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Por fuentes del Derecho entendemos aquí las formas o actos a través de los cuales se manifiesta la
vigencia del Derecho Financiero.
Pueden considerarse como fuentes del Derecho Financiero, las siguientes: la ley, el decreto ley y el
decreto delegado, el reglamento, la circular, la jurisprudencia, los tratados internacionales y los
principios generales del derecho.
La Constitución
Es la fuente por excelencia del Derecho, en cuanto determina la estructura del Estado, su forma de
gobierno, la competencia de los ó rganos constitucionales y administrativos, los derechos y deberes de los
ciudadanos, así como la libertad jurídica.
La Constitució n como ley fundamental del Estado, ocupa el vértice del orden jurídico, a manera de
premisa mayor de la que derivan su razó n de ser y el contenido de las otras leyes.
La Constitució n Política de los Estados Unidos Mexicanos es la fuente principal del Derecho Fiscal en
virtud a lo que establece la fracció n IV del artículo 31 cuando menciona que “ Es obligació n de los
mexicanos contribuir para los gastos pú blicos, así de la Federació n como del Distrito Federal o del Estado
o Municipios en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes”.
La Ley
Se entiende por ley el acto emanado del Poder Legislativo (aspecto formal) que crea situaciones jurídicas
generales, abstractas e impersonales (aspecto material), por lo que se considera que es la fuente má s
importante o preponderante en el derecho Financiero y particularmente en el Derecho Tributario.
Las iniciativas presentadas por el Presidente de la Repú blica y por las Legislaturas de los Estados
pasará n a comisió n. Las que presenten los Diputados o los Senadores, se sujetará n a los trá mites que
establece el Reglamento de Debates. Es importante señ alar que los Diputados constituyen la
representació n de la població n, mientras que los Senadores son representantes de las Entidades
Federativas en el Congreso de la unió n.
Asimismo, el Reglamento Interior del Congreso de la Unió n en su artículo 61, faculta a cualquier otra
autoridad distinta de las señ aladas o a los particulares para formular iniciativas de ley, presentá ndolas
ante el Presidente de la Cá mara en turno y éste, a su vez, ante la Comisió n que corresponda, quién
determinará si procede o no su discusió n
Un proyecto o iniciativa de ley se discute en las dos Cá maras (Diputados y Senadores); la primera en
recibirlo se le llama Cá mara de Origen (Cá mara Baja o de Diputados) y posteriormente pasará a la
Cá mara Revisora (Cá mara Alta o de Senadores). La discusió n puede iniciarse en cualquiera de las dos
Cá maras; sin embargo el artículo 72, inciso h) Constitucional, indica que si el proyecto o iniciativa de ley
se refiere a empréstitos, contribuciones, impuestos o reclutamiento de tropas, la discusió n inicial se
llevará a cabo sin excepció n, primero en la Cá mara de Diputados y, posteriormente, en la Cá mara de
senadores.
Una vez que el proyecto o iniciativa de ley es presentada, se inicia el llamado Debate Camaral, que puede
conducir tanto a su aprobació n como a su rechazo definitivo dentro del período de sesiones en el que se
haya dado a conocer, pudiendo ser éste Ordinario o Extraordinario.
Existen dos formas para aprobar un proyecto o iniciativa de ley: por Mayoría Simple y por Mayoría
Especial. Un proyecto de ley se considera aprobado de la primera forma cuando la mitad má s uno del
Quó rum de cada una de las Cá maras emite su voto a favor. El Quó rum es el mínimo necesario de
miembros presentes para que ambas Cá maras puedan sesionar vá lidamente.
Bajo la segunda forma, es decir, por Mayoría Especial, se considera aprobado un proyecto cuando las dos
terceras partes de los presentes en cada una de las Cá maras dan su aprobació n. Este procedimiento se
sigue, por ejemplo, cuando se trata de reformas a la Constitució n o la creació n de un nuevo estado de la
Repú blica.
Al ser aprobado por ambas Cá maras un proyecto de Ley Hacendaria deberá regresarse al Ejecutivo
Federal para que sea él quien le dé validez plena mediante su promulgació n y publicació n en el Diario
Oficial de la Federació n. No obstante esto, si el Presidente de la Repú blica no está de acuerdo con el
formato final del proyecto, tendrá un plazo de diez días há biles para manifestar su rechazo o aceptació n.
