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México, 2020
Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, AC.
Doctorado en Pensamiento Complejo
México, 2020
DEDICATORIA
A Dios…
SÍNTESIS
Por lo tanto, desde los principios del pensamiento complejo esta investigación
aporta algunos elementos para abordar la práctica pedagógica, sugiriendo en ello,
un cambio de racionalidad, que permita problematizarla, contextualizándola y
religando sus múltiples dimensiones, para proyectar su transformación. No
obstante, un discurso curricular que ha priorizado los fundamentos psicológicos ha
llevado a minimizar los aportes de los otros campos disciplinarios, hasta el punto de
utilizar parte de sus aportes para justificar una aparente integración disciplinaria en
favor de un planteamiento curricular que sigue bajo los esquemas de una
perspectiva técnica.
RESULTADOS 106
CONCLUSIONES 121
RECOMENDACIONES 124
REFERENCIAS 126
ANEXOS 134
INTRODUCCIÓN
Si bien, la educación básica está supeditada a los planteamientos curriculares
oficiales 1, la realidad es que la práctica pedagógica en las aulas poco ha tenido que
ver con lo que en ellos se establece. Desde este trabajo de investigación, se sugiere
que parte de esta problemática, alude a que el docente de educación básica y en
particular, el de educación primaria ha sido desarmado intelectualmente,
otorgándole el papel de técnico ejecutor del planteamiento curricular. Este desarme
intelectual se refiere a que, desde esta limitada función, no requiere realizar una
reflexión crítica de la teoría y práctica del curriculum; solo le corresponde
instrumentar.
Esta postura debilita la posibilidad de que el docente logre realizar una efectiva
articulación crítica de la teoría y la práctica con miras a transformarla; dado que con
antelación se le limita a un marco teórico-conceptual establecido a priori. Es decir,
los procesos reflexivos que pudiera realizar sobre su práctica pedagógica, los
generará bajo los esquemas conceptuales que los especialistas del curriculum ya
determinaron.
1
Se entiende por oficiales, a aquellos que son elaborados como resultado de la política educativa
del país, y que tratarán de responder a su vez, a un determinado proyecto económico, político y
social.
1
dimensiones que la configuran. Esto está implicando, reconocer como punto de
partida, la necesidad de construir el marco epistemológico 2 que permita vislumbrar
que todo planteamiento pedagógico se origina de una forma de observar la realidad
y el conocimiento, de cómo conceptualizamos la relación sujeto y objeto, de cómo
obtenemos conocimiento de esa realidad; y en ese sentido, es necesario dilucidar
dicha racionalidad. No obstante, el docente de educación primaria al asumir
acríticamente una racionalidad técnica para abordar su práctica pedagógica, lo hace
bajo la lógica de cómo instrumentar un planteamiento curricular que él no elaboró.
En el caso del docente de este nivel educativo, esta dificultad epistemológica para
abordar el conocimiento y la realidad se manifiesta en un doble registro.
2 Respecto a este marco epistemológico, se pueden identificar tres posturas: la que se refiere a una
posición objetivista encauzada a un interés técnico, el cual, de acuerdo con Morin (1990) responde
al paradigma de simplicidad; el que se refiere a una posición subjetivista, hermeneútica o
interpretativa encauzada a un interés práctico; y, por último, una posición crítica que es acorde a un
interés emancipador. Este último, se considera que puede ser congruente con un paradigma de
complejidad que, en este caso, se propone desde el pensamiento complejo.
3
Los alumnos es un término que en este trabajo está haciendo referencia a los dos géneros, por lo
tanto, se entenderá bajo esta implicación.
2
niveles taxonómicos del conocimiento o de la comprensión 4 (esta situación será
abordada con mayor detalle más adelante).
4
En la taxonomía de Bloom (1956), conocimiento se refiere al primer nivel cognitivo, el cual, se limita
a la recordación de información; mientras que la comprensión siendo el segundo nivel, implica la
organización cognitiva que el sujeto realiza de dicha información. Cuando se haga referencia a los
niveles cognitivos de conocimiento y comprensión, es bajo esta conceptualización taxonómica.
5 Aunque estos términos serán trabajados con mayor precisión cuando se desarrolle en el capítulo
dos lo correspondiente a un conocimiento pertinente; cabe señalar, una breve acotación al respecto.
Desde el pensamiento complejo de Morin (2000) la multidimensionalidad es esa cualidad de la
realidad, que hace alusión a sus diversos niveles o dimensiones que la configuran y que es necesario
dilucidar, si se quiere generar una comprensión, a partir de un conocimiento que es pertinente. Por
otra parte, la contextualización es otra cualidad de dicho conocimiento pertinente y se refiere a esa
necesidad de que su construcción responda considerando las múltiples condiciones de una realidad
que no puede, ni debe, ser generalizada.
3
una propuesta de intervención que requiere considerar en la reflexión sobre la
práctica pedagógica, la dimensión epistemológica como base para la articulación
dinámica entre niveles, que incluyen lo económico, político, social, psicológico, lo
propiamente pedagógico, entre otros.
4
En este sentido, es necesario dilucidar en su justa medida, las distintas dimensiones
que están implicadas para lograr una comprensión compleja de la práctica
pedagógica. Así pues, además de una postura epistemológica también está
relacionada con aspectos económicos, políticos y sociales; y consciente o
inconscientemente el docente asume con su práctica una postura al respecto, lo
cual tiene que ver con la función social que le está asignando a la educación. Tomar
conciencia de ello, implica responder a las preguntas ¿para qué educar? ¿para qué
enseñar? ¿para qué aprender?
5
para generar procesos en los que los participantes, desarrollen su capacidad
reflexiva, con relación a lo que observan, a lo que viven; siempre en relación a su
realidad presente y cotidiana. Aunado al cambio de las condiciones de su
realización, requiere de procesos de diálogo abiertos, en los que, no predomine la
visión de unos sobre otros. En este sentido, este planteamiento está dirigido a
generar las condiciones para que, los sujetos participantes en dicha práctica logren
el desarrollo de una conciencia crítica y reflexiva de su realidad. Plantear esta
posibilidad desde los primeros años de escolaridad resulta imprescindible, de otra
manera, a futuro implica un doble esfuerzo; desaprender lo aprendido, ya que, la
racionalidad desde la que eres formado o deformado en la educación básica,
posteriormente es más difícil de trascender. Desde estos niveles educativos, se crea
la falsa ilusión de que el conocimiento escolar es el conocimiento científico con
validez universal, que no puede ser cuestionado y sobre el cual, te tienes que
cultivar; de aquí que, la práctica pedagógica en educación básica se limite a
procesos cognitivos de conocimiento y comprensión, de acuerdo con la taxonomía
de Bloom (1956).
Establecer este proceso dialógico entre teoría y práctica, que permita al docente
investigador, desde los postulados del pensamiento complejo reflexionar sobre el
planteamiento curricular con relación a su propia práctica pedagógica, sugiere lograr
un cambio de racionalidad, que conlleve a abordarla en su complejidad. Desde esta
perspectiva la apertura a la incertidumbre permanente es una cualidad esencial, que
lleva a considerar que todo planteamiento curricular es una propuesta que queda
6
abierta a su replanteamiento, si partimos de una necesaria contextualización. Así
pues, el docente requiere estar en posibilidad de generar permanentemente
procesos de reflexión sobre su práctica pedagógica, reconociendo y cuestionando
los condicionamientos éticos, epistemológicos, culturales, psicológicos, políticos,
sociales, etc., en los cuales, está inmersa dicha práctica; y que constituyen los
parámetros dentro de los que, continuamente es socializado y formado
profesionalmente. Por lo tanto, la postura es que el docente de educación primaria
se pueda constituir en un agente activo, en un investigador, en un sujeto complejo
que aporte a la transformación de su práctica pedagógica desde un planteamiento
curricular, que le permita lograr una ruptura epistemológica con el paradigma de
simplicidad, que es el que ha prevalecido para abordar el conocimiento y la realidad;
esto implica necesariamente, ir más allá de situarse como técnico ejecutor del
mismo. De aquí que, sea esencial tener claro el papel que desde esta opción se le
está confiriendo al docente y las vías que se requerirán construir para alcanzar lo
propuesto.
7
teoría y la práctica del curriculum. Es la opción más viable, para avanzar en el
desarrollo de una conciencia reflexiva de dicha práctica, lo cual, es fundamental si
se busca su transformación.
De tal manera que, el objetivo general planteado para este trabajo de investigación
es el siguiente:
8
la tecnología educativa, de la cual, son representativos algunos teóricos como:
Jhonson (1967), Taba (1962), Tyler (1973), entre otros.
9
multidimensionales que la permean; en un segundo momento, para construir las
vías de su transformación se requiere elaborar la metodología didáctica que permita
organizarla desde un planteamiento que conlleve reconceptualizar los procesos de
enseñanza y aprendizaje. En este último caso, se sugiere partir de proyectos que
permitan modelar el desarrollo de un conocimiento pertinente desde la más
temprana edad, siendo el punto de partida la articulación del conocimiento con una
realidad concreta, contextualizada, que requiere ser observada desde problemas
multidimensionales, globales, complejos.
10
momento, reconociendo su carácter multidimensional, resulta importante identificar
las aportaciones de diversas disciplinas para avanzar hacia una comprensión que
religue desde su contextualización. Por lo que, siendo el punto de partida la
problematización de dicha práctica, en relación a un contexto particular que implica
una multidimensionalidad, se requiere proyectar su organización respondiendo a
dichas condiciones. En este sentido, la dimensión pedagógica se ubica como la
articuladora de todas las demás dimensiones, ya que es, a través de su práctica,
como se concretizará una determinada postura económica, epistemológica, política,
social y psicológica. En un segundo momento de este capítulo, se expone
propiamente la implementación metodológica, la cual, se refiere a identificar la
población participante; mientras que en un apartado titulado: Para lograr la
contextualización desde una reflexión multidimensional, se hace una descripción de
las técnicas que se utilizaron para recabar los datos en los diversos momentos de
la investigación.
Posteriormente se plantean los resultados, los cuales fueron elaborados a partir del
análisis de la información obtenida por los instrumentos aplicados, y que permiten
evidenciar precisamente la reflexión de la práctica pedagógica desde su
multidimensionalidad y contextualización. En este punto, se hace alusión al proyecto
indagador como una herramienta metodológica curricular que permite organizar el
acercamiento a la práctica pedagógica.
11
CAPÍTULO 1. Antecedentes del curriculum. Estado del arte
6
Solo para referenciar algunas definiciones, en las que se observa esta intención, se pueden mencionar las
siguientes: “Es el conjunto de experiencias planificadas proporcionadas por la escuela para ayudar a los
alumnos a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje proyectados según sus capacidades”
(Neagley y Evans, 1967, p. 2). “Es el esfuerzo conjunto y planificado de toda escuela, destinado a conducir el
aprendizaje de los alumnos hacia resultados de aprendizaje predeterminados” (Inlow, 1966, p. 130). “Serie
estructurada de objetivos de aprendizaje que se aspira lograr. Éste prescribe (o al menos anticipa) los
resultados de la instrucción” (Jhonson, 1967, p. 130).
12
planteamiento curricular, a él corresponderá organizar una práctica que la mayoría
de las veces es abordada desde una visión técnico instrumentalista; cuestión que
será analizada más adelante.
En este punto se rescatan los aportes de Sacristán (1998) para inicialmente abordar
desde su clasificación, la construcción de un panorama general de estas
elaboraciones, ubicando cuatro orientaciones básicas: “a) El curriculum como suma
de exigencias académicas, b) El curriculum: base de experiencias, c) El legado
tecnológico y eficientista en el curriculum, d) El puente entre la teoría y la acción: el
curriculum como configurador de la práctica” (pp. 46-56).
13
La primera se relaciona con el surgimiento de este término, el cual, se refiere al
curriculum como suma de exigencias. Esta perspectiva se remonta a una necesidad
de orientar la organización del contenido entendido como un resumen del saber, por
lo que, se identifica con un academicismo. Esta visión del curriculum, ha tenido un
fuerte arraigo en el pensamiento docente de educación primaria, observando
todavía su existencia en las formas en que el docente aborda el conocimiento, para
organizar su práctica pedagógica. Esto se deriva, de la función que se le otorga a la
escuela, como transmisora del conocimiento. Así pues, el curriculum será
organizado bajo una lógica disciplinar, en donde el conocimiento es considerado
válido, permanente, universal, y el cual, es necesario organizar para transmitir a las
nuevas generaciones; un representante de este enfoque es Phenix (1964).
14
lo tanto, el docente es limitado al aspecto operativo, el cual, se relaciona con la
destreza para ejecutar el proyecto curricular. Al respecto Sacristán (1998) señala:
Por lo tanto, queda totalmente anulada la posibilidad del docente para cuestionar
los fines del proyecto, su función se limita a implementar su destreza que permita el
logro de dichos fines. Algunos teóricos que ejemplifican esta visión del curriculum
son Tyler (1973) y Johnson (1967). Desde esta opción el docente queda desarmado
intelectualmente como dice Sacristán (1998), pues a él solo le corresponde
implementar los medios que permitan llegar al cumplimiento de los fines.
Las tres orientaciones expuestas en el apartado anterior han dado lugar de una u
otra manera, a diversos discursos que respondiendo a una visión técnica del
curriculum, se relacionan fundamentalmente con un enfoque funcionalista de la
educación y como tal, pretenderán establecer criterios de control para dirigir la
práctica pedagógica del docente. Dichas orientaciones se han retomado en los
diversos planteamientos curriculares para la educación primaria en México, y se han
desarrollado de una forma en la que se entremezclan, dando como resultado, una
práctica pedagógica ecléctica; dado que el docente al no colocarse en posibilidad
15
de realizar una reflexión crítica de dicha práctica en relación a los fundamentos que
en ella proyecta, su papel queda reducido al de un técnico ejecutor, que asume
acríticamente el planteamiento curricular oficial elaborado por un grupo de
“especialistas”.
El curriculum orientado hacia un interés técnico tiene una proyección hacia el control
y la gestión del medio, siendo correspondiente con las ciencias empírico-analíticas.
Por lo que, desde esta perspectiva, el docente será situado solamente como el
técnico ejecutor de los proyectos curriculares. Al docente solo le corresponde aplicar
la teoría que otros han elaborado. Los especialistas del curriculum, son los
encargados de desarrollar los razonamientos deductivos que les permiten derivar
esquemas conceptuales, que los docentes tendrán que verificar empíricamente en
su práctica pedagógica, a través del control del medio y de una acción instrumental.
En este sentido, la metodología 7 didáctica en su concepción técnica es lo que
corresponde al docente.
7
Es este trabajo resulta necesario reconocer que, lo metodológico como una propuesta de
organización del pensamiento que permite abordar un objeto para su estudio, es algo que queda
fuera de alcance del docente, ya que, desde la perspectiva de la ciencia clásica, a él no le
corresponde generar teoría. Solo le corresponde instrumentar la “teoría” que ya está establecida a
través del curriculum. Es en esta línea que, se construye el concepto de metodología didáctica, lo
cual se hace bajo el esquema de una visión instrumental de la práctica pedagógica, aludiendo a una
organización del pensamiento no para generar su comprensión, sino para dar dirección y control al
proceso de enseñanza y aprendizaje. Más adelante, se argumentará la necesidad de
reconceptualizar dicho concepto.
16
el concepto de curriculum estandarizado de Frade (2009), el cual, está enmarcado
de acuerdo con la autora, en un enfoque cognitivo-conductual:
Se puede observar en primer lugar, que el planteamiento tiene una clara orientación
hacia el control, dado que, el saber del curriculum que aterriza en determinadas
metas, no está en discusión; son estas metas las que guiarán todo el proceso de
enseñanza y aprendizaje, y sobre estos parámetros es que el docente debe
organizar su práctica. Por otra parte, aunque en la definición planteada se hace un
reconocimiento de la importancia del proceso cognitivo, esto solo se queda en un
nivel discursivo, ya que, la lógica empleada en la organización de los planes y
programas de estudio incurre en una excesiva fragmentación de la competencia a
partir, de varias conductas observables. Por lo tanto, el enfoque conductual es el
que predomina en detrimento del cognitivo, dando prioridad al resultado final, el cual
requiere consistir en una evidencia medible, a través de un determinado producto.
En este sentido, Díaz (2014) hace la siguiente observación:
17
curricular de los años cincuenta es evidente. Hay algunas propuestas de
corte socioconstructivista y otras elaboradas desde una visión sistémica; pero
hay una ausencia de una perspectiva pedagógica. (p. 143)
8
Frade (2009), conceptualiza el modelo cognitivo-conductual de la siguiente manera: “busca un
desempeño concreto a partir de un proceso cognitivo, con flexibilidad en el trabajo docente, ya que
se fundamenta también en una estandarización de las competencias del propio educador, es decir,
moldea su acción para lograr los fines propuestos. Lo esencial es establecer las metas y clarificar el
desempeño, de manera que el profesor/a pueda llegar a ellas mediante cualquier procedimiento”.
(p.111)
18
establecía como objetivo específico, redactado a partir de un verbo que
clarifica un desempeño, hoy se expresa como una ejecución seguida del
establecimiento de un indicador de eficiencia de la misma. (p. 145)
9
Que en una concepción técnica se refiere a las estrategias didácticas, que permitan planear,
implementar y evaluar la práctica pedagógica desde los parámetros (fines y contenidos) que
establece el planteamiento curricular oficial.
19
epistemológicas), psicológicas, sociohistóricas, culturales, pedagógicas,
administrativo-financieras y de recursos humanos.
