HABLA, TU SIERVO OYE
“Pues tus palabras son mis delicias”
Agosto 2022
Cuando el apóstol Pablo escribe a
los amados creyentes de Roma,
para afirmar sus convicciones en
cuanto a la fe en Jesucristo, les
muestra la realidad del hombre en
sus pecados y el justo juicio de
Dios, pero sobre todo resalta la
justicia de Cristo, por la cual el
creyente es justificado; declarado
justo ante el justo juez, por medio
de la justicia de Cristo. No había
diferencia, todos bajo pecado y
justamente condenados por el
pecado. Es entonces cuando
encontramos las siguientes
palabras de Pablo cuando escribe a
Tito: “Pero cuando se manifestó la
bondad de Dios nuestro Salvador, y
su amor para con los hombres, nos
salvó, no por obras de justicia que
nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por
la renovación en el Espíritu Santo,
el cual derramó en nosotros
abundantemente por Jesucristo
n u e s t r o S a l v a d o r, p a r a q u e
justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos
conforme a la esperanza de la vida
eterna.” (Tito 3:4-7).
En base a lo dicho, ¡la salvación es
poder de Dios! El texto de Romanos
1:16 nos enseña que la salvación
es la oportunidad de Dios para toda
la humanidad, pero también nos
deja claro que no todos se salvan,
ya que es para aquellos que
CREEN. Es el poder transformador
que solo puede realizar Dios en
aquel que acepta a Jesucristo como
su salvador personal, “el cual nos
ha librado de la potestad de las
tinieblas, y trasladado al reino de su
amado Hijo, en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón
de pecados.” (Colosenses 1:13-
14). Gozamos de libertad, lugar de
privilegio, limpios por su sangre y
perdón de pecados, ¡qué bendición
tan grande!
Pablo, siendo apartado para el
evangelio de Dios, apela y anima a
todos los creyentes a disfrutar de la
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PODER DE DIOS
PODER
DE
DIOS
nueva vida en el evangelio, que en
definitiva es Cristo; no
avergonzándose y siendo
portavoces de este mensaje con
poder que transforma a las
personas, “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.” (2
Corintios 5:17).
Tenemos un privilegio y una gran
responsabilidad por el mensaje que
se nos ha confiado. El mismo Señor
dejó la encomienda a sus
discípulos antes de subir a los
cielos y que a su vez es extensiva a
nosotros en el día de hoy, “Y les
dijo: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura.”
(Marcos 16:15). “Y Jesús se acercó
y les habló diciendo: Toda potestad
me es dada en el cielo y en la tierra.
Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén.” (Mateo 28:18-
20). “y les dijo: Así está escrito, y así
fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los
muertos al tercer día; y que se
predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y
vosotros sois testigos de estas
cosas. He aquí, yo enviaré la
promesa de mi Padre sobre
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vosotros; pero quedaos vosotros en
la ciudad de Jerusalén, hasta que
seáis investidos de poder desde lo
alto.” (Lucas 24:46-49). “Entonces
Jesús les dijo otra vez: Paz a
vosotros. Como me envió el Padre,
así también yo os envío.” (Juan
20:21).
Después de recordar la
responsabilidad que tenemos
conferida de parte del mismo
Señor, me gustaría señalar por lo
menos siete puntos por los cuales
debemos predicar el evangelio:
1.Es la buena noticia de parte de
Dios para el hombre (1 Timoteo
1:15).
2.Se ha pagado un alto precio
(Lucas 24:46; 1 Pedro 1:19).
3.Es un mandato directo de parte
del Señor (Marcos 1:1; Juan 20:21).
4.Dios quiere que todos los
hombres sean salvos (1 Timoteo
2:4; Tito 2:11).
5.Se ofrece perdón de pecados en
su nombre (Lucas 24:47; Hechos
26:18; Efesios 1:7).
6.Somos testigos del mensaje de
vida eterna (Lucas 24:48; Hechos
1:8; 2:32; 3:15; 10:39).
7.Investidos de poder de lo alto por
el mismo Señor (Lucas 24:49;
Hechos 1:8).
Que seamos fieles al mandato de
nuestro Señor, recordando lo que
Pablo dice a los Filipenses:
“El Señor está cerca” (4:5).