En el primer caso se presenta la figura del “Veto”, en tanto que en el segundo, la figura de la “Sanció n” la
que puede ser “Expresa”o “Tá cita”.
El Veto presidencial
La Sancion expresa
Se da cuando el Ejecutivo Federal está de acuerdo con los términos del proyecto y de inmediato ordena
su promulgació n y publicació n en el Diario Oficial de la Federació n.
La Sanción Tácita
Se manifiesta cuando el Ejecutivo Federal deja transcurrir los diez días há biles correspondientes sin que
devuelva, con observaciones, un proyecto de Ley Fiscal al Congreso de la Unió n.
Promulgación y Publicación
Constituyen los actos en virtud de los cuales el Presidente de la Repú blica da a conocer a la ciudadanía,
una ley que fue aprobada por el Congreso de la Unió n y sancionada por el mismo Presidente.
Promulgación
Esta figura se materializa a través del Decreto Presidencial que da a conocer el contenido de una ley
debidamente aprobada y sancionada.
Publicación
Constituye el hecho material de insertar en Diario Oficial de la Federació n (Ó rgano de Difusió n del
Gobierno Federal), los textos, tanto de la ley como del Decreto de Promulgació n, considerando que en ese
momento entran en vigor, con el propó sito de que puedan ser conocidos y obedecidos por la ciudadanía
en general y, de manera particular, por sus destinatarios inmediatos que son los contribuyen.
Refrendo del Secretario de Hacienda y Crédito Público
El artículo 92 Constitucional menciona: “Todos los reglamentos, decretos, acuerdos y ó rdenes del
Presidente deberá n estar firmados por el Secretario de Estado o Jefe de Departamento Administrativo a
que el asunto corresponda, y sin este requisito no serían obedecidas”. Esta disposició n es lo que en
Derecho Constitucional se denomina como “Refrendo Ministerial”.
La prudencia y las normas má s elementales de un buen gobierno, aconsejan que se deje transcurrir un
cierto tiempo entre la publicació n y la iniciació n de la vigencia de una ley, a fin de que las mismas puedan
ser estudiadas, analizadas y ponderadas por sus destinatarios y por la ciudadanía en general, toda vez
que una nueva norma, sobre todo tributaria, implica mú ltiples cambios en el quehacer contable y fiscal de
los contribuyentes.
La iniciació n de la vigencia está considerada en el Có digo Fiscal Federal en su artículo 7 cuando dice: “Las
leyes fiscales, sus reglamentos y las disposiciones administrativas de cará cter general, entrará n en vigor
en toda la Repú blica el día siguiente al de su publicació n en el Diario Oficial de la Federació n, salvo que en
ellas se establezca una fecha posterior”.
Duración de la vigencia
Las normas o leyes fiscales tiene su vigencia, a veces definida, dentro de la propia ley, pero en la mayoría
de los casos no se puede predeterminar su duració n de aplicació n sino hasta que ésta se abrogada o
sustituida por otra de cará cter similar.
Aun cuando la regla general, dada la divisió n de Poderes que establece la Constitució n, es que la ley tenga
su origen en el Poder Legislativo, por excepciones previstas en la misma Constitució n, la ley puede tener
su origen el en Poder Ejecutivo. Es entonces cuando se habla del decreto-ley y del decreto-delegado.
El decreto-ley se produce cuando la Constitució n en su articulo 73, fracció n XVI autoriza directamente al
Presidente de la Repú blica para expedir leyes sin necesidad de una delegació n del Congreso de la Unió n;
tal autorizació n se da cuando existan situaciones como epidemias de cará cter grave o peligro de invasió n
de enfermedades exó ticas en el país y en las medidas que hayan puesto en vigor contra el alcoholismo y la
venta de sustancias que envenenan al individuo.
Un caso para legislar en materia tributaria se halla en el artículo 131, pá rrafo segundo
Constitucional, en virtud del cual el Ejecutivo puede ser facultado por el Congreso para regular todo lo
concerniente al comercio exterior, la economía nacional, la estabilidad de la producció n nacional o de
realizar cualquier otro propó sito en beneficio del país.
