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PATRIMONIO

& OFICIOS
julio 2019

ISSN 0719-9880
álbum nº 2

Revista sobre patrimonio cultural, Julio 2019 www.albumrevista.cl

issn 0719-9880 albumrevista

EQUIPO COMITÉ EDITORIAL

Editora General Luis Alegría


Elvira Pérez
Arantxa Figueroa Licenciado en Educación, mención en Historia; Magíster en
Arquitecto PUC; Master en Arquitectura, Historia y
Director de Arte Antropología y Desarrollo U. De Chile; Doctor en Estudios
Proyecto, Universitá degli Studi RomaTre; Doctora en
Diego Andrade Americanos, USACH-IDEA.
Arquitectura y Estudios Urbanos UC. Jefa de Programa del
Editora de Contenidos
Magíster en Patrimonio Cultural UC.
Triana Sánchez Dino Bozzi

Relaciones Públicas Arquitecto PUC; Máster en Arquitectura Historia y Proyecto


Dámaso Rabanal
Paulina Martínez Università degli Studi di Roma Tre. Socio Tándem Ltda.
Licenciado en Educación y Magíster en Didáctica de la
Periodista
Lengua Materna, UBB; Magíster en Literatura, PUC; Doctor
Camila Gómez Tomás Errazuriz
en Literatura, PUC.
Licenciado en Historia PUC; Doctor en Arquitectura y

Estudios Urbanos UC. Académico, Campus Creativo,


CORRECCIÓN DE ESTILO José Rosas
Universidad Andrés Bello. Socio Reddo Arquitectura.
Javiera Velásquez Arquitecto, PUC; Maestría en Planificación Urbano Regional,

Instituto de Estudios Urbanos, PUC; Doctor de la Escuela


María Fernanda Jaua
CUERPO DE ARBITRAJE Técnica Superior de Barcelona, Universidad Politécnica de
Doctora en Proyectos Arquitectónicos, Universidad
Alessandra Caputo Cataluña. Director Doctorado en Arquitectura y Estudios
Politécnica de Cataluña, España. Miembro del Grupo de
María José Casanueva Urbanos UC.
Investigación FORM+ ETSAB UPC.
Pedro Correa

Germán Hidalgo Olaya Sanfuentes


José de Nordenflycht
Daniela Marsal Licenciatura en Historia, PUC; Magíster en Historia del Arte,
Licenciado en Historia y Profesor de Historia y Geografía,
Mariana Morales Universidad de Georgetown, Estados Unidos; Doctora en
PUCV; Magister en Historia mención Historia del Arte
Carlos Silva Historia del Arte, Universidad Autónoma de Barcelona, España.
y la Cultura, PUCV; Doctor en Historia del Arte por la

Universidad de Granada.
Horacio Torrent

Arquitecto, Universidad Nacional de Rosario, Argentina;


Juan Camilo Pardo
Magíster en Arquitectura, PUC; Doctor, Universidad
Arquitecto, Universidad Piloto de Colombia, Colombia;
Nacional de Rosario. Presidente de Docomomo Chile.
Magíster en Desarrollo Urbano UC. Jefe de la División de

Política de Patrimonio Cultural, Ministerio de las Culturas,

las Artes y el Patrimonio.

COLABORADORES
Asociación de Carpinteros de Chiloé, Centro de Patrimonio UC, Magíster en © Los autores en sus textos © Los autores en sus imágenes © Los autores en sus

Patrimonio Cultural UC, Andrés Saavedra, Arturo Cerda, Belén Céspedes, proyectos y obras. Las opiniones vertidas por los colaboradores de la revista no

Camila Mancilla, Carlos Rojas, Cristóbal del Castillo, Daniela Marsal, Edward representan a esta publicación o a sus editores y son de absoluta responsabilidad

Rojas, Hugo Angel, Juan Francisco Guzmán, María Carolina Tapia, Manuel de quienes las emiten. Ninguna parte de esta publicación digital puede reproducirse

Suazo & Pablo Sepúlveda. por ningún medio sea éste eléctrico, mecánico, óptico o de fotocopia, sin previa

autorización de los autores de los textos.

En el diseño de esta publicación se utilizó las tipografias Charter de Matthew

Carter, Alright Sans de Jackson Cavanaugh y Montserrat de Julieta Ulanovsky. Portada | Andrade Benavente, instagram.com/andradebenavente
P03
CONTENIDO

P04 EDITORIAL R ES E ÑA LITE R AR IA

EQUIPO ÁLBUM P34 EL OFICIO DE LOS PAYADORES: DESARROLLO DE


COMUNIDAD, IDENTIDAD Y PROFESIÓN DE LOS
E N SAYO G R ÁFI CO CULTORES CHILENOS DE LA ZONA CENTRAL,
P06 HOY NO SE FÍA: BOLICHES CON HISTORIA 1954-2000.
Valoración del comercio de barrio tradicional. Defensa de la TRIANA SÁNCHEZ RUBÍN

memoria e identidad cotidiana

MARÍA JOSÉ GUALLAR KORN R E PO RTAJ E G R ÁFI CO

P36 OFICIOS DE LA TIERRA Y EL MAR


CO L ABO R ACI Ó N El patrimonio inmaterial de la provincia Cardenal Caro

P12 AMOR AL OFICIO EQUIPO ÁLBUM & JUAN FRANCISCO GUZMÁN

CAROLINA TAPIA VALENZUELA

PROY EC TO

R ES E ÑA LITE R AR IA P56 SABER-HACER CHACOLÍ


P20 LA TRADICIÓN DEL TEJUELEO ARTESANAL DE Registro y documentación de la producción del vino chacolí

AYSÉN. GLOSARIO DE HERRAMIENTAS de Doñihue para su reconocimiento como Denominación

CARLOS ROJAS SANCRISTOFUL de Origen.

CRISTÓBAL DEL CASTILLO CAMUS

CO L ABO R ACI Ó N

P22 LAVANDERÍA Y LAVASECO LOS GOBELINOS E N SAYO G R ÁFI CO

ANDRÉS SAAVEDRA ARANEDA P60 OMAR, UN MARISCADOR DE NERCÓN


MARCELO DÍAZ ESPINOZA

E NTR E VI STA

P30 CARPINTEROS PATRIMONIALES DE CHILOÉ


La incesante búsqueda de mantener el oficio vivo

CAMILA GÓMEZ BOLBARÁN

ÁLBUM | CONTENIDO
P04
P05
EDITORIAL

Entendiendo el actual paradigma que enfrenta lo quien lo ejecuta y perpetúa, junto a aquellas propias de
patrimonial, es que han surgido una serie de catego- lo material que un oficio a veces demanda. La persona
rías que nos ayudan a resolver –al menos de manera se convierte en soporte de un patrimonio tangible e
provisoria– la distinción polar entre lo que es y lo que intangible y, por tanto, abordar su contexto y cómo su
no es patrimonio; hemos sido testigos de la aparición rol muta desde el protagonismo hacia tal soporte, es
de diversas políticas que promueven la integración de su fundamental para entender el porqué de un oficio y qué
facción inmaterial al acervo cultural de una nación, con sentido tiene su continua repetición y traspaso. Esta
denominaciones como técnicas artesanales tradicionales triple dimensión de actor, acción y producto es lo que
o tesoro humano vivo, entre otras. Este nuevo enfoque busca ponerse en tensión través de las siguientes pá-
nos invita a preguntarnos sobre el valor patrimonial que ginas, dando cuenta de lo indisoluble de estos vínculos;
tienen ciertos quehaceres que hasta hoy se resisten a ese pequeño y a veces tan tenue intersticio en que di-
desaparecer. ¿Por qué en los últimos años, los oficios han chas esferas confluyen, es lo que podríamos denominar
tomado tanta relevancia en el campo del patrimonio? patrimonio cultural inmaterial.

