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Guano, salitre, minería y petróleo en la economía peruana,

1820-1930 José - R. Deustua C.

El Perú comenzó definitivamente su vida independiente en 1824, después de


varios años de guerra. Obviamente, este tiempo tuvo un efecto dramático en la
economía nacional, saqueos y destrucción, donde Bolívar uso todos los
recursos posibles para abastecer y pagar los gastos del ejercito libertador. Con
todo esto podría esperarse una crisis económica de largo alcance; sin
embargo, esta no fue tal. La minería se recuperó rápidamente y en los años
1830 estaba retomado sus niveles de producción coloniales. En 1827, el
ministro de Hacienda del nuevo Gobierno peruano independiente, José Morales
y Ugalde, declaraba ante el Congreso que “la principal riqueza de nuestra
nación son los metales que contienen sus montañas”

1. Entre la independencia y el auge exportador: minería de plata y


dinámicas regionales
Mientras por las décadas de 1820 y 1830, el guano, que se acumulaba de
manera natural en las islas y el litoral peruano, era ignorado por la mayor parte
de la población nacional; en cambio, las sociedades prehispánicas ya conocían
este producto, que fue vastamente utilizado en el imperio incaico o
Tawantinsuyu. Fue durante la Colonia que se abandonó su uso por la
incomprensión que los españoles mostraron hacia las técnicas agrícolas
indígenas. Esto no ocurrió con la minería. Por el contrario, para los españoles,
el oro y la plata eran recursos fundamentales que debían ser explotados a su
máximo nivel. Por su parte, la minería era un sector en crecimiento, en especial
la minería de plata, localizada sobre todo en la región de Cerro de Pasco. La
cual estuvo en su punto máximo en las décadas 1830 – 1840.

2. Mas allá de la minería: atisbos a los otros sectores económicos,


1820-1840
Hasta que el guano se convirtió en el principal producto de exportación peruano
en 1847, el guano, el salitre y el petróleo, entre otros, fueron bienes marginales
de producción y comercialización exclusivamente a nivel local o regional. Muy
lejos de la producción minera, pero que pronto iban a notarse un poco más.
3. El boom del guano y el auge de la economía exportadora, 1840-1880
Se han elaborado varios cálculos para establecer las dimensiones de la
producción y exportación guanera desde 1840 hasta su apogeo y crisis en la
década de 1870. Si en 1840, José María Rodríguez calculaba las
exportaciones de guano en 6.125 toneladas; para 1863, estas habrían llegado
a 419.789 toneladas efectivas y a un pico de 698.176 toneladas efectivas en
1870.27 El monto alcanzado en 1870 centuplicó al de 1840, es decir, la
producción y exportación guanera creció en tres décadas en más de 1.000%.
Donde uno de sus primeros contratos que estableció el estado peruano, fue
con el mercado de Londres.

4. Trabajadores, guano y mundo laboral


La producción guanera estaba escaza de brazos, y los campesinos –
Indígenas, no solían prestar sus servicios. Buena parte de la extracción
guanera tuvo lugar en las tres islas Chincha (Chincha Norte, Centro y Sur).
Para los años 1850, la población trabajadora en las islas Chincha había crecido
desde unos 280 hombres, “casi todos indios”, hasta 966 en las islas Norte y
Centro en 1853, de los cuales 39 eran esclavos, 209 presidiarios, 130
trabajadores libres y 588 trabajadores culíes chinos. Los culíes eran traídos al
Perú sobre todo desde Macao (China), en ese momento un territorio controlado
por ingleses y portugueses, en condiciones de semiesclavitud o de trabajo
forzado.

5. La Compañía de Consignatarios del Guano, el contrato Dreyfus y la


crisis guanera
Por unos siete años, entre 1862 y 1869, la explotación del guano y su venta,
sobre todo en el mercado inglés, estuvo en manos de la Compañía de
Consignatarios del Guano. En varios sentidos, esta fue la oportunidad perdida
que tuvo el país, para crear las condiciones necesarias para un desarrollo
económico autónomo, lamentablemente se perdió.
El 5 de julio de 1869, los comisionados peruanos Toribio Sanz y Juan M.
Echenique, a instancias del ministro de Hacienda de la época, Nicolás de
Piérola, firmaron un contrato exclusivo de compra y venta por dos millones de
toneladas de guano con el financista francés Auguste Dreyffus o Augusto
Dreyfus. De esta manera, el control de las riquezas del guano pasó de un
consorcio de capitalistas peruanos o “burguesía comercial-terrateniente” a un
financista francés. Este abrupto cambio, llevado a cabo por los gobiernos de
Castilla a Balta, creó un cisma en la política peruana desde entonces (fines de
los años 1860) hasta comienzos del siglo XX.

6. Los sustitutos del guano: el salitre, la minería metálica y no


metálica y el petróleo

Cuando las fiebres económicas y financieras comenzaban a acogotar a las


clases dirigentes peruanas, fueran los grupos de poder económico o la clase
política, se pensó que el salitre (otro fertilizante natural para la agricultura
europea o norteamericana) podía reemplazar al guano. Donde comenzaría
aumentar su importancia en la producción del Perú, al igual que la minería que
después de la guerra con chile, aumentaría aún más su importancia, y también
se puede apreciar el declive del guano.

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