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VALOR

BIOLOGICO DE LA
CARNE DE RES 

PRÁCTICA DE APLICACIÓN DE BIOQUÍMICA I


EN EL CAMPO NUTRICIONAL

 
MATERIA: Bioquímica I

DOCENTE: Sara Villafan Sandi

INTEGRANTES: 

 Boris Orlando Herrera Mancilla #19


 Maria Fernanda Velasquez Chavez #45

miércoles, 16 de noviembre de 2022


1. Desarrollo.
1.1. ¿Qué es la Carne de Res?

La carne es el tejido animal, principalmente muscular, que se consume como


alimento. Desde el punto de vista nutricional, la carne es una fuente habitual
de proteínas, grasas y minerales en la dieta humana. De todos los alimentos
que se obtienen de los animales y plantas, la carne es el que mayores
valoraciones y apreciaciones alcanza en los mercados y, paradójicamente,
también es uno de los alimentos más evitados y que más polémicas suscita. (1)

2. Origen del Huevo.

Es común para los seres humanos la alimentación a base de carne en la dieta, así como
para otras especies animales, e inclusive para unas pocas especies vegetales. La
alimentación de los primeros homínidos (Australopitecos y Homo habilis) es objeto de
estudio y debate, aunque parece que la carne de pequeños animales o proveniente del
carroñeo formaría parte de su dieta, como ocurre con algunos monos antropomorfos
(chimpancés). El dominio del fuego, uno de los rasgos principales del proceso de
hominización se suele explicar en relación con la transformación culinaria de los
alimentos, especialmente de la carne. Algunas de las especulaciones antropológicas
más famosas tienen este tema en particular (Lo crudo y lo cocido, de Claude Lévi-
Strauss). El Homo neanderthalensis y los primeros representantes de la especie
humana Homo sapiens, como el hombre de Cro-Magnon, sometidos a las coyunturas
climáticas de las glaciaciones en Europa y Asia, tuvieron necesariamente un
comportamiento depredador y una elevada proporción de carne en su dieta (1)

3. Valor Nutricional Referente A Su Contenido Proteíco .

Los nutrientes son compuestos químicos que forman parte de los alimentos y el
cuerpo utiliza para crecer y funcionar. Se dividen en: a) macronutrientes, que se
consumen en cantidades relativamente grandes, como proteínas, carbohidratos y
lípidos; y b) micronutrientes, que son las vitaminas y minerales y se consumen en
cantidades menores, pero son imprescindibles para el organismo.

La carne es parte importante de la dieta humana, pues proporciona numerosos


nutrientes como: proteínas, vitaminas, minerales, lípidos y pequeñas cantidades de
carbohidratos; además algunos de estos son más biodisponibles (fácilmente
absorbidos y utilizados) que en otras fuentes de alimentos.(2)

1.2. Proteinas

Son macronutrientes muy importantes en la dieta, necesarios para la vida y con varias
funciones metabólicas y fisiológicas. Cada célula del cuerpo contiene proteínas y estas
tienen un papel en distintos procesos como el metabolismo de la glucosa y los lípidos,
regulación de la presión sanguínea, funcionamiento del sistema inmunitario,
metabolismo del tejido óseo, etc.
Entre la amplia gama de funciones que llevan a cabo estos macronutrientes, pueden
describirse:

Anticuerpo. Se unen a partículas extrañas específicas, como virus o bacterias, para


desactivarlas directamente o marcarlas para su destrucción y así proteger al
organismo.

Componente estructural. Proporcionan estructura y soporte para las células. Enzima.


Llevan a cabo casi todas las reacciones químicas que tienen lugar en las células. Al leer
la información genética que se almacena en el ADN, también ayudan a formar nuevas
moléculas.

Mensajero. Transmiten señales para coordinar procesos biológicos entre diferentes


células, tejidos y órganos.

Transporte/almacenamiento. Se unen y transportan átomos y moléculas pequeñas


dentro de las células y en todo el cuerpo.

