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El 21 de noviembre del año 2003, miles de personas salieron a las calles en 40 ciudades de la Unión
Americana para protestar contra los malos tratos de Wal-Mart hacia sus empleados. Mientras tanto,
los voceros de la empresa negaban categóricamente que sus prácticas para con el personal fueran
ilegales o contra la ética de negocios, y que sus políticas de contratación y de promoción interna
fueran discriminatorias.
La historia de Wal-Mart Más de 40 años atrás, Sam Walton y su hermano Bud establecieron la
primera tienda Wal-Mart en el pueblo de Rogers, Arkansas. En esa época, muchos les advirtieron
que establecer una tienda de descuento en un pueblo pequeño no iba a ser redituable en el largo
plazo. Sin embargo, los hermanos Walton hicieron caso omiso a las críticas y se concentraron en
ofrecer un excelente servicio a través de su tienda, toda vez que creían firmemente en su modelo de
negocios y no dudaban en competir con éxito contra las cadenas de descuento regionales. Sam viajó
por Estados Unidos hasta entender cómo ajustar su modelo a un nuevo concepto de ventas al
menudeo que apenas estaba floreciendo, e invirtió su dinero en la empresa convencido de que el
consumidor estaba cambiando sus hábitos de compra y él podía capturar el mercado.
“El secreto de las ventas al menudeo”, escribió Sam Walton en su autobiografía, “es darle al cliente
lo que desea. Y si piensas desde el punto de vista de tu cliente, realmente quieres todo: una gran
variedad de mercancía de alta calidad; los precios más bajos posibles; garantía en lo que compras;
servicio amistoso y autorizado; horario adecuado; estacionamiento sin costo; una experiencia
placentera de compras”. Los años sesenta en Estados Unidos fueron testigo del nacimiento de
grandes cadenas de tiendas, como Kmart y Target, mismas que se expandían rápidamente por toda
la nación. Para poder crecer con la velocidad que el mercado demandaba, a principio de la siguiente
década Walton colocó acciones en el mercado de valores con tanto éxito que en los siguientes diez
años llegó a contar con más de 270 tiendas en once estados de la Unión Americana. En los años
ochenta, Wal-Mart se convirtió en la cadena de tiendas al menudeo más exitosa del país. Sus ventas
superaron los 26 000 millones de dólares con cerca de 1 400 tiendas. En la actualidad, Wal-Mart es
una empresa global con más de 1.3 millones de empleados (“asociados”) en el mundo, que operan
5 000 tiendas y clubes de compradores en 15 países. Sus ingresos superan los 256 millones de
dólares.
“Me preguntan qué es lo que mi padre, Sam Walton, quien fundó Wal-Mart en 1962, pensaría de
nuestra compañía el día de hoy”, comenta Rob Walton en el Informe Anual 2006. “No tengo duda
que estaría orgulloso de nuestro éxito y de los miles de asociados que sirven a nuestros clientes día
con día. Él también estaría orgulloso de que se mantienen los principios fundamentales de negocio
y de liderazgo que él estableció. Como presidente del Consejo de Wal-Mart, les aseguro a ustedes,
asociados y accionistas, que toda nuestra organización está más comprometida que nunca con los
principios de mi padre.” “La integridad: no existe un área más importante en el liderazgo que ésta.
Nuestra cultura está cimentada en una integridad del más alto nivel, y vamos a continuar
manteniendo a nuestros asociados en esos estándares. Como compañía y como individuos
debemos dirigirnos bajo esos principios. Un liderazgo poderoso en todos los niveles, desde la Sala
de Consejo hasta los gerentes de tienda, las cajeras, los conductores de vehículos de carga y
nuestros empleados del turno nocturno, quienes viven diariamente los principios que hacen de Wal-
Mart el líder mundial del comercio al menudeo.”
Un estudio efectuado por expertos contratados por las demandantes reveló que las mujeres habían
sido discriminadas de diversas maneras. Información interna indicaba que Wal-Mart estaba lejos de
sus competidores en cuanto a promoción de personal femenino. Entre otras muchas acusaciones,
además de las demandas por discriminación de género, la compañía fue culpada por quebrantar las
leyes federales de libre asociación de sus empleados. Se informó que despedía a aquellos
empleados que pretendían formar o adherirse a un sindicato.
