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En la Argentina de comienzos del segundo milenio,
partiendo de la reflexión sobre las experiencias
vividas, resulta imprescindible volver a definir el
sentido, los objetivos y la metodología de las políticas
para incentivar la vida cultural de nuestra sociedad.
Hablar del sentido, para entender por qué desde el En Francia, en el gobierno de De Gaulle, teniendo
Estado tendrían que desarrollarse políticas como ministro de cultura a André Malraux, se
específicas, priorizando el gasto público respecto a pusieron en práctica tales políticas orientadas a la
otras áreas del presupuesto. Explicarlo nos lleva a descentralización, para equilibrar el fenomenal
considerar la importancia de la vida cultural de los desequilibrio de instituciones y recursos entre París y
pueblos, en un sentido más político que artístico, y el resto del país. Las Casas de la Cultura,
antes que los intereses de sectores corporativos diseminadas en el interior, cumplieron el propósito de
como los de las industrias culturales. estimular desarrollos regionales y crear circuitos
vinculando entre sí a los nuevos centros, que
Un país federal como la Argentina debería
Malraux solía definir como “catedrales laicas”, nuevas
proponerse como objetivo la representación
ágoras donde la sociedad podía recrear y expresar
igualitaria de las expresiones regionales y locales, en
su cultura y brindar contenido al ideal común de
un conglomerado que refleje la unidad en la
nación.
diversidad y el respeto por las identidades culturales,
para construir una síntesis múltiple y plural. Una Estos objetivos podrían asegurarse a partir de un
política cultural nacional debería plantearse la Pacto Federal para la Cultura suscripto por el
ecuánime distribución de los recursos específicos gobierno nacional y las provincias,
entre todos los sectores de la sociedad, otorgando comprometiéndose al apoyo y la co-financiación de
prioridad a las comunidades menos desarrolladas o un plan trienal acordado como política de Estado. A
más alejadas de los grandes centros urbanos; no la vez, debería encararse la transferencia a las
concebido esto como dádiva, sino como justa provincias −con su correspondiente financiación− de
participación en los bienes y recursos de la nación. instituciones y fondos patrimoniales acumulados en
Para ello es necesario romper definitivamente con la más de un siglo por la ciudad de Buenos Aires que
tradición del centralismo dominante y valorar todas son financiados por las rentas federales. En el marco
las expresiones culturales del pueblo en los distintosde ese Pacto, se constituirían centros regionales con
rincones del país, dentro de una concepción de lo especialización en diversas disciplinas, cuya acción
regional como una dimensión más de la unidad se complemente con redes nacionales asociando
latinoamericana. No se trata de “irradiar” pautas teatros, museos, orquestas, bandas y coros, cuerpos
culturales desde un centro, sino forjar un universo de baile, salas cinematográficas y centros
que integre armónicamente a sus partes. audiovisuales. La aplicación estaría a cargo de un
Consejo Nacional para la Cultura, con representantes
¿Cómo producir un cambio integrador en la de los sectores públicos y privados encargados de
Argentina, si Buenos Aires concentra cerca del monitorear la implementación del plan.
noventa por ciento de instituciones como museos,
orquestas, ballets, fondos pictóricos, escultóricos y La política de descentralización se convertiría, de
arquitectónicos, industrias culturales y medios de este modo, no en un mero ordenamiento
comunicación? ¿Cuál sería la estrategia a adoptar administrativo, sino en la realización de una
para re-balancear una situación instalada desde la equitativa distribución de los recursos estatales y un
generación del ‘80? ¿Cuál sería la manera de llevar a acto de justicia con respecto a las regiones del
la práctica estos objetivos? La respuesta es la interior. Descentralizar será desterrar las políticas
descentralización de la intervención del Estado, con culturales centralistas, porteñistas y de clase, para
el propósito de fortalecer los valores culturales de recuperar el equilibrio afectado por tantas décadas
toda la comunidad nacional. de injusticia.
aunque la construcción de tal arquitectura es resultado de un proceso cultural que venía desarrollándose
desde la Edad Media europea, y que se refleja en el arte tanto en la forma como en el contenido con que
utilizamos la memoria.
Algunos indicadores de ese proceso en el arte comienzan a notarse en los siglos XVII y XVIII, cuando se
estaba gestando en Europa lo que llamamos “Bellas Artes”. Según las investigaciones de Larry Shiner y
Luis Juan Guerrero, antiguamente las obras eran colectivas, desarrolladas en contextos especiales, y se
fueron convirtiendo en objetos de culto, para la contemplación individual, que debían ser producidos por
individuos de genio. Es la época de separación entre artesanías y obra de arte. Cambia una valoración que
en el Renacimiento, por ejemplo, aún determinaba que Leonardo da Vinci y sus colaboradores cobraran
el mismo monto que el ebanista que hacía el marco para su Virgen de las Rocas.
En conclusión
No se trata de acabar con lo privado: nadie entrega su casita, sus pertenencias personales. Lo que se
plantea es la necesidad de controlar el dominio privado en función de lo público. Ni más ni menos que
nuestra Constitución de 1949, cuando dice que la propiedad privada está en función social. No en función
del privilegio, sino de la organización del pueblo.
Debemos vincular al arte con nuestras exigencias sociales. La separación entre el mundo sagrado y el
mundo profano fue una ocasión para destacar la obra de arte, constituyendo un “mundo imaginario” con
características de “insularidad”. La obra que era el medio para acceder a lo sagrado pasó a ser el fin. Tiene
que volver a ser el medio para una construcción social.
Precisamos romper la lógica sincrónica con que se analiza la realidad, y ver los procesos históricos.
Debemos cobrar consciencia de que una política cultural abarca a toda la población, involucra a toda la
estructura del Estado y permite organizar a toda la sociedad civil. Y recordar siempre que un pueblo
organizado no tiene rival.
Bibliografía
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Guerrero, Luis Juan, La Estética Operatoria en sus tres direcciones I. Revelación y acogimiento de la obra de arte.
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Losada, 1956.
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Shiner, Larry, La invención del arte. Una historia cultural, Barcelona, Paidos, 2014.
Zinn, Howard, La otra historia de Estados Unidos, Guipuzcoa, Hiru, 2009.
En las luchas por la independencia en Perú, Francisca incluido dentro del exilio político en general, que “se
de Zubiaga de Gamarra (1803-1835) fue desterrada a sobreentiende las incluye”, resultando así un relato
Valparaíso; en México, Leona Vicario de Quintana Roo donde predomina la voz masculina. Abordajes como el
(1789-1842), presa, perseguida y expulsada; en Chile, citado de Rivera Mir presentan diferentes miradas. Hay
Francisca Javiera Carrera y Verdugo (1781-1862) otro relato, aquel que se construye desde un triple exilio,
padeció diez años de destierro en Argentina y Uruguay; por mujeres, por desterradas y por políticas, dando como
en Venezuela, Luisa Cáceres Díaz (1799-1866), resultado la memoria alternativa, esa que cuenta la lucha
torturada y confinada en España; en el actual Ecuador, dentro de otras luchas.
Manuela Sáenz (1795-1859) encerrada en 1834 en la No hay lucha sin palabras, dicen las mujeres
cárcel de mujeres y enviada a Jamaica, volvió en 1835, bolivianas, y la palabra de estas luchas es
pero el presidente Vicente Rocafuerte la desterró. profundamente política, pues determina la posición, la
Llegaron los tiempos de los estados nación, las luchas mirada que define a los sujetos y a las sociedades. Son
por derechos, la alternancia de gobiernos democráticos y las voces de las mujeres políticas que, aun
dictaduras militares que intensificaron las persecuciones. perteneciendo a organizaciones, partidos, sindicatos,
El siglo XX, el de los genocidios y las guerras mundiales, develan las estrategias de los poderes, reclaman por
fue también el de los exilios: toda América del Sur y el derechos y cuestionan prácticas sociales y formas de
Caribe han sido víctimas de estos procesos, y las control, de exclusión y de subordinación, dentro y fuera
mujeres protagonistas. Algunos ejemplos en distintos de sus grupos de pertenencia.
países son los casos de Margot Machado y Dysis Guira
“Para estas mujeres emigradas, la construcción de sus
en las luchas revolucionarias de Cuba (Ramírez
propios espacios políticos significó también una
Chicharro, 2017), la peruana Magda Portal, la uruguaya
rearticulación de sus prácticas cotidianas, en un contexto
Blanca Luz Brum, y la poeta revolucionaria paraguaya
donde muchas veces se vieron aisladas y donde su
Carmen Soler refugiada en Argentina (Rivera Mir, 2015).
presencia incomodó tanto a sus opositores como a sus
A partir del Plan Cóndor, aparecen los nombres de
‘compañeros de ruta’” (Rivera Mir, 2015). “Así, desde el
mujeres que, como muchos de sus contemporáneos,
habla de las mujeres es posible establecer su lugar
debieron exiliarse: las argentinas Jorgelina Ramus, Nora
social y el peso −mayor o menor− que jugaron los
Strejilevich, Tununa Mercado, Norma Aleandro, María
mandatos culturales de género en su vivencia y memoria
Elena Walsh, Mercedes Sosa, Nacha Guevara, Nora
del exilio” (Loreto Rebolledo, s/f).
Catelli (Comité Español del ACNUR, 2010), la chilena
Isabel Allende, la uruguaya Cristina Peri Rossi, las Sin lugar a dudas las mujeres políticas exiliadas
brasileñas María Luisa Tarrés, Vania Bambirra, Maria pertenecen al colectivo que “alza la voz”, una voz que
Teresa Aguirre, Maluzza Stein. reclama ante los estados, que grita el empoderamiento,
En la actualidad, otro conflicto que da cuenta de la que hace visible la lucha de género, “porque en el
vigencia del problema es el del grupo de mujeres ‘derecho a la verdad’ se encuadran los derechos a saber
colombianas, silenciadas en el proceso de paz, que y a ser escuchadas, así como el derecho a participar en
piden ser escuchadas (AMG, 2015). los procesos de paz y en aquellos destinados a la
No son muchos los trabajos realizados sobre esta consignación de las violaciones de derechos humanos
temática; más bien el caso de las mujeres suele quedar de las que hayan sido víctimas" (AMG, 2015).
Fuentes bibliográficas
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Rebolledo, Loreto, “Mujeres exiliadas con Chile en la memoria”, s/f.
https://web.uchile.cl/publicaciones/cyber/19/rebolledo.html
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http://www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1220&catid=5&Itemid=9
Villanueva Velasco, Mario (2014), “’Brasil. Ámelo o déjelo’. El caso del exilio de académicos brasileños en México y
sus aportes”, II Jornadas de trabajo “Exilios Políticos del Cono Sur en el siglo XX”, ISSN 2314-2898.
https://historia-biografia.com/manuelita-saenz/
Final del curso en la Cátedra Libre de Arte, Historia y Sociedad,
Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Un orden de cualquier categoría presupone un desorden postergado.
Un orden estricto se establece sobre el máximo desorden de una trastienda...
Pero en general, en el cuarto de cachivaches está la humanidad del hombre.
Raúl Scalabrini Ortiz (El hombre que está solo y espera)
La historia de los rebeldes y bandoleros en el sur de por las injusticias, y esa fue la raíz del mito gauchesco,
América trasunta un persistente desorden en la base de la núcleo de la cultura popular que siguió vivo a través del
sociedad. Es el reverso del orden estatal, la trastienda de la riquísimo caudal de la poesía, la narrativa y el teatro criollo.
civilización impuesta, para decirlo con una elocuente Aunque la inmigración europea transformó la sociedad,
metáfora de Scalabrini. En sus orígenes aparece como surgieron luchas y protestas de los nuevos trabajadores
resistencia a la conquista y a la violencia contra los pueblos inmigrantes, a la par de los criollos y los descendientes de
autóctonos. En medio de esa confrontación cabalgaban los criollos y negros. Entrado el siglo XX, el espíritu gaucho
gauchos. latía aún, y algunos bandoleros, incluso hijos de italianos y
Aquellos jinetes libres que convivían con los indios españoles, como Vairoleto o Zamacola, que empuñaban el
“infieles” en las zonas de frontera, hijos del mestizaje racial Winchester mejor que el facón, fueron idealizados por los
y cultural, eran una clase "peligrosa", predispuesta a las campesinos como la reencarnación del héroe gauchesco.
actividades que se rotularon como bandolerismo. La
revolución por la independencia los convirtió en un factor
decisivo de las guerras internas y externas. Irrumpieron en el
escenario público con las milicias montoneras,
encolumnados tras los caudillos rurales, Artigas, Facundo y
los demás: la vanguardia del movimiento federal, la
vertiente popular de la revolución, cuyos avances y
retrocesos signaron casi todo el siglo XIX, disputando el
poder a la elite mercantil y terrateniente. Cuando la revolu-
ción chocó con sus límites y se profundizó el proceso de
privatización de los recursos naturales −los bienes
comunes−, los gauchos quedaron excluidos del reparto. La
opción era el bandidaje o seguir prestando servicios en las
campañas militares y las contiendas políticas, de la manera
que muestra el itinerario de Santos Guayama, Martina
Chapanay o Calandria. Sus figuras perduraron como héroes
de una historia disidente de la plebe rural.
Las tribus ecuestres que defendían sus territorios, cuyo
modo de vida tenía notable analogía con el de los gauchos,
fueron arrastradas a menudo a las luchas políticas, como las
insurrecciones que comandaron el general Carrera y el
capitán Molina. El avance de la civilización occidental y la
economía capitalista tornaba inviable el mundo de gauchos e
La caracterización del bandolero
indios, la pampa abierta y sin límites. Pero ellos también te-
nían derecho a poseer sus recursos, y un trato equitativo en Los personajes que hemos enfocado se corresponden en
tal sentido hubiera puesto los cimientos de una sociedad buena medida con la caracterización del bandolero social.
mejor integrada. En cambio, según el designio que trazaron Hobsbawm lo explica como emergente de la protesta de un
las “campañas al desierto” y la legislación penal rural, el campesinado tradicional que entra en crisis por la
proyecto civilizador se ejecutó como una política de penetración del Estado capitalista. Esa interpretación se
genocidio, represión y expoliación. ajusta al cuadro de algunos ámbitos rurales conflictivos de
La parábola que marcaron las montoneras y los caudillos nuestro país en el siglo XIX, pero en el siglo XX las
gauchos tuvo un punto de inflexión con la derrota del comunidades de las que surge el bandido no presentan el
federalismo, y quedaron como secuelas las aventuras carácter de un campesinado típico, por la variedad de grupos
aisladas de matreros como Moreira, Cubillos y el Gato étnicos que abarcaban y la relativa ambigüedad de las capas
Moro, que patentizan la declinación del horizonte político y racial y culturalmente mestizas. Sin embargo, el medio
la posición social del gaucho. La conversión del gaucho en sociocultural de diversas regiones mantenía un carácter
peón implicó privarlo de su independencia original y tradicional, que se puede resumir en el código gauchesco,
domeñar su temperamento díscolo; pero en la población rechazando las imposiciones de la autoridad urbana y
rural subsistió la nostalgia de la libertad y el resentimiento realzando los valores de la insumisión, la generosidad y el
señorío de los jinetes sobre el medio natural. rebeliones. Y después de Caseros, la elite condenaba a los
En la frontera con los indios hubo varios tipos de gauchos al servicio militar de frontera para pelear contra los
bandidaje. Los malones indios, aunque bajo la dirección de indios.
los grandes toquis adquirían la forma de operaciones de Algunos observadores distantes de las guerras civiles del
guerrillas y también han sido vistos como una especie de siglo XIX no encuentran sentido a la intensidad de tales
empresa comercial armada, pueden asimilarse perfectamente conflictos, que difieren por cierto de la lucha de clases
al bandolerismo social. Los rasgos más nítidos del contemporánea en Europa. Sin embargo, se trataba de
fenómeno se observan en el comportamiento de las bandas continuar la revolución por la independencia, para dirimir el
capitaneadas por indios, mestizos o criollos que maloque- proyecto del Estado nacional, y era crucial resolver la
aban por su cuenta en la frontera, contando con el respaldo y hegemonía de unas u otras clases, regiones e intereses: las
la solidaridad de las tribus. montoneras tradujeron en gran medida la voluntad
La "transferencia de riquezas", robar a los ricos para espontánea de los gauchos y las capas populares ante esos
ayudar a los pobres, resalta en la leyenda de bandidos como dilemas.
el gauchito Gil, la Chapanay, Guayama, el Lega, Cubillos,
Vairoleto o Mate Cocido, aunque luce menos o no aparece Razón elitista y razón populista
en el caso de Cuello, Moreira, Calandria, los Barrientos y Al analizar las variedades del bandolerismo sudamericano,
otros. Por supuesto, la distribución de los bienes obtenidos Slatta y otros autores se alinean con la crítica de Antón
podía hacerse de muchas maneras; a veces revestía la forma Blok, que minimiza los lazos con el campesinado y enfatiza
de convites y fiestas que ofrecían al paisanaje. En el caso de su interdependencia con los sostenedores del poder
los malones, está claro que despojaban a los invasores establecido. Es lo que postulan Archer y Vanderwood sobre
huincas para abastecer a las tribus. En cualquier caso, la los bandidos mexicanos, Chandler y Lewin sobre los
caracterización de Hobsbawm sobre los "vengadores" cangaçeiros, así como Miquel Izard y Slatta acerca de los
permite entender que, más que un reparto del botín, la llaneros venezolanos y los gauchos argentinos (Slatta,1987).
gratificación para los pobres era la revancha simbólica,
mostrando a los poderosos que ellos también podían hacerse
valer o temer.
