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La intervención en el desarrollo motor

Los primeros años de vida representan un periodo fundamental en el


proceso de maduración global de los niños. En estas edades, su cuerpo es el
instrumento que les permite realizar procesos adaptativos al mundo
exterior y el canal de comunicación con las personas de su entorno.

Diversos estudios sobre el desarrollo motor en el feto hablan de reacciones a


estímulos externos con solo 16 semanas de gestación. Esto le va a permitir al niño
comenzar sus procesos de adaptación al me- dio nada más nacer.

El principal objetivo desde la escuela será favorecer el desarrollo de sus


capacidades motrices en relación con el resto de capacidades (relacionales,
afectivas y cognitivas), aportándole nuevas experiencias enriquecedoras,
que irán completando las adquiridas en el entorno familiar.

Además, la escuela desempeñará un papel fundamental en la observación y


evaluación de sus progresos, lo que permitirá detectar cualquier tipo de
problema o alteración que pueda darse en su desarrollo.

1- Los objetivos de la intervención en el desarrollo motor

A la hora de plantear la intervención desde el aula para favorecer el


desarrollo motor de los niños, es importante recordar que cada niño tiene su
propio ritmo de desarrollo y aprendizaje.

Desde las distintas propuestas se les debe alentar, invitar, motivar y


acompañar en el descubrimiento de su propio cuerpo, sus posibilidades y su
entorno, así como de los objetos personas que les rodean.

Los niños de estas edades, además, se desarrollan de forma global, por lo


tanto, a la hora de plantear la intervención en este ámbito se tendrá en
cuenta la relación con otros aspectos de desarrollo, ya sean físicos,
cognitivos, sociales o afectivos.
Establecer actividades en las que el juego se convierta en una herramienta
de aprendizaje.

2- Organización del espacio para favorecer el desarrollo


motor

Los espacios en los que los niños se desarrollan deben favorecer la


interacción de estos con su entorno. Los niños sienten la necesidad de
apropiarse de ese espacio, de hacerlo suyo. La seguridad afectiva que
provoque ese espacio en el niño será el punto de partida para posibilitar los
desplazamientos, la exploración y la interrelación.

La separación en zonas en el aula puede quedar disipada en cuanto los niños


comienzan a jugar, debido al traslado de material que hacen de un lado a
otro para probar su influencia sobre el medio.

EDADES ZONAS DE JUEGO


MANIPULACIÓN MOVIMIENTO JUEGO
SIMBÓLICO
0-1 AÑO Zona tranquila, en Irá cambiando según los En esta edad los niños
alfombra o colchoneta logros motores de los no tienen capacidad de
Materiales: juguetes niños (desplazamiento, simbolización
sonoros, móviles, gateo…)
objetos con distintas Materiales: arrastres,
texturas arneses, balancines,
planos inclinados…
1-2 AÑOS Zona bien diferenciada Gran relevancia en esta Aparece con
Materiales: encajes, edad materiales sencillos:
construcciones, libros Los espacios cambian casita con muñecos,
con imágenes, etc. según los avances disfraces…
motores (paso del gateo a
la bipedestación y la
marcha)
2-3 AÑOS Exploración de nuevos Se necesita mucho Cada vez más
materiales espacio. Es preferible importante.
Materiales: para trasladar esta zona a un Materiales: cualquiera
expresión plástica, aula de usos múltiples que sirva para jugar a
construcciones, puzles, “como si…”, disfraces,
encajes, etc. telas, cajas, muñecos,
carros, comiditas…

La disposición espacial tiene que adaptarse a las características y


necesidades, que en los bebés están organizadas en función de sus ritmos
de sueño y de vigilia. Así, además de una zona de actividad, tendremos la
zona de descanso (cunas, hamacas) y otra zona de higiene y aseo
(cambiadores).

En el segundo ciclo de educación infantil (3-6 años) las «zonas de juego» dan paso a
los «rincones de actividad». Los rincones son aquellos espacios que, delimitados
específicamente, ofrecen posibilidades de juego a través de distintos materiales,
agrupados atendiendo a criterios comunes. Los niños acceden a estos materiales en
pequeños grupos. La zona de movimiento se traslada a un espacio específico,
normalmente la sala de usos múltiples o psicomotricidad.

El patio de juego exterior también se puede organizar teniendo en cuenta


las edades de los destinatarios que van a jugar en él: zona de arena (para
jugar con cubos y palas), zona de columpios (toboganes, balancines,
estructuras para trepar), zona de pista (para jugar con arrastres, triciclos,
coches), etc.

