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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal De Ayacucho
Facultad de Derecho
Núcleo, Maturín-Monagas

Ética y deontología
PRIMERA EVIDENCIA

Profesora: Bachilleres:
Abogada Livia González Karen López 28.592.493
Yenifer Guzmán 28.564.904
Henyibell Hernández 30.265.483
Gabrielis Márquez 29.516.137
Unidad I

 Noción de Derecho
El Derecho es un conjunto de normas eficaces para regular la conducta de los
hombres en la sociedad y en caso de incumplimiento está prevista de una sanción
judicial. Derecho es lo que no se desvía a un lado ni a otro, lo que es correcto, lo
que se dirige sin oscilaciones a su propio fin. La palabra “Derecho” es análoga, es
decir se aplica en sentido distinto, pero desde un punto de vista semejante.

 Relaciones entre el Derecho y la moral


Se puede decir que el contenido del Derecho tiene una clara dependencia de la
moral social vigente, de la misma forma que toda moral social pretende contar con
el refuerzo coactivo del Derecho para así lograr eficacia social. Las relaciones entre
la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más importantes y
complejas de la Filosofía del Derecho, sobre todo si se tiene en cuenta que afectan
al concepto del Derecho, a su aplicación, a las relaciones entre legalidad y justicia o
al espinoso tema de la obediencia al Derecho. La Moral y el Derecho hacen
referencia a una parte importante del comportamiento humano y se expresan, en
gran medida, con los mismos términos (deber, obligación, culpa, responsabilidad).

 Definición y generalidades de ética


La ética se ha definido tradicionalmente como la doctrina de las costumbres. Para
Aristóteles, las virtudes éticas son las que se desenvuelven en la práctica y van
encaminadas a la a la consecución de un fin, mientras que las dianéticas son las
virtudes propiamente intelectuales. A las primeras pertenecían las virtudes que
servían para la realización del orden en la vida del Estado (justicia, valor, amistad...
entre otros) su origen lo encontramos en las costumbres y los hábitos. A las
segundas pertenecen las virtudes fundamentales que son como principios de la
ética, las virtudes de la inteligencia o de la razón: la sabiduría y la prudencia. Con el
transcurrir del tiempo, evoluciono el sentido del vocablo y lo ético se ha venido
identificando cada vez más con lo moral y la ética ha llegado a significar la ciencia
que se ocupa de los objetos morales en todas sus formas, también es entendido
como filosofía moral. La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más
nobles sentimientos del ser humano. Sin ética el hombre estaría sin "hogar", a la
intemperie, desamparado en un mundo en el que sólo imperaría la ley de la selva y
la de los más bajos instintos.

 Ética publica
La Ética Pública es la disciplina que estudia y analiza el perfil, la formación y el
comportamiento responsable y comprometido de las personas que se ocupan de los
asuntos públicos, generando un cambio de actitud en ella al inculcarles valores de
servicio público.
Una persona responsable es aquella que toma las decisiones de una forma
consciente, con conocimiento de lo que hace, y que a su vez acepta las
consecuencias de sus actos. Es una virtud, es la capacidad de asumir las
consecuencias de sus decisiones, respondiendo por ellas con argumentos válidos y
enmarcados dentro de una moral y una legitimidad.
Un servidor público con responsabilidad ética debe observar los principios y las
reglas de la conducta Ética, ejecutar sus funciones con eficacia y calidad,
satisfaciendo y respondiendo de forma continua las necesidades de la sociedad que
es la esencia de su quehacer cotidiano.
En la Ética Publica la promoción de la Ética va de la mano en el servicio público con
la transparencia, la cual es un elemento que muestra el buen funcionamiento del
Estado y que a su vez va estableciendo una cultura de servicio público, haciendo
que el comportamiento de los servidores públicos sea responsable.
Un servidor público al estar al servicio de la sociedad debe mantener una conducta
transparente, responsable y honesta acorde con los principios y la Ética pública
dado que su objetivo es el de servir al ciudadano, sin embargo también debe tener
un perfil ya establecido sin necesidad de establecer una legalidad o una
parametrización ni un esquema sancionatorio de sus acciones; su esencia debe ser
por ende el seguimiento de los principios, su perfil estar encaminado a cumplir este
objetivo; La Ética pública debe apuntar a un convencimiento de el buen accionar, a
una adopción de los valores como principios de vida que a su vez promuevan una
convivencia sana, con un respeto continuo por la autonomía, la igualdad y la libertad
del hombre como un ser con la capacidad del libre albedrío lo que lo posibilitara a
tener un desarrollo personal, profesional y social enmarcado en un ámbito de
sanidad, altamente motivado a dejar una huella en cada uno de sus labores públicas
con el Estado y la Sociedad.