A veces los bandidos chocaban con extranjeros, en tanto
representantes del sector de los explotadores. Es el caso del
gringo Sardetti, que en los teatros transhumantes es el
estereotipo del pulpero abusador. No llegan sin embargo a
ser manifestaciones de xenofobia, impensables en un
escenario social tan variopinto como el de la Argentina del
siglo XIX, donde las corrientes migratorias y los cruces
étnicos eran intensos y recientes. Incluso las comunidades
indias eran permeables a la influencia externa y por cierto no
regía en ellas la discriminación racial. El caso de Tata Dios,
el "mesías gaucho" de Tandil, fue un episodio excepcional
que no marcó una tendencia significativa.
El ilegalismo americano
Luego explicó cómo se formaban los grupos, lo que nos función de distracción post trabajo), anónimo (nadie mencionó
permite advertir los rasgos de libertad y espontaneidad no solo conocer los orígenes o el autor remoto del juego, a lo sumo
en la transmisión (Carvalho Neto, 1956) sino también en las recuerdan haberlo visto jugar por sus familiares), superviviente
condiciones de ejecución. Dijo que “cada uno va por su cuenta (ya que vino desde Italia a finales del siglo XVIII y permanece
con su juego de bochas y los grupos se van armando con la vivo y vigente), y también colectivo (no son pocos los grupos
gente que hay. A veces van grupos armados o familiares, es que juegan a las bochas cada fin de semana en la ciclovía y,
indistinto”. Respecto de si había límites o restricciones para la según los datos aportados por la prensa local, esta actividad tuvo
participación, dijo que “es abierto, juega todo el que llega y gran difusión en la ciudad, no solo informal sino también formal
quiere y sabe”. Sobre los vínculos o relaciones de los jugadores y oficialmente) ( 1). Es decir, si para Carvalho Neto bastaba con
entre sí, respondió: “pueden ser familia, amigos, conocidos o reunir tres de las principales cinco características enunciadas
desconocidos, el tema es jugar”. para calificar a un hecho cultural de folklórico, es posible
A otro punto de interés, el premio para el ganador, su afirmar que, en este caso, se ha recopilado una pieza folklórica
respuesta fue: “a veces jugamos por el asado, o una cerveza, o viva.
por nada, sólo por jugar y ganar”. A otra pregunta contestó: “a Ahora bien, bajo las definiciones de Vega, si nos remontamos
veces jugamos torneos entre nosotros, [pero] los que organizan a los primeros tiempos de la llegada de este juego al territorio
torneos en clubes son los jugadores de canchas; esos viajan a argentino, hallamos supervivencia tanto de un estrato alógeno
pueblos y ciudades y compiten”. Asoma aquí la faceta “vulgar” (los inmigrantes italianos) como proveniente del grupo superior,
(irracional en términos medio-fines, pre-lógica, sensible), tanto pues en tiempos del general Roca ha sido jugado por diputados
del juego como del sujeto (Carvalho Neto, 1956). ante la vista del presidente (2).
Finalmente, a la pregunta de si sólo jugaba en ese lugar o No resulta claro que los grupos superiores −habitantes de la
además en otro lado, contestó que sólo jugaba “en la ciclovía o metrópoli cosmopolita− hayan abandonado esta práctica, que la
en lugares abiertos”, nada formal o estructurado. Cuando se le hayan “eliminado”. De hecho existe a nivel nacional la llamada
preguntó si su equipo solía ganar o perder, explicó: “no hay Confederación Argentina de Bochas, una entidad que agrupa a
equipos armados”, “a veces ganamos, a veces perdemos; pero las federaciones provinciales, organiza campeonatos nacionales
siempre jugamos a ganar”. para todas las categorías y fomenta el desarrollo del deporte en
Terminada la entrevista, pedí autorización para tomar todo el territorio del país. Se trataría en este caso, más que de
fotografías, y ante sus respuestas positivas fotografié al una supervivencia eliminada de los estratos urbanos superiores,
informante, al entrevistado, a todo el grupo en pleno juego, y al uno de los “bienes comunes”, presente en el ambiente popular:
espacio ocupado por ellos al borde de la ciclovía. De este modo, “bienes menores que en el mismo momento pertenecen también
dando por finalizado el trabajo de campo, pasamos al a los grupos superiores” (Vega, 1944: 30).
procesamiento y análisis de la información obtenida. Quedaría por verse si quienes mantienen vigente el juego de
bochas en la metrópoli porteña y en el resto de las ciudades
Conclusiones preliminares
principales del país se corresponden con lo que Vega entiende
Bajo la mirada de Carvalho Neto, el juego de bochas al borde por tales “grupos superiores”, “la aristocracia”, “las clases
de la ciclovía rafaelina podría catalogarse como: cultural ilustradas”, definidos “por la posesión y el usufructo de los
(producto o artificio del hombre en sociedad), tradicional bienes más modernos” (Vega, 1944: 23-24). Probablemente
(transmitido por los mayores a las nuevas generaciones), tampoco sean tales clases aristocráticas, modernas e instruidas
espontáneo (se aprende viendo jugar a los adultos y por las que practiquen en forma mayoritaria este deporte de tan
enseñanza oral y práctica de padres a hijos), vulgar (la acción remotos orígenes. Podríamos pensar más bien en el “sustrato
hecha por el placer mismo de jugar y no por un fin racional, urbano de la urbe cosmopolita”, “el ´vulgo´ masificado” de
lógico, externo, buscado a través de ella), funcional (este juego, Jacovella, aunque para este autor dicho estrato constituye una
y sólo este juego, cumple para el entrevistado la importante “comunidad sin tradición” (Jacovella, 1960: 35). Tampoco es
sencillo pensar, para los folklorólogos iberoamericanos, en la predominen los bienes eliminados, o las supervivencias” (Vega,
posibilidad de hallar folklore en la ciudad (Paredes, 1978). 1944: 28). Definido el ambiente popular, sede del folklore, como
Vega agrega el accidente de lugar como otra condición, pueblo, campaña o aldea, en rigor no sería correcto calificar a
aunque secundaria, a tener en cuenta al definir un hecho como Rafaela en esos términos, pues si bien se trata de una localidad
folklórico: “Hay además, vinculado a su índole, un accidente de provinciana, estrechamente dependiente de los vaivenes de la
lugar, menos riguroso, que merece cuenta en segundo término; economía agrícola-ganadera de la zona, no deja de tratarse de
siendo las ciudades asiento del poder y la administración […], una ciudad con cierta actividad industrial, comercial e incluso de
de la aristocracia y de la burguesía, de las clases intelectuales, vida universitaria.
[…] creadoras, productoras o adoptadoras de los hechos más
Por tanto, ni el accidente de tiempo ni el de lugar estarían
modernos, es claro que predominen en ellas, vigentes en mayor
claramente presentes en el fenómeno estudiado aquí, no
número, los bienes más eficaces”; y “siendo la campaña (el
pudiendo atribuírsele entonces carácter folklórico en forma
pueblo, la aldea, la habitación aislada), adoptadora y
plena, al menos en los términos y condiciones señalados por
adaptadora tardía de los bienes superiores, o asiento de
Vega.
patrimonios relegados en masa, es claro que en la campaña
Notas
(1) “Villa Rosa: un club humilde, pero pionero en bochas”, diario La Opinión, Rafaela, en
https://diariolaopinion.com.ar/noticia/160178/villa-rosa-un-club-humilde-pero-pionero-en-bochas (acceso
23-5-2018), y “Las bochas, un deporte que con los años fue perdiendo terreno”, La Opinión, 11/03/2008,
en https://www.laopinion-rafaela.com.ar/opinion/2008/03/11/c831195.php (acceso 25-5-2018).
(2) Tagle, Emiliano (2017): “Las bochas, un entretenimiento de pulperías y estancias”, La Nación,
24/06/2017, en https://www.lanacion.com.ar/2036176-las-bochas-un-entretenimiento-de-pulperias-y-
estancias (acceso 25-5-2018).
Bibliografía
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Jacovella, Bruno, “Los conceptos fundamentales clásicos del folklore”, en Cuadernos del Instituto
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Vega, Carlos, “La ciencia del folklore”, en Panorama de la música popular argentina, con un ensayo
sobre la ciencia del folklore, Buenos Aires, Ricordi, 1944.
Se consideran las técnicas de
autoconstrucción de viviendas de
barro, basadas en saberes
tradicionales, así como los prejuicios
existentes acerca del material, del
producto final y de quienes habitan
esas viviendas, y por otra parte la
valoración de este patrimonio
artesanal de la comunidad,
apuntando a establecer pautas para
su aprovechamiento por la gestión
pública y entidades privadas.
El marco téorico se apoya
principalmente en textos de
Guillermo Bonfil Batalla, (“La teoría
del control cultural en el estudio de
procesos étnicos”, 1991), Rodolfo
Kusch (Geocultura del hombre
americano, 1976) y Rodolfo
Rotondaro (“Arquitectura de tierra
contemporánea: tendencias y
desafíos”, 2007).
Se analizaron los avances con
respecto a la construcción en barro
que hubo en el campo de la
arquitectura en estos últimos años,
relacionados con las necesidades de
vivienda social; se compilaron las
disposiciones municipales que
reglamentan la construcción en barro
en nuestro territorio, y se obtuvo
información mediante entrevistas a
personas que se pueden considerar
como representativas de diversos
sectores populares.
Como cierre de esta investigación,
se propuso la actividad “Volver a la
Tierra”, consistente en la realización
colectiva de un mural en tierra cruda,
llevado adelante por un equipo
interdisciplinario y destinado
principalmente a los estudiantes del
ATF.
Se estudia el origen y desarrollo de las artesanías y otros informantes. Se realizaron tres viajes a la
en plata de las comunidades mapuches, diseños localidad, para presenciar la celebración del We
iconográficos de las piezas, sus significados Tripantu (inicio de nuevo ciclo o año), la ceremonia
identitarios en relación con la cosmovisión de este tradicional del Rebrote y Etuzuam (presentación de
pueblo, e impacto de los cambios histórico-sociales los niños nacidos ese año u otros que no se
en los productos tradicionales. hubiesen presentado como nuevos miembros de la
comunidad), y el Festival Mapuche del mes de
La indagación bibliográfica incluye obras de C.
noviembre de 2018, que incluyó entre otras
Aldunate del Solar y W. Reccius, Margarita Alvarado
actividades un taller de platería.
Pérez; J. M. Barros, José Bengoa, H. Claude
Joseph, Lorena Cordero Valdéz, Jaime Flores En la “Feria Caminos y Sabore’s”, se visitó el
Chávez, Rolf Foerster y Julio Vezub, Pedro Mege stand de Kvme Lalen, marca registrada de la
Rosso y Christian Báez Allende, César Méndez, comunidad, y se asistió al Festival Mapuche en la
Carla Miranda, Paz Núñez-Regueiro y María F. Casa de la Provincia de Buenos Aires.
Guerra, Juan Painecura Antinao, Omar Reyes, En el Congreso Latinoamericano de Folklore
Amalia Nuevo Delaunay y Elvira Latorre, Carlos de 2018 se comunicaron los avances de estos
Ruiz, Silvia Rinque, Oscar Tobio, Natascha Weber. trabajos en el eje Jóvenes Investigadores, y en
Circunscripto el estudio a la zona de Los Toldos, la mesa “Diversidad étnica, riqueza identitaria,
provincia de Buenos Aires, se efectuaron entrevistas coordinada por la Lic. Claudia Baracich,
en profundidad abiertas y recurrentes dentro y fuera espusieron varios miembros de las comunidades
de la comunidad: a un platero dedicado a realizar de Los Toldos, con quienes hubo oportunidad de
piezas y comercializarlas, a la lonko Liliana Antimán tratar algunos de los temas del estudio.
El objeto de este proyecto es la
presencia actual de la tradición
orfebre entre los plateros; se apunta
a observar las modificaciones
debidas a la variación de las formas
de vida de los descendientes de las
comunidades originarias, la situación
del artesano y la transmisión de sus
saberes, sustitución de materiales;
contexto de usos que implican la
pérdida del simbolismo identitario, y
la promoción de esta artesanía por
entes gubernamentales y no
gubernamentales.
Se consideran textos de Miguel
Bartolomé, E. Bomben, A. Dupez y
M. Necuzzi, Pedro Cayuqueo, Ingrid
De Jong, Jaime Flores Chávez,
Jorge Herce, Isabel Hernández,
Meinrado Hux, Osvaldo Mondelo,
Raúl Morris Von Bennewitz, Silvia
Rinque, Mónica Rotman.
Para este proyecto, también
enfocado en el asentamiento de Los
Toldos e incluyendo las entrevistas,
viajes a la localidad, indagaciones
museológicas y observaciones de
campo antes mencionadas, se
realizaron registros de las
actividades en el territorio, se
tomaron fotografías y videos, y se
analizaron los usos actuales de la
platería y su comercialización.
En el marco del fenómeno de las
devociones y canonizaciones
populares en nuestro país, se trata el
caso de la niña Adrianita Taddey,
conocida como “la santita de Varela”,
en la localidad de Florencio Varela
del conurbano bonaerense.
Como base del marco teórico se
consultaron diversos textos de
Sergio Barbieri, Martha Blache,
María J. Carozzi, Félix Coluccio,
Linda Degh, Silvina Dezorzi, Rubén
Dri, Susana Chertudi y Sara J.
Newbery, Marcos A. Faletti,
Margarita Gentile, Susana Gómez,
María Rosa Lojo, Daniel J.
Santamaría, Pablo Semán y John B.
Thompson.
Se focalizó la tarea en el análisis,
registro y tabulación de los datos
obtenidos de las páginas web
dedicadas a Adrianita (Facebook y
Twitter), donde entre otras
informaciones se observan
numerosos comentarios con
mensajes de pedido o
agradecimiento por motivos de
salud, trabajo, estudio, amor, etc.
El trabajo apunta a identificar las transformaciones operadas en el seno de la colectividad
boliviana en la Argentina a partir del proceso de gestión cultural del Desfile de la Integración
Argentino-Boliviana, que llevó la celebración por la Virgen de Copacabana a la Avenida de Mayo
en la Ciudad de Buenos Aires, y particularmente de la interacción con el Estado generada a tales
efectos. La investigación tipifica las acciones compartidas entre las organizaciones de la
colectividad y la Secretaría de Cultura de la Nación entre los años 2011 y 2015, caracterizando las
relaciones en el marco de las políticas públicas en cultura.
Sobre un marco conceptual sustentado en los trabajos antropológicos de Caggiano, Sassone,
Grimson y Mera −entre otros−, que caracterizan la inmigración boliviana a la Argentina, y la teoría
intercultural, con los aportes de Maria Laura Diez, Manuela Guilherme y Gunther Dietz, se
introduce la ategoría de ciudadanía cultural, partiendo de los trabajos de Renato Rosaldo, para
comprender qué marco de legitimidad otorgó y otorga el Estado nacional al ejercicio de
determinadas otredades identitarias.
Se realizaron entrevistas abiertas semi-estructuradas a referentes de diferentes organizaciones
bolivianas, así como a funcionarios públicos de diferente rango. Se observaron las jornadas de los
desfiles de Avenida de Mayo y del Barrio Charrúa en octubre de 2018, recolectando contactos
para entrevistar a los participantes e identificando dos organizaciones de segundo grado
(Asociación de Conjuntos Folklóricos de Residentes Bolivianos en Argentina y la Unión de
Fraternidades de Folklore Organizado de Bolivia), a fin de profundizar la hipótesis de que la
articulación con el Estado −a partir de una nueva perspectiva por parte de este− posibilitó
consolidar la bolivianidad organizada en la Argentina en las dimensiones de participación e
institucionalidad.
como la potencia explicativa y persuasiva de su estilo son motivos suficientes para prestar
renovada atención a sus columnas al estudiar la historia del periodismo argentino.
Después de crear en 1879 el diario Los Castigos, dirigido contra el presidente Nicolás
Avellaneda y su ministro del Interior, Domingo F. Sarmiento, Carriego fundó en Buenos
Aires el matutino Las Provincias, que se publicó entre 1880 y 1883, bajo el gobierno de
Julio A. Roca.
