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Las normas jurídicas no sólo son múltiples, sino que además son muy variadas.
Por ello, no resulta fácil la clasificación de las normas del Derecho. Es difícil, por
no decir imposible, establecer una única clasificación que las englobe a todas.
Por su origen.
Por la jerarquía formal o lugar que ocupan en el ordenamiento jurídico.
Por el grado de imperatividad.
Desde el punto de vista de la violación y de las sanciones de las normas.
Por el ámbito de su validez.
Desde el punto de vista de su cualidad o modo de vincular la voluntad de los
sujetos.
Por su función o finalidad.
Por su origen
1. Legales
2. Consuetudinarias
3. Jurisprudenciales
4. Negociables
1. Legales
Son normas escritas dictadas por los órganos legislativos competentes del Estado.
Una ley aprobada por las Cortes Generales, una Orden ministerial, cualquier
disposición emanada de las Comunidades Autónomas, o el bando de un alcalde
son ejemplos de este tipo de normas.
2. Consuetudinarias
4. Negociables
Las contenidas en las cláusulas de los contratos o negocios jurídicos, puesto que
lo establecido en ellas por las partes les obliga jurídicamente.
1. Primarias
Aquellas que ocupan la escala más alta o importante dentro del ordenamiento
jurídico, es decir, las que se sitúan en el más alto rango jerárquico.
Desde esta perspectiva puramente formal, puede decirse que la norma primaria es
la Constitución de cada Estado.
2. Secundarias
Para clasificar las normas desde el punto de vista jerárquico, podría combinarse el
criterio formal y material del concepto de fuentes del Derecho. El resultado sería el
siguiente:
1. Taxativas
2. Dispositivas
Se trata en todo caso de una distinción por razón del contenido del precepto.
1. Taxativas
Esto quiere decir que las normas taxativas imponen siempre una prescripción
(mandato o prohibición) insoslayable, que ha de cumplirse de manera
incondicional para que surtan efectos jurídicos.
2. Dispositivas
Aquellas que pueden dejar de aplicarse a una situación jurídica concreta por
voluntad expresa de las partes.
Un ejemplo muy típico son los contratos de arrendamiento: las partes suelen
establecer las cláusulas por las que han de regirse, pero lo no expresamente
pactado por la voluntad de las partes se regula por la Ley de Arrendamientos
Urbanos, el Código Civil, u otras subsidiarias, que actúan en este caso como
normas dispositivas o supletorias.
Aquellas cuya sanción consiste en la nulidad de los actos que las vulneran,
recayendo además otro tipo de sanción sobre el infractor, especialmente para
resarcir de los daños que hubiera podido ocasionar.
4. Leges imperfectae
Aquellas normas cuya infracción no solamente no produce la nulidad del acto, sino
que tampoco imponen sanciones al infractor. Son muy numerosas, especialmente
en el ámbito del Derecho público y del Derecho internacional, a pesar de que gran
parte de la doctrina no las acepta como normas jurídicas.
Según Kelsen, la validez formal de las normas jurídicas debe considerarse desde
cuatro puntos de vista diferentes:
1. Espacial
2. Temporal
3. Material
4. Personal
1. Validez espacial
Normas internacionales
Normas nacionales
Normas internacionales
Aquellas que tienen su espacio de vigencia en varios Estados. Hay que advertir,
no obstante, que el Derecho Internacional no afecta a todos los Estados del
mundo, e incluso a veces, por la ausencia de un sistema eficaz de sanciones para
los infractores, las normas internacionales no pasan de ser meras
recomendaciones a los Estados.
Normas nacionales
2. Validez temporal
El ámbito temporal está constituido por el período de tiempo durante el cual tiene
vigencia una norma. Desde este punto de vista, las normas jurídicas pueden ser:
3. Validez material
Esta clasificación es sin duda la más problemática de todas, pues los criterios de
distinción aportados no son ni definitorios, ni excluyentes ni definitivos. Son
múltiples las teorías que han intentado explicar esta clasificación, pero ninguna de
ellas ha encontrado criterios universalmente válidos para establecer tal distinción.
Categoría intermedia
Existen otras ramas del Derecho que podrían situarse en una categoría intermedia
dado que los caracteres que presentan no son excluyentes. Por ejemplo: Derecho
del trabajo, Derecho de la Seguridad Social, Derecho de la economía, Derecho
turístico,...
El ámbito personal se refiere a los sujetos a los que afecta la norma. Desde este
punto de vista, las normas pueden ser:
Genéricas
Particulares
Individuales
Genéricas
Aquellas cuyo sujeto pasivo es una clase o categoría de personas, una pluralidad
de individuos integrantes de un colectivo determinado: todos, los españoles, los
agricultores, los estudiantes, los mayores de x años,...
Particulares
Aquellas normas que obligan sólo a determinadas personas, puesto que derivan
de la voluntad de los propios individuos, como sucede, por ejemplo, entre las
partes vinculadas por un contrato o negocio jurídico. Hay quienes las denominan
normas individuales de carácter privado.
Individuales
Por el modo de vincular la voluntad de los obligados, las normas pueden ser:
1. Positivas
2. Negativas
1. Positivas
Aquellas normas que permiten realizar ciertas conductas, bien sea una acción o
una omisión. A su vez, las normas positivas pueden ser preceptivas o permisivas.
Preceptivas
Permisivas
2. Negativas
Son aquellas normas que regulan una conducta de acción u omisión. Su objetivo
inmediato es regular los comportamientos de los individuos y las actividades de los
grupos y entidades sociales en general.
