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1
INDICE
Abreviaturas
Introducción
.- División de la filosofía
II.-La moral
.- Definición y distinción entre moral y ética
.- Autonomía y heteronomía
2
.- El concepto de reino de los fines como idea del Estado de derecho
III.-El derecho
.- El ser humano como un animal social y político
.- La insociable sociabilidad
IV.- La política
.- El realismo político
.- Política de la acción
.- Conclusiones
.- Bibliografía
3
Abreviaturas usadas
4
Tema
1.- El título de este trabajo se inscribe en las tentativas resientes de dilucidar una
interpretación más amplia de la filosofía práctica Kantiana. 1 Una de las interpretaciones que
más han mutilado la filosofía práctica de Kant es la interpretación del filósofo Hegel. 2
Hegel acepta con Kant que el fundamento de la filosofía práctica es la voluntad (entendida
como actividad libre) humana, pero no acepta el supuesto de que esta voluntad deba
expresarse abstractamente por medio del imperativo categórico que, bajo su mirada, es una
formula carente de contenido empírico. Para Hegel, la voluntad inevitablemente dirige al
ser humano a la acción y Kant al fundamentar su filosofía práctica en la razón a priori
desembocó en un formalismo insostenible en el que la voluntad juega un papel pasivo.
1
Dentro de las tentativas recientes de dilucidar una interpretación más amplia de la filosofía práctica kantiana,
encontramos las lecturas de J. Rawls (el modelo del contrato: la exposición contractualista de la cual Kant es
participe es fundamental en su teoría de la justicia), y J. Habermas (el modelo del discurso: su teoría del
discurso y del lenguaje parten de las carencias lingüísticas de la filosofía práctica de Kant) y en nuestro
contexto más cercano el artículo “La política como garantía de la moral” del Dr. Enrique Dussel y el libro
“La insociable sociabilidad” del Dr. Enrique Serrano. Sin embargo, este trabajo no se inscribe como una nota
a pie de página de dichas interpretaciones, sino que pondremos más atención en la conclusión de que a pesar
de que Kant intenta mediar con la política el ser y el deber, sigue existiendo en su filosofía práctica una
separación irreductible entre la naturaleza y la libertad “al interior del ser humano”.
2
Las acusaciones que Hegel y los hegelianos hacen a la filosofía práctica kantiana me sirven aquí para ir
interpretando a Kant tomando como referencia sus principales acusaciones y así ir construyendo un
interpretación crítica que me permita tomar distancia de mi propio autor.
3
Hippolite, 1976: 8.
5
del pensamiento.4 Por esto, la filosofía crítica de Kant, aun criticando la metafísica
tradicional, había desembocado en un dualismo entre ser y pensamiento. Aunque Kant
sostuviera cierta identidad del objeto y sujeto, para Hegel esa identidad era imperfecta,
porque era a la vez formal y subjetiva y, siendo así, no podía haber una unidad en ésta. Por
lo tanto, para Hegel en una conciencia dividida, no puede existir conocimiento teórico y
mucho menos práctico. En una conciencia dividida no puede haber conocimiento
verdadero.
Tenemos, entonces, que el sistema kantiano abarca las tres Críticas: Crítica de la razón
pura (1781), Crítica de la razón práctica (1788) y Crítica de la facultad de juzgar (1790).
La filosofía práctica abarca las dos últimas críticas, así como la Fundamentación de la
metafísica de las costumbres (1785), sus escritos menores (¿Qué es la ilustración? (1784),
Ideas para una historia universal (1784), Hacia la paz perpetua (1795)) y la Metafísica de
las costumbres (1797). Si reducimos el sistema kantiano sólo a la lectura de la Crítica de la
razón puray a la Fundamentación de la metafísica de las costumbres, entonces leeremos en
Kant una teoría epistémica subjetiva y una filosofía práctica formal carente de contenido.
Por ejemplo, la lectura que Hegel hizo de Kant, no considero la tercera Crítica, ni sus
escritos menores, por eso su interpretación es reduccionista. Actualmente esta lectura
reduccionista ha ido cambiando, hoy podemos decir que: toda crítica que no tome en cuenta
el sistema en su totalidad, no tiene fundamento, pues desconoce el sistema kantiano. Por lo
tanto, el sistema kantiano abarca las tres Críticas y sus obras menores.
4
Pérez, 2006: 26-55.