Las proteínas están formadas por cadenas de pequeñas moléculas orgánicas llamadas
aminoácidos (es decir, estos actúan como “ladrillos de construcción”). Dentro de los 20
tipos de aminoácidos que pueden combinarse para formar una proteína, algunos que
pueden ser sintetizados por el organismo y se denominan no esenciales (ácido
aspártico, ácido glutámico, alanina, arginina, asparragina, cisteína, glicina, glutamina,
prolina, serina y tirosina).

Los otros nueve, son considerados esenciales debido a que no pueden ser producidos
por el cuerpo humano (o no en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades
fisiológicas), por lo que deben suministrarse por medio de los alimentos y son:
histidina, isoleucina, leucina, valina, lisina, treonina, fenilalanina, metionina y
triptófano.

Aunque la proteína puede provenir de un amplio espectro de fuentes alimenticias, a


diferencia de la que proporcionan los vegetales, la que se obtiene de los alimentos de
origen animal (como las carnes rojas, aves y huevo), es considerada de alto valor
biológico debido a que es la única que contiene todos los aminoácidos esenciales y se
digiere con mayor facilidad.

Incluir carne y otros alimentos de origen animal en la alimentación, asegura una dieta
completa y equilibrada, además de garantizar que se tendrá proteína de excelente
calidad, la cual es fundamental para la salud y desarrollo del ser humano.(2)

1.3. Vitamina B6

Es una vitamina hidrosoluble (es decir, que puede disolverse en agua y viajar a través
de la sangre) y forma parte de los micronutrientes requeridos en la dieta diaria que
garantizan el funcionamiento correcto del cuerpo.

En las células se llevan a cabo muchas reacciones químicas necesarias para vivir, y
estas son aceleradas por moléculas llamadas enzimas, a la vez, a estas se unen otras
que las ayudan en sus actividades: las coenzimas. La vitamina B6 y sus dos coenzimas,
PLP y PMP, ayudan a más de 100 enzimas a realizar diversas funciones relacionadas
con:

Metabolismo de proteínas, carbohidratos y ácidos grasos.

Síntesis del grupo hemo, compuesto del hierro que forma parte de la hemoglobina,
una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y es responsable de transportar el
oxígeno en el organismo.

Mantener niveles normales de homocisteína, un aminoácido que si está en niveles


altos en la sangre, puede causar problemas cardiacos.

Gluconeogénesis, que es la producción de glucosa, un azúcar que ayuda a generar


energía para el organismo.

Glucogenólisis, procedimiento de degradación del glucógeno (polisacárido que se


almacena en el hígado y en menor cantidad, en los músculos) para obtener glucosa de
manera rápida.

Función del sistema inmunitario, promoviendo la formación de células denominadas


linfocitos, que ayudan a protegernos de las infecciones.

Esta vitamina puede encontrarse naturalmente en alimentos como las aves (pavo y
pollo), carnes rojas como res y cerdo, hígado y otras vísceras, atún, garbanzos y papas.
También existen algunos cereales fortificados (es decir, que se les añade esta
vitamina).(2)

1.4. Vitamina B12

Este micronutriente, al igual que el resto de las vitaminas del complejo B, es


hidrosoluble (esto significa que puede disolverse en agua y viajar a través de la
sangre); tiene la estructura química más grande y compleja de todas las vitaminas y es
la única del grupo B que no se encuentra en los vegetales, sólo en los alimentos de
origen animal.

Juega un papel esencial en:

Formación y maduración de los glóbulos rojos.

Síntesis de hemoglobina, proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y es


responsable de transportar el oxígeno en el organismo.

Síntesis y preservación de la integridad del ADN.

Buen estado del sistema nervioso:

Desarrollo y función del cerebro y las células nerviosas.

Preservación de la mielina, que es una sustancia grasa que recubre las fibras nerviosas
y actúa como “conductor” en un sistema eléctrico, permitiendo la transmisión rápida y
eficiente de los impulsos nerviosos.

Síntesis de neurotransmisores, mensajeros químicos que envían señales a células u


órganos del cuerpo y tienen funciones relacionadas con el estado de ánimo,
aprendizaje, memoria, apetito, temperatura, respuestas emocionales, sueño, estado
de alerta, etc.

