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COACHING Y TERAPIA BREVE CENTRADA EN

SOLUCIONES: ¿EN QUÉ SE PARECEN Y EN QUÉ


SE DIFERENCIAN?

Si el coaching no se hubiese inventado como disciplina, bastaría con una buena


combinación entre terapia breve centrada en soluciones y supervisión centrada
en soluciones para dar con algo parecido, señalan en el capítulo Coaching de
su libro “Solution Focused Brief Therapy: 100 key points and techniques”,
los co-autores del equipo de BRIEF, en Londres, para elaborar una buena
relación entre las diferencias y las similitudes que encuentran entre los procesos
de coaching y de terapia breve centrada en soluciones.

Hace años me vengo dando cuenta de que cuando llega el momento de señalar
alguna diferencia con la terapia, los autores de libros de Coaching muestran un
conocimiento limitado que reduce los cambios y posibilidades de la terapia hoy
en día, sobretodo de aquellos enfoques que se alejan de los principios
modernistas y de pensamiento lineal. Comúnmente confunden psicoterapia con
psicoanálisis. Por ejemplo, en el libro de Leonardo Wolk, “Coaching, el arte de
soplar brasas”, el autor empieza por señalar que “coaching es una disciplina
que resulta ser terapéutica, más no psicoterapéutica”, para señalar luego que la
psicoterapia es un campo más abarcativo, donde se ahonda en la historia del
sujeto, relaciones vinculares, situaciones traumáticas, mecanismos de defensa,
etc., para terminar señalando, “de forma reduccionista”, cómo él mismo clasifica
su argumento, que el coaching se aproxima a lo sintomático mientras que la
psicoterapia aborda los conflictos, intentando observar más allá de los síntomas.
Como anécdota, señala que cuando un cliente le pregunta si lo va a analizar o
no, él señala: “Coaching no es diván corporativo”. (Habría que contarle a la
psicoterapia tampoco tiene que ser un diván corporativo o clínico.)

Y el mismo argumento he oído a algunos profesionales del coaching en varias


entrevistas, quizás sin mayores referencias de las que pueden argumentos como
el de Wolk.
Pero, para ser exactos y siguiendo el argumento de nuestros amigos de BRIEF,
podemos señalar que ambos procesos, el de la Terapia Breve Centrada en
Soluciones y el Coaching Breve Centrado en Soluciones tienen algo en común:
son procesos conversacionales donde las 3 preguntas principales son:

1. ¿Cuál son tus deseos y esperanzas con este encuentro?


2. ¿Qué sería distinto si estos deseos se cumplieran?
3. ¿Qué estás haciendo ahora que puede contribuir en la realización de
estos deseos?

Y ahora, en el campo de las diferencias, podemos señalar lo siguiente:

1. En el coaching, las personas comúnmente están enfocadas en lograr un


objetivo o propósito, relacionado frecuentemente con algún aspecto de su
actuación/performance en la empresa o el campo de la vida que ocupe en el
coaching. Mientras que en la terapia las personas generalmente llegan a
consulta con un problema que desean resolver y quieren desaparecer de sus
vidas, por ejemplo: “no quiero estar deprimido, no quiero vivir de esta forma”.

2. La segunda diferencia es de poder: una persona que llega a consulta


presentando un problema puede colocarse a sí misma en una situación
vulnerable. Llega sin motivos para suponer que quien será su terapeuta está libre
de practicar alguna clase de poder sobre ellos, sin pensar en los efectos de sus
acciones. El coaching, en cambio, tiene una ética distinta. La persona,
comúnmente, presenta sus aspiraciones antes que sus problemas y compartirá
una relación más parecida a la que tiene con otro profesional, por ejemplo con
un contador o un abogado, más que con un terapeuta. Asumen que poner la
mente o el cuerpo en manos de otra persona puede ser más bien un riesgo para
su carrera.

3.La última diferencia es de responsabilidad. Pregunta a pregunta, respuesta a


respuesta, hay poco que distinguir si ambos procesos -Coaching y terapia- están
centrados en soluciones. Incluso las personas podrían mostrar deseos muy
parecidos y hasta idénticos, siendo el más común en la experiencia del equipo
de BRIEF, “tener más confianza”. Sin embargo, si el director de una compañía
está buscando tener más confianza y no lo logra, es probable que eso se
convierta en molestia o irritación más que en un gran problema para su carrera.
Sin embargo, si una persona que se considera muy deprimida y va ganando más
confianza en su camino de retorno a una vida confortable, tendrá una posición
muy diferente si en algún momento la terapia para él o ella, “falla” o “se estanca”.

Para terminar, los co-autores del libro concluyen señalando que las terapias
basadas en el conocimiento experto, donde cada terapeuta privilegia por encima
de los deseos de las personas, su propio deseo y marco de referencia conceptual
para saber “qué es lo que anda mal con esta persona” y “cómo podríamos
arreglar su situación”, desarrollan su práctica guiados más por cuestiones de
poder y responsabilidad con su propio conocimiento. Cuando cada terapeuta
asume que “sabe” con un conocimiento apriori, las personas que asisten a la
consulta deben seguir obedientemente cada una de las indicaciones y deseos
del terapeuta. Si la persona no sigue al terapeuta, el terapeuta declina su
responsabilidad y culpa a la persona calificándola como poco motivada o
resistente.

CONCLUSIÓN
Si hay algo que comparten el coaching y la terapia breve centrada en soluciones
es un profesional curioso y posicionado horizontalmente en su relación con las
personas, situación que resultará muy útil en la tarea de ayudar a las personas
a que reconozcan cuáles son sus deseos, recursos, fortalezas y posibilidades,
para tener mejores referencias de su propio conocimiento y aclarar cada uno de
sus propósitos.
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llegar a más personas.

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