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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ENSAYO SOBRE EL FALLO DE 19 DE ENERO DE 2009

INTEGRANTES: DOMINGUES FLORES, YASIRA

FLORES CARRIÓN, JOEL

GUANILO ALONSO, JOSÉ

JARA LEON, FABRICCIO

RODRIGUEZ SOTO, SHANIA

VARGAS SANCHEZ, IVONNE

DOCENTE: TAPIA DÍAZ, JESSIE

TRUJILLO - LA LIBERTAD

2021-II
ENSAYO SOBRE LA SOLICITUD DE INTERPRETACIÓN DEL FALLO AVENA Y
OTROS NACIONALES MEXICANOS DEL 31 DE MARZO DEL 2004

El caso Avena y otros nacionales mexicanos contra los Estados Unidos, inicia en la demanda
presentada el 09 de enero del 2003, en el cual México tenía conocimiento de la existencia de 54
sentenciados a la pena capital (pena de muerte), vulnerando el derecho de asistencia consular de
sus nacionales, conforme estaba amparado en la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares de 1963, específicamente en el art. 36, el cual señala que el Estado receptor tiene la
obligación de informar o notificar a la persona si desea recibir dicha asistencia, y de aceptar
ello, habría intervención de los funcionarios consulares en defensa de sus casos. Culminando
esta primera etapa en el fallo del 31 de marzo del 2004 emitida por la Corte Internacional de
Justicia (CIJ). A partir de este fallo, es que México presenta una solicitud de interpretación del
fallo de 31 de marzo de 2004, caso Avena y otros Nacionales Mexicanos con respecto a lo
detallado en el apartado 9, del párrafo 153.

Ante este marco previo, se recalca que la protección diplomática comprende un actuar Estatal en
resguardo de los derechos de sus nacionales que se encuentran en el extranjero y son víctimas
de vulneración de sus derechos patrimoniales o extrapatrimoniales, solicitando así, la
intervención de un órgano superior, a fin de solucionar dicho conflicto. (Varela, 2014).

La postura y perspectiva de México en el presente caso se fundamenta en las siguientes razones:


pese a haberse emitido el fallo del 2004 por la CIJ y además de una Providencia el 16 de julio
del 2008, donde la CIJ ordena las medidas provisionales a fin de asegurar la no ejecución de los
sentenciados a muerte , lo cual había sido requerido por México en la solicitud previa; no
obstante, Estados Unidos llevó a cabo la ejecución de uno de los sentenciados, el Sr. José E.
Medellín Rojas, conocido como el caso Medellín vs Texas; por ello, México señaló en sus
alegaciones posteriores permitidas por la CIJ, que EE.UU. había vulnerado la providencia de la
CIJ, al no haber revisado y hacer el reexamen nuevamente de las sentencias condenatorias y
penas impuestas; considerando así, que este EE.UU. interpretó de manera errónea el apartado 9,
toda vez que lo consideró como una obligación de medios y no, como una obligación de
resultados. De lo mencionado, la idea central destacable en la postura de México, es lograr la
protección de los derechos de sus nacionales, a fin de evitar que alguien más sea ejecutado y
pueda cumplirse con el fallo del caso Avena vs EE.UU. del 2004, y eso se lograría a través de
un fallo a favor de la México.

Por otro lado, Estados Unidos sostiene que la CIJ desestime la solicitud interpuesta por México,
sosteniendo que está de acuerdo con el sentido de interpretación que recibe el fallo del caso
Avena, respecto a que lo que establece es una obligación por resultado, pero por los medios de
su elección, lo cual es equivalente a lo sostenido por México; por lo tanto, no habría cuestión o
controversia alguna para que la CIJ emita un fallo; por otro lado, también se pronunció respecto
a peticiones secundarias solicitadas por México, como el incumplimiento de la providencia, la
vulneración al fallo Avena y el ofrecer garantías de no repetición.