Son normas que tienen por sí mismas un sentido pleno en cuanto que establecen
determinados preceptos e imputan sanciones concretas a las violaciones de las
conductas prescritas.
Son aquellas que adquieren un significado pleno cuando se las relaciona con otras
normas a las cuales complementan. Estipulan las condiciones y determinan los
medios para la eficacia de las primeras. Por ello, poseen un carácter instrumental,
estableciendo la estructura y funcionamiento de óranos, o la regulación de
procesos técnicos de identificación y aplicación de las normas.
De vigencia
Declarativas, explicativas o definitorias
Permisivas
Interpretativas
Sancionadoras
De organización, de procedimiento y de competencia
De vigencia
Son aquellas que explican o definen los términos empleados en otros preceptos.
Permisivas
Interpretativas
Sancionadoras
Cabe observar que la generalidad no ha sido enfocada de igual manera por todos
los autores, ni creen algunos que ella sea efectivamente un carácter de la norma
jurídica. De una parte encontramos autores, como Planiol y Dabin, que están de
acuerdo en que efectivamente la generalidad es un carácter propio de la norma
jurídica. Para Planiol, toda prescripción de la autoridad pública que no deba ser
ejecutada más de una vez no es ley, es decir, no es norma. Las normas jurídicas
deben ser generales, según esto, porque sólo aquéllas que no se agotan con la
presentación de un caso concreto, que son las normas generales, pueden ser
aplicadas más de una vez. No sería aplicable sino una sola vez aquella disposición
a través de la cual, por ejemplo, se dijese Pedro Pérez tiene que pagar a Juan
Hernández tal suma de dinero. Por lo contrario, no se agota en una sola aplicación
la norma que dice el deudor: debe pagar su obligación, porque la norma se aplicará,
a tantos casos concretos que se presenten cuántos sean aquellos que revistan los
caracteres del deudor.
Para Dabin, las reglas tienen que ser siempre generales, aun cuando ellas estén
llamadas a particularizarse a través de su realización en el caso concreto. Según
Dabin, las reglas, al particularizarse, dejan de ser normas jurídicas, y las sentencias
o el contrato no son normas sino disposiciones de aplicación de las normas
generales del Derecho, que no revisten el carácter de la generalidad, y por
consiguiente de las verdaderas disposiciones normativas.
4.- La Abstracción. Así como se entiende por generalidad el que la norma dispone
para categorías de sujetos abstractamente determinados, se llega a concebir la
abstracción en el sentido de que la norma no dispone para casos concretos, para
hechos particularmente determinados, sino para categorías de hechos, es decir,
para “tipos”. Cabe aquí decir lo que se afirma con respecto de la generalidad la cual,
refiérese más que todo a la abstracción de las personas. La norma no puede prever
para cada uno de los casos concretos en particular, y en consecuencia tiene que
abstraer de las diferentes categorías de casos concretos las notas fundamentales
con los fines de construir “tipos” los cuales van a integrar el supuesto normativo. En
vista de que estos tipos están formados por los caracteres fundamentales de
grandes grupos de hechos concretos de conducta, cuando cualquier hecho concreto
de conducta coincida con el «tipo» legal, engendrará una consecuencia de Derecho.
5.- La Legitimidad. Consiste en que la norma, para ser obligatoria, debe cumplir
con determinados requisitos establecidos en el propio ordenamiento jurídico al cual
esta pertenece. Una norma no se hace obligatoria si en su nacimiento no ha
cumplido con todos los requisitos que la sociedad estipula como necesarios a los
fines de que engendre deberes y derechos. De esta manera, si se encuentra una
ley de alquileres que no ha cumplido las formalidades previstas en las leyes que a
su vez, tienen por objeto regular el nacimiento de las normas en el sistema jurídico
venezolano, la tal ley de alquileres no llega a constituirse en norma jurídica y por
ende no se hace obligatoria.
No quiere decir esto que la norma jurídica no tenga que ser legítima: antes bien,
para ser jurídica tiene que ser legítima. Quiere decir más bien que la juridicidad es
un antecedente de la norma, el cumplimiento de todos los pasos necesarios para
que la regla de conducta llegue a ser norma jurídica. No por ser jurídica la norma va
a ser legítima, sino, por el contrario, en vista de que es legítima es jurídica. No se
puede decir lo mismo con referencia a la coercibilidad ni a la bilateralidad, las cuales
dependen de la juridicidad de la norma. La norma, por el hecho de ser jurídica, es
bilateral y es coercible.
1. Temporalidad y
espacialidad
Con las normas sociales se establecen deberes que los ciudadanos deben
cumplir. Es decir, es un tipo de norma unilateral.
Las normas sociales rigen el comportamiento de las personas. Esta norma regula
el comportamiento externo de cada individuo pero no observa el fuero interno del
mismo. Por ejemplo. Si una persona saluda a otra, está cumpliendo con una
norma social aunque internamente aquella pueda estar deseando que se muriera.
8. Resistencia social a cambios en las normas
Frente a los cambios de las normas sociales algunas personas pueden verse más
resistentes a enfrentar estas modificaciones sociales. Según cuál sea la reacción
del grupo social se puede dividir las respuestas en 3 grandes grupos:
Si bien es cierto que cada norma social es cambiante, las mismas normas sociales
que impone una sociedad son pautas de orden y conducta y deben ser acatadas
por cada uno de sus integrantes. La continuidad y estabilidad de estas normas a lo
largo del tiempo es lo que garantiza la armonía dentro de la sociedad.