Motivado por esta interrogante y usando como inspi- En un sistema económico actual donde la globalización
ración lo planteado por Sloterdijk sobre la intersección de los procesos productivos ha disuelto cada vez más el
de esferas como la creación de nuevos y más complejos vínculo entre productor y producto, los oficios parecen
mundos compartidos1, el presente número busca re- resistir a esta lógica. Ello explica, en parte, la creciente
velar las realidades que surgen del encuentro, mediado valoración dentro del contexto global tanto de lo que se
por el tiempo, entre lo mundano y lo extraordinario, que hace como de quien lo hace; sin embargo, creemos nece-
da como origen a los oficios. Estos cruces se generan a sario insistir en no someterlos a miradas simplistas que
partir de diversas dimensiones, como son una memoria los fijan en el tiempo y los aíslan –muchas veces de forma
compartida que provee de conocimientos que se tras- irremediable– de las dinámicas del presente, pues su
pasan y actualizan constantemente; un entorno que es maravillosa capacidad de adaptarse al contexto en el que
fuente de recursos y también de formas de relacionarse se ejercen es la clave para su transmisión y pervivencia.
con el mundo y con la cotidianeidad; y de una comuni-
dad que logra conjugar dicha memoria con el entorno en Con esto, Patrimonio y Oficios busca destacar activi-
que se desarrolla. dades que, por sus cualidades tan particulares, transitan
entre lo cotidiano y lo excepcional, pero que son fun-
Los oficios encarnan un saber hacer, pero principalmen- damentalmente, sin distinguir su origen y a todas luces,
te representan cosmovisiones, por lo que no pueden ser verdaderos actos de amor.
entendidos sin abordar también las complejidades de

TEXTO POR EQUIPO ÁLBUM


ILUSTRACIÓN POR CAMILA MANCILLA & EDWARD ROJAS

1. Sloterdijk, P. (2014). Esferas III: Espumas. Esferología plural. Madrid: Ediciones Siruela.

ÁLBUM | EDITORIAL
P06

IMG 01 Guallar, María José (2008). Emporio y Botillería “Valparaíso”, Ñuñoa, atendido por su dueño Antonio Zajer. Santiago, Chile.
HOY NO SE FÍA: BOLICHES CON HISTORIA

P07
VALORACIÓN DEL COMERCIO DE BARRIO TRADICIONAL.
DEFENSA DE LA MEMORIA E IDENTIDAD COTIDIANA.
MARÍA JOSÉ GUALLAR KORN
[Hoy no se fía: neighborhood stores with history]

PALABRAS CLAVE: patrimonio cultural inmaterial, comercio de barrio, identidad, rescate urbano, memoria local
KEY WORDS: intangible cultural heritage, neighborhood stores, identity, urban rescue, local memory

Ante los avatares de la modernidad y el sistema económico preponderante, la fisonomía de la ciudad está en
constante cambio, y así, nuestro patrimonio cultural vive amenazado. Una expresión sociocultural de la vida cotidiana
que no suele considerarse dentro de las prácticas oficialmente reconocida como una manifestación del Patrimonio
Cultural Inmaterial, es el comercio de barrio tradicional. Estos negocios pequeños -almacenes, carnicerías, ferreterías,
farmacias, librerías, panaderías, confiterías y bazares- son atendidos por sus propios dueños, poco han innovado a lo
largo de las décadas y actualmente están en riesgo de desaparecer. La iniciativa “Hoy no se fía. Boliches con Historia”
busca documentar/testimoniar el ejercicio de una práctica económica de pequeña escala, tradicional y asociada
a un territorio urbano, perteneciente a diversas comunas de la Región Metropolitana. Esta investigación, en tanto
propuesta visual, tiene rasgos periodísticos, historiográficos, artísticos y antropológicos. Pero más allá las disciplinas,
se trata de un intento por conectarnos desde la emoción, desde lo intangible, para conocer y adentrarnos, más allá de
la estética y características de estas tiendas, en la vida y procesos de las personas que están tras los mostradores y
cortinas, para acercarnos al rescate de un valor patrimonial e identitario que a muchas comunidades les hace sentido.

ÁLBUM | HOY NO SE FÍA


P08

IMG 02 Guallar, María José (2017). Casa del Hule, Santiago, atendida por su dueño Francisco Nazar. Santiago, Chile.

IMG 03 Guallar, María José (2008). Panadería “Selecta”, San Bernardo, atendida por su dueño Domingo Yáñez Santiago, Chile.
P09

IMG 04 Guallar, María José (2009). Confitería “Los Pekes”, atendida por su dueña, Sofía Rumpf. Santiago, Chile.

ÁLBUM | HOY NO SE FÍA


P10

IMG 05 Guallar, María José (2010). Industria Nacional de Calcetines, Santiago, atendida por su dueño Abraham Kuncar. Santiago, Chile.
P11
MARÍA JOSÉ GUALLAR KORN
Periodista y licenciada en Historia, Universidad Gabriela Mistral. Diplomada en Administración Cultural,
Pontificia Universidad Católica de Chile. Postgraduada en Políticas Culturales, Gestión Cultural y Gestión del
Patrimonio Cultural Inmaterial, Universidad Autónoma Metropolitana de México. Su trabajo se ha orientado a
las áreas de gestión, coordinación, producción y evaluación de proyectos artísticos y culturales diversos, con
énfasis en aquellos de corte institucional, formativos y que contribuyen al desarrollo social y local.

* www.comerciodebarrio.cl

ÁLBUM | HOY NO SE FÍA


P12

IMG 01 GotellI, Marcelo (2018). Sra. Cristina Ulloa, artesana de Quebrada de las Ulloa, comuna de Florida, Región del Biobío.
Colección Fotográfica Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, Biblioteca Nacional.
P13
COLABORACIÓN

Amor al oficio
POR Carolina Tapia Valenzuela
Directora Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, Biblioteca Nacional de Chile.

«Que el oficio no sea impuesto: primera condición para que énfasis que interesan desde uno u otro ámbito, teniendo impli-
sea amado –escribió Gabriela Mistral (1979 [1927]: 23)–. cancias en la forma de aproximación y su valoración en el con-
Que el hombre lo elija como elige a la mujer, y la mujer lo mismo texto socio-cultural.
como elige al hombre, porque el oficio es cosa más importante
todavía que el compañero. Estos se mueren o se separan; el Folclor significa, literalmente, el saber o conocimiento del pueblo.
oficio queda con nosotros». El investigador alemán Rodolfo Lenz (1863-1937), que fundó la
Sociedad del Folklore Chileno en 1909, fue uno de los primeros en
El oficio, la ocupación en que hombres y mujeres dedican gran nuestro país en teorizar este concepto. Lenz señalaba que con el
parte de su tiempo, en el que se perfeccionan día a día con su nombre de folklore se denominaba, en un principio, «a los mate-
práctica, sin duda que termina siendo una característica intrín- riales mismos i no a la ciencia que recoje, ordena i estudia estos
seca de cada ser humano hasta el punto de hacerse parte de materiales; era ‘el saber del pueblo’ i no ‘la ciencia que versa sobre
su identidad. Se habla de agricultores, pescadores, zapateros o el pueblo’» (1909: 9)1. Lenz considera que el Folclor es una rama
panaderos, y, como señala Mistral, nos dice eso mucho más de de la etnología –la disciplina que estudia al ser humano como ser
las personas que cualquier otro aspecto de su vida (1979 [1927]: social, «producto de la cultura i de la sociedad que lo rodean»
13). Los oficios revelan, también, historias de familias, grupos, (1909: 5). En específico, el objetivo del Folclor es buscar la mayor
localidades y regiones, preferencias estéticas, la comunión entre parte de los materiales que den cuenta de la vida de un grupo de
materias primas y técnicas; en tales aspectos, se los interroga personas con una historia común, ya sea una nación, región o una
para conocer más (genuinamente) lo propio de una comunidad. comunidad más pequeña, para tratar de «penetrar en el espíritu

Desde la perspectiva cultural, los oficios –algunos oficios– han


sido considerados como parte del folclor de una nación; última- 1 La Real Academia Española (RAE) incluyó, en su edición de 1984, las voces folclor y
mente, especialmente a nivel institucional estatal y académico, folclore, versiones castellanizadas de la palabra de origen inglés folklore. Actualmente, la

RAE incluye estas tres voces y además folklor. En el presente artículo, se utilizará la voz
es la noción de patrimonio la que ha predominado en la defini-
folclor, no obstante, se respetará las formas que utilicen los autores citados, las instituciones
ción y forma de comprensión de estos quehaceres. El paso de mencionadas y/o como se encuentre escrita en los libros. De igual manera, se respetará la
una concepción folclórica a una patrimonial da cuenta de los ortografía de las fuentes consultadas.

ÁLBUM | AMOR AL OFICIO


P14

IMG 02 Chavarría, Patricia

(ca. 1980). Pescadores.

Laraquete, comuna de Arauco,

región del Biobío. Fondo

Patricia Chavarría, Archivo de

Literatura Oral y Tradiciones

Populares, Biblioteca Nacional.

