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¿ME AMÁS?

(JUAN 21)

INTRODUCCIÓN

El Antiguo Testamento, en su último libro (Malaquías), en su último capítulo (4º), en su


último versículo (6) y en su última palabra finaliza así: MALDICIÓN (en la NVI más
fuerte aún, Destrucción Total), pero Gloria a Dios que inmediatamente después de ésto
viene la Luz del Evangelio de Cristo, nuestro Señor y Salvador.

Como todos sabéis, en la Biblia hay 4 Evangelios donde se narran la Vida, Ministerio y
Obra del Señor Jesús, siendo los 3 primeros (Mateo, Marcos y Lucas) conocidos como
los SINÓPTICOS, porque presentan muchas similitudes estructurales y se pueden leer
practicamente en paralelo.

Pero hay uno, que es el EVANGELIO DE JUAN que es punto y aparte, es diferente, es


otro mundo. Es especial.

Es un Evangelio muy profundo, bastante teológico y precioso; sus palabras van directas
a nuestro corazón.

Si en mateo se nos presenta a Jesús como el Rey Prometido, en Marcos como el siervo y
en Lucas como el hijo del hombre, en Juan se nos presenta como el Hijo eterno de Dios.

El Discípulo Amado (Juan), siendo plenamente inspirado por Dios Espíritu Santo,
escribió este magnífico y abrumador Evangelio.

La 1ª mitad del Evangelio de Juan (hasta el capítulo 12) habla de SU Ministerio Público,
y la 2ª mitad (desde el capítulo 13 hasta el final) se centra en SU Ministerio privado con
Sus Discípulos.

En este Evangelio se enfatiza más que en ningún otro la Deidad y Eternidad de Cristo,
además nos habla de 7 señales (más una final que será la que hoy vamos a tratar de
exponer), además nos habla de 7 discursos, los 7 «Yo Soy» de Jesús:

 Pan de Vida
 Luz del mundo
 La Puerta
 El Buen Pastor
 La Resurrección y la Vida
 El Camino, la Verdad y la Vida
 La Vid Verdadera

Este Evangelio llega a su Clímax, a su Meta y a su PROPÓSITO FINAL en el capítulo


20:30-31, y NO es casualidad que sea inmediatamente después de las palabras de Tomás
sobre ÉL: «¡Señor mío y Dios mío!»
«Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales
NO están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para (Propósito 1) que
creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para (propósito 2, y consecuencia del
propósito 1) que creyendo, tengáis vida en su nombre.»

Esta es la meta y propósito final de todo cuanto Juan escribió siendo, como hemos dicho
antes, plenamente inspirado por el Espíritu Santo

CREER Y SEGUIR CREYENDO (un verbo que Juan repite casi 100 veces 
solamente en este Evangelio)

Este parece ser el punto más alto, el broche de oro, la culminación a un precioso
Evangelio, el resumen final del mismo.

Parece un final lógico, un gran final, un final redondo, completo y feliz para el
Evangelio más bonito y profundo de todos, PERO NO ES EL FINAL.

Cristo ha completado SU Obra a la Perfección, ha venido a este oscuro mundo, se ha


encarnado en un hombre, ha vivido una perfecta vida, ha muerto, ha resucitado, ha sido
ascendido y exaltado a la derecha de Dios; y de repente nos topamos de frente con
el capítulo 21 de Juan.

De estar en el Clímax de lo divino, nos toca descender a lo humano, a lo imperfecto y a


lo vil.

¿Por qué finalizar con Juan 21 con lo bien que quedó Juan 20?

¿Por qué este contraste?

¿Por qué acabar con Pedro cuando se pudo haber acabado con Cristo?

Con lo bonito que hubiese sido pasar de Juan 20, directamente a Hechos de los
Apóstoles.

PORQUE TODA LA PERFECTA Y GLORIOSA OBRA DE CRISTO HA SIDO


ENTREGADA A VASOS DE BARRO, FRÁGILES, DÉBILES, IMPERFECTOS
COMO NOSOTROS, Y AQUÍ, EN JUAN 21 SE VA A VER Y DEMOSTRAR.

PORQUE SOMOS NOSOTROS, CON NUESTRAS INCAPACIDADES Y


NUESTRAS DEBILIDADES QUIENES DEBEMOS HACER AVANZAR EL
EVANGELIO DE CRISTO Y EL REINO DE DIOS, AQUÍ Y AHORA.

Y PORQUE EL CRISTO RESUCITADO, SIGUE TENIENDO INTERÉS AÚN


POR SU IGLESIA.

Antes de nada, déjame decirte que muchos eruditos y estudiosos bíblicos han intentado
(sin éxito) desacreditar la autoría de Juan de este capítulo.
Dejar puesto el marcapáginas de vuestras Biblias por JUAN 21, porque aunque veamos
otros textos, realmente NO saldremos de ahí.

Es el relato más extendido y largo de una aparición de Jesús tras la Resurrección.

Es el único milagro registrado en los Evangelios después de Su Resurrección.

I.- EL FRACASO HUMANO Y LA GLORIA DE


JESÚS

Desde SU Resurrección Nadie vio a Jesús por accidente, casualidad o curiosidad, sino
que ÉL se revelaba a Sí Mismo; es decir, si ÉL NO se revelaba NO era reconocible a los
demás: como le pasó a María Magdalena o los discípulos que iban a Emaús, de la
misma manera que hoy, por la iluminación del Espíritu Santo y, a través de la Palabra,
se nos revela a nosotros.

El Apóstol Pablo lo dice de la siguiente manera:

1ª Corintios 2:14   «Pero el hombre natural NO percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y NO las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.»

JUAN Capítulo 21: nos vamos al lago de agua dulce más bajo del mundo, el Lago
Genesaret, también conocido como Mar de Galilea o de Tiberias, que debe su nombre
en honor a la ciudad de Tiberias, fundada por Herodes Antipas en honor al emperador
romano Tiberio César; ahí el Jesús Resucitado se va a manifestar a SUS Discípulos
(concretamente a 7 de ellos), y lo va hacer tras una larga noche de fracaso humano.