6
Planteamiento
5
En la introducción de la Crítica de la razón pura, Kant califica de (sistema) trascendental a todo
conocimiento que se ocupa no de los objetos, sino de nuestro modo de conocerlos a priori. En este sentido,
“el conocimiento trascendental es una teoría de la posibilidad del conocimiento a priori o, más brevemente,
una teoría del a priori”. Hay que señalar también, que no hay que confundir la palabra trascendental con la
palabra trascendente, si bien es cierto que estas dos palabras se derivan del mismo término: trascenderé, que
significa traspasar un límite o ir más allá de la experiencia. Kant rechaza la idea de que el más allá, es decir, el
mundo suprasensible, sea un ente objetivo que pueda dar lugar a un conocimiento valido en la esfera del
conocimiento teórico y práctico.
6
En el prólogo de la Antropología en sentido pragmático Kant dice lo siguiente: “Una doctrina del
conocimiento del hombre sistemáticamente desarrollada (Antropología) puede hacerse en sentido fisiológico o
en sentido pragmático. -El conocimiento fisiológico del hombre se orienta hacia la investigación de lo que la
naturaleza hace del hombre; el pragmático, hacia lo que él, como ser que obra libremente, hace, o puede y
debe hacer de sí mismo”. De modo que Kant entiende por “pragmático” al conocimiento que el hombre
(como especie) hace de sí mismo para aplicarlo al hombre mismo. En el caso de la filosofía práctica,
“pragmático” es el conocimiento moral, jurídico y político que el hombre construye (a priori) de sí mismo,
para aplicarlo al hombre mismo, entendido éste como ciudadano del mundo.
7
Para Kant, todos los planes de un Estado ético-jurídico internacional y un Estado
cosmopolita, son irrealizables y vacíos si se pierde de vista los datos que la experiencia nos
proporciona. Esto no significa que la experiencia avance sola, sino que los principios de la
razón práctica pura suministran un criterio racional a priori a la experiencia, de manera que
experiencia y teoría avanzan al mismo paso. Kant dice que si le quitamos todo el contenido
material a las diferentes relaciones que los hombres establecen dentro de un Estado y entre
los Estados, nos queda su forma racional 7, pero ésta, es un simple axioma indemostrable
sino es un medio para transformar el contexto ético-jurídico.
Desarrollo
En el primer capítulo, bajo el título “La filosofía práctica de Kant” le doy respuesta a
las siguientes preguntas: 1) Qué entiende Kant por filosofía práctica, 2) cuáles son los
fundamentos trascendentales de la filosofía práctica, 3) cuál es la distinción entre
filosofía práctica y normas prácticas, etcétera. Las repuestas son las siguientes.
1) Para Kant, la filosofía en toda su amplitud contiene los principios racionales de todo el
conocimiento de las cosas, el total conocimiento de las cosas, se divide en conocimiento
teórico y conocimiento práctico y, cada uno de estos conocimientos contienen sus propios
conceptos. Por lo tanto, en el conocimiento filosófico hay dos clases de conceptos, a saber,
los conceptos teóricos de la naturaleza y los conceptos prácticos de la libertad. Los
primeros, contienen el fundamento a priori de todo el conocimiento teórico y descansan
sobre la legislación del entendimiento. Los segundos, contienen el fundamento a priori de
todas las prescripciones prácticas (no condicionadas sensiblemente) y descansan sobre la
legislación de la razón práctica pura. Tanto los conceptos de la naturaleza, como los
conceptos de la libertad, tienen su propia legislación de acuerdo a su propio contenido, por
lo cual la división de la filosofía en teoría y en práctica está justificada.8
8
pragmático Kant nos da a entender que la perfección interna del hombre consiste en que
pueda dominar sus tres facultades cognitivas y someterlas al libre arbitrio de la voluntad.
Mientras la sensibilidad es pasiva y el entendimiento reciben siempre un objeto rígido e
inmóvil para darle forma y determinarlo (a través de las categorías), la subjetividad del ser
humano se expresa en su voluntad creadora. Mientras el entendimiento está limitado por la
sensibilidad y la razón teórica por la realidad fenoménica, “la voluntad por el contrario, se
emancipa de todo lo sensible y vive con absoluta espontaneidad… la voluntad (no
determinada originariamente, con arreglo a su sentido moral, por su relación con el objeto y
los fines, sino únicamente por su propia constitución y la forma de su ley) vive y obra por sí
misma no dependiendo, ni siendo limitada ni influida por nada exterior”9.