 Historia de la abogacía
El hecho que no existiera un defensor en el sistema legal se debió a la idea que
tenían los egipcios respecto a los juicios orales, en donde un intermediario podía
asumir la defensa; y es que la jurisprudencia de la época, encontrada en un antiguo
papiro, decía que la presencia de un orador hábil podría influir sobre las decisiones
de los jueces y hacerles perder objetividad. La última instancia consistía en apelar al
Faraón, quien no representaba a la justicia, sino que era la "justicia".
En Babilonia también existió la administración de justicia, tanto en el período
sumerio como en el acadio, y desde luego existieron tribunales, pero como en
Egipto, tampoco hubo ese intermediario que los romanos, muchos siglos después,
llamaron Advocatus.
Las partes recurrían a los jueces y luego apelaban al rey o emperador, según las
épocas históricas. El rey, que era el brazo de la justicia, tenía la última palabra.
Igualmente, entre los hebreos, el sistema legal tampoco se distinguió de los
anteriores.
Recordemos el juicio ante Salomón, en donde no hay defensor. Cristo tampoco lo
tuvo porque fue juzgado según las leyes judías, pero si hubiese sido juzgado por las
leyes romanas, el Estado le hubiera asignado un abogado para su defensa.
En los canales judiciales de la China y la India tampoco figura un ejercicio similar al
de abogado. Empero, había notarios e intermediarios que actuaban como fiscales.
Muchos tratadistas del sistema judicial chino sostienen que este pueblo estaba bien
informado sobre las leyes escritas y normas consuetudinarias que les permitía
plantear su defensa en función de este conocimiento.
Además, periódicamente las autoridades judiciales chinas publicaban las decisiones
de los tribunales con las leyes que había aplicado para cada caso, lo que permitía
una mejor información. En la India, tanto en el período budista como en el
brahmánico, tampoco existió la figura del defensor.
Al principio, durante los orígenes de la Ciudad-Estado ateniense, los ciudadanos
defendían sus propias causas y el "orador-escritor" era la persona que le preparaba
el discurso para su defensa.
Pero en la medida que los litigios aumentaban, esta profesión de orador-escritor
adquirió prestigio y quienes ejercían comenzaron a oficiar como defensores. Lysias
(440-360 a.c.) fue el abogado más notable entre los atenienses.
Fue en Roma donde se desarrolló plenamente y, por primera vez, de manera
sistemática y socialmente organizada, la profesión de abogado, palabra que viene
del vocablo latino advocatus, que significa llamado, porque entre los romanos se
llamaba así a quienes conocían las leyes para socorro y ayuda.
También como en Grecia, se les llamó "oradores" o "voceris", porque era propio de
su oficio el uso de voces y palabras. Como en ninguna sociedad del mundo antiguo,
los romanos permitieron que ciertas mujeres, las de la clase alta, pudieran ejercer la
abogacía.
La historia nos ha conservado el nombre de tres grandes abogadas romanas:
Amasia, Hortensia y Afrania, llamada también Calpurnia, esposa de Plinio "El
Joven". Con ella sucedió un caso de antología que fue determinante para el futuro
de la mujer en la abogacía.
Mujer con tendencia a la promiscuidad, de espíritu vivo, sin la gravedad de Amasia y
Hortensia, se excedió en su lenguaje, casi grotesco. Su lengua y palabra eran el
terror de los jueces, abogados y litigantes, lo que le valió que se dictara una ley
suspendiéndola y prohibiendo a las mujeres ejercer la abogacía, prohibición que
duró por espacio de veinte siglos, es decir, hasta fines del siglo XIX y comienzos del
XX.
Es en "Las Siete Partidas de Alfonso el Sabio", donde aparece por primera vez en
un texto legal la definición de abogado, en lengua española. "Bozero es nome que
razona por otro en Juycio, o el suyo mesmo, en demandando o en respondiendo. E
así nome, porque con boze e con palabra usa de su oficio".
Las Siete Partidas dice que los abogados eran ciudadanos útiles, porque "ellos
aperciben a los juzgadores y les dan luces para el acierto y sostienen a los
litigantes, de manera, que, por mengua, o por miedo o por venganza o por no ser
usados de los pleitos no pierden su derecho, y porque la ciencia de las leyes es la
ciencia y la fuente de justicia, y aprovechándose de ella el mundo más que de otras
ciencias".
Pero a pesar de los elogios de las Siete Partidas, la profesión de abogado en
España fue grisácea y oscura, no gozaban de la necesaria libertad para ejercer su
profesión. Asimilados a burócratas como funcionarios públicos, jamás pudieron
cumplir su misión de proteger al oprimido y al injustamente perseguido.
Muy diferente fue la situación del abogado en Francia. Su papel fue preponderante
en la sociedad, respetando y acatando las leyes. La "Ciudad de los Reyes", el 13 de
septiembre de 1538, tres años después de haberse fundado Lima, el Cabildo,
preocupado por los conflictos entre partes decidió que era indispensable la
intervención de abogados y procuradores en los litigios.
En conformidad con este criterio se procedió a nombrar por pregones en la plaza
pública dos defensores, don Alonso de Navarrete y don Pedro de Avendaño, los
primeros abogados que registra nuestra historia oficial.
Estos defensores deberían proteger al ciudadano, al poco tiempo se autorizó que se
pudiera ejercer libremente la abogacía previa licencia del juez que era el alcalde.
Cabe destacar que el Colegio de Abogados de Lima se fundó durante el Virreinato
en 1808 por el virrey Abascal. El primer decano fue Antonio de Oquendo.

