TEMA NÚMERO 24 CUELLO DEL CUERPO DE CRISTO'

Para finalizar con este bloque, vamos a ver lo importante que es María dentro de esta
estructura de iglesia, ya lo vimos como modelo discípulo de Jesús, ahora lo vamos a ver
como el Cuello del Cuerpo de Cristo.

1) En la iglesia, como cuerpo de Cristo, Jesús es la cabeza y María es el cuello.

En este cuerpo donde Jesús es la cabeza. nosotros somos los miembros. Los santos
padres de la iglesia con mucha lógica dijeron que María es el cuello. No está fuera del
cuerpo, no es una segunda cabeza, es el miembro más cercano y unido a ella como el
cuello, es decir, Mediadora.

En el tema pasado hablábamos de la intercesión de María y como María se convierte en

un eslabón importantísimo para la iglesia, no en el más importante, porque el más
importante es Dios y en la persona de Cristo, pero sí como Mediadora lo veíamos desde
los milagros en las bodas de Caná, entonces hoy vemos como María en esa función de
mediación, también la nombran como el cuello del cuerpo de Cristo'.

2) Lumen Gentium En El Capítulo VIII María Mediadora

#62 y esta maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la salvación, desde
el fiel asentimiento en la anunciación y lo mantuvo sin vacilación al pie de la cruz, hasta
la consumación perfecta de todos los elegidos. Ya asunta a los cielos, no dejó su oficio
salvador, sino que continúa alcanzándonos por su múltiple intercesión los dones de la
eterna salvación. Lo mismo que Jesús que está a la derecha del padre e intercede por
nosotros (Romanos 8: 34).
Con su amor materno cuida a los hermanos de su hijo, que peregrinan y luchan contra el
pecado hasta que sean llevados a la patria feliz. Por eso, la bienaventurada virgen en la
iglesia es invocada con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro y Mediadora.

De esta manera es como nosotros vemos que el primer mediador o el primero que nos
alcanza estos bienes y que intercede por nosotros ante el Padre Celestial es Jesús
mismo, pero ante esta colaboración de María desde la propia Anunciación, y el haber
llegado hasta el pie de la cruz, hace que ella también colabore con su Hijo en esta
poderosa intercesión, y ella intercede por nosotros desde el mismo hecho de adoptarnos
como hijos, hermanos de Cristo, y desde que nosotros aquí mismo en la tierra, seguimos
peregrinando y luchando contra el pecado, entonces ahí es donde María, como
verdadera madre de cada uno de nosotros, se convierte en esa Mediadora, en esa
Auxiliadora, entonces por eso dice que se le invoca con los títulos de Abogada,
Auxiliadora, Socorro y Mediadora, ya que el que se encomienda a María jamás queda
defraudado.

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3) Lo cual se entiende de manera que no quite ni agreguen nada a la dignidad y
eficacia de Cristo, único mediador. Porque ninguna criatura puede compararse jamás
con el verbo encarnado nuestro redentor, pero, así como el sacerdocio de Cristo es
participado de varias maneras tanto por los ministros como el por el pueblo fiel, y así
como la única bondad de Dios se difunde realmente en formas distintas en las criaturas,
así también la única mediación del redentor no excluye, sino que suscita en sus criaturas
una múltiple cooperación que participa de la fuente única.
La iglesia no duda en atribuir a María este oficio subordinado: lo experimenta
continuamente y lo recomienda el corazón de los fieles para que, apoyados en esta
protección maternal, se unan más íntimamente al Mediador y Salvador.

María colabora en esta función única de Jesucristo; en esta cooperación participamos de

la fuente única, o sea también nosotros participamos a veces, como intercesores,
cuando pedimos por otros, pero la intercesión mayor se le da a Jesucristo y en María se
encuentra esa situación extraordinaria y constantemente está siendo Protectora,
Mediadora de sus hijos en la tierra.

