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(JUAN 21)
INTRODUCCIÓN
Como todos sabéis, en la Biblia hay 4 Evangelios donde se narran la Vida, Ministerio y
Obra del Señor Jesús, siendo los 3 primeros (Mateo, Marcos y Lucas) conocidos como
los SINÓPTICOS, porque presentan muchas similitudes estructurales y se pueden leer
practicamente en paralelo.
Es un Evangelio muy profundo, bastante teológico y precioso; sus palabras van directas
a nuestro corazón.
Si en mateo se nos presenta a Jesús como el Rey Prometido, en Marcos como el siervo y
en Lucas como el hijo del hombre, en Juan se nos presenta como el Hijo eterno de Dios.
El Discípulo Amado (Juan), siendo plenamente inspirado por Dios Espíritu Santo,
escribió este magnífico y abrumador Evangelio.
La 1ª mitad del Evangelio de Juan (hasta el capítulo 12) habla de SU Ministerio Público,
y la 2ª mitad (desde el capítulo 13 hasta el final) se centra en SU Ministerio privado con
Sus Discípulos.
En este Evangelio se enfatiza más que en ningún otro la Deidad y Eternidad de Cristo,
además nos habla de 7 señales (más una final que será la que hoy vamos a tratar de
exponer), además nos habla de 7 discursos, los 7 «Yo Soy» de Jesús:
Pan de Vida
Luz del mundo
La Puerta
El Buen Pastor
La Resurrección y la Vida
El Camino, la Verdad y la Vida
La Vid Verdadera
Esta es la meta y propósito final de todo cuanto Juan escribió siendo, como hemos dicho
antes, plenamente inspirado por el Espíritu Santo
CREER Y SEGUIR CREYENDO (un verbo que Juan repite casi 100 veces
solamente en este Evangelio)
Este parece ser el punto más alto, el broche de oro, la culminación a un precioso
Evangelio, el resumen final del mismo.
Parece un final lógico, un gran final, un final redondo, completo y feliz para el
Evangelio más bonito y profundo de todos, PERO NO ES EL FINAL.
¿Por qué finalizar con Juan 21 con lo bien que quedó Juan 20?
¿Por qué acabar con Pedro cuando se pudo haber acabado con Cristo?
Con lo bonito que hubiese sido pasar de Juan 20, directamente a Hechos de los
Apóstoles.
Antes de nada, déjame decirte que muchos eruditos y estudiosos bíblicos han intentado
(sin éxito) desacreditar la autoría de Juan de este capítulo.
Dejar puesto el marcapáginas de vuestras Biblias por JUAN 21, porque aunque veamos
otros textos, realmente NO saldremos de ahí.
Desde SU Resurrección Nadie vio a Jesús por accidente, casualidad o curiosidad, sino
que ÉL se revelaba a Sí Mismo; es decir, si ÉL NO se revelaba NO era reconocible a los
demás: como le pasó a María Magdalena o los discípulos que iban a Emaús, de la
misma manera que hoy, por la iluminación del Espíritu Santo y, a través de la Palabra,
se nos revela a nosotros.
1ª Corintios 2:14 «Pero el hombre natural NO percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y NO las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.»
JUAN Capítulo 21: nos vamos al lago de agua dulce más bajo del mundo, el Lago
Genesaret, también conocido como Mar de Galilea o de Tiberias, que debe su nombre
en honor a la ciudad de Tiberias, fundada por Herodes Antipas en honor al emperador
romano Tiberio César; ahí el Jesús Resucitado se va a manifestar a SUS Discípulos
(concretamente a 7 de ellos), y lo va hacer tras una larga noche de fracaso humano.
Antes de nada, ellos conocían perfectamente a Jesús; le habían visto, tocado, palpado,
oído, habían visto Sus Milagros y escuchado sus enseñanzas, PERO ÉL ya NO estaba
con ellos como al principio de SU Ministerio, tampoco habían habían recibido al
Espíritu Santo, en definitiva ellos debían esperar y esa espera les desconcertaba un
poco.
¿Seguimos Nosotros nuestra vida propia, por nuestra cuenta o seguimos realmente a
Cristo, con lo que conlleva e implica?