JOAB CERVINI
¿Quieres ser libre
del vicio y del mal?
En Cristo Jesús
hay gran poder.
¿Quieres por Él
la victoria ganar?
Por siempre poder hay en Él.
Coro
Hay poder, sí, sin igual, poder
en Jesús que murió.
Hay poder, sí, sin igual poder
por la sangre que vertió.
 HABLA, TU SIERVO OYE
“Pues tus palabras son mis delicias”
Agosto 2022
CRISTO, EL ÚNICO CAMINO AL PADRE
La Biblia responde las preguntas
esenciales de las personas. Toda
ella es inspirada por el Creador. Los
escritores bíblicos fueron
instrumentos para que hoy
nosotros podamos conocer su
revelación. Abraham Lincoln citó:
“Creo que la Biblia es el mejor
regalo que Dios ha dado al hombre.
Todo el bien que el Salvador del
mundo nos proporcionó se nos
comunica en este libro y si no fuera
por él, no sabríamos la diferencia
entre el bien y el mal. Toda cosa
provechosa al hombre se contiene
en la Biblia”. Sin duda no hay libro
en el mundo que pueda tocar tu vida
como lo hace ella, “Porque la
palabra de Dios es viva y eficaz, y
más cortante que toda espada de
dos filos; y penetra hasta partir el
alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del
corazón” (Hebreos 4:12). Sus
primeras páginas nos hablan de la
creación, luego la entrada del
pecado y sus consecuencias.
Génesis significa origen o principio
y es el nombre del primer libro de la
Biblia. Una de las consecuencias
de la desobediencia es la salida del
hombre y la mujer de la presencia
del Dios Santo, “Y lo sacó Jehová
del huerto del Edén, … Echó, pues,
fuera al hombre, y puso al oriente
del huerto de Edén querubines, y
una espada encendida que se
revolvía por todos lados, para
guardar el camino del árbol de la
vida.” (3:21-24). Nuestros primeros
padres, Adán y Eva, no confiaron en
Aquel que les había provisto de
todo bien, decidiendo así no
permanecer en el lugar de privilegio
que les fue dado. De ahí en
adelante la humanidad cayó cada
vez más en oscuridad siguiendo
sus propios conceptos de cómo
vivir. Tenemos el ejemplo de Caín y
Abel, dos hermanos criados en el
mismo hogar y, sin embargo, en su
acercamiento a Dios uno de ellos se
rebeló; sucedió “que Caín trajo del
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fruto de la tierra una ofrenda a
Jehová. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo
más gordo de ellas. Y miró Jehová
con agrado a Abel y a su ofrenda;
pero no miró con agrado a Caín y a
la ofrenda suya. Y se ensañó Caín
en gran manera, y decayó su
semblante.” (Génesis 4:3-5). No
sabemos cómo, pero de alguna
manera Dios habría mostrado a los
jóvenes cuál era la forma en que
debían acercarse a él. Abel quería
agradar a Dios y obedeció. Muchos
siglos después, el autor de otro libro
que es parte de la Biblia, registró
que “Por la fe Abel ofreció a Dios
más excelente sacrificio que Caín”
(Hebreos 11:4). Caín, en cambio,
sabiendo lo que Dios demandaba,
se sublevó, y lo que es peor,
aunque tuvo oportunidad de
arrepentirse, no lo hizo, y
enojándose tomó a su hermano y lo
mató. En aquel entonces aun no
existía la ley escrita como se
conoció tiempo después, pero
¿quién puede decir que lo que Caín
hizo estuvo bien?, ¡nadie! Él
violentó el derecho que cualquier
persona tiene a la vida. Sus hechos
recibieron castigo y el transgresor
salió de la presencia del Señor; él
mismo dijo “...de tu presencia me
esconderé, y seré errante y
extranjero en la tierra” (Génesis
4:11-16). A lo largo de la historia
Bíblica vemos más ejemplos como
este, debido a que la maldad está
en el corazón, el pecado aleja a las
personas de Dios. ¿Cómo te
consideras, bueno o malo? Lo
cierto es que ninguno se considera
malo a sus propios ojos, no
obstante, lo que la autoridad divina
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dice al respecto es que “Todos se
desviaron, a una se hicieron
inútiles; No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.”