 Moral y Deontología Jurídica


La deontología jurídica proviene del griego y significa "lo obligatorio, lo justo, lo
adecuado". Es la rama de la filosofía jurídica que tiene como finalidad específica la
determinación de cómo debe ser el derecho y cómo debe ser aplicado.
La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales. En
el caso de los abogados se trata de una multiplicidad de deberes como son aquellos
consigo mismo, con la sociedad, con la profesión, con los clientes, con los colegas,
con los jueces, con la entidad gremial.
Es aquella parte de la ética profesional que se ocupa de los deberes morales de los
abogados, de los deberes de estos servidores del derecho.
La deontología jurídica trata sobre la moral del abogado y la forma de actuar con su
cliente, el profesional del derecho tiene que defender los intereses de su
patrocinado siempre actuando con la verdad y siempre teniendo en cuenta su ética
profesional. El abogado que es honesto tiene como deber ético el guardar reserva
de los asuntos vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se debe
proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de las
personas, protegidas por la normatividad jurídica.

 Potestad legislativa
Es la parte de la potestad de régimen que se ejerce al establecer las leyes
eclesiásticas, según el modo prescrito por el derecho, destinadas a innovar en el
orden jurídico objetivo, para regir y apacentar el Pueblo de Dios con un fin espiritual.
El principio de legalidad impone la sumisión de la autoridad al derecho en el
ejercicio de poder, de manera que se evite el abuso de poder