Su deficiencia puede causar anemia megaloblástica (disminuyen los glóbulos rojos en


la sangre y aparecen algunos anormalmente grandes); también podrían generar
trastornos neurológicos.

Las fuentes alimenticias que naturalmente contienen buena cantidad de esta vitamina
incluyen carnes rojas como res y cerdo, aves como pollo y pavo, vísceras
(especialmente hígado), almejas, pescado, huevo y productos lácteos. Otra opción para
obtenerla son los cereales fortificados (es decir, que la tienen añadida).(2)

1.5. Zinc

Este mineral se considera un micronutriente,y es indispensable debido a que tiene


funciones en la salud de la piel, dientes, huesos, cabello, uñas y músculos, así como
para el crecimiento y la función cerebral.

Es un componente esencial de cientos de enzimas que participan en la síntesis y


degradación de proteínas, carbohidratos, lípidos y ácidos nucleicos; al igual que en el
metabolismo de otros micronutrientes.

Interviene en prácticamente cualquier actividad de las células. Entre sus funciones


pueden mencionarse:

Varias enzimas cuya tarea es vital dentro del cuerpo, dependen de este mineral para
catalizar (incrementar la velocidad) de las reacciones químicas.

Juega un papel importante en la estructura de las proteínas y la membrana celular (es


la barrera que controla lo que entra y lo que sale de las células). La falta de zinc en
estas membranas, las hace más susceptibles a daños y perjudica sus funciones.

Influye en la transmisión de impulsos nerviosos y la liberación de hormonas que


regulan diversas actividades en todo el organismo.

Es primordial para que el sistema inmunitario trabaje correctamente. Su deficiencia se


asocia con deterioro de la eficiencia de este sistema, pues se retrasa la estimulación de
los linfocitos (células que ayudan a protegernos de las infecciones) y disminuye la
quimiotaxis (reacción de las células del sistema inmunitario ante determinados
compuestos químicos, como los generados por la presencia de bacterias o virus).

El zinc contenido en las carnes rojas como res y cerdo; aves como pollo y pavo; vísceras
(en particular, hígado) y ostras es altamente biodisponible (fácilmente absorbido y
utilizado), por lo que estas son las mejores fuentes alimenticias para obtenerlo. Es
menos biodisponible en granos enteros y legumbres debido a que estos contienen
fitatos, compuestos que dificultan la absorción de algunos nutrientes.(2)

1.6. Hierro

Este mineral forma parte de los micronutrientes que componen una dieta completa. Es
un elemento esencial de cientos de proteínas y enzimas que realizan funciones
indispensables para la vida.
Se utiliza para múltiples procesos, entre los que pueden mencionarse:

Tiene efectos en el crecimiento y desarrollo físico.

Es un componente indispensable de la hemoglobina, una proteína que se encuentra en


los glóbulos rojos y se encarga de transportar el oxígeno en el organismo. La
deficiencia de hierro puede provocar anemia (disminución de los glóbulos rojos en la
sangre).

Forma parte de la mioglobina, proteína responsable del transporte y almacenamiento


de oxígeno en el tejido muscular; además da el color a las fibras musculares.

Sirve como medio de transporte de electrones, lo cual es necesario para generar


energía para la actividad de las células.

Participa en la formación de distintas enzimas, encargadas de acelerar reacciones


químicas necesarias para vivir. Algunas están involucradas en la respuesta inmunitaria.

Es requerido para la función cerebral y nerviosa normal, a través de su participación en


la síntesis de neurotransmisores (mensajeros químicos que envían señales a células u
órganos del cuerpo) y de mielina (sustancia grasa que recubre las fibras nerviosas).

Interviene en la síntesis de algunas hormonas, que sonquímicos liberados por


glándulas o tejidos del cuerpo y que controlan la actividad de ciertas células u órganos.