Respecto al pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia sobre la competencia en torno


a la interpretación solicitada por México, ésta señala que la solicitud se realizó en base a lo
estipulado en el art. 60 del Estatuto de la CIJ, donde indica dos puntos importantes: el fallo es
definitivo e irrevocable, quiere decir de que no habría alguna otra alternativa legal o medio para
eludir la decisión que adopte la CIJ respecto a los Estados; y lo otro, que de darse un desacuerdo
referente al sentido o alcance del fallo, la Corte podrá interpretarlo a solicitud de cualquiera de
las partes, es decir, que lo último establecido en este artículo fue tomado como base normativa
para iniciar esta solicitud de interpretación. Asimismo, la CIJ adoptó como criterio ante el retiro
de EE.UU. del Protocolo Facultativo de la C.V. sobre Relaciones Consulares, sobre la solución
de controversias, que este hecho no implicaba o no tiene efecto alguno en la competencia de la
CIJ frente a este caso.

Para la CIJ, era importante que exista una controversia de por medio entre las partes, respecto al
sentido o alcance del fallo, para poder hacerse cargo en casos de solicitud de interpretación de
algún fallo que haya emitido, lo cual lo señaló en su providencia del 2008; es decir, debe
cumplirse con un requisito previo para que la CIJ asuma la debida competencia, en este caso se
refirió a la posible existencia de una controversia respecto a que si la obligación contenido en el
apartado 9 del párrafo 153 del fallo Avena, era de resultado; incluyendo a ello, que deberá
evaluar si existe opiniones distintas respecto a que esa obligación era relevante en todos los
órganos jurisdiccionales de EE.UU (autoridades federales y estatales).

La Corte llegó a determinar que no existía controversia entre las partes, respecto a que lo
contenido en el apartado 9 del párrafo 153 es referente a una obligación de resultado; pero dejó
constancia que ello implicaba el cumplimiento de la obligación en un tiempo razonable, por lo
tanto, era exigible para EE.UU. su cumplimiento, debiendo utilizar los medios a su alcance para
a revisión y el reexamen de los casos.

Otro pronunciamiento de la Corte, es en torno a la existencia de una controversia en el sentido a


determinar a quiénes incumbe la obligación de resultado, es decir para qué órganos o
instituciones del Estado estaba dirigido el cumplimiento de esta obligación, ante la cual la Corte
considera una posibilidad existente de controversia. Por una parte, desde el enfoque de México,
la Corte toma en consideración lo señalado por la Corte Suprema de los EE.UU. en el caso
Medellín vs Texas, en el cual sostuvo que los fallos que emite la CIJ no pueden ser aplicados de
forma directa en su ordenamiento jurídico, dejando claro que debe existir alguna legislación
como base para su ingreso o aplicación en su Estado; ante esto, la CIJ mostró rechazo y
discrepancia con la Corte Suprema estableciendo incompatibilidad con lo emitido en el fallo
Avena, el cual dispone una obligación de resultado, no solo para los órganos constitutivos de
EE.UU, sino también estaba incluido el Poder Judicial, haciendo alusión a la Corte Suprema.
Por otro lado, lo que llegó a reconocer la CIJ a la Corte Suprema fue que ésta asumió que el
fallo Avena tiene carácter vinculante para los EE.UU., pese a lo señalado previamente, además
reconoce que el gobierno Federal en una de sus observaciones escritas se pronunció en nombre
de todos los órganos y elementos constitutivos del Gobierno para hacerse responsable de ellos,
por lo que se entiende que EE.UU. aceptaba que dicha obligación contenida en el fallo abarcaba
a todos sus órganos.

Asimismo, se aprecia dos puntos cruciales para la decisión de la CIJ en el presente fallo, por un
lado, la Corte presenta una discrepancia hacia México, en cuanto a que éste en las diversas
oportunidades que ha tenido para plantear sus alegaciones u observaciones, no lo ha hecho de
forma específica respecto a la controversia a la que hace alusión, es decir sobre la obligación de
resultado. Debido a ello, amparándose en el párrafo 2 del art. 98 del Reglamento es que la CIJ
sostiene que en definitiva México no ha cumplido con probar la existencia de la controversia
que tiene con EE.UU. Como segundo punto, es que México no había señalado que la obligación
que establece el fallo Avena tenía carácter vinculante de forma directa con todos los órganos
federales, jurisdiccionales y otros de EE.UU., lo cual genera base suficiente para que se pueda
desvirtuar el pedido contemplado en la solicitud de interpretación del fallo Avena.