Los materiales deben revisarse periódicamente para detectar desperfectos,


retirar los que ya no despiertan el interés de los niños, adecuarlos a nuevas
propuestas, etc.

3- Materiales, recursos y actividades para favorecer el


desarrollo motor

La selección, organización y uso de materiales que se lleva a cabo en el aula


resulta determinante para el adecuado desarrollo de los niños que acuden a
la escuela infantil. Estos recursos influirán en las distintas actividades que
se propongan a los niños, así como en la adecuación del espacio a las
distintas propuestas.

Utilizar elementos sonoros para incentivar los movimientos de los niños propicia no
solo gran motivación para sus desplazamientos, sino la discriminación de diferentes
fuentes sonoras.

Actividades de locomoción (motricidad gruesa)

a) Actividades en el aula de bebés 0-1 año


Tendrán como objetivo fundamental el progresivo control postural de los
niños y la exploración de su propio cuerpo y de su entorno más cercano

b) Actividades en el aula de 1-2 años

A partir del acceso a la bipedestación y el inicio de la marcha, hacia el


primer año de vida, las actividades y propuestas motoras cambian con el
desarrollo de los niños.

En relación con la vida cotidiana de la escuela, haremos que los alumnos


exploren los distintos espacios, animándoles en sus progresos motrices:
empezar a subir y bajar escaleras y e desplazarse por distintas superficies.
Este espíritu de exploración derivará en la colocación de materiales o en
desplazamientos rutinarios: hacer un recado (con la compañía del adulto y en
el entorno escolar), visitar otra clase, organizar el material y el mobiliario
del aula, etc.

 Actividades de movimiento

-El educador propondrá desplazamientos y animará y ayudará en los mismos.

-Verbalización de órdenes sencillas para que los niños busquen su juguete


favorito, situado a distancias alejadas o en un lugar alto.

-Juegos de perseguir por el aula material que ruede (pelotas o botes) y


volver a lanzarlo.

-Juegos de agacharse y levantarse, mediante canciones y juegos sencillos.

-Juegos de esconder juguetes y animarles a encontrarlos, o a trasladarlos


por el aula.

 Actividades de patio

Cuando comienzan su acceso a la marcha, resulta ideal mantener una zona de


juego exterior lo más adaptada posible a estas edades, con tobogán y
estructura con escaleras y rampas, en la que los educadores estarán muy
pendientes de ayudar y animar a los niños. Además tendremos correpasillos
y coches en los que los niños puedan jugar a desplazarse.
 Otras actividades

Propuestas con materiales naturales y reciclados:

-Cajas de cartón de distintos tamaños: los niños pueden trasladarlas, jugar


a construir, a meterse en ellas, a taparse ya esconderse.

-Actividades con botellas rellenas con materiales sonoros (arena,


legumbres, etc.).

c) Actividades entre los 2-3 años

En esta etapa, los niños han adquirido patrones matrices muy variados.
Además, comienzan a ser posibles las propuestas en grupo, son más
conscientes de las actividades de los otros niños, y la imitación y el
movimiento se encuentran en su máximo apogeo.

Para las actividades cotidianas, se pueden enriquecer sus desplazamientos


por la escuela, invitándoles a hacerlos de distintas formas (saltando,
agachados), haciendo visitas a otras clases, animándoles a llevar objetos en
las manos o subir y bajar escaleras de forma totalmente autónoma. Resulta
interesante trasladar la zona de movimiento a un aula de usos múltiples o
psicomotricidad.

 Actividades de aula:

Musicales:

Bailar al ritmo (música rápida y lenta), parar cuando pare la música, hacer
distintos tipos de desplazamientos según la música, o utilizar distintas
consignas.

De imitación:

Proponiendo juegos de «lo que hace la madre» (en el que los niños imitarán
en el aula los movimientos del educador por la sala).

 Actividades libres:

Proponiendo material por la sala (toboganes, aros, pasarelas, planos


inclinados, pelotas, piscina de bolas o material más simbólico).
 Actividades de patio:

En estas actividades queda más patente la incipiente autonomía de los niños


de estas edades, que disfrutan al desplazarse en coches y correpasillos,
subir y bajar por los toboganes, y entrar en la casita para realizar juegos
simbólicos.

d) Actividades en el segundo ciclo (3-6 años)

Las actividades relacionadas con la motricidad gruesa en este segundo ciclo


se llevarán a cabo en dos escenarios: la sala de psicomotricidad y los
espacios exteriores.

• Actividades de marcha, carrera y parada. Ayudarán a los niños a controlar


sus movimientos en relación con el espacio y con los demás. Se utilizarán
recursos como cuentos o música.