de los usos y costumbres de la cultura, de la tradición y de la Las personas aquí englobadas, las y los trabajadores, artesa-
poesía de las naciones» (1909: 11). nos y artesanas, son parte de lo que Lenz y los investigadores
reunidos en la Sociedad entendían por pueblo. Lenz lo defi-
En el programa de la Sociedad se propone una clasifica- nió como «la gente que no sabe leer ni escribir, o al menos,
ción general de estos materiales en cuatro grandes grupos: I. no maneja libros» (citado en Donoso 2017: 141); a menudo los
Literatura, II. Música y coreografía; artes plásticas y ornamen- denominó pueblo bajo, la «raza de sangre mezclada española y
tales: III. Costumbres y creencias, IV. El lenguaje vulgar. En las araucana» (citado en Donoso 2017: 141), es decir, a los mestizos.
Costumbres y creencias, se identifican cuatro subgrupos: a) Un aspecto importante al momento de definir los grupos que
Fiestas y diversiones, b) Costumbres y creencias relacionadas interesaban a estos estudiosos era su lugar de procedencia, de
con la vida del individuo, c) La vida material del individuo en regiones apartadas donde se preserve lo antiguo, puesto que se
general, y d) Las ocupaciones sociales y los artesanos. Dentro vincula con el concepto de tradición, fundamental en la carac-
de esta última categoría se encuentran los oficios (Lenz 1909: terización de los oficios, tanto desde el punto de vista folclórico
13-17). Como líneas de acción para su estudio, se enfatiza en la como del patrimonial.
descripción, tanto de la vida de las personas dedicadas a estos
quehaceres como de los procedimientos y uso de instrumen- Esta primera generación de folcloristas tuvo una prolífica acti-
tos y utensilios. Menciona entre ellos «la vida del labrador, el vidad en las primeras décadas del siglo XX; publicaron artícu-
vaquero, el inquilino, el minero, el marinero i pescador, el caza- los que daban cuenta de una intensa labor de recopilación de
dor, el vendedor ambulante, los curanderos, etc. etc.» Dentro manifestaciones populares a través de trabajo de campo, ya sea
de los oficios especiales, señala que interesan de manera par- realizado por los mismos investigadores o por informantes que
ticular el telar i la alfarería, pero que también es conveniente tenían más relación con el pueblo.
realizar la descripción del modo de trabajar de «carpinte-
ros, albañiles, herreros, plateros, etc., en las rejiones aparta- De la década de 1940 datan los primeros escritos del investiga-
das donde la importación europea no ha cambiado lo antiguo» dor Oreste Plath (1907-1996). Muchos corresponden a artícu-
(Lenz 1909: 16). los publicados en la revista En viaje y dan cuenta de una inmensa
labor de recopilación llevaba a cabo por todo Chile, en los más
P15
IMG 03 Navarrete, Micaela

(1994). Chinchinero y

organillero en celebración

de Fiestas Patrias en Playa

Ancha, Valparaíso. Colección

Fotográfica Archivo de

Literatura Oral y Tradiciones

Populares, Biblioteca Nacional.

diversos ámbitos del folclor, ya que lo entendía de manera gruesa –lo que sería la construcción de una casa con técnicas tra-
amplia: «¿Qué es el folklore? Es el pensar, el hablar y el hacer del dicionales, por ejemplo–. Para el autor, el objeto de estudio de la
pueblo en su sinceridad absoluta» (1950: 32). En su libro Folklore plástica folclórica es «el de la artesanía construida manualmente,
chileno dedica un capítulo a los personajes, abundantes en Chile de gran significación identificadora por su especificidad local, de
debido a sus «variadas zonas, climas y caracteres geográficos», función ornamental, o utilitaria, o mixta, de pertenencia espiritual
que presenta «distintas actividades a la vez que una curiosa comunitaria recíproca para sus artesanos, propia de la vida tradi-
gama del tipo laboral» (1969 [1962]: 9). Los personajes son, para cional de un microsistema y de vigoroso poder de cohesión para
Plath, hombres y mujeres que se desempeñan en innumerables los miembros de éste» (1998: 319). Más adelante, se refiere a las
ocupaciones, casi siempre de manera informal; se detiene en materialidades de las artesanías chilenas, revisando, de manera
la descripción de algunos de ellos en sus aspectos históricos y breve, algunas de ellas y las zonas del país donde se desarrollan.
estéticos, de manera genérica (1969 [1962]: 12-18). En la misma
publicación hace referencia, también, a las faenas camperas, De esta definición destacan varios elementos: las artesanías
entre ellas la vendimia y la trilla a yeguas (1969 [1962]: 149-169). deben ser elaboradas manualmente, remiten a una zona espe-
cífica y, por lo tanto, conllevan en sí una marca identitaria, que
En años recientes, el investigador Manuel Dannemann ha desa- representa y a la vez refuerza la cosmovisión y vida comunitaria
rrollado una teorización y metodología de la ciencia del Folclor. de las personas que las realizan. Al hablar de objetos da cuenta de
En Enciclopedia del folclore de Chile (1998) se refiere a las arte- su dimensión material, pero está implícita la referencia a quienes
sanías en el capítulo La plástica, siendo interesante sus reflexio- los realizaron, ya que revelan en su manufactura «la acción del
nes en torno a esta denominación que propone y otros aspectos hombre de una manera diestra y directa, al extremo de que casi
que caracterizarían a este tipo de expresiones. Sobre lo primero, aparecen las huellas de sus dedos en la madera, en la greda o en
señala que utiliza el concepto de plástica para comprender tanto la lana» (Dannemann 1998: 315). Si bien en este capítulo no indi-
a los objetos que se suelen denominar como artes populares – vidualiza a los artesanos, reflexiona sobre el desconocimiento de
principalmente por el sector donde se realizan, casi siempre rela- ellos, de su lugar de vida y trabajo; Dannemann considera nece-
cionado con sectores rurales de bajo nivel socioeconómico–, sario conocer estos aspectos para comprender con total caba-
como a aquellas manifestaciones que denomina de artesanía lidad la riqueza de los objetos, porque sólo allí, en su entorno,

ÁLBUM | AMOR AL OFICIO


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«se consigue un acercamiento de la dimensión humana que se En la ciencia folclórica es el investigador el sujeto activo, el que
esconde en cada producto de la plástica folclórica» (1998: 315). estudia, y la labor de recopilación es el centro de su metodología,
la que sirve de insumo para análisis posteriores, que en esta dis-
Por otra parte, este autor critica la exigencia de antigüedad que ciplina se refieren, principalmente, a los estudios comparativos,
algunos investigadores esperan de la artesanía tradicional, y la es decir, establecer los orígenes geográficos de las expresiones y
invariabilidad que debería tener su manufactura, en términos sus variantes (Carvalho-Neto 1989: 93). Esta labor fue realizada
de materias primas, diseño, tema, estilo y funcionalidad, porque con mayor rigurosidad por la primera generación de folcloristas
ve en ello, principalmente, una despreocupación por la persona de nuestro país; posteriormente, se nota un predominio solo de
en beneficio de los objetos que elaboran: «¿se han preguntado las tareas de recopilación que demuestran el trabajo de campo
estos estudiosos qué es el folclore o la artesanía tradicional, para realizado por los investigadores, entre los que se encuentra la
sus propios cultores, para sus artesanos?». Agrega: «Esta polí- obra paradigmática, en este sentido, de Oreste Plath.
tica de intransigente preservacionismo de quienes pretenden
custodiar y proteger la cultura, vulnera la esencia ideacional de Las múltiples y diversas manifestaciones populares –del pueblo–
ésta, consistente en su libertad, en su fuerza innovadora, y, por lo y tradicionales –que hunden sus orígenes en el pasado, y se
tanto, constituye una irrespetuosa coacción para la vida anímica han transmitido por generaciones– se consideran, en la actuali-
y material de los artesanos» (1998: 317). dad, como parte del llamado patrimonio cultural; en específico,
muchas de ellas se engloban en una categoría de éste, el patri-
Tal como señala Dannemann, se suele relacionar el adjetivo tra- monio cultural inmaterial (PCI), que comprende ámbitos como
dicional a lo inamovible, a lo que no debe cambiar, que debe las técnicas artesanales tradicionales o los «conocimientos y
dar cuenta de su antigüedad, en todo sentido (modos de hacer, usos relacionados con la naturaleza y el universo» (UNESCO
materias primas, diseños, etc.); esa pretensión, en la práctica, no 2003: 3). Sin entrar en la dificultad de definir el concepto de
es posible: «Toda la cultura es tradicional, más aún, en reconoci- patrimonio3, se puede destacar un aspecto clave que separa
miento a la dinámica de la cultura debería hablarse de tradición dichas manifestaciones entendidas en su dimensión patrimo-
cultural […]. Los cambios son inherentes a la tradición cultural. nial y en su dimensión folclórica: el protagonismo de las comuni-
Ninguna cultura, por fuerte que sea su situación endógena, se dades, no tanto como sujetos de estudio, sino, sobre todo, en el
mantiene inmóvil» (1998: 319). papel que ellos mismos ostentan en la valoración y transmisión
generacional de sus propias expresiones culturales. En este pro-
Las palabras y reflexiones de Manuel Dannemann sin duda repre- tagonismo cobran importancia las nociones de herencia, memo-
sentan un paso más allá en la manera de aproximarse a las mani- ria e identidad, que permiten «diferenciar lo patrimonial de lo
festaciones que estudia el Folclor, aunque por supuesto es
depositario de todo el desarrollo que ha tenido esta disciplina
no solo a nivel nacional sino también internacional2. Cuando 2 Cfr. Dannemann, M. 1999, Perseverancia y cambio en la cultura folklórica, pp. 21-35,

Academia Nacional de Folklore Chileno y Argentino, Universidad Católica de Valparaíso,


Dannemann hace referencia a las artesanías más que a los oficios,
Libro de oro. Ponencias 4º Congreso Binacional de Folklore Chileno y Argentino, Valparaíso:
y describe los productos que se pueden obtener de las mate- Ediciones Universitarias de la Universidad Católica de Valparaíso. En este texto, Dannemann
rias primas más que su forma de elaborarlos (1998: 321-336), da realiza una revisión de varios investigadores del folclor a nivel internacional, y se refiere en

específico al tema de la tradición en la cultura tradicional. En el ámbito nacional, una completa


cuenta del foco, del objeto de estudio de esta ciencia, centrado
revisión del desarrollo de la disciplina del Folclor en Chile en: Donoso, K. y Tapia, C., 2017, (De)
en las expresiones culturales –en el caso de la artesanía, los pro- construyendo el folclor: historia de su conceptualización en la academia universitaria chilena
ductos– y no tanto en los sujetos que las desarrollan; y si fuera durante el siglo XX, Mapocho, Nº 82, pp. 130-161.

