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EL REGIMEN LABORAL

PERUANO
I.E.P: Monteverde
GRADO: Tercero de Secundaria
CURSO: Ciencias Sociales
DOCENTE: Miguel Angel Palacios Maldonado
FECHA:11/05/23
INTEGRANTES:
Caceres Alván Olenka Thais
Lujan Posada Maria Camila
Prieto Sánchez Dalia Milena
Ruiz Laureano Nolamn Patrick
INTRODUCCIÓN
La lucha por la jornada diaria de las ocho horas de trabajo, desarrollada por los obreros
del Perú, tuvo una duración de varios años, a diferencia de la realizada por el proletariado
internacional de Estados Unidos, el cual la conquistó a base de sangre y fuego en el año
1886.
En el caso peruano no fue fácil. El pueblo tuvo que realizar grandes gestas por los
derechos del proletariado, viviendo años de vicisitudes, represión y masacre. Esta lucha,
heroica y tenaz, se dio contra los patrones y el Estado, quienes se unieron para enfrentar
los reclamos obreros. Con esta acción se adjudicaron el título de auténticos enemigos de
clase. Fueron años de intensa lucha que al final rindió frutos para la clase proletaria.
A fines del siglo XIX la industria moderna se desarrollaba cada vez más. En esta época,
junto a la clase capitalista criolla, surgió el proletariado moderno, el cual se concentró
en los sectores económicos del textil, alimentación, minería y agrícola. Aparecieron en
escena los obreros, panificadores, portuarios, gráficos y ferrocarriles que conformaban
las otras fuerzas sociales de notable importancia.
Muchos de ellos habían salido de las filas del artesanado, llevado a la ruina por la libre
importación de productos extranjeros que inundaron Lima. De esta manera, a mediados
del siglo XIX el grueso del artesanado peruano llegó a una crisis profunda luego de dar
sus últimas batallas por impedir el ingreso masivo de mercaderías extranjeras.
Por consiguiente, los problemas que enfrentaba la clase trabajadora eran varios. El
artesanado laboraba sin jornada de trabajo, es decir, de lunes a domingo (trabajando
sobre lotes de pedidos) entre 10 a 16 horas diarias. Además, las condiciones eran
pésimas: mala alimentación y salarios que no compensaba las continuas alzas del costo
de vida. Asimismo, el trabajo no está reservado solo a los adultos, hombres y mujeres,
ya que también laboraban niños.
El 15 de enero de 1919, se conquistó las 8 horas de trabajo gracias a la lucha de los
obreros panaderos “Estrella del Perú”, textiles, tejedores, cigarreros, tipógrafos,
albañiles, sastres y ferroviarios. A nivel provincial la lucha se dio en Arequipa, Huacho,
Sayán, Pativilca, Trujillo, Talara y Negritos, entre otros lugares. Como resultado de estas
heroicas jornadas de lucha que se iniciaron en el siglo pasado, el presidente José Pardo
y Barreda (mediante el Decreto Supremo del 15 de enero de 1919) estableció en el Perú
la Jornada de las 8 horas de trabajo.
ANTECEDENTES

Ricardo Martínez de la Torre en 1947, Apuntes para una interpretación Marxista de la