Jesús va a darles una LECCIÓN PRÁCTICA a SUS Discípulos, pues mientras ÉL


estuvo con ellos se encargaba de Todas las necesidades materiales, físicas o
espirituales), es más, dejó bien claro que seguiría haciéndolo aún tras SU partida, y
ahora va a demostrarles a ellos y demostrarnos a nosotros nuestra más absoluta
insuficiencia, ineptitud e incapacidad por nosotros mismos.

Antes de nada, ellos conocían perfectamente a Jesús; le habían visto, tocado, palpado,
oído, habían visto Sus Milagros y escuchado sus enseñanzas, PERO ÉL ya NO estaba
con ellos como al principio de SU Ministerio, tampoco habían habían recibido al
Espíritu Santo, en definitiva ellos debían esperar y esa espera les desconcertaba un
poco.

¿Seguimos Nosotros nuestra vida propia, por nuestra cuenta o seguimos realmente a
Cristo, con lo que conlleva e implica?

«Después de esto (después de todo lo narrado en el Capítulo 20 de Juan, después del


Sepulcro vacío y de algunas apariciones de Jesús tras la Resurrección ), Jesús se
manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta
manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de
Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.Simón Pedro les
dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y
entraron en una barca; y aquella noche NO pescaron nada.

Estaban todos los pescadores, los mismos que se dedicaban profesionalmente a la pesca
antes del llamado de Jesús a sus vidas, pero este comienzo ya de por sí NO es el idóneo,
NO ES BUENO.

Jesús les ordenó, les mandó  que fueran a una montaña en Galilea (Mateo 28:16-17), y
allí esperasen Sus Instrucciones, pero en lugar de esto, descienden al lago, arrastrados
por el impetuoso Pedro, y ¿Qué es lo que vemos?

Ellos estaban llenos de incertidumbre, muy al contrario con la actitud que mostraron el
Día de Pentecostes

Tal vez, en un primer momento estuvieran allí esperando donde se les indicó, y mientras
esperaban a Jesús entró el hambre y, en vez de aguantar y esperar a Jesús, esperar en SU
Promesa, ellos hicieron uso de sus habilidades, de su experiencia como pescadores para
proveer de sus necesidades propias, y optaron por NO quedarse en ese monte.

Mateo  6:33   «Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su Justicia, y Todas estas
cosas os serán añadidas»

Confiaron en ellos mismos al irse de pesca, en vez de confiar en que Cristo proveería de
sus necesidades.

Estoy completamente seguro que si se hubieran quedado esperando en el Monte, donde


ÉL les dijo , Jesús hubiese satisfecho su necesidad vital, como pudiera ser el hambre en
este caso.

NO voy a decir que apostataron de la fe ni mucho menos, pero tampoco diré que era una
mera actividad recreacional o un pasatiempos de un día puntual; era algo MAS
GRAVE que eso, pues ellos estaban comenzando a replantearse el regresar a su anterior
vida sin Cristo, estaban decidiendo ser autosuficientes por sí mismos, demostrando que
realmente sin Jesús eran totalmente insuficientes.

Jesús lo sabía, es más, ellos lo sabían, Jesús se lo advirtió.

Juan 16:32   «He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada
uno por su lado, y ME dejaréis sólo; mas NO estoy sólo, porque el Padre está
conmigo.»

Muy importante este detalle: En otras traducciones de la Biblia (LBLA) NO dice que
entraron en una barca, sino que entraron en «LA» Barca (usa un artículo definido), tal
vez sea la de Pedro, una barca de pesca donde cabían todos y que, de algún modo,
representaba la antigua vida de Pedro, la vida que una vez tuvo hasta que Jesús
apareció.
NO ES UNA RECREACIÓN, ES EL PRINCIPIO DE UNA POSIBLE
REGRESIÓN.

Estaban a 90-100 metros de la Costa, y lejos de donde Jesús se citaría con ellos.

Esta breve escena representa el FRACASO HUMANO de los discípulos de Jesús que
NO están haciendo lo que Dios los ha llamado a hacer, sino que están viviendo su
propia y antigua vida, tratando de seguir así a Jesús, intentado valerse y proveerse por sí
mismos.

QUERÍAN SEGUIR A JESÚS VALIÉNDOSE DE ELLOS MISMOS Y


VIVIENDO Y VIVIENDO SU VIDA A SU MANERA

Ellos eran pescadores experimentados, ellos estaban en un mar lleno peces, muy
conocido por ellos, y además durante toda la noche, el tiempo propicio e ideal para
pescar y NO pescaron ni un insignificante pez en toda la noche.

NO pudieron proveer Nada, absolutamente Nada por ellos mismos.

¿SABES POR QUÉ?

Mateo 4:19   » Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.»

Ese era realmente su llamado, su comisión, y la Nuestra también.

De repente, en medio de ese fracaso de toda una larga y oscura noche, amanece y
aparece la Luz, llega la Esperanza y, EL SEÑOR, a quien ellos aún NO reconocían les
lanza una pregunta con ironía, a la vez de una reprensión envuelta de amor y dulzura.

A veces el fracaso en nosotros mismos, en nuestros negocios, en nuestra vida, en


nuestra propia confianza y nuestra propia autosuficiencia es una buena preparación para
el éxito espiritual.

Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos NO


sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos (llamado con ternura), ¿tenéis algo de comer?
Le respondieron: NO.

En otras palabras le estaba diciendo: «Pedro, ¿NO tienes peces, no? ¿NO habéis
pescado nada, no?

«NO PUEDES PESCAR, YO CONTROLO LOS PECES Y TE HE LLAMADO A


PESCAR HOMBRES, NO PECES».

