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37 ejemplos de ética y moral

Ética es el estudio de los principios morales, mientras que moral es un sistema


de principios que dictaminan lo que debe ser el buen o mal comportamiento
social. Dicho de otro modo, la moral es una especie de guía de normas de
comportamientos a seguir, mientras que la ética es el estudio de esas normas.

Hay muchos ejemplos de principios éticos y morales en nuestra cotidianidad. A


continuación, una lista de algunos de ellos.

Ejemplos de principios éticos


Los principios éticos se basan en ideales de conducta y son importantes
porque nos permiten vivir en sociedad de manera más armoniosa. Estos son
algunos de los principios más importantes para vivir mejor:

1. Respeto
El respeto es la consideración que le tenemos a los demás, sin importar su
condición, edad, género o forma de pensar. Respetar a otros es reconocer su
existencia y valorar su humanidad. Por eso, el respeto es uno de los principios
éticos fundamentales para la convivencia social.

Cuando tratamos a nuestros padres con consideración, cuando ayudamos a


nuestros hermanos o compañeros, estamos actuando con respeto.

2. Justicia
La justicia es un principio ético que se aplica al tratar a todas las personas por
igual, dando a cada una lo que le corresponde. Desde el punto de vista del
derecho, la justicia establece un marco legal que sirve de referencia para
establecer relaciones armónicas y equilibradas entre los integrantes de una
sociedad.

Cuando una persona hace daño a otra y se le castiga según lo que establecen
las normas jurídicas, se está haciendo justicia.

3. Honestidad
El principio de honestidad requiere actuar con rectitud. Una persona honesta
dice y hace lo correcto porque es lo que corresponde y porque, además, está
considerando el bien común por encima del suyo.

Un ejemplo de honestidad es devolverle la billetera a alguien a quien se le cayó


en la calle.
4. Tolerancia
Tolerancia es el respeto a las ideas, opiniones y creencias contrarias o distintas
a las nuestras. Tolerar no implica estar de acuerdo, sino entender que cada
persona tiene derecho a expresar sus convicciones.

Por ejemplo, en una misma familia pueden apoyar diferentes movimientos


políticos, y si prevalece la tolerancia, eso no debería afectar las relaciones
entre sus miembros.

5. Responsabilidad
Actuar con responsabilidad es hacernos cargo de las consecuencias de
nuestras acciones. Al hacer algo que nos trae un resultado positivo, nos resulta
muy sencillo dar la cara y llevarnos el mérito. Pero cuando nuestras acciones
no son correctas, puede ser difícil reconocer y asumir las consecuencias.

Por ejemplo, cuando un estudiante no se prepara para un examen y es


reprobado, tiene que asumir las consecuencias que esta acción implique
(repetir el examen, repetir el semestre, etc.).

6. Verdad
La verdad es la relación que existe entre lo que se expresa y la realidad de los
hechos. La verdad es la base de relaciones interpersonales y sociales sólidas y
es un principio ético indispensable en una sociedad que aspira a la
transparencia en todos sus niveles. Por ejemplo, un niño rompe algo, la madre
pregunta quién lo hizo, y el niño dice que fue él.

7. Integridad
El principio de integridad se refiere a actuar haciendo lo correcto, según lo que
dicta la moral. Por ejemplo, si nos encontramos un objeto y se lo entregamos a
su dueño, estamos actuando con integridad.

8. Compasión
Es la compresión del sufrimiento ajeno, acompañado de alguna acción que
permita aliviar la situación de forma temporal o permanente.

Por ejemplo, una persona desempleada explica su situación en las redes


sociales, y en respuesta, muchas personas expresan solidaridad y le ofrecen
empleo.

9. Equidad
La equidad es un principio ético que implica dar a cada individuo lo que le
corresponde según su condición o sus méritos. Por ejemplo, cuando se le
otorga tiempo extra a un estudiante para que termine un examen, debido a una
condición física o cognitiva que le impide desempeñarse del mismo modo que
sus compañeros.

10. Libertad
La libertad es un principio ético que se manifiesta en la capacidad de las
personas para expresarse y actuar según sus convicciones. Sin embargo, el
ejercicio de la libertad no es ilimitado: requiere actuar con responsabilidad y
con respeto a la libertad de los demás. Solo así es posible convivir
armónicamente en sociedad.

Un ejemplo de este principio ético es la libertad de expresión, consagrada


como derecho humano universal.

11. Compromiso
El compromiso se refiere a cumplir con las obligaciones que hemos contraído,
independientemente de los obstáculos que se puedan presentar. Por ejemplo,
un médico siempre debe llegar con anticipación a una cirugía. Si llega tarde o si
no va, el bienestar e incluso la vida de sus pacientes puede estar en peligro.

12. Transparencia
La transparencia se expresa en la claridad de nuestras intenciones y acciones.
En el ámbito de la administración pública, la transparencia es un principio que
implica el acceso a la información y las decisiones de los funcionarios, siempre
y cuando no sea contrario a la ley. Por ejemplo, que un gobernador muestre de
qué forma ha administrado los recursos del estado, es una forma de
transparencia.