Estaban todos los pescadores, los mismos que se dedicaban profesionalmente a la pesca
antes del llamado de Jesús a sus vidas, pero este comienzo ya de por sí NO es el idóneo,
NO ES BUENO.
Jesús les ordenó, les mandó que fueran a una montaña en Galilea (Mateo 28:16-17), y
allí esperasen Sus Instrucciones, pero en lugar de esto, descienden al lago, arrastrados
por el impetuoso Pedro, y ¿Qué es lo que vemos?
Ellos estaban llenos de incertidumbre, muy al contrario con la actitud que mostraron el
Día de Pentecostes
Tal vez, en un primer momento estuvieran allí esperando donde se les indicó, y mientras
esperaban a Jesús entró el hambre y, en vez de aguantar y esperar a Jesús, esperar en SU
Promesa, ellos hicieron uso de sus habilidades, de su experiencia como pescadores para
proveer de sus necesidades propias, y optaron por NO quedarse en ese monte.
Mateo 6:33 «Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia, y Todas estas
cosas os serán añadidas»
Confiaron en ellos mismos al irse de pesca, en vez de confiar en que Cristo proveería de
sus necesidades.
NO voy a decir que apostataron de la fe ni mucho menos, pero tampoco diré que era una
mera actividad recreacional o un pasatiempos de un día puntual; era algo MAS
GRAVE que eso, pues ellos estaban comenzando a replantearse el regresar a su anterior
vida sin Cristo, estaban decidiendo ser autosuficientes por sí mismos, demostrando que
realmente sin Jesús eran totalmente insuficientes.
Juan 16:32 «He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada
uno por su lado, y ME dejaréis sólo; mas NO estoy sólo, porque el Padre está
conmigo.»
Muy importante este detalle: En otras traducciones de la Biblia (LBLA) NO dice que
entraron en una barca, sino que entraron en «LA» Barca (usa un artículo definido), tal
vez sea la de Pedro, una barca de pesca donde cabían todos y que, de algún modo,
representaba la antigua vida de Pedro, la vida que una vez tuvo hasta que Jesús
apareció.
NO ES UNA RECREACIÓN, ES EL PRINCIPIO DE UNA POSIBLE
REGRESIÓN.
Estaban a 90-100 metros de la Costa, y lejos de donde Jesús se citaría con ellos.
Esta breve escena representa el FRACASO HUMANO de los discípulos de Jesús que
NO están haciendo lo que Dios los ha llamado a hacer, sino que están viviendo su
propia y antigua vida, tratando de seguir así a Jesús, intentado valerse y proveerse por sí
mismos.
Ellos eran pescadores experimentados, ellos estaban en un mar lleno peces, muy
conocido por ellos, y además durante toda la noche, el tiempo propicio e ideal para
pescar y NO pescaron ni un insignificante pez en toda la noche.
Mateo 4:19 » Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.»
De repente, en medio de ese fracaso de toda una larga y oscura noche, amanece y
aparece la Luz, llega la Esperanza y, EL SEÑOR, a quien ellos aún NO reconocían les
lanza una pregunta con ironía, a la vez de una reprensión envuelta de amor y dulzura.
En otras palabras le estaba diciendo: «Pedro, ¿NO tienes peces, no? ¿NO habéis
pescado nada, no?
Toda la noche intentando pescar algún pez, NO había ninguno en toda la zona y Jesús
les dice:
¿Dónde?
Precisamente en ese mismo lago, en ese mismo mar, y con esa misma barca (la de
Pedro), muy probablemente de testigo.
Ellos debían haber recordado, que en ese mismo lugar, tiempo atrás El Señor los
comisionó a pescar NO peces, sino almas, y además hizo ante ellos el mismo milagro
que a continuación va a realizar.
La misma voz que dijo a un cadáver de varios días: «¡Lázaro, sal fuera!
El Propósito de este milagro NO era otro que abrirle los ojos a los discípulos, hacerles
(y hacernos ver) ver su total insuficiencia y fortalecer la fe; lo mismo para nosotros
cuando leemos con fe estas palabras.
V.7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor!
Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había
despojado de ella), y se echó al mar.
Juan, el autor de este Evangelio y el escritor de estas palabras le dice NO a todos sino al
cabecilla, al líder, al protagonista de hoy, a Pedro: «¡ES EL SEÑOR!»
Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues NO
distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender a tierra, vieron brasas
puestas, y un pez encima de ellas, y pan.
Jesús ha preparado el desayuno para Sus Discípulos, pero especialmente para uno de
ellos, para Pedro.
Ellos, al igual que nosotros, debemos saber que ÉL satisface Toda y cada una de
nuestras necesidades.
Jesús les acababa de dar la demostración práctica de Sus Palabras a ellos (y también
para nosotros) en el Aposento Alto:
Juan 14:13-14 «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que El
Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré»
Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la
red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la
red NO se rompió.
Esta era una prueba de que el autor, es decir, Juan era testigo ocular de este milagro.
Ahora la red NO se rompía, no como en Lucas 5, donde vemos que tras el milagro de la
pesca milagrosa, la red se rompía.
Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle:
¿Tú, quién eres? sabiendo que era El Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les
dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus
discípulos, después de haber resucitado de los muertos.»
Si la desobediencia y la «autosuficiencia» de los discípulos empiezan con un rotundo
fracaso, la Obediencia y la dependencia al Señor siempre es garantía de éxito.
Salmo 119:1-2 «Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de
Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le
buscan»
Apocalipsis 22:7 « !!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las
palabras de la profecía de este libro.»
Como ante dijimos, Jesús preparo cada detalle, por minucioso que pareciera de este
encuentro.
Veamos antes nada el por qué de este encuentro, es decir, LA CAUSA, EL POR QUÉ,
la cuenta pendiente:
Pedro es realmente quien mejor nos podría representar a todos nosotros en esta historia;
capaz de lo mejor y de lo peor, capaz de servir al Señor, confesarlo y tener una
revelación maravillosa de Quién es ÉL y a los dos minutos alejarse de SU Perfecta
Voluntad y tratar de impedir que vaya a la Cruz.
Era capaz de afirmar lealtad y fidelidad, y luego hacer y actuar conforme a su vida a su
naturaleza, conforme a su «yo».
Mientras Jesús iba camino al Gólgota a morir por Pedro (y por Todos nosotros); él, que
lo seguía de lejos, manifestó NO conocerlo, y su posición dentro del grupo de los
Discípulos, así como su condición espiritual había quedado un poco en duda.
Lucas 22:31-34 «Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido
para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una
vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no
sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo NO
cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.»
ÉL podía haber reemplazado a Pedro por otro, o a todos los discípulos por otro grupo.
Al fin y al cabo, habían estado durante 3 años día tras día con El Maestro y aún
actuaban así, como si NO le conocieran, cómo si no supieran nada absolutamente de ÉL
ni lo que es capaz de hacer
Pedro estaba hundido, estaba decepcionado consigo mismo, se veía incapaz con el
llamado de Dios, PERO a la vez se veía muy capaz con pescar, con su vida anterior.
Si, 3 años atrás, y después de una pesca milagrosa en el Mar de Galilea (Ver Lucas 5:1-
11) Jesús lo llama al Ministerio, es ahora, después de otra pesca milagrosa en el mismo
mar que él fue restaurado para el Ministerio.
Ahora Jesús se centra en Pedro, clava Sus ojos en él, va a provocar y propiciar
la RESTAURACIÓN de aquel que cayó, le negó y le traicionó.
Era necesario que le confesará 3 veces, y era muy necesario que lo hiciera delante de los
demás, para que NO hubiera ninguna duda.
Y ahora viene lo más importante de todo el CAPÍTULO 21, y me atrevo a decir, que de
la vida de Pedro.
ÉL NO le preguntó: «¿Cómo es que me has negado?», «¿Crees que eres digno de ser MI
Discípulo?»
Isaías 43:25 «YO, YO SOY el que borro tus rebeliones por amor de MÍ mismo y NO
me acordaré de tus pecados.»
«¿ME AMAS?»
«Pedro, ¿Has visto, has oído y has vivido suficientemente conmigo para amarme de
verdad?»
Juan 21:15-17 «Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo
de Jonás, ¿ME AMAS más que éstos?Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.
El le dijo: Apacienta mis corderos.
Aquí, en este intercambio de preguntas y respuestas entre Jesús y Pedro hay un juego de
palabras que en algunas de las traducciones en español como la RVR60 NO se aprecia.