Para entender el contexto histórico, observemos que Roca, preparando su candidatura
presidencial, además de liderar la reorganización del oficialismo y parte del alsinismo
como Partido Autonomista Nacional (PAN), contando con la Liga de Gobernadores de las
provincias más influyentes como instrumento electoral, buscó apoyo popular atrayendo a
algunos hombres del movimiento federal al que antes había reprimido. Uno de esos
hombres era precisamente Evaristo Carriego. Aunque, tras sus expectativas iniciales, no
sólo se apartó del roquismo sino que refundó el diario como Los Tiempos para combatirlo
(H. Chumbita, 2013: 333).
El editorial de Carriego “El aplazamiento” (Las Provincias, 9 de diciembre de 1880)
enjuiciaba la presidencia de Mitre (1862-1868) recordando las depredaciones de sus
“procónsules” en el interior, el incendio y el pillaje de “poblaciones inermes”, las chusmas
riojanas trasportadas de un campamento a otro, “la sangre de prisioneros rendidos
derramada por Sandes, el asesinato vil y cobarde de Peñaloza”, entre otros hechos, e
increpaba así al partido “liberal”:
“Ahí está su prensa, la prensa de entonces, para mostrar con qué especie de salvaje
fruición contaba día a día aquellos horrores, de que no hay ejemplo en nuestras luchas
domésticas.
Ni una sola palabra en favor de las víctimas cruelmente sacrificadas a las pasiones
políticas.
Vergonzosas apologías de los asesinos, que alzaban sus manos ensangrentadas por
sobre las inocentes Provincias del interior, encorvadas bajo el pesado yugo de la
conquista.
¡Y se llamaban partido de principios!”
Semanas después, en el editorial “El arma de los caídos” (Las Provincias, 24 de
diciembre de 1880), afirma que durante la administración de Mitre hubo “otras cosas más
graves que pungas de media calle”, hubo “diez y ocho millones de pesos, desaparecidos
de repente”, hubo “voluminosos e importantes legajos, devorados por las llamas en el
silencio de la noche”. En efecto, respecto a la destrucción de archivos, se sabe que buena
parte de los documentos oficiales de la Guerra del Paraguay desaparecieron a causa de
incendios producidos en la Casa de Gobierno de Buenos Aires durante el conflicto.
Otro recurso al que apela Carriego contra Mitre es la crítica “literaria”. Se lee en Las
Provincias del 31 de mayo de 1881, bajo el título “Literatura liberal”: “Habíamos leído
cosas mal escritas, pero no iguales a éstas”; y después de largas citas: “Vamos a
contestar a todo esto”. Veamos una muestra de tales contestaciones:
“’Un mes que se hunde en los abismos de la eternidad, sin dejar rastros luminosos en su
indiferente tránsito por la órbita social’, es el mayor de los disparates.
Pase aquello de que el tiempo ‘se hunde en los abismos de la eternidad’. Pero los ‘rastros
luminosos y el tránsito indiferente’ y ‘la órbita social’ y la ‘luz patria’ y el ‘húmedo recinto’,
no pasan ni por la Puerta del Sol.
Mientras tanto, el público inteligente se traga todo eso.
¿Qué no es capaz de tragar el público?
Pero dejemos las irregularidades del lenguaje, y detengámonos un
instante en las irregularidades del pensamiento.
Aquí tenemos paño en que cortar”.
Al mes siguiente, bajo el preciso título “La popularidad del escándalo”, Carriego se
refiere a la circulación del diario La Nación −y a procedimientos que hoy siguen siendo
moneda corriente−, a lo cual no termina de dar crédito:
“¿Ha peligrado, peligra acaso la
sociedad, porque él ande de mano
en mano, con una profusión nunca
vista?
Que diga él mismo qué camino es el
que ha andado de un año a esta
parte.
Dirá que vende diez mil ejemplares
diarios.
No tratamos de rectificar su aserto.
Pero aun siendo verdadera esa cifra,
¿que probaría?
Lo que prueba el prestigio de don
Bartolomé Mitre: que la humanidad,
en su mayor parte, está compuesta
de necios.
[…] Para acrecentar el expendio de
ese papel saturado de veneno, se
inventa ahora la historia de que ha
sido prohibida su entrada en las
oficinas nacionales, cosa que nadie
había imaginado.
Esta invención no es hecha sin
propósito”.
Eran redactores y colaboradores de Las Provincias Bernabé Demaría, Benjamín
Avalos, Enrique Descamps, Francisco Fernández, Ventura Hidalgo y el boliviano Pablo
Subieta (el primero en publicar una crítica favorable al Martín Fierro en cinco artículos de
este diario, cuando en la Argentina la obra era desmerecida). “Ustedes están ciegos,
porque no saben lo que tienen”, escribió (Subieta, 2006: 16, 26 y 324).
Carriego parece haber quedado acorralado por lecturas convencionales, posiblemente
como efecto de la falta de condiciones culturales capaces de dar lugar a una voz
diferenciada del concierto donde la suya sonó; o por actuar en un tiempo que ha sido
leído conforme a tradiciones y estructuras definidas que no terminan de abarcar su trabajo
con la letra. Por cierto, “escuchar” su voz implica, asimismo, distinguir cómo su prosa se
sale, en los años 80, del lenguaje de guerra forjado por “textos extraídos de los más
notorios anaqueles de una ciencia positivista bien dispuesta a proveer las pruebas
irrefutables de la existencia de razas inferiores”, tal como define aquel lenguaje ideológico
Horacio González (prólogo a D. Viñas, 2013).
Si se tratase de desnaturalizar los lenguajes periodísticos y analizar sus patrones de
funcionamiento −porque la prensa jamás los problematiza, ya que de hacerlo quedaría
expuesta a sus propios procedimientos, el primero de los cuales es simular su condición
de construcción−, estos editoriales de Evaristo Carriego deberían considerarse un
hallazgo, por cuanto constituyen una excepción a la regla. En la adecuación de
procedimientos y recursos a los objetivos temporarios del diario, siempre encuentra
Carriego el modo de escribir sobre la escritura de los diarios, aun en el marco de
manejarse con un código de lealtad a Roca −cierto que cuando éste representaba una
alternativa al mitrismo.
El 2 de mayo de 1881 toma la administración de Las Provincias Pedro Barreira, quien
permanecerá en el diario hasta que deje de salir, el 31 de diciembre de 1883. “Los
escollos del oficio”, del Nº 1, habían previsto ese final: “Es muy difícil asegurar el éxito de
una publicación diaria”. Y, lógico, Carriego ya había visto morir El Imparcial y El Comercio
del Rosario en la década del 50, y El Progreso y sus dos diarios antiurquicistas y
antimistristas, La Patria Argentina (1861) y El Litoral (1862) (F. Chávez, 1988: 89). Hacia
1880 había recorrido más de la mitad de su camino en el periodismo. Después de la etapa
de Las Provincias y de Los Tiempos, que desaparece en 1886, verá caer El Interior y La
Prensa Argentina; y los 90 le depararán el nacimiento de El Pueblo Entre-Riano (Paraná,
1895-1925), donde la muerte lo encontrará a él (no verá el Centenario).
Es imposible no echar de menos su plasticidad verbal, tanto como su “frase acerada y
su pasmosa facilidad para contestar con vivacidad nerviosa a todos sus adversarios en un
solo envite” (F. Zapata, 1895: 161), y también la adecuación de cláusulas solemnes –que
recuerdan sus textos a favor o en contra de Urquiza– aunque siempre renovadas, cuando
en Las Provincias su prosa vaya perdiendo intensidad y espacio (las columnas irán
reduciéndose, más hacia 1883); cuando su diversidad de tonos y registros se aplaque y
apele a los clásicos (Tácito es uno) pero ya no pueda ser tan burlesco ni tan agudo. En
fin, cuando su escritura, sufrida, pierda coloratura. ¡Toda la coloratura que recuperará en
1884 escribiendo Los Tiempos!
Se podría colegir que en la mengua de sus columnas en Las Provincias liquida su
distancia crítica; sí, pero no toda: esa condición, menguada en los editoriales, puede
aparecer fortalecida en la columna de al lado; por ejemplo, cuando en “Una diva de fama”
denuncia, con asombro no exento de gracia, un tipo de noticia aún no naturalizada como
tal en junio de 1881:
“Hace mucho tiempo que
me he fijado que todos los
diarios extranjeros y criollos,
chicos y grandes,
aprovechan cualquier
oportunidad insignificante,
para dar sendos golpes de
bombo a la señora o
señorita Patti […].
No alcanzo a comprender
con qué objeto son tales
laudatorias.
En Europa donde se paga el
reclamo a tanto la línea, casi
se comprende tal cosa; aquí
sí que no me explico esas
lavadas de cara.
¿Está embarazada la
señora Patti?
¡Noticia!
¿Le ha salido un nuevo callo
a la señorita Patti?
¡¡Noticia!!
¿Ha dado tres o cuatro
gorgoritos más que de
costumbre, en algún trozo
de Nabuco…?
¡¡¡Noticia!!!
Creo que esto pasa de
castaño oscuro, como el
cosmético que usa Ladislao.
A mi humilde juicio, la
señora o señorita Patti, pues
de los dos estados goza,
puede ir y venir sola, o en
compañía del gran Nicolini
donde le dé la gana, que no
se me importan tres
perdices.
Si yo fuera el Marqués de
Caux, su filósofo ex-marido,
tal vez se me importaría
algo más”.
Empieza a existir la “actualidad”, que para Héctor Borrat es todo lo incluido en el diario: la
noticia como mercancía que se construye (Borrat, 1994). Claro que era más contundente
Carriego en 1880; por ejemplo, la primera semana, el 6 de diciembre de 1880, cuando en “Las
responsabilidades morales” afirma sobre el ex presidente dueño de La Nación:
“Fue bajo su autoridad, usurpada pero incontestable, que las provincias lloraron sangre.
[…] Si hay responsabilidades tremendas, que la moral pública no perdona jamás, son las que
asumió entonces el vencedor de Pavón.
[…] “Asumo, decía en 1874, la responsabilidad de los hechos que se produzcan”, y la primera
sangre que salpicó su frente fue la de Iwanoski”.
En 1883 no figurará ya Carriego como “redactor en jefe” de Las Provincias: cada vez habrá
menos lugar en el diario para su voz; pero a medida que avance la gestión de Roca, Carriego
tendrá más cosas para decir. Será por eso que el 11 de diciembre de 1883, en el espacio de su
editorial, Las Provincias presenta una transcripción del capítulo XV de un libro inédito de un tal C.
Cordero: La mujer criolla (síntoma de que algo raro pasa).
Será por eso, también, que el 12 de diciembre de 1883, arriba de “Redacción” y bajo el título “A
nuestros favorecedores”, con tipografía destacada, presenta Las Provincias su “transformación”
en Los Tiempos, que no es otra cosa que el hecho de que Carriego ha dejado de escribir en favor
de Roca. Obsérvese, en la formalidad del lenguaje del anuncio publicado, y siguiendo la
terminología de Borrat, cuánto hay de actuación no-pública y de conflicto latente (no manifiesto)
respecto del primitivo programa periodístico de Carriego, que ya no es el de Roca (pero, por
supuesto, esto será lo no-dicho):
“Ponemos en conocimiento de nuestros favorecedores, que desde el primero de enero del año
entrante cambiaremos el título de ‘Las Provincias’ por el de LOS TIEMPOS, sin que esto importe
una alteración fundamental en su primitivo programa.
[…] LOS TIEMPOS aparecerá por ahora en el mismo formato que ‘Las Provincias’, pero tendrá
doble lectura que éste, por la clase de tipo que entrará en su composición. El material será todo
nuevo.
Para completar nuestro plan de reformas agregaremos a la actual redacción escritores que gozan
de justa fama en el país, prestaremos una especial preferencia a la sección noticiosa y no
ahorraremos ningún sacrificio hasta poner nuestra publicación a la altura de los primeros diarios
de Sud América.
LOS TIEMPOS reemplazará pues ventajosamente a ‘Las Provincias’.
Los diarios aún no llevan fotografías y es un deseo de Carriego escribir más. La tipografía se
achicará y las columnas se ampliarán en Los Tiempos para hacer lugar a cada vez más palabras.
Pero estamos en las postrimerías de los diarios puramente escritos (si hasta perece, al
contemplar la página 1 de Los Tiempos, un acto de desesperación y resistencia de las letras,
comprimiéndose y apelotonándose en la inmensa página en defensa del ataque de las imágenes
que, muy pronto, gobernarán los diarios).
Esto había escrito Carriego, interpelado por otro cambio de posición, en 1867:
“Se dice que yo no tengo derecho a denigrar a Urquiza por haber sido uno de los que han
contribuido a ensalzar su nombre en otra época. ¡Ocurrencia graciosa! ¡De modo que el elogio es
una especie compromiso solemne que ya no se puede revocar nunca! ¿Y quién se ha
comprometido alguna vez a semejante apostasía de la razón y de la conciencia? ¿Quién ha
jurado en alguna ocasión la eternidad del afecto más allá de la perfidia y del crimen? De modo
que si a uno lo engañan, que si uno se equivoca, que si uno cede al entusiasmo de una grandeza
que le pareció por un momento legítima, ¡ya no hay medio para rectificarse, ya no hay más que
poner punto en boca para siempre! ¿Y cómo se haría la verdad, si debiera quedar el yerro sin
corregirse? ¿Cómo sería posible el criterio si no se pudiera rectificar el juicio? De modo que si
uno elogia hoy a un hombre a quien cree honrado, mañana cuando muestre lo que es ¿ya uno no
podrá decirle que es pícaro? Pues lúcido andaría el sentido moral de la humanidad si tal
sucediese. No, nadie se ha comprometido a ser consecuente con quien no lo es. El afecto acaba
donde principia la deslealtad” (E. Carriego, 1867).
Ahora pasa de un diario a otro y, al pasar, una vez más descubre un lenguaje aberrante ¡de
sorprendente actualidad! Escribe el 24 de enero de 1884 en Los Tiempos, bajo el título “El
lenguaje de la época”:
“’Los políticos de nuestros días no saben hablarnos de otra cosa que de manufacturas, comercio,
rentas, riqueza y lujo’.
Esto decía el autor de El Espíritu de las leyes, en medio de una Nación tan inteligente como la
Francia y de un siglo tan brillante como el de Luis XIV.
De un siglo y de una Nación que oyeron resonar como truenos lejanos las voces proféticas de
Fenelon, de Voltaire y de Rousseau.
¿Qué habría dicho Montesquieu si hubiese vivido en el siglo XIX, y en un país donde los hombres
públicos no piensan más que en acrecentar su propia fortuna?
Difícilmente el que pintó con tanto colorido la grandeza y ruina del Imperio Romano hubiese
podido diseñar la fisonomía de un pueblo joven exclusivamente ocupado en contar billetes de
Banco.
Tampoco los políticos de nuestros días saben hablarnos de otra cosa que de negocios, como si
no hubiera más destino para las sociedades humanas que hacer fardos de algodón o chiguas de
cerda.
¿Ignoran tal vez que hay otro ideal que ese para los pueblos?, y que si ellos aspiran a acrecentar
el fruto de su trabajo, aspiran también a aumentar el número de sus libertades?
No lo ignoran por cierto; pero ellos hablan el lenguaje de los intereses…”
Evaristo Carriego ha estado ostensiblemente fuera del campo de los estudios universitarios, o
en todo caso fue leído desde posiciones que han impedido valorarlo. Señalar su ausencia quiere
ser, ante todo, una hipótesis de lectura: si algo anima su talante es la ilusión, tanto como la
desilusión reiterada, de que la palabra en la prensa puede ejercerse con libertad. Es una
vacilación que nos interpela.
En aquel año 80, con el optimismo político que fomentaba en Las Provincias, se inclinó por la
continuidad de la palabra acusadora. “Devuelva la mosca, amigo”, le decía al presidente
Avellaneda el año anterior (“Crónica” del N° 41 de Los Castigos, 11 de octubre de 1879). Y, en
fin, sus editoriales en Las Provincias nos parecen ejercicios libertarios de lectura de “ese papel
saturado de veneno”, ese mismo diario que David Viñas solía subrayar prolijamente para
descifrar su “tribuna de doctrina” (a no olvidarlo) y que los argentinos, siglo y medio después,
seguimos leyendo como si nada.
Bibliografía
Héctor Borrat, El periódico, actor político, Madrid, Gustavo Gili, 1994.
Evaristo Carriego, Antecedentes para el proceso del tirano de Entre Ríos, Justo José de Urquiza
(colección de artículos publicados en Pueblo), Buenos Aires, Imprenta Republicana, 1867.
Fermín Chávez, Civilización y barbarie en la historia de la cultura argentina, Buenos Aires, Los Coihues,
1988.
Hugo Chumbita, Historia crítica de las corrientes ideológicas argentinas, Buenos Aires, UNLaM - Fund.
Ross, 2013.