Historia Social del Perú, vol. 1, en donde destaca el extenso capítulo “El movimiento
obrero peruano 1918-1919”, que circulara independientemente.
César Lévano publicó un folleto en 1967 “La verdadera historia de la jornada de las ocho
horas en el Perú”.
Wilfredo Kapsoli en 1976, Las luchas obreras en el Perú 1900-1919; Piedad Pareja
en1978, Anarquismo y sindicalismo en el Perú (1904-1929 Denis Sulmont 1981 su
valioso libro El movimiento obrero peruano (1890-1980).
Carlos Basombrío con abundantes fotografías extraídas de revistas y periódicos de la
época, El movimiento obrero. Lima: Tarea Asociación de Publicaciones Educativas. 70
pp. Y, finalmente, entre otros, destacamos el libro testimonial de Julio Portocarrero
publicado en 1987, Sindicalismo peruano. Primera etapa, 1911-1930.
César Lévano publicó un libro de homenaje a su padre y abuelo con abundantes
documentos (2006).
Manuel y Delfín Lévano. La utopía libertaria en el Perú; en el 2016 publicamos Las
luchas sociales en el Perú. Huacho 1916-1917, resaltando el papel de los jornaleros
huachanos en la conquista de las ocho horas de trabajo. Y, en el presente año, Año del
Centenario de la Conquista de las Ocho Horas de Trabajo, se publicó un único libro,
gracias a César Lévano, Las ocho horas. La historia real de una conquista
exclusivamente obrera.
Las fuentes documentales y hemerográficas siguen siendo las más valiosas para el
estudio del tema. Periódicos como El Tiempo, La Protesta, La Crónica, La Prensa o El
Comercio, merecen ser revisados para una justa valoración del esfuerzo de los
trabajadores para la conquista de la jornada laboral de ocho horas. En esta valoración
hay que destacar la decisión del Ministerio de Cultura que, mediante Resolución
Viceministerial Nº 013-2019-VMPCIC-MC del 30 de enero de 2019, declaró
como Patrimonio Cultural de la Nación a los diecisiete libros de actas, inscripciones y
comunicaciones de la Federación de Obreros Panaderos Estrella del Perú (El Peruano,
2019), la Federación de Trabajadores que tuvo rol protagónico en esta gesta. La
exigencia de la jornada de ocho horas de trabajo no surgió en el Perú, buscamos sus
raíces y, en forma breve, ofrecemos referencias desde su conquista en los Estados Unidos
y su expansión a otros países, especialmente el Perú. Para el caso nuestro, siguiendo un
orden cronológico y resaltando los aspectos cualitativos de cada etapa, analizamos los
logros y las limitaciones de los movimientos por ocho horas orientadas por
anarcosindicalismo, hasta su oficialización el 15 de enero de 1919. Conquista de los
trabajadores que es menester estudiar, conocer y valorar.

MOVIMIENTO OBRERO
También conocido como obrerismo, es un movimiento político en el que los trabajadores
asalariados se asocian, temporal o permanentemente, con fines profesionales o políticos,
pero siempre en función de su naturaleza obrera, es decir, de su condición de «persona
que vende su fuerza de trabajo a otra, llamada capitalista, que posee los medios de
producción y que es también dueña de los bienes producidos»
Los tejedores británicos, antiguos artesanos, se organizaron en cofradías o hermandades
que tomaban el modelo de los gremios medievales. Estas cofradías agrupaban a los
trabajadores que se asociaban para ayudarse mutuamente, como los mártires de
Tolpuddle. Aunque este movimiento no cuestionaba la industrialización, sino que
reclamaba mejoras en las condiciones laborales, las primeras manifestaciones del
movimiento obrero se plasmaron en el ludismo: la destrucción de máquinas, a las cuales
se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano.
La primera forma organizativa del movimiento obrero recibe el nombre de societarismo,
ya que se basó en la formación de sociedades obreras de dos tipos: las sociedades de
ayuda mutua y las sociedades de resistencia
Parte de la historia del movimiento obrero ha estado marcada por la persecución y la
clandestinidad.
En los primeros decenios de la industrialización se produjo una degradación de
las condiciones de vida de los trabajadores:
• Aumento de la jornada laboral.
• Pérdida salarial.
• Generalización del trabajo infantil y femenino.
• Negación ante la ayuda económica para enfermedades, paro forzoso o vejez.

