Está en la página 1de 13

BIOGRAFÍA Y APROXIMACIÓN A LA METODOLOGÍA

Emmi Pikler nació en 1902 y murió en 1984 en Hungría. Después de sus estudios de


medicina en Viena, se dedicó especialmente a la pediatría, siendo años más tarde una de
las dirigentes del Instituto metodológico de educación y cuidados de la primera infancia de
Budapest.  Desde 1946 hasta 1979 se encargó de la dirección del Instituto de Educación y
cuidados de la primera infancia de Budapest, fundado para bebés que precisaban cuidados
prolongados fuera de su familia. 

Los comienzos profesionales de Emmi Pikler habían sido en el ejercicio de su profesión de


pediatra de familia. Ayudaba a los padres a la observación de su bebé para que ellos
mismos descubrieran la importancia de tener confianza en la capacidad de desarrollo del
niño. Juntamente con ellos razonaba la creación de las condiciones materiales y
emocionales más adecuadas para que las actividades del niño fueran más
ricas, sin necesidad de intervenir directamente en su juego ni en su acción. Establecía
con los padres el ritmo de alimentación y de sueño más adecuado al niño y aseguraba que
los momentos de cambio de pañales, higiene, vestido y comida, fueran ocasiones tranquilas
y de relación placentera entre padres e hijo, estando siempre atentos a las reacciones del
niño y favoreciendo su participación en cada una de estas actividades. Estos
mismos principios fueron trasladados al instituto Lóczy y desarrollados ampliamente
a lo largo de su trayectoria.
Pickler ideó un sistema educativo basado en el respeto total del niño, en el cual el adulto
adoptará una actitud basada en la "no" intervención en su desarrollo y en la inducción del
niño a una actividad autónoma.  

Una de las cuestiones más relevantes para ella ha sido que el desarrollo motórico del bebé
es naturalmente espontáneo y que si se les proporcionan unas determinadas condiciones
alcanzarían por sí mismos un desarrollo correcto. El adulto no debe enseñar movimientos
ni ayudará a realizarlos, los niños se mueven por iniciativa propia y personal, en
resumen, un movimiento libre. 

Pikler fue una pionera en el cuidado y educación de los bebés y niños pequeños en los
orfanatos de su país. Abogó para que los infantes se dan nuestro más alto respeto se centra
en el establecimiento de auténticas relaciones de confianza entre el adulto y el niño. Su
enfoque pacífico insta a los profesionales de la niñez temprana a bebés y niños pequeños
consideran como individuos competentes, confiables y únicos que se centran, auto-
iniciación y comprometidos, con recursos, seguros, cooperativas y curioso (Gerber, 1984).
Ella utiliza el descriptor "tranquilo" porque cree que es necesario crear un ambiente seguro,
tranquilo, a reducir la velocidad, poner atención y permita que los niños se muevan y jugar
a su manera. Por desgracia, porque este trabajo se llevó a cabo en la era comunista
Hungría, cuando la comunicación con el oeste era muy limitada. Cuando Emmi Pikler
murió en 1984, el instituto comenzó y corrió con dedicación para algunos treinta y ocho
años recibió el nombre de Emmi Pikler Instituto Nacional Metodológica para viveros
residenciales y se refiere a menudo como el Instituto Pikler.

Según esta pediatra, las fases del desarrollo motor del niño las marca su propio
desarrollo y el adulto no deberá intervenir para que no sea perjudicial. El hábito de
ayudar a los niños a adoptar determinadas posturas, posiciones o actitudes no es beneficioso
para ellos. 

Los principios del desarrollo del bebé se encuentra dominado por la motricidad. Los
movimientos son las manifestaciones más observadas. Todos ellos presentan significados,
los movimientos de succión, respiración, etc. Todos los movimientos que el niño realiza los
hace cara al entorno que lo rodea.

Pikler se dedica más a fondo en el estudio del desarrollo de esta serie de movimientos


posturales. El desarrollo motor de los niños se realiza de una forma espontánea
mediante su actividad autónoma de cada día en función de su maduración orgánica. La
ayuda que el adulto aporte al niño será indirecta, es decir, aportará lo necesario para que el
ambiente en el cual el niño se mueva este adecuado a sus necesidades.
Realizó un estudio con la participación de 722 niños que gracias a ella lega a la siguiente
conclusión:

“La intervención directa del adulto los primeros estadios del desarrollo motor no es una
condición previa para la adquisicon de estos estadios, porque en condiciones ambientales
favorables el niño pequeño consigue regulamente por sí mismo, por su propia iniciativa,
con movimientos de buena calidad bien equilibrados, volverse sobre el vientre después,
pasando por el rodar, el reptar y el gateo, sentarse y ponerse de pie”