De acuerdo con la información publicada en La Crónica de Hoy el 23 de junio del 2004, el juez de
distrito Martin Jenkins, de San Francisco, aceptó que la demanda presentada inicialmente en 2001
por seis empleadas de la empresa en California incluyera además a 1.6 millones de mujeres que
trabajan o han trabajado en tiendas de Wal-Mart de ese país desde el 26 de diciembre de 1998. Brad
Seligman, especialista en demandas colectivas, quien ha ganado más de 40 demandas colectivas
sobre derechos civiles, encabezó uno de los equipos de abogados de las demandantes.
La demanda acusó a Wal-Mart de discriminar a sus empleadas y tomar represalias contra las
mujeres que se habían quejado. En la demanda se sostenía que las mujeres eran dirigidas
habitualmente a puestos de cajeras,
donde no tienen muchas
posibilidades de ascenso. Estudios
presentados por las demandantes
señalan disparidades salariales de
hasta 1 115 dólares anuales entre
los salarios de hombres y mujeres.
Con base en lo anterior, algunos dirigentes sindicales afirman que los bajos precios de Wal-Mart y
sus altos márgenes de utilidades se deben fundamentalmente a sus bajos salarios y deficientes
condiciones de trabajo. Por otra parte, el precio de la acción de Wal-Mart se ha mantenido varios
años sin movimientos significativos, y de acuerdo con los expertos, la publicidad negativa también
ha afectado la moral de los empleados. Cris Ohlinger, director de una firma de investigación de
mercados, indica que un impacto real ha sido que muchos clientes ya no encuentran a los asociados
de Wal-Mart tan amistosos y corteses como en los años noventa, según estudios de actitud del
consumidor realizados recientemente.
La American Federation
of Labor-Congress of
Industrial Organizations
(AFLCIO), poderosa e
influyente central obrera,
puede afectar
terriblemente a Wal-Mart
si se lo propone. Esta
central, dirigida por Ellen
Moran, política veterana
del Partido Demócrata,
está promoviendo que
miles de miembros del
sindicato envíen correos
electrónicos, hagan
llamadas telefónicas y
visiten lugares de trabajo
para convencer a las
amas de casa
trabajadoras y al público
en general que Wal-Mart
está coadyuvando a
disminuir su nivel de vida.
La “campaña”, que para algunos es un verdadero boicot, incluye la formación de una institución
denominada Center for Community & Corporate Ethic, la cual se inició en el año 2004 con un donativo
de un millón de dólares. Esta organización tiene como objetivo coordinar las críticas dispersas
relacionadas con Wal-Mart, porque esta empresa está “afectando a los pequeños negocios,
destruyendo el ambiente e incrementando sus utilidades en perjuicio de las comunidades locales”.
La reacción de Wal-Mart
En junio del año 2004 un juez federal estadounidense determinó que las demandas de discriminación
en contra de la compañía iban a proceder como un caso de acción de clase. Este tipo de
procedimiento legal tiene la ventaja de que varias demandas individuales, en este caso miles, se
reúnen en una demanda única, misma que tiene un potencial legal mayor que la suma de las
individuales. Por otra parte, permite que el proceso legal sea más eficiente, menos costoso, la acción
de la justicia sea aparentemente más equitativa y la afectación del demandado, si se le encuentra
culpable, puede ser considerable.
Ante el inminente conflicto legal, la estrategia de Wal-Mart fue la siguiente: la empresa sostuvo que
sus derechos constitucionales serían violados si la corte permitía una demanda de parte de 1.5
millones de personas, ya que dicho proceso impediría a la compañía defenderse de los argumentos
de cada una de los miles de personas. Entonces, la corte debería permitir demandas individuales
relacionadas con cada una de las tiendas. En caso de que Wal-Mart consiga su propósito, el
precedente para el sistema legal de Estados Unidos es significativo: “Una victoria para Wal- Mart
La estrategia de Wal-Mart
es importante. Aun cuando
algunas empresas han
tratado de hacerlo, no han
llegado a ningún arreglo,
pero por primera vez se
está manejando el caso
como una violación a los
derechos constitucionales
de una organización.