Jesús siempre se refería a Pedro con su antiguo nombre («Simón»), cuando él actuaba
con su «antiguo yo»; era una forma de reprensión o corrección.
«¿Me amas mas que estos?»; aquí ESTOS bien puede aludir a los demás discípulos, ya
que él se jactó y se enorgulleció de ello
Pero en este contexto, «ESTOS» también puede aludir a las barcas, peces, redes,…; en
definitiva, a toda su vida anterior
«Pedro, ¿ME amas más a MÍ que a tu antigua vida, la cual parece que quieres regresar?»
«¿Me amas lo suficiente como para abandonar realmente tu antigua vida, negarte a ti
mismo y venir en pos de MÍ»?
«Sí Señor, TÚ sabes que me caes bien, que tengo un afecto por ti»
NO le dijo: «Pedro, ¿NO has escuchado jamás la SHEMÁ, (Deut.6:5)? ¿NO dice que
debes amar al Señor tu Dios con todas tus fuerza, todo tu corazón, toda tu mente y toda
tu alma? ¿Y tú me dices que sientes un afecto profundo por mí? NO
Todo lo que Jesús le dijo aquí a Pedro, se lo dijo igualmente a otros discípulos y a Pablo
en otras ocasiones y en otros términos.
Jesús NO está haciendo de Pedro el 1er «Papa» como cree la Iglesia Católica de Roma,
sino que está dándole una lección de cómo El Señor restaura y cómo puede volver a
confiarle después de todo, su posición entre los demás discípulos.
Pontífice como tal significa literalmente «hacedor de puentes», y SÍ, hay un puente, una
escalera, un mediador, pero NO es Pedro, n siquiera Pablo, NO es María ni ningún otro
santo, el único Mediador entre Dios y los hombres, entre Creador y Criatura
es CRISTO.
Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿ME AMAS? Pedro le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
En esta 2ª Vez, ambos usan las mismas palabras que la vez anterior (Agapao y Fileo).
Pedro NO estuvo dispuesto, No era capaz de emplear el mismo término de Amor que
empleaba El Señor, sinceramente, su vida NO estaba a la altura de usar la misma
palabra que su Señor.
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿ME AMAS? Pedro se entristeció de
que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú
sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.»
En esta 3ª vez Jesús le cambia la palabra, la rebaja, usando la misma palabra que empleó
Pedro y le viene a decir: «Simón, ¿Tienes algún afecto por MI?»
Jesús estaba cuestionando hasta ese amor rebajado que Pedro manifestaba tener por Su
Señor, y ésto dolió a Pedro, le entró directamente al corazón y se entristeció.
Pedro le contestó igual que las anteriores veces, apelando a la Omnisciencia de Dios que
todo lo sabe, y humillado y dolido por el recuerdo de su tripe negación.
«Señor, tú lo sabes realmente todo, tú conoces mi corazón como un libro abierto, sabes
que mi amor NO es perfecto como debes y mereces, sabes que te he fallado, que te he
negado y me he avergonzado de ti, pero te amo»
Pedro aprendió que NO puede seguir ni amar a Jesús con sus propias fuerzas, ni podía
jactarse más de su amor al Señor, sino que si se jactaba de algo, era del amor del Señor
por él.
El AMOR requiere Acción, requiere hechos; Dios nos amó y de ahí que entregó a SU
Hijo a morir en una Cruz en rescate de todo aquel que se arrepienta y con fe le confiese.
Romanos 5:8 «Mas Dios muestra su AMOR para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.»
Te puede costar la popularidad, las amistades,una bonita vida social, te puede costar a
veces promocionar y ascender en el trabajo, o tener una vida más cómoda y placentera.
Te va a costar que haya persecución (créeme que la habrá), e incluso te puede llegar a
costar la vida misma.
PERO si seguir a Cristo NO te cuesta NADA, al final cuando venga el Rey, el Juez,
cuando venga El Señor, te costará TODO, y te enfrentarás con ÉL en el Juicio Final.
Lucas 14:33 «Así, pues, cualquiera de vosotros que NO renuncia a todo lo que posee
(NO rompe con toda dependencia de sí mismo, para poner sólo y únicamente la
confianza en CRISTO), NO puede ser MI Discípulo.»
