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SEGÚN LA ISAD(G)
1. Introducción
Así, surgen diversos modos de presentar los archivos, siendo los catálogos, inventarios, guías,
índices y censos los más utilizados por las universidades como herramienta para la transmisión
de sus investigaciones.
2. Instrumentos de Descripción
Catálogo: Según Heredia Herrera (1991) es un instrumento que describe de manera ordenada e
individualizada las piezas documentales o las unidades archivísticas −de una serie o conjunto
documental− que guardan entre ellas una relación tipológica, temática o institucional.
Constituye un instrumento de consulta que demanda mucho tiempo para su elaboración aunque
es muy utilizado en el campo de las ciencias sociales, particularmente en lo relacionado con
investigaciones históricas.
Inventario: Es un instrumento que describe las series documentales que componen las unidades
de archivo, de modo tal que reproduce el orden y estructura que tienen en el cuadro de
clasificación (Gavilán, 2009). En este sentido, uno de sus objetivos principales es señalar la
localización de los documentos. Suelen estar informatizados para facilitar la operatividad en el
acceso de los usuarios. Sin embargo, tal como expresa Rodríguez Parada (2007), su uso
demuestra limitaciones ya que se trata de una foto fija de la realidad en un momento dado
(cuando se elabora el inventario) y no del devenir de su historia.
La descripción de las reglas se efectúa en base a una técnica que se denomina descripción
multinivel. A partir de ella, se plantea que debe describirse el fondo documental y cada una de
las partes que lo componen de acuerdo a los elementos que resulten adecuados a su nivel, y
estableciendo una jerarquía en tales descripciones.
En este sentido, se parte de una premisa analítica que acerca al usuario a una totalidad que
contiene información propia del fondo pero ubicada en una red de conexiones que lo exceden.
La intención es que esta descripción permita no sólo contextuar al objeto de análisis sino poder
relacionarlo con su contexto, de forma que facilite una posible aproximación con otros objetos
de estudio afines.
Esta regla esencial exige que se describa la estructura jerárquica de la información que se
encontrará en los distintos niveles. Lo que se busca es que el primer acercamiento con el fondo
no sólo permita hacer asequible la relación que éste guarda con otros objetos de estudio
contextuales sino además las relaciones internas que se encontrarán conforme se avance en la
indagación de otros niveles.
Así, cuando la información refiere a una institución, en primer lugar se debería describir su
contexto de funcionamiento y el modo en que se relacionan. Por ejemplo, el marco social,
económico, político y cultural en el que se inscribe. Del mismo modo, puede brindarse
información relacionada con el contexto internacional, si hubiese alguna relación establecida
que ayude a comprender la naturaleza del objeto.
Si en un determinado nivel se presenta un tipo específico de información, como pueden ser los
planes curriculares de una carrera, el contexto debe cernirse al funcionamiento de las cátedras
y del Consejo Directivo. Si se tratase de programas de estudio, el contexto debería referirse al
funcionamiento interno de la propia cátedra y no de la unidad académica en general o del
contexto en que se inscribe, dado que esa información no es pertinente al nivel. Dado que los
contenidos de los programas de estudio son aprobados por las autoridades de la Facultad, el
contexto de la Facultad estaría en relación con el plan curricular y no con el nivel inferior, donde
ya se encuentra aprobado el programa que se dicta.
Asimismo, como parte de estar regla, debe consignarse el nivel de descripción en que se
encuentra la información a fin de facilitar la vinculación. Por ejemplo: 1) Universidad, 2)
Facultad, 3) Carrera y Plan de estudios, 4) Cátedra, 5) Programa de estudios, 6) Bibliografía.
Que estos niveles se hallen correctamente identificados ayuda al usuario a desplazarse
verticalmente por el archivo, ascendiendo y descendiendo niveles.
La cuarta y última regla es una de las más importantes para cualquier fondo de archivo: evitar
la repetición de la información. En cada nivel se deben establecer las descripciones propias de
ese nivel y que sean comunes a todas las partes que lo componen de modo tal que al describir
las partes del nivel inferior no sea necesario incluir contenidos ya especificados previamente.