«SIN MI NO PODÉIS HACER ABSOLUTAMENTE NADA, TENGO TODA


AUTORIDAD, DOMINIO Y PODER»
«NO PREOCUPAROS, NO TENÉIS ABSOLUTAMENTE NADA QUÉ COMER,
PERO YO YA OS HE PREPARADO VUESTRO DESAYUNO, YO SOY VUESTRO
SUSTENTO Y VUESTRA PROVISIÓN»

Toda la noche intentando pescar algún pez, NO había ninguno en toda la zona y Jesús
les dice:

«OS VOY A DEMOSTRAR VUESTRA TOTAL INSUFICIENCIA E


INCAPACIDAD, HACERME CASO Y VERÉIS»

Es curioso, en Lucas 5 vemos que Jesús los comisiona a pescar hombres,

¿Dónde?

Precisamente en ese mismo lago, en ese mismo mar, y con esa misma barca (la de
Pedro), muy probablemente de testigo.

Ellos debían haber recordado, que en ese mismo lugar, tiempo atrás El Señor los
comisionó a pescar NO peces, sino almas, y además hizo ante ellos el mismo milagro
que a continuación va a realizar.

El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y


ya NO la podían sacar, por la gran cantidad de peces. 

Había una Autoridad Poderosa y Sobrenatural en esa Voz, fuera de lo normal.

La misma Voz que dijo a los soldados romanos «Yo Soy» y estos retrocedieron y


cayeron a tierra.

La misma voz que dijo a un cadáver de varios días: «¡Lázaro, sal fuera!

La misma voz llena de autoridad que mandó callar y enmudecer a una tormenta, o


secar a una higuera.

Y ocurrió EL MILAGRO, el último milagro que aparece en el Evangelio de Juan: La


Pesca milagrosa, la 2ª de ellas, pues como acabamos de decir, en Lucas 5 tenemos otra.

El Propósito de este milagro NO era otro que abrirle los ojos a los discípulos, hacerles 
(y hacernos ver) ver su total insuficiencia y fortalecer la fe; lo mismo para nosotros
cuando leemos con fe estas palabras.

EL SEÑOR DEBE DIRIGIR SIEMPRE LA VIDA DE SUS DISCÍPULOS.

EL ES NUESTRA GUÍA, NUESTRO SUSTENTO.

DEBEMOS CONFIAR EN CRISTO Y SU SUFICIENCIA, EN VEZ DE LA


NUESTRA.
«El Señor es mi pastor; Nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará
descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por
sendas de justicia por amor de SU Nombre.  Aunque ande en valle de sombra de muerte,
NO temeré mal alguno, porque TÚ estarás conmigo»

V.7  Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor!
Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había
despojado de ella), y se echó al mar. 

Juan, el autor de este Evangelio y el escritor de estas palabras le dice NO a todos sino al
cabecilla, al líder, al protagonista de hoy, a Pedro: «¡ES EL SEÑOR!»

Normalmente en los Evangelios se nos presenta a JUAN como un discípulo con visión


y revelación, y a PEDRO como a un impulsivo discípulo de acción, tal que se arroja
fuera de sí, sin pensárselo, olvidando los peces y sus compañero y recorre a nado los 90
metros que le separan de SU Señor.

Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues NO
distaban de tierra sino como doscientos codos.    Al descender a tierra, vieron brasas
puestas, y un pez encima de ellas, y pan. 

NO es casualidad el escenario, ni siquiera las brasas del fuego (ahora lo veremos)

Jesús ha preparado el desayuno para Sus Discípulos, pero especialmente para uno de
ellos, para Pedro.

Ellos, al igual que nosotros, debemos saber que ÉL satisface Toda y cada una de
nuestras necesidades.

Jesús les acababa de dar la demostración práctica de Sus Palabras a ellos (y también
para nosotros) en el Aposento Alto:

Juan 14:13-14   «Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que El
Padre sea glorificado en el Hijo.  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré»

Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.  Subió Simón Pedro, y sacó la
red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la
red NO se rompió.

Esta era una prueba de que el autor, es decir, Juan era testigo ocular de este milagro.

Ahora la red NO se rompía, no como en Lucas 5, donde vemos que tras el milagro de la
pesca milagrosa, la red se rompía.

Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle:
 

¿Tú, quién eres? sabiendo que era El Señor.  Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les
dio, y asimismo del pescado.  Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus
discípulos, después de haber resucitado de los muertos.»
Si la desobediencia y la «autosuficiencia» de los discípulos empiezan con un rotundo
fracaso, la Obediencia y la dependencia al Señor siempre es garantía de éxito.

LA OBEDIENCIA AL SEÑOR SIEMPRE TRAE BENDICIÓN.

Salmo 119:1-2   «Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de
Jehová.  Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le
buscan»

Apocalipsis 22:7   «  !!He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las
palabras de la profecía de este libro.»

Juan 14:23   «Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, MI Palabra guardará; y mi


Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.»

Ya han desayunado con El Señor, ya han podido aprender la LECCIÓN de que ÉL es el


Sustento, la Total Provisión y la guía para ellos como lo es para nosotros, que Nada
pueden, ni podemos hacer sin ÉL; PERO aún falta un detalle, aún falta una cuenta
pendiente por saldar.

El otro protagonista de esta historia (además de Jesús), PEDRO.

Gloria a Dios que tenemos un Dios de SEGUNDAS OPORTUNIDADES

II.- LA CUENTA PENDIENTE DE PEDRO

Como ante dijimos, Jesús preparo cada detalle, por minucioso que pareciera de este
encuentro.

Veamos antes nada el por qué de este encuentro, es decir, LA CAUSA, EL POR QUÉ,
la cuenta pendiente:

Lucas 22:54-62   «Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo


sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. Y habiendo ellos  encendido fuego en medio del
patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos.  Pero una criada, al
verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.  Pero él lo negó,
diciendo: Mujer, (1) NO lo conozco.  Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también
eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, (2) NO lo soy.  Como una hora después, otro
afirmaba, diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque es galileo.  Y
Pedro dijo: Hombre, (3) NO sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba,
el gallo cantó.  Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la
palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres
veces.  Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.»

