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LECCIÓN 8 Sábado 13 de noviembre

13-20 DE NOVIEMBRE ¿Nacido de Dios?


¿Protegido de Dios?
EL JUICIO PREVIO INTRODUCCIÓN
Juan 3:16; 1 Juan 4:17

AL ADVENIMIENTO ¿Cuál es tu planteamiento para el estudio de Daniel durante este trimestre? ¿Es un
planteamiento de perseverancia o de obstinación? “Perseverancia es una voluntad fir-
me de realizar algo; obstinación es, de igual manera, una voluntad firme de no hacer-
lo”.1
Muchos se muestran obstinados con el estudio del libro de Daniel porque no
comprenden las profecías o porque temen su cumplimiento. Otros perseveran en el es-
tudio con la esperanza de obtener una comprensión más clara y el deseo de sobrepo-
nerse a su temor. La lección de esta semana sobre el juicio previo al advenimiento
podría provocar más temor, a menos que reconozcamos que somos nacidos de Dios:
“Es decir, toda persona que cree que Jesús es, en realidad, el Mesías”, y que “los que
han nacido de Dios también son protegidos por Dios” (1 Juan 5:1, The Message).
En primera de Juan 4:17 se nos asegura este hecho: “En esto se perfecciona el
amor en nosotros, para que tengamos plena confianza en el día del juicio. Porque co-
mo él es, así somos nosotros en este mundo”.
El juicio del que habla Daniel 7 es un evento para el que se preparan los nacidos
de Dios. Por medio de la preparación, nos liberamos del temor negativo. “El temor es
una emoción que surge al reconocer que a Dios no le agrada nuestra vida”.2 El temor
se introduce en nuestras mentes de una manera tan sigilosa que no nos percatamos
que somos víctimas de su influencia dañina. El temor se deja sentir cuando nuestra al-
ma, hecha a la imagen de Dios, clama por él. Cuando estamos lejos de él, sentimos
temor.
Se habla de otra clase de temor: “El principio de la sabiduría es el respeto al
Eterno” (Salmos 111:10). Este es un sentimiento de reverencia, admiración y respeto
profundo de Dios. Él es omnisapiente, todopoderoso y omnipresente.
Nuestra misma existencia está completamente en sus manos; somos su creación:
nacidos de Dios. Tememos entristecer a un Dios tal porque sabemos que su justicia
condena a los que viven en pecado. “Porque si voluntariamente seguimos pecando
después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio
por los pecados, sino una horrenda espera del juicio y del furor del fuego, que ha de
devorar a los adversarios” (Hebreos 10:26, 27). ¿Nacido o nacida de Dios? No temas
el juicio previo a su advenimiento; eres protegido o protegida de Dios.

1. The Friendship Book of Francis Gay (D. C. Thompson & Co., Ltd., April 1, 2003).
2. The Way: The Living Bible Illustrated (Wheaton, Ill.: Tyndale House Publishers, 1972).

“Porque es tiempo de que el juicio empiece por la casa de Dios.


Y si empieza primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no
obedecen al evangelio de Dios?” (1 Pedro 4:17). Norma C. Goodlett, Mandeville, Jamaica

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Domingo 14 de noviembre Lunes 15 de noviembre
Un juez que no acepta Las bendiciones del juicio
soborno
EVIDENCIA LOGOS
Dan. 7:9, 10 Dan. 7:9-14, 21, 22, 26-28

