LECCIÓN 6 Sábado 30 de octubre

30 DE OCTUBRE AL 6 DE NOVIEMBRE
Hasta la pena de muerte

UN ANTIGUO INTRODUCCIÓN
Dan. 6:22

DECRETO DE MUERTE
“Mi Dios envió su ángel que cerró la boca de los leones, para que no
“En Jesucristo, mártir de paz, en horas negras y de tempestad, hallan las almas
dulce solaz, grato consuelo, felicidad. Gloria cantemos al Redentor, que por nosotros
quiso morir; y que la gracia del Salvador siempre dirija nuestro vivir”.
El cántico aún resuena en mis oídos. Sus palabras mueven las fibras más recóndi-
tas de mi corazón y aquella voz que las pronunciaba, inmersa en una paz incompren-
sible, reprochaba mi espíritu tambaleante.
Como una mantra, el canto reverbera en mi mente una y otra vez. Jamás imaginé
escuchar una melodía tal en labios de alguien que esperaba la pena capital. Me enteré
antes que “era superior a estos gobernadores y presidentes, porque había en él más
abundancia de espíritu”.1 En ese momento me di cuenta de por qué “el rey pensaba
ponerlo sobre todo el reino”.2
Cuando se me llevó ante su presencia, mi corazón se aceleró. Desde que era ni-
ña, he sido una de sus tantas adeptas. Los diarios estaban llenos de artículos (que fiel-
mente recortaba y coleccionaba) mostrando su conducta intachable. “Cuando las
transacciones de sus negocios fueron sometidas al escrutinio más severo… se compro-
bó que eran intachables”.3 Era diferente de los demás en el mundo de la política. Era
un rayo de luz en medio de las tinieblas. Por eso tocó mi vida en forma tan poderosa.
Reconozco que seguí el periodismo por causa de él. Soñaba con conocerlo y conver-
sar con él. Y allí estaba, caminando hacia él para entrevistarlo. Pero, me dolía el cora-
zón de sólo pensar que el primer encuentro cara a cara será el último, y pensar que
no se merece la muerte que estaba a punto de enfrentar.
Su cálida sonrisa, en un rostro que irradia paz y felicidad, me dieron la bienveni-
da. Estiró las manos para saludarme. Sobrecogida con dolor, corrí hacia él y lo abracé.
Las palabras me brotaban de la boca. Le dije cuanto lo amaba y cuanto había influido
en mi vida. Le hice sólo una pregunta.
—Señor, sabías del decreto. ¿Por qué tuviste que orar a tu Dios con las ventanas
abiertas hacia Jerusalén cuando pudiste haber dejado de orar o lo podrías haber hecho
con las ventanas cerradas? Estoy segura que tu Dios hubiera entendido.
Con un gozo y paz que perdura, me tomó por los hombros y dijo,
—Hija querida, ¿por qué dejar de orar cuando necesito más la oración?
Al día siguiente las noticias se difundieron como reguera de pólvora. Dios lo ha-
bía salvado y aquellos que quedaron al lado de las fieras dentro del foso de los leones
fueron sus enemigos que conspiraron en su contra.
Allí estaba, caminando nuevamente hacia la corte del rey para ver y conversar
con Daniel por segunda vez, y estoy segura que no será la última. Escuché la misma
bella melodía, pero esta vez Daniel cantaba con el rey.

me hiciesen ningún daño, porque fui hallado inocente por él. Y aun 1. Profetas y reyes, p. 397. 2. Ibid. 3. Ibid., p. 402.

ante ti, oh rey, nunca hice nada malo” (Dan. 6:22). Marcelina A. Corpuz, Nueva Vizcaya, Filipinas