Horacio González, prólogo a David Viñas, Indios, ejército y frontera, Buenos Aires, Santiago Arcos Editor,
2013.
Sala de Periódicos Antiguos, Hemeroteca de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Pablo Subieta, Caprichos literarios, La Paz, Plural editores, 2006.
Floriano Zapata, Evaristo Carriego, páginas olvidadas, Santa Fe, Imprenta Nueva Época, 1895.
carácter, considerándonos atados a las tradiciones de Occidente. Nos señalaban una actitud
diferente, para aprovechar las enseñanzas que fueran compatibles con nuestra cultura
sudamericana, con nuestra tradición, con el tronco y la savia de nuestro árbol del saber y del
sentir.
El joven Manuel Ugarte, en 1908, fue uno de los primeros en reclamar, a los intelectuales y
artistas sudamericanos, expresar nuestra idiosincrasia e identidad cultural: “Si nos sentimos
dueños de una tradición naciente, trataremos de alcanzar la independencia total, afirmando en
todos los órdenes la personalidad de un pueblo”.
El dominicano Pedro Henríquez Ureña, en una conferencia titulada “La América Española y su
originalidad” (Buenos Aires, 1936), pronosticó que la América del Sur se expresará plenamente
“cuando hayamos acertado a conservar la memoria de los esfuerzos del pasado dándoles solidez
de tradición”. Como ejemplo, efectuaba una reseña de las artes plásticas, la arquitectura colonial,
la música y los escritores americanos; tarea que completó en su libro póstumo, Historia de la
cultura en la América Hispánica (1947), en una síntesis que abarcaba desde la época colonial
hasta 1945.
Beatriz González Stephan replantea la necesidad de consolidar los diferentes aspectos de
nuestra tradición, expresando que “constituye un deber el rescatar y sintetizar cualquiera de las
tradiciones de Nuestra América, precisamente porque son nuestras” (1987).
Creo que todavía queda mucho por hacer en la tarea de consolidar nuestras tradiciones.
Rescatando legados olvidados se podrá restablecer una continuidad de esfuerzos, evitando la
dispersión aculturada: una manera de pensar y sentir desde la América del Sur que estimule la
autoconfianza y afiance nuestra identidad, contribuyendo a descubrir el proceso, varias veces
centenario, del desarrollo de la civilización sudamericana.
Hay quienes mantienen ciertas prevenciones al respecto, confundiendo la tradición con el
tradicionalismo conservador: esta tendencia pretende fijarla en una determinada época, negando
cualquier evolución posterior, lo cual supone congelar la vida cultural. Pero la cultura siempre está
en movimiento, aunque los cambios muchas veces no se noten a primera vista.
El venezolano Mariano Picón Salas trata la tradición en el sentido que proponemos aquí: la
tradición no sólo trae a la conciencia del presente las experiencias del pasado y establece la
continuidad histórica de un grupo humano, sino que también replantea para el futuro problemas
olvidados o que no encontraron adecuada solución en su tiempo. Por eso, concluye, “no está
petrificada, evoluciona” ya que “vincula el pasado con el presente y el futuro” (1983).
Si logramos transitar ese camino en el siglo XXI, la común tradición sudamericana recibirá
también el aporte que facilitan los múltiples soportes propios de esta época de intensificación
comunicativa. Podemos aprovechar incluso las enseñanzas de las culturas no occidentales, una
información que en el siglo pasado resultaba difícil de conseguir y hoy está a nuestra disposición
simplemente cliqueando en la web.
En definitiva, la tradición puede ser considerada como rescate y afirmación de una manera de
vivir y de crear que nos identifica y que necesariamente se proyecta de manera dinámica hacia el
futuro.
Bibliografía
B. González Stephan, La historiografía del liberalismo hispanoamericano, La Habana, Casa de las
Américas, 1987.
L. P. Grasso, La civilización sudamericana y sus raíces culturales, Buenos Aires, 2011, en
http://www.cecies.org/imagenes/edicion_354.pdf
P. Henríquez Ureña, “La América Española y su originalidad”, en La Utopía de América, Caracas, Biblioteca
Ayacucho, 1978.
M. Picón Salas, “El concepto de tradición”, en Viejos y nuevos mundos, Caracas, Biblioteca Ayacucho,
1983.
D. Ribeiro, Las Américas y la civilización, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1992.
M. Ugarte, Las nuevas tendencias literarias, Valencia, F. J. Sampere, 1908.
y, aunque nunca recurrió al uso del lenguaje gauchesco, su
obra se destacó por la recreación de tradiciones y
personajes populares.
Bibliografía
Hugo Chumbita, Bosquejo de historia argentina, Buenos Aires, Ciccus, 2017.
José María Rosa, Análisis de la dependencia argentina, Buenos Aires, Guadalupe, 1974.
Lía N. Uriarte Rebaudi, Una estética de lo criollo en el Santos Vega de Rafael Obligado,
Buenos Aires, Dunken, 2006 (edición digital).
Biografías de Rafael Obligado: http://www.los-poetas.com/c/bioblig.htm
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/obligado_rafael.htm
Al escuchar las investigaciones sobre la platería indígena concedió el título de “Cacique principal de los indios
que se expusieron en el Congreso Latinoamericano de amigos” y coronel del Ejército nacional, ofreciéndole
Folklore de 2018, las referencias a la ciudad de Los tierras en la zona de frontera, entre las localidades de
Toldos me motivaron a indagar cómo fue que se Rojas y Junín.
estableció en la provincia de Buenos Aires una comunidad Aliado a Mitre, Coliqueo y sus guerreros tomaron parte
de origen mapuche: la tribu de Coliqueo. en la batalla de Pavón. En reconocimiento a los servicios
prestados, se les otorgan tierras cercanas a la Laguna
Flecha rojiza Mar Chiquita, pero luego el mismo gobierno los desplaza
Ignacio Kolükew nació en 1786 en Boroa (región de a la zona de Los Toldos, donde la tierra es de menos
Temuco, Chile). Su apellido se castellanizó como calidad, y deja el territorio anterior en manos de
Coliqueo, que etimológicamente significa “flecha estancieros privados.
colorada”. Luchó en la Guerra de Arauco, y en 1820 partió En 1866, Ignacio Coliqueo logra conseguir los títulos de
de Boroa, junto con familiares y paisanos, para llegar a propiedad de las tierras de Los Toldos, y su tribu queda a
Salinas Grandes. En 1829 se traslada con los suyos a la cargo de la defensa de la frontera.
zona de Carhué, de donde deben huir por un conflicto con
el gran toki Calfucurá.
Refugiado entre los ranqueles, Coliqueo entabla
relaciones con el unitario Manuel Baigorria, quien más
adelante será su yerno. Luego de la derrota de Rosas en
Caseros se unió al ejército de la Confederación, con la
intención de obtener tierras que le prometiera Urquiza.
Pero tras la batalla de Cepeda, Urquiza no cumplió con lo
pactado, por lo que Coliqueo negoció con Mitre. Éste le
Según Meinrado Hux, Ignacio falleció a la edad de 85 La tierra y la identidad
años, al caerse del caballo cuando intentaba perseguir a Durante el siglo XX se sucede una complicada trama de
un gaucho matrero, con quien había tenido una disputa discusiones en torno a la propiedad de las tierras y la
por asunto de juego de naipes. Durante sus últimas horas identificación étnica. Por diferentes causas, hubo una
de agonía, pidió a sus descendientes que continuaran el larga sucesión de despojos −de las tierras y de su
legado de negociación y respeto a las autoridades identidad− a los integrantes de la tribu de Coliqueo.
estatales argentinas y que profesaran la fe católica. Instituciones como la escuela y la Iglesia operaron
Los sucesores rivales tendiendo a invisibilizar la cultura mapuche. Los
Tras la muerte de Ignacio Coliqueo asume el liderazgo de paradigmas estigmatizantes hegemónicos lograron que
la tribu su hijo mayor, Justo. Apenas pasado el año sufre, muchos individuos de la comunidad no quisieran
según su hermano Antonino, “un ataque cerebral que lo identificarse como tales.
deja imposibilitado para el mando”, y lo reemplaza el En los estudios sobre esta cuestión se advierte que los
segundo hijo de Ignacio, Simón, apoyado por el gobierno. matrimonios entre indígenas y criollos, la práctica del
Aquí resulta ilustrativo sobre los intrincados conflictos de arriendo y la presencia de intrusos fueron transformando
la frontera el texto autobiográfico de Antonino Coliqueo, la composición social de esta población, y dieron lugar a
que se adjunta en el facsímil de la transcripción realizada una situación compleja en términos de ocupación y de
por su nieto en 1984. litigios por la propiedad. En aplicación de las viejas leyes
Simón debió afrontar numerosas luchas con otras tribus, de 1866 y 1868 que donaban 16.000 hectáreas al cacique
e incluso resistir un malón liderado por su propio hermano Coliqueo y su tribu, las tierras se registraron como un
Justo. La locura que se atribuye a Justo sería una forma condominio. Durante la última dictadura militar, en el
de explicar que se aliara a Cafulcurá en contra de los marco del decreto-ley provincial N° 9231 de 1978, los
huincas. Sin embargo, el tema merece ser revisado, para reclamos judiciales llevaron a asignar títulos en propiedad
aclarar si Justo padecía un problema mental o se trataba individual a numerosos ocupantes, convalidando “una
en realidad de una rivalidad por diferencias políticas. desigualdad marcada en el acceso a las tierras entre
Durante el mandato de Simón, a pesar de las intensas pobladores indígenas y no-indígenas” (Fischman y
luchas, el pueblo comienza a asentarse y empiezan a Hernández, 1990; Jong, 2015).
llegar a la zona de Los Toldos pulperos, comerciantes e De todos modos, en la comunidad de Los Toldos se
inmigrantes. Simón logra acordar con el gobierno la formaron agrupaciones culturales mapuches que, a pesar
construcción de escuelas y capillas, dándole un impulso de sus diferencias conceptuales, han ido poniendo en
“civilizador” a la localidad. debate estos temas largamente postergados.
En la historia novelada de Eduardo Gutiérrez sobre Juan En conclusión, la presencia mapuche en la provincia de
Moreira, hay un episodio donde éste, en principio amigo Buenos Aires se debe a procesos migratorios alentados
de la tribu de Coliqueo, se enfrenta a Simón en el juego por sucesos histórico-políticos. La tribu de Coliqueo tuvo
de cartas y disputan por el caballo de Moreira. Como el que renunciar a parte de su identidad con el fin de
gaucho no quiere perder su overo, hace trampa y se salvaguardar su vida. A Ignacio Coliqueo se lo ha juzgado
escapa; en la huída roba una tropilla de los indios, y duramente por su carácter negociador con el Estado,
cuando es alcanzado por miembros de la tribu mata y aunque, mirado a la distancia, se puede afirmar que de
hiere a algunos con su trabuco y se va a vender la tropilla. esta manera se logró la supervivencia de su pueblo. Las
Testimonios del pulpero Urquizo, reconocido poblador reafirmaciones identitarias y el futuro de su estirpe
de Los Toldos, dan cuenta de una legendaria carrera dependerán de las decisiones de los descendientes.
cuadrera entre Moreira y Justo Coliqueo en 1872 (V. Muchos esfuerzos se están haciendo en la actualidad
López, s/d); no está claro hasta qué punto esta anécdota por recuperar lo perdido. La larga trayectoria de la tribu en
concuerda con lo reconstruido o ficcionado por Gutiérrez. tierras de Los Toldos le otorga una legitimidad de pueblo
Justo muere en 1876 en una batalla contra Simón, quien originario que debe ser respetado como tal, y es lo que
sigue al mando de la tribu hasta su fallecimiento en 1902. nuestro sistema educativo tiene la obligación de enseñar.
Fuentes consultadas
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Coliqueo, Antonino, Autobiografía (transcripción de 1984).
Fava, Jorge, “La cuestión de las tierras indígenas en la Provincia de Buenos Aires, Argentina”
http://larevolucionseminal.blogspot.com/2018/06/tierras-indigenas-buenos-aires.html
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Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1990.
Gutiérrez, Eduardo, Juan Moreira, 2001, Editorial Sol 90, Buenos Aires.
Jong, Ingrid de, “De la asimilación a la resistencia: disputas en torno al pasado entre la población indígena de Los
Toldos” http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1850-75X2004000200009&script=sci_arttext&tlng=en
Jong, Ingrid de, “El acceso a la tierra entre los indios amigos de la frontera bonaerense (1850-1880)”, Revista de
Ciencias Sociales, 2a época, año 7, Nº 27, Universidad Nacional de Quilmes, otoño de 2015 (edición digital).
Jong, Ingrid de, “Horizontes compartidos y disputados en la construcción de la identidad indígena: historia y etnicidad
en Los Toldos” http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/historica/article/view/8579/8933
López, Vicente, “Boliche La Colorada”, http://argentinafolkloreyprovincias.es/Juan-Moreira-y-Coliqueo-Argentina-
Provincias-Pulperia-en-Los-Toldos/45
Schindler, Helmut, “A propósito de cinco libros de Meinrado Hux”
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Yuln, Melina, “Una forma territorial alternativa: la tribu de Coliqueo en la pampa bonaerense”
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5157914
Los contenidos propuestos por la ley 26.150 de docentes pueden abordar estos contenidos desde el
Educación Sexual Integral (ESI), sancionada en Folklore, transitando un proceso educativo que da
nuestro país en 2006, comprenden cuatro enfoques: importancia al conocernos en la diversidad, mediante
sociocultural, psicosocial, salud y derechos. Existe una herramienta que reconozca las identidades
por lo tanto un programa a nivel nacional para sociales que comparten un espacio, llámese aula,
capacitar a docentes y afines en torno a este espacio escuela, barrio, etc.
curricular que se da de manera transversal, aunque Pensar la ESI desde un enfoque que ahonda en lo
lamentablemente los mitos y el desconocimiento en diverso, lo colectivo y lo comunitario, posibilita rever
la materia han llevado a que ciertos grupos militen su en lo cotidiano la división sexual que afecta a las
rechazo hacia esta temática. personas en sus oportunidades de desarrollo
Nuestro trabajo intenta contribuir a la construcción personal, su acceso a las producciones culturales y
del conocimiento de la ESI desde el enfoque su posición en la economía y la educación. Es
disciplinar del Folklore, buscando compartir necesario tener presente el respeto por la identidad
contenidos propicios para ser abordados en el cultural, propiciando los temas educativos que en
sistema educativo. La propuesta se enmarca en los este mundo global, tanto en lo cultural como en lo
enfoques sociocultural y psicosocial de la ESI, sexual, comprendan la diversidad −concepto muy
considerando la relevancia que adquiere la utilizado pero escasamente puesto en valor dentro
cosmogonía andina en relación con nuestra sociedad de las aulas. La diversidad en el aula y en la escuela
contemporánea, de tal manera que nos aproxima a amplía las posibilidades de trabajar cuestiones
un estilo de vida diferente al que conocemos en vinculadas con la sexualidad desde una perspectiva
nuestra cotidianeidad y en especial en nuestro que entienda al cuerpo como una “construcción
ámbito educativo. social”.
La escuela es el espacio idóneo para la La cosmogonía andina posee una sabiduría que es
construcción comunitaria de una ciudadanía crítica, importante conocer y compartir en las aulas. Esto es,
en constante vinculación con su entorno cultural. Lxs acercarnos al Sumaq Kawsay, que podemos definir
como el Buen Vivir, donde “vivir” tiene una educativas a modificar la forma en que miramos al
connotación profunda que guarda relación con la mundo, la comunidad y la misma escuela; que sea
naturaleza y la armonía del ser con todo lo que lx una herramienta para el aprendizaje de un proceso
rodea. colectivo, comunitario y diverso, en el cual se celebre
Tales conceptos tienen su matriz dentro del ayllu, una relación de armonía con la Pacha.
que en simples palabras podríamos explicar como un Desde el Folklore debemos hacer hincapié en ello,
sistema de vida en comunidad, cuya filosofía implica centrando en lo educativo, que es donde la
una existencia solidaria y cósmica; distinta al mundo construcción ciudadana da sus primeros pasos. Si
capitalista en el cual nos movemos, que prepara a desde la escuela podemos llegar a comprender que
lxs estudiantes para salir a una sociedad competitiva no somos parte de la naturaleza, sino que somos
e interesada, en un mercado laboral cuyos perfiles naturaleza, es posible restablecer aquella relación de
de formación se acentúan en la idea de liderazgo y armonía.
dejan de lado la concepción de comunidad.