 Análisis del código de ética profesional del abogado venezolano (art. 1-20)
Articulo 1
Las reglas contenidas en este código son obligatorias para la vida pública y privada
de todos los abogados. Su aplicación corresponderá a las disposiciones de la ley, y
sus disposiciones no serán incentivadas ni relajadas mediante ningún tipo de
acuerdo. Cualquier intento de oponerse a él, ya sea de un particular, una entidad
pública o una entidad privada, será inválido.
Articulo 2
El comportamiento del abogado será servir a la justicia, garantizar la libertad y el
Ministerio de Justicia como tarea importante.
Todo abogado que conozca los hechos de la violación de la prohibición de este
Código está obligado a proporcionar información de inmediato al Colegio de
Abogados donde se encuentra registrado el infractor.
Articulo 3
Constituyen delitos disciplinarios que vulneran las sanciones que prescribe la ley y
vulneran los deberes especificados en este título.
Articulo 4
Los deberes de los abogados son:
1. Actuar con probidad, honradez, discreción, eficiencia, desinterés, veracidad y
lealtad.
2. Mantener absoluta independencia en el comportamiento profesional.
3. Respetar siempre su dignidad como persona y profesional.
4. Defender los derechos de las sociedades y las personas, cooperando en el
mantenimiento y mejora del orden jurídico y la realización de un sistema
judicial correcto y eficaz.
5. Fortalecer la hermandad de los compañeros mediante el respeto mutuo, el
trato cordial y la tolerancia racional.
Articulo 5
El honor de la profesión jurídica es indivisible; la dignidad y la cortesía deben
representar siempre el desempeño del abogado. El abogado que actúa
indebidamente daña el patrimonio moral de todo gremio.
Articulo 6
La conducta privada del abogado debe cumplir con las reglas de honestidad,
dignidad y delicadeza de un hombre honesto.
Articulo 7
Los abogados utilizarán todos los medios legales para tomar medidas contra las
conductas moralmente incorrectas de sus colegas, independientemente de si están
autorizados o no, deben presentar quejas relacionadas. Si evita cumplir con este
deber y observa una actitud pasiva, indiferente o complaciente, constituirá un delito
grave.
Articulo 8
El abogado debe mantener su dignidad e independencia en el ejercicio de una
profesión, inalienables e incompatibles con cualquier profesión que obstaculice el
trabajo. No debe aceptar sugerencias de patrocinadores, representantes o
asistencia que puedan dañar su reputación.
El abogado velará por respetar la independencia que obtenga de sus poderes
públicos, magistrados y demás órganos administrativos, y actuará siempre de
acuerdo con su propia conciencia, rechazando todo aquello que atente contra la
justicia y la libertad de defensa.
En su calidad profesional y como representante de terceros, tendrá derecho a recibir
atención prioritaria de las instituciones públicas para el pleno desempeño de sus
funciones.
Articulo 9
Los abogados no deben utilizar las redes sociales para discutir asuntos que le sean
encomendados, y no deben revelar partes de documentos en asuntos que aún no
hayan sido sentenciados, a menos que sea necesario corregir el concepto bajo los
requisitos de justicia y moral. Una vez finalizado el trámite, el abogado puede
publicar documentos y actuaciones, así como sus comentarios puramente científicos
en publicaciones profesionales que deben atenerse a los principios de la ética
profesional. Si la publicación pudiera dañar la reputación y la reputación de alguien,
se omitirá el nombre propio. No utilizará los medios de comunicación para amenazar
con emprender acciones legales y forzar un acuerdo.
Los abogados pueden publicar información o comentarios en periódicos o revistas
profesionales con fines éticos, y cumplir con los estándares éticos y la omisión del
apellido y apellido del cliente para evitar daños.
Articulo 10
La formación decente para el patrocinio, la representación o la defensa debe
basarse en la reputación y la competencia profesional del abogado. Los abogados
deben evitar el uso de agentes que busquen nuevos casos de carrera, no deben
promover sus propios elogios y no deben inducir noticias o información relacionada
con intervenciones o métodos de opinión de intervención.
Los anuncios de abogados en medios escritos o audiovisuales se limitan a
mencionar sus nombres, nombres científicos, profesiones autorizadas por sus
respectivas asociaciones, domicilios sociales, teléfonos y apartados de correos y
tiempo de atención pública. Cualquier contenido cuasi comercial que prometa
resultados y ventajas especiales carece seriamente de la ética profesional de los
abogados. Se reunirá con los clientes y demás interesados en casos acompañados
de su empresa, salvo que les sea imposible asistir, y no autorizará la apertura de
una empresa u oficina en su propio nombre cuando no esté presente todos los días.
O en persona.
Articulo 11
Los abogados deben evitar brindar servicios y asesoramiento no solicitado para
presentar una demanda y obtener patrocinadores, a menos que el parentesco o la
amistad cercana impongan la obligación de proteger.
Articulo 12
Un abogado que paga o recompensa directa o indirectamente a la persona que lo
recomienda violaría gravemente la ética profesional.
Articulo 13
El abogado aceptará o rechazará el asunto sin exponer los posibles motivos, salvo
nombramiento de oficio, en cuyo caso deberá acreditar el motivo de la denegación.
Su decisión no debe estar influenciada por intereses personales, la cantidad de
dinero en cuestión o la capacidad financiera de su oponente. Los abogados no
aceptarán asuntos contrarios a los principios de sus acuerdos personales, incluidos
los principios políticos o religiosos, ni aceptarán asuntos que obstaculicen su
independencia por motivos de amistad, parentesco u otras características. En
resumen, a menos que sea libre de actuar, no intervendrá en nada.
Articulo 14
Como servidor judicial y colaborador en la gestión administrativa, un abogado no
debe olvidar que la esencia de su poder profesional radica en la defensa de los
derechos de los clientes o con la asistencia de la diligencia y la debida diligencia.
Obedecer las normas legales y las leyes éticas.
Articulo 15
Los fiscales en los juicios penales harán que garantizar la equidad en lugar de la
condena sea su responsabilidad principal. En sus actuaciones ante entidades
nacionales, estatales y municipales, Los abogados actuarán con cautela para no
dañar sus derechos e intereses legítimos.
Articulo 16
Ningún abogado puede utilizar sus servicios o su nombre de una manera que no
esté autorizada por la ley para desempeñar sus funciones o el derecho a practicar.
El abogado debe evitar firmar y endosar documentos en los que no participó.
Articulo 17
Los abogados son responsables de asistir al tribunal a tiempo y de las citas o
reuniones con colegas, clientes o entre ellos.
Articulo 18
Cuando un abogado no pueda participar en un acto judicial obligatorio por
enfermedad u otras buenas razones, inmediatamente pedirá al juez que posponga
el acto. Los opositores, en espíritu de compañerismo, también deben cumplir con la
solicitud de aplazamiento del acto.
Articulo 19
Con el fin de defender la verdad y los intereses que representa, los abogados
ejercerán sus facultades de manera libre y comedida, sin más restricciones, salvo
las que se establezcan en otras normas que rigen el ejercicio de la abogacía.
Articulo 20
La conducta de los abogados debe caracterizarse siempre por la honestidad y la
franqueza. No puede recomendar ni implementar ser considerado doloroso, hacer
afirmaciones o negaciones falsas, hacer citas inexactas, incompletas o maliciosas, o
realizar cualquier acción que pueda obstaculizar la aplicación efectiva y rápida de la
justicia.

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