto trabajan los
psicoanalistas de grupo.
3. Efecto educativo. Los grupos pueden ser empleados con el fin expreso de
aprender. En tal caso, existirá coincidencia entre el fin y lo que denominamos efecto.
La dínamis del grupo se encauzará directamente a producir aprendizajes, de diversa
índole, entre sus miembros.
Pueden organizarse grupos con el fin de tomar decisiones o resolver problemas.
En ellos también se producirá efecto educativo aunque no sea el fin expreso del grupo.
En términos generales, en esta obra nos estamos refiriendo al grupo que tiene como
fin expreso el de aprendizaje. Las técnicas que se describen más adelante, muchas (le

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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ellas de discusión, han sido replanteadas desde el ángulo de tal objetivo. Repetimos,
pues, que todo grupo puede tener efecto educativo pero que existen grupos que se
organizan con el fin educativo especialmente y que vuelcan toda la energía modeladora
del grupo en ello. En el primer caso, se puede tratar de un efecto secundario, no en el
segundo.
La Dinámica de Grupos y en especial sus técnicas, se convierten así en armas o
instrumentos del educador. Pero esto implica varias exigencias: que el educador ha de
conocer las técnicas y entrenarse especialmente en su manejo; que el grupo de clase
debe efectivamente ser considerado como un grupo, debe funcionar como tal, es decir,
atenerse a las regulaciones de la Dinámica de Grupos; que deberán abandonarse
prejuicios y tradiciones rutinarias en cuanto al concepto de educación.
Esta tarea de revisión será muy importante para una adopción efectiva de
nuevas ideas y para la producción de cambios en los sistemas educativos. A
continuación mencionamos a modo de ejemplo una norma que se deriva de la
Dinámica de Grupos y que supone el respeto de la exigencia que antes citáramos.
Los grupos se caracterizan por tener una estructura interior. Existen funciones
mínimas verificables o roles también verificables que deben ser desempeñados.
Ignorar esto es condenar al fracaso toda acción sistemática con grupos. Los grupos
tienen o buscan una forma interior, una estructura más o menos clara de relaciones
formales entre sus miembros.
Por ello, lo primero que hacen (y esto es particularmente importante en el
campo de la enseñanza) las técnicas -que persiguen aumentar la natural energía
modeladora del grupo- es otorgar estructura al grupo, darle un mínimo de organización
para que sea tal. Así una técnica simple, como el "Phillips 66" exige como primera
medida que el grupo conste de seis miembros, que cuente con un Director y un
Secretario (dos funciones claras) , que se acepte una regulación temporal (seis
minutos) y que se de respuesta a una pregunta o planteo. En esta técnica vemos quizá
el mecanismo más simple de organización. (Obsérvese que las funciones del secretario
son únicamente las de copiar lo que le dictan y la de leer en voz alta; con otras
técnicas tendrá mayor gama de funciones) . Lo importante por tener en cuenta es que
no hay grupo que pueda operar si no crea una mínima organización interna.
De aquí que los educadores que se dediquen a utilizar las técnicas (le grupo
deberán respetar ese principio general de la Dinámica de Grupos, so pena de fracaso.
Ello implica, a su vez, una mente dispuesta al cambio en los educadores.

¿Qué es la Dinámica de Grupo?


Según lo expresa Olmsted, "la Dinámica de Grupo constituye el intento más difundido
y de mayor influencia en estos momentos, en el estudio de los grupos"[2]; pero como
dice Klineberg, "no es fácil definir o limitar la importante zona de la Dinámica de
Grupo", la cual desde cierto punto de vista representa "la teoría de la naturaleza de los
grupos y de la interacción dentro de los grupos", e "incluye un conjunto de
técnicas".[3]