Pedro es realmente quien mejor nos podría representar a todos nosotros en esta historia;
capaz de lo mejor y de lo peor, capaz de servir al Señor, confesarlo y tener una
revelación maravillosa de Quién es ÉL y a los dos minutos alejarse de SU Perfecta
Voluntad y tratar de impedir que vaya a la Cruz.

Era capaz de afirmar lealtad y fidelidad, y luego hacer y actuar conforme a su vida a su
naturaleza, conforme a su «yo».

Dudó de Jesús, le negó, le negó y le renegó bajo juramento, y lo hizo NO ante un


tribunal y ante personas importantes sino ante personas irrelevantes, subestimando el
poder de la tentación, y sobreestimando su propia sabiduría, su propia fidelidad, su
lealtad y su fortaleza.

Mientras Jesús iba camino al Gólgota a morir por Pedro (y por Todos nosotros); él, que
lo seguía de lejos, manifestó NO conocerlo, y su posición dentro del grupo de los
Discípulos, así como su condición espiritual había quedado un poco en duda.

ERA NECESARIO SOLVENTAR UNA DEUDA.

Lucas 22:31-34   «Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido
para zarandearos como a trigo;  pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una
vez vuelto, confirma a tus hermanos.  El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no
sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo NO
cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.»

Jesús se lo avisó, y Pedro se jactó.

Él hizo algunas cosas malas: NO podía obedecer, aunque en su corazón él quería, NO


aguantó despierto una noche orando aún cuando El Señor se lo dijo, casi se ahoga en el
mar cuando pudo haber andando sobre él, cogió una espada para atacar a un soldado
romano cuand Jesús fue prendido,…  de hecho, estoy seguro que si Pedro viniera hoy,
2.000 años después a muchas iglesias, tal vez NO le dejasen ni ser parte de su
membresía, pero Gloria a Dios, que nuestro Señor NO es así.

ÉL NO NOS JUZGA NI SEÑALA PARA CONDENAR, SINO QUE ÉL OBRA


PARA RESTAURAR, PARA BUSCAR EL ARREPENTIMIENTO Y QUE
PODAMOS AFERRARNOS MÁS A ÉL.

ÉL podía haber reemplazado a Pedro por otro, o a todos los discípulos por otro grupo.

Al fin y al cabo, habían estado durante 3 años día tras día con El Maestro y aún
actuaban así, como si NO le conocieran, cómo si no supieran nada absolutamente de ÉL
ni lo que es capaz de hacer

Pedro estaba hundido, estaba decepcionado consigo mismo, se veía incapaz con el
llamado de Dios, PERO a la vez se veía muy capaz con pescar, con su vida anterior.

Y esta imagen es preciosa, este tremendo contraste en el escenario es maravilloso:


Pedro en la oscura y fría noche, en medio de un brasas de fuego, niega 3 veces al
Señor, y ese mismo Señor, en medio de la luz del amanecer del día, con otro fuego de
brasas de por medio va a hacer que le confiese no una ni dos veces, sino 3 veces.

Si, 3 años atrás, y después de una pesca milagrosa en el Mar de Galilea (Ver Lucas 5:1-
11) Jesús lo llama al Ministerio, es ahora, después de otra pesca milagrosa en el mismo
mar que él fue restaurado para el Ministerio.

Ahora Jesús se centra en Pedro, clava Sus ojos en él, va a provocar y propiciar
la RESTAURACIÓN de aquel que cayó, le negó y le traicionó.

PEDRO SE AVERGONZÓ DEL SEÑOR, Y ES EL SEÑOR QUIEN VA A


BUSCAR A PEDRO.

¿NO ES ESO MARAVILLOSO?

Era necesario que le confesará 3 veces, y era muy necesario que lo hiciera delante de los
demás, para que NO hubiera ninguna duda.

Y ahora viene lo más importante de todo el CAPÍTULO 21, y me atrevo a decir, que de
la vida de Pedro.

¿CÓMO EFECTÚA JESÚS LA DISCIPLINA Y LA CONSEJERÍA?

¿CÓMO RESTAURAR A UN DISCÍPULO QUE LE HA NEGADO Y


TRAICIONADO?

¿CÓMO RECUPERARLO PARA LA OBRA Y EL MINISTERIO?

Bueno, es un largo Proceso de Discipulado de unos meses o incluso años, seguido de


una disciplina eclesial, con un sistema complejo de readaptación, seguimiento y
reuniones periódicas, etc etc.

ÉL NO le preguntó: «¿Cómo es que me has negado?», «¿Crees que eres digno de ser MI
Discípulo?»

¡NO! ÉL NO menciona nada del pasado, ni de su pecado…TODO HA SIDO


OLVIDADO.

Isaías 43:25   «YO, YO SOY el que borro tus rebeliones por amor de MÍ mismo y NO
me acordaré de tus pecados.»

EL LE HIZO OTRA PREGUNTA, SÓLO UNA PREGUNTA Y 3 VECES, 3


FLECHAS A SU CORAZÓN:

«¿ME AMAS?»
«Pedro, ¿Has visto, has oído y has vivido suficientemente conmigo para amarme de
verdad?»

Juan 21:15-17   «Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo
de Jonás, ¿ME AMAS más que éstos?Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.
El le dijo: Apacienta mis corderos.

Aquí, en este intercambio de preguntas y respuestas entre Jesús y Pedro hay un juego de
palabras que en algunas de  las traducciones en español como la RVR60 NO se aprecia.

Jesús, usa la palabra «AGAPAO» en su pregunta, es decir, le dice, «Simón, ¿Me amas


con un amor incondicional y entrañable»?

Jesús siempre se refería a Pedro con su antiguo nombre («Simón»), cuando él actuaba
con su «antiguo yo»; era una forma de reprensión o corrección.