Por todo esto se crearon los sindicatos en los que se reunía la gente trabajadora de un
mismo oficio para defender sus reivindicaciones mediante huelgas. Constituían
sociedades de ayuda mutua, las cuales disponían de cajas comunes con capital
proveniente de las cuotas de los asociados.
Durante las décadas de 1830 y 1840 se fundaron asociaciones obreras en los países del
continente europeo, entre los que se encontraban Alemania, Francia, España y Bélgica.
En los años 1838 y 1848, el movimiento obrero británico pasó a la acción política
utilizando el cartismo (consistió en un movimiento en Inglaterra que trató de presionar al
parlamento mediante la recogida de firmas en apoyo a determinadas cartas donde se
reivindicaban ciertos derechos. En una de ellas, concretamente en el año 1838, se definía
un programa democrático basado en el sufragio universal masculino). El cartismo
organizó huelgas, pero el movimiento fracasó a causa de la represión, de las divisiones
internas y la derrota de la revolución de 1848 en Europa
Dentro de esta época se producen las más importantes características de segunda mitad
del siglo XIX en cuanto al movimiento obrero: en primer lugar, surge el socialismo
científico de Marx y Engels, dando así el fundamento teórico necesario en momentos
donde surgen los Parlamentos modernos en los distintos países capitalistas de Europa. En
relación con esto, las doctrinas socialistas empezaron a crear partidos de clase, (de
carácter exclusivamente obrero) con el nombre de Partido socialdemócrata

LA JORNADA LABORAR DE 8 HORAS EN DIFERENTES PAÍSES


Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XVIII en Inglaterra, y siglos XIX e
inicios del XX en otras zonas del mundo, las condiciones de trabajo empeoraron
considerablemente. La industria privada era la que contrataba la fuerza de trabajo, y por
tanto organizaba sus condiciones en su beneficio. Estos cambios llevaron a jornadas de
trabajo agotadoras de hasta 14 horas, y 16 horas, indefensión en casos de enfermedad,
vejez o accidentes, trabajo infantil desde los 6 años, etc. En la zona de New Lanark,
Escocia, Owen adquirió las fábricas de hilo más grandes de la zona, e implantó una serie
de cambios significativos: limitó el trabajo infantil, y estableció escuelas para los niños
que trabajaban en sus fábricas, mejoró la salubridad de estas y estableció la jornada de 10
horas y tres cuartos para los trabajadores. A inicios del siglo XIX, propondría una nueva
reducción a ocho horas, con su lema “8 hours labour, 8 hours recreation, 8 hours rest”
(8 horas de trabajo, 8 de diversión y 8 de descanso). Los primeros países que se han de
destacar por su establecimiento de forma estatal y a todos los trabajadores de la jornada
de ocho horas a inicios del siglo XX, fueron la antigua URSS, España, Portugal, y Francia,
entre otros. La Unión Soviética fue pionera en este ámbito ya que estableció por decreto
la jornada de ocho horas tras la Revolución de octubre de 1917. En España, el Real
decreto de 3 de abril de 1919 estableció la jornada de ocho horas de trabajo diario, y 48
horas semanales. Esta fue motivada por la situación de agitación social que se dio en
España a inicios del siglo XX, que culminó con la huelga de los trabajadores de “La
Canadiense”, una empresa de producción y distribución de energía eléctrica, a la que
siguieron otras más, llegando a producirse el paro del 70% de las fábricas barcelonesas.
En Portugal, el decreto del 7 de mayo de 1919 establecía la jornada de ocho horas para
todos los trabajadores estatales y privados, exceptuando a los rurales y domésticos. La
medida estuvo también alentada por la presión de la oleada de huelgas de 1919 que se dio
en este país, y que estuvo apoyada por el sindicato UGT de Portugal (União Geral de
Trabalhadores). Le seguirían países como Francia, que establecería la jornada de ocho
horas a finales de abril de 1919, propuesta por el gobierno de Clemenceau. Otros países
que incorporaron esta reforma a su legislación entre 1919 y 1922 fueron: Noruega, Suiza,
Suecia, Bélgica, etc. El resto de países de Europa y otras partes del mundo irían
incorporando la jornada de ocho horas a su legislación posteriormente. Aspectos como la
inclusión dentro del Tratado de Versalles de 1919 de la jornada máxima de trabajo en
ocho horas o la constitución ese mismo año de la Organización Internacional del Trabajo,
que servía como vía para promulgar normas laborales, influirían en estas decisiones.