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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Por una parte, la Dinámica de Grupo "se refiere a las fuerzas que actúan en
cada grupo a lo largo de su existencia y que lo hacen comportarse en la forma como se
comporta"[4]. Estas fuerzas constituyen el aspecto dinámico del grupo: movimiento,
acción, cambio, interacción, reacción, transformación, etc.; y se distinguen de los
aspectos relativamente estáticos tales como el ambiente físico, el nombre, la finalidad,
la constitución, etc. "La interacción o acción recíproca de estas fuerzas y sus efectos
resultantes sobre un grupo dado, constituyen su dinámica"[5]. Por otra parte, la
Dinámica de Grupo es un "campo de estudio, una rama de las ciencias sociales que se
dedica a aplicar métodos científicos para determinar por qué los grupos se comportan
en la forma en que lo hacen"[6].
La Dinámica de Grupo se fundamenta originariamente en la teoría de la
estructura o Gestalt, trasvasada en el concepto básico de teoría del campo de la
conducta del grupo. "Este campo' consiste en un número de fuerzas (o variables) que
afectan la conducta del grupo. La dirección, sentido e intensidad (magnitud) relativa de
estas fuerzas, determina la dirección, sentido y velocidad de movimiento del grupo"[7]
Siguiendo esta concepción estructuralista, la Dinámica de Grupo como disciplina,
estudia las fuerzas que afectan la conducta del grupo, comenzando por analizar la
situación grupal como un todo con forma propia (Gestalt). Del conocimiento y
comprensión de ese todo, de esa estructura (campo), surgirá luego el conocimiento y
la comprensión de cada uno de los aspectos particulares de la vida del grupo y de sus
componentes. (El todo da sentido a las partes).
Esta fundamentación estructuralista dél estudio de los pequeños grupos nació
con Kurt Lewin, iniciador de la Dinámica de Grupo en la década del treinta[8]. La teoría
de Lewin puede resumirse, como lo hace Filloux, en los siguientes puntos centrales:
"El grupo no es una suma de miembros; es una estructura que emerge de la
interacción de los individuos y que induce ella misma cambios en los individuos.
La interacción psicosocial está en la base de la evolución de los grupos y de sus
movimientos; dicho de otro modo, entre los individuos que forman el grupo se
producen múltiples fenómenos (atracción, repulsión, tensión, compulsión, etc.) : las
corrientes que se establecen entre los elementos del grupo y entre los elementos y el
grupo, determinan un movimiento, una "dinámica", que proyecta en cierto modo al
grupo hacia adelante, como si poseyera la facultad de crear su propio movimiento.
La evolución dinámica del grupo cuenta como sustrato una suerte de espacio,
que resulta ser el "lugar" de las interacciones , un verdadero "campo de fuerza"
social"[9]
Como consecuencia de lo expuesto puede afirmarse que "el comportamiento de
un individuo en grupo está siempre determinado nado por la estructura de la situación
presente. La personalidad de los participantes no ejerce acción sino en función del
campo de fuerzas engendrado por la respuesta de cada uno a todos. Esto demuestra
por otra parte, que es difícil de predecir la conducta de un individuo dentro del grupo;
sus reacciones dependerán en última instancia de la interacción entre su personalidad
y la personalidad de los otros miembros del grupo: serán un "fenómeno de grupo"[10].

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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Después de esta rápida reseña sobre el campo en que actúa la Dinámica de


Grupo, podremos llegar a concretar alguna definición. En forma descriptiva, Bany y
Johnson expresan que la Dinámica de Grupo "trata de explicar los cambios internos
que se producen como resultado de las fuerzas y condiciones que influyen en los
grupos como un todo. También se interesa por investigar los procesos mediante los
cuales la conducta individual se modifica en virtud de la experiencia del grupo, y trata
de poner en claro por qué ocurren ciertas cosas en los grupos, por qué éstos se
comportan como lo hacen, y por qué los miembros del grupo reaccionan como
reaccionan."[11]
En forma sintética podemos decir que la Dinámica de Grupo —disciplina
moderna dentro del campo de la Psicología social— se ocupa del estudio de la conducta
de los grupos como un todo, y de las variaciones de la conducta individual de sus
miembros como tales, de las relaciones entre los grupos, de formular leyes o
principios, y de derivar técnicas que aumenten la eficacia de los grupos.