El diseño curricular entonces es una actividad dirigida a establecer metas por
alcanzar, actividades para lograr esas metas y mecanismos para evaluar en
qué medida hemos llegado a ellas. (p.107)
La teoría referida a las fuentes que le dan fundamento, y a las que se refiere Frade
(2009), no pueden, ni necesitan ser cuestionadas por el docente. Se trata de una
perspectiva del curriculum relacionada con una postura determinista del
conocimiento. En este contexto curricular es necesario para el sistema, establecer
criterios de control, que reafirman esta visión del conocimiento, no siendo aceptable,
la aparente ambigüedad para organizar la práctica pedagógica, cuando queda a
merced del docente. Y aunque se rescatan los aportes del constructivismo 10, para
la comprensión de los procesos que siguen los alumnos en la construcción del
conocimiento (en un sentido, psicológico); ahora, se tecnifican, al establecer, de
manera más precisa los criterios de control, a los que el docente debe de responder
con su accionar. En este afán se genera el detrimento de los procesos, incurriendo
en su fragmentación, para dar paso a un enfoque que da prioridad al producto, como
evidencia del aprendizaje.
10
El constructivismo presenta mínimo tres niveles de desarrollo conceptual. Uno desde la filosofía y
teoría del conocimiento, para referirse a la relación sujeto-objeto; citando a Hernández (1997) esta
relación es conceptualizada de la siguiente manera: “el conocimiento deriva de la interacción del
sujeto con el mundo. Así, el conocimiento está determinado por las características del sujeto y por
las características, también, de la propia realidad” (p. 287). El otro nivel se establece desde la
sociología, como constructivismo social. Y el que se desarrolla desde la psicología, para hacer
referencia al proceso de construcción del conocimiento.
En este último nivel de desarrollo conceptual hay diversas aportaciones; no obstante, coincidiendo
con Rosas (2008), las que más influencia han tenido en el discurso educativo es el constructivismo
cognitivo de Piaget, el constructivismo sociocognitivo de Vigotski y el constructivismo radical de
Maturana. Cabe señalar, que todas ellas como posiciones constructivistas comparten ciertas
características, que son enunciadas de manera sintética, por Rosas (2008): “primero…el sujeto es
un constructor activo de sus estructuras de conocimiento… Segundo: A toda concepción
constructivista en Psicología le subyace, como piedra angular, un determinado concepto de
desarrollo… El foco en Piaget está en la consideración del desarrollo de estructuras psicológicas en
el marco de la ontogenia, el de Vigotski en la historia de la cultura y en Maturana de la evolución de
la especie. Tercero: Toda posición constructivista tiene un marcado interés por asuntos
epistemológicos… resulta ineludible aclarar preguntas tales como ¿quién conoce?, ¿cómo conoce?,
¿qué conoce...? y ¿qué es conocer? Este interés resulta inevitable, si se tiene en cuenta que el
objeto de estudio es la construcción, desarrollo y cambio de estructuras de conocimiento” (p.p. 8-9).
20
Visualizar el curriculum, desde la perspectiva de un modelo estandarizado, hace
pensar y creer a los docentes que lo establecido en él, es ley; sin permitirse a
analizar, ni reflexionar sobre las fuentes filosóficas, epistemológicas, pedagógicas,
psicológicas, etc. previamente establecidas por los “especialistas” del curriculum, y
que le dan fundamento; por lo que los docentes aparentemente tratarán de
reproducirlas a través de su práctica pedagógica.
Esta postura del curriculum, permite situar al docente como un sujeto investigador
de su práctica pedagógica, considerando que es aquí, donde existen muchas
posibilidades para lograr aportaciones relevantes. El punto es, preguntarse bajo qué
marco epistemológico, conceptual y metodológico se estará estableciendo la
relación teoría-práctica, y en este sentido, es importante reconocer y clarificar los
diferentes matices, que esta relación puede presentar.
21
Trabajar con la información curricular, exige de los docentes, un desempeño
como investigadores, y esto constituye en la práctica, un primer problema ya
que muchas veces, la formación de los docentes ha descuidado este aspecto,
lo cual no constituye un obstáculo infranqueable, si aceptamos que se
aprende a investigar, investigando, según Bourdieu; pero es algo que debe
de contemplarse, para que el trabajo curricular, no se reduzca al empirismo,
la rutina y la formalidad. (pp. 9-28)
22
la medida, que depende de la interacción de todos los involucrados, quienes están
en posibilidad de una interpretación consensuada del significado de sus acciones,
las cuales se asocian con un imperativo moral, hacia el bien. El fin último, es
promover acciones moralmente correctas.
23
Como puede observarse, la idea de un curriculum flexible es parte de la propuesta,
no obstante, tiene una limitante en su concepción: el punto de partida. Es decir,
desde esta concepción de curriculum, el punto de partida sigue siendo la teoría
prescrita en él. Es decir, si bien se trata de una reflexión en torno a la práctica, esto
es en relación con el discurso curricular oficial adoptado y adaptado a un contexto
particular, siendo la pretensión generar una comprensión de los procesos que se
siguen en el logro de los aprendizajes, lo cual, se circunscribe generalmente a la
dimensión psicológica. En esta situación, la teoría sigue siendo retomada en cierto
sentido determinista hacia la práctica; la crítica que se plantea no es para cuestionar
los fundamentos del proyecto o para transformar las condiciones materiales de
realización de la práctica pedagógica, se trata de una crítica personal, una
autocrítica enfocada hacia las estrategias didácticas particulares, para mejorar el
proceso de aprendizaje. Por lo que, la contextualización en este caso se refiere, al
reconocimiento de la situación particular de los sujetos, para responder a ella con
una intervención específica que permita solventar las dificultades que no favorecen
dicho aprendizaje. No obstante, las condiciones de realización de la práctica
pedagógica se aceptan como un hecho que existe a priori, que no es necesario
replantear. Por lo tanto, la postura epistemológica que se basa en un interés práctico
es limitada, ya que se reduce al conocimiento sobre cómo investigar en la acción,
las propuestas curriculares preestablecidas, sin una reflexión que pretenda
trascenderlas. Es en este sentido que, coincidiendo con Argott (2015), se ubica esta
perspectiva en una postura hipotético-deductiva.
24
Se trata de una comprensión limitada a la práctica pedagógica particular que
generan los participantes, bajo los mismos esquemas de organización, bajo las
mismas condiciones materiales de realización, ya que la pretensión, no es
transformar la regla, sino tomar de ella lo que considere necesario para desarrollar
un significado y con relación a él, una acción. Al respecto, Grundy (1991) señala:
25
dimensiones. Existen condicionantes de los involucrados, que son ignorados; por
poner un ejemplo, el que se refiere a una situación de exclusión a las oportunidades
culturales que tiene la mayoría de la población, y que están relacionadas con sus
limitaciones económicas y sociales. Si se quiere abordar la práctica pedagógica
desde la contextualización y la multidimensionalidad, es fundamental reconocer las
condiciones concretas de existencia de los sujetos. En primer lugar, porque estas
condiciones forman parte de su realidad compleja, vivida, concreta y cotidiana; es
en este sentido, que los constituyen y los definen. Por lo tanto, ignorarlas no permite
avanzar en la comprensión de la práctica pedagógica, desde una contextualización
que permita abordarla reconociendo su multidimensionalidad. Por otra parte,
reconocerlas también permitiría generar las vías conceptuales y metodológicas para
abordar la práctica pedagógica, que pudieran estar encaminadas a minimizar el
impacto de estas diferencias culturales, económicas y sociales.
26
El curriculum desde un interés práctico limita la comprensión de la práctica
pedagógica a las interacciones que permitan adecuados procesos de aprendizaje.
Y al no generar una crítica de la teoría curricular implícita en el proyecto y de las
condiciones de existencia de los participantes, las cuales, son proyectadas en
determinada práctica pedagógica, se reducen las posibilidades de un curriculum
emancipador, que esté dirigido a generar una práctica pedagógica encaminada a
procesos reflexivos que aporten al desarrollo de una conciencia de los sujetos;
siendo dichos procesos, esenciales para proyectar transformaciones concretas de
sí mismo y de lo que te rodea.
Y aunque es una postura que apela por lo menos a la autorreflexión del docente; en
nuestro contexto, ni siquiera ésta logra concretizarse en la práctica, aun cuando
desde el discurso teórico curricular pareciera que es impulsada; ya que, en su
cotidianeidad, la organización escolar responde más a un interés técnico que a un
interés práctico. Esto es porque, desde la formación de los docentes de educación
primaria en nuestro país, prevalece un pensamiento que es guiado por una
racionalidad enfocada a un interés técnico; ubicándolos como técnicos ejecutores
de un proyecto curricular, sin permitirse generar los espacios de autorreflexión para
su replanteamiento, como se propondría desde un interés práctico.
Aquí es donde se podría rescatar, una reflexión de Grundy (1991), cuando menciona
que es muy fácil, desde esta perspectiva del interés práctico, rebasar los límites y
quedarse en un interés técnico.
27
deliberación, el juicio y la atribución de significado. De otro modo, nos
habremos deslizado hacia la forma técnica. (Grundy, 1991, pp. 111-112)
En otra línea, se ubican las aportaciones de Freire (1974), Carr y Kemmis (1988),
Grundy (1987), las cuales están dirigidas a un proceso de investigación desde un
interés crítico encaminado a la emancipación de los sujetos que participan en la
práctica pedagógica. En esta opción, el curriculum se constituye en un campo de
investigación que el docente puede abordar desde una reflexión en la que no se
asumen criterios deterministas, acabados, que se consideren con una validez
universal para organizar la práctica pedagógica. La teoría si ha de servir para el
análisis de una práctica concreta, es desde una reflexión crítica que genere una
conciencia de las condiciones que no permiten a los sujetos participantes su
emancipación. En este sentido, los planteamientos elaborados desde una postura
crítica del curriculum, integran este elemento que es fundamental en su reflexión.
28
En esta línea de reflexión, Freire (1974) también hace referencia a esta relación de
poder, vislumbrando dos posibles intenciones en ello, una que puede estar dirigida
hacia la dominación (que corresponde a una perspectiva técnica del curriculum) y
la otra, hacia la liberación; de aquí, que esto esté relacionado con una inevitable
articulación entre epistemología, política y pedagogía. Así pues, los teóricos que
trabajan desde esta perspectiva buscarán establecer las categorías de análisis 11
que les permitan generar una reflexión crítica sobre las condiciones políticas y
sociales que permean a la práctica pedagógica.
11
Silva (1999) establece las siguientes categorías de análisis en la perspectiva técnica, a la que
denomina tradicional: Enseñanza, Aprendizaje, Evaluación, Metodología Didáctica, Organización,
Planeamiento, Eficiencia, Objetivos. Mientras que en la perspectiva crítica establece las siguientes:
Ideología, Reproducción cultural y social, Poder, Clase social, Capitalismo, Relaciones sociales de
producción, Concientización, Emancipación y liberación, Currículo oculto, Resistencia.
29
CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO
30
siendo las que se constituyen en el discurso curricular dominante 12, proyectándose
en una perspectiva técnica para abordar la práctica pedagógica. Ante esta situación,
se propone que el docente se coloque en oportunidad de elaborar el marco
epistemológico, que será fundamental si se busca generar una opción que le
permita salirse de los esquemas conceptuales y metodológicos que son acordes a
este paradigma de simplicidad.
12
Un discurso curricular dominante, no solo implica al oficial, también se refiere aquel que más
impacto tiene como discurso aceptado y aplicado, lo cual, puede ser producto de una reflexión o no;
de tal manera, que puede asumirse consciente o inconscientemente.
31
parcelado, no dividido, no reduccionista; y, por otro lado, reconocer el principio de
imperfección y de incertidumbre, que lleva a la aceptación de lo inacabado e
incompleto de todo conocimiento. Estos reconocimientos, se refieren a los principios
que permiten el abordaje de una realidad que es compleja y que se traducen en una
postura que intenta superar la visión simplificadora de la ciencia clásica, que
determina, que reduce, que fragmenta y que descontextualiza. Esto está
relacionado con lo que Morin y Delgado cuestionan de esta manera (2016):
32
conocimiento” …Como parte de esa nueva actitud… la necesidad de avanzar
por los caminos de la inter y la transdisciplinariedad. (pp.116-117)
Así pues, esto significa abordar la práctica pedagógica como una oportunidad para
problematizarla desde una reflexión multidimensional que permita dilucidar sus
condicionamientos epistemológicos, éticos, filosóficos, pedagógicos, sociales, etc.
Al respecto Grundy (1991) señala:
33
determinado de prácticas educativas, en especial a las que se engloban en
el término curriculum? (pp. 22-23)
34
realidad, con la clara intención de manipularla para reproducir su base
material y simbólica. (p.6)
35
Las aportaciones curriculares que se fundamentan en el constructivismo conllevan
una visión reduccionista de la problemática pedagógica, ya que, tratándose de una
aproximación psicológica, su finalidad está limitada a lograr fundamentar la
construcción del conocimiento que realiza el sujeto, como una construcción
personal; aun cuando se aborde como un proceso que articule conocimiento,
habilidades, destrezas y actitudes de cada sujeto. La construcción del conocimiento
implica una dimensión ética, política, social…que es necesario dilucidar; y hacer
este reconocimiento implica una concepción más amplia de lo epistemológico, por
lo que, se coincide con Silva (2000) cuando menciona:
Para fundamentar aún más, esta apreciación, cabe señalar lo que André Lalande
(como se citó en Vergara, 2005), menciona sobre epistemología “es el estudio crítico
de los principios, las hipótesis y los resultados de diversas ciencias, destinado a
determinar su origen lógico, no psicológico, su valor y su propósito objetivo (…) y
de la historia filosófica de las ciencias” (p.21).
13
La construcción del conocimiento es un proceso multidimensional, que no solo implica una
dimensión psicológica; requiere diferenciar con claridad su dimensión epistemológica, política,
36
epistemológica, lo cual, no se limita a una explicación elaborada desde su dimensión
psicológica; implica problematizar la práctica pedagógica reconociendo y religando
sus cuestiones culturales, económicas, éticas, filosóficas, políticas, sociales, … que
están implícitas en dicha construcción. Es entender que la realidad plantea
problemas concretos y cotidianos, que se sugiere sean el punto de partida para
problematizar la práctica pedagógica desde su multidimensionalidad, lo cual,
además de implicar un proceso de diálogo y apertura que permita a los participantes
lograr la construcción del conocimiento, los acerque a la comprensión y
transformación de su realidad. En este sentido, el curriculum se plantea en este
trabajo como una oportunidad para construir la articulación entre la teoría y la
práctica, desde un paradigma epistemológico que logre captar su complejidad, que
implique colocar en la mesa de debate esas cuestiones que le entrecruzan. En este
sentido, es que se rescata el concepto de complejidad de Morin (1977):
37
conocimiento. Para romper con esta perspectiva, primero es necesario reconocer,
que la escuela primaria es un espacio cultural, político y social en el que, a partir de
la práctica pedagógica, se introyecta una subjetividad que toma la forma que le da
la historia del sujeto concreto. De aquí que, el pensamiento complejo constituya una
opción, desde la cual, se puede lograr una ruptura epistemológica que permita
reconstruir la escuela y la práctica que ahí se genera. Pero para ello, se requiere ir
más allá de lo establecido como norma o como tradición. Visualizar el curriculum
desde un pensamiento complejo es imperativo para poder construir las vías
conceptuales y metodológicas que permitan constituir la práctica pedagógica en
verdadera opción de transformación, hacia sujetos conscientes de su ser y de lo
que pueden llegar a ser. Al respecto Morin (2016) señala:
38
puede entenderse como el tratado del origen de la relación entre el Sujeto y
el Objeto en el proceso de conocimiento. El resultado es el conocimiento
sobre la cosa misma, pero el ángulo de captación de la misma no será igual
si el sujeto se sitúa desde su subjetividad que desde su objetividad. Relación
que no está dictada por la ciencia o disciplina en sí misma, sino por la postura
del sujeto frente al mundo, por lo que cada una de ellas puede ser vista desde
diferente postura epistemológica…
dicta principios para el análisis que permita reconocer la forma de captar el
mundo en el pensamiento por el sujeto, el lugar que ocupa éste en la realidad
que investiga y la perspectiva desde donde construye el conocimiento, es en
la teorización donde da cuenta de la realidad, a través del lenguaje, es decir,
de forma escrita y verbal, pero es en la práctica, como criterio de verdad,
donde el sujeto plasma en actos su idea de mundo y lo que conlleva la misma
en su vida. (pp. 3-4)
39
revolución científico- técnica ha dejado de ser un saber estrechamente unido
a las formas comunitarias de vida para erigirse en un nuevo demonio, en
instrumento de dominación de lo humano y lo natural por el hombre o, más
exactamente, por algunos hombres.