El hierro de los alimentos se presenta en dos formas: hemínico y no hemínico. El


hemínico es muy importante, porque se absorbe y aprovecha con mayor eficiencia que
el no hemínico y más aún, porque potencia la absorción de este último. Los vegetales y
alimentos fortificados con hierro, tienen el no hemínico; mientras que las carnes rojas
como res y cerdo, aves como pollo y pavo, vísceras (especialmente hígado) y mariscos
contienen ambas formas.(2)

1.7. Selenio

Este micronutriente es un mineral esencial para los seres humanos. Es componente de


muchas proteínas que desempeñan funciones críticas en la reproducción, metabolismo
de hormonas, síntesis de ADN y protección contra el daño oxidativo e infecciones.

Se involucra en aspectos como:

Apropiado funcionamiento del sistema inmunitario, ya que estimula la producción de


células importantes para proteger al organismo (los linfocitos y las NK).

Reduce la capacidad de los virus para causar enfermedad.

Esencial para la fertilidad masculina (estimula la movilidad y función de los


espermatozoides y la síntesis de testosterona).

Regulación de algunos neurotransmisores (mensajeros químicos que envían señales a


células u órganos del cuerpo); por lo que ayuda a reducir la incidencia de depresión,
ansiedad y ataques epilépticos.
Regula la función de la glándula tiroides al promover la formación de hormonas
tiroideas (estas controlan el ritmo de múltiples actividades del cuerpo).

Tiene efectos antiinflamatorios.

Actúa como agente antioxidante e interviene en el metabolismo de la vitamina E. La


deficiencia de selenio se asocia con protección antioxidante deteriorada, lo que afecta
la respuesta fisiológica al estrés; también se ha relacionado con enfermedades del
músculo cardiaco.

Las carnes rojas como res y cerdo, aves como pavo y pollo, vísceras (en particular
hígado), mariscos y huevo son fuentes alimenticias ricas en este mineral. Otras
opciones incluyen semillas de girasol, leche y productos lácteos. (2)

En cuanto al contenido en grasa, las carnes y derivados se clasifican en:

Magras (<6 gramos de grasa por 100 g de alimento)

Semigrasas (6-12 gramos de grasa por 100 g de alimento)

Grasas (>12 gramos de grasa por 100 g de alimento) (3)