Vivimos en un mundo donde los jueces se dejan sobornar. Los inocentes pueden La vindicación de los santos
ser juzgados injustamente, mientras que los culpables, gracias a su dinero e influen- El libro de Ester presenta una saga cautivante de cómo una hermosa jovencita he-
cias, reciben un veredicto favorable. Los que han experimentado injusticias, han perdi- brea llegó a ser reina de un imperio pagano poderoso y después orquestó la liberación
do la confianza en los sistemas judiciales de este mundo. de su pueblo, evitando su aniquilación. Sin embargo, el libro de Ester contiene más
Es posible que en este mundo experimentemos un trato injusto, pero podemos mi- que lo que se ve a simple vista. Los eventos presentados son un tipo histórico de las
rar hacia el futuro con la esperanza de que finalmente, se nos hará justicia. Daniel 7 escenas proféticas presentadas en Daniel 7. Las escenas de acusación, persecución, in-
nos habla acerca de un Juez divino que no se parece en nada a muchos jueces de este tercesión, juicio, vindicación, liberación y posesión corren en forma paralela en ambas
mundo que aceptan sobornos. Es un Juez justo que no está a la venta. Según Daniel historias.
7:9, 10, hay varias indicaciones de que nuestro Juez celestial es, en verdad, un Juez • Amán es el que odia y persigue al pueblo de Dios (Ester 3:5, 6), así como el
justo. cuerno pequeño es el perseguidor de los cristianos (Dan 7:21).
La primera evidencia es el título que se usa para nuestro Juez celestial. Se lo llama • Ester es la intercesora en la corte interior del palacio del rey (Ester 5:1), así co-
el “Anciano de muchos días” (vers. 9). Este título sugiere que conoce a todos desde el mo Jesús es el Intercesor en la corte interna del santuario celestial (Heb. 9:12).
principio hasta el fin de la historia de este mundo. Nadie puede vivir más que él. • El rey ordena que se le traiga el libro de las memorias y que se examinen los
La segunda prueba es la descripción de su vestimenta: “su vestido era blanco co- hechos de Mardoqueo (quien es símbolo de los santos. Nota también que Mardoqueo
mo la nieve” (vers. 9). El color de su vestido simboliza la pureza de su carácter. Así no está presente cuando se lleva a cabo la investigación de sus registros. Es “juzgado”
podemos tener la certeza de que nos dará un juicio justo porque es un Juez íntegro. por las cosas que escribieron acerca de él. Así mismo sucede con los santos.) En el jui-
No hay modo que lo puedan sobornar. cio investigador del cielo “los libros fueron abiertos” (vers. 10).
El tercer indicador es el color de su cabello: “y el cabello de su cabeza como lana • Mardoqueo es vindicado (Ester 6:8) así como los santos lo son (Dan. 7:22).
pura” (vers. 9). Esta es una indicación de su avanzada edad. Según la Biblia, el cabello • El resultado del juicio es que a Ester se le dan las posesiones de su enemigo
blanco es señal de sabiduría. No sólo es un Juez honesto sino sabio también. Amán, y ella se las confía a Mardoqueo (Ester 8:1, 2). De igual manera, el resultado
La última evidencia es el material usado en el salón del tribunal: “los libros [que] del juicio celestial es que a Jesús se le da el reino de este mundo y él se lo entrega a
fueron abiertos” (vers. 10). Quisiera enfatizar no tanto la naturaleza del libro sino lo los santos (Dan. 7:14, 26). Esta demostración asombrosa de la gracia de Cristo para
que se le hizo al libro, puesto que es obvio que se refiere al libro de los registros de con los santos debe hacer que nos anticipemos gozosamente al juicio. Sin embargo,
los que están siendo juzgados. Los libros, pues, fueron abiertos. Un libro de los regis- esto, generalmente no sucede.
tros que está abierto a la vista de todos revelará quiénes somos en verdad. El libro
abierto no mentirá. En verdad, aquellos que sean verdaderos con ellos mismos y con La verdad acerca del juicio
Dios finalmente recibirán justicia. La pura idea del juicio a menudo produce temor, aún entre los cristianos. Pero,
De las evidencias mencionadas, podemos tener la seguridad de recibir justicia de ¿acaso los santos deben temer el juicio? Tal vez el temor proviene de un malentendido
parte de nuestro Juez celestial. Después de todo, nuestro Juez justo, “el Anciano de mu- del significado del juicio. Este malentendido ha hecho que muchos predicadores enfa-
chos días” (vers. 9), pronunciará “juicio en favor de los santos del Altísimo” (vers. 22). ticen un juicio a las puertas candentes del infierno lo que es una representación falsa
del carácter de Dios.
PARA COMENTAR El contexto de Daniel 7 señala a los santos de Dios que sufren persecución y mar-
1. Este artículo expone sólo un lado del cuadro del juicio previo al advenimiento: un tirio en manos del cuerno pequeño, del poder romano. El período de persecución pa-
juicio en favor de los justos. ¿Puedes encontrar en Daniel 7 alguna indicación del recía sin fin para el profeta y seguramente se ha de haber preguntado dónde estaba la
juicio contra de los malvados? misericordia de Dios para con su pueblo. La escena cambia repentinamente de los
2. A la luz de la seguridad de la justicia que recibiremos del juicio celestial, ¿cómo eventos mórbidos en la tierra a un espectáculo gozoso en los atrios del santuario ce-
deberíamos responder a las injusticias aquí en la tierra? lestial. Se ve al Hijo del Hombre erguido en juicio ante el Padre, en defensa de los
santos.
Ferdinand O. Regalado, Silang, Filipinas Es interesante que Daniel use el término “Hijo de hombre” (7:13) para describir a