En su 3er VIAJE MISIONERO, el Espíritu Santo reveló a los creyentes en Tiro que
Pablo sufriría bastante y sería perseguido en Jerusalén a causa de SU Ministerio y de
predicar el Nombre de Jesús, y trataron de disuadir, a través de un profeta llamado
Agabo, que fuera hasta allí.
Hechos 21:13 (NVI) «¿Por qué lloran? ¡Me parten el alma! —respondió Pablo—.
Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto NO solo a ser atado, sino también a
morir en Jerusalén.»
Juan 21:18-19 «De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e
ibas a donde querías (el Pedro de antes actuaba según él mismo); mas cuando ya seas
viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde NO quieras (el
Pedro de aquí en adelante renunciará todo y me seguirá de verdad, hasta la
muerte). Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios.»
Porque la próxima vez vez que él enfrentase un peligro de muerte a causa del Señor, él
NO le fallaría, NO volvería a negarle y Pedro vivió en el triunfo de una promesa que le
fortalecía.
YA NO RETROCEDIÓ JAMÁS.
En Pentecostés Pedro es lleno del Espíritu Santo, proclama con poder y denuedo el
Evangelio con el mejor sermón de la historia de la Iglesia, con 3.000 personas
arrepentidas y convertidas a Cristo de manera genuina; luego más adelante, junto a Juan
sana y levanta a un paralítico, inmediatamente se pone a predicar en el pórtico de
Salomón, y ambos son arrestados y llevados ante el Sanedrín.
Va a enfrentar nuevamente un peligro por causa de Cristo, y lleno del Espíritu Santo, y
con la promesa de Jesús de que NO le fallaría más, Pedro dice lo siguiente:
Hechos 4:8-12 «Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del
pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio
hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos
vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a
quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por ÉL este
hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros
los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay
salvación; porque NO hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.»
Hechos 4:18-20 «Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni
enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque NO podemos
dejar de decir lo que hemos visto y oído.»
«¿ME AMAS COMO PARA DAR, SI FUERA NECESARIO, TU VIDA POR MI?»
Este es el llamado para Pedro, pero también el llamado para todo aquel que confiese al
Señor, que diga que lo ama y que quiera seguirlo de verdad.
En Corea del Norte, Afganistán o Nigeria, ser cristiano te cuesta la vida,te cuesta la
libertad, te cuesta ver asesinar a tus hijos,…
«Pero Pedro parece haber predicado en Ponto y Galacia y Bitinia y Capadocia y Asia,
a los judíos de la diáspora, y por fin, habiendo llegado a Roma, fue crucificado con la
cabeza hacia abajo, porque así pidió él sufrir»
Pedro fue crucificado durante el gobierno del malvado y cruel emperador Nerón, cerca
del año 64 dC, sólo con la peculiaridad de que él mismo pidió ser crucificado boca
abajo, ya que NO era digno de morir como Su Señor y Salvador, a quien una noche él
negó y renegó, cuando ÉL realmente sí que iba a morir en su lugar.
A nosotros nos hace hoy el mismo llamado, con la misma seriedad, con la misma
contundencia que le hizo a Pedro:
Mateo 16:24-25 «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de MÍ (¿Quieres ser realmente MI Discípulo?), niéguese a sí mismo (renuncia a
ti: tus sueños, tus metas, tus ideas centradas en ti mismo para vivir MI Voluntad,
anteponiendo el Reino de Dios a tu vida), y tome su cruz (con un compromiso y una
abnegación total y radical), y ¡SÍGAME! (y entonces, y sólo entonces es cuando
podrás seguirme y ser verdaderamente MI Discípulo).
Hermanos, ojalá pudiera predicar un Evangelio más suave, más cómodo y más
fácil; PERO el Evangelio de Cristo demanda Negación, el Evangelio de Cristo acarrea
un Alto Costo, que es la muerte al Mundo y sus valores para seguir al Señor, SIEMPRE
y en todas circunstancias, sean las que sean.
Juan 21:20-23 «Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba
Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho:
Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor,
¿Y QUÉ DE ÉSTE? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué
a ti? SÍGUEME TÚ. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel
discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que NO moriría, sino: Si quiero que él
quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?»