4. Composición Química.

La composición química promedio del tejido muscular del bovino, libre de grasa
subcutánea, consiste en agua (65-80%), proteína (16-22%), lípidos (1.5-13%),
carbohidratos (0.5–1.5) % y cenizas (1%) (Forrest et al., 1979; Fenemma, 1996), pero
son muchos los factores que afectan esta composición, particularmente la
alimentación y la genética de los animales (Forrest et al., 1979; Fenemma, 1996; Serra
et al., 2004). El agua es el componente principal de los líquidos extracelulares y en ella
se encuentran disueltos o suspendidos numerosos componentes químicos; por ello
sirve como medio de transporte de nutrientes entre el lecho vascular y las fibras
musculares. Las proteínas son el componente principal de la materia sólida de estas
últimas. Generalmente se clasifican atendiendo fundamentalmente a su solubilidad en:
sarcoplásmicas (mioglobina, hemoglobina y enzimas asociadas a la glucólisis, al ciclo
del ácido cítrico y a la cadena transportadora de electrones), miofibrilares (entre otras,
actina, miosina, tropomiosina troponina, actinina α y β, proteína C y proteína M) y del
estroma (constituyentes del tejido conectivo y proteínas fibrilares asociadas, que son
comparativamente insolubles). En el músculo se encuentran, además de proteínas,
otros componentes nitrogenados no proteicos (NPN) tales como aminoácidos,
péptidos sencillos, creatina, fosfato de creatina, creatinina, algunas vitaminas,
nucleósidos y nucleótidos, incluido el adenosintrifosfato (ATP). La composición lipídica
de la carne se puede dividir en lípidos del tejido muscular y los propios del tejido
adiposo. Los primeros se depositan en dos compartimentos diferentes. Algunos lípidos
lo hacen dentro de la fibra muscular (intracelulares), pero la mayoría se localiza en el
tejido adiposo asociado a los septos de tejido conectivo laxo que se encuentra entre
los haces musculares; este último tipo de depósito graso se le conoce como veteado,
marmoleo o “marbling”. El conjunto de ambos compartimentos constituye la grasa
intramuscular (Forrest et al., 1979). En general se considera que los lípidos del músculo
(grasa intramuscular) tienen un grado superior de insaturación que los del tejido
adiposo (Piironen et al., 2002). Por otra parte la oxidación de los ácidos grasos
altamente insaturados que se encuentran en la membrana de la fibra muscular puede
ser muy importante en algunas de las reacciones de deterioro de la carne (Fenemma,
1996). Morrissey et al. (1998), afirman que al incrementarse el grado de insaturación
de estos lípidos musculares se reduce su estabilidad oxidativa. En años recientes, el
contenido relativamente elevado de ácidos grasos saturados del músculo de
mamíferos ha sido fuente de controversia acerca de su papel en la producción de
ciertas formas de arteriosclerosis. Sin embargo, hasta la fecha no existe evidencia
científica firme que demuestre que las grasas del tejido muscular son perjudiciales
para la salud cuando se consumen en cantidades razonables. El colesterol es el esterol
más abundante en los tejidos animales y se sintetiza a partir de acetil-coenzima A,
siendo el hígado el principal lugar de síntesis (Stryer, 1988). Así como sucede con la
totalidad de los lípidos del plasma sanguíneo, la proteína C y proteína M) y del estroma
(constituyentes del tejido conectivo y proteínas fibrilares asociadas, que son
comparativamente insolubles). En el músculo se encuentran, además de proteínas,
otros componentes nitrogenados no proteicos (NPN) tales como aminoácidos,
péptidos sencillos, creatina, fosfato de creatina, creatinina, algunas vitaminas,
nucleósidos y nucleótidos, incluido el adenosintrifosfato (ATP). La composición lipídica
de la carne se puede dividir en lípidos del tejido muscular y los propios del tejido
adiposo. Los primeros se depositan en dos compartimentos diferentes. Algunos lípidos
lo hacen dentro de la fibra muscular (intracelulares), pero la mayoría se localiza en el
tejido adiposo asociado a los septos de tejido conectivo laxo que se encuentra entre
los haces musculares; este último tipo de depósito graso se le conoce como veteado,
marmoleo o “marbling”. El conjunto de ambos compartimentos constituye la grasa
intramuscular (Forrest et al., 1979). En general se considera que los lípidos del músculo
(grasa intramuscular) tienen un grado superior de insaturación que los del tejido
adiposo (Piironen et al., 2002). Por otra parte, la oxidación de los ácidos grasos
altamente insaturados que se encuentran en la membrana de la fibra muscular puede
ser muy importante en algunas de las reacciones de deterioro de la carne (Fenemma,
1996). Morrissey et al. (1998), afirman que al incrementarse el grado de insaturación
de estos lípidos musculares se reduce su estabilidad oxidativa. En años recientes, el
contenido relativamente elevado de ácidos grasos saturados del músculo de
mamíferos ha sido fuente de controversia acerca de su papel en la producción de
ciertas formas de arteriosclerosis. Sin embargo, hasta la fecha no existe evidencia
científica firme que demuestre que las grasas del tejido muscular son perjudiciales
para la salud cuando se consumen en cantidades razonables. El colesterol es el esterol
más abundante en los tejidos animales y se sintetiza a partir de acetil-coenzima A,
siendo el hígado el principal lugar de síntesis (Stryer, 1988). Así como sucede con la
totalidad de los lípidos del plasma sanguíneo, el cobre, zinc y selenio. El hierro en la
carne tiene alta biodisponibilidad y se encuentra asociado a la proteína mioglobina.
Esta proteína es la que provee oxígeno y le da color al tejido muscular rojo. Por su
contenido en hierro de alta disponibilidad, la carne se considera una fuente
inestimable de este mineral en la dieta humana (Pearson y Gillet, 1999). La deficiencia
de hierro es la más común en el mundo (Warris, 2000). La carne es relativamente
pobre en calcio (con aproximadamente 100 mg/ 100 g) y contiene generalmente 60 a
90 mg de sodio y 300 mg de potasio/100 g de carne fresca. Como los minerales y
vitaminas solubles del complejo B están presentes en la porción magra de la carne, su
concentración varía dependiendo de la cantidad de tejido graso y hueso de cada pieza
de carne así como del proceso de cocción (Fenemma, 1996).

