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CATALOGACIÓN

I
CLASE 1

Prof. Graciela Severini


Unidad 1.

Organización de la información y catalogación

La catalogación es la piedra angular de la bibliotecología. Algunas personas la perciben


como una asignatura relacionada con reglas rígidas y una lógica forzada. Pero en
realidad, la catalogación es la que permite a los usuarios buscar, hojear y acceder a la
información. Proporciona las estructuras bibliográficas que sostienen los servicios de
1 referencia y aseguran un manejo eficaz y eficiente de la colección. Una buena
comprensión de cómo la catalogación se relaciona con la organización de la
información les resultará útil a los bibliotecarios en la medida en que incluyen
información en todo tipo de formato a las colecciones.

Ciclo de transferencia de la información

La catalogación es una forma de organización de la información, así como una parte


crítica del ciclo de transferencia de información. Como veremos en la siguiente figura la
transferencia de la información es cíclica. Un autor potencial puede empezar en la fase
de Acceso buscando material para un proyecto. Consultará herramientas de información,
tanto informatizadas como humanas, para localizar ítems conocidos, buscar obras sobre
temáticas seleccionadas, averiguar qué han dicho expertos sobre esos temas, determinar
la pertinencia de ítems recuperados y para pedir acceso a los ítems relevantes. En la fase
de Síntesis, el autor se toma el tiempo de repasar los ítems, descarta los irrelevantes,
sintetiza la literatura relevante, desarrolla tesis y antítesis, agrega una visión personal, y
pasa a la fase de creación. Cuando una obra está completa, se somete a la evaluación de
los pares o de los editores. Cuando pasa la evaluación, se pone a disposición del
público. Luego comienza la fase de Organización de la información. La obra puede ser
incluida en un repertorio. Puede ser indizada por un servicio de indización y resúmenes
o ser listada en una bibliografía. En una biblioteca, lo más probable es que sea
catalogada. Se le asignará información descriptiva, puntos de acceso, indicadores
temáticos (descriptores, encabezamientos de materia, clasificación o similares) y el ítem
se pondrá en el estante para su acceso. Después de este tratamiento está listo para la fase
de Acceso, y el ciclo continúa.

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Creación

(Visiones personales) (Revisión)

Síntesis Organización de la
Información (bibliografía,
indización, catalogación, etc.)
2 (evaluación, relevan-
cia, etc.)

Acceso (identificación, descubrimiento, selección, acceso, etc.)

Figura 1: Ciclo de Transferencia de la información

Diferentes métodos de organización de la información resultan en diferentes salidas: un


directorio, un índice, una bibliografía o un catálogo. Pero los objetivos son similares:
identificar, descubrir, seleccionar y obtener una obra. Si se elimina la organización
de la información de este ciclo, la brecha entre los creadores y los usuarios de la
información se hace difícil de franquear. Los usuarios tendrían que utilizar mucho
tiempo y energía en determinar lo que está disponible, buscar los ítems deseados y
evaluar la pertinencia de todo lo que encuentren. De hecho, esta es la problemática
actual de los usuarios de internet. A pesar de la cantidad de motores de búsqueda y
directorios existentes, todavía tienen que revisar mucho los materiales para encontrar
algo satisfactorio (y muchos no encuentran nada útil aún después de una extensa
exploración)

Los principios de organización de la información

Organizar la información para su acceso es una de las principales preocupaciones de los


profesionales de la bibliotecología y de las ciencias de la información. En este sentido,
se ha desarrollado varios métodos, dando por resultado herramientas como los
catálogos, índices (impresos y en línea), revistas de resúmenes, auxiliares de búsqueda
(en archivos), bibliografías y bibliografías electrónicas (“pathfinders”). La gran cantidad
de estas herramientas de la impresión de que estos métodos son muy diferentes y cubren
partes distintas del universo de la información. Pero todas ellas están para servir las
importantes funciones abogadas por Charles A. Cutter en 1904 en su Rules for a
Dictionary Catalog: identificar, agrupar, evaluar y localizar1. La importancia de estas
funciones fue subrayada por un informe de la IFLA (International Federation of Library