13. Empatía
Es la capacidad de entender los sentimientos y necesidades del otro. La
empatía es la base de la compasión, ya que al ponernos en el lugar del otro,
podemos ayudarlo de manera más eficiente a aliviar su sufrimiento.

Por ejemplo, la madre ve al hijo llorando porque quiere salir a jugar y no puede.
Ella entiende la necesidad de su hijo de querer estar al aire libre y divertirse,
por eso puede comprender cómo se siente.

14. Lealtad
Es ser consecuentes en el sentimiento o compromiso que tenemos con una
persona, grupo o institución. Por ejemplo, somos leales con nuestros amigos
cuando los animamos y los apoyamos en momentos difíciles porque sentimos
aprecio hacia ellos. Somos leales con nuestra pareja cuando respetamos el
pacto de fidelidad que ha establecido previamente.
15. Imparcialidad
Actuar con imparcialidad significa evitar favorecer alguna postura, forma de
pensar o de actuar. Es decir, ser imparcial requiere actuar con justicia y de
forma objetiva, siempre teniendo en cuenta el bien común.

En un juego de fútbol, por ejemplo, el árbitro debe ser imparcial, más allá de
sus preferencias por un equipo u otro.

16. Igualdad
Es el reconocimiento de que todas las personas tenemos los mismos derechos
y debemos cumplir las mismas obligaciones, sin importar nuestra raza, género,
edad, nivel educativo, condición social, etc. La igualdad es un derecho humano
universal y es una de las bases de la justicia.

Por ejemplo, las personas migrantes tienen derecho a tener acceso a la salud
pública en su país de acogida.

17. Solidaridad
Es un principio ético que se manifiesta cuando apoyamos a quienes están en
una situación difícil. Un ejemplo muy común de solidaridad son las campañas
de recaudación de fondos en redes sociales para apoyar diversas causas.

18. Beneficencia
Significa actuar considerando el bienestar del otro o del colectivo. Cuando
actuamos de forma ética, nuestras acciones deberían estar orientadas a hacer
el bien. Y si solo nos benefician a nosotros, al menos no deberían hacer daño a
otros.

Por ejemplo, en la ética médica, el principio de beneficencia implica


recomendar cirugías, tratamientos o medicamentos que generen un beneficio o
mejora en la salud del paciente.

19. Altruismo
Este principio ético se expresa en la acción de ayudar a otros de manera
desinteresada, especialmente si están en una situación desfavorecedora. Un
ejemplo de altruismo son organizaciones como Médicos Sin Fronteras, cuyos
integrantes ayudan a víctimas de desastres naturales o humanos.

Ver también Valores éticos fundamentales (y sus ejemplos)

Ejemplos de moral
Los sistemas morales varían según cada cultura y pueden modificarse con el
paso del tiempo. En cualquier caso, son guías de conducta social. Algunos
ejemplos de moral en la vida cotidiana pueden ser:

1. Tratar a los demás como queremos ser tratados


Conocida también como la "regla de oro", es un ejemplo de moral esencial que
todos debemos poner en práctica a diario. Es tan sencillo como que si
queremos ser respetados, tenemos que comenzar por respetar a quienes están
a nuestro alrededor. Si queremos que sean honrados con nosotros, debemos
mostrar honradez en nuestras acciones, etc.

2. Comportarnos adecuadamente en público


Cada espacio tiene sus propios códigos de conducta: el hogar, el trabajo, la
escuela. Adecuarnos a esas normas es una forma de mostrar respeto por lo
demás y de crear un entorno armónico para todos.

3. Ser solidarios con quien lo necesita


A diario somos testigos de situaciones en las que otras personas están en una
situación de vulnerabilidad emocional, física, económica, etc. Una forma de
poner en práctica la moral es brindar nuestro apoyo, en la medida de nuestras
posibilidades, para ayudar a los demás.

La solidaridad es muy visible cuando hay situaciones de conmoción pública,


pero es algo que podemos tener presente a diario con quienes lo necesitan.

4. Pagar las deudas


Parece algo muy obvio, pero para algunas personas es difícil cumplir con sus
compromisos económicos. Cuando pedimos algo prestado (especialmente
dinero), nuestro deber moral es devolverlo. Es la forma correcta de demostrar
que somos capaces de cumplir con nuestra palabra, de generar confianza en el
otro y de ser recíprocos con la ayuda que nos brindaron.

5. Decir la verdad
Cuando decimos la verdad estamos demostrando nuestro respeto al otro y
nuestro compromiso con la honestidad. La verdad no siempre es agradable o
cómoda, pero la transparencia de nuestras acciones es necesaria para
establecer relaciones de confianza con quienes nos rodean.

6. Respetar a las instituciones y autoridades


Toda sociedad tiene sus propias instituciones gubernamentales, sociales,
religiosas y unas autoridades que las representan. Respetarlas significa acatar
sus normas, siempre y cuando sean para el beneficio de la sociedad y no
lesionen los derechos humanos fundamentales. También significa respetar las
leyes vigentes, ejercer nuestros derechos y cumplir con nuestras obligaciones.