El Sumaq Kawsay deviene el medio para propiciar En la cosmogonía andina todo tiene que ver con
la interculturalidad en el ambiente escolar. Desde la todo, de manera similar a lo que expone Graciela
Morgade: “El amor es un sentimiento que los seres
ESI hay que enfocar la mirada ancestral basada en
humanos experimentan de manera personal, es
la relación de las diferentes culturas con la madre
también un organizador cultural de las relaciones
tierra, mejor dicho la Pachamama, con el objetivo de
interpersonales” (Morgade, 2016). Que ese amor sea
desarrollar en el aula la reciprocidad y el cuidado de
ambas partes: el ser y la Pachamama. Es por ello el vínculo que nos oriente al buen vivir y saber
convivir, cuidando todo lo que nos rodea, como una
que creemos esencial que se trabaje paralelamente
con el Sumaq Kawsay, que insiste en la vida, en lo forma de trascender en este espacio.
colectivo y en lo cultural. Como señalamos al inicio, es necesario
Hacer ese paralelismo nos permite reforzar el desmitificar el imaginario de aquellas personas que
compromiso con el mundo, entender nuestra función desconocen esta temática. Si la educación sexual
como parte de esta avenencia, un compromiso que integral es una educación para la vida, tiene que ser
favorece el equilibrio con la tierra madre. Esta una herramienta que aproveche el mandato ancestral
reflexión epistemológica apunta a ser una propuesta del universo andino, asumiendo como primordial
pedagógica que contribuya en las instituciones para todxs el saber vivir en diversidad y armonía.
Referencias bibliográficas
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reflexiones preliminares”, en Folklore Latinoamericano, tomo XVIII, ATF-UNA,.Buenos Aires, 2017.
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aula, Santa Fe, Homo Sapiens, 2016.
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Torres, Ana Soledad, “La corporalidad en las danzas folklóricas documentadas: su transferencia
educativa en el contexto argentino actual”, en M. Palleiro (comp.), Cuerpos que narran, Buenos Aires,
UNA, 2015.
DS: Es un homenaje a las conversaciones que tuvimos en DS: No, ese está en San Juan, lo donó al museo Franklin
los bares con estos amigos. Aunque no está terminado, le Rawson un coleccionista que lo había comprado.
falta una cocción todavía. HCh: Nos gustaría ponerlo en la portada de nuestra
HCh: ¿Qué otros cuadros tuyos están aquí? ¿Está “Junio revista, porque pienso que es una obra formidable, de la
de 1955”? que se ha dicho que es “el Guernica argentino”.
Santoro nos promete la imagen en alta resolución y nos mucha ingenuidad, ahora la situación es un poco distinta,
sentamos a conversar, mencionando un comic suyo que pero la ingenuidad sigue siendo la misma, muchos
publicó en 2015 en la revista Panamá, en el cual la futura compañeros creen que vamos a volver y el imperio ya le
Argentina se ha convertido en un protectorado yanqui soltó la mano al macrismo. Hay que pensar que la apuesta
donde “los únicos privilegiados son los consumidores”. de ellos es como en Vietnam, poner toda la guita que haga
DS: Sí, fue bastante polémico, algo apocalíptico, y ponía falta. Acá tienen un enemigo en el peronismo, en el
que en 2055 se reelige a la presidenta Antonia Macri kirchnerismo, es decir, todos los efectos del peronismo, y
[risas]. Lo que pasa es que en aquel momento yo veía su apuesta es exterminarnos.
KB: Comentando con una compañera tu obra referida al DS: La pintura mía calculo que refleja esas
peronismo, se le ocurrió una pregunta, ingenua si querés: si contradicciones, ese drama; por ejemplo, en el “Manual del
en este juego del arte con la política, además de con niño neoliberal”, que salió una parte en la revista Fierro, y
nostalgia, estás pintando con esperanza. estoy haciendo el tercer tomo; ahí está el tema de la captura
DS: Sí, bueno, la esperanza uno la tiene, pero lo que pasa subjetiva y la construcción de la realidad por los medios.
es que es más grande la preocupación, por lo que puede HCh: Vos empezaste publicando el “Manual del niño
suceder, y la batalla la estamos encarando en términos peronista”, y después tuviste la idea del otro niño.
democráticos, pero el gobierno actual tiene otra idea, ellos
son el enemigo, vienen a acabar con el legado simbólico y DS: Claro, después del 2015, como una idea irónica del
con todo, por eso hablan de los últimos setenta años. mundo y el cambio cultural que ellos proponen.
KB: En esta situación donde la democracia está pervertida, KB: El consumo puesto en el altar, digamos, en vez de la
¿tu pintura qué posición toma? patria…
DS: Claro, es muy difícil cortar eso, salirse de lo que se redistribuye el destino. Eso era la Fundación: ‘¿te tocó
podría llamarse el goce capitalista, consumir, comprar, pobreza? no, pibe, vení acá, te vamos a dar la misma
tener objetos y demás. La peor noticia del goce sería que oportunidad que tiene el chico de la oligarquía, no vas a
no haya goce, porque lo que uno hace cuando compra tener envidia’. Eso es fundamental, Eva politiza la envidia,
cosas es postergar la muerte. Se puede medir eso. En mi para que nuestros niños pobres no tengan nada que envidiar
experiencia personal, por ejemplo, mi hermano se a los hijos de la oligarquía. La razón del capitalismo se
compraba los autitos de juguete de los Peugeot, 403, 404 y conmueve ahí: ‘¿cómo no nos van a envidiar? si yo tengo
así sucesivamente. Murió en el 408, le tocó la muerte ahí. todo lo que tengo para que el otro no lo tenga…’
Es que cuando uno compra dice “todavía no”, “todavía no HCh: Yo quería preguntarte cómo fue que te hiciste artista
me toca”, y el que quiere parar eso, o sea no comprar algo plástico.
nuevo −¿para qué quieren más?− trae el mensaje de la DS: Empecé de chico, siempre dibujaba, y cuando era
muerte, de que no hay una oportunidad más, y entonces adolescente tenía la opción de ir a Bellas Artes o estudiar
tenés que vivir con tu angustia. Arquitectura; entonces, por presiones familiares, cursé
KB: Eso sería sanísimo. ¿Te bombardean con el consumo Arquitectura, que me gusta mucho, pero lo dejé, y de más
para que no puedas pensar? grande entré en Bellas Artes. En el medio estaba la
militancia de los años ’70, la autoconstrucción de
DS: Es que si la gente piensa, se pone más piadosa,
viviendas, con el cura Daniel de la Sierra en una villa,
misericordiosa, se sensibiliza. Si ponés un límite al
trabajando con Vernazza y con Mugica, y luego, a través
consumo, cambiás las reglas de la economía, si se detiene
de mi hermano que estaba en el FEN (Frente Estudiantil
el flujo de la mercancía se detiene el sentido del
Nacional), en Guardia de Hierro.
capitalismo, que está montado sobre la codicia y el afán de
lucro, los dos faros que iluminan toda esta época. Y la HCh: Una pregunta casi personal, ¿cómo conociste a
eficiencia, la meritocracia, esas palabras fatales que Cacho Santana y Horacio Pilar?
acompañan este proceso. ¿Qué es la meritocracia? ¿Qué, DS: A Cacho lo conocí en los años ’80, cuando
alguien tiene más méritos que otro para vivir? Eso es la empezamos a hacer algunas muestras; yo había entrado al
falta de amor. ¿Todos somos iguales? En un punto sí, todos Teatro Colón, como laburante de escenografías, ahí había
tenemos los mismos méritos para existir, pero ellos no un grupo, pintábamos, lo fuimos a ver, como el crítico de
creen en eso. arte más popular, y él enseguida se enganchó con nosotros,
KB: Por eso incluso demonizan al kirchnerismo. muy generoso. Y a Horacio Pilar, como era muy amigo de
Cacho, siempre nos veíamos en los bares, en La Paz, en la
DS: Claro, porque reparte cosas. Esa es la base ideológica Academia; Horacio era un tipo con una chispa
del peronismo, la felicidad del pueblo, lo que hace Eva impresionante, y un gran poeta. Cacho retiene muchos
Perón cuando les da un chalecito californiano con piso de poemas suyos, que no están muy editados, y fue como un
roble de Eslavonia, porque es el piso del palacete francés difusor de su obra.
de la oligarquía, y eso produce un caos de orden simbólico.
La novedad de lo que hace Eva es la redistribución HCh: En un reportaje que te hizo Carlos Ulanovsky, vos
destinal, porque hay una segunda oportunidad en la vida, leías un poema de Ezra Pound, que recuerdo haber oído a
Cacho recitarlo de memoria…
DS: Sí, “Depón tu vanidad”. Deponer la vanidad.
HCh: No sé por qué en la nota decía “Humilla tu vanidad”.
DS: Porque Carlos lo buscó en Internet y estaba traducido
así. Pero “depón” es mucho mejor que “humilla”, y es lo
que dice Cacho. Es fantástico. En youtube se encuentra la
escena en que Pasolini le leía a Pound ese poema traducido
por él al italiano, que Pound, viejito ya, escucha con mucha
emoción. Es el canto 81, que Pasolini traduce por y decía
“strappa da te la vanitá”, o sea, quítate la vanidad. [Ezra
Pound escribió: Pull down thy vanity, echa abajo tu
vanidad]. Depón tu vanidad, repite Pasolini. Y en un
momento dice: ‘Pero haber golpeado con decencia la
puerta para que un boludo abriera, eso no es vanidad’.
Pound no dice un boludo, sino “un Blunt” [por Wilfrid
Scawen Blunt] pero es lo mismo. También dice: “Pero
haber hecho en vez de no haber hecho / eso no es
vanidad”. Y: “Haber recogido del aire una tradición viva,
/ o de un bello ojo antiguo la llama inconquistada, / eso no
es vanidad”. Y termina: “Acá todo el error estuvo en lo no
hecho, en la timidez que vaciló”. Es buenísimo, en ese
concepto está el núcleo duro del arte. Porque es en ese de la mercancía. Ese aparente desinterés es muy
momento, cuando tenés que ver que sos una urraca que se interesante. La mitología popular, sin saberlo o sabiéndolo
hincha al sol, que sos un perro azotado por el granizo. La −no se sabe, viste cómo es esa pregnancia de las
obra se logra ahí, cuando te sabés ese perro que tiene que imágenes− cierra el circuito del potlach. Es el problema
zafar de alguna manera del granizo. que plantea el peronismo al salirse de la lógica capitalista,
HCh: Lograste de alguna manera profesionalizarte en la en la que hay un sacrificio y una compensación por ese
pintura, y ¿lo tenés como medio de vida? sacrificio donde los tiempos de la producción rigen lo
humano; en cambio el peronismo corre todo eso, los
DS: No, más o menos, a veces se vende, hoy día acá no
tiempos humanos están por encima del requerimiento del
hay mucho mercado, hay algunos coleccionistas, las
capital.
galerías, viene gente a comprar, pero es difícil, es muy
inestable, y más ahora. Pero igual el mundo del arte va por
otro lado, los remates de arte no se resienten por la crisis,
tiene otros códigos. Los remates de arte no se resienten
porque hay una crisis económica.
HCh: Vos y otros artistas le obsequiaron a Cristina algunas
obras, para reponer lo que le secuestraron.
DS: Sí, fuimos para reponerle cuadros que le habíamos
regalado antes; lo de Bonadío fue una estupidez, una
canallada, porque lo que tenía no era una gran colección, a
ella le gusta la pintura pero no es coleccionista.
KB: Son provocaciones…
DS: Sí. Incluso yo creo que todas las obras que le
secuestraron habían sido en su momento regalos.
HCh: Debe haber sido un momento emotivo.
DS: Sí, ella lo agradeció con la mejor onda.
HCh: Otro tema, estás por sacar un libro de “ontología
peronista”.
DS: Sí, un esbozo de algo así, de dónde viene el peronismo
o por qué alguien es peronista. El título es El peronismo
entre la severidad y la misericordia. Ya está para salir, es
un libro complejo porque tiene muchas ilustraciones, es
también una especie de mensaje iconográfico.
HCh: ¿Con pinturas y dibujos tuyos?
DS: Y muchas ilustraciones del peronismo, fotos,
documentación, y a partir de eso planteamos el texto, que
es una conversación con Julián Fava, filósofo, muy
bataillano, él traduce a Bataille; entonces tomamos al
peronismo desde ese ángulo, por el tema del don, la idea de
salir de una economía que vaya por afuera del amor; por KB: ¿Esto se relaciona con los derechos del trabajador?
ejemplo, el piso de roble de los chalets que decíamos antes, DS: Claro. La representación del trabajo, que es lo que
que tiene que ver con el don, es una donación, no es analizamos en las imágenes, en el peronismo nunca son
necesario, hay un plus ahí, no se mueve dentro de la lógica momentos de sacrificio, no hay una representación del
del intercambio comercial. trabajador sacrificándose como la hay en el capitalismo o
KB: Claro, como el potlatch. en el comunismo. El 1° de mayo hicieron una olla popular
El potlatch es una ceremonia tradicional indígena en la en torno al monumento del “Canto al trabajo” de [Rogelio]
costa norteamericana del Pacífico, con distribución de Yrurtia, que conceptualmente es horroroso, terrible: son
regalos y quema de posesiones; ese nombre lo da Mauss a chicos esclavizados, harapientos, tirando de una piedra. Y
la forma arcaica del intercambio, ejemplo del que se vale van la CGT y los partidos de izquierda a hacer un
Georges Bataille para desarrollar la idea de gasto homenaje al pie del monumento, que es un homenaje al
improductivo como función social. trabajo esclavo, ni el Momo Venegas lo hubiera pensado
DS: Sí, tiene más que ver con el potlatch, y se completa [el tanto [risas]. Canto al trabajo es lo que iba a hacer el
ritual peronista] porque se prende fuego. En la mitología peronismo enfrente, poniendo un conjunto escultórico de 8
popular hay un fuego que acaba con el parquet de roble de metros de alto en mármol de Carrara, con la gente feliz, los
Eslavonia, para hacer el asado. Finalmente a lo más valioso laburantes apretujándose como en una ronda de fiesta.
se le prende fuego y de esa manera se acaba con la lógica HCh: ¿Era un proyecto de la Fundación?
DS: Sí, pero en 1955 todavía no estaba colocado, lo que va a continuar y en el mar del capitalismo la
partieron en pedazos y lo tiraron al Riachuelo. No se humanidad se va a agarrar de eso, la actitud de la
permite eso, lo que se permite es la visión del trabajo como humanidad es hacia el peronismo, hacia algo parecido al
castigo divino. peronismo. El tiempo humano. El peronismo viene a poner
un freno de mano, incluso a la capacidad humana de
absorber los adelantos tecnológicos, porque estamos
sometidos a una presión que parece que siempre estamos
atrasados, en deuda con el nuevo modelo de auto. Fijate tu
celular, te hacen sentir en falta porque te estás perdiendo el
último que ahora tiene otras cincuenta prestaciones.
KB: Vos tenés todavía un Nokia.
DS: Sí, sólo para telefonear; tengo Instagram, que lo
maneja mi hija por otro lado, pero yo no, me desengancho,
si no te esclavizan. Ellos te someten siempre a que seas un
deudor, a que seas el que no sabe, el que está en falta.
Martin Heidegger tiene una palabra para eso que significa
tomar distancia, como dar un paso atrás: ‘esto es muy lindo
pero vamos a ver, no es que me lo imponés’. Esa
evaluación va a ser indispensable, porque si no estamos
sometidos a la eficiencia, y la eficiencia ¿saben qué es? Es
reducir cada vez más, lo dice el papa con mucha razón: hoy
es el descarte humano. Si lo medimos por la eficiencia, ya
ahora hay siete mil millones de tipos que están sobrando, y
cada vez va a sobrar más gente, hasta que queden, ponele,
HCh: ¿Quiénes eran los artistas que en aquella época quinientos millonarios, super asistidos por robots. Y el
trabajaban en esos proyectos? destino final de la eficiencia lleva al uno, un único humano
DS: Esas esculturas gigantes las hizo [Leone] Tomassi, un final, porque alguien va a decir: ¿por qué dos? ¿por qué
escultor realista italiano, un tipo interesante. vos y yo? Ese sería el final de novela, más eficiente es uno
HCh: Me acuerdo del proyecto del monumento al que dos, ¿cómo vas a ir contra eso si es matemática pura?
trabajador en la tumba de Evita. Entonces, el amor es el problema; cuando hay amor se
DS: Claro, ese también. Pero no se perdona la corre todo eso, los telefonitos sobran, empezás a mirarte. Y
representación del trabajador si no está trabajando. La esa es una propuesta del peronismo: el hombre en el centro,
novedad que traía el peronismo es el trabajo como esa vieja cosa del capital al servicio del hombre, y no al
felicidad. revés. Esa es la verdad más pura para el género humano.