No se trata solo de procesos cognoscitivos. Se trata de un proceso
estrechamente vinculado a la dominación política y cultural que nutre y de la
cual se nutre…
Así la idea generalizadora sobre el “mundo”, “la naturaleza”, “la sociedad”
evidencia… la universalidad a que aspira el dominador: la extensión de su
mundo y su perspectiva a la condición de mundo único existente y única
perspectiva válida…
Frente a esta lógica de dominación, y para develarla, se requiere un cambio
de perspectiva, que haga visible y supere esta lógica, que replantee el
problema de los conocimientos humanos. (Morin, 2016, pp. 34-35)
40
pedagógica, que es organizada con base en fines preestablecidos. El curriculum se
constituye en un proceso abierto de construcción teórico y metodológica en relación
con una práctica pedagógica concreta; en donde el docente tiene oportunidad de
trazar el diseño curricular como una herramienta transdisciplinaria que le permita
abordarla, implicando un análisis reflexivo desde todas sus dimensiones y
generando su comprensión desde la contextualización. Asumiendo la complejidad
de la práctica pedagógica y por ende del planteamiento curricular desde el cual se
le pretende organizar, se vislumbra la importancia de considerar todas sus
dimensiones de reflexión, no limitándola a una dimensión psicológica. Lograr esta
precisión epistemológica por parte del docente, conlleva a lograr abordar las demás
dimensiones de manera articulada, sin dar prioridad a alguna de ellas, sino más
bien, logrando clarificar cada una de ellas desde un pensamiento que las religue, y
poder generar las vías que de manera consciente estén dirigidas a la transformación
de la práctica pedagógica.
En este sentido, la propuesta gira inicialmente a que el docente, logre una ruptura
epistemológica que le conlleve a una reforma del pensamiento. Hay que reconocer
que toda práctica pedagógica, refleja una visión epistemológica que puede
corresponder a la perspectiva imperante en el discurso curricular oficial; o bien,
41
ubicándose como un agente activo desarrollar una conciencia epistemológica, que
le conlleve a construir las vías conceptuales y metodológicas que le permitan
abordar la práctica pedagógica desde otra perspectiva diferente a la del paradigma
de simplicidad. Desde el pensamiento complejo, esto significa generar los procesos
autorreflexivos que le permitan construir un conocimiento pertinente 14, encaminado
a lograr su comprensión desde su multidimensionalidad y contextualización, para
proyectar su transformación desde un diseño curricular que responda a parámetros
organizativos emancipadores.
Esto es reconocer la posibilidad que tiene todo sujeto de asumir una postura sobre
cómo captar la realidad, organizando su abordaje conceptual y metodológico, para
acercarse a su comprensión; pero además de proyectar esta comprensión hacia la
práctica. Dicha realidad, le plantea al sujeto una problemática concreta, de la cual
participa, y la cual, requiere problematizar, elaborando a su vez, las vías que le
permitan avanzar en su comprensión compleja y en su transformación. Al respecto,
Morin (1999) señala “El principio de reintroducción del conociente en todo
conocimiento. Este principio efectúa la restauración del sujeto y desoculta el
problema cognoscitivo central: de la percepción a la teoría científica, todo
conocimiento es una reconstrucción/traducción por una mente/cerebro en una
cultura y un tiempo determinados” (p.79).
14
Cuando en el texto se menciona el término "conocimiento pertinente”, se entiende bajo el
concepto de Morin (2000), el cual, se refiere a lo siguiente: “Para que un conocimiento sea
pertinente, la educación deberá entonces evidenciar: 1.1 El contexto… 1.2 Lo global (las relaciones
entre todo y partes) … 1.3 Lo multidimensional… 1.4 Lo complejo…” (p. 36-37).
42
favorezca su transformación. Por lo tanto, el curriculum desde esta propuesta,
presenta dos niveles de concreción o de registro; uno relacionado con la
problematización de una práctica pedagógica, que en su reflexión requiere rescatar
su multidimensionalidad y contextualización; el otro, con su organización 15. A final
de cuentas, de lo que se trata es de construir un planteamiento conceptual y
metodológico que permita abordar y organizar la práctica pedagógica, respondiendo
a los principios de un conocimiento pertinente.
15
Dicha organización se refiere propiamente al planteamiento de un diseño curricular el cual, se
conceptualiza como un proceso de organización conceptual y metodológica que permite establecer
los parámetros de organización curricular, encaminados a generar procesos reflexivos de los
participantes de la práctica pedagógica en torno a su realidad presente, cotidiana y concreta. Y en
este sentido, se reafirma que la reflexión o el debate es la oportunidad de vincular el conocimiento
con la realidad de los sujetos participantes en dicha práctica.
43
su vez, en una limitada conceptualización de la dimensión pedagógica. Así pues,
bajo el fundamento del pensamiento complejo, se buscará una racionalidad que
tratará de establecer una relación dialógica entre al conocimiento y la realidad
concreta, donde el conocimiento que se construye no puede ser solamente una
cuestión psicológica, es un hecho que requiere captar las condiciones
bioantropológicas y socioculturales implicadas en una práctica pedagógica que es
compleja. Así pues, la construcción del conocimiento no solo tiene que ver con
procesos psicológicos, implica una postura cultural, epistemológica, ética, filosófica,
pedagógica, política, social, etc., que está implícita al observar la realidad y el
conocimiento. Y aunque las aportaciones elaboradas desde la psicología nos
ayudan a comprender como los niños desarrollan sus aprendizajes, y desde el
constructivismo como construyen su conocimiento (psicológicamente hablando);
también es un hecho que la práctica pedagógica no puede ser reducida a esta
dimensión. Por lo tanto, es necesario considerar que si bien, la construcción del
conocimiento, que ha sido abordada desde una explicación psicológica, es un
aporte, éste no se limita a ella; implica una complejidad que requiere ser abordada
en todas sus dimensiones. No obstante, los diseños curriculares que se
implementan en el contexto de la educación básica, en particular, de la educación
primaria, limitan la problemática educativa a una ineficiente e inadecuada aplicación
de la metodología didáctica, en su concepción técnica.
44
existe un tejido interdependiente, interactivo e interretroactivo entre el objeto
de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las
partes entre ellas. Por ello, la complejidad es la unión entre la unidad y la
multiplicidad…En consecuencia, la educación debe promover una
“inteligencia general” apta para referirse, de manera multidimensional, a lo
complejo, al contexto en una concepción global. (p.37)
45
determinista, el principio de reducción oculta el riesgo, la novedad, la
invención.
Como nuestra educación nos ha enseñado a separar, compartimentar, aislar
y no a ligar los conocimientos, el conjunto de éstos constituye un
rompecabezas ininteligible. Las interacciones, las retroacciones, los
contextos, las complejidades, que se encuentran en el no man´s land entre
las disciplinas se vuelven invisibles. Los grandes problemas humanos
desaparecen para beneficio de los problemas técnicos y particulares. La
incapacidad de organizar el saber disperso y compartimentado conduce a la
atrofia de la disposición mental natural para contextualizar y globalizar…
Incapaz de proyectar el contexto y lo complejo planetario, la inteligencia ciega
se vuelve inconsciente e irresponsable. (Morin, 2000, pp. 40-41)
46
Es por esta razón, de que, en este trabajo de investigación, partiendo de considerar
la importancia de abrir las vías conceptuales y metodológicas que permitan
problematizar la práctica pedagógica desde sus distintas dimensiones; no se limita
al docente a cuestiones de estrategias didácticas derivadas de una compresión
solamente psicológica. Es una propuesta que otorga la posibilidad de transformar la
práctica pedagógica, partiendo de una reflexión contextualizada y multidimensional,
gracias a los principios generadores del pensamiento complejo y a la necesaria
construcción conceptual y metodológica que permitan replantear la organización de
la práctica pedagógica.
por qué, a pesar de los múltiples esfuerzos que se hacen para desarrollar
herramientas de estudio efectivas en poblaciones de alumnos de distintos
niveles, éstos fracasan con frecuencia. Se parte de la premisa de que esto
ocurre así, porque en dichos esfuerzos se observa un desconocimiento de
los procesos cognitivos, afectivos y metacognitivos implicados en el
aprendizaje significativo y, sobre todo, en su forma de enseñarlos. (Díaz y
Hernández, 1998, p. 112)
47
más viable para abordar la práctica pedagógica y poder visualizar acciones
encaminadas a su transformación. Por lo tanto, el punto de partida no son las
abstracciones teórico-conceptuales, sino la necesidad de problematizar la práctica
pedagógica, contextualizando:
48
Ahora bien, esto se complementa con la visión compleja de Morin (1977) quien, al
hablar de praxis, hace referencia a esta necesidad de reconocer el carácter
organizacional global del sistema, que no puede perderse de vista, de otra manera,
implicaría una visión reduccionista. Además, para que la organización sea
considerada práxica 16 requiere constituirse con un carácter activo que permita la
creación, esto quiere decir, que su transformación va ligada necesariamente a
nuevas formas de organización:
Por otra parte, para precisar aún más la conceptualización de praxis, se puede
retomar con más detalle la aportación de Freire (como se citó en Grundy, 1991),
dado que su planteamiento hace referencia a la relación praxis y curriculum, la cual,
se considera es congruente con la perspectiva epistemológica que se ha venido
manejando a lo largo de este trabajo de investigación. En este sentido, el curriculum
16
En este sentido, los planteamientos curriculares están llamados a constituirse en opciones de
organización práxica que permitan transformar la práctica pedagógica.
49
no se concretiza en un plan a cumplir, en donde la teoría pretenda determinar la
práctica. Desde una visión de la praxis, éste constituye una construcción teórico-
conceptual que surgirá de la reflexión permanente de la práctica pedagógica, la cual,
también se reconstruye permanentemente, en un proceso dialógico “El acto de
conocer supone un movimiento dialéctico que va de la acción a la reflexión y de la
reflexión sobre la acción a una nueva acción” (p. 146). Así pues, el punto de partida
no es la teoría en abstracto, sino la práctica concreta de la cual, los participantes
estarán en posibilidad de hacer una reflexión crítica. “El punto de partida para
organizar el programa de contenido de la educación…debe ser la situación
presente, existencial, concreta, que refleje las aspiraciones de las personas… como
un problema que las desafía y requiere una respuesta, no en el nivel intelectual,
sino en el de la acción” (p.147). Por lo tanto, se debe incluir la reflexión de las
condiciones de realización de la práctica pedagógica, ya que, implica una
interacción que está haciendo referencia al mundo social y cultural de los
participantes. De aquí que, la reflexión de práctica pedagógica, y su consecuente
construcción del conocimiento no debería limitarse a su dimensión psicológica,
desde la individualidad, como una elaboración particular de cada sujeto; es
necesario rescatar su carácter social; con la posibilidad de organizarse como una
praxis, de tal manera que, “La praxis supone un proceso de construir un significado
a las cosas, pero se reconoce que el significado se construye socialmente, no en
absoluto” (p.147). Por lo que, al considerar este mundo social y cultural como un
mundo construido, no como un mundo natural, se abren las posibilidades de su
transformación por la acción de los sujetos “los hombres salen del mundo, lo
objetivan y, haciéndolo, pueden comprenderlo y transformarlo mediante su trabajo”
(p.147). Entonces esto tiene que ver con reconocer su dimensión política, es decir,
la práctica pedagógica alude a la existencia de un conflicto permanente, en la que
el saber se relaciona con el poder. Pero cuando se abren las posibilidades para que
todos sus participantes accedan a dicho saber desde una reflexión crítica, se les da
oportunidad de hacerse de ese poder. En este sentido, todos tienen oportunidad de
aportar a la construcción de su significado; y la intervención del docente debe ser lo
suficientemente abierta para no eliminar la oportunidad de reflexión crítica que los
50
sujetos pudieran realizar sobre la naturaleza problemática de su realidad, ya que a
veces, la visión del docente puede ser otra, a la que pudieran estar elaborando los
alumnos. Al respecto, Grundy (1991) señala: “La praxis significa actuar con, no
sobre, otros” (p.147).
51
abordaje implicará religar sus dimensiones (cultural, epistemológica, ética,
psicológica, social, etc.). En ese sentido, los diversos niveles de la realidad en los
que incide y es incidida, constituyen sus cualidades que requieren ser develadas
para acceder a su comprensión.
De tal manera, que lo que se logra vislumbrar en este trabajo, es que el ámbito
práctico pedagógico, dialoga con el sistema complejo. Por un lado, ubicado como
parte de un sistema, responde al principio hologramático de Morin (2002), el cual,
se refiere a que en toda organización compleja no solo la parte está en el todo sino
también el todo está en la parte; pero también es fundamental reconocer en esta
relación del todo y las partes, existe su carácter retroactivo y recursivo que da pauta
a la incertidumbre permanente, por lo que no se establecen determinismos. En este
sentido, el ámbito práctico pedagógico que se concretiza en los procesos de
enseñanza y aprendizaje constituye un sistema que funciona con cierta autonomía,
respondiendo a un principio dialógico, que se refiere a la inseparabilidad de
nociones contradictorias para concebirlo; así, por ejemplo, puede constituirse en
proceso alienante o en proceso transformador.
Por lo tanto, abordar este sistema como complejo, implica construir las vías
conceptuales y metodológicas que distingan, conjunten y religuen; logrando implicar
en lo pedagógico, lo epistemológico, lo psicológico, lo social, etc. Es aquí, donde se
encuentra parte del carácter transdisciplinario de este planteamiento.
52
células, organismos, sociedades, astros, galaxias constituyen
sistemas…Todo lo que era objeto se convierte en sistema…no basta con
asociar interrelación y totalidad, es preciso unir totalidad a interrelación
mediante la idea de organización…
La organización, concepto ausente de la mayor parte de las definiciones del
sistema, estaba hasta el presente como sofocada entre la idea de totalidad y
la idea de interrelaciones mientras que ésta une la idea de totalidad a la de
interrelaciones, volviéndose indisociables las tres nociones. A partir de ahora,
se puede concebir el sistema como unidad global organizada de
interrelaciones entre elementos, acciones o individuos. (pp. 121-124)
53
configuración del todo. Pero, a la vez, el todo está contenido en cada parte,
concentrado y particularizado, como un código que garantiza que cada una
de ellas exista, se comporte y se articule con las demás como elemento de
constitución de la totalidad (principio holográmatico). (p. 25)
En esta cita que sintetiza cómo se entiende un sistema complejo, y se retoma para
entender de igual manera, la práctica pedagógica como un sistema que responde a
una lógica abierta, que no se concibe como una estructura rígida cuyos elementos
funcionen de acuerdo con determinaciones. De esta forma la práctica pedagógica
no es un sistema acabado y determinado, que se manifieste en una relación lineal,
en la que la teoría determina la práctica, bajo una visión binaria de la realidad, que
excluye la posibilidad de que puedan coexistir sus elementos antagónicos. Al
respecto Espina señala: “El principio dialógico entiende que un sistema complejo
está integrado por el vínculo entre elementos antagónicos inseparables,
centrándose en el momento relacional del antagonismo como fundamento de la
existencia del sistema, lo que abre una oportunidad para superar la visión binaria
de la realidad” (p. 26). En este sentido, desde esta postura epistemológica se abren
permanentemente las posibilidades de encontrar vías conceptuales y
metodológicas que permitan captar la complejidad de la realidad y poder generar la
transformación de dichos sistemas; ya que sus elementos forman redes que tienen
la capacidad potencial de actuar individualmente como agentes autónomos e influir
sobre los demás.
Por lo tanto, es importante reconocer las posibilidades que tiene el sistema práctico
pedagógico para ser abordado como parte de una totalidad, pero a su vez, como
una organización autónoma de la que hay que reconocer sus múltiples cualidades
emergentes. Por lo que, el acercamiento a su comprensión y a la necesidad de
generar una transformación encaminada hacia la formación de sujetos reflexivos y
críticos no puede limitarse a su dimensión psicológica. Constituye en sí mismo un
sistema auto-eco-organizacional, que siendo muldimensional, combina equilibrio y
desorden, para permitir construir una visión más flexible de la causalidad social, sin
54
determinismos; constituyendo un sistema abierto que incorpora la incertidumbre y
la subjetividad, como características esenciales que lejos de significar impotencia
humana ante la contingencia, significa la posibilidad de generar dichas
transformaciones. Por lo tanto, es necesario reconocer, desde un proceso reflexivo
permanente los elementos que lo conforman, sus relaciones, interacciones,
retroacciones, procesos de retroalimentación, recursividad, dialoguicidad y
hologramia; desde las aportaciones de diversas disciplinas, para avanzar a una
comprensión compleja.
55
No obstante, desde la racionalidad del pensamiento complejo es necesario
considerar el diálogo entre orden y desorden, es decir, el curriculum y la práctica
pedagógica que pretende organizar, no tienen una relación lineal de causalidad, es
necesario observarlas como un sistema complejo en el que se manifiestan
retroacciones y recursiones.
Tal totalidad puede comportar, en su seno, otros bucles retroactivos que ella
genera y regenera al mismo tiempo que éstos la generan y regeneran…El
bucle global es producto, al mismo tiempo que productor, de eso bucles
especiales.
La idea de bucle no significa solamente refuerzo retroactivo del proceso sobre
sí mismos. Este es un proceso recursivo: todo proceso cuyos estados o
efectos finales producen los estados o causas iniciales… la noción de bucle
es mucho más que retroactiva: es recursiva…
La idea de recursión, en términos de praxis organizacional, significa
lógicamente producción-de-sí y re-generación. (Morin, 1977, p. 216)
56
una praxis antes que un objeto estático emanado de un modelo coherente de
pensar la educación o los aprendizajes necesarios de los niños y de los
jóvenes, que tampoco se agota en la parte explícita del proyecto de
socialización cultural en las escuelas… es una práctica, expresión de la
función socializadora y cultural de una institución, que reagrupa en torno a él
una serie de subsistemas… entre los que se encuentra la práctica
pedagógica. (p. 16)
17
En este sentido, la práctica pedagógica se conceptualiza como un proceso a través del cual, los
sujetos construyen su conocimiento, no solo en un sentido psicológico, sino implicando también una
postura epistemológica, política, social y la propiamente pedagógica, en relación con dicha práctica.