Como dice la pediatra, "es preciso que nos ocupemos del niño pequeño con amor, con
paciendia, tenemos que enseñarle tantas cosas, cosas que solo puede aprender d
enosotros, as través de nosotros. Resulta inútil y hasta desventajoso enseñarle a sentarte
sentándote, a ponerse de pie, poniéndole de pie, etc, cosas que él puede aprender por si
mismo, por su propia inciativa, con una mejor calidad, mediante tentativas cargadas de
alegría y de seguridad".
Por lo tanto, creó un sistema educativo basado en el respeto al niño, en el que la actitud no
intervencionista del adulto favorece su desarrollo autónoma.

PRINCIPIOS METODOLÓGICOS
"A lo largo del desarrollo de sus movimientos, el niño aprende no solo a
girarse de barriga o a dar tumbos, ir a cuatro patas, levantarse o andar, sino
que también aprende a aprender. Aprende a estar ocupado con algo, a ten e
interés por algo, a probar, a experimentar. Aprende a superar dificultades.
Aprende a concoer la alegría y la felicidad, las cuales significan su éxito, es
decir, el resultado de su propia y paciente constancia" Emmi Pikler

 Respeto al niño como persona, como un ser único que es capaz de influir en el entorno.

 Libertad de movimiento y la conquista de la autonomía del niño. Valor de la actividad


autónoma basada en la propia y libre iniciativa del niño.

 Pedagogía de la vida cotidiana, el valor de las cosas pequeñas que para los niños significan
grandes cosas. 

 Estabilidad y regularidad como fuentes de seguridad para el niño. Constancia, relaciones


con los adultos. 

 Valor de la actividad individual del niño

 Relaciones afectivas

 Toma de conciencia de sí mismo 

 Buen estado físico

 Descubrimiento de sí mismo 

RESPETO, SEGURIDAD Y AUTONOMÍA

Se puede decir que el "respeto", la "seguridad" y la "autonomía" son tres pilares básicos en
esta metodología. La cuidadora tratará en todo momento de tener en cuenta estos
conceptos, a demás de otros muchos ya mencionados. 

EL RESPETO: Respetar los tiempos de cada


niño
Se debe dar un trato a cada niño atendiéndole como una persona que tiene necesidades
individuales y maneras propias y características de conocer el mundo que lo rodea. Se le
debe reconocer sus deseos y logros de una forma sencilla y simple pero muy significativa,
que se le haga ver que es el protagonista y que él mismo puede alcanzar lo que se proponga,
con trabajo, con esfuerzo, pero contando con el apoyo del adulto desde un puesto indirecto. 

"DARLE TIEMPO" para que pueda desarrollar y manifestar su propia iniciativa personal y


NO ADELANTARSE A "AYUDARLO", reconocerle que es capaz de hacer por sí mismo
las cosas que se proponga. Si un niño se ha sentido respetado a lo largo de su vida y
desarrollo, también podrá respetar a los otros ya que el ejemplo que le de el adulto será
fundamental. 

LA SEGURIDAD: Afectiva y espacial

Si el niño sabe que está en un lugar seguro, que puede explorar  en un espacio que conoce y
con un adulto cerca que también conoce, que le habla a cierta distancia y le refleja con
alegría lo que el bebé hace, pero que no le interrumpe, ni interviene a cada momento
mostrándole lo que debe hacer o por que objeto debe intersarse, que va variando los
juguetes cuando ya el bebé los exploró lo suficiente, que se preocupa de que estos sean
simples para que el bebé pueda comprenderlos y hacer relaciones adecuadas de espacio,
forma, textura, contenido, continente y no atiborra el espacio de objetos complejos llenos
de luces o ruidos que confunden al bebé. 
Son muy apropiados los objetos con diferentes texturas, naturales, con diferentes formas,
tamaños, etc. OBJETOS SENCILLOS que ayuden al desarrollo de los sentidos del bebé. 

Si el niño se siente seguro afectivamente porque tiene un buen vínculo de apego con un


adulto significativo, será un niño que puede explorar el mundo con normalidad. 

LA AUTONOMÍA

El niño necesita confiar en la seguridad y afecto que le proporciona el adulto para poder
explorar el entorno y éste a su vez al ver las capacidades del niño, el dominio que tiene de
su entorno gracias a que se le ha permitido conocer con libertad su cuerpo, también confía
en él y en sus competencias.