En cierto sentido, podemos decir, entonces, que toda la actividad cognitiva está orientada
por la espontaneidad de la voluntad, lo cual no significa que la realización cognitiva
dependa de la voluntad, pues, aunque la sensibilidad es una facultad pasiva (que sólo recibe
impresiones), el entendimiento es una facultad activa que produce de manera espontánea
conceptos derivados de esas impresiones. Al respecto Kant dice lo siguiente: “Si llamamos
sensibilidad a la receptividad que nuestro psiquismo posee, siempre que sea afectado de
alguna manera, en orden a recibir representaciones, llamaremos entendimiento a la
capacidad de producirlas por sí mismo, es decir a la espontaneidad del conocimiento”. El
entendimiento es legislador de la sensibilidad, pero sin orientación de la razón y la voluntad
su conocimiento sería estático.
3) Kant dice que, si las leyes de la filosofía práctica dependen de la antropología, es decir,
de las costumbres (normas, valores o prescripciones de cierto pueblo, sociedad o nación)
entonces no se podría hablar de filosofía moral, sino de principios o reglas prácticas.
9
Hemsoeth, Los seis problemas de la metafísica.
10
KpV (19) <35>.
9
Los principios prácticos son productos de la razón que prescriben acciones determinadas
por un fin, estos principios los vemos expresados, por ejemplo, en las normas jurídicas de
ciertos contextos, pero, para Kant, a diferencia de la legalidad, “la moral no puede residir
en la acción, sino sólo en la motivación, es decir, en el querer.” 11 Aquí se abre una brecha
entre moral y derecho que en el capítulo 3 explicaremos, por el momento es suficiente
decir, que en la moral, el mandamiento de la acción se fundamenta en normas morales
internas, mientras que en el derecho, el mandamiento de la acción, aparentemente, se
fundamenta en normas jurídicas externas. Para Kant, la problemática consistirá en
argumentar que para que una norma jurídica sea respetada, no sólo basta el fundamento de
la coacción, sino también la representación interna del principio moral.
En las leyes morales el querer es la expresión de la motivación que tiene el sujeto para
ejecutar su voluntad en una determinada acción. Sin embargo, dado que el sujeto también
está adherido (como fenómeno) a leyes causales o condiciones naturales que no dependen
de su voluntad, puede darse el caso, de que circunstancia externa impidan la ejecución de
su querer. De acuerdo con Kant, dado que la moral afecta sólo al ámbito de responsabilidad
del sujeto y a lo que es posible para él, el resultado factico no afecta la motivación de su
moralidad. La filosofía moral entonces, “no consiste en la acción como tal, sino en la
voluntad que la sustenta”. Para Kant, una filosofía moral que mantenga como criterio
decisivo el resultado observable, considera al hombre como plenamente responsable de las
condiciones externas, que él no puede asumir del todo. Esa filosofía moral, ignora la
situación fundamental del hombre, no aporta ninguna mejora sino que resulta inhumana
cuando se aplica de modo consecuente.12
En el segundo capítulo de este trabajo abordo el tema de la ética kantiana y llego a los
siguientes resultados.
11
Algunos autores como Höffe piensan que los intentos de reducir la moralidad simplemente en términos de
normas, valores o prescripciones para la solución de conflictos, no pueden ser teorías de lo bueno
incondicional en relación con el sujeto moral, sino sólo teorías de lo éticamente recto y de esta manera
fundamentan la legalidad, no la moralidad. “Así ocurre en la ética de los valores, en el utilitarismo y en el
actual principio de generalización; también en las éticas de la comunicación de Apel, Habermas y la escuela
de Erlangen y sobre todo en la fundamentación conductual y sociológica de la ética”. Höffe, 1989: 168.
12
Höffe, 1989: 169.