1
Charles a. Cutter, “Rules for Dictionary Catalog”, 4th ed. (Washington, D. C.: Goverrnment Printing
Oficce, 1904; reprint, London: The Library Association, 1962)

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Associations) que describe el encontrar, identificar, seleccionar y obtener acceso
como las funciones esenciales del registro bibliográfico.
Si bien estas herramientas bibliográficas pueden funcionar de manera distinta, de hecho,
aplican los mismos principios. Éstos han sido compartidos, pero raramente articulados.
Taylor2 y Hagler3son probablemente los primeros autores en describir con éxito los
principios de la organización de la información. Basándose en sus ideas, se puede
establecer un conjunto completo de los principios de la organización de la información:

Principio uno: Definición del alcance y criterios de selección

El primer principio para organizar información, más allá del método que elija el
organizador, es la definición del alcance de la herramienta. Si bien sería deseable tener
3 una única herramienta que organizara todo el universo de información, no existe ni sería
factible crearla. La parte del universo de la información que cubre la herramienta podría
consistir en las existencias de un archivo, materiales en un área temática seleccionada o
recursos relevantes para la comunidad de usuarios en particular. Se debe tener en cuenta
muchos factores cuando se define la cobertura de una herramienta de organización de la
información. El factor más crucial es el conocimiento de las necesidades de
información de los usuarios.
Teniendo información acerca de las necesidades de los usuarios, el organizador puede
desarrollar criterios de selección y empezar a buscar recursos apropiados en el universo
de la información. En una biblioteca, las actividades vinculadas con el primer principio
caen normalmente bajo la órbita del departamento de desarrollo de colecciones. Sin
embargo, el reciente y espectacular crecimiento de los recursos electrónicos ha resultado
en un aumento de la participación del personal de referencia y de catalogación en este
proceso.

Principio dos: Creación de la representación

Una vez que se han identificado los recursos a cubrir, la siguiente preocupación es la
creación de una representación. Este paso es necesario porque generalmente se cree
que para propósitos de acceso una representación es mejor que el propio documento.
Por ejemplo, en lugar de poner a disposición todo un informe de investigación, se puede
crear un registro de una obra, con información sobre el autor, la fuente y la temática
para hacer más eficiente la búsqueda.
El procedimiento para crear una representación varía según las herramientas, pero hay
dos objetivos comunes a todas. Primero, la representación debe contener suficiente
detalle como para identificar un recurso, segundo, debe incluir la información
necesaria para distinguir un recurso de otro.
Para asegurar la consistencia en la creación de representaciones, se han creado varias
normas. Las agencias de indización tienen pautas para describir recursos y los
manuales de estilo de cita brindan lineamientos similares. Para la catalogación, las
normas clave son las Reglas de Catalogación Angloamericanas (RCAA), 2da. ed.,
rev. 2002, actualización 2003, y los formatos MARC21.

2
Arlene G. Taylor, “The Information Universe: Will We Have Chaos or Control?”, American Libraries
25 (July/August 1994): 62-632
3
Ronald Hagler, “The Bibliographic Record and Information Technology”, 3rd ed. (Chicago: American
Library Association, 1997)

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Principio tres: análisis para el acceso

Con la creación de la representación está relacionado el análisis del recurso para el