«¿Me amas mas que estos?»; aquí ESTOS bien puede aludir a los demás discípulos, ya
que él se jactó y se enorgulleció de ello

«Aunque Todos se escandalicen de TI, yo nunca me escandalizaré»

Pero en este contexto, «ESTOS» también puede aludir a las barcas, peces, redes,…; en
definitiva, a toda su vida anterior

«Pedro, ¿ME amas más a MÍ que a tu antigua vida, la cual parece que quieres regresar?»

«¿Me amas lo suficiente como para abandonar realmente tu antigua vida, negarte a ti
mismo y venir en pos de MÍ»?

Pedro, dolido, consciente de su desobediencia, de su fracaso, lleno de culpabilidad por


haberle traicionado y negado, se sintió incapaz de usar esa palabra tan grande y
profunda de amor, y usó «PHILEO», que significa un afecto tierno o cálido.

«Sí Señor, TÚ sabes que me caes bien, que tengo un afecto por ti»

PEDRO NECESITABA ENTENDER QUE AÚN CUANDO ÉL HABÍA


ABANDONADO, RECHAZADO Y NEGADO A CRISTO, CRISTO NO LO
HABÍA ABANDONADO A ÉL.

¿Qué le dijo El Señor?

NO le dijo: «Pedro, ¿NO has escuchado jamás la SHEMÁ, (Deut.6:5)? ¿NO dice que
debes amar al Señor tu Dios con todas tus fuerza, todo tu corazón, toda tu mente y toda
tu alma? ¿Y tú me dices que sientes un afecto profundo por mí? NO

ÉL LE DICE: «¡ESTÁS ACEPTADO!, ¡ESTÁS RESTAURADO!,¡ERES EL


HOMBRE QUE NECESITO, PEDRO! ¡VUELVE AL MINISTERIO!»
Pedro fue total y públicamente restaurado.

«APACIENTA MIS CORDEROS«, «ENTRÉGATE A LO DEMÁS». Es precioso,


que Jesús (y lo podemos ver en Juan 17, en la oración que tiene con SU Padre), ÉL
durante un breve tiempo, mientras iba a ir a la Cruz a entregarse como ofrenda por el
pecado y ser nuestro Sustituto,  NO podía cuidar de SUS Discípulos y le pide al Padre
que lo haga, nos coloca en las manos del Padre, pero ahora que ha resucitado con Poder,
ÉL los entrega a Pedro, en su labor de anciano para que cuide, pastoree, guíe y alimente 
a los creyentes de esa Iglesia.

Todo lo que Jesús le dijo aquí a Pedro, se lo dijo igualmente a otros discípulos y a Pablo
en otras ocasiones y en otros términos.

Jesús NO está haciendo de Pedro el 1er «Papa» como cree la Iglesia Católica de Roma,
sino que está dándole una lección de cómo El Señor restaura y cómo puede volver a
confiarle después de todo, su posición entre los demás discípulos.

Pedro NO es el primer papa, ni mucho menos el sumo Pontífice.

Pontífice como tal significa literalmente «hacedor de puentes», y SÍ, hay un puente, una
escalera, un mediador, pero NO es Pedro, n siquiera Pablo, NO es María ni ningún otro
santo, el único Mediador entre Dios y los hombres, entre Creador y Criatura
es CRISTO.

Le da la comisión que EL ya le dio anteriormente, encomendándole en su ministerio de


Apóstol y en su oficio de Anciano.

Pedro era un Apóstol de Jesucristo, un pastor de la Iglesia primitiva; de hecho No era el


líder de la Iglesia de Jerusalén, pues ese era Santiago, y por eso vemos que en la Biblia,
la carta de Santiago va antes que las 2 de Pedro.

Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿ME AMAS? Pedro le
 

respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.

En esta 2ª Vez, ambos usan las mismas palabras que la vez anterior (Agapao y Fileo).

Pedro NO estuvo dispuesto, No era capaz de emplear el mismo término de Amor que
empleaba El Señor, sinceramente, su vida NO estaba a la altura de usar la misma
palabra que su Señor.

 
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿ME AMAS? Pedro se entristeció de
que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú
sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.»

En esta 3ª vez Jesús le cambia la palabra, la rebaja, usando la misma palabra que empleó
Pedro y le viene a decir: «Simón, ¿Tienes algún afecto por MI?»
Jesús estaba cuestionando hasta ese amor rebajado que Pedro manifestaba tener por Su
Señor, y ésto dolió a Pedro, le entró directamente al corazón y se entristeció.

Pedro le contestó igual que las anteriores veces, apelando a la Omnisciencia de Dios que
todo lo sabe, y humillado y dolido por el recuerdo de su tripe negación.

«Señor, tú lo sabes realmente todo, tú conoces mi corazón como un libro abierto, sabes
que mi amor NO es perfecto como debes y mereces, sabes que te he fallado, que te he
negado y me he avergonzado de ti, pero te amo»

¿QUÉ APRENDIÓ PEDRO?

Pedro aprendió que NO puede seguir ni amar a Jesús con sus propias fuerzas, ni podía
jactarse más de su amor al Señor, sino que si se jactaba de algo, era del amor del Señor
por él.

«Vale, dices que me amas; pues te voy a demostrar lo que significa, lo que cuesta y lo


que implica realmente amarme»

Ahora El Señor le va a decir  tanto a Pedro, como también a nosotros, el ALTO


COSTO que tiene amarle.

Filipenses 1:29   «Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, NO sólo que


creáis en ÉL, sino también que padezcáis por ÉL»

El AMOR requiere Acción, requiere hechos; Dios nos amó y de ahí que entregó a SU
Hijo a morir en una Cruz en rescate de todo aquel que se arrepienta y con fe le confiese.

Romanos 5:8   «Mas Dios muestra su AMOR para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.»

EL VERDADERO LLAMADO DEL EVANGELIO ES UNA NEGACIÓN


CONSTANTE, TOTAL, RADICAL Y PERSONAL DE UNO MISMO.