El decreto-delegado supone que el Congreso de la Unió n transmite al Presidente de la Repú blica
facultades que le corresponden.
Otro caso previsto por el artículo 29 Constitucional, se refiere a la suspensió n de las garantías
individuales con motivo de invasió n, perturbació n grave de la paz pú blica o cualquier otro hecho que
ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, el Congreso concederá las autorizaciones necesarias para
que el Presidente haga frente a la situació n. Dentro de esas autorizaciones se encuentra la de legislar en
uso de esas “facultades extraordinarias” delegadas por el Congreso, las cuales por su propia naturaleza
tienen el cará cter de transitorias.
El Reglamento
El reglamento es una función propia del Presidente de la República que está expresamente asignada en la
fracción I del artículo 89 y se define como “un acto jurídico formalmente administrativo y materialmente
legislativo, porque crea situaciones jurídicas generales, abstractas e impersonales, por medio del cual se
desarrollan y complementan en detalle los principios y enunciados de una ley a efecto de hacer más eficaz y
expedita su aplicación a los casos concretos determinando de modo general y abstracto los medios para ello
En materia fiscal, la actividad reglamentaria es de gran trascendencia por la realidad que encontramos en
nuestro sistema jurídico, pues su uso y aplicació n con frecuencia sobrepasan los límites normales de su
funció n y llegan a ser hasta derogatorios de las disposiciones legales, sin que esto signifique que se está
de acuerdo con ello, ya que tiene como marco absoluto la propia ley, objeto del reglamento, y por tanto,
en ningú n momento y de ninguna forma su contenido puede exceder el contenido de aquella.
Por ú ltimo, diremos que los reglamentos dejan de tener vigencia cuando es abrogada o derogada la ley en
que se sustenta y cuyos preceptos pormenorizan y cuando es derogada parcialmente respecto a aquellos
preceptos que los pormenorizan.
Las circulares
Las circulares son comunicaciones o avisos expedidos por los superiores jerá rquicos en la esfera
administrativa, dando instrucciones a los inferiores sobre el régimen interior de las oficinas, o sobre su
funcionamiento en relació n con el pú blico o para aclarar a los inferiores la aplicació n de disposiciones
legales ya existentes; pero no para establecer derechos o imponer restricciones a ellos.
El Có digo Fiscal Federal, inclusive, en su artículo 35 previene que: “Los funcionarios fiscales facultados
debidamente podrá n dar a conocer a las diversa dependencias el criterio que deberá n seguir en cuanto a
la aplicació n de las disposiciones fiscales, sin que por ello nazcan obligaciones para los particulares y
ú nicamente derivará n derechos de los mismos cuando se publiquen en el Diario Oficial de la Federació n”.
Por lo anterior se les reconoce como fuentes de derecho a favor de los particulares que se sometan a ellas
y que las invoquen, sin embargo, no se debe aprovechar esa situació n que resulte má s favorable en la
circular que en la ley.
La jurisprudencia
Otra figura que ha adquirido gran fuerza en nuestro sistema jurídico, denominada Jurisprudencia, se
puede definir como “Las resoluciones de los tribunales que, por mandato de ley, son de observancia
obligatoria”.
Sin embargo, son varios los estudiosos que opinan que la jurisprudencia no es fuente directa del Derecho
porque su funció n radica sustancialmente en la interpretació n judicial de las normas ya existentes, y con
su creació n no se origina otra norma, ya que su contenido no puede ir má s allá de los que la ley establece.
Retomado de:
Rodríguez Celis, J. L. (s.d.). Fuentes formales del Derecho financiero. En apuntes para el curso de Fiscal 1.
Universidad Michoacana de San Nicolá s de Hidalgo. [Articulo en documento Word]. Recuperado de:
http://www.fcca.umich.mx/descargas/apuntes/Academia%20de%20Fiscal/Fiscal%20I%20Jose%20Luis%20Rodriguez%2
0Celis/APUNTES%20DE%20FISCAL%20%20I.doc.