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Viviendo la

consagración

Dinamismo Constante
El libro llamado “El secreto de María” cuyo autor es San Luis María Grignion de Montfort
nos deja como mensaje la importancia de la devoción a María y la consagración como
finalidad para conocer a Jesús por medio de nuestra madre santísima Virgen María.

Para vivir mejor la consagración no solo basta en asistir a los rosarios, misas u otras
cofradías; sino se debe de hallar el espíritu de esta devoción, es decir, mejorar nuestra
actitud con mayor compromiso para tener la absoluta disponibilidad de entregarnos y
dedicarnos espiritualmente a María y a nuestro Señor Jesucristo. (40)

La consagración, árbol de la vida

Nosotros como cristianos debemos dar gracias a Dios por este secreto que nadie conoce
solo las almas predestinadas por María, secreto que nos ayuda a conocer a Jesucristo y a su
evangelio que es la perla preciosa que nos corrige para ser mejores personas, renunciar al
pecado, dejar el egoísmo y confiar plenamente en María, poniendo mayor empeño de
conocer la palabra de Dios y conocer a Jesús por medio de María. (70)
Como cultivarlo

Para cultivar y crecer nuestro árbol de la vida en Cristo debemos en primer lugar apoyarnos
siempre en nuestra Santísima Virgen María pues no basta con nuestras propias habilidades
ni cosas del mundo, sino necesitamos de un apoyo y socorro celestial por parte de nuestra
madre María. (71)

Asimismo, la lectura nos brinda una comparación de nosotros mismos con un jardinero
pues asi como un jardinero cuida de su jardín nosotros también debemos de estar atentos a
cuidar de nosotros mismos y de nuestra vida espiritual. (72)

La renuncia evangélica hace referencia a que debemos de renunciar de todo pecado que nos
pueda separar e impedir que sigamos en el camino de Dios y también debemos de
cuidarnos de caer en tentación del pecado y dominar el sentido enfocándonos en el
evangelio. (73)

Otra sugerencia es cuidarnos del egoísmo y de la vida cómoda del mundo, pues el ser
egoísta nos aleja del camino de Dios y nos separa del amor de la Santísima Virgen María,
por lo tanto, debemos ser precavidos y luchar contra la tentación y el pecado (74,75)

La vida eucarística tiene como finalidad comulgar y apreciar la presencia de Cristo en


nosotros, recordarnos su sacrificio en la cruz para nuestra salvación y hacer acto de piedad
personal por nosotros mismos y por los necesitados. (76)

En la vida vamos a pasar por dificultades y adversidades ante ello nosotros tenemos que ser
fieles a la santísima Virgen y a su hijo Jesucristo, nunca apartarnos de ellos por más grande
que sea la tentación, siempre vamos a ser atacados y habrá contradicciones, sin embargo,
debemos temer a nada porque María está con nosotros. (77)

Si nosotros cultivamos este árbol plantado en nuestro corazón dará muchos frutos y nuestra
alma será feliz y bendecida porque florecerá en nosotros el señor Jesucristo y nos
conservará hasta la muerte por los siglos de los siglos Amén. (78)
Santa Meza
Bayona

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