0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
27 vistas15 páginas
Este documento describe los procedimientos de reanimación neonatal. Explica los cambios fisiológicos que ocurren durante el nacimiento y la importancia de evaluar al recién nacido para identificar cualquier problema de transición. Detalla los pasos de la reanimación, incluyendo asegurar la vía aérea, proporcionar ventilación y masaje cardíaco si es necesario. Resalta la importancia de mantener la temperatura corporal, especialmente en prematuros.
Este documento describe los procedimientos de reanimación neonatal. Explica los cambios fisiológicos que ocurren durante el nacimiento y la importancia de evaluar al recién nacido para identificar cualquier problema de transición. Detalla los pasos de la reanimación, incluyendo asegurar la vía aérea, proporcionar ventilación y masaje cardíaco si es necesario. Resalta la importancia de mantener la temperatura corporal, especialmente en prematuros.
Este documento describe los procedimientos de reanimación neonatal. Explica los cambios fisiológicos que ocurren durante el nacimiento y la importancia de evaluar al recién nacido para identificar cualquier problema de transición. Detalla los pasos de la reanimación, incluyendo asegurar la vía aérea, proporcionar ventilación y masaje cardíaco si es necesario. Resalta la importancia de mantener la temperatura corporal, especialmente en prematuros.
REANIMACION NEONATAL El proceso del nacimiento se acompaña de grandes cambios fisiológicos, que en ocasiones revelan alteraciones que no planteaban ningún problema durante la vida intrauterina. Por ese motivo, en todo parto debe haber una persona experta en reanimación neonatal. La edad gestacional y los parámetros de crecimiento ayudan a identificar el riesgo de patología neonatal.
El ABC de la reanimación neonatal es el mismo que el de los adultos:
A = vía aérea (airway); B = respiración (breathing) y C = circulación. A esto se agrega una medida muy importante en el recién nacido, que es mantener la temperatura corporal. La acción más importante y efectiva en reanimación es aportar oxígeno a los pulmones del RN; para lograr esto se debe tener conocimiento de los cambios fisiológicos que ocurren al nacer, los diagramas de flujo de la reanimación, los factores de riesgo para la reanimación y el equipo y personal necesarios.
Los cambios fisiológicos que ocurren durante el nacimiento hacen de
este proceso un estado único y especial, en que la vida y la muerte están muy cercanas. Los principales protagonistas de estos cambios son el pulmón y la circulación. El feto en el útero no necesita los pulmones para oxigenar la sangre, sino que utiliza la placenta como órgano de intercambio gaseoso y los alvéolos están llenos con líquido pulmonar fetal; las arteriolas están vasocontraídas, el flujo pulmonar está disminuido y el flujo sanguíneo es desviado a través del ductus arterioso, de modo que la sangre fluye desde la arteria pulmonar a la aorta. Pulmón y circulación en el feto
Después del parto se produce la expansión del pulmón con aire y el
líquido pulmonar fetal sale desde el alvéolo, para ser reabsorbido; se produce dilatación de las arteriolas pulmonares y aumento del flujo sanguíneo; como consecuencia de todo esto, aumenta el nivel de oxígeno sanguíneo, se contrae el ductus arterioso y la sangre fluye a través de los pulmones para captar oxígeno.
Si cualquiera de los fenómenos propios de la transición se altera, el
recién nacido tendrá dificultades. Esto puede ocurrir por: respiración insuficiente, bloqueo de vía aérea o ambos; pérdida excesiva de sangre o pobre contractilidad cardiaca o bradicardia; o por vasoconstricción sostenida de las arteriolas pulmonares. Los signos de un recién nacido con problemas de transición son: cianosis, bradicardia, hipotensión sistémica, esfuerzo respiratorio deprimido e hipotonía. Los diagramas de flujo tienen como objetivo lograr que el equipamiento y el personal de reanimación estén preparados: es fundamental contar con un equipo de reanimación adecuado para estos casos; debe haber una persona entrenada en reanimación en cada parto; si es necesario se debe reclutar personal adicional para un parto complicado; el equipo necesario debe estar listo, incluyendo calor radiante encendido y equipamiento de reanimación revisado; finalmente, debe estar claro el concepto de equipo.
La interrupción de la transición normal da lugar a la apnea. Cuando
hay sufrimiento fetal se produce, en primer lugar, una apnea primaria, de la que el feto se puede recuperar; posteriormente ocurre la apnea secundaria, que requiere de una reanimación vigorosa. La apnea primaria se caracteriza por intentos respiratorios rápidos seguidos de cese de la respiración, con disminución de la frecuencia cardíaca; la presión sanguínea se mantiene y el niño responde a la estimulación. En la apnea secundaria cesan las respiraciones, disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial y el niño no responde a la estimulación
Acciones primarias en reanimación neonatal
Es importante recordar que las acciones primarias en reanimación
neonatal están dirigidas a aportar oxígeno a los pulmones del RN y que todos los recién nacidos requieren de evaluación inicial al nacer. Para ello, las cinco preguntas más importantes que se deben formular sobre el recién nacido son las siguientes:
¿Tiene meconio en la piel y/o vía aérea?