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 Domingo 31 de octubre
Dios y el foso de los leones
EVIDENCIA
Dan. 6:22
“Mi Dios envió su ángel que cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen
ningún daño, porque fui hallado inocente por él. Y aun ante ti, oh rey, nunca hice na-
da malo” (Dan. 6:22).
La gente coleccionaba animales salvajes en la antigüedad igual que en la actuali-
dad. Abundaban los leones en la Mesopotamia. Se mencionan más de cien veces en la
Biblia (Jueces 14; 1 Reyes 13). Pero ¿cómo visualizas el foso de los leones? Una fosa
suficientemente profunda como para que los felinos enormes no pudieran salir de un
brinco, tendría sentido. Pero hasta el momento, las excavaciones arqueológicas no han
producido evidencias de una fosa como esa en Babilonia. El nivel del agua en la
Mesopotamia ha subido tanto a través de los siglos que cualquier fosa profunda como
esa se habría llenado hace mucho tiempo.
La historia de Daniel es admirable. Se mantuvo fiel a su fe y principios aún contra
una gran oposición. Fue condenado a la muerte porque no hacía concesiones con su
alianza con Dios aún frente al decreto del rey. Puede ser que en la actualidad diríamos
que es una exageración ir, tres veces al día como era su costumbre, arrodillarse frente
a una ventana abierta y orar, sabiendo que espías lo observaban y que sus enemigos
estaban listos para acusarlo de deslealtad al rey; pero Daniel no permitiría que ningún
poder humano se interpusiera entre él y su Dios, aún con la amenaza de muerte en el
foso de los leones. Aunque Dios no impidió que lo echaran en el foso de los leones,
un ángel fue con él y cerró la boca de las fieras, para que ningún daño le aconteciera.
Fue un siervo noble y fiel a Dios.
Cuando echaron a Daniel al foso de los leones por su fidelidad a Dios, el Señor
envió su ángel para librarlo; y hará lo mismo con nosotros si depositamos nuestra fe
en él y le obedecemos. El cielo está mucho más cerca de lo que creemos. Cuando es-
tablecemos una relación adecuada con Dios, los ángeles del cielo nos acompañan.
Debemos escondernos en Jesús. Y aquel que te toque, quien te haga daño, toca a
Cristo; pues Cristo se identifica con los intereses de su pueblo. Cristo sufre en la perso-
na de sus santos. Debemos recordar que el Dios de Daniel es nuestro Dios también y
que podemos permanecer fieles bajo cualquier circunstancia. Podemos acudir a él con
confianza y por medio de su gracia preservar nuestra integridad.
PARA COMENTAR
1. ¿Por qué algunos cristianos son liberados del peligro y otros no?
2. ¿Por qué algunas personas son renuentes a testificar en favor de la verdad como lo
hizo Daniel al orar en público?
Jordan Fiel C. Aba, Pasty City, Filipinas
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Lunes 1 de noviembre
Mentirosos, leones y un líder
LOGOS
Daniel 6
“Ningún vicio ni falta había en él” (Dan. 6:4). Igual que en el capítulo uno,
Daniel se mantiene cabeza y hombros por encima de los demás líderes de la corte del
rey. Seguramente era difícil para los nacionales ser superados por un extranjero. Los
demás magistrados decidieron hacerlo caer de la manera que les fuera posible. Se dice
que la política es un negocio despiadado y estos sátrapas demuestran que el dicho era
muy literal en los días de Daniel. ¿Cómo crees que Daniel pudo conducir los negocios
de estado de una nación pagana sin comprometer su fe? ¿Cuáles fueron sus valores
guiadores?
Todos administradores reales “han acordado que promulgues un edicto real” (vers.
7). Los líderes envidiosos decidieron que la única manera de deshacerse de Daniel se-
ría ponerle una trampa en asuntos de la fe. Los maquinadores apelaron a la vanidad
del rey y tramaron un plan a prueba de fuego para deshacerse de Daniel para siempre.
Compare este esquema con el de Amán en Ester 3. El motivo, métodos y fin de
Amán son sumamente similares al de los sátrapas. ¿Qué hay con la religión y raza que
los convierte en un blanco tan fácil? ¿Alguna vez fuiste objeto de calumnias o descon-
fianza?
Cuando Daniel se enteró del decreto, se dirigió a su casa, a la recámara en el se-
gundo piso donde las ventanas daban hacia Jerusalén (vers. 10). No parece que Daniel
dedicó mucho tiempo para decidir lo que iba a hacer en respuesta al decreto del rey.
¿Por qué abrió la ventana? ¿Crees que actuó en desafío abierto a la orden del rey?
¿Será este un modelo para la desobediencia civil? En muchas ocasiones los adventistas
hablan acerca de mantenerse firmes por la verdad en los últimos días, pero ¿habrá le-
yes en la actualidad que deberíamos desobedecer? Compara la respuesta de Daniel
con la de sus tres amigos en Daniel 3.
Cuando el rey se enteró, le pesó en gran manera y decidió tratar de rescatar a
Daniel (vers. 14). Ahora el rey está atrapado por su decreto y vanidad. ¿Cómo explicas
la preocupación del rey por Daniel? ¿Sería que al rey le disgustaba perder a un buen
hombre o estaba listo para hacerse creyente?
“Mi Dios envió su ángel que cerró la boca de los leones” (vers. 22). Si esto fuera
una película, sería la sección donde el público lo vitorea. El bueno sobrevivió. ¿Por
