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En 1905 la federación de obreros-panaderos “Estrella del Perú”
precedida por Manuel Caraxiolo Lévano, organizó la primera
conmemoración del día del trabajo en el Perú, esta comenzó con una
romería de Florencio Aliaga, primer mártir del movimiento obrero de
nuestro país. Ese día el diario La Prensa hizo una crónica del evento,
contó que de primeras horas de la mañana en la federación de
artesanos se reunieron varios movimientos obreros de la ciudad para
dirigirse a la plazuela de la estación de San Juan de Dios.
El origen central fue la federación de obreros-panaderos “Estrella del
Perú” que fueron los primeros en plantear la idea de las 8 horas de
trabajo durante la celebración del 1 de mayo de 1905 donde participó
Manuel Gonzales Prada.
En 1905 como parte de las celebraciones por el 1 de mayo, Manuel
Gonzales Prada dio un discurso en la Federación de Obreros-
Panaderos, se tituló “El intelectual y el obrero”, en él enfatizó la
importancia de todos los trabajos, incluso los trabajos manuales, en el
desarrollo del país. Define la lucha de la jornada de las 8 horas y llama a
los estudiantes a unirse a los obreros a defender los derechos por una
sociedad mejor; dando a las 8 horas el famoso principio de las “8-8-8”, 8
horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de cultura, que es un
principio anarcosindicalista del por qué la jornada debe tener 8 horas.
En este discurso el autor de “páginas libres” planteó la solidaridad entre
los jóvenes de clase media y los estudiantes universitarios
principalmente, y los obreros y los trabajadores manuales. Fue un
planteamiento interesante, ya que Gonzales Prada provenía de una
familia acomodada limeña. En 1918, un año antes de que por fin se
consiguiera la jornada laboral de 8 horas, Manuel Gonzales Prada
falleció.
Producto de continuas protestas y huelgas, en 1904, el presidente José
Pardo encargó al político iqueño José María Manzanillas, la elaboración
de un proyecto sobre leyes laborales. Las medidas planteadas por
Manzanilla resultaban beneficiosas para la clase trabajadora; trataba
sobre las horas de trabajo, el descanso obligatorio, indemnizaciones por
accidentes laborales, limitación de trabajo de niños y mujeres, entre
otros temas. Inicialmente el congreso se opuso a promulgar ese
proyecto, postergándolo durante varios años.
Intelectuales como José María Manzanillas, economista, abogado,
parlamentario, un hombre muy ilustrado que abogaba tempranamente
por las reformas sociales, es decir, dar un trato justo y humanitario a los
trabajadores.
En diciembre de 1912, la lucha por las 8 horas de trabajo se acentuó. Se
convocó a una reunión de trabajadores en la llamada “Carpa de Moda”,
ubicada en la calle Lima, en el puerto del Callao. Allí el panadero Delfín
Levano, a nombre del grupo “La Protesta”, que editaba el periódico del
mismo nombre, planteó que todos los gremios reunidos presentarán un
pliego de reclamos cuyo punto número uno sería la jornada laboral de 8
horas.
El 10 de enero de 1913, los jornaleros del puerto se convirtieron en los
primeros peruanos que lograron la ansiada conquista de las 8 horas de
trabajo. El presidente Guillermo Billinghurst oyó sus reclamos. Así
mismo otros gremios obtuvieron por lo menos la reducción de la jornada
laboral.
Guillermo Billingurst, cuando fue alcalde en Lima en 1909 se preocupó
por la educación, alimentación y calidad de vida de los trabajadores.
Cuando candidateó para presidente, los obreros lo llamaron “Pan
grande” porque entre sus promesas estaba la de dar un pan grande y
barato. Al llegar a la presidencia decretó un reglamento para las huelgas
porque empezaban a suceder en distintas partes del país. Según este
reglamento toda huelga estaba garantizada, siempre y cuando las ¾ del
total de trabajadores estuviera de acuerdo.
En 1913, él también decretó la jornada de las 8 horas, pero solamente
los trabajadores del muelle.
Delfín Lévano fue el precursor de la organización obrera en el Perú.
