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Las infecciones de vías respiratorias son más frecuentes que las de cualquier otro
órgano. En la inmensa mayoría de los casos se trata de infecciones de vías
respiratorias altas causadas por virus, si bien las infecciones pulmonares
bacterianas, víricas, por micoplasmas y micóticas (neumonía) son responsables de
una parte de morbilidad y ocupan el octavo lugar como causa de muerte en EE. UU.
La neumonía puede definirse en términos generales como cualquier infección del
parénquima pulmonar.
La neumonía puede aparecer siempre que los mecanismos de defensa locales estén
deteriorados o cuando se menoscabe la resistencia sistémica del anfitrión. Los
factores que afectan a la resistencia comprenden enfermedades crónicas,
carencias inmunitarias, tratamiento con inmunodepresores y leucopenia. Los
factores que comprometen los mecanismos de defensa locales del pulmón son
muchos, por ejemplo:
• Perdida o supresión del reflejo de la tos
• Lesión del aparato mucociliar
• Acumulación de secreciones
• Interferencia con la acción fagocitaria o bactericida
• Congestión y edema de pulmón.
La neumonía se clasifica en función del agente etiológico específico, lo que
determina el tratamiento, o por la situación clínica en la que se produce la infección
si no puede aislarse un patógeno. En este segundo caso, la lista de patógenos
sospechosos se estrecha considerablemente, lo cual orienta el tratamiento
antimicrobiano empírico. La neumonía puede aparecer en diversas situaciones
clínicas:
Neumonías bacterianas extrahospitalarias
La neumonía aguda extrahospitalaria se refiere a una infección pulmonar en
personas por lo demás sanas que se adquiere en un entorno normal. Puede ser
bacteriana o vírica. Se han desarrollado varios biomarcadores para identificar a los
pacientes con una infección bacteriana y definir su pronóstico. De ellos, la proteína
C reactiva y la procalcitonina, están significativamente más elevadas en las
infecciones bacterianas que en las víricas.
La infección bacteriana se presenta a menudo después de una infección vírica de
las vías respiratorias altas. La invasión bacteriana del parénquima pulmonar hace
que los alveolos se llenen de un exudado inflamatorio, lo que provoca la
consolidación del tejido pulmonar.
• Streptococcus pneumoniae o neumococo, es el agente etiológico mas
frecuente de la neumonía extrahospitalaria. El estudio de esputo con tinción
de gran es un paso importante para el diagnostico de la neumonía aguda. La
presencia de neutrófilos abundantes que contienen los diplococos típicos,
grampositivos en forma de lanceta apoya al diagnostico de neumonía
neumocócica, pero es fácil obtener falsos positivos ya que el S. pneumoniae
forma parte de la flora endógena en el 20% de los adultos. El aislamiento de
los neumococos en los hemocultivos es más específico, pero menos
sensibles.
• Haemophilus influenzae, es un microorganismo gramnegativo pleomorfo
que se presenta en formas encapsuladas y no encapsuladas. Hay 6 serotipos
de la forma encapsulada siendo el B el más virulento.
• Moraxella catarrhalis, es un microorganismo que se detecta cada vez con
mayor frecuencia como causa de neumonía bacteriana, en especial en
ancianos. Es la segunda causa bacteriana de exacerbación aguda de la EPOC.
Junto a Streptococcus Pneumoniae y H. infuenzae, M catarrhais es una de las
tres causas más frecuentes de otitis media en niños.
• Staphylococcus areus, es una causa importante de neumonía bacteriana
secundaria en niños y adultos sanos después de una enfermedad vírica de
vías respiratorias. La neumonía estafilocócica se asocia a una incidencia
elevada de complicaciones, como absceso pulmonar y empiema.
• Klebsiella pneumoniae, es la causa más frecuente de neumonía bacteriana
por gramnegativos. Afecta habitualmente a personas debilitadas y
malnutridas. El esputo y espeso es característico, porque el microorganismo
produce en abundancia un polisacárido capsular viscoso que el paciente
expectora con dificultad.
• Pseudomonas aeruginosa, provoca principalmente infecciones
nasocomiales, es frecuente en pacientes neutropénicos y tiende a invadir los
vasos sanguíneos, con la consiguiente diseminación extrapulmonar.
• Legionela pneumophila, la neumonía por legionela es frecuente en personas
con afección predisponentes cardíacas, renales inmunitarias o
hematológicas. Este microorganismo crece en entornos como torres de
refigeración y sistema de conducción de agua potable.
• Mycoplasma pneumoniae, las infecciones por micoplasma son
particularmente frecuentes en niños y adultos jóvenes. Se presentan
exporádicamente en niños y adultos jóvenes. Se presenta exporádicamente
o en epidemias locales en comunidades cerradas.