5. Beneficios

Durante muchos años se han levantado una gran cantidad de mitos y creencias
erróneas en torno a las carnes rojas.

Muchas personas las eliminan de su alimentación porque creen que no son saludables
para el organismo porque contienen grasas que resultan perjudiciales para la salud y
por su elevado contenido de colesterol, ácidos grasos y triglicéridos. Sin embargo, en
ningún caso debemos eliminarlas de nuestra dieta. Siempre que se realice un consumo
moderado de ellas, estaremos proporcionando a nuestro organismo los diferentes
nutrientes esenciales que contienen. De hecho, está demostrado que consumir una
ración de unos 200 gramos a la semana aporta múltiples beneficios.

La res se caracteriza por ser una carne magra con un gran poder nutricional, ya que
posee un alto contenido de con proteínas de gran calidad y es rica en agua.

Por este motivo, es una de las primeras carnes que pueden empezar a ingerir ya en la
infancia, a partir de los 6 o 7 meses de vida. Unos 100 gramos de ternera aportan a
nuestro organismo 21 gramos de proteínas, 77 gramos de agua, 2,8 gramos de grasa y
70 mg de colesterol, y nos aporta minerales esenciales para su buen funcionamiento,
como hierro, potasio, magnesio, calcio y zinc.

Debido a su bajo contenido en grasas, la carne de res resulta muy fácil de digerir. Pero
también porque es una carne muy tierna y por su alto contenido de agua. Pero veamos
con más detalle cuáles son todos los beneficios que la carne de ternera aporta a
nuestra salud.

1. Alto contenido de sarcosina

La sarcosina es un elemento esencial para el adecuado desarrollo de los músculos y


para que se mantengan sanos. Les suministra la energía suficiente para poder llevar a
cabo tanto las tareas cotidianas como todas aquellas actividades que tienen que ver
con el ejercicio físico, por lo que este tipo de carne es muy recomendable para aquellas
personas que realicen deporte de manera habitual o que lleven una vida muy activa.

2. Rica en proteínas

La carne de ternera es rica en proteínas de gran calidad, ya que contiene aminoácidos


fundamentales en nuestra alimentación, ya que nuestro organismo no es capaz de
sintetizarlos o lo hace de forma insuficiente. Este tipo de carne aporta entre un 18% y
un 20% de proteínas a nuestro organismo.

3. Abundante carnitina

La carnitina es un elemento muy importante para ayuda a metabolizar la grasa y


aumentar la producción de aminoácidos de cadena ramificada, lo cual brinda múltiples
beneficios a aquellas personas que realicen ejercicio de manera habitual y/o que
participen en competiciones deportivas.
4. Contiene alanina

La alanina es la sustancia que se ocupa de producir el azúcar a partir de la proteína,


muy importante para obtener la energía que necesitamos en nuestro día a día. Si no
disponemos de una cantidad suficiente de este elemento en nuestro cuerpo, nos
sentiremos cansados.

También puede interesarle: Propiedades nutricionales de la carne de res

5. Importante fuente de ácido linoléico

La carne de ternra tiene un contenido muy bajo en grasas y la grasa que contiene
posee una elevada cantidad de ácido linoléico, lo que favorece la recuperación de los
tejidos del cuerpo provocados por un ejercicio intenso prolongado en el tiempo. pero
además, este elemento ayuda a mejorar los músculos por sus propiedades
antioxidantes.

6. Una gran cantidad de vitamina B6

La carne de ternera contiene una gran cantidad de vitamina B6 que contribuye a la


mejora de nuestro sistema inmunitario y acelera nuestro metabolismo y la síntesis de
la proteína. De esta forma, proporcionamos un aporte extra a nuestro cuerpo para que
funcione correctamente y pueda combatir ciertas enfermedades más leves. Pero
además, debes saber que cuando el metabolismo se acelera, quema más calorías, por
lo que es una magnífica opción para ser incluida en dietas de adelgazamiento. Eso sí,
sin abusar.

