Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ejemplos de moral
Los sistemas morales varían según cada cultura y pueden modificarse con el
paso del tiempo. En cualquier caso, son guías de conducta social. Algunos
ejemplos de moral en la vida cotidiana pueden ser:
A diario somos testigos de situaciones en las que otras personas están en una
situación de vulnerabilidad emocional, física, económica, etc. Una forma de
poner en práctica la moral es brindar nuestro apoyo, en la medida de nuestras
posibilidades, para ayudar a los demás.
Parece algo muy obvio, pero para algunas personas es difícil cumplir con sus
compromisos económicos. Cuando pedimos algo prestado (especialmente
dinero), nuestro deber moral es devolverlo. Es la forma correcta de demostrar
que somos capaces de cumplir con nuestra palabra, de generar confianza en
el otro y de ser recíprocos con la ayuda que nos brindaron.
5. Decir la verdad
Las personas mayores no solo merecen respeto por su edad. Merecen respeto
porque son seres humanos, y al tener una edad avanzada, es probable que
tengan algunas limitaciones físicas o cognitivas para desenvolverse
normalmente. Por eso, al ayudarlos y respetarlos estamos reconociendo su
dignidad, su valor y su espacio en la sociedad.
Cuando los padres se aseguran de que sus hijos estén sanos y vayan a la
escuela, los están protegiendo. Cuando los maestros reconocen y estimulan
las capacidades de los niños, están reconociendo su valor como personas.
Ante una situación de riesgo, una norma moral es auxiliar primero a quienes
estén en una situación de mayor vulnerabilidad, como los ancianos, niños,
mujeres embarazadas o personas con discapacidad. Es una práctica moral
que protege a quienes, por diversas razones, no pueden actuar por sí mismos
ante una emergencia.
Ser honrados es una práctica moral que no solo nos garantiza buenas
relaciones con nuestro entorno cercano, sino que ademas es una de las bases
de una sociedad desarrollada. La honradez implica la transparencia de
nuestras acciones, por lo tanto, una persona honrada es alguien en quien se
puede confiar.
Ser leales implica respetar, cuidar y honrar a las personas con quienes
tenemos un vínculo. Somos leales con nuestra familia cuando actuamos para
el beneficio de todos sus integrantes, somos leales con nuestros compañeros
de trabajo cuando trabajamos en equipo por un objetivo común y resolvemos
nuestras diferencias de forma respetuosa. Ser leal requiere respeto y
transparencia.
Cuando tomamos algo sin permiso estamos faltando a varias normas morales:
no estamos siendo honrados, ni respetuosos, ni estamos considerando a la
persona a la que le hemos quitado lo suyo. Incluso, aunque se trate de una
acción temporal (porque pensamos devolverlo) siempre necesitamos el
permiso del otro para tomar algo que no es nuestro.
Tomar lo que no es nuestro es robar. Y eso no solo es una falta moral, sino un
delito.
Si para hacer algo necesitamos de otra persona, esta tiene que darnos su
consentimiento para hacerlo, es decir, tiene que expresar su voluntad de
forma clara. De lo contrario, estamos violentando su derecho a decidir.