acceso. El objetivo de este principio es asegurar que una herramienta cumpla con
las funciones de evaluación y de agrupación. Comúnmente, el organizador identifica
las personas u organizaciones que son responsables del contenido intelectual de una
obra o que han contribuido substancialmente con ella. Dependiendo de las herramientas,
los autores, coautores y editores son candidatos probables para ser seleccionados como
puntos de acceso. Los títulos propiamente dichos de las obras resultan ser también
puntos de acceso.
4 Además el organizador analiza la materia o temática de una obra para dar cuenta de su
contenido a los usuarios. Los indizadores asignan descriptores, los analistas crean
resúmenes, los recopiladores de bibliografías preparan anotaciones y los catalogadores
describen formalmente. Entre las herramientas también se hace uso de códigos de
clasificación. El objetivo es permitirles a los usuarios realizar búsquedas temáticas y
elegir entre ítems similares.
Además de los punto de acceso temáticos y no temáticos, también es necesario el
control de autoridades para facilitar el acceso y asegurar la agrupación. La mayoría de
las herramientas se esfuerzan por controlar sinónimos, homónimos y variantes
ortográficas y por representar las relaciones entre conceptos en sus listas de autoridades
de materia. Pero no todas las herramientas hacen un esfuerzo por controlar los puntos de
acceso no temáticos. La falta de consistencia en estos, como puede verse en algunas
bases de datos en línea, se torna una molestia para el investigador y afecta
negativamente el acceso.
Más adelante en este documento se detallarán los procesos de análisis documental
formal (catalogación) y Análisis de contenido (clasificación, indización, resumen)

Principio cuatro: organización de los recursos y sus representaciones

El último principio consiste en decidir cómo se organizarán los recursos y sus


representaciones para el acceso. Si se posee los recursos localmente, se proporciona
algún tipo de anotación de la ubicación, como una signatura topográfica. El objetivo es
facilitar la recuperación del ítem necesitado y que haya agrupación en el estante para
que los usuarios, sobre todo los que ojean los estantes, puedan elegir ítems similares.
Si los recursos están ubicados en otro lugar, se puede brindar algún mecanismo, como
un link hipertextual, para el acceso en línea.
El principio cuatro también se aplica a la organización de las representaciones. Este
paso es crítico porque afecta el acceso a los recursos, sobre todo en un ambiente en
línea. A diferencia del ambiente manual, donde el usuario puede recorrer a mano
páginas, estantes, fichas de catálogo o bases de datos, las herramientas en línea
proporcionan pocas señales físicas a estos. La visualización de las representaciones en
pantalla informa al usuario sobre lo que está disponible. Resulta entonces crucial que el
orden de los elementos en una representación y la visualización de varios ítems en
pantalla sean cuidadosamente diseñados.

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Los principios y la catalogación

Como uno más de muchos métodos de organización de la información, la catalogación


sigue estrechamente los principios descriptos anteriormente.
En una biblioteca, el personal del departamento de desarrollo de colecciones es quien
realiza normalmente la selección de recursos, poniendo así en práctica el principio uno.
Habitualmente, la catalogación empieza después de que llegan los ítems. En muchas
bibliotecas se busca los materiales recién llegados en servicios bibliográficos como
Online Computer Library Center (OCLC) para determinar la existencia de esos
registros. Si se encuentran, se siguen procedimientos de catalogación por copia. Caso
contrario, los catalogadores realizan la catalogación original del ítem. Ésta consta de
varios pasos principales: descripción, asignación de puntos de acceso, análisis temático,
5 control de autoridades, creación del registro MARC y, según la biblioteca, la
contribución de registros a un servicio bibliográfico o redes. El propósito de la
catalogación descriptiva es crear una representación de un ítem. Esta debe contener
suficientes detalles coma para que sea identificado y distinguido de otros. Este paso
pone en práctica el principio dos.
La asignación de puntos de acceso y el proceso de análisis temático dan por resultado
puntos de acceso temáticos y no temáticos para el registro bibliográfico. El trabajo de
control de autoridades se realiza sobre todos los puntos de acceso para asegurar la
consistencia y mejorar la recuperación. Así se aplica el principio tres.
Luego los ítems reales y sus representaciones (registros catalográficos) se procesan para
su acceso. Se les asigna signatura topográficas y se los ubica en los estantes, mientras
sus representaciones son confeccionadas mediante formatos legibles por computadoras
y analizadas para determinar cómo serán visualizadas (interfaces) como resultado de las
búsquedas por parte de los usuarios. Este paso pone en práctica el principio cuatro.