10
Kant, al fundamentar la ética en la razón práctica a priori, dilucidó una ética para todo ser
humano racional. Sin embargo, algunos filósofos interpretaron a este ser humano racional
como un ser abstracto, así, por ejemplo, Hegel lo acuso de formalista y de haber
fundamentado una ética que suprime el corazón para darle paso a la razón. No obstante,
contrario a las éticas del sentimiento, de la utilidad y de la felicidad, a Kant le interesa una
ética del respeto a la dignidad y a la autonomía ser humano. Se debe respetar moralmente al
ser humano no por compasión, tristeza, reconocimiento, fama, vanidad o alguna otra
inclinación, sino por el simple hecho de ser un Ser humano. Se valora moralmente al ser
humano, no porque sirva para satisfacer un fin instrumental, sino porque es un fin es sí
mimo. La dignidad y la autonomía13 le permiten a Kant fundamentar una disciplina
encargada de configurar la libertad y la responsabilidad moral del ser humano. La ética de
Kant, tiene como estandarte la emancipación moral del individuo de todo tutor externo y
por consecuencia, la insignia de que el ser humano se atreva a actuar y a pensar a partir de
su propia razón ilustrada.14 Para Kant, sólo aquellos sujetos que respeten la autonomía y la
dignidad de los demás, son acreedores a realizar su propio concepto de
felicidad.15Aparentemente de esta postura se deriva una separación entre la ética y el
concepto de felicidad, sin embargo, Kant no suprime tal concepto, no exige su abandono,
sino defiende la postura de que para ser feliz, el ser humano primero debe configurarse
como sujeto libre y autónomo (esta es la función de las tres formulaciones del imperativo
13
Los conceptos de dignidad y autonomía son problemáticos en Kant, por lo pronto diremos que la dignidad
del ser humano es un valor moral que no depende de las condiciones cognitivas, físicas, culturales, religiosas
o de raza, sino del simple hecho de Ser, ser humano (el ser humano como fin en sí mismo). La autonomía, por
lo contrario, no es un fin en sí mismo, sino un requisito para que el sujeto se configure como un ser libre con
responsabilidad moral. El sujeto autónomo no es algo dado a priori, sino algo que se debe que construir.
14
No es casualidad que su escrito “Qué es la ilustración” (1784) y su obra “Fundamentación de la metafísica
de las costumbres” (1785) sólo tengan un año de diferencia en su publicación. Incluso podrimos decir que
estas dos obras deben leerse a la par.
15
Para Kant, la razón no está destinada para satisfacer la felicidad del hombre. Cuando pensamos que el bien
supremo es la felicidad, entonces todas nuestras acciones se dirigen a alcanzar ese fin y, por lo tanto, la
felicidad se nos presenta como un fin en sí mismo, por lo que hacemos de ésta, una meta exigida por nuestra
propia naturaleza. Sin embargo, cuando consideramos la felicidad como un fin es sí mismo, utilizamos todos
los medios posibles para satisfacerla. Los medios pueden ser: el dinero, la fama, el reconocimiento, la
vanidad, los placeres, etc., pero como estos medios no dependen absolutamente de la voluntad del hombre,
sino de la fortuna,y la fortuna a veces la tenemos y a veces no, entonces, la felicidad se vuelve algo
contingente. Por lo tanto, para Kant la felicidad no es un bien del que se pueda obtener una definición
objetiva. La felicidad no es un fin en sí mismo, sino un bien meramente subjetivo, pues cada ser humano tiene
su propia concepción de felicidad.
11
categórico), para después, poder respetar y convivir con el concepto de felicidad de los
demás.
La ética kantiana entonces, tiene la finalidad de configurar el carácter moral del ser
humano. No obstante, Kant es consciente de que no todos los seres humanos pueden llegar
a comportarse como sujetos moralmente racionales, pues en un contexto carente de justicia
legal, lo más probable, es que haya individuos que se dejen llevar por su afán de dominio
irracional y traten de subyugar a los demás, haciendo de la moral una disciplina risible. Por
esto, Kant concibe que la moral, aunque necesaria para establecer el orden social, no sea
suficiente para dicho objetivo. Los anhelos de educar moralmente a los ciudadanos, para
mejorar las relaciones humanas, se vienen abajo cuando éstos no están respaldados por un
sistema jurídico que coaccione las conductas de aquellos sujetos que decidan no obedecer
el mandato moral. Por lo tanto, para Kant, la moral debe ir acompañada de la configuración
racional de un Estado derecho, que garantice que los sujetos puedan cumplir los mandatos
morales de la razón yno sólo se queden con sus buenas intenciones.
Contrario al Estado absolutista y paternalista (un Estado que proporciona todos los
elementos necesarios, para salvar a los súbditos “del peligro que presentan para sí mismos”)
que Hobbes fundamenta, Kant concibe un Estado jurídico basado en la libertad pública de
todos sus integrantes, pues sólo un Estado que pone como fundamento la libertad pública
de sus ciudadanos es un Estado legítimo. Relegar la libertad humana al ámbito privado es
reducir al ciudadano a un simple súbdito pasivo, que obedece las normas que el legislador
le impone. Por esto, Kant niega que la libertad se pueda desenvolver en el ámbito privado y
aún más en la mera subjetividad. Si bien es cierto que la libertad nace en la subjetividad,
ésta sólo toma sentido y adquiere verdadera importancia cuando se práctica en el espacio
público.