3 Cfr. Marsal, C. (Comp.), 2012, Hecho en Chile. Reflexiones en torno al patrimonio cultural, s.
necesario referirse a ellos, o caracterizarlos (en beneficio del
n., Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Esta publicación reúne artículos de varios autores
estudio de las manifestaciones), casi siempre es en términos de que tratan sobre diversos temas relacionados con el patrimonio cultural; acerca de la definición
grupos o bloques comunitarios, o individualidades genéricas. de patrimonio, ver el texto de Bernardo Subercaseaux, Identidad, patrimonio y cultura.
P17
IMG 04 Chavarría, Patricia (2000). Vendedor de cochayuyo. Pelluhue. Fondo Patricia Chavarría, Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, Biblioteca Nacional.

cultural en general» (CRESPIAL 2011: 14): «El PCI está ligado su relación con el medio y en/con la comunidad. De acuerdo
al pasado como herencia, pero es, por medio de la memoria, con esto, para nominar e inscribir una expresión en los registros
reactualizado en el presente y un referente indiscutible para el de patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO es indispensa-
futuro; al tiempo que constituye parte importante de los rasgos ble contar, en todo momento, con la participación de las perso-
identitarios de los pueblos» (CRESPIAL 2011: 13). La herencia, nas y grupos que los desarrollan (2003: 5). En Chile, el programa
entendida como los bienes culturales comunes heredados del Tesoros Humanos Vivos es un ejemplo de los énfasis en el marco
pasado; la memoria, como el medio que reactualiza estos bienes; de esta concepción patrimonial, en donde se reconoce las cos-
y la identidad, como el sentimiento de pertenencia que cohe- tumbres, prácticas y conocimientos que las personas han here-
siona a un grupo a la vez que lo diferencia de otros. dado, desarrollado y perfeccionado durante años, y que son
valorados, primeramente, por la comunidad. Si bien es un reco-
En términos operativos, en la forma de abordar estas expresio- nocimiento que entrega el Estado, a través del Ministerio de las
nes, se ha pasado desde una labor de recopilación y de descrip- Culturas, las Artes y el Patrimonio, la forma de conocer a estos
ción de hechos folclóricos (Carvalho Neto 1989: 118-119), a una hombres y mujeres excepcionales de nuestro país es por la pos-
labor de estudio y acercamiento más antropológico, para poner tulación y presentación que hacen de ellos personas, o institu-
en primer lugar a los hombres y mujeres detrás de estas mani- ciones, que los conocen bien y avalan su actuar comunitario. Por
festaciones que son comprendidas, así, de manera integral en otra parte, algunos grupos que se desempeñan en un oficio en

ÁLBUM | AMOR AL OFICIO


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común han visto en el reconocimiento patrimonial la oportunidad Mistral sobre la importancia en la elección de un quehacer que
para mejorar sus condiciones laborales y de vida, como los cante- los va acompañar por siempre y, por lo tanto, que se convierte
ros de Colina4, y otros, como chinchineros y organilleros que, sin en testimonio de vida, que habla por la persona. La emoción que
pertenencia a un territorio particular, han logrado encontrar en su despierta lo que se hace en el día a día es la base para su valora-
práctica un elemento unificador que los caracteriza (Ruiz 2001). ción patrimonial, lo que hace que trascienda la cotidianidad; en
definitiva, el amor al oficio.
Los colectivos que se agrupan en torno a un oficio en común
REFERENCIAS
y muchos de los reconocimientos en Tesoros Humanos Vivos
Carvalho Neto, P. (1989). Diccionario de teoría folklórica, 2ª edición [1977],
representan a hombres y mujeres que se han dedicado prác- Cayambe, Ecuador: MLAL, ABYA-YALA.
ticamente toda su vida al desempeño de su labor. En ellos se Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) (2012). Tesoros Humanos
Vivos, Santiago: Publicaciones Cultura.
encarnan años de aprendizajes de relación con la naturaleza y
Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de
perfeccionamiento de métodos y/o productos que hacen más América Latina (CRESPIAL) (2011). “Módulo III: Técnicas de registro e inven-
llevadera la vida por su utilidad o que le confieren valor esté- tario del patrimonio cultural inmaterial. Sesión 1. Unidad 1: Aplicación de
fichas de registro e inventario”, Curso virtual sobre registro e inventario del
tico por su belleza; labores ancestrales y trascendentales como
patrimonio cultural inmaterial [documentos de trabajo, inédito].
la trashumancia que realiza todos los años la comunidad Colla Dannemann, M. (1998). Enciclopedia del folclore de Chile, Santiago: Editorial
del Río Jorquera o las labores de extracción de sal realizada por Universitaria.
Donoso, K. y Tapia, C. (2017). (De)construyendo el folclor: historia de su con-
la Cooperativa Campesina de Salineros de Cáhuil, Barrancas y
ceptualización en la academia universitaria chilena durante el siglo XX,
la Villa; las delicadas figuras que la Comunidad de Artesanas en Mapocho, Nº 82, pp. 130-161.
Crin de Rari materializa en vibrantes colores o la alfarería mapu- Lenz, R. (1909). Programa de la Sociedad de Folklore Chileno, Santiago de
Chile: Imprenta y encuadernación Lourdes.
che que tiene en Dominga Neculmán Mariqueo, de Padre Las
Mistral, G. (1979). Grandeza de los Oficios, Santiago: Editorial Andrés Bello.
Casas, una insigne representante (CNCA 2012). Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) (2003). Convención para la salvaguardia del Patrimonio
Cultural Inmaterial, Paris, 17 de octubre de 2003. Disponible en línea:
El cambio en la consideración de una manifestación como folcló-
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000132540_spa
rica en comparación con otra que se considera patrimonial tiene Plath, O. (1950). Significación del folklore, En Viaje, vol. 202, pp. 32-33.
que ver, principalmente, con el foco en su valoración y quiénes Plath, O. (1979). Folklore chileno, 3ª edición [1962], Santiago: Nascimento.
Ruíz, A. (2001). Organilleros de Chile: de la marginalidad al patrimonio. Apuntes
son los sujetos que hacen esa valoración. En el Folclor, se trata
para la historia social del oficio, Resonancias, N° 9, pp. 55-86.
principalmente de las expresiones o los “hechos folclóricos” que
han sido valorados y estudiados por investigadores externos,
incluso en detrimento de los propios cultores en la pretensión
de conservar su antigüedad e invariabilidad, como denunciaba
Dannemann. En su dimensión patrimonial, son las comunidades
las que estiman cuáles son las expresiones, materiales o inmate-
riales, que vehiculan la memoria e identidad que los cohesiona y
fortalece como grupo; así, el reconocimiento patrimonial ha sido
percibido, también, como una oportunidad para concretar reivin-
dicaciones sociales.

No conocemos solamente los productos y las técnicas asociadas, 4 Los canteros de Colina postularon el año 1998 al Consejo de Monumentos Nacionales en la

categoría de Zona Típica para el «Pueblo de las Canteras de Colina, sin resultado positivo. Un
conocemos fundamentalmente a la humanidad detrás de objetos
análisis crítico sobre la postulación de estos trabajadores» en Gómez, J., 2012, ¡Pueblo típico
y saberes. Percibimos el amor que hombres y mujeres profesan ahora!... El oficio de los canteros como Patrimonio Cultural de la Nación. (Canteras de Colina,
por sus oficios, y reconocemos en ello las palabras de Gabriela Santiago de Chile, 1998-2010), Cátedra de Artes, n° 11, pp. 77-101.
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RESEÑA LITERARIA

LA TRADICIÓN DEL TEJUELEO ARTESANAL DE AYSÉN. GLOSARIO DE HERRAMIENTAS.


