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Políticas Culturales Pablo Mendes Calado

CLASE 9 – LOS AÑOS ‘60

Los objetivos de la clase son:

 Visualizar los años ’60 como un momento histórico de fuerte cambio social y cultural
 Dar cuenta de los factores en los contextos internacional, regional y local sobre los que
se dan esos cambios.
 Identificar algunos de los principales cambios sociales y culturales de la época.

El contexto internacional

La década de 1960 ha sido un momento histórico de profundos cambios sociales,


fundamentalmente en las sociedades occidentales, pero también a nivel global. Obviamente
nuestro país no ha estado al margen de este proceso, pero como justamente este proceso es
indisociable del contexto internacional es que comenzaremos por analizar este último.

Immanuel Wallesrstein es un historiador muy reconocido por su teoría del sistema mundo,
según esta, el mundo se habría convertido en un único sistema planetario interconectado desde
hace unos cinco siglos. Wallerstein analiza los movimientos sociales de protesta de fines de los
’60, fundamentalmente los del año 1968, del cual el muy conocido Mayo Francés es el más
emblemático, pero en modo alguno el único, pues se daban movimientos de protesta de similar
embargadora en muchas ciudades del mundo; de hecho nuestro autor habla de la revolución
del ’68, una revolución que caracteriza como anti sistémica, pues no aspiraba a cambiar las cosas
dentro del sistema social (la histórica vía socialdemócrata) o cambiar de sistema (la histórica vía
socialista), sino que lo que se cuestionaba era la existencia misma de sistemas, no cambiar
simplemente las reglas del juego, sino el juego mismo. Veamos seguido algunos elementos que
contextualizan que dieron marco y origen a esto movimientos.

El baby boom: Así se conoció el proceso de incremento significativo de la tasa de nacimientos


después de la segunda guerra mundial en las sociedades occidentales, y muy especialmente en
las que habían participado de la guerra. Estos niños nacidos entre 1945 y 1950 tienen entre 20
y 25 años en la segunda mitas de los ’60, la pirámide poblacional se distorsiona engrosando esa
franja etaria mucho más que en décadas anteriores. De hecho en esa época surge la categoría
de joven, identificado como un grupo etario diferente de los niños y de los adultos
(anteriormente se pasaba de ser niño a ser adulto), esa auto identificación etaria es importante
porque es una de las bases de sentido de pertenencia grupal, los que protestan son estudiantes,
algunos son obreros, pero fundamentalmente son jóvenes.

El feminismo: La primera mitad del siglo XX marcan un desarrollo del feminismo en torno a la
demanda de derechos políticos, para los años ’60 la mayoría de los países occidentales ya habían
consagrado el voto femenino. El auge del feminismo en los años ’60 se da en torno a la
reivindicación de condiciones más igualitarias en el plano de las relaciones sociales, de la

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cotidianeidad, de la vida laboral y familiar. Es por esa época que surgen los anticonceptivos, que
tienen un impacto muy significativo sobre la forma en que la mujer maneja su vida sexual y
reproductiva.

Los medios masivos: Si bien los medios masivos tenían ya un amplio desarrollo, incluso la
televisión llevaba ya más de una década, será en los ’60 cuando realmente se de en occidente
una masificación importante, la cual anteriormente tenían los medios impresos y en menor
medida la radio, pero la televisión se convertirá en esa década en un artefacto de uso hogareño
corriente.

El movimiento por los derechos civiles. En los años ’60 en los Estados Unidos aun pervivía una
muy fuerte segregación de la población negra en los estados sureños, imposibilidad de estudios
superiores, transportes y comercios separados, las mujeres negras no votaron sino hasta 1967
(las blancas lo hacían desde 1920). Lo que se conoce como Movimiento por los Derechos Civiles
fue el movimiento de reivindicación de igualdad de derechos para con los afroamericanos que
se diera durante toda esa década y que claramente trascendió su pertenencia nacional para
convertirse en una lucha emblemática de todos los que sufrían las condiciones de dominación
de diverso tipo.

El pacifismo: La guerra de Vietnam en la que se encontraba enfrascado Estados Unidos presenta


un fenómeno hasta entonces extraño en la población norteamericana, el rechazo. Ya sea porque
se consideraba injusta la intervención norteamericana o bien porque los resultados no eran muy
prometedores, lo cierto es que la guerra de Vietnam fue la primera que congrego un rechazo
masivo de la propia ciudadanía estadounidense.

La revolución sexual: hasta los años ’60 la sexualidad era pensada esencialmente como
heterosexual y el componente hedonista, el disfrute del placer sexual, una prerrogativa
masculina. Más allá de la liberación del disfrute sexual en sí mismo, este proceso marca un
cambio ético que en buena medida puede pensarse ya como posmoderno, pues desplaza del
centro de la moralidad el deber ser (sea por religión, por tradición o por legalidad) y hace lugar
a una ética del deseo personal.