7. Honrar a nuestros padres


Honrar, cuidar y respetar a nuestros padres, abuelos y personas involucradas
en nuestra crianza no solo es un deber moral, sino que incluso es una
obligación legal en países como China. Velar por el bienestar de nuestros
padres o representantes, especialmente en la vejez, es una forma de retribuir la
dedicación que nos brindaron.

8. Tratar a todas las personas por igual


Todas las personas somos iguales, independientemente de nuestro origen,
nivel socioeconómico, cultural, etc. La igualdad de las personas es un derecho
humano universal, y lo ponemos en práctica cada día cuando tratamos con
educación, respeto, empatía y tolerancia tanto a nuestro entorno cercano como
a aquellos a quienes no conocemos.

9. Cuidar los espacios y bienes públicos


Los espacios y bienes públicos (plazas, parques, escuelas, bibliotecas,
hospitales, etc.) fueron diseñados para promover el bienestar social. Cuando
alguien daña el patrimonio público, le está quitando la posibilidad a otra
persona de utilizarlo. Una escuela con sanitarios o pizarrones rotos muy pronto
puede dejar a muchos estudiantes sin derecho a la educación, por eso es
importante mantener los bienes públicos en buen estado.

10. Respetar y ayudar a las personas mayores


Las personas mayores no solo merecen respeto por su edad. Merecen respeto
porque son seres humanos, y al tener una edad avanzada, es probable que
tengan algunas limitaciones físicas o cognitivas para desenvolverse
normalmente. Por eso, al ayudarlos y respetarlos estamos reconociendo su
dignidad, su valor y su espacio en la sociedad.

11. Proteger a los niños


La infancia es una etapa que requiere de amor, cuidados y contención.
Proteger a los niños y menores de edad significa que la sociedad, en su
conjunto, debe reconocer sus derechos, tratarlos con respeto, velar por sus
necesidades básicas, asegurarse de que tengan acceso a la salud y la
educación, denunciar el maltrato, etc.

Cuando los padres se aseguran de que sus hijos estén sanos y vayan a la
escuela, los están protegiendo. Cuando los maestros reconocen y estimulan las
capacidades de los niños, están reconociendo su valor como personas.

12. Darle prioridad a los ancianos, niños y personas vulnerables


en una situación de emergencia
Ante una situación de riesgo, una norma moral es auxiliar primero a quienes
estén en una situación de mayor vulnerabilidad, como los ancianos, niños,
mujeres embarazadas o personas con discapacidad. Es una práctica moral que
protege a quienes, por diversas razones, no pueden actuar por sí mismos ante
una emergencia.

13. Actuar siempre con honradez


Ser honrados es una práctica moral que no solo nos garantiza buenas
relaciones con nuestro entorno cercano, sino que ademas es una de las bases
de una sociedad desarrollada. La honradez implica la transparencia de
nuestras acciones, por lo tanto, una persona honrada es alguien en quien se
puede confiar.

14. Ser tolerantes con quienes piensan distinto


Las personas no siempre coincidimos en nuestras ideas o creencias. Esa
diversidad es valiosa porque enriquece la vida en sociedad al aportar diversos
puntos de vista. Por eso, es importante ser tolerantes y respetar a quienes no
piensan igual a nosotros. Ser tolerantes implica reconocer al otro como un igual
que tiene los mismos derechos y obligaciones que nosotros.

15. Ser leales a nuestros seres queridos


Ser leales implica respetar, cuidar y honrar a las personas con quienes
tenemos un vínculo. Somos leales con nuestra familia cuando actuamos para el
beneficio de todos sus integrantes, somos leales con nuestros compañeros de
trabajo cuando trabajamos en equipo por un objetivo común y resolvemos
nuestras diferencias de forma respetuosa. Ser leal requiere respeto y
transparencia.

16. No tomar lo que no nos pertenece


Cuando tomamos algo sin permiso estamos faltando a varias normas morales:
no estamos siendo honrados, ni respetuosos, ni estamos considerando a la
persona a la que le hemos quitado lo suyo. Incluso, aunque se trate de una
acción temporal (porque pensamos devolverlo) siempre necesitamos el
permiso del otro para tomar algo que no es nuestro.

Tomar lo que no es nuestro es robar. Y eso no solo es una falta moral, sino un
delito.

17. No forzar una acción sin el consentimiento de otra persona


Si para hacer algo necesitamos de otra persona, esta tiene que darnos su
consentimiento para hacerlo, es decir, tiene que expresar su voluntad de forma
clara. De lo contrario, estamos violentando su derecho a decidir.
En una relación de pareja, por ejemplo, siempre se requiere del consentimiento
del otro, porque hacerlo partícipe de algo sin que haya expresado su voluntad
puede, incluso, ser un delito, dependiendo de la gravedad del caso.

18. Preservar la salud en los espacios públicos


Cuando utilizamos espacios públicos estamos expuestos a contraer alguna
enfermedad infecciosa, pero también nosotros podemos contagiar a otros en
caso de que tengamos una, incluso aunque no tengamos síntomas. Por eso, si
tienes una enfermedad infecciosa que puede ser contagiada fácilmente a otras
personas, permanece en casa hasta que pases el período infeccioso. Así te
proteges a ti y a la comunidad.

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