Desde el pensamiento complejo y un enfoque emancipador del curriculum, esta construcción se
plantea como el resultado de un diálogo entre el conocimiento y la realidad de los sujetos
participantes en dicha práctica. Cabe señalar, que en los niveles de educación básica será
fundamental la capacidad del docente para problematizar la realidad cotidiana y concreta de los
participantes, lo cual, implica que dicho docente esté en oportunidad para diseñar un planteamiento
curricular que contenga con claridad el marco conceptual y metodológico que le permita generar esta
organización práxica de la que habla Morin (1977).
57
invariablemente y debiera corresponderse (en sentido normativo-utópico, del
deber ser), con sistemas cerrados y en equilibrio, presididos por
determinaciones inteligibles, comprender que su comportamiento se acerca
más al de los sistemas abiertos, autoorganizados, que combinan equilibrio y
desorden, posibilita construir una visión más flexible de la causalidad social,
de la idea de futuro y de las formas de intervención en el cambio, que
necesariamente tiene que incorporar el peso del azar, la incertidumbre y la
subjetividad, no como factores secundarios y subalternos, sino como
elementos que adquieren carácter de determinación en el curso de los
acontecimientos y el rumbo de la historia. Esta perspectiva, lejos de significar
la total impotencia humana ante la contingencia, significa la potenciación de
la capacidad innovadora, de rompimiento de rutinas y de activación de puntos
que, desde el presente, pueden adelantarnos hacia futuros deseados. (p. 30)
58
conceptual y metodológica que le lleve al docente a reflexionar su práctica concreta.
Se trata de buscar las vías que permitan articular la teoría y la práctica.
59
…el nivel autoreflexivo es el terreno propio de las disciplinas sociales.
Entender el conocimiento de la realidad social como construcción
intersubjetiva, como ámbito de prácticas posibles, de opciones cuyos
contenidos se materializan en prácticas constructoras de realidad (Zemelman
1993), no significa “subjetivismo”, negación de lo objetivo, sino reafirmación,
énfasis en la intervención de los sujetos en la configuración de lo social. No
aceptar hechos dados, sino posibilidades de acción. (pp. 23-24)
60
…concebir al investigador con sus autonomías y dependencias, sus recursos
y limitaciones, sus razones y sinrazones. Se trata de objetivar la complejidad
del sujeto que investiga, a la vez que distinguirlo sin exiliarlo de aquello que
investiga. Pero también se trata de indagar las condiciones en las que el
investigador piensa su propio quehacer, sabiendo que se encuentra ubicado
en una compleja y exigente situación, tanto por sus fines como por sus
responsabilidades… Objetivar esta tarea es subjetivizarla de manera
compleja, no idealista. (Carrizo, 2003, p. 58)
61
un sentido cognitivo) y actitudes. Por lo tanto, en el último de los casos, el principal
problema es la racionalización limitada en la que incurre el docente de educación
primaria, para abordar y organizar dicha práctica, limitándose a tratar de
operacionalizar un planteamiento curricular desde la técnica; lo que lo lleva a
reproducir una práctica pedagógica, que le es imposible transformar, dado que
asume sus condicionamientos y supuestos acríticamente, considerándolos como un
hecho natural, y no como una construcción cultural, política y social.
Esta dificultad está relacionada con una necesidad que es importante resolver, y es
a lo que Becerra (2010) se refiere de la siguiente manera “En nuestro andar
investigativo intentamos comprender y explicar cómo obtenemos conocimiento de
la realidad, cómo desentrañamos las interpretaciones que realizamos y las
comprensiones a las que arribamos” (p. 137). Y termina reflexionando cómo la
escuela respondiendo a una epistemología que busca la verdad impoluta, se sigue
constituyendo como una transmisora de cultura sin comentarios, ante lo cual, el
conocimiento se sigue dividiendo en disciplinas con la intención de insertarlo uno a
uno en la mente de los estudiantes.
62
CAPÍTULO 3. MARCO METODOLÓGICO
63
De acuerdo con lo planteado, se puede decir, que siendo el pensamiento complejo
el fundamento epistemológico, conceptualizar la práctica pedagógica como un
campo de reflexión permanente en relación a una propuesta curricular, implica
construir las vías metodológicas transdisciplinarias que permitan abordarla desde
su contextualización y multidimensionalidad. Por lo tanto, siguiendo a Lanz (2010),
la transdisciplinariedad implica la formulación de una estrategia de pensamiento; la
construcción de nociones, conceptos y categorías cuyos contenidos dirijan el curso
del proceso investigativo y el establecimiento de la plataforma tecno-procedimental:
64
educación primaria. De acuerdo con Carrizo (2003), esta actitud implica las tres
operaciones lógicas del pensamiento complejo: distinción, conjunción, implicación.
La primera de ellas permite distinguir los campos del saber, con sus aportaciones
teóricas y metodológicas propias; la segunda, los conjunta asociándolos; mientras
que la implicación se refiere propiamente a la actitud transdisciplinaria, el cual
implica un diálogo multinivel y horizontal.
65
el recorte en disciplinas impide percibir “lo que está entretejido”, es decir, lo
complejo…
El desafío de la globalización es, entonces, al mismo tiempo un desafío de
complejidad. Hay, en efecto, complejidad cuando son inseparables los
distintos componentes que integran un todo (como lo económico, lo político,
lo sociológico, lo psicológico, lo afectivo, lo mitológico), y hay tejido
interdependiente, interactivo e interretroactivo entre las partes y el todo, el
todo y las partes. (p.12)
66
generar la reflexión permanente de la práctica pedagógica; y con base en ello,
elaborar la propuesta de intervención que permita a todos los participantes la
oportunidad de abordar su realidad concreta, presente y cotidiana; y poder avanzar
en la comprensión de su condición humana; con miras hacia su transformación.
Estos procesos reflexivos no son otra cosa que procesos de investigación por parte
del docente, y en el caso de los alumnos de primaria se identifican como procesos
de indagación 18.
Respecto a los procesos de investigación por parte de los docentes, Grundy (1991)
señala: “…la investigación y el desarrollo del curriculum deben de corresponder al
profesor y… existen perspectivas para llevar esto a la práctica… No basta con que
haya de estudiarse la labor de los profesores: necesitan estudiarla ellos mismos” (p.
258). Por lo tanto, es fundamental generar una alternativa metodológica que permita
organizar el acercamiento a la práctica pedagógica, constituyendo una oportunidad
autorreflexiva, que el docente puede organizar en estos dos niveles. Un
conocimiento transdisciplinario en palabras de Carrizo (2003), un conocimiento
pertinente en palabras de Morin (2000). Esto a partir de un proceso que implique de
acuerdo con Carrizo (2003) un desdoblamiento del observador, en donde además
de ser sujeto que observa, también es objeto observado (por sí mismo), logrando
así enriquecer dicho proceso, ya que, al autorreflexionar sobre su propia
complejidad, la cual, está marcada por condicionamientos culturales, ideológicos,
políticos, sociales, etc., permite avanzar objetivamente en la comprensión del otro.
Rescatando a Morin (1988), esto significa: “el operador del conocimiento debe
convertirse al mismo tiempo en objeto del conocimiento” (p. 36). Así pues, mientras
desde una racionalidad cerrada se buscará el control de la práctica pedagógica;
desde un pensamiento abierto se busca generar su comprensión crítica y compleja.
18
Refiero a procesos de indagación en el caso de los alumnos de educación primaria, dado que, de acuerdo a
su desarrollo cognitivo no se encuentran en posibilidad de construir conocimiento entendido como
aportaciones o innovaciones científicas, resultado de procesos de investigación, en toda la extensión de la
palabra. Sin embargo, es viable promover procesos indagatorios, que les permitan articular el conocimiento
con su realidad concreta y cotidiana, logrando una construcción del conocimiento que no se limita a su
dimensión psicológica.
67
Por lo tanto, generar procesos reflexivos desde este planteamiento metodológico,
implica el desarrollo de un pensamiento crítico para abordar la práctica pedagógica
concreta en relación con una teoría que no pretende prescribir, como sucede con
las aportaciones que son elaboradas desde marcos meramente psicológicos. Carr
y Kemmis (1988) señalan al respecto “las comunidades autocríticas de
investigadores activos realizan una forma de organización social en la que la verdad
se determina por la manera en que ella misma se relaciona con la práctica” (p. 191).
Esta necesidad, se vislumbra, a partir de que no existe una garantía de que las
construcciones curriculares oficiales, de manera efectiva, respondan a una
perspectiva compleja de la realidad, aun cuando retomen parte de este discurso
para fundamentarlas. Tampoco son garantía de que lo que ahí, se expone, sean
construcciones verdaderas e incuestionables. Y también, no es garantía de que lo
planteado sea ético y moral, por lo que, en este punto, retomo el planteamiento de
Morin (2004) cuando señala: “Como todo lo que es humano, la ética debe afrontar
las incertidumbres” (p.46).
68
plantea la educación básica, en particular la educación primaria; se refiere a que
precisamente, la práctica pedagógica pretende ser controlada, normalizada,
estandarizada desde este interés técnico e instrumentalista que responde al
paradigma de simplicidad; y esto resulta así, porque el docente ha albergado una
ausencia de reflexión epistemológica, que le permita generar alternativas de
racionalidad encaminadas a captar la complejidad de su práctica pedagógica.
69
Al mismo tiempo que se distinguen y autonomizan las materias, hay que
enseñar a conocer, es decir a separar y ligar, analizar y sintetizar. A partir de
ahí, se podrá enseñar a considerar las cosas y las causas.
…Debe enseñarse que las cosas no sólo son cosas, sino también sistemas
que constituyen una unidad que une partes diversas, no objetos cerrados sino
entidades ligadas inseparablemente a su entorno y que sólo pueden ser
conocidas verdaderamente al insertarlas en su contexto…
Hay que enseñar a sobrepasar la causalidad lineal causa efecto. Enseñar
la causalidad mutua interrelacionada, la causalidad circular (retroactiva,
recursiva), las incertidumbres de la causalidad…
Así se formará un conocimiento capaz de enfrentar complejidades.
El aprendizaje de la vida se haría siguiendo dos vías, la vía interior y la vía
exterior.
La vía interior pasa por el examen de sí mismo, el autoanálisis, la autocrítica.
El autoexamen debe enseñarse desde la primaria y a lo largo de toda ella…
La vida exterior sería la introducción al conocimiento de los medios. Como
los niños están sumergidos desde muy pronto en la cultura mediática,
televisión, videojuegos, anuncios publicitarios, etc., el papel del maestro no
es denunciar sino conocer los modos de producción de esa cultura…Habría
que mostrar cómo el tratamiento…, puede dar arbitrariamente una impresión
de realidad. El profesor podría situar y comentar los programas que se vean
y los juegos que practican los alumnos fuera de la clase.
Evidentemente, la enseñanza de la lengua, la ortografía, la historia, el cálculo
se mantendrían íntegramente en este primer nivel. (pp. 63-65)
70
A continuación, se desarrollan algunos elementos que están implicados al tratar de
esclarecer este acercamiento desde la complejidad.
Así pues, algunos teóricos que se ubican en esta perspectiva crítica y emancipadora
de la educación aportan algunas reflexiones sobre ella, y en particular sobre la
práctica pedagógica. Dichas aportaciones de acuerdo con Silva (1999) hacen un
cuestionamiento a las disposiciones educativas que se derivan de un determinado
proyecto político y social, además de la forma en que la práctica pedagógica
responde a él. Por lo tanto, quienes se ubican en esta postura como, por ejemplo,
Giroux (1986) y Apple (1987), harán una crítica de la escuela y del curriculum,
definiendo cómo se construyen determinadas relaciones de poder, que devienen de
un proyecto económico y social en un sentido amplio; y a su vez, en el caso, del
primero, una crítica al predominio de una postura técnica del curriculum.
Por lo tanto, dado que el curriculum es una construcción cultural que responde a
ciertos planteamientos sociales y políticos, es oportuno mencionar la noción de
curriculum de Alba (1995), ya que, en ella se hace este reconocimiento del sentido
social y cultural que es necesario vislumbrar, y que se considera necesario para
lograr una comprensión compleja de la problemática que plantea la práctica
pedagógica y su relación con determinado planteamiento curricular:
71
Por currículum se entiende a la síntesis de elementos culturales
(conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos) que conforman una
propuesta político-educativa pensada e impulsada por diversos grupos y
sectores sociales cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque
algunos tiendan a ser dominantes o hegemónicos, y otros tiendan a oponerse
y resistirse a tal dominación o hegemonía (p. 59).
Tener en cuenta los elementos reflexivos que aportan estos teóricos desde la
dimensión política y social de la educación en general, y concretamente de la teoría
curricular, es fundamental, para avanzar en la construcción de una opción
emancipadora de la práctica pedagógica; ya que, parte de reconocer este conflicto
de intereses, que permite vislumbrar que dicha práctica no es neutral. En este
sentido, se considera que el pensamiento complejo es una perspectiva
epistemológica que no se contradice con esta intención.
72
de largo plazo…En lugar de contraponer correctivos a estos desarrollos,
nuestro sistema de enseñanza les obedece. (Morin, 1999, pp.12-13)
73
sentido, se ubica como una construcción que tiene una dimensión histórica y social;
y por otro, que el conocimiento escolar se constituye la mayoría de las veces en un
cúmulo de conocimientos sin significado social para los sujetos, no permitiéndoles
acceder a un cuestionamiento de las condiciones reales de su existencia.
74
surge el concepto de competencia para fundamentar desde él, un carácter complejo,
por el hecho de considerar en su concepción los conocimientos, las habilidades y
actitudes; sin embargo, el sentido social y político de la práctica pedagógica como
se ha venido conceptualizando en este trabajo, no existe, y por ende tampoco existe
en el planteamiento curricular desde el cual se pretende organizar. Frade (2009),
haciendo un reconocimiento del carácter cognitivo del discurso que emplea para
fundamentar el curriculum, argumenta que, para evitar que la competencia que, en
sí, es cognitiva, no pueda ser percibida u observada, es necesario circunscribirla a
un desempeño 19, que le permita evidenciar lo que sabe hacer el sujeto, cómo lo
hace y con qué actitud. Es así como, se regresa a un enfoque conductista del
curriculum, el cual, termina fragmentando los procesos que siguen los alumnos y
alumnas en el logro de sus aprendizajes.
Desde los aportes del campo de la psicología se ha pretendido construir una teoría
curricular, que en esencia no hace referencia al carácter multidimensional de la
práctica pedagógica. Sus planteamientos enfocan y reducen la organización
curricular desde su dimensión psicológica a las experiencias de aprendizaje del
alumno y al producto que pueda dar evidencia de él. En estas construcciones,
aparentemente el punto de partida ahora no es la organización del saber, sino el
planteamiento de situaciones de aprendizaje que permitan a los alumnos el
desarrollo de competencias 20, las cuales terminan siendo fragmentadas en diversos
19
Un desempeño de acuerdo con Frade (2009) “es un proceso cognitivo que despliega el sujeto al
identificar una meta a alcanzar que implica realizar una serie de acciones con una actitud
determinada” (p. 6).
20
Existen diversos discursos que tratan de definir el término competencia, no obstante, se señala el
de Frade (2009), por ser el que está vigente en los planteamientos curriculares: “Si la competencia
es exclusivamente cognitiva el resultado serán metas cognitivas, mientras que si la definición de
este vocablo se encuentra circunscrita al desempeño, el resultado es la observación de lo que sabe
hacer el sujeto, cómo lo hace y con qué actitud, pero sobre todo qué logros obtiene frente a la
demanda p. 143
75
aprendizajes esperados, que aluden a logros específicos, que analizados se
asemejan a objetivos conductuales. En este sentido, se trata de una concepción
técnica del curriculum, que está dirigida al logro de la eficiencia y la calidad de los
resultados. Estos resultados, por un lado, se deben observar reflejados en un
producto, permitiendo medir el nivel de logro alcanzado; y por otro, deben ser
acordes a los fines preestablecidos, por los especialistas.
Por lo tanto, el docente que sigue inmerso en una racionalidad derivada del
paradigma de simplicidad se limita a tratar de operacionalizar un planteamiento
curricular que reproduce sin derecho al cuestionamiento, porque lo que ahí se
establece es verdad absoluta. Y aunque, se ha introducido en el discurso la
necesidad de que dicho docente desarrolle una postura práctica del curriculum,
encaminada a la búsqueda de una reflexión sobre los procesos que promueve en
su aula; al seguir enmarcado en una lógica de racionalidad técnica, esta posibilidad
se diluye. Esto sería posible, si por lo menos, lograra abordar y organizar su práctica,
reconociendo la importancia de lograr una comprensión de la situación particular de
sus alumnos (lo que en la escuela se ha tratado de impulsar como diagnóstico
grupal), para generar prácticas que respondan a sus necesidades particulares,
aunque estas sean meramente cognitivas, a través de específicas estrategias
didácticas de intervención. No obstante, es común que el docente de educación
básica tienda a incurrir en generalizaciones que constantemente busca aplicar en
su práctica pedagógica, sin comprender la importancia del contexto particular de los
participantes, y mucho menos, su carácter multidimensional, no reducido a la
dimensión psicológica.
Al seguir encuadrado en una visión técnica, desde la cual asume acríticamente los
parámetros preestablecidos en el planteamiento curricular, busca su reproducción
sin lograr identificar distinciones, limitándose a tratar de instrumentar lo establecido,
sin darse oportunidad de asumir una posición más reflexiva en torno a su práctica.
76
Si este abordaje estuviera abierto a dicha reflexión, correspondería a lo que Morin
(2000) identifica como una racionalidad constructiva 21, que implicando en su
diagnóstico la contextualización y multidimensionalidad, constituiría la base para
organizar su práctica.