• Actividades con distintos tipos de desplazamientos. Se colocará el


material a modo de «circuito», proponiendo movimientos distintos en cada
tramo. • Juegos cooperativos. Para adecuar el comportamiento al de los
demás, en parejas o en pequeño grupo.

Actividades de manipulación (motricidad fina)

a) Actividades en el aula de bebés (0-1 año)

Durante el primer año de vida, el desarrollo motor del niño resulta


significativo en relación con el control postural, por un lado, y en cuanto al
desarrollo motor fino, por otro lado, donde resulta fundamental la evolución
de la prensión, que dará lugar a la posibilidad de manipulación y exploración
de objetos de forma progresiva. Las propuestas de motricidad fina se
trabajan en relación individual y directa con el niño, mediante retahílas y
juegos de falda o aprovechando los momentos de cambio e higiene; o,
proporcionándole distintos materiales para que los explore y juegue.
Podemos estimular la motricidad fina a la hora de la comida, animándole a
que nos ayude a sujetar el biberón o a que coja la cuchara. Durante el
cambio de pañales tendremos un momento de relación individual con el niño,
en el que haremos cosquillas o nombraremos las partes de su cuerpo
mientras hacemos un masaje. Resulta interesante intervenir de manera
intencional en estos intercambios con nuestros alumnos.

Exploración de distintos materiales: para provocar la sensación palmar y el


inicio de la prensión, así como la coordinación óculo-manual, utilizaremos
juegos de falda, retahílas y canciones que ayuden al movimiento de manos y
dedos. Podemos usar algunos en los que el niño agarre las manos del
educador. Estas son adecuadas para los más pequeños porque contribuyen a
su desarrollo motor ya la relación afectiva con el educador.

Los «juegos de falda» se llaman así porque se realizan con el niño en el regazo del
adulto, que propone canciones o retahílas (canciones de tradición oral popular).

Tanto en las actividades dirigidas como en las libres, la intencionalidad de la


intervención por parte del adulto debe estar presente, ayudando, proponiendo,
añadiendo o quitando material, y verbalizando los distintos logros de cada niño.

A partir de los 6 meses se pueden introducir actividades de manipulación en grupo,


como «el cesto de los tesoros», ya que los niños se mantienen sentados pero
todavía no han iniciado la marcha. Se recomienda hacerlo en grupos de tres. Esta
propuesta favorece el desarrollo de la motricidad fina en los niños de esta edad.

b) Actividades en el aula de 1-2 años

Con esta edad los niños ya son capaces de agarrar y lanzar distintos tipos
de objetos y se podrán observar sus progresos en muchas actividades de la
vida cotidiana en el aula.

o Rutinas: se puede ofrecer a los niños la fruta del desayuno en pequeños


trozos para que inicien la pinza (con los cuatro dedos y oponiendo el pulgar)
y ofrecerles que agarren la cuchara y el vaso de la comida. Cuando se laven
las manos, se indicará cómo utilizar el jabón y se verbalizarán las distintas
partes de la mano.
o Representaciones plásticas: pueden jugar a pintar con sus manos, mientras
se dan pautas, para ayudarles a diferenciar entre dedos y palma de la mano.
En la zona de manipulación se ofrecerán distintos materiales para empezar a
modelar.

o Materiales de encaje: los niños jugarán con las formas, los colores y las
construcciones de distintos tamaños. Las distintas retahílas, canciones de
gestos y juegos tradicionales provocarán la diferenciación de movimientos,
como dar palmas, girar las manos o levantarlas.

o Materiales naturales: al comenzar la marcha, resultan muy adecuadas las


propuestas de juego heurístico.

c) Actividades entre los 2-3 años

Los niños presentan un incipiente interés por la representación gráfica y por


las actividades plásticas. La intervención del adulto debe realizarse desde la
propuesta de material y de juego.

o Actividades plásticas: aunque utilizarán sus manos para pintar, poco a


poco, les ofreceremos otro tipo de útiles, como pinceles, esponjas o
rotuladores gordos

o Actividades de manipulación: se continúa con los encajes y las


construcciones, eligiendo un material con más posibilidades que el utilizado
en cursos anteriores; se añadirán juegos de ensarte, puzles y materiales
manipulativos simbólicos.

o Rutinas diarias: acompañadas de sus ritos y canciones.

Entre los 2 y los 3 años, resulta interesante proporcionar a los niños distintos
soportes y texturas.