El adulto no siente que tiene que estar pendiente del niño


para que no se haga daño, si no que también tiene cierta
autonomía para hacer sus cosas aunque siempre delante del
él. 
La cercanía se hace más intensa durante los cuidados cotidianos, como el baño, la comida,
el cambiado de ropa, ya que estos son momentos que pueden ser aprovechados para un
intercambio y relación llena de afecto (en la entrada de los "vídeos" se puede observar
como es esta relación afectiva entre el niño y su cuidadora). 

EL PAPEL DE LOS PADRES


Emmi Pikler propone los siguientes pasos que los padres deben llevar a cabo para
complementar el desarrollo de su hijo con lo aprendido en la escuela, de esta forma, el
proceso del niño no se verá afectado por ninguna de las partes. 

En primer lugar, no se deben obstaculizar los movimientos libres de los hijos, no


esforzarse por apresurar o cambiar el curso normal de su desarrollo mediante
intervenciones directas. Los padres no deben hacer que el niño realizara los movimientos y
posturas (ponerle sentado, por ejemplo).

En segundo lugar, se le asegurará al niño TODAS las condiciones materiales


necesarias para la libertad de sus movimientos, para que pueda aprender y se ejercite de
una manera autónoma y espontánea. 

ACTIVIDAD AUTÓNOMA

El adulto sin intervención

Actividad autónoma 
Adulto como ayuda

El pensamiento de Pikler tiene como base la confianza y el respeto al niño,


considerándole una persona desde el nacimiento, una persona que es parte activa de su
propia evolución, una evolución que se basa en la actividad y en la autonomía. Emmi
Pikler confía en el niño, en la capacidad innata y social del aprendizaje de los recién
nacidos y de los bebés, cree en su capacidad de desarrollo autónomo y busca favorecerlo
respetando su iniciativa, en el proceso de evolución de sus movimientos, en la
manifestación de su desarrollo psíquico, en su juego, en su pensamiento y en su
comunicación con los demás.

Cuando el niño actúa por su propia iniciativa e interés, aprende y adquiere capacidades y
conocimientos mucho más sólidos que si se intenta inculcarle desde el exterior estos
mismos aprendizajes. Sus planteamientos parten del convencimiento de que el niño que
aprende a moverse  y a andar por sus propios tanteos y experiencias sin recibir
soluciones preelaboradas y sin que el adulto interfiera en sus exploraciones, progresa y
adquiere conocimientos de una naturaleza distinta, mucho más sólida que el niño protegido
o enseñado a moverse y a alcanzar los niveles de desarrollo que los adultos consideran
adecuados.

En este sentido trata de evitar la actitud intervencionista por parte del adulto, es decir,
la actitud que hace al niño pasivo, intentando enseñarle algo que aprende sólo por
complacer al adulto pero no por el placer que proporciona la motivación y la comprensión
del significado de lo que está haciendo. 

Según ella misma afirma, la intervención directa del adulto durante los primeros estadios
del desarrollo no es una condición previa para la adquisición de estos estadios.
Aconseja dejar a los niños en completa libertad de movimientos, una libertad que consigue
asegurar a partir de proporcionarles espacio suficiente y correctamente equipado, de
vestirles con ropa adecuada para moverse cómodamente y, sobre todo, prescindiendo de
cualquier tipo de adiestramiento.

IMPORTANCIA DEL MOVIMIENTO PARA EMMIE PIKLER


El estudio de la motricidad espontánea, entendida no sólo comocomportamientos no
reactivos, sino generados de manera endógena, fue investigado por numerosos científicos
en los últimos años.

El examen de las posturas reveló una importante variabilidad interindividual de


posturas,adoptadas de manera espontánea en cada edad y una gran
estabilidadintraindividual. Pero indudablemente los trabajos pioneros de la Dra. Emmi
Pikler, alrededor de los años 1930, acerca de la génesisfisiológica, autónoma, de las
posturas y los movimientos fueron los más resaltados. Todos los niños observados durante
las investigaciones llevadas a cabo por esta autora, aprendieron los movimientos y las
posturas en forma autónoma a lo largo de sus primeros años de vida (salvo lapostura inicial,
inmediata al nacimiento, que necesariamente era elegida por un adulto).

Esto significa que durante toda la crianza, el adulto no intervino jamás cuando un niño
comenzaba a experimentar una nueva forma demovimiento, no le enseñó ni intentó influir
sobre él de alguna manera directa o indirecta, tanto en el orden de aparición como en la
calidad ovelocidad de adquisición.

Las investigaciones que presentaron estuvieron basadas en elseguimiento longitudinal de


más de 2.000 niños cuyos desplazamientos y posturas se organizaron y aprendieron
únicamentea partir de su propia iniciativa, sin un sostén material ni instrumental y sin la
ayuda ni la enseñanza directa de los adultos.