Autores: Lorena Pérez, Triana Sánchez, Tomás Errázuriz & Carlos Castillo
Editorial: Fundación Procultura
Páginas: 107 ISBN: 978-956-9130-33-5

La creciente complejidad del campo del patrimonio cultural en que le son inherentes y la propia adaptabilidad transformativa que
Chile, con comunidades más empoderadas, espacios académi- sufrió por parte de la comunidad que le dió uso en un contexto
cos dedicados a su reflexión y una institucionalidad ministerial cultural y natural determinado. Las herramientas del tejueleo se
especializada, entre otros aspectos, ha permitido comenzar a transforman así en instrumentos inductivos que caracteriza e
superar la visión monumentalista centralizada en el patrimonio identifica la historia de un territorio.
arquitectónico, para avanzar a una comprensión del patrimonio
como una construcción dinámica y de carácter social. Específicamente el texto se estructura en dos capítulos. En el
primero Habitar es construir los autores desarrollan el proceso
De esta manera el libro La tradición del tejueleo artesanal de dialógico entre construcción y habitar que deviene en el uso de
Aysén. Glosario ilustrado de herramientas no se perfila como una batería de herramientas que sean pertinentes a un contex-
un mero catálogo, sino que identifica valores patrimoniales que to territorial y cultural. El segundo desarrolla la definición de
distintas herramientas representan para la fabricación artesanal diez herramientas necesarias para la labor de tejueleo: hacha,
de tejuelas, oficio imprescindible para la dinámica de ocupación azuela, macheta y combo, cuchillón tejuelero, corvina o troza-
y habitabilidad de territorios como los que componen la actual dora, sierra a brazo, serruchos, escuadras y reglas, cepillo de
región de Aysén y que los autores reconocen a priori como un madera y, por último, taladro.
Paisaje Cultural. Estos territorios fueron ocupados en una doble
modalidad desde fines del siglo XIX. En primer lugar por ocupa- Cada herramienta fue investigada tanto de manera documental
ción espontánea de pobladores que se establecieron con sus fami- como a través de entrevistas a cultores para poder describirlas,
lias en distintas localidades y, en segundo lugar, por concesiones además de ahondar y clasificarlas por las siguientes variables:
a compañías que debían colaborar en consolidar la soberanía del modo de uso, variante, tipo de herramienta (de aserrar, de corte,
Estado chileno en dichos territorios. de golpe, de perforación, de terminación), materiales (madera,
metal y cuero), tipo de corte (tangencial, transversal, radial o
En la primera modalidad de ocupación abundó la autoconstrucción giratorio) y pieza que produce (tabla, tejuela, rollizo/trozo, en-
con madera, la materia prima que abundaba, pero que fue necesa- sambles, metan, canoga).
rio complementar con conocimientos específicos que los poblado-
res habían heredado de familiares para transformarla en elemen- CARLOS ROJAS SANCRISTOFUL
tos constructivos como: tablones, cintas, vigas, poyos y basas. De carlos.rojas@museoschile.gob.cl

esta manera «las herramientas para construir estos lugares nacen Museo Regional de Aysén

como una extensión de las manos de los artesanos constructores,


para hacerse una con ella. Ello hace de esta relación uno de los
atributos patrimoniales más característicos del paisaje cultural de
la Región de Aysén [...]» (p. 5)

El texto logra oportunamente evidenciar el carácter dialógico de


lo patrimonial en cuanto a las dimensiones material e inmaterial

ÁLBUM | RESEÑA LITERARIA


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COLABORACIÓN

Lavandería
y Lavaseco
Los Gobelinos
POR Andrés Saavedra Araneda

«Los Gobelinos» son una tradicional lavandería y lavaseco penquista, que comenzó su funcionamiento a
mediados de 1960 en el inmueble ubicado entre las calles Avenida San Juan Bosco (antes Irarrázaval), Freire y
Pelantaro, límite oriente de la antigua trama urbana de Concepción.

La arquitectura que acoge esta actividad es propiedad de la familia de ascendencia alemana Koch Stelling,
quienes en 1905, encomendaron construir la vivienda compuesta, que, a partir de muros de albañilería simple
y cubierta de teja de arcilla artesanal, tomó la forma triangular del solar. Se desconocen el arquitecto y/o
constructor que participaron en la obra.

La vivienda registra tres direcciones: Avenida San Juan Bosco 151, Freire 1920 y Avenida San Juan Bosco 1911,
variedad que refleja los diferentes usos, algunos simultáneos, que ha tenido en el transcurso del tiempo. Además
de la lavandería, entre 1995 y 2010 en la parte de la vivienda con numeración Freire 1920 funcionó la «Casa de
Modas De Silva», lugar donde arreglaban, diseñaban y confeccionaban prendas de vestir. En el caso de la unidad
habitacional 1911 que da hacia la Avenida San Juan Bosco, fue ocupada por un local de comida rápida entre los
años 2000 y 2010, posteriormente comenzó a operar un taller de reparaciones de motocicletas. En la actualidad,
las áreas de la vivienda mencionadas se encuentran deshabitadas.

IMG 01 Saavedra, A. Lavandería Los Gobelinos. Fotografía ganadora del concurso «1.000 Seguidores Álbum». Concepción, Chile.

ÁLBUM | LAVANDERÍA Y LAVASECO LOS GOBELINOS


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En relación a los orígenes de la lavandería, desde su apertura en 1960, fue dirigida por Rigoberto Valdés quien
llegó a tener a cargo cerca de treinta personas divididas en las tres sucursales que existían en ese entonces en
la capital regional. Tras el fallecimiento del señor Valdés, los cambios de administración se hicieron reiterativos,
debido a que las directivas no estaban familiarizadas con el oficio.

Tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, la administración de ese entonces se declaró en quiebra
pretendiendo cerrar definitivamente las puertas de la lavandería, no obstante, los trabajadores se opusieron y
defendieron su pega acordando recibir las maquinarias en parte de pago por los años de servicios adeudados.
Desde ese momento las cinco personas que aún quedaban, conformaron una Cooperativa de trabajadores
reactivando paulatinamente el habitual quehacer.

IMG 02 Saavedra, A. Interior Lavandería Los Gobelinos. Concepción, Chile.


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IMG 03 Saavedra, A. Vista del inmueble desde la intersección de las calles Av. San Juan Bosco con Freire. Concepción, Chile.

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A raíz de esta conformación Los Gobelinos ha sido foco de interés de diferentes medios de difusión, resaltando
la producción del documental Sin Patrones del colectivo audiovisual Homovidens, el cual durante veintisiete
minutos relata el día a día de la tradicional lavandería.

El inmueble presentado ha pasado por diversos usos a lo largo de su historia, no obstante, la cooperativa
Los Gobelinos, a pesar de todas las dificultades, ha trascendido a lo largo de los años, manteniendo en uso la
vivienda, que tras ciento catorce años de existencia, cuatro terremotos de considerables magnitudes y la escasa
mantención, está en un evidente deterioro estético y constructivo.1

1 Los antecedentes presentados en el texto fueron obtenidos a partir de la revisión de documentos en el Registro de Bienes Raíces de Concepción y del relato

del trabajador más antiguo de Los Gobelinos, Luis Montoya.


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IMG 04 Archivo Arquitecto Gustavo Burgos. Elevación fachada sur. Concepción, Chile.

IMG 05 Documental Sin Patrones. Trabajadores de la lavandería, hacia 1975. Concepción, Chile.

ÁLBUM | LAVANDERÍA Y LAVASECO LOS GOBELINOS


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ANDRÉS SAAVEDRA ARANEDA

Licenciado en Arquitectura, Universidad del Bío-Bío. Alumno del Magíster en Patrimonio Arquitectónico y
Urbano de la Universidad del Bío-Bío. Docente ayudante de las asignaturas Seminario y Metodología de investi-
gación, del DDTA de la UBB . Se ha desempeñado como ayudante y colaborar de varios proyectos de investiga-
ción en relación al patrimonio de la región del Ñuble; autor de fotografías de portadas y contenido para la revista
Arquitecturas del Sur.
Concepción, Chile.

* andresaavedraraneda@hotmail.com

IMG 06 Saavedra, A. Interior Lavandería Los Gobelinos. Concepción, Chile.


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ÁLBUM | LAVANDERÍA Y LAVASECO LOS GOBELINOS


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Carpinteros patrimoniales
de Chiloé: La incesante
búsqueda de mantener
el oficio vivo
José Luis Catalán, presidente de la Asociación Nacional de Carpinteros Patrimoniales,
nos lleva al sacrificado mundo de la restauración de las iglesias de Chiloé.
POR Camila Gómez Bolbarán
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Desde el siglo XVIII, Chiloé alberga que tenía conservar, reparar y mantener «Volver al
edificaciones históricas, que luchan las iglesias de la isla. Además de volver a
conocimiento
por mantenerse en pie después de agrupar a los carpinteros, ya que el cono-
más de 300 años. Se trata de las igle- cimiento se empezaba a dispersar. más ancestral de
sias, construcciones en madera, que son los viejos, que te
unas de las más antiguas que quedan en «Para nosotros desde el principio, el tener puedan enseñar,
el planeta. la fundación fue un gran sacrificio, por lo
que tengan esa
mismo, porque volver al conocimiento
Su importancia las ha llevado a que fueran más ancestral de los viejos, que te puedan capacidad también
declaradas como Monumentos Nacionales, enseñar, que tengan esa capacidad tam- de entregarte el
y que posteriormente fueran postuladas bién de entregarte el aprendizaje costó aprendizaje costó
a ser Patrimonio de la Humanidad de la mucho. Entonces, después de que la fun-
mucho»
UNESCO. 14 de ellas fueron declaradas el dación se cerró, para nosotros era muy
año 2000 y dos más al año siguiente. lamentable y penoso», expresó. eso, porque hoy tenemos la disciplina para
poder asumir un trabajo responsable-
Desde allí que nace una necesidad impe- Además, contó cómo fue este proceso mente dentro de lo que ejecutamos noso-
riosa de mantener y preservar estas cons- de aprender todos los aspectos de ser tros en la restauración. O sea, somos bien
trucciones, y también de tener a un equipo carpintero, y que la disciplina fue lo más precavidos en cada cosa y eso lo apren-
especializado de personas que sepan relevante a la hora de adquirir todos los dimos con la misma gente con la que nos
hacerlo de la mejor manera posible. conocimientos. fuimos formando», agregó.