Catálogos y catalogación

El catálogo es una de las herramientas del Control Bibliográfico, que cubren


tradicionalmente los recursos que posee una o varias bibliotecas. La forma de
presentación de los catálogos ha ido variando a través del tiempo, desde los catálogos en
forma de libro, pasando por los catálogos en fichas, hasta los actuales catálogos
automatizados.
Para poder crear un catálogo es necesario realizar cierto tratamiento a los documentos
para extraer la información necesaria que los represente y recupere. Con esta
información se crea una versión abreviada de la entidad original, el registro
bibliográfico.
Para ello es necesario obtener una serie de datos, traducirlos a un lenguaje
estandarizado, ordenarlos y volcarlos en un soporte. Si el soporte es digital, será
necesario también codificar los datos de manera que puedan ser interpretados por un
sistema automatizado.
El catálogo es el intermediario entre el usuario, que tiene necesidad de información, y la
colección de la biblioteca. Es fundamental en la constitución de una biblioteca, sin
catálogo hay sólo un depósito de recursos bibliográficos.

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Evolución histórica de la catalogación

Te invito a que investigues en internet acerca de la evolución histórica del


catálogo y la catalogación. Comparte en el foro de la materia el hecho que te resultó
más interesante.

Catalogación original, derivada y cooperativa

La catalogación original es la que permite el control bibliográfico universal y es la se


6 realiza sobre los documentos originales. La catalogación cooperativa en cambio
conlleva a un acuerdo entre varios centros de forma que lo que realiza uno de ellos sirva
para los demás, con lo cual se puede conformar lo que se llama un catálogo cooperativo
o colectivo.
La catalogación derivada se ha desarrollado a partir del surgimiento de la informática,
se define como el proceso por el cual, se obtiene el registro bibliográfico del documento
de la base de datos de otra biblioteca o centro, en vez de ser producido con el
documento original, con ello se optimizan los costos de catalogación.

El proceso documental
Se llama proceso documental o cadena documental a las distintas operaciones que se
efectúan sobre los documentos4, en pasos sucesivos y concatenados, para la puesta en
circulación de la información contenida en ellos.
Este proceso consta de una serie de pasos que tiene que llevar a cabo el bibliotecario
para crear un puente entre la información de que dispone la biblioteca y los usuarios.

Las operaciones involucradas en el proceso documentario son:

 Selección: este procedimiento permite el ingreso de documentos a la biblioteca a


través de las modalidades de compra, canje o donación.

 Análisis documental: esta fase consiste en la determinación de los elementos más


significativos relativos al documento, su soporte y su contenido y comprende la
catalogación, la clasificación y el análisis de contenido.

 Búsqueda y recuperación: permite localizar la información en forma específica y


rápida.

 Difusión: esta operación consiste en poner a disposición del usuario la información


para la cual se hizo su registro.

En la siguiente figura se ilustran las fases del proceso o cadena documental y el lugar
que ocupa en dicha cadena el análisis documental.

4
Entendemos por documento cualquier objeto creado con el fin de transmitir información. Está formado
por dos elementos: el soporte material (o físico) y el contenido (información).

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7

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Análisis Documental

Cabe mencionar que durante las décadas de 1970 y 1980, bibliotecas hispanoamericanas
incorporaron términos prevenientes de la Documentación para designar tareas similares
a esta ciencia, entonces lo que en Bibliotecología se denominaba como Procesos
Técnicos pasó a denominarse Análisis documental, lo que se denominaba como
Catalogación, pasó a Análisis documental formal (Descripción bibliográfica y
catalogación) y lo que se denominaba Clasificación paso a Descripción del contenido o
Análisis de contenido (clasificación, indización, resumen)
En base a las aportaciones hechas por teóricos extranjeros y españoles, según Pinto
8 Molina, el análisis documental está constituido por un conjunto de operaciones (unas de
orden intelectual y otras mecánicas y repetitivas) que afectan al contenido y a la forma
de los documentos originales, reelaborándolos y transformándolos en otros de carácter
instrumental o secundarios, con el objetivo último de facilitar al usuario la
identificación precisa, la recuperación y la difusión de aquellos. (Pinto Molina, 1989,
num. 2)
El Análisis Documental (AD) o procesos técnicos corresponden entonces a técnicas de
representación de los documentos (catalogación, descripción) en un sistema
documental, con la finalidad de organizarlos de acuerdo a un sistema de organización
del conocimiento apropiado (clasificación, análisis) para que puedan ser buscados y
recuperados con éxito, cuando sean necesitados.
El resultado es una representación del documento que al formar parte de un catálogo o
base de datos, actúa como intermediaria entre una colección de documentos y los
usuarios, y como difusora de dichos documentos.