«TOMA TU CRUZ»
«¡SÍGUEME TÚ!»
CONCLUSIÓN
Hemos visto en este CAPÍTULO 21, el último del Evangelio de Juan, que Jesús es la
Provisión y la Cabeza de la Iglesia aún hoy también, que
nuestra SUFICIENCIA NUNCA está en nosotros, en nuestras habilidades o en nuestra
experiencia sino que está en CRISTO, y como tal debemos vivir en Obediencia a ÉL.
Hemos visto que EL DISCÍPULO y seguidor fiel de Jesús está llamado a vivir para
ÉL, NO para sí mismo, de una manera completa y radical, y que vivir para ÉL,
realmente requiere demanda y acarrea un ALTO COSTO, un precio tan alto que puede
costarte hasta la vida misma (y para mí es muy fácil decirlo así, aquí y ahora).
Jesús nos llama a SEGUIRLE, y nos hace la misma pregunta que a Pedro: «¿ME
AMAS?»
Hemos visto también cómo Jesús restauró, perdonó y comisionó nuevamente a Pedro,
de la misma manera que hoy puede restaurarte y perdonarte si le has fallado, si te has
avergonzado de ÉL, porque ÉL te busca como buscó a Pedro.
Juan 21:25 «Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se
escribieran una por una, pienso que ni aún en el Mundo cabrían los libros que se
habrían de escribir. Amén.»
PERO HUBO UNA, una en especial, que hizo por ti y por mí, y es por esa que hoy
estamos aquí reunidos adorándolo.
Hubo UNA que es crucial y determinante para que al igual que Pedro en este capítulo,
tu puedas reconciliarte o restaurarte con Dios.
Hace 2.000 años, en el epicentro religioso mundial, y en el día más importante para
ellos, en la Festividad de la Pascua, ÉL se ofreció a SÍ Mismo, se entregó y se subió a
una CRUZ de madera, para ocupar el lugar que todos nosotros merecíamos bajo el
Juicio y la Ira de Dios.
Había una deuda pendiente, NO como la que tenía Pedro (y hemos visto hoy), sino una
Deuda infinitamente superior y que Nadie podía pagar, y Jesús le dijo al Padre: «YO
LA PAGARÉ HASTA EL FINAL»
Por eso es que desde la Cruz grita «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué ME has
abandonado?; porque al ser el portador del Pecado del Mundo, y ser hecho Pecado, ÉL
que es Santo sufrió las terribles consecuencias de él, y se sintió sólo, abandonado,
rechazado por Su padre con quien compartía la Gloria desde la Eternidad.
Pero además dijo: ¡ CONSUMADO ES!, y pagó y canceló nuestra deuda por todos
nuestros pecado, que nos separaban de Dios por la eternidad.
ÉL Murió para que NO lo hicieras tú, pero NO sólo eso, sino que ÉL vivió la vida recta,
perfecta y en obediencia a Dios, para que esa vida se te atribuyera y contara a ti,
mediante la FE genuina y viva en ÉL.
Al 3er Día, tal y como ÉL mismo lo dijo y lo repitió, se levantó de entre los Muertos
con Poder y Gloria, demostrando que es el Eterno Hijo de Dios, siendo exaltado por
Dios Padre, quien quedó eternamente orgulloso, satisfecho y completo por la Obra
Perfecta de SU Hijo.
Hay HISTORIA REAL Y VERÍDICA, sobre uno de los más grandes evangelistas que
ha dado la nación de EEUU, y que vivió a mediados-finales del Siglo XIX, D. L.
MOODY.
Este evangelista realizaba cruzadas por todo el país, y un día, al acabar una de ellas,
Moody se estaba despidiendo de sus amigos por la ventanilla del tren, y de repente, un
hombre vino corriendo, se puso a su lado en la ventanilla mientras el tren se marchaba,
y gritaba:
Moody dijo: «TÚ NO puedes hacer Nada, ya está TODO hecho. Ya lo hicieron por tí»
¿CÓMO ME PUEDO SALVAR?
Isaías 53:6 «TODOS nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó
por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de TODOS nosotros.»
«¿ME AMAS?»
«¡SÍGUEME!»