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Por fuera, corpulento, musculoso y fuerte. Por dentro, inteligente, fiel, cariñoso y sensible.

Así es el bóxer, un perro enérgico y juguetón con una gran necesidad de compañía y
ejercicio. Pero ¿cómo cuidar a un bóxer cachorro para que crezca sano y se convierta en
un perro adulto equilibrado? ¡Veamos!
Si adoptas un cachorro bóxer…
Recuerda que debe tener, como mínimo, 8 semanas de vida cuando lo adoptes. Es
importante que hasta los dos meses esté con su madre para evitar carencias del
aprendizaje y miedos o comportamientos indeseados cuando crezca.
Para recibirle, debes tener preparada para él una cama cómoda y calentita, que debes
colocar en un sitio tranquilo donde pueda descansar. También, su comedero y bebedero,
juguetes y cepillos. Y su comida, por supuesto.
En familia, con ejercicio y sin calor ni frío
Si buscas un amigo que esté a tu lado la mayor parte del tiempo o quieres un perro que se
convierta en uno más de la familia, el bóxer puede ser el compañero perfecto. Es
bondadoso, afectuoso y muy apegado a sus amos, con quienes crea un vínculo irrompible.
Algo parecido le ocurre con los niños, con quienes llega a ser especialmente protector y
paciente.
Con o sin niños, encaja con diferentes tipos de familia. Lo realmente importante es que su
entorno humano tenga un estilo de vida activo que le garantice el ejercicio que necesita.
Por eso se adapta sin problemas tanto en una casa de campo como en un piso urbano
siempre que pueda correr, por lo que si va a vivir en ciudad necesitará paseos habituales.
¡Ni frío ni calor! El bóxer es una raza que no tolera el clima cálido por lo que deberás estar
atento para evitar que sufra un golpe de calor. Pero, igual que no lleva bien el calor, el
pelo corto propicia que tampoco resista el frío, por lo que también debes protegerle de
temperaturas bajas.
Cómo cuidar a un bóxer cachorro
Comida. Consulta con tu veterinario para que sea él quien te indique cuál será la
alimentación más adecuada en función de la edad, el sexo y su grado de actividad.
Compañía. Su carácter cercano y cariñoso provocan que requiera de compañía casi
permanente. Por eso, la recomendación pasa por no dejarle solo más de seis horas al día.
Paseos. No solo necesita tres paseos diarios como mínimo, sino que requiere de sesiones
de ejercicio físico con las que desarrollar su musculatura. Hazte con pelotas, frisbees y
juguetes con los que motivar su actividad para que, además de divertirse, canalice el
estrés.
Higiene. Deberás darle un baño cada dos meses y, día a día, limpiarle las babas y legañas.
Pelo. Cuidar a un bóxer cachorro también pasa por mantener su pelaje . Basta con un
cepillado diario con el que eliminar la suciedad y el pelo muerto con un guante de aseo o
un cepillo de caucho ovalado.

Cómo educar correctamente a un boxer y que esté


mentalmente saludable
El entrenamiento adecuado de cualquier perro requiere de un alto nivel de compromiso,
pues las repeticiones continuas de las órdenes pueden llegar a ser tediosas con el tiempo.
Inteligente, fiel, afectuoso, equilibrado, juguetón, curioso. Así es el boxer, un perro lleno
de fuerza y de vitalidad que se lleva muy bien con los niños. Aunque también es un animal
muy desconfiado ante los desconocidos y, si considera que su familia –manada– corre
algún tipo de peligro, la defenderá con todas sus fuerzas. De ahí proviene su fama de
agresivo.
La raza no es suficiente para determinar si un can puede o no ser agresivo, pues la crianza
influye en este aspecto. Por ello, es muy importante educar correctamente al boxer desde
cachorro. Además, así también se pueden controlar las tendencias que tiene a mostrarse
posesivo y dominante. Si quieres saber cómo lograr que tu perro tenga un
comportamiento adecuado, sigue leyendo este espacio.
¿Cómo es el boxer?
El boxer es un perro de tamaño mediano que puede llegar a medir 60 centímetros de
altura hasta la cruz, con un peso promedio de 33 kilogramos. Se caracteriza por presentar
una musculatura densa que le hace tener un aspecto intimidante. Sin embargo, exhibe un
temperamento tranquilo y paciente.
La raza también se distingue por lucir un manto color marrón con manchas blancas en su
vientre. Además, presenta un hocico reducido y unos labios que cuelgan un poco, lo que
causa su distintiva tendencia a babear.
Contrario a lo que podría pensarse, el boxer no es un perro que tienda mucho a ser
agresivo. Al contrario, son muy sociables, inteligentes, pacientes y cariñosos. Es más, en
algunos casos llegan a ser incluso torpes e inocentes, por lo cual son excelentes
compañeros de juegos para los niños.
No obstante, al igual que sucede con otras razas, si el boxer no recibe una buena
educación, es probable que genere conductas inadecuadas y peligrosas. Por ello, se les
debe adiestrar con mucho cuidado desde el momento que llega a su nuevo hogar.