El análisis documental nos permite:

 Identificar y controlar los documentos.


 Informarnos sobre el contenido del documento, su objeto, método, punto de
vista, resultados, conclusiones, desarrollo, etc...
 Localizarlo en función de lo que trata.
 Almacenarlo en función de su temática.

El AD se descompone, en su concepción clásica, en dos tipos de procesos diferentes, los


que actúan sobre los aspectos formales del documento y los que afectan al contenido del
documento. En este módulo nos centraremos en el Análisis Formal.

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Análisis formal
El análisis formal es un proceso que se realiza sobre el continente o soporte documental
para controlar e identificar los documentos. Se realiza en dos operaciones
complementarias:

A. la descripción bibliográfica o asiento bibliográfico, y


B. la elección y la creación de los puntos de acceso, también llamados entradas o
encabezamientos (catalogación)

9 Descripción Bibliográfica
La descripción bibliográfica es a la vez una operación y un producto.
Como producto se le llama también reseña o referencia bibliográfica. Es el proceso que
permite el reconocimiento de un documento a partir de una descripción unívoca y sin
ambigüedades proporcionando los elementos necesarios para su identificación, lo que va a
permitir que el usuario conozca su existencia y donde lo puede localizar.
Como operación constituye el primer paso del tratamiento intelectual de un
documento.

La descripción de los documentos, genera documentos secundarios: los asientos o


registros y un conjunto de ellos conforma un catálogo. El catálogo es la puerta de entrada
a la información.

En la práctica, el proceso de descripción agrupa al menos las siguientes etapas:

 El examen previo del documento para familiarizarse con los elementos que lo
conforman. Partir de las fuentes de información.
 La definición del tipo de documento y elección de las normas adecuadas para su
descripción.
 La concreción del nivel de descripción que se requiere.
 La identificación de los elementos necesarios para cada uno de los distintos
niveles de descripción, y la utilización de las normas apropiadas.
 El traslado de los resultados de la descripción al soporte elegido, a fin de ser
completados en su momento con los de la operación de catalogación e
indización.

Por último, es aconsejable la comprobación de los datos de la descripción y los propios


del documento, evitando cualquier omisión o errata.

Normalización

La normalización persigue regularizar objetos que, en la práctica, no suelen ser


necesariamente uniformes, con el fin de facilitar las operaciones documentales,
disminuyendo costes, mejorando la calidad, acelerando procesos y posibilitando
intercambios. Con frecuencia las normas son elaboradas por asociaciones profesionales
o instituciones nacionales que sienten la necesidad de promover metodologías comunes
y aceptadas entre sus asociados o miembros. Posteriormente, algunas de estas normas o
pautas son presentadas a un organismo nacional de normalización antes de ser remitidas

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a la ISO (International Organization for Standardization) para la elaboración de una
norma internacional. Además de las normas ISO, en el campo de las bibliotecas y de la
información se aplican también normas nacionales de cada país (UNE es España, NF en
Francia, DIN en Alemania, BS en Reino Unido, etc.) y las normas NISO que, a pesar de
ser normas nacionales americanas, son utilizadas de forma internacional (por ejemplo,
la Information Retrieval ANSI/NISO Z39.50). Existen también normas aceptadas
internacionalmente como tales sin necesidad de la validación de un organismo de
normalización, como es el caso del formato MARC 21. Las normas en el ámbito
documental pueden ser agrupadas según sus aplicaciones: describir e identificar
recursos informativos, intercambiar información, gestionar las colecciones y
proporcionar servicios. Tres normas que nos proporcionan control bibliográfico son:
ISBD, ISBN e ISSN.
10
Las bibliotecas basan la descripción bibliográfica de sus documentos en estándares
que indican cómo registrar la información: las normas de catalogación…

 ISBD (International Standard Bibliographic Description): en 1969 se celebró en


Copenhague la “Primera Reunión Internacional de Expertos en Catalogación”, en
donde se planteó la necesidad de establecer normas de descripción bibliográfica
internacionales. De estas iniciativas surgieron las ISBD.