Ante esta situación, cabe señalar que los planes y programas de estudio para la
educación básica en México, se organizan a partir de aprendizajes esperados que
no permiten generar procesos de mayor exigencia cognitiva en los primeros años
de escolaridad. Dicha organización parece responder al supuesto, de que, en estos
niveles educativos de acuerdo con el desarrollo cognitivo de los sujetos, no se está
en posibilidad de generar procesos de mayor exigencia cognitiva 22; de aquí que, los
21
Una racionalidad constructiva desde Morin (2000) implica “teorías coherentes verificando el
carácter lógico de la organización teórica, la compatibilidad entre las ideas que componen la teoría,
el acuerdo entre sus afirmaciones y los elementos empíricos a los cuales se dedica; esta racionalidad
debe permanecer abierta a la discusión para evitar que se vuelva a encerrar en una doctrina y se
convierta en una racionalización. (p. 24)
22
Para la organización, análisis y evaluación de los procesos cognitivos se sugiere la taxonomía de Marzano
(1992), debido a que responde de manera más puntual, a este interés por generar procesos de mayor
exigencia cognitiva; y en este trabajo se sugiere modelar desde la más temprana edad procesos encaminados
mínimamente a los que este teórico ubica en los siguientes niveles: La adquisición e integración del
conocimiento, Refinar y extender el conocimiento declarativo y procesal y Uso significativo del conocimiento.
En términos muy sintetizados, el primero se refiere a procesos comprensivos de la información, que requieren
de la integración organizada del conocimiento nuevo al que ya se posee, para lo cual, por ejemplo, se puede
77
aprendizajes esperados programados estén enfocados en su mayor parte al logro
de procesos que corresponden al nivel de conocimiento y comprensión. Esta
afirmación está documentada por Frade (2016), cuando menciona los resultados de
una investigación que llevó a cabo para dar seguimiento a las reformas curriculares
que se implementaron en México a partir de 2004 y que, a final de cuentas, está
vislumbrando lo que el docente ha interiorizado como parte de su función:
apoyar con organizadores gráficos. El segundo, implica añadir nuevas distinciones y conexiones a la
información previamente comprendida, generando procesos de análisis, que conlleven a comparar, clasificar
y hacer inducciones y deducciones con mayor profundidad y rigor, posibilitando la generación de argumentos.
El último nivel que se rescata para tratar de organizar las prácticas en educación primaria implica el uso del
conocimiento para realizar tareas significativas, que implique la toma de decisiones, la investigación, y la
resolución de problemas.
78
esperados, otra porque siguen recurriendo a una lógica disciplinaria. Esto conlleva
a un número excesivo de contenidos, y a que su organización siga siendo por
asignaturas. De aquí que, las competencias generales sean fragmentadas a partir
de dichos aprendizajes esperados que, en el nivel de primaria, se limitan
principalmente a los dos primeros niveles taxonómicos: el conocimiento y la
comprensión de acuerdo con la taxonomía de Bloom (1956)23. Esta organización
tiene que ver con lo que Morin (1999) señala:
23
Se utiliza la taxonomía de Bloom (1956) porque en ella se hace referencia al nivel cognitivo del
conocimiento, que es el que más ha caracterizado a la práctica pedagógica en la educación primaria,
el cual, se limita a la recordación de información, siendo el menos logrado el nivel que se refiere a
la comprensión. En la taxonomía de Marzano (1992) no se hace alusión a éste como un nivel
específico, el más elemental es el que denomina adquisición e integración del conocimiento, el cual,
se puede equiparar con el nivel de comprensión de Bloom.
79
desde su complejidad.
Cabe esperar, por tanto, que el proceso del curriculum no sólo se ocupe de
controlar (o gestionar) el ambiente de aprendizaje para que pueda producirse
el deseado aprendizaje, sino que las experiencias de aprendizaje planeadas
promuevan una visión del saber en cuanto conjunto de reglas y
procedimientos o “verdades incuestionables”. Se considera el saber como
una mercancía, como medio para un fin…Esto es lo que Giroux (1981) llama
“cultura del positivismo” …
No aparece aquí reconocimiento alguno de que el saber se construya de
manera social o de que nuestras construcciones tengan antecedentes
históricos y temporales que den unidad a todo el saber y la experiencia
humanos…
El curriculum informado desde el punto de vista técnico no sólo está limitado
por la cultura del positivismo en lo que respecta a la selección de los
contenidos, sino que también la metodología mediante la que se imparten
éstos está determinada por los requisitos positivistas de objetividad y
resultados…es lamentable que el aprendizaje esté orientado estrictamente a
la construcción del conocimiento según criterios medios-fin, frustrando de
este modo gran parte de la potencial riqueza de la comprensión del mundo
que podrían alcanzar los estudiantes. (pp. 57-59)
80
El conocimiento escolar, se aborda en un nivel de abstracción tal, que no se
establece una relación con la realidad concreta del alumno, se convierte en un saber
descontextualizado. En este sentido, la problemática no se limita a una cuestión de
carácter psicológico, sino de carácter epistemológico, el cual tiene que ver con el
uso del conocimiento, pues generalmente, este no se relaciona con la realidad que
vive el alumno, no da respuesta a sus vivencias concretas. Así, por ejemplo, cuando
se aborda la historia tanto el alumno, como el docente visualizan el texto histórico
como una narración de hechos pasados y acabados, sin lograr relacionarlos y
mucho menos reflexionarlos con la definición de su presente. Cuando abordan la
geografía, los retoman como conceptos abstractos, que si bien, pueden llegar a
reconocer, describir o hasta clasificar y ordenar en esquemas conceptuales, esto no
quiere decir, que logren analizarlos e integrarlos para lograr una comprensión sobre
la conformación de su cultura y la sociedad en la que se desenvuelven. Esta
situación, conlleva a realizar una reflexión de cómo se aborda el conocimiento
científico en la escuela, cómo se convierte en conocimiento escolar y su relación
con el conocimiento cotidiano, en donde se observa una problemática de carácter
epistemológico, además del psicológico.
81
compartido; el conocimiento escolar es simbólico mental, mientras que fuera
es físico-instrumental; en la escuela se manipulan símbolos libres de
contexto, mientras que en el mundo real se trabaja y razona sobre contextos
concretos… la escuela intenta enseñar a los educandos a través de prácticas
sucedáneas (artificiales, descontextualizadas, poco significativas) lo cual
está en franca contradicción con el mundo real. (p. 18)
Por lo que, las formas de pensamiento que los alumnos y docentes asumen en estos
niveles básicos de escolaridad corresponden a una visión reproduccionista del
conocimiento y de la realidad, pues la perspectiva basada en un interés técnico del
curriculum es el que predomina para abordarlos. El conocimiento, es evidente que
se sigue fragmentando en asignaturas, y como dice Giroux (como se citó en Grundy,
1991) se aborda acorde a una cultura del positivismo, en donde el conocimiento
acabado, neutral y universal que requiere ser dominado, se aborda en un nivel de
abstracción tal, que resulta ahistórico e impersonal. Al respecto Sacristán hace una
observación, que bien puede aplicarse a nuestro contexto:
Aunque existen aportaciones psicológicas que permiten comprender como los niños
desarrollan sus habilidades cognitivas y afectivas; las cuales, son necesario
considerar para avanzar en la comprensión de la práctica pedagógica, también es
un hecho, que la práctica pedagógica se aborda y organiza respondiendo a una
visión reduccionista de la realidad, cuando se limita a esta dimensión. Al docente
solo le corresponde determinar la metodología didáctica, que conlleva a la
aplicación del planteamiento curricular. Por lo que, dicho planteamiento, siendo
82
elaborado por los “especialistas del curriculum”, se pretende que baje y se instaure
con el trabajo de la base ejecutora. Esta forma de racionalizar se observa en el
siguiente planteamiento de Frade (2016) cuando hace alusión a cómo se construyen
las propuestas curriculares oficiales:
83
(2009) reconoce, de acuerdo con los resultados en las pruebas PISA, que los
procesos de enseñanza y aprendizaje en las escuelas de educación secundaria se
caracterizan por un tradicionalismo con elementos constructivistas:
84
perspectiva global dominante de los profesores en la cientifista, en detrimento
de posturas hermenéuticas o críticas. Se acentúa el valor de la objetividad,
de la estructura interna del conocimiento y se relegan las preocupaciones
personales, la totalidad del ser que conoce, las implicaciones y causas
sociales del conocimiento. Consiguientemente, se pretende evaluar con
precisión, se pide la posesión de conocimientos terminados, sin relación a la
experiencia, etc. (p. 217)
Por lo tanto, en este trabajo se considera que una racionalidad que busca la
emancipación de los participantes no puede limitarse a la reflexión de la práctica
pedagógica desde la dimensión psicológica, ya que, es insuficiente. Se requiere de
una reflexión crítica que rescate de manera efectiva la contextualización y
multidimensionalidad de la que habla Morin. Es esencial discutir las
determinaciones sociales, económicas, políticas y culturales que están implícitas en
la práctica pedagógica, no limitando su comprensión al imperativo, a la norma, al
control. No obstante, la teoría curricular se ha constituido en la verdad absoluta que
solo debe ser instrumentalizada. Esto convierte el proceso de acuerdo con Morin
(2000), en una racionalización, no en una racionalidad, pues esto sucede cuando la
idea toma posesión de lo real.
Esto no quiere decir que la reflexión desde la dimensión psicológica se anule, más
bien se trata de rescatarla en su justa dimensión en el logro de la comprensión de
la práctica pedagógica, entendiendo que su campo de reflexión se circunscribe a
85
los procesos psicológicos que siguen los sujetos para lograr sus aprendizajes, y que
desde los aportes del constructivismo éstos hacen énfasis en una construcción de
conocimiento 24 que solo está referida a dicha dimensión.
En este apartado se expone esa parte del marco teórico metodológico que, siendo
resultado de un debate fundamentado en el pensamiento complejo desde un interés
crítico y emancipador, permitió reconceptualizar la práctica pedagógica como una
realidad que necesita religar sus múltiples dimensiones, tales como la
epistemológica, política, social, psicológica y la pedagógica propiamente.
24
Por lo tanto, es importante reafirmar que la construcción del conocimiento se circunscribe, en este
caso, a las aportaciones elaboradas específicamente desde una dimensión psicológica, no
propiamente epistemológica.
86
La práctica pedagógica que no es reflexionada desde su contexto concreto y desde
sus múltiples dimensiones queda inevitablemente obligada a reproducir las
condiciones de organización institucional y curricular, las cuales son consideradas
un hecho natural, y no como una construcción que tiene un carácter político, social
y cultural. Por lo tanto, se coincide con Sacristán (1998) cuando menciona que
existe un discurso idealista en educación, el cual, no permite replantear las
condiciones de realización de la práctica pedagógica, aun cuando se promueve un
docente creativo, autónomo con capacidad de decisión. Dicha capacidad está
limitada a cuestiones didácticas desde una perspectiva instrumentalista,
relacionada con estrategias de aprendizaje que, además, están condicionadas por
un sinfín de demandas sociales, institucionales y curriculares (en su concepción
técnica).
A final de cuentas no existe tal libertad, más aun, cuando el docente desde su
formación ha sido desarmado intelectualmente hablando, y no es capaz de
trascender la forma de abordar y organizar su práctica pedagógica, ya que se limita
a los planteamientos y exigencias que se le hacen desde el discurso curricular
oficial. Ante esta situación, en este trabajo se considera que un planteamiento
curricular que haga efectivo un interés emancipador requiere como punto de partida
la problematización de la práctica pedagógica religando sus múltiples dimensiones
en relación con un contexto concreto; se trata de generar un diagnóstico que lo
coloque en posibilidad de lograr una comprensión compleja, que le conlleve a su
reconceptualización y transformación a través de un proyecto de intervención. En
palabras de Zemelman (1987) esto se refiere a lo siguiente: “El diagnóstico debe
dar cuenta de tal complejidad a través de un recorte de la realidad como presente
para descubrir las opciones posibles objetivamente en función de un proyecto de
cambio” (p. 12).
87
3.1.4 El diagnóstico o problematización desde la contextualización y
multidimensionalidad
Desde esta postura, la función del docente queda limitada a la metodología didáctica
entendida como un medio para planificar, diseñar y organizar las experiencias y
actividades de aprendizaje; lo cual, implica establecer las estrategias, los recursos,
los tiempos, los instrumentos de evaluación, etc., todo ello encaminado a la
consecución de los fines y contenidos preestablecidos, que en el actual contexto
son correspondientes con el discurso de competencias.
88
En este contexto, es esencial una apertura que no restrinja por anticipado, la
comprensión de la práctica pedagógica a un determinado marco teórico, establecido
a priori, como sucede con los diseños curriculares elaborados desde las
competencias. Al respecto, se puede hacer referencia a lo que Zemelman (1987)
señala:
Por lo tanto, aun cuando en este discurso educativo elaborado desde los aportes de
la psicología, pareciera que hacen alusión a un interés emancipador; mientras las
vías metodológicas planteadas desde esta postura no permitan rescatar en su
reflexión, las dimensiones cultural, económica, política, social, etc. de la práctica
pedagógica, seguirán respondiendo a una visión reduccionista de la misma.
89
Esto conlleva a que el docente se coloque en la posibilidad de desarrollar una
efectiva problematización de su práctica pedagógica implicando su
contextualización y multidimensionalidad. Dicha problematización se conceptualiza
como el punto de partida para abordar una práctica que requiere ser reflexionada
críticamente, pudiendo de esta forma generar una comprensión desde su
complejidad. Pero, además esta comprensión conlleva al concepto de proyecto,
como una posibilidad que puede permitir construir el futuro, y de la que hay que
determinar su viabilidad. Es decir, se parte de la problematización de una práctica
pedagógica concreta desde su multidimensionalidad para avanzar hacia la
construcción de propuestas viables encaminadas a su transformación. Estando de
acuerdo con Zemelman (1987), y para profundizar lo anterior, se puede rescatar lo
siguiente:
90
la función de la escuela y de sus prácticas que genera; un enfoque para explicar el
desarrollo psicológico de los participantes; y uno para conceptualizar la parte
pedagógica de su práctica, como integradora de todas las demás dimensiones.
Por lo tanto, dicha organización implica pensar sobre proyectos de indagación, los
cuales, permitan dar un encuadre conceptual y metodológico a toda la práctica
pedagógica y consecuentemente a todos sus elementos. El proyecto indagador es
un eje integrador que se sugiere permite romper con el esquema de organización
tradicional que reduce y que fragmenta. Por lo que, desde un enfoque crítico y
emancipador puede apoyar en la organización de la práctica pedagógica, a través
del establecimiento de proyectos dirigidos a lograr procesos de enseñanza y
aprendizaje en los que todos los participantes pueden avanzar en la comprensión
de su realidad concreta, en la comprensión de su condición humana.
91
Derivado de que el conocimiento de manera real y efectiva se vislumbra como un
proceso de construcción permanente, en el cual, participan democráticamente todos
los involucrados; estos planes de acción pretenden abonarle a la construcción de
un conocimiento pertinente, enfocando la práctica pedagógica hacia situaciones de
enseñanza y aprendizaje que impliquen como punto de partida la contextualización.
Por lo tanto, la base para organizar el conocimiento y el aprendizaje no solo es la
comprensión del desarrollo cognitivo de los alumnos en relación con un
conocimiento abstracto, descontextualizado; el punto de partida es la realidad
concreta de los participantes, la cual, el docente tendrá que problematizar,
articulando el conocimiento bajo una lógica pertinente, que permita a los sujetos su
construcción, no solo considerando lo psicológico, sino con una clara definición de
lo epistemológico, lo social y lo propiamente pedagógico. Bajo la postura planteada
el docente está en posibilidad permanente de aportar a la transformación de su
práctica pedagógica, al someterla a un proceso de reflexión permanente.
92
proyectar la articulación del conocimiento y la realidad de los participantes a partir
de procesos permanentes de reflexión, que sin dejar de considerar el desarrollo del
pensamiento del niño y niña (su dimensión psicológica), lo primero, se está
refiriendo a su dimensión propia epistemológica. Es decir, los procesos reflexivos
se refieren a establecer una vía metodológica epistemológica para acercarse a la
comprensión de la realidad; la dimensión psicológica de la práctica pedagógica se
refiere a entender los procesos que siguen en el desarrollo de sus aprendizajes. Por
lo tanto, la organización de la práctica pedagógica se sugiere realizarla a partir de
estos proyectos indagadores, los cuales tendrán que implicar en su concepción, una
claridad respecto a la forma de articular sus dimensiones epistemológica,
sociopolítica, psicológica y pedagógica.
93
comprensión de sus condiciones de existencia para favorecer su paulatina
transformación; mientras que el aprendizaje será la respuesta que los sujetos
desarrollan en relación a esos procesos de diálogo, es la construcción de
conocimiento, en una concepción amplia, en una concepción compleja; que no se
limita a su dimensión psicológica. Esto se refiere a favorecer una forma de pensar
abierta y libre, en donde el conocimiento y la realidad desde la complejidad se
articulan en una relación dialógica con la realidad concreta que viven los alumnos y
el docente, la cual, permitiéndoles comprender su condición humana, les conlleve a
generar su transformación.
94
construcción de conocimiento principalmente a una cuestión cognitiva de los
sujetos, sin considerar que a esto le subyace una dimensión ética, epistemológica
(no reducido a lo psicológico), política, social, etc. Esto apunta a la necesidad de
una construcción multidimensional que permita articular el conocimiento con una
realidad concreta; a la necesidad de contextualizar el conocimiento, implicando el
reconocimiento, el cuestionamiento, la reflexión y la crítica de las condiciones
económicas, éticas, políticas, psicológicas, sociales… que subyacen a la realidad
concreta, presente y vivida de los sujetos.
