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CICLONES Y ANTICICLONES

La meteorología se vale de diversos instrumentos que miden temperatura, humedad y presión en


distintos lugares y a diversas alturas. Con ellos se elaboran los mapas del tiempo. Los elementos
básicos de estos mapas son los frentes, las borrascas o ciclones (o depresiones) y los anticiclones.
Con ellos se puede explicar hacia dónde irán las nubes, en qué lugar se dan las condiciones para
que descarguen su humedad y que dirección tomarán los vientos.

Frentes
Cuando dos grandes masas de aire con temperaturas distintas y uniformes se encuentran, se
produce un choque que genera una variación brusca de la humedad y de la temperatura. La línea
de choque se llama "frente".
Se denomina frente frío, al proceso en el cual el aire frío avanza hacia el caliente, y frente cálido al
desplazamiento del aire caliente abriéndose paso hacia el aire frío. La zona alterada como
consecuencia del choque se llama ciclón, borrasca o depresión. Por el contrario, a la zona donde
la atmósfera es más estable, y con altas presiones, se la llama anticiclón.
Las isobaras son las líneas que unen los puntos en que la presión atmosférica al nivel del mar es
la misma.

Pero, ¿Qué es la presión atmosférica?


La presión atmosférica es el peso que ejerce la columna de aire sobre un punto determinado de la
tierra. Suelen expresarse en milibares y son muy útiles para la predicción meteorológica. En
ocasiones las isobaras forman familias de curvas encerradas unas en otras, alrededor de una
región donde la presión es más alta o más baja que en los puntos de su alrededor. En el primer
caso constituye un anticiclón y en el segundo un ciclón.
A su vez, para que estos fenómenos se constituyan, actúan dos tipos de sistemas; el sistema de
alta presión y el sistema de baja presión.
Tipos de frentes

Frentes fríos:
Un frente frío se origina cuando una masa de aire fría es la que se mueve empujando a la masa de
aire cálido, que tiene menos densidad y es desplazado hacia arriba con violencia. Forman
nubosidad localizada (nubes bajas, medias y altas en ese orden), de desarrollo vertical e intensas
precipitaciones y tormentas. Se representan con color azul y con triángulos.

Frentes cálidos:
Un frente cálido se genera cuando una masa de aire cálido empuja en su movimiento a una masa
de aire fría que tiende a retirarse, como el aire frío tiene una densidad mayor, el efecto que
produce el choque entre las masas de aire es el de una cuña de aire frío por cuyo plano inclinado
asciende el aire cálido, que suele ser muy húmedo y se enfría rápidamente. La nubosidad es
estratigráfica (nubes altas, medias y bajas en ese orden) y precipitaciones más suaves y
persistentes. Se representan con color rojo y con semicírculos.

Frente Estacionario:
Se produce cuando existe un equilibrio entre el empuje de las masad de aire fría y caliente. Da
lugar a largos períodos de nubosidad y precipitaciones suaves.
Frente ocluido:
Se origina cuando el frente frío alcanza al frente cálido.

Hay dos tipos de frentes ocluidos:

Oclusión cálida: tenemos una masa de aire muy fría y otra menos fría, entonces la masa de aire
muy fría asciende sobre la menos fría. Es similar al frente cálido.

Oclusión fría: tenemos una masa de aire más fría que empuja a la masa de aire menos fría
entonces la masa de aire más fría se introduce por debajo de la menos fría. Es similar al frente
frío.

Oclusión cálida. Oclusión fría.

Sistemas de alta y baja presión.


Alta presión: Son sistemas de aire frío y descendiente. Al presentar este mecanismo, impide que
el aire húmedo se condense y forme nubes. Por lo tanto, los sistemas de alta presión están
asociados a días con clima soleado. A este tipo de sistema, también se lo conoce como
anticiclones, tienen la característica de emitir vientos y la posición de los mismos es permanente
en un lugar.