¿Qué es un grupo?
Dentro del uso común el concepto de grupo es altamente comprensivo y se utiliza para
designar conjuntos muy dispares' en sus características: desde los que miran una
vidriera hasta los que integran una familia. Aun en el campo de la Psicología social, el
grupo puede ser considerado como un conjunto de personas que reúne muy pocos
requisitos: "Un grupo consiste en dos o más personas que comparten normas con
respecto a ciertas cosas y cuyos roles sociales están estrechamente
intervinculados[12]." Caben todavía aquí multitud de grupos de distinta naturaleza,
pudiendo considerarse como tales tanto la "clase media", la "burocracia", o el "grupo
étnico", como la familia o la pandilla. Y hasta cabe la afirmación de que "los miembros
de un grupo pueden o no conocerse personalmente. Dos jugadores de ajedrez que
mantienen una partida por correspondencia constituyen un grupo [13]"
Dentro del campo de la Dinámica de Grupo -equivalente para algunos a "análisis
de los pequeños grupos" (Olmsted) el grupo es considerado con un criterio mucho más
restringido, que involucra ante todo un número reducido de miembros[14] que
interaccionan "cara a cara" y forman lo que se conoce como grupo primario.
Grupo primario es aquel en el cual todos los miembros interaccionan
directamente, cara a cara, son conscientes de la existencia del grupo y de su
pertenencia a él, y de la presencia de los otros miembros (Sprott) . Los miembros se
hallan ligados por "lazos emocionales cálidos, íntimos y "personales"; poseen una
solidaridad inconsciente basada más en los sentimientos que en el cálculo" (Olmsted).
El grupo secundario, en cambio, mantiene relaciones frías, impersonales, más
formales. El grupo en este caso no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr
otros fines. Las relaciones se establecen más bien a través de comunicaciones
indirectas tal el caso de empresas, instituciones, clubes, barrios, pueblos o ciudades.
El hecho de que un grupo sea pequeño no significa siempre que sea un grupo
primario. El simple hecho físico de "estar juntos" (como en un ómnibus) , no basta

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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para caracterizar al grupo., Tampoco es suficiente que posean un interés común


(tomar el ascensor) . Para que exista el grupo es preciso que haya "una interacción
entre las personas, y además conciencia de la relación común" (Olmsted) . Ejemplos
típicos de grupos primarios son la familia, el grupo de amigos, la pandilla, la "barra", el
grupo terapéutico.
De acuerdo con la difundida definición de Bales, un grupo pequeño es "un
conjunto de personas en interacción en situación cara a cara, en la cual cada miembro
percibe a cada uno de los otros como personas individuales[15]".
Según Olmsted “un grupo será definido como una pluralidad de individuos que
se hallan en contacto los unos con los otros, que tienen en cuenta la existencia de
unos y otros, y que tienen conciencia de cierto elemento común de importancia".[16]
"Entendemos por un grupo -dice Homans- cierta cantidad de personas que se
comunican a menudo entre sí, durante cierto tiempo, y que son lo suficientemente
pocas para que cada una de ellas pueda comunicarse con todas las demás, no en
forma indirecta, a través de otras personas, sino cara a cara[17]".
Las características del grupo, tal como lo concibe la Dinámica de Grupo, son
pues las siguientes:
"1 Una asociación definible; una colección de dos o más personas identificables
por nombre o tipo.
2. Conciencia de grupo; los miembros se consideran como grupo, tienen una
"percepción colectiva de unidad", una identificación consciente de unos con otros.
3. Un sentido de participación en los mismos propósitos; los miembros tienen el
mismo "objeto modelo", o metas e ideales.
4. Dependencia recíproca en la satisfacción de necesidades; los miembros
necesitan ayudarse mutuamente para lograr los propósitos para cuyo cumplimiento se
reunieron en grupo.
5. Acción recíproca; los miembros se comunican unos con otros.
6. Habilidad para actuar en forma unitaria; el grupo puede comportarse como
un organismo unitario[18]".
Cabe agregar aún, que el grupo debe tener una estructura interna (distribución
de roles que se reconocen) .
La importancia social de este tipo de grupos es extraordinaria. Dice al respecto
Solomon Asch: “Los pequeños grupos, tales como la familia o el equipo de trabajo,
constituyen las unidades naturales de la sociedad. Gran parte del trabajo realizado en
el mundo se lleva a cabo dentro de sus confines[19]". "La experiencia social primera y
más inmediata de la humanidad es la que ocurre en el grupo pequeño -dice Homans-.
El grupo es la más común, así como la más familiar, de las unidades sociales[20]"

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
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Principios básicos de la acción de grupo


