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Formación de las nubes[editar]

File:Cirrocumulus formation.gif

Formación de un cirrocúmulo.

Algunas masas de aire que componen la atmósfera terrestre llevan entre sus componentes
significativas cantidades de agua que obtuvieron a partir de la evaporación del agua de mar y
de la tierra húmeda, juntándose así con partículas de polvo o cenizas que hay en el aire
(núcleos de condensación).
Estas masas de aire cálido y húmedo tienden a elevarse cuando se topan con otra masa de
aire frío y seco. Las masas de aire no se revuelven entre sí cuando chocan; están bien
delimitadas y tienden a desplazarse hacia zonas de menor presión atmosférica. Al elevarse
las masas de aire caliente se expanden al encontrar menor presión en las alturas y, de
acuerdo con la ley de los gases ideales, disminuye también su temperatura. Esto causa que el
vapor de agua que contienen estas masas de aire se condense formando las nubes.
Cuando la masa de aire cálido y húmedo es forzada a subir muy alto en la troposfera se enfría
de tal manera que se forman nubes de cristales de hielo, llamadas cirros, cirrostratos o
cirrocúmulos. A menor altitud se forman las nubes de gotas de agua, como son los
altoestratos y altocúmulos que generalmente acompañan a los frentes cálidos, al igual que los
estratos de menor altitud.
Los cúmulos, en cambio, acompañan a los frentes fríos. Estas nubes tienden a crecer de
forma vertical hasta llegar a formar masas en altura, conocidas como cumulonimbos. Estas
nubes de tormenta esconden en su interior un sistema de torbellinos, ascendentes en el
interior y descendentes en el exterior. Si se dan las condiciones adecuadas, estos torbellinos
pueden llegar hasta el suelo en forma de tornados.
La electricidad estática generada por el movimiento de los torbellinos dentro de estas nubes
es una posible causa de las tormentas eléctricas.
Procesos de formación[editar]

Nube formada por ascensión orográfica.

Las nubes pueden formarse principalmente por tres procesos distintos: ascenso


orográfico; convección térmica o convección producida por un frente.
Nubes por ascenso orográfico[editar]
Cuando una masa de aire choca contra una montaña, asciende forzosamente y se enfría. Si la
corriente de aire tiene suficiente humedad el agua se condensará y formará nubes en la ladera
de barlovento que reciben el nombre de nubes orográficas. Ocasionalmente las oscialciones y
velocidad del aire también pueden formar nubes en capuchón o en banderola en la ladera de
sotavento. Las nubes orográficas más comunes pertenecen a los
géneros Cumulus, Altocumulus y Stratocumulus.1

Cumulus mediocris, nube de desarrollo vertical moderado formada por convención térmica.

Nubes de convección térmica[editar]


Una corriente de aire caliente y húmedo asciende a capas más altas y frías, dando lugar a la
formación de cúmulos. Esto suele ocurrir por debajo de los 3 km de altitud. La nube puede
crecer en altura, transformándose en un cumulonimbo. Cuando se produce la caída de la
lluvia la nube se separa en dos fragmentos, porque no puede ascender el aire caliente. Al
fragmentarse la nube, cesa la lluvia. Se producen borrascas de corta duración pero muy
intensas.
Nubes producidas por un frente[editar]

Nube producida por un frente.

Los frentes son zonas de contacto entre dos masas de aire que tienen distinta temperatura y
densidad. Si una masa de aire caliente y húmedo, en movimiento, choca contra una de aire
frío, se forman nubes horizontales, llamadas nimboestratos (3 km de altitud), altostrato (entre 3
y 5 km de altitud) o cirro y cirrostrato (12 km de altitud). Los nimbostratos y los altostratos
producen, generalmente, lluvia. En cambio, los cirros indican buen tiempo si no se mueven
deprisa o cambian en cirrostratos. Cuando una masa de aire frío, que se desplaza, choca
contra una masa de aire caliente se forman cumulonimbos. 2

Clasificación de las nubes troposféricas[editar]

Unas cuantas nubes en fila pasando sobre Santiago, Chile.

Una cumulonimbus arcus.
Al atardecer, estas nubes toman un color rojizo, debido al ángulo de los rayos del sol (véase arrebol)

Nubes en la ciudad de Hermosillo, México.

Cirros y altocúmulos.

Categoría principal: Nubes

La clasificación de nubes troposféricas de acuerdo con sus características visuales proviene


de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y viene recogida en el Atlas Internacional de
Nubes, publicado por primera vez en 1930.34 Sin embargo el sistema internacional de
clasificación actual en latín se remonta a 1803, cuando el aficionado a la meteorología Luke
Howard escribió el ensayo The Modifications of Clouds, en el que diferenciaba tres tipos de
nubes (cirrus, cumulus, stratus) y cuatro categorías intermedias (Cirro-cumulus, cirro-
stratus, cumulo-stratus y cumulo-cirro-stratus o Nimbus).356
La clasificación actual de la OMM divide a las nubes en géneros, especies y variedades de
una forma similar a la empleada en la clasificación de animales o plantas, y, como en estos
casos, se utilizan nombres en latín. El sistema reconoce diez géneros de nubes, atendiendo a
su apariencia y a la parte del cielo en que se
forman: Cumulonimbos, cúmulos, estratos, cirroestratos, altoestratos, nimboestratos, cirros, cir
rocúmulos, altocúmulos, estratocúmulos. Estos géneros se subdividen en quince especies,
que describen la forma y la estructura interna de la nube, y en variedades, que describen la
transparencia y la distribución de las nubes. En total hay unas cien combinaciones. 35
Además de la clasificación general, existen otras dos clasificaciones de nubes: las nubes
especiales y las nubes de las capas superiores de la atmósfera. Estas nubes suelen
observarse rara vez u ocasionalmente y, en algunos casos, únicamente en determinadas
partes del planeta.
El Atlas Internacional de Nubes reconoce actualmente diez géneros de nubes (clasificaciones
básicas), que describen en qué parte del cielo se forman y su apariencia aproximada.
Las nubes altas suelen formarse por encima de los 5 000 metros; las nubes medias se suelen
formar entre los 2 000 y los 7 000 metros; y las nubes bajas suelen formarse a una altura
máxima de 2 000 metros.
La mayoría de los nombres de nubes contienen prefijos y sufijos latinos que, al combinarse,
dan una indicación del tipo de nube. Algunos de ellos son los siguientes:
• Stratus/strato: alargado, allanado y nivelado
• Cumulus/cumulo: montón, colmo
• Cirrus/cirro: plumoso, fleco
• Nimbus/nimbo: portador de lluvia
• Alto: nivel medio (aunque altus significa alto en latín)
Los 10 géneros se subdividen en especies, que describen la forma y la estructura interna de la
nube, y en variedades, que describen la transparencia y la distribución de las nubes. En total
hay unas 100 combinaciones.

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