Imaginate lo que dice Perón, que lo decía San Pablo a los
KB: En la reciente manifestación del 30 de abril, yo veía primeros cristianos, “cada uno debe producir al menos lo
pasar a los obreros de SMATA y era un cuadro tras otro, que consume”, es genial, lo que te pide es un poco, nada
por el porte, la fuerza, la alegría, ¡acá estamos! más. No puede funcionar el capitalismo con esa máxima,
DS: Todavía al día de hoy los ministros de estos canallas te para ellos vos vas a trabajar lo que necesite el capital para
dicen: ‘¿ustedes se creían que podían vivir así? No, hay que produzca, y te vas a matar y vas a trabajar horas extras,
que sacrificarse’. La novedad que trae el peronismo es que no “al menos lo que consumís”, de lo contrario el
nosotros estamos primero, la producción no sé, podrá capitalismo no funcionaría. Así funciona el peronismo, por
esperar. Creo que es una novedad mundial, lo digo desde eso es el gran enemigo del capital. Por eso estos tipos están
siempre, no por Duguin [el filósofo ruso Aleksandr poniendo la guita que ponen, como en Vietnam. El
Duguin] que lo dice ahora, el peronismo tiene una verdad peronismo es una peste para el capital.
Héctor Germán Oesterheld venía escribiendo guiones para la logo de la editorial Frontera, con un indio pampa oteando el
editorial Abril, donde había creado personajes de enorme éxito, horizonte parado sobre el lomo de su caballo.
como Bull Rockett y el sargento Kirk. En cuanto a este último, Muchísimos personajes e historias unitarias fueron saliendo de
la intención original de Oesterheld era crear un desertor del la inagotable pluma de este genio creador que dotó a la historieta
ejército de línea en la pampa argentina, a la manera de Cruz en de la madurez y humanismo de que adolecía hasta el momento.
el Martín Fierro, pero el editor propuso que fuera un desertor “El Eternauta” sería su mayor logro, considerado como la obra
del ejército yanqui −que se había dedicado a exterminar al cumbre de la historieta argentina, donde se percibe la sombra
aborigen con la misma saña que el nuestro−, cuya imagen se ominosa del golpe militar que derrocó al peronismo en 1955.
había impuesto en el mundo como la de “los buenos” por el Entre sus trabajos más representativos, podemos citar “Lucky
poder económico de la industria cultural norteamericana. Así se Piedras” (firmando con el seudónimo C. de la Vega), dibujada
iba escribiendo la historia. por Carlos Cruz, en Hora Cero Semanal en 1957; “Patria Vieja”,
El guionista que cambió la historia con dibujos de Carlos Roume, en 1958, continuada en 1960 por
En 1957, en busca de una mayor libertad creativa, Oesterheld Juan Arancio, del cual derivó “Nahuel Barros”, igualmente
decide fundar su propia editorial; llama a los mejores dibujantes, dibujado por Roume, para editorial Frontera. También de ambos
Pratt, Breccia, Del Castillo, Roume, Solano López, y suma al autores, “Pichi”, las aventuras de un perrito de la pampa, en
ilustrador Pablo Pereyra como jefe de arte; éste crea el célebre Frontera Extra; todos trabajos memorables, no sólo por los
guiones sino por el pincel de Roume, un extraordinario exótico. Aquí también el dibujante, Roume, sabe agregar lo
ilustrador; y “Santos Bravo”, de Juan Arancio, publicada en suyo; pone alma en el dibujo, y la historieta toda cobra una
1960 en Hora Cero Extra. humanidad que desde ya obliga y espolea al autor. La misma
En una nota para la revista Dibujantes, contando cómo creaba inclinación a lo nuestro originó el Rolo, Joe Zonda y Lucky
sus personajes, Oesterheld hablaba de la necesidad de contar con Piedras; nacieron de un deseo de ver a personajes de aquí
héroes propios, “de acá”: “Patria Vieja nació del deseo viviendo aventuras fuertes, serias o alegres. ¿Acaso el vigor, la
largamente acariciado, y que nunca había podido realizar, de alegría aventurera, son sólo patrimonio sajón?” (Trillo y
hacer una gran historieta con nuestro pasado; siempre creí que Saccomanno, 1980: 125).
lo nuestro puede ser por lo menos tan aventuroso como lo La editorial Frontera tuvo una vida breve. En 1960 agonizaba,
despojada de sus mejores dibujantes y estafada por Por ese entonces, Oscar Masotta, uno de los organizadores de
distribuidores rapaces, a pesar del indudable éxito que tenía en la recordada Bienal del Instituto Di Tella del '68, veía el
un público sorprendido y ávido por la calidad y profundidad de contrabando ideológico bajo la fachada “inocente” de las
sus historietas. Las editoriales inglesas comenzaron a ofrecer historietas que nos mandaban del exterior: “era lamentable,
mejor pago y trabajo permanente a los artistas de Frontera. Uno hace algunos años, ver al inofensivo Clark Kent trasladarse a
a uno, siguiendo los pasos de Hugo Pratt, fueron haciendo las una isla del Caribe para que Superman terminara con un tal
valijas y partieron hacia Europa a vender mejor su talento. No general Stradi, un dictador que usaba barba y que
podemos censurar esa conducta individual, pero constatamos despiadadamente mantenía bajo la persecución y las torturas a
cómo los británicos se llevaban a precio vil, no ya vacas, ovejas los habitantes de la isla Borora” (Lipszyc, 1967: 9).
y trigo, sino también la capacidad de artistas inolvidables. La década del '60 presentaría otros interesantes trabajos en el
Pasaron de ilustrar bellos y humanos relatos de Oesterheld a terreno histórico, aportados por la nueva generación que iba
dibujar mediocres guiones donde invariablemente los “buenos” ocupando los espacios vacantes de quienes se marcharon: “El
eran altos y rubios ingleses o escoceses, y los “malos”, torpes gaucho Fatiga”, humorístico de Horacio Horiansky (Crike), en
germanos vociferantes o pequeños “monos amarillos” japoneses. Frontera, que volvería a publicarse más adelante en las revistas
de la editorial Cielosur; “Comandante Prado”, dibujos de César
¿Por qué no venderles directamente las historietas hechas para Spadari con guión de Oesterheld, recreando un protagonista de
la editorial Frontera? Oesterheld lo intentó: “Uno va con una la campaña al desierto de los tiempos de Roca, en la revista
genialidad, van a decir que es muy bueno, pero que a ellos no Misterix, 1963; y en tiras para el diario Clarín, entre 1967 y
les sirve. Y eso pasa en Francia, en Italia, en Argentina y en 1973, Juan Arancio retrató dos personajes reales de las
todas partes.” (Trillo y Saccomanno, 1980: 109). Mientras en rebeliones federales con guiones de dos historiadores
nuestro país se publicaba cuanto engendro, bueno, malo o peor revisionistas, “El Chumbiao”, sobre la figura del montonero
nos llegaba de Europa o Estados Unidos, allá no les interesaba jordanista Gerónimo Romero, guionado por Fermín Chávez
nuestra narrativa, sino solamente la mano de obra de los artistas (historieta reproducida en El Tony), y “El capitán Ontiveros”,
que habían surgido entre nosotros. con textos de Antonio Nella Castro.
El gran plumista Arancio dibujó también en las revistas de un autor que había tomado partido: Oesterheld militaba ya en la
editorial Columba “Pehuén Curá” y otros personajes organización Montoneros, lo cual le costaría la vida, secuestrado
gauchescos, y republicó “Santos Bravo”, esta vez con guiones y asesinado por la dictadura militar en 1977; la misma suerte que
propios; “Martín Fierro”, dibujado por Vicente Le Voci para corrieron sus cuatro hijas y dos yernos. En aquellos episodios de
Ediciones Torino en 1968; “Ledesma, un valiente de la Patria historia, Oesterheld dejaba bien clara la persistente ingerencia
Nueva”, por Mario Bertolini, en la revista Semana Gráfica, imperial en la política de nuestro país y el continente. Para quien
1969; y “Manquillán, el cóndor perdido”, de Carlos Roume, con esto escribe, ese trabajo fue una revelación: la historieta como
guiones del poeta e historiador Osvaldo Guglielmino, apareció medio de ayudar a cambiar el mundo, a través de la
semanalmente durante tres años en Clarín a partir de 1969. concientización del autor y el lector. En el prólogo a la primera
Si bien los guiones de Oesterheld ya habían marcado un salto entrega (El Descamisado N° 10, 24 de julio 1973), el guionista
cualitativo impresionante, el punto de inflexión llegaría en 1969, declaraba sin ambages: “Son 450 años de guerra. Sí, de guerra.
cuando la editorial Jorge Álvarez decide publicar su Vida del Porque los pueblos avasallados por el invasor nunca se
Che, dibujada por Alberto y Enrique Breccia. Para esa época, rindieron. Pusieron el pecho. Pelearon. Dieron la vida infinidad
Oesterheld y Breccia ya habían publicado Evita, vida y obra de de veces en su combate por ser libres. El imperialismo nunca
Eva Perón, una Historia gráfica de Chile, y la Historia gráfica fue una simple frase de denuncia de los pueblos. Tienen nombre
de la República Argentina (1966), en la que también dibujó y apellidos. Tienen balas y sangre en su negra historia”
Roberto Bernabó. En el caso del Che, recientemente asesinado (Oesterheld, 2004: 7).
en Bolivia en 1967, era una figura que despertaba veneración, Al rescate de la tradición nacional
odio y miedo en una población sometida a la campaña de
En 1972 la editorial Columba, que por ese entonces dominaba el
desinformación de los medios dominados por el imperialismo
mercado, publicó una serie de revistas en color para competir
norteamericano. Oesterheld no dejaba duda, en sus agudos,
con las similares mejicanas; entre ellas una dedicada al gran
poéticos y conmovedores textos, de qué lado estaba: con la
personaje de Carlos Casalla, el cabo Savino, con guiones propios
liberación del continente, con los más pobres y desprotegidos.
y también de Julio Álvarez Cao, Chacho Varela y Jorge Claudio
La edición fue secuestrada y quemada por el gobierno militar.
Morhain; en sus aventuras predominan los enfrentamientos con
¡Hasta los originales, verdaderas obras de arte, se perdieron para
los indios, y a veces se mezcla la historia real: la batalla de San
siempre!
Carlos, la Guerra del Paraguay, el coronel Villegas y su famoso
En un suplemento del diario La Razón dedicado a la historieta, Regimiento “3 de Fierro”, o el imaginario encuentro del joven
un anónimo redactor advertía severamente a los autores que Savino con Juan Moreira. Casalla ilustró también la historieta
podían contar la historia “siempre que no se tergiverse ni biográfica “Severo Chumbita, el montonero de Arauco”, en El
deforme −éste es el lado delicado de la cuestión− la verdad Tony, 1970, con guión del escritor riojano Luis Fernández
cabal, en beneficio de postulaciones políticas o sociales” Zárate.
(“Ayer, Hoy y Mañana”, 1969: 14).
Sobre el tratamiento de la temática gauchesca en Columba, en
A fines de 1969 y comienzos de 1970, Oesterheld vuelve a la un reportaje de Germán Cáceres el guionista Jorge C. Morhain
carga con Epopeyas Argentinas, una serie que apenas alcanza a contaba su participación: “en un principio tuve la mirada
publicar dos números: uno sobre la batalla de Chacabuco y el ingenua de la historia oficial, pero a medida que iba
segundo sobre el caudillo guerrillero Martín Güemes, con varios enterándome pasé al revisionismo. Una fuente constante es la
dibujantes noveles. En el N° 2 definía con precisión el revista Todo es Historia, que coleccioné desde su primer
propósito: “Epopeyas Argentinas es historia viva. Historia tal número. La familia Columba desciende del caudillo Bustos, e
como fue, con la gente común, los soldados y los hombres y las invariablemente sintieron simpatía por el federalismo (sin
mujeres del pueblo, sufriendo y luchando junto a los grandes declararlo abiertamente, claro). Además, siempre tuvieron claro
constructores de la nacionalidad” (Oesterheld, 1970, prólogo). que lo de Roca fue un genocidio, por eso nuestros fortineros
Todo marchaba hacia una mayor concientización política, actúan en la época del ministro Alsina, que tenía una mirada
crecían la resistencia popular y las acciones guerrilleras, humanista y realista de las relaciones con los pueblos
mientras se avecinaba el regreso de Perón y la salida electoral de originarios. Sobre los últimos días de Columba escribí una
la dictadura. La historieta no podía quedar ajena a ese clima de historia virulenta donde pintaba el malón de Roca con toda su
ebullición. En 1971 aparece la editorial Cielosur, dedicada a crudeza: Gualichu. Sólo llegaron a publicarse dos episodios,
republicar las historietas de Rapela “Fabián Leyes” y “El uno de los mejores trabajos de Casalla” (blog de La Duendes).
Huinca”, además de gran cantidad de material histórico y Tiempo después, en 1974, sale la revista Turay, conducida por
gauchesco nuevo, con dibujantes como César Spadari, Raúl el dibujante Enrique Meier, como una cooperativa entre
Roux, Jesús Balbi, Carlos Magallanes y José Caramuta y dibujantes y guionistas, que si bien no duró más de cuatro
guionistas como Leonardo Wadel y Sergio Almendro, además números, constituyó un ejemplo de lo que se puede hacer al
del mismo Oesterheld, a veces con seudónimo. Algunas series margen de las grandes empresas.
que produjo fueron “Lanza Seca”, “El mayor Laguna” y
“Cuentos de fogón”. Era el caso único de una editorial dedicada La revista traía material de calidad, en el que se destaca la
casi exclusivamente a los temas históricos nacionales, y tuvo serie “Manuscritos apócrifos de la conquista”, escrita por
durante años muy buena recepción por el público. Oesterheld Morhain. Ficcionaba distintos momentos de la conquista de
abordaría también la historia en 1971 con “1827 ¡Ataque a la América por los españoles, con la novedad de que lo hacía desde
Patagonia!”, dibujada por Roume, en la revista Patoruzito el punto de vista de un aborigen inca o de un grumete del barco
Escolar. de Colón; el primer episodio, “Bernal Ordóñez de Vivar, viaje a
las Indias”, con dibujos de Ángel Alberto Fernández, y el
A comienzos de la década del 70, Oesterheld escribe
segundo, dibujado por Domingo Mandrafina, “Tradición oral del
“Latinoamérica y el imperialismo, 450 años de guerra” para la
chasqui sagrado”. No había héroes sino testigos o víctimas de la
revista política El Descamisado. Los impresionantes dibujos de
tragedia americana.
Leopoldo Durañona dan tremenda expresividad a los textos de
Otra serie que enriqueció la revista fue “Historias de la pampa publicar en sus revistas abundante material de contenido
bárbara”, con guiones de Eugenio Mandrini y dibujos de histórico nacional: se destacan “Pehuén Curá”, de Julio Álvarez
Horacio Merel; relatos que no hubieran sido publicados por las Cao y Arancio; “Terco”, dibujado por Ascanio con guión de
grandes editoriales, dada su índole contestataria, reveladora de Ricardo Ferrari; “Crónicas de un porteño viejo”, con guión de
“otra historia”. Felipe Ávila lo recuerda así: “Turay privilegió lo Julio Álvarez Cao y dibujos de Casalla; un par de episodios
hispanoamericano, ya desde su título: ‘turay’, voz quichua que sobre Facundo Quiroga escritos por Robin Wood y dibujados
significa ‘hermano’: nombre asociado con la leyenda del norte por Daniel Haupt, y mucho más.
argentino, la del Kakuy, con dos hermanos amantes que se Por esos tiempos se daban paradojas como la que sufrió el
distancian, y ella le llama eternamente, buscándole: kakuy, dibujante chileno Arturo Del Castillo: dueño de un dibujo a
turay, turay... (hermano, hermano). Fue Jorge Claudio Morhain pluma insuperable, se había especializado en westerns desde que
el que acercó este nombre al director y al grupo creativo inicial, hiciera “Randall” en Frontera, y a comienzos de los '60 fue
y Turay fue elegido como título de la nueva publicación. Turay, captado por las editoriales europeas, donde uno de sus
título bien nuestro, por etimología, insólito en una publicación personajes sobresalientes se llamó Kendall. El caso es que cada
argentina, pero que denotaba por sí mismo una postura, Turay tanto iba a las editoriales argentinas a buscar trabajo, y en
privilegió además la revisión de temas históricos, el Columba y otras le mostraban cantidad de sus Kendall hechos
‘descubrimiento’ de América, la traición del conquistador para Europa, que nuestras editoriales compraban a bajo precio.
español sobre el Inca, en su afán de riquezas; la guerra de No necesitaban su trabajo, ya tenían demasiado de él. Lo mismo
fronteras contra el indio, la vida en el desierto con el indio, le pasaba a otros. O sea que nuestros mejores artistas competían
etc.” (blog Rebrote, “Pensar la historieta”). en condiciones desfavorables ¡contra sí mismos!