7. Contiene hierro

La carne de res cuenta con un alto contenido en hierro hemínico. El hierro es una
sustancia mineral muy importante para la hematopoyesis, es decir, el proceso de
creación, desarrollo y maduración de los glóbulos rojos de la sangre. Esta sustancia se
absorbe con gran facilidad y mejora la absorción del hierro no hemínico. Un elemento
muy importante para combatir la anemia.

8. Importantes cantidades de proteínas y potasio

La carne de ternera es una importante fuente de potasio, muy importante para el buen
funcionamiento de nuestro organismo. Un déficit de potasio puede afectar de forma
muy negativa al desarrollo de los músculos, ya que este elemento juega un papel
fundamental en la formación de las hormonas y en la síntesis de proteínas. De lo
contrario, el crecimiento será moderado.

9. Contiene vitamina B12

La carne de ternera también cuenta con una gran cantidad de vitamina B12, que juega
un papel esencial en la producción de células rojas en la sangre. Una vitamina muy
necesaria para personas que hacen deporte de forma habitual. pero también para
combatir la anemia.

10. Una buena cantidad de zinc y magnesio

La carne de ternera contiene magnesio y zinc. El magnesio ayuda a sintetizar las


proteínas, aportando fuerza a los músculos y mejorando el proceso de metabolización
de la insulina, mientras que el zinc, por sus propiedades antioxidantes, contribuye a la
aceleración de la síntesis de proteínas y al crecimiento de los músculos. La absorción
de esta sustancia se ve favorecido por el alto contenido en proteínas de esta carne. (4)

6. Desventajas

La parte negativa de la carne roja es su contenido en purinas (puede dar lugar a la gota
y cálculos en los riñones y en las vías urinarias). También contiene colesterol y grasas
saturadas, las cuales son malas para la salud, dando lugar a muchas enfermedades. En
el caso de los deportistas, gracias al ejercicio, consiguen quemar estas grasas por lo
que no es tan perjudicial.
Por lo tanto, la carne roja se debe consumir, pero no en exceso porque, aunque se
ingiera en poca cantidad, podemos lograr una nutrición completa. Lo ideal sería dos o
tres veces por semana.
Fuera de su valor nutricional, otro problema de la carne roja son las sustancias tóxicas
que aporta a nuestro organismo; provenientes de la ganadería intensiva. Me refiero a
los antibióticos, hormonas para el engorde, metales pesados procedentes de piensos,
etcétera, que se suministran a los animales durante su vida.
Muchos de los tóxicos están prohibidos, pero, a veces, a pesar de los controles de
calidad, se venden carnes adulteradas. Os recomiendo evitar la carne envasada y la
que está en oferta ya que, normalmente, es de peor calidad. También las vísceras
porque en ellas se suelen acumular los metales más pesados como, por ejemplo, el
cadmio, que se encuentra en el pienso.
Igualmente conviene evitar los derivados cárnicos porque para su elaboración se suele
utilizar la carne más grasa, sangre, tendones y todo lo que no se suele vender
normalmente. Además, contiene muchos aditivos.

¿Qué nos ocurre si abusamos de la carne roja?

Las enfermedades que asociamos al consumo excesivo de carne son la


arterioesclerosis, cáncer, hipertensión, obesidad, trastorno del metabolismo de las
grasas, diabetes y reuma. (5)

Bibliografía
1. https://es.wikipedia.org/wiki/Carne
2. https://comecarne.org/el-valor-nutritivo-de-la-carne/
3. https://www.centrallecheraasturiana.es/nutricionysalud/nutricion/grupos-de-
alimentos/carnes-pescados-y-huevos/#:~:text=La%20carne%20es%20una%20fuente,
%C3%A1cido%20pantot%C3%A9nico%20y%20la%20biotina.
4. http://bovinosparacarne.uprm.edu/publication/santrichvacca%5B1%5D.pdf
5. https://fegasacruz.org/10-beneficios-de-la-carne-de-res-para-la-salud/
6. https://www.hola.com/estar-bien/20141007110470/consumo-carne-roja-efectos-
salud/
7.

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