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CURSO: 2-1
INTRODUCCION
El documento que se muestra hace referencia que Todos los animales se entrenan
siguiendo exactamente el mismo método, lo que quiere decir que quien aprende a
entrenar un a perro también podría, técnicamente, entrenar a una ballena o a una
guacamaya.
CUERPO
PERRO DETECTOR DE DROGAS
Principalmente los perros cuentan con un olfato prodigioso, pues poseen entre 200 y
300 millones de receptores olfativos. Es notablemente superior al olfato humano, que se
sitúa alrededor de los 5 millones.
Además, se ha demostrado que los perros son capaces de detectar el cáncer humano,
así como huevos de polilla o explosivos.
Es importante señalar que, aunque se haya popularizado la figura del pastor alemán o
el pastor belga malinois, cualquier perro puede ser un excelente detector de sustancias,
aun siendo mestizo o de tamaño pequeño. Si bien es cierto que algunos tienen un mejor
olfato que otro, lo importante es que el can disponga temperamento y
predisposición para este tipo de trabajo.
Así mismo, aunque muchos perros puedan desempeñar bien esta labor, los perros
policía que detectan droga se inician en un amplio entrenamiento que puede durar
meses, para después pasar pruebas complementarias que aseguren su bienestar
emocional, capacidad física y lleven a cabo correctamente las pruebas de detección.
Antes de iniciarse en la búsqueda y detección de sustancias olorosas, a los perros
detectores de estupefacientes se les adiestra en obediencia básica, fundamental para
una buena comunicación entre el guía y el perro, así como para que aprendan a "señalar"
los estupefacientes. Por lo general, los perros "marcan" la droga con un sentado, un
ladrido o aprenden a rascar el suelo. Esta primera fase termina cuando las órdenes de
obediencia están completamente consolidadas.
Siempre que el perro lleva a cabo la acción deseada por el guía se hace uso del refuerzo
positivo para que el perro asocie que, al realizar una determinada conducta, recibe una
recompensa. Generalmente se utilizan juguetes de tipo mordedor, nudo e incluso
pelotas. La elección dependerá de las preferencias del perro.
La motivación del guía, la estructuración de los ejercicios y la ausencia de frustración en
el can son pilares básicos para que todo el proceso se lleve a cabo de forma adecuada
y el perro no confunda los ejercicios a realizar.
CABALLOS BAILADORES
1.- Lo primero que haremos será llevarlo a pasear. Un paseo corto. No se trata de
cansarlo, sino de relajarlo un poco. Es sabido que trabajar con un animal calmado es
mucho más sencillo que con uno nervioso. El primero nos prestará atención; el otro
preferirá no hacerlo.
2.- Luego, lo llevaremos al trote y tiraremos de él para que se levante. Moveremos
sus hombros y caderas y pídele que ponga su cabeza hacia arriba y hacia abajo. Lo
haremos varias veces, dejándole descansar unos segundos entre ejercicio y ejercicio.
En el caso de que no lo haga, o de que le cueste hacerlo, en vez de pedirle tanto lo que
podemos hacer será pedirle que se levanta y que simplemente mueva su cabeza; luego
lo hacemos bajar y acto seguido le pedimos de nuevo que se levante y que mueva sus
caderas. Así, pidiéndole una cosa cada vez probablemente le sea mucho más fácil
aprender lo que le estamos enseñando.
3.- Ahora, pondremos un cabestro sobre el caballo y sujetaremos una cuerda.
Como estamos empezando, nos servirá un cabestro simple y un plomo; más adelante
podremos utilizar una brida y una silla para conectar un lado de la rienda en el lado
derecho del caballo. Para que nos sea más sencillo, podremos utilizar ambas riendas
laterales que conectaremos desde el anillo del filete a la circunferencia del mismo lado
unos 23cm por debajo de la espalda del animal. Ataremos su cola hacia arriba con una
banda elástica para que no nos moleste.
4.- Después, pararemos al caballo de manera que el muro o valla quede a su
derecha. Lo pararemos sobre su lado izquierdo. Con la fusta de la doma, tenemos
que alcanzar sus patas traseras. Tocaremos la pata trasera izquierda hasta que se
levante y luego le ofrecemos un premio. Repetiremos lo mismo con la pata trasera
derecha.
5.- A continuación, le ponemos la brida o silla de montar, y las riendas laterales. Le
pediremos levantar izquierda, derecha, izquierda, y los recompensaremos. La
respuesta debe ser rápida, pero lo mismo, si vemos que le cuesta, retrocederemos e
iremos más despacio. No se trata de conseguir que el caballo sea perfecto: la perfección
no existe. Se trata de enseñarle algo tratando de que se divierta, y no lo hará si le
pedimos más de lo que en ese momento es capaz de hacer.
6.- Por último, lo que haremos será tocar sus patas delanteras. Si está nervioso,
dejaremos que baje su cabeza o se la bajaremos nosotros; así se calmará. Por el
contrario, si lo vemos animado se la levantaremos para que se sienta orgulloso. Si se
porta bien y, sobre todo, si hace un paso que parece un baile, le daremos un merecido
premio y lo dejaremos descansar.
Las sesiones tienen que durar unos diez minutos, no más. Hay que evitar que el
caballo se sienta frustrado, ya que de hacerlo perderá interés por aprender a bailar.
Además, insisto, tenemos que ser muy pacientes. Pueden pasar semanas hasta que
veamos que el animal lo va aprendiendo.
MONO ADULTO (MASCOTA)
Para entrenar a tu mono, debes apelar a su inteligencia. Construye una jaula grande en
la que esté feliz de pasar el tiempo, pero cuando esté deambulando por la casa o el
jardín, asegúrate de jugar con él, darle golosinas y asegúrate de que disfrute salir de la
casa.
1. Todos los días tienes que pasear al mono para que pueda disfrutar de tu casa o jardín.
2. Permita que el mono pase varias horas al aire libre.
3. Cuando el mono te orine encima, el tiempo de juego habrá terminado. Recógelo y
ponlo de nuevo en su jaula y saca todos sus juguetes perdidos. Esto no es realmente un
castigo, más bien un «tiempo fuera», así que asegúrate de que permanezcan allí durante
al menos media hora mientras se cansan de su entorno.
4. Pasado este tiempo, sácalos y vuelve a jugar con ellos. Si vuelve a orinar sobre ti,
tendrás que volver a ponerlo en la jaula.
5. Después de unos días, el mono entenderá que no debe orinar sobre ti o su tiempo de
juego habrá terminado.
6. Una vez que tu mono esté aclimatado a la casa, debería poder escapar y orinar de
vez en cuando. Si salta de ti y choca con un árbol, tienes que dejarlo. Cuando haya
terminado, querrá volver para ver lo que estás haciendo.
7. Si no está dispuesto a dejar que su mono salte y encuentre un lugar para hacer sus
necesidades, nunca podrá entrenarlo en casa. Tener al mono en una jaula todo el tiempo
es cruel, y dado que los pañales no son una buena opción para muchos animales, debes
tener una especie diferente de mascota.
GATO (DOMESTICO)