Los recién nacidos observados en la práctica pediátrica de la Dra. Pikler, como médico de
familia y luego en el Hogar Infantil de lacalle Lóczy de Budapest, fueron acostados boca
arriba desde sunacimiento y se mantuvieron en esa posición mientras estaban solos, fuera
de las manipulaciones propias de los cuidados cotidianos, hasta que giraban de costado por
su propia maduración e iniciativa. De tal manera, girando sobre el costado y volviéndose
boca arriba, podían jugar con gran movilidad. 
¿Cómo aprenden entonces por sí mismos a cambiar de
posturas...?
Más tarde aprendían a girar sobre el vientre, pasando dedecúbito dorsal a decúbito lateral y
luego a ventral y sólo despuésaprendían a pasar de decúbito ventral a decúbito dorsal.
Durante meses ejercían su actividad cada vez más tiempo y con mayor seguridad y soltura
boca abajo. Comenzaban a desplazarse inicialmente pivotando, después con giros
repetidos, después rolaban, girando rápidamente en el mismo sentido; luego reptaban,
propulsándose hacia atrás o hacia adelante, ulteriormente sedesplazaban en
cuadrupedia y progresivamente, a través de distintas modalidades, pasaban de la posición
semisentada acodada, asemisentada apoyándose en una mano, a la posición sentada;
se arrodillaban sosteniéndose, luego sin sostén, caminaban de rodillas, se ponían de
pie sosteniéndose; se mantenían de pie sin sostén; aprendiendo luego a ponerse de pie con
soltura desde el suelo, sin sostenerse. 

Todos comenzaron a realizar los primeros pasos por supropia iniciativa hasta adquirir


una marcha segura. 

El orden de aparición de las posturas y desplazamientos fue el mismo en todos los niños
hasta el momento de reptar, luego dependía de variaciones individuales. 

Según Emmi Pikler, las etapas del desarrollo motor son las siguientes: (como consigue el
niño, sin ayuda directa a comenzar a andar)

 El niño está boca arriba y sus movimientos van haciéndose cada vez más vigorosos.
 Sube un hombro, levanta la pelvis, gira el tronco y se pone de costado.
 Más tarde aprende a girar para quedar boca abajo. En esta posición puede levantar la cabeza
por un tiempo prolongado.
 Se sostiene con los brazos y más adelante sobre los cuatro miembros. Puede desplazarse
rodando y reptando. Al final, aprende a gatear. 
 Es capaz de adoptar una posición sementado, con una mano apoyada en el suelo. Luego
puede mantenerse sentado. 
 Se pone de rodillas con el tronco erguido y luego comienza a ponerse de pie sosteniéndose
con algún objeto. 
 Puede permanecer de pie sin sostén, para al final de toso, aprender a caminar. 
El papel del adulto como educador en esta metodología se hace característico. Las
preguntas que Emmi Pikler formula en su libro "Moverse en libertad" siguen esta línea:

¿ Cómo ofrece el adulto la alimentación y cómo la toma el niño? ¿Cómo se comportan la


nurse y el niño? ¿Cuál es la cooperación que ha podido nacer y desarrollarse entre el niño y
el adulto durante las comidas, el baño, y el cambio de ropa?

Se trata de procurar a los niños la "calma" que necesitan para el suño, espacios adecuados y
objetos para que manipulen. 

Las nurses tendrán el tiempo necesario para unos cuidados especialmente atentos. La nurse
deberá atender un máximo de nueve niños por clase, no más. 

Los niños, a partir de esto, muestran un desarrollo psíquico y somático normal. Se muestran
generalmente activos e interesados en sus acciones. 

¿En el campo de motricidad global...?

Se han realizado diferentes investigaciones. Lo que pretende presentar Emmie con su


"nuevo método" educativo de dejar al niño en completa libertad para moverse lo hace
patente. Después de apoyarse en una serie de estudios, investigaciones y observaciones
directas a casi un millar de sujetos se ha llegado a la conclusión de que el niño es capaz de
aprender EL SOLO a SENTARSE y a ANDAR aunque NO SE LE SIENTE NI SE LE
LLEVE DE LA MANO. 

De esta forma, su desarrollo motor se produce de un modo totalmente espontáneo mediante


SU PROPIA actividad. Al sentirse LIBRE, el niño de 3, 6, 9, ó 15 meses, se muestra
ACTIVO, INTERESADO, ÁGIL y PRECISO en sus movimientos SIN ESFORZARSE
demasiado en sus movimientos. 
El niño aprende POR
SI MISMO la FLEXIBILIDAD y es ÉL el que
ELIGE los MOMENTOS. 

También podría gustarte