UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

CAMPUS IRAPUATO-SALAMANCA
DIVISION CIENCIAS DE LA VIDA
DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA Y OBSTETRICIA
LICENCIATURA EN ENFERMERIA Y OBSTETRICIA

NIVEL: 3
PRÁCTICA: PRÁCTICA DE CUIDADO DE ENFERMERÍA FUNDAMENTAL

PROCESO DE ENFERMERIA
RESPONSABLE: GARCÍA ORNELAS ALDO ANDRÉ.
ASERORAS:
OLVERA VAZQUEZ MA. TERESA.
BARRON AZA MARTHA.
FECHA: 24/11/2022
Descripción del entorno:

El entorno donde ocurrió el momento de cuidado fue en casa de mi tía, una casa amplia, fresca,
limpia, tranquila y llena de vida a la vez. Esta se encontraba en un lugar residencial, iluminado,
grande y rodeado de un bosque abundante de vegetación en Morelia.

Cuando llegaba a su casa, siempre me sentía ensordecido por la inmensidad del lugar, pues el
techo de su casa era muy alto. Las habitaciones estaban en un corredor largo, iluminado y
elegante; el estar en su casa era como estar en una película de los años dorados, pues ella tenía
muy buen gusto. Su habitación era la más grande de todas, estaba al fondo del corredor.

Al entrar, quedabas anonadado con lo bonita que era, grande, iluminada, ventilada, acogedora y
muy calentita. En ella había una cama muy grande, con muebles estilo victorianos. Al costado de
su cama, tenía dos mesas de noche, una de cada lado, en una tenía sus medicamentos y en la otra
tenía una cruz dorada, grande y brillante.

Dentro de su alcoba también tenía una pequeña sala, sillones grandes y cómodos, desde su
ventanal, se veía una vista muy bonita, el bosque y la ciudad. En su habitación también tenía un
baño, creo que es el baño más grande que he visto, pues podrían estar aproximadamente 30
personas dentro y sobraba espacio aún. En él había una tina de baño grande, un retrete, un
lavamanos, un espejo gigante; incluso recuerdo ver un par de sillones también.

Descripción del enfermero:

Siempre se le brindó un trato sincero, amoroso y digno de una persona tan gentil como lo era ella.
Se le apreciaba muchísimo, pues como ya mencioné, siempre fue muy cálida con todos sus
allegados. Mi madre y yo siempre la tratamos muy bien, porque fue nuestra tía más cercana. Por
lo mismo la cuidamos lo mejor que pudimos mientras pudimos.

Durante el tiempo que estuvimos ahí, intentamos desvivirnos por darle el mejor cuidado, la mejor
compañía y, asimismo, la mayor cantidad de cariño posible. A pesar de que mi madre y yo
estábamos arriesgándonos al estar ofreciendo nuestro cuidado, no nos importó, pues como
anteriormente mencioné, era alguien importante para ambos. Todo el tiempo fuimos serviciales,
amorosos y cuidadosos con ella.

Intenté ser muy empático con ella, a pesar de que, al hacerlo, se me partía en miles de pedazos el
corazón, pues sabía que después de esos días, no volvería a verla. Tendría que quedarme con esos
recuerdos y esa imagen suya para siempre. Durante el tiempo que estuvimos en su casa, con ella,
estuvimos al pendiente de todos los aspectos que influían en su comodidad. Pues ella ya no podía
realizar sus actividades básicas por ella sola.

Al ver a mi madre, cuidarla, y atenderla, me abrió una perspectiva nueva a lo que me gustaría
hacer para ayudar a otras personas. En ese momento, la enfermería me guiñó un ojo, y heme aquí.

Fuimos muy pacientes con ella, al bañarla, al alimentarla, porque tardábamos mucho en
alimentarla, más que nada por su edad y la condición en la que encontraba
Descripción de la persona del momento de cuidado:

Como ya he mencionado anteriormente, mi tía siempre fue una persona muy cariñosa, amable,
sincera y positiva, nunca escuché que hablara a una persona o que se expresara mal de alguna
experiencia o situación. Le veía el lado rosa a la vida y su parte amable a las personas, incluso a las
mas groseras.

Ella era una persona muy fuerte, tenía un carácter fuerte, pero un corazón enorme. Recuerdo que
todo el tiempo olía muy rico, como a coco o vainilla. Siempre se le veía muy limpia, bien vestida,
tenia una apariencia impecable. Solía invitarnos seguido a su casa, pues mi tío, su esposo, falleció
por el año 2006, sus hijas viven fuera del país y la familia está medio separada; por lo tanto, ella
estaba sola en la inmensidad de su casa. Es por eso por lo que siempre éramos bienvenidos, tanto
en su hogar, como en su corazón. En sus últimos días de vida, no era nada de lo que yo conocí,
pero jamás perdió su sentido del humor y su positividad que se contagiaba a cualquier lado a
donde ella iba.