Sorteando la represión de la dictadura Podemos decir que hasta la transición democrática en 1983, no
Durante esta década y las siguientes, la editorial Columba hubo grandes novedades en la manera de hacer historieta
domina el mercado con ventas extraordinarias y no deja de histórica, con la sola variante de la aparición de la editorial
Record que, orientada principalmente a vender su producción en -“Camino a Esteco”, guión de Carlos Albiac y dibujos de Oswal,
Italia, no dejó de publicar obras de artistas con temática en la revista Bang! en 1981. Oswal también realizaría “Los
latinoamericana −un poco for export, claro−, como las de quilmes” para la revista Trix y “Buenos Aires, las putas y el
Breccia y Roume. Algunas historietas aparecidas en este período loco”, con guión de Ricardo Barreiro, para el mercado europeo;
fueron: -La Virgen María en la Argentina, dibujos de Martha Barnes, en
-“Orelie I, rey de la Patagonia”, con guión de Jorge Morhain y dos tomos publicados por Editorial Esquiú, 1981;
dibujos de Roberto Regalado, en la revista Billiken; -“Hermanos Blanco”, con guión y dibujos de Gianni Dalfiume,
-“El Buen Dios”, por Carlos Trillo y Enrique Breccia, en 1976 en la revista SuperHumor, 1982;
en editorial Record, donde también publica Carlos Roume varias -“2 de Abril”, primera historieta sobre la Guerra de las
magníficas historias sobre caballos criollos; Malvinas, por Jorge Morhain en los guiones y Mario Morhain en
-“Álvar Mayor”, por Trillo y E. Breccia, en 1977 en Record, los dibujos, tira publicada durante la contienda en el diario El
incorporando a la historieta el “realismo mágico” de García Litoral de Santa Fe, 1982. Al año siguiente, nuestra historieta
Márquez; Soldadito, también sobre Malvinas, se publica en la revista
-“Querida madre”, por Guillermo Saccomanno y Durañona, Caras y Caretas;
sobre la Guerra del Paraguay, en la revista El Péndulo N° 3, de -“Ibáñez”, dibujada por E. Breccia con guiones de Robin Wood,
Ediciones de la Urraca, 1979; para la revista D'Artagnan, de Columba, 1983. También dos
-“La espera”, guión y dibujos de E. Breccia sobre las luchas episodios de “La conquista del desierto” son publicados en el
entre indios y blancos en la pampa, SuperHumor N° 3, 1980; exterior y luego en SuperHumor;
-“La guerra gaucha”, historieta humorística escrita y dibujada -“Caza mayor”, con guión del escritor Dalmiro Sáenz y dibujos
por el autor de estas líneas, se publica en la revista Pupo de San de Carlos Roume, en el N° 2 de la efímera revista Don, 1983.
Salvador de Jujuy en 1980; (Continuará)
Fuentes consultadas
Ávila, Felipe, Oesterheld y después. Herederos del Eternauta, Buenos Aires, Ediciones Rebrote, 2008.
50/30. 50 Años con El Eternauta, 30 años sin Oesterheld, catálogo de la muestra coordinada por Mariano Chinelli, Ministerio de
Educación y Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 2007.
http://laduendes.blogspot.com/
Lipszyc, Enrique, Técnica de la historieta, Buenos Aires, Escuela Panamericana de Arte, 1967.
Oesterheld, Héstor G., Güemes, el guerrillero, Buenos Aires, Epopeyas Argentinas, 1970.
Oesterheld, Héctor G. y Leopoldo Durañona, Latinoamérica y el imperialismo. 450 años de guerra (recopilación de la historieta
aparecida entre 1973 y 1974 en el semanario El Descamisado), Buenos Aires, Doeyo y Viniegra Editores, 2004.
Rebrote N° 1, Buenos Aires, Ediciones Rebrote, 2001.
Trillo, Carlos y Guillermo Saccomanno, Historia de la historieta argentina, Buenos Aires, Ediciones Record, 1980.
Usted y la historieta, “Ayer, Hoy y Mañana” N° 100, suplemento de La Razón, Buenos Aires, 1969.
La muestra “Tierra ranquel. Arte, pensamiento y
comovisión indígena”, exhibida en Buenos Aires en el
Museo de Arte Popular José Hernández entre marzo y
mayo del corriente año, presenta piezas de artistas de La
Pampa, los alfareros Juan Pérez y Natalia Martínez y el
escultor Rubén Schaap, incluyendo espectáculos
musicales, videos y charlas sobre la cultura ranquel.
La primer obra que recibe al visitante en la entrada al
Museo es un trío de choikes –ñandú patagónico− en
tamaño natural y ordenados en círculo, “en ceremonia”
dice Schaap. Las otras piezas están alojadas en las salas
del subsuelo, organizadas en correspondencia a los
colores de la bandera ranquel: “el azul representa el cielo,
el rojo representa la sangre de los ancestros, el marrón
representa la tierra ranquel, el verde representa la
naturaleza”. Se ingresa la muestra a través de pasillos
azules, para encontrar la escultura de una machi cuyo
rostro expresa, en el metal, una mujer en trance.
Conmueve ese rostro y su altura, que logra alcanzar la
real, pequeña pero inmensa en su gesto.
El resto de la muestra está en las salas verde y marrón,
enteramente dedicadas a la producción cerámica de Juan
Pérez y Natalia Martínez. Es importante aclarar que Juan
y Natalia recorrieron −como tantos artistas indígenas de
nuestro país− el camino del regreso a su identidad
originaria. Juan por la sangre ranquel; y Natalia, por ser su
compañera de vida y de oficio, tuvo la oportunidad de
adscribir a la pertenencia que ya su posición indigenista
marcaba. Ambos pertenecen a la comunidad Baigorrita.
De allí la decisión de conjugar elementos simbólicos de
esta pertenencia en el lenguaje de las formas.
Las primeras y más llamativas son las de naturaleza
zoomorfa. Piches –piche patagónico o armadillo− y
choikes recorren la muestra en forma de cazuelas, mates,
vasos, botellas. La segunda forma es la del cuenco, lo
continente, con insistencia en la importancia de su función
utilitaria en la cotidianeidad del pueblo indígena.
Cuenco y figura zoomorfa son los rasgos de una pieza
principal llamada “Olla comunitaria ranquel con cazuelas
piches”. Se trata de una olla para fuego directo y las
cazuelas montadas sobre un promontorio de arcilla a
modo de rewe, homenaje a la base de la alimentación
rankülche.
La tercera forma es la humana en contexto de
ceremonia, el espíritu sometido a las fuerzas de la
naturaleza, lo humano en relación a la hierofanía, en
cantos sagrados, danzas rituales, percusiones. Machis en
ceremonia, choiqueros danzantes y una kultrunera
testimonian ceremonias tan antiguas como vigentes.
Una última forma es –al igual que los amuletos
newenes− de una no forma: la Ñuke Mapu o expresión de
la Madre Tierra. La Ñuke Mapu es una pequeña figura
. femenina con el rostro en expresión extática; en sus
manos atesora los colores de la identidad. La pieza oficia
En diálogo con la Machi, hay una instalación
de distribuidora de ambas salas y coloca al espectador
colaborativa de los tres artistas: el Newen. Este complejo
ante el texto principal, escrito por el poeta pampeano
artefacto representa a la Fuerza en todas sus
Sergio De Matteo.
manifestaciones. La más grande, de metal, sostiene en un
La Ñuke Mapu es la alegoría del buen vivir. La Madre
kultrum las más pequeñas, materializadas en amuletos de
Tierra como centro de lo económico, lo social y lo cultural
arcilla, masculinos y femeninos, con cascabeles, ofrendas
es la fragua de la experiencia comunitaria ranquel actual.
e instrumentos.
La Ñuke Mapu es, en su expresión más sencilla, la tierra
que abunda en toda la exhibición en diversas
instalaciones. Grandes bolsas de arcilla de Naicó se
trajeron de La Pampa para sumar a la experiencia
sensorial artística la renovada energía cultural con que las
generaciones pasadas y presentes que habitan la tierra
ranquel fundamentan el comunitarismo indígena del siglo
XXI.
−¿Ustedes prepararon esa escena de fiesta criolla que se ve había sido moldeada a la europea.
en la película?
AV: Yo en Buenos Aires, iba en tranvía con el bombo sin
AV: Sí, danza, canto, con la ropa típica, todo eso. Para lafunda, y me decían: ché pibe, ¿qué es eso? No tenían la
película buscamos amigos, amigas, y les enseñamos a menor idea. No conocían. Éramos pocos del interior. De
bailar el carnavalito. Le voy a contar algo, que pasó hace Catamarca, Acosta Villafañe con su conjunto; había un
tantos años. En un momento dado de la filmación, dúo Martínez-Ledesma; la señora Marta de los Ríos,
mediodía, Demare dice: descanso, vayan a caminar. Era santiagueña; póngale uno o dos más. Los hermanos
un estudio, creo que por Martínez. Había una mesa con Abrodos, sí; Fernando Ochoa, que recitaba cosas
una sandía, no sé si la trajeron de Brasil, porque era criollas. Los Peralta Dávila, riojanos, creo que aparecen
invierno; todos se van y quedé solo, yo miraba la sandía, después, por los años ’50. En 1945, en un dúplex de la
y la sandía me miraba a mí, hasta que me la comí. calle Santa Fe, pusimos un cartel: “Estudio de Arte
Cuando se sigue filmando, el dibujante que tenía Demare Nativo de los hermanos Abalos”, donde enseñábamos a
había dibujado una escena con la sandía, y la sandía no bailar, a cantar, a tocar música criolla en el piano, y el
estaba, ¿dónde está la sandía? Yo miraba para arriba. bombo también, como una base para lo demás. Nos dimos
¿Qué pasó con la sandía? y yo miraba para arriba. La cuenta que no era fácil, pero seguíamos. También
película sale al público en 1942, y cuando se cumplían 25 abrimos la peña Achalay Huasi, “casa linda”, en la calle
años, hubo una cena, de casualidad me sientan al lado de Esmeralda, entre Santa Fe y Charcas, donde estábamos
Lucas Demare. Le dije: ¿usted se acuerda de lo que pasó haciendo folklore en un local rodeado por night clubs.
aquella vez en la filmación con la sandía? Mirá pibe, no −Zona frecuentada por gente de la noche, y del tango, ¿no?
me hagas acordar, porque en aquel momento… Tuvieron
que hacer la sandía de papel maché, pintarla, y esperar AV: Claro, y gustaba, aunque todavía éramos
que se seque con un ventilador. Yo respiré fuerte, y le aficionados. Los porteños encontraban el repertorio
conté que me la comí yo. Me mira y se ríe: te salvaste, criollo, tranquilo, algunas composiciones nuestras, no se
porque en aquel momento te daba una pateadura [risas]. hablaba de tristeza, todo alegre. Explicábamos lo nuestro,
y a la vez aprendíamos. Yo aprendí a tocar la quena con
−Ustedes traían el folklore del interior a esta ciudad que Adolfo.
−En esa época de los años ’40 empieza a darse un espacio −Lo que envejece son los disgustos, o los remordimientos.
obligatorio en las radios para emitir música nacional. AV: A Mercedes Sosa le escuché cantar por radio
AV: Claro, la época de Juan Domingo Perón. Eso ayudó “Gracias a la vida, que me ha dado tanto” y pensé que
bastante. Aunque después se borró, hasta el día de hoy. esa frase era para mí. Quise ir a conocer a la autora,
−¿Ustedes nunca hicieron tangos? Violeta Parra, a Chile, pero me dijeron que ya había
muerto. A Mercedes la ayudamos a escaparse del país,
AV: No. El tango, haciendo memoria, nace en familias
sufrió mucho en la época de los militares.
italianas. Canaro, Lomuto, los tangueros eran de origen
italiano, no español. −Y a ustedes ¿cómo les fue en ese tiempo?
−Así es, el tango es cultivado por los hijos de los AV: Había un señor, no de cultura, sino de prensa, no me
inmigrantes. Pero Manzi, por ejemplo, hizo también acuerdo el apellido; nos mandaban a actuar en tal o cual
algunas cosas más cerca del folklore, ¿no? parte, y no nos pagaban. Estábamos muy preocupados, y
cuando conocimos en un casamiento al embajador de
AV: Homero Manzi tiene una virtud de ver lo que otros
Estados Unidos y su señora, por invitación de ellos
no ven, como esa hermosa canción sobre San Juan y
estuvimos a punto de irnos allá, pero justo cambió la
Boedo. Era un poco campesino y un poco urbano. Los
padres lo traen de chico de Añatuya, no de Añamía [ríe], situación con el gobierno del doctor Alfonsín.
y cuando viene acá le gusta el tango. En Santiago, siendo −Últimamente ¿qué está haciendo?
muy joven hacía poesías, y acá van naciendo sus letras, AV: Algunos recitales. Prácticamente me estoy
los argumentos, miti y miti. despidiendo. Quedo en Radio Nacional Folklórica. Con
−¿Usted lo trató a don Sixto Palavecino? Era un hombre de la señora Silvia Majul hemos pensado editar un libro de
temperamento campesino. mis recuerdos.
AV: Don Sixto, peluquero. Hablaba quichua. Muy −Nosotros, bajo la dirección de su tocayo Víctor Giusto, en
importante su aporte para nuestra cultura. Era violinisto, la licenciatura en Folklore de la Universidad de las Artes,
no de la academia, del arco sacaba un sonido muy nos interesa lo mismo que a usted, el arte popular del país.
campesino, muy lindo. Él tocaba el bandoneón, de chicos AV: Hay que estudiar, hay que prepararse. Por suerte
nosotros íbamos con Machaco a la tarde con otros tenemos una gran diversidad, cada región su música, su
amigos a visitarlo a la peluquería; dejaba de trabajar y habla, sus costumbres. Corrientes, el Paraná, es una
tocaba el bandoneón. Pasan los años, un amigo le dice: cosa; en el Chaco, Formosa, influyen los paraguayos que
dedicate a tocar el violín, y cambió. Y sigue todo lo que llegan cruzando el río; en Mendoza, allá por el año 46
usted ya sabe de él. Me habló un día por teléfono: me saqué el bombo para acompañar un gato cuyano y me
estoy despidiendo de la vida, dijo, y yo: no, le prohíbo que dijeron: aquí no, eh? porque en Cuyo no hacen
muera. Se reía. A los quince días me llama su hijo: papá percusión; y en cambio en La Rioja sí. No todo es igual.
falleció. Se despidió por teléfono. Y de todo esto fueron surgiendo nuestros grandes
−Usted, Vitillo, ¿cuántos años tiene? artistas: los Chalchaleros en 1950, dos primera voz, dos
segunda voz, que conquistaron al público. Los
AV: Apenas noventa y seis. Sin dolor.
Fronterizos. Poco a poco íbamos arrimando la cosa.
−¿Cuál es la receta para llegar a los cien? Jaime Torres, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, Eduardo
AV: Para qué voy a inventar o fantasear; me preguntan Falú, Guaraní, muchos.
cómo hice, y les contesto: porque me porté casi bien [ríe]. −¿Le gusta lo que hacen en fusión, por ejemplo Víctor
Soy una persona normal. Mi conciencia está muy Heredia o León Gieco?
tranquila, nunca jorobé al prójimo. Los cinco hermanos
AV: Me agrada lo que hacen ellos, aunque no es folklore,
pensábamos lo mismo. Estábamos en el Vaticano, con el
son muy buenos, pero es otro dial. Son mosaicos de
papa Juan Pablo II, y pregunta ¿es cierto que no se
diferente color, no sé si me explico. Lo que a mí me
pelean? Machingo le dice: es cierto, tata cura, nunca nos
preocupa y me ha guiado en mi vida es que la tradición
hemos pegado un empujón. Él hablaba poco castellano,
criolla, el arte popular argentino, es una historia que
pero nos decía que él y sus hermanos, de chicos, en
merece ser conocida.
Polonia, andaban a las patadas.
El tango puede entenderse como una respuesta cultural eurocéntrica, y una fuerza de trabajo compuesta por
identitaria desde la “zona de encubrimiento”, cuando inmigrantes mayoritariamente europeos, peones criollos y
nuestra sociedad lo gestó para expresar una pertenencia, negros; entre los cuales vagaban sombras gauchas-
atestiguando vidas, costumbres, sucesos sociales y payadoriles, junto al encubierto grito de dolor y muerte del
políticos, dramáticos o pintorescos, reflejando también la indio aniquilado por los remington.
moral de su tiempo. Obtuvo primero el consenso de los En medio de todos aquellos subsumidos, poco a poco
excluidos (negros, compadritos, los más humildes habría de ir apareciendo, en pleno proceso de
inmigrantes), nutriéndose de palabras para “su” lunfardo, el europeización, el tango como respuesta vital y creativa de
lenguaje popular porteño. un saber diferente.