Para que el individuo asuma la obligación de cumplir las normas jurídicas del soberano,
debe ser considerado, no como súbdito, sino como un participante activo y constructor de
las normas jurídicas, es decir, como ciudadano. Este hecho sólo se puede llevar acabo, si se
le permite al individuo hacer uso público de su libertad. Por lo tanto, al igual que en la
12
moral, también en el derecho, la libertad es el fundamento necesario para la construcción
del Estado jurídico.La aproximación (pragmática) al ideal jurídico, no sólo depende de las
decisiones del soberano, sino también de la participación activa de los ciudadanos. Un
ciudadano entonces, es aquel sujeto que se compromete y participa en los asuntos públicos
de la comunidad. Una comunidad de ciudadanos instauran el concepto de sociedad política
o mejor dicho de sociedad civil.16
Así pues, la filosofía práctica kantiana es una filosofía comprometida con las
transformaciones históricas y el desarrollo moral y jurídico del ser humano, ya que el
progreso técnico no viene acompañado del progreso moral, la responsabilidad del ser
humano (por medio de la acción política) es construir un Estado racional en donde la moral
y el derecho sean posibles. Tal Estado es el de la paz perpetua, Estado caracterizado no por
la paz de los cementerios: los muertos ya no entran en conflicto, sino por la actividad de
digerir los conflictos sociales (y bélicos) mediante las leyes jurídicas de la razón aplicadas
al derecho positivo vigente. En un primer momento Kant aspira a la construcción de un
Estado particular de derecho, pero al mismo tiempo es consciente de que el conflicto
político no se reduce al interior del Estado, sino que lo sobrepasa, por esto, el ideal kantiano
es la construcción de un Estado universal derecho, es decir una federación que medie las
relaciones exteriores de los Estados.
Dar una respuesta satisfactoria a las preguntas anteriores, nos obliga a realizar una
reconstrucción más completa de la filosofía práctica kantiana, pero también a hacer un
llamado a la filosofía política, para que asuman su papel no sólo en el ámbito normativo,
sino también en el ámbito de transformar el contexto social. En efecto, si únicamente
vemos en la filosofía política una disciplina que establece los ideales de la razón y las
16
Aunque el concepto de sociedad civil es más próximo a Hegel, veremos que en Kant ya existe este concepto
con connotaciones diferentes al concepto hegeliano.
13
mejores formas (técnicas) de organización política, entonces la reducimos a su ámbito
normativo y por consecuencia, a su mera exposición teórica del ser y del deber ser. Pero, si
por lo contrario, también vemos en la filosofía política una disciplina encargada de
establecer los medios para conciliar el deber ser con el ser, daremos un gran paso en el
nivel pragmático de la vida social.
14
Para Kant entonces, no se puede pensaren una moral autónoma que no esté respaldada por
un sistema jurídico y, no se puede pensar en un sistema jurídico que no se desprenda de una
moral autónoma. Sin embargo, entre estos dos sistemas normativos, hay una supuesta
escisión entre lo que el imperativo moral manda (el deber de establecer el ideal del
derecho) y lo que el derecho es (el ser). Para avanzar en la conexión de estos dos sistemas,
se necesita la tercera parte de la filosofía práctica: la política. La política, pensada a partir
del juicio reflexionante y el concepto de finalidad (extraídos de la Crítica de la facultad de
juzgar), trata de adecuar las necesidades empíricas del contexto histórico, al ideal moral y
jurídico de la razón práctica, es decir, trata de adecuar las acciones particulares a una regla
general. La filosofía práctica no se restringe a la moral expuesta en la Fundamentación de
la metafísica de las costumbres y, a la doctrina del derecho expuesto en la Metafísica de las
costumbres, sino que también abarca (las que se consideran) las obras menores del viejo
Kant.
Bibliografía17
17
La bibliografía está ordenada del siguiente modo: apellido y nombre del autor, año de edición entre
paréntesis, título del libro (en cursivas) o del artículo (entre comillas), título de la publicación en su caso (en
cursivas), número de la revista y de las páginas que contienen el artículo, editorial y ciudad de publicación.
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