Descripción del momento:

El momento de cuidado, fue en el primer trimestre del año 2021, estuvieron dirigidos mis cuidados
a mi tía materna, ella se llamaba Sol, tenía 79 años.

Tuvo un accidente en su casa, cayó de las escaleras, lo cual provocó que se fracturara la cadera, lo
cual le impidió moverse y quedarse postrada en su cama. Asimismo, le fue imposible seguir con la
vida que llevaba, y requería los cuidados de alguien más.

Regularmente mi madre y yo nos turnábamos para cuidarla, ella la cuidaba durante el día, la
jornada más pesada; mientras que yo la cuidaba por la noche, que casi siempre era un poco más
tranquila, tratábamos de sacias sus necesidades, de alimentarla, amarla, bañarla y hacer que
estuviera cómoda física, espiritual y mentalmente. A mi tía la cuidaba una enfermera particular,
que estaba con ella todo el tiempo, pero los cuidados por parte de esta se vieron afectados debido
a que se enfermó de COVID y al ser mi tía, un blanco fácil para la enfermedad, la enfermera tomó
los debidos cuidados y se quedó en cuarentena por 30 días.

Durante los 15 días de cuidado, constantemente le preguntábamos si notaba mejoría y ¿Cómo se

sentía?, tratábamos de llenarla de esperanza y felicidad, porque cada día iba perdiendo un poco.
La animábamos diciéndole que sus hijas llegarían pronto a verla. (Ellas no pudieron estar, pues son
personas importantes en una empresa en España, lo cual hacía que no pudieran despejarse ni un
segundo de sus actividades laborales), también le contábamos sobre recuerdos que teníamos de
pequeños con ella, sobre varios viajes vacacionales que tuvimos y sobre anécdotas chistosas que
teníamos con mi abuela. También nos contaba cosas sobre su infancia y su carrera laboral. Le
hacía feliz hablar de las dos cosas que más estaba le importaban, su familia y su trabajo.

Había veces en las que mi tía llamaba a un amigo suyo, que era un pastor de la religión cristiana.
Para que le hablara sobre religión; al terminar, mi tía se veía tranquila y hasta cierto punto,
resignada.
Llegó el atardecer del 27 de marzo del 2021, esa tarde, estuvo muy tensa, la casa se sentía fría, sin
esa vibra envolvente que nos llenaba de alegría, se sentía inerte a su vez. Pues finalmente mi tía
había fallecido.

Yo sabía lo mucho que sufría al estar postrada en su cama, mi madre y yo lloramos hasta
cansarnos, estábamos con el corazón hecho trizas. Pero en el fondo estábamos alegres y a gusto,
con el hecho de que ella ya estaba descansando, ya estaba en un mejor lugar. Y que realmente
estaba en el cielo, por todas las buenas obras de caridad, los corazones que toco con todo el amor
que había esparcido durante toda su vida.

Procesos caritas:

Proceso carita 1. Cultivar la práctica de amor-bondad y ecuanimidad.

Proceso carita 2. Sostener y honrar la fe, esperanza y el sistema de creencias del otro.

Proceso carita 3. Cultivar las propias prácticas espirituales.

Proceso carita 4. Desarrollar una relación de cuidado ayuda y confianza.

Proceso carita 5. Expresión de sentimientos positivos y negativos.

Proceso carita 6. Uso creativo del “yo” en todas las formas de conocimiento.

Proceso carita 7. Experiencia genuina de enseñanza-aprendizaje.

Proceso carita 8. Creación de un ambiente de sanación en todos los niveles.

Proceso carita 9. Actos sagrados de Enfermería.

Proceso carita 10. Misterios y existencias de la vida y la muerte.

El momento de cuidado nos sirve para realizar una reflexión profunda sobre las acciones que
realizamos para el beneficio de nuestro paciente, también podemos tomar las cosas buenas de
estas experiencias de vida, que tarde o temprano, nos ayudaran a crecer en muchos aspectos y
ámbitos de nuestra vida; laborar, como personal e incluso espiritual.

Por otro lado, son importantes que tengamos en cuenta el impacto que podemos llegar a tener
con nuestras acciones y con las relaciones que se desarrollan entre el paciente y la enfermera.