IMPACTO DE LA JORNADA LABORAL DE 8 HORAS


En conmemoración por los cien años de la promulgación de la Ley de la jornada de las
ocho horas en el Perú hemos consultado a diferentes profesores universitarios, activistas
y líderes sindicales acerca de las condiciones que permitieron este importante logro de
la clase trabajadora, así como los avances y retrocesos en materia de legislación laboral
en nuestro país.
Del mismo modo, les consultamos acerca de las perspectivas futuras de las luchas por
nuestros derechos, tanto laborales como ciudadanos, así como los nuevos retos y peligros
que se enfrentan ante la arremetida del neoliberalismo globalizador.
Agradecemos a Carmela Sifuentes, vicepresidenta de la CGTP, María del Pilar Tello,
docente universitaria, Rocío Silva Santisteban, escritora y activista, José Ñique de la
Puente, jurista y docente universitario y Alfredo Velásquez, secretario general del Sutep,
por su colaboración para la realización de este especial. Debido al crecimiento del
capitalismo y gracias a los avances tecnológicos producidos durante la revolución
industrial, los obreros sufrieron condiciones de trabajo inhumanas, siendo obligados a
trabajar en jornadas de 12, 14 y 16 horas sin ningún tipo de beneficio social.
El primero de mayo de 1889, por primera vez en la historia mundial, se alcanzó el
derecho a la jornada de ocho horas gracias a los mártires de Chicago. La propuesta
consistía en tener ocho horas para trabajar, ocho horas para el esparcimiento y ocho horas
para descansar.
En el Perú, los sindicatos de panaderos, estibadores, textiles, etc. lograron este derecho
luego de una ardua lucha. Así fue como el 15 de enero de 1919 se alcanzó el derecho a
la jornada de las ocho horas en el Perú.

CONCLUSIONES
- La jornada de 8 horas de trabajo trajo demasiado caos por la lucha y derechos del
ser humano trajo con ello grandes gestas por proteger a todas las personas trabajar
más de ocho horas diarias incide en la salud física y emocional del trabajador;
exponiéndolo a un mayor riesgo de depresión, estrés laboral, ansiedad y ausencia
de descanso.
- El primero de mayo de 1889, por primera vez en la historia mundial, se alcanzó el
derecho a la jornada de ocho horas gracias a los mártires de Chicago. La propuesta
consistía en tener ocho horas para trabajar, ocho horas para el esparcimiento y ocho
horas para descansar jornada de ocho horas hace referencia a la reivindicación del
movimiento obrero por la reducción de la jornada laboral y el establecimiento de
las ocho horas de trabajo diarias, 40 horas en la semana laboral de 5 días, también
conocido como el movimiento por la jornada reducida.
- La mayoría de países como Argentina, Bolivia y Brasil son ocho horas por día y 48
horas por semana. El turno de 8 horas es una norma global en la que los empleados
tienen que trabajar diariamente, 5 días a la semana, para que el total de horas sea
40, según la misma norma. Existen tres categorías de turnos, dependiendo del
horario de negocio
- En conclusión, Que todos nosotros luchamos por un derecho q nos correspondía ya
que el exceso de trabajo tubo consecuencia en varias personas como estrés ansiedad
y muchos puntos más lo bueno fue que una larga espero dio frutos ya que se cumplió
con un derecho del ser humano de no trabajar más de 8 horas por causas de estrés y
toda la lucha valió la pena ya q muchas personas salieron a las calles a protestar por
un algo como el derecho que nos corresponde
BIBLIOGRAFÍA
https://www.larazon.es/economia/20220218/47x5asszgffsdhtdtzamtezxmu.html#:~:text=En%g20Espa%C
3%B1a%2C%20el%20Real%20decreto,diario%2C%20y%2048%20horas%20semanale s.
https://sutep.org/opiniones/100-anos-de-la-conquista-de-las-8-horas-de-trabajo-en-el-peru/

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