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TRABAJO AUTONOMO – UNIDAD 1

INTEGRANTES: Peliza Nubis, Espinoza Valeria

ASIGNATURA: ETNOLOGIA, ETOLOGIA Y BIENESTAR ANIMAL

DOCENTE: Patricia Katiusca Cumbe Nacipucha, PhD

CURSO: 2-1

TEMA: Investigar el entrenamiento en 6 especies animales

INTRODUCCION
El documento que se muestra hace referencia que Todos los animales se entrenan
siguiendo exactamente el mismo método, lo que quiere decir que quien aprende a
entrenar un a perro también podría, técnicamente, entrenar a una ballena o a una
guacamaya.

Pues el entrenamiento animal no es más que la modificación de la conducta con base


en el condicionamiento operante. Sin embargo, en todo esto hay una trampa y es que
saber cómo funciona el entrenamiento no lo es todo para conseguir que un individuo
atienda a lo que queremos. La parte más relevante del proceso es el manejo de los
animales, es decir, saber cómo acercarse a ellos, como tocarlos o como interpretar su
lenguaje corporal. Y es ahí donde radica la diferencia entre las especies. Nada tiene que
ver manejar a un perro, que a un caballo o a un elefante, y por consiguiente la forma en
la que nos comunicamos con ellos.

CUERPO
PERRO DETECTOR DE DROGAS

Principalmente los perros cuentan con un olfato prodigioso, pues poseen entre 200 y
300 millones de receptores olfativos. Es notablemente superior al olfato humano, que se
sitúa alrededor de los 5 millones.
Además, se ha demostrado que los perros son capaces de detectar el cáncer humano,
así como huevos de polilla o explosivos.
Es importante señalar que, aunque se haya popularizado la figura del pastor alemán o
el pastor belga malinois, cualquier perro puede ser un excelente detector de sustancias,
aun siendo mestizo o de tamaño pequeño. Si bien es cierto que algunos tienen un mejor
olfato que otro, lo importante es que el can disponga temperamento y
predisposición para este tipo de trabajo.
Así mismo, aunque muchos perros puedan desempeñar bien esta labor, los perros
policía que detectan droga se inician en un amplio entrenamiento que puede durar
meses, para después pasar pruebas complementarias que aseguren su bienestar
emocional, capacidad física y lleven a cabo correctamente las pruebas de detección.
Antes de iniciarse en la búsqueda y detección de sustancias olorosas, a los perros
detectores de estupefacientes se les adiestra en obediencia básica, fundamental para
una buena comunicación entre el guía y el perro, así como para que aprendan a "señalar"
los estupefacientes. Por lo general, los perros "marcan" la droga con un sentado, un
ladrido o aprenden a rascar el suelo. Esta primera fase termina cuando las órdenes de
obediencia están completamente consolidadas.
Siempre que el perro lleva a cabo la acción deseada por el guía se hace uso del refuerzo
positivo para que el perro asocie que, al realizar una determinada conducta, recibe una
recompensa. Generalmente se utilizan juguetes de tipo mordedor, nudo e incluso
pelotas. La elección dependerá de las preferencias del perro.
La motivación del guía, la estructuración de los ejercicios y la ausencia de frustración en
el can son pilares básicos para que todo el proceso se lleve a cabo de forma adecuada
y el perro no confunda los ejercicios a realizar.
CABALLOS BAILADORES
1.- Lo primero que haremos será llevarlo a pasear. Un paseo corto. No se trata de
cansarlo, sino de relajarlo un poco. Es sabido que trabajar con un animal calmado es
mucho más sencillo que con uno nervioso. El primero nos prestará atención; el otro
preferirá no hacerlo.
2.- Luego, lo llevaremos al trote y tiraremos de él para que se levante. Moveremos
sus hombros y caderas y pídele que ponga su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Lo
haremos varias veces, dejándole descansar unos segundos entre ejercicio y ejercicio.
En el caso de que no lo haga, o de que le cueste hacerlo, en vez de pedirle tanto lo que
podemos hacer será pedirle que se levanta y que simplemente mueva su cabeza; luego
lo hacemos bajar y acto seguido le pedimos de nuevo que se levante y que mueva sus
caderas. Así, pidiéndole una cosa cada vez probablemente le sea mucho más fácil
aprender lo que le estamos enseñando.
3.- Ahora, pondremos un cabestro sobre el caballo y sujetaremos una cuerda.
Como estamos empezando, nos servirá un cabestro simple y un plomo; más adelante
podremos utilizar una brida y una silla para conectar un lado de la rienda en el lado
derecho del caballo. Para que nos sea más sencillo, podremos utilizar ambas riendas
laterales que conectaremos desde el anillo del filete a la circunferencia del mismo lado
unos 23cm por debajo de la espalda del animal. Ataremos su cola hacia arriba con una
banda elástica para que no nos moleste.
4.- Después, pararemos al caballo de manera que el muro o valla quede a su
derecha. Lo pararemos sobre su lado izquierdo. Con la fusta de la doma, tenemos
que alcanzar sus patas traseras. Tocaremos la pata trasera izquierda hasta que se
levante y luego le ofrecemos un premio. Repetiremos lo mismo con la pata trasera
derecha.
5.- A continuación, le ponemos la brida o silla de montar, y las riendas laterales. Le
pediremos levantar izquierda, derecha, izquierda, y los recompensaremos. La
respuesta debe ser rápida, pero lo mismo, si vemos que le cuesta, retrocederemos e
iremos más despacio. No se trata de conseguir que el caballo sea perfecto: la perfección
no existe. Se trata de enseñarle algo tratando de que se divierta, y no lo hará si le
pedimos más de lo que en ese momento es capaz de hacer.
6.- Por último, lo que haremos será tocar sus patas delanteras. Si está nervioso,
dejaremos que baje su cabeza o se la bajaremos nosotros; así se calmará. Por el
contrario, si lo vemos animado se la levantaremos para que se sienta orgulloso. Si se
porta bien y, sobre todo, si hace un paso que parece un baile, le daremos un merecido
premio y lo dejaremos descansar.
Las sesiones tienen que durar unos diez minutos, no más. Hay que evitar que el
caballo se sienta frustrado, ya que de hacerlo perderá interés por aprender a bailar.
Además, insisto, tenemos que ser muy pacientes. Pueden pasar semanas hasta que
veamos que el animal lo va aprendiendo.
MONO ADULTO (MASCOTA)