95
12 Morales Baca Diego Ángel H
13 Olivera Molina Melanie Naomi M
14 Olvera Gutiérrez Carolina Abigail M
15 Peña Yepes Julio Francisco H
16 Porcayo Escamilla Sarah Dennise M
17 Rodríguez Rivera Romina Adabelle M
18 Sánchez Acosta Andrea Valeria M
19 Torres Aragón Alan Henoch H
20 Trujano Huerta Karla Azul M
21 Velasco Sandoval Ángel H
Por otra parte, cabe señalar que este trabajo de investigación es el resultado de los
procesos reflexivos generados por el docente en cuestión, quien a partir de someter
a un debate constante su propia práctica pedagógica, le permitió construir el marco
96
conceptual y metodológico propuesto. Y aunque no puede hacer referencia a la
práctica pedagógica específica de otros docentes, la experiencia de años en el
sistema educativo permite integrar en sus reflexiones, lo compartido con y por ellos
a lo largo de tanto tiempo. El siguiente nivel del proceso investigativo, conllevaría a
integrar una propuesta a nivel escuela para determinar su viabilidad.
97
políticas, sociales, etc., éstas son proyectadas en dicha práctica. Esto apunta a
obtener datos que permitan evidenciar esta relación parte-todo, y todo- parte. Por lo
tanto, para develar dicho sustento de la práctica pedagógica se sugiere la
observación participante, la cual, de manera permanente y sistematizada permita
generar las reflexiones correspondientes. Con apoyo en lo planteado por Mckernan
(1999) en relación con el método que denomina evaluación del discurso, se rescata
cómo dicha observación requiere ser completada con un proceso reflexivo
organizado, que evidencie:
Cabe señalar que, aunque pareciera que la observación participante, es una técnica
que ha estado presente en la práctica del docente, esta se aplica de forma arbitraria,
sin orden, sin organización, sin un registro; por lo que, la mayoría de las veces, las
observaciones realizadas están caracterizadas más por un sentido común, que por
un proceso reflexivo fundamentado. Ante esta situación, es importante buscar la
forma de sistematizarla. Para ello se recurrió a instrumentos que permitieron recabar
datos de manera puntual y organizada como lo es el diario de campo y
principalmente el uso de video grabaciones; esta última, considerada de suma
importancia, dada la dificultad que existe para que el docente haga los respectivos
registros.
98
Para complementar acerca de la importancia y el carácter de la observación
participante cabe señalar lo que algunos teóricos como Mckernan (1999), señalan:
Por otra parte, se rescatan los rasgos principales señalados por Jorgensen (como
se citó y complementó en Flick 2004), ya que se considera coinciden con la
perspectiva de esta investigación:
Los rasgos principales del método son que el investigador se mete de lleno
en el campo, observa desde la perspectiva de un miembro, pero también
influye en lo que se observa debido a su participación… se esclarecen en los
siete rasgos de la observación participante que Jorgensen enumera:
99
5. un enfoque y un diseño de estudio de caso cualitativo en profundidad;
6. la representación de uno o varios roles participantes, que implica
establecer y mantener relaciones con los nativos en el campo, y
7. el uso de la observación directa junto con otros métodos de reunir
información. (pp. 154.155)
En este sentido, el principio del círculo retroactivo (Morin, 1999), se está refiriendo
a no establecer causalidades lineales para reflexionar en y sobre los procesos de
enseñanza y aprendizaje generados, existen múltiples retroacciones que es
100
necesario reconocer para lograr una comprensión desde la complejidad. Por otra
parte, respecto al círculo recursivo (Morin, 1999) se puede mencionar que es la
cualidad de autoproducción y autoorganización que tiene cualquier sistema, por lo
que, no hay determinaciones cerradas, acabadas; los sistemas son abiertos y dan
pauta a emergencias no previstas, no diseñas, no planeadas. Tener estas
consideraciones presentes permite una actuación abierta a las contingencias,
renunciando a toda intención de control y manipulación.
Por lo que, para iniciar esta contextualización, se plantea como primer instrumento,
aquel que permita acercarse a la comprensión de las condiciones culturales,
económicas y sociales de los participantes, para ello, se sugiere un cuestionario
socioeconómico (Ver anexo 2). Para lograr más precisión y complementar los datos
se recurre a algunas entrevistas abiertas con padres de familia, en los casos que se
observan con una mayor desventaja o dificultad. El seguimiento a dichas entrevistas
se llevó puntualmente a lo largo de todo el ciclo escolar registrándolas en una
bitácora. Cabe señalar, que este reconocimiento alude a una comprensión de la
101
práctica pedagógica que permite dilucidar una postura política-social del docente
frente a dicha práctica; la cual, desde una postura emancipadora buscará develar
las condiciones de desigualdad y desventaja que existen, tratando de generar
procesos más democráticos, y así acceder a una mayor equidad en la distribución
del poder.
Respecto a la dimensión psicológica, dado que se trabajó con niños y niñas de entre
9 y 11 años, resulta de suma importancia develar este nivel de reflexión de la
práctica pedagógica (Ver anexo 2,3,4). Para ello, el perfil grupal, es una herramienta
que alude a rescatar información sobre el nivel cognitivo (estilos de aprendizaje,
inteligencias múltiples, actitud frente a la tarea, ritmos de aprendizaje, niveles de
desarrollo cognitivo, niveles de competencia curricular) de los alumnos y alumnas;
para lo cual, se implementan algunos instrumentos que contemplan estas
categorías de análisis, complementando a partir de una observación participativa,
en relación al desempeño que manifiestan los alumnos al participar en las
actividades escolares.
Cabe recalcar que esta contextualización inicial no es acabada, por lo que implica
un proceso dialéctico de reconstrucción que, al reconocer un círculo retroactivo y
recursivo de la práctica pedagógica, permite abrir la oportunidad de su paulatina
transformación, y/o también, reconocer la presencia de inercias que obstaculizan el
propósito último, que es la emancipación. En este sentido, avanzar en esta
contextualización no solo corresponde al docente, sino a todos los involucrados, y
en la medida en que se genera esta oportunidad, se sientan las bases para que
cada participante responda desde la autorreflexión permanente a su situación
particular y de grupo que requiere ser evidenciada.
Por lo tanto, la práctica pedagógica es una oportunidad para generar las condiciones
que permitan poner en evidencia dichos procesos reflexivos, abriendo
permanentemente la posibilidad de múltiples formas encaminadas a fomentar la
expresión oral y escrita de los participantes. En este sentido, la práctica pedagógica
102
puede ser organizada para su reflexión a través de varios instrumentos y estrategias
que responden congruentemente a esta perspectiva emancipadora. Rescatando lo
aportes de Mckernan (1999), se puede hacer alusión a las siguientes: el diario de
campo, el análisis de documentos (incluyendo el periódico), tormenta de ideas,
debate de grupo, el estudio de problemas, grupos pequeños (el grupo de trabajo
deliberativo), retroalimentación de la clase. Cabe señalar que estas alternativas no
están agotadas; conforme a la creatividad del docente y de los mismos estudiantes,
se pueden enriquecer. Lo importante aquí, es el marco conceptual y metodológico
desde el cual, se le da un cierto sentido a la práctica pedagógica, siendo este el que
permite dar congruencia a todo el proceso. Así pues, es el proyecto indagador la
herramienta que se sugiere organiza dicha práctica.
25
Se sugiere de dos, a tres o a lo mucho cuatro proyectos indagadores, dependiendo de que
procesos de formación y contenidos (de las diversas disciplinas) son los que se están incluyendo
para lograr construir una comprensión en torno a algún aspecto de la realidad presente, concreta y
cotidiana de los sujetos participantes.
103
sentido, la práctica pedagógica está encaminada a lograr la reflexión argumentada
y fundamentada, que conlleve a desarrollar sus habilidades indagatorias. Algunas
situaciones detectadas como parte de esa cotidianeidad se refieren al uso excesivo
de redes sociales, la televisión, la influencia de la música, los videojuegos, etc.; todo
esto influyendo en el desarrollo de su identidad, en sus ideas preconcebidas y en
su accionar frente a una realidad.
104
En esta contextualización también es necesario, establecer algunas técnicas
grupales de conocimiento e integración que dieran oportunidad a todos los
participantes de socializar inicialmente, por un lado, el pensar, el sentir, acerca del
grupo y de los procesos que generan; y por otro, las condiciones que permean su
práctica pedagógica. En el primer caso, esto se relaciona con hacer explícita la
dinámica grupal, la cual, tendrá que irse reconstruyendo a partir de establecer
conjuntamente los acuerdos de convivencia y las formas de organización escolar
relacionadas con la posibilidad del diálogo.
105
RESULTADOS
106
Esto implica que los participantes de la práctica pedagógica puedan avanzar en el
desarrollo de una conciencia, que sólo puede ser generada a partir de una
racionalidad que articule el pensar con el accionar, a lo que algunos teóricos como
Freire (1974) le llaman praxis. Para generar esta articulación, se propone que el
proyecto indagador contemple a su vez, tres ejes básicos que se presume permitirán
ir avanzando en esta perspectiva encaminada a construir nuevas formas de
organización de la práctica pedagógica: a) contextualización, b) construyendo el
significado de la organización escolar y c) construyendo los proyectos de
organización curricular.
107
rescatando los fundamentos del pensamiento complejo, es observada desde una
óptica que enriquece su abordaje.
La realidad concreta a la que se hace referencia está compuesta por las condiciones
de existencia de los sujetos participantes, que es necesario evidenciar. Por lo tanto,
la complejidad de la práctica pedagógica es reconceptualizada a partir de reconocer
las circunstancias de existencia de los sujetos concretos; desde una perspectiva
multidimensional. Así pues, ni la teoría, ni la práctica se abordan como hechos que
existen a priori, cuyas determinaciones y condiciones no es necesario que sean
cuestionadas, al contrario, esta crítica y reflexión es fundamental para buscar las
vías de su transformación.
108
En este sentido, la construcción de conocimiento en educación primaria se plantea
en este trabajo, como la posibilidad de ascender a procesos reflexivos que permitan
a los alumnos abordar el conocimiento y la realidad desde una postura más creativa
y propositiva, lo cual, implica en primer lugar, tratar de trascender los niveles
taxonómicos del conocimiento y la comprensión hacia una exigencia cognitiva
mayor, relacionada con las dimensiones que Marzano (1992) identifica como refinar
y extender el conocimiento declarativo y procesal, así como el denominado uso
significativo del conocimiento; dirigiendo dichos procesos hacia la construcción de
argumentos que constituyan paulatinamente el fundamento de sus reflexiones.
109
También romper con el poder que ejerce el texto, como un discurso que tiene validez
universal y que los alumnos asumen como una verdad absoluta, y que, desde una
lógica determinista, lo tienen que reproducir. En este sentido, dar apertura al
cuestionamiento a través del diálogo es fundamental; pero además es necesario
organizar dicho diálogo, a partir de cuestionamientos que generen la reflexión
articulada del conocimiento con su realidad concreta.
Esto resulta esencial para poder romper con la racionalidad tan arraigada en
nuestros sistemas educativos, desde la cual, el conocimiento se establece como la
verdad acababa y al docente como su portavoz, constituyendo la práctica
pedagógica en una práctica desde las cuales se despoja a los participantes de la
posibilidad efectiva y real de elaborar su propio conocimiento en relación con su
realidad concreta y cotidiana. Y dado que, desde las aportaciones psicológicas los
alumnos de educación básica no están en posibilidad de acceder a procesos
cognitivos más complejos, se sigue limitando su desarrollo al nivel taxonómico del
conocimiento y en el mejor de los casos, al de la comprensión; lo cual se relaciona
con esta visión reproduccionista del conocimiento. Así pues, en las escuelas de
educación básica, estas relaciones han estado marcadas por una comunicación
unidireccional, en la que domina la omnipresencia del docente, la omnipresencia del
texto, la omnipresencia del conocimiento. Se han constituido en espacios en los que
se imponen muchas cuestiones, entre ellas, la lógica de organización que conllevan
a que el niño y la niña se visualicen en un nivel de inferioridad respecto al docente,
respecto al texto, respecto al conocimiento; pero además, ubicando dicho
conocimiento como una construcción abstracta que no tiene significado para él,
dado que, además de que no implica procesos cognitivos que les permitan integrar
el conocimiento, hacia la construcción de sus propias argumentaciones, tampoco
implica su contextualización.
110
en este sentido, reconociéndolo como una construcción ética y social, esté abierta
a un proceso de crítica y reflexión permanente por parte de alumnos y del docente.
De tal manera, que la alternativa está encaminada a otorgar el poder a los
participantes de construir de manera efectiva su propio saber, a través de
elaboración de los argumentos que les permitan paulatinamente transitar de un
conocimiento que es generado desde el sentido común, al conocimiento que le
permita la comprensión de su realidad, de su condición humana; esto es, la
construcción de conocimiento en un sentido ético y social, no solo psicológico.
111
Por lo tanto, el punto de partida para proyectar la práctica pedagógica no es el
conocimiento acabado y universal, ni los procesos psicológicos esperados,
entendidos como fines predeterminados; el punto de partida es la contextualización,
implicando la capacidad del docente para problematizar la realidad concreta de los
sujetos participantes, y la posibilidad de organizar la práctica pedagógica a partir del
proyecto indagador.
112
procesos reflexivos, son los que de manera efectiva, pueden dar pauta al desarrollo
paulatino de la conciencia, lo cual, al estar aunado a la comprensión de la condición
humana, de la que habla Morin (1999), permitiría a los sujetos mejorar su proyección
humana y social.
Por lo tanto, las posibilidades de ciertos procesos cognitivos de los alumnos están
determinadas no sólo por sus capacidades psicológicas particulares desarrolladas,
sino por la racionalidad que el docente utilice para abordar y organizar el
conocimiento en relación con la realidad concreta de los participantes. Desde un
interés emancipador se pretende otorgar a los sujetos el poder de cuestionar el
conocimiento, para derivar la posibilidad de una construcción del conocimiento,
articulada a las diversas circunstancias cognitivas, culturales, emocionales,
económicas, sociales, etc. en las que está inmerso el sujeto, de las cuales, requiere
iniciarse en su concientización para así poder proyectar su transformación. Por lo
que esta elaboración responde no solo a los procesos psicológicos particulares de
los sujetos, sino a una forma de observar su realidad vivida, concreta y cotidiana,
que se refiere a su propia racionalidad, que en este momento responde más al uso
del sentido común.
113
humana, que no es otra cosa que el logro de una praxis, la cual, estando de acuerdo
con Grundy (1991) implica transformar la forma de percibir y actuar en el mundo,
para avanzar paulatinamente en el logro de la emancipación.
114
ser replanteada a partir de una propuesta curricular que reconozca su
multidimensionalidad y la necesidad de su contextualización.
De tal manera, que al recurrir al análisis de los datos que proporcionó la observación
participante, y que fueron registrados en el diario de campo y en las
videograbaciones; se logró generar el proceso de reflexividad que permitió al
docente en cuestión, develar paulatinamente las ideas que ha generado en torno a
lo que ha sido y es su práctica pedagógica. Cabe señalar, que para organizar esta
reflexión se utilizaron algunas preguntas guía que están organizadas considerando
las distintas dimensiones de la práctica pedagógica. (Ver anexo 1)
115
• Limitados instrumentos para la obtención de datos, dado que tiene que
aplicar aquellos que se adapten mejor a sus circunstancias; es decir, la
docente es quien está al frente, tanto del proceso de enseñanza y
aprendizaje, como del proceso de recabación de información. Por lo tanto,
tiene una doble función, ser docente y ser investigadora.
• Falta de acceso a una diversidad de fuentes bibliográficas; el libro de texto la
mayoría de las veces se presenta como la única referencia.
• La organización de los contenidos en el libro de texto no favorece la
integración disciplinaria.
• Desde el planteamiento curricular propuesto se sugieren aquellas temáticas
más próximas a su realidad cotidiana; no obstante, los contenidos
establecidos en el planteamiento curricular oficial son muy extensos,
repetitivos, y muchas veces con un alto grado de abstracción que resulta un
trabajo exhaustivo integrar el proyecto indagador tratando de responder a las
necesidades e intereses de los alumnos.
Aun así, resulta una apuesta interesante, ya que se observó como esta propuesta
de organización curricular conlleva paulatinamente a los participantes de la práctica
pedagógica incluido el docente a pensar articuladamente el conocimiento. Lo cual,
parece ser, una alternativa viable para resolver algunos obstáculos, que desde una
perspectiva técnica del curriculum no han podido ser resueltos:
116
económica, social y cultural de los participantes; convocando de esta manera, a la
conciencia social que implica la labor docente, podrían proyectarse otras estrategias
que permitieran organizar la práctica pedagógica con un sentido político y social
más activo, a partir de propuestas encaminadas a integrar a los sujetos a procesos
más democráticos, que minimicen el impacto que tienen sus desventajas
económicas, sociales y culturales.
117
• Es más viable generar la articulación de los procesos psicológicos, que
implican lo cognitivo, lo socioemocional, lo actitudinal, etc., desde un proyecto
que permite generar dicha integración.
• Se observa motivación e interés cuando desde el proyecto se cuida que los
procesos no generen conflictos cognitivos que no puedan resolver.