Su objetivo principal es proporcionar especificaciones para una catalogación


descriptiva compatible a escala mundial, con la finalidad de facilitar el intercambio
internacional de registros bibliográficos.

Las ISBD especifican los elementos que comprende una descripción y prescriben su
orden y la puntuación que los delimita, indica las fuentes de información para cada
uno de los diferentes soportes, las pautas sobre lengua y alfabeto usados, así como
indicaciones claras acerca de las omisiones y abreviaturas usadas en los registros,
uso de mayúsculas erratas y símbolos.

Tanto las reglas de catalogación como los formatos se basan en las especificaciones
dadas por las ISBD.

 Reglas de Catalogación Angloamericanas, segunda edición (Anglo-American


Cataloguing Rules, Second Edition, AACR2 por sus siglas en inglés) son un
conjunto de reglas que se aplican a la descripción bibliográfica y que proveen la
forma que deben adoptar los encabezamientos, determinar los puntos de acceso en
un catálogo y brindan pautas para describir distintos tipos de documentos.
Desde 1951 Seymour Lubetzky, a petición de la ALA, trabajó para desarrollar un
código de catalogación basándose en las reglas publicadas por esta institución en
1949.
En 1953 se publicaron bajo la autoría de Lubetzky las Cataloguing Rules and
Principles; a Critique of the A.L.A Rules for Entry and Proposed Design for their
Revision y en 1960 el Code of Cataloguing Rules; Author and Title.
En 1961 se celebró en París la International Conference of Cataloguing
Principles donde se analizaron estos documentos y surgieron los denominados

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Principios de París, que sentaron las bases de la catalogación descriptiva en las
décadas siguientes.
De esta reunión surgió la necesidad de publicar un código internacional aceptado
por todos los países del mundo, para facilitar el intercambio de información
bibliográfica. La primera edición de las AACR se publicó en 1967 en dos versiones,
una bajo un texto norteamericano y la otra bajo uno británico, pues hubo
desacuerdos entre ambos países.

Y en estándares que indican dónde registrarla: los formatos…

 MARC (Machine Readable Catalog), de la Biblioteca del Congreso de Estados


11 Unidos. Es un formato normalizado para automatizar la carga, almacenamiento e
intercambio de datos. El uso de un formato estandarizado de amplia aceptación es
imprescindible para el desarrollo efectivo de cualquier proyecto de control
bibliográfico. El formato MARC21 está siendo utilizado en los principales sistemas
de catalogación cooperativa, catálogos de grandes bibliotecas y universidades.

Introducción a la AACR2

Las reglas de catalogación son fundamentales en toda biblioteca ya que ayudan al


bibliotecario a tomar decisiones sobre aspectos relacionados al registro de la
información. Esta herramienta tiene como objetivo la normalización de los ingresos
en una descripción bibliográfica, la determinación de los puntos de acceso para
todos los soportes y su forma de describirlos.

Estructura

Las reglas siguen la secuencia de operaciones realizadas por los catalogadores en la


mayoría de las bibliotecas.
Para responder a las distintas necesidades de cada biblioteca, el código ofrece
mecanismos de adaptación para ser aplicados según el criterio de la biblioteca. Estos
mecanismos son:

 Niveles de descripción, que permiten crear descripciones más o menos


completas dentro del mismo esquema de datos.
 Reglas alternativas, que ofrecen soluciones diferentes para un mismo problema o
situación
 Reglas optativas, que la biblioteca puede elegir aplicar o no

Las reglas se presentan acompañadas de ejemplos, que no deben tomarse como reglas
en sí mismos.
Las AACR2 están dividas en dos partes:

Parte I es la base de toda descripción, comprende las reglas para la creación de


descripciones bibliográficas para todo tipo de recursos: libros, folletos y pliego impreso;
material cartográfico, manuscritos, música, grabaciones sonoras, películas y
videograbaciones, materiales gráficos, archivos de computadora, artefactos,

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microformas, publicaciones periódicas y analíticas.