En este contexto, es que nace la Asociación «Llegamos súper jóvenes, de veinte años, La Asociación se formó hace tres años
Nacional de Carpinteros Patrimoniales a trabajar acá. Éramos muy estrictos, casi aproximadamente, donde José Luis
de Chiloé, la cual tiene en sus manos un como un servicio militar. Pero todos los comenzó con solo 22 carpinteros, pero hoy
oficio que se ha traspasado de generación que pasamos por esa etapa, agradecemos cada vez más se van involucrando más. Ya
en generación por décadas. Oficio que
muchos ejercen desde niños, acompa-
ñando a su padres y abuelos, cuando éste
era el sostén de la familia.

José Luis Catalán es el presidente de la


Asociación, yy nos contó sobre la lucha
para preservar este oficio, cómo las anti-
guas y nuevas generaciones convergen
para un bien común, la experiencia que han
tenido con las comunidades y las dificulta-
des que suelen enfrentar.

Él mismo proviene de una familia de car-


pinteros, y acorde a su visión, esta agru-
pación se formó debido a la urgencia

ÁLBUM | CARPINTEROS PATRIMONIALES DE CHILOÉ


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sea del mismo oficio, como también otros


profesionales como arquitectos, ingenieros,
que se unen a ellos como comité de apoyo.

El hecho de involucrar jóvenes que quieran


seguir este oficio, también forma una parte
muy importante de la Asociación, ya que
funciona como una escuela. Este es uno
de los objetivos principales según Catalán.

«Queremos poder mantener y hacer una


escuela de oficio, una escuela verdadera,
donde la gente esté. Donde podamos
poner todo lo que nosotros sabemos, el
conocimiento, prepararnos bien. Que ellos
tengan una continuidad de trabajo», dijo.

«Además que sepan aprovechar las tec-


nologías que hoy día tenemos para poder
mostrar un mejor trabajo, o hacerlo mucho esfuerzo detrás. Ellos lo lograron sin tener
«Valorar también
mejor. Siempre uno aspira a más, a todo lo recursos, con puras voluntades. Y nosotros
que tú puedas dar. Me gustaría que estén todo lo que te a veces nos ahogamos en un vaso de agua
todos nivelados, que todos sepan hacer de enseñaron los viejos, porque no podemos cambiar una tabla»,
todo», afirmó. es también poder recalcó.

preservar eso. De
Respecto a la importancia que tiene pre- Aquí entra la relevancia del trabajo de
servar este oficio, y de por qué es necesa- cómo lo hacían ellos, los carpinteros y la ayuda de la comuni-
rio hacerlo, José Luis responde desde la y a veces con muchas dad. Chiloé no sólo tiene 16 iglesias como
vereda de que tener patrimonios de esta menos herramientas monumento y patrimonio, sino que más de
envergadura es lo que entrega la motiva- 70 que son cuidadas por las mismas per-
de las que tenemos
ción y las ganas de trabajar en ello. sonas de cada localidad. Cuando necesi-
hoy día» tan ayuda, acuden a la Asociación, pero no
«Imagínate todo el nivel de patrimonio siempre el trabajo es sencillo, y los carpin-
que tenemos localmente. Queremos que sistemas constructivos, las voluntades y teros pasan a cumplir un rol más que esen-
se pueda mantener, que se pueda hacer todo. Incluyendo la unión de la gente», dijo. cial en su restauración.
bien las cosas. Valorar también todo lo que
te enseñaron los viejos, es también poder «Nosotros vemos plasmado todo ese tra- «En general ha sido una buena experien-
preservar eso. De cómo lo hacían ellos, y bajo que hubo detrás en mantenerlo. Y cia y nos hemos encontrado con comu-
a veces con muchas menos herramien- todo lo intangible que hay detrás. Para nidades super complicadas. De genio, de
tas de las que tenemos hoy día. Estamos poder entender todo esto, necesitas todo, que no están de acuerdo, entonces
recalcando el oficio más ancestral, los decir mira en esa estructura hay todo un tienes que llegar a hacer un consenso,
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hacer que ellos se unan. Mostrarles un fin, A pesar de las vicisitudes que se presen-
«Para poder
que si ellos están así, distanciados, no van tan en cada trabajo, José Luis está con-
a lograr nada. Pero finalmente, la toma de entender todo vencido de que la voluntad, el esfuerzo y
decisiones la van a tener ellos, nosotros esto, necesitas el entusiasmo que tienen todos los carpin-
nunca interferimos ni generamos falsas decir: mira en esa teros (y otros profesionales) permitirá que
expectativas. Solo los podemos asesorar», este oficio permanezca, y se vaya perfec-
estructura hay todo
comenta Catalán. cionando con el tiempo. Mientras que las
un esfuerzo detrás. comunidades, con los medios económicos
«Nos ponemos de acuerdo, explicamos las Ellos lo lograron sin o no, siempre serán los más preocupados
condiciones en que nosotros trabajamos, tener recursos, con de mantener edificios que marcan su his-
que siempre tenemos que estar vinculados toria y la del lugar donde aman vivir.
puras voluntades»
con ellos, que sean parte de nosotros en
todo el proceso. Les pedimos que ellos nos un aserradero y dimensiona todo lo que
puedan colaborar si es que pueden, con la necesita y así logras tener la madera sin
bencina, o la alimentación o el alojamiento. pagar de más. Esto pasa por un tema de
Nosotros aportamos el tema de las herra- voluntad, depende de cada comunidad», FOTOS Hugo Angel
mientas y el conocimiento. De esa manera explicó José Luis. * hugoangel.cl
hemos ido trabajando con ellos, y depende
de cada comunidad», expresó.

Dentro de las principales dificultades que


enfrentan en los procesos de restauración
y mantenimiento de las iglesias, u otros
edificios patrimoniales, está el financia-
miento y el uso de materiales de calidad,
que soporten las condiciones climáticas de
las islas. Frente a ello, muchas veces es la
misma gente la que con ingenio y esfuerzo
logran recolectar los medios necesarios.

«Todo pasa por lo económico, la disponi-


bilidad que ellos tengan, de lo que puedan
juntar o también darles ideas de cómo
pueden lograr estos recursos. Por ejemplo
en Quellón, se les dijo que podían hacer
una campaña, y se llamaba la campaña del
trozo. Dentro de un mes ya tenían la can-
tidad que requerían. Consiste en que cada
familia aporta un trozo de madera, de cual-
quier especie nativa que ellos puedan cola-
borar. Y se llevan a un punto, donde llega

ÁLBUM | CARPINTEROS PATRIMONIALES DE CHILOÉ


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RESEÑA LITERARIA

EL OFICIO DE LOS PAYADORES: DESARROLLO DE COMUNIDAD, IDENTIDAD Y


PROFESIÓN DE LOS CULTORES CHILENOS DE LA ZONA CENTRAL, 1954-2000.
Autor: Marianne Rippes Salas
Editorial: Ediciones Biblioteca Nacional
Páginas: 267 ISBN: 978-956-2444-13-2