(Romanos 3:10-20, lee estos
versos con mucha atención). Si hay
algo que Dios no puede hacer, eso
es mentir, así que más claro no
puede estar, sé honesto ¿has
mentido, deshonrado a tus padres,
odiado a alguien en tu corazón que
equivale a asesinato, has robado, o
usado el nombre de Dios en vano,
lo cual es blasfemia? Y estos son
solo cinco de los diez
mandamientos y es la evidencia de
que nadie es bueno. Tú y yo hemos
roto la ley de Dios, por tanto, somos
culpables ante el Justo Juez. Por
esa causa nuestro destino
indiscutible es el infierno, como dice
la Biblia “los cobardes e incrédulos,
los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los
idólatras y todos los mentirosos
tendrán su parte en el lago que arde
con fuego y azufre, que es la muerte
segunda.” (Apocalipsis 21:8).
¿Hay algo que podamos hacer?
Las buenas noticias son que hace
más de dos mil años se manifestó
en la tierra un hombre llamado
Jesús de Nazaret, este es el que
Dios envió para que fuese nuestro
sustituto en la cruz muriendo por ti,
por mí, con el fin que nuestros
pecados puedan ser perdonados.
No fue un hombre cualquiera, sino
el Hijo de Dios. Sus obras y el
testimonio del Padre lo confirmaron
“Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia.” (Lucas 21:22).
Jesús no quedó en la cruz, tampoco
en el sepulcro, pues resucitó de
entre los muertos, ¡está vivo! y todo
el que pide perdón a Dios
arrepintiéndose de sus pecados y
pone su confianza en su Hijo, recibe
la vida eterna, “Porque la paga del
pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro.” (Romanos 6:23).
“Así dijo Jehová: Paraos en los
caminos, y mirad, y preguntad por
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“Pues tus palabras son mis delicias”
Agosto 2022
las sendas antiguas, cuál sea el
buen camino, y andad por él, y
hallaréis descanso para vuestra
alma. Mas dijeron: No andaremos.”
(Jeremías 6:16). Es un llamado a
que no te conformes a vivir como lo
estás haciendo porque te
encuentras en gran peligro,
¡despierta! y no confíes en tus
sentidos ya que “Hay camino que al
hombre le parece derecho; Pero su
fin es camino de muerte.”
(Proverbios 14:12). Es cierto que el
mundo presenta muchos caminos,
pero ninguno de ellos es coherente
ni te dice con claridad cómo puedes
ir al cielo, ninguno de sus
fundadores puso su vida para
salvar al pecador, no podían
hacerlo porque pecaron igual que
nosotros y por esa razón también
necesitaban un Salvador. Muchas
personas viven en la ignorancia de
la verdad poniendo como excusa
las religiones a fin de continuar
cómodos con su pecado. Al
respecto Jesús dijo: “Y esta es la
condenación: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más
las tinieblas que la luz, porque sus
obras eran malas...” (Juan3:19,20).
Ciertamente es mejor ponerse a
cuentas con Dios ahora que hay
oportunidad de ser perdonado por
él y tener la seguridad de la vida
eterna que enfrentarlo en el día del
juicio, porque es seguro que como
Justo Juez dará el pago por los
pecados, cuya morada será el lago
de fuego por la eternidad. ¿Qué
harás ahora que conoces la
verdad? Caín y muchos otros
dijeron “no andaremos”.
Cristo no es una religión, es una
persona con la que estableces una
relación personal. Sólo a través de
él puedes conocer a Dios. Su
promesa es regresar para llevar a
los suyos al hogar celestial junto al
Padre, porque no hay otro camino,
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí." (Juan 14:6).
DIANA ZAMBRANO
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TEMED A JEHOVÁ Y SERVIDLE DE CORAZÓN
“Temed a Jehová y servidle de
verdad con todo vuestro corazón,
pues considerad cuán grandes
cosas ha hecho por vosotros.”
(1Samuel12:24).