qué es tan famoso este milagro? ¿Parece demasiado bueno para ser cierto? ¿Cómo
compara este resultado con el de los leones y los cristianos en el coliseo romano cien-
tos de años después?
“Y por orden del rey fueron traídos los que habían acusado a Daniel, y fueron
echados en el foso de los leones” (vers. 24). ¿Crees que mientras juntaban a los acusa-
dores, ellos pensaban que mejor hubiera sido dejar a Daniel en paz? ¿No suena dema-
siado duro el castigo, sobre todo que echaron al foso a las esposas y a los hijos
también?
“De mi parte ordeno que en todo mi reino, todos teman y tiemblen ante la pre-
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sencia del Dios de Daniel” (vers. 26). ¡Qué diferencia entre este decreto y el del inicio
del capítulo! ¿Este decreto significa que Darío se convirtió o que simplemente mostra-
ba respeto por Dios? Compara este decreto con el de Nabucodonosor en Daniel 3.
Algunos comentaristas han comparado la historia de Daniel y el foso de los leones
con la muerte y resurrección de Cristo. Hay un dirigente preocupado que sentencia a
ambos a la muerte, el sello real tanto en la tumba como en el foso de los leones para
prevenir que alguien interfiera y que se escape. ¿Puedes ver las similitudes?
“Y Daniel prosperó” (vers. 28). ¿Notas que en contraste a tantos otros personajes
bíblicos, a Daniel se lo presenta sin faltas? ¿Qué significa esto? ¿Sería Daniel como
Enoc?
PARA COMENTAR
1. ¿De qué manera se relaciona la participación de Daniel en asuntos gubernamenta-
les con el tema de carreras en la política para los cristianos de la actualidad?
2. ¿De qué manera se relaciona la “política” en tu lugar de trabajo con aquella del
lugar de trabajo de Daniel?
3. Daniel fue un gran testigo para su fe. ¿Cuáles eran sus métodos?
4. Dios intervino en el horno de fuego y en el foso de los leones. ¿Ha habido esta
clase de intervención en tu vida? ¿Conoces a alguien que lo ha experimentado?
5. ¿Cómo interpretas la intervención de Dios? ¿Detectas algún patrón discernible?
6. Daniel y el foso de los leones es una linda historia que habla del valor de Daniel.
¿Qué otras lecciones se enseñan en este relato? Para obtener algunas ideas, canta
“A Daniel imita”.
7. ¿Qué debemos hacer para liberarnos de cualquier corrupción que haya en nuestras
vidas?
8. ¿Cómo puede un dirigente ejemplificar una vida como la de Daniel?
9. ¿Qué clase de corrupción es más común entre los cristianos?
10. ¿Cómo debe reaccionar un cristiano con un jefe cuya vida se encamina hacia pro-
blemas y no le gusta recibir consejos?
11. ¿Por qué un patrón honesto es muy apreciado por sus empleados?
Víctor Brown, College Place, Washington
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Martes 2 de noviembre
Fiel en cosas pequeñas
TESTIMONIO
Dan. 6:3
Es refrescante saber que nuestro gran Dios le da importancia a los asuntos peque-
ños. A menudo tenemos logros pequeños que pasan desapercibidos por nuestros supe-
riores. No tienen importancia para un ascenso ni aumento en sueldo. Pero son
significativos en la formación de un carácter semejante al de Cristo. Veamos a Daniel.
“Únicamente merced a la fidelidad en las cosas pequeñas puede el alma preparar-
se para actuar con fidelidad en las responsabilidades mayores. Dios puso a Daniel y a
sus compañeros en relación con los grandes hombres de Babilonia, a fin de que estos
paganos pudieran llegar a familiarizarse con los principios de la verdadera religión. En
medio de una nación de idólatras, Daniel había de representar el carácter de Dios.
¿Cómo llegó él a estar preparado para un puesto de tanta confianza y honor? Fue su fi-
delidad en las cosas pequeñas lo que le dio carácter a su vida entera. El honraba a
Dios en los deberes más pequeños, y el Señor cooperaba con él”.1
La fidelidad a las responsabilidades pequeñas, al servicio gubernamental, y a Dios
constituyen la grandeza de Daniel. En muchas ocasiones, su servicio al rey y a Dios se
complementaban. Pero cuando se presentaba un conflicto entre ambas lealtades, ¿qué
hacía Daniel?
“Algunos pueden preguntar, ¿por qué Daniel no elevó su alma a Dios en oración
secreta? ¿No podría el Señor, conociendo la situación, disculpar a su siervo de arrodi-
llarse abiertamente ante él? O, ¿por qué no se arrodilló ante Dios en un lugar secreto
donde sus enemigos no lo puedan ver?
“Daniel sabía que el Dios de Israel debía ser honrado ante la nación de Babilonia.
Sabía que ni reyes ni nobles tenían el derecho de interponerse entre él y su deber a su
Dios. Debía mantener sus principios religiosos valientemente frente a todos los hom-
bres; ya que era testigo de Dios. Por eso oró como de costumbre, como si no existiera
decreto”.2
“Fue por medio de la oración y la adherencia a los principios adecuados que
Daniel pudo permanecer firme en la hora de prueba y tentación. La oración de fe es la
gran fortaleza del cristiano y con seguridad prevalecerá contra las maquinaciones de
las huestes de las tinieblas”.3
1. Palabras de vida del gran Maestro, p. 292.
2. The Youth’s Instructor, November 1, 1900.
3. Signs of the Times, November 4, 1886.
Carmela Lacsa-Democmat, Solano, Filipinas