Está dividida en 13 capítulos:

Capítulo 1: reglas para la descripción general, aplicables a todo tipo de recursos.


Capítulo 2: reglas para Monografías impresas (libros, folletos, y pliegos impresos)
Capítulo 3 al 11: contienen reglas específicas para distintos tipos de materiales.
Capítulo 12: reglas para la descripción de todo tipo de recurso según su patrón de
publicación independientemente del formato físico: los recursos continuos, que incluyen
publicaciones periódicas y recursos integrados.
El capítulo 13 trata la catalogación analítica, es decir el registro del recurso según sus
relaciones todo/parte.
12
Los capítulos de la Parte I están diseñados para ser usados en conjunto con las
características de cada recurso a registrar. Siendo el capítulo 1 la base de toda
descripción debe usarse en conjunto con el capítulo que trate del tipo de recurso, en el
caso de las monografías impresas debe utilizarse entonces el capítulo 1 junto con el
capítulo 2.

Las reglas de la Parte I están numeradas según un esquema que facilita el movimiento
entre capítulos. Cada regla se identifica con un número compuesto por: el número del
capítulo, el número del área de descripción, una letra que identifica el elemento o dato y
números correlativos para las reglas del mismo elemento. Por ejemplo la regla 1.1B, es
la regla del capítulo 1, área 1 de descripción y la B corresponde al elemento título
propiamente dicho.

La Parte II del código trata sobre los puntos de acceso,


Capítulo 21: elección de los puntos de acceso,
Capítulo 22: encabezamientos de personas,
Capítulo 23: nombres geográficos,
Capítulo 24: encabezamientos de entidades,
Capítulo 25: títulos uniformes y
Capítulo 26: referencias.

Se completan estas Reglas de Catalogación con nueve apéndices para redactar:


títulos uniformes para ediciones de la Biblia, otros cánones bíblicos y apócrifos, así
como para clásicos anónimos españoles; formas de encabezamiento para autores
clásicos, griegos y latinos; nombres y siglas de órdenes y congregaciones religiosas;
tablas de transliteraciones de varios alfabetos; términos abreviados de uso frecuente en
catalogación y bibliografía y un glosario.
Finalmente presenta un índice analítico.

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Áreas de descripción bibliográfica

Las reglas de catalogación dividen la información en ocho áreas:

1. Área del título y mención de responsabilidad


2. Área de la edición
3. Área de los detalles específicos del material
4. Área de publicación, distribución, etc.
5. Área de la descripción física
6. Área de la colección o serie
13 7. Área de las notas
8. Área del número normalizado y condiciones de disponibilidad

Niveles de descripción bibliográfica

Existen tres niveles de descripción dentro de las reglas de catalogación:

Primer nivel: Título propiamente dicho /primera mención de responsabilidad, si es


diferente del encabezado de entrada principal en forma o en número o si no hubiera
entrada principal. - Mención de edición. - Detalles específicos del material. - Primera
editorial, fecha de publicación. - Extensión del material. - Nota(s). - Número estándar.

Este primer nivel podría ser útil para una Biblioteca de escuela primaria, secundaria o
infanto-juvenil.

Segundo nivel: Título propiamente dicho [designación general del material] - Título
paralelo : otra información sobre el título / Primera mención de responsabilidad ; cada
una de las menciones subsiguientes de responsabilidad. - Mención de edición - primera
mención de responsabilidad relacionada con la edición. - Detalles específicos del
material. - Primer lugar de publicación : Primera editorial, fecha de publicación. -
Extensión del material : otros detalles físicos ; dimensiones. - (Título porpiamente dicho
de la serie / Mención de responsabilidad relacionada con la serie, ISSN de la serie ;
numeración dentro de la serie. Título de la serie, ISSN de la subserie ; numeración
dentro de la subserie). - Nota(s). - Número estándar.