Para entrenar a tu mono, debes apelar a su inteligencia. Construye una jaula grande en
la que esté feliz de pasar el tiempo, pero cuando esté deambulando por la casa o el
jardín, asegúrate de jugar con él, darle golosinas y asegúrate de que disfrute salir de la
casa.
1. Todos los días tienes que pasear al mono para que pueda disfrutar de tu casa o jardín.
2. Permita que el mono pase varias horas al aire libre.
3. Cuando el mono te orine encima, el tiempo de juego habrá terminado. Recógelo y
ponlo de nuevo en su jaula y saca todos sus juguetes perdidos. Esto no es realmente un
castigo, más bien un «tiempo fuera», así que asegúrate de que permanezcan allí durante
al menos media hora mientras se cansan de su entorno.
4. Pasado este tiempo, sácalos y vuelve a jugar con ellos. Si vuelve a orinar sobre ti,
tendrás que volver a ponerlo en la jaula.
5. Después de unos días, el mono entenderá que no debe orinar sobre ti o su tiempo de
juego habrá terminado.
6. Una vez que tu mono esté aclimatado a la casa, debería poder escapar y orinar de
vez en cuando. Si salta de ti y choca con un árbol, tienes que dejarlo. Cuando haya
terminado, querrá volver para ver lo que estás haciendo.
7. Si no está dispuesto a dejar que su mono salte y encuentre un lugar para hacer sus
necesidades, nunca podrá entrenarlo en casa. Tener al mono en una jaula todo el tiempo
es cruel, y dado que los pañales no son una buena opción para muchos animales, debes
tener una especie diferente de mascota.
GATO (DOMESTICO)

Establecer un ambiente adecuado:


Antes de comenzar el entrenamiento, es importante asegurarse de que el entorno en el
que se encuentra el gato sea seguro y enriquecedor. Proporcionar juguetes, rascadores
y áreas de descanso adecuadas ayudará a mantener al gato estimulado y satisfecho.
Reforzamiento positivo:
El entrenamiento de gatos se basa en el uso del refuerzo positivo. Esto implica
recompensar al gato con golosinas, elogios y caricias cuando realiza correctamente la
acción deseada. Es importante evitar el uso de castigos o refuerzo negativo, ya que esto
puede generar estrés y miedo en el gato.
Enseñar comandos básicos:
El entrenamiento de gatos puede incluir la enseñanza de comandos básicos, como
"sentarse" o "venir". Para lograr esto, se puede utilizar el refuerzo positivo junto con
señales verbales o gestuales. Los gatos pueden asociar estas señales con una
recompensa y aprender a realizar la acción deseada.
Enseñar a usar la caja de arena:
Uno de los aspectos importantes del entrenamiento de gatos es enseñarles a usar
correctamente la caja de arena. Esto implica mostrarles la ubicación de la caja de arena,
proporcionarles una caja adecuada y recompensarlos cuando utilizan la caja de manera
apropiada.
Juegos y trucos:
Además de los comandos básicos, los gatos también pueden ser entrenados para
realizar trucos y jugar juegos interactivos. Esto puede incluir saltar a través de aros,
perseguir juguetes o responder a órdenes específicas.
El entrenamiento de gatos puede ser un proceso gratificante y estimulante tanto para los
gatos como para sus dueños. A través del uso del refuerzo positivo, la paciencia y la
consistencia, los gatos pueden aprender a realizar comportamientos deseados y
establecer una comunicación efectiva con sus dueños. Es importante recordar que cada
gato es único y puede responder de manera diferente al entrenamiento. Al respetar los
límites y el ritmo individual de cada gato, se puede lograr un entrenamiento exitoso y
fortalecer la relación entre el gato y su dueño.
ELEFANTES

Establecer una relación de confianza:


El primer paso en el entrenamiento de elefantes es establecer una relación de confianza
entre el cuidador y el animal. Esto se logra a través de interacciones regulares y
consistentes, donde el cuidador se gana la confianza del elefante al proporcionarle
cuidado, comida y atención adecuados.
Uso de reforzadores positivos:
El entrenamiento de elefantes se basa en el uso de reforzadores positivos, como
recompensas alimenticias, elogios y caricias. Estos estímulos positivos se utilizan para
recompensar al elefante cuando realiza correctamente la acción deseada, lo que
refuerza su comportamiento y lo motiva a repetirlo.
Utilización de señales y comandos:
Los elefantes pueden aprender a responder a señales visuales y comandos verbales.
Los entrenadores utilizan gestos y palabras específicas para indicar al elefante qué
comportamiento se espera de él. Por ejemplo, pueden utilizar un gesto con la mano para
indicar al elefante que levante la pata.
Enseñanza de comportamientos específicos:
El entrenamiento de elefantes implica enseñarles a realizar comportamientos
específicos, como caminar en línea recta, girar en círculos, levantar la pata, entre otros.
Estos comportamientos se enseñan gradualmente, dividiéndolos en pasos más simples
y recompensando al elefante a medida que avanza en el aprendizaje.
Promover la seguridad y el bienestar:
Durante el entrenamiento de elefantes, es fundamental priorizar la seguridad y el
bienestar del animal. Los elefantes deben recibir cuidado y atención adecuados, así
como tener la oportunidad de descansar y socializar con otros elefantes. Además, se
deben seguir pautas éticas y evitar el uso de métodos crueles o dañinos.
El entrenamiento de elefantes es un proceso que requiere tiempo, paciencia y una
comprensión profunda del comportamiento y las necesidades de estos animales. A
través del uso de reforzadores positivos, una comunicación clara y una relación basada
en la confianza, se pueden lograr resultados exitosos en el entrenamiento de elefantes.
Es importante recordar que los elefantes son animales inteligentes y sensibles, y el
entrenamiento debe ser realizado por profesionales capacitados y comprometidos con
el bienestar de estos majestuosos animales.
DELFIN
Entendiendo el comportamiento de los delfines:
Antes de iniciar el entrenamiento, es esencial comprender el comportamiento natural de
los delfines y cómo se comunican entre sí. Los delfines son animales sociales que utilizan
señales acústicas, gestos y comportamientos físicos para comunicarse. Al comprender
su comportamiento, los entrenadores pueden establecer una base sólida para el
entrenamiento efectivo.
Reforzamiento positivo:
El entrenamiento de delfines se basa principalmente en el uso de reforzamiento positivo.
Esto implica recompensar a los delfines cuando realizan correctamente un
comportamiento deseado. Las recompensas pueden incluir peces, elogios y caricias.
Este enfoque fomenta la motivación y la participación de los delfines en el proceso de
entrenamiento.
Establecimiento de señales y comandos:
Los delfines son capaces de aprender señales y comandos específicos. Los
entrenadores utilizan señales visuales, como gestos con las manos o banderas, junto
con comandos verbales para indicar a los delfines qué comportamiento se espera de
ellos. Por ejemplo, pueden utilizar una señal para indicar al delfín que salte a través de
un aro.
Enseñanza de comportamientos específicos:
El entrenamiento de delfines implica enseñarles una variedad de comportamientos,
como saltar, dar vueltas, hacer acrobacias y participar en interacciones con los
entrenadores y el público. Estos comportamientos se enseñan de manera progresiva,
dividiéndolos en pasos más simples y recompensando a los delfines a medida que
avanzan en su aprendizaje.
Cuidado y bienestar de los delfines:
Durante el entrenamiento, es fundamental priorizar el cuidado y el bienestar de los
delfines. Esto implica proporcionarles una alimentación adecuada, tiempo suficiente de
descanso y oportunidades para socializar y jugar. Además, los entrenadores deben
seguir pautas éticas y asegurarse de que los delfines no sean sometidos a estrés
innecesario o daño durante el entrenamiento.
El entrenamiento de delfines es un proceso emocionante que combina el cuidado de
estos magníficos animales con la educación y la conservación. A través del uso del
refuerzo positivo, la comunicación efectiva y una comprensión profunda del
comportamiento de los delfines, se pueden lograr resultados significativos en el
entrenamiento. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los delfines son
animales salvajes y sensibles, y el entrenamiento debe ser realizado por profesionales
capacitados y comprometidos con su bienestar.
El entrenamiento de delfines no solo brinda entretenimiento y fascinación al público, sino
que también contribuye a la investigación científica y a la conservación de estos
increíbles animales marinos.
CONCLUSION:
El entrenamiento animal es una práctica que se puede aplicar en diversas especies,
desde perros y gatos hasta elefantes y delfines. Cada especie tiene sus propias
características y requerimientos de entrenamiento, pero en general, el uso de técnicas
de refuerzo positivo, establecimiento de una comunicación clara y el establecimiento de
una relación de confianza son fundamentales en el proceso de entrenamiento. A través
de estas técnicas, los animales pueden aprender y ejecutar comportamientos deseados,
lo que beneficia tanto a los propietarios como a los propios animales al promover una
convivencia armoniosa.
BIBLIOGRAFIA:
https://www.noticaballos.com/caballos-bailadores.html
https://www.expertoanimal.com/como-entrenan-a-los-perros-detectores-de-droga-
23387.html
https://pajarokakariki.com/como-entrenar-a-un-mono-mascota/
Carney, E. (2015). Perros vs Gatos . Washinton D.C: National geographic.
Vargas Beltrán, Elsa Alejandra. (2021). UDCA. Obtenido de UDCA:
https://repository.udca.edu.co/handle/11158/3950
Vega, B. H. (2010). Universidad de bogota Jorge Tadeo Lozano, Facultad de CCNN.
Obtenido de Universidad de bogota Jorge Tadeo Lozano, Facultad de CCNN:
https://expeditiorepositorio.utadeo.edu.co/bitstream/handle/20.500.12010/1254/T906.pd
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