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 Miércoles 3 de noviembre
Cómo mantenerse
firme en la fe
COMO ACTUAR
Daniel 6:6-10, 16, 22
Dios salva a sus hijos en maneras especiales que aveces nadie se puede imaginar.
Pero cuando lo hace, nuestra salvación está a la mano. En muchas ocasiones de la vi-
da podemos reconocemos que él es nuestro Dios y que nos salva y protege sólo des-
pués de haber sido salvados por su por su gran poder.
Daniel no sabe cómo Dios lo puede salvar a él y su pueblo. Pero su fe en Dios,
fundada en un fundamento tan seguro, le aseguró que Dios tenía la mejor respuesta
para sus plegarias.
Daniel confió en lo siguiente para ayudarse a mantener su fe en Dios en medio de
las pruebas y dificultades:
1. Oraba constantemente y sobre asuntos específicos. Daniel le pidió ayuda a
Dios (Dan. 6:10). Cuando una super tromba llega a nuestro país, le pedimos a Dios
que la detenga, así como Jesús calmó la mar. Aveces oramos porque tenemos miedo y
se nos olvida pedirle que nos guíe y proteja. En Isaías 41:10, Dios prometió sustentar-
nos con la diestra de su justicia.
2. Confió plenamente en Dios. Daniel demostró dependencia total en Dios. El rey
Darío hizo lo mejor que pudo para salvar a su amigo, pero lo único que pudo hacer
fue dar palabras de ánimo: “Tu Dios, a quien tú continuamente sirves, te libre” (Dan.
6:16). Debemos colocar toda nuestra fe en Aquel que se ocupa de nosotros. Enfrentar
los problemas con optimismo hace que nuestros temores y cargas sean más livianas.
“Todas las cosas obran para el bien de los que aman a Dios, de los que han sido lla-
mados según su propósito” (Rom. 8:28).
3. Confió en la salvación que proviene del Señor. “Dios no impidió a los enemi-
gos de Daniel que le echasen al foso de los leones. Permitió que hasta allí cumpliesen
su propósito los malos ángeles y los hombres impíos; pero lo hizo para recalcar tanto
más la liberación de su siervo y para que la derrota de los enemigos de la verdad y de
la justicia fuese más completa”.*
Dios convirtió el foso de los leones en lugar de refugio para Daniel. Eso permitió
que el rey llegara a conocer al Salvador. Permitamos que nuestras victorias sobre los
problemas y tentaciones lleguen a ser un testimonio poderoso para los demás.
PARA COMENTAR
¿Por qué Daniel no trató de justificarse ni de protegerse?
*Profetas y reyes, p. 400.
Estanley T. Casem, Nueva Vizcaya, Filipinas
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Jueves 4 de noviembre
Algo por lo cual morir
OPINIÓN
Fil. 1:21
De adolescente, me preguntaba a mi misma qué se sentiría ser juzgada por mis
creencias, ser hallada culpable y sentenciada a muerte. ¿Cuán fácil sería para mí
arriesgar mi vida por mis creencias? ¿Cómo me sostendría mi fe en Dios durante esos
momentos?
Tal vez ahora, ya que he vivido más, debido a que he hecho tantas cosas que ha-
bía anticipado hacer cuando era adolescente y he experimentado el dolor relacionado
con la vida y la muerte. Tal vez ahora tenga una perspectiva diferente sobre lo que sig-
nifica vivir y morir por lo que uno cree. Pienso en tantas razones que hay para vivir:
un matrimonio unido y fructífero, tres hijos que están en desarrollo, una mente llena
de libros que esperan su turno para ser escritos, parientes y amistades cercanos a quie-
nes quiero entrañablemente, y un hermoso y diverso mundo que espera para ser ex-
plorado—pero también pienso de la lucha cotidiana que es la vida en este mundo.
Luego pienso en el cielo y lo que significa para mí. Cada quien tiene su propia
idea de cómo será el cielo. Para mí, el cielo es un lugar de paz. Hay suficiente tiempo
para todo. Tiempo para experimentar un universo y saborear cada momento, cada
nueva experiencia, con todos los sentidos perfectos. Es un lugar donde hay perfecto
amor, perfecta aceptación y no existe el dolor. Hay belleza perfecta, adoración perfec-
ta, unidad perfecta, un lugar donde ya no existe la incertidumbre, donde no habrá des-
pedidas, donde no habrán malos entendidos.
No es fácil ceder la vida, colocarse en una posición donde podría morir. Desde
una a perspectiva humana, no hace sentido despedirse de una relación preciosa y me-
tas personales. Pero desde una perspectiva eterna, me pregunto qué hay en la vida a
lo que realmente valga la pena aferrarse tan desesperadamente. Tengo tanto para ganar
al soltarme de esta vida en el momento adecuado. Podrá haber dolor por un momen-
to, antes de morir, pero al siguiente instante, seré todo lo que alguna vez pude desear
ser. Esta vida en la tierra bombardea mis sentidos y me dice que es una realidad y a la
que debo aferrarme. Pero existe otra realidad infinitamente más perfecta, una realidad
eterna y final, que es tanto más apelante donde mis relaciones todas serán perfectas y
mis metas estarán todas a mi alcance.
¿Una razón por la cual morir?
PARA COMENTAR
1. ¿De qué cosas en este mundo se te haría más difícil despedirte?
2. ¿Cuáles son las cosas de la vida en la tierra de las que te gustaría despedirte?
3. ¿Qué significa el cielo para ti?
Karen Holford, Hemel Hempstead, Inglaterra
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 Viernes 5 de noviembre