4) Para muchos puede haber un cierto escrúpulo, no entienden por qué y para que, si
se puede llegar directamente a Jesús, hay que pasar por María o por algún Santo.
Ciertamente todos podemos llegar y dialogar de forma directa con cualquier Persona
Divina, inclusive con Jesús como Camino, sin embargo, fue voluntad de Jesús mismo
asociar a su Madre.

Esta idea que constantemente hemos escuchado, incluso de forma muy protestante y
que quizá para ello sea normal porque no encuentran a María como una Madre, sino
únicamente como la Madre de Cristo, sin embargo y a veces también nosotros como
cristianos y más cuando empezamos a conocer un poco más a Dios, creemos que es
más fácil tener una conexión directa con Dios, y claro que es válida, sin embargo el
verdadero discípulo, el verdadero seguidor de Cristo, siempre tendrá presente a María
no solo como Intercesora, ni como Abogada, ni como requisito para llegar a Jesús, sino
como verdadera Mediadora, Intercesora Fiel, y siempre en esta comparación grande de
una madre, una madre que siempre está buscando lo mejor para sus hijos, que está
atenta para decirle al papá, para decirle a las demás personas, la necesidad del hijo y a
veces, hasta sin que el hijo diga lo que necesita, la madre ya sabe lo que el hijo quiere, o
lo que el hijo tiene, o lo que el hijo siente, entonces María cumple con esa función, que a
lo mejor podemos asociar más, cuando pensamos en la figura materna humana,
entonces la mamá que siempre está intercediendo ante el papá o a los maestros, o a las
autoridades: dele otra oportunidad, no lo vas a regañar, se va a comprometer, lo va a
hacer bien, dele chance, vea sus habilidades, vea sus actitudes, entonces María siempre
está cumpliendo con esta función y quizá nosotros a veces no lo entendemos, pero es

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más fácil llegar al papá, es más fácil llegar a ser parte de algo, cuando se llega
precisamente por medio de la Madre.

5) En el orden humano, si conocemos y tenemos buena relación con la madre de tal

persona, evidentemente es el mejor canal para poder llegar a ella. Se ve claramente
como María fue la mediadora en las bodas de Caná, es ella quien ve el problema y
busca la solución.

Ya en temas anteriores hemos departido esta importancia del servicio de María y como
María viendo esa situación busca una solución viable y además se acerca quién debe
hacerlo, María en ese sentido de Mujer Servicial, de Madre Colaboradora y además de
buscar la oportunidad también, si así lo queremos ver, de qué otros creyeran en su Hijo,
entonces intercede en estas bodas siendo ella invitada, pero también siendo una invitada
acomedida, una invitada solicita a cualquier necesidad que pudiera tenerse.

6) Tres días después de celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la
madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y como
faltaba vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: “no
tienen vino” Jn 2: 5

Recordemos que en el sentido bíblico el vino significa la alegría, entonces María también
ve cuando hay necesidad en cada uno de nosotros de la alegría, intercede para siempre
estar en esa constante gracia con Dios.

7) Y en las palabras de María de Guadalupe a Juan Diego en el Tepeyac: “¿No estoy

yo aquí, que soy tu Madre?, ¿No estás por ventura en mi regazo?, ¿no soy yo tu salud¡?,
¿tienes acaso necesidad de otra cosa?”.

Por estas y algunas otras palabras que María dice en su aparición como nuestra señora
de Guadalupe, es por lo que la iglesia la respalda como una advocación y la nombra
patrona de América, no solamente de México, sino Reina de las Américas, porque si nos
vamos a un sentido bíblico, también en las bodas de Caná, ella se preocupa por la
necesidad, en este caso María de Guadalupe se preocupaba por la necesidad que tenía
Juan Diego en ese momento, Juan Diego iba camino presuroso a ver a su tío, iba a
buscar un médico a Tlatelolco para que fuera a visitar a su tío Juan Bernardino, porque
estaba muy enfermo y estaba agonizando, y entonces andaba ahí queriendo evadir a la
Virgen, y entonces por eso María le dice: pues que te preocupa? no estoy yo aquí que
soy tu madre?.
Cuantas veces como cristianos vivimos preocupados, a veces nos cuesta tanto trabajo
aceptar la voluntad de Dios, o escuchar inclusive lo que Dios quiere de nosotros, por eso
María nos repite a cada uno de nosotros estas palabras: no estoy aquí yo que soy tu
madre?, no estás por ventura en mi regazo, María se presenta como la madre de