¿Respira o llora? ¿Tiene buen tono? ¿Está cianótico o rosado? ¿Es de término
El reanimador tiene sólo algunos segundos para responder a estas
preguntas. Si la respuesta es no a las últimas cuatro, se debe iniciar la reanimación. Ésta se realiza por un corto periodo de tiempo y luego se deben tomar 30 segundos para evaluar la respuesta al paso anterior y decidir si necesita ir al próximo paso. La evaluación y decisión se basan primariamente en la respiración, frecuencia cardiaca y color.
Vía aérea: Es necesario aportar oxígeno a flujo libre en los pasos
iniciales: si el RN respira y está cianótico, o si el RN está en apnea e inicia respiración con pasos iniciales, antes del secado y estimulación. NO se necesita aportar oxígeno a flujo libre si el RN está en apnea y sigue apneico durante los pasos iniciales; en este caso necesita ventilación a presión positiva después de despejar la vía aérea, secarlo y posicionarlo apropiadamente. La evaluación de estos pasos, como ya se dijo, se basan en la respiración, frecuencia cardiaca y color Respiración: Si hay apnea o la frecuencia cardiaca es menor de 100, se debe asistir la respiración del recién nacido proporcionando ventilación con bolsa y máscara por 30 segundos; luego, evaluar nuevamente. Si la frecuencia cardiaca es menor de 60 a pesar de adecuada ventilación, se debe apoyar la circulación iniciando masaje cardíaco mientras se continúa ventilando y luego, volver a evaluar. Si la frecuencia cardiaca persiste menor de 60 lpm a pesar de una adecuada ventilación y masaje cardíaco (30” ventilación + 30” ventilación y masaje), se debe administrar adrenalina mientras se continúa con ventilación a presión positiva y masaje cardíaco.
Diagrama de flujo de la reanimación
Desde 2005 hay algunos cambios en relación con las dosis de
adrenalina y se prefiere administrarla por vía endovenosa, no por el tubo endotraqueal. Lo que más interesa en la actualidad es evaluar la frecuencia cardiaca: si es menor de 60, mayor de 60 o si está sobre 100 latidos/minuto. Si la frecuencia cardiaca es mayor de 100 significa que el paciente está mejorando. Los prematuros tienen mayor riesgo de presentar asfixia, por varios motivos: tienen déficit de surfactante, mayor pérdida de calor, mayor probabilidad de infección y son más susceptibles a hemorragias intracraneales. La piel de los prematuros es más delgada y permeable, tiene menor cantidad de grasa subcutánea y la relación superficie/masa corporal es mayor, debido a lo cual las pérdidas pueden llegar a ser hasta de 5 cc/kg/h; por eso, estos niños deben estar en lugares con temperatura ambiente elevada y cubiertos con cobertores plásticos transparentes. Es muy importante prevenir las pérdidas de calor, ya que la hipotermia puede desencadenar vasoconstricción pulmonar, cianosis y síndrome de circulación pulmonar persistente; para esto se debe colocar al RN bajo calor radiante, secarlo completamente y retirar los paños mojados.
Cuna radiante para resucitación del recién nacido
Luego se debe despejar la vía aérea, colocando al niño en posición
correcta. Despejar la vía aérea: posición de la cabeza correcta e incorrecta para la resucitación
En caso de presencia de meconio, si el RN está vigoroso, con buen
tono muscular, buen esfuerzo respiratorio y frecuencia cardíaca sobre 100 latidos/minuto, se debe utilizar una pera de goma o una sonda de aspiración gruesa para aspirar secreciones de boca y nariz. Si hay presencia de meconio y el recién nacido no está vigoroso, se debe efectuar aspiración traqueal, aunque nunca se debe retrasar la reanimación por continuar con la aspiración, ya que es más fácil tratar la aspiración de meconio que la asfixia neonatal. Cuando se efectúa la aspiración traqueal, se debe administrar oxígeno a flujo libre durante el procedimiento; introducir laringoscopio, usar sonda de aspiración 12F o 14F para aspirar boca y faringe; introducir tubo en la tráquea; conectar una fuente de aspiración al TET; aspirar a medida que se retira el TET lentamente; y repetir las veces que sea necesario . Para despejar la vía aérea si no hay meconio, se debe aspirar primero la boca y luego la nariz y luego se debe secar, estimular y reposicionar al recién nacido. La estimulación táctil de la respiración se debe hacer mediante métodos aceptados, evitando formas de estimulación potencialmente peligrosas, como palmadas en la espalda, comprimir la caja torácica, forzar los muslos sobre el abdomen, dilatar el esfínter anal, compresas o baños de agua fría o caliente y sacudir al RN .