NO ES UN LLAMADO EGOCÉNTRICO, NO ES UN LLAMADO «LIGHT», ES UN


LLAMADO A AMAR A CRISTO MÁS A QUE CUALQUIER OTRA COSA, A
ESTAR DISPUESTO A SACRIFICARLO TODO POR CRISTO Y SEGUIR A
CRISTO, INCLUIDO LA VIDA PROPIA.

Es hora de EVALUAR lo que te va a costar seguir a CRISTO.

Te puede costar la popularidad, las amistades,una bonita vida social, te puede costar a
veces promocionar y ascender en el trabajo, o tener una vida más cómoda y placentera.

Te va a costar negarte a ti mismo continuamente, a decirle «NO» al mundo y a sus


tentaciones.
Te va a costar que seas diferente a los demás, que andes diferente, pienses diferente,
vivas diferente y vayas en una dirección totalmente diferente y opuesta a la de los
demás.

Te va a costar que haya persecución (créeme que la habrá), e incluso te puede llegar a
costar la vida misma.

PERO si seguir a Cristo NO te cuesta NADA, al final cuando venga el Rey, el Juez,
cuando venga El Señor, te costará TODO, y te enfrentarás con ÉL en el Juicio Final.

ÉL vino primeramente en son de Paz a buscarte y a reconciliarse contigo, pero un día


vendrá como Juez a condenar a Todo aquel que NO quiso reconciliarse con ÉL, y
acabará con Todo.

Lucas 14:26-27   «Si alguno viene a mí, y NO aborrece (NO ME antepone, NO


subordina cualquier vínculo terrenal ante el Señorío de Cristo, y NO ama menos) a su
padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia
vida, NO puede ser mi discípulo.  Y el que NO lleva su cruz y viene en pos de mí, NO
puede ser mi discípulo.»

Lucas 14:33   «Así, pues, cualquiera de vosotros que NO renuncia a todo lo que posee
(NO rompe con toda dependencia de sí mismo, para poner sólo y únicamente la
confianza en CRISTO), NO puede ser MI Discípulo.»

El Apóstol Pablo lo sabía y lo entendía muy bien.

En su 3er VIAJE MISIONERO, el Espíritu Santo reveló a los creyentes en Tiro que
Pablo sufriría bastante y sería perseguido en Jerusalén a causa de SU Ministerio y de
predicar el Nombre de Jesús, y trataron de disuadir, a través de un profeta llamado
Agabo, que fuera hasta allí.

Hechos 21:13 (RVR60)   «Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y


quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto NO sólo a ser atado, mas aún
a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.»

Hechos 21:13 (NVI)   «¿Por qué lloran? ¡Me parten el alma! —respondió Pablo—.
Por el nombre del Señor Jesús estoy dispuesto NO solo a ser atado, sino también a
morir en Jerusalén.»

SEGUIMOS LEYENDO EL CAPÍTULO 21 DE JUAN

Juan 21:18-19   «De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e
ibas a donde querías (el Pedro de antes actuaba según él mismo); mas cuando ya seas
viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde NO quieras (el
Pedro de aquí en adelante renunciará todo y me seguirá de verdad, hasta la
muerte). Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios.»

Parece un poco contraproducente.


Pedro manifiesta por 3 veces que ama al Señor, NO con un amor perfecto como ÉL
debiera, pero sí con un amor sincero, y EL Señor le habla seguidamente de su muerte,
de su martirio.

«BIENVENIDO AL MINISTERIO PEDRO, VAS A MORIR MARTIRIZADO A


CAUSA MÍA»

«VAS A TENER EL PRIVILEGIO DE GLORIFICAR A DIOS, AÚN CON TU


MUERTE, PEDRO»

«PEDRO, YA OS LO DIJE Y ADVERTÍ ANTES»

Juan 15:18-19   «Si el mundo os aborrece, sabed que a MÍ me ha aborrecido antes


que a vosotros.  Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque NO sois
del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece»

Sin embargo, estas fueron las MEJORES NOTICIAS para Pedro,

¿SABES POR QUÉ?

Porque la próxima vez vez que él enfrentase un peligro de muerte a causa del Señor, él
NO le fallaría, NO volvería a negarle y Pedro vivió en el triunfo de una promesa que le
fortalecía.

Él pasó los siguientes 30 años de su vida sirviendo al Señor, consolado en que NO


volvería a fallarle más, y que lo glorificaría aún su muerte.

YA NO RETROCEDIÓ JAMÁS.

En Pentecostés Pedro es lleno del Espíritu Santo, proclama con poder y denuedo el
Evangelio con el mejor sermón de la historia de la Iglesia, con 3.000 personas
arrepentidas y convertidas a Cristo de manera genuina; luego más adelante, junto a Juan
sana y levanta a un paralítico, inmediatamente se pone a predicar en el pórtico de
Salomón, y ambos son arrestados y llevados ante el Sanedrín.

Va a enfrentar nuevamente un peligro por causa de Cristo, y lleno del Espíritu Santo, y
con la promesa de Jesús de que NO le fallaría más, Pedro dice lo siguiente:

Hechos 4:8-12   «Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del
pueblo, y ancianos de Israel:  Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio
hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,  sea notorio a todos
vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a
quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por ÉL este
hombre está en vuestra presencia sano.  Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros
los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.  Y en ningún otro hay
salvación; porque NO hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.»
Hechos 4:18-20   «Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni
enseñasen en el nombre de Jesús.  Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;  porque NO podemos
dejar de decir lo que hemos visto y oído.»

«¿ME AMAS LO SUFICIENTE COMO PARA NEGARTE A TI MISMO, TOMAR


TU CRUZ Y SEGUIRME?»

«¿ME AMAS COMO PARA DAR, SI FUERA NECESARIO, TU VIDA POR MI?»

Este es el llamado para Pedro, pero también el llamado para todo aquel que confiese al
Señor, que diga que lo ama y que quiera seguirlo de verdad.