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Martes 16 de noviembre

Jesús. Como Hijo de hombre, es uno con nosotros. Conoce nuestras tristezas y dolor.
¡De pie, que Dios preside!
Puede simpatizar con nuestra debilidad puesto que él “fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado” (Heb. 4:15). Juan nos dice que podemos tener
“plena confianza en el día del juicio. Porque como él es, así somos nosotros en este TESTIMONIO
mundo” (1 Juan 4:17). Esto significa que una vez que poseemos el carácter del Hijo de Dan. 7:9, 10; Apoc. 3:4
Dios, podemos tener confianza que el juicio será dado a nuestro favor.
Jesús es nuestro Mediador, nuestro Abogado en el juicio. También nos dice que Cuando un juez terrenal entra en su tribunal, pide el expediente que contiene los
“el Padre a nadie juzga, sino que confió todo el juicio al Hijo” (Juan 5:22). Por lo tan- datos del caso, escoge un jurado para la deliberación y confía en el testimonio de tes-
to, siendo que Jesús es nuestro Abogado además de ser nuestro Juez, ¿podremos per- tigos fidedignos. Da por sentado que el oficial investigador hizo un trabajo confiable
der el caso? Mientras permanezcamos fieles a Cristo, podemos tener la seguridad de antes de llegar a la corte y que el abogado defensor también está bien preparado. Si la
que el resultado del juicio estará a nuestro favor. investigación no fue cabal o la información que se trae al tribunal es inexacta, la evi-
dencia ofrecida estará equivocada y el juicio incorrecto.
Dominio restaurado Dios ya completó su investigación de nuestras vidas, y no necesita depender de
Daniel nos dice que la decisión final del tribunal celestial es que “le fue dado [a testigos prejuiciados ni de oficiales terrenales. Siendo que él es Omnisapiente, tiene
Cristo] dominio, y gloria y reino” (Dan. 7:14) y también: “El reino, el dominio y la ma- toda la información que requiere para hacer un juicio. Quiere mostrarles a los mundos
jestad de los reinos debajo de todo el cielo, serán dados al pueblo de los santos del que él es justo sin la menor sombra de dudas. Satanás ha pervertido la verdad y Dios
Altísimo” (vers. 27). vindicará su nombre ante los habitantes del universo.
Uno de los puntos de discusión concerniente al juicio tiene que ver con, la verda- “Aquel que ha estado como nuestro Intercesor y que oye todas las oraciones de
dera pertenencia de los reinos de este mundo. En la tentación de Cristo en el desierto, contrición y las confesiones; Aquel a quien se representa con un arco iris, el símbolo
Satanás arrogantemente afirmó ser dueño y señor de este mundo: “A ti te daré todo el de la gracia y el amor, en torno a su cabeza, pronto cesará su obra en el santuario ce-
poder y la gloria de estos reinos, porque a mí me han sido entregados, y a quien quie- lestial. Entonces descenderán del trono la gracia y la misericordia, y la justicia tomará
