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Matrícula: 18-1228
Desarrollo
“La historia de las cosas” explica de forma sucinta el funcionamiento de la economía
de los materiales, así como el ciclo que recorre cada producto desde su creación hasta
su comercialización y posterior uso, lo cual aunque aparentemente inocuo, va
manifestando sus efectos y provocando grandes cambios en el planeta. La economía
de materiales se divide en cinco etapas: Extracción, producción, distribución, consumo
y eliminación.
La extracción consiste en la forma en que las empresas extraen los recursos y materias
primas requeridos para realizar sus procesos productivos. Debido a que vivimos en una
sociedad de consumo, esta extracción es casi ilimitada, hasta el punto de que países
como Estados Unidos, han agotado ciertos recursos dentro de sus fronteras, y se han
visto obligados a comercializar para obtenerlos a partir de otros países, destruyendo
los ecosistemas y también los hogares de las personas que habitan esas zonas, lo que
provoca que los recursos se agoten a un ritmo acelerado y que las comunidades vean
desaparecer sus hogares.
La distribución es el canal de transporte que permite que los productos generados por
una empresa lleguen hasta sus consumidores, dígase nosotros. A lo largo de los años la
forma en que oscilan los precios de los productos, y a pesar de que los recursos de la
tierra van disminuyendo poco a poco, los precios se mantienen, situación que se
produce porque las empresas invierten más en producción y externalizan los costes,
reduciendo así los beneficios sociales y los salarios de los trabajadores, tanto en la
producción como en la distribución, afectando no sólo a estas personas sino también a
sus familias.
El consumo es una de las partes finales del ciclo, la cual consisten en la utilización de
productos para la satisfacción de nuestras necesidades. Según ha transcurrido el
tiempo, nos hemos convertido en una sociedad de consumo provista por los
gobernantes, lo que nos lleva a priorizar o mejorar la adquisición de nuevos bienes,
aunque no sean necesarios, imponiendo a través de técnicas de marketing y publicidad
aquellas tendencias o modas que “debemos” seguir para sentirnos aceptados por los
demás.
Conclusión
Al entender la crisis que atraviesa la economía material, es necesario que
reflexionemos sobre nuestro modelo de vida, ya que a pesar de tenemos acceso a una
gran cantidad y variedad de bienes, nuestra felicidad como personas no ha ido en
aumento con esta diversidad de consumo. De hecho, ilustra el extraño fenómeno de
pensar que podemos satisfacernos con objetos y como hemos creado falsas posiciones
en la sociedad en función de los mucho que podemos consumir. Además, como
consumidores debemos concientizarnos de cómo muchas comunidades se encuentran
sometidos a los efectos perjudiciales que este ciclo económico incesante y voraz les
genera.