Por último, la dimensión pedagógica que integra a todas las anteriores, siendo su
expresión a través de la práctica concreta que se genera; requiere evidenciar una
organización curricular más integradora de los procesos y de los contenidos. Es
decir, al docente le resulta difícil romper con los esquemas tecnocráticos tan
arraigados en su práctica pedagógica. Dichos esquemas responden a las
condiciones de organización escolar que, sin ser determinantes y definitivos, limitan
el replanteamiento de la práctica pedagógica:
• Excesivo burocraticismo.
• Excesiva carga administrativa hacia el docente.
• Desvinculación entre la escuela y la comunidad.
• Los mecanismos de planeación, implementación y evaluación de la práctica
pedagógica responden a un enfoque técnico del curriculum.
• En la práctica concreta, predomina una lógica lineal para organizar la
planeación, implementación y evaluación, de tal manera, que esta última
generalmente se ubica como un proceso final; y no como un proceso que
requiere estar presente permanentemente.
• El proceso de aprendizaje es organizado fragmentándolo en aprendizajes
esperados, los cuales, hacen referencia a una perspectiva del curriculum de
corte conductual, dado que son la expresión de ejecuciones específicas que
tienen que responder a ciertos indicadores de eficiencia.
• En este sentido, la evaluación es un proceso que requiere establecer los
parámetros bajo los cuales serán medidos cuantitativa y cualitativamente el
logro de los aprendizajes esperados.
118
• Desde esta lógica, los contenidos siguen siendo organizados
disciplinariamente.
• La metodología didáctica desde una perspectiva técnica implica establecer
las estrategias de aprendizaje que permitan asegurar los logros
establecidos a priori, en un planteamiento curricular que el docente no
construyó.
119
• Dichas necesidades tienen un carácter multidimensional, por lo tanto, aluden
a una práctica pedagógica que requiere reconocer su dimensión
epistemológica, político-social, psicológica y la propiamente pedagógica.
120
CONCLUSIONES
Cabe señalar que otra situación observada, tiene que ver con el reconocimiento del
principio dialógico, vislumbrando las resistencias que surgen en todos los
participantes del proyecto, incluido el docente, las cuales, devienen de esta
racionalidad tan arraigada que responde al paradigma de simplicidad; y a veces
pareciera que es más fácil, seguir en los mismos esquemas de pensamiento, dado
que de otra forma implica procesos que requieren de más tiempo y de más esfuerzo.
Entonces en el proceso se pueden observar momentos de contradicción que reflejan
estas cualidades que no son únicas y definitivas, se dialoga entre lo alienante y la
121
posibilidad de transformación. No obstante, a largo plazo, la organización de la
práctica pedagógica comienza a mostrar un avance referido a que los participantes
construyan un conocimiento contextualizado, que les es significativo, no solo
cognitivamente hablando.
Una situación que fue necesario resolver, es el limitado acceso que tienen la
mayoría de los alumnos a una diversidad de fuentes documentales, por lo que, los
libros de texto gratuitos ubicándose como un apoyo, definitivamente son
insuficientes para abordar los contenidos propuestos. De aquí que, el proceso tuvo
que ser enriquecido, con otros textos explicativos, libros, videos, películas, técnicas
vivenciales, etc. que permitieron romper con la lógica de que el libro de texto es el
único recurso. Ante esta situación, la variedad de recursos es una necesidad que el
docente tuvo que solventar.
Otra problemática que fue necesario enfrentar, son las deficiencias en la formación
docente, que conllevan a una falta de claridad conceptual y metodológica para
abordar su práctica pedagógica y poder generar su organización desde otros
esquemas de racionalidad; lo cual, se complica aún más, por las mismas inercias
que existen en las formas de organización institucional y que se relacionan con una
racionalidad que responde al paradigma de simplicidad. Así pues, dichas
deficiencias conceptuales y metodológicas se relacionan con esa necesidad de
clarificar la dimensión epistemológica, la político-social, la psicológica y pedagógica.
Desde el mismo discurso curricular oficial que fundamenta la práctica pedagógica,
no se consideran las cuestiones epistemológicas, como un punto y aparte de las
cuestiones psicológicas, por lo que la práctica pedagógica resulta limitada, al no
permitir la visualización de procesos indagatorios que conlleven a los sujetos a
desarrollar la comprensión de su condición humana. Esta reducción de la cuestión
epistemológica a la cuestión psicológica origina que la construcción del
conocimiento, muchas veces quede limitada a la comprensión de los procesos
cognitivos que siguen los sujetos en dicha construcción. De aquí que, en educación
primaria, los procesos de enseñanza y aprendizaje sigan la inercia marcada por los
122
planteamientos curriculares, los cuales, limitan los procesos cognitivos de los
alumnos de este nivel, a aquellos que se ubican en los niveles taxonómicos del
conocimiento y la comprensión. Así pues, el docente requiere dejar de ubicarse
como técnico ejecutor del planteamiento curricular; y en este sentido, es necesario
superar la falta de reflexión epistemológica, política-social, psicológica y pedagógica
en relación a su práctica.
Por otra parte, resulta también importante, mencionar los resultados obtenidos por
el grupo de alumnos de la escuela particular, como parámetro comparativo. Cabe
recordar, que es una institución identificada como de alto rendimiento, que se
organiza a partir de un planteamiento curricular que, fundamentado en el
constructivismo, responde claramente a una perspectiva técnica, que plantea el
control puntual de la práctica pedagógica generada por los docentes, a los que
simplemente se les considera como sus ejecutores. En este sentido, resulta
significativo, que los resultados obtenidos no implicaran un desempeño favorable
para todos los alumnos del grupo, lo que lleva a concluir que estos no dependen del
tipo de escuela (particular o pública), y que a pesar del control exhaustivo que pueda
existir de la práctica pedagógica y del discurso constructivista que pretende
fundamentarla, esto no garantiza resultados óptimos. Por ello, nuevamente se
insiste, la comprensión de la práctica pedagógica va más allá de la implementación
123
de estrategias didácticas desde la técnica, es necesario observarlas desde su
complejidad.
124
RECOMENDACIONES
Romper con estas inercias implica colocar al docente en una posibilidad real que le
permita formarse en el campo de la investigación. De tal manera, que el
pensamiento complejo se pueda constituir en esa alternativa epistemológica, que le
permita construir los caminos conceptuales y metodológicos para reflexionar y
organizar su práctica pedagógica.
125
REFERENCIAS
126
realidades y prácticas socio-educativas. Laurus. Revista de Educación, 14
(27), 96-114. Recuperado de
http://www.redalyc.org/pdf/761/76111892006.pdf
127
Díaz, B. (2014). Construcción de programas de estudio en la perspectiva del
enfoque de desarrollo de competencias. Perfiles Educativos, 36 (146), p.p
142-162
128
Gonfiantini, Virginia (2016). Re-significar la formación docente desde la práctica del
formador (tesis doctoral). Multiversidad Mundo Real Edgar Morin,
Hermosillo, México.
129
Morin, E. (1986). El Método 3, El conocimiento del conocimiento. París: Edit. Seuil.
Morin, E. (1999). La mente bien ordenada. (2º ed.) México: Siglo XXI editores.
Morin, E. (2000). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Edición
especial. México: Siglo XXI editores.
130
Pérez, G. (1998). Investigación cualitativa. Retos e Interrogantes. Madrid: La
Muralla.
131
Vergara, J. (2005). La epistemología de las ciencias sociales en América Latina. En
Gómez, S. y Zemelman, H. (Comp.) El desafío de las ciencias sociales para
la formación de profesores en América Latina, México: Editorial Pax.
132
BIBLIOGRAFÍA DE LA AUTORA
133
ANEXO 1
Para organizar la reflexión de la práctica pedagógica con relación al proyecto
de indagación 26
Ámbito epistemológico
¿Para qué se construye el conocimiento?
1. ¿Permite la integración de las disciplinas en torno a un objeto de estudio?
2. ¿El conocimiento escolar se constituye en un eje transversal entre el
conocimiento científico y el conocimiento cotidiano?
Ámbito social
¿Por qué se construye el conocimiento?
1. ¿Recupera el contexto económico, social y cultural de los participantes?
2. ¿Permite el acceso a una diversidad de recursos culturales?
3. ¿Permite relaciones en las que no predomina la visión del docente?
4. ¿Se realiza un cuestionamiento abierto a las formas tradicionales de
organización escolar, para generar otras encaminadas a distribuir el poder?
Ámbito psicológico
¿Cómo se construye el conocimiento?
1. ¿Recupera el desarrollo cognitivo de los alumnos?
2. ¿Implica una postura que integra los diversos niveles del ámbito psicológico?
3. ¿Implica procesos de mayor exigencia cognitiva que permitan el desarrollo
de la argumentación fundamentada?
Ámbito pedagógico (como integrador de las otras dimensiones, se relaciona
con ellas)
¿Cómo se organiza el proceso de enseñanza y aprendizaje?
1. ¿El proceso de enseñanza y aprendizaje integra una visión articulada de los
procesos que se siguen en la construcción del conocimiento?
2. ¿El proceso de enseñanza y aprendizaje se organiza integrando los
contenidos a partir de un objeto de conocimiento?
3. ¿El proceso de enseñanza y aprendizaje para su organización considera las
características económicas, sociales y culturales de los sujetos y permite
establecer las condiciones que permitan disminuir un impacto desfavorable?
26
Son algunas de las preguntas que se sugieren para organizar la reflexión, las cuales, pueden ser
complementadas, no implican un planteamiento agotado.
134
ANEXO 2
Nombre del alumno (a): _______________________________________________
1. Vives con:
Mamá y papá ( ) Mamá ( ) Papá ( ) Otros ( )
135
8. ¿Quién trabaja en tu casa para cubrir los gastos familiares?
Mamá ( ) Papá ( ) Ambos ( ) Ninguno ( )
11. ¿Cuánto tiempo inviertes en ver televisión, jugar videojuegos, y/o usar la
computadora (internet y Facebook) aproximadamente al día?
No ( ) Si ( ) ¿Cuáles? _______________________________
No ( ) Si ( ) ¿Cuáles? _______________________________
No ( ) Si ( ) ¿Cuáles? _______________________________
No ( ) Si ( ) ¿Cuáles? _______________________________
136
ANEXO 3
Sobre el punto de partida: Parte de la contextualización del grupo
desde su dimensión psicológica
137
narrar cuentos), y en la inteligencia ecológica-naturalista (lo cual, se refleja en su
interés por lo que sucede a su alrededor), no es reflejada en su habilidad de
comunicación escrita. Por otra parte, es interesante observar cómo el 71% de los
niños y niñas que tienen un estilo de aprendizaje kinestésico y auditivo (Ismael,
Romina, Pedro, Ángel y Melanie), son los que aparentemente presentan un ritmo
de aprendizaje lento; no obstante, ante esta situación, la pregunta obligada, es más
bien, qué tanto la escuela ha respondido a las necesidades de estos alumnos (as):
¿es ético ubicarlos en este ritmo de aprendizaje? Entonces la reflexión lleva a
cuestionar las formas tan generalizadas que existen en la escuela de educación
primaria para que los alumnos accedan a los aprendizajes, más que una cuestión
cognitiva, se convierte en una cuestión social; qué tanto la escuela está preparada
para no encasillar a los alumnos, para no catalogarlos, a final de cuentas para no
excluirlos. No se trata de ver quien está bien y quién está mal de acuerdo a los
parámetros establecidos, se trata de lograr una comprensión que permita una
intervención pedagógica dirigida hacia la apertura, la aceptación, la integración.
138
necesario afianzarlos aún más, con la resolución de problemas. Cabe mencionar,
que 4 alumnos (Ángel, Romina, Melanie, Karla) reportan mayor dificultad, aunada a
una deficiencia en el desarrollo de su pensamiento lógico-matemático; pero como
se verá más adelante, también corresponde a niños (as) cuyos padres de familia no
les brindan la atención y el apoyo necesarios, se observa una dinámica familiar poco
favorable para el logro de los aprendizajes. En el caso de Sarita, existe
aparentemente un manejo de los números del 1 al 10, sin embargo, muestra
deficiencia en el desarrollo del concepto del número, es decir, en parte el manejo
que muestra implica un cierto grado de mecanización; por lo que, es capaz de hacer
clasificaciones y seriaciones sencillas, no obstante, no ha logrado desarrollar el
concepto de conservación.
139
del Valle de México, conteniendo una descripción que el docente realiza respecto al
contexto de aula, contexto escolar, contexto socio-familiar. No obstante, esta
descripción es muy general, por lo que, no proporciona datos específicos y
detallados sobre los contextos a los que hace referencia, convirtiéndose en un
instrumento normativo, más que, de análisis y reflexión sobre la práctica docente y
el contexto de los participantes. De tal manera, que para enriquecer de manera
efectiva esta contextualización inicial, se consideró necesario la aplicación de un
cuestionario socioeconómico, encaminado a rescatar detalles de la situación
particular de cada alumno (a), lo cual, es fundamental para planear la intervención
pedagógica. El formato utilizado se puede encontrar en el anexo 3.
140
ANEXO 4
PERFIL DE GRUPO*
PROPOSITO: IDENTIFICAR LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES DE LOS ALUMNOS A FIN DE
ENRIQUECER Y DIVERSIFICAR EL PROGRAMA DE AULA, EN FUNCION DEL PERFIL GRUPAL.
ESTILOS DE APRENDIZAJE
VISUAL ALUMNOS (AS)
Facilidad para absorber grandes cantidades de DAIRA ALEXIS
información. EMILIANO DIEGO
Establece relación entre distintas ideas y JOSELIN CAROLINA
conceptos. AMERICA JULIO
Su capacidad de abstracción y de planificar está LUIS SARAH
directamente relacionada con la capacidad de FERNANDA ALAN
visualizar. GUADALUPE KARLA
Aprende mejor cuando lee o cuando ve la
información, tiende a tomar notas para tener
algo que leer.
KINESTESICO ALUMNOS (AS)
Asociado a sensaciones, movimientos: a su ISMAEL
cuerpo. ROMINA
El aprendizaje es lento y profundo.
Lo aprendido con el cuerpo y con la memoria
muscular es difícil que se le olvide.
Necesita moverse, pasearse, balancearse.
En el salón busca pretextos para levantarse y
moverse.
141
INTELIGENCIAS MULTIPLES
KINESTESICA ALUMNOS (AS)
Es el que juega Basquetbol, organiza, entrena y PEDRO
anima. LUCA
Prefiere estar en contacto con los objetos, con DIEGO
la acción antes prestar atención a las CAROLINA
instrucciones. ROMINA
ANGEL
ECOLOGICA/NATURALISTA ALUMNOS (AS)
Comprende la realidad a nuestro alrededor. DAIRA CAROLINA
Pregunta por los acontecimientos. ISMAEL ROMINA
Manifiesta su agrado por la naturaleza. JOSELIN ANDREA
GUADALUPE ANGEL
MELANIE
MATEMATICA ALUMNOS (AS)
Es el ordenado en sus apuntes, tiene habilidad EMILIANO
para el cálculo y los aprendizajes que requieren LUIS
de procesos mas largos y abstractos (maneja la FERNANDA
computadora, juega X-box, play station, etc.) DIEGO
JULIO
ALAN
LINGÜÍSTICA ALUMNOS (AS)
Recitar, narra cuentos, imaginar historias. DAIRA CAROLINA
Expone su punto de vista, organiza alguna ISMAEL JULIO
actividad en el grupo. ALEXIS ROMINA
LUCA ANDREA
MELANIE ANGEL
ESPACIAL ALUMNOS (AS)
Le agrada realizar laberintos, rompecabezas, EMILIANO
juegos de mesa. ALAN
Se ubica con facilidad y da puntos de referencia
al desplazarse.
MUSICAL ALUMNOS (AS)
Canta, baila, el niño que primero dice “Yo” en los FERNANDA
festivales. MELANIE
CAROLINA
ROMINA
142
INTERPERSONAL ALUMNOS (AS)
Es el que apoya, anima, dirige, “Es el buena DAIRA
onda”, el bromista y optimista. FERNANDA
Participa activamente. LUCA
INTRAPERSONAL ALUMNOS (AS)
Es el que participa en actividades invitado por JOSELIN
otros: “Es algo tuyo que compartes con los AMERICA
demás”. SARAH
Calido, tímido pero que observa. ANDREA
Enojón, pero que decide. KARLA
ACTITUD FRENTE A LA TAREA
ACCION Y/O CUESTIONAMIENTO ALUMNOS (AS)
TIENE INICIATIVA LUIS, FERNANDA, GUADALUPE, JULIO,
ALAN
REQUIERE APOYO CONSTANTE ISMAEL, PEDRO, MELANIE, SARAH,
ROMINA, ANGEL, KARLA
MANIFIESTA MOTIVACION PARA EL DAIRA, EMILIANO, JOSELIN, AMERICA,
APRENDIZAJE LUIS, FERNANDA, GUADALUPE, CAROLINA,
JULIO, SARAH, ANDREA, ALAN
AGRADO DAIRA, LUIS, FERNANDA, ALEXIS,
CAROLINA, JULIO, SARAH, ANDREA, ALAN
ABURRIMIENTO ISMAEL, ANGEL
INDIFERENCIA MELANIE
TEMOR
RITMOS DE APRENDIZAJE
LENTO NORMAL RAPIDO
ISMAEL, PEDRO, MELANIE, JOSELIN, AMERICA, DAIRA, EMILIANO, LUIS,
SARAH, ROMINA, ANGEL, GUADALUPE, ALEXIS, FERNANDA, JULIO, ALAN
KARLA LUCA, DIEGO, CAROLINA,
ANDREA
NIVELES DE DESARROLLO COGNITIVO
ACCION Y/O CUESTIONAMIENTO ALUMNOS (AS)
SENSORIOMOTOR (0 a 2 años)
PREOPERATORIO(2-7 años) SARAH
Representación de acciones y objetos con
símbolos internos. Estos son una
representación visual (la imagen mental del
143
objeto, p.e.) o una representación más abstracta
(una palabra u oración).
