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(Lucas 5:1-11)
Deposita tu confianza y seguridad en Dios) Agobiado por la sed, llegó un ciervo a un manantial. Después de
beber, vio su reflejo en el agua. Al contemplar su hermosa cornamenta, se sintió orgulloso, pero quedó
descontento por sus piernas débiles y delgadas. Y de pronto apareció un león que comenzó a perseguirle.
Echó a correr y le ganó gran distancia, pues la fuerza de los ciervos está en sus piernas. Mientras el campo
fue plano, el ciervo guardó la distancia que le salvaba; pero al entrar en el bosque sus cuernos se
engancharon a las ramas y, fue atrapado por el león.
A punto de morir, el ciervo dijo para sí mismo: “pobre de mí, mis pies, que pensaba me traicionaban, eran
los que me salvaban, y mis cuernos, en los que ponía toda mi confianza, son los que me condenan”. A
veces confiamos demasiado en nosotros mismos, o en otros, pero en el Señor podemos CONFIAR
totalmente, por eso deposita tu confianza en Dios…
Como podemos ver al terminar la enseñanza el Señor Jesús le dijo: “boga mar adentro”,
parafraseando: “no te quedes aquí, vamos nuevamente…” ¿Cuál era la diferencia, si de allá
venían? Era la misma barca, el mismo lago, las mismas redes, los mismos pescadores, la
diferencia era que ahora Jesús estaba con ellos en la barca, y cuando él está cosas maravillosas
y sobrenaturales suceden.
B. Algunas veces el Señor permite que nuestras capacidades fracasen, para el mostrar su
poder, Lucas 5:6. Esto nos enseña a depositar nuestra confianza en Dios.
Comentario 1: Pedro era uno de los pescadores del Mar de Galilea, dedicado a su oficio,
seguramente su padre fue pescador toda la vida y Pedro tenía la misma visión y pasión por aquel
oficio.
Sin embargo un día el Señor Jesús llegó y la vida de Pedro fue radicalmente transformada y
recibe de Jesús el diseño de Dios para su vida: y le dice en otras palabras: “Pedro hasta aquí ha
llegado este periodo de tu vida, éste ciclo se ha cerrado y comienzas uno nuevo, un nuevo
tiempo, desde ahora serás pescador de hombres” y recibe la más grande profesión, el más
grande oficio, el mismo del Señor Jesús.
Reflexión final: Es muy importante acercarnos a Dios con sencillez y confianza, con el deseo de
ser guiados por él. Eso significa que nuestro corazón debe tener una actitud enseñable y dejarse
ministrar por el poder de Dios, que nos convence y redarguye, que nos transforma en la medida
que lo dejamos actuar. Deposita tu confianza en Dios.
La biblia también nos enseña que José, hijo de Jacob, un día soñó y era de Dios su sueño, sus
hermanos quisieron matarlo, fue esclavo, luego estuvo en la cárcel, pero no dejó de soñar y
finalmente Dios se glorificó en su sueño, porque Dios es todopoderoso. Por todas estas cosas,
deposita tu confianza en Dios, él todo lo hace bien.