Todos los apóstoles fueron perseguidos y martirizados, Juan después de ser torturado,


fue desterrado sólo a una isla desierta (Patmos), Esteban fue
apedreado, Santiago arrojado desde un alto campanario de más de 30
metros, Pablo decapitado como fue más tarde Justino «martir», Ignacio de
Antioquía fue sentenciado a muerte, Policarpo de Esmirna fue quemado en la
hoguera, al igual que Juan Huss, Ireneo de Lyon también fue martirizado, y
muchísimos más.

Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, a quien le debemos la traducción en habla


hispana más usada de todas, tuvieron que huir de España a escondidas en el Siglo XVI,
y vivir una vida de continuas persecuciones.

En Corea del Norte, Afganistán o Nigeria, ser cristiano te cuesta la vida,te cuesta la
libertad, te cuesta ver asesinar a tus hijos,…

Volviendo a Pedro, un Padre de la Iglesia (Siglo III dC) conocido


como EUSEBIO escribió lo siguiente en su conocido libro llamado «Historia
Eclesiástica» en referencia a Pedro y su muerte:

«Pero Pedro parece haber predicado en Ponto y Galacia y Bitinia y Capadocia y Asia,
a los judíos de la diáspora, y por fin, habiendo llegado a Roma, fue crucificado con la
cabeza hacia abajo, porque así pidió él sufrir»

Orígenes, Tertuliano, Dionisio, quien era Obispo de Corinto atestiguan y manifiestan


exactamente lo mismo en relación a Pedro, y a su muerte como mártir.

Pedro fue crucificado durante el gobierno del malvado y cruel emperador Nerón, cerca
del año 64 dC, sólo con la peculiaridad de que él mismo pidió ser crucificado boca
abajo, ya que NO era digno de morir como Su Señor y Salvador, a quien una noche él
negó y renegó, cuando ÉL realmente sí que iba a morir en su lugar.

GLORIFICÓ A DIOS CON SU MUERTE, TAL Y COMO JESÚS DIJO.


MIRA LO QUE LE DICE JESÚS A CONTINUACIÓN, TRAS PROFETIZARLE QUE
NO LE FALLARÍA Y QUE MORIRÍA COMO MÁRTIR A CAUSA DE SU FE EN
ÉL:

Juan 21:19b   «Y dicho esto, añadió: ¡¡SÍGUEME!!»

A nosotros nos hace hoy el mismo llamado, con la misma seriedad, con la misma
contundencia que le hizo a Pedro:

Mateo 16:24-25   «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de MÍ (¿Quieres ser realmente MI Discípulo?), niéguese a sí mismo (renuncia a
ti: tus sueños, tus metas, tus ideas centradas en ti mismo para vivir MI Voluntad,
anteponiendo el Reino de Dios a tu vida), y tome su cruz (con un compromiso y una
abnegación total y radical), y ¡SÍGAME! (y entonces, y sólo entonces es cuando
podrás seguirme y ser verdaderamente MI Discípulo).

Ahora viene la GRAN PARADOJA DEL DISCIPULADO donde Morir es


Vivir. Porque Todo el que quiera salvar su vida (viviéndola lejos de Cristo, con un
modo de vivir egoísta y egocéntrico), la perderá; y todo el que pierda su vida por
causa de MÍ, la hallará»

Hermanos, ojalá pudiera predicar un Evangelio más suave, más cómodo y más
fácil; PERO el Evangelio de Cristo demanda Negación, el Evangelio de Cristo acarrea
un Alto Costo, que es la muerte al Mundo y sus valores para seguir al Señor, SIEMPRE
y en todas circunstancias, sean las que sean.

Habacuc 3:17-18    «Aunque la higuera NO florezca, ni en las vides haya frutos,


aunque falte el producto del olivo, y los labrados NO den mantenimiento, y las ovejas
sean quitadas de la majada, y NO haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré
en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación.»

Pedro el impulsivo, amigo íntimo de Juan, tras ser restaurado al Ministerio y ser


fortalecido con la Promesa de que aún ni en su muerte le volvería a fallar, ahora tiene
una sana curiosidad, y se preocupa por el destino de él.

Juan 21:20-23   «Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba
Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho:
Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor,
¿Y QUÉ DE ÉSTE? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué
a ti? SÍGUEME TÚ. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel
discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que NO moriría, sino: Si quiero que él
quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?»

«NO ES ASUNTO TUYO, PREOCÚPATE DE TI MISMO Y DE SEGUIRME»

El llamado de Jesús es un LLAMADO PERSONAL A CENTRARSE EN UNO


MISMO, NO EN EL OTRO Y SEGUIRLE, SIN COMPARARSE CON NADIE.
«¡NIÉGATE A TI MISMO»

«TOMA TU CRUZ»

«¡SÍGUEME TÚ!»

CONCLUSIÓN

Hemos visto en este CAPÍTULO 21, el último del Evangelio de Juan, que Jesús es la
Provisión y la Cabeza de la Iglesia aún hoy también, que
nuestra SUFICIENCIA NUNCA está en nosotros, en nuestras habilidades o en nuestra
experiencia sino que está en CRISTO, y como tal debemos vivir en Obediencia a ÉL.

ÉL cubre y satisface nuestras necesidades vitales, nuestras necesidades espirituales, y lo


hace con abundancia.

Hemos visto que EL DISCÍPULO y seguidor fiel de Jesús está llamado a vivir para
ÉL, NO para sí mismo, de una manera completa y radical, y que vivir para ÉL,
realmente requiere  demanda y acarrea un ALTO COSTO, un precio tan alto que puede
costarte hasta la vida misma (y para mí es muy fácil decirlo así, aquí y ahora).

Jesús nos llama a SEGUIRLE, y nos hace la misma pregunta que a Pedro: «¿ME
AMAS?»

«¿ME AMAS COMO PARA SEGUIRME CUESTE LO QUE CUESTE?»

Hemos visto también cómo Jesús restauró, perdonó y comisionó nuevamente a Pedro,
de la misma manera que hoy puede restaurarte y perdonarte si le has fallado, si te has
avergonzado de ÉL, porque ÉL te busca como buscó a Pedro.