La descripción multinivel se basa en siete elementos que abarcan cada uno de los aspectos de
todo tipo de fondo documental o de archivo.
En segundo lugar se procede a la nomenclatura propia del país de origen. El problema es que
actualmente Argentina no cuenta con un código de identificador único como en otros países.
Hasta que se consigne uno propio, es la Biblioteca Nacional Mariano Moreno la que inscribe
los fondos de archivo de carácter público o privado a través de un formulario de Archivos y
Colecciones Particulares. Para mayor información consulte la Tabla 2: Datos para Archivos
y Colecciones Particulares.
Asimismo, se debe consignar también un código de referencia específico, que puede ser un
número de control o código de identificación. Esto suele encontrarse al consultar un documento
en una biblioteca y es un dato interno del propio fondo que permite localizar un elemento
particular.
La identificación requiere que se consigne un título, recomendándose que sea formal, breve y
conciso. Si el nombre debiese ser extenso (mayor a 10 palabras) se debe consignar un título
abreviado que trate de conservar la información esencial.
Cuando se trate de un título formal (por ejemplo: Colección EUDEBA), se lo inscribe como
título de la institución. Cuando se trata de un título atribuido (un título de fantasía o creado por
el productor) se debe incluir en el nivel superior el nombre del productor. Siempre debe
distinguirse con claridad si se trata de un título formal o atribuido.
Respecto de la fecha, es imprescindible que se consigne para cada nivel jerárquico y puede
optarse entre dos tipos, prefiriendo siempre la que genere mayor precisión:
Por otra parte, el nivel de descripción también es contemplado. Se debe identificar y describir
el nivel de la unidad de descripción. Para mayor información, consulte el acápite 2.3.
Este elemento indica la pertinencia de incluir información respecto del contexto en que se
producen los archivos. En ese sentido, el nombre del productor debe dar cuenta de la persona
física o entidad responsable de los documentos.
También se debe incluir la historia institucional. De esta forma, se incluye una pequeña reseña
biográfica del productor o la historia de la institución, a fin de ubicar el contexto de producción
de los documentos. Lo mismo ocurre con la historia archivística, que debe brindar información
acerca de la historia de la unidad de descripción.
Por otro lado, la valoración, selección y eliminación que realice el productor debe ser
consignada. Así, se enuncian todas las actividades que impliquen una valoración, selección,
recorte y potencial eliminación de contenidos. De esta forma, el usuario entra en contacto con
las condiciones de producción de la descripción archivística, y el proceso en general.
Asimismo, en caso de que se prevean nuevos ingresos de documentos, éstos deben ser indicados
(por ejemplo: Al ser un fondo abierto, se prevé el ingreso de nuevas fuentes documentales a
partir de la consulta y aporte de los investigadores del área).
Aquí, se debe especificar las condiciones de acceso a los documentos. Es decir, se informa la
situación jurídica que aplica a la condición de acceso del usuario (modalidad Open Access o
Restringida). De mediar alguna disposición que la restrinja, se indica la duración estimada.
También se consignan las condiciones de reproducción en los casos en que exista alguna
restricción a la reproducción de la unidad de descripción (derecho a la propiedad intelectual).
Por otra parte, debe ser claramente especificada la lengua y/o escritura de los documentos (tipo
de alfabeto, sistema de símbolos o abreviaturas utilizados).
Este elemento otorga de manera sucinta información relacionada con algún dato significativo
no ubicable en ninguna otra área.
En primer lugar, se incluye la nota del archivero que indica las fuentes que han sido
consultadas, a partir de las cuales se ha elaborado la descripción. Posteriormente, se consignan
las reglas o normas utilizadas (normas internacionales y/o nacionales). Por último, se especifica
la fecha de la descripción, a partir de la cual queda indicado cuándo se ha elaborado o revisado
la descripción.
5. Conclusiones
Sin embargo, este contexto debe guardar alguna relación previamente establecida o, de lo
contrario, presentarse con el debido criterio de que ayude a la investigación. El criterio nunca
puede ser la simple acumulación de datos sin análisis.
6. Referencias bibliográficas