Temed a Jehová. El temor de
Jehová, como bien expresó
Salomón en Proverbios uno, es el
principio de la sabiduría. Es la base,
el fundamento de toda nuestra vida
como creyentes, “Hijo mío, si
recibieres mis palabras, Y mis
mandamientos guardares dentro
de ti, Haciendo estar atento tu oído
a la sabiduría; Si inclinares tu
corazón a la prudencia, Si clamares
a la inteligencia, Y a la prudencia
dieres tu voz; Si como a la plata la
buscares, Y la escudriñares como a
tesoros, Entonces entenderás el
temor de Jehová, Y hallarás el
conocimiento de Dios. Porque
Jehová da la sabiduría, Y de su
boca viene el conocimiento y la
inteligencia. Él provee de sana
sabiduría a los rectos; Es escudo a
los que caminan rectamente.”
(Proverbio 2:1-7). El temor de
Jehová, como leemos claramente,
es recibir la palabra de Dios,
atesorarla en nuestros corazones y
ponerla por obra, obedecerla en su
totalidad, no a medias. Obedecer
sin dudar o cuestionar, siendo
diligentes en ello, obrar en todo
momento, en todo lugar y en toda
circunstancia con prudencia,
inteligencia, sagacidad, cordura, en
plena dependencia de Dios,
examinando cada cosa que
hacemos, las motivaciones que nos
mueven a hacerlas, teniendo claro
a quién queremos agradar. El temor
de Jehová nos lleva a darle a Dios
total libertad de obrar por medio de
nosotros. Es desplazar nuestro yo,
nuestros propios pensamientos,
deseos; es dejar que sea Dios
quien tome el control absoluto de
todo nuestro corazón y de nuestros
pensamientos, es dejar que sea el
capitán de nuestro barco.
No podemos decir que tememos a
Jehová si no le conocemos ni nos
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molestamos en leer su palabra. Es
ella quien nos da a conocer a Dios,
su carácter y su voluntad para con
nosotros. Es nuestra guía, nuestro
alimento espiritual, es viva y eficaz,
Dios transforma vidas por medio de
ella.
Servidle de verdad, con todo
vuestro corazón. Cuando vivimos
en el temor a Jehová, en plena y
absoluta dependencia de él,
cuando él es nuestra prioridad,
cuando dejamos que él sea quien
gobierne en nuestro corazón y
mente, entonces podemos servirle
de forma efectiva, haciendo su
voluntad y no la nuestra. De esa
manera podemos obedecer con
prontitud, sin cuestionar, con
diligencia, con gozo, firmeza,
transparencia, esperanza y fe, pues
es Dios quien prosperará todo
cuanto hagamos, es él quien dará el
fruto a su debido tiempo,
“Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el pámpano no
puede llevar fruto por sí mismo, si
no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos;... porque
separados de mí nada podéis
hacer.” (Juan15:4-5). Considerad
cuán grandes cosas ha hecho por
nosotros. Esto debería ser un
ejercicio diario en nuestra vida,
r e f l e x i o n a r, m e d i t a r y s e r
agradecidos por todo lo que Dios
nos da cada día, “Bendice, alma
mía, a Jehová, Y bendiga todo mi
ser su santo nombre. Bendice, alma
mía, a Jehová, Y no olvides ninguno
de sus beneficios. Él es quien
perdona todas tus iniquidades, El
que sana todas tus dolencias; El
que rescata del hoyo tu vida, El que
te corona de favores y
misericordias; El que sacia de bien
tu boca De modo que te
rejuvenezcas como el águila.”
(Salmo 103:1-5). Considerad y sed
agradecidos a Dios por tanta
muestra de amor y misericordia.
ALEXA CASTRO
 HABLA, TU SIERVO OYE
“Pues tus palabras son mis delicias”
Agosto 2022
EL QUE LA DA. Es Dios quien da la
sabiduría, “Porque Jehová da la
sabiduría, y de su boca viene el
conocimiento y la inteligencia.”
(Proverbios 2:6), por lo tanto, no es
hija de la experiencia, como
expresó Leonardo Da Vinci, ni
tampoco se aprende en aulas
universitarias. La vida te da
experiencias, tu propio yo busca
conocimiento y lo alcanza, pero es
Dios quien provee de sana
sabiduría a los rectos (Prov. 2:7).
No recibimos ese don para
entonces enmendar nuestro mal
camino, lo recibe todo aquel que se
somete a Dios voluntariamente, en
dependencia y con humildad, “Para
hacer que los que me aman tengan
su heredad, Y que yo llene sus
tesoros.” (Proverbios 8:20,21).