Teniendo en cuenta lo mencionado, la CIJ se pronuncia respecto al efecto directo de la


obligación en cuestión, señalando la Corte que en el análisis que había realizado al apartado 9
del párrafo 153 del fallo Avena, no se había establecido que el cumplimiento de la obligación de
resultado se deba dar de forma directa, sosteniendo ello, con parte de su misma jurisprudencia,
donde había establecido que no puede dar interpretación a cuestión alguna sin que previamente
exista un fallo inicial. Por otro lado, la CIJ señala que México en su demanda se había referido
de forma general a los efectos de un fallo de la Corte en los Estados, pero que no había señalado
al ámbito del fallo Avena. Por lo tanto, la Corte determinó que la solicitud de interpretación
interpuesta por México no sería de su competencia conforme lo permite el art. 60 de su estatuto,
pero deja expuesto, la idea que exista o no una controversia entre las partes, no afectaba la
interpretación del fallo Avena.

Una idea que recalca la Corte en su parte final, es que la situación de legislación interna de los
EE.UU. que se ha presentado como se aprecia, como una excusa para su cumplimiento, y que ha
traído efectos perjudiciales, no los deja o salva de responsabilidad, por lo que se puede deducir
que pese a no haber procedido la solicitud de interpretación, la Corte daba a entender que el
carácter vinculante seguía vigente para EE.UU. Asimismo, se pudo pronunciar en cuanto a
demandas adicionales presentadas por México, dándole la razón respecto a que Estados Unidos
no había cumplido con lo dispuesto en la providencia de la corte del 2008, debido al caso de la
ejecución del Sr. José Medellín; sin embargo, desestima su pretensión respecto a que el art. 60
de su estatuto era la única base para que pueda ejercer su competencia, señalándose que ello no
le daba facultad para dar interpretación en el caso; por ende y último, desestimó también su
pretensión de que EE.UU deba ofrecer garantías de no repetición hacia sus nacionales.

Este proceso internacional desde su inicio ha dejado un gran precedente jurídico en el aspecto
procesal internacional para los demás Estados que se encuentran en su misma situación, es
considerado de gran relevancia jurídica, en primer punto, porque en este proceso se encuentran
en riesgo la vulneración de derechos fundamentales de nacionales juzgados y condenados en un
país extranjero, y más en el presente caso donde la pena establecida para ellos es la pena de
muerte, teniendo en cuenta que EE.UU. se caracteriza por las medidas drásticas que adopta y se
podría decir de forma desmedida. Ante ello, México tenía que recurrir hasta el organismo con
mayor jerarquía internacional en justicia como es la CIJ, sin dejar de mencionar que en un inicio
el Estado Mexicano había recurrido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para
conseguir una opinión favorable respecto al caso; sin embargo, fue a través de la CIJ que
México tuvo la oportunidad de poder lograr su objetivo, es decir, que la Corte se pueda
pronunciar y emitir Medidas Provisionales a fin de evitar que sigan condenando a muerte a sus
nacionales, debiendo realizarse revisión y reexámenes de dichas sentencias y penas.

En cuanto a la formalidad del proceso, se puede apreciar que existió más de una oportunidad
para que ambos Estados partes del caso puedan presentar sus alegaciones y observaciones a
medida que avanzaba el caso, a fin de que la Corte pueda tener un mayor enfoque y precisión al
momento de emitir su fallo. Por otro lado, es de resaltar la forma de intervención de la Corte al
emitir su providencia y ordenar medidas provisionales con el fin de salvaguardar los derechos
de los nacionales, disponiendo a la EE.UU. que informen de todas las medidas que adopten
mientras no se emita un fallo del caso; sin embargo, lo que deja verse es la falta de medio o
mecanismo necesario para exigir su cumplimiento y no se infrinja lo dispuesto, como sucedió en
este caso mediante la ejecución de uno de los nacionales.

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