Métodos aceptados para estimulación táctil de la respiración en el
recién nacido
Si el recién nacido está respirando, pero presenta cianosis, se debe
administrar oxígeno a flujo libre, que debe estar calefaccionado y humidificado si se va a aportar por tiempos prolongados; se debe aportar lo suficiente para que el recién nacido adquiera coloración rosada, con un flujo aproximado de 5 l/min. Se puede administrar mediante bolsa inflada por flujo, máscara de oxígeno u oxígeno por sonda.
Métodos para administrar oxígeno a flujo libre
Las indicaciones de ventilación a presión positiva son: apnea o
respiración entrecortada (gasping), frecuencia cardiaca menor de 100 latidos/minuto, aun si respira, y cianosis central persistente a pesar de oxígeno 100% a flujo libre. Cuando se realizan maniobras de ventilación, cualquiera sea el método de administración que se elija: bolsa inflada por flujo o bolsa autoinflable, se debe conocer la presión que se está entregando para evitar causar daño pulmonar. Partes de una bolsa inflada por flujo. B: Partes básicas de una bolsa autoinflable
Cuando se utiliza la bolsa autoinflable, la cantidad de presión
entregada depende de tres factores: la fuerza con que se comprime la bolsa, la presencia de cualquier escape entre la máscara y la cara del recién nacido, y el punto de apertura de la válvula de liberación de presión. Las bolsas para ventilar deben tener por lo menos una medida de seguridad para evitar la presión excesiva, ya sea un manómetro de presión y válvula de control de flujo, o válvula de liberación de presión.
Está comprobado que sólo unas cuantas ventilaciones manuales no
controladas, en un pulmón sin surfactante, pueden causar daño pulmonar irreversible y que el grado de daño se relaciona con el volumen empleado. Hay evidencias que recomiendan la ventilación suave o poco agresiva en la sala de partos, para lo cual se utiliza un resucitador manual tipo Neopuff, que proporciona presión inspiratoria positiva (PIP) y presión positiva de fin de espiración (PEEP) controladas . Resucitador tipo Neopuff
Los pasos para una reanimación neonatal óptima con el reanimador
son: configuración del Neopuff; verificación de parámetros, incluso el ajuste de flujo deseado de gases entre 5 y 15 l/min; fijar el PIP o PIM, fijar el PEEP y proceder a efectuar la reanimación. El Ministerio de Salud tiene un proyecto para dotar las unidades de más de 500 partos con un Neopuff más un saturador, para evitar el barotrauma. El costo del Neopuff no es alto; tiene un manómetro, se constituyen los parámetros, se puede agregar aire y oxígeno, la mezcla de ambos u oxígeno solo, se fija la presión máxima y se fija el PEEP. Cuando el niño mejora, aumenta la frecuencia cardiaca, mejora el color y comienza a respirar en forma espontánea. Cuando el niño no mejora, se debe revisar el oxígeno, la bolsa, el sellado y la presión; si la bolsa es adecuada y está sellada, se debe verificar que el movimiento del tórax sea adecuado y que se está administrando oxígeno 100%. Si todo esto está en orden y no hay mejoría, se debe proceder a intubar al niño y revisar el murmullo vesicular, porque podría haber un neumotórax.
Si a pesar de la intubación y ventilación el recién nacido no mejora,
se comienza con el masaje cardiaco, que se puede hacer mediante dos técnicas: la de los dos pulgares y la de los dos dedos. La técnica de los pulgares es la preferida, ya que es menos agotadora y permite controlar mejor la profundidad de la compresión. La técnica de los dos dedos conviene más cuando hay un solo reanimador, es mejor para manos pequeñas y permite acceder al cordón umbilical con fines de medicación. Con ambas técnicas se obtiene igual resultado, siempre que no sean traumáticas. Indicaciones de masaje cardiaco: Frecuencia cardiaca menor de 60 lpm a pesar de 30 segundos de ventilación a presión positiva efectiva.
Se ilustra el área de compresión y la técnica de los pulgares: se debe
presionar en el tercio inferior del esternón, evitando el apéndice xifoides para prevenir una laceración hepática y evitando las fracturas de esternón y de costilla.
Masaje cardiaco: posición de los pulgares o de los dos dedos
(izquierda)
Después de 30 segundos de masaje cardíaco y ventilación, bien
coordinados, se debe suspender y evaluar la frecuencia cardiaca por 6 segundos; si no ha mejorado se debe administrar adrenalina.