Factor de fe

EXPLORACIÓN
Daniel 6

PARA CONCLUIR
Daniel valoraba su tiempo para orar—ni la amenaza de muerte pudo hacer que
cambiara ese hábito. Dedicaba tanto tiempo asimilando los valores del cielo que sus
enemigos no podían cuestionar su integridad. Esta cercanía le daba a Daniel una paz y
confianza inquebrantable en Dios. Pudo aferrarse a su fe aun cuando fue echado físi-
camente en el foso de los leones. Dios honró su fidelidad interviniendo de una manera
espectacular que resultó en la conversión de Darío.

CONSIDERA
• Hacer una compilación de cuantos cantos puedas que se relacionen con la expe-
riencia de Daniel. Cántalos, ejecútalos y/o escúchalos. Consejo—usa el índice en
la parte posterior del Himnario adventista para encontrar los himnos.
• Crear una pantomima que represente la historia de la lealtad de Daniel a Dios.
• Encuestar a personas de diferentes edades; pídele a cada persona que te diga tres
cosas (las que puedan) por las que ellos piensen que vale la pena morir. Analiza
los resultados de tu encuesta y compáralos con tus propias expectativas.
• Escribir oraciones en un diario de Daniel—para el día previo a la emisión del de-
creto del rey, el día antes de tomar efecto el decreto y el día después de la expe-
riencia del foso de los leones.
• Marcar un registro de cultos que te recuerde lo estudiado durante esta semana.
• Escribir una recomendación de empleo para Daniel—ya sea desde el punto de vis-
ta de uno de los sátrapas celosos o desde el punto de vista de un rey agradecido.
• Apartar tiempo de meditación y quietud, tres veces al día como lo hizo Daniel, du-
rante la próxima semana.

LEE
• Profetas y reyes, caps. 39-44.
• David B. Smith, The Daniel Diaries; William H. Shea, Abundant Live Bible
Amplifier: Daniel 1-7.

Sharon Wright, Silver Spring, Maryland

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