Consejos para educar correctamente a un boxer


Conocer las características positivas y desafiantes de tu boxer te será muy útil para
entenderlo mientras lo entrenas. Es un animal fácil de adiestrar, siempre que asumas el
rol de mando de forma explícita. De no hacerlo, puede resultar difícil de controlar y se
tornará obstinado y exigente. Por tal motivo, debes comenzar con su educación desde el
primer día y enseñarle a que te respete como jefe de su manada.
Para educar a un boxer correctamente, es necesario que también adoptes una
personalidad de líder ante su vista. Esto no significa que seas duro o poco cariñoso con él,
sino que te comportes confiable y firme en cada orden que le des. Además, toma en
cuenta los siguientes consejos:

 Ponle un nombre corto, así lo reconocerá de forma rápida.


 Déjale dormir todas las horas que necesite, sin molestarle. Cuando esté despierto
aprovecha para estimularle con caricias y jugando con él.
 Para mantener su interés mientras lo educas, háblale de manera animada y
amistosa.
 Dale órdenes sencillas y no las cambies. Por ejemplo: “Aquí” o “ven”, “sentado”,
“échate”, “quieto” y “no”. Recuerda que deberás ser paciente y repetirlas muchas
veces hasta que las asimile. No te enojes si se demora en su aprendizaje y hazle
notar lo complacido que estás ante sus avances.
 Haz que se acostumbre desde pequeño a orinar y defecar fuera de la casa. Le
puedes enseñar utilizando un papel de diario humedecido en su orina, que irás
llevando de a poco hacia la puerta de calle o hacia el jardín o patio si lo posees.
 Antes de su paseo, pídele que se siente para poder ponerle su correa. Para seguir
estableciendo tu liderazgo, debes salir y entrar de tu casa antes que tu perro. Y,
durante la caminata, posiciónate unos pasos delante de él. Si tironea de la correa,
párate y no retomes la marcha hasta que esté nuevamente floja.
 Si comienza a mordisquear distintos objetos que están a su alcance en el hogar –
zapatos, muebles, almohadones, calcetines–, detenlo con un NO y dale de
inmediato un juguete masticable. Debe quedarle claro qué cosas puede morder y
qué no.
 Habitúalo a que puedas maniobrar sobre su cuerpo: alzarlo, examinar su boca,
sujetar su pata, etc. y a quitarle juguetes y comida sin que tenga reacciones de
molestia o agresividad.
Te contamos algunos otros datos que pueden resultarte útiles durante el proceso de
educación de tu perro:

 Nunca lo golpees. Con la violencia no se consigue nada. Y además, puede que tu


boxer se ponga agresivo.
 Solo regáñalo en el momento mismo que tuvo un mal comportamiento. Si lo haces
luego, tu mascota no entenderá el motivo de tu reto. Tampoco entenderá una
felicitación por una conducta que haya tenido con anterioridad a tus palabras
elogiosas.
 Cuando haya aprendido una nueva orden, recompénsalo. Ten en cuenta que
algunos perros responden mejor con juegos que con comida durante el
entrenamiento.
 Asegúrate de que tu boxer haga mucho ejercicio. De lo contrario, puede volverse
aburrido e inquieto, e incluso exhibir comportamientos no deseados.
 Involucra a tu familia en el adiestramiento de tu perro, para que se acostumbre al
mando de cada uno de ellos. Recuerda que todos deben utilizar el mismo criterio y
las mismas palabras para manifestarle una orden. No hay que confundir al animal
dándole directivas contradictorias.
 Cuando le ordenes algo, debes mostrarle que hablas en serio. Tu expresión y
lenguaje corporal tienen que transmitirle señales claras. Si no eres lo
suficientemente firme, creerá que estás jugando y no te tomará en cuenta.
 Es importante también que socialices a tu perro, facilitándole el contacto con otros
humanos y también con otros animales. Si surge algún comportamiento negativo,
corrígelo de forma inmediata.

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