Baja presión: Son sistemas de aire cálido y húmedos ascendentes. Como consecuencia de este
proceso, encontraremos la formación de nubosidad, ya que, al ascender el aire húmedo y cálido,
condensa. Estos sistemas están asociados a días de clima con nubosidad y lluviosos.
Los sistemas de baja presión son conocidos también como ciclones, y tienen la característica de
atraer vientos. La posición de los ciclones es variable según la estación climática del año.

Borrascas o ciclones

Una borrasca o ciclón es una gran columna de aire coronada por un gran disco de nubes, viento y
actividad tormentosa. La principal fuente de energía es la liberación del calor de condensación
del vapor de agua. Por eso, un ciclón suele considerarse como una especie de turbina energética.
El término ciclón se ha utilizado con un sentido más amplio aplicándolo a las tormentas y
perturbaciones que acompañan a sistemas de baja presión, en particular a los violentos huracanes
tropicales y a los tifones, centrados en zonas de presión extraordinariamente baja.
En los ciclones la presión disminuye hacia el centro y son el resultado de ascendencias dinámicas
(frontales) o térmicas (convección del aire). Los vientos giran en el sentido de las agujas del reloj,
en el hemisferio sur, y en el hemisferio norte lo hacen en sentido antihorario.
Los ciclones son centros de convergencia de los vientos al nivel del suelo, siendo estos más fuertes
cuanto mayor es el gradiente o pendiente barométrica, o sea, cuantas más juntas están las
isobaras.
Debido a la rotación de la tierra, el viento que entra en un ciclón (como todo cuerpo puesto en
movimiento) se mueve en sentido a las agujas del reloj en el hemisferio sur y en sentido contrario
en el hemisferio norte.

Tipos de ciclones
Hay ciclones de viento; en los cuales el mismo toma una fuerza destructiva, denominándolos:
vientos salvajes y, a su vez, éstos, también pueden tener distintos nombres según las distintas
áreas del mundo: huracanes, tornados o ciclones. Y según la velocidad del viento pueden ser
conocidos como: Depresión tropical; con vientos menores a 60km/h, tormenta tropical; con
vientos de entre 63km/h a 117km/hs, huracán o tifón; con vientos a partir de 118km/h y super
ciclón; con vientos mayores a 249km/h. Los vientos más fuertes se dan en los niveles bajos, donde
el contacto con la superficie terrestre origina una fuerte disipación por rozamiento, generando
grandes remolinos. Para que se pueda hablar de un ciclón de viento, el mismo no debe superar los
117km/h. Este tipo de ciclones es capaz de levantar y/o destrozar árboles, casas, autos, etc.
Por otro lado, tenemos los ciclones de agua, los cuales son uno de los fenómenos más destructivos,
debido a la caída de grandes cantidades de agua, causando inmensas inundaciones. Se forman y
se intensifican cuando están situados sobre océanos tropicales en ambos hemisferios en donde la
fuerza de rotación de la tierra es fuerte para que inicie el movimiento de rotación de baja presión
cuyas temperaturas de agua nivel de la superficie son de 27°c o más cálidas.

A su vez, los ciclones pueden clasificarse en cinco grupos:

Ciclones tropicales: Se forman en océanos calientes (generalmente tropicales) y de ahí succionan


la energía de la evaporación y la condensación. Es decir, el agua se evapora de la superficie del
océano y entra en contacto con masas de aire frío, formando nubes. Luego una columna de baja
presión genera vientos en espiral. A medida que la presión de la columna central (el ojo) se
debilita la velocidad del viento aumenta a su alrededor. Son característicos por tener una fuerte
área de baja presión en la superficie y una alta presión en los niveles altos de la atmósfera. Se
originan por la formación de centros de baja presión atmosférica en el mar. Por ejemplo; la fuerza
de rotación de la tierra es más débil en el Ecuador, por eso los ciclones se forman a más de 5° de
latitud (550km) del Ecuador. Éstos, son altamente destructivos, ya que producen fuertes lluvias
con vientos de al menos 120km/hs, llegando sus ráfagas en algunas ocasiones a más de 300km/h.
Ciclones extratropicales: Es un ciclón que se forma en latitudes mayores a 30°; se compone por
dos o más masas de aire, por lo tanto, se asocia a uno o más frentes. La familia de los ciclones
extratropicales es tan amplia que normalmente se intenta definir una subfamilia.