Estuvo vinculado a la publicación de “El oprimido”, revista que orientaba
a los trabajadores sobre sus derechos.
Junto a Lévano aparecieron líderes obreros y sindicales como, Carlos
Barba, Adalberto, el ebanista Nicolas Butarra y los textiles Julio
Portocarrero y Fernando Borjas.
La actividad de las mujeres abarcaba dos esferas: trabajadoras textiles y
familiares de los trababadores.
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La Coyuntura internacional también influenció en las protestas obreras,
la primera guerra mundial y la revolución fueron acontecimiento que
repercutieron en la economía como en los planos ideológicos y políticos
del acontecer nacional.
La guerra mundial provocó una severa crisis.
Entre 1914 y 1918, sufrieron los estragos de la primera guerra mundial,
en eta coyuntura la economía de la clase trabajadora se vio muy
afectada, dando paso a la formación de sindicatos.
Las mujeres se sintieron muy afectadas por el alza de costo de vida.
Entre 1916 y 1917, ocurrieron huelgas y movilizaciones en todo el país.
La Campiña de Huacho fue escenario de violentos sucesos, donde
perdieron la vida varios peones que reclamaban sus derechos. Para
Jorge Basadre, estos peones que murieron fueron héroes historiadores
en la lucha por la jornada de las 8 horas
En julio de 1918, falleció Manuel Gonzales Prada. Ante la muerte de
este, el líder Panadero Delfín Lévano escribió un discurso en su honor.
En 1917, el gobierno del presidente José Pardo emitió varias leyes sobre
el trabajo de las mujeres y los menores, y sobre todo, del descanso
obligatorio dominical. Derivaban de los proyectos que presentó
Manzanilla, de esta la ley estableció la jornada de las 8 horas para las
mujeres. Y ellas siguieron luchando para que a los hombres también le
establezcan esta jornada.
En diciembre de 1918, los trabajadores textiles de Vitarte entraron en
huelga, la idea era defender la jornada de las 8 horas. A enero de 1919
se produjo la huelga general.
Las protestas comenzaron a partir del 12 de diciembre de 1918, pero el
13 de enero de 1919, se produjo un paro general.
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En el parque Vitarte se reunían los obreros a realizar sus asambleas.
Días antes de la huelga general se acordó la participación de los
estudiantes agrupados en la Federación de estudiantes del Perú,
formada en 1917.
La Federación de los estudiantes sería la mediadora en el diálogo para
evitar la intransigencia, surge en la primera semana de 1919
Mariategui escribe una serie de artículos, comentando estos
acontecimientos. Ese mismo día el Diario El Tiempo fue clausurado por
el gobierno, por apoyar esta causa.
En 1919, Victor Raúl Haya de la Torre (diligente estudiantil) y José
Carlos Mariategui (periodista en el diario, La Razón) ambos apoyaron a
la causa trabajadora. Años mas tarde ambos forjaron el Aprismo y el
Socialismo, para estos movimientos la reivindicación de los trabajadores
manuales, siempre fue una prioridad.
El 15 de enero se logró un acuerdo entre el gobierno y los obreros. El
Ministro de fomento Manuel Aurelio Vineli expuso al presidente la
necesidad de expedir un decreto para que fuese otorgada la jornada
laboral de 8 horas. Vineli Insistió que el movimiento obrero no tenía
matiz político, pero el Ministro de Gobierno no pensaba lo mismo.
EL tercer día de la huelga general Vineli leyó el decreto de gobierno que
concedía la jornada laboral de 8 horas.
El decreto firmado por José Pardo, estableció las 8 horas de trabajo en
los talleres y los establecimientos estatales.
Los obreros lograron una gran conquista, al lograr que se estableciera la
jornada de las 8 horas.
EL 16 de enero volvió a la normalidad la ciudad y el país, ese día se
reunieron distintos personeros, bajo la presidencia de Victor Hugo Haya
de la Torre.
Se formó la Universidad Gonzales Prada buscando que sea un factor de
desarrollo cultural en el seno de la clase trabajadora