ro los doy” (Lucas 4:6). El dominio sobre la tierra que Dios le confió a nuestros prime- su lugar. Aquel a quien su pueblo ha buscado, asumirá su derecho: el cargo de Juez
ros padres, fue arrebatado por Satanás cuando logró que transgredieran la ley divina. Supremo”.1
Sin embargo, todo esto queda invertido en el juicio. “La usurpación y el mal gobierno Daniel 7:9, 10 muestra las dos fases del juicio final: la del juicio investigador y la
de los impíos durará algún tiempo, pero pronto terminará. Entonces esta tierra será de- fase de ejecución. “El juicio investigador [es para]. . . . informar al universo en gene-
vuelta a su Dueño legítimo, quien la compartirá con los santos”. ral”.2
El apóstol Pablo nos dice que “todas las criaturas gimen a una, y a una sufren do- Sin embargo, “podemos hoy tener un registro limpio en el cielo, y saber que Dios
lores como de parto” (Rom. 8:22), pero que “la misma creación será librada de la es- nos acepta”.3 El resultado final del juicio asegurará que el pueblo de Dios reciba su re-
clavitud de la corrupción, para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios” compensa (Dan. 7:27). Es importante que comprendamos que Dios ha hecho provi-
(vers. 21). El juicio, por lo tanto, como parte del plan de salvación, hace provisión para sión para nuestra salvación. Este mensaje deberá “ser proclamado hasta los últimos
la restauración de todas las cosas. La mediación de Cristo en los tribunales celestiales confines de la tierra”.4
es para asegurarse que, tanto los que murieron en la fe bajo el antiguo pacto como los Dios quiere que hagamos todo lo que podamos para comunicar su amor porque
que viven bajo el nuevo pacto reciban la promesa de la herencia eterna (Heb. 9:15). “cada cual tendrá la luz necesaria para tomar una resolución consciente”.5
Siendo que el juicio previo al advenimiento obviamente favorece a los santos de
Dios, ¿cómo deberíamos vivir en este mundo mientras que el juicio se lleve a cabo pa- PARA COMENTAR
ra que al final, no seamos hallados faltos? “Los que desean participar de los beneficios 1. Menciona maneras en las que te puedes preparar para el juicio investigador y la
de la mediación del Salvador no deben permitir que cosa alguna les impida cumplir su segunda venida de Cristo.
deber de perfeccionarse en la santificación en el temor de Dios. En vez de dedicar ho- 2. Menciona diferencias entre un juez terrenal y Dios, el Juez Supremo.
ras preciosas a los placeres, a la ostentación o a la búsqueda de ganancias, las consa-
grarán a un estudio serio y con oración de la Palabra de verdad. El pueblo de Dios 1. Eventos de los últimos días,, p. 245.
debería comprender claramente el asunto del santuario y del juicio investigador. Todos 2. El comentario bíblico adventista, Tomo. 4, p. 856.
necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote”.* 3. Ibid., tomo 7, p. 1001.
4. Profetas y reyes, p. 532.
5. El conflicto de los siglos, p. 664.
* El conflicto de los siglos, p. 543.