Este nivel podría ser útil para una Biblioteca pública o institución de educación
superior.

Tercer nivel: No existe representación esquemática. Se deben incluir todos los


elementos descritos en las reglas de catalogación que puedan ser aplicados a la obra que
está siendo catalogada

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Estructura del libro
Los libros comprenden el material más tradicional y más consultado de una biblioteca.
Dentro de la denominación de “libros” también se incluyen: diccionarios, enciclopedias,
guías, folletos, etc.
Una vez que hemos determinado que el soporte de información es un libro, debemos
identificar las partes para poder tomar la información y realizar su descripción.

14

Las partes del libro que se considerarán para identificar la información son:

Veleros Colección Gerard


Barcos Flesca 1ª ed.
2002 Este libro
Los se terminó
veleros de
Buenos imprimir en
Tapa Antepor Aires febrero de
Náutica ISBN 950- 2002
Tapa Anteportada Editorial
Portada 9999-99-X
Dorso de Colofón
portada
Para hacer un registro bibliográfico se debe conocer el lugar de donde tomar la
información que se está registrando, es decir, la fuente. Existe una normativa que se
aplica para cada tipo de soporte y que nos indica las fuentes que debemos tomar en
cuenta para la descripción.

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Lectura sugerida
En el texto de Eduardo P. Giordanino, encontrarás una detallada descripción del libro
desde el punto de vista editorial y bibliológico. Presta atención a la terminología y
resalta aquella que es común al vocabulario utilizado en esta materia.

15
Fuentes de información
Las AACR2 determinan que la información para realizar la descripción bibliográfica
debe tomarse de las fuentes de información que la regla prescriba, de acuerdo a los
distintos casos. Esas fuentes son:

 Fuente principal de información: fuente de los datos bibliográficos que se usa de


preferencia para realizar la descripción.
 Fuente prescrita de información: fuente indicada para extraer los datos para la
descripción de las distintas áreas.

Por ejemplo, para las monografías impresas la fuente principal de información es la


portada. La fuente prescrita de información para tomar el título y mención de
responsabilidad es la portada, para tomar los datos de serie es toda la publicación y para
tomar los datos del número normalizado es cualquier fuente.
La información que no se tome de las fuentes prescritas debe ser encerrada entre
corchetes ([]).

Las fuentes prescriptas para la descripción de libros son las siguientes:

CAMPO FUENTE

Autor  la portada

Título  la portada

Edición ▪ la portada y el dorso de portada

Lugar, editorial y fecha  la portada y el dorso de portada

Descripción física  cualquier parte del libro

Colección o serie  la anteportada, la portada o el


dorso de portada

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Bibliografía consultada:

Biblioteca del Congreso. Normas Marc. Recuperado el 20 de junio de 2015 de


http://www.loc.gov/marc/marcspa.html

Clauso García, A. Análisis documental: el análisis formal. Recuperado el 20 de junio


de 2015 en
http://revistas.ucm.es/index.php/RGID/article/view/RGID9393120011A/11739

Garrilo, Rosa. Teoría e Historia de la Catalogación de documentos. Recuperado el 20


16
de junio de 2015 en
http://infocuib.laborales.unam.mx/~pm06s02e/archivos/data/1/23.pdf

Giordanino, Eduardo P.. Técnicas de registro y organización de materiales


editoriales : paratextos, metadatos y catálogos. Buenos Aires: Santiago Arcos, 2010.

Pinto Molina, María. Análisis documental: fundamentos y procedimientos. -- Madrid


: EUDEMA, 1991. -- Pág. 34 - 91.

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Pinto Molina, María (edit.). Catalogación de documentos: teoría y práctica (pp. 21-52).
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Catalogación I | Prof. Graciela Severini

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