Jack R. Gibb, psicólogo norteamericano sistematizador del grupo participativo, ha
elaborado ocho principios básicos que pueden servir de guía y orientación para el
aprendizaje del trabajo de grupo y la más adecuada aplicación de sus técnicas. Tales
principios son los siguientes[21]:

1. AMBIENTE
El grupo debe actuar dentro de un ambiente físico favorable, cómodo, propicio para el
tipo de actividad que ha de desarrollarse. El ambiente físico influye sobre la
"atmósfera" del grupo, y por lo tanto debe ser dispuesto de modo que contribuya a la
participación, la espontaneidad y la cooperación de todos los miembros. El local no
debe ser demasiado grande (sensación "grano de arena en el desierto") ni demasiado
chico (sensación "lata de sardinas") ; se cuidará que haya mesas, asientos, útiles para
todos. Los miembros deben poder verse cómodamente para intercambiar ideas cara a
cara.

2. REDUCCIÓN DE LA INTIMIDACIÓN.
Las relaciones interpersonales deben ser amables, cordiales, francas, de aprecio y
colaboración. El actuar en un grupo puede producir sentimientos de temor, inhibición,
hostilidad, timidez, que se engloban en el concepto de intimidación. La reducción de
las tensiones favorece el trabajo y la producción de los grupos. Los miembros deben
conocerse lo mejor posible, ser tolerantes y comprensivos. Cuando se está cómodo y
tranquilo, a gusto con los demás, la tarea resulta más provechosa y gratificadora, y el
sólo hecho de estar juntos es valioso.
Una de las finalidades del grupo es, precisamente, lograr buenas relaciones
interpersonales.

3. LIDERAZGO DISTRIBUIDO
Todo grupo requiere una conducción (liderazgo) que facilite la tarea y favorezca el
logro de sus objetivos; pero esa conducción ha de ser distribuida en todo el grupo con
el fin de que todos los miembros tengan oportunidad de desarrollar las
correspondientes capacidades. Por otra parte, el liderazgo distribuido favorece la
acción y la capacidad del grupo.

4. FORMULACIÓN DEL OBJETIVO


Deben establecerse y definirse con la mayor claridad los objetivos del grupo. Pero esto
debe hacerse con la participación directa de todos los miembros, pues de tal modo se
incrementa la conciencia colectiva, el sentido del "nosotros" indispensable para el buen
funcionamiento del grupo. Cuando los objetivos no son determinados "desde afuera",
sino que responden a las necesidades de todos los miembros y éstos han participado
en su elaboración, el grupo se siente más unido y trabaja con mayor interés en el logro
de los mismos.

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
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5. FLEXIBILIDAD.
Los objetivos establecidos deben ser cumplidos de acuerdo con los métodos y
procedimientos que se hayan elegido. Pero si nuevas necesidades o circunstancias
aconsejan una modificación de los mismos, debe existir en el grupo una actitud de
flexibilidad que facilite la adaptación constante a los nuevos requerimientos. Debe
evitarse la rigidez de reglamentaciones o normas pues éstas sólo sirven cuando
favorecen la tarea del grupo, y pierden su valor cuando la entorpecen.

6. CONSENSO.
El grupo debe establecer un tipo de comunicación libre y espontánea, que evite los
antagonismos, la polarización, los "bandos"; y que haga posible, en cambio, llegar a
decisiones o resoluciones mediante el acuerdo mutuo entre todos los miembros
(consenso). El consenso se favorece con un buen "clima de grupo", cordiales relaciones
interpersonales, espíritu de cooperación y tolerancia; porque las barreras para una
buena comunicación son casi siempre de tipo emocional e interpersonal.

7. COMPRENSIÓN DEL PROCESO.


El grupo debe aprender a distinguir entre el contenido de su actividad y la actividad en
sí misma, entre lo que se dice" y la forma "como se lo dice". El desarrollo de la
actividad en si misma, la forma como se actúa, las actitudes y reacciones de los
miembros, los tipos de interacción y de participación, constituyen el proceso del grupo.
Debe prestarse atención no sólo al tema que se está tratando, sino también a lo que
ocurre en el grupo en el transcurso de la tarea: roles que desempeñan los miembros,
reacciones, tensiones, inhibiciones, ansiedad, manera de enfocar los problemas,
resolución de conflictos, etc. La comprensión del proceso favorece una participación
efectiva y oportuna, facilita el logro de objetivos, y permite ayudar a los miembros que
en un momento dado lo necesiten.