La nueva izquierda: Con este nombre se reconoció a muchos de los conflictos que aquí
presentamos, y otros, que se plantean en las sociedades y que no responden al tradicional eje
del conflicto social planteado desde la izquierda, esto es el conflicto con el capital por la
redistribución. La posición de la izquierda tradicional era la de que había que resolver el conflicto
redistributivo y el resto se resolverían solos una vez resulto este; los conflictos que por entonces
estallan, de las mujeres contra la dominación masculina, de los negros contra la dominación
blanca, de los jóvenes contra la dominación adulta, de los estudiantes contra la dominación de
las instituciones educativas y otros tantos, son los que se comenzaron a reconocer como nueva
izquierda.

El contexto regional

El desarrollismo: Como tal se conoció al movimiento que en Latinoamérica puso en movimiento


las fuerzas productivas con el objetivo de zanjar la brecha del desarrollo que nos separaba de
los países desarrollados. El desarrollismo proponía fundamentalmente el crecimiento
económico y la industrialización de la sociedad como estrategia para conseguirlo.

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La teoría de la modernización: La presunción de que nuestras sociedades debían de


modernizarse como un requisito para que los procesos desarrollistas tuvieran mayor
probabilidad de éxito; esto es urbanización, industrialización, adoptar el estilo de vida
americano.

Alianza para el Progreso: Ya desde el siglo XIX los Estados Unidos adoptaron en relación al resto
del continente americano lo que se conoce como la doctrina Monroe: “América para los
americanos”, lo cual marcó históricamente la relación de este país con sus vecinos continentales.
En los años ’60, y en un contexto regional del que no puede dejar de nombrase la Revolución
Cubana de 1959, esta relación adopta la forma de lo que se denominó Alianza para el Progreso,
lanzada por Kenedy, que en lo fundamental suponía un paquete de ayuda económica y
tecnológica de Norteamérica para con Latinoamérica, al estilo de lo que había sido el
denominado Plan Marshall pera con la Europa de posguerra, pero mucho más reducido en
recursos.

Contexto local

Desarrollismo: En nuestro país las políticas desarrollistas ya habían prendido desde los años ’50.
Si bien la noción de desarrollo, como vimos, surge hacia la década de 1950, el proceso de
industrialización por sustitución de importaciones había comenzado en nuestro país ya en la
década de 1930, y en la del 40, durante el gobierno peronista, se le había sumado el desarrollo
de industrias estratégicas (siderúrgica, aeronáutica, nuclear, etc.)

Alternancia cívico-militar: En nuestro país las irregularidades institucionales se habían originado


con el golpe militar del 1930, desde entonces y hasta 1983 las alternancias de gobiernos civiles
y militares es la constante, y no solo la alternancia sino la discontinuidad permanente tanto de
unos como de otros.

La proscripción del peronismo: La autodenominada Revolución Libertadora, que derrocara al


gobierno constitucional de Perón en el ’55, no se proponía como objetivo la interrupción del
gobierno peronista, sino la eliminación total del peronismo de la vida social y política argentina.
Esta proscripción marcará la agenda política por casi dos décadas en nuestro país.

Contraste progresismo -conservadurismo: Como vimos, ya en el contexto internacional los años


’60 son una época de fuerte cambios sociales y culturales, lejos de ser la excepción nuestro
contexto local también refleja esta tensión entre fuerzas de cambio y de conservación. Entre
fines de los ’50 y la primera mitad de los ’60 en nuestro país se moderniza la universidad, se
crean las carreras de sociología y psicología, se construye la ciudad universitaria, se crea el Fondo
Nacional de las Artes y se consolida el CONICET; pero también, y sobre todo después del golpe
de Onganía en 1966, siguiendo una fuerte impronta moralist,a se persiguen las prácticas sociales
innovadoras, como las sexuales o las modas, la minifalda, el pelo largo en los varones, el
adulterio, la modernización de las universidad se ve fuertemente golpeada con la intervención
de la misma en la llamada Noche de los Bastones Largos.

El paradigma del mecenazgo liberal: Según Néstor García Canclini por esos años prima en
Latinoamérica el paradigma de políticas culturales que denomina mecenazgo liberal, que en lo
fundamental consiste en que son las grandes empresas, por lo general a través de fundaciones,
las que adquieren protagonismo en la vida cultural. En nuestro país, por ejemplo, las industrias

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Kaiser, de Córdoba, crean una por entonces muy reconocida bienal de artes visuales, llegando
incluso a promover exposiciones de artistas argentinos en Estados Unidos; el Centro de Arte y
Comunicación, un espacio dedicado a la investigación y promoción de las expresiones de
vanguardia, era sostenido por la empresa Modulor, de Jorge Glunsberg, quien a la ves era
Director del Centro; y tal vez el más conocidos de todos los casos sea el del mítico Instituto
DiTella, que en esos años hizo lugar a lo más vanguardista del arte argentino en todas las
disciplinas, y que era sostenido por las industrias DiTella.

Intervencionismo norteamericano: estas iniciativas promovidas por capitales industriales locales


por lo común tenían socios exteriores que también aportaban fondos, los más emblemáticos
eran las Fundaciones Ford y Rockefeller, las cuales siempre estuvieron sospechadas de su
vinculación con la CIA, lo cual pone en evidencia el intervencionismo norteamericano en ese
ansiado proceso de modernización cultural.

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