Algunos ejemplos de materiales manipulativos simbólicos son los animales de


plástico, los muñecos de tamaño mediano o los coches.
d) Actividades en el segundo ciclo (3-6 años) o

Los niños entre los 3 y los 6 años aprenderán a abrochar y desabrochar


cremalleras y botones; aponerse y quitarse los abrigos y los disfraces; a
abrocharse los zapatos; a peinarse; a preparar el desayuno; a lavarse las
manos, pinceles y otros materiales; a recoger y clasificar objetos de
diferentes tamaños, etc.

Rutinas diarias: estas actividades relacionadas con los hábitos de autonomía,


vestido e higiene provocarán un desarrollo de sus capacidades de
manipulación y coordinación viso-manual.

o Rincones para realizar actividades relacionadas con la manipulación,


aunque sus objetivos atiendan al desarrollo cognitivo, del lenguaje o
socioafectivo.

o Aparición de la intencionalidad gráfica: se proponen actividades


relacionadas con la expresión plástica en las que se ofrezcan distintos útiles
y soportes. En el inminente acceso a la escritura se pondrán en juego todos
los hitos motores desarrollados hasta el momento, aunque es fundamental
contar con un tiempo y un espacio para actividades manipulativas.

4- Observación y evaluación de la intervención en el


desarrollo motor

Dentro de la intervención en el desarrollo motor resulta fundamental la


observación y evaluación del desarrollo de los niños, con tres objetivos
fundamentales:

1- Llevar un control de los progresos de los alumnos en relación con su


desarrollo motor.
2- Tener constancia de la incidencia de la intervención por parte de los
educadores.
3- Poder detectar alguna anomalía en el desarrollo y comprobar la
adquisición de los hitos de desarrollo motor por parte de los alumnos.

Los registros de observación para evaluar la intervención educativa pueden


recoger información cuantitativa (sí/no, tiempo de ejecución) o cualitativa
(qué expresa, cómo se relaciona, etc.). Según sea la intervención, se decidirá
qué tipo de registro utilizar, aunque sería interesante el uso de registros
mixtos, en los que dejar un espacio para algún comentario de corte
cualitativo que resulte interesante.

Ejemplo de registro de conducta

Niños 0-1 año. Desarrollo de la Edad Comentarios


prensión y relación con los objetos
Fija la mirada en el objeto
Se acerca al objeto
Agarra con pinza oponiendo el
pulgar
Agarra con control
Agarra objetos de distintas
formas
Agarra y suelta voluntariamente
Alterna objetos de una mano a
otra

5- El papel del educador en la intervención motora

En la escuela infantil debemos organizar los recursos personales de que


disponemos para que las actuaciones con los niños resulten coordinadas y
coherentes.

En el desarrollo motor, la presencia, actitud e intervención de los adultos de


referencia van a marcar la dinámica de las distintas propuestas. Algunos
aspectos a tener en cuenta serán:

o El adulto será un modelo de referencia estable, que transmitirá


seguridad al niño en sus avances matrices.
o Tendrá una actitud de escucha, no solo de lo que los niños dicen, sino
de cómo están, de sus variaciones tónicas, etc.
o Ayudará en la resolución de los conflictos que puedan surgir.
o Responderá a sus demandas, pudiendo incluir alguna variación que
enriquezca la actividad.
o Su labor de observación será clave para la evaluación de las
posibilidades y limitaciones del grupo en general y de cada individuo
en particular.
o En cuanto a la planificación de las distintas propuestas, el educador
deberá tener en cuenta la coherencia de las actividades, en relación
con los objetivos que se quieren conseguir y en relación con los
ajustes según las características psicoevolutivas de los destinatarios.

Una de sus labores fundamentales consistirá en la temporalización de las


distintas actividades atendiendo a una serie de criterios:

o La capacidad de atención va aumentando con la edad de los niños, aunque


esto varía de un tipo de actividad a otra y de unos niños a otros. Así, el
tiempo que los niños estén disfrutando y trabajando en una propuesta
dependerá no solo de la propuesta en sí misma, sino del ambiente, la
motivación y la actitud del educador.

o La secuencia de actividades debe seguir un orden lógico, de acuerdo con


las características de los niños. No se mezclarán propuestas de mucho
movimiento con otras muy tranquilas (por ejemplo, después de una sesión de
juego libre con cajas tendremos que realizar una actividad de relajación
para poder leerles un cuento).

o El índice de cansancio de los niños se valorará sobre todo a la hora de


proponer actividades manipulativas, que requieren algo más de control y
concentración. Suele ser mejor realizarlas a primera hora, ya que al final de
la jornada se encuentran muy cansados.

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