Y es ahora, DESPUÉS DE TODO ESTO que Juan SÍ que escribe el final del


Evangelio, un final que parecía que estaba al final del Capítulo 20, pero que era
necesario para nosotros, para la Iglesia este paréntesis del Capítulo 21.

Juan 21:25   «Y hay también otras muchas cosas que hizo  Jesús, las cuales si se
escribieran una por una, pienso que ni aún en el Mundo cabrían los libros que se
habrían de escribir. Amén.»

JESÚS HIZO MUCHAS COSAS, MUCHÍSIMAS COSAS, MUCHOS MILAGROS,


SEÑALES, OBRAS,…

PERO HUBO UNA, una en especial, que hizo por ti y por mí, y es por esa que hoy
estamos aquí reunidos adorándolo.

Hubo UNA que es crucial y determinante para que al igual que Pedro en este capítulo,
tu puedas reconciliarte o restaurarte con Dios.
Hace 2.000 años, en el epicentro religioso mundial, y en el día más importante para
ellos, en la Festividad de la Pascua, ÉL se ofreció a SÍ Mismo, se entregó y se subió a
una CRUZ de madera, para ocupar el lugar que todos nosotros merecíamos bajo el
Juicio y la Ira de Dios.

Había una deuda pendiente, NO como la que tenía Pedro (y hemos visto hoy), sino una
Deuda infinitamente superior y que Nadie podía pagar, y Jesús le dijo al Padre: «YO
LA PAGARÉ HASTA EL FINAL»

Por eso es que desde la Cruz grita «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué ME has
abandonado?; porque al ser el portador del Pecado del Mundo, y ser hecho Pecado, ÉL
que es Santo sufrió las terribles consecuencias de él, y se sintió sólo, abandonado,
rechazado por Su padre con quien compartía la Gloria desde la Eternidad.

Pero además dijo: ¡ CONSUMADO ES!, y pagó y canceló nuestra deuda por todos
nuestros pecado, que nos separaban de Dios por la eternidad.

ÉL Murió para que NO lo hicieras tú, pero NO sólo eso, sino que ÉL vivió la vida recta,
perfecta y en obediencia a Dios, para que esa vida se te atribuyera y contara a ti,
mediante la FE genuina y viva en ÉL.

Al 3er Día, tal y como ÉL mismo lo dijo y lo repitió, se levantó de entre los Muertos
con Poder y Gloria, demostrando que es el Eterno Hijo de Dios, siendo exaltado por
Dios Padre, quien quedó eternamente orgulloso, satisfecho y completo por la Obra
Perfecta de SU Hijo.

ÉL está a la Diestra de Dios, intercediendo, guiando y velando por SU Iglesia, siendo


nuestro sustento, nuestra entera y total Suficiencia y éste quien un día murió por
Nosotros, en nuestro lugar, un Día vendrá a por nosotros y juzgará y pondrá bajo Sus
Pies a Todo aquel que NO se arrepienta y ponga su FE en ÉL, y que NO haya tomado
su cruz, se haya negado a sí mismo y le haya seguido por el camino estrecho y angosto.

Hay HISTORIA REAL Y VERÍDICA, sobre uno de los más grandes evangelistas que
ha dado la nación de EEUU, y que vivió a mediados-finales del Siglo XIX, D. L.
MOODY.

Este evangelista realizaba cruzadas por todo el país, y un día, al acabar una de ellas,
Moody se estaba despidiendo de sus amigos por la ventanilla del tren, y de repente, un
hombre vino corriendo, se puso a su lado en la ventanilla mientras el tren se marchaba,
y gritaba:

¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO?

Moody dijo: «TÚ NO puedes hacer Nada, ya está TODO hecho. Ya lo hicieron por tí»
¿CÓMO ME PUEDO SALVAR?

Este hombre estuvo en la campaña evangelística y el Espíritu Santo de Dios le trajo


convicción real de pecado y arrepentimineto, y Moody le dijo lo siguiente:

«ISAÍAS 53, VERSÍCULO 6, VAYA AL PRIMER TODOS, Y LEA


DETENIDAMENTE HASTA EL SEGUNDO TODOS. ASÍ RESOLVIÓ DIOS
NUESTRO PROBLEMA»

Isaías 53:6   «TODOS nosotros nos descarriamos como ovejas,  cada cual se apartó
por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de TODOS  nosotros.»

EL AUTOR DE LA CARTA A LOS HEBREOS NOS DICE QUE JESÚS ES MEJOR


Y SUPERIOR QUE TODO LO DEMÁS.

 ÉL ES MEJOR QUE LOS ÁNGELES.


 ÉL ES SUPERIOR A TODA LA REVELACIÓN DADA POR DIOS
ANTERIORMENTE.
 ÉL ES MEJOR QUE EL ANTERIOR PROFETA Y MEDIADOR, MOISÉS.
 ÉL ES MEJOR QUE EL ANTERIOR LIBERTADOR, JOSUÉ.
 ÉL ES MEJOR Y SUPERIOR QUE TODOS LOS REYES; QUE DAVID,
QUE SALOMÓN, Y QUE TODOS LOS JUECES.
 ÉL ES MEJOR QUE TODOS LOS SACRIFICIOS DEL ANTIGUO
TESTAMENTO.
 ÉL ES MEJOR QUE TODOS LOS SACERDOTES.
 ÉL ES MEJOR QUE EL SANTUARIO, QUE EL TABERNÁCULO Y QUE
EL TEMPLO.

ÉL ES EL SEÑOR DE LA GLORIA, QUIÉN VIVIÓ LA VIDA QUE DEBÍAS


HABER VIVIDO TÚ, Y QUIÉN MURIÓ LA MUERTE QUE MERECÍAS TÚ.

ANTE TODO ESTO, SÓLO PODEMOS ADORARLO Y CONFESARLO COMO


TOMÁS: «¡SEÑOR MÍO, Y DIOS MÍO!»

«¿ME AMAS?»

«¡SÍGUEME!»

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