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nosotros, porque en el evangelio de San Juan nosotros encontramos como Jesús mismo
al pie de la cruz le dice a María: mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre, en esa
entrega generosa de Jesús, cuando ya no tenía nada para dar, lo único que tenía lo
sigue dando y da ese regalo magnífico: a su Madre, una madre que ampara, que cuida y
que está con cada uno de los que son discípulos de Jesús, siempre como madre
pendiente de las necesidades y sobre todo de las necesidades espirituales.

8) Dios mismo es quien ha querido ponerla, si El la hizo socia de la salvación objetiva,

también la pone y la hace socia en la salvación subjetiva, aunque no se lo pidamos
María intercede de forma permanente, pero si nos acercamos pidiéndole cosas
muy concretas, cuidando tener una recta devoción.

Sí Dios mismo, para poder llevar a cabo el plan de salvación, requiere de María como
medio para que Jesús llegue a la humanidad, también de manera subjetiva es la
salvación, objetiva desde el plan estricto (muerte y resurrección de Jesus).
Dios utiliza a María para hacer parte de ese plan, de manera subjetiva, es decir, en la
que cada uno de nosotros vamos ganando nuestra salvación, también María intercede,
incluso aunque no se lo pidamos, pero que mejor que se lo pidamos y se lo pidamos con
una recta devoción, es decir, poniendo a cada quien en el lugar que le corresponde y
sobre todo teniendo una sana devoción a María.

9) María es una gran mediadora, como buena madre acoge e intercede por sus hijos,
pero no debemos pedirle solo favores materiales o de salud, sino ante todo una mayor
fidelidad a Jesús, y una mayor semejanza con ella.

Siempre tener esta fiel devoción, implica el que aprendamos a imitar sus virtudes, a ser
serviciales, a aceptar la voluntad de Dios, a tener esa alegría de compartir y, sobre todo,
a saber escuchar y guardar en nuestro corazón lo que Dios va dando a cada uno de
nosotros.

10) ES MADRE, ES CUELLO Y ES TAMBIÉN EL PROTOTIPO El MODELO DE

DISCÍPULO DE JESÚS.

En esta última frase se engloban los cuatro temas que vimos de María, en un tema
anterior habíamos visto las advocaciones, pero hoy también la catequesis nos sugiere
retomarlo, no es solo una virgen, se trata de María de Nazaret, una mujer escogida por
Dios para ser la madre de Dios, la virgen María sin embargo se ha querido dar a conocer
a cada pueblo de una manera íntima, asumiendo en muchas instancias características
de la cultura y hasta de la raza, así nos enseña que ella siendo Madre de Dios, es
también madre de todos, la Virgen que está en cuerpo y alma en el cielo, se aparece, o
nos obsequia una imagen en la que se adapta a cada pueblo, para que veamos como
Madre que es, es un gesto de gran delicadeza y cariño, que nos revela su entrañable

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amor maternal, la Virgen es de todos y a todos nos llama a renunciar al pecado y abrir el
corazón a su hijo Jesucristo, única esperanza de la humanidad. Veamos algunos
ejemplos de las advocaciones:
Nuestra Señora Del Perpetuo Socorro
Nuestra Señora de Las Lajas
Nuestra Señora De Fátima
Nuestra Señora De Guadalupe
Nuestra Señora De La Pobreza
Nuestra Señora Del Rosario
Inmaculado Corazón De María
Reina De La Paz
María Auxiliadora
María Rosa Mística
La Virgen Del Carmen
La Virgen De La Medalla Milagrosa
La Virgen De Chiquinquirá y
La Virgen De Los Mercedes.

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