Ciclones subtropicales: Es un sistema meteorológico que tiene algunas características del ciclón
tropical y el ciclón extratropical. Suelen formarse en latitudes cercanas al ecuador.

Ciclones polares: Son similares en comparación y tamaño a los ciclones tropicales, aunque el
tiempo de vida de estos es más corto. Tienen varios cientos de kilómetros de diámetro y vientos
fuertes (aunque generalmente no tienen la intensidad de un huracán). Este tipo de ciclón se
desarrolla con una extrema rapidez, alcanzando su fuerza máxima en 24hs. Los ciclones árticos
poseen extensas áreas de baja presión en las regiones polares que tienen una débil rotación
ciclónica con una máxima explosión de 120 metros cúbicos.

Mesociclones: Es un vórtice de aire, aproximadamente 2 a 10km de diámetro (mesoescala en


metrología). Se forman cuando hay fuertes cambios en la velocidad del viento a diferentes niveles
de presión atmosférica, lo cual se conoce como cizalladura del viento.

• En el océano pacífico y en el océano atlántico, se presentan cuatro regiones de generación


de ciclones, las mismas son relevantes para México.
Anticiclones

Un anticiclón es una zona atmosférica de alta presión, en la cual la presión atmosférica (corregida
a nivel del mar) es superior a la del aire en las zonas circundantes. Las isobaras suelen estar muy
separadas, mostrando que los cambios de presión no son bruscos, lo que propicia la presencia de
vientos suaves que llegan a desaparecer en las proximidades del centro.
El aire de un anticiclón es más estable que el aire que le circunda y desciende sobre el suelo desde
las capas altas de la atmósfera, produciéndose un fenómeno denominado subsidencia. Producen
situaciones de tiempo estable y ausencia de precipitaciones, ya que la subsidencia limita la
formación de nubes.

Los anticiclones van en sentido contrario a las borrascas o ciclones. El aire se mueve girando en
la dirección de las agujas del reloj en el hemisferio Norte y en sentido contrario en el hemisferio
Sur. El movimiento del aire en los anticiclones se caracteriza por los fenómenos de convergencia
en los niveles superiores y divergencia en los inferiores.

El aire que baja se va secando y calentando, por lo que trae consigo estabilidad y buen tiempo, con
escasa probabilidad de lluvia. En invierno, sin embargo, el aire que desciende puede atrapar
nieblas y elementos contaminantes bajo una inversión térmica y llegar a formar el denominado
"smog".

Según su origen, este fenómeno puede clasificarse en dos tipos:


Anticiclones dinámicos: Son aquellos que se originan por un movimiento de subsidencia
(descenso) del aire. En general son de aire caliente como los anticiclones subtropicales.
Anticiclones térmicos: Se trata de aquellos originados por un fuerte enfriamiento de las capas de
las capas bajas de la atmósfera, por el contacto con un suelo muy frío. Suelen formarse en invierno
en las regiones continentales del hemisferio norte. Son anticiclones fríos y de poca altura, lo cual,
en verano, al aumentar la temperatura del suelo, se debilitan y llegan a desaparecer.

En las altas presiones el aire tiene sus moléculas muy apretadas, su densidad es muy elevada, por
lo tanto, pesa más que el aire de las bajas presiones, que tiene sus átomos más disgregados, es
menos denso y más ligero.
El viento siempre va de las altas a las bajas presiones. Se puede decir que las altas presiones son
una especie de ventiladores, porque "soplan viento” y que las bajas presiones son como
aspiradoras, porque "aspiran el aire”. Cuanto más húmedo es el aire, también es más ligero,
porque el vapor de agua, pesa menos que el aire. Dentro de cada centro de altas o de bajas
presiones, el aire gira formando remolinos, y debido a la forma, los movimientos y al magnetismo
terrestre, lo hace siempre de una manera determinada.
Regiones de formación de anticiclones
En América ejercen su influencia directa cuatro anticiclones, los dos del océano Atlántico norte y
sur, y también los dos del océano Pacífico norte y sur.

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