Robert Wright, Mandeville, Jamaica Beverly I. Henry, Mandeville, Jamaica

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Miércoles 17 de noviembre Jueves 18 de noviembre
Malas noticias para las ¡Culpable! ¡Culpable!
personas morosas ¡Culpable!
CÓMO ACTUAR OPINIÓN
Apoc. 22:11, 12 Rom. 3:23

Yo soy una persona morosa. Cada vez que hay oportunidad de dejar algo para ¿Alguna vez quebrantaste la ley?
mañana, lo haré mañana. O al día siguiente, o al siguiente. Hay muchas cosas en la Todos lo hemos hecho. Piénsalo. ¿Siempre has respetado el límite de velocidad?
vida que uno puede dejar para mañana. Recuerdo varias veces cuando, al conducir entre 16 y 20 km por encima del límite mí-
Sin embargo, tengo malas noticias para mí misma; en realidad, para cualquiera nimo permitido, vi aquellas luces características de color rojo y azul al lado del cami-
que se sienta tentado a dejar algo para después: cuando se trata de la eternidad, no no. Mi corazón siempre da un vuelco mientras aminoro la velocidad unos instantes,
podemos aplazar las cosas. Mientras realizamos nuestras tareas cotidianas, el tribunal con la esperanza de misericordia. Después de unos segundos de terror, doy un suspiro
celestial está en sesión. Durante los últimos 160 años el Juez ha estado decidiendo de alivio. ¿Cometí una infracción a la ley? ¡Por supuesto que sí! Simplemente logré
cuáles son las vidas que merecen salvación y eternidad y cuáles son las que no lo me- evitar las consecuencias.
recen, empezando por los primeros humanos en caminar sobre la tierra, hasta llegar a La idea de un juicio final, cuando el Señor de toda la creación abra los libros y
nuestros días. Elena de White dice: “Empezando con los que vivieron los primeros en examine cada aspecto de nuestras vidas, puede ser aterradora. A decir verdad, cada
la tierra, nuestro Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina vez que lo pienso se me hace un nudo en el estómago. ¿Por qué? Porque sé que soy
con los vivos”.1 culpable. Romanos 8:26 dice que todos hemos pecado y estamos destituidos de la glo-
Por supuesto, no sabemos el momento en que se presentará nuestro caso indivi- ria de Dios.
dual. Esto significa que siempre debemos estar preparados. ¿Cómo? No hay duda que hemos quebrantado la ley: todos lo hemos hecho. Aún así, igual
Sabemos que la salvación es por fe: así que en primer lugar, debemos confesar que los acusados en un tribunal, aveces tratamos de ocultar nuestra culpa. Algunos lo
nuestra creencia en Jesús (Juan 3:16). Sin embargo, “todos los que hayan profesado el hacen detrás de su ministerio o servicio, otros detrás de ropa bonita y una vida de jus-
nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso examen”.2 ticia. Como cristianos, comprendemos la importancia de ser más semejantes a Cristo,
“No se da ningún valor a una mera profesión de fe en Cristo, sólo se tiene por ge- pero estos esfuerzos no nos hacen menos culpables ni más merecedores de salvación.
nuino el amor que se muestra en las obras. Con todo, el amor es lo único que ante los No engañamos al Señor con nuestros humildes esfuerzos. Como un acusado que
ojos del Cielo da valor a un acto cualquiera. Todo lo que se hace por amor, por insig- se oculta tras un corte de cabello y traje costoso, tratamos de ocultar la persona que
nificante que aparezca en opinión de los hombres, es aceptado y recompensado por somos en verdad. Tal vez aún tratemos de justificarnos a nosotros mismos o excusar
Dios”.3 nuestras acciones. Al final, nada funciona; todos merecemos la muerte.
La evidencia a nuestro favor o en contra nuestra se obtiene de los registros celes- Sin embargo, nuestro Señor Salvador, Jesucristo, descendió del cielo y fue sacrifi-
tiales, incluyendo el libro de la vida. Cada acto, sea bueno o malo, se registra fielmen- cado en nuestro lugar. Él murió para que nosotros podamos vivir.
te en el cielo: no sólo lo que hemos hecho sino lo que hemos dejado de hacer. Desde este punto de vista el juicio es una historia maravillosa; un momento de ce-
¿Cómo preparanos para nuestro día en el tribunal? lebración y no de temor. Satanás, el abogado acusador presuntuoso, tiene todas las
1. Hacer el bien (Mat. 25:40; Sant. 4:17). evidencias. Con una sonrisa presuntuosa presenta instancia tras instancia en que he-
2. Abstenerse de hacer el mal (Efe. 5:8). mos transgredido la ley de Dios.
3. Cuando se cometa pecado, pedir perdón (Prov. 28:13; 1 Juan 2:1). Verdaderamente somos culpables. Luego, nuestro abogado defensor, Jesucristo, le
Apocalipsis 22:11, 12 dice: “El que es injusto siga siendo injusto, y el sucio siga informa al tribunal que el precio fue pagado. ¿Somos culpables? ¡Sí! ¿Quedamos li-
ensuciándose. El justo siga siendo justo, y el santo siga santificándose. Yo vengo pron- bres? ¡Completamente libres!
to, y mi galardón conmigo, para dar a cada uno según su obra”.
Supón que Dios llame tu nombre como el siguiente caso en el tribunal celestial. PARA COMENTAR
¿Cuál sería el veredicto de tu eternidad? ¿Por qué tanto Cristo como Daniel no parecieron defenderse ante los gobernantes?