Esta publicación integra la Colección de Patrimonio Cultural In- mover en una ambivalencia entre la restricción de la cultura popular
material de Ediciones Biblioteca Nacional, como parte del premio y su posicionamiento como un canto contestario, y la inserción en
Fidel Sepúlveda Llanos, concurso que premia a tesis inéditas de lógicas neoliberales y de la cultura de masas. A través de este relato,
investigación de postgrado que se vinculan a temáticas de patrimo- las transformaciones que experimenta la comunidad de cultores se
nio cultural inmaterial, la cultura tradicional y/o popular chilena. van entrelazando con temáticas que inciden directamente en éstos
como su relación con otros mundos culturales, y la presencia y uso
En este libro, Marianne Rippes (licenciada y magíster en Historia de las nuevas tecnologías y medios de comunicación.
UC) analiza el desarrollo de la comunidad artística de los payadores
en la zona central de Chile durante la segunda mitad del siglo XX, en Desde el estudio del patrimonio cultural inmaterial, esta investiga-
conjunto con la consecuente construcción de la identidad colectiva ción es relevante pues logra superar la visión esencialista que suele
de este grupo humano. Junto a ambos procesos, se analizan otros tenerse de la cultura popular tradicional, generalmente concebida
dos fenómenos estrechamente relacionados: la profesionalización desde lo rural, premoderno y estático. Por el contrario, Marianne
-definida por la autora como la forma en que los cultores entienden Rippes logra exponer el oficio de la paya con sus complejidades y
el oficio respecto a sus vidas- y el profesionalismo -entendido como matices, entendiéndola como una expresión que, si bien mantiene
el interés de los payadores por perfeccionar el oficio desde una sus características distintivas, es dinámica y responde a su contexto
perspectiva técnica-. político, social y cultural (tal como se muestra a partir de cada uno
de los hitos claves), logrando adaptarse a lógicas que pueden ser
Para dicho análisis, la historiadora estructura su libro a partir de tres modernas, urbanas, masivas, etc. Esta mirada es especialmente ne-
hitos que son claves en la comprensión de los procesos de cambio cesaria en un oficio como el de la paya que, tal como explica la auto-
y continuidad experimentados por el oficio de la paya durante la ra, ha sido mostrado en los medios de comunicación masivos desde
segunda mitad del siglo XX: el primer Congreso de Poetas y Cantores la década de 1980 de una forma simplista y caricaturizada, como
Populares de Chile, realizado en el Salón de la Universidad de Chile en «un artista solista (…) con talante jocoso y basándose solamente en
1954; la primera presentación de la Agrupación Críspulo Gándara en lo que sucedía en su entorno inmediato» (p. 251).
1980 y, por último, la fundación de la Asociación Gremial Nacional de
Poetas Populares y Payadores de Chile (AGENPOCH) en 1992. Si bien la investigación se centra en el oficio de los payadores,
creemos que es un enfoque que podría servir de inspiración para
Cada uno de los hitos señalados marca el punto de inicio de los ca- que otros tipos de expresiones del patrimonio cultural inmaterial
pítulos que conforman este libro, realizándose a partir de ellos una sean comprendidos con la complejidad que se merecen. Como
revisión del contexto histórico-cultural del período, imprescindible refiere la autora al finalizar su libro, al igual que cualquier práctica
para comprender los cambios que se producen en el oficio de la popular, «son muchos los hilos que conforman este tapiz complejo
paya durante los años estudiados. Así, por ejemplo, si el primer hito y multifacético» (p. 255).
se vincula con el desarrollo e impulso de la música tradicional y su
estudio en Chile a partir de los años 50, el segundo hito se refiere TRIANA SÁNCHEZ RUBÍN
al contexto dictatorial, donde la comunidad de payadores se debió

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Oficios de
la tierra y el mar
El patrimonio inmaterial de la provincia Cardenal Caro

POR Equipo Álbum & Arturo Cerda FOTOS Juan Francisco Guzmán

ÁLBUM
ÁLBUM 0 NOMBRE
| OFICIOS DE LA TIERRA
ESCRITOR
Y EL MAR
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El territorio central de nuestro país, zona caracterizada por ser testigo


del quehacer campesino en Chile, sobresale además por ser una región
poseedora de un paisaje abundante en recursos naturales, culturales,
tradiciones y costumbres.

Recorriendo su geografía, desembocamos en el territorio costero,


específicamente en la provincia de Cardenal Caro, que forma parte de la
Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. Este lugar, que refleja
de forma muy prístina la unión de la tierra y el mar, permite el nacimiento
de un rico patrimonio cultural arraigado a estos elementos, en concreto a
las tradiciones y oficios que los involucran directamente. De la existencia
de este umbral derivan actos que permiten al hombre relacionarse con
su territorio, que facilitan su negociación con la tierra y ayudan, en cierto
aspecto, a convertirla en un insumo para su permanencia allí.
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En este contexto, una de las prácticas culturales que se desprende de este
lugar, es el oficio del salinero. Esta actividad, propia de las localidades de
Lo Valdivia y Cáhuil, se evidencia por el encuentro entre la firmeza de la
tierra y la ligereza del mar, encuentro que da como fruto la producción y
extracción de la sal.

La compleja tarea del salinero consta de un persistente trabajo de


movimiento de aguas del mar hacia el interior y cuyo escenario podría
resumirse en una sucesión de piscinas naturales que reciben el agua desde
el mar a través de canales, la que se va evaporando conforme pasa de una
a otra, para así obtener después de un largo proceso de vaciado de éstas –
ya sea de manera tradicional o con la introducción de bombas eléctricas– la
aparición primera de una flor de sal y luego, de los cristales de sal gruesa.

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Atravesando este amplio territorio de salineros y estanques, nos
encontramos con una zona de tierra más consistente y seca, que da origen
a prácticas contrastadas a la extracción de sal; así, entre cerros costeros,
aparece el oficio del ladrillero. Si bien es una actividad que podemos
encontrar en distintos lugares de nuestro país, se percibe de manera escasa
frente a la constante industrialización en la elaboración de este producto.

ÁLBUM | OFICIOS DE LA TIERRA Y EL MAR


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Pese a esta situación, al interior de la Cordillera de la Costa, cercano a


la localidad de Barrancas, es posible encontrar algunos artesanos, que,
gracias a las condiciones de la tierra local, pueden llevar a cabo la práctica
de elaboración de ladrillos de arcilla. A diferencia del salinero, que requiere
de la extracción del agua para la obtención de la sal, el oficio del ladrillero
requiere de su incorporación para moldear y armar el ladrillo, los que
finalmente son apilados para su secado y posteriormente horneados de
forma artesanal en grandes pirámides encendidas.
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Del mismo modo que para el ladrillo rudimentario, la tierra se convierte


además en un insumo para la elaboración de productos de carácter
más delicado, como el caso de la cerámica. Propio de esta provincia,
de distintivo color deslavado y textura, es el caso de la cerámica de
Pañul, cuyo artesano destaca además por su amplio conocimiento en
la elaboración de moldes, secado y horneado de las piezas elaboradas
a mano. La complejidad del proceso y su ritual contrasta con la bella
sencillez de sus productos, que en sí mismos reflejan no sólo a la pieza
que les da origen, sino también a quién, de alguna forma, los descubre.
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SABER-HACER CHACOLÍ
REGISTRO Y DOCUMENTACIÓN DE LA PRODUCCIÓN DEL VINO
CHACOLÍ DE DOÑIHUE PARA SU RECONOCIMIENTO COMO
DENOMINACIÓN DE ORIGEN1
[To know-how to make chacolí: recording and documenting the production
of the chacolí wine from Doñihue for its recognition as denomination of origin]

CRISTÓBAL DEL CASTILLO CAMUS


Licenciado en Historia y Magíster en Patrimonio Cultural de la Pontificia Universidad Católica de

Chile. Interés por la preservación del patrimonio cultural y en la historia transcultural durante el

siglo XX. Actualmente trabaja en el Museo Histórico y Militar de Chile, desempeñándose como

Historiador encargado de investigación patrimonial.

Santiago, Chile.
IMG 01 Fotografía del autor. (2018). Chuico o

recipiente de vidrio en donde se deposita y a veces

* cidelcas@uc.cl se distribuye el chacolí en Doñihue. Doñihue, Chile.


PALABRAS CLAVE: patrimonio cultural inmaterial, licores patrimoniales, Doñihue, transculturación, denominación de origen

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KEY WORDS: intangible cultural heritage, heritage liquors, Doñihue, transculturation, denomination of origin

ANTECEDENTES VALORIZAR SABER-HACER CHACOLÍ

La comprensión de algo como patrimonial permite analizar Al considerar al chacolí como un producto patrimonial, lo que
cómo ha sido su transmisión de generación en generación. se está relevando es aquel conocimiento práctico, continuo y
En el caso de la producción artesanal de licores en Chile, lo patri- transferible y, como menciona Llorenç Prats, sujeto a cambios
monial radica en el diálogo entre técnicas, materias primas y y continuidades (Prats, 2004). Teniendo en cuenta esto, el pro-
ajustes a un nuevo espacio geográfico, en donde el ser humano ceso de industrialización del vino se tradujo en la obtención
tiene un rol importante como mediador. de un producto final perfecto, en desmedro de cómo se llega
a producir y por qué se lo valora en un contexto patrimonial.
A fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX comienza a entrar el El chacolí doñihuano, como un vino cuyo conocimiento prác-
txakoli o chacolí, a través de las migraciones vascas a Chile. En tico se transmite de generación en generación, se enmarca en
el País Vasco era definido como un «vino de poco cuerpo, ácido una tensión interpretativa entre la valorización de su saber-ha-
y de baja graduación», de producción centrada en zonas coste- cer y el resultado final. Visibilizar el conocimiento práctico per-
ras (Hidalgo, Sáenz de Buruaga, & Ocete, 2012). No obstante, en mite comprender cómo la geografía, el hábitat, el sincretismo
Chile se comenzó a producir en la zona central del país con uvas cultural y la sociedad han influenciado en el chacolí de Doñihue
maduras, sin envejecimiento en barrica, ni guarda en botella (P. y cómo ellos le otorgan una calidad distinta si se compara con
Lacoste et al., 2015). Es así como ambos chacolíes comenza- otros licores del sector, como el aguardiente o la chicha.
ron a tomar rumbos distintos, pero reconociendo un saber-ha-
cer o conocimiento práctico común, reflejado en la plantación De este modo, se propone formular la declaratoria de deno-
y cuidado de las parras sostenidas en varas de madera (Pablo minación de origen (D.O.) del chacolí en Doñihue mediante su
Lacoste, Castro, Mujica, & Lacoste Adunka, 2017) o en el acceso registro y documentación. Si bien en Chile aún no existe un apa-
al agua de las parras. rato legal que registre y documente el patrimonio inmaterial,
la denominación de origen identifica a un producto cuya «cali-
Si bien su consumo en Chile fue importante durante el siglo XIX, dad, reputación u otra característica del mismo sea imputable,
en donde los productores se esmeraban por añadir toques per- fundamentalmente a su origen geográfico, natural y humano»
sonales a su producción, la industrialización del vino en Chile (INAPI, 2018). Esto permitiría la continuidad y salvaguardia del
redujo la producción del chacolí a Doñihue, un pueblo en el valle saber-hacer del chacolí en Doñihue y su comprensión como una
del Cachapoal que también recibió un número importante de experiencia de transmisión de conocimientos prácticos que
migrantes vascos. Actualmente, es producido por un grupo redu- concilie la calidad con la producción casera.
cido de hombres mayores de 60 años y de modo artesanal en
bodegas de sus viviendas, siendo una práctica en riesgo por falta
de interés de continuar con ella y de visibilidad fuera de Doñihue.
Al perder este conocimiento, no sólo se perdería parte de la
1 Este proyecto se enmarca en el curso de proyecto de grado (primer semestre del año 2018),
historia de un pueblo, sino que también una comprensión del
dirigido por los profesores Germán Hidalgo y Lorena Pérez y fue presentado como Proyecto
medioambiente y su paisaje. de Grado para optar al título de Magister en Patrimonio Cultural en la Facultad de Arquitectura,

Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile en noviembre de 2018.

ÁLBUM | SABER-HACER CHACOLÍ


P58

BENEFICIOS ESPERADOS,

FINANCIAMIENTO Y CONCLUSIONES

Finalmente, se necesita difundir la investigación para gene-


rar conciencia sobre la importancia patrimonial del chacolí, a
través de distintos soportes como reportajes, documentales,
artículos de investigación, charlas para público general, entre
otros. En ello, se considerarían actividades tanto dentro de
Doñihue, como también las que puedan ser realizadas fuera de
ella, como ferias gastronómicas o exhibición de documentales.
Aquí, el investigador responsable es respaldado por el equipo
de investigación, el diseñador, el comunicador audiovisual y los
actores relevantes que puedan difundir lo patrimonial detrás
del chacolí de Doñihue. Se estima que el proyecto tenga un
ciclo de vida de dos años desde la investigación hasta la difu-
sión del registro.

En cuanto al financiamiento y patrocinio, se ha considerado


IMG 02 Fotografía del autor. (2018). Vaso de chacolí producido por Leopoldo postular tanto a Fondos de Cultura, apartado de Patrimonio
“Polo” Carreño. Doñihue, Chile.
Cultural Inmaterial, como también a Fondos de Desarrollo
Regional, fondos de emprendimiento y ayuda estratégica de
Lo anterior es traducido en una primera etapa de trabajo en distribuidoras de licores o ferias gastronómicas. A su vez, el
terreno para recolectar información proveniente de los produc- txakoli en el País Vasco ya ha pasado por un proceso similar,
tores de chacolí e investigación de fuentes secundarias, para por lo que incluir al Consejo Regulador de la D.O. Getariako
circunscribir los saberes-haceres que han persistido en la pro- Txakolina debería ser considerado en una etapa final del pro-
ducción del chacolí de Doñihue. Luego, esto será sistematizado yecto, para así permitir la transferencia de conocimientos y
mediante fichas informativas que muestren tanto los aspectos experiencias entre los productores.
técnicos-científicos, como también los sociales e históricos de
cada uno de los productores de chacolí. Esto sería coordinado A modo de conclusión, cabe recordar que la declaratoria de D.O.
por el investigador junto a un equipo de antropólogos y espe- para el chacolí de Doñihue no es el último paso, sino parte de un
cialistas de las ciencias sociales, como también un comunicador proceso mayor de patrimonialización que debe considerar su
audiovisual que registre las entrevistas y algunos procesos in difusión, visibilidad y la organización de los productores para que
situ, generando así subproductos. la práctica del chacolí pueda ser reconocida a nivel local y nacio-
nal, como también su supervivencia en el tiempo.
Una vez que esta información sea compilada, se preparará el
REFERENCIAS
expediente de postulación apoyándose con mesas de trabajo
Hidalgo, J., Sáenz de Buruaga, T., & Ocete, R. (2012). Vid cultivada y silves-
con los productores, como también se organizará en un comité tre en el territorio de la antigua diócesis de Valpuesta (Álava , Burgos y
o una cooperativa, paso clave para la administración de la D.O. Cantabria , España) : un acercamiento a la historia del vino chacolí. Estudios
Avanzados, 18, 101–129. Recuperado a partir de http://www.revistaidea.
Por otro lado, se plantea la creación de una marca identitaria
usach.cl/ojs/index.php/ideas/article/view/1082
del chacolí para materializar el proceso detrás de este vino. En INAPI. (2018). Denominación de Origen. Recuperado 23 de mayo de
este paso, se contaría con la asesoría de un diseñador para con- 2018, a partir de https://www.inapi.cl/sello-de-origen/tipos-de-sello/
denominacion-de-origen
feccionar la marca y etiquetado.
P59
Lacoste, P., Castro, A., Briones, F., Cussen, F., Soto, N., Rendón, B., … Adunka, IMG 03 Fotografía del autor. (2018). Parrones en
M. L. (2015). Vinos típicos de Chile: ascenso y declinación del chacolí. Idesia, casa del productor José Césped, con vista al cerro
33(3), 97–108. https://doi.org/10.4067/S0718-34292015000300014 Cólera. Doñihue, Chile.
Lacoste, P., Castro, A., Mujica, F., & Lacoste Adunka, M. (2017). Patrimonio
y desarrollo territorial: productos típicos alimentarios y artesanales de IMG 04 Fuenzalida, E. (2018). Propuesta de marca
la Región de O’Higgins. Identidad, historia y potencial de de desarrollo. identitaria para la denominación de origen del
Santiago: USACH. Recuperado a partir de http://rutasdelapatrianueva.cl/ chacolí de Doñihue. Santiago, Chile.
wp-content/uploads/2018/04/libro_Ohiggins_digital.pdf
Prats, L. (2004). Antropología y Patrimonio. Barcelona: Ariel.

ÁLBUM | SABER-HACER CHACOLÍ


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IMG 01 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.


OMAR, UN MARISCADOR DE NERCÓN

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MARCELO DÍAZ ESPINOZA
[Omar, a “mariscador” of Nercón]

PALABRAS CLAVE: vida cultural, conocimientos tradicionales, identidad cultural, costumbres, tradiciones
KEY WORDS: cultural life, traditional knowledge, cultural identity, customs, traditions

Hablar de la cultura Chilota es, en otras palabras, hablar de una forma de vida que se constituye a partir de un
sinnúmero de oficios basados en conocimientos empíricos del territorio, los cuales se han ido transmitiendo
de generación en generación, siendo de vital importancia en la composición de la cultura y el patrimonio del
archipiélago de Chiloé. Oficios ligados estrechamente con la geografía y el habitar del lugar, entre ellos la
recolección de moluscos.

La cosecha de moluscos ha sido históricamente una actividad cotidiana ligada a la sobrevivencia, por sobre la
actividad económica. Como señala don Omar, «la comida siempre ha estado y estuvo ahí en la playa, solo había
que salir a buscarla». Es así como la mañana de un día sábado de junio, Omar se levanta temprano junto a la baja
mar, en la ciudad de Castro, localidad de Nercón. El lugar no es el mismo de la vez anterior y tampoco será el
mismo de la próxima vez, porque sabe que no debe explotar las navajuelas. Si bien, él tiene un trabajo estable,
elige salir a buscar el almuerzo del fin de semana, tal como lo hacían sus padres y antepasados.

ÁLBUM | OMAR, UN MARISCADOR DE NERCÓN


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IMG 02 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.

IMG 03 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.


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IMG 04 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.

ÁLBUM | OMAR, UN MARISCADOR DE NERCÓN


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IMG 05 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.

IMG 06 Díaz, Marcelo. Omar. Nercón, Chile.


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MARCELO DÍAZ ESPINOZA
Comunicador Audiovisual del Instituto Profesional Duoc Uc. Magíster en Artes Mención Patrimonio, Universidad
de Playa Ancha. Se destaca su experiencia realizando trabajos en comunidades desde lo artístico, cultural y patri-
monial, en el que se puede mencionar su paso como profesional de Servicio País Cultura en la comuna de Petorca
y su trabajo en el campo audiovisual como medio de difusión de prácticas tradicionales.

* marcelodiazespinoza@gmail.com

ÁLBUM | OMAR, UN MARISCADOR DE NERCÓN


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