Contrario a lo que pensamos, la
humildad no está reñida con la
sabiduría y tampoco ocupa un
escalón inferior a esta, más bien
aporta grandeza al carácter del
hombre, “con los humildes está la
sabiduría.” (Proverbios 11:2).
La “locura del evangelio” es la que
salva, y no la sabiduría humana,
para que no se haga vana la cruz de
Cristo (1 Corintios 1:17), “Porque la
sabiduría de este mundo es
insensatez para con Dios” (1
Cor.3:19). Esa sabiduría que viene
de lo alto posee las mismas
características que su fuente, “es
primeramente pura, después
pacífica, amable, benigna, llena de
misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía.”
(Santiago 3:17).
E L QU E LA R E C IB E . C o m o
proviene de Dios, es buena en sí
misma y es para bien, no deja
indiferente a nadie, Dios es
glorificado por ella. Este precioso
don es efectivo en cuanto es puesto
en ejercicio. No es una medalla
ganada por esfuerzo propio ni un
adorno para nuestro cuello. Es útil
cuando se usa y se otorga para ser
usada, “Mirad, yo os he enseñado
estatutos y decretos, …
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SABIDURÍA
Guardadlos, pues, y ponedlos por
obra; porque esta es vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia
ante los ojos de los pueblos, los
cuales oirán todos estos estatutos,
y dirán: Ciertamente pueblo sabio y
entendido, nación grande es esta.”
(Deuteronomio 4:5,6). ¿Cuándo
nos llamarán sabios los pueblos?
Cuando la pongamos por obra,
obedeciendo a Jehová, “He aquí
que el temor del Señor es la
sabiduría” (Job 28:28).
Por ser buena en sí misma, a quien
Dios se la da, recibe toda clase de
bien con ella, “Bienaventurado el
hombre que halla la sabiduría, Y
que obtiene la inteligencia; Porque
su ganancia es mejor que la
ganancia de la plata, Y sus frutos
más que el oro fino. Más preciosa
es que las piedras preciosas; Y todo
lo que puedes desear, no se puede
comparar a ella. Largura de días
está en su mano derecha; En su
izquierda, riquezas y honra. Sus
caminos son caminos deleitosos, Y
todas sus veredas paz. Ella es árbol
de vida a los que de ella echan
mano, Y bienaventurados son los
que la retienen.” (Prov.3:13-18).
EL QUE SE BENEFICIA DE ELLA.
Como todo don, la sabiduría tiene
como fin beneficiar a otros. La que
recibió Salomón fue para bendecir
Pensamientos Empoderamiento
humanos
El universo
Cree en ti
Estilo
de vida
Filosofías
Llámalo
como sea
ANA RUIZ
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al pueblo, “Dame ahora sabiduría y
ciencia, para presentarme delante
de este pueblo; porque, ¿quién
podrá gobernar a este tu pueblo tan
grande?” (2 Cr. 1:10). La recibida
por Abigail fue para salvaguardar el
honor de David, “Y dijo David a
Abigail: Bendito sea Jehová Dios de
Israel, que te envió para que hoy me
encontrases. Y bendito sea tu
razonamiento, y bendita tú, que me
has estorbado hoy de ir a derramar
sangre, y a vengarme por mi propia
mano.” (1 Samuel 25:32,33). Con
José fue igual, “le dio gracia y
sabiduría delante de Faraón rey de
Egipto, el cual lo puso por
gobernador sobre Egipto y sobre
toda su casa. Vino entonces
hambre en toda la tierra de Egipto y
de Canaán, y grande tribulación; y
nuestros padres no hallaban
alimentos.” (Hechos 7.10,11), allí
fue cuando la ventajosa posición de
José proveyó de alimento a su
familia y a toda la nación de Israel.
El hombre más sabio sobre la tierra
honró la sabiduría de Dios
exhortando a todos a oír consejos,
atender enseñanzas, guardar
mandamientos y retener razones,
amarlas y conservarlas como forma
de adquirir sabiduría, “Sabiduría
ante todo; adquiere sabiduría”
(Proverbios 4). ANA RUIZ
“Vestíos de toda
la armadura de Dios,
para que podáis
estar firmes
contra las asechanzas
del diablo.”
Efesios 6:11
Tomad la Espada
del Espíritu,
que es
la Palabra de Dios.