A partir de algunos aspectos de esa genealogía social que El tango siempre tuvo un movimiento centrípeto, dice
resultan relevantes en el proceso de su nacimiento, Gobello; es decir que todo lo que pudo encontrar fue
desarrollo, apogeo y vigencia, proponemos una historia atrayéndolo hacia sí, y lo que dio porte a su identidad lo
crítica del tango. No es lo común: sólo un puñado de fue enriqueciendo con otras experiencias que estaban
autores han hecho una contextualización más o menos permitidas o escapaban por los intersticios que aún
profunda, fuera de la visión eurocéntrica. En el presente ofrecían resistencia a la modernidad.
trabajo apuntamos a plantear ciertos elementos a tener en En los orígenes era sólo un puñado de adquisiciones
cuenta. coreográficas, cortes y quebradas inspiradas en los negros,
creadas por los compadritos, que se agregaban a bailes
La raíz afro
habituales como la polca, la mazurca y la habanera.
Podemos situar la génesis del Tango desde poco antes de Podemos decir que los compadritos −hijos de los gauchos
1880 hasta aproximadamente 1895, cuando adquiere excluidos– pasaron del disfrute de la “ombligada” de los
importancia la definición de la ciudad de Buenos Aires negros a tomar la noche en abrazos, y el tango nació
como capital de la República. Con su cabeza porteña, el entonces en las reuniones y fiestas de los sitios de negros.
país marchaba a toda modernidad: la economía agro- Así lo atestigua una nota en la revista Caras y Caretas
exportadora, ligada por lazos coloniales al imperio del 15 de febrero de 1902, que cita Gobello, donde una
británico, una hegemonía cultural afrancesada y anciana negra es entrevistada por Figarillo. Es la ex
presidenta de la comparsa de la nación Venguela, que demorarán el ingreso formal por la puerta grande para el
cuenta: “En 1870, antes de la peste grande, los mozos bien disfrute de la familia argentina. Y “la verdad verdadera”
comenzaron a vestirse de morenos, imitando nuestro modo tendrá que llegar de Europa, como todo entonces.
de hablar, y los compadritos inventaron la milonga hecha Porque apenas crecidito, el tango se mandó a mudar a
sobre la música nuestra y ya no tuvimos más remedio que probar fortuna “a las Uropas”, junto a sus creadores,
encerrarnos en nuestras casas, porque éramos pobres y bailarines y músicos. El tango −música y danza− fue un
nos daba vergüenza…” éxito creciente a partir de 1907, y cuando las ondas sonoras
La milonga que refiere la entrevistada es el tango, pues de su eco europeizado llegaron a Buenos Aires provocaron
en los comienzos se decía indistintamente tango o milonga un replanteo en el seno de la hegemonía imperante. Pues
(ambas palabras de origen africano). La señora, a quien el París era entonces el centro cultural de Europa.
periodista no le pregunta su nombre, o al menos no lo
menciona en el artículo, es mujer, negra y pobre; por tanto
se encuentra en la “objetividad aplastante” que señala
Franz Fanon, tratada como “objeto entre medio de otros
objetos”. Ella guarda la memoria viva de su grupo pero es
mostrada como objeto, con lo cual la entrevista se
convierte en la descripción de una experiencia de
aproxemia, es decir de aproximación a una cosa.
La pregunta final de Figarillo revela algo del
modernismo propio de un hombre “civilizado”:
−“Y todos estos instrumentos ¿para que los conserva?
−¡Para recuerdo, señor!... Nosotras somos las últimas
personas de nuestra nación que quedan en Buenos Aires y
nunca hemos querido separarnos de estas memorias”.
Figarillo se fue a la tumba muy probablemente sin
comprender la respuesta de la cultura negra encarnada en
aquella sabia mujer. Los africanos y sus descendientes,
sacrificados en las vanguardias de cada guerra, todxs como
parte de la zona encubierta de nuestra sociedad, con sus
sollozos como cantos en su tañir de parches, irán sufriendo
un destrato en la cotidianeidad del tango que ingresaría
luego al “mundo blanco, el único honrado”.
Desde allá, para sorpresa y atonía de “las familias bien”,
Una música dis-tinta lo elogiaron muchos intelectuales, como el miembro de la
Los músicos, atentos a la realidad que se imponía en los Academia Francesa Jean Richepin, mientras condes,
nuevos movimientos inspirados en la “cosa de negros”, duques y princesas danzaban esa música nacida en los
fueron adaptando su repertorio conocido a las coreografías arrabales de un sur tan sur que ni se sabía dónde quedaba.
de los compadritos, para después ir improvisando y “Sería una injusticia negar que el tango, el gran delirio
creando una música que sería distinta y que llamaron actual de toda Europa, tiene una marcada influencia
tangos criollos. educadora. En los últimos seis meses la gran masa del
El tango se irá conformando así, entre “gente sencilla” público se ha familiarizado con el nombre y la posición
según dice la historia oficial: compadritos orilleros, geográfica de la República Argentina, más ampliamente
obreros, inmigrantes, portuarios, matarifes, con músicos que con todo lo que hasta entonces habían podido
aficionados a instrumentos fáciles de transportar, y se enseñarle años y años de informaciones sobre ferrocarriles
creará y recreará coreográficamente en ambientes como y cosechas. El tango es, pues, la última forma de
prostíbulos, “peringundines” de la zona portuaria, en las penetración pacífica con que la República Argentina está
orillas de la ciudad y en la campaña, donde asisten en su conquistando al Viejo Mundo” (un corresponsal inglés, en
mayoría hombres. Con el “no lugar” de la mujer, ¿en qué 1914, citado por Vicente Rossi en Cosas de Negros).
otros ambientes podrían haberse dado, en aquellos tiempos,
los abrazos del tango? La reminiscencia gauchesca, en el tango y el sainete
Asimismo el tango se oirá en los patios de los Por sus tangos fundacionales, su obra de compositor, poeta
conventillos, y se difundirá a través de los organitos e intérprete, a Ángel Villoldo (1861-1919) se lo ha llamado
andariegos que llegaban a todos los barrios porteños, como “padre del tango criollo”. Hijo de padre uruguayo y madre
así también por las primeras partituras y producciones argentina, fue cuarteador, tipógrafo, periodista, un
discográficas. Tangos mayormente alegres y pícaros, que protagonista de su tiempo comprometido con su gente. En
andaban haciendo camino en el silbo o el tarareo callejero, 1907, ante la huelga de los inquilinos, publicaba un diálogo
o con guitarra, violín y flauta, por toda la ciudad y parte del en Caras y Caretas reflejando la angustia de quienes
interior del país. quedarían en la calle. En sus versos encontramos
Claro que los habrá con “letrillas guarangas”, que numerosos testimonios de la realidad social:
Cuando el tiempo de la huelga sentencia de muerte de Sarmiento.
de guardas y de cocheros Horacio Ferrer decía del gaucho que, despojado de todo,
a todos mis compañeros se atrincheró en el presente; la violencia de su desarraigo
con el coche los seguí… vino a gotear sobre los bordes de la ciudad, pero no logró
penetrarla, sus energías estallaron contra el muro
invulnerable de su inadaptación y desembocaron en la
impotencia y el expediente desesperado de la prepotencia;
el suburbio –como zona física del encubrimiento− sería la
gran necrópolis donde vino a guardarse para siempre.
Por cierto, nuestro teatro testimonia desde los inicios el
desafío gauchesco. Uno de los fundadores, José “Pepe”
Podestá −quien tomó el papel de Moreira en la primer
pantomima con temática de estas tierras, el único actor
argentino que sabía montar a caballo, tocar la guitarra y
manejar el facón− comenta en sus memorias: “Infundí
tanta realidad al Juan Moreira, que muchas veces se
dictaron decretos policiales prohibiéndolo, en mérito a que
después de la función, no había gaucho pobre que
soportara las injusticias del machete”.
“El tango y el sainete fueron como hermanos siameses”
dice José Barcia. En aquel Buenos Aires donde crecía el
tango, por un lado existía lo que se denominaba “el gran
teatro” y por el otro “las representaciones menores”, de
gran atracción popular. A partir de 1880, cuando llega el
“género chico” español al Río de Plata, comienzan a
ofrecerse en teatros y picaderos las zarzuelas y piezas de
origen hispano que influirán fuertemente en los
“zarzuelistas criollos”. “Y el que se atreve a decir / que no
hay arte en un sainete / no sabe dónde se mete / ni por
dónde ha de salir”, dijo en versos Alberto Vacarezza.
El drama gaucho era representado en el circo criollo
desde 1884 por los Podestá. Y nuestro sainete, que aparece
estructurado e identificado como tal en la década de 1890,
según Silvia Pellarolo “logró aglutinar y perpetuar los
motivos y estrategias escénicos que había venido
manifestando la dramaturgia rural y el circo criollo por
Aunque se lo suele mostrar como meramente “divertido”, más de un siglo –la payada, las danzas y estilos
Villoldo era un crítico de la “modernidad” de la época, regionales, el carácter ritualista y festivo, la
según se aprecia en su milonga “Matufias, o el Arte de improvisación− a los que incorporó las caricaturas de
Vivir”: tipos suburbanos (el compadrito, el napolitano, el gallego,
Es el siglo en que vivimos el negro), con su peculiar modo lingüístico (lunfardo y
de lo más original, cocoliche) como jerga escénica”.
el progreso nos ha dado El lunfardo tanguero
una vida artificial.
Muchos caminan a máquina Desde 1880 hasta mediados del siglo XX, la ciudad exhibió
porque es viejo andar a pie, un fuerte poliglotismo. Esto no era privativo de los
hay extractos de alimentos inmigrantes. Como recuerda Norma Carricaburo, la clase
y hay quien pasa sin comer alta argentina traía institutrices europeas, y según el origen
[...] La chanchuya y la matufia o las preferencias se hablaba en francés, inglés y alemán,
hoy forman la sociedad lenguas de prestigio en que se escolarizaba a los retoños.
y nuestra vida moderna es una calamidad. Escritoras de clase alta escribieron e incluso publicaron
libros en otro idioma, pues consideraban al español como
En tangos de estructura cupletista, como “La Morocha” el modo de comunicarse con el personal doméstico.
de Villoldo y Saborido, de 1905, la letra resalta virtudes Sin embargo, no era ese bilingüismo elitista el que
como la nobleza y la lealtad que se asocian al gaucho, al asustaba a la clase dirigente, sino la lingua franca, la babel
paisaje campero, a la patria amada. Con ello se abren al de la ciudad cosmopolita, resultado de la política
tango las puertas de las casas de familia, y el gaucho inmigratoria, que reflejan las estampas costumbristas de
reclama también un lugar en el cariño del pueblo, desde el Fray Mocho. Asimismo, esa efervescencia de idiomas en
infierno de la zona del “no ser”, muy a pesar de la contacto se muestra en el sainete, con el patio del
conventillo como lugar de comunicación y encuentro, y la Siguiendo a Oscar Conde, podemos ver el abundante
hibridación lingüística que más llamaba la atención era la aporte de las lenguas originarias, como los quichuismos
del italiano consustanciado con el criollo. El periodismo de paica (mujer) pucho (colilla), cancha (habilidad,
fines del siglo XIX destaca que, para los carnavales, experiencia), de donde deriva canchero; también cache (de
inmigrantes italianos se disfrazaban de moreiras y mal gusto), china (mujer), chusas (cabellos largos, sueltos),
compraban guitarras y facones. Hay que recordar que los guampa (cuerno), ñaupa (antiguo), guacho/a, de wacha
folletines de Eduardo Gutiérrez solían editarse en Italia. (huérfano, y otras usos), chiche (pequeño, delicado); y
El tango cantado utiliza esas palabras asimiladas del podríamos seguir una larga lista que incluye el náhuatl
lunfardo, así como el juego de hablar al revés o deformar camote (enamoramiento), el guaraní matete (desorden),
los términos a gusto para definir lo que se siente y quiere etcétera.
decir. Aunque, por ejemplo, la ley 1420 de educación
común pretende “educar al soberano” en una Argentina
monolingüe y sin barbarismos. “Es hacer al país un
servicio importantísimo estudiar los vicios más frecuentes
en el hablar común e indicar el correctivo” dice Sarmiento.
Ello nos retrotrae al bando del corregidor Areche para
prohibir el idioma quechua, junto con bailes, trajes,
peinados y pinturas que “les recordaban memorias de sus
incas”.
De todos modos, el pueblo no aplicó correctivo alguno a
sus palabras queridas y, “manoseándolas a diario”, las
dejó vivas y reproduciéndose en el zurdo corazón del
teatro, del periodismo y del mismo tango canción que, Nos dice Rodolfo Kusch que el idioma tiene cosas
desde aquel mojón de “Mi noche triste”, no abandonarían extrañas. Uno cree que existe una gramática enseñada por
jamás al tango, a menos que lo censuraran. la maestra o el profesor, a la cual hay que ajustarse. Está
En nuestro país el idioma español recibió bien, pero ¿por qué se da el lunfardo, o por qué a través
transformaciones dialectales decisivas, como el voseo, con del tiempo fueron generándose ciertos términos? Es que el
las consecuentes variaciones en el paradigma verbal y una idioma refleja por una parte la cultura adquirida, y por otra
considerable cantidad de argentinismos. Dentro de estos parte la libertad que uno asume, lo que su propia vida
términos –algunos de uso común en todo el país y otros exige. Y esto último es como afirmar la propia existencia.
regionalismos propios de distintas provincias− hay una En palabras de un creador comprometido, Enrique Santos
importante porción que pertenecen al lunfardo, y que por Discépolo: “Lo que sucede es que hay palabras feas y
su uso frecuente y fuerza perseverante (“bien polenta”) palabras lindas. Y yo utilizo las que me gustan por su
tuvieron que incorporarse al eurocéntrico Diccionario de la sabor rotundo, pictórico o dulce. Las hay amplias, curvas,
Real Academia. Palabras como berreta, morfi, falopa o melosas, dolientes. Y si mi país, cosmopolita y babilónico,
ñoqui, etc., recibieron esa especie de “certificado de manoseándolas a diario, las entiende y yo las preciso, las
nacimiento y buena conducta” que les permitió salir de la enlazo lleno de alegría. Nuestro lunfardo tiene aciertos de
zona de encubrimiento. Y si bien es cierto que hay muchos fonética estupendos. Me hacen gracia esos que creen que
lunfardismos tomados del español con otro significado los idiomas los han hecho los sabios. Si la necesidad de un
(como azotea, por cabeza), lo que distingue al lunfardo es pueblo es capaz de crear un genio, ¿cómo pretenden que
la extraordinaria cantidad de términos provenientes de se detenga en la creación de una palabra que le hace
otras lenguas: de origen itálico, como laburar, fiaca, etc., falta?”
afronegrismos como marimba (golpiza), lusitanos como Del esplendor a la diversidad
tamangos (zapatos), anglicismos como espiche (discurso),
y hasta del polaco, como papirusa (mujer hermosa). Con Pascual Contursi, las letras de los tangos expresan el
En un sentido amplio, con el lunfardo –originado en abandono y la tristeza, urgencias de la realidad social, del
forma paralela al tango− el pueblo agranda su idioma, y es inmigrante que extraña, o también del migrante
también una síntesis lingüística, una memoria de la historia provinciano; y entonces será acompañado por un nuevo
argentina que da cuenta de distintos grupos sociales. En instrumento, el bandoneón, de sonido profundo y grave.
clave descolonizadora, el lunfardo es una manera de Vendrán años de esplendor para el tango ejecutado por
descubrirnos encubiertos, porque como dice Silvia Rivera las grandes orquestas, con estilo propio, luciéndose en
Cusicanqui: “Hay en el colonialismo una función muy salones familiares, radios, cabarets, clubes, carnavales. Se
peculiar para las palabras, las palabras no designan, sino destacan cantores y cancionistas, y sobreviene la influencia
encubren […] las palabras se convirtieron en un registro del maestro de la primera gran escuela del modo de
ficcional que velan la realidad en lugar de designarla”. cantarlo: Carlos Gardel. Fue un creador de la canción
Nuestro lunfardo tiene un alto porcentaje de vocablos campera rioplatense y fundador de la estética del tango
traídos al país por la inmigración europea, pero también canción, transformado en arte existencial. En sus
por las sucesivas migraciones internas, que tuvieron lugar comienzos interpretaba canciones criollas, el vals criollo, la
en especial durante la primera mitad del siglo XX. milonga, y se lanzó a una nueva especie, de éxito todavía
aleatorio: cuando grabó “Mi noche triste” de Contursi y rock y las vicisitudes del mercado propio. El tango de la
Castriota en 1917, inauguraba un nuevo estilo que poco época de oro, de las grandes orquestas, con un relato lejano
tenía que ver con los tangos primitivos, villoldeanos o a lo que la juventud quería escuchar, ya no tenía el mismo
alegres. lugar. Lo que va a expresar el “estrés” de la vida moderna
es el tango de vanguardia. No será para cantar, y menos
para bailar. Será una tabla de salvación para aquel otro
tango moribundo, según dichos del propio Astor, y al
mismo tiempo, no será tango para los viejos cultores.
Cuando se une al poeta Horacio Ferrer, Piazzolla crea
obras notables como la operita “María de Buenos Aires”, y
otras que los consagran entre el gran público como “Balada
para un loco” y “Chiquilín de Bachín”.
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