8. EVALUACIÓN CONTINUA
El grupo necesita saber en todo momento si los objetivos y actividades responden a las
conveniencias e intereses de los miembros. Para ello se requiere una evaluación o
examen continuo que indague hasta qué punto el grupo se halla satisfecho y las tareas
han sido cumplidas. Esto permite introducir cambios de acuerdo con el principio de
flexibilidad antes expuesto. El propio grupo elegirá las técnicas que considere más
apropiadas para realizar esta evaluación.
Téngase en cuenta que estos principios no pueden ser aplicados rigurosamente
desde el primer día de reunión. Ellos significan en cierto modo una de las metas del
grupo: realizar una acción positiva dentro del sistema más adecuado. La maduración
del grupo se irá logrando progresivamente a medida que estos principios alcancen su
más plena vigencia. Recuérdese que, como dice Gibb, "Los miembros de un grupo no
nacen: se hacen".

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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[1] Dewey, John: Democracia y Educación. Editorial Losada. Buenos Aires
Especialmente el capítulo segundo.
[2] OLMSTED, M. S.: El pequeño grupo; Ed. Paidás, Bs. As., 1963; pág. 132
[3] KLINEBERG, 0.: Psicología social; Ed. F. C. E., México, 1963; pág. 434
[4] KNOWLES, M. y H.: op. cit., pág. 11.
[5] Ibidem, pág. 12.
[6] Ibidem, pág. 12
[7] Ibidem, pág. 20
[8] Kurt Lewin, de origen alemán radicado en Estados Unidos, fundó en 1945 el Centro
de Investigación de la Dinámica de Grupo, en el Instituto de Tecnología de
Massachusetts, trasladado en 1948 a la Universidad de Michigan. Posteriormente otros
investigadores han propuesto enfoques teóricos distintos, o han puesto el énfasis en
determinados aspectos, entre muchos otros: Jacob Moreno (Sociometría), Robet F.
Bales (acción recíproca), Raymond Cattell (análisis de factores), C. L. Shartle
(organización formal), Alex Bavelas (relaciones comunicativas), Jack R. Gibb (grupo
participativo), la corriente psicoanalítica (fuerzas emocionales inconscientes), etc.
[9] FILLOUX, J-C.: Los pequeños grupos; Ed. del Departamento de Pedagogía
Universitaria, Universidad Nac. del Litoral, Santa Fe, 1962; 1-17.
[10] Ibidem. Pág.18
[11] BANY, Mary A. y JOHNSON, Lois V.: La dinámica de grupo en la educación; Ed.
Aguilar. México, 1965; pág.39
[12] NEWCOMB, Th.: Manual de Psicologia Social, Eudeba, Bs. As., 1964; pág. 571
[13] NEWCOMB, Th.: op. cit., pág. 571. En el mismo sentido, véase también SPROTT,
W. J.: Grupos humanos; Ed. Paidós, Cap. 1.
[14] Por número reducido se entiende no más de 15 personas, siendo entre 8 y 10 el
número ideal (Filloux: Op. cit. III-27) o bien no más de 20, siendo de 7 el número
ideal (Olmsted: Op. cit. p. 18). Jack R. Gibb opina que es muy difícil lograr un buen
debate con más de 12 ó 15 miembros, y que un grupo de trabajo tiene que ser tan
reducido que permita a cada miembro participar verbalmente en las actividades del
grupo. (Op. cit., p. 22).
[15] BALES-ZELDRICH: Diferenciación de roles en los pequeños grupos; Inst. de
Sociología, Univ. de Buenos Aires, 1959
[16] Op. cit., pág. 17.
[17] Op. cit., pág. 29
[18] KNOWLES, M. y H.: Op. cit., pág. 31

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.
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[19] ASCH, S.: Psicología social; Eudeba, Bs. As., 1962, pág. 499
[20] HOMANS, G. C.: Os. cit., págs. 29-30.
[21] Op. Cit., Cap. 1.

*Cirigliano, G. y Villa Verde, A. (1990). El grupo como poder educado. En Dinámica de Grupos y Educación
(pp. 40-105). México: El Ateneo.

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