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El lapso histórico que en esta clase presentamos es el que transcurre durante el mandato
presidencial de Néstor Kirchner (2003-2007) y los dos mandatos de Cristina Fernández (2007-
2011 y 2011-2015). Este es un momento particularmente interesante para analizar el tema de
la institucionalidad de las políticas culturales, es decir, para pensar ¿por dónde pasaron las
políticas culturales gubernamentales de esos años?
El affaire Di Tella
La verdad, dentro de todos los problemas por los que atraviesa el país, la Cultura, con C
mayúscula, no tiene prioridad. No tiene prioridad para el Gobierno y tampoco la tiene
para mí. Con respecto a otros temas, la cultura es el gallinero de una casa que se quema.
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Políticas Culturales Pablo Mendes Calado
Comentado el muy interesante caso del sincericidio de Di Tella volvamos a nuestra pregunta
¿por dónde pasaron las políticas culturales del kirchnerismo? Analicemos en primer lugar
algunas de las líneas que surgen de la Secretaría de Cultura de la Nación, el primer espacio
institucional desde el que uno pensarían surgen y se concretan las políticas culturales.
Otra de las iniciativas muy relevantes en esos años ha sido el Mercado de Industrias Culturales
de la Argentina (MICA), creado en el 2011, el MICA se propone como un espacio para que los
productores de las industrias industriales y creativas se encuentren con potenciales
distribuidores y comercializadores de sus producciones. La propuesta claramente responde al
problema estructural del sector, esto es la dificultad de distribución de las producciones, que sin
lugar a dudas exceden con creces a aquellas que consiguen espacios de exhibición, muchas
producciones cinematográficas, por ejemplo, apenas si logran estar una semana exhibidos en
los cines. Otra de las estrategias muy interesantes que se desarrollaron desde este mismo
espacio fue el alentar el asociativismo entre los propios productores.
En el año 2012 el área de cultura de la nación pasa de ser Secretaría de Estado a ser Ministerio
y es nombrada como Ministra Teresa Parodi. La creación de un Ministerio de Cultura representó
un hecho histórico para nuestro país, las lecturas sin embargo de este hecho pueden diferir, es
cierto que el rango ministerial supone un peso mayor en la agenda gubernamental, una
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jerarquización del área, pero no es menos cierto que el presupuesto histórico del área
(históricamente en el orden del 0,3% del nacional) no refleja tal importancia y no se modificó
sustancialmente tras la creación del Ministerio.
Las Casas del Bicentenarios con un claro ejemplo de los antes dicho, coincidente con el
bicentenario de la Revolución de Mayo el proyecto proponía la construcción de 200 centros
culturales a lo largo y ancho del país. No se llegaron a construir 200, algunas han tenido un rol
muy importante en el desarrollo cultural de sus comunidades y otras, en cambio, son hoy
espacios casi abandonados, sin embargo, de conjunto el proyecto ha sido muy significativo. De
las construcción de las Casas participaban la Secretaría de Cultura de la Nación, el INCAA y el INT
que aportaban al equipamiento técnico de las salas, los gobiernos provincial municipal (la
gestión de los espacios correspondía e este último), la Secretaría de Presidencia de la Nación y
el Ministerio de Trabajo, si bien todas las instituciones participaban en alguna medida de su
construcción era fundamentalmente este último, el Ministerio de Trabajo era el actor principal,
para este era una estrategia de generación de empleo y de cooperativas de trabajo en los lugares
en los que se emplazaban.
Por esos mismos años se desarrolla el Centro Cultural del Bicentenario en Santiago del Estero,
el cual es uno de los corolarios de la Intervención Federal de la Provincia, además de los aspectos
institucionales de la provincia, que era el motivo principal de la intervención, por esos años se
origina un fuerte desarrollo de infraestructura en Santiago del Estero, y entre ellos el Centro
Cultural del Bicentenario. Obviamente de este desarrollo no tiene participación la Secretaría de
Cultura de la Nación, sino el Ministerio del Interior.
Otro espacio icónico de la gestión kirchnerista son los denominados Espacios de la Memoria, en
la ex ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), donde había habido espacios de detención
clandestina durante la última dictadura. Es este otro caso en donde la Secretaria de Cultura tiene
una participación bastante menor, su concreción debe atribuirse fundamentalmente al
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que lo impulsa desde el año 2000 y
finalmente desde nación quien tiene participación activa es directamente Presidencia.
El Centro Cultural Néstor Kirchner, creado en el edificio del correo, fue otro espacio emblemático
de la gestión, y una vez más con una participación marginal de la agencia de cultura, en este
caso fundamentalmente fue un trabajo de Presidencia de la Nación el que llevó a su concreción.
Otras iniciativas de la época muy relevantes en el campo cultural tampoco tienen la firma de la
Secretaría de Cultura de la Nación. Los festejos del bicentenario, muy relevantes por entonces,
fueron el resultado del trabajo de una Unidad Ejecutora especialmente creada en la que tenía
un peso específico muy grande la Secretaría de la Presidencia. La Ley de Servicios de
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