Clasificación y agrupamiento sistemático
basándose en uno o dos criterios (p.e. color,
forma).
Desarrollo del lenguaje.
Pensamiento “concreto” ligado a la realidad, a
cada objeto. No ha adquirido el concepto de
irreversibilidad.
OPERATORIO (7-11 años) DAIRA, ISMAEL, EMILIANO, JOSELIN,
Adquieren el concepto de conservación (las AMERICA, LUIS , FERNANDA, GUADALUPE,
cualidades fundamentales de un objeto no PEDRO, ALEXIS, LUCA, DIEGO, MELANIE,
cambian al modificar su aspecto). El niño CAROLINA, JULIO, ROMINA, ANDREA,
adquiere la capacidad de entender que ciertos ANGEL, KARLA
procesos mentales son reversibles (p.e. suma y
resta, multiplicación y división).
Consolidación del concepto de seriación.
Manejo de principios de transitividad e inclusión.
Capacidad de producir una representación
mental en varias acciones.
Predominio de pensamiento concreto vinculado
a principios relativos, a cosas concretas y a
observaciones personales.
OPERACIONES FORMALES (12 A 15 años) ALAN
Adquiere razonamiento deductivo.
Reconocimiento y combinación de las
características comunes de objetos y/o
situaciones que posibiliten el acceso a una
teoría o sistema.
NIVELES DE COMPETENCIA CURRICULAR
CAMPO FORMATIVO.- COMUNICACIÓN: en este se observa que 14 alumnos del grupo cuentan
con los elementos básicos que les permiten expresarse de manera oral y escrita, no obstante,
existe la necesidad de ampliar aún más su vocabulario y hacer usos de los textos escritos para
elaborar sus propios argumentos. 5 alumnos muestran deficiencias en el uso del lenguaje oral y
escrito, visualizándose la necesidad de mejorar su comprensión lectora, además de mostrar
dificultad para redactar sus textos. En el caso de Sarita, no existe el concepto silábico de la lecto-
escritura; su expresión oral se ve limitada por su deficiencia psicomotora.
144
CAMPO FORMATIVO.-LOGICO MATEMÁTICA: en este la mayor parte de los alumnos muestran
cierto dominio de los conceptos matemáticos básicos, no obstante, es necesario afianzarlos aún
más, con la resolución de problemas. Cabe mencionar, que sólo 3 alumnos reportan mayor
dificultad, aunada a una deficiencia en el desarrollo de su pensamiento lógico-matemático. En el
caso de Sarita, existe aparentemente un manejo de los números del 1 al 10, sin embargo, muestra
deficiencia en el desarrollo del concepto del número, es decir, en parte el manejo que muestra
implica un cierto grado de mecanización; por lo que, es capaz de hacer clasificaciones y
seriaciones sencillas, no obstante, no ha logrado desarrollar el concepto de conservación.
CAMPO FORMATIVO.- EXPLORACIÓN Y COMPRENSIÓN DEL MEDIO NATURAL, SOCIAL Y
CULTURAL: el grupo en este aspecto presenta una falta de conocimiento y cultura general, y
además la falta de estrategias para la indagación e investigación, por lo que se puede concluir la
necesidad de proyectos que les permitan desarrollar sus competencias en este sentido.
CAMPO FORMATIVO.- , DESARROLLO PERSONAL Y PARA LA CONVIVENCIA: la mayoría de
los alumnos se encuentran con deficiencias en este campo, debido a que no presentan una
formación en hábitos de vida que tienen que ver con el cuidado de su cuerpo a través de la
alimentación sana, el deporte. En cuanto, a las relaciones para la convivencia han reportado una
mejora, ya que en presencia de la profesora logran convivir, compartir e intercambiar experiencias
y conocimientos en un ambiente positivo, no obstante, falta regular su conducta cuando se
encuentran solos, tienden a los juegos bruscos.
145
ANEXO 5
CONTEXTO AULA
146
En el caso de mayor avance en sus pendiente del estado
Sarita se da procesos de de salud de la niña.
seguimiento aprendizaje. Esto va
puntual a sus aunado a la situación
avances y económica y cultural de
retrocesos, los sus familias.
cuales están
condicionados por
su estado de
salud, el cual, es
muy vulnerable.
Describa las Se requiere hacer La poca disponibilidad El compromiso de
estrategias de una adecuación de los padres de familia los padres de familia
trabajo curricular, para para apoyar a sus hijos. para brindar tiempo y
específicas permitir a Sarita recursos.
que conoce acceder al
para las aprendizaje.
discapacidade
s
147
Si hay Hay niños que La falta da apoyo a De los padres de
alumnos con tienen un rezago estos niños no ha familia para buscar
los que no educativo, permitido un mejor apoyo adicional a
logra aunque no es desempeño escolar. sus hijos.
comunicarse considerable, no
de manera obstante, son los
clara y fluida que presentan
describa por mayor dificultad
que para expresarse
de manera oral y
escrita.
¿Cómo Verificando Algunos niños no han Diversificar las
reconoce que constantemente desarrollado suficientes estrategias
sus consignas el trabajo que hábitos de organización didácticas e
son claras y realizan. escolar. incrementar los
entendibles recursos materiales
para sus para generar
alumnos? ambientes de
aprendizaje más
enriquecedores.
De qué El ambiente de Algunos alumnos De los padres de
manera aprendizaje está muestran dificultad para familia para que
recupera las basado en la expresar sus ideas. generar ambientes
ideas y participación familiares en donde
opiniones de permanente de exista la
sus alumnos los alumnos. comunicación
Como Generando Algunos alumnos De los padres de
propicia el preguntas, requieren mejorar sus familia, ya que es en
dialogo entre generando estrategias de casa donde se
maestro- conversaciones comunicación, ya que promueven y
alumno y sobre temas de les falta desarrollar aún refuerzan los valores
alumno – interés. más la tolerancia y el
alumno respeto a las ideas de
los demás.
De qué Generando un Los días de tianguis el De las autoridades
manera ambiente de ruido es excesivo.
disminuye las cordialidad y
distracciones respeto.
ambientales
en el aula
Otros
148
permitan una
mejor
comprensión
considerando sus
aprendizajes
previos.
Mencione Fomentando el Necesitan mejorar sus Los padres de familia
como trabajo en equipo, habilidades de pueden fomentar el
promueve la solicitando comunicación. trabajo colaborativo
participación e constantemente en casa
interacción de sus aportaciones
los alumnos hacia al grupo.
(as) en todas
las
actividades.
CONTEXTO ESCOLAR
149
ACTITUD
aceptan a todos en la carencia de compromiso de los
los alumnos. recursos económicos padres con sus hijos.
que les permitan un
desarrollo adecuado.
Mencione los No hay dificultad Es importante mejorar Las escuelas trabajan
criterios para en ello. las condiciones de las con los recursos
la escuelas. mínimos, es
organización importante brindar
de los grupos más apoyo por parte
y asignación de las autoridades.
de espacios
150
filosofía de se les da a todos
inclusión los niños.
151
ejemplo: un mejor
ceremonias desempeño.
cívicas,
concursos
escolares,
comisiones,
evaluación
externa entre
otras
CONTEXTO SOCIO-FAMILIAR
152
¿Qué tipo de Lo que la docente La falta de interés de Buscar mecanismos
conocimiento informa y explica los padres de familia para informar con más
s tiene el en sus reuniones para dar seguimiento a detalle las exigencias
padre de bimestrales. las exigencias que que está planteando la
familia en plantea la propuesta propuesta curricular y
cuanto a la curricular. Además comprometerlos para
normatividad también una limitante que apoyen en su
y los es la falta de recursos cumplimiento.
propósitos de de los padres.
planes y
programas
vigentes?
¿De qué Muy pocos padres La falta de Se requiere trabajar
manera de familia expresan conocimiento de los con los padres, para
expresan los preocupación y padres, su bajo nivel orientarlos hacia el
actúan en educativo no les establecimiento de
COMUNIC padres de
ACIÓN consecuencia. permite vislumbrar estrategias que los
familia de su Muchos de ellos alternativas que les lleven a mejorar su
grupo; ideas, están inmersos en ayuden a generar convivencia familiar.
pensamiento una dinámica cambios en la
sy familiar que lejos dinámica familiar, la
sentimientos de ayudar a cual, muchas veces
de las mejorar el influye de manera
rendimiento escolar negativa en la
cuestiones
de sus hijos, los formación de los
relacionadas limita, ya que no los alumnos.
con el orientan en la
proceso de formación de
aprendizaje adecuados hábitos
de su escolares; pues no
hijo(a)? dedican tiempo, no
establecen
estrategias, no dan
seguimiento a su
desempeño
escolar.
Generalmente,
justifican y no
actúan.
¿Cómo Se le solicita su Algunos padres de Es importante,
corrobora presencia y se da familia a pesar de los establecer formas que
que el padre seguimiento de compromisos involucren más a los
de familia manera escrita y firmados, no dan padres de familia,
entendió sus oral a los cumplimiento, permitiendo el
consignas? compromisos. manifestando diversas desarrollo de una
excusas. actitud positiva hacia
sus hijos.
¿Cómo Aunque Los tiempos son La organización
informa a la bimestralmente se limitados para tener un escolar requiere de
familia sobre realizan las mayor acercamiento estrategias que hagan
el reuniones para con los padres de efectivo el
desempeño informar sobre las familia; por el horario acercamiento con los
de los evaluaciones, la escolar y las padres de familia.
alumnos? docente elabora un exigencias del mismo,
expediente de cada o por las ocupaciones
alumno y solicita la de los padres.
153
presencia de los
padres de familia
para informar
oportunamente
cualquier
incidencia.
Se les invita Como se ha estado Una alternativa es dar
¿Cómo continuamente para mencionando, algunos seguimiento a través
PRACTICA involucra a que se involucren padres de familia no de proyectos que
S
los padres de de manera activa, responden con involucren de manera
familia en las se les informa acciones concretas más clara y precisa a
actividades oportunamente las que permitan generar los padres de familia.
escolares? estrategias de en los alumnos el
trabajo para que sentido de
verifiquen que sus responsabilidad.
hijos estén
cumpliendo.
154
ANEXO 6
Nivel I
Nivel II
155
explícita en textos narrativos (literarios e informativos) y
textos expositivos. Inferir relaciones de causa-consecuencia
a partir de vincular información explícita en textos narrativos
(literarios e informativos). Inferir el significado de una palabra
o frase a partir de la comprensión global de textos narrativos
(literarios e informativos) y textos expositivos.
Análisis de la Reconocer los elementos estructurales de un texto y
estructura considerarlos como pistas útiles para diferenciar textos
textual narrativos (literarios e informativos) y textos expositivos,
tanto continuos como discontinuos.
Reflexión Reflexión Identificar sustantivos, verbos, adverbios, adjetivos o frases
sobre la sobre el preposicionales para completar una oración. Inferir el
lengua sistema de la significado de una expresión del lenguaje figurado a partir del
lengua análisis de la información que se localiza en el fragmento de
un texto. Identificar oraciones unidas por una conjunción
copulativa (y, e), así como identificar nexos que denotan
causa-efecto (porque, pues). Diferenciar textos literarios e
informativos a partir del tipo del lenguaje empleado en cada
uno de ellos. Identificar las funciones que tienen algunos
apartados de un libro (índice, introducción, resumen).
Seleccionar diferentes fuentes de información directas e
indirectas relevantes para un mismo propósito.
Convencionali Identificar el cambio de significado de algunas palabras
dades cuando se separan o se juntan (alas / a las), así como
lingüísticas reconocer errores en la división silábica. Identificar el uso
convencional de mayúsculas, así como reconocer algunos
errores ortográficos (b/v y s/c/z). Identificar el uso correcto de
acentos diacríticos en palabras que introducen enunciados
interrogativos. Identificar el significado de abreviaturas de
uso frecuente (cel., fecha de nac., Ma.Teresa). Identificar el
uso convencional de los signos de interrogación y
exclamación en espacios predeterminados de apertura y
cierre.
Nivel III
156
causa-consecuencia y comparación-contraste a partir de
relacionar información explícita e implícita en textos
narrativos (literarios e informativos) y textos expositivos.
Inferir el significado de palabras polisémicas o frases a partir
de la comprensión global de textos narrativos (literarios e
informativos) y textos expositivos.
Análisis de la Reconocer elementos de la estructura de un texto y
estructura relacionar la forma en que se organiza la información para
textual cumplir un propósito específico en textos narrativos (literarios
e informativos), textos expositivos y argumentativos, tanto
continuos como discontinuos.
Reflexión Reflexión Reconocer elementos de la estructura de un texto y
sobre la sobre el relacionar la forma en que se organiza la información para
lengua sistema de la cumplir un propósito específico en textos narrativos (literarios
lengua e informativos), textos expositivos y argumentativos, tanto
continuos como discontinuos.
Inferir el significado de expresiones de lenguaje figurado a
partir del análisis de la información de un fragmento y del
texto completo. Identificar oraciones unidas por una
conjunción copulativa, reconocer nexos que denotan causa-
efecto (porque, pues), comparación (a diferencia de) y
temporalidad (luego, enseguida) en oraciones subordinadas.
Clasificar textos narrativos (literarios e informativos),
expositivos y argumentativos a partir del tipo del lenguaje
empleado en cada uno de ellos, así como diferenciar su
registro lingüístico formal e informal.
Diferenciar la estructura, el contenido y la función de algunos
apartados de un libro. Valorar distintas fuentes de
información directas e indirectas y seleccionar aquellas que
cumplan un propósito específico.
Convencionali Identificar el cambio de significado de algunas palabras
dades cuando se separan o se juntan, así como reconocer la
lingüísticas segmentación silábica convencional de algunas palabras
complejas (ej. palabras que incluyan diptongos y triptongos).
Identificar el uso convencional de mayúsculas, reconocer
algunos errores ortográficos e identificar la ortografía
convencional de palabras de la misma familia léxica.
Identificar el uso correcto de acentos diacríticos, así como la
acentuación convencional en palabras esdrújulas y agudas
terminadas en vocal. Identificar el significado de abreviaturas
de uso frecuente y reconocer la composición estructural de
algunas siglas de uso oficial (CURP). Identificar el uso
convencional de los signos de interrogación y exclamación,
así como identificar el uso convencional de comas y puntos
en un párrafo.
Nivel IV
157
fragmentos del texto relacionando, mediante paráfrasis e
inferencias, la pregunta con el contenido en textos narrativos
(literarios e informativos), expositivos, argumentativos y
dialógicos, tanto continuos como discontinuos.
Desarrollo de Inferir e interpretar relaciones de causa-consecuencia,
una comparación-contraste, tesis-argumento y secuencia
Interpretación temporal a partir de vincular información explícita e implícita
en textos narrativos (literarios e informativos), textos
expositivos y argumentativos.
Análisis de la Inferir elementos de la estructura de un texto, así como su
estructura organización discursiva en textos narrativos (literarios e
textual informativos), textos expositivos y argumentativos, tanto
continuos como discontinuos.
Reflexión Reflexión Interpretar el significado de expresiones de lenguaje figurado
sobre la sobre el a partir del análisis de la información de un fragmento y del
lengua sistema de la texto completo con efecto poético.
lengua Identificar oraciones unidas por una conjunción copulativa,
reconocer nexos que denotan causa-efecto (porque, pues),
comparación y temporalidad en oraciones subordinadas, así
como también identificar aquellos nexos empleados en
secuencias lógicas (primero, segundo, por último) y
marcadores de discurso directo. Analizar el lenguaje y
registro lingüístico empleado en textos narrativos (literarios e
informativos), expositivos y argumentativos, así como
identificar las características que tienen algunos recursos
paratextuales en textos continuos y discontinuos. Identificar
y diferenciar la estructura, el contenido y la función de los
apartados de un libro e identificar los elementos
fundamentales de una referencia bibliográfica.
Convencionali Identificar el uso convencional de los signos de interrogación
dades y exclamación, identificar el uso convencional de comas y
lingüísticas puntos en un párrafo, así como reconocer el uso de guion
para introducir diálogos.
Nivel I
Sentido Escribir y comparar números naturales sin ceros intermedios. Sin embargo,
numérico y se les dificulta leer números naturales y realizar operaciones básicas con
pensamiento ellos; representar gráficamente fracciones comunes.
algebraico
158
Nivel II
Sentido Escribir, leer y comparar números naturales, y los aplican para resolver
numérico y problemas de suma, y calcular multiplicaciones y divisiones con números
pensamiento decimales por naturales; identificar una fracción en un modelo continuo;
algebraico reconocer la regla verbal y la pertenencia de un término a una sucesión
aritmética creciente.
Nivel III
Nivel IV
159
Manejo de la Identificar la gráfica de barras que corresponde a un conjunto de datos; y
información resolver problemas usando la media, mediana y de comparación de
razones.
Sentido numérico Comparar números decimales; resolver problemas aditivos con números
y pensamiento naturales, decimales y fraccionarios que involucran dos o más
algebraico transformaciones y los que implican dividir o multiplicar números
fraccionarios por naturales; ubicar una fracción en la recta numérica; usar
las fracciones para expresar el resultado de un reparto; identificar la
sucesión geométrica dada su regla y el término siguiente en sucesiones
especiales.
160