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Ética 2

Ejemplos de moral
Los sistemas morales varían según cada cultura y pueden modificarse con el
paso del tiempo. En cualquier caso, son guías de conducta social. Algunos
ejemplos de moral en la vida cotidiana pueden ser:

1. Tratar a los demás como queremos ser tratados

Conocida también como la "regla de oro", es un ejemplo de moral esencial


que todos debemos poner en práctica a diario. Es tan sencillo como que si
queremos ser respetados, tenemos que comenzar por respetar a quienes
están a nuestro alrededor. Si queremos que sean honrados con nosotros,
debemos mostrar honradez en nuestras acciones, etc.

2. Comportarnos adecuadamente en público

Cada espacio tiene sus propios códigos de conducta: el hogar, el trabajo, la


escuela. Adecuarnos a esas normas es una forma de mostrar respeto por lo
demás y de crear un entorno armónico para todos.

3. Ser solidarios con quien lo necesita

A diario somos testigos de situaciones en las que otras personas están en una
situación de vulnerabilidad emocional, física, económica, etc. Una forma de
poner en práctica la moral es brindar nuestro apoyo, en la medida de nuestras
posibilidades, para ayudar a los demás.

La solidaridad es muy visible cuando hay situaciones de conmoción pública,


pero es algo que podemos tener presente a diario con quienes lo necesitan.

4. Pagar las deudas

Parece algo muy obvio, pero para algunas personas es difícil cumplir con sus
compromisos económicos. Cuando pedimos algo prestado (especialmente
dinero), nuestro deber moral es devolverlo. Es la forma correcta de demostrar
que somos capaces de cumplir con nuestra palabra, de generar confianza en
el otro y de ser recíprocos con la ayuda que nos brindaron.
5. Decir la verdad

Cuando decimos la verdad estamos demostrando nuestro respeto al otro y


nuestro compromiso con la honestidad. La verdad no siempre es agradable o
cómoda, pero la transparencia de nuestras acciones es necesaria para
establecer relaciones de confianza con quienes nos rodean.

6. Respetar a las instituciones y autoridades

Toda sociedad tiene sus propias instituciones gubernamentales, sociales,


religiosas y unas autoridades que las representan. Respetarlas significa acatar
sus normas, siempre y cuando sean para el beneficio de la sociedad y no
lesionen los derechos humanos fundamentales. También significa respetar las
leyes vigentes, ejercer nuestros derechos y cumplir con nuestras obligaciones.

7. Honrar a nuestros padres

Honrar, cuidar y respetar a nuestros padres, abuelos y personas involucradas


en nuestra crianza no solo es un deber moral, sino que incluso es una
obligación legal en países como China. Velar por el bienestar de nuestros
padres o representantes, especialmente en la vejez, es una forma de retribuir
la dedicación que nos brindaron.

8. Tratar a todas las personas por igual

Todas las personas somos iguales, independientemente de nuestro origen,


nivel socioeconómico, cultural, etc. La igualdad de las personas es un derecho
humano universal, y lo ponemos en práctica cada día cuando tratamos con
educación, respeto, empatía y tolerancia tanto a nuestro entorno cercano
como a aquellos a quienes no conocemos.

9. Cuidar los espacios y bienes públicos

Los espacios y bienes públicos (plazas, parques, escuelas, bibliotecas,


hospitales, etc.) fueron diseñados para promover el bienestar social. Cuando
alguien daña el patrimonio público, le está quitando la posibilidad a otra
persona de utilizarlo. Una escuela con sanitarios o pizarrones rotos muy
pronto puede dejar a muchos estudiantes sin derecho a la educación, por eso
es importante mantener los bienes públicos en buen estado.
10. Respetar y ayudar a las personas mayores

Las personas mayores no solo merecen respeto por su edad. Merecen respeto
porque son seres humanos, y al tener una edad avanzada, es probable que
tengan algunas limitaciones físicas o cognitivas para desenvolverse
normalmente. Por eso, al ayudarlos y respetarlos estamos reconociendo su
dignidad, su valor y su espacio en la sociedad.

11. Proteger a los niños

La infancia es una etapa que requiere de amor, cuidados y contención.


Proteger a los niños y menores de edad significa que la sociedad, en su
conjunto, debe reconocer sus derechos, tratarlos con respeto, velar por sus
necesidades básicas, asegurarse de que tengan acceso a la salud y la
educación, denunciar el maltrato, etc.

Cuando los padres se aseguran de que sus hijos estén sanos y vayan a la
escuela, los están protegiendo. Cuando los maestros reconocen y estimulan
las capacidades de los niños, están reconociendo su valor como personas.

12. Darle prioridad a los ancianos, niños y personas vulnerables en una


situación de emergencia

Ante una situación de riesgo, una norma moral es auxiliar primero a quienes
estén en una situación de mayor vulnerabilidad, como los ancianos, niños,
mujeres embarazadas o personas con discapacidad. Es una práctica moral
que protege a quienes, por diversas razones, no pueden actuar por sí mismos
ante una emergencia.

13. Actuar siempre con honradez

Ser honrados es una práctica moral que no solo nos garantiza buenas
relaciones con nuestro entorno cercano, sino que ademas es una de las bases
de una sociedad desarrollada. La honradez implica la transparencia de
nuestras acciones, por lo tanto, una persona honrada es alguien en quien se
puede confiar.

14. Ser tolerantes con quienes piensan distinto


Las personas no siempre coincidimos en nuestras ideas o creencias. Esa
diversidad es valiosa porque enriquece la vida en sociedad al aportar diversos
puntos de vista. Por eso, es importante ser tolerantes y respetar a quienes no
piensan igual a nosotros. Ser tolerantes implica reconocer al otro como un
igual que tiene los mismos derechos y obligaciones que nosotros.

15. Ser leales a nuestros seres queridos

Ser leales implica respetar, cuidar y honrar a las personas con quienes
tenemos un vínculo. Somos leales con nuestra familia cuando actuamos para
el beneficio de todos sus integrantes, somos leales con nuestros compañeros
de trabajo cuando trabajamos en equipo por un objetivo común y resolvemos
nuestras diferencias de forma respetuosa. Ser leal requiere respeto y
transparencia.

16. No tomar lo que no nos pertenece

Cuando tomamos algo sin permiso estamos faltando a varias normas morales:
no estamos siendo honrados, ni respetuosos, ni estamos considerando a la
persona a la que le hemos quitado lo suyo. Incluso, aunque se trate de una
acción temporal (porque pensamos devolverlo) siempre necesitamos el
permiso del otro para tomar algo que no es nuestro.

Tomar lo que no es nuestro es robar. Y eso no solo es una falta moral, sino un
delito.

17. No forzar una acción sin el consentimiento de otra persona

Si para hacer algo necesitamos de otra persona, esta tiene que darnos su
consentimiento para hacerlo, es decir, tiene que expresar su voluntad de
forma clara. De lo contrario, estamos violentando su derecho a decidir.

En una relación de pareja, por ejemplo, siempre se requiere del


consentimiento del otro, porque hacerlo partícipe de algo sin que haya
expresado su voluntad puede, incluso, ser un delito, dependiendo de la
gravedad del caso.

18. Preservar la salud en los espacios públicos


Cuando utilizamos espacios públicos estamos expuestos a contraer alguna
enfermedad infecciosa, pero también nosotros podemos contagiar a otros en
caso de que tengamos una, incluso aunque no tengamos síntomas. Por eso, si
tienes una enfermedad infecciosa que puede ser contagiada fácilmente a
otras personas, permanece en casa hasta que pases el período infeccioso. Así
te proteges a ti y a la comunidad.

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