1. Conflicto de los siglos, p. 537.


2. Ibid., p. 541.
3. Ibid., p. 542.

Andrea Bernoth, Moscú, Rusia Jason Cork, Deerfield Beach, Florida

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Viernes 19 de noviembre

Y justicia para todos

EXPLORACIÓN
1 Juan 4:17

PARA CONCLUIR
El juicio investigador, según lo aprendido en el libro de Daniel, es un evento que
todo el pueblo de Dios debiera tratar de comprender, prepararse para él y esperarlo
gustosamente. Aunque el juicio del Dios Todopoderoso podría parecer duro, como lo
presentan algunas de las historias bíblicas, también tenemos varias promesas del poder
de Dios para sostenernos y concedernos gracia durante este proceso. Cristo, nuestro
intercesor, está a nuestro lado. Pero no debemos presentarnos sin escudriñarnos a no-
sotros mismos, sin meditación y oración al prepararnos para comparecer ante el tribu-
nal celestial.

CONSIDERA
• Volver a leer varios pasajes bíblicos acerca de aquellos que fueron juzgados como
dignos en los ojos de Dios (por ejemplo Enoc, Moisés o Elías). Basado en lo que
lees en las Escrituras o en los comentarios bíblicos, trata de escribir una decisión
judicial breve explicando por qué Dios juzgó a cada uno de ellos como lo hizo.
• Discutir con un consejero espiritual las ansiedades que sientes en cuanto al juicio.
Analicen algunas estrategias para evaluarnos a nosotros mismos en períodos regu-
lares. Luego, separa un tiempo cada semana—en un lugar tranquilo y cómodo co-
mo un lugar al aire libre en el que disfrutes estar, o tu silla preferida en casa—para
meditar y orar.
• Interpretar con varios miembros de la clase una escena en la que Cristo, nuestro
defensor e intercesor, te explica el sistema judicial celestial a ti, su cliente. ¿Qué
preguntas le harías? ¿Qué palabras y tono de voz usarías? ¿Cómo te ilustraría el
proceso?
• Buscar en las Páginas Amarillas (u otro medio impreso) ejemplos de publicidad pa-
ra servicios como los de abogados, sociedades de asesoría legal y mediadores.
Luego analiza las diferencias en terminología, ilustraciones y diseño, etc., y presen-
ta una explicación corta sobre tus hallazgos.

LEE
• El conflicto de los siglos cap. 28.
• <http://www.atoday.com/magazine/archive/1998/sepoct1998/articles/McLarty.shtml>
• Véase God’s Promises: Judgment: [Las promesas de Dios: el juicio:] en
<http://www.intouch.org/> (Palabra de búsqueda: judgment)

Kimberly Cortner, Rancho Cucamonga, California

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